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Autores:
Editado 2018-I
Revisado por
Diana Milena Garcia
Directora centro de psicología clínica
María Luisa Barreto Zambrano
Supervisora Práctica clínica 2018-I
ANTECEDENTES
El trastorno de ansiedad social (AS) es uno de los motivos de consulta más frecuentes en la
atención psicológica, ya que tienen mayor prevalencia a nivel mundial, alterando en gran
medida la calidad de vida en niños, adolescentes y en adultos, generando una limitación en la
interacción en diversos contextos principalmente en el social y ocasionando una alteración,
usualmente, en el área académica o laboral, en las relaciones de pareja y en el entorno familiar.
Desafortunadamente, la mayoría de los casos no son tratados ya que en la población general
existe una falta de conocimiento frente a los síntomas. (Schneier 2006). Lo cual hace
indispensable proveer a los profesionales en la salud guías de práctica clínica para identificar,
evaluar e intervenir en estos trastornos de manera efectiva, que permita garantizar el bienestar
y el desarrollo integral del individuo en las diversas áreas de su vida.
A nivel mundial se han encontrado los siguientes datos con respecto a la prevalencia del
espectro ansioso, Bandelow & Michaelis (2015) en su investigación analizaron los resultados
de 3 pruebas epidemiológicas: Epidemiologic Catchment Area Program (ECA), the National
Comorbidity Survey–Replication (NCS), and the European Study of the Epidemiology of
Mental Disorders (ESEMeD); para más adelante identificar valores de prevalencia de ansiedad,
la cual tenía como criterio la definición provista por el DSM-IV lo cual fue aplicado en 24
estudios europeos y 3 transnacionales (para los estudios del ESEMeD). En los resultados
inicialmente se muestran discrepancias con respecto a los valores de prevalencia debido a
distintos factores, a pesar de eso se encontró que según la NCS-R (entre 18 y 64 años) la
ansiedad social es la segunda con mayor prevalencia después de la fobia específica, con un 8%
en el último año antes de la aplicación del instrumento y un valor de 13% a lo largo de la vida;
por otra parte según el ESEMeD la Ansiedad social también ocupa el segundo lugar, después
de la fobia específica, sin embargo sus valores son de 1.6% en el último año antes de la prueba
y una prevalencia del 2.8%.
Referente al Centro de Psicología Clínica se tienen datos que indican lo siguiente: Por otra
parte en el periodo 2017-II 50 de los casos atendidos presentaban dificultades en la interacción
social, los cuales representaban el 6,2% del total atendido y 60 se encontraban con
problemáticas enmarcadas dentro del espectro ansioso, esto representó el 7,5% del total de los
casos en este periodo. Por otra parte en el periodo 2017-II 58 de los casos atendidos presentaban
dificultades en la interacción social, los cuales representaban el 7,1% del total atendido y 52 se
encontraban con problemáticas enmarcadas dentro del espectro ansioso, esto representó el
6,3% del total de los casos en este periodo.
Finalmente se considera pertinente aclarar que la revisión teórica expuesta en esta guía,
está centrada en el enfoque que maneja la Fundación Universitaria Konrad Lorenz que es
cognitivo y/o conductual
3. MARCO TEÓRICO
Desde hace muchos años la ansiedad ha sido un tema de debate debido a la extensión
y complejidad de la palabra, además, se le han atribuido varios tipos de ansiedades con el fin
de poder especificar y catalogar dicho constructo, una de ellas es la ansiedad social (Hernández,
s.f.), la cual es el eje central de la presente guía, por ende se profundizará su definición aunque
para tener una perspectiva más amplia es necesario contextualizar el término “ansiedad” y
algunas de sus concepciones a lo largo de la historia.
Por otra parte, se encuentra que Barlow, Allen & Choate (2004) citado por Silverman
y Ollendick, 2005) define a la ansiedad como una emoción que se proyecta a futuro, y que se
caracteriza por sentimientos de impotencia y poco control sobre eventos que pueden llegar a
tener consecuencias negativas para el individuo, lo que se traduce en la rápida respuesta de
escape de dicho evento. En esta definición se puede encontrar que la ansiedad, hasta cierto
punto, puede llegar a ser adaptativa para el ser humano, ya que le permite responder rápida y
efectivamente ante potenciales estímulos que puedan llegar a afectar la vida o integridad del
individuo.
Es así como la ansiedad empieza a convertirse en un trastorno que afecta a gran parte
del mundo, soportando esta idea, se encuentra que la ansiedad es uno de los trastornos con más
prevalencia a lo largo de la vida, estimando que afecta entre 13,6% y un 28.8% de la población
(Kessler y cols., 2005; Alonso y cols., 2004, citado por Heinze y Camacho, 2010), además el
estudio sistemático realizado por el doctor Ronald Kessler (2007, citado por Aparicio, 2016)
en donde se encuentra que la edad de aparición de dichos trastornos es a las 15 años, la
cronicidad de dichos trastornos en la población es de un 60-70% y que es comórbido con
trastornos depresivos, da cuenta de la necesidad por tratar dichas problemáticas de la manera
más eficiente y rápida posible.
De igual manera, Bados (2015), define la AS como el miedo intenso y persistente ante
una o más situaciones sociales o actuaciones, en los que la persona está expuesta al posible
escrutinio de otros, ya sea en situaciones en las que interactúe con otras personas, sea observado
o esté ante una exposición en público. Por lo cual, esta afectación hace susceptible a cualquier
población de padecerla, dado que los individuos son parte de un contexto social, en donde las
interacciones con terceros son necesarias para el desarrollo óptimo y adaptativo del individuo
(Binelli, Ortiz, Muñiz, Gelabert, Ferraz, Filho, Crippa, Nardi, Subirá & Martín, 2012; Caballo,
Salazar, Irurtia, Olivares & Olivares, 2014). Además, las variables sociodemográficas
frecuentes en la (AS)se caracterizan por el sexo femenino, edad menor a 30 años, estado civil
soltera, ocupación estudiante y con estudios universitarios (Labrador, y Ballesteros, 2011).
Siguiendo esta línea, se encuentra que Basuela (2005), también menciona algunos
síntomas de la AS por medio de tres vías: cognitiva, fisiológica y conductual; en el ámbito
fisiológico se pueden dar alteraciones en el sueño, alimentación, constantes dolores y
afectaciones somáticas; en el ámbito comportamental se encuentra que la persona puede hacer
otras actividades para escapar de la situación que le genera malestar y por último, en el ámbito
cognitivo, se encuentra que la persona tiene constantes pensamientos negativos de
autoevaluación, se adelanta a la conclusión de los hechos y les da una conclusión negativa.
Entre los factores causales del trastorno, se encuentran las habilidades sociales del
individuo. En el estudio de Caballo et al (2014), se da una relación entre las habilidades sociales
y la ansiedad social, dado que las personas que tienen esta afectación manifiestan una
inadecuada actuación en situaciones sociales, caracterizada por bloqueo o inhibición de las
habilidades sociales como habilidades conversacionales, heterosociales y de oposición asertiva.
Como factores de mantenimiento, autores como Schaefer y Rubí (2015) afirman que
la fobia social es el resultado de ciclos de perpetuación del miedo a los demás, donde la auto-
observación del miedo y las conductas de evitación se retroalimentan recíprocamente, de tal
modo que al interrumpir las conductas evitativas se debiera cesar el ciclo . Es decir, menos
conductas evitativas llevan a menos miedo y posteriormente a menos conductas evitativas. Es
decir, que las conductas de evitación características de la ansiedad social se mantengan por
reforzamiento negativo al evitar o escapar de estímulos particularmente aversivos para el
individuo.
Se requiere hacer un análisis funcional sobre las conductas problema que resulte en una
adecuada evaluación, para posteriormente poder aplicar una intervención que resulte eficaz
para modificar el comportamiento desadaptativo. En la intervención es necesario combinar
varios procedimientos y estrategias como la exposición en vivo, simulada o imaginal, la
reestructuración cognitiva, el entrenamiento en habilidades sociales, entrenamiento
autoinstruccional y concentración en la tarea o interacción social. Otro aspecto importante es
la efectividad de tratamientos en pacientes con comorbilidad con trastornos de personalidad o
con distimia; en estudios controlados se ve que estos pacientes mejoraron de igual forma que
los pacientes con ansiedad social sin trastornos comórbidos (Amodeo & Quintana, 2010).
INSTRUCCIONES DE USO
1. Trastornos de Ansiedad
3.Tratamiento
5. Prevención y promoción.
5.1 Factores de riesgo y factores protectores.
7. Anexo 1.
2. Guía de Práctica Clínica 2: “Guía clínica para el manejo de la ansiedad Gerhard Heinze
Martin & Pedro Camacho segura instituto nacional de psiquiatría ramón de la fuente Muñiz
México 2010”
Usted deberá revisar la guía clínica “Guía clínica para el manejo de la ansiedad Gerhard
Heinze Martin & Pedro Camacho segura instituto nacional de psiquiatría ramón de la fuente
Muñiz México 2010” específicamente en los siguientes apartados:
1. Detección
2.1 Diagnóstico
2.2 Tratamiento
5. Evidencia y Recomendaciones
5.1 Diagnóstico
5.1.1 Epidemiología
5.1.3 Sintomatología
5.2 Tratamiento
5.2.2 No farmacológico
COMENTARIOS.
Es necesario tener en cuenta los permisos para la utilización de cada una de las Guías de
Práctica Clínica propuestas en el presente documento.
REFERENCIAS
American Psychiatric Association. (2014). Guía de consulta de los criterios
diagnósticos del DSM-5®: Spanish Edition of the Desk Reference to the Diagnostic Criteria
From DSM-5®. American Psychiatric Pub.
Bandelow, B., & Michaelis, S. (2015). Epidemiology of anxiety disorders in the 21st
century. Dialogues in clinical neuroscience, 17(3), 327.
Caballo, V., Salazar, I., Irurtia, M., Olivares, P & Olivares, J. (2014). Relación de las
habilidades sociales con la ansiedad social y los estilos/trastornos de la personalidad. Psicología
conductual, 22 (3), 401- 422. Recuperado de:
https://www.researchgate.net/profile/Vicente_Caballo/publication/269762295_Relacin_de_la
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Cárdenas, Feria, Palacios y Peña. (2010). Guía clínica para los trastornos de ansiedad
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Jiménez Rojas, I., Martínez Villota S., Rosero, C., Bonilla, M., Fernández Aldana, M.
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Recuperado de: https://www.nice.org.uk/guidance/cg159/resources/social-anxiety-disorder-
recognition-assessment-and-treatment-35109639699397