La necesidad de mejorar las empresas pecuarias, maximizando la productividad, llevaron

al uso de antibióticos a niveles sub terapéuticos como promotores de crecimiento, con el

propósito de disminuir la incidencia de algunas enfermedades y mejorar la utilización de los
nutrientes por parte del animal, sin embargo, estas sustancias generan una preocupación
a nivel mundial por la posible resistencia de algunos microorganismos a ciertos antibióticos,
y que podrían de manera potencial transferir genes resistentes desde los animales hacia la
microbiota humana.

Es evidente que el consumo de carne de cerdo es importante para el ser humano, debido
a las bondades proteicas de alto valor biológico que este alimento contiene.
Es por ello que el número de cerdos sacrificados ha ido aumentando, según estudios en
2009 se sacrificaron más de 10 animales por persona en el planeta. Si esta tasa continúa,
este año se tendrán que sacrificar 76 mil millones de animales para satisfacer el consumo
de carne a nivel mundial. Es por ello que el uso bacterias probióticas aisladas de la misma
flora intestinal del animal, representa una alternativa para satisfacer la demanda de
producción debido a que su aplicación permitirá que los cerdos se desarrollen en mejores
condiciones y permitirá disminuir las causas de muerte de los mismos, además se obtendrá
productos libres de enfermedades y agentes tóxicos que puedan afectar la salud del
consumidor.

Existen otras variables como las carencias sociales, las cuales, también determinan el
consumo de carne; la producción de carne de cerdo, debido al implemento de muchas
técnicas y uso de muchas sustancias es muy costosa, es por ello, que estos productos
tienen precios más elevados con respecto a otros del mercado.

Uno de los problemas que hoy presenta la humanidad son los brotes de enfermedades o
alertas sanitarias que son provocadas por microorganismos que están directamente
relacionados con los animales. Especialmente debido a que los animales liberan toxinas y
microorganismos a través de sus heces y estas pueden dispersare en el ambiente. El uso
de probioticos mitigara estos riesgos debido a que son suministrados a través de inyección
o el pienso cumple su función en el organismo y de igual forma son desechados a través
de heces con las demás sustancias y no pierden sus cualidades inhibitorias reduciendo así
la formación de toxinas o sustancias como el amoniaco.

Existen cosas importantes que se deben tener en cuenta, una de ellas es que la resistencia
a los antibióticos es un problema real, con enormes consecuencias para nuestro planeta y
se cree que para el año 2050 se convertirá en la causa número uno de mortalidad de las
personas en nuestro planeta. Es por ello, que es importante entender, es que la resistencia
es persistente, toma mucho tiempo eliminar la resistencia del sistema una vez que se ha
establecido. En términos de valor para el agro, sí es posible producir animales libres de
antibióticos y una forma de hacerlo es usando bacterias probióticas aisladas del intestino
grueso de cerdos u otro animal con una flora intestinal similar.