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Geografía
Véase también: Geografía de Guatemala
El actual departamento de Petén se encuentra en el norte de Guatemala. Limita al
oeste con el estado mexicano de Chiapas; esta frontera sigue en gran parte el
curso del río Usumacinta. El lado norte de Petén está bordeado por el estado
mexicano de Campeche y al noroeste limita con el estado mexicano de Tabasco;
en el este limita con Belice3 4 y en el sur con los departamentos guatemaltecos
de Alta Verapaz e Izabal.3
Las tierras bajas del Petén están conformadas por una llanura densamente
boscosa, con una topografía kárstica baja.5 La zona está atravesada por crestas
bajas de piedra caliza del Cenozoico con una orientación este-oeste, y se Sabana de Petén.
caracteriza por una variedad de suelos y tipos de bosque; las fuentes de agua se
componen generalmente de pequeños ríos y pantanos estacionales conocidos
como «bajos».6 Una cadena de catorce lagos atraviesa la cuenca central del Petén; durante la temporada de lluvias algunos de
estos lagos se interconectan. Esta zona de drenaje mide aproximadamente cien kilómetros en dirección este-oeste por treinta
kilómetros en dirección norte-sur.7 El lago más grande es el lago Petén Itzá que se encuentra cerca del centro de la cuenca de
drenaje; mide treinta y dos por cinco kilómetros. Una extensa sabana se extiende al sur de los lagos centrales; tiene una altitud
media de ciento cincuenta metros, con crestas kársticas que alcanzan una altitud promedio de trescientos metros. La sabana
cuenta con un suelo compacto de arcilla roja que es demasiado pobre para sostener una cultivación intensiva, lo que resultó en un
nivel de ocupación poblacional relativamente bajo en el periodo precolombino. Está rodeada de cerros con laderas meridionales
inusualmente empinadas y accesos septentrionales más suaves; las colinas están cubiertas de denso bosque tropical. Al norte de
los lagos aumenta el número de «bajos» intercalados en la selva. En el extremo norte del Petén, la cuenca del Mirador es otra
zona de drenaje interior.8 Hacia el sur del Petén la planicie alcanza una altitud de aproximadamente quinientos metros, ya que se
eleva hacia las tierras altas de Guatemala y se une a las rocas metamórficas que datan del Paleozoico.9
Clima
El clima del Petén se divide en una estación seca y una estación lluviosa que dura de junio a diciembre,10 aunque estas
estaciones no están claramente definidas en el sur de la región.11 El clima, tropical en el sur, adquiere gradualmente un carácter
subtropical hacia el norte; la temperatura oscila entre 12 ℃ y 40 ℃ , aunque no suele caer por debajo de 18 ℃ .10 La
temperatura media varía desde 24,3 ℃ en el sureste, alrededor de Poptún, hasta 26,9 ℃ alrededor de Uaxactún, en el noreste.
Las temperaturas máximas se dan entre abril y junio, mientras que enero es el mes más frío; toda la región del Petén experimenta
un período seco y caliente a finales de agosto. La precipitación anual es alta y la media es de 1198 mm en el noreste y 2007 mm
en el centro de Petén, en la zona de Flores (Nojpetén). El extremo sureste del Petén experimenta las mayores variaciones de
temperatura y precipitación, que puede alcanzar hasta 3000 mm al año.11
Junto a los itzaes y couohes, los yalain parecen haber formado una de las tres entidades políticas dominantes del Petén central
durante el Posclásico. Cuando el territorio yalain alcanzó su extensión máxima, abarcaba desde la orilla oriental del lago Petén
Itzá hasta Tipuj en Belice.23 En el siglo XVII la capital yalain se encontraba en el lugar que lleva el mismo nombre en la orilla
norte del lago Macanché.24 En el momento que se produjo el contacto con los españoles, los yalain estaban aliados con los
itzaes, una alianza cimentada por los matrimonios entre las élites de ambos grupos.23 A finales del siglo XVII, los registros
coloniales españoles documentaron la existencia de hostilidades entre los grupos mayas en la región de los lagos, como la
incursión de los couohes en los antiguos territorios de los yalain, incluyendo Zacpetén en la orilla del lago Macanché, e Ixlú en la
orilla del lago Salpetén.25
Los quejaches ocupaban un territorio al norte de los itzaes, entre la zona de los lagos y lo que hoy es Campeche. Al oeste de los
quejaches se encontraba Acalán, habitada por un grupo de habla maya chontal, cuya capital se ubicaba en el sur del actual estado
de Campeche. Los lacandones de habla cholana (que no debe confundirse con los habitantes modernos de Chiapas que llevan ese
nombre) controlaban el territorio a lo largo de los afluentes del río Usumacinta que abarca el suroeste del Petén en Guatemala y el
este de Chiapas.18 Los españoles conocían la reputación de los lacandones de ser guerreros feroces.26 Los xocmós eran otro
grupo de habla cholana; ocupaban un territorio remoto en la selva al este de los lacandones.18 Los xocmós nunca fueron
conquistados, ya que lograron escapar a los repetidos intentos españoles de localizarlos; aunque se desconoce su destino final, es
posible que fueran los antepasados de los lacandones modernos.27 El territorio de los choles del Manché se encontraba en el
extremo sur de lo que hoy es el departamento de Petén.18 Los territorios de los mopanes y chinamita se situaban en el sureste de
Petén.28 El territorio manché se encontraba al suroeste del de los mopanes.22
Antecedentes de la conquista
Véase también: Colonización española de América
En 1492 Cristóbal Colón descubrió América para la corona de Castilla. Posteriormente, aventureros privados entraron en tratos
con la Corona española para conquistar las tierras recién descubiertas a cambio de ingresos fiscales y la potestad de
gobernarlas.29 En las primeras décadas después del descubrimiento, los españoles colonizaron el Caribe y establecieron un
centro de operaciones en la isla de Cuba. Tras escuchar rumores de las riquezas del Imperio azteca que se extendía por el
continente, al oeste de la isla, Hernán Cortés salió en 1519 con once naves para explorar la costa mexicana.30 En agosto de 1521,
la capital azteca de Tenochtitlan había caído ya en manos de los españoles31 y en menos de tres años después, estos lograron
conquistar gran parte de México, extendiendo sus campañas por el sur hasta el istmo de Tehuantepec. El territorio recién
conquistado se convirtió en Nueva España, dirigida por un virrey, quien respondía ante el rey de España a través del Consejo de
Indias.32 Hernán Cortés recibió informes de tierras ricas y pobladas en el sur y envió a Pedro de Alvarado al mando de un
ejército para conquistar los reinos mesoamericanos de la Sierra Madre de Guatemala y la llanura del Pacífico; la fase militar del
establecimiento de la colonia española de Guatemala duró desde 1524 hasta 1541.33 La Capitanía General de Guatemala tuvo su
capital en Santiago de los Caballeros de Guatemala (la actual Antigua Guatemala) y cubrió un amplio territorio que incluía el
actual estado mexicano de Chiapas, así como El Salvador, Honduras y Costa Rica.34 Los españoles impusieron el dominio
colonial sobre Yucatán entre 1527 y 1546, y sobre Verapaz desde el siglo XVI hasta el siglo XVII; la zona intermedia —básicamente
Petén y gran parte de Belice— se mantuvo independiente durante mucho tiempo después de la sumisión de los pueblos
circundantes.35
Cuando Nojpetén cayó en 1696, contaba con una población de aproximadamente sesenta mil mayas que vivían alrededor del lago
Petén Itzá, incluyendo un número considerable de refugiados de otras zonas. Se estima que el ochenta y ocho por ciento de los
habitantes murió durante la primera década del gobierno colonial debido a las epidemias y la guerra.37 Aunque las enfermedades
fueron responsables de la mayoría de las muertes, las guerras fratricidas entre grupos mayas rivales y las expediciones militares
españolas también tuvieron un impacto importante.38
Armamento y armadura
Los conquistadores solían llevar armadura de acero que
incluía cota de malla y cascos.39 Sin embargo, el
armamento maya no era lo suficientemente potente como
para justificar la incomodidad de llevar una armadura
europea y la armadura maya de algodón acolchado, aunque
también incómodamente caliente, era flexible y pesaba
mucho menos, por lo que los españoles la adoptaron en
lugar de la suya propia,40 llevando túnicas de algodón
acolchado hasta las rodillas, que solían vestir con casquillos
Cañón español del siglo XVI. Mosquete
de estilo español. Los jinetes llevaban largos protectores de
francés del siglo
piernas de algodón acolchado y sus caballos también
XVII.
estaban protegidos con armadura del mismo material.41
Los registros españoles mencionan que, durante la última
campaña en los lagos del Petén de principios de 1697, habían empleado más de cincuenta mosquetes de fabricación holandesa y
francesa, tres cañones ligeros de calibre de una libra (piezas) de hierro fundido y montados sobre carros, cuatro pedreros —
lanzadores de piedra de dos cámaras— de hierro y dos de bronce, y seis cañones ligeros de bronce, conocidos como esmiriles.42
Armamento nativo
... Traían los dos capitanes [itzá] sus ginetas con Según los españoles, las armas de guerra de los mayas del
moxarras de pedernal al modo de los nuestros, que
Petén consistían en arcos y flechas, palos afilados y
solo se diferencian en ser de azero; y en el principio
de ellas muchas plumas de diversos y hermosos endurecidos al fuego, lanzas con cabeza de pedernal y
colores, al modo de las cintas que usan nuestros espadas conocidas como hadzab, fabricadas con madera
alféreces en sus venablos; y las moxarras como de
una quarta de largo, de dos cortes, y la punta como dura con hojas de obsidiana incrustadas en ella;43 estas
de daga agudisima. eran semejantes a los macuahuitl aztecas. Tenían un eje de
Los otros indios itzaex traían sus arcos y flechas con que madera delgada y ancha con cuchillas de obsidiana o
caminavan siempre que salían fuera de la isla y de su pedernal incrustadas en los surcos en los bordes de la
territorio, por si encontravan indios Chinamitas, nación madera. El eje tenía una longitud de hasta ochenta
con quien siempre tuvieron enemistad y continuas centímetros y se elaboraba con la madera dura y oscura de
guerras; porque se preciavan de tan esforçados, y un pequeño árbol conocido como chulul (Apoplanesia
guerreros como ellos. paniculata) por los mayas. El arco, o chuhul, utilizado por
los mayas era descrito como casi tan alto como un hombre
—Juan de Villagutierre Soto-Mayor, 1701, Libro II, y se tallaba de la misma madera del chulul utilizado para el
Capítulo II, p. 92.
hadzab, con la cuerda fabricada con la fibra del
henequén.44 Las flechas se hacían de caña, con una punta de sílex, hueso o diente de pez, y las remeras, de plumas.45 En el
combate cuerpo a cuerpo, los mayas usaban dagas de unos veinte centímetros con hojas de obsidiana o pedernal incrustadas en un
mango de madera de chulul. Las lanzas mayas se conocían como nabte; algunas tenían una punta endurecida al fuego, otras, una
hoja de piedra afilada. Las lanzas se utilizaban principalmente para clavar y cortar, pero también podían arrojarse como una
jabalina. Los mayas utilizaban lanzas de varios tamaños: las más pequeñas se utilizaban probablemente como proyectiles y las
más largas tenían un tamaño similar a las utilizadas por los españoles.46
Los guerreros distinguidos llevaban armadura de combate. La parte superior del cuerpo estaba cubierta por una chaqueta corta
rellena de sal de roca, y los antebrazos y las piernas se protegían con ceñidos vendajes de tela o de cuero. La armadura de algodón
rellena de sal era lo suficientemente fuerte para impedir la penetración de flechas. La armadura podía tener decoraciones y a
menudo estaba adornada con plumas. Los guerreros comunes no vestían armadura; por lo general solo llevaban un taparrabos y
pinturas de guerra. Los guerreros llevaban escudos hechos de dos barras de madera en ángulo recto cubiertas por una piel de
ciervo.47
Estrategias y tácticas
Los españoles eran conscientes de que el reino itzá se había convertido en el centro de la resistencia anticolonial y aplicaron una
política de cercamiento, cortando las rutas comerciales de los itzaes a lo largo de un periodo de casi doscientos años. Los itzaes
resistieron a la constante intrusión española, y reclutaron aliados contra el avance español entre los pueblos vecinos.48 Los
españoles aplicaron una estrategia de concentración de las poblaciones nativas sometidas en nuevos asentamientos coloniales, o
reducciones, también conocidas como congregaciones.49 Los habitantes indígenas que se resistieron a estos asentamientos
forzosos huyeron hacia regiones de difícil acceso en la selva, o se unieron a pueblos mayas vecinos que aún no habían sido
sometidos por los españoles.50 26 Los que se quedaron en las reducciones a menudo fueron víctimas de enfermedades
contagiosas.51
Además de las expediciones militares, la Corona española realizó un contrato para la conquista con la orden dominicana, que
envió misioneros para la pacificación de las poblaciones nativas para que aceptaran el catolicismo y la dominación española. Esta
táctica funcionó en las montañas vecinas de Verapaz, hacia el sur, respaldada por la amenaza que emanaba de las guarniciones
españolas estacionadas a corta distancia, pero no tuvo tanto éxito en las tierras bajas del Petén, donde los mayas podían
fácilmente desaparecer en la selva y abandonar los asentamientos.29 La orden franciscana también participó en esfuerzos,
generalmente pacíficos, para incorporar los mayas en el imperio español a través de la conversión cristiana de los dirigentes
nativos;52 sin embargo, abrazó de forma rutinaria la práctica de la «violencia misionera», incluyendo el castigo corporal y
defendió la idea de la «guerra sagrada» contra los no cristianos.53 En muchos casos, los mayas solo permanecían convertidos al
cristianismo mientras los misioneros estaban presentes, y apostataban inmediatamente tan pronto como los frailes partían.54 En
Guatemala, a finales del siglo XVII, el fraile franciscano Francisco de Asís Vázquez de Herrera sostuvo que la guerra contra los
indígenas apóstatas era una obligación.53 La penetración misionera en el Petén no estaba libre de riesgo, y muchos misioneros
murieron a manos de los indígenas en la región.54
Los mayas independientes frecuentemente atacaron a los asentamientos de mayas cristianizados, instándoles a abandonar su
nueva religión y resistir a los españoles.51 Con el aumento de la frecuencia de las expediciones militares españolas lanzadas
contra los mayas, las comunidades mayas independientes comenzaron a solicitar la presencia de los misioneros para evitar los
conflictos armados.55 Los itzaes trataron de utilizar a grupos mayas vecinos, como los yalain, como amortiguador contra la
invasión española;23 también pudieron haber instigado rebeliones entre los grupos vecinos ya sometidos e incorporados en el
imperio español.56 Como los intentos españoles por penetrar en la región se dividían entre las autoridades coloniales de Yucatán
en el norte y las de Guatemala en el sur, a veces los itzaes realizaban acercamientos pacíficos en un frente, mientras continuaban
los combates en el otro.57
Cortés en el Petén
En 1525, después de la conquista del imperio azteca, Hernán Cortés dirigió una expedición por tierra a Honduras, y atravesó el
reino itzá en lo que hoy es el departamento de Petén en Guatemala.58 Su objetivo era sofocar la rebelión de Cristóbal de Olid, a
quien había enviado a la conquista de Honduras y que se había establecido de forma independiente al llegar a ese territorio.59 La
expedición de Cortés contaba con ciento cuarenta soldados españoles, noventa y tres de ellos montados, tres mil guerreros
mexicanos, ciento cincuenta caballos, una piara de cerdos, artillería, municiones y otros suministros. También iba acompañado de
seiscientos portadores maya chontal de Acalán. El 13 de marzo de 1525, los expedicionarios llegaron a la orilla norte del lago
Petén Itzá.60
Los sacerdotes católicos que acompañaban a la expedición celebraron la misa en presencia de Aj Kan Ek', el caudillo de los
itzaes, de quien se decía que quedó tan impresionado que se comprometió a adorar la cruz y a destruir sus ídolos.61 Cortés aceptó
una invitación por parte de Kan Ek' de visitar Nojpetén —también conocido como Tayasal—: cruzó a la ciudad maya con veinte
soldados españoles mientras el resto de su ejército rodeaba el lago para volver a encontrarse con él en la orilla sur.61 58 A su
partida de Nojpetén, Cortés dejó una cruz y un caballo cojo que los itzaes trataron como una deidad, tratando de alimentarlo con
carne, aves de corral y flores, pero el animal murió al poco tiempo.62 58 No
hubo otros contactos formales entre los españoles y los itzaes hasta la llegada de
los sacerdotes franciscanos en 1618, cuando aparentemente la cruz dejada por
Cortés todavía estaba de pie en Nojpetén.58
Desde el lago, Cortés continuó hacia el sur a lo largo de las laderas occidentales
de las montañas Maya, un trayecto particularmente dificultoso de treinta y dos
kilómetros que tardó doce días en recorrer, y durante el cual perdió más de dos
tercios de sus caballos. Cuando llegó a un río crecido con las constantes lluvias
torrenciales que habían estado cayendo durante la expedición, Cortés se dirigió
río arriba hasta los rápidos de Gracias a Dios, que tardó dos días en cruzar y
donde perdió aún más monturas.61
Preludio a la conquista
Desde 1527 en adelante, los españoles se volvieron cada vez más activos en la península de Yucatán, y lograron establecer un
número de colonias y pueblos por 1544, incluyendo Campeche y Valladolid, en lo que hoy es México.65 Por el impacto de la
colonización en el norte de la península —incluyendo la invasión, las enfermedades epidémicas y la exportación de hasta
cincuenta mil esclavos mayas— muchos pobladores nativos huyeron hacia el sur para unirse a los itzaes alrededor del lago Petén
Itzá, dentro de las fronteras modernas de Guatemala.66
Desde finales del siglo XVI hasta el siglo XVII, los misioneros dominicos desarrollaron sus actividades de conversión no violenta en
Verapaz y el sur de Petén con un éxito limitado. En el siglo XVII, los franciscanos llegaron a la conclusión de que la pacificación y
conversión cristiana de los mayas no sería posible mientras los itzaes se mantuvieran independientes en el lago Petén Itzá. El flujo
constante de fugitivos que huían de los territorios bajo dominio español para buscar refugio con los itzaes estaba privando de
mano de obra reglamentada al sistema colonial de la encomienda.67
Hacia finales del siglo XVII, se produjo un cambio en las prioridades españolas, ya que tras el fracaso de los esfuerzos dominicos
para convertir a los choles de forma pacífica, combinado con la creciente presencia británica en el Caribe, las autoridades
coloniales decidieron terminar el monopolio dominicano y autorizar la entrada de los franciscanos y otras órdenes religiosas en la
región;75 Comenzaron a sopesar también la posibilidad de lanzar una operación militar en la región.76 Entre 1685 y 1689, los
quekchíes de Cobán y Cahabón se vieron obligados a ayudar a los españoles en sus expediciones armadas contra los choles del
Manché y en el reasentamiento forzoso de estos en Verapaz. Estas acciones despoblaron el sur del Petén y condujeron a la ruptura
de las rutas comerciales que vinculaban los asentamientos coloniales de Guatemala con los mayas independientes del Petén.77
De 1692 a 1694, los frailes franciscanos Antonio Margil y Melchor López desarrollaron actividades de conversión entre los
choles del Manché y del Lacandón. Finalmente fueron expulsados por los choles;78 a su regreso a Santiago de Guatemala los
franciscanos propusieron tres rutas de invasión del sur del Petén y la región vecina de Chiapas.79 A lo largo del siglo XVII, los
misioneros encontraron una considerable resistencia entre los manché, que persistió hasta que los españoles finalmente decidieron
trasladarlos a una zona en la que podían ser controlados con mayor facilitad. En el momento del contacto con los españoles, había
una población de alrededor de diez mil manché; fueron diezmados por la guerra y las enfermedades europeas, y los
sobrevivientes fueron deportados a Rabinal, en el actual departamento de Baja Verapaz. Después del año 1700, los choles del
Manché dejaron de tener importancia en la historia del Petén.56
A la llegada de los españoles, los mopanes tenían una población estimada de entre diez mil y veinte mil personas. En 1692 el
Consejo de Indias ordenó que los choles del Manché y mopanes fuesen sometidos de manera definitiva. La población sufrió los
efectos de la guerra y de las enfermedades, y los pocos sobrevivientes fueron trasladados a reducciones españolas en el sureste del
Petén, antes de ser reubicados en asentamientos coloniales en otras partes del Petén.56 En 1695, las autoridades coloniales
decidieron efectuar un plan para conectar la provincia de Guatemala con Yucatán, y los soldados comandados por Jacinto de
Barrios Leal, presidente de la Real Audiencia de Guatemala,80 conquistaron un número de comunidades choles.81 82 La más
importante de ellas fue Sakb'ajlan, a la orilla del río Lacantún en el este de Chiapas, ahora en México, que fue rebautizada como
Nuestra Señora de Dolores o Dolores del Lacandón, en abril de 1695.82 83 Este ataque fue parte de una ofensiva tridente contra
los pueblos independientes de Petén y Chiapas; un segundo grupo salió de Huehuetenango para unirse a las fuerzas de Barrios
Leal. El tercer grupo, bajo el mando de Juan Díaz de Velasco, marchó desde Verapaz contra los itzaes.26 A Barrios Leal le
acompañaba el fraile franciscano Antonio Margil, quien se desempeñó como asesor, así como su confesor personal y capellán de
las tropas.84 Los españoles construyeron un fuerte para una guarnición de treinta soldados. El fraile mercedario Diego de Rivas
se estableció en Dolores del Lacandón, y él y sus compañeros mercedarios bautizaron a varios cientos de choles del Lacandón en
los meses siguientes y establecieron contactos con las comunidades vecinas.81
La resistencia contra los españoles continuó, y guerreros choles hostiles mataron a un número de indígenas cristianos recién
bautizados.84 Sin embargo, a principios de marzo de 1696, el éxito de los frailes fue tal que el capitán Jacobo de Alzayaga y los
mercedarios decidieron lanzar una expedición al lago Petén Itzá. Con ciento cincuenta soldados fuertemente armados y
acompañados de guías nativos, se dirigieron hacia el este, hacia el río La Pasión, viajando en cinco grandes canoas. Llegaron
hasta la sabana situada al sureste del lago, pero decidieron volver por razones desconocidas.85 Antonio Margil permaneció en
Dolores del Lacandón hasta 1697.84 Los choles de la selva lacandona fueron reasentados en Huehuetenango a principios del
siglo XVIII.86
Conquista de los lagos centrales
Nojpetén cayó tras un ataque español el 13 de marzo de 1697, más de ciento
cincuenta años después de la conquista del resto de la península de Yucatán y
más de ciento sesenta años después de la conquista de las tierras altas de
Guatemala.87 88 89 La combinación de su lejanía geográfica y la hostilidad y
reputación feroz de sus habitantes mayas causó la prolongada demora en la
conquista de la región del Petén.87 Durante este tiempo los itzaes utilizaron a
los yalain como amortiguador oriental contra el avance español desde Belice.23
El prolongado contacto indirecto entre los itzaes y los invasores españoles El lago Yaxhá está rodeado por una
permitió a los primeros desarrollar una comprensión de las estrategias y tácticas selva densa.
españolas, que se perfeccionó a lo largo del período de casi dos siglos en el cual
estuvieron rodeados por territorios dominados por los europeos. Este
entendimiento hizo que la conquista del Petén se distinguiera de las conquistas de los aztecas e incas del siglo XVI. Los españoles,
en cambio, tenían una comprensión muy pobre de los itzaes y sus vecinos, y los consideraban como salvajes ignorantes cuyo
reino estaba protegido por Satanás contra los esfuerzos de cristianización del imperio español y la iglesia católica.90 Desde la
época en que Hernán Cortés cruzó el Petén en el siglo XVI, los españoles creyeron erróneamente que el rey de los itzaes (el Aj Kan
Ek') era el gobernante supremo de toda la región central del Petén.89
Los frailes regresaron en octubre de 1619 y se quedaron durante dieciocho días. Otra vez más, Kan Ek' les dio la bienvenida, pero
esta vez los sacerdotes mayas eran hostiles a los misioneros y celosos de su influencia sobre el rey. Convencieron a la esposa de
Kan Ek' de tratar de persuadirlo de expulsar a los indeseados visitantes. Guerreros armados rodearon los alojamientos de los
misioneros, escoltaron a los frailes y sus sirvientes a una canoa y les indicaron que se marchasen para nunca regresar.62 Juan de
Orbita intentó resistir pero fue reducido por un guerrero itzá, que lo dejó inconsciente. Los misioneros sobrevivieron al viaje de
regreso a Mérida, aunque fueron expulsados sin alimentos ni agua.93
Antes de principios del siglo XVII, el Petén occidental había contado con una abundante población chol y choltí y una importante
ruta comercial de los itzaes atravesaba la región. A mediados del siglo XVII, estas poblaciones habían menguado notablemente por
la guerra, las enfermedades y el traslado forzoso de los habitantes a los asentamientos coloniales, lo que redujo la importancia
económica de la región para los itzaes.94 Al mismo tiempo, los quejaches se convirtieron en intermediarios importantes entre los
itzaes y Yucatán. Previamente los putunes de Acalá, un subgrupo de los quejaches, había mantenido lazos comerciales directos
con los itzaes, pero fueron reubicados por los españoles. El restante de los quejaches, diezmado por las enfermedades y sujeto a
una intensa atención por parte de los misioneros españoles, ya no estaba en condiciones de suministrar directamente a los itzaes y
se convirtió en mero intermediario del comercio itzá.95
Poco después, el 27 de enero de 1624, una partida de guerra itzá acaudillada por AjK'in P'ol capturó por sorpresa a De Mirones y
a sus hombres mientras se encontraban desarmados en la iglesia de Sakalum105 y los asesinó.93 Los refuerzos a cargo de Juan
Bernardo Casanova llegaron demasiado tarde para evitar la matanza;106 los soldados españoles habían sido sacrificados,
ahorcados y decapitados y sus cuerpos quemados y empalados a la entrada de la población; a De Mirones y al sacerdote
franciscano local les habían arrancado el corazón tras atarlos a los pilares de la iglesia.107 Los atacantes también habían colgado
a algunos de los hombres y mujeres mayas de la localidad sin decapitarlos, antes de prender fuego al pueblo.106
Después de estas masacres, se establecieron guarniciones españolas en varias localidades del sur de Yucatán, y se ofrecieron
recompensas por información sobre el paradero de AjK'in P'ol. El gobernador maya de Oxkutzcab, Fernando Kamal, partió con
ciento cincuenta arqueros mayas para buscar al jefe itzá; lograron capturarlo junto a sus seguidores y recuperar los objetos
litúrgicos de plata saqueados de la iglesia de Sakalum y las pertenencias de De Mirones. Se condujo a los prisioneros ante el
capitán español Antonio Méndez de Canzo; interrogados bajo tortura, se les juzgó y condenó a ser colgados, arrastrados y
descuartizados. Fueron decapitados, y las cabezas exhibidas en las plazas de los pueblos a lo largo del Partido de la Sierra, en lo
que hoy es el estado mexicano de Yucatán.108 Con estos acontecimientos, se terminaron todos los intentos españoles de contactar
con los itzaes hasta el año 1695.93 En la década de 1640, los conflictos internos en España desviaron la atención del gobierno de
conquistar tierras desconocidas; durante los cuarenta años siguientes, la Corona española careció del tiempo, del dinero o del
interés para este tipo de aventuras coloniales.109
En diciembre, Kan Ek' despachó a AjChan con tres compañeros itzaes para
negociar la paz con España.121 Un pequeño grupo de mopanes de la región de
Tipuj los acompañó a Mérida.119 Por sus vínculos familiares y matrimoniales,
AjChan tuvo un papel clave como intermediario entre los itzaes, yalain y
couohes; también tenía lazos familiares con los mayas semicristianizados de
Tipuj, y su madre era de Chichén Itzá en el norte de Yucatán. Su matrimonio con
una mujer couoh había sido un intento, finalmente infructuoso, de poner fin a las
hostilidades entre itzaes y couohes. Kan Ek' envió a AjChan a Mérida con un
mensaje de sumisión pacífica al imperio español en un intento de consolidar su
propia posición como único gobernante de los itzaes, incluso si esto significaba
sacrificar la independencia itzá ante España.117 El tío del rey itzá y los couohes
estaban fundamentalmente opuestos a cualquier negociación con los españoles y
consideraron la misión de AjChan como una traición.121 Los españoles
desconocían las tensiones entre las diferentes facciones mayas de la región
Reproducción en idioma inglés del central del Petén, que para entonces se habían intensificado hasta convertirse en
mapa del lago Petén Itzá una guerra entre mayas. AjChan fue bautizado como Martín Francisco el 31 de
originalmente dibujado por Avendaño diciembre de 1695, y Martín de Urzúa, gobernador de Yucatán, actuó como
en 1696.120 padrino.112
La llegada de AjChan y su posterior bautismo fue un importante éxito diplomático para Urzúa, quien utilizó la visita para medrar
políticamente, presentando la embajada como la definitiva sumisión pacífica del reino itzá a la Corona española.112 Este
sometimiento formal del reino itzá fue un punto de inflexión crítico, ya que, desde un punto de vista jurídico, los itzaes eran desde
entonces súbditos, lo que permitía esquivar la prohibición real en esta época contra las conquistas militares.122 A mediados de
enero de 1696, AjChan y sus compañeros salieron de Mérida con una escolta española y regresaron a Tipuj a finales del mes.
Después de unos días en Tipuj, se enteraron de los acontecimientos violentos que estaban tenido lugar alrededor del lago Petén
Itzá, incluyendo la batalla de Ch'ich' y la posterior muerte violenta de dos frailes franciscanos. Como temía la reacción de su
escolta, AjChan decidió abandonarla para refugiarse en territorio yalain.123
La columna del capitán Juan Díaz de Velasco avanzó hacia el norte a través del territorio chol y continuó luego por territorio
mopán; allí acampó en la localidad de Mopán, actualmente conocida como San Luis. Temiendo la reacción de sus belicosos
vecinos itzaes, tanto los choles como los mopanes afirmaron no saber de ninguna ruta hacia el lago Petén Itzá.131 Los españoles
se detuvieron durante varios días en Mopán debido a problemas de abastecimiento y deserciones entre los portadores nativos. Los
dominicos aprovecharon la demora para hacer proselitismo entre los mopanes, y el fraile Cano escribió que había convertido a
cuatro «caciques», aunque en realidad Taxim Chan, rey de los mopanes, había huido con muchos de los habitantes de la capital.
Por su parte, Cano creía que los mopanes estaban gobernados por el rey de los itzaes.132
Primer enfrentamiento
Los españoles creían que, si continuaban avanzando hacia el lago Petén Itzá, tendrían que encontrarse con otra expedición que
había salido simultáneamente y que encabezaba el propio presidente Barrios, sin saber que Barrios no había logrado llegar a la
región. El 6 de abril, Díaz de Velasco mandó adelante a un contingente de exploradores compuesto de cincuenta mosqueteros
acompañados por arqueros nativos. Pronto encontraron evidencia de campamentos recientes de los itzaes, que parecían datar del
mes anterior. Los exploradores descubrieron un camino claro hacia el norte al reino itzá, y el grupo lo siguió. La fuerza principal
de la expedición acampó cerca de diez leguase (cuarenta y dos kilómetros) al sur del lago, mientras se enviaba de avanzadilla un
pequeño grupo de exploradores, compuesto por dos soldados españoles, dos arqueros y dos arrieros de Verapaz y dos intérpretes
nativos de habla chol. El grupo de exploradores avanzó hasta la sabana, justo al sur del lago Petén Itzá, donde se encontraron con
unos treinta cazadores itzaes armados con lanzas, escudos y arcos, y acompañados de perros de caza. Los cazadores sacaron sus
armas preparándose para luchar, pero el intérprete mopán, siguiendo instrucciones, explicó que el grupo español estaba formado
por comerciantes que venían en son de paz, acompañados por misioneros.132 Los españoles comenzaron a sospechar que el
intérprete estaba conspirando con los cazadores itzaes, y uno de los arqueros de Verapaz lo trajo de vuelta al grupo.134 El
encuentro terminó en una pelea, y otra vez más los itzaes sacaron las armas. Los españoles dispararon sus mosquetes, hiriendo
fatalmente a dos cazadores, y un indígena de Verapaz atacó a los itzaes con un machete. Los cazadores huyeron y abandonaron
los alimentos y las flechas de su campamento.135
Segundo enfrentamiento
Cinco días después de esta escaramuza,135 Antonio Machuca encabezó un grupo de doce mosqueteros, veinticinco arqueros y
trece arrieros para buscar al presidente Barrios, así como para encontrar una ruta fluvial hacia el lago y capturar un nuevo
intérprete, ya que habían perdido la confianza en el anterior. El grupo principal llegó a la sabana cerca del lago. La noche
siguiente, un miembro del grupo de avanzada regresó al campamento con un prisionero itzá, capturado tras una lucha feroz con
los exploradores. El interrogatorio del detenido reveló que pertenecía a un linaje itzá de alto rango y que había sido enviado a
buscar a la expedición española para averiguar si su propósito era comerciar o invadir el país.136 El resto del grupo de
exploradores de Machuca pronto volvió al campamento principal, informando que habían acampado a cuatro leguas (unos 16,7
kilómetros) del lago, donde se habían encontrado con otro grupo de caza itzá compuesto de «una docena» de personas. Los
españoles intentaron utilizar a su intérprete para comunicarse con ellos, pero los itzaes respondieron con una lluvia de flechas.
Los mosqueteros españoles trataron de responder con fuego de mosquete, pero la pólvora estaba demasiado mojada para que
pusiesen disparar. Los guerreros itzaes atacaron con lanzas, hachas y machetes, y en el consiguiente combate mano a mano, que
duró una hora, murieron seis itzaes; el resto, finalmente, se retiró. Gracias a su armadura de algodón acolchado, el grupo español
no sufrió lesiones durante la refriega y persiguió a los indígenas. Al alcanzarlos, sobrevino otra escaramuza feroz, que duró otra
hora y durante la cual murieron la mayoría de los demás itzaes.137 Tres de ellos escaparon, y su jefe quedó inconsciente a golpes
de machete en la cabeza; se lo tomó prisionero y posteriormente se recuperó totalmente.138 El grupo de Machuca llegó a la orilla
del lago pero, aunque los integrantes pudieron divisar la isla de Nojpetén, se percataron de una fuerza itzá tan grande que
prefirieron retirarse hacia el sur para regresar al campamento principal.129
Un relato itzá del enfrentamiento llegó a las autoridades coloniales de Yucatán a través de Tipuj. Los itzaes informaron que la
expedición guatemalteca se acercó a caballo a la vista de Nojpetén, y una treintena de itzaes curiosos se congregaron para hablar
con los intrusos, tras lo cual fueron atacados por los españoles; treinta itzaes murieron por la acometida española, varios fueron
heridos y uno ellos, capturado. Un emisario maya cristiano de Bacalar-de-Chunjujub' se encontraba en Nojpetén en este momento
e informó que los itzaes reunieron entre tres y cuatro mil guerreros para repeler la expedición de Díaz de Velasco.57
Retiro a Guatemala
El 24 de abril, el primer prisionero escapó del campo principal; un segundo prisionero herido fue capturado por Machuca y sus
hombres el mismo día.139 El interrogatorio del nuevo prisionero, quien resultó ser un noble itzá, reveló que el reino itzá estaba
en estado de alerta para rechazar a los españoles.140 Fray Cano se reunió con sus compañeros dominicos para discutir lo que
debería hacerse tras recibir información, tanto de Machuca como del prisionero, de que los itzaes estaban listos para la guerra.
Los dominicos se mostraron muy críticos con la disposición de los soldados de abrir fuego contra grupos de nativos mal armados
que no representaban una amenaza real, y sospechaban que el presidente Barrios no se hallaba cerca del lago; además, los
españoles empezaban a sucumbir a las enfermedades,129 y los reclutas indígenas de Verapaz estaban desertando diariamente.
Díaz estuvo de acuerdo con los dominicos; dos arrieros ya habían muerto a causa de enfermedades, y reconoció que el tamaño de
la expedición no era suficiente para una confrontación a gran escala con la nación itzá. Así pues, la columna se retiró casi de
inmediato a Cahabón.141 Posteriormente, el nuevo prisionero, AjK'ixaw, fue llevado a Santiago de los Caballeros de Guatemala,
donde los dominicos lo interrogaron minuciosamente.140 En Guatemala, AjK'ixaw aprendió el idioma español y regresó a Petén
en 1696 como guía e intérprete de otra expedición, antes de volverse en contra de sus captores.139 Después de la retirada de los
españoles, corrían rumores entre los itzaes y couohes de que volverían para masacrar a la población maya; en anticipación, los
mayas abandonaran grandes extensiones de su territorio, incluso muchos asentamientos, en un área que comprendía desde el lago
Petén Itzá hasta Tipuj por el este y por el sur hasta Mopán.142
El 23 de junio Urzúa recibió noticia de la ocupación de Sakb'ajlan (Dolores del Lacandón) por tropas guatemaltecas.146 En ese
instante, García se encontraba en Tzuktok', cerca de la frontera quejache.147 Aunque la labor de Urzúa era construir un camino
que conectase Yucatán con Guatemala según lo autorizado por la Corona española, se vio envuelto en una carrera por conquistar
el reino itzá. El presidente Barrios de Guatemala había llegado a Sakb'ajlan y regresaba por entonces a Santiago para preparar otra
expedición; al mismo tiempo, los soldados guatemaltecos ya habían llegado a la orilla del lago Petén Itzá. Cualquier camino que
conectase con Dolores del Lacandón pasaría por territorio escasamente poblado; en vez de adoptar este trazado, el topógrafo
yucateco diseñó una ruta hacia el sur, directamente al lago, desde la cual se podría conectar con el camino hacia el sur pasando
por Cahabón en Verapaz. Sin embargo, esta ruta dejaría aislados a Dolores del Lacandón y a los choles del Lacandón en el
oeste.148 Urzúa envió nuevas órdenes a García, disimulando su deseo de conquistar los itzaes. En su carta, ordenaba a García
unirse al presidente Barrios en Dolores del Lacandón, pero le indicaba la ruta que, por el contrario, lo llevaría directamente al
lago.149 García, poco después de recibir sus órdenes, mandó construir un fuerte en Chuntuki, a unas veinticinco leguas —
aproximadamente ciento cinco kilómetros— al norte del lago Petén Itzá, como la base militar principal para el proyecto del
Camino Real;150 Juan del Castillo y Arrué estaba al mando de la base de abastecimiento, que se encontraba en Kawich.151 El 27
de julio, Urzúa autorizó la creación de tres nuevas compañías de milicianos, de veinticinco hombres cada una, como refuerzos
para García. Dos eran compañías españolas y una era de raza mixta, compuesta de mestizos y «pardos».152 f
Enfrentamiento en Chunpich
La compañía de Sajkab'chen, compuesta de mosqueteros nativos, siguió adelante junto con los constructores del camino y avanzó
desde Tzuktzok' hasta la primera localidad quejache en Chunpich, abandonada por sus habitantes, que dejaron una importante
cantidad de alimentos. Los oficiales de la compañía enviaron un mensajero para pedir refuerzos a García en Tzuktok'. Sin
embargo, antes de la llegada de los refuerzos, unos veinticinco quejaches regresaron a Chunpich con cestas para recoger los
alimentos abandonados. Los centinelas de Sajkab'chen estaban nerviosos y, como temieron que todos los habitantes estaban
regresando, dispararon sus mosquetes, tras lo cual ambos grupos se retiraron. Luego, la compañía de mosqueteros que había
llegado para reforzar a los centinelas entró en combate con los arqueros quejaches que estaban acercándose. Varios mosqueteros
resultaron heridos en la escaramuza que siguió y los quejaches se retiraron sin lesiones por un sendero forestal, burlando a los
invasores. La compañía de Sajkab'chen siguió el sendero y encontró otros dos asentamientos desiertos, con grandes cantidades de
comida abandonada. Tomaron las provisiones y regresaron por el mismo sendero forestal.154 155
Refuerzos
Alrededor del 3 de agosto, García avanzó con su ejército al completo hasta Chunpich,154 y en octubre los soldados españoles se
establecieron cerca de las fuentes del río San Pedro.156 En noviembre, Tzuktok' contaba ya con una guarnición de ochenta y seis
soldados y había otros más en Chuntuki; ese mismo mes García regresó a Campeche. Urzúa, acuciado ya en diciembre de 1695
para que concluyese la conquista de los itzaes, mandó refuerzos por el Camino Real a la guarnición principal. Estos incluyeron
ciento cincuenta soldados españoles y pardos, así como cien soldados mayas, junto con los obreros y arrieros.157 Un grupo de
avanzada mixto, compuesto de ciento cincuenta soldados mayas y no mayas, se unió a García en Campeche para dirigirse hacia el
sur por el Camino Real, hasta el río San Pedro. El resto de los refuerzos no salió de Campeche hasta marzo de 1696.158
Avendaño continuó hacia el sur por el nuevo camino y pudo observar cada vez más los efectos de la actividad militar española en
la población local, como el acorralamiento de los habitantes y las incursiones en los campos y huertos para aprovisionar las
tropas. Los franciscanos alcanzaron a García en B'uk'te, unos doce kilómetros al norte de Tzuktok'.152 El grupo de Avendaño
llegó a Tzuktok', situado cerca de la frontera quejache, el 10 de julio y lo abandonó dos semanas más tarde, casi al mismo tiempo
que García llegaba con cautivos de B'uk'te, apresados para trabajos forzados. Antes de irse, los franciscanos se quejaron de los
maltratos de la población local ante García y sus oficiales, quienes se comprometieron a mejorar el tratamiento de los mayas.166
El 3 de agosto, García avanzó hasta Chunpich pero trató de persuadir a Avendaño de quedarse para atender a los presos de
B'uk'te. En lugar de ello, Avendaño dividió su grupo y salió en secreto con solo cuatro compañeros cristianos mayas,167
buscando a los quejaches de Chunpich que habían atacado a una de las compañías de avanzada de García y luego se habían
refugiado en la selva.168 No logró encontrarlos, pero sí consiguió obtener información sobre un sendero que conducía al reino
itzá en el sur. Encontró a cuatro mosqueteros de Sajkab'chen que le entregaron una carta del capitán Fernández de Estenos. Esta
carta le informaba que más hacia el sur solo encontraría asentamientos desiertos, con restos de maíz podrido abandonado por sus
habitantes. Avendaño regresó a Tzuktok' para revisar sus planes; los franciscanos carecían de suministros, y los mayas que habían
sido acorralados por la fuerza, y a quienes debían convertir, se escapaban a la selva. Además, los oficiales españoles desoían las
preocupaciones de los frailes y García estaba secuestrando mujeres y niños mayas para ser trasladados a su encomienda para
realizar trabajos forzados.169 Los franciscanos optaron por un plan diferente, que finalmente resultó infructuoso: decidieron
seguir el camino de regreso hacia el norte hasta Jop'elch'en cerca de la ciudad de Campeche para tratar de llegar a los itzaes
pasando por Tipuj.170 El clero secular impidió a los franciscanos que tomasen esta ruta. Antonio de Silva ordenó a Avendaño
volver a Mérida, a donde este llegó el 17 de septiembre 1695.171 Mientras tanto, el otro grupo de franciscanos, encabezado por
Juan de San Buenaventura Chávez, continuó siguiendo a los constructores del camino en territorio quejache y pasó por IxB'am,
B'atkab' y Chuntuki —la actual localidad de Chuntunqui cerca de Carmelita, Petén—.172 173 3
Los franciscanos no sabían que la provincia Chak'an Itza' en el norte del reino itzá se había aliado a los couohes y estaba en
guerra con el rey itzá. En un esfuerzo por dificultar el establecimiento de relaciones de amistad entre los españoles y el soberano
itzá, los itzaes de chak'an se llevaron la mayor parte de los regalos que los españoles habían traído para el rey itzá.188 Al día
siguiente de la llegada de los frailes, el entonces Aj Kan Ek' cruzó el lago con ochenta canoas para saludar a los visitantes en
Nich, una localidad portuaria de los itzaes de chak'an situada en la orilla oeste del lago.190 191 Los franciscanos acompañaron al
Kan Ek' de vuelta a Nojpetén, y en los siguientes cuatro días bautizaron a más de tres cientos niños itzaes. Avendaño hizo un
esfuerzo infructuoso por persuadir al Kan Ek' de convertirse al cristianismo y someterse a la Corona española.190 El fraile
franciscano trató de convencer al rey itzá de que el Katún 8 Ajaw, un ciclo calendárico maya de veinte años que comenzaba en
1696 o 1697, era el momento apropiado para que los itzaes finalmente abrazaran el cristianismo y aceptaran su sumisión al rey de
España.82 El rey de los itzaes, al igual que su antecesor, citó una profecía itzá y afirmó que el tiempo oportuno todavía no había
llegado. Pidió a los españoles que regresasen en cuatro meses, momento en el que los itzaes estarían dispuestos a convertirse y a
jurar lealtad al rey de España.190
El 19 de enero Ah Couoh, el rey de los couohes llegó a Nojpetén y habló con Avendaño,192 argumentando en contra de la
aceptación del cristianismo y del Estado español.193 Las conversaciones entre Avendaño, Kan Ek' y Ah Couoh expusieron
profundas divisiones entre los itzaes, y la aparente traición de Kan Ek', al ofrecer su reino a los españoles, socavó el poder del rey
itzá ante su propio pueblo.194 Cuando Kan Ek' se enteró de una conspiración de los couohes y sus aliados itzaes de Chacán con
el objetivo de emboscar y matar a los franciscanos, el rey itzá aconsejó a estos regresar a Mérida a través de Tipuj.190 195 Los
esfuerzos del rey itzá para salvar la vida de sus huéspedes le hicieron perder su autoridad; a partir de ese momento, el sentimiento
antiespañol dominó la relación de los itzaes con los españoles.196 Los franciscanos fueron guiados hasta Yalain, donde fueron
bien recibidos, pero mientras estaban allí oyeron rumores de batalla y un avance español hacia el lago Petén Itzá.197 Los guías
yalain les mostraron el camino que conducía a Tipuj, pero pronto los abandonaron.198 Los frailes españoles se extraviaron y
sufrieron grandes penalidades, incluso la muerte de uno de los compañeros de Avendaño,199 pero después de vagar en la selva
durante un mes, lograron encontrar el camino a Chuntuki y desde allí regresaron a Mérida.200 201
García envió el capitán Pedro de Zubiaur, su oficial de mayor rango, hacia el lago Petén Itzá, a donde llegó con sesenta
mosqueteros, el fraile de San Buenaventura y otro franciscano, así como guerreros aliados maya yucatecos.208 202 También le
acompañaban cerca de cuarenta porteadores mayas. El 2 de febrero, dos guerreros itzaes abordaron a los expedicionarios y les
informaron de una reciente batalla entre una columna española venida de Guatemala y los itzaes;208 estos dos itzaes guiaron al
contingente hacia un asentamiento itzá cercano, donde se le mostró la carta de Avendaño al capitán Zubiaur, convenciéndole de
que podía avanzar sin peligro.209 La ciudad portuaria de Ch'ich' estaba desierta, pero un gran número de canoas se acercó, unas
trescientas según la estimación del capitán español, llevando posiblemente dos mil guerreros itzaes.209 202 Los guerreros
comenzaron a mezclarse libremente con los miembros de la expedición, empezaron a cargar los suministros en las canoas y se
ofrecieron a transportar a los españoles a Nojpetén, con un soldado en cada canoa. Los franciscanos subieron a las canoas con dos
soldados como escolta. En ese momento se produjo una pelea; una docena de los miembros de la expedición española fueron
obligados a embarcar en las canoas, y dos porteadores fueron golpeados hasta la muerte. Uno de los soldados españoles
capturados fue inmediatamente decapitado. En este momento los demás soldados españoles abrieron fuego con sus mosquetes,
tras lo cual los itzaes huyeron en sus canoas llevándose a los presos.210
Los españoles se retiraron de la orilla del lago para reagruparse en campo abierto, donde unos dos mil guerreros itzaes los
rodearon e intentaron desarmarlos; en la lucha, los itzaes lograron apoderarse de otro español, al que decapitaron inmediatamente.
En este momento cerca de diez mil arqueros itzaes surgieron de canoas ocultas entre los manglares de la orilla, y Zubiaur ordenó
a sus hombres abrir fuego, matando a treinta o cuarenta itzaes. Al darse cuenta de que estaban largamente superados en número,
los españoles se retiraron hacia Chuntuki y abandonaron a sus compañeros capturados a su suerte.211 Un mosquetero cristiano
maya y otros seis nativos que habían huido al comienzo del enfrentamiento informaron a García que la expedición entera había
sido masacrada;212 Sin embargo, dos días después, Zubiaur y los demás supervivientes alcanzaron el campamento de
Chuntuki.211 Urzúa informó que los prisioneros españoles fueron ejecutados en Nojpetén, hecho confirmado por AjChan en una
fecha posterior. Aparentemente, los españoles encontraron los huesos de los muertos después de la caída de Nojpetén en
1697;213 AjK'in Kan Ek', el sumo sacerdote itzá, afirmó más tarde que había atado a San Buenaventura y su compañero en forma
de cruz para extraer sus corazones.214
Estos sucesos convencieron a Martín de Urzúa de que Kan Ek' no se entregaría pacíficamente, y comenzó con las preparaciones
para un ataque decisivo contra Nojpetén.202 El reclutamiento de refuerzos previamente autorizados era urgente ahora, pero se vio
obstaculizado cuando setenta de los cien soldados se amotinaron y nunca llegaron al campamento de García.215 Las obras de
construcción del camino se redoblaron y un mes después de la batalla de Ch'ich' los españoles alcanzaron la orilla del lago
pertrechados con artillería. Nuevamente apareció un gran número de canoas, y los nerviosos soldados españoles abrieron fuego
con cañones y mosquetes; no se produjeron víctimas entre los itzaes, que se replegaron a cierta distancia e izaron una bandera
blanca.211
Incursión de Amésqueta desde Verapaz, febrero-marzo de 1696
Las autoridades coloniales en Guatemala no tenían conocimiento de los contactos entre las autoridades de Yucatán y los itzaes.
En la segunda mitad de 1695, el presidente Barrios comenzó a planear una nueva expedición contra los itzaes desde Verapaz, tras
recibir duras críticas respecto a la retirada de Juan Díaz de Velasco del lago Petén Itzá en abril de ese año.81 Sin embargo,
Barrios murió en noviembre de 1695 y el oidor José de Escals se convirtió en jefe interino de la administración colonial de
Guatemala. Nombró al oidor Bartolomé de Amésqueta para capitanear la siguiente expedición contra los itzaes.216 Amésqueta
marchó con sus hombres bajo una lluvia torrencial desde Cahabón a Mopán, a donde llegó el 25 de febrero de 1696; los
guatemaltecos todavía no se habían enterado de los enfrentamientos entre las fuerzas de García y los itzaes. La expedición de
Amésqueta sufrió la escasez de mano de obra nativa y de suministros. Veinticinco de los ciento cincuenta hombres estaban
enfermos, y el avance de la expedición se estancó mientras sus miembros descansaban en Mopán.217 El capitán Díaz de Velasco
se ofreció a dirigir una partida de veinticinco hombres hacia el lago; lo acompañaron los frailes dominicos Cristóbal de Prada y
Jacinto de Vargas y también AjK'ixaw, el noble itzá que había sido capturado durante la expedición anterior de Díaz, quien se
desempeñó como guía de confianza, explorador y traductor. Salieron de Mopán el 7 de marzo y, tras cinco días de marcha,
dejaron algunos soldados enfermos con suministros. Al llegar al río Chakal, se encontraron con el grupo de avanzada de los
constructores del camino y su escolta militar. Las dos fuerzas combinadas pusieron a disposición de Díaz cuarenta y nueve
soldados y treinta y cuatro porteadores y arqueros de Verapaz.216 Cuando llegaron a IxB'ol, cerca de la orilla del lago Petén Itzá,
enviaron a Ah K'ixaw como emisario a Nojpetén.218
Amésqueta recelaba de las pequeñas canoas que se les ofrecían, a sabiendas de que los itzaes también tenían canoas con una
capacidad para treinta hombres; también sabía que era una táctica favorita de los mayas de las tierras bajas el persuadir a sus
enemigos para que utilizasen canoas pequeñas para poder separarlos y luego matarlos más fácilmente. Sospechaba que AjK'ixaw
los había traicionado y que esto era precisamente lo que había sucedido con Díaz y sus hombres.222 Como la noche se acercaba y
se encontraba en un lugar vulnerable con pocos víveres y sin ninguna noticia de Díaz y sus hombres, Amésqueta se retiró de la
orilla del lago y sus hombres tomaron posiciones en una pequeña colina cercana.223 A primera hora de la mañana, ordenó la
retirada bajo la luz de la luna, utilizando solo unas pocas antorchas para iluminar el camino.224 Los españoles regresaron al río
Chakal el 25 de marzo y desde allí se retiraron a San Pedro Mártir, a donde llegaron el 9 de abril, acosados por el empeoramiento
de sus condición física, un huracán, diversas enfermedades y rumores sobre la presencia de enemigos en las cercanías.225 La
expedición, agotada, estableció un campamento a nueve leguas —unos 37,7 kilómetros— al norte de Mopán.226
Suerte de la expedición de Díaz de Velasco
Después de la caída de Nojpetén, el fraile Cano describió la suerte final de Díaz de Velasco y sus compañeros; afirmó haber
recibido la información tras entrevistarse con los soldados de Yucatán que participaron en el asalto de la capital itzá y de testigos
choles, aunque no había choles en Nojpetén. El grupo de Díaz llegó a la orilla del lago y los itzaes del lugar les dijeron que unos
frailes franciscanos se encontraban en Nojpetén. Los españoles se mostraron cautelosos al principio y pidieron pruebas, así que
un mensajero itzá les trajo un rosario como muestra. Mirando hacia la isla, distinguieron hombres vestidos de frailes llamándoles
para que cruzasen; en realidad, eran itzaes vestidos con los hábitos de los dos franciscanos que habían sido asesinados
recientemente en la isla. Díaz y sus compañeros subieron entonces a las canoas y dejaron en la orilla a treinta porteadores mayas
con sus mulas y suministros.227
Una vez en el lago, los itzaes volcaron algunas de las canoas y mataron a varios de los hombres de Díaz; a los heridos los
remolcaron a tierra donde los remataron. Díaz, los dominicos y otros dos hombres estaban en una canoa grande que no volcó y
fueron conducidos a Nojpetén, donde se produjo una lucha feroz, ya que Díaz intentó defenderse con su espada y logró matar a
algunos itzaes. Los otros dos soldados fueron pasados por las armas inmediatamente, mientras que los frailes fueron golpeados y
atados a cruces tras lo cual se extrajeron sus corazones. Al otro lado del lago, los itzaes atacaron a los porteadores que guardaban
las provisiones de la expedición y los mataron a todos. Los itzaes dieron muerte a un total de ochenta y siete miembros de la
expedición, incluyendo cincuenta soldados, dos dominicos y unos treinta cinco auxiliares mayas. Posteriormente, tras la caída de
la ciudad, los españoles recuperaron los restos mortales del pequeño grupo que había muerto en Nojpetén y los trasladaron a
Santiago de los Caballeros de Guatemala para enterrarlos.228
Fray Cano recomendó al nuevo presidente de Guatemala trasladar la población chol a Verapaz, para administrarlos debidamente.
Como consecuencia de la fallida expedición, el presidente aceptó las recomendación de Cano, ordenó desmantelar la fortaleza y
deportar a todos los mayas capturados en una amplia franja del sur del Petén a Belén, cerca de Rabinal, en Verapaz. Esta
reubicación fue brutal y despiadada y fue condenada por varios funcionarios coloniales de alto rango, incluidos el oidor José de
Escals y Amésqueta.230
Caída de Nojpetén
La resistencia prolongada de los itzaes se había convertido en una penosa vergüenza para las autoridades coloniales españolas,
que decidieron enviar soldados desde Campeche para tomar Nojpetén de una vez por todas.82 El ataque final fue posible gracias
a la apertura gradual del Camino Real desde Mérida hasta el Petén.231 En diciembre de 1696, el camino había llegado a la orilla
del lago Petén Itzá, aunque estaba casi intransitable en ciertos lugares y todavía faltaba terminarlo.232 En ese momento las
profundas divisiones entre los dirigentes políticos de los itzaes eran tales, que una defensa unificada del reino itzá no era
posible.233
Últimos preparativos
A finales de diciembre de 1696, los itzaes de chak'an atacaron la gran misión quejache en Pak'ek'em, secuestraron a casi todos los
habitantes e incendiaron la iglesia. La desmoralizada guarnición española en Chuntuki enterró sus armas y municiones y se retiró
unas cinco leguas —aproximadamente veintiún kilómetros— en dirección a Campeche.234 Desde finales de diciembre de 1696
hasta mediados de enero de 1697, Urzúa envió
varios grupos de soldados y obreros a lo largo
del camino hacia el lago; el primer grupo, al
mando de Pedro de Zubiaur, tenía
instrucciones de iniciar la construcción de una
galeota, una embarcación de guerra impulsada
por remos.235 A este grupo le siguieron otros
refuerzos que llevaban suministros,
incluyendo armas ligeras y pesadas, pólvora y
alimentos. El 23 de enero Urzúa salió de
El lago Petén Itzá al momento de la conquista.
Campeche con otro grupo de soldados y
arrieros, lo que aumentó el total de refuerzos a
ciento treinta soldados.236 Los españoles fortalecieron sus posiciones en Ch'ich' y desplegaron artillería pesada para su
defensa.237
Martín de Urzúa y Arizmendi llegó con sus soldados a la orilla occidental del lago Petén Itzá el 26 de febrero de 1697, y una vez
allí finalizó la galeota, el barco de ataque fuertemente armado, que tardó doce días en montar en Ch'ich', a principios de
marzo.238 239 La nave tenía una quilla de treinta codos, equivalente a 14,4 metros, y estaba equipada con doce remos a cada lado
y un timón con un tornillo de hierro. Podía transportar a ciento catorce hombres y al menos cinco piezas de artillería, incluyendo
un cañón ligero y cuatro pedreros (morteros).42 La lancha utilizada para cruzar el río San Pedro también fue transportada al lago
para ser utilizada en el ataque contra la capital itzá; esta embarcación contaba con seis remos y un timón.240
Desde el 28 de febrero en adelante, los itzaes hostigaron a las fuerzas españolas en varias ocasiones; a veces disparaban flechas
en dirección a los intrusos, pero sin infligirles bajas.241 Al mismo tiempo, pequeños grupos de itzá curiosos se mezclaban
libremente con los españoles y recibían chucherías, tales como cinturones, collares y pendientes.241
Urzúa decidió entonces abandonar todo intento de lograr la incorporación pacífica de los itzaes al imperio español, y en la
mañana del 13 de marzo puso en marcha el ataque anfibio contra la capital de Kan Ek'.243 244 El campamento en Ch'ich' quedó
defendido por veinticinco soldados españoles, tres mosqueteros mayas y varias piezas de artillería.245 Mientras, Urzúa se
embarcó en la galeota con ciento ocho soldados, dos sacerdotes seculares, cinco sirvientes personales, el emisario itzá AjChan
con su cuñado, y un prisionero itzá de Nojpetén. La galeota surcó el lago hacia el este desde Ch'ich', en dirección de la capital
itzá; a medio camino se encontró una gran flota de canoas que bloqueaba el acercamiento a Nojpetén y se extendía en arco de una
orilla a la otra a lo largo de unos seiscientos metros. Urzúa dio orden de arremeter contra las canoas enemigas para atravesar el
cerco. Un gran número de defensores estaba reunido a lo largo de la orilla de Nojpetén y en los techos de la ciudad. Otras canoas
zarparon de la orilla hasta cercar a la galeota,246 tras lo cual los arqueros itzaes comenzaron a disparar contra los invasores.
Urzúa dio órdenes a sus hombres de no abrir fuego, pero los itzaes hirieron a varios soldados con las flechas y uno de los heridos
españoles disparó su mosquete; en ese momento, los oficiales perdieron el control de sus hombres, que abrieron fuego. Los
defensores itzaes pronto huyeron ante los disparos.247
La ciudad cayó después de una breve pero sangrienta batalla en la que murieron muchos guerreros itzaes; los españoles sufrieron
pocas bajas. El bombardeo de artillería causó la pérdida de muchas vidas en la isla;238 los sobrevivientes abandonaron su capital
e intentaron nadar a la otra orilla del lago; muchos de ellos murieron en el agua.248 El resto se ocultó en la selva, y los españoles
ocuparon una ciudad abandonada.82 Martín de Urzúa plantó su bandera sobre el punto más alto de la isla y renombró Nojpetén
como «Nuestra Señora de los Remedios y San Pablo, Laguna del Itza».249 238 La nobleza itzá huyó y se refugió en
asentamientos mayas dispersos en toda la región del Petén; en respuesta los españoles recorrieron la región con grupos de
búsqueda.244 Estos no tardaron en capturar a Kan Ek', gracias a la cooperación de Chamach Xulu, el gobernante yalain.250 El
rey couoh (Aj Kowoj) también fue rápidamente capturado, junto con otros nobles mayas y sus familias.238 Con la derrota de los
itzaes, el último reino nativo independiente e invicto en el continente americano cayó ante los colonizadores europeos.87
Consecuencias
Martín de Urzúa tenía poco interés en la administración del territorio recién conquistado, cuyo control delegó a oficiales militares
sin prestarles mucho apoyo, ya fuese militar o económicamente.251 Con Nojpetén en manos de los españoles, Urzúa regresó a
Mérida, dejando a Kan Ek' y otros miembros importantes de su familia prisioneros de la guarnición española en Nuestra Señora
de los Remedios y San Pablo. La guarnición —que permanecía aislada entre los couohes e itzaes hostiles que todavía dominaban
la selva circundante— fue reforzada en 1699 por una expedición militar de Santiago de los Caballeros de Guatemala,
acompañada de civiles ladinos (de raza mixta) que vinieron a fundar su propio asentamiento alrededor del campamento militar.
Los colonos trajeron enfermedades que causaron muchas muertes entre los soldados y colonos, y que afectaron fuertemente a la
población indígena. Los soldados guatemaltecos solo permanecieron tres meses antes de regresar a Santiago de los Caballeros de
Guatemala con el rey itzá cautivo, su hijo y dos de sus primos. Los primos murieron durante el largo viaje a la capital colonial;
Ajaw Kan Ek' y su hijo pasaron el resto de su vida bajo arresto domiciliario en la capital guatemalteca.238
Cuando los españoles conquistaron los lagos del Petén en 1697, los yalain colaboraron inicialmente y ayudaron con la captura del
rey de los itzaes. En ese momento, Chamach Xulu era el señor de los yalain. Los gobernantes yalain alentaron la conversión
cristiana como medio para mantener la paz con las fuerzas de ocupación españolas. Conforme pasó el tiempo, parece que
disminuyó la cooperación yalain.250 Poco después de la conquista, los yalain comenzaron a abandonar sus asentamientos para
evitar el hostigamiento de grupos de soldados españoles que se apropiaban de alimentos y secuestraban mujeres mayas para
hacerlas «servir» en sus cuarteles. En aquel momento, el resentimiento hacia las fuerzas de ocupación era tal, que los habitantes
de los asentamientos yalain prefirían quemar sus cosechas y romper toda su cerámica antes que cayesen en manos de los
españoles.252 Según los registros coloniales, la capital yalain fue incendiada en 1698.253
El camino a Yucatán cayó en un estado de deterioro debido a la distancia entre Iglesia colonial española en Dolores.
Nuestra Señora de los Remedios y San Pablo (antes Nojpetén) y Mérida, así
como las dificultades del terreno y la hostilidad de los indígenas en la región.231
En 1701, Urzúa y Arizmendi se dio cuenta de que el camino estaba en un estado tan malo que Yucatán no podía enviar
suministros a la guarnición española. Escribió al rey de España, solicitando que el Petén fuera transferido de la jurisdicción de
Yucatán a la de la Real Audiencia de Guatemala,255 petición concedida en 1703 con la condición de que la autoridad eclesiástica
sobre el Petén pasara a la orden de los dominicos.256
Entre 1703 y 1753 se establecieron reducciones en San José y San Andrés en la orilla del lago Petén Itzá, así como en Santa Ana
al sur del lago, y en San Luis, Santo Toribio, y Dolores —que no debe confundirse con Dolores del Lacandón— más hacia el
sur.256 3 257 Cada uno de estos asentamientos tenía su propio pastor que respondía al vicario general situado en la guarnición
española de Nuestra Señora de los Remedios y San Pablo.256 En las primeras décadas del siglo XVIII se construyeron iglesias en
cinco pueblos coloniales: Dolores, Remedios, San Andrés, San José y Santo Toribio.258 La iglesia de Dolores fue construida en
1708, probablemente bajo la supervisión de Juan Antonio Ruiz y Bustamante.259 En 1699, el Petén contaba con nueve
sacerdotes, pero posteriormente, durante la época colonial, por lo general escaseaban en la zona. A pesar de las objeciones de los
dominicos presentes en el sur del Petén, los franciscanos siguieron proporcionando clero desde Yucatán, y fue esta última orden
que supervisó el bienestar espiritual del Petén durante el período colonial.260
AjTut era uno de los señores de Chak'an Itza', la provincia norteña del conquistado reino itzá; el fraile Avendaño lo había
conocido durante su expedición a Nojpetén. Después de la conquista, AjTut se trasladó de la orilla norte del lago Petén Itzá a
Mompana, una región situada entre el lago Yaxhá y las ruinas de Tikal. Durante algunos años después de la conquista convirtió la
región de Mompana en un refugio contra los españoles, y mantuvo una guerra fratricida contra los sobrevivientes couohes en el
sur.261
En 1702-1703, los sacerdotes católicos de Yucatán fundaron varias misiones alrededor del lago Petén Itzá.238 Los primeros
poblados que fueron concentrados en las llamadas reducciones coloniales fueron Ixtutz, que se convirtió en el nuevo poblado de
San José, y el poblado cercano de San Andrés, ambos en la orilla norte del lago.256 3 Primero fueron subyugados por uno de los
oficiales de Urzúa, Cristóbal de Sologaistoa, antes de pasar al cuidado de los frailes dominicos para la conversión cristiana de los
habitantes.256 Los sobrevivientes itzaes y couohes fueron reasentados en los nuevos pueblos coloniales mediante una mezcla de
persuasión y fuerza. Los líderes indígenas en estas misiones se rebelaron contra las autoridades españoles en 1704 y casi lograron
retomar Nojpetén,90 238 pero la rebelión fue aplastada rápidamente, a pesar de que había sido bien planificada. Sus cabecillas
fueron ejecutados y la mayoría de las misiones, abandonadas; hacia 1708 solo quedaban unos seis mil mayas en el centro del
Petén.238 Las reducciones fracasaron en gran parte porque los misioneros encargados de convertir a los habitantes no conocían el
idioma itzá.256
Legado de la conquista
Martín de Urzúa utilizó la conquista del reino itzá como peldaño para alcanzar el codiciado puesto de gobernador general de
Filipinas, que asumió en 1709.262 Las enfermedades introducidas por los europeos redujeron considerablemente la población
nativa del Petén, y sus efectos se agravaron por el impacto psicológico de la derrota militar. La población alrededor del lago Petén
Itzá contaba entre veinte mil y cuarenta mil habitantes en 1697. Hacia 1714, el censo registró poco más de tres mil habitantes en
el Petén, incluyendo la población no indígena. Este número probablemente no incluía a los llamados «salvajes», es decir, a la
población maya que vivía en la selva, lejos del control de las autoridades coloniales españolas. En 1700 la cabecera colonial del
Petén estaba poblada principalmente por colonos, soldados y convictos.263 Durante la segunda mitad del siglo XVIII, los indígenas
adultos de sexo masculino fueron fuertemente gravados y a menudo se vieron obligados al peonaje por deudas. El occidente del
Petén y el territorio adyacente de Chiapas permanecieron escasamente poblados, y los habitantes mayas evitaron el contacto con
los españoles.264
San José, en la orilla noroeste del lago Petén Itzá, es el hogar de los últimos hablantes del idioma itzá. El apellido couoh aún
existe, pero los pueblos couoh e itzá se fusionaron y ya no existen como grupos étnicos distintos. En la época contemporánea,
existe rivalidad y conflicto entre San José (la antigua localidad itzá de Chakok'ot) y San Andrés (la antigua localidad de Chak'an,
aliada a los couohes), y es posible que estos tengan su origen en la antigua hostilidad entre los itzaes y couohes.265 266 38
Fuentes históricas
Hernán Cortés describió su expedición a Honduras en su quinta carta de relación,267 en la
cual detalla su expedición a través de lo que hoy es el departamento del Petén en
Guatemala. Bernal Díaz del Castillo acompañó a Cortés en esta expedición a
Honduras.268 Escribió un largo relato sobre la conquista de México y las regiones
vecinas, titulado Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.269 Terminó su
relato hacia 1568, unos cuarenta años después de las campañas que se describen;270 el
relato incluye su propia descripción de la expedición de Cortés.268 En 1688 el historiador
colonial Diego López de Cogolludo detalló las expediciones de los misioneros españoles
Bartolomé de Fuensalida y Juan de Orbita en 1618 y 1619 en su relato titulado Los trés
siglos de la dominación española en Yucatán o sea historia de esta provincia; se basó en
el informe de Fuensalida, que se perdió posteriormente.271
El fraile franciscano Andrés de Avendaño y Loyola hizo su propio relato de sus viajes a
Nojpetén de finales del siglo XVII, el cual escribió en 1696 con el título Relación de las
Portada de Historia de la
entradas que hice a la conversión de los gentiles Ytzaex. Cuando los españoles finalmente
Conquista de la Provincia de
conquistaron el Petén en 1697, produjeron una gran cantidad de documentación. Juan de
el Itza publicado por el
Villagutierre Soto-Mayor era un funcionario colonial español que inicialmente ocupó el relator del Consejo de Indias
cargo de relator de la Real Chancillería de Valladolid y posteriormente el de relator del en 1701, cuatro años
Consejo de Indias. Como tal tenía acceso a una gran cantidad de documentos coloniales después de la caída de
almacenados en el Archivo General de Indias. A partir de estos escribió Historia de la Nojpetén.
Conquista de la Provincia de el Itza, reducción, y progressos de la de el Lacandón, y otras
naciones de indios bárbaros, de la mediación de el Reyno de Guatimala, a las provincias
del Yucatán en la América Septentrional. La obra fue publicada por primera vez en Madrid en 1701 y detalla la historia del Petén
desde 1525 hasta 1699.272
Arqueología
Urzúa se refirió a la localidad portuaria occidental de Ch'ich' como «Nich». El nombre moderno de un lugar en el lado sur de la
bahía lacustre es Punta Nijtún, que deriva probablemente del yucateco colonial nix tun, cuyo significado es «rampa de
piedra».273 274 Los arqueólogos que efectuaron excavaciones en la orilla del lago en Punta Nijtún descubrieron una rampa de
piedra, probablemente la que fue construida por las tropas de Urzúa para lanzar su galeota.273
Véase también
Conquista española de los mayas
Capitanía General de Guatemala
Conquista de Guatemala
El Petén
Historia de Guatemala
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Notas y referencias
Notas
a. El conquistador Bernal Díaz del Castillo llamó la ciudad Tayasal, aparentemente una derivación de las palabras
itzá ta itza («en el lugar de los itzaes»). El propio rey itzá Kan Ek' se refirió a la ciudad con el nombre de
«Nojpetén» cuando habló con los españoles en 1698.1 Nojpetén, viene del itzá noj peten y significa «gran
isla».2
b. Dos asentamientos coloniales españoles en Quintana Roo llevaban el nombre de Bacalar. La principal localidad
de ese nombre era Salamanca de Bacalar, a menudo abreviado como Bacalar, cerca de Chetumal en la costa
del Caribe. Bacalar-de-Chunjujub', Chunhuhub moderna, era un pequeño asentamiento en el camino hacia
Mérida.91 4 En este artículo, a menos que se indique lo contrario, todas las referencias a Bacalar se refieren a
Salamanca de Bacalar.
c. IxPimienta era un pueblo al oeste de Bacalar, en el camino estrecho que conectaba Yucatán y Petén, situado en
el cruce del camino a Tipuj. En 1561 estaba habitado por mayas que huyeron de las regiones vecinas ya
conquistadas, y en 1622 la mayoría de los habitantes eran originarios del noroccidente de Yucatán, una región
ya controlada por los españoles.98
d. El fraile franciscano Andrés de Avendaño y Loyola, que se encontraba en Mérida en septiembre de 1695, se
reunió con la delegación itzá-yalain. Posteriormente, durante su viaje a través del territorio yalain —tras visitar
Nojpetén en enero de 1696 con el objetivo de establecer contacto con los líderes del reino itzá e iniciar la
conversión de los itzaes— Avendaño informó a los yalain sobre la delegación, que aún no había regresado de
Mérida.118
e. La legua es una unidad de medición española que equivale a cinco mil varas. Esto equivale aproximadamente a
4,2 kilómetros.133 Todas las distancias en este artículo se basan en esta conversión, pero están sujetos a
estimaciones a veces muy aproximadas en las fuentes.
f. Los españoles a menudo utilizaron el término «pardo» para referirse a mulatos pero el término fue también
utilizado para referirse a la raza mixta de negros e indígenas.153
g. Tanxulukmul es también el nombre de un refugio itzá mencionado en el Chilam Balam de Chumayel. Este fue
probablemente el mismo sitio, y ha sido identificado de manera tentativa como las ruinas de Akte, cerca de Motul
de San José, un extenso sitio del periodo Clásico ubicado a tres kilómetros de la orilla norte del lago Petén
Itzá.186 187
h. Saklemakal puede probablemente ser identificado como las ruinas de Kantetul, dos kilómetros al norte de Motul
de San José.188 189
Referencias
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Enlaces externos
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