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ISAIAS 59: 13-18

El prevaricar y mentir contra el Señor, y tornar de


en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y
rebelión, concebir y proferir de corazón palabras
de mentira.
Se ha expulsado al derecho así que la justicia no
pudo acercarse; la verdad ha sido maltratada en
el tribunal y la rectitud ya no tuvo allí acceso. La
verdad ya no existe, y el que se aparta del mal es
despojado. EL SEÑOR INTERVIENE Lo vio y no
le gustó que no hubiera justicia.
Vio que no había nadie y se sorprendió de que
nadie interviniera. Entonces intervino
personalmente y con la fuerza de su justicia, se
puso la justicia como coraza y se colocó en su
cabeza su casco que es la salvación. Se vistió
con la venganza como si fuese túnica y se arropó
con el celo como un chal.
A cada uno le va a dar su merecido: enojo para
sus adversarios y castigo para sus enemigos.
Palabra de Dios.
SALMO 9: 7-10

Los enemigos fueron aniquilados,


arruinados sin remedio; sus ciudades
fueron devastadas, perdido su recuerdo.
Pero el Señor reina para siempre y
establece su trono para el juicio.
Gobernará la tierra con justicia y juzgará
con rectitud a las naciones.
El Señor es un bastión para el oprimido,
un refugio para los tiempos de angustia.

Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo


EFESIOS 6: 10-20
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su
fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que
puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos
estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes
y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras,
los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.
Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día
malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de
todas sus armas. Tomen la verdad como cinturón, la justicia
como coraza; tengan buen calzado, estando listos para
propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano
el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias
del demonio.
Por último, usen el casco de la salvación y la espada del
Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. Vivan orando y suplicando.
Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en
común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse
nunca, intercediendo en favor de todos los santos, sus
hermanos. Rueguen también por mí, para que, al hablar, se
me den palabras y no me falte el coraje para dar a conocer el
misterio del Evangelio cuando tenga que presentar mi
defensa, pues yo soy embajador encadenado de este
Evangelio.
Palabra de Dios
EVANGELIO DE SAN JUAN 9: 35-41
Jesús se enteró de que le habían echado
fuera y, encontrándose con él, le dijo: «¿Tú
crees en el Hijo del hombre?»
El respondió: «¿Y quién es, Señor, para que
crea en él?»
Jesús le dijo: «Le has visto; el que está
hablando contigo, ése es.»
El entonces dijo: «Creo, Señor.» Y se postró
ante él.
Y dijo Jesús: «Para un juicio he venido a
este mundo: para que los que no ven, vean;
y los que ven, se vuelvan ciegos.»
Algunos fariseos que estaban con él oyeron
esto y le dijeron: «Es que también nosotros
somos ciegos?»
Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no
tendríais pecado; pero, como decís:
"Vemos" vuestro pecado permanece.»

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