CULTURA

Colombia, es un maravilloso país tiene la especial característica de ser multicultural; los

colombianos somos una amalgama de indígena sudamericano, criollo del interior, mestizo, esclavo
africano, europeo y demás extranjeros colonizadores.

Con la llegada de la modernidad, a las nuevas generaciones de colombianos se las ha ido olvidando
dicha mezcla cultural y es casi seguro que actualmente, un niño o joven podría concluir que los
ritmos típicos colombianos son entre otros: la bachata, la salsa y el merengue. Esto puede ser
evidencia de una dificultad a la hora de encontrar una identidad cultural y emocional; es aquí donde
la educación artística interviene, convirtiéndose en puente clave que le permite al individuo
encontrar un refugio que le provea seguridad, identidad, amor y arraigo a una tierra que en medio
de su riqueza autóctona puede perderse en un mundo globalizado.

Frente a esto me surgen varias preguntas: Cuales son los gustos musicales de los niños y jóvenes
en nuestro país y para no ir más lejos en Bogotá?, ¿nuestra juventud se identifica con la música
folclórica colombiana?, ¿conocen el significado del paso escobillado?, ¿saben de dónde viene el
zapateo del Joropo o el movimiento suave del Currulao? Y la pregunta más importante: ¿nuestros
jóvenes aman su país? Y de ser así, ¿Cómo se puede amar algo que no se conoce? Esa es la base
de esta problemática social.

La falta de conocimiento de nuestras raíces culturales y ancestrales, aleja a nuestras futuras

generaciones de su identidad, provocando desestabilización social, falta de arraigo y amor propio.

Para dar respuesta a este gran desafío debemos, entre muchas otras acciones:

Asegurarnos una formación profesional en el campo de la Educación Artística.

Velar por que se incluya dentro del currículo académico las prácticas artísticas como obligatorias
y el estudio de nuestras raíces culturales (folclor) como parte obligatorio del PEI. (Ministerio de
Educación Nacional –MEN. (2007). Serie Lineamientos Curriculares: Educación Artística. Aun
cuando esto depende más del gobierno, es nuestro deber como profesionales, conocer e
implementar las leyes y documentos que nos rigen, así como participar activamente en todos los
espacios de debate posibles, contribuyendo de forma positiva a la construcción de esas políticas.

En la práctica diaria como profesional en la Educación Artística, crear y/o participar en proyectos
interdisciplinarios que le den una mirada más amplia a nuestros estudiantes de todo aquello que
implica ser colombiano.

Por ejemplo: Colombia es un proyecto que lidero hace varios años en el colegio donde trabajo, su
objetivo principal está plasmado en el slogan “Descubre tus raíces”.
A través de una planificación y un cronograma general, se involucran varias disciplinas:

Desde las áreas de Educación Artística (Danza, Música, Artes Plásticas: Se trabaja el conocimiento
del folclor (entendido como el estudio de las danzas, instrumentos, vestuario, colores, artesanías,
carnavales, comidas típicas, etc.) de cada una de las regiones.
Desde Lengua Castellana: Se acerca al estudiante a la riqueza inmaterial y cultural de nuestro país
(poesía, cuentos, mitos y leyendas y estudio de la dialéctica propia de cada zona)
Desde Sociales e historia: Se hace un estudio territorial y social, costumbres típicas e historia de
nuestros orígenes étnicos, entre otros temas.
Desde Educación Física: Estudio de juegos y actividades grupales ancestrales.

El proyecto ha tenido muy buena acogida en la comunidad, desde su implementación sentimos un

cambio positivo en la forma como los estudiantes perciben y se expresan de nuestro país. Falta
mucho, pero vamos por buen camino.
Colombia es un ejemplo pequeño de todas las cosas que podemos realizar, la idea es retarnos
continuamente a innovar y generar nuevas estrategias pedagógicas.
 BIBLIOGRAFIA

 Ministerio de Educación Nacional –MEN. (2007). Serie Lineamientos Curriculares:

Educación Artística
 Recurso web. UNINUTO Virtual y a Distancia. (2016). Misión, perfil y reseña de la profesión.