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ovocitos por los espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la madre. La FIV es el principal
tratamiento para la esterilidad cuando otros métodos de reproducción asistida no han tenido
éxito. El proceso implica el control hormonal del proceso ovulatorio, extrayendo uno o varios
ovocitos de los ovarios maternos, para permitir que sean fecundados por espermatozoides en
un medio líquido. El óvulo fecundado (cigoto) puede entonces ser transferido al útero de la
mujer, en vistas a que implante en el útero y continúe su desarrollo hasta el parto.
Índice
1 In vitro
2 Indicaciones
3 Método
3.3 Fecundación
3.6 Selección
4 Tasas de éxito
5 Complicaciones
8 Criopreservación
9 Intervenciones asociadas
9.1 ICSI
9.5 TGIF
9.6 DGP
10 Historia
11 Véase también
12 Referencias
13 Bibliografía adicional
14 Enlaces externos
In vitro
El término in vitro es un término en latín que significa ‘en cristal’. Se utiliza porque en los
primeros experimentos biológicos en los que se realizaban cultivos de tejidos fuera de los
organismos vivos de los cuales procedían, se realizaban en contenedores de cristal, tales como
tubos de ensayo, probetas o placas de Petri. En la actualidad, el término in vitro se refiere a
cualquier procedimiento biológico que se realiza fuera del organismo en el que tendría lugar
normalmente, para distinguirlo de un experimento in vivo donde el tejido permanece dentro
del organismo vivo en el que normalmente se encuentra. Coloquialmente, a los bebés
concebidos a través de FIV se les denominaba bebés probeta, refiriéndose a contenedores de
cristal o plástico denominados probetas, que se utilizan frecuentemente en los laboratorios de
química y biología. Sin embargo, normalmente la fecundación in vitro se realiza en placas
planas denominadas placas de Petri; las placas de Petri utilizadas más a menudo están
producidas en plástico, sin embargo, el nombre FIV sigue conservándose.
Indicaciones
Para que un tratamiento de FIV tenga éxito, es necesario disponer de ovocitos sanos,
espermatozoides que puedan fecundarlos y un útero que pueda mantener un embarazo.
Aunque en algunos países los tratamientos de FIV están cubiertos por los servicios sanitarios
sociales, normalmente se recurre a esta técnica cuando otras opciones han fallado, debido a
que la FIV conlleva costos elevados.
Método
Estimulación ovárica
- Protocolo largo: los agonistas de la GnRH se suministran a la paciente varios días antes del
nuevo ciclo y durante la administración de las gonadotropinas exógenas. Entre sus múltiples
ventajas destaca que, con él, se asegura la no liberación prematura de LH, lo que garantiza la
invalidación de toda ovulación precoz. A su vez, este hecho permite al embriólogo planificar sin
margen de error la fecha de la captación folicular. Por otra parte, se asegura que el desarrollo
de los folículos se sincronice. Desgraciadamente, con la aplicación de este protocolo, la
probabilidad de que se produzca un síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) se
multiplica, y se requiere un soporte de fase lútea (administración de progesterona), así como
una mayor cantidad de gonadotropinas.
- Protocolo corto: los agonistas de la GnRH comienzan a suministrarse en los primeros días del
ciclo, casi al mismo tiempo que las gonadotropinas exógenas. La principal virtud de este
procedimiento es que consigue mejores resultados en mujeres con baja respuesta, aunque
este hecho aún no ha sido completamente demostrado. Por contra, la aplicación de este
protocolo multiplica el riesgo de que se produzcan picos de LH (induciendo entonces una
ovulación precoz) y no posibilita un desarrollo sincrónico de los folículos. En definitiva, se
establece control sobre el desarrollo folicular mucho menor.
Por otra parte, cuando se emplean antagonistas de la GnRH, solo se establece un protocolo, en
el cual se administra la sustancia bloqueante varios días después del inicio del ciclo, al mismo
tiempo que se suministran gonadotropinas recombinantes o purificadas de la orina.
Los protocolos de estimulación ovárica se han convertido en complejos y costosos. Por esto,
parece haber una tendencia a nivel mundial dirigida a reducir la cantidad y la dosis de los
medicamentos empleados durante la estimulación con el fin de reducir los riesgos y costos
asociados a estos tratamientos [7]. Ejemplo de estos esfuerzos son los tratamientos FIV con
Ciclos Naturales, además de los protocolos FIV con mínima estimulación desarrollados por los
doctores John Zhang en NY [8], el Dr. O. Kato en Tokio [9], y el Dr. Chávez-Badiola en México
[10].
Extracción de ovocitos
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Se deben aislar los complejos cúmulo-corona-ovocitos que se llegan a observar a simple vista
(varios mm de diámetro).
Medios: durante este proceso se emplean diferentes medios de cultivo con diferente
composición:
En los tubos: 0,1 ml de medio tamponado (HEPES) con heparina para evitar la formación de
coágulos.
El medio HEPES (que debe estar desde el día anterior a ser utilizado en una estufa a 37 °C)
acumulará temporalmente los cúmulos mientras se realiza la punción. Además será empleado
para lavar y reducir el tamaño de los cúmulos antes de pasar al incubador.
Placas de cultivo: con un medio simple rico en glucosa (por ejemplo HTF + HSA 10 mg/ml) para
mantenerlos en el incubador al 5 % dióxido de carbono. El medio debe estar desde el día
anterior a ser utilizado en el incubador a 37 °C y 5 % de dióxido de corbono.
Existen 3 estadios de maduración en los cúmulos que se extraen por punción folicular, a saber:
- Grado I (Maduración nuclear MII): El cúmulo y la corona del ovocito presentan un aspecto
expandido. Es el estado en el cual el ovocito presenta una mayor maduración y solo los de este
tipo son los que se utilizan en técnicas de reproducción asistida más refinadas, como el ICSI.
- Grado III (Maduración nuclear VG): El ovocito destaca por la gran compactación del cúmulo,
el cual cuenta con pocas células, muy fijadas a la zona pelúcida (ZP).
- Grado II (Maduración nuclear MI): El ovocito presenta un aspecto intermedio entre los dos
estadios anteriores.
Esta clasificación trata de describir el ovocito y su estado de maduranción nuclear estando
rodeado de células del cúmulo y la corona.
Morfología: para observar bien el ovocito habría que colocarlo en muy poca cantidad de medio
para esparcir las células de granulosa. De forma que la ventaja de saber el estado madurativo
no parta ningún beneficio frente a la manipulación que representa el poder conocerlo.
Es por ello que actualmente esta clasificación no tiene gran relevancia y no debe dársele
mayor importancia, salvo para indicar características que se salgan especialmente de lo
considerado como normalidad: cúmulos o coronas de aspecto apoptótico o postmaduro,
presencia de sangre, etc.
Fecundación
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Una vez en el laboratorio, los complejos cúmulo corona ovocito extraídos se lavan en medio
HEPES para mantener el pH, recortando las células de la granulosa que los rodean y
preparándolos para la fecundación. Los ovocitos deben permanecer al menos 4 horas en el
incubador (medio simple rico en glucosa) hasta su inseminación, es decir, aproximadamente
40 horas tras la inducción de la ovulación que sería el momento de la ovulación espontánea.
Este tiempo es necesario para tener una apropiada maduración del ovocito y para que se
simulen las condiciones naturales que ocurren en el útero. Si la inseminación se realiza antes o
después de este periodo de tiempo, la eficiencia de la inseminación disminuirá.
Al mismo tiempo, el semen se prepara para la fecundación, eliminando las células inactivas, el
fluido seminal y se realiza su capacitado. Los parámetros adecuados de semen capacitado para
realizar FIV son: 8-10 millones de espermatozoides por mililitro, más de 75 % de
espermatozoides móviles progresivos y más de 1 % de formas normales. Si el semen proviene
de un donante, probablemente habrá sido preparado antes de ser congelado y puesto en
cuarentena, y cuando sea descongelado estará listo para usar. Concentraciones superiores de
espermatozoides pueden producir fecundaciones anómalas (poliespermia) y una menor
concentración de espermatozoides puede producir fallos de fecundación.
Existen distintos protocolos de FIV pero todos se basan en el mismo principio: el esperma y el
ovocito se incuban juntos (en un ratio de aproximadamente 75.000:1) en un medio de cultivo
simple con glucosa durante unas 18 horas. El ovocito se fertilizará durante los primeros 20
minutos de exposición.
Si la muestra seminal posee valores inferiores a los anteriores, se recurre a ICSI en lugar de FIV.
ICSI también se conoce como microinyección. Consiste en inyectar directamente el
espermatozoide en el ovocito. Es la técnica más eficiente cuando los espermatozoides están
gravemente dañados, es decir, cuando hay un grave problema de infertilidad en el hombre.
Sin embargo, debido a la alta tasa de éxito - hay una mayor tasa de fertilización con esta
técnica en comparación con FIV convencional - ICSI es la más usada mundialmente. Mientras
que con ICSI 8/1000 ovocitos son fertilizados, con la FIV convencional sólo se fertilizan 4-
6/1000. Por tanto, teóricamente FIV es la primera opción que se intenta debido a su similitud
fisiológica pero generalmente se prefiere ICSI por su eficiencia.
Trascurrido 16-18 horas se comprueba la fecundación, que ya debería haber ocurrido. Hay
autores que a la media hora lavan los ovocitos para evitar la exposición a ROS, que pude
formarse por la presencia de espermatozoides muertos.
El óvulo fecundado se pasa a un medio de cultivo simple (como HTF/HSA) o secuencial (G1 de
Vitrolife) y se mantiene durante alrededor de 48h hasta que alcanza el estadio de 6-8 células.
Hay estudios realizados que demuestran que la liofilización del esperma de ratón permite el
desarrollo de embriones normales tras la inyección de ovocitos.
Cultivo de embriones
Una vez el óvulo ha sido fecundado y se ha obtenido un cigoto, éste es cultivado para
promover su división celular y crecimiento para dar lugar a un embrión. Este cultivo dura entre
2 y 5 días, y es muy importante que se lleve a cabo en las condiciones óptimas para el embrión,
ya que de ello dependerá su calidad y la tasa de implantación del mismo cuando sea
transferido a un útero. Para que el crecimiento del embrión se lleve a cabo en las mejores
condiciones posibles se utilizan distintos tipos de medio de cultivo:
Aparte de esto, también es muy importante controlar las condiciones de temperatura, luz y
pH.
En algunos casos en reproducción asistida se opta por mantener el embrión en cultivo hasta
día 5 o 6 en lugar de transferirlo en día 3. El cultivo largo presenta algunas ventajas como
seleccionar mejor al embrión o aumentar la tasa de implantación. Aunque también existen
algunos inconvenientes como el alto riesgo de bloqueo embrionario. Así, se observan una serie
de cambios continuos en el embrión que se clasifican en estadios:
Mórula (M): embrión de más de 12 células sin compactar del todo. Presente en día 4.
Mórula compacta (MC): en día 4 ó 5. Es un embrión con 16 células o más pero en el que ya no
se distinguen las células entre sí, ni se diferencia el blastocele o células del trofoectodermo.
Blastocisto temprano: embrión en día 4 ó 5 en el que se distinguen las células planas del
trofoectodermo en la superficie del embrión y una cavidad menor del 50% del volumen del
embrión.
El diámetro del embrión sigue siendo en torno a 140 micras. No siempre de distingue la masa
celular interna.
La morfología de la masa celular interna y del trofoectodermo se usa como criterio de calidad
del embrión.
Para llevar a cabo el cultivo largo de embriones se usan medios secuenciales o el cocultivo
sobre monocapa de células endometriales. Es el estadio más tardío del embrión que se puede
mantener in vitro.