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Características principales de la Alta Edad Media

 El sistema de gobierno y de organización económica era el Feudalismo.


 No existía el Estado tal como lo conocemos en la actualidad, y sus atributos estaban
exclusivamente en manos de los señores feudales.
 Las tierras pertenecían a la Iglesia o a los señores feudales. Las que pertenecían a la iglesia se
llamaban «señoríos eclesiásticos«; las que pertenecían a los señores feudales se llamaban
«señoríos laicos«.
 La gran mayoría de los habitantes eran campesinos o soldados; por tanto, la principal fuente
de trabajo era la servidumbre.
 La economía se basaba principalmente en la agricultura y la cría de animales. Cada familia
vivía en pequeñas comunidades llamadas «aldeas«, y los aldeanos trabajaban la tierra para
su propia alimentación y para pagar el tributo al Señor Feudal.

Características principales de la Baja Edad Media

 A partir del siglo XI se produjeron grandes cambios: los territorios rurales empiezan a
urbanizarse, y así se establece un nuevo grupo social llamado «burguesía urbana«. Estas
comunidades se denominaban «burgos».
 Resurgimiento del comercio. Algunos miembros de la burguesía se dedicaban a fabricar
artesanías y comerciarlas.
 Se terminan las guerras, con lo cual se reduce la alta tasa de mortalidad y la población aumenta
considerablemente.
 Se inventan los molinos, que aumentan las producciones. Además, los molinos permiten
liberar mano de obra, y de esta manera la gente podía dedicarse a otras actividades.
 Los campesinos y siervos mejoraron sus vidas gracias a la adquisición de derechos.

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Características de los castillos feudales

 La muralla: Todo el recinto va cercado de una alta y gruesa muralla, generalmente


transitable por su adarve, es decir, por un camino que la recorre en su parte superior. De
trecho en trecho, se intercalan en la muralla cubos o torreones que permiten diversificar los
ángulos de tiro y defender mejor las cortinas. Todos los lienzos suelen estar rematados por
almenas para la protección de los defensores. También es habitual disponer de matacanes y
garitas voladas para mejorar las condiciones de tiro sobre los asaltantes. Al pie de la muralla
y rodeándola por el exterior se abre a veces un foso para impedir la aproximación del
enemigo; se salva con puentes levadizos. Puede haber más de un anillo defensivo
amurallado.

 La torre del homenaje: Es la torre principal, la que sirve de residencia del señor y cumple
con las funciones más destacadas del castillo, albergando las estancias principales y, en
ocasiones, los almacenes de víveres. Se encuentra en la posición más abrigada en relación
con un posible ataque exterior, de forma que si sucumbiese el resto de las defensas, esta
torre proporcionase un último refugio.

 El patio de armas: Constituye un espacio central que en algunos casos recuerda los
claustros monásticos. En torno al patio se distribuyen determinadas estancias, como la
capilla (cuando la hay), la sala de recepciones, las naves para acuartelamiento de la tropa, la
armería, etc. La entrada al castillo se produce a través del patio de armas; desde él se accede
al resto de las dependencias como pasillos de acceso a las mazmorras o incluso a pasadizos
secretos de huida, que suelen estar reservados al señor.

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Las clases fundamentales de la sociedad capitalista son la burguesía (dueños de los medios de
producción y de cambio (empresarios y terratenientes) y la clase obrera que sólo posee la fuerza de
trabajo y la vende. Pero también hay una franja que no se puede clasificar claramente como clase
burguesa o como clase obrera. Es la que se conoce como la clase media. Es un sector que no es
dueño de los medios de producción, pero que aporta mano de obra asalariada, o que es dueño de
pequeños y reducidos medios de producción y no se debe comparar con la burguesía. Esta es una
“clase” muy heterogénea y en sus estratos superiores está cerca de los burgueses y en los estratos
inferiores cerca de la clase obrera.
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Leonardo da Vinci

Leonardo nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina, Caterina (que se casó poco
después con un artesano de la región), y de Ser Piero, un rico notario florentino. Italia era entonces un mosaico de
ciudades-estado como Florencia, pequeñas repúblicas como Venecia y feudos bajo el poder de los príncipes o el
papa. El Imperio romano de Oriente cayó en 1453 ante los turcos y apenas sobrevivía aún, muy reducido, el Sacro
Imperio Romano Germánico; era una época violenta en la que, sin embargo, el esplendor de las cortes no tenía
límites.

Joven agraciado y vigoroso, Leonardo había heredado la fuerza física de la estirpe de su padre; es muy probable
que fuera el modelo para la cabeza de San Miguel en el cuadro de Verrocchio Tobías y el ángel, de finos y bellos
rasgos. Por lo demás, su gran imaginación creativa y la temprana pericia de su pincel no tardaron en superar a las
de su maestro. En el Bautismo de Cristo, por ejemplo, los inspirados ángeles pintados por Leonardo contrastan con
la brusquedad del Bautista hecho por Verrocchio.

Detalle de La Gioconda (c. 1503-1507)

A partir de 1517 su salud, hasta entonces inquebrantable, comenzó a desmejorar. Su brazo derecho quedó
paralizado; pero, con su incansable mano izquierda, Leonardo aún hizo bocetos de proyectos urbanísticos, de
drenajes de ríos y hasta decorados para las fiestas palaciegas. Convertida en una especie de museo, su casa de
Amboise estaba repleta de los papeles y apuntes que contenían las ideas de este hombre excepcional, muchas de las
cuales deberían esperar siglos para demostrar su factibilidad y aun su necesidad; llegó incluso, en esta época, a
concebir la idea de hacer casas prefabricadas. Sólo por las tres telas que eligió para que lo acompañasen en su
última etapa (San Juan Bautista, La Gioconda y Santa Ana, la Virgen y el Niño) puede decirse que Leonardo
poseía entonces uno de los grandes tesoros de su tiempo.

El 2 de mayo de 1519 murió en Cloux; su testamento legaba a Melzi todos sus libros, manuscritos y dibujos, que el
discípulo se encargó de retornar a Italia. Como suele suceder con los grandes genios, se han tejido en torno a su
muerte algunas leyendas; una de ellas, inspirada por Vasari, pretende que Leonardo, arrepentido de no haber
llevado una existencia regida por las leyes de la Iglesia, se confesó largamente y, con sus últimas fuerzas, se
incorporó del lecho mortuorio para recibir, antes de expirar, los sacramentos.
Miguel Ángel
(Miguel Ángel Buonarroti, en italiano Michelangelo; Caprese, actual Italia, 1475 - Roma, 1564) Escultor, pintor y
arquitecto italiano. Habitualmente se reconoce a Miguel Ángel como la gran figura del Renacimiento italiano, un
hombre cuya excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XVI y cuya figura está en la
base de la concepción del artista como un ser excepcional, que rebasa ampliamente las convenciones ordinarias.

La vida de Miguel Ángel transcurrió entre Florencia y Roma, ciudades en las que dejó sus obras maestras.
Aprendió pintura en el taller de Domenico Ghirlandaio y escultura en el jardín de los Médici, que habían reunido
una excepcional colección de estatuas antiguas. Dio sus primeros pasos haciendo copias de frescos de Giotto o de
Masaccio que le sirvieron para definir su estilo.

En 1505, cuando trabajaba en el cartón preparatorio de la Batalla de Cascina (inconclusa) para el Palazzo Vecchio,
el papa Julio II lo llamó a Roma para que esculpiera su tumba; Miguel Ángel trabajó en esta obra hasta 1545 y sólo
terminó tres estatuas, el Moisés y dos Esclavos; dejó a medias varias estatuas de esclavos que se cuentan en la
actualidad entre sus realizaciones más admiradas, ya que permiten apreciar cómo extraía literalmente de los
bloques de mármol unas figuras que parecían estar ya contenidas en ellos.

La creación de Adán (Capilla Sixtina, 1508-1512)

Julio II le pidió también que decorase el techo de la Capilla Sixtina, encargo que Miguel Ángel se resistió a
aceptar, puesto que se consideraba ante todo un escultor, pero que se convirtió finalmente en su creación más
sublime. Alrededor de las escenas centrales, que representan episodios del Génesis, se despliega un conjunto de
profetas, sibilas y jóvenes desnudos, en un todo unitario dominado por dos cualidades esenciales: belleza física y
energía dinámica.

En 1516 regresó a Florencia para ocuparse de la fachada de San Lorenzo, obra que le dio muchos quebraderos de
cabeza y que por último no se realizó; pero el artista proyectó para San Lorenzo dos obras magistrales: la
Biblioteca Laurenciana y la capilla Medicea o Sacristía Nueva. Ambas realizaciones son en el aspecto
arquitectónico herederas de la obra de Brunelleschi, aunque la singular escalera de acceso a la biblioteca, capaz de
crear un particular efecto de monumentalidad en el escaso espacio existente, sólo puede ser obra del genio de
Miguel Ángel. La capilla Medicea alberga dos sepulturas que incluyen la estatua del difunto y las figuras
magistrales del Día, la Noche, la Aurora y el Crepúsculo.

En 1534, Miguel Ángel se estableció definitivamente en Roma, donde realizó el fresco del Juicio Final en la capilla
Sixtina y supervisó las obras de la basílica de San Pedro, en la que modificó sustancialmente los planos y diseñó la
cúpula, que es obra suya. Su otra gran realización arquitectónica fue la finalización del Palacio Farnesio,
comenzado por Antonio da Sangallo el Joven.
Rafael Sanzio
(Raffaello Santi, también llamado Rafael Sanzio o Rafael de Urbino; Urbino, actual Italia, 1483 - Roma, 1520)
Pintor y arquitecto italiano. Por su clasicismo equilibrado y sereno basado en la perfección de la luz, la armonía en
la composición y el dominio de la perspectiva, la obra de Rafael Sanzio constituye, junto con la de Leonardo da
Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti, una de las más excelsas realizaciones de los ideales estéticos del Renacimiento.

Su padre, que fue el pintor y humanista Giovanni Santi, lo introdujo pronto en las ideas filosóficas de la época y en
el arte de la pintura, pero falleció cuando Rafael contaba once años; para ganarse la vida, a los diecisiete años
trabajaba ya como artista independiente. No se conoce con exactitud qué tipo de relación mantuvo Rafael con
Perugino, del que unos lo consideran discípulo y otros socio o colaborador. Sea como fuere, lo cierto es que superó
rápidamente a Perugino, como se desprende de la comparación de sus Desposorios de la Virgen con los de este
último. Desde 1504 hasta 1508 trabajó fundamentalmente en Florencia, en donde recibió la influencia del arte de
Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.

De entre sus obras de este período (El sueño del caballero, Las tres Gracias), las más celebradas son sus
variaciones sobre el tema de la Virgen y la Sagrada Familia. Los personajes sagrados, dotados de cautivadores
toques de gracia, nobleza y ternura, están situados en un marco de paisajes sencillos y tranquilos, intemporales.

La bella jardinera (1507), de Rafael

En 1508, el papa Julio II lo llamó a Roma para que decorara sus aposentos en el Vaticano. Aunque contaba sólo
veinticinco años, era ya un pintor de enorme reputación. En las habitaciones de Julio II, conocidas en la actualidad
como Estancias del Vaticano, Rafael pintó uno de los ciclos de frescos más famosos de la historia de la pintura.

El pintor simultaneó la decoración de las Estancias del Vaticano con la realización de otras obras, como los frescos
de El triunfo de Galatea para la Villa Farnesina. A este período corresponden también numerosos cuadros de la
Virgen con el Niño, algo más solemnes y menos cautivadores que los de la etapa florentina. Los retratos romanos,
en cambio, superan en veracidad y penetración psicológica a los florentinos. En ambos casos, el dibujo es de una
calidad inigualable y el colorido, discreto, servidor de la forma.

A partir de 1518, Rafael se ocupó de la decoración de las Logias del Vaticano con pequeñas escenas del Antiguo
Testamento envueltas en paneles de grutescos. La Transfiguración, última obra del artista, es considerada por
algunos el compendio perfecto de su arte. Sus trabajos arquitectónicos, de menor importancia que los pictóricos,
incluyeron la dirección de las obras de San Pedro del Vaticano.
Tiziano Vecellio
(Pieve di Cadore, actual Italia, h. 1490 - Venecia, 1576) Pintor italiano. Aunque Tiziano alimentó durante los
últimos años de su vida la idea de que había nacido en 1475, para hacer creer que era un anciano venerable e
inspirar respeto y compasión, la crítica moderna ha establecido casi con total seguridad que nació en 1490 y que
murió a una edad más que respetable, con ochenta y seis años. Recibió su primera formación en el taller de
Giovanni Bellini, del que salió a los dieciocho años para integrarse en la escuela de Giorgione.

Aunque sus obras más conocidas y admiradas en el presente son las de tema alegórico y mitológico, el artista
comenzó la parte más brillante de su carrera con una serie de retablos de colores fuertes y contrastados y figuras
poderosas, como La Asunción o el Retablo Pesaro para Santa Maria dei Frari. Son obras de composición enérgica
que muestran una gran vitalidad. Los mismos esquemas dinámicos se repiten en las obras mitológicas de este
período, como La bacanal o Baco y Ariadna. Por entonces, Tiziano se reveló también como un gran retratista, con
obras como el llamado Ariosto, en las que establece un esquema nuevo: el protagonista aparece reproducido de
medio cuerpo, con las manos visibles y unos rasgos reales pero idealizados, captados en ocasiones por medio de un
golpe de intuición.

Hacia 1530 perdió a su esposa, y seguramente como consecuencia del impacto emocional que ello le causó, su
estilo pictórico evolucionó hacia composiciones menos dinámicas, más pausadas, y hacia colores mucho más
claros y complementarios en lugar de contrastados. Por entonces, la fama del pintor llegaba a todas las cortes
europeas, lo que le permitió recibir encargos de Carlos I de España y Francisco I de Francia, monarcas a los que
retrató en obras magistrales. Después del primer retrato de Carlos I, el emperador quedó tan entusiasmado con el
arte de Tiziano que lo nombró pintor de la corte. También los príncipes italianos solicitaron sus servicios: para el
duque de Urbino pintó la famosa Venus de Urbino, de una sensualidad nueva en el arte del Renacimiento.

Venus de Urbino (1539), de Tiziano

En 1545-1546, Tiziano, que sólo había abandonado Venecia en 1511 para trabajar en Padua, realizó un viaje a
Roma que supuso el punto de partida hacia un nuevo tratamiento del color a base de pinceladas largas y atrevidas,
y de manchas y toques que deshacen las formas y dan una apariencia ligera y agradable a las pinturas, lo cual
esconde el gran trabajo subyacente. Entre 1548 y 1562 fue reclamado por Carlos I y luego por su hijo Felipe II,
para quien, además de retratos, realizó una serie de cuadros de tema mitológico denominados por el propio pintor
«poesías» por su carácter idílico y distante.

Su última obra documentada es la Piedad de Venecia, que presenta ciertas afinidades con el manierismo. La
grandeza de Tiziano como pintor, su fama de artista inimitable y la gran influencia que ejerció sobre sus coetáneos
y sucesores contrastan con su carácter de hombre avaricioso, que siempre se quejaba de ser pobre pese a las
grandes riquezas que había acumulado, y que se servía en ocasiones del engaño para obtener ventajas.
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Características del Renacimiento:

1 Búsqueda de nuevos conocimientos Durante el Renacimiento se buscó entender el funcionamiento del mundo
mediante un abordaje analítico basado en el estudio y la observación; surgieron entonces los primeros aportes a las
diversas ciencias que hoy conocemos, como la biología, la astronomía, la anatomía, la física, etc.

2 Revalorización de la estética grecorromana Hay una búsqueda permanente de la belleza y la perfección, ligadas
a los cánones de la antigua Grecia y Roma. Esto se percibe especialmente en la pintura y la escultura, con la obra
de artistas como Leonardo da Vinci, Botticelli o Donatello, entre otros.

3 El hombre como eje de la historia de la humanidad En el arte esto impacta de manera central, pues la figura
humana vuelve a tener un papel protagónico en la pintura y la escultura.

4 Valorización de la ciencia y la razón Se buscan explicaciones racionales para los acontecimientos naturales y
sociales, dejando de lado cuestiones religiosas. En este sentido fue paradigmático el enfrentamiento que tuvo el
físico y astrónomo Galileo Galilei, por desafiar las ideas hasta entonces imperantes que consideraban a la Tierra
como el centro del sistema solar.

5 Ética Se ponen en un lugar destacado los valores éticos más profundos, como el respeto, la libertad, la
solidaridad, la justicia, el honor y el amor.

6 Optimismo Hay una especial valorización de la vida terrenal frente a la eterna, por lo que el hombre
renacentista quiere gozar del aquí y ahora, sentimiento plasmado en la célebre frase carpe diem (aprovecha el día).
El mundo pasa a ser un lugar para ser vivido con intensidad.

7 Apoyo económico a artistas El arte como creación humana es exaltado, y apoyado económicamente por
personas o grupos favorecidos, que patrocinan el trabajo de artistas. A éstos se los conoció como ‘mecenas’. De esa
forma, además de fomentar el arte estas personas van ganando espacios de prestigio social y de poder político.

8 Crecimiento de la burguesía Poco a poco, la Burguesía surgida en la edad media, se va haciendo más poderosa
e influyente, desplazando a los terratenientes feudales.

9 Fundación de los primeros bancos El desarrollo de la actividad mercantil llevó a la necesidad de otorgar
préstamos; surgieron así los primeros bancos.
10 Búsqueda de un conocimiento universal Es característico de esta etapa de la humanidad el surgimiento de
hombres que se interesaban por diferentes aspectos de la ciencia, y que también se ejercitaron y destacaron en las
artes: tal es el caso de Leonardo da Vinci o de Copérnico.

11 El principal punto que caracteriza el período Renacentista es el antropocentrismo, en oposición al


teocentrismo observado en la Edad Media.El antropocentrismo, que puso al hombre como la creación suprema de
Dios y como el centro del universo. Mientras en la Edad Media la vida del hombre debía estar centrada en Dios
(teocentrismo).

12 El Racionalismo, los renacentistas estaban convencidos de que la razón era la única manera de llegar al
conocimiento, y que todo nuestro mundo podría explicarse por la razón y la ciencia; Las cualidades más valoradas
en el ser humano pasaron a ser la inteligencia, el conocimiento y el don artístico.

13 El experimentalismo, para los renacentistas todo conocimiento debía ser demostrado con experiencia
científica. El hombre renacentista, principalmente los científicos, pasa a utilizar métodos experimentales y de
observación de la naturaleza y el universo.

14 El individualismo: esa parte de que el hombre debe conocerse así mismo, buscando a afirmar su propia
personalidad, los talentos y cumplir sus ambiciones. Esta concepción se basa en el principio que el derecho
individual estar por encima del derecho colectivo.

15 El hombre es libre de decidir su conducta, de elegir su destino, lo que supone una exaltación de la libertad
individual tanto en el orden teológico como el orden cultural y social.

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