Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Cuatro de bastos. Seguimos el pulso del tarot hacia un cuatro. Aquí nos enfrentamos a una
seguridad creativa y sexual. Podemos hablar del artista establecido que no se anima a seguir
explorando o cambiar de estilo o una aventura amorosa que encontró un ritmo y una estructura.
Quedarse en esta etapa, eventualmente apaga la llama. La energía del Cuatro de bastos la podemos
ver en la confianza de que estás haciendo las cosas a tu manera y está funcionando.
Cinco de bastos. Esta etapa se experimenta a través de El Papa o El Diablo, dos cartas de
transición. La seguridad del 4 se trasciende a través de la sublimación o a través de la
experimentación. Ningún camino es más elevado o digno que otro, es la necesidad de dar un paso
adelante, de seguir comprometido con la fuerza del fuego. Un Cinco de bastos puede estar hablando
de considerar una arista nueva o tomar un riesgo.
Seis de bastos. El fuego en el grado numerológico de El Enamorado, trae a primer plano el placer.
La creatividad y lo sexual encuentran un canal de expresión que fluye. Crear no es una carga, sino
la expresión pura de algo que quiere salir. En su lado no fluido, habla de narcisismo u onanismo.
Volcado hacia uno mismo, la energía termina estancándose. Puede estar hablando de un artista que
encontró su modo de expresión, o del artista que se niega a salir de la comodidad de su territorio y
se repite sin cambiar.
Siete de bastos. Si pensamos en El Carro o La Estrella resulta claro que el grado siete nos habla de
una acción elevada, casi divina. La energía creativa-sexual se abre hacia el mundo. Lo que te
atraviesa vuelve al mundo como en el universo de La Estrella. Puede hablar de alcanzar el éxito y el
reconocimiento, o de un exceso de poder cuando en vez de dejarme atravesar me pongo rígido y lo
detento.
Ocho de bastos. La fuerza en su medida justa. El fuego alcanza un equilibrio y arde sin consumir
los leños. Es una fuerza madura que sabe dosificarse. Creo y actúo lo justo y necesario. No me
agoto, ni doy de más. No compito ni peleo con nadie. Brillo y dejo brillar. En su aspecto estancado,
la fuerza se paraliza debido al alto estándar. Puede estar hablando de un escritor que ya ha publicado
y escribe a su propio ritmo, al margen de las exigencias del mercado, o puede ser el miedo a sacar
otro libro luego del éxito del primero.
Nueve de bastos. El ciclo comienza a cerrarse. La energía lentamente se contrae para pasar a la
próxima etapa. Tiempo de balances y finales. Puede estar hablando de aprender a soltar un proyecto,
a delegar. De alguna manera también habla de dejar morir al ego. Un nueve que se estanca no se
anima a probar otras cosas que lo activen.
Diez de bastos. El camino de los bastos llega a su final en el diez. Se arman dos bandos: el
encuentro con la energía de otro. Este estadio sirve para despedirse (piensen en La Rueda de la
Fortuna). Habrá nuevos proyectos, una nueva llama en la medida que aprenda a soltar. El artista
cambia de ámbito y de materiales. Estancamiento es aferrarse con uñas y dientes a algo que ya no
es, y no animarse a dar el próximo paso.
La Corte encendida
El recorrido se mete dentro del palacio de los Bastos.
Vamos a estructurar esta tercera y última parte del Mini Curso de los Arcanos Menores de la
siguiente manera. Las próximas cuatro entregas se enfocarán en los personajes de la Corte de cada
uno de los cuatro palos del tarot, y se hará foco en uno de los personajes por entrega. Esto significa
que, si bien en este capítulo nos toca ver a toda la Corte de Bastos, vamos a hacer foco en el Valet o
Paje. Estarán presentes las descripciones de los otros personajes, pero no será hasta el final que
podrás entender el simbolismo de cada uno. Tenemos una meta, seguimos firmes.
Mirada profunda: el Paje
Cada una de las figuras se corresponde con determinados grados de la numerología. El paje se sitúa
entre los grados 1, 2 y 3. Es decir, está entre el potencial acumulado y la duda. Habla de una energía
joven e inexperta que necesita trabajarse para ser explotada. El paje duda porque da sus primeros
pasos en el mundo, porque recién está conociendo y empezando a experimentar. Esta energía novata
va a estar presente en cada Paje que se crucen en sus tiradas. ¿Cómo podemos saber si este Paje
representa un 1, 2, o 3? Con práctica o con la ayuda de los otros arcanos que aparezcan en la tirada.
Paje de Bastos. Su basto se apoya en la tierra. No sabemos si tiene la fuerza para levantarlo, parece
ser la primera vez que tiene su elemento en las manos. Su duda se encuentra entre hacer o no hacer,
accionar o quedarse en el molde. Un paje de bastos, como todas las figuras, puede ser una persona o
una situación. Puede estar hablando de alguien que se inicia en su sexualidad –todavía no sabe qué
le gusta–, o una oportunidad laboral, entre otras.
Reina de Bastos. Por ahora, vamos a decir de la Reina de Bastos, que recuerda a la Emperatriz y a
la numerología de los grados medios. Su basto se apoya en su centro sexual que es lo mismo que
decir que está sostenida por la energía del segundo chakra. En la plenitud de su energía, puede ser
apasionada o caprichosa, independiente o llevarse a todos por delante. Puede representar a un artista
establecido, a una mujer segura de su sexualidad. También, si lo pensamos como una situación,
puede representar una expresión creativa que se asienta.
Rey de Bastos. Brevemente, vamos a adelantar que los reyes simbolizan lo mismo que las reinas,
pero en su aspecto masculino. El basto del Rey es un cetro labrado y adornado que se apoya en el
suelo y llega hasta su hombro. Tiene su energía vital sexual y creativa bajo control. Puede hablar de
una persona energética (como un guerrero o un deportista o un tirano) o del estado de una situación:
un momento rey de bastos puede ser afirmarse en la actividad laboral, las ganas de incursionar en
nuevos terrenos sexuales.
Caballero de Bastos. El caballero empuña el basto y lleva su llama y poder a otros terrenos.
Representa a los grados más altos y clausura el ciclo del palo. El basto vuelve a su forma natural,
más pura y primitiva. El espíritu viaja para convertirse en idea. Un caballero de bastos puede
representar un momento de maestría o pasaje. Puede hablar de alguien que hace un voto de celibato,
de un artista maduro, de una empresa que está en su pico, un hijo que se emancipa.