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͞Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios!͟ repitió Jesús, ͞le resulta más fácil a un camello
pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.͟ (Marco 10:25)
Aunque el significado literal de esas palabas de Jesús (la paz sea con él) se refiere a una realidad
de la naturaleza pegajosa y ceguera de la riqueza, poder y fama, hay algo más profundo en esa
citación.
El Profeta Muhammad (la paz sea con él) fue el poder absoluto de Arabia y pudo tener todo lo que
quisiera, sin embargo vivía como un pobre y murió con sólo un cambio de ropa. Así también vivía
su primo y yerno, el padre del Sufismo, Ali ibn Abu Talib (a.s.). Pero, Abu Bakr Sidiq (a.s.),
compañero del Profeta y el primer Califa, era un comerciante rico que una vez donó toda su
riqueza a los pobres. Sin embargo, no obstante su generosidad, siempre volvió a ganar su riqueza
y también continuó dando. Él tenía todo pero no era apegado a lo material y así eso no era un
obstáculo en su vida espiritual.
Abu Bakr ejemplifica como no es lo material en sí lo que nos ciega a las realidades espirituales sino
el apego a lo material. Pero hay más.
Lo material conforme a la condición de la persona que lo percibe, así como el cuerpo mismo. Tu
percepción crea tu mundo. La solidez del mundo coincide con la solidez de la persona. De eso
hablamos cuando platicábamos del segundo mandamiento, el de no hace r imágenes. El verdadero
significado de ese mandamiento tiene que ver con la ciencia de la mente, cerebro y cuerpo. Tiene
que ver con tu concepto de Dios. El concepto que uno tie ne del Ser Supremo abre o cierra su
mente y posibilidades espirituales. Si una persona concibe a Dios como una persona, estatua o
dibujo, su dios está relegado a lo material así como la persona misma. No puede salir de un
mundo pequeño y restringido. Será siempre controlado por condicione s materiales y su nafs/ego,
siendo su única realidad mundana. Si su concepto de Dios es gra nde sin límites así será su propia
realidad y abre acceso a otras dimensiones y mundos.
El propósito de prácticas como el Yoga Sufí, la danza étnica, las artes marciales y otras formas de
movimiento sagrado o consciente es hacer una conexión. Una conexión entre el individuo y
dimensiones extendidas del mundo y universo. La mayoría de las formas de las prácticas arriba
mencionadas han perdido la conexión que tenían al principio y se enseñan hoy en día como una
forma de entretenimiento o ejercicio puramente físico. Originalmente eran entrenamiento
espiritual que se trasladaba a la vida cotidiana.
Todo lo que existe en el mundo tiene su vista material que todos ven , si bien distorsionada por los
deseos y miedos de cada quien. Esta vista material no es más que una sombra de su realidad,
pero es la única realidad para la mayoría de la gente que vive atrapado en un plano rígido de la
existencia. La verdad, la persona normal se satisface fácilmente con pocas cosas ʹ un juguete,
ropa, un carro, una casa, elogios de alguien o una sensación de importancia, muchos amigos, etc.
La tristeza, depresión o frustración que siente alguna gente y que la impulsa a buscar respuestas
espirituales se origina de la insatisfacción que realiza por las cosas materiales y del mundo. Ellos
sienten la des-conexión. Esa desconexión no puede ser reemplazada por esas cositas materiales
que no tienen ningún valor real.
El trabajo de un maestro y los buscadores de la verdad es restablecer la conexión. Hay varias
prácticas espirituales comunes de todas las tradiciones espirituales, esas prácticas son las que
tratan la mente, el aire o respiración y la palabra. Y todo eso se relaciona con el cuerpo. Una
decisión o intención de la mente real puede cambiar la naturaleza del cuerpo y todo lo demás.
Como vamos a hablar más adelante en esta serie de la alquimia espiritual, podemos escoger ser
felices o tristes, enojados o contentos, cómodos o incómodos, simplemente por una decisión o
más bien, por sintonizar con frecuencias positivas dentro y fuera. De igual manera, el poder o
energía divina está disponible sólo por tomar una decisión o mentalmente localizando y
dirigiéndola. El cuerpo no es puramente sólido y mundano, muy lejos de eso. Aún los mensajes
divinos se sienten en el cuerpo como sensaciones físicas. Los primeros avisos o indicac iones que
uno siente cuando empieza en la senda son sensaciones de nerviosismo o relajamiento, pesadez o
ligereza, unas sensaciones oscuras o de luz y otras impresiones físicas que nos avisan para evitar
situaciones perjudiciales y/o nos guía a tomar decisiones o hacer acciones que nos benefician.
La mente es la puerta a mundos superiores, todo conocimiento y así como el mundo de creación
que anteriormente describí como una bodega de todas las posibilidades. Lo que pensamos o aún
mejor, visualizamos, podemos traerlo a lo material. De la alquimia espiritual se ha agarrado la
gente de la ͞New Age͟ (Nueva Época) con propósitos materiales y egoístas y los resultados son
mezclados porque el canal está mezclado, siendo principalmente impulsado por el nafs/ego ʹ
miedo, deseo e interés personal.
Dirige la mente, pon la atención, fijamente en alguna parte del cuerpo y sentirás una sensación.
Por ejemplo, pon toda la atención en los dedos d e las manos ʹ piensa sólo en eso. Si no sientes
nada, práctica todos los días hasta que sientas. Con un poco de tiempo debes lograr poder llevar
una sensación de hormigueo a cualquier parte del cuerpo en que te concentres.
Ahora concéntrate en la respiración. Visualiza y siente el aire entrando por la nariz y llenando el
cuerpo. Trata de sentir el aire llegando a cada célula llevando vida al cuerpo, siente el cuerpo
vibrando con vida. Al exhalar imagina que estás exhalando a través de cada poro del cuerpo.
Debes empezar a sentir todo el cuerpo fuertemente. El cuerpo debe estar vibrando con energía.
¿Un truco? ¿Imaginación? De ninguna manera, es ciencia. La energía es lo qu e los chinos llaman
chi, los hindúes, prana y en árabe se llama qudra. Es energía divina. Es el poder que resulta de la
mente concentrada en el aire, que es el portador de esa energía.
Todo tiene sus dos caras. El aire da vida al cuerpo. Su otra cara es una conexión entre las
dimensiones espirituales y el mundo material. Esa cara es activada por la mente, la atención de la
mente activa la energía divina en el aire. Piénsalo. Físicamente el aire se extiende por todas
partes. El aire que respiras ha estado dentro de millones de gente y ha estado en todas partes. La
verdadera naturaleza del cuerpo humano no tiene fronteras, sólo el ego lo hace estancar y
petrificarse. La energía divina en el aire cruza las fronteras conectándonos con todo lo demás.
Rabita junto con el zikr son las prácticas principales del Sufismo. Rabita significa conexión. El
murid (estudiante) piensa en o visualiza a su sheij o m aestro y eso se hace una conexión. De esta
forma el sheij enseña a sus estudiantes. El sheij está conectado con su sheij y así sucesivamente a
través del linaje de maestros. Rabita también se hace con Dios mismo y Dios se comunica a través
del corazón o te manda respuestas en otras formas ʹ si estás alerta.
El otro elemento que se encuentra en todas las sendas espirituales es la palabra. Las palabras son
vibraciones y las palabras en lenguajes sagrados vibraban con sus homólogos en el cuerpo del ser
humano. La mantra de los hindúes, los cantos de los chamanes de indígenas por todo el mundo,
de los cabalistas judíos y el zikr de los sufíes. Esa práctica hace cambios profundos en el
practicante, hasta su mero ADN.
Ahora, una práctica para hacer todos los días. Siéntate como te sientas o sentarías para meditar.
Empieza a observar con toda la atención de la mente, la respiración. Si quieres, visualiza el aire
como vapor entrando por la nariz y llenando el cuerpo. Concentra en el aire, siente el aire,
entrando y saliendo. Al inhalar, di, en la mente, ͚Allah͛. Al exhal ar, di, ͚Hu͛ (pronunciado Ju, lo cual
significa Él, refiriéndose a Dios). Sigue así por, digamos, diez minutos para empezar y más al
mejorar tu habilidad de concentración. Una hora es lo recomendable pero hasta que aprendas
estirar el tiempo, probablemente crees que eso es imposible ʹ haz lo que puedas.

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