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UNIVERCIDAD TECNOLOGICA DE LOS

ANDES
EL FEMINICIDIO EN APURIMAC
Alumna: JHENYFER DINA MERCADO POZO
I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El feminicidio o asesinato de mujeres por sus parejas o ex parejas sentimentales, no es
un fenómeno reciente. Sin embargo hoy en día aparecen frecuentes noticias en los
diferentes medios de comunicación y han tomado la atención de diversas instituciones
de defensa de los derechos de las mujeres en nuestro país. En el Perú, los estudios sobre
el concepto de feminicidio fueron iniciados por las organizaciones feministas.

El Estado Peruano para atender la problemática del Feminicidio desde el año 1995,
implemento políticas públicas a nivel nacional sobre el trato y la defensa de la mujer, las
que se han venido desarrollando a través de planes nacionales, programas
multisectoriales y la creación de organismos estatales como el Centro de Emergencia
Mujer (CEM) a cargo del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Comisarías
PNP de Familia y Fiscalías Penales especializadas en Violencia Familiar; sin embargo
pese a los esfuerzos realizados, estos no han sido suficientes presentándose nuevos
casos y con más agresividad, especialmente en la región de Apurimac.

1.1. Descripción del problema


No se trata de una muerte aislada si no que son decenas de mujeres que mueren cada
año en manos de sus parejas o ex parejas sentimentales.
Celos, infidelidad, abandono o negativa para (re) iniciar la relación amorosa por parte
de la mujer como causas principales. El lugar y la forma como fueron asesinadas, sus
edades, sus vínculos con el feminicida y los hechos acontecidos.
Detrás de los datos fríos de las estadísticas, están las mujeres con historias de violencia
sistemática, que intentaron romper con ella, pero no lo lograron porque antes las
mataron, en el seno de sus hogares, y el Estado no las protegió cuando hicieron sus
denuncias; Ellas tienen nombre: Valentina Huanaco Chumbes, Zaragoza Donaires
Céspedes, Hilda Gutiérrez Oscco, Nelly Hurtado Gutiérrez, Patricia Condori Quispe,
Magaly Juro Zavala, Marleny Salas Quispe, Benedicta Hurtado Caceres Benedicta y
Aniceta Hurtado Rodriguez.
Saragoza Donaires Céspedes (33) fue acuchillada y asesinada por su pareja Cristóbal
Palma Sauñe en Abancay, el feminicida fue condenado a 19 años de cárcel y 30 mil
soles de reparación civil. Valentina Huanaco Chumbes (46) fue asesinada con un pico
por su conyugue José Llicahua Condori, en la en la comunidad de Choccoyo, distrito de
Challhuahuacho, provincia de Cotabambas, el agresor fue condenado a 30 años de
cárcel. En mayo de este año, se produjo un caso insólito, Kenely Luna Aramburú (27)
estudiante del último semestre de ingeniería civil y madre de dos niños, fue hallada
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muerta en el baño de su vivienda con un cable en el cuello, la PNP reportó un suicidio,
sin embargo el caso dio un giro inesperado al conocerse por los resultados de necropsia,
que el cuerpo de la mujer presentaba lesiones en el mentón y la espalda. Según
familiares el día de los hechos, ella habría sido violentada por su pareja Jhonatan Tipo,
el mismo que sería miembro de la PNP de Abancay; el caso se encuentra en ampliación
de investigaciones, y se sospecha de la complicidad de operadores policiales para hacer
que este feminicidio parezca un suicidio.
Estas son muestras, de que las mujeres en Apurímac en el Perú y el mundo, nos
encontramos en inminente riesgo de vida por haber nacido mujeres; mucho más aquellas
que tienen menor nivel educativo, que no pueden decidir en su sexualidad y han tenido
hijos e hijas sin desearlo, las que además están condenadas a asumir esa maternidad con
escasos recursos y en situación de dependencia económica, las que hablan quechua y
por ello no acceden a información adecuada y/o a la atención del Estado para ejercer sus
derechos, aquellas que después de denunciar se ven estigmatizadas y presionadas a
aceptar los “designios de la vida”, como diría el presidente Vizcarra. Miles de
situaciones visibles e invisibles, producto del modo de vida y de las desiguales
relaciones de poder entre hombres y mujeres, son piezas del engranaje de un sistema
patriarcal que hacen posible la matanza de mujeres.

1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

PROBLEMA GENERAL:
¿El crimen pasional es la causa principal en el delito de Feminicidio? Controla lo que
hace su pareja, exige explicaciones por todo y pretende conocer hasta el último rincón
de su pensamiento, pues no quiere que tenga "secretos" para él.
PROBLEMA ESPECÍFICO:
¿Existen señales de alerta para detectar la violencia en la pareja?
1.3 OBJETIVO GENERAL:
Conocer y valorar la importancia y necesidad de protección de los derechos de la mujer
frente al incremento de casos de feminicidio ya sea en nuestra región o país.
OBJETIVO ESPECIFICO:
1. Lograr que los medios de información tomen conciencia de los hechos de violencias
contra la mujer, ya sean colaboradores en informar la prevención de este tipo de
violencia.
2. Explicar que la subordinación hacia la mujer es producida por el machismo.
3. Analizar la indiferencia de la sociedad respecto a la violencia intrafamiliar.

1.3. JUSTIFICACIÓN
Esta investigación analizará la atención de los operadores de justicia de
Apurimac para atender los casos de Feminicidio desde las políticas públicas
(PNP, MP, PJ); realizando una investigación cualitativa y rescatando la

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opinión de los actores que participan en las diligencias investigatorias.
También se identificará los factores que impiden afrontar el delito de

1.4. VIABILIDAD:
Contamos con los recursos económicos suficientes ,material
disponible para continuar con este proyecto.
1.5. IMPORTANCIA:
La lucha contra el feminicidio no es una batalla de ganadores y
perdedores. En realidad se trata de un combate contra la
intolerancia, la violencia y la injusticia. Es un combate que no solo
afecta a las mujeres, sino que los hombres también pueden y deben
participar.
La lucha contra el feminicidio no debería limitarse a campañas de
concienciación ciudadana o expresiones de condena cuando una
mujer es asesinada. Para erradicar las ideas y los sentimientos que
conducen al feminicidio hay que educar a los más pequeños con
criterios de plena igualdad entre hombres y mujeres.
II. MARCO TEORICO
2.1. ANTECEDENTE HISTORICO

El término “femicidio” fue acuñado por primera vez en 1970 por


Diana Russell. Esta expresión surgió como alternativa al
término neutro de “homicidio” con el fin político de reconocer y
visibilizar la discriminación, la desigualdad y la violencia
sistemática contra la mujer que, en su forma más extrema,
culmina en la muerte.

Según la definición de Russell, el “femicidio” se aplica a todas las


formas de asesinato sexista, es decir, “los asesinatos realizados
por varones motivados por un sentido de tener derecho a ello o

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superioridad sobre las mujeres, por placer o deseos sádicos hacia
ellas, o por la suposición de propiedad sobre las mujeres”.

De acuerdo con la Declaración sobre el Femicidio del Mecanismo


de Seguimiento Convención Belém Do Pará (MESECVI), por
feminicidio se entiende la muerte violenta por razones de género,
ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en
cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad o por parte de
cualquier persona.

Posteriormente, Marcela Largarde acuñó el concepto de


“feminicidio” y lo definió como el acto de matar a una mujer solo
por el hecho de su pertenencia al sexo femenino, confiriéndole
también un significado político con el propósito de denunciar la falta
de respuesta del Estado en estos casos y el incumplimiento de sus
obligaciones de garantía.

Y ¿Por qué diferenciarlo de homicidio?Lo que hace diferente al


delito de feminicidio con el de homicidio de un hombre, e incluso
con el homicidio común de una mujer, es que, a través de la muerte
violenta, se pretende refundar y perpetuar los patrones que
culturalmente han sido asignados a lo que significa ser mujer:
subordinación, debilidad, sentimientos, delicadeza, feminidad, etc.

La definición más común de feminicidio es aquella que lo


conceptualiza como el asesinato de una mujer por razones de
género (Russell, 2008). El Plan Nacional contra la Violencia Hacia
la Mujer 2009-2015 lo definió como los homicidios de mujeres en
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condiciones de discriminación y violencia basados en el género.
Como definición general, la precisión y adaptación del feminicidio a
contextos culturales y sociales es más discutida. Mientras que
algunas autoras han optado por definir el feminicidio como la
consecuencia de estructuras de poder en un sistema patriarcal
(Bersani & Chen, 1988), otras lo han definido como una modalidad
de poder propia de ex colonias que interactúa con los sistemas
socio-legales formales e informales y da forma a una economía de
la muerte en la que operan distintos actores como la iglesia,
policías, jueces y otros actores encargados del control social
(Shalhoub-Kervorkian & Daher-Nashif, 2013).
El término feminicidio es de uso mayoritario y está reconocido por
el Diccionario de la lengua española, pero en algunos casos se
utiliza el término femicidio, con un significado sinónimo Algunas
personas en cambio hacen una distinción entre femicidio y
feminicidio, expresando con el primero el asesinato de una mujer
por el hecho de ser mujer, y con el segundo, el «conjunto de
femicidios en una situación de absoluta o patente inactividad de los
Estados para la persecución y evitación de tales crímenes

En las décadas de 1970 y 1980 varias


investigadoras feministas comenzaron a aplicar la perspectiva de
género en la criminología, especialmente en el homicidio,
detectando una gran cantidad de asesinatos de mujeres, a manos
de hombres, por motivos relacionados con la dominación de género,
que dieron lugar a la publicación de libros como Crimes against
women: the proceedings of the International Tribunal (1982)
de Diana Russell y Nicole Van de Ven, Gendercide: the implications
of sex selection (1985) de Mary Anne Warren, The age of sex
crime (1987) de Jane Caputi, The lust to kill (1987) de Deborah
Cameron y Elizabeth Frazer y Femicide: the politics of woman
killing (1992) de Diana Russell y Jill Radford.[6] En el marco de esas
investigaciones aparecieron varios términos en inglés para designar
el concepto, como femicide y gendercide, entre otros. De este modo
el concepto de feminicidio se integró al bagaje teórico feminista.

La expresión femicide comenzó a ser utilizada en español en la


segunda mitad de la década de 1990, traducida a veces como
feminicidio y a veces como femicidio., En 1997 la investigadora
mexicana Marcela Lagarde, pionera en la aplicación del concepto
en las investigaciones en español, se refirió extensamente al
"feminicidio" en un artículo titulado "Identidades de género y

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derechos humanos; la construcción de las humanas",[12] donde
dice:
Hoy conceptualizamos la dominación agresiva y lacerante a las
mujeres y la llamamos feminicidio, definido por Radford y Russell
(1994), como la política del exterminio de las mujeres. Sin embargo
es importante conceptualizar al feminicidio, de manera que abarque
también los procesos que conducen a ese exterminio, y definirlo
como el conjunto de acciones que tienden a controlar y eliminar a
las mujeres a través del temor y del daño, y obligarlas a sobrevivir
en el temor y la inseguridad, amenazadas y en condiciones
humanas mínimas al negarles la satisfacción de sus
reivindicaciones vitales. La opresión de las mujeres tiene una
profunda marca feminicida.

Otras de las pioneras, la investigadora costarricense Montserrat


Sagot, publicó en el año 2000 el libro Femicidio en Costa Rica, con
la colaboración de la investigadora hispano-costarricense Ana
Carcedo. Ese mismo año la mexicana Julia Monárrezpublicó el
artículo «La cultura del feminicidio en Ciudad Juárez, 1993-1999».
En 2001 el Centro de Encuentros Cultura y Mujer realizó en
Argentina la campaña "Ni una muerte más" introduciendo el
concepto de femicidio en ese país. En 2002 la dominicana María
Jesús Pola Zapico dio a publicidad el estudio Feminicidio en
República Dominicana, mientras que la argentina Susana Cisneros
dio a conocer un estudio sobre "El feminicidio en la ciudad de La
Plata, 1997-2001 En 2004 la panameña Eyra Harbar publicó un
artículo titulado «Notas acerca del feminicidio», en la Red Nacional
Contra la Violencia, y la argentina Moira Soto publicó el artículo
«Brujas, el gran feminicidio Las 12 de Página/12.
En 2005 el concepto comienza a generalizarse en español. Ese
año, la guatemalteca Ana Leticia Aguilar publicó Femicidio... la pena
capital por ser mujer, la nicaragüense Alma Chiara D'Ángelo publicó
el libro Femicidio, forma extrema de violencia doméstica; Lagarde
publicó Feminicidio: justicia y derecho; la bancada parlamentaria de
la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG)
publicó Femicidio en Guatemala: Crímenes contra la
humanidad,[21] y en Argentina Silvia Chejter editó el
libro Femicidios e impunidad con trabajos de varias investigadoras.

También en 2005 Marcela Lagarde conoció a Diana Russell y se


ofreció a traducir al español su libro Femicide: the politics of woman
killing, escrito con Jill Radford, acordando entre ambas traducir la
palabra femicide como feminicidio. Pese a ello, Lagarde sostuvo en
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el prólogo a la traducción del libro, que además del concepto de
feminicidio instalado por Russell, debía adoptarse también el
concepto de femicidio, con el fin de reservar la noción de feminicidio
para los casos en que hubiera impunidad para los perpetradores
Russell por su parte expresó su desacuerdo, tanto con la nueva
definición del concepto feminicidio realizado por Lagarde, como por
la duplicación feminicidio/femicidio, generadora de confusiones y
enfrentamientos.
Finalmente, las palabras feminicidio y femicidio terminaron
predominando frente al término genericidio. La palabra feminicidio
fue incluida en el Diccionario de la lengua española en la edición de
octubre de 2014, definida como «asesinato de una mujer por razón
de su sexo, definición que ha sido criticada por insuficiente
2.2. BASES TEORICAS.
2.2.1. PERFIL PSICOLOGICO DEL AGRESOR
“Generalmente, un hombre feminicida, un hombre violento, es un
hombre encantador. Socialmente no hay queja de él, le cae bien
a todo mundo”
Las mujeres que son víctimas de violencia doméstica no son
conscientes de los tipos de agresiones que sufren, además, según
los especialistas existe diferentes etapas en un círculo de violencia.
La primera es la fase de aparente calma donde se hace una
evasión del conflicto.

La segunda etapa es la fase tensión o acumulación de tensión, aquí


hay peleas y conflictos. Después, sigue la etapa de agresión donde
ocurren acciones de violencia psicológica y física.
Luego, el agresor pide perdón y se arrepiente de sus acciones, en
esta etapa hay una promesa de cambio. Después vine la última
fase, la de reconciliación o “Luna de miel”, en este punto el agresor
es cariñoso, amoroso, atento con la víctima. Sin embargo, esto dura
muy poco tiempo porque el círculo se repite.
2.3. FORMULACION DE LA HIPOTESIS
2.3.1. HIPOTESIS GENERAL
La deficiencia en la gestión del Estado para atender los delitos
de feminicidio en la ciudad de Apurimac entre los años 2014-
2018; podría estar determinada por una carente preparación de
los operadores de Justicia
2.3.2. HIPÓTESIS ESPECIFICO
1. Se hace necesario un plan nacional de sensibilización en
derechos.

2. Desarrollar un programa de Educación en valores.


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3. Efectivizar la ayuda a las víctimas de este tipo de violencia,
que se sientan realmente protegidas en su integridad y
amparadas en sus derechos.

De ser necesario un cambio de funcionarios y autoridades de los


sectores pertinentes en tanto no cumplan ni hagan cumplir las
normas.

2.4. LA OPERALIZACION DE LAS VARIABLES

La región de Apurímac, lidera los índices de violencia hacia las


mujeres a nivel de todo el Perú desde el año 2012 según las
Encuestas Demográficas y de Salud Familiar del INEI. Las cifras del
2015 muestran hasta un 85% de mujeres violentadas, teniendo un
descenso en el 2016 a un 79.1% y ocupando el primer lugar
seguido por Puno (78,8%) y Cusco (75.4%). El 75.6%, de las
mujeres de la región ha sufrido violencia psicológica, el 45.8%
violencia física y el 12.7% violencia sexual. Las provincias con más
altos porcentajes son: Chincheros con 22%, Cotabambas con en
17.4% y Andahuaylas 17.1%; dicho sea de paso, la provincia de
Cotabambas muestra un ascenso acelerado de casos en lo últimos
años, debido a los impactos socio económicos que ha traído
consigo la actividad minero extractiva, ya que ha surgido la
prostitución y explotación sexual de mujeres, además de la
conflictividad y el afianzamiento de la violencia machista.

2.5. Definición de términos


Feminicidio: El feminicidio es la manifestación más extrema del
abuso y la violencia de hombres hacia mujeres. Se produce
como consecuencia de cualquier tipo de violencia de género,
como pueden ser las agresiones físicas, la violación, la
maternidad forzada o la mutilación genital.
Violencia intrafamiliar: la familia es la agrupación social más
importante de los seres humanos. Se trata de una forma de
organización que se basa en la consanguinidad (como la filiación
entre padres e hijos) y en el establecimiento de vínculos
reconocidos social y legalmente (el matrimonio). Los integrantes
de una familia suelen vivir en un mismo hogar y compartir la vida
cotidiana.
Violencia psicológica: Se le llama violencia psicológica a toda
agresión realizada sin la intervención del contacto físico entre las
personas. Es un fenómeno que se origina cuando una o más
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personas arremeten de manera verbal a otra u otras personas,
ocasionando algún tipo de daño a nivel psicológico o emocional
en las personas agredida.
Agresor: El agresor es un sujeto que tiene una tendencia hacia
la hostilidad. Por cuestiones psicológicas o socioculturales, una
persona puede desarrollar conductas que se vinculan a la
agresividad, provocando daños a terceros.
Victima: Una víctima es una persona o animal que sufre un daño
o perjuicio por culpa ajena o por una causa fortuita. Cuando el
daño es ocasionado por una persona, ésta recibe el nombre de
victimario.
Asesinato: El asesinato es un delito contra el bien jurídico de la
vida de una persona física, de carácter muy específico, que
consiste en matar a una persona incurriendo en ciertas
circunstancias específicas, dependientes del legislador, tales
como la alevosía, el precio, la recompensa, la promesa o el
ensañamiento aumentando deliberada e inhumanamente el dolor
del ofendido. Es un tipo de homicidio calificado. Se considera
asesinato cuando una persona causa la muerte de otra y lo lleva
a cabo con alguno de los tres supuestos (o los tres juntos) de
‘alevosía’ (se realiza a traición y/o cuando se sabe que la víctima
no va a poder defenderse), ‘ensañamiento’ (aumentando
deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima) o
‘concurrencia de precio’ (cometiendo el crimen a cambio de una
retribución económica o material).
Discriminacion: la discriminación(del latín discriminatĭo, -ōnis) es toda
aquella acción u omisión realizada por personas, grupos o instituciones hacia otras
personas que produce y reproduce desigualdades en el acceso a recursos y
oportunidades tan disímiles como comida, servicios de salud, educación o empleo,
en favor o en contra de un grupo social y sus miembros. Es el acto de separar o
formar grupos de personas a partir de criterios determinados. Se refiere a la
violación de la igualdad de los derechos humanos por cuestiones sociales,
raciales, religiosas, de orientación sexual de género o su preferencia sexual.
La desigualdad de género: es el fenómeno que ocurre cuando un colectivo tiene
privilegios por encima del otro, despreciando los derechos de este último.
En un colectivo social, donde todos sus miembros, asumen y cumplen
responsabilidades por igual, no tiene por qué haber desigualdades de ningún tipo.

Con el movimiento feminista se inició un proceso de reconocimiento de las


aportaciones de las mujeres, se reivindicaron sus derechos sexuales y el derecho a
decidir sobre su propio cuerpo

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