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DEL PERÚ
DERECHO
CLAUDIA GABRIELA
ALUMNOS:
AREQUIPA-PER
1
Introducción ……………………………….…………………………….………….……..1
El acto jurídico………………………………………………………………………………16
Dialogo de autores……………………………………………………..………….….……19
Definición……………………………………………………………….…………..……….20
El acto jurídico……………………………………………………………………...……….22
2
Las formalidades en los actos jurídicos………..………………………..………….…25
3. Recepticios, no recepticios…………………………………………………………..29
4. Patrimoniales y extrapatrimoniales………………………………………………….29
5. Típicos y atípicos…………………………………………………….………………..29
8. Formales y no formales……………………………………..………..………….…..30
9. Consensuales y reales…………………………………………..…….…………….31
Conclusiones…………………………………………………………………………….34
Bibliografía………………………………………..………………………………….…..36
3
INTRODUCCIÓN
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¿Qué es acto y que es negocio jurídico? ¿Es lo mismo el acto jurídico que el negocio
jurídico? ¿Existe en el Perú el negocio jurídico como categoría legislativa?
Admitidas estas preguntas, es que en las siguientes páginas se estará
desarrollando los aspectos más importantes de ambas denominaciones, y como no
somos ajenos a que, en nuestro país, las puestas en duda del uno del otro han
ocasionado que en la doctrina nacional se asuman diversas posiciones con
respecto a las anteriores y no se cuente con un panorama total sobre acto o negocio
jurídico.
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ANALISIS DE LAS CARACTERÍSTICAS
Antes de hablar específicamente del acto jurídico, empezaremos analizando de
dónde y cómo proviene el acto jurídico.
1. GENESIS Y EVOLUCIÓN
La Teoría General del Acto Jurídico es una elaboración de la doctrina francesa
posterior a la promulgación del Código Francés de 1804. No aparece sino hasta el
siglo XIX, pues el acto jurídico, en una formulación teórica, no fue concebido en
Roma. Su concepto tampoco fue recogido ni regulado por el Código Napoleón pese
a que el del acto jurídico es de mayor latitud que el de la convención y, como tal,
genera una más amplia gama de relaciones jurídicas, todas ellas sometidas al
imperio de la autonomía de la voluntad en la medida en que ésta no colisione con
el orden público. La formulación teórica del acto jurídico comprende conceptos
aplicables a toda operación jurídica susceptible de constituirse en fuente de
relaciones jurídicas y dar lugar a la creación, regulación, modificación o extinción
de derechos subjetivos. De ahí que revista capital importancia.
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En España, donde la codificación tampoco utiliza el término "negocio", sino que
habla del " acto”, la doctrina está fuertemente influida por el concepto ' de negocio
jurídico y la teoría general del mismo.
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La Norma que permite obrar implica la facultad de obrar según la norma, y la
facultad de obrar, presupone una norma que le señala límites y la garantiza. El acto
jurídico es fuente generadora de derechos subjetivo, pero al mismo tiempo, es una
entidad jurídica que requiere de la normatividad. Para ubicar la Teoría General del
acto jurídico, es imprescindible referirnos a la división del derecho objetivo en
Derecho público y derecho privado.
La rama principal del derecho privado es el derecho civil. El derecho privado puede
dividirse en Derecho civil y derechos especiales, aunque estas últimas son
disciplinas normativas desprendidas del derecho civil. El derecho civil tiene que ver
con todo lo que se refiere a la persona natural o jurídica, en sus relaciones jurídicas
y en sus actos patrimoniales. En lo que se refiere a la persona natural, el derecho
civil regula en su condición de persona humana, sus atributos, estado, relaciones
de familia, vocación sucesoria, patrimonio; y, en cuanto a las personas jurídicas,
regula todo sus derechos subjetivos y deberes jurídicos en sus relaciones con otras
personas sean jurídicas o naturales.
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El Derecho civil se irradia a todo el derecho, por las dos características
fundamentales de sus normas cuales son: La generalidad y la supletoriedad de su
aplicación. Como el acto jurídico es una fuente generadora de relaciones jurídicas,
su teoría general se ubica en el derecho privado y se plasma en el Código Civil.
En el Perú hemos tenidos, tres Códigos civiles, el primero vigente a partir de 1854,
el Segundo desde el 14 de noviembre de 1936 hasta el 14 de noviembre de 1984,
finalmente el C.C. que se halla en vigencia. En el C.C. de 1854 No se consideró
legislativamente a la teoría del acto jurídico, pero se incluyó en forma muy genérica
como parte del libro de los Contratos. En el C.C. de 1936, se plasmó
legislativamente como parte final del Libro de Las Obligaciones, por lo que se
consideró como una categoría subordinada a las Obligaciones (Deberes jurídicos y
derechos subjetivos de carácter patrimonial), lo que no es acertado, porque son las
obligaciones las que quedan subordinadas al acto jurídico, porque el acto jurídico
es fuente de derechos subjetivos, por consiguiente, de deberes jurídicos
patrimoniales y no patrimoniales.
El acto jurídico y toda la teoría se irradia a todo el derecho objetivo, y como el C.C.
por su importancia sigue a la Constitución Política, entonces la Teoría del Acto
Jurídico residualmente influye en todo el derecho objetivo. (Vidal, 2005, pág. 3-5).
LA TEORIA CLASICA O FRANCESA DEL ACTO JURIDICO
Dicha teoría define como: el hecho jurídico voluntario, licito con manifestación
de la voluntad y efectos queridos que respondan a la intención del sujeto en
conformidad con el ordenamiento jurídica.
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Para esta Teoría basta la manifestación de voluntad para que se produzcan los
efectos jurídicos, no haciendo diferencia cuál es la manifestación de voluntad que
produce efectos jurídicos, cuál es la manifestación de voluntad que no produce
esos efectos jurídicos y que cualquier manifestación de voluntad es un acto jurídico,
con las únicas restricciones de que no debe estar dirigida a un fin no prohibido por
norma legal imperativa y/o que no atente contra el orden público o las buenas
costumbres o que esté prohibido por la ley.
El concepto que la Escuela Francesa hace del acto jurídico, supone dos premisas
sustanciales:
a) Todos los sujetos de derecho son completamente libres de celebrar actos jurídicos,
dentro del marco de un determinado ordenamiento jurídico.
b) Este ordenamiento jurídico tiene por función la de determinar la licitud de ese acto
jurídico, no califica previamente a la manifestación de voluntad, sino simplemente
le da valor legal a las aspiraciones de los que celebran el acto jurídico.
c) Los sujetos al momento de celebrar los actos jurídicos, tienen la intención de
producir efectos jurídicos, lo que supone que todos los sujetos al celebrar
determinado acto, tienen conocimientos legales y deben conocer perfectamente
los efectos jurídicos.
d) Para la Teoría Francesa no se consideran ACTOS JURIDICOS los
comportamientos o conductas del individuo que no tienen declaración de voluntad,
son simples hechos jurídicos voluntarios, lícitos, pese a que producen efectos
jurídicos, porque son atribuidos directamente por el ordenamiento jurídico. Llegan
a esta conclusión porque sostienen que solamente son actos jurídicos, los hechos
jurídicos, voluntarios, lícitos con manifestación de voluntad.
No son actos jurídicos los actos humanos involuntarios, y los actos que no tienen
manifestación de voluntad.
Los seguidores de esta corriente doctrinaria sostienen que el acto jurídico es el
hecho jurídico voluntario y se le considera como una conducta humana generadora
de efectos jurídicos, pudiendo ser lícitos o ilícitos, y que los efectos se producen ex
lege. Se agrega que la voluntad que genera el acto jurídico es la voluntad privada,
declarada por un sujeto que con plena conciencia la destina a producir un efecto
jurídico.
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Fernando Vidal Ramírez que se adhiere a la Teoría Francesa dice que de la
definición resulta que el acto es una delegación que hace el derecho objetivo en la
voluntad privada, para que proceda a la autorregulación de los intereses
particulares. Esto quiere decir que el ordenamiento jurídico permite a las personas
privadas la facultad de crear, modificar o extinguir relaciones jurídicas, en mérito de
la autonomía de voluntad, siempre y cuando no colisione con el orden público, con
las buenas costumbres o con la propia ley.
Esta definición del acto jurídico ha sido recogida por el art.140 del C.C. vigente,
definiendo el acto como la manifestación de voluntad destinada a crear,
modificar, o extinguir relaciones jurídicas. a esta posición doctrinaria se le
llama también la teoría de las consecuencias jurídicas, expuesta inicialmente
por SAVIGNY, y tiene las siguientes características:
Lohman Luca de Tena en su obra “Negocio Jurídico”, dice: que en este concepto
se tres elementos de fondo:
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En esta teoría sobre el Acto Jurídico, la Manifestación de voluntad debe provenir de
un agente capaz, tener fin o causa lícita, observando la forma expresamente
señalada por la ley.
La sola manifestación de voluntad no produce por si sola los efectos jurídicos, pues
requieren la calificación del derecho.
La manifestación de voluntad produce efectos jurídicos, cuando la finalidad práctica
que buscan las partes, se halla expresamente prevista en el ordenamiento jurídico.
Para la Teoría Francesa solamente son actos jurídicos aquellos que responden a
una intención expresa del sujeto de conseguir determinados efectos jurídicos.
Olvidando que los actos que se realizan teniendo un propósito de conseguir
determinado efecto, pero resultan otros diferentes a los deseados también tienen
categoría de Actos Jurídicos.
De igual modo solamente son actos jurídicos, todos aquellos cuyos efectos son
determinados por la ley, independientemente de la voluntad o el querer de las partes
intervinientes.
La definición no tiene en cuenta que los particulares están investidos de la facultad
de auto regular sus propios intereses creando, extinguiendo, modificando
relaciones jurídicas.
No distingue los actos patrimoniales de los no patrimoniales.
Considera como válidos tanto los actos lícitos como los ilícitos, sin distinguir los
motivos o causas que llevan a celebrar el acto.
Que no toda declaración de voluntad viene a constituir acto o negocio jurídico, como
es el caso de la constitución en mora (art.1333 del C.C.) y en la oferta (acto pre
negocial de formación del consentimiento).
ll) Considera que los efectos del negocio se originan única y exclusivamente en la
voluntad de las partes; no teniendo en cuenta que estos efectos tienen base y
fundamento en el Ordenamiento jurídico.
Que el agente o el particular lo que pretende al celebrar el acto o negocio, es
conseguir un resultado práctico, y no un efecto jurídico.
Cuando los particulares buscan un efecto práctico, solo cumplen la condición
necesaria para que se produzcan los efectos dados por el ordenamiento (Mariscal,
2011, pág. 11-13).
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MODIFICACIONES A LA CONCEPCION CLASICA O FRANCESA DEL ACTO
JURÍDICO
La noción clásica del acto jurídico fue modificada por los pandectistas clásicos
alemanes, con la creación del Concepto clásico del Negocio Jurídico, que fue
concebido como todo comportamiento del hombre, en su vida de relación con los
demás, que producen consecuencias jurídicas, en estricta correspondencia con el
propósito o finalidad que persigue.
De ahí que definen como ACTO JURIDICO propiamente dicho, o en sentido estricto:
Como los actos, comportamientos o conductas que producen efectos legales, no
deseados como tales por los otorgantes, sino atribuidos o impuestos directa e
inmediatamente por el ordenamiento jurídico a la simple realización del
comportamiento voluntario sin importar lo querido o no por el sujeto.
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Así mismo, haciendo un profundo análisis de esta obra , se puede apreciar que
sobre el acto jurídico incorporado al Código Civil de 1936 se evidencian que el
primer artículo del Libro Quinto del Código, el artículo 1075 al que ya vimos
anteriormente, es prácticamente una reproducción casi textual del artículo 944 del
Código civil argentino, entendiéndose así la gran influencia que en general tuvieron
las normativas latinoamericanas en la peruana y que al respecto dice la
anteriormente mencionada sobre los actos jurídicos:
Artículo 944: “Son actos jurídicos los actos voluntarios y lícitos que tengan como fin
crear, modificar, transferir, conservar o extinguir derechos”. (Congreso de la Nación,
1869, pág. 196)
Sin embargo, teniendo en cuenta esta misma elaboración, se aprecia que, en los
dos últimos títulos de la Sección Primera del mismo, se trata en el Código “De los
actos ilícitos” (Título IX) y “De la prescripción extintiva” (Título X), los cuales no son
meros actos del hombre, sino del transcurso del tiempo unido a una “inactividad”.
Por lo mismo, le corresponde a la doctrina y la jurisprudencia, la labor de clasificar
y caracterizar las distintas categorías de “actos jurídicos”, distinguiendo los
unilaterales de los bilaterales, los gratuitos de los onerosos, los formales y los no
formales, etc., etc. (Moisset, 2010, pág. 17)
Otro aspecto a tener en cuenta con respecto al acto jurídico en el Código Civil de
1936 es el hecho de que se haya prescindido de toda mención al “fin jurídico
inmediato”, el cual a su vez es la característica diferencial del “acto jurídico”.
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Tanto en el artículo 81 del Código civil brasileño, y en el artículo 944 del Código de
Vélez, el argentino, se pone en manifiesto esta característica que no fue tomada en
cuenta en el nuestro.
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León Barandarían puso siempre en evidencia una especial predilección por el Acto
Jurídico. Así, son conocidas innumerables obras suyas referentes al acto jurídico,
por lo que, planteada la reforma del Código de 1936, León Barandarián fue el
ponente del Libro del Acto Jurídico y el inspirador de su tratamiento legislativo en el
Código Civil que derogó al de 1936.
Se sabe que la teoría del Acto Jurídico fue ignorada por el Código Civil de 1852 y
recién fue incorporada al derecho peruano con el Código Civil de 1936.
El Acto Jurídico venía a ser, pues, el hecho jurídico de carácter voluntario y lícito,
cuyo efecto es querido directamente por el sujeto y en el cual existe una declaración
de voluntad.
Agregó que dentro de la categoría del acto jurídico no sólo había de comprender la
relación que crea o extingue un derecho, según la concepción de Savigny, sino
también toda relación que además de trasmitirlo y modificarlo, lo conserva; por ello,
en cuanto a la eficacia del acto jurídico, León Barandarián señaló que actuaba en
toda relación jurídica generadora de derechos y deberes, de cualquier naturaleza,
patrimoniales o no patrimoniales.
Y como ya hemos visto, juega un rol importante en el acto jurídico la voluntad, por
lo que León Barandarian, en cuanto a la manifestación de voluntad, señaló que
ningún acto podía tener el carácter de voluntario sin un hecho exterior en que la
voluntad se manifestara, pues el Derecho no es Psicología, no es investigación
agnóstica en el campo de la consciencia, sino que mira hacia el lado externo, hacia
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la conducta exteriorizada y que por eso era necesario detenerse en... la
manifestación de voluntad en cuanto generadora del Acto Jurídico. (Vidal, 1988,
pág. 59)
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Es así que en lo estipulado y defendido por León Barandarián se incluye incluso el
destino del acto jurídico conforme a la interpretación del viejo artículo 1075 del
Código de 1936, método que servirá de gran ayuda para la interpretación del acto
jurídico esto sí, con concepciones provenientes de Europa en lo que ellas se
referían a negocio, de manera que con frecuencia suceda que se excluye de los
denominados actos negociales a aquellos actos que tienen fin inmediato que están
destinados a producir efectos jurídicos, como sería la intimación, acto que tiene
como fin jurídico colocar al deudor en situación de incumplimiento.
AGENTE CAPAZ: Significa que la persona o el sujeto que realice el acto jurídico,
deberá de estar debidamente habilitado por la ley para realizarlo. Al respecto, sobre
la capacidad, Juan Palomar de Miguel la define como la:
(…) aptitud legal para ser sujeto de derechos y obligaciones, o facultad de realizar
actos válidos y eficaces en Derecho. En Derecho Civil aptitud general para ser
sujeto de derechos y obligaciones en la esfera del Derecho Privado; y, más
comúnmente, en el ámbito tradicional del Derecho Civil, en las relaciones jurídicas
familiares, reales, contractuales, obligacionales y sucesorias. (Palmar de Miguel,
1981, pág. 219)
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OBJETO FÍSICA Y JURÍDICAMENTE POSIBLE: Refiere que el objeto del contrato
debe de ser posible, en tanto no tenga impedimentos de carácter natural ni material.
cuando ninguna norma de derecho constituya o sea un obstáculo insuperable para
realizar el acto jurídico, es decir, puede suceder que físicamente podemos llevarlo
a cabo, pero una norma jurídica impide su realización.
Directo: Es la producción de consecuencias jurídicas; éstas consisten en crear,
transmitir, modificar o extinguir derechos y obligaciones.
Indirecto: Se refiere a los medios mediante los cuales se crearán, transmitirán,
modificarán o se extinguirán derechos y obligaciones.
FÍN LÍCITO: Cuando su finalidad va de acuerdo a lo permitido por la ley. En este
punto nos referiremos al principio jurídico “nadie está imposibilitado de hacer lo que
la ley no le prohíbe ni de hacer lo que esta no ordena”.
Ahora daremos diferentes definiciones de que es acto jurídico para cada uno de los
juristas y autores.
EL ACTO JURÍDICO
Según Víctor Vial del Rio es: “La manifestación de voluntad hecha con el propósito
de crear, modificar o extinguir derechos, y que produce los efectos queridos por su
autor o por las partes, porque el derecho sanciona dicha manifestación de voluntad”.
En cuanto sus elementos pues son los siguientes:
c) La manifestación de voluntad produce los efectos queridos por el autor o por las
partes, porque el derecho lo sanciona. Y en cuanto a la estructura del acto jurídico
es tradicional la distinción entre:
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c) Elementos accidentales. “aquellas que las partes pueden, en virtud de la
autonomía privada, incorporar a este sin alterar su naturaleza”.
Según Víctor Vial del Rio no existe uniformidad en la doctrina para la enumeración
de los elementos esenciales: Para algunos, son solo dos: La declaración de
voluntad y la causa. Para los anticausalistas: El único elemento esencial común es
la declaración de voluntad.
El mismo autor señala: ¿en caso de los elementos naturales del acto jurídico,
pueden estos eliminarse?
las partes pueden eliminar, si quieren, sin alterar con ello la esencia del acto jurídico.
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a) Es un acto voluntario y
¿En caso de los elementos naturales del acto jurídico, pueden estos
eliminarse?
Pues Eduardo Court Murasso en su opinión coincidente señala que las partes
pueden abolirlos.
Los elementos accidentales del acto jurídico para él: “En un sentido restringido, solo
son modalidades: La condición, el plazo y el modo”. “En un sentido amplio se
consideran modalidades no sólo las expresadas, sino toda alteración de los efectos
de la obligación. Así, en este sentido son también modalidades, la solidaridad, la
indivisibilidad, la cláusula penal, etc.”
Según Nicolás Coviello son los: “Necesarios”, porque la falta de uno de ellos excluye
la existencia del negocio; suficientes, porque ellos se bastan para darle esa
existencia”. (DERECHO CIVIL, 2008, pág. 13-16.)
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DIALOGO DE AUTORES
Ahora bien, hablaremos acerca de acto jurídico según el libro de ANIBAL TORRES
VÁSQUEZ.
Entre hecho jurídico y acto jurídico existe una relación de genero a especie. Es decir
que todo acto jurídico, es un hecho jurídico, pero no todo hecho jurídico es un acto
jurídico. El hecho jurídico comprende, además de los actos jurídicos, al acto
meramente lícitos, a los actos ilícitos, a los actos voluntarios, sean estos conformes
o contrarios con el ordenamiento jurídico, y también a los hechos naturales o
externos que inciden en la vida o relación social del ser humano.
El acto jurídico nunca ha sido, instrumento de libertad total con el cual los privados
pueden hacer lo que quieran. La idea de un acto jurídico libre de vínculos legales
es una contradicción; ya que este existe y es un fenómeno jurídico solamente en
cuanto la ley le confiera juridicidad. Un acto jurídico que no está limitado y regulado
por la ley es un contrasentido, cualquier acto absolutamente libre no es un acto
jurídico. La vida social civilizada impone que la autonomía privada tenga límites,
que los sujetos puedan hacer solo aquello que el ordenamiento jurídico les permite.
Es decir, el sujeto puede hacer todo aquello que no está prohibido por la ley, lo que
significa la realización de sus actos jurídicos o negocios no pueden ir en contra de
normas imperativas, el orden público y las buenas costumbres.
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DEFINICION
Se puede decir también que esta definición de acto jurídico es el fruto de una
abstracción que se obtiene aplicando las conclusiones ya obtenidas, es decir
extrapolando las características comunes a las diferentes instituciones del contrato,
del matrimonio, del testamento y delos actos unilaterales, características todas que
son el fruto de una manifestación de voluntad con la cual el sujeto enuncia los
efectos que quiere conseguir.
Cabe mencionar los siguiente: que en toda norma que regula un acto jurídico se
encuentra previsto hipotéticamente u supuesto de hecho complejo integrado por un
comportamiento humano (acción u omisión) voluntario, licito, y por el querer del
agente tanto del acto como de sus efectos; a ese supuesto la norma le atribuye,
mediante un vínculo de deber ser, el efecto consistente de crear una relación
jurídica o en regularla, modificarla o extinguirla. La sola voluntariedad del acto no
es suficiente como sucede en los actos meramente lícitos para que se produzca el
efecto jurídico, sino que además de ello es necesario que el sujeto haya querido
también tal efecto. (Torres, 2007, pág. 73-77).
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Y en efecto si hablamos de la manifestación ya sea como simple declaración o como
comportamiento, tiene carácter preceptivo, es decir no es una simple revelación de
la voluntad psicológica, sino que mediante ella el sujeto dicta reglas de conducta
para sí mismo y para los demás. Entonces deducimos que el acto jurídico da vida
a una regulación de intereses; está destinado a tener una eficacia constitutiva,
modificativa, o extintiva de relaciones jurídicas.
Por ende y en concreto el concepto de acto jurídico no es nada más que este está
constituido de tal modo que comprenda toda constitución, modificación o extinción
de relaciones jurídicas que se encentren con distinto alcance, en el ámbito de la
libre determinación de los sujetos. Ya que este concepto abarca toda manifestación
de la autonomía privada, tanto en el Derecho de familia (matrimonio, reconocimiento
de hijo extramatrimonial etc.) y el sucesorio(testamento) cuanto ene l Derecho
patrimonial (contrato, apoderamiento, etc.)
El acto jurídico es un hecho humano por oposición a los actos naturales o externos.
Dentro de los Derechos humanos, el acto jurídico es un acto voluntario. En su
esencia predominante del acto jurídico, está la voluntad manifestada, razón que, si
se realiza sin voluntad, cabe decir que, si se hace sin pleno discernimiento, sin
intención o sin libertad, este mismo es nulo; o también si este ha sido realizado con
voluntad, pero ésta adolece de vicios, el acto es anulable. Bajo estos argumentos
el acto jurídico depende de la voluntad del sujeto de regular sus propios intereses,
o sea de una determinación interna del querer, la misma que no es relevante como
tal, sino solo si es manifestada.
Con el acto el sujeto no viene a declarar que quiere algo, más bien expresa
directamente el objeto de su querer, y este es una relación vinculante de intereses
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en las relaciones con los otros, en cambio con “el negocio no se manifiesta un
estado de ánimo, un modo de ser del querer, lo que tendría una importancia
puramente psicológica, sino que se señala un criterio de conducta, se establece
una relación de valor normativo”.
El acto jurídico
Reza un antiguo dicho: “la vida del derecho es la vida de los hechos” y esto es tan
cierto que, si nos ponemos a pensar, concluiremos luego, que en realidad lo que
hace el Derecho es regular esos hechos. Se dice que existen dos tipos de hechos:
los naturales y los humanos y que ambos pueden producir efectos jurídicos. Un
hecho humano, bajo determinadas circunstancias, se convertirá en un “Acto
Jurídico”; y es precisamente el tema de estudio de este fascículo. El acto jurídico
debe ser entendido como una conducta acogida por el ordenamiento jurídico
(Loman Luca de Tena).
EL ACTO JURÍDICO
Mientras que otra definición proporcionada por Julien Bonnecase define al acto
jurídico como: (…) una manifestación exterior de voluntad, bilateral o unilateral,
cuyo objeto directo es engendrar, fundado en una regla de Derecho o en una
institución jurídica, en contra o en favor de una o de varias personas, un estado; es
decir, una situación jurídica permanente y general, o por el contrario, un efecto
jurídico limitado que se reduce a la formación, modificación o extinción de una
relación de derecho. (Bonnecase, 1945, pág. 223)
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Por ello anterior, el autor Ernesto Gutiérrez y Gonzales propone su concepto de la
siguiente forma:
(…) la conducta del ser humano en que hay una manifestación de voluntad, con la
intensión de producir consecuencias de derecho, siempre y cuando una norma
jurídica sancione esa manifestación de voluntad, y sancione los efectos deseados
por el autor. (Gutiérrez y Gonzales, 2010, pág. 109)
Entonces bien, el acto jurídico es todo aquel acto realizado por el hombre, que es
lícito y que cuenta con la manifestación de la voluntad destinado a crear, regular,
modificar y extinguir relaciones jurídicas. (Betti, 1959, pág. 51)
El derecho, dentro del cual se encuentra el acto jurídico, es un instrumento que sirve
para encausar la vida del hombre. Como afirma Ortega y Gasset, vivir es
encontrarnos en un mundo de cosas que nos sirven o nos oponen, que nos atrae o
que nos repelamos, que amamos u odiamos la vida no es algo ya hecha ni tampoco
un objeto con trayectoria predeterminada, la vida no tiene una realidad ya hecha, ni
tampoco una ruta prefijada, es todo lo contrario, es tarea que tenemos que
hacérnosla en cada instante.
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Al derecho le concierne el ordenamiento jurídico. Messineo, expresa que lo jurídico
tiene como contenido una relación social que el derecho hace relevante,
determinando que tal relación se eleva a la categoría de relación jurídica. Se trata
de relaciones sociales que tienen necesidad de tutela jurídica.
Por lo tanto, las relaciones jurídicas tienen su origen, por una parte, en la voluntad
pública a través, por ejemplo, de los actos administrativos, actos jurisdiccionales.
La otra gran vertiente está constituida por las relaciones jurídicas que se originan
en las manifestaciones de voluntad privada, que son los actos jurídicos, según la
doctrina francesa, o los negocios jurídicos, de acuerdo a la escuela Alemana, los
mismos que, conceptualmente, están en una relación de sinonimia.
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EL ACTO JURIDICO COMO DISCIPLINA JURIDICA
Hemos visto que los actos jurídicos, como actividad, son manifestación de voluntad
que se ubica en la vertiente del derecho privado y por ende su normatividad forma
parte del código civil. Si observamos la temática del código civil peruano,
encontramos que el libro regula el derecho de las personas, el segundo está referido
al acto jurídico, el tercero legisla sobre el derecho de familia, el libro cuarto tiene ver
como el derecho de sucesiones, etc.
Hemos visto que, mediante los actos jurídicos, el hombre pone en práctica su
voluntad para regular sus propios intereses. En ese sentido, lo vemos constituyendo
organizaciones, otorgando representación, contrayendo matrimonio, adopción o
reconocimientos en hijos, etc.
Los actos jurídicos, en general, pueden ser formales o no formales. Son formales
aquellos actos jurídicos para cuya existencia o validez es necesaria la manifestación
de ciertos caracteres externos, en vista a producir plenos efectos jurídicos. Ejemplo
de esto son los solemnes, que requieren de una solemnidad propiamente tal, o los
contratos reales, que requieren de la entrega de una cosa.
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Formalidades habilitantes: son aquellas formalidades establecidas en
consideración de las personas incapaces o ausentes, en vistas de proteger su
patrimonio con ciertas cortapisas legales que impiden a sus representantes
disponer libremente de su patrimonio. Tal es el caso, de las restricciones de los
guardadores de la venta de bienes raíces de sus pupilos, la que, en la mayoría de
los países, debe hacerse en pública subasta previa autorización del juez
competente. Su omisión implica la nulidad del acto en cuestión.
Formalidades de prueba o ad probationeme: Aquellos requisitos externos al acto
jurídico que se exigen en consideración a la acreditación formal de un acto ante la
sociedad o las autoridades. Por regla general, se traduce en la escrituración del
determinado acto, como es en el caso de los contratos de trabajo, donde es de
interés del legislador que dichos actos se mantengan escriturados y/o registrados,
en protección de los trabajadores. Su omisión jamás acarrea la nulidad, sino que
formas distintas de ineficacia de los actos jurídicos, tales como la inadmisibilidad de
la prueba testimonial.
Formalidades de publicidad: Aquellas formalidades destinadas a dar publicidad
al determinado acto jurídico y que por regla general se traducen en la inscripción
deel negocio en un registro público, de modo que todas las personas tengan acceso
al conocimiento de su contenido y efectos. Su violación acarrea, como norma
general, la inoponibilidad del acto frente a terceros.
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Exteriorización de la voluntad, que la ley dota de efectos jurídicos, pero sin que
estos correspondan al contenido de voluntad que se exterioriza, ni ésta pueda
modificarlos.
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Ahondando un poco más en el tema de actos jurídicos familiares la mayoría de los
efectos extrapatrimoniales provienen de las normas imperativas, sin que las partes
puedan modificarlos, ni menos suprimirlos, un ejemplo tenemos el matrimonio,
celebrado este los conyugues tienen que hacer vida en común, solo alg7nos efectos
están librados a su autónoma decisión como el derecho de decidir que educación
darles a sus hijos.
En tanto en los efectos patrimoniales del matrimonio está a libre albedrio de los
conyugues decidiendo lo que mejor les convenga, ejemplo decidir si optan por
régimen de separación de patrimonio o sociedad de gananciales.
Por otro lado, el acto jurídico también puede producir efectos respecto de terceros,
como sucede el contrato en favor del tercero, así como sucede con el contrato en
favor del tercero, ejemplo Juana presta dinero a Julio, quien se obliga a pagar los
intereses a María, persona extraña a la relación contractual. (Torres, 2007, pág. 85-
87)
a. Actos de Derecho Público: Son los actos en los que hay una manifestación de
voluntad proveniente de la administración pública como órgano o como ente público
que actúa con su facultad de imperio. Estos actos crean relaciones de
subordinación, los particulares se someten a al ente público.
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2. ACTOS UNILATERALES, BILATERALES, PLURILATERALES.
3. RECEPTICIOS, NO RECEPTICIOS
4. PATRIMONIALES Y EXTRAPATRIMONIALES
a. Actos Patrimoniales: Son los actos en los que el objeto de la obligación tiene
contenido económico; ejemplo la compra venta.
5. TIPICOS Y ATÍPICOS
a. Actos Típicos: Los actos típicos son aquellos que están regulados por el
ordenamiento jurídico. Éstos se encuentran escritos en una norma jurídica: ejemplo
todos los contratos tipificados como tales en el Código Civil.
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b. Actos Atípicos: Los actos atípicos son aquellos que se generan en la inventiva
de los individuos y que no están escritos o positivados en ninguna norma jurídica y
que no contravienen el ordenamiento legal. Ejemplo el contrato de corretaje, los
contratos de hardware, los de software.
a. Actos Intervivos:
Estos actos son los que deben producir sus efectos durante la vida de las personas;
ejemplo: el matrimonio.
Son aquellos en los que a partir de la muerte de alguno de los que manifestaron su
voluntad, produce sus efectos jurídicos deseados por el causante; ejemplo: el
testamento.
8. FORMALES Y NO FORMALES
a. Actos formales: Estos pueden ser de dos clases: i) Actos solemnes (ad
solemnita tés) son los que el ordenamiento jurídico ha dispuesto de una forma
determinada. EL incumplimiento de dicha forma acarrea la nulidad del acto. (La
hipoteca, por ejemplo); y ii) Actos de forma probatoria (ad probaciones), éstos no
constituyen requisito de validez, sirven únicamente para probar su existencia y
contenido. (Compraventa).
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b. Actos no formales: En estos actos, el ordenamiento jurídico no ha previsto una
forma determinada, por lo que las partes pueden adoptar la forma que crean
conveniente.
9. CONSENSUALES Y REALES
b. Actos reales: Son los que requieren de la entrega del bien para su
perfeccionamiento; ejemplo la prenda con desplazamiento.
a. Actos onerosos: Son los que tienen ventajas para las partes que intervienen en
el acto. Cada una de las partes se obliga a ejecutar una prestación a favor de la
otra.
b. Actos gratuitos:
En estos actos una sola parte se obliga a dar, hacer o no hacer a favor dela otra;
ejemplo: la donación, la franquicia.
Son aquellos en los que ambas partes se obligan en favor de la otra; ejemplo: la
compra venta, el comodato.
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12. ACTOS DE ADMINISTRACIÓN Y DE DISPOSICIÓN:
a. Actos constitutivos:
b. Actos Declarativos:
a. Actos principales:
Son los que tienen existencia por sí solos, no necesitan de ningún otro acto jurídico.
Tienen vida independiente. (Ejemplo: la hipoteca).
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“Supuestos de hecho conformados por manifestaciones de voluntad que producen
efectos jurídicos, bien se trate de la creación, modificación, regulación o extinción
de relaciones jurídicas”.
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CONCLUSIONES
Nuestro código civil contiene una parte general dedicada al estudio del acto jurídico
como género, que no viene a ser sino una categoría o generalización integrada con
elementos comunes a totas las manifestaciones de voluntades de los particulares,
destinada a producir efectos jurídicos. De manera que, en el acto jurídico vigente,
el acto jurídico es una institución que tiene su origen en la autonomía de la voluntad
privada.
No obstante, es necesario añadir que este no ha sido siempre el criterio que ha
seguido la legislación peruana. En el código civil de 1852, no se desarrolló la teoría
del acto jurídico por su carácter fundamentalmente romanista, que no distinguió el
acto jurídico.
Los juristas peruanos Manuel Augusto Olaechea, Pedro M. Oliveira y Alfredo Solf y
Muro, son dignos en mencionarse en la elaboración de la incorporación del acto
jurídico como una institución en el código civil peruano. Sin embargo, debemos
afirmar que la ubicación del acto jurídico, dentro del derecho de obligaciones, dio
lugar a que estas adquieran una dimensión que sometían al acto jurídico, a una
categoría subordinada.
Correspondió a José León Barandiarán, sostener por la vía de la interpretación, que
por el contrario eran las obligaciones las que quedaban subordinadas al acto
jurídico, situación que se plasma con toda claridad en el código civil de 1984. Así
mismo, debe señalarse que, dentro del tema del acto jurídico, en el código de 1936,
se colocaron los actos ilícitos y la prescripción extintiva, ajenos a la denominación
de la Sección Primera del Libro Quinto.
En el código vigente, el tema del acto jurídico quedo plasmado en forma clara y
precisa en el libro II, quitándose los aspectos extraños que se apreció en el código
de 1936. Fue el profesor León Barandiarán el ponente de este tema.
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Se ha mencionado a lo largo del trabajo, la influencia notable e innegable que
tuvieron las codificaciones latinoamericanas en las peruanas y que fue en buena
parte esta razón para que en la actualidad dispongamos en nuestro Código Civil
del artículo 140 donde se delimita, implícitamente, el campo de aplicación de las
normas del Libro II en que el acto jurídico consiste en una manifestación de
voluntad dirigida a la creación, regulación, modificación o extinción de relaciones
jurídicas una definición inconveniente de acuerdo al término pero aceptable por su
espíritu y gran utilidad histórica en el derecho latinoamericano. Al respecto, del acto
y el negocio jurídico, puedo concluir lo siguiente:
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BIBLIOGRAFIA
Torres A, (2007). Acto jurídico. IDEMSA, Lima. Tercera edición.
Vidal, F, (2005). Teoría general del acto jurídico. Lima segunda edición.
ROQUE MONTESILLO, Luz Gladys. Teoría del acto jurídico y concepto del negocio
jurídico. Revista Oficial del Poder Judicial
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