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La Baja Edad Media es un periodo de la historia que comprende desde el siglo

XI hasta el XV, aunque existen pequeñas diferencias de opinión entre los


historiadores sobre las fechas exactas. Se trata de la segunda mitad dentro de
la tradicional división de la época medieval, cuyos primeros siglos son
denominados Alta Edad Media.

En los últimos años, la mayoría de corrientes historiográficas ha dividido a su


vez esta Baja Edad Media en dos partes. Una primera parte es la llamada
Plena, que duraría hasta el siglo XIII; y una segunda parte de crisis y
desmoronamiento es la que comprendería hasta el siglo XIV.

Capitulación de Granada, Reyes Católicos y Boabdil (1492)

Tradicionalmente se ha considerado la toma de Bizancio en manos del Imperio


otomano en 1453 como el final de este periodo. Contrariamente a la creencia
habitual de que la Edad Media fue un periodo oscuro y de poca relevancia
cultural y social, los primeros siglos de la Baja fueron testigos de numerosos
cambios que empezarían a definir la Edad Moderna.

La aparición de la burguesía, el asentamiento de las fronteras y el poder de los


reyes o la aparición del románico y el gótico son algunos de estos hechos
relevantes.

Índice

 1 Baja Edad Media: resumen histórico


o 1.1 Plena Edad Media
o 1.2 Crisis medieval
o 1.3 Cruzadas
 2 Características principales
o 2.1 Fortalecimiento de la monarquía
o 2.2 Sociedad estamental
o 2.3 Economía
o 2.4 Aparición de la burguesía
o 2.5 Órdenes religiosas y militares
 3 Arte
o 3.1 Estilo románico
o 3.2 Gótico
 4 Referencias
Baja Edad Media: resumen histórico

Al llegar el fin de la llamada Alta Edad Media, Europa y los países aledaños se
encuentran con una estructura que ya no se parece a la del antiguo Imperio
romano.

Ha aparecido el feudalismo, la Iglesia ha aumentado su poder afectando hasta


a los reyes, y las guerras han sido constantes. Mientras, buena parte de la
Península ibérica sigue en manos de los musulmanes, y persas y otomanos
asedian las fronteras del Imperio bizantino.

Por último, el año 1000 trae consigo la aparición del miedo al fin del mundo: el
llamado milenarismo.

Plena Edad Media


Los primeros siglos de la Baja Edad Media han recibido el nombre de Plena,
dado el crecimiento que se produjo en muchos asuntos y la consolidación de
los distintos estados europeos.

Muchos de los acontecimientos que se produjeron en esta época son el


germen de la Europa moderna.

Aún así, no hay que perder de vista la existencia de una numerosísima clase
campesina que aún vivía bajo el feudalismo en una semi esclavitud que los
mantenía unidos obligatoriamente a la tierra.

Políticamente comenzó con un enfrentamiento entre la Iglesia y los diferentes


reyes y emperadores. Los emperadores pretendían obtener más autonomía y
dejar de estar sujetos a las instituciones eclesiásticas.

A pesar del poder de los monarcas, en muchas ocasiones el papado tenía la


última palabra, e incluso nombraba a los dirigentes.

Entre los reinos que se empiezan a consolidar en este periodo destacan los
herederos del Imperio carolingio: Francia y el Sacro Imperio Romano
Germánico.

Mientras tanto, los normandos se asientan en el hoy norte de Francia,


estableciendo un poderoso ducado. También comienzan a poner las bases de
lo que sería Inglaterra.
En España la reconquista avanza, quedando los musulmanes reducidos
prácticamente al territorio de Al-Andalus.

Crisis medieval
Todo lo alcanzado durante los primeros siglos de este periodo está a punto de
desaparecer por la gran crisis que asoló Europa en el siglo XIV.

En el contexto de la crisis se unieron diversos factores que produjeron un gran


impacto en la economía, la demografía y la política. En el siglo XV el continente
empieza a recuperarse, dando paso a la Edad Moderna.

De acuerdo con algunos autores, las grandes hambrunas que se presentaron lo


hicieron como consecuencia de algunos cambios climáticos y del crecimiento
de población de los siglos anteriores.

Además, la agricultura de la época aún poco productiva. Estas grandes


hambrunas fueron capaces de hacer descender el numero de habitantes
significativamente.

La debilidad causada por la falta de alimentos provoca también la aparición de


epidemias. La más conocida y mortal fue la peste negra, que azotó en varias
oleadas al continente. Un tercio de la población murió como consecuencia de
esta peste.

Por último, es un periodo en el que se producen varias guerras civiles entre


distintos señores. Aunque los estados estaban consolidándose, todavía
quedaba mucho para que fueran estables.

Cruzadas

Otro elemento importante en la Baja Edad Media son las cruzadas. Se trata de
los intentos de conquistar la llamada Tierra Santa y, sobre todo, Jerusalén, que
estaba en manos musulmanas.

Llega a haber hasta ocho cruzadas a lo largo de los años. La primera de estas
se da apenas rebasado el año 1000 y con una gran carga de fanatismo
religioso.
Más allá de lo exitosas que fueran estas expediciones militares, tuvieron una
gran repercusión en varios aspectos sociales, políticos y económicos en la
época.

La primera repercusión fue reforzar el poder del papado, capaz de otorgar


bulas y otros beneficios religiosos a los nobles que participaran.

Estos señores vieron dos consecuencias tras participar. Muchos de ellos


dilapidaron parte de las riquezas de sus países o regiones, quedando a merced
de sus rivales.

Sin embargo, otros consiguieron fortalecer sus posiciones tras haber


conseguido victorias en la batalla. Para terminar, las cruzadas hicieron
aparecer órdenes religiosas-militares que adquirirían mucho poder en territorio
europeo, tanto político como económico.

Muchas de estas órdenes estaban relacionadas con otras de carácter monacal.


Por su poderío destacan la Orden del Temple o los Caballeros Germánicos.

Características principales
Fortalecimiento de la monarquía
Cansados del sistema feudal que daba tanta importancia a los señores
propietarios y a la aristocracia, los monarcas emprenden la labor de fortalecer
su poder a costa del de estos. De esta forma, cada vez van reduciendo las
prerrogativas de los nobles y aumentando las suyas.

La creciente importancia de las ciudades hace que los monarcas se apoyen en


la naciente burguesía, que comienza a adquirir poder económico. Incluso
empiezan a aparecer parlamentos para debilitar a los nobles.

También fortalecen lazos con la Iglesia, para así legitimarse cada vez más
como poder absoluto.

Sociedad estamental

La organización social de la época estaba fuertemente jerarquizada, aunque


con un par de elementos nuevos frente al primer feudalismo.
Además, se trataba de una organización basada en el nacimiento, no pudiendo
salir del estrato social del que fuera la familia.

En la cúspide se encontraba el rey, cada vez con más poder. Debajo, la


aristocracia y nobleza, más limitada pero aún con enormes privilegios de todo
tipo.

Junto a estos se situaba el clero. Hay que tener en cuenta que muchos de los
religiosos provenían de familias nobles.

En la base estaba el resto de la población. Los cambios se pueden ver en la


aparición, junto a los campesinos vasallos, de un pequeño número de
campesinos libres: aunque tenían que seguir pagando a los señores, eran
libres de cambiar de lugar de trabajo.

Lo burgueses se colocan en un principio en la parte baja de la pirámide, pero a


lo largo de los años van adquiriendo más importancia.

Economía
En los primeros siglos, durante la Plena Edad Media, la economía mejoró
bastante.

Se produjo una modernización de ciertas técnicas agrícolas, lo que provocó un


incremento de la producción. Así, aparecieron los arados normandos, la
rotación de los cultivos y el molino de agua.

Esto motivó que llegara a existir un excedente de comida, provocando que el


comercio se revitalizara, ya que no todo lo obtenido era para consumir en los
hogares. Esta mayor prosperidad se tradujo en un aumento demográfico.

Aunque la agricultura y la ganadería seguían siendo las bases de la economía


de la época, la creciente importancia de las ciudades hizo aparecer una nueva
clase social: la burguesía.

En el aspecto económico cambió algo la dinámica, ya que se trataba de


artesanos o trabajadores manuales que se agruparon en gremios.
Aparición de la burguesía

Como se comentaba, el crecimiento de las ciudades y la importancia creciente


de algunas profesiones que allí se desarrollaban dan lugar a importantes
cambios.

Aparecen los burgos: así se llamaba a los barrios en los que vivían y
trabajaban los artesanos y comerciantes. Por esto, quienes vivían allí fueron
conocidos como burgueses.

La manera de adquirir más influencia fue agruparse en gremios que, además,


hacían más sencilla la cooperación entre ellos.

Los gremios intentaron presionar al poder para conseguir mejoras en sus


condiciones económicas, tanto en el pago de impuestos como en la legislación.

Su importancia fue tal que en algunas ciudades llegaron a ser los encargados
de la defensa: cada gremio pagaba su propio ejercito de mercenarios y se
encargaba de defender una zona de la ciudad.

Órdenes religiosas y militares


Algunas reformas llevadas a cabo en los monasterios hicieron que la Iglesia
reforzara aún más su poder, además de extender la influencia territorialmente.

Quizás la reforma más importante es la cisterciense, con San Bernardo de


Claraval a la cabeza.

San Bernardo es protagonista en la aparición de otras ordenes religiosas de


carácter militar. Fueron creadas para las cruzadas, pero algunas como la
Orden del Temple, adquirieron un enorme poder económico.

En un momento dado fueron los que más dinero prestaban al rey de Francia, y
esto les otorgaba mucha influencia.

Arte

Los estilos que predominan durante esta época son de carácter marcadamente
religioso. Estos estilos contaron con el apoyo material y económico de los
burgueses.
También empiezan a fundarse las primeras universidades, igualmente ligadas a
la Iglesia.

Estilo románico
Es el primer estilo artístico que aparece en casi todos los países de Europa.
Existen algunas variaciones dependiendo del lugar, pero mantenían una serie
de características que los unían.

El mayor responsable de su difusión fue la orden monacal de Cluny, reforzada


tras la reforma que sufrió. La construcción de monasterios e iglesias expandió
el estilo románico por todo el continente.

Entre las obras más importantes destacan la catedral de Worms (Alemania), las
ciudades de Zamora y Ávila (España) o la catedral de Angulema (Francia).

Gótico

Aparece durante el desarrollo máximo de las ciudades. Su origen está en el


norte de Francia, pero se va extendiendo por todo occidente a partir del siglo
XIII.

Dentro de la producción artística en este estilo destacan especialmente las


grandes catedrales. Frente a la oscuridad y sobriedad de las románicas, las
góticas se llenan de luz, elevándose a gran altura.

Para construirlas fue necesario que aparecieran numerosas innovaciones


técnicas y que colaboraran los distintos gremios de trabajadores.

Además, otras manifestaciones artísticas dadas en el gótico, como la escultura


y la pintura, comienzan a ser independientes de la arquitectura.

Algunas de las obras más destacadas son la catedral de León, la de Notre


Dame de París y la Abadía de San Denis.

Referencias

1. Proyecto Salón Hogar. La baja Edad Media 1100 – 1400. Obtenido


de salonhogar.net
2. Valenzuela, Sara. La Baja Edad Media en Europa: evolución económica,
social, política y cultural. Recuperado de clio.rediris.es
3. De la Heras, Luis. Historia: La

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