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ALFREDO SÁENZ, S.J.

La Cristiandad
Una realidad histórica

Alfredo Sáenz, nació en


Buenos Aires en 1932. A los
17 años ingresó en la
Compañía de Jesús, y obtuvo
la licenciatura en Filosofía en
el Colegio Máximo de San
Miguel. Fue ordenado
sacerdote en 1962. En la
Universidad Pontificia
romana de San Anselmo
recibió el doctorado en
Teología, con especialización
en la Sagrada Escritura.
Colaboró durante más de una
década en la formación de los
seminaristas de la
Arquidiócesis de Paraná.
Actualmente vive en Buenos
Aires, en la Residencia
Regina Martyrum, de la In persona Christi, la
Compañía de Jesús. Es fisonomía espiritual del
profesor de Dogma y de sacerdote; El Cardenal Pie;
Patrística en la Facultad de De la Rus ’ de Vladímir al
Teología de San Miguel, de la «hombre nuevo» soviético;
Universidad del Salvador, en Antonio Gramsci y la
Buenos Aires. Y desarrolla revolución cultural; El icono,
una intensa actividad como esplendor de lo sagrado; La
conferenciante y escritor, así Caballería; La Cristiandad y
como predicador de retiros y su Cosmovisión; Palabra y
de ejercicios espirituales. vida, homilías dominicales y
festivas del Ciclo B; El Nuevo
Ha publicado numerosos Orden Mundial en el
artículos en revistas, como pensamiento de Fukuyama;
«Mikael» y «Gla- dius», y es Magníficat; Derecho a la
autor de más de treinta libros, vida, cultura de la muerte; El
entre los que citaremos fin de los tiempos y seis
autores modernos. En series
Cristo y lasfiguras bíblicas; que agrupan varios volúmenes
El Santo Sacrificio de la hemos de recordar Las
Misa; Eucaristía, sacramento parábolas del Evangelio
de unidad; La celebración de según los Padres de la
los misterios en los sermones Iglesia; La Nave y las
de San Máximo de Turín; San Tempestades, en las que
Miguel, el Arcángel de Dios; estudia las diversas épocas de
Inversión de valores, la la historia de la Iglesia, así
música sagrada y el proceso como la serie de biografías
de desacralización, tres falsos que incluye Héroes y
dilemas; San León Magno y santos;La Ascensión y la
los misterios de Cristo; Cómo Marcha; El Pendón y la
evangelizar desde la cátedra; Aureola y La Catedral y el
Alcázar. cristiana, aquella su divina
virtud había compenetrado las
La obra La Cristiandad y su leyes, las instituciones, las
Cosmovisión fue publicada costumbres de los pueblos,
primero por Ediciones impregnando todas las clases
Gladius de Buenos Aires y relaciones de la sociedad; la
(1992), y en segunda edición religión fundada por Je-
por la la Asociación Pro- sucristo, colocada firmemente
Cultura Occidental (APC), de sobre el grado de honor y de
Guadalajara, México (2003). altura que le corresponde,
La Fundación GRATIS DATE florecía en todas partes
agradece sinceramente al P. secundada por el agrado y
Sáenz y a las Editoriales adhesión de los príncipes y
citadas la autorización por la tutelar y legítima
recibida para editar esta obra deferencia de los magistrados;
con el título La Cristiandad, y el sacerdocio y el imperio,
una realidad histórica. concordes entre sí, departían
con toda felicidad en
amigable consorcio de
Presentación voluntades e intereses.
Organizada de este modo la
sociedad civil, produjo bienes
superiores a toda esperanza.
Todavía subsiste la memoria
de ellos y quedará consignada
en un sinnúmero de
«Hubo un tiempo en que la monumentos históricos,
filosofía del Evangelio ilustres e indelebles, que
gobernaba los Estados. ninguna corruptora habilidad
Entonces aquella energía de los adversarios podrá
propia de la sabiduría nunca desvirtuar ni
oscurecer». jalonaban. Durante el
transcurso, y especialmente al
León XIII, Immortale Dei, término del mismo, varios de
1885, 28. los asistentes me preguntaron
si no pensaba publicar las
del Autor ponencias. Mi respuesta,
reiterada una y otra vez, fue
En el año 1991 dicté un negativa, ya que pensaba no
curso sobre la Cristiandad a haber dicho nada original, ni
solicitud de la Corporación de tratarse de un trabajo de
Abogados Católicos. Me investigación científica. En las
pareció un ofrecimiento conferencias eslabonaba una
interesante ya que si bien cita con otra, no declarando
pululan las monografías sobre siempre su origen, como es
la Edad Media, apenas sí se ha normal en el estilo hablado. El
intentado la exposición de una único mérito, si lo hubo, lo
visión panorámica que incluya constituía la síntesis de todo lo
la diversidad de los aspectos leído, y el abanico de temas
que caracterizan a dicho que posibilitaba la
período. Me puse, pues, a comprensión de lo que fue la
bucear en la abundantísima Weltanschauung medieval.
literatura medievalista. Y de
dicha lectura brotó el curso, Pero hubo un hecho, quizás
dictado en ocho conferencias, providencial, que me hizo
cada una de ellas desdoblada revisar la decisión. Con
en dos. ocasión de un retiro que
estaba predicando en el
Más allá de mis expectativas, Monasterio de San Bernardo a
el curso fue seguido por un las Carmelitas de Salta, fui
público numeroso, selecto, invitado a cenar con un grupo
evidentemente interesado en de conocidos y amigos en la
los distintos temas que lo
quebrada de San Lorenzo. Allí Entonces, en ese preciso
conversamos sobre temas muy momento, decidí en mi
diversos, explayándonos en la interior escribir este libro.
situación actual y en lo que Porque pensé que, dado que
parecía esconderse tras las dicha joven nada sabía acerca
invocaciones al Nuevo Orden del curso que yo había dictado
Mundial. A raíz de esto en Buenos Aires, ni del
Último, una joven allí pedido que los asistentes al
presente dijo, en un momento mismo me habían dirigido,
dado, poco más o menos lo por ella me hablaba Dios. Al
siguiente: «Todos los que menos, así creí entenderlo.
están preocupados por el Esta es la razón por la cual
futuro de la historia expresan Ud., estimado lector, tiene
sus reservas frente a lo que al este volumen en sus manos.
parecer se pretende introducir
con el Nuevo Orden Mundial. Sí, eso es lo que pretendí al
Por otra parte, se sigue abocarme a su redacción:
denigrando, tanto en las mostrar cómo es posible la
conversaciones como sobre refracción temporal del
todo en los manuales de Evangelio, como fue de hecho
historia, lo que fue y lo que posible la realización de una
significó la Edad Media. ¿No sociedad cristiana, a pesar de
sería interesante que alguien todos los defectos que la
escribiese un libro sobre dicha mancillaron. Una sociedad
época, mostrando que es donde la cultura, el orden
posible que el Evangelio logre político, la organización
de hecho impregnar una so- social, el trabajo, la economía,
ciedad? Porque si no, la milicia, el arte, fueron
pareciera que la idea de una alcanzados por el influjo de
sociedad cristiana es una pura Aquel que dijo: «Se me ha
utopía». dado todo poder en el cielo y
en la tierra». Hoy estamos inspirando obras que
lejos de ese mundo, pero su contradicen al mundo con la
recuerdo no sólo suscitará defensa de aquellas causas que
nuestra nostalgia sino también cada época particular tiene por
el deseo de ir tendiendo a una perdidas: el P. Alfredo Sáenz
nueva Cristiandad, hace en este libro el elogio de
esencialmente idéntica a la Cristiandad.
aquélla, si bien diversa en sus
expresiones exteriores, dados Como va contra la corriente,
los cambios evidentes que la este fruto de una profunda
historia ha ido produciendo a inteligencia y enorme ca-
lo largo de los siglos. ¿No pacidad de trabajo parecerá a
será eso lo que el Papa nos muchos una nueva muestra de
quiere decir al insistir una y la mentalidad oscurantista,
otra vez en la necesidad de que halla más gusto en
lanzarnos a una «nueva desenterrar fósiles que en
evangelización»? ¿O cuando ocuparse de las cuestiones
exhortó al mundo de nuestro actuales o imaginar el
tiempo a «abrir de par en par porvenir. Y sin embargo, es
las puertas al Redentor»? necesario considerar el tema
de la Cristiandad porque
Si en algo este libro puede quienes hoy tienen en sus
contribuir a ello, el intento manos (hasta donde ello es
quedará plenamente logrado. posible para los simples
mortales) determinar el rumbo
de las naciones, procuran
Prólogo instaurar un Nuevo Orden
Mundial que parodia al
P. Carlos Biestro Cristocentrismo Medieval. No
sabemos si tal empresa tendrá
Es sabido que Dios salva al éxito esta vez -la Escritura
mundo suscitando hombres e
enseña que algún día, Dios filósofos como una gran
sabe cuándo, la Humanidad ciudad. Los esfuerzos más
formará un solo rebaño bajo el conocidos para concretar esta
Mal Pastor, el Anticristo- pero aspiración fueron realizados
tenemos certeza del sig- por Alejandro Magno y
nificado de la mala imitación Augusto.
que el Nuevo Orden Mundial
hace del orden temporal La unificación religiosa
vigente en los siglos planteaba una grave dificultad
cristianos: la parodia, en este porque la ciudad antigua tenía
caso, significa un recono- sus propios dioses. Para
cimiento inconsciente que lo resolver este problema, los
ficticio rinde a algo auténtico. grandes adalides que se
La meta por la cual bregaron propusieron obtener el cetro
Papas, Obispos y Reyes tiene del mundo hicieron
tanta actualidad hoy como obligatorio el culto de la ciu-
siglos atrás. dad dominadora y del
Emperador. Tal es el
Cristo hace nuevas todas las significado de Júpiter
cosas; su virtud regeneradora Capitolino y del
puede así trasponer a un plano endiosamiento del César. La
superior una noción ya cono- Providencia quiso que Pedro
cida por los paganos: la Idea confesara por primera vez la
Imperial. Esta expresaba la Divinidad del Señor en
intención de reunir a todos los Cesarea de Filipo, donde se
hombres por medio de la levantaba un templo en honor
religión, la cultura y los lazos de la Autoridad Romana, para
de sangre. La familia humana poner en evidencia el abismo
reflejaría así la unidad del cos- que media entre el verdadero
mos, que por sus armonías se Dios hecho hombre y los
mostró a la reflexión de los hombres que fingen una
condición divina. Pero verdad; la cultura consistía en
debemos reconocer que los «corromper y ser
paganos habían buscado mal corrompido»; y el poder
algo bueno. Se habían romano, erigido sobre la base
equivocado en permitir que un firme de viejas virtudes cam-
hombre intentara subir a los pesinas y guerreras se
cielos y asentar su trono sobre desmoronó por obra del
las estrellas; mas el recuerdo desenfreno. El espectáculo
brumoso de los oráculos provocó la indignada denuncia
primitivos los llevó a acertar de Horacio:
cuando cifraron la salvación
de la Humanidad en la obra de «Fecundo en culpas, nuestro
un Pastor de pueblos que siglo mancha
uniese en sí, de modo
misterioso, la naturaleza de El hogar, las estirpes y las
Dios y del hombre. La Idea bodas;
Imperial fue, pues, un
elemento más de la Y de esta fuente de maldad se
«preparación evangélica» que ensancha,
puso a disposición de la na-
Fluyendo al pueblo ya la
ciente sociedad cristiana los
Patria toda».
mejores logros de la
civilización latina, en la cual Para probar el carácter único
había aparecido la Iglesia. del Señor, San Pablo lanza a
los cuatro vientos una
Todos aquellos bienes
afirmación que tiene la fuerza
estuvieron, sin embargo, a
de un mazazo: «¡Resucitó!».
punto de perderse para siem-
También la Cristiandad salió
pre: la filosofía había
de un sepulcro: ella dio nueva
desembocado en la
vida a los huesos secos del
desesperación de alcanzar la
fracaso pagano. De tal modo,
la historia confirma la que durante veinte siglos ha
enseñanza de la fe: al margen habido una cadena ininterrum-
de Cristo, la vida humana pida de hombres y mujeres
corre hacia la perdición, que se han tomado la molestia
porque es imposible para la de creer para que también
sola creatura detener el avance nosotros llegásemos a aceptar
inexorable de la culpa y la lo que fue creído por todos,
muerte que reinan desde la siempre, en todas partes.
Caída Original. Sólo en el
Señor las personas y las Los paganos encontraron
sociedades pueden alcanzar la sorprendente la negativa de la
salvación. Iglesia a aceptar cualquier
forma de sincretismo: nadie
Debemos considerar el podía llamarse con verdad
talante espiritual de aquel discípulo de Cristo y dar culto
pequeño grupo de fieles envia- a los dioses de Roma. Ese
dos por el Señor como ovejas atrevimiento sólo podía nacer
entre lobos y cuyo credo se de un ánimo insolente,
convirtió en el fundamento malvado. Tácito pensó que los
místico de un nuevo orden cristianos eran la hez de la
temporal. Su enseñanza tiene tierra. Estalló la persecución
plena vigencia. Bien sabemos vaticinada por el Evangelio, y
que teólogos de renombre al cabo de tres siglos se hizo
afirman que no podemos evidente que una fuerza
mantener la actitud ingenua de misteriosa había sostenido a
los primeros cristianos, pero quienes habían mostrado una
no hemos avanzado tanto voluntad absoluta de
como para dejar atrás al permanecer firmes en la fe,
sentido común, y se nos aun a costa de la vida.
ocurre que si somos cristianos
del año 2000, ello se debe a La sangre de los inocentes
expió los crímenes Dios no quedó encadenada y
ancestrales, y una vez que la descubrió a quienes habían
tierra fue purificada de sus aceptado recibirla la
culpas, se hizo apta para posibilidad de un nuevo orden
recibir la simiente de la cuyo eje es Cristo.
Palabra de Dios. Ella fue
sembrada por los grandes Junto al Mártir y al Obispo,
Obispos, quienes se la tercera figura fundacional
levantaron como atalayas del de una vida terrena informada
pueblo que Dios les había por el Evangelio fue el Monje.
confiado. Escrutaron la La fe enseña que el hombre ha
Verdad Revelada, sido creado para ver a Dios y
combatieron incansablemente vivir en El. Muy pocos
las herejías, consideraron los piensan seriamente en estas
grandes problemas de su cosas. Quienes huyeron a los
tiempo y se esforzaron por valles solitarios y rincones
hallar soluciones. Se entiende apartados no cometieron tal
que esto equivalía a predicar error: dejaron todo para
la llamada «verdad encontrar el Todo, la Vida,
peligrosa», porque la luz del por la que todo vive y cuya
Evangelio provoca la irri- delicia es ensimismarse en
tación del mundo. San nuestras almas para hacemos
Ambrosio excomulgó al participes de su Secreto. «En
Emperador. responsable de la Francia los arqueólogos
masacre de Tesalónica. San descubren restos de
Juan Crisós- tomo denunció a fundaciones monásticas cada
la Emperatriz como una nueva 25 kilómetros. Francia estaba
Herodías. Soportó intentos de como atrapada en una red de
asesinato, recibió malos tratos oraciones». Entre el siglo V y
y murió semimártir rumbo al el XVII fueron fundados en
destierro. Pero la Palabra de Europa 40.000 monasterios.
Aquella oración traspasó el condición humana y no son
cielo y permitió que la imputables al principio rector
creatura sintonizara con el de esa estructura. Hasta donde
Creador. Y sólo entonces el la sociedad fue fiel al
esfuerzo por restaurar el orden bautismo común, «produjo
perdido dejó de ser estéril. El bienes superiores a toda
Señor construyó la casa y esperanza», como dejó dicho
guardó la ciudad. Alrededor León XIII.
de las Abadías se formaron
caseríos, que con el paso del La Escritura enseña que «el
tiempo se convirtieron en hombre en la opulencia no
ciudades. La regla benedictina comprende». Cede con
inspiró leyes e instituciones facilidad a la seducción del
de aquellos pueblos, que mundo; su mirada se enturbia
aprendieron a vivir en paz. por el afán de posesión y
Poco a poco apareció «la dominio. Aspira a comenzar
forma cristiana de todas las desde sí mismo. Esta mala
cosas». Y si el advenimiento conversión se hace patente si
del Evangelio permitió atendemos a aquellas mismas
descubrir que el alma es causas que hicieron posible el
naturalmente cristiana, de surgimiento de la Cristiandad.
igual modo, la impregnación
de la política, la milicia, la En lugar de aquella voluntad
especulación filosófica y absoluta de perder todo con
teológica, el trabajo y el arte tal de salvar el movimiento
por la fe mostró que también esencial de la vida humana
el orden temporal es hacia Dios, prevaleció una
naturalmente cristiano. Bien actitud de instalación en el
sabemos que hubo numerosas mundo. Surgió el burgués,
falencias y miserias, pero ellas enemigo irreductible del
se debieron ala frágil modo de vida cristiano. Con
frecuencia cada vez mayor, lamentable franciscano,
las sedes episcopales fueron nuestros conceptos son signos
entregadas a hombres duchos arbitrarios incapaces de
en la intriga y hábiles para los permitirnos conocer las cosas
negocios. La misma en su verdad:
decadencia afectó a la vida
monástica. Un estudio sobre «Stat rosa prístina nomine
236 monasterios ingleses cuya
erección tuvo lugar entre el Nomina nuda tenemus».
siglo X y el XIV revela que
14 fueron fundados en el siglo No en vano esta filosofía ha
X. 33 en el XI, 143 en el XII, sido llamada nominalismo: al
42 en el XIII, y sólo 4 (menos igual que en el Paraíso, se
del 2 %) en el siglo XIV. trata de dar el nombre a las
Enrique VIII fue la espada del cosas. Pero esta vez el hombre
Cielo: el Rey sifilítico y su no se reconoce cooperador de
pandilla pudieron disolver la Dios ni intenta descubrir la
casi totalidad de los verdad que el Señor ha puesto
monasterios y apoderarse de en su obra, sino que excluye
aquellas tierras porque la al Creador e interpreta la
angurria de riquezas había creación desde sí y para sí. La
ocupado el vacío creado por el realidad debe estar en
desinterés hacia Dios. consonancia con los esquemas
elaborados para explicarla.
Este olvido de lo Unico Los versos que cierran la obra
Necesario se reflejó en el más más famosa de Umberto Eco:
alto saber humano, la «la rosa primigenia está en el
filosofía. Guillermo de nombre, tenemos los nombres
Ockham sentó principios que desnudos» expresan la
cortan el camino por el que la coartada de quien ha cifrado
mente va a Dios. Según el la beatitud en el Poder: si
nuestros conceptos son
arbitrarios, entonces el ya no halla serios adversarios
hombre es el árbitro del en nuestro planeta e
mundo. Ello explica una ingresamos así en el «estado
característica asombrosa de universal homogéneo».
los nuevos tiempos: la
primacía de la acción sobre la Puede ser que desde el punto
contemplación; el destierro de vista de la dialéctica
del que ve y la potestad de hegeliana hayamos llegado a
ordenar confiada al que hace, la pacificación total, pero si en
es decir, el predominio del lugar de sumergirnos en Hegel
mediocre o del necio, quienes miramos alrededor nuestro,
sólo pueden dar palazos de resultará innegable que
ciego e inexorablemente van a aquella atmósfera particular
parar -y conducen a los de- de Dinamarca que tan
más- al hoyo. desagradable impresión pro-
dujo en el joven Hamlet es
Desde el siglo XIV hasta el agua de rosas en comparación
presente la ideología con el aroma que traen las
nominalista ha tenido un tibias brisas de esta primavera
influjo cada vez mayor sobre de la Historia. Porque cuando
la religión, la política y las han sido superados todos los
ciencias. Y ahora la Historia conflictos internos del sis-
ha terminado, nos dice Francis tema, se agudiza al máximo la
Fukuyama, al comunicarnos oposición entre el sistema y la
graciosamente la inter- naturaleza humana.
pretación de «La Ciudad de
Dios» hecha por el El hombre de nuestro tiempo
Departamento de Estado. La vive idiotizado por la mentira
evolución ideológica de la y es víctima del robo
Humanidad reposa en el punto sistemático cometido por los
omega: la democracia liberal traficantes de naciones, pero
la nota que con más claridad requiere conocer los secretos
muestra al «estado universal de la mente, sin necesidad de
homogéneo» como un arrabal la Encarnación, la gracia y el
del Infierno es el ataque latín, como en otras épocas
prolijo contra la vida, más atrasadas. Ahora bien,
denunciado entre otros por el aunque sea enojoso hacer el
Cardenal Ratzinger: «la guerra papel de aguafiestas, no
de los poderosos contra los podemos dejar de señalar los
débiles», que responde por aspectos menos humanitarios
completo a la lógica del de esta mística: el Dios de la
pecado. era de Acuario no es personal,
se halla tan presente en
Y también resulta lógico que nuestra alma como en un gato
el Nuevo Orden Mundial o una piedra, y el glorioso
proponga una religión de tránsito desde esta vida hacia
muerte, ofrecida como una la felicidad de ultratumba es la
mística humanitaria cuya abolición del yo, su disolución
finalidad es expandir las en el campo universal de
fronteras de la conciencia para energía ciega. La «Nueva
obtener la autorrealización. El Era» -New Age- es la vieja
hombre de Acuario puede gnosis que tentó a nuestros
«construir su propia primeros padres en el Edén, y
trascendencia» porque el Dios también en esta oportunidad la
con el que busca establecer búsqueda de una falsa
contacto es la energía divinización conduce a «morir
primordial del cosmos, el de muerte».
fondo del que proceden todas
las cosas y que llega hasta El proceso de apostasía de
nosotros por evolución las naciones cristianas
ascendente. Para conquistar la iniciado hace siete siglos ha
cumbre del Carmelo, sólo se favorecido la aparición de
falsos profetas. Quienes no posee sobre todas las cosas,
quieren aceptar la verdad que será más bien la idea de la
los salvaría, enseña el Santa Libertad de la criatura,
Apóstol, son entregados al unida a Dios por la gracia».
poder engañoso de la mentira. Con todo, nos parece difícil
Y la mentira tiene por que pueda recibir la gracia
instrumento a aquellos que, al quien se obstina en rechazar a
decir de Jeremías, «curan a la Cristo después de haberlo
ligera la llaga de mi pueblo, conocido suficientemente.
exclamando: “¡Paz, paz!”,
cuando no hay paz». La atribución de un carácter
mesiánico a la Democracia
De cuantos propalan fábulas Universal niega al verdadero y
impías y cuentos de viejas, único Salvador, e introduce
según la expresión de San solapadamente una nueva
Pablo, pocos han influido religión. El culto de un poder
tanto como Maritain para político cualquiera implica la
falsificar la relación entre adoración del Hombre, porque
Cristo y el orden temporal: la el Estado es una alta obra de
Cristiandad, dice, ya ha sido nuestra razón práctica, y de
abolida históricamente; ahora este modo entroncamos con la
debemos renunciar a ella superstición encargada de
como ideal y sustituirla por justificar el Nuevo Orden
una nueva concepción Mundial.
profano-cristiana y no sacro-
cristiana de lo temporal. «La Afortunadamente la actitud
idea discernida en el mundo del P. Alfredo Sáenz se
sobrenatural a manera de encuentra en las antípodas de
estrella de este humanismo este modo claudicante. El no
nuevo... no será ya la idea del ha sido fascinado por la
Imperio Sagrado que Dios riqueza, el confort, los pro-
gresos y las ilusiones de una salvación del mundo, que
civilización que ignora mencionábamos en el co-
voluntaria mente al Rey de mienzo de estas líneas: el
Reyes y Señor de los Señores. Evangelio nos dice que las
El Autor de este libro -se tinieblas resisten a la Luz,
transparenta en cada página de pero el Señor nació y resucitó
la obra- no acepta convertirse de noche para dar a entender
en vendedor de religión para la victoria de su Luz sobre las
la sociedad de consumo a tinieblas. Por ello, aun en la
cambio de las treinta monedas noche más cerrada, el
de una vida burguesa, de cristiano mantiene viva «la es-
cuyos horizontes está excluida peranza de la aurora».
la posibilidad del conflicto y
la persecución. Predica la Tal esperanza es la que ha
«verdad peligrosa» que hecho posible este libro, cuya
contradice al mundo. lectura hace arder el corazón y
nos invita a ser como antor-
Y en la milicia a la que se ha chas en el mundo para que
entregado para que el Señor nuestra vida se transforme en
reine en las almas y también testimonio de aquella Luz por
en la sociedad, encontramos la que todo vive y cuya delicia
algo característico de los es ensimismarse en nuestras
siglos cristianos: el espíritu dealmas para hacernos partícipes
la caballería. Este se cifra en de su Secreto.
la decisión de no ceder ante el
poderoso, porque quien
defiende una causa aparen- Capítulo I
temente perdida se reconoce
depositario y testigo de un Cristiandad y Edad Media
valor espiritual que no puede
traicionar. Y ésta es la Hemos titulado esta primera
conferencia «Cristiandad y
en cualquier circunstancia, ya
Edad Media». Trataremos de
se quiera sostener las
explicar en ella el sentido de
banderas de la liberación
ambas palabras, los hitos
femenina, como defender
principales que jalonan su
ideas ecológicas, o luchar
historia y las características
contra el analfabetismo (¿Qué
de la Cristiandad medieval.
es la Edad Media?; título
original: Pour en finir avec le
Las expresiones «Edad moyen áge, Magisterio Es-
Media» y «Cristiandad» pañol, Madrid 1979, 44).

Siempre es conveniente, Digamos de entrada que la


antes de entrar en materia, misma denominación de
delimitar los términos que se «Edad Media» no tiene pro-
van a emplear. Máxime que piamente sentido alguno.
en este caso se trata de Tomada en su acepción
palabras muy vapuleadas por etimológica, supone una
el uso y no siempre bien división tripartita del tiempo.
entendidas. Trataríase de una edad
«intermedia» entre otras dos
1. La «Edad Media» edades, una pasada, la
Antigüedad clásica. Y otra
Bien decía Régine Pernoud, futura, la Modernidad. Si con
una de las medievalistas más eso se quiere decir que,
caracterizadas de la ac- cronológicamente, es como un
tualidad, que no hay casi día puente entre una edad que la
en el que no se tenga ocasión precede y otra que la sigue, no
de escuchar frases tales como se afirma con ello
«ya no estamos en la Edad absolutamente nada. ¿Qué
Media», «eso es volver a la época no es un paso entre la
Edad Media» o «no tengas que la antecede y la que la
mentalidad medieval». Y ello
continúa? En ese sentido toda Según se ve, la
edad -exceptuadas la que abre denominación de «Media»
la historia y la que la cierra- para designar a la época de la
sería edad «media». Y Cristiandad no es ingenua ni
nosotros mismos, un día, inocente. Encierra toda una
seremos también «me- calificación axiológica. ¿Có-
dievales» para nuestros mo fue que se la denominó
sucesores. así? El calificativo lo
impusieron los humanistas del
Pero las cosas no son tan Renacimiento, que
sencillas. Hay en la fórmula consideraron a esa época
una categorización muy de- como un lapso de mera
terminada, de influjo transición entre dos períodos
hegeliano, según parece de gloria. En el entusiasmo
insinuarlo la división tripartita que se despertó entre ellos por
de la historia, como los valores de la Antigüedad
prejuzgándose que no habrá clásica, fueron de una
jamás otros períodos en el injusticia clamorosa para la
devenir histórico. La Edad época que inmediatamente los
Media resulta así una edad- precedió. La misma
víctima, entre otras dos denominación de «gótico»,
edades, en una posición de que emplearon para
evidente inferioridad; ella caracterizar auno de los tipos
incluiría varios siglos de de construcción medieval, no
tinieblas después de los siglos hace sino confirmar dicho
de luz que fueron los de la menosprecio. Las catedrales
antigüedad clásica, y antes de del período de oro medieval
los siglos de plenitud que son fueron llamadas «góticas»,
los modernos, en continuo cosa de salvajes, de godos, de
progreso hacia una bárbaros. Bien señala Daniel-
consumación intrahistórica. Rops que como muchos de
esos humanistas eran Dictio, Buenos Aires, 1978,
«protestantes» o «pro- 220).
testantizantes», los prejuicios
religiosos escoltaban a los Tal es la idea que quedó en
criterios estéticos. Me- el vulgo acerca de la Edad
nospreciando una época que Media, idea hoy todavía in-
se había inspirado totalmente culcada en los manuales de
en la enseñanza de la Iglesia, historia y fácilmente aceptada
lo que en el fondo pretendían por la generalidad. Nos han
era descalificar a la Iglesia hecho creer, escribe R.
Católica (La Iglesia de la Pernoud, para poner un
Catedral y de la Cruzada, ejemplo, que todas las
Luis de Caralt, Barcelona, mujeres eran entonces como
1956, 11). la reina Fredegunda, cuya
distracción favorita consistía
Calderón Bouchet, en un en atar a sus rivales a la cola
magnífico libro dedicado a la de un caballo al galope.
Edad Media, al que re- «Todo lo cual nos permite
curriremos frecuentemente, tildar unos tres siglos de
señala que fue la burguesía la «tiempos bárbaros», sin más»
que logró imponer esta (¿Qué es la Edad Media?...
denominación despectiva. 87).
«Dueña del dinero
omnipotente, de las plumas Señala Daniel-Rops que
venales y las inteligencias tanto la fórmula «Edad
laicas, inundó el mercado con Media» como la idea que
una versión de la historia me- contiene, fueron totalmente
dieval que todavía persiste en ignoradas por los hombres de
el cerebro de todos los ese tiempo. Nadie creía en
analfabetos ilustrados» (Apo- aquel entonces que pudieran
geo de la ciudad cristiana, darse cortes dialécticos o
paréntesis en el curso de la hombre de aquella época
historia. El hombre medieval juzgaba que las cosas habían
«tenía un sentido de la sido mejores en el pasado que
filiación, de la fidelidad, infi- en el presente, sobre la base
nitamente mayor que el de que las cosas perfectas son
hombre moderno, vuelto anteriores a las imperfectas.
íntegramente hacia el «El amor no es ahora como en
porvenir, y que admite la época de Arturo», afirmaba
espontáneamente que una Chrestien de Troyes, autor del
cosa o una institución que siglo XII, en una de sus
aparezca en el futuro valdrá novelas de caballería. Y sin
más que su homóloga de la embargo la literatura que de
hora presente; en la “Edad ese período nos queda no deja
Media” sucedía al revés: todo la sensación de tristeza, de
legado del pasado se envidia, ni de pura nostalgia o
consideraba respetable y melancolía. La humildad se
ejemplar. Hasta el siglo XIV, veía recompensada con los
la mayoría de los europeos deleites de la admiración (cf.
creyeron así que prolongaban La imagen del mundo;
la civilización antigua en lo Introducción a la literatura
que ésta tenía de mejor» (La medieval y renacentista, A.
Iglesia de la Catedral y de la Bosch Ed., Barcelona, 1980,
Cruzada... 10). 64-140).

Algo semejante afirma C. S. Algunos autores han llamado


Lewis en un notable libro la atención sobre un detalle
sobre la cosmovisión de la interesante relativo a aquel
Edad Media. A diferencia del respeto que el hombre
hombre moderno, que cree medieval experimentaba por
incuestionablemente en el la antigüedad. Era tal su apre-
«progreso indefinido», el cio por ella que releían su
propia historia a la luz de los iniciaron un movimiento de
griegos y de los romanos. retorno a la antigüedad «pa-
Cuando Eginardo, por gana», mientras que los
ejemplo, secretario y biógrafo medievales la asumieron
de Carlomagno, intentó releyéndola a la luz del
describir los rasgos físicos y cristianismo. Y la segunda
espirituales del gran reflexión: la humildad
Emperador, recurrió con toda histórica, que caracterizó a los
naturalidad a la semblanza medievales, estuvo en el
física y espiritual que origen de su inmensa
Suetonio hiciera de Augusto. capacidad creadora; a
Más de una vez Tito Livio y diferencia de los
Salustio proporcionaron a los renacentistas, que se afanaron
cronistas medievales las frases por «imitar» lo más posible a
y colores con que describir un los antiguos, los medievales,
combate caballeresco o una inspirándose en ellos, supie-
gesta de cruzados. Suetonio y ron encontrar acentos de
Tácito fueron los modelos de verdadera originalidad.
los historiadores cristianos.
(Sobre este respecto, cf. C. S. La Edad Media fue,
Lewis, op. cit., 133-141). incuestionablemente, una
época romántica. Por eso,
Dos reflexiones suscitan según observa C. Dawson, no
estos hechos. Ante todo que resulta extraño que su
no fueron los llamados redescubrimiento, luego del
«renacentistas» quienes menosprecio renacentista,
volvieron a descubrir la fuese un logro del
Antigüedad. La Edad Media romanticismo. Así como el
ya conocía y admiraba los Renacimiento significó el
tiempos clásicos. La retorno a la antigüedad y el
diferencia es que aquéllos resurgir de la literatura clási-
ca, de manera semejante el puntos de vista. Pero al menos
movimiento romántico tuvo posee esto en su haber: el
su primer origen en la vuelta a redescubrimiento de la
la Edad Media y en el tradición medieval,
renacimiento de la literatura trovadoresca, aristocrática y
medieval. «El redescu- caballeresca.
brimiento de la Edad Media
por los románticos es un 2. La «Cristiandad»
acontecimiento de no menor
También
importancia en la historia del la expresión
«Cristiandad « tiene su
pensamiento europeo que el
del helenismo que los historia. El término apareció
por primera vez en el sentido
humanistas llevaron a cabo.
Significó una que hoy le damos hacia fines
inmensa
del siglo IX, cuando el Papa
ampliación de nuestro hori-
Juan VIII, ante peligros cada
zonte intelectual. Para Boileau
y otros, la Edad Media vez más graves y acuciantes,
constituía simplemente unapeló a la conciencia
comunitaria
claro en la historia de la que debía
caracterizar a los cristianos.
cultura. No tuvieron ojos para
Hasta entonces la palabra sólo
la belleza del arte medieval ni
oídos para la melodía delhabía sido empleada como si-
nónimo
verso de la Edad Media. Los de «doctrina
cristiana» o aplicada al hecho
románticos restauraron todo
esto para la posteridad» de ser cristiano, pero al su-
perponerle aquel Papa el
(Ensayos acerca de la Edad
Media, Aguilar, Madrid, sentido de comunidad
1960, 251). temporal, proyectó la palabra
hacia un significado que sería
El romanticismo es glorioso.
objetable desde diversos
Fue, pues, a partir del siglo
IX que la palabra entró a nocimiento de una misma
integrar el vocabulario co- doctrina y una misma moral
rriente. Desde entonces se (cf. Daniel-Rops, La Iglesia
habló de «la Cristiandad», de de la Catedral y de la
los peligros que se cernían Cruzada, 39).
sobre ella y de las empresas
que alentaba. Ulteriormente, Como se ve, la palabra y su
los Papas que se sucedieron contenido conocieron una
en la sede de Pedro, al utilizar historia, enriquecedora. Según
dicho vocablo lo Daniel-Rops, la Cristiandad
enriquecieron con nuevos encontraba su fundamento en
matices. Gregorio VII el bautismo común de quienes
introdujo la idea de que la la integraban. Donde hubiera
Cristiandad decía relación a bautizados había Cristiandad,
determinado territorio en que o, al menos, el esbozo de una
vivían los cristianos, de modo Cristiandad. Los desgarros
que había Cristiandad allí provocados por los cismas o
donde se reconocía herejías no prevalecieron
públicamente el Evangelio. sobre esta idea básica, hasta el
Urbano II, al convocar la punto de destruirla. Cuando
Cruzada, entendió que Bizancio se separó de la Santa
unificaba a la Cristiandad en Sede, por ejemplo, ello no
una gran empresa común, impidió que los Papas
orientándola hacia un fin ayudasen a los griegos al
heroico. Pero fue sobre todo verse éstos amenazados por
Inocencio III quien llevó la los turcos. Más aún: los
idea de Cristiandad a su grupos tan lejanos de
culminación, al tratar de con- cristianos herejes perdidos en
vertirla en el sinónimo de una las entrañas del Asia fueron
suerte de Naciones Unidas, considerados como hermanos
sobre la base del reco- por los católicos de
Occidente; y así, en su mo- mutuas relaciones, se
mento, S. Luis entró en tratos, conforman con la doctrina del
no sólo políticos sino también Evangelio, enseñada por el
religiosos, con los mogoles, Magisterio, en la economía, la
cristianos nestorianos (ibid. política, la moral, el arte, la
40). legislación, tendremos un
concierto de pueblos cristia-
La Cristiandad quiso nos, o sea una Cristiandad.
heredar, si bien en un nivel Para aclarar la idea: en la
más elevado, la unidad del China actual, dominada por el
desaparecido Imperio ideario comunista, hay
Romano, sobre la base del Cristianismo (porque hay
cristianismo compartido. Lo cristianos individuales que
cual deja entender -y esto es viven en el heroísmo de la
fundamental- que no hay que fidelidad a pesar de la
confundir Cristiandad con persecución) pero no hay
Cristianismo. Cristianismo Cristiandad (porque el orden
dice relación con la vida temporal está allí estructurado
personal del cristiano, con la con prescindencia, o mejor,
doctrina que éste profesa. rechazo de los principios del
Cristiandad tiene una Evangelio).
acepción más amplia, con
explícita referencia al orden ¿Quién había de regir a la
temporal. La Cristiandad es el Cristiandad? Desde el punto
conjunto de los pueblos que se de vista espiritual, competía a
proponen vivir formalmente la Iglesia semejante misión.
de acuerdo con las leyes del Sin embargo, debemos dejar
Evangelio de que es de- bien en claro que así como no
positaria la Iglesia. O, en otras es lo mismo el Cristianismo
palabras, cuando las naciones, que la Cristiandad, tampoco lo
en su vida interna y en sus son la Iglesia y la Cristiandad.
La Iglesia es la depo- sitaria Iglesia, subordinándola a sus
de la doctrina de Cristo y la intereses terrenos, sea porque
santificadora del hombre a los dirigentes de la Iglesia se
través de los sacramentos, que inclinaron a salir del plano
comunican la gracia. La espiritual para actuar
Cristiandad es la organización indebidamente en el orden
temporal sobre la base de los temporal (cf. Daniel-Rops, op.
principios cristianos. Sin la cit., 41-42).
Iglesia, por cierto, no podría
existir Cristiandad. En Cerremos este apartado con
cambio, aunque no haya una última. distinción. Si bien
Cristiandad, no por ello la la Edad Media fue una época
Iglesia deja de existir. Es de Cristiandad, y lo fue por
fácilmente perceptible el peli- excelencia, es preciso dejar
gro y la tentación de bien en claro que la
confundir a la Iglesia, Cristiandad no se identifica
sociedad sobrenatural, con la con la Edad Media. La
Cristiandad, sociedad Cristiandad es una vocación
temporal iluminada por la permanente de la Iglesia y de
doctrina de Cristo. Dicha los políticos cristianos. No
confusión estuvo en el origen siempre se podrá realizar hic
de las grandes luchas et nunc, por ejemplo en los
doctrinales e incluso políticas países comunistas, o incluso
que sacudieron a la Edad en los países liberales,
Media. A ello nos referiremos mientras sigan siendo tales.
en su momento. En vez de Pero no por ello la Iglesia y
dejar que cada una obrase en los cristianos que actúan en el
su ámbito propio, surgió la orden temporal renunciarán
tentación de identificarlas, sea definitivamente a dicho ideal.
porque los jefes políticos Durante las persecuciones de
pretendieron manejar a la los primeros siglos, o también
en el transcurso de las invasio- impregnación social de los
nes de los bárbaros, que principios del Evangelio. Y si,
duraron décadas, los cristianos por ventura, apareciese una
y sus jefes espirituales sabían nueva Cristiandad, sería
perfectamente, como es obvio, sustancialmente igual a la de
que estaban lejos de vivir en la Edad Media, aun cuando
un régimen de Cristiandad y accidentalmente diferente,
que ese régimen era por aquel atendiendo, a la diversidad de
entonces irrealizable en lo condiciones que caracteriza a
inmediato. Sin embargo, en la época actual en
medio de las angustias y la comparación con aquélla,
sangre derramada, los mejores tanto en el campo económico
hombres de aquellos tiempos como social. Todo lo
comenzaron a proyectarla. Fue rescatable deberá ser salvado.
precisamente en medio del Pero el ideal sigue en pie.
torbellino de los bárbaros
invasores que S. Agustín se Raíces y prolegómenos
abocaría a escribir su gran históricos de la
obra De Civitate Dei, donde Cristiandad
quedaron esbozados los
principios estructurales de lo Antes de adentrarnos en el
que, siete siglos después, sería análisis mismo de lo que fue
la Cristiandad medieval. la Cristiandad nos convendrá
considerar sus orígenes y sus
También hoy la Iglesia, si momentos preparatorios.
bien vive en un régimen a- Porque la Cristiandad no
cristiano o, como quería apareció como resultado de
Péguy, post-cristiano, no dos o tres decretos sino que
puede renunciar para siempre fue la concreción de una
al ideal de Cristiandad, que no aspiración históricamente
es otra cosa que la mantenida y acrecentada a lo
largo de varios siglos. Como sobre la base de la ley
primera aproximación y en romana, y la cultura católica
líneas muy generales podemos floreció embebida en la
decir que surgió sobre los sabiduría helénica. La
cimientos de un imperio civilización brota
pagano de la antigüedad, el principalmente de la vida
greco- romano. Se desarrolló activa y la cultura de la
luego gracias a la influencia contemplativa.
que sobre aquél ejerció la
Iglesia, y ello a lo largo de Refirámonos ante todo al
unos 500 años durante los aporte griego. Al comienzo,
cuales el catolicismo fue sien- los Padres de la Iglesia
do aceptado como la moral y mostraron serias vacilaciones
la religión de la naciente en aceptar el contenido del
Europa. Y no sólo de Europa, pensamiento heleno, juzgando
ya que la Cristiandad que con la buena nueva que
rebasaría los límites del viejo era el Evangelio ya bastaba y
Imperio Romano que la vio sobraba. Los filósofos griegos
nacer, extendiéndose hasta eran considerados poco menos
zonas donde nunca había que como heraldos del
llegado la administración im- demonio. Pero luego dicho
perial. prejuicio comenzó a ceder, y
algunos Padres, sobre todo de
1. Las raíces greco-latinas la Escuela de Alejandría, se
abocaron a la tarea de rescatar
Las últimas raíces de la a Platón, Aristóteles, los
Cristiandad deben ser trágicos y poetas griegos,
buscadas en el suelo de la poniéndolos al servicio de la
cultura griega y de la doctrina católica. Clemente de
civilización latina. La civili- Alejandría llegó a afirmar, no
zación cristiana se erigió sin cierto atrevimiento, que no
eran dos los testamentos sino elementos arquitectónicos de
tres, el Antiguo Testamento, Bizancio se incorporarían a
el Nuevo Testamento y el las iglesias románicas, y tanto
Testamento de la filosofía los mosaicos y tapices, como
griega (cf. Stromata VI, 17 ss: los esmaltes y marfiles de
PG 9, 380 ss). «¿Quién es dicha procedencia, serían
Platón sino Moisés que habla considerados por los occiden-
en griego?» (Stromata I, 22, tales como la expresión
148: PG 8, 896). De este misma de la belleza.
modo, los Padres de la Iglesia
constituyeron una especie de Por otra parte, el aporte
eslabón entre la Grecia clásica romano. Los cristianos no
y la naciente Europa. pudieron dejar de leer sin
emoción aquel texto profético
Pero también el aporte de Virgilio, donde el poeta de
griego llegaría al Occidente la romanidad, inspirándose en
medieval por intermedio del el mito de las cuatro épocas,
influjo de Bizancio. Los creado por Hesíodo, tras decir
pueblos jóvenes y que, transcurrida la edad de
semibárbaros de Europa oro, en que los hombres
nunca dejaron de contemplar vivieron al modo de los
con respeto y admiración el dioses, así como la de plata,
Imperio de Oriente, al que que fue la del aprendizaje del
consideraban heredero y cultivo de la tierra, y la de
depositario no sólo del bronce, dominada por la raza
Imperio Romano sino también de los guerreros, se había
de la cultura antigua. El llegado a la edad de hierro, en
prestigio que Constan- tinopla que los hombres sólo se
ejerció sobre la Europa complacían en el mal,
medieval fue realmente preanunciaba en su IVa
extraordinario. Muchos de los Egloga la anhelada salvación:
«He aquí que renace, en su *Puede verse el texto
integridad, el gran orden de completo de la Egloga, en su
los siglos; he aquí que vuelve original latino y en su
la Virgen, que vuelve el versión castellana de Carlos
reinado de Saturno, y que una A. Sáenz, en «Gladius» 4
nueva generación desciende (1985) 34-37.
de las alturas del cielo. Un
niño va a poner fin a la raza He ahí uno de los aportes de
de hierro ya traer la raza de Roma. Pero no fue el único.
oro. También le ofrendó la lla-
mada «pax romana», tan
Nacerá bajo el consulado de alabada por S. Pablo. Gracias
Polion. Este niño recibirá una a la vigencia de la misma, el
vida divina y verá a los héroes Evangelio estuvo en
mezclados con los dioses y se condiciones de viajar por las
le verá con ellos; y gobernará magníficas vías del Imperio, y
el globo pacificado por las en todas partes, desde Siria
virtudes de su padre»*. En hasta España, los apóstoles de
correspondencia con la Cristo pudieron recurrir a una
profecía de la famosa Sibila sola ley y hacerse entender en
de Cumas, Virgilio había una sola lengua. Era como si
vaticinado una nueva era, un Dios, en sus inescrutables
retorno a la edad primordial. designios, hubiera ampliado
Éste es el Virgilio que los las fronteras del Imperio a fin
romanos transmitieron a los de disponer una vasta cuna
cristianos, el profeta de para el cristianismo naciente.
Cristo. Dante no se equivoca- S. León Magno lo expresó de
ría al escogerlo como guía manera explícita: «Para
hasta el umbral del Paraíso, es extender por el mundo entero
decir, hasta el umbral donde todos los efectos de gracia tan
reina la Gracia. inefable, preparó la Divina
Providencia el imperio 1966, 33 y 77).
romano, que de tal modo
extendió sus fronteras, que 2. Las invasiones bárbaras
asoció a sí las gentes de todo
el orbe. De este modo halló la Aprovechando la senilidad y
predicación general fácil el resquebrajamiento del
acceso a todos los pueblos Imperio Romano, en el siglo
unidos por el régimen de una V diversos grupos
misma ciudad» (Hom. en la comenzaron a infiltrarse, en
fiesta de los Stos. Apóstoles algunos casos, en el mismo, o
Pedro y Pablo, en San León a invadir, en otros, las
Magno, Homilías sobre el año diversas regiones
litúrgico, BAC, Madrid, 1969, desguarnecidas que lo
355). integraban. La mayor parte de
ellos eran cristianos, si bien
Un día este Imperio herejes, ya que adherían por
abrazaría el cristianismo. lo general al arrianismo.
Belloc llega a decir que la Culturalmente primitivos,
conversión del Imperio a la Fe veían en el cristianismo no
no fue un episodio entre otros sólo la religión del Imperio
grandes episodios de la Romano, sino también «el
historia, ni un capítulo más de orden latino» con toda su
la misma. Fue la Cosa herencia de derecho y de
Determinante, una nueva civilización. No deja ello de
creación, en grado y en ser curioso, ya que para los
calidad, e incluso «el mismos romanos el
acontecimiento más cristianismo era relativamente
importante en la historia del un recién llegado. Procedía
mundo» (cf. H. Belloc, La del oriente helénico, su lengua
crisis de nuestra civilización, madre era el griego y su
Sudamericana, Buenos Aires, explicitación teológica había
sido principalmente obra de concluía era un mundo en
los Padres y Concilios buena parte decrépito, y que
orientales. se hacía necesario levantar la
mirada por sobre los estrechos
¿Cuál sería el resultado de horizontes de lo cotidiano,
semejante invasión? para considerar los hechos
¿Acabarían los bárbaros con contemporáneos a la luz de
los restos del Imperio o se esa gran visión que va del
asimilarían a él? El que mejor Génesis al Apocalipsis. La op-
vio en medio de esta baraúnda ción que ahora se presentaba
fue San Agustín, uno de los no era: o el Imperio o la nada,
más grandes genios del sino o con Cristo o contra
cristianismo, quien dejaría Cristo, o la Ciudad de Dios o
una huella indeleble en el la Ciudad del Mundo.
pensamiento medieval.
Cuando casi todos perdían la Así, pues, para el Aguila de
cabeza ante la desgracia Hipona, como lo llamó la
generalizada, cuando el viril posteridad, los hechos
S. Jerónimo no podía contener ruinosos del momento no eran
su llanto al enterarse del decisivos, sino anecdóticos.
saqueo de Roma, cuando los Más allá del caos sangriento y
bárbaros se lanzaban de las invasiones sin sentido,
incontenibles a la invasión del lo verdaderamente
Africa cristiana, e incluso trascendente era poner los
cuando su propia sede de fundamentos de la Ciudad de
Hipona se veía cercada por los Dios. Según él, dos son los
vándalos, S. Agustín se puso a gritos que explican la historia:
escribir una obra magistral, el grito de S. Miguel, Quis ut
De Civitate Dei, donde señaló Deus?, y el grito de Satanás,
que no había que Non serviam!, dos gritos que
desesperarse, ya que lo que dividieron a los ángeles, y
ulteriormente a los hombres, que se va gestando, si bien
en dos grandes agrupaciones aún en lontananza.
históricas, en dos «ciudades»,
división que no pasa tanto por 3. El Imperio Carolingio
las fronteras geográficas
cuanto por la actitud de los Ante el espectáculo de la
individuos y de las devastación que llevaban
sociedades. Se trataba, pues, adelante los bárbaros, desde la
de ponerse a trabajar en pro lejana Bizancio, legítima
de la Ciudad de Dios. El heredera del viejo Imperio en
espíritu de S. Agustín ruinas, uno de sus grandes
continuó viviendo y dando emperadores, Justiniano, lanzó
frutos mucho después que el sus ejércitos a la reconquista
Africa cristiana hubiese de Occidente, comenzando
dejado de existir, contribuyen- por Africa e Italia, las dos
do a modelar el pensamiento regiones que más habían
del Cristianismo occidental sufrido de parte de los
como pocos lo han hecho. invasores. Al comienzo fueron
recibidos como liberadores,
Algunos se han preguntado pero pronto los presuntamente
si Agustín fue el heredero de liberados comenzaron a
la vieja cultura clásica y uno cambiar de opinión, no sólo
de los últimos representantes por la opresión fiscal con que
de la antigüedad, o más bien fueron gravados, sino también
el iniciador de un mundo porque en los bizantinos ya no
nuevo y algo así como el veían más a romanos, sino a
primer hombre medieval. Hay griegos, que pretendían
parte de verdad en ambas helenizar el Occidente, sobre
apreciaciones. S. Agustín es todo a Italia, tan orgullosa de
un puente por el que pasa toda su herencia latina.
la tradición antigua al mundo
Semejante desilusión hizo
que los Papas comenzaran a juntamente con su pueblo.
volver sus ojos hacia los Una especie de nuevo
pueblos bárbaros, para ver si Constantino, esta vez un
por acaso alguno de ellos era Constantino bárbaro.
capaz de tomar el relevo del
antiguo Imperio hecho añicos. El poder franco no dejó de
irse acrecentando a lo largo de
Pero antes de seguir adelante los siglos. Hasta que un
se impone una acotación descendiente de Clodoveo, si
retrospectiva. Cuando los bien alejado de él por varias
bárbaros invasores se fueron centurias, Carlo- magno,
instalando en las tierras recibió en Roma, el día de
ocupadas o conquistadas, dado Navidad del 800, la corona de
que, como dijimos, la mayor Emperador de los Romanos de
parte de ellos eran arrianos, la manos del Papa León III. La
Iglesia volcó su propósito trascendencia del hecho fue
pastoral a la conversión de inmensa ya que, según dijimos
una tribu concreta, la de los más arriba, desde que
francos, por ser casi el único desapareció el Imperio de
pueblo no contaminado por la Occidente, los emperadores de
herejía. No que fueran Constantinopla, herederos de
católicos; eran paganos, y por Augusto, se consideraban
tanto más proclives a aceptar como legítimos soberanos del
la verdad católica que los antiguo mundo romano -
arrianos. La experiencia oriental y occidental-, no
enseñaba que era más fácil habiendo dejado jamás de
convertir a un pagano que a un reivindicar dicho derecho.
hereje. Logróse así la Pero ahora se daba una
conversión del jefe franco situación insólita: además del
Clodoveo, y su ulterior Papa en Roma y del
bautismo, en 498 o 499, Emperador en Bizancio se
erigía en Occidente un relevancia, constituyendo lo
monarca, casi bárbaro, con que podríamos denominar el
pretensiones imperiales. La umbral de la Edad Media. Al
cosa fue que el ascenso de recibir la corona imperial de
Carlos significó algo así como manos del Papa, Carlomagno
la fundación de un nuevo afirmaba no sólo su propio
Imperio, lo que implicaba poder sino también el origen
mucho más que una mera espiritual del mismo, con la
repartición territorial. Carlos intención de establecer un
se iba perfilando como un orden nuevo. El Papado había
nuevo Augusto, cuyo dominio encontrado un cuerpo, el
en Occidente encontraba Imperio se veía informado por
cierta legitimación militar , a un alma. No deja de ser
saber, su victoria y señorío sintomático que el libro de
sobre numerosas tribus cabecera del fundador de
bárbaras. Según era de prever, Europa fuese aquel De
los bizantinos lo acusaron de Civitate Dei de S. Agustín.
usurpación. Se pudo esperar (Para ampliar datos sobre este
un choque, ya que las fron- tema cf. R. Calderón Bouchet,
teras de los dos Imperios se Apogeo de la ciudad cris-
tocaban. Mas no fue así. En tiana... 112-114).
809, si bien a regañadientes,
Bizancio llegó a un acuerdo Las metas que Carlomagno
con Car- lomagno. De este se propuso en su gobierno
modo hubo de nuevo dos fueron tres. La primera,
consolidar la religión. De
Imperios, el de Oriente y el de
Occidente. todos los que le sucedieron en
el poder, Carlos fue el que
Como se ve, la coronación estuvo más penetrado del
de Carlo- magno en Roma fue carácter sacro de su misión,
un acontecimiento de enorme esforzándose por edificar el
Imperio sobre dos pilares: la invasiones
administración eclesiástica bárbaras
(buenos obispos) y la
administración imperial Mucho antes que
(buenos condes). Su grito de Carlomagno subiera al trono,
guerra -las llamadas un pueblo, que por cierto no
«aclamaciones carolingias»- integraba el mundo llamado
fue: Christus vincit, Christus «bárbaro», había conquistado
regnat, Christus imperat! en el siglo VII al Africa
Sería justamente al son de ese bizantina, la provincia más
grito que varios siglos civilizada y cristiana de
después los cruzados se lan- occidente. Eran los árabes,
zarían al combate en Tierra quienes en buena parte
Santa. acabaron con la floreciente
Iglesia africana, gloria de la
La segunda meta brota de la Cristiandad occidental y
primera: extender la latina, que prácticamente
civilización. Trataremos am- desaparecería de la historia.
pliamente de ello en la En los primeros años del siglo
próxima conferencia. Y la VIII, la invasión musulmana
tercera: instaurar la paz, la cubría casi por completo la
vieja «pax romana» vuelta España cristiana,
ahora «pax Christi in regno extendiéndose luego hasta
Christi» (cf. al respecto G. de amenazar la misma Galia. La
Reynold, La formación de naciente cristiandad se había
Europa. VI. Cristianismo y convertido en una isla, entre
Edad Media, Pegaso, Madrid, el Sur musulmán y el Norte
1975, 434-436). bárbaro.

4.La segunda Carlomagno había logrado


oleada de detener ambos peligros, tanto
en la zona meridional como significa «hombres del norte».
en la boreal. Pero, tras su Eran pueblos paganos,
muerte, se produjo una oriundos de las regiones
avalancha de pueblos, piratasescandinavas (actuales
o salteadores, quienes
Dinamarca, Noruega y
aprovechando el caos que se Suecia), que se instalaron en
había desencadenado a raíz deIrlanda y parte de Escocia, las
la desaparición del gran costas de Holanda e Inglaterra
Emperador, tras poner pie en meridional. Los suecos
un territorio, terminaban tomarían un rumbo diverso ya
conquistándolo e instalándoseque, surcando el golfo de
en él. Finalmente, y a costa de
Finlandia, penetrarían en la
penosos esfuerzos apostólicos,
gran arteria fluvial del
acabarían siendo ganados por Dnieper, llegando hasta
el cristianismo y la
Nóvgorod y Kiev, las viejas
civilización, convirtiéndose,ciudades de la Rus. Los
también ellos, en forjadores descendientes de Carlomagno,
de la nueva Europa que habríapor cierto muy inferiores a él,
de salir del caos. Pero hastano tuvieron el talento ni el co-
entonces, ya que estas raje necesarios para equipar
conversiones recién tendrían flotas capaces de enfrentar los
lugar a lo largo de los siglos X
ágiles esquifes de los
y XI, ¡qué años terribles de vikingos. Sin embargo poco a
incertidumbre, de angustia y poco los normandos fueron
devastación debieron soportarcambiando su actitud de
las regiones de la Europa piratas nómades por la de
central y occidental! conquistadores, y, ya
cristianos, comenzaron a es-
¿Cuáles fueron esas tribus? tablecerse en diversos
Nombremos ante todo a los territorios de Europa
normandos, término que occidental, como Normandía,
Inglaterra e Italia del sur. coyuntura podía parecer
desesperante. Pero no fue tal.
Mas entonces apareció en Se trataba de hechos do-
lontananza un enemigo más lorosos, sí, pero eran dolores
feroz, que provenía de las de parto, ya que de la
estepas de los Urales, confusión de estos siglos
emparentado con los hunos, el nacerían los pueblos de la
pueblo magiar, al que los Europa cristiana. Por otra
europeos, aterrorizados por parte, los logros del período
sus depredaciones, llamaron carolingio no se habían
«húngaros», palabra de la que, perdido del todo. Quedaba al
según algunos etimologistas, menos el recuerdo de esos
proviene el término «ogro». tiempos gloriosos, y en
Pero aun ellos acabarían a la cualquier momento podían ser
larga por aceptar el cristia- retomados, acomodándose,
nismo a tal punto que el Papa por cierto, a las nuevas
coronaría a su rey Esteban, circunstancias.
quien sería santo. El antiguo
Imperio de Carlomagno era En medio del caos, la Iglesia
ahora una sombra de lo que buscó al hombre adecuado,
había sido: un imperio sin la como siglos atrás había puesto
ley romana, sin las legiones sus ojos en Clodoveo, y luego
romanas, sin la ciudad y sin el en Carlomagno. El ducado
Senado. más poderoso era el de
Sajonia, cuyos integrantes,
5. Del Imperio Otónico al tras haber sido feroces
Sacro Imperio Romano paganos, eran ahora cristianos
Germánico fervorosos, bajo la conducción
de un noble llamado Otón.
Si miramos las cosas desde Dicho príncipe era, por cierto,
el punto de vista de la inferior a Carlomagno, no
gestación de la Cristiandad, la
mostrando el mismo interés así la tradición carolingia,
que aquél por instruirse, por agregándole el patriotismo
civilizarse, sin por ello ser del tribal de los sajones, siempre
todo inculto. Era, sobre la base de una estrecha
simplemente, un hombre de armonía entre la Iglesia y la
guerra. Montado sobre su ca- Corona. Invitado por el Papa,
ballo, con sus cabellos y su Otón se dirigiría a Italia en
barba roja al viento, parecía 961 para recibir de manos del
un guerrero invencible. Las Pontífice la corona imperial.
circunstancias de su vida
fueron, con todo, muy A Otón I lo sucedió su hijo,
semejantes a las de Car- Otón II, a quien aquél había
lomagno. Más aún, tuvo la hecho casar con una de las
voluntad expresa de llegar a hijas del emperador bizantino
ser un segundo Carlo- magno, Romano II, la princesa griega
restaurador del Imperio que Teófana, que llevó a
aquél había fundado. Occidente las tradiciones de la
Corte Imperial del Oriente. El
Y así se hizo coronar Rey de hijo nacido de esa unión, Otón
Germanos en 938, bajo el III, pudo así reunir en su
nombre de Otón I. El joven persona la herencia de las dos
príncipe, tuvo especial grandes vertientes del orbe
cuidado en que la ceremonia cristiano, la bizantina y la
se llevase a cabo en la ciudad occidental. Asesorado por su
que durante el gobierno de preceptor Gerberto, quien
Carlo- magno había sido luego sería Papa bajo el
capital del Imperio, Aix- la- nombre de Silvestre II, tuvo el
Chapelle -Aachen, dicen los mérito de ir creando una
alemanes, Aquisgrán, conciencia europea
nosotros-, según los solemnes integradora de los grandes
ritos eclesiásticos. Recuperaba valores sembrados aquí y allá.
En este sentido Otón III fue intermedio donde reinaron los
un digno continuador del Otónidas, que se extendía
espíritu de Carlomagno, ya desde el Loira hasta el Rin,
que durante su reinado las donde nació en realidad la
grandes tradiciones de las cultura medieval. Tal fue la
épocas anteriores se unieron e cuna de la arquitectura gótica,
integraron en la nueva cultura de las grandes escuelas, del
de la Europa premedieval. No movimiento monástico, de la
era todavía, por cierto, el reforma eclesiástica y del
logro del ideal, pero el esbozo ideal de las cruzadas. Tal fue
estaba dado: un Imperio como también la zona donde se
comunidad política de los desarrolló el régimen feudal,
pueblos cristianos, gobernado el movimiento comunal del
por las autoridades Norte europeo y la institución
concordantes e independientes de la caballería. Fue allí
del Emperador y del Papa. donde al fin se logró una
Deseando manifestar admirable síntesis entre el
mediante un signo concreto su Norte germánico, la doctrina
decisión de empalmar con la sobrenatural de la Iglesia y las
vieja tradición del Imperio tradiciones de la cultura
Romano, Otón se dirigió a latina. (cf C. Dawson, Así se
Roma, y tras hacerse levantar hizo Europa, La Espiga de
un palacio sobre el monte Oro, Buenos Aires, 1947,
Aventino, reasumió ínte- 368).
gramente el ceremonial de la
corte bizantina, tomando el No deja de ser
nombre de Emperador de los paradigmático que el sucesor
Romanos. de Otón el Grande fuese un
santo, Enrique II, canonizado
C. Dawson llega a decir que junto con su mujer
fue en este territorio Cunegunda.
El tiempo no nos permite arquetipo en la figura de S.
detallar los acontecimientos Luis.
que se fueron sucediendo.
Baste decir que inicialmente ***
el Emperador fue Rey de
Romanos. Pronto su Imperio Según el P. Julio Meinvielle,
recibirla el calificativo de así como con Pedro, Santiago
«sacro», y más adelante de y Juan, los tres apóstoles del
«germánico». Sería el Sacro Tabor y del Huerto, símbolos
Imperio Romano Germánico, de las tres virtudes teologales,
columna vertebral de la Edad se formó alrededor de Cristo
Media propiamente dicha. el núcleo esencial del
apostolado cristiano, del
Data asimismo de este mismo modo, con Roma,
período la aparición de los España y Francia, quedó en
diversos Reinos. S. Esteban de sustancia constituida la
Hungría, como ya lo dijimos, Cristiandad.
recibió del Papa su corona. En
España, los señoríos que no Roma, España y Francia
estaban en manos de los mu- heredaron el genio de esos tres
sulmanes se fueron apóstoles en la misión que de
unificando, con la emergencia hecho les tocó desempeñar en
de grandes figuras como la del el curso de la historia del
rey S. Fernando. En Sicilia, cristianismo. Roma es la Fe
los antiguos normandos por ser la sede del apóstol en
establecieron un reino favor del cual Cristo rogó para
cristiano con los Guiscard. Y que su fe no desfalleciese.
en Francia apareció una España es la Esperanza o
familia, la de los Capetos, que Fortaleza porque, conquistada
durante 300 años la para Cristo por Santiago,
gobernarían, encontrando su heredó el ímpetu y ardor de
este apóstol, a quien Sto.
Tomás de Aquino, en su en la persona de su príncipe S.
comentario al evangelio de S. Vladimir, quien se bautizó con
Mateo, llama el principal su pueblo en el Dnieper, el río
luchador contra los enemigos que baña a Kiev, su capital,
de Dios. Francia es la heredera aportando a la comunidad de
del apóstol de la Caridad (cf. naciones cristianas el amor a
J. Meinvielle, Hacia la la Belleza -filocalia-, que
Cristiandad, Adsum, Buenos según las crónicas había sido
Aires 1940, 54-55). para ese pueblo la razón
inmediata de su conversión.
Sin embargo, agrega Por desgracia el cisma, ya
Meinvielle, es preciso aludir próximo, dañaría sensi-
también al papel de Alemania, blemente su pertenencia al
que representa la Voluntad, el gran edificio de la Cristiandad
brazo secular, la espada al europea.
servicio de la Iglesia, como lo
mostró con Otón el Grande y G. Walsh ha sintetizado con
S. Enrique (cf. ibid. 69). perspicacia las diversas
Podríamos asimismo incluir vertientes históricas que con-
en este listado de naciones que fluyeron en el Medioevo. Ante
influyeron particularmente en todo el logos griego, primero
la construcción de la sospechado, como dijimos,
Cristiandad a las Islas Británi- pero luego asumido,
cas, sobre todo por el papel principalmente por obra de los
cumplido por la poética Padres de la Escuela de
Irlanda, de donde partieron Alejandría. Luego el foro
numerosísimos monjes para romano, que estuvo también
misionar el entero continente al comienzo distanciado del
europeo. Y por qué no a la cristianismo, al que persiguió
naciente Rusia, hija de los cruelmente, para luego
terribles vikingos, convertida convertirse en la persona de
Constantino, y ofrecer a la ex- Los siglos propiamente
pansión de la Iglesia toda su medievales
infraestructura. En tercer lugar
la fuerza germana, que Decimos «siglos
primero trajo la sangre con las propiamente medievales»
invasiones, pero porque casi todo lo que hemos
ulteriormente, gracias a la tratado hasta ahora puede ser
conversión de sus pueblos, incluido en lo que hemos
produjo un S. Benito, un S. llamado la preparación, la
Isidoro, un S. Beda, y polí- gestación del Medioevo.
ticamente un Carlomagno y
luego un Otón. Finalmente la ¿Qué siglos abarca el
fantasía céltica, inicialmente Medioevo propiamente dicho?
caracterizada por la pereza y Para varios historiadores la
la desidia, pero que luego se Edad Media comenzó con las
puso en movimiento con S. Grandes Invasiones de los
Patricio y los monjes irlan- bárbaros, es decir, a
deses, esa fantasía que crearía comienzos del siglo V, y
el ideal de la búsqueda del terminó con la toma de
Grial, y que aportaría al Constantinopla por parte de
Occidente su cuota de humor los turcos en 1453. Pero,
y el espíritu caballeresco. La según bien observa Daniel-
Edad Media sería así una Rops, ello implicaría englobar
síntesis de la gracia con la un milenio que comprende
sabiduría helénica, la fases demasiado diferentes
eficiencia romana, la fuerza entre sí como para constituir
teutónica y la imaginación un bloque histórico. Casi por
céltica. (cf. G. Walsh, instinto, nos sentimos
Humanismo Medieval, La inclinados a establecer en ese
Espiga de Oro, Buenos Aires, largo período evidentes
1943, 27-65). distinciones. Cuando
pensamos en las obras maes- aquel milenario proceso,
tras del arte medieval, por restringiéndola a los tres
ejemplo, solemos referirnos a primeros siglos del segundo
la parte central de dicho milenio, en que la historia
período, que va desde alcanzó una de sus cumbres. Y
mediados del siglo XI a al titular su libro sobre la Edad
mediados del siglo XIV. Media La Iglesia de la
Cuando, por el contrario, Catedral y de la Cruzada, el
evocamos «la noche de la autor quiso caracterizar a
Edad Media II pensamos en la dicha época por sus dos
época de descomposición que realizaciones más notables.
siguió a Carlomagno.
Pero el mismo Daniel-Rops
Si consideramos, pues, con señala una ulterior
ecuanimidad aquel presunto especificación. En el interior
milenio de la «Edad Media», de ese período más
advertiremos en él tres esplendoroso también son
períodos bien diferenciados advertibles diversos
entre sí: la época de momentos. Al comienzo, en la
preparación, los siglos de segunda mitad del siglo XI, la
plenitud, y el deslizamiento Cristiandad fue tomando
hacia la decadencia. El pri- conciencia del sentido
mero es el de los tiempos preparatorio que habían tenido
bárbaros, el tercero coincide los esfuerzos realizados
con la segunda mitad del siglo anteriormente; prodújose
XIV y comienzos del XV. luego el despliegue del siglo
Daniel- Rops prefiere, y a XII, sólido, sobrio y vigoroso;
nosotros nos parece muy y finalmente se alcanzó el
justo, circunscribir lo que culmen, en el siglo XIII, la
propiamente fue la Edad época de la erección de las
Media a la parte central de grandes Catedrales, de la
Suma Teológica de Sto. medieval. O. Dawson, por
Tomás y del apogeo del ejemplo, sostiene que nunca
Papado. Las diferencias entre ha existido una época en la
esos tres momentos son reales, cual el cristianismo haya al-
y a veces los estudiosos los canzado una expresión
han opuesto entre sí, o se han cultural tan perfecta como en
preguntado cuál de ellos fue el aquel siglo. Europa no ha
más fecundo, si el siglo XII o contemplado un santo más
el siglo XIII, si el siglo de S. notable que S. Francisco, un
Bernardo o el de S. Francisco, teólogo superior a Sto. Tomás,
si el siglo del románico o del un poeta más inspirado que
gótico. A juicio del historiador Dante, un rey más excelso que
francés, dichas diferencias no S. Luis. Es evidente que hubo
prevalecen sobre la unidad de en aquel siglo grandes
fondo. Por lo que juzga miserias. Pero no lo es menos
preferible atender más a lo que en aquel entonces, en
que aúna esos momentos mayor grado que en ningún
diferentes, a lo que mancomu- otro periodo histórico de la
nó a los hombres durante civilización occidental, la
aquellos tres siglos en una cultura europea y la religión
misma y grandiosa cosmo- católica realizaron una
visión, en la adopción de los simbiosis admirable; las
mismos principios, las mismas expresiones más altas de la
certezas, y las mismas cultura medieval, sea en el
esperanzas (cf. Daniel-Rops, campo del arte, como de la
La Iglesia de la Catedral y de literatura o de la filosofía, fue-
la Cruzada... 12-13). ron religiosas, y los
representantes más eximios de
Con todo, la generalidad de la religión en aquel tiempo
los autores coinciden en ver fueron también los dirigentes
en el siglo XIII el siglo de oro de la cultura medieval (cf. C.
Dawson, Ensayos acerca. de concretamente a Francia
la Edad Media... 218-219). escribe G. Cohen: «No
terminará jamás nuestra
Algo semejante sostiene H. exaltación frente a la catedral
Belloc. En su opinión, el siglo ni terminaremos jamás de dar
XIII fundó una concepción del gracias por ellas al siglo de
Estado que parecía inconmo- San Luis, al gran siglo, al
vible. Toda la sociedad se siglo XIII» (La gran claridad
ordenaba de manera armónica, de la Edad Media, Huemul,
cada hombre se sentía en su Buenos Aires, 1965, 120).
lugar, la riqueza asumía una
función menos odiosa e Notas características de la
incluso noble, la propiedad Cristiandad medieval
estaba bien dividida, y los
trabajadores se veían Podemos señalar cuatro
protegidos por las garantías notas que especifican la
que les acordaban las Cristiandad de la Edad Media,
corporaciones y las y la contradistinguen de otros
costumbres. «El siglo XIII - períodos de la historia.
concluye- fue el tipo de
nuestra sociedad hacia el cual 1. Centralidad de la fe
los hombres después de sus
últimos fracasos han vuelto la La sociedad medieval, a
mirada y al que después de pesar de la clara distribución
todos nuestros errores y de sus estamentos, de que
desastres modernos tenemos hablaremos en otra
que recurrir otra vez» (H. conferencia, constituyó un
Belloc, La crisis de nuestra logrado esfuerzo por integrar
civilización... 89-90). todas las clases de la sociedad
en la unidad de una sola fe.
Refiriéndose más Lo que creía el aldeano, el
mendigo y hasta el criminal,
era lo que creía el Emperador política, dice, ésta era, en su
y el Papa. Precisamente en sustancia, absolutamente
esto se funda el comunista inescindible de la fe cristiana.
italiano Antonio Gramsci para ¿Sobre qué reposaba, en
explicar por qué la Iglesia efecto, el vínculo feudal que
logró formar en la Edad unía al siervo con su señor
Media lo que él llama «un sino sobre una fórmula
bloque histórico»: aquello que religiosa, sobre un juramento
creía Sto. Tomás era lo mismo pronunciado sobre el Evan-
que creía la viejita analfabeta, gelio? ¿Quién confería al
a pesar del diverso nivel de Emperador ya los Reyes su
penetración en el contenido carácter de vicarios de Dios
doctrinal. El lenguaje común sobre la tierra en lo que atañe
de la fe, aprendido en el al orden temporal, sino la
catecismo, colocaba al noble, consagración litúrgica?
al aldeano y al artesano en
idéntica relación con Dios; y Y si se trataba de la vida
era dicho lenguaje el que social, era en última, instancia
estaba en el origen de la el Cristianismo quien asig-
ciencia, del arte, de la música naba a cada uno de los
y de la poesía. Desde el estratos de la sociedad su
sacramento del matrimonio papel en la prosecución del
hasta la consagración del bien común, así como el que
Emperador, la vida social proclamaba las exigencias de
estaba impregnada de espíritu la justicia en la relación entre
religioso. artesanos y aprendices, entre
señores y aldeanos.
La fe era el centro de todo.
Daniel-Rops ha explicitado La misma actividad
esta afirmación tan escueta. Si económica no era
se trataba de la organización independiente de la enseñanza
de la Iglesia, en su condena de del arte. Como dijo S.
la especulación y la usura, y Bernardo, «desde que el
en el ejercicio de lo que se dio Verbo se hizo carne y habitó
en llamar «el justo precio». entre nosotros, habita también
en nuestra memoria y en
Asimismo en el orden nuestro pensamiento» (cf
doméstico fue la Iglesia la que Daniel-Rops. La Iglesia de la
estableció firmemente el valor Catedral y de la Cruzada, 98-
sacramental de la familia, 99).
fundamento de la fecundidad,
el mutuo amor y la Por supuesto que en la Edad
indisolubilidad del Media se cometieron graves
matrimonio. pecados, pero quienes así
obraban tenían,
Y precisamente por ser indudablemente, el sentido del
católica, es decir, universal, la pecado, sabían que ofendían a
Iglesia despertó también en la Dios. Entre los relatos de la
sociedad esa ansia de época se incluye el caso de
expansión que tanto aquel Caballero del Barrilito
caracterizó a la Edad Media, que, cuando ya no pudo más
tal cual se manifestó no sólo de blasfemias y de crímenes,
en el impulso apostólico y se fue a buscar a un ermitaño
misionero de las Ordenes y recibió por penitencia la
Mendicantes sino también, y orden de llenar de agua un
sobre todo, en aquella pequeño barril; durante
epopeya, única en su género, semanas y semanas trató de
y sostenida durante casi dos llevar a cabo aquella orden,
siglos, que fue la Cruzada. tan fácil, en apariencia, pero
era en vano. Cuantas veces
La fe constituyó asimismo el sumergía el recipiente en
basamento de la actividad algún arroyo, inmediatamente
intelectual, de la filosofía y
se vaciaba. Sólo el día en que ... 12). El fin último de la
el verdadero arrepentimiento existencia era supra- histórico,
hizo que cayera una lágrima la contemplación de Dios des-
de sus ojos, el barrilito se pués de la muerte, la visión
llenó hasta desbordar. Ese beatífica.
sentido del pecado que
encaminaba al confesionario a P. L. Landsberg lo expresa
los penitentes, era el mismo de otra manera: La vida del
que lanzaba por los caminos hombre medieval, afirma,
de la peregrinación a estaba totalmente determinada
incontables arrepentidos, y en su estilo por una idea clara
que suministraba a los trabajos acerca del sentido de la vida,
de las catedrales numerosos ese sentido cuya desaparición
obreros voluntarios que hace la desgracia del mundo
buscaban así la purgación de moderno; o, en expresión de
sus faltas. La sociedad Guardini, por el primado del
medieval fue, pues, una so- «logos» sobre el «ethos», el
ciedad anclada en la fe, primado del ser sobre el
teocéntrica, que hizo suya la devenir (cf. P. L. Landsberg,
enseñanza de S. Agustín acer- La Edad Media y nosotros,
ca de lo que debe ser una Revista de Occidente, Madrid,
ciudad católica, fundada en el 1925, 43.48).
primado de Dios sobre todo lo
que es terrenal. Aquellos Es esta centralidad de la fe
hombres, escribe Dawson, «no lo que explica el rechazo
tenían fe en sí mismos ni en generalizado y casi instintivo
las posibilidades del esfuerzo de la herejía. Aquellos
humano, sino que ponían su cristianos medievales no
confianza en algo más que la podían soportar las blasfemias
civilización, en algo fuera de de los herejes. Y no sólo por
la historia» (Asíse hizo Europa lo que ellas tienen de ofensa a
Dios, sino también, aunque haya existido una institución
secundariamente, por sus semejante. Sobre ella habría
consecuencias en el orden mucho que decir, pero
temporal. Dado que el entero contentémonos aquí con
régimen sociopolítico descan- recordar lo que asevera
saba sobre la fe, la herejía, Daniel-Rops, es a saber, que
más allá de ser un pecado para comprenderla se requiere
religioso, aparecía igualmente ponerse en la perspectiva de la
como un atentado contra la época, cuando la sociedad
sociedad. Cuando los aceptaba como obvio lo que
Albigenses, por ejemplo, con- Sto. Tomás enseñaba desde la
denaban la licitud del cátedra: «Mucho más grave es
juramento, estaban corromper la fe, que es la vida
vulnerando los soportes del alma, que falsificar la
mismos de la arquitectura moneda, que sirve para la vida
social del Medioevo, que temporal» (Summa
reposaba precisamente sobre Theologica, II-II, 11,3,c.). Y
la firmeza de aquél. por aquel entonces los
gobiernos castigaban seve-
Por cierto que no era el ramente a los falsificadores de
Estado quien tenía la misión moneda (cf. Daniel-Rops, La
de pronunciarse sobre las Iglesia de la Cate- draly de la
verdades de la fe y los errores Cruzada... 678-679).
de las herejías sino las
autoridades de la Iglesia, en lo 2. Predominio del símbolo
que estaban de acuerdo el
poder espiritual y el poder En un excelente curso que el
temporal. Así fue como se Dr. Félix Lamas dictara sobre
creó el tribunal de la la Cristiandad, se dice que la
Inquisición. Hoy el común de historia ha conocido tres
la gente se escandaliza de que sistemas explicativos de la
arquitectura social. Están, asimismo, las
sociedades fundadas en la
Existieron, ante todo, razón. La primera de ellas
sociedades fundadas en el apareció quizás con
mito, es decir, que hacían de- Aristóteles, cuya enseñanza
pender de talo cual mito sus determinó en Grecia el triunfo
valoraciones fundamentales, de la razón sobre el mito.
su concepción de la vida del Asimismo el Imperio Romano
hombre y de su historia. Ello fue una sociedad racional -que
acaeció -y de algún modo no hay que confundir con
sigue acaeciendo- sobre todo «racionalista»- ya que allí la
en Oriente, particularmente en razón se encarnó en la orga-
la India. Seria injusto nización social. De ahí que el
despreciar lisa y llanamente triunfo de la Roma imperial y
tales sociedades. Con universalista significase la
frecuencia esos mitos victoria política de la razón,
fundacionales, a pesar de los que al triunfar socialmente
errores que incluyen, no sobre el mito fue preparando a
carecen de grandeza y los pueblos para recibir el
armonía, constituyendo misterio.
verdaderos sistemas poético-
religiosos. Señala Lamas que Lo racional que vence a lo
posiblemente dicha dignidad mítico entraña un auténtico
sea explicable por la progreso. Porque el mito es
proximidad geográfica de estático, no evoluciona; en
aquellas regiones con el cambio la razón, por tener que
territorio en que tuvo lugar la estar atenta a las mutaciones
revelación primitiva, y de de lo real, implica posibilidad
donde partió luego la de desarrollo, de
dispersión de los pueblos. profundización. El racio-
nalismo, en cambio, en cuanto
rebelión de la razón contra el fecundo entre el misterio y la
misterio, significa un razón, buscando su armonía.
retroceso. Y, podríamos agregar
nosotros, en cierta manera
Finalmente hay sociedades asumió también lo valedero
fundadas en el misterio. que palpitaba en los antiguos
Siendo éste la explicitación mitos, acogiendo a veces su
más rica de lo real, de la vocabulario, despegado, como
verdad revelada, las es obvio, de los errores que
sociedades que en él se basan podía encubrir.
serán más perfectas.
Históricamente la primera Como el misterio está
sociedad que encarnó el inextricablemente unido con
misterio en su tejido social fue el ámbito cultual, puédese
la judía. Dios se manifestó al afirmar que la civilización
pueblo que había escogido, medieval fue, esencialmente,
estableciendo con él una una civilización litúrgica, en
alianza sobre la base de esa el sentido lato del término,
revelación mistérica. Es una civilización del gesto y
asimismo una sociedad de este del símbolo.
género la islámica, si bien en
ella lo mistérico se mezcla con Sobre este tema nos ha
lo mítico. Nos queda -y acá dejado H. Huizinga
arribamos al tema de nuestro reflexiones inspiradas*. El
especial interés- la sociedad pensamiento simbólico, dice,
fundada sobre el misterio se presenta como una continua
plenario, la Cristiandad. Pero, transfusión del sentimiento de
como bien concluye Lamas su la majestad y la eternidad
agudo análisis, dicha sociedad divinas a todo lo perceptible y
no dejó de lado la razón, sino concebible, impidiendo que se
que entabló un diálogo extinga el fuego del sentido
místico de la vida e Revista de Occidente,
impregnando la representación Madrid, 1967, 317322. Para
de todas las cosas con una comprensión más
consideraciones estéticas y acabada de este tema, nos
éticas. En un mundo parece fundamental la
semejante cada piedra lectura de A. K.
preciosa brilla con el Coomaraswamy, La filosofía
esplendor de toda una cosmo- cristiana y oriental del arte,
visión valorativa. Vívese en Taurus, Madrid, 1980, donde
una verdadera polifonía del el autor ceilandés,
pensamiento, en un armonioso analizando las culturas tra-
acorde de símbolos. El trabajo dicionales, señala que es
del humilde artesano se propio de ellas el conferir
convierte en el eco de la sentido simbólico aun a los
eterna generación y encarna- utensilios profanos. Sus
ción del Verbo. Entre el amor casas, vestidos y vehículos
terrenal y el divino corren los eran más lo que significaban
hilos del contacto sim- que lo que eran en sí. Cf. mi
bólico**. extenso comentario a dicho
magnífico libro en «Mikael»
*Si bien Huizinga, 27 (1981) 101-110.
holandés protestante, a
nuestro juicio no siempre ha
En la misma línea Guardini
captado bien el espíritu de la
ha dejado escrito: «El hombre
Edad Media, sin embargo su
medieval ve símbolos por
honestidad intelectual le ha
doquier. Para él la existencia
permitido saborear algunos
no está hecha de elementos,
de sus valores. energías y leyes, sino de
formas. Las formas se signi-
**Cf. H. Huizinga, El fican a sí mismas, pero por
otoño de la Edad Media, encima de sí indican algo
diverso, más alto, y, en fin, la humana, todo esto aparecía
excelsitud en sí misma, Dios y como un tejido de símbolos
las cosas eternas. Por eso toda que tenían un significado
forma se convierte en un eterno. Un orden igualmente
símbolo y dirige las miradas simbólico dominaba las dife-
hacia lo que la supera. Se rentes fases de la historia, que
podría decir, y más transcurre entre el auténtico
exactamente, que proviene de comienzo de la creación y el
algo más alto, que está por otro tan auténtico fin del
encima de ella. Estos símbolos juicio. Los actos singulares de
se encuentran por todas partes: este drama, las épocas de la
en el culto y en el arte, en las historia, estaban en recíproca
costumbres populares y en la relación, e incluso en el
vida social... Según la interior de cada época, cada
representación tradicional, el acontecimiento tenía un sen-
mundo todo tenía su arquetipo tido» (R. Guardini, La fine
en el Logos. Cada una de sus dell'epoca moderna, Brescia,
partes realizaba un aspecto Morcelliana, 1954, 31-
particular de ese arquetipo. 32.38ss).
Los varios símbolos
particulares estaban en Por eso la sociedad medieval
relación unos con otros y sintió la necesidad de
formaban un orden ricamente expresarse poéticamente,
articulado. Los ángeles y los como lo hizo en sus grandes
santos en la eternidad, los Sumas: la Teológica de Sto.
astros en el espacio cósmico, Tomás, la Lírica de Dante, la
las cosas en la naturaleza Edilicia de las catedrales...
sobre la tierra, el hombre y su Bien dice R. Pernoud, que a
estructura interior, y los diferencia de los modernos,
estamentos y las funciones que ven en la poesía un capri-
diversas de la sociedad cho, una suerte de evasión, y
en el poeta un bohemio, un propia del Medioevo, es la
bicho raro, la gente de la Edad creencia de que el mundo es
Media consideró la poesía un cosmos, un todo
como una forma corriente de concertado con arreglo a un
expresión, como parte de su plan, un conjunto que se
vida, algo tan natural como mueve serenamente según
las necesidades materiales. leyes y ordenaciones eternas,
Para ellos el poeta era el las cuales, nacidas del primer
hombre normal, más completo principio que es Dios, tienen
que el incapaz de creación también en Dios su referencia
artística (cf. R. Pernoud, final. Cuando Sto. Tomás, el
Lumiere du Moyen Age, Gra- espíritu más grande de los que
sset, París, 1981, 250-251). plasmaron la idea medieval
del mundo, quiso definir el
3. Sociedad arquitectónica propósito de la filosofía, dijo
que su finalidad consistía ut in
La respublica christiana de anima descri- batur totus ordo
la Edad Media era un cuerpo universi et causarum eius (que
de comunidades que, en el alma se inscriba todo el
partiendo de la familia, pasaba orden del universo y de sus
por las corporaciones de causas). El alma era
oficios, defendidas ambas por considerada cual un
los caballeros de espada, y microcosmos, y el orden del
culminaba en la monarquía, alma, un reflejo del orden del
reflejo de la monarquía divina, universo.
que confería unidad al
conjunto del organismo social, Abundemos en esta idea tan
sin herir sus legítimas rica. Dios es uno. Y al crear
pluralidades. Señala Lands- no puede no reflejarse en su
berg que la clave que explica obra. Por eso el mundo, que
esta visión arquitectónica, tan proviene del Dios uno, es en
su conjunto - macrocrosmos y ellos se reflejaba la suma
microcosmos- no sólo una bondad. Pero, al mismo
unidad sino también un tiempo, las criaturas dotadas
universo, es decir, algo que se de razón tendían a Dios como
dirige hacia la unidad (versus a fin último de un modo
unum). En la concepción especial, pues podían
medieval, fuera de Dios no encaminar su vida hacia El por
había cosa alguna que fuese libre decisión y alcanzarlo con
un fin último en sí misma. conocimiento amoroso (cf. P.
Cada cosa servía a otra más L. Landsberg, La Edad Media
alta. Así el mundo de los y nosotros... 18-26).
elementos inanimados, junto
con el de las plantas y Concluye Landsberg
animales, servía al hombre. A observando cómo en Sto.
su vez, dentro del hombre, lo Tomás, que ha compendiado
inferior servía a lo superior: bien esta actitud del hombre
por ejemplo la sensibilidad al medieval, la metafísica no
entendimiento, los instintos a sólo fundamenta la historia, la
la razón. En el campo social ética y la política, sino que las
existía asimismo una jerarquía incluye dentro de si. La vida
duradera y sólida hecha de del hombre es vivida y
señoríos y servidumbres. conocida primariamente en
Finalmente, la naturaleza toda, conexiones metafísicas y
comprendidos el hombre, el desde puntos de vista me-
animal y el ángel, servía a la tafísicos. Es ésta una nota
glorificación del Ser Supremo esencial que distingue el
que los había creado a ellos ya pensamiento y sentido mo-
su orden, los conservaba y los dernos de los de la Edad
guiaba. Todos los seres glo- Media. Esquematizando, se
rificaban a Dios por su mera podría decir: el pensamiento
existencia y esencia, ya que en moderno es histórico, el
medieval es metafísico. una escalera cuya cima era
invisible a causa de la
El genial escritor inglés C. abundancia de la luz (cf. C. S.
S. Lewis, que ha reunido en Lewis, La imagen del mun-
un libro varias conferencias do... 74 s. 54 s).
suyas pronunciadas en Oxford
sobre lo que llama «el Modelo El orden medieval era, pues,
medieval», afirma que en arquitectónico, una gran
contraposición con nuestra catedral. Cada cual sabía que
mentalidad, para la cual la allí donde Dios le había
tierra es «todo», en la colocado en la tierra, tenía
concepción medieval la tierra una tarea definida que
era «pequeña». Toda ella se cumplir, con vistas a un fin
subordinaba al mundo perfectamente claro, en la
angélico, dispuesto jerár- certeza de estar colaborando
quicamente en nueve coros, en una obra que lo superaba.
según la enseñanza de Como se expresa tan
Dionisio, y el mundo angélico garbosamente Huizinga: «El
se subordinaba a Dios. En hombre medieval piensa
sentido inverso, la luz venía dentro de la vida diaria en las
de lo alto, de Dios, pasaba por mismas formas que dentro de
los coros angélicos y llegaba a su teología. La base es en una
la tierra. Una suerte de escala y otra esfera el idealismo
de Jacob, que va de la tierra al arquitectónico que la
cielo y del cielo a la tierra. En Escolástica llama realismo: la
el pensamiento moderno, que necesidad de aislar cada
es evolucionista, el hombre conocimiento y de prestarle
ocupa la cima de una escalera como entidad especial una
cuyo pie se pierde en la forma propia, de conectarle
oscuridad; en el mundo con otros en asociaciones
medieval ocupaba el pie de jerárquicas y de levantar con
éstas templos y catedrales, El P. Meinvielle ha creído
como un niño que juega al encontrar un compendio
arquitecto con pequeñas luminoso del espíritu arquitec-
piezas de madera» (El otoño tónico y finalista que
de la Edad Media... 356). caracterizó a la Edad Media
en aquella frase del Apóstol:
La Cristiandad fue, así, un «Todo es vuestro; vosotros
tejido de símbolos y de sois de Cristo; Cristo es de
armonías sintetizadoras: el Dios» (1 Cor 3,22-23). Un
Imperio, símbolo de la orden inferior, el de la
universalidad en el campo multiplicidad, en que la
político; la Iglesia, símbolo de multitud del macrocosmos se
la vocación de unidad unifica en el microcosmos que
salvífica en el ámbito es el hombre («todo es
religioso; las grandes Sumas vuestro»); un orden mediador,
Teológicas y Filosóficas, que se concentra en Jesucristo
símbolos de la síntesis lograda («vosotros sois de Cristo»);
en el nivel del pensamiento; la un orden final, el de la per-
Catedral, con sus agujas fecta consumación («Cristo es
apuntando hacia Dios, como de Dios»). La llave de esta
toda la sociedad medieval, admirable catedral es Je-
símbolo de la unidad artística, sucristo, el cual, siendo Dios,
subordinando a sí la escultura, se hizo hombre, y desde abajo
la pintura, los vitrales y la arrastró hacia Dios a todas las
música; la organización cor- cosas que habían salido de su
porativa de los oficios, donde mano creadora. El es la
aún no se había iniciado el recapitulación del universo
antagonismo entre capital y (cf. J. Meinvielle, Hacia la
trabajo, símbolo de la unidad Cristiandad... 9-11).
en el campo económico y
social. 4. Época juvenil
La Edad Media fue una los movimientos accidentales
época de exuberancia. Lo fue, para lograrlo!» (Apogeo de la
ante todo, desde el punto de ciudad cristiana... 253).
vista demográfico, ya que
experimentó un permanente y La Edad Media estuvo
nunca detenido incremento de acuciada por un fecundo
población. Pero lo fue tam- pathos. Fue una época juvenil,
bién por el empuje de su aventurera, que quiso gozar de
gente, contrariamente a lo que la vida; sus hombres sabían
muchos creen. A este respecto divertirse, jugar y soñar.
señala Calderón Bouchet que
frecuentemente se piensa en la No deja de ser sintomático
Cristiandad como si hubiese que en los tratados de moral
estado dominada por una de aquel tiempo, encontremos
especie de quedantismo o enumerados ocho pecados
platonismo ejemplarista, capitales, en lugar de los siete
decididamente opuesto a la conocidos. ¿Y cuál es el
menor veleidad de cambio. octavo? Nada menos que la
Nada más ajeno a la realidad tristeza, tristitia. El hombre
de ese período histórico. «La medieval era capaz de gozar
imagen de un orden fijo e porque estaba anclado en la
inamovible viene sugerida por esperanza. Sabía que si el
el carácter paradigmático y pecado lo podía perder, la
eterno del objeto del saber Redención lo salvaba. Bien
teológico y la visión escribe Drieu la Rochelle:
teocéntrica del mundo ins- «No es a pesar del
pirada por su cultura. La vida cristianismo, sino a través del
medieval conoció un fin y una cristianismo que se manifiesta
tendencia inspiradora única: el abierta y plenamente esta
Reino de Dios, pero ¡cuánta alegría de vivir, esta alegría
diversidad y qué riqueza en de tener un cuerpo, de tener
un alma en ese cuerpo..., esta 254).
alegría de ser» (Cit. en R.
Pernoud, Lumiere du Moyen A veces las manifestaciones
Age, 116). de alegría no eran tam
sanctas. La Edad Media co-
La Edad Media llevó muy noció poetas bastante laxos,
adelante el sentido del humor. por ejemplo los llamados
Aquellos hombres tenían el «goliardos», chacoteros y mal
sentido del ridículo y en todo afamados, pero eruditos a su
era posible que hallasen modo, que reflejaban su
motivo de gracejo. manera de entender la alegría
Expresiones de dicho humor de vivir en propósitos como
se las encuentra en los lugares éste:
más inesperados, por ejemplo
en las sillas de coro de las «Meum estpropositum in
iglesias, donde a veces el taberna mori.
artesano reprodujo imágenes
de canónigos representados Ut sint vina proxima
con rasgos grotescos o morientis ori.
posturas ri- dículas. Nada
escapó a esta tendencia, ni Tunc cantabunt ltztius
siquiera lo que aquella época angelorum chori:
juzgaba como más respetable.
“Sit Deuspropitius
Los dibujos y miniaturas que
huicpotatori"».
han llegado hasta nosotros
revelan una simpática malicia (Me propongo morir en la
e ironía. Evidentemente, esos taberna / con el vino muy
hombres sabían mezclar la cerca de mi boca. / Entonces
sonrisa con las cantarán más alegremente los
preocupaciones más austeras coros de los ángeles: / «¡Dios
(cf R. Pernoud, op. cit., 253- sea clemente con este
borracho!‟). totalmente olvidada en la
época patrística, rescatándola
A la Edad Media le fue del rico arsenal ético de Aris-
inherente el gozo de la tóteles, la virtud del buen
existencia. «En su filosofía, humor, de la afabilidad, de la
en su arquitectura, en su amistad festiva*.
manera de vivir -escribe R.
Pernoud-, por doquier estalla *Hemos analizado esta virtud
una alegría de ser, un poder de en el artículo La eutrapelia,
afirmación que vuelve a traer «Gladius» 22 (1991) 57-86.
a la memoria aquella expre- Allí señalamos hasta qué
sión zumbona de Luis VII, al punto la doctrina tomista
que reprochaban su falta de sobre dicha virtud penetró el
fasto: „Nosotros, en la corte tejido social de la Edad
de Francia, no tenemos sino Media, tan erróneamente
pan, vino y alegría‟. Palabra considerada como una época
magnífica, que resume toda la triste y aburrida.
Edad Media, época en que se
supo apreciar más que en Para Daniel-Rops la Edad
ninguna otra las cosas Media fue la «primavera de la
simples, sanas y gozosas: el Cristiandad». Lo que más
pan, el vino y la alegría» impresiona en los años que
(ibid., 258). corren de 1050 a 1350 es su
riqueza en hombres y en
No parece, pues, exagerado acontecimientos. Durante
afirmar que el sentido del aquel lapso de tiempo,
humor constituyó una de las grandes multitudes se
claves de la Edad Media. Por lanzaron a la conquista del
algo le cupo a Sto. Tomás Santo Sepulcro, así como a la
resucitar el recuerdo de la reconquista de España,
virtud de la eutrapelia, casi ocupada por los moros, se
discutieron espinosos pro- Esteban, S. Luis y S.
blemas en las Universidades, Fernando; santos en el ámbito
se escribieron epopeyas y de la cultura, como S. An-
poemas imperecederos, selmo, S. Buenaventura y Sto.
millones de personas Tomás. Se destacaron también
recorrieron las rutas de notables jefes militares que
peregrinación, otros se acaudillaron huestes
internaron por espíritu de aguerridas como Godofredo
aventura o por celo apostólico de Bouillon o el Cid
en el corazón del Africa o de Campeador. Y en cuanto a los
la lejana Asia... Fue la época Sumos Pontífices, hay que
de las iglesias románicas y de reconocer que hubo Papas
las atrevidas naves góticas, de admirables como Gregorio
Chartres, Orvieto, Colonia, VII o Inocencio III.
Burgos, junto a las cuales se
erigieron esas otras catedrales Daniel-Rops cierra su elogio:
del espíritu que fueron la «Muchos filósofos de la
mística de S. Bernardo y S. historia, desde Spengler a
Buenaventura, la Suma
Teológica de Sto. Tomás, las Toynbee, piensan que las
Canciones de Gesta, la Divina sociedades humanas
Comedia de Dante y los obedecen, como los seres
frescos de Giotto. individuales, a una ley cíclica
y reversible que les hace
Asimismo resulta admirable atravesar unos estados
el florecer de la santidad, con análogos a los que, para el ser
Santos tan diferentes entre sí fisiológico, son la infancia, la
como S. Bernardo, S. juventud, la edad adulta y la
Domingo, S. Francisco, entre vejez. Y en la medida en que
miles; santos en el campo de tales comparaciones son
la política, como los reyes S. válidas no cabe dudar de que,
durante esos tres siglos, la Hoy nos abocaremos al
humanidad cristiana de análisis de la cultura, a partir
Occidente conoció la Prima- de sus prolegómenos en la
vera de la vida, la juventud, época de Carlomagno.
con todo lo que ella implica de
vigor creador, de violencia El Renacimiento
generosa ya menudo vana, de Carolingio
combatividad, de fe y de
grandeza» (Daniel- Rops, La No sería justo afirmar que
Iglesia de la Catedral y de la con la caída del Imperio
Cruzada... 7-9). Romano, se extinguió todo
resabio de cultura. Aquí y
allá, en la Europa primitiva
Capítulo II dominada por las tribus
bárbaras, se fueron
La cultura en la encendiendo pequeños focos
Cristiandad de vida intelectual. Así,
durante los siglos V y VI, en
Terminamos la conferencia el norte de Italia dominada
anterior aludiendo al abanico por Teodorico, rey ostrogodo,
de esplendores que se con sede en Ravena, tuvo
desplegó en la Edad Media, al lugar un pequeño
carácter arquitectónico y «renacimiento» con el apoyo
catedralicio de su Wel- de Boecio y Casiodoro. En la
tanschauung, que incluye la España visigótica apareció
religión, la cultura, la política, también una gran figura, S.
la economía, el trabajo, el Isidoro de Sevilla, eminente
arte. A partir de la presente autor enciclopédico, quien
conferencia iremos tuvo el mérito de transmitir a
exponiendo los diversos las generaciones venideras lo
componentes de esa catedral. que él había sistematizado del
pensamiento antiguo. Gran predicaron, juntamente con el
Bretaña, por su parte, a cristianismo llevaron las letras
comienzos del siglo VIII, nos y la civilización.
legó a S. Beda el Venerable,
monje erudito, que creó en la Sin embargo todos esos
Iglesia anglosajona un centro esfuerzos no tuvieron sino un
de cultura en torno a su carácter preparatorio. Fue la
persona. Según algunos influencia personal de
autores, Beda representa en Carlomagno la que confirió al
Occidente el momento resurgir cultural, hasta ahora
culminante de su cultura restringido a núcleos muy
intelectual durante el período limitados, proyecciones más
comprendido entre la calda amplias. Nada muestra mejor
del Imperio y el siglo IX. la verdadera grandeza de su
carácter que el celo que puso
También a Inglaterra le este príncipe guerrero y casi
debemos a Vin- frido, que analfabeto en restaurar la
tomaría luego el nombre de educación y elevar el nivel
Bonifacio, uno de los hombres general de la cultura en sus
más grandes del siglo VIII, el dominios. El llamado
principal artífice de la «renacimiento carolingio»,
conversión de los germanos al que se manifestó tanto en las
cristianismo, quien sería el letras como en las artes, tuvo
que consagrase a Pipino el su centro en el mismo palacio
Breve, padre de Carlomagno, del Emperador, sito en
muriendo finalmente mártir en Aquisgrán, ciudad ubicada en
Fulda en 754. Tanto S. Beda el corazón geográfico del Im-
como S. Bonifacio prepararon perio. Allí se formaría una
un compacto grupo de monjes verdadera escuela, que por
misioneros, los cuales, en tener precisamente su sede en
todos los lugares donde dicho palacio, tomó el nombre
de «Escuela Palatina», desde Carlomagno; y así de otros
donde, como por oleadas, se lugares. Anglosajones, irlan-
iría difundiendo por todo el deses, españoles, italianos,
Imperio un hálito de cultura, germanos... , de todas las
con epicentro en diversas regiones antiguamente civili-
sedes episcopales y zadas por los romanos afluían
monásticas tales como Fulda, ahora sus mejores exponentes
Tours, Corbie, San Gall, a la corte de Carlo- magno
Reichenau, Orleans, Pavía, para contribuir con su aporte
etc. al Renacimiento carolingio.

¿Cómo hizo el Emperador Pero semejante


para llevar a cabo su gran concentración de cerebros
proyecto? Ante todo mediante habría resultado anárquica si
una suerte de convocatoria el gran Emperador no hubiera
cultural, gracias a la cual logró pensado en alguno que los
que concurriesen a Aquisgrán organizara. Teóricamente
hombres cultos de todas las hablando, sólo un discípulo de
regiones que estaban bajo su Beda y Bonifacio, en cuyo
dominio. Del sur de Galia ámbito medio siglo antes se
acudieron el poeta Teo- dulfo había producido lo que se dio
de Orleans y Agobardo; de en llamar «el prerrenacimiento
Italia, el historiador y poeta anglosajón», podía estar en
Pablo Diácono, autor de la condiciones de dirigir con
«Historia de los Lombardos», acierto la gran empresa
así como Pedro de Pisa y cultural que se proponía llevar
Paulino de Aquileya; de adelante el soberano, y
Irlanda, Clemente y Dungal; providencialmente este
del monasterio de Fulda, el discípulo apareció en uno de
joven Eginardo, quien luego los viajes que el rey hiciera
escribiría la vida de por Italia. De paso por la
ciudad de Pavía, tuvo la liberales -de dicho ciclo
oportunidad de conocer allí a hablaremos enseguida-, que
un monje de la escuela de había explicado S. Isidoro y
York, discípulo del arzobispo habían seguido los
Egberto, el cual, a su vez, anglosajones, completado con
había estudiado con S. Beda. el estudio de la Sagrada Es-
Este monje se llamaba critura y de la Teología. Tanto
Alcuino, quien desde muy Galia, como Germania e Italia,
joven se había destacado en el por la voluntad de
estudio de las artes liberales y Carlomagno y el celo de
en las letras latinas, de Alcuino, conocieron de este
acuerdo con la gran tradición modo un período de esplendor
que provenía de Boecio, cultural.
Casiodoro, Isidoro y Beda. No
sería un genio, pero tenía Un dato curioso.
todas las condiciones que Carlomagno concibió su
caracterizan al organizador y empresa como una especie de
al maestro. Carlomagno, feliz resurrección de la cultura
con el hallazgo, le propuso greco-romana. Quizás en el
establecerse en su capital e telón de fondo de su intento se
instaurar allí el método de escondiese una idea más
estudios que regía en la vasta, la de reinstaurar el
escuela de York, en Inglaterra. Imperio antiguo, ahora con
Así fue como Alcuino se puso sede en Aquisgrán. Los
al frente de la Escuela Palatina intelectuales que trajo de
de Aquis- grán, haciendo de tantos lados tomaron apodos
ella un modelo de institución que recordaban los tiempos
formativa para la mayor parte clásicos; así, el poeta franco
de Europa occidental. Desde Angilberto, se hizo llamar
Aquisgrán se extendió por Hornero, el visigodo
doquier el ciclo de las artes Teodulfo, Píndaro, y el inglés
Alcuino, Flaccus. Las artes de verdad natural, desarrolla su
la época se inspiraron en las contenido y lo elabora ulte-
formas antiguas e incluso los riormente... Cuando Dante
retratos que nos quedan en llama a Cristo “el sumo
ciertos manuscritos Júpiter”, hace lo que la liturgia
carolingios nos ofrecen efigies cuando ve en Él al Sol salutis,
tan individualizadas como los algo pues totalmente diverso
bustos romanos de la época de de lo que hará el escritor del
Augusto. Renacimiento, al designar con
nombres de la mitología
¿No resulta curioso este antigua las figuras cristianas.
Renacimiento antes de En este caso nos encontramos
tiempo? Refiriéndose a lo que frente al escepticismo o a una
acaecería luego, en la Edad falta de discernimiento; en
Media propiamente dicha, y al cambio en el primer caso se
Renacimiento ulterior, escribe expresa la conciencia de que
R. Guardini: «La relación de el mundo pertenece a los que
la Edad Media con la creen en el Creador del
antigüedad es bastante viva, mundo» (La fine dell'epoca
pero diversa de como será en moderna... 22-23).
el Renacimiento. Esta última
es refleja y revolucionaria; Carlomagno murió en 814,
considera la adhesión a la pero el Renacimiento cultural
antigüedad como un medio que había impulsado, y que se
para apartarse de la tradición y manifestó también en la arqui-
liberarse de la autoridad tectura, la iluminación y la
eclesiástica. La relación de la miniatura, lo sobrevivió casi
Edad Media, por el contrario, durante un siglo. De Gran
es ingenua y constructiva. Ve Bretaña e Irlanda siguieron
en las literaturas antiguas la llegando al país de los francos
expresión inmediata de la hombres ilustres como Juan el
Erígena, llamado también el que constituirían la
Irlandés o el Escoto, que civilización europea estaban
huían con sus libros de las ya representados en la nueva
embestidas de los cultura: la tradición política
escandinavos. De la abadía de del Imperio romano, la
Fulda, que continuó resplan- tradición religiosa de la Igle-
deciendo como un vigoroso sia católica, la tradición
centro de cultura religiosa y intelectual de la cultura
profana, salió Rábano Mauro, clásica y las tradiciones
teólogo y literato que nacionales de los pueblos
introdujo en Alemania la bárbaros. Tal sería la primera
ciencia de las Etimologías de gran síntesis, en los albores de
S. Isidoro. la Cristiandad, un verdadero
puente entre la cultura antigua
El hecho es que la Europa y la cultura medieval, la
occidental postromana aurora de «la gran claridad de
consiguió alcanzar su unidad la Edad Media». De no
cultural por primera vez haberse producido el re-
durante el reinado de nacimiento carolingio, la
Carlomagno, clausurándose continuidad cultural se
así el período del dualismo en hubiese visto quebrada y la
materia de cultura que había civilización habría perecido
caracterizado la época de las en los dos siglos de caos que
invasiones bárbaras, y siguieron a la desaparición de
lográndose la completa Carlomagno, sin que los
aceptación por parte de los hombres que vinieron después
bárbaros del ideal de unidad hubiesen podido recoger una
que sustentaban sola piedra del edificio que
conjuntamente el Imperio y la había levantado la antigüedad.
Iglesia católica. Según
Dawson, todos los elementos
La cultura popular intelectual y artística.

Entremos ahora en el En primer lugar, se pregunta


análisis del período Rops, ¿era el número de
específicamente medieval, en analfabetos en la Edad Media
sus siglos propiamente tales. tan grande como se piensa
La Edad Media conoció, habitualmente? Dada la
como es natural, la multitud de clérigos, que en
escolaridad en sus diversos aquel tiempo eran los mejor
grados. Pero antes de formados intelectualmente, y
explayarnos sobre ello, de profesores famosos que
digamos algo acerca de la salieron de los rangos del
cultura general del pueblo. pueblo más sencillo, parece
difícil concluir que la
Señala Daniel-Rops que si instrucción común de los
hay una idea generalmente niños haya sido tan deficiente.
admitida en los manuales y en Destacados intelectuales de la
el común sentir de la gente es Edad Media fueron de extrac-
el de la ignorancia de las ción social humildísima.
multitudes en la Edad Media,
como si se hubiese tratado de Asimismo, y esto es capital,
un pueblo poco menos que por aquel entonces no se
analfabeto y, por lo mismo, pensaba que fuese lo mismo
sometido ciegamente a cual- saber leer que ser instruido.
quiera que tuviese un «Pues si en nuestros días la
mínimum de autoridad o de pedagogía y la cultura
conocimientos. Preconcepto descansan sobre datos que son
evidentemente disparatado sobre todo visuales,
cuando quedan de aquella adquiridos por la lectura y la
época tantos testimonios po- escritura, en cambio en la
pulares de fecundidad Edad Media, en la que el libro
era raro y costoso, el oído gente a través de mil
desempeñaba un papel mucho conductos. Los sermones, las
mayor» (Daniel-Rops, La conversaciones, el arte ex-
Iglesia de la Catedral y de la presado en las catedrales, toda
Cruzada, pág. 376. la producción literaria en
verso o en prosa, y hasta los
Como prueba de este sainetes y romances,
primado del oído sobre la presuponen en el pueblo un
vista, se ha traído a colación el conocimiento pasmoso de la
siguiente dato tomado de un Biblia, una frecuentación
capítulo de los Estatutos familiar del Antiguo y del
Municipales de la ciudad de Nuevo Testamento. Y si se ha
Marsella, que datan del siglo dicho que los vitrales
XIII, donde tras la constituían «la Biblia de las
enumeración de las cualidades analfabetos» es porque incluso
requeridas para ser un buen los más ignorantes eran
abogado, se concluye con capaces de descifrar allí
estas palabras: «litteratus vel historias que les resultaban fa-
non litteratus», es decir, sepa miliares, llevando a cabo ese
leer o no. En aquel tiempo, trabajo de interpretación que
conocer el derecho -así como en nuestros días saca canas
la costumbre- era para un verdes a los especialistas de
abogado más importante que arte. Y todo eso es cultura.
saber leer y escribir (cf. ibid.)
De ahí que sea tan equitativo
Atinadamente se ha lo que a este respecto afirma
observado que si la cultura Régine Pernoud, es a saber,
medieval no se basó en la que cuando se quiere juzgar
escritura humana, sí lo hizo en del nivel de instrucción del
la Escritura sagrada, revelada pueblo durante la Edad Media
por Dios, y conocida por la no corresponde minusvalo- rar
lo que llama «la cultura comportarse, dijo admirado:
latente», es decir, ese cúmulo «¡Qué cultos estos analfabe-
de nociones que la gente tos!».
recibía participando en la
liturgia, o escuchando relatos Particularmente la
en los castillos, o incluso predicación fue determinante
oyendo las canciones de los en la formación de la cultura
trovadores y juglares. Desde popular de la Edad Media. No
que apareció la imprenta, nos era aquélla, como lo es ahora,
cuesta concebir una cultura una suerte de monólogo, a
que no pase por las letras (La veces erudito, ante un
femme au temps des auditorio silencioso y
cathédrales, Stock, París, convencido. Se predicaba un
1980, 74). Señala la autora poco en todas partes, no
que quizás hoy nos sea solamente en las iglesias, sino
posible entender mejor el también en los mercados, las
influjo nada desdeñable que plazas, las ferias, los cruces de
tienen en la educación algunas rutas. El predicador se dirigía
formas de expresión cultural a un auditorio vivo -y vivaz-,
por el gesto, la danza, el respondía a sus preguntas,
teatro, las artes plásticas, los atendía a sus objeciones. Los
audiovisuales... sermones obraban
eficazmente sobre la multitud,
No siempre, en efecto, se podían desencadenar allí
identificó cultura y letras. Se mismo una cruzada, propagar
cuenta que de visita por una herejía, provocar una
España, Chesterton conoció revuelta... El papel didáctico
en cierta ocasión a un grupo de los clérigos era entonces
de labriegos, e impresionado inmenso; no sólo enseñaban al
por la sabiduría que revelaba pueblo la doctrina revelada,
su modo de hablar y de sino también la historia y las
leyendas. En la Edad Media la derecho a tener por ignorante
gente se instruía escuchando. a un hombre que conoce a
fondo su oficio, por humilde
Y hablando de leyendas, R. que sea?
Pernoud ha señalado su gran
virtud formativa: «Las fábulas Las fuentes de la cultura
y los cuentos dicen más sobre medieval
la historia de la humanidad y
sobre su naturaleza, que buena Antes de entrar en el análisis
parte de las ciencias incluidas de lo que era la educación -no
en nuestros días en los progra- aquélla por ósmosis o
mas oficiales. En las novelas ambiental, sino la
de oficio que ha publicado estrictamente profesional-
Thomas Deloney, se ve a los digamos algo sobre los
tejedores citar en sus arroyos que desembocaron en
canciones a Ulises y el río de la cultura medieval.
Penélope, Ariana y Teseo...»
(Lumi'ere du Moyen Age., 1. La vertiente patrística
132).
Desde un comienzo, las
Digamos, para terminar, que preocupaciones teológicas de
buena parte de la educación las dos mitades del mundo
popular era transmitida por cristiano habían sido
ósmosis, de generación en diferentes. Mientras el Oriente
generación. El hijo del se apasionaba por las con-
campesino era iniciado por su troversias en torno al misterio
padre en el arte rural, el de Cristo, sobre todo de la
aprendiz se instruía en su unión hipostática, el Oc-
menester gracias a la ense- cidente se mostraba mucho
ñanza de su maestro, cada uno más interesado por los
según su condición. ¿Hay problemas de índole sote-
riológica y moral. El gran
tema teológico del Occidente teología oriental fue Orígenes,
fue la doctrina de la gracia; la uno de los genios más
vida cristiana era entendida conspicuos del pensamiento
como la vida de la gracia, y cristiano, que tanto influyó en
los sacramentos, primor- el mundo griego a través de
dialmente como canales de los Capadocios (S. Gregorio
gracia. El Oriente, en cambio, de Nyssa, sobre todo) y de S.
privilegió la doctrina del Anastasio. Pero existe una
Verbo encarnado y de nuestra gran diferencia entre estos dos
comunión con El; la vida hombres notables. Mientras
cristiana era concebida como que S. Agustín fue, y sigue
un proceso de deificación - siendo, el maestro reconocido
Dios se hizo hombre para que de la teología occidental,
el hombre se hiciera Dios-, y Orígenes resultó repudiado,
los sacramentos más bien después de su muerte, en el
como misterios de propio ambiente griego, a raíz
iluminación. de algunos errores bastante
gruesos que se encuentran en
El representante más sus escritos, de modo que
conspicuo de la teología muchas de sus obras fueron
occidental fue, sin duda, S. quemadas, llegando para-
Agustín, el doctor de la gracia. dojalmente hasta nosotros
Su influencia domina por gracias a diversas
entero la cosmovisión traducciones latinas hechas en
medieval, tanto desde el punto Occidente. Esto demuestra el
de vista de la teología de la aprecio que de manera
historia como desde el ángulo ininterrumpida el Occidente
de la educación. Ya hemos siguió sintiendo por el
visto hasta qué punto inspiró Oriente, al que no se cansaba
al mismo Carlo- magno. El de mirar como la cuna física e
representante supremo de la intelectual del cristianismo.
Lo que no puede decirse S. Buenaventura y Sto.
recíprocamente del mundo Tomás- a revisar y completar
oriental, que nunca disimuló la doctrina agustiniana de la
cierto desprecio por la cultura gracia, realizándose en esta
del Occidente cristiano, forma una síntesis de las dos
Agustín incluido. grandes tradiciones teológicas,
la del Oriente y la del Occi-
El Occidente medieval dente. Conservándose las
frecuentó las obras teológicas intuiciones fundamentales de
griegas, que algunos Padres la doctrina de S. Agustín, se
latinos, sobre todo S. Hilario y enfatizó notablemente el
S. Ambrosio, habían carácter ontológico del orden
previamente asimilado y sobrenatural. La gracia no
glosado. De manera particular sólo fue un poder que mueve
fueron tenidas en cuenta las la voluntad, sino una luz que
traducciones de las obras de ilumina al hombre y lo
Dionisio, que tanto influyeron transfigura. Esta simbiosis de
por su doctrina de la la tradición agustiniana y la
iluminación. doctrina de los Padres griegos,
a través del Damasceno, es
Pero el autor griego que más quizás uno de los logros más
repercusión tuvo en Occidente trascendentes de la escolástica
fue, a no dudarlo, S. Juan medieval*.
Damasceno, del siglo VIII, el
Sto. Tomás del Oriente. El *Cf al respecto C. Dawson,
Damasceno concibió una Ensayos acerca de la Edad
suerte de gran Summa Theolo- Media... 125-128. En nuestro
gica, que se convertiría en uno libro De la Rus' de Vladímir
de los clásicos de la teología al «hombre nuevo»
occidental. Su obra impulsó a soviético, Gladius, 1989,
los escolásticos -sobre todo a 162-163, hemos abordado
este tema señalando la como occidentales, sino
posibilidad de que en la también de lo mejor del
presente coyuntura, tras el pensamiento clásico griego
cisma que desde hace siglos (Platón, y muy particularmen-
separa «los dos pulmones de te Aristóteles). La Summa
la Cristiandad», más que Theologica no es sino el
Sto. Tomás sea S. Juan grandioso resultado de dicha
Damasceno el posible punto asimilación.
de encuentro entre Oriente y
Occidente. Hay quienes gustan oponer
Sto. Tomás a S. Agustín, lo
Señalemos algo más. En la que constituye un grave error,
asunción que realizó el preñado de consecuencias,
Occidente de la patrística cuya aceptación destruiría el
oriental se incluye, si bien de carácter arquitectónico de la
manera larvada, la asunción inteligencia medieval. Sto.
del antiguo pensamiento grie- Tomás resulta inobviable
go ínsito en el pensamiento porque no fue otro el principal
patrístico, sobre todo de los constructor de la catedral de la
dos filósofos mayores de la inteligencia especulativa y
antigüedad, Platón y contemplante. S. Agustín es
Aristóteles. A nuestro juicio, imprescindible porque
uno de los méritos más complementa a Sto. Tomás
relevantes de Sto. Tomás, con su imperecedera
merced al cual ha sido indagación acerca de la
proclamado por la Iglesia teología de la historia.
Doctor Communis, es el hecho
de haber llevado a cabo una 2. El aporte islámico y judío
síntesis genial no sólo de la
Sagrada Escritura y de los Algunos medievalistas, entre
Santos Padres, tanto orientales otros G. Cohen, han
manifestado su extrañeza al
constatar un hecho a primera derar la cultura como algo
vista asombroso, es a saber, propio y característico
que la Edad Media, a pesar de europeo, dice el escritor in-
fundarse tan decididamente glés, que se nos hace difícil
sobre la fe, no vacilara en pensar que hubo una época en
incluir entre sus maestros y que la región más civilizada
guías a algunos autores que de Europa Occidental fuese
estuvieron privados de ella, una provincia de cultura
como por ejemplo Aristóteles, extraña. En un tiempo en que
Virgilio, Ovidio... El mismo el Asia Menor era todavía una
Cohen no disimula, su región cristiana, y España,
admiración por la humildad y Portugal y el sur de Italia eran
buena voluntad de los lugares donde florecía la
medievales en aceptar que esa cultura musulmana, resulta
lección les llegase en buena obviamente erróneo identificar
parte por la intermediación de la Cristiandad con el
los árabes infieles y hostiles Occidente y el Islam con el
pero cultos, que tradujeron a Oriente. El hecho es que la
su lengua las obras de cultura occidental creció a la
aquellos grandes, y que para sombra de la gran civilización
colmo fueran los judíos islámica, y gracias a ella, más
quienes ulteriormente aún que a Bizancio, empalmó
virtiesen las obras de los con el mundo clásico griego,
griegos, del árabe al latín (La heredando su ciencia y su
gran claridad de la Edad filosofía. Señala Dawson que
Media... 166). fueron dos los principales
focos del influjo árabe: Espa-
Es sobre todo Dawson quien ña y Sicilia. España, ante
ha destacado esta vertiente de todo, ya que cuando el resto
la cultura medieval. Estamos de Europa occidental parecía
tan acostumbrados a consi- próximo a sucumbir ante los
ataques simultáneos de los adelantados. Los go-
sarracenos, vikingos y bernadores musulmanes
magiares, la cultura de la Es- rivalizaban entre sí en el
paña musulmana entraba en la patrocinio de eruditos, poetas
fase más brillante de su y músicos. La biblioteca del
desarrollo, superando incluso Califa de Córdoba parece que
a las civilizaciones orientales llegó a contener 400.000
en genio y en originalidad. manuscritos.

Destacóse ante todo en El otro centro en España fue


España, al sur de la Península, Toledo. A raíz de su
el famoso califato de reconquista, en 1085, los cris-
Córdoba, que en el siglo X tianos entraron en posesión
fue la zona más rica y poblada del tesoro de la ciencia
de Europa occidental. Sus musulmana con los elementos
ciudades, con sus palacios, sus de la cultura griega que los
colegios y sus baños públicos, árabes habían recogido en
se parecían más a las ciudades Siria y Persia para traerlos
del Imperio romano que a los consigo hasta España. Así
miserables villorrios de Galia llegó a Occidente un
y de Germania. Córdoba Aristóteles «nuevo», o sea
misma era la ciudad más obras suyas hasta entonces
grande de Europa después de desconocidas, con glosas de
Constantinopla; se dice que comentaristas árabes. Cuando
contaba con 200.000 casas, ocupó la sede toledana el
700 baños públicos, y fábricas arzobispo Raimundo, encontró
que empleaban a 13.000 entre su grey una buena
obreros entre tejedores, cantidad de sacerdotes que
operarios de arsenales y llevaban nombres árabes, y
curtiembres. En el campo de que, además de conocer el
la cultura, no estaban menos latín, sabían hablar en árabe,
lo cual significaba que podía musulmanes. Gracias a estos
contar con colaboradores de traductores, la ciencia de los
gran valor para el intercambio griegos que había conocido
entre las culturas árabe y Europa en la antigüedad,
cristiana. Raimundo entraba de nuevo en el
aprovechó esta coyuntura con Occidente después de haber
admirable acierto, alentando a dado la vuelta por el Oriente
aquel grupo de clérigos para musulmán y por España.
que tradujesen las obras
árabes, o vertidas al árabe, a la En cuanto a Sicilia, liberada
lengua latina. Tal fue el origen ya en el siglo XI del dominio
de la llamada «Escuela de musulmán por los
Traductores de Toledo». Y así conquistadores normandos,
esa ciudad se convirtió en el continuó siendo durante
gran centro de comunicación mucho tiempo un punto de
intelectual entre el Occidente encuentro de corrientes árabes
cristiano y la cultura musul- y cristianas, irradiándose
mana, acudiendo a ella sobre el sur de Italia. El
hombres de estudio de artífice más activo de dicha
diversos países de Europa. amalgama intelectual fue el
Fueron traducidos libros de emperador de Alemania
Matemáticas, Astronomía, Federico II Hohenstaufen,
Alquimia, Física, Historia nacido en Italia de madre
Natural, Filosofía; el Organon napolitana, cuya innata cu-
de Aristóteles, con glosas y riosidad lo inclinaba
compendios de filósofos irresistiblemente hacia la
árabes como Avicena, Algacel ciencia musulmana. En 1224
y Averroes; obras de Euclides, creó la Universidad de
Ptolomeo, Galeno e Hipó- Nápoles, y durante todo su
crates, con comentarios de reinado no dejó de patrocinar
matemáticos y médicos la escuela de Medicina de
Salerno, verdadera facultad oriental, como Tarragona y
donde enseñaron los mejores Zaragoza, y, por otro, sus
maestros árabes y judíos en la príncipes se habían aliado
materia. De igual modo matrimonialmente con las
contribuyó al conocimiento de grandes casas del Languedoc
las obras de los filósofos y de Provenza, aspirando a la
musulmanes; una vez conformación de un poderoso
traducidas, las hacía difundir Estado que se extendiera
en las escuelas y desde Valencia hasta la
Universidades. El mismo Em- frontera italiana. Pues bien,
perador sostenía continua los puertos de esta región -
correspondencia con sabios sobre todo Barcelona,
musulmanes, a los que Montpellier, Narbona y
admiraba sin reservas. Marsella- estaban en relación
con las comunidades musul-
Este contacto entre las dos manas de las islas Baleares y
culturas encontró también un de España, así como con
lugar privilegiado en las Africa y Asia Menor. Dichas
costas del golfo de Lyon, con relaciones,
epicentro en el condado de predominantemente co-
Barcelona. Ya en el siglo X, merciales, no fueron
algunas escuelas monásticas y exclusivamente tales, ya que
episcopales de Cataluña, también en esta región -no
como Ripoll y Vich, tenían en menos que en Sicilia y en
cuenta los datos de la ciencia Toledo- el Cristianismo
musulmana, sobre todo en occidental entabló fructíferos
matemáticas, música y contactos con el pensamiento
astronomía. Por un lado, musulmán. Algunas de las
Barcelona ejercía soberanía primeras traducciones latinas
sobre algunas ciudades de las obras científicas árabes
musulmanas de la España fueron hechas en Marsella,
Toulouse, Narbo- na, lírica se extendería con fuerza
Barcelona o Tarragona. extraordinaria por toda la
Europa occidental.
Dawson destaca asimismo el
influjo de la España Nos pareció importante
musulmana tanto en la detenernos en el análisis de
práctica de la equitación, que Dawson, ya que esta vertiente
era para ellos una de las bellas de nuestra cultura es por lo
artes, como en la profesión de general bastante ignorada. No
juglar, despreciada por la fue sino en el siglo XIII,
Europa feudal pero después de la época de las
considerada en el Islam como Cruzadas y la gran catástrofe
un arte noble. Y así, es en la de las invasiones mogólícas,
España mora, más bien que en cuando la cultura de la Cris-
la Europa nórdica, donde de- tiandad occidental empezó a
bemos buscar el prototipo del equipararse con la del Islam, y
trovador caballeresco. Fue aun entonces siguió
característica de España, no recibiendo influencias
sólo en la época de la orientales. Sólo en el siglo
dominación musulmana, sino XV, con el Renacimiento y la
también después de la gran expansión marítima de
Reconquista, su pasión por la los Estados europeos, adquirió
poesía y por la música, el Occidente cristiano ese
compartida por todas las papel preponderante en la
clases y estados, desde los civilización, que hoy
teólogos, filósofos y consideramos como una
estadistas, a los juglares especie de ley natural*.
vagabundos que cantaban en
los torneos y en las esquinas *Cf. C. Dawson, Así se
de las calles. De la España hizo Europa... 223224;
musulmana la nueva poesía Ensayos acerca de la Edad
Media... 258263. En este Concilio de Letrán había
último libro dedica un hecho de ello una exigencia
excelente capítulo a nuestro estricta. Por aquel entonces
tema bajo el título de «El era común, y hoy lo sigue
Occidente musulmán y el siendo en regiones
fondo oriental de la baja tradicionales, incluso en
Edad Media», cf. 145 ss). nuestra Patria, encontrar
contiguas la iglesia, la escuela
Los tres niveles de la y el cementerio.
enseñanza
Así, pues, en la base de la
Como indicamos más arriba, enseñanza medieval
la Edad Media conoció las estuvieron las escuelas parro-
diversas esferas de enseñanza quiales, que correspondían a
que nos son hoy habituales: lo que nosotros llamamos
primaria, secundaria y «escuelas primarias». Como
superior . con mucha frecuencia las
parroquias dependían de los
1. La enseñanza primaria Señores, eran éstos quienes en
realidad fundaban la escuela y
Si bien no se empleaba la la mantenían. La enseñanza se
denominación que ahora impartía en un local colindante
usamos de «enseñanza prima- con la iglesia, o a veces en el
ria», era un hecho que interior mismo del templo. El
normalmente los chicos iban maestro no solía ser el párroco
al colegio. Por lo general, se sino un simple fiel, quien era
trataba del colegio anexo a la mantenido sea por alguna
parroquia. Todas las persona adinerada, sea más
parroquias, en efecto, tenían generalmente por sus propios
obligación de crear una alumnos, quienes le retribuían
escuela y de proveerla en especies, habas, pescado,
suficientemente. En 1179, el
vino, y, rara vez, con algún inescindible de la educación.
sueldo.
2. La enseñanza secundaria
¿Cuál era el contenido de su
enseñanza? Ante todo, la En un grado más elevado se
doctrina cristiana -el encontraban, por una parte,
catecismo-, y también la las escuelas monásticas, y por
lectura, la escritura, el arte de otra, las escuelas catedralicias
«fichar» -es decir, de contar y capitulares, que
con fichas-, ciertas nociones correspondían poco más o
de gramática, ya veces menos a lo que hoy llamamos
algunos rudimentos de latín «enseñanza secundaria», con
para poder entender mejor la algunos elementos de
liturgia. Como los libros eran enseñanza superior .
prácticamente inencontrables,
se los suplía con carteles Al principio este nivel de
murales, hechos con pieles de docencia estaba ligado al
vaca o de oveja, sobre los convento. No olvidemos que
cuales se escribía lo que se los monasterios, ya desde la
quería enseñar, por ejemplo, época de las invasiones
los números, las letras, los bárbaras, constituyeron verda-
catálogos de las virtudes y de deros focos de cultura. Por
los vicios. aquel entonces S. Benito
había impuesto a sus monjes
Puédese así afirmar que en no sólo la obligación del
los siglos XII y XIII, la mayor trabajo, sino también del
parte de los países de estudio. Pronto los monjes se
Occidente conoció un sistema abocaron a copiar libros
de instrucción elemental antiguos, en orden a lo cual
bastante desarrollado. Por casi todos los conventos bene-
cierto que la instrucción era dictinos reservaron un local
contiguo a la iglesia. Los
monjes dedicados a dicha ta- los religiosos quienes tuvieron
rea se dirigían a ese recinto en a su cargo la enseñanza, sino
las primeras horas de la el clero diocesano, favorecido
mañana, y sentados delante de por el renacimiento urbano. Y
sendos pupitres pasaban horas así comenzaron a aparecer
y horas inclinados sobre los escuelas dependientes de los
pergaminos, reproduciendo e Obispados o de los Cabildos
«iluminando» los textos. Así eclesiásticos. Algunas se
fueron copiando las perícopas destacaron sobremanera, por
de la Escritura, los textos de ejemplo la de Chartres,
los Santos Padres y de la esclarecida por figuras como
antigüedad clásica, de tal Fulgerto, Ivo, y luego Juan de
modo que en medio del Salisbury. Nombremos
naufragio ocasionado por las asimismo a Cantorbery y
invasiones bárbaras, lograron Durham, en Inglaterra;
salvar la cultura antigua, y Toledo, en España; Bolonia,
transmitirla al Medioevo. De Salerno y Ravena, en Italia.
esos rescoldos de cultura
encendidos en los Estos establecimientos
monasterios, dispersos en estaban regidos por la
medio de la noche, brotaría el autoridad religiosa. El llamado
gran incendio de la cultura «maestroescuela», era, por lo
medieval. común, un canónigo elegido
por el Obispo o por el
Si bien la importancia de los Cabildo. ¿Quiénes acudían a
monasterios para la educación tales escuelas? Todos los que
perduró durante la entera quisieran, sin distinción de
Edad Media, con todo, a posiciones sociales. La
mediados del siglo XII, las enseñanza era paga para los
escuelas monásticas tendieron pudientes pero gratuita para
a declinar. Ya no fueron tanto los pobres, lo cual hacía que
todos, ricos y pobres, pudiesen de «artes liberales», porque en
recibir una educación ellas el espíritu humano se
adecuada. Por eso tenemos desenvuelve con más libertad,
tantos ejemplos de grandes diversamente de lo que
personajes, bien formados, acontece con las «artes
que provenían de familias de mecánicas», como la
humilde condición: Sigerio, carpintería, la construcción,
que sería primer ministro en etc., que de alguna manera
Francia, era hijo de siervos; S.someten al hombre a las
Pedro Damián, en su infancia exigencias de la materia. Pero,
había cuidado cerdos;como se recordaba siempre de
Gregorio VII, el gran Papa de nuevo, tanto el trivium como
la Edad Media, era hijo de un el quadrivium no eran sino
oscuro cuidador de cabras. medios -un método- para
conocer la verdad en sus
En cuanto al contenido de la múltiples aspectos.
enseñanza, se seguía el
esquema tradicional, ins- Detallemos sucintamente lo
pirado, si bien remotamente, que dichas materias incluían.
en Aristóteles, concretado por La primera que integraba el
S. Agustín, y que Alcuino trivium, la Gramática, no era
había adoptado cuando Carlo- entendida en el sentido
magno le encargó organizar su restringido que hoy le damos,
Escuela. Los conocimientos se ya que a más del aprendizaje
dividían en siete disciplinas, de la lectura y la escritura,
distribuidas en lo que se llamó abarcaba también todo lo que
el trivium: Gramática, se requiere saber para «com-
Dialéctica y Retórica; y el poner» un libro: sintaxis,
quadrivium: Aritmética, etimología, prosodia, etc.
Geometría, Astronomía y Luego venia la Dialéctica, lo
Música. Recibieron el nombre que no carecía de sentido,
dado que después de haber música hemos de señalar que
aprendido a leer y escribir abarcaba el conjunto de lo que
como conviene, era preciso hoy llamamos «las bellas
aprender a argumentar, probar artes»; el término «música»
y rebatir, en una palabra, el dice relación a las «musas»,
juicio crítico, el arte del no reductibles a las solas
debate. Finalmente la armonías sinfónicas.
Retórica, que se ordenaba a la
formación del orador, y que La enseñanza
era considerada como un arte universitaria
práctica y enno- blecedora a la
vez. Ya Cicerón había dicho Tras el trivium y el
que el hombre se distingue de quadrivium, es decir, las artes
los animales por el lenguaje, y las ciencias, el estudiante
que el hombre es un animal culminaba el ciclo de los
parlante, de donde se sigue conocimientos accediendo al
que cuanto mejor habla, mejor nivel universitario.
es. Por eso la elocuencia era, a
sus ojos, el arte supremo; y no La palabra «Universidad»,
solamente un arte, sino una que hoy aplicamos con
virtud. exclusividad a las casas de
altos estudios, tenía por aquel
En cuanto al quadrivium, entonces un sentido mucho
incluía, como dijimos, la más general. La Europa
Aritmética, la Geometría, la misma se autodenominaba
Astronomía y la Música. Universitas christiana. Aquel
Respecto a las tres primeras término, que encontramos
asignaturas poco podemos también referido a los
agregar a lo que todo el municipios, a los profesores y
mundo sabe acerca de su alumnos de los institutos de
contenido. En lo que toca a la enseñanza, o a los artesanos
de una misma profesión y totalidad, pertenecían a la
localidad, merece una Iglesia, y en buena parte a
explicación. Universidad Ordenes religiosas. En el siglo
viene de «uni- versus» o XIII, las ilustrarían sobre todo
«versus-unum», significando la Orden franciscana y la
el conjunto de los que tienden dominicana, gloriosamente
a una misma cosa. La representadas por un S.
«universidad», en sentido lato, Buenaventura y un Sto.
es, pues, una comunidad Tomás. La Universidad
natural a la que pertenecen los constituía un cuerpo libre,
que cumplen un mismo oficio, sustraído a la jurisdicción
o tienen una misión común. civil y dependiente
únicamente de los tribunales
La Universidad, esta vez en eclesiásticos, lo cual se consi-
sentido estricto, es una deraba como un privilegio que
creación peculiar del Me- honraba a esa corporación de
dioevo cristiano. Ni los élite.
chinos, ni los indios, ni los
árabes, ni siquiera los bizan- a) Las diversas
tinos montaron jamás una Universidades: un propósito
organización educativa sinfónico
semejante. Concretamente, las
Universidades fueron La historia de las
creaciones eclesiásticas, Universidades comienza en
prolongación, en cierta París. Desde principios del
manera, de las escuelas siglo
episcopales, de las que se di-
ferenciaban por el hecho de XII, era París una ciudad de
que dependían directamente profesores y estudiantes. En el
del Papa y no del obispo del claustro de la catedral de
lugar. Los profesores, en su Notre-Dame funcionaba una
escuela catedralicia, heredera
del prestigio de la escuela de A mediados del siglo XIII,
Chartres, y en la orilla vivía en París un maestro
izquierda del río Sena, dos llamado Robert de Sorbon,
escuelas abaciales, la de S. canónigo de la catedral y
Genoveva y la de S. Víctor. El consejero del rey S. Luis.
pequeño puente que unía Preocupado por la situación
entonces la ciudad con la de los estudiantes pobres, le
orilla izquierda del Sena, esta- pidió al rey que le cediera
ba repleto de casitas que se algunas granjas y casas de la
llenaron de estudiantes y de ciudad, y agregando dinero de
profesores. Un día los su propio peculio, fundó un
profesores y alumnos Colegio para alojar a 16
comprendieron que formaban estudiantes de Teología
una corporación, o sea, un necesitados. El Colegio se
conjunto de personas llamó de la Sorbona, en ho-
dedicadas a la misma menaje a su creador. La
profesión. Y entonces Universidad de París fue
hicieron lo que habían hecho considerada como la más im-
ya los zapateros, los sastres, portante de la Cristiandad,
los carpinteros y otros oficios principalmente por la
de la ciudad: agruparse para preeminencia que en ella se
constituir un gremio. El otorgaba a la Teología, la
gremio de profesores y reina de las ciencias.
estudiantes se llamó
Universidad. Enterado del Juntamente con la
hecho, el Papa la colocó bajo Universidad de París, hemos
su amparo, y los Papas de destacar, en el siglo XII, la
posteriores resolvieron que de Bolonia, especializada en
sus estudios fueran válidos derecho civil y canónico, que
para todo el orbe cristiano. eclipsaría a las viejas escuelas
jurídicas de Roma, Pavía y
Ravena, y que en su materia en las tradiciones nacionales e
apenas tendría rival en la impregnado de espíritu evan-
Cristiandad. Si respecto a la gélico. En cierto modo, las
Universidad de París, el Papa luchas entre el Imperio y el
puso bajo su amparo a la Papado fueron luchas del
agrupación de maestros y Derecho romano contra el
estudiantes defendiéndola del Derecho canónico.
poder del obispo local, en
Bolonia sostuvo a las agru- Asuntos muy diferentes
paciones de estudiantes contra interesaban a los numerosos
el poder de la municipalidad. alumnos que estudiaban en la
A esta Universidad acudieron Universidad de Salerno. En
los jóvenes de todos los países esa ciudad del sur de Italia se
de la Cristiandad que conocían los libros de los
deseaban conocer el mundo médicos que habían llegado
de las leyes. Una de la vecina Sicilia durante el
característica muy especial período en que la ocuparon
suya fue el influjo que en ella los griegos y los árabes. En
ejerció la rica burguesía 1231, el emperador Federico
comerciante, que veía el II, gran admirador de la
estudio del Derecho como un ciencia árabe, como dijimos
instrumento para asegurar sus anteriormente, prohibió que se
negocios. Máxime que fue en enseñara en cualquier otra
Bolonia donde se reflotó una ciudad de sus dominios y
ciencia olvidada, el Derecho desde entonces Salerno se
Romano, que suministraría a convirtió en el gran centro de
los Emperadores argumentos la enseñanza de medicina.
en su lucha con el Papado.
Dicho Derecho venia en cierto En el sur de Francia, en
modo a reemplazar el derecho tierras del Languedoc, se
consuetudinario, más anclado destacó la Universidad de
Montpellier, frecuentada por Universidad de Cambridge,
estudiantes que provenían de como resultado de la
Italia y de las tierras emigración de un grupo de
musulmanas de España. Sus profesores y de alumnos de
escuelas de medicina fueron Oxford.
célebres ya en el siglo XII.
Juan de Salisbury, obispo de Junto a estas Universidades,
Chartres, asegura que en su que aparecieron de manera
tiempo Montpellier era tan espontánea, siendo luego
concurrida como Salerno por oficialmente reconocidas,
jóvenes que querían aprender comenzaron a surgir
el arte de curar. Universidades creadas directa-
mente por algún gran
El movimiento de creación personaje, religioso o político.
de nuevas Universidades se Son, así, de iniciativa real las
hizo más intenso a partir de primeras Universidades de la
mediados del siglo XIII. En el Península Ibérica, todas ellas
curso de este siglo abrió sus del siglo XIII: Coim- bra,
puertas la Universidad de fundada por el rey Dionis;
Oxford, la primera de Ingla- Palencia, creada por Alfonso
terra, muy semejante, en su VIII, rey de Castilla. Pero la
organización, a la de París, si gran universidad fue
bien diferente de ella por su Salamanca, erigida por
notoria inclinación a lo Alfonso IX hacia 1220, cuyos
pragmático, tan típica del privilegios confirmó el rey S.
espíritu inglés, que con el Fernando, y a la que el Papa
tiempo daría origen al Alejandro IV declaró uno de
empirismo y al nominalismo los cuatro Estudios Generales
que se vislumbra en Duns del mundo.
Scoto y se manifiesta en
Ockham. Pronto surgió la Frente a este abanico de
Universidades, los estudiantes escuchando en Colonia las
elegían según la rama que más lecciones de Alberto Magno.
les atraía, ya la que querían
dedicar su vida, aunque la Este conglomerado tan
casa de estudios estuviese heterogéneo de profesores y
lejos de su lugar de residencia. estudiantes se entendía gracias
Las Universidades eran a una lengua común, el latín,
cosmopolitas. La de París, por que era el idioma que se
ejemplo, albergaba estudiantes hablaba corrientemente en la
de todas las naciones, al punto Universidad. El uso del latín
que se formaron en ella facilitaba el trato entre los
diversos grupos según las estudiantes, permitía que los
proveniencias -los picardos, profesores se comunicasen
los ingleses, los alemanes y entre sí y con sus alumnos,
los franceses-, que tenían su disipaba la imprecisión en los
autonomía, sus representantes conceptos, y salvaguardaba la
y sus actividades propias. unidad del pensamiento. En
También los profesores París, el barrio que albergaba
provenían de todos los lugares a los estudiantes fue llamado
de la Cristiandad: Juan de por los vecinos «Barrio
Salisbury vino de Inglaterra; Latino», justamente por ese
Alberto Magno, de Renania; común empleo de la lengua de
Sto. Tomás y S. Cicerón.
Buenaventura, de Italia... Y
los problemas que estaban Justa, pues, la expresión de
sobre el tapete eran los Daniel-Rops cuando,
mismos en París, Edimburgo, refiriéndose a las
Oxford, Colonia o Pavia. Sto. universidades medievales,
Tomás, oriundo de Italia, escribió: «Bella unidad geo-
expondrá en París una gráfica de la inteligencia, en
doctrina que había esbozado la que cada gran centro tenía
asignado su papel, y en la que principales, en orden a
los intercambios recíprocos se explicitar la totalidad del
regulaban como con un conocimiento. Por otra parte
propósito sinfónico» (La resulta sobrecogedora la
Iglesia de la Catedral y de la fecundidad de aquellas
Cruzada, 696). personalidades: S. Alberto
Magno dejó 21 volúmenes de
El espíritu sinfónico se grandes infolios; Sto. Tomás,
reflejaba también en el 32; Duns Escoto, 26...
carácter enciclopédico de la
inteligencia. Los estudios b) Los procedimientos
iniciales se ordenaban a la académicos
adquisición de una cultura ge-
neral, propedéutica necesaria Los estudios se distribuían
para cualquier ulterior en cuatro Facultades:
especialización. Hoy nos Teología, Derecho, Medicina
asombra la amplitud de miras y Artes (artes liberales). En las
de los sabios y letrados de la cuatro Facultades, la manera
época. Si bien sobresalían en de enseñar era prácticamente
una u otra rama de los conoci- la misma. Antes de exponer
mientos, jamás pensaron que dicho método, hagamos una
debían limitarse a ella. acotación previa. Los
Hombres como S. Alberto profesores de aquel tiempo, si
Magno, S. Buenaventura, Sto. bien enseñaban a razonar a sus
Tomás, y tantos otros, alumnos y exigían de ellos un
abarcaron realmente todos los gran esfuerzo intelectual,
conocimientos de su tiempo. concedían gran valor al
Nada más expresiva que la argumento de autoridad.
palabra Summa, a la que con «Somos como enanos sen-
tanto gusto parecieron recurrir tados sobre las espaldas de
para titular sus obras gigantes -decía Bernardo de
Chartres-. Así, pues, vemos quastiones disputata,
más cosas que los antiguos, y cuestiones en torno a las
más lejanas, pero ello no se cuales se entablaba un debate,
debe ni a la agudeza de y que debían sostener los
nuestra vista ni a la altura de candidatos al título ante un
nuestra talla, sino tan sólo a auditorio formado por profe-
que ellos nos llevan y nos sores y alumnos, durante el
proyectan a lo alto desde su cual todo asistente podía
altura gigantesca». Era una tomar la palabra y exponer sus
cultura fundamentalmente dificultades; en ocasiones,
humilde. dieron lugar a tratados
completos de filosofía o de
El método que se utilizaba teología.
incluía tres momentos:
primero se tomaba un texto, Una costumbre que contaba
las «Etimologías» de S. con general beneplácito era la
Isidoro, por ejemplo, o las de los quodlibetalia, o
«Sentencias» de Pedro Lom- discusiones libres sobre un
bardo, o un tratado de tema cualquiera. Señala G.
Aristóteles, según la materia d‟Haucourt que la costumbre
enseñada, y se lo leía pausada- de decidir después de haber
mente -era la lectio-; luego se pesado los pros y los contras,
lo comentaba -era la quastio-, creó en el hombre medieval
haciéndose todas las hábitos de libertad y de pre-
observaciones a las que podía cisión. Los varios siglos en
dar lugar, desde el punto de que dicho hombre se
vista gramatical, lingüístico, acostumbró a razonar con ri-
jurídico, etc.; finalmente se gor lógico contribuyeron
discutían las posibles evidentemente a aguzar el
objeciones -era la disputatio-. instrumento de la inteligencia
De allí nacieron las llamadas que se había embotado
durante la época trágica de las dos Éticas, asimismo los
invasiones. Afinados, adies- Tópicos de Boecio, los libros
trados con este método, los poéticos de Virgilio y algunas
hombres de la Edad Media otras obras consideradas
vieron surgir entre ellos fundamentales.
algunos genios y los rodearon
de alumnos que supieron El doctorado, culminación
escucharlos, comprenderlos, del curriculum académico, era
admirarlos, y así los un título complementario y
estimularon a expresarse ya más bien honorífico. Este su-
dar su medida (cf. G. bir por gradas de los
d‟Haucourt, La vida en la estudiantes se parece al
Edad Media, Panel, Bogotá, camino que emprendía el
1978, 77). hombre de armas para llegar a
caballero; el aspirante
Terminado el primer ciclo, empezaba su entrenamiento
el estudiante recibía el grado sirviendo como paje o
de bachiller, que le permitía escudero a un señor, pasaba
comenzar a enseñar, si bien de después a la categoría de
manera restringida, mientras «bachiller», y finalmente
seguía estudiando. Luego, tras recibía la espada al ser armado
un examen general, venía la caballero. También es
licenciatura, que lo calificaba comparable al proceso que
para ingresar en la seguía el artesano para ac-
corporación de los profesores ceder al maestrazgo en su
y para dictar cátedra. Entre el oficio; empezaba siendo
bachillerato y la licencia el aprendiz, luego ascendía a
alumno debía escuchar la oficial, y finalmente era
lectura de varios libros de aceptado en el rango de
Aristóteles, entre los cuales la maestro. En el curso de una
Metafísica, la Retórica y las ceremonia religiosa y
solemne, el nuevo doctor suscita muy diversas
recibía, con el birrete reacciones. Para algunos es
cuadrado, un anillo, símbolo nombre de gloria, por cuanto
de su desposorio con la ha significado un momento de
sabiduría; era una investidura síntesis, de armonía entre lo
análoga en su orden a la natural y lo sobrenatural, de
estilada en la institución de la acuerdo entre la fe y la razón.
caballería o en la vida Para otros, en cambio, como
religiosa cuando el monje los protestantes o los Enci-
pronunciaba sus votos. clopedistas del siglo XVIII, es
un nombre de ludibrio, cual si
La Universidad fue la gran se tratase de una fútil
creación de la Edad Medía. De logomaquia en torno a
la de París, deslumbrante de bagatelas inútiles, aceptadas
gloria teológica, se hablaba por mera sumisión al
como de «la nueva Atenas» o autoritarismo de los maestros.
del «Concilio perpetuo de las
Galias». Su Rector era todo un
¿Qué es, en verdad, la
personaje; en las ceremonias
Escolástica? No otra cosa que
oficiales precedía a los la aplicación de la inteligencia
Nuncios, Embajadores e
humana al estudio de la
incluso Cardenales; cuando el
verdad revelada, en orden a
Rey de Francia entraba en su
penetrar, en cuanto lo con-
capital, era él quien lo recibía
siente la limitación del
y cumplimentaba. La
hombre, el significado de los
Universidad fue el gran misterios sobrenaturales; y
orgullo de la Cristiandad. consecuentemente el intento
de elaborar un sistema
La escolástica orgánico en el que se integren
tanto las verdades naturales
La palabra «escolástica « como las reveladas. El método
predileccionado fue el de la aquello del enano que se sube
disputatio. Cada tesis que sobre los hombros de un
reclamaba su admisión en la gigante.
organicidad del sistema debía
haber sido previamente campo Fundamentalmente la
de batalla intelectual entre los Escolástica tuvo en cuenta
doctores, e incluso, también, para sus análisis el binomio
entre estudiantes y maestros. fe- razón. Según el lugar más
o menos preponderante que se
A diferencia de la mayor le daba a la primera o a la
parte de las discusiones segunda, podemos distinguir
actuales, que suelen partir de en la Escolástica diversos
cero, las controversias períodos. Los expondremos
escolásticas en la Edad Media siguiendo a Daniel-Rops,
aceptaban tres puntos indis- porque nos parece que ha
cutibles de referencia, tres desarrollado el tema con
pre-supuestos básicos. El claridad y de manera sintética.
primero era la autoridad de la
Revelación, el derecho de la 1.El primer período de la
divina Sabiduría a ser acatada Escolástica
sin discusión por la
inteligencia humana. El El problema cardinal era el
segundo era el respeto a la luz lugar respectivo que en la
natural de la razón, espe- investigación habían de tener
cialmente en el ámbito de los la razón y la fe. ¿Debía la
principios metafísicos y de sus razón ayudar a la fe, o la fe a
deducciones más inmediatas. la razón? ¿Para comprender
El tercero era el valor doctri- era preciso creer primero, o, al
nal de la Tradición, en revés, para creer era preciso
particular de la tradición previamente comprender? Tal
patrística, sobre la base de fue la gran alternativa que los
pensadores de la Edad Media
tuvieron que afrontar. En el misterios de la fe, ¿Por qué
ardor de las polémicas, los dejarla de lado? De este modo
escolásticos se fueron de- nació la fórmula: Fides
clarando a favor o en contra qumrens intellectum, la fe se
de una u otra de esas pone en busca de su
posiciones. inteligencia.

Es cierto que a los La figura que encarnó este


comienzos algunos autores primer momento de la
fueron aún más radicales, especulación medieval fue S.
disolviendo el dilema en favor Anselmo (1033-1109),
de la fe, así como en los siglos llamado a veces «el Padre de
últimos los racionalistas lo la Escolástica». «Yo no trato
disolverían en favor de la de comprender para creer -
razón. ¿Para qué la razón, decía-, sino que creo para
decían aquéllos si ya la fe nos comprender», iniciando de
lo da todo? «Dios no necesita este modo la investigación
de filosofía alguna para atraer medieval de la teología, sobre
a las almas. Aquellos a la base de una unión fecunda
quienes Cristo envió a de la razón y de la fe.
evangelizar a los hombres y
naciones ignoraban la filoso- S. Anselmo fue así el primer
fía». Pero esta posición era pensador de la Edad Medía
evidentemente: exagerada, que se interesó por el recurso
cercana al fideísmo. Y así los a la razón, siempre: dentro de
maestros del primer período una actitud transida de
escolástico juzgaron sabiduría y de mesura. Pero
inconveniente: prescindir de no todos los estudiosos de su
la ayuda de la filosofía. Si la tiempo se condujeron de la
razón podía contribuir a una misma manera. El recurso a la
mejor penetración en los razón no carecía de peligros si
faltaba aquel espíritu de originalidad a cualquier
mesura. Ello se pudo precio. La dirección de la
comprobar en un pensador Escuela de Santa Genoveva,
que concitaría un eco inmenso lo condujo a la fama.
en su época. Nos referimos a Ulteriormente se ordenó de
Berengario (10001088), quien sacerdote, sin dejar por ello de
exaltó tanto la razón que pre- enseñar. Con motivo de
tendió someter a ella el algunas afirmaciones atre-
misterio mismo de la vidas, un Concilio provincial
Eucaristía, cayendo lo condenó por primera vez,
prácticamente en la herejía. ordenando quemar un libro
suyo sobre la Trinidad y
Desposar la razón y la fe era obligándolo a enclaustrarse en
una empresa ardua. Los una celda. Terminado su
hombres del siglo XII lo período de reclusión,
experimentaron. Y quizás construyó una ermita, a la que
nunca de manera tan ardiente afluyeron miles de estu-
como en el conflicto doctrinal diantes. Luego retornó a París
que estalló entre Abelardo, donde volvería a encontrar los
enamorado de la razón, y S. inmensos auditorios de su
Bernardo, el místico de aquel juventud. Sólo la intervención
siglo. Fueron estos dos de S. Bernardo (1091-1153),
hombres los que mejor la personalidad más
encarnaron las tendencias de descollante de la época, fue
su época. A Abelardo (1079- capaz de desenmascarar los
1142), joven francés de origen errores que se escondían en
noble, lo había caracterizado sus aseveraciones, tan
desde la adolescencia su cercanas a posiciones
pasión por conocer, limítrofes.
juntamente con cierta
búsqueda de prestigio y de Por fin Abelardo resultó
condenado. ¿Lo fue acaso por contradictor. «¿Qué me
incredulidad? En manera importa la filosofía? -decía
alguna. Abelardo se quería este último-. Mis maestros son
realmente cristiano, los Apóstoles, que no me
proclamando que, como hijo habrán enseñado a leer a
sumiso de la Iglesia, Platón o a desentrañar las
«aceptaba todo lo que ella sutilezas de Aristóteles, pero
enseña y rechazaba todo lo me han enseñado a vivir. Y
que ella condena». ¿Por ésta, creedme, no es pequeña
herejía? Sería demasiado de- ciencia. Conocer a Dios es una
cir. Pues aunque S. Bernardo cosa; pero vivir en Dios es
no trepidó en afirmar que otra, y más importante».
«recordaba a Arrio cuando Atinadamente señala Daniel-
hablaba de la Trinidad, a Rops que con sólo repetir eso,
Pelagio cuando hablaba de la S. Bernardo ejerció una
gracia, ya Nestorio cuando influencia considerable en el
hablaba de la Persona de espíritu de la Escolástica. Y,
Cristo», en realidad todo ello de hecho, su mística, en lugar
era más bien una tendencia de oponerse a aquélla, en
genérica que una serie de cierto modo la penetró, atem-
afirmaciones formales. El perando con su unción el
fondo del problema radicaba peligro de aridez que podía
en su concepción de las tener el método de la Escuela.
relaciones de la razón y de la
fe. «No se puede creer lo que 2. Apogeo de la Escolástica
no se comprende», afirmaba.
Era precisamente lo opuesto a El siglo XIII, siglo de oro de
la tesis de S. Anselmo. la Edad Media, como lo
señalamos anteriormente, lo
Como dijimos, fue S. fue también en el orden
Bernardo su principal intelectual, reuniendo una
constelación de gigantes de la realismo y sus métodos tan
Escolástica, como S. Alberto racionales, era por lo común
Magno, S. Buenaventura, poco conocido. Es verdad que,
Sto. Tomás, y también, como dijimos más arriba, el
aunque sus nombres no tengan Estagirita había reaparecido
el mismo timbre de gloria, ya en Occidente merced al influjo
que introdujeron serias de la cultura musulmana y
desviaciones, Duns Scoto y judía. A partir del siglo XII,
Roger Bacon. Fue la época del comenzaron a multiplicarse
apogeo de las Universidades y sus traducciones gracias a
del ingreso en sus cátedras de árabes como Avicena y
numerosos frailes franciscanos Averroes, o a judíos como
y dominicos. Esto último no Mai- mónides. La irrupción de
se llevó a cabo sin que se este pensamiento, al parecer
produjesen algunos tan poco integrable con la
remezones, en buena parte tradición cristiana, no dejó de
fruto de envidias. preocupar a los hombres de
Iglesia, máxime que las ideas
Y se ligó con un hecho de de Aristóteles se presentaban
capital importancia, que escoltadas por los dudosos
influiría decisivamente en el comentarios del árabe
curso del pensamiento Averroes. Pero fue
escolástico, la llamada precisamente entonces, y esto
«invasión aristotélica». no deja de ser providencial,
Podríase afirmar que hasta cuando un hombre genial, Sto.
entonces, en líneas generales, Tomás, descubrió que el
por cierto, el pensamiento pensamiento de Aristóteles no
cristiano, desde los Santos era incompatible con el
Padres, había sido Evangelio, más aún, podía
preferentemente platónico. El resultar muy apto para
aristo- telismo, con su esclarecer algunos aspectos de
la filosofía e, indirectamente, entrar en la Orden de San
de la misma teología, sin que Francisco y ser discípulo de
ello implicase ruptura alguna Alejandro de Hales en París,
con la tradición. pasó luego a ocupar una
cátedra en dicha Universidad,
Antes de decir algunas donde enseñó con gran
palabras sobre los «grandes» aceptación de los estudiantes.
del glorioso siglo XIII, alu- Ulteriormente fue nombrado
damos, aunque sea de paso, a Ministro General de su Orden.
algunos de sus precursores, Su actividad resultó
como Alejandro de Hales, incansable, predicando por
perteneciente a la Orden de doquier, asesorando sínodos y
los Hermanos Menores, y S. concilios, frecuentando a
Alberto Magno, de la Orden varios Papas y aconsejando a
de Predicadores. Tales numerosos nobles, lo que no
«precursores» fueron eximios, obstó a su recogimiento, ya
por cierto, pero en alguna que fue un hombre de intensa
forma quedarían eclipsados vida interior. Su personalidad
por los dos gigantes de la se revela verdaderamente
siguiente generación, el fran- polifacética: sin dejar de
ciscano S. Buenaventura y el meditar y escribir
dominico Sto. Tomás. incesantemente, fue exégeta,
organizador de su Orden, gran
La figura de S. orador, pero sobre todo
Buenaventura (12211274) es eximio teólogo y místico
realmente luminosa. Nos profundo.
hubiera gustado extendernos
en la exposición de la vida y La otra gran figura, la figura
el pensamiento de este gran cumbre, es Sto. Tomás (1225-
Doctor de la Iglesia pero el 1274). Oriundo de
tiempo es tiránico... Tras Roccasecca, en las cercanías
de Monte Cassino, fue junto a las cuales todos sus
vástago de una de las más escritos no eran más que
nobles familias de Italia; el paja», como lo explicitó al
emperador Barbarroja era tío final de su vida; el mismo que
suyo, y Federico II su primo. escribió ese gran homenaje al
Tras estudiar con S. Alberto Santísimo Sacramento que es
Magno en el Estudio el Oficio de Corpus Christi y
dominicano de Colonia, fue los versos del Lauda Sion o el
nombrado profesor en la Pange lingua; el mismo, en
Universidad de París, donde a fin, que en su lecho de
la sazón enseñaba Bue- muerte, en la abadía de
naventura. Como éste, asesoró Fossanova, se hizo leer por un
también a diversos Papas, monje el más místico de los
asistió a Concilios, enseñó en libros de la Escritura, el
las Universidades, al tiempo Cantar de los Cantares...
que escribía y escribía, sin
cansarse jamás. El número de las obras que
escribió durante su
Este esgrimidor de ideas, relativamente breve existencia
afirma con admiración es abrumador y el contenido
Daniel-Rops, era el mismo de las mismas variadísimo.
que cuando tenía que resolver Casi ningún tema de tras-
una cuestión ardua, apoyaba cendencia quedó sin ser
su frente contra la puerta del tratado por su pluma, y
sagrario; el mismo que, con la siempre de manera genial. Na-
sencillez de un estudiante, die ha concebido más
ponía su trabajo bajo la atrevidamente que él el sueño
protección de la Santísima de una catedral de la
Virgen; el mismo que inteligencia donde los
confesaba haber «conocido, conocimientos particulares se
en visiones místicas, cosas ordenaran tan jerárquicamente
a lo universal. Comentó Escolástica, es a la vez una
diversos libros de la Sagrada obra maestra de análisis y de
Escritura con una penetración síntesis. De análisis, porque
exegética que pasma, allí va tomando una por una
pronunció espléndidos las cuestiones que interesan, y
sermones, redactó obras examinándolas con un
apologéticas de gran nivel, asombroso arte de disección
libros sobre Lógica, Física, intelectual. De síntesis, pues
Ciencias Naturales, Política y los elementos así analizados
Metafísica, precisando se integran en aquella catedral
verdades de orden teológico y de la inteligencia, a la que
filosófico, de derecho privado aludimos poco hace. Y no
y público, de índole sólo llevó adelante este
especulativa y práctica. Pero trabajo de índole arquitectóni-
por sobre todo tuvo la idea - ca, sino que se autopropuso
tan típicamente medieval- de un sinnúmero de objeciones -
abocarse a la confección de más de diez mil- contra las
una Summa, con el propósito tesis sostenidas en el cuerpo
de ofrecer a sus estudiantes de cada artículo, dándoles sus
una enseñanza precisa y consiguientes respuestas. Fue
sistemática. Y así llevó a cabo tal su mirada de águila que no
una obra que trascendería su sólo impugnó los errores pro-
época, proyectándose a todos puestos hasta entonces sino
los tiempos por venir: la que se adelantó a errores
Summa Theologica, que es la futuros refutándolos por
Summa de su genio, lo más adelantado. Un profesor que
sublime que en el orden tuve en filosofía, me decía
intelectual nos legara la Edad que en una de esas objeciones
Media. Redactada en forma de había resumido en pocas
preguntas y respuestas, según palabras lo que en el siglo XX
la costumbre vigente en la sería la sustancia del
existencialismo, con la réplica Jamás la razón podía oponerse
adecuada. a la fe, dado que la verdad es
una, por ser Dios la fuente de
Dijimos hace un momento todos los órdenes de verdad.
que fue también gloria de Sto. La verdad según la razón y la
Tomás el haberse animado a verdad según la fe debían,
asumir el pensamiento de pues, coincidir en sus
Aristóteles en todo lo que era apreciaciones y en sus
valedero, integrándolo al resultados, más aún, debían
patrimonio de la tradición. En ayudarse mutuamente en
la inteligencia de que el colaboración jerárquica.
Estagirita era el filósofo
antiguo de mayor valor Justamente señala Daniel-
especulativo, el Doctor Rops que al afirmar de
Angélico se propuso poner su manera tan categórica la dis-
doctrina al servicio de Cristo. tinción entre la fe y la razón,
Quizás lo más enriquecedor Sto. Tomás abrió las
que tomó de Aristóteles tiene compuertas para un desarrollo
que ver con aquella discusión vigoroso de la filosofía, con
a que aludimos al comenzar a su método peculiar, distinto
tratar de la Escolástica, es a del de la teología, si bien a
saber, la conexión entre la fe y ella subordinada. Semejante
la razón. Aristóteles mostró actitud presupone una clara
hasta dónde puede llegar la distinción entre la naturaleza
razón del hombre. Para Sto. y la gracia. La naturaleza es el
Tomás, la razón y la fe tienen soporte de la gracia, y la
cada una su ámbito propio, su gracia, al tiempo que supone
campo específico de acción, la naturaleza, la eleva de ma-
con lo cual comenzaba a nera inconmensurable. Dicha
resolverse el famoso problema distinción corresponde a la
de sus mutuas relaciones. distinción entre razón y fe, así
como entre natural y las naciones en el orden
sobrenatural. Tales internacional.
distinciones, aplicadas al
orden temporal, están también Dicha unión armónica brota,
en la base de aquello a que sin duda, de una consideración
aludimos en la conferencia sintética del universo,
anterior, y que entendido como obra sublime
desarrollaremos en la de un Dios perfectísimo, así
próxima, es a saber, las como de un concepto elevado
relaciones entre el poder del hombre, considerado como
político y la autoridad criatura privilegiada salida de
espiritual, así como la las manos de Dios para
subordinación de lo temporal retornar a Dios. Bien dice
a lo sobrenatural. Distinguir Daniel-Rops que «el Tomismo
para unir. Porque lo que más es a la vez una Filosofía y una
se destaca en el pensamiento Teología separadas en su
de Sto. Tomás es su capacidad orden y unidas en sus propó-
de integración y de armonía: sitos. Es como una pirámide
armonía del objeto con el del espíritu; las bases
sujeto en el ámbito del descansan fuertemente sobre
conocimiento; armonía del el suelo de lo real, de lo
alma con el cuerpo en el hom- concreto, de lo sensible, pero
bre individual; armonía de los la cumbre se hunde en lo infi-
seres inorgánicos y orgánicos nito y lo invisible» (La Iglesia
en el mundo físico; armonía de la Catedral y de la
de los trascendentales me- Cruzada, 410-411). Algo así
tafísicos del ser en el interior como las catedrales góticas,
del ente; armonía de la podríamos agregar por nuestra
creación con el Creador; parte, bien hundidas en la
armonía de la Iglesia y del tierra pero flechadas hacia las
Estado en la polis; armonía de alturas.
De Sto. Tomás ha escrito C. dental, medieval o moderno,
Dawson: «La naturaleza le poseyó la única tranquilidad y
había preparado bien para tal el don de la inteligencia
tarea. Hijo, no del Norte abstracta que caracteriza a la
gótico, como Alberto o mente helénica» (Ensayos
Abelardo, sino de la extraña acerca de la Edad Media,
frontera de la civilización 180-181).
occidental -en donde se
mezclaban la Europa feudal y El vigor incomparable de su
los mundos griego y sistema reside en esa solidez
sarraceno-, descendía de una con que todo se ordena, se
familia de cortesanos y trova- articula y se equilibra en él,
dores, cuya suerte estaba desde lo más humilde a lo
íntimamente ligada a la de más sublime. Tal es, en
aquella brillante corte medio síntesis, el pensamiento
oriental, medio humanista, del tomista, una de las cúspides a
gran emperador que ha llegado la inteligencia
Hohenstaufen, ya la de sus del hombre, y la expresión
malogrados sucesores, cuna de más pura de la idea medieval.
la literatura italiana y, al
propio tiempo, una de los 3.La tercera generación
principales canales a través de escolástica
los que la ciencia árabe llegó
al mundo cristiano... La mente Después de la muerte de Sto.
occidental se emancipa con él Tomás, las cosas comenzaron
de sus maestros árabes, para a complicarse. El mismo año
retornar a su origen. En en que murió el Doctor Angé-
verdad, hay en Sto. Tomás lico, nacía, en Escocia, un
una real afinidad intelectual hombre sumamente capaz,
con el genio griego. Más que que había de ser el que con
ningún otro pensador occi- más vigor se opusiera al
Tomismo: Juan Duns Scoto
(1274-1308). Fue primero Lo quisiera o no, sus
alumno y luego maestro en principios tendían a romper
Oxford, ejerciendo aquella síntesis que tan
ulteriormente la docencia en felizmente había logrado Sto.
París y en Colonia. Apodado Tomás entre la fe y la razón,
por sus contemporáneos «el las verdades reveladas y la
Doctor Sutil», original hasta filosofía. Algunos aciertos
la paradoja, sus alumnos parciales, como por ejemplo
quedaban deslumbrados al el hecho de haber sido uno de
terminar sus clases. La los pocos en su tiempo que
doctrina de este franciscano se vislumbró el misterio de la
encuentra principalmente en concepción inmaculada de la
dos grandes obras, fruto de su Santísima Virgen, en el
enseñanza: el «Opus Oxo- contexto de una rica teología
niense», que incluye sus mariana, así como el papel de
clases en Oxford; y el «Opus Nuestra Señora en la obra de
Parisiense», con sus clases de la redención, no obstan a que
París. Allí se afirma que la diversas tesis suyas, por
voluntad supera en el hombre ejemplo, la del influjo
a la inteligencia, de donde el puramente moral que a su
término de «voluntarismo» juicio tendrían los sacra-
con que se suele calificar su mentos, no dejen de ser
teoría. Con esta afirmación preocupantes. Su discípulo
tomaba distancia del tomismo Guillermo de Ockham (1300-
en lo que toca a la función de 1349 ó 1350), también
las dos facultades espirituales franciscano, llevaría hasta el
del hombre, así como también extremo algunas de sus ideas,
por su insistencia en el papel acabando en una suerte de
que atribuye a la voluntad en empirismo anarquizante, que
relación con la gracia. no dejaría de tener graves
consecuencias en la historia.
Siglos después, Lutero diría El Feudalismo y los lazos
de él: «Ockham, mi padre»*. de la fidelidad

*Para el análisis histórico- El orden político de la Edad


doctrinal de las diversas Media tuvo su raíz en una
etapas del desarrollo de la contextura institucional de
Escolástica medieval, hemos notable originalidad: el
seguido a Daniel-Rops, cf. feudalismo.
La Iglesia de la Catedral y
de la Cruzada... 394415. 1.La génesis de la institución
feudal

Capítulo III Para captar el sentido del


feudalismo es preciso
El orden político de la examinar su origen en la
Cristiandad Europa caótica de los siglos V
al VIII. A lo largo de dichos
En la presente conferencia siglos el Imperio romano se
trataremos de exponer el fue haciendo pedazos no sólo
modo como la Edad Media por el embate de las
entendió el orden político, invasiones bárbaras sino
tanto en lo que hace a la también como consecuencia
estructuración jerárquica de la de la descomposición interior.
sociedad, cuanto a las En el viejo Imperio todo había
relaciones que habían de dependido de la fuerza del
mediar entre la autoridad poder central. Desde el
espiritual y el poder temporal, momento en que ese poder se
con una mirada final a las vio agrietado y desbordado, la
proyecciones internacionales. ruina se hacía inevitable. Los
Emperadores eran creados y
destituidos según el capricho
de sus guardias pretorianas.
Roma fue tomada y retornada sucede en diversos lugares, y
por los bárbaros, la Europa por nuestra parte podríamos
entera no era sino un vasto agregar que también entre
campo de batalla donde se nosotros, a saber, la necesidad
enfrentaban las armas y las de policías paralelas para
tribus. proteger a los ciudadanos
pacíficos amenazados por la
En medio del desconcierto ola de la delincuencia
generalizado, del sálvese descontrolada. «Esto puede
quien pueda, comenzaron a ayudarnos a comprender lo
despuntar diversos poderes sucedido entonces: un
locales. A veces era el jefe de campesino modesto, incapaz
una banda que agrupaba en de garantizar su propia segu-
torno suyo a un grupo de ridad y la de su familia, se
aventureros; otras, el dueño de dirige a un vecino más
algún terreno, que trataba de poderoso que él con
asegurar en él la tranquilidad posibilidad de mantener un
que el Estado, prácticamente grupo de hombres armados;
inexistente, ya no estaba en éste se compromete a
condiciones de garantizar. La defenderle y, a cambio, le pide
tierra se había convertido en la una parte de sus cosechas.
única fuente de riqueza, y Aquél se beneficiará de una
como el intercambio de serie de garantías, y éste, el
mercancías se había vuelto señor, se hallará más rico, más
muy dificultoso por la poderoso y, en consecuencia,
peligrosidad de los caminos, más apto para ejercer la
era menester defenderla perso- protección que se le pide. El
nalmente. acuerdo, en principio, favo-
recerá tanto al uno como al
R. Pernoud compara dicha otro, sobre todo en
situación con lo que hoy circunstancias difíciles. Es un
acuerdo de hombre a hombre, La institución feudal no es,
un contrato recíproco que, por con todo, el mero resultado de
supuesto, no sanciona ninguna una época caótica, sino que
autoridad superior, pero que tiene también raíces en la
estaba basado en una promesa, organización social de los
en un juramento, pueblos bárbaros, en los
sacramentum, que era un acto hábitos de aquellas tribus. Las
sagrado y tenía un valor tradiciones y las costumbres
religioso» (¿Qué es la Edad eran entre ellos más
Media?, 105-106). consistentes que las leyes
escritas. Estas apenas si eran
Sin embargo, no pensemos otra cosa que la codificación
que el feudalismo fue desde el de diversas tradiciones. Pues
comienzo una institución bien, en su vida cotidiana los
aristocrática y rodeada de pueblos germánicos se
todo el aparato de la caballería estructuraban sobre la base de
y de la heráldica, como la comunidad, a tal punto que
sucediera en los últimos su visión jurídica, a diferencia
tiempos de la Edad Media. del derecho romano, tan poco
Los primeros señores feudales favorable a las agrupaciones,
han de haber sido, en su se basaba sustancialmente en
mayoría, aventureros que el derecho de asociación, el
hablan logrado imponerse, e Genossens- chaftsrecht.
incluso jefes de bandidos que Asimismo, lo que vinculaba
habían llegado a esa posición realmente a quienes
por medio de una mezcla integraban dichos pueblos, era
juiciosa de poder e intimi- el lazo de la fidelidad a sus
dación. En esa época, aciaga y compromisos, fundados ellos
anárquica, sólo podían mismos en el honor y la
sobrevivir los más fuertes. confianza recíproca. De este
modo, la sociedad germánica
se estableció sobre dos burgun- dios, que se habían
pilares: el de la comunidad - instalado en las antiguas
Gemeinschaft- y el de la provincias romanas. El jefe
adhesión - Gefolgschaft-, o bárbaro ocupó el lugar del
vínculo que une al guerrero gobernador romano y del
con el jefe*. La Iglesia antiguo terrateniente.
consideró que ambos
elementos eran integrables en 2. La fidelidad recíproca
la concepción cristiana de la
vida, y así los asumió Nos resulta hoy difícil
bautizándolos con su doctrina entender este tipo de sociedad.
de la comunidad eclesial. Sin En la actualidad, el orden
esta pastoral, el régimen social, en buena parte
feudal, tal como se dio en los circunscrito al plano
hechos, difícilmente hubiera económico, se funda en los
podido establecerse. Por eso contratos de trabajo, en el
algunos autores no han temido salario. En dicho plano, las
definir el feudalismo como la relaciones de hombre a
aceptación generalizada en hombre se reducen a las
toda Europa de lasrelaciones del capital y del tra-
instituciones germánicas bajo bajo: por un trabajo dado, se
la influencia doctrinal y moralrecibe, en cambio, una suma
de la Iglesia. determinada de dinero. Tal es
el esquema básico de las rela-
*Conviene advertir que ciones mutuas, con el dinero
esta concepción de la como nervio central.
sociedad privó no sólo en las
comarcas estricta y Para comprender el orden
puramente germánicas, sino político medieval, hay que
también en los pueblos imaginarse la sociedad sobre
francos, lombardos y una modalidad totalmente
diferente, donde la noción de
trabajo asalariado, e incluso siguiente: en la base, los sim-
en parte la del dinero, están ples nobles o caballeros; sobre
ausentes o son muy ellos, los Barones y Señores
secundarias. Las relaciones de castellanos, llamados así
hombre a hombre se fundan porque poseían un castillo o
en la noción de fidelidad, que fortaleza; más arriba, según un
implica, por una parte, la orden que variaba de región a
seguridad de la protección, y región, los Vizcondes, Con-
por otra, la seguridad del des, Marqueses, Duques, que
vasallaje. El vasallo no se enseñoreaban, al parecer,
limita a una actividad deter- sobre antiguas circuns-
minada, a un trabajo preciso, cripciones administrativas del
con una remuneración Imperio; y por fin, en la
prefijada, sino que compro- cumbre, el Rey, como Prín-
mete su persona, o mejor, su cipe Soberano de todos ellos.
fe. El señor, por su lado, se Entre un escalón y otro se
obliga a asegurar la sub- daban aquellos vínculos
sistencia del vasallo, su debida mutuos de protección y
protección. Tal era la esencia fidelidad. El señor debía
del feudalismo. ayuda y justicia a su vasallo, y
siempre que éste fuera
El hecho es que en el siglo injustamente agredido, estaba
XII, que señala el apogeo del obligado a defenderlo (cf.
sistema feudal y su concreción Daniel-Rops, La Iglesia de la
más acabada, nos encontramos Catedral y de la Cruzada...
con una jerarquía de señores 26).
y, por consiguiente, una gama
de vasallajes. Con diferencias Los vínculos que unían tan
de detalles según las distintas estrechamente al señor con sus
regiones, su gradación es, vasallos se expresaban a
poco más o menos, la través de un rito muy
significativo, que comprendía trató de destacar la
tres partes: el homenaje, el significación del juramento en
juramento y la investidura. el acto de vasallaje, dejando
bien en claro su sentido
Comenzaba el ritual con el cristiano. El valor que se
homenaje. El vasallo, en atribuía al juramento, Como lo
presencia de su señor, se acabamos de recordar, era por
postraba de rodillas, en actitud aquel entonces inmenso, y el
de acatamiento, y colocaba perjurio se veía como algo
sus manos entre las suyas, verdaderamente monstruoso.
como signo de entrega, La transgresión de un
abandono y confianza. El juramento era la acción más
señor, a su vez, le daba un execrable que se pudiera
beso, símbolo de paz, apego y imaginar.
fidelidad.
¿Cuál era el texto del
Venía enseguida la juramento? Extremadamente
ceremonia del juramento, el sucinto:
elemento más importante del
rito. Según señalamos -¿Queréis ser mi hombre?
anteriormente, para el hombre
medieval el juramento era -Quiero.
algo trascendente, una especie
de «sacra- mentum», cosa -Os recibo como a mi
sagrada. Se juraba gene- hombre. -Prometo
ralmente sobre los Santos seros fiel.
Evangelios, cumpliéndose así
un acto estrictamente La ceremonia se completaba
religioso, que comprometía no con la investidura solemne del
solamente el honor sino la fe, feudo* por parte del señor, en
la persona entera. La Iglesia signo de la cual entregaba al
vasallo un objeto que la
simbolizase, por ejemplo una ineludible de la aquiescencia
gleba de tierra o un ramo de interior. Cuando, por ejemplo,
vid, si se trataba de un feudo se vendía un terreno, lo que
civil, o la llave de la puerta opropiamente constituía el acto
la cuerda de la campana para de venta, era la entrega por
un feudo religioso. Era la parte del vendedor al nuevo
llamada traditio (entrega), propietario de un manojo de
gesto expresivo del nuevo paja o un terrón de tierra
poder que se otorgaba al proveniente de su campo; si
súbdito; la investidura cum luego se levantaba un escrito -
baculo et virga, para emplear lo que no siempre acontecía-
los términos jurídicos usados sólo era a modo de recuerdo:
en la época. el acto esencial era la
«traditio». La Edad Media es
* Investidura significaba la una época en la que triunfó el
acción y efecto de conferir rito, el signo, el símbolo, sin
un cargo o una dignidad lo cual la realidad permanecía
importante. imperfecta, inacabada,
desfalleciente.
Como se puede ver, el lazo
que unía al vasallo con su De la ceremonia del
señor era proclamado en el vasallaje, de las tradiciones
curso de una ceremonia que lo integran, se deduce el
pletórica de ese simbolismo y elevado concepto que la Edad
esa atención a las formas tan Media tenía de la dignidad de
caros al espíritu de la Edad las personas. La idea de una
Media. Porque en aquel sociedad fundada
entonces toda obligación, esencialmente sobre la
contrato o pacto, debía fidelidad recíproca era, sin
traducirse mediante un gesto duda, audaz. Como resulta
simbólico, forma visible e obvio, es innegable que hubo
abusos, felonías y traiciones. La cuarteta constituye un
Pero queda en pie que durante resumen acabado de la
más de tres siglos, la fe y el mentalidad medieval. El lazo
honor constituyeron el de lealtad al soberano
fundamento básico, la implicaba la disposición a la
armazón vertebral del entrega de los propios bienes,
entramado político. incluso la misma vida, si fuera
necesario, pero ninguna
Antes de cerrar este tema autoridad tenía derecho a
destaquemos la importancia pedir al hombre su
social del honor. Por cierto envilecimiento, exigiéndole la
que no fue el mundo medieval comisión de una felonía. El
el que inventó el honor; lo sentido del honor era la
novedoso fue que lo hizo disposición interior que
fundamento de su orden fundaba los vínculos del
público, integrado, como de vasallaje y señalaba los
costumbre, en la órbita de su límites de la lealtad. Porque el
concepto cristiano de la vida. Señor supremo era sólo
Una conocida cuarteta tomada Dios*.
de «El Alcalde de Zalamea»
expresa con sobria majestad *A veces he pensado si
dicha tesitura: algo de esta concepción
medieval no habrá pasado a
Al rey la una institución típicamente
hacienda y la argentina cual es nuestra es-
vida se ha de tancia. Hasta no hace mucho
dar, pero el tenían vigencia en ella esas
honor es relaciones de protección y
patrimonio del fidelidad entre el patrón y la
alma y el alma peonada. Sería un tema
sólo es de Dios. digno de estudio.
3. Protección y vasallaje concretas. Como dijera Henri
Pourrat: «El sistema feudal ha
Señala R. Pernoud cómo de sido la organización viva
la formación empírica de la impuesta por la tierra a los
institución feudal, modelada hombres de la tierra» (L
por los hechos, las necesida- 'homme a la biche, Histoire
des sociales y económicas, se du paysan, Flammarion,
seguía una gran diversidad en Paris, 1941, 83).
la aplicación de los principios
generales. La naturaleza de Durante la mayor parte de la
los compromisos que ligaban Edad Media, la característica
al señor con sus vasallos esencial de la relación señor-
variaba según las vasallo es que se trataba de
circunstancias, la naturaleza algo eminentemente personal:
del suelo y el estilo de vida de tal vasallo, concreto y
los habitantes; de este modo determinado, se encomendaba
los acuerdos y relaciones a tal señor, igualmente
entre ambos se diferenciaban concreto y determinado, se
de una provincia a otra, o adhería a él y le juraba fide-
incluso de un campo a otro. lidad, esperando de él
Pero más allá de estas subsistencia material y
diversidades, había algo que protección moral. La Edad
permanecía estable, a saber, el Media amó todo lo que era
pacto recíproco: fidelidad por personal y preciso. Ninguna
una parte, protección por la época ha sido más propensa a
otra; o en otras palabras: el descartar las abstracciones y
lazo feudal. Porque este las legule- yerías, en orden a
sistema nada tenía de utopista, enaltecer el trato de hombre a
no había brotado de un hombre. «El horror de la abs-
escritorio, sino que era el tracción y del anonimato son
resultado de circunstancias características de la época»,
concluye R. Pernoud (cf. impuestos actuales, no
Lumiere du Moyen Age... 32- suponiendo más gastos que el
33.35). Semejante tesitura de cualquier otro tipo de go-
implica un magnífico bierno. Asimismo la ayuda
homenaje a la persona personal en la milicia estaba
humana. incluida frecuentemente en el
servicio de un feudo; el
Más concretamente, ¿cuáles homenaje prestado por un
eran las cargas feudales del vasallo noble a su señor su-
vasallo? Como el señor debía ponía el concurso de las armas
pagar de su haber las eroga- todas las veces que le fuese
ciones inherentes a su cargo, requerido.
era lógico que obtuviera el
dinero de los hombres a él Los señores, por su parte,
encomendados. Su obligación tenían el deber de amparar a
primordial de proteger a sus sus vasallos y de hacer
súbditos -no olvidemos que la justicia. Los castillos más
nobleza tuvo un sesgo pre- antiguos, los que fueron
valentemente militar- construidos en la época tur-
implicaba, como es obvio, bulenta de las invasiones
capacidad de lucha en orden a bárbaras, manifiestan de
defender su dominio contra manera patente la función
las posibles agresiones. Pues protectora del señor: las casas
bien, la guerra exigía un de los siervos y de los
equipo costoso: espadas, campesinos están ubicadas en
lanzas, escudos, cascos, cotas las laderas de aquellos
de malla, armaduras y ca- castillos; allí la población se
ballos. Para proveerse de ello refugiaba en caso de peligro,
debía apelar a los recursos del allí encontraba socorro y
feudo. Esta colaboración abastecimiento en caso de
financiera era semejante a los asedio. Defender a sus
vasallos y hacer justicia. bienes.
Tratábase de un deber arduo,
que implicaba Señala R. Pernoud que,
responsabilidades muy hacia el fin de la Edad Media,
exigitivas, de las que debía las cargas de la nobleza fueron
dar cuenta a su soberano. disminuyendo paulatinamente
Según puede verse, los sin que sus privilegios se
poderes del señor feudal, lejos aminorasen; en el siglo XVIII
de ser ilimitados, como se lo se hizo flagrante la despro-
ha creído generalmente, eran porción entre los derechos de
mucho menores de los que en que gozaban y los deberes
nuestros días posee el jefe de insignificantes que les
una empresa o incluso un correspondían. El gran mal
propietario cualquiera. Aquél fue arrancar a los nobles de
no era un señor soberano, con sus tierras; ya no eran más
absoluta propiedad sobre su «defensores», y sus privilegios
dominio, sino que dependía se encontraron sin sustrato.
siempre de un superior. Aun Ello provocó la decadencia de
los señores más poderosos se la aristocracia, corroída luego
subordinaban al rey. De la por la doctrina de los
nobleza se exigía más equidad Enciclopedistas y la irreligión
y rectitud moral que de los volteriana. En lo que compete
otros miembros de la a su Patria, observa la autora
sociedad. De hecho, por una que semejante desviación
misma falta, la multa infligida significó la ruina de Francia,
a un noble era muy superior a ya que «una nación sin
la que se imponía a un aristocracia es una nación sin
labrador. En caso de mala columna vertebral, sin
administración, el señor tradiciones, presta a todas las
incurría en penas que podían vacilaciones ya todos los
llegar a la confiscación de sus errores» (Lumi'ere du Moyen
Age... 41-42). comunes. En coincidencia con
aquello que decía R. Per-
La «in-fidelidad» en este noud acerca del carácter
campo, sea por parte del directo de las relaciones entre
súbdito como de su señor, la los hombres de la Edad
ruptura del lazo feudal, con la Media, concluye Calderón
consiguiente traición a los Bouchet: «La justicia
compromisos contraídos, medieval es llana y directa,
constituía un verdadero carece de los artilugios de un
crimen, el gran delito de la sistema jurídico
felonía. Calderón Bouchet ha racionalizador, pero es
especificado el delito y sus contundente, inmediata y
consecuencias: Si el vasallo concreta. No se funda en prin-
faltaba a su juramento y el cipios abstractos, sino en
señor lograba probar su vínculos personales
deslealtad ante la corte, aquél claramente determinados por
era considerado felón y los interesados y defendidos
desposeído de su feudo. por ellos mismos ante
Cuando sucedía lo contrario, personas afectadas por una si-
el vasallo tenía derecho a tuación semejante» (El
hacer comparecer a su señor apogeo de la ciudad
ante la corte de sus pares para cristiana... 190; cf. 186 ss).
que diese razón de la ofensa
cometida. Constituían dicha 4.El vínculo rural y la
corte los grandes vasallos del universalidad
señor, por lo que el súbdito
presuntamente ofendido tenía Una reflexión final sobre el
la garantía de un juicio feudalismo. Hemos señalado
proferido por personas tan en una conferencia anterior
interesadas como él en hacer cómo el hombre del
respetar sus derechos Medioevo vivía en un
universo piramidal, pudieron coexistir el parti-
sintiéndose parte integrante de cularismo feudal y el
un mundo jerárquico que iba universalismo imperial, sin
desde los seres inorgánicos que la presunta incompatibili-
hasta dad suscitara en los hombres
de ese tiempo la sensación de
Dios, pasando por los ángeles. estar tironeados por ten-
La institución feudal sólo es dencias irreconciliables. El
inteligible a esa luz. Nace de feudalismo brota de este
lo concreto, de lo natural, de movimiento natural a cons-
la tierra, pero se integra en la tituir comunidades
universalidad. A este respecto intermedias, sobre la base
señala el mismo Calderón contractual de servicios o
Bouchet cómo muchos fidelidades, sin exigir ninguna
autores no han dejado de renuncia innecesaria, ni
manifestar su extrañeza ante imponer el abandono de las
una suerte de paradoja que ideas universales (cf. ibid.
parece signar a la Edad 201-203).
Media: la tendencia al
fraccionamiento político, tan La sociedad feudal se
característica del feudalismo, integró de este modo en la
y el sueño de una Cristiandad cosmovisión típica del hom-
universal unida bajo el cetro bre medieval, cosmovisión
de un solo Emperador. Pero universal, imperial. Lo cual
tal paradoja no es sino el no significa que hubiese
reflejo de otra paradoja más olvidado su verdadero origen,
profunda, perceptible en la su proveniencia rural. A este
misma Iglesia: su tendencia respecto R. Pernoud acota una
universalista y el valor que observación que, a mi juicio,
asigna a las comunidades más es digna de interés. La forma
inmediatas y concretas. Así predominantemente urbana de
la sociedad actual parece tan función educativa es
obvia, señala la insigne comparable a la que
medie- valista, que para la ejercieron los monasterios,
mayor parte de la gente es generalmente alejados de las
casi un axioma la creencia de ciudades, como por ejemplo
que la civilización procede de Mont-Saint- Michel,
la urbe, de la ciudad. Incluso espléndida abadía construida
la palabra «urbanidad» tiene en un islote cercano al
vestigios de dicha idea. Pero continente, golpeado por las
tanto esa creencia como esta olas del océano, que fue un
expresión fueron ignoradas en centro de irradiación
la Edad Media. Hubo, de he- intelectual en el medio rural
cho, una civilización que circundante, estrechamente
brotó de los castillos, es decir vinculado con las poblaciones
, de los dominios feudales, vecinas.
que se conformó en ámbitos
rurales, y nada tuvo que ver Poco a poco, esa cultura
con la vida urbana, todavía comenzaría a declinar. En
incipiente. Esa civilización Francia, a partir del siglo XIV,
dio origen a la vida las ciudades fueron
«cortesana», adjetivo que concentrando en sí los
proviene de court (cour = diversos órganos de gobierno,
patio) , el lugar del castillo las escuelas, los talleres, las
donde comúnmente se reunía artes, es decir, todos los
la gente. El castillo feudal, a centros del poder y del saber.
la vez que instrumento de Este largo periplo, en que
defensa y cobijo natural de progresivamente la ciudad fue
toda la población rural en caso tomando la primacía sobre el
de ataque o asedio, fue un campo, culminaría con la
foco cultural rico en reorganización política de
tradiciones originales. Su 1789 por la cual la ciudad
principal de cada nuestra Patria en la época de
departamento pasó a ser el los caudillos federales...
centro de su actividad situación trastrocada y
administrativa, y París el finalmente destruida por el
punto neurálgico desde donde unitarismo centralista y
se dispondría todo (cf. R. destructor de los valores
Pernoud, ¿Qué es la Edad provinciales y regionales.
Media?... 110-113). La misma
autora dice en otro lugar: «El Los Reyes y el Imperio
estudio de este tipo de
sociedad [feudal] resulta su- En los umbrales de la Edad
mamente interesante en una Media los lazos personales
época como la nuestra en la entre el vasallo y su señor
que muchos reclaman para las inmediato eran más poderosos
„regiones‟ si no la autonomía, que la lealtad al monarca, pero
si al menos posibilidades de el momento culminante del
desarrollo autónomo... No Medioevo llegó cuando el Rey
será, pues, inútil que recor- se ubicó en la cúspide del
demos que ha existido una poder político nacional
forma de Estado diferente a la logrando el equilibrio de las
actual, que las relaciones fuerzas intermedias, y el
humanas pudieron Emperador en el pináculo
establecerse sobre unas bases universal, enseñoreando las
distintas a las de la adminis- monarquías locales.
tración centralizada y que la
autoridad pudo residir -y de 1.Del feudo al Reino y al
hecho residió- fuera de las Imperio
ciudades» (ibid. 104).
Dentro del grupo de señores
Podemos aplicar estas feudales, había uno que era
reflexiones a la situación de más importante, señor de
señores. Como los demás,
administraba su feudo Y de los Reinos se llegó al
personal en el que hacía jus- Imperio. Cuando Carlomagno
ticia, defendía a quienes lo arribó al poder, la evolución
poblaban y recibía de ellos estaba casi terminada. En toda
auxilio en caso de necesidad y la extensión de su territorio
rentas en especies o en dinero. había numerosos señores, con
Pero, a diferencia de los mayor o menor poder, cada
demás, a él competía de uno de los cuales agrupaba en
manera particular la defensa torno a sí a sus hombres, sus
del reino, por lo que los otros vasallos. La gran sabiduría de
señores estaban obligados a los Carolingios consistió en
prestarle ayuda militar. No no pretender tomar en sus ma-
deja de ser interesante nos todo el aparato
observar este origen feudal de administrativo que dependía
la monarquía. También ella de los señores inferiores, sino
brotó de lo natural, de la mantener la estructuración
tierra, de raigambres concreta que habían
concretas. «La Edad Media no encontrado y que los había
tuvo idea de un Estado sin precedido. La autoridad
personificación responsable - inmediata de los Emperadores
escribe Calderón Bouchet-. La no se extendía más que a su
nación se llamó reino y su feudo ya un pequeño número
encarnación era el monarca. de señores, los cuales, a su
El Estado en el sentido vez, tenían autoridad sobre
moderno del término es otros, y así en más, hasta
invención jacobina. El hombre llegar a los estratos sociales
medieval tenía su patria en el más humildes. Dicha dis-
terruño, pero podía tribución del poder no obstaba
reconocerse como súbdito o para que una decisión del
vasallo de un rey» (Apogeo de poder central pudiese llegar al
la ciudad cristiana, 208). conjunto del Imperio. Lo que
los Emperadores no tocaban sociedad feudal, fundada
de manera directa podía sin sobre la protección del que
embargo ser alcanzado está arriba y el vasallaje de
indirectamente. quien se encuentra abajo.

En alabanza, pues, de Entre los diversos reinos


Carlomagno hay que decir podemos mencionar el de
que reveló sus dotes de gran Francia, donde nació el primer
estadista cuando en vez de Imperio premedieval, el reino
dedicarse a combatir a sus inglés escocés, y los reinos
señores vasallos, como podía hispánicos, que estaban fuera
haber sido su inclinación del poder del Imperio. Los
natural, se contentó con reyes que estaban dentro del
integrarlos en la pirámide del Imperio acataban al
Imperio; al reconocer la Emperador. Los otros no; eran
legitimidad del doble pequeños emperadores.
juramento que todo hombre Terminada la Edad Media, el
libre debía a su señor local ya Occidente conocería un solo
su señor imperial, confirmó y Emperador, Carlos V, cuyo
consagró la estructura feudal dominio no se extendería a
de la sociedad. Francia ni a Inglaterra.

De este modo se fue 2.La consagración


consolidando la jerarquía civil del rey: un acto
de la Cristiandad. En la cima sacramental
de la pirámide, el Emperador .
Por debajo de él, los diversos La tradición de esta liturgia
reyes, poco numerosos, y se remonta al tiempo de los
luego los duques y los condes, reyes de Israel, cuando el
muy abundantes. Siempre profeta Samuel ungió como tal
dentro del tejido de la a Saúl (cf. 1 Samuel 10,1 s) y
luego a David (cf. ibid. 5,1 s).
El hecho es que desde el siglodicha ciudad, con sus muros
XI se estilaba la ceremonia decubiertos de tapices, se había
la consagración de los reyes erigido una alta tribuna en
en la mayoría de los países medio del crucero. Era
cristianos. Para destacar el domingo. La víspera por la
carácter sacro de los mismos, tarde, el pretendiente al trono,
la Iglesia elaboró el ritual de
recibido solemnemente por el
su consagración con todo el Cabildo eclesiástico, había in-
esplendor y solemnidadgresado a la iglesia,
posibles. Tres momentos permaneciendo allí en
componían ese rito: el jura- prolongada oración. Al
mento, por el que el amanecer, tras el canto de las
pretendiente al trono se horas del Oficio Divino que
comprometía a hacer justicia ycorrespondían a esos
proteger a la Iglesia; la momentos (maitines y prima),
elección, anunciada por la los nobles se presentaban
autoridad eclesiástica local, junto a las puertas de la
ratificada luego por los catedral. En torno al altar se
obispos allí presentes y pro- habían ya ubicado los Arzo-
puesta finalmente a la bispos y Obispos. A las nueve
aclamación del pueblo; y la de la mañana el Príncipe hacía
unción, momento culminante, su ingreso solemne, seguido
que convertía al pretendiente por los nobles, al son de las
en rey, ungido del Señor . campanas y de la música
litúrgica. Una vez instalado en
Ha llegado hasta nosotros un su sitial comenzaba la Santa
ordo redactado en Reims, bajo Misa donde se desplegaba
el reinado de S. Luis, que toda la majestad de la liturgia.
ofrece una idea bastante
acabada del desarrollo de la Había llegado la hora del
ceremonia. En la catedral de juramento. El Príncipe ponía
su mano derecha sobre el libro capa. Entonces, casi como si
de los Evangelios, y juraba fuera un sacerdote que se
respetar los derechos de la prepara para la celebración de
Iglesia, cumpliendo sus la Misa, el Príncipe era reves-
mandatos, así como juzgar tido pieza por pieza: los
con equidad y combatir a los nobles le ponían los zapatos
herejes. Entonces el Ar- atándole los cordones, le fija-
zobispo se volvía hacia los ban las espuelas, y finalmente
nobles allí presentes y al resto el Arzobispo le ceñía la
de la asamblea, que en el espada. Había llegado el
espíritu del ceremonial momento culminante: el Rey
representaba al pueblo entero, se ponía de rodillas ante el
solicitándoles su fidelidad y altar, y el Arzobispo, tomando
homenaje, de un modo un poco de crisma u óleo
semejante a como el vasallo consagrado, lo ungía en la
individual se comprometía a frente, en el pecho, en la
ser fiel a su señor, conforme a espalda, en los hombros, y en
lo que dijimos anteriormente. las articulaciones de los
Según se ve, el compromiso brazos, confiriéndole el vigor
de fidelidad entre la nación y que venía del cielo, mientras
su soberano era mutuo. el coro cantaba la antífona:
«Así fue consagrado el rey
En el entretanto, se había Salomón». Luego lo revestían
colocado sobre el altar el con la túnica y la capa,
cetro, el bastón de mando, la ascendiendo de este modo al
larga y estrecha varita que trono, con el cetro en la mano
simbolizaba la administración derecha y la varita de la
de la justicia, la espada justicia en la izquierda, para
envainada y la corona; en una que lo contemplase y
credencia, al costado, los aclamase todo su pueblo,
zapatos de seda, la túnica y la mientras el Arzobispo y los
principales nobles del Reino la gracia de Dios», R. Pernoud
tomaban conjuntamente la acota una interesante
corona y la colocaban observación: «Los dos
pausadamente sobre su frente sentidos que esta fórmula
(cf Daniel-Rops, La Iglesia de tomó son muy reveladores,
la Catedral y de la Cruzada... por su oposición, de la
262-263). evolución de la monarquía. En
boca de S. Luis, ese término
Como se decía en aquel es una fórmula de humildad,
entonces con toda naturalidad, que reconoce la mano del
el rey era tal «por la gracia de Creador en las tareas divinas
Dios». Esa fórmula, asignadas a sus criaturas; en
comúnmente aceptada, y que boca de un Luis XIV, la
hoya algunos les resulta poco misma fórmula se convierte
menos que grotesca, en la proclamación de un
implicaba la afirmación del privilegio de predestinado»
origen divino del poder, al (Lumiere du Moyen Age...
tiempo que denotaba la grave 261-262).
responsabilidad asumida por
el gobernante de un pueblo, al El gobierno terreno era
cual en cierto modo Dios concebido a imagen del
había no sólo elegido sino gobierno divino del mundo.
también ungido como su Así como el macrocosmos, se
vicario en el orden temporal. decía, es regido
De esta manera la Iglesia incesantemente por Dios en
santificaba la autoridad en la forma monárquica, y el
persona del rey, y la microcosmos -que es el
impregnaba con el espíritu del hombre- es gobernado por el
cristianismo. alma, simple y una, de modo
análogo el corpus politicum
Sobre la expresión «Rey por es conducido por la autoridad
de un único conductor, el indirecto. Es cierto que entre
monarca, «el ungido del ellos había algunos que
Señor». dependían inmediatamente de
él, pero por lo general eran
3. La misión del rey poco numerosos. En cuanto a
los demás señores feudales,
Ya hemos dicho que el rey no sujetos directamente a la
medieval encabezaba la corona, todos podían apelar
jerarquía de los señores de su superior inmediato al
feudales, de manera rey, que era la instancia
semejante al modo como el suprema en el reino. Sus
señor feudal regía su feudo, y decisiones se transmitían por
el padre de familia conducía una serie de intermediarios
su hogar. Pero su dominio no hasta el último de sus
era despótico sino servicial, súbditos. Con todo no
es decir, que empleaba su debemos equivocarnos pen-
poder para el servicio de sus sando que su poder era
súbditos. Ello se concretaba semejante al de los dirigentes
especialmente en dos ámbitos: políticos de la actualidad. La
el gobierno y la justicia, autoridad que podía ejercer se
simbolizados por sus reducía a una suerte de
respectivos atributos: el cetro control general, de modo que
y la vara. todo lo que estuviera
prescripto por la costumbre
El rey era, ante todo, un fuese normalmente ejecutado,
gobernante. Como tal, manteniéndose así la
ejercitaba su poder «tranquilidad del orden».
directamente sobre su propio Sobre esta base se fundaba su
territorio, sobre su feudo capacidad de ser el árbitro
particular. En lo que tocaba al nato para aquietar las
territorio de los otros señores, querellas que podían surgir
el rey no poseía sino un poder
entre sus vasallos. Señala R. que era misión del rey hacer
Pernoud que en Francia este justicia, convenía que también
poder podría parecer me- como persona individual
ramente platónico, ya que llevase una vida justa delante
durante la mayor parte de la de Dios. Así estaría en me-
Edad Media su rey dispuso, jores condiciones de discernir
juntamente con un dominio el bien del mal. Y una vez
exiguo, de recursos inferiores discernido lo que era justo,
al de sus grandes vasallos. debía tener el coraje de
Pero el prestigio que le proclamarlo y defenderlo.
confería la consagración,
convirtiéndolo en ungido de En un antiguo libro llamado
Dios, primaba sobre la De legibus et consuetudinibus
escasez de sus medios Anglifó, se encuentra un
coercitivos. La autoridad real, párrafo típico del espíritu
hasta el siglo XVI, se fundó medieval en esta materia,
más sobre la fuerza moral que donde la teología y el derecho
sobre los efectivos militares mezclan sus aguas en un
(cf. Lumiere du Moyen Age, mismo cauce: «El rey debe
76-77). ejercer el poder del derecho,
como vicario y ministro de
En segundo lugar le Dios en la tierra, porque
competía hacer justicia. aquella potestad es de sólo
Justicia frente a los derechos Dios, mientras que la potestad
de Dios conculcados, y de injusticia es del diablo y no
justicia frente a los derechos de Dios, y según las obras de
del hombre vulnerados. El cuál de ellos obrare el rey,
hombre de la Edad Media, así será su ministro. Por tanto
como era muy sensible al cuando hace la justicia es
honor, lo era también a la vicario del rey eterno, cuando
justicia. Se decía que dado se inclina a la injusticia es
ministro del diablo». El rey medieval veía
atemperada su autoridad por el
Asimismo hemos hallado complejo entramado del tejido
este texto en las Partidas del social. Lejos de ser el poder
rey don Alfonso el Sabio: central y el individuo las dos
«Los santos dixeron que el rey únicas entidades existentes, se
es señor puesto en la tierra en escalonaban entre ambos una
lugar de Dios para cumplir la multitud de eslabones
justicia et dar a cada uno su intermedios a través de los
derecho, et por ende lo cuales aquéllos se comuni-
llamaron corazón et alma del caban entre sí. El hombre de la
pueblo; ca así como el alma Edad Media no fue jamás un
yace en el corazón de home, et ser solitario. Necesariamente
por ella vive el cuerpo et se integraba un grupo, sea por el
mantiene, así en el rey yace la lugar donde vivía, sea por la
justicia que es vida et mante- asociación o «universidad» a
nimiento del pueblo en su que pertenecía, lo que lo
señorío... Et otrosí dicieron los inmunizaba de posibles
sabios que el emperador es prepotencias. El artesano, por
vicario de Dios en el imperio ejemplo, a la vez que con-
para hacer justicia en lo trolado se veía amparado por
temporal, bien así Como lo es los maestros de su oficio, que
el papa en lo espiritual» (2a él mismo había elegido. El
Part., Tit. I, Ley I). campesino estaba sometido a
su señor, el cual era vasallo de
4.Las limitaciones del poder otro, éste de otro, y así hasta el
real rey. Estos contactos
personales jugaban el papel de
Observa R. Pernoud que en «tapones» entre el poder
la Edad Media no había lugar central y el individuo, lo que
para un régimen autoritario ni protegía a éste de medidas
para una monarquía absoluta.
generales arbitrariamente y viniendo en medio de la
aplicadas, y lo liberaba de multitud, en contacto familiar
tener que enfrentarse con con su pueblo;
poderes irresponsables o constantemente hablan de
anónimos, como lo sería, por asambleas, de discusiones, de
ejemplo, el de una ley, un trust juntas de guerra. El rey nunca
o un partido. obraba sin haber pedido
previamente consejo a su
Por otra parte, la autoridad mesnada. Y esta mesnada no
del poder central se limitaba estaba compuesta, como luego
estrictamente a los asuntos de lo estaría Versalles, de
índole pública. En las cuestio- cortesanos dóciles y serviles;
nes de orden familiar, tan aquéllos eran hombres de
importantes para la sociedad armas, monjes, sabios,
medieval, el Estado no tenía jurístas, e incluso vasallos tan
ingerencia alguna. Los poderosos como el mismo rey
matrimonios, los testamentos, ya veces más ricos que él.
la educación, los contratos Este solicitaba sus consejos,
entre individuos, eran deliberaba con ellos,
normados únicamente por los atribuyendo mucha im-
usos y costumbres, así como portancia a esos contactos
la profesión y, en general, personales. Fue a partir del
todas las circunstancias de la Renacimiento que los reyes
vida personal (cf. R. Pernoud, optarían por recluirse en sus
Lumiere du Moyen Age... 74- palacios.
75).
Como se ve, el rey feudal no
Nada menos autócrata que poseía ninguna de las
un monarca medieval. Las atribuciones que hoy parecen
crónicas y los relatos de la normales en la autoridad
época, nos lo muestran yendo política. No podía promulgar
leyes generales ni imponer ¿Cuáles eran?
impuestos para la totalidad de
su reino. Ni siquiera estaba en Ante todo, el mismo Dios,
su poder movilizar un ejército del cual el rey no era sino
nacional. Sólo a partir del si- vicario, y ante cuya voluntad
glo XV los reyes comenzarían debía rendir la suya propia.
a arrogarse tales derechos Un gobernante moderno, que
hasta volverse absolutistas. prescinde de Dios en su
No deja de ser curioso que en quehacer gubernativo, es mu-
1789 se hablara de abolir el cho más propenso a volverse
«feudalismo» -sinónimo de totalitario.
tiranía-, que en esa época no
respondía a nada concreto. Asimismo, la Iglesia, cuya
«Los términos „feudal‟ y influencia, real y efectiva,
„feudalismo‟ fueron, en limitaba el poder regio.
efecto, prostituidos -escribe R. Aunque considerásemos tan
Pernoud-. Lo mismo que se sólo su ascendiente sobre los
llamó „gótico‟ con una fieles, ello no era de poca
intención peyorativa a todo lo monta. Ya hemos señalado la
que no era “clásico”, se tildó inmensa fuerza que tenía la fe
de “feudal” todo lo que se durante la Edad Media. Una
quería destruir del Ancien sanción eclesiástica, como el
Régime» (cf ¿Qué es la Edad interdicto o la excomunión,
Media?... 119; cf. 117-119). sacudía a todos los cristianos,
desde los más humildes hasta
Como hemos insinuado los reyes. Calderón Bouchet
antes, frente al rey existían pone el ejemplo de los
diversos controles, o contra- hermanos de Sto. Tomás,
poderes efectivos, capaces de quienes retiraron su apoyo a
oponer resistencia a una Federico II cuando éste fue
decisión injusta del monarca. excomulgado, y prefirieron
morir en los calabozos del te- presidente puede ordenar un
rrible Emperador antes que ataque aéreo con «bombas
resistir al interdicto del Papa inteligentes» o la destrucción
(Apogeo de la ciudad de una aldea entera, mujeres y
cristiana... 228). niños incluidos, pero un
caballero medieval no podía
También la Caballería, admitir una orden contraria a
fuerza armada de aquellos su honor (ibid. 228-229).
tiempos, constituía un efecti-
vo contralor al poder del rey, A los controles anteriores
el cual no contaba con otro podemos agregar el de los
recurso militar para hacer Parlamentos. Estas asam-
cumplir sus órdenes. Como bleas, que vieron la luz en el
bien señala Calderón Bouchet, siglo XII, representando a
los esbirros y mercenarios todos los estamentos de la
podían ser útiles para un golpe comunidad, se reunían en
de mano o para una empresa torno al rey, con el propósito
de pequeña envergadura. Las de disponer la ayuda vo-
grandes operaciones exigían luntaria que pudiera
la colaboración de los prestársele en alguna
caballeros y éstos tenían un emergencia, por ejemplo una
código de honor cuya ruptura guerra, ya que en aquella
implicaba el delito de felonía. época no había impuestos
Es cierto que entre sus obligatorios. El primero de
deberes estaba el de servir al esos cuerpos colegiados
soberano, pero ello debía ser surgió en Huesca, un pequeño
en el contexto de Estado de España al pie de los
determinadas reglas éticas y Pirineos. Desde allí la
religiosas que les impedían el institución se propagó hacia el
acatamiento a una orden norte hasta llegar a Inglaterra,
abusiva. Hoy en día un la cual, al decir de Belloc, era
casi siempre la última hizo cargo del Reino de
provincia del Oeste que Jerusalén, pidió ser informado
recibía cualquier institución por escrito acerca de los usos
nueva. No hubo Parlamento y costumbres que se estilaban
completo en Inglaterra hasta en las regiones recién
fines del siglo XIII (La crisis conquistadas. Carlyle duda de
de nuestra civilización, 84- la veracidad de la noticia,
85). pero ve en ella el testimonio
de lo que en la práctica suce-
Pero lo que por sobre todo día: «Toda la historia -
limitó a la monarquía escribe- ilustra vivamente el
medieval fue la costumbre, es hecho de que la concepción
decir, ese conjunto de medieval de la ley está
usanzas, tradiciones y hábitos dominada por la costumbre.
no impuestos por la fuerza o Aunque los juristas piensen
por decisión de alguna que los cruzados deben
autoridad, sino brotados de la legislar para una nueva
vida de un pueblo, y que se sociedad política, conciben
fueron desarrollando esa legislación como a una
espontáneamente, según los colección de costumbres
avatares del acontecer históri- vigentes» (cit. en R. Calderón
co, lo que ofrecía la ventaja de Bouchet, Apogeo de la ciudad
ser ampliamente maleables, cristiana... 182-183). Un
adaptables a los hechos nuevo gobernante venía a
nuevos. A la larga esas conducir una vieja sociedad, y
costumbres resultaban ello no era factible si
aprobadas, aunque fuere im- prescindía de sus leyes tradi-
plícitamente, por los cionales, fijadas por las
gobiernos respectivos. Relatan costumbres.
los cronistas que cuando
Godofredo de Bouillon se El rey medieval era, pues, la
antípoda del rey absoluto. Su explayaremos en el
poder implicaba un servicio, tratamiento que dio la Edad
según aquel principio Media al espinoso tema de la
fundamental, enseñado por S. relación entre la Iglesia y el
Tomás: «El pueblo no está Estado. El orden político, en
hecho para el príncipe, sino el una época de tanta fe, no pudo
príncipe para el pueblo». De en modo alguno
ahí la grave responsabilidad desentenderse de este asunto.
que recaía sobre sus hombros. Y menos pudo hacerlo el
Por eso, si promulgaba una magisterio de la Iglesia, como
ley contraria a la moral, era es obvio.
lícito desacatarla. En casos
extremos, cabía la resistencia *En otro lugar hemos
armada, hasta llegar a su comentado ampliamente la
deposición. notable obra del pensador
francés. Cf. «Moenia» XVII
La autoridad espiritual y el (1983) 27-49.
poder temporal
Jalones
1. históricos del
Tal fue el título que René problema
Guénon eligió para uno de sus
memorables libros. Titulo Según dijimos, el Imperio de
sugestivo, por cierto, ya que Carlomag- no nació
plantea desde el inicio la indisolublemente unido a la
diferencia de los dos ámbitos: Iglesia. Esta era esencial al
el espiritual, al que anexa la Imperio, que se consideraba
palabra «autoridad», que como el custodio temporal de
parece ser menos material, y la misma, y la organización
el temporal, al que une la política suprema de la
palabra «poder», de índole Cristiandad. La suerte del
más terrena*. Acá nos Imperio estaba, pues, unida a
la de la Iglesia; pero sería
falso afirmar lo contrario, es se instauró el régimen feudal,
decir, que la Iglesia estuviera tanto los Emperadores como
indisolublemente unida al los Reyes se creyeron con
Imperio, y que necesitara de derecho para designar a los
éste, con necesidad absoluta, Obispos, e incluso, en algunos
se entiende. De hecho, tras la casos, al mismo Papa. Más
destrucción del Imperio aún, desde la época de los
cristiano que rigió los destinos Otones, el Sumo Pontífice no
de la Edad Media, la Iglesia podía asumir sin haber pre-
siguió existiendo, y existirá viamente jurado fidelidad al
hasta el fin de los tiempos, Emperador. Una teoría que
aun en medio de una sociedad flotaba en el ambiente, si bien
apóstata o pagana, ya que es jamás fue formulada de
imperecedera, según la manera explícita, sostenía que
enseñanza y la promesa del el señor temporal no confería
mismo Cristo. En cambio la al candidato escogido la
Cristiandad puede autoridad espiritual sino tan
desaparecer, y de hecho sólo la posesión de las tierras
desapareció, la Cristiandad anexas a su título, pero de he-
entendida como la hemos cho la gente no era capaz de
descrito, es decir, como una distinguir esta entrega
sociedad impregnada por el temporal de la elección espi-
espíritu del Evangelio. ritual. En la ceremonia de
donación, que se llamaba
Tras estos prolegómenos, Investidura, el Príncipe entre-
analicemos los hechos gaba al nuevo Obispo el
históricos que tuvieron que báculo y el anillo, mientras le
ver con las relaciones que decía: Accipe Ecclesiam (re-
median entre la autoridad cibe la Iglesia). Un cronista de
espiritual y el poder temporal. la época de Otón el Grande
Cuando en el curso del siglo X relata una de estas ceremonias
en forma tal que el Emperador elegidos por los señores a su
aparece como confiando al capricho. Sin embargo, contra
Obispo la cura pastoralis, es lo que se podía prever,
decir, la responsabilidad encontramos un gran número
pastoral, cosa que sólo puede de ellos, e incluso la mayoría,
conferir la autoridad que fueron fieles a su
espiritual. La confusión era vocación y ejercieron con
evidente. celo su cargo pastoral. Lo que
no disipó el gran peligro de
Lo que sucedía en el nivel que apareciesen pastores
de la jerarquía -Papa y indignos en los puestos
Obispos- se daba también en directivos de la Iglesia (cf. La
un nivel inferior, en el ámbito Iglesia de la Catedral y de la
de las parroquias. La iglesia Cruzada, 215-216).
pertenecía al señor del lugar
como el horno, el molino y el Esta confusa situación fue la
lagar. Y dicho señor se creía que dio pábulo a que estallase
con derecho a designar para la llamada Querella de las
que la atendiera a un sa- Investiduras. Tratóse, por
cerdote de su elección, el cual cierto, de una polémica de
debía prestarle juramento de gran nivel. El poder del
fidelidad, requisito necesario Emperador viene de Dios, es
para que fuese por aquél vicario de Dios. La autoridad
investido de su cargo. del Papa viene de Dios, es
vicario de Dios. ¿Cómo
Pregúntase Daniel-Rops qué compaginar aquel poder con
podían valer aquellos Papas esta autoridad? ¿Cuál de las
nombrados por los dos instancias había de tener
Emperadores, aquellos la primacía dentro de la
Obispos escogidos por los sociedad cristiana?
Reyes, y aquellos párrocos
La polémica duró siglos. espiritual era estricta
Como es obvio, no competencia de la autoridad
disponemos del tiempo eclesiástica; la investidura
necesario para exponer sus temporal pertenecía de
diversos y variados ava- tares. derecho al soberano. Aquella
Destaquemos tan sólo la tesis solución, tan clara y tan
del obispo Ivo de Chartres lógica, fue conquistando poco
(1040-1117), quien moriría a poco las inteligencias. El
antes de haber visto el triunfo Concordato de Worms (1122)
de la misma. La solución por establecería el acuerdo sobre
él propuesta, relativamente esos presupuestos, cerrándose
sencilla, consistía en distin- así la trágica Querella de las
guir, en un título eclesiástico, Investiduras.
el elemento espiritual y los
beneficios temporales que, en 2. Lo sacro y lo profano
una época fundada en la
organización feudal, dicho Tras la consideración
título llevaba anejo. Un Obis- histórica, analicemos en sí
po, un Abad, un párroco, eran mismo el tema de las relacio-
hombres de Dios, ministros de nes entre lo espiritual y lo
Cristo para la comunicación temporal. Tres son las
de la vida divina, y al mismo situaciones posibles. La
tiempo titulares de primera se da cuando el poder
determinados dominios político se opone a la Iglesia,
concedidos por los laicos. En por considerarla adversaria o
la investidura habían de al menos molesta para sus
separarse, pues, la consa- designios; estalla entonces la
gración, simbolizada por la persecución. La segunda se
entrega del báculo y el anillo, establece cuando el poder
y la dación de los bienes político ignora, de hecho, a la
temporales; la investidura Iglesia, como sociedad
sobrenatural; a lo más la perjudican al Imperio o que la
considera como una prosperidad de éste perjudica
agrupación analogable a las a la Iglesia. Pues Dios, que es
sociedades intermedias que el autor de la una y del otro,
hay en la nación; es un no los ha ligado en común
régimen de neutralidad. destino terrestre para hacerlos
Históricamente, la primera destruirse mutuamente, sino
situación se dio durante los para que se fortifiquen entre
tres primeros siglos, mientras sí».
que la segunda resultaba
simplemente inconcebible Pero no se trataba sólo de
para la mentalidad de la Edad colaboración sino de
Media. Quedaba, pues, la jerarquización, es decir, de
tercera posibilidad, que se da determinar a quién
cuando impera una estrecha correspondía la preponde-
colaboración entre la rancia, si al poder temporal o
autoridad espiritual y el poder a la autoridad espiritual. En
temporal. A esta situación se líneas generales, la primacía
tendió durante el Medioevo, y de lo sacro sobre lo profano
de alguna manera logró fue un principio inconcuso,
establecerse, por cierto que más aún, fue el principio
luego de estruendosos esencial que vertebró a la
conflictos, como el de las Cristiandad en su conjunto.
Investiduras, al que acabamos Sobre dicho principio se basó
de referirnos, si bien tales la Cristiandad y en el grado en
desinteligencias no que tal principio es
constituyeron la regla general. desconocido, la Cristiandad se
La gran mayoría de la gente autodestruye. El problema se
pensaba con S. Bernardo: «Yo hacía, sin embargo, más
no soy de los que dicen que la agudo, cuando se trataba de
paz y la libertad de la Iglesia sacar sus consecuencias
prácticas. Con todo hay que lo que atares en la tierra
decir que de hecho dicho quedará atado en el cielo»). El
primado nunca fue negado Emperador, en el momento de
abiertamente, hasta los
su coronación, era revestido
tiempos de la Reforma. Un con un manto azul, constelado
símbolo del mismo, referido de estrellas, y tenía en sus
concretamente a las relaciones manos el globo imperial,
entre la Iglesia y el Estado, lo
símbolos de su poder
encontramos en unauniversal. La Iglesia se
costumbre aceptada durante la afirmaba como sociedad
Edad Media: en las ocasiones perfecta y, como tal, no
en que el Papa y el Emperador necesitaba del Estado, si bien
se encontraban, el Emperador el apoyo de este último le era
debía sostener el estribo sumamente útil para su
mientras el Papa montaba, y defensa y expansión. El
llevar las riendas del caballo Estado, por su parte, se
pontificio. Cuando hubo consideraba igualmente socie-
enfrentamientos concretos, a dad perfecta, y en su orden era
nadie se le ocurrió objetar el autosu- ficiente; sin embargo
principio como tal. A lo más necesitaba también de la
se buscaba algún argumento Iglesia, y de una manera
para atacar al Papado, mucho más profunda que ésta
diciéndose, por ejemplo, que de aquél, ya que su fin propio
el Papa era una mala persona, era el bien común temporal, y
o un usurpador . dicho bien estaba
esencialmente ordenado al
Autoridad espiritual y poder bien último sobrenatural.
temporal. El Papa llevaba la
tiara y tenía en sus manos las En otras palabras, según la
llaves de Pedro, símbolos de cosmovisión medieval, a la
su autoridad universal («todo autoridad espiritual le com-
petía, como función suprema, La Edad Media nos ha
la contemplación, y luego, la dejado dos expresiones
enseñanza de la doctrina y la poético-simbólicas de las rela-
comunicación de la gracia a ciones entre la autoridad
través de los sacramentos; al espiritual y el poder temporal.
poder temporal le La primera de ellas es la de las
correspondía el gobierno dos espadas. El término toma
político, que incluye tanto el su origen del Evangelio
quehacer administrativo y cuando, al término de la
judicial como el militar, Ultima Cena y de las
salvaguardando así el tejido predicciones de Jesús sobre su
social. El escalón que Pasión ya próxima, los
descendía de la autoridad discípulos le dijeron: «Señor,
espiritual al poder temporal es aquí hay dos espadas» (cf. Lc
el que iba de la contemplación 22,38). En nuestro caso las
a la acción. El poder temporal «dos espadas» representan la
era de por sí insuficiente para autoridad espiritual y el poder
dar al hombre todo lo que temporal. Según la primera
necesitaba para el cumpli- elaboración medieval, ambas
miento plenario de su pertenecían por derecho a S.
vocación, que no sólo era Pedro ya sus sucesores, aun
natural sino también cuando el uso de la material se
sobrenatural, de donde delegase en el Estado. La Igle-
necesitaba que un principio sia empuñaba la primera,
superior, cual era la autoridad porque lo espiritual era su
espiritual, lo consolidase, cometido específico, y en-
infundiéndole estabilidad. Tal tregaba la segunda -el poder
era el sentido de la temporal- a los reyes, para que
«consagración» del rey, a que éstos la usasen en su nombre y
nos referimos anteriormente. bajo su control. Fue S. Bernar-
do quien concretó el tema:
«Una y otra espada... son de la Príncipes, cuando cometen
Iglesia. La temporal debe pecados; pero junto a ese
esgrimirse para la Iglesia y la poder directo dispone de otro
espiritual por la Iglesia. La poder, que llamaban indirecto,
espiritual por mano del por el cual puede hacerse
sacerdote, la temporal por la obedecer de los que ejercen el
del soldado, pero a gobierno temporal con el fin
insinuación del sacerdote y de que las leyes por ellos
mandato del rey» (De promulgadas se amolden a los
Consideratione I. IV, c. 3-7). principios divinos. Sobre el
A Pedro se le dijo: «Vuelve tu telón de fondo de este
espada a la vaina». «Luego le esquema doctrinal se
pertenecía -comenta S. desarrollaron los graves
Bernardo-, pero no debía uti- acontecimientos de la querella
lizarla por su propia mano». entre el Sacerdocio y el
Imperio a que nos referimos
El argumento escriturístico anteriormente (cf Daniel-
no es muy convincente, que Rops, La Iglesia de la
digamos, pero la consecuencia Catedral y de la Cruzada,
a que arribaba era la aceptada 232-233).
por la generalidad de sus
contemporáneos y que los S. Buenaventura terció en el
Sumos Pontífices mantendrían debate con la competencia
durante los siglos XII y XIII. que le era propia. La Iglesia -
Podríamos sintetizarla así: en decía- tiene a Cristo por
el campo espiritual, el Papa, cabeza de un doble orden:
como cabeza de la Iglesia, por sacerdotal y civil, porque El
ser tal, tiene en primer lugar es, al mismo tiempo, sumo
un poder directo que le sacerdote y rey. Su
permite juzgar a todos los representante en la tierra, el
cristianos, incluidos los obispo de Roma, ha recibido
de Cristo el carácter de su dignidad del poder del
sacerdotal, pero tiene, a la Papa» (PL 214, 377). La
vez, potestad del Señor para imagen del sol y de la luna
delegar la espada de la ayudó a comprender la misma
autoridad civil al poder doctrina simbolizada en la
político, confiando al rey la fórmula de las dos espadas.
dignidad de su cargo tem-
poral, «cuya razón es porque, La conjunción de la
siendo el mismo sumo autoridad espiritual con el
sacerdote, según el orden de poder temporal fue también
Melquisedec, rey de Salem y comparada con la unión del
sacerdote del Dios altísimo, y alma y el cuerpo. Así como el
habiendo sido investido Cristo alma da forma y anima al
de ambas potestades, recibió cuerpo, así el orden
de El entrambas el vicario de sobrenatural hace las veces del
Cristo en la tierra, a quien alma, animando y vivificando
competen, por lo mismo, las el entero orden temporal.
dos espadas» (De perfect.
evang. q.4, a.3, sol. obj. 8). Fácilmente se pensará hoy
que esta doctrina suministraba
Junto con la imagen de las una excusa para que el Papa se
dos espadas, se popularizó entrometiera en el orden
otra, la del sol y la luna. La estrictamente temporal. Pero
Iglesia era comparada con el no fue así, al menos por lo
sol, y la Realeza con la luna. « general. Lo que movía a los
Así como la luna - enseñaba Papas cuando se pronunciaban
Inocencio III- deriva su luz sobre algo temporal no era el
del sol, al que es inferior tanto orgullo, sino una convicción
en calidad como en cantidad, profunda de su misión
en posición y en efecto, el sobrenatural y del carácter
poder real deriva el esplendor sublime de dicha misión por
sobre todo el orden de las mostraban resentidos cuando
cosas terrenas. Por cierto que algunos de entre sus fieles
hubo Papas y Obispos malos, cuestionaban talo cual de sus
que abusaron de aquella procederes que no les parecía
potestad con fines subalternos. correcto. En aquellos tiempos
El canónigo Tomás de los cristianos tenían mucha
Chantimpré, en un curioso más libertad de espíritu que
libro simbólico publicado en ahora para enrostrar las
1248 bajo el título de «Las desviaciones de sus jerarcas.
Abejas», cuenta que un
predicador que se aprestaba a Destaquemos sobre todo la
comenzar un sermón delante figura de Gregorio VII (1013-
de los asistentes a un Concilio, 1085); entre sus numerosos
vio que se le aparecía el méritos hay que incluir el
demonio y le gritaba: « ¿No coraje con que salió al
sabes qué decirles? , pues encuentro de los males de la
diles esto: ¡Los Príncipes del Iglesia medieval,
Infierno saludan a los principalmente la simonía y la
Príncipes de la Iglesia!» Pero fornicación, dando comienzo
la Edad Media conoció gran- a una auténtica reforma, pero
des Papas, varios de los cuales desde adentro de la Iglesia.
llegaron a la santidad. Otro gran Papa fue Inocencio
Algunos de ellos fueron ame- III (1160-1218), el mayor de
nazados, insultados, los Papas medievales, cuyo
desterrados y hasta pontificado fue uno de los
encarcelados por ser fieles al más brillantes de la historia,
Evangelio, mas a pesar de apasionado también por el
todo no depusieron jamás la ideal de la reforma que hizo
profunda convicción de su triunfar en el Concilio de
dignidad pontificia. Y Letrán (1215).
precisamente por ello no se
*** la voluntad del hombre ni un
término al que pueda arribarse
También en este tema de la gracias a la dirección humana;
relación entre los dos poderes, pertenece al gobierno divino,
como en tantos otros puntos, al gobierno de Cristo. Ahora
fue Sto. Tomás quien expresó bien, «la administración de
la doctrina de manera clara e este Reino ha sido enco-
inequívoca. En su libro De mendada no a los reyes, sino a
Regimine Principum sostiene los sacerdotes, a fin de que lo
que «el fin natural del pueblo espiritual fuese distinto de lo
formado en una sociedad es temporal»; y especialmente al
vivir virtuosamente, pues el Sumo Pontífice, representante
fin de toda la sociedad es el del Señor, «a quien todos los
mismo que el de todos los reyes de los pueblos cristianos
individuos que la componen. están sujetos como a nuestro
Pero puesto que el hombre mismo Señor Jesucristo» (cf.
virtuoso está determinado De Regimine Principum, L. I,
también para un fin posterior, cap. 13). El argumento
el propósito de la sociedad no consiste básicamente en que
es meramente que el hombre aquellos que tienen a su cargo
viva virtuosamente, sino que el logro de los fines próximos
por la virtud llegue al disfrute han de subordinarse a los que
de Dios». Si el hombre tienen por misión la
pudiese alcanzar este fin con consecución de los fines
sus solas capacidades últimos.
naturales, competería al rey
dirigirlo hacia esa meta, y no La doctrina política de Sto.
necesitaría de ninguna Tomás puso las cosas en su
instancia ulterior; pero la lugar, ofreciendo un sólido
fruición de Dios o visión fundamento a la legítima
beatífica, no es el resultado de autonomía del Estado en el
ámbito del orden temporal, Bonifacio VIII, en su Bula
pero sin olvidar su ineludible Unam Sanctam (1302),
subordinación a los fines expondría de manera sintética
últimos que encarna la Iglesia. el gran tema de las relaciones
Ya en el siglo XII, el entre lo espiritual y lo
canonista de Inocencio III temporal, asumiendo la
había enseñado que «ambos doctrina tradicional, desde S.
poderes, el del Papa y el del Bernardo hasta Sto. Tomás.
Emperador, proceden de Dios, León XIII, en su Encíclica
y ninguno de ellos depende Immortale Dei (1885)
del otro». Pero fue Sto. Tomás declararía formalmente que el
quien precisó con más nitidez poder temporal y el poder
la idea de un orden natural y espiritual son soberanos, cada
de una ley natural con entidad uno en su esfera, si bien
propia, sobre la base de que el conexos entre sí. Distinguir
«derecho divino, que es de para unir.
gracia, no destruye el derecho
humano, que es de razón Hacia un orden
natural» (Summa Theologica internacional
II-II, 10, 10, c.) En su
Comentario de las Sentencias, De la confesada unidad de
parece extraer el corolario doctrina, así como del
político de dicho principio principio de la fraternidad
cuando enseña que en materiauniversal, principio antitético
al egoísmo de los pueblos, no
de bien civil es mejor obede-
cer al poder secular que al menos que de las personas
individuales, era normal que
espiritual (cf. II Sent, dist.
XLIV, 2,2). surgiese el anhelo de una
especie de federación
Algunos decenios después universal. Siglos atrás había
de la muerte de Sto. Tomás, escrito S. Agustín,
refiriéndose a la Iglesia: «Tú había experimentado desde
unes ciudadanos conque con las invasiones
ciudadanos, naciones con bárbaras se dio por terminada
naciones... no sólo en la Pax Romana, y como ya no
sociedad, sino en cierta habría de experimentarlo en
fraternidad». La ideaadelante. Más allá de las
universalista inspiró a Dante innegables crueldades e
su obra De Monarchia. No en incluso brutalidades que
vano Dante se confesaba mancillan las luchas de la
discípulo espiritual de Sto. Edad Media, los europeos se
Tomás. sabían miembros de una
misma familia suprarregional
Por supuesto que el ideal y supranacional.
dantesco era una expresión de
deseos más que una realidad ¿Cuáles fueron las
lograda. Entre las diversas expresiones de esta
naciones, cada una de las comunidad internacional?
cuales conoció una evolución Sería largo de enumerar.
muy diferente, hubo por cierto Señalemos, con todo, algunas
choques reiterados y de ellas. Por ejemplo, la casi
violentos. Sin embargo, como inexistencia de burocracia en
bien señala Daniel-Rops, lo las fronteras. Un español que
que domina el entero cuadro pasaba por el reino franco no
político de aquella época es tenía que presentar ningún
que, por encima de los tipo de documento o
conflictos, existió una unidad pasaporte. Especialmente los
de fondo, que se manifestó de peregrinos que se dirigían a
mil maneras, e hizo que los principales centros de
durante tres siglos Europa devoción de la época, podían
viviese un período de recorrer todos los países que
concordia, como nunca lo quedaban de paso sin
encontrar la menor restricción cristianos.
administrativa. Y ello aun en
medio de una guerra. La unidad de Europa se
manifestaba en todos los
Más positivamente, campos. Algunas veces el
podemos observar con cuánta Papa que se elegía era
frecuencia los diversos pue- italiano, otras francés, otras
blos europeos se aliaron sin inglés. Los Obispos y Abades
vacilaciones para realizar eran, a menudo,
conjuntamente una acción absolutamente extraños a la
solidaria. Las Cruzadas fueron diócesis o al monasterio para
de ello el ejemplo más los que eran nombrados. Los
pasmoso, no sólo las que se religiosos de las grandes
encaminaron a la liberación de Ordenes se intercambiaban de
Tierra Santa sino también las un país a otro con toda
que se lanzaron a la naturalidad. El mismo uni-
Reconquista de la España versalismo era también
ocupada por los moros, donde advertible en el ámbito de la
numerosos franceses e in- cultura. Como lo señalamos
gleses se alistaron para en la conferencia anterior, los
auxiliar a sus hermanos profesores más eminentes
españoles y portugueses. En eran solicitados por las
caso de conflictos o diversas Universidades, sin
malentendidos entre naciones, atenderse a su proveniencia,
frecuentemente se vio cómo Con lo cual la cultura se
los Príncipes recurrían al universalizaba. Daniel-Rops
arbitraje de alguna persona de llega a hablar de una
elevados quilates morales, un Teología, una Filosofía, una
santo como S. Bernardo, por Literatura de Europa, en las
ejemplo, antes de lanzarse a la que participaban todos los
lucha entre hermanos países y de cuyos logros se
beneficiaban todos. Algo Como el llanto de los pueblos
semejante sucedía en el oprimidos, para recordar a los
campo de las Artes; los reyes la fidelidad y la justicia,
maestros más señalados eran so pena de que quedaran
apreciados muy lejos de sus destronados con sólo declarar
países de origen, al punto que a sus súbditos libres del
hubo franceses que trabajaron juramento de fidelidad. No se
en España, e ingleses que se olvide que la Iglesia,
instalaron en Hungría; más guardiana de la fe, era
aún, talleres enteros de también depositaria de los
escultores y canteros se juramentos, base de la
desplazaron por toda Europa sociedad medieval.
(cf. La Iglesia de la Catedral
y de la Cruzada... 36-37). ¡Qué sensación de fuerza y
de humanidad se trasunta en
Por supuesto que no todo fue aquellas Bulas Pontificias que
color de rosa. Hubo, según comienzan Con estas palabras:
dijimos, numerosos conflictos «Hemos llegado a saber que
y guerras. Pero fue precisa- N. N. oprime a su pueblo»! y
mente a raíz de ello que el Papa, inerme, obtenía
surgió la idea de contar con entonces lo que tantas veces
una especie de tribunal supre- las actuales Naciones Unidas,
mo, Con capacidad para armadas, no logran conseguir.
juzgar a pueblos y monarcas. La intervención del Sumo
Como pareció obvio, los ojos Pontífice no era reductible a
de la Cristiandad se dirigieron un mero fallo judicial. Detrás
hacia el que consideraban más de su intervención aleteaba el
adecuado: el Sumo Pontífice. espíritu de su paternidad
Fue él quien acogería tanto el universal. Como escribe J.
lamento de las reinas Meinvielle: «La Iglesia -forma
injustamente repudiadas divina universal- al informar
los diversos Estados de la Dos figuras arquetípicas
tierra, los confortaba, en su de reyes
propia razón de Estados, y, al
recibirlos en su seno, los Jamás la historia ha
estrechaba también en una conocido una galería tan
hermandad sobrenatural, que amplia de reyes santos como
robustecía los vínculosla Edad Media: S. Eduardo de
derivados del Derecho de Inglaterra, S. Hermenegildo
Gentes» (Unidad de la civi- de España, S. Enrique em-
lización cristiana, en «Verbo» perador, Sta. Eduvigis de
278, 1987, 25). No era una Hungría, Sta. Margarita de
simple Federación de Estados. Escocia, Sta. Eduvigis de
Era la Cristiandad. Polonia, S. Esteban de
Hungría, S. Vladimir de Rus,
Concluyamos diciendo que, Sta. Isabel de Portugal, y
desde el punto de vista que tantos más.
estamos tratando, la
Cristiandad podría definirse Nos limitaremos a evocar a
como la «universidad» de los dos de ellos, que fueron entre
príncipes y de los pueblos sí primos hermanos, S. Luis y
cristianos que, animados de S. Fernando.
una misma fe, adhieren a una
misma doctrina, y reconocen 1. San Luis, rey de Francia
el mismo magisterio
espiritual. La paz en la Edad Daniel-Rops ha compuesto
Media ha sido, precisamente, un logrado retrato del santo,
según la lograda fórmula de S. que acá esbozaremos. Por las
Agustín, la «tranquilidad» de descripciones de sus
este orden. contemporáneos se sabe que
era un hombre alto y enjuto,
de cabello rubio y ojos azules.
Espiritualmente se trataba de
una persona superior, pero que principio rector que lo guiaría
nada tenía de santurrón ni de a lo largo de toda su vida, en
mojigato; al contrario, era afa- perfecta consonancia con
ble, amante de las bromas y de aquello que, siendo niño,
la eutrapelia, lo que no había oído de labios de su
obstaba a que gustase madre, Blanca de Castilla, a
conservar las debidas saber, que lo prefería muerto a
distancias, y cuando era pecador. En medio de las
necesario, mostrarse cortante. agotadoras tareas que le exigía
Juntaba de manera eximia la el timón de la nación, nunca le
nostalgia del Dios, cuya visión faltó tiempo para rezar cada
final anhelaba, con la día las Horas litúrgicas y para
preocupación política por los leer asiduamente la Sagrada
asuntos de la tierra que el Escritura y los Santos Padres.
mismo Dios había puesto a su Se confesaba con frecuencia,
cuidado. se azotaba en castigo de sus
faltas, ayunaba severamente,
La vida de S. Luis es un llevaba cilicio, y vivía con
testimonio vivo de cómo un extrema sobriedad, al menos
rey puede hacer brillar en sus mientras su cargo no le
obras el primado de las cosas obligaba a ponerse trajes de
de Dios por sobre las cosas del gala.
hombre. «Querido hijo, lo
primero que quiero enseñarte - La fe no era para él algo
diría a su primogénito Felipe, puramente privado, vivido en
en la carta-testamento que le el santuario secreto del alma,
dejó- es que ames a Dios de sin influjo alguno sobre su
todo corazón; pues sin eso conducta, sino que
nadie puede salvarse. impregnaba todo su obrar, y lo
Guárdate de hacer nada que impulsaba a la caridad, que es
desagrade a Dios». Tal sería el como la flor de la fe. Su
generosidad era proverbial. de obras e instituciones
Con frecuencia salía a caminar educativas, así como a la
por las calles de París o de las erección de hospitales,
otras ciudades de su Reino, hospicios, orfelinatos y
para distribuir dinero a los numerosos conventos.
pobres que a su paso iba
encontrando; pasaba largos El espíritu de la Caballería se
ratos cuidando en los hos- encarnó en él. S. Luis fue un
pitales a los enfermos más soldado intrépido, de un
repugnantes; invitaba a su coraje pasmoso, que en las
mesa a veinte pobres tan batallas se dirigía siempre
sucios y malolientes que los hacia los puntos más peli-
mismos guardias del Palacio grosos, porque estaba seguro
se sentían descompuestos; de la justicia de su causa y
cuando, según la costumbre de amparado en la certeza de la
aquel tiempo, se anunciaba vida eterna, que sabía lo
desde lejos, al son de esperaba si moría en la
campanillas, la presencia de demanda. El lustre de su per-
algún leproso, Luis se sonalidad era tal que se
acercaba a él y lo besaba, imponía incluso a sus
como si fuese el mismo adversarios. Cuando durante
Cristo. Todas estas anécdotas, las Cruzadas cayó prisionero
y muchas más, no son de los musulmanes, fue
producto de la imaginación de proverbial el ascendiente que
algún biógrafo servil o beatón, logró ejercer sobre el propio
sino que provienen de las más Sultán vencedor. Y del
seguras Crónicas de la época. caballero no tuvo sólo las con-
Y esa caridad, que fue tan diciones militares, sino
personal, es decir, de persona también aquellas virtudes de
a persona, no obstó a que la dadivosidad y de delicadeza,
volcara también a la creación de protección a los débiles y
de amor a Nuestra Señora, que Daniel-Rops, por eminentes
integraban lo que podríamos que sean las virtudes per-
llamar la espiritualidad caba- sonales de un hombre, cuando
lleresca. se trata de un político es
preciso que trasciendan el
Admirable fue también la ámbito privado y en alguna
fidelidad que mostró en su forma se manifiesten
vida conyugal, una fidelidad cotidianamente en sus deberes
no demasiado fácil, por cierto, de Estado. Y así lo fue
pues su mujer, Margarita de ciertamente en el caso de S.
Provenza, era una joven más Luis, como lo demuestran una
bien ligera, superficial, y de multitud de episodios. En el
un nivel psicológico y testamento a su hijo, tras
espiritual muy inferior al de recordarle que la principal
su marido, si bien ha de obligación del reyes amar a
decirse en su favor que Dios por sobre todas las cosas
cuando llegaron épocas di- y ejercer su real actividad
fíciles, supo mostrar sus como si estuviera siempre en
quilates de reina, como por su santa presencia, le advierte
ejemplo durante la epopeya de que semejante actitud lo
la Cruzada emprendida por su obliga no sólo a la ecuanimi-
esposo, donde quedó sola en dad sino incluso a inclinarse
Francia, debiendo asumir del lado más débil. «Si sucede
responsabilidades vicarias. El que un rico y un pobre se
anillo de S. Luis tenía grabada querellan por alguna razón,
esta fórmula: «Dios, Francia, sostiene antes al pobre que al
Margarita», es decir, en orden rico, pero busca que se haga la
jerárquico, los tres amores que verdad, y cuando la hayas
ocuparon su corazón. descubierto, obra de acuerdo
con el derecho». Los
Pero, como bien señala artesanos no tuvieron protec-
tor más benévolo, más de Vincennes, se sentaba junto
preocupado por sus a una encina y escuchaba «sin
necesidades y más generoso impedimento de ujieres» a
para con sus profesiones que quienquiera le «trajese un
aquel rey que hizo de Esteban pleito». El cuadro tiene un
Boileau el organizador de las valor simbólico, pero aun
«corporaciones». Sin embargo cuando no haya sido cierto
no siempre S. Luis vio claro que personalmente hiciese jus-
lo que debía hacer, sea dentro ticia, es indudable que la
de la nación como en lo que búsqueda de la misma fue su
hace a las relaciones preocupación más absorbente.
internacionales. Y en esos ca- La equidad del rey era
sos no trepidaba en consultar integérrima, por lo que sus
a algún entendido en la decisiones no siempre con-
materia, en ocasiones al mis- cluían en actos de clemencia.
mo Sto. Tomás, con quien a Algunos lo experimentaron
veces compartió lo que hoy severamente, por ejemplo
llamamos «almuerzos de aquel cocinero que, habiendo
trabajo» ... sido reconocido culpable de
delitos graves, esperaba
Una de las características escapar a la pena capital por el
más notorias del santo rey fue hecho de pertenecer a la
su amor a la justicia, lo que lo Mesnada Real, ya quien el rey
llevó a poner especial cuidado en persona ordenó que lo
en la selección de los jueces ahorcasen; o como aquella
del Reino. Es célebre aquella dama de la nobleza, cuyo
escena, relatada por Joinville, amante, a solicitud suya, había
consejero del rey e asesinado a su marido, por la
historiador, según la cual S. cual intercedieron los frailes,
Luis, luego de oír la Santa las altas damas de la Corte y
Misa, solía dirigirse al bosque la reina en persona, ya quien
el rey hizo quemar en el maravilla de piedra cincelada
mismo lugar de su crimen, y de policromos vitrales que
«porque la justicia al aire libre se denomina. la Sainte-
es saludable»... Chapelle.

Francia fue en su tiempo, a En lo que atañe a las


los ojos de toda Europa, la relaciones internacionales se
tierra más venturosa de la comportó con verdadera hi-
Cristiandad, dando la dalguía, severo a veces en la
sensación de una defensa de la grandeza de su
impresionante actividad Francia, generoso otras para
creadora. Fue entonces salvar la concordia de la
cuando Robert de Sorbon, ca- Cristiandad. Con frecuencia
pellán del rey, erigió aquel fue llamado para que hiciese
colegio -la Sorbona- que de árbitro entre naciones en
había de ser célebre hasta pugna, como lo había sido S.
nuestros días. Fue entonces Bernardo en el siglo anterior
cuando toda Francia, y .Hijo fidelísimo de la Iglesia,
particularmente París, se po- estuvo lejos de cualquier tipo
bló de institutos y casas de de servilismo en relación con
estudios. Fue entonces cuando la misma, no tolerando
se elevaron las torres de intervención alguna de Roma
Notre-Dame de París, cuando en su política interna.
Chartres rehizo su catedral,
devastada por un incendio; La Cruzada -o mejor las
cuando se edificaron Reims, Cruzadas, ya que se lanzó dos
Bourges y Amiens. Y fue veces a la misma sagrada
entonces cuando, para cobijar aventura- había de ser el
la corona de espinas traída de broche de oro de aquella
Tierra Santa por iniciativa de «política sacada de la Sagrada
S. Luis, se erigió esa Escritura», según la conocida
expresión de Bossuet. Si bien agosto*.
no le acompañó el éxito desde
el punto de vista militar, sin *Sobre S. Luis puede verse
embargo el heroísmo de que también el magnífico elogio
hizo gala en su campaña de que del Santo pronunciara el
Egipto y la sublime belleza de Card. Pie, publicado en
su muerte acaecida en Túnez «Mikael» 25, 1981, 131-152.
confirieron a su imagen el
supremo toque de la grandeza 2. San Fernardo, rey de
cristiana (cf. Daniel-Rops, La Castilla y de León
Iglesia de la Catedral y de la
Cruzada... 359-371). S. Fernando (1198?-1252),
es, sin duda, el español más
De él escribiría ilustre del siglo de oro
Montalembert: «Caballero, medieval, el siglo XIII, y una
peregríno, cruzado, rey, de las figuras máximas de
ceñido con la primera corona España, sólo comparable
del mundo, valiente hasta la quizás con Isabel la Católica.
temeridad, no dudaba menos Fernando es uno de esos
en exponer la propia vida que arquetipos humanos que
en inclinar su frente ante Dios; conjugan en grado sublime la
fue amante del peligro, de la piedad, la prudencia y el
humillación, de la penitencia; heroísmo; uno de los injertos
infatigable -campeón de la más logrados de los dones y
justicia, del oprimido, del virtudes sobrenaturales en los
débil, personificación sublime dones y virtudes humanas.
de la caballería cristiana en
toda su pureza y de la Un accidente fortuito de su
verdadera realeza en toda su tío Enrique I hizo del joven
augusta majestad». Su fiesta Fernando, el rey de Castilla.
litúrgica se celebra el 25 de La verdadera heredera era su
madre, pero ésta,
comprendiendo los dotes de su fermoso ome de color en todo
hijo, tras hacerse proclamar el cuerpo, et apuesto et muy
reina de Castilla, tomó bien faccionado». De elevada
enseguida la corona que la estatura, distinguido y
cubría y la depositó sobre la majestuoso sin perder la
cabeza de su hijo. Poco más sencillez, amable con firmeza,
tarde, al cumplir Fernando los reunía en espléndida armonía
18 años, fue armado caballero las cualidades del padre de
en el Monasterio de las familia, del guerrero y del
Huelgas, junto a Burgos, por hombre de Estado. Si tenía el
el obispo del lugar, y en don de enseñorear sobre los
presencia de su madre quien le demás, era porque antes había
ciñó la espada. Desde logrado dominarse a sí mismo.
entonces comprendió que su
misión era ser caballero de su Hombre virtuoso como
tierra y de Cristo. Aquella pocos, no era la suya una
espada sólo podría virtud triste ni huraña, ni su
desenvainarse contra los corte tenía el aspecto de un
enemigos de la fe. monasterio. Gustaba de la
magnificencia, los desfiles
La vida de Fernando fue militares, la liturgia solemne.
intachable. Tras casarse, tuvo Prefería las armaduras
de su mujer nada menos que esbeltas, arrojaba la lanza con
13 hijos, a quienes en su mo- destreza, cabalgaba con
mento armó también elegancia, y era siempre el
caballeros. En León, lo mismo primero, tanto en la iglesia
que en Castilla, el pueblo lo como en el campo, lo mismo
quería y lo alababa. Hasta en la guerra que en los
físicamente se mostraba torneos... y hasta en el ajedrez,
atractivo y gallardo, «caera - que jugaba con pericia. En su
diría luego de él su hijo- muy corte, quizás por influencia de
los árabes circundantes, la caballo con su séquito, al
música alcanzó un nivel se- toparse en los polvorientos
mejante al que conoció en el caminos castellanos con gente
entorno de S. Luis. Fernando de a pie, se hacía a un lado
no sólo amaba la música para que el polvo no molestara
selecta y cantaba con gracia, a los caminantes ni cegara a
sino que era también amigo de las mulas.
los trovadores, e incluso se le
atribuyen algunas «cantigas», Pero la poesía, la guitarra y
especialmente una en loor de el ajedrez eran sólo una
Nuestra Señora. Todo esto distracción en medio de las
resulta encantador como fatigas del campamento. Lo
sustento psicológico y cultural permanente en aquella vida
de un rey guerrero, asceta y heroica, la idea fuerza, la
santo. Su hijo Alfonso X el preocupación de todos los
Sabio heredaría la afición instantes, era la reconquista de
poética de su padre, tan España, la vuelta de
cultivada en el hogar. Histó- Andalucía a la civilización
ricamente parece cada vez cristiana. Sólo amó la guerra
más cierto que el justa, como cruzada católica y
florecimiento jurídico, de legitima restauración
literario y hasta musical de la nacional, evitando siempre en
corte de Alfonso fue resultado lo posible la lucha contra otros
del esplendor de la de su príncipes cristianos, para lo
padre. cual recurrió generalmente a
la negociación.
A un género superior de
docencia pertenece la Tenía 25 años cuando,
encantadora noticia anecdótica rodeado por su ejército de
que debemos también a su caballeros, se acercó por pri-
hijo: cuando Fernando iba a mera vez a las orillas del
Guadalquivir, dando inicio a afán por el reinado de Cristo.
aquella gesta gloriosa de «Señor, Tú sabes que no
treinta años, que sólo la busco una gloria perecedera,
muerte pudo interrumpir. sino solamente la gloria de tu
Fernando conoció victoría tras nombre», terminó cierta vez
victoria. Ningún descalabro en en forma de plegaria un
su camino de gloría, ninguna discurso delante de su corte.
batalla perdida. Al paso de su Considerábase un «caballero
caballo, Castilla se iba ensan- de Dios», le gustaba llamarse
chando sin cesar: primero «el siervo de Santa María» y
Baeza, luego Córdoba, Jaén, tenía a honra el título de
Murcia, Sevilla, toda la Bética «alférez de Santiago».
meridional hasta el
Mediterráneo, hasta el océano. Abundemos sobre la faceta
Cuando conquistó Córdoba, mariana de su personalidad.
purificó la gran mezquita, Según la costumbre de los
consagrándola al culto caballeros de su tiempo,
católico. Sólo quedaba Fernando llevaba siempre
Granada. Si bien no llegó a consigo, atada con una cuerda
ocuparla, logró que su emir le a la montura de su caballo,
pagara tributo; dos siglos una imagen de marfil de
después sería conquistada por Nuestra Señora, la venerable
Fernando e Isabel, el mismo «Virgen de las Batallas», que
año del descubrimiento de se conserva hasta hoy en
América. Sevilla. Aun cuando estaba en
campaña, no dejaba de rezar
No era la búsqueda de la el oficio parvo mariano,
vana gloria lo que antecedente medieval del
desenfundaba aquella espada rosario. A la imagen patrona
victoriosa, sino sólo el de su ,ejército, la «Virgen de
pensamiento de la patria y el los Reyes», le erigió, durante
el asedio de Sevilla, una municipios. En el orden
capilla estable en el educacional, no sólo creó las
campamento, y tras la Universidades de Falencia y
victoria, renunciando a entrar Salamanca, Sino que también
a la cabeza de su ejército en se preocupó por buscar
dicha ciudad, le cedió a la profesores dentro y fuera de
Virgen el honor de presidir el España, concediendo grandes
cortejo triunfal. Esa imagen privilegios a los estudiantes.
preside hoy una, espléndida Destacóse asimismo por la
capilla en la catedral sevi- represión de las herejías, las
llana. Cuando el eco de sus cordiales relaciones que
resonantes victorias llegó mantuvo con los otros reyes
hasta de España, su administración
económica, y sobre todo el
Roma, los Papas Gregorio impulso que dio a la
IV e Inocencio IV lo codificación del derecho
proclamaron «atleta de español, ordenando la
Cristo» y «campeón invicto traducción del Fuego Juzgo en
de Nuestro Señor», lengua castellana e
respectivamente, cual cruzado instaurando el idioma español
benemérito de la Cristiandad. como lengua oficial de las le-
yes y documentos públicos, en
Es bastante conocida la sustitución del latín. También
faceta guerrera de la promovió el arte, acogiendo
personalidad de Fernando. No con la misma esplendidez a
lo es tanto su actuación como los trovadores provenzales
gobernante, que últimamente que a los artistas ya los sabios.
la historia ha ido reconstru- En este catálogo de aciertos
yendo. Por ejemplo, sus no podemos omitir la
relaciones con la Santa Sede, reorganización de las ciudades
los obispos, los nobles y los conquistadas; en los estados
del sur de España encaró con de noche, amaba la justicia,
sabiduría el difícil problema recibía con singular agrado a
de la convivencia; él mismo los pobres y los sentaba a su
se declaró «rey de tres religio- mesa, los servía y les lavaba
nes», considerando los pies... Más temo, solía
igualmente como súbditos decir, la maldición de una
suyos a los cristianos, los pobre vieja que a todos los
judíos y los musulmanes. ejércitos de los moros».

A semejanza de su primo, S. Fue bajo su reinado que,


Luis, fue celoso en la gracias al botín de tantas
administración de la justicia. conquistas, España se cubrió
Visitaba personalmente los con el manto espléndido de
pueblos de sus estados, oía los sus catedrales góticas: Burgos,
pleitos y en ocasiones Toledo, León, Osma,
pronunciaba también las Palencia... El mismo rey
sentencias correspondientes. impulsaba las obras, y al
Durante su largo reinado, tiempo que volcaba en ellas
siempre que pudo favoreció al sus tesoros, alentaba a los
pobre contra las injustas artistas en su emprendimiento.
pretensiones de los poderosos, La vida de S. Fernando
y tanto le preocupaba este transcurrió sin especiales
tema que llegó a instalar en su contrariedades, ignorando la
palacio de Sevilla una rejilla derrota y el fracaso. Mientras
que lo comunicaba con la sala su primo S. Luis se dirigía al
de audiencias, para observar si cielo a través de la adversidad,
sus jueces procedían con Fernando lo hacia por el
rectitud. «Oía a todos -nos sendero de la dicha. Dios
cuenta un escritor que lo condujo a ambos a la santidad
conoció-; la puerta de su pero por caminos opuestos: a
tienda estaba abierta de día y uno bajo el signo del triunfo
terreno y al otro bajo el de la de tierra e de muchos buenos
desventura y el revés. Pero vasallos, más que rey alguno
ambos se hermanaron de la cristiandad; trabaja por
encarnando el dechado ser bueno y fazer el bien, ca
caballeresco de su época. Un bien has con qué». Y luego,
nieto de S. Fernando, hijo de aquella postrera
Alfonso, se casaría con Doña recomendación, en que -el
Blanca, hija de S. Luis. amor a la patria se cubre de
gracejo: «Sennor, te dexo toda
No teniendo ya casi nada que la tierra de la mar acá, que los
conquistar en la Península, moros ganar ovieron al rey
Fernando, todavía joven -52 Rodrigo. Si en este estado en
años- pensó llevar sus tropas que yo te la dexo la, sopieres
al territorio africano. Cien mil guardar, eres tan buen rey
hombres se habían como yo; et si ganares por ti
concentrado en las orillas del más, eres maior que yo; et si
Guadalquivir, una flota desto menguas, no eres tan
numerosa comenzó a moverse bueno como yo».
por el Estrecho de Gibraltar,
las armerías toledanas Advirtiendo que se
trabajaban al máximo de su aproximaba el instante de su
capacidad, y ya los príncipes muerte, tomó en sus manos
marroquíes, previendo un una vela, ofreció su vida a
desastre, enviaban embajadas Dios. Y mientras los clérigos
suplicantes. Pero la muerte allí presentes entonaban el Te
invalidó el proyecto, aquella Deum, entregó su alma, al
muerte admirable que Alfonso Señor. Todos lo lloraron,
su hijo y sucesor, nos ha incluidos los árabes, que
relatado con palabras admiraban su lealtad. A sus
conmovedoras. «Fijo -le dijo exequias asistió el rey moro
el moribundo- rico en fincas de Granada con cien nobles
que llevaban en sus manos era de mil et CC et noventa
antorchas encendidas; la años».
nobleza lo lloraba, el pueblo
había perdido su protector. Un S. Fernando descansa en la
rey como aquél sólo aparece abadía de Las Huelgas, allí
cada tanto. mismo donde fue armado
caballero, que es como el
En su sepulcro grabaron en Panteón Real. Su fiesta
latín, castellano, árabe y litúrgica se celebra el 30 de
hebreo este epitafio: «Aquí mayo.
yace el Rey muy honrado Don
Fernando, señor de Castiella é
de Toledo, de León, de Capítulo IV
Galicia, de Sevilla, de
Córdoba, de Murcia é de Jaén, El orden social de la
el que conquistó toda España, Cristiandad
el más leal, é el más
verdadero, é el más franco, é En una obra literaria
el más esforzado, é el más medieval que lleva por
apuesto, é el más granado, é el nombre, Poeme de Miserere,
más sofrido, é el más cuya autoría pertenece a
omildoso, é el que más temía Reclus de Molliens, se indica
a Dios, é el que más le facía con claridad la estructuración
servicio, é el que quebrantó é que caracterizó a la sociedad
destruyó‟ a todos sus de aquella época:
enemigos, é el que alzó y
ondró a todos sus amigos, é Labeur de clerc est de prier
conquistó la Cibdad de
Et justice de chevalier.
Sevilla, que es cabeza de toda
España, é passos hi en el Pain leur trouvent les
postrimero día de Mayo, en la labouriers.
Gilpaist, cilprie et cil défend. L'épée dit: G'est ma justice

Labor del clérigo es rezar Garder les clercs de Sainte


Eglise
y justicia la del caballero;
Et ceuxpar qui viande est
Pan les proporcionan los que quise.
trabajan.
Oficio mío es, dice la
Uno da el pan, otro reza y espada,
otro defiende.
Proteger a los clérigos de la
Un estamento que oraba, Santa Iglesia
otro que trabajaba y otro que
combatía defendiendo la Y a aquellos que procuran el
justicia. En esta constitución sustento.
tripartita se reconocía la
fórmula ideal de la sociedad Analicemos cada uno de los
medieval, tan semejante al niveles.
organismo humano, que
posee, también él, una cabeza, I. Los que oran
un corazón y diversos
miembros. Era un sistema En la cumbre de la pirámide
armonioso de distribución de social de la Edad Media se
fuerzas. encontraba el estamento
eclesiástico -«labeur de
En otro poema del mismo clerc»-, porque decía relación
autor, el «De Carité», se con el orden superior, el orden
afirma algo semejante, si bien sobrenatural, constituyendo
señalándose mejor el papel una suerte de puente entre la
complementario de los tres tierra y el cielo. Expondremos
estamentos: el papel de este estamento en
el contexto más general del muchos pecados. Nada seria
modo como en aquella época más erróneo que ver en la
se entendía la vida espiritual. Edad Media una época poco
menos que edénica, donde
1. La Edad Media: una época nadie se salía del carril de los
religiosa mandamientos. La verdad es
que se pecaba grave y
Durante los 300 años de su conscientemente. ¿No resulta
transcurso, la Edad Media ello incoherente con un
conoció etapas muy diversas. espíritu de fe tan invasor
Sin embargo los cambios que como el que caracterizó a la
dichas etapas implicaban Edad Media? ¿Cómo las
jamás menoscabaron la costumbres estaban tan poco
unanimidad de la fe, que acordes con la fe? Fue, sin
siempre siguió siendo un dato duda, una deficiencia
indiscutido. Y conste que se responsable. Sin embargo, hay
trataba de una fe que no se que notar algo fundamental,
restringía al plano meramente que diversifica aquel período
cerebral sino que imbuía casi del nuestro. Y es que aquellos
con naturalidad todas las hombres, cuando se com-
facetas de la actividad portaban mal, sabían lo que
humana. Como dice Daniel- estaban haciendo, sabían que
Rops, «nada se hizo entonces lo que hacían era una falta.
en la tierra que no tuviera, Nadie por aquel entonces
directa o indirectamente, a hubiera podido imaginar el
Dios como fin, como testigo o error más grave del mundo
como juez» (La Iglesia de la moderno, que es no ya el de
Catedral y de la Cruzada... combatir a Dios, negando su
44). soberanía y su dominio, sino
el de marginarlo, el de pensar
Por cierto que en aquellos y comportarse como si El no
tiempos se cometieron
existiera. Entonces Dios no son cristianas. Mientras la
era algo muerto, era una gente sabía que los pecados
realidad, algo tan vivo y real eran pecados, había una
como los que lo ofendían. salida, había, por así , decirlo,
materia para la gracia. En
Interesante a este respecto el cambio hoy no es así. El
juicio de Charles Péguy sobre mundo se ha vuelto
el mundo de nuestro tiempo. perfectamente
Escribiéndole a un amigo le descristianizado, totalmente
decía que tanto la existencia acristiano: ya no se alaba
del pecador como la del santo públicamente la santidad, y ya
son propias de una época no se sabe lo que es el pecado.
cristiana; son dos creaciones, (El texto completo de esta
dos inventos del cristianismo. carta puede verse en «Esquiú»
Decir que el mundo de hoy se 23 de diciembre 1990, 6-11).
ha descristianizado, no quiere
decir que la santidad haya La Edad Media valoraba la
quedado sepultada bajo el santidad y no justificaba el
número ingente de los peca- pecado. O mejor, vivía con
dos. Eso sería insignificante. cierta naturalidad el orden
Eso no sería más que un mal sobrenatural. Esta aceptación
cristianismo, un mal siglo de lo sobrenatural, este vivir
cristiano, como tantos otros. en ese orden como el pez en el
Por lo demás, siempre el agua, es una de las
contingente de los santos fue características más típicas del
exiguo en comparación con hombre medieval, que le
los pecadores. Pero lo que ya permitíó desarrollarse sobre la
no es para nada normal, lo que base de certezas, y no de
constituye precisamente el meras opiniones, y emprender
drama de nuestro tiempo, es grandes acciones, seguro de
que nuestras miserias ya no que podía superarse siempre
más. Asimismo hizo que su De esta forma, el sentido
vida se desarrollase en una auténtico de lo sobrenatural se
atmósfera de poesía y de mezcló en ocasiones con la
asombro, caldo de cultivo de credulidad popular y la
la inspiración artística que en tendencia a lo maravilloso.
tan alto grado resplandeciera Hoy ello se nos hace extraño,
en la Edad Media. Pero dicha en una época tan racionalista
manera de encarar la como la nuestra, pero aquellos
existencia no estuvo exenta de hombres eran más sencillos y
peligros, porque no siempre se tendían a creer en lo que se les
supo distinguir ade- decía. Un ejemplo de esta
cuadamente entre lo que era mixtión es claramente
de veras sobrenatural y lo que advertible en el culto de las
aparecía como maravilloso a reliquias, cosa tan loable y tan
la imaginación. De la recomendada por la Iglesia
inclinación a creer en el desde los primeros siglos.
contenido de la fe se pasaba Todo el mundo estaba en pos
fácilmente a la credulidad en de reliquias. Pero, ¿quién
tradiciones cuyo origen era garantizaba la autenticidad de
con frecuencia sospechoso, ya las mismas? A decir verdad,
las que la Iglesia jerárquica no esta preocupación no les hacía
reconocía fundamento alguno, perder el sueño, lo que
por ejemplo, en leyendas aprovechaban algunos
relativas a la infancia de Je- vivillos, que siempre los hay,
sús, al estilo de los evangelios para poner a disposición de
apócrifos, o en milagros no los fieles, a buen precio, por
pocas veces estrafalarios que supuesto, cestos de la
se atribuían con excesiva multiplicación de los panes, o
ingenuidad al poder de los algunas gotas de sudor de
santos. Cristo en el Huerto. Como era
de esperar, la Iglesia denunció
reiteradamente semejantes resurrección del cuerpo de
fraudes, pero el pueblo simple Cristo. Las fiestas de Todos
no se conmovía demasiado los Santos y de Todos los
por tales advertencias. Difuntos indicaban la llegada
del fin del año, y entonces la
El espíritu religioso lo Iglesia, acompañando el
invadía todo. El almanaque declinar de la naturaleza,
civil era casi un calendario incluía en su liturgia re-
eclesiástico, un elenco de las flexiones diversas sobre la
fiestas y santos de la Iglesia. precariedad de la vida humana
No se decía «el 11 de y la gloria reservada al que
noviembre» sino «el día de S. perseveraba en la fe.
Martín». Los domingos eran
designados con la primera Más allá de todas las
palabra del introito de la Misa limitaciones, la Edad Media
del día: el domingo de Lxtare, fue indudablemente una época
de Quasimo- do, etc. Para el gloriosa de santidad, cuyos
pueblo, el año nuevo co- frutos germinaron a todo lo
menzaba no el 1° de enero largo y ancho de la Cristian-
sino en Navidad y Epifanía, dad. Hubo santos que huyeron
cuando se concluían los del mundo haciéndose
trabajos y se terminaba de eremitas, o que se santificaron
levantar las cosechas. La en él. Hubo santos en todos
llegada de la primavera lo las países, en todos los
señalaba el día de Pascua - estratos y ambientes de la
como se sabe, por la sociedad, entre los sacerdotes
diferencia de hemisferios, la y monjes, obispos y Papas,
Pascua en Europa coincide pero también entre los laicos,
con la primavera-, primavera reyes, príncipes, artesanos y
natural y sobrenatural, re- labradores.
surgir de la naturaleza y
2.Cinco cipales hechos de la vida de
características de la Cristo. Pero también se
espiritualidad conoció el Antiguo Testamen-
medieval to, considerado cual preludio
del Nuevo, según la manera
No es fácil sistematizar las como lo habían interpretado
principales manifestaciones los Padres de la Iglesia, que
del espíritu religioso que veían en la vieja alíanza la
distinguieron a los hombres de prefiguración y anuncio
la Cristiandad. Hagamos el profético de la nueva. A la luz
intento. del Nuevo Testamento los
cristianos penetraron en el
La
a) impronta misterio de la Iglesia y su
escriturística culminación en el Apocalipsis.
Contrariamente a lo que La mejor prueba del modo
generalmente se cree, la Edad como los cristianos de la Edad
Media tuvo predilección por la Media entendían la Sagrada
Sagrada Escritura. Es cierto Escritura nos lo proporcionan
que en aquel entonces no la escultura y los vitrales de
serían muchos los que la las catedrales, que en aquella
habrían leído íntegramente, época eran como las casas del
pero la lectura no es el único pueblo. Según veremos en
modo de acceder al contenido conferencias ulteriores, la
de un libro. El hecho es que la distribución de las imágenes
Biblia fue entonces conocida, en las catedrales supone una
al menos en sus líneas mente ordenadora y teológica.
generales, con mucha mayor Pero, como bien ha escrito
amplitud y profundidad que en Daniel-Rops: «¿Para qué iban
nuestros días. Especialmente los maestros constructores a
se frecuentó el Evangelio y, haber multiplicado las páginas
consiguientemente, los prin-
de aquellas “Biblias de estaba profusamente
piedra”, de aquellos impregnado de giros bíblicos.
Evangelios transparentes, si Asimismo la Escritura era
los usuarios del edificio no ampliamente conocida en los
hubieran visto en todo ello conventos donde, ya desde los
más que jeroglíficos?, Se ha tiempos de S. Benito, la lectio
dicho que la catedral „hablaba divina, en que la Escritura
al analfabeto‟; pero hay que constituía lo principal, había
admitir que éste era capaz de de ocupar una buena parte de
entender su lenguaje» (La la jornada del monje. Pero lo
Iglesia de la Catedral y de la que acá queremos recalcar es
Cruzada... 60). hasta qué punto ese
conocimiento no quedó ence-
Por cierto que la Sagrada rrado en los claustros
Escritura era conocida y universitarios y en los
estudiada con más profundi- monasterios, sino que se
dad en las Universidades y proyectó a la generalidad de
Facultades de Teología. No los fieles, informando su
deja de resultarnos admirable espiritualidad.
el grado en que los hombres
más intelígentes la asimilaban b) El culto a los santos
hasta citarla con una facilidad
que nos resulta pasmosa, La segunda nota de la
como por ejemplo S. religiosidad medieval es el
Bernardo, quien en sus culto de los santos, que fue
escritos y sermones no sólo cobrando gran importancia en
pasaba con toda naturalídad el transcurso de aquella época.
de los tipos y figuras del Dicho culto no fue, por cierto,
Antiguo Testamento a las un invento del Medioevo, ya
realidades del Nuevo, sino que provenía de los primeros
que hasta su mismo estilo siglos del cristianismo, pero
entonces alcanzó una que admira.
magnitud impresionante.
Como lo hemos señalado, a Los hombres de esa época
veces se dejó contaminar por unían con toda naturalidad las
la credulidad y la superstición. vidas de los santos a la
Pero ello no obsta a que Escritura tan amada. Para
valoremos lo que tenía de ellos, según observa el mismo
positivo. «El, hombre de la Daniel-Rops, la historia de los
Edad Media se sentía humilde grandes hombres y mujeres
e inerme ante el que habían servido a Dios
hasta el heroísmo de la
Eterno -escribe Daniel-Rops-, santidad, fue la tercera parte
y experimentaba así la de un tríptico, cuyas dos
necesidad de colocar entre el primeras eran el Antiguo y el
Todopoderoso y él, unos Nuevo Testamento (cf. ibid.)
intermediarios, unos hombres Tal aserto encuentra una
como él que hubieran confirmación en las esculturas
conquistado el cielo de los pórticos de las catedra-
levantando hasta la perfección les, así como en los vitrales,
su propia naturaleza. Ese de- donde se los ve mezclados
seo del alma que Nietzsche familiarmente con los grandes
formuló en aquellos términos personajes de la Sagrada
célebres: “el hombre es algo Escritura. Algunas crónicas
que quiere ser superado”, lo que relataban las vidas
acalló el cristianismo de la ejemplares de los santos eran
Edad Media admirando a los leídas en el marco de la
Santos, lo que sin duda vale liturgia, pero muchas otras
más que idolatrar a los pertenecían al repertorio de
campeones de boxeo ya los los juglares y trovadores al
artistas de cine» (ibid, 61.) En mismo título que los Cantares
cierto modo, cada uno es lo de Gesta.
Cada nación, cada provincia, al hombre, sin por ello obviar
cada ciudad, tenía sus propios su divinidad. Desde entonces
santos. Cada época del año, su se iban a enfocar con
santo especialmente venerado. predilección todos los
Cada oficio contaba con la aspectos humanos del Señor,
protección de un santo para analizarlos en los libros y
«patrono». Cada necesidad, predicarlos en los sermones.
con su especial intercesor. De este tiempo es la
costumbre del pesebre,
c)La devoción a la instaurada por S. Francisco, y
humanidad de Cristo la consiguiente veneración del
Niño recién nacido, del que S.
Podríase decir, en términos Bernardo evocaría con ternura
muy generales, que si el incluso sus pañales; se honró
primer milenio del cristia- al Niño de Nazaret, sobre
nismo insistió más en la quien S. Elredio de Rieval
divinidad de Nuestro Señor, el escríbió un tratado. Y
segundo se inauguró predilec- especialmente se meditaron
cionando su naturaleza los misterios dolorosos del
humana. Un autor llegó a Señor, su agonía en el Huerto,
decir que la gran novedad de los detalles de su Pasión, su
la Edad Media fue la muerte. Incluso ciertos
inteligencia y el amor, o, por estudiosos han creído
mejor decir, la pasión por la descubrir en algunos
humanidad de Cristo. Quizás discípulos de Bernardo el
este cambio de acentuación origen remoto de la devoción
encuentre su origen en S. al Sagrado Corazón.
Bernardo. El Verbo encarnado
ya no será el Pantocrátor del El despliegue de la devoción
arte bizantino sino un Cristo a la humanidad de Cristo trajo
más cercano, más aproximado consecuencias en diversos
campos. Por ejemplo en la fachadas. En la Portada Real
liturgia, donde se fomentó la de Chartres, por ejemplo, la
adoración a la Hostia imagen de Cristo como Señor
consagrada, signo visible del ocupa el centro, rodeado por
Cristo inmolado, rodeándola las representaciones de los
de piedad y de fervor; con misterios de su Encarnación y
motivo del milagro de Glorificación.
Bolsena, se instituyó la fiesta
de Corpus Chrísti, para la que d)El culto a Nuestra
Sto. Tomás escríbió el texto Señora
de la Misa y del Oficio
Divino, que incluye obras La devoción a la Santísima
maestras de la poesía Virgen conoció durante la
medieval como el Lauda Sion, Edad Media un auge ex-
el Adoro te devote, el Pange traordinario. Si se buscaban
lingua, y otros textos intercesores, ¿quién podía
igualmente sublimes; interceder mejor que la Madre
asimismo a raíz de aquel mi- del Verbo encarnado? Su
lagro se edificó esa joya culto estuvo estrechamente
rutilante que es la catedral de asociado al de Jesús. «Toda
Orvieto, con el deseo de que alabanza de la Madre,
sirviese de relicario grandioso pertenece al Hijo», predicaba
para los paños y objetos S. Bernardo.
sagrados tocados por la
Sangre de Cristo. Fue en esta época cuando se
escribieron los antífonas
El culto de la humanidad de marianas Alma Redemp- toris
Jesús se reflejó también en el Mater, Ave Regina coelorum,
arte. Fue la causa de que en así como la Salve Regina -
cada catedral se dedicase al según algunos, compuesta por
Verbo encarnado una de las el obispo de Puy, Ademaro de
Monteil, uno de los que
encabezaron la primera de las Dolores, la Madre del Stabat
Cruzadas-, que los guerreros Mater.
cristianos entonaron al ocupar
Je- rusalén. Fue asimismo Según era de esperar, este
durante el Medioevo que los fervor se reflejó igualmente
cistercienses introdujeron la en el campo del arte. Fueron
costumbre de llamar a María innumerables las iglesias que
«Nuestra Señora», quizás por llevaron el nombre de la
influjo del vocabulario de la Virgen, por ejemplo en
Caballería. Fue el tiempo en Francia las llamadas «Notre-
que trovadores y juglares Dame» (de París, de Chartres,
cantaban por doquier los de Amiens, etc.). La Virgen
milagros atribuidos a la compareció en las fachadas de
Santísima Virgen. Fue las catedrales, en las
también la época en que el esculturas de los pórticos y en
Ave María empezó a los tímpanos, cada vez con
difundirse entre los cristianos más frecuencia, primero con
y en que pronto se instauraría su Hijo, luego sola, e incluso
la práctica del Rosario. Se «en Majestad», actitud re-
buscaron en el Antiguo servada anteriormente a sólo
Testamento las figuras que Cristo. El culto mariano dio al
profetizaban la suya, cristianismo medieval un
viéndosela sobre todo como la toque de ternura que
segunda Eva -Eva se hizo constituye uno de sus aportes
Ave-, la verdadera «madre de más admirables*.
los vivientes». Se cantó a la
Virgen de la Navidad, *Para ampliar el análisis de
reclinada cabe su Hijo recién estas notas de la
nacido, pero también se la
contempló junto a la cruz, de espiritualidad medieval, cf.
pie, como la Virgen de los Daniel-Rops, La
Iglesia de la Catedral y de la actividades que a primera
Cruzada... 59-67. vista parecen absolutamente
inconciliables, y que sin
e) El ansia de peregrinaje embargo coexistieron con
total naturalidad (Lumiere du
Señala R. Pernoud una Moyen Age, 254-255).
suerte de paradoja que
caracterizó a la Edad Media, La tendencia a la movilidad
el encuentro misterioso de dos de los cristianos quizás tenga
polos aparentemente que ver con el carácter de la
contrarios, es a saber, el apego Iglesia como «peregrina» en
al solar y el ansia de este mundo. Sea lo que fuere,
peregrinación. Como ya lo lo cierto es que la Edad Media
hemos señalado, en aquel estuvo signada por la actitud
tiempo los hombres echaban de búsqueda, de «demanda»,
raíces profundas en el hogar, que fue uno de los asuntos
la familia, la parroquia, el más cautivantes de la
terruño, la profesión que literatura de la época, la
ejercían. Y, con todo, esos obsesión de la partida en
seres remachados al suelo, orden a encontrar un tesoro
estuvieron en perpetuo escondido, el ansia del
movimiento. La Edad Media descubrimiento, la
fue testigo de los más grandes prosecución de la dama con la
desplazamientos de que soñaban los caballeros
multitudes, de la circulación andantes, el tema del paraíso
más intensa que los siglos perdido, del «gesto clave» que
hayan conocido, exceptuado cumplir. El Grial, ese cáliz de
quizás el nuestro. El una materia desconocida a los
Medioevo es, a la vez, una mortales, que muchos buscan,
época en que se construye y pero que sólo un corazón puro
una época en que se viaja, dos será capaz de encontrar, sigue
siendo una de las aventuras para expresar su fe o su
más seductoras de la Edad devoción. No siempre las
Media (cf. R. Pernoud, op. rutas ofrecían seguridad; con
cit., 167168). frecuencia hacían su aparición
grupos de bandoleros que
Quizás debamos incluir en desvalijaban a los pobres
este contexto la gran peregrinos. Justamente para la
experiencia medieval de las defensa de los mismos
peregrinaciones. Resulta hoy surgirían diversas Ordenes
difícil imaginar aquellos Militares dedicadas a la
inmensos desplazamientos, custodia de los caminos.
aquellas impresionantes Generalmente a lo largo de la
multitudes que se lanzaban ruta los peregrinos iban
por los caminos de la encontrando albergue en las
peregrinación. La Roma del abadías y hostales construidos
primer «Año Santo» de la especialmente para ellos. Casi
historia, vio pasar por sus todos iban a pie, pocos a
calles más de dos millones de caballo o en burro. A veces se
peregrinos... ¿Por qué se hacía les agregaban algunos ju-
una peregrinación? Las glares, cuyas voces alternaban
razones eran diversas. Había con los cantos religiosos de la
quienes esperaban de Dios multitud. Cada tanto los
alguna gracia especial, por peregrinos se detenían.
ejemplo la salud, si se trataba Habían llegado a tal o cual
de un enfermo. Otros porque santuario, ya que los grandes
deseaban que Dios se caminos estaban jalonados por
apiadase de ellos y les lugares que cobijaban
perdonase un gran pecado. reliquias de santos, o que
Otros porque el confesor se la conservaban recuerdos de
había impuesto a modo de alguno de ellos, curiosamente
penitencia. O simplemente mezclados con los de los
héroes, a veces legendarios, va a la Casa de Santiago».
de los Cantares de Gesta. Explayémonos un tanto sobre
este lugar de peregrinación, ya
Tres fueron los centros que es fundamental en la
principales. El primero, como historia de nuestra Madre
es obvio, Jerusalén. La Patria. Según la tradición, en
costumbre de peregrinar hasta el año 45 atracó en las costas
esa ciudad santa la inauguró S. de Galicia una barca, donde
Elena, la madre de siete discípulos de Santiago,
Constantino, en el siglo IV, y que habían evangelizado
desde entonces el flujo nunca España juntamente con él,
se detuvo. Los que allí llevaban los restos del apóstol,
acudían fueron llamados «Pal- decapitado en Jerusalén, para
meros», porque se cosían al que pudiesen reposar allí,
cuello la imagen de una santificando para siempre la
palma. El segundo fue Roma, tierra de su apostolado. Con el
más cercana que aquélla, pero tiempo fue desapareciendo la
igualmente meritoria, cuya memoria precisa del lugar
importancia fue siempre donde había sido enterrado,
creciendo en la Edad Media. hasta que un ermitaño,
Los que a ella se dirigían eran iluminado por una estrella,
llamados «Romeros», y su logró encontrarlo. Era el
peregrinación «romería», pa- Campus Stellw, el campo de la
labra que luego serviría para estrella, Compostela. El
designar cualquier tipo de apóstol Santiago tuvo mucho
peregrinaje. Y finalmente que ver con la historia de
Compostela, lugar que España. Según las viejas
rivalizaba en atractivo con los crónicas se habría aparecido
otros dos. Dante llegó a decir durante la batalla de Clavijo,
que «en sentido estricto, se para cargar contra los árabes a
entiende por peregrino el que la cabeza de los ejércitos cris-
tianos, por lo que fue llamado En fin, la Cristiandad vivió
«Matamoros». El hecho es en movimiento. Aquel
que los peregrinos a caminar por Dios y por la fe
Compostela -que recibían el es una muestra del carácter de
nombre de «Jacobitas», ya que la piedad medieval, con su
Santiago se dice Iacobus en nostalgia de lo infinito, su
latín- fueron siempre nume- impaciencia de los límites. En
rosísimos durante la Edad una obra reciente se ha podido
Media, y dicha peregrinación demostrar cómo el Dante, que
tuvo, como el santo que la tanto propició las grandes pe-
provocaba, no poco que ver regrinaciones de la Edad
con la Reconquista de España. Media, compuso la Divina
«Santiago y cierra España», Comedia al modo de una
tal era el grito de batalla. Pare- magna peregrinación a través
ció natural que en las iglesias de los distintos estados del
que jalonaban el camino se alma humana. También las
representase al santo con el cruzadas, se agrega en dicha
atuendo de un soldado. Ni era obra, fueron una forma de
raro que el peregrino se peregrinación, de sublimación
convirtiese en cruzado. de la idea del homo viator,
donde las imágenes de la
Junto a estos tres grandes Jerusalén terrestre y la
centros, hubo otros de menor Jerusalén celestial conocieron
importancia: en Tours, la una curiosa simbiosis (cf. E.
tumba de S. Martín; en Mitre Fernández, La muerte
Normandía, el Mont-Saint- vencida. Imágenes e historia
Michel, cuyos peregrinos eran en el Occidente medieval
llamados «Migueletes»; y en (1200-1348), Encuentro,
tantos lugares, diversos Madrid, 1988, 77-80.139).
santuarios de la Virgen.
***
Tales fueron las voluntad de reforma, sobre
características más salientes todo de parte de los santos,
de la religiosidad medieval. quienes no dudaron en le-
Seríamos injustos si no vantarse con intrépida
señaláramos también sus indignación contra los vicios
principales falencias. La Edad que mancillaban a la Esposa
Media sufrió, y de manera de Cristo.
prolongada, el embate de dos
recalcitrantes tentaciones: la El florecer de las Órdenes
de la carne y la del dinero. En Religiosas
el umbral del siglo XIV, es
decir, al término de aquella Resulta realmente
edad, se seguía fustigando prodigioso el resurgimiento de
exactamente los mismos viejas Ordenes y la aparición
pecados que S. Bernardo de- de nuevas familias religiosas
nunciara en el siglo XII, y los de toda índole.
Santos Francisco y Domingo
en el siglo XIII. Basta con a) Órdenes Monásticas
abrir la Divina Comedia para
tener una recapitulación de Ya hemos destacado el
esas críticas; el Dante pobló el valor, no sólo espiritual sino
Infierno y el Purgatorio de también cultural, de las gran-
Cardenales «a quienes hay des Ordenes antiguas, sobre
que llevar, de tanto como todo de la fundada por S.
pesan», de «lobos rapaces con Benito. Desde el comienzo, la
hábitos de pastores» y de abadía benedictina tomó la
clérigos impúdicos. Pero aun forma de un pequeño estado
cuando estas defecciones que podía servir de paradigma
resultan innegables, también a la nueva sociedad cristiana
hay que reconocer una que surgió luego del desastre
permanente y retornada ocasionado por las invasiones
bárbaras.
En el curso de la Edad hablaba, todos, maridos e
Media dos fueron las grandes hijos, se encaminaban al con-
Ordenes Monásticas que vento».
brillaron en Occidente. La
primera de ellas fue la Orden Como dijimos más arriba, el
benedictina, que multiplicó monasterio era una pequeña
sus monasterios por toda ciudad, con su sala capitular,
Europa, siempre en fidelidad a el claustro, el scriptorium, las
la regla que el gran patriarca celdas o dormitorios, el
del monacato, S. Benito, comedor, la hospedería, la
escribiera en Monte Cassino; enfermería y las dependencias
y la segunda, la Orden del donde se conservaban los
Cister, aparecida en el siglo productos agrícolas
XII, que recibió un decidido cosechados. En torno a él
impulso merced al espíritu vivía una especie de
ardiente de S. Bernardo. El «familia», una verdadera ciu-
crecimiento de las Ordenes dad monástica, integrada por
Monásticas fue impresionante. los que administraban las
Cluny, monasterio bene- tierras de la abadía o tra-
dictino fundado a comienzos bajaban en ella, cuyas casas
del siglo X, cuya influencia se circundaban los edificios
extendería a toda la Iglesia, conventuales, dando origen a
contaba en 1100 con 10.000 verdaderas aldeas. Todos
monjes y 1450 casas. El vivían muy cerca del
Cister, en menos de 50 años, convento, si bien una «clausu-
agrupó 348 monasterios, y el ra» los separaba de la
biógrafo de S. Bernardo no Comunidad, a fin de que la
exageraba al decir que el gran intimidad y el recogimiento
Abad se había convertido «en de los monjes no se viesen
el terror de las madres y de las turbados.
esposas, pues, allí donde
b) Órdenes Canonicales el mismo santo había
redactado para ellos. Sobre la
También durante la Edad base del retorno a los remotos
Media aparecieron diversas orígenes agustinianos,
comunidades de Canónigos nacieron diversas Ordenes de
Regulares. Tratábanse de este tipo, por ejemplo, los
grupos de presbíteros o Canónigos del Gran San
colegios de sacerdotes, que se Bernardo, fundados por S.
instalaban junto al Obispo Bernardo de Menthon (923-
para asegurarle la continuidad 1008), la Congregación de
en la recitación del Oficio San Rufo, iniciada, por Be-
Divino y ayudarlo en su nito, obispo de Aviñón (1039-
gestión pastoral. 1095), y algunas otras, en
diferentes ciudades. Quien
Es cierto que el origen de más se destacó en este
tales instituciones se remonta emprendimiento fue S.
a la época carolingia. Pero Norberto (1085-1134), el cual
como con el correr de los fundó la famosa Orden de los
siglos se habían introducido Premonstratenses.
diversos abusos, los mejores
de entre ellos quisieron ahora c) Órdenes Mendicantes
volver a las fuentes. Y la
fuente principal fue nada Hubo quienes prefirieron
menos que S. Agustín, el renunciar a la paz de los
primero que, en Tagaste, y claustros monásticos para lan-
luego en su sede episcopal de zarse más directamente a las
Hipona, se había rodeado de lides apos- tó1icas. Así creyó
sacerdotes que no sólo entenderlo S. Domingo de
colaboraban con él sino que Guzmán (1170-1221), hijo de
llevaban vida comunitaria y un noble de Castilla, quien
religiosa, según una Regla que siendo sacerdote había
recorrido el sur de Francia Buenaventura; con todo S.
predicando contra la herejía Francisco predileccionaba el
de los Albigenses. corazón y la experiencia
personal. Los dominicos
Fundó entonces la Orden de polemizaron eficazmente con
Predicadores, cuyos los cátaros, desdeñadores de la
miembros se dedicarían no materia; pero Francisco, al
sólo a la contemplación sino rehabilitar el valor de lo
también al apostolado, tangible, destruyó el catarismo
principalmente intelectual y en su raíz, siendo quizás su
de predicación. De dicha cántico de las creaturas el que
Orden saldrían Sto. Tomás, S. logró sobre esa herejía la
Raimundo de Peñafort, Eck- victoria decisiva. Lo que
hardt y tantos otros grandes. Domingo alcanzó con su
teología, Francisco lo obtuvo
La Orden iniciada por S. con su cántico (cf. G. Duby,
Domingo ejerció un influjo Le temps des cathédrales,
considerable en la vida reli- Paris, 1976, 178). Dante se
giosa y cultural de la época. refirió a ambos en la Divina
Sin embargo mayor aún fue la Comedia. En el canto XI del
influencia que tuvo otro gran Paraíso puso en boca de Sto.
fundador, S. Francisco de Asís Tomás el elogio de S.
(1182-1226), creador de la Francisco: «fu tutto serafico in
Orden de los Hermanos ardore», así como de S.
Menores, difundiendo en el Domingo: «per sapienza in
ambiente la piedad evangélica terra fu / di cherubica luce uno
y la devoción a la humanidad splendore»...
de Jesús, tan propias de su
espiritualidad. También de Tanto la Orden de S.
esta Orden salieron grandes Domingo como la de S.
teólogos, como S. Francisco tuvieron gran
afluencia de candidatos. En el este, instalándose en Kiev,
1316, los franciscanos en 1222, de donde tuvo que
contaban con 1400 casas y partir hacia el sur de Rusia y
más de 30.000 religiosos; los Ucrania, preparando allí las
dominicos, en 1303, con 600 bases de lo que con el tiempo
casas y 10.000 frailes. seria la Iglesia Uniata
Ucraniana. La Iglesia me-
Junto a estas dos grandes dieval entró asimismo en
Ordenes, surgieron otras, dado contacto con los mogoles. Lo
que algunas Ordenes hizo a través de un doble
monásticas fueron convertidas conducto: el de la diplomacia,
en mendicantes. Así los sobre todo por medio del rey
Carmelitas, al advertir que su S. Luis, cuya idea era entablar
presencia en Tierra Santa se un acuerdo con los mogoles,
hacía prácticamente imposible algunos de los cuales eran
a causa de los turcos, se cristianos, si bien herejes,
expandieron por Europa como frente al enemigo común, el
«Tercera Orden Mendicante». Islam; y el apostólico, llevado
Y también los Agustinos, bajo a cabo por un grupo de
cuyo nombre el Papa unió a hermanos franciscanos que,
diversos grupos que seguían la partiendo de Constantinopla,
regla de S. Agustín. se internaron en el corazón de
Asia hasta llegar a la corte del
Los Mendicantes no Khan, en Karakorum. De esta
limitaron su actividad a sólo época son también los
Europa, sino que se lanzaron aventurados viajes de Marco
también a las misiones Polo quien, como se sabe, lle-
extranjeras. Entre estos gó hasta la China.
misioneros se destaca la
figura de S. Jacinto, notable Asimismo fueron numerosos
dominico que se dirigió hacia los religiosos mendicantes que
se dirigieron al Africa del catalán era un hombre de
Norte, especialmente los hierro. Siendo joven había
franciscanos, siguiendo el llevado una vida muy poco
ejemplo de su padre y edificante, hasta que un día,
fundador, quien ya había ido sintiendo que Dios lo había
allí con varios de sus primeros
«herido», se convirtió,
compañeros. Más tarde
entregándose a su servicio,
acudieron también los
como terciarío franciscano.
dominicos, algunos de los Desde hacía mucho que
cuales morirían mártires. conocía bastante bien a los
Comprender al Islam no era musulmanes; había alternado
tarea fácil. Ni bastaba el con muchos de ellos,
entusiasmo apostólico. Era aprendiendo su lengua con
preciso ciencia y sabiduría. tanta perfección que estaba en
Así lo entendió una de las condiciones de escribir en
personalidades más apasio- árabe. Ahora que se había
nantes de toda la historia deconvertido concibió un plan
las misiones en la Edad grandioso, con varias etapas:
Media: Raimundo Lulio
ante todo se dedicaría a for-
(12351316). Detengámonos mar misioneros en institutos
un tanto en esta figura donde se les enseñara las
excepcional, quien juntó de lenguas del lugar, luego re-
manera admirable una notable dactaría compendios de la fe
inteligencia, gracias a la cual
cristiana en los idiomas de los
pudo penetrar en el alma del pueblos que habían de ser
Islam, con una generosidad evangelizados, y por fin se
ilimitada, que lo condujo casi
expondría él mismo al
hasta el martirio. martirio, ofreciendo así a los
infieles el testimonio supremo
La vida de Raimundo fue de la caridad.
una verdadera epopeya. Aquel
Año tras año, insistió ante oriental. Durante varias
los Reyes y los Papas en favor semanas se comportó de este
de su plan. Algunos modo, no perdiendo ocasión
atendieron su propuesta, como alguna para predicar el
el rey Jaime de Cataluña, Evangelio. Hasta llegó a
quien creó un Colegio especial entablar controversias con los
para formar un grupo de sabios musulmanes en sus
Hermanos Menores de propias escuelas. Pero un día
acuerdo al proyecto de Lulio. fue denunciado como cristiano
Asimismo París, Oxford, a las autoridades; llevado ante
Bolonia y Salamanca el tribunal, y acusado de
resolvieron crear en sus Uni- blasfemo, fue condenado a
versidades cátedras de árabe, muerte. ¿No era eso lo que
gríego, hebreo y caldeo. había buscado? Sin embargo
Habiendo logrado todo esto, Dios no lo quiso así. Un
Raimundo pensó que sólo le poderoso personaje de Túnez
restaba dar el testimonio que lo había conocido, abogó
anhelado. en su favor, salvándole la
vida. Lo cual no le evitó ser
Y así se embarcó para terriblemente azotado, tras lo
Túnez. Había allí algunos cual fue expulsado,
cristianos, especialmente arrojándosele a un barco
comerciantes. Pero él quería ir genovés que estaba a punto de
a los árabes. Vestido como un zarpar. Pero Lulio era
sabio del Islam, comenzó a indomable, y apenas llegada la
mezclarse con las noche, se tiró al agua, y nadó
muchedumbres, que en las hasta la costa, decidido a
esquinas de las calles y en las reanudar su tarea de
plazas, se agolpaban en torno evangelización.
a los juglares o predicadores,
según la milenaria tradición No tenemos tiempo para
detallar lo que luego sucedió. abalanzó sobre él. lo molió a
Sólo digamos que muchos le palos, y lo dejó por muerto.
aconsejaron desistir de su Los genoveses lo cargaron en
empresa, y dedicarse a un na- vío. Lleno de pesar por
predicar en las Baleares y en no poder dar su vida en la
España, donde había tanto por tierra de sus sueños, murió
hacer. Pero él se negó una y cuando Mallorca aparecía en
otra vez, convencido de que el horizonte. Nos hemos
Dios lo quería en el Africa. detenido en la figura de
Estaba ya muy avejentado, y Raimundo, a quienes llamaron
sin embargo mostraba cada «Raimundo el Loco», el
vez menos «prudencia», hasta «Doctor Iluminado», «el Loco
el punto de atacar de Dios», porque nos parece
públicamente la doctrina de encantadora. Y porque es de
Mahoma en las plazas y en las nuestra misma sangre.
calles. Se diría que tenía
urgencia por ser martirizado. d) Órdenes Redentoras
Fue nuevamente detenido,
mas esta vez lo salvaron de la Aparecieron asimismo
muerte algunos comerciantes Ordenes de talante heroico,
genoveses y catalanes. Tras cuyos miembros se ofrecían
seis meses de arresto, las voluntariamente para ser
autoridades ordenaron su enviados a los países
expulsión. Pero pronto retor- musulmanes, ocupando el
nó, dedicándose ahora a puesto de tal o cual cautivo
escribir tratados sobre la cristiano, lo cual, como es
religión islámica y la manera evidente, entrañaba
de rebatir la doctrina gravísimos peligros. Así, en
musulmana. Por fin, en 1316, 1240, S. Ramón Nonato fue
el populacho, amotinado por martirizado por el rey de
un controversista enemigo, se Argel. La primera Orden de
este estilo fue la de los Así como sobre un mismo
Trinitarios, creada en 1198 paisaje grandes pintores
por S. Juan de Mata y S. Félix pueden componer cuadros
de Valois, cuya vocación sumamente diferentes, en
específica era liberar a los torno al tema único del amor
cristianos cautivos del Islam. de Dios se desplegó un amplio
abanico de actitudes espiri-
Poco después, en 1223, tuales. Un benedictino, un
aparecieron los Mercedarios: cisterciense, un franciscano,
por iniciativa de S. Pedro un dominico, un mercedario,
Nolasco y S. Raimundo de no siguieron, por cierto, los
Peñafort, quienes introdujeron mismos caminos. El hijo de S.
en su regla el voto de Benito, trataba de santificarse
sustituirse a los cautivos. por la obediencia a la Regla,
Desde su fundación hasta la el culto divino, la oración, la
Revolución francesa estas dos lectio sacra, el trabajo y el
Ordenes liberaron más de amor a la belleza puesta al
600.000 cautivos, entre los servicio de Dios. La reforma
cuales figuraría el inmortal del Cister implicó una
Cervantes. contemplación más intensa y
prolongada, un mayor espíritu
e) Órdenes Militares de mortificación, más tiempo
dedicado al trabajo manual, y
Bástenos aquí con predileccionó el despojo por
mencionarlas, ya que de ellas sobre la belleza formal, pero
algo diremos al tratar de la lo que de severo hubo en
Caballería. aquella espiritualidad quedó
compensado por la inclinación
***
de la misma hacia la
Todas estas Ordenes humanidad de Cristo y hacia
apuntaban a fines diversos. la Virgen María. Asimismo
hubo diferencias entre las dos San Bernardo, motor
grandes Ordenes que inmóvil del Medioevo
surgieron a comienzos del
siglo XIII, no obstante Antes de dar por terminada
llamarse ambas «mendican- la presente conferencia,
tes». Los hijos de S. Francisco presentemos una figura
acentuaron el espíritu de paradigmática de santo
pobreza absoluta, juntamente medieval, el arquetipo del
con un amor delicado a estamento de los «orantes», tal
Jesucristo y una actitud de cual lo concibió la
admiración frente al mundo Cristiandad, S. Bernardo de
creado. La espiritualidad de Claraval.
los dominicos, en cambio, se
orientó con preferencia hacia a) La persona
la contemplación y la espe-
culación teológica, cuya Nació Bernardo el año 1090.
abundancia estaría en el Era un joven robusto, de
origen de la actividad frente amplia, ojos azules y
apostólica. La actitud de los penetrantes. Todos sus
mercedarios expresó el tema contemporáneos concuerdan
del amor de Dios desde el en afirmar que brotaba de él
punto de vista de la dación un prestigio singular.
personal -canje heroico- por
Un día comprendió que Dios
aquellos en favor de los cuales
lo llamaba para seguirlo de
Cristo había derramado su
cerca. Su padre se opuso. Pero
sangre, haciéndose así
entonces comenzó a manifes-
cautivos en el Señor (cf.
tarse aquella capacidad de
Daniel-Rops, La Iglesia de la
fascinación que durante toda
Catedral y de la Cruzada...
su vida habría de emanar de su
56-57).
persona. Uno tras otro, todos
sus hermanos, sin excepción,
hicieron suya la decisión de a lo largo de su vida en
Bernardo. Comentando este diversos ámbitos del mundo
poder de atracción contagiosa de su época. Pero digamos
escribe R. Guénon en su tan desde ya que el atractivo que
breve como precioso estudio fluía de su personalidad no se
dedicado a nuestro santo: limitó tan sólo al círculo de
«Hay ya en ello algo de quienes la conocieron cara a
extraordinario, y sería sin cara, sino que se multiplicó
duda insuficiente evocar el inmensamente a raíz de su
poder del “genio”, en el frondosa y elegante
sentido profano de esta pa- producción literaria. Dice
labra, para explicar semejante Gilson que S. Bernardo
influencia. ¿No vale mejor «renunció a todo excepto al
reconocer en ello la acción de arte de escribir bien». Véase,
la gracia divina que, si no, su magnífico
penetrando en cierta manera «Comentario del Cantar», en
toda la persona del apóstol e 96 admirables sermones, sus
irradiando fuera por su tratados dogmáticos, su
sobreabundancia, se famosa De consi- dera-tione
comunicaba a través de él en que señala sus deberes a los
como por un canal, según la Papas...
comparación que él mismo
emplearía más tarde b) Monje y caballero
aplicándola a la Santísima
Virgen?» (R. Guénon, Saint S. Bernardo fue antes que
Bernard, 4a ed., Ed. nada y por sobre todo un
Traditionnelles, Paris, 1973, monje. Si bien las circuns-
6-7). tancias lo llevaron a veces a
salir del monasterio, hay que
Nos referiremos enseguida al decir que aun en medio de sus
influjo que seguiría ejerciendo viajes, de sus mediaciones
político-religiosas, de sus iniciativa, y la nobleza
debates doctrinales, fue y europea ya no vibraba por la
siguió siendo monje. Con causa de las Cruzadas, como
frecuencia le ofrecieron títulos la del siglo pasado. Bernardo
y honores, incluida la misma sufría ante esta situación, y
tiara pontificia, pero él siem- entonces se había dirigido al
pre prefirió su humilde Papa, que era por aquel
condición de monje del Cister. entonces Eugenio III, antiguo
monje suyo en Claraval,
Sin embargo, S. Bernardo no solicitándole su intervención.
fue un monje común. Detrás Con la Bula del Papa en sus
de su cogulla monacal se manos, Bernardo entró en
escondía el yelmo del acción, consiguiendo en
caballero. La iconografía ha Vézelay resultados
conservado aquella imagen espectaculares, ya que las
del monje blanco que, multitudes, profundamente
predicando desde el elevado conmovidas, reclamaban el
atrio de la iglesia de Vézelay, honor de cruzarse allí mismo.
el día de Pascua de 1146, a Relatan las crónicas que faltó
una inmensa multitud, volvió tela para las cruces, que todos
a encender en ella el querían coser sobre sus
entusiasmo que había decaído, hombros. Hasta el manto de
y lanzó a la Cristiandad a la Bernardo sirvió para ello. Pero
segunda Cruzada para la tal éxito no satisfizo del todo
recuperación del Santo Sepul- al santo, quien desde Vézelay
cro. Habían pasado casi se lanzó a los caminos de
cuarenta años desde que Europa para seguir enrolando
Godofredo de Bouillon con- nuevos combatientes.
quistara Jerusalén. Pero el
enemigo, que era abrumador, El Abad de Claraval parece
había logrado retomar la de la misma pasta que
Godofredo de Bouillon o el como los monjes del Cister (la
Cid Campeador. El gran cruz roja fue un añadido
cristianismo que predicó fue posterior). En la concepción
enérgico, conquistador y casi de Bernardo, la Caballería
castrense. Su mismo modo de habría así hallado su ex-
dirigirse a la Santísima presión más acabada en
Virgen, llamándola «Nuestra aquellos hombres que unían el
Señora», brota del lenguaje espíritu de fe y de caridad,
caballeresco; se consideró propio de la vida religiosa,
como el caballero de la con el ejercicio de la milicia
Virgen y la sirvió como a la en grado heroico. Algo
dama de sus sueños. parecido a lo que era él: un
monje-caballero.
S. Bernardo trató de dar forma
institucional a su concepción Pero ya se sabe lo que
del cristianismo, imaginando aconteció con la Orden del
una Orden religiosa que la Temple, o mejor, lo que de
encarnara. Tal fue la Orden ella se dice, es a saber, que
del Temple, orden militar y con el tiempo se fue
caballeresca, cuya misión mercantilizando, entrando en
sería la defensa de Tierra transacciones financieras, no
Santa ante los ataques de los siempre por encima de toda
infieles. Para ellos hizo redac- sospecha. Así se degradan las
tar estatutos adecuados y cosas más nobles. Sin
escribió aquel «Elogio de la embargo, hay demasiados
nueva milicia», donde exalta misterios en este asunto para
el ideal del caballero cristiano que pueda hacerse de ello un
enamorado de Jesucristo y de juicio imparcial. No deja de
la tierra en que vivió Nuestro ser sintomático que fuera
Señor. Los templarios Felipe el Hermoso, uno de los
eligieron un hábito blanco, grandes rebeldes de la Edad
Media contra la supremacía heroicos, no parecen sino la
de la autoridad espiritual, expresión literaria de «la
quien proclamara el acta de nueva milicia» esbozada por
defunción de aquella «milicia Bernardo. El poema del
de Cristo», como la había lla- alemán Wolfram von
mado S. Bernardo. Guénon lo Eschenbach, en la parte que
ha advertido en su libro sobre empalma con la obra del poeta
el santo: «El que dio los francés Guyot, hace de
primeros golpes al edificio Parsifal el rey de los tem-
grandioso de la Cristiandad plarios. Y no son pocos los
medieval fue Felipe el comentaristas que se han
Hermoso -escribe-, el mismo preguntado si el arquetipo de
que, por una coincidencia que Galaad, el caballero ideal, el
no tiene sin duda nada de paladín sin tacha, no habrá
fortuito, destruyó la Orden del sido el propio Bernardo de
Temple, atacando con ello Claraval (cf. La Iglesia de la
directamente la obra misma Catedral y de la Cruzada...
de S. Bernardo» (op. cit, 17- 143). El guía que Dante elige
18). en el canto 31 del Paraíso para
suplir a Beatriz es «un
Señala Daniel-Rops que anciano vestido como la
tanto la Orden del Temple gloriosa familia»,
como el ciclo literario de la evidentemente el Abad de
busca del Santo Grial Claraval.
ocuparon un lugar
considerable en la leyenda Monje y caballero. «Hecho
áurea que se formó en torno a monje -escribe Guénon-,
la figura de S. Bernardo, seguirá siendo siempre
apenas éste hubo muerto. Los caballero como lo eran todos
caballeros del Grial, puros, los de su raza; y, por lo
desprendidos, ya la vez mismo, se puede decir que
estaba en cierta manera entre ambos un activo
predestinado a jugar, como lo intercambio espiritual. El
hizo en tantas circunstancias, hecho de que sus
el rol de intermediario, de contemporáneos lo apreciasen
conciliador y de árbitro entre en tal forma que escuchasen
el poder religioso y el poder sus consejos y se enmendasen
político, porque había en su al oír sus reprensiones,
persona como una constituye una muestra
participación en la naturaleza acabada de cómo esa época
del uno y del otro» (R. supo valorar, más aún que a
Guenon, op. cit. 20). los «especialistas» de la
política, la diplomacia o la
e) La conciencia de la economía, a los hombres
sociedad religiosos, a los santos y a los
místicos.
No se puede sino destacar
con admiración el feliz Por eso S. Bernardo se
encuentro entre el genio de S. permitió intervenir en tantas
Bernardo y el reconocimiento cuestiones aparentemente
del pueblo. Porque con ajenas a la vida monástica.
frecuencia la historia ha sido «Los asuntos de Dios son los
testigo de la existencia de míos -exclamó un día-, nada
hombres superiores que en su de lo que a El se refiere me es
momento no fueron re- extraño». Ofender a Dios era
conocidos como tales. Acá, ofenderlo a él, y por eso se
felizmente, se produjo el erguía decididamente cuando
encuentro enriquecedor. Este estaban en juego «los asuntos
hombre, dotado de tan de Dios».
eminentes cualidades, fue
venerado por la sociedad de Dice Daniel-Rops que S.
su tiempo, lo que permitió Bernardo concebía los
«asuntos» de Dios de dos ma- general no carentes de ele-
neras. Por una parte se gancia. Muchas de esas cartas
atentaba contra el Señor se dirigen a las autoridades
cuando se violaba su ley, eclesiásticas ya los poderes
cuando sus preceptos eran civiles. Lo notable es que
burlados; con lo que el Santo tanto los obispos como los
se situó en el corazón mismo políticos aceptasen las
de aquella gran corriente de interferencias de este monje y
reforma que constituiría una con frecuencia le hicieran
fuerza de incesante reno- caso.
vación en la conciencia de la
Iglesia durante la Edad Media. Especialmente interesante
Pero Dios era también resulta su actitud con la
afectado cuando se persona del Papa. Por una
amenazaba a la Iglesia en su parte lo admiraba y veneraba,
libertad, en su soberanía, o en pero precisamente por eso lo
el respeto que se le debía (cf. quería santo y sabio, a la
La Iglesia de la Catedral y de altura de su inmensa
la Cruzada... 121). responsabilidad. Cuando veía
que el círculo que lo rodeaba
El género epistolar se avenía era incompetente o vicioso,
especialmente con su que su Curia estaba llena de
temperamento apasionado y «empleados», carentes de
tan personal en su manera de espíritu sobrenatural, con qué
expresarse. A veces virulencia estigmatizaba a
entusiasta, otras indignado, aquellos rapaces. ¡Que el Papa
sus cartas son una radiografía escoja gente mejor, que elija
de su modo de ser. El amor, la «en todo el universo a quienes
ternura, la irritación debían juzgar el universo»!
encuentran con facilidad los
términos adecuados, por lo Intervino asimismo, y de
manera decidida, en las luchas diluvio de citas tomadas de las
doctrinales de su tiempo. Escrituras y de los Padres,
Sintomática fue su contienda identificándolo con Arrio,
con Abelardo, aquel hombre Nestorio y Pelagio.
devorado por la pasión de Totalmente desconcertado,
razonar, precursor de cierta Abelardo apeló del Concilio al
mentalidad racionalista que Papa. Y se encaminó hacia
atenta contra la misteriosidad Roma. Pero no tuvo tiempo de
de la fe. Entendiendo que su llegar... ni valía ya la pena
silencio lo favorecía, Bernardo hacerlo porque al arribar a
entró en escena. Para dirimir Cluny le alcanzó la condena
la disputa, Abelardo solicitó la romana. Advertido del hecho,
convocatoria de un Concilio. y enterándose de que su
Ya desde el comienzo del adversario se encontraba
mismo se mostró hasta qué indispuesto, Bernardo acudió
punto la actitud de ambos era inmediatamente al lecho del
diferente. Abelardo se sentía enfermo y le dio el ósculo de
seguro de sí, de su capacidad paz (cf. Daniel-Rops, op. cit.,
dialéctica, considerando el 128-131).
Concilio como una especie de
palestra donde lucir su d) El eje de la rueda
inteligencia. Bernardo era un
santo, un hombre lleno de Se ha comparado a Bernardo
Dios. El hecho es que antes con el eje de una rueda. A
que Abelardo abriese la boca, semejanza del eje que no se
Bernardo comenzó a atacarlo, mueve, Bernardo estaba
arguyendo que los temas que inmóvil en su contemplación,
pretendía discutir no eran pero así como el eje quieto
temas sujetos a discusión, mueve a toda la rueda, de
porque rozaban el orden de la modo similar él ponía en
fe. Y lo abrumó con un movimiento la entera
sociedad. Ya, muchos siglos A semejanza del Motor
atrás, había dicho Boecio que inmóvil, desde el «centro» fue
así como cuanto más nos Bernardo capaz de atender la
acercamos al centro de una periferia. «Tener hasta ese
rueda, menos movimiento grado el sentido de los
notamos, de manera análoga hombres y de los aconteci-
cuanto más se aproxima un mientos -escribe Daniel-Rops-
ser finito a la inmóvil ; ser capaz de llevar adelante
naturaleza divina, tanto menos tantas tareas diversas; saber
sujeto se ve al destino, que es dirigir la inmensa, red de los
una imagen móvil de la eterna Hermanos de su Orden para
Providencia. ser informado y para que sus
instrucciones sean ejecutadas;
Bernardo era un hombre de mantener una correspondencia
oración, fijado en su gigantesca con cuanto era
contemplación, y sin embargo importante en la Cristiandad
lo vemos actuar en todos los de Occidente; y seguir siendo
campos, incluidos los más entre tanto el mismo hombre
temporales. No deja de de pensamiento, de oración y
resultar impresionante el de contemplación que
hecho de que la desnuda celda conocemos, es todo ello el
de un monje pudiera llegar a irrecusable testimonio de su
ser el centro mismo de valía única». Viene aquí al
Occidente. Y viceversa, no caso aquel espléndido
deja de ser menos impre- pensamiento de Pascal: «No
sionante que en lo más intenso muestra uno su grandeza por
de sus tareas nunca olvidase ser una extremidad, sino más
que su energía era de origen bien por tocar las dos a la vez
sobrenatural. «Mi fuego - y por llenar todo lo que hay
decíase ha encendido siempre entre ambas» (ibid., 137-138).
en la meditación».
Con frecuencia lo siempre ha querido ser y
reprendieron por «abandonar» permanecer tal, llamado a
la celda y fastidiar a los de- ejercer un papel
más, en vez de dedicarse a la preponderante en la
oración - »esos monjes que conducción de los asuntos de
salen de los claustros para la Iglesia y del Estado, y
molestar a la Santa Sede ya triunfando a menudo allí
los Cardenales»-, pero tales donde había fracasado toda la
acusaciones que a menudo prudencia de los políticos y
llegaban a Roma, apenas si le los diplomáticos de pro-
impresionaban. Y en cuanto al fesión?... Toda la vida de S.
simpático Cardenal que le Bernardo podría parecer
escribió amonestándolo, le destinada a mostrar, mediante
respondió secamente que las un ejemplo impresionante, que
voces discordantes que existen para resolver los
alteraban la paz de la Iglesia le problemas del orden
parecían ser las de las ranas intelectual e incluso del orden
alborotadoras que atestaban práctico, medios
los palacios cardenalicios o completamente distintos que
pontificios. los que se está habituado
desde hace mucho tiempo a
Bien ha escrito Guénon: considerar como los únicos
«Entre las grandes figuras de eficaces, sin duda porque son
la Edad Media, pocas hay los únicos al alcance de una
cuyo estudio sea más propio sabiduría puramente humana,
que la de S. Bernardo para que no es ni siquiera la
disipar ciertos prejuicios caros sombra de la verdadera
al espíritu moderno. ¿Qué hay, sabiduría» (R. Guénon, op.cit.,
en efecto, más desconcertante 5).
para éste que ver un
contemplativo puro, que e) Encarnación de la
religiosidad medieval bíblicos, ordenados conforme
a un ritmo tomado de los
S. Bernardo es la imagen salmos y de los profetas.
más lograda del hombre tal y
como pudo concebirlo la Edad También encarnó en gran
Media, si bien en su cumbre, nivel la profunda devoción
«pero es que una montaña que el hombre medieval
forma también cuerpo con la experimentara por la
extensión de las llanuras que humanidad de Cristo, que fue
la rodean y arraiga en ellas» para él no sólo el modelo ad-
(Daniel-Rops, La Iglesia de la mirable, sino el hermano y el
Catedral y de la Cruzada.... amigo. Asimismo fue
116). medieval por su delicado
amor a la Madre de Dios.
El Santo de Claraval llevó a Cuenta una encantadora
su más alto grado las diversas tradición que, en cierta
notas que caracterizan el oportunidad, oyendo entonar
espíritu religioso de la Edad a sus hermanos la Salve
Media. Si aquella época se Regina, no pudo resistir el
distinguió por su impronta fuego del amor que lo
escriturística, advertimos que consumía, y exclamó: O
tanto el pensamiento como la clemens, o pia, o dulcis,
elocuencia de S. Bernardo palabras que en adelante
manan directamente de esa quedarían incluidas en dicha
fuente. No es de extrañar, ya plegaria. La piedad mariana
que desde su juventud escrutó de la Edad Media es
los libros de la Sagrada inescindible de quien quiso
Escritura con ternura y ser caballero de «Nuestra
minuciosidad. Algunos de sus Señora».
sermones son simple y lla-
namente un tejido de textos Deudor de la espiritualidad
medieval, por otra parte la contemplación y del
contribuyó como nadie a contemplador sobre todas las
consolidarla y darle fuste. ocupaciones de los hombres,
Dice Daniel- Rops que sino también la ordenación de
ninguna de las grandes formas éstas a aquélla ya aquél como
de la piedad medieval dejó de a su fin:
recibir su impronta. Y no sólo
los elementos interiores de «¿Pues para qué el trabajo y
aquella piedad, sino también el comercio, sino para que el
sus manifestaciones cuerpo, provisto de las cosas
exteriores, como la Catedral y necesarias o convenientes
la cruzada (ibid, 120. Para el para la vida, esté en el estado
tratamiento de la semblanza requerido para la
de S. Bernardo nos hemos contemplación? ¿Por qué las
valido del excelente capitulo a virtudes morales y la
él dedicado en el libro citado prudencia, sino para procurar
de Daniel- Rops, págs. 101- el dominio de las pasiones y
147, cuya lectura reco- la paz interior, que la
mendamos). contemplación necesita como
presupuesto? ¿Para qué el
*** gobierno de la vida civil sino
para asegurar el bien común y
Nada mejor para cerrar esta la paz exterior necesaria para
conferencia sobre «los que la contemplación? De suerte
oran» que un texto que, si se las considera como
notabilísimo del Doctor es‟ menester -concluye
Angélico, que bien podría gallardamente-, todas las
haber sido la carta magna de funciones de la vida humana
la sociedad medieval, donde parece que están al servicio de
se señala con absoluta los que contemplan la verdad»
claridad no sólo el primado de (Contra Gentes, lib. III, cap.
37). la salida y la puesta del sol.
No existiendo la luz eléctrica,
II Los que trabajan la vida del hombre estaba
regida por el curso del día na-
En la presente conferencia tural, de sol a sol. Uno se
trataremos del segundo consideraba «de viaje»
estamento que integraba el cuando se veía obligado a
tejido social de la Edad pernoctar fuera de su casa.
Media, el de los que Ustedes se preguntarán qué
trabajaban. tiene que ver esto con nuestro
tema. Lo tiene, y mucho, ya
Antes de abocarnos que en buena parte se debió a
directamente a la ello el que las relaciones
consideración del tema, laborales, económicas y
insistamos sobre algunas políticas, se desarrollasen en
características propias de la pequeños ámbitos cuya
época, a las que ya hemos dimensión dependía de la
aludido en anteriores longitud del paso del hombre
conferencias, pero cuyo o del ritmo de su cabalgadura.
recuerdo nos servirá de Esas reducidas
introducción a lo que ahora circunscripciones antiguas son
nos va a ocupar. las aldeas y cantones de la Eu-
ropa actual. El hecho de vivir
Y ante todo la relación que en perímetros tan limitados
el hombre de la Edad Media para nuestro modo de ver las
mantuvo con el espacio cosas, desarrolló
circundante, muy diversa de la particularidades altamente
que impera en la actualidad. originales y enriquecedoras:
En aquel entonces la distintas maneras de hablar
proximidad se determinaba (pronunciaciones y vocablos
por la distancia que se podía propios) , de vestirse, de
recorrer, de ida y vuelta, entre
comer, de distraerse, de Mandonnet designó como «el
trabajar , sus santos lugareños,
fenómeno más característico
sus héroes, y también su de la vida de Europa en los
legislación. El primersiglos XII y XIII, el poder de
patriotismo se encendió en el afinidad», que tanto impulsó a
rescoldo de las aldeas y re- trabajar codo a codo. En
giones. Las guerras fueron varios reglamentos de los
casi siempre luchas de un oficios que de aquella época
señorío contra otro, es decir, han llegado hasta nosotros,
de una aldea contra otra aldea,cuando se habla de la
o de un cantón contra otro solidaridad en el trabajo, se
cantón (cf. G. D‟Haucourt, La apela con frecuencia a la ley
vida en la Edad Media..., 18- del amor promulgada por
19). Cristo (cf. Daniel-Rops, La
Iglesia de la Catedral y de la
Otro aspecto que queremos Cruzada... 332).
recordar en esta breve
introducción es la tendencia Sin embargo no parece justa
comunitaria que caracterizó al la opinión de Burkhardt según
hombre medieval. Se hubiera la cual la Edad Media habría
podido creer que por el hecho sido una época absolutamente
de vivir habitualmente en «colectivista». Acertadamente
pequeños espacios, aquel señala Lands- berg que la
hombre hubiese sido un Edad Media fue al mismo
individualista nato. Es muy tiempo menos y más
posible que haya de atribuirse comunitaria que la época
en amplia medida al influjo moderna. Menos comunitaria,
del cristianismo, o mejor, no colectivista, por
especialmente a la idea de cuanto el hombre individual
comunión que brota del era considerado cual sujeto
Evangelio, aquello que el P. irrepetible de su salvación
personal. Por estrechos que Por otra parte, el hombre de la
fuesen los vínculos sociales, Edad Media fue mucho más
existía, con todo, una zona comunitarista y solidario que
profunda e intocable en cada el moderno, no sólo en el
persona, la esfera religiosa, el nivel popular, de los gremios
ámbito del cara a cara con y asociaciones, sino también
Dios. Si alguna vez tuvo en la esfera de sus pensadores.
vigencia social la fórmula Por aquel entonces no existía
agustiniana «Dios y el alma», el típo del sabio solitario, al
fue evidentemente durante la estilo de Burkhardt, que
Edad Media. Cuanto más procede del Renacimiento, y
religioso es un pueblo, prosi- particularmente del
gue Landsberg, tanto menos Humanismo. Los grandes
expuesto está a convertírse en hombres de la Edad Media
rebaño. Los norteamericanos estuvieron mucho más
actuales, con todo su íntimamente integrados en la
«individualismo» y su sociedad. En síntesis, se
exaltación de la «persona hu- puede afirmar que lo
mana», son mucho más individual y lo comunitario
uniformes y gregarios que el encontraron un equilibrio feliz
pueblo de la Edad Media. Las (cf. P. L. Landsberg, La Edad
expresiones vitales que de Media y nosotros... 150-152).
aquella época han llegado
hasta nosotros, como son las Tras estos prolegómenos
canciones populares, las entremos en la materia del
leyendas, los cuentos y los presente tema. Distinguiremos
mitos, para nada indican que tres tipos de «trabajos»: el
el pueblo de donde brotaron rural, el artesanal y el
fuese una masa impersonal; al comercial.
contrario, destácanse allí toda
suerte de individualidades...
El trabajo rural comerciantes, propiamente y
en sentido estricto tanto éstos
Ya hemos observado como aquéllos encajaban con
anteriormente el cimiento dificultad en el esquema
agrícola de la sociedad medie- medieval.
val. Podríase decir que fue el
campo la base sobre la cual a) El trabajo y la tierra en la
descansó el entero tejido Edad Media
existencial de la Edad Media,
la vida de sus monasterios, la Señala Calderón Bouchet
sabiduría de sus teólogos, la que dos fueron las razones
ciencia de sus filósofos y principales por las que la Edad
legistas, el poder de sus reyes Media privilegió el quehacer
y estadistas, el esplendor de su rural, es a saber, el influjo de
arte. la Iglesia, que no veía el
comercio con buenos ojos, y
Cuando los autores el poco atractivo que por la
medievales afirmaban la vida urbana experimentaban
división tripartita de la las poblaciones bárbaras
sociedad - los que oran, los incorporadas al ámbito del
que combaten y los que Imperio.
trabajan-, por este último
estado entendían Grandes provincias
principalmente a los que imperiales, como por ejemplo
labraban la tierra, excluyendo Germania o Inglaterra, care-
de él a los mercaderes y, más cían de ciudades importantes,
en general, a los habitantes de y muchas antiguas ciudades
las ciudades. Si bien nosotros romanas habían visto mermar
incluiremos en la categoría de considerablemente su
«los que trabajan» a los población. Las aldeas
artesanos e incluso a los supérstites estaban invadidas
por el campo. Como todavía
puede observarse en algunos males de corral o trabajo
villorrios españoles, el campo personal. El mansus familiar
penetra el tejido urbano, y las proveía así al sustento de los
casas de esos pueblos cobijan labradores y al diezmo
de noche, en su planta baja, a parroquial. Las tierras
algunos animales de la pertenecientes a las abadías ya
hacienda. Todo el mundo, los obispados suministraban
incluidos los más ricos, aun los bienes necesarios para el
los obispos y los reyes, presupuesto de los mismos.
estaban marcados por el Cuando los temporales o
espíritu rural, y para su grandes sequías arruinaban las
subsistencia en buena parte cosechas, los ojos de los
dependían del campo. La labriegos se dirigían a los
mayoría de los que habitaban monasterios, ya que ellos
en las aldeas poseían en ellas albergaban depósitos de cerea-
la casa en que moraban, les, precisamente en orden a
rodeada de un terreno cuyo subsanar los inconvenientes
nombre latino era mansus, del que podían surgir en even-
que extraían los productos con tualidades semejantes. El
que se alimentaban. dinero era escaso y de poco
uso, reservándose tan sólo
Cada aldea tenía su señor y para las grandes transacciones
su cura párroco. El sacerdote comerciales. En cuanto a los
vivía del diezmo que señores, que eran por lo
recaudaba de sus fieles y, en general hombres de armas, y
general, participaba del mismo guardianes natos del orden
tipo de vida que ellos. El social, recibían también de sus
tributo que le debían entregar subordinados una contribución
no era excesivamente oneroso que frecuentemente consistía
y por lo común consistía en en trabajo personal. Ellos
productos de la tierra, ani- tenían su fortuna en la tierra y
vivían de sus productos. Inútil les fiestas del año litúrgico
intentar un rendimiento que coincidiesen lo más posible
excediese sus necesidades, ya con el ciclo de las estaciones
que no hubieran sabido dónde y las faenas agrícolas
colocar las ganancias correspondientes,
obtenidas, a no ser que las realizándose así una
destinasen a alguna nueva interesantísima comunión
construcción, como un castillo entre la vida espiritual y el
más poderoso, o un convento, acontecer cósmico. La
o un templo parroquial, todas campana de la parroquia o del
obras de utilidad social, pero convento confería a la
en sí el lucro o el provecho existencia campesina un ritmo
financiero mismo no los no sólo cronológico sino
tentaba. sacral. Poco antes del alba to-
caba a laudes y clausuraba la
En cuanto al régimen agrario jornada a la hora de vísperas.
de la Edad Media, digamos De este modo, la oración
que tuvo un carácter mixto. matutina y la plegaria
Existía una propiedad familiar vespertina enmarcaban el
exclusivamente relacionada trabajo, confiriéndole una
con sus posesores y significación trascendente.
beneficiarios directos, pero Los días de fiesta eran
había también una serie de numerosos, mucho más que
bienes colectivos atendidos en nuestros tiempos. Tanto los
por todos los habitantes de la domingos como los días
aldea con su esfuerzo común. festivos los campesinos
asistían a la Santa Misa y con
La vida rural tuvo asimismo frecuencia a los oficios de las
no poco que ver con la vida Horas canónicas. Asimismo
religiosa de los labradores. La participaban en las
Iglesia cuidó que las principa- procesiones, presenciaban en
los atrios representaciones hubiese habido lugar sino para
teatrales de los misterios dos categorías de hombres, los
sagrados, escuchaban señores y los siervos. De un
sermones y homilías, apren- lado la tiranía, la
dían el catecismo. Todo ello, arbitrariedad, los abusos de
sumado a las visitaspoder, y del otro la miseria, la
domiciliarias de losobligación de impuestos y la
sacerdotes, constituía una sujeción irrestricta a la servi-
especie de cátedra ininte- dumbre corporal. Tal es la
rrumpida para su educación idea comúnmente aceptada y
en los principios de la fe y laexpuesta no solamente en los
moral. La entera existencia manuales de historía que se
del campesino latía al ritmo usan en los colegios, sino
establecido por la Iglesia. también en círculos
Desde el nacimiento hasta la intelectuales más elevados. El
muerte, pasando por el matri- simple sentido común basta,
monio y las enfermedades, los sin embargo, para darse
momentos fundamentales de cuenta de lo difícil que resulta
su vida resultaban sublimados admitir que los descendientes
por el aliento sobrenatural de de los invencibles soldados de
la liturgia (cf. R. Calderón las legiones romanas, de los
Bouchet, Apogeo de la ciudad indómitos galos, de los
cristiana, 235-241). guerreros de Germania y de
los fogosos vikingos hayan
b) Vida rural y servidumbre podido ser domados en tal
forma que se convirtiesen
Dice R. Pernoud que según durante siglos en mansas
la visión tan sumaria como ovejas, sujetos a toda clase de
injusta que generalmente se arbitrariedades.
tiene de la sociedad medieval,
pareciera que en ella no La realidad no fue tan
simple, y poco tiene que ver España, Villeneuve, en
con semejante manera de ver Francia- era declarado libre,
las cosas. Entre la absoluta como ya lo eran los burgueses
libertad y la servidumbre, la y artesanos en las ciudades
sociedad rural incluía una más antiguas. Fuera de ello,
serie de situacionesun gran número de
intermedias, una notable campesinos eran también li-
variedad en la condición de bres; especialmente aquellos
las personas y de los bienes. que en Francia fueron
Se sabe con seguridad que, llamados roturiers (plebeyos,
aparte de la nobleza, había los que no son nobles) o
una cantidad de hombres vilains (villanos), no teniendo
libres que prestaban a sus esos términos, claro está, el
señores un juramento seme- sentido peyorativo que luego
jante al de los vasallos nobles,tomarían; «roturier» era una
y una cantidad no menos de las denominaciones que
grande de individuos cuya recibía el campesino, el la-
condición era un tanto brador, porque «roturaba» la
imprecisa entre la libertad y latierra, es decir, la rompía con
servidumbre. la reja del arado; el «vilain» o
«villano» era el que habitaba
Eran libres todos los una «villa», término latino
habitantes de las ciudades, las que designaba una casa de
cuales, como es sabido, se campo o granja.
multiplicaron desde
comienzos del siglo XII. Además de los hombres
Cualquiera que fuese a libres, había por cierto un
establecerse en algunas de las gran número de siervos. Tam-
ciudades recién creadas - bién esta expresión ha sido a
nótese los nombres de algunas menudo mal comprendida,
de ellas: Villafranca, en quizás a raíz de que en la
antigüedad romana la palabra principios del siglo XVI.
servus era sinónimo de Fustigan con dureza la
«esclavo». Y así se confundió servidumbre medieval, pero
la servidumbre, propia de la silencian por completo -lo que
Edad Media, con la esclavitud no deja de resultar paradójico-
que caracterizó a las la reaparición de la esclavitud
sociedades antiguas y de la en la Edad Moderna.
que no se encuentra vestigio
alguno en la sociedad La situación del siervo en
medieval (cf. R. Pernoud, nada se asemejaba a la del
Lumiere du Moyen Age, 43- esclavo. A diferencia de éste,
46). no estaba sometido a un
hombre -el amo-, sino
Abundemos sobre esta adherido a un terreno deter-
confusión porque ha sido minado, conforme a aquella
causa de numerosos equívo- concepción tan típicamente
cos. La esclavitud fue, medieval, del vinculo entre el
probablemente, el hecho que hombre y la tierra que trabaja.
más profundamente distinguió Es cierto que a diferencia del
a la civilización de las villano, aldeano libre, que
sociedades antiguas. podía abandonar voluntaria-
mente su tierra, el siervo
Sin embargo, cuando se estaba adscripto
recorren los textos de historia, obligatoriamente a la suya,
se observa con extrañeza la pero en compensación de ello
curiosa reserva con que suelen la tierra de este último era
tratar un hecho inconcuso cual inembargable, y en caso de
es la desaparición de la guerra, no estaba obligado a la
esclavitud al comienzo de la prestación de ningún servicio
Edad Media y, más aún, su militar. El propietario libre, en
súbita reinstalación a cambio, se veía sometido a
toda suerte de
del aldeano en su tierra. La
responsabilidades sociales; sigran medievalista sostiene que
se endeudaba de manera la servidumbre fue una
irreparable, la autoridad tenía
institución derivada de los
derecho a apoderarse de su imperativos de la época, sobre
tierra; en caso de guerra, podía
la base de la necesidad de
ser obligado a combatir, y en lograr la indispensable esta-
caso de derrota y de saqueo debilidad para el adecuado
su campo no se le debía com- cultivo de la tierra. En la
pensación alguna. Como sociedad que se fue gestando
puede advertirse, el siervo sedurante los siglos VI y VII, la
encontraba protegido contra vida se organizó en torno a la
las vicisitudes que
tierra nutricia y el siervo era
amenazaban a su vecino su pieza fundamental. Debía
«libre», y ello era visto como«radicarse» en su terruño,
algo tan ventajoso que algunosararlo, sembrarlo, recolectar
textos de la época hablan del las cosechas. Ciertamente,
«privilegio que tienen los sier-
sabía que no podía abandonar
vos de no poder ser la tierra, pero sabía también
arrancados de su tierra», que no podía ser expulsado de
conociéndose innumerables la misma, y que tendría su
casos de aldeanos libres que parte en sus propias cosechas.
se hacían siervos para estar La ligazón entre el hombre y
tranquilos y protegidos (cf. la tierra en que vivía
Daniel- Rops, La Iglesia de laconstituye la esencia de la
Catedral y de la Cruzada... servidumbre. Fuera de ello, el
328). siervo gozaba de los mismos
derechos que el hombre libre:
Quizás sea R. Pernoud quien podía casarse, establecer una
mejor ha investigado este familia, la tierra que trabajaba
tema de la «incardina- ción» pasaría a sus hijos después de
su muerte, lo mismo que los diversas restricciones a su
bienes que hubiese podido libertad, como consecuencia
adquirir. El señor, por su de su misma asignación al
parte, tenía -es preciso desta- suelo. En caso de abandono de
carlo- las mismas obligaciones la tierra que estaba a su cui-
que su siervo, aunque, por dado, el señor tenía sobre él lo
supuesto, en un plano diverso, que se llamaba el «derecho de
ya que tampoco podía aban- persecución», es decir, que
donar sus tierras, venderlas o podía hacerle volver a la
enajenarlas a su arbitrio. fuerza a su terruño, ya que,
como hemos señalado, al
Como se ve, la situación del siervo no le era lícito
siervo era totalmente diferente abandonar su tierra; la única
de la del esclavo; éste no excepción era para los que
podía casarse, ni fundar una iban a peregrinación o se
familia, ni hacer valer, en enrolaban en alguna cruzada.
ningún caso, su dignidad de Asimismo el señor poseía lo
persona, que nadie le que los franceses
reconocía; era un objeto, una denominaron el «derecho de
cosa, una res, que se podía formariage», que al comienzo
comprar o vender, y sobre la significaba la prohibición para
cual otro hombre, su amo, el siervo de casarse fuera de
ejercitaba un poder sin límites su feudo, pero que con el
(cf. R. Pernoud, ¿Qué es la tiempo se fue convirtiendo en
Edad Media?... 128). una compensación que éste
debía dar a su señor por las
Seríamos ciertamente pérdidas que tal hecho podía
injustos si no señaláramos las producirle; con todo la Iglesia
limitaciones de esta institu- no se contentó con esta
ción social. La adscripción del mitigación sino que protestó
siervo a la gleba implicaba sin cesar contra la costumbre
en vigor que parecía atentar expresaba con gestos
contra la libertad de establecer simbólicos, para mostrar su
espontáneamente la propia consentimiento ponía su
familia*. Finalmente, cuando mano sobre la pierna del
el siervo fallecía, el señor siervo o sobre el lecho
poseía el denominado conyugal. De ahí a lo
«derecho de manmuerta», es imaginado. Cf. La Iglesia de
decir, que podía retomar los la Catedral y de la
bienes que aquél había Cruzada... 329, en nota.
adquirido a lo largo de su
vida; tal derecho, que nos En suma, la restricción
parece abusivo, en la realidad fundamental impuesta a la
se veía fuertemente mitigado o libertad del siervo era no
simplemente suprimido por poder abandonar la tierra que
cuanto el señor otorgaba al cultivaba. Esta adherencia a la
siervo el derecho de hacer tes- gleba es, como ya lo dijimos,
tamento o reconocía de hecho una característica típica de la
a la familia como comunidad época, y, reiterémoslo una vez
globalmente propietaria y, por más, desde dicho punto de
tanto, legítima heredera. vista el señor estaba sujeto a
las mismas obligaciones que
*Señala Daniel-Rops que su siervo, ya que tampoco él
aquí está el origen del podía en caso alguno alienar
llamado «derecho de su dominio o desentenderse
pernada», sobre el cual se de él. En los dos extremos de
han dicho y escrito tantas la jerarquía se encuentra el
tonterías. Al señor mismo apremio de
correspondía autorizar a su estabilidad, inherente al alma
siervo o sierva la facultad de medieval. Señala Pernoud que
casarse; pero como en la fue así como nació el
Edad Media todo se campesinado europeo;
perseverando durante siglos Hermoso, por la que quedaron
en el mismo terruño, sin liberados todos los siervos del
responsabilidades civiles dominio real, chocó en
ajenas a su menester, sin muchos lugares con la
obligaciones militares, el oposición de «siervos
campesino se convirtió en el recalcitrantes». Sin embargo
verdadero señor de su tierra es innegable que, en líneas
(cf. Lumiere du Moyen Age... generales, la manumisión
47). implicó un progreso. Crónicas
antiguas atestiguan múltiples
Sería ridículo pensar que la actos de emancipación referi-
situación de los siervos fuese dos a 100, 200 e incluso 500
idílica. Por eso la progresiva siervos; otras, en cambio, se
«liberación» de sus refieren a una familia o a una
restricciones fue considerada sola persona. Y es que, según
como una conquista, aun bien observa Pernoud, con la
dentro del período medieval. servidumbre ocurrió lo mismo
Los siervos podían comprar que sucede con cualquier
su libertad total, sea pagando restricción de la libertad, que
cierta cantidad de dinero a su considerada como soportable
señor, sea comprometiéndose cuando, impuesta por las
a abonar un impuesto anual necesidades de la vida, supone
como lo hacía el propietario una contrapartida ventajosa,
libre. Esta obligación de se vuelve intolerable tan
rescate explica por qué las pronto como el hombre puede
manumisiones fueron a autoabastecerse y valerse por
menudo aceptadas de muy sí mismo (cf ¿Qué es la Edad
mala gana por sus presuntos Media?... 132).
beneficiarios; la ordenanza
que en 1315 promulgó Luis X De la vieja esclavitud de los
el Hutín, sucesor de Felipe el primeros siglos de la Europa
cristiana, en que el hombre a volver sobre nuestros pasos.
podía ser comprado y vendido Con la decadencia de la reli-
como una mercancía gión, esto que nuestros
cualquiera, arribamos a la reformadores ni siquiera
completa liberación del sueñan aún, pero que va
campesino. Refiriéndose al implícito en todos sus planes
despliegue de dicho proceso en forma ostensible, vuelve el
observa Belloc que la causa Estado servil, es decir, la
última que determinó dicha Sociedad fundada v marcada
evolución no fue otra sino la con el sello de la esclavitud».
religión común a todos, que
sin renegar de las e) La figura del aldeano
desigualdades naturales,
afirmó la igualdad esencial deLos diversos estudios de R.
todos los hombres, sin Pernoud demuestran la
distingos de rango o de enorme injusticia que cometen
quienes aceptan sin más la
riqueza. Ya desde el comienzo
se fue haciendo cada vez másleyenda del campesino
miserable, inculto y des-
difícil, moralmente, «comprar
preciado, que todavía se
y vender hombres cristianos».
encuentra en un gran número
De ahí que el ilustre escritor
inglés atribuya, sin más, alde manuales de historia. Su
régimen general de vida y su
influjo de la fe católica, la
género de alimentación no
gradual transformación de los
esclavos en tiene nada que merezca
hombres
plenamente libres (cf. H. excitar especialmente nuestra
Belloc, La crisis de nuestracompasión. El campesino,
civilización... 74-75). señala la estudiosa francesa,
no ha sufrido en la Edad
Agrega Belloc: «Al perder Media más de lo que el
esta Fe comenzamos de nuevo hombre en general ha sufrido
en todas las épocas de la comerciante frente al
historia de la humanidad. campesino, el «rústico», cuya
Padeció, por cierto, la con- morada es estable; es
secuencia de las guerras, asimismo una prueba más de
¿pero acaso éstas han la tendencia, tan inconfun-
perdonado a sus descendientes diblemente medieval, de reírse
de los siglos XIX y XX? Por de todo; incluso de lo que
lo menos el siervo medieval parece digno de respeto. En
estaba eximido de toda realidad, jamás fue más
obligación militar, y en caso estrecho el contacto entre los
de emergencia podía estamentos dirigentes y el
encontrar amparo en el pueblo rural. La noción del
castillo de su señor. Pasó, lazo personal, básico en la
asimismo, hambre en las sociedad medieval, facilitaba
épocas de malas cosechas, todo tipo de contactos de
pero sabía que en la persona a persona,
ocurrencia contaba con el concretados tanto en las cere-
granero de su señor o del monias locales como en las
monasterio vecino. fiestas religiosas y profanas,
donde el señor encontraba a su
¿Fue el campesino siervo, lo conocía mejor, com-
despreciado? Quizá nunca lo partiendo su existencia mucho
fue menos, de hecho, que en la más íntimamente de lo que en
Edad Media. La literatura de nuestros días la comparten las
esa época donde el labrador familias pudientes y sus
aparece ridiculizado no debe domésticos. La administración
inducirnos a engaño, observa del feudo lo obligaba a
Per- noud; ello no es sino una conocer todos los detalles de
prueba más del resentimiento, su vida: el nacimiento de un
tan antiguo como el mundo, nuevo hijo, el matrimonio o la
que experimenta el juglar o el muerte de algún miembro de
la familia, sus litigios con cuadros, en los tapices, en las
otros siervos, etcétera. En esculturas de las catedrales, en
nuestros días, el jefe de una las iluminaciones de los
empresa o el patrón de una manuscritos; allí se lo
fábrica, fuera del contrato con encuentra representado una y
sus obreros y del pago del otra vez, realizando los
sueldo convenido, se juzga trabajos propios del campo,
libre de toda obligación arando, manejando la azada,
material y moral respecto de podando la viña, matando un
dichos asalariados; jamás se le cerdo. Era uno de los temas
ocurriría invitarlos a comer a más corrientes de inspiración.
su casa, en ocasión, por Véase, si no, el himno a la
ejemplo, del matrimonio de gloria del campesino que
uno de sus hijos. En fin, el trasuntan las miniaturas de las
trato es totalmente diferente «Tres riches heures du Duc de
del que prevalecía en la Edad Barry», o los pequeños
Media. El campesino se bajorrelieves de los diversos
ubicaba, quizás, en el extremo meses en la fachada de Notre-
de la mesa, pero al menos se Dame de París, o las
sentaba en la mesa de su señor esculturas del Maestro de los
. Meses en el pórtico de la
catedral de Ferrara... ¿Alguna
El aldeano no era, pues, un otra época ha dejado, por
personaje despreciable dentro ventura, tan numerosas
de la sociedad medieval. Lo representaciones vivas y
prueba el patrimonio artístico realistas de la vida rural?
que nos ha legado la Edad
Media, donde se revela con También en esta materia se
toda claridad el lugar que en han confundido las épocas. Lo
ella ocupaba. Su figura que es verdad para la Edad
aparece por doquier: en los Media no lo es para la época
del Renacimiento y del tradicionalmente las “ciencias,
Humanismo. A partir del siglo artes y oficios”».
XVI se va haciendo patente un
creciente divorcio entre los El trabajo artesanal
nobles, los artistas y el pueblo.
Cada vez se comprenderán y Dijimos que en la Edad
se integrarán menos, llevando Media se consideraba
existencias paralelas. La vida «trabajador» por antonomasia
intelectual y artística será al que labraba el campo,
patrimonio casi exclusivo de trabajo noble por excelencia.
la burguesía; el campesino se Sin embargo la vida urbana
verá excluido de ella, así desarrolló otros dos tipos de
como de la actividad política. trabajo: el de los oficios y el
Es indudable que desde el del comercio.
siglo XVI hasta nuestros días,
el campesino ha sido si no a) El origen de las
despreciado, al menos corporaciones
preterido y considerado como
de segundo orden, pero no La palabra «corporación» es
resulta menos innegable que un vocablo moderno, cuyo
en la Edad Media ocupó un uso se propagó recién en el
lugar relevante en la vida de la siglo XVIII. Hasta entonces
sociedad (cf. R. Pernoud, no se hablaba sino de oficios,
Lumiere du Moyen Age... 50- maestrazgos y jurandas.
54). Agrega la autora: Después de haber sido consi-
«Notemos que es también en derada, según algunos
el siglo XVI cuando vuelve a historiadores, como sinónimo
aparecer el desdén, familiar a de «tiranía», la corporación ha
la Antigüedad, para con los sido objeto de juicios menos
oficios manuales. La Edad severos, ya veces de elogios
Media asimilaba entusiastas.
¿Cómo nacieron las Bouchet quien señala que en
corporaciones? Algunos el sur de Francia, así como en
autores sostienen que su las ciudades italianas, no
origen más remoto debe ser habría habido solución de
buscado nada menos que en la continuidad entre el régimen
antigua Roma; sobreviviendo municipal romano y el
a la decadencia del Imperio, régimen medieval. Pero
habrían llegado hasta la Edad agrega un dato importante, y
Media. Y a modo de ejemplo es el innegable influjo que
anotan en favor de su ejerció el cristianismo, si no
hipótesis el hecho de que las en la organización al menos
corporaciones medievales del en el espíritu de las nuevas
Languedoc y Provenza asociaciones (cf. R. Calderón
afirmaban expresamente que Bouchet, Apogeo de la ciudad
sus estatutos procedían de la cristiana... 260-261).
antigüedad romana*.
Sin embargo el mismo autor
*De acuerdo a los Statuta recuerda que no todas las
Marsiliw, redactados en el corporaciones tuvieron un fin
siglo XII, la ciudad de edificante. Las hubo de muy
Marsella contaba con cien mala índole, llegando algunas
corporaciones de oficios, de ellas a asociar grupos de
cuyos dirigentes eran comerciantes próximos al
elegidos según bandidaje. «Tienen estatutos
reglamentaciones bien pintorescos donde se
determinadas, jugando un comprometen a asistir a los
papel significativo en el banquetes periódicos sin
régimen político de la armas, para poder
ciudad. emborracharse a gusto y
pelear sólo a puñetazos y con
Aliase a esta tesis Calderón sillas» (ibid. 262).
Quizás sea atribuible a dicha hortelanos, por su parte,
influencia cristiana algo pretendían que su ocupación
relevante de destacar y es el era la más vetusta de la
hecho de que fue en los humanidad, ya que en el
hogares de aquellos artesanos paraíso Adán se había dedi-
donde se comenzó a honrar cado a la horticultura (!).
por vez primera las
profesiones llamadas serviles. b) Comunión del capital y
La Antigüedad sólo había del trabajo
considerado la agricultura
como ocupación digna del La organización corporativa
hombre libre, reputando las medieval está en las antípodas
artes manuales como trabajo de lo que podría ser una
propio de esclavos. También concepción clasista de la
la Edad Media, según ya lo sociedad, y consiguientemente
hemos destacado, privilegió el ignoró todo tipo de lucha de
trabajo rural, pero ello no fue clases.
obstáculo para que enseñara a
valorar asimismo la labor En la planta baja de las casas
artesanal. se hallaban instalados los
talleres de los diversos oficios,
Cada gremio reclamaba para que hacían las veces, al propio
sí una antigua prosapia y tiempo, de tiendas al por
eminentes antepasados: los menor. Podríase decir que en
cerveceros, por ejemplo, se buena parte las ciudades
remitían al rey borgoñón medievales eran la resultante
Gambrino, personaje le- de una multitud de pequeños
gendario del tiempo de talleres. Semejante con-
Carlomagno, de quien decían figuración las diferencia
que había enseñado a los ale- sustancialmente de nuestras
manes a fabricar cerveza; los modernas urbes, en las que
entre el fabricante y el
consumidor se interponen los determinado: maestros,
negocios y tiendas de los in- oficiales y aprendices, no bajo
termediarios, en enormes la égida de una autoridad
almacenes al por mayor. cualquiera, sino en virtud de
esa solidaridad que surge
El sistema artesanal tenía naturalmente del ejercicio de
una base estrictamente un mismo quehacer. También
familiar. Era la casa hogareña la corporación era, como la
el pequeño mundo en que el familia, una asociación
carpintero, el tejedor, el natural, que brotaba, no del
orfebre, transcurrían su vida, Estado, o del monarca, sino
repartida entre el trabajo y los desde las bases.
placeres domésticos. Sus
auxiliares en la profesión eran Cuando el rey S. Luis
sus propios hijos, algún encargó a Etienne Boileau que
oficial, y uno o a lo sumo dos redactase el llamado «Libro de
aprendices, quienes prác- los oficios» (Livre des
ticamente se incorporaban al métiers), no lo hizo con la
grupo familiar y colaboraban idea de ejercer un acto de au-
no sólo en el trabajo del toridad, imponiendo una
maestro, sino también en los minuciosa reglamentación
menesteres domésticos del obligatoria para los distintos
ama de casa. No se podría gremios. Sólo quiso que su
entender más cabalmente el preboste pusiese por escrito
artesanado medieval que las costumbres y tradiciones
viendo en él la organización ya existentes. El único papel
familiar aplicada a la profe- del rey en relación con las
sión. En su seno, al modo de corporaciones, como por otra
un organismo integrador, se parte con todas las demás
cobijaban todos los que instituciones de derecho
integraban un oficio privado, no era sino controlar
la aplicación leal de los usos y El régimen corporativo no
prácticas en vigor. A era horizontal, sobre la base de
semejanza de la familia, e dos franjas, la patronal arriba,
incluso de la Universidad, la y la sindical abajo, sino
corporación medieval vertical o jerárquico,
constituía un cuerpo libre, no abarcando al maestro ya sus
sujeto a otras leyes que las queartesanos. El capital y el
ella se había forjado para sí trabajo conspiraban hacia un
misma. Tal fue una de sus mismo fin. No podía existir
características esenciales, que antagonismo entre ambos por
conservaría hasta fines del si- una razón muy sencilla: el que
glo XV. trabajaba era el dueño del
capital, o mejor, el capital era
Un estudioso de los oficios un capital artesanal.
en Francia, Emile Coomaert,
escribe en su libro Les e) Maestros y aprendices
corporations en France (Les
Editions Ouvrieres, Paris, Como acabamos de decir, la
1968): «En París se creó un organización corporativa era
notable edificio corporativo esencialmente piramidal. Se
que comprendía., a fines del comenzaba siendo aprendiz y
siglo XIII, cerca de 150 se terminaba accediendo al
oficios representados por maestrazgo.
cinco mil maestros artesanos».
El ejemplo de París se El ingreso al rango de los
extendió con el prestigio de la aprendices acaecía durante la
monarquía, y otras ciudades niñez o la adolescencia, en el
de Francia siguieron el marco de una ceremonia. El
modelo de su organización hecho implicaba una especie
social. de contrato, no escrito, por lo
general, pero certificado por
cuatro testigos, miembros de
la corporación, dos de los implicaba obligaciones para
cuales eran maestros y dos entrambas partes, y donde se
oficiales. El maestro aceptaba vuelve a encontrar, traspuesta
recibirlo, comprometiéndose a esta vez al campo artesanal, la
proporcionarle un lugar donde doble noción de «protección-
vivir y la debida alimentación, fidelidad» que unía al señor
así como a enseñarle el oficio con su vasallo. Pero dado que
y tratarlo en forma digna y acá una de las partes
paternal; el candidato, por su contratantes era un chico de
parte, prestaba juramento de 12 a 14 años, toda la preocu-
fidelidad a lo que iba a pación recaía en asegurar la
aprender, obligándose sus protección de que éste debía
padres a entregar una gozar, y mientras las
retribución pecuniaria a su reglamentaciones mostraban
protector, según lo fijaban los la mayor indulgencia cuando
estatutos, y el mismo joven a se trataba de los defectos e
un determinado número de infracciones del aprendiz,
años de trabajo, destinados precisaban con estricta
tanto a su propio severidad los deberes del
adiestramiento como a maestro: no podía éste tomar
indemnizar al maestro en sino un aprendiz por vez, o a
especie, por la pensión sumi- lo más dos, para que la
nistrada y por el tiempo enseñanza fuese personal y
otorgado. fructuosa, y no le era lícito
abusar de sus discípulos
Como puede verse, el descargando sobre ellos una
aprendiz quedaba ligado con parte de sus encargos;
su maestro por una especie de asimismo señalaban lo que el
pacto bilateral. Siempre ese maestro debía gastar cada día
lazo personal, tan apreciado para la alimentación y el
en la Edad Media, que sostenimiento de sus alumnos.
En una palabra, el maestro prueba de su habilidad en
tenía respecto del aprendiz los presencia del jurado de la
deberes y las cargas de un corporación, lo que está en el
padre, y había de velar por su origen de la llamada obra
conducta y su maestra, cuyas exigencias se
comportamiento moral. hicieron cada vez mayores.

Con el fin de que todo esto Si todo salía bien, el joven se


no quedara en pura convertía en oficial. Podía
exhortación, los maestros se entonces solicitar, si así lo
veían sometidos a la visita y deseaba, el permiso de la
control de los jurados de la corporación para hacer un
corporación, que viaje de perfeccionamiento.
periódicamente En caso positivo, el gremio lo
inspeccionaban sus talleres proveía de los debidos
donde, entre otras cosas, certificados y todos los
examinaban la manera como maestros del mismo oficio que
el aprendiz era alimentado, residían en las diversas
educado e iniciado en el ciudades de la Cristiandad
oficio. habían de recibirlo en su casa
como oficial visitante. La
Para acceder al nivel afición al simbolismo, tan
superior era preciso haber típica del hombre medieval,
concluido el tiempo de apren- determinaba que el viaje debía
dizaje. Dicho tiempo variaba, comenzar un día de pri-
por supuesto, según la mayor mavera, Con la alforja al
o menor complejidad del hombro y el bastón en la
oficio, si bien por lo general mano, el nuevo artesano pere-
no superaba los cinco años. grinaba de ciudad en ciudad,
Terminada la preparación, el entraba al servicio de quien le
candidato debía hacer la parecía mejor, continuaba su
camino cuando lo juzgaba poración, así como las de
oportuno, pasaba por los éstos con sus oficiales y
apremios propios de quien aprendices, determinar los ho-
está de viaje, y adquiría rarios cotidianos de trabajo,
acrisolada experíencia los precios que se habían de
artesanal. Así transcurrían pagar por las materias primas
varios años de su juventud en y lo que se debía cobrar por el
una suerte de poético trabajo ejecutado.
noviazgo con el oficio del que
se había enamorado. Hasta La corporación no sólo era
que por fin lo vencía la una comunidad de índole
añoranza de su pueblo natal, y laboral, sino también un
se decidía a retornar a su casa. centro de ayuda mutua. Entre
las obligaciones que la caja de
Allí el oficial constituía una la asociación, alimentada con
familia y se convertía en las contribuciones de sus
maestro, instalando su propio miembros activos, debía
taller, probablemente no lejos atender, figuraban las
de la casa donde había vivido pensiones en favor de los
en sus tiempos de aprendiz, ya maestros ancianos o
que era frecuente que en la impedidos, la ayuda a los
misma calle se alineasen todos miembros enfermos durante
los artesanos del mismo su tiempo de indisposición y
oficio. Entre unos y otros no convalescencia, y el sustento
había rivalidad ni competencia de los huérfanos. Asimismo la
desleal. Cada cual trabajaba corporación asistía a sus
para su propia clientela, que integrantes cuando estaban de
solía ser reducida. Tocaba a viaje o en caso de falta de tra-
los dirigentes del gremio bajo. En la ordenanza de uno
regular las relaciones entre los de los gremios, el de los
diversos maestros de la cor- zapateros, se lee: «He aquí
nuestro reglamento: Si un grandes centros de tejeduría
compañero llega a una ciudad, (Florencia, Países Bajos, In-
sin dinero y sin pan, no tíene glaterra...) eran mujeres las
sino que darse a conocer, y no que tenían a su cargo los
necesita ocuparse de otra cosa. procesos preliminares de di-
Los compañeros de la ciudad cha artesanía.
no solamente lo reciben bien,
sino que le proveen gratis el Un dicho de la época decía
alojamiento y la comida...». que Dios había dado tres
armas a las mujeres: ¡el
De los centenares de oficios engaño, el llanto y la rueca!
que se encuentran
mencionados en el «Livre des d) La obra bien hecha
métiers» a que aludimos más
arriba, si bien la mayoría eran El hombre medieval no
propios de hombres, cinco por consideraba el trabajo
lo menos estaban reservados exclusivamente como un
al sexo femenino. Dos tareas, medio indispensable para
sobre todo, parecían concernir ganarse la vida. Según su
particularmente a las mujeres, modo de ver las cosas,
por cuanto podían llevarse a implicaba un valor en sí, una
cabo con facilidad en el actividad realmente meritoria.
propio hogar, como También en este plano es
actividades anejas a las advertible el influjo de la
ocupaciones caseras. La enseñanza cristiana. Ya S.
primera era la elaboración de Benito lo había exigido de sus
la cerveza, que en aquellos monjes no sólo para subvenir
tiempos consumían los que no a las necesidades materiales
podían permitirse el lujo del sino también como un medio
vino. La segunda, la de santificación. Cuando el
hilandería; en todos los labrador trabajaba su campo,
cuando la hilandera enhebraba
sus agujas, cuando el orfebre para la edificación de una
labraba los metales, tenían la casa. Todo en orden a que la
conciencia de que estaban obra resultante fuese lo más
realizando una obra noble, que perfecta posible.
los preparaba para el cielo.
Ese desprecio por el trabajo El influjo de principios
manual que caracterizaría a superiores, de orden religioso
los hombres del Humanismo y sobre la organización material
que ha llegado hasta nuestros del trabajo, tuvo
días, fue totalmente consecuencias venturosas para
desconocido en la época de la los usuarios, pues garantizó la
Cristiandad medieval, donde lealtad del producto. Y
no se distinguía el «artesano» también las tuvo para el
del «artista» (Sobre esta ma- mismo artesano, pues
teria cf. mi libro El icono, defendió a la vez la calidad de
esplendor de lo sagrado, su alma, su integridad moral
Gladius, Buenos Aires, 1991, (cf. Daniel-Rops, La Iglesia
316-320). de la Catedraly de la
Cruzada... 332-335).
Pero no se trataba, a la
verdad, de trabajar por Asimismo ese influjo
trabajar, sin interesarse por el religioso determinó un
resultado del trabajo. Los sistema de justicia laboral y
reglamentos que de aquellos social, celosamente
tiempos han llegado hasta no- custodiado por los maestros-
sotros descienden a detalles jurados o «guardias del
nimios tales como determinar oficio». Porque todos los
el número de hilos que había años, el conjunto de la
de tener la trama de una tela, corporación, o el cuerpo de
o el espesor que debían poseer los maestros, según las
las piedras que se utilizaban costumbres, elegían un
consejo formado por los entre algunos maestros en
maestros más destacados. Los detrimento de los otros, todo
consejeros electos prestaban proyecto de acaparar una
juramento -de ahí su nombre cantidad demasiado grande de
de «jurados»- de velar por la materias primas, era
observancia de los regla- severamente reprimido. Se
mentos, visitar y proteger a castigaba también implaca-
los aprendi- ces/ zanjar los blemente el propósito de
diferendos que podían surgir conquistar la clientela de un
entre los diversos talleres del vecino, lo que hoy llama-
mismo gremio, inspeccionar ríamos el abuso de la
los negocios para controlar las publicidad. Había, sí, una sana
cuentas. Los fraudulentos eran competencia, pero en base a
públicamente las cualidades personales del
desenmascarados y su mala artesano: la única manera de
mercadería expuesta como tal atraer legítimamente al cliente
delante del pueblo. Sus era hacer el producto más
mismos compañeros habían perfecto, más noble que el del
sido los primeros en denun- vecino, pero a igual precio.
ciarlos, ya que sentían que se
atentaba contra el honor del En ese mundo de pequeños
oficio, experimentando una talleres se desarrolló una
suerte de vergüenza colectiva. industria firme y activa, sin
Los infractores eran puestos al duda que con un ritmo bien
margen de la sociedad; se los diferente del que caracteriza a
miraba como si fuesen la industria moderna. Se
caballeros perjuros que trabajaba casi tan sólo a la luz
hubieran merecido la del día, sin el recurso de la
degradación. Todo intento por iluminación artificial, se
monopolizar un mercado, descansaba regularmente
todo conato de entendimiento desde el toque del Angelus, al
ponerse el sol, hasta que jamás conocidas hasta
sonaba la campana del alba. El entonces.
trabajo se llevaba a cabo con
un profundo sentido del deber, A diferencia de lo que
sin los apresuramientos de la acaece hoy, cuando al parecer
producción moderna, de modo la única preocupación del
que la obra elaborada salía productor y, por consiguiente,
sólida y perfecta, tan bien del comerciante es vender
rematada por dentro como por objetos lo más vulgares,
fuera. No deja de prácticos y baratos que sea
emocionarnos aquella frase posible, fabricados
que un investigador de nuestro exclusivamente con ese
tiempo descubrió en una propósito para su difusión
piedra preciosamente tallada masiva.. antaño se trabajaba
que halló en el techo de la cada pieza en particular,
catedral de Colonia, en un artesanalmente,
sitio inaccesible a la vista del considerándosela como un ob-
hombre: «Si nadie más lo ve, jeto independiente, y
al menos lo verá Dios que está poniéndose en su elaboración
en los cielos». Se trabajaba, es todo el esmero posible, en
cierto, con gran respeto por las orden a satisfacer el gusto de
reglas y formas tradicionales, los numerosos usuarios que
pero ello nada tiene que ver querían pagar en su justo
con la uniformidad de la valor la obra de que se tratase.
moderna fabricación en serie Un abanico, las tapas de un
según moldes estereotipados, libro, un peine, un tenedor,
ya que en los numerosos y todas esas cosas pequeñas,
pequeños talleres como lo prueban las que de
independientes de entonces entre ellas han llegado hasta
desplegaba el hombre una nosotros, revelan delicadeza,
curiosidad y una inventiva ingenio, un verdadero buen
gusto por parte de su anónimo más pausado, se movía entre
artífice. Podríase decir, horizontes más limitados. Y
hablando en general, que el en consecuencia prestaba más
artesano medieval hacía un atención a las cosas que lo
culto de su trabajo, según lo rodeaban. La sociedad de
confirman distintos tes- nuestro tiempo ha inventado
timonios que encontramos en los objetos «descartables»;
novelas de gremios, al estilo para el hombre medieval los
de las de Thomas Delo- ney utensilios de su casa eran
sobre los tejedores y los cosas poco menos que sa-
zapateros de Londres. Cuando gradas, llenas de historia y
estos últimos se referían a su rodeadas de cariño, que se
arte lo llamaban «el noble ofi- transmitían de padres a hijos.
cio», y aceptaban Cada objeto tenía su nombre:
complacidos el proverbio: el herrero diferenciaba uno
«Todo hijo de zapatero es por uno sus martillos, las
príncipe nato». Es un rasgo campanas de la torre tenían
típicamente medieval esta apelativos propios; por el tono
altivez del propio estado, en del sonido toda la ciudad
estrecha relación con aquel sabía cuándo tañía la «María»,
«orgullo de la obra bien cuándo la «Isabel»...
hecha», que refiriéndose a la
antigua Francia Péguy tanto Entre las numerosas
alabara. ocupaciones artesanales se
encontraban diversas especia-
Actualmente a la gente le lidades según las diferentes
importa poco que la canilla regiones. Los alemanes del
que hace girar o la silla en que sur se distinguieron de manera
se sienta sean más o menos especial en el tallado de la
hermosas. Pero el hombre madera, como lo muestra
antiguo vivía con un ritmo palmariamente el primor con
que tallaban las puertas de los ejemplo, llegada la noche,
armarios, labradas en forma dejaba ya en reposo su
de palacios, con cornisas, martillo, o cuando el zapatero
columnas y ventanas. En el abandonaba la lezna, no pocas
arte textil se destacaron los veces dedicaban sus ratos de
flamencos, autores de esos tan ocio a componer versos. Se
enormes como espléndidos sabe que en Florencia, a la par
tapices, con escenas tomadas de una literatura de gran nivel,
de la Sagrada Escritura o de como la de Dante y Petrarca,
los libros de caballerías, sobre existía toda una literatura de
un fondo de paisajes o cas- carácter lírico, privativa de los
tillos. El arte del cristal artesanos.
prosperó en los talleres
venecianos, donde aquellos En esta misma línea hemos
artesanos supieron infundir al de mencionar las famosas
cristal, con su soplo, las escuelas de «maestros
formas más exóticas, decorán- cantores», principalmente en
dolo con elegancia el sur de Alemania. En
incomparable. La confección Maguncia, Nuremberg y otras
de lozas y porcelanas ciudades, los gremios
encontró su epicentro en los organizaron competencias
talleres de Limoges. culturales con pruebas, grados
y exámenes públicos. ¿Cómo
Un trabajo que así se se concretaban? Un domingo,
desposaba con la belleza no por ejemplo, aparecían en la
podía brotar sino del corazón ciudad numerosos carteles-
de un auténtico artista. El anunciando un certamen de
artesano era un artista, no sólo canto en talo cual iglesia,
mientras confeccionaba su luego de terminados los ofi-
obra sino en todo momento. cios lítúrgicos. Reuníanse
Cuando el carpintero, por entonces en el templo los
miembros del gremio y nume- e) El espíritu religioso de las
rosos espectadores. En corporaciones
presencia de un jurado
competente, un tejedor, un Ya hemos señalado cómo las
panadero, un peluquero, corporaciones, al igual que las
interpretaban sendas demás instituciones
canciones cuya letra y música medievales, estaban
habían compuesto ellos impregnadas de espíritu
mismos, algunas veces sobre religioso. Los miembros de las
temas teológicos, otras sobre diversas artesanías se
asuntos morales o didácticos, asociaban bajo la protección
siempre en verso, con de un Santo que muchas veces
alegorías y acertijos. Luego había tenido, durante su vida
los jueces acordaban los terrena, especial relación con
premios correspondientes. su oficio. Así los carpinteros
Recordemos a este respecto la veneraban a S. José, que había
magnífica ópera de Wagner trabajado en el taller de
«Los maestros cantores de Nazaret; los peleteros, a S.
Nuremberg»... Juan Bautista, que en el
desierto se había vestido con
Estamos a años luz de pieles de camello; los que se
aquella época, ahora que el dedicaban a la pesca, a S.
trabajo se ha convertido en Pedro, el pescador de peces y
algo tan tedioso y tan de hombres; los que hacían
prosaico. Bien decía peines, a S. María Magdalena,
Chesterton que se le hacía la cual, según la leyenda, an-
difícil imaginar un coro de tes de su conversión, se
sindicalistas, tanto como un pasaba todo el día
ensamble de banqueros o de acicalándose su hermosa
prestamistas. Los oficios de cabellera; los changadores a S.
hoy han perdido poesía. Cristóbal, quien de acuerdo a
la tradición había llevado a insignias. En las fiestas
Cristo sobre sus hombros. locales y en las procesiones
Aquellos trabajadores solemnes, sus miembros se
pensaban que cada uno de los encolumnaban tras la imagen
oficios, a semejanza del de su santo patrono, des-
estado eclesiástico, había sido plegando los estandartes del
instituido por Dios para bien gremio, y confiriendo a la
de la sociedad. ciudad ese aspecto polícromo,
abigarrado y ruidoso, que
Los artesanos se complacían tanto caracterizó a aquella
evocando sus trabajos en los época.
policromados ventanales que
donaban a las capillas laterales S. Raimundo de Peñafort y
de la catedral. Todavía hoy un grupo de teólogos con él
podemos encontrar allí relacionados fueron quienes
escenas típicas de sus oficios, lograron que la celebración
así como las diversas tareas del domingo se iniciase el
que realizaban en sus talleres, sábado por la tarde, no sólo en
perennizadas ante los ojos de Orden a afirmar el carácter
Cristo o de la Virgen, cuyas sacro del «día del Señor», que
figuras coronan el vitral. A litúrgicamente comienza en
veces representaban también las segundas vísperas del
fuera del templo sus activi- sábado, sino también para
dades artesanales, como se suavizar el régimen del
puede ver en el campanario de trabajo. El mal llamado
la Catedral de Florencia. «sábado inglés» no es una
conquista reciente, como
Cada corporación tenía sus muchos creen, sino una vieja
propias tradiciones, sus costumbre cristiana
fiestas, sus ritos piadosos, sus abandonada cuando el auge
diversiones, sus cantos, sus del capitalismo y retomada
bajo el influjo de los hasta la Revolución Francesa.
modernos movimientos La exaltación desmesurada
obreros. del individuo y la
consiguiente fobia -por las
A veces las corporaciones asociaciones intermedias,
tuvieron que ver con el orden juntamente con la aparición
político. En algunas ciudades, de los primeros síntomas del
los delegados de los oficios capitalismo, hicieron que se
ejercieron verdadera viese en la organización
influencia en la dirección de corporativa de los oficios una
los asuntos comunales, a tal forma de limitación de la
punto que ninguna decisión libertad. De ahí que dicho
tocante a los intereses de la régimen fuese abolido por la
ciudad podía ser tomada sin Convención en virtud de la
ellos. Un historiador de la famosa ley Le Chapelier,
comuna de Marsella, M. dejando al individuo, cada vez
Bourrilly, afirma que en el más desarmado, frente al
siglo XIII los dirigentes de los Estado, cada vez más
gremios fueron «el elemento omnipotente.
motor» de la vida municipal, a
tal punto que se podría decir La actividad comercial
que en aquel tiempo Marsella
tuvo un gobierno de base Dijimos que la Edad Media
corporativa (Para estos temas consideró «trabajadores» por
se leerá con provecho R. antonomasia a los que
Pernoud, Lumiere du Moyen labraban el campo. Los
Age... 64-72). artesanos ya fueron vistos
como menos dignos de elogio,
En lo que toca a Francia, la pero mucho menos los que se
buena relación de sus reyes dedicaban al negocio de la
con las corporaciones duró compraventa.
a) La economía y el Dicha mudanza se originó
surgimiento de las ciudades principalmente en Italia. Ya
desde el siglo X, Venecia
Tanto el comercio como los había sabido aprovechar las
oficios estuvieron crisis intestinas del Islam y las
especialmente ligados con la dificultades de Bizancio, para
ciudad, pero fue sobre todo el constituir una flota e irse
comercio el que mayormente fortaleciendo cada vez más.
comulgó con el nuevo espíritu Génova y Pisa, por su parte, se
que ella trasuntaba. Será, consolidaron desde el siglo XI
pues, conveniente como ciudades poderosas. A
introducirnos en el presente fines de dicho siglo, el
tema refiriéndonos, aunque movimiento provocado por las
sea de manera sucinta, al lugar Cruzadas impulsó más aún el
que la ciudad ocupó en la renacimiento municipal,
Edad Media. dando origen a diversas indus-
trias, y con ellas, a numerosos
Las ciudades no son, por centros urbanos como Gante,
cierto, un invento medieval. Arrás, Mesina, Colonia,
Ya existían durante el Imperio Maguncia, etc.
Romano, si bien habían
entrado en franca decadencia De este modo, el mapa de
con motivo de las grandes Europa cambió decididamente
invasiones bárbaras, cediendo de fisonomía. Si hacia el año
su primacía a los castillos y 1000 el campo estaba poblado
aldeas rurales contiguas, de monasterios y solitarios
defendidas por sus respectivos castillos feudales, en torno a
señores feudales. Cuando la los cuales se acurrucaban
situación dejó de ser tan chozas de barro y diminutas
azarosa, otra vez las ciudades aldehuelas, hacia el año 1300
comenzaron a reaparecer. encontramos por todas partes
populosas ciudades, a orillas Flandes y en el sur de
de los ríos, en las cercanías de Alemania. Pero la corriente
los puertos naturales, o en era irrefrenable. Olas de
torno a los palacios de los campesinos abandonaban sus
príncipes y las residencias tierras ya sus señores,
episcopales. Este fenómeno buscando morada en el amu-
provocó una notable trans- rallado recinto de la ciudad.
formación social; el dinero fue
pasando de manos del noble y Por cierto que esas ciudades
del campesino a las del no eran como las de ahora. En
ciudadano, los artesanos y las calles de las urbes actuales
mercaderes comenzaron a la gente se cruza cada día con
ostentar blasones, y la vida una multitud de rostros
intelectual se concentró extraños, y sólo muy de tanto
principalmente en las en tanto alguien se topa con
ciudades. Poco a poco las algún conocido. Los amigos
nuevas urbes se fueron viven a lo mejor en el otro
arrogando un alto grado de extremo de la ciudad, y con
independencia social y de frecuencia sólo se los puede
poder político, al tiempo que visitar unas cuantas veces por
comenzaron a desarrollar una año, o contentarse con
cultura propia, justamente en hablarles por teléfono. El
los momentos en que el hombre de la ciudad actual
espíritu caballeresco y carece asimismo de contacto
monástico comenzaba a personal con los diferentes
declinar. Es verdad que no profesionales que lo atienden
pocos nobles, príncipes y o con los comerciantes que lo
prelados trataron de enfrentar abastecen. Se siente rodeado
el poder cada vez mayor de las de indiferencia, y en medio
ciudades, tanto en el norte de del tráfago urbano, vive casi
Francia como en Italia, en como un ermitaño. Las
ciudades medievales, en cam- domésticos en general,
bio, se asemejaban a los completaban lo que hoy
actuales pueblos de provincia. llamaríamos «la unidad
Todo el mundo se conocía y el económica».
movimiento de inmigración y
emigración era tan escaso que A este respecto escribe
las relaciones entre sus Marcel de Corte: «Para los
habitantes resultaban mucho griegos, la economía -de
más estrechas y duraderas, oikos, casa- es la actividad de
aun en las ciudades de mayor la familia, célula fundamental
importancia. donde se cumplen las
actividades que permiten a los
En concomitancia con el hombres vivir y transmitir la
fenómeno de resurgimiento de vida. De igual modo que la
las ciudades es advertible otra transmisión de la vida por el
importante transformación: la matrimonio, la adquisición
economía fue pasando de la económica tiene por propósito
esfera privada a la social y proveer a la familia de
política. Durante la época feu- recursos y medios de
dal, a semejanza de lo que subsistencia indispensables y
acontecía en el mundo clásico, por ende pertenece al dominio
las actividades económicas de lo privado. El Estado se
giraban en torno a la vida reserva el dominio del orden
hogareña. El padre de familia público... La ciudad agrupa a
era el jefe de los que la las familias a fin de darles,
integraban, al tiempo que más allá de la economía
organizaba el trabajo de sus doméstica de subsistencia, un
miembros en orden a la conjunto de bienes excelentes
sustentación económica del que la comunidad familiar no
grupo. Los hijos y el personal puede dar: el orden, la paz, el
de servicio, aprendices y desarrollo del espíritu, las
artes, etc. El Estado no tiene de la Edad Media, en
por fin específico el problema coincidencia con el prosperar
de atender a la subsistencia de de las ciudades, cuando
los ciudadanos. Esta apareció la figura del burgués,
usurpación de una faena aquel personaje que llevaría el
familiar acusa el avance del sello de la vida industriosa,
estatismo moderno». pero también la marca indele-
ble de su origen plebeyo.
Pues bien, esto último es
aquello a lo que fue Propio era de la mentalidad
tendiendo, si bien todavía en del burgués la exaltación de lo
grado muy incipiente, la utilitario, de lo práctico, de
concepción económica ligada todo aquello que puede
al renacer de las ciudades, pagarse. Frente a la moral del
tergiversándose renunciamiento, tan
subrepticiamente el sentido característica del cristianismo
más noble de la economía. La monacal, y frente al espíritu
burguesía, desdeñosa del heroico, inescindi- blemente
pueblo sencillo, comenzó a ligado a la concepción
prevalecer sobre la nobleza. caballeresca, el burgués
Un vasto movimiento de introduce una ética de nuevo
emancipación sacudió a las estilo, basada en la búsqueda
ciudades de Italia, Francia y de la ganancia y del lucro.
Flandes; y la revolución
económica corrió paralela con Fueron precisamente
la revolución municipal. aquellos dos estamentos, el
eclesiástico y el caballeresco,
b) La aparición del burgués quienes atacaron con más
decisión el espíritu burgués,
Acabamos de hablar de la lamentándose de que Frau
burguesía, y no en vano, ya Geld (Doña Moneda)
que fue en los últimos siglos
empezara a regir el mundo. hábil y fríamente, impo-
En la figura del gran niéndoles tributos cada vez
comerciante florentino Cosme más onerosos, hasta lograr su
de Médicis -si bien éste nació ruina.
cuando la Edad Media
acababa de cerrarse-, Desde el comienzo la Iglesia
podemos ver personificada la miró con desconfianza al
moral egoísta que constituye burgués, principalmente por la
la base de toda sociedad inclinación que en él se iba
esencialmente orientada hacia insinuando de emancipar de la
el lucro. Es el negociante fe su actividad económica. A
ordenado, diligente, comienzos del siglo XIV, la
aborrecedor de los ociosos, tensión entre la Iglesia y el
asiduo a su despacho, estamento burgués se
cotidiana y puntualmente, acrecentó en gran forma por el
lleno de iniciativas, sobrio en empalme de la conciencia
su vida privada, que dirige la burguesa con aquella corriente
banca paterna y consolida el a que aludimos en una
influjo social de su familia. conferencia anterior, es a sa-
Codicia, sí, el dinero, pero no ber, la que se manifestó en las
apetece menos el poder, grandes Universidades
casando a sus hijas con urbanas, cuando intentaron
jóvenes de la burguesía reflotar el Derecho Romano,
florentina. Para el logro de sus encontrándose nuevos
fines apela a veces, pocas argumentos que oponer a las
veces, a la fuerza; pero más tesis pontificias de la
generalmente prefiere las soberanía de la autoridad
sutiles vías de la astucia, y en espiritual, en pro de la total
vez de recurrir a los tribunales autonomía del orden
para que condenen a quienes temporal. El nuevo espíritu,
se alzan contra él, los persigue que tanto heriría la
cosmovisión medieval, habría sin espíritu de lucro, en la que
de afirmarse precisamente en no se buscaba la riqueza por sí
las ciudades. misma, una economía que no
sacrificaba la gratuidad -el
No resulta casual que el gasto gratuito para la gloria de
movimiento de la Iglesia en Dios y la ayuda de los pobres-
pro de la valoración de la en aras del ahorro y el acre-
pobreza, encarnado centamiento del capital. Fiel a
principalmente en la su origen doméstico, era
espiritualidad y la persona de asimismo una economía muy
S. Francisco, fuera próxima a los hombres, sus
exactamente contemporáneo beneficiarios directos. El
de la expansión plutocrática, ministro inglés Disraeli hubo
ni que los Frailes Menores se de rendirle este homenaje en
instalasen justamente en las el siglo pasado: «Nos
ciudades. Aunque es cierto quejamos ahora del absen-
que esta acción bienhechora tismo de los propietarios; los
influyó muy positivamente en monjes residían siempre, y
la reanimación de la fe, no gastaban sus rentas en medio
bastó para frenar la evolución de los que las producían por
hacia el primado de la riqueza su trabajo». La economía
y el creciente materialismo. medieval propiciada por la
Iglesia estaba a mil leguas de
c) Economía y «lucro» la que sustentan los grandes
capitalistas, tan alejados de
La Iglesia, a pesar de todo, todo contacto con la gente
siguió insistiendo en lo suyo. concreta de la cual depende la
Su doctrina económica producción. Durante la Edad
durante la Edad Media estaba Media la economía estaba a la
tan alejada como era posible altura y al servicio del
de las teorías actualmente en hombre.
vigencia. Era una economía
En su libro sobre la dad; en cambio no se veía
Cristiandad, Daniel- Rops nos dificultad en que ésta le fuese
ha dejado una buena síntesis confiscada, si se mostraba
acerca del modo como la indigno de su cargo o traidor a
Edad Media concibió la su juramento. El principio
economía. Hablando en gene- moral se anteponía al
ral, nos dice, las nociones de principio económico.
propiedad, de trabajo, de
ganancia, no eran conside- Algo semejante acaeció en
radas desde un punto de vista lo que se refiere al trabajo. En
meramente económico, como nuestros días las relaciones
lo son ahora, sino en función laborales entre el patrón y el
de los servicios que podían obrero se reducen
prestar. La propiedad de las esencialmente al principio del
tierras no pertenecía a un salario: el obrero recibe tal
hombre por el mero hecho de cantidad de dinero a cambio
que las hubiera recibido o de determinado tiempo de
comprado, como trabajo. El hombre de la Edad
frecuentemente sucede en Media fundaba sus relaciones
nuestros días, en que un y justificaba sus servicios
propietario sólo puede ser laborales sobre presupuestos
desposeído de ellas en caso de enteramente diferentes, de
quiebra e incapacidad para fidelidad, de abnegación, de
saldar sus deudas, pero no si protección y de caridad. Por
las emplea malo las mantiene supuesto que las excepciones
improductivas. En la Edad podían ser numerosas, y que
Media sucedía exactamente lo había avaros y explotadores,
contrario: aunque un señor pero los principios seguían
estuviese abrumado de siendo predominantemente
deudas, en ningún caso podía morales y no económicos.
ser desposeído de su propie-
Señala Daniel-Rops que lo argumentaron los Padres de la
que fue exactamente el papel Iglesia. Las penas canónicas
de la Iglesia en este campo, con que se amenazó a los
queda de manifiesto en la usureros fueron drásticas: a
famosa cuestión del préstamo los clérigos la destitución, ya
a interés, o, como decían los todos, clérigos y laicos, la
teólogos, de la «usura». Esta excomunión. A veces se
palabra no designaba equiparó en un mismo
únicamente, como ahora, el vituperio la usura y la
interés abusivo o superior a la fornicación. Los nombres de
tasa legal, sino, más los usureros eran exhibidos en
generalmente, todo interés las puertas de las iglesias.
percibido con ocasión de un Inocencio III aconsejó al
préstamo de dinero. poder temporal que castigase
sobre todo y más severamente
Desde los primeros siglos, la a los «grandes usureros», a
Iglesia se había declarado en modo de advertencia
contra de este tipo de ejemplificadora.
transacciones. En la época del
Imperio Romano, el préstamo La prohibición del préstamo
a interés era de uso corriente. a interés y de la especulación
Pero una vez que el cristianis- económica suscitó la aparición
mo comenzó a influir en las de grupos clandestinos o semi-
costumbres, pareció execrable clandestinos, que operaban
que un hermano prestara libremente en dicho campo.
dinero a otro hermano que lo Destacáronse en ello prin-
precisara y sacase de ello cipalmente los italianos del
provecho. ¿Acaso no había norte -los «lombardos»- y los
dicho el Señor: «Dad los unos judíos. La importancia de esos
a los otros sin esperar nada en grupos se hizo particularmente
cambio» (Lc 6,34)?, considerable cuando comenzó
a desarrollarse el comercio en ello?
gran escala y, juntamente con
él, la Banca. El resentimiento Sin embargo la Iglesia
que naturalmente brota de los mantuvo la norma: toda
deudores cuando piensan en ganancia obtenida sin trabajo
sus acreedores se volcó de ni riesgo, simplemente en
manera especial contra los base a un préstamo de dinero,
lombardos y los judíos, sobre era inmoral. Por cierto que en
todo contra estos últimos, que varias ocasiones las
por no estar sujetos a la autoridades de la Iglesia
jurisdicción de la Iglesia, toleraron abusos en este
podían ejercer la «usura» sin terreno; más aún, algunos
que las leyes los alcanzasen. Papas tuvieron que recurrir a
Tal fue la razón de algunos los banqueros y hasta
progroms populares... permitieron administrar las
rentas pontificias a gente de
Con el tiempo la Iglesia iría pocos escrúpulos. Pero esas
atenuando la condenación del fueron las excepciones que
préstamo a interés. Porque lo confirman la regla. En
que en el fondo quería repro- principio, la Iglesia se opuso
bar era la especulación pura, con decisión a quienes
el dinero logrado sin trabajo propiciaban la primacía del
ni riesgos. Pero si el dinero; más aún, quiso que
prestamista corría algún también el dinero se
peligro real de pérdida sometiese a la doctrina del
económica, o si el deudor Evangelio (cf Daniel-Rops, La
demoraba voluntariamente la Iglesia de la Catedral y de la
devolución de lo que le habían Cruzada... 336-340).
prestado, ¿no parecía justo
que aquél recibiese una d) La figura del mercader
indemnización a cambio de
La actividad comercial no
tiene, en sí, nada de los caballeros por su
reprensible. Todas las prestancia, por su actitud de
sociedades han contado hombre de mundo que sabe
siempre con personas actuar siempre como co-
dedicadas a la compraventa de rresponde, rivalizando en
productos y mercancías. Sin bondad, modestia y sencillez
embargo no deja de resultar con los mismos religiosos.
curiosa la evolución que a lo
largo de la Edad Media fue Pero a medida que se fue
sufriendo la figura del haciendo menos peligrosa la
comerciante. Cuando lo profesión de mercader y sus
vemos aparecer en escena, bolsos se fueron llenando con
advertimos que gozaba de siempre mayor rapidez,
general benevolencia, siendo comenzó a extenderse un
considerado como un sentimiento de antipatía en
bienhechor de la sociedad, por relación con ellos,
cuanto viajando de aquí para coincidiendo en el ataque los
allá, incluso fuera del propio caballeros, los artesanos e
país, ofrecía, a veces con incluso los sacerdotes. Las
detrimento de la propia arremetidas arreciaron sobre
seguridad, todas aquellas todo en los últimos tiempos de
mercaderías que eran la Edad Media. Los artesanos
necesarias a ricos y pobres. denunciaban en ellos a los
Entre un sinnúmero de libros intermediarios encarecedores
de caballería e historias de de sus productos. La literatura
santos, ha llegado hasta noso- los presentó como haraganes
tros una novela anónima, que se limitaban a vivir del
escrita por un poeta alemán, trabajo de los demás, que
cuyo héroe es justamente un nada producían, y que se
comerciante cristiano, «el enriquecían gracias al engaño.
buen Gerardo», que emula a Una fábula proveniente de
Nuremberg -la de la araña y múltiples tentaciones. La
de la abeja- los estigmatiza sin gente los veía enriquecerse
piedad: la araña se burlaba de más y más. Por otra parte, el
la abeja, nos cuenta, porque boato del comerciante era
ésta tenía que trabajar todo el sustancialmente distinto de la
día, mientras que ella se magnificencia de las cortes y
sentaba tranquilamente, de los castillos feudales. El
envolvía a la presa en su red, mercader se mostraba más
y por fin chupaba su sangre. insaciable en sus placeres,
En la abeja - concluye la nunca satisfecho del todo,
fábula- ha de verse a aquellos siempre codiciando. La vida
que se alimentan del trabajo mercantil creaba en poco
de sus manos y comen el pan tiempo fortunas que un
con el sudor de su frente; al artesano jamás hubiera podido
bando de las arañas, en alcanzar, fortunas que, por lo
cambio, pertenecen los demás, podían evaporarse con
usureros, los acaparadores, los idéntica rapidez. El temor de
comerciantes, etcétera. En un que esto último aconteciese es
libro escrito en Alemania lo que impulsaba a aquellos
hacia 1250 se decía que sólo «nuevos ricos» a aprovechar
había que reconocer tres esta- el tiempo de las vacas gordas,
mentos de origen cristiano: entregándose desbocadamente
los caballeros, los clérigos y a los placeres, que había que
los campesinos; el cuarto, el disfrutar con tanta celeridad
de los mercaderes, era obra como intemperancia. Dante
del diablo. nos dejó un admirable cotejo
entre el severo atuendo y
Como puede verse, una sencilla vida doméstica de los
sombra de sospecha se ceñía nobles de rancio linaje y el
sobre esta cuestionada lujo chillón ostentado por los
profesión, sujeta por cierto a comerciantes.
La indiferencia religiosa, o empresa mística de la
la mezcla de religión y Caballería: «Yo sé que el
avaricia, y el consiguiente ma- Santo Grial no se puede ganar
quiavelismo antes de tiempo, sin mi ayuda», decía (!).
constituyeron también una
nota característica de la vida III: Los que combaten
comercial. Venecia, ciudad
eminentemente mercantil, no En esta conferencia
trepidó en concertar, sin consideraremos el tercer
mayores escrúpulos, no estamento de la sociedad
obstante las severas medieval. Junto a los que oran
advertencias de la Iglesia, tra- ya los que trabajan, y para
tados comerciales con el defensa de ambos, estaban los
sultán Saladino y con el Khan bellatores, los que combaten*.
de los tártaros; más tarde, la
ciudad, con gran escándalo de *Hemos tratado
la Cristiandad entera, extensamente este tema en
entablaría alianza con los nuestro libro La Caballería,
turcos, llegando en cierta Excalibur, Buenos Aires,
ocasión a pensar seriamente 1982. Tras haber dictado la
en llamarlos a Italia, para que presente conferencia,
a
la ayudasen en sus luchas apareció la 3 edición de
contra otros Estados italianos. dicho libro, en Ed. Gladius,
Buenos Aires, 1991. En
Por cierto que hubo también nuestra conferencia
comerciantes virtuosos. Como abordamos algunos aspectos
aquel rico mercader de no incluidos en aquella obra.
Bourges, Jacques Coeur,
quien en el ocaso de la Edad Historia de la caballería
Media, soñaría con poner su
dinero al servicio de la gran No es la Caballería una de
esas tantas instituciones que
han ido apareciendo a lo largo conjunto de la caballería y la
de la historia por iniciativa de ciencia, que ahora ha pasado a
la autoridad espiritual o del Francia. Quiera Dios que se
poder temporal. Si bien, con mantenga en ella y que tan
el tiempo, el estamento de la grato le sea el lugar que no se
Caballería pasó a integrar aleje jamás de Francia la
formalmente el tejido gloria que se ha fijado en
constitutivo de la sociedad, su ella» (Cit. en G. Cohen, La
aparición en la escena pública gran claridad de la Edad
no fue sino el resultado de una Media... 117, nota 5).
respuesta a circunstancias
concretas. Según puede verse, fue al
parecer Grecia el lugar en que
a)El origen de la Caballería se originó la Caballería, más
medieval propiamente Atenas, donde
había un grupo de hombres
Chrestien de Troyes, poeta llamados «eupá- trides», a
francés del siglo XII, autor de quienes Solón denomina
varias novelas de caballería - precisamente «caballeros»,
entre otras Lancelot, Le Otros han preferido ubicar su
cheva- lier en lion, Perceval, raíz remota en el ámbito de
etc.-, dice al comienzo de una Roma, concretamente en los
de ellas, que lleva como título allí designados como equites
Clig'es: «Por los libros que romani, Con todo, y sin negar
tenemos, nos son conocidos que tanto Grecia como Roma
los hechos de los antiguos y hayan cobijado en su seno
del mundo de antaño. Los instituciones o grupos que
libros nos han enseñado que puedan ser considerados cual
Grecia tuvo el primer premio «antecedentes» del estamento
de la caballería y de la cien- caballeresco, creemos que se
cia; después pasó a Roma el va quizás demasiado lejos en
la inquisición de sus orígenes. religión, de los desvalidos. El
Al menos en lo que se refiere resultado de dicha actitud
a la concreta aparición de la pastoral fue asombroso:
Caballería en Occidente, nos aquellos hombres feroces
parece más adecuado acabarían convirtiéndose en
remitirnos a los siglos que caballeros. León Gautier llegó
enmarcaron las invasiones de a escribir que «la Caballería
los bárbaros, principalmente es una costumbre germánica
los de estirpe germánica. Los idealizada por la Iglesia» (Le
integrantes de esas tribus, que Chevalerie, H. Welter, Paris,
se abalanzaron tan 1895, 2).
resueltamente sobre los
despojos del Imperio Roma- La Caballería aparece así
no, eran toscos y brutales, como la fusión de las prácticas
robando propiedades y de los bárbaros, propias de
haciendas, y asesinando con épocas de hierro y de
toda naturalidad y hasta violencia absurda e
alegría. La Iglesia, al tiempo incontrolada, con el espíritu
que atendía a su conversión, sereno y justiciero del
trató de ir atemperando el catolicismo. Para que dicha
ardor de la sangre guerrera y, síntesis se realizara de manera
más allá de ello, ofreciendo plena fue preciso, por cierto,
una causa noble al ímpetu que transcurriesen largos
hasta entonces tan mal siglos, durante los cuales se
empleado. Les presentó a fue produciendo el encuentro
aquellos guerreros ideales y la subsiguiente simbiosis de
dígnos y sublimes como meta las dos grandes tradiciones, la
de sus empresas bélicas, les del Norte, germana y bárbara,
dijo que la fuerza debía y la del Sur, romana y
ponerse al servicio de la católica. De esta síntesis
justicia, de la inocencia, de la surgió la Caballería. El ataque
generalizado de los árabes modelo de toda Caballería.
contra el naciente mundo
cristiano fue el detonante que Tal fue el proceso histórico
exigió de Occidente la de la institución caballeresca.
formación de un conjunto Raimundo Lulio lo resume en
estable de guerreros, estos términos: Faltó la cari-
constituido casi dad y la lealtad, y entonces se
exclusivamente por hombres eligieron los mejores para
de a caballo. Luego esta imponer el orden; luego, para
institución se hizo los hombres más nobles, el
permanente, y no mera animal más generoso, el
respuesta a una emergencia caballo. Así de simple (Cf.
coyuntural. Partiendo, pues, Libro de la Orden de
del combatiente cruel y Caballería, en Obras
terrible de las hordas bárbaras, literarias de Ramón Lull,
capaz de asesinar inocentes y BAC, Madrid, 1948, 109-110).
de desafiar al mismo Dios,
llegamos al caballero heroico b) La educación de la
y Cristiano de fines del siglo violencia
XI, tal cual lo vemos descrito,
por ejemplo, en la «Chanson Según acaba de verse, aquel
de Roland». Cuando el Papa cambio se logró
Urbano II predicara la principalmente por el influjo
Cruzada, lanzando el de la Iglesia, ¿Cuál fue su
Occidente católico sobre el pedagogía? Ante todo ha de
Oriente de la tumba de Cristo, quedar bien en claro que la
caída en manos de los turcos, Iglesia nunca condenó la
ya la Caballería era una guerra y por tanto jamás se
realidad cumplida. Godofredo opuso a la vida guerrera como
de Bouillon, el más grande de tal. Por cierto que la guerra no
los Cruzados, es asimismo el puede resultar grata a nadie.
Más aún, parece terrible para
toda persona que no haya Civitate Dei, 1. IV, cap. VI: en
perdido el sentido de la Obras Completas de S
realidad. Sin embargo, es un Agustín, t. XVI, BAC,
hecho que existen situaciones Madrid, 1977, 232).
que la vuelven inevitable. En
el estado actual de naturaleza Así, pues, es falso afirmar
caída, donde la humanidad que la Iglesia se opuso a la
está sujeta a las consecuencias guerra por principio. No sólo
del pecado original, no lo hizo sino que además
necesariamente habrá señaló que la profesión
injusticias tales que, a falta de militar, si se ejerce de acuerdo
otros medios, el brazo del a la justicia, es legítima y aun
guerrero se haga santificante. Para confirmar
imprescindible para dicho aserto recurrió al
restablecer el orden ejemplo del mismo Cristo,
conculcado. Como decía S. quien trató con tanto cariño y
Agustín en carta a un general hasta admiración al centurión
bizantíno: «La guerra se hace romano que le pedía la cura-
para lograr la paz» (cf Ad ción de su siervo con aquellas
Bonifacium, Ep. 189,6: en palabras conmovedoras:
Obras Completas de S. «Señor, no soy digno de que
Agustín, t. XI, BAC, Madrid, entres en mi casa...» (cf. Lc
1953, 756). Y por eso la 7,1-10). Y destacó cómo S.
Iglesia no trepidó en hablar de Pablo no vaciló en describir la
lo que llamó «la guerra justa». existencia del cristiano recu-
En cuanto a las guerras rriendo a términos castrenses
injustas, ya el mismo S. (cf. Ef 6,1317). Esa Iglesia,
Agustín las había calificado de que quiso llamarse a sí misma
manera tajante: «¿Qué otro «Iglesia militante», comparó
nombre cumple darles que el el compromiso bautismal de
de gran latrocinio?» (De sus fieles con el juramento
que los soldados prestan a su causa noble, y no a la batalla
bandera. En la misma línea, la emprendida por espíritu de
antigua iconografía representó venganza o con propósitos
a Cristo con atuendo de bastardos. El Liber feu-
guerrero -el Christus Militans- dorum, código cristiano de
, que vino al mundo a traer la Caballería, afirmaba
espada (cf. Mt 10,34). formalmente que el vasallo no
era traidor si se negaba a
Pues bien, ahora la Iglesia se ayudar a su señor en una
encontraba frente a una guerra injusta. Fuera de estos
multitud de guerreros injustos casos, el uso de las armas era
y saqueadores, que recurrían a no sólo autorizado sino hasta
la violencia para fines recomendado por la Iglesia,
depravados, o incluso por el pero en nombre de principios
gusto mismo de la violencia. superiores: el principio de
¿Qué hacer? justicia, que definía al que la
conculcaba y le imponía la
Ante todo, ubicar el hecho paz, en caso necesario por la
de la guerra en un nuevo fuerza; y el principio de
contexto, en su dimensión caridad, que impelía a correr
ética, como reacción última en ayuda del débil
pero gloriosa contra la injustamente atacado por el
injusticia. Lejos de lo que en fuerte inicuo (cf. Daniel-Rops,
nuestros días se entiende por La Iglesia de la Catedral y de
«pacifismo», un Papa como la Cruzada... 342-343).
Gregorio VII declaraba
«maldito a cualquiera que se En segundo lugar, apuntar a
negase a empapar su espada la mitigación de la violencia
en sangre». Claro que se misma mediante el recurso a
estaba refiriendo al buen una serie de disposiciones y
combate, a la lucha por una de arbitrios prácticos que
fueron progresivamente quedaba prohibido en
aceptados por el conjunto de determinados tiempos
la Cristiandad. La primera de litúrgicos: desde el primer
esas medidas, tomada a fines domingo de Adviento hasta la
del siglo X, fue lo que se dio octava de Epifanía, desde el
en llamar la Paz de Dios. Al comienzo de la Cuaresma
comienzo, las guerras no hasta la octava de Ascensión,
perdonaban a nadie, y, durante todo el resto del
destruyéndose todo lo que se año, desde el miércoles a la
encontraba al paso. Gracias a tarde hasta el lunes por la
esta estratagema de la Iglesia, mañana, en homenaje al
por vez primera en la historia triduo pascual. ¡Imagínese lo
se distinguió a los guerreros que serían esas guerras
de las poblaciones civiles, que fragmentadas, que no podían
quedaban al margen de las durar más de tres días
operaciones militares. Se seguidos!
prohibió terminantemente
violar a las mujeres, maltratar Con la ayuda de estas
a los niños, los labriegos y los iniciativas la Iglesia fue dando
clérigos, es decir, a todos los fin a aquel terrible dualismo
indefensos; las casas de los que había caracterizado a la
labradores fueron declaradas Edad Oscura, cuando existía
inviolables, como lo eran las un ideal para el guerrero y
iglesias. A comienzos del otro para el cristiano. Una de
siglo XI se instauró la las grandes glorias de la Edad
denominada Tregua de Dios, Media es haber emprendido la
que reducía la guerra en el educación del soldado,
tiempo, así como la Paz de transformando al guerrero,
Dios la había restringido en el inicialmente feroz, en un
espacio. En virtud de dicha noble caballero. El que antes
«tregua» todo acto de guerra se lanzaba a la batalla atraído
por la borrachera de los hechos hazañosos, trajo
encontronazos, la violencia y aparejado el deber de consti-
el pillaje, se convirtió en el tuirse en paradigma de los
defensor del débil; su demás en lo que toca a la
violencia brutal se volvió práctica de las virtudes cris-
fuerza armada al servicio de la tianas1, consagrando su
verdad desarmada; su gusto espada al «apoyo y protección
del riesgo se mudó en coraje de la Iglesia, las viudas y los
consciente y generoso. Era ya huérfanos, y como rendido
la Caballería medieval. Tal servidor de Jesucristo».
como se la encuentra desde el
comienzo del siglo XIII, en un *Sobre el sentido de esa
auténtico orden, casi un ceremonia no nos
sacramento (cf R. Pernoud, extenderemos acá ya que a
Lumiere du Moyen Age... 91- ello nos hemos referido
93). ampliamente en nuestro
libro sobre el estamento
En este largo proceso de caballeresco, donde tras
educación y cristianización de señalar quién era el que
la violencia, no dejó de influir confería el Orden de la
el hecho de que la Iglesia Caballería, exponemos los
fuera tomando una distintos rituales que se em-
participación cada vez mayor pleaban para acoger a los
en la ceremonia del armado candidatos que aspiraban a
del caballero, elaborando para ingresar en dicho Orden, y el
ello un ritual especial*. De simbolismo de las diversas
este modo, el ingreso al Orden armas que en su decurso se
de la Caballería, juntamente iban imponiendo al novel
con la decisión que había de
caracterizar al caballero de 1En lo que toca a las virtudes propias de la
buscar la gloria por medio de Caballería y al código que regía su actividad - una
suerte de Decálogo caballeresco- puede verse
ibid., 117-195.
caballero: cf. La Caballería, trono del Señor (cf. J.
3a ed... 78-116. Huizinga, El otoño de la Edad
Media... 101).
Bien dice R. Pernoud que lo
que se esperaba del caballero, El ápice donde culminó esta
no era simplemente, como lo pedagogía ennoblecedora del
soñó la antigüedad, una soldado fueron las «Ordenes
especie de equilibrio, un justo Militares», a que nos
medio -mens sana in corpore referiremos enseguida,
sano-, sino un máximum. Se nacidas al calor de las Cruza-
lo invitaba a la exuberancia, a das, la más elevada
superarse a sí mismo, a ser el encarnación del cristianismo
mejor, el más generoso, medieval, sobre la base del
ofrendando su persona y su desposorio místico entre el
vida al servicio de Dios y del ideal monástico y el ideal
prójimo. «Esas novelas en que caballeresco.
los héroes de la Tabla Re-
donda van sin cesar en busca Tal fue la estrecha alianza
de la hazaña más maravillosa que se estableció entre la
no hacen sino traducir el ideal Iglesia y la Caballería. Lo que
exaltante ofrecido entonces a la Iglesia hizo en el campo
aquel que sentía la vocación intelectual poniendo la razón
de las armas» (Lumiere du al servicio de la fe, que no otra
Moyen Age... 94). Se les ponía cosa fue la Escolástica, lo
por modelo al arcángel S. realizó también en el campo
Miguel, el primer antepasado de la milicia elevando el valor
de la Caballería, vencedor de humano al heroísmo cristiano.
las huestes infernales. El esta-
mento caballeresco no era sino La Caballería fue la gran
el reflejo terreno del ejército pasión de la Edad Media. El
de los ángeles que rodeaba el mismo adjetivo que de ella se
deriva -«caballeresco»-
expresa de manera cabal el fue acaso la Conquista de
haz de cualidades que América un gran acto de
despertaba la admiración Caballería?
general. Basta recorrer la
literatura medieval o contem- Las Órdenes Militares
plar las obras de arte que han
llegado hasta nosotros, para La aparición de tales
advertir que tanto en las Ordenes -una suerte de
novelas y en los poemas, sacralización de la Caballería-
como en los cuadros y en las constituye una demostración
esculturas, surge siempre y muy elocuente del grado en
por doquier la gloriosa figura que la espiritualidad
del caballero, tan monástica fue impregnando
garbosamente representado en progresivamente los diversos
la conocida estatua de la estamentos de la sociedad
catedral de Bamberg (cf. R. medieval, incluido el
Pernoud, Lumiere du Moyen guerrero. Los caballeros de las
Age... 95). Ordenes Militares eran una
rara mezcla de soldados y de
*** monjes. Sin dejar de ser
guerreros, hacían los tres
Se han señalado diversas votos religiosos -pobreza,
etapas en la historia de la castidad y obediencia-, al que
Caballería: la época heroica, solían agregar un cuarto
la época galante, y la época de compromiso, el de
la decadencia (cf. al respecto consagrarse por entero a la
nuestro libro La Caballería, guerra contra los infieles.
48-54). Cuando en el resto de Acaso ninguna época de la
Europa se fue desdibujando el historia nos haya dejado un
ideal caballeresco, en España símbolo tan expresivo y
persistió dicho arquetipo. ¿No adecuado de su propia
espiritualidad. Militares está
inescindiblemente ligado con
Las Ordenes Militares la epopeya de las Cruzadas,
incluían por lo general tres sin las cuales difícilmente
clases de miembros: ante todo hubiesen surgido. Con todo,
los sacerdotes, que vivían en hay que notar que la mayor
los conventos de la propia parte de ellas nacieron con
Orden o acompañaban a los fines no estrictamente milita-
guerreros como capellanes, y res o guerreros, sino más bien
que en razón de su estado caritativos y benéficos, para
clerical no combatían en el controlar los caminos,
campo de batalla; luego los proteger y dar morada a los
caballeros nobles, que se peregrinos, etc. Pero muy
dedicaban, ellos sí, a la pronto las necesidades
guerra, llevando acuciantes de la guerra, que se
habitualmente vida de prolongaba más allá de lo
campaña; y finalmente los previsto, hicieron que sus
servidores o hermanos legos, miembros se abocasen
que ayudaban a los caballeros directamente al combate.
en el servicio de las armas o a
los sacerdotes en los oficios Aludiremos ante todo a las
domésticos. Constituían,
principales Ordenes Militares,
como se ve, un reflejo en pe-
primero a las más universales
queño de los tres estamentosy luego a las de cuño español,
de la sociedad medieval: losque tienen una relación mayor
que oran (los sacerdotes), los
con nuestros orígenes patrios.
que combaten (los nobles) y Lo haremos valiéndonos de
los que trabajan (los hermanos
los datos que nos ofrece el P.
legos). García Villoslada (cf B.
Llorca, R. García Villoslada,
El comienzo de las Ordenes F. J. Montalbán, Historia de
la Iglesia Católica, II, Edad peregrinos que caían
Media, BAC, Madrid, 1963, enfermos. Luego se
773ss). transformaría en Orden
Militar, comprometiéndose
A continuación sus miembros a empuñar las
expondremos lo principal de armas en el combate contra
su espiritualidad, los enemigos de la fe. Mucho
especialmente en base a las tiempo después de terminadas
enseñanzas de S. Bernardo. las Cruzadas recibirían de
Carlos V el dominio de la isla
a) Órdenes Militares de Malta, de donde su nombre
Palestinenses actual de «Caballeros de Mal-
ta».
Diversas fueron las Ordenes
creadas en relación con las La segunda fue la de los
peregrinaciones a Tierra Santa Templarios, fundada por Hugo
o las luchas contra los de Payens y Godofredo de
infieles. Saint-Audemar, también para
la protección de los peregrinos
La primera de ellas, que llegaban a Tierra Santa.
cronológicamente hablando, Poco diremos acá de esta
fue la de los Sanjuanistas, o, Orden ya que enseguida nos
más precisamente, la Orden referiremos ampliamente a
Militar de S. Juan de ella, considerando que su
Jerusalén o de los Caballeros espiritualidad, tan influida,
Hospitalarios. Fundada por un por la personalidad de S.
grupo de mercaderes oriundos Bernardo, siendo
de Amalfi, que estaban en paradigmática, es la que
Jerusalén, la Orden comenzó quizás caracteriza con más
por dirigir un hospital bajo la perfección al caballero de una
advocación de S. Juan Orden Militar.
Bautista para recoger a los
La última es la de los ante todo la de Calatrava,
Teutónicos, que fue fundada nacida particularmente para
durante el curso de la tercera defender la ciudad del mismo
cruzada, teniendo una nombre, pero que desempeñó
destacada actuación en la un papel muy relevante en
lucha contra el Islam. Cuando todo el proceso de la
uno de sus grandes maestres Reconquista española. La
juzgó que las Cruzadas austeridad de vida de sus
llegaban a su fin y las huestes integrantes emulaba el
cristianas ya no estaban en monaquismo cis- terciense.
condiciones de enfrentar a los Participaron activamente en
turcos, lanzó a sus caballeros a los combates victoriosos del
la conquista de la Prusia pa- rey S. Fernando; en uno de
gana, empresa que culminaría ellos su gran maestre murió
con la conversión de los cubierto de gloria bajo los
prusianos al cristianismo. Esta muros de Granada.
Orden tuvo un tristísimo fin,
ya que en 1525, su gran Asimismo la Orden de
maestre, Alberto de Alcántara, cuya historia corre
Brandeburgo, se hizo luterano, paralela a la de Calatrava.
convirtiéndose su territorio en Fundada por dos caballeros de
un ducado protestante. Salamanca para defender la
ciudad de su nombre,
b)Órdenes Militares importante reducto tomado
Españolas por los cristianos a los moros
en 1214, luego se dedicaron
Las luchas que la España más en general a la protección
católica debió entablar contra de los cristianos que residían
sus ocupantes suscitó también en la frontera del reino de
en su territorio la aparición de León contra los ataques de los
varias Ordenes. Nombremos moros de Extremadura.
Destacóse igualmente la Mendicante.
Orden de Santiago de la
Espada, cuyos caballeros se e)La espiritualidad del
abocaron a la custodia del monje-caballero
camino de Compostela,
siempre amenazado por los Si los caballeros tenían su
numerosos bandoleros que lo espiritualidad propia, ésta
asolaban. Tomaron también brilló de manera mucho más
parte en la Reconquista, esplendorosa en aquellos que
ocupando zonas contiguas a hicieron de la Caballería una
Toledo. forma de vida estrictamente
religiosa. Nos referiremos acá
Finalmente la Orden de de manera particular a la
Nuestra Señora de la Merced, Orden del Temple, ya que ella
cuyo origen fue militar y tuvo el privilegio de haber
caballeresco. Fundada sido orientada por el mismo S.
inicialmente para la defensa Bernardo, como lo acabamos
de las costas españolas contra de recordar.
los ataques de los berberiscos,
sus caballeros se dedicaron Sobre los comienzos de esa
asimismo a visitar los puertos famosa Orden tenemos una
del Africa, en orden a ayudar referencia expresa en una obra
espiritual y corporalmente a del siglo XII, escrita por
los cristianos cautivos, Guillermo, arzobispo de Tiro,
procurando su rescate, sea a que lleva por título: Historia
través de dinero, sea rerum inpartibus trans-
ofreciéndose ellos mismos en marinis gestarum (cf. PL 201,
heroico canje. Desde el siglo 210.888), donde se relatan los
XIV la Orden dejó de ser diversos empren- dimientos
militar y muy ulteriormente llevados a cabo por los prínci-
sería reconocida como Orden pes cristianos que estaban
«más allá del mar»
Mediterráneo, es decir, en del Templo» o del Temple.
Tierra Santa. Es justamente en
uno de los capítulos de dicho En 1132, tras la aprobación
libro que se narra cómo nació pontificia de la nueva Orden,
y se desarrolló la Orden de los el gran maestre se dirigió a S.
Caballeros del Temple. Bernardo pidiéndole consejos
«Algunos nobles per- espirituales para los suyos. El
tenecientes a la orden de los abad de Claraval le escribió
caballeros - escribe una extensa carta que pasaría
Guillermo-, llenos de a la historia bajo el nombre de
devoción, piedad y temor de De Laude nova militia
Dios, poniéndose al servicio (Hemos analizado mi-
de Cristo según las reglas de nuciosamente su contenido en
los Canónigos Regulares, nuestro libro La Caballería...
hicieron voto de vivir para 169-175). Dicha epístola, que
siempre en castidad, obedien- tan diáfanamente revela la
cia y pobreza» (ibid. 526). personalidad del Santo,
Estos votos no cancelaban, constituye una especie de
por cierto, su preexistente «teología de la Caballería», o
vocación caballeresca sino si se quiere, de «mística de la
que, agregándose a ella, la Caballería», sobre la base del
sublimaban. Los nobles carácter de milicia que tiene la
caballeros, ahora también vida cristiana, de la fe
monjes, «no tenían ni una entendida como combate.
iglesia ni una casa». Entonces
el rey Balduino les cedió Hace poco hemos tenido la
temporalmente como morada oportunidad de leer con
«la parte meridional de su provecho un notable estudio
residencia, adyacente al sobre los caballeros del
templo del Señor», por lo que Temple, justamente a la luz de
fueron llamados «Caballeros la espiritualidad que les quiso
inculcar S. Bernardo (cf. total. No se limitará, a luchar
Mario Olivieri, I cavalieri del contra el enemigo externo
Tempio, en Gli Annali, sino que enfrentará asimismo
Universitá per stranieri, al enemigo interior. Los caba-
Firenze, 10, 1988, 27-54. Al lleros de la nueva milicia se
término de sus reflexiones, el distinguen en esto de todos los
Autor ofrece en apéndice la demás, sea de los caballeros
traducción italiana del relato que no son religiosos como de
de Guillermo de Tiro, una los simples monjes, por ser
parte del tratado de S. Ber- conjunta e ines- cindiblemente
nardo, y el texto de la Regla guerreros en el campo de lo
de la Orden). Si bien su autor visible y de lo invisible. «A la
revela cierta tendencia al verdad hallo que no es
esoterismo, no por ello deja maravilloso ni raro resistir
de ofrecer interesantes generosamente a un enemigo
observaciones, de las que va- corporal con las solas fuerzas
mos a servirnos en esta del cuerpo. Tampoco es cosa
conferencia. muy extraordinaria, aunque
sea loable, hacer guerra a los
Los caballeros del Temple vicios o a los demonios con la
son para S. Bernardo el fruto virtud del espíritu, pues se ve
de un admirable encuentro todo el mundo lleno de
entre el monacato y la monjes que están
caballería. Son monjes- continuamente en este
caballeros. Tal es, según él, la ejercicio. Mas, ¿quién no se
conjunción ideal, el monacato pasmará por una cosa tan
hecho milicia, la caballería admirable y tan poco usada
llevada a su expresión como es ver a uno y otro
suprema. Porque la lucha que hombre poderosamente
el nuevo caballero habrá de armado de estas dos espadas y
entablar no es parcial sino noblemente revestido del
cinturón militar?» (De la pueden dejar de temblar ante
excelencia de la nueva un hombre protegido con la
milicia, I,1; trad. en Obras armadura del guerrero y el
Completas de S. Bernardo, T. poder de la fe.
II, BAC, Madrid, 1955, 854.
En adelante citaremos la obra Este feliz encuentro entre la
según esta edición). El vida monástica -dominio de
combate es global: contra la sí- y la caballeresca - dominio
amenaza exterior de las armas sobre los demás-, hace que
materiales y contra las tales caballeros sean a la vez,
asechanzas del demonio en el en expresión de S. Bernardo,
interior del alma. «más mansos que los corderos
y más feroces que los leones»
Semejante vocación exige (ibid. IV, 8... 861). Por eso las
que el templario, antes de Ordenes Militares son para el
lanzarse a la lucha exterior Santo la expresión más pura
para vencer a un enemigo tan de la Caballería, o mejor , su
concreto como él, logre el «sacralización». Casi un
dominio de su interioridad. sacerdocio.
Sólo si alcanza el señorío de sí
será capaz de encarar como Abundemos, con el abad de
corresponde el combate Claraval, en las consecuencias
exterior, sólo así se lanzará de esta extraña simbiosis de
confiado a la batalla. dos vocaciones. El progreso
«Ciertamente, este soldado es en la vida espiritual del
intrépido y está seguro por caballero en cuanto monje no
todas partes; su espíritu se puede sino repercutir en la efi-
halla armado del casquete de cacia de la lucha exterior del
la fe, igual que su cuerpo de la monje en cuanto caballero,
coraza de hierro» (ibid. I, 1... dado que el combate interior
854). Hombres y demonios no en orden al dominio sobre
símis- mo, posibilita y sumisa dependencia respecto
potencia el combate exterior de sus superiores en lo que
contra los enemigos de la fe. toca a la ropa y al alimento,
Por eso el templario ha huido recuperará la inocencia y la
primero del «siglo», se ha ingenua disponibilidad del
encerrado en un convento para niño. Así, mediante el
cargar su cruz, ya través de la abandono de todo lo
mortificación lograr señorío accidental en aras de lo
sobre todas sus pasiones. S. sustancial, su alma alcanzará
Bernardo considera que la la paz y la serenidad. Será un
mortificación es el mejor hombre esencial.
noviciado para el combate
exterior. El ejercicio de la Destaquemos cómo este
humildad le permitirá ir proceso de gradual
realizando el olvido de su desnudamiento del monje-
propia persona -perderse a sí caballero, merced al cual va
mismo-, tan propio del monje cayendo todo lo que es
y del caballero. En las superfluo y puramente
diversas formas de obediencia ornamental, revela una
aprenderá el abandono de sí y refinada concepción estética
del mundo. El despojo del alma, que encuentra su
espiritual que le exige la vida reflejo más logrado en la
religiosa será la mejor manera pureza de la arquitectura cis-
de alcanzar la completa terciense propiciada por
renuncia de su voluntad, de Bernardo, cuya belleza radica
sus deseos, de su propiedad, a precisamente en su misma
semejanza de Francisco de desnudez. Tal arquitectura,
Asís que se desprendió de sus sólida y despojada, responde
vestidos para simbolizar su admirablemente al modelo
decisión de desapegarse caballeresco por él soñado.
totalmente del mundo. Por la
En el texto de S. Bernardo se de modo semejante él
recalca asimismo el carácter personifica a Dios, encarna la
ministerial del caballero- justicia divina, es la espada de
monje. El templario ha de Dios.
convertirse en un instrumento
vivo de Cristo. Su vida En su análisis de la
espiritual lo ha ido preparando espiritualidad que ha de
para ello. Si de veras ha caracterizar al monje-
resuelto vivir para Cristo y caballero S. Bernardo destaca
morir por El, ya no se perderá su disponibilidad para la
en el laberinto del egoísmo y muerte, su decisión de
de las pasiones narcisistas, ni abrazarse con el riesgo de la
se pondrá a sí mismo como muerte. Ya se preparó para
centro de su acción. De algún ella mediante el desapego a
modo ha renunciado a su las cosas de esta vida ya la
subjetividad, ha renunciado a vida misma, a la que ha
su yo para que en él viva renunciado de antemano. La
Cristo, de manera análoga al mortificación que ha
sacerdote que no obra ya en practicado cotidianamente en
nombre propio sino in perso- el monasterio -no olvidemos
na Christi. El yo del monje- que la palabra «mortificación»
caballero es sustituido por el significa «dar muerte», en
yo de Cristo, convirtiéndose nuestro caso, a los brotes
de este modo en un perdurantes del viejo Adán-
instrumento dócil de la florecerá un día en el seno de
voluntad divina, tanto más efi- un encuentro agonal contra el
caz cuanto más olvidado de su enemigo de la fe, florecerá
propia persona. Así como el quizás en su propia muerte
«enemigo» contra el que física, ofrecida por anticipado.
lucha encarna en cierta
manera al enemigo invisible, El largo entrenamiento para
la muerte, que es su vida preocupación por lo
religiosa, lo ha ido librando transeúnte y lo mudable.
del espanto de la muerte. «No Puesto que «su vivir es
teme la muerte -escribe S. Cristo» no se siente acosado
Bernardo-, puesto que desea por el temor de la muerte
morir. Y, en efecto, ¿qué natural. Puede morir en
puede hacer temer, sea cualquier momento histórico
viviendo o sea muriendo, a puesto que «ya» ha muerto,
aquel cuyo vivir es Cristo, y el «ya» ha renunciado a lo
morir ganancia?» (ibid. I, 1, temporal para vivir en lo
854). Libre de sí mismo, se ha eterno.
liberado del enemigo interior
más perturbador para un Por eso se encamina al
soldado cual es «el miedo a la combate sin temores o
muerte». Y con la desapari- turbaciones paralizantes,
ción de este miedo esencial, indiferente a su posible o
desaparecen todos los otros probable muerte, sumergido
tipos de «miedo», sea que en la voluntad de Dios, con el
provengan de preocupaciones, ojo interior apuntando más
o de angustia por la allá de lo visible. La muerte se
existencia, o de temor a per- le muestra como un acto
der bienes o amistades, o de pletórico de belleza,
exagerada solicitud por seguir divinizante y transfi- gurador,
viviendo, consecuencias, en como plenitud de su anhelo de
última, instancia, del primado trascendencia, de su nostalgia
oculto del propio yo. Para el de lo eterno, de su vocación al
monje-caballero fiel a su martirio, que disuelve la
vocación, lo transeúnte ya no empiricidad de su vida en la
es merecedor de atención, y pureza absoluta del ideal.
por ende se desvanece el
miedo, que es justamente El caballero se dirige así al
encuentro de la muerte, se De ahí que el caballero se
desposa con la muerte. encamine a la batalla con la
conciencia tranquila,
La muerte es la «dama» de sus dispuesto a matar o a morir.
sueños. Todos los días de su «El soldado de Jesucristo -
vida religiosa no fueron sino escribe el Santo Doctor- mata
una paciente preparación, una seguro a su enemigo y muere
laboriosa y eficaz purificación con mayor seguridad. Si
para el encuentro con la muere, a sí se hace el bien; si
amada. La monotonía de sus mata, lo hace a Jesucristo,
jornadas monásticas, la porque no lleva en vano a su
reiteración de las horas del lado la espada, pues es
Oficio Divino, la disciplina ministro de Dios para hacer la
siempre igual, lo fue venganza sobre los malos y
concentrando en la atención y defender la virtud de los
la espera de su muerte. La buenos. Ciertamente, cuando
muerte es su éxtasis, su salida mata a un malhechor, no pasa
de sí final para entrar en la por un homicida, antes bien, si
eternidad. me es permitido hablar así,
por un malicida; por el justo
Pero, aunque resulte obvio vengador de Jesucristo en la
decirlo, el caballero no va a la persona de los pecadores y por
batalla sólo preparado para el legítimo defensor de los
morir, sino también dispuesto cristianos» (ibid. III, 4; 857).
a matar. S. Bernardo une la
legitimidad de la muerte del De lo dicho infiere S.
enemigo con la licitud de to- Bernardo la diferencia abismal
mar las armas -como última que separa al caballero santo
instancia, se entiende, una vez del caballero mundano. El
probadas las otras vías-, y por caballero «secular» no ha
tanto de la profesión militar. consumado la «mortifica-
ción», no ha muerto a sí a la batalla impelido por
mismo, lo que busca es la turbias motivaciones,
glorificación de su individua- impulsado por el fuego fatuo
lidad. A su juicio el honor no de la ira y la codicia. Su
se identifica con la virtud, ni intención torcida todo lo
brota de ella y del obrar según pervierte: sea la victoria -que
el orden querido por Dios, será siempre el efecto de un
sino que es el fruto de la homicidio, ya que matar al
sobrevaloración del propio yo. enemigo injustamente o por
Carece, pues, de intereses bastardos es simple
«interioridad», es un soldado y llanamente un homicidio-
puramente exterior. Usa la sea la derrota -que con la
espada, sí, pero para sus muerte del cuerpo traerá
propios fines; no es también la muerte eterna.
«ministro» o «instrumento» de Habiendo puesto su corazón
nadie más que de su propia en las cosas del mundo, ya
vanidad. triunfe, ya sea vencido, está
destinado a perderse. Siempre
El caballero secular es peca porque o mata odiando o
vanidoso porque es «vano», es sucumbe odiando. En el
decir, vacuo, sin riqueza fondo, no es sino una
interior, revoloteando siempre caricatura del auténtico
en torno a lo superfluo y caballero.
accesorio, S. Bernardo dice
que su militancia es Por eso, como dice S.
feminoide, porque a Bernardo, la suya es non
semejanza de la mujer busca militia sed malitia. Para el
el ornato exterior. Presa del Santo Doctor sólo hay
vértigo de sus pasiones Caballería verdadera si el que
incontroladas, sólo combate la ejerce es un cristiano cabal,
para afirmarse a sí mismo. Va fiel a la doctrina y moral del
Evangelio. El que combate sin ya vivamos ya muramos, del
fe y con intenciones tortuosas, Señor somos» (Rom 14,8), así
es un obrador del mal, exhorta S. Bernardo al
siempre sometido al doble guerrero cristiano: «Rego-
peligro que acecha a la cíjate, atleta valeroso, de vivir
caballería mundana y la hace y de vencer en el Señor; pero
proclive al pecado: la de regocíjate todavía más de
matar al enemigo en el cuerpo morir y de ser unido al Señor.
ya sí mismo en el alma, o la Sin duda, tu vida es fructuosa,
de ser matado por el enemigo y tu victoria gloriosa; mas tu
tanto en el cuerpo como en el muerte sagrada debe ser
alma. Eso no es milicia sino preferida con muy justa razón
malicia. «Mas no es lo mismo a la una ya la otra. Porque, si
respecto de los caballeros de los que mueren en el Señor
Jesucristo, pues combaten son bienaventurados, ¿cuánto
solamente por los intereses de más lo serán los que mueren
su Señor, sin temor de incurrir por el Señor?» (ibid. I, 1...
en algún pecado por la muerte 855).
de sus enemigos ni en peligro
ninguno por la suya propia, En la carta que estamos
porque la muerte que se da o comentando, el abad de
recibe por amor de Jesucristo, Claraval hace algunas referen-
muy lejos de ser criminal, es cias al lugar sagrado donde
digna de mucha gloria» (De la tuvo su sede la Orden de los
excelencia de la nueva Templarios. No resulta
milicia. III, 4... 857). irrelevante que el nuevo
Trayendo a colación aquel género de caballería haya
texto del Apóstol: «Si nacido «en el país mismo que
vivimos, para el Señor el Hijo de Dios, hecho visible
vivimos; y si morimos, para el en la carne, honró con su
Señor morimos; de modo que, presencia, para exterminar en
el mismo lugar de donde Un último aspecto digno de
arrojó El por entonces a los ser señalado es el carácter de
Príncipes de las tinieblas, con itinerario sagrado que da su
la fuerza de su brazo, a sus sentido a la militancia
infelices ministros, que son caballeresca. En el fondo no
los hijos de la infidelidad» es sino una retoma, si bien en
(ibid. I, 1 854). El «lugar» y la un nivel superior, de la
«función» integran la condición itinerante y
especificidad de la nueva peregrina propia de todos los
milicia. Ambos son «sacros»: cristianos, que a partir del
el lugar, porque santificado y renacimiento bautismal deben
transfigurado por la presencia encaminarse hacia la
física de Cristo; la función, transfiguración final, a través
por cuanto continúa el de las pruebas propias del
designio salvífíco del Señor. viaje de la vida. El decurso
Así como el Verbo encarnado vital del monje-caballero,
triunfó con su luz sobre el impulsado por la nostalgia
poder del Príncipe de las divina, expresa de manera
tinieblas, así sus caballeros acabada esa peregrinación del
templarios, colaboradores pueblo de Dios, con su mirada
suyos en la obra de la puesta en la patria celestial y
redención, combaten y vencen sus brazos empeñados en la
a los acólitos de Satanás, lucha para neutralizar a los
continuando a su modo la elementos hostiles que se
acción redentora. La Tierra interponen en el camino. Sien-
Santa pasa a ser toda ella un do la existencia un viaje y la
templo sagrado, donde se historia un itinerario, su
produce el empalme de los defensa de los peregrinos a
nuevos caballeros con la Tierra Santa y la protección de
acción salvadora de Cristo. los caminos que a ella
conducen, constituyen un
magnífico símbolo de su bles, como parece ser
vocación de defender a los inevitable en el obrar humano,
cristianos de los enemigos pero el impulso fue noble y
exteriores ya la Iglesia de los ennoblecedor .
ataques del demonio.
a) La conquista de
El hecho de que la sede de Jerusalén
esta nueva caballería sea el
Templo de Jerusalén, esconde El hombre medieval sintió
una invitación implícita a siempre el llamado y la
hacer de la vida un viaje nostalgia del Oriente. Varios
sagrado. «No dudamos de autores han creído poder
manera alguna de que esta relacionar las Cruzadas con
Jerusalén de aquí abajo es la las peregrinaciones, expre-
figura verdadera de aquella siones ambas de la
que en los cielos es nuestra impaciencia de los límites, ese
madre» (ibid. III, 6... 859). sentimiento tan típico de la
Edad Media, a que antes nos
La epopeya de las hemos referido. ¿Qué fueron
Cruzadas las Cruzadas sino un pere-
grinaje armado? Ese hombre
Donde sin duda se expresó medieval, tan arraigado a su
mejor el espíritu idealista de la terruño, tan adherido a su
Caballería, tanto en lo que se feudo, partía sin embargo con
refiere a los caballeros en una desenvoltura
general como a los integrantes desconcertante. Sin atender a
de las Ordenes Militares, fue las molestias que implicaba el
en el decurso de las Cruzadas. largo y riesgoso viaje, se
Hubo, por cierto, en el ponía en camino para
desarrollo de las mismas, Compostela o para la
acciones realmente deplora- Cruzada. Tal disponibilidad
era común en aquella época, principados provinciales. Eran
alcanzando a todos los los turcos, de pasta guerrera
estamentos y países de la como pocos, que habían
Cristiandad. encontrado un caudillo
nimbado de leyenda, el
Para entender el porqué de príncipe Seldjuq. Y así fue
las Cruzadas debemos como con los Seldjúcidas se
trasladarnos con la mente al retomó la dormida Guerra
mundo oriental, o mejor, a lo Santa musulmana. A
que acontecía en el Imperio mediados del siglo XI
bizantino. Durante mucho entraron en la Mesopotamia y
tiempo, las relaciones entre sin encontrar mayor
Bizancio y el Islam habían resistencia conquistaron
sido relativamente cordiales, Bagdad. La campaña seguía
hasta el punto de que los adelante. Bizancio ya estaba
Emperadores podían en la mira.
participar sin dificultades en
la reconstrucción del Santo Propiamente su dominio se
Sepulcro, que estaba en extendía a una gran
manos de los musulmanes, y superficie comprendida en el
enviaban trigo a la Siria cuadrilátero Siberia,
islámica. Pero hacia el año Afganistán, Mar Caspio y
1000 la situación cambió ra- Turkestán.
dicalmente con la aparición de
una tribu proveniente de las Durante esa ofensiva, que
estepas del Aral*, que fue bastante prolongada, los
aprovecharía la decadencia en cristianos sufrieron dos
que se encontraban por aquel reveses particularmente
entonces aquellos muelles dolorosos. En 1064 se
árabes de origen persa y la derrumbó la Armenia
disgregación de su Imperio en cristiana. Quizás los
bizantinos no la defendieron bastión seguro de la
como hubieran debido, Cristiandad como lo había
posiblemente influidos por el sido hasta entonces. Sólo
hecho de que los armenios podría relevarlo la joven
eran monofisitas*. La otra Cristiandad occidental. Como
gran desgracia acaeció en el bien escribe Daniel-Rops: «La
año 1071 cuando los turcos Cruzada fue la respuesta a la
sitiaron Mantzikert, uno de los dimisión de las fuerzas
últimos bastiones armenios bizantinas: 1095 estaba en
todavía en poder de Bizancio. germen en 1071 y el derrotado
Román Diógenes reclamaba a
*La mayor parte de los Godofredo de Bouillon» (La
armenios sobrevivientes se Iglesia de la Catedral y de la
fueron a Capadocia ya las Cruzada... 496).
estribaciones del Tauro,
donde establecieron una nue- Y así sucedió, en efecto. El
va Armenia que más tarde se nuevo emperador Miguel VII
haría presente en el se dirigió humildemente al
transcurso de las Cruzadas. Papa Gregorio VII pidiéndole
ayuda militar. El Papa asintió
Acudió en su socorro el con presteza, exhortando en
emperador Román Diógenes ese sentido a los Príncipes
quien tras luchar heroi- cristianos. Pero en vano. El
camente acabó siendo momento político era muy
capturado por los turcos. La difícil y apenas si consentía un
derrota de los bizantinos fue esfuerzo conjunto. Mientras
un acontecimiento tanto los turcos, viendo
sintomático ya que demostró expedito el camino, seguían
hasta qué punto el Imperio de avanzando en todas las
Oriente se había vuelto direcciones posibles. En 1076,
incapaz de seguir siendo el penetraban en Je- rusalén,
noticia que conmocionó a todo Clermont, clamor que recogió
el mundo cristiano. Luego el Papa para convertirlo en la
fueron ocupando el Asia divisa de la empresa. La gente
Menor, entremezclando sus comenzó a cortar retazos de
posesiones con las de los los mantos y cortinas para
bizantinos. En 1081, el turco hacer con ellos cruces de tela
Solimán se proclamó Sultán, roja, que los voluntarios
poniendo su capital en Nicea, cosieron sobre el hombro
donde antaño había sesionado derecho. Esa noche se acabó
el famoso Concilio. la tela roja en Clermont.
Dicho Sultanato
perduraría hasta 1302 (cf. De aquí vino la
ibid., 495-497). denominación de «cruzados»,
o «señalados con la cruz».
La situación era gravísima. Porque no fue sino el signo de
Occidente no podía la cruz el que guiaría a
permanecer impasible. Fue en- aquellas falanges. Después de
tonces cuando el Papa Urbano la conquista de Jerusalén, la
II reunió un Concilio en Vera Cruz los precedería en
Clermont (1095), donde se los combates. Y el canto de
hicieron presentes los guerra de los cruzados sería
principales prelados y nobles un himno litúrgico referido a
de la Cristiandad, y solicitó la la cruz, el Vexilla Regis
formación de un cuerpo prodeunt, que se entona en las
expedicionario contra el Vísperas de la Pasión y en las
Islam. Ante la voz del Papa, la fiestas de la Cruz, compuesto
asamblea entera se puso de cuatro siglos atrás por Fortu-
pie, y prorrumpió en un grito nato, el obispo poeta.
clamoroso: Deus la volt!,
¡Dios lo quiere!, que resonó El grito de guerra que
por toda la meseta de atronara Clermont se propagó
por toda la Cristiandad, hasta aventura única en su género,
Sicilia, Alemania, España, la llevada a cabo por
lejana Escan- dinavia, con una voluntarios, y por voluntarios
capacidad de convocatoria procedentes de todos los
que superaría incluso las pueblos de Europa, al margen
previsiones del Papa, y se de cualquier organización
mantendría en el aire por lo centralizada (cf. R. Pernoud,
menos durante dos siglos, Los hombres de las Cruzadas,
para irse luego apagando Swan, Madrid, 1987, 13).
lentamente. «Viose a muchos
hombres -dice Michelet- Se trataba de ir a la
asquearse súbitamente de todo reconquista de Tierra Santa.
lo que habían amado, y así los El hombre medieval conocía
barones abandonaron sus esa tierra hasta en sus más
castillos, los aldeanos sus ínfimos detalles, ya que había
campos, para consagrar sus sido espiritualmente ali-
esfuerzos y su vida a pre- mentado desde su más tierna
servar de sacrílegas infancia con las Sagradas
profanaciones aquellos diez Escrituras. Todo le resultaba
pies cuadrados de tierra que familiar, la cueva de Belén, el
habían recogido, durante unas pozo de Jacob, el Calvario,
horas, el despojo terrestre de los lugares por los que viajó
su Dios». S. Pablo... Los salmos, varios
de los cuales sabía de
Y así la Cristiandad se puso memoria y entonaba en la
en marcha, abriéndose una liturgia, los sermones que
página admirable de su escuchaba, las estatuas y
historia. Según R. Pernoud, vitrales que veía en sus cate-
las Cruzadas representan uno drales, todo le hablaba de los
de los puntos culminantes en Santos Lugares. Por otra
los anales del Medioevo, una parte, en la época feudal,
montada toda ella sobre el de la que aquélla era imagen.
fundamento de posesiones Es de él la célebre frase: Gesta
concretas, parecía obvio que Dei per francos, en razón del
la Tierra del Señor fuese gran número de franceses que
considerada como el feudo de intervinieron en la epopeya.
la Cristiandad; pensar lo
contrario hubiese implicado Las Cruzadas iban a durar
en cierta manera una casi hasta fines del siglo XIII,
injusticia (cf. ibid., 24). y durante su entero transcurso
estarían en el telón de fondo
Algunos historiadores de todos los acontecimientos
modernos han asignado a las de la época, fueran éstos
Cruzadas razones únicamente políticos o religiosos, eco-
de índole económica. Pero, nómicos o artísticos. Se suele
como bien señala R. Pernoud, hablar de ocho cruzadas, pero
semejante interpretación no es de hecho no hubo un año en
sino el fruto de una extraña que no partiesen de Europa
transposición al pasado de la contingentes más o menos
mentalidad de nuestra época, numerosos de «Cruzados», a
que todo lo ve a la luz de ese veces sin armas, conducidos
prisma (cf. ibid., 41). Mucho sea por señores de la nobleza,
más cerca de la realidad sea por monjes. Por eso parece
estaba Guibert de Nogent, acertada la opinión de Daniel-
abad benedictino del siglo Rops de que no es adecuado
XX, cuando en su «Historia de hablar de «las Cruzadas», sino
las Cruzadas» aseguraba que más bien de «la Cruzada»,
los caballeros se habían único y persistente ímpetu de
impuesto la tarea de fervor, ininterrumpido durante
reconquistar la Jeru- salén dos siglos, que arrojó a lo
terrena con el fin de poder mejor de Occidente de rodillas
gozar de la Jerusalén celestial, ante el Santo Sepulcro (cf. La
Iglesia de la Catedral y de la guerreros. La historia empe-
Cruzada... 538). zaba a convertirse en epopeya.
Militarmente hablando, el
La primera oleada de la proyecto de Pierre l‟Ermite
marea fue tan incontenible acabó en un resonante fracaso,
que la jerarquía de la Iglesia como era de esperar. Sin
no pudo mayormente influir embargo no lo consideraron
sobre ella. Fue la Cruzada así sus contemporáneos.
popular, convocada por un Porque, según señala con
religioso de Amiens, Pierre acierto R. Pernoud, en
l‟Ermite (Pedro el Ermitaño), aquellos tiempos no se
hombre carismático y austero, esperaba necesariamente que
a quien siguió toda clase de el héroe fuese eficaz. «Para la
gente: algunos caballeros, por antigüedad, el héroe era el
cierto, pero también vencedor, pero, como se ha
numerosos mendigos, podido comprobar, las
ancianos, mujeres y niños. canciones de gesta ensalzan
Esa caravana de gente no a los vencedores sino a los
humilde que se pone en vencidos heroicos.
camino para reconquistar un Recordemos que Roldán,
pedazo de tierra entrañable, es prácticamente contemporáneo
un fenómeno único en la de Pierre l‟Ermite, también es
historia. Recordemos que en un vencido. No debemos
la Edad Media la guerra era olvidar que nos hallamos ante
prerrogativa de la nobleza y la civilización cristiana, para
de los caballeros, y por eso la cual el fracaso aparente, el
resultaba tan exótico que fracaso temporal y material,
aquellos aldeanos apodados acompaña a menudo a la
paradojalmente «manants», es santidad, a la par que man-
decir, los que «se quedan», se tiene su fecundidad interna,
transformasen súbitamente en fecundidad a veces invisible
de inmediato y cuyos frutos se que cuando entró en Jerusalén
manifestarán posteriormente. el año 1099, se negó a aceptar
Tal es, no lo olvidemos, el el título de rey de Jerusalén,
significado de la cruz y la por no querer ceñir corona de
muerte de Cristo. En ello oro allí donde Jesús había
estriba toda la diferencia entre llevado corona de espinas.
el héroe pagano - un Cuando murió, en 1100, su
superhombre- y el héroe hermano Balduino tendría me-
cristiano, cuyo modelo es el nos escrúpulos, y con él
crucificado por amor» (Los comenzaría formalmente el
hombres de las Cruzadas... Reino Franco de Jerusalén.
55-56).
No tenemos tiempo, ni viene
Sea lo que fuere, al mismo aquí al caso, relatar
tiempo que Pierre l‟Ermite detalladamente el desarrollo
lanzaba sus turbas, los nobles histórico de las Cruzadas.
preparaban la cosa con Contentémonos con destacar
seriedad, constituyendo varios algunos de sus aspectos más
cuerpos de ejército. El ilustrativos del espíritu que las
primero de ellos estaba impulsó. Como dijimos
formado por belgas, franceses anteriormente, la entera
y alemanes. Su jefe era el Cristiandad se sintió
duque Godofredo de Bouillon, galvanizada por el ideal de las
un hombre espléndido desde Cruzadas. Hasta un espíritu
todo punto de vista, fuerte, tan apacible y sereno como el
valiente, de un vigor de S. Francisco, no ocultó su
extraordinario, a la vez que entusiasmo por la empresa.
sencillo, generoso, y de Ya desde su juventud, se
piedad ejemplar, el paradigma había sentido deslumbrado
del Cruzado auténtico, casi un por el estilo de vida
Santo. Las crónicas relatan caballeresco, que llegaba
entonces a la península norte el servicio del amor (cf.
italiana a través de los Alpes. C. Dawson, Ensayos acerca
Ahora bien, su conversión, de la Edad Media... 214).
lejos de hacerle abandonar Dice R. Pernoud que S.
aquellos ideales en aras del Francisco encarna al mismo
ascetismo monástico tiempo al pobre y al caballero,
tradicional, les confirió una es decir, las dos fuerzas que
nueva significación que ins- reconquistaron Jerusalén (cf.
piró toda su misión religiosa. Los hombres de las Cruza-
Los ideales de su fraternidad das... 240).
se basaron más en los de la
caballería romántica que en En 1219, los cruzados que
los del monasticismo sitiaban Damieta, ciudad
benedictino. No puede re- cercana al Nilo, vieron llegar
sultar insólita la atracción que un día, según cuenta Jacques
ejerció la tierra donde nació y de Vitry*, a «un hombre
murió Nuestro Señor sobre sencillo y no muy culto, pero
aquel que quiso tomar el muy amable y tan querido de
Evangelio al pie de la letra. Dios como de los hombres, el
Sus Hermanos Menores Padre Francisco, fundador de
constituirían una suerte de Ca- la Orden de los Menores».
ballería espiritual, un grupo de Tras convivir por algún
«Caballeros de la Tabla tiempo con los caballeros
Redonda, juglares de Dios», cruzados se propuso nada
dedicados al servicio de la menos que pasar al
Cruz y al amor de la Dama campamento de los mismos
Pobreza, que llevarían a cabo infieles. Cuando los caballe-
hazañas espirituales sin temor ros se enteraron de semejante
a los riesgos y peligros que decisión, a todas luces
pudiesen encontrar en su temeraria, no podían contener
senda, teniendo como único la risa. Pero Francisco
persistió en su idea, y en contra los albigenses. Escri-
compañía de Fray Iluminado, bió una obra bajo el título de
se dirigió hacia las líneas «Historia occidental».
enemigas. Al verlos, los
centinelas musulmanes se Una de las formas más
abalanzaron sobre ellos, asombrosas que tomó esta
dispuestos a apalearlos. epopeya a comienzos del siglo
Entonces Francisco comenzó XIII fue la que se llamó
a gritar: «¡Sultán! ¡Sultán!». Cruzada de los Niños. El
Creyendo los guardias que se hecho tuvo su origen en la
trataba de parlamentarios, convocatoria de un pastorcito,
luego de encadenarlos, los Esteban de Cloyes, quien
condujeron hasta donde estaba aseguró que el Señor se le
el Sultán. Los frailes, sin más había aparecido y le había
trámite, lo invitaron dado la orden de liberar el
directamente a convertirse al Santo Sepulcro. Lo que los
cristianismo. Al Sultán le caballeros se habían mostrado
cayeron en gracia pero, como incapaces de realizar lo harían
era previsible, no aceptó la ellos, los niños, con sus
invitación. Y los hizo manos inocentes. Como en los
acompañar de nuevo al días de Pierre l‟Ermite, miles
campamento cristiano. de adolescentes se enrolaron
Relatamos esta anécdota sólo en las filas de Esteban y to-
para mostrar cómo también maron la Cruz. A pesar de la
los Santos vibraron con el prohibición del rey de
tema de las Cruzadas. Francia, los jóvenes cruzados
atravesaron dicho país y
*Jacques de Vitry, autor llegaron a Marsella, donde se
del siglo XIII, era cardenal e embarcaron en siete galeras;
historiador, famoso por dos de ellas naufragaron y
haber predicado la cruzada otras dos llegaron a Argelia,
donde los adolescentes fueron con llamar al «rey Ricardo»,
vendidos como esclavos. una especie de «hombre de la
También en Alemania se bolsa». Un cronista que lo
organizó poco después una acompañaba en sus expedi-
Cruzada semejante, pero los ciones relata esta simpática
que la integraban acabaron anécdota que lo pinta de
dispersándose, agotados y cuerpo entero. En cierta oca-
hambrientos, por los caminos sión, Ricardo se había
de Italia. «Estos niños nos parapetado tras un olivar para
avergüenzan -exclamó atacar por sorpresa al enemi-
Inocencio III, cuando se go. «Hasta allí llegó un
enteró de tales sucesos-; clérigo / Para hablar con el
nosotros dormimos, pero ellos rey, / Llamado Hugo de la
parten...». Mare, / Quien le dio un
consejo al rey / y le dijo:
Entre la inmensa multitud de Huid, señor, / Son demasiado
los caballeros que se numerosos. / -Señor clérigo,
incorporaron a las Cruzadas ocupaos de vuestros asuntos, /
destaquemos algunas figuras Le dijo el rey, no os
relevantes, por cierto que bien entrometais: / Dejadnos a
diferentes entre sí. Un cruzado nosotros la caballería. / ¡Por
cuyo recuerdo se hizo Dios y por Santa María!». Y
legendario, no sólo entre los tras haber puesto al buen
cristianos sino también entre clérigo en su sitio, arremetió y
los infieles, fue Ricardo Cora- venció... (Cit. en R. Pernoud,
zón de León, así llamado por Los hombres de las
su coraje a toda prueba y sus Cruzadas... 211ss).
proezas sin cuento. Cuando
las madres árabes querían R. Pernoud se detiene en
hacer callar a sus hijos otras dos figuras, casi
pequeños, les amenazaban opuestas entre sí. La primera
es Federico II Hohenstaufen. nuestro siglo ciertos
Este curiosísimo personaje, historiadores lo han cubierto
que se embarcó en una de elogios, creyendo ver en él
Cruzada luego de haber sido al precursor del «déspota
excomulgado por el Papa, y ilustrado», escéptico,
que a diferencia de tantos tolerante, culto, en resumen,
predecesores suyos logró éxito un soberano de ideas
tras éxito, hasta poder entrar «modernas» perdido en el
en Jerusalén y coronarse a sí mundo feudal (cf. ibid., 248-
mismo en el Santo Sepulcro, 250).
poseía un verdadero harén en
el que había sobre todo En contraposición al
mujeres moras. Sus estrechos emperador Federico, R.
lazos de amistad con los Pernoud destaca la figura del
musulmanes lo hicieron rey S. Luis, a quien presenta
sospechoso de haberse corno el «perfecto cruzado»
convertido en secreto al frente al «cruzado sin fe»*. Su
islamismo, acusación no visión de las personas y de los
suficientemente fundada, ya acontecimientos fue
que lo que al parecer más eminentemente sobrenatural,
apreciaba del Islam no era en perfecta fidelidad a la mís-
tanto su doctrina cuanto la tica propia de la Caballería, tal
voluptuosidad de las cual la enseñara S. Bernardo.
costumbres musulmanas. A diferencia de Federico II,
Singular figura la de este siempre victorioso, S. Luis
Emperador que en pleno siglo sólo conoció la derrota en el
XIII preanuncia, como al- campo militar. Algunos lo han
gunos lo han señalado, el atribuido a su escasa prepa-
estilo de los príncipes del ración castrense ya su falta de
Renacimiento, tal y como lo previsión. R. Pernoud sostiene
delinearía Maquiavelo. En lo contrario: S. Luis, afirma,
preparó su campaña con toda la del rey de Jerusalén,
seriedad, siendo la suya una Balduino IV, un joven sim-
cruzada de ingenieros al pático y atractivo, de espíritu
mismo tiempo que de héroes y indomable, corajudo como el
de santos. Los azares de la más atrevido caballero. Un día
vida hicieron que fracasase en que estaba jugando a la
una empresa que todo parecía pelota, cayó ésta en medio de
destinar al éxito (cf. ibid., un arbusto espinoso, y cuando
279). Este rey, que combatió a intentaba sacarla de allí co-
los infieles en dos campañas, menzó a sangrar, pero sin
muriendo en la demanda, fue sentir dolor alguno. Era lepra,
honrado en la memoria de los De nada sirvieron los re-
sarracenos, del mismo modo medios. El reinado de este
que Saladino lo fue en la de muchacho (1174-1185) no fue
los cristianos. sino una penosa agonía, en
que la enfermedad avanzaba
*Se leerá con provecho el día a día, minando todo su
magnífico capítulo que R. cuerpo, su cara, sus ojos. Sin
Pernoud dedica a S. Luis embargo, con un heroísmo
como cruzado arquetípico sólo atribuible a la fe, aquel
(cf. ibid., 261-281). El gran joven guerrero enfrentó al
rey murió en Túnez y sus enemigo con valor realmente
restos fueron trasladados a sobrehumano. En la batalla de
Francia y depositados en la Montgu- sard, uno de los
iglesia abacial de Saint- hechos bélicos más sor-
Denis, donde estuvieron prendentes de las Cruzadas, el
hasta que fueron profanados rey leproso de 17 años, al
durante la Revolución Fran- frente de 500 caballeros, hizo
cesa. huir a miles de kurdos y
sudaneses encabezados nada
Señalemos otra gran figura, menos que por Saladino.
Mientras pudo mantenerse a unos a otros en muestras de
caballo siguió dirigiendo a los épico coraje, hasta que por fin
suyos. Luego, cuando sus cayeron como héroes ante el
fuerzas lo abandonaron, se empuje incontenible del
hacía llevar al combate en una enemigo abrumador. De los
litera a fin de que sus hombres Templarios quedaron diez, de
pudiesen verlo. Murió a los 24 los Hospitalarios, siete, de los
años y fue enterrado en las Teutónicos, ninguno. Los
cercanías del Santo Sepulcro. vencedores entraron a saco,
masacrando a todos los que se
El último bastión de la ponían a su alcance,
resistencia en los momentos principalmente a los sacerdo-
finales de las Cruzadas fue tes. Había de repercutir en
San Juan de Acre, donde los toda la Cristiandad el
guerreros cristianos admirable ejemplo de aquel
escribieron su suprema página grupo de dominicos, de
de gloria. Rodeados por todas temple caballeresco también
partes, atacados sin respiro ellos, que murieron de rodillas
por una contundente artillería entonando la Salve.
de balistas, exangües por falta
de alimentos, privados de todo Si consideramos las
auxilio posible, resistieron Cruzadas en su conjunto
durante un mes y medio, sin advertimos que hubo en su
otra perspectiva que la de transcurso gestos heroicos,
salvar el honor. El fin de aquel llenos de nobleza, y otros
último islote cristiano despiadados, terriblemente
recuerda el comienzo heroico crueles. Ya se sabe que
de las Cruzadas y el arrojo de siempre las guerras sacan a la
Godofredo de Bouillon. superficie lo más noble y lo
Contratacando de manera más ruin del hombre, el ángel
ininterrumpida, se superaron y la bestia. No sería, pues,
exacto pensar que todo en las la Cristiandad occidental,
Cruzadas merece alabanza. alejando aún más toda
Página de horror y de sangre posibilidad de reunión.
fue, por ejemplo, la masacre
que siguió a la primera toma ¿Constituyeron las Cruzadas
de Jerusalén, de la que los un fracaso? Militarmente
mismos vencedores no hablando, el balance fue
pudieron menos que desastroso. Sin embargo,
avergonzarse. Fue asimismo como hemos dicho hace un
deplorable la ocupación de rato, para los espíritus más
Constantinopla, en 1204, a nobles de la época lo
pesar de que el Papa hubiese importante no era tanto el
mostrado su categórica éxito como el buen combate.
oposición a dicha medida; es Viene aquí al caso un notable
cierto que los bizantinos, texto de Hui- zinga, si bien no
llenos de artimañas, pocas sería correcto generalizar en
veces jugaron limpio con los exceso su aplicación:
cruzados, pero ello no «Justamente por haberse
justifica lo que sucedió, como hecho sentir en tan grande
entrar a caballo en la basílica medida el ideal religioso-
de Santa Sofía y otros actos caballeresco en la apreciación
vandálicos. Resultó también de la política oriental puede
lamentable la creación del explicarse hasta cierto grado
Imperio Latino de Oriente, el escaso éxito de la lucha
con sede en Constantinopla, contra los turcos. Las
así como su latinización a expediciones, que exigían
ultranza, experiencia que, por ante todo un cálculo exacto y
cierto, duraría pocos decenios, una preparación paciente, eran
pero que no por ello dejaría de proyectadas y llevadas a cabo
intensificar el odio que ya en un estado de
existía entre Constantinopla y sobreexcitación que no podía
conducir a ponderar Cristiandad tomó conciencia
tranquilamente lo asequible, de su unidad. Por encima de
sino a confeccionar un plan las reales diferencias que
novelesco que o había de distanciaban a los diversos
resultar infecundo o podía pueblos, aquellos hombres
tornarse fatal... Donde resalta comprendieron que existía
más claramente el conflicto una realidad superior, algo
entre el espíritu caballeresco y que los unía a todos bajo la
la realidad es en los casos en conducción del Papa, de lo
que el ideal caballeresco trata que el minúsculo Reino de
de hacerse valer en plena Tierra Santa era como el
guerra. Este ideal puede haber vínculo simbólico. Asimismo
dado forma y fuerza al debe quedar bien en claro que,
espíritu bélico, pero lo cierto a pesar de todas las miserias y
es que sobre el arte de la ruindades de algunos de los
guerra ejercía por lo regular cruzados, a pesar de los
un efecto más pernicioso que vandalismos a que aludimos,
favorable, pues sacrificaba las lo principal fue el testimonio
exigencias de la estrategia a positivo y heroico que dieron
las de la belleza de la vida. los mejores de ellos, ofrecien-
Los mejores generales, y hasta do a la sociedad verdaderos
los reyes mismos, expónense paradigmas de coherencia e
a peligros de una romántica intrepidez.
aventura guerrera» (El otoño
de la Edad Media... 149.156). Durante el desarrollo de las
Cruzadas, la conversión de los
Además no hay que olvidar infieles se consideraba como
que fue gracias a las una consecuencia de la
Cruzadas, más que a cualquier presunta victoria por las
otro acontecimiento de armas; se veía, ella también,
aquella época, que la bajo la forma de cruzada.
Ante el fracaso militar, fue cuando Juana de Arco, ya en
sobretodo S. Raimundo de el siglo XV, escribiera a
Peñafort quien entendió que Talbot, jefe del ejército inglés,
para conquistar el alma de los su célebre carta, invocaría
infieles había que recurrir a también el espíritu de las
otros procedimientos: Cruzadas, para instar a los
predicarles la verdad, para que ingleses a dar por terminada la
la conociesen; predicarles en lucha fratricida y reanudar,
su propia lengua, para que la juntamente con los franceses,
entendiesen; y para que la la gran empresa interrumpida.
amasen, indicarles el camino Como escribe Da- niel-Rops:
«mediante el sacrificio de la «Que la misma palabra de
propia vida», expresión Cruzada tenga todavía hoy el
suprema del amor. Sus sentido de empresa heroica
proyectos encontraron amplia realizada con una intención
resonancia. Baste para pura y noble al servicio de
probarlo que fue inspirándose una gran idea, es cosa que no
en él que Sto. Tomás escri- carece de significación» (La
biría su espléndida Summa Iglesia de la Catedral y de la
contra gentiles. ¡Extraña Cruzada... 591).
derivación de las Cruzadas!
Sea lo que fuere, es innegable b)La Reconquista de
que las Cruzadas marcaron a España
fuego el espíritu de la
Cristiandad medieval. Durante Si bien la Reconquista de
mucho tiempo, aun siglos España es incluible en el
después, el Occidente marco general de las Cru-
conservaría la nostalgia de la zadas, merece un tratamiento
Cruzada. A comienzos del aparte por cuanto sigue
siglo XIV, algunos príncipes carriles diversos, y sobre todo
soñaron con retornarla. Y porque tiene para nosotros un
particular interés ya que está La historia de la lucha que
en los orígenes de nuestra los cristianos de España,
historia patria. Entre la inva- ayudados por muchos de sus
sión de los musulmanes a la hermanos en la fe de toda la
Península, el año 711, y el Cristiandad, entablaron con
último acto de la Reconquista, tan notable perseverancia para
la toma de Granada, el año arrancar su tierra de las manos
mismo en que las carabelas de del Islam, es realmente
Colón avistaban América, conmovedora. Pensemos que
transcurrieron más de siete si- se extendió cubriendo el
glos, a lo largo de los cuales entero ciclo de la Edad Media,
se fue perfilando la conciencia y aun después de que éste
nacional española, y en ella hubiese terminado. Si es cierto
alboreando la nuestra. que los dos adversarios no
ahorraron crueldades, no lo es
Podríase decir que la secular menos que los cristianos
guerra por la Reconquista de escribieron páginas de in-
España comenzó con las creíble sublimidad, donde el
campañas de Carlomagno. No heroísmo se desposó con el
parece haber solución de espíritu de sacrificio, y ello en
continuidad entre la guerra un grado quizás más alto que
llevada a cabo por el gran en las mismas Cruzadas a
Emperador, quien logró que Tierra Santa.
tanto Barcelona como la
Marca Hispánica fuesen Según nos lo relata el Poema
recobradas para la del Mío Cid, los moros se
Cristiandad, y los ulteriores lanzaban al combate gritando
combates capitaneados por los «¡Mahoma!», y los cristianos,
españoles (cf. C. Dawson, por su parte, «¡Santiago!», lo
Ensayos acerca de la Edad que manifiesta el carácter
Media... 237-239). eminentemente religioso del
enfrentamiento. Tratóse de apoyo del Papa, propiciaron
una guerra santa contra otra esta empresa sagrada las
guerra santa, de la lucha de la grandes Ordenes Religiosas
Cruz contra la Media Luna. como el Cluny y el Cister. Al
Así lo entendió la Iglesia que, fin y al cabo el combate en
desde sus comienzos, alentó, España no podía dejar de
bendijo y ayudó la epopeya de interesar a toda la Cristiandad,
la Reconquista. En 1063, el entre otras cosas por el hecho
Papa Alejandro II concedía de que en él se jugaba el
indulgencia general a los destino de una de las
caballeros franceses que se peregrinaciones más
ofrecieran a ayudar a sus preciadas, la de Santiago,
hermanos españoles. quien no en vano cargaba a la
cabeza de los ejércitos de la
Fue lo que se llamó «la Bula Reconquista. La lucha en
de la Cruzada» o Bula Eos qui favor de Com- postela era
in Hispaniam. Pensemos que sustancialmente idéntica a la
todavía no había empezado la que se entablaba contra el
Cruzada a Tierra Santa, de Islam. Los enemigos eran los
modo que lo de España fue, de mismos.
hecho, su prólogo. Por eso
cuando la campaña hacia el A la llamada de la Iglesia, a
Oriente comenzó a la convocatoria de las Ordenes
desplegarse, la lucha por la Religiosas, fueron
Reconquista de España se innumerables los voluntarios
mostró como un capítulo de que se incorporaron, y ello a
aquélla, como uno de sus lo largo de varios siglos. La
flancos; combatir en España Reconquista resultó, así, una
pareció tan glorioso y empresa de la Cristiandad al
meritorio como hacerlo en Pa- mismo tiempo que un soporte
lestina. Juntamente con el del patriotismo español;
gracias a ella la hispanidad ciudad tan querida para los
adquirió conciencia de sí cristianos, que había sido sede
misma y de sus altos destinos. de varios Concilios en la
época de la España visigótica,
No podemos exponer, asumiendo el pomposo título
tampoco acá, los diversos de Toleti Imperii rex et
avatares de esta secular magnificus triumphator. Más
contienda. Pero destaquemos tarde, llegando a las playas de
al menos sus momentos Tarifa, metió su caballo en el
esenciales, ayudándonos del mar, en el mismo lugar donde
compendio que nos ofrece en el siglo VIII habían
Daniel-Rops. En el siglo XI desembarcado las primeras
los musulmanes se avanzadas del Islam, como si
encontraban profundamente quisiera lanzarse al ataque del
divididos. Porque no había un Africa, mientras exclamaba en
Estado musulmán sino una alta voz: «¡He llegado hasta el
federación de 23 minúsculos último confín de España!».
Estados o «Taifas».
Aprovechando la situación, El golpe que con estas
Fernando I el Grande (1033- victorias recibió el Islam fue
1065) comenzó a asediar, uno sumamente grave. El dominio
tras otro, a los pequeños musulmán de España parecía
Taifas de Toledo, Zaragoza y a punto de desplomarse. Pero
Badajoz; el rey de Sevilla, entonces, un dramático
atemorizado, se le sometió. A acontecimiento cambió el
la muerte de Fernando, uno de curso de la historia. A miles
sus hijos, Alfonso VI (1065- de kilómetros de Europa, muy
1109) retomó la ofensiva, al sur del Sahara, se había
volviendo locos a los gestado, hacia el año 1035,
musulmanes. Tras 25 meses una revolución religiosa entre
de sitio entró en Toledo, esa los Tuareg, nómadas del
desierto, semejantes por sus debió retirarse
costumbres y su ferocidad a precipitadamente.
los mogoles. Los emires de
España, acosados por Alfonso Ya no se podía pensar más
VI, dirigieron sus ojos en expulsar a los musulmanes
aterrados hacia aquellos sino de salvar lo que restaba
guerreros, a quienes los de la España cristiana. Se
cristianos llamarían organizó, así, la resistencia, un
Almorávides, y solicitaron su poco al modo de comandos,
auxilio, si bien con cierto polarizada en torno a un
temor, pues sospechaban el héroe, Rodrigo Díaz de Vivar,
peligro que semejante alianza que la historia y la literatura
podía implicar para la épica nacional conocerían
independencia de sus bajo el nombre de «Cid
pequeños Estados. El hecho es Campeador». Su valor, sus
que, a raíz de ello, desde 1083 hazañas y sus victorias
la situación militar en la galvanizaron a la España
Península quedó com- alicaída, convirtiéndose en el
pletamente trastocada. En símbolo viviente de la
pocos años los Almorávides resistencia contra los
triunfaron sobre los antiguos Almorávides. Campidoctor,
ocupantes e implantaron su doctor de la guerra, lo de-
rígida autoridad. En lugar de nominaban los cristianos
las consabidas escaramuzas, latinistas; «Sid», Señor, lo
los cristianos tendrían ahora llamaban los musulmanes.
que hacer frente a un pueblo Tras llevar a cabo increíbles
magníficamente guerrero, que hazañas, murió en 1099, el
se creía el portavoz auténtico año mismo en que los
del Profeta. Los primeros cruzados entraban por primera
encontronazos fueron fatales vez en Jerusalén. Tan grande
para los cristianos y Alfonso era el temor que el Cid inspi-
raba en sus enemigos que La lucha, abierta
cuando un poco más tarde los simultáneamente en varios
cristianos debieron evacuar frentes, duplicó entonces su
Valencia, llevando su valerosa violencia. Advirtiendo las
viuda, doña Jimena, los restos grandes dificultades que
de aquel gran guerrero, se encontraban los Almohades
cuenta que el solo espectáculo para dar remate a sus
del cortejo bastó para conquistas sobre los restos de
dispersar a las huestes los Almorávides, los cristianos
musulmanas. pasaron a la ofensiva logrando
sucesivas victorias, que
El aliento del Cid siguió culminarían, tiempo después,
vibrando en España. Nuevas el año 1212, en la importante
victorias se lograban sobre los batalla de las Navas de
ocupantes y la esperanza se Tolosa.
iba consolidando cuando, de
nuevo, un cambio de timón Destaca Daniel-Rops el
religioso y político en el seno papel hegemó- nico que tuvo
del Islam influyó la Iglesia en esta lucha varias
decididamente en el desarrollo veces secular. Porque en
de los acontecimientos. España había numerosos
Porque había aparecido un príncipes cristianos más o
nuevo grupo, los llamados menos arabizados, dispuestos
Almohades, que predicaban la a entenderse con los moros.
Guerra Santa contra sus Convencerlos de que se
predecesores Almorávides, a alistaran en la Reconquista, y,
quienes consideraban re- lo que es más difícil aún,
lajados. De hecho, en 1145 la conociendo el carácter
España al- morávide pasaría a individualista del pueblo
manos de los Almohades. español, ponerlos de acuerdo
en orden a la meta común, fue
en buena parte labor de basílica de Santiago, que el
obispos y monjes llenos de año 997 Almanzor había
celo apostólico y amor a la hecho llevar desde
Patria. La mejor prueba de ese Compostela hasta Córdoba, a
influjo de la Iglesia lo hombros de los cautivos
constituye la aparición de cristianos, fueron ahora
diversas Ordenes Militares en devueltas al santuario de
España, a que aludimos hace Galicia a hombros de los
poco, sobre todo las de cautivos musulmanes. Tras la
Alcántara, Calatrava y toma de Córdoba, el
Santiago, que encarnaron el comandante almohade de
heroísmo cristiano del pueblo Granada se declaró vasallo de
español en su más pura y bella Fernando, y lo ayudó a
expresión. apoderarse de Sevilla. Ya
estaba proyectando cruzar al
Recordemos una vez más, Africa, para atacar al enemigo
para dar término a esta en su propio centro, cuando le
materia, aquella magnífica fi- sorprendió la muerte. No deja
gura a que nos referimos de ser significativo que haya
largamente en una conferencia sido un Santo quien cerrara el
anterior, la del rey S. capítulo medieval de la
Fernando III (1217-1252), Reconquista, que dos siglos y
quien luego de reunir los medio más tarde habrían de
Reinos de Castilla y de León, clausurar definitivamente
se lanzó a la lucha por la otras dos espléndidas
recuperación de la zona de personalidades, los Reyes
Andalucía. La primera gran Católicos Fernando e Isabel,
ciudad que logró ocupar fue con la ocupación de Granada
Córdoba, que desde hacia en 1492, el año mismo del
cinco siglos estaba en manos descubrimiento de América.
del Islam. Las campanas de la La España de Fernando III,
que al tiempo que recuperaba ante la superioridad cultural
territorios ocupados, erigía de los sarracenos. En todas las
catedrales y recogía en sus pequeñas Cortes de los
Universidades la herencia de emiratos andaluces, fueron
la cultura árabe, gracias a testigos de espléndidas justas
dicho monarca alcanzó la caballerescas; la atmósfera
dignidad de gran potencia cortesana estaba llena de
dentro de la Cristiandad (cf. fiestas, músicas y cantos.
Daniel-Rops, La Iglesia de la Todos hacían poesía, el
Cate- draly de la Cruzada... labrador manejando su arado,
594-605). las mujeres en el harén. En los
muros y en las columnas se
La literatura caballeresca desplegaba la serie de los
versos, formando filacterias
El ideal de la Caballería que constituían el principal
excitó la veta literaria del motivo ornamental. Los
hombre medieval, inspirando cantores deambulaban de
con sus temas tanto la Corte en Corte, entonando sus
epopeya como la lírica. mejores poemas. He aquí una
fuente ineludible de
Tomando la literatura en un inspiración de la literatura me-
sentido más general, e incluso dieval, incluida la
considerando las bellas artes caballeresca.
en su conjunto, señalemos,
una vez más, el gran influjo a) Los Cantares de Gesta
que sobre ellas ejerció la
admiración por los árabes. No Propio es de la poesía
sólo en épocas de guerra sino heroica describir y
también en tiempos de paz, en transfigurar la guerra así
la vida cotidiana, los cris- como las cualidades que ésta
tianos quedaban sorprendidos suscita o manifiesta, su-
blimando la estampa de los *Algunos de estos
héroes. Las llamadas cantares, nacidos en la ruta
«chansons de geste» se desa- de Santiago, al tiempo que
rrollaron sobre todo en la exaltaban el coraje de
época y bajo la sugestión de Rolando, muerto en combate
las Cruzadas, a la sombra de contra los moros, exhortaban
los relicarios de las grandes a reverenciar las reliquias
abadías ya lo largo de las del Apóstol. La Cruzada se
rutas de peregrinaciones, prin- unía así a la Peregrinación.
cipalmente de la que conducía Santiago, el Matamoros, que
a Santiago*. Pero también se había aparecido
influyeron en ellas las milagrosamente en la batalla
tradiciones de la época de Clavijo, era el gozne de
heroica germánica, según ambas.
aquello que dijimos más
arriba cuando nos referimos a Sostiene Cohen que esta
la transformación del guerrero literatura épica fue
bárbaro en el caballero cris- cuidadosamente elaborada
tiano. No fue, por cierto, sobre pupitres, en pergaminos,
literatura de monjes, sino de despaciosamente, y no de
guerreros, ni una creación de manera improvisada, como
la Iglesia, sino de la sociedad muchos piensan, por juglares
feudal, fruto, como ésta errantes. Lo que en todo caso
última, de una enri- quecedora hacían éstos era recitarla, o
fusión de elementos nórdicos más bien cantarla,
y latino-cristianos. El hecho difundiéndola así en las salas
es que los cantares de gesta, de los castillos, en los cruces
cuya aparición data del siglo de los caminos, en las ferias y
XI, tienen toda la frescura de en los lugares de
una creación nueva y original. peregrinación. Desde 1050 a
1150 los cantares de gesta
conocieron un auge provocar en los oyentes el
impresionante, que se deseo de imitar a aquellos
perpetuaría bajo formas héroes paradigmáticos,
diversas, aunque con menos reanimar en ellos la triple
brillo, durante el resto de la llama de la abnegación en el
Edad Media. En este último servicio de su rey terrenal, la
período, los temas ya en buena fe en el Rey celestial y la
parte creados, los personajes altivez propia del hombre
ya ampliamente conocidos, a feudal.
los que vinieron a agregarse
otros nuevos por el aporte de De hecho, las canciones de
las tradiciones familiares y gesta acompañaron la
locales, fueron objeto de una convocatoria de las Cruzadas,
intensa e ininterrumpida y sin duda galvanizaron los
elaboración, o mejor, espíritus para el
reelaboración literaria. emprendimiento de dicha
epopeya. Ello aparece claro
Parece suficientemente cuando se lee, por ejemplo, la
probado que lo que se Chanson de Roland, que se
intentaba al exaltar a los cantaría desde 1060 y se
héroes de los cantares era reelaboraría bajo diversas
sobre todo modelar el presente formas hasta mediados del
sobre el pasado, ensalzar la siglo XII; o también nuestro
fuerza armada al servicio de la Poema del Mío Cid, que los
verdad desarmada, incitar al Romanceros posteriores
desprecio de los poderes reelabora- rían igualmente (cf.
hostiles que se interponían en G. Cohen, La gran claridad
el camino de los hombres y de de la Edad Media... 60-64).
las cosas en orden a triunfar
de todo obstáculo para Tal fue una de las formas de
imponer o defender el ideal, la literatura caballeresca, en
su época heroica, cuando los origen precristiano pero
caballeros se sentaban a beber bautizado por los hombres de
en las largas tardes de Iglesia. A los caballeros del
invierno, narrando con rey Artús (o Arturo),
inmodestia sus proezas y es- legendario personaje del siglo
cuchando los cantos de los VI, el de la Tabla Redonda,
trovadores sobre los altos contrapondrían aquéllos o les
hechos de los guerreros de agregarían los caballeros del
antaño. Bien dice C. Dawson: Santo Grial; al deseo de
«La demanda creó la oferta, y aventuras ya la búsqueda del
el juglar fue una parte tan propio honor los sustituirían
integrante de la sociedad gue- por «la busca del Santo
rrera como el retórico en la Cáliz», asequible tan sólo a
antigua ciudad-Estado o el los caballeros más perfectos y
periodista en la sociedad puros. Si consideramos el
moderna» (Ensayos acerca de poema simbólico que
la Edad Media ... 231). Wolfram von Eschen- bach
compuso bajo el nombre de
b) En busca del Santo Grial Par- sifal, inspirándose, al
parecer, en la obra de
A veces la literatura Chrestien de Troyes, Le comte
caballeresca cedía a sus de Gra- al, notamos hasta qué
orígenes bárbaros y obviaba el punto la temática del Grial
argumento cristiano, por lo excedió en carácter aventurero
que con frecuencia la Iglesia y maravilloso a todas las
trató de mechar la trama de novelas del antiguo ciclo de
aquellas obras con elementos Artús.
religiosos. El intento de
mayor envergadura realizado Quizás sea conveniente
en ese sentido es el de la recordar la trama de este tema
leyenda del Grial, quizás de medieval, que conoció
numerosas y variadas a un palacio desconocido,
versiones. El Grial era el cáliz muy lejos de Inglaterra, donde
que usó Nuestro Señor en la se la guardaba celosamente
Ultima Cena, al cual se le por temor de que cayera en
asignaba un poder manos de los impíos.
maravilloso*. Según la
leyenda, dicho cáliz llegó a *Como todas las reliquias
poder de José de Arimatea atingentes a Cristo, el
quien conservó en el mismo Sagrado Cáliz atrajo la
algunas gotas de la sangre del fantasía de los cruzados,
Señor crucificado. Encerrado señalándose su presunta
en una cárcel durante la per- existencia en diversos
secución contra los cristianos, lugares, por ejemplo en
fue allí milagrosamente Constan- tinopla, en Génova,
alimentado gracias a aquel en el Cebrero (pueblito de
cáliz. Durante el tiempo de su Galicia), o en la catedral de
prisión se le apareció el Valencia...
mismo Cristo, instruyéndole
en el significado de la Misa, y En aquel castillo habitaba un
revelándole la mística rey -el rey del Grial- que
importancia del objeto que custodiaba la copa. Un día el
poseía. Una vez que salió de rey enfermó, pero no se podía
su encierro, José formó una sanar ni morir hasta que
numerosa hermandad en torno llegara un caballero auténtico
al Grial, y una «Tabla y le preguntase acerca del
Redonda» dedicada a Grial y de la lanza
conmemorar la Ultima Cena. ensangrentada. Fue entonces
La copa, que pasó de manos cuando, a imitación de aquella
de José a las de otra persona, hermandad del Grial, se creó
fue llevada a las Islas en torno al rey Artús una
Británicas, y finalmente llegó nueva agrupación, la Orden de
los caído en la impureza,
manteniendo relaciones
Caballeros de la Tabla amorosas con la reina. Sería
Redonda, con el determinado finalmente Perceval o, según
propósito de encontrar el otras versiones, Galaad, el
Grial. El fundador de esta hijo de Lancelot, un caballero
orden se llamaba Merlín, totalmente puro, quien tras
personaje de las leyendas innúmeras aventuras, lograse
bretonas, que habiendo sido al llegar al castillo, y luego de
principio un ser maligno, haber hecho las preguntas
poco menos que diabólico, rituales, quedase convertido
nacido de una virgen, cual en rey del Grial (cf. R.
réplica perversa de Cristo, y Pernoud, La femme au temps
dotado, como éste, de poderes des cathédrales... 125128).
sobrehumanos, al final se
había transformado, ***
imponiéndose en él la bondad
a su naturaleza demoníaca. Finalicemos ya esta
Los caballeros de la Tabla conferencia sobre la
Redonda constituían una Caballería. Podríamos hacerlo
Caballería de carácter exaltando algunos arquetipos
temporal que tendía a su de la misma, como Rolando,
perfeccionamiento ideal, con- el Cid, Godofredo de
cretado en la busca y el Bouillon,
hallazgo del Grial. Para llegar
a ser rey del Grial se requería S. Luis, S. Fernando, y tantos
una pureza y virginidad otros, pero ya algo hemos
perfectas. Justamente uno de dicho de ellos en su momento
aquellos caballeros, Lancelot, (Al respecto podrán
se había vuelto indigno de di- encontrarse otros datos en
cha hermandad por haber nuestro libro sobre La
Caballería... 201-205).
La Caballería, como Capítulo V
institución inserta en la
sociedad, ya no existe. Pero El arte de la Cristiandad
su recuerdo ha perdurado
hasta nosotros, no dejando de
suscitar cierta nostalgia. «La
caballería no habría sido el
ideal de vida
Durante mucho tiempo se
de varios siglos -escribe consideró el arte medieval
Huizinga-, si no hubiesen como un arte decadente.
existido en ella altos valores Grave error. La Edad Media
para la evolución de la fue una de las épocas en que
sociedad, si no hubiese sido el arte resplandeció con
necesaria, social, ética y mayor fulgor. Y conste que al
estéticamente. Justamente en afirmar esto no pensamos tan
la bella exageración se ha sólo en los artistas en sentido
puesto una vez la fuerza de estricto. La sociedad, en su
este ideal. Es como si el conjunto, vivió en un
espíritu medieval, en su ambiente de belleza. Como
sangriento apasionamiento, afirma Huizinga, la estética de
sólo pudiese ser encarrilado la existencia se mostraba en el
colocando muy alto el ideal; y aspecto cotidiano de la ciudad
así lo hizo la Iglesia, y así lo y del campo. Ya el mismo
hizo el espíritu caballeresco» modo de vestir, con tanta
(El otoño de la Edad Media... diversidad de telas, colores,
166). gorras y caperuzas, confería a
los distintos estamentos de la
sociedad un marco externo de
hermosura y dignidad, que
permitía percibir tanto las
diferentes dignidades cuanto expresión más majestuosa de
las delicadas relaciones entre la sociedad medieval, y
los amigos y los enamorados. conteniendo en sí, aunque sea
La estética de las emociones germinalmente, todas las
no se restringía a las alegrías llamadas bellas artes,
y dolores del nacimiento, el penetremos ante todo en el
matrimonio y la muerte, en significado espiritual y
que el espectáculo estaba cultural que tuvo en aquella
impuesto por las época.
circunstancias especiales.
Todo lo que se refería al 1.La catedral y la
valor, el honor y el amor, era naturaleza
considerado a través de
formas bellas y estilizadas (cf. August Rodin, el más grande
El otoño de la Edad Media... escultor de los últimos
85-88). tiempos y un espíritu ena-
morado de la auténtica
En la presente conferencia belleza, -dejó escrito: «Las
analizaremos las diversas catedrales de Francia han na-
manifestaciones del arte en la cido de la naturaleza
Edad Media, pero lo haremos francesa... Es el aire, a la vez
a la luz de la catedral, punto tan ligero y tan ¡dulce, de
de partida y lugar de retorno nuestro cielo, el que ha dado
de todas las expresiones su gracia a nuestros artistas y
estéticas que impregnaron de afinado su gusto. La adorable
belleza la Cristiandad alondra nacional, alerta y
medieval. graciosa, es la imagen de su
genio. Se lanza con el mismo
La catedral, un impulso, y el vuelo de la
microcosmos piedra dentada se irisa en el
aire gris como las alas del
Siendo la catedral la
pájaro» (Las Catedrales de inspirado al arquitecto, estoy
Francia, El Ateneo, Buenos absolutamente convencido -
Aires, 1946, 33-34). asegura Rodin-. El constructor
ha oído la voz de la
Solía decirse que las naturaleza... El árbol y su
bóvedas ramificadas de las sombra son la materia y el
catedrales, arrancando de las modelo de la casa. El
grandes avenidas que forman ensamblamiento de árboles,
los pilares, habían sido con orden, las agrupaciones
erigidas a imitación directa de variadas las divisiones y las
los bosques. Tal observación direcciones que la naturaleza
no constituye un mero dato de les asigna, eso es la iglesia»
curiosidad erudita. Escóndese (ibid., 132). Así lo ex-
en ella algo mucho más pro- perimentó Péguy cuando,
fundo, una suerte de reflejo, yendo en peregrinación a la
en el nivel estético, de la catedral de Chartres, al ver
doctrina teológica acerca de la desde lejos cómo sus flechas
relación que media entre la brotaban de los trigales, la
naturaleza y la gracia, sobre la comparó a las plantas que
base de que la gracia no - nacen en la tierra de la
destruye la naturaleza sino que Beauce.
la despliega hacia
dimensiones inalcanzables a Emile Male es, a nuestro
sus solas fuerzas. En la juicio, quien mejor ha
arquitectura medieval, penetrado, en dos soberbios
particularmente en su volúmenes, profusamente
vertiente gótica, encontramos ilustrados, el alma de la
que hay una raíz, un brote, una catedral medieval, con
ramificación, un entrelazado, especial atención a las
y finalmente un florecimiento. catedrales de Francia ( L ’art
«De que el bosque haya religieux du XIIe siécle en
France, 6a ed., Libr. Armand expresar los misterios de la fe,
Colin, Paris, 1953)*. Pues se sintieron enteramente libres
bien, el insigne estudioso, de elegir aquellos elementos
constatando la simbiosis que de la naturaleza que les
los artistas de la Edad Media parecían más adecuados para
realizaron entre la catedral y el decoro de la casa del Señor
el paisaje, con su flora y su (cf. ibid., 52-53).
fauna, tan frecuentemente
representadas en sus portales *En esa obra estudia los
y capiteles, afirma que en el orígenes de la iconografía en
fondo del arte medieval, se la Edad Media y sus fuentes
encuentra una actitud de sim- de inspiración; su relación
patía cósmica. Aquellos con la liturgia y el drama
artistas juzgaron que las litúrgico, con las vidas de los
plantas de las llanuras y los santos, las peregrinaciones,
árboles de los bosques de la naturaleza, tratando de
Francia tenían bastante descifrar sobre todo el
nobleza como para contribuir significado de las fachadas
al adorno de la casa de Dios. de las principales catedrales
¿Quién sabrá nunca las e iglesias románicas. Y
razones por las que eligieron también: L'art religieux du
tal o cual flor para ornato de XIIP siecle en France, 7a
su catedral? Una encantaba ed., Libr. Armand Colin,
por su belleza y sus formas París, 1931. En este volumen
elegantes, otra parecía demuestra que la iconografía
inocente como un niño, gótica de la Edad Media es
aquélla era la flor del país, el una escritura, una aritmética
emblema de toda una y una simbólica, señalando
provincia. Y obraron con la inserción en ella de temas
entera libertad. Muy como el trabajo y las
controlados cuando debían ciencias, los vicios y las
virtudes, la vida activa y la los templos griegos y
contemplativa, la historia, la romanos, habían sido
antigüedad clásica y el concebidas para ser vistas en
Apocalipsis. perspectiva vertical. La mole
imponente de la iglesia madre
2. La catedral en la ciudad dominaba la plaza de armas y
se erguía por encima del
Fruto de la tierra pero recinto ceñido por las
también corazón de la ciudad murallas, con sus torres
o de la aldea. Cuando se ob- puntiagudas que apuntaban al
serva con atención las cielo. Los viejos planos de
catedrales de París, de Burgos, Segovia, Reims, Florencia,
de Siena o de Colonia, trasuntan la misma,
impresiona advertir la preocupación en su con-
familiaridad que entonces cepción edilicia. Si se observa
existía entre el pueblo y su un dibujo medieval de París,
iglesia, cómo sus gigantescas se nota cómo las torres truncas
formas, lejos de estar aisladas, de Notre-Dame dominan todo
al modo de los templos de la el espacio urbano.
antigüedad clásica, en medio
de espacios vacíos, emergen No se trata de lirismo
de una sabana de humildes romántico ni de retórica
casas, que parecen apretujarse aparatosa. La ciudad
a su alrededor y hasta alojarse encontraba su realización
a veces debajo de su mismo acabada en ese himno de
campanario, armonizándose piedra a la gloria de Dios. La
con ellas, o mejor, catedral era el centro
coronándolas. topográfico y espiritual de la
ciudad. Hacia ella convergían
Por otra parte, las catedrales, todos los caminos. Todas las
sobre todo las góticas, a aspiraciones del hombre
diferencia también en esto de
medieval confluían en ella y mañana, el mediodía y el
en ella se vertica1izaban. atardecer, señalaba las horas
de trabajo y de descanso,
Nada escapaba al influjo de jugando el papel de las mo-
esas catedrales. Casa de Dios, dernas sirenas de fábricas. La
ante todo, era al mismo campana anunciaba los días
tiempo escuela, teatro, y lugar de fiesta, llamaba a socorro en
de reunión para los asuntos caso de peligro, convocaba al
comunales de cierta pueblo para las asambleas
importancia, sea del ámbito generales, tocaba a rebato
político como del económico. cuando estallaba algún incen-
En su interior se celebraba el dio, tañía lúgubremente en
Santo Sacrificio de la Misa, se ocasión de algún duelo. El
administraba el bautismo, se entero acontecer cotidiano del
concertaba el matrimonio y se pueblo se podía seguir a su
realizaban los funerales. Es voz.
decir que desde la infancia
hasta la muerte constituía el 3. La catedral y la vida
lugar de paso obligado. cotidiana

Y lo que la catedral era en la Señala Daniel-Rops que la


ciudad, lo era también, y aún catedral era la casa del
de manera más intensa, la pueblo, no por cierto en el
iglesia en los pueblos de sentido político que ha
campo, en las aldeas. Las tomado esa expresión, sino en
iglesias rurales enseñoreaban cuanto que en ella el pueblo
el espacio agrario no sólo por se sentía cómodo. Una casa
su prestancia arquitectónica muy particular, a la verdad, ya
sino también mediante el que su estructura contenía
sonido de sus campanas: el algo de mistérico para el
toque del Angelus, a la pueblo sencillo, sólo
inteligible a los eruditos, que un cerdo. Las plantas y los
conociendo profundamente la animales que veía repre-
Escritura y la teología, sentados en diversos lugares
estaban capacitados para in- del edificio, eran los que
terpretar los numerosos observaba todos los días, si
símbolos que la ornaban, pero bien a veces se mostraban con
ello no era óbice para que extrañas apariencias, como
también el pueblo humilde la para fomentar la fantasía (cf.
encontrase familiar. Las La Iglesia de la Catedral y de
mismas formas revestidas de la Cruzada... 471).
belleza que ofrecían a la gente
culta la enseñanza espiritual Este carácter tan popular de
más sublime, llegaban al la catedral, este contacto tan
corazón de los fieles más íntimo entre la catedral y el
sencillos hablándoles de la fe pueblo humilde es lo que
y excitando su esperanza. El explica que las imágenes de
lenguaje de las catedrales se los reyes, nobles y obispos
les hacía particularmente ocupen en ella un lugar tan
accesible por el hecho de que modesto, en favor de las
muchos de los temas que ocupaciones, aparentemente
inspiraban las imágenes y banales, de las artes y oficios.
esculturas, sobre todo de sus Como es sabido, la catedral de
fachadas, estaban tomados de Chartres se caracteriza por sus
las acciones que mechaban su famosos vitrales, varios de
vida cotidiana. Recordemos ellos ofrecidos por las
esos «calendarios» en los que corporaciones artesanales.
el campesino se veía represen- Pues bien, en la parte inferior
tado en sus actividades de los mismos, sus donantes
ordinarias, podando la viña o se han hecho representar
cosechando el trigo, calen- manejando la paleta de
tándose en el hogar o matando albañil, el martillo de
carpintero, la masa de vino del uno y la rueca de la
panadero, el cuchillo de otra. Incluso no faltan
carnicero. No se consideraba bajorrelieves que no eran más
entonces que hubiese in- que chanzas, bromas de
conveniente alguno en poner amigos o bufonadas de taller.
esos cuadros de la vida «Como la risa es propia del
cotidiana al lado de las es- hombre -escribe Da- niel-
cenas heroicas de la vida de Rops- la Iglesia era lo bastante
los santos. El trabajo era una humana para que aquellas
ocupación llena de dignidad, carcajadas no la
apto para ser transfigurado por escandalizasen; y como todo
la virtud (cf. E. Male, L 'art concluía en la catedral, le
religieux duXIIIe siécle en parecía lógico que las di-
France, 64-65). versiones de sus hijos y sus
algazaras no estuvieran
Asimismo el pueblo recibía ausentes de ella» (La Iglesia
de la catedral una enseñanza, de la Catedral y de la
sencilla pero completa, de lo Cruzada... 471).
que debía ser su vida moral.
Esto se realizaba sobre todo a Jamás la iconografía sagrada
través de las representaciones se ha extendido con más
esculpidas de las diversas vir- complacencia a los trabajos
tudes y de los vicios opuestos. manuales, a los gestos
¡Cómo debían gozar cuando familiares de cada día. Como
veían a la Cobardía figurada observa R. Pernoud, se-
por un esbelto caballero que mejantes imágenes serían
huía temeroso ante una liebre, inconcebibles en la capilla de
o a la Discordia representada Versalles (cf. La femme aux
en el altercado de un marido temps des cathédrales, 106).
con su mujer donde acababan El hecho es que junto a un
volando por el aire el vaso de espléndido «Juicio final»,
expresión viva de la majestad pintado, el retablo, que en los
soberana de Cristo y del fin siglos posteriores alcanzaría
postrero del hombre, o una un imprevisible desarrollo.
galería de hieráticas estatuas, Sobre el altar o sobre los
los artistas de la Edad Media grandes atriles de los lectores
no trepidaron en representar a y cantores, se desplegaban
campesinos armando parvas o espléndidos misales y
a carpinteros haciendo una salterios, cuyas páginas
mesa. resplandecían de caligrafías y
miniaturas pletóricas de
4. La catedral, suma de colores.
artes
Dice Daniel-Rops que varias
Al mismo tiempo que casas formas artísticas debieron su
de oración, las iglesias del vida a la catedral, al deseo
Medioevo fueron catedrales unánime de la época de poner
del arte. El mobiliario la belleza al servicio de Dios.
litúrgico estaba Así, por ejemplo, ese extraño
primorosamente trabajado, arte que procede de la pintura,
desde los sitiales del coro la orfebrería y el vitral, el de
hasta el altar, que solía ser los esmaltistas, que practicado
extremadamente sobrio. ya en tiempos de Carlomagno,
Detrás de la mesa de piedra, alcanzó en la Edad Media una
casi desnuda, se tendían unas gran importancia y tuvo su
cortinas de lienzo, con los centro principal en Limoges.
colores propios de las fiestas Igualmente el arte de la
del día o del tiempo litúrgico. tapicería; en ocasión de las
Ulteriormente ese decorado, principales solemnidades, se
en vez de ser movible, se iría aprovechaban las columnatas
transformando en un que dividían la nave central de
monumento fijo, esculpido y las laterales, para colgar
enormes tapices alusivos a la percibirla a través del disco.
fiesta que se conmemoraba, Todas las artes que se co-
cuyo suave colorido bijaban en la catedral tomaban
armonizaba tanto con las parte conjunta en la realidad
esculturas como con los vitra- mistérica de sus cele-
les, añadiendo su cuota de braciones, y es en su
belleza al conjunto de la transcurso cuando mostraban
catedral. También la música especialmente la vitalidad que
puso su parte, creando un las animaba. La catedral
clima espiritual, sea a través sacaba a flor de piel la
del canto gregoriano, que se plenitud de sus virtualidades
había ido perfeccionando en ocasión de las grandes
desde el siglo VII hasta fiestas, en el esplendor de la
entonces, como del canto sagrada liturgia, por ejemplo
polifónico, que hizo su el día de la Vigilia Pascual, o
aparición en Cluny en el curso cuando se llevaba a cabo la
del siglo Xll y se desarrolló en consagración del rey. No deja
el XIII, sin por ello suplir al de ser conmovedor que fuese
gregoriano. la misma liturgia, el drama
litúrgico, quien diese origen a
Más adelante nos un arte olvidado por siglos, el
detendremos en la del teatro, al principio sobre
consideración particular de las libretos sagrados y luego
artes principales. abierto a los otros temas de la
Contentémonos ahora con existencia humana.
decir que esta belleza
polifacética no debe ser Fue así en la catedral donde
considerada como algo la Cristiandad se sintió mejor
inmóvil y cuajado, tal como expresada en sus anhelos más
se la puede admirar en los puros y sublimes. Su grande-
museos o, si es sonora, za, al tiempo que suscita
nuestra admiración más Los constructores de la
rendida, no deja de catedral
apabullarnos. «No somos más
que despojos», exclamó Las catedrales de la Edad
Rodin, deslumbrado por el Media no aparecieron por
esplendor de la catedral de generación espontánea. Son el
Chartres (cf. Daniel-Rops, La producto de un largo período
Iglesia de la Catedral y de la de gestación y la expresión
Cruzada... 471-474). ¿Quién más cabal del espíritu
no ha experimentado una comunitario de la época.
sensación semejante al
contemplar los diversos 1. Las fuentes inspiradoras
pórticos de Chartres o al del artista medieval
entrar en la catedral de
Colonia? Más allá del influjo que
sobre el artista ejercieron la
Es evidente que el contacto Sagrada Escritura y la natu-
permanente con la catedral no raleza, «los dos vestidos de la
pudo dejar de influir sobre el Divinidad», como se decía por
pueblo cristiano. «Un hombre aquel entonces, es posible
-o un pueblo- no se habitúa en señalar diversas vertientes que
vano a vivir rodeado de confluyeron en la concepción
belleza -ha dicho con acierto estética del Medioevo. La
primera influencia que se
Daniel-Rops-; algo de ella puede detectar es la de la
penetra en él, y le hará luego cultura clásica, que a través
oponerse a las vulgaridades y del cristianismo primitivo lle-
a las caídas» (ibid., 471). gó hasta la Edad Media.
Porque los primeros
cristianos, apenas se vieron
libres de las persecuciones y
pudieron salir a la luz pública,
buscaron la forma de edificio observarse, por ejemplo, en
que les parecía más adecuada los mosaicos de Dafni, en
para la celebración del culto, y Grecia, durante los siglos XI y
así adoptaron para sus iglesias XII influyó decisivamente en
las estructuras edilicias de la la Cristiandad occidental. Ello
basílica romana, que era un se hace evidente cuando se
lugar de reunión para la contemplan diversas basílicas
administración de la justicia y de Italia del norte, como San
para los actos públicos. De Marcos de Venecia, o también
manera análoga, eligieron para del sur, como las de Palermo,
los baptisterios la forma Monreale o Cefalú, las tres en
redonda o poligonal empleada Sicilia. Refiriéndose a estas
en los ninfeos o en las termas últimas dice Daniel-Rops que
romanas; y para los sepulcros al contemplarlas uno creería
copiaron la forma de los sar- estar en algún barrio de
cófagos paganos. En lo que Constantinopla. Cuando los
toca a los pisos se recurrió normandos que se
enseguida al mosaico, que era posesionaron de Sicilia
una costumbre casi quisieron levantar
exclusivamente romana, monumentos dignos de la
representándose en ellos gloria a que ambicionaban, re-
dibujos simétricos y con currieron no sólo a la técnica
mayor frecuencia figuras de de los bizantinos sino también
índole simbólica. a sus arquitectos y artistas, sin
que ello obstara a que
Otra vertiente fue la que aceptasen asimismo algunos
provenía del arte bizantino, elementos artísticos que el
Dicho arte, que desde los Islam había legado a la isla en
siglos IX al XI inspiró sus 150 años de dominación.
ampliamente el ámbito Fue así como Roger II hizo
oriental, como puede construir la llamada Capilla
Palatina, una de las obras espléndida catedral, Santa
maestras del arte de la Sicilia Sofía, cuyos mosaicos del
medieval, pletórica de mosai- Pantocrátor y la Panaghia son
cos rutilantes, de columnas típicamente bizantinos.
antiguas y de techo
musulmán, desde donde un E. Male se complace en
icono de Cristo bendice con destacar el influjo que en el
abrumadora majestad. arte medieval ejerció el
Cuarenta años más tarde, Oriente que está más allá de
Guillermo II edificaba la Bizancio, influjo muchas
catedral de Palermo. Y doce veces preterido o incluso
años después, la magnífica ignorado por los críticos de
basílica de Monreale, como arte. Aquellas columnas
Panteón de la familia real, asentadas sobre leones, que
bajo la custodia de un pueden verse en diversas
Pantocrátor que en nada cede ciudades de Italia del norte,
a la grandeza del mejor Cristo como Módena, Verona,
de Bizancio. Trento y otras, se inspiran
más que en Roma, Grecia o
La irradiación de Bizancio, en las viejas
Constantinopla llegó a culturas del Oriente. Ya en el
regiones muy distantes de la siglo VI los asirios decoraban
Europa central, como por los manuscritos del Evangelio
ejemplo la primitiva Rusia. con graciosos pórticos
Luego de que el Gran Duque apoyados sobre leones. Los
de Kiev, Vladimir, logró que monjes de Mesopotamia que
sus súbditos se convirtiesen al los pintaron tendrían ante sus
cristianismo, su hijo, Jaroslav ojos las grandes ruinas de los
el Grande, llamado el palacios asiríos, con sus
Carlomagno ruso, hizo columnas sobre base animal.
construir en Kiev una Esos monumentos y
miniaturas llegaron al Oc- arte decorativo del Oriente, de
cidente y fueron asumidos por los tejidos de Constantinopla,
los artistas del Medioevo. Los ampliamente inspirados en los
motivos, un tanto exóticos, de de Persia, Caldea y Asiria.
columnas serpenteadas o en Los tejidos sasánidas tuvieron
zigzag, así como las que se en su momento un prestigio
acoplan por un nudo, tan tal que llegaron hasta la
frecuentes entre los artistas China. Cuando la Meso-
franceses e italianos del siglo potamia se hizo árabe, Bagdad
XII, se encuentran ya en los reemplazó a Ctesifon, y los
manuscritos orientales (cf. L califas continuaron las
'art religieux du XIIe siecle en tradiciones de magnificencia
Fran- ce... 39.41). de los reyes sasánidas. Así el
arte decorativo de Persia
Fue quizás la abadía de continuó sobreviviendo en los
Cluny la que abrió las puertas talleres cristianos de
de la Cristiandad occidental a Constantinopla y en los
estas influencias del Oriente, talleres musulmanes de la
de modo que no seria Mesopotamia, Siria, Egipto y
exagerado afirmar que buena hasta Sicilia. De allí pasaron
parte de las obras del siglo al Occidente, ornando
XII, más que en Bizancio, se capiteles, tapices y casullas.
inspiran en prototipos El estandarte árabe tomado en
mesopotámicos o sirios (cf. la batalla de las Navas de
ibid, 91-92). Ello es Tolosa que hoy se conserva en
particularmente visible en la el museo del Monasterio de
fauna que adorna los capiteles las Huelgas, cerca de Burgos,
y portales románicos: leones es de ese origen. El águila
enfrentados, con un árbol en bicéfala, que procede de las
el medio, águilas bicéfalas, ciudades más antiguas de
etc. Todo ello proviene del Caldea, fue llevada a los
tejidos orientales y quizás a se entrelazan, llegaron del
los estandartes musulmanes. Oriente a los árabes de
No deja de ser curioso el España, y de allí pasaron a la
hecho de que en la batalla de Europa cristiana (cf E. Male,
Lepanto los turcos hayan L 'art religieux duXIIe siecle
podido ver en los barcos de en France, 340-357).
don Juan de Austria el águila
bicéfala que antes había El último influjo advertible
adornado sus banderas. en el primitivo arte de la
Cristiandad proviene de las
Como se ve, también hay entrañas mismas del
que incluir el aporte árabe Occidente, de España. Entre
entre las fuentes del arte las fuentes inspiradoras de
medieval, si bien como este origen se destaca un
eslabón intermediario entre el comentario del Apocalipsis,
Oriente y la Cristiandad que en 784 compuso Beatus,
occidental. Aquellos seres tan abad de Liébana, en un paraje
extraños que se encuentran en escondido de los montes de
las fachadas de las catedrales, Asturias, donde se acababa de
al mismo tiempo detener la invasión árabe.
cuadrúpedos, pájaros y Dicho libro, admirado tanto
mujeres, como concentrando por el texto como por las
la fuerza, la rapidez y la miniaturas que lo ilustran, fue
inteligencia, se inspiran en adoptado por la Iglesia en
motivos orientales que España y recopiado una y otra
arribaron a Occidente a través vez, desde el siglo x hasta
del mundo musulmán. comienzos del XIII. El hecho
Asimismo los graciosos de que en el siglo XI los
arabescos que ornan tantos abades de Cluny ejercieran
capiteles románicos, formados tanta influencia en el norte de
por dos pájaros cuyos cuellos España, creando monasterios
a lo largó del camino de San- *El mismo Male cree
tiago, y de que tantos poder afirmar que el pórtico
caballeros franceses se de la abadía de Ripoll, en
enrolasen en los ejércitos Cataluña, cubierto de
cristianos para compartir la bajorrelieves, que semeja
lucha contra los moros, hizo una especie de arco de
que los libros y las obras de triunfo, reproduce los
arte atravesasen los Pirineos dibujos de una Biblia
en una y otra dirección. Entre catalana, la Biblia llamada
ellos pasó también de España de Farfa por el lugar donde
a Francia nuestro comentario se conservó durante mucho
al libro póstumo de S. Juan, y tiempo. Ningún ejemplo
sus imágenes, de colores mostraría mejor que éste la
luminosos, contornos extraños influencia de las miniaturas
y atmósfera de ensueño, sobre la escultura, ya que en
orientaron la imaginación de Ripoll el artista no sólo se
los artistas románicos hacia la inspiró en ellas, sino que las
esplendidez y el misterio. copió tal cual: ibid., 37-38.
Dicho influjo es claramente
advertible en la fachada de la Tales son las fuentes que
iglesia de Moissac y en el inspiraron al artista medieval.
tímpano de Vézelay, lugar «Nuestros pintores y nuestros
este último donde los largos escultores -escribe Male-,
rayos de luz que brotan de las como verdaderos artistas,
manos del Cristo, tan poco sintieron por instinto la
conformes al genio de la belleza de este legado que les
escultura, bastarían para venía de un pasado tan hondo.
traicionar su origen No sabían que tantas razas,
miniaturesco (cf. ibid., 4- tantos siglos, habían colabora-
6.16.36-37)*. do en ello; ignoraban que los
Griegos allí habían puesto su
noble ritmo y los Sirios su ahora, sino simplemente
pasión, pero respetaban en «maestros de obras» o «maes-
este arte antiguo un misterio tros de albañiles», o también,
casi tan venerable como el del y más simplemente, «maestros
dogma. Por mucho tiempo albañiles». Cuando las
conservaron estas formas corporaciones se organizaron,
grandiosas, y se puede decir fueron inscriptos en el gremio
que la Edad Media jamás de los «talladores de piedra»,
renunció del todo a ellas» de tan inexistente como era en
(ibid., 106). Si bien, como aquel tiempo la diferencia que
agrega enseguida, más allá de ahora establecemos entre
cualquier copia servil, artesano y artista, y de tan
supieron dar un toque propio y apareado como iba el respeto
original a ese legado. Al genio al trabajo manual ya la más
de Grecia y de Oriente se elevada inspiración artística.
agregó el genio de Occidente
(cf. ibid., 109). Los constructores de
catedrales eran, por cierto,
2.La obra de todo un hombres conocedores de su
pueblo oficio, pero también, y al
mismo tiempo, hombres de fe.
Cabe preguntarse con Cuando proyectaban los
Daniel-Rops quiénes eran planos de las catedrales y
aquellos hombres que trabajaban en su construcción
proyectaron esas obras a la par de los albañiles,
maestras que todavía hoy sabían que estaban trabajando
encontramos no sólo en las para la gloria de Dios. ¿Acaso
grandes ciudades sino también no era Dios mismo el gran
en perdidas aldeas de campo. arquitecto? En la tapa de «La
Todavía no se los llamaba Biblia moralizada», obra que
arquitectos, como lo hacemos vio la luz en Viena, se lo
representaba con un compás Salamanca o Coimbra son
en la mano, proyectando el contemporáneas de Poitiers o
universo entero. Su arte y su de Saint-Denis, lo mismo que
fe eran dos cosas inseparables lo serán más tarde Laon,
por lo que, como ha advertido Chartres, Reims o Amiens en
Daniel- Rops, en aquel tiempo Francia, de Orvieto, Siena o la
se estaba a años luz de esos basílica de Asís en Italia, y las
artistas modernos que «hacen de Rochester o Westminster
arte sagrado» declarando que en Inglaterra, de las de
no tienen fe (cf. La Iglesia de Frankfurt o Colonia en
la Catedral y de la Cruzada... Alemania.
438-441). «El arte era, para
ellos -escribe Rodin-, una de La construcción de las
las alas del amor; la religión catedrales puso a toda la
era la otra. El arte y la religión Cristiandad en ebullición. Una
daban a la humanidad todas suerte de fiebre creadora.
las certidumbres de que tiene Cierto autor ha observado que
necesidad para vivir y que un maestro albañil que hubiera
ignoran las épocas imbuidas comenzado su tarea a los
de indiferencia, esa niebla veinte años como aprendiz en
moral» (Las Catedrales de las obras de Laon o de París, y
Francia... 65). que hubiera llegado a Chartres
hacia los treinta, hubiese
La fecundidad fue podido trabajar en los
prodigiosa. Las catedrales comienzos de Reims y vivir
brotaban como hongos, aquí y suficientemente como para
allá, en gozosa emulación. Las poder contemplar las flechas
iglesias románicas de Ferrara de Amiens, cuatro obras
o de Santa María del maestras (cf. Daniel-Rops, La
Trastevere, en Roma, así Iglesia de la Ca- tedraly de la
como las de Worms, Cruzada... 429-431).
De los artesanos salieron absolutamente desinteresada
generaciones de artistas. Si de la gente común en la
bien es muy posible que al edificación de las catedrales,
principio sólo los monjes cosa que hoy nos parece un
estuviesen en condiciones de imposible y utópico sueño.
proyectar y hacer construir Cuando la antigua basílica
iglesias, claustros y capillas, románica de Chartres quedó
de esculpir imágenes, y pintar destruida a raíz de un voraz
los frescos que decoraban los incendio, se produjo en toda la
ábsides y paredes de las zona un movimiento unánime
iglesias románicas, mientras y entusiasta. Hombres
los laicos trabajaban a sus maduros, mujeres, ancianos,
órdenes, sin mayor iniciativa niños, interrumpieron sus
propia, limitándose a ejecutar labores habituales,
estrictamente las tareas que abandonaron sus hogares y,
aquéllos les encomendaban, con lo que tenían a su
con el tiempo fueron los alba- disposición, corrieron a
ñiles, los pintores, los reparar el santuario asolado
picapedreros, los tallistas (cf. Apogeo de la ciudad
quienes condujeron y llevaron cristiana... 343). Refiriéndose
a término la polifacética obra a esta restauración testimonia,
de las grandes catedrales. A un contemporáneo, el abad
este respecto se ha notado Aimont: «Se veía a hombres
hasta qué punto el oficio poderosos, orgullosos de su
ejerció un papel decisivo en la nacimiento y de su riqueza y
creación del gótico ojival. acostumbrados a una vida
muelle, uncirse con correas a
Lo más extraordinario de un carromato y arrastrar en él
todo, señala Calderón piedras, cal, madera y todos
Bouchet, era la participación los materiales necesarios... A
voluntaria, fervorosa y veces, más de mil personas,
hombres y mujeres, nunca haya trascendido el
arrastraban esos carromatos, nombre del genio que
de tan pesada como era su concibió el plan de la nueva
carga. Guardaban un silencio catedral y dirigió sus trabajos
tal que no se oía la voz ni el (cf. Apogeo de la ciudad
cuchicheo de ninguno de cristiana... 343).
ellos. Cuando se detenían
durante el camino no se oía 3. Variedad de estilos dentro
más que la confesión de sus de la unidad
faltas y una oración a Dios,
pura y suplicante, para obtener Durante mi estadía en
el perdón de los pecados. Los Europa para la obtención de
sacerdotes exhortaban a la los grados académicos, visité
concordia, se acallaban los metódicamente las catedrales
odios, desaparecían las románicas y góticas, que son
enemistades, se perdonaban mis iglesias preferidas.
las deudas y las almas volvían Siempre me impresionó
a la unidad. Si se encontraba constatar las grandes
alguno tan aferrado al mal que diferencias que median entre
no quería perdonar y seguir el un templo y otro, entre una
parecer de los sacerdotes, su obra maestra y otra, aunque
ofrenda era arrojada fuera del fuesen de la misma época. No
carromato como impura, y él hay dos catedrales iguales, no
mismo era expulsado con hay ni la sombra de lo que
ignominia del pueblo santo» podría ser un calco sin vida.
(Aimont, PL 181, 1707). Y,
como observa Calderón R. Pernoud ha destacado
Bouchet, lo más curioso para dicha variedad sobre todo en
la mentalidad moderna, tan el campo de la escultura. Si
celosa de la propiedad bien es cierto que por aquel
intelectual de sus obras, es que entonces tanto los personajes
como las escenas en que
intervienen debían ser repre- más limitada, en que el arte
sentados con características sacro se volvía cada vez
determinadas: el ángel y la menos tradicional y litúrgico,
Virgen en la Anunciación, la mientras que el arte profano
Sagrada Familia y los tomaba cada vez más
animales en la cueva de extensión» (Lumiere du
Belén, el Cristo del Juicio fi- Moyen Age, 180).
nal, aureolado de gloria, y
escoltado por los símbolos de Variedad en la unidad.
los cuatro evangelistas, Porque por encima de todas
las diferencias es claramente
S. Pablo con una espada en la advertible la continuidad,
mano y S. Pedro con las podría decirse, de este
llaves, pareciendo así que al inmenso y secular esfuerzo de
artista se le hubiese los constructores medievales.
arrebatado la libertad de crear Las generaciones que se
nuevas formas, sin embargo y sucedían, por el hecho de ha-
paradojalmente, en la berse abrevado en las mismas
innumerable galería de las fuentes espirituales, formaban
estatuas medievales de un todo; las tradiciones de los
Nuestra Señora, para poner un diversos oficios se transmitían
ejemplo, no hay dos rostros sin traumas, y mientras se
idénticos. Dentro de los lími- avanzaba en la construcción,
tes en que podían moverse, nadie experimentaba
los artistas supieron evitar las escrúpulo alguno en recurrir a
copias y las actitudes todas las novedades y
convencionales. «El progresos que la técnica iba
academismo se introduciría en ofreciendo. En no pocas
el arte precisamente en el ocasiones, arquitectos de la
momento en que la época gótica que tuvieron que
inspiración parecía no estar llevar a término una catedral
comenzada en la época medieval se explican casi
románica, lograron reunir, en siempre por un progreso
armonía perfecta, una logrado gracias a la técnica, o
admirable nave románica y un por necesidades reales de la
esplendoroso presbiterio construcción. No se habrían
gótico. Es que el espíritu de construido gárgolas -partes es-
fondo era idéntico, a pesar de culpidas del canalón en los
la diversidad de las formas. El edificios góticos, a menudo
arte de la Cristiandad se con formas grotescas, hu-
desarrolló al modo de un árbol manas o animales-, si no
fecundo; las ramas eran hubiesen servido como
diferentes pero el tronco era el canaletas para evacuar el agua
mismo. «Cuando sería de la lluvia, así como los
imposible - escribe R. rosetones góticos no hubiesen
Pernoud-, por ejemplo, con- tomado la forma característica
cebir una ventana a lo Le del estilo flamígero, si no
Corbusier hundida en un fuese para facilitar también el
edificio estilo 1900, y sin em- desagüe, ya que cuando
bargo menos de treinta años llovía, el agua caída se
los separan entre sí, en el congelaba en los ángulos de
castillo de Vincennes, en los rosetones, y con
cambio, se puede ver una frecuencia resquebrajaba la
junto a la otra dos ventanas piedra (cf. R. Pernoud,
abiertas a cien años de dis- Lumiére du Moyen Age...
tancia, y que parecen hechas 193).
para estar juntas, aunque
totalmente diferentes como Cabría aquí tratar de la
arte y como arquitectura» relación entre la utilidad y la
(ibid., 193). belleza (cf. al respecto la inte-
resante tesis de
Las evoluciones del arte Coomaraswamy, que ex-
pusimos en nuestro libro El armonizan en ellos, cómo, por
icono, esplendor de lo una exacta adaptación a su
sagrado ... 317-320). Los fin, por una gracia en cierta
artistas de las catedrales no manera natural, un simple
pretendían hacer algo bello, utensilio de hogar, un vaso, un
sino algo útil, que por ser real- jarrón, una copa de cerveza
mente tal, era, de hecho, bello. adquieren verdadera belleza.
Querían expresar la verdad - Es de creer que no se
natural y sobrenatural- y por encontraban en el dilema de
eso lo que salía de sus manos sacrificar una a otra, o agregar
era necesariamente bello. Por una para hacer aceptar otra,
algo la belleza ha sido según una concepción co-
definida como el esplendor de mente en el siglo último»
la verdad. El arte por amor del (Lumiére du Moyen Age...
arte no existía. Pero la 250).
resultante era verdaderos
poemas de piedra. «No Señala Cohen que muy
habrían tenido la idea de probablemente los
esculpir gárgolas -escribe R. constructores de catedrales no
Pernoud- que no cumpliesen tuvieron conciencia de que
la función de canales de agua, estaban llevando a cabo obras
como no habrían pensado en sublimes. Hacían algo prácti-
delinear jardines para el solo co y necesario para el culto
placer de los ojos. Su sentido divino. El ilustre medievalista
estético les permite hacer basa su aserto en una
surgir por doquier la belleza, constatación histórica, es a
pero en ellos la belleza no se saber, el escaso eco que
encuentra sin la utilidad. Es aquellas construcciones, que
por otra parte sorprendente suscitan en nosotros tanta
ver con qué facilidad los dos admiración y resonancias tan
conceptos de bello y útil se profundas, encontraron en las
obras literarias de la época. Se llegaron a fijar su imagen
hubiera esperado un coro de sobre la tierra... Los góticos
alabanzas a la gloria de los han amontonado piedras sobre
arquitectos ya la pericia de los piedras, cada vez más arriba,
albañiles que lograron dar a no como los gigantes, para
Dios un templo tan digno de atacar a Dios, sino para
su poder. Nada de eso acercarse a El... Y es el poeta
podemos encontrar. Serán los quien ha guiado al maestro de
poetas, los novelistas y los obra y el que realmente ha
historiadores de los siglos levantado la Catedral» (cf. Las
XIX y XX -los Hugo, los Catedrales de Francia... 30-
Huysmans, los Verlaine, los 31).
Claudel- quienes tejan el
elogio de la catedral. Los con- Y también: «¡Ah!
temporáneos de aquellas obras ¡Proporción! ¡Síntesis de las
tan esplendorosas habrán visto artes! ¡Perfección incompren-
acumularse los materiales sin sible!... Pero ¿dónde estás
manifestar su admiración, y ahora? El artista parece haber
sobre todo, habrán orado en el perdido hasta la noción de tu
coro o en las naves, sin existencia, desde que ha
imaginar que estaban en un renunciado a edificar el
lugar tan espléndido. Cosas templo de Dios, desde que se
propias de épocas de gloria propone levantar el templo de
(cf. La gran claridad de la la vanidad humana. Y para
Edad Media... 76-77). este nuevo templo quiere
materias más preciosas,
Rodin, él sí, no ha ocultado prodigadas en tantos
su emoción frente a aquellos ornamentos como no se han
«admirables obreros que, a visto jamás. Pero la vanidad
fuerza de concentrar su proclama la pobreza espiritual
pensamiento en el cielo, del vanidoso. Demasiadas
molduras en nuestros lingia, apareció un nuevo
palacios. La mesura le estilo arquitectónico, que se
conviene a la morada del fue propagando por casi todas
hombre como al hombre las regiones que habían estado
mismo... Nuestra ignorancia en la jurisdicción del gran
no nos permite ver que Emperador. Tratábase de un
nuestras catedrales son arte lleno de reminiscencias,
admirables, y por qué, y como ya lo dijimos, de Roma,
cómo. Y los sacerdotes de Bizancio, del Oriente
encomiendan sus nuevas asiático y del Islam. Poco a
iglesias a los arquitectos de poco aquellos elementos se
nuestros cafés cantantes y fueron fusionando hasta llegar
encargan sus estatuas de a constituir el primer arte
santos a los mercaderes» románico, el de la abadía de
(ibid., 78-79). Saint- Foy de Conques y la
basílica de San Hilario de
La arquitectura de la Poitiers, ambas del siglo XI.
catedral De la misma época es el coro
de Saint-Sernin de Toulouse,
Analicemos ahora, no tanto anterior a la primera Cruzada,
desde el punto de vista técnico más antiguo que la Chanson
cuanto más bien mistérico, los de Roland.
dos grandes estilos que gestó
la Cristiandad. Lo haremos Un abanico de iglesias
ayudándonos de lo que sobre semejantes comenzó a cubrir
ello ha escrito Daniel- Rops. Europa, desde Cataluña hasta
Suiza. Eran edificios de
1. El románico estructura sólida y robusta,
construidos casi exclu-
En el curso del siglo XI, sivamente con piedra, cuyo
inspirándose en el modo de exterior se caracterizaba por
construir de la época caro-
un sistema de arquerías ciegas El modelo que prevaleció
que ornaban la parte inferior estuvo inspirado por la vieja
de las cornisas. A mediados basílica romana, más apta para
del siglo XI, dichas iglesias se cobijar grandes multitudes,
fueron ampliando; sus naves como eran las que se dirigían
se alargaron y se hicieron a los diversos centros de
inmensas. Por algún tiempo se peregrinación; una nave
tanteó en la dirección de la central flanqueada por dos o
iglesia redonda, al estilo del más laterales*. Sobrias y
Panteón romano o de la sólidas, estas primeras iglesias
Capilla Palatina de Aquis- de la tradición románica
grán, pero pronto ese plan fue producen ya esa impresión de
abandonado casi en todas sacralidad y de placidez que
partes, si bien no defini- conservaría siempre dicho
tivamente ya que, cuando a estilo. El arte del siglo XII fue
raíz de la toma de Jerusalén, sobre todo un arte con-
los cruzados conocieron en templativo y monástico. No,
Oriente las mezquitas por cierto, que todos los
redondas y los templarios artistas de entonces fuesen
tomaron como sede la célebre monjes, pero los que
mezquita de Omar, que es inspiraban su estilo y sus
también circular, entonces temas lo eran casi todos. Con
dicha forma volvió a aparecer el tiempo, las naves tenderían
en Europa, como puede verse, a ensancharse y elevarse,
por ejemplo, en las iglesias del mientras que las torres y
Temple que hoy se conservan campanarios, que en las
en Laon y Segovia. Con todo, iglesias paleo- cristianas y del
la iglesia redonda siguió primer bizantino solían estar
siendo una forma más bien aisladas del edificio, se
singular. incorporaron ahora al bloque
central, integrando en adelante
su fachada. orden a ensanchar la nave, los
arquitectos románicos
*Cuando la Revolución recurrieron frecuentemente a
Francesa destruyó la basílica dos tipos de bóvedas
de San Martín de Tours, la heredadas de Roma: la
más antigua y la más llamada «bóveda de cuna»,
espléndida de todas las que es simplemente un techo
iglesias de peregrinación en en forma de semicírculo, y la
Francia, hizo desaparecer «bóveda de aristas», que se
uno de esos monumentos- define como la línea de
tipos que explican toda una intersección de dos planos en
arquitectura. En efecto, forma de cuna, de lo que
sobre ese santuario se resultan cuatro
modelaron la mayor parte de compartimentos, cada uno de
las iglesias que jalonan el los cuales se apoya por su
camino de Compostela. La base sobre sólidos soportes.
red de iglesias románicas Porque el defecto de la
que va de San Martín de bóveda romana era el inmenso
Tours a Santiago de peso de su mole, para
Compostela, muestra hasta contener el cual no quedaba
qué punto el camino de otro recurso que reforzar los
Compostela fue la gran ruta muros, haciéndolos anchos y
del arte (cf. E. Male, L'art fornidos, de un metro y medio
religieux duXIIe siecle en o dos, lo cual no permitía casi
France... 299-301). la apertura de ventanas para el
ingreso de la luz.
En cuanto a la techumbre,
fue al comienzo de madera, a Los templos románicos que
dos aguas, con vigas que se han llegado hasta nuestros
apoyaban sobre ambos muros. días se nos muestran
Pero luego, y sobre todo en despojados, robustos como la
fe de aquella gente, severos y románica es Santiago de
grises. Así los hemos Compostela como San Sernin
conocido y así los hemos de Toulouse, San Ambrosio
amado. Sin embargo, de Milán, San Zenón de
originalmente sus muros esta- Verona, las catedrales de
ban pintados, cubiertos de Durham y Módena, San
coloridos frescos, como Miniato de Florencia, y tantas
todavía lo podemos observar otras... Algunos estudiosos
en la basílica romana de San han intentado clasificarlas por
Juan ante Portam Latinam. escuelas, otros han querido
Sus altares eran de plata y catalogarlas por regiones.
esmalte, y un crucifijo Labor infructuosa quizás.
imponente, que colgaba en la Tratóse más bien de un
entrada del coro, dominaba el magnífico poema en que cada
conjunto con severa majestad. región pronunció su estrofa
original.
Entre 1000 y 1200, la
Cristiandad se cubrió de Así fue el románico, primera
edificios románicos, desde las expresión arquitectónica del
más humildes iglesias rurales arte medieval. Con frecuencia
o capillas de templarios se ha considerado al gótico
construidas en planta rec- como el estilo propiamente
tangular con ábside medieval, en detrimento del
semicircular, hasta esas románico. Mas ello no es así.
enormes basílicas, aptas para Ambos estilos son típicamente
acoger a miles de peregrinos. medievales. Si la iglesia
Brotaron iglesias en Francia, gótica simboliza el vuelo
Alemania, España, Italia, vertical del alma mística hacia
Inglaterra. Todas eran del Dios, la iglesia románica, en
mismo estilo, y sin embargo cierto modo horizontal,
muy diversas entre sí. Tan expresa el carácter peregrino y
viril de la Iglesia militante. «El románico es siempre
Esta arquitectura que, como más o menos la bóveda, la
dijimos, es profundamente cripta pesada. El arte está ahí
monacal, constituye una prisionero, sin aire. Es la
delicada pero elocuente crisálida del gótico», escribía
convocatoria a la vida interior, Rodin. (Las Catedrales de
a la contemplación silenciosa. Francia... 93). Sin embargo
Es cierto que el románico se agregaba enseguida: «El
vio ulteriormente superado, gótico, aun en la época de su
pero eso no acaeció porque más excesiva prodigalidad de
hubiese entrado en un ocaso ornamentos, no ha
cultural o cultual, sino porque, desconocido jamás el
técnicamente, se abrían principio románico. Sucede al
camino nuevas soluciones a románico como la flor sucede
sus dificultades edili- cias. al capullo» (ibid., 94).
Alguien ha dicho que si el
románico es la expresión más La catedral gótica se
espléndida de la fe, el gótico, diferencia de la románica por
que lo sucederá, es la dos características notables.
manifestación más lograda de La primera es su verticalidad.
la esperanza que anida en el Nadie que entre en una iglesia
hombre, de la nostalgia gótica dejará de experimentar
vertica- lizante de Dios. una suerte de vértigo
Quiero, con todo, confesar invertido, o lo que llama
aquí que mi predilección Daniel-Rops, «la poderosa
particular recae en el sugestión del auge vertical de
románico más que en el sus líneas». Mientras la
gótico. basílica románica está enrai-
zada en el suelo, sólidamente
2. El gótico apoyada sobre sus bases,
aquélla es una construcción
erguida, un edificio que está (La Iglesia de la Catedral y de
de pie. La segunda la Cruzada... 450).
característica es la ilumina-
ción. La iglesia románica, por No es que los arquitectos que
exigencias técnicas, estaba hicieron las catedrales góticas,
impedida de abrir ventanales agrega el escritor francés, se
en razón del gran espesor de propusieran de manera
sus muros, debiéndose expresa construir las naves
contentar con aberturas con una altura tan vertiginosa
pequeñas que permitían un como para que pudiesen
paso menguado de la luz; la expresar el ímpetu místico de
técnica gótica-, en cambio, al las almas, ni multiplicar los
permitir el acceso abundante ventanales con el fin de que la
de la luz, inundaría el edificio luz que por ellas se filtrara
entero con una claridad simbolizase al Dios que es la
pletórica de colores. Como fuente de toda iluminación
bien señala Daniel-Rops, esos interior. En la base de las
dos rasgos distintivos que grandes innovaciones que el
tanto nos impresionan cuando arte ha conocido se encuentra
penetramos en el interior de siempre un invento técnico, en
una catedral gótica, influyen nuestro caso, la ojiva, un
de manera determinante en el recurso descubierto para
alma. «Pues en ella se exalta resolver el problema del techo
algo sobrenaturalmente unido de la nave, más apto que la
a ese ímpetu ya esa llamada a antigua y pesada bóveda
las alturas; y la instintiva románica. La nueva co-
dicha que derrama la luz a pertura, que descansaba sobre
torrentes parece la promesa de cuatro sólidos pilares. Y cuyos
los esclarecimientos aspectos técnicos no tenemos
definitivos, y el reflejo acá tiempo de desarrollar, no
terrestre de la luz increada» pesando ya casi nada, podía
elevarse todo lo alto que se manos».
quisiera, y en consecuencia
los muros podían ser mucho Quedaba un solo problema:
más estrechos, lo que permitía cómo hacer para que aquellos
abrir en ellos grandes cuatro pilares sobre los cuales
ventanales que tenderían a caía todo el peso de los arcos
ocupar buena parte del de la ojiva, se mantuviesen
espacio. Esta innovación, que sólidamente en su lugar. La
hizo posible la catedral gótica, solución fue simple: se los
no contenía en sí misma apuntaló desde afuera del
ninguna significación edificio, haciendo que el peso
específicamente religiosa. Lo de la mole fuese recogido y
prueba el hecho de que sirvió conducido por los arbotantes
también para cubrir salas de hasta unos macizos pilares de
toda índole, dormitorios o piedra, los contrafuertes, bien
bodegas. «Pero, y ahí está el cimentados en la tierra. Y para
misterio del arte, la invención estar todavía más tranquilos,
técnica se produjo en el se los cargó con un peso
mismo momento y en las suplementario, el pináculo,
condiciones en que, por todo también de piedra. Fue una
un juego de concordancias, y solución sugerida por el
por la coincidencia de sentido común: cuando una
aspiraciones, podía lograr sus pared corre peligro de
más notables triunfos y asumir desplomarse, se la contiene
su pleno sentido espiritual» con una traba oblicua, y para
(ibid., 450-451). Y así se evitar que ésta se resbale, se
hablaría de la ojiva, o mejor, recarga lo más posible su
del cruce de ojivas, como de punto de apoyo en la tierra.
un símbolo de la plegaria Analizando la configuración
verticalizada: «la ojiva que se exterior e interior de estas
cierra como se juntan las catedrales, un especialista del
gótico ha señalado que si el Reims, 123 en Chartres, 160
espacio interior es todo en Ulm), y de sus agujas,
mística, el exterior del edíficio transfiguración del
es todo escolástica. Pero ello trascendentalismo gótico.
en íntimo desposorio, ya que
la mística del espacio interior No es una de las menores
redunda hacia el exterior, paradojas de la arquitectura
hacia esa «escolástica de gótica, como bien lo señala
piedra». Todos los recursos Daniel-Rops, la de dar la
técnicos parecen contribuir impresión de un ímpetu hacia
para expresar dicha idea; los el cielo cuando en realidad su
pináculos, por ejemplo, no dan entera estructura edilicia
la impresión de pesar sobre responde a un movimiento que
los contrafuertes, sino de va de arriba hacia abajo. Toda
integrarse en el movimiento esa filigrana de vitrales y de
ascensional, como si los ojivas reposa sobre cimientos
elementos externos del de enorme volumen, hundidos
edificio no hiciesen sino en el suelo hasta más de
retomar el impulso vertical del quince metros. Como cuando
espacio interior. Las fuerzas se trata del románico, algunos
hacia lo alto, que en el interior escritores han querido
se encontraban de alguna determinar diversas escuelas
manera aprisionadas en el dentro del gótico. Se ha
espacio cerrado, parecen hablado así de un gótico
liberarse en la parte exterior francés, el de Laon, Notre-
de modo que, ya sin limitación Dame de París, Chartres,
alguna, se lanzan al infinito. Reims, Amiens; de un gótico
Es el preludio del gran alemán, algunos de cuyos
movimiento de las torres, de exponentes serían Naumburg,
alturas hasta entonces jamás Bamberg, Strasburg; de un
alcanzadas (82 metros en gótico inglés, con Wells,
Salisbury; de un gótico del hombre. Por eso se
español, el de Zamora, experimenta mucha mayor
Salamanca, Barcelona, León, impresión de majestuosidad
Burgos, Toledo; de un gótico en Amiens o en Santiago de
portugués, en Lisboa, Oporto, Compostela que en San Pedro
Evora; de un gótico italiano, elde Roma, ya que, aunque ello
de Siena, Orvieto, Milán... suene a paradoja, en la
Nos parece un intento inmensidad del monumento
excesivamente libresco y pre- renacentista -espacios y
ferimos resaltar la unidad de puertas- falta esa escala
un estilo que hizo las delicias humana. El profundo huma-
de la Cristiandad. nismo de la doctrina tomista
encuentra en el gótico su más
Digamos, para terminar, que lograda explicitación.
aquel arte casi sobrehumano
no lo fue a la manera de Tal fue el arte que en la
Nietzsche, sino al modo época del Renacimiento se
evangélico, y por eso siguió quiso estigmatizar calificán-
siendo profundamente hu- doselo de «gótico», cosa de
mano. Nada encontramos en godos, de bárbaros, y en el
él de colosal, de desmesurado, cual Fénelon no veía más que
al modo de los templos un confuso amasijo de
romanos de la decadencia. La extraños adornos (cf. Daniel-
arquitectura, grandiosa por Rops, op. cit., 443-453).
cierto, conserva la dimensión
humana, como lo prueba, por La escultura de la catedral
ejemplo, el tamaño que
aquellos arquitectos asignaron La escultura es hija de la
a las puertas de sus catedrales arquitectura. No resulta, pues,
y hasta a las gradas de sus insólito, que la madre la
escaleras, siempre a la medida incluyese amorosamente en su
ímpetu místico y bárbaras, si bien había
trascendentalista. respetado, en cierto grado, la
Abordaremos este tema con arquitectura, porque el
cierta extensión, ya que ilu- hombre no puede vivir sin
mina esplendorosamente el casas ni el cristiano sin
sentido y el simbolismo del iglesias, barrió prácticamente
arte medieval. .con cualquier tipo de
escultura, máxime que algu-
1.Resurrección y nos cristianos consideraban a
desenvolvimiento de la ésta como inseparable del
escultura paganismo idolátrico. El
Oriente prefirió decorar sus
Ya hemos dicho iglesias y :pa- lacios con
anteriormente que el genio mosaicos, pinturas y tapices, y
griego, genio plástico por la primera Europa cristiana, la
excelencia, que había logrado de la época de Carlomagno, se
conferir a la estatua una puso en dicha escuela.
belleza incomparable, a partir
del siglo V fue relevado por Fue sólo al fin de la era
otro tipo de genio, nacido en carolingia cuando reapareció
Siria y en la Mesopotamia, tímidamente la escultura, no
que predileccionaría un arte bajo la forma de estatua sino
nuevo, el cual acabaría por de bajorrelieve, que en su
conquistar el mundo cristiano. origen no fue sino una
Tratábase de un arte transposición de la miniatura.
puramente decorativo, merced Recién en el siglo XI la
al cual la escultura pasaría a escultura comenzó a germinar
un segundo plano. No ha de ya crecer.
olvidarse, por otra parte, que
el naufragio cultural El primer espacio que logró
ocasionado por las invasiones conquistar fue el capitel.
Hasta entonces éste se había ingreso al interior del templo
contentado con imitar los o recinto sagrado. En uno de
modelos corintios, pero ahora ellos se lee: Ingrediens
comenzaba a revestirse de una templum refer ad sublimia
decoración geométrica, ve- vultum («entrando en el
getal o animal, e incluso templo, eleva tu rostro a lo
humana, si bien todavía tosca sublime»).
y como escondida en la pie-
dra. Luego, cuando el pórtico **'Viene aquí a cuento
fue tomando mayores recordar la famosa polémica
dimensiones, comenzó a apa- que a raíz de la introducción
recer lo que se dio en llamar de estos ornatos mantuvo S.
la estatua- columna, es decir, Bernardo, especialmente con
la pilastra que adopta la forma los monjes de Cluny. En los
humana, como pudo verse mismos momentos en que el
quizás por primera vez en el abad de Claraval despojaba a
pórtico real de Chartres*. las iglesias cistercienses de
Ulteriormente la escultura todos sus adornos, Pedro el
ganó otras partes del edificio, Venerable, abad de Cluny,
principalmente el tímpano, hacía cincelar los capiteles y
espacio triangular entre las esculpir los tímpanos de sus
dos cornisas inclinadas del monasterios. La elocuencia
frontón y la horizontal inferior del ardiente apóstol de la
o dintel, que ofrecía una austeridad y del despojo no
amplia superficie para la logró persuadirlo de que la
representación de grandes belleza fuese peligrosa; por
escenas**. el contrario, veía en ella,
como cien años atrás había
*No se olvide la dicho S. Odón, también abad
importancia que teman los de Cluny, un presentimiento
pórticos por ser el lugar de del cielo. «El amor del arte -
escribe E. Male- es una de aparente rigidez, pero los que
las grandezas de Cluny, que tal cosa objetan no se dan
las tuvo tantas» (L ’art cuenta que las hacían así
religieux du XIIsiecle en adrede, ya que las líneas de las
France... págs. II-III). estatuas tenían que sujetarse a
las otras líneas exigidas por la
Con todo, aquel arte, todavía hilera de columnas a las que
elemental, pero ya tan reemplazaban. En esta primera
prometedor, estaba ínti- etapa la escultura fue hija
mamente subordinado a la sumisa de la arquitectura, y es
arquitectura. El escultor evidente que a ello se debe la
trabajaba para la arquitectura, impresionante sensación de
ningún detalle de unidad que suscita la
ornamentación podía contemplación de aquellas
desentenderse del conjunto antiguas catedrales.
arquitectónico. Las figuras de
los pórticos estaban talladas Sin embargo, con el correr
en el mismo bloque que la del tiempo se fue produciendo
columna o la pilastra, a tal un cambio altamente
punto que cuando los significativo. Sin traicionar lo
energúmenos de la más mínimo el plan unitario
Revolución Francesa que había presidido la
quisieron destruir las estatuas primitiva manera de construir,
de las catedrales románicas, los escultores comenzaron a
no pudiendo separarlas de la concebir sus obras con mayor
piedra, tuvieron que libertad y autonomía. Sus es-
destrozarlas a martillazos. Una tatuas seguían siendo
de las críticas que se ha hecho esculpidas en los mismos
a estas primerizas figuras de bloques del edificio, pero
los pórticos, como las de ahora parecía como si se
Chartres, por ejemplo, es su evadiesen de ellos,
desbordando, aunque sólo iban desde los 20 centímetros
fuese por los pliegues de los hasta los 5 metros, ocupando
vestidos, la alineación estricta arquivoltas, tímpanos, roseto-
de las líneas arquitectónicas. nes, las columnitas de las
Si bien este cambio trajo puertas, las galerías de las
consigo que el conjunto del fachadas, los pórticos latera-
monumento perdiera tal vez les, los contrafuertes, los
algo de su unidad, con todo la pináculos, los campanarios...
escultura ganó en agilidad, La severidad de la estilización
perfección y gracia. bizantina había desaparecido
casi por completo para dejar
El paso de la estatua- lugar a un nuevo realismo,
columna, a la estatua más sacro por cierto, pero más cer-
independiente fue, en cierta cano a nosotros, a una
manera, el tránsito de la euritmia de formas y de
escultura románica -la de actitudes, donde el ideal y la
Vézelay, Autun, Moissac, belleza se armonizan de
Santiago de Compostela y el manera admirable. La
espléndido pórtico real de variedad y la gracia se notan,
Chartres-, la escultura gótica - por ejemplo, en la insinuación
la de Reims, Amiens, Burgos, de algún gesto, el esbozo de
Naumburg-, una evolución una sonrisa, la inclinación de
semejante a la que implicó el una cabeza o el adivinarse de
paso de la arquitectura una rodilla bajo el paño de
románica a la gótica. Había piedra. La cumbre de este
llegado la hora en que la es- esfuerzo se alcanzó en el
cultura alcanzaría una plenitud Reims del Angel de la
insospechada. La estatuaria, Sonrisa, en el pórtico de
bajo la técnica del altorrelieve, Amiens con su famoso Beau
se expresaría en variadísimas Dieu, o en el Pórtico de la
figuras de diversas tallas, que Gloria de Compostela con la
imagen de Santiago. qué disciplina del arcano
obedecerían al hacer esto,
También en el campo de la puesto que desde los tiempos
escultura hubo notables bíblicos, la “puerta” había
diferencias según las regiones. tenido siempre un sentido
La más llamativa y original simbólico y su apertura sig-
sea quizás la que se cultivó en nificaba el acceso a lo divino.
Italia. La escultura italiana Desde Bizan- cio, desde la
penetró en algunas partes de la venerable basílica de Santa
catedral a las que hasta - Sabina en Roma, desde
entonces no había llegado en Salerno o desde Hildesheim se
otros lugares, como por transmitió la costumbre de
ejemplo el púlpito, que cincelar aquellas pesadas
adquirió especial relevancia hojas; se las adornó con
por el bosque de pequeñas páginas enteras de bronce; y
figuras de mármol que lo cuando el Renacimiento hizo
decoraron, evocando escenas sonar una nueva hora, Andrés
de la Sagrada Escritura, según de Pisa y Ghiberti, dieron a
puede verse en las catedrales esta tradición su forma
de Siena y de Pisa; y también sublime y se obtuvieron así
la puerta, cuyas hojas fueron aquellas gloriosas puertas que
admirablemente decoradas Miguel Angel apodó “puertas
con garbosas ilustraciones de del paraíso”» (La Iglesia de la
bronce, cual puede observarse Catedral y de la Cruzada...
en San Zenón de Verona o en 480).
el acceso posterior de la
catedral de Pisa. Pregúntase Daniel-Rops si
era solamente estético y
Refiriéndose a esto escribe decorativo el fin que intenta-
Daniel-Rops: «No sabemos a ban los constructores al
qué inmemorial tradición ya conceder una importancia tan
grande a la plástica. mayoría de los hombres del
«Ciertamente que no. Un siglo XX» (ibid., 462. Para el
Sínodo reunido en Arrás hacia análisis de la escultura
el 1025 había aconsejado medieval en su conjunto, cf.
representar sobre los muros de 458462).
los santuarios, las escenas y
las enseñanzas de la Sagrada El «Speculum Maius» y los
Escritura, pues, decía, ello grandes temas de la
permite a los analfabetos escultura medieval
conocer lo que los libros no
pueden enseñarles. San Abundemos un tanto en la
Gregorio Magno lo había temática que inspiraba a los
dicho ya en el siglo VI. Esta escultores de la Edad Media.
intención fue la de los artistas El mundo de la escultura
románicos y góticos. Se ha medieval es como un bosque
comparado a menudo la inmenso. A nuestro juicio
catedral, sobre todo desde nadie lo ha penetrado mejor
Víctor Hugo, a un gran libro que ese genio de la crítica del
de piedra donde podían arte que es Emile Male. El
instruirse los más humildes, a eminente estudioso basa .su
una Biblia en imágenes que investigación en la teoría que
hablaban con voz que todos se encuentra expresada en una
entendían. Sin embargo pode- obra que fue clásica durante el
mos maravillarnos Medioevo, el Speculum maius,
legítimamente de que un del erudito dominico francés
inmenso pueblo pudiera Vincent de Beauvais, autor en
comprender este lenguaje, y se cierto modo comparable con
interesase por tantos hechos, el mismo Sto. Tomás, amigo
por tantas historias o por como éste del rey S. Luis,
tantos signos que son letra cuya biblioteca frecuentaba.
muerta para la inmensa La obra, escrita a mediados
del siglo XIII, es realmente hombre.
abrumadora por los
conocimientos que revela. En la tercera parte, titulada
Divídese en cuatro grandes «Espejo moral», se muestra
partes. que no basta con saber y con
obrar, sino que es preciso
En la primera de ellas, que comportarse .de una manera
lleva por título «Espejo de la ética, ofreciéndose a
Naturaleza», sobre la base del continuación un detallado
relato de la creación se estudio de los diversos vicios
estudian los diversos y virtudes, en estrecho
elementos que integran el parentesco con el análisis
cosmos, los minerales, los tomista de la Summa
vegetales, los animales, y Theologica. La obra se cierra
finalmente el hombre. con lo que su autor llama el
«Espejo histórico», donde el
En la segunda parte, sabio dominico expone las
denominada «Espejo de la grandes líneas de la historia
Ciencia», tras señalarse hasta de la salvación que es, en
qué punto la caída original última instancia, la historia de
afectó la naturaleza humana y la Ciudad de Dios. El
la consiguiente necesidad que Speculum maius fue la
tiene el hombre de un Enciclopedia del siglo XIII.
Redentor para alcanzar su
salvación, se explica cómo Emile Mále afirma que esta
:aquél puede colaborar en la obra puede resultar la guía de
misma. mediante el consulta más segura para
conocimiento y la acción co- llegar a comprender las ideas
tidiana, pasándose luego directrices de la iconografía
revista a las diversas ciencias medieval, especialmente en el
y artes ya los trabajos del ámbito de Francia, al que
dedica su estudio, aun cuando conocer: la historia del mundo
resulta fácilmente aplicable al desde su creación, los
de otras regiones de la misterios del cristianismo, la
Cristiandad, señalando vida y los ejemplos de los
analogías impresionantes santos, la diversidad de las
entre aquel escrito y los pórti- virtudes, la variedad de las
cos de las catedrales. Si bien ciencias, artes y oficios, se
no consta que los artistas se transparentaba en los vitrales
hayan inspirado directamente de las iglesias, a través de la
en esa gran obra literaria, con luz transfigurada, y se
todo, el hecho de que el materializaba en las estatuas
«Speculum maius» no de los pórticos, cuyo
pertenezca con exclusividad a ordenamiento jerarquizado no
Vincent de Beauvais sino a la era sino el reflejo del orden
Edad Media en su totalidad, admirable que reinaba en el
permite afirmar los deno- mundo de las ideas, según lo
minadores comunes. «El había expuesto Sto. Tomás.
mismo genio ha dispuesto los Por la intermediación del arte,
capítulos del Espejo y las las lucubraciones más
estatuas de las catedrales: es elevadas de la teología y de la
pues legítimo buscar en los ciencia llegaban
unos el secreto de las otras» confusamente hasta las
(cf. L 'art religieux du XIIIe inteligencias más humildes.
siecle en France).
Recordemos asimismo un
No resulta ello extraño ya dato imprescindible para
que la Edad Media concibió el penetrar en el mundo de la
arte como la expresión de la iconografía medieval, y es su
doctrina al tiempo que como carácter alegórico. Tal es una
cátedra de la misma. Todo lo de sus características más
que el hombre necesita propias. Su lenguaje es
eminentemente simbólico. segunda mitad del siglo XVI,
Para el hombre de aquel tiem- el arte de la Edad Media se
po, no sólo los doctos sino convirtió en un enigma
también el pueblo sencillo, la inextricable, precisamente
historia y la naturaleza eran porque habla muerto el
un inmenso símbolo. Y simbolismo, entendiéndose la
consiguientemente lo era imagen en una forma muy
también el arte, que las re- diversa al modo como la
presentaba: mostraba una hablan comprendido los
cosa, invitaba a ver otra. El medievales. Aparecieron
artista, habrían podido decir entonces los «técnicos del
los doctores, debe imitar a arte», quienes intentaron
Dios, que ha escondido un descifrar los presuntos
sentido profundo bajo la letra «enigmas» de los
de la Escritura. La bajorrelieves y de las estatuas
predilección por el como si se tratase de mo-
simbolismo se advertía numentos de la India. En el
particularmente en el ámbito pórtico de Notre-Dame de
de la liturgia. Véase, si no, París creyeron encontrar el
aunque tan sólo fuera a modo secreto de la piedra fiosofal, o
de ejemplo, los comentarios en su Zodíaco un argumento
con que Guillaume Durand, en favor del origen solar de
prelado francés del siglo XIII, todos los cultos! (cf. L’art
acompañaba la explicación de religieux du XIIIe siécle en
la Santa Misa, donde hasta las France..., pág.II).
rúbricas se transfiguran. El
simbolismo del cultoTrataremos ahora de aplicar
las cuatro partes del libro de
familiarizaba a los fieles con
el simbolismo del arte. Vincent de Beauvais a la
iconografía medieval,
Señala E. Male que desde la siguiendo las eruditas
explicaciones de E. Male. Mans, por ejemplo, un
precioso capitel del siglo XII
a) La naturaleza nos muestra una lechuza
acosada por un grupo de
Si observamos cualquiera de pájaros pequeños. Por el Bes-
las grandes catedrales, tia-rio sabemos que la lechuza
inmediatamente nos llamará la (nictico- rax), que no ve sino
atención el ver allí de noche, era una figura del
representados, no sólo en los pueblo judío que prefiere las
capiteles de las naves sino tinieblas a la luz, objeto de
también en su parte exterior, burla para los demás. En un
plantas diversas y animales capitel de Vézelay se ve un
extraños para el europeo personaje que parece avanzar
como el león, el elefante, el hacia un animal compuesto,
camello, e incluso fieras gallo por delante, serpiente
exóticas y monstruosas. A fin por detrás, lo que llamaban un
de entender esta fauna tan basilisco. El Bestiario
variada y original que nos explicaba que ese extraño
observa desde las catedrales, animal, que participa de la
es conveniente recurrir a naturaleza del pájaro y de la
aquellos famosos libros del serpiente, no era temible al
siglo XII denominados hombre sino por su mirada,
«Bestiarios», antologías de que resultaba letal; sin
fábulas o de relatos de embargo el fluido mortal que
animales reales o legendarios, arrojaba no era capaz de
con aplicaciones a la vida atravesar un vidrio, y por
humana e incluso a los consiguiente bastaba con
misterios del cristianismo, que cubrirse el rostro con una
sin duda influyeron en la escafandra para poder mirarlo
decoración de las iglesias. En impunemente. ¿Qué es el
la nave de la catedral de Le basilisco, agregaba el
Bestiario, sino una figura del naves y hacían fuego sobre la
demonio, sobre el que Cristo espalda del monstruo; de
triunfó encerrándose en el pronto la ballena se sumergía,
seno de una Virgen más pura arrastrando la nave y su
que el cristal? tripulación al fondo del mar;
imagen también de las tretas
Un capitel del claustro de engañosas del demonio (cf
Tarragona nos muestra un ibid, 332-334).
zorro tirado en tierra y que
parece tan muerto que ]os Frecuentemente vemos en
pájaros revolotean las fachadas de las catedrales
despreocupadamente en torno los famosos cuatro animales
a su cadáver. El texto del que, como se sabe,
Bestiario nos informa que el representan a los cuatro
zorro no está muerto, sino que evangelistas: el león a S. Mar-
finge estarlo para atraer a los cos, quien desde las primeras
pájaros incautos; cuando éstos líneas de su evangelio nos
están a su alcance, se levanta habla de la voz que clama en
de un salto y los atrapa; ima- el desierto; el toro a S. Lucas,
gen de los engaños del quien comienza el suyo por el
demonio que nos atrae y nos sacrificio que ofrece Zacarías;
devora. En otro capitel se ve el águila a S. Juan, porque
un barco dado vuelta, un desde el prólogo se eleva a las
hombre que se cae al mar y un alturas de la divinidad,
enorme pez al que un nadador mirando al sol en la cara; y el
trata de atravesar con su hombre a S. Mateo, quien abre
puñal. Según el Bestiario, la su evangelio con la genealogía
ballena era un animal que de Cristo según la carne. Pero
engañaba a veces a los también esos cuatro seres
navegantes; imaginándose ver simbolizaban los principales
una isla, amarraban allí sus misterios de la vida de Cristo:
el hombre recuerda su Media por un libro de Honorio
encarnación, el toro su sacrifi-
de Autun, autor del siglo XII,
cio, el león simboliza su que llevaba por titulo
resurrección, y el águila suSpeculum Ecclesifó, antología
gloriosa ascensión. Según elde sermones para las
Bestiario, el león pasaba por
principales fiestas del año (PL
dormir con los ojos abiertos.
172. 813-1108). Diversas
Asimismo podían representar figuras de las catedrales
las virtudes necesarias para la
pueden explicarse a la luz de
salvación: el cristiano debe ser
esa obra. Por ejemplo en Lyon
hombre, porque ha de ser se encuentra un medallón de
racional; toro, porque debe la resurrección del Señor, que
inmolarse a sí mismo; león, está flanqueado por la escena
porque no puede ceder a la de Jonás y la ballena,
cobardía; águila, porque ha conocida imagen de dicho
sido llamado a elevarse a las
misterio, pero también por un
alturas. Eso es lo que león acompañado de sus
enseñaba la Iglesia sobre elcachorros brincando. «Se
simbolismo de los cuatro cuenta -dice Honorio tras los
animales (cf. E. Male, L 'art
Bestiarios- que la leona pare
religieux du XIIIe siecle encachorros que nacen muertos,
France... 36-37). Una sola de
pero tres días después, un
esas explicaciones, la relativa
rugido del león los devuelve a
a los evangelistas, sobrevivió
la vida. Así Cristo estuvo en la
a la Edad Media. Las otras tumba como muerto, pero al
desaparecieron en la época de
tercer día se levantó, des-
la Reforma. pertado por la voz de su
Padre» (cf. E. Male, L 'art
La enseñanza de los religieux du XIIIe siecle en
Bestiarios penetraron en el France... 40-41).
acervo del clero de la Edad
Por cierto que no siempre como antaño los Magos al
hay que buscar un sentido Niño» (L 'art religieux duXIIe
simbólico a los animales que siecle en France... 363).
comparecen en los pórticos o
capiteles: leones enfrentados, De modo que, abstracción
por ejemplo, o pájaros con sus hecha de ejemplos muy
cuellos entrelazados, o águilas precisos, en que la influencia
de dos cabezas. Lo más simbolizante de Honorio de
frecuente es que su oficio sea Autun y de los Bestiarios
puramente decorativo. En esto resulta incontestable, las
S. Bernardo tenía razón; di- figuras de animales que
chos monstruos no son aparecen en las iglesias
didácticos, exclamaba con revisten un carácter
indignación, no están desti- meramente decorativo. O en
nados a instruir sino a agradar. alguna circunstancia particular
«Esos monstruos -comenta pueden aludir a un hecho
Male- son el legado de los histórico determinado, como
viejos paganismos del Asia, y por ejemplo las 16 estatuas de
a nosotros nos parecen bueyes que se encuentran en
maravillosamente poéticos, Laon, presumiblemente
cargados, como están, de los puestas allí para perennizar el
ensueños de cuatro o cinco recuerdo de los bueyes
pueblos que se los infatigables que durante varios
transmitieron unos a otros años estuvieron transportando
durante miles de años. Ellos desde la llanura a la cumbre
introducen en la iglesia de la acrópolis las piedras de
románica la Caldea y la la catedral. Pero este es un
Asiria, la Persia, el Oriente caso muy especial. Por lo
griego y el Oriente árabe. general, los artistas recurrie-
Toda Asia aporta sus ron a los animales para adorno
presentes al cristianismo, de la casa de Dios. La iglesia
era el resumen del mundo (cf. pequeños recuadros, obras de
E. Male, L'art religieux du verdadera poesía, el escultor
XIIIe siecle en France... 54- cristalizaba los gestos
56). permanentes y reiterados del
hombre común. Recordemos
Asimismo en las catedrales que los artistas de las
se encuentran a veces, como catedrales no vivían lejos de
en los misales o en los Libros la naturaleza. Al pie de las
de Horas, figuras de dragones murallas de las pequeñas
con cabeza de obispos, un ciudades de la Edad Media
mono disfrazado de monje... comenzaba el campo, las lla-
La risa no fue proscripta de la nuras, las tierras aradas y
Edad Media. No en vano sembradas, el noble ritmo de
Dante reservaba un círculo del los trabajos virgilianos (cf.
infierno «para los que ibid., 65-66).
lloraron, cuando pudieron ser
felices» (ibid., 59-61). Mas no sólo el trabajo
dignificaba al hombre, y
b) El trabajo, las artes y las merecía por ello figurar en las
ciencias catedrales, sino también, y
aún en un grado superior, el
Ya hemos señalado poco saber y la ciencia. Las siete
antes el lugar que tenían en artes liberales -el trivium y el
las catedrales los calendarios quadri- vium- abrían siete
de piedra, admirablemente caminos a la inteligencia del
esculpidos en sus portales, hombre, resumiendo el
como los encontramos en conjunto de los conocimientos
Chartres, Amiens, Reims, que éste podía adquirir, aparte
Ferrara, caracterizando los de la revelación. Y por enci-
distintos tiempos del año, en ma de ellas, la filosofía, su
base a la diversidad de las corona. Los medievales no
actividades agrícolas. En esos
dejaron de esculpir estas siete hombre que tiene en sus
u ocho Musas en la fachada manos la regla y el compás.
de sus catedrales, Semejante esfuerzo por
generalmente bajo la forma de ampliar el marco un tanto
jóvenes llenas de estrecho del trivium y el
circunspección, majestuosas quadrivium, descubre el
como reinas, cada una anhelo de cobijar en la
llevando en sus manos los catedral todo conocimiento,
atributos propios de su toda ciencia, toda arte (cf
especialidad, de simbolismo ibid., 92-93).
claro, sin duda, para sus
contemporáneos, aunque no c)El combate interior o la
siempre para nosotros. Nos moral
impresiona verlas en la
catedral de Chartres; en Esta parte del Speculum
ninguna parte las siete musas maius se refleja también en
fueron más honradas que en las catedrales del Medioevo.
ese centro intelectual. Es cierto que el tema de la
También en la catedral de lucha espiritual, medular en el
París, Que vio crecer a su Evangelio, ya había tomado
sombra la joven Universidad forma literaria en el famoso
(cf ibid, 75.81-82). poema que redactara
Prudencio, español del siglo
A las figuras de las siete IV, el primer poeta cristiano,
Artes y de la Filosofía, bajo el título de Psycomachia,
ulteriormente se agregaron al- donde el autor describe en
gunas otras, como la que versos virgilianos la batalla de
representa a la Medicina, por las Virtudes y los Vicios. Allí
ejemplo en Laon, o la Ar- vemos al Pudor, joven virgen
quitectura, en Chartres, esta de armadura resplandeciente,
última bajo la forma de un recibiendo el choque de la
Libido, una cortesana; la éstos bajo sus pies y ni
Paciencia, reservada y siquiera se dignan mirarlos.
modesta, espera el ataque de Los artistas ya no querían
la Ira; la Soberbia, sobre un representar la batalla sino la
caballo fogoso, enfrenta a la victoria (cf. ibid., 100-106).
Humildad, quien toma la
espada que le tiende la Otras veces los vicios y las
Esperanza y le corta la virtudes aparecen
cabeza; la Lujuria, lánguida, representados como dos árbo-
con los cabellos perfumados, les vigorosos. Uno es el árbol
es vencida por la Sobriedad; del viejo Adán y tiene por raíz
la Discordia o Herejía es y tronco la soberbia. Siete
derrotada por la lanza de la ramas principales parten del
Fe... Las Virtudes, por fin tronco: la envidia, la
victoriosas, celebran su vanagloria, la cólera, la
triunfo elevando un templo tristeza, la avaricia, la
semejante a la Jeru- salén intemperancia y la lujuria.
nueva del Apocalipsis. Cada una de esas ramas, a su
vez, da nacimiento a ramas
Tal el poema de Prudencio secundarias; de la tristeza, por
en que se inspiraron los ejemplo, brotan el temor y la
artistas. Inicialmente el tema desesperación. El segundo es
fue representado bajo un el árbol del nuevo Adán. La
aspecto caballeresco, de humildad es su tronco, y las
torneo feudal. Pero en el curso siete ramas principales son las
del siglo XIII varió el estilo, tres virtudes teologales y las
manteniéndose por cierto el cuatro cardinales,
tema de fondo. Las virtudes dividiéndose también cada
siguen triunfando sobre los virtud en las virtudes
vicios, pero parecen haber subsidiarias, según el esquema
vencido sin combate; tienen a clásico de los doctores
medievales. Adán fue quien cristiana; el siglo XIII destacó
plantó el primero de esos sobre todo la serenidad que
árboles y Jesucristo el comunica la victoria de la
segundo. A nosotros toca la virtud (cf. ibid., 109-110).
elección (cf. ibid., 108). Tras la lucha, la paz, donde
brillan las lámparas de las
Con frecuencia, las virtudes Vírgenes prudentes de la
esculpidas en los bajorrelieves parábola evangélica, tantas
son mujeres sentadas, veces representadas en las
inmóviles, majestuosas; su catedrales. Porque la llama de
escudo ostenta un animal esa lámpara simbólica, decían
heráldico que testimonia su los doctores, es la llama de la
nobleza. En cuanto a los caridad. De este modo los pór-
vicios, no están ya ticos, de una arquivolta a otra,
personificados, sino nos invitan a elevarnos de los
presentados en acción. Un trabajos a las virtudes, y de
marido que pega a su mujer, éstas a la caridad, que es su
figura la discordia; la reina (cf. E. Male, L ’art
inconstancia es un monje que religíeux du XIIe siécle en
huye del convento arrojando France... 441).
su cogulla. La virtud es, pues,
representada en su esencia y el En Chartres, cerca de las
vicio en sus efectos. De un virtudes, doce encantadoras y
lado, todo es reposo, del otro, pequeñas figuras simbolizan
todo tráfago e inquietud. Sólo las dos formas de vida del
la virtud unifica el alma y le cristiano. A la izquierda, seis
da paz; fuera de ella no hay jóvenes sonrientes están
sino agitación. Los escultores abocadas al trabajo, lavando la
románicos del siglo XII lana, poniéndola en la madeja,
prefirieron subrayar el hilando... A la derecha, otras
carácter de lucha de la vida seis jóvenes veladas, se
ocupan en leer, meditar, rezar; Nuevo, y por eso seleccio-
una de ellas eleva los ojos al naron algunos personajes y
cielo en actitud extática. El acontecimientos de aquél, que
primer grupo representa la tenían especial relación con
vida activa, el segundo la los misterios revelados en el
contemplativa. En la parte Evangelio, señalando así su
superior, una sola corona profunda concordancia. Male
parece atribuir la misma destaca la influencia que en
recompensa a los dos tipos de este campo ejerció Suger, el
vida (cf. E. Male, L ’art abad de Saint- Denis. Los
religieux du XIIIe siécle en siglos anteriores no ignoraron,
France... 131). por cierto, las armonías del
Antiguo y del Nuevo
d) La historia salvífica Testamento, tan frecuentadas
por los Padres de la Iglesia,
Es la última parte del pero curiosamente aquéllas no
Speculum maius, elaborada inspiraron a los artistas. El
sobre la base de un tríptico, el simbolismo, que estaba en la
Antiguo Testamento, el base de estas concordancias,
Nuevo y la Iglesia, que resucitó precisamente en
también se refleja, y cuán tiempos de Suger, quien hizo
esplendorosamente, en las decorar su iglesia con temas
catedrales. inspirados en la armonía de
los dos testamentos. Ministro
Para exponer el contenido del rey y hombre de acción,
del Antiguo Testamento los Suger fue también un hombre
artistas prefirieron atenerse no profundamente con-
tanto a la letra cuanto a su templativo. La consonancia de
espíritu. Guiados por los los Libros Sagrados, la poesía
teólogos, el Antiguo Tes- de las maravillosas armonías
tamento se les presentaba dispuestas por Dios en las Es-
como una vasta figura del
crituras, encantaban su de la iconografía nueva,
espíritu y excitaban su porque Suger fue uno de los
imaginación, como lo dejó grandes espíritus de la Edad
demostrado sobre todo en los Media. El abarcaba en su
vitrales de Saint- Denis, que vasta cultura toda la
él mismo ordenó hacer. Uno antigüedad cristiana: los
de los medallones que Padres, con su exégesis
integran dichos vitrales simbólica, le eran familiares.
resume su pensamiento: en él Su maravillosa memoria le
se ve a Cristo coronando con entregaba su erudición
una mano la Ley Nueva, y siempre presente, pero ello no
quitando con la otra el velo lo abrumaba, porque tenía el
que esconde el rostro de la genio del orden. Es este genio
Antigua Ley; abajo se lee: el que hizo de él un hombre de
Quod Moyses velat Christi Estado: “Habría podido, dice
doctrina revelat («lo que su biógrafo, gobernar el
Moisés cubre con un velo lo mundo”. Este hombre de
revela la doctrina de Cristo») razón era al mismo tiempo un
(cf S. Mále, L'art religieux du hombre de pasión. Cuando
XIIe siecle en France... 159). consagraba la hostia, su rostro
se bañaba en lágrimas;
Ya S. Agustín había dicho: irradiaba alegría el día de
«El Antiguo Testamento no es Navidad y el día de Pascua.
otra cosa que el Nuevo Esta profunda sensibilidad
cubierto con un velo, y el explica su amor por el arte: lo
Nuevo no es otra cosa que el amaba, como lo aman los
Antiguo develado» (Civ. Dei, verdaderos artistas, que
1. XVI, cap. XXVI). Agrega adoran lo bello y desprecian el
Mále: «No resulta sorpresivo boato. Daba todo a su obra sin
en forma alguna encontrar en reservarse nada para sí mismo.
Suger a uno de los creadores Cuando Pedro el Venerable, el
gran abad de Cluny, fue a desgarra ese velo místico. Por
Saint- Denis, admiró, como eso se dice en el Evangelio
buen conocedor que era, la que cuando Jesús murió, la
iglesia y sus maravillas; pero cortina del Templo de
cuando vio la pequeña celda Jerusalén se rasgó de arriba a
en que Suger se acostaba abajo. El Antiguo Testamento
sobre un lecho de paja, excla- no tiene sentido si no es por
mó: “Este hombre nos su relación con el Nuevo, y la
condena a todos; construye no Sinagoga, en el grado en que
como nosotros, para él mismo, se obstina en explicarlo por sí
sino únicamente para Dios”» mismo, lleva un velo sobre
(L 'art religieux duXIIesiecle sus ojos (cf. E. Male, L'art
en France... 185). Es religieux duXIIIesiecle en
importante señalar que el France... 134135).
influjo de Suger se irradió más
allá de su monasterio. También en relación con
Sabemos que una vez este tema de la
terminados los trabajos en correspondencia entre ambos
Saint-Denis, hacia 1145, el testamentos, Male ha
taller por él formado se encontrado una obra de aque-
trasladó en pleno a Chartres. lla época que parece
ofrecernos la clave del mismo.
Las realidades que el Nuevo Trátase de la llamada «Glosa
Testamento nos muestra a la ordinaria», escrita por
luz del sol, para hablar el Walafried Strabón (PL 93 y
lenguaje de la Edad Media, el 94), benedictino inglés del
Antiguo nos las hace percibir siglo IX, de la escuela de
al claroscuro de la luna y las Rábano Mauro, hábil
estrellas. En el Antiguo Testa- compilador del pensamiento
mento la verdad lleva un velo; tradicional, bastante conocido
pero la muerte de Cristo durante la Edad Media. Es
probable que dicho libro haya aparece tantas veces en la
servido de manual de Sagrada Escritura, podía
enseñanza práctica para los recibir, según los casos, una
artistas en las escuelas de esas cuatro
monásticas y episcopales. El interpretaciones: «Jerusalén -
hecho es que a comienzos del dice Guillaume Durand- es, en
siglo XIII, precisamente sentido histórico, la ciudad de
cuando los artistas se Palestina donde van ahora los
abocaban a decorar las ca- peregrinos; en sentido
tedrales, los doctores alegórico, es la Iglesia
enseñaban desde el púlpito militante; en sentido
que la Escritura podía tropológico, es el alma
interpretarse en cuatro cristiana; en sentido
sentidos diferentes: el sentido anagógico, es la Jerusalén
histórico, el sentido alegórico, celestial, la patria de lo alto»
el sentido tropológico y el (Rationale divinorum
sentido anagógico. El sentido officiorum, Proem. 12, Lyon,
histórico era el que 1672). Por cierto que no todos
correspondía a la realidad de los pasajes de la Biblia eran
los hechos; el sentido alegóri- susceptibles de esa cuádruple
co, el que mostraba en el interpretación: algunos no
Antiguo Testamento una podían entenderse sino en tres
figura del Nuevo; el sentido sentidos, como por ejemplo la
tropológico, el que permitía historia de los sufrimientos de
conocer la verdad moral a Job, que no sufre una in-
veces escondida en la Es- terpretación anagógica. Otros
critura; el sentido anagógico, pasajes sólo eran susceptibles
el que hacía posible relacionar de recibir dos explicaciones, y
los textos con la vida futura y muchos debían ser entendidos
la felicidad eterna. El nombre simplemente a la letra (cf. E.
de Jerusalén, por ejemplo, que Male, L 'art religieux
duXIIIesiecle en France..., los principales personajes del
140141). Antiguo Testamento haciendo
conocer su significación
Este sistema de tipológica. Las pocas líneas
interpretación es del todo que consagra a cada uno de
conforme a la ortodoxia. Sin ellos -Adán, Noé,
embargo, señala Male que Melquisedec, Abraham, Isaac,
desde el Concilio de Trento, José, Moisés, David, Salomón
la Iglesia fue dejando en la son tan concisas y claras que
sombra el método simbólico, hubiesen podido ser puestas
prefiriendo atenerse al sentido en las filacterias de las
literal del Antiguo Testa- estatuas correspondientes. En
mento. Lo cierto es que la la entrada de las catedrales,
exégesis fundada sobre el los artistas representaron a los
simbolismo, tan propia de los patriarcas ya los reyes que S.
Padres y de la Edad Media, Isidoro, en continuidad con
hoyes generalmente los Padres anteriores, de-
desconocida. signara como figuras del
Salvador. Esas estatuas
Si la obra de Strabón fue el constituyen una especie de
libro de cabecera para la avenida simbólica hacia
inteligencia de los sentidos de Cristo. Tras los patriarcas y
la Escritura, se divulgó los reyes, que figuraron a
también por aquel tiempo otro Cristo por los hechos de su
comentario que descendía a vida, la Edad Media
detalles. Nos referimos a una representó también a los
obra escrita por S. Isidoro de profetas, que lo anunciaron
Sevilla bajo el título de con su palabra, sobre todo
Allegorifó quídam sacrfó Isaías, Jeremías y Daniel.
Scrip- turw (PL 83, 97-130), Según Male, fue el corto
donde el autor pasa revista a tratado De ortu et obitu
Patrum, atribuido al mismo aludido daba testimonio de la
Isidoro de Sevilla, la principal verdad, recitando algún
fuente a que recurrieron los versículo de su autoría. Isaías
artistas para seleccionar a hablaba del tronco que saldría
estos últimos. Por desgracia, de la raíz de Jesé, David
las palabras de los profetas, profetizaba el reino universal
elegidas para las banderolas del Mesías, el anciano Simeón
de piedra que hay en cada una mostraba su satisfacción por
de sus estatuas, han haber visto al Salvador antes
desaparecido por la incuria de morir. A veces se
del tiempo, lo que nos impide incorporaban a esas procesio-
conocer el motivo preciso nes algunos personajes
merced al cual cada uno de paganos: Virgilio, por
ellos fue incorporado a la ejemplo, quien recitaba un
procesión de los que verso de su misteriosa égloga:
anunciaron a Cristo (cf. L’art Jam nova progenies coelo
religieux duXIIIesiécle en demittitur alto, o la Sibila, que
France... 153163). entonaba su acróstico sobre el
fin de los tiempos. Sin duda
El pueblo de la Edad Media que cuando los fieles veían
estaba familiarizado con los pasar a esos actores,
profetas. Todos los años, reconocerían enseguida a los
durante el tiempo de Navidad que diariamente contem-
o de Epifanía, los veía llegar plaban en los pórticos de las
en los dramas sacros bajo la catedrales. Ya la inversa, se
figura de ancianos de barba puede incluso pensar que las
blanca, envueltos en largas estatuas de Reims y de
vestiduras, avanzando en Amiens reproducen el traje y
procesión por la catedral. el aspecto de aquellos actores
Alguien pronunciaba su sagrados. Más adelante nos
nombre en alta voz, y el referiremos al drama en la
Edad Media pero recalquemos que vivieron bajo la ley escri-
desde ahora el carácter ta. Isaías y Jeremías, Simeón y
unificante de la cultura: Juan Bautista representan los
medieval: el culto, el drama y tiempos proféticos, que se
el arte ofrecen las mismas prolongan hasta el
lecciones trasuntan las advenimiento de Cristo.
mismas ideas (cf. ibid., 173- Finalmente S. Pedro, el
174). último, coronado con la tiara,
llevando la cruz y el cáliz,
Reyes, patriarcas, profetas, anuncia que Cristo es la
finalmente Cristo, el figurado plenitud de la ley y las
y el anunciado. Quizás la profecías y que, al crear la
concreción más notable de Iglesia, ha establecido el reino
este dinamismo de la historia definitivo del Evangelio. Al
de la salvación la podamos mismo tiempo, cada uno de
encontrar en el pórtico septen- aquellos grandes personajes es
trional de Chartres. Hay allí figurado llevando un elemento
diez estatuas de patriarcas y simbólico que lo relaciona con
profetas, que resumen las Cristo. Melquisedec tiene en
grandes etapas de la historia sus manos el cáliz y el
del mundo, por orden incensario, Abraham se
cronológico, al tiempo que apresta a inmolar a su hijo
simbolizan o anuncian a Isaac, Moisés tiene las tablas
Cristo. Melquisedec, Abraham de la ley y la columna con la
e Isaac representan la primera serpiente de bronce, Samuel
época de la humanidad, en la inmola el cordero del
cual, para hablar como los sacrificio, David sostiene la
doctores, los hombres vivían corona de espinas y la lanza
bajo la ley de la circuncisión. (anunció en sus salmos la
Moisés, Samuel y David, pasión del Señor), Isaías el
representan las generaciones tronco de Jesé*, Jeremías
(profeta del dolor) presenta la un árbol gigantesco donde se
cruz, Simeón tiene en sus asientan diversos reyes, y en
brazos al Niño divino, Juan la cumbre, la Santísima
Bautista el cordero, y por fin Virgen. Corresponde a la
S. Pedro el cáliz. El misterioso profecía de Isaías: «Saldrá
cáliz, que al comienzo de la un vástago del tronco de
historia, aparecía en manos de Jesé y un retoño de sus
Melquisedec, se vuelve a raíces brotará, y reposará
encontrar ahora en las de S. sobre él el espíritu del Se-
Pedro. Son los capítulos ñor» (Is 11, 1-2), La primera
mismos del «Espejo histórico» vez que aparece este tema es
de Vincent de Beauvais. La en Saint-Denis, por lo que se
Biblia se nos muestra acá puede creer que fue Suger
como fue entendida en la quien lo mandó hacer,
Edad Media: una sucesión de introduciéndolo en la
figuras de Jesucristo (cf. E. iconografía medieval. A
Male, L 'art religieux du XIIIe partir de entonces se
siecle en France... 178). No volvería habitual.
hay en toda Europa un
conjunto teológico com- **Con frecuencia en los
parable al que nos presenta la pórticos de las iglesias están
catedral de Chartres. Por otra también representados los
parte esas estatuas son quizás diversos coros de los
las más admirables que ángeles. Fue sin duda
produjo la Edad Media**. Dionisio, con su De c&lesti
hierarchia, traducida al latín
*El tema del «árbol de precisamente durante la
Jesé» es frecuente en las Edad Media, quien inspiró a
catedrales. Jesé suele ser los artistas que esculpieron
representado durmiendo las nueve jerarquías
sobre un lecho; de él brota angélicas en el pórtico
meridional de separar la Madre de su Hijo;
pero con los años se avinieron
Chartres. Aparecen rodeando a celebrarla sola, y el siglo XII
a Dios, fuente de luz, según terminó con su «Triunfo» (cf.
la doctrina del Areopagita, a E. Male, L 'art religieux du
modo de grandes círculos XIIe siecle en France... 437).
luminosos, y su resplandor
disminuye a medida que se Al parecer, el motivo de la
alejan de dicha fuente. Por «Coronación de la Virgen»,
eso los Serafines y los tan amado por la Edad Media,
Querubines, los dos coros se debe también a Suger. Se lo
más elevados, llevan en sus encuentra en la iglesia de
manos llamas y bolas de Santa María del Trastevere de
fuego (cf. E. Male, L’art Roma, datando de una época
religieux duXIIIe siecle en muy vecina a aquella en la que
France... 8). Suger debió hacer componer
el vitral homónimo de Notre-
Pero no es siempre en torno Dame de París; el mosaico de
a Cristo que se agrupa la Roma fue hecho por encargo
escenografía iconográfíca de un amigo y un huésped de
medieval. A veces lo hace Suger, el Papa Inocencio II.
alrededor de la Santísima
Virgen. Fue a partir del siglo El Antiguo Testamento
XII que la Virgen, «Notre confluye así en Cristo y en
Dame», para emplear esa María. Mas los artistas no se
noble palabra caballeresca que contentaron con reproducir
apareció precisamente sus imágenes, sino que
entonces, comenzó a inspirar figuraron también algunos
el gran arte. Su culto se ex- misterios de su vida.
presó primero con timidez, no Iluminados por los teólogos,
atreviéndose los artistas a comprendieron que el
Evangelio no es una mera una Reina que recoge en un
recopilación de hechos his- cáliz la sangre y el agua. Otra
tóricos o de escenas idea no menos importante: al
conmovedoras, sino una morir el Señor, no sólo dio
sucesión de misterios. Si el nacimiento a la Iglesia, sino
Antiguo Testamento puede ser que también declaró caducos
considerado como una gran los poderes de la Sinagoga.
figura, no quiere ello decir que Por eso los artistas, al
el Nuevo sea pura realidad representar la crucifixión,
fáctica, carente de cualquier pusieron a la Iglesia a la de-
tipo de significación sim- recha de Cristo ya la Sinagoga
bólica. El nacimiento de a su izquierda; de un lado la
Cristo, por ejemplo, fue Iglesia coronada, con un
representado en Chartres a la estandarte triunfal en la mano,
manera de un acto sacrificial: recogiendo en el cáliz el agua
obsérvase allí un altar y la sangre que brotan del
coronado de arcos, sobre el costado del Salvador; del otro
Niño recién nacido brilla una la Sinagoga, con los ojos
lámpara ritual, la cuna es cubiertos por una venda,
asimilada a un altar y el Niño teniendo en una mano el asta
representado como víctima. quebrada de su estandarte, y
He ahí una lectura teológica dejando escapar de la otra las
de la Navidad. Pero fue sobre tablas de la Ley, mientras la
todo el misterio de la Pasión y corona cae de su cabeza. Tam-
Muerte del Señor el que bién los dos ladrones
ofreció al arte las más ricas crucificados a ambos lados de
posibilidades de simbolismo. Cristo fueron considerados
Cristo fue representado en la como símbolos de la Iglesia y
cruz como el nuevo Adán, de de la Sinagoga. Se decía que
cuyo seno sale la nueva Eva, la cruz de Cristo había sido
la Iglesia, figurada al modo de orientada de tal forma que
tenía detrás suyo a Jerusalén y III).
delante a Roma; en la hora de
su muerte, el Señor daba la Ya desde la antigüedad se
espalda a la ciudad que tejieron en torno al Antiguo y
mataba a los profetas, para el Nuevo Testamento diversas
mirar a la Ciudad Santa de los leyendas, o comentarios
tiempos nuevos (cf. E. Male, L apócrifos, muy amados por el
’art religieux du XIIIe siécle pueblo sencillo. Los artistas
en France... 187196). no vacilaron en incluirlos en
sus representaciones, dando
Parece conveniente señalar de este modo forma estética a
que las crucifixiones del las tradiciones populares. Y
Medioevo divergen notable- así todo se integró en una
mente de las del primer bella armonía, escribe Male,
milenio y comienzos del la palabra del Libro, el
segundo. El arte antiguo comentario de la Iglesia, y los
representaba a Cristo clavado ensueños del pueblo simple,
en una cruz suntuosa, con los como si el texto sagrado no se
ojos abiertos, la cabeza alta, la hubiese podido despegar ni
corona sobre la frente, cual un del símbolo ni de la leyenda
triunfador; el modo de (cf. ibid., 203).
representarlo en el siglo XIII,
sobre todo en sus Asimismo, como es obvio,
postrimerías, es menos desde el siglo XII
mistérico y más conmovedor, encontramos una pléyade de
ya que lo figura con los ojos Santos en las catedrales,
cerrados, la cabeza inclinada, donde se los ve representados
los brazos flácidos, aten- con sus propias historias y
diendo quizás más a la leyendas. En relación con
sensibilidad que a la ellos se creó una suerte de
inteligencia (cf. ibid., pág. epopeya comparable a las
Canciones de gesta, que páginas de la Escritura. Este
justamente aparecieron género de simbolismo da la
entonces. El santo y el héroe, clave de muchas de las obras
esos dos arquetipos superiores de la Edad Media que, sin él,
de la humanidad, fueron permanecerían ininteligibles»
celebrados con el mismo (E. Male, L 'art religieux du
fervor (cf. E. Male, L ’art XIIIe siecle en France... 159).
religieux du XIIe siécle en
France... 188). También encontramos en los
pórticos algunas figuras de
La catedral de Amiens nos personas que no pertenecieron
ofrece una muestra global del al cristianismo. Es cierto que,
grande y mistérico esquema como lo ha señalado E. Male,
iconográfico. Cristo ocupa el en líneas generales el arte
punto central de la inmensa bizantino fue infinitamente
fachada. En torno a El, gira el más hospitalario que el
Antiguo Testamento, re- nuestro con los grandes
presentado por los profetas, el hombres del mundo antiguo.
Nuevo Testamento encarnado En Oriente constituyó una
en los Apóstoles, la historia firme tradición representar en
del cristianismo aureolada por la iglesia a aquellos que entre
los mártires, confesores y los paganos habían hablado
doctores. Pero siempre Cristo, mejor de Dios, a aquellos
en actitud señorial, sigue cuyas obras podían ser
siendo el centro de todo. «Se consideradas como una
ve que los cristianos de la «preparación evangélica». El
Edad Media tenían el alma «Manual del Monte Athos»,
toda llena de Cristo: es a El a cuyas fórmulas provienen
quien buscaban por doquier, a ciertamente de la Edad Media,
El a quien veían por doquier. pide que el pintor represente,
Leían su nombre en todas las juntamente con los profetas, a
Solón, Platón, Aristóteles, Las obras de arte de carácter
Tucídides, Plutarco, Sófocles. puramente histórico -figuras
En dichas representaciones, importantes de la historia
cada uno de ellos despliega profana- son raras en las
una filacteria sobre la que se catedrales. 8ólo se admitieron
lee una sentencia suya si tenían que ver con alguna
relacionada con el Dios gran victoria de la Iglesia. Y
desconocido. El Occidente fue así encontramos, si bien en
mucho más parco en esta pocas ocasiones, las imágenes
materia. Sin embargo algunos de Clodoveo, Carlo- magno,
de aquellos personajes Rolando o Godofredo de
comparecen en las fachadas Bouillon (ibid., 356-357).
de las catedrales medievales.
En Chartres, por ejemplo, El ciclo iconográfico de la
Cicerón está esculpido a los historia de salvación se cierra
pies de la Retórica, Aristó- con la representación del
teles, bajo la Lógica, Juicio final, ubicada
Pitágoras, bajo la Aritmética, generalmente en la fachada de
y Ptolomeo, bajo la Astrono- la catedral*. Según Male, el
mía. Asimismo no es libro en que mejor pudo
infrecuente encontrar a la inspirarse, entre los que
Sibila, por cuya boca habla publicaron los teólogos de los
toda la antigüedad, mostrando siglos XII y XIII, es el que
cómo hasta los mismos escribió Honorio de Autun, a
gentiles vislumbraron a comienzos del siglo XII, es-
Cristo. Mientras los profetas pecie de catecismo dialogado
anunciaban el Mesías a los que hizo público bajo el título
judíos, la Sibila predecía un de Elucidarium (PL 172,
Salvador a los gentiles, teste 1109-1176). La tercera parte
David cum Sybilla (cf. ibid., de dicho libro está consagrada
336-340). casi por entero al fin del
mundo y al juicio de Dios. (cf. enuncia como una regla que
E. Male, L'art religieux no sufre excepción: «Las
duXIIIesiecle en France... fundaciones, dice, deben
371)**. En tales Juicios, bajo estar dispuestas de manera
la imponente figura de Cristo, que la cabeza de la iglesia
juez de la historia, se pueda indicar exactamente el
representan las escenas de la este, es decir, la parte del
resurrección de los muertos, la cielo donde
victoria de los buenos y la
condena de los malos. Suelen el sol se levanta en la época de
presenciar el acontecimiento los equinoccios» (Ration. div.
los 24 ancianos del offic., libr, I, cap, 1). Así se
Apocalipsis***. hizo, de hecho, hasta el siglo
XVI. Pero más allá del
*No deja de resultar carácter preceptivo de la
interesante advertir la norma, queremos señalar la
simbología que se oculta tras significación espiritual de los
la manera que los cuatro puntos cardinales. El
medievales tenían de este, siendo el lugar donde
orientar sus catedrales, en nace el sol, es el símbolo de
relación con la historia de la Cristo, Sol oriens ex alto: allí
salvación. Por lo general, las se encuentra el presbiterio y
iglesias estaban construidas mirando hacia allí se celebra
con el presbiterio mirando al el Santo Sacrificio de la Misa.
este y la fachada al oeste. El norte, donde se encuentra
Esta prescripción parece ser la regíón que se consideraba
de gran antigüedad, ya que del frío y de la noche, era
se la encuentra en las Consti- consagrado con preferencia al
tuciones Apostólicas II, 57 Antiguo Testamento. El sur,
(PG 1, 724). En el siglo zona que recibe con más
XIII, Guillaume Durand la intensidad el calor del sol,
zona de luz intensa, estaba ancianos del Apocalipsis,
especialmente dedicado al destaquemos la predilección
Nuevo Testamento. En el de los artistas por las
oeste se encontraba la combinaciones simétricas.
fachada, casi siempre Dice Male que la simetría era
reservada a la representación considerada como la
del Juicio final; el sol, antes expresión sensible de una
de acostarse, ilumina esa gran armonía misteriosa. Los
escena de la última tarde del artistas gustaban cotejar los
mundo, la tarde de la doce patriarcas y los doce
resurrección de los muertos. profetas del Antiguo Testa-
Los doctores de la Edad mento con los doce Apóstoles
Media, que tuvieron siempre del Nuevo. Frente a los cuatro
el gusto de las malas etimolo- grandes profetas, ponían los
gías, relacionaban «occidens» cuatro evangelistas. En
con «occidere»: el Occidente Chartres, un vitral del
era para ellos la región de la transepto meridional, de un
muerte (cf. E, Male, L’art simbolismo audaz, muestra a
religieux du XIIIe siecle en los cuatro profetas Oseas,
France... 5-6). Ezequiel, Daniel y Jeremías,
llevando sobre sus espaldas a
**Al parecer, se debe los cuatro evangelistas. Hay
también a Suger la re- que entender por ello que los
presentación en las iglesias de evangelistas encuentran en los
este tema, ya que el primer profetas su punto de apoyo,
Juicio final que conocemos es pero que ven más lejos que
el de la fachada de Saint- ellos. En lo que se refiere a
Denis. Luego vinieron los nuestros 24 ancianos del
demás. Apocalipsis corresponden con
frecuencia a los 12 profetas ya
***A propósito de los los 12 apóstoles reunidos (cf.
L’art religieux du XIIIe siecle La luz y los colores de la
en France... 9). catedral

Desde el Antiguo La escultura no fue la única


Testamento al Juicio final: he de las artes que contribuyó a
aquí la Biblia de piedra puesta la educación del pueblo.
al alcance del pueblo También las que tienen que
cristiano. Es cierto que en la ver con el color ocuparon un
Edad Media los fieles no papel de primer orden. Como
leyeron directamente la ya lo hemos señalado
Sagrada Escritura, pero al anteriormente, al comienzo
conocerla a través de los las catedrales no fueron
comentarios que de ella blancas, pero tampoco de ese
hicieron los Padres y doctores gris sobrio que
de la Iglesia, la penetraron instintivamente identificamos
mucho mejor y más con las obras de larga data. La
profundamente que el común arquitectura de la Edad Media
de los cristianos de hoy. El era polícroma. El color ani-
Libro Sagrado llegaba hasta maba a la catedral entera. La
ellos no sólo por las lecturas animaba en el interior, ante
de la liturgia y la palabra del todo, donde la luz que entraba
sacerdote sino también por las por los vitrales jugaba sobre
obras de arte. Más aún, con los diversos tonos de la paleta,
frecuencia los sacerdotes llenando de alegría los
explicaban en sus homilías el grandes espacios e incluso las
sentido espiritual y simbólico estatuas y bajorrelieves que
de dichas obras. Y los artistas, ornaban las diversas naves y
inspirados por los teólogos, que estaban generalmente
fueron, ellos también, a su pintados. Pero también el
manera, comentadores de la color invadió el exterior de las
Biblia. catedrales. Sabemos, por
ejemplo, que en Notre-Dame profusamente pintadas,
de París, las estatuas del pasearían todas esas personas,
portal estaban coloreadas, hombres y mujeres, vestidas
destacándose sobre un fondo de colores vivos, los clérigos
color oro. No hace mucho se con su ropa negra, los
realizaron en ella trabajos de hermanos mendicantes con
limpieza que permitieron sus hábitos grises. Dice R.
descubrir numerosas huellas Pernoud que en la actualidad
de dicha pintura. se nos hace difícil imaginar
semejante profusión de
Un prelado armenio que visitó colores, sólo encontrable en
París a fines del siglo XIII raras ocasiones, como en
dijo que la fachada de Notre- Inglaterra hasta no hace tanto
Dame parecía ser una tiempo, con motivo del
espléndida página de un matrimonio de un príncipe o
manuscrito iluminado, des- de la coronación de un rey, o
lumbrante de púrpura, azul y en algunas ceremonias
oro. eclesiásticas que se
desarrollan en el Vaticano. Y
Es que el hombre medieval conste que lo que referimos de
amaba los colores, no sólo en la Edad Media no se restringe
la catedral sino también en su sólo a los vestidos de gala, ya
vida diaria. Los estudiosos de que incluso los campesinos
las costumbres medievales más simples vestían con ropas
han quedado impresionados claras, rojas, azules. La Edad
por el colorido de las ves- Media parece haber tenido
timentas. Caminar por las horror de los tintes sombríos.
calles o por el campo debía Todo lo que de ella ha llegado
ser entonces un espectáculo hasta nosotros: frescos,
para los ojos. Sobre el telón miniaturas, tapices, vitrales,
de fondo de las fachadas da testimonio de esa riqueza
de colorido tan característico trata solamente de un
de la época (cf. Lumiére du decorado ornamental y
Moyen Age... 235-236). geométrico. Según algunos
estudiosos, habría sido el tapiz
Algo de ello me parece oriental, que se solía extender
haber podido vislumbrar hace en el suelo, el modelo elegido
pocos años, estando en para la confección de los
Orvieto. Se celebraba allí el mosaicos que cubrieron el
día aniversario del milagro de piso del santuario. Nada más
Bolsena, y con ese motivo natural, ya que el mosaico era
desfilaron frente a la catedral, también una especie de tapiz,
pletórica de color, las diversas sólo que más resistente que el
corporaciones de la ciudad, de tela. Tal sería el origen de
con atuendos de la época los pisos de las catedrales en
medieval. Una verdadera la época románica (cf E. Male,
fiesta de luz y de color. Algo L ’art religieux duXIIesiécle
semejante experimenté en France... 346). Entre ellos
asistiendo a la deslumbrante y se destacan por su gracia y
tradicional fiesta del Palio, colorido los famosos
que anualmente se celebra en pavimentos de mosaicos con
Siena. incrustaciones que pueden to-
davía verse en tantas iglesias
Volvamos a la catedral y románicas de Roma, llamados
entremos en ella. Sobre el «cosmatescos», porque sus
mismo suelo, el piso pone una autores pertenecían a la
nota colorida, con sus familia romana de los
baldosas rojas o amarillentas, Cosmati.
en las que se dibujan rose-
tones, figuras de animales, Otro espacio que recibió
representaciones históricas o color, al menos durante toda la
bustos humanos, cuando no se época románica, fue el
ocupado por las paredes y el ahora en los museos
presbiterio de la catedral, románicos de Barcelona y de
amplias superficies que se Vich. La belleza de los
prestaban para el decorado. El mismos es estreme- cedora.
descubrimiento de los tesoros
del fresco románico es de En la época gótica, a causa
reciente data, pero ha suscita- de las transformaciones
do un coro de alabanzas por su arquitectónicas que dicho
belleza y lozanía. Se han estilo trajo consigo, como la
encontrado muchas obras casi total desaparición de los
maestras de dicha pintura casi muros y la nueva distribución
en todas aquellas regiones a de las bóvedas, la pintura per-
donde se extendió la dió su lugar predominante a
arquitectura románica, tanto favor de los vitrales que
en San Clemente de Roma hicieron entonces su apari-
como en la catedral de ción.
Aquileia, el baptisterio de
Poitiers, o las pequeñas Señala Daniel-Rops que la
capillas de Cataluña*. Los te- persistencia del románico en
mas predileccionados por los Italia, así como las formas tan
pintores románicos eran, poco peculiares que asumió el
más o menos, los mismos que gótico en dicho país, tuvieron
eligieron los escultores. A la como resultado mantener en
Biblia de piedra se agregó así la iglesia vastas superficies de
una Biblia de color . muros. El fresco, que el gótico
francés descartaba a favor del
*Los frescos del románico vitral, no tenía, pues, razón
catalán que estaban en los para desaparecer en aquella
muros de esas capillas, han región. La pintura mural
sido desprendidos de los italiana se inspiró no poco en
mismos y se encuentran modelos bizantinos, como lo
hicieron, y cuán tendemos un tejido de Oriente
gloriosamente, Cima- bue y sobre la ventana de una iglesia
Cavallini en el siglo XIII. románica, tendremos la
Pero fue sin duda Giotto quien ilusión de un vitral. De hecho,
llevó ese arte a su plenitud. uno de los vitrales más
Hijo espiritual de S.antiguos que han llegado
Francisco, logró transfundir el hasta nosotros, representa una
ímpetu místico del Po- verello serie de grifos (animales
en su admirable pintura, tal fabulosos del Oriente)
cual puede admirarse en la incluidos en círculos, adorno
basílica de Asís o en la capillatípicamente oriental. Y así no
de la Arena de Padua. Giotto sería extraño que los bellos
expresó así, a su manera, en el tejidos bizantinos que
plano de la pintura, lo mismo encerraban escenas del
que se habían propuesto los Evangelio en un círculo,
arquitectos y los escultores de inspiraran a los artistas
las catedrales (cf. La Iglesia góticos para que ellos, a su
de la Catedral y de la vez, representasen en sus
Cruzada... 475-483). vitrales algunos hechos de la
historia sagrada (cf. E. Male,
El gran medio que encontró L 'art religieux duXIIesiecle
el hombre gótico para emplear en France... 345).
el color fue, por encima, de
todo, el vitral. Male sostiene La implantación de los
que también el origen de éste vitrales constituyó el broche
debe ser buscado en la de oro de las catedrales
imitación de los tejidos góticas, lo que le dio su
orientales. En la Edad Media impronta convincente y
se acostumbraba cubrir las recogida. Bien dice Daniel-
ventanas con una tela o tejido. Rops que si a una de esas
Si con la imaginación iglesias se le quitasen los
vitrales, quedaría una arquitectura y la escultura
impresión de desnudez y de expresaron lo que los Padres
sequedad, o mejor, de viudez. de la Iglesia, los teólogos y
los escrituristas habían dicho
Los vitrales nos parecen hoy acerca de las verdades de
algo simple y elemental. Pero nuestra fe, de manera seme-
su confección suponía un jante lo hacía ahora este
trabajo sumamente arduo y nuevo arte. El conjunto de los
delicado, que exigía vitrales que iluminan la
dibujantes, fundido res de Sainte-Chapelle -once
plomo, talladores de vidrio, y vidrieras inmensas, que
otros artistas anónimos. No es sustituyen casi totalmente al
el vitral, como algunos muro, algunas de las cuales
podrían creer, una pintura cuentan con cien paneles-,
sobre vidrio, sino una pintura construida por orden de S.
hecha con vidrios, que han Luis, constituye una
sido previamente coloreados e ilustración completa de los
incluidos en una red de diferentes libros que
plomo. Había que fundir el componen la Biblia, desde el
vidrio, teñirlo, luego cortarlo Génesis hasta los Profetas; a
con hierro candente para la manera de las miniaturas,
finalmente montarlo en es quizás la más admirable de
grandes «cartones» las Biblias historiadas. En
preparados de antemano. otras iglesias góticas
encontramos, más allá de la
El arte del vitral se agregó mera acumulación de historias
de este modo a los ya bíblicas al estilo de la Sainte-
existentes, tomando parte con Chapelle, un intento por
ellos en la gran sinfonía establecer las concordancias
contemplativa y mistérica de de los dos testamentos. Con
la catedral. Así como la frecuencia nos ofrecen el
hecho evangélico en un por los ladrones, se ve la
medallón central, mientras creación de nuestros primeros
que los medallones padres, el pecado original y la
adyacentes muestran sus expulsión del paraíso.
figuras veterotestamentarias. Alrededor del segundo
En este intento se destaca, una medallón, que nos muestra al
vez más, la catedral de Char- viajero tirado en el suelo entre
tres con sus espléndidos el sacerdote y el levita
vitrales. Chartres es la indiferentes, se ven diversas
concreción misma de la Edad escenas: Moisés y Aarón ante
Media hecha color. el Faraón, Moisés recibiendo
la ley de Dios, la serpiente de
Pongamos un ejemplo bronce, y finalmente el
concreto del modo como los becerro de oro, en una
vitrales ilustran las perí- copas palabra, la insuficiencia de la
evangélicas: el del vitral de la Ley Antigua. Finalmente, en
catedral de Sens que torno al tercer medallón, que
representa la parábola del representa al buen samaritano
buen samaritano. Tres conduciendo al herido a la
medallones en forma de hostería, se ve la condenación
rombo, que se destacan muy de Nuestro Señor, su pasión,
nítidamente en medio de la muerte y resurrección. ¿Es
composición, contienen el posible expresar más
relato del Evangelio. Alrede- claramente la significación
dor de los mismos, se agrupan global de la parábola a la luz
medallones circulares, que de todo un conjunto de
ofrecen el sentido tipológico, correspondencias e ideas
la glosa agregada al texto. concertadas?
Así, en torno al primer
medallón, que representa al Encontramos asimismo en
viajero cuando es despojado los vitrales numerosas escenas
de la vida de los santos. El Chartres un vitral que
pueblo no se cansaba de ver representaba a S. Denis, el
en una u otra forma a sus protector de la monarquía
protectores espirituales, ni francesa, cuando era
tampoco de oír hablar de ellos, entregado a los leones; S.
sea a través de tantos poemas Fernando de Castilla donó a
hagiográficos en lengua esa misma catedral un vitral
vulgar, sea de los dramas consagrado a Santiago, el
populares, sermones, y sobre Matamoros. Más frecuente-
todo «leyendas áureas», que mente era una corporación la
se leían públicamente en las que ofrecía el vitral. En
catedrales (cf. E. Male, L'art Chartres, 19 gremios dedica-
religieux duXIIIesiecle en ron, por sí solos, 47 vitrales.
France... 274275). No Cuenta Da- niel-Rops que en
siempre estos vitrales eran París, incluso la «cor-
inteligibles con facilidad, poración» de las prostitutas
máxime que a veces se suplicó al obispo que la
encuentran a gran altura, lejos autorizase a ofrecer un vitral o
de la vista; sin embargo, más un cáliz, lo que al fin acabó
allá del bosque de anécdotas, por aceptar el moralista que
lo que quedaba en pie era la recibió el encargo de examinar
ejemplaridad del santo que este espinoso asunto, con tal
resplandecía en el tornasol de de que aquel ofrecimiento se
aquellos maravillosos hiciera discretamente!
encuadramientos.
Junto a las vidrieras
¿Quién era el que encargaba «historiadas» aparecieron
los vitrales? A veces, un otras, de lectura más sencilla,
donante generoso. Se sabe, consagradas enteramente a
por ejemplo, que S. Luis una sola figura o a un grupo
ofreció a la catedral de determinado: Cristo, la
Virgen, los Profetas, los a su servicio, y así, con el
Apóstoles. Toda una multitud, brillo de sus oros, de sus
semejante a la que montaba luminosos azules, de sus
guardia en los pórticos, se púrpuras y de sus profundos
agolpó así en los ventanales violetas, estos artistas de los
de las naves, para entonar manuscritos nos presentan
también desde allí otro coro todavía su obra con la intacta
de plegarias. Espectáculo perfección de una juventud
realmente sobrecogedor. eterna» (La Iglesia de la Cate-
dral y de la Cruzada... 375).
Integra también el campo del
arte del color lo que se dio en En estas iluminaciones, al
llamar la iluminación de los igual que en las esculturas y
libros. Es conocida la imagen en los vitrales, se advierte un
del monje copista, inclinado dato curioso y es que los
durante horas sobre su hechos elegidos del Evangelio
escritorio, caligrafiando e son siempre los mismos -
ilustrando las páginas de un escenas de la Infancia y de la
Salterio o de un Evangelio. Pasión del Señor, sobre todo-,
Apenas es posible imaginar el mientras que muchos otros
tiempo que se necesitaba para parecen haber sido dejados
realizar semejantes obras. «El sistemáticamente de lado, por
color de las miniaturas - ejemplo escenas de la vida
escribe Daniel-Rops-, pública de Cristo. Es que
dispuesto por capas sucesivas, aquellos artistas, incluidos los
después de haberse secado autores de miniaturas, que al
cada una de ellas, exigía para ilustrar un libro pareciera que
el más ínfimo detalle semanas hubiesen podido gozar de una
de espera. Pero como los libertad mayor que el que es-
copistas pusieron el tiempo en culpe una estatua, fueron
su juego, lo tuvieron también intérpretes dóciles de los
teólogos. Lo que determinó la también la aparición de un
elección de talo cual tema de nuevo tipo de letra. Cuando se
la vida de Jesús fue hojea uno cualquiera de los
principalmente el culto, los Libros de las Horas, que
misterios que la Iglesia pululaban en el siglo XIII, y
celebra siempre de nuevo en se atiende sobre todo a los
el curso del año litúrgico, los caracteres del texto, uno tiene
misterios de Navidad,la impresión de que está
Cuaresma, Muerte ymirando a través de una serie
Resurrección del Señor,de ventanales góticos; la
Ascensión y Pentecostés, así eliminación de los trazos
como los orientales re- redondos, revela la misma
presentan en sus iconostasios tendencia a lo vertical que se
las quince grandes fiestas de advierte en una capilla gótica.
la Iglesia del Oriente (cf. E. Parecería que la página escrita
Male, L ’art religieux duXIIIe hubiera de contemplarse, no
siécle en France... 180-182). leerse. A su manera, es un
Este autor ha destacado el ejemplo tan logrado del arte
«carácter profundamente dog- gótico como lo es Chartres.
mático del arte de la Edad Este tipo de escritura tuvo
Media, que es la liturgia vigencia en toda la Cris-
misma y la teología hechas tiandad desde 1200 a 1500
visibles» (ibid., 187). (Para este capítulo cf. Daniel-
Rops, La Iglesia de la
A modo de apéndice, Catedraly de la Cruzada...
digamos algo sobre una 465-483).
notable contribución de la
Edad Media: la escritura La música en la catedral
gótica. El nuevo estilo que los
constructores inmortalizaron La catedral palpitaba con
en la piedra fue suscitando toda su fuerza mistérica
durante la celebración de la los cuatro elementos con los
sagrada liturgia, en que la cuatro puntos cardinales (sim-
música ocupaba un lugar bolizados por los cuatro ríos
relevante. La música como del Paraíso), los cuatro
arte liberal, cuya enseñanza vientos, las cuatro estaciones,
integraba el quadrivium, se las cuatro edades de la vida,
derivaba en cierta manera del los cuatro humores del
ambiente sonoro que inundaba cuerpo, las cuatro virtudes
las catedrales circundando a cardinales. Las tres ciencias
los misterios. Siglos atrás, S. del trivium, sumadas a las
Agustín había escrito un breve cuatro del quadri- vium,
tratado sobre la música (cf. PL daban el número siete, que es
32, 1081-1194), donde la cifra de los planetas, pero
ampliando la acepción también la de los tonos de la
restringida de la palabra, la música gregoriana, expresión
relacionaba con los sentidos, de la armonía universal, ya
las emociones, la inteligencia que el mundo es música.
y la plegaria, fundando así
una manera de vivir. Inspiróse En un Salterio del siglo XIII,
probablemente en Platón, que se encuentra en la
quien exhortaba a «vivir Biblioteca de Metz, una
musicalmente», como decía. miniatura muestra al rey
David, con la lira en sus
La música es armonía. Y la manos, entre cuatro imágenes
Edad Media fue una época que representan los diversos
armónica y buscadora de elementos: el aire, el agua, la
armonías. Male escribe que tierra y el fuego. El rey-poeta,
los hombres de aquella época que tanto encomió la
gozaban encontrando Sabiduría ordenadora y las
armonías, sobre todo en base maravillas de la obra divina,
a los números. Relacionaban aparece, en medio de los
elementos, cual intérprete y acabamos de decir, expresan
corifeo de la sinfonía cósmica. las armonías del hombre y de
En la Edad Media, David fue la tierra, pero manifiestan
considerado frecuentemente también, puesto que nos dan
como imagen de la música. El la cifra de los planetas (in-
canto que acá entona en su cluido el sol) , la armonía del
lira es el eco del himno universo. Si hubiese llegado
sublime que brota del mundo. hasta nosotros la serie
completa de los capiteles de
En la iglesia de Cluny, Cluny, tendríamos una
desgraciadamente explicación del sistema del
desaparecida, había en torno mundo por la música. No es
al coro varias espléndidas éste, a la verdad, un concepto
columnas de mármol cuyos mezquino del cosmos. Era el
capiteles representaban las que enseñaban las escuelas
estaciones, las virtudes, las neo-pitagóricas de la
ciencias... Felizmente antigüedad, que no
subsisten dos de esos divorciaron jamás la ciencia
capiteles, esculpidos por los de la poesía, juzgando que la
cuatro lados, que nos dan la verdad es inencontrable sin la
clave simbólica del conjunto. ayuda de las Musas. No fue
Representan los ocho tonos de sin razón, pues, que los
la música gregoriana monjes de Cluny hicieron
(contando de re a re), cada esculpir en torno al santuario
uno de ellos personificado por aquel compendio de la
un hombre o una mujer que filosofía del mundo. La
lleva un instrumento musical. armonía viril de su canto
Estos ocho tonos, donde se llano, cuando colmaba la
encuentra dos veces el inmensa iglesia, debía impre-
número cuatro, tan rico en sionarles como la suprema
significaciones, como expresión sinfónica de la
armonía natural y sobrenatural mundo, que resultan de la
(cf. E. Male, L 'art religieux combinación de los cuatro
duXIIe siecle en France... 317- elementos. Multiplicar tres por
321). cuatro es, en sentido místico,
penetrar la materia de espíritu,
Según se habrá podido anunciar al mundo las
advertir, para el hombre verdades de la fe, establecer la
medieval la música era Iglesia universal de que los
inescin- dible de la armonía, y apóstoles son el símbolo.
ésta del ritmo, y por ende, del
número. Hoy nos cuesta En cuanto al número siete,
entender la importancia que la que los Padres habían
Edad Media atribuyó a los declarado misterioso entre
números ya su simbología. todos, hacía los encantos del
Junto a las cifras tres y cuatro, pensador medieval. Notaban,
privilegió otros dos números, ante todo, que siete,
el doce y el siete. Doce es la compuesto de cuatro, cifra del
cifra de la Iglesia universal, cuerpo, y de tres, cifra del
decían, y Jesús quiso, por ra- alma, es el número humano
zones trascendentes, que sus por excelencia, significando la
discípulos fuesen doce. Doce, unión del cuerpo y del alma.
en efecto, es el producto de Todo lo que se relaciona con
tres por cuatro. Ahora bien, el el hombre está ordenado por
número tres, que es el de la series de siete. La vida
Trinidad, y, por tanto, del humana se divide en siete
alma, hecha a imagen de la edades, cada una de las cuales
Trinidad, designa a todas las tiene especial relación con la
cosas espirituales. Cuatro, que práctica de una de las siete
es la cifra de los elementos, es virtudes, teologales y car-
-el símbolo de las cosas ma- dinales. Obtenemos la gracia
teriales, del cuerpo, del necesaria para -el ejercicio de
las siete virtudes dirigiendo a música más congruente con la
Dios las siete peticiones del catedral medieval. No
Padrenuestro. Los siete podemos alargarnos en exaltar
sacramentos nos sostienen en acá la belleza, profundidad y
la práctica de las siete virtudes sacralidad de dicho tipo de
y nos impiden sucumbir a los música*. Por algo dijo
siete pecados capitales. Los Mozart, una de las figuras
siete planetas gobiernan el supremas de la música
destino humano; cada una de universal: «Yo daría toda mi
las siete edades de la vida está obra por haber escrito la
bajo la influencia de uno de melodía gregoriana del
ellos. Pues bien, esta noble prefacio de la misa». Rodin ha
sinfonía del hombre y el admirado la integración de
mundo, este noble concierto esta música en el espacio
que dan a Dios durará siete catedralicio: «Los acentos
períodos de los cuales seis ya saltan para unirse
han transcurrido. Al crear el musicalmente a la bóveda ar-
mundo en siete días, Dios quitectónica. La música y la
quiso darnos la clave de todos arquitectura se encuentran, se
estos misterios. La Iglesia, por entrecruzan, se juntan en
su parte, celebra la sublimidad elegantes melodías... Las
de los designios del Creador voces se mueren de piedad.
cantando siete veces por día Sílabas latinas, lengua amada»
sus alabanzas en las horas del (Las Catedrales de Francia...
Oficio divino (cf. E. Male, L 230-231).
’art religieux du XIIIe siécle
en France... 9-11). *Lo hemos hecho, si bien
sucintamente, en nuestro
Nos hemos referido a la ensayo La música sagrada
música gregoriana, también en el proceso de
llamada «canto llano», la desacralización, en
«Mikael» 9 (1975) 29-64. Si 190).
se quiere algo más extenso
se leerá con provecho la Por cierto que la música
excelente obra de A. medieval no es reductible a la
Charlier, El canto sola música litúrgica. Pero lo
gregoriano, Areté, Buenos que hemos querido señalar es
Aires, 1970. el influjo de ésta en aquélla.
Ya que nuestra tesis es que de
Y en otro lugar: «La música la catedral se deriva todo el
religiosa, hermana gemela de orden cultural de la Edad
esta arquitectura, termina de Media. No sería demasiado
desvanecer mi alma y mi difícil establecer la
inteligencia. Después se calla; continuidad entre la música de
pero por largo tiempo sigue la catedral y la música de los
vibrando aún en mi, ayudán- trovadores y juglares. Pero
dome a penetrar en la vida ello excedería el tiempo de
profunda de toda esa belleza que disponemos.
que no cesa de renovarse, que
se transforma según los puntos El teatro a partir de la
desde los cuales se la catedral
contempla; desplazaos un
metro o dos, y todo cambia; Sostiene Cohen que fue la fe
sin embargo, el orden general la que preparó el nacimiento
persiste, como la varía unidad del primer teatro medieval, el
de un hermoso día. Las teatro religioso, una de las ma-
antífonas y responsorios nifestaciones más importantes
gregorianos tienen también de la actividad artística de la
este carácter de grandeza Edad Media. Desde hacía
única y diversa; modulan el siglos, la noción de teatro
silencio como el arte gótico había desaparecido por
modela la sombra» (ibid., completo. La gente ya no tenía
ni idea de la tragedia griega, al arte plástico y al teatro (cf
de los escenarios, de los coros, ibid., 137).
de la orquesta... Sin embargo,
un pueblo no puede vivir sin En sus libros sobre el arte
expresar su interioridad en el religioso, Emile Male ha
teatro, como la expresa en expuesto el origen y el de-
ritos, en gestos y en cantos. El sarrollo del teatro en la Edad
hecho es que el drama reapa- Media. Una vez más,
recería en la historia a partir apelaremos a su análisis. El
del siglo XI. Un poco antes, drama litúrgico, nos dice, el
en la segunda mitad del siglo primero en ver la luz, no fue
X, se había llevado a cabo un en sus comienzos sino una de
ensayo inaugural organizado las formas de la liturgia. No
por los clérigos en base a los en vano la Misa, que es el
dos principales aconteci- acto culminante del culto,
mientos conmemorados en el reproduce, bajo formas
culto, la Resurrección y la sobrias y veladas, el drama
Navidad (cf. La gran claridad del Calvario. Según el rito
de la Edad Media... 66-67). antiguo de la iglesia de Lyon,
Los preparativos cuajaron en el sacerdote, después de la
el siglo XII, el gran siglo elevación, permanecía con los
teológico, cuando el arte y el brazos extendidos,
drama estuvieron íntimamente mostrándose como la imagen
ligados a la liturgia (cf. E. misma de Cristo clavado en
Male, L 'art religieux du XIIe cruz. El domingo de Ramos,
siecle en France... 132). El la Pasión era leída o cantada
pueblo que se animó a por algunos recitantes, ya la
transformar el Evangelio en voz grave de Cristo respondía
escultura creó la voz aguda de los judíos.
simultáneamente el drama: el Durante la Semana Santa, en
mismo genio dio nacimiento el oficio de Tinieblas, uno de
los ministros asistentes iba Dunstan escribió en 967 para
apagando, uno tras otro, los los monasterios ingleses, la
cirios del tenebrario; el aban- ceremonia es descrita en todos
dono de Cristo se volvía así sus detalles.
sensible a los ojos y al
corazón; cuando no quedaba Comenzaba el viernes santo.
más que un cirio encendido, Ese día, después de haberse
se lo escondía bajo el altar, venerado la cruz, se la
imitándose la deposición de envolvía en un velo, que
Cristo en la tumba, y un gran representaba los lienzos de
alboroto, previsto por el ritual, Cristo, como si la cruz fuese
resonaba en la iglesia sumersa el Salvador mismo, y se la
en la noche; el mundo, llevaba solemnemente hasta el
abandonado de Dios, parecía altar, donde se había
volver al caos; de repente, el preparado «una imitación de
cirio supérstite reaparecía, la tumba de Cristo»; allí se
Cristo volvía a hacer su deponía la cruz, y en ese lugar
ingreso en el mundo después permanecía hasta la mañana
de haber vencido a la muerte. de Pascua. Antes del primer
sonido de las campanas, se la
Resulta natural que el retiraba sigilosamente, no
poderoso genio que dejándose sino el velo en el
resplandece en los rituales de sepulcro. Entonces
la Iglesia haya pronto dado comenzaba la Misa de Pascua,
nacimiento al drama. Como y al llegar el momento del
señalamos recién, fue a fines evangelio se ponía en acción
del siglo X que apareció el lo que en él se proclamaba: un
más antiguo de los dramas monje, revestido Con alba
litúrgicos, el drama de la blanca, se sentaba, como el
Resurrección. En el «Libro de ángel, cerca de la tumba; otros
las costumbres», que S. tres monjes, envueltos en lar-
gos mantos que los las tres Marías y los merca-
asemejaban a mujeres, deres de aromas.
avanzaban lentamente y como
titubeando, con el incensario Partiendo de estos concisos
en la mano. «¿Qué buscáis?», tramos de liturgia dialogada,
les preguntaba el que hacía de se fueron escenificando
ángel, Con voz apacible. «A algunas de las apariciones de
Jesús de Nazaret», respondían Cristo resucitado. Y así, en el
las santas mujeres. «El que siglo XII, durante la semana
buscáis no está acá. Ha de Pascua, generalmente en
resucitado. Venid y ved el las vísperas del martes, se
lugar en donde había sido comenzó a representar el
puesto el Señor». Mostraba encuentro de Cristo y los
entonces que en el sitio donde peregrinos de Emaús. Dos
la cruz había estado viajeros avanzaban, con el
depositada no quedaba más gorro en la cabeza y un bastón
que un lienzo. Entonces, las en la mano, mientras cantaban
santas mujeres, tomando el con voz tenue: «Jesús, nuestra
velo y levantándolo delante de redención, nuestro amor,
todos cantaban con alegría: nuestro deseo». Entonces
«El Señor ha resucitado». Los aparecía Cristo bajo el aspecto
fieles entonaban un himno de un peregrino, llevando en
triunfal, y las campanas se la mano un bastón y un zurrón
echaban a vuelo... Este en la espalda. Los viajeros no
pequeño drama de Pascua se lo reconocían, y entablaban
extendió a muchas iglesias, una conversación con él sobre
recibiendo a veces agregados los hechos que acababan de
diversos; por ejemplo, en suceder en Jerusalén, la
algunas partes se hacía que las condenación y la muerte de
mujeres comprasen perfumes, Cristo. El peregrino no
insertándose un diálogo entre parecía sorprendido: «Los
profetas - les decía- surgió el drama litúrgico. La
anunciaron que Cristo debía actual secuencia de Pascua,
sufrir para entrar en la gloria». Victima paschali laudes, con
Tras un rato de conversación, su diálogo entre el ángel y las
llegaban hasta una mesa ya mujeres, es un apretado
preparada, y allí se sentaban; recuerdo de aquel drama. Pero
Cristo rompía el pan, mientras no pasó mucho tiempo sin que
decía: «Os dejo este pan, os la fiesta de Navidad, que
doy mi paz». Luego des- tantas resonancias suscita en
aparecía. Sólo allí los viajeros la imaginación, tuviese
adivinaban quién era ese también sus propias
forastero; lo buscaban, pero representaciones. La materia
en vano. Entonces se volvían era abundante: el anuncio a
a poner en camino diciendo: los pastores, la adoración de
«¿Acaso nuestro corazón no los magos, la muerte de los
ardía en nuestro pecho inocentes, la huida a Egipto.
mientras él hablaba?». Si los dramas de Pascua se
destacaban por su carácter
Este drama influyó sobre el triunfal, éstos se distinguirían
arte iconográfico. Un por el encanto que suele
bajorrelieve del claustro de rodear a la infancia. Uno de
Silos nos muestra a Cristo ellos se representaba el día de
como peregrino, con el signo Reyes, y otro la mañana
de Santiago sobre el hombro, misma de Navidad.
entre los discípulos de Emaús.
Se reconoce allí el vestuario El primero tenía lugar
del drama litúrgico. durante la misa de Epifanía.
Tres personajes coronados,
Es, pues, de la fiesta de con vestidos de seda,
Pascua, la solemnidad central avanzaban por la nave central
del año cristiano, de donde de la iglesia. Eran los Magos.
Caminaban con paso grave, sermón atribuido a S. Agustín,
llevando cofres de oro, donde en forma viva y
precedidos por una estrella dramática el obispo de Hipona
suspendida de un hilo. Uno de se esforzaba por convencer a
ellos señalaba la estrella a sus los judíos recalcitrantes, re-
compañeros: «Este signo curriendo al testimonio mismo
anuncia un rey», decía. Luego, de la Biblia. «A vosotros,
acercándose al altar, donde Judíos, os convoco acá -
según parece se solía poner exclamaba-, a vosotros que
una imagen de la Virgen con hasta este día habéis negado al
el Niño en sus rodillas, Hijo de Dios... Queréis un
ofrecían sus presentes, oro, testimonio sobre Cristo;
incienso y mirra. La acción ¿acaso no está escrito en
pasó también al arte. En el vuestra Ley que cuando dos
pórtico de San Trófimo de hombres dan el mismo
Arlés, un bajorrelieve testimonio dicen la verdad?
representa una escena casi Pues bien, que avancen los
idéntica: el primero de los hombres de vuestra Ley, y
Magos se arrodilla ante la habrá más de dos para
Virgen, el segundo, convenceros. Dinos, Isaías, tu
volviéndose hacia el que lo testimonio sobre Cristo».
sigue, le muestra con el dedo
la estrella, y el tercero, -Isaías. He aquí que una
levantando la mano, expresa virgen concebirá y dará a luz
su admiración. un hijo y su nombre será
Emmanuel.
La otra escenificación se
llevaba a cabo, como dijimos, «Que se adelante otro
en la mañana de Navidad. testigo. Jeremías, da tu
Dicho día se acostumbraba testimonio sobre Cristo».
leer en algunas iglesias un
-Jeremías. Éste es Dios y no
hay otro fuera de él. Después echado nosotros al fuego a
de esto fue visto en la tierra y tres hombres ? Pues yo estoy
convivió con los hombres. viendo cuatro hombres, y el
cuarto tiene el aspecto de un
«Ya tenemos dos testigos, hijo de Dios; y el de la Sibila,
pero llamemos a otros para que pronunciaba sus famosos
romper la frente dura de versos acrósticos sobre el
nuestros enemigos». Y el Juicio final: Signo del juicio:
autor evocaba sucesivamente la tierra se humedece por el
a Daniel, David, Habacuc, sudor, del cielo vendrá el rey
Simeón, Isabel, Juan que perdurará por siglos.
Bautista...
«Oh Judíos -concluía el
«¡Oh Judíos -retomaba el orador-, creo que estáis
orador-, ¿no os bastan estos abrumados por tantos testigos,
grandes testigos de vuestra y que, en adelante, no tendréis
Ley, de vuestra raza? nada que invocar, nada que
responder».
¿Diréis que serían
necesarios testimonios sobre A partir de este patético
Cristo de otras naciones? ¡Y sermón, la Edad Media
qué! Cuando Virgilio, el más elaboró un verdadero drama.
elocuente de los poetas, decía: Primero se lo recitó en varios
Ya del alto cielo desciende la lugares, como se leía la
nueva progenie, ¿acaso no ha- Pasión el día de Ramos, luego
blaba de Cristo?». Y el se lo escenificó, como se
predicador tomaba de los representaba la visita de las
Gentiles dos testimonios más, santas mujeres a la tumba, o la
el de Nabucodonosor, que adoración de los magos. Uno
habiendo hecho arrojar en el tras otro, los profetas eran
horno a tres jóvenes advirtió llamados a comparecer ante
que eran cuatro: ¿No hemos
los gentiles y los judíos: ellos compañeras, en vano iban al
avanzaban y entonaban su que lo vendía. Era tarde.
respuesta... Luego que los Caminaban lentamente,
profetas, Nabucodonosor y la repitiendo un triste lamento:
Sibila habían pasado, se veía «Dolentas! Chaitivas! Trop i
aparecer a Balaam montado avem dormit!». Pero, sin
sobre su asna, anunciando que embargo, todavía no habían
una estrella saldría de Jacob. perdido la esperanza,
Y así el asno hizo su entrada suplicando al esposo que les
en la iglesia. En la fachada de abriera la puerta. Al fin éste
Notre-Dame la Grande, de aparecía: «No os conozco»,
Poitiers, se observan cuatro les decía. «Ya que no tenéis
personajes con filacterias, que luces alejaos del umbral... »
recuerdan el sermón de S. Venían los demonios y las
Agustín. llevaban a las tinieblas.
También este drama pasó a
Aparte de los temas los bajorrelieves, donde se ve
pascuales y navideños, el a las vírgenes necias con las
teatro religioso buscó otros lámparas boca abajo,
asuntos, por ejemplo, la derramando el aceite (Puede
parábola de las vírgenes encontrarse un análisis de-
prudentes y necias, cuya tallado de los diversos dramas
escenificación debió ser en E. Male, L'art religieux
impresionante. Se la empezó a duXIIe siecle en France... 125-
representar en las iglesias 148).
románicas. El templo estaba
en penumbras. Sólo brillaban Parece innecesario decir que
las cinco lámparas de las fueron los clérigos,
vírgenes prudentes. En vano familiarizados con la lengua
las vírgenes necias pedían un vulgar y también con el latín,
poco de aceite a sus quienes están en el origen de
las primeras expresiones del ver pasar a Jesús, lo que
teatro medieval, el drama y los provocaba hilaridad general;
misterios litúrgicos. Del en cambio, cuando Cristo
interior de la iglesia, las expiraba sobre la cruz, la
representaciones fueron gente contenía su aliento (cf.
saliendo al atrio del templo, Daniel-Rops, La Iglesia de la
desplegándose allí con mayor Catedral y de la Cruzada...
amplitud diversas escenas de 83). El hecho es que, como
la Escritura. Todo aquello afirma Cohen, «se creó un
entusiasmaba al pueblo teatro religioso tan augusto y
sencillo, que durante horas tan vigoroso como la tragedia
seguía con creciente interés griega» (La gran claridad de
aquellos episodios que ya la Edad Media... 74).
conocían. Cada personaje
tenía ropaje peculiar y En el siglo XIII comenzó a
atuendos convencionales. Se desarrollarse el teatro profano,
sabía que Cristo debía llevar si bien el teatro religioso
barba y vestido rojo; que siguió conservando el primer
Moisés había de tener cuernos lugar. Y mantuvo vigencia por
en su frente; los Reyes Magos bastante tiempo ya que, aun
se mostraban con vestimentas durante el siglo XV, en mu-
pintorescas, al estilo de los chas partes había compañías
persas; para representar a la que escenificaban, de año en
burra de Balaam se recurría a año, el mismo misterio
un ardid: dos hombres se sagrado. La pasión de
escondían bajo una piel de Oberammergau, que se sigue
animal, lo cual permitía que representando hasta nuestros
en su momento la burra días, es una forma muy
pronunciase su profecía; auténtica de esta tradición
Zaqueo, el de baja estatura, medieval. Preparada con
debía subirse a un árbol para minuciosidad, se convirtió en
una obra colectiva en la cual podía comulgar en una misma
participaba toda la ciudad y celebración grandiosa. El
que, como hoy, atraía Renacimiento habría de
espectadores desde sitios separar a la “élite” del pueblo,
lejanos. mientras que la Edad Media
había llevado a escena los
Los actores, exclusivamente grandes problemas del destino
varones, provenían de todos humano, encarnados en una
los estamentos de la sociedad, historia conocida, cruda y
incluido el eclesiástico. Los comprendida por cada uno, y
días en que tenían lugar que constituía la base misma
aquellas representaciones, se de la civilización; de ahí la
cerraban todos los negocios, y perfecta integración de los
la gente se agolpaba para ver actores y el público, y su
pasar a los actores en profunda resonancia en el
procesión hacia la plaza ma- corazón de todos» (La vida en
yor donde se había construido la Edad Media... 57-59).
un gran escenario, a veces de
cien metros de ancho, con De manera semejante a la
varios escenarios menores, se- música, el teatro, que nació en
gún el método teatral de la y de la catedral, fue
escenificación simultánea. adquiriendo autonomía,
«Nunca, después de la Edad aunque sin perder del todo su
Media -escribe d„Haucourt-, raigambre sacral, siendo
el teatro volvió a tomar ese practicado a menudo en las
carácter que tenía en los escuelas y en las
tiempos de los griegos, de arte universidades, con fines
para todos, de arte donde un educativos.
pueblo entero, desde el
pequeño hasta el más grande, Señala R. Pernoud que la
desde el simple hasta el sabio, palabra «geste» fue una de las
palabras claves de la Edad cuyas composiciones
Media. «Geste», en francés, alcanzaron un grado excelso
significa a la vez gesto y de belleza. Destaquemos los
hazaña. El juego de palabras himnos Vexilla Regis
hace referencia tanto al gesto prodeunt, Veni Creator
teatral como a las hazañas Spiritus, y sobre todo las
medievales recogidas en las secuencias Victima paschali
«Canciones de Gesta» (cf. laudes, o Veni Sancte Spiritus.
¿Qué es la Edad Media?... Si ya no podemos atribuir a S.
102, nota 19). Bernardo, como antes se
creía, el encantador Iesu,
La literatura en relación con dulcis memoria, no por eso
la catedral vale menos. Recordemos
también el conmovedor Stabat
También la literatura nació Mater, de Jacopone, el Dies
en buena parte del ambiente ira, de Tomás de Celano,
de los misterios hasta que verdaderas perlas de la poesía
llegó a adquirir consistencia medieval. Y qué decir de las
propia. composiciones de Sto. Tomás
para el oficio de Corpus
1. De la literatura en latín Christi: la secuencia Lauda
Sion Salvatorem y los himnos
a la literatura en lenguas Pange lingua, Sacris
romances solemnis, Verbum supernum,
así como ello Adoro te devote,
Desde el gran poeta hispano,
donde la teología se desposa
Prudencio, de la época
con la poesía.
patrística, cantor apasionado
de las gestas de los mártires, El catálogo es inacabable.
hasta los poetas medievales, Pero mientras florecía la
hay una serie no interrumpida poesía religiosa, otros autores,
de escritores en lengua latina
a veces incluso clérigos, se Tras la producción literaria
dedicaban a expresar, en latina, y contemporáneamente
versos latinos, el fondo con ella, fueron apareciendo
mundano y sensual que numerosos escritos en lengua
emanaba del viejo paganismo, vulgar, buena parte de ellos
exaltando los placeres de la sobre temas religiosos.
vida, el amor sin control y la Especialmente interesante es
bebida, sin obviar la burla, uno titulado, «Mistere du Viel
aun de lo más santo. Era la Testa- ment», de varios poetas
literatura llamada «goliarda», desconocidos (publicado por
a que aludimos en una la Societé des anciens tex- tes
conferencia anterior. El fran^ais, 6 vols., 1878-1891).
nombre de «Golías» viene Si bien pertenece ya a la época
probablemente del gigante post medieval (siglo xv), sin
Goliat, considerado a menudo embargo recopila elementos
como la encarnación del de- típicamente medievales. A
monio. Entre otras obras de propósito de esta obra se
este género, ha llegado hasta pregunta Male cuál será la
nosotros una colección de razón por la que los poetas
poesías de clérigos que compusieron ese inmenso
vagabundos, proveniente de drama sacro no dieron la
un monasterio de benedictinos misma importancia a todas las
bávaros, conocida con el partes del Antiguo
nombre de Carmina Burana, a Testamento, por qué eligieron
la que no hace mucho puso concretamente tales
música el compositor alemán personajes - Adán, Noé,
Carl Orff (cf. G. Schnürer, L Abraham, José, Moisés, San-
'Eglise et la civilisation au són, David, Salomón, Job,
Moyen Age, vol. II, Payot, Susana, Judit, Ester- y no
Paris, 1935, 150-151). otros. La respuesta es clara:
los episodios escogidos y los
personajes seleccionados eran de la Virgen» o el de las
los tipos y figuras más «Cantigas», composición
conocidos de Jesús y de poética, esta última, para ser
María. Los mismos autores lo cantada, entre las que se
reconocen de alguna manera destaca las «Cantigas de
cuando, al comienzo de la Nuestra Señora», antología
historia de José, hacen decir a mariana de composiciones en
Dios Padre que todas las verso recopiladas por Alfonso
desgracias de los patriarcas no X el Sabio, autor, quizás, de
fueron sino figuras de los algunas de ellas; es muy
sufrimientos reservados a su interesante la música que las
Hijo. Así entendido, el acompañaba, transmitidas por
Misterio entero se ordena dos códices del siglo XIII.
como el pórtico de una
catedral. Los personajes del Surgieron asimismo diversos
drama son los mismos que cantares épicos, como «La
fueron representados, por Chanson de Roland», «El
razones análogas, en las Cantar del Mío Cid» y tantos
fachadas de Chartres o de más. Es interesante observar
Amiens. También la literatura, que aun esas epopeyas cobran
como las demás artes, especial relieve cuando se las
concurría en la Edad Media a considera a la luz de la
dar al pueblo la misma catedral. La Canción de
enseñanza religiosa (cf. E. Rolando, por ejemplo, fue
Male, L 'art religieux du XIIIe recitada y representada por los
siecle en France... 159-160). juglares en el pórtico de las
catedrales. Es cierto que la
El género poético de las Iglesia no apreciaba en
«Vidas de Santos» floreció demasía a los juglares, e
durante toda la Edad Media, incluso a veces fue severa con
así como el de los «Milagros ellos. Sin embargo, no los
condenaba en bloque, ni del «Santo Grial».
mucho menos, reservando su
aprecio para los que Señala el mismo autor que
ensalzaban a los héroes ya los los caballeros franceses que
santos. La fe de los héroes, su cruzaban los Pirineos para ir a
coraje, su lealtad, los rezar en la tumba de Santiago,
asemejaba a los santos. La no pocas veces se quedaban
Iglesia comprendió que los en España y se enrolaban en
poetas trabajaban en el mismo las filas del Cid. El camino de
sentido que ella. Resulta Santiago, en buena parte
curioso que no sólo en Francia organizado por Cluny, es
haya sido exaltado el ciclo de inseparable de la Cruzada
Carlomagno. La catedral de española de la Reconquista,
Módena, por ejemplo, que se que incluía a antiguos héroes
encuentra en el camino que francos como Carlo- magno,
desde el norte desciende a Rolando y sus pares. Para
Roma, exhibe un portal mantener en alto el espíritu
reservado a Artús y sus combativo, Cluny no dudó en
compañeros, quienes cabalgan adoptar las canciones de gesta
en la arquivolta; sin duda los que entonaban los juglares.
escultores quisieron De la peregrinación de
representar en los muros el Santiago y de la guerra de
relato de las canciones que los España nació la Chanson de
juglares franceses dedicaban a Roland (ibid., 292).
los peregrinos que se dirigían
a Roma, ante la fachada de Con justicia, por tanto, se
esa catedral (cf. E. Male, L puede afirmar que la literatura
’art religieux du XIIe siécle en en lengua profana nació,
France... 269). El siglo XII sustancialmente, en el regazo
fue el gran siglo épico, el si- de la Iglesia, ya la sombra de
glo de la «Tabla Redonda» y la catedral. Sin embargo, con
el correr del tiempo, fue donde no tuviese acceso; se
tendiendo a emanciparse, e aliaba a las funciones más
incluso de manera abusiva, serias: algunos poetas
como lo prueban ciertas gobernaron condados, como
«novelas» que comenzaron a Guillermo de Aquitania o
difundirse, muy poco Thibaut de Champagne; otros
coherentes, por cierto, con el gobernaron reinos, como el
espíritu del Evangelio. rey René de Anjou o Ricardo
Ningún ejemplo mejor de ello Corazón de León; otros, como
que la llamada «Roman de la Beaumanoir, fueron juristas y
Rose», que Daniel-Rops diplomáticos; incluso se pudo
califica de «obra maestra de ver a un Felipe de Novara,
erotismo anticristiano» (cf. La asediado en la Torre del
Iglesia de la Catedral y de la Hospital con unos treinta
Cruzada... 424). compañeros, escribir a toda
prisa, para pedir auxilio, no un
2. Carácter popular de la llamado de socorro, sino un
literatura poema... Decir versos, o
escucharlos, aparecía como
Escribe R. Pernoud: «La una necesidad inherente al
poesía ha sido la gran hombre. Hoy ni siquiera
ocupación de la Edad Media y podríamos imaginarnos a un
una de sus pasiones más poeta instalándose sobre un
vivas. La poesía reinaba por tablado, ante una barraca de
doquier: en la iglesia, en el feria, para declamar allí sus
castillo, en las fiestas y en las obras; espectáculo que
plazas públicas; no había entonces era común. El
festín sin ella, ni festejo donde campesino dejaba su trabajo,
no jugase su papel, ni el artesano su taller, el señor
sociedad, universidad, sus halcones, para ir a
asociación o confraternidad escuchar a un trovador o a un
juglar. Jamás quizás, salvo en estos músicos, recitadores,
los más hermosos días de la equilibristas incluso, tenían un
Grecia antigua, se manifestó lugar tan destacado en la vida
tal apetito de ritmo, de de la sociedad que no
cadencia y de bello lenguaje» resultaba extraño encontrarlos
(Lumiére du Moyen áge... en las catedrales medievales.
138-139). Los peregrinos, que siempre
se topaban con juglares en los
Los juglares que aparecen en atrios de las iglesias,
los capiteles o fachadas de las encontrarían perfectamente
catedrales son representados normal verlos esculpidos en
recitando poemas o cantando las paredes del santuario (cf.
epopeyas; en uno de esos E. Male, L ’art religieux du
capiteles se ven tres XII siecle en France... 312-
personajes, uno tocando la 313).
viola, otro el arpa, mientras el
tercero, con la mano Uno de los géneros más
levantada, parece recitar. Es populares fue el de la fábula.
que en los grupos de juglares Porque, como bien señala
que se entremezclaban con la Male, si la inteligencia de las
gente a lo largo de las rutas, obras sutiles, por ejemplo las
había músicos, cantores, que se inspiraron en los
rapsodas, quizás incluso «Bestiarios», estaba sin duda
poetas, así como danzarines y reservada a los clérigos, la
acróbatas. En un capitel sabiduría de las fábulas, de
románico se puede observar, ese mundo donde todo vive y
en medio de un grupo de todo piensa, donde a veces el
juglares que tocan toda clase animal parece más inteligente
de instrumentos, una mujer que el hombre, se dirigía
que se mantiene en equilibrio indudablemente a todos. Con
sobre la cabeza. Como se ve, su ingenuidad y su misterio, la
fábula parecía hecha para la y delicada fábula aparece
Edad Media, para el hombre muchas veces en las
que vivía en las proximidades catedrales (cf. ibid., 337. 339).
del bosque, cerca de los
animales, que oía a la noche el Destaquemos el carácter
grito del zorro o el gemido de universal que tenía la
la lechuza. Y así eran literatura en la época
ampliamente conocidas las fá- medieval.
bulas del cuervo y el zorro,
del lobo y el cordero, y tantas Gracias al fecundo
otras, con sus consiguientes intercambio que existía entre
moralejas, a veces en latín. No los distintos estamentos socia-
resulta, pues, insólito, que los les, la savia poética circulaba
mismos predicadores hiciesen libremente. No era, como lo
alusiones a dichas fábulas en seria después, patrimonio de
sus sermones, y que los pinto- cenáculos selectos. En el siglo
res o escultores representasen XVII, por ejemplo, las obras
en la iglesia a los héroes de literarias estarían destinadas
Fedro y de Esopo. Una de tan sólo a la Corte o a los
esas fábulas se llamaba «la salones (cf. R. Pernoud,
educación del lobo». Un Lumiere du Moyen age... 139-
clérigo se había propuesto 140).
enseñar a leer a un lobo;
comenzó por las primeras R. Pernoud agrega una
letras del alfabeto: «Repite observación referida a la
estas tres letras: ABC», le autoría de las obras, que a
indicó. «Cordero», dijo el nuestro juicio es capital si se
lobo, que pensaba en otra quiere entender la índole
cosa. Así la boca traiciona los popular de la literatura
secretos del corazón, quod in medieval. Cuando se pretende
corde hoc in ore. Esta sucinta hacer una edición crítica de
alguna canción de gesta o un
poema medieval, afirma la notable y es que los autores
insigne medievalista, se choca medievales trataron a
con dificultades poco menos personajes antiguos como si
que insalvables. Para noso- fueran de su época. Se ha
tros, una obra literaria es algo creído ver una prueba de la
estrictamente personal e famosa «ingenuidad»
intocable, fijada en la forma medieval en la facilidad con
original que le ha dado el que aquellos hombres hacían
autor, de donde nuestro que Alejandro Magno se
concepto del plagio. En la condujese como un caballero
Edad Media el anonimato era cristiano, o representaban en
lo corriente. Una vez que los tímpanos de las catedrales
alguien hacía pública alguna a Castor y Pollux como si se
idea personal, ésta pasaba a tratase de dos caballeros de su
integrar el patrimonio común, tiempo. Lejos de ser una
se propagaba por doquier, se deficiencia, opina R. Per-
acrecentaba con las fantasías noud, esta expedición para
más inesperadas, sufría toda trasladar a los héroes del
clase de adaptaciones pasado muerto a la actualidad
imaginables, y no entraba en viva, es una muestra cabal del
un cono de sombra sino tras prodigioso poder evocador
haber agotado todas sus que caracterizó a la cultura
virtualidades. La obra literaria medieval (cf. ibid., 143).
llevaba así una vida
independiente de la de su Por eso, como afirma Lewis,
cuando se estudia la literatura
creador; era algo que se movía
medieval, en muchos casos se
y renacía sin cesar (cf ibid.,
141-142). debe renunciar a establecer la
unidad «obra-autor», que es
La estudiosa francesa fundamental para la crítica
constata también otro dato moderna. «Algunos libros
deben considerarse más que nalidad, agrega Lewis,
nada como esas catedrales en aquellos hombres podían
las que el trabajo de muchas incluso llegar a esconderla.
épocas diferentes está mez- «A veces afirman que toman
clado y produce un efecto algo de un “auc- tour”,
total, verdaderamente precisamente cuando se
admirable, pero nunca separan de él. No puede
previsto por ninguno de sus tratarse de una broma. ¿Qué
sucesivos constructores. tiene eso de divertido? ¿Y
Muchas generaciones, cada quién, salvo un erudito, podría
una con su mentalidad y estilo advertirlo? Ese compor-
propios, han contribuido a la tamiento se parece más al del
elaboración de la historia de historiador que tergiversa la
Arturo. Constituye un error documentación porque se
considerar a Malory como un siente seguro de que los
autor en nuestro sentido hechos tuvieron que
moderno y colocar todas las producirse en determinada
obras anteriores en la forma. Están deseosos de
categoría de “fuentes”. Dicho convencer a los demás, quizás
autor es pura y simplemente el también a medias a sí mismos,
último constructor, que hizo de que no están “inventando”.
unas demoliciones aquí y Pues su objetivo no es
añadió algunos detalles expresarse a sí mismos o
allá...» Ese tipo de trabajo “crear”; es el de transmitir el
habría resultado tema “historial” con dignidad,
incomprensible a hombres que dignidad que no se debe a su
hubiesen tenido una genio o capacidad poética,
concepción de la propiedad sino al propio tema» (La
literaria semejante a la que imagen del mundo...160-161).
tenemos nosotros. Lejos de
pretender o fingir origi- 3. La figura del Dante
Cerremos este tema correspondería en la tierra con
evocando la figura del más las perfectas armonías del
grande de los literatos cielo» (La Iglesia de la
medievales, el creador del Catedral y de la Cruzada...
dolce stil nuovo, Dante 749).
Alighieri.
Amante, como buen
La Divina Comedia es una medieval, de la simetría y
de las obras cumbres de la simbólica de los números,
cultura occidental. El marco hizo el Dante que a los nueve
histórico en que se desarrolla círculos del Infierno
aquella trama prodigiosa no es correspondiesen las nueve
otro que el de la sociedad que gradas de la montaña del
el poeta conoció por expe- Purgatorio y los nueve cielos
riencia: la Cristiandad. Los del Paraíso. Según Male,
acontecimientos a los que se Dante decidió de antemano
refiere son los de su historia, que cada una de las partes de
con especial relación a los su trilogía se dividiera en
peligros temporalistas que treinta y tres cantos en honor
amenazaban a la Iglesia; sus de los treinta y tres años de la
protagonistas son los que vida de Cristo. Al adoptar la
habían desempeñado un papel forma métrica del terceto,
relevante en la historia del parece haber querido grabar
Occidente cristiano. «El ideal en los fundamentos mismos de
al que sirve -escribe Daniel- su poema la cifra mística por
Rops- no es otro que el de los antonomasia. Así edificó cum
Papas reformadores, el de los pondere et mesura su catedral
Santos, el de los Cruzados y el invisible. Fue, con Sto.
de los maestros del Tomás, el gran arquitecto del
pensamiento; ese ideal de un siglo XIII (cf. L ’art religieux
orden jerárquico, que se duXIIIe siecle en France... 12-
13). árabes; cultura cortés de los
trovadores y tradición clásica
Como se sabe, el Dante de Virgilio; misticismo de
eligió a Virgilio, representante Dionisio y piedad de S.
de la tradición clásica, como Bernardo; espíritu franciscano
guía de su peregrinación de reforma y orden romano;
espiritual y de su sentimiento nacional italiano
peregrinación literaria. y universalista católico; todos
encuentran lugar en la es-
Tu se'lo mio maestro e tructura orgánica del
il mio autore tu se' pensamiento del poeta y en la
solo colui, da cui io unidad artística de su obra...
tolsi lo bello stile che Es el último fugaz resplandor
m'ha fatto honore. de la visión de la unidad
espiritual, inspiración, durante
Ni deja de ser significativo novecientos años, de la mente
que cuando tiene que pensar medieval, y que había dirigido
en alguien para que lo la evolución de la cultura
conduzca hacia la Virgen, medieval desde sus comienzos
ponga su confianza en S. en la época de San Agustín y
Bernardo, la expresión más de Prudencio, pasando por la
pura de las virtudes que exaltó de Alcuino y Carlomagno, de
la Cristiandad medieval. Nicolás I y de Otón II, a su
más completa, aunque
«De esta forma -escribe C.
imperfecta realización de la
Dawson-, el gran poema de
Cristiandad del siglo XIII»
Dante es una síntesis final de
(Ensayos acerca de la Edad
las tradiciones literaria y
Media... 216-218).
religiosa, que incluye los
elementos vitales todos de la Bien dice Daniel-Rops que
cultura medieval. Teología el poeta supo traducir, en su
cristiana y ciencia y filosofía
esplendoroso poema-epopeya, L'art religieux duXIIIesiecle
lo que los místicos habían en France... 21).
musitado en sus plegarias, los
arquitectos al levantar sus ***
naves al cielo, los teólogos al
elaborar los monumentos de Hemos tratado de mostrar
sus especulaciones, y los cómo en la Edad Media las
Cruzados al ofrecer su sangre diversas artes brotaron del
(cf. La Iglesia de la Catedral ámbito sagrado, tenían
y de la Cruzada... 752-753)*. raigambre sacral. Es lo propio
Y también: «Era preciso que a de todas las sociedades tra-
las summas teológicas, a las dicionales, como lo ha
summas filosóficas que había probado A. K.
realizado la Edad Media ya Coomaraswamy (cf. La
aquellas otras summas plás- filosofía cristiana y oriental
ticas que son las catedrales se del arte, Taurus, Madrid,
añadiese una summa poética, 1980, passim).
para que la figura se
completase; y aquel hombre la Dice Daniel-Rops que
construyó» (La Iglesia de la algunas veces, aunque no con
Catedral y de la Cruzada... demasiada frecuencia, ha
743). sucedido en la historia que
una sociedad determinada
*E. Male ha destacado el lograra expresarse de una
carácter armonioso del genio manera cabal en algún
de Dante. Su Paraíso y los monumento o conjunto de
Pórticos de Chartres son monumentos que condensasen
sinfonías. Ningún arte y resumiesen, para las
merece ser definido más generaciones futuras, todo lo
justamente que el del siglo que aquella sociedad amaba y
XIII, «una música fijada» (cf afirmaba. Por ejemplo en el
Partenón se concreta el
espíritu helénico, en el literatura, su política, su
Kremlin de Moscú se mística. Supongamos, en
condensa lo mejor del alma cambio, que todo hubiera lle-
rusa; en Versalles se nos gado a nosotros menos las
esclarece la Francia de Luis catedrales, que no quedasen
XIV; en el Escorial palpita la en pie ni Reims, ni Chartres,
personalidad de Felipe II. La ni Colonia, ni Siena, ni
Edad Media poseyó también Burgos, sería tarea ardua
su obra representativa. comprender lo que fue el alma
de la Cristiandad (cf. La
Fueron las catedrales, Iglesia de la Catedral y de la
testimonios privilegiados de Cruzada... 425-428).
su tiempo. Ya decía León XIII
en el texto que pusimos de «Mientras los doctores
epígrafe a este libro que si construían la catedral
bien es cierto que en el mundo intelectual que debía abrigar a
moderno ha desaparecido la toda la cristiandad -escribe E.
Cristiandad, al menos las Male-, se elevaban nuestras
piedras de las catedrales nos catedrales de piedra, que
siguen hablando de ella con fueron como la imagen visible
muda elocuencia. de la otra. La Edad Media
puso en ella todas sus cer-
Imaginemos que de todo lo tezas. Fueron, a su manera,
que nos legó la Cristiandad Sumas, Espejos, Imágenes del
medieval sólo hubiesen sub- Mundo. Fueron la expresión
sistido las catedrales, pues más perfecta que hubo jamás
seria suficiente para que de las ideas de una época.
comprendiéramos aquel mun- Todas las doctrinas
do, al menos en sus líneas encontraron allí su forma
esenciales: su espiritualidad, plástica» (L ’art religieux du
su ética, su vida laboral, su XIIIe siécle en France... 23).
La Catedral es Cruzada, surgidas a la distancia, es por
Summa, Universidad, causas naturales y fortuitas,
Caballería, Corporación... por ejemplo por su
aislamiento en la campiña? Os
Escolio. La admiración de engañáis. El alma del arte
Rodin gótico está en esa declinación
voluptuosa de las sombras y
El gran viajero que con tanto las luces, que da ritmo al
cariño recorrió las catedrales edificio todo y lo obliga a
de Francia, August Rodin, a vivir. Hay allí una ciencia hoy
quien reiteradamente hemos perdida, un ardor reflexivo,
citado en esta conferencia, nos medido, paciente y fuerte, que
ha dejado sobre las mismas nuestro siglo, ávido y agitado,
algunas delicadas reflexiones es incapaz de comprender. Es
con las que queremos cerrarla: menester volver a vivir en el
pasado, remontar a los
«Las catedrales son Francia. principios, para recobrar la
Mientras las contemplo, siento fuerza. El gusto ha reinado, en
a nuestros antepasados otro tiempo, en nuestro país:
ascender y descender dentro ¡hay que volver a ser
de mí, como en otra escala de franceses! La iniciación en la
Jacob» (Las Catedrales de belleza gótica es la iniciación
Francia... 77). en la verdad de nuestra raza,
de nuestro cielo, de nuestros
«Siento la savia gótica pasar
paisajes» (ibid., 34).
por mis venas como los jugos
de la tierra pasan por las «Soy uno de los últimos
plantas» (ibid. 123). testigos de un arte que muere.
El amor que lo inspiró está
«¿Suponéis que cuando os
agotado. Las maravillas del
asombra la majestad druídica
pasado se deslizan hacia la
de las grandes catedrales,
nada; nada las reemplaza y r
pronto estaremos en la noche» a
(ibid, 136).
c
«Antes de desaparecer yo o
mismo, quiero por lo menos m
haber dicho mi admiración por p
ellas; quiero pagarles mi r
deuda de gratitud, yo que les e
debo tanta felicidad. Quiero n
celebrar esas piedras tan tier- d
namente convertidas en obras e
maestras por humildes y r
sabios artesanos; esas
molduras admirablemente e
modeladas como labios de s
mujer; esas moradas de bellas a
sombras, donde la dulzura s
dormita en medio de la fuerza;
esas nervaduras finas y l
potentes que se elevan hacia la í
bóveda y se inclinan al n
encuentro de una flor; esos e
rosetones de vitrales cuya a
pompa ha sido tomada del sol s
poniente o del alba» (ibid., 31-
32). t
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« e
P r
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e
s
t Capítulo VI
a
r La post-Cristiandad

e La Cristiandad fue un hecho


n histórico, una realidad
a concretada, no una mera uto-
m pía de gabinete. Ello no
o significa que haya sido la
r realización perfecta del ideal
a soñado, lo cual es imposible
d en esta tierra, dada la
o debilidad de la naturaleza
» humana. Decía Péguy que
siempre el número de los
( pecadores será mayor que el
i de los santos. Con todo, si
hubo algún período de la autonomía, seguirían su
historia en que el poder camino centrífugo, pero
político y el orden temporal ahora en detrimento de su
reconocieron la superioridad subordinación esencial a la
del orden sobrenatural fue, sin teología.
duda, la Edad Media. Luego
soplarán otros vientos y se Dificil nos será sintetizar en
predileccionarán otras esta sola conferencia el
excelencias. A estos nuevos complejo proceso de los
vientos y distintas excelencias tiempos modernos. Lo han
nos referiremos en la presente intentado ya muchos
conferencia. pensadores. Dada la vastedad
del tema, nuestro tratamiento
Por cierto que el Evo del mismo será, por
Moderno no apareció de la necesidad, sucinto y apretado.
mañana a la noche. Algunas
de sus líneas ya comenzaron Los grandes jalones de la
a insinuarse durante el Modernidad
transcurso de la Edad Media,
especialmente en sus La modernidad post
postrimerías. Comenzó, por medieval no constituye, por
ejemplo, a atribuirse un valor cierto, un bloque histórico
nuevo al dinero, con la compacto, como lo fue, en
consiguiente inclinación al cierto grado, la Edad Media.
lucro; la unidad política Sin embargo, en sus diversas
empezó a agrietarse y el etapas es posible observar
Imperio se fue volviendo una algunos denominadores
ficción; en el orden de la comunes. Trataremos ahora
cultura, las ciencias y las de detectar dichas etapas y su
artes, que justamente habían concatenación intrínseca.
ido adquiriendo una sana
1. El Renacimiento mismas de la Edad Media, y
sus aspiraciones fueron
No debemos imaginar el entonces plenamente
Renacimiento como si se cristianas. Si el Renacimiento
tratase de una época predomi- se va a caracterizar por la
nantemente anticristiana, voluntad de creación, vaya si
sobre todo en sus comienzos. la hubo en los siglos XII y
La Italia del Quattrocento, por XIII. Pero al mismo tiempo
ejemplo, seguía siendo no se puede dejar de
genuinamente medieval, y por reconocer que en el
ende cristiana. Asimismo la Renacimiento propiamente
pintura de van Eyck, que en la dicho hubo tendencias
historia del arte suele ser negativas, en buena parte
considerada como pro- sobre la base de un creciente
legómeno del Renacimiento, desprecio por todo lo que
debe ser entendida con mucha oliese a medieval, a «gótico».
mayor razón como broche de El término Renacimiento
oro de la última. Edad Media. («Rinascita») lo introdujo
Y aun entrado el Vasari a mediados del siglo
Renacimiento, se podría decir XVI, para indicar que luego
que en el espíritu de sus de diez siglos de tinieblas,
mejores hombres estaban otra vez las artes y las letras
todavía grabados los rasgos de renacían, volvían a brillar.
la Edad Media, mucho más Según la nueva mentalidad,
profundamente de lo que es dos habrían sido las épocas
habitual figurarse (cf. H. luminosas en la historia de la
Huizinga, El otoño de la Edad cultura: la Antigüedad -los
Media... 496). tiempos clásicos- y el Renaci-
miento. Entre ambas, vegetó
Más aún, el Renacimiento un período intermedio -la
existía ya en las entrañas edad «media»-, un bloque gris
y uniforme, «siglos groseros», todo a la labor de los copistas.
«tiempos oscuros». En vez de volver los ojos a la
Antigüedad, como por otra
Lo que caracterizó al parte lo había hecho la Edad
Renacimiento fue el gozoso y Media, para ver en ella una
deslumbrante redescubrimien- fuente de inspiración, la
to del mundo antiguo. Todos consideraron como si fuese un
los que en aquel entonces se modelo que el pintor debía
destacaron en el mundo de las trasladar detalle por detalle a
artes, de las letras, de la su paleta. El renacentista
filosofía, muestran un estaba convencido de que los
entusiasmo parejo por la clásicos antiguos habían
Antigüedad clásica. El realizado obras perfectas e
movimiento comenzó en insuperables, que habían
Italia, se extendió a Francia y alcanzado el summum de la
de allí a casi todo el Belleza, de modo que cuanto
Occidente. Baste recordar la más exactamente se los imi-
Florencia de los Médici, tase, tanto más cerca se estaría
cuando los nuevos de alcanzar el ideal.
monumentos se engalanaron
con frontispicios, columnatas Actualmente pocos
y cúpulas, exactamente igual a admitirían que la admiración
la arquitectura de los griegos y en el campo del arte deba lle-
romanos. Señala R. Pernoud var a la imitación formal, o
que el Renacimiento se incluso al calco, de lo que se
caracteriza por su afán de admira. Pues bien, eso es lo
imitar el mundo clásico, ese que sucedió en el siglo XVI.
mundo cuyo recuerdo También los medievales
conservaron paradojalmen- te admiraron el mundo antiguo:
los medievales en sus «Somos enanos encaramados
monasterios, gracias sobre sobre los hombros de
gigantes», decía Bernardo de que el escultor gótico había
Chartres en el siglo XII, pero querido esculpir una escultura
enseguida añadía que así «se clásica y que si no lo había
podía ver más lejos que ellos». logrado es porque no lo había
Esta actitud frente al pasado podido», explica A. Malraux.
cambió por .completo en los ¡Y qué decir del escultor
hombres del Renacimiento. románico!; habría intentado
Cerrándose a la idea de «ver imitar el friso del Partenón
más lejos» que los antiguos, pero sólo supo hacer el rústico
los consideraron como Cristo de Moissac. En cuanto
modelos acabados de toda a la pintura, los renacentistas
belleza pasada, presente y no encontraron mejor solución
futura. Y así el Renacimiento que recubrir los frescos
fue mucho más «retrógrado» románicos con una capa de
que la Edad Media. barniz o yeso y reemplazar los
vitrales policromados por
La fascinación exclusivista cristales blancos. Solamente
que la Antigüedad ejerció - olvidos, faltas de tiempo o dis-
sobre el hombre del Re- tracciones felices nos
nacimiento trajo consigo una permiten encontrarlos todavía
consecuencia dramática: la en Chartres y otros lugares (cf
destrucción de muchos R. Pernoud, ¿Qué es la Edad
monumentos de los tiempos Media?... 55-64).
«góticos» (A partir de
Rabelais, 1494-1553, el El desprecio que el
término se empleó como Renacimiento experimentó
sinónimo de «bárbaro»). Eran por la Edad Media no se
tan numerosos que muchos de limitó solamente al arte.
ellos pudieron sobrevivir a También comenzó a ser
esta «barbarie culta» y llegar minusvalorado su orden
hasta nosotros. «Se suponía social, con aquellos tres
estamentos a que aludimos energías espirituales en el
anteriormente. Fue burlada la interior del hombre, que acabó
vida contemplativa, fue por generar el Renacimiento
menospreciado el trabajo del medieval, el de Dante y el de
«rústico» y del artesano, fue Giotto, alcanzándose lo que
ridiculizada sobre todo la fue quizás el momento culmi-
caballería, en su literatura y nante en el desarrollo de la
en sus héroes. La figura más cultura de Europa occidental.
relevante y considerada del Llegada a este punto, la
nuevo orden social pasó a ser humanidad no mostró interés
el burgués, que ya existía por por seguir el derrotero que le
cierto en la Edad Media, pero indicaba la conciencia
que ahora se fue imponiendo medieval, prefiriendo alejarse
como estamento paradigmá- de el y llegar por otra vía a un
tico, hombre «concreto y nuevo tipo de renacimiento,
práctico», ajeno a todo tipo de signado por componentes cris-
idealismo. Esto se advirtió tianos y no-cristianos, e
sobre todo en las ciudades incluso, en algunos casos,
italianas donde la vida anti-cristianos, sobre la base
municipal y ciudadana tenía de una concepción del hombre
siglos en su haber y apenas si y de la sociedad
allí había arraigado la profundamente retocada. Las
institución de la caballería. diversas expresiones de la
cultura y de la política, hasta
N. Berdiaieff ha explicado entonces ancladas en una
de manera original la línea cosmovisión decididamente
que siguió el proceso que teocéntrica, buscaron
conduce de la Edad Media al «liberarse» de dichas
Renacimiento. A su juicio, la religaciones para correr la
Edad Media llevó a cabo una aventura de la libertad
suerte de concentración de autónoma. La religión misma
fue tomando distancia del Media, donde el hombre,
orden sobrenatural. espíritu y materia, era
considerado como un
En líneas generales se podría microcosmos, imagen y
decir que el paso del período semejanza del Dios que lo
medieval al evo moderno se había creado. En todo caso, el
caracteriza por el tránsito de hombre que «descubrió» el
lo divino a lo humano, o Renacimiento es el hombre
mejor, de la preva- lencia de natural, des-vinculado. Sea lo
lo divino al creciente predomi- que fuere, el hombre empezó a
nio de lo humano. Este sentirse seguro de sí mismo,
alejamiento de las capaz de organizar el mundo,
profundidades espirituales y sin necesidad de lo
de las excelsitudes ultraterreno. El Renacimiento
sobrenaturales, de las que es la luna de miel del hombre
extraían sus energías las de la historia moderna (cf. N.
fuerzas humanas, significó no Berdiaeff, Le sens de
solamente la des-religación de l’histoire, Aubier, Paris, 1948,
éstas, sino también su 110-115).
transición a la superficie de la
existencia, con el consiguiente No ha de creerse, sin
desplazamiento del centro de embargo, que el Renacimiento
gravedad. fuese directamente anticris-
tiano. Por ejemplo en Italia,
Burkhardt ha sostenido que donde tanto se desplegó la
la época renacentista fue la del libertad creadora, no se
descubrimiento del individuo. advierte una rebelión abierta
Pero ello no es así, ya que si contra el cristianismo. Ello se
alguna vez dicho debió quizás al influjo de
descubrimiento tuvo lugar fue Roma y al mecenazgo
precisamente en la Edad protector de los Papas que
evitaron los excesos de las demasiados principios de la
corrientes «liberadoras», cosa cosmovi- sión medieval para
que no acaecería en el área de que el propósito declarado de
los pueblos germánicos, donde volver a la antigüedad -clásica
las nuevas corrientes des- y pagana- pudiese borrar el
embocarían en la rebelión carácter bautismal. El
protestante. Renacimiento no podía ser to-
talmente pagano (cf. N.
Al comienzo, el hervor de la Berdiaeff, Una nueva Edad
libertad que el hombre, a la Media. Reflexiones acerca de
manera de los adolescentes, los destinos de Rusia y de
creía haber conquistado y se Europa, Apolo, Barcelona,
aprestaba a ejercitar, condujo 1934, 16-19).
a una admirable floración de
obras geniales. Pocas veces la Y más adelante: «Podríase
historia ha conocido un decir que la Edad Media había
impulso creador tan fecundo preservado las fuerzas
como en los primeros tiempos creadoras del hombre y había
del Renacimiento. Pero es que preparado el florecer
entonces el hombre estaba espléndido del Renacimiento.
todavía próximo a las fuentes El hombre penetró en el Reo
espirituales de su existencia, a nacimiento con la experiencia
aquella concentración de ener- y con la preparación
gías que había realizado la medievales. Y todo lo que
Edad Media, no habiéndose hubo de auténtica grandeza en
alejado aún demasiado de ese el Renacimiento, estaba
centro, en camino hacia la vinculado con la Edad Media
superficie de su ser. En cristiana. Hoy, el hombre
aquellos primeros tiempos entra en un porvenir des-
subsistían demasiados conocido, con la experiencia
elementos cristianos, de la historia moderna y su
preparación. Y entra en esta perfectamente a Santo Tomás
época, no ya lleno de savia con Pico y se pueden
creadora como en la época del caracterizar sus divergencias
Renacimiento, sino agotado, dentro de un campo común;
debilitado, sin fe, vacío» en cambio Pico y Kant
(ibid., 25). pertenecen a distintos
mundos» (La Edad Media y
Pregúntase Landsberg hasta nosotros... 155156.160).
qué punto el Renacimiento
contiene ya la época moderna, Con gran penetración ha
como quiere Burkhardt, o to- observado Berdiaieff un dato
davía la Edad Media. «El interesante, y es que el
orden medieval del mundo - Renacimiento puso en
responde- ha sido destruido evidencia la imposibilidad que
más por la Reforma que por el tenía de realizar las formas de
Renacimiento. Desde la perfección clásica en el
Nietzsche no puede parecer ya período cristiano de la
paradójico presentar en agudo historia. En efecto, para el es-
contraste la Reforma y el píritu cristiano es imposible
Renacimiento. No obstante esperar acá abajo la perfección
sus aspectos sombríos, soñada, tal como el mundo
especialmente en los campos helénico en su apogeo la había
político y económico, el llevado a cabo, porque su
Renacimiento es algo elevado, ideal de perfección excede el
es florecimiento de la Edad mundo cerrado e inmanente y
Media, aun cuando lleve en su se proyecta al mundo infinito
seno ya, desgraciadamente, y trascendente, jamás
tendencias de decadencia. De alcanzable para las fuerzas
Santo Tomás a Pico hay un humanas intrahistóricas. El
tránsito; de Pico a Kant un cristianismo da nacimiento a
abismo. Se puede comparar una actividad creadora cuyos
resultados no pueden ser sino con la arquitectura clásica de
simbólicos; pues bien, todas la antigüedad. Mientras ésta
las realizaciones de este alcanza un grado supremo de
género son necesariamente perfección, según la medida
imperfectas, ya que, por humana e inmanente, como
excelentes que sean, lo más puede comprobarse, por
que alcanzan es a sugerir la ejemplo, en la cúpula del
existencia de una perfección Panteón de Roma, aquélla es
que se encuentra más allá de esencial y conscientemente
sus propios limites. El imperfecta, agotándose en
símbolo es un puente tendido aspiraciones verticales
entre dos mundos; uno de sus inalcanzables, en la
extremos es, sí, terreno y inteligencia de que solamente
humano, pero el otro en el cielo es posible la
trasciende perfección, mientras que acá
inconmensurablemente la lo más que se puede hacer es
capacidad del artista, por desearla ardientemente,
genial que sea, a tal punto que aspirar a ella nostálgicamente.
la forma perfecta se vuelve Y no sólo la arquitectura sino
imposible. En lugar de también toda la cultura cris-
pretender la perfección de las tiana es necesariamente
formas, el artista cristiano imperfecta, puesto que apunta
busca expresarla mediante una a lo que es inefable y trascen-
figuración simbólica, transida dente a las posibilidades
de nostalgia. humanas, no siendo sino una
imagen simbólica de lo que
Tal fue la tesitura existe más allá de los límites
característica de la entera donde se halla encerrada.
cosmovisión medieval, como Berdiaiev piensa que esta he-
se hace patente cuando se sitación del alma renacentista,
compara la arquitectura gótica entre el cristianismo de la
nostalgia y el paganismo de la el Cinque- cento alcanzó en
perfección, cada uno de los Miguel Angel y Rafael una
cuales lo atrae por su lado, ha perfección de formas más
encontrado su expresión más grande. ¿No se alcanzó
lograda en las obras de entonces la belleza absoluta?
Boticelli, el gran artista del Pero según Berdiaieff el arte
Quattrocento italiano. En él se del siglo XVI coincide con la
advierte la impotencia de decadencia del Renacimiento.
realizar la perfección en la
obra que brota del alma de un 2. La Reforma
artista cristiano, la imposi-
bilidad, por ejemplo, de hacer Después del florecimiento
una imagen «perfecta» de la extraordinario de la actividad
creadora en el Renacimiento,
Virgen. El arte de Boticelli, al
mismo tiempo que encanta, la fase siguiente de la
muestra que el Renacimiento evolución, fruto en cierta
estaba condenado al fracaso manera de una dialéctica
en este mundo cristiano que interna, fue la Reforma
no era para él un terreno protestante. No nace ésta,
favorable. Pero quizás se como el Renacimiento, en los
puede decir, y valga la pueblos europeos del sur, de
paradoja, que el Renacimiento ascendencia romana, sino en
debe lo que tiene de grandeza los países del norte, prin-
a dicho fracaso, puesto que escipalmente los de origen
éste el que ha dado germánico, con un espíritu
nacimiento a sus más es- muy diverso del que signó al
pléndidas creaciones (cf. Le movimiento precedente. No
sens de l’his- toire... 116- nos extenderemos en este
119). tema, más conocido de Uds.,
contentándonos con remitirlos
A esto se podría objetar que a diversos libros que lo
analizan (cf. por ejemplo J. de Brescia o Peter Waldo, de
Maritain, Tres reformadores, los franciscanos llamados
Ed. Santa Catalina, Buenos «espirituales» - exponentes de
Aires, 1945; R. García tantos ideales religiosos de la
Villoslada, Martín Lutero, 2 época, pero que extremándolo
tomos, BAC, Madrid, 1973, todo produjeron las formas
etc). más extravagantes de
heterodoxia medieval-, de
Así como al tratar del Ockham y Wicleff. Sin
Renacimiento, afirmamos que embargo, considerado en su
ya la Edad Media había conjunto, el movimiento fue
conocido un renacimiento esencialmente católico y trajo
desde sus propias entrañas, aire fresco al edificio es-
también ahora hemos de decir piritual de la Edad Media. A
que el Medioevo, siempre en veces el lenguaje era fuerte,
prosecución del ideal, y nunca inusual en nuestros días, como
del todo satisfecho con los cuando una santa canonizada
logros alcanzados, se pre- como S. Brígida, no vacilaba
ocupó por hacer su propia en denunciar a un Papa
reforma, su autorreforma. C. relajado, en términos
Dawson no vacila en afirmar desmedidos, como «asesino de
que la verdadera época de la almas, más injusto que Pilatos
Reforma no fue el siglo XVI, y más cruel que Judas» (Libro
sino toda la Baja I, Rev. V, c. 41), o como
cuando el Dante, apuntando a
Edad Media, a partir del siglo las graves falencias de la
XI. Resultó inevitable que Iglesia, hablaba como si ésta
dicho movimiento produjera hubiese apostatado y se
exaltados, que acabarían en el hubiera visto privada de la
cisma o la herejía, como dirección divina (cf C.
sucedió en el caso de Arnoldo Dawson, Ensayos acerca de la
Edad Media... 311-312). las verdades de la fe tales
como fueron reveladas por
También la Reforma Dios e interpretadas y
protestante clamó contra enseñadas por el Magisterio
diversas fallas de la Iglesia, si de la Iglesia, su auténtica de-
bien desde la vereda de positaria, convirtió su propia
enfrente. Eran fallas inteligencia en «cátedra», aun
verdaderas, como lo reconoce contra la autoridad de la
Chesterton: «Es perfectamente Iglesia docente.
cierto que podemos encontrar
males reales, que provocaban Tal posición significó para
la rebeldía, en la Iglesia la sociedad europea una grave
Romana anterior a la ruptura de aquella unidad de
Reforma». Pero agrega fe que había caracterizado de
enseguida: «Lo que no manera tan determinante,
podemos encontrar es que uno según dijimos, a la sociedad
solo de esos males reales fuera medieval. El libre examen
reformado por la Reforma». introdujo la primacía de la
pluralidad inconsistente y
Sin embargo la Reforma fue efímera, por sobre la unidad
más allá de la mera denuncia de lo permanente y eterno, así
de desórdenes y falencias como la subordinación de la
morales en la Iglesia, verdad universal a las opi-
atentando contra su misma niones particulares. Fue la
doctrina. La Revolución rebelión de lo múltiple contra
religiosa comenzó con el lo uno, en el campo de la
«libre examen» de Lutero, religión, en primer lugar, pero
erigiéndose el criterio que no dejaría de tener
personal en norma suprema de consecuencias también en el
la verdad cristiana. de la filosofía, la política y el
entero orden cultural.
En vez de aceptar el hombre
J. Huizinga, quien, no lo siete príncipes electores, tres
olvidemos, es protestante, eclesiásticos y cuatro
destaca un aspecto interesan- seculares, significan las tres
te, propio de este momento de virtudes teologales y las
la postcristiandad, que nos cuatro cardinales... En rigor
ayuda a empalmar lo acaecido nos encontramos aquí con un
en el Renacimiento con lo que simbolismo a la inversa, en
sucedió en la Reforma, es a que no alude lo inferior a lo
saber, la pérdida del superior, sino lo superior a lo
simbolismo que, como inferior. Pues en la intención
también señalamos del autor son superiores las
anteriormente, caracterizaba cosas terrenales; a
de manera tan decisiva a la dignificarlas está destinada la
sociedad medieval. «El ornamentación celeste» (El
pensamiento simbólico -dice- otoño de la Edad Media...
fue consumiéndose paulatina 325).
y totalmente. Encontramos
que los símbolos y alegorías 3. La Revolución Francesa
se habían convertido en un
juego vano, en un superficial Nos explayaremos algo más
fantasear sobre la simple base en este jalón, por considerarlo
de un enlace extrínseco entre de enorme trascendencia en el
las ideas. Pero el símbolo sólo proceso de la postcristiandad.
conserva su valor efectivo Lutero había limitado su
mientras dura el carácter rebelión al campo religioso. Si
sagrado de las cosas que hace bien se resistía a reconocer
sensibles. Tan pronto como que la Iglesia Católica era la
desciende de la pura esfera prolongación de Cristo, en
religiosa a la esfera exclusi- forma alguna negaba a Cristo
vamente moral, degenera, sin y mucho menos a Dios. La
esperanza de remedio. Los Revolución Francesa
franqueará el próximo paso en la Revolución en los hechos,
este movimiento, agregando a si no se hubiera presentado
la negación luterana del como la religión nueva, la que
carácter sobrenatural de la venía a suplir al cristianismo,
Iglesia, el rechazo de la con una cuota de sacrificio y
divinidad de Cristo, hasta de misticismo, exigiendo
quedándose con un Dios eté- de sus fieles un acto de fe en
reo y vaporoso, el Ser la bondad de la naturaleza
Supremo, el Gran Arquitecto. humana, en la infalibilidad de
Por otra parte, lo que el Re- la razón y en el progreso in-
nacimiento había realizado en definido, sin excluir el
el campo del arte, y la componente esjato- lógico, ya
Reforma en el de la vida re- que proclamaba que, ilumina-
ligiosa, la Revolución do por sus propias luces, el
Francesa lo extendería a la mundo moderno estaba en
vida social y colectiva. proceso de ascensión hacia un
estado superior en el que todas
a) Protagonismo de las ideas las potencialidades que la
en la Revolución No son naturaleza había colocado en
pocos los que identifican la el hombre, liberadas de las
Revolución Francesa con el últimas trabas, podrían al fin
derramamiento de sangre y la desarrollarse y alcanzar su
guillotina. Pero eso fue lo plenitud, si bien en el interior
postrero. La Revolución de la historia.
comenzó mucho antes,
subvirtiendo primero el orden La bibliografía que existe
de las ideas. sobre la Revolución Francesa
es inmensa. Entre nosotros,
Se ha señalado que la destaquemos un notable
Revolución en las ideas no ensayo de Enrique Díaz
habría sido capaz de inspirar Araujo, del que nos valdremos
para desarrollar el tema (cf. práctica a la labor panfletaria.
Prometeo desencadenado o la Desde su lujosa residencia de
Ideología Moderna, separata Ferney daría a luz libelo tras
de «Idearium», Rev. de la libelo, donde se afirmaba que
Facultad de Ciencias Jurídicas la Biblia no tenía grandeza ni
y Sociales de la Universidad belleza, que el Evangelio sólo
de Mendoza, n° 3, Mendoza, había traído desgracias a los
1977). hombres, que la Iglesia, entera
y sin excepción, era
Dos fueron los «ideólogos» corrupción o locura.
principales que prepararon la Simplificación caricaturesca,
Revolución. incansable repetición de los
mismos motivos, tales eran
Ante todo Voltaire, hombre sus procedimientos predi-
singular, por cierto, lectos.
apoltronado en un cómodo
deísmo o teísmo cuya Fue también el maestro de la
principal virtualidad con- duda y del criticismo como
sistiría en contener los método de trabajo. En el
posibles ímpetus del bajo artículo que escribió para la
pueblo por el que no ocultaba Enciclopedia bajo el título
su más profundo desprecio. «¿Qué es la verdad?», decía:
Su lema hasta la muerte sería: «De las cosas más seguras, la
«Ecrassez l‟infame» más segura es dudar». Gracias
(«destruid a la infame»), es a sus vínculos con la
decir, a la Iglesia. «Jesucristo masonería, Voltaire entró en
-dirá- necesitó doce apóstoles contacto epistolar con varios
para propagar el cristianismo. soberanos de Europa, como
Yo voy a demostrar que basta José I de Austria, los ministros
uno solo para destruirlo». Pombal de Portugal y Aranda
Voltaire aplicó su inteligencia de España, María Teresa de
Austria, y sobre todo Federico Pero el maestro principal del
II de Prusia (al que llamó «el siglo XVIII fue Rousseau.
Salomón del Norte») y Bien señala Díaz Araujo que
Catalina la Grande de Rusia (a «casi toda la problemática de
la que denominó «la la Revolución -el utopismo, el
Semíramis del Norte»), y así mesianismo, el crístianismo
contribuyó para que el antiguo corrompido, la mística de-
despotismo se convirtiese en mocrática, la voluntad general
un «despotisrno ilustrado», totalitaria, el monismo
como comenzó a llamarse. político-religioso, la relígión
«Era -comenta Hazard- una secular, el optimismo ético, el
figura de minué: reverencia de progresismo indefinido, la
los príncipes a los filósofos y pedagogía anárquica, la
de los filósofos a los santificación del egoísmo, el
príncipes» (El pensamiento romanticismo, etc.-, pasa por
europeo en el siglo XVIII, su obra. Todos los
Guadarrama, Madrid, 1958, revolucionarios prácticos,
415). desde Marat y Saint-Just,
pasando por Babeuf, Marx,
Tras las huellas de Voltaire Lenin, Bakunin, Trotsky,
se fue formando un grupo de hasta llegar al Che Guevara y
sedicentes «filósofos» en Mao-Tse-Tung, son tríbu-
torno a «La Enciclopedia». tarios suyos y discípulos
Los hijos del siglo querían ser confesos o vergonzantes»
libres, iguales y hermanos, (Prometeo desencadenado...
pero también querían ser sa- 28).
bios, conocer de todo, y en
poco tiempo. Tal fue el papel La doctrina política de
que desempeñó la Enci- Rousseau se basa sobre un
clopedia, o compendio del axioma que está más allá de
nuevo modo de pensar. toda discusión, el de la bondad
natural del hombre. «No hay roso donde se nutrió el
perversidad original en el pensamiento revolucionario»
corazón humano», afirma en (J. M. Bargalló Cirio, Rous-
el Emilio, «el hombre es un seau. El estado de naturaleza
ser naturalmente bueno... , los y el romanticismo político, V.
primeros movimientos de la Abeledo, Buenos Aires, 1952,
naturaleza son siempre 53-54). Lo que comenta Díaz
rectos..., todos los vicios que Araujo diciendo que la bondad
se le imputan al corazón natural, ínsita en el
humano no le son naturales. El «Hombre», se transfiguró para
mal proviene de nuestro orden los burgueses de la
social... Ahogad los Revolución Francesa, en la
prejuicios, olvidad las bondad natural del «Pueblo»,
instituciones humanas y con- y para los marxistas, en la
sultad con la naturaleza». He bondad natural del
ahí el mito de la inocencia «Proletariado» (cf. Prometeo
original del hombre, el meollo desencadenado ... 41). El
de la nueva religión, el retorno reemplazo del hombre
al Paraíso, pero ahora sin la «pecador» del cristianismo,
caída, sin el pecado original, observa Vegas Letapié, por el
dogma este último que para hombre «naturalmente bueno»
Rousseau constituía una de los románticos y
auténtica «blasfemia». Según revolucionarios está en el
Bargalló Cirio, «esta visión origen del torrente que hoy
idílica del hombre y del amenaza con destruir los
pueblo, situados en sí mismos últimos vestigios de
más allá del bien y del mal, y civilización (cf. E. Vegas
sólo corrompidos por la cultu- Letapié, Romanticismo y
ra, el prejuicio religioso o el Democracia, Cultura
despotismo político, ha Española, Santander, 1938,
construido el mito más vigo- 24).
Rousseau ha expuesto suasociación - escribe Rousseau-
teoría política en «El Contrato
que defienda y proteja con
Social». Luego de afirmar la
toda la fuerza común la
absoluta libertad inicial del
persona y los bienes de cada
individuo, describe los
asociado, y por la cual cada
encadenamientos que le hauno, uniéndose a todos, no
impuesto una sociedad
obedezca sin embargo más
despótica, precisamente la
que a sí mismo y permanezca
sociedad medieval, o lo que
tan libre como antes. Tal es el
resta de ella, con su Iglesia,
problema fundamental al que
sus municipios, el susContrato Social da
corporaciones artesanales, la
solución». ¿Cuál es la
universidad, la familia, el
solución? «Cada uno de
ejército, etc. Esas cadenas
nosotros pone en común su
deben ser rotas, esas reli-
persona y todo su poder bajo
gaciones deben ser truncadas,
la suprema dirección de la
si el hombre quiere recuperar
voluntad general...» Y así
su libertad. Tal es, como dice
«dándose cada uno todo
Díaz Araujo, el segundo entero, la condición es igual
movimiento de la sinfoníapara todos, y dándose cada
abstracta de Rousseau. Pero
uno a todos no se da a nadie
como él no es un anarquista
en particular». Esta «voluntad
puro, de inmediato quieregeneral» es algo mítico, o,
reconstruir el edificio social
como dice Maritain, «especie
que acaba de demoler. Y allí
de Dios social inmanente, yo
empieza el tercer movimiento,
común que es más yo que yo
el más complejo, que se mismo, en el cual me pierdo
desarrolla a través de una serie
para encontrarme, y al que
de pasos. sirvo para ser libre» (J.
Maritain, Tres reformadores,
«Encontrar una forma de 159).
La soberanía del pueblo así conciencia debe callarse».
entendida no es la antítesis del Semejante doctrina es el
despotismo de la tiranía, sino soporte del absolutismo más
de la concepción política re- total, sin limite alguno,
presentada por, la institución infinitamente superior al que
monárquica que privó en la se pretendía reemplazar.
Edad Media, inseparable de su
religación .trascendente, que Hemos dicho más arriba que
hacía del rey el representante esta ideología acabaría por
de Dios en el orden político. convertirse en una suerte de
La soberanía del pueblo se religión ciudadana, una
planteó, pues, como la profesión de fe puramente
antinomia de la soberanía de civil, cuyos artículos co-
Dios sobre la sociedad. Se rrespondería fijar a la voluntad
trata, así, de un elemento general. Un solo pecado resta
esencial en la Revolución. en esta nueva sociedad:
Jeremías Bentham, padre del apartarse de la voluntad
utilitarismo radical inglés, general, ser «faccioso», en
declarado por la Convención cuyo caso el reo podrá ser
ciudadano francés, en su desterrado del Estado o
«Tratado de la legislación incluso condenado a muerte.
civil y penal» afirma: «En
ningún caso se puede resistir a Este monismo religioso se
la mayoría, aun cuando llegue hace ines- cindible de un tipo
ésta a legislar contra la determinado de educación,
religión y el derecho natural, aquel que el mismo Rousseau
aun cuando mande a los hijos expuso en su Emilio, tendiente
que sacrifiquen a su padre». El a formar un Hombre Nuevo,
literato y astrónomo Bailly es decir, un hombre libre de
decía, por su parte: «Cuando las antiguas inclinaciones y
la ley ha hablado, la valores, un hombre que
aprende a hacer siempre suya sistematizar los fundamentos
la voluntad general. principales del espíritu revolu-
cionario. El primero de ellos
Maritain ha compendiado de es el naturalismo. El Cardenal
manera diáfana el proyecto de Pie, que ha penetrado con
Rousseau, presentándolo en tanta agudeza el espíritu de la
continuidad con el de Lutero: Revolución Anticristiana (cf.
«Laicizar el Evangelio y nuestro libro El Cardenal Pie,
conservar las aspiraciones Gladius, Buenos Aires, 1987,
humanas del cristianismo su- sobre todo 269-322), ve en el
primiendo a Cristo: tal es lo naturalismo la tesitura
esencial de la Revolución. primordial de la Revolución,
Rousseau ha consumado la la ley que rige a sus hombres,
operación inaudita, impregnando sutilmente todos
comenzada por Lutero, de los ambientes de la sociedad.
inventar un cristianismo Los que profesan el
separado de la Iglesia de naturalismo encuentran
Cristo; es él quien ha acabado superfluo el orden
de naturizar el Evangelio; es a sobrenatural, considerando
él a quien debemos ese que la naturaleza posee en sí
cadáver de ideas cristianas las luces, fuerzas y recursos
cuya inmensa putrefacción necesarios para ordenar las co-
envenena hoy al universo» sas de la tierra, el entero orden
(Tres reformadores... 171172. temporal, y para conducir a
Para el conjunto del tema cf. los hombres a su meta
E. Díaz Araujo, Prometeo verdadera, a su destino final
desencadenado... 39-53). de felicidad. La naturaleza se
basta y se convierte poco a
b) Contenido ideológico de poco en el horizonte último
la Revolución del hombre inmanentizado. Y
lo que falta al individuo,
Tratemos ahora de
necesariamente impotente ralismo es el error central de
como tal para alcanzar la la Revolución, el que está en
felicidad, según lo demuestra el origen de todos los demás.
cruelmente la experiencia, lo
encontrará sin salirse de ese El segundo fundamento del
orden en el conjunto, en la espíritu revolucionario es el
humanidad, en la colectividad. racionalismo, una de las
vertientes del naturalismo. Esa
El naturalismo se revela así naturaleza en la que el hombre
como la antítesis del se encastilla, y en la que se
cristianismo. El misterio cen- parapeta contra el Dios que
tral del cristianismo es la desciende para elevarlo, se
encarnación del Verbo. Dios concreta ante todo en la razón.
se hace hombre para que el Admirable es, sin duda, la
hombre se haga Dios con la razón del hombre, vestigio de
ayuda de la gracia. El fin del la inteligencia de Dios. Pero el
cristianismo no es sino la hombre de la Revolución se
elevación del hombre al orden extasía ante ella sin atender a
sobrenatural. Prescindiendo el la fuente de donde proviene.
naturalismo del misterio de la No resulta un hecho fortuito
Encarnación del Verbo, im- que la exaltación racionalista
pugnando la adopción divina llegase a su paroxismo en la
del hombre como si se tratara adoración de la Diosa Razón,
de algo denigrante para el simbolizada en aquella
mismo, atenta frontalmente prostituta que en los días
contra el cristianismo no sólo aciagos de la Revolución
en su fuente sino en todas sus Francesa reemplazó a la
derivaciones, erigiendo un di- imagen de Nuestra Señora
que capaz de impedir la nada menos que en Notre-
penetración de lo sobrenatural Dame de París. Y aun cuando
en el orden natural. El natu- no se arribe a un extremo tan
impresionante, el presupuesto quiere saber nada con la
indiscutido de - dicha Sabiduría eterna que ha bajado
tendencia es que cualquier a la tierra?
doctrina que reconozca otra
autoridad diversa de la razón, El racionalismo fue así la
se deshonra a sí misma. El cara intelectual del
hombre se convierte en la luz naturalismo. La
de su propia inteligencia y independencia, la
también, consecuentemente, emancipación de la razón, he
en la norma de su propio ahí su máxima suprema.
obrar. De este modo, tanto la
razón especulativa como la El tercer principio basal de la
razón práctica encuentran en Revolución Francesa es el
el interior del hombre su raíz liberalismo, otra expresión del
última. naturalismo, su refracción,
esta vez en el ámbito de la
Los hombres de la política. Entre los diversos
Revolución Francesa slogans de la Revolución nin-
enarbolaron altivamente la guno más atractivo y
bandera del racionalismo. El convocante que el de la
nombre de «filósofos», con libertad: libertad de
que se auto denominaban sus pensamiento, libertad de
pensadores, era algo así cómo prensa, libertad de religión...
el signo de reconocimiento de
la mentalidad iluminista, tan Pero el liberalismo no es
acabadamente expresada en el simplemente la defensa de la
espíritu de la Enciclopedia. libertad. Es un modo de
Pero, según bien dice el concebir la vida, franqueada
Cardenal Pie, ¿cómo calificar de toda religación,
de filósofo, es decir, de amigo trascendente o corporativa,
de la sabiduría, a quien no que pueda circunscribirla.
Nace así el liberalismo
democrático o la democracia metafísica, y sólo queda el
liberal, en estrecha conexión entendimiento con sus ideas,
con la posición de la filosofía sin que la verdad de éstas
idealista alemana de Kant y pueda ser medida, y tampoco
Hegel. El idealismo pretende hay verdad absoluta. Lo que
que es la inteligencia, por el habrá, serán opiniones relati-
acto de conocer, la que vas, individuales, no
constituye al ser. Con lo cual opiniones más verdaderas que
el hombre, en cierta manera, otras, superiores a otras. A la
se sustituye a Dios. Porque unidad de la verdad se la
sólo de Dios se puede decir reemplaza con la pluralidad
que la idea precede a la de las opiniones; e incluso se
realidad. Dios tiene en su puede pensar que una cosa es
mente los modelos, los así hoy, y mañana pensar de
arquetipos, y porque los posee otro modo, porque aplicamos
en su inteligencia los el libre examen, el principio
reproduce en la realidad, los que Lutero aplicaba al orden
crea o hace reales. En cambio, religioso. Las cosas no son
cuando se trata del hombre, como son; son como a no-
primero es el ser y luego el sotros nos parece, como las
conocer. El idealismo invierte pensamos; y tenemos derecho
el orden, endiosando a pensar.; las de esta manera,
indebidamente al hombre. como nuestro vecino de la
suya» (El sentido de la
Abundando en esta temática Revolución, Convictio,
escribe E. Gelonch Villariño: Córdoba, 1978, 5-6). Es el
«Como el ser ya no cuenta, no triunfo de la opinión sobre la
hay una realidad independien- verdad, un signo inequívoco
te de la idea que hay en mi de decadencia. Bien dijo
entendimiento, no puede Reine, ex- tasiado ante la
haber ciencia del ser o belleza de la catedral de
Amberes: «Los hombres que dependencia respecto del
construyeron esto tenían orden sobrenatural, tratándose
dogmas. Nosotros sólo de que dicho error sea
tenemos aún opiniones. Con reconocido como dogma
opiniones no se construyen social y como ley de los
catedrales». Estados. Es curioso, pero acá
se pasa de nuevo de la opinión
En oposición al cristianismo al dogma, se hace dogma de la
medieval, el liberalismo, en elopinión democrática liberal,
mejor de los casos, «tolera» expresada por la voluntad
que Cristo sea reconocido por general. «Es imprescindible
algunos en la sociedad, con talestablecer el despotismo de la
de que estén dispuestos a líbertad», afirmaba Marat.
creer que no es la única ver-
dad, que renuncien a la No podemos explayarnos
Realeza del Señor, que acá sobre el sentido de la
consideren la suya como una democracia liberal, predilec-
opinión más. cionada por la Revolución
Francesa, en base a la
El naturalismo invade así el «soberanía del pueblo». Sólo
campo de la sociedad política digamos que más que una
a través del ariete del «forma de gobierno» nueva -
liberalismo, arrebatándole a la democracia ya existía desde
aquélla sus religaciones la antigüedad-, es una «forma
teológicas, o en otras pala- de vida», una cosmovisión,
bras, el naturalismo filosófico una ideología casi religiosa
encuentra su aplicación social (cf. E. Díaz Araujo, Prometeo
en el naturalísmo político, es desencadenado... 38-39). Hay
decir, en aquel sistema según que distinguir, pues, entre
el cual el orden cívico no «democracia», forma de
tiene relación alguna de gobierno, y «democracia»,
forma de vida. quedaba solo, cada vez más
solo, frente a un Estado
El análisis más notable que omnipotente, cada vez más
conozco acerca de la omnipotente.
democracia así entendida lo
he encontrado en una obra de 4. La Revolución Soviética
Berdiaieff, donde el pensador
ruso analiza con la brillantez Es la otra gran Revolución
que lo caracteriza el tema de de los últimos tiempos, en
la verdad y las mayorías, del perfecta continuidad con las
optimismo democrático sobre etapas anteriores. En el siglo
la base de la bondad natural XIX era opinión generalmente
del hombre, del progreso aceptada que las
indefinido, etc. (cf. Una nueva transformaciones económicas
Edad Media ., 196204). de la sociedad estaban en el
origen de los cambios
No deja de ser revelador que políticos. Marx consagraría
fuera la Revolución Francesa, esta idea en su «Manifiesto
en su afán por exaltar la Comunista», sosteniendo que
individualidad, la que aboliese la producción y los
lo que quedaba de las intercambios económicos
corporaciones medievales. constituían la base -la infra-
Será Le Chapelier quien en estructura- de la historia
1790 obtendría dicha política e intelectual, y por
resolución de la Asamblea tanto la historia debía ser
Nacional Constituyente. De entendida como una historia
ahí que en la «Declaración de de lucha de clases entre los
los Derechos del Hombre y explotados y los explotadores;
del Ciudadano» no aparezca si la clase explotada lograba
el «derecho de asociación» y emanciparse, arrastraría en su
de reunión. El hombre proceso libertario a la entera
sociedad. Lo cual es evi- en Dios; y la Revolución
dentemente falso, ya que en el Francesa negó no sólo a la
proceso que caracteriza a toda Iglesia sino también a Cristo
gran revolución - como lo como Dios encarnado, aun
hemos visto en el caso de la cuando se siguiese creyendo
francesa- primero se produce en un Dios remoto, gran
una transformación espiritual; arquitecto; el marxismo
después, provocado por ésta, agrega la negación de Dios, o
un cambio en la filosofía mejor, engloba la totalidad de
social, y consecuentemente en la negación: de la Iglesia, de
la organización del orden Cristo y también de Dios.
político; por último, una
mutación económica, como Ya decía Pío XII: «En estos
resultado de la nueva últimos siglos [el enemigo]
estructura política. trató de realizar la dis-
gregación intelectual, moral y
No nos detendremos en el social de la unidad del
análisis de la revolución organismo misterioso de Cris-
soviética. Lo hemos hecho ya, to. Quiso la naturaleza sin la
y ampliamente, en otro lugar gracia; la razón sin la fe; la
(cf. nuestro libro De la Rus’de libertad sin la autoridad; a
Vladímir al «hombre nuevo» veces, la autoridad sin la
soviético... 183-446). Lo que libertad. Es un „enemigo‟ que
queremos ahora destacar es se volvió cada vez más
cómo dicha Revolución concreto, con una ausencia de
constituye un jalón escrúpulos que todavía
fundamental en el proceso sorprende: ¡Cristo sí, Iglesia
destructivo de la post-cris- no! Después: ¡Dios sí, Cristo
tiandad. Si la Reforma negó a no! Finalmente el grito impío:
la Iglesia Católica, ¡Dios ha muerto! y hasta
manteniendo su fe en Cristo y ¡Dios jamás existió!»
(Alocución a la Unión de También Gramsci ha
Hombres de la Acción Cató- señalado las «paternidades»
lica Italiana, 12 de octubre del marxismo: el Renacimien-
1952). to, la Reforma, la filosofía
idealista alemana, la literatura
El marxismo no es, pues, un y la política de la Revolución
aerolito que cae del espacio y Francesa, la economía liberal
se introduce en la historia, inglesa, el laicismo (cf.
sino que está en perfecta nuestro Antonio Gramsci y la
continuidad con las revolución cultural, Corpo-
subversiones anteriores. El ración de Abogados Católicos,
mismo Marx ha trazado la Buenos Aires, 19904, sobre
genealogía de la Revolución, todo 9-11). Entre tales
en completo acuerdo - o paternidades destaquemos la
coincidencia- con los textos de de la Revolución Francesa, su
los Papas: «...El pasado antecesora directa. Díaz
revolucionario de Alemania es Araujo ha subrayado la
teórico; es la Reforma. En esa estrecha concatenación que
época, la revolución comenzó existe entre las dos grandes
en la cabeza de un monje; revoluciones de los tiempos
hoy, ella comienza en la modernos. En última,
cabeza de un filósofo [Hegel o instancia no son sino dos
Feuer- bach]. Si el momentos del mismo espíritu
protestantismo no fue la ver- revolucionario. Ya Spengler
dadera solución, fue por lo había señalado en «Años
menos la verdadera posición Decisivos», que el
del problema... Cuando jacobinismo era «la forma
rechazo la situación alemana temprana» y el bolchevismo
de 1843, estoy, según la «la forma tardía» de la
cronología francesa, apenas en revolución moderna. Porque
el año 1789». ambos, en definitiva, se
inspiran en la actitud del piedra estaba ordenada
Prometeo mitológico, el jerárquicamente hacia un fin
rebelde ante los dioses (cf. común, que era la adoración a
Prometeo desencadenado... 1- Dios, y la dispersión por el
2). terreno de todos los bloques
sillares. La respuesta socialista
Señalemos una coincidencia consistió en apilar
interesante entre la simétricamente todas aquellas
Revolución francesa y la so- piedras antes diseminadas por
viética: la universalidad de el liberalismo, formando un
ambas. La Francia del 89 no cubo de granito en el que tanto
proclamó los «derechos de los las piedras talladas como las
franceses» sino los «derechos toscas, las grandes como las
del Hombre», en general, y la chicas, quedaban
Unión Soviética no dijo homogeneizadas, igualadas,
«Proletarios de la Unión para un altar sin Dios ni
Soviética, uníos» sino trascendencia.
«Proletarios del mundo,
uníos». También Dostoievski, con
sus grandes dotes de profeta,
Antoine de Saint-Exupéry, previó el camino que seguiría
por su parte, ha comparado en la Revolución, según la
una de sus novelas lo que dialéctica misma de sus
ambas revoluciones principios. Fue sobre todo en
significaron en los últimos su magnífica novela
tiempos. La imagen del orden «Demonios» donde dejó en
social de la Edad Media, nos claro por qué de padres
dice, se concretaba en las liberales nacerían hijos
catedrales góticas. El proyecto socialistas. El comprendió,
liberal supuso la demolición como pocos, que el
de la catedral, donde cada socialismo en Rusia, más allá
de sus pronunciamientos Porque si la Revolución
económicos o sociales, era Francesa constituyó una suer-
una cuestión religiosa -la te de «religión laica», también
cuestión del ateísmo-, que la la Revolución Soviética, su
preocupación de los hija, asumiría todos los
intelectuales rusos de antes de aspectos de una auténtica
la Revolución no era religión, con su credo, su
propiamente la política, sino moral, su liturgia, su
la salvación de la humanidad autoridad doctrinal (cf.
al margen de Dios y contra nuestro libro De la Rus’ de
Dios. No en vano Marx dejó Vladímir al «hombre nuevo»
escrito en su tesis doctoral: soviético... 269-304).
«[La filosofía]... hace suya la
profesión de fe de Prometeo: Tanto la Revolución
“En una palabra, odio a todos Francesa como la Revolución
los dioses”...» Soviética criticaron la religión
y destacaron sus defectos.
Pero no bastaba con matar a Pero en el fondo la atacaban
Dios. Había que suplirlo. El por lo bueno que tiene. No
marxismo pretenderá ser una odiaban al cristianismo en
religión invertida. «Buscamos razón de las imperfecciones
destronar a Dios para poner al de quienes lo profesaban -
hombre en su lugar», aunque usasen de ello como
confesaría el mismo Marx. Y útil argumento-, sino por lo
también: «El hombre es para que era en sí mismo. Lo que
el hombre el ser supremo» (cf. odiaban era el reconocimiento
Introducción a la Filosofía de la creaturidad y
del Derecho de Hegel, dependencia del hombre. De
Diferencia entre las filosofías ahí el odio teológico que
de la naturaleza de revelan sus dirigentes. Pocos
Demócrito y de Epicuro). años antes de la Revolución,
en diciembre de 1913, Lenin la Revolución Francesa del
decía en carta a Gorki: siglo XVIII como el
«Millones de inmundicias, de positivismo y el socialismo
suciedades, de violencias, de del siglo XIX son las conse-
enfermedades, de contagios, cuencias del humanismo que
son mucho menos temibles comenzó a imponerse a partir
que la más sutil, la más del Renacimiento, al mismo
depurada, la más invisible tiempo que los síntomas del
idea de Dios... Dios es el agotamiento de su poder
enemigo personal de la socie- creador (cf. ibid. 30-31).
dad comunista».
En el Renacimiento, el
Así como de la democracia hombre comenzó el proceso
liberal inspirada en la de su autoexaltación. El flo-
Revolución Francesa nos ha recimiento de lo humano no
dejado Berdiaieff un análisis era posible sino en el grado en
excelente, también lo ha que el hombre tenía
hecho tratando del socialismo. conciencia, en lo más
Recomendamos su lectura (cf. profundo de su ser, de su
Una nueva Edad Media, 206- verdadero lugar en el cosmos,
223). conciencia de que por encima
de él había instancias
5.Hacia una visión sintética: superiores. Su
del Renacimiento a la perfeccionamiento humano
Revolución soviética sólo resultaba factible mien-
tras se mantuviese ligado a las
Intentemos una visión de raíces divinas. Al comienzo
conjunto del camino recorrido. del Renacimiento, el hombre
Lo haremos recurriendo a las tenía aún esa conciencia, reco-
inteligentes observaciones que nocía todavía el sentido
al respecto hemos encontrado trascendente de su existencia.
en Berdiaieff. Según él, tanto
Pero poco a poco se fue creadora del hombre pero al
deslizando hacia la ruptura. El
agotarse sus virtualidades se
Renacimiento pudo ser un clausuró con la negación de
progreso, un desemboque esa individualidad. El hombre
enriquecedor de la Edad sin Dios deja de ser hombre:
Media. Mas no fue así, al tal es para Berdiaieff el senti-
menos si lo juzgamos por el do religioso de la dialéctica
desarrollo histórico que
interna de la historia moderna,
provocó, si lo juzgamos por lo
de la historia de los últimos
que desencadenó. «Se ofrece cinco siglos, historia de la
al hombre una inmensa grandeza y decadencia de las
libertad -escribe Berdiaieff-,
ilusiones humanistas.
que es el inmenso ex- Paulatinamente el hombre se
perimento de las fuerzas de su
fue desvinculando de sus
espíritu. Dios mismo, por religaciones trascendentes, y
decirlo así, espera del hombre
vaciada su alma, acabó
su acción creadora, su aporta-
convertido en esclavo, no de
ción creadora. Pero, en lugarlas fuerzas superiores,
de volver hacia Dios su sobrehumanas, sino de los
imagen creadora y de entregarelementos inferiores e
a Dios la libre
inhumanos. La elaboración de
sobreabundancia de sus
la religión humanista, la
fuerzas, el hombre ha gastadodivinización del hombre y de
y destruido esas fuerzas en la
lo humano, constituyen
afirmación de sí mismo» precisamente el fin del
(ibid., 68-69). humanismo, su autonegación,
el agotamiento de sus fuerzas
La paradoja no deja de ser creadoras. De la auto-
dolorosa. El Renacimiento se afirmación renacentista a la
inauguró con la afirmación auto-negación moderna.
gozosa de la individualidad
En nuestra época ya se ha proceso de la historia
extenuado el libre juego moderna, afirma, como el de
renacentista de las potencias una progresiva y creciente
del hombre, al cual debemos emancipación. «Pero
el arte italiano, Shakespeare y
¿emancipación de qué,
Goethe. En nuestra época se emancipación para qué? Los
desarrollan fuerzas hostiles, tiempos modernos no lo han
que aplastan al hombre. Hoy sabido. Se hubieran visto en
no es el hombre quien está definitiva muy apurados para
liberado, sino los elementos decir en nombre de quién, en
inhumanos o infrahumanos nombre de qué. ¿En nombre
que él desatara y cuyas del hombre, en nombre del
oleadas lo acosan por todas humanismo, en nombre de la
partes (cf ibid. 60-62). libertad y de la felicidad de la
Estamos de nuevo en
humanidad? No se ve ahí nada
presencia de esa verdad que sea una respuesta. No se
paradojal, es a saber, que puede libertar al hombre en
cuando el hombre se somete a nombre de la libertad del
un principio superior,
hombre, por no poder el
suprahumano, se consolida y hombre ser la finalidad del
afirma, mientras que se pierdehombre. Así nos apoyamos
cuando resuelve permanecer sobre un vacío total. Si el
encerrado en su pequeño hombre no tiene hacia qué
mundo, lejos de lo que lo elevarse, queda privado de
trasciende (cf. Le sens de sustancia. La libertad humana
l'histoire..., 161-162). aparece en este caso como una
simple fórmula sin
El pensador ruso ha consistencia» (Una nueva
encontrado otra formulación Edad Media... 92-93).
para explicar lo mismo. Se ha
llegado a considerar el Berdiaieff creyó encontrar la
mejor prueba de su aserto filosóficas no trepidaron en
considerando lo acaecido en negar la posibilidad de que la
el campo del arte. El razón humana fuese capaz de
Renacimiento exaltó la
acceder a la verdad. Berdiaieff
imagen del hombre, su rostro compara el proceso
clarividente, su torso
gnoseológico con el proceso
musculoso, pero las corrientesseguido por el arte: en la
estéticas del siglo xx han so-gnoseología crítica hay algo
metido la forma humana a un que recuerda al cubismo. A
profundo quebranto, la han fuerza de atribuir suficiencia
desvencijado. El hombre, al conocimiento no sólo para
imagen de Dios, tema autodefinirse y autoafirmarse,
obligado y excelso del arte, sino también para develar la
desaparece al fin, descom- totalidad de los problemas,
puesto en fragmentos, como llega el hombre a la negación
se puede ver en Picasso, sobreya la autodestrucción de su
todo en el Picasso del períodopropia capacidad de inteligir.
cubista (cf. Le sens de Perdido su centro espiritual y
l'histoire... 153-155). Algo negado el origen trascendente
semejante se produce en el de su inteligencia, reflejo del
campo de la música moderna, Logos divino, el hombre se
en la que hacen irrupción pierde a sí mismo y renuncia a
elementos caóticos. su capacidad de entender (cf.
Una nueva Edad Media... 51-
El mismo proceso es 53).
advertible en el campo del
conocimiento. Hemos visto en Dos hombres dominan el
qué grado la Revolución pensamiento de los tiempos
Francesa exaltó la razón del modernos, Nietzsche y Marx,
hombre, hasta llegar a endio- que ilustran con genial
sarla. Y recientes escuelas acuidad las dos formas
concretas de la autonegación desplazamiento del centro a la
y autodestrucción del periferia. Cuando el hombre
humanismo. En Nietzsche, el rompió con el centro espiritual
humanismo abdica de sí de la vida, se fue deslizando
mismo y se desmorona bajo la lentamente desde el fondo
forma individualista; en Marx, hacia la superficie, se fue
bajo la forma colectivista. haciendo cada vez más
Ambas formas han sido superficial, viviendo cada vez
engendradas por una sola y más en la periferia de su ser.
misma causa: la sustracción Pero como el hombre no
del hombre a las raíces tras- puede vivir sin un centro,
cendentes y divinas de la vida. pronto comenzaron a surgir en
Tanto en Marx como en la superficie misma de su
Nietzsche se consuma el fin vida, nuevos y engañosos
del Renacimiento, aunque en centros. Emancipados sus
formas diversas. Pero en órganos y sus potencias de
ninguno de los dos casos se ha toda subordinación jerárquica,
consumado con el triunfo del se proclamaron a sí mismos
hombre. Después de ellos, ya centros vitales, avanzando el
no es posible ver en el hombre, siempre más, hacia la
humanismo moderno un ideal epidermis de su existencia. En
esplendoroso, ya no es posible nuestro siglo, el hombre
la fe ingenua en lo puramente occidental se encuentra en un
humano (cf. N. Berdiaieff, op. estado de vacuidad terrible.
cit., 40-42). Ya no sabe dónde está el
centro de la vida. Ni siente
Berdiaieff ha caracterizado profundidad bajo sus pies.
de dos maneras el largo Entre el principio y el fin de la
proceso de los últimos siglos. era humanista, la distancia es
En primer lugar, dice, se ha formidable y la contradicción
producido un gigantesco aterradora (cf. ibid., 16).
Asimismo Berdiaieff
señala Thibon que, a
considera este transcurrir de la
diferencia del hombre de la
modernidad como un trágico y
Cristiandad, impregnado de
secular desplazamiento de lo
las corrientes que proceden de
orgánico a lo mecánico. El fin
los otros dos mundos, es decir
histórico del Renacimento , asentado sobre lo elemental
trajo consigo la disgregación
y coronado con lo espiritual,
de todo cuanto era orgánico, la
el hombre moderno no sólo ha
Cristiandad, las corporaciones,
perdido sus conexiones con el
el orden político. Al
orden sobrenatural, sino
comienzo, en sus primeras también, en buena parte, con
fases, dicha dispersión fuela naturaleza misma: «La
considerada como si se tratase
sociedad feudal tenía echadas
de una liberación de las poten-
sus raíces en la naturaleza y
cias creadoras del hombre, en la vida por el primado de la
expeditas ahora para llevarfuerza y del coraje físico, por
adelante un juego autónomo.la pertenencia a la tierra, por
Mas no fue así, ya que dichas
la herencia y el respeto de la
potencias se vieron
ley de la sangre, y recibía el
constreñidas a subordinarse a
influjo espiritual y religioso
nuevos engranajes sociales,por el juramento, la fidelidad,
cuyo símbolo fue la máquina,
el espíritu caballeresco y
a la que debieron someterse.
todas las formas de sacrali-
No es ello de extrañar ya que
zación del pacto social... La
«cuando las potencias
parte más ostensible de la
humanas salen del estado sociedad actual, con sus
orgánico, quedan
jerarquías, basadas en el
inevitablemente sujetas al dinero anónimo y en el Estado
estado mecánico» (ibid., 43).
abstracto; sus celebridades,
agigantadas por la
En relación con este tema propaganda; sus autoridades,
brotadas del azar y de la in- teológico, cuya lectura
triga, corresponde recomendamos (cf. A.
exactamente al segundo tipo. Casaubón, El sentido de la
Vacías de la savia de la tierra revolución moderna, Huemul,
y de la savia del cielo... Buenos Aires, 1966). Entre
¿Cómo extrañarse, en estas otras observaciones
condiciones, de la sumamente atinadas, señala
proliferación de flores que aun cuando este proceso
artificiales? Son las únicas haya sido altamente negativo,
que no necesitan raíces ni no se puede negar que la
savia». Revolución moderna ha
producido también algunos
Proyectemos una mirada resultados buenos. No es ello
teológica a este largo y insólito, señala, ya que si las
doloroso proceso de abandono fuerzas con que cuenta el
de Dios y de Cristo, así como hombre, puestas por Dios en
de abdicación de la él para que se lancen a lo
Cristiandad. El motus ratio- sobrenatural, a lo infinito,
nalis creaturfó ad Deum (el cual meta suprema de sus
movimiento de la creatura aspiraciones, en los tiempos
racional hacia Dios), que era modernos se abocaron casi
la fórmula ética de Sto. exclusivamente a lo finito,
Tomás, se transformó en un como si éste fuese su fin
motus rationalis crea- turx a último, resulta lógico que en
Deo (movimiento de la este campo haya habido
creatura racional desde Dios), notables logros. Se refiere
que es la fórmula de la principalmente a los progresos
modernidad. Casaubón nos ha técnicos y científicos. «Mas
dejado un análisis exquisito esos logros -añade-, en tanto
de dicho proceso desde el que son hechos con espíritu de
punto de vista filosófico y rebeldía antiteológica, son la
contrapartida de las grandes inteligibilidad si se lo
pérdidas operadas en los considera a la luz de la
planos ético, antropológico, parábola del hijo pródigo. Los
filosófico, metafísico y hombres del Renacimiento
teológico: porque aquellas pidieron a Dios la parte de su
potencias [la inteligencia y la herencia, le pidieron el libre
voluntad], precisamente por uso de su inteligencia, de su
su “conversio”, tienen, para voluntad, de sus pasiones,
autojustificarse, que negar el para usarlas a su arbitrio. Al
“hilo de oro” que religa todas principio se sentían felices,
las cosas a Dios, como pletóricos de impulso creador.
reconociera con nostalgia el Pero con el tiempo esa
propio Hegel» (ibid., 74). herencia se fue dilapidando,
malbaratando, y los hombres
Genial a este respecto la comenzaron a sentirse vacíos,
reflexión de Thibon: La locura a experimentar hambre, y los
revolucionaria, afirma, que se habían negado a
consiste en exigir lo reconocer a su Señor divino
imposible, es decir, lo infinito, buscaban ahora amos extraños
a lo finito, buscar la felicidad con los cuales conchavarse.
en las contradicciones de la Acabaron apacentando cerdos.
vida mortal, el espíritu en la La parábola de Cristo es dura
materia, y lo divino en lo e irónica. El hombre quiso
humano. Es exactamente el hacerse como Dios, según se
mismo imposible que la gracia lo insinuara la tentación
nos da. Porque «lo que es paradisíaca*, y acabó
imposible para los hombres es reduciéndose al nivel de los
posible para Dios». animales. Bien afirma Thibon
que «el hombre no escapa a la
El complejo proceso de la autoridad de las cosas de
Revolución Moderna adquiere arriba, que lo alimentan, más
que para caer en la tiranía de Casaubón lo expresa a su
las cosas de abajo, que lo modo: «Resulta evidente que
devoran». Es lo que dijo S. el hombre, para exaltarse a sí
Agustín: «El que cae de Dios, mismo ante Dios, Cristo, la
cae de sí mismo». Iglesia y el orden cósmico, ha
ido negando
*En 1969 dijo Jacques “progresivamente” a la Iglesia
Mitterrand, ex gran maestre primero, a Cristo luego, a
del Gran Oriente Francés, y Dios enseguida, a la verdad
pariente cercano del que fue especulativa, a la moral ya la
Presidente de Francia: «Si el belleza por último,
pecado de Lucifer consiste autonegándose y empobre-
en colocar al hombre sobre ciéndose por lo mismo, para
el altar en lugar de colocar a ponerse como epifenómeno de
Dios, todos los humanistas la economía, o de la libido, o
cometen ese pecado desde el de la raza. Por tanto, buscán-
Renacimiento». Justamente dose, se ha perdido, como ya
ha escrito Vega Letapié: «Si lo preveía Cristo» (El sentido
la libertad desenfrenada se de la revolución moderna...
deriva del pecado de 35).
soberbia del non serviam de
Lucifer, podemos encontrar 6.Un último
el origen del principio de proyecto: el Nuevo
igualdad absoluta en el Orden Mundial
pecado de envidia en que
cayeron nuestros primeros Hoy se ha lanzado un nuevo
padres en el paraíso, al grito de esperanza. Tras el
dejarse seducir por el pecado derrumbe del coloso soviético,
de la serpiente: Aperietur que resultó un gigante con
oculi vestri et eritis sicut pies de barro, hay quienes
Dei». piensan que hemos llegado al
umbral de los tiempos para- Tal parece ser el punto de
disíacos. Tanto los encuentro del ex-comunismo
occidentales como los y del capitalismo: el he-
soviéticos «convertidos», donismo, el bienestar
sueñan con un presente poco generalizado, por virtud del
menos que idílico. Baker, mercado, y de la ideología que
secretario de Estado de los ha vencido y que domina al
EE.UU., ha hablado de «una mundo a través del influjo del
comunidad euroatlántica que espectáculo y de la pro-
se extiende de Vancouver a paganda de alcance satelital.
Vladivostok» (Discurso en el Lo que contará, en suma, para
Inst. Aspen de Berlín). El la unificación de Europa y del
dirigente político alemán mundo, será la economía a se-
Strauss ha dicho: «Podríamos cas, la prevalencia de lo
encontrarnos de hecho en el económico, un principio que
umbral de una nueva era po- es bien visto en Occidente y
lítica, que ya no está hace eco a la doctrina
dominada por Marte, el dios marxista del primado de la
de la guerra, sino por economía, o de la infraestruc-
Mercurio, el dios del comercio tura, como había dicho Marx.
y la economía». El nuevo ¿No será por eso que la unión
ideal que reunirá a la de Europa comenzó por la
humanidad, la preocupación economía común, el Mercado
primordial del hombre y de las Común Europeo? Escribía
naciones, serán las riquezas, hace unos años Elías de
naturales o producidas... ¿Será Tejada: «Esta Europa
la «Mammona» que Cristo moderna, liberal,
señalaba como el «señor» marxistizante, capitalista,
contrincante de Dios? No burguesa, fraguada por
podemos servir a dos señores. revolucionarios de opereta
reunidos en logias masónicas
o supuestamente católicas, los Imperios centrales. Es
atea o agnóstica, es la antítesis cierto que luego aparecieron
de la Cristiandad... Ni sus algunas excrescencias, agrega,
instituciones ni su espíritu cómo el fascismo y el
tienen nada de común con la nazismo, que fueron
Cristiandad» (cf La Cris- derrotados en la segunda
tiandad medieval y la crisis de guerra mundial, y también el
las instituciones, en «Verbo» comunismo, que ahora cae
278, 1987, 43). hecho pedazos.

Recientemente un consejero En realidad, más que a


del Departamento de Estado Hegel, habría que remontarse
de los EE.UU., Francis a Kant, quien se refirió a este
Fukuyama, ha dado forma a tema en diversas obras suyas
estas ideas en su famoso como «La paz perpetua» y
ensayo «¿El fin de la Histo- sobre todo «La idea de una
ria?» (en The National historia universal desde el
Interest, 1989), donde señala punto de vista cosmopolita».
el arribo del mundo a una El ideal del cosmopolitismo,
época terminal, el fin de la en el sentido moderno de la
historia, no en el sentido palabra, apareció por primera
cristiano y esjatológico, sino vez en el siglo XVIII,
en un sentido inmanentístico: impregnando el espíritu de las
el fin de la historia pero dos revoluciones de dicho
dentro de la historia. Y señala siglo, la norteamericana y la
cómo ya Hegel había francesa. La idea prosiguió su
anunciado dicho término con curso en el siglo XIX y fue
motivo de la victoria de las retornada por Teodoro
huestes napoleónicas -y con Roosevelt, especialmente en
ella, del espíritu de la el «Destino Manifiesto»,
Revolución Francesa- sobre donde se dice con toda
claridad: «La americanización historia». Y en un reciente
del mundo es nuestro discurso pronunciado en Praga
destino». La tendencia a la (21 de abril 1991) el Santo
mundialización se manifestó Padre se encarga de aventar
también en el filón socialista, falsas ilusiones, como si el
esta vez sobre la base del Espíritu Santo hubiese
proletariado: «Proletarios del vencido juntamente con el
mundo, uníos». Lenin capitalismo liberal. Lo único
esperaba que el capitalismo se que ha pasado es que «un
suicidaría en brazos del enemigo» ha caído como «una
socialismo. No sucedió así de las tantas torres de Babel
sino al revés. Lo que de la historia».
Dostoievski había predicho:
de padres liberales, hijos El actual intento apunta a
socialistas, hoy se revierte: los una sociedad mundializada, a
hijos vuelven a sus padres. una nueva ecumene, una
réplica de lo que fue la
Las perspectivas no han por Cristiandad en la Edad Media,
ello mejorado. En uno de sus pero desacralizada. En la
últimos libros (Wen- deszeit cumbre, los EE.UU, un poco
jür Europa?) el Cardenal más abajo, Japón y Alemania,
Ratzinger escribe: «El y luego los demás. El mundo
derrumbe del marxismo no se irá convirtiendo en una
produce de por sí un estado periferia planetaria de Nueva
libre y una sociedad sana. La York, dividida en una minoría
palabra de Jesús según la cual que goza del «amerícan way
al puesto de un espíritu of life» y una mayoría que
inmundo echado vienen otros hace cola esperando un
siete mucho peores (cf. Mt paquetito de bienestar. Y en-
12,43-45)..., se verifica tonces, con pocos años de
siempre de nuevo en la retardo sobre su «1984», he
aquí cumplida la predicción de Podríamos preguntarnos
Orwell. Tendremos finalmente cuál será la sustancia
el Superestado, con su filosófica del Nuevo Orden
gobierno mundial; el Mundial. Pensamos que el
ministerio de Economía en ideal del paraíso en la tierra.
alguna parte, entre Berlín y No deja de resultar notable
Tokio; el de Cultura en otro que cuando Gramsci intentó
lugar, entre París y Los definir la esencia del
Ángeles; el del interior, quizás marxismo, no la hizo residir
en Washington. Ya no habrá en su concepción económica,
más ejércitos, ni soberanías política o social, sino en una
nacionales; ya no habrá más suerte de cosmovisión en
guerras sino operaciones de torno a un fundamento que
policía, al estilo de la sirve de pedestal para todo lo
intervención norteamericana demás: el principio de la
en Panamá. inmanencia. Pues bien,
pensamos que en este
«En ese Estado homogéneo principio podrán comulgar
universal - escribe Fukuyama tanto los ex-marxistas como la
en su ensayo- todas las burguesía occidental. Al fin y
contradicciones son resueltas al cabo Marx predicó «el
y todas las necesidades paraíso en la tierra « y
humanas son satisfechas. No Occidente lo trató de traducir
hay lucha o conflicto sobre en los hechos con Su teoría
“grandes” asuntos y, del consumismo hedonístico
consecuentemente, no hay ne- (cf. a este respecto el artículo
cesidad de generales o de A. Caturelli, El principio
estadistas: lo que queda es, de inmanencia y el Nuevo
principalmente, la actividad Orden del Mundo, en
económica». «Gladius» 22, 1991, 87-130).
Si es cierto que, como tradicional, incluida la
afirman diversos autores, no católica. Pero no
pueden existir hombres o «teocéntrica», sino
pueblos sin religión, cabe «antropocéntrica», como el
preguntarse cuál será la mundo al que quiere dar alma.
religión del Nuevo Orden
Mundial. Hay quienes creen *Como se sabe, en la
que será la llamada , Nueva Iglesia primitiva el pez era el
Era. Refiérese dicha símbolo de Cristo.
denominación a la llamada Terminará, pues, la era de
«Era de Acuario», que co- Cristo, con sus ataduras, sus
menzaría en el próximo miedos, las ideas de culpa y
milenio, sustituyendo a la de castigo, de sometimiento
«Era de Piscis»*. No podrá a Dios. Sobre la New Age, lo
haber un gobierno mundial sin mejor que hemos leido es
una religión mundial. A ese Medard Kehl, «Nueva Era»
propósito opina el frente al cristianismo,
politicólogo francés Gilbert Herder, Barcelona, 1990.
Siroc: «Esta religión no puede
ser ninguna de las religiones Un Superestado, una sola
existentes, sino alguna secta o religión, un totalitarismo de
movimiento que no tenga por nuevo estilo, quizás con
centro a Dios, sino al hombre. guantes blancos. Lo
Al hombre con facultades profetizaron no sólo Orwell,
mentale s extraordinarias, sino también Benson,
unido a los Hermanos del Soloviev, y más
Espacio, y nunca a Dios ni a recientemente Del Noce en su
las potestades espirituales». gran obra «II suicidio della
La New Age es una religión Rivoluzione»*. Frente a este
esencialmente ecléctica, con nuevo totalitarismo, el
un poco de cada religión enemigo ya no será el fascista,
ni el burgués, ni el comunista, El Santo Padre está
sino el hombre de la trascen- altamente preocupado por este
dencia, es decir, todos tema. Precisamente convocó
aquellos que piensen que este hace poco un Sínodo de los
mundo no es el definitivo, que Obispos de Europa, en buena
el ser humano no es la parte para encarar el futuro de
realidad suprema, que la dicho continente, ya través de
historia no es la metahistoria. él, de todo el mundo. A raíz
A este hombre -aguafiesta en del conflicto del Golfo y de la
el festín de la inmanencia- alineación de las naciones
quizás no se lo mande a europeas detrás de los
ningún nuevo Gulag. Pero EE.UU., decía un obispo
será marginado, o internado holandés: «Sin el alma,
en un hospital psiquiátrico. Europa estará condenada a
hacer de comparsa». Y el
*Un escritor italiano, Cardenal Groer, arzobispo de
Domenico Settembrini, Viena, afirmaba en un
cuenta que una vez Del Noce reportaje: «Este sueño de la
dijo: «Saben perfectamente unidad europea, si carece de
cuánto detesto el una fuerte connotación
comunismo. Pues bien, antes cristiana, corre el riesgo de
que vivir en esta sociedad, transformarse en una
prefiero el comunismo». pesadilla. Nos estamos
Mostraba cuán grande fuese moviendo hacia una enorme
su malestar por tener que concentración de poder y no
vivir en una sociedad sabemos cómo será
secularizada y consumista administrado. La unidad
hasta la médula, como es la europea -me da la impresión-
Italia de hoy (cf en «Il también podría facilitar el
Sabato» 2 de mayo 1991, camino del advenimiento de
58). un Gran Maestro, como des-
cribió Benson, o como lo En fin, frente a este nuevo
plasmó Soloviev. El riesgo es espejismo histórico, último
más real de lo que puede pa- jalón, hasta ahora, del proceso
recer: una Europa unida y de la Revolución
descristianizada puede Anticristiana, nos parecen
transformarse en un ejemplo altamente apropiadas las pa-
terrorífico de nuevo labras del Cardenal Henri de
colectivismo, ejerciendo un Lubac: «No es verdad que el
dominio total sobre las hombre no puede organizar la
conciencias obnubiladas por tierra sin Dios. Lo que es
el hedonismo de masa. Sería verdad es que, sin Dios, a fin
el reino de la fría brutalidad, de cuentas no puede
un reino infernal» (cf. organizarla sino contra el
«Esquiú», 1° de septiembre hombre. El humanismo
1991). exclusivo es un humanismo
inhumano».
En sus viajes apostólicos al
Este, a los países antes La sociedad que patrocina el
sometidos a la Unión Sovié- Nuevo Orden Mundial, lo
tica, el Papa los ha exhortado confiesa. Fukuyama, no será
a no dejarse diluir en una una sociedad feliz. «El fin de
Europa sin fronteras y sin la historia -escribe en su
religión sino velar sobre «esta ensayo- será un tiempo muy
soberanía fundamental que triste. La lucha por el
cada Nación posee en virtud reconocimiento, la voluntad
de la propia cultura... No de arriesgar la vida de uno por
permitáis que esta soberanía un fin puramente abstracto, la
se vuelva presa de cualquier lucha ideológica mundial que
interés político o económico, pone de manifiesto bravura,
víctima de hegemonías». coraje, imaginación o
idealismo, serán reemplazados
por cálculos económicos, la Rehacer la Cristiandad
eterna solución de problemas
técnicos, las preocupaciones Frente al secular proceso del
sobre el medio ambiente y la mundo moderno, o mejor, de
satisfacción de las demandas la Revolución Moderna,
refinadas de los consumidores. caben diversas actitudes.
En el período post-histórico
no habrá arte ni filosofía: Algunos se contentan con
simplemente la perpetua ser meros espectadores de los
vigilancia del museo de la hechos, pensando que la
historia humana». Se acabará historia tiene un curso poco
la patria y la religión (a lo más menos que ineluctable, y que
restringida esta última al seno si se quiere ser «moderno»
de la familia); no habrá hay que aceptar el devenir de
filosofía, ni coraje, ni la historia, o dejarse llevar por
idealismo alguno»... Una gran lo que De Gaulle diera en
infelicidad dentro de la llamar «le vent de l‟his-
impersonalidad y vacuidad toire». Cosa evidentemente
espiritual de las sociedades nefasta, y que pareciera
consumistas liberales», agrega presuponer la idea de que la
el pensador japonés (cf. historia es una especie de
reportaje en «Somos» 9 de engranaje que se mueve por sí
diciembre 1991, 26). ¡Qué mismo, independientemente
acertado estuvo Dostoievski de los hombres, cuando en
cuando profetizó que la realidad la historia es algo
humanidad perecería no por humano, la hacemos los
guerras sino de aburrimiento y hombres, y su curso depende
de hastío! De un bostezo, de la libertad humana,
grande como el mundo, saldrá presupuesta, claro está, la
el Anticristo. Providencia de Dios.

Otros piensan que hay que


aceptar las grandes ideas del algunas influencias. Aquella
mundo moderno, si bien unión, la del Medioevo, es
complementándolas con para Maritain algo meramente
elementos de la espiritualidad teórico, irrealizable en la his-
cristiana. Tal sería, en líneas toria, una doctrina que vale
generales, por supuesto, el como principio especulativo
proyecto de la «Nueva pero no práctico, no factible
Cristiandad» esbozado por J. en la realidad. Ha expuesto
Maritain. Resumamos su tales ideas principalmente en
posición, que ha tenido gran sus obras «Réligion et
influjo en amplios sectores de Culture», «Du Régime
la Iglesia. Temporel», «Hu- manisme
Intégral», «Primauté du Spi-
Para Maritain la civilización rituel».
cristiana medieval fue una
verdadera civilización La tesis propugnada por
cristiana, concebida, dice, Maritain se basa en un
sobre «el mito de la fuerza al presupuesto fundamental, a
servicio de Dios»; la futura saber, la valoración positiva
que él imagina, también es de la Revolución moderna.
verdadera civilización Para el filósofo francés, el
cristiana, pero en base al gran proceso histórico que va
«mito de la realización de la del Renacimiento al
libertad». La Cristiandad que Marxismo implica un
él sueña no brotará tanto del auténtico progreso en una
encuentro armonioso de la dirección determinada, y si
autoridad espiritual y del bien dicho progreso no es
poder temporal, jerárquica- automático y necesario, en
mente asociados, sino de un cuanto que puede ser con-
futuro Estado laico o profano, trariado momentáneamente, lo
al que la Iglesia hace llegar es en cuanto que hay que
creer, si no se quiere virar Suisse, y Ed.
hacia la barbarie, en la marcha
hacia adelante de la Saint-Paul, Paris, 1988, 722).
Humanidad. Con ello quiere afirmar que la
obra realizada por la
Se trata, pues, de asumir el Revolución francesa y la
proceso de los últimos siglos. Revolución soviética, al
¿Cómo hacerlo? A juicio de menos en algunos de sus prin-
Maritain, junto al cristianismo cipales logros, si bien ha sido
entendido como credo llevada a cabo por
religioso, hay un cristianismo racionalistas y comunistas, es
que es fermento de vida social en el fondo una obra «de
y política, portador de inspiración cristiana».
esperanza temporal, que actúa
en las profundidades de la Maritain piensa que la
conciencia profana, e incluso ciudad futura, la «Nueva
anticristiana. Y así escribe: cristiandad», será una síntesis
«No fue dado a los creyentes de la ciudad libertaria
íntegramente fieles al dogma americana y de la ciudad
católico, sino a los comunista soviética. EE.UU.
racionalistas proclamar en aportará su amor a la libertad,
Francia los derechos del que ya existía en el espíritu de
hombre y del ciudadano; a los los Pilgrim Fathers, si bien
puritanos en América dar el corrigiendo su peligro de
último golpe a la esclavitud; a libertinaje y búsqueda del
los comunistas ateos abolir en lucro, y Rusia aportará su co-
Rusia el absolutismo del munitarismo y su mística del
provecho propio» trabajo, si bien deberá corregir
(Christianisme et Démocratie su totalitarismo colectivista.
en Oeuvres Completes, vol. ¿No se parece esto al Nuevo
VII, Ed. Univ., Fribourg, Orden Mundial de que
hablamos poco ha? permite considerarlo Como
ministro de lo espiritual»
Un cristianismo como (Humanisme Intégral, en
fermento y no como credo: tal Oeuvres Completes, vol. VI,
parecería ser la fórmula de Ed. Univ., Fribourg, Suisse, y
Maritain en lo que hace al Ed. Saint-Paul, Paris, 1984,
influjo de la Iglesia en la págs. 490-491). Quien entre
sociedad. Y ello entendido no nosotros ha estudiado mejor el
como «tolerancia» de algo a lo pensamiento de Maritain es el
mejor inevitable, sino como P. Julio Meinvielle (cf. sobre
«bendición» de un mundo todo De Lamennais a
llegado por fin a su mayoría Maritain, Nuestro Tiempo,
de edad. Su «Nueva Buenos Aires, 1945).
Cristiandad» es esencialmente
distinta de la Cristiandad me- Huelga decir que no
dieval. podemos compartir la
posición de Maritain. A
Para Maritain, la Edad nuestro juicio, el gran proceso
Media era ingenua, con ciertos de la Revolución Moderna,
ribetes infantiles o ado- que más allá de sus distintos
lescentes. Los pueblos de hoy, jalones constituye una unidad,
en cambio, han alcanzado su una sola gran Revolución, en
madurez, no necesitando ya de diversas y sucesivas etapas,
«tutores», aunque entre éstos debe ser considerado en su
se cuente la Iglesia. Esta conjunto como un proceso de
mayoría de edad está decadencia, no de
vinculada con la tesis de la maduración. No se trata de un
«autonomía que ha alcanzado proceso dialéctico de
el orden profano o temporal, negaciones sucesivas, sino de
en virtud de un proceso de un desarrollo progresivo y
diferenciación y que no sustancialmente en la misma
dirección. Concilio] , es menester
recordar el tiempo en que se
Desde mediados del siglo ha llevado a cabo; un tiempo
XVIII la Iglesia ha venido que cualquiera reconocerá
condenando las sucesivas como orientado a la conquista
manifestaciones de la de la tierra más bien que al
Revolución. Una y otra vez el reino de los cielos; un tiempo
Magisterio ha reiterado su jui- en que el olvido de Dios, que
cio sobre lo que dio en llamar parece, sin razón, sugerido
«el mundo moderno», por el progreso científico, se
entendido, como es obvio, no hace habitual; un tiempo en
en sentido cronológico - que el acto fundamental de la
siempre el mundo es personalidad humana, más
moderno- sino axiológico. consciente de sí y de su
Podríamos alinear encíclicas, libertad, tiende a pronunciarse
documentos, alocuciones de en favor de la propia
los Papas en el mismo senti- autonomía absoluta,
do. Alguno podrá creer que el desatándose de toda ley
último Concilio, el Vaticano trascendente; un tiempo en
II, ha cambiado el juicio de la que el laicismo aparece como
Iglesia sobre el mundo la consecuencia legítima del
moderno. pensamiento moderno y la
más alta filosofía de la
Quizás la clave de este ordenación temporal de la
aparente viraje nos lo ofrece sociedad; un tiempo, además,
Pablo VI cuando, en su so- en el cual las expresiones del
lemne alocución del 7 de espíritu alcanzan cumbres de
diciembre de 1965, con irracionalidad y de
motivo de la clausura del desolación; un tiempo,
Concilio, dijo: «Para finalmente, que registra -aun
apreciarlo dignamente [al en las grandes religiones
étnicas del mundo- hoy vivimos, no tanto el
perturbaciones y decadencias comienzo de un mundo nuevo,
jamás antes experimentadas». cuanto el término de un
Y poco después agrega: «El mundo viejo y caduco.
humanismo laico y profano ha Recuerda nuestra época el fin
aparecido fínalmente en toda del mundo antiguo, la caída
su terrible estatura y, en cierto del Imperio Romano, el
sentido, ha desafiado al agotamiento de la cultura
Concilio. La religión de Dios grecolatina. Ya no podemos
que se ha hecho hombre, se ha creer - tras Hiroshima y el
encontrado con la religión - Gulag- en las teorías del
porque tal es- del hombre que progreso que sedujeron al
se hace Dios». siglo XIX, y según las cuales
el futuro debía ser cada vez
¿Por qué entonces, se dirá, el mejor, más humano, más
Concilio se ha inclinado con vivible que el pasado que se
simpatía sobre ese mundo aleja. «Más bien nos in-
revolucionario? En esa misma clinamos a creer -escribe
alocución el Papa nos da la Berdiaieff- que lo mejor, lo
respuesta: «La antigua historia más bello y lo más amable se
del Samaritano ha sido la encuentra, no en el porvenir,
pauta de la espiritualidad del sino en la eternidad, y que
Concilio». Es decir, se ha también se encontraba en el
inclinado hacia ese mundo no pasado, porque el pasado
para bendecir sus errores sino miraba a la eternidad y
para curar sus llagas. suscitaba lo eterno» (Una
nueva Edad Media... 11).
Vistas las cosas con la
perspectiva que nos ofrece la Pero enseguida el pensador
historia nos parece que acierta ruso agrega que no se trata de
Berdiaieff cuando dice que volver tal cual a la Edad
Media sino a una nueva Edad negativos que los rasgos
Media, como lo ha dejado en positivos. Es, ante todo, el fin
claro al elegir el título para su del humanismo, del
gran libro. Nosotros prefe- individualismo, del
riríamos decir: no una vuelta a liberalismo formalista de la
la Edad Media, cosa imposible civilización moderna, y el
en sí, sino una vuelta a la comienzo de una época de
Cristiandad. Sería ridículo, y nueva colectividad religiosa...
por cierto que no es eso lo que He aquí el paso del
propicia Berdiaieff, pretender formalismo de la historia
un retorno liso y llano a la moderna, que al fin y al cabo
Edad Media: no podemos nada ha escogido, ni Dios ni
volver a vestirnos como los diablo, al descubrimiento de lo
caballeros, ni restaurar el que constituye el objeto de la
mester de clerecía y los cantos vida» (ibid., 114-115).
de los juglares. Menos aún nos
es lícito experimentar Aquello a lo que aspiramos
nostalgia por los defectos del es a volver al meollo de la
Medioevo. Nuestro anhelo de Cristiandad, a ese espíritu
rehacer la Cristiandad incluye transido de nostalgia del cielo,
la corrección de los errores a esa cultura que empalma con
que mancharon aquella Edad la trascendencia, a esa política
gloriosa, y el aprovechamiento ordenada al bien común, a ese
de los progresos técnicos de trabajo entendido como
los últimos siglos, que de por quehacer santificante, volver a
sí son neutros y pueden ser la verticalidad espiritual que
bien utilizados. Berdiaieff es fue capaz de elevar las
categórico: «¿Bajo qué catedrales, a la inteligencia
aspecto se nos presenta la enciclopédica que supo elabo-
nueva Edad Media? Es más rar summas de toda índole,
fácil tomar de ello los rasgos volver a aquella fuerza matriz
que engendró a monjes y querer volver a la organiza-
caballeros, que puso la fuerza ción material y espiritual del
armada al servicio no de la siglo XVIII, organización que
injusticia sino de la verdad había precisamente en-
desarmada, volver al culto a gendrado la revolución; pero
Nuestra Señora, ya la no era reaccionario querer
valoración del humor y de la volver a los principios
eutrapelia. medievales, a lo que en ellos
hay de eterno, a lo que hay de
Tender a una nueva eterno en el pasado. No se
Cristiandad significa hacer lo vuelve a lo que en el pasado
posible para que la política, la es demasiado temporal,
moral, las artes, el Estado, la demasiado corruptible, pero
economía, sin dejar de ser puede volverse a lo que en él
tales, se dejen penetrar por el hay de eterno. Lo que en
espíritu del Evangelio. ¿No nuestros días debería
significará acaso convertirse considerarse reaccionario,
en reaccionario incubar un sería una regresión a esos
anhelo semejante?, se pregun- principios de los tiempos
ta Berdiaieff. Y contesta modernos que triunfaron
admirablemente que lo que sí definitivamente con la
podría considerarse como sociedad del siglo XIX y que
propiamente «reaccionario» vemos hoy descomponerse...
es la voluntad de retroceder a El viejo mundo que se
un pasado próximo, al estado descompone y al que no
de espíritu ya la manera de puede volverse, es
vivir que reinaban hasta el positivamente el de la historia
momento de un reciente moderna, con sus luces
trastorno. «Así, después de la racionalistas, con su
Revolución francesa, era individualismo y su
extremadamente reaccionario humanismo, su liberalismo y
sus teorías democráticas, con invasiones bárbaras. Y sin
su monstruoso sistema embargo, según lo dijimos al
económico de comienzo de este curso, tanto
industrialización y de en uno como en otro caso; los
capitalización, con la mejores cristianos de aquellos
concupiscencia desenfrenada, tiempos jamás renunciaron a
su ateísmo y su soberano dicho proyecto, aun cuando no
desdén del alma, su fuese posible de ser
enfrentamiento de clases. concretado inmediatamente.
¡Ah! ciertamente volveríamos La llama de ese ideal nunca se
a entonar las palabras del perdió, al menos en la mente
canto revolucionario: de los grandes, como por
“Reneguemos el viejo ejemplo S. Agustin, quien en
mundo” [se refiere, según medio de las tinieblas y los
creemos, a un himno del desastres de su época, escribió
repertorio soviético], pero su luminosa obra «De Civitate
comprendiendo, con el Dei», que sería el libro de
nombre de viejo mundo, ese cabecera de la Cristiandad
mundo de los tiempos mo- medieval.
dernos abocado a la
destrucción» (Una nueva A ello hay que apuntar, aun
Edad Media... 85-86). hoy, en medio de la situación
dramática en que nos toca
Parecería una utopía soñar vivir. Hacemos nuestras las
hoy con un renacimiento de la vibrantes palabras de
Cristiandad. También debió Berdiaieff: «Y nosotros
parecerlo pensar en ella, debemos sentirnos no
proyectarla, aunque más no solamente los últimos
fuera que con la imaginación, romanos fieles a la
en la época de las catacumbas, antigüedad, eterna verdad y
o en el transcurso de las belleza, sino también los
centinelas vueltos hacia el día este curso coincide con el año
invisible creador del futuro, Centenario del Des-
cuando se levante el sol del cubrimiento de América, nos
nuevo Renacimiento cristiano. parece adecuado cerrarlo
Quizás este Renacimiento se aludiendo a dicho aconte-
manifestará dentro de las cimiento en relación con el
catacumbas, no produciéndose tema de la Cristiandad.
más que para algunos. Quizás
La España que nos conquista
no tendrá lugar más que con el
fin de los tiempos. No nos es la España de los Reyes
incumbe el saberlo. Pero loCatólicos, la de Isabel y
que sí sabemos firmemente, Fernando; la España que nos
educa es la España de Carlos
en cambio, es que la luz eterna
V, ante todo, quien retomó la
y la belleza eterna no pueden
ser destruidas ni por las antigua noción romana de Im-
perio, según la cual todos los
tinieblas ni por el caos. La
hombres eran considerados al
victoria de la cantidad sobre la
calidad, de ese mundo modo de una gran familia,
pero transfigurada por la idea
limitado sobre el otro mundo,
es siempre ilusoria. Por lode Imperio Católico como
tanto, sin temor y sin marco temporal de la
expansión
desaliento, debemos pasar del misionera del
mensaje
día de la historia moderna a evangélico,
esa noche medieval. Que se entendiendo continuar el Im-
retire la falsa y mentirosaperio Carolingio y el Imperio
claridad» (ibid., 70). Romano- Germánico; y
también de Felipe II, bajo
Los posibles aportes de cuyo reinado «la cristiandad
Hispanoamérica ibero-americana alcanzó su
plenitud», según dice
Como quiera que el fin de Caturelli en el magnífico libro
que dio a luz en homenaje al España y desde allí se
Quinto Centenario (El Nuevo irradiaron hasta nosotros.
Mundo. El Descubrimiento, la
Conquista y la Evangelización Hace una década Claudio
de América y la Cultura Sánchez Albornoz, quien
Occidental, Universidad vivió muchos años en Buenos
Popular Autónoma del Estado Aires, y recorrió diversas
de Puebla y Ed. Edamex, naciones de Hispanoamérica,
México, 1991, 357). Es la escribió un libro notable sobre
España del llamado el tema que nos ocupa (La
Renacimiento español, que Edad Media española y la
poco tiene que ver con el conquista de América, Cultura
espíritu renacentista italiano o Hispánica, Madrid, 1982).
europeo, y cuyo mejor «Sólo un pueblo sacudido por
símbolo parece ser el Escorial, un desorbitado dinamismo
aquel edificio tan sobrio como aventurero -dice allí el fogoso
imponente, edificado según historiador español-, tras
los cánones arquitectónicos de siglos de batallas y de
los tiempos nuevos. España empresas arriesgadas, y con
resurgió de su secular una hipersensibilidad religiosa
Reconquista con espíritu de extrema, podía acometer la
Cristiandad. Podríase decir aventura». De donde deduce
que cuando el Medioevo que «América fue descubierta,
declinaba o directamente era colonizada, cristianizada y
erradicado en otros países de organizada como proyección
Europa, encontró un hogar de la singular Edad Media que
acogedor en nuestra Madre padeció o gozó España». Más
Patria. Los mejores valores de aún, no trepida en afirmar que
la cultura grecolatina, «si los musulmanes no
asumidos por el Catolicismo, hubieran puesto pie en
parecieron concentrarse en España, nosotros no
habríamos realizado el llero ante su señor, actitud que
milagro de América... La conservaría de cara a la
Reconquista es clave de la hazaña de la conquista de
historia de España y raíz América. Sánchez Albornoz
profunda, vivaz, magnífica, de pone en boca del hombre
la empresa de América». hispano la plegaría del vasallo
feudal: «Soy tu espada, Señor,
Y se explaya en su aserto. estoy combatiendo a tus
Durante siete siglos, «desde enemigos y llevando tu
las peñas de la zona cántabro- nombre a nuevas tierras.
astur, hasta Granada, con tris- Llevo tu cruz en mis
tes intervalos y no pocos banderas, a Ti consagro mis
retrocesos temporales, la conquistas. Tu madre es la
cristiandad hispana fue recon- mía, y ella es también mi
quistando el solar nacional». Dama, Nuestra Señora. Soy tu
Pero la Reconquista no fue siervo, Señor, te rindo
sólo el crisol del alma pleitesía; ayúdame a extender
española, sino también su tu santo nombre ya honrar a
mejor preparación para la Nuestra Señora, a los ángeles
gesta de América: «Porque en ya los santos varones que te
el transcurso de la historia sirvieron ayer... »
medieval, ningún pueblo de
Occidente había tenido un El 2 de enero de 1492, en las
entrenamiento parejo al de las
almenas de Granada se alzó la
gentes hispanas en aventuras enseña de Cristo, mientras que
conquistadoras y
el estandarte de la Media
colonizadoras». Luna era arriado. En el mismo
año, las carabelas avistaban
El español vivió su Edad América, precisamente el 12
Media poniéndose frente a de octubre, aniversario de la
Dios en la actitud del caba- aparición de Nuestra Señora a
Santiago, en el Pilar de americanas (las Indias de la
Zaragoza. tierra) , realmente vividos por
todas las capas de la
Es cierto que aquellas sociedad» (El Nuevo Mundo...
palabras de León XIII: «Hubo 345).
un tiempo en que...», que
nosotros elegimos como ¿No se muestra acaso
umbral para el presente curso, medieval España por sus
se refieren directamente a la hazañas en América, por su
Cristiandad medieval. Sin reciedumbre, casi
embargo, como observa sobrehumana, yendo y
Caturelli, con derecho po- viniendo sus soldados y sus
demos aplicarlas a la misioneros a través de mares,
Cristiandad que realizó montañas, selvas, desiertos,
España. «Después de la ríos y llanuras? Los siglos de
ruptura de la Reforma -escribe lucha y esfuerzo contra el
el filósofo cordobés-, la enemigo musulmán habían
hispanidad de los Reyes templado los espíritus y los
Católicos, del Cardenal cuerpos de sus guerreros, de
Cisneros y de los grandes sus labriegos, de sus
Aus- trias, incluida misioneros y aun de sus mís-
Iberoamérica, constituía una ticos. El «honor», que como
cristiandad. Toda la sociedad hemos visto tanto caracterizó
hispanoamericana estaba al alma medieval, fue la
impregnada del espíritu y la columna vertebral del
doctrina de la Iglesia Católica Descubrimiento y Conquista
y se expresaba en sus leyes de América.
(téngase presente el admirable
monumento de las Leyes de La Edad Media, o mejor, el
Indias), en sus instituciones espíritu medieval, había
tanto peninsulares cuanto encontrado en España el
humus que necesitaba para enraizándola en un proyecto
fructificar. Aun recientemente abierto a la trascendencia y
Unamuno así lo reconocía: suscitando gobernantes que se
«Yo me siento con un alma preocuparon por el bien
medieval y se me antoja que común, como entre nosotros
es medieval el alma de mi Hernan- darias; evangelizó la
patria; que ha atravesado ésta cultura, creando Uni-
a la fuerza por el versidades y colegios por
Renacimiento, la Reforma y la doquier , donde se enseñaban
Revolución, aprendiendo sí de las ciencias naturales y
ellas, pero sin dejarse tocar el sobrenaturales; evangelizó el
alma, conservando la esencia arte, posibilitando la aparición
española de aquellos tiempos de escuelas estéticas locales y
que llaman caliginosos». obras de gran nivel, como las
del arte cusqueño, etcétera.
España nos trajo el
Cristianismo y la Cristiandad. Juan Pablo II lo ha
Nos trajo el Cristianismo, ante expresado con palabras
todo. «América celebra la encendidas: «Era el
llegada de la fe», dijo prorrumpir vigoroso de la
recientemente el Papa refirién- universalidad querida por
dose al aniversario que Cristo - “Id y haced discípulos
conmemoramos. Es la España a todas las naciones”- para su
que vino a proclamar la Buena mensaje. Este, tras el concilio
Nueva a los indios, levantando de Jerusalén, penetra en la
templos dignos de la gloria de Ecumene helenística del
Dios y administrando Imperio Romano, se confirma
sacramentos a los nuevos hijos en la evangelización de los
de la Iglesia. Pero España nos pueblos germánicos y eslavos
trajo también la Cristiandad, (ahí marcan su influjo
porque evangelizó la política, Agustín, Benito, Cirilo y
Metodio) y halla su nueva hombres, como si desde su
plenitud en el alumbramiento campanario estuviese
de la cristiandad del Nuevo imprimiendo sentido
Mundo» («Pasado y futuro de sobrenatural a todas las
la evangelización de actividades naturales. Los
Iberoamérica», Alocución a treinta pueblos guaraníticos
los obispos del CELAM, constituyeron una auténtica
Santo Domingo, 12 de octubre Cristiandad.
1984).
España se transplantó a
Quizás el ejemplo más nuestras tierras y en ellas se
relevante de Cristiandad haya arraigó. García Lorca ha se-
sido el que nos ofrecieron los ñalado expresivamente la
Padres de la Compañía de diferencia que en este sentido
Jesús en ese gran experimento separa la colonización es-
sagrado que fueron las pañola de la inglesa: «Nueva
reducciones de los indios York es la gran mentira del
guaraníes, donde todo el mundo... Los ingleses han
orden temporal -trabajo,llevado allí una civilización
cultura, arte, familia,sin raíces. Han levantado
matrimonio, propiedad-... se casas y casas, pero no han
veía vivificado por el espírituahondado en la tierra... Así
del Evangelio. Basta con como en la América de abajo
observar los restos que nos nosotros dejamos a Cervantes,
quedan de aquellos pueblos los ingleses en la América, de
para advertir dichaarriba no han dejado a su
preocupación: la casa de Dios, Shakespeare».
alta, espléndida, una catedral
comparable con las europeas, Así fuimos engendrados. Tal
se eleva verticalmente por es nuestra matriz. Por eso,
sobre las casas de los tanto el liberalismo como el
marxismo apenas si han corrompidos por el falso
logrado echar raíces en el humanismo y racionalismo.
alma de nuestro pueblo. De Estáis más cerca del sentido
ahí la insistencia de ambos de la vida humana, como dra-
para que olvidáramos nuestros ma trágico y divino, pues
orígenes y mirásemos hacia estáis más cerca de la Edad
otros modelos, que antes pudo Media Cristiana, en que todos
ser la Unión Soviética, y ahora los valores de Judea, Grecia y
los Estados Unidos. El primer Roma, formaron parte de un
paso para la instauración de organismo cósmico. Tenéis
cualquier ideología ajena al valores, mientras que nosotros
ser nacional es provocar el sólo tenemos entusiasmos»
desarraigo, que se traduce, (Cit. en A. Buela, El sentido
positivamente, en el proyecto de América. Seis ensayos en
de «colonización cultural». busca de nuestra identidad,
Hoy se nos exhorta a integrar Ed. Nuestro Tiempo, Buenos
el Primer Mundo, y a través Aires, 1990).
de él, el Nuevo Orden
Mundial. Por eso, ahora más La Hispanidad es quizás la
que nunca, se hace necesario alternativa valedera que
destacar aquello que nos dife- estamos en condiciones de
rencia del país hegemónico, lo presentar frente al Nuevo
cual ha expresado con notable Orden Mundial. Ya Pío XII
sinceridad el norteamericano pensaba que el mundo hispá-
Waldo Frank, en su «Mensaje nico podía constituir una
a la América Hispánica», disyuntiva a los grandes
hecho público en Madrid en bloques de nuestro tiempo.
1930: «Vosotros [por los «España tiene una misión
hispanoamericanos] habéis altísima que cumplir -dijo en
sido menos zapados por la fea una de sus alocuciones-, pero
Edad Moderna, menos solamente será digna de ella si
logra totalmente de nuevo tú misma. Descubre tus
encontrarse a sí misma en su orígenes. Aviva tus raíces.
espíritu tradicional y en Revive aquellos valores
aquella unidad que sólo sobre auténticos que hicieron glo-
tal espíritu puede fundarse. riosa tu historia y benéfica tu
Nos alimentamos, por lo que presencia en los demás
se refiere a España, un solo continentes». Lo que así
deseo: verla una y gloriosa, comenta Caturelli: «Es
alzando en sus manos podero- evidente que aquella
sas una Cruz rodeada por todo „presencia benéfica‟, la más
este mundo que, gracias profundamente benéfica ha
principalmente a ella, piensa y sido la evangeliza- ción de
reza en castellano, y todo un continente por obra de
proponerla después como los misioneros de la España
ejemplo del poder restaurador, Católica. Pero la Europa de
vivificador y educador de una hoy, atrapada en la dialéctica
fe»... (Alocución del 17 de producción-consumo y en el
diciembre 1942). secularismo hedonista de la
unión europea del Mercado
Y hace poco, Juan Pablo II, Común (una suerte de anti-
en uno de sus viajes a España, Cristian- dad) está, por ahora,
lanzó una convocatoria en el completamente sorda» (El
mismo sentido, si bien Nuevo Mundo... 360).
dirigida a toda Europa, pero
desde Compostela, corazón Levantemos, pues, las
espiritual de la hispanidad: banderas de nuestra tradición
«Yo, obispo de Roma y pastor nacional, greco-latina-
de la Iglesia universal, desde hispánica-católica. Nuestra
Santiago, te lanzo, vieja época, a pesar de su aparente
Europa, un grito lleno de triunfalismo, es una época de
amor: vuelve a encontrarte. Sé naufragio. No podemos
permanecer como evangélíca de la sociedad.
espectadores mudos. Es pre-
ciso actuar. Ante todo «No, la civilización no está
salvando, en la medida de por inventarse -dijo S. Pío X-,
nuestras fuerzas, los valores ni la ciudad por construirse en
que hemos recibido y que las nubes. Ha existido, existe;
todavía sobreviven. es la civilización cristiana, es
Transmitirlos a la siguiente la ciudad católíca. No se trata
generación. Y así como en más que de instaurarla y
este curso hemos hecho restaurarla sobre sus naturales
memoria de la Cristiandad y divinos fundamentos contra
medieval, evocando el verbo los ataques, siempre
de S. Bernardo, la epopeya de renovados, de la utopía
las Cruzadas, el canto grego- nociva, de la rebeldía y de la
riano, la política de S. Luis, impiedad: Omnia instaurare
las grandes Summas in Christo».
doctrinales de Sto. Tomás y
de Frente a un mundo que se
encarniza con la idea misma
S. Buenaventura, las de filosofía cristiana, de
universidades y cor- costumbres cristianas, de
poraciones, hagamos también política cristiana, de cultura
profecía, proyectando en el cristiana, y hasta de derecho
horizonte de la historia el natural, alentemos el
ideal de la Cristiandad que, renacimiento de un orden
por supuesto, se dará en temporal vivificado por el
formas nuevas, si bien en su espíritu del Evangelío,
sustancia igual a aquélla, ya absolutamente diverso del
que la Cristiandad no es otra mundialismo hedonista e
cosa que el Reinado Social de inmanentista que se pretende
Jesucristo, la impregnación instaurar. Hagamos eco a las
palabras de Juan Pablo II: política, de la economía, de la
«Que se abran las puertas, cultura, del arte, al Cristo
todas las puertas, las de la Salvador».
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de San Bernardo, T. II, BAC, La vida monástica), Labor,
Madrid, 1955. Barcelona-Buenos Aires,
1925, 1927, 1931 y 1931
respectivamente. -3. El Imperio Carolingio,
17.
Walsh, Gerald G.,
Humanismo medieval, La -4. La segunda oleada de
Espiga de Oro, Buenos Aires, invasiones bárbaras, 18.
1943.
-5. Del Imperio Otónico al
Índice Sacro Imperio Romano
Germánico, 19.
Presentación, 3.
III. Los siglos propiamente
Prólogo, 5. medievales, 21.
Capítulo 1 IV Notas características de
la Cristiandad medieval -1.
Cristiandad y Edad Media Centralidad de la fe, 23.
I. Las expresiones «Edad -2. Predominio del símbolo,
Media» y «Cristiandad» 25.
-1. La «Edad Media», 10. -3. Sociedad arquitectónica,
27.
-2. La «Cristiandad», 12.
-4. Época juvenil, 28.
II. Raíces y prolegómenos
históricos de la Cristiandad La cultura en la Cristiandad
-1. Las raíces greco-latinas, I. El Renacimiento
14. Carolingio, 31.
II. La cultura popular, 33.
-2. Las invasiones bárbaras, III. Las fuentes de la
16. cultura medieval -1. La
vertiente patrística, 35. Capítulo 3

-2. El aporte islámico y El orden político de la


judío, 36. Cristiandad

IV Los tres niveles de la I. El Feudalismo y los


enseñanza -1. La enseñanza lazos de fidelidad
primaria, 39.
-1. La génesis de la
-2. La enseñanza secundaria, institución feudal, 51.
40.
-2. La fidelidad recíproca,
-3. La enseñanza 53.
universitaria, 41.
-3. Protección y vasallaje,
-a) Las diversas 55.
Universidades: un propósito
sinfónico, 41.-b) Los -4. El vínculo rural y la
procedimientos académicos, universalidad, 56.
44.
II. Los Reyes y el Imperio
V La Escolástica, 45.
-1. Del feudo al Reino y al
1. El primer período de la Imperio, 58. -2. La
Escolástica, 46. consagración del rey: un acto
sacramental, 59.
-2. Apogeo de la Escolástica,
47. -3. La misión del rey, 60.

-3. La tercera generación -4. Las limitaciones del


escolástica, 50. poder real, 61.
III. La autoridad espiritual a) La impronta escriturística,
y el poder temporal, 63. 79. -b) El culto a los Santos,
80. -c) La devoción a la
-1. Jalones históricos del humanidad de Cristo, 80. -d)
problema, 64. El culto a Nuestra Señora, 81.
-e) El ansia de peregrinaje,
-2. Lo sacro y lo profano, 82.
65.
3. El florecer de Órdenes
IV. Hacia un orden Religiosas
internacional, 69.
a) Órdenes Monásticas, 84. -
V Dos figuras arquetípicas b) Órdenes Canonicales,, 85. -
de reyes, 70. c) Órdenes Mendicantes, 85. -
d) Órdenes Redentoras, 87. -
-1. San Luis, rey de Francia, e) Órdenes Militares, 87.
71.
4. San Bernardo, motor
-2. San Fernando, rey de inmóvil del Medioevo
Castilla y de León, 73.
a) La persona, 88. -b) Monje
Capítulo 4 y caballero, 89. -c) La
conciencia de la sociedad, 90.
El orden social de la
-d) El eje de la rueda, 91. -e)
Cristiandad
Encarnación de la religiosidad
I. Los que oran, 77. medieval, 92.

1. La Edad Media: una II. Los que trabajan, 93.


época religiosa, 77.
1. El trabajo rural
2. Cinco características
de la religiosidad medieval a) El trabajo y la tierra en la
Edad Media, 95. -b) Vida 2. Las Órdenes Militares
rural y servidumbre, 96. -c)
La figura del aldeano, 99. a) Órdenes Militares
Palestinenses, 118. -b)
2. El trabajo artesanal Órdenes Militares Españolas,
119. -c) La espiritualidad del
a) El origen de las monje-caballero, 120.
corporaciones, 101. -b)
Comunión del capital y del 3. La epopeya de las
trabajo, 102. -c) Maestros y Cruzadas, 124. a) La
aprendices, 103. -d) La obra conquista de Jerusalén, 125.
bien hecha, 104. -e) El -b)
espíritu religioso de las
corporaciones, 107. La Reconquista de España,
132.
3. La actividad comercial a)
La economía y el surgimiento 4. La literatura
de las ciudades, 108. -b) La caballeresca
aparición del burgués, 110. -c)
Economía y «lucro», 111. -d) a) Los Cantares de Gesta,
La figura del mercader, 112. 135. -b) En busca del Santo
Grial, 136.
III. Los que combaten
Capítulo 5
1. Historia de la
Caballería El arte de la Cristiandad

a) El origen de la Caballería I. La catedral, un


medieval, 114. -b) La microcosmos
educación de la violencia,
115. -1. La catedral y la
naturaleza, 139.
-2. La catedral en la ciudad, -2. El «Speculum Maius» y
139. los grandes temas de la
escultura medieval, 155.
-3. La catedral y la vida
cotidiana, 140. -4. La a) La naturaleza, 157. -b) El
catedral, suma de artes, 142. trabajo, las artes y las
ciencias, 159. -c) El combate
II. Los constructores de la interior o la moral, 159. -d) La
catedral -1. Las fuentes historia salvífica, 161.
inspiradoras del artista
V La luz y los colores de
medieval, 143. la catedral, 167.

-2. La obra de todo un VI. La música en la


pueblo, 145. catedral, 172.
VII. El teatro a partir de la
-3. Variedad de estilos catedral, 174.
dentro de la unidad, 147. VIII. La literatura en
relación con la catedral
III. La arquitectura de
la catedral -1. El -1. De la literatura en latín a
románico, 149. la literatura en lenguas
romances, 178.
-2. El gótico, 151.
-2. Carácter popular de la
IV La escultura de la literatura, 180.
catedral
-3. La figura del Dante, 182.
-1. Resurrección y
desenvolvimiento de la Escolio. La admiración de
escultura, 153. Rodin, 184.
I. Los posibles aportes de Principales libros y
Hispanoamérica, 210. artículos consultados, 210.

Índice, 217.

Capítulo 6

La post-Cristiandad

I. Los grandes jalones de


la modernidad

-1. El Renacimiento, 186.

-2. La Reforma, 190.

-3. La Revolución Francesa.


a) Protagonismo de las ideas
en la Revolución, 191. -b)
Contenido ideológico de la
Revolución, 194.

-4. La Revolución Soviética,


197.

-5. Hacia una visión


sintética: del Renacimiento a
la Revolución Soviética, 199.

-6. Un último proyecto: El


Nuevo Orden Mundial, 203.

II. Rehacer la
Cristiandad, 206.

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