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Anagrama  «LUCHA CONTRA LA PIRATERÍA», propiedad de Unión Internacional de Escritores.

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E © CEA. Ediciones Valbuena, S.A.
DERECHO ISBN: 978-84-9147-590-3
Editado en abril de 2018

Tema 4
Atención y cuidados del
paciente en las necesidades de
higiene: recién nacido y adulto.
Concepto, higiene general y parcial,
higiene de la piel y capilar,
técnica de baño asistido
(ducha y bañera), higiene del
paciente encamado, zonas que
requieren cuidados especiales.
Cuidados postmortem.
Procedimientos para
preservar la intimidad al
realizar la higiene del paciente.
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Guion-resumen

1. Atención y cuidados del paciente en 3. Cuidados postmortem


las necesidades de higiene: Recién
nacido y adulto 4. Procedimientos para preservar la
intimidad al realizar la higiene del
1.1. Higiene en el adulto
paciente
1.2. Higiene del recién nacido

2. Concepto, higiene general y parcial,


higiene de la piel y capilar, técnica
de baño asistido (ducha y bañera),
higiene del paciente encamado, zonas
que requieren cuidados especiales
2.1. Higiene general y parcial
2.2. Higiene de la piel
2.3. Higiene capilar
2.4. Técnica de baño asistido (ducha y
bañera)
2.5. Higiene del paciente encamado
2.6. Zonas que requieren cuidados
especiales

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

1. Atención y cuidados del paciente en las necesidades de


higiene: Recién nacido y adulto
1.1. Higiene en el adulto
1.1.1. Concepto de higiene general y parcial
— La higiene es una suma de procesos que permite una mejor defensa de la piel
contra las enfermedades. Sin higiene personal corporal, la enfermedad es más
grave ya que el organismo se hace menos resistente.
— El personal de enfermería es el responsable de la limpieza del enfermo; siendo
su función mantenerlo en las mejores condiciones de defensa posible, asegu-
rándole una higiene perfecta.
— En la persona enferma la higiene debe cuidarse más minuciosamente que en un
individuo sano.
— Cuando se cubren las necesidades de higiene de un paciente, la piel es más
efectiva y mejora sus funciones de transpiración, secreción y absorción.
Para la piel el agua resulta impermeable, al contrario que las mucosas, que absorben
las soluciones acuosas.
— El aseo ejerce además un papel importante en la protección contra la invasión
microbiana. En algunas enfermedades, los tejidos de la piel están malnutridos
(diabetes, obesidad, etc.) y predispuestos a infecciones.
— La piel puede eliminar también productos tóxicos e irritantes que producen
picor y lesiones cuando la persona se rasca.
— La falta de higiene corporal puede facilitar la aparición de parásitos.

1.1.2. Higiene de la piel


La piel sucia de orina o excrementos corre el riesgo de macerarse e infectarse, por eso
se explica igualmente la importancia de los cuidados de limpieza y la necesidad de aseo
en los genitales varias veces al día.

Con un correcto aseo del paciente se pretende:

— Conservar un buen estado de la piel.


— Estimular la circulación sanguínea.
— Reducir la temperatura corporal en caso de fiebre.
— Refrescar al paciente, para que sienta sensación de confort y bien-
estar.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

1.1.3. El enfermo
— Tener en cuenta el pudor de la persona.
— Moverlo con suavidad.
— Actuar rápidamente para disminuir el riesgo de cansancio.
— Evitar el resfriado, descubrir sólo la región a limpiar y cubrir el resto.
— Secar después de los cuidados.
— Reinstalar cómodamente a la persona.

1.1.4. La técnica
Se limpiará cada zona del cuerpo una a una. La secuencia de los gestos seguirá este
orden siempre.
Previamente se explicará al paciente qué es lo que vamos a hacer:
1º) Preparación del material. Se instalará al alcance de la mano.
2º) La posición del enfermo será la más cómoda posible.
3º) Protección del enfermo y de la cama.
4º) Evacuación de las aguas, ropas sucias, etc.
5º) Volver a poner todo en orden.
6º) Los cuidados se administrarán desde la derecha, a excepción del lavado, que se
hará desde arriba hacia abajo.

1.1.5. El material
— Elementos de protección: hule, sábana pequeña, manta de baño.
— Elementos de lavado: toalla, guantes, esponjas, palangana, agua, jabón, crema
hidratante, jarra...
— Elementos de recambio: ropa del enfermo y ropa de la cama.
— Elementos de evacuación: orinal plano o cuña, bolsa o cubo para la ropa
sucia.

1.1.6. El aseo completo y el baño


— El lavado de pies es diario.
— El lavado de cabeza será una vez a la semana.
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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— El baño de limpieza, en principio, es diario, bien en la bañera si se puede o, si


no es así, en la cama.
Cualquiera que sea el aseo que se practique siempre deberá vigilarse:
— La temperatura de la habitación.
— Que no haya corrientes de aire.

1.2. Higiene del recién nacido


1.2.1. Consideraciones generales. Características propias del recién nacido
Entre los cuidados indispensables que hay que prestar al recién nacido, desempeña
un papel fundamental la higiene corporal, orientada a proteger la delicada piel del niño
frente a las numerosas agresiones del ambiente.

La higiene corporal constituye, en un sentido amplio, una de las bases más impor-
tantes para la prevención de las enfermedades, además de un deber social. Y el recién
nacido tiene los mismos derechos-deberes que los adultos, además de una mayor necesi-
dad de cuidados higiénicos debido a la incapacidad de controlar los esfínteres y a la natu-
raleza especialmente delicada de sus tejidos, no preparados aún para actuar como medios
de defensa contra las agresiones ambientales: polvo, microbios, agentes térmicos, etc.

El cordón umbilical es una posible entrada de gérmenes al organismo, por lo tanto,


un cuidado adecuado de él y de la piel de alrededor, previene la posible infección del
cordón umbilical, llamada onfalitis.

Existe riesgo de presentar dermatitis del pañal por el contacto prolongado de la piel
con orina y deposiciones. Esta se caracteriza por enrojecimiento en los genitales.

A) La piel del recién nacido

La piel del recién nacido no posee aún los elementos de defensa normal de la piel del
adulto, ya que presenta, con respecto a ésta, varias diferencias tanto de estructura como
de funcionamiento.

La estructura es mucho más fina, tiene menos pelos y no está queratinizada (la que-
ratina es una sustancia proteica con función de protección y es el principal constituyente
de numerosas estructuras como cabellos, uñas, pelos y estrato superficial de la epider-
mis), por lo que no supone una protección eficaz.

Respecto al funcionamiento, las células no se hallan aún en plenas facultades ni han


alcanzado su total especialización. Así, por ejemplo, las glándulas sebáceas se hallan ya
presentes en el recién nacido, pero su secreción es escasa o insignificante, no
permitiendo por tanto una defensa real de la piel, ni frente a los agentes quí-
micos ni frente a los bacterianos. Por otro lado, el recién nacido no cuenta
con los factores inmunitarios y esterilizantes propios del adulto.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

B) Medidas de higiene para el neonato

La hora de la higiene del niño además de proporcionarle bienestar físico crea la


oportunidad de establecer el vínculo afectivo padres-niño. Es el momento más idóneo
para establecer comunicación con él, jugar y estimularlo porque favorece su desarrollo;
además, comenzará a considerar la higiene como un momento gozoso y reforzará sus
conductas de limpieza.

El primer baño tendrá lugar una vez que se haya desprendido el muñón del cordón
umbilical y haya cicatrizado. La hora del baño puede ser cualquiera, pero si se baña al
niño por la noche se relajará y descansará mejor. Es aconsejable bañar al niño antes de
una toma de alimento.

La atención del recién nacido requiere de un cuidadoso lavado de manos que debe
efectuarse con agua corriente y jabón, enjuagando y secando en forma cuidadosa. Debe
ser realizado cada vez que se mude al niño, antes de alimentarlo, o de tocarlo. Dada las
características de la piel, no sobreabrigar al niño.

Antes del baño se debe atemperar el lugar asegurándose de que no existen corrientes
de aire. Luego se reúne todo lo necesario.

Nunca se debe dejar solo al niño en la bañera, ni siquiera por un instante.

Es importante que el baño sea corto y rápido para no enfriar al niño.

No hace falta que se le lave el pelo cada vez que lo bañe. El cabello se mantendrá
limpio, si se lava cada tres o cuatro días. Es recomendable no rasurarlo, pues se exponen
a pérdidas importantes de calor.

1.2.2. Material
En una mesita auxiliar prepararemos:

— Termómetro de baño.
— Esponja natural.

— Toalla de baño.
— Toallas pequeñas.

— Jabón neutro.

— Tijeras de uñas de puntas redondas.

— Crema hidratante.

— Peine.

— Una muda completa.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

1.2.3. Procedimiento
— Lavado de manos.

— Se llena la bañera infantil y se comprueba la temperatura del agua con el termó-


metro. Debe estar a 36°-38°C.

— Desnudar al niño en la mesita auxiliar. Si está manchado de heces, limpiarlo.

— Debe sujetarse al niño con mucho cuidado. Con la mano derecha se sujetan los
tobillos, mientras que su cabeza, cuello y hombros descansan sobre el brazo y
antebrazo izquierdo del auxiliar.

— Se introduce el niño en el agua con suavidad, se sueltan sus extremidades y se


le lava la cara con agua sin jabón. Después se le enjabona, siempre de arriba
abajo, manteniendo la cabeza fuera del agua. La duración del baño no debe
superar los cinco minutos.

— Se saca al niño del baño sujetándole de la misma forma que para introducirle y
se le coloca sobre la mesita auxiliar.

— Se seca esmeradamente, sin restregar y procurando que los pliegues de la piel


no queden húmedos, se le echa crema hidratante y se le viste con ropa adecua-
da. Por las características de la piel no se recomienda el uso de vaselina, talco,
cremas, aceites emulsionados, ni colonia.

— Se coloca al niño en la cuna limpia y caliente.

— Se limpia y recoge el material utilizado.

El ombligo debe estar seco, sin secreciones ni olor fétido y la piel de su alrededor no
debe estar enrojecida ni caliente, todos estos signos dan cuenta de una onfalitis. Se previe-
ne realizando pincelaciones del cordón con alcohol puro al 70% en cada muda, desde el
nacimiento hasta tres días después de la caída del cordón umbilical. Se recomienda dejar
el pañal bajo el cordón umbilical para evitar su contaminación con orina o deposiciones.
Aislar por medio de una gasa. Suele tardar su caída entre 5 y 19 días, dependiendo del
peso del neonato al nacer.

Las uñas deben cortarse rectas y con tijeras de punta roma, cuidando de no hacerlo
muy al ras para evitar infección. Esto debe realizarse después de la semana de vida.

Se recomienda mudar al niño cada tres o cuatro horas o cuando esté sucio para evi-
tar la irritación de la piel, generalmente después de la alimentación por la presencia del
reflejo gastrocólico que hace que el niño elimine deposiciones cada vez que come.

Los ojos se limpian con una gasa estéril, que se pasará por los ángulos (si se observa
alguna secreción, se lavará con manzanilla clara templada).

Las orejas se limpian con una torunda de algodón seca y enrollada


en espiral, por fuera y por dentro (no es necesario penetrar en el pabellón

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

auricular más de lo que permite el espesor del algodón); es aconsejable no utilizar baston-
citos de algodón, ya que pueden resultar peligrosos. La misma operación puede seguirse
para la nariz; el roce del algodón ayudará al pequeño a estornudar, de forma que será más
fácil eliminar el moco.

1.2.4. Cuidados de los ojos


En caso de que el bebé tenga secreciones en los ojos, éstos se deben lavar con suero
fisiológico y gasas estériles. Siempre utilizaremos una sola gasa para cada ojo con el fin de
evitar infecciones cruzadas. Hemos de limpiar desde la zona interior del ojo (donde está
el lagrimal) hacia la zona exterior con un solo movimiento.

1.2.5. Lavado nasal


El lavado de nariz se debe realizar con suero fisiológico, siempre que sea necesario
y el bebe se encuentre molesto. Colocaremos al niño tumbado de lado o con la cabeza
lateralizada y se le aplicarán unas gotitas de suero fisiológico, repitiendo la maniobra a
ambos lados, luego le pondremos boca abajo para facilitarle la expulsión de secrecciones.
Esta maniobra le propiciará un ataque de tos y advertiremos gestos molestos en el niño,
no por ello dejaremos de realizarla si este la precisa.

1.2.6. Cuidado de los oídos


No se recomienda utilizar bastoncillos. Es suficiente limpiarle tras el baño con la
toalla o una gasa, sin olvidarnos de la parte trasera del pabellón auricular.

1.2.7. Genitales
En las niñas el lavado se realizará desde delante hacia atrás, se han de separar bien
los labios mayores y menores retirando con una gasa húmeda el exceso de secreciones,
habituales en los primeros días de vida. Secaremos a toques y perfectamente para evitar
irritaciones.

En los niños se ha de limpiar y secar bien la zona prepucial así como la parte inferior
de los testículos donde son frecuentes las irritaciones.

Si es necesario, por irritación de los genitales, aplicar alguna crema protectora, hemos
de procurar que no contenga medicación, siendo más adecuadas aquellas que en su com-
posición poseen óxido de zinc. En el siguiente cambio de pañal hemos de procurar retirar
totalmente los restos, nunca echaremos más sobre la anterior y solo recurriremos a estos
productos cuando haya irritación perianal.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

1.2.8. Cambio de pañal


Las micciones de los recién nacidos son muy frecuentes y de pequeña cantidad. El
cambio de pañal se debe realizar cuando el bebé lo necesite, revisando como mínimo en
cada toma, antes o después de ella.

Es importante que los primeros días se vigile el ritmo de deposiciones y micciones.

Se pueden emplear de forma ocasional para limpiarle toallitas con crema, pero no
de forma rutinaria ya que si no se aclara el producto, puede contribuir a la irritación de
la zona genital.

El meconio es la primera deposición del recien nacido, posee un color negruzco y es


muy pegajoso. En ocasiones es difícil de retirar cuando se queda seco, un truco consiste
en aplicar en la toallita aceite de baño para que el meconio se “ablande”.

1.2.9. Cuidados del cordón umbilical


El cordón umbilical es una prolongación de la piel del bebé, está recubierta de una
gelatina blanca y tiene carácter inerte por lo que su manipulación no duele al recién nacido.

Según van pasando los días el cordón se va secando, tornándose más oscuro y dismi-
nuyendo el grosor hasta que finalmente se desprende entre el tercer día y el mes, siendo
más habitual entre el 7º y 10º día de vida.

La cura del ombligo se realiza con clorhexidina al 1% (cristalmina) o alcohol al 70º,


procuraremos limpiar bien los pliegues secándolo correctamente y enrollando poste-
riormente una gasa seca. Esta maniobra se realizará una vez al día o siempre que la gasa
protectora esté sucia, preferentemente después del baño.

Es posible que al cambiar la gasa del cordón, esta se quede pegada por un extremo,
en ese caso bastaría con humedecerla con suero fisiológico, agua o clorhexidina antes de
retirarla.

Cuando el cordón se cae, queda en la piel una pequeña señal que es necesario seguir
curando también una vez al día, secandolo bien con una gasa estéril tras del baño, hasta
que el ombligo quede hacia dentro.

1.2.10. Corte de uñas


Las uñas de los pies se cortarán rectas, mientras que las de las manos deben cortarse
sin picos, para evitar arañazos. Utilizaremos para ello una tijera pequeña de punta roma.
El mejor momento para hacerlo es cuando el niño duerme, procurando sujetar bien las
extremidades para evitar accidentes. También se ha de procurar no cortar
demasiado próximo al borde de la piel para evitar que las uñas se claven en
el dedo.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

2. Concepto, higiene general y parcial, higiene de la piel y


capilar, técnica de baño asistido (ducha y bañera), higiene
del paciente encamado, zonas que requieren cuidados
especiales
2.1. Higiene general y parcial
La higiene, entendida como sinónimo de aseo, es el conjunto de actividades que una
persona realiza para mantener limpios la piel, el cabello, los dientes, las uñas...
La higiene es uno de los cuidados más importantes que se prestan a los pacientes.
El personal de enfermería planifica, realiza y evalúa los cuidados higiénicos que reci-
ben los pacientes, para mejorar su necesidad de seguridad, de bienestar y estima, además
de intervenir en la necesidad de eliminación colocándole la cuña y la botella.
Si además de realizar los procedimientos correctamente, el auxiliar cuida la relación
con el paciente durante la intervención observándole, respetando su intimidad y huma-
nizando las tareas, conseguirá aumentar el bienestar y la autoaceptación del paciente.
Al caer una persona enferma, la higiene pasa a un segundo lugar. Un signo de que
un paciente se encuentra mejor es su interés por estar aseado.
Con la higiene no sólo proporcionamos bienestar físico, sino también:
— Prevenimos las infecciones.
— Prevenimos la aparición de úlceras por presión.
— Ayudamos a mantener la piel en buen estado.

2.1.1. Higiene general. Objetivos


— Conservar la integridad de la piel.
— Evitar la acumulación de secreciones y la proliferación bacteriana.
— Eliminar células descamadas y suciedad. Evitar el mal olor.
— Promover el tono muscular mediante el ejercicio activo o pasivo.
— Promover la comodidad y relajación del paciente.
— Estimular la circulación sanguínea.
— Contribuir a mantener o mejorar la autoestima del paciente.
— Favorecer la relación de ayuda.
— Ayudar a que la piel realice sus funciones con normalidad.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— Evitar problemas pulmonares y úlceras por presión mediante los cambios pos-
turales.
— Observar el estado de la piel.
— Evaluar la capacidad de movimiento.
— Fomentar el autocuidado.
— Crear una forma de comunicación entre el paciente y el personal sanitario.
— Fomentar el aprendizaje.

2.1.2. Estudio anatomofisiológico de la piel y anejos cutáneos


La piel es la cubierta exterior del organismo y el órgano más amplio del cuerpo.
Constituye una barrera de separación entre el medio interno y el externo.

A) Estructura de la piel

La piel está formada por tres capas:

a) Epidermis: es la parte más externa. Formada por tejido epitelial y carece de


vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
b) Dermis: capa gruesa de tejido conjuntivo, situada bajo la epidermis. Contiene
vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas, glándulas sebáceas y sudoríparas y
folículos pilosos.
c) Hipodermis: llamada también tejido celular subcutáneo, es la parte más pro-
funda de la piel.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

B) Anejos cutáneos

Los componen las glándulas de la piel (sudoríparas y sebáceas), el pelo y las uñas.

C) Funciones de la piel

— Protección. Es la primera línea de defensa del organismo.


— Termorregulación. Para disminuir la temperatura produce vasodilatación y
evaporación del sudor, y para aumentar la temperatura produce vasoconstric-
ción y no sudoración.
— Protección frente a los rayos ultravioletas.
— Percepción.
— Órgano de expresión de diversos estados anímicos.
— Secreción (de sebo por las glándulas sebáceas).
— Absorción de sustancias.
— Síntesis (de melanina, queratina, vitamina D...).

D) Lesiones fundamentales de la piel

• Lesiones primarias
a) Alteraciones en la coloración:

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— Mácula: mancha rojiza de origen vascular.

— Exantema: cuando aparecen simultáneamente varias máculas.


b) Alteraciones o lesiones sólidas:
— Pápula: lesión circunscrita y elevada sobre la superficie de la piel, de color
variable y diámetro inferior a 1cm.
— Roncha o habón: lesión protuberante de forma y tamaño variables, rodea-
da por edema.
— Nódulo: lesión protuberante y sólida de 1 ó 2 cm de diámetro que afecta
a la dermis e hipodermis.
— Tumor: masa sólida, no inflamatoria y protuberante con tendencia al cre-
cimiento y mayor que el nódulo.
c) Lesiones de contenido líquido:
— Vesícula: elevación de la epidermis de pared delgada, que contiene un
líquido transparente, seroso o hemorrágico.

— Ampolla: semejante a la vesícu-


la pero de mayor tamaño.

— Pústula: semejante a la vesícula pero de


color amarillento ya que contiene pus.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Lesiones secundarias

— Escama: fragmento de la epidermis que se desprende de la dermis.


— Costra: condensación solidificada a partir de suero, sangre o pus en la superficie
de la piel.
— Fisura: hendidura lineal o grieta en la epidermis y la dermis.
— Erosión o excoriación: pérdida de sustancia que afecta a la epidermis y que
cura sin dejar cicatriz.
— Cicatriz: neoformación de tejido que repara una pérdida de sustancia.
— Úlcera: excavación de la piel debida a la pérdida de sustancia por destrucción
de la epidermis y la dermis.

2.1.3. Cuidados higiénicos


— Baño corporal diario (cama, ducha y bañera).
— Peinado.
— Lavado del pelo.
— Afeitado.
— Cambio de pijama o camisón.
— Cambio de ropa de cama.
— Lavado de manos.
— Higiene bucal.
— Ofrecerle la cuña y/o la botella.
— Instalarle cómodamente.
— Estirar la ropa de la cama.
— Ordenar la habitación.

2.1.4. Normas de actuación general en la higiene del paciente


— Mantener la temperatura ambiente adecuada.
— Comprobar la temperatura del agua (37-40°C).
— Evitar las corrientes de aire.
— Preparar todo el equipo antes de empezar.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— Aislar al paciente del entorno.


— Utilizar jabones que no irriten la piel.
— En los varones, avisar al peluquero cuando sea necesario.
— Evitar tener al paciente encamado totalmente desnudo.
— No mojar la cama innecesariamente.
— Manipular adecuadamente la ropa sucia.
— Favorecer la seguridad y movilización del paciente durante el aseo.
— Evitar desconexiones o reflujos.
— Seguir un orden (enjabonar, enjuagar, aclarar y secar cada parte).
— Estimular la participación del paciente.
— Dar masajes en los puntos de presión.
— Realizar el aseo cuantas veces como sea necesario.

2.2. Higiene de la piel


La limpieza y cuidados de la piel son necesarios para la comodidad, seguridad y
salud. La piel es la primera línea de defensa del cuerpo contra la enfermedad. Una piel
intacta previene que los microorganismos penetren en el cuerpo y causen una infección.
Del mismo modo, las membranas mucosas de la boca, del área genital y del ano deben
mantenerse limpias e intactas. Además de la limpieza, las prácticas higiénicas previenen
los olores corporales y de la respiración, relajan y potencian la circulación.

Limpieza general: por estar en contacto con el exterior, la piel necesita una limpieza
regular (baño y duchas) para mantenerse flexible y protectora.
Basta el agua jabonosa para eliminar de la piel la grasa y la suciedad. Sin embargo,
hay que tomar precauciones con los baños fríos o calientes, entre otras; por ejemplo, que
no sean muy largos.

Limpieza local: ciertas partes del cuerpo merecen una atención especial:

— Las manos deben estar siempre limpias, incluyendo las uñas, en las que se acu-
mulan fácilmente la suciedad.

— La cara, nariz, boca y dientes deben limpiarse frecuentemente.

— Los pies y la región anal deben limpiarse diariamente y varias veces.

Limpieza de los vestidos: la ropa blanca y la ropa interior deben estar


limpias y ser permeables al aire para poder absorber el sudor.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

En cuanto al vestido exterior, su papel es proteger la piel y mantener la temperatura.


No deben ser ni demasiado estrechos para no molestar, ni demasiado amplios; en todo caso
deben ser malos conductores del calor y permeables.

Los zapatos deben ser confortables, a la medida del pie e impermeables al agua.

Higiene general: el aire libre y el sol son extraordinariamente beneficiosos. Se deben


evitar, sin embargo, el sol en exceso (quemaduras graves), los golpes y las erosiones (puer-
ta de entrada de los microorganismos).

2.2.1. Objetivos
— Conservar la piel en perfecto estado de limpieza.

— Colaborar en el mantenimiento del estado de bienestar físico y psíquico.

— Mejorar la autoestima.

2.2.2. Observaciones durante la higiene


Observar y valorar:

— Estado psíquico y físico del paciente.

— Autonomía funcional.

— Estado de cansancio o fatiga.

— Costumbres.

— Opciones de higiene o baño.

2.2.3. Recomendaciones generales


— Para realizar la higiene correctamente se debe disponer del tiempo necesario.

— Es conveniente informar al enfermo de los actos a efectuar y mantener la comu-


nicación verbal durante la higiene.

— La temperatura de la habitación debe ser agradable y la luz tamizada.

— Hay que tener todos los elementos a utilizar preparados de antemano.

— Para respetar su intimidad, no dejar al enfermo totalmente descubierto y evitar


la presencia de personas que no colaboren en la higiene.

— En un principio ayudar a realizar las tareas de baño y aseo y, progre-


sivamente, implicarlo en ellas, fomentando así su independencia.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— Valorar las dificultades reales que le impidan el autocuidado.


— Ayudarle a incorporar hábitos de aseo si los que tienen son defectuosos:
• Utilización de pañuelos.
• Manejo de excretas y esputos.
• Uso de la cuña y conejo.
• Lavado frecuente de manos.
• Equipo mínimo de higiene.
• Promover el aspecto aseado como forma de ser mejor aceptado por los
demás.
• Reforzar positivamente las conductas de autocuidados y limpieza.

2.2.4. Cuidados diarios del paciente


La higiene personal se hace con la frecuencia necesaria para que el paciente per-
manezca limpio y cómodo. Las personas que pueden cuidarse a sí mismas practican la
higiene sistemáticamente. Después de levantarse por la mañana, se lavan los dientes, las
manos y la cara. Éstas y otras medidas de higiene suelen hacerse de forma habitual antes
y después de las comidas y antes de acostarse.

Los lactantes, los niños pequeños y algunos adultos que están débiles o incapaci-
tados necesitan ayuda. El cuidado sistemático se lleva a cabo a ciertas horas del día. Sin
embargo, hay que ayudar a los pacientes a asearse cuando sea necesario.

A) Antes del desayuno

El cuidado sistemático antes del desayuno suele llamarse cuidado temprano o cui-
dado AM, y puede estar a cargo del personal del turno de la noche o del día. Su misión
es tener a los pacientes listos para el desayuno o para pruebas que realicen temprano.

Las medidas de higiene personal realizadas a esta hora incluyen:

— Ofrecer la cuña o conejo.

— Ayudar a los pacientes a asear cara y manos.

— Asistir a los pacientes con la higiene bucal.

— Colocarlos en posición de Fowler o en sillas al lado de la cama para el desayuno.

— Estirar las sábanas de la cama.

— Arreglar la unidad del paciente.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

B) Después del desayuno

Los cuidados de la mañana se prestan después del desayuno. Las medidas de limpie-
za y de cuidados de la piel son más meticulosas a esta hora.

Los cuidados sistemáticos de la mañana suelen comprender:

— Ofrecer la cuña o conejo.

— Ayudarles a asear la cara y las manos.

— Asistirles con la higiene bucal.

— Afeitar a los pacientes varones.

— Proporcionar duchas, baños de bañera o baños en la cama.

— Administrar cuidados perineales.


— Dar masajes en la espalda (si no hay contraindicación).

— Cambiar las batas o pijamas o vestir a los pacientes.

— Cepillar y peinar el cabello.

— Cambiar las sábanas de la cama.

— Arreglar las habitaciones.

C) Cuidados de la tarde

La higiene sistemática se hace después de la comida y de la cena. Si se proporcionan


cuidados antes de las horas de visita, los pacientes se sentirán más frescos y podrán recibir
a los familiares y amigos sin interrupción.

El cuidado de la tarde consiste en:

— Ofrecer la cuña o conejo.

— Ayudar a los pacientes a lavarse la cara y las manos.

— Asistirles con la higiene bucal.

— Si es necesario, cambiar batas y pijamas.


— Si es necesario, cepillar o peinar el cabello.

— Cambiar la ropa de cama mojada o sucia.

— Incorporar cama o levantarles el sillón si es posible.

— Arreglar la habitación.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

D) Cuidados de la noche

Las medidas de higiene se realizan justo antes que el paciente esté listo para dormir.
Ayudan a que se sienta cómodo y relajado.

Los cuidados comprenden:

— Ofrecer la cuña o conejo.

— Ayudar a los pacientes a lavarse la cara y las manos.

— Asistirles con la higiene bucal.

— Cambiar las sábanas mojadas o sucias y estirar el resto de ropa de la cama.

— Si es necesario, cambiar las batas y pijamas.

— Ayudar a los pacientes en ropa de calle a desvestirse y ponerse la bata o el pijama.

— Dar masajes en la espalda.

— Colocarles en una posición cómoda para dormir.

— Arreglar la habitación.

2.3. Higiene capilar


2.3.1. Materiales
— Guantes.

— Palangana o lavacabezas.

— Jarra.

— Hule o plástico.

— Champú.

— Toallas.

— Torundas para los oídos.

— Secador del pelo.

2.3.2. Procedimiento
— Informar y pedir al paciente su Cómo dar champú al paciente encamado.
colaboración.

4-19
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Ponerse los guantes.


— Colocar la cabeza en el lateral de la cama con cuello extendido o retirar cabezal
(posición de Roser o Proetz) o colocarla en lavacabezas si lo hay.
— Poner un hule o plástico debajo de los hombros que llegue a la palangana.
— Poner una almohada debajo de la nuca.
— Colocar torundas en los oídos.
— Lentamente con una jarra se echa agua en la cabeza, el champú y se fricciona
suavemente con la yema de los dedos el cuero cabelludo.
— Aclarar y repetir el proceso.
— Secar con una toalla y después con secador.
— Colocar al paciente cómodamente.

2.3.3. Puesta en orden


— Recoger, limpiar y ordenar el material utilizado.

— Lavarse las manos.

2.4. Técnica de baño asistido (ducha y bañera)


• El baño

Además de la limpieza de la piel, el baño tiene otros propósitos. Resulta refrescante


y relajante, estimula la circulación y se ejercitan las partes del cuerpo. Pueden realizarse
algunas observaciones mientras se lleva a cabo y, además, permite hablar con el paciente
y conocerle mejor.

El baño puede ser en cama, completo o parcial, en bañera o una ducha. El método
depende del estado del paciente, de la capacidad para cuidarse a sí mismo y de la elección
personal. En las unidades de salud, usualmente el baño tiene lugar a diario por la mañana.
De nuevo se considerará la elección personal en relación a la hora del día y la frecuencia.
Si una persona tiene la costumbre de bañarse antes de acostarse, se le permitirá que con-
tinúe esa práctica si es posible.

La frecuencia del baño es un asunto individual. Algunas personas se bañan al menos


una vez al día. Otras toman un baño completo solo una o dos veces por semana. Las pre-
ferencias personales, el clima, la actividad física y la enfermedad influyen en la frecuencia
de los baños. La enfermedad casi siempre aumenta la necesidad de bañarse
debido a la fiebre y el aumento de sudor. No obstante, algunas enfermeda-
des y la sequedad de la piel a veces hacen recomendable el baño solo cada
2 o 3 días.

4-20
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

Los pacientes encamados deben bañarse todos los días y las veces que precise.

• Tipos de baños

— Baños higiénicos; tiene la finalidad de limpieza y pueden ser:

• Baño completo.
— En la cama: a los enfermos que no se pueden levantar. Se realiza como
mínimo una vez al día, coincidiendo con el cambio de ropa de cama.
— En el cuarto de baño: es el realizado por el propio paciente.
• Baño parcial.
Se lavan zonas concretas del cuerpo (cara, axilas, pies, genitales, manos...)
que si se descuidan, pueden producir mal olor y diversas enfermedades.
— Baño terapéutico; tiene finalidad curativa. Son ejemplo de ellos:
• Baño de asiento. Consiste en la inmersión de la parte comprendida entre
la zona media del muslo y la cresta ilíaca en agua a una temperatura de
43-46°C.
• Baño emoliente. Consiste en la inmersión del cuerpo en agua a 35-38°C, a
la que se le añade una de las siguientes sustancias: 3 tazas de avena, 500 gr
de almidón o 150 gr de bicarbonato sódico. Los emolientes son sustancias
sedantes y suavizantes de acción local.

• Material

— Dos palanganas: una con agua jabonosa y otra con agua limpia.

— Esponja del enfermo o manopla, que se hace con una compresa quirúrgica.

— Jabón liquido antiséptico y neutro.

— Dos mantas de baño (una doblada como la bajera y otra doblada como la
encimera).

— Seis toallas pequeñas.

— Alcohol de tanino o loción para masaje (glicerina, pomada, crema para la piel).

— Material para la higiene bucal: batea, riñonera, cepillo, pasta dentífrica, un vaso
de agua, torundas y pinza de Kocher, solución desinfectante bucal y depresor
de lengua.

— Material para la higiene de los genitales. Torundas, pinzas de


kocher, jarra con agua y cuña.

4-21
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Peine o cepillo del cabello.


— Cepillo de uñas.
— Tijeras de punta roma (para cortar las uñas).
— Camisón limpio o ropa limpia.
— Bolsas para la ropa sucia.
— Bata y guantes para el técnico en cuidados auxiliares de enfermería.
— Un termómetro de baño.

• Técnica

Generalmente, para llevar a cabo el baño completo es necesaria la colaboración de


dos técnicos en cuidados auxiliares de enfermería.

Pasos a seguir:

— Poner material en el carro de curas y llevarlo a la habitación situándolo al lado


de la cama del paciente.
— Proteger la intimidad de paciente usando biombos, si hubiese otros enfermos
en la misma habitación. Siempre hay que dejar al paciente cubierto con una
manta de baño o, si se dispone de ella, con la sabana encimera.
— Cambiar el agua tantas veces como sea necesario y siempre antes de la higiene
de los genitales.
— Aclarar muy bien el jabón procurando que no queden restos que podrían irritar
la piel del enfermo.
— Durante el baño, observar si hay anomalías en la piel del enfermo (úlceras o
rojeces que persisten) en caso afirmativo, informar inmediatamente al faculta-
tivo correspondiente.

A) Baño completo

• Enfermo no encamado

En este caso, el baño lo realizará el propio enfermo. La misión del técnico en cuida-
dos auxiliares de enfermería debe consistir en ayudar y acompañarle en todo momento,
proporcionándole aquel material necesario para su aseo y evitando dejarlo solo. La actitud
será vigilante y atenta por si se observa en el paciente algún signo que requiera atención.

Se deben observar las siguientes nomas:

— El cuarto de baño debe estar a temperatura adecuada (22-25°C) y


la temperatura del agua debe estar caliente entre 37-40°C.

4-22
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— El baño o ducha debe tener agarraderas o barandillas que faciliten la sujeción


del enfermo.
— Se deben poner esterillas de goma, una dentro y otra fuera de la bañera, para
evitar resbalones o caídas peligrosas.
— El cuarto de baño debe tener un timbre de auxilio, para evitar en caso de
accidente.
— No se debe permitir que el enfermo cierre la puerta por dentro, por la imposi-
bilidad de ayuda que conllevaría dicho aislamiento.
— El técnico en cuidados auxiliares de enfermería le dará la toalla, jabón, albornoz,
zapatillas y pijama o camisón limpio.
— Terminado el aseo, que no debe durar más de 10 o 15 minutos, debe acompa-
ñarle a su habitación o cama siempre que quede todo limpio y en perfecto orden.
— Si es necesario, se desinfectará la bañera mediante la adición al agua del baño
de una solución desinfectante diluida; cuando hayan transcurrido 2 o 3 horas
se vacía la bañera, se limpia y se seca, igual que la grifería.
— Finalmente, se ordena el cuarto de baño.

• Enfermo encamado

El baño en este caso, lo realiza el técnico en cuidados auxiliares de enfermería con la


colaboración, si es posible, del enfermo. En caso necesario, el baño lo pueden realizar dos
técnicos en cuidados auxiliares de enfermería. En este caso, un auxiliar enjabona y otro
aclara. La técnica es la siguiente:

— Comprobar la temperatura ambiente de la habitación (que debe ser de unos


22-25°C), así como la ausencia de corriente de aire.

— Aislar en lo posible al enfermo mediante biombos, si se encuentra en una habi-


tación compartida con otros pacientes.

— El paciente nunca debe quedar al descubierto mientras se le está bañando.

— El baño no debe durar nunca más de 15 minutos.

— Quitar la colcha y la manta, doblándolas a los pies de la cama.

— Colocar debajo del enfermo una toalla de baño y una sábana bajera limpia.

— Quitar la sábana encimera y colocar otra sábana de baño sobre el enfermo.

— Retirar el camisón o pijama.


— Tener la precaución de escurrir bien la esponja para no mojar
demasiado la cama.

4-23
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— El enfermo estará tendido boca arriba durante el baño, y de lado para lavarle la
espalda y los glúteos.

— Enjabonar, enjuagar y secar cada zona.

— Cortar uñas de los pies, si precisa.

El orden de lavado a seguir es el siguiente: afeitado (lo realiza el peluquero), ojos,


cara y orejas, cuello, hombros, brazos y axilas, manos, tórax, mamas, abdomen, piernas,
pies, espalda, nalgas y región genital (de arriba hacia abajo y de delante hacia atrás).

— Cara, cuello y orejas

— Colocar una toalla pequeña debajo de la cabeza del enfermo y encima de la


almohada.

— Tomar una manopla, humedecida en agua y lavar la cara, empezando por la


frente, los ojos, desde el lagrimal hacia el exterior, las mejillas, la nariz y la bar-
billa. Si existe conjuntivitis o infección ocular, se usará una única manopla o
gasa para cada ojo.

— Para lavar el cuello y orejas se puede utilizar jabón, pero nunca se utilizará este
en la cara, a no ser que lo pida el enfermo.

— Procurar que no entre en los oídos del paciente. El cerumen se limpia con un
bastoncillo. Se limpia el cerumen acumulado en el pabellón auditivo, sin intro-
ducir el bastoncillo en el conducto auditivo externo.

— Si el enfermo lo necesita, afeitarlo.

— Extremidades superiores

— El sentido del lavado es de arriba hasta abajo.

— Se coloca una toalla bajo el brazo derecho. Con la manopla se enjabona al


paciente comenzando desde la axila hasta la mano. Se hará mediante movi-
mientos circulares para, a la vez, ir dando un ligero masaje. Aclarar y secar la
zona limpia.

— Realizar la misma operación en el brazo izquierdo.

— Introducir la mano del enfermo en una palangana de agua caliente durante


unos minutos y enjabonar, cuidado con los espacios interdigitales, hay que
secar. Luego, enjuagarlas y secarlas.

— Si es necesario, cortarle las uñas.

4-24
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— Tórax y abdomen

— Se lava primero el tórax. Para ello se retira la sábana de baño del enfermo hasta
la cintura y se cubre con una sábana más pequeña introduciendo la manopla
por arriba, se levará con movimientos circulares.
— Enjuagar y secar bien, sobre todo los pliegues mamarios.
— Introducir por debajo la manopla, lavar el abdomen procurando lavar una zona
lo más amplia posible con movimientos circulares. Insistir en la zona inguinal.
— Aclarar y secar muy bien.

— Extremidades inferiores

— Si es posible, flexionar las piernas del enfermo sobre la cama apoyando sus pies
sobre ella. Estará en decúbito supino si no hay contraindicaciones.
— Enjabonar las piernas, colocando previamente una toalla debajo, desde la ingle
hasta los tobillos con movimientos circulares.
— Enjuagar bien y secar perfectamente.
— Con los pies, seguir un tratamiento similar al realizado anteriormente con las
manos.
— Después de secar, dar un masaje en talones, glúteos, región sacra y zona donde
pueden aparecer escaras.

— Espalda y glúteos

— Colocar al enfermo en decúbito lateral.


— Lavar y aclarar la espalda con movimientos circulares desde la nuca hasta los
glúteos.
— Lavar con torundas la región anal y secar muy bien.
— Friccionar la espalda con crema hidratante u otra loción relajante si el paciente
la proporciona, dando masaje.
— Vigilar la aparición de escaras en esta zona.
— Colocar de nuevo en decúbito supino para limpiar la zona perianal.

— Genitales

Si es posible, la higiene de los genitales la realizará el propio enfermo a


solas. Si no es posible, la hará el técnico en cuidados auxiliares de enfermería
antes de realizar la higiene de espalda y glúteos.

4-25
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

Para llevar a cabo la higiene de los genitales se deben emplear guantes y seguir estos
pasos:

— Utilizar torundas montadas en unas pinzas de kocher.


— Situar al enfermo boca arriba y colocar una cuña en la pelvis.
— Verter un poco de agua a chorro sobre el pubis para que caiga a la región genital.
Así, el agua corre por los genitales hacia el ano.
— Mojar las torundas con agua jabonosa y lavar en sentido de arriba hacia abajo, y
de delante hacia atrás. Esta forma de realizar el lavado con las torundas es muy
importante, pues se evita la contaminación de los genitales con gérmenes de la
región anal.
— Cada torunda se utiliza para una pasada y se retira, utilizando otra en el siguiente
movimiento.
— En la mujer se insistirá en los labios mayores y menores, separándolos para
limpiar la vulva y, por último, el ano.
— En los hombres, tras limpiar ingles y escroto, se bajará el prepucio y se limpiará
el glande y, por último, el ano.
— Aclarar y secar también con torundas. Todos estos movimientos deben ser
realizados con suavidad. Finalmente se aplicará una crema hidratante o loción
excepto si existe o hay probabilidad de que aparezca inminentemente una úlcera
por presión.

B) Baño parcial

El baño parcial se lleva a cabo en la cama.

Se efectuará, generalmente, por orden de importancia, son:

— Cara y manos (principalmente).

— Axilas.

— Tórax, cuello.

— Genitales.

En este baño no se lavan la nuca, espalda, extremidades inferiores y pies.

La cara y las manos son las primeras áreas que se lavan durante el baño parcial. Es
necesario repetir este aseo varias veces a lo largo del día, por ejemplo, después de las
comidas.

Puede realizarlo el técnico en cuidados auxiliares de enfermería o el pro-


pio enfermo, si es posible.

4-26
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

Si el paciente está en condiciones de realizar esta actividad, se lavará la región axilar,


la parte inferior del tórax, el cuello y, por último, la región genital.

La limpieza se considera totalmente terminada cuando el enfermo se encuentra


cómodamente instalado en su cama limpia y en una unidad también limpia y ordenada.

C) Vestido del paciente encamado

— Objetivo:
• Mantener la higiene del paciente.
• Colaborar en su estado de bienestar.
— Necesidades:
• Personal: 1-2 técnicos dependiendo de la autonomía del paciente.
• Material: ropa necesaria.
• Bolsa de plástico para la ropa sucia.
— Observaciones:
• Valorar la autonomía del paciente.
• Proporcionar ayuda necesaria dependiendo de ello. Los procedimientos de
extraer y colocar la ropa dependerán de las posibilidades funcionales del
paciente.
• Respetar la intimidad del paciente. Si es necesario, colocar un biombo.
• Comprobar temperatura ambiental (25°C aproximadamente).
— Pasos generales a seguir:
• Preparación del personal: lavado de manos y guantes.
• Preparación del paciente: explicarle la atención que se le va a prestar.

• Paciente colaborador

— Mientras el paciente eleva los brazos, introducir la prenda hasta los hombros.

— Si la prenda es cerrada, introducirla por la cabeza y deslizarla por la espalda, evi-


tando los pliegues. Si es abierta, introducir una manga hasta el hombro, pasar
la prenda por la espalda y terminar con el otro brazo. Los calcetines se enrollan
hasta la punta y se van desenrollando conforme se ponen.

— Para colocar la ropa de extremidades inferiores (EEII) tales como


pantalón o falda:

4-27
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Solicitarle que levante las nalgas, e introducir la ropa, sin dejar pliegues en
lo posible.

— Los zapatos se colocarán cuando el paciente esté sentado en el borde de la cama


o en la silla. Si el zapato es de cordones o hebillas se aflojarán bien previamente
cuidando de no apretarlos mucho al abrocharlos.

• Paciente que no colabora

— Si la prenda es cerrada, introducirla hasta los hombros elevándole los brazos,


pasarla por la cabeza y, girando lateralmente al paciente si es necesario, estirar
bien la ropa evitando pliegues.

— Si la prenda es abierta, introducir un brazo por la manga hasta el hombro y pasar la


prenda por detrás de la espalda. Flexionar el otro brazo e introducir la otra manga.

— Estirar bien la ropa para evitar pliegues.

— Para colocar la ropa de EEII (pantalón, falda, etc.):

Introducir el pantalón o falda hasta las rodillas, y girando el paciente se subirá


la prenda, estirándola bien.

— Dejar al paciente en la postura adecuada.

• Paciente con sueroterapia

— Desatar el camisón con cuidado de no arrancar el gotero.

— Sacar la manga del camisón por el brazo que no tiene el gotero.

— Quitar el gotero del gancho del pie de gotero, con cuidado de no dejar éste
por debajo de la zona del brazo del paciente en la que tiene colocado el gotero.
Si pasara esto último, habría un riesgo de reflujo de sangre por el equipo de
gotero.
— Después sacar la manga del otro brazo, considerando el equipo y el recipiente
del gotero como una unidad y pasarlo por la manga, lo más cerca posible y
paralelo al brazo.

— Deslizar el gotero por el camisón y poner de nuevo en el gancho.

— Poner bien el camisón, evitando pliegues.

— Poner el camisón sucio sobre la silla o en el cesto de la ropa sucia.

— Para retirarlo, se haría al revés: se quitaría primero la manga del


brazo libre y después el otro.

4-28
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

• Puesta en orden de la unidad del paciente

— Recoger todo el material utilizado.

— La ropa sucia introducirla en bolsa de plástico para su posterior lavado.

— Dejar en el armario la ropa que se vuelva a utilizar.

— Al abandonar la habitación, asegurarse de que todo quede a su alcance.

— Lavarse las manos.

2.4.2. Baño asistido (ducha y bañera)


El paciente no necesitará ayuda, o ésta será mínima. Sólo habrá que proporcionarle
los materiales necesarios: gel, champú, toallas, camisón o pijama, peine, cepillo dental,
pasta de dientes, vaso, colonia, bata, zapatillas, y comprobar que realiza adecuadamente
su higiene.

Como protocolo general de actuación, se aconseja:

En la ducha:

— Explicar al paciente el procedimiento a seguir.

— Proporcionar al paciente el material necesario y ponerlo a su alcance.

— Al finalizar, recoger el equipo y acompañar al paciente a su habitación, si es que


la ducha está en otro lugar.

— Dejar ordenado el cuarto de baño.

En la bañera:

— Preparar el equipo de material necesario.

— Llenar la bañera de agua a una temperatura adecuada.

— Ayudar al paciente a desnudarse y a entrar en la bañera según su grado de inde-


pendencia, así como atenderlo en lo que precise durante su aseo.

— Al finalizar el baño, ayudar al paciente a salir de la bañera, secarse, vestirse e


instalarse nuevamente en su habitación

— Dejar ordenado el cuarto de baño.

— Anotar o comunicar a la enfermera las incidencias observadas.

4-29
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

2.5. Higiene del paciente encamado


2.5.1. Baño completo en la cama
Se debe realizar tantas veces como sea necesario pero, como mínimo, una vez al
día, por la mañana, coincidiendo al mismo tiempo con el cambio de sábanas de la cama.
— Normas generales para el aseo:
• Evitar en la habitación haya corrientes. La temperatura ambiental sea de
24°C.
• La temperatura del agua para el baño entre 37-40 °C.
• Preparar el material necesario y tenerlo a mano.
• Lavar cada zona del cuerpo una vez.
• Colocar al paciente en la posición más cómoda posible.
• Procurar reservar la intimidad del paciente.
— Material necesario para el aseo del paciente:
• Material de protección: hule, entremetida, etc.
• Material para el lavado: toallas (dos), esponja, palangana con agua caliente
(37-40°C)
• Jabón desinfectante.
• Jarra con agua.
• Alcohol.
• Gasa y pinzas de Kocher y de Duval.
• Cuña.
• Tijeras de punta roma para uñas.
• Pasta de dientes, cepillo y seda dental para la boca.
• Champú, peine, cepillo y secador para el pelo.
— Procedimiento:
Para hacer el baño en la cama se procede de la siguiente manera:
• Lavarse las manos previamente.
• Retirar la colcha y manta de la cama. Tapar al enfermo con
una manta de baño.
• El aseo se realiza por partes, haciendo enjabonado, enjuague
y secado antes de pasar a la zona siguiente.
4-30
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

• El orden de lavado es el siguiente:


1º) Cara, cuello y orejas: higiene de los ojos, seguidamente el pabellón
auricular y, posteriormente, el contorno de la boca y aletas de la
nariz. Finalmente cara y cuello, secándolos con otra toalla.
2º) Brazos y Manos: se coloca una toalla debajo y se lava de arriba
hacia abajo. Meter las manos de paciente en un recipiente con agua
caliente, para facilitar la limpieza y el cortado de las uñas. Se lavan las
axilas.
3º) Tórax: En las mujeres lavar y secar bien los pliegues submamarios.
4º) Abdomen: proceder igual que en todas las partes descritas.
5º) Espalda y nalgas: colocar al paciente en decúbito lateral con una
toalla extendida a lo largo de la espalda. El lavabo se hace de arriba
hacia abajo.
6º) Extremidades inferiores: primero se lava un miembro y siempre de
arriba abajo y después el otro. Hay que secar muy bien los pliegues
interdigitales.
7º) Genitales externos: se coloca una cuña debajo del periné con las
piernas separadas y flexionadas (posición de litotomía o ginecoló-
gica). La higiene de los genitales se hace siempre en dirección de
genitales a región anal y nunca a la inversa. Con ello se trata evitar
el arrastre de gérmenes del ano hacia los genitales, sobre todo en las
mujeres.

2.5.2. Higiene de los ojos del paciente encamado


— Lavado de manos y colocación de guantes no estériles.
— Preparar el material (gasas estériles, jeringas de 10 cc estériles, suero fisiológico
y batea).
— Informar de la técnica y preservar la intimidad del paciente.
— Colocar al paciente en decúbito supino o posición de Fowler.
— Preparar dos jeringas con suero fisiológico (una para cada ojo).
— Con una mano abriremos un párpado y con la otra realizaremos la limpieza del
ojo instilando suero desde el lagrimal hacia el ángulo exterior del ojo. Se cuidará
de no mojar al paciente.
— Se secará cada ojo con una gasa estéril.
— Devolveremos al paciente a una postura cómoda y procederemos
a la recogida del material y al lavado de manos.

4-31
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

2.5.3. Higiene del cabello en el paciente encamado


— Colocarlo en la posición de Roser. Se acerca al paciente al lateral de la cama
o a la cabecera si esta se puede bajar, de modo que la cabeza quede colgando
fuera de la cama.
— Retirar la ropa de la cama que cubre al enfermo/a hasta la cintura y taparle con
una manta de baño.
— Se coloca una toalla por los hombros, alrededor del cuello. Ponerle algodones
en los oídos.
— Colocar el hule en forma de canalón o herradura desde la cabeza al suelo donde
se sitúa una palangana grande o cubo que recogerá el agua que caiga.
— Se le moja el cabello y a continuación se le aplica champú, se lava y se vuelve a
aplicar champú por segunda vez. Lavar y aclarar con abundante agua.
— Retirar el hule y la palangana.
— Secarle el pelo con una toalla, peinar y secar después con un secador.
— Verificar que la lencería de la cama y el pijama/camisón no están mojados.
— Volver a colocar al paciente en la posición adecuada.

2.5.4. Higiene de la boca


A) En el enfermo consciente

— Material necesario:
• Toalla.
• Cepillo y seda dental.
• Pasta dentífrica.
• Vaso.
• Batea.
• Solución antiséptica.
• Riñonera.
• Gasas.
— Procedimiento:
• Si es posible hay que sentar al paciente en la cama. Si no
puede incorporarse lo colocaremos de decúbito lateral a un
lado de la cama.

4-32
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

• Colocar una toalla alrededor del cuello.


• Cepillado de dientes. Se enjuagará con agua o un antiséptico bucal. Uso
de seda dental.
• Si el paciente lleva prótesis dental no fija, podemos ayudar a quitarla con
unos guantes puestos.
• La prótesis se coge con una gasa y se coloca en un vaso con agua. Se hace
la higiene de la boca. Las gasas usadas se van depositando en la riñonera.
• Después se limpia la prótesis con un cepillo especial y se mete en una
solución desinfectante en un vaso.

B) En el enfermo inconsciente

— Material necesario:
• Toalla.
• Depresor lingual.
• Riñonera.
• Gasas.
• Pinzas de Kocher
• Solución antiséptica.
• Lubricante (vaselina).
— Procedimiento:
• Colocar al paciente en decúbito lateral o con la cabeza ladeada a un lado,
quitando previamente la almohada.
• Se coloca debajo de su cara una toalla y la riñonera.
• Con las pinzas se sujetan las gasas y a continuación se mojan en un anti-
séptico.
• Se procede con ellas a la limpieza de los dientes, lengua y paladar. Para
hacerlo hay que ayudarse del depresor sublingual.
• Recordar: la gasa se cambia después de limpiar cada zona diferente.
• Secarle bien los labios con una gasa y, a continuación, ponerle lubricante
para que no se resequen.

2.5.5. Aseo perineal


El aseo perineal es al más importante, dado que un persona ensuciada
en esta zona corre el riesgo de ensuciarse el resto del cuerpo, los tejidos de

4-33
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

las nalgas están amenazados por maceración y la humedad, y el mal olor de la ropa ensu-
ciada, molesta a la propia persona y a los demás.

— Se descubrirá a la persona retirándole la ropa de la cama, cubriéndole previa-


mente las extremidades inferiores y el tórax del paciente con una manta de
baño.
— Proteger el resto de la cama colocando un hule debajo.
— Genitales externos, la higiene de los genitales se hace siempre en dirección de geni-
tales a región anal y nunca a la inversa. Se trata de evitar el arrastre de gérmenes
procedentes del ano hacia los genitales, sobre todo en la higiene femenina.
— Cuando el paciente tiene úlceras en la región sacra o glútea. En este caso no se
usará la cuña ni se aclarará con un chorro de agua, sino que se aseará con una
esponja empapada en agua jabonosa y se aclarará con la esponja limpia o con
un paño húmedo, procurando no mojar los apósitos y vendajes que protegen la
úlcera.

2.5.6. Aseo de los pies


Recordar que los pies es una de las partes del cuerpo con mayor cantidad de glándu-
las sudoríparas y, por ello, corren gran riesgo de ulcerarse si no se asean con frecuencia y
no se observan diariamente los cambios que se puedan producir.

— Se protegerá la ropa inferior de la cama con un hule y una sábana.

— Se introduce el pie hasta el tobillo en una palangana con agua tibia ligeramente
jabonosa y se seca bien (secar muy bien los espacios interdigitales). Luego se
repite el mismo proceso con el otro pie (cambiar el agua de la palangana pre-
viamente).

— Si tiene úlceras, este baño no se podrá realizar.

— Por último se aplicará crema o aceites de almendras.

— Si está encamado se protegerán los talones sistemáticamente con algodón y


vendas o taloneras.

2.6. Zonas que requieren cuidados especiales


2.6.1. Afeitado del paciente
A) Precauciones

— Valorar el estado del paciente.

— Comprobar si toma medicamentos anticoagulantes o lleva


marcapasos.

4-34
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— Si toma anticoagulantes optar por maquinilla eléctrica; si lleva marcapasos,


optar por la cuchilla desechable.

— No afeitar sin permiso del médico cuando la cara esté inflamada o con
erupciones.

— No tratar espinillas, pelos infectados, etc.

— No tirar de los pelos del oído, ventanillas de la nariz, cejas ni bigote.

B) Materiales

— Jabón o gel si precisa.

— Maquinilla.

— Toalla.

— Loción.

— Guantes.

C) Procedimiento

— Informar al paciente.

— Colocar en posición adecuada valorando cada caso.

— Rasurar con delicadeza.


Se debe afeitar en la dirección del
— Aplicar la loción. crecimiento de la barba. Se usan
movimientos largos en las áreas
grandes de la cara y cortos alre-
D) Puesta en orden
dedor del mentón y de los labios.
— Recoger, ordenar y limpiar el material utilizado.

— Las maquinillas eléctricas se deben limpiar después de cada uso, desmontando


y cepillando el cabezal y el eje.

— Lavarse las manos.

2.6.2. Higiene de la boca y la dentadura


A) Recomendaciones generales

Lavar la boca y la dentadura después de cada comida y al acostarse para


evitar la aparición de caries e infecciones a través del arrastre mecánico de
la placa.

4-35
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

B) Materiales

— Cepillo y pasta de dientes.

— Batea.

— Vaso de agua.

— Torundas.

— Antiséptico. El hilo de seda dental se sostiene con


ambos dedos medios para limpiar los
— Vaselina. dientes superiores.
— Toalla.

C) Procedimiento

• Paciente consciente

— Estimular al paciente para que lo haga por sí mismo.

— Colocar una toalla en el tórax.


— Se le acerca el cepillo, la pasta y un vaso
con agua.
— Colocar una batea debajo de la barbilla.
— Lavar y enjuagar la boca. Los dientes se
limpian desde la encía hacia la clara oclu- El hilo se mueve hacia arriba y abajo entre
sal del diente suavemente o en movi- los dientes.
mientos circulares.
— Secar la cara y retirar la toalla.
— Si es necesario, dar vaselina en los labios.

A Poner el cepillo horizontalmente, como se muestra, y


cepillar hacia arriba y abajo, con movimientos cortos.
B Colocar el cepillo en un ángulo de 45o contra el interior de
los dientes de abajo. Cepillar desde la encía hasta la corona
dental con movimientos cortos. Colocar de nuevo el cepillo
hasta que se hayan cepillado todos los dientes inferiores.
C Sostener el cepillo horizontal contra las superficies inte-
riores de los dientes y cepillar de arriba abajo.
D Poner el cepillo sobre las superficies con las que se muer-
de, como se muestra, y cepillar arriba y abajo y de atrás
hacia delante.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

• Paciente inconsciente

— Lavarse las manos y ponerse guantes.

— Colocar al paciente en posición lateral.

— Humedecer una torunda en antiséptico.


Se puede usar unas pinzas de disección o
de Kocher para introducir la torunda en la
boca. Si el paciente estuviera intubado, se
puede usar una jeringa llena de solución La cabeza del paciente inconsciente se
antiséptica. vuelve bien de lado para prevenir posi-
— Limpiar el interior de la boca: deprimiendo bles aspiraciones. Se usa un depresor
la mandíbula con la mano izquierda, con lingual almohadillado para mantener la
la derecha, introducir la torunda y limpiar boca abierta mientras se limpia ésta con
en sentido transversal para evitar náuseas. los aplicadores.
Limpiar todo el interior de la boca y dien-
tes. Por último, limpiar la lengua de atrás hacia delante.

— Secar alrededor de la boca.


— Hidratar y evitar grietas en los labios con vaselina.
— Acomodar al paciente.

• Dentaduras
— Se retiran suavemente.
— Cepillarlas con dentífrico y cepillo des-
pués de cada comida.
— Dejarla en una batea mientras se reali-
za la higiene de la boca.
— Enjugar la boca con antiséptico bucal.
A Las superficies externas de la dentadura
— Si es necesario, asear la boca con superior se cepillan con movimientos
torunda. hacia atrás y adelante. Nótese que la
— Al acostarse se dejará sumergida en un dentadura se sostiene sobre el lavabo,
vaso con agua o suero y antiséptico. que está lleno hasta la mitad de agua y
cubierto con una toalla.
B Poner el cepillo vertical para limpiar las
D) Puesta en orden superficies interiores de la dentadura.
Realizar movimientos ascendentes.
— Recoger, ordenar y limpiar el material
utilizado.
— Lavarse las manos.
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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

2.6.3. Higiene de los conductos auditivos y las aletas de la nariz


A) Materiales

— Gasas y bastoncillos.
— Suero fisiológico.
— Guantes.

B) Procedimiento

— Humedecer con agua o suero salino el bastoncillo o gasa.


— Introducir en el orificio y limpiar suavemente y sin forzar.
— Utilizar un bastoncillo o gasa para cada orificio.
— Secar.

C) Puesta en orden

— Recoger, limpiar y ordenar el material utilizado.

— Lavarse las manos.

2.6.4. Higiene de los ojos


A) Materiales

— Gasas.

— Suero salino.

— Guantes.

B) Procedimiento

— Lave los ojos con una gasa humedecida


en agua templada (sin jabón).
Lavar los ojos del paciente con una
— Utilizar siempre una gasa para cada ojo. toallita en guante. Secar de la parte
interna a la externa del ojo.
— Proceder siempre a limpiar desde la parte
interna hacia la parte externa del ojo.
— Secar cada ojo por separado y con una gasa distinta.

4-38
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

C) Puesta en orden

— Recoger, limpiar y ordenar el material utilizado.


— Lavarse las manos.

2.6.5. Higiene y cuidado de los pies


y las manos
A) Materiales

— Palangana.
— Cepillo de uñas.

— Jabón.

— Cortauñas y lima.

— Crema hidratante.

— Toallas.

— Guantes.

B) Procedimiento

— Informar al paciente.

— Introducir los pies, si es posible, en una palangana con agua templada.

— Cepillar las uñas.

— Secar antes de cortar. Prestar especial atención a los espacios interdigitales. Secar
con esmero.

— Cortar las uñas de los pies en recto y las manos en curva con un corte limpio
dejando los bordes regulares.

— Limar si es preciso.

— Aplicar crema hidratante, teniendo cuidado de no ponerla entre los dedos de


los pies.

C) Puesta en orden

— Recoger, limpiar y ordenar el material utilizado.

— Lavarse las manos.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

D) Autocuidados de los pies en diabéticos

— Lave sus pies todos los días. Por la tarde después del paseo y antes de cenar, es
un buen momento.

— Meta los pies en una palangana con agua templada jabonosa y déjelos sumer-
gidos unos 10 minutos. Preste especial atención a la temperatura del agua, ya
que el agua excesivamente caliente puede provocar quemaduras.

— Frote los pies con una esponja o manopla, sobre todo entre los dedos y alrede-
dor de las uñas.

— Pasado el tiempo, saque los pies y proceda a secarlos insistiendo entre los espacios
interdigitales. Una vez secos, aproveche para darse una crema o polvos desodo-
rantes si sus pies producen fuerte sudoración o mal olor. Si aplica crema, procure
no echarse en exceso, para evitar que queden zonas húmedas. También puede
emplear polvos antisépticos para los zapatos (se espolvorean por dentro y se dejan
toda la noche).

— Ahora, observe sus pies. Mire si hay lesiones: entre los dedos, alrededor de las uñas,
en la planta. Busque ampollas, rozaduras, zonas inflamadas, uñas encarnadas. Al
disminuir la sensibilidad en los pies, usted ha podido no darse cuanta de que los
zapatos le han hecho rozadura o que ha pisado algún pequeño objeto punzante.

— Si encuentra una lesión leve, lave la zona con agua jabonosa, aplique un antisép-
tico suave (no utilice yodo). Mantenga el pie levantado, apoyado en un taburete
el mayor tiempo posible; esto favorecerá la circulación y la cicatrización de la
herida. Si la lesión fuera más seria, acuda a su médico.

— Es preferible que las durezas o callosidades se las trate el podólogo (uno mismo
puede cortarse o quemarse con los callicidas).

— Utilice zapatos de piel, ya que los pies transpirarán mejor. Si compra zapatos
nuevos es mejor hacerlo a última hora de la tarde cuando los pies están más
hinchados. Procure adaptarse a ellos poco a poco. Alterne los zapatos nuevos
con otros ya usados. Lleve siempre los forros interiores de los zapatos bien pega-
dos y sin arrugas, de otro modo podría lesionarse la planta del pie.

— Para pasear utilice los zapatos más cómodos que tenga. Si tuviese juanetes y le
produjeran dolores e impidieran dar sus paseos, consulte con el médico para
que valore la posibilidad de una intervención quirúrgica.

E) Cómo cortar las uñas

Después de haber lavado y secado los pies, proceda al corte de uñas.

— Hágalo con la punta de los alicates (si tiene las uñas duras) o con
el extremo de las tijeras. Vaya haciendo pequeños cortes a lo largo
de la uña, empiece por una esquina y siga cortando en línea recta.
4-40
Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— No debe cortar las uñas a los lados, podría luego crecerle la uña en forma de
garfio e incrustársele en el dedo.

— Pase una lima por las uñas para dejarlas lisas e impedir que una punta lesione
el dedo de al lado.

— Si tiene problemas para cortar las uñas porque fueran excesivamente duras,
límelas todos los días después de lavarse los pies.

2.6.6. Higiene de la zona perineal


A) Materiales

— Palangana con agua templada.


— Jarra con agua templada.
— Esponja jabonosa.
— Cuña.
— Rollo de papel o toalla.
— Guantes.

B) Procedimiento

• Hombre
— Colocar la cuña.
— Empezar lavando los genitales externos.
— En el pene se retira el prepucio y se lava el glande.
— Se aclara echando agua con la jarra.
— Secar suavemente sin frotar.
— Colocar el prepucio hacia delante para evitar edema de glande.
— Posteriormente se realiza el aseo de la región anal.

• Mujer
— Colocar en posición ginecológica o litotomía con la cuña.
— Se enjabona y se aclara echando agua con la jarra.
— Se seca de arriba abajo por orden: pubis, labios mayores, labios
menores, vestíbulo perineal y región anal.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Pacientes con sonda vesical


— Observar el área alrededor del meato urinario por si existe inflamación, olor,
supuración y heridas por decúbito.
— Después de limpiar la zona perineal, se limpia la sonda con movimientos circu-
lares, empezando por el meato y extendiéndose unos 10 cm.

2.6.7. Aplicación de cuña y botella


La cuña se usa para la defecación, en el hombre y en la mujer, y para la micción en
la mujer.

La botella se usa para la micción en el hombre.

A) Aplicación de la cuña:

— El auxiliar se pondrá guantes.


— Poner papel higiénico en el fondo de la cuña.
— Dejar al enfermo cubierto con la sábana encimera y ayudarle a flexionar las
piernas, apoyando los pies en la cama.
— Levantando al enfermo con una mano a la altura de los riñones, colocar la cuña
cuidando que el borde coincida con el final de los glúteos.
— Incorporar al enfermo subiendo la cabeza de la cama y facilitarle papel higiénico.
— Una vez que el paciente ha terminado, retirar la cuña y tapar el contenido con
papel higiénico. Antes de tirar el contenido al retrete, observar las heces por si
hubiese alguna anomalía, debiendo, en este caso, avisar a la enfermera, por si
fuese necesario tomar una muestra para analizarla en el laboratorio.
— Realizar la higiene de los genitales y lavar las manos del paciente.
— Lavarse las manos.
— Airear la habitación.
— Anotar en la gráfica del enfermo la hora de la deposición y observaciones.

B) Aplicación de la botella:

— Colocarse los guantes.

— Poner papel higiénico en el fondo de la botella.

— Dejar al paciente cubierto con la sábana encimera y ayudarle a


flexionar las piernas, apoyando los pies en la cama.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— Incorporar al paciente en la cama, introduciendo el pene en el cuello de la bote-


lla y facilitar papel higiénico.

— Una vez que el paciente ha terminado, retirar la botella. Antes de tirar la orina
en el retrete, observar por si hubiese alguna anomalía y, en esta caso, avisar a la
enfermera por si fuese necesario tomar muestra para analizar.

— Realizar la higiene de los genitales y lavar las manos del paciente.

— Lavarse las manos.

— Airear la habitación.

— Anotar en la gráfica del paciente la hora de la micción y observaciones.

2.6.8. Úlceras por decúbito


A) Prevención de las úlceras por decúbito

La prevención de las úlceras por decúbito o presión (UPP) es muy importante como
ya hemos visto, porque son difíciles de curar y pueden agravar el estado del paciente si
se infectan, lo cual ocurre con mucha frecuencia. Es por esto por lo que hay que evitar
males mayores al paciente encamado.

• Medidas preventivas de las úlceras por decúbito

Correcta higiene y aseo del paciente:

— La piel debe permanecer seca. Se deben secar perfectamente todos los pliegues
cutáneos para evitar el crecimiento bacteriano y micótico (hongos).

— La ropa de la cama debe estar seca, sin humedades y libre de sustancias irritan-
tes para la piel, por ejemplo, la orina. Así mismo, debe cuidarse que esté bien
estirada y sin ninguna arruga.

— Los vendajes deben estar también perfectamente secos y estirados.

— En el aseo diario del paciente, debe observarse el estado de la piel, buscando


posibles zonas enrojecidas, que son signos de principio de úlceras por decúbito.

• Masaje

En el aseo del paciente se realizan en su espalda masajes y fricciones con crema hidra-
tante o aceites corporales, con el fin de endurecer la piel y activar la circulación sanguínea.
Se efectúan movimientos circulares, insistiendo en las zonas más propensas
a este tipo de lesiones.

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Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

• Cambios posturales

Son cambios de posición que debe efectuar el paciente encamado, con el fin de
alternar las aéreas de presión. Es una medida preventiva muy importante, cuya responsa-
bilidad incumbe al personal sanitario.
Para ello se coloca al paciente alternativamente en distintas posiciones: boca arriba
(decúbito supino) y hacia un lado o hacia otro (decúbito lateral derecho o izquierdo).
También se recomienda elevar el respaldo de la cama para colocar al enfermo en posisicón
semisentado o semifowler. Se pueden utilizar almohadas, cojines y otros medios, férula
de arco, flotador, colchón antiescaras.
Los cambios se efectúan con una periodicidad de dos a tres horas, según las necesi-
dades de cada paciente, para conservar en buenas condiciones de irrigación.

• Alimentación adecuada
— Rica en proteínas, que son regeneradoras de tejidos.
— Rica en vitaminas, como vit-c, que son necesarias para la cicatrización.
— Abundante ingesta de líquidos, para mantener la piel hidratada.
— Sales minerales para completar una alimentación adecuada en un paciente
encamado.

3. Cuidados postmortem
Se definen estos cuidados como un conjunto de atenciones que se prestan a la per-
sona fallecida para su posterior traslado a:

— Depósito de cadáveres o al velatorio del centro sanitario.

— Quirófano, si es donante de órganos.

— Tanatorio externo al centro sanitario.

— Otros lugares como domicilio familiar, Instituto Anatómico Forense (para la


realización de la autopsia), etc.

Una vez comprobados los signos de muerte, el médico firmará el certificado de


defunción y le informará a la familia. La familia permanecerá unos momentos con el falle-
cido para manifestar sus emociones, después se retirarán a otra dependencia mientras se
aplican los cuidados post-mortem, que se realizarán con respeto, sin brusquedad y antes
que aparezca el rigor mortis.

Para la atención post-mortem se necesita el siguiente material:

— Material necesario para el baño: jabón, toalla, palangana y com-


presas o esponja desechable.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— Bolsa o contenedor para material desechable.

— Bolsa de plástico para ropa sucia.

— Recipiente para objetos personales.

— Camilla para el traslado.

— Material para preparar la mortaja: sábana grande o sudario, bolsa de plástico


cerrada con cremallera para guardar el cadáver si elimina secreciones, ven-
das, gasas, algodón, esparadrapo de tela, pinzas de Kocher, tijeras y rótulos de
identificación.

El técnico en cuidados auxiliares de enfermería se pondrá los guantes, retirarán al


fallecido las joyas que se introducirán en una bolsa con su nombre y apellidos.

Se colocará el fallecido en decúbito supino con ayuda del celador que será el encar-
gado del traslado del cadáver al mortuorio. El Jefe de personal subalterno es el encargado
de informar a la familia de los trámites administrativos a seguir.

— Se retirarán los apósitos sucios, vendas, tubos, palomillas, catéteres, etc.,


cubriendo las heridas. Se lava la cara, las manos y todo el cuerpo, junto con los
cuidados bucales.

— Taponamiento de los orificios naturales (boca, fosas nasales, oídos, recto y, si se


trata de una mujer, la vagina) con algodón. Se le cierran los ojos (se puede hacer
presión sobre ellos durante unos minutos). Se colocarán prótesis dentales y se
cerrará la boca (para evitar que el mentón quede descendido, se coloca debajo
de éste una toalla enrollada o sujeta mediante vendas anudadas a la cabeza).

— Peinar el cabello, colocar los brazos sobre el abdomen o tórax en forma de aspa.
Atar las muñecas y tobillos con vendas.

— Poner el cadáver sobre la mortaja o sábana colocando previamente un empapa-


dor entre las nalgas.

— Identificar al fallecido de forma visible, a la altura de la cintura.

— Cubrir el cuerpo con la mortaja o sábana, doblando la parte superior en forma


de toca. Se envuelve el resto del cuerpo procurando que el doblez quede a un
lado y se anuda la mortaja con esparadrapo, a la altura de la cintura, de los
codos y bajo las rodillas.

— Identificar de nuevo al fallecido, ahora en el exterior, colocándolo de forma


visible a la altura de la cintura.

— Pasar el cuerpo a la camilla, cubrirlo totalmente con una sábana.

— Entregar la bolsa de pertenencias a la familia y tirar todos los mate-


riales de un solo uso.

4-45
Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería

— Se registrará en la historia clínica y gráficas correspondientes, todos los datos de


interés como hora del fallecimiento.

A la familia se le tratará con respeto y comprensión, ayudándoles a reducir la angus-


tia. Se evitará comentar con otros pacientes la muerte del fallecido.

Es un proceso que debe efectuarse antes de la aparición de la rigidez cadavérica (a las


2 horas). El número de personas que ha de realizarla, dependerá del grosor del fallecido;
en cualquier caso, el cuerpo no debe tratarse bruscamente.

Es importante colocar una almohada bajo la cabeza del fallecido, colocando su cuer-
po en decúbito supino estirando las extremidades inferiores y moviéndolo con suavidad
para evitar la equimosis. De esta manera, la cabeza y hombros quedarán levantados, impi-
diendo así el estancamiento de sangre en la cara, manteniendo un característico color.

Por último, se limpiará y desinfectará la habitación, que permanecerá cerrada 24


horas.

4. Procedimientos para preservar la intimidad al realizar la


higiene del paciente
El art. 18.1 de la Constitución española garantiza el derecho al honor, a la intimidad
personal y familiar y a la propia imagen.

El artículo 197 apartados 1 y 2 del Código Penal que castiga tanto «al que descubra
secretos o vulnere la intimidad de otro sin su consentimiento» (incluyendo grabaciones,
reproducciones de escucha, sonido e imágenes) como al que «sin estar autorizado se
apodere de datos reservados de carácter personal de otro que se hallen registrados en
cualquier tipo de registro público o privado».

La ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, cuyos artículos 7 y 43.2,


se refieren específicamente al respeto a dignidad e intimidad personal, así como a la obli-
gación de guardar secreto sobre los datos que facilite los sistemas de información, en el
ámbito de la Salud Pública.

Para garantizar este objetivo de respetar la intimidad del paciente, es recomendable


tomar toda una serie de medidas que analizamos a continuación y que se da en el día a
día del trabajo de un técnico auxiliar en cuidados de enfermería.

Sobre todo, se centran, como estudiaremos, en tener muy en cuenta al paciente


como centro, señalando la necesidad en todo momento de indicar lo que se va a hacer
y contar con la parte de pudor del mismo. Además hay que tener muy en cuenta este
extremo en relación a las personas más vulnerables como ancianos, enfermos mentales,
menores, etc.

— Antes de proceder al baño o al acompañamiento para el mismo, es


preciso que se respete al paciente y, por tanto, se le ha de indicar
que se va a proceder a la higiene.

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Atención y cuidados del paciente en las necesidades de higiene

— El espacio físico donde se realice el baño o la higiene de los pacientes debe ser
punto de atención, procurando que el lugar esté separado del resto de sitios.
Se deben usar biombos o cortinas en habitaciones compartidas. Son funda-
mentales las políticas de puertas cerradas, indicando la necesidad de advertir la
presencia de otros profesionales llamando a la puerta o anunciando su llegada.
— En relación a su ejecución, es indispensable indicar al paciente todo lo que se
le va practicar y qué se necesita descubrir llegado el caso. Desnudaremos al
paciente solo en la parte que es estrictamente necesaria.
— Por supuesto, no se pueden grabar ni difundir por cualquier medio, imágenes
que permitan identificar al paciente sin su previa ni expresa autorización.

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