3 POSICIONES DEFINIDAS FRENTE A DIOS: TIBIOS, FRIOS, Y

CALIENTES.
TEXTO: APOCALIPSIS 3:15-21.

“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto
eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabés que tú eres un desventurado,
miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en
fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza
de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que
amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz
y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente
conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.

INTRODUCCION:

Como lo señala el pasaje bíblico que acabamos de leer, el cristiano puede presentar tres tipos de
temperatura ante Dios: Caliente, fría o tibia.

Al realizar esta clasificación, el Señor Jesús separa a las personas en tres grupos definidos
dependiendo de la “temperatura” que cada uno presente delante de su presencia.

(El instrumento que se utiliza para medir la temperatura se llama Termómetro, cuya escala va del
cero (0 °C) y los cien (100 °C) grados, que corresponden a los puntos de congelación y de
ebullición del agua, respectivamente).

Veremos a continuación cuáles son las características de cada uno de estos grupos:

I. FRIOS – No distinguen entre lo bueno y lo malo, entre lo santo y lo profano. En lugar de tener
una relación sincera e íntima con Dios, solo siguen una religión. Nunca rindieron sus vidas a Jesús,
y su entendimiento esta cegado. 2 CORINTIOS 4:4. “En los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de
Cristo, el cual es la imagen de Dios”.

1. Sienten apatía por las cosas de Dios, indiferencia y frialdad frente al mover de Dios.

2. Ellos mismos han decido ser “fríos”, escogieron este camino y no les interesa cambiar o buscar
más de Dios.

3. Son personas que un día estuvieron calientes, pero ahora no les interesa estar en la presencia
de Dios.

4. Se dejaron enfriar, y por esto no oran, no ayunan y no cumplen con la Palabra de Dios. Incluso,
dudan sobre la existencia de Dios.

5. Ellos están conscientes del error que están cometiendo y que su vida no está bien.

6. Saben que es necesario que ellos regresen a los caminos del Señor y recuperen la relación que
un día tuvieron con Él.
II. TIBIOS - Es el hombre CARNAL, aquel que conoció o conoce a Dios, pero edifica su vida con sus
propias Fuerzas. ROMANOS 8:5. “Por qué los que son de la carne piensan en las cosas de la
carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu”.

Ellos sufren porque conocen la verdad, pero:

A. Tratan de servir a Dios, pero sin cortar con las raíces del mundo.

B. Su prioridad no es Dios, sino sus propias prioridades.

C. Muchos de ellos tienen “cuartos secretos” que no han rendido a Dios.

D. Estos han conocido a Dios, pero no le dan el control total a Él, y no quieren rendir su vida a Él.

E. Ellos viven y sirven al Señor solamente por los halagos, el reconocimiento o los méritos propios.
Buscan solo el beneficio y bienestar de ellos mismos.

F. Ha estos les afectan las críticas, las correcciones, el ser obedientes, porque aún no han muerto.

III. CALIENTES – Las características del hombre espiritual:

A. Son aquellos que cuidan los intereses de Dios, y ponen a Dios en primer lugar.

B. Son conscientes de lo mucho que se les ha perdonado.

C. Se dejan guiar por el Espíritu Santo.

D. Caminan con sus pies puestos en la tierra, pero sus ojos puestos en el cielo.

E. No ponen en discusión o cuestionan los planes de Dios.

F. Saben que Dios les está formando y practican su palabra.

G. Diariamente están ocupados en ser más como Cristo, su ideal es ser como Jesús.

H. Son fieles a la visión que Dios le ha dado. Fieles a la Iglesia, a sus familias, y a sus autoridades.

I. Presentan delante de Dios una satisfacción genuina, porque ellos practican una adoración
verdadera.

J. En sus vidas ponen la Palabra de Dios por encima de cualquier situación, porque las
orientaciones de su Señor son como su alimento.

K. No necesitan ninguna motivación para estar ante el Altar de Dios, porque ellos se ponen a
disposición para servirlo.

PREGUNTA: ¿Cuál es nuestra posición actual delante de Dios? Hay muchos que tratan de ocultar
su verdadero estado espiritual, fingen, aparentan, disimulan, son religiosos

EL EJEMPLO DE ADAN Y EVA. Cuando sus ojos fueron abiertos y estaban conscientes de su
situación de pecado, trataron de ocultar y cubrir su desnudez mediante unas hojas de árboles.
Pero, tan solo unos instantes antes caminaban con Dios, y tenían una comunión directa con El, y
nada los distanciaba. Pero, ahora pensaban que tan solo unas hojas eran suficientes, para cubrir su
pecado y esconderse del Señor. Genesis 3:8-9. “Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en
el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios
entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?”

CONCLUSION.

Un pastor joven va a la casa de un anciano pastor para conocer la clave de su éxito. El anciano lo
manda a que vaya a un cementerio, y estando ahí comience a decirle de todo a los muertos
sepultados en ese lugar. Y luego a decirle todo tipo de elogios. Y que después volviese con él y le
traiga el resultado de lo que sucedió. El joven pastor le respondió: “Lógicamente los muertos no
me van a decir nada porque no pueden hablar, ni reaccionar.” El anciano pastor le contesto: “Así
es para el que ha muerto, esta es la clave de mi éxito.”

Gálatas 2:20. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo
que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí”.

Juan 12:24-25. “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere,
queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece
su vida en este mundo, para vida eterna la guardará”.