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Lo realmente conveniente del futbol

Oliven y Damo en Futbol y Cultura (2001) dice que es “conveniente” ver a este deporte como una
práctica de sentimiento, emoción y pasión, esto frente a la crítica social-política de difuminar la
realidad y que la sociedad no esté consciente de ello. Más bien, el concepto de futbol, y todo lo
que involucra, y las cuestiones sociales deben relacionarse; en otras palabras, ambas situaciones
deben estar presentes en una sociedad, como lo es México, donde lo “conveniente” es que las
personas sepan el contexto donde viven y al mismo tiempo se puedan parar firmemente en un
estadio y disfrutar de un partido.

Además de la incertidumbre sobre la inyección económica y los negocios que pudieran estar bajo
la sombra, no hay que hacerse de la vista ancha para decir que, siendo México un país muy
apasionado a este deporte, pudiera ser un juego más del tipo de gobierno que se tiene y que éste
tuviera el poder de mover masas a su conveniencia. No se puede afirmar del todo, pero existe la
posibilidad y la probabilidad es alta.

La situación crítica no solo para el país, sino también para muchos otros tercermundistas y “en vías
desarrollo”, es que se tiene a una sociedad que no se informa, no piensa crítica y reflexivamente
en pro de un bienestar, y se deja llevar mucho por la emoción, el sentimiento y la pasión; por
supuesto que ninguna de las tres es mala, pero como en todo, el exceso perjudica.

No es conveniente solo ver de esa forma a todas las cosas, incluyendo al futbol, y como parte de la
cultura, es importante resaltarlo, ya que ésta se transmite, y de ahí el que la sociedad avance y
tenga problemas que difícilmente resuelva, a menos de que haya un gran cambio en sus bases
culturales.

Si bien es cierto que el futbol mueve masas y promueve la unidad, la entidad y el respeto a ser
patriota de un equipo y de tu país, hay que recordar que esta práctica, tanto para quien la ejecuta
como para quien la observa, forma solo una parte de la cultura de una sociedad. Por más
arraigado que se tenga, no puede dominar en las personas, y el no dominar significa que se
respeta y se comprende ese fenómeno cultural, pero se limita solo al evento. Ahora bien, en el
caso de México, al estar tatuado el balón en gran parte de la población, es posible salirse de ese
límite, la cuestión es saber cómo y con qué fin.

El futbol es cultura, al igual que la lengua, religión, las normas y valores, costumbres, tradiciones,
etc. Son parte de un todo, que es la identidad, y que, junto con la unidad, debería de aplicarse la
gran energía y fuerza de la pasión futbolística a la vida diaria, a los grandes y pequeños retos,
mirar con la frente en alto ante el mundo globalizado y demostrar que una sociedad unida llegará
hasta donde ella quiera; o a lo que es análogo, un equipo que trabaja en conjunto es capaz de
meter cuantos goles se proponga y pararse ante el mundo con un trofeo en la mano.

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