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Así introducida, la actividad de in- vestigación se diferencia d

el co- mienzo de una mera búsqueda. Con- siderar que todavía n


ha encon- trado nada no es un buen punto de partida. Cuando
LA INVESTIGACIÓN EN PSICOANÁLISIS
trabajos de car- tel se plantean solamente como una búsqueda, ve
luego a sus in- tegrantes pescar en la piscina con gesto intelec
disimulando que en realidad sólo buscan pigmentar- se un p
Infortunadamente (la ex- presión viene al caso), esos trabajos tom
›Gabriel Lombardi forma: “Voy a estudiar qué dice Lacan en sus Seminarios j y k so
el tema de perversión”. Ninguna pregunta mínimamente reflexion
Mucho menos un problema verda- dero en el sentido de Russell (lo
no tiene solución no es un verdade- ro problema, decía).
Lacan por su parte pensaba que el saber se produce en un des
El impulso actual y merecido que recibe el término de daba a sus investigacio- nes esa coherencia inmediata
(éclair) eso
investigación en psicoanálisis responde a la dificultad de saber. Nuestroanalítica que evidencia su en- señanza. Tal concep
la acción
propio análisis nos hace evidente que el saber es inac- cesible, chispean- quete de saber le permitió resumir la cé- lebre oposición de K
debemos contentarnos con semblantes de saber en la Uni- versidad,
entre cien- cia paradigmática y crítica diciendo que hay ciencia de
con suposiciones de saber en el análisis, con fragmentos aluci- nados y ciencia de los que encuentran. So- lía decir qu
que buscan,
de saber –relámpagos perso- nales en el final del análisis,planteamos
con la po- honesta- mente una pregunta es porque ya he-
sibilidad redentora de destituir nues- tra subjetividad paraencontrado
volvernos la respuesta. Hacía del hallazgo la condición de la in
sen- sibles a otro saber inconsciente en el pasaje a la condición tigación. deSus problemas tenían solu- ción –en última instancia
“solución¿O
analistas. En fin, saber esto sería saber algo, pero... ¿lo sabemos? de lo imposible”-.
sólo repe- timos lo que suponemos que Lacan supo? ¿Es sólo amor En Elal Seminario Ou pire... leemos: “...lo que
saber? ocurre no depende más que de la fortuna. Sin embargo, eso no quiere
decir
Si escribimos esto, o si lo leemos, es que ya
porque no hemos
sea calculable.
reiterado¿A partir de qué? Del 1 (uno) que allí se
la fal- ta de Adán, hemos sido tentados deencuentra.
saber, hemos Sólocomido
que noelhay que engañarse sobre lo que se encuen- tra
fruto
indiges- to del árbol de la ciencia. Sabemos como que1 (uno).
nos No es pesado,
cayó jamás el que se busca. Es por eso que, después
sabemos mal, nos avergüenza su sabor,de otro que
somos está envestido
el animal mi mismode caso, dije: ‘Yo no busco, encuentro.’ La
Carlyle. Podemos disimular nuestro lento úni- ca manera que hay para no engañar- se es, a partir del hallazgo,
metabolismo
champagne francés y discursos sobre el último Lacan, pero íntima-se sobre lo que había para buscar, si uno hubiera querido”.
interrogar-
Hacer
te advertimos que nuestro len- guaje es equívoco, que nos aleja coincidir
del investigación con búsqueda es agotar de antemano su
er, que sólo nos permite saber en el exceso, fuera del interés.
alcance“Nadie
de ten- drá ganas, había escrito Picasso –el otro aludido
u- ces de la razón y de las delicias de la compañía. por Lacan-, de seguir a un hombre que mira adelante de sus pies
Sabemos perdido ese paraíso que esperando
evoca elque la suerte deje caer en su camino una cartera”.
o sublime de Mil- ton, de una armonía sexual que inte- graba la Por otra parte, no basta encontrar para hacer
ciencia.
sía de los astros, el brío de las aves, la caricia musical de los Nadie podría gritar ¡Eureka! por fuera de un cierto pro- yecto de
os. investigación. En su revisión milenaria y precursora de los concep- tos
Deseamos (¿en presente?, ¿en y pretérito?)
de las prácticas del ser hablante, Heidegger enumera tres caracteres
del saber en la época de la ciencia. El primero consiste en que la ciencia
er pero tropezamos con esa inepcia constitucional del ser humano
moderna encuentra su esencia en la investigación: a condición de no
la investigación cientí- fica de la que habló Freud. La expe- riencia
en- tender
análisis acostumbró a no encontrar mucho más que la reitera- ción por investigación solamente el método, sino la apertura
(frayage
na pérdida, la pérdida de lo que había para saber. Quedaron cier- le gusta decir a Lacan) de un sector de manifestaciones de lo
estos desprendidos de una arti- culación imposible, restos de gocepro- yección de un plan determinado. El proyecto marca así
real por la
cados por una opacidad social insuperable. La investigaciónanticipadamente
como los mojones sobre los cuales debe- rá guiarse, en el
lema se vuelve interesante cuan- sector abierto, el re- conocimiento investigativo. Dejarse guiar por tal
jalonamiento constituye
do pretendemos explicar, volver pre- sentable eso que encontramos en
nuestra reflexión clínica, interrogar los textos a partir de eso.
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el rigor de la investigación. Ninguna experiencia,


lítico y la tampoco
economíaninguna
extrema sor-
de sus medios no puede confundirse con
presa epistémicamente aprovecha- ble, su es posible
ausencia.porEnfuera
el dispositivo
de un cam-analítico la originalidad del método está
po ya instituido de investigación. en los “medios de los que se priva” (suges- tión, hipnosis, reglas
técnicas
Si bien el discurso del psicoanáli- sis no espara
el la
deorientación
la ciencia de –lola cura, también re- cursos tecnológicos
mostra- ron diversamente Popper y Lacan- de registro,
participafár-
sinmacos,
embargo etcétera);
de la su única regla es la de la asociación
esencia así definida de lo científico. Lalibre, pero
expe- esa re-
riencia gla no libera
analítica no esal analizante de los sur- cos del método.
Por el(que
concebible por fuera del proyecto freudiano contrario,
des- de lo el
lleva a afrontar, aunque de una ma- nera cada vez
comienzo
afirma que sólo bus- camos volver a encontrar). La expe- riencia del de dar la razón sobre lo que toda
más singularizada, la exigencia
investigación
pase no es pensable por fuera del jalonamiento de la se funda.
“Propo- Si ade-
sición del más tenemos en cuneta que la clíni- ca
9 de octubre de 1967”. Es el plan de investigación lo que vuelve sensible cia en bruto, sino la interrogación y la
psicoanalítica no es la experien-
un sector hasta hace poco desatendidoelucidación racionalsubje-
de la experiencia de lo que
tiva ocu-
y rrió en un análisis, se hace evidente
condiciona su audibilidad. que tampoco el informe del pasan- te o la presentación clínica del ana-
El movimiento entonces es doble: lista
nopuede
tiene concebirse por fuera
sentido plantear un de un proyecto de indagación que per-
proyecto de investigación si no se ha encon- trado algo que cause, noo jus- tificar lo que se encontró.
mite cuestionar, situar, criticar
la búsque- da, sino la re-búsqueda (research, re- cherche)Hay de analistas
lo que parecen sentir una profunda
aversión a llevar el mé-
encontrado en el con- texto de un plan de investigación. Pero recién todo más allá de las condiciones ele- mentales
del análisis.
cuando se ha estableci- do el plan y recortado De buen
un sector grado patrocinarían el sarcasmo de Mefis- tófeles
de respuestas,
lo que se encontró toma su valor y revelacuando adviertede
su potencial al ex-
estudian-
trañeza.te que se acerca a los claustros: “Se os
Suavizando los términos de Hans Reichembach, podemos decir que la hacíais de un sólo golpe con toda li-
enseñará que aquello que antes
bertad,
justificación contextúa el des- cubrimiento, pero como el comerdeyque
sólo después el beber,
el es necesario hacerlo en uno, dos,
descubrimiento engendró la justificación.tres, tiempos”. Pero cuando el informe del clínico o el ensayo teórico no
La segunda característica de la tienen
cienciaclaros sus objetivos,
subraya Heideggercuando
es la argu- mentación es débil, cuando
noel
que ella asegura su proyecto y su rigor por pare- ce regido
método por ninguna
que vuelve posible pregunta, se
la expe- riencia. La sencillez del método ana-

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nos presenta como una trama des- hilachada, confusa, que encuentra
nos impide
tan- to, no sólo porque nuestros proyec- tos de investiga
vislumbrar el interés de lo que se in- tenta plantear. no han recibido el auspicio del genio. También porque todas
Tenemos en psicoanálisis ejem- plos de un rigor tentaciones
metodológicoescotomizantes del conocimiento “objetivo”, de la
admi- rable: releamos en este sentido La in- terpretación de neralización
los sueños prematura, de la enume- ración incompleta
de Freud, “La dirección de la cura y los princi- pios de su conceptualmen-
poder”, y “De te heteróclita que confunde los nive- les, de las lóg
una cues- tión preliminar a todo tratamiento po- sible de laexcesivamente
psicosis” de rí- gidas que excluyen al sujeto o exce-
sivamente blandas
Lacan. En los tres textos observaremos el correc- to planteo que no
de recortan
los el mínimo necesario, todas ellas
facilitan el descuido
problemas, el “es- tado del arte” admirablemente sinte-del “objeto” que in- teresa al psicoanalista: el
único la
tizado,
sujeto cu- yas huellas,
definición ágil y certera de los propósitos y objetivos de la inves- precisamente, investiga (que deriva del étimo
invenio, seguir las huellas,
tigación, la articulación precisa de las preguntas y de las hipótesis las pisadas, los “vestigia”). En otros
términos,
funda- mentales, la descripción de los obs- táculosporque
con queno siem-
chocanprelasestamos a la altura del método por el que
explica- ciones de otros autores, la nuevaelso-
discurso
lución psicoanalítico
propuesta queabre
hacesurcos nuevos en lo real.
de esos tropiezos el punto de apoyo para una nueva perspectiva El otro error es el de reducir la in- vestigación al
epistémica y el ¡en marcha! de un nuevo método
progresode prác-
la tico
investi-
del discurso
gación. Fernando Pessoa, con hu- mor
analítico. concluyente, escribió: “El defec- to central de la investigación filosófi- ca
Estos ejemplos nos permiten al mismoy académica
tiempoes que vuelve
medir objeti- vo lo que no es sino su método, bien
hasta qué
pun- to el método permite resaltar, expli-atribuyendo a las yabstracciones
car, contextuar transmitir un de las que forzosamente se sirve el ca-
rácterYde
hallaz- go. Sin modelos difíciles de seguir. nocosas, bien atribuyendo
sólo porque uno no al curso de las cosas esa regularidad,
a lógica, esa racionalidad que per- tenecen forzosamente al Aunque el método no es todo en la investigación
ciocinio, pero no a aquello sobre lo que se ra- zona”. Cuando se es un error despreciar lo que tenemos para aprender
psicoanalítica,
metió este error en psicoanálisis, se lo transformó en sobreunalos
mera
procedimientos en psicoanálisis y en otras disciplinas. Ni
cnica de resultados cuan- tificables. Heidegger advirtió, sin
Freud
em- ni
bargo,
Lacan lo hicieron. Podemos también beneficiarnos con el
existencia de ciencias que, para permanecer rigurosas, humilde
es decir fieles
y detallado manual de Umberto Eco
proyecto que les abre los ca- minos, deben en toda necesidad es-
blecerse fuera de la dimensión de la exactitud y de la cuantificación.

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Cómo se hace una tesis. Técnicas y procedimientos de investigación,


a trascender la in- digencia de la investigación solitaria y se acerca a
estudio y escritura. Eso puede aliviar errores de confección tercera ocondición
de hei- deggeriana de la ciencia moderna:
concep- ción en la elaboración de nuestros trabajos. Por loreorganización
demás nadie a partir de sus propios resultados, que exige que
nos obli- ga a detenernos allí, podemos tam- bién leer ainvesti-quienesgación
han se planifique a nivel institucio-
nal. En
escrito sobre epistemología, ciencia, verdad particular
y mé- a partir de la pues- ta en marcha del dispositivo del
todo, especialmente
en nuestro si- glo: Peirce y sus comentaristas;
pase se asegura Po-
la reunión,
pper y la suelaboración progresiva, la comunicación
descendencia, Koyré, el epistemólogo favorito
recíprocadey Lacan
el control
e ig-
de norado
los resultados.
por los anglosajones; las his- torias de vida de los etnólogosEly deseo sus del analista es deseo de saber, parte
reflexiones sobre el “caso único”; la teoría
de desuHintikka
carencia.sobre preguntas
Como el rayo, ese deseo es inestable. No es
y respuestas; etc. Hay para entretener- se, para Una
irreversible. aprender,
vez quey surge
para del propio análisis, se alimenta con la
difundir en- tre nosotros. experiencia, pero también se can- sa y envejece con la experiencia: la
A diferencia de la investigaciónhistoria
científica,
del que
psicoanálisis
cuenta con
lo evidencia.
la La investigación psicoanalítica
subven- ción de organismos estatales queosedeorganiza
grandesactualmente
consorcios en diversas ins- tituciones del Campo
privados, la in- vestigación en psicoanálisis
Freudiano
usual-pue-
mente
de contribuir
no recibea causarlo, pulsionarlo, ponerlo al trabajo.
subsidio alguno. Su costo en tiempo, en gastos de for- mación, en
Que los resultados de esa investi- gación sean
material bibliográfico, es afrontado únicamente por el interesa-
de elaboración ardua, nodo.nos
La exime de intentar que sus frutos sean
“vocación de ciencia del psi- coanálisis”cada que presagia
vez más ricos, “Ciencia
más diáfa-y nos, más creativos. La fase que vie- ne
Verdad” encuentra allí una limitación,del que se traduce
desarrollo en trabajos es- tará jalonada por aquellos trabajos
del psicoanálisis
apresu- rados, por suerte breves. Sin en embar-
que la seriedad, el rigor y elydetalle no amortigüen el entusiasmo por
go, el psicoanálisis,
especialmente con la creación de Escuelas a escala
la cau- sa quemundial, comienza
intentan cernir.

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