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VIERNES, 2 4 DIB ENERO DE 1 9 6 9 LA VANGUARDIA ESPAÑOLA!

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LITERATURA Y PSICOLOGÍA PROFUNDA


INTERROGACIONES

EL NATURALISMO DE LUCRECIO A SABE


J^A obra teatral «Marat-Sade», y la re, y episódico. La repetición de ese
película sobre el mismo tema, han acto no podría sino «reiterar su esen-
pOR culpa del vivir civilizado, la vida del campo Si, como dice Tarde, la Civilización es lo mascu- puesto de actualidad, muy relativa- cial carácter». Por ello, la tendencia a
tiene muchos partidarios. Es el ideal del Natura-r lino, la Naturaleza será lo femenino, la Naturaleza y mente, por fortuna, al desventurado destruir el objeto del deseo sigue a
|iímo. Es el «retour a la terre» de los franceses. Es todo ló que en la Humanidad está ¡más cerca de ella marqués que dio su nombre a las abe- un deseo sin esperanza, ya que sólo
% feliz estado de Naturaleza, anterior al de Civiliza- (como la multitud, instintiva e incontenible' como la rraciones sexuales que consisten en olvidando, negando, o desgarrando eso
mn, puesto de moda por Rousseau (a pesar de no vegetación). . proporcionar dolor. Pero la obra de
etm en él) y que ya había sidp cantado antes por que nos desconcierta y nos turba po-
Será tal vez pof esto que Naturaleza y Civiliza- Sade, al margen de relatos y novelas demos vencer, realmente, la fuerza del
Diderot, por Montaigne, por Rabelais, por Séneca yción están deseándose como das novios, contrarios y de variable intensidad en el horror,
muchos más. anhelo amoroso. Pero Lucrecio, de cu-
enamorados. La ciudad sueña con el campo y el: cam- contiene una filosofía de la existencia, ya biografía se sabe poco (excepto
El secreto de toda ciencia y de toda moral es la po con la ciudad. El hombre cultivado sufre siempre justamente la que Peter Weiss sabe que tomó un filtro amoroso, posible-
metía a la Naturaleza, dijo Rabelais. Existe un hom- algunos arranques de naturalismo (prefiere, por ejem- poner en boca de su protagonista en
bre natural, pero se ha introducido un hombre arti- plo, ló hecho a mano) mientras que el inculto'-(de mente un veneno, se volvió loco y se
la obra aludida. Esa filosofía preco- suicidó), no realizó el «programa» que
ficial en él, dijo Diderot. El hombre es naturalmente muchas. categorías) ama lo artificial (prefiere lo he- niza el vitalismo de Nietzsche, su
bueno, pero los progresos lo han depravado y la So- cho a máquina y la industrialización a la agricultu- «más allá del bien y del mal», su es- Sade expone en algunos de sus li-
•ekdad lo ha pervertido, dijo Rousseau. pera del superhombre ajeno a toda bros, y que, según todos los indicios,
ra), y aunque ahora preferimos•'. todos el abrigo de otro francés muy anterior a él —del
No obstante, los naturalistas se armaron tal vez piel alrde paño, fue seguramente por no tenerlo de compasión que debilita (pero más a
mlío con todo esto. Primero: porque no se ha podido paño por lo que el salvaje se lo puso de piel. toda perversión, aún más degeneran- siglo XV—, Giles de Rais, puso en
jijar todavía cómo y en qué momento terminó el es- Naturaleza y Civilización son dos'novios que inclu- te). Si bien el sadismo implica una práctica al extremo de producir cien-
Vi&o de Naturaleza y se inició el, destete o la caída viven en constante «ni contigo ni, sin ti». Cuando mezcla inextricable, para hablar en tos de víctimas y de terminar, con to-
pe llaman Civilización. ¿Fue cuando un salvaje di- so los términos de Freud, de los instin- da su "nobleza, en la hoguera. Francia
bujó un animal en la pared de la cueva?, ¿o cuando el ciudadano se instala en el campo, las inclemencias
tos de placer y de muerte, aunque —ha sido dicho por un francés— es
lloró por primera vez sin dolor físico?, ¿o simplemen- del tiempo, los insectos y la incivilidad de algunos de
sus moradores le hacen desear volver a la urbe, y proyectado el segundo hacia el «otro» cruel. Al leer una obra sobre ese país
te cuando se le cayó al fuego un pedazo de carne cuando (lo que, según Norman Brown, en en tiempo merovingio, lo que más
mda y refunfuñando se la tuvo que comer asada? el humoely campesino se va a vivir a la urbe, el ruido,
«Eros y Tánatos», no deja de signifi- puede sorprender a cualquier lector es
Porque desde luego no sería, como dicen, cuandoPorque, en la prisa le hacen desear volver al campo.
car hallarse poseído de un terror a la abundancia de suplicios, su varie-
abandonó la caverna y se construyó una choza, pues- tarla pero noefecto, la ciudad es admirable para visi-
morir), también expone una concep- dad, su horror, y la «vocación» con
to que también los pájaros construyen sus nidos y los habitantes sonpara vivir en ella, como el campo y sus
encantadores vistos desde la carretera ción «abierta» del mundo. El mundo, que se practicaban. Esta situación
topos y castores sus refugios, ni cuando se apartó del surgido del azar de las fuerzas uni- duró hasta el siglo XVIII, sobre todo
rebaño u horda y se organizó en grupo, puesto que o la literatura. versales, libre de toda constricción le- en las. ejecuciones de grandes crimi-
abejas y hormigas están organizadas igualmente, ni El campesino es cerril y el ciudadano presuntuoso gisladora, avanzaría conducido por la nales —regicidas, hechiceros, envene-
mando construyó una trampa para cazar su alimen- (tiene un rey en el cuerpo) y para orillarlos hay que energía (en esto coincide, en parte, la nadores—, aunque sería injusto redu-
to, puesto que las arañas también la construyen... buscar en la ciudad al muy culto y en el campo al ideología de William Blake), hacia cir esa negra parcela del alma humana
Y segundo: porque la Sociedad es, en la Humanidad, inocente (que tiene un santo en el alma), análoga- despliegues imprevisibles, ignotos, te- a una nación, ya que todas participan
lo menos distante precisamente dé la Naturaleza, ya mente a como el agua, del grifo no parece tan pupa rribles y bellísimos. en ella, desde la terrible China a los
que los fenómenos más típicamente humanos —intui- como la del riachuelo y ésta no parece tan libre de En ese mundo sólo la ley del más salvajes de América, de un color ó de
ción científica o artística, actitud frente al Amor o impurezas como la canalizada, y el agua pura hay que fuerte puede prevalecer, lo que denota otro.
ante la Muerte— son todos inevitablemente indivi- ir a buscarla más allá del campo, en las nieves, o más un contacto con el evolucionismo dar- Volviendo a la filosofía de Lucrecio,
toíes, mientras que la asociación despersonaliza al acá de la ciudad, en los laboratorios. wiñiaho; el fuerte considera que todo es interesante anotar su ambivalencia;
hmbre, lo iguala, lo hace materia estadística, lo irra- lo necesario para él es legítimo. «¿Qué de un lado ateo, negador de los dio-
ámaliza (ninguna coincidencia de opiniones o volun- Y como que las ciudades se ensanchan y la Civi- importan mil vidas humanas compara- ses,, discípulo de Epicuro, y de otro
tades puede dejar de ser apariencia tan solo), o sea,lización se ensancha más aún, el deseo de Naturaleza das con un instante mío de placer?», lado puso su gran poema épico bajo la
b hace más Naturaleza que Humanidad. crece y cada día la vida del campo es más deseada. égida de Venus, a la que prodiga las
Pero este campo en el que nos refugiamos, huyen- dice Sade (cito de memoria). Pero,
La Naturaleza dicen que es paradisíaca, pero en además, hay un trasfondo trágico, que más enternecedoras alabanzas, tratán-
realidad no es más que una sarta de asesinatos, sólodo de la ciudad, tampoco es Naturaleza del todo por- contradice justamente esta afirmación. dola más como madre que como ama-
gue si un gallo mata a su rival y luego canta subido que no es más qué una tierra cultivada, esto es, civi- Lo que Sade no dice, y es el origen da o adorada divinidad. ¿Pudo Lucre-
ñama del cadáver, nos parece un crimen; si una lizada con arados (que ya son tractores) y casas de de su modo de ser —de su «sadis- cio sentir lo que Sade sentiría? Al me-
wra caza una gallina, nos parece un robo; y si una labranza (que ya tienen televisión) y de ahí que se mo»— es que, en realidad, «para él no nos, el pueblo en el cual desarrolló su
gallina se come un gusano, nos parece lo más natu- hffya querido acampar más de verdad (como los mon- hay posible placer». Pues el instinto de existencia y produjo su obra satisfacía
ral del mundo, tan natural como que después nos co- tañeros y exploradores) y haya surgido el llamado muerte, tanto en su acción hacia den- sus instintos con el espectáculo ho-
mamos la gallina nosotros (porque nosotros somos «camping». Pero el «camping» ha acabado siendo tro como en la que proyecta al exte- rrendo de los seres descuartizados, de
«ís paradisíacos todavía). igualmente artificial, porque, como es sabido, ya sólo rior, se lo veda. Sade sabe que todo los criminales, esclavos y sectarios de
Si la Civilización es lo opuesto a la Naturaleza ¿no consiste en pasar unos días debajo de una tienda, es víctima del tiempo, el devorador diversas religiones (gnósticos, cristia-
Uerá ya siempre la Humanidad misma? El hombre pero con una tienda cerca y con aparatos para guisar (el sádico Cronos), y que nada vale nos, caldeos, magos) entregados «ad
\<6 será la gran excepción y por tanto, el hombre ci- un instante (ese instante suyo) den- baestias». ¿Implicaba esto esa insatis-
slizado el más rebelde y el anarquista el más escla- y alumbrarse. Es un Naturalismo con butano. tro de la temporalidad. facción radical del «ser aislado» que
ip? Lo artificial ¿será lo supranatural o será única- En cambio, la auténtica vida de Naturaleza, la de
Justamente, el precursor directo somos? ¿Se debe todo conflicto en el
njenfe el saber imaginar • tal oposición con este ben- la selva, es una cosa muy seria, muy difícil, casi he- —aunque muy alejado— de Sade, en universo al fenómeno trágico y, al pa-
ifito instinto nuestro de querer ver lo blanco más roica. En puridad no la viven más que los hornbres- esto, es el romano Tito Lucrecio Caro, recer necesario, de la «individuali-
Moneo de lo que es y lo negro más negro, para poder lobos (si es que existen) y, aproximadamente, los tro- autor del «Rerum Naturae». Lucrecio dad»? ¿Podrá, algún día,, una doctrina
ietir que hay blanco y negro y no tener que recono- gloditas y los anacoretas. dice concretamente que, cuando nos
cer que todo es gris o que todo es uno y lo mismo «x» terminar con la «escisión», y con
Y yo diría que cuando los sociólogos y literatos alimentamos, parte de lo que penetra el sentimiento de frustración que la
feomo dijo el filósofo alemán) o que «ja tot ho és tot» hacen Naturalismo en realidad no hacen más que en nuestro cuerpo se queda en él y
{como dijo Maragall)? Un árbol y un farol ¿no son «camping». acompaña? ¿Podremos gozar, en el
llega a ser carne de su carne. Pero amor, de un sentimiento, no ya de po-
¡Swlmente naturales (o igualmente sobrenaturales, que, en el amor, no hay sino un con-
»mó dijo Chesterton)?. Salvador EURAS sesión, sino de fusión total con el ser
tacto marginal, por intenso que fue- amado? Si Lucrecio y Sade hubieran
podido sentir tales experiencias no ha-
brían vivido sus trágicas vidas; el pri-
SIETE AROS mero no habría expuesto su desolada
concepción de un amor que sólo es
apto para «aproximar eventualmente»,
PERACIÓN los seres y el segundo no habría re-
suelto el problema cortando brutal-
mente' por lo sano, con el asesinato, el
suplicio, la destrucción de, no digamos
CE han cumplido siete años desde que que durante estos siete años he re- lo amado, sino lo deseado.
inicié mi colaboración en este pe- cibido; unas de elogio inmerecido,
riódico, lo que ha sido para mí un-ho- otras de censura y desaprobación, y
nor que estimo en lo mucho que vale. aun de anónimos vejatorios e insul- Juan-Edirardo ClfLOT
La iniciativa partió del nunca bastante tantes. El título honorífico que supo- ' De la Academia del Faro
te ponderado Director don Manuel Az- ne la colaboración en un periódico de San Cristóbal
nar, quien a la muerte de mi entra- del prestigio, fama y divulgación de
CON ñable amigo José María de Sagarra
me invitó en forma ineludible a que
LA .VANGUARDIA, representa para
mí una de las tareas más fecundas y
LA yo siguiese las tareas de Sagarra^ en
este periódico. Aunque yo de momen-
vividas de mi espíritu.
Hoy realmente la prensa, que ha si-
5* "SORPRESA" to me resistí, fue tal la conminación do calificada de cuarto poder, impone
del • inolvidable Director que llegó a y supone una responsabilidad extra-
del AÑO amenazarme :con retirarme su amis- ordinaria. Por ello cada uno de mis
tad si yo no accedía a su preciosa in- artículos ha sido pensado y elaborado
elijan entre M I L vitación.
Siete años que han sido para mí un
con la máxima atención, tanto por los
temas en ellos, desarrollados como por
revulsivo en mi actividad intelectual. la importancia y trascendencia que
Ponerme al nivel de los ilustres cola- había de tener su publicación en un
boradores de este periódico ha cons- periódico como LA VANGUARDIA.
tituido un honor que realmente no me- Mi vinculación a este periódico cons-
recía. Ser compañero en estas lides tituye uno de los más efusivos afec-
del literato Tomás Salvador, del hom- tos de mi alma.
bre de ciencia Miguel Masriera, del Escribir no es fácil. Requiere una
académico de la de la Lengua y que- disciplina mental y una dedicación ca- Reconocimiento médico
rido amigo mío Guillermo Díaz-Plaja si absoluta; queda expuesto el escritor
y del estilista José Cruset; de Francis- a elogios y censuras, puesto que su anual «CHECK-UP»
co Javier Martín Abril o de Lope Ma- pública actividad trasciende a un nú- La salud no es simplemente la
teo, de don Sebastián Juan Arbó y mero considerable de lectores. cía de la enfermedad, sino un estado
de mi amigo de infancia Pablo Vila El ejercicio del periodismo realmen- de bienestar físico, mental y social. Por
San-Juan, y tantos otros que ejercen te puede considerarse como uno de los desgracia, en esta época de increíbles
adelantos científicos el individuo sólo
la colaboración literaria de LA VAN- más difíciles si se quiere hacer honor acude al médico cuando su salud está
GUARDIA, me honra. Mis artículos a su objeto, puesto que constituye hoy alterada, buscando la curación de una
y otros precios de austeridad han sido objeto por parte de mis lec- uno de los medios de comunicación enfermedad, que, en muchos casos, pu-
tores de trescientas dieciocho cartas más eficaces y positivos. Y si trata- do ser evitada. De aquí la necesidad
mos de exhumar los recuerdos de las del examen médicp completo y anual.
altísimas figuras que han enriquecido zado El reconocimiento médico especiali-
este periódico nos sentimos anonada- de consiste en. el examen minucioso
todos los sistemas y aparatos, que-
dos ante la responsabilidad que supo- dando en su poder un dossier completo
Contra
. * 350 ptas. ne el que sean admitidos escritos a de todo el historial, exploración clíni-
veces de valor discutible. ca, junto con los datos de laboratorio y
Permítaseme, pues, rendir mi más radiografías a usted practicadas.
caluroso y efusivo homenaje a LA el Esto es lo que actualmente le ofrece
INSTITUTO ESPAÑOL DE RECO-
VANGUARDIA, que representa una NOCIMIENTO MEDICO a través de un
cebollero, cuello
850 pías. 'PASTILLAS^ tradición meritísima de la sociedad equipo de especialistas reunidos en un
barcelonesa. La riqueza de informa- :ool local y con uaa unidad de crite-
ción que posee este periódico y la rio para que usted pueda realizar su
piel
RICHELET C.S.N.» 8.1IPI
eficacia de sus secciones hacen de él revisión periódica con un mínimo de
una institución incomparable de nues- tiempo y molestias.
tro pueblo. INSTITUTO ESPAÑOL DE KECO- •
NOCIMIENTO MEDICO. (Avda. Gene-
alísimo Franco, 598, 2.' Calvo Sotelo).
Luis VALER! Teléfono 217-94-76.

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