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Un representante legal es quien actúa en nombre de otra persona, ya sea una Persona Natural o Jurídica, y
para esto es reconocido por la ley. En el primer caso, el representante corresponde a un apoderado y en el
segundo puede ser el gerente de una empresa, administrador de un conjunto residencial, etc.
Definición de responsabilidad
El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua la define como: “Deuda, obligación de reparar
y satisfacer, por sí o por otro, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal. Cargo u
obligación moral que resulta para uno del posible yerro en un asunto determinado”.
Responsabilidad Civil
Al respecto de esta responsabilidad, la Ley establece que: “Genera responsabilidad civil la acción u
omisión que con intención o por negligencia, imprudencia, impericia o abuso de poder se cometa en
perjuicio y daño del patrimonio público, independiente de la responsabilidad penal que se genere. Los
daños y perjuicios provenientes de la responsabilidad civil se harán efectivos con arreglo al Código Civil y
demás disposiciones legales vigentes sobre la materia, salvo que la acción civil se decida dentro de la
acción penal en forma conjunta.
Responsabilidad Tributaria
Según lo establecido en el Código Tributario artículo 26 dice: Son responsables para el cumplimiento de
las obligaciones tributarias, en calidad de representantes, sin que ello afecte su propio patrimonio, salvo el
caso de dolo de tal representante, por las obligaciones tributarias derivadas de los bienes que administran o
disponga
Responsabilidad Penal
La responsabilidad penal de las personas jurídicas en Guatemala se regula en el artículo 38 del Código
Penal. Dentro del mismo se describen diferentes personas a quienes se puede perseguir penalmente
derivado de un ilícito cometido por una persona jurídica, sin embargo, es común ver que casi siempre o en
la mayoría de los casos la persecución penal únicamente se encausa en contra del representante legal;
aunque en algunos casos, principalmente en aquellos delitos cometidos por entidades bancarias, se ha
perseguido penalmente a accionistas o administradores de dichas personas jurídicas.