Sie sind auf Seite 1von 163

Lengua y

Literatura Latinas 1
Lengua Latina
(Adaptación)

ANTONIO MORENO HERNÁNDEZ

LETICIA CARRASCO REIJA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA


GUÍA DIDÁCTICA (03123GD02)
LENGUA y LITERATURA LATINAS 1
LENGUA LATINA (ADAPTACIÓN)

Todos los derechos reservados.


Prohibida la reproducción total o parcial
de 'este libro, por ningún procedimiento electrónico
o mecánico, sin el penniso por escrito del editor.

© Universidad Nacional de Educación a Distancia - Madrid 1998

Antonio Moreno Hernández

Leticia Carrasco Reija

I.s.B.N. : 84-362-3831 -1

Depósito Legal: M-42047-1998

Segunda edición: noviembre de 1998

Impreso en España - Printed in Spain

Gráficas Barcenilla

Garcí-Nuño, 21. 28029 Madrid

Índice
Pág.

PRÓLOGO...................................................................................................... 11

INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 13

ORIENTACIONES GRAMATICALES

I. NOCIONES PRELIMINARES ............................ ........ ....................... ........... 21

1. Sincronía y diacronía en el estudio de la lengua...... .................. 22

2. La realidad histórica del latín ...................... ................................ 24

2.1. Los orígenes: el latín como lengua indoeuropea......... ....... 24

2.2. Evolución histórica del latín................................................ 26

2.3. Otras variedades del latín..................................................... 30

2.4. Lengua hablada/lengua escrita ............................................ 31

3. Escritura, pronunciación y sistema fonemático del latín

clásico ............................................................................................ 34

4. Las normas de acentuación del latín clásico .............................. 39

4.1. Cantidad vocálica y cantidad silábica ................................. 39

4.2. El acento................................................................................ 40

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN ........................................................... 43

II. SINTAXIS ................................................ .. ............................................. 45

1. Formas y funciones....................................................................... 46

1.1. ¿Qué pretende el análisis gramatical? ................................. 46

1.2. Morfología y sintaxis ............................................................ 47

2. Clases de palabras en latín.. ......... ................................................ 52

2.1. Clases de palabras que admiten flexión nominal o

pronominal............... ................... .......................................... 52

2.2. Clases de palabras que admiten flexión verbal.............. ..... 54

2.3 . Clases de palabras invariables ............................................. 54

m LENGUA YlITERATURA lATINAS I

Pág.

3. Sintaxis del nombre: casos y funciones .................................... ... 57

4. Sintaxis del verbo. ................. ........................................................ 70

5. Oración simple y oración compuesta: coordinación y subordi­


nación ............................................................................................ 78

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN........... ...... .. ........... .................... ......... 81

III. MORFOLOGÍA NOMINAL...................................................... .. ................. 85

1. El latín como lengua flexiva......................................................... 86

1.1. ¿Qué es una lengua flexiva? .... ............................................. 86

1.2. Elementos que conforman una palabra flexiva.................. 87

2. Morfología del nombre......... ........................................................ 90

2.1. Accidentes gramaticales del nombre................................... 90

2.2. La formación de las declinaciones ...................................... 91

2.3. Las desinencias .............................................................. ....... 91

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN........................................................... 98

N MORFOLOGÍA VERBAL ............................................................................ 101

1. La organización de la flexión verbal....................................... ..... 102

2. Desinencias de voz, número y persona ........................ ............... 104

3. Marcas temporales y modales: formación de tiempos y modos 108

4. Las formas no personales del verbo ............................................ 110

4.1. El infinitivo ........................................................................... 110

4.2. El participio ............................ .................. ............................ 111

4.3. El gerundio......... ................................................................... 112

4.4. El supino ............. .... ............................................................. . 112

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN............................ ...... ...... ...... ............. 114

PRÁCTICAS DE TRADUCCIÓN
INTRODUCCIÓN................... .. ........................ .. .............. .. .............. .. ....... 121

1. ¿En qué consiste traducir? ................................ ........................... 121

2. La técnica de traducción .............................................................. 125

3. El uso del diccionario................................................................... 127

íNDICE [9]

Pág.

EJERCICIOS DE TRADUCCIÓN................................................................... 133

1. Salustio ............ .......... ... ..................................... ........ ......................... 134

1. Introducción............................ ....... .......... .................. ................... 134

2. Algunos fenómenos peculiares de la lengua de Salustio............ 136

3. Textos ......... ............................................... ........... ..... ..................... 140

2. Cicerón............................................................ .. .................................. 155

1. Introducción....................................................... ........................... 155

2. Textos .................................................... ....................... .................. 158

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN .................................... 175

INTRODUCCIÓN

1. OBJETIVOS
Los objetivos primordiales que se persiguen son dos:
a) Conseguir el dominio progresivo de los fundamentos gramaticales
de la lengua latina.
b) Capacitar al estudiante para analizar, comprender y traducir textos
clásicos latinos de un nivel de dificultad elemental y media.

Ambos objetivos se encuentran íntimamente relacionados entre sÍ, te­


niendo en cuenta, además, que la tarea del estudiante de filología no con­
siste meramente en aprender la lengua sino en iniciarse en la reflexión so­
bre la misma, sobre los conceptos, métodos y teorías gramaticales con que
se estudia.

2. CONTENIDOS
Los contenidos en los que se debe incidir son:

A) El estudio y profundización en la gramática latina.

El estudio de esta Guía presupone el conocimiento de la morfología bá­


sica latina y de nociones elementales de sintaxis. Por ello los contenidos teó­
ricos fundamentales se articulan en cuatro grandes secciones:

1°) NOCIONES PRELIMINARES: El latín en la historia; alfabeto, pro­


nunciación, el sistema fonemático y las normas de acentuación.
[I4J LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

2°) SINTAXIS: nominal y verbal; oración simple y oración compuesta.

3°) MORFOLOGíA NOMINAL: accidentes gramaticales del nombre; la


formación de las declinaciones.

4a ) MORFOLOGíA VERBAL: accidentes gramaticales del verbo; la for­


mación de tiempos y modos; las desinencias; las formas no personales
del verbo.

B) La práctica y ejercitación de la traducción de textos clásicos en prosa.


Los autores propuestos son Salustio (Guerra de Yugurta y Conjuración de Ca­
tilina) y Cicerón (Sobre la amistad y Sobre la vejez).

3. REQUISITOS PREVIOS

Este curso presupone el conocimiento de las nociones gramaticales ele­


mentales adquiridas durante los estudios de enseñanza media, en particular
la identificación de las formas y funciones principales de la lengua latina.
Por ello, al comienzo del curso se recomienda el repaso o estudio de la mor­
fología y la sintaxis nominal y verbal, así como de la sintaxis de la oración
simple y la oración compuesta. Sin estos instrumentos sería difícil progre­
sar en el estudio filológico de la lengua y más todavía adentrarse en la tra­
ducción.

4. METODOLOGÍA DE ESTUDIO
Los criterios básicos que deben guíar el estudio son:
a) La asimilación de los conceptos gramaticales esenciales.
b) La conjugación del estudio téorico con las prácticas de traducción.
c) El avance progresivo en el dominio de la traducción.

Así pues, tras el repaso de cualquier gramática básica, se puede empezar


el estudio de esta Guía Didáctica, en la cual se presentan las orientaciones bá­
sicas de los temas propuestos, ofreciendo para cada uno de ellos la siguiente
información:

- - - -- -- - - - - - - - - -- - - -- - - - - -- - - - -- -- -_ ._- ­
INTRODUCCiÓN [I5J

1) Un esquema de los contenidos y de los objetivos que deben orientar el es­


tudio. Esta síntesis tiene como finalidad proporcionar una visión de conjunto
del tema que articule el aprendizaje para evitar la desorientación, la fragmen­
tación de contenidos o la pérdida de la finalidad que persigue el estudio de ca­
da punto.

2) Un desarrollo básico de la materia, en el cual se sintetizan los aspectos bási­


cos que tienen que ser objeto de estudio.

3) Una orientación bibliográfica especializada, en el caso de que se precise pro­


fundizar en un tema, completando la bibliografía general que se incluye en esta
Introducción.

4) Unos ejercicios de autoevaluación, en forma de tipo test, que plantean para


cada pregunta varias posibles respuestas de las cuales debe seleccionarse una
correcta. Estas pruebas, cuyas soluciones se encuentran al final de la Guía Di­
dáctica, persiguen el afianzamiento de los conocimientos adquiridos y la com­
probación por parte del mismo estudiante de su grado de asimilación de la ma­
teria.

La organización de los contenidos tiene así mismo una gran relación


con el método de estudio, ya que tiene por objeto el que se pueda compa­
ginar desde el principio el estudio teórico con la práctica de la traducción,
de manera que el estudiante -que debe conocer ya, insistimos, las declina­
ciones y las conjugaciones- se adentre en las nociones gramaticales bási­
cas y comience al mismo tiempo las primeras prácticas de traducción -pa­
ra lo cual se proponen los análisis de traducción de Salustio-, para pasar
posteriormente a profundizar en los conocimientos de morfología nominal
y verbal y seguir practicando la traducción sobre los pasajes propuestos de
Cicerón.

Conviene iniciarse desde el principio en la traducción. Para ello es acon­


sejable comenzar por leer detenidamente las Prácticas de traducción que
aquí se proponen. Es preciso asimilar con claridad la técnica de traducción y
entender la función y el manejo del diccionario antes de iniciarse con los tex­
tos. Los ejemplos prácticos que se proponen desarrollan por extenso los dis­
tintos aspectos de la técnica de traducción sobre las más variadas construc­
ciones. Una vez asimilados las nociones gramaticales y los razonamientos
lingüísticos que intervienen en el proceso de traducción, es conveniente ini­
ciar la práctica sobre nuevos pasajes.
[ij] lENGUA Y LITERATURA LATINAS I

5. BIBLIOGRAFÍA

Se dispone, junto con esta Guía, del siguiente material:


a) Las Unidades Didácticas de Lengua y Literatura Latinas I, editadas por
la UNED.
b) Un diccionario de latín-español.
c) Las pruebas de Evaluación a Distancia.

Así mismo es fundamental contar con alguna gramática latina en la que


pueda revisar las nociones básicas. A tal efecto son útiles los manuales de ba­
chillerato al uso, entre los cuales uno de los más recomendables sigue sien­
do el de Fr. Torrent, Latín (2° de BUP), coeditado por G. del Toro y la Socie­
dad Española de Estudios Clásicos (reediciones sucesivas), o bien el manual
de latín del curso de acceso de la UNED, preparado por Jenaro Costas Ro­
dríguez y Ma José López de Ayala, Introducción a la lengua y cultura latinas,
UNED, 1997.

De otra parte, existen diversas ediciones escolares anotadas de los textos


de los dos autores propuestos, Salustio y Cicerón, a los que el alumno puede
recurrir.

Al final de esta introducción se indican las correspondencia entre los te­


mas que aquí se exponen y las Unidades Didácticas.

Con vistas a profundizar en los contenidos lingüísticos propuestos, el


alumno puede consultar, entre la bibliografía complementaria, la siguiente:

a) Estudios generales e historia de la lengua


R. GIACOMELLl (1993): Storia della lingua latina, Roma.

E. MEILLET (1980 ' ): Historia de la lengua latina (vers. esp.), Reus .

L.R. PALMER (1984 ' ): Introducción al latín (vers. esp.), Barcelona.

RODRíGUEZ ADRADOS, F., BERNABÉ, A., MENDOZA, J. (1995): Manual de Lingüística Indoeuro­
pea, I (Prólogo, Introducción, Fonética), Madrid.

- - - (1996): Manual de Lingüística Indoeuropea, II (Morfología), Madrid.


INTRODUCCIÓN ffiJ

b) Estudios gramaticales (fonética, fonología, morfología, sintaxis)


AAW, Actas de los Coloquios Internacionales de Lingüística Latina.

BASSOLS DE CUMENT, M. (1981): Fonética latina, Madrid.

BASSOLS DE CUMENT, M. (1971): Sintaxis latina 1-11, Madrid (reediciones posteriores).

CALBOU, G. (1983): "Problemi di Grammatica latina", Aufstieg und Niedergang del' romis­
che n Welt 29, pp. 3-177.

ERNQUT, A. (1974'): M01phologie historique du latin, París.

ERl'iOUT, A - TROMAS, FR. (1984'): Syntaxe latine, París.

MELLET, S. - JOFFRE, M.D. - SERBAT, G. (1994): Grammaire Fondamentale du Latin. Le sig­


nifié du verbe, Lovaina-París.

MOLINA YÉBENES, 1. (1970): Estudios Latinos 1. Iniciación a la fonética, fonología y morfo­


logía .

MONTEIL, P. (1992): Elementos de fonética y morfología del latín, (vers. esp.), Sevilla.

P¡l\TKSTER. H. (1995 ): Sintaxis y semántica del latín (vers esp.), Madrid.

QUETGLAS, P. (1985): Elementos básicos de filología y lingüística latina, Barcelona.

RUBIO, L. - GONZÁLEZ, T. (1985): Nueva gramática latina, Madrid.

RUBIO, L. (1982'): Introducción a la sintaxis estructural del latín, Barcelona.

SERBAT, G. (1996): Grammaire Fondamentale du Latin. Tome VI: L'employ des cas en latin,
Lovaina-París.

SIHLER, A.L. (1995): New Comparative Grammar of Greek and Latin, Nueva York - Oxford.

TOURATlER, CH. (1994): Syntaxe Latine, Lovaina La Nueva.


[I8J LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

CORRESPONDENCIAS

Ellalín como lengua indoeuropea U.D. 1, Tema 11, pp. 25-38


Evolución histórica dellalín U.D. 1, Tema 1, pp. 13-24

Escritura latina U.D. 1, Tema 111, pp. 39-47

Pronunciación U.D. 1, Tema V, pp. 59-67

Sistema fonemático U.D. 1, Tema VI, pp. 69-82.


U.D. 1, Tema 111, p. 60
U.D. 1, Tema IV, pp. 49-57.

El nombre: género y número U.D. 2, Tema VII, pp. 91-95.


Los pronombres U.D. 2, Tema VII, pp. 97-125
U.D. 4, Tema XXII, pp. 355-370
Flexión de los adjetivos U.D. 4, Tema XXI, pp. 345-354
El verbo U.D. 2, Temas VIII y IX, pp. 127-160
La preposición U.D. 2, Tema VIII, pp. 153-160
Formas de determinación del núcleo nominal U.D. 2, Tema VII, pp. 100-105
Sintaxis de los casos U.D. 2, Tema VIII, PP. 131-152
Sintaxis del verbo UD. 2, Temas VIII y IX, pp. 127-160
Sintaxis de la oración U.D. 2, Temas X, XI YXII, pp. 173-218
__ ..-;¡... J o l
~

__ J J . ' ,. ~

Ellalín como lengua flexivo U.D. 4, Tema IXX, pp. 285-313


La formación de los casos y desinencias U.D. 4, Temas IXX y XX, pp. 306-344

Accidentes del verbo U.D. 51 Tema X'lN pp. 393-421

Desinencias de voz, número y persona U.D. 5, Tema X'IN, pp. 396-404

Morfemas temporales y modales U.D. 5, Tema X'lN pp. 404-412

I Lengua y Literatura Latinas 1


1
Sebastián Mariner Bigorra (directorL Mº Luisa Arribas Hernáezl Merce­
des Montero Montero y Pilar Usábel Hernández, Madrid 1998 (4º edición).
Nociones preliminares 1

CONTENIDOS

ESQUEMA OBJETIVOS
1. Estudio sincrónico y • Distinguir con precisión las nociones de sin­
diacrónico de la lengua. cronía y diacronía y su aplicación al latín.

2. La realidad histórica del • Adquirir una noción clara sobre la realidad


latín. histórica del latín desde estos puntos de
2.l. Los orígenes: el latín vista:
como lengua o Su origen indoeuropeo y su posición en
indoeuropea. el conjunto de lenguas indoeuropeas.
2.2. Evolución histórica G Grandes etapas de evolución en el tiem­

del latín. po desde el latín arcaico hasta el latín

2.3. Otras variedades del humanístico.

latín. Variedades y modalidades de latín.

2.4. Lengua hablada / < La distinción entre lengua hablada y len­


lengua escrita. gua escrita y sus implicaciones para el
estudio gramatical.
3. Escritura, pronunciación y
sistema fonemático del • Distinguir entre los conceptos de alfabeto,
latín clásico. pronunciación y sistema fonemático y sus
peculiaridades en latín.
4. Las normas de
acentuación del latín • Comprender el mecanismo de la cantidad
clásico. vocálica y silábica y las normas de acentua­
4.l. Cantidad vocálica y ción del latín clásico.
cantidad silábica
4.2. El acento

Los Ejercicios de Autoevaluación correspondien­


tes a estos contenidos se encuentran en las pp. 43­
44 Y las soluciones, en la p. 175.
[22J LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

1. SINCRONÍA Y DIACRONÍA EN EL ESTUDIO


DE LA LENGUA
La aspiración de cualquier gramática, incluida la latina, es, en principio,
muy clara: establecer las pautas de organización y funcionamiento de la len­
gua, es decir, elaborar una teorfa que ofrezca, básicamente, un conjunto de
normas, principios o categorías en virtud de los cuales pueda explicarse cual­
quier enunciado dado en una lengua y los elementos que lo constituyen.
Pero un estudio de estas características no es tan simple; requiere adop­
tar una serie de decisiones sobre la manera de entender la lengua, los méto­
dos de trabajo o la misma finalidad del análisis gramatical, lo cual ha origi­
nado distintos enfoques y corrientes en los estudios lingüísticos, que en el
último siglo han venido desarrollándose desde perspectivas muy distintas.
Así mismo, para adentrarse en el estudio gramatical de una lengua es
fundamental tener en cuenta no sólo su realidad concreta y las peculiarida­
des que la caracterizan, sino también nuestra forma de acceder a ella. Por lo
pronto, no es lo miSmo estudiar una lengua contemporánea, como el inglés
o el francés, para lo cual podemos disponer, aparte de los manuales de gra­
mática, del testimonio directo y actual de hablantes con competencia en
ellas, que el latín clásico, cuyo conocimiento se alcanza esencialmente a tra­
vés de testimonios escritos, originariamente, entre los siglos 1 a.c. y 1 d.C., y
de las huellas que ha dejado en las lenguas romances. Como tendremos opor­
tunidad de ver, son muchas las repercusiones que este hecho tiene en el es­
tudio gramatical.
Al mismo tiempo, es necesario conocer la realidad de la lengua concreta
que estudiamos, por lo que es preciso aclarar sus orígenes, su evolución, y sus
peculiaridades propias.
Hay una distinción habitual en la lingüística moderna que conviene tener
clara. Se trata de la contraposición entre las nociones de sincronía y de dia­
cronía:
El estudio de una lengua en un momento dado de su historia permite de­
finir el sistema o complejo de sistemas que la articulan. Gracias a ello puede
NOCIONES PRELIMINARES [23l

establecerse lo que podemos llamar una descripción sincrónica de la mis­


ma. Dentro de un mismo corte temporal pueden, a su vez, distinguirse varie­
dades o subsistemas específicos en función del lugar (variedades diatópicas,
como los dialectos), del estrato sociocultural (variedades diastráticas, como la
jerga militar) o del propio individuo (lo que se denomina "idiolectos").

Un rasgo consustancial a cualquier lengua es su evolución en el tiempo,


evolución que implica un cambio o alteración de uno o varios de sus elemen­
tos distintivos, ya sea en el nivel fonológico, morfológico, sintáctico o léxico­
semántico, provocando una modificación del sistema o complejo de sistemas
que conforman cualquier lengua. El estudio de esta evolución permite reali­
zar su descripción diacrónica. Para llevarla a cabo, se parte habitualmente
del contraste entre distintos cortes sincrónicos para apreciar las alteraciones
o transformaciones que experimenta un determinado fenómeno o construc­
ción.

Así por ejemplo, la expresión del complemento indirecto a través del dativo (da­
re alicui) en época clásica se fue perdiendo en ellatin tardío a causa, entre otras
razones, de la erosión del sistema casual, primando en su lugar a un sintagma
preposicional (ad + acusativo) -recurso ya vigente en época clásica- y que ha pa­
sado a la mayoría de las lenguas romances.

En nuestro caso, el interés se va a centrar en lo que habitualmente se de­


nomina "latín clásico", es decir, el latín documentado en la tradición literaria
de época clásica, coincidiendo con uno de los momentos de apogeo de la li­
teratura y la cultura latinas. Se trata, por tanto, de un estudio propiamente
sincrónico, si bien para entender bien lo que vamos a estudiar conviene si­
tuarlo en el marco histórico de esta lengua, que no permaneció igual a sí mis­
ma, sino que experimentó desde su origen una profunda transformación que
desembocó en la aparición de las lenguas romances.

BIBLIOGRAFÍA
BONFANTE, G. (1945): "Lingüística estruc­ - - - (1981): Lecciones de lingüística general
tural y Lingüística histórica", Homenaie (vers. esp.), Madrid.
a Rosenblatt, Caracas, pp. 111-130.
MANOLlU-MANEA, M. (1985): Tipología e
COSERIU, E. (1978): Sincronía, diacronía e historia. Elenientos de sintaxis compara­
historia (el problema del cambio lingüís­ da románica (vers. esp.!, Madrid.
tico) (vers. esp.L Madrid.

.- - - - - ­
[24] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

2. LA REALIDAD HISTÓRICA DEL LATÍN

2.1. Los orígenes: el latín como lengua indoeuropea


El latín se localiza inicialmente en un área muy reducida de la zona cen­
tral de la península itálica, en el Lacio, una región habitada por los latinos,
cuya progresiva expansión permitió también la implantación del latín por to­
da la Italia antigua en detrimento de otras lenguas y dialectos itálicos.
Pero desde el punto de vista de su origen, el latín no es una lengua aisla­
da e independiente de otras, sino que deriva de una lengua más antigua, que
se denomim:. convencionalmente Indoeuropeo, o también Indogermánico.
El Indoeuropeo es una lengua prehistórica -es decir, una lengua de la que no
se conservan testimonios documentales directos- surgida en un área lingüís­
tica relativamente homogénea y de la que proceden una gran cantidad de len­
guas y familias de lenguas en el ámbito euroasiático.
El Indoeuropeo es, en términos lingüísticos, una protolengua, cuya exis­
tencia se infiere o reconstruye a partir de la comparación y el contraste entre
diversas lenguas históricas que presentan regularidades comunes. Hoy en día
sigue siendo una cuestión científica candente la unidad y estructura del In­
doeuropeo: se ha puesto en duda la absoluta homogeneidad de esta lengua en
su mismo origen; se ha llegado incluso a distinguir una evolución interna en
función de la cronología y de la localización: desde una fase preflexional-an­
terior a la existencia de declinaciones y conjugaciones- hasta la distinción de
grandes dialectos indoeuropeos, localizados en zonas y cronologías más o
menos precisas.
El Indoeuropeo es un concepto de carácter esencialmente lingüístico an­
tes que antropológico, ya que no siempre tiene una correspondencia estricta
con pueblos o razas, pues su proceso de expansión se verificó por múltiples
mecanismos (colonización, contacto, mezcla .. .).
En su origen, el latín es un dialecto indoeuropeo occidental que penetró
en la península itálica en torno, posiblemente, al II milenio a.C., y evolucionó
allí hasta adquirir un perfil lingüístico perfectamente distinguible, gracias,
entre otros factores, a su propia evolución y al contacto y a la influencia de
las lenguas y culturas circundantes, en particular del etrusco y de los dialec­
tos itálicos.
La investigación actual agrupa las lenguas de ascendencia indoeuropea,
de acuerdo con su localización y sus afinidades, del siguiente modo:
NOCIONES PRELIMINARES [25J

latín (del cual derivan las lenguas romances: castellano, catalán, dálmata, francés, galle­
go y portugués, italiano, sardo, provenzal y rumano) y 105 denominados dialectos itálicos
(105 más destacados, el asco y el umbro)

griego y sus dialectos

lenguas anatolias (hetita, luvita, luvita geroglífico, licio, palaíta y lidio)

grupo indoiranio (indio, iranio)

germánico (gótico, germánico occidental-del que forman parte el alto alemán, el bajo ale­
mán, el antiguo inglés y el frisón-, y grupo nórdico -del que proceden el noruego, el an­
tiguo islandés, el sueco y el danés-)

celta (celta continental-que comprende el celtibérico, el galo y e1lepóntico-, y celta insu­


lar, dividido en gaélico -que incluye a su vez el irlandés, el escocés y el manés-, y el bri­
tónico -que se subdivide en galés, córnico y bretón-)

armenio

albanés

grupo báltico (antiguo prusiano, lituano, letón)

es~avo (antiguo eslavo eclesiástico, eslavo meridional --actual búlgaro-, eslavo occidental
--checo, eslovaco y polaco-, y eslavo oriental -que comprende ruso, bielaruso y ucraniano-)

tocario

otros grupos parcialmente atestiguados: ilirio, véneto, mesapio, tracia y dacio, sículo, frigio

BIBLIOGRAFÍA

KRAHE, H. (1964): Lingüística indoeuropea SZEMERÉNYI, O.J.L. (1996), Introduction to


(vers. esp.), Madrid. Indoeuropean Linguistics, (vers. ing.),
Oxford.
RODRíGUEZ ADRADOS, F., BERNABÉ PA­
JARES, A., MENDOZA, J. (1995-1996): VILlAR LlÉBANA, Fr. (1991): Los indoeuro­
Introducción a la lingüística indoeuro­ peos y los orígenes de Europa. Lenguaje
pea, 1y 11, Madrid. e t-!istoria, Madrid.
RAMAT, A.G., Y RAMAT, P., eds. (1995),
Las lenguas indoeuropeas (vers. esp.),
Madrid.
[26llENGUA y LITERATURA LATINAS I

2.2. Evolución histórica del latín

El latín no fue un mecanismo anquilosado, sino enormemente dinámico,


sujeto a una evolución interna que permite distinguir varias fases a través de
su larga historia. Tras un período prehistórico, del que no queda testimonio
documental, podemos distinguir las siguientes etapas en la evolución del latín:

11 LATÍN PRELITERARIO
Comprende la documentación más antigua conservada, que es de carácter
epigráfico, es decir, inscripciones cuya cronología arranca, aproximadamen­
te, del s. V a.C., hasta el s. III a. C. Esta fase coincide con la expansión pro­
gresiva del latín por la península itálica, en el contexto de una cultura emi­
nentemente agraria y un régimen político de carácter republicano, tras
abolirse la monarquía primitiva, en tomo al 509 a.e. Aunque ya están con­
formadas las principales estructuras gramaticales latinas, se produce una
gran evolución sobre todo en los aspectos fonético, fonológico, morfológico y
léxico.

11 LATÍN LITERARIO
Dentro del latín literario se identifican los siguientes períodos:

Latín Arcaico: se define así al período que discurre desde los primeros testi­
monios propiamente literarios (principios del s. III a.e.) hasta el primer cuar­
to del s. I a.e. aproximadamente. Se caracteriza por el surgimiento de las pri­
meras obras en verso y en prosa, y las tensiones generadas por la influencia
de la cultura y la lengua griegas. Se van configurando lentamente todos los re­
cursos de una lengua literaria al tiempo que comienza la expansión militar y
cultural fuera de Italia.

Entre los autores en verso de este período destaca la obra de Livio Andronico (c.
284-204 a.c.), traductor de la Odisea de Homero e introductor del teatro, y otros
poetas y autores teatrales como Nevio (270-190 a.c.) y Ennio (239-169 a.c.), y los
comediógrafos PIauto (c. 250 -184 a.c.) y Terencio (c. 193 -159 a. C.) y la sátira
de Lucilio (c. 180-102 a.c.). La literatura en prosa tiene entre sus primeros testi­
monios los tratados de Catón el Viejo (234-149 a.c.).

Latín Clásico: esta etapa -también llamada 'Edad de Oro'- abarca, convencio­
nalmente, desde fines de la época republicana hasta la muerte de Augusto, en el
NOCIONES PRELIMINARES [2fJ

14 d.C., por tanto todo el proceso de transición hasta el Imperio, caracterizado


por el triunfo de la helenización y la elaboración de una lengua artística que se
depura gracias al desarrollo de la retórica y los restantes géneros en prosa (his­
toriografía, prosa filosófica ...) yen verso (poesía épica, lírica y elegíaca ...), que
contribuyen a la eclosión de los grandes modelos clásicos. La sintaxis alcanza
una considerable complejidad, con un gran desarrollo de la subordinación, ellé­
xico se enriquece gracias la acuñación de nuevas acepciones y múltiples palabras
nuevas (en Cicerón encontramos por primera vez vocablos como conscientia, de
tanto peso en la cultura occidental) y se ejercitan con gran sutileza las posibili­
dades expresivas de los distintos registros estilísticos.
Tras la prosa de Varrón (c. 116-27 a.c.) y la poesía de Lucrecio (c. 99-55 a.c.) y
Catulo (c. 87-54 a.c.), que engarzan todavía con la época anterior, se desarrolla
la obra de César (11-44 a.C.), Salustio (86-35 a.c.), Cicerón (106-43 a.c.) y Tito
Livio (59 a.c.- 17 d.C.) en prosa, y surge la obra de los grandes poetas clásicos:
Virgilio (70-19 a.c.), Horacio (65-8 a.c.), Ovidio (43 a.C.-17 d.c.), Propercio (c.
47-15 a.c.) y Tibulo (c. 48-19 a.c.).

Latín Postclásico: entre el 14 d.C. y finales del s. II d.C., ya en plena época


imperial, se desenvuelve la llamada 'Edad de Plata', co~ncidiendo con la ma­
yor expansión político-militar de Roma. Esta literatura, pese al auge de cier­
ta ampulosidad retórica y la búsqueda de originalidad y efectismo tan propia
del momento, sigue explorando las posibilidades de la lengua y va afianzan­
do un nuevo estilo, en buena medida contrapuesto al clásico.
Surgen prosistas como Tácito (c. 55 -120 d.C.), Séneca (también dramaturgo en
verso), Plinio el Joven (62-113 d.C.), Quintiliano (muerto hacia el 95 d.C.) y los
autores de las primeras novelas, Petronio (muerto hacia el 65 d.C.) y Apuleyo -lin­
dante ya con el latín tardío-, y los poetas Marcial (c. 40-104 d.C., cultivador del
epigrama), Persio (34-62 d.C.) y Juvenal, exponentes ambos de la sátira de época
imperial.

Latín Tardío: a veces también llamado 'latín vulgar', se desarrolla desde co­
mienzos del s. III, coincidiendo con el inicio de la literatura latina cristiana,
hasta el fin de la Antigüedad Tardía (s. VI d.C.). El latín es adoptado por bue­
na parte de las poblaciones del Imperio. Es una época de gran tensión inter­
na -acontece la llamada 'Crisis de los Severos', asesinatos de Emperadores, le­
vantamientos militares, usurpaciones ...- y externa -presión de los pueblos
fronterizos: persas, germanos, bereberes ...-. Durante este período proliferan
los testimonios que se alejan de la norma clásica y dejan traslucir una lengua
más próxima a la realidad cotidiana que a la estilización literaria. Entre los
fenómenos que se aprecian en esta época se encuentra la pérdida de la oposi­
ción de cantidad y la erosión del sistema casual.
[2aJ LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

Entre los primeros autores cristianos sobresalen Tertuliano (c. 160- c. 225 d.C.),
Cipriano (c. 200-258 d.C.) y las primeras traducciones de la Biblia, denominadas
Veteres Latinae, de los ss. I1-III d.C. Esta literatura alcanza un gran desarrollo en
el s. IV gracias a la obra de Lactancio (245-325 d.C.), Agustin (354-430 d.C.) y Je­
rónimo (c. 340-420 d.C.), surgiendo también una brillante poesía cristiana de la
mano de Ambrosio (c. 347-397 d.C.), Hilario (principios del s. IV - c. 367 d.C.),
Prudencio (348- después del 405 d.C.) y Juvenco, autor del primer gran poema
épico cristiano, en torno al 330 d.C. Al mismo tiempo se sigue cultivando litera­
tura más próxima a la tradición pagana con exponentes como la poesía de Auso­
nio (310-393 d.C.) y Claudiano (finales del s. IV - comienzos del V d.C.), así como
la prosa histórica de Amiano Marcelino (c. 330-395 d.C.). Este período culmina
con la obra de Boecio (476-524 d.C.).

Latín Medieval: con la penetración de los pueblos germánicos y el desmoro­


namiento del Imperio Romano de Occidente se abre una etapa en la que el la­
tÍn se convierte en lengua de cultura escrita, mientras sufre un proceso de
transformación y fragmentación, un proceso dilatado en el tiempo que cul­
mina con la génesis de las lenguas romances, entre los ss. VIII y XI, si bien el
latín medieval sigue vigente como lengua de cultura, principalmente en los
centros monásticos y en distintas manifestaciones literarias, hasta los ss.
XIII-XlV.
Entre los frutos más notables de este período está la literatura visigótica, que se
desenvuelve entre los ss. VI-VII: surge la figura de Isidoro de Sevilla (obispo en­
tre el 602 Yel 636 d.C.) y otros obispos escritores como Braulio de Zaragoza, Eu­
genio de Toledo o Julián de Toledo, así como el auge de la literatura hagiográfi­
ca, la literatura de tradición mozárabe en España y el renacimiento carolingio
(ss. VIII-IX). En el siglo XII, coincidiendo con el desarrollo de la Escolástica en
Europa y la Reconquista en España, aparecen obras destacadas en terrenos co­
mo la historiografía (la Historia Compostelana), la épica (el Poema de Almería) o
la lírica del Cancionero de Ripoll.

Latín Renacentista: así se denomina al latín recuperado por los Humanistas


de los ss. XV y XVI intentando emular a los escritores clásicos, con la preten­
sión de contraponerse al latín medieval, del que, sin embargo, es continuador.
Este latín humanista, cuyos precedentes arrancan ya de los ss. XIII y XIV, es
en cierto modo una lengua artificial, puesto que ya no es la lengua vernácula,
si bien alcanza un gran desarrollo literario y científico en los ambientes aca­
démicos y universitarios, donde se escribeoy se habla, y sigue vigente como ve­
hículo de comunicación accesible que coexiste con las distintas lenguas loca­
les que progresivamente se van imponiendo.
Entre los humanistas que cultivaron el latín en el Renacimiento destacan, entre
otros muchos: en Italia, Marsilio Ficino (1433-1499), Angelo Poliziano (1454­
NOCIONES PRELIMINARES [29]

1594), Leonardo Bruni (1370-1444) o Aldo Manuzio (1450-1515); en los Países


Bajos, Erasmo de Rotterdam (c. 1469-1536) y Justo Lipsio (1547-1606); en Ingla­
terra, Tomás Moro (1478-1535); en Francia, Julio César Escalígero (1484-1558) o
los hermanos Estienne; en España, Antonio de Nebrija (c. 1441-1522), Juan Luis
Vives (1492-1540), Francisco Sánchez de las Brozas (1523-1600), Juan Ginés de
Sepúlveda (1490-1573) o Arias Montano (1527-1598), entre otros.

En los siglos posteriores el uso del latín tiende a restringirse cada vez
más, aun cuando se recurre a él en la obra de grandes científicos y filósofos
de los ss. XVII y XVIII, como Kepler (1571-1630), Newton (c. 1642-1727), Spi­
noza (1636-1677), Leibniz (1646-1716) o el propio Kant (1724-1804).

Hasta bien entrado el s. XX ha sido bastante común la exigencia de re­


dactar en latin los trabajos de investigación (Tesis Doctorales, Memorias de
Cátedra) y los actos protocolarios en muchas universidades europeas, sobre
todo de Alemania y del Reino Unido.

Igualmente se ha mantenido en este siglo el carácter de lengua ofical 'su­


pletoria' en Suiza, además de los usos litúrgicos, doctrinales y diplomáticos
en el Estado Vaticano.

BIBLIOGRAFÍA
ALTHEIM, F. (1951 ): Geschichte des lateinis­ MEILLET, E. (1980'): Historio de la lengua la­
chen Sproche von den Anfangen bis tina (vers. esp.), Reus.
zum Beginn der Literotur, Frankfurt am
Main. PALMER, L.R. (1984'): Introducción al latín
(vers. esp.), Barcelona.
DEVOTO, G. (1943'): 5toria de/la lingua di WARTBURG, W. Von (1971): Lo fragmenta­
Romo, Bolonia (ed. alemana, Heidelberg ción lingüístico de la Romania (vers.
1968). esp.), Madrid.

GIACOMELLI, R. (1993): 5toria de/la lingua •WRIGHT, R. (1989): Latín tardío y Romance
latino, Roma. temprano, Madrid.
[3ü] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

2.3. Otras variedades de latín

No sólo se transformó el latín a lo largo de su historia, sino que dentro de


una misma época presenta variedades o modalidades que se agrupan tradi­
cionalmente en función de:

Al El lugar en que se hablaba (variaciones diatópicas): se ha debatido mucho


el carácter unitario o plural del latín según su implantación geográfica, sobre
todo a partir del latín tardío. Las circunstancias que favorecieron la aparición
de peculiaridades locales derivan de la expansión imperial y el consiguiente
proceso de aculturación que condujo a la adopción del latín en los territorios
colonizados. En la misma Antigüedad Clásica y más todavía en la Antigüedad
Tardía se constatan algunas diferencias que afectan a la pronunciación o a la
creación de palabras o acepciones; pero estas divergencias no afectan en prin­
cipio a la estructura de la lengua.

Pero con el paso del tiempo surgen varios factores que propician una evo­
lución diferenciada del latín, como acredita la diversidad de lenguas roman­
ces surgidas de él. Los factores más significativos que explican tal proceso son
éstos:
a) La desmembración política del Imperio, las invasiones germánicas del
s. V d.C. y el surgimiento de reinos independientes.
b) La incomunicación debida a la lejanía o al aislamiento geográfico.
c) La persistencia del influjo de las lenguas de substrato o el contacto
con otras lenguas.

Bl La realidad socio-cultural de los hablantes (variaciones diastráticas), que


permite distinguir diversos 'registros':
a) Por un lado, el latín de la ciudad de Roma -sermo urbanus- frente al del
campo -sermo rusticus- o las provincias -sermo peregrinus-. El desa­
rrollo de la cultura latina tiene un componente urbano fundamental: es
en la propia Roma donde se genera el clima intelectual y social que im­
pulsa el desarrollo de las ideas, del arte y de la literatura latinas. El cal­
do de cultivo de este clima es precisamente un lenguaje en plena ebu­
llición, frente al carácter más tradicional del mundo y el habla rural.
b) Por otra parte, están las lenguas de grupo, con un mayor o menor gra­
do de diferenciación respecto a la lengua común, creando sus propias
jergas, como por ejemplo la lengua militar. Un caso muy peculiar es el
NOCIONES PRELIMINARES [3j]

latín de los cristianos (s. III d.C. - s. VII d.C.), considerado durante
mucho tiempo como una auténtica 'lengua especial', si bien los estu­
dios actuales se inclinan por entenderlo como un modalidad más del
latin tardío caracterizada por un gran desarrollo en el plano léxico
(creación de palabras nuevas, adopción de hebraísmos y helenismos,
etc.) y semántico (creación de nuevos sentidos y acepciones de las pa­
labras para dar cuenta de la cosmovisión cristiana).

Hay otra distinción fundamental, que se refiere a las diferencias entre la


lengua escrita y la lengua hablada. Para aludir a ésta, yen particular a la len­
gua hablada por las clases populares, se ha aplicado en ocasiones la equívoca
designación de 'latín vulgar', con que también se alude, en el ámbito de la filo­
logía románica, al latín hablado en el bajo Imperio y posteriormente hasta la
aparición de las lenguas romances.

BIBLIOGRAFÍA
GAENG, PA (1968): An Inquiry into Local QUETGLAS, P. (1985): Elementos básicos de
Variations in Vulgar Latin, Chapell Hill. filología y lingüística latinas, Barcelona.

LÓFSTEDT, E. (1959): Late Lotin, Oslo. VMNANEN, V. (1983): "Le probleme de la


diversification du latin", Aufstieg und
MOSCI, M.G. (1983): 11 sermo castrensis, Niedergang der romischen Welt, 11,
Bolonio. 29.1., pp. 480-506.

2.4. Lengua hablada/lengua escrita


El latín es, ciertamente, una lengua de la que ya no existen hablantes que,
en términos de la gramática generativa, tengan competencia lingüística en la
misma, es decir, hablantes que hayan aprendido como lengua materna el la­
tín y que tengan capacidad para crear nuevos enunciados en ella. Por tanto,
el objeto de estudio de la gramática latina se basa en un corpus de len­
gua escrita con una cronología que va desde los primeros testimonios epi­
gráficos de la época arcaica hasta las diveI:Sas tentativas de restauración del
latín como lengua de cultura que se vienen propiciando desde los tiempos del
Humanismo Renacentista.
Esta ausencia de testimonios orales tiene, así mismo, una serie de reper­
cusiones muy relevantes cuyo alcance debe tenerse en cuenta. El estudio de
[32l LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

la lengua latina se basa, en efecto, en textos. Pero ¿son los textos el material
idóneo para conocer una lengua? ¿Hasta dónde se puede conocer una reali­
dad lingüística partiendo de ellos? ¿Qué es, en definitiva, lo que estamos es­
tudiando?
Tales preguntas suscitan una cuestión de gran trascendencia: las relacio­
nes entre el latín escrito -en particular, el latín literario- y el latín hablado. Se
ha subrayado frecuentemente el alejamiento que en la misma Roma Clásica
sufrió la lengua literaria respecto a la lengua hablada coetánea, hasta el pun­
to de que no han faltado estudiosos que tilden de un carácter en cierto modo
artificial a la primera, sujeta a unos moldes estilísticos sofisticados y relati­
vamente estrictos, frente a la lengua hablada, dentro de la cual habría, al mis­
mo tiempo, divergencias significativas entre los hablantes cultos y las clases
populares. La imposibilidad de contar con el testimonio de éstos, como se ha
indicado anteriormente, no permite establecer con toda certeza la distancia
real que existió entre lengua literaria escrita y lengua hablada, pero sí hay va­
rias matizaciones que deben tenerse en cuenta:
a) El lenguaje es un código de comunicación primariamente hablado y secunda­
riamente escrito: la lengua escrita implica siempre una mediación que establece
entre la lengua hablada y la escrita una distancia, quizá no insalvable pero sí ine­
vitable, de forma que el hecho de la escritura, y sobre todo de la escritura litera­
ria, impone siempre una estilización de la realidad hablada, de forma más o me­
nos consciente.
b) Esta distancia entre lengua hablada y lengua escrita no impide, sin embargo,
una influencia mutua, una ósmosis intensa en las dos direcciones que se advier­
te claramente en la Roma Clásica:
• Así, por un lado, penetra, por distintos medios, la lengua hablada en la literatu­
ra: muchos de los grandes prosistas y' poetas, a pesar de enmarcarse dentro de
modalidades literarias muy normativizadas, se esfuerzan en apropiarse de ex­
presiones, giros o palabras del entorno sociocultural que les rodea, con el fin de
llegar más directamente a muchos de sus lectores: es el caso del poeta Catulo
(84-54 a.C.), que en muchas de sus composiciones recurre al vocabulario de la
lengua ordinaria, situándose más cerca de la frescura y la espontaneidad de
la comedia que del estilo más codificado y severo acuñado para la tragedia o la
épica, una frescura y espontaneidad bajo la cual, claro está, se descu bre una ela­
boración artística muy compleja. En otros casos un autor maneja de diferente
manera su escritura en función del género literario de cada obra: el propio Ci­
cerón es capaz de someterse a las exigencias estilísticas que le exige la retórica en
los discursos forenses y, al mismo tiempo, recurrir a un estilo más coloquial
en las cartas a sus amigos, de las que se consenTa un amplísimo corpus.
• En la dirección inversa, desde la literatura a la lengua hablada, hay que consta­
tar la aportación inestimable que hicieron las grandes obras literarias a la crea­
ción de la lengua latina, una aportación que sin duda debió también causar una
NOCIONES PRELIMINARES [33]

influencia efectiva en cierto grado sobre la lengua hablada, pues los grandes au­
tores y obras sirvieron de base para la educación en Roma: sabemos que Virgi­
lio, Cicerón, Horacio, se estudiaban en la escuela, se memorizaban y servían co­
mo modelos para ejercitarse en la redacción y composición de escritos. Esta
influencia en la formación de un romano culto medio se hace patente a lo lar­
go de toda la Antigüedad y de la Edad Media, incluso después de la conversión
del Imperio al cristianismo, en el s. IV, cuando la Biblia y los Padres de la igle­
sia pasaron a constituir el eje de la educación cristiana, muchos de los textos de
autores paganos fueron finalmente asimilados como modelos estilísticos.
e) La gran mayoría de los textos transmitidos desde la Antigüedad son textos li­
terarios, sometidos, pues, a la elaboración artística de sus autores y a la vez deu­
dores, en buen medida, de las pautas formales propias de cada género literario.
Sin embargo han pervivido distintos testimonios de lengua escrita no literaria,
presumiblemente menos mediatizados y más próximos a los registros populares
hablados.
• Un buen ejemplo de ello son los graffiti pompeyanos, es decir las pintadas que
individuos anónimos plasmaron en la paredes de las casas de la ciudad que el
Vesubio cubrió de cenizas el año 79 d.C. Gracias a esta circunstancia, por otra
parte trágica, hemos recuperado, tras concienzudas excavaciones, una imagen
fidedigna de la vida romana en la Pompeya de la época. Aunque ni siquiera es­
tos graffiti son completamente ajenos al influjo de la lengua literaria, el estudio
de estos testimonios ha revelado indicios muy valiosos sobre la lengua de la épo­
ca, algunos de los cuales reflejan que muchas de las transformaciones experi­
mentadas por el latín en el camino que llevó a la aparición de las lenguas ro­
mance se atisbaban ya en esta época temprana, o incluso en la literatura arcaica
más próxima a la lerlgua popular, por ejemplo en las comedias plautinas (s. III
a.C.), como si el flujo del latín hablado siguiera discurriendo mientras se reela­
boraba la lengua literaria.

Por consiguiente, los testimonios literarios son el reflejo de la elabora­


ción artística de una lengua hablada que no es idéntica a ella, aunque ha de­
jado su huella profunda en la literatura y a su vez ha recibido la influencia de
ésta.
[3!] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

3. ESCRITURA, PRONUNCIACIÓN Y SISTEMA


FONEMÁTICO DEL LATÍN CLÁSICO
Es preciso distinguir con claridad entre escritura, pronunciación y siste­
ma fonemático, y su aplicación a la lengua latina:

ESCRITURA
Se entiende por escritura la representación gráfica de la lengua. La len­
gua escrita procede del traslado del código hablado a un código visual a tra­
vés de signos gráficos en un soporte material (piedra, tablillas, papiro, perga­
mino, papel, etc.).

Al conjunto de signos que se utilizan para representar gráficamente una


lengua determinada se denomina alfabeto. El alfabeto latino, que procede del
griego a través de la adaptación de los etruscos, es un alfabeto de carácter fo­
nográfico, es decir, en el que cada carácter gráfico, cada letra, representa uno
-o varios- sonidos, con una apreciable tendencia anotar particularidades fó­
nicas relevantes más que a recoger rasgos simplemente fonéticos. Este fenó­
meno, que se ha dado en llamar 'orientación fonológica' de la escritura latina,
ha permitido la constitución de un conjunto de caracteres gráficos que refle­
ja, en buena medida, aunque no exactamente, los fonemas de la lengua. En
época clásica el alfabeto constaba de 23 letras, después de la adición de la Y
y la Z al final de la República:

ABCDEFGHIKLMNOPQRSTVXYZ

Los romanos consiguieron así adaptar un alfabeto foráneo ajustándolo


considerablemente a la realidad fonética y fonemática de su propia lengua.

PRONUNCIACIÓN
La pronunciación es la realización acústica de un sonido o secuencia de
sonidos en un acto de habla. La posibilidad de ejecución de sonidos distintos es,
en principio, muy grande, sólo limitada por la capacidad articulatoria y fonado­
ra humana. Sin embargo cada lengua tiende a utilizar un número limitado de es­
tas realizaciones. En el caso del latín se suele distinguir la pronunciación clási­
ca latina (una restitución que intenta aproximarse a la forma de pronunciación
NOCIONES PRELIMINARES [35]

del s. l a.c.), las pronunciaciones nacionales (adaptadas a las peculiaridades de


cada país), y la pronunciación romana (propia del mundo eclesiástico, yacuña­
da en la época de redacción de los textos litúrgicos cristianos).

SISTEMA FONEMÁTICO

El fonema, en cambio, se ha entendido tradicionalmente como el mode­


lo mental de un sonido, si bien en la actualidad se prefiere una definición ba­
sada en criterios articulatorios que permite caracterizar cada fonema me­
diante la zona y el modo en que puede articularse, por contraposición a otros
fonemas, y teniendo en cuenta que en el habla se puede producir con realiza­
ciones acústicas diversas. Se trata de una unidad distintiva en el plano de la
lengua, pues cuando dos sonidos sirven para discriminar significados es que
corresponden a fonemas distintos.
Los fonemas de cada lengua constituyen un inventario limitado, organi­
zado en forma de sistema de oposiciones distintivas. Es lo que se denomina
un sistema fonemático. Lo que permite definir cada fonema no es tanto su
realización acústica como los rasgos articulatorios que lo componen en con­
traposición a los demás fonemas.
La organización de los fonemas latinos se vertebra, como en las lenguas
romances, a partir de dos grandes bloques en función de un rasgo articulato­
rio específico: la existencia o no de obstáculos en la salida del aire por la ca­
vidad bucal: cuando hay obstáculos, se articulan fonemas consonánticos;
cuando no hay obstáculos, se generan los vocálicos.

A su vez, dentro de las vocales, se producen distinciones en función de


tres rasgos pertinentes:
a) la zona de articulación (anterior o palatal [E, I] / media [A] / posterior
o velar [O,U]);
b) el grado de apertura (abierta [A] / media [E,O] / cerrada [l,U]);
c) la cantidad vocálica: a la serie de cinco vocales largas (A,E, tó, Ü) se
opone la serie de cinco vocales breves (A, E, i, O, Ü). El estatuto fono­
lógico de las vocales largas no ha dejado de suscitar controv~rsia en­
tre los lingüistas, ya que, a pesar de la relevancia fonológica de la can-
I

I
I


[36] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

tidad en época clásica, para algunos de ellos las 'locales largas no son
sino una geminación o un grupo difonemático de dos vocales breves.
La. combinación de estos tres rasgos permite distinguir diez fonemas en
latín clásico (A,Á,E,E,O,O,Ü,Ü). Dado que el rasgo de la cantidad no se
marcaba gráficamente, el alfabeto latino sólo disponía de cinco letras vo­
cales para los diez fonemas.
El latín clásico contaba así mismo con un reducido número de diptongos,
es decir, una combinación de fonemas equivalentes desde el punto de vis­
ta de la cantidad, a una vocal larga: AE, OE, AU, EU, y, en ocasiones, UI.

BI CONSONANTES:
En la articulación de las consonantes, sin embargo, el paso del aire se
obstaculiza o interrumpe en algún punto del canal bucal. Podemos clasi­
ficar las consonantes según el grado de apertura u oclusión de la cavidad
bucal (oclusivas, fricaticas), la sonoridad o sordez de las cuerdas vocales
(sordo /sonoro), la nasalidad u oralidad o bien por el punto de articula­
ción (labialidad, dentalidad, velaridad ... ).
Las oposiciones entre fonemas, tanto vocálicos como consonáticos, se
ven en ocasiones suspendidas o neutralizadas. La neutralización es un fe­
nómeno que consiste en la supresión de algún rasgo distintivo en determi­
nadas posiciones de las palabras o bien en ciertos contextos fónicos.
Entre los fonemas vocálicos algunos casos de neutralización son, por
ejemplo, la pérdida de la oposición de cantidad de una vocal delante de otra,
abreviándose siempre la primera, o también la pérdida de la oposición de tim­
bre en sílaba interior abierta en latín arcaico (maxumum/maximum); entre
los fonemas consonánticos, un ejemplo de neutralización es la pérdida de la
oposición simple/geminada, en latín clásico, en cualquier posición que no sea
intervocálica.

SÍLABA

Relacionado con la organización del sistema fonemático se encuentra la


distribución de secuencias de fonemas posibles, así como los contextos ad­
misibles dentro ya del discurso. La sílaba es el ámbito en el que pueden de­
terminarse las combinaciones posibles de secuencias dentro de la palabra.
NOCIONES PRELIMINARES [31l

Se define la sílaba como el sonido o sonidos articulados que constituyen


un solo núcleo fónico entre dos sucesiones sucesivas de la emisión de voz. La
sílaba se caracteriza por dos rasgos esenciales:
1°) Cuenta siempre con un núcleo vocálico (vocal o diptongo). No existen
sílabas que no cuenten con apoyo vocálico, de manera que una sílaba
puede estar constituída por una sola vocal (a-pertus; u-tor), pero no
hay sílabas formadas por una sola consonante.
2°) Admite la posibilidad de ser acentuada: Una sílaba puede ser átona o
bien tónica, cuando el culmen acentual de una palabra recae sobre
ella: así la sílaba pró es átona en el verbo pro-ce-do (palabra llana por
ser la penúltima sílaba larga), mientras es tónica en pro-do (palabra
bisílaba, acentuada siempre en penúltima sílaba).

En latín las combinaciones más habituales (no las únicas) que confor­
man sílabas son: consonante más vocal (da-re; fun-da-men-tum), vocal más
consonante (um-bra; o-ti-um), vocal (a-dopto; re-i), o consonante más vocal
más consonante (cum; tym-pa-num). Los diptongos pueden naturalmente
ocupar la posición de la vocal.

BIBLIOGRAFÍA

Sobre el alfabeto y la pronunciación:

ALLEN, W.S. (1989'): Vox latina. A Guide MAROUZEAU, J. (1955'): la prononciation


to the Pronuntiation of Classical Latin, du lotin (histoire, théorie, pratique), París.
Cambridge.
MORALEJO, J.L. (1992): "La 'orientación fo­
BERNARDI PERINI, G. (1983): "Le riforme nológica' de la escritura latina", Huma­
orthografiche latine di eta reppublica­ nitos in honorem A. Fontón, Madrid, pp.
na", AíOfl5, pp. 141-169. 47-54.
BIVILLE, F. (1987): Graphíe et Pronuntíatíon
SAFAREWICZ, J. (1966): "De linguae Lati­
des mots grecs et latines, París-Lovaina.
nae Classicae Phonologia", fos 56, pp.
CASA, A. Delia (1973): "L'alfabeto e la pro­ 100-107.
nunzia del latino", en MW, Introduzío­
ne al/o studío del/a Cultura Classica, 11, STURTEVANT, E.H. (1940'): The Pronun­
Milán, pp. 363-380. tiation of Greek and Latín, Filadelfia.

DESBORDES, F. (1990) : Idées romoines sur TRAINA, A. (1973'): L'alfabeto e lo pronun­


I'écriture, Lille. zia del latino", Bolonio.
[38llENGUA y LITERATURA LATINAS I

Sobre fonemática latina

BALLESTER, X. (1996) : Fonemática del latín MOllNA YÉBENES, J. (1970): Estudios lati­
clásico. Consonantismo, Zaragoza-Bar­ nos 1: Iniciación a la Fonética, Fonología
celona. y Morfología, Barcelona.
BASSOLS DE CLlMENT, M. (1981): Fonética MONTEIL, P. (1992) : Elementos de fonética
latina, con un apéndice de Fonemática y morfología del latín (vers. esp.), Sevi­
latina de S. Mariner, Madrid. lla.
BERTOLI, E. (1979): Problemi di fonologia la­
MORALEJO ÁLVAREZ, J.L. (1981-1982):
tina, Verona . "Sobre vocales largas latinas", Archivum
KELLY; D.H. (1973): "Distinctive Feature 31-32, pp. 557-591.
Analysis in Latin Phonology", en K.
Strunk, ed., Probleme der lateinischen NIEDERMANN, M. (1953'): Précis de pho­
Grammatik, Darmstadt, pp. 47-58. nétique historique du latin, París.

MANIET, A. (1975): La Phonétique his/ori­ ZIRIN, R.A. (1970), The Phonological Basis
que du latin, París. of La/in Prosody, La Haya - París.

El Foro Romano. Visión de las ruinas visibles en el s. XVII desde el Capitolio, con muchos
de los monumentos semienterrados. Grabado de G.E. Piranesi.
NOCIONES PRELIMINARES [39]

4. LAS NORMAS DE ACENTUACIÓN DEL LATÍN CLÁSICO


El acento latino -que no tiene representación gráfica- no se coloca de for­
ma libre o arbitraria en cada palabra, sino que su posición está directamente
vinculada con la cantidad silábica.

4.1. Cantidad vocálica y cantidad silábica


La cantidad, como hemos visto, es una rasgo fonológicamente relevante
en las estructura de las vocales latinas, ya que por sí sola puede servir para
distinguir significados distintos · en dos palabras (ma1um = mal; miilum =
manzana; populus = pueblo; pópulus = álamo).
Pero esta oposición de cantidad no sólo afecta a las vocales, sino tam­
bién a las sílabas, que pueden ser, a su vez, largas y breves. Se dice habi­
tualmente que las vocales son largas o breves por naturaleza (es decir, en
función de la propia historia de la lengua, que ha determinado que sean lar­
gas o breves), y su cantidad afecta a la sílaba en la que se encuentran. La
cantidad silábica está íntimamente relacionada con la vocálica, pero no son
idénticas.
Las sílabas pueden ser largas por dos motivos:
a) porque contienen una vocal larga (ji-di-lis, die-ta-tar) o un diptongo.
Los diptongos latinos en época clásica son ae, ae, au, eu, y, en ocasio­
nes ui. En el resto de casos en que haya una secuencia de dos vocales,
se produce un hiato, es decir, se trata de sílabas distintas.
b) porque contienen una vocal breve seguida de dos o más consonantes
(sa-git-ta). Se trata de sílabas largas por posición.

En cambio, las sílabas pueden ser breves por alguna de estas razones:
a) porque contienen una vocal breve en sílaba abierta (fit-ga, da-mina).
b) porque contienen una vocal que, aunque sea larga o un diptongo, va se­
guida de otra vocal que pertenece a la sílaba siguiente (diligen-ti-a). Es
decir "vocal ante vocal abrevia" (uacalis ante uocalem corripitur).

En el caso de las vocales, es fácil que surja la duda sobre si es larga o bre­
ve. Aunque el diccionario distingue normalmente las vocales largas con una
raya encima de la misma, podemos distinguirlas en muchas ocasiones cuan­
do se trata de diptongos, vocales que proceden de contracción o diptongo
[40] LENGUA YLITERATURA LATINAS I

(cógo de co-ago), o bien por la evolución romance. Así por ejemplo, la e breve
tónica ha diptongado en castellano (bene > bien; venit > viene), en cambio si
la e tónica no ha diptongado, es que se trata de una e larga (plenus > lleno).

4.2. El acento
El acento latino, cuyo origen, bien intensivo o melódico-musical, sigue
siendo debatido, está sujeto en época histórica a unas normas de colocación
relativamente estrictas que establecen un procedimiento mecánico para de­
terminar el culmen acentual de una palabra. Este automatismo del acento la­
tino supone que este rasgo, a diferencia de la cantidad, no es capaz por sí so­
lo de diferenciar palabras.

Las normas sobre la colocación del acento pueden sintetizarse así:


a) No existen, salvo algunas excepciones, palabras polisilábicas agudas.
Por ello los bisílabos se acentúan siempre en la penúltima sílaba: no­
bis, tua, se pronuncian [nóbis], [túa].
b) En las palabras de más de dos sílabas, la colocación del acento depen­
de de la cantidad de la penúltima sílaba: si ésta es larga, la palabra
es llana, recayendo el acento en ella; si la penúltima sílaba es breve, la
palabra es esdrújula, yel acento recae en la antepenúltima sílaba .

• la palabra fu-nes-fus es llana, porque la penúltima sílaba


(-nes-) es larga por posición .
+ la palabra le-ga-tus es llana por ser la penúltima sílaba larga
(-go-), al ser su vocal larga .
• la palabra no-ti-ti-a es esdrújula, porque la penúltima sílaba
(la segunda -t/-) es breve, al seguir una vocal a otra (el grupo
ia no hace diptongo) y, por lo tanto, "vocal ante vocal abre­
. "
VIO.

+la palabra can-di-dus es esdrú'¡ula por ser la penúltima sílaba


breve (-d/-), dado que su vaca es breve.

Los monosílabos, naturalmente, tienen su acento en su única sílaba. Ejs.:


lux, tu, es, laus, se pronuncian [lúx], [tú], [és], [láus].
NOCIONES PRELIMINARES [41J

Por tanto, para acentuar bien una palabra en latín se requiere:


1° Distinguir correctamente las sílabas, y ver cuál es realmente la penúl­
tima.
2° Reconocer la cantidad de la penúltima sílaba.

Para dividir la palabra latina en sílabas y acentuar correctamente en la práctica


conviene tener presente las siguientes pautas:

1.- Toda sílaba debe tener al menos una vocal; puede no tener consonante o te­
ner una o varias.
2- Los diptongos latinos son ae, oe, au eu y, excepcionalmente ui. En el resto de
los casos de contactos entre vocales, se produce un hiato y por lo tanto pertene­
cen a sílabas distintas, a las que cabe aplicar la norma de que "vocal ante vocal
abrevia".
3.- La i y la u semi consonánticas pertenecen siempre a la misma sílaba que la vo­
calo diptongo que les sigue inmediatamente.
4.- La vocal o diptongo que siga o preceda a otra vocal o diptongo pertenece-siem­
pre a una sílaba diferente (le-aena).
5.- Una sola consonante entre vocales pertenece a la segunda sílaba (fi-li-us, eae­
lum).
6.- Las consonantes geminadas pertenecen a sílabas distintas (sum-mus, il-Ie).
7.- La secuencia "oclusiva + líquida" admite dos posibilides de corte silábico. Así
la palabra uolueres puede silabizarse de dos maneras: uo-Iu-eres (penúltima síla­
ba breve y acento en antepenúltima), y uo-Iue-res (penúltima sílaba larga y por
consiguiente acentuada).
8.- La distinción entre vocales largas y breves nos la proporciona el diccionario.
9.- Las excepciones a las reglas de acentuación latinas son muy escasas: una de
las más importantes es que las palabras que reciben una enclítica (es decir una
partícula que se añade al final de una palabra, como -ue, -ne, -ce, -que) acentúan,
según indican los gramáticos antiguos, en la sílaba que precede a la partícula
aunque ésta sea breve.
[42J lENGUA YlITERAlURA LATINAS I

BIBLIOGRAFÍA
BALLESTER, X. (1990): "La posición del acen­ GRACO, M. (1980): "Fenomenologia
to prehistórico latino", Emerita 58, pp. dell'accento nella lingua latina", Q/LL
33-50. 150, 1980.
- - - - - (1990): "El acento latino según los GRAUR, A. (1974): "L'accent en latin", Stu­
antiguos", Emerita 58, pp. 311-322. dia indoeuropeiskie J. Safarewicz, Wro­
BERNARDI PERINI, B. (1986'): L'accento lati­
daw.
no, Bolonio. RODRíGUEZ PANTOJA, M. (1987):
DEROY, L. (1981 ): "Les apparents contradic­ "Acento latino clásico y acento 'vul­
tions de l'accentuation latine", AC 50, gar' : el tipo 'tenebrae"', RSEL 17, pp.
pp. 222-234. 371-381.

ENK, P.J. (1953): "The Latin Accent", Mne­ RUIZ DE ELVIRA, M9.R. (1988): "Sobre el
mosyne 6, pp. 93-109. acento latino", CFC 21, pp. 295-306.

El Galo Moribundo. Grabado realizado por Perrier en 1638 sobre la escultura descubierta
unos años antes, y en la que se representa a un guerrero galo que acaba de ser herido.
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

NOCIONES PRELIMINARES

1. La descripción sincrónica de la lengua tie- 4. Es característico del latín clásico:


ne por objeto:
O a) la asimilación crítica de los modelos li-
D a) Esclarecer únicamente su constitución terarios y culturales griegos.
morfológica.
O b) la incorporación de nuevos modelos
O b) Estudiar los distintos estadios de su culturales procedentes de Galio y Ger­
evolución. manía.

O c) Determinar su estructuro gramatical


O cl El rechazo o lo influencio de lo Grecia
sin tener en cuenta lo cronología de clásico.

los fenómenos lingüísticos.

O d) lo vuelto o los ideales tradicionales de


O d) Analizar su estructuro en un momento lo Romo arcaico.
determir,odo de su historia.

2. El latín es una lengua indoeuropea porque: 5. En la época de Salustio y Cicerón (s. I a.C.)
escribieron también:
O o) Guardo afinidad con otros lenguas
antiguas con las gue tiene parecido. O a) los autores de los primeras novelas:
O b) Del latín se han derivado histórica­
Petronio y Apuleyo.
mente las lenguas romances. O b) Prosistas como César y Tito livio, y
O c) Procede de una lengua prehistórica poetas como Virgilio y Horacio.
gue se reconstruye a partir de la com- O c) los comediógrafos Plauto y Terencio.
paración de diversos lenguas.
O d) Séneca y Tácito.

O dl Dispone de uno flexión de seis cosos

paro el nombre.

6. Un rasgo fundamental del latín renacentis­


3. El denominado 'latín clásico' abarca, en ta es:
sentido estricto, el siguiente periodo crono- O a) la voluntad de revitalizar el latín me-
lógico: dieval como vehículo cotidiano de ex-
O a) Del s. 111 a.e. .01 s. la.e. presión.
O b) Desde la primero documentación con- O b) Servir de instrumento para la recons­
servada hasta el fin de lo Antigüedad trucción del antiguo Imperio Romano.
Tardía. O c) El deseo de los humanistas de recupe-
Oc) Desde fines de la Républica hasta la rar y emular a los modelos clásicos.
muerte de Augusto (14 d.e.). O d) la pretensión de imponerlO como len-
O d) Desde lo época imperial hasta el sur- gua hablado en detrimento de las len­
gimiento de lo literatura cristiana. guas locales.
[#] LENGUA Y LITERATURA lATINAS I

7. El objeto de estudio de la gramática latina 12. La palabra aeternitas consta de las si­
se basa en: guientes sílabas:
O al La lengua hablada por los habitantes O al A-e-ter-ni-tas
de Roma . O bl Ae-te-rni-tas
O b) El corpus conservado de lengua escrita. O el Ae-ter-ni-tas

O cl El testimonio oral de los romanos. O d) A-e-te-rni-tas

O d) La documentación exclusivamente epi­


grófica conservada. 13. La palabra gremium:
O al Es esdrújula, porque consta de tres síla­
8. La escritura latina se representa mediante: bas (gre-mi-uml, y la penúltima es bre­
O a) Un código de ideogramas (cada signo ve porque "vocal ante vocal abrevia".
repl'esenta una idea) . O b) Es llana, porque consta de dos sílabas
O b} Un alfabeto silóbico (cada signo re­ (gre-mium) y las palabras bisílabas
presenta una sílaba). son ~iempre llanas.
O e) Es aguda, porque los nominativos neu­
O e} Un alfabeto fonográfico (cada signo
representa uno o varios sonidos}. tras de la segunda declinación se
acentúan en la última sílaba.
O d) Jeroglíficos.
O d} No lleva acento, por ser una palabra
bisílaba.
9. Los diptongos latinos son:
O a) En latín no hay diptongos. 14. Consulte el diccionario y señale si la pala­
O b) Todos los grupos de dos vocales cuyo bra sagitta:
segundo elemento es i. O a} Es llana por ser la penúltima sílaba
O e} EA, OE, AU y OA. larga por posición.
O b) Es llana por ser la penúltima vocal breve.
O d} AE, OE, AU, EU y, en ocasiones, UI.
O e) Es esdrújula por ser la penúltima vocal
breve.
10. La acentuación latina depende esencial­
mente: O d} Es aguda por ser del género femenino .
O a} De la cantidad de la penúltima vocal.
15. Consulte el diccionario y señale si la pala­
O b) De la cantidad de la última sílaba.
bra libertatem:
O el De que la penúltima sílaba acabe en O a} Es esdrújula por ser la penúltima vocal
consonante, breve.
O d) De la cantidad de la penúltima sílaba. O bl Es llana por ser la penúltima sílaba
larga ya que la vocal de ésta es larga.
11. la palabra diligentia consta de las siguien­ O e} Es esdrújula porque la penúltima síla­
te sílabas: ba no es larga por posición.
O a} di-Ii-gen-tia O d) Es llana por ser la penúltima sílaba
O b} dil-i-gen-ti-a larga por posición.
O e) di-li-gen-ti-a
Las respuestas correctas pueden consultarse en
O d) di-lig-en-tia
p. 175.
Sintaxis 2

ESQUEMA OBJETIVOS
1. Formas y funciones. • Entender el fin que persigue el análisis gra­
1.1. El análisis
matical elemental
gramatical.
Distinguir las nociones de forma y función y
1.2. Morfología y Sintaxis. sus relaciones en el ámbito de la gramática
latina
2. Clases de palabras en
• Definir el inventario de las clases de pala­
latín.
bras del latín
2.l. Clases de palabras
que admiten flexión • Precisar los rasgos básicos de la sintaxis no­
minal, casos y funciones
nominal.
2.2. Clases de palabras D Determinar los rasgos básicos de la sintaxis
que admiten flexión del verbo
verbal. • Analizar la noción de oración y su estructu­
2.3. Clases de palabras ra sintáctica
invariables. • Caracterizar sintácticamente la oración sim­
ple y la oración compuesta y sus tipos (ora­
3. Sintaxis del nombre: casos ciones coordinadas y subordinadas).
y funciones .

4. Sintaxis del verbo.

5. Oración simple y oración


compuesta.

Los Ejercicios de Autoevaluación correspondien­


tes a estos contenidos se encuentran en las pp. 81­
83 Y las soluciones, en la p. 175.
[ij] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

1. FORMAS Y FUNCIONES

1.1. ¿Qué pretende el análisis gramatical?

Si quisiéramos examinar desde un punto de vista gramatical una oración


en una lengua cualquiera, la perspectiva que conviene adoptar no se debe li­
mitar a la de un simple usuario de ésta, cuyo interés suele residir en entender,
en el contexto adecuado, lo que en ella se dice; el planteamiento del gramáti­
co supone un paso más en la reflexión: su propósito es definir los mecanis­
mos lingüísticos que explican cada uno de los elementos que conforman el
enunciado en su nivel correspondiente.

Si nuestro propósito fuera analizar una oración latina, como por ejemplo
dominus dormiebat ("el señor dormía") un primer análisis elemental debería
contemplar al menos dos planos estrechamente relacionados entre sí: el pla­
no de la forma que presentan las dos palabras que componen la oración, y el
plano del vínculo o relación que se establece entre ellas.

La atención a la forma dominus nos permite constatar inmediatamente


dos hechos:
a) que esta forma se puede contraponer con otras formas de la misma
palabra como por ejemplo dominum, suministrando una información
diferente sobre el caso en que se encuentra la misma, gracias a la pre­
sencia de distintas marcas formales integradas en la palabra (nomi­
nativo frente a acusativo).
b) que las posibles variaciones formales que puede experimentar una pa­
labra como ésta constituyen un repertorio limitado y definido que se
denomina habitualmente flexión y que ésta es productiva en otras pa­
labras, en tanto que nombres, de la misma clase (filius/filium).

Así, muchas palabras latinas como ésta no son de una pieza, es decir, no
tienen una forma única e indivisible, sino una articulación interna compleja
en la que se han integrado distintos componentes que proporcionan algún ti­
po de información relevante. Así la forma dominus suministra una informa­
SINTAXIS [47J

ción distinta a la que suministra dominum, una información relativa al caso


en que aparece la palabra (nominativo frente a acusativo), pues en el resto de
los rasgos que suministran una y otra forma coinciden (se trata de dos formas
en singular y masculinas).

Lo mismo cabe decir de la forma dormíebat, que se contrapone por ejem­


plo con dormíebam o dormiebas en la persona gramatical (3a de sing. frente a
1a O 2a ). En este caso, la información que proporcionan las formas distintas
(-t frente a -m o -s) se refiere a un rasgo (la persona gramatical), del que care­
ce la palabra dominus. Se trata de clases de palabras distintas: dormíebat es un
verbo en forma personal-con varios morfemas que nos indican que se trata de
un imperfecto de indicativo (-ba-), y de una 3a persona de singular de la voz ac­
tiva (como indica la marca -t)-, y domínus es un sustantivo, y disponen de mar­
cas formales diferentes para expresar diferentes circunstancias o accidentes.

Si en cambio nos fijamos en la relación que guarda dominus con dormie­


bat, nuestro interés ya no es la forma como tal, sino las funciones que de­
sempeñan cada una de estas palabras. En el primer caso, dominus como for­
ma es un nominativo y como función es el sujeto de la oración; dormiebat
funciona como predicado de la misma, y es una función que se expresa for­
malmente con un verbo en forma personal. Estam)s pues, ante los dos ele­
mentos que conforman la estructura básica de una oración principal: un su­
jeto y un predicado. ¿Qué vinculación tiene dominus con dormiebat? el verbo
concuerda con el sujeto en dos rasgos: la persona y el número (3a y singular).
Si cambia alguno de ellos, cambian también en.la otra palabra: ego dormiebat /
tu dormiebas.... Esta interdependencia mutua revela una vinculación muy
profunda entre el sujeto y el predicado verbal que se pone de manifiesto al
examinar las relaciones entre una y otra palabra.

Así pues, para afrontar un análisis gramatical es fundamental no sólo co­


nocer el repertorio posible de formas (conjugaciones, declinaciones etc ..) y
funciones propias de la lengua, sino también identificar con claridad el ám­
bito al que corresponde cada una de las categorías lingüísticas y sus relacio­
nes entre sí. Por eso en las gramáticas se suele distinguir entre dos campos,
estrechamente implicados: la morfología y la sintaxis.

1.2. Morfología y sintaxis

La morfología atiende a la constitución interna de la palabra, con el fin


de distingir las unidades o componentes significativos que la conforman, por­
que, como ya hemos dicho, las palabras latinas, en la mayor parte de los ca­
[48llENGUA y LITERATURA LATINAS I

sos, no son de una pieza. La distinción de los componentes que las integran
resulta imprescindible para interpretar correctamente su uso.
¿Qué clase de información nos suministran los componentes que pode­
mos distinguir en una palabra? Habitualmente se considera que la informa­
ción puede ser de dos tipos: información gramatical (a través de los denomi­
nados 'morfemas gramaticales') o información léxica o semántica l.
Determinadas marcas formales se han generalizado para indicar algún ti­
po de información integrándose en el mecanismo de la lengua de tal manera
que forman parte de los paradigmas de algunos grupos o clases de palabras.
La morfología nos proporciona los paradigmas correspondientes a cada pa­
labra, es decir, el conjunto de formas posibles que una palabra es susceptible
de adoptar dentro de un determinado sistema, así como los accidentes gra­
maticales propios, en su caso, de cada clase de palabra. Por ello la morfolo­
gía se basa en la consideración de la palabra en sí misma, antes de que ésta
se produzca dentro de un contexto gramatical, dentro de una oración.
La lengua latina es, como veremos, una lengua flexiva (cf. p. 86), de ma­
nera que algunas clases de palabras pueden alcanzar una cierta complejidad
morfológica, al expresar mediante marcas formales integradas en la palabra
diversos accidentes gramaticales. Por eso la atención a la morfología de las
palabras es esencial, por ejemplo, en el caso de los sustantivos, ya que uno de
los principales procedimientos para identificar funciones es la marca casual
que portan en su flexión, frente a las lenguas romances, en las cuales se han
perdido, casi en su integridad, las marcas casuales.
La sintaxis, en cambio, se ocupa del análisis de las relaciones que esta­
blece una palabra con otra u otras en el seno de la oración, articulándose
conexiones a distintos niveles: desde el papel desempeñado por una palabra o
grupo de palabras dentro de un sintagma, hasta la oración como unidad sin­
táctica superior.
Una de las nociones fundamentales y más debatidas entre los lingüistas
es la de función. La función es un concepto gramatical que incide en el pa­
pel que desempeña una palabra dentro de una oración.

I Esta distinción sobre la índole del significado (gramatical o léxico) de los componentes de una

palabra es clara en muchos casos: por ejemplo, la raíz de una palabra suministra infonnación se­
mántica sobre su significado; en cambio, podemos aislar un morfema -re- que caracteriza al imper­
fecto de subjuntivo (ej. ama-re-m), suministrando información gramatical, sobre el tiempo y el mo­
do del verbo. Sin embargo, en otros casos, la frontera no parece tan clara y los gramáticos siguen
hoy debatiendo, por ejemplo, en tomo a si las marcas casuales guardan una función sintáctica o se­
mántica o ambas.
SINTAXIS [49J

Se distingue habitualmente entre "funciones sintácticas", es decir, aquellas que


señalan, primordialmente, una determinada relación de una palabra con otras en
la oración, y 'funciones semánticas', que apuntan al contenido referencial. Algu­
nas propuestas añaden además "funciones pragmáticas" (por ejemplo las nocio­
nes de 'tópico' y foco'), aunque hay discrepancias muy significativas a la hora de
definir el estatuto de cada función entre las distintas escuelas lingüísticas.

Así mismo el estudio gramatical se ha centrado tradicionalmente en los aspectos


morfológicos y sintácticos, si bien en los últimos años se ha profundizado igual­
mente en el plano léxico del latín, apreciándose la existencia de estructuras simi­
lares a las gramaticales, que son objeto de estudio de la lexemática.

Lo más propiamente sintáctico son, pues, las relaciones que reflejan una
interdependencia establecida entre determinadas palabras dentro de la estruc­
tura de la oración. Por ello uno de los fenómenos sintácticos más relevantes es
el de la concordancia, es decir, la mutua dependencia formal que adquieren
algunas palabras entre sí por el hecho de compartir algún accidente gramati­
cal. Así algunas de las relaciones sintácticas más estrechas que puede presen­
tar el sintagma nominal se establecen en virtud de funciones como éstas:
a) ia función de sujeto, que se marca en latín mediante el caso nominativo, tiene
un peso sintáctico fundamental, pues guarda una relación muy estrecha con el
verbo principal, con el que concuerda en número y persona, constituyendo esta
relación sujeto-verbo el principal elemento de vertebración de la estructura ora­
cional. Si cambia el sujeto de singular a plural, el verbo cambiará igualmente de
singular a plural: puer uenit / pueri ueniunt.

b) la función de objeto o complemento directo, que el latín expresa primordial­


mente a través del caso acusativo, está muy estrechamente vinculado desde el
punto de vista sintáctico con el núcleo verbal, como revela el hecho de que, si se
transforma la oración de activa a pasiva, el complemento directo se transforma
en sujeto: scribo epistulam ("escribo una carta") / epistula scribitur a me ("una
carta es escrita por mí").

e) En el ámbito del sintagma nominal también se producen fenómenos de


concordancia que reflejan una relación sintáctica muy estrecha: el adjetivo, en
función de determinante del nombre, concuerda con su sustantivo en caso, gé­
nero y número: fessus homo ("el hombre cansado") / fessi homines ("los hombres
cansados").

En cambio, la función de complemento circunstancial, que se expresa en latín


preferentemente con el ablativo o bien con una construcción preposicional, se in­
terpreta habitualmente como predominantemente semánti<;a, ya que desde el
punto de vista sintáctico no guarda una relación de interdependencia con el res­
to de elementos de la oración.
[SOl LENGUA Y IJTERATURA LATINAS I

La sintaxis intenta definir las relaciones posibles y estudia las funciones


que una clase de palabras o una forma determinada adquiere en un contexto
gramatical dado.

Por otra parte, la vinculación entre formas y funciones en la lengua lati­


na es muy estrecha, pero dista mucho de ser una vinculación completamente
unívoca, es decir, en la que a cada forma distinta corresponda una y solo una
función, y a la inversa. Por eso las relaciones entre unas y otras constituyen
una de los factores más importante en la evolución de las lenguas. Por ello
conviene tener muy en cuenta las siguientes circunstancias:
a) Una misma forma puede expresar distintas funciones (por ejemplo, la marca
casual de acusativo puede, en distintos contextos sintácticos, funcionar como un
complemento directo, como el sujeto de un infinitivo, como régimen de una pre­
posición...).

b) Hay marcas casuales distintas que, en virtud de la evolución histórica, presen­


tan una forma coincidente: este fenómeno se denomina homonimia. Así, en la­
tín clásico la forma domino corresponde tanto al dativo singular como al ablati­
vo; rosae puede corresponder a un genitivo o dativo singular, o a un nominativo
o vocativo plural. Se trata de homonimias formales que sólo los contextos sin­
tácticos permiten interpretar correctamente.

c) Una misma función puede expresarse mediante distintas formas (la función de
determinante nominal puede ejercerla tanto un nombre en genitivo como un ad­
jetivo -concordando con el sustantivo correspondiente-). Históricamente, la con­
vergencia de formas distintas en una misma función ha dado lugar al fenómeno
del sincretismo: por ejemplo, el antiguo instrumental, el locativo y el ablativo se
han sincretizado en un caso que asume ya en época clásica los significados sin­
tácticos de los tres casos antiguos.

El análisis gramatical supone, pues, una reflexión sobre la lengua, y de­


be permitirnos discernir con la mayor claridad posible la fonna y la función
correspondiente a cada una de las palabras que aparecen en el texto. Para
adentrarnos en él es preciso identificar con claridad, en primera instancia, las
clases de palabras y las formas y funciones propias de los casos latinos.
SINTAXIS [51J

BIBLIOGRAFÍA
BASSOLS DE CLlMENT, M. (1971): Sintaxis SÁNCHEZ SALOR, E. (1996) : "Nivel se­
latina 1-11, Madrid. mántico y nivel sintáctico: alguna apli­
cación al análisis de los casos", A MQ.
BYBEE, J.L. (1985): Morphology. A Study of Aldama, ed., De Roma al siglo XX, 1,
the Relation befween Meaning and Form, Madrid, pp. 5-29.
Amsterdam.
SIHLER, AL. (1995): New Comparative
CALBOLl, G (1983): "Problemi di Grammati­
Grammar of Greek and Latin, Nueva
ca latina", Aufstieg und Niedergang der York - Oxford.
romischen Welt 29, pp. 3-177.
ERNOUT, A, - THOMAS, Fr. (1984 2): Synta­ TOURATIER, Chr. (1985): "Les unités mini­
xe latine, París. males de l' analyse syntaxique", en Actes
du l/e Congres de Unguist. Latine, Aix-en­
GARCíA HERNÁNDEZ, B. (1985): "Lexemá­ Provence, pp. 453-484.
tica junto a gramática latina ¿Por qué
no?", Estudios Clásicos 89, pp. 171-181 . VILLA, J. de la (1989): "Las funciones de los
elementos nominales: criterios para su
GARCíA JURADO, F. (1995): "Estructuras lé­ identificación y caracterización en grie­
xicas complejas en latín". Revista Españo­ go y en latín", Cuadernos de Filología
la Lingüística 25, pp. 143-156. Clásica 22, pp. 291-303.

Teatro romano de Orange (Francia). En los s. 111 y II a.e. los teatros eran instalaciones
provisionales de madera. Hasta mediados del s. 1 a.e. no se levantó en Roma el primer tea­
tro de piedra, que mandó construir Pompeyo en el Campo de Marte. La expansión del poder
romano llevó aparejada la penetración de la cultura latina de formas muy diversas, erigién­
dose teatros como éste por todo el Imperio.
[52J LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

2. CLASES DE PALABRAS EN LATÍN

La 'clase de palabra' es un concepto muy tradicional y todavía útil, en ge­


neral, para esclarecer el análisis gramatical. Se trata de una categoría que per­
mite caracterizar a las palabras en función de su constitución morfológica y
de los paradigmas que pueden admitir.

No hay una correspondencia unívoca entre clases de palabras y funcio­


nes sintácticas, pero sí se aprecia una tendencia a que cada clase de palabras
esté asociada con una o varias funciones específicas, si bien es posible que al­
gunas funciones puedan expresarse mediante distintas clases de palabras. Así
por ejemplo los nombres y los pronombres cubren el mismo abanico de fun­
ciones; la determinación nominal la puede desempeñar un adjetivo o un nom­
bre en genitivo o una construcción de preposición más nombre; o la función
de complemento circuntancial se puede expresar mediante un adverbio o un
sustantivo en ablativo, etc.

Hay que distinguir inicialmente entre las clases de palabras que admiten
variabilidad formal, es decir, alguna forma de flexión, frente a las que perma­
necen invariables.

Las clases de palabras que, atendiendo a su forma, pueden identificarse


en latín son éstas:

2.1. Clases de palabras que admiten flexión nominal o pronominal

Comprende laS' clases que admiten formas distintas correspondiendo a


tres accidentes gramaticales: el caso, el género y el número.

11 NOMBRE
El nombre se caracteriza formalmente por admitir la flexión de caso y
número (singular y pluraD, y de género (uno sólo para cada sustantivo: horno
es masculino, carece de una forma de la misma palabra en género femenino).
Existen cinco variantes dentro de las flexiones nominales, en virtud de las di­
ferencias de temas y desinencias de caso, género y número. Son las cinco de­
clinaciones.
SINTAXIS [53]

Las funciones que puede desempeñar un sustantivo, como núcleo de un


sintagma nominal, son las que cabe atribuir a cada uno de los casos en los que
puede aparecer (d. pp. 57-69).

ADJETIVO

Formalmente el adjetivo se identifica por dos rasgos:


a) Admite la flexión de caso, número y también (frente al sustantivo) de
género.
b) Admite la expresión de grado comparativo (altior, altius) y superlativo
(altissimus, -a, um).

Se distingue habitualmente entre tres tipos de adjetivos, según la decli­


nación que sigan y las formas posibles en el nominativo de singular:
a) de tres terminaciones, a partir de la 1a y 2a declinación (altus, alta, al­
tum; sacer, sacra, sacrum).
b) de dos terminaciones, sobre la 3a declinación (f011is, forte; omnis, om­
ne) aunque hay un grupo que admite las tres terminaciones (acer,
acris, acre).
c) de una terminación, también sobre la 3a , con un nominativo singular
común para los tres géneros (sapiens; prudens; y los participios de pre­
sente, amans, capiens).

La función más habitual del adjetivo es la de actuar como determinante


de un nombre que es núcleo de ese sintagma nominal, concertando con él en
género, número y caso (pulchra puella Romam uenit "un muchacha hermosa
llegó a Roma"), o bien como predicado nominal o atributo (puella pulchra est
"La muchacha es hermosa"), o complemento predicativo (puella defessa uenit,
"la muchacha llegó cansada"). Cualquier adjetivo puede aparecer sustantiva­
do, es decir, actuando como núcleo de un sintagma nominal en el cual no hay
un nombre expreso.

PRONOMBRE
La especificidad del pronombre parece consistir en la capacidad para
sustituir o suplantar a un nombre, pero cuenta con algunas peculiaridades
[54] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

formales en su flexión que revelan la existencia de una flexión pronominal de


ascendencia indoeuropea y con desarrollos propios en latín.
Se distinguen tradicionalmente dos grupos:
a) Los pronombre personales, que tienen flexión de caso y número (ego ­
nos; tu - vos; en cambio se es sing. y plur.), identificándose contex­
tualmente su género, y su función es la misma que la que puede de­
sempeñar un nombre. A partir de ellos se derivan los adjetivos
posesivos (meus/nostel~ tuus/uester, suus).
b) Los pronombres demostrativos (hic/iste/ille), el anafórico is, ea, id, los
relativos (qui, quae, quod), los interrogativo-indefinidos: todos ellos
disponen de un sistema de flexión de caso, número y género (hic,
haec, hoc; ille, illa, illud) y la posibilidad de funcionar como nombre o
como adjetivo.

2.2. Clases de palabras que admiten flexión verbal

VERBO
El verbo se identifica formalmente porque dispone de una flexión, la con­
jugación, a través de la cual se expresan los siguientes accidentes gramatica­
les: la persona, el número y la voz (en las desinencias personales), el tiempo
y el modo (mediante distintos morfemas); dispone así mismo de formas no
personales (infinitivo, participio, gerundio, gerundivo y supino).
Desde el punto de vista sintáctico, la función propia del verbo en forma
personal es actuar como núcleo del predicado o sintagma verbal, concertan­
do en número y persona con su sujeto y admitiendo distintas posibilidades de
complementación (si el verbo se construye con acusativo complemento di­
recto se trata de un verbo transitivo; si no admite esta construcción, es un ver­
bo intransitivo).

2.3. Clases de palabras invariables


La distinción entre las clases de palabras que carecen de cualquier tipo
de flexión se hace atendiendo en algunos casos a la forma (por ejemplo con
algunas desinencias productivas para la derivación de adverbios), bien por­
que se trata, en otros casos, de inventarios cerrados (o cuasicerrados) de pa­
labras, como las preposiciones y las conjunciones, así como la función o la
construcción que les es característica.
SINTAXIS [55]

ADVERBIO
El adverbio es una palabra invariable, que en algunos casos ha adoptado
una forma específica mediante distintos procedimientos de derivación:
a) a partir de casos, antiguos (locativo, Romae) o bien aún vigentes (abla­
tivo, multo; acusativo multum, en funciones adverbiales).
b) a partir de adjetivos (derivados en -e de 1a y 2a declinación: alte, de al­
tus, alta, altum; derivados en -ter o -iter, para la 3a : fortiter, de fortis,
forte; prudenter, de prudens).
Formalmente los adjetivos admiten también derivación del adverbio en el
comparativo (altius) y en el superlativo (altissime), o bien mediante el adver­
bio magis (magis strenuus) y maxime (maxime strenuus) respectivamente.
Desde el punto de vista sintáctico, el adverbio asume la función de com­
plemento circunstancial, bien modificando al núcleo del sintagma verbal (non
video), bien a un sintagma nominal (haud magnus, "no grande") o incluso mo­
dificando a otro adverbio (haud facile, "no fácilmente").

PREPOSICIÓN
Es una palabra invariable, que no puede aparecer por sí sola en una
oración, ya que se caracteriza por introducir o regir a un núcleo nominal
(un sustantivo o adjetivo sustantivado) en un caso determinado (depen­
diendo de la preposición), preferentemente acusativo -ej. ante diem, contra
spem- ablativo -de Italia, ex urbe- o ambos -in dieslin diebus, con significa­
do distinto-); por tanto la preposición introduce un grado de subordinación
del sustantivo que depende de ella, conformando con éste un sintagma, nor­
malmente con función circunstancial o adverbial, similar a la que desem­
peñan los adverbios.

11 CONJUNCIÓN
Es una palabra invariable, incapaz, como la preposición, de actuar por
sí sola en la frase, ya que la conjunción introduce siempre un núcleo ver­
bal, y, por consiguiente, una oración. Existen dos tipos básicos de conjun­
ciones, según el rango o jerarquía de la oración que introduzcan respecto
a la oración principal: si la conjunción introduce una oración que se en­
cuentra al mismo nivel sintáctico que la oración principal, entonces esta­
[56llENGUA y lITERAlURA LATINAS I

mas ante una conjunción coordinante; en cambio, si introduce una ora­


ción dependiente funcionalmente de la principal, estamos ante una con­
junción subordinante, también llamada "subjunción".

INTERJECCIÓN
Es una partícula invariable utilizada en contextos en los que no es do­
minante la función referencial, sino en los que priman funciones expresivas
o impresivas del lenguaje. La interjección se caracteriza también por un cier­
to énfasis en su entonación (que se representa en la escritura mediante el sig­
no de exclamación), está desvinculada del resto de la oración y aparece nor­
malmente entre comas: eu!, "¡bien!", "¡bravo!"; oh! perii!, "¡Oh!, ¡estoy
perdido!"

BIBLIOGRAFíA

BIBILLE, F. (1996): "Le statut linguistique des PINKSTER, H. (1995): Sintaxis y semántica
interjedion en latin", en H. Rosén, ed., del latín (vers esp.), Madrid..
Aspects of Latin. Papers from the Seventh
Int. CoII. on Latin Linguistics, Innsbruck, RUBIO, L. - GONZALEZ, T. (1985): Nueva
pp. 209-220. gramática latina, Madrid.

ERNOUT, A. (1974'): Morphologie histori­ RUBIO, L. (1982'): Introducción a la sintaxis


que du latin, París. estructural del latín, Barcelona.
SERBAT, G. (1988): Casos y funciones (vers.
KIRCHER-DURAND, C. (1996): "L'adjectif en
esp.), Madrid.
latin: aspects flexionnels, syntaxiques,
énonciatifs, et lexicaux", en H. Rosén, TOURATIER, Ch. (1991): "Adjedif el syntag­
ed., Aspects of Latin. Papers from the Se­ me nominal", en R. Coleman, ed., New
venth Int. CoII. on Latin Linguistics, Inns­ Studies in Latin Linguistics, Amslerdam­
bruck, pp. 221-230. Filadelfia, pp. 233-249.
MONTEIL, P. (1992): Elementos de fonética y TOURATIER, Ch. (1994): Syntaxe Latine, Lo­
morfología del latín (vers. esp.), Sevilla. vaina La Nueva.
SINTAXIS [5fJ

3. SINTAXIS DEL NOMBRE: CASOS Y FUNCIONES


Lo que define formalmente la clase de palabra 'nombre' en latín es la po­
sibilidad de adquirir distintas formas en su flexión en virtud de la expresión
de tres accidentes: el caso, el número y el género (cada nombre adopta un gé­
nero y se declina en función del caso y el número) .
Pero los casos no son un simple repertorio de variantes formales de la pa­
labra, sino que se integran en un paradigma y constituyen un sistema de uni­
dades significativas, un sistema complejo que no está absolutamente cerrado
y en el que se advierte el enorme dinamismo en el que se desenvuelve la len­
gua. El caso es el accidente que indica la función que desempeña el nombre
en la oración.
Las funciones propias del nombre son las del núcleo del sintagma co­
rrespondiente, admitiendo sus propios determinantes (adjetivos, genitivos,
ablativos, etc .. ).
El reconocimiento e identificación correcta de las formas resulta impres­
cindible para detectar la función del nombre. Revisaremos a continuación las
formas más habituales y las funciones principales que pueden distinguirse a
partir de los usos de cada caso en latín clásico.

BIBLIOGRAFÍA (Estudios generales sobre los casos)

AGUD, A. (1980): Historia y teoría de los des Classiques (Centre Universitaire de


casos, Madrid. Luxembourg), ", 55-76.
CALBOLl, G. (1972): La linguistica moderna MORALEJO, J.L. (1986): "Sobre los casos la­
e illatino. Icasi, Bolonio. tinos", Revista de la Sociedad Española
CANO, P.L. (1995): El marco referencial y la de Lingüí$tica 16, pp. 293-323.
ordenación del sistema de los casos lati­ SERBAT, G. (1988): Casos y funciones (vers.
nos, Barcelona. esp.), Madrid.
ECHARTE, M9 J. (1991): l/Los casos en la es­ SERBAT, G. (1982): l/Le systemE1 casuel est-il
tructura dellatínl/, Mine/Ya 5, pp. 167­ systématique?", Revue des Etudes Latines
188. 59, pp. 298-317.
FUGIER, H. (1983): "Le syntagme nominal en SERBAT, G. (1996): Grammaire fondamen­
latin classiguel/, Aufstieg und Niedergang tale du latin. VI. L'emploi des cas en la­
der romischen Welt 29, 1, pp. 212-269. tin. Vol. 1: Nominatif, Vocafif, Accusatif,
GONZÁLEZ ROLÁN, T. [1971): "El proble­ Génitif, Datif. Louvain-París.
ma de los casos latinos", Emerita 39, VIPARELLI, V. (1993): "11 problema del caso
pp. 109-119. nella antiquitá classica e nella linguistica
LA VENCY, M. (1991): "Pour une descriptjon moderna (1)", Bolletino di Studi Latini 23,
fonctionnelle du syntagme nominal", Etu­ pp. 401-444.
[58] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

11 NOMINATIVO
FORMAS

SINGULAR PLURAL
Declinación
1!! •• rosae
2 2 dominus, ager, templum domini, agri, templa
3 2

• .
consul, caput, hostis,
.
consules, capita, hostes,
montes, maria

4!!
5!! .. • tribus, cornua

dies

FUNCIONES PRINCIPALES

SUJETO: núcleo del sintagma nominal que se identifica por concordar con el
verbo en persona y número (puer uenit; "el niño viene"; pueri ueniunt, 'los ni­
ños vienen').

PREDICADO NOMINAL: Núcleo del sintagma nominal que actúa como pre­
dicado del verbo sum o de un verbo similar a éste, (miles ille frater meus est,
"aquel soldado es mi hermano"). El nombre que desempeña esta función con­
cuerda habitualmente con el sujeto en número y caso; si es un adjetivo la
concordancia es en caso, género y número con el sujeto (milites defessi sunt,
"los soldados están cansados").
En las oraciones nominales, en las cuales no hay verbo en forma personal o
bien no está explícito, el predicado se expresa igualmente con el nominativo:
homo homini lupus ("el hombre <es> un lobo para el hombre").

NOMINATIVVS PENDENS: así se denomina al uso del nominativo en sus­


penso, o suelto, al comienzo de una frase con la que no guarda vínculo sin­
táctico:
ej. Cic. De Fin, 3: ceterae philosophorum disciplinae, omnino alia magis alia,
sed tamen omnes, quae rem ullam uirtutis expertem aut in bonis aut in malis
numerent, eas ...nihil adiuuare arbitrar
SINTAXIS [591

APOSICIÓN AL SUJETO: Concierta con el sujeto en caso, y mantiene su pro­


pio género y número. Puede ir, aunque no necesariamente, separado por co­
mas: Titus, 'Marci frater, eras ueniet ("Tito, el hermano de Marco, vendrá ma­
ñana"). La aposición no es privativa del nominativo.

PREDICATIVO: Se ha distinguido tradicionalmente una clase de predicación


que guarda vínculos, al mismo tiempo, con el predicado verbal y con el sin­
tagma nominal sujeto (u otra función, como complemento directo), partici­
pando a distintos niveles de la condición de complemento del verbo y de mo­
dificador del sintagma nominal, por lo que su caracterización sintáctica
precisa resulta en ocasiones difícil. Puede construirse de formas muy diver­
sas, siendo las más habituales un sustantivo (ej. Iudex sedi, "<yo> tomé asien­
to en mi calidad de juez") un adjetivo (ej. miles uenit defessus), "el soldado
llegó cansado") o un participio (ej. Petrosidius... pro eastris fortissime pug­
nans oeeiditur, "Pretosidio cae combatiendo decididamente delante del cam­
pamento", donde pugnans tiene a su vez sus propias determinaciones).

Por otra parte, el nominativo como caso de la pura denominación, sirve,


fuera de contexto sintáctico, para designar cualquier objeto u obra (así, las
obras literarias, como Miles Glonosus) y, dentro de contextos sintácticos, en
las citas (dieo "prineeps"). Igualmente es posible encontrar formas de nomi­
nativo exclamativo, en contextos de sintaxis expresivo-impresiva: ego miser¡

BIBLIOGRAFÍA

CARVALHO, P. (1985): "I'-Jominatif et sujet", LONGRÉE, D. (1989): "The Syntactic Func­


Ch. Touratier, ed ., Syntaxe et latin. Actes tion of the so-called Praedicativum in
du lime Congo Int. de Ling. Lat., Aix-en­ Classical Latin". M. Lavency; D. Longrée,
Provence, pp. 55-78. ed., Actes du ve ColI. de Ling. Lat., Lo­
vaina la Nueva, pp. 245-256.
FUGIER, H. (1973): "L'Apposition en Latin",
SERBAT, G. (1981): "Der Nominativ und sei­
La Linguistique 9, pp. 97-113.
ne Funktion als Subjektcasus im Lichter
moderner Sprachtheorien", Glofta 59,
HAVERS, W. (1926): " Die sogennante No­
pp. 119-136.
minatiuus pendens", Indogermanische
Forschungen 43, pp. 207-257. SUÁREZ MARTINEZ, P.M. (1994): "El nomi­
nativo latino: funciones sintácticas y fun­
HAVERS, W. (19,27): "Zur Syntax des Nomi­ ciones del lenguaje", Anuari de filologia
natiuus", Glotta 16, p. 106. 17, pp. 115-122.

L_ __

[ij] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

VOCATIVO

FORMAS

rosa rosae
domine, ager, templum domini, agri, templa
consul, caput, hostis, consules, capita, hostes,
mons, mare montes, maria
tribus, cornu tribus, cornua
dies dies

FUNCIÓN PRINCIPAL

INTERPELACIÓN, INVOCACIÓN, LLAMADA: la función del vocativo es muy


especializada, asociada preferentemente a la sintaxis expresiva (Dii inmorta­
les!, "¡Dioses inmortales!"), o impresiva (Di, prohibete minas, "¡Dioses, apar­
tad las amenazas!"). El vocativo puede constituir una oración por sí solo y,
cuando aparece asociado a otra oración, es autónomo respecto a ésta y se es­
cribe entre comas. Es frecuente que en la otra oración aparezca un imperati­
vo: Patres conscripti: subuenite meo misero, "¡Senadores, socorredme en la
desgracia!".

BIBLIOGRAFÍA

CABRILLANA LEAL, C. (1996): "El vocativo SUÁREZ MARTINEZ, P.M. (1991): "Yocatif
latino", Tempus 13, pp. 5-40. latin et fonctions du langage", Vito Latina
122, pp. 39-45.
FUGIER, H. (1985): "Le vocatif dans la phra­
se latine", en Ch. Touratier, ed., Syntaxe YAIREL-CARRON, H. (1981): "The position
et Latin. Actes du lime Congr. Int. de Ling. of the Yocative in the latin case-system",
Lat., Aix-en-Provence, pp. 105-121. American Journa/ of Phi/o/ogy 120, pp.
438-447.
SINTAXIS [6TI

11 ACUSATIVO
FORMAS

rosam rosas
dominum, agrum, dominos, ogros,
templum templa
consulem, caput, hostem, consules, copita, hostes,
montem, more montes, maria
tribum, cornu tribus, cornuo
diem dies

FUNCIONES PRINCIPALES
COMPLEMENTO DIRECTO: acusativo sin preposición que depende de un ver­
bo transitivo. En ténninos sintácticos se identifica porque si la oración se vuel­
ve a pasiva, se convierte en el sujeto paciente de la nueva oración (uideo pue­
llam, "veo a la muchacha"; puella uidetur a me, "la muchacha es vista por mí").
Algunos verbos admiten una construcción de doble acusativo: con verbos
que significan nombrar, elegir, llamar (creare aliquem consulem, "elegir a al­
guien cónsul"), o bien con acusativo de persona y de cosa (docere grammati­
cam pueros, "enseñar gramática a los niños").
Es posible que el acusativo cubra el mismo espacio semántico que el ver­
bo del que depende, utilizando incluso la misma raíz para uno y otro. A este
uso se le ha denominado 'acusativo interno' o de figura etimológica y puede
darse con cualquier clase de verbos, con la peculiaridad de que no sólo lo ad­
miten verbos transitivos sino también los intransitivos: iudicium iudicare, do­
lorem dolere , noxam nocere, sectam sequi, uitam uiuere ... También reciben la
designación de "internos" aquellos acusativos que responden al mismo espa­
cio semántico aunque sean de otra raíz: aetatem uiuere, stadium currere ...

SUJETO DE UN INFINITIVO: acusativo sin preposición que acompaña a un


infinitivo, formando una construcción que funciona como complemento di­
[52J LENGUA Y lITERATURA LATINAS I

recto o sujeto dentro de la oración. Si este acusativo no coincide con el suje­


to del verbo principal, se trata de un infinitivo no concertado (uides puellas
uenire, "ves que las muchachas vienen"); si, por el contrario, coinciden ambos
sujetos, el correspondiente al infinitivo no se expresa (uis edere, "quieres co­
mer"). Frente a esta construcción, la del infinitivo histórico se caracteriza
porque su sujeto va en nominativo.
COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL: función adverbial que admite dos po­
sibles construcciones con este caso:
A) Acusativo sin preposición. Algunas formas neutras han adquirido va­
lores adverbiales (multum, nimium, primum, summum, iterum). Otros
acusativos han desarrollado valores adverbiales de duración en el
tiempo (laborare quinque dies, "trabajar durante cinco días"), de di­
rección a donde (ire Romam, "dirigirse a Roma") o de extensión en el
espacio, expresando distancia (decem milia distabat, "distaba diez mi­
llas") o dimensión (Murum decem pedes altum fecit , "levantó un mu­
ro de diez pies de alto").
B) Acusativo con preposición. Algunas preposiciones se construyen sólo con
acusativo (ad, ante, ob, per, praeter), otras admiten un régimen en acusati­
vo o bien en ablativo (in), para expresar diversos matices adverbiales.
Otros usos particulares son el llamado "acusativo exclamativo", en contexto
de sintaxis expresivo-impresiva: Me miserum!, "¡Ay de mí, desgraciado!" y el acu­
sativo de relación, también denominado "acusativo griego", en el cual el acusa­
tivo indica la parte de una persona afectada por la acción verbal. Puede depender
de verbos (doleo pedem, "me duele el pie"), adjetivos (nuda genu, "desnuda por la
rodilla"), o participios (exuuias indutus, "cubierto con los despojos").

BIBLIOGRAFÍA
CAlBOLl, G. (1996): "The accusative as a COSTAS RODRíGUEZ, J. (1977): "ReAexio­
default case in latin" . H. Rosén, ed., nes sobre transitividad, voz y causativi­
Aspects oF Latin. Papers From the Se­ dad. A propósito de la construcción Fu­
venth Int. ColI. on Lat. Ling., Innsbruck, gere aliquem", SphS 1, pp. 47-52.
pp. 423-436.
COlEMAN, R.G. (1985): "The Indo-Europe­ MAURO, T. DE (1959): "Accusativo, transiti­
an Origins and latin Development of the vo, intransitivo", Rendic. Acc. Lincei, CI.
Accusative with Infinitive Construction", Se. mor., Ser. 8, 16, pp. 233-256.
en Ch. Touratier, ed., Syntaxe et Latin
(Proceedings oF the 2th Colloquium on PERRET, J. (1958): "Sur l' accusatif du latin",
Latin LinguistiesL Aix-en-Provence, pp. Revue des Études Latines 35, pp. 152­
307-342. 163.
SINTAXIS [§3J

"" GENITIVO

FORMAS

rosae rosarum
domini, agri, templi dominorum, agrorum, templorum
consulis, capitis, hostis, consulum, capitum, hostium
montis, maris montium, marium
tribus, cornus tribuum, cornuum
diei dierum

FUNCIONES PRINCIPALES

COMPLEMENTO ADNOMINAL: La función básica del genitivo es actuar co­


mo determinante del nombre, función similar a la que desempeña el adjetivo
aunque mediante otro procedimiento formal. En español se expresa con la
preposición 'de': domus patris, "la casa del padre".

COMPLEMENTO ADVERBAL, en construcciones muy delimitadas:


a) genitivo con verbo sum, con el significado de "ser propio de" en senti­
do físico (haee domus patris mei est "esta casa es de mi padre") o figu­
rado (est ... uiri (ortis ne suppliciis quidem moueri, "es propio del hom­
bre vigoroso no conmoverse por los castigos").
b) régimen de algunos verbos que expresan abundancia o privación (im­
plere uini, "llenar de vino", que se construye también en ablativo ins­
trumental), recuerdo u olvido (memini tui, "me acuerdo de ti", que ad­
mite el acusativo), o bien acusación (accusare proditionis, también
construido con ablativo).

La gramática tradicional identifica también un genitivo 'de estimación o


precio', asociado a verbo con este significado (aestimare magni/maximi/minimi/
parui; minoris uendas, quanti? "¿Qué vale?"), en concurrencia con el ablativo.
[64J LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

BIBLIOGRAFÍA
BENVENISTE, E. (1962): "Pour l'analyse des LAVENCY, M. (1982): "Le génitif adnominal
fonctions casuelles: le génitif latin", Lin­ en latin classique", Les humanités chré­
gua 11, pp. 10-18. tiennes 25,1, pp. 36-44.

FUGIER, H. (1974): "Génitif adnominal et MAUREl, J.P. (1985): "Génitif et quantifi­


transformations en latin", Revue des Étu­ cation", Ch. Touratier, ed., Syntaxe el 10­
des Latines 51, pp. 326-345. tino Actes du lime Congo Int. de Ling. Lat.,
Aix-en-Provence, pp. 121-138.

El Foro Romano.

A la derecha los restos del

Templo de Cástor y P61ux;

al fondo, el Templo de

Antonino y Faustina.

Grabado de 1. Barbault.

SINTAXIS [65]

DATIVO

FORMAS

rosae rosls
domino, agro, templo dominis, agris, templis
consuli, capiti, consuli6us, capiti6us,
hosti, monti, mari hosti6us, montibus, mari6us
tribui, cornui tribi6us, corni6us
diei diebus

FUNCIONES PRINCIPALES
Se atribuye a este caso una noción originaria de interés que estaría en la
base de los diversos usos y funciones sintácticas que pueden distinguirse. En­
tre ellos los más destacados son éstos:

COMPLEMENTO INDIRECTO DE VERBOS TRANSITNOS: función principal


del dativo que habitualmente está asociada a nombres que designan ser anima­
do, persona o cosa interesada (dare aliquid alicui, "dar algo a alguien"; do panem
pauperi, "doy pan a un pobre"). El complemento indirecto se puede identificar
por la huella pronominal que deja en su lugar (en castellano "le", "les", yen la­
tín por el pronombre en dativo correspondiente).

COMPLEMENTO DE VERBOS INTRANSITIVOS: el dativo aparece como ré­


gimen de algunos verbos intransitivos, por ejemplo, con los que significan
I dar' o Igustar (placet mt'h t,' "me agra d a"; nocere a1"l CUl, "hacer d ano
agra I - a1­
guien"), 'ayudar' o 'beneficiar' (prodesse ad rem alicui , 'ser útil a alguien pa­
ra una empresa"), obedecer o respetar (oboedire uoluptatibus, "obedecer a los
placeres", "ser esclavo de los placeres"; parcere alicui, "respetar a alguien").

DATIVO CON EL VERBO SUM: llamado frecuentemente "dativo posesivo".


Se trata de un dativo normal con su significado básico de interés que se cons­
truye con el verbo sum u otros verbos de estado. La denominación de Ipose­
lJ6l LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

sivo' no responde a una función en la construcción latina sino que es conse­


cuencia de los hábitos de traducción, ya que es frecuente recurrir al verbo 'te­
ner': domus est mihi, "la casa existe para mí", "tengo una casa".

DATIVO AGENTE: se denomina tradicionalmente así a un dativo de interés


en su origen que se construye en latín clásico preferentemente con las si­
guientes formas verbales:
a) con las formas perifrásticas en -ndus ifaciendus est mihi quod postu­
lat, literalmente "debe ser hecho por mí lo que pide", aunque es fre­
cuente traducir el dativo como sujeto: "debo hacer lo que pide"; ueri­
tas dicenda est tibi, "la verdad debe ser dicha por ti", es decir, "debes
decir la verdad");
b) con los tiempos de perfecto en voz pasiva: notum est mihi, "es sabido
por mí", en lugar de utilizar el ablativo con a;
c) en menor medida, con los tiempos del tema de presente en voz pasi­
va: consulatus tibi quaerebatur, "el consulado era reclamado por ti".

OTROS DATIVOS ADVERBALES: la gramática tradicional distingue algunos


otros dativos adverbiales que deben su origen al dativo de interés y cuya dife­
renciación estriba principalmente en factores contextuales: el llamado 'dativo.
de finalidad' (sobre todo con el verbo sum y dativos de nombre no animado:
hoc est decori, "esto es (sirve) para adorno"); el 'dativo de dirección' (con usos
muy restringidos, preferentemente en poesía: ire caelo; praecipitare pelago, y
siempre con verbos que expresan movimiento); el 'dativo separativo' (aliquid
alicui auferre, "arrancarle algo a alguien", circunscrito a verbos que expresan
esta noción de separación); el 'dativo simpatético' (entendido tradicional­
mente como equivalente a un genitivo o un adjetivo, aunque con matices: pa­
ter nobis decessit, "se nos ha muerto el padre").

DATIVO 'ADNOMINAL': junto a los usos primordialmente adverbales del da­


tivo, algunos sustantivos y adjetivos son capaces de construirse con un com­
plemento en dativo, ej. aptus proelio, "preparado para el combate".
SINTAXIS [El

BIBLIOGRAFíA

MW (1995): Sintaxis del dativo latino. I LAVEI\JCY, M. (1985): "Datif d'atlribution et


Encuentro de Sintaxis Latina, Barcelona­ datif d'interet en latin classique", ClLL 11,
Madrid. 1-2, pp. 41-51
BOLKESTEIN, A.M. (1983): "Genitive and MELLADO, J. (1996): "Complementos del
dative possessors in Latin", en S.e. Dik, verbo y complementos del predicado: el
ed., Advances in Functional Grammar, dativo 'adnominal///, A.Mº. Aldama, ed.,
Dordrecht, pp. 55-91. De Roma al S. XX, 1, Madrid, pp. 93­
GARCíA HERNÁNDEZ, B. (1992): "El dativo 102.
con sum y la vulgarización de la noción
SERBAT, G. (1996): "Essay de définition du
de la posesión", Revista de la Sociedad
datif latin", en A. Bammesberger, y Fr.
Española de Lingüística 22, pp. 325-337.
Heberlein, eds., Proceedings of the 8th
- - - - - (1992); "El dativo con sum, ¿un da­ International Colloquium on Latin Linguis­
tivo específico?", Humanitas in honorem tics, Heidelberg, pp. 154-164.
Antonio Fontán, Madrid, pp. 63-69.

Arco de Tito.
El Emperador Tito
Flavio Vespasiano, que
gobernó entre los años
79-81 d.C., se hizo
célebre por la
conquista de Jerusalén
el año 70 tras un largo
asedio. En recuerdo de
este hecho su hermano
Domiciano erigió este
Arco, cuando le
sucedió como
Emperador.
[ij] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

ABLATIVO

FORMAS

roso rosis
domino, agro, templo dominis, agris, templis
consule, capite, consulibus, capitibus,
h05te, monte, mari . hostibus, montibus, mari bus
tribu, cornu tribibus, cornibus
die diebus

FUNCIONES PRINCIPALES

COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL: el ablativo, en virtud del sincretismo


de tres casos (el ablativo propiamente dicho, el instrumental y el locativo) ha
asumido múltiples valores adverbiales, desarrollando sentidos concretos y
abstractos en función del contexto. Tiene dos posibles construcciones:
a) Ablativo sin preposición, expresando diversas relaciones circunstan­
ciales: instrumental ('con'); separación, procedencia u orígen (,de',
'desde'), la causa ('por'), lugar ('en'), modo ('según').
b) Ablativo con preposición, algunas que rigen sólo ablativo (ab, cum, de,
ex, prae, pro) y otras que también se construyen con acusativo (in).

ABLATIVO ABSOLUTO: Considerado tradicionalmente como una función


peculiar del ablativo, hoy se entiende que esta construcción es un uso más de
la función adverbial con la que está asociado el ablativo, caracterizándose, en
todo caso, por un grado de desvinculación algo mayor del resto de la oración
y equivaliendo por sí mismo, según la gramática tradicional, a una oración
subordinada que puede expresar múltiples matices circunstanciales. Consta
habitualmente de dos elementos: un nombre y un participio de presente (reg­
nante Romulo) o de perfecto (missis litteris, 'tras enviar la carta'), concertan­
do con él, o bien dos sustantivos (Marco consule) o sustantivo y adjetivo (se
SINTAXIS [69]

salua). Está separado frecuentemente por comas del resto de la oración. Pue­
de traducirse, entre otras posibilidades, por un gerundio (de presente o de
perfecto), por un giro con 'al' + inf., 'tras' + inf., o bien por una oración su­
bordinada circunstancial.

COMPLEMENTO AGENTE EN LA ORACION PASIVA: se trata de un ablati­


vo de causa o instrumento que admite la comtrucción sin preposición (pre­
ferentemente con nombres de cosa) y con aJab (con nombre de persona: pue­
lla amatur a puero).

ABLATIVO COMPARATIVO: se trata de un ablativo de procedencia u origen


(es decir, derivado del ablativo separativo) a través del cual se marca el se­
gundo término de una comparación, concurriendo con la construcción con
quam. Aparece, por tanto, habitualmente dependiendo de adjetivos en grado
comparativo: matre pulchm filia pulchriol~ o también: filia pulchrior quam
mater pulchra).

BIBLIOGRAFÍA

KIRCHER, Ch . (1985): "Emplois et valeurs de Aspectos didácticos del latín, Zaragoza,


la desinence d'ablatif en latin" ch. Tou­
I pp. 9-42.
ratier, ed., Syntaxe et latin. Actes du
lime Congo Int. de Ling. Lat., Aix-en-Pro­ MORENO HERNÁNDEZ, A. (1996): "The
vence, pp. 139-158. Ablative Absolute in Late latin", en H. Ro­
sén, ed., Aspects of Latin. Papers from
IAVENCY, M. (1986): "Le paradigme synta­ the Seventh Int. Co/l. on Latin Linguistics,
xique de I'ablatif absolu", Hommages a Inns6ruck, pp. 471-482.
J. Veremans, Bruselas, pp. 184-191
SERBAT, G. (1979): "L'Ablatif absolu", Re­
MELlADO, J. (1994): "El complemento cir­
vue des Études Latines 57, pp. 340-354.
cunstancial y su significado sintáctico", J.
Mellado, ed., Cuestiones de métrica y
TOURATIER, Ch. (1978): "Quelques princi­
sintaxis latinos, Córdoba, pp. 35-58.
pes pour l' étude des cas (avec applica­
MORALEJO, J.L. (1994): "Morfosintaxis es­ tion a l' a61atif lotin)", Langages 50, pp.
tructural latina: su vertiente didáctica", 98-116.
[J6llENGUA y lITERATURA LATINAS I

4. SINTAXIS DEL VERBO


La clase de palabra 'verbo' se identifica mediante una modalidad de fle­
xión propia, la conjugación verbal, a través de la cual se suministra informa­
ción sobre estos accidentes gramaticales:
J la persona (1 a, 2a y 3a )

O el número (singular y plural)

() la voz (activa o pasiva)

a el tiempo (pasado, presente, futuro)

o el modo (indicativo, subjuntivo, imperativo)

Se reconoce así mismo la existencia de huellas de otro accidente, el as­


pecto, cuya incidencia es discutida por los lingüistas en la oposición de tema
de presente y tema de perfecto.

Funcionalmente, el papel que corresponde a un verbo en forma personal


es el de núcleo del predicado de la oración. Esta función la desempeña tan­
to en oraciones principales como en oraciones subordinadas.

Desde el punto de vista sintáctico, el verbo en forma personal guarda dos


tipos de relaciones básicas:
a) dentro del ámbito de la oración, el verbo presenta una vinculación
muy estrecha con su sujeto a través de la concordancia de número y
persona, de forma que la alteración de alguno de estos accidentes en
el verbo implica automáticamente la adecuación del sujeto corres­
pondiente (puella uenit; püellae ueniunt). La relación entre sujeto y
verbo constituye el armazón sintáctico básico de una oración.

b) dentro del propio predicado, el verbo es un núcleo que admite, en ca­


da caso, sus propias formas de complementación. Según las posibili­
dades que ésta ofrezca podemos distinguir:
" verbos transitivos: se construyen con una acusativo que funciona
como complemento directo (uideo puellam), de forma que la trans­
formación de la oración en pasiva convierte en sujeto al comple­
mento directo.
:) verbos intransitivos: se construyen sin acusativo complemento di­
recto, aunque admitan algún otro tipo de complementación: ea Ra­
mamo En este caso el verbo ire reclama un complemento de direc­
ción.
SINTAXIS [JI]

o verbos copulativos: se construyen con un predicado nominal o atri­


buto, en caso nominativo (dux audax est, "el general es atrevido").

La condición de 'transitivo' o 'intransitivo' no es un rasgo absoluto en ca­


da verbo. Hay verbos que se construyen habitualmente con complemento di­
recto, mientras otros no lo requieren o se construyen con algún otro régimen:
Así el verbo obstare es habitualmente intransitivo, construyéndose sin régimen, exer­
citus obstat, "un ejército cierra el paso"; o bien, por ejemplo, con in + acusativo o con
dativo, cetera uita eorum huic seelen obstat, "El resto de su vida disimula este crimen".

Pero un mismo verbo puede admitir construcciones transitivas o intran­


sitivas (habitare es transitivo en oraciones como centum urbes habitant, "ha­
bitan cien ciudades", e intransitivo en habitare Romae/in Sicilia, "vivir en Ro­
ma / en Sicilia"). El diccionario suele indicar qué usos y acepciones son
transitivos e intransitivos.

LA PERSONA Y EL NÚMERO
Estos dos accidentes, que aparecen marcados conjuntamente en las desi­
nencias verbales, sirven de engarce sintáctico fundamental del predicado ver­
bal con su sujeto en virtud, como acabamos de indicar, de la concordancia.

Conviene insistir en que, cuando el verbo se conjuga en l a O 2a persona,


de singular o de plural, disponemos ya de mucha información sobre la es­
tructura de la oración, pues en esos casos el sujeto está inequívocamente mar­
cado por las desinencias verbales, ya que es siempre el mismo: el sujeto de ca­
no, "canto", es la 1a persona de singular, marcada por las desinencias. En caso
de que se exprese el pronombre correspondiente: ego / tu / nos / UOS , su mero
uso revela un deseo de énfasis o redundancia. El verbo en 3a persona (singu­
lar o plural) admite en cambio cualquier nominativo concertado en el núme­
ro correspondiente (miles Romam it / milites Romam eunt) .

En algunas ocasiones el verbo no concuerda con su sujeto en persona


(por ejemplo, con un sujeto pronombre indefinido determinado por otro pro­
nombre de l a O 2a persona: nostrum quisque sensimus ... , igual que en caste­
llano, "alguno de nosotros nos hemos dado cuenta ...") o en el número (esto
ocurre, en algunas ocasiones, con sustantivos en neutro plural, o bien cuan­
do el sujeto expresa una noción colectiva (equorum pars ... trahebantur), esta­
bleciéndose una concordancia ad sensum . Cuando se da la presencia de varios
[72J LENGUA Y LITERATURA LATINAS'I

sujetos coordinados, el verbo se conjuga habitualmente en plural, pero puede


aparecer concordando con alguno de ellos.

LA VOZ
El latín contrapone dos voces desde el punto de vista de la forma, a tra­
vés de los paradigmas de la conjugación: la voz activa frente a la medio-pasi­
va. Desde el punto de vista sintáctico, una oración elemental en voz activa
construida con un verbo transitivo permite reconocer tres elementos: un su­
jeto, un verbo y un complemento directo: Marcus aedificauit domum ("Marco
construyó una casa") y la transformación de la oración en pasiva provoca una
nueva relación entre los tres elementos: Domus aedificata est a Marco ("Una
casa fue construida por Marco"): El complemento directo se convierte en su­
jeto (denominado en la gramática tradicional, sujeto 'paciente'), y el sujeto de
la voz activa se convierte en el llamado 'ablativo agente'.
Algunos estudios gramaticales de orientación estnlcturalista han cuestionado,
desde hace algún tiempo, la entidad lingüística de la aparente equivalencia o si­
metría entre estas dos constnlcciones, así como la oposición activo/pasivo, al po­
ner en entredicho la relevancia significativa de la noción de 'pasividad', y propo­
ner otras explicaciones de esta oposición en términos de actividad / no actividad.
Desde esta óptica, la oración pasiva no se considera entonces como una cons­
tnlcción en la que se expresa una función lingüística peculiar de pasividad, ni los
sintagmas nominales implicados corresponderían a las funciones tradicionales
(,sujeto paciente', 'ablativo agente'): el sujeto de la oración pasiva no se entiende
como 'sujeto paciente', sino como sujeto no-agente, o estático; el verbo en voz pa­
siva sería un verbo de estado -muy parecido a la construcción con sum- y el abla­
tivo se interpreta como un ablativo normal (con alguno de los matices propios de
este caso: procedencia, origen, o incluso causa) y no como un 'ablativo agente'.
Esta noción de agente no correspondería a una función marcada propiamente
por el ablativo, sino a un sentido contextua!.

La voz pasiva se considera, al mismo tiempo, como un procedimiento de


intransitivación toda vez que el verbo en voz pasiva no admite un comple­
mento directo. Hay, no obstante, un grupo importante de verbos, llamados
deponentes, que tiene sólo paradigma en voz pasiva (salvo en alguna forma
como el participio de presente, con la forma activa, sequens, de sequor) pero
cuyo significado se considera 'activo', pudiendo ser intransitivos o transitivos
(por lo tanto, construido con acusativo complemento directo: aliquem sequor,
"sigo a alguien", imítaris patrem tuum, "imitas a tu padre", adeptus est hono­
res, "alcanzó cargos públicos"). El diccionario nos informa en el lema corres­
pondiente de si el verbo es deponente.
SINTAXIS [73]

EL TIEMPO
La distinción de tres ámbitos en la secuencia temporal (presente / pasado /
futuro), acreditada en una parte al menos del Indoeuropeo reciente, ha alcan­
zado su mayor desarrollo, dentro de la conjugación latina, en las formas de in­
dicativo. Tradicionalmente se han contrapuesto los llamados 'tiempos absolu­
tos' (cuya referencia temporal se sitúa en relación con el momento en que se
habla) y los 'tiempos relativos' (tiempos situados en relación con otros tiempos).

No es fácil precisar en ocasiones el significado temporal de una forma


verbal, ni tampoco su carácter absoluto o relativo, a causa de la confluencia
con otras categorías como el aspecto, o el recurso a otros elementos para ex­
presar el tiempo, como adverbios temporales u otros elementos contextuales.

Veamos brevemente el comportamiento de los tiempos de indicativo pa­


ra expresar cada ámbito temporal.

A) EXPRESIÓN DEL PRESENTE


El presente de indicativo (amo, mitto) expresa una acción que tiene lu­
gar al mismo tiempo que se habla. Es el tiempo verbal que se considera
'no marcado' desde el punto de vista formal (ya que las desinencias de nú­
mero y persona se unen al tema directamente, prescindiendo de morfe­
mas temporales) y también desde la perspectiva de su uso, ya que puede
utilizarse como referencia temporal genérica, o bien puede aludir a he­
chos pasados (el llamado "presente histórico", que aparece habitualmen­
te con tiempos de pasado en el contexto próximo) e incluso a hechos del
futuro inmediato (presente por futuro, iam ad te redeo, "En un momento
vuelvo junto a ti") y por supuesto como referencia amplia o atemporal,
propia de las sentencias y máximas: audentes Fortuna adiuuat, "La For­
tuna ayuda a los que son audaces".

B) EXPRESIÓN DEL PASADO


El indicativo dispone de tres formas a las que se reconoce un valor de pa­
sado:
e El
pretérito perfecto (amar,ú, misO sitúa la acción:
1° en un momento anterior a aquél en que se habla y
2° presenta la acción como acabada (quattuor ferme horas pugnatum
est, "se luchó cerca de cuatro horas") o bien desde el punto de vista
[J4l LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

de su resultado (lo que puede dar lugar a traducciones en presente:


noui, "he aprendido", es decir "sé"; memini, "me acuerdo").
Habitualmente se traduce en castellano por pretérito perfecto o bien
por pretérito indefinido.
o El pretérito imperfecto (amabat, mittebat), sitúa la acción:
1° en el pasado respecto al momento en que se habla y
2° presenta la acción desde el punto de vista de su duración, en curso
de realización. Por eso no es infrecuente encontrar en el contexto
una alusión al momento respecto al cual la acción se encuentra en
proceso, por ejemplo, con adverbios como iam, tum: Deeorum erat
tum ipsis eapessere pugnam dueibus (Livio, n, 6,8), "Entonces era
honroso para los generales mismos afrontar el combate".
La distinción entre el pretérito perfecto y el imperfecto sigue siendo
objeto de controversia por parte de los lingüistas; para algunos es de
carácter aspectual y para otros es de carácter temporal.
o Elpretérito pluscuamperfecto (amaueram, miseram) expresa la an­
terioridad de una acción respecto a otra también situada en el pa­
sado, por lo que es habitual que se utilice en correlación con otros
tiempos de pasado, bien en oración principal, bien en oración subor­
dinada: me qui liber fueram seruom feeit, "Me hizo esclavo a mí, que
había sido libre".

C) EXPRESIÓN DEL FUTURO:

o El futuro simple (amabo, mittam) alude a acciones posteriores al mo­


mento en que se habla (ibo Romam, "iré a Roma"; faeile uinees, "ven­
cerás fácilmente") , pudiendo en ocasiones reflejar valores modales (de­
seo, probabilidad, orden ...) reflejando la vinculación que en el plano
formal se advierte con el presente de subjuntivo (cf. p. 108), como ocu­
rre con el futuro castellano, derivado de perífrasis de obligación ("ama­
ré" procedente de "amar he", "he de amar"). El latín desarrolló otra fór­
mula perifrástica para expresar el futuro activo, con el participio de
futuro activo y el verbo sum: amaturus sum, "voy a amar".
El futuro perfecto, (amauero, misero), en contraposición al futuro sim­
ple, expresa la noción de una acción futura pero anterior respecto a otra
acción futura, si bien en el uso no siempre este tiempo es tan preciso. Se
utiliza en el contexto de oraciones subordinadas: haee si inpetro...satis
frueti cepero , "si consigo esto, habré alcanzado provecho suficiente".
SINTAXIS [75]

EL MODO
El modo verbal juega un papel sintáctico fundamental, de acuerdo con
sus condiciones de uso: .

D El INDICATIVO se utiliza:
A) en oración principal, cuando prevalece la función referencial o deno­
tativa del lenguaje, es decir cuando el hablante se limita a hacer una
declaración sobre la realidad, bien sea una afirmación o una negación
(Cicero uenit, "Cicerón ha venido").

B) en algunas oraciones subordinadas:


o Oraciones completivas con quod (praetereo quod uenisti, "paso por
alto el hecho de que viniste").
() Oraciones de relativo (homo qui Romam uenit redibit, "el hombre
que vino a Roma volverá"). También admiten el subjuntivo, cuando
se añaden valores modales o circunstanciales.
(1 Algunas oraciones subordinadas circunstanciales o adverbiales, in­

troducidas por la correspondiente conjunción subordinante:

- oraciones temporales, con algunas conjunciones como eum, ubi, ut

- causales (quod, quia, quoniam; en cambio eum causal con subj.)

- condicionales reales (si)

- concesivas (quamquam, etsi, etiamsi, tametsi admiten indo o subj.)

- comparativas (ut, sieut, ueIut, frecuentemente en correlación con sic)

11 El SUBJUNTIVO admite los siguientes usos:


A) En oración principal, para expresar algún matiz modal, entre los más ha­
bituales están éstos:

a) Posibilidad o potencialidad (por ejemplo en las condicionales poten­


ciales: si sciat, succenseat, "si lo supiera, se enfadaría").

b) Ruego o deseo ( dii tibi dent quaeeumque uoIes, "que los dioses te den lo
que pides"); frecuentemente con adverbios como utinam y entonación
exclamativa (utinam illwn diem uideaml, "¡ojalá llegue a ver ese día!").
[![l LENGUA YLITERATURA LATINAS I

c) Irrealidad, bien relativa al presente (habitualmente expresada con el


imperfecto de subjuntivo: si ueniret, uideret, "si viniera, lo vería"), o al
pasado (con el pluscuamperfecto de subjuntivo, si uenisset, uidissem,
"si hubiera venido, lo habría visto").
d) Obligación u orden (por ejemplo en la l a persona, para la cual el im­
perativo no cuenta con forma propia: eamus, "vayamos"; también en
correspondencia con el imperativo para expresar la negación o la
prohibición: fac!n e facias; "hazlo" / "no lo hagas".

B) En oración (o proposición) subordinada. El subjuntivo es el modo de la


subordinación por excelencia. Es muy habitual en los siguientes casos:
a) oración completiva con ut y la negación con ne (raga ut uenias I raga
rze uenias); completivas con subjuntivo sin conjunción (rogo uenias ,
"te pido que vengas"), así como las interrogativas indirectas (nescio
quid facias, "no sé qué haces").

b) oración de relativo (cuando se añaden valores modales o circunstan­


ciales que se precisan gracias al contexto, de finalidad, causa o conse­
cuencia: misit legatos qui ea nuntiarenf, "Envió los embajadores para
que comunicaran estos hechos".
c) oraciones adverbiales o circunstanciales:
oraciones temporales, con algunas conjunciones como cum, ubi, ut
• causales (con cum causal con subj.)
condicionales con valor potencial (presente de subjuntivo) o irreal
(imperfecto o pluscuamperfecto de subjuntivo)
• concesivas (quamquam, etsi, etiamsi, tametsi admiten indo o subj.)
finales (ut, rze)
• concesivas (quamuis, cum, ut)
• consecutivas (ut, quin)

Así mismo, cualquier oración subordinada, aunque vaya normalmente en


indicativo, puede requerir el subjuntivo en algunas circunstancias:
a) si la oración subordinada depende de otra oración subordinada que
lleva el verbo en subjuntivo. A este fenómeno se le denomina "subjun­
tivo de atracción modal".
b) si la oración subordinada se encuentra en estilo indirecto.
SINTAXIS [TI]

El IMPERATIVO es el modo verbal habitual en la sintaxis impresiva, res­


tringiendo su uso a la expresión de orden o mandato en oración princi­
pal, con una entonación de frase exclamativa: die mihi!, "Dime!. El impe­
rativo no se puede utilizar en oración subordinada. Como hemos visto, el
subjuntivo puede en ocasiones expresar orden o mandato. El vocativo, en
el ámbito de la sintaxis nominal, y la interjección, son otras formas habi­
tuales en la sintaxis expresiva-impresiva.
De otra parte, las formas no personales del verbo corresponden funcio­
nalmente al núcleo de un sintagma nominal (el infinitivo), a una deter­
minación del nombre (el participio) y a una función adverbial (el supino).

BIBLIOCRAFíA
CALBOLl, G. (1966-1968): "11 modi del ver­ ROSÉN, H.(1980): On Moods and Tenses of
bo greco e latino", Lustrum 11 , 1966, the Latin Verb, Munich .
pp. 173-349; Lustrum 13, 1968, pp.
405-511. RUBIO, L. (1978): "Los modos verbales lati­
nos", Emerita 36, pp. 77-96.
GARcíA HERNÁt--IDEZ, B. (1977): "El siste­
ma del aspecto verbal en latín y en espa­ SEGURA RAMOS, B. (1977): "En torno a los
ñol", Philologica Sa/manticensia 1, pp. conceptos de persona y sujeto a propósi­
65-114. to del latín", Habis 8, pp. 77-88.
MARINER, S. (1957): "Estructura de la cate­ SERBAT, G. (1975-1976): "Le temps du ver­
goría verbal 'modo' en latín clásico", be en latin", REL 53, pp. 367-405; 54,
Emerita 25, pp. 449-485. pp. 308-352.
MELLET, S, JOFFRE, M.D., SERBAT, G.
TORREGO, E. (1988): "Restricciones de la
(1994): Grammaire fondamentale du la­
categoría aspecto sobre los elementos de
tin. Le signifié du verbe, Louvain-Paris.
duración en latín", Minerva 2, pp. 259­
MELLET, S. (1988), L'imparFait de I'indicatif 278 .
en latin classique. Temps, aspect, moda­
lité, París. TORREGO, E. (1994): "Sobre el imperfecto y
el perfecto latinos: ¿tiempo o aspecto?",
MORALEJO, J.L. (1989): "Temps absolu et Actas del VII Congreso Español de Estu­
temps relatif en latin", Proccedings of the dios Clásicos, 1, Madrid, pp. 775-780.
Vth ColI. on Lat. Linguistics, Lovaina la
Nueva, pp. 297-308. TOURATIER, Chr. (1983) : "Analyse d'un
syslE~me verbal (les morphémes gramma­
SABANÉÉVA, M. (1996): Essay sur I'évolu­
ticaux du verbe latin)", Latin Linguistics
tion du subjonctif latin. Problemes de la
modalité verbale, Lovaina-París. and Unguistic Theory, Amsterdam, pp.
261-281.
PINKSTER, H. (1983): "Tempus, Aspect and
Aktionsart in latin", ANRW 29,1, pp.
270-320.
[78l LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

5. ORACIÓN SIMPLE Y ORACIÓN COMPUESTA:


COORDINACIÓN y SUBORDINACIÓN
La oración se ha definido a lo largo de la historia atendiendo a distintos
criterios. Los tres que han tenido mayor peso son éstos:
a) por el significado, se interpreta la oración como una secuencia de pa­
labras que expresa un pensamiento o un juicio completo;
b) desde el punto de vista sintáctico, como una estructura constituida en
torno a una relación sintáctica básica, la de sujeto-predicado, sintag­
ma nominal-sintagma verbal;
c) desde el punto de vista prosódico, por una o varias entonaciones con
distintas posibilidades de realización.

Para el análisis gramatical, el criterio más relevante es el sintáctico. En


efecto, en principio, la relación básica que subyace en la estructura de una
oración es la relación sujeto-verbo, si bien puede haber oraciones que carecen
dt( sujeto (por ejemplo, los célebres verbos que aluden a fenómenos atmosfé­
ricos, pluit, llueve") o bien el predicado es nominal (horno homini lupus, "el
hombre (es) un lobo para el hombre") .

En principio, cuando la relación sujeto-verbo se establece entre un sin­


tagma nominal en función de sujeto (que puede no estar expreso) y un solo
sintagma verbal, sin dependencia de otros constituyentes, nos encontramos
ante una oración simple; cuando se establecen diversas relaciones de este ti­
po sin que haya una entonación de punto o pausa fuerte entre una y otra, es­
tamos ante una oración o proposición compuesta. El mejor indicio para de­
tectarla es la presencia de varios verbos en forma personal.

Según la clase de relación o jerarquía sintáctica que se establezca entre


las distintas oraciones que componen una oración compuesta, se distinguen
dos tipos de oraciones:

ORACIONES COORDINADAS
La oraciones coordinadas son aquellas que están al mismo nivel sintáctico,
sin dependencia una de otra. La coordinación puede hacerse por mera agrega­
ción de una oración tras otra, separada por comas (ueni, uidi, uici) , fenómeno
SINTAXIS [N]

que se denomina yuxtaposición, o bien puede indicarse mediante una conjun­


ción que defina el matiz de la relación. Así, podemos distinguir los siguientes ti­
pos de oraciones coordinadas, introducidas por las correspondientes conjun­
ciones coordinantes:
a) Copulativas: simplemente unen una oración con otra, bien en forma
afirmativa (et, -que, ae, atque = 'y'), bien en forma negativa (nee, neque
= y no, m .
I " .')

b) Disyuntivas: plantean una alternativa excluyente o no: aut, disyunti­


va tajante (o una cosa o la otra); uel, -ue, siue, seu , disyunciones sua­
ves ('bien...bien', 'ya ...ya').
c) Adversativas: establecen una relación de oposición. Las conjunciones
adversativas son éstas: sed, uerum, autem, uera (normalmente en se­
gunda posición de la frase, 'pero', 'por otra parte'); at, tamen ('pero',
'sin embargo').
d) Causales: expresan la causa de la oración precedente, normalmente
tras pausa fuerte (na m, namque, enim, etenim, etiam ('pues', 'porque',
'en efecto').
e) Dativas: indican la consecuencia de la oración anterior, habitualmen­
te tras pausa fuerte (ergo, igitur, itaque, quare, quamobrem, 'por tanto',
'por consiguiente', 'así pues').

ORACIONES SUBORDINADAS
Las oraciones subordinadas son aquellas que no se encuentran al mis­
mo nivel sintáctico que la oración principal, sino que desempeñan alguna
función dentro de ella, por lo que carecen de autonomía sintáctica. Según
cuál sea la función que realicen en la oración principal se distinguen tres cla­
ses de oraciones subordinadas:
A) SUBORDINADAS COMPLETIVAS O SUSTANTIVAS: desempeñan
la función de un núcleo nominal, fundamentalmente como sujeto o
complemento directo de la oración principal. La oración de infinitivo
con sujeto en acusativo desempeña este mismo papel (u ideo pueras ue­
'nire, "veo que los niños vienen"); la oración completiva con conjun­
ción (ut, ne + subjuntivo; quod + indicativo) o sin conjunción (rago ue­
nías). La oraciones interrogativas indirectas (que se construyen con
verbo en subjuntivo) se consideran igualmente proposiciones comple­
tivas (quaerit quid faeias, "pregunta qué haces").
[ij] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

B) SUBORDINADAS DE RELATIVO O ADJETIVAS: actúan como un


determinante nominal, como un adjetivo, y se introducen por un pro­
nombre relativo (qui, quae, quod).
C) SUBORDINADAS CIRCUNSTANCIALES O ADVERBIALES: actú­
an como si fueran un complemento circunstancial o un adverbio. Los
principales tipos de subordinadas circunstanciales son:
G temporales, con indicativo (cum, ubi, ut, 'cuando'; anquequam, an­

teaquam, pnusquam, 'antes de que'; postquam, posteaquam, 'después


de que');
causales, con indicativo (quad, quia, quaniam, 'porque', 'puesto
que'); con subjuntivo (cum);
e finales, con subjuntivo (ut, ne, qua, 'al objeto de que', 'para que');
() condicionales, con indicativo y subjuntivo (si, 'si', nisi, 'si no', 'a no
ser que', dum, 'con tal de que');

concesivas, con indicativo o subjuntivo (quamquam + ind., 'aun­

que'; etsi, etiamsi, tametsi + ind./sub., 'aunque'; quamuis + subj. , 'por

más que');

consecutivas, con subjuntivo (Uf, 'de tal manera que');


o comparativas, con indicativo (ut, sicut, uelut, en correlación con ita
o sic, sic ... ut... ; en locuciones como talis.. .qualis, tat...quat, tantus
quantus);

BIBLIOGRAFÍA
COSERIU, E. (1968): "Coordinación latina y TORREGO, M.E. (1989): "las oraciones
coordinación románica", Actas del 111 completivas en función del sujeto en la­
Congreso Español de Estudios Clásicos, tín", CFC22, pp. 175-194.
pp. 35 ss.
SÁNCHEZ SAlOR, E. (1984): Sintaxis latina.
CHARPIN, F. (1977): L'idée de phrase gram­ La correlación, Cáceres.
maticale et son expression en latin, París,
pp. 344-487. - - - (1993): Semántíca y Síntaxís. La oración
GUlllÉN, J. (1980): "La proposición latina y compuesta latina, Cáceres.
su clasificación", Helmantíca 31, pp.
TOURATIER, Ch. (1975-76): '1ecnique d'a­
169-205.
nalyse de la phrase latine. Dossiers d'e­
HAUDRY, J. (1973): "Parataxe, hypotaxe et tude pour l' enseinnement du latin",
corrélation dans la phrase latine", BSL CROP. Strasbourg 4.
68, pp. 147-186.
- - - (1994): "les subordonnes conditionelles",
MARTíNEZ GÁZQUEZ, J. (1984): "El con­
Actas del VIII Congreso Español de Estu­
cepto de oración en los Grammatici Lati­
n!', Faventia 6, pp. 17-24. dios Clásicos, 1, Madrid, pp. 781-790.
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

SINTAXIS

1. La sintaxis tiene por objeto: 4. Las clases de palabras invariables en latín


son:
O o) Establecer los paradigmas de los pala­
bras flexivas, tanto sus formas regu­ O o) El pronombre, lo preposición y lo con­
lores como las particularidades de la junción.
flexión.
O b) El adverbio, lo preposición, lo conjun­
O b) Determinar los funciones y los relacio­ ción, lo interjección y el adjetivo.
nes que se establecen entre los pala­ O e) El adverbio, lo preposición, lo conjun­
bras dentro de lo oración. ción y lo interjección.
O e) Analizar los componentes con signifi­ O d) Lo preposición, lo conjunción y lo in­
codo gramatical o semántico que con­ terjección.
forman uno palabro.
O d) Describir los significados de uno pala­ 5. La forma rosoe puede corresponder a los
bra en un contexto dado. siguientes casos:
O a) El genitivo y el dativo singular, y el
nominativo y vocativo plural.
2. Las clases de palabras que admiten flexión
en latín son: O b) El genitivo y el dativo singular, y el no­
minativo, vocativo y acusativo plural.
O o) El nombre, el pronombre y el verbo.
O e) El genitivo singular y el nominativo
O b) El adjetivo, el pronombre y el adver­ plural.
bio.
O d) El genitivo singular y plural.
O e) El nombre, el ad jetivo, el pronombre y
el verbo.
6. La concordancia entre el sujeto y predicado
O d) El nombre, el adjetivo, el pronombre y verbal se establece entre los siguientes ac­
lo preposición. cidentes gramaticales:
O a) Género y número.
D b) Número y voz.
3. La capacidad de admitir comparativo y su­
perlativo corresponde a: O e) Número y persona.
O a) El pronombre. O d) Género y persona.
O b) El nombre y el adjetivo.
O e) El adjetivo y el pronombre.
7. ¿En qué se diferencia el sujeto de un infini­
tivo no concertado y el sujeto de un infini­
O d) El adjetivo. tivo histórico?
[82] LENGUA Y LlTE_RA_T_U_RA_LA_T_IN_A_S_I_ _ _ __ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

o a) No hay ninguna diferencia, porque 11. la función principal del verbo en forma
ambos se expresan mediante un nomi­ personal es:
nativo. O a) Complemento del nombre.
O b) El sujeto del infitivo no concertado está O b) Régimen de una preposición.
en nominativo mientras que el sujeto
del infinitivo histórico está en acusativo. O c) Núcleo del predicado.

O e) El sujeto del infinitivo no concertado O d) Aposición.

nunca se expresa .
O d) El sujeto del infinitivo no concertado 12. la diferencia entre una preposición y una
está en acusativo, mientras que el su­ conjunción estriba en que:
jeto del infinitivo histórico está en no­ O a) la preposición introduce una oración
minativo. y la conjunción introduce un sintagma
nominal.
O b) la preposición complementa a un sus­
8. la función de complemento indirecto está
desempeñada habitualmente por: tantivo y la conjunción depende de un
verbo.
O a) Un dativo.
O c) la preposición introduce un sintagma
O b) Un genitivo dependiente de causa. nominal y la conjunción toda una ora­
O e) Un dativo o bien un ablativo con la ción.
preposición alabo O d) la preposición no introduce o rige a
O d) El complemento indirecto no puede ex­ ninguna otra palabra.
presarse a través de ningún caso.
13. El subjuntivo en oración principal se utiliza:
9. ¿Qué función realiza el vocativo? O a) Cuando prima la función referencia o
denotativa.
O a) Sujeto de la oración en la que aparece.
O b) Cuando se introducen distintos matices
O b) Invocación o llamada, pero no está
modales (potencialidad, deseo, irrea­
vinculado sintácticamente a la oración
lidad, mandato... ).
a la que ~compaña.
O c) Sólo cuando prima la función impresiva.
O e) Complemento del nombre.
O d) No se utiliza en oración principal.
O d) Invocación y llamada. Además hace
de sujeto de la oración en la que apa­
rece. 14. las oraciones interrogativas indirectas:
O a) Se contruyen con el verbo en indicati­
vo y son oraciones principales.
10. El segundo término de una comparación
puede expresarse: O b) Se construyen con el verbo en subjun­
tivo y son una modalidad más de las
O a) Sólo con la construcción con quam. oraciones completivas.
O b) Sólo mediante el ablativo sin preposi­ O e) Se construyen con el verbo en subjun­
ción . tivo y se consideran oraciones subor­
O c) Con acusativo sin preposición y con la dinadas adverbiales.
construcción con quam. O d) Se construyen con el verbo en indicati­
O d) Con ablativo sin preposición o con la vo y se consideran oraciones subordi­
construcción con quam. nadas adverbiales.
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN [ij]

15. La conjunción uf se construye con el verbo


en subjuntivo:
O al Cuando introduce oraciones completi·
vas, temporales y comparativas.
O b) Cuando introduce oraciones finales,
consecutivas y comparativas.
O cl Cuando introduce oraciones tempora·
les, concesivas y consecutivas.
O d) Cuando introduce oraciones completi·
vas, finales, consecutivas y concesivas

Las respuestas correctas pueden consultarse en


p.175.

Templo rotondo en Tívoli, consagrado a Vesta. Es de planta circular y está rodeado por una
corona de columnas corintias exentas.
Morfología Nominal 3
'CONTENIDOS

ESQUEMA OBJETIVOS
1. El latín como lengua t Comprender en qué consiste el carácter fle­
flexiva: noción de lengua xivo de la lengua latina.
flexiva y elementos que t Distinguir los elementos de que consta una
conforman una palabra palabra flexiva: raíz, tema y desinencias.
flexiva.
t Anali zar y comprender los accidentes gra­
2. Accidentes gTamaticales maticales propios del nombre: género, nú­
del nombre. mero y caso.
3. La formación de las • Entender los procedimientos de formación
declinaciones y los casos de las declinaciones sobre distintos temas.
Comprender la formación histórica de las
desinencias de los casos "latinos.

Los Ejercicios de Autoevaluación correspondien­


tes a estos contenidos se encuentran en las pp. 98 a
100 y las soluciones, en la p. 175.
[ij] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

1. EL LATÍN COMO LENGUA FLEXIVA

1.1. ¿Qué es una lengua flexiva?

Una 'lengua flexiva' es aquella que dispone de procedimientos morfológi­


cos en virtud de los cuales una palabra o clase de palabras determinada pue­
de admitir de manera sistemática variaciones de forma para expresar distin­
tos accidentes gramaticales.
La flexión es, por tanto, un mecanismo lingüístico eminentemente mor­
fológico y además muy antiguo, ya que en indoeuropeo se desarrolló una eta­
pa flexional que ha dejado su huella en muchas de las lenguas que proceden
de él, como ocurre, por ejemplo, con la flexión del latín y del griego. Por otra
parte, su aplicación a cada lengua es relativa: una lengua puede ser, en prin­
cipio, más o menos flexiva que otra, según su capacidad para admitir modifi­
caciones formales.
Ya hemos indicado (p. 52) que en latín existen algunas clases de palabras
que admiten una cierta variación en su forma para añadir determinada in­
formación morfológica, sintáctica o semántica: el nombre y el adjetivo, el
pronombre y el verbo. Para estas clases de palabras el latín, a partir de un
desarrollo de la flexión indoeuropea, cuenta con distintos sistemas de varia­
ciones a los cuales se denomina habitualmente 'flexión' y que conforman los
paradigmas corrrespondientes al enunciar las posibilidades de flexión de una
determinada palabra, fuera de cualquier contexto concreto de uso.
La flexión latina, a su vez, ha dejado su huella en las lenguas romances,
si bien aquélla se distingue de éstas en varios aspectos y sobre todo en un pun­
to esencial: la flexión nominal latina -es decir, el conjunto de paradigmas de
las declinaciones- incorpora información sobre el caso y, por lo tanto, sobre
la función sintáctica que desempeña el nombre en la oración. Sin embargo la
erosión y pérdida de las declinaciones iniciada ya en latín tardío, dio lugar a
que las lenguas romances no dispusieran de todo este mecanismo morfológi­
co y, por lo tanto, se vieran obligadas a recurrir a otros procedimientos -algu­
nos ya presentes en el mismo latín tardío- para completar la información que
antes suministraban las desinencias de los casos: (el recurso a las preposicio­
nes, el orden de palabras, contexto etc ...).
MORFOLOGíA NOMINAL [87]

Este hecho, la expresión del caso mediante la flexión y, por lo tanto, la


identificación mediante marcas morfológicas de las principales funciones sin­
tácticas, tiene una extraordinaria importancia en la configuración de la len­
gua latina, y permite denominar a ésta, con toda propiedad, 'lengua flexiva'.

1.2. Elementos que conforman una palabra fIexiva

Para entender el mecanismo de la flexión latina es fundamental discernir


la estructura morfológica de los elementos que componen una palabra, aque­
llas partes de la misma que no experimentan modificación y aquellas que cam­
bian. En principio una palabra flexiva puede analizarse en estos elementos:

RAíz
La raíz transmite el núcleo semántico de la palabra y es común a todas
las palabras de la misma familia (ej. la raíz *tim aparece en el verbo ti­
mere, en el sustantivo tim-or y en el adjetivo tim-idus).
La misma raíz admite en algunos casos alteraciones internas en cuanto a la
cantidad o el grado vocálico, como la alternancia e/o: así la raíz que recoge la
noción de 'cubrir' o 'recubrir' admite una alternancia teg-/tog- (el verbo tego,
'recubrir'; el sustantivo toga, 'toga' el vestido romano), o bien con la vocal alar­
gada (teg-) en tegula, 'teja', donde la palabra castellana procede de la latina.

TEMA
El tema es el morfema intercalado entre la raíz y la desinencia y que tiene
por objeto preparar a la raíz para recibir desinencias. El tema permite dis­
tinguir unas declinaciones de otras y unas conjugaciones de otras (am-a-re;
tim-e-re, aud-f-re) .
" En algunas formas flexionales, la raíz no ha recibido ningún tema caracte­
rístico (es lo que se denomina formaciones atemáticas, normalmente muy
antiguas), como son, en su origen, los temas en consonante de la 3" declina­
ción, así como los temas en -i y en -u, que son antiguas sonantes.
En otros casos, la estructura de la lengua latina permite la agregación de al­
gún morfema entre el tema y las desinencias al objeto de completar la infor­
mación gramatical, como sucede con los morfemas de tiempo y modo de la
flexión verbal (así, el imperfecto de indicativo recibe -ba- sobre el tema ver­
bal, time-ha-m).
[ij] LENGUA YLITERATURA LATINAS I

DESINENCIA
La desinencia es el morfema final que aporta información sobre determi­
nados accidentes gramaticales según las clases de palabras (nombres, ad­
jetivos, pronombres, verbos).
Las desinencias verbales informan sobre la persona, el núm ero y la voz (en ac­
tiva -m, -s, -t, mus-, -lis, -nt).
Las desinencias nominales suministran información sobre el caso, el número
y el género (por ejemplo en los adjetivos del tipo -us, -a, -um).

• La forma nominal rosom consta de: raíz (ros-); tema (-0-, que co­
rresponde a la 1Q declinación), y desinencia (-m, de acusativo sin­
gular) .

• La forma verbal habebís consta de: raíz (hab-); tema (-e-, propio
de la segunda conjugación), el morfema (-bí-, propio del futuro de
indicativo), y la desinencia -s, característica de la 29 persona de
singular de la voz activa.

La estructura morfológica con que se presenta una palabra en cada con­


texto nos suministra, pues, información muy valiosa para interpretar los
accidentes gramaticales que la caracterizan. Sin embargo, esta estructura
morfológica no siempre se advierte con claridad desde una perspectiva sin­
crónica, ya que la evolución fonética o el contacto entre distintos elementos
parece desdibujar la composición originaria de la palabra. Por eso es fre­
cuente oír hablar de 'terminaciones' para referirse a la forma resultante de la
unión entre el tema y las desinencias. Así, en la forma rosis, propia del dativo
y ablativo plural de los temas en -a, ha desaparecido aparentemente el tema,
ya que la terminación clásica -is es el resultado de la monoptongación del te­
ma y la desinencia C'rosais).

Así mismo este carácter articulado de la estructura morfológica latina es


el principal mecanismo para la formación de nuevas palabras, bien mediante
la adición de prefijos ({acio / con-ficio), bien mediante la agregación de dis­
tintos morfemas para derivar a partir de una raíz o de una palabra otras nue­
vas palabras.
MORFOLOGíA NOMINAL [89l

BIBLIOGRAFÍA
JURET, AC. (1937): Forma/ion des noms et MATIHEWS, P.H. (1983): Morfología. Intro­
des verbes en latin et en grec, París. ducción u la teoría de la estructura de la
palabra (vers. esp.), Madrid.
LÓPEZ EIRE, A (1971): "La teoría de Benve­
MONTEIL, P. (1992); Elementos de fonética y
niste acerca de la raíz en indoeuropeo:
morfología del latín (vers. esp.), Sevilla.
precedentes y repercusiones", Estudios
Clásicos 64, pp. 269-295. TRAINA, A - PASQUALI, L. (1970), Morfo­
logia latina, Bolonio.

El Campo de Marte.
Grabado realizado por G.B.
Piranesi (1720-1 778), un
artista apasionado por la
reconstrucción artística de
Roma a partir de las ruinas
de los momentos antiguos.
Esta visión aérea, a pesar
de tener una cierta base
arqueológica, se ve
desbordada por la
imaginación de este
arquitecto que hacía primar
su concepción estética
por encima de la
exactitud histórica.
[ij] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

2. MORFOLOGÍA DEL NOMBRE

2.1. Accidentes gramaticales del nombre


La flexión nominal permite, a través del sistema de marcas formales de las
desinencias, la expresión de información sobre tres accidentes gramaticales:

El latín dispone de un sistema de seis casos (nominativo, vocativo, acu­


sativo, genitivo, dativo y ablativo) a través de los cuales se trasmite in­
formación sobre las funciones que adopta la palabra, bien funciones
sintácticas (es decir, funciones que implican una relación estrecha de la .
palabra con otras de la misma oración), o bien funciones predomi­
nantemente semánticas.

El latín cuenta con tres géneros gramaticales (masculino, femenino y


neutro), fruto del desarrollo de una oposición más antigua ani­
mado/inanimado. El sustantivo adopta habitualmente un género, mien­
tras los adjetivos desarrollan la flexión de los tres. Formalmente, lo más
característico del género neutro es el hecho de que no contrapone una
marca de nominativo frente a otra de acusativo, sino que dispone de
una sola marca para indicar el nominativo, el vocativo y el acusativo,
en singular y otra en plural (templum/templa) .

. El latín distingue dos: el singular y plural. Desde el punto de vista


formal, el plural cuenta con menos marcas formales para la expre­
sión de los casos: el nominativo y el vocativo plural coinciden siem­
pre (en singular sólo se dintingue en la 2a declinación, dominus/do­
mine), así como el dativo y el ablativo plural (rosis, dominis, regibus,
manibus, rebus).
MORFOLOGíA NOMINAL [ij]

2.2. Las declinaciones


Las declinaciones se distinguen por la presencia de un tema al que se
agregan unas desinencias específicas. Las cinco declinaciones latinas son:
• la DECLINACIÓN: corresponde a temas en -a, y forma sustantivos ma­
yoritariamente femeninos, pero también algunos masculinos (nauta,
poeta ...), pero no neutros. Se utiliza también para la flexión del feme­
nino en varias clases de adjetivos (magna) y participios y adjetivos ver­
bales (amata, amatura, amanda) .
• 2a DECLINACIÓN: corresponde a temas en -o breve (alternante con -e en
el vocativo domine), y forma sustantivos mayoritariamente masculinos
y neutros, pero también algunos femeninos (nombres de árboles, como
ficus, pomus, alnus), así como la flexión masculina y neutra de algunos
adjetivos (magnus, magnum) y de participios (amatus, amatum; ama­
turus, amaturum; amandus, amandum).
• 3a DECLINACIÓN: corresponde a temas en -i y en consonante, y forma
sustantivos de los tres géneros así como varias clases de adjetivos (acer,
acris, acre; fortis, forte; felix; pnldens); y el participio de presente
(amans).
• 4a DECLINACIÓN: corresponde a temas en -u, y forma sustantivos mascu­
linos, femeninos y neutros, pero no genera adjetivos.
t 5a
DECLINACIÓN: corresponde a temas en -e, y forma sustantivos predo­
minantemente femeninos, salvo formas como dies, que admite los dos
géneros. Carece de formas neutras y no es capaz de formar adjetivos.

Como puede apreciarse, las tres primeras declinaciones tienen mayor ca­
pacidad productiva (sustantivos y adjetivos) que la 4a y la 5a , que sólo pueden
formar sustantivos pero no adjetivos.

2.3. Las desinencias


Las desinencias nominales permiten transmitir la información corres­
pondiente a cada accidente. Estas desinencias conforman, a su vez, un siste­
ma de relaciones morfológicas de manera que una misma desinencia puede
aparecer en distintas declinaciones. A veces las desinencias han sufrido trans­
formaciones en virtud del contacto con el tema o por las tendencias evoluti­
vas de la lengua. ASÍ, la -d final del ablativo singular se ha perdido en rosa o
domino, dejando como huella el alargamiento de la vocal anterior.
[92] LENGUA Y UTERATURA lATINAS I

Pero las desinencias latinas no son un cúmulo caprichoso de morfemas,


sino que, a pesar de su aparente disparidad en las distintas declinaciones,
pueden reducirse en su origen a un pequeño grupo de formas.

El sistema de formación de las declinaciones se sintetiza en el siguiente


cuadro de desinencias, configurado a partir de la oposición animado (del cual
proceden los géneros masculino y femenino) frente a inanimado (que ha de­
jado su huella en la flexión del neutro) , siendo comunes a ambos las desinen­
cias de genitivo, dativo y ablativo:

INANIMADOS
SINGULAR
Nom . -S/CERO -M/CERO
Voc. -S/CERO -M/CERO
Ac. -M/-EM -M/CERO
Gen. -1/-SI-IS
Dat. -1
Abl. -D/-E

PLURAL
Nom . -1/-ES -A
Voc. -l/-ES -A
Ac. -SI-ES -A
Gen . -UM/-RUM
Dat. -IS/-BUS
Abl. -IS/-BUS
MORFOLOGíA NOMINAL [93]

NOMINATIVO
La formación del nominativo singular (masculino y femenino) se hace
en latín por dos procedimientos:
a) la ausencia de desinencia (el llamado'grado cero'), para la 1 de­3

clinación (rosa) y los temas en -1, -r y -n de la 33 (sol, exsul, pater


hamo);
b) -s para las restantes conjugaciones: 2a (dominus<1'domino-s), 3a
(temas en -i -classis- y resto de los temas consonánticos: pleb-s;
rex<"reg-s; pes<;'ped-s), 4a (manu-s) y 5a (die-s).

El neutro singular recibe la nasal de acusativo -m para los neutros de la


2 (templum), mientras que los neutros de la 33 y la 43 forman el nomi­
3

nativo sobre el tema puro, es decir, con desinencia cero (caput, nomen,
cornu).
En plural, dispone igualmente de dos desinencias para los animados
(masculino y femenino):
a) -i para la y 2a (rosae<"rosa-i; domini<*domino-i)
b) -si-es para 3a (duc-es), 43 (manu-s) y 53 (re-s).

El neutro plural tiene una -a breve como el acusativo para todas las de­
clinaciones: 2a (templa), 3 (capita, nomina, maria) y 4a (comua).
3

VOCATIVO
Formalmente coincide con el nominativo correspondiente en todas las
declinaciones, tanto en singular como en plural, salvo en el singular de
la 2a , donde se produce una alternancia vocálica o/e en el tema: domine
(nom. dominus). También es peculiar el vocativo de las palabras cor.
nominativo en -ius de la 2a declinación: voc., fili (nom. filius).

ACUSATIVO
La formación del acusativo singular se basa en una única desinencia na­
sal -m para todas las declinaciones (rosa-m; dominu-m; manu-m; die-m),
si bien admite en los temas consonánticos la forma -em, con un apoyo
vocálico que evita la pérdida de la marca casual (consul-em; duc-em).
[94] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

Esta desinencia -m está generalizada en los sustantivos, adjetivos y pro­


nombres para los géneros masculino, femenino y los neutros de la 2a de­
clinación (templum). El acusativo singular de los neutros de la 3" y de la
4a se forma, como en el nominativo, sobre el tema puro, con desinencia
cero (caput, mare, cornu).

El acusativo plural de los masculinos y femeninos se apoya en una sola


desinencia común *ns, que ha evolucionado ocasionando la pérdida de
la nasal que ha dejado como huella el alargamiento de la vocal anterior
(rosas< "rosa-ns; dominos< '<domino-ns; manüs<*manu-ns; diés>"die-ns).
El acusativo neutro plural se identifica con una desinencia en -a breve
(templ-a; mari-a; cornu-a), cuyo origen está en la vocalización de la
marca de acusativo en nasal.

11 GENITIVO
El genitivo singular (para animados e inanimados) se forma mediante
dos desinencias:
a) -i larga para 1a (rosae<*rosa-i), 2a (domini<"'domino-i), y sa (rei);
b) -s/-is«-es) para la 3a (temas en consonante, duc-is, y temas en -i,
classi-s) y la 4a (manu-s).

El plural tiene una desinencia con dos variantes -om/-som que, en con­
tacto con los distintos temas, ha dado lugar las terminaciones -ium/-um
(3 a, host-ium, consu-lum; y 4a, manu-um) y -aruml-orum/-érum (1 a,
rosa-rum; 2a, domino-rum; y sa, die-rum).

DATIVO
El dativo singular dispone de una desinencia en -i para los tres géneros:
a) en la 1a, 2a y sa esta desinencia entra en contacto con la vocal te­
mática alargada con distintos resultados:
- apertura de la i en e en la la (rosae<*rosa-i);
- monoptongación de oi en o, en la 2a (domino<*domino-i);
- conservación de la i en la sa (die-i);
MORFOLOGíA NOMINAL [MJ

b) en la 3a , y la 4a declinación esta -i del dativo singular parece pro­


ceder de una antigua desinencia -ei que ha evolucionado a -i larga
(duc-i; class-i, manu-i).

En el plural el dativo cuenta con dos desinencias repartidas nítida­


mente:
a) -is, para la (rosis<*rosa-is) y 2a (dominis<*domino-is).
b) -bus, procedente de una desinencia indoeuropea i'bhos, para 3a
(consulibus), 4a (manibus) y 5a (rebus).

11 ABLATIVO
El ablativo latino, en el cual han confluido el ablativo, el instrumental
y el locativo indoeuropeos, presenta dos desinencias en singular:

a) una -d que eIf la evolución fonética ha desaparecido en la, 2a, 3a


(temas en -i) y 4a , provocando el alargamiento de la vocal anterior
(rosa<*rosa-d; domino <"domino-d; manu<*manu-d). Los temas en
-i, tras la caída de la dental, presentaban un ablativo en -i larga
(turr-i), si bien se ha extendido en la mayoría de los casos la desi­
nencia en -e breve de los temas en consonante. La forma en -i se
conserva en el neutro (mari), en los adjetivos de tema en -i (acri,
e
forti), en algunos sustantivos (uis, abl. ui), y alterna con en los
adjetivos y participios en -nt- (prudentilprudente; legentillegente).
La 5a declinación es posible que haya recibido esta dental final por
analogía con las formaciones temáticas (abl. re);

b) una -e breve (en su origen desinencia del instrumental) en los te­


mas en consonante de la 3a (duc-e), que se ha extendido también a
los temas en -i (classe).

En el plural el ablativo dispone de las mismas desinencias que en el da­


tivo: -is (1 a y 2a) y -bus, procedente de *bhos (3a, 4a y 5a ).

El latín ha conservado restos del antiguo locativo singular en algunas pala­


bras, caracterizadas con una desinencia en -i larga: Romae (Roma-O, Cartha­
gin-i, Tibur-i, rur-i, dom-i, hum-i.
[96l LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

Así pues, a la vista de estos datos, se puede apreciar la estrecha


relación que se establece entre varias declinaciones que comparten al­
gunas tendencias claras:
a) La 1a y la zadeclinación, como formaciones temáticas en -a y
en -o, comparten la mayoría de las desinencias, excepto el no­
minativo singular (rosa, con desinencia cero, frente a dominus,
con desinencia -s) y el vocativo singular domine en la za. Otras
diferencias entre estas declinaciones son fruto de la evolución
fonética, pero no se deben al uso de desinencias distintas (el ge­
nitivo y dativo singular, o"el nominativo plural).
b) La 3a presenta el mayor grado de diferenciación respecto al res­
to de las declinaciones, si bien la 4a declinación converge con
ella en la mayoría de las desinencias (sobre todo con los temas
en i salvo en casos como éstos:
• Algunas formas del nominativo singular (los temas en lí­
quida o nasal con desinencia cero, tipo sol, pater, frente a
la desinencia en -s de la 4a (manus) y a los demás temas
consonánticos y en -i de la 3a (plebs, nauis ... );
• El ablativo singular: el tipo manu que ha perdido la desi­
n~ncia -d propia de 1a, za, temas en -i de la 3 y sa ('<manu­
a

d); "rosa-d; "domino-d), frente a la desinencia en e breve de


los temas en consonante de la 3a, pleb-e).

c) La quinta declinación oscila entre seguir a un grupo o a otro:


• Por ejemplo, sigue las desinencias de la y za en el genitivo
singular (re-i, como ~'rosa-i>rosae, y *domino-i>domini) y
en el genitivo plural, sobre la forma *-som (rerum, rosa­
rum, dominorum).
• En cambio, sigue a 3a y 4a en el nominativo plural en -s
(res, plebs, manus), yen el dativo y ablativo plural (con la
desinencia -bus: re-bus; monti-bus; maní-bus, frente a -is
de rosis, dominis).
MORFOLOGíA NOMINAL []Y]

BIBLIOGRAFÍA
CALBOll, G. (1983): "The Development of HALL, Jr.RA (1973): "Classical Latin Noun
Latin (Cases and Inftnitive)", Latin Lin­ InAection", Prab/eme de Lateinischen
guistic and Linguistic rheory. Procee­ Grammatik, Darmstadt, pp. 172-183.
dings af /he 1" Int. Callaquium an Latin
Linguistics, Amsterdam, pp. 41-57. LEJEUNE, M. (1945): "Notes sur la declinai­
son latine", Prob/eme der Lateinische
GIL, J. (1968) : "El genitivo en -j y los oríge­ Grammmatik, pp. 165-171 Y 172-183
nes de la declinación temática", Emerita (= Darmstadt 1973).
35, pp. 25-43. JANSON, T. (1971): "The Latin Third De­
clension", G/afta, pp. 111 -142.
GONZÁLEZ ROLÁN, T. (1971): "El proble­
ma de los casos latinos", Emerita 39, pp. MARINER, S. (1983): "Las cinco declinaciones
109-119. latinas en das fases de la historia de la lin­
güística", He/mantica 34, pp. 407-414.
- - - - - (1971): "Estudio sobre la primera de­ RISCH, E. (1977): "Das System der lateinis­
clinación latina", Emerita 39, pp. 293­ chen Deklinationen", CFS 31, pp. 229­
304. 245.

Templo de Honos el Virtus en Roma


EJERCICIOS DE AUTO EVALUACIÓN

MORFOLOGÍA NOMINAL

1. El tema es un morfema que: 5. El nominativo plural se forma de dos ma­


neras:
O a) Informa sobre el significado de la pa­
labra. O a) Con la desinencia cero para la 1Qde­
O b) Suministra información sobre los acci­ clinación y -s para el resto.
dentes gramaticales. O b) Con la desinencia -j para 1g Y 2g de­
O e) Varía en cada una de las formas en clinación y -m para el resto.
que puede flexionarse una palabra. O e) Con la desinencia -í para 1QY 2Qde­
O d) Sirve de elemento articulador entre la clinación t
-sles para las restantes
raíz y las desinencias. (en mascu ino y femenino).
O d) Con la desinencia -í para 1QY 2Qde­
2. ¿Cuál es el tema de la forma de perfecto clinación t
-si-es para las restantes
(en mascu ino, femenino y neutro).
amauerunt?
O a) amau-
6. El vocativo:
Ob) am-
O a) Es formalmente siempre idéntico al no­
O el ama- minativo.
O d) amauer- O b) Es igual al nominativo, salvo en el sin­
gular de los temas en -o, en los cuales
3. El nombre: recibe una desinencia nasal.

O a) Dispone de flexión en masculino feme­ O el Es igual al nominativo, salvo en el sin-


nino y neutro, como el pdjetivo.
guiar de los temas en -o, en los cuales
recibe una desinencia -s.
O b) Adopta un género, mientras el adjeti­
va se puede flexionar en los tres. O d) Es igual al nominativo, salvo en el sin-
g
guiar de la 2 declinación, donde su­
O e) Tiene flexión de género sólo para el fre una una alternancia vocálica en el
acusativo. tema (ole).
O d) Marca la voz en las desinencias.
7. El acusativo:
4. Las declinaciones que pueden generar ad­ O a) Se forma mediante una sola desinen­
jetivos son:
cia para el singular (-m) y otra para el
O a) la lQ, la 2Qy la 4Q.
plural len los animados -s, procedente
de *ns).
O b) la 1º, la 2ºy la 5Q.

O b) Se forma mediante una sola desinen­


O e) la 1º, la 2ºy la 3º.

cia para el singular (-m) y otra para el


g g
O d) la 2 , la 3 y la 4º.
plural (-a).
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN [99l

o e) Se forma mediante una sola desinen­ O e) Por formarse mediante dos desinen­
cia para el singular (-m) y otra para el cias: -d (1 º, 2º, Ylos temas en conso­
plural (-s, procedente de *ns). nante de la 3º, y 4º); Y-e breve (temas
en -,1­
O d) Se forma mediante una sola desinen­
cia para el singular (-m, salvo los neu­ O d) Por formarse mediante dos desinen­
tros) y otra para el plural (en los ani­ cias: -d (1º, 2º, Y los temas en conso­
mados -s, procedente de *ns). nante de la 3º); y -e breve (temas en
-iy 4º).

8. El genitivo singular se forma mediante dos


desinencias:
11. El ablativo plural se forma:
O a) -s/is para 1º, iº, y 5º declinación; -i
O a) Igual que el ablativo singular.
para 3º y 4º decl inación.
O b) Con una desinencia para el masculino
O b) -i para 1º, 2º Y 3º declinación; -s/is
y femenino (-is) y otra para el neutro
para 4º y 5º declinación. (-bus)
O e) -i para 1º, 2º Y 4º declinación; -s/is
O e) Igual que el dativo plural.
para 3º y 5º declinación.
O d) Con una sola desinencia (-bus).
O d) -i para 1º, 2º Y 5º declinación; -s/is
para 3º y 4º declinación.

12. La 19 Yla 29 declinación comparten la ma­


9. El dativo plural se forma: yoría de las desinencias salvo:
O a) Con una desinencia -bus para todas O a) El Jenitivo singular y el nominativo pIu­
las declinaciones. ra.
O b) Con una desinencia -is para 1º Y 2º O b) El nominativo singular y el vocativo sin-
declinación, y una desinencia -bus pa­ guiar.
ra las restantes.
O e) El genitivo singular y el dativo singular.
O e) Con una desinencia -is para 1º, 2º Y
O d) El nominativo singular, el genitivo sin-
3" declinación, y una desinencia -bus
guiar y el dativo singular
para las restantes.
O d) Con una desinencia -is para 3º, 4º Y
5º declinación, una desinencia -bus 13. La desinencia del ablativo singular de la 39
para las restantes. y de la 4º declinación:
O a) Es exactamente la misma, indepen­
10. El ablativo singular se caracteriza: dientemente de cuál sea el tema de la
3º.
O a) Por formarse mediante dos desinen­
cias: -d (1º, 2º, 3º -temas en -i- y 4º); O b) Es la misma en los temas en conso­
y -e breve (temas en consonante, ex­ nante y en la 4º declinación (-e).
tendido a los temas en -i). O e) Es la misma en los temas en -i yen la
O b) Por formarse mediante dos desinen­ cuarta declinación (-d conservada,
cias: -d (1 º, 2º, 3º -temas en -i-); y -e que se ha extendido también a los te­
breve (3º -temas en consonante- y 4º). mas en consonante)
[Oül LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

o d) Es la misma en los temas en -; y en la 15. La 59 declinación tiene las mismas desinen­


cuarta declinación (-d no conservada, cias que la 3º yola 4º en:
si bien en la mayoría de los temas en O a) El acusativo singular (-m) y el genitivo
-; se ha extendido la desinencia de los singular (-,1­
temas en consonante).
O b) El dativo y el ablativo plural (-;s).
O e) En el genitivo plural (-*som).
14. Hay una misma desinencia para tocios las
declinaciones en: O d) En el nominativo plural (-s) y el dativo
y ablativo plural (-bus).
O a) El nominativo plural.
O b) El acusativo singular, salvo en los neu­
tros de la 39 y de la 49 declinación. Las respuestas correctas pueden consultarse en la
p. 175.
O e) El ablativo plural, salvo para la prime­
ra declinación.
O d) El acusativo singular, a excepción de
los neutros de la 29 declinación que se
forman sobre el tema puro.

Termas de Caracalla (reconstnlcción de una sala). Inauguradas en Roma en el año 216


d.C., estas termas no sólo estaban destinadas para el baño, sino que incorporaban, dentro de
un gran recinto cuadrado, instalaciones deportivas y espacios para la lectura y la
conversación.
Morfología Verbal 4

CONTENIDOS

ESQUEMA OBJETIVOS
1. La organización de la
• Distinguir los principales elementos en la or­
flexión verbal.
ganización de la flexión verbal.
2. Desinencias de voz,
número y persona. • Identificar los accidentes gramaticales del
verbo.
3. Marcas temporales y
modales. [) Analizar las desinencias de voz, número y
persona.
4. Las formas no personales
del verbo. !) Identificar los principales morfemas tem­
porales y modales.

D Entender cómo se han constituido las for­


mas no personales del verbo.

Los Ejercicios de Autoevaluación correspondien­


tes a estos contenidos se encuentran en las pp. J J4
a 116 y las soluciones, en la p. 175.
[021 LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

1. LA ORGANIZACIÓN DE LA FLEXIÓN VERBAL


La flexión del verbo latino, desarrollada a partir de la herencia indoeuro­
pea, se articula inicialmente sobre la contraposición de dos temas: el de pre­
sente o infectum y el de perfecto o perfectum.
Estos dos temas eran, en su origen, formas independientes entre sí (que­
dan restos de esta situación en sum/fui; fero/tuli, etc .. ). Sin embargo, la evo­
lución del latín tendió a establecer entre los dos temas relaciones y paralelis­
mos cada vez más estrechos, como se puede comprobar en la creación de dos
series paralelas en ambos temas (presente-perfecto / imperfecto-pluscuam­
perfecto / futuro imperfecto-futuro perfecto) con sus alternativas modales (in­
dicativo y subjuntivo, salvo en las formas de futuro, que carecen de la forma
en subjuntivo). Con el desarrollo de la flexión verbal, la oposición d~ temas
deja de marcarse con raíces distintas, para caracterizarse medianta la adop­
ción de formas distintas de la misma raíz para el tema de presente y para el
de perfecto (am-, hab- frente a las formas con alargamiento amau-, habu-; o
bien con alternancia vocálica, cap-/cep-).
Es difícil precisar la índole originaria de la oposición entre el tema de presente y
el de perfecto, cuestión que sigue siendo debatida actualmente por los lingüistas.
Es probable que estuviera ligada a una oposición de aspecto, cuyos matices son
todavía objeto de controversia.

Al tema de presente corresponden, por tanto, los tiempos de presente (in­


dicativo amo; subjuntivo amem), pretérito imperfecto (indicativo amabam,
subjuntivo amarem) y futuro imperfecto (sólo indicativo: amaba).
El tema de perfecto por su parte comprende el pretérito perfecto (indi­
cativo amaui; subjuntivo amauerim), pretérito pluscuamperfecto (indicativo
amaueram; subjuntivo amauissem) y futuro perfecto (sólo indicativo:
amauera).

Sobre esta base flexional, la conjugación verbal, además de las huellas


que ha dejado el aspecto, suministra información sobre estos accidentes gra­
maticales:
• la persona (1 a / 2a / 3a )
• el número (singular / plural)
MORFOLOGíA VERBAL fffi3I

t la voz (activa / medio-pasiva)

t el tiempo (presente / pasado / futuro)

t el modo (indicativo / subjuntivo / imperativo) .

Conviene insistir en que no existe una forma para cada accidente, sino
que varios accidentes confluyen en un solo morfema. Toda forma personal del
verbo recoje los cinco accidentes a través de dos clases de morfemas:
a) Un sistema de desinencias que informa de la persona, el número y la
voz.
b) Un morfema temporal-modal, indicador del tiempo y el modo, que se
intercala entre el tema y la desinencia.

Al igual que ocurre con las declinaciones, la flexión verbal ha desarrolla­


do distintas conjugaciones en función del tema sobre el que se conforma la
flexión. El latín ha configurado las siguientes conjugaciones:
t Ia conjugación: tema en -a larga (ama-re)

t 2a conjugación: tema en -e larga (habé-re)

t 3a conjugación: tema en -e breve (mitte-re)

t 4a conjugación: temas en -i larga (audl-re)


t Se distingue frecuentemente una conjugación mixta, que combina ras­
gos de la 3a y de la 4a (caplo, capere).

Así mismo el verbo ha desarrollado diversas formaciones no personales:


infinitivo, participio, gerundio y gerundivo, y supino.

BIBLIOGRAFÍA

HARRIS, M. (1970) : ''The Verbal System of SAFAREWICZ, J. (1963): "Sur les désinences
Lalin and French", TAPhS, pp. 62-90. verbales en grec el en latin", Eos 53, pp.
107-115.
MANCZAK, W. (1969): "Les désinences pri­
maires et secondaires", Studi Linguistici TOURATIER, Chr. (1971): "Essay de mor­
in onore di Pisani, 2, Brescia, pp. 653- phologie}ynchronique du verbe latin", Re­
. 660. vue des Etudes Latines 49, pp. 331-345.
[ij4] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

2. DESINENCIAS DE VOZ, NÚMERO Y PERSONA


Las desinencias de estos tres accidentes confluyen en un sólo morfema.
Las desinencias de la voz activa son comunes al modo indicativo y al sub­
juntivo en todos sus tiempos (menos en el perfecto de indicativo), tanto en el
tema de presente como en el de perfecto:

plur.
1º -mi-o -mus
2º -s -lis
3º -/ -ni

Ej. am-o capieba-m


ama-s capieba-s
ama-t capieba-t
ama-mus capieba-mus
ama-tis capieba-tis
ama-nt capieba-nt

El perfecto de indicativo activo tiene terminaciones peculiares:

PERFECTO DE INDICATIVO (activo)


sing. plur.
1º -/ -¡mus
2º -isli -is/is
32 -il -erunt/-ere

Ej. amau-i cep-i


amau-isti cep-isti
amau-it cep-it
amau-imus cep-lmus
amau-istis cep-istis
amau -enmt/-ere cep-erunt/-ere
MORFOLOGíA VERBAL [1951

El modo imperativo, defectivo en el accidente persona, presenta sus pro­


pias formas para el tiempo presente y para el futuro en voz activa:

2º (desinencia cero, tema puro) -te

Ej. ama cape


ama-te capi-te

IMPERATIVO FUTURO (voz activa)


sing plur.
2Q -to -tote
3º -to -nto

Ej. ama-to capi-to


ama-to capi-to
ama-tate capi-tote
ama-nto capiu-nto

Para la voz pasiva, las desinencias de indicativo (presente, imperfecto y


futuro) y subjuntivo (presente e imperfecto -no existe el futuro de subjuntivo)
para el tema de presente son:

DESINENCIAS (voz pasiva)


sing. plur.
1º -r -mur

2º -risj-re -mini

3º -fur -nfur

Ej. amo-r capio-r


ama-ris/-re cape-ris/-re
ama-tul' capi-tur
ama-mur capi-mur
ama-mlnl capi-mini
ama-ntur capiu-ntur
[TIi6] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

El imperativo pasivo mantiene por su parte estas formas:

IMPERATIVO PRESENTE (voz pasiva)


sing. plur.
2a -re -mini

Ej. ama-re cape-re


ama-mml capl-mml

plur.
2º -Ior
3º -Ior -nlor

Ej. ama-tor capi-tor


ama-tor capi-tor
ama-ntor capiu-ntor

Los tiempos del tema de perfecto en voz pasiva, tanto en el indicativo


(perfecto, pluscuamperfecto y futuro perfecto) como en el subjuntivo (perfec­
to y pluscuamperfecto) no tienen un sistema desinencial propio, sino que son
perifrásticos. En latín se construyen con el participio de perfecto del verbo
conjugado más el tiempo correspondiente del verbo sumo

Así, para formar el perfecto de indicativo de verbo amo en pasiva utiliza­


remos su participio de perfecto (amatus, -a, -um) yel presente o el pretérito
perfecto del verbo sum (sum/fui... ). Hay que tener en cuenta que el participio
de perfecto es una forma verbal que, por su carácter adjetival, admite la fle­
xión de caso, género y número. Por tanto, desde el punto de vista sintáctico,
el participio de los tiempos de perfecto en voz pasiva concuerda siempre con
el nominativo-sujeto de su oración en género, número y en caso (en nomina­
tivo, por supuesto):

Ej.: Puellª amatª fuit

La niña ha sido amada

Puellae amatae fuerunt


Las niñas han sido amadas
MORFOLOGíA VERBAL [07]

Obsérvese la similitud con la construcción castellana, cuyo verbo, tam­


bién en forma perifrástica (pret. perfecto del verbo ser más participio), con­
cuerda en género y número con su sujeto.

BIBLIOGRAFÍA

CAlBOLl, G. (1968): "1 modi del verbo gre­ GARcíA HERNÁNDEZ, B. (1976): "El aspec­
co e latino", Lustrum 13, pp. 405-511 . to ingresivo y la expresión del futuro",
Actas del V Congreso Español de Estu­
FlOBERT, P. (1978): "la composition verba­ dios Clásicos, pp. 541-546.
le en latin", Mélanges Prof. M. Le;eune,
París, pp. 85-94. PERROT, J. (1956): Le verbe latin, París.

Teatro Romano de Segesta (Italia). Se distingue con claridad el escenario, la orchestra (el
espacio semicircular situado delante del escenario, reservado para las autoridades) y el gra­
derío para el público.
lW8I LENGUA YLITERATURA LATINAS I

3. MARCAS TEMPORALES Y MODALES: FORMACIÓN


DE TIEMPOS Y MODOS
Los morfemas de carácter temporal-modal, que median entre el téma y la
desinencia, sirven para caracterizar las distintas formas temporales del indi­
cativo y del subjuntivo, gracias a lo cual se puede distinguir la formación de
los distintos paradigmas:

INDICATIVO

Para el tema de presente (en voz activa y pasiva):


a) Presente: la desinencia se une al tema sin intervención de ninguna
otra marca (ama-s).
b) Imperfecto: se forma mediante un único morfema (-ha-) para todas las
conjugaciones, al que se añaden las desinencias personales (ama-ha-s).
c) Futuro: se forma mediante dos procedimientos:
• un morfema labial (-bo-/-bi-/-bu-) para la 1a y 2a conjugación (ama-bo).
• un morfema que alterna -a- (1 a pers. sing.) con -e- (resto de las per­
sonas) para la 33 , 43 Y mixta. En su origen ésta es una forma modal,
procedente del presente de subjuntivo (de hecho, la 1a pers. sing. del
futuro y del presente de subjuntivo de estas conjugaciones coincide,
mittam, audiam, capiam).

Para el tema de perfecto (en voz activa):


a) Perfecto: el tema de perfecto recibe su sistema de desinencias sin nin­
gún otra elemento medial (amau-i, -isti, -it, -imus, -istis, -erunt/-ere)
b) Pluscuamperfecto: se forma en todas las conjugaciones añadiendo al
tema de perfecto el morfema -era-, al que se añaden las desinencias co­
rrespondientes (amau-era-m, amau-era-s, amau-era-t .. .).
c) Futuro perfecto: se forma en todos los casos añadiendo al tema de per­
fecto el morfema -ero- (1 a pers. sing.) / -eri-, más las desinencias co­
rrespondientes (amau-ero, amau-eri-s, amau-eri-t. ..).
Las formas de indicativo del tema de perfecto en voz pasiva tienen una
marca temporal-modal propia, ya que se forman mediante una perífrasis
(participio de perfecto pasivo + verbo sum): pretérito perfecto (amatus sum),
pluscuamperfecto (amatus eram) y futuro perfecto (amatus ero).
MORFOLOGíA VERBAL lTIl9l

SUBJUNTIVO
Para el tema de presente:
a) Presente de subjuntivo: se forma de dos maneras:
• con el morfema -e- para la 1a conjugación (am-e-m, am-e-s, am-e-t) .
• con el morfema -a- para las restantes (mitt-a-m, mitt-a-s, mitt-a-t).
b) Imperfecto de subjuntivo: se construye añadiendo al tema de presen­
te el morfema -re- más las desinencias (habe-re-m, habe-re-s, habe-re-t).
Para el tema de perfecto:
a) Perfecto de subjuntivo: se forma añadiendo al tema de perfecto el
morfema -eri- más las desinencias correspondientes (habu-eri-m).
b) Pluscuamperfecto de subjuntivo: se forma añadiendo al tema de per­
fecto el morfema -isse- más las desinencias correspondientes (habu­
isse-m).

El modo subjuntivo carece de futuros en ambos temas. Las formas de


subjuntivo del tema de perfecto en voz pasiva carecen de una marca específi­
ca temporal modal, pues son perifrásticas: pretérito perfecto (amatus si m) y
pluscuamperfecto (amatus essem).

IMPERATIVO
El imperativo latino no dispone propiamente de morfemas temporal-mo­
dales entre la raíz y la desinencia. En el imperativo presente se une la desinen­
cia al tema sin mediación de ningún morfema temporal-modal (ama, ama-te, en
voz activa; amá-re, ama-mini, en voz pasiva). El imperativo de futuro se forma
al unir al tema las desinencias, caracterizadas por un morfema -to-: amá-to,
ama-to, ama-ro-te, ama-nto (voz activa); ama-tor, ama-tor; ama-ntor (voz pasiva).

BIBLIOGRAFÍA
TOURATIER, Chr. (1971): "Essay de mor­ - - - (1 981 ): liAna Iyse d'un systeme verbal
phologíe synchron íque du verbe latín", (les morphemes grammatícaux du verb
REL 49, pp. 331-345. latín)", Proceed. First ColI. Lat. Ling.,
Amsterdam 2, pp. 261-281 .

- - - (1972): "Morphophonologíe du verbe

TRAGUA, A. (1960): La Ressione verbale la­


latín", BSL 67, pp. 139-174.
tina, Turín.
[WI LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

4. LAS FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO


Ya hemos señalado (p. 70) que la función primordial del verbo es actuar
como núcleo del predicado verbal, concordando en persona y número con su
sujeto. Sin embargo, el verbo ha desarrollado algunas formas que carecen de
las desinencias personales y por lo tanto no pueden concordar con su sujeto
al carecer del rasgo "persona". Estas formas comparten ciertas características
con el sustantivo y el adjetivo.
Las formas no personales del verbo (identificables por rasgos morfológicos y
sintácticos) son: el infinitivo, el participio, el gerundio, el gerundivo y el supino.

4.1. El infinitivo
El INFINITIVO es un sustantivo verbal que participa de dos accidentes
del verbo: el tiempo (presente, pasado y futuro) y la voz (activa y pasiva). Ca­
rece, sin embargo, de persona, número y modo.
El latín dispone de las siguientes formas de infinitivo:

Infinitivo de Infinitivo de Infinitivo de


Presente Perfecto Futuro

VOZ ACTIVA ama-re amau-Isse amat-ur-um, -amI -um


,
esse

VOZ PASIVA ama-r¡ amat-um, -amI -um amat-um iri'


esse/fuisse ama-nd-um, -amI -um ess¿
I Esta perífrasis tuvo un uso muy restringido en la lengua literaria clósica, con una integración muy precaria
en el sistema del infinitivo latino.
2 El infinitivo aman-dum esse es una perífrasis de obligación que básicamente se consolida como infinitivo de
futuro pasivo en latín tardío.

El infinitivo se forma de la siguiente manera en la voz activa:


a) Infinitivo de presente: se añade al tema de presente la terminación -re:
ama-re, habe-re . Esta terminación procede de un sufijo *se que en po­
sición intervocálica ha evolucionado a -re. Podemos reconocer este an­
tiguo sufijo en el infinitivo de presente de sum: es-se.
b) Infinitivo de perfecto: se forma con el tema de perfecto más la termi­
nación -isse, compuesta del morfema de perfecto -is- y la misma desi­
nencia del infinitivo presente -se: amau-isse, habu-isse.
MORFOLOGíA VERBAL 11TI]

c) Infinitivo de futuro: se trata de una forma perifrástica y se construye con


el participio de futuro activo en acusativo más el infinitivo de presente o
perfecto del verbo sum: amaturum, -a, -um esse o fuisse; habiturum, -a,
-um esse o fuisse . Al igual que todas las formas perifrásticas construidas
con participios, éste concuerda con su sujeto en género y número.

En voz pasiva la formación del infinitivo es la siguiente:


a) Infinitivo de presente: tema de presente más la desinencia -ri, excepto
en la tercera conjugación (y la mixta) en la cual la desinencia que se
une a la consonante final del tema es -i: ama-ri, habe-ri ... /leg-i, cap-i.
b) Infinitivo de perfecto: se trata de una forma perifrástica. Se construye
con el participio de perfecto en acusativo más el infinitivo de presen­
te o perfecto de sum: amatum, -am, -um es se o fuisse; habitum, -am,
-um) esse o fuisse, concertando con su sujeto en género y número.
c) Infinitivo de futuro: Con una integración y un rendimiento muy limi­
tados en latín clásico, la perífrasis amatum iri se forma a partir del su­
pino en acusativo y el infinitivo de presente pasivo de ea. La otra for­
ma perifrástica, compuesta del participio de futuro pasivo en
acusativo y el infinitivo de presente del verbo sum : amandum, -am,
-um esse concertado con su sujeto en género ynúmero, se desarrolló
propiamente como infinitivo de ·futuro pasivo en latín tardío.

4.2. El participio
El PARTICIPIO es una forma no personal del verbo que comparte carac­
terísticas del verbo yel adjetivo. Como adjetivo admite la flexión propia de es­
ta clase de palabras (caso, género y número) y como verbo participa de los ac­
cidentes de tiempo y voz.
Existen cuatro formas de participio en latín:

Participio de Participio de Participio de


Presente Perfecto Futuro
VOZ ACTIVA ama-ns, -ntis - amat-ur-us, -a, -um
habe-ns, -ntis habit-ur-us, -a, -um

VOZ PASIVA - amat-us, -a, -um ama-nd-us, -a, -um'


habit-us, -a, -um habe-nd-us, -a, -um

I El adjetivo verbal en -ndus se consolida propiamente como participio de futuro pasivo en latín tardío.
[jI?] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

A) En voz activa
1. Participio de presente, que se forma con el tema de presente más el su­
fijo -nt- (ama-ns, ama-ntís; habe-ns, habe-ntís). En el caso de la 3a y 4a
conjugaciones este sufijo se une mediante la vocal -e-: capí-e-ns, capí­
e-ntis, audi-ens, audi-e-ntis. Este participio se declina como un adjetivo de
dos terminaciones, del tipo clemens, clementis.
2. Participio de futuro activo: como hemos visto al hablar del infinitivo,
este participio se construye sobre la raíz del participio de perfecto pasivo
(amat-) más la terminación -urus, -a, -um y se declina como un adjetivo
de tres terminaciones, del tipo bonus, -a, -um.

B) En voz pasiva:
1. Participio de perfecto: se forma añadiendo a la raíz del verbo un anti­
guo sufijo *-to al que se unen las desinencias de los adjetivos en -us, -a,
um. Sus terminaciones más habituales son -tus, -ta, -tum (amatus, -a,
-um; habítus, -a, -um) o -sus, -sa, -su m (uísus, -a, -um).
2. Participio de futuro: se denomina también GERUNDIVO y se forma
con el tema de presente y el sufijo -ndus, -nda, -ndum: amandus, -a, -um;
habendus, -a, -um.

4.3. El gerundio

El GERUNDIO, como forma no personal del verbo, participa de rasgos


del nombre, con una declinación restringida al acusativo, genitivo, dativo y
ablativo en neutro singular. Se forma con el sufijo -nd- unido al tema de pre­
sente más las desinencias casuales correspondientes:
Ac. ama-nd-um
Gen. ama-nd-í
Dat. ama-nd-o
Abl. ama-nd-o

4.4. El supino

El SUPINO es un sustantivo verbal que comparte con esta clase de pala­


bras (los sustantivos) la capacidad de declinarse (como un tema en -u, de la
4a declinación), aunque tan sólo en dos casos: acusativo y dativo-ablativo.
MORFOLOGíA VERBAL [i3]

El supino se forma añadiendo a la raíz la desinencia *-tu. Sus formas son


las siguientes:

1) Acusativo: amatum
El supino en este caso acompaña normalmente a verbos de movimiento
(ire, uenire... ) e indica la "dirección" de la acción verbal. También se uti­
liza, como hemos visto, para formar la perífrasis del infinitivo de futuro
pasivo (amatum iri "ir a ser amado").

2) Dativo-ablativo: amatu
Suele depender de ciertos adjetivos que admiten esta construcción (jaci­
le dictu, "fácil de decir"; mirabile uisu "admirable de ver").

BIBLIOGRAFÍA

BAÑOS, J.M. (1996): "Sobre el infinitivo de HAUDRY, J. (1932): Recherches sur lo vo/eur
futuro pasivo en latín (1): Consideracio­ et I'emploi de I'infinitif subordonné en 10­
nes generales". AM. Al'dama, ed., De tin, París.
Roma al siglo XX, 1, Madrid, pp. 31-41.
KLOSTERMANN, M. (1973): Der infinitiv,
Stuttgart.
BE'NVENISTE, E. (1932): "Supinum", RPh,
pp. 136-137. KURZOVA, H. (1970): "Der lateinische Infi­
nitiv im Vergleich mit dem Griechis­
CAMPOS, J. (1971): "Función y flexión del chem", ZAnt 20, pp. 83-93.
infinitivo latino", Helmontiea 22, pp.
PARIENTE, A (1981 ): "Las formas de gerun­
387-394.
dio y gerundivo", Emerita 49, pp. 272­
305.
COLEMAN, R. (1985): "The Latin future pas­
sive infinitive", Glotto 63, pp. 208-212. RISCH, E. (1984): Gerundivum und Gerun­
dium, Berdini.
DURANTE, M. (1958): "11 participio del pre­
STATI, 1. (1958): "Le participe en oto et le
sente latino e I'origine del gerundivo",
systeme du participe latin" Ric. Ling. 4,
Ric. Ling. 4, pp. 172-182. pp. 169-174.
EVANGELlSTI, E. (1965): "Richerche sul suf­ VALLEJO, J. (1947): "Sobre el gerundio y el
fisso -nt- di participio", Acme 18, pp. gerundivo latinos", Emerito 15, pp. 198­
205-221 . 200.
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

MORFOLOGÍA VERBAL

lo La organización de la flexión verbal se ar- O e) Un futuro simple y un futuro perfecto


ticula en torno a: sólo en indicativo. No existen formas
perifrásticas.
D a) La oposición entre el modo indicativo y
el subjuntivo. O d) Un futuro simple y un futuro perfecto
D b) La contraposición de dos temas: el de
sólo en indicativo, además de formas
presente y el de perfecto. perifrásticas.

D e) El desarrollo de tres personas gramati­


cales: 1º, 2º Y 3º.

5. La forma verbal amauere consta de:


O d) La oposición singular / plural.
D a) Raíz + morfema temporal modal + de­
sinencia de 32 persona de plural del
2. El tiempo y el modo verbal se marcan: perfecto de indicativo (ama-ue-re).
O a) Mediante las desinencias. D b) Raíz (con el alar?eamiento del tema de
D b) En la raíz del verbo. perfecto) + mor ema temporal modal
D cl En un morfema inserto entre el tema y + desinencia de 3º persona de plural
del perfecto de indicativo (amau-e-re) .
las desinencias.
O d) No está marcado formalmente, pues De) Raíz (con el alargamiento del tema de
se deduce siempre del contexto gra­ perfecto) + desinencia de 22 persona
matical.
de singular de la voz pasiva (amau­
ere).

D d) Raíz (con el alargamiento del tema de


3. En la desinencia conAuye la información
perfecto) + desinencia de 3º persona
sobre varios accidentes gramaticales:
de plural del perfecto de indicativo
D a) La voz, el número y la persona activo (amau-ere).
D b) El número y la persona.
D e) La voz, el número, la persona y el modo.
6. La forma verbal habebantur consta de:
D d) La voz, el número y el tiempo.
O a) Raíz + morfema (temporal-modal) de
imperfecto de indicativo + desinencia
4. Para la expresión del futuro en voz activa de 32 persona de plural de la voz ac­
la conjugación latina dispone de: tiva (habe-ba-ntur).

D a) Un futuro simple de indicativo y otro


D b) Raíz + morfema (temporal-modal) de
de subjuntivo. imperfecto de indicativo + desinencia
O b) Un futuro simple y un futuro perfecto de 3º persona de plural de la voz pa-
de indicativo y de subjuntivo siva (habe-ban-fur).
MORFOLOGíA VERBAL lII5l
o e) Raíz + morfema (temporal-modal) de 9. la forma verbal copilo consta de:
imperfecto de indicativo + desinencia
O a) Raíz + desinencia de 29 y 39 persona
de 32 persona de plural de la voz pa­
de singular de imperativo en voz acti­
siva (habe-ba-ntur).
va (capi-to).
O d) Raíz + morfema (temporal-modal) de
O b) Raíz + desinencia de 22 y 32 persona
imperfecto de subjuntivo + desinencia
de singular de imperativo en voz pasi­
de 3" persona de plural de la voz pa­
va (capi-to).
siva (habe-ba-ntur).
O e) Raíz + morfema (temporal modal) de
imperativo + desinencia de 29 y 39
7. la forma verbal mitfemus consta de: persona singular de imperativo en voz
pasiva (cap-i-to) .
O a) Roíz + morfema (temporal modal) de
futuro de indicativo + desinencia de ]2 O d) Raíz + morfema (temporal-modal) de
persona de plural de la voz activa imperativo + desinencia de 22 y 3"
(mitt-e-mus). persona de singular de imperativo en
voz activa (cap-i-to).
O b) Raíz + morfema (temporal modal) de
presente de subjuntivo + desinencia de
]2 persona de plural de la voz activa 10. la forma verbal amati essent es:
(mitt-e-mus).
O a) La 39 persona del plural del pretérito
O e) Raíz + morfema (temporal modal) de pluscuamperfecto de subjuntivo en voz
futuro de indicativo + desinencia de ]2 pasiva del verbo amo.
persona de la voz activa (mit-te-mus).
O b) La 39 persona del plural del pretérito
O d) Raíz + morfema (temporal modal) de pluscuamperFecto de indicativo en voz
futuro de indicativo + desinencia de ] Q pasiva del verbo amo.
persona de plural de la voz pasiva
(mitt-e-mus) . O e) La 39 persona del plural del pretérito
pluscuamperfecto de subjuntivo en voz
activa del verbo amo.

8. la forma verbal capere corresponde: O d) La 39 persona del plural del futuro per­
fecto de indicativo en voz pasiva del
O a) Sólo a la 22 persona de singular del verbo amo.
presente de indicativo de la voz pasi­
va de capio.
O b) Sólo a la 29 persona de singular del 11. El futuro simple se forma mediante dos
presente de subjuntivo de la voz pasi­ procedimientos:
va de copio.
O a) un morfema labial para 39 , 49 Y mix­
9
O e) A la 2 persona de singular del pre­ ta; y un morfema o/e para] 9 Y29 .
sente de indicativo en voz activa de
O b) un morfema labial para] 9, 22 Y 39 ; Y
capio, o bien al infinitivo presente ac­
un morfema o/e para 49 y mixta.
tivo del mismo verbo.
O e) un morfema labial para 29 , 39 Y 49 ; Y
O d) A la 29 persona de singular del pre­
un morfema o/e para] 9 Ymixta.
sente de indicativo en voz pasiva de
capio, o bien al infinitivo presente ac­ O d) un morfema labial para ] 9 Y 29; Y un
tivo del mismo verbo. morfema o/e para 39,49 Y mixta.
lII6l LENGUA Y L!TERATURA LATINAS I

12. El pluscuamperfecto de indicativo en voz O b) Dispone en voz activa de un participio


activa se caracteriza por: de presente, un participio de perfecto
O a) Tener desinencias propias: -i; -isti, -it; y un participio de futuro .
-imus, -isfis, -eruntj-ere. O c) Carece de una forma específica para
O b) Un morfema -ero- inserto entre el tema el participio de presente pasivo, pero
de perfecto y las desinencias. sí dispone de un participio de perfec­
to activo.
O c) Un morfema -isse- inserto entre el te­
ma da perfecto y las desinencias. O d) No tiene participio de presente pasivo,
ni participio de perfecto activo.
O dl Carece de ninguna marca temporal­
modal.
15. La perífrasis de infinitivo de futuro pasivo
13. El infinitivo latino dispone de: (amatum ¡rij está formada por:
O a) Modo y tiempo, pero carece de perso­ O a) El participio de perfecto en acusativo
na, número y voz. ~ás el infinitivo de presente pasivo de
I re.
O b) Tiempo y voz, pero carece de perso­
na, número y modo. O b) El supino en acusativo más el infinitivo
O el Voz y modo, pero carece de persona, de presente activo de ire.
número y tiempo . O cl El supino en acusativo más el infinitivo
O d) Tiempo, voz y modo, pero carece de de presente pasivo de ¡re.
persona y número. O d) El participio de perfecto en acusativo
más el infinitivo de presente activo de
¡re.
14. El sistema de los participios latinos:
O a) Cuenta con un participio de presente
activo y otro participio de presente Las respuestas correctas pueden consultarse en la
pasIvo. p. 175.
J) 11;1~-tJ ~';1j
!J~ -i 11.;~!J~ ~ ~J 0J'J
Prácticas de Traducción

CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN EJERCICIOS DE TRADUCCIÓN


1. ¿En qué consiste 1. Salustio.
traducir?
1.1 . Introducción.
2. La técnica de traducción.
1.2. Algunos fenómenos de la lengua de
3. El uso del diccionario. Salustio.
1.3. Textos.

2. Cicerón
2.1. Introducción.
2.2. Textos.
PRÁCTICAS DE TRADUCCIÓN [121]

Introducción

1. ¿EN QUÉ CONSISTE TRADUCIR?


A lo largo de la historia se han propuesto formas muy diversas de enten­
der y practicar esta actividad, tan antigua y esencial como las mismas len­
guas. Para acercarnos a ella conviene desechar de antemano determinadas
prácticas que se salen nítidamente de esta esfera: no es una traducción, por
ejemplo, la creación personal inspirada en un texto en otra lengua, ni una pa­
ráfrasis -como las que realizaban con cierta asiduidad algunos traductores
franceses del s. XVUI, cuyas versiones eran conocidas como "las bellas infie­
les"-, ni por supuesto, una ampliación, un resumen o un comentario de un
texto previo.
La traducción es, en esencia, un proceso de desciframiento para trasladar
fielmente un mensaje de una lengua a otra. El problema es, por su puesto, qué
es lo que se pretende traducir. Hay una dicotomía tradicional entre fondo y
forma -o significado/significante, en términos más propios del estructuralis­
mo y la semiótica-, en torno al cual parece debatirse el traductor. Por un la­
do, su cometido es la traslación del significado de un texto, pero al mismo
tiempo debe decidir qué grado de correspondecia o equivalencia conviene es­
tablecer entre la forma de la lengua de entrada y la forma de la lengua de sa­
lida, desde aspectos como los recursos fónicos, hasta la morfología, la sinta­
xis, el léxico y, por supuesto, el estilo.
En relación muy estrecha con este debate se encuentra el dilema que mu­
chos estudiantes se plantean entre optar por una traducción a la que se de­
nomina 'literaria' -a veces también llamada, sin excesiva fortuna, 'libre'- o por
una traducción 'literal'. Aunque tal dicotomía responde actualmente a un
planteamiento no del todo correcto de la actividad del traductor, resulta de in­
terés examinarla pues subyace en ella la tensión entre dos polos que han te­
nido un reflejo real en la historia de la traducción.
En el caso de la llamada traducción 'literaria' parece darse primacía a la
adaptación a la lengua de salida del significado del texto original, dando una
importancia secundaria a la captación de las peculiaridades formales de éste.
[221 LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

En una línea similar se desenvuelve una de las formas dominantes de practicar la


traducción en la Roma clásica, donde esta actividad resultó vital para impulsar el
desarrollo de la literatura latina a partir de los modelos griegos. Cicerón en un pa­
saje bien conocido (De optimo genere oratorum, IV,14) insiste en que su interés
reside en captar la uis -en este contexto, el 'significado', el 'valor' del original- an­
tes que reproducir la forma palabra por palabra (uerbum pro uerbo), adaptando
las palabras y el estilo a la 'costumbre' romana, esto es, a las pautas propias de la
escritura literaria latina, que él estaba contribuyendo a moldear.

En cambio, en la traducción literal se opta por insistir en la correspon­


dencia formal entre los significantes de una lengua y otra; en su versión más
extrema, elliteralismo, el traductor intenta reproducir en la lengua de salida
la mayor cantidad posible de rasgos formales del original, adoptando por
ejemplo el vocabulario original a través de préstamos, o reproduciendo la sin­
taxis o el orden de palabras del original.
Un buen ejemplo, en el mismo ámbito latino, de esta manera de concebir la tra­
ducción es la práctica de las primeras traducciones bíblicas al latín a partir del
griego y del hebreo (ss. I1-IV d.C.). En ellas los traductores latinos, guiados por una
concepción sagrada del texto como 'palabra revelada', se afanan en recoger deli­
beradamente la forma del original, incorporando múltiples préstamos o adop­
tando escrupulosamente el orden de palabras. El riesgo es por su puesto generar
una mera transliteración, un texto ininteligible en la lengua de salida o accesible
sólamente a un grupo de iniciados. De hecho ésta es una de las razones que im­
pulsó al Papa Dámaso en el año 382 d.C., a encargar a Jerónimo la preparación
de una nueva versión latina del texto bíblico, que se convertiría en la oficial y que
se conoce como 'Vulgata'. En ella Jerónimo intentó compaginar la fidelidad al
original con un mayor grado de adaptación latina de la Biblia, bien con nuevas
traducciones de algunos libros, bien revisando versiones antiguas.

Para enfrentarse a la traducción de los textos literarios clásicos a las


lenguas modernas es, en nuestro caso, preferible resolver la tensión entre
fondo y forma, entre significado y significante, en los siguientes términos:
la traducción, como ya apuntaba Goethe, es un fenómeno integral, cuyo ob­
jetivo es captar no sólo el contenido del original -es decir, lo que quiere de­
cir el texto, con sus significados actualizados, en su contexto, y no poten­
ciales-, sino también encontrar las equivalencias formales más adecuadas y
elegantes dentro de la norma lingüística de la lengua de salida. Es en esta
búsqueda donde se constata el carácter artesanal y no mecánico de una tra­
ducción, que sólo la práctica y la sensibilidad lingüística del traductor van
depurando.

La traducción, por consiguiente, debe ser literal, en el sentido de fiel al


original, pero también literaria, es decir, expresada en una lengua correcta y
pRÁalcAs DE TRADUCCiÓN [23]

elegante, con el fin de intentar provocar en el lector actual un efecto similar


o próximo al que los recursos expresivos del original suscitarían en un lector
latino.
Así, pueden respetarse contrucciones que guarden una simetría clara de forma y
función entre una lengua y otra: por ejemplo, una construcción transitiva en la­
tín, de un verbo con su complemento directo, puede respetarse sin ningún pro­
blema en la traducción castellana; en cambio en otros casos esto no es posible:
así es sabido que el verbo personal en latín tiende a aparecer al final de la frase ,
pero ésta no es la norma del castellano: si respetáramos el orden latino la cons­
trucción resultaría artificiosa o incluso ininteligible. En esta situación, es preciso
seguir las pautas -que permiten una cierta flexibilidad, en cualquier caso- de la
norma castellana. Pero en cambio, si el verbo aparece adelantado a la primera po­
sición en latín es porque el autor ha querido darle una relevancia particular. En­
tonces debemos procurar traducir con el verbo también al comienzo de la frase,
pues esto no rompe las pautas del orden de palabras castellanas.

Por consiguiente, debe descartarse la idea de que la traducción, por lo


menos la que aquí nos interesa, la de los textos literarios, es una tarea auto­
mática. Por contra, entraña una labor compleja que incluye, por un lado, la
comprensión del original, su hermenéutica, es decir, la interpretación fiel del
texto de entrada, y, por otro, la elaboración del mensaje de la lengua de sali­
da, una elaboración exige tomar múltiples decisiones sobre la sintaxis, el vo­
cabulario o el estilo que se pretende dar a la traducción.

En cualquier caso, la mejor manera de aprender a traducir es la práctica


asidua, y para que la práctica resulte provechosa, es conveniente aprender
una técnica, unas pautas orientativas para encarar la traducción que sobre to­
do al comienzo encaminen la atención y que con el tiempo y el nivel de co­
nocimientos cada traductor adaptará a sus propias necesidades. Para ello
puede consultarse la sección que sigue dedicada a Técnica de Traducción y
los ejemplos que allí se proponen.

y aunque este proceso está relacionado esencialmente con la lengua, una


buena traducción no debe limitarse al entendimiento gramatical, sino que, a
partir de éste, estamos en condiciones de adentramos en la comprensión de
las distintas climensiones que ofrezca el texto, empezando por la estética, pe­
ro también otras como la histórica o la política, etc.

Es difícil traducir descarnadamente, fuera de contexto, manteniéndonos


ajenos a los autores y a su época, a su manera de escribir. Si además de co­
nocer la gramática, aprendemos a descubrir la riqueza que encierran esos tex­
11241 lENGUA y LITERATURA LATINAS I

tos que han sido prototipos literarios de la cultura occidental, la traducción


cobrará un sentido más profundo, y poco a poco dejará de ser mero descifra­
miento para pasar a ser una apropiación por parte del traductor, que redes­
cubre en toda su plenitud un texto escrito hace más de dos mil años. Quizá
entonces comienza a verse el sentido de tantas horas empeñadas en el estudio
de declinaciones, conjugaciones y restantes paradigmas gramaticales que
hasta hace poco eran meras formas: empieza el disfrute, la satisfacción de en­
tablar un diálogo con nuestros clásicos, empezar a entender por qué son gran­
des escritores.
No hay que olvidar que estos textos 'clásicos' gozan de una gran virtud:
su riqueza no se agota con la primera lectura, sino que permiten volver a ellos
una y otra vez y encontrar siempre vertientes, detalles, sugerencias que tam­
bién nos enriquecen como lectores. Siempre hay algo nuevo en los clásicos. Y
no sólo eso: al leerlos, empiezan a retumbamos las múltiples influencias que
han suscitado sobre otras obras en la historia, sobre otros grandes escritores
que, antes que nosotros, leyeron los mismos pasajes.

El Coliseo. Vista interior del Anfiteatro Flavio, según un grabado de e.B. Piranesi, que mues­
tra la situación del monumento antes de las restauraciones de Valadier.
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN 11251

2. LA TÉCNICA DE TRADUCCIÓN
Para iniciarse en la traducción, es aconsejable seguir unas pautas que
ayuden a descifrar la gramática del texto. Los principales pasos que conviene
seguir son éstos:
1) Leer cada oración hasta el final, es decir hasta el primer punto o pauso fuerte.

2) Delimitar, en caso de ser una oración compuesta, las oraciones que la forman y, sobre to­
do, determinar cuál es la oración principal. Para esta distinción es fundamental reconocer los
verbos en forma personal que aparezcan (habitualmente tienden a colocarse al final de su
oración) y lo presencia de elementos que introduzcan distintos tipos de oraciones (pronombres
relativos, conjunciones.. .).

3) Identificar el verbo principal, que tiende a aparecer al final de su oración. Habitualmente


se trato de un verbo en forma personal (salvo construcciones especiales, como la del infinitivo
histórico). La oración principal no puede ir introducida por elementos que impliquen subordi­
nación, como una conjunción subordinante. .

4) Reconocer su sujeto. Para ello se debe analizar la persona y el número del verbo princi­
pal, que indicarán si el sujeto es 1Q, 2Q o 3Q persona, y si es singular o plural. El sujeto irá en
nominativo concertando con su verbo y estará colocado, habitualmente, antes que éste.

5) Identificar, si lo hay, el acusativo o acusativos que funcionan como complemento directo.


Para ello debe fijarse en dos cosos: si aparece en la frase un acusativo sin preposición y si el
verbo es transitivo (información que, en coso de dudo, proporciona el diccionario, con siglas
como tr. o tron.).

6) Identificar el resto de los complementos: Indirectos (en dativo) y los circunstanciales, cu­
yos formas más comunes son: el ablativo sin preposición (que puede traducirse habitualmen­
te por alguna de las preposiciones siguientes: 'con', 'de', 'en', 'por', 'según'!, el acusativo ad­
verbial o uno preposición con acusativo o ablativo.

7) Identificar los formas no personales del verbo que puedan aparecer en codo frase. Si se
encuentra un infinitivo debe distinguir si se trata de un infinitivo concertado o no concertado;
poro ello tiene que fijarse en lo presencio de algún acusativo que podrá ser sujeto o comple­
mento directo del infinitivo. Si lo que encuentra es un participio, debe distinguir en primer lu­
gar si es de presente o de posado y buscar los palabras de su entorno que¡uedan ir en su
mismo caso. Si el participio está en posado piense siempre en la posibilida de un ablativo
absoluto (el participio y los palabras que lo acompañen estarán en coso ablativo y posible­
mente vaya entre comas).

8) Identificar otros elementos, toles como los adverbios (palabras indeclinables).

9) Seguir el mismo proceso con las demás oraciones que aparecen en el texto. Las subordi­
nadas aparecen normalmente introducidas por uno conjunción y llevan su propio verbo en
forma personal.
[1Z6] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

En este proceso conviene utilizar el diccionario lo menos posible. La


mayoría de estos pasos pueden resolverse si se conoce la morfología y la sin­
taxis básica latina. Cuando se ha entendido la gramática es cuando hay que
recurrir al diccionario para aclarar las acepciones de las palabras. No hay que
desanimarse si no entiende una construcción. Conviene repasar entonces la
gramática. La sintaxis latina es una estructura extremadamente lógica y si se
entiende bien los conceptos, con la práctica se dominará la traducción.

Ésta debe guardar un equilibrio entre la literalidad y la adaptación a la


lengua de salida. La traducción ha de reflejar la comprensión de la gramática
latina, ser fiel al original (por ejemplo, respetando las estructuras que tienen
clara simetría en una lengua y otra), pero, al mismo tiempo, hay que procu­
rar que el castellano utilizado sea lo más correcto y elegante posible. La
traducción no es un proceso mecánico, sino que es, en cierto modo, un arte.
Por eso, una vez que se ha terminado una traducción, se debe repasar para
depurar l~ expresión en castellano, sin perder la fidelidad al original.

El Foro de Nerva. Grabado de G.B. Piranesi sobre la situación de los restos de este Foro en
el s. XVII, en el banio por el que discune actualmente la Vía de los Foros Imperiales.
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN l1Pl

3~ EL USO DEL DICCIONARIO


El diccionario es una fuente de información muy importante en el apren­
dizaje de una lengua y en la práctica de la traducción. Por eso conviene saber
utilizarlo con inteligencia para aprovechar los datos que suministra e inter­
pretarlos correctamente.

Primero conviene tener claro qué clase de información aporta el diccio­


nario: en él se consignan las acepciones significativas de cada palabra latina
siguiendo el orden alfabético de acuerdo con su forma habitual de enun­
ciación (el sustantivo, por ejemplo, por su nominativo y genitivo, rosa, -ae) y
suministrando al mismo tiempo información gramatical para entender sus
usos más relevantes. Cada entrada de diccionario se denomina, en el ámbito
de la lexicografía, 'lema'.

El diccionario es, sobre todo, un instrumento que hay que saber manejar,
conocer sus "instrucciones de uso" para entender cuándo y de qué manera
utilizado. Esta condición instrumental implica:

1a Que el diccionario no suple por sí mismo el conocimiento de la gra­


mática. Por el contrario, el diccionario requiere conocer las bases de la mor­
fología y la sintaxis para asimilar la información que suministra.

20 Que su uso debe dosificarse adecuadamente. Conviene refrenar el pri­


mer impulso del traductor novel por ir al diccionario a buscar la primera pa­
labra, y la siguiente y la otra... No hay que acudir a él sino después de haber
reflexionado y aplicado lo que ya se sabe de gramática y de léxico al descifra­
miento de un texto: antes de usarlo conviene leer despacio y atentamente el
texto y seguir las pautas de la técnica de traducción para separar oraciones e
identificar los principales elementos que la forman.

Puede ser útil, por ejemplo, intentar descubrir los significados de las pa­
labras antes de buscarlas en el diccionario. El castellano como lengua de­
rivada y cercana al latín aporta información preciosísima:
• Es preciso tener en cuenta algunos cambios fonéticos habituales producidos en la
evolución dellatin al castellano (u-,;>o, i-,;>e, caída de vocales o consonantes fina­
les; f inicial-,;>h, ti-,;>ci, sordas intervocálicas -';> sonorizan, sonoras intervocálicas
-';> desaparecen, etc.) para acercarse a muchos significados, sin olvidar que los

nombres castellanos proceden del acusativo (por ej. digitum-,;> dedo; la consonan­
te inicial normalmente se mantiene; la i-,;>e; la intervocálica sonora desaparece,
u-,;>o; -m final cayó también) . .
[128] LENGUA YLITERATURA LATINAS I

t Los supinos de los verbos también aportan información; por ejemplo, se puede
descubrir el significado de [rango, [regi, si reparamos en FRACTUM y pensamos en
el castellano FRACTUra.

Conviene entender cómo se organiza la información en una entrada de


diccionario en cada lema:

1° Enunciado de la palabra (las palabras flexivas de acuerdo con su


enunciación habitual).

2° Información gramatical: en el nombre, el género; en el verbo, la con­


jugación, si es deponente se indica; transitivo o intransitivo. En las pa­
labras invariables se indica la clase a la que pertenece: prep. (preposi­
ción, y su régimen); conj . (conjunción y modo verbal, indo o subj.); adv.
(adverbio); inter. (interjección).

3° Acepciones en la lengua de salida. La ordenación de las acepciones


se realiza frecuentemente en función de dos criterios básicos: el ren­
dimiento (es decir las acepciones más utilizadas van antes de las me­
nos habituales) y las extensión del significado (los usos más genéricos
preceden a los más concretos o especializados), precisándose en su ca­
so las construcciones características de esa acepción (en el verbo, por
ejemplo, si en esa acepción es transitivo, frente a otra intransitivo, o el
régimen habitual) y los giros o frases hechas más comunes.

Al examinar cada lema debe quedar claro la clase de palabra a la que per­
tenece y en su caso la flexión a la que corresponde (la declinación y el género
en el caso de los sustantivos; la clase de adjetivo; o la conjugación en el caso
del verbo). Cuando hay más de una acepción, deben leerse todas las que pro­
pone el diccionario y seleccionar la más adecuada.

Esta labor de selección del significado más idóneo es una de las tareas
más delicadas para el traductor. Debe quedar claro que no hay una fórmula
mecánica para elegir una acepción, en un terreno donde la práctica, el cono­
cimiento del autor y el texto, así como las cualidades literarias del traductor
resultan de ayuda inestimable. Entre los criterios que deben barajarse están
éstos:

a) La adecuación del sentido al contexto del pasaje, tanto el contexto in­


mediato (las palabras y oraciones más proximas), como el contexto
amplio del tema de que se trate. Por ejemplo si se aborda un motivo
PRÁOICAS DE TRADUCCiÓN [29]

militar, o mítico, etc. o bien si se trata de expresiones hechas o si es


vocabulario abstracto o concreto. El diccionario suele citar ejemplos
de uso de la palabra con algunas otras con las que acostumbra a apa­
recer asociada .

• Así por ejemplo, la palabra manus, cuya acepción primera y más genérica es
'mano', en un contexto bélico puede significar 'combate'. Así manum commit­
tere cum aliquo, en un contexto de este tipo significa "trabar combate con al­
guien".

b) La construcción sintáctica propia de esta construcción. Por ejemplo si


tenemos un cum con subjuntivo, debemos explorar los posibles mati­
ces de esta conjunción bajo las acepciones posibles con subjuntivo, in­
formación que nos marca el propio diccionario.

Habitualmente el diccionario da distintos sinónimos dentro de cada


acepción. Es labor del traductor elegir el que más conviene al contexto del pa­
saje que traduce.

En cuanto a la enunciación de las palabras y la organización de la infor­


mación de las distintas clases de palabras, la mayoría de los diccionarios lati­
no-españoles enuncian las palabras con flexión de la siguiente manera:

NOMBRES: nominativo singular; genitivo singular (completo o abrevia­


do); género; acepciones.

El genitivo indicará la declinación a la que el nombre pertenece y de es­


ta manera podrá identificar el caso de la palabra en cuestión. Del mismo mo­
do el género ayudará a reconocer posibles concordancias con otras palabras
del texto.

En cuanto a las acepciones, conviene leerlas todas para escoger la más


adecuada a la traducción; por norma no debe utilizarse la primera que apa­
rece sin haber leído antes las demás. Además en muchas ocasiones el diccio­
nario refleja frases hechas o giros propios de un autor que pueden ser de gran
utilidad.

Ej.: rosa, -ae, f.: rosa

ADJETIVOS: En el caso de los adjetivos hay que distinguir los que se de­
clinan por la 1a y 2a declinaciones y los que lo hacen por la 3a :
1I3OI LENGUA Y UTERATURA LATINAS I

a) Adjetivos de la primera clase (la y 2a declinaciones): nominativo mas­


culino singular; nominativo femenino singular; nominativo neutro
singular: acepciones.
Ej.: bonus, bona, bonum: bueno.

b) Adjetivos de la segunda clase (3a declinación). Se enuncian de las si­


guientes formas,
1. nominativo masculino singular; nominativo femenino singular; no­
minativo neutro singular. A continuación figuran las acepciones.
Ej.: acer, acns, acre: agudo.
2. nominativo masculino y femenino singular; nominativo neutro sin­
gular. A continuación figuran las acepciones.
Ej.: fortis, forte: valiente.
3. nominativo singular (masculino, femenino y neutro); genitivo sin­
gular (masculino, femenino y neutro). A continuación figuran las
acepciones.
Ej.: ferox, ferocis: feroz.

VERBOS: Los verbos se enuncian habitualmente de la siguiente manera:


• 1a persona del singular del presente de indicativo (algunos diccionarios
dan también la 2a persona).
• Infinitivo de presente.

t Ia persona del singular del pretérito perfecto de indicativo.

• Supino.
Tras indicar si es deponente, o bien si es transitivo o intransitivo, se rela­
cionan sus acepciones.
Los verbos aparecen en el diccionario de modos distintos según sean re­
gulares o no. Si es regular sólo aparece la forma de primera persona del sin­
gular del presente y alIado 1,2, etc., indicadores de primera conjugación, se­
gunda etc. Si aparece amo.1, ya se sabe que su paradigma es: amo (la persona
de singular del presente de indicativo), amas (2 a p. sing. presente), amare (in­
finitivo presente), amaui (la p. sing. pretérito perfecto), amatum (supino).
Si aparecen sólo tres formas colligo, collegi, collectum, éstas corresponden
a la 1a p. sing. presente, la p. sing. pretérito perfecto y al supino; el número 3
indica que se trata de la tercera conjugación. Del mismo modo, cuando en los
verbos enunciados no aparece el supino, significa que carecen de él.
PRÁOICAS DE TRADUCCIÓN [31]

Las formas que puedan resultar peculiares, irregulares o defectivas sue­


len ser señaladas en los diccionarios, por ejemplo, {regi, pret. perf. de {rango;
latus, -a, -um, parto pret. de {ero , etc.

Los verbos deponentes suelen aparecer de la siguiente forma:


• l a persona del singular del presente de indicativo (a veces también la 2a).
• infinitivo de presente.
~ la persona del singular del pretérito perfecto de indicativo.
Ej.: sequor, sequi, secutus sum (dep.), tr.: seguir.

Gracias al enunciado se puede distinguir si un verbo que se encuentra en


una forma con desinencia pasiva pertenece o no a un verbo deponente.

Es fundamental leer hasta el final las entradas de los verbos, al igual que
las demás, teniendo en cuenta los complementos que lo acompañan en la fra­
se que se está traduciendo y no aisladamente, pues no sólo se podrá deducir
por el enunciado la forma verbal sino que también se puede aclarar el tipo de
complementos que debemos buscar entorno a él.

Algunas recomendaciones generales:


• Es conveniente, para tener un conocimiento preciso del diccionario, antes de usar­
lo leer el Prólogo, que suele informar de lo que en eIlíbro se encuentra, aclara abre­
viaturas y ofrece la información que el autor considera necesaria (cómo traduce,
cómo informa de la cantidad de las sílabas, etc.).
• Hay palabras que se repiten y es preciso incorporarlas a los conocimientos para no
buscarlas en el diccionario. Puede ser útil hacer una ficha personal de las que va­
yan apareciendo; en ella se deben ir incorporando ejemplos que vayan saliendo en
las traducciones.
• El diccionario nos permite conocer la cantidad de las vocales latinas. Habitual­
mente el método que se sigue es marcar la vocal larga, mediante una raya por en­
cima de la misma. Las vocales que no aparecen marcadas así son breves. Esta in­
formación es muy útil para la escansión de los textos en verso y también para
distinguir dos palabras que se diferencian sólo por el rasgo de la cantidad (malum ,
"mal"; malum, "manzana").
• Los diccionarios ofrecen información acerca de la construcción de los verbos, ade­
más de decir si son transitivos o intransitivos. Por ejemplo en el lema del verbo do
se puede leer: rem alicui, que indica que se construye con un acusativo y un dati­
vo, o en doceo, "enseñar", se añade rem, que indica que se construye con comple­
!l3?I LENGUA Y UTERATURA LATINAS I

mento en acusativo ("enseñar una cosa"), pero también puede aparecer con infini­
tivo (doce o canere, "enseñar a cantar"). 0, por ejemplo, en el verbo linquo que pue­
de aparecer como pasiva impersonal, se infonna de que se puede construir con ut
o con infinitivo .

• En latín, como en todas las lenguas, existen palabras homófonas y formas coinci­
dentes que exigen reflexionar sobre la clase de palabra, el caso o el significado que
más se adapta al contexto.

~ Hay que prestar especial atención a las palabras que pueden ser preposiciones o
conjunciones (cum , por ej.). El contexto informa normalmente de ello, si existe o
no palabra con la que forme el giro preposicional o si introduce un verbo.

El Arco de Septimio Severo. Reconstrucción de este Arco triunfal del Foro de Roma, en el
cual P.S. Bartoli y G.P. Bellori (S. XVIII) completaron los restos del monumento con las es­
culturas del ático e incluso reconstruyeron una lfnea borrada de la inscripción.
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN [33]

Ejercicios de Traducción

Los ejemplos que siguen pretender familiarizar al traductor novel con la téc­
nica de desciframiento del latín clásico de una manera progresiva, desde oracio­
nes elementales hasta pasajes de un nivel de dificultad media extraídos de las
obras de Salustio y de Cicerón.

Es fundamental entender con claridad los razonamientos lingüísticos


que subyacen en el proceso de traducción, razonamientos que aquí se desa­
rrollan por extenso al objeto de que se adquiera la familiaridad suficiente con los
conceptos gramaticales y con su aplicación práctica, de forma que, una vez leí­
dos con detenimiento, comprendidos y asimilados estos ejemplos, se esté en dis­
posición de llevar a cabo análisis propios ante pasajes nuevos.
[34] LENGUA Y UTERATURA LATINAS I

SALUSTIO

1. INTRODUCCIÓN
Cayo Salustio Crispo (85-35 a.e.) encama en sus obras históricas un pro­
blema tan apasionante como actual: la relación entre el poder y la moral, la
frontera entre la aspiración legítima y la ambición desmedida, una tensión
que Salustio es capaz de dibujar magistralmente a través del fino análisis de
los personajes y de las motivaciones que les impulsan a actuar.

La vida de nuestro autor transcurre durante uno de los períodos de ma­


yor efervescencia de la Roma antigua, a lo largo del s. 1 a.C. , en virtud de va­
rios acontecimientos decisivos:

a) Políticamente, se produce la transformación de la organización del


gobierno, pasando de la República antigua a la formación del imperio
romano.

b) Desde el punto de vista cultural, se desarrolla el proceso de asimila­


ción de los modelos filosóficos, literarios y artísticos griegos, frente a
los cuales surgen movientos de resistencia que abogan por la primacía
de la cultura latina tradicional. Entre estas circunstancias emergen los
grandes autores clásicos: Virgilio y Horacio entre los poetas, César, Ci­
cerón y el propio Salustio entre los prosistas.

Salustio, procedente de una familia acomodada del interior de Italia


(Amiterno), recibió una educación asentada en los valores tradicionales y en
el cultivo de la retórica, educación que completó en Roma donde llegó a os­
tentar cargos públicos como cuestor y tribuno de la plebe. Se alineó con el
partido popular, frente a Cicerón y alIado de César, gracias al cual desempe­
ñó el cargo de gobernador, proconsul de África, amasando una gran fortuna.
Tras la muerte de César se retiró de la vida pública y escribió sus tres obras
principales: La conjuración de Catilina, La guerra de Jugurta y las Historias
(conservada fragmentariamente).
pRÁalCAs DE TRADUCCIÓN l135l

Pero, ¿por qué son importantes sus obras? Salustio forma parte de los
grandes escritores clásicos al menos por dos motivos:

1.0) Es uno de los creadores de la historia como género literario en Ro­


ma y, en concreto, dio un impulso decisivo a la configuración de la
monografia histórica, es decir, de una obra centrada en el análisis de
un acontecimiento concreto de la historia reciente. Para Salustio, la
historia no es un mero relato de hechos, sino que es la consecuencia
de las motivaciones que impulsan a actuar a los protagonistas; por
eso la descripción psicológica de los personajes cobra tanto relieve
como los acontecimientos objetivos, dotando de una verdadera di­
mensión dramática al relato. Así su obra entronca con la gran tradi­
ción historiográfica griega de Tucídides.

2.°) Salustio contribuye decisivamente a la formación de la lengua litera­


ria latina, con un estilo personal caracterizado por:
a) El gusto por la concentración expresiva, prefiriendo la concisión,
la vivacidad y la densidad narrativa y conceptual, lo que los anti­
guos llamaban breuitas.
b) La diversidad en el léxico y la sintaxis, buscando romper el equi­
librio de los períodos y atraer el interés de los lectores recurrien­
do a arcaísmos, antítesis, y miembros desiguales.

Esta manera de escribir, con un cierto regusto arcaísta, surge frente al


modelo preponderante en la época, el ciceroniano, preocupado, por el con­
trario, por una mayor ampulosidad retórica, la armonía expresiva, la simetría
de los miembros, el equilibrio y la claridad expositiva.

Pero el estilo de Salustio no está desvinculado de sus ideas, sino que es­
tán Íntimamente conectados, como ocurre en todo buen escritor: la exaltación
de la moral tradicional y el rechazo a la situación política contemporánea se
refleja también en sus preferencias estilísticas, a través del gusto por los ar­
caísmos y el dinamismo expresivo, frente a las innovaciones que suponen la
asimílación de los modelos griegos y las formas de escritura emparentadas
con la retórica y la elocuencia ciceroniana.
i136] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

2. ALGUNOS FENÓMENOS PECULIARES DE LA LENGUA


DE SALUSTIO

.." FENÓMENOS FONÉTICOS Y MORFOLÓGICOS

A) ACUSATIVO PLURAL EN -15

Frente a los temas en consonante, que tienen la misma forma en -es pa­
ra el nominativo y el acusativo plural, la declinación de los temas en -i dis­
tinguió un nominativo en -es y un acusativo en -is resultado fonético normal
de '''-i-ns.

Esta oposición está atestiguada en época arcaica (s.lV-IlI a.c.). Al final de


este período, la forma en -is entra en concurrencia con la terminación en -es,
propia de los temas en consonante, terminación que al final de un largo pro­
ceso generalizador triunfó definitivamente en época de Augusto.

Salustio, guiado por el deseo de dar a su obra histórica un tono arcai­


zante, prefiere la terminación de acusativo plural en -is que encontramos en
palabras que son claramente de tema en -i (omnis), y en otras, que aun sién­
dolo, parecen de tema en consonante por haber sufrido síncopa de la i en el
nominativo singular. Éste es el caso de urbs <*urb(i)s.

B) CASOS DE FLUCTUACIÓN ENTRE LOS TIMBRES l/U


EN SÍLABA ABIERTA

Las vocales breves en sílaba abierta tienden a cerrarse en iJu cuando la


vocal va seguida de labial (maxumus/maximus). Este fenómeno es de carác­
ter fonético y refleja una neutralización del timbre de las vocales breves en di­
cha posición en época arcaica.

Según testimonio de Quintiliano, en estos casos había un sonido inter­


medio que en época arcaica aparece generalmente representado por u mien­
tras que en época clásica se impone la grafía i.

Una vez más Salustio prefiere la forma arcaica y así en su obra encon­
tramos habitualmente maxume, plurumum, lubido ...
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN [37l

C) OSCILACIÓN OlE DESPUÉS DE U CONSONÁNTICA

Según el testimonio de los antiguos gramáticos, en torno al siglo II a.e.


se produjo el paso a e de la o primitiva cuando va precedida de u y seguida de
r o s formando parte de la misma sílaba, o de una t formando parte de la sí­
laba siguiente, a e: diuersi<diuorsi; couertit<conuortit; uester<uoster.
En época de Salustio se habían impuesto ya las formas con e, pero él pre­
fiere las en o, que contribuyen a dar sabor arcaizante a su obra.

D) PERFECTO EN -ERE

En la tercera persona del plural de perfecto activo coexisten dos alomor­


fos: -ere y -erunt. La repartición de estas formas se debe fundamentalmente a
razones estilísticas. La primera se encuentra sobre todo en poesía y en prosa
arcaizante y es la que habitualmente emplea Salustio. La forma -erunt, por el
contrario, sólo aparece cuatro veces en La Conjuración de Catilina: 20,10;
45,3; 51,9; 51,38.

E) TIMBRE U DE LA VOCAL TEMÁTICA EN LUGAR DE E


EN GERUNDIOS Y GERUNDIVOS

La vocal temática de los gerundios y gerundivos de las conjugaciones 3a ,


a
4 y mixta presenta oscilación de timbre.
En época arcaica abundan las formas con timbre o que por ser vocal bre­
ve en sílaba cerrada pasa a u. Así capiundae<capiondae, colundo<colondo, le­
gundisdegondis, etc.
Ya en esta época se conocen las formas en -endus, formas que están ple­
namente impuestas en tiempos de Salustio. Éste, sin embargo, prefiere las
formas en u como un elemento más para la consecución de un tono arcai­
zante en su obra.

F) MANTENIMIENTO DE LA GRAFíA O DESPUÉS DE U


CONSONÁNTICA

La ambigüedad procedente de la sucesión de dos uu se evitó durante to­


da la época republicana, y en casos aislados, en época imperial, no registran­
[381 LENGUA YUTERATURA LATINAS I

do en la escritura la evolución fonética de a breve en sílaba cerrada final o ini­


cial, cuando iba detrás de u consonántica: se siguió escribiendo, pues ualnus,
seruas, equas en lugar de uulnus, seruus, equus, etc.

BIBLIOGRAFÍA
FRANCESCHINI, T. (1976): Su 11' evoluzione rieure", Cahiers F. de Saussure 18, pp.
del vocalismo del latino repubblicano al 53-69.
neolatino", Scritti in onore di G. Bonfan­
te 1, Brescia, pp. 257-279. TOURATIER, Chr. (1985): "Contribution in­
formatique ó I'analyse phonologique de
GIL. J. (1970): "La apofonía en indoeuro­ uen latin", REL021, pp. 233-245.
peo", Estudios Clásicos 15, pp. 1-111.
VINEIS, E. (1979): "Note di fonologia lati­
GODEL, R. (1961): Sur I'évolution des vo­ na", Studi e Saggi linguisticí 19, pp.
yalles bréves latines en syllabe inté- 199-219.

FENÓMENOS SINTÁCTICOS

INFINITIVO HISTÓRlCO

El infinitivo es una forma no personal del verbo, y por tanto su desinen­


cia no indica número ni persona. Pero el infinitivo tiene un uso especial, de­
nominado "infinitivo histórico" que se caracteriza por los siguientes rasgos:
a) funciona sintácticamente como si fuera el núcleo del sintagma verbal;
b) el sujeto de este infinitivo -habitualmente en 3a persona- va en nomi­
nativo;
c) es habitual que aparezcan varios de ellos en el mismo pasaje, alter­
nando con imperfectos o perfectos, provocando un efecto estilístico de
agilidad en la narración;
d) desde el punto de vista de la traducción, es preferible utilizar el im­
perfecto para trasladarlo al castellano.

Este empleo del infinitivo es abundante en época arcaica y entre los his­
toriadores. Salustio hace uso con frecuencia de este recurso, habitualmente
conformando series.
pRÁalcAs DE TRADUCCIÓN [391

BIBLIOGRAFÍA
CAMPOS, J. (1971): "la función y flexión PERROCHAT, P. (1932) : L'infinitif de na­
del infinitivo latino", He/mantica 22, pp. rration en latin . L'utilization artistique
387-394. d'une forme d'expression esquíssée,
París.
CONTINO, S. (1977): L'infinitivo storico lati­
no, Bolonio .

~ Cleopatra.
Grabado de
Francisco D'Ollanda
(S. XVI) sobre una
escultura inspirada
realmente en el sueño
de Ariadna en Naxos,
que el grabador sitúa
adornando una !
fuente. L~::::::=:::::::==;:::::O==~=:::::::::::J====~~==::=5
fi46I LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

3. TEXTOS

Sed dux atque imperator uitae mortalium animus esto


(Guerra de Yugurta, 1)

En este pasaje podrá practicar:


, la concordancia sujeto-predicado
, la oración con verbo sum y predicado nominal
, la identificación de diversos casos y sus funciones: nominativo, genitivo ...

El primer paso que conviene dar para traducir este texto es leer todo el
texto e intenta distinguir cuántas oraciones lo componen. Para ello nos fi­
jamos en cuántos verbos en forma personal aparecen: hay sólo uno: est, co­
locado al final, como es habitual en latín. Es un indicio para pensar que se
trata de una sola oración, una oración introducida por sed, una conjunción
coordinada adversativa que en latín puede aparecer tras pausa fuerte y nos
indica la relación que guarda nuestra oración con la que le precede. Como
conjunción coordinada, sed no rebaja el rango sintáctico de la oración, de
manera que ésta es una oración principal, contrapuesta con la oración an­
terior.
Una vez localizado el verbo, nos centramos en la identificación de sus
rasgos morfológicos y sintácticos:
a) Formalmente est es una 3a persona de singular del presente de indica­
tivodel verbo sumo Conviene que aclaremos siempre estos accidentes
porque a través de ellos podremos establecer otras relaciones sintácti­
cas básicas, como es la del sujeto de este verbo y, al mismo tiempo, de­
bemos tenerlos en cuenta para que la traducción sea fiel al original.
La conjugación del verbo sum hay que conocerla perfectamente no sólo por
su importancia y frecuencia, sino porque las alternacias que presenta su
raíz dan lugar a formas muy distintas (sum, esse, fui ... ) que los diccionarios
lematizan normalmente en el lugar alfabético correspondiente a sumo Así,
no descubriríamos qué forma es est mirando el diccionario por la e, ya que
los diccionarios no suelen tener una entrada para est (remitiendo a SUlrz) ni
para fui.
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN m
b) Funcionalmente, est es el verbo principaL el núcleo del sintagma ver­
bal de esta oración. Sabemos, además, que este verbo básico de la len­
gua latina admite principalmente dos construcciones:
- bien como un verbo copulativo, es decir, con predicado nominal o
atributo que se construye en nominativo, como el sujeto (frente a los
verbos transitivos, que lo contruyen en acusativo en función de com­
plemento directo) y, en su caso, concertando con él en género y nú­
mero (como le sucede al adjetivo que determina a un sustantivo
bonus puer; bona puella, dentro del mismo sintagma nominal; en
construcción copulativa puer bonus est; puella bona est);
- o bien sin predicado, con la acepción de 'haber' o 'existir' o 'ser' (en
sentido absoluto: sunt canes, 'hay perros').

Teniendo presente estos datos, podemos iniciar la búsqueda del sujeto de


estoRecordemos que los accidentes de persona y número nos permiten defi­
nir también la forma en que aparecerá el sujeto y, en su caso, el predicado no­
minal o atributo del mismo. En este caso, se trata de una 33 persona en sin­
gular, por lo que deberíamos de buscar un sustantivo o pronombre cuya
forma sea nominativo singular que pueda ejercer estas funciones.

Si analizamos la forma de los sustantivos que hay en la oración, vemos


que aparecen los siguientes nominativos singulares: dux, imperator yanimus.
En efecto, si estamos familiarizados con la flexión, rápidamente advertiremos
que las terminaciones de los dos primeros corresponden a temas de la 3 de­ 3

clinación (dux, ducis; imperator, imperatoris), y que animus tiene el final pro­
pio de un nominativo singular de los temas en -o, de la 2° declinación. Si te­
nemos dudas, podemos consultar el diccionario para aclarar la declinación de
estas palabras.

Hay, pues, tres nominativos singulares. La estructura de la oración nos


permite contar con más datos lingüísticos: dux e imperator van unidos por at­
que, una conjunción coordinada copulativa. Esta conjunción, como ocurre
con et o -que enclítico, tiene la peculiaridad de unir elementos que desempe­
ñan la misma función: desde oraciones enteras a elementos de un sintagma
(por ejemplo dos adjetivos que determinan a un mismo sustantivo: clarus et
bonus vir, 'hombre ilustre y virtuoso'). En este caso, la construcción dux atque
imperator indica que ambos sustantivos desempeñan la misma función, dis­
tinta a la que representa animus. Así animus es el sujeto de est, mientras dux
atque imperator forman el predicado. En este caso, el predicado nominal está
contituido por dos sustantivos coordinados entre sí. En castellano podemos
[4?] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

marcar esta distribución de funciones mediante el artículo: "El padre es mé­


dico", aunque también es posible fiEl padre es elmédico", donde la interpre­
tación del sujeto y el predicado depende del contexto y de la situación.

Para terminar el análisis de formas y funciones nos restan otros dos sus­
tantivos en la frase: uitae mortalium. Describamos su forma :
- uitae, del sustantivo uita, -ae (tema en -a), es una forma en la que
convergen varios casos: puede ser genitivo singular o nominativo,
vocativo plural.
- mortalium es una forma del adjetivo de tema en -i de dos termina­
ciones mortalis -e , que sólo puede corresponder a un genitivo plural.

Es evidente que ninguna de las dos palabras responde a la forma de un


nomo singular., por lo que hay que descartar que puedan funcionar como su­
jeto o predicado de esto Vitae no puede ser nominativo plural, pués el verbo
sum iría en plural, ni tampoco puede ser vocativo, que habitualmente va en­
tre comas, de forma que sólo puede ser genitivo singular, es decir, comple­
mento del nombre.

Se trata de dos genitivos que no conciertan entre sí (uno está en singular,


uitae , el otro en plural, mortalium), sino que uno (mortalium) funciona como
complemento del nombre del otro (uitae). Adviértase que mortalis puede ser
tanto adjetivo como sustantivo, si bien en este caso, al no tener un nombre al
que determinar, funciona como un sustantivo.

Por tanto, funcionalmente se trata de un sintagma contituido por un


complemento del nombre (uitae) del que a su vez depende otro genitivo com­
plemento del nombre (mortalium). Todo el bloque puede así mismo depender
de un sustantivo cercano, bien de imperator, bien de animus, sin que la gra­
mática por sí misma nos permita establecer de cuál de ellos depende. Para de­
terminarlo hace falta recurrir a la congruencia del significado.

Es, pues, el momento de entrar en el significado de cada una de las pala­


bras y del significado global de la oración. Palabras como uita, imperator, ani­
mus o mortalis se han conservado más o menos evolucionadas en castellano
('vida', 'emperador', 'ánimo', 'mortal'), y nos orientan sobre su significado, que
podemos precisar en el diccionario, ya que son palabras con una semántica
enormemente rica; otras, como dux, se han conservado bien en otras lenguas
romances (it. 'duce') y forma parte de una riquísima raíz, la misma del verbo
duco, que en su acepción espacial básica significa 'llevar' o 'hacer seguir', y del
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN Iill

que derivan compuestos que sí han dejado su huella en castellano (deducir,


inducir, conducir, seducir.... ). El sustantivo dux remite a la idea de 'el que con­
duce', 'guía', o 'jefe', en el mismo ámbito que imperator, configurando ambos
un doble miembro que transmite una misma idea ('adalid y guía'), que resul­
ta así reforzada, una figura muy del gusto de la retórica latina clásica.

Así podríamos proponer una traducción de la frase como sigue:

Pero el espíritu es el guía y gobernante de la vida de los hombres.

La oración contituye una especie de sentencia, también abundante en el


estilo salustiano, y su significado recoge la idea de un dualismo a ultranza
(animus/corpus) con primacía del primero.

Obsél\lese como la oración carecería de sentido si el genitivo uitae mor­


talium lo hiciéramos depender de animus: "Pero el espíritu de la vida de los
hombres es el adalid y dueño".

El Coliseo y el Arco de Constantino, vistos desde las Termas de Trajano. Grabado de G. Vasi
(1710-1782).
11441 LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

Serui aere para ti iniusta imperia dominorum non


perferunt
(Guerra de Yugurta, 31)

En este pasaje podrá practicar:

t la estructura de la oración simple

t la construcción transitiva

t la identificación de diversos casos y sus funciones: nominativo, acusa­

tivo, genitivo, ablativo ...

t concordancia del nombre con el adjetivo y el participio

La lectura completa de la oración nos permite detectar al final un único


verbo en forma personal, perferunt, cuya forma corresponde a la 3a persona de
singular del presode indo de perfero . Se trata del núcleo del sintagma verbal.

Perfero es un compuesto de un verbo muy común, fero, cuya flexión con­


viene conocer bien, en particular las peculiaridades de su infinitivo ferre, sin
la vocal temática, con un imperfecto de sub. ferrem, y la formación sobre otra
raíz del tema de perfecto y del supino (tuli, latum) . Su sentido originario de
'llevar encima', ha desarrollado múltiples acepciones concretas y abstractas.
El verbo ha tenido un gran rendimiento en compuestos (abfero, refero, infero,
transfero, perfero, etc.).
Se trata pues, de una oración simple. Los datos que nos proporciona la
desinencia de este verbo, (3a persona del plural) nos invitan a buscar un no­
minativo plural que pueda funcionar como sujeto del mismo. El repaso de la
forma de las palabras que componen la oración nos permite detectar varios
sustantivos que cumplen estas condiciones:
- por una parte serui, que pertenece a los temas en -o, puede correspon­
der a un gen. singular o bien a un nomo o voc. plural. Muy próximo a él
se encuentra parati, forma correspondiente al participio (recordemos
que el participio es un adjetivo verbal, que puede desempeñar las mis­
mas funciones que éste) de perfecto pasivo del verbo parare, que admi­
te las mismas posiblidades formales (gen. singular masco o neut., o bien
nomo o voc. plural masc.) y concierta con el sustantivo. Entre el sus­
tantivo y el participio concertado se encuentra aere . Con esta forma hay
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN [j45]

que ser precavido porque puede corresponder al ablativo singular de


dos palabras distintas: aer, aeris Caire', 'niebla'), o bien a aes, aeris
(,bronce', 'moneda', 'dinero'). Sólo la congruencia semántica y el con­
texto nos ayudarán al final a determinar cuál de las dos palabras co­
rresponde.
- por otra parte el sintagma iniusta imperia (adj . + sust.) presenta una
forma propia del nom., vOC. yac. neutro plur.. El sustantivo imperium ,
-ii, tema en -o neutro, lleva concertando en caso, género y número un
adjetivo de tres terminaciones iniustus, -a, um. Al mismo tiempo, de
imperia depende otra determinación en genitivo, dominorum que fun­
ciona como complemento del nombre. Se comprueba aquí cómo la de­
terminación nominal se puede formalizar mediante un adjetivo que
concierta con el sustantivo o bien mediante un genitivo que ejerce una
función similar, aunque formalmente se exprese de distinta manera. No
en balde el adjetivo como clase de palabras y el genitivo como caso de
la flexión nominal guardan una profunda relación lingüística.

¿Cuál de estos dos sintagmas está en nominativo y, por tanto, funciona


como sujeto? Para disipar .esta duda, debemos estudiar la construcción del
verbo perfero: si consultamos el diccionario, observaremos que se trata de un
verbo transitivo en sus diversas acepciones, por lo que debemos buscar un
acusativo sin preposición que actúe como complemento directo. Si repasa­
mos de nuevo la oración, ~sta función sólo puede ser desempañada por inius­
ta imperia, de manera que podemos descartar que éste sintagma sea el sujeto
de perferunt. Por consiguiente, podemos colegir que esta función correspon­
de a serui, que encabeza la oración.

De esta forma podemos advertir cómo las dos palabras que guardan el
mayor vínculo sintáctico, el sujeto y el verbo, se encuentran en las posiciones
más distantes entre sÍ, al principio y al final, como si envolvieran o abrazaran
toda la oración.

Estamos, pues, ante una oración simple con un verbo transitivo y con dos
sintagmas nominales (ambos con un sustantivo con una determinación adje­
tival que concierta con él). La oración presenta así mismo un adverbio de ne­
gación, non , que funciona como un complemento circunstancial del verbo
perferunt.
Aclaradas las formas y funciones gramaticales podemos fijarnos en el sig­
nificado de las distintas palabras y ensayar una traducción. Decíamos al co­
mienzo que {ero significa originariamente 'llevar encima' (en sentido físico, ej.
[ij6] LENGUA Y UTERATURA LATINAS I

(erre aliquem lectica, 'llevar a uno en litera'; y a partir de aquÍ desarrolla múl­
tiples acepciones: 'soportar', 'sobrellevar', 'decir', divulgar', 'mostrar', 'ofre­
cer'....). El prefijo per, como ocurre frecuentemente, añade un matiz de per­
fectividad, cumplimiento o ·intensificación. ASÍ, perfero significa 'llevar hasta
el fin', 'llevar a término', o simplemente 'cumplir' o 'soportar', 'tolerar'.

El resto de vocablos, salvo el ya comentado aere, no ofrece demasiadas


complicaciones en su interpretación: seruus, -i, 'esclavo'; parati, de parare,
'preparados', 'dispuestos', o bien 'adquiridos'; iniustus se ha conservado en el
castellano 'injusto'; dominus, 'señor', yen contraposición a seruus, 'dueño'. Así
pues podemos ensayar una traducción, contrastando las alternativas de aere
(aer, 'aire' y aes, 'moneda'):

Los esclavos adquiridos [con aire/con dinero] no soportan las órdenes in­
justas de [sus] dueños .

El sentido general del pasaje nos obliga a desechar que aere corresponda
a aer; es el ablativo de aes. Por tanto podríamos proponer:

Los esclavos adquiridos con dinero no soportan las órdenes injustas de sus
dueños.
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN [ij

.13lliWC­
Dum ea Romae geruntur, Catilina ex omni copia,
quam ipse adduxerat, duas legiones instituit, cohortis
pro numero militum complet
(Conjuración de Catilina, 56)

En este texto podrá practicar:


t ·el análisis de la oración compuesta
• distinción entre oración principal y subordinada
• la oración de relativo
t el pronombre is, ea, id
t la oración subordinada adverbial

A) Una vez leída esta oración detenidamente hasta el final el siguiente paso
consiste en delimitar las oraciones que la forman e identificar los verbos en
forma personal:
Dum ea Romae geruntur. II Catilina ex omni copia, II quam ipse adduxerat.
II duas legiones instituit. II cohortis pro militum completo

Las palabras subrayadas en el texto, así como la puntuación, han sido


claves para hacer la división. Hay cuatro verbos en forma personal y, por tan­
to, cuatro oraciones:

1. Dum ea Romae geruntur,


Oración introducida por la conjunción Dum (lo cual nos indica que pue­
de tratarse de una subordinada) y que finaliza, como es habitual, con un ver­
bo en forma personal y tras él una pausa, la coma.

2. Catilina ex omni copia, ... duas legiones instituit,


Esta oración comienza con un nombre propio (que reconocemos rápida­
mente) y finaliza con un verbo en forma personal más una pausa. La ausen­
cia de cualquier indicio de dependencia (como una conjunción subordinada)
y la presencia de este verbo en forma personal nos inducen a pensar que se
trata de una oración principal. Por otra parte dentro de la oración se encuen­
[481 LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

tra una subordinada que hemos reconocido al encontrar entre dos comas otra
oración cuyo comienzo está marcado por un relativo y que termina con otro
verbo en forma personal (quam ... adduxerat).
Cómo eliminar posibles errores: hay que prestar atención a la puntuación
ya las marcas de subordinación. La primera parte de esta oración (es decir, Ca­
tilina ex omni copia) no puede pertenecer a la oración del verbo adduxerat por
dos motivos: l a) está separada de ella por una coma, y 2a) lo que es más impor­
tante, encontramos la marca de subordinación que implica el relativo quam.
Por otra parte ésta es la primera oración con verbo en forma personal en
la que no encontramos marcas de subordinación, 10 que indica con bastante
claridad que puede ser la oración principal.

3. quam ipse adduxerat,


Oración subordinada adjetiva o de relativo, que se reconoce por ir intro­
ducida por un pronombre relativo (quam, acusativo femenino singular de qui,
quae, quod) y dispone de su propio verbo en forma personal.

4. cohortis pro numero militum complet


Oración yuxtapuesta a la número 2 (Catilina.. .adduxerat), que finaliza con
un verbo en forma personal más una pausa fuerte y tampoco contiene ningu­
na marca de subordinación.
Una vez aclarada la delimitación, podemos concluir que estamos ante
una oración compuesta, en la que pueden distinguirse cuatro oraciones pero
no con la misma jerarquía sintáctica: hay dos oraciones principales yuxta­
puestas (la número 2 -Catilina.. .instituit) y la número 4 -cohortis...complet) y
otras dos subordinadas, la primera introducida por una conjunción temporal
(dum) y la segunda por un pronombre relativo (quam), y cada una con su res­
pectivo verbo en forma personal.
B) Una vez separadas y reconocidas las oraciones, el siguiente paso es anali­
zarlas, distinguiendo el verbo, el sujeto y sus demás componentes:

1. Dum ea Romae geruntur


En primer lugar analizamos el verbo, que se encuentra en 3a persona del
plural de la voz pasiva. Por tanto, su sujeto deberá estar en nominativo plu­
ral. Existen dos palabras y una sola posibilidad razonable de interpretación:
a) Romae, que tiene una terminación que coincide con el genitivo y el da­
tivo singular, el locativo o bien el nominativo plural de la 1a declina­
PRÁCTICAS DE TRADUCCIÓN [49]

ción, pero que sabemos que esta última opciÓn no es posible puesto
que se trata de la capital del Imperio. El hecho de que sea un nombre
de lugar puede sugerirnos que se trata de un locativo.
b) ea, del pronombre is, ea, id, que hay que procurar conocer muy bien
por su frecuencia de uso. La forma ea está en nominativo plural neu­
tro y, por tanto, hace la función de sujeto en esta oración. En este ca­
so ea recoge algo dicho anteriormente, por lo que funciona como un
pronombre anafórico.

Por lo tanto, la oración se compone de:

Dum: Conjunción subordinante temporal;

ea: pronombre en nominativo neutro plural de is, ea, id en función de

sujeto;

Romae: locativo cuya función es la de complemento circunstancial de

lugar "en donde";

geruntur: Verbo en forma personal, 3a persona del plural del presente

de indicativo en voz pasiva del verbo gero, -is, -ere, gessi, gestum. Es el

núcleo del sintagma verbal de la oración.

Una vez analizada la morfosintaxis de la primera oración, podemos pa­


sar a la siguiente antes de consultar el diccionario.

2. Catilina ex omni copia, ... duas legiones instituit,


El verbo de esta oración se encuentra en 3a persona del singular, por tan­
to debemos buscar un sujeto en nominativo singular. De todos los elementos
de la frase tan sólo uno ofrece esa posibilidad (Catilina), ya que copia, aunque
pudiera coincidir en la forma con un nominativo, está acompañado de omni
y regido por la preposición ex, lo cual anula esa posibilidad.
En segundo lugar debemos buscar un posible acusativo sin preposición
que haga la función de complemento directo del verbo ya que instituo es un
verbo transitivo. Lo encontramos en duas legiones.

Por último, identificamos un complemento circunstancial introducido


por la preposición ex que rige ablativo: ex omni copia.

Así pues la oración se compone de:


Catilina: nominativo singular de un nombre propio masculino decli­
nado como un tema en -a, en función de sujeto
[50] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

ex omni copia: construcción preposicional compuesta de ex + ablativo


(copia sustantivo y omni adjetivo determinante del nombre)
duas legiones: acusativo plural en función de complemento directo
instituit: verbo en forma personal, 3a persona del singular del presen­
te de indicativo en voz activa de instituo, -is, -ere, institui, institutum.
Es el núcleo del predicado verbal.

3. quam ipse adduxerat


Nos encontramos ante una oración subordinada de relativo. En primer
lugar debemos distinguir cuál es el antecedente del relativo y diferenciar la
función que desempeña el pronombre dentro de la oración. El antecedente
concordará con el pronombre en género y número, pero no necesariamente
en caso, pues éste depende de la función que desempeñe el pronombre en la
oración de relativo. Quam es el acusativo singular femenino de qui, quae,
quod, por tanto su antecedente es la única palabra de la oración anterior que
es singular y femenina: copia. Por otra parte el que quam esté en acusativo
dentro de una frase con un verbo en forma personal transitivo nos indica que
será su complemento directo.
El verbo, adduxerat, está en 3a persona del singular y, por tanto, su suje­
to será el nominativo singular ipse.
Así pues la oración se compone de:
€J quam: pronombre relativo en acusativo singular femenino, cuyo ante­
cedente es copia y cuya función es la de complemento directo.
" ipse: nominativo singular masculino de ipse, ipsa ipsum, en función de
sujeto, remitiendo a Catilina.
a
El adduxerat: verbo en forma personal, 3 persona del singular del plus­

cuamperfecto de indicativo en voz activa de adduco (compuesto de la


preposición ad y el verbo duco,-is, -ere, duxi, ductum. Este verbo es el
núcleo del predicado verbal.

4. cohortis pro numero militum complet


En esta oración el verbo está en tercera persona del singular y no en­
contramos ninguna palabra en ella que se encuentre en nominativo singular
y que pueda hacer la función de sujeto. Sin embargo, como hemos visto an­
tes, esta oración no está introducida por ninguna conjunción y está yuxta­
puesta a la de Catilina ... instituit. Los verbos están en el mismo tiempo y per­
sona (presente de indicativo, 3a persona de singular), y su sujeto es el mismo:
Catilina. Por tanto, en esta oración el sujeto no se vuelve a expresar.

.--------------------------------------------------------------------------- ----­
pRÁalcAs DE TRADUCCIÓN [ij

Es importante recordar esta tendencia a la economía de la expresión del


latín: cuando en un mismo contexto el sujeto no varía, éste no se explicita ne­
cesariamente en cada oración, salvo que el escritor quiera enfatizarlo de algu­
na manera o bien pretenda evitar alguna ambigüedad en la interpretación (por
ejemplo, que se pueda confundir alguna otra palabra para hacer esta función),

En nuestro caso, no cabe ambigüedad en la interpretación gramatical:.


ninguna de las palabras que aparecen en la oración está en nominativo y, por
lo tanto, no pueqe funcionar como sujeto de complet, El sujeto sigue siendo
el de las oraciones anteriores: Catilina,

El verbo complet es transitivo y esperaríamos encontrar un acusativo en


función de complemento directo en la misma oración. Aparentemente no hay
ningún acusativo, sin embargo, cuando traducimos a Salustio debemos tener
siempre presentes las características de su estilo, entre las que se encuentra el
uso del acusativo plural de la 3a declinación en -is: así cohortis es un acusati­
vo plural que desempeña el papel de complemento directo de complet, Por úl­
timo identificamos un complemento circunstancial introducido por la prepo­
sición de ablativo pro + el ablativo numero y un complemento del nombre de
este último en genitivo plural que es militum, una forma que no se confunde
con ninguna otra de miles, militis.

Así pues la oración se compone de los siguientes elementos:

o (Catilina : sujeto de las oraciones anteriores y no expreso en ésta),


Q cohortis: acusativo plural en función de complemento directo,
oJ pro numero militum: construcción preposicional (compuesto por pre­

posición + un nombre en ablativo del que depende un complemento


del nombre), en función de complemento circunstancial.
a
o complet: verbo en forma personal, 3 persona del singular del presen­
te de indicativo de compleo, -es, -ere, compleui, completum, que es el
núcleo del predicado verbal.

Una vez completado el análisis morfológico y sintáctico de toda la ora­


ción, recurrimos al diccionario para consultar las palabras que no conoce­
mos, La práctica hará que en muchos casos no sea necesario buscarlas todas:
preposiciones, conjunciones y las palabras más habituales formarán parte de
nuestro vocabulario conocido. Una primera traducción podría ser ésta:

Mientras suceden estas cosas en Roma, Catilina organiza dos legiones de


entre toda la tropa que él mismo había conducido, y completa las co­
hortes en función del número de soldados,
[52] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

Interea Catilina cum expeditis in prima acie uorsari,


laborantibus succurrere, integros pro sauciis arces­
sere, omnia prouidere, multum ipse pugnare, saepe
hostem {erire: strenui militis et boni imperatons offi­
cia simul exsequebatur
(Conjuración de Catilina, 60)

En este pasaje se podrá practicar:

t el infinitivo histórico

• fonnas y funciones de los casos

La lectura completa de este pasaje, inserto en el contexto de una pugna


militar, permite advertir de inmediato la ausencia, hasta la oración final, de
verbos en forma personal, encontrándose en cambio una secuencia de infini­
tivos separados por comas: uorsari... succunere... pugnare... arcessere... proui­
dere ... pugnare... ferire.

Se trata de una serie de infinitivos históricos que se caracterizan porque:


a), no dependen de ningún verbo en forma personal, funcionando ellos
mismos como si fuera el núcleo del sintagma verbal;
b) presentan un sujeto en nominativo (no en acusativo, como en los infi­
nitivos en función de complemento directo), habitualmente en terce­
ra personal sing. o plur., en este caso Catilina;
c) suelen aparecer en serie, en construcción yuxtapuesta (es decir, sin
conjunciones que los unan), acentuando el dinamismo y la agilidad
del relato, con algún imperfecto intercalado o rematando el pasaje, co­
mo en este caso sucede con exsequebatur.

Se traducen habitualmente por imperfecto de indicativo, pues el infiniti­


vo histórico suele reflejar acciones durativas o repetidas que en castellano se
reflejan bien con este tiempo. De hecho, varios de estos verbos son frecuen­
tativos (el deponente uersor, de uerto; arcesso, de arceo).

Por tanto, cada infinitivo histórico admite a su vez cualquier régimen o


construcción como en una oración con verbo personal. Revisemos cada una
de las oraciones:
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN [t53]

Interea Catilina cum expeditis in prima acie uorsari

En infinitivo de presente uorsari (con la forma arcaizante uor- frente a la


forma evolucionada uer-, cf p. 137) requiere un sujeto en nomo que sólo pue­
de ser Catilina. Aparecen también un adverbio (interea) y dos sintagmas pre­
posicionales (cum expeditis, de compañía, con el adjetivo sustantivado expe­
ditus en su acepción militar de 'tropas ligeras', expedita manus; y otro de lugar
in prima acie, 'en primera línea de combate').
laborantibus succurrere,

El sujeto de succurrere sigue siendo Catilina. Este verbo se construye con


dat. ('ayudar', 'socorrer a alguien'), representado por el participio de presente
laborantibus, sustantivado, expresando por tanto simultaneidad con el tiem­
po verbal (,ayudaba [Catilina] a los que estaban en apuros').

il'ltegros pro sauciis arcessere,

Arcessere es un verbo transitivo que en este caso tiene como complemen­


to directo el adjetivo sustantivado integros, además de una construcción pre­
posicional pro + abl. con el significado de 'en lugar de' y otro adjetivo sustan­
tivado (integel~ 'fresco', o 'sano', se contrapone a saucius, 'cansado', 'herido'),
es decir 'hacía venir a hombres frescos en lugar de los cansados').

omnia prouidere,

Prouidere es también transitivo y cuenta con un acusativo plural neutro


que puede ejercer la función de complemento directo: omnia 'atendía [Catili­
na] a todo'.

multum ipse pugnare,

En esta oración del infinitivo histórico pugnare vuelve a recogerse el su­


jeto con el enfático ipse (él mismo, Catilina). Se trata de un verbo normal­
mente intransitivo (salvo la construcción con ac. interno pugnare pugnam,
'entablar un combate'), por lo que multum debe interpretarse como adverbio
determinado a pugnare: 'él mismo combatía mucho, intensamente'.

saepe hostem [erire:

Ferire se construye con ac. complemento directo (en este caso, hostem) , y
una determinación adverbial, saepe: 'hería con frecuencia a un enemigo'.
11541 LENGUA Y UTERATURA LATINAS I

El pasaje concluye con una oración en la que en cambio se recurre al im­


perfecto indicativo:

strenui militis et boni imperatoris officia simul exsequebatur

Exsequebatur sigue manteniendo el mismo sujeto que las oraciones ante­


riores. Se trata de un verbo deponente, y por lo tanto admite la posibilidad, a
pesar de su forma pasiva, de construirse de forma transitiva, con un comple­
mento directo, función que en este caso desempeña officia, determinado a su
vez por los genitivos strenui militis et boni imperatoris.

Esta última oración sintetiza o recoge la diversidad de acciones que lleva a


cabo Catilina durante la lucha, rematando la narración, hecho que estilística­
mente destaca Salustio sustituyendo el infinitivo histórico por el imperfecto.

El pasaje podría traducirse así:


Mientras tanto, Catilina se revolvía en primera línea con las tropas lige­
ras, ayudaba a los que estaban en apuros, colocaba hombres frescos en
lugar de los que estaban cansados, atendía a todo, él mismo combatía
intensamente, hería con frecuencia a un enemigo: hacía al mismo tiem­
po las tareas de soldado esforzado y de excelente general.

Pedestal de la Columna de Trajano en


Roma, donde al parecer se depositó la
urna con las cenizas del Emperador.
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN [55]

CICERÓN

1. INTRODUCCIÓN

Marco Tulio Cicerón representa una de las culminaciones de la prosa la­


tina clásica, y no sólo en el propio Mundo Antiguo, sino en épocas posterio­
res. En el Renacimiento su estilo llegó a considerse como un paradigma esen­
cial para la creación literaria. Movimientos como el Ciceronianismo hacían
de nuestro autor el gran modelo del Humanismo y su principal -yen ocasio­
nes única- pauta literaria.

La vida de Cicerón (106 - 43 a.e.) coincide, al igual que la de Salustio, con


la efervescencia política y cultural que transformó Roma durante el s. 1 a.e.
Nacido en Arpino, un pueblo situado a unos 100 kms. al sudeste de la Urbe,
fue enviado a Roma para recibir una esmerada educación en derecho y filo­
sofía. Desarrolló una intensa carrera política, ocupando cargo tan relevantes
como los de edil (69 a.C.) y cónsul (63-62 a.e.) y haciendo frente a conflictos
que pusieron en grave riesgo al estado romano, como la conjuración de Cati­
linao Su alineamiento con los sectores conservadores, su defensa de la consti­
tución republicana y la oposición del partido popular y, sobre todo, de Clodio
y de César, culminaron con su exilio en Macedonia, el año 58, y un aparta­
miento definitivo de la vida pública tras un fugaz regreso a la política en los
años 57-56. La década siguiente se consagró a la escritura, sobre todo de
opúsculos filosóficos.

Su actividad como político y abogado dio como fruto una formidable


obra como orador, asentando las pautas del discurso sobre un extraordinario
dominio de la retórica y de la elocuencia, es decir, de las técnicas que permi­
ten influir en la opinión de los demás mediante la persuasión. Sus primeras
intervenciones públicas, con piezas como Pro Quinctio, y Pro Roscio Amerino
(un proceso criminal), le granjearon una temprana fama como orador. Entre
sus obras maestras de la oratoria forense hay que citar el Pro Cluentio , en la
que logró defender con éxito a Cluencio, un acaudalado represe,ntante de la
clase equestre, de la acusación de haber envenenado a su padrastro. Otros dis­
[156] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

cursos modélicos son Contra Vares, Pro Milone, In Pisonem, Filipicas o las Ca­
tilinarias, cuatro discursos ante el senado en los que intenta desenmascarar la
insurrección de Catilina.

Su prosa surge con vigor y sin afectación, construida a base de periodos


complejos, figuras retóricas y constantes juegos entre la simetría y la asime­
tría de sus miembros, con constantes efectos rítmicos y sonoros. Pero la preo­
cupación de Cicerón no se limitaba al esmero en la forma, sino que iba acom­
pañada por un gran interés por escudriñar el contenido de los problemas que
trataba.

La producción de Cicerón también incluye obras fundamentales de teo­


ría oratoria, como Orator, De oratore y De inuentione, así como una amplia
colección de epístolas, algunos poemas y diversas obras filosóficas, en las
que, a pesar de un eclecticismo notable, se muestra más partidario de la Aca­
demia Nueva platónica (en la teoría del conocimiento) y del estoicismo (en
ética) que del epicureísmo, al que atacó furibundamente. Entre estas obras
hay que destacar De finibus bonorum et malorum, De officiis, De Republica,
De natura deorum y Tusculanae Disputationes. El planteamiento de Cicerón
se orienta a la búsqueda de principios éticos arraigados en la dimensión so­
cial del hombre y en la dedicación al estado romano. Gracias a su labor, la
lengua latina alcanzó un mayor desarrollo para la expresión filosófica, mer­
ced a múltiples recursos, como la creación de vocablos abstractos que asu­
mirá la tradición intelectual europea (en sus escritos se documentan por vez
primera vocablos de tanto peso en la última occidental como conscientia,
perceptio, y la primera adaptación latina de philologia).

Entre estas obras se encuentran los dos tratados que proponemos para
traducir: el Laelius seu De amicitia, y Cato maior seu De senectute, ambas
obras comparten varias características:
a) Los dos están escritos al final de su vida, entorno al año 44 a.c., en un
ambiente de reflexión y alejamiento de la vida política.
b) Ambas están escritas en forma de diálogos, pero no a la usanza socrá­
tica, con un desarrollo dialéctico entre dos o más interlocutores, sino
al modo aristotélico, es decir, utilizando el diálogo como marco dra­
mático para exponer sus ideas a través de un interlocutor histórico
eminente que lleva todo el peso de la exposición. En De amicitia el in­
terlocutor principal es Lelio (un famoso cónsul, soldado e intelectual
filoheleno del s. u a.c.) y en De senectute es Catón el viejo (autor de
una amplísima producción literaria en los ss. m-u a.c.).
PRÁOICAS DE TRADUCCIÓN [57l

c) En los dos casos el diálogo se sitúa mucho tiempo antes que el mo­
mento en que Cicerón los escribe: De amicitia en torno al 159 a.c., y
De Senectute en torno hacia el 150 a.c. Con ello Cicerón pretende dar­
les una dimensión más intemporal y alejada de las visicitudes de su
entorno, en un esfuerzo por plasmar con serenidad y sosiego sus ide­
as y vivencias a través de prestigiosos interlocutores.
d) Ambas se estructuran en forma de ensayos monográficos, es decir, en
torno a un único tema abstracto sobre el cual se hilvana el diálogo. Es
muy reveladora de la mentalidad romana la estructura del título de
una y otra, en forma de disyunción entre un personaje (Lelio, Catón)
y una noción abstracta (la amistad, la vejez), de forma que hasta las
grandes ideas se encarnan en la práctica en hombres concretos.

El Foro romano, según un grabado de G. Vasi (1710-1782) .


[1581 LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

2. TEXTOS

Neque enim assentior iis qui haee nuper disserere eoe­


perunt: eum eorporibus simul animos interire atque
omnia morte deleri. Plus apud me antiquorum aueto­
ritas ualet, uel nostrorum maiorum, qui mortuis tam
religiosa iura tribuerunt, quod non fecissent profeeto,
si nihil ad eos pertinere arbitrarentur; uel eorum qui
in hae terra fuerunt Magnamque Graeciam, quae
nune quidem deleta est, tum florebat, institutis et
praeeeptis suis erudierunt
(Sobre la amistad, 13)

En este texto podrá practicar:


t la oración compuesta
t infinitivo concertado y no concertado (con sujeto en acusativo)
t uso del subjuntivo y formas

Una vez leído el texto detenidamente, pasamos a analizar la primera ora­


ción identificando los verbos en forma personal y separando sus respectivas
oraciones:
Neque enim assentior iis // qui haee nuper disserere eoeperunt: //
eum eorporibus simul animos interire atque omnia morte deleri.
Se reconocen de inmediato dos verbos en forma personal: assentior y co­
eperunt. Coeperunt pertenece a la oración introducida por el pronombre de re­
lativo qui (por tanto una subordinada adjetiva de relativo). En cambio la ora­
ción del verbo assentior no refleja ninguna dependencia sintáctica y por
consiguiente es la principal.

Pasemos al análisis de cada una de estas oraciones:

Neque enim assentior iis

En esta oración el verbo está en 1a persona de singular del presente de in­


dicativo en voz pasiva, por tanto su sujeto está marcado en la desinencia sin
PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN [59]

posibilidad de confusión: "yo". Por otra parte la oración está introducida por
dos conjunciones (Neque, enim) y termina con un ablativo o dativo plural del
pronombre is, ea, id. Al buscar el verbo en el diccionario nos encontramos con
que se trata de un verbo intransitivo y deponente (es decir, con forma pasiva
y significado activo) que se construye con dativo y que puede traducirse por
"estar de acuerdo con".
qui haec nuper dísserere coeperunt

El verbo de esta oración está en 3a persona del plural del pretérito perfecto
de indicativo, por tanto deberíamos buscar un sujeto en nominativo plural, que
reconocemos en el pronombre quí (haec podría estar en nominativo, vocativo o
acusativo plural, sin embargo la única opción de quí es la de nominativo).
El antecedente de quí lo encontramos en el mismo género y número en
la oración anterior: iis. Recordemos que el pronombre relativo concierta con
su antecedente en género y número pero no necesariamente en caso, ya que
éste depende de la función que desempeñe cada uno en su oración.
Los elementos restantes de esta oración son un adverbio (nuper), un infi­
nitivo (dísserere) y el pronombre haec que está en acusativo plural neutro. Al
encontrarnos con un infinitivo siempre debemos plantearnos si se trata de un
infinitivo concertado o no concertado y para ello, como es sabido, debemos
buscar un posible acusativo que haga la función de sujeto del infinitivo. En
esta oración contamos con haec, sin embargo en este caso el acusativo hace
función de complemento directo del infinitivo y éste a su vez es complemen­
to del verbo coeperunt. Por tanto, tenemos una oración subordinada de rela­
tivo (quí coeperunt) de la que depende a su vez otra subordinada sustantiva en
función de complemento directo de coeperunt (haec nuper dísserere).

El esquema sería el siguiente:


Neque enim assentior iis

quí ... coeperunt

haec nuper dísserere

Una traducción posible sería:

Pues tampoco estoy de acuerdo con aquellos que hace poco comenzaron
a sostener estas cosas ...
Volvamos al pasaje latino. Tras coeperunt, a partir de los dos puntos, nos
encontramos con dos infinitivos (interire y delere) vinculados por una conjun­
[1ij] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

ción copulativa (atque), que como ya sabemos une elementos que desempe­
ñan la misma función. Estos infinitivos desarrollan o explican el pronombre
haec, que por lo tanto funciona en este caso como un catafórico, remitiendo a
lo que viene a continuación:. "sostener estas cosas: que ...". En los dos casos los
infinitivos están acompañados de sendos acusativos (animos y omnia) que
funcionan como sujeto del infinitivo, por tanto se trata de dos oraciones su­
bordinadas de infinitivo no concertado en función de complemento directo de
disserere coeperunt, cuyo núcleo es haec.

Pueden traducirse así:

(comenzaron a sostener estas cosas:) que las almas perecen a la vez que
los cuerpos y que todas las cosas desaparecen con la muerte

Pasamos ahora a analizar la siguiente oración:

Plus apud me antiquorum auctoritas ualet. vel nostrorum maio­


rum,! qui mortuis tam religiosa iura tribuerunt./ quod non fecis­
sent profecto,! si nihil ad eos pertinere arbitrarentur;

Hemos subrayado los cuatro verbos en forma personal que aparecen, por
tanto habrá cuatro oraciones. Tres de ellas tienen una marca clara de subor­
dinación:

(J11i ... tribuerunt II quod ... profecto II si ... arbitrarentur

La primera oración (plus ualet) será entonces la principal y de ella de­


penderán dos subordinadas adjetivas de relativo (qui .. . tribuerunt; quod ...
profecto) y una condicional (si ... arbitrarentur).

El verbo de la oración principal, ualet, está en 3a persona del singular del


presente de indicativo en voz activa de ualeo. En el diccionario encontramos
que este verbo pertenece a la za conjugación, es habitualmente intransitivo y
significa "valer, tener un valor determinado". El diccionario también nos in­
forma de que este verbo puede ir acompañado de la construcción apud ali­
quem oEl sujeto de ualet, en nominativo singular está claro en la oración: auc­
toritas, y de él dependen dos complementos del nombre en genitivo plural:
antiquorum y nostrorum maiorum.

La primera de las oraciones de relativo tiene el verbo en 3a persona del plu­


ral, de manera que su sujeto es el pronombre qui que está en nominativo plu­
pRÁalcAs DE TRADUCCiÓN [ij

ral y cuyo antecedente es el complemento del nombre de la oración anterior


(nostrorum maiorum). El verbo tribuo es transitivo ("condecer algo a al­
guien"); esta estructura se refleja perfectamente en nuestra oración en la que
iura es el complemento directo en acusativo y mortuis el complemento indi­
recto en dativo. Por último nos queda religiosa, adjetivo que determina a iu­
ra, concertando con este nombre en género, número y caso.
En la segunda oración subordinada de relativo el pronombre está en gé­
nero neutro porque su antecedente no es una palabra o palabras concretas de
la oración anterior, sino que se refiere a la totalidad de la oración. Podemos
traducirlo por "lo cual" (un neutro igualmente) o por "cosa que", recogiendo
el sentido global de la oración anterior. El verbo fecissent está en 3a persona
del singular, por tanto quod no estará en nominativo, ya que es singular, sino
en acusativo funcionando como complemento directo. No encontramos nin­
gún nominativo plural que haga la función de sujeto en esta oración, por lo
cual el sujeto no está expreso (se refiere a nostrorum maiorum). Por último
identificamos profecto como un adverbio ("ciertamente").
La subordinada condicional tiene un verbo en fonna personal del que de­
pende un infinitivo. El sujeto sigue siendo el mismo y sigue estando no ex­
preso como deducimos al analizar el verbo, que está en 3a persona del plural,
y comprobar que no hay ningún nominativo plural. Al consultar el dicciona­
rio encontramos una construcción muy similar a la de nuestra oración y que
nos ayuda a comprenderla: regnum ad se pertinere arbitrabantur ("creían que
el reino les pertenecía"). Hay que advertir que esta condicional en imperfecto
de subjuntivo (si arbitrarentur) está en correlación con quod... fecissent, ex­
presando irrealidad.
La traducción podría ser la siguiente:

Prefiero....(literalmente: vale más para mí) la opinión de los antiguos o de


nuestros mayores, que a los muertos otorgaron honores tan piadosos;
cosa que no hubiesen hecho ciertamente si creyeran que nada les con­
cernía;
Continuamos con el texto latino hasta la siguiente pausa fuerte:

uel eorum II qui in hac terra fuerunt II Magnamque Graeciam, II


quae nunc quidem deleta ill // tum florebat, // institutis et prae­
ceptis suis erudierunt.
Esta oración comienza con una conjunción coordinada disyuntiva (uel)
que, como hemos visto, une elementos del mismo nivel sintáctico. Por eso, a
[621 LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

pesar de la pausa que supone el punto y coma, lo primero que debemos hacer
es establecer la coordinación con la oración anterior.

El paralelismo de la construcción con la de la oración principal anterior


(Plus ... ualet, uel nostrorum maiorum) hemos podido observarla al leer el tex­
to completo al principio. Con este ejemplo se demuestra la importancia de se­
guir este método, ya que si hubiéramos ido analizando oración por oración
aisladamente, sin tener en cuenta la estructura global del texto, nos hubiera
sido mucho más difícil reconocer que la oración principal aquí es uel eorum
en la que no están expresos tanto parte del sujeto como el predicado: Fanio ­
que es el personaje que habla en la persona- prefiere la opinión de los anti­
guos, o la de aquéllos (uel eorum) ...

De esta oración principal dependen una serie de subordinadas de relati­


vo. La primera de ellas, en dependencia directa de la principal es qui.. .fuerunt;
la segunda se encuentra en el mismo nivel de dependencia que la primera
puesto que van unidas por la enclítica -que (Magnamque ... erudierunt). Inter­
calada en esta oración encontramos otra subordinada de relativo que depen­
de de ella (quae ... est) y finalmente una oración yuxtapuesta a ésta última, in­
troducida por el adverbio tumo

Una vez analizada la oración principal y establecida la relación de de­


pendencia que existe entre el resto de subordinadas pasamos analizar la pri­
mera oración de relativo:

qui in hac tena fuerunt

El verbo de esta oración está en 3a persona del plural del pretérito per­
fecto de indicativo del verbo sumo Como hemos visto, este verbo admite dos
construcciones, como verbo copulativo o como verbo sin predicado. En este
caso nos encontramos ante la segunda construcción, puesto que sí tiene suje­
to en nominativo plural (qui) pero no hay ningún otro nominativo que pudie­
ra hacer la función de atributo o predicado nominal. El antecedente de qui es
eorum, en la oración anterior, con quien concuerda en género y número. Por
último identificamos un complemento circunstancial construido con la pre­
posición in más caso ablativo.

Magnamque Graeciam, ... institutis el praeceptis suis erudierunt.

Esta oración, unida a la anterior por una conjunción coordinada copula­


tiva (-que) se encuentra a su mismo nivel sintáctico. Se trata también de una
pRÁalcAs DE TRADUCCIÓN lW3I

subordinada de relativo, en la que el sujeto sigue siendo el mismo de la ora­


ción anterior. En efecto, su verbo principal y único se encuentra en Y perso­
na del plural y no hay ninguna palabra en nominativo plural; se sobrentiende
el mismo qui de la oración anterior. En el diccionario encontramos que se tra­
ta de un verbo transitivo, por tanto buscaremos un acusativo que pueda de­
sempeñar esta función; y lo encontramos en Magnamque Graeciam. El resto
de las palabras de esta oración están en caso ablativo, son dos sustantivos
(institutis, praeceptis) unidos por la conjunción et y un adjetivo posesivo que
determina a los dos sustantivos anteriores.

quae nunc quidem deleta est,

Como hemos visto al analizar el texto, esta subordinada de relativo de­


pende de la oración anterior y se encuentra inserta en ella precisamente de­
trás del antecedente de quae (Magnam Graeciam). El relativo está en nomina­
tivo singular hac'iendo la función de sujeto. Al analizar el verbo se nos
presentan dos posibilidades:
a) que se trate de la tercera persona del singular del presente de indica­
tivo del verbo sum al que complementa el participio pasado del verbo
deleo funcionando como atributo en nominativo;
b) o que sea la tercera persona del singular del pretérito perfecto del ver­
bo deleo en voz pasiva.

La solución nos la ofrecerá el análisis del resto de los elementos de la ora­


ción así como el contexto. Por una parte no contamos con ningún ablativo
que pueda hacer la función de complemento agente, aunque esto no es deter­
minante. Por otra debemos tener en cuenta la presencia del adverbio nunc
que significa "ahora", lo cual puede inclinarnos a descartar que el verbo se en­
cuentre en un tiempo de pasado. Además nunc aparece en contraposición al
adverbio que encabeza la oración siguiente: tum, que significa "entonces, en
aquélla época, antes" y que acompaña a un verbo en tiempo pasado. Por últi­
mo observamos que la oración se refiere al estado en que se encuentra la Mag­
na Grecia. Todo ello nos lleva a concluir que la opción más coherente es la pri­
mera, es decir, que se trate del verbo sum más su atributo. Tan sólo nos resta
identificar la palabra quidem como adverbio.

tum florebat

Ya hemos adelantado que esta oración está introducida por el adverbio


tum en contraposición a nunc de la oración anterior. El verbo se encuentra en
fiMllENGUA y lITERATURA LATINAS I

tercera persona del singular del pretérito imperfecto de indicativo de floreo y


su sujeto es el mismo que el de la oración anterior: quae que se refiere a Mag­
na Grecia.

La traducción de este último pasaje podría ser la siguiente:

o la (opinión) de aquellos que estuvieron es esta tierra y educaron con


sus instituciones y principios a la Magna Grecia, la cual ahora está cier­
tamente destruida pero entonces florecía.

Teatro romano de Aspendos (Belkis, Turquía) .


pRÁalCAs DE TRADUCCIÓN fjij]

Sed, cum tot signis eadem natura declaret quid uelit,


anquirat, desideret, obsurdescimus tamen nescio
quomodo, nec ea quae ah ea monemur audimus. Est
enim uarius et multiplex usus amicitiae, multaeque
causae suspicionum offensionumque dantur, quas
tum euitare, tum eleuare, tum {erre sapientis esto
(Sobre la amistad, 24)

En este texto podrá practicar sobre diversos ejemplos de oración com­


puesta latina

En primer lugar leemos todo el texto intentando reconocer verbos, sepa­


rar oraciones y captar un primer sentido, aunque sea todavía impreciso:

Sed, II cum tot signis eadem natura declaret II quid uelit. II anquirat. II
desíderet, II obsurdescímus tamen, II nec ea II quae ab ea monemur II au­
dimus. Est enim uarius et multiplex usus amicitiae, II multaeque causae
suspicionum offensionumque dantur. II quas tum euitare. tum eleuare,
tum ferre II sapientis esto
Hasta el primer punto tenemos dos oraciones principales coordinadas co­
pulativas, unidas por la conjunción nec (Sed ... obsurdescimus tamen y nec ea
... audímus) que dividen el párrafo en dos grandes bloques. De cada una de
ellas dependen el resto de las subordinadas.

El verbo de la primera oración principal está en primera persóna del plu­


ral del presente de indicativo, es un verbo intransitivo y significa "volverse
sordo, hacerse sordo". El sujeto, que está indicado por la desinencia verbal, es
la la persona del plural, nos. Al verbo lo acompañan la conjunción adversati­
va que introduce el párrafo y un adverbio (lamen).

cum tot signis eadem natura declaret


Nos encontramos ante una oración subordinada introducida por cum. En
primer lugar intentamos determinar el modo en el que está el verbo para po­
der distinguir qué clase de subordinación introduce cum. En este caso el ver­
bo está en tercera persona del singular del presente de subjuntivo, por tanto
el valor de cum podrá ser causal, histórico o concesivo. A pesar de que la so­
[66] LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

lución más plausible nos la dará el contexto, podemos encontrar algún indi­
cio en el tamen que aparece en la oración principal. Como sabemos, el cum
concesivo suele ir en correlación con este adverbio .

. El sujeto de esta oración, en nominativo singular, es eadem natura y te­


nemos además un complemento circunstancial en ablativo (tot signis). Por
otra parte al buscar el verbo nos hemos informado de que se trata de un ver­
bo transitivo, sin embargo no hay ninguna palabra en su oración en acusati­
vo que pudiera hacer la función de complemento directo. La solución a este
problema la encontramos en las tres oraciones siguientes:

quid uelit, anquirat, desideret,

Se trata de tres oraciones subordinadas interrogativas indirectas en fun­


ción de complemento directo de declaret introducidas por el pronombre inte­
rrogativo quid. En las tres oraciones aparece tan sólo el verbo. Su sujeto, que
no está aquí expreso, es el mismo de la oración anterior: natura.

nec ea II quae ah ea monemur II audimus.

En este segundo bloque contamos con una oración principal cuyo verbo
es audimus y una subordinada de relativo introducida por quae y cuyo núcleo
verbal es monemur.

El verbo de la oración principal está en primera persona del plural del


presente de indicativo del verbo audio. Su sujeto, al igual que el del verbo
de la oración coordinada con ésta (obsurdescimus) no está expreso sino a
través de la desinencia de primera persona del plural del verbo. La palabra
ea pertenece al pronombre is, ea, id y se encuentra en caso acusativo plural,
ya que de todos los casos que tienen esta misma forma (nominativo singu­
lar femenino, nominativo, vocativo o acusativo plural neutro y ablativo sin­
gular) tan sólo éste encaja en una oración que ya tiene sujeto y cuyo verbo
es transitivo.

Dependiendo de esta oración hay una subordinada de relativo introduci­


da por quae. El verbo de esta oración (monemur) está en primera persona del
plural del presente de indicativo en voz pasiva y su complemento es el pro­
nombre quae. Por último hay un complemento agente compuesto por la pre­
posición ab más ablativo (ab ea).

Una primera traducción podría ser la siguiente:


PRÁCTICAS DE TRADUCCiÓN [67]

Pero, aunque la misma naturaleza manifiesta con tantas señales qué


quiere, busca y desea, sin embargo nos hacemos sordos y no oímos
aquellas cosas de las que somos advertidos por ella.

Pasamos a la siguiente oración, que es también compuesta:

Est enim uarius et multiplex usus amicitiae,/ multaeque causae


suspicionum offensionumque dantur.l quas tum euitare. tum
eleuare. tum {erre /sapientis est:

Contamos en este caso con tres verbos en forma personal (est, dantur, est)
y tres infinitivos (e~titare, eleuare, ferre). Las dos primeras oraciones están uni­
das por la partícula enclítica -que y por tanto son coordinadas copulativas. La
primera de ellas comienza por el verbo. Como hemos visto, ésta no es la po­
sición más habitual del verbo en latín, sin embargo, en ocasiones al autor le
interesa resaltar por algún motivo su significado o utiliza esta colocación ini­
cial para atraer la atención. En cualquier caso se trata de la tercera persona
del presente del verbo sum, así pues, debemos buscar al menos dos nomina­
tivos que desempeñen las funciones de sujeto y atributo. En nuestro texto en­
contramos tres. Dos de ellos están unidos por la conjunción et y otro comple­
mentado por un genitivo singular (usus amicitiae). Deducimos del contexto y
también porque uno es un sustantivo y los otros dos adjetivos que el nomina­
tivo que hace la función de sujeto es usus y que uarius et multiplex son el atri­
buto.

El verbo de la oración coordinada copulativa con la anterior está en ter­


cera persona del plural del presente de indicativo del verbo do en voz pasiva,
por tanto debemos buscar un sujeto en nominativo plural (multaeque causae).
Pertenece también al sintagma sujeto el complemento del nombre en geniti­
vo plural que forman suspicionum offensionumque, que determina a multae
causae.

El tercer verbo en forma personal (est) es de nuevo la tercera persona del


singular del verbo sum, que vemos acompañado de un genitivo. Cuando en­
contremos esta construcción podemos pensar en la posibilidad de que se tra­
te de lo que la gramática tradicional denomina "genitivo posesivo", nombre
que se le da a la construcción del verbo sum + genitivo y que se traduce por
"ser propio de". No encontramos ningún nominativo singular que desempeñe
la función de sujeto en esta oración, sin embargo contamos con tres infiniti­
vos que constituyen sendas subordinadas completivas en función de sujeto.
Por último quas es un pronombre relativo en acusativo plural cuyo antece­
[ffi8] LENGUA Y UTERATURA LATINAS I

dente se encuentra en la oración anterior (causas) y que desempeña la fun­


ción de complemento directo de los infinitivos.

Por tanto, podríamos traducir esta última oración de esta forma:

Pues la práctica de la amistad es variada y compleja y se dan muchos


motivos de sospechas y ofensas: evitarlas, suprimirlas o soportarlas es
propio del sabio.

La Columna de Trajano, en Roma. Monumento en


honor del Emperador que rebasa los 30 m. de altura
y que está envuelta en espiral por una cinta
historiada en relieve en la que se narran las dos
guerras dácicas (101-106 d.C.). Estaba coronada
por una estatua del Emperador (sustituida por la del
Papa Sixto V) y en el pedestal se colocaron sus
cenizas. Grabado de G.B. Piranesi (S. XVII).
PRÁOICAS DE TRADUCCIÓN [69]

Atque, ut huius quem dixi mores ueros amicos para­


re non potuerunt, sic multorum opes praepotentium
excludunt amicitias fídeles. Non enim solum ipsa For­
tuna caeca est, sed eos etiam plerumque efficit caecos
quos complexa esto ltaque efferuntur fere fastidio et
contumacia, neque quidquam insipiente fortunato in­
tolerahilius fieri potest. Atque hoc quidem uidere lí­
cet: eos qui antea commodis fuerunt moribus, impe­
rio, potestate, prosperis rebus immutari, sperni ah iis
ueteres amicitias, indulgeri nouis.
(Cicerón, Sobre la amistad, 54)

En este texto podrá seguir practicando sobre los principales aspectos de


la morfologfa y la sintaxis básica de las oraciones compuestas.

Después de leer pausadamente el texto hasta el final, intentamos recono­


cer los verbos en forma personal y no personal y delimitar cuáles son sus res­
pectivas oraciones:
Atque, ut huius II quem dixi II mores ueros amicos parare non potue­
runt. II sic multorum opes praepotentium excludunt amicitias fideles. II
Non enim solum ipsa Fortuna caeca ~ II sed eos etiam plerumque d:.
ficit caecos II quos complexa esto II fraque efferuntur fere fastidio et con­
tumacia, II neque quidquam insipiente fortunato intolerabilius fíeri ~
test. II Atque hoc quidem uidere licet: eos II qui antea commodis fuerunt
moribus, II imperio, potestate, prosperis rebus immutari, sperni ab iis
ueteres amicitias, indulgeri nouis.
Hasta el primer punto (hasta fideles) se distingue una oración principal
(la del verbo excludunt) y una subordinada comparativa introducida por ut
con su verbo en indicativo (potuerunt). A su vez, de la oración de ut dependen
una oración subordinada de infinitivo (ueros amicos parare) y una subordi­
nada adjetiva de relativo (quem dixi).

l. El verbo principal de la oración de ut está en tercera persona del plural


del perfecto de indicativo de possum, por tanto su sujeto será mores (única pa­
labra en la oración cuyo caso es nominativo plural). Dependiendo del sujeto
mores encontramos un genitivo singular (huius) del pronombre hic, haec, hoc
[7ñl LENGUA Y LITERATURA LATINAS I

que hace la función de complemento del nombre. El verbo de esta oración


(possum) se construye frecuentemente con una oración subordinada de infi­
nitivo. En este caso el sujeto del verbo principal y del infinitivo es el mismo,
de manera que nos encontramos ante una subordinada de infinitivo concer­
tado: ueros amicos en acusativo plural constituye el complemento directo del
infinitivo parare. Nos resta anali?:ar la subordinada de relativo que aparece de­
trás de huius y cuyo verbo está en primera persona del singular del perfecto
del verbo transitivo dico. El pronombre relativo (quem) que introduce la ora­
ción concierta en género y número (masculino singular) con su antecedente
(huius) y está en acusativo funcionando como complemento directo de dixi .
El sujeto de esta oración es, por supuesto, la primera persona de singular,
marcada por la desinencia verbal.

El verbo de la oración principal (sic multorum ... (ideles) está en tercera


persona del plural del presente de indicativo, por tanto su sujeto estará en no­
minativo plural. El único sustantivo que en esta oración está en ese caso es
opes al que complementan dos palabras en genitivo plural (multorum .... prae­
potentium) que constituyen su complemento del nombre. Al ser el verbo ex­
eludo transitivo, el sustantivo y el adjetivo (amicitias (ideles) en acusativo plu­
ral ambos, funcionan como complemento directo del verbo.

La oración completa podría traducirse de la siguiente manera:

y así como las costumbres de éste al que aludí no pudieron proporcio­


narle amigos auténticos, así las riquezas de muchos poderosos impiden
las amistades fieles.

Pasamos a analizar el texto hasta la siguiente pausa fuerte (Non enim ...
complexa est). Nos encontramos con tres verbos en forma personal, dos de
ellos (est yefficit) son los núcleos verbales de dos oraciones coordinadas ad­
versativas, puesto que la segunda está introducida por la conjunción sed. El
tercero pertenece a la oración subordinada de relativo que depende de la ad­
versativa (quos complexa est).

El verbo de la primera oración es la tercera persona del singular del pre­


sente del verbo sum, un verbo copulativo. Como consecuencia deberemos
buscar un sujeto y un atributo en nominativo. En esta oración el sujeto es For­
tuna, que está determinado por el pronombre ipsa (en el mismo caso) refor­
zando y enfatizando al sujeto, y el atributo es caeca (en nominativo singular
femenino al igual que el sujeto). La coordinada adversativa está compuesta
por un verbo en tercera persona del singular en presente (efficit) cuyo sujeto

~.----------------------- ------------- - - --­


PRÁCTICAS DE TRADUCCIÓN filll

es el mismo de la oración anterior (Fortuna), un adverbio (plerumque) que ha­


ce la función de complemento circunstancial y un complemento directo en
acusativo plural (caecos eos).

La subordinada adjetiva (quos complexa est) está introducida por el pro­


nombre relativo en acusativo, masculino plural. Su antecedente, por tanto, es
caecos y su función dentro de la subordinada es la de complemento directo
del verbo complexa est (tercera persona del singular del perfecto de indicati­
vo del verbo deponente complector). El sujeto de esta oración, como el de las
anteriores, es Fortuna y podemos reconocerlo por la terminación en femeni­
no singular del participio complexa.

La traducción podría ser la siguiente:

Pues no sólo la Fortuna es ella misma ciega, sino que en la mayoría de


los casos convierte en ciegos a aquellos a los que ha abrazado.

Pasamos a la siguiente oración:

fraque efferuntur fere fastidio et contumacia,! neque quidquam insi­


piente fortunato intolerabilius fieri potest.

Se trata de una oración compuesta coordinada copulativa, unida por la


conjunción neque. El verbo de la primera coordinada está en tercera persona
del plural del presente en voz pasiva del verbo effero. Su sujeto, que no está
expreso, hace referencia al eos de la oración anterior. Acompañan al verbo dos
complementos agentes en ablativo singular (fastidio et contumacia) y un ad­
verbio (fere) que funciona como complemento circunstancial.

De la segunda oración coordinada (neque quidquam ... potest) depende


una oración subordinada de infinitivo (insipiente fortunato intolerabilius fie­
n). El verbo principal (potest) está en tercera persona del singular del presen­
te del verbo possum y su sujeto es el pronombre indefinido quidquam. En la
oración de infinitivo distinguimos un infinitivo presente en voz pasiva (fieri),
cuyo sujeto es el mismo que el de la oración principal y un atributo (in tolera­
bilius) en grado comparativo, al que antecede el segundo término de la com­
paración (insipiente fortunato) en ablativo sin preposición.

Podríamos traducir así:

y así casi siempre se dejan llevar por la soberbia y la arrogancia y nada


puede hacerse más intolerable que un necio afortunado.
[IT2] LENGUA YLITERATURA LATINAS I

En el último párrafo de este texto (atque ... nouis) reconocemos tan sólo
dos verbos en forma personal: licet y fuerunt. El segundo pertenece a la ora­
ción de relativo qui antea commodis fuerunt mores y el primero es el núcleo
verbal de la oración principal de la que dependen los cuatro infinitivos que
aparecen en el texto a distintos niveles. El esquema sería el siguiente:

L/CET
hoc quidem uidere
eos ... immutari
sperni ... amicitias
indulgeri nouis

Es decir, el primer infinitivo (uidere) depende directamente del verbo


principallicet y constituye una oración subordinada de infinitivo concertado
mientras que los otros tres dependen al mismo nivel de uidere como subordi­
nadas de infinitivo en función de complemento directo de este último.

Por tanto la oración principal está compuesta por un verbo impersonal


(licet) y una oración de infinitivo: hoc... uidere. En esta subordinada el infini­
tivo es concertado y lo complementan un adverbio (quidem) y un pronombre
demostrativo en acusativo singular neutro (hoc) que funciona como comple­
mento directo. Este complemento anticipa las tres oraciones de infinitivo en
voz pasiva siguientes que realizan la misma función (complemento directo de
uidere).

La subordinada de immutari es no concertada ya que su sujeto no es el


mismo que el del verbo de que depende y está expresado en la oración en acu­
sativo plural (eos). Complementan al infinitivo cuatro ablativos (imperio,
potestate, prosperis rebus) que hacen la función de complemento agente. De
esta subordinada de infinitivo depende, a su vez, una oración de relativo: qui
antea commodis fuerunt moribus . El pronombre que la introduce tiene como
antecedente eos, con el que concierta en género y número, y su función den­
tro de la oración es la de sujeto del verbo fuerunt.

La oración subordinada de sperni es también no concertada. Su sujeto,


en acusativo plural es ueteres amicitias. En este caso el infinitivo se encuentra
en voz pasiva y va acompañado de un complemento agente (ab iis).

La última subordinada sustantiva (indulgeri nouis) está compuesta por el


infinitivo en voz pasiva del verbo indulgeo, que se construye con dativo, y su
correspondiente complemento (nouis).
pRÁalcAs DE TRADUCCiÓN [73]

Así pues, podríamos traducir la última oración de la siguiente forma:

y ciertamente es lícito ver lo siguiente: que aquellos que antes fueron de


costumbres apacibles cambian con el mando, el poder y la prosperidad;
que son rechazadas por ellos las viejas amistades y que son favorecidas
las nuevas.

l Templo de Atenea en Paestum, al sur de Italia, donde los griegos fundaron diversas colonias
y erigieron templos como éste, antes de ser conquistada por Roma. Grabado de Thomas
Mayor.
SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

1. ORIENTACIONES GRAMATICALES

d e e a b e bcd

2. SINTAXIS

]2 29 3º 49 5º 69 7º 89 92
1()2 11 º 129 139 149

bcd e a e d a b d e e b b d

3. MORFOLOGÍA NOMINAL

19 29 3º 8º 9º 10g 11º 12º 14º 15º


d a b d b a d

4. MORFOLOGÍA VERBAL

1º2º 3º
b e a

Das könnte Ihnen auch gefallen