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Introducción
Las organizaciones humanas están ordenadas como sistemas independientes, los cuales tienen un
fin específico misional y un orden interno. Al entenderse como sistemas, las organizaciones
podría ser evolutivo, por tanto, existe una cualidad que hace que una organización sea viable en
Desarrollo
La humanidad tuvo un gran salto a nivel de civilización cuando adquirió la capacidad de plasmar
sus conocimientos para generaciones futuras en formas que ellos los podían descifrar y entender:
evolución sistemática que ha mejorado la adaptabilidad de los humanos, o sea, la calidad de vida
términos de adaptabilidad, supervivencia y viabilidad, por tanto, se podría decir que es una
La viabilidad sistémica, según (Beer, 1981), depende del nivel de entendimiento que tiene una
la cual está inmersa. Este postulado de Beer, el cual es conocido como cibernética
organizacional, lo hizo basado en los postulados de William Ross Ashby, el cual en 1956
propuso la ley de la variedad requerida, la cual dice “sólo la variedad absorbe la variedad” y en
el teorema que en 1970 junto con Roger C. Conant propuso “Un buen regulador de un sistema
debe ser un modelo de ese sistema”; en este sentido todo sistema organizacional debe modelarse
a si mismo y su entorno como primer paso hacia la viabilidad, pues puede modelar el nivel de
respuestas que puede dar al entorno, el cual también debe ser modelado, y da un punto de partida
sobre las destrezas que debe desarrollar como organización para dar las respuestas indicadas al
entorno.
sistémico para direccionar lo que Peter Senge llamó “La quinta disciplina”, pues entenderse a sí
misma, junto con las capacidades de respuestas al entorno complejo como estrategia adaptativa
de supervivencia, dicta el derrotero de las habilidades sistémicas que debe aprender y desarrollar
junto con las personas que conforman a la organización, pues son ellas las únicas que pueden
sistémico, al cual podríamos llamar aprendizaje preventivo (se desarrollan las aptitudes
reactivo (se desarrollan destrezas después de que el entorno ha afectado a la organización); estas
organizaciones reactivas corren el riesgo de no ser viables, pues podrían no tener la flexibilidad
de adaptarse a la velocidad requerida por el entorno, y por tanto, dejar de existir como sistema
autónomo organizacional.
Conclusiones
Las empresas que no aprenden dependen de entornos específicos poco cambiantes para
actividades costumbristas, como por ejemplo panaderías, restaurantes, empresas de turismo, etc.
Donde las habilidades de aprendizaje adaptativo se orientarían más hacia el servicio al cliente
que hacia la evolución en si de la empresa, pues los cambios en este tipo de mercados se dan en
intervalos de tiempo muy largos, lo cual podría hacer empresas viables por mucho tiempo.
Las organizaciones que aprenden o inteligentes, deben tener formas de reducir la complejidad del
entorno en el cual están inmersas, es decir, deben saber modelar el entorno y dedicar tiempo y
recursos a ello, pues entender las variables del entorno permite tomar mejores decisiones a nivel
a esos entornos cambiantes, lo cual puede hacer preveer los cambios internos a nivel de
Bibliografía
Beer, S. (1981). Brain of the firm. Chischester, New York, Brisbane, Toronto: John Wiley and
Sons.