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1 Marco Teórico

1.1 Maltrato Infantil

La violencia es un fenómeno generalizado, que penetra en todos los espacios de la sociedad y se

logra clasificar según distintos criterios, por ejemplo: por la manera en que se ejerce: física,

psicológica, sexual, económica; en el contexto de la relación entre agresor y víctima y así

aparecen: la violencia escolar, acoso escolar, abuso laboral (mobbing), doméstica o familiar; por

las características del agresor, estos pueden ser: jóvenes, adultos, mujeres y para los intereses del

trabajo se indagará en la violencia enfocada en las características de la víctima: violencia de

género, de abuso infantil, de un robo violento, etc (Pueyo & Redondo Illescas, 2007). En relación

a lo anterior, podemos fácilmente deducir que el abuso infantil es una manifestación más de la

violencia y se llega a considerar un problema de salud pública, ya que para las víctimas y la

persona que la ejerce existen consecuencias, que muchas veces el estímulo negativo llega a ser

extinguido o que podrían perdurar por toda la vida como ser: deterioro de la salud mental,

aumento sustancial de la tasa de victimización y daño físico; esto a su vez, causa un incremento

de la tasa de la morbilidad y mortalidad (Macha & Ayala, 2018).

Para la Organización Mundial define el maltrato infantil o la vejación de menores abarca

todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia o

explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño,

su supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad,

confianza o poder (Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud,

2003).
Una primera clasificación del maltrato infantil se basa en la intencionalidad del daño

clasificándolo en: a) Maltrato intencional, b) Maltrato no intencional (negligencia-"accidente") y

c) Maltrato indeterminado (cuando no es posible determinar intencionalidad)

También pueden ser clasificados en categorías: a) maltrato físico; b) maltrato psicológico o

emocional; c) abuso sexual y d) Negligencia (Fernández Couse & Perea Corral, 2004). Para

efectos de nuestro estudio se abarcará la negligencia infantil, ya que es el mayor motivo de

intervención en el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

Tipos de Maltrato Activo Pasivo

- Maltrato Físico - Negligencia o Abandono Físico


Físico
- Abuso Sexual

Emocional - Maltrato Emocional - Abandono Emocional

Fuente: Millan (2006)

Si bien es la familia el contexto donde habitualmente aparece el niño maltratado, siendo

la intermediaria entre el niño y la sociedad, no se puede olvidar la violencia extrafamiliar. En

dicha clasificación surgen otros tipos de maltrato: a) Síndrome de Munchausen por poderes,

b) Maltrato prenatal, c) Maltrato Institucional (Fernández Couse & Perea Corral, 2004).
1.2 Negligencia Infantil

La negligencia infantil suele ser el tipo de maltrato más frecuente, no obstante es el menos

visible, sobre el que menos se habla y el más pobremente caracterizado.

Desde un punto de vista conceptual el abandono o negligencia infantil se entiende como aquella

situación de desprotección donde las necesidades físicas básicas del niño (alimentación, higiene,

vestido, protección y vigilancia en las situaciones potencialmente peligrosas, educación y/o

cuidados médicos) no son atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro de la

unidad donde convive el menor, sin embargo se hace una diferencia entre maltrato por

negligencia y abandono físico (Jordan González, 2007).

Otro concepto utilizado define a la negligencia en el cuidado físico y/o Psicoafectivo

como el daño resultado de una falta de cuidados básicos, supervisión o atención que afecte al

desarrollo físico, emocional y/o intelectual del niño, por parte de los padres o cuidadores. El

máximo grado de negligencia es el abandono (Raheb Vidal, 2011).

El maltrato por negligencia es consecuencia de actuaciones inadecuadas por parte de los

progenitores/cuidadores, ante las necesidades físicas, psíquicas, sociales e intelectuales del

menor a su cargo. A su vez, lo consideran propio de aquellas familias donde existen unas

necesidades adicionales prioritarias, pudiendo tener dicha situación de malos tratos un carácter

consciente o inconsciente (ignorancia, incultura, pobreza, etc.). Asimismo, se entienden por

abandono físico, aquella situación de negligencia infantil, en la cual el grado es extremo y cuyas

consecuencias físicas en el niño son muy elevadas (Moreno Manso, 2002).

Para entender el fenómeno de la negligencia y la posibilidad de emitir una adecuada

definición es importante determinar qué constituye el “cuidado adecuado de un niño”, cómo las

necesidades se modifican de acuerdo con la edad así como el rol de las condiciones físicas y
económicas en los padres o cuidadores (Jordan González, 2007). A pesar de la edad cronológica

o maduracional de la persona menor de edad se debe de tener en cuenta que este individuo posee

derechos los cuales no se modifican según su edad ya que siempre velan por brindarles bienestar

y seguridad dentro del núcleo familiar y la sociedad en general.

Algunos estudios longitudinales (Azaola, 2006) han mostrado que la negligencia puede

ocasionar daños emocionales más severos y duraderos que el maltrato físico. Asimismo, han

revelado que los niños que han sufrido negligencia o han sido abandonados, sufren mayores

problemas de salud que los niños que han padecido maltratos físicos o abuso sexual. También se

identificó que la negligencia es un fenómeno invisible, silencioso, insidioso, provocado por una

indiferencia generalizada familiar; por esto los casos de negligencia suelen ser en su mayoría

más crónicos y de mucho peor pronóstico, dicho lo anterior, este fenómeno puede desarrollarse

en el seno de la familia de una forma consciente o como manifestación de ignorancia, incultura,

pobreza o de la incapacidad parental para proteger y criar a sus hijos. Además, casi nunca se

presenta de forma aislada, por lo cual se ha de identificar cada caso para evitar el fenómeno de la

comorbilidad (Ruiz Cerón & Gallardo Cruz, 2002).

1.3 Tipos de Negligencia

En toda definición de negligencia el elemento esencial es un fallo en satisfacer las necesidades

básicas, que amenacen o dañen el desarrollo del niño. Se describe varios tipos de negligencia:

negligencias físicas, negligencias médicas, negligencias educacionales, negligencias en su

seguridad, negligencias en su supervisión, negligencias emocionales, negligencia nutricional y el

abandono (Raheb Vidal, 2011).


Algunos autores agrupan a la negligencia en 3 grupos: física (incluyendo la médica), educacional

y seguridad (Fernández Couse & Perea Corral, 2004):

- Negligencia Física: Se refiere a un fallo en proporcionar al niño sus necesidades básicas,

tales como: alimentos, vestido, amparo, cuidado médico y supervisión.

- Negligencia Educacional: incluye fallo en asegurar la asistencia del niño a la escuela, de

prevenir el ausentismo crónico y las llegadas tarde, en fin en no asegurarle al niño que

cumpla con los requerimientos educacionales establecidos.

- Negligencia en la Seguridad: Aquí se incluye el cuidado del ambiente del niño, sus

condiciones higiénico-sanitarias y protección de cualquier forma de daño.

1.4 Consecuencias de la Negligencia Infantil

La negligencia es la más frecuente y posiblemente la de mayor morbilidad y mortalidad. Es

importante destacar que la negligencia se diferencia de los accidentes porque estos no tienen en

cuenta la responsabilidad de los padres o tutores, mientras que en la mayoría de las negligencias

está presente un fallo por parte de los padres o tutor, en ofrecerle al niño: amor, abrigo, amparo,

supervisión, educación, atención médica y soporte nutricional y psicológico (Fernández Couse &

Perea Corral, 2004).

El sistema de clasificación Record of Maltreatment Experiences (ROME) identifica los

tipos de maltrato que un niño puede sufrir tomando en cuenta las dimensiones como el estadio de

desarrollo, el tipo de maltrato y el género de las víctimas. En la aplicación de este método, se

realizó un análisis de los expedientes de 162 adolescentes; observaron que, en las niñas, la

negligencia infantil y el maltrato psicológico que ocurre en la primera y mediana infancia, se

asocia con mayores problemas de conducta. En cuanto a los chicos, encontraron una alta
predictibilidad de los problemas de conducta con la ocurrencia en la infancia de la interacción

del maltrato físico y psicológico, así como con la interacción de la negligencia infantil y ser

testigo de la violencia doméstica (Muela Aparicio, 2008).

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