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CALLANDO LAS VOCES NEGATIVAS

Texto Bíblico: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la
envié”. Isaías 55:11(RVR1960)

Introducción: Muchas veces nos estancamos pensando que es lo máximo que


podemos dar, que ese fue todo nuestro esfuerzo, ya gastamos toda nuestra
energía, que ya llegamos a ser como nuestros padres. Dios hoy nos dice que
Sus pensamientos y Sus caminos son más altos, es decir que todavía Dios no
ha terminado con cada uno de nosotros. Muchas veces las voces ajenas o
internas tratan de apagar nuestra fe.

I. Voces externas.

A. Gigante: amenazas y miedo (1 Samuel 17:41). Si nos dejamos


invadir por el miedo ante las voces negativas, no podremos encontrar la
salida al problema. El miedo ciega y paraliza, mientras que la fe nos
ayuda a ver la situación con ojos espirituales y así encontrar la solución.
No se usted, pero yo no pienso darle poder en mi corazón a las palabras
que no provienen de Dios y que tratarán de hundirme, destruirme y
robarme la fe y la esperanza.

B. Estas voces se callan con la Palabra de Dios y la Sangre del


Pacto. La sangre derramada en el Getsemaní. Nada hay más poderoso
en el universo que los derramamientos de sangre que Cristo derramó para
redimirnos del enemigo. Si lo creemos en nuestro corazón y los
confesamos con nuestros labios confiadamente sobre nuestras vidas,
familias, discípulos tendremos victoria. Lucas 22:42-44 Fue un momento
glorioso, en ese preciso instante la redención de la humanidad fue
conquistada.

II. Voces Internas:

A. 1 Reyes 18. Elías le dijo al pueblo: ¿Hasta cuándo claudicareis entre dos
pensamientos? No era bueno tener “un pie aquí y otro allá”,
adorando a dos dioses. Es evidente que los israelitas pensaban que si
Jehová les fallaba, entonces podrían acogerse a Baal, y viceversa. ¿Le
suena esto conocido? ¿No le ha ocurrido alguna vez que al dejar entrar un
poco de indecisión esta lo llenó todo, sacándolo del propósito de Dios? No
hay nada tan peligroso como las personas que profesan conocer a Cristo,
pero lo niegan con sus obras (Tito 1:16). Una persona con doble ánimo o
que está entre dos pensamientos solo trae debilidad espiritual y derrota.
B. ¿Cómo se callan las voces negativas? Apocalipsis 12:11. La
Palabra de Dios está cerca de nosotros, en nuestra boca y nos da la
autoridad para cambiar las cosas por medio nuestra confesión llevando
cautivos nuestros pensamientos a la obediencia en Cristo Jesús y
aplicando en fe por medio de confesión la sangre de Cristo para redención
y libertad.

C. Llenando nuestras vidas de la Palabra de Dios. Si está


buscando llenar su mente de algo saludable, que sea verdadero, que sea
honesto, que sea justo, que sea puro, que sea amable, que sea de buen
nombre, que tenga virtud y que haya algo digno de alabanza, nada cumple
todos esos requisitos más que ‘La Palabra de Dios’. El complemento del
pensar, siempre será el actuar, y aquellos que hayamos llenado nuestra
mente de La Palabra de Dios actuaremos conforme a ella.

III. Voces como flechas encendidas en fuego:

A. ¿Cómo apago estos dardos? 2 Timoteo 2:6 hay poder en la


confesión de la victoria de Cristo sobre los principados de las tinieblas
despojándolos de toda acta de decretos que nos era contraria. Cuando se
confiesa la poderosa Palabra, se levanta el escudo de protección para
apagar los dardos encendidos que lanza nuestro adversario.

B. Entendiendo la Palabra en el Espíritu. Isaías 55: 8-9. Es


importante que conozcamos las Escrituras (logos), a fin de entenderla por
medio del Espíritu Santo y que esa palabra se convierta en rhema.
Romanos 10:8-9. Cuando Pablo dice “cerca de ti está la palabra”, no habla
de la Palabra “escrita” sino de la Palabra revelada de Dios en nuestros
corazones por la obra del Espíritu, esto es la palabra dicha. Una palabra
específica revelada por el Espíritu Santo como respuesta o guía para una
situación concreta. Esta Palabra puede tener diversos objetivos, tales
como: enseñarnos, dirigirnos, consolarnos, ubicarnos en una función o
un ministerio o propósito específico, entre otros.

Conclusión: Cuando estamos cimentados en la poderosa Palabra, ningún


plan de engaño que provenga del enemigo podrá destruirnos, sino que, al
contrario, iremos fortaleciéndonos en nuestro ser interior.

Para orar: Que hoy mismo hagas callar todo lo que quiere robarte la fe.

Para Hacer: Recuerda lo que dice Salmos 138:8.

Sugerencia: Volver a leer el Capítulo 3 de “Por encima de las tormentas”


titulado “Cuando las puertas se cierran”.

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