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Biologización de la ética

BIOLOGIZACIÓN DE LA ÉTICA

THE BIOLOGIZATION OF ETHICS

Alejandro Moreno Lax


Facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia
C/ Antonio Machado, 3, 3ºF
30009, Murcia — España
Teléfono — 696897929
alezheia@yahoo.es

Resumen

Existen tres éticas que se presentan a sí mismas como condición de posibilidad de


toda ética posible, siguiendo un fundamento material de tipo biológico. Este argumento
de contenido (y no lógico-formal) supone una refutación de la falacia naturalista que la
filosofía analítica atribuye a Hume, en los tres ámbitos de la experiencia ética humana:
el cuerpo, la sociedad y la naturaleza. Estas son: la ética de la especie [J. Habermas],
la ética de la liberación [E. Dussel] y la ética de la responsabilidad [H. Jonas]. Este
argumento material es un fundamento filosófico a considerar por tres tipos de éticas
aplicadas: la bioética médica, la ética del desarrollo y la ética medioambiental.
Palabras clave: ética material, falacia naturalista, especie, liberación y responsa-
bilidad.

Abstract

Three ethics exist as a condition of possibility of any possible ethics, following


a material and biological foundation. This content argument (not logical-formal)
supposes a refutation of the naturalistic fallacy that the analytical philosophy
attributes to Hume, in three areas of the ethical human experience: body, society
and nature. These are: the ethics of the species [J. Habermas], the ethics of liberation
[E. Dussel] and the ethics of the responsibility [H. Jonas]. This material argument is

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a philosophical foundation to considering for three types of applied ethics: medical


bioethics, development ethics and environmental ethics.
Keywords: material ethics, naturalistic fallacy, species, liberation and responsi-
bility.

1. Introducción sujetos con otro u otros y, por último, las


relaciones de los seres humanos con el
Este artículo pretende advertir acerca resto de seres vivos. Dicho de otra forma:
de las contradicciones fundamentales en el cuerpo, la sociedad y la naturaleza.
las que puede incurrir toda ética posible Siguiendo a Kant en su Antropología, estas
cuando ésta no es pensada desde un fun- tres esferas de acción corresponden a tres
damento material de tipo biológico. Por preguntas antropológicas fundamentales:
lo menos así lo reflejan las tres éticas que «¿qué me cabe esperar?», «¿qué debo
pretendemos articular en las siguientes hacer?» y «¿qué puedo conocer?»; la pri-
líneas: la ética de la especie, la ética de la mera correspondería con nuestra aptitud
liberación y la ética de la responsabilidad, las subjetiva para actuar conforme a fines
cuales corresponden, respectivamente, a existenciales, la segunda con nuestra
Jürgen Habermas, Enrique Dussel y Hans aptitud intersubjetiva para el deber con
Jonas. Se trata de tres éticas diferentes que los otros y la tercera con nuestra aptitud
se presentan a sí mismas como condición objetiva para relacionarnos con los fenó-
de posibilidad de toda ética posible; como menos de la experiencia.
mínimo, de toda ética conocida hasta aho- Pero, ¿cómo articular tres éticas que
ra que no quiera entrar en contradicción denotan tres ámbitos distintos de la
consigo misma. realidad? Partiendo del argumento de
Este fundamento biológico vuelve a la falacia naturalista que, a partir de la
cobrar importancia para la filosofía en la filosofía analítica, se le atribuye a Hume
medida en que la vida en sus múltiples en su Tratado de la naturaleza humana,
expresiones padece serias amenazas que veremos que estas tres éticas remiten a
atentan incluso contra su estatuto onto- un fundamento material (de contenido,
lógico tradicional, como es el caso de las y no formal) y biológico, en la medida en
nuevas tecnologías eugenésicas. Recurri- que todas ellas suponen una refutación,
mos al argumento de tres éticas distintas explícita o implícita, del argumento de
con el fin metodológico de respetar el dicha falacia: la supuesta imposibilidad
principio antropológico introducido por de derivar juicios de valor a partir de
Kant y seguido por tantos otros autores juicios de existencia, o lo que es lo mismo,
[Weber, Habermas, etc.], el cual establece la ilegitimidad de fundamentar normas
tres esferas universales de la acción hu- éticas a partir de los fenómenos de la
mana: las relaciones de un sujeto consigo experiencia. En las tres éticas que vamos
mismo, las relaciones de uno o unos a tratar de articular veremos que este

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tránsito entre los fenómenos y el intelecto, genético de su futuro hijo. La razón está
entre el ser empírico y el deber-ser ético sí en que la descendencia que nazca de este
es posible, no desde un punto de vista modo puede no sentirse reconocida a sí
lógico-racional, pero sí desde un punto misma cuando comprende que es un pro-
de vista fenomenológico-material. ducto elegido por los padres. Al saberse a
sí mismo como un sujeto cuyas facultades
2. La ética de la especie de Jürgen Ha- han sido elegidas intencionadamente por
bermas otras personas, cabe el riesgo de que tal
sujeto no se sienta conforme con tales
2.1. Introducción elecciones y, por tanto, también se sienta
ajeno a su proyecto existencial y, en gene-
La vida intelectual de Habermas ha ral, a todo proyecto antropológico de tipo
estado ligada siempre a su teoría de la kantiano. Un sujeto cuyas habilidades y
comunicación y sus repercusiones en la defectos no sean naturales sino elegidos
ética del discurso construida junto a K. por otros puede no sentirse como un ser
O. Apel. A pesar de ello, en sus últimos humano autónomo en cuanto a su liber-
años se ha dado un cambio drástico tad personal para juzgar y su igualdad
en sus reflexiones morales, sobre todo respecto a otras personas para elegir y
a partir de la polémica sostenida con decidir colectivamente. En definitiva, lo
Peter Sloterdijk y su libro Normas para que nos quiere decir Habermas es que
el parque humano. Frente a las ilimitadas permitir una eugenesia liberal pondría
posibilidades que ofrece la nueva biotec- en cuestión tanto los fundamentos del
nología para la transformación genética existencialismo como el fundamento
del indómito ser humano de Sloterdijk, ilustrado de la autonomía que está en la
Habermas reacciona con su libro El futuro base de su ética del discurso.
de la naturaleza humana con un discurso de
demarcación entre la eugenesia positiva 2.2. Los conceptos de Körper y Leib para
y la eugenesia negativa, entre las modi- una ética autónoma de la especie
ficaciones genéticas con fines perfectivos
y las modificaciones genéticas con fines La dificultad del problema que plantea
preventivos. Habermas está en demarcar claramente
En este discurso, el filósofo alemán la frontera entre lo natural y lo artificial,
aboga por la defensa y la legitimidad de entre prevenir y perfeccionar, entre hu-
la eugenesia preventiva, cuyos fines no manidad y biotecnología. Para ello hecha
van más allá de interrumpir enfermeda- mano de la distinción sobre el concepto
des hereditarias o malformaciones en el de cuerpo que existe en el alemán:
feto pero, muy al contrario, excluye todo
derecho a una eugenesia liberal con fines La distinción fenomenológica
de perfección y mejora, al servicio de los de Helmuth Plessner entre «ser
caprichos paternos respecto del diseño cuerpo» [Leib] y «tener cuerpo»

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[Körper] adquiere una sorprendente quieran aprovechar el alcance de


actualidad: se desvanece la fronte- los nuevos espacios de decisión:
ra entre la naturaleza que «somos» autónomamente, según conside-
y la dotación orgánica que nos raciones normativas que afectan
«damos»1. a la formación democrática de
la voluntad, o arbitrariamente, de
A lo largo de su argumentación, acuerdo con preferencias subjeti-
Habermas intenta dotar al concepto de vas que puedan satisfacerse en el
Körper una indisponibilidad natural, un mercado3.
ser, capaz de subsumir su mera existencia
empírica en lo que denomina Leib: La primera, ajustada a los límites de
la eugenesia preventiva, es coherente con
Una persona sólo «tiene» o «po- los fundamentos de su ética del discurso.
see» su cuerpo [Körper] si —en el En este caso, la aceptación de Habermas
transcurso de su vida— «es» este de este tipo de prácticas se debe a su úni-
cuerpo como cuerpo [Leib]2. co fin preventivo, el cual nunca pondría
en peligro el orden de la naturaleza hu-
Por un lado, el concepto de Leib apela mana [Körper subsumido a Leib]. Definir
a nuestra biografía personal que nos da- el marco de esta naturaleza ha sido un
mos autónomamente a lo largo de nuestra problema clásico del historicismo alemán,
vida [en el sentido del existencialismo de pero desde la perspectiva de la acción
Kierkegaard]. Por otro lado, el concepto comunicativa habermasiana podemos
de Körper apela a nuestra corporalidad entender tal naturaleza como la capaci-
viva en tanto que objeto susceptible de dad de un individuo para hablar y actuar
intervenciones biogenéticas. Una vez con autonomía. Habermas sólo está en
aclarada esta distinción, Habermas nos condiciones de aceptar únicamente una
plantea la disyuntiva entre una ética de eugenesia con fines preventivos que no
la especie autónoma o una ética de la altere tales premisas. Un individuo con
especie heterónoma, lo cual dependerá malformaciones genéticas puede verse
de la decisión disyuntiva entre una cor- incapacitado para participar dentro de
poralidad humana como ser indisponible un procedimiento de validez discursiva,
o como posesión manipulable. Así lo por lo que utilizar las técnicas eugenésicas
expresa: con fines preventivos no haría más que
restablecer las condiciones necesarias
Ahora depende de la autocom- para una pragmática comunicativa. Sólo
prensión de estos sujetos cómo por este motivo quedaría justificada la
decisión anticipada de los padres de
1 Habermas, J., El futuro de la naturaleza huma-
na. ¿Hacia una eugenesia liberal? Paidós, Barcelona,
2002, p. 24.
2 Ibid, p. 72. 3 Ibid, p. 24.

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intervenir sobre un mapa genético per- guía autónoma de la vida y una


turbado: comprensión universalista de la
moral5.
La presunción de consenso con-
vierte lo efectuado egocéntrica- Aceptar una ética de la especie hete-
mente en acción comunicativa4. rónoma implica el incumplimiento de dos
reglas formales del discurso: por un lado,
La intervención genética está justi- la falta de libertad ante la preselección
ficada en la medida en que permite al de las dotaciones personales y, por otro
individuo poseer las condiciones exis- lado, la conciencia de sentirse desigual
tenciales necesarias para construir una ante el resto de seres resultantes de la
biografía autónoma, lo cual significa ser indisponibilidad del nacimiento natural.
dueño del destino de uno mismo y poder Afecta, por tanto, a la individuación y a
tener la capacidad de reflexión y elección la socialización. Ambos incumplimientos
suficiente como para alcanzar el proyecto bloquean la posibilidad de la ética del
de vida deseado. discurso tan meditada por Habermas a
La segunda ética que coteja Habermas lo largo de su obra:
consistiría en una ética de la especie hete-
rónoma, pues aceptaría la posibilidad de Esta contingencia insignificante
diseñar el aparato genético del feto que se revela —en el momento en que
está por nacer y, por tanto, la posibilidad es dominada— como un presu-
de decidir qué tipo de especie genética puesto necesario para el poder
deseamos para las generaciones futuras. ser sí mismo y para la naturaleza
En esta segunda ética de la especie el fundamentalmente igualitaria de
concepto de Körper se independiza de nuestras relaciones interpersona-
Leib, a modo de objeto biotécnico, como les6. […] Cuando uno toma por
híbrido entre ser humano y máquina, otro una decisión irreversible que
lo cual pone en tela de juicio hasta qué afecta profundamente la disposi-
punto se podría considerar a ésta segunda ción orgánica de éste, se restringe
como una ética: la simetría de la responsabilidad
existente entre personas libres e
Con las intervenciones genéticas iguales7.
sobre humanos, el dominio de la
naturaleza se convierte en un acto Podemos comprender que la asime-
de autoinvestidura de poderes que tría existente en el proceso de elección
modifica nuestra autocomprensión del material genético del niño es radi-
ética de la especie y podría afectar
a condiciones necesarias para una 5 Ibid, p. 68.
6 Ibid, p. 25.
4 Ibid, p. 74. 7 Ibid, p. 26.

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calmente inválida. El sujeto paciente de 2.3. Ser y deber-ser como ética material de
dicha elección no puede participar del la especie
proceso de discusión de una tal elección,
y lo que es peor, no puede desprenderse Ya hemos visto que, para expresar el
de las consecuencias de dicha elección giro material de su nueva ética, Habermas
ni siquiera en su etapa hacia la madurez se refiere al concepto biográfico de Leib
personal. que subsume la mera corporalidad bio-
Habermas se decanta por un concepto lógica entendida como Körper, a fin de
de especie [Gattung] de carácter autóno- advertirnos acerca de una posible quiebra
mo, conforme a una ingeniería genética de la ética del discurso si no atendemos
que no va más allá de la prevención de antes a una ética autónoma de la espe-
enfermedades y conforme a la naturale- cie. De este modo, Habermas defiende
za humana8; en definitiva, una ética de mediante el concepto de Leib una idea de
la especie que es condición de posibilidad la naturaleza humana como disposición
de la ética del discurso. De este modo, la autónoma de un aparato genético elegido
trayectoria intelectual de Habermas da aleatoriamente por la naturaleza del naci-
un giro muy importante, en la medida miento. Este concepto de Leib, fundado en
en que transita de una ética formal que una concepción material del ser [la especie
denomina «ética del discurso» a una ética humana tal y como la conocemos], remite
material que denomina «ética autónoma al genoma de un ser vivo, dice Haber-
de la especie»9. mas, y se corresponde con la elección de
una ética autónoma de la especie. Leib
apela a la indisponibilidad genética del
cuerpo natural [y no a su inviolabilidad];
de no hacerlo nos veríamos relegados a
8 Para comprender esto es importante la «la sumisión del cuerpo y la vida a la
distinción que señala Roberto Guzmán Zurriaráin biotécnica»10.
en el texto de Habermas entre la indisponibilidad y la
Pero no sólo eso. Elegir una ética autó-
inviolabilidad del feto que está por nacer. Inviolable
corresponde al conjunto de derechos que pertenecen noma de la especie no resulta simplemen-
a toda persona que ha nacido, pero no a la vida te de una decisión racional sometida a
prenatal. Ésta última, sin ser inviolable [argumento una discusión del mejor argumento, sino
de tipo metafísico o religioso], sí es indisponible por
razones que afectan a nuestra sensibilidad moral y que, más allá, está condicionada por nues-
que señalamos en el epígrafe 2.3. El artículo que tra propia sensibilidad moral. Frente al
acabo de mencionar es: Guzmán, R., «El concepto formalismo tradicional del pensamiento
de vida prepersonal en El futuro de la naturaleza
humana, de J. Habermas», Cuadernos de Bioética, Nº
habermasiano, encontramos en El futuro
56, (2005), pp. 43-50. de la naturaleza humana una argumenta-
9 Esta tesis la he tratado de demostrar en mi ción a favor de la ética autónoma de la
artículo Moreno, A., «Jürgen Habermas: de la ética
especie a partir de otro fundamento ma-
del discurso a la ética de la especie», Dikaiosyne 19,
2007, pp. 61-77 y en Tópicos. Revista de Filosofía, 35,
2008, pp. 93-112. 10 Ibid, p. 77.

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terial, la propia sensibilidad moral. Y es puede inhibir nuestra propia sensibilidad


así porque el incumplimiento de una ética moral. De este modo, el ser en el sentido
autónoma de la especie «hiere nuestros de Körper implica también un deber-ser
sentimientos morales»11, porque «no ob- [refutación de la falacia naturalista, im-
tenemos inmediatamente un argumento plícita en el argumento de Habermas]
moral contundente pero sí una orienta- que es el de la ética autónoma de la especie.
ción mediada por la ética de la especie No alterar nuestros genes con fines de
que aconseja la cautela y la abstención»12, mejora es una decisión libre y autónoma
porque «la afectividad de las reacciones [ética del discurso] que podemos tomar
no expresa tanto la indignación moral siempre y cuando dispongamos de un
como la repulsión ante algo obsceno»13, organismo vivo cuyo aparato genético no
porque «nuestras concepciones de […] sufra más eugenesia que la preventiva,
la vida humana prepersonal forman, por una disposición que convierten en deber
decirlo así, un entorno ético estabilizador [ética autónoma de la especie] nuestras
para la moral racional de los sujetos de propias afecciones morales [refutación
derechos humanos»14, porque «parece que de la falacia naturalista]. De lo contrario,
muchos de nosotros tenemos la intuición aceptar la eugenesia liberal es una deci-
de querer inclinar la balanza a favor de sión moral contradictoria con la misma
la vida humana»15, por «el escrúpulo moral, en la medida en que puede poner
comparativamente arcaico que sentimos fin a nuestra propia capacidad para la
ante la investigación consumidora de sensibilidad moral y para decidir con
embriones»16, por «la sensación de que no autonomía.
podemos instrumentalizar el embrión»17,
por «el «impulso» de preferir una existen- 3. La ética de la liberación de Enrique
cia digna de seres humanos»18. Dussel
Así pues, reducir Leib a Körper, esto
es, traspasar la frontera de la eugenesia 3.1. Introducción
negativa hacia la eugenesia positiva con-
lleva un conflicto entre el entendimiento La ética de la liberación es también
y la sensibilidad; es más, implicaría lle- una ética que busca un fundamento bio-
var a la moral a su propia contradicción, lógico, tal y como expresa su propio autor,
pues una ética heterónoma de la especie Enrique Dussel. Reflexionar acerca de la
filosofía de la liberación ha sido el tema
de toda su obra intelectual, muy situada
11 Ibid, p. 26.
12 Ibid, p. 45. en el contexto latinoamericano de las
13 Ibid, p. 58. injusticias sociales pero con pretensiones
14 Ibid, p. 92. de universalidad. A partir del fenómeno
15 Ibid, p. 93.
16 Ibid, p. 93.
de la pobreza y la exclusión Dussel va a
17 Ibid, p. 95. construir una enorme obra filosófica que
18 Ibid, p. 99. gira en torno a los conceptos de opresión

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y liberación, reflejando el eterno conflicto ritaria y de desposesión mayoritaria se


existente entre unas personas con otras, muestran estrechamente ligados en este
entre unos colectivos frente a otros. Con sistema, si bien nuestro autor no entra a
estos dos conceptos consigue generalizar desarrollar este argumento.
la multiplicidad de relaciones conflictivas Desde este panorama Dussel escribe
existentes: entre el sexo masculino con el una ética de la liberación que es una ética
femenino [machismo], entre unos países con un fundamento material y biológico,
sobre otros [colonialismo], entre una clase pues, siguiendo a Dussel, sin un contexto
política y sus ciudadanos [despotismo], ético donde sea posible la producción, la
entre una visión de la cultura sobre otras reproducción y el desarrollo de las capa-
posibles [eurocentrismo], etc. cidades vitales [contexto que afecta nega-
Se trata de una disputa interminable, tivamente a la mayoría de habitantes del
que se renueva y transforma generando planeta], sería ilusorio reflexionar sobre
nuevas tipologías de conflictos. Esta otra serie de éticas ya asumidas: la ética
relación interesa a nuestro autor por la del discurso, la ética de las convicciones,
capacidad que tiene de generar víctimas el utilitarismo, etc.
y toda forma de exclusión dentro de un
sistema social determinado. Víctima no 3.2. El concepto de vida para una ética de la
es sólo una persona empobrecida, sino liberación
también toda forma de realidad encu-
bierta por un poder capaz de dominar, de En la década de 1990 Dussel lee a
oprimir, de ocultar, de hacer olvidar, etc. neurocientíficos como Gerald Edelman y
Para lo que nos interesa, Dussel publica Humberto Maturana. Estudia los proce-
su Ética de la liberación en la edad de la glo- sos orgánicos auto-referenciales a partir
balización y la exclusión en 1998, tratando de los cuales comienza a hablar del ce-
de reflexionar sobre una arquitectónica rebro como el primer legislador ético. Se
del fenómeno ético de la liberación a trata del procedimiento autorregulado del
partir de una reflexión sobre el concepto sistema nervioso en sus funciones más
de vida, el cual toma de las neurociencias. primitivas: la percepción de estímulos
Indudablemente, el contexto histórico del y la selección de aquellos que de algún
que arranca el libro es el de un mundo modo funcionan como mediación para
global cada vez más desigual e injusto, producir y reproducir la vida del organis-
perpetrado por el sistema neoliberal del mo. Esta función originaria del cerebro se
capitalismo financiero, la expansión de las conserva en sus estadios más complejos
corporaciones multinacionales y sus tres de funcionamiento: afección y evaluación
instituciones fuertes: el Banco Mundial, de estímulos, categorización conceptual
el Fondo Monetario Internacional y la de las percepciones, formación como
Organización Mundial del Comercio. Los sistema lingüístico y autoconciencia. En
avances tecnocientíficos de la telemática todas estas funciones neuronales encon-
y los fenómenos de acumulación mino- tramos una constante que nunca varía:

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la búsqueda de aquellas mediaciones, de posibilidad de toda mediación en la


de aquellos modos de la realidad que realidad es la vida, pues para que exista
permitan la conservación del organismo un ser tiene que existir como estar, como
y su crecimiento. Se trata de una fun- vida, y todo lo que esté fuera de ella no
ción preconsciente y prelingüística que es vida ni ética.
está presente en cualquier ser humano, El concepto de vida en Dussel ha de
independientemente de la cultura a la entenderse como el modo de realidad del
que pertenezca, independientemente del ser humano [por contraposición a un
tiempo histórico en el que viva. mineral inerte, un objeto fabricado, etc.],
El fenómeno de la supervivencia en entendido como corporalidad perceptiva,
vida es una ley cerebral anterior a cual- sensible y necesitada que pertenece a un
quier reflexión ética. Dice Dussel que sujeto ético consciente, libre y responsable
«el cerebro es el órgano directamente de sí, que busca su propia conservación,
responsable del «seguir-viviendo», como reproducción y crecimiento. Bien es cierto
reproducción y desarrollo de la vida hu- que se refiere básicamente al ser huma-
mana del organismo, de la corporalidad no. Como establece el propio Dussel, se
comunitaria e histórica del sujeto ético trata de «la vida humana como modo
[pues] el sistema nervioso cerebral actúa de realidad del sujeto ético […] que da
por selección, a partir de un criterio uni- el contenido a todas sus acciones, que
versal de dar permanencia, reproducir, determina el orden racional y también
desarrollar, hacer crecer la vida del sujeto el orden de las necesidades, pulsiones y
humano, y esto desde el nivel vegetativo deseos, que constituye el marco dentro
hasta el cultural o ético más heroico o del cual se fijan fines. Los «fines» son […]
sublime»19. «colocados» a partir de las exigencias de
La vida no es un proceso mecánico de la vida humana. Esto es, el ser humano
lucha entre especies [Darwin], ni tampoco en cuanto viviente constituye la realidad
un principio de autorrealización estética como objetiva […] en la medida exacta
de voluntad de poder [Nietzsche]. La éti- en que la determina como mediación de
ca de la liberación de Dussel, que, como vida humana»20.
dice su autor, es una ética de la vida, tan Sin vida no es posible la ética [ni la
sólo es posible entre sus dos límites extre- realidad ni la objetividad], luego toda
mos: la negación del suicida respecto del forma de muerte [suicidio, hambre,
más acá de la vida y la especulación de la represión, discriminación, etc.] es una
religión sobre el más allá de la vida. Decir contradicción performativa para la ética
ser humano es decir vida, pues ésta es su [en un sentido material, dice, no lógico,
forma de realidad. Por ello, la condición como ocurre con Apel], en la medida en
que niega su propio fundamento: la vida.
19 Dussel, E., Ética de la liberación en la edad de
Asistimos a una relación de correlación
la globalización y la exclusión, Trotta, Madrid, 1998,
§ 60. 20 Ibid, § 100.

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entre realidad, vida y verdad de carácter posible incurre en una contradicción


material y universal. A partir de estas material. Ahora corresponde hablar del
premisas podemos formular la definición problema del deber-ser y su refutación de
de Dussel sobre la eticidad de la vida: la falacia naturalista, el cual correspon-
de al fenómeno propio de la liberación.
Principio de la obligación de Como ya quedó insinuado anteriormente,
producir, reproducir y desarro- Dussel trata de demostrar la continuidad
llar la vida humana concreta de existente entre los procesos auto-refe-
cada sujeto ético en comunidad. renciales del sistema nervioso [supervi-
Este principio tiene pretensión de vencia, reproducción] y los fenómenos
universalidad. Se realiza a través propiamente conscientes [categorización,
de las culturas y las motiva por autoconciencia, desarrollo de las capaci-
dentro, lo mismo que a los valores dades]. Por tanto, el ser neurológico del
o las diversas maneras de cumplir viviente humano se corresponde con el
la «vida buena», la felicidad, etc. deber-ser ético de conservarlo y expan-
Pero todas estas instancias no son dirlo. Ética es esto, decidir la manera en
nunca el principio universal de que un sujeto va a continuar en vida. Lo
la vida humana. El principio las que distingue al ser humano del resto de
penetra a todas y las mueve a su seres vivos es su capacidad para desarro-
auto-realización, pues toda norma, llar mecanismos neurológicos complejos
acción, microestructura, institución que le permiten tomar conciencia de sus
o eticidad cultural tienen siempre propias acciones y representárselas como
y necesariamente como contenido posibilidades para la conservación y el
último algún momento de la pro- crecimiento de la vida. De este modo,
ducción, reproducción y desarrollo cabría decir que la ética no es un invento
de la vida humana en concreto21. humano, tampoco una ficción, sino un
resultado del mismo proceso evolutivo
3.3. Ser y deber-ser como ética de la libera- que ha derivado en formas complejas de
ción autoconciencia y responsabilidad ajenas
al resto de la cadena biológica.
En el apartado anterior hemos demos- El deber-ser consiste entonces en la
trado el carácter material (de contenido) responsabilidad consciente por la vida
de tipo biológico en la ética de Dussel a de uno mismo, la cual es extensiva a la
partir de su perspectiva neurocientífica corresponsabilidad por el resto de seres
del concepto de vida. Hemos hablado, humanos, un fenómeno que Dussel argu-
pues, de una ética de la vida como fun- menta siguiendo la fenomenología de la
damento del ser sin la cual toda ética alteridad de Lévinas. Y es ahora cuando
se trata específicamente de la ética de la
liberación, pues el momento consciente
21 Ibid, § 57. de la responsabilidad [que, siguiendo a

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Lévinas, es también pulsional22], nos exige tivo [el «ser» en sentido concreto
identificar los fenómenos de exclusión y y material, como vida humana] al
victimación que oprimen a uno mismo así propiamente dicho principio ético
como a la comunidad de seres humanos material normativo de la ética [el
que nos rodea. Si anteriormente vimos «deber-ser»], que no se sitúa lógica-
que la ética de la especie de Habermas mente en el mismo nivel abstracto
remitía al cuerpo individual, ahora vere- o formal de la llamada «falacia na-
mos que la ética de la liberación de Dussel turalista», porque en ese caso sería
remite a las relaciones entre colectivos, una deducción imposible o inde-
pueblos y sociedades. bida. En efecto, la llamada falacia
Dice Dussel que la liberación de los fe- naturalista define como erróneo el
nómenos de opresión es un deber-ser cons- deducir de un criterio formal me-
ciente en correspondencia con fenómenos dio-fin descriptivo [que sería para
pulsionales ligados al ser de la vida. Es el Weber, y tantos otros, el único tipo
momento de la concienciación intersubjetiva de «juicio de hecho»] una exigencia
para emprender una praxis de liberación, o principio material normativo de
lo que Dussel denomina acción crítica la ética [que sería un «juicio de
respecto del sistema que genera víctimas valor»]. Ese tipo de deducción es
y opresión. Sólo ahora es cuando Dussel imposible lógicamente. Nosotros
acepta la validez de otras éticas, especial- […] nos situaremos en el ámbito
mente la racionalidad comunicativa de la de un tipo particular de juicios de
ética del discurso, pues todas ellas están hecho [referentes a la vida humana
sujetas al fenómeno humano de la vida. en concreto y como ejercicio de la
Dice al respecto: razón práctico-material]23.

La posibilidad de fundamentar Como hemos podido comprobar, un


desde el criterio material [de la pro- juicio de valor referido a una acción con
ducción, reproducción y desarrollo arreglo a la conservación y expansión de
de la vida humana] una exigencia, la vida no procede de una mera deduc-
una obligación o un deber-ser ción lógica, sino de una evolución del
propiamente ético. Se trata del sistema nervioso animal que permite al
«pasaje» del mero criterio descrip- ser humano ser consciente de sus actos
y autoconsciente de la responsabilidad
ética que conlleva actuar conforme a la
22 En Totalité et infini, Lévinas establece que:
«La voluntad es libre de asumir esta responsabili-
vida. Se trata de un estadio superior de
dad en el sentido que quiera, pero no es libre de nuestra complejidad cerebral, nunca de
rechazarla, no es libre de ignorar el mundo sentido una inferencia formal:
donde la mirada del otro le ha introducido. Es en la
acogida de la mirada donde la voluntad se abre a
la razón». En: Lévinas, E., Totalité et infini, Librairie
Générale Française, París, 2003, p. 241. 23 Ibid, § 107.

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Con la neuro-biología actual, afir- «juicios de hecho» o «enunciados


mamos que, en efecto, la evolución descriptivos»; no meramente de
produce las condiciones cerebrales la razón analítico-formal o ins-
para que pueda darse la posibili- trumental], que se «impone» a la
dad de fundamentar dialéctica y propia voluntad al orden pulsional
materialmente el fenómeno ético de la humanidad como género,
[que se establece en el nivel de las de la comunidad y a cada sujeto
funciones «mentales superiores» del ético] por su inevitable constitu-
cerebro, en procesos lingüísticos y ción autorreflexiva. No sólo se da
culturales bien determinados y des- espontáneamente la vida humana,
de un principio material universal]24 sino que se nos impone a nosotros
[…] Dicho «deber-ser» tiene una mismos como una «obligación»
estructura estrictamente ética [por su conservación y desarrollo. Es
ser un sistema evaluativo cerebral decir, sobre el «hay vida humana»
humano], ya que ha sido formado se puede «fundamentar» [racional,
con la participación simultanea de práctico-material y reflexivamente]
las funciones superiores «menta- el deber-ser ético [que puede emi-
les», que ha subsumido el sistema tirse como «enunciado normativo»
evaluativo puramente «animal» o «juicios éticos de realidad»],
[estimúlico o instintivo específico] con pretensión de verdad, como
en el sistema humano en general, y, en exigencias deónticas de producir,
concreto, de valores ético-culturales en reproducir y desarrollar la misma
particular, que están a la base de las vida del sujeto ético. Desde el
emociones, sentimientos, conciencia ser-viviente del sujeto humano se
moral y voliciones autoconscientes, puede fundamentar la exigencia
lingüísticas y responsables [sin dejar del deber-vivir de la propia vida,
de tener siempre una implantación y esto porque la vida humana es
cerebral]25. reflexiva y autorresponsable, con-
tando con su voluntad autónoma y
El mismo Dussel nos resume el princi- solidaria para poder sobrevivir26.
pio de la vida como solución a la falacia
naturalista: 4. Hans Jonas y la ética de la responsa-
bilidad
La producción, reproducción y
desarrollo de la vida de cada sujeto 4.1. Introducción
humano es ella misma un hecho
[sobre el que pueden efectuarse Hans Jonas también construyó una éti-
ca fuertemente biologizada, o fundada en
24 Ibid, § 72.
25 Ibid, § 73. 26 Ibid, § 110.

32 Cuad. Bioét. XXI, 2010/1ª


Biologización de la ética

presupuestos biológicos, aunque nunca mueven al filósofo judío hacia un campo


utilizó esta expresión. Para comprender de reflexiones donde la vida juega un
el fundamento material de su filosofía así papel decisivo.
como su crítica a la falacia naturalista, nos Cabe señalar que la filosofía de Jonas
valdremos principalmente de sus obras El representa la tercera esfera de acción que
principio vida. Hacia una biología filosófica nos falta por atender en este artículo: las
y El principio responsabilidad. Ensayo de relaciones de los seres humanos con el
una ética para la civilización tecnológica, las resto de seres vivos. La civilización tec-
cuales representan, respectivamente, una nológica que describe Jonas se caracteriza
teoría del ser y una teoría del deber-ser. De por su capacidad depredadora de recur-
hecho, valga señalar que Jonas es el autor sos naturales, de contaminación del me-
que más espacio dedica a la crítica de la dio ambiente, de erradicación de especies
falacia naturalista de Hume27. vivas, de destrucción de ecosistemas, etc.;
La importancia de la filosofía de Jonas en definitiva, por las relaciones contradic-
está en que, con el fin de la II Guerra torias que se producen simultáneamente
Mundial y con la expansión del desarrollo entre los avances tecnocientíficos para
tecnológico industrial y comercial, además mejorar la calidad de vida y la extensión
de la llegada de las telecomunicaciones y de las amenazas contra la vida en su
la ingeniería genética, el concepto clásico sentido más genérico. Veremos cómo el
de acción humana y la reflexión ética que concepto de responsabilidad mueve al
tradicionalmente le acompaña sufre un filósofo a defender una ética sin la cual
giro de dimensiones todavía incalcula- no es posible otra forma de ética, pues si
bles. Primero en Canadá y posteriormente desaparece nuestro atributo humano de
en EEUU, Jonas pudo experimentar en la responsabilidad desaparece también la
dos de las sociedades más desarrolladas ética propiamente dicha.
del momento los efectos perversos que
pueden desprenderse de acciones reali- 4.2. El concepto fenomenológico de la vida
zadas por un agente bienintencionado.
De este modo, sólo los desastres sufridos Para este epígrafe es fundamental el
por una sociedad cultivada en un régimen libro El principio vida, que consiste bási-
capaz de convertir la muerte en un suceso camente en una refutación del dualismo
cotidiano (como es el caso de la Alemania que atraviesa toda la historia de la filo-
nazi donde él vivió), así como el impacto sofía, donde clásicas parejas de opuestos
de las nuevas tecnología en un mundo conceptuales como libertad/necesidad o
cada vez más globalizado y consumidor, cuerpo/alma trataron de ser enfrentadas
y que, desde la perspectiva de Jonas, no
27 Nuestro autor establece una discusión son más que aspectos sintéticos de un
explícita con Hume en: Jonas, H., El principio vida.
Hacia una biología filosófica, Trotta, Madrid, 2000, p.
mismo fenómeno: la vida. Se trata de una
43 y ss., así como también, de manera más implícita, fundamentación ontológica del ser mediante
en la página 193 y ss. el concepto biológico de la vida.

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Alejandro Moreno Lax

El principal interlocutor de Jonas en Este individuo ontológico, su exis-


este libro es Descartes y su dualismo filo- tencia en cada instante, su duración
sófico, pues sólo a través de él se entiende y su mismidad en la duración, son
la formación de dos corrientes que el autor por tanto esencialmente su propia
refuta: el espiritualismo y el materialismo. función, su propio interés, su pro-
Si bien la primera sostiene la tesis de que pia actividad continua28.
puede haber espíritu sin materia, donde
esa misma materia se limitaría a una Cabe afirmar la existencia de un
representación mental más de cuantas fundamento ontológico en todo el reino
se manifiestan al intelecto humano, la de lo vivo, siendo dicho fundamento
segunda corriente, al contrario, expresa esencialmente biológico dado que la vida
que las ideas de nuestra inteligencia no como organismo sensible se manifiesta
son más que el resultado de conexiones siempre interesada por la permanencia
eléctrico-neuronales que resultan de de la vida, independientemente de las
nuestro ser corporal. Frente a esta tesitura, mediaciones que utilice para lograr dicha
Jonas aboga por la mayor credibilidad que permanencia:
aporta la tesis del materialismo frente al
idealismo, a la cual despoja de su supues- El hecho de «ser» adquiere un
to mecanicismo ciego para contemplarla sentido determinado: caracterizado
desde la perspectiva del finalismo aris- intimísimamente por la amenaza
totélico. Lo propio de los seres vivos es de su negación, el ser tiene que
que se mueven por sí mismos conforme al afirmarse, y para un ser que tiene
cumplimiento de unos fines inscritos en que afirmarse la existencia toma
su misma esencia. Se trata de unos fines el carácter de un interés o un pro-
hacia los cuales todos los seres vivos pósito. La posibilidad de no ser es
manifiestan una tendencia, un interés y tan constitutiva para la vida que
una motivación que ponen en marcha su su ser propio es esencialmente
actividad y su esfuerzo vital. un mantenerse suspendido sobre
De todos los fines que cabe imaginar, ese abismo, un continuo moverse
podemos señalar la existencia de un fin por su borde. Es así como el ser,
originario capaz de convocar a todos los en lugar de un estado dado, se ha
seres vivos: el interés mismo por la vida. convertido en una posibilidad per-
Por muy sencilla que sea la estructura dida una y otra vez, que hay que
de un organismo, lo cierto es que en sus estar recuperando incesantemente
acciones siempre encontraremos una de manos de su contrario, el no
motivación primera: la aspiración de ser, siempre presente, que acabará
seguir conservando la vida en su conti- engulléndole inevitablemente29.
nuidad. No es concebible la existencia de
un organismo que no esté interesado en 28 Ibid, p. 123.
conservarse como ser vivo: 29 Ibid, p. 17.

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Biologización de la ética

De este modo, la refutación del dua- De hecho, con la aparición de la re-


lismo cartesiano se expresa a partir de flexión, Jonas pone fin a «la gradación
una fenomenología de las capacidades de las capacidades naturales con las que
vitales, cuyo desarrollo representa una los organismos hacen frente a las preten-
continuidad de lo vivo y se expresa siones del mundo según están equipados
como expansión de la libertad, siendo su en cada caso: metabolismo, sensación,
forma más originaria el metabolismo, el movimiento, emociones, percepción,
intercambio discontinuo de materia con imaginación, espíritu»32. Es por ello que
el exterior: la ontología de Jonas es una biología, pues su
reflexión sobre el ser está fundamentada
Si el «espíritu» está prefigurado bajo el concepto material de la vida, una
en lo orgánico desde el principio, vida que une a todos los seres vivos por
también lo está la libertad. Y afir- perseguir el mismo fin, que consiste en su
mamos de hecho que ya el meta- conservación como vida y la realización
bolismo, el estrato básico de toda de todas sus facultades, las cuales au-
existencia orgánica, delata libertad, mentan y se enriquecen conforme la vida
incluso que es la primera forma de de los organismos es más frágil, siendo,
libertad30. pues, el ser humano el ser vivo más frágil,
complejo y libre de cuantos existen.
El fundamento teleológico de la vida
tiene intereses insaciables. Se trata de 4.3. El deber-ser como ética de la responsa-
mantener la vida, sí, pero siempre en una bilidad
actitud de expansión de todas aquellas
posibilidades en que dicha vida pueda Ahora nos falta por determinar la
expresarse. A esto le llama Jonas libertad, teoría del deber-ser que complementa
la cual está condenada a ser cada vez Jonas a su teoría del ser y que, por tanto,
más precaria y frágil, a la vez que libre, refuta el argumento de la falacia natura-
desde el metabolismo de los organismos lista de Hume. Si en el apartado anterior
unicelulares hasta las formas espirituales la visión biológica del ser humano era la
del ser humano. En el fondo, estamos ante del ser vivo más evolucionado [por sus
la tesis de todo el libro: facultades para pensar y actuar] así como
el más libre [por su mayor independencia
Que lo orgánico prefigura lo espi- respecto del medio], ahora se trata de ver
ritual ya en sus estructuras inferio- tal humanidad como un compuesto ético
res, y que el espíritu sigue siendo de poder y responsabilidad. La impor-
parte de lo orgánico incluso en sus tancia de escribir una ética se debe a las
más altas manifestaciones31. amenazas del nuevo paradigma tecno-

30 Ibid, p. 15.
31 Ibid, p. 13. 32 Ibid, p. 19.

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Alejandro Moreno Lax

científico en el que vivimos actualmente, Esta teoría de la acción exige de un


un paradigma encerrado en la paradoja principio de responsabilidad dentro
siguiente: mayores avances tecnocientífi- de las facultades que le ha otorgado la
cos y mayores progresos materiales para naturaleza al ser vivo más complejo y
el bienestar de la vida vienen siempre libre de cuantos existen, el ser humano.
acompañados de una amenaza creciente El deber-ser ético de la responsabilidad
sobre la misma vida. Frente a las éticas procede del ser biológico del sentimiento
clásicas, que conciben la acción humana de la responsabilidad que se expresa en
desde la temporalidad del presente y la las relaciones paterno-filiales:
proximidad espacial entre el sujeto agente
y el sujeto paciente y, además, atienden Manifestación de un deber en el
siempre al perfeccionamiento del ser, ser, haciendo de ella no sólo la
Jonas advierte de que las consecuencias primera empíricamente y la más
de las acciones en la sociedad global, manifiesta intuitivamente, sino
que están siempre condicionadas por la también el paradigma más perfecto
tecnociencia, se pierden en una espiral de en cuanto a su contenido, literal-
efectos cuyo control escapa a su agente mente el prototipo de un objeto de
productor, pudiendo ser devastadores la responsabilidad34.
en un futuro. A Jonas le preocupa una
Esta importante tesis de la continuidad
ética de la conservación del ser. Así como
entre el ser y el deber-ser la expresa de otra
el consumo de determinados recursos
manera:
en un lugar determinado puede devastar
simultáneamente a seres vivos de otras En el ser del hombre existente está
áreas geográficas del planeta, también contenido de manera totalmente
puede afectar a las sucesivas generaciones concreta un deber; su calidad de
humanas que vengan en el futuro. Así sujeto capaz de causas lleva consi-
resume Jonas su imperativo ético: go por sí misma una obligatoriedad
objetiva en la forma de responsabi-
Un imperativo que se adecuara al lidad externa. Con ello el hombre
nuevo tipo de acciones humanas no es todavía moral, pero es un ser
y estuviera dirigido al nuevo tipo moral, es decir, un ser que puede
de sujetos de la acción diría algo ser moral o inmoral35.
así como: «Obra de tal modo que
los efectos de tu acción sean com- La responsabilidad es una evidencia
patibles con la permanencia de objetiva, tanto más cuanto mayor sea
una vida humana auténtica en la el poder de nuestras acciones sobre el
Tierra»33.
33 Jonas, H., El principio responsabilidad. Ensayo
de una ética para la civilización tecnológica, Herder, 34 Ibid, p. 217.
Barcelona, 1995, p. 40. 35 Ibid, p. 173.

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Biologización de la ética

conjunto de los seres vivos. De ahí la cutiendo concretamente con Descartes y


necesidad de un principio de responsabi- Hume], en segundo lugar, a través de un
lidad para las amenazas de la civilización fundamento ontológico que es biológico:
tecnocientífica actual. Una ética que no ser es ser vivo en todas sus manifestacio-
contemple este principio de responsabili- nes, desde el metabolismo hasta el pensa-
dad incurriría en una contradicción: miento; y en tercer lugar, un fundamento
ético basado en la responsabilidad: la
La presencia del hombre en el mundo responsabilidad como un fenómeno más
era un dato primero del cual par- del ser humano [ser] que se convierte en
tía cualquier idea de obligación imperativo ético [deber-ser] cuando dicho
en el comportamiento humano. ser humano, y el fenómeno de lo vivo en
Ahora esa presencia misma se ha general, está en peligro.
convertido en objeto de obligación:
de la obligación de garantizar en el 5. Conclusión
futuro la premisa primera de toda
obligación, esto es, justamente la En este artículo hemos recorrido tres
existencia de candidatos a un uni- éticas de hondo calado biológico que se
verso moral en el mundo físico. presentan a sí mismas como condición
Y esto implica, entre otras cosas, de posibilidad de toda ética posible.
conservar este mundo físico de tal Hemos tratado de demostrar que las tres
modo que las condiciones para tal guardan una enorme correspondencia.
existencia permanezcan intactas, Como ya vimos, todas ellas encuentran
lo que significa protegerlo, en su en determinados fenómenos biológicos [el
vulnerabilidad, contra cualquier cuerpo de la especie, la autoconservación
amenaza que ponga en peligro esas del cerebro, la fenomenología de la vida]
condiciones36. el fundamento ontológico con el que
articulan posteriormente su programa
De este modo, volvemos a encontrar- ético, bien sea la autonomía de la especie
nos con una ética fundada sobre presu- humana, la liberación de los fenómenos
puestos materiales y biológicos, y que se de opresión o la responsabilidad por unas
presenta como condición de posibilidad acciones, las nuestras, cuyos efectos son
de toda ética posible, refiriéndose esta impredecibles. De esta manera, todas
vez a las relaciones del ser humano con ellas tratan de fundamentar el deber-ser
el resto de seres vivos. Es también, como ético en el ser biológico, lo cual significa
ya vimos, una ética material que trata de una refutación de la falacia naturalista de
refutar la tesis de la falacia naturalista a Hume [por lo menos tal y como expresa
través de, en primer lugar, una crítica al este argumento la filosofía analítica]. Este
dualismo de la filosofía moderna [dis- debate es implícito en El futuro de la natu-
raleza humana Habermas, pero explícito
36 Ibid, p. 38. en la filosofía de Jonas y Dussel.

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Alejandro Moreno Lax

Además, estas tres éticas son irreduc- complemento de una bioética planetaria
tibles y se complementan entre sí, en la [o ética de la vida] que contemple estas
medida en que cada una representa a tres dimensiones de la experiencia hu-
su manera cada una de las tres esferas mana? ¿Representan la ética autónoma
de la acción humana elaboradas por la de la especie, la ética de la liberación y
tradición kantiana: las relaciones del su- la ética de la responsabilidad un funda-
jeto consigo mismo [ética autónoma de mento filosófico para tres éticas aplica-
la especie], las relaciones de uno o unos das como son la bioética, las éticas del
sujetos con otros [ética de la liberación] desarrollo y la ética medioambiental? Y
y las relaciones de los seres humanos por último, ¿es lícito defender una ética
con el resto de seres vivos [ética de la de la vida mediante el profundo calado
responsabilidad]. ontológico con el que aquí se ha presen-
De este modo, tenemos formulada la tado? Ésta última pregunta corresponde
hipótesis de una ética biologizada que a una reflexión sobre la legitimidad del
presenta tres perspectivas complementa- concepto de naturaleza humana que aquí
rias que plantea las siguientes preguntas: suscitamos y que, a su vez, corresponde
si el mundo contemporáneo lo contem- con la pregunta kantiana que engloba las
plaba Foucault desde el paradigma de la tres preguntas del inicio de este artículo,
biopolítica, ¿requiere esta biopolítica del «¿qué es el ser humano?».

Recibido: 8-10-2009
Aceptado: 5-03-2010

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