Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
TEMA 2
TEORÍAS LINGÜÍSTICAS ACTUALES
1
TEMA 2
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN.
2. LA LINGÜÍSTICA MODERNA
2.1. SAUSSURE: UN INTENTO DE SISTEMATIZACIÓN.
2.2. EL ESTRUCTURALISMO EUROPEO
2.2.1. EL CÍRCULO LINGÜÍSTICO DE PRAGA
2.2.2. EL CÍRCULO LINGÜÍSTICO DE COPENHAGUE
2.2.3. LA PSICOMECÁNICA
2.2.4. LA GRAMÁTICA DE DEPENDENCIAS: TESNIÈRE
2.3. EL ESTRUCTURALISMO AMERICANO
2.4. EL GENERATIVISMO
2.5. LA GRAMÁTICA ESTRATIFICACIONAL
2.6. LA GRAMÁTICA LIMINAR
2.7. LA GRAMÁTICA COGNITIVA
3. OTRAS ESCUELAS
3.1. LINGÜÍSTICA DEL TEXTO
4. BIBLIOGRAFÍA
2
TEMA 2
1. INTRODUCCIÓN.
En el último siglo la historia de la Lingüística ha experimentado una verdadera revolución,
puesto que han aparecido numerosas aportaciones de gran interés para el estudioso de esta
disciplina, tal y como asevera Bernárdez (1982,15): “Pocas disciplinas han tenido un desarrollo más
rápido que la lingüística en el siglo XX, que, sobre todo en los años sesenta, fue objeto de una
verdadera “explosión” (¿o “inflación”?), tanto por el número de publicaciones o el de
especialistas, como por el de nuevas teorías. En esos años, la cantidad de escuelas o tendencias
lingüísticas resulta especialmente significativa: es la época del triunfo del generativismo
chomskyano, de la aparición de teorías próximas pero diferentes, como la gramática de los casos o
las semánticas generativas, del surgimiento de las nuevas escuelas, como la sistémico‐funcional
británica de M.A.K. Halliday, la lingüística estratificacional, la gramática generativa aplicada, la
gramática de Montague; es también el momento de auge de otras teorías (más o menos
alternativas al generativismo) como la tagmémica, las gramáticas de dependencias o valencias y,
en algunos países, como la RDA y la URSS, las gramáticas funcionales (por ejemplo V: Admoni y W.
Schmidt). Y es la época del desarrollo del tratamiento automático del lenguaje, de la traducción
mecánica, de la lingüística matemática, etc. Es también la época en que aparecen los primeros
trabajos sobre lo que hoy llamamos con preferencia a otros nombres posibles, lingüística del
texto.
Por su parte, los años setenta muestran un cierto reflujo en esa explosión; más que por la
aparición de nuevas teorías importantes, se caracterizan por la aplicación de las ya surgidas al
estudio de campos específicos del lenguaje. La sociolingüística y psicolingüística modernas nacen
en los sesenta, pero sus trabajos proliferan en los setenta. Es también el tiempo de volver a
replantearse cuestiones que en la década anterior se habían olvidado, como el estudio diacrónico
del lenguaje, que se comienza a realizar de nuevo desde perspectivas tan distintas como la
gramática generacional chomskyana, la de los casos o la estratificacional.
En resumen, las escuelas o teorías lingüísticas que hoy día dominan el panorama de los
estudios sobre el lenguaje en todo el mundo son fruto de esos años sesenta, mientras que la
década siguiente vio un reflujo en la aparición de nuevas formas de estudio del lenguaje.”
3
TEMA 2
A raíz del panorama trazado por Bernárdez se entiende, en parte, la imposibilidad de
ofrecer un trayecto histórico exhaustivo de la historia de la Lingüística, pues existen numerosos
manuales de historia de la Lingüística, inútiles para el/la opositor/a dada su extensión. Por nuestra
parte, optamos por restringirnos a una aproximación epistemológica a la lingüística actual desde
una perspectiva sincrónica centrada en subrayar los requisitos o supuestos imprescindibles en el
estudio del lenguaje como disciplina científica o desde una perspectiva diacrónica que pretenda
efectuar, en palabras de Serrano (1993,13) “una reconstrucción racional de lo que han sido las
propuestas de la teoría lingüística”.
2. LA LINGÜÍSTICA MODERNA
2.1. SAUSSURE: UN INTENTO DE SISTEMATIZACIÓN.
En las historias de la lingüística resulta tópico ya introducir la modificación de orientación
que esta disciplina experimenta en el siglo XX mediante la referencia al Curso de Lingüística
General de Ferdinand de Saussure. Generalmente, estos trabajos definen como estructuralista la
lingüística del siglo XX, paradigma que podemos sintetizar con Álvarez en los siguientes rasgos:
a) La lengua concebida como sistema, esto es, la unidad lingüística definida de acuerdo a sus
relaciones con el resto de unidades del sistema.
b) Los hechos de lengua son identificables como tales en función de su pertenencia y no por
su realidad física.
c) La esencia lingüística es la realidad inmediatamente perceptible, esto es, la forma y no las
unidades significativas.
d) Respecto a la forma, las unidades lingüísticas son unidades discretas.
e) El punto de vista sincrónico ocupa el lugar preferente en la investigación estructural, en
tanto el punto de vista diacrónico se relega a segundo plano, aunque no olvidado
totalmente (Álvarez: 1983: 7‐11).
En efecto, Saussure, autor bisagra entre el siglo XIX y XX, es considerado por la comunidad
de investigadores de esta disciplina, como el fundador del paradigma estructuralista, y
fundamentalmente, el autor que ha planteado de manera coherente la autonomía científica de la
4
TEMA 2
lingüística desde la obra citada, Curso de Lingüística General, desde la que plantea una propuesta
de investigación sistemática del lenguaje. Según los especialistas, la principal aportación de este
autor, radica en la integración en un tratamiento sistemático de cuestiones ya estudiadas con
anterioridad, aunque no siempre de esta forma.
Sin embargo, la trascendencia de la obra saussureana no se agota con lo expuesto
anteriormente, pues su relevancia como investigador de la lingüística e iniciador de un nuevo
paradigma debe comprenderse desde las relaciones epistemológico‐científicas pertinentes
respecto a la situación de la ciencia lingüística, y el resto de ciencias, a finales del siglo XIX e inicios
del siglo XX. Tal como aseveran Bernardo y Pelegrí (1994:388) “implica resaltar su papel decisivo
en la realización de la empresa sistemática de fundamentación de la lingüística al pretender
solucionar una serie de problemas concretos que afectaban a la actividad del lingüista, a la
pregunta por el objeto mismo de su actividad y, lógicamente, a las implicaciones epistemológico‐
metodológicas que conlleva responder a tales cuestiones. En resumen, colaborar en la
culminación de la primera tarea de la lingüística en ese momento que, según el propio Saussure
era `deslindarse y definirse a ella misma’.
La influencia de Saussure se traduce en la propia universidad de éste, Ginebra, con la
publicación del Curso por los discípulos de este autor tras su temprana muerte, como primera
muestra. No obstante, el pensamiento de cada uno de los discípulos no exhibe gran coherencia
con el de los otros: así, por ejemplo, en Ch. Bally, la Estilística, constituye una muestra de los que
se considera característico de la opción por la lengua y la sincronía, pero la tesis de textos como El
lenguaje y la Vida desarrolla elementos aparecidos en el Curso, de manera lateral, separados de la
concepción inmanente del lenguaje que parece presidir el estructuralismo lingüístico del siglo XX,
tendencia a la que no podemos adscribir a Bally de forma estricta. Por su parte, Henri Frei y Albert
Séchehaye, continuadores del Saussure, desarrollan líneas del pensamiento de éste pero con
particularidades diferenciadoras. En la lingüística española la influencia ginebrina, gracias
esencialmente, a las traducciones de Amado Alonso, ha sido básica, como también en toda Europa
y América Latina. Respecto a la relevancia de las tesis del Curso de Lingüística General y la
trascendencia de Saussure, Robins (1974: 195‐196) asevera certeramente “se basa todo el sistema
de la lingüística moderna y justifica la consideración de independencia que tiene la lingüística
como ciencia autónoma por derecho propio”.
5
TEMA 2
De acuerdo con Bernardo y Pelegrí (1994:388) podemos sintetizar la significación del Curso
de Lingüística General en torno a las siguientes notas:
1) La propuesta de un programa de investigación delimitado y configurado de manera
coherente, con el objeto de responder a los problemas que la investigación del lenguaje
tenía pendientes y la sistematización, desde una perspectiva definida, del conjunto de
elementos –corpus‐, procesos y procedimientos que conforman el constructo denominado
ciencia, concretamente, la ciencia lingüística, como disciplina perteneciente al campo de
las ciencias sociales y de la semiología.
2) La selección, basada de acuerdo a los supuestos epistemológicos vigentes, del objeto
específico de investigación, la lengua, netamente diferenciada del habla. De esta manera,
la lengua se comprende como un sistema, como estructura que opera mediante una serie
de reglas que relacionan todos y cada uno de los elementos del conjunto, es decir, cada
uno de los signos lingüísticos.
3) La definición, representación e interpretación, a través de un procedimiento lógico‐
deductivo –las relaciones, el sistema, preceden a los elementos‐, del objeto lengua que
determina la configuración del corpus científico, dado que la comprensión de la lengua
como un sistema supone la base para definir las unidades, los niveles y las relaciones –
leyes, principios‐ que se conjugan con ese modelo o teoría interpretativa.
4) El establecimiento de la sincronía como punto de vista o perspectiva desde la cual debe
estudiarse el objeto lengua, sin excluir, la perspectiva diacrónica a la hora de entender la
evolución de lengua que, no obstante, debe comprenderse como evolución sistemática y
no sólo de los individuos. Mientras la lingüística del siglo anterior había sido
esencialmente, histórico‐comparativa, esto es, diacrónica, para Saussure, el estudio
científico debe ser preferentemente sincrónico, referido a la estructura sistemática de la
lengua en un momento determinado de su desarrollo, pues sólo de esta manera es posible
aprehender la autonomía del sistema.
Las nociones básicas del Curso, es decir, el concepto de lengua como sistema de signos, la
bifacialidad del signo, como par o conjunto de dos elementos –significante, significado‐, la
importancia de la concepción inmanente del lenguaje –con la salvedad de que no es exclusiva‐ o el
concepto de valor aparecen en todos los lingüistas españoles entre los años 40 y los 70 del siglo
XX.
6
TEMA 2
2.2. EL ESTRUCTURALISMO EUROPEO
2.2.1. EL CÍRCULO LINGÜÍSTICO DE PRAGA
A pesar de la temprana publicación del Curso de Saussure en 1916, la difusión de su
doctrina sobre el lenguaje fue lenta, y precisamente, el Círculo Lingüístico de Praga representa la
plataforma de lanzamientos de estas ideas, con algunas modificaciones propia. El Círculo
Lingüístico de Praga se funda en 1926 por iniciativa de V. Mathesius, así como B. Havránek, J.
Mukarovský, Bohumil Ynka, J. Vachek y M. Weingart entre otros. A éstos se sumaron otros muchos
lingüistas, entre los que podemos destacara a los rusos, Jakobson, Sergei Karcevski y Nicolao S.
Trubetzkoy. Estos tres últimos, como autores de importantes tesis presentadas en 1928 al primero
de los congresos de Lingüística, el de la Haya, desempeñan un papel fundamental en la redacción
de las famosas nueve tesis del círculo praguense, que un año se presentan en el primer Congreso
de Filología Eslava y se conocen como las Tesis de 1929 o las “Nueve tesis”.
Las conocidas Tesis de 1929, presentadas en el primer congreso de Eslavística, constituyen
pues, el texto fundacional y programático de los lingüistas praguenses. En la primera de estas tesis
se subraya el hecho de que la lengua es un sistema distintivo, en el que sus unidades se definen
por oposición al resto, y “funcional”, en tanto la lengua posee una determinada finalidad, la
comunicación entre hablante y oyente. El análisis sincrónico debe acompañarse de
consideraciones diacrónicas, “la descripción sincrónica no puede excluir absolutamente la noción
de evolución, porque incluso en un sector considerado sincrónicamente está presente la
conciencia del estadio que está en trance de desaparición, del estadio presente y del que se está
formando”. Posteriormente, Martinet, que estuvo entre los promotores del Círculo Lingüístico de
Nueva Cork, elabora desde este punto de partida una coherente concepción funcionalista de la
lengua.
En la segunda de las tesis se enuncian los objetivos del estudio fonológico del lenguaje. La
fonología se diferencia de la fonética porque no considera a los sonidos desde el punto de vista
material y acústico –plano del habla‐ sino desde el sistemático de la lengua. El sonido se define
por sus relaciones de oposición a los otros sonidos de la lengua y por sus “rasgos distintivos y
pertinentes”. Se desarrolla la teoría del fonema, apuntada en las propuestas de 1928,
7
TEMA 2
concretamente el número 22, en la que profundizarán, esencialmente, Trubetzkoy y Jakboson. En
la citada aportación se define el fonema como mínima parte del significante que no puede ser
dividida en unidades menores sucesivas. El fonema, que es un haz de rasgos pertinentes o
relevantes, constituye una unidad del plano significante, pese a hallarse unido al significado para
la delimitación de su valor como unidad lingüística. El valor del fonema se delimita
contractivamente, por oposición, con los otros fonemas, de acuerdo a una serie de reglas
establecidas por Trubetzkoy (1939/1973). Los fonemas que presentan determinados rasgos
comunes se unen en correlaciones.
La tercera de las tesis plantea de las diferentes funciones que posee la lengua,
correspondientes a las exigencias del hablante. Las principales funciones son la comunicativa, en la
que el lenguaje se dirige hacia el significado, y la poética, en la que el lenguaje se dirige hacia el
signo. El lenguaje poético, como acto creador individual, se refiere tanto a la lengua de
comunicación como a la literatura, nociones que desarrollará Jakobson.
La importancia de la difusión de las ideas lingüísticas de esta escuela se refleja en la
participación en la actividad investigadora no sólo el núcleo fundacional de autores de lengua
eslava, como el fundador Mathesius, entre otros autores checos, y la segunda generación de
exiliados rusos, sino por autores de procedencia diversa, como Martinet, Hjelmslev, Benveniste,
etc.
La repercusión de las Tesis de 1929, dirigidas al ámbito lingüístico en general, y al eslavista
en general, se manifiesta rápidamente y revelándose como duradera. Así, la aseveración, en la
primera tesis, de que “la lengua es un sistema de medios de expresión apropiados para un fin”
destaca uno de los rasgos que distinguen el estructuralismo praguense del de Copenhague o del
americano, dado que éstos no ubican en el lugar principal el principio de la finalidad de la lengua,
según veremos. Por otra parte, el estructuralismo praguense se diferencia de los otros en la
importancia concedida a la diacronía, junto a la sincronía, pues la lengua es un sistema funcional,
desde cualquiera de las dos perspectivas, en lo que se opone explícitamente a la escuela de
Ginebra.
La relevancia del método estructural comenzado por los praguenses resulta
particularmente fructífero en el ámbito fonológico, pues los términos oposición, fonema, rasgos
distintivo, correlación neutralización, como pérdida de valor de las diferencias establecidas por los
rasgos distintivos, entre otros, son aportaciones fundamentales a la Lingüística contemporánea.
Asimismo, podemos constatar la escasa modificación a lo largo de la historia de la lingüística
8
TEMA 2
contemporánea del concepto fonema, o cómo la noción de rasgo distintivo, definitorio del fonema
ha sido empleada en otros componentes de la gramática, así en morfología, semántica –en análisis
componenciales‐ e incluso en sintaxis, como en los rasgos de subcategorización de Chomsky.
Las tesis de Praga se caracterizan por su amplitud, extendida a problemas de historia de la
lengua, transcripción, geografía lingüística, léxico, antropología, etnología y sociología. Por otra
parte, la influencia de la huella praguense en todo el mundo, favorecida por el necesario exilio de
Jakobson a Estados Unidos y la denominada Escuela de Harvard, ha resultado duradera.
2.2.2. EL CÍRCULO LINGÜÍSTICO DE COPENHAGUE
La desaparición del Círculo Lingüístico de Praga, como consecuencia de la diáspora
originada por la Segunda Guerra Mundial, reflejada a partir de 1939, se produce al mismo tiempo
que se constituye, a finales de los años treinta, el Círculo Lingüístico de Copenhague. Los rasgos
configurados por este Círculo caracterizan a la escuela danesa en una línea en la cual el sistema se
transforma en el esquema, a partir de una hipótesis doble que ya aparece en el texto de Hjelmslev
anterior al desarrollo del Círculo y de su particular doctrina lingüística, conocida con el nombre de
glosemática (1928/1976,220‐221): “1) Cada lengua que se encuentra en un lugar dado, en un
ambiente dado y en una época dada, constituye un estado idiosincrónico que se presenta como un
conjunto de hechos psíquicos. Los diferentes estados así constituidos aportan los sistemas
concretos de categorías. 2) Mediante la confrontación de todos los estados sincrónicos existentes
o conocidos se puede establecer un estado pancrónico, un sistema abstracto de categorías, que
nos dará los materiales de una descripción psicológica y lógica general y común y que puede ser
proyectada a la inversa sobre todos los estados sincrónicos”.
Este desarrollo representa el punto de partida de la etapa siguiente, caracterizada por
aseveraciones como la siguiente de Hjelmslev (1934/1976, 18) “Es evidente, a todas luces, que
cada idioma, en cualquier tiempo, consiste en un estado, un todo organizado, que está sometido a
las leyes de la gramática. Y estas leyes son inviolables. El fundamento de la lengua es un esquema
fijo, al que hay que ajustarse y someterse si se quiere ser comprendido en este idioma”.
Por tanto, la Glosemática, estudio de la lengua entendida como sistema, es estructural y
funcional, entendiendo por función las dependencias establecidas entre una clase y un elemento
de esa clase o entre los elementos entre sí. Clase y elemento, en cuanto términos de una función,
9
TEMA 2
son funtivos, comprendido, no como función, sino como magnitud. De esta forma, se presenta el
sistema lingüístico como un paradigma con dos planos, el plano de la expresión y el plano del
contenido, el primero, plano lleno, es el plano pleremático, sus unidades son los plerematemas,
divididos en constituyentes y exponentes. El plano de la expresión constituye el plano vacío,
cenemático, cuyas unidades son los cenematemas, igualmente divididos en constituyentes y
exponentes.
Particularmente, Hjelmslev enfatiza la actitud “sistémica” de los praguenses, y dedica gran
parte de sus esfuerzos a demostrar la naturaleza exclusivamente formal de la lengua. Asimismo,
intenta fundamentar epistemológicamente la lingüística y dotarla de un método deductivo
fundado y una terminología precisa que le permitan un avance seguro, método que aparece
expuesto en su obra Prolegómenos a una teoría del lenguaje (1934). Sin embargo, como aseveran
Bernardo y Pelegrí (1994, 389) “dicho método consiste en el análisis de la materia del lenguaje con
la finalidad de descubrir las dependencias funcionales que se ubican en él, y acaba derivando en
una taxonomía, como es propio de todos los estructuralismos: la explicación no trasciende la
segmentación”.
Las ideas lingüística de L. Hjelmslev han tenido una gran repercusión en el ámbito
hispánico, debido fundamentalmente, a la obra de E. Alarcos, cuya Gramática Estructural, significa
la introducción en España de estas ideas, de la misma forma que su Fonología Española introdujo
la metodología de Praga, o sus Estudios de Gramática Funcional del Español constituyen una de las
cimas del funcionalismo en la línea e A. Martinet.
En el seno de la concepción del Círculo, el punto de partida descansa en un principio del
Curso, la asunción de la inmanencia de la lengua, que implica el estudio de la lengua en sí misma,
tal y como Alarcos postula (1951,15) la gramática estructural es “una disciplina sincrónica que
trata de explicar el funcionamiento y la estructura de los sistemas lingüísticos”. El estudio
estructural ser realiza, de acuerdo al carácter binario del signo lingüístico, en un doble plano,
plano de la expresión y plano del contenido, en cada uno de los cuales debemos distinguir entre la
forma y la sustancia. De acuerdo a Hjelmslev la asociación de la forma de la expresión y la forma
del contenido constituye “una forma entre dos sustancias”, esto es, una lengua para este autor.
10
TEMA 2
2.2.3. LA PSICOMECÁNICA
El lingüista francés G.Guillaume configura un método lingüístico divergente en cierto
sentido, de la ortodoxia de Saussure, fundamentalmente en la base psicológica de su teoría,
método que, a juicio de Bernardo y Pelegrí (1994, 389) “sin duda no puede tacharse de
“taxonómico”, pero que, en consecuencia, cae constantemente en la introspección y el más puro
mentalismo”.
Guillaume parte de la distinción entre lengua y discurso, que, aunque paralela a la
establecida por Saussure, langue y parole, exhibe notables diferencias respecto de aquélla, pues,
en efecto, sincrónicamente, la lengua preexiste al discurso. En el nivel abstracto del lenguaje, la
lengua es permanente y continua, en tanto el discurso, en el nivel material y concreto, representa
una explotación momentánea y discontinua. La lengua por tanto, condiciona el discurso,
constituye una potencia de la cual el discurso es un efecto. En este sentido, el acto del lenguaje
efectúa incesantemente una transferencia desde la lengua hacia el discurso, tránsito que implica
un tiempo, el tiempo operativo, imperceptible. En este sentido Roch Valin (1969,12) apunta que el
descubrimiento más importante para esta teoría es el de cronogénesis, esto es, en qué momento
temporal se ubica la acción. Bernardo y Pelegrí (1994, 390) representan este proceso del modo
que sigue:
Plano del antes Plano del después
(Lengua) (Discurso)
A C
B
Tal como describen estos autores, el ser humano distingue en este vector tres etapas
privilegiadas, la primera, inicial, A, esto es, en la que la operación del pensamiento está sólo
esbozada e implica un gasto operativo mínimo, la segunda fase, B, media, en la cual la operación
de pensamiento se halla en curso, y final, C, en la que finaliza la operación de pensamiento y el
11
TEMA 2
gasto operativo es máximo. De esta forma, la lengua se comprende como dinámica, y la
Psicomecánica intenta captar los cinetismos del pensamiento.
A partir de las distinciones actual / virtual y lo presupuesto frente a lo planteado
recientemente, Guillaume esboza la pareja inmanencia/ trascendencia, términos procedentes de
una figura fundamental en la transición entre el siglo XIX y el XX, Antoine Meillet; la primera
implica la consecución del ser, en tanto en la segunda el ser no ha sido adquirido todavía.
Respecto al tiempo, el inmanente es el que ya ha alcanzado el ser y se va, el trascendente, por el
contrario, representa el ser que viene (1969, 49).
Por otra parte, Guillaume concibe la lengua como un sistema de representación del
mundo, por la cual la creación de los diferentes sistemas lingüísticos responde a procesos
inherentes de la mente humana. Así, por ejemplo, la creación de los sistemas de artículos en las
lenguas románicas obedece a un proceso mental que va de lo universal a lo particular. De esta
manera, en el conocido trabajo de Guillaume (1919) en torno al artículo, se plantea cómo éste
adquiere diferentes usos de acuerdo al momento en la transición de la lengua al discurso en que
es captado.
La lengua, como sistema de representación está configurada por significados en potencia,
únicos, que se realizan en diferentes significados de efecto en el discurso. En una posición
intermedia se ubica el significante, ligando el significado de potencia y los efectos de sentido. Para
Guillaume la lengua constituye un sistema de sistemas en el que juegan la inmanencia del que ha
logrado su ser y se va y la trascendencia del que llega, hasta conseguir que la lengua pueda ser
concebida como un sistema iterativo, terminado en la periferia, inacabado en el centro, lo que
desencadena el contradictorio movimiento de la inmanencia y la trascendencia (1969, 220‐240).
Además de la influencia que ha podido representar este autor para la lingüística de
expresión francesa, destaca su influjo en el estudio del artículo y del verbo, así como en la
consideración general del movimiento entre lo universal y lo particular y su expresión lingüística.
Por otra parte, podemos aducir, el nombre de un lingüista francés, hispanista, en el que el
pensamiento de Guillaume tiene notable influjo, Bernard Pottier, junto a los de Baldinger, Heder y
Coseriu, para retornar a los problemas de la semántica funcional.
12
TEMA 2
2.2.4. LA GRAMÁTICA DE DEPENDENCIAS: TESNIÈRE
Un planteamiento diametralmente opuesto a la Psicomécanica podemos encontrarlo en
Tesnière, lingüista francés, que en Elèments de syntaxe estructurale (1959) plantea un método
para el estudio del lenguaje, comprendido como forma. Para Tesnière, la sintaxis estructural,
frente a la morfología (1959, 11‐14, 34), que estudia la forma exterior de la oración, tiene por
objeto esa misma unidad comprendida como un conjunto estructurado en el que, además de sus
elementos constitutivos, las palabras, existen también las conexiones entre éstas. De acuerdo a
Tesnière, el contenido, la semántica, es totalmente inaccesible, formalismo que desemboca en el
estudio de las relaciones sintácticas como junciones y traslaciones.
Por otra parte, Tesnière concibe el verbo como base de la oración, del cual dependen los
diversos argumentos o actantes, idea mediante la que resquebraja una tradición milenaria,
procedente de la antigüedad clásica: el análisis binario de la oración en sujeto y predicado. De la
misma forma, esboza la diferenciación entre actantes y circunstantes, pues, para este lingüista, en
las oraciones verbales, existe obligatoriamente, un proceso y, generalmente, unos actores y unas
circunstancias. El primero, en el plano de la sintaxis estructural, corresponde al verbo, los
segundos, a los actantes, y las circunstancias, a los circunstantes. El papel de actantes, seres o
cosas que participan en el proceso, aunque sea de manera pasiva, es asumido por los sustantivos o
elementos equivalentes. Por su parte, los circunstantes, cuya función es expresar las
circunstancias de tiempo, lugar, manera, etc, en que se desarrolla el proceso, son adverbios o
equivalentes suyos, y tanto actantes como circunstantes son subordinados inmediatos del verbo,
núcleo de toda oración. De esta manera, Tesnière inaugura la cuestión del grado de exigencia de
determinadas categorías –esencialmente, el verbo‐ sobre otras, que en el Generativismo se
conocerá como subcategorización.
Tesnière compara el átomo con la capacidad de los verbos para regir uno, dos o tres
actantes, esbozando el concepto de valencia del verbo para referirse al número de actantes
atraídos por cada unidad concreta (1959, 238‐258). Desde esta perspectiva, podemos hablar de
verbos avalentes, impersonales en la gramática tradicional; los verbos monovalentes, aquellos
que rigen un solo actante, denominados por la gramática tradicional neutros o intransitivos;
verbos con dos actantes, transitivos para la gramática tradicional, en el que Tesnière distingue
entre diátesis activa, en el caso en que el primer actante realice la acción, diátesis pasiva, si el
13
TEMA 2
primer actante sufre la acción, diátesis reflexiva, combinación de las anteriores, pues, la primera
persona es actante activo y pasivo, y diátesis recíproca, también con combinación de la activa y la
pasiva, referidas a dos acciones paralelas e inversas, en las que cada actante desempeña a la vez
un papel activo en una acción y pasivo en la otra; y por último, verbos trivalentes, confundidos en
la gramática tradicional, bajo la denominación de transitivos con verbos de dos actantes.
El análisis de las oraciones compuestas en la gramática de valencia, se complementa
mediante los conceptos de junción y traslación, que, en principio, también podemos apreciarlos en
el ámbito de una sola oración. De acuerdo a Tesnière (1959, 323‐358) el primero consiste en unir
entre sí dos nudos de la misma naturaleza. Este fenómeno está marcado por los juntivos, palabras
vacías o meros instrumentos gramaticales cuya finalidad radica efectivamente, en señalar la
existencia de una junción, de naturaleza cuantitativa, comparable a la adición y multiplicación
aritméticas. Por su parte, Tesnière (1959, 361‐410) define la traslación como el mecanismo por el
que una palabra llena es trasferida de una categoría gramatical a otra, de otro modo, una palabra
de una clase determinada se transforma en una de otra clase. Así, según el trasferendo –palabra
que sufrirá la operación de la traslación‐ pertenezca a la categoría sustantivo, adjetivo, adverbio o
verbo, la traslación será desustantiva, deadjetiva, deadverbial o deverbal y, en de acuerdo a la
categoría –sustantivo, adjetivo, adverbio y verbo‐ a que haya sido llevado el trasferendo, la
traslación se denominará sustantiva, adjetiva, adverbial o verbal. Asimismo, las traslaciones serán
de primer grado cuando el trasferendo sea un elemento de la oración simple, aunque si nos
hallamos ante un nudo verbal con todos sus subordinados, una oración entera, la traslación es
calificada por Tesnière como de segundo grado. Este último tipo, al degradar un nudo verbal al
papel de subordinado, es el que corresponde a la conocida como subordinación en la gramática
tradicional.
Desde una perspectiva global, la importancia de la gramática de la valencia descansa en el
hecho de haber establecido el verbo como nudo central de la oración, así como haber subrayado
las relaciones de reacción que éste mantiene con los elementos que de él dependen. A diferencia
de la gramática generativa, cuyo primer modelo es contemporáneo de la publicación de los
Elèments de syntaxe estructurale, la gramática de valencia apenas adquiere resonancia ni en
Francia, ni en el resto de Europa, hasta que investigadores alemanes, principalmente de la
Universidad de Leipzig, se apoyan en ella, aunque introduciendo profundas modificaciones
teóricas, para la configuración de los conocidos como diccionarios de valencias.
14
TEMA 2
2.3. EL ESTRUCTURALISMO AMERICANO
La lingüística histórica del siglo XIX no despierta en Estados Unidos el interés suscitado en
diversos países europeos, sin embargo, la lingüística norteamericana sin hallarse totalmente
desconectada de la europea, presenta ciertas características diferentes, debido esencialmente a
puntos de partida diferenciados. Así, el Estructuralismo Americano, representado
fundamentalmente por L. Bloomfield, cuyo manual clásico Language se remonta al año 1933,
configura un método lingüístico independiente del Estructuralismo Europeo, con el que coincide
sin embargo, en el carácter formalista y taxonómico de su método. No obstante, su hipótesis de
partida es distinta, pues, por una parte, se parte de la Psicología Conductista, para la cual el
lenguaje representa una faceta más de la conducta humana. De acuerdo a la búsqueda de una
base rigurosa para la descripción del lenguaje, se parte de una explicación conductista del acto
lingüístico, pues para Bloomfield “se resume en términos de estímulo y respuesta, en el conocido
esquema: E‐r‐e‐R. Aquí se indica que un estímulo externo (E) induce a alguno a hablar (r), y esta
respuesta lingüística del hablante constituye para el oyente un estímulo lingüístico (e) que provoca
una respuesta práctica (R). E y R son, pues, acontecimientos prácticos que pertenecen al universo
extralingüístico; por el contrario, r y e constituyen el acto lingüístico” (Lepschy, La lingüística
estructural, V, 3).
El estudio de la conducta verbal se desarrolla de la mano de autores como Skinner, que
consideran la imposibilidad de estudio de elementos imperceptibles en el lenguaje, restringiendo
el ámbito de trabajo a aquello comprobable empíricamente. De forma paralela, los estructuralistas
americanos se concentran el estudio de las lenguas amerindias, dado que en éstas se parte de
cero y sólo se considera la materia bruta del lenguaje, el método estructuralista resulta
especialmente eficaz.
En la cadena hablada, comprendida como materia bruta del lenguaje, únicamente
podemos observar una serie de unidades consecutivas, en las que se aprecian diferencias y
semejanzas. Desde este punto de vista, el significado ya se define como proceso mental y en tanto
tal, incognoscible, ya se identifica con la situación, el mundo real en que se producen las emisiones
lingüísticas. Sin embargo, puesto que nuestro conocimiento sobre el mundo es más bien
15
TEMA 2
deficiente, a juicio de Blommfield (1939 (1969)) tampoco desde esta perspectiva podremos
acceder al significado.
En definitiva, el método postulado por Bloomfield consiste en el establecimiento de
criterios para la segmentación de unidades, y desde esta segmentación, ofrecer la descripción de
su ordenación (la distribución) y determinación de la inclusión de unas unidades dentro de otras.
Por tanto, a partir de un método inductivo arribamos a un estudio del lenguaje exclusivamente
taxonómico, incluso en la sintaxis, como se refleja en el análisis en constituyentes inmediatos. No
obstante, contra estos postulados conductistas del Estructuralismo Norteamericano y el
consecuente tratamiento taxonómico del lenguaje reacciones al Generativismo chomskiano.
2.4. EL GENERATIVISMO
El origen de la gramática generativa y transformacional de Chomsky se ubica en un
contexto más extenso de reacción contra el conductismo de la escuela boomfieldiana, perceptible
en otras tendencias americanas. Así, el Generativismo inaugurado por este lingüista
norteamericano, N. Chomsky, surge en oposición frontal al Estructuralismo Americano de índole
conductista, y precisamente en esta oposición radica gran parte de su éxito. Los principios
fundamentales del Generativismo, sintetizados por Bernardo y Pelegrí (1994, 392‐393), son:
a) Chomsky recupera la noción del lenguaje esencialmente creativo, concepción ya
aparecida a lo largo de la historia de la lingüística en diversos autores, como los gramáticos de la
Port‐Royal o Humboldt. De esta forma, el sujeto hablante es capaz de producir y comprender un
número finito de elementos o unidades, fonemas, morfemas, lexemas y esencialmente,
construcciones sintácticas. De esta manera, este rasgo del lenguaje apunta la existencia en
nuestro cerebro de un mecanismo capaz de producir todas las expresiones gramaticales de la
lengua.
b) La construcción de una gramática constituye la explicación del funcionamiento de este
mecanismo. De acuerdo a esta finalidad, Chomsky parte de un método distanciado del
inductivismo propio del Estructuralismo, basado en la elección de expresiones lingüísticas
representativas, a partir de las cuáles se enuncia una regla no meramente descriptiva, sino
predictiva, esto es, capaz de explicar cualquier otra expresión lingüística no contemplada
directamente y con las mismas características que las expresiones elegidas.
16
TEMA 2
En este sentido, una gramática debe reflejar la conducta del hablante que, desde una
experiencia finita y accidental con respecto al lenguaje, es capaz de producir y comprender un
número indefinido de oraciones nuevas. Ahora bien, para Chomsky esta capacidad se debe al
conocimiento, a la competencia lingüística, que un hablante‐oyente posee de su lengua, y de ahí,
que una gramática generativa deba conformarse como una descripción del mismo, en otros
términos, en una descripción de la competencia está en funcionamiento en la actuación, en el
comportamiento verbal.
c) Chomsky deduce, a partir de la observación de la rapidez con que el niño adquiere el
lenguaje, el mecanismo esencial en la adquisición del lenguaje: una verdadera “emergencia” de
estructuras preprogramadas, inscritas en el potencial genético de la especie humana. Como
consecuencia del innatismo de la capacidad lingüística se desprende la universalidad de la anterior
característica, pese a que Chomsky no se pronunciado tajantemente respecto a los universales del
lenguaje.
Así, en los primeros modelos chomskianos la estructura universal del lenguaje se presenta
formada exclusivamente por las principales reglas de reescritura, la distinción entre estructura
profunda y superficial, determinado orden en la aplicación de las transformaciones, etc. En el
modelo de la Reacción y el Ligamento la teoría del marcaje apuntas una nueva explicación a los
postulados innatistas y universalistas, en tanto el/la niño/a posee en su bagaje genético todas las
posibilidades lingüísticas. El/la niño/a seleccionará las opciones menos marcadas, es decir, las más
simples, siempre que la percepción de su lengua materna no le indique lo contrario.
Chomsky publica en 1957 Syntactic Structures, texto breve condensado y lúcido en que se
sintetiza la primera propuesta de este autor, conocida como Teoría Pre‐estándar, basado
básicamente en dos componentes:
a) Un componente sintáctico, esencialmente conformado por unas pautas de reescritura
capaces de generar cualquier oración, bien descomponiendo, bien reescribiendo los símbolos
simples en cadenas de símbolos:
O Æ SN + Aux + SV
SN Æ Det + N
SV Æ V + SN
17
TEMA 2
b) Un componente transformacional, entre la estructura profunda generada por las reglas
de reescritura (EP) y la estructura superficial más inmediata a las expresiones lingüísticas sensibles
(ES). Este componente legitima dos hechos interrelacionados: por una parte, el que existan
diversas expresiones formalmente diferentes pero semánticamente equivalentes, y por otra parte,
justifican los casos de ambigüedad, es decir, cuando una única expresión lingüística posee más de
un significado.
Evidentemente, las transformaciones no pueden modificar el significado, el contenido
semántico debe aparecer ya en la estructura profunda y tiene que permanecer inalterado en el
paso a la estructura superficial.
Desde este modelo fundacional, el Generativismo ha experimentado numerosas
innovaciones, y Chomsky ha apuntado otros modelos, como la Teoría Estándar, 1965 (1970);
Teoría Estándar Ampliada, 1970 (1979); Teoría Estándar Ampliada y Revisada, 1976; Modelo de la
Reacción y el Ligamiento, 1981, 1982, (1987). Esta evolución viene determinada por el deseo de
reducir el poder generativo de las reglas de reescritura, de forma que no provoquen oraciones
agramaticales, y por la simplificación del componente transformacional.
La influencia de Chomsky sobre la lingüística americana ha sido enorme, pues ésta ha
profundizado fundamentalmente en los aspectos semánticos del modelo generativo‐
transformacional, llegando a propuestas teóricas diferentes, en particular los denominados
“semantistas”, como Mc Cawley, Bach, Ross, Lakoff, cuestionan la noción de estructura profunda,
optando por proponer una correspondencia entre forma lógica y forma gramatical de la lengua
(Lakoff). En los últimos años el Generativismo se ha convertido en el modelo lingüístico por
excelencia, como también ha supuesto un catalizador de opiniones lingüísticas, esencialmente
debido al corte radical que implica respecto a la lingüística estructural americana así como al
énfasis puesto en Chomsky en el carácter creativo del lenguaje, que constituye un enfoque
innovador en su estudio.
2.5. LA GRAMÁTICA ESTRATIFICACIONAL
El texto fundacional de la Gramática Estratificacional (Lamb, 1966) aparece prácticamente
de manera simultánea a la Teoría Estándar de Chomsky, quizá motivo por el que esta escuela
lingüística no ha recibido excesiva atención, eclipsada por el Generativismo.
18
TEMA 2
De la misma forma que Saussure, Lamb parte de la asunción de la lengua conformada por
signos; la parte cultural del signo, el significante, se ubica “por encima” en tanto la parte física, el
significado, se encuentra “por debajo”. El objetivo último de cualquier modelo lingüístico consiste
en mostrar cómo se efectúa la unión entre estas dos caras del signo. De acuerdo a Lamb, esta
unión se efectúa en etapas, que conforman una serie de capas o estratos, de dónde halla su
nombre este modelo lingüístico. Cada estrato posee un conjunto de elementos en determinadas
relaciones entre sí, éstas representan el núcleo de interés de la Gramática Estratificacional, sin
embargo, la combinación de elementos no supone la “táctica” del estrato en cuestión, como
puntúan Bernardo y Pelegrí (1194,394‐395):
a) No son posibles todas las combinaciones de fonemas, y estas restricciones configuran la
fonotáctica o táctica de los fonemas.
b) De manera semejante, las restricciones en torno a las posibilidades de formación de
palabras constituyen la morfotáctica.
c) Aproximadamente, la lexotáctica se corresponde con la sintaxis tradicional.
d) Igualmente, las restricciones respecto al significado surgen en el estrato semotáctico.
Como puede apreciarse a través de los anteriores apartados, Lamb crea una precisa
terminología para su modelo, pues la unidad de cada estrato es el elemento acabado en –ema, así
semema, lexema, morfema y fonema. Cada una de éstas se compone de unidades indivisibles,
cuyo nombre finaliza en –ón, así semón, lexón, morfón, fonón. Estas unidades en –ón se realizan
mediante un ‐ema del estrato inmediatamente inferior.
La unión entre los diversos estratos puede ser directa, sin embargo, frecuentemente,
existen asimetrías entre los niveles. El paso de un nivel al otro, efectuado de arriba abajo, se
denomina realización; en éste el elemento del estrato superior se conoce como realizado y el del
inferior, como realizante. Podemos reproducir las relaciones entre los estratos de la forma que
sigue:
a) En el caso de no existir asimetría, nos hallamos ante una realización simple.
b) No obstante, frecuentemente observamos discrepancia o asimetría entre los diferentes
estratos. El tipo más frecuente es la diversificación.
La realización cero representa un tipo especial, producido cuando una unidad no tiene
realizante en el nivel inferior, como también el caso contrario, la realización vacía, en que no
realiza ningún morfón.
19
TEMA 2
a) La neutralización, relación contraria a la diversificación, consiste en la realización por
parte de una unidad de un estrato de una u otra del estrato superior.
b) La realización compuesta definida en la realización de una entidad a través de una
secuencia de entidades del estrato inferior.
c) Por otra parte, tenemos el caso contrario, la realización amalgamada.
d) Por último, observamos la anataxis, en que una determinada secuencia de elementos
de un determinado nivel se efectúa en otro orden en el nivel inferior.
Las relaciones entre los niveles se representan a través de nudos, que pueden ser
fundamentalmente de dos tipos:
a) Nudos “y”: una unidad de un nivel se relaciona simultáneamente con más de una
unidad de otro nivel.
b) Nudos “o”: una unidad se relaciona con diversas unidades de otro nivel, de manera
alternativa.
El modelo de Lamb no ha sido particularmente cultivado, por una parte, por su aparición al
mismo tiempo el modelo estándar generativista, como hemos anotado al inicio de este epígrafe,
pero también, debido a la complejidad de la representación de las relaciones entre los estratos.
2.6. LA GRAMÁTICA LIMINAR
Ángel López, En el seno de la Universidad de Valencia ha fundado el modelo lingüístico
conocido como Gramática Liminar (López, 1980), cuyos principales fundamentos metodológicos,
sintetizados por Bernardo y Pelegrí (1994, 395‐398), son:
a) La paradoja de la frontera.
La Gramática Liminar asume como hipótesis de partida, el hecho de que el campo que
configura el objeto de trabajo de la Lingüística se forma por el lenguaje, instrumento de
comunicación, así como por el lenguaje que describe este instrumento de comunicación, el
lenguaje de la gramática o metalenguaje. Evidentemente, este metalenguaje, comprende el
conjunto de expresiones posibles del lenguaje‐objeto, como también, cualquier expresión
gramatical configura una muestra del lenguaje‐objeto.
De esta manera se inaugura la paradoja de la frontera, en la que halla su nombre la Gramática
Liminar, entendida ésta última como “en el límite o frontera”, pues el metalenguaje gramatical es
20
TEMA 2
una parte del lenguaje natural, y por tanto, L ⊃ M; no obstante, el metalenguaje, da cuenta de este
lenguaje natural, puesto que constituye su objeto de estudio, dado que L ∈ M. Por último,
metalenguaje y lenguaje, deben mantenerse separados como descriptor (M) y descriptum (L), y
por tanto, L M.
b) El signo asimétrico.
La Gramática Lingüística concibe el signo lingüístico como asimétrico, configurado por tres
constituyentes: el fónico (significante), el morfológico (el significante delimitado por el significado)
y el semántico (significado delimitado por el significante) de acuerdo a la siguiente estructura:
significante
significante‐significado
c) El modelo topológico.
Generalmente, en el estudio del lenguaje, se ha empleado como modelo la matemática, en tanto
proporciona modelos abstractos plenamente conformados, así López concibe la topología,
concretamente, la topología final, como pertinente para el estudio del lenguaje, dado que la
paradoja de la frontera y otras características del lenguaje pueden comprenderse desde este
paradigma. Este punto de partida implica la necesidad de considerar la adimensionalidad,
propiedad interna de todo rasgo, concretamente, en el lenguaje podemos, de forma paralela a la
asunción de la tridimensionalidad del espacio geométrico, distinguir tres componentes
fundamentales, la fonología, la morfología y la sintaxis.
En cuanto a la sintaxis, la Gramática Liminar traza un mecanismo de trabajo configurado
por cuatro niveles diferentes, correspondientes a cada una de las relaciones establecidas por las
palabras dentro de la oración:
‐ Las relaciones lógicas, es decir, las relaciones establecidas entre el sujeto lógico o unidad regente
(S) y un predicado lógico o unidad regida (P), descritas por el nivel de rección, que puede
estructurarse según una modalidad:
21
TEMA 2
• Predicativa: S+P
• Argumental: comprendiendo los dos constituyentes oracionales anteriores desde la
perspectiva de la función verbal (f) que determina un primer argumento o sujeto (x) y
una serie de argumentos no primeros o complementos (y n ): f(x, y n ).
Por tanto, esta perspectiva permite considerar las dos concepciones básicas de la oración a
lo largo de la historia de la Lingüística: como suma de sujeto y predicado o como red de relaciones
con el verbo en una posición nuclear en torno a la cual se jerarquizan los argumentos.
‐ Las relaciones de concordancia propias del sujeto gramatical o unidad concordante (Cdante) y un
predicado gramatical o unidad concordada (Cda) se ubican en el nivel de la concordancia: Cdante =
Cda.
‐ Las relaciones gramaticales mediante las que diferenciamos un sujeto psicológico (tópico) o
unidad antecedente (T) y un predicado psicológico (comentario) o unidad siguiente (C) aparecen
en el nivel de orden: T/C.
‐ Las relaciones enfáticas, esto es, las relaciones que mantienen un sujeto enfático o presuposición
(Pr) y un predicado enfático o foco (F), gracias a la situación pragmática en que intervienen emisor
(E) y receptor (R), dominados por un acto de habla preformativo‐ilocucional (Perf), descritas en el
nivel del énfasis: perf (E: Pr ⊃ F : R).
López (1989), posteriormente, ha dotado a la Gramática Liminar de un aparato formal
perceptivo, heredado de la Gestaltpsycholgie, relacionando de esta manera, los niveles
anteriormente esbozados con los principios perceptivos de la Gestalt. De esta forma, el nivel de
rección se relaciona con la clausura –asociación de estímulos para configurar una figura cerrada‐,
la concordancia con la igualdad –asociación de estímulos iguales‐, el nivel de orden con la
proximidad –asociación de estímulos próximos entre sí‐ y el nivel de énfasis con el principio de las
buenas formas –tendencia de las organizaciones de estímulos a explicarse‐. A estos cuatro niveles,
además, se les ha añadido el nivel de asociación, relacionado con la ley gestáltica de la pregnancia,
nivel que establece las relaciones entre los diferentes niveles, así como entre percepción y niveles
lingüísticos.
22
TEMA 2
2.7. LA GRAMÁTICA COGNITIVA
La Gramática Cognitiva, fundada por autores procedentes de la Semántica Generativa y
otros lingüistas norteamericanos, con posturas divergentes respecto al Generativismo
cohmskiano, como G. Lakoff, Ch. J. Fillmore y R. L. Langacker, plantea según Langacker (1983) los
siguientes postulados (Bernardo y Pelegrí: 1994, 398‐400):
a) La estructura semántica no es universal, sino que se ubica especificada en grado
considerable para cada lengua, además ésta se fundamenta en una imagen convencional y se
caracteriza de acuerdo a las relaciones del conocimiento. Así, el lenguaje proporciona una imagen
convencional de la realidad.
b) La gramática o sintaxis no configura un nivel autónomo de representación, sino que la
gramática, simbólica por naturaleza, conforma una simbolización convencional de la estructura
semántica.
c) No existe una diferencia notable entre gramática y lexicón, entre sintaxis y semántica,
pues, el lexicón, la morfología y la sintaxis conforman un continuo de estructuras simbólicas,
diferentes en diversos parámetros, pero que únicamente pueden compartimentarse de manera
arbitraria.
Por tanto, de forma consecuente, la Gramática Cognitiva rechaza la diferenciación entre
estructura profunda y superficial, ejerciendo un inmanentismo semejante al del Estructuralismo
Europeo; en la lengua únicamente debe explicarse aquello claramente perceptible, y sólo las
diferencias formales pueden dar cuenta de las diferencias de significado.
La categorización (cfr. Taylor, 1989) representa una de las preocupaciones fundamentales
de la Gramática Cognitiva, ésta nace de problemas filosóficos tan antiguos como la disputa entre
nominalistas y realistas. La categorización representa el establecimiento de clases únicas –
categorías‐ a partir de una realidad múltiple, pues de acuerdo a la tradición cultural occidental,
una categoría se define por poseer un número de características que debe poseer en su totalidad
cualquier miembro que pertenezca a la categoría en cuestión. Desde la Gramática Cognitiva se ha
propuesto como alternativa a este tipo de análisis, la teoría de prototipos, para la cual los rasgos
que caracterizan las categorías se definen como:
23
TEMA 2
- Graduales.
- No constituyen entidades abstractas, sino atributos pertenecientes a la realidad
y, en tanto tales, sensibles.
- No se relacionan con propiedades de los objetos, sino esencialmente con sus
funciones en el seno de una determinada cultura.
- Ningún atributo es, en definitiva, esencial para diferenciar una categoría de
otra.
Por tanto, los postulados fundamentales de la teoría de prototipos pueden sintetizarse del
modo que sigue:
a) Se pertenece a una categoría en mayor o menor medida.
b) Frecuentemente, el término prototípico es designado con el nombre de la categoría,
esto es, el nombre de la categoría activa los nombres de los miembros más
prototípicos.
c) Los miembros más prototípicos son nombrados antes, cuando se solicita a un
informante que nombre miembros de una categoría determinada.
En este sentido, se ha hablado de un nivel básico de categorización, pues pese a que un
objeto pueda ser nombrado a través de diferentes términos de variable abstracción, existe una
denominación prototípica, que configura el nivel básico de categorización.
En definitiva, la gramática de prototipos ofrece una explicación coherente al problema de la
polisemia, puesto que se consideran estos casos como categorías radiales, en las cuales existe un
significado nuclear o prototípico, el más inmediato y más directamente ligado al significante.
Después observamos un número variable de significados más distanciados del prototipo,
frecuentemente, debido a expansiones semánticas a causa de procesos como la metáfora y la
metonimia, comprendida la primera de éstas como la creación de un dominio abstracto tomando
como punto de partida otro más simple, con el cual el dominio abstracto en cuestión observa
cierta semejanza.
24
TEMA 2
3. OTRAS ESCUELAS
3.1. LA LINGÜÍSTICA DEL TEXTO
En las últimas décadas, el ámbito de la lingüística ha planteado numerosas aportaciones
para el investigador interesado en este ámbito, sin embargo, dado nuestra finalidad a la hora de
ofrecer un texto de trabajo útil para el/la opositor/a nos hemos visto forzados a la síntesis forzosa
de diversas tendencias. A título informativo podemos citar la Gramática Funcional de Dik, la
Sistémica de Halliday y la tagmémica de Pike, centrada esencialmente en el análisis sintáctico
taxonómico, que no obstante, apunta análisis sintácticos que ofrecen la mayor cantidad de
información posible (categorías y funciones).
Por su parte, Bérnardez esboza el panorama de la lingüística, tal y como inaugurábamos el
presente tema: “En resumen, las escuelas o teorías lingüísticas que hoy día dominan el panorama
de los estudios sobre el lenguaje en todo el mundo son fruto de esos años sesenta, mientras que
la década siguiente vio un reflujo en la aparición de nuevas formas de estudio del lenguaje. En este
esquema, válido sólo en términos generales, sin embargo, existe una importante excepción: la
lingüística del texto. Aunque “nacida” a fines de los sesenta, su verdadero desarrollo teórico (y,
sólo en segundo término, empírico) es fruto del trabajo desarrollado en multitud de países
durante los años setenta, sobre todo en su segunda mitad.”
En efecto, en estos últimos años, la investigación lingüística se ha dirigido hacia una
tendencia que trasciende el límite de la frase, al partir del presupuesto de que la comunicación no
procede por enunciados, sino por unidades discretas más extensas, los textos. Nos hallamos ante
el auge de la denominada Lingüística del texto, definida por Estebánez (1996, 619‐624) del modo
que sigue: “Expresión con la que se designa una disciplina que tiene por objeto el estudio del
texto, entendido como unidad comunicativa fundamental del lenguaje y como “discurso” o “acto
de habla” completo”. Esta expresión, empleada por primera vez por E. Coseriu en su artículo
“Determinación y entorno” (1956) para aludir al texto como resultado de la acción lingüística
concreta de los hablantes, considerando la “estilística del habla” como una forma de “lingüística
del texto”. El desarrollo de esta disciplina se produce desde el supuesto, compartido por gran
parte de la comunidad de lingüistas, de que el estudio del lenguaje no debe restringirse al dominio
25
TEMA 2
de la estructura fraseológica u oracional, sino que debe trascenderlo, puesto que la comunicación
plena no se desarrolla en el nivel del enunciado, sino en unidades superiores denominadas textos.
Históricamente, los primeros trabajos realizados en torno a esta materia aparecen ligados a
la gramática generativa, cuando sus investigadores intentan explicar determinados fenómenos
sintácticos y semánticos como la coordinación oracional, que, a su parecer, deben ser estudiados
en el conjunto de la sucesión oracional, esto es, en un nivel transfrástico o textual. En esta primera
etapa, los investigadores piensan que resulta suficiente la extensión de los límites de la gramática
oracional para responder a este tipo de cuestiones, comprendiendo el texto como el último de los
estratos lingüísticos, configurado por unidades procedentes del estrato inferior –oraciones‐ de
forma similar a como las oraciones se configuran mediante sintagmas, y éstos a su vez, mediante
palabras y morfemas. En definitiva, se trata de definir el texto como un conjunto de frases,
susceptible de ser analizado en términos de una “gramática trasnsfrásica”.
No obstante, a juicio de Bernárdez (1982), el problema radica en que “el “salto” de la frase
al texto es de diferente tipo que el del sintagma a la frase, etc”, puesto que en el caso del texto,
para su comprensión, requiere además de unas referencias de índole semántica y pragmática, de
un punto de vista diferente, en tanto nos hallamos ante un fenómeno comunicativo que
trasciende las posibilidades de explicación de la gramática tradicional, estructural o generativa.
Gracias las investigaciones de los iniciadores de esta nueva disciplina, como S.J. Schmidt, H.
Isenberg, J.S. Petöfi, T. A. Van Dijk o H. Weinrich, se abandona la definición del texto como mero
conjunto de frases, para convertirse en la unidad comunicativa esencial del lenguaje, y objeto de
estudio específico de la disciplina conocida como Lingüística del Texto.
Evidentemente, para esta disciplina el concepto texto presenta gran importancia,
por lo que ha sido objeto de diferentes propuestas de definición. Así, entre las diversas recogidas
por J. Petröfi, y posteriormente por E. Bernárdez (1982, 82), destacamos dos de las once
definiciones seleccionadas por este estudioso, así J. Schmidt comprende el texto como “todo
aquello que es lenguaje en forma comunicativa o social, es decir, referida al interlocutor”, y H.
Agrícoloa, lo define como “un complejo de signos lingüísticos que muestra al menos las
características siguientes: sucesión de oraciones ordenada, integrada, finita, continua, construida
de acuerdo con las reglas de la gramática, que el productor (o los varios productores) pretende
que sea semánticamente erradicada, y que proporciona el desarrollo lineal del desenvolvimiento
de un tema a partir de su núcleo temático”. De ésta y otras definiciones, Bernárdez concluye: “Si
tomamos como los criterios obtenidos de nuestras once definiciones, tendremos la base de las
26
TEMA 2
demás existentes hoy día, con matices diferentes. Estos criterios (que, según los autores, pueden
aparecer separadamente o en combinación) son los siguientes:
1) texto como unidad comunicativa,
2) texto como (producto de) actividad,
3) texto como sucesión de oraciones,
4) texto como signo lingüístico,
5) otros criterios (cierre semántico, existencia de relaciones internas,
etc)”
Entre otras aportaciones, la Lingüística del Texto ha ofrecido una interesante definición de
discurso “enunciado superior a la oración, considerado desde el punto de vista de las reglas de
encadenamiento de las series de oraciones”, según Dubois en su Diccionario, como también la
noción de contexto, cohesión y coherencia.
27
TEMA 2
4. BIBLIOGRAFÍA
- ABAD, F.; GARCÍA BERRIO, A. (1982) Introducción a la lingüística del texto, Madrid, Alhambra.
- ABRAHAM, W. (1981) Diccionario de Terminología Lingüística Actual, Madrid, Gredos.
- ALARCOS LLORACH, E. (1951) Gramática Estructural (según la Escuela de Copenhague y con
especial atención a la lengua española, Madrid, Gredos.
- ALARCOS LLORACH, E. (1970/1798) Estudios de gramática funcional del español, Madrid,
Gredos.
- ÁLVAREZ, J.M. (1983) Lingüística fundamental, Madrid, Akal.
- ARENS, H. (1976) La lingüística: sus textos y su evolución desde la antigüedad hasta nuestros
días, 2 vols. Ed. Gredos, Madrid.
- BERNÁRDEZ, E (1982) Introducción a la Lingüística del Texto. Madrid. Ed. Espasa‐Calpe.
- BERNÁRDEZ, E. (comp.) (1987) Lingüística del texto, Madrid, Arco‐Libros.
- BERNARDO, J.M.; PRUÑONOSA, M. (2000) Teoría lingüística y lenguajes audiovisuales. En
Muñoz, M.D. Et al. (eds.). IV Congreso de Lingüística General, Cádiz, Universidad de Cádiz.
- CASTELLÀ, J.M. (1996) De la frase al text. Teories de lús lingüístic, Barcelona, Empúries.
- COSERIU, E. (1981) Lecciones de Lingüística General, Madrid, Ed. Gredos.
- DUBOIS, J. (1979) Diccionario de Lingüística, Madrid, Alianza.
- DUCROT, O. Y TODOROV, T. (1974) Diccionario Enciclopédico de las Ciencias del Lenguaje,
Buenos Aires. S. XXI, Argentina Editores.
- ELGIN, S.H. (1977) ¿Qué es la lingüística?, Madrid, Gredos.
- ESTÉBANEZ, D. (1996) Diccionario de términos literarios, Madrid, Alianza.
- HJELMSLEV, L. (1928/1976) Principios de Gramática General, Madrid, Gredos.
- HJELMSLEV, L. (1934/1976) Sistema lingüístico y cambio lingüístico, Madrid, Gredos.
28
TEMA 2
- HOCKET, CH. (1979) Curso de Lingüística General, Buenos Aires, Eudeba.
- JAKOBSON, R. (1980) El marco del lenguaje, México, F.C.E.
- JAKOBSON, R. (1981) Ensayos de lingüística general, 2ª Barcelona, Seix Barral, trad. J.M. Pujol y
J. Cabanes.
- LEWANDOWSKI, T. (1982) Diccionario de Lingüística, Madrid, Cátedra.
- LAPESA, R. (coord.) (1977) Comunicación y lenguaje, Madrid, Karpos.
- LÓPEZ GARCÍA, Á. (1980) Para una gramática liminar, Madrid, Cátedra.
- LÓPEZ GARCÍA, Á. (1983) Estudios de lingüística española, Barcelona, Anagrama.
- LÓPEZ GARCÍA, Á. (1989) Fundamentos de lingüística perceptiva, Madrid, Cátedra.
- LÓPEZ GARCÍA, Á. (1991) Psicolingüística, Madrid, Síntesis.
- LÓPEZ GARCÍA, Á. et alii (1994) Lingüística general y aplicada, Valencia, Universidad de
Valencia.
- LYONS, J. (1977) Introducción a la lingüística teórica, 4ª ed., Barcelona, Teide.
- LYONS, J. (1980) Semántica, Barcelona, Teide.
- MARCOS MARÍN, F. (1975) Lingüística y Lengua Española, Madrid, Cincel.
- MARCOS MARÍN. F. (1994) Introducción a la Lingüística: Historia y Modelos, Madrid, Síntesis.
- MARCOS MARÍN, F.; SÁNCHEZ LOBATO, J. (1991) Lingüística aplicada, Madrid, Síntesis.
- MARCHESE, A.; FORRADELLAS, J. (1997) Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria,
Barcelona, Ariel.
- MARTINET, A. (1974) Elementos de lingüística general, Madrid, Gredos.
- MORENO CABRERA, J.C. (1991) Curso universitario de lingüística general, Madrid, Síntesis.
29
TEMA 2
- ROBINS, R.H. (1974) Breve historia de la lingüística, Madrid, Paraninfo.
- SERRANO, S. (1983), La Lingüística, Barcelona, Montesinos.
- SERRANO, S. (1984) La Semiótica, Barcelona, Montesinos.
- SERRANO, S. (1993) Comunicació, societat i llenguatge. El desenvolupament de la lingüística,
Barcelona, Empuries.
- SIMONE, R. (1993) Fundamentos de lingüística, Barcelona, Ariel.
- TAYLOR, J.R. (1989) Linguistic categorization. Prototypes in linguistic theory, Oxford, Clarendon
Press.
- TUSÓN, J. (1982) Aproximación a la historia de la lingüística, Barcelona, Teide.
- VÁRVARO, A. (1988) Historia, problemas y métodos de la lingüística románica, Barcelona,
Sirmio.
- UNGENEVER, G. (1976) El lenguaje estudiado a la luz de la teoría de la información, en
Lingüística y Comunicación, Buenos Aires, Nueva Visión.
30