La lupa es uno de los dispositivos más antiguos utilizados para mejorar la vista.

Los historiadores parecen estar de acuerdo en que los romanos fueron los

primeros en descubrir el vidrio en el primer siglo después de Cristo. Los egipcios

habían descubierto un cristal casi claro, llamado obsidiana, que se usaba para ver

objetos pequeños.

Los romanos probablemente estaban mirando a través del cristal y descubrieron

que los objetos parecían más grandes. Experimentaron con diferentes formas y

encontraron que el vidrio que era más grueso en el centro y más delgado en el

exterior magnificó el objeto que se estaba observando. También descubrieron que

los rayos del sol podían concentrarse lo suficiente como para iniciar un incendio.

Llamaron a estas gafas «gafas ardientes». Estas gafas eran similares a la forma

de las lentejas, por lo que la palabra «lente» viene de la palabra latina para la

lenteja. Los beneficios de estas lentes no se apreciaron hasta el siglo XIII, cuando

los científicos las utilizaron para estudiar pequeños insectos. Entonces fueron

llamados «vasos de pulgas».

En el siglo XVI, los microscopios se inventaron utilizando múltiples lentes y así

nació una nueva industria. Las lupas se siguieron utilizando para niveles bajos de

aumento, en comparación con la capacidad de aumento de los microscopios. Los

telescopios se inventaron pronto utilizando lentes que se dispusieron de manera

diferente dentro de un tubo.

Las lupas modernas son lentes convexas dobles y hacen que los objetos parezcan

más grandes. La lente es convexa en ambos lados, es decir. más grueso en el

medio. Al ver objetos, los rayos de luz se inclinan hacia el centro de la lente,

haciendo que el objeto se vea más grande de lo que es para el ojo. Cada lupa

tiene una distancia focal, que es la distancia desde el centro óptico de la lente
hasta el punto donde convergen los rayos de luz. La distancia focal de cualquier

lente está determinada por el radio de la curva en la cara de la lente. Las

matemáticas que describen la ampliación son relativamente sencillas y se pueden

encontrar en los libros de texto de física completos.

Las lupas ahora se fabrican con muchas configuraciones. La lupa básica tiene el

vidrio unido a un asa, que puede estar hecho de casi cualquier material rígido. Hay

muchos tamaños diferentes disponibles desde las pequeñas lupas redondas

compactas de bolsillo hasta las grandes lupas rectangulares de página completa.

Muchos tienen sistemas de iluminación incorporados para permitir al usuario ver

mejor los objetos.

La lupa tendría que ser una de las ayudas más simples disponibles en la

actualidad para las personas que desean estudiar objetos pequeños, para las

personas que tienen problemas para ver el texto en periódicos y libros, así como

una herramienta útil para llevar al aire libre como un activador de incendios. .