Sie sind auf Seite 1von 3

Infinitesimal / Cadáveres en la playa

Juan Cristóbal Pérez Paredes

Hace unos días circuló en las redes sociales una noticia sobre otra noticia. La noticia
fue que el canal de televisión belga RTL Info reportó el hallazgo de decenas de cadáveres
de inmigrantes en la playa de Zarzis, al sur de Túnez. La metanoticia: que el canal se
enfocó en el malestar de los turistas a quienes el trágico hecho arruinó la vacación.

Según el reporte de RTL Info los turistas, al enterarse de la presencia de cuerpos en


la playa, solicitaron cambio de hotel y era posible que muchos requirieran terapia
psicológica. Los cadáveres de unas 70 personas comenzaron a aparecer luego de que un
barco procedente de Libia naufragó el 4 de julio.

La suerte de los inmigrantes causó en el mundo tremenda indignación, desde luego,


pero también indignó el enfoque que los periodistas del referido canal televisivo dieron a la
crónica de los acontecimientos. Como suele ocurrir en estos casos, las redes sociales
estallaron contra RTL Info.

Empatía y simpatía son dos términos que se confunden demasiado. Ambos provienen
de pathos, que los griegos usaban para significar dolencia, sufrimiento, afección. De ahí que
se hable de la pasión de Cristo. Luego los latinos tradujeron pathos con la palabra
compassio, compasión.

La palabra fue importante para la filosofía del siglo IV a. C. Así, cuando la mente y el
cuerpo eran afectados por una misma dolencia ambos padecían una compasión. El prefijo
syn- de synpháteia es convergencia, reunión. Con el paso del tiempo, los neopláticos incluso
hablarán de la simpatía del universo o la manera en que las partes se corresponden en la
espléndida totalidad.

Empatía (empathés) tiene, mas o menos, la misma fuente etimológica. Galeno, por
ejemplo, estableció definitivamente su uso médico en el siglo II d. C. para decir
"enfermedad".

Actualmente, no obstante, simpatía y empatía se usan para fines distintos. Empatía


designa una afinidad racional, concentrada, crítica, en tanto que simpatía es, también, una
afinidad pero de carácter más bien espontáneo y subjetivo. De modo que un mismo hecho
puede provocar simpatía y empatía (primero una y luego la otra), o sólo simpatía pero no
empatía, o simplemente empatía (que puede suponer la simpatía y luego la impugnarla o
no).
Dejando de lado la tragedia de los inmigrantes, por cuya causa la simpatía es casi
general, para muchos es evidente que no se debe sentir simpatía para el tratamiento que
los periodistas de RTL Info dieron al infausto suceso. Orientar la nota hacia la molestia de
los turistas, que por efecto del arribo de cadáveres a las costas vieron frustrados sus días
de vacación, resultó chochante y oprobioso.

El enfoque periodístico de esta infortunada nota despertó lo contrario de la simpatía,


que es la antipatía. ¿Pero puede originar empatía? Reflexionemos un instante.

Usted ha preparado con meses de anticipación, incluso años, un viaje a la paradisiaca


playa de Zarzis, en Túnez. Una pequeña consulta en internet le hará saber que no es un
gusto módico. Por si fuera poco, usted admira al escritor tunecino Albert Memmi, a quien
el ilustre Alber Camus, que usted también admira, prologó una novela.

Ha referido el viaje a sus amigos y camaradas, que le han manifestado toda índole de
parabienes, pues se sabe que un gran viaje es una especie de logro personal. Por lo demás,
su familia está emocionada y muy a la expectativa.

Y cuando al fin usted y los suyos tienen ocasión de pisar la exquisita arena de la
playa le notifican que el mar está arrojando cadáveres de inmigrantes. ¿Cómo lo tomaría?
Muchos noticieron hicieron saber su simpatía por la causa de los inmigrantes, lo que no es
para menos, pero sólo RTL Info lo hizo por la de los turistas.

El punto es que la simpatía del canal televisivo provocó la antipatía de las redes
sociales, y debo confesar que me uní al coro de los censores. Pero quise ser empático y mi
primera reacción, la simpática, expuso un lado oculto: el pequeño, ínfimo contratiempo de
los turistas.

Ante la observación de cadáveres descompuestos, ¿requerían usted y su familia (los


niños, sobre todo) algún tipo de asistencia psicológica? ¿No exigiría de inmediato el
cambio de hotel? ¿El reembolso de los gastos?

Nunca será ocioso refrendar el carácter fatal y doloroso de la tragedia de los


inmigrantes. Es una calamidad inefable. Pero el problema de la simpatía, con todo lo
excelente que ella es, radica en su irreflexividad. Es una ola en el océano: va y viene,
cambia de rumbo como el viento, es caprichosa a más no poder.

Jimmi Savile fue un admirado presentador de la BBC que durante décadas cometió
innumerables delitos sexuales, incluídas la pederastia y necrofilia. Sus iniquidades salieron
a la luz después de que Savile murió a la edad de 84 años, sin enfrentar la acción de la
justicia. ¿Cuántos de los millones de simpantizantes que aclamaron a Savile en su época
piensa usted, lector, que quedan hoy en día?

Lo propio de la empatía está en que es una especie de simpatía más profunda,


mesurada y, sobre todo, crítica. A diferencia de la simpatía, la empatía no tiene prisa. Es
verdad que la simpatía dispensa un abrazo cálido, acogedor, muchas veces sincero, a
diferencia de la empatía que es más bien fría y distante. Aunque bueno, mejor esto último
que descubrir que lo que abrazamos todo el tiempo es un "monstruo" o uno de esos
prejucios terribles, que los hay a puños, por desgracia.

Das könnte Ihnen auch gefallen