Quién soy...

Mi nombre es Fernando Eduardo, el primero de los tres hijos de Arturo Bendezú y

Dery Saavedra. Nací en el Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé,
pasé mis primeros 5 años y unos pocos meses en una casa alquilada en Los Olivos.

Recuerdo pasar tiempo con un adolescente de la casa del costado, un tipo de

muchos oficios entre ellos hacer buenas maquetas. Si tuviera que decir donde
comenzó mi interés en la Ingeniería Civil sería cuando lo veía realizar maquetas de
carreteras, ver el trabajo terminado mientras pensaba en pedazo de tecnopor que
era al inicio despertaba además de admiración a mi vecino, una chispa en mí.

En algún momento ya tenía 2 lindos hermanitos, y el espacio se estaba haciendo

pequeño así que mi padre hizo que nos mudemos a una casa en la urb. El Doral de
Torre Blanca en Carabayllo, en ese momento el área era solo arena y algunas casas
ya edificadas no como mi anterior residencia donde había arboles cerca de las casas
y algunos parques, esto me hizo sentir algo molesto.

Mi madre me repetía cuando me enojaba o cuando no comía “Cuantos niños

desean esas cosas que rechazas ahora”. Un día pensaba en las ropas de mis
hermanos que ya no les quedaban porque crecían, que mi madre regalaba a “los
niños del cerro”, con ese pensamiento junto con otros niños me dirigía a los cerros,
40 minutos entre caminando y corriendo, subiendo uno de los cerros me encontré
unas viviendas, eran pequeñas y de madera, habían algunos huecos cerca de las
casas, y rastros de huecos que fueron tapados, cerca de los huecos olía mal, en
poco tiempo uno de mis amigos se asustó y decidió irse, al toque todos los demás
lo seguimos, ese día comí toda las verduras y dormí pensando en que estoy feliz de
estar donde estoy.

Crecía y también lo hacia mi localidad muchas casas aparecieron y se desarrollaron,

nuestra casa ya tenía 2 pisos, y se desarrollaba un parque, ya estaba en mis primeros
años de secundaria con dudas acerca de mi futuro, ya tenía por hecho que quería
estudiar Ingeniería por mi afinidad a las ciencias y los números pero no estaba
seguro de cual, un gran impulso que me llevo a decidir la Ingeniería Civil fue cierto
documental de Japón, un país sacudido varias veces al año por terremotos de
magnitudes superiores a 5 en la escala de Richter y por potentes tifones, su sistema
hidráulico, sus edificios entre otros cosas me maravillaron y me hizo pensar ¡Quiero
hacer algo así!
Quise ingresar a la UNI, por el prestigio y la calidad además de querer enorgullecer
a mis padres y a mis hermanos. Logré ingresar, con mucho esfuerzo ,8 meses
después de haber terminado secundaria y bueno… ¡Aquí estamos!