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que se generó a partir de la segunda mitad del siglo XX cuando todo el trabajo de un grupo de
novelistas latinoamericanos relativamente joven fue ampliamente distribuido en Europa y en
todo el mundo.
Contexto histórico[editar]
Gabriel García Márquez, uno de los principales protagonistas del boom de la literatura latinoamericana,
firmando un autógrafo.
La década de 1960 se caracterizó por una gran agitación social en toda América Latina, en un
clima político, económico y diplomático fuertemente influido por el dinamismo de la Guerra
Fría. Estas condiciones sirvieron de base para el trabajo de los escritores del boom, y
definieron el contexto en el que sus ideas, a veces radicales, tenían que funcionar. El triunfo
de la Revolución cubana en 1959 y el intento frustrado de Estados Unidos de invadir la isla
caribeña a través de la bahía de Cochinos pueden considerarse como el inicio de este
período.4 La vulnerabilidad de Cuba la llevó a estrechar lazos con la URSS, lo que dio lugar a
la crisis de los misiles en 1962, situación en que los estadounidenses y los soviéticos
estuvieron más cerca que nunca de la guerra nuclear.5 Por otra parte, en las décadas de 1960
y 1970, los regímenes militares dictatoriales, ya fueran de derecha, ya de izquierda,
predominaron en los países de la región. Por ejemplo, el 3 de octubre de 1968, el general
peruano Juan Velasco Alvarado, que encabezaría un Gobierno de índole izquierdista, expulsó
del poder al presidente constitucional Fernando Belaúnde Terry; mientras que el 11 de
septiembre de 1973, Salvador Allende, el primer presidente socialista democráticamente
elegido en el mundo, fue derrocado y reemplazado por el general Augusto Pinochet, que
habría de gobernar Chile con el apoyo de la derecha hasta el final de la década de 1980.678
Hay quienes sostienen que algunos de estos Gobiernos cooperaron entre sí en la ejecución de
un plan llamado Operación Cóndor, que permitía «disponer libremente de los órganos de
Gobierno» para capturar a opositores políticos, quienes eran torturados o, incluso,
eliminados.9
Orígenes[editar]
Aunque la mayoría de los críticos coinciden en que el boom comenzó en algún momento de
1960, hay cierto desacuerdo en cuanto a la obra que debe ser considerada como la primera
novela del boom. Para algunos (como Alfred McAdam) sería Rayuela, de Julio
Cortázar (1963), mientras que otros prefieren La ciudad y los perros de Vargas Llosa, que
ganó el Premio Biblioteca Breve en 1962.17 Fernando Alegría considera a Hijo de
hombre de Augusto Roa Bastos (que fue publicada en 1960) como la obra inaugural del boom,
aunque, como señala Shaw,17 podríamos remontarnos a 1949 con Hombres de
maíz de Miguel Ángel Asturias.18
Boom latinoamericano
El boom latinoamericano es un fenómeno que surge entre la década del ´60 y
´70. Es el afloramiento de la narrativa latinoamericana, cuyas obras presentan
características llamativas y particulares en su forma de redacción.
De cierto modo los escritores que crearon este boom lo hicieron como herederos
de grandes autores europeos vanguardistas, pero generando un sentido propio
donde predominaban las historias en espacios urbanos influenciados por las
condiciones políticas y sociales de los países latinoamericanos de donde son
oriundos sus autores.
Asimismo otro de los ejes centrales que forjaron la preparación de este auge
literario fueron los gobiernos dictatoriales (ya sean e izquierda o de derecha)
que predominaban en casi toda América latina.
3.Estilo editorial
No se presenta como un movimiento, corriente o escuela, sino más bien como un
estilo editorial particular con el objetivo de mostrar una nueva forma de
manifestación con características particulares de escritura con el fin de
insertarse en el mercado mundial.
4.Influencias literarias
Los autores que marcaron el comienzo de este boom latinoamericano fueron José
Martí, Rubén Darío y José Asunción Silva.
5.Punto de partida
Este tipo de novelas trabajan el tiempo de una forma no lineal. Pueden
comenzar su relato por el final de la historia y luego saltar sin respetar la
linealidad de los acontecimientos.
6.Recursos literarios
Se basan en la utilización de neologismos, juegos de palabras y toques de
fantasía. También utilizan la circularidad narrativa que se caracteriza por relatar
con las mismas palabras el final y el comienzo de una obra.
Tuvo sus comienzos con la obra de Gabriel García Márquez, “Cien años de
soledad”.
9.Identidad
Heredera de las corrientes vanguardistas posee un tinte latinoamericano utilizando
las blasfemias y el lenguaje incorrecto. Gusta de mezclar la ficción con lo real
generando la duda en el lector sobre la realidad o irrealidad de los hechos
narrados.
Fuente: https://www.caracteristicas.co/boom-latinoamericano/#ixzz5nwPncZGR
Mario Vargas Llosa nos explica su propia concepción de la novela: “Escribir novelas
es un acto de rebelión contra la realidad, contra Dios, contra la creación de Dios
que es la realidad. Es una tentativa de corrección, cambio o abolición de la realidad real,
de su sustitución por la realidad ficticia que el novelista crea. Éste es un disidente: crea
vida ilusoria, crea mundos verbales porque no acepta la vida y el mundo tal como son (o
como cree que son). La raíz de su vocación es un sentimiento de insatisfacción contra la
vida; cada novela es un deicidio secreto, un asesinato simbólico de la realidad.
Las causas de esta rebelión, origen de la vocación del novelista, son múltiples, pero
todas pueden definirse como una relación viciada con el mundo. Porque sus padres
fueron demasiado complacientes o severos con él, porque descubrió el sexo muy
temprano o muy tarde o porque no lo descubrió, porque la realidad lo trató demasiado
bien o demasiado mal, por exceso de debilidad o de fuerza, de generosidad o de
egoísmo, este hombre, esta mujer, en un momento dado se encontraron incapacitados
para admitir la vida tal como la en tendían su tiempo, su sociedad, su clase o su familia, y
se descubrieron en discrepancia con el mundo. Su reacción fue suprimir la realidad,
desintegrándola para rehacerla convertida en otra, hecha de palabras, que la
reflejaría y negaría a la vez.
Todos los novelistas son rebeldes, pero no todos los rebeldes son novelistas. ¿Por
qué? A diferencia de los otros, éste no sabe por qué lo es, ignora las raíces profundas de
su desavenencia con la realidad: es un rebelde ciego. La demencia luciferina a que lo
empuja su rebeldía —suplantar a Dios, rehacer la realidad-, el carácter extremos que éste
adopta en él, es la manifestación de esa oscuridad tenaz./ “Escribir una novela es como
conducir una campaña militar: ataques de sorpresa, retiradas estratégicas,
emboscadas, fuego graneado”.
Técnicas narrativas
Vargas Llosa nos explica sobre este punto: “Las técnicas que empleo tienen por
objeto poner en movimiento, vitalizar, animar esas historias que cuento y que a mí
me gustaría que se leyeran como una novela de Dumas o como se ve un buen
«western».
Vargas Llosa le tiene pavor a esos «tiempos muertos» en la novela. ¿Cómo mantener
entonces el interés narrativo del lector? Los cuatro procedimientos estructurales básicos
que él utiliza son los siguientes:
El dato escondido:
Se narran por omisión escamoteando datos significativos para el esclarecimiento de
la historia, de manera que «azucen la imaginación del lector, de modo que este tenga que
llenar aquellos blancos de la historia con hipótesis y conjeturas de su propia cosecha».
Propone, además, como ejemplo, las narraciones de Ernest Hemingway, «llenas de
silencios significativos, de datos escamoteados por un astuto narrador»
ERNESTO SÁBATO
A partir de los años 50, se hizo reconocido entre la crítica literaria y un público de
lectores europeos y después en Latinoamérica. Esta época productiva coincide
con el Boom Latinoamericano que dio paso al reconocimiento de la literatura
latinoamericana y apoyó a Latinoamérica en su búsqueda de identidad. Sus
cuentos Axolotl (1956) y Graffiti (1981) son dos representaciones de la literatura
hispanoamericana que cruzan la frontera y retrata lo universal, desde la
perspectiva de un latinoamericano y la cosmovisión pertinente al continente.
Inspiradas por lo que era la propia Hispanoamérica, su historia y cultura; las dos
obras de Cortázar reflejan los sentimientos sociales y las observaciones del autor
dentro de sus épocas respectivas. Al analizar Axolotl y Graffiti, se descubre un
sentir de la narrativa latinoamericana[1].
ALEJO CARPENTIER
GABRIEL
GARCIA MARQUES
ERNESTO
ALEJO
CARPENTIER