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Los derechos
del imputado y la tutela
de derechos en el nuevo
Código Procesal Penal
GACETA
Los derechos
del imputado y la tutela
de derechos en el nuevo
Código Procesal Penal
PRIMERA Edición
FEBRERO 2013
5,790 ejemplares
Prohibida su reproducción
total o parcial
DERECHOS RESERVADOS
D.Leg. Nº 822
ISBN: 978-612-311-039-0
diagramación de carÁtula
Martha Hidalgo Rivero
diagramación de interiores
Rosa Alarcón Romero
Impreso en:
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L.
San Alberto 201 - Surquillo
Lima 34 - Perú
Para Miluska, alegría traviesa
de todos los días
“La Ley es la tutela de los débiles,
porque los fuertes no necesitan de ella”
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
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CAPÍTULO PRIMERO
La tutela de derechos
en el Perú
La tutela de derechos en el Perú
[1] Ferrajoli, Luigi. Derecho y razón. Teoría del garantismo penal. Traducción de Perfecto Andrés Ibañez, Alfonso
Ruiz Miguel, Juan Carlos Bayón Mohino, Juan Terradillas Basoco y Rocío Cantarero Bandrés. Editorial Trotta,
Madrid, 1995, p. 565.
[2] Burgos Mariño, Víctor. “Principios rectores del nuevo Código Procesal Penal”. En: El nuevo proceso penal.
Estudios fundamentales. Editorial Palestra, Lima, 2005, p. 52.
[3] San Martín Castro, César Eugenio. “Introducción general al estudio del nuevo Código Procesal Penal”. En:
El nuevo proceso penal. Estudios fundamentales. Editorial Palestra, Lima, 2005, pp. 20-21.
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igualdad entre las partes y la redistribución de los roles entre acusador y juz-
gador[4]; pero en realidad la tradición histórica de la adversarialidad tiene un
origen y rasgos diferentes, ya que proporciona al sistema procesal penal de
una predecible aproximación al libre mercado a través de las figuras de la
negociación individual, la libertad de contratar y el paradigma del individuo
como pleno portador de derechos[5].
[4] Peña Cabrera, Alonso. El nuevo proceso penal peruano. Editorial Gaceta Jurídica, Lima, 2009, p. 48.
[5] A propósito del modelo acusatorio ecuatoriano: La distinción entre sistema “acusatorio” y “adversarial” en
el Derecho Procesal Penal. En: <http://es.scribd.com/doc/21530760/4-LA-DISTINCION-ENTRE-SISTEMA-
%E2%80%9CACUSATORIO%E2%80%9D-Y-%E2%80%9CADVERSARIAL%E2%80%9D>.
[6] Sobre el particular, Alonso Peña Cabrera en un intento de armonizar los rasgos acusatorio y adversarial de nues-
tro Código Procesal Penal ha apuntado que la posición adversarial implica colocar a los sujetos confrontados en
un plano de igualdad, y a su vez que el órgano requirente que asume la dirección de la investigación no sea el
que juzgue o adopte las medidas de coerción, a fin de garantizar la imparcialidad y la neutralidad que debe pre-
servar el juzgado. Peña Cabrera, Alonso. Ob. cit., p. 48.
[7] Alva Florián, César. “Cuestiones referidas a la tutela de derechos y al control de plazos en el nuevo Código
Procesal Penal”. En: Gaceta Penal y Procesal Penal. Tomo 11, Lima, mayo 2010, editorial Gaceta Jurídica,
p. 14.
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[8] En esta idea, Celis Mendoza Ayma ha considerado que en la coyuntura actual de construcción del modelo acu-
satorio en el marco de la configuración de un Estado Constitucional de Derecho es de suma importancia su uso
intensificado. Mendoza Ayma, Celis. “Tutela de Derechos”. En: Revista del Colegio de Abogados de Arequipa,
año xciv, N° 309, Arequipa, julio 2009, p. 115.
[9] Herrera Guerrero, Mercedes Rosemarie. La justicia penal negociada. Un análisis comparativo entre los
proceso penal español y peruano. Tesis, Auglage, GRIN Verlage, 2010, p. 74.
[10] A mayor referencia, “paradigma” según Thomas Kuhn tiene dos acepciones, cuando se hace alusión a toda la
constelación de creencias, valores, técnicas y demás compartidos por los miembros de una comunidad dada (pa-
radigma en sentido amplio); y cuando denota un tipo de elemento de dicha constelación, las soluciones concretas
a rompecabezas, que usadas como modelos o ejemplos pueden sustituir a las reglas explícitas como base para
la solución de los restantes rompecabezas de la ciencia normal (paradigma en sentido estricto). En el presente
texto se hace uso del paradigma en sentido estricto aplicado al ámbito de los sistemas procesales penales como
son el inquisitivo, en tanto antiguo paradigma, y el acusatorio, como nuevo paradigma. Kuhn, Thomas S. La es-
tructura de las revoluciones científicas. Traducción de Carlos Solís. Tercera edición, primera reimpresión. Fondo
de Cultura Económica, México D. F., 2007, pp. 302-303.
[11] Lager, Máximo. “La dicotomía acusatorio-inquisitiva y la importación de mecanismos procesales de la tradi-
ción jurídica anglosajona. Algunas reflexiones a partir del procedimiento abreviado”. En: Hendler, Edmundo S.
(compilador). Las garantías penales y procesales. Enfoque histórico-comparado. Departamento de Publicaciones
de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2004, pp. 261-262.
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[15] Fernández León, Whanda. Procedimiento penal acusatorio y oral. Librería Ediciones del Profesional Ltda.,
Bogotá, 2005, pp. 61-63.
[16] García Amado, José Antonio. ¿Ponderación o simples subsunciones? Comentario a la Sentencia del Tribunal
Constitucional del 25 de abril del 2007. En: <http://garciamado.blogspot.com/2007/05/ponderacin-o-simples-sub-
sunciones.html>.
[17] Lager, M. Ob. cit., p. 260.
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[18] Ídem.
[19] Gimeno Sendra, Vicente; Moreno Catena, Víctor y Cortés Domínguez, Valentín. Lecciones de
Derecho Procesal Penal. Segunda edición. Editorial Colex, Madrid, 2003, p. 129.
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y las leyes reconocen, incluso a tenor del 71.1 del CPP desde las primeras di-
ligencias de investigación.
[20] Neyra Flores, José Antonio. Manual del nuevo proceso penal & de litigación oral. Idemsa, Lima, 2010,
pp. 240-241.
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[21] González Pérez, Jesús. El derecho a la tutela jurisdiccional. Tercera edición. Civitas Ediciones, Madrid, 2001,
pp. 33-59.
[22] Aunque otros, como Vladimir Somocurcio Quiñones, han pretendido encontrar sus raíces en el derecho a la
igualdad de armas, y más remotamente en el artículo 25 de la Convención Americana de los Derechos Humanos,
que reconoce el derecho a un recurso sencillo, rápido y efectivo ante jueces o tribunales con el objeto de amparar
actos que violen derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y la ley. Somocurcio Quiñones,
Vladimir. “Tutela de derechos en el Código Procesal Penal: ¿sismógrafo del derecho de defensa?”. En: Gaceta
Penal y Procesal Penal, tomo 6, Lima, diciembre 2009, editorial Gaceta Jurídica, p. 280.
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[23] Así también lo refleja el Acuerdo Plenario N° 4-2010/CJ-116 del VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales
Permanente y Transitorias, y lo reconoce Salazar Araujo, Rodolfo Arturo. La tutela de derechos y sus mo-
dalidades en el nuevo sistema procesal penal peruano. Alerta Informativa Loza Avalos Abogados, Lima, p. 19
y Sánchez Córdova, Juan Humberto. “La tutela de derechos en la investigación preparatoria. Problemas
en la reforma procesal penal”. En: Investigación preparatoria y etapa intermedia. Problemas de aplicación del
Código Procesal Penal del 2004. Editorial Gaceta Jurídica, Lima, 2010, pp. 73 y 85. Ver: <www.lozavalos.com.pe/
alertainformativa/modulos/documentos/descargar.php%3Fid%3D3747+l>.
[24] Vid. Acuerdo Plenario N° 4-2010/CJ-116 del VI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente y
Transitorias.
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[25] Ídem.
[26] Peña Cabrera, Alonso Raúl. Exégesis nuevo Código Procesal Penal. Tomo I. Editorial Rhodas, Lima, 2007,
p. 416.
[27] Vladimir Somocurcio Quiñones, a propósito de la tutela de derechos, ha precisado que en Tacna los abogados
particulares han dejado pasar una gran oportunidad de hacer realidad las garantías procesales y, sobre todo, el
principio de igualdad de armas. Somocurcio Quiñones, Vladimir. Ob. cit., p. 280.
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[28] En esta perspectiva, Celis Mendoza Ayma cuando afirma no tener duda que la vía de la tutela de derechos co-
rresponde no solo al imputado, sino es un mecanismo que puede ser utilizado por cualquiera de las partes que
intervienen en el proceso dentro del marco de redimensionamiento de la víctima, por tratarse de derechos de
rango constitucional. Mendoza Ayma, Celis. Ob. cit., pp. 116-117. Adicionalmente, Alva Florián, César. Ob.
cit., p. 19; Sánchez Córdova, Juan Humberto. Ob. cit., p. 79 y, por último, a favor de la tutela de derechos
por parte de la víctima previamente a la celebración del VI Pleno Jurisdiccional de la Corte Suprema Neyra
Flores, José Antonio. Garantías en el nuevo proceso penal peruano. Vid. <http://es.scribd.com/doc/89796802/
Garantias-Procesal-Penal-Jose-Neyra>.
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Esta regla también debe ser aplicable para los testigos durante la fase de di-
ligencias preliminares por medio de la cual se recaban las primeras informa-
ciones de la comisión del delito y aún no se ha identificado al imputado, to-
do con base en que las declararaciones de los investigados (“sindicados” o
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“El juez, por tanto, está habilitado para realizar un control de admisibi-
lidad de la petición respectiva y (…) cabe la posibilidad de rechazarse
liminarmente un pedido de tutela, pero, siempre que sea manifies-
ta la intención del investigado o de su abogado de obstruir la labor
de investigación de la fiscalía, en ese sentido, solo procederá no con-
vocar a audiencia de tutela en casos excepcionales, apreciándose que
se estaría limitando el derecho del investigado de debatir sobre la exis-
tencia de un agravio de derechos”.
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[31] Este criterio es compartido por Verapinto Márquez, Otto. “La tutela de derechos del imputado en el nue-
vo Código Procesal Penal”. En: Gaceta Penal y Procesal Penal. Tomo 11, Lima, mayo 2010, editorial Gaceta
Jurídica, p. 35.
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la adecuación entre uno o varios actos procesales y las normas que regulan
su proceso de formación, esto es las normas de procedimiento y los princi-
pios procesales básicos, de modo que apreciada una infracción operarán las
consecuencias jurídicas previstas por ley en cada caso, las que oscilarán, de-
pendiendo de la gravedad de la infracción, entre la subsanación del acto y
su eventual eliminación, en este último caso como si el acto nunca hubie-
ra existido[32].
La nulidad procesal se encuentra regulada del artículo 148 al 154 del Códi-
go, y se diversifica en nulidad procesal absoluta, porque se invoca de oficio,
no es convalidable y afecta la observancia del contenido esencial de los de-
rechos y garantías constitucionales; mientras la nulidad procesal relativa es
a pedido de parte, convalidable e implica la descripción del defecto acom-
pañada de su respectiva subsanación[33]. Y si bien la nulidad procesal anula
todos los efectos o actos consecutivos conexos, ello no implica que los ac-
tos se retrotraigan a etapas precluidas; por lo que a diferencia de la tutela
de derechos vigente únicamente en la investigación preparatoria, la nulidad
extiende su radio acción durante todo el proceso desde su inicio hasta la de-
liberación en segunda instancia.
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[34] La desconfianza de la tutela de derechos por parte del Ministerio Público se ha manifestado en las opiniones de
los fiscales, quienes han manifestado que se trata de un mecanismo procesal eficaz para resquebrajar la teoría
del caso de la Fiscalía en cuanto a su teoría probatoria, al gestionarse para lograr que el juez de investigación
preliminar y preparatoria declare nulas e ineficaces las diligencias como la intervención policial, el acta de registro
personal, el acta de reconocimiento, el acta de allanamiento, el acta de incautación y el acta de arresto ciudada-
no. Ibídem, p. 40.
[35] Ibídem, p. 44.
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[40] Ídem.
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“Sobre este tema es necesario considerar que estas dos últimas disposi-
ciones del Ministerio Público (…) si bien es cierto en su parte conside-
rativa hacen referencia abstracta a la prórroga del plazo de investi-
gación preparatoria; sin embargo en su parte resolutiva no han dis-
puesto nada sobre el particular y se han limitado únicamente a repro-
gramar actos de investigación; por lo que en esta medida no pueden
ser consideradas dichas disposiciones como un acto de prórroga de la
investigación preparatoria, mas aún si dichos actos formales deben ser
comunicados al juzgado. De este razonamiento se advierte que efecti-
vamente el plazo (…) equivalente a 120 días a la fecha ha vencido,
no correspondiendo subsanar en esta etapa dicho vencimiento de
plazos y por ende resulta plenamente aplicable lo establecido en al ar-
tículo 343.2 del Código Procesal Penal”.
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[44] Un detalle interesante desde el punto de vista del Derecho Comparado es que la Constitución italiana de 1948
ha positivizado muchos de los derechos que ahora son objeto de la tutela de derechos bajo comentario, desde
el momento en que el artículo 111 de dicho texto constitucional prevé que en el proceso penal se asegura que la
persona acusada de un delito, dentro del plazo más breve posible, sea informada reservadamente de la natura-
leza y motivos de la acusación en su contra, disponga del tiempo y condiciones necesarias para preparar su de-
fensa, tenga la facultad delante de un juez de interrogar o hacer interrogar a las personas que rinden declaracio-
nes en su contra, obtener la citación a interrogatorio de las personas de su defensa en las mismas condiciones
del acusador y la adquisición de cualquier medio de prueba a su favor, además de ser asistido por un intérprete,
sino comprende o no habla la lengua empleada en el proceso. Ferrari, Giorgio. Codice di Procedura Penale.
Milano, Editore Ulrico Hoepli, 2011, p. 40.
[45] En el Derecho Procesal norteamericano, dentro de las garantías de la Sexta Enmienda de la Constitución, se ha
comprendido el derecho del acusado a ser informado de la naturaleza y causa de la acusación, con la suficien-
te antelación respecto del juicio, para que pueda determinar la naturaleza de las alegaciones que presentará y
pueda preparar su defensa, en caso de que decida defenderse. Cruzado Balcázar, Alejandro y Cruzado
Montoya, Alejandro. El sistema jurídico de los Estados Unidos de América. Principios generales del Derecho
anglosajón. Editora Nuevo Norte, Trujillo, 2006, pp. 280-281.
[46] Dolz Lago, Manuel-Jesús. “El Derecho a ser informado de la acusación a la luz de la jurisprudencia constitu-
cional”. En: Derechos procesales fundamentales. Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 2005, pp. 323-325.
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[51] Gimeno Sendra, Vicente y Doig Díaz, Yolanda. “El derecho de defensa”. En: El nuevo Proceso Penal.
Estudios fundamentales. Editorial Palestra, Lima, 2005, pp. 279-280.
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por una parte los derechos del detenido y las razones plausibles que lo vin-
culan al delito que ha motivado su detención; y por otro lado la necesidad
de que la información se proporcione de forma comprensible e inmediata
al detenido[52]. En esta línea, el Tribunal Constitucional peruano en el funda-
mento jurídico 26 del Expediente Nº 3361-2004-AA/TC ha precisado:
“El derecho a la información procesal se puede inferir del principio de
‘publicidad en los procesos’ y del ‘derecho a la información’ (con inme-
diatez y por escrito) atribuirle a toda persona para que se le informe de
las causas o razones de su detención. Así, el derecho a la información
procesal es aquel según el cual el justiciable está en la capacidad
de tener acceso a los documentos que sustentan una resolución,
tanto para contradecir su contenido como para observar el susten-
to del juzgador al emitir su fallo”.
[52] Barona Vilar, Silvia. “Garantías y derechos de los detenidos”. En: Derechos procesales fundamentales.
Manuales de Formación Continuada N° 22, 2004. Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 2005, p. 62.
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[55] En el Derecho Procesal norteamericano, a través de la Sexta Enmienda de la Constitución, se ha entendido que
el derecho a ser defendido por un abogado no se limitará únicamente a ser defendido durante la vista de la cau-
sa, ya que el acusado necesita ser guiado por el abogado “en cada paso del proceso que se desarrolla en su
contra”, debiendo asignarse abogado a cargo del Estado en los casos criminales en que el acusado no cuen-
te con defensor, para llevar a cabo un juicio justo. Cruzado Balcázar, Alejandro y Cruzado Montoya,
Alejandro. Ob. cit., pp. 278-279.
[56] Ramos Rubio, Carlos. La prueba ilícita y su reflejo en la jurisprudencia. En: Manuales de Formación Continua
del Consejo General del Poder Judicial, N° 12, 2000, Madrid, p. 41.
[57] Gimeno Sendra, Vicente y Doig DÍaz, Yolanda. Ob. cit., p. 282.
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defensa técnica como aparece del fundamento 2.3 del Expediente Nº 2028-
2004-HC/TC del 5 de julio de 2004:
“Si bien una interpretación literal de la primera parte del inciso 14) del
artículo 139 de la Constitución parecería circunscribir el reconocimien-
to del derecho de defensa al ámbito del proceso, una interpretación
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[65] El derecho a la no autoincriminación en el Derecho Procesal Penal norteamericano se puede colegir de la Regla
Miranda (Miranda Rule), por la cual antes de cualquier interrogatorio de personas detenidas se les deberá adver-
tir que tienen derecho a guardar silencio (That he has a right to remain silent), cualquier frase que digan podrá
ser usada en su contra, tienen derecho a consultar un abogado y si no puede afrontarlo, el Estado les asigna-
rá alguno. Campbell Black, Henry. Black’s Law Dictionary with pronunciations. Fith Edition. West Publishing
Co., Minnesota, 1979, p. 900.
[66] Por su parte. Ignacio Tedesco ha acotado que la Corte Europea de Derechos Humanos ha reconocido que el
derecho a la no autoincriminación estuvo generalmente reconocido como un estándar internacional que subyace
en el corazón de la noción del debido proceso legal, bajo la disposición del artículo 6 de la Convención Europea
de Derechos Humanos. Tedesco, Ignacio F. Ob. cit., p. 63.
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[67] En los fundamentos jurídicos 272 al 274 del Expediente N° 03-2005-PI/TC del 9 de agosto del 2006, se precisa:
“El derecho a no autoincriminarse no se encuentra reconocido expresamente en la Constitución. Sin embargo,
se trata de un derecho fundamental de orden procesal que forma parte de los derechos implícitos que con-
forman el derecho al debido proceso reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución. (…) Dicho
derecho garantiza a toda persona no ser obligada a descubrirse contra sí misma (nemo tenetur se detegere),
no ser obligada a declarar contra sí misma (nemo tenetur edere contra se) o, lo que es lo mismo, no ser obliga-
da a acusarse a sí misma (nemo tenetur se ipsum accusare). Sin embargo, su ámbito normativo no se agota en
garantizar la facultad de no ser obligado a declarar contra sí mismo o a confesar su propia culpabilidad,
de modo que pueda entenderse que, respecto a sus coinculpados, el imputado sí tenga la obligación hablar o
acusar. La incoercibilidad del imputado comprende ambos supuestos y, en ese sentido, debe indicarse que este
derecho garantiza la potestad del imputado o acusado de un ilícito penal a guardar silencio sobre los hechos por
los cuales es investigado o acusado penalmente, tanto en lo que le atañe como en lo que incumbe a terceros”.
[68] Quispe Farfán, Fany. “La declaración del imputado”. En: Cubas Villanueva, Víctor (coordinador). El nue-
vo proceso penal. Estudios fundamentales. Editorial Palestra, Lima, 2003, p. 340.
[69] Ramos Rubio, C. Ob. cit., p. 38.
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“El artículo setenta y uno, literal uno inciso d), establece expresamente
como derechos del imputado el derecho de abstenerse a declarar (…).
Del análisis de lo expuesto en la presente diligencia se tiene que no re-
sulta razonable citar a los investigados a través de las disposicio-
nes expedidas por el Ministerio Público, cuando ya han manifes-
tado hacer uso de su derecho a no declarar (…). No se puede utili-
zar medios coactivos, para restringir un derecho constitucional, tampo-
co resulta proporcional compeler a las partes a manifestar sus derechos
cuando ya lo han manifestado expresamente a través de escritos firma-
dos por ellos mismos”.
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[71] El Tribunal Constitucional de España ha clasificado la intervenciones corporales en leves cuando a la vista de
todas las circunstancias concurrentes no sean objetivamente consideradas, susceptibles de poner en peligro el
derecho a la salud ni ocasionar sufrimientos a la persona afectada como, por lo general, ocurrirá en el caso de
extracción de elementos externos del cuerpo (como el pelo o uñas) o incluso de algunos internos (como los aná-
lisis de sangre), y graves, en caso contrario (por ejemplo, las punciones lumbares, extracción de líquido cefalo-
rraquídeo, etcétera). Herrera-Tejedor, Fernando. “La alternativa juez de instrucción - juez de garantías a la
vista de los problemas relacionados con la investigación penal y las técnicas de ADN”. En: El juez de instrucción
y juez de garantías. Posibles alternativas N° 42. Madrid, Consejo General del Poder Judicial, 2002, p. 230.
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“Empero dado que esta declaración testimonial del notario (…) pue-
de tener un contenido incriminante, asumiendo como cierta la teoría
del caso que propondría la defensa técnica, es necesaria una amplia-
ción de la declaración con la finalidad de que oponga las preguntas
que corresponda a su defensa”.
[72] Ignacio Tedesco apunta que en el Derecho Procesal Penal inglés, en el Caso Argent, la Corte de Apelación en
1997 estableció que una serie de condiciones formales que deben reunirse antes de realizar inferencias adver-
sas contra el imputado son: a) que haya un procedimiento penal contra el acusado; b) que el acusado deje de
mencionar un hecho cuando es preguntado con anterioridad a la realización de un cargo; c) el interrogatorio debe
estar dirigido a tratar de descubrir cuándo o por quién la ofensa alegada fue cometida; d) en el juicio, el acusado
debe atenerse a un hecho del que no hizo mención a la policía cuando fue preguntado; y e) en las circunstan-
cias existentes al momento del interrogatorio debió haber sido razonable de esperar, por parte del acusado, que
mencionara el hecho. Tedesco, Ignacio F. Ob. cit., p. 61.
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[75] Magaldi Paternostro, María José. “Doctrina constitucional sobre intervenciones corporales en el proceso
penal y el derecho fundamental a la integridad física y moral consagrado en el artículo 15 de la Constitución
española”. En: La prueba en el proceso penal. Manuales de Formación Continuada N° 12, Madrid, 2000,
pp. 111-117.
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“El derecho a la salud comprende la facultad que tiene todo ser hu-
mano de mantener la normalidad orgánica funcional, tanto física
como mental, y de restablecerse cuando se pretende una perturba-
ción en la estabilidad orgánica y funcional de su ser, lo que implica
por tanto, una acción de conservación y otra de restablecimiento; ac-
ciones que el Estado debe proteger tratando de que todas las personas,
cada día, tengan una mejor calidad de vida, para lo cual debe invertir
en la modernización y fortalecimiento de todas las instituciones encar-
gadas de la prestación del servicio de salud, debiendo adoptar políticas,
planes y programas en ese sentido”.
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[77] Miranda Estrampés, Manuel. “La prueba ilícita: la regla de exclusión probatoria y sus excepciones”. En:
Revista Catalana de Seguretat Pública, Barcelona, mayo 2010, pp. 132-133.
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[81] Pérez Arroyo, Miguel. “Momento procesal de exclusión de los elementos de prueba en el Código Procesal
Penal del 2004”. En: La prueba en el proceso penal. Editorial Gaceta Jurídica, Lima, 2011, pp. 49-50.
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y el principio in dubio pro reo durante el proceso penal[82], situación que im-
plica además el impedimento de distinguir maliciosamente los elementos
incriminatorios de una misma información utilizando la parte favorable al
imputado para acceder después a la parte perjudicial, ya que ello vaciaría
completamente el contenido esencial del derecho del imputado de favore-
cerse inclusive con la prueba prohibida[83].
[82] Sánchez Córdova, Juan Humberto. “Excepciones a la prueba prohibida”. En: La prueba en el proceso penal.
Editorial Gaceta Jurídica, Lima, 2011, p. 149.
[83] Guariglia, Fabricio. Concepto, fin y alcance de valoración probatoria en el procedimiento penal. Una propues-
ta de fundamentación. Ediciones del Puerto, Buenos Aires, 2005, pp. 184-185.
[84] Neyra Flores, José Antonio. Ob. cit., p. 677.
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Por su parte la prueba ilícita para terceros reconoce que las pruebas reca-
badas por la violación de derechos constitucionales pueden ser admitidas
y declaradas útiles para condenar a los imputados no afectados por la vio-
lación del derecho fundamental, bajo el sustento de la diferencia de identi-
dad entre el titular del derecho fundamental afectado y el sujeto que se con-
dena, desconectando la violación del derecho fundamental respecto de la
condena. Un claro ejemplo de aplicación de esta doctrina lo constituye el
Expediente Nº 10-2001/acumulado 45-2003-A.V. del 7 de abril de 2009 de la
Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia en el caso contra Alberto
Fujimori sobre homicidio y otros, donde en el fundamento jurídico 77 se ha
validado la incorporación de los videos incautados en el domicilio de Vladi-
miro Montesinos, como fluye del siguiente razonamiento:
[86] Ídem.
[87] Pérez Arroyo, Miguel. El caso de “Alberto Fujimori Fujimori”. Jurista Editores, Lima, 2009, pp. 458-459.
73
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
También se halla dentro del marco del pleno jurisdiccional anotado la teo-
ría del riesgo cuya justificación reside en el riesgo a la delación que vo-
luntariamente asume toda persona que ante otra hace revelaciones sobre
un delito o realiza actividades relacionadas, por lo que no puede exigir que
la protección del juez cuando no ha cuidado de sus propias garantías, en
[88] Sánchez Córdova, Juan Humberto. “Excepciones a la prueba prohibida”. Ob. cit., pp. 141-142.
[89] En: Jurisprudencia penal generada en el subsistema anticorrupción. Vid. <http://idehpucp.pucp.edu.pe/index.
php?option=com_content&view=article&id=493&Itemint=300&Itemid=305>.
[90] Ídem.
74
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
“Es criterio de este colegiado que dado que estas filmaciones fueron
efectuadas por uno de los intervenientes de las conversaciones, no
implica en principio la vulneración del derecho fundamental alegado,
el mismo cuya protección, como se mencionara, se garantiza frente a la
intervención de factores extraños a la comunicación, máxime si el con-
tenido de estas no se encuentra dentro del ámbito de lo privado o
íntimo”[92].
[91] Pérez Arroyo, Miguel. “Momento procesal de exclusión de los elementos de prueba en el Código Procesal
Penal del 2004”. Ob. cit., p. 44.
[92] En: Jurisprudencia penal generada en el subsistema anticorrupción. Ob. cit.
75
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
De otro lado otras excepciones a la prueba prohibida son la teoría del ha-
llazgo inevitable acorde a la cual no cabe la exclusión de la prueba si la mis-
ma hubiera sido descubierta inevitablemente por una conducta policial res-
pectuosa con los derechos fundamentales e independientemente de la le-
sión invocada, en cuyo caso deben tomarse en consideración el estado de
la investigación, las máximas de experiencia y las reglas de la lógica, de las
que se entiende que el investigador hubiera actuado de la misma manera
sin contar con la información viciada[93]. El hallazgo inevitable ha sido inclui-
do en el fundamento jurídico 30 del mismo Expediente Nº 17-2010 de la Sa-
la Penal Especial de la Corte Suprema en el caso del allanamiento del domi-
cilio de Vladimiro Montesinos para la obtención de los videos:
Otra excepción consiste en la doctrina del nexo causal atenuado que per-
mite llegar a la convicción de que una prueba no se habría obtenido de no
haberse producido la lesión al derecho, pero se estima no conveniente ex-
cluirla, porque existe una diferencia entre la lesión del derecho y la obten-
ción de la prueba derivada, al mediar actos independientes posteriores que
rompen la cadena de la lesión inicial del derecho fundamental[95]. Los cri-
terios atingentes a esta clase de excepción exigen la valoración de la se-
cuencia de tiempo entre la ilegalidad primaria y la evidencia cuestionada
en último término, las circunstancias interferentes en cantidad y naturale-
za que intervienen entre la ilicitud original y la última prueba, la magnitud
de la inconducta funcional para esclaracer si la primera ilegalidad se pue-
de transmitir a la evidencia subsecuente generando una mala práctica, y la
elección voluntaria cuando la cadena de hechos involucra la decisión volun-
taria de alguno de cooperar con la investigación[96]. Finalmente la excepción
de la conexión de antijuricidad que resuelve el problema de la prueba ilí-
cita o prohibida primero desde el punto de vista interno, recurriendo a la
[93] San Martín Castro, César. Derecho Procesal Penal. Ob. cit., pp. 891-892.
[94] En: Jurisprudencia penal generada en el subsistema anticorrupción. Ob. cit.
[95] San Martín Castro, César. Derecho Procesal Penal. Ob. cit., pp. 890-891.
[96] Sánchez Córdova, Juan Humberto. “Excepciones a la prueba prohibida”. Ob. cit., p. 148.
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
77
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
78
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Cabe recalcar que en materia fiscal conforme al artículo 122.2 del Código
Procesal Penal normalmente las disposiciones se expiden con el objeto
de decidir el inicio, continuación o archivo de las actuaciones; la conduc-
ción compulsiva del imputado, testigo o perito; la intervención de la poli-
cía a fin de que realice actos de investigación; la aplicación del principio de
79
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
82
CAPÍTULO SEGUNDO
La tutela de derechos en el
Derecho comparado
La tutela de derechos en el
Derecho comparado
[99] Damaska, Mirjan R. Las caras de la justicia y el poder del Estado. Análisis comparado del proceso legal.
Traducción Andrea Morales Vidal. Editorial Jurídica Chile, Santiago de Chile, 2000, pp. 11-12.
85
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
del modelo más afortunadas que otras, algo que claramente tiene su causa
en las élites políticas en relación a los arquetipos de justicia propios de ca-
da país.
Según el juez de garantías Jaime Salas Astrain con base en una interpreta-
ción restrictiva e histórica sobre los antecedentes del artículo 10 del Códi-
go Procesal Penal ha concluido que este se gestó como una norma de carác-
ter excepcionalísimo, porque facultaba al juez de garantías a adoptar medi-
das discrecionales que incluso podían comprender la alteración de las re-
glas legales establecidas sobre sustanciación ordinaria del procedimiento;
pero exclusivamente para reparar las consecuencias negativas que podría
acarrearle al imputado la falta de capacidad para comprender su papel en el
contenido del proceso iniciado en su contra, o lo que es igual, que el impu-
tado tenga la capacidad para representar racionalmente sus intereses, ejer-
cer sus derechos y deducir su defensa de forma inteligente e inteligible (sor-
domudos, imputados en lengua extranjera, imputados bajo el efecto del al-
cohol o psicotrópicos, etc.). Para el juez chileno, aunque no se puede negar
el desarrollo jurisprudencial de la cautela de garantías en otros supuestos
de tutela de los derechos fundamentales del imputado, no obstante califica
de inorgánicas estas ramificaciones; ya que se ha extendido de forma des-
controlada e ilimitadamente los alcances de la cautela de garantías hacia te-
rritorios desconocidos, sin sospechar que se podría vulnerar el principio de
legalidad del procedimiento penal, y a su vez superponerse a las compe-
tencias de otras instituciones como el Tribunal Constitucional en materia de
86
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
[100] Salas Astrain, Jaime. La cuatela de garanatías del artículo 10 del Código Procesal Penal: ¿un sombrero
de mago? En el blog Derecho y Proceso. Derecho Procesal y Razonamiento Jurídico <http://jaimesalasastrain.
blogspot.com/2011/04/la-cautela-de-garantias-del-articulo-10.html>.
[101] En: Revista de Derecho. N° 8, 2003. Vid. <www.cepchile.cl/dms/archivo_1107_548/rev83_fallopino.pdf>.
87
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
[102] El recurso de casación de forma en el fundamento jurídico 34 respecto a la incapacidad de Pinochet para afron-
tar el proceso ha apuntalado: “los problemas mentales de Pinochet Ugarte, a juicio de estos magistrados, lo in-
habilitan para que se sustancie un proceso en su contra. No puede ser sujeto idóneo para sostener una re-
lación procesal penal, pues se encuentra afectada su capacidad procesal de ejercicio. Esta, debe decirse
en razón de lo que ya se sostuvo en el raciocinio duodécimo, no se refiere a su imputabilidad para los fines de
su culpabilidad. Por lo dicho, y de acuerdo a lo que dispone el artículo 686 del Código de Procedimiento Penal
esta Corte, procediendo de oficio de conformidad con sus facultades legales, debe resolver que no se continúe
el procedimiento en contra de Augusto Pinochet Ugarte y, consecuentemente, dictar sobreseimiento definitivo en
su favor. No habiendo razones para considerar que su libertad constituya un peligro o en los términos del artículo
688 del Código de Procedimiento Penal, el procesado permanecerá en libertad”.
[103] Duce J., Mauricio. “La reforma procesal penal chilena: gestación y estado de avance de un proceso de trans-
formación en marcha”. En: Pásara, Luis (compilador). En busca de una justicia distinta. Experiencias de refor-
mas en América Latina. Segunda edición. Universidad Nacional Autónoma de México, México D. F., 2004, p. 202.
Disponible en <http://www.bibliojuridica.org/libros/4/1509/7.pdf>.
88
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
[104] Basta hacer referencia a los artículos 93 y 94 del Código Procesal chileno, que distingue entre los derechos y
garantías del imputado en general, y en específico, a las garantías y derechos del imputado privado de libertad,
como sigue: “Artículo 93.- Derechos y garantías del imputado. Todo imputado podrá hacer valer, hasta la ter-
minación del proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes. En especial, tendrá derecho a: a) Que
se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputaren y los derechos que le otor-
gan la Constitución y las leyes; b) Ser asistido por un abogado desde los actos iniciales de la investigación; c)
Solicitar de los fiscales diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le formula-
ren; d) Solicitar directamente al juez que cite a una audiencia, a la cual podrá concurrir con su abogado o sin él,
con el fin de prestar declaración sobre los hechos materia de la investigación; e) Solicitar que se active la inves-
tigación y conocer su contenido, salvo en los casos en que alguna parte de ella hubiere sido declarada secreta y
solo por el tiempo que esa declaración se prolongare; f) Solicitar el sobreseimiento definitivo de la causa y recu-
rrir contra la resolución que lo rechazare; g) Guardar silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no
hacerlo bajo juramento; h) No ser sometido a tortura ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, e;
i) No ser juzgado en ausencia, sin perjuicio de las responsabilidades que para él derivaren de la situación de re-
beldía. Artículo 94.- Imputado privado de libertad. El imputado privado de libertad tendrá, además, las siguien-
tes garantías y derechos: a) A que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad y,
salvo el caso de delito flagrante, a que se le exhiba la orden que la dispusiere; b) A que el funcionario a cargo del
procedimiento de detención o de aprehensión le informe de los derechos a que se refiere el inciso segundo del
artículo 135; c) A ser conducido sin demora ante el tribunal que hubiere ordenado su detención; d) A solicitar del
tribunal que le conceda la libertad; e) A que el encargado de la guardia del recinto policial al cual fuere conducido
informe, en su presencia, al familiar o a la persona que le indicare, que ha sido detenido o preso, el motivo de la
detención o prisión y el lugar donde se encontrare; f) A entrevistarse privadamente con su abogado de acuerdo
al régimen del establecimiento de detención, el que solo contemplará las restricciones necesarias para el mante-
nimiento del orden y la seguridad del recinto; g) A tener, a sus expensas, las comodidades y ocupaciones com-
patibles con la seguridad del recinto en que se encontrare, y; h) A recibir visitas y comunicarse por escrito o por
cualquier otro medio, salvo lo dispuesto en el artículo 151”.
89
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
[105] Los artículos pertinentes del Código Procesal Penal de Chile son los siguientes: “Artículo 234.- Plazo judicial
para el cierre de la investigación. Cuando el juez de garantía, de oficio o a petición de alguno de los intervi-
nientes y oyendo al ministerio público, lo considerare necesario con el fin de cautelar las garantías de los intervi-
nientes y siempre que las características de la investigación lo permitieren, podrá fijar en la misma audiencia un
plazo para el cierre de la investigación, al vencimiento del cual se producirán los efectos previstos en el ar-
tículo 247. Artículo 247.- Plazo para declarar el cierre de la investigación. Transcurrido el plazo de dos años
desde la fecha en que la investigación hubiere sido formalizada, el fiscal deberá proceder a cerrarla. Si el fiscal
no declarare cerrada la investigación en el plazo señalado, el imputado o el querellante podrán solicitar al juez
que aperciba al fiscal para que proceda a tal cierre. Para estos efectos el juez citará a los intervinientes a una
audiencia y, si el fiscal no compareciere a la audiencia o si, compareciendo, se negare a declarar cerrada
la investigación, el juez decretará el sobreseimiento definitivo de la causa. Esta resolución será apelable.
Si el fiscal se allanare a la solicitud de cierre de la investigación, deberá formular en la audiencia la declaración
en tal sentido y tendrá el plazo de diez días para deducir acusación. Transcurrido este plazo sin que se hubiere
deducido la acusación, el juez, de oficio o a petición de alguno de los intervinientes, citará a la audiencia prevista
en el artículo 249 y dictará sobreseimiento definitivo en la causa (…)”.
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Por su parte el hábeas corpus, regulado por la Ley 1095 de 2006, ha sido
definido como un derecho fundamental y a la par una acción constitucio-
nal que tutela la libertad personal, cuando alguien es privado de la libertad
con violación de las garantías constitucionales o legales, o con su prolonga-
ción ilegal, con el importante añadido de que la persona privada de libertad
con violación de garantías constitucionales o legales no podrá ser afecta-
da con medida restrictiva de la libertad mientras no se restauren las garan-
tías quebrantadas. La existencia en el proceso colombiano de las figuras co-
mo el hábeas corpus y la tutela de derechos han manifestado una cierta am-
bigüedad en la práctica jurisprudencial al tratarse de la defensa de la liber-
tad personal; pues a criterio de Tatiana María Álvarez Parra ambos dispositi-
vos no se rigen por el principio de compatibilidad, así la tutela de derechos
es improcedente para la defensa restaurativa de la libertad personal cuan-
do se dispone de hábeas corpus, y el hábeas corpus no procede para la de-
fensa preventiva y correctiva[106] de la libertad personal en mérito a que para
[106] El Tribunal Constitucional peruano en el Expediente N° 2663-2003-HC/TC del 23 de marzo del 2004 en su funda-
mento jurídico 6 ha establecido la tipología de los hábeas corpus de acuerdo a la legislación nacional, entre los
que se identifican el hábeas corpus reparador, hábeas corpus restringido, hábeas corpus traslativo, hábeas cor-
pus instructivo, hábeas corpus innovativo, hábeas corpus conexo, hábeas corpus correctivo y hábeas corpus pre-
ventivo. Las definiciones de estos dos últimos son las siguientes: “c) El hábeas corpus correctivo: Dicha mo-
dalidad, a su vez, es usada cuando se producen actos de agravamiento ilegal o arbitrario respecto a las formas
o condiciones en que se cumplen las penas privativas de la libertad. Por ende, su fin es resguardar a la persona
91
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
esos casos se aplica la tutela[107]. Esta situación ha determinado que los jue-
ces colombianos continúen tramitando la dilatada acción de tutela de dere-
chos sin considerar su reemplazo por el hábeas corpus preventivo o correc-
tivo, y que inclusive encuentren en esta ambigüedad legal una circunstancia
afortunada para no asumir el trámite de las tutelas de libertad[108] que final-
mente son reservadas para el conocimiento de la Corte Constitucional co-
lombiana, como ha ocurrido en el caso de la Sentencia Nº T-046/93 referen-
cia Expediente T-5574 sobre tutela de derechos, cuando en el fundamento
jurídico 6 al amparar el pedido de infracción de la libertad individual ante su
prolongación indebida: “La acción de tutela es procedente en el evento de
ejercerse para impedir que las autoridades públicas mediante vías de hecho
vulneren o amenacen los derechos fundamentales”.
92
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
[109] Un inventario detallado de todas las diligencias preliminares y sus efectos se encuentra en el Manual de pro-
cedimientos de Fiscalía en el sistema penal acusatorio colombiano. Vid. <http://www.justiciarestaurativa.com/
Documentos/ManualProcedimientoFiscalia.pdf>.
[110] El Código de Procedimiento Penal colombiano, sobre la actuación procesal del juez de control de garantías:
“Artículo 10. Actuación procesal. La actuación procesal se desarrollará teniendo en cuenta el respeto a los
derechos fundamentales de las personas que intervienen en ella y la necesidad de lograr la eficacia del ejercicio
de la justicia. En ella los funcionarios judiciales harán prevalecer el derecho sustancial. Para alcanzar esos efec-
tos serán de obligatorio cumplimiento los procedimientos orales, la utilización de los medios técnicos pertinentes
que los viabilicen y los términos fijados por la ley o el funcionario para cada actuación. El juez dispondrá de am-
plias facultades en la forma prevista en este código para sancionar por desacato a las partes, testigos, peritos
y demás intervinientes que afecten con su comportamiento el orden y la marcha de los procedimientos. El juez
podrá autorizar los acuerdos o estipulaciones a que lleguen las partes y que versen sobre aspectos en los cuales
no haya controversia sustantiva, sin que implique renuncia de los derechos constitucionales. El juez de control
de garantías y el de conocimiento estarán en la obligación de corregir los actos irregulares no sancionables con
nulidad, respetando siempre los derechos y garantías de los intervinientes”.
[111] El Código de Procedimiento Penal colombiano ha regulado los derechos del imputado, no imputado y captura-
do de la siguiente forma: “Artículo 8. Defensa. En desarrollo de la actuación, una vez adquirida la condición
de imputado, este tendrá derecho, en plena igualdad respecto del órgano de persecución penal, en lo que apli-
ca a: a) No ser obligado a declarar en contra de sí mismo ni en contra de su cónyuge, compañero permanente
o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o civil, o segundo de afinidad; b) No autoincriminarse ni
incriminar a su cónyuge, compañero permanente [Exequible por la Corte Constitucional, Sentencia C-029 para
incluir a parejas del mismo sexo] o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o civil, o segundo de
afinidad; c) No se utilice el silencio en su contra; d) No se utilice en su contra el contenido de las conversaciones
tendientes a lograr un acuerdo para la declaración de responsabilidad en cualquiera de sus formas o de un mé-
todo alternativo de solución de conflictos, si no llegaren a perfeccionarse; e) Ser oído, asistido y representado
por un abogado de confianza o nombrado por el Estado; f) Ser asistido gratuitamente por un traductor debida-
mente acreditado o reconocido por el juez, en el caso de no poder entender o expresarse en el idioma oficial; o
93
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
de un intérprete en el evento de no poder percibir el idioma por los órganos de los sentidos o hacerse entender
oralmente. Lo anterior no obsta para que pueda estar acompañado por uno designado por él; g) Tener comuni-
cación privada con su defensor antes de comparecer frente a las autoridades; h) Conocer los cargos que le sean
imputados, expresados en términos que sean comprensibles, con indicación expresa de las circunstancias co-
nocidas de modo, tiempo y lugar que los fundamentan; i) Disponer de tiempo razonable y de medios adecuados
para la preparación de la defensa. De manera excepcional podrá solicitar las prórrogas debidamente justificadas
y necesarias para la celebración de las audiencias a las que deba comparecer; j) Solicitar, conocer y controvertir
las pruebas; k) Tener un juicio público, oral, contradictorio, concentrado, imparcial, con inmediación de las prue-
bas y sin dilaciones injustificadas, en el cual pueda, si así lo desea, por sí mismo o por conducto de su defensor,
interrogar en audiencia a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia, de ser necesario aun por medios
coercitivos, de testigos o peritos que puedan arrojar luz sobre los hechos objeto del debate; l) Renunciar a los
derechos contemplados en los literales b) y k) siempre y cuando se trate de una manifestación libre, consciente,
voluntaria y debidamente informada. En estos eventos requerirá siempre el asesoramiento de su abogado de-
fensor. Artículo 267. Facultades de quien no es imputado. Quien sea informado o advierta que se adelanta
investigación en su contra, podrá asesorarse de abogado. Aquel o este podrán buscar, identificar empíricamente,
recoger y embalar los elementos materiales probatorios, y hacerlos examinar por peritos particulares a su cos-
ta, o solicitar a la policía judicial que lo haga. Tales elementos, el informe sobre ellos y las entrevistas que hayan
realizado con el fin de descubrir información útil, podrá utilizarlos en su defensa ante las autoridades judiciales.
Igualmente, podrá solicitar al juez de control de garantías que lo ejerza sobre las actuaciones que considere ha-
yan afectado o afecten sus derechos fundamentales. Artículo 303. Derechos del capturado. Al capturado se le
informará de manera inmediata lo siguiente: 1. Del hecho que se le atribuye y motivó su captura y el funcionario
que la ordenó. 2. Del derecho a indicar la persona a quien se deba comunicar su aprehensión. El funcionario res-
ponsable del capturado inmediatamente procederá a comunicar sobre la retención a la persona que este indique.
3. Del derecho que tiene a guardar silencio, que las manifestaciones que haga podrán ser usadas en su contra y
que no está obligado a declarar en contra de su cónyuge, compañero permanente o parientes dentro del cuarto
grado de consanguinidad o civil, o segundo de afinidad. 4. Del derecho que tiene a designar y a entrevistarse con
un abogado de confianza en el menor tiempo posible. De no poder hacerlo, el sistema nacional de defensoría
pública proveerá su defensa.
94
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
a un nuevo fiscal que adoptará la decisión en 30 días, vencidos los cuales sin
pronunciamiento, el imputado quedará en inmediata libertad y la defensa o
el fiscal solicitarán la preclusión. En mi experiencia la regla drástica de la pre-
clusión o sobreseimiento por incumplimiento de plazos procesales ampara-
da en legislaciones como la chilena y colombiana podría tener un efecto ne-
fasto en casos emblemáticos, por lo que se justifica la presencia de la última
parte del artículo 343.3 del Código peruano que únicamente confiere efec-
tos disciplinarios al incumplimiento del control de plazos.
95
CONCLUSIONES
Conclusiones
99
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
100
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
101
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
102
ANEXO 1
Jurisprudencia sobre
tutela de derechos
Jurisprudencia sobre
tutela de derechos
Resolución N° 02-2010
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Resolución N° 06-2010
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 02-2010
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
la defensa en ese mismo orden de ideas ha señalado que Raúl Mamani Gómez es un terce-
ro adquiriente de buena fe, citando incluso dispositivos de orden civil a efectos de la preva-
lencia de la presunción que corresponden a los bienes registrados, el problema que se pre-
senta es respecto de las personas que si bien es cierto no están comprendidas como imputa-
dos, como víctimas o agraviados, o terceros civilmente responsables, sin embargo son afecta-
dos en su patrimonio en el contexto de las diligencias preliminares, estima este juzgado que
compete a los Jueces de Investigación Preparatoria garantizar los derechos a personas que
están vinculadas en posición de parte activa o pasiva en un evento criminal, la indetermina-
ción o indefinición por la incipiente investigación al que ha hecho referencia el Ministerio Pú-
blico no permite determinar o precisar la situación del ciudadano Raúl Mamani Gómez; no
cabe duda que si este no tiene la calidad de parte, potencialmente está habilitado su derecho
para que pueda postular su pretensión en el proceso constitucional que corresponda; lo con-
trario significaría atribuir a los jueces de Investigación Preparatoria competencia en materia
de derechos reales y en la asignación de consecuencias jurídicas civiles que no le competen.
Sin embargo, no pasa desapercibido por el Juzgado la desnaturalización en que ha devenido
las diligencias preliminares, estas se encuentran previstas en el artículo 330 del Código Pro-
cesal Penal, y se establece con claridad que tienen como finalidad inmediata realizar los ac-
tos urgentes e inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objeto de
conocimiento y su delictuosidad, este no ha sido el cuestionamiento de la defensa técnica
del solicitante, sin embargo es necesario invocar, por ahora al Ministerio Público, para que to-
me la decisión que corresponda y no generar una situación difusa; pues unas diligencias pre-
liminares que tengan una data de cerca de cinco años es en extremo riesgosa para los ciu-
dadanos eventualmente involucrados, tan es así que como ciertamente cuestiona la defen-
sa se ha generado una situación de real y aparente conflicto a partir del artículo 13 de la Ley
Nº 28008, que regula la incautación que señala que el fiscal ordenará la incautación y secues-
tro de las mercancías medios de transporte, bienes y efectos, que constituyan objeto del de-
lito los que serán custodiados por la Administración Aduanera, en tanto se expida el auto de
sobreseimiento, sentencia condenatoria o absolutoria, proveniente resolución firme que or-
dene su decomiso u ordene su devolución al propietario. La custodia que ha hecho referen-
cia el Ministerio Público es un efecto de la incautación, sin embargo el mismo Ministerio Pú-
blico refiere que no se ha desarrollado el acta de incautación por el hecho que resulta de un
proceso de adecuación, esto puede ser explicable en la coyuntura; pero no de manera inde-
finida puesto que la entrada en vigencia del Código Procesal Penal regula la institución de la
incautación para posibilitar, como bien lo ha señalado la defensa el reexamen de esta medi-
da, en este sentido, se debe en un determinado plazo, realizar la diligencia que corresponda
para efectos de posibilitar jurídicamente el reexamen de la medida. Fundamentos por lo que:
SE RESUELVE:
Declarar IMPROCEDENTE la tutela de derechos propuestos por Raúl Mamani Gómez y
OTORGAR el plazo de 10 días a efecto que el Ministerio Público defina la situación del
vehículo de placa de rodaje XH-3878 e invocar al Ministerio Público la definición temporal
de las diligencias preliminares que se realicen. Quedando las partes asistentes notificadas.
S.S.
FRANCISCO CELIS MENDOZA AYMA
108
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución Nº 01-2009
109
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
protege– de quien está sometido al ius puniendi del Estado; en segundo lugar, en el caso de
agraviados, estos también encuentran protección en otro ámbito, que también ha sido regu-
lado por el nuevo ordenamiento procesal penal. En tal perspectiva, debe establecer con cla-
ridad suficiente, que tanto procesados como agraviados, encuentran protección a sus dere-
chos, en la forma instaurada por la norma procesal. Ahora bien, debe señalarse que los me-
canismos de protección antes mencionados son específicos, ya que también el código adje-
tivo, prevé las formas de atacar o cuestionar otro tipo de actos, como son las resoluciones o
disposiciones, si se trata del Ministerio Público; ciertamente se ha instaurado procedimien-
tos recursales, según sea el caso, que permiten enervar la validez de una resolución ya sea en
sede judicial o fiscal.
TERCERO: En ese contexto, debe analizarse si el caso propuesto por los solicitantes, se en-
cuadra en la normatividad ya citada, así se tiene que se pide, en concreto, tutela de derechos
contra Miguel Gutiérrez Soncco, en su calidad de fiscal provincial adjunto, para que este no
vuelva a vulnerar el derecho de participación procesal del agraviado Banco de Crédito del Pe-
rú; amparar y resolver excepciones ni introduzca figuras legales, debiendo declararse la nuli-
dad de la disposición número 03-2009. Sostienen los peticionantes, que se sigue el caso nú-
mero 2008-0329 contra Francisco De Romaña Zereceda y otros, por delito de falsedad docu-
mental y otros, en agravio de Banco de Crédito del Perú y otro, y pese a haberse apersona-
do a la investigación el citado banco, el fiscal emplazado declaró fundada una excepción de
incompetencia, derivando la investigación a la ciudad de Tacna, ello sin conocimiento de la
entidad bancaria, recortándole su derecho a ser oído, a más que no existe legalmente la ex-
cepción de incompetencia y el Ministerio Público no tiene atribuciones para resolver medios
de defensa técnicos. De otro lado, se sustenta lo pedido, en que la realidad muestra que la
afectación de derechos fundamentales se ocasiona en desmedro no solo del inculpado, si-
no también del agraviado, por lo que la tutela le alcanza también al agraviado, ya que no po-
dría aclamarse derechos y no poder ejercitarlos o no contar con mecanismos procesales para
reclamar tutela, por lo que en una línea garantista y por el principio constitucional de igual-
dad de armas, se debe aplicar el principio de flexibilidad procesal y habilitar audiencia de tu-
tela para agraviados.
CUARTO: Pondera este despacho, que por el principio de legalidad procesal penal, los jueces
tienen la obligación de someterse a la ley en sus actuaciones; y la ley en este caso, ha estable-
cido un mecanismo de protección para el procesado y otro para el agraviado, y, ambos pue-
den acceder a los recursos o remedios procesales para cuestionar resoluciones o disposicio-
nes fiscales, que les cause agravio, pues pretender, en aras del garantismo, instaurar mecanis-
mos procesales no previstos por la norma, no resulta correcto desde una perspectiva consti-
tucional, pues precisamente el establecimiento de dispositivos en los ordenamientos proce-
sales, permiten garantizar el respeto al derecho contenido en el inciso 3 del artículo 139 de
la Constitución Política del Estado (observancia del debido proceso y tutela jurisdiccional), ya
que de lo contrario se establecerían vías paralelas o alternativas no previstas normativa-
mente, convirtiendo los procesos en irrregulares, perdiéndose entonces el principio de lega-
lidad afectando el debido proceso como derecho, desnaturalizando en consecuencia, el fin
de la justicia ordinaria, ya que de accederse a lo pretendido, devendrían en inútiles los reme-
dios y recursos procesales, pues carecería de objeto reclamar vía apelación o queja, si se pue-
de acceder a la tutela, en una inadecuada interpretación del principio de flexibilidad, contra-
viniendo además el artículo I, 4 del Título Preliminar del nuevo Código Procesal Penal. En esa
traza, debe estimarse que contra la disposición fiscal, cabe recurso de queja, efectuando una
interpretación sistemática del artículo 64.1 del nuevo Código Procesal Penal, que prescribe
que el Ministerio Público formulará sus disposiciones, requerimientos y conclusiones en for-
ma motivada y la específica, de manera que se basten a sí mismos, sin remitirse a las decisio-
nes del juez, ni a disposiciones o requerimientos anteriores; siendo claro que el objetivo de
esta norma, es habilitar a los sujetos procesales, para que, de existir alguna deficiencia o irre-
gularidad en las disposiciones motivadas, emanadas de los fiscales, puedan ser revisadas en
110
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
esta motivación, ante el órgano jerárquicamente superior de los mismos, lo que guarda con-
cordancia con la previsión contenida en el artículo 13 del Decreto Legislativo Nº 052, Ley Or-
gánica del Ministerio Público, que resguarda el derecho del agraviado de recurrir al Superior
para amparar algún derecho que considere conculcado, siendo además relevante –en la mis-
ma línea de exposición– la previsión contenida en el artículo 62 del Código Procesal Penal,
al regular la exclusión de fiscales de las investigaciones cuando se incurre en irregularidades,
por lo que la discrepancia o inconformidad con una disposición fiscal, no habilita de modo al-
guno, a apartarse de los instrumentos que dota la norma procesal, y establecer mecanismos
distintos, en aplicación del principio de flexibilidad, el que no se entiende en el sentido pro-
puesto por los solicitantes, por lo que el pedido de los recurrentes deviene en improcedente.
Por las consideraciones expuestas:
Declaro IMPROCEDENTE la solicitud de tutela de derechos formulada por Alfredo Julio Ara-
na Miovich y Joseph Trujillo Choquehuanca; dejando a salvo su derecho para que lo ha-
ga valer en la forma exigida por la norma y ante la instancia correspondiente. Regístrese y
notifíquese.-
S.S.
CELIS MENDOZA AYMA
Resolución Nº 05-2012
111
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
112
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
FUNDAMENTOS:
PRIMERO: Admisibilidad de la impugnación
1.1. La resolución impugnada se notificó al investigado el día dieciocho de enero de dos mil
doce.
1.2. Se apeló de dicha resolución por parte de la defensa técnica, con fecha veintitrés de
enero, conforme aparece de fojas dieciséis, conforme a los argumentos que allí se
expresan.
1.3. El recurso impugnativo se halla interpuesto a tiempo y en forma, de modo que cabe
analizar sus postulados.
SEGUNDO: Argumentos normativos
2.1. El inciso seis del artículo 139 de la Constitución Política del Estado consagra el derecho
a la pluralidad de instancia.
2.2. El inciso cuatro del artículo 71 del nuevo Código Procesal Penal, establece dentro de
los derechos del imputado, acudir a la vía de tutela de derechos, para que se subsane la
omisión o se dicte las medidas de corrección o de protección que correspondan.
2.3. El artículo 71.4 del Código Procesal Penal, precisa que la solicitud del imputado se resol-
verá inmediatamente, previa constatación de los hechos y realización de una audiencia
con intervención de las partes.
2.4. El artículo 150.d. del Código Procesal Penal señala que no será necesaria la solicitud
de nulidad de algún sujeto procesal y podrán ser declarados aun de oficio, los defec-
tos concernientes a la inobservancia del contenido esencial de los derechos y garantías
previstos por la Constitución.
TERCERO: Fundamentos de la revisión - Nulidad de resolución
3.1. De la revisión de lo actuado, escuchado el alegato de la defensa técnica así como del re-
presentante del Ministerio Público, debemos concluir en lo siguiente:
Que, conforme lo dispone el artículo 71.4 del Código Procesal Penal, respecto a la
tutela de derecho se ha dispuesto que la solicitud del imputado se resolverá inme-
diatamente, previa constatación de los hechos y realización de una audiencia con
intervención de las partes.
3.2. Que, el tema de tutela de derechos, ha sido tratado también en el Acuerdo Plenario
N° 4-2010/CJ-116 de dieciséis de noviembre del año dos mil diez, que en su fundamen-
to quince precisa: “Siendo ello así, el juez de la investigación preparatoria está obliga-
do a convocar a audiencia de tutela si se presenta una solicitud para la tutela del respe-
to a un derecho fundamental que no tiene vía propia. No obstante, debe de realizar una
calificación del contenido de la solicitud porque eventualmente el agravio puede cons-
tituirse en irreparable si se cita a audiencia, por lo que en este caso excepcionalmente
puede resolver de manera directa y sin audiencia. Asimismo, no está obligado a convo-
car a audiencia de tutela en los casos que aprecie manifiesta intención del imputado o
de su abogado defensor de obstruir la labor de investigación de la fiscalía en vez de de-
batir sobre la existencia de un agravio de derechos. El juez, por tanto, está habilitado
para realizar un control de admisibilidad de la petición respectiva y, en su caso, dispo-
ner el rechazo liminar, cuidando siempre de verificar cada caso en particular para no de-
jar en indefensión al imputado” teniendo en cuenta lo antes señalado, resulta obvio que
113
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
para los intervinientes del Pleno Supremo Penal, que cabe la posibilidad de rechazar-
se liminarmente un pedido de tutela, pero, siempre que sea manifiesta la intención del
investigado o de su abogado de obstruir la labor de investigación de la fiscalía, en ese
sentido, solo procederá no convocar a audiencia de tutela en casos excepcionales, apre-
ciándose que se estaría limitando el derecho del investigado de debatir sobre la exis-
tencia de un agravio de derechos.
3.3. Teniendo en cuenta lo antes señalado, a juicio de este colegiado debe la juez a quo con-
vocar a audiencia de tutela a fin de que en ella se exponga la posición de las partes, y
luego de debatido el caso, se proceda a expedir la resolución que corresponda.
Siendo esto así, es evidente que la resolución cuestionada se ha expedido sin haberse
llevado a cabo la audiencia correspondiente, limitando el derecho de las partes de ale-
gar lo que corresponda, por lo que se habría incurrido en causal de nulidad prevista en
el artículo 150.d del Código Procesal Penal.
POR ESTAS CONSIDERACIONES:
1. DECLARAMOS la nulidad de la resolución número uno, de fecha doce de enero del año
en curso, que declara improcedente la audiencia de tutela de derechos solicitada por la
defensa de Aldo Gustavo Calderón Huamaní.
2. DISPONEMOS que la juez a quo programe audiencia de tutela de derechos, citando a
las partes, y expidiendo la resolución que corresponda; y lo devolvemos.
SS.
COAGUILA CHÁVEZ
JARA PEÑA
TRAVEZÁN MOREYRA
RESOLUCIÓN Nº 001-2011
114
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
CONSIDERANDO:
PRIMERO: La solicitante peticiona convocar audiencia de tutela de derechos a efectos de
que se reconozca los derechos que la Constitución y las leyes le conceden a su representado
Ricardo Erick Vásquez Sánchez, como es el derecho al debido proceso.
SEGUNDO: Que de la fundamentación jurídica y fáctica, señalada en la petición, se despren-
de que: a) se formaliza investigación preparatoria el día 8 de octubre del presente año [sic],
por los delitos de hurto agravado y asociación ilícita para delinquir, en contra de Ricardo Erick
Vásquez Sánchez y otras tres personas, y en la actualidad se encuentran en etapa de investi-
gación preliminar, e incluso los investigados se encuentran con mandato de prisión preven-
tiva; b) el Ministerio Público mediante Disposición Nº 01-2011-MP-3FPPC-AR, en el Caso Nº
503-2011-4422, ha procedido a disponer la acumulación en ese caso al presente; c) que el ca-
so acumulado recién con fecha 9 de diciembre del presente año se ha dispuesto aperturar
investigación a nivel de despacho fiscal, para la realización de diligencias preliminares por el
plazo de 30 días; d) el Ministerio Público argumenta en su disposición de acumulación que se
trata de los mismos hechos y de los mismos imputados, hecho que se tendrá que demostrar
en cada delito denuncia y en proceso separados; e) sustenta su pedido en los previstos en el
artículo 71 incisos 1) y 4) del Código Procesal Penal.
TERCERO: La tutela de derechos es un instrumento idóneo para salvaguardar las garantías
de los imputados; siendo uno de los principales mecanismos para realizar el control de le-
galidad de la función fiscal, y controlar los actos que transgreden el marco de los derechos
fundamentales; y, los derechos protegidos a través de la tutela de derechos, se encuentran
taxativamente previstos en el artículo 71 numeral 2) del Código Procesal Penal, siendo estos:
a) conocer los cargos formulados en su contra y, en caso de detención, a que se le exprese la
causa o motivo de dicha medida, entregándole la orden de detención girada en su contra,
cuando corresponda; b) designar a la persona o institución a la que debe comunicarse su de-
tención y que dicha comunicación se haga en forma inmediata; c) Ser asistido desde los ac-
tos iniciales de investigación por un abogado defensor; d) abstenerse de declarar; y, si acep-
ta hacerlo, a que su abogado defensor esté presente en su declaración y en todas las diligen-
cias en que se requiere su presencia; e) que no se emplee en su contra medios coactivos, inti-
midatorios o contrarios a su dignidad, ni a ser sometido a técnicas o métodos que induzcan o
alteren su libre voluntad o a sufrir una restricción no autorizada ni permitida por Ley; y f) ser
examinado por un médico legista o en su defecto por otro profesional de la salud, cuando su
estado de salud así lo requiera. En tal sentido, aquellos requerimientos o disposiciones fisca-
les que vulneran derechos fundamentales constitucionales pero que tienen vía propia para
la denuncia o control respectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia de tutela.
CUARTO: La defensa solicitante cuestiona la Disposición Fiscal Nº 001-2010-MP-3-FPPC-AR
que dispone la acumulación de los actuados de la denuncia con registro S.G.F.503-2011-4422-0
con la denuncia con registro S.G.F.503-2011-3892-0, indicando que se le reconozcan los dere-
chos que la Constitución y las leyes le conceden; sin indicar qué derecho fundamental se le
está lesionando al investigado Ricardo Erick Vásquez Sánchez de los que se encuentran enu-
merados en el artículo 71 numerales 1 al 3 del Código Procesal Penal, para que procede la in-
tervención del órgano jurisdiccional; estableciendo la Corte Suprema de Justicia de la Repú-
blica, mediante acuerdo plenario que aquellos requerimientos o disposiciones fiscales que
vulneran derechos fundamentales pero que tienen vía propia para la denuncia o control res-
pectivo, no podrán cuestionarse a través de la audiencia de tutela. Que la acumulación de
carpetas fiscales es muy distinta a la acumulación de procesos que contempla el ordena-
miento procesal penal a partir del artículo 46, rigiendo para el primer caso las disposiciones
internas del Ministerio Público, regido por su propia normatividad específica, sobre la que el
órgano jurisdiccional no tiene injerencia, y no constituye afectación de un derecho funda-
mental que sea objeto de reclamo vía tutela de derechos. Estando el juez de investigación
115
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Resolución N° 01-2010
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 02-2010
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
condenado por el mismo hecho. Que la dimensión procesal del ne bis in idem se refiere a que
dos procesos se inicien a la misma vez o terminado uno empieze el otro. Que en el presente
proceso se indicó que el auto de apertura de instrucción es equiparable a la formalización de
investigación y en la tutela de derechos se dijo que un nuevo plazo de investigación adecua-
do al nuevo Código Procesal Penal, que el artículo 139 de la Constitución prohibe revivir pro-
cesos fenecidos, que en el presente se dan los supuestos del ne bis in idem procesal, porque
cuando se declaró fundada la sentencia de hábeas corpus el juez dictó un auto que dio por
culminada la instrucción con el antiguo Código, para empezar con el nuevo, el cual no fue
impugnado y también se expidió la resolución número cuatro por este Despacho, en el que
se indicó que estábamos en un nuevo proceso de investigación de cuatro meses y que el há-
beas corpus se declaró fundado en la sentencia porque faltaba el requisito de individualiza-
ción; por lo que faltaban requisitos de procedibilidad.
SEGUNDO: La fiscalía indica que no existen pronunciamientos en el presente caso, que se
trata de una unidad procesal, que tampoco existen procesos simultáneos ni sucesivos, que
incluso el Tribunal Constitucional ha establecido que no procede cuando se declara la nuli-
dad de un proceso.
TERCERO: En el presente caso para resolverlo debemos señalar que el ne bis in idem es un
principio, el cual puede ser formulado en su vertiente material o en su vertiente procesal, en
la primera impide que una persona sea sancionada dos o más veces por una misma infrac-
ción cuando existe identidad de sujeto, hecho y fundamento; y en su vertiente procesal tal
principio comporta que nadie puede ser juzgado dos veces por los mismos hechos, es de-
cir que un mismo hecho no puede ser objeto de dos procesos distintos, asimismo lo ha es-
tablecido el Tribunal Constitucional en la Sentencia número 5036-21009 del 17 de marzo de
este año.
CUARTO: A. En este orden de ideas se tiene que, como ya se dijo en otras resoluciones, se ini-
ció un proceso bajo las normas del anterior Código de Procedimientos Penales, el cual cuan-
do ya estaba para acto de juzgamiento mediante un proceso constitucional de hábeas cor-
pus se declaró la nulidad del auto de apertura; porque faltaba motivación en cuanto a la in-
dividualazación de los imputados, debido a ello y al encontrarse ya vigente el nuevo Código
Procesal Penal se dispuso la adecuación a este nuevo Código; por lo que habiéndose decla-
rado nulo el auto de apertura de instrucción el cual daba inicio a una investigación en esa fe-
cha dirigida por el juez, lo que correspondía era un pronunciamiento fiscal, lo cual se dio me-
diante una disposición de formalización de investigación preparatoria, y como se vuelve a re-
petir el auto de apertura de instrucción del anterior código es equiparable a la disposición
fiscal de formalización de investigación, porque ambos daban inicio a la investigación del
delito; por ello se dijo que habiendo sido formalizada la investigación recién en enero, des-
de allí se empezaba a contar el plazo de investigación de la etapa de investigación prepara-
toria, siendo así, se tiene que no ha existido ninguna resolución que ponga fin a la instancia
de sobreseimiento o un auto de no ha lugar a apertura de instrucción, pues lo que dispuso el
fiscal fue formalizar la investigación preparatoria. B. Lo alegado por la defensa en el sentido
de que el auto que dictó el juez, culminando la instrucción con el antiguo código para em-
pezar con la nueva norma procesal no se trata de ningún auto sobreseimiento o de ningún
auto de apertura de instrucción, pues en este último caso lo que se debió verificar era que
el hecho constituya delito, no haya prescrito la acción y se haya individualizado al presunto
autor. Y en cuanto a la resolución número cuatro que se sostiene se ha pronunciado por es-
te Despacho tampoco se trata de una resolución de sobreseimiento; por lo tanto no apare-
ce que se haya dictado algun auto que haya puesto fin a la instancia, además en la sentencia
del Tribunal Constitucional se ha desarrollado el concepto del ne bis in idem, precisando que
en aquellos casos en los que el primer proceso fue declarado nulo no existiría tal vulneración
del derecho y en el presente caso mediante sentencia constitucional se declaró nulo el au-
to de apertura de instrucción, que como sabemos daba inicio a la investigación dirigida por
118
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
el juez y al adecuarse las normas al nuevo Código Procesal Penal el señor fiscal emitio la dis-
posición de formalización de investigación que da inicio a investigación dirigida ahora por
el fiscal; por lo que se desprende que no existe vulneración al ne bis in idem procesal. Por es-
tas consideraciones.
RESUELVO: Declarar INFUNDADA la solicitud de tutela de derechos presentada por la de-
fensa del imputado Iván Hurtado Frisancho. Regístrese y comuníquese.
S.S.
CARLOS MENDOZA BANDA
Resolución N° 02-2010
119
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
recurrido a la Fiscalía de Prevención del Delito de Cuzco denunciando a las personas que ha-
brían intervenido el vehículo ello con fecha 28 de diciembre del dos mil nueve, que al existir
un proceso de investigación respecto del mismo vehículo en la ciudad de Arequipa, la poli-
cía y el personal de Aduanas no pueden avocarse a un nuevo proceso por un supuesto deli-
to de Contrabando, dado que no se puede perseguir dos veces un mismo hecho, solicitando
por tanto la devolución de vehículo de su propiedad vía tutela de derechos.
TERCERO: El representante del Ministerio Público indica que su fiscalía no ha dispuesto in-
cautación alguna del referido vehículo, que es cierto que en esta ciudad de Arequipa se tra-
mita un proceso por supuesto delito de Contrabando contra Agapito Paucar Peña respecto
del vehículo de placa de rodaje XU-4845 camión que en todo caso la tutela de derechos de-
bió plantearla por ante la Fiscalía del Cuzco, que no se le ha remitido actuado alguno respec-
to de la incautación a la que hace referencia el solicitante.
CUARTO: El juzgador de lo expuesto por las partes se denota que vehículo de placa de roda-
je XU-4845 actualmente se encontraría en los depósitos de Aduanas Cuzco por intervención
policial personal de Aduanas por un supuesto delito de contrabando, de lo expuesto por las
partes se denota que en esta ciudad de Arequipa existe en trámite un proceso de investiga-
ción por los mismos hechos y por el mismo vehículo, tal cual lo ha informado el representan-
te del Ministerio Público y el abogado defensor del solicitante, siendo ello así, la Policía Na-
cional del Perú y el personal de Aduanas de Cuzco, en todo caso deben de comunicar la in-
tervención que han realizado en el vehículo antes referido, según se indica de propiedad de
Agapito Paucar Peña a las autoridades fiscales de este distrito judicial, dado que no se de-
be permitir doble persecución por un mismo hecho, de permitirlo se estaría transgrediendo
el principio de ne bis in idem procesal, si bien el representante del Ministerio Público de esta
ciudad de Arequipa no ha tenido injerencia en la incautación del referido vehículo, por tanto
respecto del fiscal de Arequipa, la petición deviene en improcedente, sin embargo de lo ex-
puesto por las partes el juzgador considera pertinente que debe notificarse a la policía y per-
sonal de Aduanas de Cuzco que incautaron el vehículo en referencia para que de forma in-
mediata y bajo responsabilidad comuniquen al fiscal de esta ciudad de Arequipa que tiene
a cargo la investigación por el supuesto delito de contrabando referido al vehículo de placa
de rodaje XU-4845.
Por estos considerandos y de conformidad con lo que dispone el artículo 71 del Nuevo Có-
digo Procesal Penal
RESUELVO:
PRIMERO: IMPROCEDENTE la solicitud de tutela de derechos respecto del Fiscal José Luis
Salas Zegarra de este distrito Judicial de Arequipa.
SEGUNDO: DISPONGO se notifique con la presente resolución a la Policía Nacional del
Perú y personal de Aduanas de Cuzco que dispusieron el internamiento en el depósito de
Aduanas de Cuzco del vehículo de placa de rodaje XU-4845 camión Mitsubishi colores co-
lores blanco azul y rojo serie de motor número FK6I8GZ720062 y numero de motor núme-
ro 6DI5743721, cuyas demás características aparecen de la tarjeta de propiedad del vehícu-
lo, a efectos que de forma INMEDIATA comuniquen al Sexto Despacho de Investigación Pre-
paratoria de la Tercera Fiscalía Penal Corporativa a cargo del doctor José Luis Salas Zegarra y
pongan a su disposición el referido vehículo para que el fiscal antes mencionado de acuer-
do a sus atribuciones disponga lo conveniente, debiendo cursarse los documentos pertinen-
tes para tal efecto. Regístrese y notífiquese. Quedando las partes asistentes notificadas con
la presente resolución.
S.S.
FREDY APAZA NÓBLEGA
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 05-2010
121
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
legalidad que tiene que ser resuelto en el caso. En efecto, el artículo 153 numeral 2 señala
que bajo pretexto de renovación del acto, rectificación de error o cumplimiento del acto omi-
tido, no puede retrotraerse el proceso a periodos ya precluidos salvo los casos expresamen-
te previstos por este Código; esta misma previsión aparece en el artículo 154 numeral 3 en el
sentido de que la declaración de nulidad conlleva la regresión del proceso al estado e instan-
cia que no se ha cumplido el acto nulo, y que sin embargo no se podrá retrotraer el proceso
a etapas ya precluidas, salvo en los casos que así correspondieren de acuerdo a las normas
del recurso de apelación o de casación. Evidentemente, la ratio del legislador está orienta-
da a evitar el litigio indirecto; esto es, incentivar peticiones nulidicentes que hagan engorro-
so el proceso. B. Se presenta en consecuencia, un problema básicamente de principios, por
un lado de validar la relación procesal para efectos de habilitar un pronunciamiento de fon-
do y por otro lado la previsión normativa en el sentido de no retrotraer el proceso a periodos
ya precluidos; en este conflicto, la habilitación de un proceso válido para posibilitar un juicio
de fundabilidad y con ello la posibilidad de una persecución penal eficaz tiene rango consti-
tucional, en tanto que la previsión legal de no retrotraer el proceso a periodos ya precluidos
tiene rango legal, por consiguiente, en este supuesto estando a la entidad constitucional de
una persecución penal eficaz, adicionando el tema de derecho de defensa que corresponde
al Estado es razonable acceder a la petición propuesta por el procurador a efectos de posibi-
litar la integración de la relación procesal por parte del señor procurador.
Fundamentos por los que:
SE RESUELVE: 1. Declarar FUNDADA la tutela de derechos propuesta por el procurador del
Estado. 2. Declarar LA NULIDAD del proceso, hasta quince días antes de la preclusión de la
investigación preparatoria. Notificados en audiencia.
S.S.
FRANCISCO CELIS MENDOZA AYMA
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 01-2010
Arequipa,
ATENDIENDO: A la tutela de derechos propuesto por Wilfredo Uscamayta Condori, y,
CONSIDERANDO:
PRIMERO: El artículo 71 del Código Procesal Penal, en su numeral dos, enunciativamente es-
tablece los derechos del imputado y el numeral 4 del citado dispositivo habilita la vía de la
tutela de derechos en los supuestos de afectación, de cualquiera de los derechos fundamen-
tales del imputado.
SEGUNDO: La defensa del imputado Uscamayta Condori sostiene que el Ministerio Público,
expidió una providencia por la cual requería a Uscamayta Condori a efectos de que haga en-
trega del vehículo de placa de rodaje PD-9354; empero señala que normativamente el artí-
culo 218 establece un procedimiento, esto es, que cuando el propietario, poseedor, adminis-
trador, tenedor u otro requerido por el fiscal para que entregue o exhiba un bien que cons-
tituye cuerpo del delito y este se negara a hacerlo, el fiscal solicitará al juez de la investiga-
ción preparatoria ordene su incautación o exhibición. Alude la defensa que en el caso anali-
zado no se ha cumplido este procedimiento y que se ha dispuesto una medida “discrecional”
realizada por el Ministerio Público. Asimismo, que no obstante la referencia normativa al dis-
positivo señalado la fiscalía ha aplicado el artículo 237 numeral 1, esto es, la inmovilización
del vehículo; sin embargo, señala que para este supuesto se exige como presupuesto que el
delito imputado tenga una pena conminada superior a cuatro años de privación de libertad;
sin embargo, en este supuesto no se ha configurado atendiendo a que la calificación jurídica
propuesta por el Ministerio Público es de apropiación ilícita.
TERCERO: La fiscalía señala que el vehículo de placa de PD-9354 es de propiedad de la per-
sona jurídica agraviada, la defensa señala que este no es el punto en debate; empero, en su
argumentación ha señalado que el derecho fundamental que se afecta a su patrocinado es
la propiedad.
CUARTO: El Juzgado independientemente de la calificación del derecho fundamental afec-
tado no puede soslayar en forma alguna el artículo VI del Título Preliminar del Código Proce-
sal Penal que regula la legalidad de las medidas limitativas de derechos establece expresa-
mente que estas medidas que limitan derechos fundamentales solo podrán dictarse por la
autoridad judicial en modo forma y con las garantías previstas en la ley; este es el derecho (ti-
picidad procesal) que ha sido afectado de manera evidente, dado que no se ha observado lo
previsto en el artículo 218 numeral 1 o el artículo 237 numeral 1 del Código Procesal Penal.
Las autoridades estatales cuando afectan determinados derechos fundamentales están
vinculadas a la tipicidad procesal. Independientemente de lo señalado constituye un exce-
so de la Fiscalía incautar o inmovilizar un determinado bien dado que indirectamente esta-
ría asumiendo competencias que solamente corresponde bien al juez civil (reivindicación) o
bien al Juez Penal al momento de emitir una resolución de fondo.
Fundamentos por los que:
SE RESUELVE:
1. Declarar FUNDADA la audiencia de tutela de derechos propuesto por la defensa de
Wilfredo Uscaymata Condori, en consecuencia, ordenó que se deje sin efecto la orden de ubi-
cación e inmovilización del vehículo de placa de rodaje PD-9354 emitida por el fiscal Luis
Rodolfo Añamuro Machicao en la carpeta fiscal número 2474-2010, en el plazo de tres días.
2. PREVENIR por última vez a la fiscalía a que sujete sus actuaciones a la tipicidad procesal
prevista en el ordenamiento penal. Notificados en audiencia pública.
S.S.
FRANCISCO CELIS MENDOZA AYMA
123
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Auto de Vista Nº 93
Resolución Nº 9
124
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
125
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
La intervención del órgano jurisdiccional, vía tutela de derechos, no obstante no existir pro-
ceso penal, ha ocasionado tramitaciones írritas sin sentido, habiéndose convertido el juez de
investigación preparatoria en contralor de actividades en las cuales no tiene competencia,
en consecuencia se ha incurrido en causal de nulidad absoluta prevista en el artículo 150 li-
teral d) del Código Procesal Penal, por inobservancia del contenido esencial de los derechos
y garantías previstos por la Constitución, correspondiendo por tanto declarar la nulidad de
todo lo actuado.
Por tales consideraciones
1. DECLARAMOS: NULA la resolución número 02-2009 de fecha siete de diciembre de
dos mil nueve obrante a fojas setenta y uno, que declaró fundada la solicitud de tutela
de derechos postulada por el ciudadano Juan Pedro Quispe Cabana, en consecuencia
dispone que la Autoridad Aduanera emplazada - Aduanas Arequipa, devuelva al solici-
tante el vehículo de placa de rodaje VG-9390 en el plazo de tres días hábiles de notifica-
do con la resolución.
2. NULO todo lo actuado, inclusive la resolución número 01-2009 de fecha veinte de no-
viembre de dos mil nueve que señaló fecha para audiencia de tutela. Y proveyendo el
escrito de fojas uno, declaramos IMPROCEDENTE la solicitud de tutela de derechos pe-
ticionada por Juan Pedro Quispe Cabana. Tómese razón y hágase saber. Juez superior
Ponente Consuelo Cecilia Aquize Díaz.
S.S.
SALAS ARENAS
FERNÁNDEZ CEBALLOS
AQUIZE DÍAZ
Resolución N° 03-2010
126
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
CONSIDERANDO:
PRIMERO: La tutela de derechos positivizada en el nuevo Código Procesal Penal en el artícu-
lo IX del Título Preliminar concordante con el artículo 71 del nuevo Código Procesal Penal es-
tá referida a la protección de los derechos que la constitución y las leyes conceden a los suje-
tos procesales desde el inicio de la investigación fiscal, esto es desde las diligencias prelimi-
nares, si algun sujeto procesal considera que se ha violentado alguno de sus derechos cons-
titucionales o legales, puede hacerlos valer a travás de sí mismo o a través de su abogado de-
fensor vía tutela de derechos.
SEGUNDO: El abogado del solicitante indica que se le habría incautado un vehículo de pla-
ca WO-6143, debido a que el referido vehículo estaría comprendido en un delito de hurto, el
abogado indica que el solicitante ha cumplido con abonar la suma de seis mil dólares por la
compra del referido vehículo, el cual lo habría comprado el 5 de enero de 2009. Que el solici-
tante habría obrado de buena fe al haber entregado el vehículo a los efectivos policiales por
el supuesto delito de hurto, pero luego de realizadas las diligencias pertinentes el represen-
tante del Ministerio Público ha determinado que no existe el delito de hurto, por lo que ha-
bría emitido disposición en el sentido de no formalizar la investigación preparatoria por el re-
ferido delito de hurto, en tal razón el abogado de la defensa solicita devolución del vehículo
que se le habría incautado con motivo de esta investigación, expone como amparo legal lo
dispuesto en el artículo 320 del nuevo Código Procesal Penal en el sentido de que resuelta la
causa debe disponerse la devolución de los bienes incautados.
TERCERO: El representante del Ministerio Público indica que efectivamente ha existido una
investigación respecto de un delito de hurto además de un delito de estafa. Que se habría
emitido disposición fiscal en el sentido de que no procede formalizar investigación prepara-
toria por el referido delito; pero que esta disposición ha sido recurrida por las partes, por tal
motivo debe elevarse al fiscal superior, para que en definitiva se pronuncie sobre si procede
o no formalizar investigación preparatoria y una vez que esta disposición quede firme se dis-
pondrá la devolución del vehículo a quien corresponda. Hace referencia el representante del
Ministerio Público al artículo 71 inciso 4, respecto a la tutela de derechos.
CUARTO: El juzgador de lo expuesto por las partes se denota que se trataría de una investiga-
ción que se encuentra en la etapa de diligencias preliminares, y en esta etapa el representan-
te del Ministerio Público luego de realizadas las diligencias pertinentes, habría emitido dis-
posición en el sentido de no formalizar investigación preparatoria por el delito en mención,
pero dicha disposición habría sido recurrida por las partes; por tanto debe estarse a lo que
se resuelva en instancia superior, esto es por ante la fiscalía superior penal, una vez firme es-
ta disposición fiscal el señor fiscal encargado de estas diligencias preliminares deberá dispo-
ner la devolución del vehículo de placa de rodaje WO-6143 a quien acredite tener derecho al
referido vehículo, por tanto al no existir aún pronunciamiento del fiscal superior no es pro-
cedente pronunciarse por este juzgado vía tutela de derechos sobre la devolución no solo
provisional sino definitiva del vehículo materia de incautación, dado que si el fiscal determi-
na que no tiene causa penal, evidentemente debe proceder a la devolución definitiva de los
bienes incautados, no encontrándonos en ese estadio procesal no es procedente disponer la
devolución del referido vehículo.
Por estos considerandos.
RESUELVO: Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de tutela de derechos presentada por
Edgar Julian Apaza Gonzales a través de su abogado defensor en atención a los fundamen-
tos antes expuestos, Regístrese y comuníquese. Quedando las partes asistentes a esta sa-
la de audiencia notificados con la presente resolución, pudiendo solicitar una copia de es-
ta audiencia a la señorita especialista de audiencias.
S.S.
FREDDY APAZA NÓBLEGA
127
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Resolución N° 02-2009
128
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
investigación preliminar en trámite por presunto delito de contrabando, sino una infracción
administrativa pues el valor de las mercaderías incautadas, en su totalidad, no supera las
dos unidades impositivas tributarias, siendo los hechos de competencia de la administración
aduanera; b) A su vez, señala que existe previsión legal para la procedencia de la incautación
administrativa por parte de Aduanas de los medios de transporte y está constituida por el
artículo 41 de la Ley Nº 28008, por lo que la solicitud de la defensa deviene en improceden-
te. Por lo que la infracción cometida por el solicitante ha vulnerado la Ley General de Adua-
nas, artículos 165 y 2, pues las guías de remisión no habían sido llenadas con arreglo a
ley. Asimismo, los medios de transporte público de pasajeros están prohibidos de transpor-
tar productos pirotécnicos, pues ello pone en riesgo la vida de los pasajeros y además toda
mercadería transportada debe estar debidamente etiquetada, lo que no ocurría en el caso
de autos, por tanto la empresa de transporte ha incurrido en infracción administrativa. Final-
mente el Decreto Legislativo Nº 1053 prevee como facultades de la administración aduanera,
adoptar medidas preventivas como inmovilización e incautación dentro del marco de la po-
testad aduanera que es el control de las mercancías, medios de transporte y personas que sa-
len e ingresan del territorio nacional.
SEGUNDO: Del debido procedimiento administrativo: El debido proceso es un derecho
fundamental que permite a toda persona exigir al Estado un juzgamiento imparcial y justo;
sucede pues que el Estado está obligado no solo a prestar asistencia jurisdiccional, sino tam-
bién a proveerla bajo ciertas garantías mínimas que le aseguren que se “haga justicia”; y para
ello este provee un marco legislativo sustancial y procesal que operado por órganos jurisdic-
cionales hace que este pedido deba ser atendido “sin mayor demora”, aunque no necesaria-
mente importa que se acceda a la petición formulada por el accionante. Este derecho funda-
mental también se irradia al campo administrativo mediante el principio del debido procedi-
miento que asegura la plena vigencia del Estado de Derecho y se verifica en tres niveles con-
currentes de aplicación: a) Como derecho al procedimiento administrativo, por el cual pode-
mos afirmar que todos los administrados tienen derecho a la existencia de un procedimien-
to administrativo previo a la producción de las decisiones administrativas que les conciernan;
b) Como derecho a la no desviación de los fines del procedimiento administrativo, que impli-
ca que los administrados tienen derecho a que cuando se les aplique un determinado pro-
cedimiento administrativo lo sea con el objetivo de producir los resultados esperados y no
otros; c) Como derecho a las garantías del procedimiento administrativo, que comprende
una serie de derechos que forman parte de un mínimo de garantías para los administrados,
como exponer sus argumentos, ofrecer y producir prueba, obtener una decisión motivada y
fundada en derecho, entre otros. Este principio está regulado en el artículo IV del Título Preli-
minar de la Ley del Procedimiento Administrativo General Nº 27444.
Ahora bien, el procedimiento administrativo es definido por el artículo 29 de la misma ley
como el conjunto de actos y diligencias tramitados en las entidades, conducentes a la emi-
sión de un acto administrativo que produzca efectos jurídicos individuales o individualiza-
bles sobre intereses, obligaciones o derechos de los administrados; en tal sentido, solo los ac-
tos emitidos dentro del marco del debido procedimiento pueden producir efectos jurídicos.
TERCERO: De la infracción aduanera: En virtud del principio de legalidad previsto por el ar-
tículo 188 de la Ley General de Aduanas, Decreto Legislativo Nº 1053, para que un hecho sea
calificado como infracción aduanera, debe estar previsto en la forma que establecen las le-
yes, es decir, que no hay sanción ni menos infracción administrativas sin ley previa que califi-
que un determinado hecho como infracción; en tal sentido, el inicio por parte de la autoridad
aduanera de un procedimiento administrativo tendiente a establecer una infracción adua-
nera, debe plasmarse en un acto administrativo concreto, el cual para adquirir eficacia y pro-
duzca efectos jurídicos requiere su debida notificación al administrado, pues solo a partir del
acto de notificación, con las formalidades establecidas por ley, dicho administrado podrá te-
ner conocimiento del inicio del procedimiento y así poder ejercitar su derecho de defensa.
129
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
130
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
lo prevé el segundo párrafo del mismo dispositivo legal y que concordado con lo esta-
blecido por el artículo 29 de la Ley del Procedimiento Administrativo General, exige a
la autoridad aduanera el inicio del conjunto de actos y diligencias, conducentes a la de-
terminación de la existencia de la infracción administrativa así como la responsabilidad
administrativa del administrado; actos que además tendrían que ser válidamente noti-
ficados a este para que puedan adquirir eficacia.
5.5. En tal sentido, al no haberse acreditado la existencia de procedimiento administrati-
vo alguno tendiente a establecer la responsabilidad administrativa del ciudadano soli-
citante, ni menos la existencia válida de sanción administrativa alguna, tampoco pue-
de subsistir medida restrictiva de derechos alguna, menos una incautación pues sien-
do esta una medida preventiva, conforme lo prevé el inciso b) del artículo 165 de la Ley
General de Aduanas, su adopción y permanencia se justifica solo en cuanto y en tanto
exista un procedimiento principal dirigido a determinar la responsabilidad administra-
tiva del administrado.
5.6. De otro lado la representante de Aduanas ha afirmado en la audiencia que la incauta-
ción del vehículo cuya devolución se solicita, se justifica por cuanto el solicitante habría
incurrido en infracción al no haber sido llenadas las guías de remisión con arreglo a ley;
sin embargo, además que resulta lógico inferir que dicha deficiencia no es de responsa-
bilidad del transportista, tampoco está prevista en los artículos 192, 194, 195, 196 y 197
de la Ley General de Aduanas como infracción imputable a los transportistas o sus re-
presentantes en el país.
5.7. Finalmente, en cuanto al transporte de productos pirotécnicos a bordo del vehículo
de placa de rodaje VG-9390 debe tenerse presente la intervención el fiscal adjunto del
Quinto Despacho de Investigación de la Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de
nuestra ciudad, Gino Marco Valdivia Guerola, quien seguramente ha iniciado las investi-
gaciones tendientes a determinar la responsabilidad penal, así como la autoría y partici-
pación de los involucrados en tal hecho; por tanto no se explica que la autoridad adua-
nera pretenda subrogarse en la facultades y prerrogativas de otra entidad del Estado.
En consecuencia, habiendo el emplazado vulnerado irregularmente el derecho de propie-
dad del solicitante.
RESUELVO:
Declarar FUNDADA la solicitud de tutela de derechos postulada por el ciudadano Juan Pedro
Quispe Cabana; en consecuencia dispongo que la Autoridad Aduanera emplazada - Aduanas
Arequipa, devuelva al solicitante el vehículo de placa de rodaje VG-9390, en el plazo de tres
días hábiles de notificado con la presente resolución. Regístrese y notifíquese.
S.S.
FREDDY APAZA NÓBLEGA
131
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Expediente : Nº 2010-1329-0-0401-JR-PE-01
Juzgado : Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Arequipa
Materia : Tutela de derechos
Testigo : Gorky Oviedo Alarcón
Agraviado : Héctor Vera Silva
Resolución N° 04-2009
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
RESOLUCIÓN N° 02-2012
133
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
fundamentales relacionados en los numerales del artículo 71 del Código Procesal Penal. Asi-
mismo, también cuando señala en su fundamento 17 que en la audiencia de tutela de de-
rechos se podrá solicitar la exclusión de material probatorio obtenido físicamente, siempre
que no exista vía previa y que contenga afectación o vulneración de alguno de los derechos
fundamentales del imputado reconocidos en el artículo 71 del Código Procesal Penal; tal co-
mo se ha escuchado en esta audiencia la pretensión del solicitante es que se declare nula la
declaración del investigado Jorge Alfredo Ramos Estefanero llevada a cabo el día 28 de ene-
ro del año 2011, declaración esta como se ha indicado en audiencia fue prestada por dicho
investigado en su condición de testigo y no como persona imputada, situación esta que se
ve siempre sustentada o identificada mediante disposición fiscal; en tal situación no se afec-
tó el derecho de defensa que le asiste al investigado Jorge Alfredo Ramos Estefanero; ya que
cuando este prestó su declaración ante el Ministerio Público no tenía la condición de impu-
tado, razón por la cual no existiendo imputación expresa sobre su persona, no podía hacer-
se conocer cargo alguno formulado contra él; en mérito a ello no se cumple el presupuesto
que señala el artículo 71 numeral 2, literal a) del Código Procesal Penal al no haberse afecta-
do el derecho de defensa del imputado y menos haberse hecho conocer los cargos formula-
dos en su contra, cuando aún no existía imputación en su contra, más aún cuando se ha ex-
presado en esta audiencia y se ha verificado también que dicha persona en su condición de
testigo se le hizo conocer los hechos que le asisten y contiene el artículo 163 numeral 2 del
Código Procesal Penal. En tales situaciones el pedido de tutela de derechos postulado por la
defensa técnica no resulta amparable.
Por lo que SE RESUELVE: Declarar INFUNDADO el pedido de tutela de derechos postulado
por la defensa técnica de Jorge Alfredo Ramos Estefanero. Regístrese y comuníquese.
S.S.
JAIME MORENO CHIRINOS
Resolución N° 02-2010
134
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el imputado puede hacer valer por sí mismo o a través de su abogado defen-
sor los derechos que la Constitución y la ley le concede desde el inicio de las primeras dili-
gencias de investigación hasta la culminación del proceso, y cuando considere que en las di-
ligencias preliminares o en la investigación preparatoria no se ha dado cumplimiento a estas
disposiciones o no se ha respetado sus derechos puede recurrir en vía tutela, ello de confor-
midad con lo que dispone el artículo 71, inciso 1) concordado con el inciso 4) del nuevo Có-
digo Procesal Penal.
SEGUNDO: El solicitante a través de su abogado defensor indica que en las investigaciones
realizadas por la representante del Ministerio Público se habría tomado declaración a la ma-
dre del menor agraviado de nombre Lucila Acuta Taype e incluso una declaración ampliato-
ria que se habría tomado referencial al menor agraviado, sin programar dichas diligencias,
y sin notificar al abogado de la defensa para estar presente en dicha diligencia y posibilitar
–entiende el juzgador– el contradictorio; por tanto considera el abogado defensor que al no
haberse notificado a la defensa para la actuación de testimoniales entiende el juzgador el
contradictorio es que se habría violado el derecho de defensa que le asiste a su patrocinado
de conformidad con lo que dispone el artículo 139, inciso 14 de nuestra Constitución, por lo
que debe declararse la nulidad de estas actuaciones testimoniales por vulneración del dere-
cho de defensa.
TERCERO: La representante del Ministerio Público hace un relato sobre la actividad de la in-
vestigación que ha realizado sobre las detenciones dictadas primero preliminarmente y lue-
go la solicitud de prisión preventiva en el transcurso del proceso, indica la representante del
Ministerio Público que con fecha 28 de mayo de 2010 se habría tomado declaración en in-
vestigaciones preliminares a la madre del agraviado, y con fecha 2 de junio de 2010 se habría
tomado su declaración ampliatoria, y con fecha 3 de junio se habría tomado la referencia del
menor agraviado, indica la representante del Ministerio Público que tratándose de un delito
violación de la libertad sexual, estas declaraciones deben de recepcionarse en privado, ello
para ejercicio eficaz de la acción penal.
CUARTO: El juzgador considera pertinente precisar que nos encontramos en la primera eta-
pa del proceso penal, esto es la etapa de investigación preparatoria y que en esta etapa no
existe actuación de testimoniales, lo que realizan las partes en esta primera etapa del pro-
ceso de acuerdo al nuevo Código Procesal Penal es recabar elementos de convicción o me-
dios de prueba, cada uno de acuerdo a su teoría del caso, para posibilitar en caso del repre-
sentante del Ministerio Público su requerimiento acusatorio o de sobreseimiento según co-
rresponda, y en caso de la defensa recabar elementos de convicción o medios de prueba pa-
ra posibilitar su absolución si ese fuera el caso. Deben tener presentes las partes que la ac-
tuación de testimoniales solo se realiza en juicio oral, público y contradictorio, esto es, en la
tercera etapa del proceso común; siendo ello así, las partes, esto es el Ministerio Público y la
defensa, pueden ofrecer la testimonial de un determinado ciudadano sin que necesariamen-
te haya declarado en las diligencias preliminares o en la etapa de investigación preparatoria,
dado que dichos actos solo constituyen actos de investigación preparatorios para posibilitar
un juicio, si fuera el caso; dentro de esa línea de razonamiento no es válido el argumento de
la defensa en el sentido de que se le ha impedido estar presente en la actuación de testimo-
niales para posibilitar entiende el juzgador un contradictorio, dado que esa no es la etapa del
proceso donde deba realizarse el contradictorio de los medios de prueba que ofrezcan las
partes, más aún en el presente caso se trata de un delito de violación sexual de menor, y es
totalmente válido que la representante del Ministerio Público de acuerdo a su teoría recabe
elementos de convicción y medios de prueba con las reservas del caso.
135
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Por estos considerandos, y resolviendo de acuerdo a lo expuesto por las partes, y de confor-
midad con lo que dispone el artículo 71, inciso 1 y 4 del nuevo Código Procesal Penal RE-
SUELVO: Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de tutela de derechos peticionada por Nar-
ciso Umiyauri Cuyo a través de su abogado defensor. Regístrese y notifíquese. Quedando las
partes asistentes a esta sala de audiencia notificados con la presente resolución, pudiendo
solicitar una copia a la señorita especialista de audiencias.
S.S.
FREDDY APAZA NÓBLEGA
Resolución N° 2-2010
136
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
facultad del Ministerio Público tiene cierta discrecional, ello tiene que ser siempre en concor-
dancia con los principios de razonabilidad y de respeto de los derechos fundamentales, final-
mente indica que del hecho de no dejarle participar en las dos declaraciones de testigos se le
ha entregado una constancia en la cual se establece que no se le ha dejado ingresar.
SEGUNDO: Respecto a los fundamentos de la defensa.- El Ministerio Público ha recono-
cido que en efecto por decreto se programó diligencias para el día 26 de julio del año 2010,
para las 11 y 12 horas del mencionado día, que ya iniciada la diligencia el abogado defensor
solicito la intervención en la declaración de testigos, a lo cual efectivamente se le habría indi-
cado que no podría participar, porque no habría presentado un escrito, que de dicha no par-
ticipación se habría expedido una constancia que en un primer momento se consignó estar
presente, pero luego fue aclarado con el término intervenir, indica el Ministerio Público que
la fiscalía considera que la contradicción no es pertinente en la etapa de investigación prepa-
ratoria, que la etapa de investigación preparatoria se realizan actos de investigación y no de
prueba, y en este sentido concluye que no se habría vulnerado el derecho de defensa del im-
putado, agrega además que se interpreta el artículo 84 del Código Procesal Penal, respecto a
las atribuciones del abogado defensor, en el sentido de que el derecho del abogado es solo
de participación, mas no de contrainterrogatorio, además para reforzar su posición también
ha hecho mención a una sentencia del Tribunal Constitucional en el Expediente Nº 4084-
2007, en el cual se indica que en etapa preliminar no se vulnera el derecho al contradictorio.
TERCERO: Aparece entonces que el objeto de tutela de derechos, es la participación activa
de la defensa en las declaraciones de los testigos en etapa de investigación preparatoria, la
fiscalía ha informado a este despacho que se ha formalizado investigación preparatoria el 1
de julio del año 2010, es decir que las dos declaraciones cuya tutela y posterior nulidad solici-
tada por la defensa, se habrían programado dentro de la etapa de formalización y continua-
ción de la investigación preparatoria, dilucidado el objeto sobre el cual tendrá que pronun-
ciarse este juzgado, deben realizarse las siguientes precisiones:
El artículo noveno Título Preliminar del Código Procesal Penal, que además de acuerdo al ar-
tículo décimo del mismo Título Preliminar, prevalece sobre cualquier otra disposición del Có-
digo Procesal Penal, establece que toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto, entre
otros a intervenir en plena igualdad en la actividad probatoria y en las condiciones previstas
por la ley, a utilizar los medios de prueba pertinentes, el ejercicio del derecho de defensa se
extiende a todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad que la ley seña-
la, del mismo modo el derecho de defensa es reconocido en la totalidad de instrumentos In-
ternacionales, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Americana de
Derechos Humanos, la Constitución Política del Perú, dentro del artículo 139, cuando se re-
fiere a que toda persona, a que se tiene derecho al debido proceso, que es garantía de la fun-
ción jurisdiccional el debido proceso, también es conveniente hacer la precisión de que en
etapa de investigación conforme al artículo 325 del Código Procesal Penal, lo que realiza el
Ministerio Público, son actos de investigación, y no son actos de prueba, la etapa de prueba,
los actos de prueba únicamente se producen y actúan en la etapa más importante del pro-
ceso penal, esto es la etapa de juzgamiento que además tendrá que ser oral, público y con-
tradictorio. Bajo este punto de vista el Código Procesal Penal ha indicado que todos los ac-
tos de investigación van a servir únicamente, para la investigación y para la etapa interme-
dia, estos actos de investigación no tendrán ninguna validez en la etapa de juzgamiento, in-
cluso el Código Procesal Penal en su artículo 383 sanciona a los actos que hayan sido lleva-
dos a cabo sin la participación de todas las partes, indica por ejemplo que en caso de inasis-
tencia de un testigo solo podrá oralizarse su declaración anterior, si es que ha sido realizada
con la notificación o participación de todas las partes, a contrario sensu, si es que en etapa de
investigación preparatoria se recibiera una declaración sin notificación o participación de la
defensa en etapa de juicio oral no podría ser oralizada; de otro lado también debe tenerse en
cuenta que el único fundamento que ha referido el Ministerio Público, respecto a la negativa
137
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 02-2009
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
garantias previstos por la Constitución, tal como lo precisa el artículo 150 literal d) del nuevo
Código Procesal Penal; por ende es materia de análisis si los imputados al momento de pres-
tar declaración prejurisdiccional se les habría violentado su derecho de defensa. De lo ex-
puesto se denota que los imputados habrían declarado con presencia del defensor técnico,
además antes de la declaración se infiere que los imputados tuvieron conocimiento de los
hechos imputados; ello en atención a que el Ministerio Público habría cumplido su obliga-
ción de poner en conocimiento de los ciudadanos los cargos que pretende imputar, si ello es
así no se habría violentado el contenido esencial del derecho de defensa, más aún si se tiene
en cuenta que la función del defensor técnico, esto es del abogado, es el garantizar e infor-
mar los derechos que le asisten a sus patrocinados, entendiendo el juzgador que dicho profe-
sional ha cumplido con su función respecto a lo expuesto por el señor fiscal, en cuanto a que
la información de los derechos solo es una cuestión formal, el juzgador considera pertinente
precisar que no solo es una cuestión formal sino que la información de derechos forma parte
del contenido esencial del derecho de defensa garantizado por nuestra Constitución, y el he-
cho de que no obre un documento que contenga la relación de derechos que le asiste a todo
ciudadano imputado de un delito, no implica necesariamente que dicho cudadano no haya
sido informado de sus derechos; lo que no ha sido alegado en esta audiencia, siendo ello así
de conformidad con lo que dispone el artículo IX del Título Preliminar del nuevo Código Pro-
cesal Penal concordado con el artículo 150 inciso d) del mismo cuerpo legal.
Por estos fundamentos.
RESUELVO: Declarar INFUNDADA la solicitud de tutela de derechos oralizada en esta au-
diencia por Ángel Vilca Aguilar, abogado defensor de los imputados Henry Villa Vilca y Jamer
Arístides Laura Aedo. Regístrese y comuníquese. Quedando las partes presentes notificadas
con la presente resolución.
S.S.
FREDY APAZA NÓBLEGA
Resolución Nº 03-2010
140
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
CONSIDERANDO:
PRIMERO: El artículo 71 del Código Procesal Penal en su numeral 2 literal a) establece que
es derecho del imputado conocer los cargos formulados en su contra. El numeral cuatro del
mencionado dispositivo señala que estos derechos alcanzan incluso a las diligencias prelimi-
nares. El caso es que el presente proceso se encuentra en diligencias preliminares.
SEGUNDO: El tipo penal de tráfico de influencias previsto en el artículo 400 del Código Pe-
nal, establece que “el que invocando o teniendo influencias reales o singulares recibe para sí
o para un tercero donativos, promesa o cualquier otra ventaja con el ofrecimiento de interce-
der ante un funcionario o servidor público que esté conociendo o haya conocido, un caso ju-
dicial o administrativo”. En el caso la defensa sostiene que no concurren proposiciones fácti-
cas respecto de los tres elementos que identifica. Al respecto la fiscalía, al exigírsele las pro-
posiciones fácticas relacionadas con el elemento de la invocación de las influencias reales o
singulares se ha remitido a lo que aparece en el contenido del audio. Asimismo, cuando se ha
exigido las proposiciones fácticas referidas a interceder ante un funcionario o servidor públi-
co que a de conocer o esté conociendo un caso un judicial o administrativo, ha hecho refe-
rencia a que las diligencias preliminares recién se han iniciado y es un problema de califica-
ción jurídica que se evaluará posteriormente; en ese mismo sentido, de lo señalado no apare-
cen precisiones de proposiciones fácticas vinculadas al elemento de recibir, hacer, hacer dar
o prometer para sí o para un tercero donativos, promesas o cualquier otra ventaja. Por lo que
es claro que por lo menos respecto del delito de tráfico de influencias, no existen proporcio-
nes fácticas; tanto es así, que el mismo señor fiscal sostiene que la calificación jurídica será la
que corresponda luego que terminen estas investigaciones. Esto no está en debate.
TERCERO: Sin embargo, como bien señala Alberto Binder, en tanto la imputación sea difusa
exige la realización del derecho defensa mayor concreción y esta solamente se puede lograr
con la exigencia de una imputación concreta, aun en las diligencias preliminares los hechos
investigados deben tener un contenido plenario y ese contenido solo emerge de una cali-
ficación jurídica, así sea esta provisional. Sin embargo, dado que no se está aún en la etapa
de formalización de investigación preparatoria, pero para efectos de que la defensa articu-
le bien los medios que corresponda, debe otorgarse un plazo al Ministerio Público para que
precise las proposiciones fácticas del tipo penal de tráfico de influencias o el que estime con-
venientes, para dar oportunidad a un adecuado contradictorio. Fundamentos por los que:
SE RESUELVE: 1. Declarar FUNDADA la tutela de derechos propuesta por la defensa técnica
de Edgar Pinto Santos. 2. DAR al Ministerio Público de diez días a efectos de que formule las
proposiciones fácticas que corresponde. Notificados en audiencia pública.
S.S.
FRANCISCO CELIS MENDOZA AYMA
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Expediente : Nº 2009-2283-73-Paucarpata
Juzgado : Investigación Preparatoria de Paucarpata
Delito : Concusión
Imputado : Eulogio Fermín Dueñas Arratea
Agraviado : El Estado
Resolución N° 02-2010
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 02-2009
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
superior. 6. El fiscal superior se pronunciará dentro del quinto día. Podrá ordenar se formalice
la investigación, se archiven las actuaciones o se proceda según corresponda.
TERCERO: ANÁLISIS DEL CASO MATERIA DE TUTELA: Manifiesta también el solicitante,
que no se imputa un hecho en concreto; que no se ha valorado lo expuesto por la defensa,
ni lo fundamentado por la Fiscalía Provincial; que en la disposición se imputa actos como fal-
sedad ideológica y falsedad genérica, en la parte de sus considerandos, pero sin motivación
adecuada y peor aún en su parte resolutiva dispone que se formalice investigación por false-
dad material; que la falsedad ideológica y falsedad genérica, son tipos penales excluyentes;
que la fiscalía superior ha resuelto después del plazo de cinco días que disponía. Este despa-
cho considera, que de todo lo solicitado por el doctor Gino Callata Calcina, lo único que me-
recería tutela en el caso de autos, es el aspecto de que no tiene conocimiento cuál es el he-
cho en concreto que se le imputa, lo cual será materia de análisis; ya que en cuanto a la va-
loración de lo expuesto por la fiscalía y por la defensa o el error advertido en la disposición
en cuanto a los delitos de falsedad material, falsedad ideológica y falsedad genérica y que se
ha resuelto después del plazo de cinco días, estos aspectos no pueden ser materia de tutela,
conforme a lo prescrito en nuestro ordenamiento procesal; ya que en primer lugar, la valora-
ción de los hechos expuestos o pruebas aportadas en el proceso, no competen ser analiza-
dos por esta instancia, ya que por esta vía, se estaría autorizando al juez de investigación pre-
paratoria a ser una supra instancia de lo que resuelva en sede de investigación preliminar o
investigación preparatoria, aspectos que únicamente son competencia del Ministerio Públi-
co como titular de la acción penal; en segundo lugar, en cuanto al error material incurrido en
la Disposición doscientos dos guión dos mil nueve, este aspecto ha sido corregido mediante
Disposición doscientos treinta y uno guión dos mil nueve, de fecha dieciséis de abril del año
en curso, lo cual inclusive fue aceptado de parte de la fiscalía al momento de la audiencia, lle-
vada a cabo el diecisiete de abril, momento en el cual se puso en conocimiento del solicitan-
te y del despacho, que efectivamente se trató de un error material; en tercer lugar, en cuanto
a la emisión de la disposición después de los cinco días que disponía la Fiscalía Superior Pe-
nal, es un hecho que ameritaría ser investigado por el Órgano de Control del Ministerio Públi-
co, pudiendo el solicitante hacer valer su derecho en la vía y forma pertinente.
CUARTO: En cuanto al aspecto de que no tiene conocimiento cuál es el hecho en concre-
to que se le imputa; ante ello cabe remitirse, únicamente a las disposiciones emitidas por la
Fiscalía Adjunta al Superior Penal, es decir, las números doscientos dos y doscientos treinta
y uno guión dos mil nueve, de fecha primero y dieciséis de abril del dos mil nueve, sin entrar
a valorar ningún medio probatorio, ya que ello no es competencia del juzgado de investiga-
ción preparatoria. Al respecto, se tiene que en el segundo párrafo de la primera disposición
señalada, segundo folio, se expresa textualmente: “En cuanto al codenunciado Gino Callata
Calcina, en su calidad de abogado efectuó informes que inducían a error, además de coaccio-
nar a los empleados para cumplir con dicha resolución”; en el tercer folio, segundo párrafo,
se tiene que: “Asimismo, en cuanto a los codenuinciados Gino Callata Callata (…) se les impu-
ta el haber tenido conocimiento de los hechos, sin embargo al verse beneficiados por la ex-
pedición de las resoluciones no objetaron las mismas dentro del ejercicio de sus funciones,
perjudicando a la Sociedad de Beneficencia de Arequipa”; en el cuarto folio, cuarto párrafo,
textualmente: “se advierte que los inculpados (…) Gino Sabino Callata Calcina (…) no obli-
garon ni indujeron a promesa o dádiva, siendo en el caso del primero quien suscribió la Re-
solución de Gerencia General Nº 313-2007, en atención del informe favorable remitido por
el asesor legal abogado Gino Sabino Callata Calcina”; en el quinto folio, de la misma disposi-
ción, segundo párrafo, expresamente: “En cuanto a la falsedad ideológica y falsedad genéri-
ca contenida en el artículo 428 y 438 del Código Penal, se advierte la inserción en documen-
to público (resolución de gerencia general) y en informes emitidos por la Oficina de Aseso-
ría legal por inculpados Enrique Antonio Daza Arenas y Gino Sabino Callata Calcina, al haber
presuntamente insertado declaraciones falsas de hechos en los documentos cuestionados,
los cuales deben ser merituados, en cuanto a su contenido, tales como informes que dieron
144
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
145
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
protección de los derechos del procesado, sin embargo, el que conste en acta es una
exigencia legal, a la que se debe dar cabal cumplimiento, para que se plasme mate-
rialmente que se ha cumplido con los derechos del detenido, en este caso, ciertamente
existe irregularidad en el acta, ya que el rubro causa o motivos de la detención se halla
en blanco, lo que según el Ministerio Público, ha sido materia de que se inicie investi-
gación administrativa; pero ello no prueba de manera indubitable que se haya viola-
do el derecho de [el imputado]”.
Expediente : Nº 2009-00508-88-0401-JR-PE-2
Juzgado : Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Arequipa
Solicitante : Rafael Cueva Arenas
Materia : Tutela de derechos
Beneficiario : Miguel Ángel Mamani Machaca
Resolución N° 2-2008
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Resolución N° 02-2010
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derechos que la Constitución y leyes le conceden desde el inicio de las primeras diligencias
de la investigación hasta la culminación del proceso; asimismo, el artículo setenta y uno, inci-
so cuarto del mismo cuerpo legal, prevé que cuando el imputado considere que en la inves-
tigación preparatoria no se ha cumplido a esas disposiciones o sus derechos no son respeta-
dos, porque son objeto de limitación de derechos indebidos por los requerimientos ilegales,
puede acudir en vía de tutela al juez de investigación preparatoria para que subsane la omi-
sión o dicta las medidas de corrección protección correspondan.
SEGUNDO: En el presente caso, consta de la carpeta fiscal que se ha presentado con fecha
dos de diciembre del dos mil diez, escritos presentados por parte de Velarde Fernández y Si-
món Basilio Morales Pareja, donde señala que hacen uso de su derecho a la no autoincrimi-
nación; por lo que no van a prestar declaración durante la investigación, respecto del cual se
ha expedido la Disposición N° 10-2010 donde el Ministerio ha declarado no ha lugar al pedi-
do formulado por dichos investigados; en atención a que es facultad exclusiva del Ministe-
rio Público solicitar su presencia, para el curso de las investigaciones deviniendo en obliga-
toria su concurrencia.
TERCERO: El artículo setenta y uno, literal uno inciso d), establece expresamente como de-
rechos del imputado el derecho de abstenerse a declarar, si acepta hacerlo que su aboga-
do defensor este presente y en todas la diligencias que requiere su presencia. Del análisis de
lo expuesto en la presente diligencia se tiene que no resulta razonable citar a los investiga-
dos a través de las disposiciones expedidas por el Ministerio Público, cuando ya han mani-
festado hacer uso de su derecho a no declarar, a esta conclusión se llega en base al siguien-
te argumentación: a) No se puede utilizar medios coactivos, para restringir un derecho Cons-
titucional, tampoco resulta proporcional compeler a las partes a manifestar sus derechos
cuando ya lo han manifestado expresamente a través de escritos firmados por ellos mismos;
b) La fundamentación esgrimida en la providencia 10-2010 del Ministerio Público, no cum-
ple con precisar la argumentación en concreto que se aplicaría al pedido formulado por la
defensa, sino más bien, realiza un razonamiento general, en su mayoría aplicable a la cate-
goría de los testigos, y traería como grave consecuencia, que en el peor de los casos, se pue-
da obligar al imputado a concurrir obligatoriamente a una diligencia donde se va a señalar
que no se declarará; c) El pedido de no declaración formulado en los escritos presentado a
la fiscalía, también implica por parte de la defensa la asunción de toda consecuencia jurídi-
ca respecto al conocimiento del caso en que son investigados los imputados, por lo que tam-
bién dicha solicitud debe comprenderse en toda su cabalidad y en todos los efectos jurídicos
que traiga consigo; d) El nuevo Código Procesal Penal, privilegia un proceso pleno de garan-
tías para el procesado, imputado y el investigado, a través de los cuales puede ejercer su de-
recho de defensa, su derecho a declarar en la oportunidad que considere conveniente res-
peto de los puntos sobre los cuales desea declarar, dejando constancia respecto de los pun-
tos que no desea declarar, situación también que se aplica en la investigación preparatoria
y también durante la etapa del enjuiciamiento, razones por las cuales este Despacho consi-
dera desproporcional lo contenido en la Disposición Nº 10-2010, y en esta medida conviene
dejar sin efecto la parte respectiva de dicha disposición, en el extremo que declara no ha lu-
gar al pedido formulado por Simón Morales Pareja y Raúl Velarde Hernández, respecto úni-
ca y exclusivamente a su diligencia de declaración personal, motivos por los cuales y razona-
miento en virtud a lo que,
SE RESUELVE:
Declarar FUNDADA la tutela de derechos presentada por el abogado defensor de Simón
Morales Pareja y Raúl Velarde Hernández, en la investigación que se sigue por el delito de
Evasión Tributaria en agravio de la Sunat; y por ende se dispone dejar sin efecto la parte per-
tinente de la Disposición N° 10-2010 del siete de diciembre del dos mil diez, relacionada con
la denegatoria al pedido formulado por la defensa al haber uso a su derecho a no declarar,
149
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
materializado en los escritos que obran en la carpeta fiscal, asimismo se dispone que el fiscal
Luis García Huanta Caso, proceda dictar las medidas de corrección y se le invoca a que cum-
pla con el artículo setenta y uno, literal uno, inciso d) del Código Procesal Penal. Regístrese y
comuníquese.
S.S.
JAIME FRANCISCO COAGUILA VALDIVIA
Resolución S/N
150
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
un vaciamiento del contenido esencial del derecho de defensa; el artículo 210 del Código
Procesal regula el acto de investigación del registro de personas y habilita en su numeral
uno la atribución de la policía para efectuar el registro de las personas, el numeral 2 del cita-
do artículo establece como derecho que el registro se practique por una persona del mismo
sexo del intervenido; el numeral cuatro establece que antes de iniciar el registro se expresa-
ra al intervenido las razones de su intervención y se le indicara del derecho que tiene de ha-
cerse asistir por una persona de su confianza siempre que esta se pueda ubicar rápidamente
y sea mayor de edad. Es claro que este derecho a ser asistido en ese acto por una persona de
su confianza está condicionado a la posibilidad de ubicar a una persona rápidamente, empe-
ro, la defensa solo ha señalado que no se ha consignado en el acta la indicación de que el im-
putado haya indicado el nombre de la persona de su confianza. En el caso de la intervención
del imputado fue realizada en una situación de flagrancia, en este supuesto es importante
realizar una ponderación entre el derecho que le asiste al imputado y la eficacia de la perse-
cución penal, dado que este derecho de ser asistido por una persona de su confianza no es
absoluto, pues puede ceder en el supuesto de la no ubicación de la persona de su confianza
máxime que el Ministerio Público ha señalado que existía el riesgo cierto de una afectación
de la eficacia de los actos de investigación que determinarían la desaparición de los elemen-
tos de convicción. Sin embargo, es importante destacar que no obstante la ponderación rea-
lizada, haciendo más equitativa y predominante la persecución penal debe instruirse al per-
sonal policial a efectos de que en futuras intervenciones cumpla con indicar el imputado la
persona de su confianza para que se practique el registro, en tanto esto no afecte la persecu-
ción penal, porque bien puede esa persona de confianza vencer la reserva de la investigación
y hacer ilusa la persecución penal.
Con relación a la no consignación de en qué parte del cuerpo del detenido se encon-
traba el bien incautado, este es un tema que está vinculado a la eficacia de este acto de in-
tervención pero que no incide directamente en la afectación de un derecho fundamental.
Con relación a la hora del registro personal, la defensa señala que esta fue a las 12:55 y
no a las 15:00 horas como está consignado en el acta. Se ha puesto a la vista del juzgador el
acta y no es exacta la afirmación de la defensa en el sentido de que aparezca las 15:55 ho-
ras, dado que existe solamente un bloque que hace indeterminada su apreciación de mane-
ra indubitable.
TERCERO: En relación al acta de registro domiciliario: La defensa ha sostenido que al mo-
mento de efectuar el registro domiciliario a las 13:56 horas el imputado no contaba con abo-
gado defensor.
Este es un tema que presenta varias aristas:
1. Que está relacionada al hecho de que todo acto de investigación, así sea este preliminar
o en todo caso de flagrancia comisiva se tenga que contar siempre con un defensor pú-
blico. En efecto, las defensas técnicas han postulado este hecho; sin embargo, no se ha
tomado en consideración que las intervenciones en caso de flagrancia no suponen por
su inmediatez que siempre el defensor técnico de manera determinada esté presente;
por ello estando a las circunstancias de una intervención policial es que se debe verifi-
car la razonabilidad de esta exigencia y no dar por descontado de una presencia abso-
luta del defensor en todos los actos de investigación, esto es materialmente imposible.
2. El derecho a la inviolabilidad del domicilio; como cualquier derecho fundamental es un
derecho relativo, (no existen derechos fundamentales absolutos) en efecto el mismo ar-
tículo 2, numeral 9 establece como derecho fundamental la inviolabilidad de domicilio;
precisa que nadie puede ingresar en él, ni efectuar investigaciones ni registros sin auto-
rización de la persona que lo habita o sin mandato judicial, empero establece las excep-
ciones; salvo flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración. El caso es que la
151
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
152
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° -2010
153
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
que hiciera el imputado Nelson Samanez Torres al imputado Arnaldo José Macedo Delga-
do, al responder la quinta pregunta de su declaración; se aprecia de la misma que dicho re-
conocimiento se hace en 95 fichas de la Reniec de las que se tapó tanto el nombre y demás
datos, reconociendo entre estas las que corresponderían a la persona de Arnaldo José Mace-
do Delgado; que al respecto es de tenerse en cuenta que el Código Procesal Penal, en su ar-
tículo 189 establece la formalidad que debe procederse para llevar a cabo la individualiza-
ción de una persona por su reconocimiento, siendo esto mediante una descripción previa
de la persona, y luego puesto esto junto con otras personas de características semejantes; y
en el caso de que el imputado no pueda ser traído se podrá utilizar su fotografía u otros re-
gistros; pero en ambos casos debe presenciar el acto el defensor del imputado; que tal for-
malidad exigida por ley, no ha sido observada, en el reconocimiento que habría efectuado el
imputado Nelson Samanez Torres, al identificar a la persona de Arnaldo José Macedo Delga-
do, puesto que este no se le hizo conocer de la posible involucración en los cargos investiga-
dos y menos que se iba a realizar tal diligencia, ni designación de un abogado que en su de-
fensa presencie la misma. Que tal irregularidad procesal, es objeto de tutela, puesto no se le
habría hecho conocer de los cargos que estaría involucrado; no habría contado con defen-
sor que cautele su derecho, en una diligencia que era requerida su presencia, afectación que
se halla contemplada en los literales a), c) y d) del numeral 2 del artículo 71 del Código Pro-
cesal Penal.
CUARTO: Que si bien, como lo ha expresado el Ministerio Público, la defensa de la parte
imputada, vía tutela de derechos se está deduciendo una nulidad, la misma que se estaría in-
terponiendo después de año y medio de producirse la afectación, es de tenerse en cuenta
como se indicó en la primera parte del considerando anterior, que el ordenamiento proce-
sal penal contempla dos tipos de nulidades, absoluta y relativa; siendo que en esta última es
donde la norma exige que debe ser interpuesta dentro de un plazo de cinco días de conoci-
do el defecto, pero ello es cuando el defecto no es absoluto; (numeral 3 del artículo 151 del
Código Procesal Penal); mientras tanto cuando se trata de una nulidad absoluta, la que in-
clusive no es necesaria la solicitud de nulidad de algún sujeto procesal y podrá ser declarada
aún de oficio, cuando el defecto concierne a la intervención, asistencia y representación
del imputado o de la ausencia de su defensor en los casos en que es obligatoria su presen-
cia, (literal a) del artículo 150 del Código Procesal Penal); siendo este tipo de nulidad el que
se ha cometido, corresponde al órgano jurisdiccional corregir el mismo, declarando sin efec-
to el acto procesal. Causal de nulidad, que por extensión, alcanza además al reconocimien-
to que habría efectuado el imputado Nelson Samanez Torres, en la persona de Richard Luis
Torres Díaz.
Por estos fundamentos,
SE RESUELVE:
Primero: Declarar FUNDADA en parte la tutela de derechos propuesta por la defensa del
imputado Arnaldo José Macedo Delgado; por la que solicita la nulidad de la declaración y re-
conocimiento del imputado Nelson Guillermo Samanez Torres, contenido en diligencia de
declaración de fecha 9 de febrero de 2009.
Segundo: Declarar tan solo NULA la pregunta y respuesta número cinco de la ampliación de
declaración realizada por la persona de Nelson Guillermo Samanez Torres de fecha 9 de fe-
brero de 2009 que contiene el acto de reconocimiento de las personas de Arnaldo José Ma-
cedo Delgado y Richard Luis Torres Díaz; quedando subsistente el resto del contenido de la
declaración del 9 de febrero de 2009. Tómese razón y hágase saber.
S.S.
JAIME MORENO CHIRINOS
154
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución Nº 02-2011
155
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
actor civil, por lo que considera que las diligencias actuadas en la etapa de investigación pre-
liminar, están válidamente amparadas y no deben ser declaradas nulas y seguir de sustento
en la presente investigación.
TERCERO: Que conforme lo establece el artículo 71 del Código Procesal Penal en su nume-
ral 2 literal a) señala los jueces, fiscales y policías deben hacer saber al imputado y de mane-
ra inmediata y comprensible que tienen derecho a conocer los cargos formulados en su con-
tra y hacerles los motivos de la presente de investigación por las cuales están siendo investi-
gados; en su literal c) señala de ser asistidos desde los actos iniciales de la investigación por
un abogado defensor; en su numeral 4, señala que el imputado que considere que durante
las diligencias preliminares o la investigación preparatoria no se han dado cumplimiento a
estas disposiciones o sus derechos no son respetados, puede vía tutela de derechos solicitar
amparo ante el juez de la investigación preparatoria. Que la presente tutela de derechos for-
mulada por la defensa del investigado Martín Edgar Valdivia Ninacóndor se sustenta en que
las actas de reconocimiento de imagen fotográfica de fechas 5 de julio de 2010 realizadas so-
bre la persona de Martín Edgar Valdivia Ninacóndor se habría llevado a cabo sin la presencia
del abogado defensor que tutele los derechos de dicho investigado, el sustento del Ministe-
rio Público, así como la defensa del actor civil es de que se trataba de etapas indagatorias que
no había imputación directa, por tal razón no justificaría la presencia de abogado defensor
con respecto a la persona de los supuestos investigados, que se tiene en cuenta lo que esta-
blece artículo 189 Código Procesal Penal en su numeral 3, correspondiente al reconocimien-
to de personas; en el caso de que no se cuente con la presencia de la persona que es obje-
to de reconocimiento, esta deberá ser con presencia de abogado defensor, o en su defecto
si es que se consideró que no podía contarse con la presencia de cinco abogados defenso-
res, como se ha argumentado, el juez de investigación preparatoria en cuyo caso se conside-
ra una diligencia de prueba anticipada, esta formalidad que establece la ley en forma expre-
sa, no hace distinción que cuando tenga que realizarse una investigación preparatoria o an-
tes de esta, la que debe cumplirse en toda la etapa procesal, que tal como se aprecia de las
actas que se ha hecho referencia y la que no se objetado, en las actas de reconocimiento de
imagen de fotografía de fichas Reniec, así como el acta de reconocimiento de imagen de fo-
tografía de archivo fotográfico de personas incriminadas de la Depincri, se pase con la parti-
cipación del personal de la Depincri de la Policía Nacional, del Ministerio Público, del agravia-
do y el abogado defensor de este agraviado, no apareciendo en estas participación de abo-
gado defensor, o que se haya realizado con la participación del Juez de la Investigación Pre-
paratoria, por tal razón dichas actas de reconocimiento fotográfico no cumple con las forma-
lidades que establece la ley, siendo así no se cuestiona el reconocimiento, sino las formalida-
des que la ley expresamente señala como deben ser llevadas estas, en tal sentido es eviden-
te que se ha afectado al debido proceso y también se ha afectado el derecho de defensa que
le asiste a la parte investigada.
CUARTO: Más bien, con respecto al acta de reconocimiento físico de persona sobre la cual
la defensa del investigado solicita también, que por extensión sea excluida de la presente in-
vestigación, es de tenerse en cuenta que esta acta si más bien cumple con las formalidades
que sí señala la ley, las que han sido expresadas en audiencia y reconocidas tanto por el Mi-
nisterio Público como el actor civil; el despacho considera que nos encontramos en una eta-
pa de investigación preparatoria, etapa esta donde se debe reunir los elementos suficientes
a fin de que el Ministerio Público, bien pueda sustentar un requerimiento de acusación o soli-
citar el sobreseimiento, concluida la investigación preparatoria, si bien las actas anteriores no
se podían ser consideradas, ante el incumplimiento formal que establece la ley, con respec-
to al acta de reconocimiento físico de persona, esta si estaría cumpliendo con las formalida-
des que expresamente así lo señala la ley, por tal razón en este extremo el despacho conside-
ra que no resulta sustentado el pedido formulado por la defensa; por lo que,
156
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
SE RESUELVE:
PRIMERO: Declarar FUNDADO EN PARTE el pedido de tutela de derechos postulada por la
defensa del investigado Martín Edgar Valdivia Ninacóndor, ello con respecto a las Actas de
Reconocimiento de Imagen Fotográfica de Archivo Fotográfico de Personas Incriminadas de
la Depincri y el Acta de reconocimiento y fotografía de ficha Reniec, llevadas a cabo el día 5
de julio de 2010, por lo tanto se tienen tales elementos de prueba excluidas de la presente in-
vestigación; e INFUNDADO con respecto a lo solicitado al Acta de Reconocimiento Físico de
Persona, la que tiene su plena validez. Regístrese y comuníquese.
S.S.
Jaime Moreno Chirinos
Resolución N° 03-2010
157
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
que sea declarado nulo pues su despacho con la facultad que tiene ha dispuesto un recono-
cimiento en rueda.
TERCERO: El artículo 71.2 , literales a y c del Código Procesal Penal establece que, los jueces,
fiscales o policía deben hacer saber al imputado que tiene derecho a conocer los cargos for-
mulados en su contra y de ser asistido desde los actos iniciales por un abogado defensor, el
numeral 1 de este artículo señala que el imputado puede hacer valer por sí mismo o a través
de su abogado defensor, los derechos que la constitución y las leyes le conceden, desde el
inicio de las primeras diligencias de la investigación hasta la culminación del proceso; el nu-
meral 4 de este artículo señala que cuando el imputado considere que durante las diligen-
cias preliminares o en la investigación preparatoria no se ha dado cumplimiento a estas dis-
posiciones o sus derechos no son respetados puede acudir vía tutela al juez de investigación
preparatoria para que subsanen la omisión o dicte las medidas de corrección o de protección
que corresponda. El artículo 189 del código acotado establece que el procedimiento a efec-
tuar en caso de reconocimiento de personas, el numeral 2 establece que cuando el imputa-
do no pudiera ser traído se podrá utilizar su fotografía u otro registros, y el numeral tercero
de este artículo señala que durante la investigación preparatoria deberá presencia el acto el
defensor del imputado o en su defecto el juez de investigación preparatoria.
CUARTO: En el presente caso se alega que se han vulnerado los derechos del imputado en
el acta de reconocimiento en fichas Reniec llevado a cabo en la etapa preliminar porque es-
te no sabía que estaba siendo investigado, y en ese momento tenía la calidad de testigo, y
porque no se le dijo que debía estar presente su abogado, al respecto se debe tener presen-
te que la norma procesal establece que desde el inicio de las primeras diligencias de investi-
gación el imputado puede hacer valer por sí mismo o través de su abogado los derechos que
tiene, asimismo tiene derecho a conocer los cargos que se formula en su contra, y a ser asis-
tido desde los actos iniciales de investigación por un abogado defensor, específicamente en
el acta de diligencia de reconocimiento aun cuando sea fotográfico, deberá estar presente el
abogado defensor de imputado, siendo así se tiene que el acta de reconocimiento fotográ-
fico ya referido no ha cumplido con respetar los derechos del imputado, pues no se hizo co-
nocer los cargos al imputado y este no estaba siendo asistido por un abogado defensor, el
hecho alegado por la fiscalía de que en ese momento siendo la etapa de investigación preli-
minar, el solicitante era considerado como testigo no enerva el hecho de que se haya vulne-
rado los derechos ya indicado; pues para proceder a realizar un reconocimiento obviamen-
te, ya debe existir riesgo penal o sospecha sobre una determinada persona, y desde ese mo-
mento debe contar con abogado defensor y conocer los cargos que se le atribuyen para así
no vulnerar su derecho de defensa.
En conclusión, esta acta de reconocimiento fotográfico deviene en prueba que vulnera los
derechos fundamentales del solicitante. Conforme expone el artículo octavo, punto 2 del Tí-
tulo Preliminar, el cual establece que carecen de efecto legal las pruebas obtenidas directa
o indirectamente con violación al contenido esencial de los derechos fundamentales de la
persona.
Por estas consideraciones
RESUELVO:
PRIMERO: Declarar FUNDADA la solicitud de tutela de derechos presentada por el imputa-
do Julián Rómulo Atahualpa Mendoza.
SEGUNDO: Que carece de efecto legal el acta de reconocimiento efectuada en base a fichas
Reniec que obra a folio 27 de la Carpeta Fiscal. Regístrese y comuníquese.
S.S.
Carlos Mendoza Banda
158
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución s/n-2010
159
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
3134-2009, 2886-2009, 2489-2009, 3851-2009 y 5253-2009, en cada uno de los parrafos apa-
recen los hechos imputados y los distintos agraviados. En el numeral segundo de la citada
disposición se transcribe el dispositivo normativo pertinente esto el artículo 342.3 del Códi-
go Procesal Penal
No obstante que de la cita de las carpetas y las referencias a los hechos y distintos agravia-
dos se asumiría que constituirían una cantidad importante de agraviados y se inferiría que
se requiere la actuación de una cantidad significativa de actos de investigación, sin embar-
go, la fiscalía no ha proporcionado una fundamentación expresa al respecto. No se trata de la
exigencia de una programación de estos actos de investigación, sino por lo menos de plan-
tear la necesidad que esos actos de investigación a efectos de estimar la complejidad de la
investigación.
No obstante de lo señalado respecto de la motivación referente (y no inexistente como se-
ñala la defensa técnica) el órgano jurisdiccional no puede cerrar los ojos a las caracteristicas
del hecho en la forma presentada; no obstante, tampoco puede dejar de observar la motiva-
ción aparente de la disposición fiscal, en ese sentido debe declararse nula la disposición fis-
cal, a efectos de que emita otra exponiendo las razones que determinan la complejidad del
caso. No se debe amparar el extremo de control de plazos dado que de los hechos debatidos
y de los fundamentos expuestos fluye de manera indubitable una complejidad no especifi-
cada en la disposición fiscal.
Fundamentos por los que:
SE RESUELVE:
a) Declarar FUNDADA EN PARTE la tutela de derechos y, por consiguiente, nula la Dis-
posición Fiscal Nº 05 -2010, en el extremo que declara compleja la investigación; otor-
gar el plazo de 10 para que emita la disposición que corresponda.
b) INFUNDADA el extremo de control de plazos. El Ministerio Publico se reserva su
derecho.
Abogado de la defensa se reserva su derecho respecto a que se declare infundado su pedi-
do de control de plazos.
S.S.
FRANCISCO CELIS MENDOZA AYMA
160
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución Nº 01-2009
161
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
162
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
la anotación “Resolución de Gerencia General”, como tampoco precisa cuáles serían tales de-
claraciones falsas.
QUINTO: De la afectación del derecho de defensa
En tal contexto, este Despacho considera que el derecho de defensa del ciudadano investi-
gado Enrique Antonio Daza Arenas se ve notoriamente afectado, al no haber tomado cono-
cimiento cabal de la imputación efectuada en su contra por la emplazada a través de su dis-
posición 202-2009-4FSPA-MP-AR, que le posibilite ejercitar plenamente su derecho de defen-
sa tanto respecto al fondo mismo del asunto como mediante las defensas de forma que pu-
dieren corresponder.
Por lo que, en observancia del artículo 139,14 de la Constitución Política, de conformidad con
lo establecido por el artículo 71,4 del Código Procesal Penal, con la facultad conferida por el
artículo 29,5 del mismo ordenamiento procesal.
RESUELVO:
1. Declarar FUNDADA en parte la solicitud de tutela de derechos postulada por el ciuda-
dano Enrique Antonio Daza Arenas, respecto a los puntos b) y c) del considerando ter-
cero de la presente resolución; en consecuencia dispongo que la emplazada María Ce-
cilia Estrada Aragón proceda a integrar y corregir, conforme a lo discernido en el tercer
párrafo del considerando cuarto de la presente resolución, la disposición 202-2009-4FS-
PA-MP-AR, su fecha primero de abril del presente año, en el plazo de cinco días hábiles;
2. Declarar INFUNDADA la misma solicitud en cuanto al punto a) del considerando terce-
ro de la presente resolución (respecto al vencimiento del plazo que tenía la emplazada
para resolver) debiendo, sin embargo, tal hecho ponerse en conocimiento de la señora
fiscal superior decana del Distrito Judicial de Arequipa, oficiándose para tal efecto.
3. Disponer la devolución de la carpeta fiscal y el informe acompañado que fueran remiti-
dos por la señora fiscal provincial penal de la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa de
Arequipa. Regístrese y notifíquese.
S.S.
CELIS MENDOZA AYMA
163
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
AUTO Nº 318-2010-SSP
RESOLUCIÓN Nº 09-2010
164
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
incompatible o aprovechamiento indebido del cargo, previsto en el artículo 399 del Có-
digo Penal.
2.3. El tipo penal tiene diferentes modalidades de comisión.
2.4. El señor fiscal realiza una calificación genérica, incumpliendo con determinar la tipifica-
ción específica.
2.5. La Constitución consagra el principio de legalidad y derecho de defensa (principio de
imputación necesaria).
TERCERO: Postulación de la impugnación
3.1. Fundamentos de la apelación formulada por doña Cleofe Yauri Garate y doña Fi-
dela Orfelinda Sevillano Pinto de Gallegos (folios 42 a 48)
Las solicitantes impugnaron la decisión, bajo los siguientes argumentos:
3.2. Se formalizó investigación preparatoria, pero no se cumple con lo establecido en el ar-
tículo 336.2.b del NCPP, en cuanto dispone, que la disposición y formalización de la in-
vestigación preparatoria debe contener los hechos y tipificación específica. De la lectu-
ra del artículo 399 del CP se advierte que el verbo rector es interesarse y que las modali-
dades de comisión son: a) directamente; b) indirectamente; y c) por acto simulado, cada
uno de los cuales configura un ilícito penal propio o combinable. Aceptamos que pue-
den combinarse las modalidades de comisión, pero que en todo caso el Ministerio Pú-
blico tiene la obligación por aplicación del principio de legalidad procesal señalar la ti-
pificación específica en atención a lo previsto por el 336.2.b del NCPP.
3.3. La tutela de derechos se sustenta en que, al no cumplirse con lo establecido por el ar-
tículo 336.2.b del NCPP se vulnera el derecho de defensa de las imputadas. Considerar
que ello no afecta el derecho de defensa importa traer abajo toda la construcción sobre
la cual se sustenta el sistema acusatorio adversarial en uno de sus escombros también
yace la vulneración del principio de igualdad de armas.
FUNDAMENTOS:
PRIMERO: Procedencia de la apelación
La impugnación ha sido formulada por parte legitimada para proponerla (solicitantes), en
tiempo oportuno (la decisión impugnada fue notificada el día de la audiencia correspon-
diente, esto es el 6 de julio de 2010, como se aprecia del folio 41, quienes apelaron en el ac-
to, cumpliendo con fundamentar su recurso de apelación el día 7 de julio del mismo año (co-
mo se ve del folio 42).
En el recurso de apelación se hace referencia a los fundamentos de hecho y de derecho que
el apelante esgrime en su favor.
SEGUNDO: Normativa involucrada
2.1. El artículo 139.3 de la Constitución señala que el debido proceso es una garantía (dere-
cho/deber) que se debe observar en los encausamientos.
2.2. El artículo 336.2.b del NCPP precisa que la formalización de la acción penal debe ser es-
pecífica en tipificación y en sustento fáctico.
2.3. El artículo 71 del Código Procesal Penal, establece en el inciso 2, los derechos con los
que cuenta el imputado; asimismo, establece en el inciso 4, que cuando el imputado
considere que durante las diligencias preliminares o en la investigación preparatoria
165
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
no se han dado cumplimiento a estas disposiciones. O que sus derechos no son res-
petados, o que es objeto de medidas limitativas de derechos indebidas o de requeri-
mientos ilegales, puede acudir en vía de tutela al juez de la investigación preparato-
ria para que subsane la omisión o dicte las medidas de corrección o de protección que
correspondan.
2.4. El artículo 405 del Código Procesal Penal, establece la forma de proceder en caso de
ejercitar el derecho de impugnación.
2.5. El artículo 420 del Código Procesal Penal, establece el trámite de la apelación de autos.
TERCERO: Análisis jurisdiccional
3.1. El proceso de tutela de derechos previsto en el artículo 71 del Código Procesal Penal
debe ser interpretado sistemáticamente con el Código Procesal Constitucional a fin de
establecer sus verdaderos alcances sin colisionar con los procesos constitucionales de
hábeas corpus, amparo u otro.
3.2. Esta Sala Superior se ha pronunciado anteriormente señalando que la potestad de pe-
dir tutela de derechos está limitada por los artículos 70 y 71 del Código Procesal Penal
solo en favor del imputado.
3.3. Bajo ese contexto, el accionante amparó su pretensión en el inciso cuarto del artículo
71 del NCPP, norma que establece que cuando la imputada considere que durante las
diligencias preliminares o en la investigación preparatoria no se ha dado cumplimien-
to a estas disposiciones, o que sus derechos no son respetados, o que es objeto de me-
didas limitativas de derechos indebidas o de requerimientos ilegales, puede acudir en
vía de tutela al juez de la investigación preparatoria para que subsane la omisión o dic-
te las medidas de corrección o de protección que correspondan.
3.4. El artículo 336.2.b del NCPP se ha construido por el legislador (desde la perspectiva ló-
gico-jurídica) como una norma imperativa, indicando que la formalización de la impu-
tación fiscal debe contener los hechos y la tipificación específica correspondiente; ello
implica que no basta expresar solo los hechos específicos o solo la tipificación específi-
ca o viceversa; el cumplimiento de la obligación fiscal solo se verifica si ambos extremos
se hallan saturados.
3.5. El planteamiento de las apelantes se halla en la base misma del acusatorio (separación
de funciones de acusar y juzgar) en el sentido de que la acusación debe ser clara y cabal.
3.6. Desde luego el Ministerio Público puede formular imputaciones alternativas (segunda
parte del propio apartado b del inciso 2 del artículo 336 del NCPP); se entiende enton-
ces que también la imputación alternativa tendrá que ser específica en hechos y tipifi-
cación, y el proceso seguir bajo aquellos marcos hasta la culminación.
3.7. La formación en la presente causa (folios 1 a 2 vuelta), aunque ciertamente no constitu-
ye una imputación sin hechos ni ausente de señalamiento de tipo penal, no reviste los
parámetros de precisión que la ley ha establecido y que en efecto constituyen garantía
del ejercicio del derecho de defensa y base de la materialización del contradictorio ante
los órganos especializados en justicia del Estado en democracia.
3.8. La petición debió ser amparada, para corregir el error a tiempo y restablecer la vigencia
plena del proceso justo, sin que alegóricamente avance sobre terreno inestable.
166
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
S.S.
SALAS ARENAS
FERNÁNDEZ CEBALLOS
AQUIZE DÍAZ
167
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
2. En el caso en concreto, resulta inaudito que el propio fiscal provincial afirme que toda-
vía no es el momento para que el Ministerio Público especifique el delito, cuando su
obligación es motivar debidamente toda disposición y requerimiento, como lo ordena
el artículo 64.1 y 122.5 del Código Procesal Penal y así también lo ha ordenado el Tribu-
nal Constitucional.
3. El deber de motivación no escapa a un organismo administrativo, más aún si este es
uno cualificado, como el Ministerio Público, en el caso de las investigaciones penales.
4. No habiendo cumplido el representante del Ministerio Público, a cabalidad con la obli-
gación legal antes señalada, advertida en la disposición de formalización (foja 50), la pe-
tición del imputado es totalmente válida y plausible.
S.S.
JUEZ SUPERIOR: FERNÁNDEZ CEBALLOS.
Resolución N° 02-2010
168
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
mayo del presente año, que en referencia a la calificación jurídica con la facultad que le con-
cede la ley, en la acusación fiscal presentada el diez de junio de este año, ha calificado los he-
chos imputados en el delito previsto en el segundo párrafo del artículo 427 del Código Penal.
TERCERO: Que si bien la norma procesal penal, no establece un trámite para la tutela de de-
rechos del agraviado solo para el imputado, sin embargo por el principio de igualdad de ar-
mas, es atendible una tutela de derechos al agraviado siempre y cuando se vulnere un dere-
cho fundamental de este, siendo así aplicando supletoriamente las reglas para la tutela del
imputado, se tiene que este procede cuando en las diligencias preliminares o investigación
preparatoria, no se ha dado cumplimiento a los derechos que tiene este, asimismo el artícu-
lo 154.4 del Código Procesal Penal establece que la declaración de nulidad de actuaciones de
investigación preparatoria no importará su reapertura.
CUARTO: En este orden de ideas se tiene que la fiscalía ha presentado requerimiento acu-
satorio en fecha diez de junio del presente año, por lo que se tiene que se ha dado inicio a
otra etapa del proceso, que es la etapa intermedia; por lo que no puede retrotraerse a esta-
dos anteriores, a lo que se agrega que antes de iniciar la etapa intermedia, la fiscalía median-
te disposición número diez de fecha tres de mayo del presente año, dispuso tener como agra-
viado a la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, resolución que fue notificada
la parte solicitante el doce de ese mismo mes y año, por lo que la alegación de que no ha sido
considerado como parte agraviada ya no tendría sustento, a lo que se agrega que está pen-
diente de realizar una audiencia de constitución de actor civil, requerida por la propia par-
te solicitante, finalmente en cuanto a la calificación jurídica el actor civil no tiene legitimidad
para solicitarla. Por estas consideraciones.
RESUELVO: Declarar INFUNDADA la solicitud de tutela de derechos presentada por José
Antonio Cárdenas Ticona, en representación de la Procuraduría de la Superintendencia Na-
cional de los Registros Públicos. Regístrese y comuníquese.
S.S.
CARLOS MENDOZA BANDA
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Resolución N° 4-2010
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 01-2010
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
placa de rodaje Z1A-838 y se disponga la entrega del mismo por violación del debido proce-
so. Sustenta su pedido en relación a que: a) El recurrente es propietario del vehículo de pla-
ca de rodaje Z1A-838 Volvo con número de motor D12A12001A y número de serie YV2H2B-
4C1KA324722, por cuanto ha sido adquirido por David Santillana Butrón; b) Agrega que por
la documentación solicitada se tiene que el vehículo ha ingresado al país con todas las for-
malidades que establece el artículo 28 de la actividad mercantil; c) En cuanto a la interven-
ción del ocho de octubre del dos mil diez, el vehículo ha sido conducido por el chofer Da-
vid Oviedo Mamani donde se ha solicitado que el vehículo estaba sujeto a una investigación;
d) Apunta que el vehículo citado no muestra ninguna irregularidad en el número de serie,
pues contiene un número original; por lo que se ha cometido abuso de autoridad al inmovi-
lizar el vehículo de su propiedad, con lo que se atenta en contra del ne bis in idem al investi-
gar un hecho dos veces.
SEGUNDO: De acuerdo al artículo 71 inciso 4) del Código Procesal Penal se ha establecido
que: “cuando el imputado considere que las diligencias preliminares o en la investigación
preparatoria no se ha dado cumplimiento a estas disposiciones o que sus derechos no son
respetados, o que es objeto de de medidas limitativas de derechos indebidas o de requeri-
mientos ilegales, puede acudir en vía de tutela al juez de la investigación preparatoria para
que subsane la omisión o dicte las medidas de corrección o de protección que correspondan.
La solicitud del imputado se resolverá inmediatamente, previa constatación de los hechos y
la realización de una audiencia con intervención de las partes”.
TERCERO: En el presente caso se advierte que se solicita tutela de derechos en contra del ac-
ta de inmovilización del vehículo de placa de rodaje Z1A-838 efectuada por el representante
del Ministerio Público y la Policía Fiscal, alegando transgresión al principio del ne bis in idem.
Sobre el particular de dichos antecedentes merece desestimarse de plano la solicitud de tu-
tela de derechos formulada por Alejandro Jururo Suri, puesto que: a) En principio se deno-
ta de la tarjeta de propiedad anexada que el bien mueble, vehículo de placa de rodaje Z1A-
838, se encuentra signado a nombre de Empresa de Transportes Servicios Jururo S.A.C. y no
a nombre del solicitante Alejandro Jururo Suri, incluso en el Acta de Identificación Vehicular
Nº 036-2010 aparece a nombre de D y G Interoceánica S.R.L.; b) Ahora bien del tenor del ar-
tículo 71 inciso 4) del Código Procesal Penal se advierte que se ha legitimado al imputado a
solicitar tutela de derechos, y en el caso sub examine fluye de los actuados que el vehículo
sobre el cual se reclama dejar sin efecto la inmovilización, en realidad aparece consignado
finalmente a nombre de la persona jurídica Empresa de Transportes Servicios Jururo S.A.C.;
c) Por lo que al haber alegado Alejandro Jururo Suri la transgresión de los derechos que en
puridad corresponden a la Empresa de Transportes Servicios Jururo S.A.C., es que no cabe ad-
mitir la presente tutela de derechos al estar proscrito dicho procedimiento para personas ju-
rídicas, máxime si inclusive de los actuados no se ha llegado a determinar que la persona de
Alejandro Jururo Suri se halle inmerso dentro de una investigación preliminar o diligencias
preliminares y menos cumplido mínimamente con los datos completos para la correcta no-
tificación de los emplazados.
Por estos fundamentos;
RESUELVO: RECHAZAR de plano el pedido de tutela de derechos formulado por Alejan-
dro Jururo Suri en contra de la representante del Ministerio Público Carmen Portugal Vivan-
co, personal de Aduanas y personal de la Policía Fiscal de Arequipa, comandante López
Aedo Carlos, superior Hugo Huapaya Moreno y técnico Guzman Almanza Zenón. Regístre-
se y notifíquese.-
S.S.
JAIME FRANCISCO COAGUILA VALDIVIA
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Expediente : Nº 00092-2010-82-1308-JR-PE-01
Juzgado : Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Huaura
Delito : Falsedad genérica
Imputado : María Elena Álvarez Bermejo
Agraviado : Estado-Poder Judicial
Resolución N°11-2010
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Por otro lado, al evidenciarse falencias en los hechos descritos de la disposición de formaliza-
ción de la investigación preparatoria es menester que la fiscal aclare los mismos conforme a las
conductas típicas que está atribuyendo a cada una de las imputadas y luego de realizado di-
cho acto se tendrá que controlar de oficio la legalidad de la imputación que desarrolla la fisca-
lía emplazando a todas las partes procesales a la audiencia respectiva con el propósito de cum-
plir con el respeto a la Constitución y el principio de imputación necesaria, por lo que en mé-
rito a lo expuesto RESUELVO: 1) Declarando INFUNDADA la solicitud de tutela de derechos
presentada por el abogado defensor de la imputada María Elena Álvarez Bermejo de León; y,
2) ORDENO a la fiscal que cumpla con aclarar el contenido de su disposición de formalización
de la investigación preparatoria, para lo cual le otorgo el plazo de tres días, bajo responsabili-
dad funcional; y, fíjese fecha de audiencia de control de la formalización para el día jueves do-
ce de agosto del dos mil diez a las ocho y veinte horas de la mañana que se realizará en la Sa-
la N° 3 de los Juzgados de Investigación Preparatoria; notifíquese la presente resolución a todas
las partes procesales con la finalidad de que tomen conocimiento oportuno de la próxima dili-
gencia; dándose por notificados con lo resuelto los presentes.
S.S.
FREZIA SISSI VILLAVICENCIO RÍOS
177
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Antecedentes
1.1. César Omar Callo Cuno, en vía tutela de derechos, solicita que se disponga que el disco
compacto que contiene presuntamente la grabación de su declaración rendida en la eta-
pa de investigación preliminar, no sea utilizado como fuente de prueba por la señorita
Fiscal emplazada (fiscal provincial Penal de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa
de Mariano Melgar), por cuanto afecta su derecho a no autoincriminarse y al no empleo
en su contra de medios y métodos que atentan contra la dignidad y libre voluntad.
1.2. Por resolución Nº 2, del 15 de diciembre de 2009, el juzgado de investigación prepara-
toria (foja 25), declara infundada la solicitud de tutela de derechos postulada por César
Omar Callo Cuno.
1.3. En contra de esta decisión el solicitante César Omar Callo Cuno, interpone recurso de
apelación, dentro del plazo de ley, solicitando que se revoque la resolución impugnada,
alegando que: a) Que si bien aparece, que su declaración ha sido prestada en presencia
de su abogado, de manera libre y voluntaria, en ninguna parte de ella consta que se le
haya hecho anuncio que la misma iba a ser grabada, b) La presencia de su abogado de-
fensor no importa que se presuma una función eficiente de su parte o que se haya teni-
do a la vista la cámara con la que se procedió a filmar su declaración, es por ello, necesa-
rio que se informe de manera previa sobre la grabación, c) Tampoco del acta de lectura
de sus derechos aparece mención alguna a la grabación de su declaración y d) La gra-
bación engañosa surge de la existencia de un CD entregado por el testigo (001 - 2009),
del cual se le hace saber al final de su declaración.
SEGUNDO: Fundamentos de la decisión - Infundabilidad de la apelación
2.1. Acceso a tutela de derechos
De acuerdo a lo señalado en el artículo 71 del Código Procesal Penal, el imputado o su defensa,
puede hacer valer los derechos que la Constitución y las leyes le conceden desde el inicio de las
primeras diligencias de investigación hasta la culminación del proceso, siendo la vía idónea pa-
ra ejercer este derecho la solicitud de una audiencia de tutela de derechos ante el juez de la in-
vestigación preparatoria, conforme se establece en el artículo 71.4 de la norma adjetiva citada.
Habiéndose efectuado la audiencia de tutela de derechos, la defensa técnica del investigado
ha sostenido que la decisión del Ministerio Público de utilizar la grabación de voz de la decla-
ración proporcionada por el investigado en el proceso de investigación, para fines de com-
paración pericial con otra grabación, aparentemente del propio imputado, afecta su derecho
a la no incriminación y al no empleo en su contra de medios y métodos que atentan contra
la dignidad y libre voluntad, por cuanto no se le ha solicitado su autorización para la graba-
ción de su declaración.
2.2. Derecho a la no autoincriminación
El derecho a la no autoincriminación señala que nadie puede ser obligado a declarar en su
contra, ni a confesarse culpable[1], se origina en el derecho fundamental de presunción de
inocencia, el derecho de defensa y el ejercicio de la libertad de declarar.
[1] QUISPE FARFÁN, Fanny. La libertad de declarar y el derecho a la no incriminación. Palestra editores, Lima,
2002, p. 15. Señala: “Nosotros hemos elegido esta última denominación debido a que, a nuestro entender, se
encuentra más acorde con el contenido actual de esta cláusula y que incluye el derecho al silencio, lo cual lle-
va a sostener que, en estricto, el procesado o investigado no podrá ser obligado a declarar; por lo que, menos
aún, podrá hacerlo en su contra (…)”.
178
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Sin embargo, ha de señalarse que si el investigado es alertado de este derecho y acepta de-
clarar en el proceso investigatorio, no se afecta en nada este derecho.
En el caso, se hizo conocer al inculpado del “derecho de abstenerse a declarar, y si acepta ha-
cerlo, a que su abogado defensor esté presente en su declaración y en todas las diligencias
en que se requiere su presencia”, ello se advierte del acta de lectura de derechos del imputa-
do (numeral 5, que va en la página 12), debidamente suscrita por el investigado y por su abo-
gado defensor. Dicha acta no ha merecido cuestionamiento alguno.
Asimismo, se reiteró tal derecho en la introducción de la declaración prestada a foja 13.
El investigado César Omar Callo Cuno prestó declaración en presencia de su abogado de-
fensor, habiendo suscrito la declaración correspondiente, como puede apreciarse de foja 13
a 17.
2.3. Uso de grabación de voz y la afectación del derecho a la no autoincriminación
La defensa señala que la decisión del Ministerio Público de utilizar la grabación de voz de la
declaración proporcionada por el investigado en el proceso de investigación, para fines de
comparación pericial con otra grabación, aparentemente del propio imputado, afecta su de-
recho a la no incriminación y al no empleo en su contra de medios y métodos que atentan
contra la dignidad y libre voluntad, por cuanto no se le ha solicitado su autorización para la
grabación de su declaración.
Al efecto, ha de señalarse que la grabación de voz efectuada al investigado se origina en la
aceptación voluntaria y libre de declarar en el proceso, el registro de esa declaración, en for-
mato de audio, en nada afecta su derecho a la no incriminación, por cuanto no se ha utiliza-
do en su contra ningún medio coercitivo que lo haya obligado a declarar.
El investigado ha asumido una posición en la investigación y esa ha sido la de declarar, si es-
ta declaración se registra por escrito, en audio o en video, este es el soporte en el que se en-
cuentra anotada o registrada la declaración.
En cuanto al uso del audio para realizar un acto de investigación (pericia) es completamente
permisible, como el que podría realizarse de la firma (en la declaración) o el manuscrito ela-
borado por el propio investigado (si así se hiciere), por cuanto es un acto derivado u origina-
do en su propia voluntad.
Es legítimo que el Ministerio Público realice actos de investigación a partir del audio registra-
do, por cuanto, es su obligación acreditar la incriminación que realiza en el proceso, siendo
que los actos de investigación que realiza, como actos de administración (téngase presente
que el Ministerio Público es un organismo administrativo, con explícitas funciones constitu-
cionales y legales como titular de la acción penal pública), son incuestionables en sede judi-
cial. No puede impugnarse u objetarse la decisión del Ministerio Público de realizar o no de-
terminado acto. Que una vez realizado pueda ser cuestionado es circunstancia distinta. La
que puede verificarse en el modo y etapa que corresponde efectuarse.
En conclusión, no existe afectación a derecho fundamental de no incriminación, en el uso
que realiza el Ministerio Público del audio de voz registrado, de la declaración voluntaria da-
da por el imputado.
POR TANTO:
Declaramos INFUNDADA la apelación propuesta por la defensa técnica del investigado a
foja 32.
179
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
LOS FUNDAMENTOS ADICIONALES DEL SEÑOR JUEZ SUPERIOR SALAS ARENAS tiene el
sentido siguiente:
1. El señor procesado declaró oralmente, sus palabras fueron oídas por quienes presencia-
ron su declaración; quienes le oyeron que podrían testimoniar sobre si su voz se parece
o no a la de una grabación, pero sus dichos no constituyen pronunciamiento pericial, y
por tanto señalan de escaso o nulo valor.
2. En las audiencias, las voces de los participantes son grabadas y en algunos casos sus
imágenes son filmadas, y ello podría ser fuente de comprobación legítima si se requie-
re, para el mismo u otro caso.
3. La materia resulta entonces si constituye o no prueba ilícita o ilegal, la grabación de lo
que declaró quien prestó libremente su manifestación.
La respuesta nos conduce a fijar si quien declara oralmente, al hacerlo, está exponiendo
su voz y si podría luego esa voz someterse a reconocimiento u homologación ulterior.
Al declarar oralmente, quien lo hace sin forzamientos, deja oír su voz por quienes lo in-
terrogan, ellos podrán luego referir cómo es su timbre, su cadencia y su dicción, la fuer-
za de su entonación, por lo que el hecho de haberla grabado, no lo afecta y en el peor
de los escenarios, resulta que al aceptar declarar oralmente, el interesado se vulnerabi-
lizó no solo por el contenido, sino por el hecho mismo de hablar (como fenómeno de
emisión articulada de fonemas).
4. La materia resulta trascendental por cuanto equivale a considerar el caso de quien in-
gresa inautorizadamente a un local vigilado con cámaras de seguridad, que podría ale-
gar que no autorizó que su imagen fuera utilizada y que se le debió avisar que había
posibilidad de ser filmado, con fines de prueba, por lo que se trataría de un elemento
probatorio ilegal y por ende su valor. Ello no resulta razonable por cuanto, quien ingre-
sa a un inmueble se vulnerabiliza, dentro de los marcos de lo aceptable (podría quedar
encerrado por un mecanismo de seguridad, activarse una alerta de sonido, ser filmado,
etc.); no así herido o lesionado por algún accionamiento automático de algún mecanis-
mo que le dispare, por ejemplo, un dardo o una bala, o le efectuara una descarga eléc-
trica mortal.
5. En el caso submateria tendría que alegar el interesado la falsedad de lo grabado o la
adulteración o la suplantación de voz, para entender que se está generando ilícitamen-
te medios contra él y tal planteamiento no se ha formulado.
S.S.
JORGE LUIS SALAS ARENAS
180
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
“Así, se tiene que ciertamente el Ministerio Público no otorgó copias del expediente fis-
cal, al que por mandato legal, tenía derecho el afectado a través de su defensa técni-
ca (artículos 84,7 y 324,1 del Código Procesal Penal), más aún que la propia fiscal, re-
conoce que las copias le fueron solicitadas en forma verbal el día domingo en la co-
misaría, no obstante pretextó respeto a pruritos formales, no se entregó copias, pues
si existe tasa judicial o exigencia de pedido escrito, ello no puede prevalecer sobre el
contenido de un derecho fundamental, así el Ministerio Público no puede exigir for-
malidad a tal extremo de afectar un derecho”.
Cuaderno : Nº 2009-00657-15-0401-JR-PE-3
Juzgado : Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Arequipa
Solicitante : Abg. Claudio Gonzales Masco
Materia : Tutela de derechos
Beneficiario : Elio Eleuterio Calle Mamani
Emplazado : Garleth Veronica Miranda Valdivia
Resolución N° 03-2009
181
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Constitución y las Leyes le conceden, desde el inicio de las primeras diligencias de in-
vestigación hasta la culminación del proceso.
Artículo 87 en su inciso 3: El imputado será informado de que puede solicitar la actua-
ción de medios de investigación o de prueba.
Artículo 84 inciso 5: El abogado defensor puede aportar los medios de investigación y
de prueba que estime pertinentes, y, el inciso 7 del mismo artículo lo faculta a obtener
copia simple de las actuaciones en cualquier estado o grado del procedimiento.
Artículo 324, 1: La investigación tiene carácter reservado. Solo podrán enterarse de
su contenido las partes de manera directa o a través de sus abogados debidamen-
te acreditados en autos. En cualquier momento pueden obtener copia simple de las
actuaciones.
Artículo 135 inciso 1: Establece que los requerimientos que el Fiscal formula al Juez de
la Investigación Preparatoria deben acompañarse con el expediente original o con las
copias certificadas correspondientes.
Artículo 61, 2: Establece como atribuciones y obligaciones del Ministerio Público: Con-
duce la Investigación Preparatoria. Practicará u ordenará practicar los actos de investi-
gación que correspondan, indagando no solo las circunstancias que permitan compro-
bar la imputación, sino también las que sirvan para eximir o atenuar la responsabilidad
del imputado.
Constitución Política del Estado
Artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado: La observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional.
Artículo 139 inciso 14 de la Constitución Política del Estado: El principio de no ser privado
del derecho de defensa en ningún estado del proceso.
Ley Orgánica del Ministerio Público
Artículo 1: El Ministerio Público es el organismo autónomo del Estado que tiene como
funciones principales la defensa de la legalidad, los derechos ciudadanos y los intereses
públicos, la representación de la sociedad en juicio, para los efectos de defender a la fa-
milia, a los menores e incapaces y el interés social, así como para velar por la moral pú-
blica; la persecución del delito y la reparación civil.
Artículo 9: El Ministerio Público, conforme al inciso 5 del artículo 250 de la Constitución
Política, vigila e interviene en la investigación del delito desde la etapa policial. Con ese
objeto las Fuerzas Policiales realizan la investigación. El Ministerio Público interviene
en ella orientándola en cuanto a las pruebas que sean menester actuar y la supervigila
para que se cumplan las disposiciones legales pertinentes para el ejercicio oportuno de
la acción penal.
SEGUNDO: Los cargos atribuidos a Elio Eleuterio Calle Miranda son, en resumen, que el día
veintiuno de febrero de este año, se le encontró en su poder una granada de guerra tipo pi-
ña, por lo que fue intervenido por personal policial de la comisaría de Ciudad de Dios; lo que
motivó la formalización de la investigación preparatoria en su contra por delito de tenencia
ilegal de armas, previsto en el artículo 279 del Código Penal, además de requerirse por el Mi-
nisterio Público prisión preventiva para el investigado; así en el transcurso de dicha investi-
gación, la parte solicitante refiere afectación a los derechos de Elio Eleuterio Calle Miranda,
en razón de que: i. Ofreció la declaración de cinco testigos de descargo, indicándosele la hora
182
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
de programación para tales testimonios, para el día veintidós de febrero último a horas ocho
con treinta minutos; no obstante los fiscales no concurrieron a la hora señalada y pese a estar
presentes los cinco testigos, la fiscal emplazada se negó a recibir las testimoniales, indicando
que se harían en el transcurso de las investigaciones, y debido a la presión de convocarse a la
prensa, es que se accedió a recibir la declaración pero solo de dos testigos. ii. Pese a haberse
solicitado que las dos manifestaciones de los testigos obraran en el requerimiento de prisión
preventiva, no se adjuntó copia de dichas declaraciones. iii. El día domingo veintidós de fe-
brero de este año, solicitó en forma verbal copias de lo actuado y al día siguiente lo hizo por
escrito –a efectos de elaborar su defensa para la audiencia de prisión preventiva– sin embar-
go no le han sido otorgadas las copias del expediente fiscal. Sostiene el peticionante que se
ha vulnerado su derecho constitucional a probar y a no ser privado de su derecho de defen-
sa, conforme al artículo 139 incisos 3 y 14 de la Constitución Política del Perú.
TERCERO: La fiscal emplazada, por su parte sostuvo que: En relación al primer supuesto de
afectación que los testigos fueron ofrecidos recién a las diez con cuarenta y cinco de la ma-
ñana, y se trataba de cinco testigos, por lo que la diligencia se hubiera prolongado más allá
de las veinticuatro horas que autoriza la norma a detener; incluso la impresora planillera de
la Dircote, era muy lenta y tardaron quince minutos en imprimir una declaración, siendo que
por esta razón se tomó las dos declaraciones testimoniales que hace referencia el señor abo-
gado en sede fiscal y si se hubiera recibido las testimoniales se hubiera superado el lími-
te permitido de las veinticuatro horas, que esto era lo que pretendía el abogado y se hubie-
ra interpuesto en su contra una acción de hábeas corpus; que además a la fecha se ha cum-
plido con emitir proveído, en el que se admite las tres declaraciones de los testigos faltan-
tes, y pese a no estar obligados a notificar proveídos, se ha hecho en este caso. Sobre el se-
gundo supuesto de afectación, que el requerimiento de prisión preventiva exige los prime-
ros recaudos, siendo que a la hora que lo presentó, recién se estaba culminando de recepcio-
nar las manifestaciones, por tanto era imposible acompañarlas, y que el señor abogado ha
dejado constancia expresa en las otras diligencias que supuestamente se ha vulnerado sus
derechos, lo que no hizo en este caso. Que el requerimiento de prisión preventiva se presen-
tó a las 12:30 horas, como aparece del cargo de recepción. Respecto del tercer supuesto de
afectación, que recién tomó conocimiento del pedido de copias por escrito presentado a las
10:22 del día 23 de febrero de este año, después del acta de verificación efectuada con moti-
vo precisamente de la tutela de derechos; el abogado nuevamente presenta otro escrito a las
11:30 horas, lo que evidencia su temeridad, además que ni siquiera la esperó, debe valorarse
también que si requería las copias con urgencia, debió constituirse a primera hora al despa-
cho fiscal, y no a la hora que lo hizo; si es que eran primordiales como refirió el abogado de-
fensor, que cuando presentó el segundo escrito pidiendo copias, ya se había presentado la
solicitud de tutela de derechos; que cuando el abogado solicitante se presentó a su despa-
cho, ella se encontraba en una reunión con los fiscales superiores, evaluando precisamente
este caso, por lo que tenía la carpeta fiscal, y sin esperar siquiera a que llegara, el abogado se
retiró. Al respecto la señora fiscal, presentó el informe del asistente en función fiscal, que re-
fiere que a las 11:30 horas se hizo presente ante el despacho el abogado de Elio Calle Mama-
ni, indicándole que el día 22 de febrero en forma verbal solicitó se le expidan copias, ello ante
el doctor Bedregal, llamando a la fiscal emplazada a su celular quien se encontraba en Presi-
dencia con vocales superiores con el íntegro de la carpeta fiscal, y al comunicarle al abogado
que la espere, este se retiró. Que debe ponderarse que los escritos son presentados por me-
sa de partes, y estos son entregados en horas de la tarde en el mismo sistema del Poder Judi-
cial y a su solicitud es que le entregaron el escrito; que el abogado no le solicitó las copias el
día lunes, ya que como este aceptó en la verificación efectuada para esta tutela de derechos,
el señor abogado afirmó que no se encontró con la fiscal el día referido, pues si lo hubiera he-
cho, se las habría otorgado.
CUARTO: Sobre lo expresado, la controversia se suscita, en determinar si don Elio Eleuterio
Calle Mamani, fue afectado en sus derechos en los términos que prescribe el artículo 71 del
183
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Código Procesal Penal. Al respecto, se tiene que en concreto se alega vulneración al debido
proceso, que contiene el derecho a probar, al no haberse recibido la declaración de testigos
de cargo, pese a haberse señalado día y hora para tal efecto; y, el derecho de defensa consti-
tuido en este caso, por no contar con las copias necesarias para elaborar su defensa y además
que no se anexó la declaración de dos testigos de cargo, a las copias acompañadas al reque-
rimiento de prisión preventiva. En esa traza, pondera este despacho en lo que respecta al de-
recho al debido proceso, reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución, que di-
cho atributo fundamental forma parte del “modelo constitucional del proceso”, cuyas garan-
tías mínimas deben ser respetadas para que el proceso pueda considerarse debido. En ese
sentido, la exigencia de su efectivo respeto no solo tiene que ver con la necesidad de garan-
tizar a todo justiciable determinadas garantías mínimas cuando este participa en un proceso
judicial, sino también con la propia validez de la configuración del proceso, cualquiera que
sea la materia que en su seno se pueda dirimir, como puede ser la actividad investigatoria
que desarrolla el fiscal penal en sede pre jurisdiccional. De esta forma, el debido proceso no
solo es un derecho de connotación procesal que se traduce, como antes se ha dicho, en el
respeto de determinados atributos, sino también una institución compleja que desborda
el ámbito meramente jurisdiccional. En ese orden de ideas se tiene en relación al: Debido
proceso y derecho fundamental a la prueba: Una de las garantías que asisten a las partes
del proceso, al amparo del artículo 139 inciso 3 de la Constitución, es la de presentar los me-
dios probatorios necesarios que posibiliten crear convicción en el juzgador sobre la veraci-
dad de sus argumentos. Sin embargo, como todo derecho fundamental, el derecho a la prue-
ba también está sujeto a restricciones o limitaciones, derivadas tanto de la necesidad de que
sean armonizados con otros derechos o bienes constitucionales –límites extrínsecos–, como
de la propia naturaleza del derecho en cuestión –límites intrínsecos–. El reconocimiento del
derecho a la prueba en la normatividad es restringido, y se le relaciona casi exclusivamente
con la presunción de inocencia. Por eso, normalmente aparece bajo la fórmula siguiente: “la
persona se considera inocente mientras no se haya declarado judicialmente su responsabili-
dad”. Este es el enunciado utilizado en el artículo 2, inciso 24, acápite e) de la Constitución,
que reproduce lo estipulado por el artículo XXVI de la Declaración Americana de los Dere-
chos y Deberes del Hombre. No obstante, es menester considerar que el derecho a la prueba
apareja la posibilidad de postular, dentro de los límites y alcances que la Constitución y las le-
yes reconocen, los medios probatorios pertinentes para justificar los argumentos que el jus-
ticiable esgrime a su favor. Por ello, no se puede negar la existencia del derecho fundamental
a la prueba. Así, constituye un derecho básico de los justiciables producir la prueba relacio-
nada con los hechos que configuran su pretensión o su defensa, se trata pues, de un derecho
complejo cuyo contenido, de acuerdo con lo señalado por el Tribunal Constitucional, está de-
terminado por el derecho a ofrecer medios probatorios que se consideren necesarios, a que
estos sean admitidos, adecuadamente actuados, de esta manera, si no se autoriza la presen-
tación oportuna de pruebas a los justiciables, ¿se podrá considerar respeto el debido proceso?
todo hace indicar que ello sería imposible. Solo con los medios probatorios necesarios, el juz-
gador podrá decidir adecuadamente. En el caso de autos, en primer lugar, se encuentra la fal-
ta de respuesta debida del Ministerio Público a la postulación probatoria. No obstante haber-
se ofrecido el medio probatorio de la declaración de testigos, que según el afectado era par-
te importante para su defensa, el Ministerio Público ni los rechazó formalmente ni los actuó
en su totalidad. Es decir, pese a la obligación exigible de resolver, aún verbalmente en aten-
ción a las circunstancias del caso, un pedido realizado por un justiciable, conforme lo norma
artículo IX, 1 del Código Procesal Penal y 87 del señalado código, en su inciso 3, no se dio res-
puesta cabal. Para contradecir esta evidencia de vulneración, la representante del Ministerio
Público explica la razón de esta falta de contestación en que los testigos fueron ofrecidos tar-
díamente, estos es recién a las diez horas, aproximadamente, y el plazo de vencimiento de
detención era inminente; pero no se ha evaluado por el Ministerio Público, como se ha soste-
nido en audiencia, que su turno es de doce a doce horas, hubo inacción desde la hora en que
se produjo la detención del investigado, entonces si el ofrecimiento fue efectuado el día
184
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
anterior que no ha sido desvirtuado ni rebatido por la emplazada, por qué no se recibie-
ron tales testimonios, incluso los fiscales llegaron tarde a la hora convenida con la defen-
sa del investigado; lo que tampoco ha sido negado por la fiscal, debiendo tener en cuen-
ta en este extremo que debe existir pleno respeto a los derechos de los justiciables, y si
se pactó una hora, debió cumplirse, pues la demora, ha sido considerada incluso por los
órganos de control interno de las entidades que administran justicia, como maltrato. De
lo expresado, queda claro que se tiene que determinar si un fiscal está en la capacidad de
rechazar un medio de prueba, en la forma que lo hizo la emplazada, argumentando razo-
nes de tiempo, y si ello termina vulnerando, o no, el derecho a la prueba por parte de los de-
mandantes. Ahora bien, lo que buscaron atacar el solicitante con esta postulación probatoria
(testigos), era el establecimiento de su inculpabilidad. Luego, una de las manifestaciones del
derecho a probar se encuentra en la presentación de testigos, figura que es totalmente apli-
cable al caso concreto, tal como claramente lo ha expresado el artículo 14, inciso 3, acápite e,
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (posteriormente reproducido en el ar-
tículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos), la persona acusada tendrá
derecho, en plena igualdad, durante todo el proceso: a interrogar o hacer interrogar a los tes-
tigos de cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo y que estos sean in-
terrogados en las mismas condiciones que los testigos de cargo; incluso tal supuesto ha sido
también acogido en la nueva legislación procesal en el artículo IX inciso 1, y 87, 3. Sin embar-
go, para llegar a una respuesta adecuada, es necesario conciliar lo que el ordenamiento jurí-
dico estima necesario para proteger el ámbito del derecho a la prueba y los hechos existen-
tes en el caso sometido a control a través de la tutela de derechos. Como premisa básica, la
presentación de testimoniales por parte del investigado resulta ser una prueba pertinente al
caso en atención a las circunstancias y al delito imputado (posesión de armas). Un último
punto al respecto, es que el delito por el que es investigado el solicitante, prescrito en el artí-
culo 279 del Código Penal, en tal configuración, el delito se restringe a la responsabilidad de
tener en su poder armamento y estando a que los testigos de cargo ofrecidos podrían ener-
var que Elio Calle Mamani, portaba o no la granada de guerra, por lo que era pertinente ac-
tuarse tales testimonios. De esta forma se consolida la idea de que existe un medio probato-
rio ofrecido por los demandantes que debió ser observado y actuado por la fiscal emplazada,
pero no se hizo, y las razones que da a su favor la emplazada no resultan de recibo por este
Despacho, ya que no puede vulnerarse el derecho a probar por razones de tiempo, que pre-
cisamente el fiscal provocó con su inacción y demora, por lo que existe en este supuesto vul-
neración al derecho que forma parte del contenido protegido por el artículo 71 del código
adjetivo. Debido proceso y derecho de defensa: Este derecho establece una prohibición de
estado de indefensión de la persona frente a un proceso o procedimiento que afecte un de-
recho o interés del mismo; así la Constitución, en su artículo 139, inciso 14, garantiza a los jus-
ticiables, la protección de sus derechos y obligaciones, cualquiera sea su naturaleza (civil,
mercantil, penal, laboral, etc.), a fin de que no queden en estado de indefensión. Entonces, el
contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, los titulares de derechos
e intereses legítimos se ven impedidos de ejercer los medios legales suficientes para su de-
fensa, pero no cualquier imposibilidad de ejercer esos medios produce un estado de indefen-
sión que atenta contra el contenido protegido del derecho, sino que es relevante cuando se
genera una indebida y arbitraria actuación del órgano que investiga o juzga al individuo tal
hecho se produce cuando el justiciable es impedido, de modo injustificado, de argumentar
a favor de sus derechos e intereses legítimos. Así, se tiene que ciertamente el Ministerio
Público no otorgó copias del expediente fiscal, al que por mandato legal, tenía derecho
el afectado a través de su defensa técnica (artículos 84,7 y 324,1 del Código Procesal Pe-
nal), más aún que la propia fiscal, reconoce que las copias le fueron solicitadas en forma
verbal el día domingo en la comisaría, no obstante pretextó respeto a pruritos formales,
no se entregó copias, pues si existe tasa judicial o exigencia de pedido escrito, ello no
puede prevalecer sobre el contenido de un derecho fundamental, así el Ministerio Públi-
co no puede exigir formalidad a tal extremo de afectar un derecho; además el argumento de
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
que el abogado no fue a primera hora y que cuando regresó no estaba la emplazada, quien
se llevó la carpeta fiscal para concurrir a una reunión administrativa con sus superiores, no
justifica que esta no deje el expediente fiscal, precisamente para que las partes tengan acce-
so, más aún que la audiencia prisión preventiva era a las doce del día. Finalmente, se ha veri-
ficado que no se anexó copias de las manifestaciones de los testigos de descargo al requeri-
miento de prisión preventiva; en este extremo el fiscal se rige por el principio de objetividad,
esto es, el fiscal debe actuar buscando tanto prueba de cargo y de descargo (artículo IV,2
- Título Preliminar, y 61,2 del Código Procesal Penal), precisamente es por eso que es el
defensor de la legalidad, porque el Ministerio Público no debe tener como premisa la
pretensión carcelaria, sino garantizar el debido proceso; si bien es cierto que no se pudo
anexar las manifestaciones a la hora de presentación de prisión preventiva, esto se debe a la
demora e inacción de la emplazada, afectándose así, el principio de igualdad de armas, y, si
bien el artículo 135 del código adjetivo indica que se debe anexar la carpeta fiscal o las copias
correspondientes, se entiende que lo correspondiente, abarca a ambas partes, no solo a una,
precisamente para iniciar un debido contradictorio; en todo caso, si la fiscal emplazada no
pudo por la hora anexar las señaladas manifestaciones, debió hacerlo después, porque los
elementos de convicción que acompañan su requerimiento fiscal iban a servir como elemen-
tos para persuadir al juez, y si solo se presenta prueba de una parte, entonces el juez no po-
dría emitir una resolución fundada en hecho y derecho, más aún, en este caso, que la defen-
sa no contaba con copias del expediente fiscal al que por mandato legal tenía derecho el
afectado, vulnerando su derecho de defensa, pues al no contar con copias vio limitado su de-
recho a defenderse de las imputaciones en su contra, por tanto existe afectación al principio
de igualdad de armas, en consecuencia al derecho de defensa. En estos supuestos, la inter-
vención desmedida de la emplazada, titular de la acción penal, cuya actuación resultó inade-
cuada, provocó afectación a derechos en los términos que protege el artículo 71 del Código
Procesal Penal; por lo tanto, resulta de amparo el caso propuesto, mereciendo tutela judicial.
Por tales fundamentos:
DECLARO:
1. FUNDADA la solicitud de tutela de derechos formulada por Claudio Gonzales Masco,
en representación del ciudadano Elio Eleuterio Calle Mamani.
2. En consecuencia ORDENO: Que en el día: otorgue copias a la defensa del afectado, de
todo el expediente fiscal; cumpla con anexar al requerimiento de prisión preventiva las
dos manifestaciones de los testigos ofrecidos por el investigado; reciba las manifesta-
ciones de los tres testigos que no se recibieron en su oportunidad.
3. EXHORTO al Ministerio Público en la persona de la doctora Garleth Verónica Miranda
Valdivia a que no reitere esta clase de conducta, y desarrolle su actividad fiscal en pleno
respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos. Regístrese y notifíquese.-
S.S.
YENY MAGALLANES RODRÍGUEZ
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Expediente : Nº 02385-2010-97-0401-JR-PE-04
Juzgado : Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de Arequipa
Solicitante : Jean Pier Mendoza Gamarra
Resolución Nº 02-2010
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Resolución Nº 02-2010
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
realizándose por tanto una afectación a los derechos constitucionales a un debido proceso
por la falta de motivación de la misma.
TERCERO: El Ministerio Público refiere que el objeto de pronunciamiento en la menciona-
da disposición fiscal fue analizar los hechos y que estos se subsuman en todos los elementos
fácticos dentro del tipo penal que corresponde, esto sería el de fraude procesal y no de falsifi-
cación de documentos. Para determinar a cabalidad que este documento (fotocopia) es frau-
dulento o no, se tiene que comparar con la matriz que fue presentada tiempo después, peri-
cia que no se ha realizado. Entonces lo que hace el Despacho Superior al fiscal provincial, es
reorientar su labor de tal forma que los elementos fácticos se subsuman dentro del tipo pe-
nal correspondiente.
En cuanto al plazo para emitir pronunciamiento, cabe precisar que la denuncia arriba al Des-
pacho Superior Fiscal el día 19 de octubre, el día 21 de octubre se presenta la Sra. Rulbi Sa-
linas con su representante legal y hacen el informe oral correspondiente; entra por tanto a
despacho el día 22 de octubre computándose desde esta fecha el plazo para emitir pronun-
ciamiento, no obstante el día miércoles 27 de octubre se presenta un escrito por parte del de-
nunciante acompañado de 67 folios, de elementos de prueba que considera necesarios para
que puedan ser merituados al momento de resolver, posteriormente el día 3 de noviembre
fue el onomástico de la Dra. fiscal superior encargada del caso materia de pronunciamiento,
teniendo licencia por tal razón y finalmente el día cinco de noviembre se emite la antes men-
cionada disposición. Por tanto, no ha existido dilación innecesaria, más aún teniendo presen-
te que el despacho a cargo de la Dra. Miriam Herrera Velarde, mantiene un cúmulo de diligen-
cias, lo que consta en la documentación presentada.
CUARTO: De lo expuesto por las partes, se tiene que la parte accionante en la presente tu-
tela de derechos, pretende se dicte las medidas de corrección pertinentes, puesto que se ha
vulnerado su derecho constitucional al debido proceso. Sin embargo, de lo actuado y deba-
tido por las partes, no se aprecia elemento de convicción alguno que acredite vulneración o
afectación al debido proceso, por cuanto la Dra. fiscal superior con la expedición de la Dispo-
sición N° 648-2010-3FSPA, dispuso reconducir la investigación, de tal forma que el fiscal pro-
vincial actúe ajustado a derecho.
En cuanto se refiere al plazo debido por ley, para emitir pronunciamiento, si bien es cierto ha
existido demora en la expedición de la citada disposición en un plazo que ha excedido de
tres días, es entendible y justificable por causas razonables como la sobrecarga que tiene el
Despacho Superior Fiscal y la documentación presentada en 67 folios, para la valoración que
deba tener presente la fiscal superior al momento de expedir pronunciamiento.
Fundamentos por lo que:
SE RESUELVE:
Declarar INFUNDADA la tutela de derechos propuesta por Juan José Salinas Paredes y Lour-
des Filomena Vela Velásquez. Regístrese y notifíquese.
S.S.
JAVIER DEL CARPIO MILÓN
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Resolución N° 04-2010
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
que el plazo de investigación no puede durar más de dos años; teniendo en cuenta que la
presente investigación dura más de tres años y dos meses.
SEGUNDO: En cuanto la defensa del imputado Díaz Rodríguez manifestó la conformidad con
lo expresado por el otro abogado, además agrega que en el presente caso no hay ningún he-
cho nuevo, por lo que se estaría repitiendo lo ya investigado.
TERCERO: El Ministerio Público manifestó que en cuanto a la fundamentación de su pedido y
al escrito presentado se hace referencia a medidas limitativas de derechos como la compare-
cencia restrictiva simple en contra de los imputados, pero la fiscalía señala que estas medidas
hayan sido impuestas conforme al código anterior. Además señala que en este caso no existe
infracción al plazo de investigación, debido a que los hechos son del 17 de febrero de 2007,
y con fecha 2 de octubre del mismo año se formaliza denuncia, por lo que el 7 de noviembre
del referido año dicta auto de apertura de instrucción, y cuando se cita a juzgamiento, me-
diante hábeas corpus se declara nulo el auto de apertura, en consecuencia el 20 de agosto de
2009, el Juzgado Penal Transitorio dispone remitir los actuados al Ministerio Público, por lo
que el 7 de enero de 2010, la fiscalía formaliza investigación preparatoria, por ende no se ha-
bría realizado la investigación en tres años, sino que recién se lleva tres meses y quince días;
ya que la sentencia de hábeas corpus hizo referencia a falta de motivación del auto de aper-
tura de instrucción, asimismo se debe realizar actos de investigación, ya que se trataría de un
proceso complejo, tratándose de una conducta obstruccionista de los imputados no facili-
tando el acceso al inmueble para la realización de la inspección.
CUARTO: En cuanto al inciso 4 del artículo 71 del Código Procesal Penal establece que cuan-
do el imputado considere durante las primeras diligencias o en la investigación preparatoria,
no se da cumplimiento a las disposiciones, (derechos del imputado) o que sus derechos no
son respetados o que es objeto de medidas limitativas de derechos o de requerimientos ile-
gales, puede acudir en vía de tutela al juez de investigación preparatoria, para que subsane la
omisión o dicte las medidas de corrección o de protección que correspondan.
QUINTO: En este orden de ideas se tiene que el principal motivo de tutela de derechos de la
defensa de los imputados Hurtado y el imputado Díaz Rodríguez se basa en el excesivo plazo
de investigación, al que están siendo sometidos sus defendidos, y otro respecto de las medi-
das restrictivas de la libertad en cuanto a la comparecencia restrictiva. Por lo que este despa-
cho fundamentará primero este último:
a) La defensa sostiene que los imputados se encuentran sometidos a la medida limitativa
de derechos de comparecencia restrictiva; sin embargo, de lo que aparece en la presen-
te es que esa medida se dictó en el proceso N° 2007-4247, el cual mediante sentencia
de hábeas corpus declaró nulo el auto de apertura de instrucción; asimismo, en el pre-
sente proceso N° 164-2010 este despacho no ha resuelto ningún requerimiento fiscal
de comparecencia restrictiva, por lo que se tiene que en contra de los imputados en el
proceso N° 164-2010 no se encuentran sujetos a la medida coercitiva personal de com-
parecencia restrictiva; por lo que no existiría vulneración en ese extremo.
b) En cuanto a la razonabilidad y proporcionalidad del plazo de investigación que según
la defensa señala que es excesiva, debe tenerse en consideración, que si bien existe una
sentencia del Tribunal Constitucional en el sentido de considerar que el plazo de inves-
tigación no puede durar excesivamente, sin embargo se tiene que tener presente las
consideraciones especiales de este proceso; pues no se trata que la investigación se
haya iniciado desde el día en que ocurrieron los hechos (17 de febrero de 2007), y has-
ta la fecha continúe la misma investigación, pues en el presente caso como se ha alega-
do en audiencia esta investigación dio lugar a que se dicte auto de apertura de instruc-
ción en el proceso N° 2007- 4247 de fecha 7 de noviembre de 2007, bajo las normas del
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 03-2009
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Exhorto a la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa representada por el doctor Pedro
Zumaeta Huasasquiche, que como defensor de la legalidad dé estrictamente cumplimiento
a lo dispuesto tanto en la Constitución y en las leyes que rigen nuestro Estado de Derecho.
Dispongo el archivo de la presente solicitud. Tómese razón y hágase saber.
S.S.
VÍCTOR RAÚL ZÚÑIGA URDAY
Resolución N° 03-2011
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución N° 02-2010
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
los imputados y la declaración del notario Gorki Oviedo, dado que se tenía que determinar si
la carta de requerimiento que habría presentado el imputado Rufino Mendizábal Cayllahua,
contenía firma y sello notarial verdadero y de acuerdo a lo que habría declarado el notario
no le correspondería ni el sello ni la firma, que el referido imputado ha solicitado el archivo
de la investigación, que el 4 de marzo ha prestado declaración Rufino Mendizábal Cayllahua
y el 15 de marzo, Rafael Fortunato Carvajal prestó declaración, que respecto del delito de fal-
sificación de documentos este se encontraría prescrito, dado que este documento se habría
faccionado el 2 de noviembre de 2001; pero que respecto del delito de uso de documento
privado falso la acción se encuentra vigente, dado que se habría usado en 3 de noviembre
de 2009, que con fecha 15 de marzo habría comunicado la formalización de la investigación,
respecto del delito de uso de documento privado falso, el cual fue notificado a la abogada en
su respectiva oficina y que con fecha 18 de marzo de 2010 se ha puesto en conocimiento del
Poder Judicial la formalización de la investigación.
CUARTO: El juzgador, escuchadas las partes, denota que se trata de una tutela de derechos
referida al control de plazos en etapa de diligencias preliminares que es el primer momen-
to que corresponde a la investigación preparatoria, que efectivamente el plazo ordinario pa-
ra diligencias preliminares es de 20 días, ello de conformidad con lo que dispone el artícu-
lo 334, inciso 2; pero existe un plazo abierto en cuanto a diligencias preliminares, para ca-
sos en que los 20 días consignados por la norma no sean suficientes o las circunstancias así
lo ameritan, debe tenerse presente que este plazo ya ha sido determinado en 120 días, y se-
gún ha explicado el representante del Ministerio Público este se ha hecho cargo del Despa-
cho Fiscal a partir del 25 de enero de 2010, que al percatarse que faltaban diligencias por ac-
tuar es que dispuso una ampliación por 30 días, plazo que se entiende anexado a los 90 días
iniciales; por tanto la sumatoria de estos plazos irroga 120 días que es el plazo máximo para
las diligencias preliminares; por tanto las diligencias que habría practicado el representante
del Ministerio Público dentro de los 120 días a los que se ha hecho referencia son diligencias
válidas, si bien el juzgador considera pertinente precisar que en diligencias preliminares no
se deben actuar actos de investigación, sino practicar diligencias para recabar elementos de
convicción, debe tenerse presente que en acuerdo vinculante se ha establecido como plazo
el de 120 días, para practicar diligencias preliminares; asimismo debo precisar que el repre-
sentante del Ministerio Público ha cumplido con formalizar investigación preparatoria por el
delito de Uso de Documento Privado Falso, a través de Disposición Fiscal Nº 4 de fecha 15 de
marzo de 2010, la que ha sido puesta en conocimiento del Poder Judicial, con fecha 18 de
marzo de 2010; por tanto nos encontramos en el estadio procesal subsiguiente, esto es en el
estadio que corresponde a investigación preparatoria propiamente dicha, habiendo culmi-
nado por tanto el primer tramo que corresponde a diligencias preliminares; siendo ello así, y
por los fundamentos indicados;
RESUELVO:
Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de tutela de derechos, referida a control de plazos de
diligencias preliminares, peticionada por Rufino Mendizábal Cayllahua a través de su aboga-
da defensora. Regístrese y notifíquese, quedando las partes asistentes a esta Sala de Audien-
cia notificadas con la siguiente resolución, pudiendo solicitar una copia de esta audiencia a
la señorita especialista de audiencia.
S.S.
FREDDY APAZA NÓBLEGA
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Resolución Nº 02-2011
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Resolución Nº 02-2011
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
agraviado a alguno de la sucesión Ninasivincha Garante, sin embargo dicho hecho también
corresponde ser desestimado por cuanto no corresponde y no viene atinente al tema de con-
trol de plazos. Por otro lado, también se ha señalado que el Ministerio Público no ha cumpli-
do con remitir la carpeta fiscal que forma parte de la presente investigación, sobre el particu-
lar el Ministerio Público ha precisado que ha presentado la carpeta fiscal, por lo que actuan-
do bajo el principio de veracidad, y tomando en cuenta que es un funcionario público, quien
señala que ha entregado la carpeta a este despacho a efectos de llevar a cabo el control de
acusación, estando bajo dicho principio es que tampoco se puede amparar el control de pla-
zos toda vez que en conjunto el Ministerio Público ha cumplido con lo establecido en el artí-
culo 343 del mismo cuerpo legal, y con la decisión adoptada en el control de plazos anterior
que fuera motivo del pronunciamiento en la Resolución N° 2-2010 expedida por este mismo
Despacho, por todo este razonamiento.
SE RESUELVE: Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de control de plazos de Roberto Félix
Ninasivincha Garate en la investigación que se sigue en contra de Roque Eduardo Benavides
Ganosa y otros por delito de supresión, destrucción y ocultamiento de documentos, dejando
a salvo el derecho de la parte solicitante, para que lo haga valer en la etapa correspondiente
y ante las entidades correspondientes, si es que considera que existe algún tipo de falta ad-
ministrativa por parte de la fiscalía.
S.S.
JAIME FRANCISCO COAGUILA VALDIVIA
Resolución Nº 02-2011
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
CONSIDERANDO:
PRIMERO: De conformidad con el artículo 343.2 del Código Procesal Penal se establece que
si vencidos los plazos previstos en el artículo anterior el fiscal no da por concluida la investi-
gación preparatoria, las partes pueden solicitar su conclusión al juez de la investigación pre-
paratoria; asimismo el artículo 343.3 señala que si se ordena la conclusión de la investiga-
ción preparatoria el fiscal en el plazo de diez días deberá pronunciarse solicitando el sobre-
seimiento o formulando acusación según corresponda.
SEGUNDO: El solicitante del control de plazos ha señalado que a través de Disposición
Nº 1554-2009 del 30 de diciembre de 2009 se ha dispuesto formalizar y continuar con la in-
vestigación preparatoria por la comisión del delito contra la fe pública en la modalidad de
ocultamiento de documentos en agravio de Florencio Ninasivincha Garate y otros, asimismo
obra la Disposición Nº 383-2010 de la Tercera Fiscalía Provincial Corporativa en donde se
aclara la disposición de formalización sobre los hechos del ocultamiento de documento pú-
blico y privado, finalmente también la defensa ha señalado de que mediante la Disposición
Nº 582-2010 del 6 de mayo de 2010 se ha declarado el presente proceso como complejo y se
ha ampliado la investigación preparatoria por el plazo de 120 días.
TERCERO: De la disposición de ampliación de investigación preparatoria Nº 582-2010 del 6
de mayo de 2010 aparece que en su parte resolutiva se ha ampliado la investigación prepa-
ratoria por el plazo de 120 días para llevar a cabo diferentes diligencias como son: el cumpli-
miento de los contratos originales de fecha 10 de octubre 1973 y 11 de junio de 1982 en re-
lación al gerente de Minas Buenaventura Roque Benavides Ganoza; así también para que di-
cha persona preste su declaración ante la fiscalía entre otras relacionadas a otros coimputa-
dos; ahora bien a través de disposición de ampliación de investigación preparatoria Nº 862-
2010 del 12 de agosto de 2010 y a través de disposición de programación de diligencias de
investigación preparatoria Nº 986-210 del 15 de setiembre de 2010 se ha dispuesto reprogra-
mar los actos de investigación de las diposiciones Nº 582-2010 y asimismo 862-2010, donde
tambien se han ordenado realizar diferentes diligencias en relación al citado Roque Eduardo
Benavides Ganoza fundamentalmente relacionados a su declaración y los temas vinculados
a los contratos antes referidos. Sobre este tema es necesario considerar que estas dos últimas
disposiciones del Ministerio Público, la Nº 862-2010 y Nº 986-2010, si bien es cierto en su par-
te considerativa hacen referencia abstracta a la prórroga del plazo de investigación prepara-
toria; sin embargo en su parte resolutiva no han dispuesto nada sobre el particular y se han li-
mitado únicamente a reprogramar actos de investigación; por lo que en esta medida no pue-
den ser consideradas dichas disposiciones como un acto de prórroga de la investigación pre-
paratoria, más aún si dichos actos formales deben ser comunicados al juzgado. De este razo-
namiento se advierte que efectivamente el plazo que fuera concedido a través de la disposi-
ción Nº 582-2010 del 6 de mayo de 2010 equivalente a 120 días a la fecha ha vencido, no co-
rrespondiendo subsanar en esta etapa dicho vencimiento de plazos y por ende resulta plena-
mente aplicable lo establecido en al artículo 343.2 del Código Procesal Penal.
CUARTO: En cuanto a las alegaciones respecto a la falta de representatividad del abogado
Alberto Indacochea Mostajo como defensor de Roque Eduardo Benavides Ganoza, aparece
de esta diligencia que el Ministerio Público no ha cuestionado e incluso ha aceptado que di-
cho abogado establece la representación en relación a dicho imputado, asimismo las alega-
ciones del Ministerio Público relacionadas a que resulta indispensable contar con la declara-
ción del citado imputado Roque Benavides devienen en no atinentes, puesto que en nuestro
ordenamiento procesal penal el imputado tiene derecho a guardar silencio, y no se le pue-
de compeler a declarar, ni tampoco se puede considerar su declaración como único argu-
mento para la prórroga de una investigación preparatoria; por lo demás en cuanto a la exhi-
bición de la documentación solicitada, el Ministerio Público tiene además mecanismos com-
plementarios para solicitar el cumplimiento de dichas exhibiciones, y también está expedito
200
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
para realizar los apremios que correspondan en caso de incumplimiento de su mandato, por
estas razones,
SE RESUELVE:
Declarar FUNDADO el pedido de control de plazos presentado por Alberto Indacochea Mos-
tajo como abogado defensor de Roque Benavides Ganoza en los delitos que se sigue con-
tra la fe pública en la modalidad de Ocultamiento de Documentos en agravio de Florencio
Ninasivincha y otros y, por ende, SE ORDENA: la conclusión de la investigación preparatoria
y que el Fiscal proceda dentro del plazo de diez dias a pronunciarse sobre el pedido de so-
breseimiento o acusación que corresponda en el presente caso. Regístrese y comuníquese.-
S.S.
JAIME FRANCISCO COAGUILA VALDIVIA
Resolución Nº 02 -2010
201
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
CUARTO: En el presente caso se tiene que las diligencias preliminares fueron una etapa ante-
rior antes de formalizar la investigación, que la defensa pudo hacer valer su derecho confor-
me lo establece el artículo 334.2 del Código Procesal Penal, al no haberlo hecho no resulta su
pedido en este extremo, en cuanto al plazo de investigación preparatoria se tiene que la fis-
calía, conforme se ha informado, ya dio por concluida la investigación; por lo que no procede
amparar el pedido en este extremo, sin embargo, debe ponerse en conocimiento del Minis-
terio Público la obligación del cumplimiento de los plazos legales, por estas consideraciones.
RESUELVO: Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de control de plazos de plazos y disponer
que el Ministerio Público cumpla con los plazos legales establecidos en la norma procesal pe-
nal. Regístrese y comuníquese. En este acto se cierra la presente grabación, de lo que doy fe.
S.S.
CARLOS MENDOZA BANDA
Resolución N° 03-2010
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
diligencias preliminares es 20 días y el fiscal podrá fijar un plazo distinto según las caracterís-
ticas, complejidad y circunstancia de los hechos de investigación.
CUARTO: En el presente caso se tiene que diferenciar el plazo de las diligencias preliminares
y el de la investigación propiamente dicha, pues el auto de Casación número 02-2008, de fe-
cha 3 de junio de 2008, en el décimo primer considerando estableció que los plazos para di-
ligencias preliminares y el que se concede al fiscal para fijar uno distinto según las caracterís-
ticas, son diferentes y no se hallan comprendidos en los 120 días naturales, más la prórroga
que corresponde a la investigación preparatoria propiamente dicha. Siendo así, se tiene que
la investigación preparatoria se ha formalizado el 10 de diciembre de este año, por lo que se
encuentra dentro del plazo legal. Respecto a plazo de diligencias preliminares se tiene que
a pesar que este plazo ya concluyó, que el mismo auto de casación estableció que si bien la
norma no establece un plazo para cuando la investigación preliminar sea compleja, excep-
cionalmente este no será mayor que el plazo máximo de la investigación preparatoria y con-
forme ha señalado la Fiscalía se trató de una investigación en contra de cuatro personas por
cuatro delitos y que fue elevado al fiscal superior hasta en tres oportunidades, además si la
parte se sentía afectada por el exceso de los plazos pudo, y debió, hacer uso de su derecho
para solicitar un control de plazos. Por estas consideraciones:
SE RESUELVE: Declarar INFUNDADA la solicitud de control de plazos formulada.
S.S.
CARLOS MENDOZA BANDA
Resolución N° 01-2010
203
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
solicitud del afectado o fija un plazo irrazonable este último podrá acudir al juez de la investi-
gación preparatoria en el plazo de cinco días instando su pronunciamiento. Textualmente, la
defensa del imputado solo está habilitada para postular una pretensión de terminación del
plazo, en tanto y en cuanto esa solicitud lo proponga primero ante la fiscalia; sin embargo, en
el caso frente a la afirmación de la defensa, en el sentido que se habría presentado un escri-
to solicitando se dé término y lo sostenido por la fiscalia en el sentido de que no se presentó
este escrito, se tuvo el escrito solicitado por la defensa y en el otro si solo hay una petición de
que la fiscalia emita la disposición que correponda, término lato pero que no expresa una so-
licitud precisa respecto de la petición propuesta por la defensa del imputado. En este sentido
se exhorta a la defensa del imputado a obrar con veracidad en el desarrollo de las audiencias.
La conducción de la investigación preparatoria está a cargo del Ministerio Público y es este
órgano, quien en un primer momento tiene que emitir las disposiciones que correspondan
frente a las diversas peticiones que propongan las partes; los jueces de investigación prepa-
ratoria solo estan habilitados para realizar el control de plazo, una vez que exista una decisión
emitida por el órgano fiscal, en tanto un pronunciamiento al respecto supondría una activi-
dad invasiva del organo jurisdiccional en roles que no le corresponde directamente.
SEGUNDO: Estando este órgano jurisdiccional inhabilitado por la falta de ese acto procesal
previo que debió realizar la defensa del imputado carece de objeto pronunciarse respecto a
la razonabilidad del plazo, respecto de los fundamentos de la petición nulidiscente, y de la
disposición ampliatoria con base en la afirmada complejidad afirmada por el Ministerio Pú-
blico, fundamentos por los que:
RESUELVO: Declarar IMPROCEDENTE la tutela de derechos propuesta por la defensa tecni-
ca de José Mariano Lima Maqui. b) Exhortar a la defensa técnica del imputado a obrar confor-
me al Principio de Veracidad. Notificados en audiencia pública.
Se deja constancia, que el Cuaderno de Control de Plazos se hace entrega al señor fiscal.
S.S.
FRANCISCO CELIS MENDOZA AYMA
204
ANEXO 2
Casaciones y plenos sobre
tutela de derechos
Casaciones y plenos sobre
tutela de derechos
207
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Tercero: Que contra la aludida resolución el fiscal superior interpuso recurso de casación al
considerar que aún no se cumplió con el plazo de investigación preparatoria. Por cuanto,
desde la fecha de notificación de la disposición de formalización y continuación de la inves-
tigación al juez de investigación preparatoria, conforme establece el inciso segundo del ar-
tículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Penal, esto es el dieciocho de setiembre de
dos mil siete, a la fecha de la solicitud de control de plazo que se concretó el treinta de octu-
bre de dos mil siete, solo han trascurrido cuarenta y tres días.
Cuarto: Que, de otro lado, la Sala Penal de Apelaciones fundó su resolución sosteniendo que
en el Nuevo Código Procesal Penal existe solo una fase de investigación, que es la investiga-
ción de preparatoria, a cargo del Ministerio Público, conforme se establece en el inciso se-
gundo del artículo trescientos treinta y siete del acotado, en el que señala que las diligencias
preliminares practicadas durante la investigación preliminar forman parte de la investigación
preparatoria, por existir unidad de prueba, unidad de investigación y unidad de investigador.
Quinto: Que, el caso de autos, se declaró bien concedido el recurso de casación de confor-
midad con lo establecido en el inciso cuarto del artículo cuatrocientos veintisiete del Códi-
go Procesal, al determinar que excepcionalmente se puede declarar la procedencia del recur-
so de casación fuera de las resoluciones enumeradas en los incisos señalados del citado ar-
tículo, ello cuando discrecionalmente se considere necesario para el desarrollo de la doctri-
na jurisprudencial, en este caso, respecto al control de plazo de la investigación preparatoria.
Sexto: Que, el tema fundamental del caso planteado, es el plazo. Al respecto, en doctrina se
hace alusión a tres clases de plazos: a) el plazo legal (establecido por la ley); b) el plazo con-
vencional (establecido por mutuo acuerdo de las partes); c) el plazo judicial (establecido por
el juez en uso de sus facultades discrecionales). De otro lado, en rigor técnico, conforme se
destaca en el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, de Guillermo Cabanelas, tomo VI,
página doscientos setenta y uno, la doctrina y la legislación, se sirven como sinónimos, sosla-
yando sutilezas técnicas, de los vocablos plazo y término; sin embargo discrepan en esencia,
por cuanto el plazo es comprensivo de todo lapso para actuar, en tanto que el término inte-
gra tan solo su vencimiento o final; en ese contexto, en el presente caso, se trata de analizar
el plazo de carácter legal, vale decir, el que es señalado por la ley durante el desenvolvimien-
to del proceso; dentro del marco de referencia del sistema de orientación acusatorio adver-
sarial que regula el Código Procesal Penal, en aplicación gradual en el Perú.
Sétimo: Que, en ese sentido, es preciso señalar lo siguiente: a) que el inciso segundo del ar-
tículo trescientos treinta y siete del Código Procesal Penal, establece que las diligencias preli-
minares forman parte de la investigación preparatoria, y esta a su vez tiene un plazo de cien-
to veinte días naturales, prorrogables por única vez hasta por un máximo de sesenta días na-
turales, conforme a lo estatuido por el inciso uno del numeral trescientos cuarenta y dos del
mismo cuerpo de leyes, ello debe aplicarse en concordancia con lo dispuesto por el inciso
segundo del numeral trescientos treinta y cuatro, que prescribe, que el plazo de las diligen-
cias preliminares es de veinte días y que no obstante a ello, el fiscal podrá fijar un plazo dis-
tinto según las características, complejidad y circunstancias de los hechos objeto de inves-
tigación; b) en ese orden de ideas, la etapa de investigación preparatoria, presenta a su vez
dos subetapas: la primera correspondiente a las diligencias preliminares y la segunda corres-
ponde a la investigación preparatoria propiamente dicha. En ese contexto, la fase de diligen-
cias preliminares tiene un plazo distinto, el mismo que está sujeto a control conforme dispo-
ne el inciso segundo del numeral ciento cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal; control
que tiene fundamental importancia para una tramitación adecuada y eficiente del proceso.
Octavo: Que, el artículo trescientos treinta y seis del aludido Código, en la parte final del in-
ciso uno, regula la formalización y la continuación de la Investigación Preparatoria, la que de-
berá comunicarse al juez del Código Procesal Penal a tenor de lo dispuesto en el inciso tres
208
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
del mismo numeral, en concordancia con el artículo tres del Código Procesal Penal; interpre-
tándose de todo ello que, el plazo establecido en el número trescientos cuarenta y dos, de-
be computarse a partir de su comunicación en virtud a lo establecido en el inciso dos del ar-
tículo ciento cuarenta y tres; señalándose, además, a partir de una interpretación sistemática,
que esa es la razón por la cual en cada una de esas fases, diligencias preliminares e investiga-
ción preparatoria, el Código Procesal Penal prevé la posibilidad de que los justiciables y fun-
damentalmente el imputado pueda promover mecanismos de control de plazo de investiga-
ción que se regulan de manera diferenciada, tanto para la fase de las diligencias preliminares
como para la investigación preparatoria propiamente dicha, conforme se desprende de los
artículos trescientos treinta y cuatro inciso segundo y, trescientos cuarenta y tres inciso se-
gundo del referido texto normativo.
Noveno: Que, la formación de la investigación preparatoria tiene como una de sus finalida-
des trascedentales la legitimación de los sujetos procesales, de manera que es recién a partir
de dicho acto procesal que los mismos pueden constituirse y ser reconocidos como tales en
el proceso para el efectivo ejercicio de sus pretensiones, debiendo tenerse en cuenta, ade-
más, que según dispone el artículo trescientos veintiuno del Código Procesal Penal, la inves-
tigación preparatoria tiene como finalidad reunir los elementos de convicción.
Décimo: Que, en el caso específico, los argumentos del recurso de apelación de fojas diez, in-
terpuesto por el abogado defensor del inculpado, se advierte que el fiscal provincial formali-
zó la investigación preparatoria con fecha once de setiembre de dos mil siete; en consecuen-
cia computando hasta la fecha de presentación de la solicitud de control de plazo de fojas
uno, esto es, el treinta de octubre de dos mil siete, aún no había transcurrido el plazo estable-
cido en el artículo trescientos cuarenta y dos.
Décimo Primero: Que, concluyendo los plazos para las diligencias preliminares, de veinte
días naturales y el que se concede al fiscal para fijar uno distinto según las características,
complejidad y circunstancias de los hechos objeto de investigación; son diferentes y no se
hallan comprendidos en los ciento veinte días naturales más la prórroga a la que alude la nor-
ma pertinente, que corresponde a la investigación preparatoria propiamente dicha.
Décimo Segundo: Que, finalmente es necesario precisar que si bien los plazos referidos son
distintos, es fundamental establecer que el plazo de las denominadas diligencias prelimi-
nares y fundamentalmente el plazo adicional al de los veinte días que el artículo trescien-
tos treinta y cuatro le autoriza al fiscal, en caso que por sus características revistan compleji-
dad, no debe ser ilimitado y, si bien es cierto, en este extremo de la norma no se precisa de
manera cuantitativa cuál es su límite temporal, también es verdad que ello no puede afectar
el derecho al plazo razonable que constituye una garantía fundamental integrante del debi-
do proceso; que por lo demás, debe entenderse como excepcionales, ponderándose el pla-
zo máximo de duración atendiendo a criterios de orden cualitativos conforme a los princi-
pios de razonabilidad y proporcionabilidad, debiendo tenerse siempre presente que las dili-
gencias preliminares tienen como finalidad inmediata realizar los actos urgentes o inaplaza-
bles conforme dispone el artículo trescientos treinta de la ley procesal penal y que pone es-
tas consideraciones; la fase de diligencias preliminares no podría, en la hipótesis más extre-
ma, ser mayor que el plazo máximo de la investigación preparatoria regulado en el artículo
trescientos cuarenta y dos de la ley procesal penal.
DECISIÓN:
Por estos fundamentos:
I. Declararon FUNDADO en parte el recurso de casación interpuesto por el fiscal supe-
rior del Distrito Judicial de La Libertad, contra el auto de fojas veintiuno, del veintiuno
de noviembre de dos mil siete, que revoca el auto apelado del siete de noviembre de
209
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
dos mil siete, y reformándolo: declara Fundado el control de plazo y ordena que se de-
vuelvan los autos al juez penal de la investigación preparatoria para que continúe con
el plazo de ley; en consecuencia: ESTABLECIERON: de conformidad con lo previsto en
el inciso cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal, como
doctrina jurisprudencial, que los plazos para la diligencia preliminar, veinte días natura-
les y el que se concede al fiscal para fijar uno distinto según las características, comple-
jidad y circunstancias de los hechos objeto de investigación, son diferentes y no se ha-
llan comprendidos en los ciento veinte días naturales más la prórroga a la que alude la
norma pertinente, que correspondan a la investigación preparatoria propiamente di-
cha; conforme a los argumentos que se señalan en la parte considerativa de la presen-
te resolución.
II. DISPUSIERON que la presente resolución casatoria se lea en audiencia pública por la
Secretaría de esta Suprema Sala Penal; y acto seguido, se notifique a las partes aperso-
nadas a la instancia, incluso a las no recurrentes.
III. MANDARON que cumplidos estos trámites se devuelva el proceso al órgano jurisdic-
cional de origen, y se archive en el cuaderno de casación en esta Corte Suprema.
S.S.
SIVINA HURTADO
PONCE DE MIER
URBINA GANVINI
PARIONA PASTRANA
ZECENARRO MATEUS
ZM/hrs.
210
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
del Poder Judicial –en adelante, LOPJ–, y dictar acuerdo plenario para concordar la juris-
prudencia penal.
2º. El Pleno Jurisdiccional se realizó en tres fases:
En la primera fase los jueces supremos discutieron y definieron la agenda para lo cual
tuvieron en cuenta los diversos problemas y cuestiones de relevancia jurídica que han
venido conociendo en sus respectivas salas en el último año. Fue así como se estable-
cieron los siete temas de agenda, así como sus respectivos problemas específicos.
La segunda fase, denominada participación ciudadana, tuvo como finalidad promover
la intervención y el aporte de la comunidad jurídica del país para la solución de cada
uno de los problemas antes planteados. Para ello se habilitó el foro de participación a
través del portal de Internet del poder judicial, habiendo logrado con ello una amplia
participación de diversas instituciones de la capital, así como de diversas provincias del
país a través de sus respectivas ponencias. Luego de una debida selección de las ponen-
cias presentadas, se realizó en fecha del 4 de noviembre la audiencia pública en la que
los representantes de todas las instituciones acreditadas sustentaron y debatieron sus
respectivas ponencias ante el Pleno de los Jueces supremos de ambas salas penales.
En dicha audiencia con relación al tema que aborda el presente acuerdo sustentaron
su ponencia los señores Mario Rodríguez Hurtado –en representación del Instituto de
Ciencia Procesal Penal– y Frescia Sisi Villavicencio Ríos –en representación de la Escuela
de Formación Procesal Penal Garantista - Huaura–, las mismas que se tuvieron en cuen-
ta para la discusión del presente acuerdo plenario. Es así como finalmente se expide el
presente acuerdo plenario, emitido conforme lo dispuesto en el artículo 116 de la LOPJ,
que faculta a las salas especializadas del Poder Judicial a dictar este tipo de acuerdos
con la finalidad de concordar criterios jurisprudenciales de su especialidad.
3º. La tercera fase del VI Pleno Jurisdiccional comprendió ya el proceso de discusión y for-
mulación de los acuerdos plenarios cuya labor en los respectivos jueces ponentes en
cada uno de los siete temas. Esta fase culminó el día de la sesión plenaria realizada en la
fecha con participación de todos los jueces integrantes de las salas permanentes y tran-
sitorias, interviniendo todos con igual derecho de voz y voto.
4º. La deliberación y votación se realizó el día de la fecha. Como resultado del debate y
en virtud de la votación efectuada, por unanimidad, se emitió el presente acuerdo
plenario.
Interviene como ponente el señor PRÍNCIPE TRUJILLO.
II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
1. ASPECTOS GENERALES
5º. El artículo 71 del NCPP prevé los derechos del imputado y, específicamente, en el apar-
tado cuatro regula la denominada “AUDIENCIA DE TUTELA”. Esta figura legal está previs-
ta en la Sección Cuarta “El Ministerio Público y los demás Sujetos Procesales”, Capítulo
Primero “El Imputado”, Título II “El Imputado y el Abogado Defensor” del Libro Primero
“Disposiciones Generales” del Nuevo Código Procesal Penal –en adelante–, NCPP.
Prescribe la citada norma que: “1. El Imputado pude hacer valer por sí mismo, o a través
de su Abogado Defensor, los derechos que la Constitución y las leyes conceden, desde el
inicio de las primeras diligencias de la investigación hasta la culminación del proceso (…)
4. Cuando el Imputado considere necesario que durante las Diligencias Preliminares o en
la Investigación Preparatoria no se ha dado cumplimiento a estas disposiciones, o que sus
211
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
212
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
213
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
[1] RODRÍGUEZ HURTADO, Mario. Ponencia presentada para la Audiencia Pública del VI Pleno Jurisdiccional de
las Salas Penales de la Corte Suprema.
214
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
fundamentales que se encuentran recogidos en el artículo 71 del NCPP, esto es, si por
ejemplo se efectuó su detención sin haberle puesto en conocimiento al imputado de
los derechos fundamentales que le asisten, por lo que el juez en audiencia de tutela
dictará las medidas que correspondan de acuerdo a ley.
17º. Asimismo, a través de la audiencia de tutela se podrá solicitar la exclusión de mate-
rial probatorio obtenido ilícitamente –en los casos en que esta sea la base de suce-
sivas medidas o diligencias– siempre que no exista una vía propia para alcanzar este
propósito y que tenga que ver con la afectación o vulneración de alguno de los dere-
chos fundamentales del imputado reconocido en el artículo 71 del NCPP. La posibili-
dad de atacar el material probatorio obtenido ilegalmente deriva del reconocimien-
to del principio de legitimidad de la prueba –axioma que instruye que todo medio de
prueba será valorado solo si ha sido obtenido e incorporado al proceso por un proce-
dimiento constitucionalmente legítimo, y que carecen de efecto legal las pruebas ob-
tenidas, directas o indirectamente, con violación del contenido esencial de los dere-
chos fundamentales de la persona– que se encuentran establecidos en el artículo VIII
del Título Preliminar del NCPP y de la utilización de la prueba –regulado en el artícu-
lo 159 del acotado código– que establece que el juez no podrá utilizar, directa o indi-
rectamente, las fuentes o medios de prueba obtenidos con vulneración del conteni-
do esencial de los derechos fundamentales de la persona. Lo anotado hace viable que
en la Audiencia de Tutela se cuestione los elementos probatorios obtenidos mediante
procedimientos ilegales o viciosos y que una vez comprobada su ilicitud el juez deter-
mine su exclusión, como medida correctiva o de protección.
18º. Otro de los problemas recurrentes que es del caso a abordar en el presente acuerdo,
es el relativo al cuestionamiento de la disposición de formalización de la investigación
preparatoria a través de la audiencia de tutela, es decir, si es posible activar –desde la
defensa– una vía de control de la referida disposición fiscal. Sobre el particular y, en
principio, debemos descartar esta posibilidad, fundamentalmente porque, como se ha
enfatizado, la vía de la tutela solo está habilitada para aquellos casos en los que se vul-
nere algunos de los derechos esenciales asociados en términos amplios a la defensa.
Por lo demás debe quedar claro que la deposición en cuestión es una actuación unila-
teral del Ministerio Público y no puede ser impugnada ni dejada sin efecto por el juez
de la investigación preparatoria. Cumple una función esencialmente garantista: infor-
ma al imputado de manera específica y clara acerca de los hechos atribuidos y su ca-
lificación jurídica, esto es, el contenido de la imputación jurídica penal que se dirige
en su contra. Además, ya en el proceso formalmente iniciado, las partes pueden hacer
uso de los medios de defensa técnica para evitar un proceso en el que no se haya veri-
ficado los presupuestos esenciales de imputación. Piénsese por ejemplo en la declara-
ción de atipicidad a través de la excepción de improcedencia de la acción o en la pres-
cripción ordinaria, si es que antes de la formalización de la investigación preparatoria
se cumplió el plazo correspondiente.
19º. En síntesis, es de afirmar, quela tutela de derechos es una garantía de específica rele-
vancia procesal penal, que puede usar el imputado cuando ve afectado y vulnerado
uno o varios derechos establecidos específicamente en el artículo 71 del NCPP, quien
puede acudir al juez de investigación preparatoria para que controle judicialmente la
legitimidad y legalidad de los actos de investigación practicados por el Ministerio Pú-
blico y repare, de ser el caso, las acciones u omisiones que generaron el quebranta-
miento del derecho de las partes procesales. La vía de tutela judicial solo podrá hacer-
se efectiva durante las diligencias preliminares y en la investigación preparatoria pro-
piamente dicha.
215
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
III. DECISIÓN
20º. En atención a lo expuesto, las Salas Penales y Permanentes y Transitoria de la Corte Su-
prema de Justicia de la República, reunida en Pleno Jurisdiccional, y de conformidad
con los dispuesto en el artículo 116 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial;
ACORDARON:
21º. ESTABLECER como doctrina legal, los criterios expuestos en los fundamentos jurídi-
cos 10 al 19.
22º. PRECISAR que los principios jurisprudenciales que contiene la doctrina legal antes
mencionada deben ser invocadas por los jueces de todas las instancias judiciales, sin
perjuicio de la excepción que estipula el segundo párrafo del artículo 22 de la LOPJ,
aplicable extensivamente a los acuerdos plenarios dictados al amparo del artículo 116
del citado estatuto orgánico.
23º. PUBLICAR el presente acuerdo plenario en el diario oficial El Peruano. Hágase saber.
S.S.
SAN MARTÍN CASTRO
LECAROS CORNEJO
PRADO SALDARRIAGA
RODRÍGUEZ TINEO
BARRIOS ALVARADO
PRÍNCIPE TRUJILLO
NEYRA FLORES
BARANDIARÁN DEMPWOLF
CALDERÓN CASTILLO
SANTA MARÍA MORILLO
216
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
ACUERDO PLENARIO
I. ANTECEDENTES
1°. Las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la Repú-
blica, con la autorización del Presidente del Poder Judicial mediante Resolución Admi-
nistrativa N° 053-2012-P-PJ, y el concurso del Centro de Investigaciones Judiciales, bajo
la coordinación del señor Prado Saldarriaga, acordaron realizar el I Pleno Jurisdiccional
Extraordinario Penal –que incluyó el Foro de “Participación Ciudadana”– de los jueces
supremos de lo penal, al amparo de lo dispuesto en el artículo 116 del Texto Único Or-
denado de la Ley Orgánica del Poder Judicial –en adelante, LOPJ–, y dictar acuerdos ple-
narios para concordar la jurisprudencia penal.
2°. El I Pleno Jurisdiccional Extraordinario Penal se realizó en tres etapas. La primera etapa
tuvo como finalidad convocar a la comunidad jurídica y a la sociedad civil del país, quie-
nes intervinieron con sus valiosos aportes en la identificación y análisis de los tres pro-
blemas hermenéuticos y normativos seleccionados. Para ello se habilitó el Foro de “Par-
ticipación Ciudadana” a través del portal de internet del Poder Judicial, de suerte que se
logró una amplia participación de la comunidad jurídica y de diversas instituciones del
país a través de sus respectivas ponencias y justificación.
3°. La segunda etapa consistió en el desarrollo de la audiencia pública, que se llevó a cabo
el doce de marzo del presente año. En ella, los representantes de la comunidad jurídica
e instituciones acreditadas sustentaron y debatieron sus respectivas ponencias ante el
Pleno de los Jueces Supremos de ambas Salas Penales, interviniendo en el análisis del
tema del presente Acuerdo Plenario, los señores Giammpol Taboada Pilco (Juez de In-
vestigación Preparatoria de La Libertad); Julio César Espinoza Goyena (Representante
del Instituto de Ciencia Procesal Penal); Eduardo Remi Pachas Palacios y Mario Pablo Ro-
dríguez Hurtado, profesores de Derecho Procesal Penal.
4°. La tercera etapa del I Pleno Jurisdiccional Extraordinario Penal comprendió el proceso
de discusión y formulación de los Acuerdos Plenarios, con la designación de jueces su-
premos ponentes para cada uno de los tres temas seleccionados. Esta fase culminó el
día de la sesión plenaria realizada en la fecha con participación de todos los jueces in-
tegrantes de las Salas Penales Permanente y Transitoria (a excepción del doctor Pario-
na Pastrana, quien se encontraba de vacaciones), con igual derecho de voz y voto. Es
así, como finalmente se expide el presente acuerdo plenario, emitido conforme a lo dis-
puesto en el artículo 116 de la LOPJ, que faculta a las salas especializadas del Poder Judi-
cial a pronunciar resoluciones vinculantes con el fin de concordar criterios jurispruden-
ciales de su especialidad.
5°. La deliberación y votación se realizó el día de la fecha. Como resultado del debate y
en virtud de la votación efectuada, por unanimidad, se emitió el presente acuerdo
plenario.
Interviene como ponente el señor San Martín Castro.
II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS
6°. Los rasgos generales o características esenciales de la acción de tutela jurisdiccional pe-
nal, normada en el artículo 71 del nuevo Código Procesal Penal –en adelante, NCPP–
han sido abordados en el Acuerdo Plenario N° 4-2010/CJ-116.
Los derechos fundamentales que se protegen son aquellos previstos en el citado artícu-
lo 71 del NCPP. Uno de ellos es el conocimiento de los cargos formulados en contra del
imputado (artículo 71.2, “a”). Debe entenderse por “cargos penales”, aquella relación o
217
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
218
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
plenamente controlable en este caso (vide: artículos 344.1, 346.1, 350.1, ”a” y 352.2 y 4
del NCPP).
Así las cosas, se entiende que el parágrafo 14 del Acuerdo Plenario N° 4-2010/CJ-116 li-
mite el ejercicio de la acción de tutela, a la que califica de “residual”, a los derechos taxa-
tivamente enumerados en el artículo 71 del NCPP, y que el parágrafo 18 fije como crite-
rio base la irrecurribilidad de la DFCIP.
10°. Ahora bien, la garantía de defensa procesal, desarrollada por el artículo IX del Título Pre-
liminar del NCPP, incluye, aparte de los llamados “derechos instrumentales” (derecho a
la asistencia de abogado, utilización de medios de prueba pertinente, a no declarar con-
tra sí mismo y a no confesarse culpable), los denominados “derechos sustanciales”, que
son presupuestos básicos de su debido ejercicio, entre ellos la comunicación detallada
de la imputación formulada contra el imputado. Su efectividad, sin duda, como correla-
to del conocimiento de los cargos (artículo 72.2, “a” del NCPP), requiere inexorablemen-
te de que los hechos objeto de imputación en sede de investigación preparatoria (vid:
artículo 342.1 del NCPP) tengan un mínimo nivel de detalle que permita al imputado sa-
ber el suceso histórico que se le atribuye y la forma y circunstancias en que pudo tener
lugar.
Tal dato es indispensable para que pueda ejercer una defensa efectiva, la cual no puede
quedar rezagada a la etapa intermedia o a la etapa principal de enjuiciamiento: la de-
fensa se ejerce desde el primer momento de la imputación (vide artículo 139.14 de la
Constitución), que es un hecho procesal que debe participarse a quien resulte implica-
do desde que, de uno u otro modo, la investigación se dirija contra él, sin que haga fal-
ta un acto procesal formal para que le reconozca viabilidad.
Es evidente, a partir del modelo procesal asumido por el NCPP, que el imputado, en un
primer momento, deberá acudir al propio fiscal para solicitar las subsanaciones corres-
pondientes en orden a la precisión de los hechos atribuidos –este derecho de modo
amplio lo reconoce el artículo 71.1 del NCPP–.
11°. Muy excepcionalmente, ante la desestimación del fiscal o ante la reiterada falta de res-
puesta por aquel –que se erige en requisito de admisibilidad–, y siempre frente a una
omisión fáctica patente o ante un detalle de hechos con entidad para ser calificados, de
modo palmario, de inaceptables por genéricos, vagos o gaseosos, o porque no se pre-
cisó el aporte presuntamente delictivo del penal.
En este caso la función del juez de la investigación preparatoria –ante el incumplimien-
to notorio u ostensible por el Fiscal de precisar los hechos que integran los cargos pe-
nales– sería exclusiva y limitadamente correctora –disponer la subsanación de la im-
putación plasmada en la DFCIP, con las precisiones que luego de la audiencia sería del
caso incorporar en la decisión judicial para evitar inútiles demoras, pedidos de aclara-
ción o corrección, o cuestionamientos improcedentes–. Bajo ningún concepto el auto
judicial puede ser anulatorio y, menos, de archivo o sobreseimiento anticipado de la
investigación.
III. DECISIÓN
12°. En atención a lo expuesto, las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Su-
prema de Justicia de la República, con la intervención del Presidente del Poder Judicial,
reunidas en Pleno Jurisdiccional, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 116
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial;
219
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
ACORDARON
13°. ESTABLECER como doctrina legal, los criterios expuestos en los fundamentos jurídi-
cos 6 al 11.
14°. PRECISAR que los principios jurisprudenciales que contiene la doctrina legal antes
mencionada deben ser invocados por los jueces de todas las instancias judiciales, sin
perjuicio de la excepción que estipula el segundo párrafo del artículo 22 de la LOPJ,
aplicable extensivamente a los acuerdos plenarios dictados al amparo del artículo 116
del citado estatuto orgánico.
15°. PUBLICAR el presente Acuerdo Plenario en el diario oficial El Peruano. Hágase saber.
S.S.
SAN MARTÍN CASTRO
VILLA STEIN
LECAROS CORNEJO
PRADO SALDARRIAGA
RODRÍGUEZ TINEO
BARRIOS ALVARADO
SALAS ARENAS
PRÍNCIPE TRUJILLO
NEYRA FLORES
VILLA BONILLA
MORALES PARRAGUÉZ
En la ciudad de Trujillo el día 11 de diciembre del año 2004 los vocales superiores integran-
tes de las Salas Penales de la República convocados al efecto por el Consejo Ejecutivo del Po-
der Judicial cuya relación se detalla en el Anexo N° 1 (Lista de Asistentes), se reunieron en Se-
sión de Sala Plena Jurisdiccional Nacional Penal con el objeto de debatir los temas que for-
man parte del Anexo N° 2 (Temas de trabajo), los cuales fueron examinados por los vocales
que figuran en los grupos del Anexo N° 3 (Grupos de Trabajo), quienes fundamentaron las
propuestas del Anexo N° 4 (Dictámenes). La sesión se lleva adelante en el Auditorio del Gran
Hotel El Golf Trujillo de esta ciudad, bajo la presidencia de la Vocal Superior Elvia Barios Al-
varado, Presidenta de la Comisión de Magistrados encargada de los trabajos preparatorios.
La Sra. Presidenta después de constatar la asistencia de la totalidad de los magistrados con-
vocados al Pleno Jurisdiccional, declaró instalada la Sesión de Sala Plena Jurisdiccional
Penal Nacional. A continuación dio la bienvenida a los concurrentes y propuso a la asam-
blea de magistrados lo siguiente: 1) Someter a discusión los temas escogidos empezando
por el primero hasta terminar con la votación correspondiente, para luego proseguir con
el segundo y así sucesivamente, de acuerdo a lo programado. 2) Encargar la redacción del
Acta de la Sesión al Director del Centro de Investigaciones Judiciales. 3) Encomendar a los
magistrados miembros de la Comisión que hizo los trabajos preparatorios del pleno juris-
diccional, la aprobación y suscripción del acta. Las propuestas indicadas fueron aprobadas
por unanimidad.
220
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Continuando con la sesión, la Sra. Presidenta abrió el debate en el orden indicado. El debate
de los temas se desarrolló tras breve exposición a cargo de los relatores de los grupos de tra-
bajo a quienes se encomendó su examen, seguido de la lectura de los textos del Anexo N° 5
(Aportes y objeciones).
En las discusiones hicieron uso de la palabra los magistrados que figuran en la relación ad-
junta en el Anexo N° 6 (Oradores), cuyo detalle de sus intervenciones se puede apreciar en el
Anexo N° 7 (Material audiovisual - 6 CD).
Luego de los debates realizados en la forma indicada, se llegaron a los siguientes:
TEMA 3: LA PRUEBA ILÍCITA Y LA PRUEBA PROHIBIDA
ASUNTO:
Se somete a consideración del pleno, los problemas derivados de la obtención de la prue-
ba ilícita y la prueba prohibida, así como sus efectos jurídicos sobre la valoración de la prue-
ba, sus reglas y excepciones, tema que ha concitado el interés nacional en los procesos se-
guidos acusados por terrorismo y corrupción, siendo necesario que este pleno establezca las
pautas a seguir.
Luego de escuchar la ponencia del grupo de trabajo el tema fue sometido a debate en el que
se expusieron diversas posiciones y puntos de vista. Agotado el mismo, el pleno, tiene en
cuenta las siguientes
CONSIDERACIONES:
I. Históricamente la actuación probatoria en el proceso penal ha estado vinculada a la
afectación de derechos fundamentales de ahí que, las doctrinas sobre la prueba ilícita o
prueba prohibida, constituyan sin lugar a dudas, verdaderos límites de la actuación pro-
batoria oficial (sistemas mixtos inquisitivos) o de las partes (sistemas adversariales). Son
reglas que limitan el poder arbitrario de probar y garantizar los derechos fundamenta-
les. Recordemos que, la búsqueda de la verdad y la investigación oficial han condiciona-
do fuertemente la obtención de la prueba, introduciendo a través de los sistemas inqui-
sitivos, la práctica institucionalizada del uso de la violencia –física o psicológica– contra
la persona humana para obtener la prueba. Incluso, el hecho histórico de conferir a los
jueces la función exclusiva de la prueba, creó un proceso penal que no ha respetado la
idea básica de un proceso justo e imparcial.
Por ello, la sociedad peruana y el poder político exige a los jueces que cumplan su “de-
ber” de demostrar el delito y la responsabilidad penal, es decir, que los jueces se sumen
a la misión de la Policía y del Ministerio Público de probar el delito y la responsabilidad
penal. Sin duda que esta distorsión no ha sido generada únicamente por la incoheren-
te legislación procesal, sino básicamente por una vieja y persistente cultura inquisidora,
que pretende ver al Poder Judicial y sus jueces, como el brazo castigador del Estado –al
mismo estilo del viejo Estado medieval–, lo que resulta incompatible con la función del
Poder Judicial en un Estado Social y Democrático de Derecho, donde la principal forta-
leza institucional de la administración de justicia está en su imparcialidad.
II. Es en este marco que se plantea el tema de la prueba ilícita o prueba prohibida, que
son sinónimos, si se les entiende como la prueba que ha sido originalmente obteni-
da mediante la violación de derechos constitucionales, así como también a la prue-
ba que se deriva de ella. En el primer caso opera la “regla de exclusión” y en el segundo
caso, la doctrina de los frutos del árbol envenenado. En ambos casos, el mensaje central
era que la prueba obtenida con violación a derechos constitucionales carecían de valor
221
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
[2] El profesor CAFFERATA NORES también distingue entre la obtención ilegal o irregular de la prueba y su incor-
poración irregular al proceso (ver: La prueba en el proceso penal. Buenos Aires, 1986). En el mismo sentido
MIRANDA ESTRAMPES (En: El concepto de la prueba ilícita. Barcelona, 1999).
[3] Citado por MARTÍNEZ GARCÍA, Elena. Eficacia de la prueba ilícita en el proceso penal. Valencia, 2003, p. 42.
[4] Grave problema que enfrenta entonces la sentencia del TC sobre la legislación antiterrorista de enero del
2003, donde afirma que es “válido que el procesado no se entere de qué se le acusa antes de su declaración
instructiva”.
222
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
III. La regla general en materia de prueba ilícita o prohibida sigue siendo la exclusión de
la prueba directa o derivada, a través de la regla de exclusión y de los frutos del árbol
envenenado.
Toda prueba obtenida con violación constitucional, debe ser excluida de la valoración
por el juez. Es decir, está prohibido valorar dicha prueba. Aquí nos encontramos ante
el caso de las pruebas directas, obtenidas con violación de algún derecho constitucio-
nal (fundamental o procesal). El efecto inmediato es excluirlo del proceso y su valora-
ción. Sin embargo, esta regla absoluta al inicio, generó fuertes cuestionamientos desta-
cándose como “(...) el factor negativo más señalado a la pérdida de prueba relevante y
el favorecimiento de los culpables de haber cometido el delito”. Además, de los costos
administrativos que generan los cuestionamientos probatorios, la dilación procesal y el
entorpecimiento del funcionamiento del sistema de justicia[5]. Y, si bien estas reglas en
su momento fueron absolutas, actualmente se reconocen una serie de excepciones, las
mismas que se han venido incorporando a través de la jurisprudencia americana y eu-
ropea, como lo son, para el caso de la prueba originariamente obtenida con violación
constitucional: la obtención de buena fe y el efecto de la prueba ilícita para terceros, en-
tre otras doctrinas. Y para el caso de la prueba derivada se reconocen como excepcio-
nes: la fuente independiente, el hallazgo inevitable y el nexo causal atenuado. Pero la
gran parte de estas excepciones y otras que seguramente se desarrollarán en el futuro,
deben ser consideradas como verdaderas excepciones que estas excepciones no se ge-
neralicen sino que con ellas se fortalezca la vigencia de la prohibición de valorar la prue-
ba obtenida con violación a la Constitución.
IV. La violación constitucional por lo general se produce durante la fase de investigación
del delito o búsqueda de las fuentes de prueba (fase policial); sin embargo, también se
puede presentar durante el proceso, cuando se le interroga por ejemplo al acusado, sin
que previamente se le haya comunicado por qué se le acusa, o cuando se le toma la de-
claración a un testigo sin poner en su conocimiento que por su grado de parentesco no
se encontraba obligado a declarar. Lo importante es que reparemos que se viola un de-
recho fundamental individual o procesal, para poder obtener la prueba. Es decir, la ilici-
tud se presenta durante la obtención de la fuente de prueba.
V. La doctrina de la buena fe, admite la posibilidad de valorar la prueba obtenida con vio-
lación a derechos constitucionales siempre que dicha violación se haya realizado sin in-
tención, sea por error o ignorancia.
Esta excepción por lo general es aplicable en allanamientos y requisas, cuando por
ejemplo la policía escucha gritos de dolor en el interior de un domicilio, y al ingresar
pensando salvar a la persona, encuentra a varios sujetos consumiendo droga con me-
nores de edad.
Al respecto se afirma “(...) si la prueba obtenida ilegalmente debe ser excluida cuando
los policías que la colectaron erróneamente creyeron que sus acciones cumplían con
los requisitos legales, es quizás la cuestión más controvertida de la existencia de los re-
querimientos de exclusión”.
VI. La doctrina sobre la infracción constitucional beneficiosa para el imputado, admite que
la prueba ilegal puede ser utilizada a favor del imputado, porque si “(...) bien es razo-
nable absolver a quien tiene la conciencia de ser culpable, cuando esa culpabilidad se
[5] MAXIMILIANO HAIRABEDIAN. Eficacia de la prueba ilícita y sus derivadas en el proceso penal. Buenos Aires,
2002, p. 57.I.
223
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
acreditó ilegítimamente (...) repugna condenar a quien se sabe inocente, con aquel mis-
mo argumento”[6]. Por ejemplo, el caso de la absolución apoyada en la confesión bajo
tormento o narcoanálisis, beneficiosa al acusado, con base en el argumento de que
“ninguna garantía opera en perjuicio del propio portador”.
VII. La doctrina de la eficacia de la prueba ilícita para terceros, reconoce que las pruebas ob-
tenidas directamente mediante la violación del derecho constitucional, pueden ser ad-
mitidas y declaradas útiles para condenar a los imputados no afectados por la violación
del derecho fundamental. El fundamento está en la no identidad entre el titular del de-
recho fundamental afectado y el sujeto que se condena (tercero o coimputado), pues
ello implica la desconexión entre la violación del derecho fundamental y la condena.
En tal sentido, la STC 238/99 del 20 de diciembre ha sido enfática al sostener que “la
prueba ilícitamente obtenida, en cuanto fundamentó la condena del tercero y no del
titular del derecho material, sirve como prueba directa de cargo”.
VIII. Doctrina de la ponderación de intereses: esta doctrina ha sido desarrollada fuertemen-
te por el derecho continental europeo, y sostiene que la aplicación de la exclusión de la
prueba prohibida está supeditada a la relación de importancia y gravedad que tengan
el acto ilegal violación constitucional) y las consecuencias negativas de su eventual in-
eficacia (exclusión). El balancing test es la adaptación estadounidense de tal excepción.
Efectivamente, esta doctrina consiste en “hacer valer una prueba ilícita con base en el
criterio de proporcionalidad, dado en la relación existente entre la gravedad de la in-
fracción a las reglas probatorias, la entidad del hecho objeto del proceso y el daño que
derivaría de su extirpación. Este principio no hace lícita la prueba prohibida, sino que,
no obstante su ilicitud, se le valora porque otros intereses de jerarquía constitucional
más importantes así lo exigen.
Esta doctrina tiene gran importancia en la actualidad, pues abre la vía para el aporte de
prueba por particulares, como sería el caso que cita Roxin “cuando una persona priva-
da haya registrado en forma secreta en video casete una conversación con el imputa-
do sobre un incendio planeado, puede ser valorado como medio de prueba”[7].
IX. La doctrina de la destrucción de la mentira del imputado, fue introducida por la juris-
prudencia americana, a partir de los casos Walder vs. US (1954) y Harris, y consiste en
que se puede admitir la utilización de prueba ilícita a fin de atacar la credibilidad de la
declaración del imputado en juicio, y así probar que miente. Queda claro que esta doc-
trina admite la validez de la prueba ilícita solo para descalificar la veracidad de la decla-
ración del imputado, pero nunca para acreditar su culpabilidad[8].
X. La teoría del riesgo, es una excepción aplicable a casos como confesiones extrajudicia-
les e intromisiones domiciliarias y sus derivaciones, logrados por medio de cámaras y
micrófonos ocultos, escuchas telefónicas y grabación de conversaciones sin autoriza-
ción judicial, informantes, infiltrados, delatores, etc.
Su justificación reside en el riesgo a la delación que voluntariamente asume toda per-
sona que ante otra hace revelaciones sobre un delito o realiza actividades relacionadas
[6] RUIZ VADILLO, citado por Martí Sánchez en: “Llamada prueba ilícita...”, p. 153.
[7] Citado por MAXIMILIANO HAIRABEDIAN en: “Eficacia de la prueba ilícita y...”, p. 92.
[8] Es importante destacar que esta excepción no es aceptada plenamente, como se desprende de las citas que
hace STRONG respecto de la Corte de Oregon y Massachussets quienes no la admiten ni para condenar, ni
desvirtuar declaraciones del imputado, citado por HAIRABEDIAN, p. 102.
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
con este. Si el propio individuo no cuida sus garantías, no pretenda que lo haga un
juez.
Se admite la validez de la cámara oculta, cuando uno de los interlocutores lo consien-
te, pues su posterior testimonio es válido. Similar posición se da en el caso que uno de
los interlocutores por el teléfono grabe la conversación, o sea origen o destinatario de
una carta o comunicación privada.
Igualmente se admitió en el famoso caso “Gallo”, la validez de una confesión hecha so-
bre un crimen cometido, y que había sido grabado por periodistas. Aquí se aplica esta
teoría, pues “el riesgo de ser oído o de la delación por parte del interlocutor al que Ga-
llo confió información, era una posibilidad que asumió, sin que exista simulación o ca-
lidad ficticia (...) máxime cuando se habla en un lugar público (...)”.
En los casos Hoffa vs. US y Lewis vs. US, la jurisprudencia americana ha introducido esta
doctrina del riesgo, estableciendo la distinción “(...) entre los actos de una persona que
se realizan en la seguridad constitucionalmente protegida contra intrusiones indesea-
das en el ámbito del omicilio, de los realizados voluntariamente ante terceros en la
errónea confianza de que estos no revelarán su delito.
XI. Como es conocido, la regla general indica que toda prueba que ha sido obtenida con
violación de derechos constitucionales es inválida, así como toda fuente que se origi-
ne en ella, en razón que dicha ilicitud se extiende a toda prueba derivada. Si la raíz del
árbol está envenenada, los frutos que produce también. La justificación de la invalidez
de la prueba derivada se encuentra en el nexo causal entre la prueba directa y la de-
rivada, y ahí también radica, la fuente de sus excepciones. En la jurisprudencia se han
introducido respecto de esta regla las siguientes excepciones: a) La Teoría de la fuen-
te independiente, que sostiene que se puede valorar la prueba derivada de una direc-
ta obtenida con violación constitucional, siempre que dicha evidencia provenga de
otra fuente diferente e independiente. Esta doctrina está muy extendida; b) Teoría del
hallazgo inevitable, se trata de algo similar a la fuente independiente, pero basada en
un juicio hipotético que permite seguir la investigación hasta la fuente independiente
por encontrarse una investigación en curso (flagrancia) y , siempre que la Policía haya
actuado de buena fe. El caso Nix vs. Williams (1984) estableció el criterio que se justi-
ficaba la admisión de estas pruebas derivadas porque podían perfectamente haber-
se obtenido sin tal ilicitud o irregularidad; c) Teoría del nexo causal atenuado, regula
un supuesto intermedio entre la prueba ilícitamente obtenida y la teoría de la fuente
independiente.
Para dar valor probatorio se requiere que la prueba incriminatoria nazca de manera
autónoma y espontánea, existiendo bien un lapso de tiempo entre el vicio de origen
(violación constitucional) y la prueba derivada, a través de la intervención de un terce-
ro o mediante la confesión espontánea. Es el caso donde “(...) la acusada era objeto de
un proceso de vigilancia y seguimiento policial, anterior a una intervención telefónica
practicada a través de una orden judicial reputada inconstitucional (intervención que
permitió conocer el lugar y fecha de una reunión con sus proveedores donde se le en-
tregaría un alijo de droga), dado que se tenía información antelada que era habitual en
la comercialización de drogas, seguimiento que habría conducido inevitablemente a
descubrir la reunión celebrada en una cafetería de la localidad. En este caso la jurispru-
dencia española estableció que ‘(...) inevitablemente y por métodos regulares, ya había
cauces en marcha que habrían desembocado de otros modos en el descubrimiento de
la entrega del alijo de droga (...)’”.
XII. En el caso de la prueba irregular o defectuosa, estamos ante supuestos de fuente de
prueba obtenidos legítimamente, pero que por defecto del medio de prueba, es decir
225
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
226
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Sétimo.- Por mayoría: Admitir la teoría del riesgo, como excepción en casos como confesio-
nes extrajudiciales e intromisiones domiciliarias y sus derivaciones, lo grados por medio de
cámaras y micrófonos ocultos, escuchas telefónicas y grabaciones de conversaciones sin au-
torización judicial, informantes, infiltrados, delatores, etc. Su justificación reside en el riesgo
a la delación que voluntariamente asume toda persona que ante otra hace revelaciones so-
bre un delito o realiza actividades relacionadas con este. Si el propio individuo no cuida sus
garantías, no pretenda que lo haga un juez. Se admite la validez de la cámara oculta, cuan-
do uno de los interlocutores lo consiente, pues su posterior testimonio es válido. Similar po-
sición se da en el caso que uno de los interlocutores por el teléfono grabe la conversación, o
sea origen o sea destinatario de una carta o comunicación privada. Con esta teoría se otorga
valor a las pruebas obtenidas por particulares a través de cámaras ocultas.
Se reconoce que en el caso del agente encubierto, existe fuerte oposición pues se recusa el
valor probatorio de la prueba obtenida a través del engaño al inculpado. Sin embargo, dada
la popularidad de esta metodología de la investigación en los delitos contemporáneos, los
acusados admiten seriamente la posibilidad de que su actividad ilícita pueda ser infiltrada y
a pesar de ello asumen el riego de realizar tales actividades, utilizando para ello, personas no
tan confiables, ni medios de comunicación confiables. Asumen, desde el inicio de que sus ac-
tividades ilícitas estén siendo observadas, grabadas o infiltradas.
Octavo.- Por unanimidad: Establecer que existen diferencias entre prueba ilícita y prueba
irregular. Para comprender a plenitud las diferentes teorías sobre la ilícitud de la prueba, es
necesario distinguir entre obtención de la prueba (fuente) e incorporación de la prueba (me-
dio de prueba). La primera se da cuando en la obtención de la fuente de prueba se transgre-
de un derecho fundamental del imputado. La segunda, se produce cuando se viola una nor-
ma de carácter procesal al momento de la incorporación de una prueba al proceso. Para el
caso de la obtención de pruebas con violación de derechos fundamentales; la doctrina y la
jurisprudencia la han denominado indistintamente como prueba ilícita, prueba prohibida,
prueba ilegítimamente obtenida, ilegalmente obtenida. Y para el caso de las pruebas irregu-
larmente incorporadas, también se le ha llamado ilícita, incompleta o defectuosa, pero en-
tendida como prueba ineficaz, si no es subsanada.
Noveno.- Por unanimidad: No cabe valorar una prueba incorporada irregularmente al pro-
ceso aunque sea determinante para la afirmación de un delito, porque la prueba irregular
afecta al medio de prueba, es decir su incorporación al proceso. Sancionado de acuerdo a las
reglas de anulabilidad. Si el defecto no se subsana y aunque a la vez sea prueba fundamen-
tal, no será posible su valoración.
Siendo las seis de la tarde del día once de diciembre de dos mil cuatro, se concluyó la Sesión
del Pleno Jurisdiccional Penal Superior Nacional “problemática en la aplicación de la norma
penal, procesal y penitenciaria”, en fe de lo cual suscriben la presente acta los miembros de la
comisión encargada de los trabajos preparatorios del pleno.
El evento fue clausurado por el Presidente del Poder Judicial, doctor Hugo Sivina Hurtado.
S.S.
ELVIA BARRIOS ALVARADO - Presidente
PEDRO PABLO TALAVERA ELGUERA - Miembro
YRMA FLOR ESTRELLA CAMA - Miembro
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES - Miembro
VÍCTOR BURGOS MARIÑOS - Miembro
VÍCTOR PRADO SALDARRIAGA - Miembro
ALEJANDRO REYNOSO EDEN - Miembro
227
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
228
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Benusic Carevic y Dra. Inge Onetto Muñoz, y la psicólogo forense Siomara Chahuán
Chahuán, los cuatro últimos nombrados pertenecientes al Servicio Médico Legal. El in-
forme y anexos se agregó y rola desde fojas 504 a 615, no aparece objetado por las par-
tes y en él, en lo aquí estrictamente necesario, se deja constancia:
a) que la pericia se elaboró en torno a los siguientes puntos: antecedentes biográficos
y médicos; entrevista a la cónyuge; exámenes psiquiátricos, físico general y neuro-
lógico; evaluación neuropsicológica; y exámenes complementarios, todo con las
correspondientes conclusiones finales;
b) que se trata de un “paciente de 85 años de edad, portador de hipertensión arterial
y diabetes mellitus, con antecedentes de accidentes vasculares cerebrales, lo que,
sumado a su polineuropatía diabética progresiva y su patología articular de ambas
rodillas, le causan severa limitación en la deambulación”;
c) que “la evaluación neurológica, psiquiátrica y neuropsicológica permiten susten-
tar la existencia de una demencia subcortical de orden vascular, de grado mo-
derado, acorde con las calificaciones internacionales vigentes (DSM-IV, ICD-10,
MINDS-AIREN)”;
d) que “este diagnóstico se fundamente en: 1. Daño neurológico multifocal, 2. Estudio
tomográfico seriado que demuestra infartos lacunares múltiples, subcorticales y de
ganglios basales, y, 3. Estudios neuropsicológicos que demuestran compromiso de
atención y concentración, memoria (en especial de retención y corto plazo), apren-
dizaje, función ejecutiva y procesos intelectuales complejos”; y
e) que “el resultado de las pruebas realizadas no fue interferido por acción de fárma-
cos (certificado por los exámenes químico-toxicológicos);
4°) Que, además del precedente informe pericial, se agregaron a los autos también los an-
tecedentes médicos y de salud siguientes:
1. El acta de fojas 5783, levantada con motivo de la constitución del tribunal ante los
peritos designados y con el objeto de recabar de estos un preinforme acerca del
estado mental del senador, en la que se consigna que los peritos informaron, en-
tre otras cosas, lo siguiente: que el examinado presenta “una demencia subcortical
de origen vascular leve a moderada”; que tiene memoria remota; que “fabula” relle-
nando –al “no recordar exactamente” fechas o situaciones–, que “hace un gran es-
fuerzo al contestar cuando se le interroga”, que sus respuestas “no son confiables”
y que “no se sabe, en un momento determinado, si lo que señala corresponde a la
realidad”; que, ante la opinión singular de un perito, en orden a que el examina-
do podría hacer declaración indagatoria “siempre que se la efectúe en un ambien-
te tranquilo, dentro de su entorno habitual y sin alteraciones”, los restantes peritos
recalcan que “las respuestas no serían confiables”; que, no obstante sostienen los
mismos peritos que el paciente no está absolutamente demente, sí “presenta una
apatía que lo desajusta de la realidad y lo mantiene casi indiferente, no alcanzan-
do a comprender lo que está sucediendo y la trascendencia que ello significa”, pu-
diendo según uno de los peritos adjuntos “presentar un cuadro vascular al momen-
to de prestar declaración indagatoria”; que, en concepto de otro de los médicos, “el
examinado no estaría en condiciones de declarar ya que habría un grado de inim-
putabilidad”, es decir que –según aclara el mismo médico–, “no estaría ni física ni
neurológicamente en condiciones de prestar declaración”; “que no hay confiabili-
dad en lo que declara” y que “no tendría una capacidad de abstracción y raciocinio
suficiente, sacando solo de su archivo anterior datos que muchas veces no tienen
relación con la realidad”; que, según otro de los médicos, “si bien es cierto que al
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
primer día el examinado apareció dando respuestas certeras, poco a poco, a medi-
da que los exámenes avanzaban”, el examinado “se fue desmoronando para llegar
en definitiva a las conclusiones a que se ha llegado, las que comparten el resto de
los peritos”; que, los peritos manifiestan “que, a medida que avanzaban los exáme-
nes”, el senador “fue presentando cansancio y fatiga física y psicológica”;
2. El certificado de fojas 5787, en el que la Secretaría del Tribunal asienta en los autos
que el 15 de enero de 2001, el médico tratante del señor Pinochet afirma que este
“no se encontraría en condiciones de salud, atendido el agotamiento que lo ago-
bia en estos momentos tras una prolongada sesión de exámenes, de enfrentar un
interrogatorio que podría ser prolongado, provocándole un accidente vascular, an-
tes de la fecha fijada”, por lo que le habría ordenado no abandonar la ciudad;
3. El certificado de fojas 5789, donde la Secretaría del Tribunal deja constancia esta
vez que, según el Acta referida en el N° 1, los peritos coincidieron en que el señor
Pinochet, “a medida que avanzaban los exámenes y más aún al término de ellos se
encontraba en un estado de cansancio y fatiga física y psicológica”, por lo que “era
conveniente” mantener y no adelantar la fecha fijada por el tribunal para su inda-
gatoria, esto es, el 23 de enero de 2001;
4. La declaración prestada por el Dr. Henry Olivia Romagnoli, el 3 de abril de 2001, a fo-
jas 6140, donde dice, entre otras cosas, lo siguiente:
a) que el senador “presenta una encefalia vascular crónica, progresiva e irrever-
sible, asociada a una diabetes mellitus de larga data e insulino dependiente,
además de varias otras dolencias que en una persona de 86 años constituyen
un cuadro complejo, inestable, ominoso y de mal pronóstico”;
b) que “la observación clínica prolongada” le ha permitido comprobar que “su en-
fermedad cerebrovascular tiene un comportamiento progresivo y fluctuante
con claros episodios de agravación en relación con situaciones de estrés síqui-
co y emocional”;
c) que “se ha podido objetivar claros episodios isquémicos cerebrales en setiem-
bre y octubre de 1999, durante su detención en Inglaterra y posteriormente,
después de los peritajes médicos, a fines de enero del año 2001”, y que existen
pruebas categóricas que demuestran el daño cerebral progresivo”;
d) que “las situaciones de tensión emocional hacen más difícil el control de su
diabetes y del manejo general, acentúan su depresión y menoscaban su vo-
luntad, todo lo cual aumenta el riesgo de un nuevo daño cardiovascular”;
5. La declaración del Dr. Sergio Ferrer Ducaud, del 3 de abril de 2001, quien, a fojas
6141 dice entre otras cosas:
a) que el paciente “tiene un deterioro mental severo, que es el resultado de una
encefalopatía vascular proveniente de una arterioesclerosis y diabetes que
data de más de diez años e insulino dependiente”;
b) que “sufrió una agravación de su condición después de los peritajes médicos a
que fue sometido”, el que consistió en “un nuevo accidente vascular”;
6. La declaración del Dr. Luis Fornazzari, en carta dirigida el 9 de abril de 2001 a los
señores Contreras, Hertz, Gutiérrez, Bustos, Paredes, Villagra e Insunza –abogados
de los querellantes–, la que está agregada a fojas 6178, en la que el remitente dice
que, accediendo a una petición de comentar la situación médica y mental de don
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
Max Letelier P., estudio, Psiquiatría, Gamberoff Jiménez, Ediciones Medcom Ltda.,
1982, pág. 438);
b) Que “la demencia es un síndrome secundario a una enfermedad del cerebro, gene-
ralmente de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay déficit de múltiples fun-
ciones cerebrales superiores: la memoria, el pensamiento, la orientación, el cálculo,
la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio”, y “produce un claro deterioro
intelectual” (Depresión, demencia e insomnio, Serie de Guías Clínicas del Adulto Ma-
yor, Programa Salud del Adulto Mayor Psa, Ministerio de Salud, Imp. Gráficos Punto
Azul S.A. pág. 21);
c) Que “las lesiones vasculares cerebrales son corrientemente parte de un proceso
generalizado”, y que “la frecuencia de los cambios vasculares cerebrales aumenta
rápidamente con el progreso de la edad” (Características y normas de las enfermeda-
des vasculares cerebrales. Herbert Marks, pág. 70);
d) Que el “síntoma esencial” de la demencia por infarto múltiple consiste en un “len-
to deterioro del funcionamiento intelectual que en el principio, apenas afecta a al-
gunas funciones intelectuales (deterioro ‘lacunar’)”, y que también están presen-
tes “signos y síntomas neurológicos”; que la demencia “implica trastornos de la me-
moria, del pensamiento abstracto, de la capacidad de juicio, del control de los im-
pulsos y de la personalidad”; que, entre los signos neurológicos focales más comu-
nes se incluyen la debilidad de las extremidades, los reflejos asimétricos, el reflejo
de extensión plantar, la disartria y la marcha a pequeños pasos”; que “la enferme-
dad vascular se da siempre por respuesta y es responsable tanto de la demencia
como de los signos neurológicos focales”; que, en cuanto a la sintomatología aso-
ciada, “es frecuente la parálisis pseudobulbar, con episodios fugaces de risa o llanto
(falsa emoción), disartria y disfagia (problemas al tragar)”, y que “puede haber pe-
riodos de mayor confusión posiblemente relacionados con nuevos accidentes vas-
culares”; que “el accidente vascular puede provocar un cambio relativamente cir-
cunscrito en el estado mental, como sería una afasia por lesión del hemisferio iz-
quierdo o un síndrome amnésico por infarto en la región de la arteria cerebral pos-
terior”, que “en general un solo accidente vascular no da lugar a una demencia”, y
que “es la sucesión de ataques en diferentes momentos lo que provoca la demen-
cia por infarto múltiple” (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales,
versión castellana de los doctores Manuel Valdés Miyar, Tomás de Flores I Formen-
ti, Joan Masana Ronquillo, Josep Treserra Torres y Claudi Udina Abello, Masson S.A.,
1988); y e) que “los médicos usan la palabra demencia para referirse precisamen-
te a una disminución o pérdida de la capacidad mental”; que “en los adultos la cau-
sa más frecuente de demencia irreversible parece ser la enfermedad de Alzheimer”
en la que “la deficiencia intelectual va aumentando gradualmente desde fallas a la
memoria hasta la incapacidad total de la misma”; y que “la demencia por infartos
múltiples parece ser la segunda causa más común de las demencias irreversibles”,
y que “consiste en una serie de enfermedades cerebrovasculares, a veces tan leves
que ni el enfermo ni los familiares aprecian cambio alguno”, pero que “sin embar-
go, en conjunto estas lesiones son capaces de destruir suficientes porciones del te-
jido cerebral y afectar la memoria y otras funciones intelectuales” (The 36-hour Day,
traducción de Beatriz Romero de Rodríguez, Editorial Fax México, 1990);
6°) Que, del informe pericial y de los antecedentes médicos complementarios señalados
latamente en el considerando 4°, y sin perjuicio de haberse considerado debidamente
también el “Análisis del Informe Médico Legal sobre la Salud Mental de Augusto Pino-
chet”, suscrito el 3 de mayo de 2001 y agregado a fojas 6316, elaborado por los siquia-
tras Martín Cordero y Andrea Bahamondes M. y por la Neuropsiquiatra Paz Rojas B. se
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
desprenden las siguientes conclusiones en torno a los aspectos más relevantes de la sa-
lud del señor Augusto Pinochet:
a) Que se trata de un paciente de 85 años de edad, portador de “hipertensión arterial
y Diabetes Mellitus”, con antecedentes de “accidentes vasculares cerebrales” y de
una “polineuropatía diabética progresiva”;
b) Que ha experimentado “infartos lacunares múltiples, subcorticales y de ganglios
basales”; que presenta una “encefalia vascular crónica, progresiva e irreversible”,
asociada a la diabetes mellitus de larga data e “insulino dependiente”; que “su en-
fermedad cerebrovascular tiene un comportamiento progresivo y fluctuante con
claros episodios de agravación en relación con situaciones de estrés psíquico y
emocional”; que ha presentado “claros episodios isquémicos cerebrales”; que “exis-
ten pruebas categóricas que demuestran el daño cerebral progresivo”, que tiene un
“deterioro mental severo” resultado de una “encefalopatía vascular” proveniente a
su vez de una “arterioesclerosis y diabetes que data de más de diez años”; que dos
semanas antes de habérsele practicado los informes periciales médicos, “ya pade-
cía una debilidad muy marcada, casi una parálisis de ese mismo lado izquierdo” de-
bido a un “infarto lacunar subcortical” que todos los peritos que lo examinaron vie-
ron en el “scaner cerebral” que le fue efectuado;
c) Que ha sufrido varios “Accidentes Vasculares Encefálicos (AVE)”, que han produci-
do “la muerte de células nerviosas en múltiples zonas cerebrales”, que constituyen
un daño “permanente, irrecuperable, del cerebro”, efectos neurológicos y mentales
que son “acumulativos y progresivos”; que tiene un “estado permanente de dismi-
nución del flujo sanguíneo cerebral” y de la “cantidad de oxígeno en múltiples zo-
nas del cerebro”; que presenta una enfermedad “cerebrovascular orgánica”, esto es
“un abstracto cerebral”; que su daño cerebral se ha manifestado clínicamente por
“déficit de múltiples funciones corticales superiores” como la memoria, el pensa-
miento abstracto, la orientación, la comprensión, el lenguaje y la “capacidad de jui-
cio”; que las lesiones vasculocerebrales han sido “comprobadas clínicamente y por
pruebas de laboratorio”; y, finalmente,
d) Que la evaluación neurológica, psiquiátrica y neurosicológica ha permitido susten-
tar en él una “demencia subcortical de orden vascular de grado moderado”; que se
trata de una “demencia vascular”, con “déficit cognoscitivo” debido a las lesiones ce-
rebrales de carácter permanente, irrecuperables y progresivas; que el referido diag-
nóstico de demencia vascular se basa en los señalados “déficit cognoscitivos” y en
la “alteración orgánica de la personalidad”, condición esta que es necesaria para
afirmar la existencia de una demencia”; y que se trata de una enfermedad “irrecu-
perable y progresiva”, y que el efectado “carece totalmente de las condiciones neu-
rosíquicas que requiere el estado de imputabilidad”.
II. Segunda cuestión: si el procesado se encuentra en la situación que señala el ar-
tículo 409 N° 3 del Código de Procedimiento Penal
7°) Que se refieren a la “demencia o locura”, aunque en distinto ámbito y para fines diversos,
los artículos 10 N° 1 del Código Penal y 409 N° 3 del Código de Procedimiento Penal. Y,
aunque en relación a las circunstancias que “eximen de responsabilidad criminal” el ar-
tículo 10 N° 1 del Código Penal establece que está exento de responsabilidad criminal
“el loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lúcido”, y aunque pudiere
considerarse que el mismo precepto define al loco o demente en su segunda parte, al
incluir dentro de la excepción al que por cualquier causa independiente de su voluntad
“se halle privado totalmente de razón” –por lo que cabría deducir que es loco o demen-
te el que se “halle privado totalmente de razón”–, es lo cierto que el término “demencia
234
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
o locura”, en cuanto empleado en y para los efectos del artículo 409 N° 3 del Código de
Procedimiento Penal, no se encuentra sin embargo definido o conceptualizado por el
legislador, lo que impone al juez de la causa dos obligaciones imprescindibles a la hora
de determinar y de decidir adecuadamente sobre la concurrencia o no de la demen-
cia como causal de sobreseimiento: a) por una parte, la de interpretar conforme a dere-
cho y a la luz de las reglas de interpretación de las leyes, el contenido sistemático de los
principios legales y constitucionales pertinentes; y b) por otra parte, y siempre para de-
terminar si durante la tramitación del proceso el inculpado ha caído en demencia, que
deba necesariamente el juez recabar el auxilio imprescindible de la ciencia médica y de
quienes la profesan, lo que en autos hizo precisamente el juez de primer grado, no solo
por aplicación de los artículos 411 N° 1 del Código de Procedimiento Civil y 221 del Có-
digo de Procedimiento Penal, sino que en obediencia a la obligación categórica que le
impone el artículo 349 de este último Código, que ordena perentoriamente que “el in-
culpado o encausado será sometido a examen mental” siempre que fuere “mayor de se-
tenta años, cualquiera sea la penalidad del delito que se le atribuye”;
8°) Que, cumplida ya por el juez la segunda de las referidas obligaciones –esto es la exigen-
cia de los informes médicos de rigor–, y en cuanto hace ahora a la interpretación de la
ley, debe primero tenerse en cuenta que conforme al Código de Procedimiento Penal
–artículos 406, 407, 409 N° 3 y 420–, por el sobreseimiento temporal “se suspende” el
procedimiento judicial en lo criminal, suspensión que durará no solo hasta que se pre-
senten mejores datos de investigación –que será la regla general–, sino también hasta
que “cese el inconveniente legal que haya detenido la prosecución del juicio”, pudiendo
el juez de la causa decretarlo “en cualquier estado del juicio”, aun “de oficio” y “haya o no
querellante particular”. Contrariamente al sobreseimiento temporal, el sobreseimiento
definitivo “pone término al juicio” ya sea totalmente o solo respecto de aquellos a quie-
nes afecta, y, en todo caso, “tiene la autoridad de cosa juzgada”.
9°) Que la demencia de que trata el artículo 10 N° 1 del Código Penal difiere fundamental-
mente de la demencia a que se refiere el artículo 409 N° 3 del Código de Procedimiento
Penal. En efecto:
a) Mientras la primera concierne a la inimputabilidad del sujeto activo del delito, esto
es al que “por cualquier causa independiente de su voluntad se halla privado total-
mente de razón” y constituye una causal de exención de responsabilidad criminal
en el orden sustantivo, la segunda atañe en cambio a la condición del inculpado
como sujeto de un proceso o procedimiento penal, que padece de un grado de de-
mencia que no necesariamente ha de calificarse como constitutivo de una priva-
ción “total de razón”; y
b) Mientras en lo procesal el sobreseimiento definitivo de que trata el artículo 408
N° 4 del Código de Procedimiento Penal está referido consiguientemente a la “de-
mencia o locura” como causa legal de exención de responsabilidad criminal por fal-
ta de imputabilidad –esto es por inimputabilidad a causa de la privación total de
razón del inculpado al momento de cometerse el hecho punible–, el sobreseimien-
to temporal por haber caído en “demencia” el procesado después de cometido el
hecho y durante la tramitación del proceso está referido en cambio a un estado de
incapacidad mental como consecuencia del cual el procesado no se encuentra en
condiciones de juzgabilidad –no de inimputabilidad–, conclusión esta que se des-
prende de lo dicho en el artículo 413, inciso 2 del Código de Procedimiento Penal,
precepto que se pone precisamente en la situación de que no estén “plenamente
probadas las circunstancias que eximen de responsabilidad criminal o los hechos
de que dependa la existencia de ella”. Se trata pues de claras diferencias substan-
tivas y adjetivas y que precisamente explican y justifican el contenido del artículo
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
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Estados que como Chile lo han ratificado y hecho ley de la República–, a favor de
todas las personas y de modo relevante, el “derecho a que se respete su vida” y “su
integridad física, psíquica y moral”, a “ser oída, con las debidas garantías, en la sus-
tanciación de cualquier acusación formulada en su contra”, a que “se presuma su
inocencia”, y su derecho durante el proceso y “en plena igualdad”, también a preci-
sas “garantías mínimas”, entre ellas “a la comunicación previa y detallada de la acu-
sación”, a la concesión del tiempo y de los medios adecuados “para preparar su de-
fensa”, a “defenderse personalmente” y a “comunicarse libre y privadamente” con su
defensor;
13º) Que, en lo relativo a la intervención que en determinadas actuaciones y diligencias del
proceso penal cabe desarrollar de modo personal y directo al inculpado –sin perjuicio
de la asesoría del abogado conforme a la ritualidad del juicio, y que a causa del secre-
to del sumario no estará presente en ellas–, se hallan entre otras y preferentemente to-
das las diligencias y actuaciones señaladas en los artículos 318, 320, 322, 324, 326, 329,
330, 333 y 336 del Código de Procedimiento Penal. Según estos preceptos, el juez to-
mará al inculpado “cuantas declaraciones considere convenientes para la averiguación
de los hechos”; le advertirá “que debe responder de una manera clara y precisa a las pre-
guntas que le dirigiere”, las que “tendrán por objeto la averiguación de los hechos y de
la participación que en ellos hubiere cabido a él u otras personas”, como asimismo la de-
terminación de “los móviles del delito”; le informará “cuál es el hecho que se le atribu-
ye”, invitándole “a manifestar cuanto tenga por conveniente para su descargo o aclara-
ción de los hechos” y “a indicar las pruebas que estime oportunas”; si las circunstancias
exigieren explicaciones de su conducta que puedan establecer su inculpabilidad o cul-
pabilidad o la de otras personas imputadas en el delito, “el juez procurará insertar lite-
ralmente las preguntas y respuestas que versaren sobre esta materia”. Por otra parte, las
relaciones que haga y las respuestas que dé el inculpado “serán orales”, permitiéndole
el juez “que redacte a su presencia una contestación escrita sobre puntos difíciles de ex-
plicar”; el juez podrá considerar conveniente “el examen del inculpado en el lugar mis-
mo en que ocurrieron los hechos” o “ante las personas o cosas con ellos relacionadas”,
y se permitirá al inculpado “manifestar cuanto tenga por conveniente para demostrar
su inocencia y para explicar los hechos”. Por su parte, el inculpado –que tiene derecho
a “declarar cuantas veces quisiere”–, “podrá dictar por sí mismo su declaración”, podrá
agregar o corregir alguna parte de ella, y “si la versión es fonograbada tendrá el inculpa-
do derecho a oírla” y “de ampliar o aclarar sus dichos de inmediato”, y, en caso de trans-
cripción de tal versión fonograbada, “tendrá derecho a cerciorarse del acta”, versión que
el juez podrá hacerla desaparecer “si el inculpado ha aceptado la transcripción”. De otro
lado, en las eventuales diligencias de careo que se estimaren necesarias, y conforme a
los artículos 351, 352, 353 y 354 del Código de Procedimiento Penal, el juez podrá “con-
frontar a los discordantes” a fin que “expliquen” sus contradicciones, o “se pongan de
acuerdo sobre la verdad de lo sucedido”, previo a lo cual el juez les hará saber “el punto
en que las declaraciones se contradigan”; asimismo, el juez permitirá a cada uno de los
careados que “haga a cualquiera de los otros las preguntas que estime conducentes y
las reconvenciones a que las respuestas dieren lugar”, cuidando “que no se desvíen del
punto en cuestión”; si fueren “diversos los hechos y circunstancias” acerca de los cua-
les ocurre la divergencia, el careo se referirá “separada y sucesivamente” a cada uno de
ellos, dejándose testimonio en el acta correspondiente “con toda exactitud de las pre-
guntas, reconvenciones y respuestas”;
14°) Que, a la luz de los derechos que al inculpado reconoce y otorga el ordenamiento na-
cional e internacional recordado en el considerando 12, atendida la intervención perso-
nal que según las disposiciones mencionadas en el fundamento 13 el juicio penal exi-
ge al y requiere del procesado, y atendido el estado de salud del querellado, informado
con toda claridad y de modo suficiente en lo que latamente se ha venido exponiendo
238
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
en este fallo, esta corte llega también a la conclusión de que el señor Augusto Pinochet
no se encuentra en un estado de capacidad mental que le permita ejercer con efica-
cia los derechos que le otorgan las garantías judiciales de las que debe gozar en todas
las etapas del procedimiento en relación al debido proceso, como se desprende, entre
otros y a mayor abundamiento, de lo afirmado por los respectivos médicos –según lo
dicho en el considerando 4–, en cuanto estos sostienen que el inculpado no es capaz
de “recordar exactamente” fechas o situaciones; que “hace un gran esfuerzo al contes-
tar cuando se le interroga”; que sus respuestas “no son confiables”; que no sabe en un
momento determinado si lo que señala “corresponde a la realidad”; que se “desajusta de
la realidad”, no alcanzando a “comprender lo que está sucediendo” y “la trascendencia
que ello significa”, pudiendo “presentar un cuadro vascular al momento de prestar de-
claración”; que “no estaría en condiciones de declarar, ya que habría un grado de inim-
putabilidad”; que “no estaría ni física ni neurológicamente” en condiciones de hacerlo;
que “no tendría una capacidad de abstracción y raciocinio suficiente”; que un interroga-
torio prolongado podría hasta provocarle un “accidente vascular”; que “no está en con-
diciones de participar en un conjunto de diligencias y actuaciones que constituyen un
proceso legal”; que “no tiene la posibilidad condicionada por la salud neurosíquica de
valorar correctamente sus deberes y de obrar conforme a ese conocimiento”; y que “no
está ya en un nivel de conciencia reflexiva para cumplir con las debidas exigencias de
un proceso legal”;
15°) Que, por consiguiente, en mérito de las reflexiones que se han venido desarrollando;
atendidas las mismas pericias y antecedentes médicos ya relacionados en su integri-
dad en los fundamentos 3 y 4; teniendo además y en especial consideración que las
exigencias de salud y de aptitud mental de un procesado han de ser tanto más estric-
tas si el hecho que motiva el proceso ha tenido lugar en el tiempo tantos años atrás
–hace ya más de 27 años–, procede igualmente se dicte sobreseimiento temporal en la
causa, en cuanto a él se refiere.
IV. Cuarta materia: las disposiciones constitucionales, legales y de imperio interna-
cional aplicables al caso, y si tales disposiciones se encuentran vigentes
A. Sobre el principio de la “supremacía constitucional”
16°) Que, como fundamento superior de lo decisorio de esta resolución y a los efectos de la
aplicación de las disposiciones que del NCPP se han indicado ya y se dirá también en
los considerandos siguientes, debe tenerse en cuenta que de acuerdo con el señalado
principio, la Constitución es la norma superior del ordenamiento jurídico. Ello está con-
tenido preferentemente en el artículo 6, inciso 1, de la Carta, según el cual “los órganos
del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme
a ella”. El principio lleva consigo la necesidad de la aplicación inmediata y directa de la
Constitución a una situación de hecho o fenómeno jurídico o derecho determinados.
Así se desprende del carácter imperativo de sus contenidos, carácter explicado a su vez
en el inciso 2 del mismo artículo, al prescribir que “los preceptos de esta Constitución
obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona, ins-
titución o grupo”. Como complemento y exigencia de tal supremacía se alza en conse-
cuencia el método de interpretación de las leyes, que obliga al intérprete a que, ante
varias interpretaciones posibles de la ley, debe considerarse y aplicarse aquella de las
interpretaciones que más se ajuste a la Constitución, lo que obliga a los jueces a inter-
pretar sus contenidos de un modo sistemático tal que el resultado de dicha interpreta-
ción conduzca al efectivo reconocimiento y salvaguarda de los derechos humanos fun-
damentales, fuente primaria en que se asienta el orden jurídico.
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
consignadas en el artículo 252 de este propio y mismo Código, y cuyo fundamento con-
cierne directamente a la situación del imputado que no esté “en condiciones de ejercer
los derechos que le otorgan las garantías judiciales consagradas en la Constitución Polí-
tica, en las leyes o en los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuen-
tren vigentes, y tiene por objeto precisamente “evitar que pudiere producirse una afec-
tación sustancial de los derechos del imputado”, lo que implica una clara, explícita y ca-
tegórica voluntad del legislador, en cumplimiento del mandato superior del artículo 5,
inciso 2 de la Carta Fundamental, en orden a cautelar de modo efectivo las disposicio-
nes que en favor de los procesados establece el instituto jurídico procesal del “debido
proceso”;
20°) Que no obsta a las conclusiones precedentes el que los ya citados artículos 10 y 252 del
NCPP entreguen al “juez de garantía” la atribución y facultad para decretar el sobresei-
miento temporal de su artículo 10, desde que diferir el goce y ejercicio legítimo del de-
recho en referencia equivaldría a supeditar los mandatos superiores de la Carta a la ins-
talación de los nuevos “jueces de garantía”, en circunstancias que, a la inversa, serán es-
tos los que, instalados, habrán de someter su acción a los postulados ya preexistentes
contenidos en aquella;
21°) Que no resulta valedera la afirmación hecha en estrados para impugnar la solicitud de
sobreseimiento el que el artículo 684 del Código de Procedimiento Penal establezca
que si después de cometido el delito cayere el imputado en enajenación mental “se
continuará la instrucción del sumario hasta su terminación”. Ello porque, por haberse
iniciado este proceso bajo imperio del Código de Procedimiento Penal, esta circunstan-
cia obliga al juez, conforme al citado artículo 11 del NCPP, a aplicar en la especie las “dis-
posiciones más favorables al imputado”, en este caso la contenida en el referido artícu-
lo 10 del NCPP, que no exige como el artículo 684 del Código de Procedimiento Penal
la continuación del sumario hasta su terminación. Ni tampoco obsta a lo ya razonado
la circunstancia que se haya formulado la solicitud de sobreseimiento antes que el inte-
resado señor Pinochet haya sido “procesado” en estos autos –como ha afirmado la par-
te querellante al citar el texto literal del artículo 409 N° 3 del Código de Procedimien-
to Penal–, contenido solo literal de tal calidad, desde que, tratándose del sobreseimien-
to fundado en el artículo 10 del NCPP, ese sobreseimiento favorece aun al mero “impu-
tado” de un delito, quien podrá instar por su aplicación “desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra” y “en cualquiera etapa” del mismo, como armóni-
camente preceptúan entre otros los artículos 8 y 10 del nuevo ordenamiento procesal,
disposiciones nuevas que no hacen sino reiterar lo dicho por el Código de Procedimien-
to Penal, en sus artículos 67 y 407, en cuanto a que el sobreseimiento de esta clase po-
drá solicitarse por “todo inculpado, sea o no querellado, y aun antes de ser procesado
en la causa”, y decretarse “en cualquier estado del juicio”. En todo caso, si bien la solici-
tud de sobreseimiento fue formulada efectivamente antes del auto de procesamiento,
el inculpado sí tiene actualmente la precisa calidad que se representa antes no tenía;
22°) Que, en mérito de lo dicho en los considerandos 14 a 19 que anteceden, se hace proce-
dente también se dicte sobreseimiento temporal en este proceso, por este nuevo y ter-
cer capítulo, y en virtud de la causal prevista en el artículo 10 del nuevo Código Procesal
Penal, establecida también por este en resguardo y protección del inculpado en lo que
concierne a las normas del debido proceso;
23°) Que, al adoptar la decisión que se dirá en lo resolutivo, estima esta corte se habrá ceñido
estrictamente en ello a la naturaleza de los hechos investigados en esta causa, a la luz
de las nuevas orientaciones del Derecho Constitucional y Procesal moderno, recogidas
precisamente en el nuevo Código Procesal Penal, y caracterizadas tanto en lo simple-
mente doctrinario cuanto en diversos otros actos legislativos concretos encaminados a
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
la protección de los derechos humanos como bienes superiores del hombre e inheren-
tes a la dignidad de las personas, cual, por excelencia, el derecho a la vida y a la integri-
dad física y psíquica. Y ha sido tal la solidez del resguardo que a los derechos del hom-
bre ha conferido el nuevo Código que ha previsto precisamente la nulidad de las actua-
ciones o diligencias procesales que atenten “contra las posibilidades de actuación de
cualquiera de los intervinientes en el procedimiento” (artículo 159); que ha dado en ta-
les casos el carácter de “presunción de derecho del perjuicio” sufrido por alguna de las
partes en el procedimiento “si la infracción hubiere impedido el pleno ejercicio de las
garantías y de los derechos reconocidos en la Constitución o en las demás leyes de la
República” (artículo 160); y, finalmente, que ha permitido aun al tribunal a “declararla
de oficio” (artículo 163), impidiendo en cambio el “saneamiento de la nulidad” (artículo
164); y
24°) Que, por último, y en consideración a la naturaleza de los hechos y situación procesal y
de salud del inculpado señor Pinochet, debe tenerse en cuenta que, si bien puede de-
cirse que por lo general las diversas disciplinas de la cultura y las ciencias se cultivan,
disciplinan y perfeccionan independientemente las unas de las otras, en cuanto al logro
completo de sus fines no obran sin embargo separadamente. Antes bien, y cual ocurre
en el caso preciso de la medicina forense y de la ciencia jurídica, existe entre ellas una
interrelación, influencia y comunicación recíproca tales que, solo empleadas en su con-
junto, permitirán al cultivador de la segunda decidir adecuadamente un fenómeno ju-
rídico cuyo desentrañamiento solo le será posible merced al auxilio y a las enseñanzas
de la primera, afirmación tanto más valedera en materias como las que han sido objeto
del presente fallo, si se tiene en cuenta:
a) Que el Código Penal, que ha mantenido una vigencia que ya se retrotrae al siglo
antepasado, se refirió al “loco o demente” en términos que aparecen inconciliables
hoy con el estado actual de avance de la ciencia médica, no solo en cuanto a su
contenido de fondo sino que también aun en cuanto a su mera expresión formal,
lo que se aprecia de las modernas pericias evacuadas en estos autos, y del tenor del
informe que las contiene en el que en ninguna parte se ha empleado las expresio-
nes de “loco o demente”, como tampoco la expresión “locura”, lo que entiende esta
Corte es una consecuencia reveladora de los avances de la ciencia médica en re-
lación a lo que clínicamente ha de entenderse hoy, tanto del estado de demencia
mismo, cuanto de sus grados y de su científica significación desde el punto de vis-
ta de la medicina; y
b) Que ilustra en efecto la antedicha consideración el propio examen de las pericias
evacuadas en la causa, en cuanto se menciona en ellas, verbigracia, los exámenes
psiquiátricos; el “estudio tomográfico seriado” como método capaz de demostrar
los “infartos lacunares múltiples, subcorticales y de ganglios basales”; los “estudios
neurosicológicos”; a la conceptualización de lo que constituye una “demencia sub-
cortical”; a la “tomografía computarizada por emisión fotónica simple (SPECT)”, y
“los scanners” cuyas representaciones gráficas han hecho posible los más moder-
nos equipos técnicos empleados en la medicina, todo lo cual da contenido a una
profusión de métodos y progresos científicos extraños por entero al estado en que
la ciencia de que se trata se hallaba a la época de dictación del Código Penal.
RESOLUCIÓN
Por estas consideraciones y citas legales, constitucionales y convencionales de carácter inter-
nacional, y atendido también lo dispuesto en los artículos 406, 407, 410, 415 y 416 del Códi-
go de Procedimiento Penal, y 10 del nuevo Código Procesal Penal, y lo informado por el se-
ñor fiscal, se decide:
242
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
a) Que se revoca la resolución de veintinueve de enero de dos mil uno, escrita a fojas 5868
y siguientes, en cuanto en su decisión signada con el N° “I” rechaza la solicitud de sobre-
seimiento temporal formulada por la defensa del señor Augusto Pinochet Ugarte a fo-
jas 5863, y, en su lugar, se declara que, acogiéndose dicha petición y por exigirlo el mé-
rito del proceso, se sobresee parcial y temporalmente en esta causa, en relación con el
referido inculpado; y
b) Que, como consecuencia de lo resuelto, y atendida la naturaleza y fundamentos lega-
les del sobreseimiento, se precisa que respecto de dicho inculpado queda suspendi-
do el procedimiento y la realización de los trámites que se hallaren pendientes, has-
ta que cese el inconveniente legal que ha detenido la prosecución del juicio, debiendo
continuar este respecto de aquellos inculpados o procesados a los cuales no se les ha
extendido.
Acordada con el voto en contra del Ministro señor Dolmestch, quien estuvo por confirmar, en
lo apelado, la referida resolución, en virtud de sus propios fundamentos.
Devuélvase.
N° 28.075-2001.
Redacción del ministro señor Cornelio Villarroel Ramírez.
Dictada por los ministros señores Cornelio Villarroel Ramírez, Hugo Dolmestch Urra y señora
Amanda Valdovinos Jeldes.
243
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
Ugarte como autor de los delitos antes señalados. El ocho de marzo del 2001, a fojas 6034 fue
confirmada con declaración de que el encartado quedaba procesado en calidad de encubri-
dor de los delitos que allí se indicaban. Posteriormente, a fojas 6338, el nueve de julio del año
pasado, una sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, conociendo del recurso pendien-
te revoca la resolución apelada en cuanto niega el sobreseimiento temporal declarando en
su punto a) que se sobresee parcial y temporalmente en esta causa en relación con el referi-
do inculpado Pinochet Ugarte. Además, en su punto b) agrega que como consecuencia de
lo resuelto y atendidos la naturaleza y fundamentos legales del sobreseimiento, se suspende
el procedimiento y la realización de los trámites que se encuentren pendientes hasta que ce-
se el inconveniente legal que ha detenido la prosecución del juicio. En contra de este último
fallo, a fojas 6405, los abogados querellantes Eduardo Contreras Mella y Hugo Gutiérrez Gál-
vez interpusieron recurso de casación en la forma basados en las causales de los números 6,
9 y 10 del artículo 541 del Código de Procedimiento Penal y a fojas 6416 lo hace el abogado
Juan Miguel Pavin Millar en representación de la querellante Asociación Americana de Juris-
tas, por las causales que señala el artículo 541 del Código recién citado en sus números 6, 9 y
12. Dichos recursos fueron concedidos por la Corte de Apelaciones a fojas 6422 y declarados
admisibles por esta Corte Suprema a fojas 6424 y se trajeron los autos en relación para cono-
cer de los referidos recursos.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que a fojas 6405 los abogados querellantes Eduardo Contreras Mella y Hugo Gu-
tiérrez Gálvez han interpuesto recurso de casación en la forma por las causales que contem-
plan los números 6, 9 y 10 del artículo 541 del Código de Procedimiento Penal.
SEGUNDO: Que, aducen, en relación a la causal sexta, que la resolución ha sido pronunciada
por un tribunal manifiestamente incompetente. En efecto, señalan, el tribunal se extrapoló
a las normas de un Código inaplicable y actuaron como un juez de garantía al aplicar los ar-
tículos 10 y 252 del Código Procesal Penal, fundándose para ello en lo que denominan cau-
tela de garantías. Con ello, agregan, se arrogó facultades de la que carecía, violando la norma
expresa del artículo 7 de la Constitución Política de la República, y al aplicar una ley no vigen-
te han viciado de nulidad de derecho público dicho fallo.
TERCERO: Que, también señalan, el fallo está viciado por la causal novena del artículo 541
del Código de Procedimiento Penal, esto es que la sentencia no ha sido extendida en la forma
dispuesta por la ley, pues no contiene los fundamentos precisos de derecho en que se funda.
Agrega que la sentencia contiene argumentos y decisiones contradictorias, que su decisión
es el resultado de la ausencia total de precisión jurídica en lo sustantivo del fallo y termina so-
breseyendo temporalmente al inculpado sin hacer expresa mención de la causal, que siendo
de derecho estricto debe señalarse con precisión.
CUARTO: Que, por último, los recurrentes hacen uso de la causal décima de la norma de ca-
sación penal señalada por el artículo pertinente, vale decir que la sentencia ha sido dada ul-
tra petita. Indican que ello en razón de que la han dictado extendiéndola a puntos inconexos
con los que hubieren sido materia de la acusación y de la defensa. Argumentan que en es-
tricto rigor, los jueces recurridos solo debían resolver el punto relativo a si el procesado ha-
bía o no caído en locura o demencia y si era o no aplicable la norma del artículo 409 Nº 3 del
Código de Procedimiento Penal. Sin embargo, los sentenciadores recurridos asumen que el
estado de salud del inculpado es el de una demencia que basta para exonerarlo de toda cul-
pa y aplicando abusivamente del artículo 10 del nuevo Código Procesal Penal, se apartan del
texto legal vigente y sobreseen temporalmente por una causal que estrictamente les debe-
ría haber llevado al sobreseimiento definitivo.
QUINTO: Que, por su parte, a fojas 6416, el abogado Juan Miguel Pavin Villar, en representa-
ción de la querellante Asociación Americana de Juristas, ha recurrido de casación formal en
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
contra de la resolución analizada basado en las causales de nulidad contempladas en los nú-
meros 6, 9 y 12 del artículo 541 del Código de Procedimiento Penal.
SEXTO: Que, al alegar la causal sexta aludida, el recurrente ha dicho que el tribunal que dictó
la resolución lo hizo sin ser competente, en primer lugar, porque al sobreseer temporalmen-
te al inculpado lo hizo en virtud de lo señalado por el artículo 10 del Código Procesal Penal
que no se encuentra vigente en la región metropolitana y, luego, pues dicho sobreseimiento
solo puede ser otorgado a título de cautela por un juez de garantía, dentro de un juicio oral,
naturaleza que el que se sigue en esta causa no tiene. Todo esto, concluyen, es una actuación
procesal manifiestamente irregular e incompetente.
SÉTIMO: Que en cuanto a la causal novena hace consistir la infracción en haberse omitido el
pronunciamiento sobre las consideraciones en virtud de las cuales se dan por probados o no
probados los hechos atribuidos a los procesados los que debieron hacer en virtud de lo que
señala en Nº 4 del artículo 500 del Código de Procedimiento Penal. Agrega que solo se remi-
te a la sentencia a enumerar los medios probatorios que se allegaron en la causa, pero no los
valoró de tal forma que se llegara a la conclusión que el imputado no estaba en condiciones
de ejercer sus derechos.
OCTAVO: Que, finalmente, este último recurrente sostiene que la sentencia adolece del vi-
cio que señala la causal décimosegunda del artículo 541 del Código de Procedimiento Penal,
esto es que se omitió durante el juicio un trámite o diligencia dispuestos expresamente por
la ley bajo pena de nulidad. Aseguran que, habiendo dictado una resolución aplicando nor-
mas del Código Procesal Penal cuyo efecto ha sido la suspensión del procedimiento a título
cautelar, lo hizo sin la audiencia y la intervención de los demás intervinientes expresamente
señalados por la ley procesal nueva, que exige la celebración de la citada diligencia bajo pe-
na de nulidad.
NOVENO: Que ambos recurrentes, entre otras razones, han fundado sus recursos en la causal
novena del artículo 541 del Código de Procedimiento Penal, esto es en el hecho de no haber
sido extendida en la forma dispuesta por la ley la sentencia recurrida. En efecto, como se dijo
en el considerando tercero de este fallo, el primer recurso indica que ello se ha debido a que
no contiene los fundamentos de derecho precisos en que se funda y porque contiene argu-
mentos y consideraciones contradictorias y el otro recurrente, como se ha consignado en el
acápite sétimo, hace consistir la infracción en haberse omitido el pronunciamiento sobre las
consideraciones en virtud de las cuales se dan por probados o no probados los hechos atri-
buidos al procesado, lo que debieron hacer en virtud de lo que señala el número 4 del artícu-
lo 500 del Código de Procedimiento Penal.
DÉCIMO: Que la última disposición legal citada señala que la sentencia definitiva de segun-
da instancia que modifique o revoque la de otro tribunal, contendrá las consideraciones en
cuya virtud se dan por probados los hechos atribuidos a los procesados, o los que estos ale-
gan en su descargo, ya para negar su participación, ya para eximirse de responsabilidad, ya
para atenuar esta.
UNDÉCIMO: Que el sobreseimiento temporal dictado en la causa y que ha sido objeto del re-
curso de casación, es una sentencia interlocutoria de aquellas que ponen término al juicio o
hace imposible su continuación, como se dejó sentado al hacer el examen de admisibilidad
del recurso. Por disposición del artículo 171 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en
materia de procedimiento penal, dicha resolución debe cumplir, en cuanto la naturaleza del
negocio lo permita a más la decisión del asunto controvertido, las circunstancias menciona-
das en los números 4 y 5 del artículo precedente. Esto significa que debe expresar las consi-
deraciones de hecho y de derecho que sirven de fundamento a la sentencia y la enunciación
de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales se pronun-
cia el fallo. En el hecho, en ambas instancias se ha cumplido tal obligación ya que tanto al juez
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
246
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
vuelven a ser señalados en los acápites sétimo y octavo donde se recalca que no apoyándo-
se los fundamentos de hecho alegados por el procesado en la ley vigente y no pudiéndose
amoldar la función jurisdiccional a situaciones que ella misma no contempla, no puede dar
lugar a lo solicitado.
DÉCIMO SÉTIMO: Que por su parte el fallo analizado de segunda instancia, sin haber deja-
do sin efecto los apartados recién indicados, en sus razonamientos décimo, undécimo, déci-
mo cuarto, décimo quinto y vigésimo infiere que en razón de los peritajes realizados, los que
constituyen plena prueba, se encuentra comprobado que la salud del emplazado no le per-
mite participar en el juicio penal en la forma como se exige en numerosas disposiciones del
Código de Procedimiento Penal. Por ello estima que debe sobreseerse temporalmente en su
favor. Esta decisión es absolutamente contraria a la indicada por la sentencia de primera ins-
tancia en su argumento quinto, donde se sienta que la salud del peticionario no le impide ac-
tuar en el proceso. Además, en sus conclusiones décimo sétima, décimo octava y décimo no-
vena, sostiene al contrario de las premisas tercera, sétima y octava del fallo de primera ins-
tancia, que los artículos 5 , 7 i.1, 8 (motivo décimo segundo), 10 y 11 del nuevo Código Pro-
cesal Penal se encuentran plenamente vigentes por lo que se debe sobreseer temporalmen-
te como se solicitó por la defensa de Augusto Pinochet Ugarte.
DÉCIMO OCTAVO: Que, debe concluirse del examen recién realizado, que en la sentencia de
primera y de segunda instancia se mantienen raciocinios contradictorios. En efecto en pri-
mera instancia se niega lugar a la solicitud de que se tengan como vigentes disposiciones
del Código Procesal Penal para sobreseer temporalmente. En la de segunda instancia, por el
contrario, se declara que tales disposiciones son aplicables en virtud del principio de supre-
macía constitucional y se encuentran en vigor en todo el país y por lo que debe accederse al
sobreseimiento pedido.
DÉCIMO NOVENO: Que, también coexisten en ambas sentencias, la recurrida y la revocato-
ria, otras consideraciones contrapuestas. En la de primera instancia, analizando los peritajes
realizados para determinar la salud mental de Pinochet Ugarte, se concluye que la salud del
encartado no se encuentra en un estado que permita el sobreseimiento temporal solicitado.
En la de segunda instancia se dice que esos mismos peritajes comprueban que la salud del
inculpado es de tal gravedad que no puede seguirse en su contra el juicio sin incurrir en gra-
ve infracción al principio del debido proceso, razón por la que debe acogerse la petición de
sobreseimiento que hizo su defensa.
VIGÉSIMO: Que todo lo recientemente expuesto permite concluir a estos sentenciadores
que el fallo en estudio, al no haber eliminado de la sentencia de primera instancia las moti-
vaciones en que basaba su negativa a dictar sobreseimiento, contiene reflexiones evidente-
mente contradictorias, lo que equivale a no contener fundamento alguno. En efecto, en tal
caso, los razonamientos se han anulado entre sí, quedando sin fundamento lo que se resuel-
ve en lo dispositivo la sentencia revisada. De este modo, la sentencia de segundo grado ha
incurrido, efectivamente en la causal de casación en la forma que establece el Nº 9 del artícu-
lo 541 del Código de Procedimiento Penal, esto es, en no haberse extendido en conformi-
dad a la ley, la que debe ser admitida, y, consecuentemente, la sentencia debe ser anulada.
VIGÉSIMO PRIMERO: Que habiéndose acogido la causal de casación en la forma antes seña-
lada, estos sentenciadores no emiten pronunciamiento sobre las otras causales planteadas
por los recurrentes. Por estas consideraciones y de conformidad con lo dispuesto en los ar-
tículos 500, 541 Nº 9 y 544 del Código de Procedimiento Penal, se declara: que se acogen los
recursos de casación en la forma interpuestos a fojas 6405 y 6416, por los abogados quere-
llantes Eduardo Contreras Mella y Hugo Gutiérrez Gálvez y del abogado Juan Miguel Pavin
Villar en contra de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, del nueve de julio del
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Jaime Francisco Coaguila Valdivia
año pasado, escrita a fojas 6338 y siguientes, la que es nula y que se reemplaza por la que se
dicta sin nueva vista, pero separadamente a continuación.
Regístrese.
Redacción del ministro don Alberto Chaigneau del Campo.
Rol Nº 2986-01.
SENTENCIA DE REEMPLAZO
VISTOS:
Se reproduce, en su parte apelada, la sentencia del veintinueve de enero de dos mil uno, es-
crita a fojas 5868, con excepción de sus consideraciones tercera, cuarta, quinta, sétima y oc-
tava que se eliminan, y se tiene también y en su lugar presente:
PRIMERO: Que como se ha dejado sentado en el motivo segundo de la sentencia que se revi-
sa, los abogados señores Pablo Rodríguez Grez y Gustavo Collao Mira, en representación del
senador Augusto Pinochet Ugarte, han solicitado se dicte en su favor sobreseimiento tempo-
ral en esta causa o, en subsidio, suspender el procedimiento a su respecto mientras se man-
tengan las condiciones de salud que actualmente presenta.
SEGUNDO: Que para fundamentar la solicitud descrita antes, como se lee del escrito de
fojas 5863, han señalado que alegan en favor del encartado las garantías constitucionales
del derecho a la vida y a la salud física y síquica que contempla el inciso primero del Nº 1 del
artículo 19 de la Constitución Política de la República y la del debido proceso que la misma
norma incluye en su inciso quinto del Nº 3, las que, señalan, prevalecen sobre toda otra dis-
posición legal o reglamentaria en virtud del principio de la supremacía constitucional. Agre-
gan los peticionarios que para asegurar el debido proceso legal los legisladores han estable-
cido en el Código de Procedimiento Penal los artículos 47 bis y 67, en el Código Procesal Pe-
nal los artículos 7 y 10 y se ha otorgado vigencia al Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos de las Naciones Unidas y a la Convención Americana de Derechos Humanos o Pac-
to de San José de Costa Rica.
TERCERO: Que, asegura la defensa, que de los peritajes realizados al emplazado Pinochet, se
desprende que sufre demencia vascular subcortical moderada la que le ha provocado tras-
tornos en la memoria y el pensamiento, cuadro clínico siempre progresivo. Hace presente
que esta situación, pone su vida en riesgo permanente y le impide actuar en el juicio defen-
diéndose, por lo que solicita que se cumplan las normas constitucionales alegadas que tie-
nen preeminencia sobre cualquier otra norma legal o reglamentaria. Por eso, concluye, se de-
be aplicar prioritariamente el artículo 10 del nuevo Código Procesal Penal, a su juicio plena-
mente vigente. Debe aplicarse la nueva norma procesal en ausencia de una que permita evi-
tar la afectación substancial de los derechos del imputado, ya que en ese caso, ese artículo
ordena la suspensión del procedimiento. Subsidiariamente solicita la aplicación del artículo
409 Nº 3 del Código de Procedimiento Penal, puesto que habiendo caído en demencia el en-
cartado y mientras dure, debe sobreseerse temporalmente la causa a su respecto.
CUARTO: Que la petición principal planteada de suspensión del procedimiento, que implica
hacer aplicable por estar vigente las normas de los artículos 7 y 10 del Código Procesal Penal
nuevo, merece algunas consideraciones especiales.
248
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
QUINTO: Que uno de los principios básicos del Estado, que se encuentra en la base del orde-
namiento constitucional público de la República, es el principio de la juridicidad consagra-
do por los artículos 6 y 7 de la Constitución Política. El primero de ellos manda que los órga-
nos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme
a ella. El segundo prescribe que para que se pueda considerar válida la actuación de los ór-
ganos del Estado, lo deben hacer previa investidura regular de sus miembros, dentro de su
competencia y en la forma que prescriba la ley. De ello se colige que es condición esencial pa-
ra la existencia del estado de derecho que los poderes públicos encuadren su acción y ejer-
zan sus atribuciones dentro del marco que la Constitución y las leyes les señalan, única for-
ma de garantizar, además de los derechos fundamentales de las personas, el funcionamien-
to del Estado.
SEXTO: Que el principio de la supremacía constitucional y de la interpretación de las leyes
conforme a la Constitución, que ha sido esgrimido por la defensa y que se desprende de las
disposiciones constitucionales recién indicadas en este fallo, obliga al órgano jurisdiccional a
interpretar las normas legales en conformidad a la Constitución y a utilizar en tal labor la con-
sideración de que ella es un todo en que cada precepto adquiere su pleno valor y sentido en
función del conjunto. Pero, además, la interpretación debe realizarse con pleno respeto del
principio de conservación de la norma para cuidar la voluntad del legislador, de quien es po-
sible presumir que al dictar las disposiciones legales, elige aquellas que sean acordes con la
Constitución. De otra manera no sería posible contar con la seguridad jurídica necesaria para
la propia realización del derecho. (Derecho Constitucional, Tomo I. Mario Verdugo, Emilio Pfe-
ffer y Héctor Noguera. Ed. Jurídica de Chile, 1994, p. 132).
SÉTIMO: Que, con motivo del cambio del procedimiento penal la ley creó un sistema nue-
vo que presupone la existencia, con carácter constitucional, del Ministerio Público y de to-
da una infraestructura procesal y orgánica diferente. Estas nuevas instituciones están obli-
gadas a dar uso en plenitud a las normas creadas. Sin embargo, por razones que no son del
caso analizar, pero de las cuales una de las más importantes fue el costo económico que la
nueva estructura significa al Estado, las modificaciones constitucionales, procesales y orgáni-
cas que ella requiere solo se hicieron aplicables en forma progresiva en las diferentes regio-
nes del territorio nacional. Por ello, la misma Ley Nº 19519, modificatoria de la Constitución,
en el año 1997, dictó la disposición transitoria constitucional trigésimo sexta que consagró
tal criterio. En efecto, el inciso segundo de la disposición citada establece que (...) la ley orgá-
nica constitucional del Ministerio Público y las leyes que, complementando dichas normas,
modifiquen el Código Orgánico de Tribunales y el Código de Procedimiento Penal, se aplica-
rán exclusivamente a los hechos acaecidos con posterioridad a la entrada en vigencia de ta-
les disposiciones.
OCTAVO: Que, conspiran contra el uso de las normas sétima y décima del nuevo Código Pro-
cesal, indicadas por la defensa del reo, la clara disposición del artículo 483 del mismo estatu-
to que señala que las normas del código solo se aplicarán a los hechos acaecidos con poste-
rioridad a su entrada en vigencia, la que, de acuerdo al artículo 484 del mismo Código, seña-
la que comenzará a regir para las distintas regiones del país en las fechas que allí se anuncian,
a contar del dieciséis de diciembre del año 2000. En consecuencia, los preceptos del Código
Procesal Penal a que se ha hecho referencia, no se encuentran todavía vigentes en la Región
Metropolitana ni en ninguna región del país para aplicarlas a hechos acaecidos con anterio-
ridad a la modificación. No estando estas normas en vigor por expresa orden no solo de dis-
posiciones procesales tanto funcionales como orgánicas sino, especialmente, por precepto
constitucional concreto, no se entiende cómo podrían ser sujetos de interpretación ni siste-
mática ni teleológica, para los efectos de su aplicación, sin contravenir seriamente la Consti-
tución que nos rige.
249
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
NOVENO: Que, tal actividad no es siquiera posible por aplicación de los tratados internacio-
nales a que se ha referido la defensa de Pinochet Ugarte, ya que la finalidad de ellos es asegu-
rar la defensa de los derechos humanos y en especial del principio del debido proceso. Con
ello se quiere evitar que las leyes se apliquen en forma discriminatoria y contra las personas
que se encuentran bajo su jurisdicción. Es por eso que la principal obligación del Estado es
de respetar el principio del debido proceso legal en todos sus aspectos. La actual legislación
procesal penal en vigencia en la Región Metropolitana y sobre hechos acaecidos con ante-
rioridad a la nueva preceptiva, contiene suficientes normas que aseguran los derechos de los
procesados y su garantía a ser juzgados con un debido proceso de ley. Ejemplo de ellas son
las de los artículos 318 bis, 320, 322, 323, 324, 329, 330, 333, 334 y 336 del Código de Proce-
dimiento Penal, todas ellas destinadas a asegurar los derechos del inculpado. De ellas ha he-
cho uso con eficiencia el encartado a quien se le ha tenido las consideraciones necesarias pa-
ra evitar poner en peligro su vida y a quien se ha aplicado las normas vigentes que tienden a
asegurar sus derechos personales.
DÉCIMO: Que, como consecuencia de lo que se ha dicho en los acápites anteriores, estos
sentenciadores no decretarán la suspensión del procedimiento tal como se ha solicitado, ha-
bida consideración a que las disposiciones en virtud de las cuales se pidió no se encuentran
actualmente vigentes en la Región Metropolitana y porque los hechos que se investigan en
estos autos acaecieron con mucha anterioridad al nuevo sistema procesal.
UNDÉCIMO: Que como una segunda petición los abogados de Augusto Pinochet Ugarte,
han solicitado se sobresea temporalmente la causa y se aplique el Nº 3 del artículo 409 del
Código de Procedimiento Penal puesto que sufre de una demencia que le impide defender-
se a consecuencia de la cual no ha sido oído en el juicio con la profundidad, detalles y exigen-
cias que la naturaleza de los cargos requiere, por hallarse físicamente impedido, como conse-
cuencia de las dolencias de todo tipo que le afectan.
DUODÉCIMO: Que para poder llegar a una conclusión adecuada en el problema que se ha
planteado en esta causa es necesario hacer una precisión fundamental acerca de la situación
que se quiere dilucidar. La defensa nunca ha pedido un sobreseimiento basado en una cau-
sal de exención de responsabilidad penal por demencia de Pinochet Ugarte, en los hechos
que se persiguen. Aun del solo conocimiento superficial de la causa cabe inferir que ello no
es posible, pues a la fecha de la comisión de los hechos que se investigan, muy cercano al
pronunciamiento militar y al ejercicio del poder del procesado, no existen elementos, ni si-
quiera mínimos, que permitan suponer que a esa data Pinochet podría haber estado demen-
te. Ello nos constriñe a decidir acerca de lo que se ha solicitado puntualmente, esto es, si el
encartado presenta, en la actualidad un estado de salud mental que obligue al tribunal a so-
breseer la causa y a suspender el procedimiento porque ese estado, que sería el de enajena-
ción mental, le impide defenderse.
DÉCIMO TERCERO: Que, en el otrosí del escrito de fojas 89 del cuaderno de exámenes médi-
cos que se tiene a la vista, efectivamente la defensa de Augusto Pinochet Ugarte solicitó que
se realizara un peritaje de salud, el que fue decretado por la sentencia de segunda instan-
cia de la Corte de Apelaciones de Santiago. A fojas 279 decretó que para la mejor resolución
de la materia, se le practique al procesado una evaluación neurológica tendiente a determi-
nar si en este se ha producido un cambio orgánico apreciable, agravado por alguna enfer-
medad intercurrente, que condicione su estado de salud mental (...) y que se practicará, ade-
más, al querellado una pericia neurológica para los efectos que se han indicado precedente-
mente. Termina ordenando que estos exámenes se practicarán por peritos del Servicio Mé-
dico Legal y por dos peritos del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile
con especialidad en neurología. Más aún, de la lectura de la pericia médico-legal acompaña-
da de fojas 564 del cuaderno de exámenes respectivo, es posible constatar que fue realizado
con el objeto de establecer si Augusto Pinochet presenta psicosis o demencia y en el caso de
250
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
que una de estas eventualidades existieran, su grado. Los médicos nombrados para evacuar
la pericia, pertenecientes al Servicio Médico Legal fueron cuatro: los doctores Hugo Aguirre
Astorga en calidad de neurólogo, y los psiquiatras Slavko Benusic Carevic, Inge Onetto Mu-
ñoz y Siomera Chahuán Chahuán. Los doctores neurólogos Manuel Fruns Quintana y Violeta
Díaz Tapia lo hicieron en representación del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Ade-
más participaron en el peritaje, en calidad de peritos adjuntos el neuropsiquiatra Luis Forna-
zzari Núñez y el neurólogo Sergio Ferres Ducaut. Todos estos profesionales fueron nombra-
dos sin oposición de las partes.
DÉCIMO CUARTO: Que antes de entrar al análisis de la prueba pericial que se ha rendido en
estos autos, es necesario desentrañar algunos conceptos que se encuentran descritos por la
ciencia médica de la psiquiatría. Esta es la única manera de dilucidar los términos de locura,
demencia y enajenación mental, que son usados por nuestros Códigos Penal y de Procedi-
miento Penal como ideas similares.
DÉCIMO QUINTO: Que en las descripciones de demencia que se hacen por los autores, pri-
ma el concepto de que ella es una enfermedad en que la inteligencia, la capacidad mental o
se encuentra perturbada o disminuida. Karl Jaspers es de los primeros psiquiatras que así lo
indica, cuando dice que la demencia está entre los tipos de inteligencia perturbada. Al hablar
de la demencia orgánica la describe como un proceso en que se suelen destruir las condicio-
nes previas de la inteligencia, la memoria y la capacidad de fijación.
Agrega que, a veces, también el mecanismo del lenguaje. En estos casos, dice, se puede llegar
a descomponer la inteligencia entera progresivamente a causa del proceso cerebral. Al final
los enfermos tienen menos capacidad de juicio y menos propensión a dirigir su atención a
lo esencial (Psicopatología General. Editorial Beta, Buenos Aires, 1966, pág. 256 y siguientes).
Al hablar de los trastornos psiquiátricos asociados a lesiones cerebrales, Oskar Diethelm dice
que los síntomas psicopatológicos esenciales son los trastornos de la memoria de los hechos
recientes y lejanos. Agrega que el curso de la enfermedad es progresivo y conduce a la dete-
rioración (Tratamiento en psiquiatría. Editorial Paidós. Buenos Aires, p. 334.)
DÉCIMO SEXTO: Que por otra parte, otros autores sostienen que tanto en la demencia tipo
Alzheimer como en la demencia vascular y en otras que se deben a otras enfermedades mé-
dicas o al efecto de sustancias, la característica esencial es el deterioro de la memoria. Este,
señalan, es la pérdida de la capacidad para aprender nueva información o recordar informa-
ción aprendida previamente. El deterioro de la memoria a corto plazo tiende a desaparecer y
la memoria remota se mantiene en los primeros periodos de la enfermedad. La falta de me-
moria puede llevar al paciente a no poder realizar su trabajo, las tareas diarias. También tien-
de a complementar los vacíos de memoria con fabulaciones (inventar historias para escon-
der sus déficit de memoria). (Allen Frances, Michael B. First y Harold Alan Pincus. DSM-IV. Guía
de uso. Masson, Barcelona.1997, p. 138).
DÉCIMO SÉTIMO: Que, al hablar de los criterios para el diagnóstico de la demencia se dice
que es necesario para efectuar su diagnóstico que la pérdida de memoria cause un deterioro
significativo en la manera de actuar y que se asocie, por lo menos a uno o más de las siguien-
tes alteraciones cognoscitivas: 1) Afasia o alteración del lenguaje; 2) Apraxia o deterioro de la
capacidad para llevar a cabo actividades motoras, a pesar de que la función motora está in-
tacta; 3) Agnosia, que es el fallo en el reconocimiento o identificación de objetos, a pesar de
que la función sensorial esté intacta y 4) La alteración de la ejecución (p. ej. planificación, or-
ganización, secuenciación y abstracción). Cuando se trata de la demencia vascular debe, ade-
más, existir evidencia de enfermedad cerebrovascular a partir de la exploración física y de los
exámenes de laboratorio. (DSM-IV. Estudio de casos. Guía clínica para el diagnóstico diferen-
cial. Allen Frances y Ruth Ross. Masson, Barcelona, 1999, p. 44).
251
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
252
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
dificultades para repetir y escribir frases simples, fracasa en todas las actividades que involu-
cran recordar una huella sensorial inmediata. En las actividades de análisis e identificación de
un cuadro temático (se le muestran figuras en orden errado para que las ordene), fracasó y
evidenció dificultad en la capacidad para formar analogías, encontrar los opuestos y encon-
trar la relación lógica entre objetos específicos y del grupo al que pertenecen. No responde
adecuadamente al solicitarle que exprese los parecidos de objetos en parejas ni pudo identi-
ficar la palabra que no pertenece a un mismo grupo.
VIGÉSIMO TERCERO: Que en el test que evalúa los trastornos cognitivos, determinando la
existencia y grado de demencia, (Test SKT o de Sydrom Kurz) obtuvo un puntaje de 21 pun-
tos lo que lo ubica, según la tabla de estandarización chilena, en la categoría de demencia
moderada. En la prueba que evalúa la capacidad de flexibilización y abstracción de la habili-
dad para generar y sustituir categorizaciones (Wisconsin Card Sorting Test) obtuvo un núme-
ro de respuestas perseverativas que demuestra un daño significativo y del universo de prue-
bas que se practicaron falló en un porcentaje que permite concluir que un 95 % de sus pares
(considerando edad y nivel educacional) poseen un mayor y mejor rendimiento. Como resul-
tado del test de Rorschach se concluye que en su estilo de razonamiento predomina un ex-
ceso de distancia y de manejo teórico de la realidad lo que repercute en un descenso de sen-
tido común y de la capacidad para contactarse con los aspectos más prácticos y concretos de
la realidad. Habría pérdida del sentido de la realidad, manteniendo, no obstante el juicio de
ella. Todo lo antes expresado hace concluir a los peritos que existe un deterioro de sus capa-
cidades cognoscitivas específicamente en las funciones de atención, concentración y memo-
ria (especialmente de reconocimiento y de corto plazo). Además, existe déficit en las funcio-
nes de lenguaje y procesos intelectuales, especialmente en las funciones ejecutivas.
VIGÉSIMO CUARTO: Que, la conclusión a que se llega como síntesis de los exámenes recién
indicados y de otros complementarios realizados a Pinochet Ugarte es que se trata de un pa-
ciente de 85 años, hipertenso y diabético, con antecedentes de accidentes vasculares ence-
fálicos y que del resultado de la evaluación neurológica, psiquiátrica y neuropsicológica per-
mite sustentar la existencia de una demencia subcortical de origen vascular de grado mode-
rado, acordes con las clasificaciones internacionales.
VIGÉSIMO QUINTO: Que, por otra parte, del acta de fojas 546, levantada por el tribunal para
recibir un preinforme de los peritos reunidos, la que también se agrega a fojas 5783 del cua-
derno principal, los profesionales se encuentran acordes con lo que posteriormente se infor-
mó, pero indican que Pinochet Ugarte sufriría de una demencia leve a moderada. En la cons-
tancia de sus declaraciones, todos coinciden que tiene memoria remota, pero que sus res-
puestas no son confiables, que fabula y que no se sabe, en un momento determinado, si lo
que señala corresponde a la realidad. También se coincide que presenta una apatía que lo
desajusta de la realidad no alcanzando a comprender lo que está sucediendo e incluso se de-
ja constancia que el doctor Ferrer, médico adjunto, dijo que no tendría una capacidad de ra-
ciocinio suficiente, sacando de su archivo anterior datos que muchas veces no tienen rela-
ción con la realidad. Por su parte el otro adjunto, doctor Fornazzari, se expresa en el acta, que
sostuvo que todo el procedimiento médico y psicológico se realizó conforme a criterios in-
ternacionales y de primer nivel. Posteriormente, se agrega a fojas 550 su declaración escrita
en el momento de la confección del acta aludida, pues se debía ausentar a Canadá. En ella se
deja constancia que cree el médico que el diagnóstico es de una demencia subcortical de ori-
gen vascular de grado leve a moderado.
VIGÉSIMO SEXTO: Que, el peritaje a que se alude en las consideraciones anteriores fue rea-
lizado por seis peritos, dos de ellos adjuntos, que son conocedores de su arte, que lo realiza-
ron con arreglo a los principios de la ciencia que profesan, por lo que pueden ser considera-
dos como prueba suficiente de que Augusto Pinochet Ugarte sufre de una enajenación men-
tal. El hecho de que uno de los peritos adjuntos, el doctor Fornazzari estime que la demencia
253
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
es de leve a moderada en contraposición a sus otros colegas que estiman que es moderada,
no tiene importancia, a juicio del tribunal, puesto que también coincide en la demencia diag-
nosticada. Tampoco se tomará en cuenta el informe sobre la salud neurosíquica agregado a
fojas 3632, que emana del doctor Claudio Molina Fraga pues no ha sido solicitada por el tri-
bunal ni tiene el carácter de peritaje pues solo es un comentario sobre el peritaje que se rea-
lizó en autos.
VIGÉSIMO SÉTIMO: Que de todo lo que se ha expuesto con anterioridad, surge la convic-
ción, como se ha dicho en el considerando vigésimo cuarto, que Augusto Pinochet Ugar-
te sufre de una demencia subcortical de origen vascular de grado moderado, enfermedad
mental consistente en una demencia vascular. En efecto, cumple con las exigencias que pa-
ra diagnosticar una demencia se piden al tenor de lo expresado antes en el razonamiento dé-
cimo sétimo. Esta enajenación ha sido adquirida con posterioridad de la comisión de los de-
litos que se investigan en esta causa, por lo que se hace necesario aplicar las normas que el
Código de Procedimiento Penal en su párrafo 2 del Título III del Libro IV establece para el pro-
cesado que cae en enajenación.
VIGÉSIMO OCTAVO: Que las disposiciones legales contenidas en el párrafo 2 a que se ha he-
cho referencia, son normas destinadas a asegurar que los inculpados tengan incólume su de-
recho a ser juzgados sin desmedro de las garantías del debido proceso. Este sistema legal ha
nacido de la preocupación de los legisladores por velar por la igualdad que significa que to-
dos los ciudadanos puedan defenderse con la misma efectividad de los cargos que se les ha-
cen. Es por eso que, considerando que pueda producirse una situación personal que impida
el ejercicio de tal derecho, ya en la disposición del artículo 349 del Código de Procedimiento
Penal se obliga al juez que someta a un examen mental al inculpado mayor de setenta años,
cualquiera sea la penalidad del delito que se le atribuye.
VIGÉSIMO NOVENO: Que de las normas antes señaladas se deduce, por lo señalado por el
artículo 684, que aun cuando el procesado cayere en enajenación mental, si no procede el so-
breseimiento, al juez le corresponde decidir si continuará o no el procedimiento. El magistra-
do, para resolver, debe tener en consideración la naturaleza del delito y la de la enfermedad
para lo cual recabará un informe médico legal. Para decidir si no se continúa el procedimien-
to contra el encausado, como lo indica el artículo 686 del Código de Procedimiento del Ramo,
deberá tratarse de una enfermedad mental incurable, en cuyo caso dictará en su favor so-
breseimiento definitivo. Por el contrario, si la enfermedad mental es curable, dictar el sobre-
seimiento temporal para continuar el proceso una vez que el procesado recupere la razón.
TRIGÉSIMO: Que es claro que la gravedad de los delitos que se investigan en la causa trae
consigo para el juez una responsabilidad muy grande. La naturaleza de los mismos es de muy
seria complejidad y su investigación, por la cantidad de años que han transcurrido desde los
acontecimientos, se hace difícil y ardua. Los interrogatorios deben ser exhaustivos y de gran
exigencia para obtener la mayor cantidad de datos posibles. Debe, por medio de la declara-
ción del inculpado, averiguar los sucesos y la participación que en ellos les hubiere cabido a
él y a otras personas. Al ponerle en conocimiento el hecho que se le atribuye y hacerle saber
las pruebas que existan en su contra, oirá lo que el inculpado diga en su descargo.
TRIGÉSIMO PRIMERO: Que los encartados que declaren en una causa como esta deberán
estar en posesión plena de sus facultades para que aporten los elementos necesarios para
obtener algún éxito y para poder utilizar los derechos que se le deben reconocer. Una perso-
na que no está en pleno uso de sus facultades mentales no está capacitada para dar sus de-
claraciones. Si bien es cierto, puede delegar su representación en un abogado, no podrá su-
plir la realidad de declarar en el proceso con pleno uso de su mente ni tampoco estará facul-
tada para poder declarar sobre los hechos, modificarlos o probar con sus asertos que ellos no
son efectivos o que en ellos no tuvo participación.
254
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
255
ÍNDICE GENERAL
Índice general
Preámbulo......................................................................................................................................... 9
CAPÍTULO PRIMERO
La tutela de derechos en el Perú
259
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
CAPÍTULO SEGUNDO
La tutela de derechos en el Derecho comparado
CONCLUSIONES
Conclusiones..................................................................................................................................... 99
ANEXO 1
Jurisprudencia sobre tutela de derechos
260
Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
261
Jaime Francisco Coaguila Valdivia
23 Tutela de derechos por falta de información por escrito respecto a las ra-
zones de la detención ................................................................................................... 145
24 Tutela de derechos contra disposición de conducción compulsiva del
imputado cuando ha manifestado previamente por escrito que ejercitará
su derecho de abstenerse de declarar ................................................................... 148
25 Tutela de derechos por falta de indicación de persona de confianza del
detenido en flagrante delito ...................................................................................... 150
26 Tutela de derechos por falta de participación de abogado defensor del
coimputado y violación del procedimiento de reconocimiento físico ...... 152
27 Tutela por falta de abogado defensor en reconocimientos en la etapa
de diligencias preliminares......................................................................................... 155
28 Tutela por falta de abogado defensor de testigo en reconocimiento
fotográfico incriminante en diligencias preliminares........................................ 157
29 Tutela de derechos por motivación aparente de la disposición fiscal sobre
declaratoria de complejidad del caso...................................................................... 159
30 Tutela de derechos contra disposición fiscal por incoherente, lata y
genérica ............................................................................................................................. 160
31 Tutela de derechos por imprecisión de cargos y hechos en disposición de
formalización de investigación preparatoria........................................................ 163
32 Tutela de derechos por parte del agraviado en la etapa intermedia .......... 168
33 Tutela de derechos ante inexistencia de formalización de investigación
preparatoria...................................................................................................................... 169
34 Rechazo de plano de tutela de derechos planteada por persona jurídica
fuera de investigación preliminar ............................................................................ 171
35 Tutela de derechos para anular actos de investigación irregulares............. 173
36 Tutela de derechos para neutralizar conductas irregulares tras no
formalización de investigación preparatoria ....................................................... 174
37 Exclusión de prueba ilícita por teoría del riesgo.................................................. 175
38 El uso del audio que contiene la declaración del investigado para actos
de investigación no vulnera el derecho a la no autoincriminación.............. 177
39 Tutela de derechos por falta de actuación de medio probatorio del impu-
tado detenido y por falta de expedición de copias de la carpeta fiscal
antes de audiencia de prisión preventiva.............................................................. 181
40 Tutela de derechos por cuestionamiento a la calificación jurídica de la
imputación ....................................................................................................................... 186
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Los derechos del imputado y la tutela de derechos en el nuevo Código Procesal Penal
ANEXO 2
Casaciones y plenos sobre tutela de derechos
263