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Mar y Nieve

las olas golpeaban los riscos, el sol caía tiñendo todo de diferentes colores naranjas. Dos seres que
se empezaban a conocer no dejaban de ver el atardecer desde que llegaron. Él desvió ligeramente
la mirada, apreciando la singular belleza de ella; se habían cumplido dos días desde que estuvo al
borde de la muerte, al parecer la fragilidad que ella mostraba solo era una ilusión, pudo sobrevivir
a unas posibilidades que jugaban en su contra. Al darse cuenta que la miraba más de lo normal,
una pregunta surgió «¿porque?», no lo sabía y tampoco quería averiguarlo. Hinata estaba perdida
en los intensos colores del cielo reflejados en las aguas del lugar, se llenó de paz y una sensación
de vacío se anido en su triste corazón ya que le trasportaban a tristes y oscuros recuerdos
suprimidos en su memoria, los cuales le ocasionaban gran dolor y sobre todo culpa.

-¡Andando!- dijo mientras se adelantaba

Ella no dijo nada, solo lo siguió. La expresión en su rostro era indescifrable, escuchaba de manera
lejana el romper de las olas, estaba demasiada perdida en sus recuerdos.

-lo.. lo siento- se disculpó al chocar torpemente con él

Sasuke la miró, no entendía el “porqué” de su extraño comportamiento, estuvo rebosante de


felicidad en el desierto y ahora lucia completamente distante del lugar. Hinata se sintió intimidada
por la mirada tan penetrante, se obligó a concentrarse y olvidar por un momento sus recuerdos.
Luego de un breve silencio, se dio cuenta que estaban muy cerca de una pequeña cabaña que se
ubicaba a una altura media de un risco. Habían caminado tanto que no se percato de cuanto
habían avanzado. El fastidio de él era palpable, verla tan desconcentrada lo molestaba. Le hizo un
ademan con la cabeza para que subiera, ella obedeció. Cuando estuvo en frente de la puerta, noto
que estaba cerrada con chakra y un peculiar sello.

-apártate- ordenó

Se hizo a un lado sin replicar a pesar del poco delicado pedido de su protector. Sasuke hizo una
posición de manos con un sello y pudo abrir la puerta; él entro primero seguido por ella. La
cabaña era realmente hermosa, rustica, pero hermosa, no había muchas cosas, un futon que
estaba enrollado, un estante, una pequeña cocina que parecía a leña, una alacena y una mesa
pequeña. El sonido estruendoso de la puerta la hizo respingar, miro momentáneamente la cara de
sasuke que lucia bastante agotado.

-nos quedaremos aquí unos días, creo que hay víveres en ese estante.. revísalo- le ordenó - de lo
contrario tengo que ir por más..- finalizo

-ha...hai- respondió con timidez

Dejaron su equipaje en el suelo y comenzaron a despolvar lo poco que había en esa pequeña
cabaña, abrieron la única ventana; Hinata se encargó de acomodar el área de la cocina miro la
pequeña despensa donde solo había arroz y soya, se recogió el cabello para que le ayudara a
realizar mejor su trabajo. Mientras que Sasuke comenzó a desempolvar el área del dormitorio,
desenrollo el futon para colocarlo en el suelo que previamente había barrido, saco las sabanas
pero era tanto el polvo que lo hizo estornudar.
-salud- dijo Hinata con una dulce sonrisa

Lucia tan cómoda, no demostraba molestia al realizar ese tipo de tareas hogareñas; el rastro de
duda en él desapareció al verla de esa manera; pensó tontamente que ellaestaba acostumbrada a
que hicieran ese tipo de cosas por ella por la posición que ostentaba en su clan pero verla de esa
forma solo lo confundía mas, ¿Quién demonios era Hyuga Hinata?.

Después de haber culminado todo comenzaron a desempacar; sacaron la ropa sucia y los víveres
que le habían dado los pobladores del desierto; no eran muchos, pero podrían sobrevivir. Hinata
procuro sacar su ropa de tal manera que Sasuke no la viera ya que sentía mucha vergüenza de que
viera su ropa interior, en cambio a él poco le importo si miraba su ropa sucia.

-¿Y?..- rompió el silencio buscando una respuesta obvia

Ella pensó por instante, rápidamente reacciono.

-etto.. solo hay arroz y soya-

- tsk.. tendré que ir por más... - dijo con fastidio ante la idea de tener que ir por víveres

-¡Sasuke san, espere!- llamó antes que saliera- bueno.. yo.. tengo algo de dinero..- su voz sonó
tímida.

Sasuke miro como ella sacaba el dinero de un pequeño bolso que tenía alrededor de sus caderas.

-por favor acéptelo..- extendió sus manos para ofrecérselo

-tsk..- tomo el dinero con premura y salió de la pequeña cabaña

Hinata sonrió al verlo, por alguna extraña razón ya no sentía tanto miedo de estar junto a él. Miró
a su alrededor supuso que se quedarían algunos días ahí, viviría solo con él; tuvo un leve sonrojo
de la sola idea de vivir sola con un hombre, pero desecho la idea ya que había pasado mucho con
él, comportarse de una manera renuente era algo innecesario. Se acercó a la ventana, vio que el
anochecer se hacía presente lentamente, la brisa marina acariciaba su nariz llenándola de una
sensación de nostalgia, se quedó contemplando como los colores del día iban desapareciendo
hasta que la noche cubrió todo el lugar. El sonido de las olas golpear los riscos era música para
ella, después de perderse en la oscuridad de la noche, quedo en las penumbras todo el recinto,
busco el lamparín que notó cuando llegó lo encendió para iluminar ligeramente la habitación
entonces noto la ropa sucia de sasuke, al parecer él se iba ha demorar y no tuvo mejor idea que
lavarla junto a la suya, reunió todo lo que estaba sucio, pero en ese momento se escuchó la puerta
abrirse.

-¿Qué haces?- pregunto con el ceño fruncido al ver su ropa junta a la de ella

-etto.. bueno.. yo..- comenzó a jugar con sus dedos- yo.. yo quería lavar la ropa- dijo con timidez

-tsk... Hyuga tonta...- dijo con frialdad

No había palabras para describir lo que estaba sintiendo en ese momento, la vergüenza era poco
para lo que sentía. Sasuke se puso delante de ella, dejo en el suelo una bolsa grande, Hinata tenía
la mirada agachada, se sentía tan pequeña.
-toma- extendió su mano después de sacar algo de aquella bolsa, ella alzo su mirada lentamente-
necesitaras esto..- dijo con frialdad

Hinata tomo por reflejo lo que parecía una bolsa de detergente, dirigió su mirada hacia donde
estaba él, luego miro el producto que tenía en la mano. sinceramente no podía creer lo que estaba
pasando.

-¿te vas a quedar mirándome?-dijo con sarcasmo

Los colores en el rostro de ella llegaron como una explosión, rápidamente se dispuso a realizar la
tarea. Sasuke miro con una sonrisa de lado la prisa por lavar la ropa, le sorprendió el ímpetu de
ella de hacerlo a pesar que fuera de noche, la observo como amontonaba la ropa, encendió otro
lamparín para iluminar mejor el recinto entonces noto que la ropa que ella traía puesta estaba
sucia y bastante maltratada, se apretó el puente de la nariz ya que se sentía bastante estúpido por
lo que iba hacer. Se acercó al estante que estaba cerca del futon para sacar algo de su ropa.

-¡Hyuga!- llamo y lanzo una camisa larga con el símbolo de su clan

Ella volteo al llamado, observo un objeto era lanzado y lo atrapo por reflejo.

-ponte eso..- ella asintió.

Hinata estaba sumamente apenada; observaba el traje prestado de Sasuke con muchas dudas y
sobre todo vergüenza en su cabeza. Él sonrió con malicia al verla tan nerviosa entonces comenzó a
sacarse la ropa, ella se dio cuenta y se volteó rápidamente con la cara completamente roja.

Después de unos minutos sin poder moverse, sintió que unas prendas eran lanzadas hasta sus
pies, ella bajo ligeramente la mirada y pudo notar que era ropa de Sasuke. Comenzó a temblar, la
sola idea de que él estuviera totalmente desnudo detrás de ella la llevaba al punto del desmayo.
Sasuke totalmente desnudo se colocaba su ropa lentamente, pudo verla temblar, mientras ella
negaba seguramente con alguna tonta idea en su mente, sonrió ante este último acto. Sin tener
más que hacer se dirigió a la puerta con obvias intenciones de dejarla sola. Hinata entendió este
último acto e inmediatamente se sacó la ropa para colocarse la prenda que le había dado, pudo
ver que era una camisa bastante larga, con seguridad le quedaba como vestido; se sacó el short,
las medias, la blusa con el cinturón; cuando estuvo solo con rapa interior los colores se le subieron
al rostro tenía que sacárselos estaban sucios; entonces tuvo la idea de utilizar las vendas que tenía
en su mochila para colocárselo como sujetador y una braga improvisada; se colocó la camisa que
era bastante grande pero no le alcanzaba a cubrir todo, como era de noche pensó que él no lo
notaria, se recogió el cabello y ajunto toda la ropa utilizando la capa de Sasuke como bolsa; se la
puso al hombro para luego salir, cuando estuvo afuera se encontró con la figura de su protector
que la aguardaba.

-sígueme..-otra vez las ordenes sin sutileza del Uchiha

Hinata no entendió pero obedeció. Con la luz de un flameante lamparín Sasuke la llevo hacia un
lado del gran risco donde había una pequeña cueva la cual tuvieron que agacharse para poder
entrar, Hinata tuvo que arrastrar lo que traía ya que no podía mantenerlo en su hombro por la
altura; la entrada se comenzó a tomar altura, la mirada de ella no dejaba de palpitar, lo que estaba
delante de ella era realmente hermoso, Sasuke dejo el lamparín a un lado.
Aquel risco donde rompían las olas, tenía una infraestructura hueca, la cual tenía un canal donde
fluía agua que se podía tomar ya que el risco servía como filtro, el espacio era realmente grande
con varias fosas, las cuales podrían servir para bañarse sin ningún problema.

-esto.. esto es... esto es realmente hermoso- llevo sus manos hasta su pecho.

A pesar de la poca iluminación algunas piedras podrían brillar en la oscuridad producto de los
minerales y la sal del lugar. Sasuke observo la reacción de ella, aparto inmediatamente la mirada,
últimamente solía mirarla tanto.

-mira bien donde pisas... hay muchas fosas- sonaba irónico decírselo a un Hyuga- puedes lavar allí-
señalo una pequeña fosa

-¡hai!-

-tsk..- chasqueo la lengua saliendo del lugar

Hinata lo miro marcharse, ese caminar arrogante y petulante atraía su mirada con una sensación
extraña en su pecho.

Las horas pasaban, el frio en el lugar era muy notorio. Hinata se encontraba acurrucada en el
delgado futon, temblando por el clima y en una esquina estaba el ultimo sobreviviente de los
uchihas quien estaba inmerso en sus pensamientos. Después de que terminara de lavar, Hinata sin
recibir alguna orden comenzó a preparar algo para cenar, algo sencillo y sabroso, comieron con el
acostumbrado silencio y ha diferencia de las otras veces, él aceptó la comida sin réplica. No hubo
mucho que decir, después de terminar se retiraron a descansar, ni siquiera le dio oportunidad de
decirle que tomara el lugar en el futon ya que sin decir absolutamente nada se dirigió a una
esquina, muy avergonzada tomo el lugar en el delgado futon. Sasuke trato de dejar su mente en
blanco para poder dormir un poco, los últimos días habían sido bastantes demandantes, incluso
para él tenía repercusión. Fue cerrando los ojos lentamente, a pesar de eso no dejaba de
contemplar la silueta de aquella bella dama que yacía dormida delante de él.

Un triste sueño la hizo despertar en medio de la noche. la llama del lamparín amenazaba con
extinguirse, una sombra se reflejaba en el suelo, llevó su mirada hacía donde dormía Sasuke. El
frágil corazón de Hinata se estrujo, su protector temblaba bastante, se sintió tan egoísta por estar
durmiendo cómodamente mientras que él dormía sin ninguna comodidad; arrastró la brazada que
tenía y lo cubrió con ella, lo arropó. Lucia bastante cansado, tenía el semblante un poco débil; se
quedó por un momento cerca para poder escuchar su respiración.

Sasuke no es tan malo como parece...

Aquellas palabras de Naruto resonaban en su cabeza, le dio la razón cuando lo volvió a mirar. A
pesar de todos los malos tratos, de las pruebas, Él siempre estaba allí, con su poca paciencia
estaba allí, la ayudo cuando se desmayó en el desierto, la ayudo a sobrevivir. ¿Sasuke era un
hombre de palabra o quizá lo hacía de corazón?, pensó. Acercó el futon hasta su costado,
lentamente lo recostó y lo volvió a cubrir.

Sasuke-san está muy cansado- pensó al ver que no reaccionó cuando lo acomodó
El sonido de las olas era lo único que se escuchaba, a pesar de ser tarde decidió salir para apreciar
como la noche cubría la playa, cuando abrió la puerta el frío la hizo respingar, no tenía nada para
poder cubrirse, pero aun así salió. Sus pies se hundían en la arena, se abrazó a sí misma para darse
calor, siguió caminando hasta que las olas acariciaron sus pies, inconscientemente se puso de
puntillas al sentir la frialdad de estas, pero se acostumbró y siguió caminando. En el cielo no había
rastros de estrellas, ni de la luna, todo estaba en la oscuridad pero escuchar el sonido de las olas le
traían tanta paz, respiró profundo llenando sus pulmones con el aire propio de la playa,
sintiéndose más libre que nunca, entonces supó que no se rendiría hasta lograrlo.

.
Los rayos de la mañana se colaron por la ventana, un débil rayo cayó cerca en la vista del Uchiha
quién despertó ante la incomodidad de la luz. Se deslizó debajo de las sábanas, mientras rascaba
uno de sus ojos por la repentina incomodidad, frunció el ceño al observar como estaba, «¿como se
atrevía ha acomodarlo, arroparlo como un niño?», dirigió su gélida mirada hasta donde estaba la
culpable de tal acto pero rápidamente un olor muy agradable acarició su nariz.

-despertó...Buenos días Sasuke-san- dijo con una sonrisa en el rostro- preparé el desayuno..-

Hinata se acercó con cierta incertidumbre, temía molestarlo con su actitud.

-tsk...-

A pesar de los pocos productos que Sasuke había traído de la villa más cercana, Hinata se las pudo
arreglar para preparar un desayuno decente. Puso delante de él, un plato de avena con una
infusión de té; preparo la cantidad necesaria para que los dos desayunaran. Ella se situó delante
de él para compartir ese momento del día. Él tomó el té que estaba algo caliente, lo sopló para
después beberlo, su vista se posó en la hermosa dama que estaba delante de él. Hinata quien
tenía tanta porte y elegancia de una princesa cuando tomaba su té con tanto garbo y educación.

Debió haber tenido una educación estricta- pensó

El acostumbrado silencio reinaba entre los dos, aunque el sonido de las olas y el olor de brisa
marina adornaban la mañana, Hinata desvió su mirada hacia donde estaba la ventana, un rayo de
sol se posó en su delicado rostro, iluminando convenientemente sus ojos perlas con toques lilas; la
mirada negra se perdió en aquella hermosa escena, digna de una pintura. Hinata era hermosa, era
jodidamente bella pero él no se atrevía a aceptarlo, descendió su mirada para no verla pero la
escena se tornó más bochornosa porque como estaba vestida. La camisa de mangas largas que le
había prestado acentuaban sus generosos senos, la caída en v hacía que su cuello se viera tan
largo y donde caía la punta se podía notar las vendas que pretendían ser un sujetador. Su mirada
llegó hasta donde empezaban a verse sus muslos blancos hasta sus hermosos pies. Esa piel tan
blanca, tan delicada era una tentación para cualquiera entonces recordó las veces que pudo rozar
con las yemas de sus dedos, esa sensación electrizante de tocar cada poro de su piel, le provocaba
una sensación extraña que se negaba a aceptar.

-sasuke san- dijo aun viendo hacía la ventana

Sasuke inmediatamente desvió la mirada, lo último que hubiera querido, era que ella lo
descubriera viéndola.
-¿esta cabaña es de usted?- se atrevió a preguntar.

Ella lo miró con un poco de temor, quizá por el atrevimiento de la pregunta, Sasuke bebió más su
té y la miró directamente.

-hace año y medio- al parecer esa respuesta seca y cortante no satisfacía la curiosidad de la Hyuga-
.. tsk... en mi viaje pasé exactamente por los lugares que hemos recorrido, llegué a esta playa
después de sobrevivir por el desierto, ha diferencia de ahora yo no pedí ayuda en aquella aldea-
sonó como regaño- este lugar me es agradable, lejos de gente fastidiosa y de problemas. Me las
arreglé para construirla en esta rocas, nadie viene por aquí y si lo hicieran.. o si trataran de entrar
el sello que está en la puerta se activará- explicó acabando de desayunar.

- es un lugar muy bello sasuke san y... ¿viene seguido?- preguntó con timidez

-cuando quiero alejarme de todo vengo, cada mes o cada dos meses- finalizó

Después de aquel relató corto, Hinata le dedico una tierna sonrisa, no quería aturdirlo con un
"gracias por la confianza", se levantó llevando con ella los utensilios utilizados, cuando se paró los
ojos negros se posaron en la piernas de ella.

Eres un imbécil sasuke- pensó y se recostó

Hinata se distrajo lavando los platos, cuando termino vio que sasuke estaba recostado en el futon,
supuso que estaba muy cansado, se asustó pensando que quizá lo había incomodado por la
pregunta que le formuló, se detuvo a dos pasos para tocarle el hombro para preguntar ¿como
estaba?, pero retrocedió; lo último que quería era molestarlo. Sasuke sintió la cercanía de ella,
estaba casi seguro que lo tocaría, pero no lo hizo, aquel inocente acto lo molestó, pero no sabía el
“porqué”.

La ropa lavada la noche anterior había sido tendida en los riscos apoyadas con pequeñas piedras
para que no se volaran por el fuerte viento. Hinata había ido a verificar si todas estaban en su
lugar, para su mala suerte la ropa interior de sasuke se había vuelto ha ensuciar, con el rojo vivo
en rostro lo volvió a lavar.

Sus pasos regresaron a la cabaña para llevar consigo aquel balde de madera para poder llevar agua
hasta la cabaña ya que se acercaba la hora del almuerzo. Se tomó el tiempo de revisar que había
para poder cocinar; habían algunos vegetales, un poco de arroz y soya, entre otras cosas más; salió
raudamente de allí con la idea exacta de lo que prepararía.

Las algas que crecían en los riscos fueron la mejor opción que encontró, hace mucho que no comía
un sencilla sopa de algas; utilizó su byakugan para poder localizar algunos peces atrapados en
algunas fosas pocos profundas entre peñascos donde rompían las olas; tomó lo necesario y de
dirigió hacia donde estaba aquella pequeña cabaña.

Sasuke trataba de dormir, el viaje había sido bastante agotador para él pero no podía hacerlo ya
que los ruidos de la cocina lo abrumaban demasiado, estuvo a punto de decirle que no hiciera
tanta bulla pero el olor que desprendía la comida de ella lo detuvo. Era un olor tan particular, el
olor de un hogar, de una familia, el olor nostálgico que lo trasportaba a aquellos días donde desde
las afueras de su casa podía percibirlo para luego dirigirse corriendo hasta la cocina donde lo
recibiría su madre, la hermosa Mikoto Uchiha, se estremeció y frunció el ceño al recordar tan
claramente a su amada madre.

-sasuke san- aquella dulce voz de nuevo

Él giró su cuerpo sin mucho ánimo encontrándose con el dulce rostro de su protegida con dos
platos de comida y una infusión delante de él. Sasuke se vio obligado a sentarse, lo último que
quería era que ella lo tratara como un maldito enfermo al traer el almuerzo en la cama.

-¿Qué es?-

preguntó mientras levantaba el plato de sopa

-es sopa de algas, con arroz blanco y pescado frito, con té- explicó

-tsk-

La comida era exquisita, resaltaba que tenía talento para la cocina, pero no se lo diría, nunca lo
haría porque simplemente no estaba en su naturaleza; pensó que fue difícil para ella comer
aquella horrible comida que se deslizaba por el desierto, sonrió con cierta malicia al suponer lo
asqueada que pudo haber estado por comer serpientes y lagartijas. Mientras todas esas ideas
pasaban por su cabeza, Hinata observaba que sasuke comía con cierto entusiasmo, con uno
disimulado, pero al fin y al cabo entusiasmo, el cual lo tomo como un cumplido.

-¿cuanto tiempo nos vamos a quedar aquí?-

La inocencia de su pregunta no pudo aminorar la apatía de la persona que estaba delante de ella.

-Ya quieres irte-dijo fastidiado

ella quiso replicar, pero el prosiguió

-….no digas nada, tu opinión no me importa, nos quedaremos aquí el tiempo que sea necesario..-
la mirada fría y cortante fue directamente hasta sus ojos- no quiero verte enferma para que luego
te vuelvas un estorbo..-

Aquellas palabras tan hirientes una vez más salían de sus labios como navajas, le dolieron tanto
pero trato de disimularlo bajando su mirada; sasuke entendió el alcance de sus palabras al ver la
sombra en el rostro de ella y su prisa al comer. Ella lo afectaba bastante, más de lo que quería
aceptar.

.
Las olas rompían en los riscos, el olor de la refrescante brisa eran percibidas por un hermosa joven
de ojos aperlados, que estuvo horas viendo el mar. Hinata secaba la última lágrima después de
haber llorado tanto, la situación con Sasuke era insostenible, trato de agradarle de muchas formas,
pero sus fuerzas empezaron a flaquear. Su triste mirada observaba el danzar de las olas, con la
típica espuma que llegaba a la orilla y los animales que se escabullían en la arena.

-tienes.. tienes que poder Hinata.. tienes que hacerlo..-

Se decía entre sus sollozos, dándose ánimo para continuar. Mientras el sol caía tiñendo el
firmamento con esa peculiar paleta de colores; ella se preguntaba ¿Como pueden enamorarse de
alguien como él, si era tan cruel?. Durante mucho tiempo vio el amor obsesivo de sus amigas hacía
él pero ahora no entendía el “porque” de su ferviente amor. Sasuke era muy atractivo pero cruel,
jodidamente cruel.

El frío se hizo presente, Hinata comenzó a estremecerse por el contacto en su piel, reunió la poca
fortaleza que tenía para ponerse de pie; llenó sus pulmones del aire puro de la playa para hacer
algo que hace mucho no hacía, entrenar.

La noche se empezó a cubrir el lugar, las olas se hicieron más grandes producto de la luna, ella
supo que era el momento.

Hinata se colocó en posición de salida, reunió chakra en sus pies, quería intentarlo, hacer algo
diferente a su entrenamiento, hacer algo que quiso cuando llegó a esa playa. Comenzó a correr
directamente hacia dónde estaban las grandes olas, quería traspasarla, quería llegar más allá de
estas; esa parte quieta de las aguas turbulentas, quería practicar allí por extraño que parezca. Sus
raudos pasos llegaron hasta estar enfrente de una gran ola, trató de abrirse paso, pero fue en
vano; esta fue más rápida que ella y la termino arrojando a la orilla. Mientras estaba sumergida en
las aguas, tuvo la mente en blanco, su cuerpo que se movía al compás de las olas mientras era
arrojada a la orilla. Aun tambaleante mientras trataba de expulsar toda el agua de mar que la
asfixiaba, volvió a tomar posición y dirigirse a enfrentar directamente las olas que al pasar de las
horas se hacían más grandes, pero el resultado era el mismo, la seguían arrojando hasta la orilla.

-va..vamos Hinata.. solo una más-

Se dijo jadeante, completamente empapada, pero con mucho ánimo.

-¡byakugan!-

Mientras observaba como las grandes olas se alzaban comenzó a recordar aquellas palabras de su
amado primo que la ayudaron a despertar las 64 palmas.

Si aceptas un límite no serás capaz de avanzar…

Dirigió chakra a sus manos con una clara idea, si, Hinata Hyuga iba usar el juken para abrirse paso
entré las olas. Su vista estaba fija, sus pies encima de las turbulentas aguas y delante de ella se
extendía una inmensa ola que amenazaba una vez más con votarla lejos, pero esta vez fue
diferente.

-¡Ah!-

Aquel golpe certero a un punto fijo del agua fue suficiente para abrir un gran orificio para que
pueda traspasarla. Aun jadeante, empapada, agotada y con algunos moretones en sus hermosas
piernas, Hinata Hyuga observaba como la ola que le costó pasar rompía en la orilla; alzó la mirada
orgullosa de haber conseguido llegar hasta ese lugar.

Se sintió tan pequeña, observar el horizonte donde solo se miraba agua y luego voltear a ver la
tierra, la hizo sentir un punto en esta tierra; si ella moría el mundo seguiría igual, no habría cambio
pero ella trataría de cambiarlo. Quizá el poder interior que había descubierto no iba cambiar en
nada el pasado, de haberlo tenido antes estaba casi segura que su amado primo no hubiera
muerto pero ya no importaba; tal triste recuerdo la hizo llevarse la mano al pecho, la sórdida
escena de la muerte de Neji y la apacible sonrisa cuando murió, era un acertijo que poco a poco lo
estaba descifrando.

Había estado en una guerra sin embargo todo este viaje le abrió los ojos de lo que pasaba a su
alrededor. Una guerra silenciosa azotaba siempre, una guerra que era batallada por los más
débiles, una miserable guerra constante de hambre, muerte, violación y destrucción.

Su mirada violácea se perdió en la infinidad de aquel lugar, el silencio reino por un momento
dejando atrás el vaivén de las olas en la orilla, ese silencio abrumador que sola una triste
conciencia podía oírla.

Deslizó sus pies y elevo sus manos, a pesar del estado en que se encontraba comenzó a entrenar,
el puño suave; aquella técnica peculiar de su clan que era elegante pero sumamente letal. En
medio de todo estaba Hinata Hyuga una kunoichi que encontraba su fuerza interior en ella misma
y sabía hacia donde quería ir.

Su entrenamiento se detuvo abruptamente, su silueta desapareció al ser cubierta por una enorme
ola que no vio venir para reaccionar a tiempo la cual la arrastro a la orilla.

Sasuke la estuvo observando desde la lejanía de la ventana, verla triste mientras abrazaba sus
piernas, verla como se limpiaba sus lágrimas mientras el viento ondeaba su hermoso cabello lo
hacía sentir tan culpable, quería disculparse; pensó que sería buena idea hacerlo cuando
regresara. Se sintió patético de verla llorar, decidió apartar su vista para esperarla para la cena. Se
sintió miserable al pasar de las horas y no regresaba, quiso enrollar el futon pero algo lo detuvo
por un instante.

Patético- pensó

Vio la ropa perfectamente doblada, seleccionada cerca de la pared que estaba en la cocina. No
solo se había tomado la molestia de cocinar sino también de doblar la ropa, ella era muy amable.
Miró con frialdad el gesto de la noble chica, y si, tenía que disculparse. Se asomó a la ventana para
volver a verla, frunció el ceño al no encontrarla en la orilla. ¿Dónde estaba?, se preguntó. Sin
animo decidió buscarla, pero lo que estaba delante de él, era algo no se lo esperaba

Una Hinata con mucha energía se abalanzaba sobre una gran ola tratando de traspasarla, pero sin
mucho éxito ya que era arrastrada hasta la orilla; ver tan pintoresca escena le ocasiono cierta
gracia, ver como las grandes olas la arrastraban a la orilla toda empapada bajo la sombra de la
noche era algo muy atípico, quizá digno de ella ya que era muy extraña, frunció ligeramente el
ceño al darse cuenta que no notaba su presencia, pero al ver la manera como traspaso la ola torno
su rostro con una sombra de asombro. Sasuke se dirigió hasta estar en la mis dirección que ella, la
vio a lo lejos contemplar el horizonte mientras el viento soplaba haciendo danzar su cabello, la
curvilínea silueta de su protegida comenzaba a tomar posiciones, entonces supo que iba ha
entrenar, a pesar de que las olas se alzaban en la orilla haciendo que en ciertos momentos no la
viera, no despego la vista de su peculiar entrenamiento, pero todo aquel espectáculo se vino abajo
y con cierta preocupación vio como una gran ola hacia desparecer a Hinata.

Tonta- Pensó, porque ella no se dio cuenta de lo que pasaba.


Sonrió con ironía y segundos después Hinata era dejada a sus pies por las olas. Comenzó a toser
producto de su ligero ahogamiento, nada serio.

-Hyuga-

El tono de su voz era ronco con un ligero tono burlesco. Aun con vista empañada por el agua
salada en sus ojos, pestaño varias veces hasta que pudo vislumbrar a la impotente figura que
estaba parada a su costado.

-lo siento Sasuke-san...- respiraba entre jadeos-estoy..estoy tan cansada...-

Era cierto había gastado mucho de su chakra para poder llegar allí y luego entrenar. Fijo su fría
mirada en ella, la cual no era muy clara por la oscuridad.

-.. tsk.. levántate- le ordeno

No recibió respuesta, la toco con la punta de sus pies, pero el cuerpo de ella se movió al compás
de su toque.

-¡rayos!- bufo ya que la tonta Hyuga se había quedado dormida-.. tsk-

No tenía opción, sin mucho ánimo se puso de cunclillas para poder alzarla, era algo difícil ya que al
no contar con la parte de un brazo se le hacía mas pesada pero se las arregló para que cargarla. Se
le hizo pesada ya que estaba dormida, la sintió totalmente empapada, algo delgada y sobre todo
frágil. Hinata se acurruco en el pecho de Sasuke, inconscientemente se sentía tan protegida y se
acuno en su pecho; tal atrevido acto solo lo molesto mas ya que tenía suficiente con cargarla
empapada con el tremendo frio que estaba haciendo, para luego sentir tal acto tierno de parte de
ella.

Cuando llego a la cabaña la dejo en el suelo con cuidado, cerró la puerta y ventana para luego
acercar el lamparín cerca de ella. Una vez más Hinata Hyuga estaba totalmente expuesta a la
mirada oscura de Sasuke; su bella y exuberante figura se miraba completamente al estar
empapada. Una extraña sensación recorrió el cuerpo del hombre que estaba delante de ella, a
diferencia de la otra vez que la vio en ropa interior, la camisa empapada no dejaba nada a la
imaginación; se podían ver sus pezones rosados, se hipnotizo al ver bajar y subir su pecho
producto de su respiración; siguió bajando su mirada hasta llegar a la parte intima de ella donde
debajo de su camisa y de esa braga improvisada con vendas se podía ver el ligero vello púbico de
Hinata.

-¡ rayos.. maldición!-

Se apartó abruptamente de ella al ver la erección que le había provocado solo verla de esa manera
tan vulnerable, se dirigió hasta la parte de la cocina para tomar un vaso con agua y tranquilizarse.

-eres un maldito imbécil..- se regaño

Se mantuvo allí unos minutos, pero la tos de Hinata lo hizo voltearse. Si seguía con la ropa mojada
lo seguro era que se enfermaría y lidiar con un enfermo era lo último que quería. Atrajo la ropa
limpia que Hinata había lavado, muy molesto comenzó a desnudarla. No era la primera mujer que
miraba desnuda, ni tampoco que tocaba pero era la primera vez que sentía algo diferente;
desenredo el cinturón improvisado para poder sacar la camisa; primero fueron sus perfectos
hombros, le dio la vuelta para observar la desnudes de su espalda, la perfecta sombra que hacia su
curvatura para quitar por completo la única prenda que tenía; su respiración comenzó a agitarse
no dejaba de verla debajo de la luz del lamparín pero tenía que continuar. Ya estando cubierta
solo con vendas que hacían de ropa interior, comenzó a desatar la parte izquierda de su torso para
quitarle el sujetador improvisado, las yemas de sus dedos rosaron la piel blanquecina de ella,
desvió la mirada ya que sabía lo que vería; cuando sintió que la venda se desprendía pudo ver los
dos generosos senos de ella con el tono rosado en sus pezones, sus ojos palpitaban por lo sensual
que ella se miraba y tenía tantas ganas de acariciar desde el nacimientos de sus pechos hasta sus
pezones, el instinto masculino se hizo presente en su entrepierna.

Eres un imbécil

Se regañó ya que no podía hacerlo. Su mirada llego hasta la parte baja de ella, la braga
improvisada; deslizo la venda hasta que se notó el poco vello púbico de ella. Hinata frunció el ceño
levemente y él se alejó pensando que se iba a despertar pero no paso; ella continuo durmiendo,
había gastado demasiado chakra y los toques de él eran casi imperceptibles para ella. La venda
termino por dejar el hermoso cuerpo de ella y Sasuke no hizo más que contemplarla; acerco su
mano peligrosamente hasta estar a milímetros de sus pezones rosas, pero se detuvo cuando ella
respiro hondo; tomo la toalla que estaba a un lado de ella y empezó a secar su voluptuoso cuerpo.
El dolor en su entrepierna lo incitaban a cometer un acto de lujuria; Después de terminar tenía
planeado de colocarle la ropa pero la idea era realmente mala ya que con cada toque hacia ella
sentía que le quemaba.

No lo iba hacer, no podía hacerlo; ella iba ha ser la mujer de Naruto, ya la había tocado bastante y
también la había mirado con lujuria sin embargo era casi imposible no vislumbrar tremenda
belleza, una belleza que le despertaba deseos impuros. La cargo sintiendo cada una de sus formas,
viendo cada una de sus pronunciadas curvas y lo peor viendo el hermoso rostro con toques
bronceados durmiente; la dejo en el futon con cierto cuidado y la cubrió. Se aparto un momento
contemplando ese envidiable sueño, pero el dolor de su entrepierna le recordó que era un
hombre que deseaba estar con una mujer, salió de la cabaña hasta llegar a la orilla de la playa; era
humillante, pero ya no podía mas, así que dejo salir todo lo que Hinata Hyuga le provocaba
aunque su ego de hombre le dijera que era humillante hacerlo por una mujer que no lo miraba
como hombre.

Hinata-chan.. vamos..

Cierta luz calo la ventana que estaba un poco abierta del lugar, esto provocó la molestia en el ojo
color luna que empezaba ha abrirse. Aun sintiendo un poco de debilidad tomo posición de
sentada, se llevó la mano hasta la cabeza por el dolor que sentía.

Esa voz- pensó

Aquella voz era un recuerdo o un sueño, pero rápidamente deshecho esa idea al darse cuenta que
en realidad era un triste recuerdo; un recuerdo que ella trataba de bloquearlo porque la hacía
sentir tan miserable. Salió de sus cavilaciones al escuchar ciertos sonidos provenientes del sector
de la cocina, dirigió su mirada hasta llegar a la silueta de aquel hombre alto y fornido que al
parecer estaba cocinando.

Sasuke sintió la mirada sobre el, volteo a verla disimuladamente.

-Bu..Buenos días..- dijo con timidez sin darse cuenta en la vergonzosa situación en la que se
encontraba.

Ignoro completamente su saludo. Cuando Sasuke volteo Hinata fijo su vista en el platillo que tenía
en la mano.

-Deberías irte a bañar- ordeno

Hinata se sintió intimidada por la punzante mirada de Sasuke sobre ella, lo miro directamente a los
ojos tratando de encontrar una respuesta, pero no la hallo. El sonrió de lado y le dio una mirada
rápida a la desnudez de su cuerpo, Hinata al percatarse la rápida mirada de el sobre ella, bajo la
mirada dándose con la sorpresa que sus pechos estaban totalmente a la vista del uchiha.

-¡AHHHH!..- grito de vergüenza mientras se cubría rápidamente y el rojo vivo se tornaba en su


rostro- ¡¿Qué paso?!..- alzo la voz y le dio la espalda.

Sasuke tuvo mejor vista de la hermosa espalda de ella.

-tsk.. no paso nada...- aclaro y Hinata ladeo ligeramente su cabeza

-pe..pero..yo..-

-ni que tuvieras tanta suerte Hyuga- comenzó a comer- solo fuiste demasiado estúpida para
entrenar de esa manera, el agua te boto y yo solo te traje hasta aquí.... Tenías la ropa mojada así
que te la quite..-

-us..usted me la quito..no.. no debio hace….- sonó con un leve regaño

-te ibas a enfermar.. ya te lo dije, no me sirves si estas enferma.. y no..- enfatizo- no te toque más
que para sacarte la ropa, no eres la primera mujer que veo desnuda.. Soy muy selectivo Hyuga..-
dijo con un tono conciliador

A pesar de la explicación de él, ella aun no salía de su vergüenza. Sasuke Uchiha la vio desnuda, no
solo eso, la toco completamente desnuda.

Eres una tonta Hinata- se regaño mentalmente

-sera mejor que te vayas ha bañar, el agua de mar está haciendo estragos en tu piel, anda al lugar
que te mostré-

Hinata observo como sus brazos estaban tornándose de un color rojizo y además el escocer se hizo
presente. Ella salió de la cabaña envuelta en la brazada del futon, llevándose consigo su ropa y una
toalla. Mientras avanzaba pudo sentir como la arena se desprendia de su cuerpo y su cabello
estaba muy sucio.
Hinata se sumergió en uno de los pozos de agua de aquel inusual lugar, comenzó a quitar los
rastros de la arena en su piel y limpiar su cabello; aun tenia vergüenza por lo que había pasado
pero cierto rastro de tranquilidad se puso en ella al recordar las palabras de Sasuke.

Soy muy selectivo...

-entonces.. no le gusto- dijo con cierta decepción pero rápidamente negó con la cabeza-que estas
pensando Hinata..- se sumergió tratando de olvidar como lo dijo.

Cuando termino de asearse y cambiarse, se dirigió con verguenza hasta la cabaña; se detuvo en la
puerta pensando si era buena idea entrar, se armó de valor y entro, se sorprendió no ver a Sasuke
allí, pero le dio cierto alivio. Hinata tenía hambre, se acercó a la cocina, grande fue su sorpresa al
encontrar un plato de sopa servido. Ella sonrió al noble gesto de su protector pero al recordar sus
ojos negros puestos en la desnudez de sus senos la sonrojaban a mas no poder.

Después de almorzar, barrer y sacudir la arena de la cabaña. Hinata decidió escalar los riscos del
extremo de la playa; cuando estuvo en la cima pudo ver un panorama hermoso del lugar. La
melancolía comenzó a invadir su cuerpo y un triste recuerdo se asomó a su mente. No supo como
paso, pero se dio cuenta que estaba llorando, cuando sintió el sabor salado de sus lágrimas.

-Quiza.. debería ser algo cuando vuelva..- dijo mientras su pecho se oprimía.

El tiempo paso rápidamente, podía sentir como el frio se hacía más intenso así que opto por irse
del accidentado lugar. Grande fue su sorpresa cuando llego, se encontró a su protector sentado en
un rincón, desvió la mirada pero lo que estaba a su lado llamo su atención. La mira gélida de
Sasuke se encontró con la tímida mirada de ella.

-Sasuke san..-

El no respondió, siguió bebiendo el sake que había comprado en la villa más cercana. Lo que
estaba pasando en su interior era algo que no se podía permitir y que mejor para desahogarse que
bebiendo un poco. Hinata pudo palpar lo que parecía tristeza de su protector; esa mirada vacia y
llena de secretos ahora se había tornado melancólica.

-¡¿Qué pasa Hyuga..?!... te vas a quedar mirándome como idiota o vas ha brindar conmigo-

Sasuke acerco un poco hacia la dirección donde estaba ella, la botella de sake que tenía a su
costado. Hinata entro a la cabaña cerrando la puerta, Él pensó que lo iba ha ignorar ya que se fue
hasta la cocina pero no fue así; Hinata encendió el lamparín y lo atrajo hasta su costado; tomo
asiento delante de él, se sirvió en un pequeño vaso y lo bebió. Verla beber de esa manera tan
refinada, sin demostrar disgusto por el sabor amargo del sake solo hacía que resalte el tipo de
educación a la que había estado sometida.

-Mph..-sonrió con ironía evidentemente sometido a los estragos de la embriagante bebida

Hinata al terminar de beberla, tomo el cuello de la botella para servirse más pero Sasuke la
detuvo.

-espera Hyuga... - la aparto- poco a poco.. luego no quiero que termines vomitando..-
La mirada de ella era bastante triste, él pudo percibirla, «¿Qué era lo que escondía?» se preguntó.
Así siguieron bebiendo en silencio, a pesar de ser incomodo, un aire diferente se respiraba
alrededor de ambos. Cuando la primera botella fue terminada, Sasuke saco otra y la puso en
medio de ambos. Hinata quien ahora estaba al costado del Uchiha recargada en la pared y con las
mejilla sonrojadas, lucia cada vez más triste.

-gracias por la comida sasuke-san –

Sasuke pudo percibir el aliento a licor de ella.

-pensé que no te gustaba beber-

-no me gusta.. yo.. yo solo.. estoy triste..- se sincero

Una sombra se posó en su rostro producto de flequillo de ella al bajar su mirada.

-tsk... el imbécil del dobe también debe estar así..- dijo mientras bebía un sorbo de sake

Ella negó

-no es por él.-

-entonces por esa niña que está en tu retrato..- dijo con un tono desinteresado

-¿Hanabi-chan?.. no tampoco, sé que ella está bien.. ¿Usted vio el retrato de mi mochila?-
pregunto con curiosidad

-buscaba unas vendas..-Aclaro

La segunda botella estaba a punto de agotarse, Hinata estaba echada en medio del piso y Sasuke
recostado a la pared. Ella tenía puesta la mirada en el techo, recordando tantas cosas mientras
que el, solo la miraba allí echada con los brazos extendidos y las piernas estiradas; lucia realmente
bella con esos tonos productos del alcohol.

-Naruto-kun- musito- casi llevamos dos meses lejos de la aldea.. y..- hubo un breve silencio

-¿Y?..- insistió para que siguiera hablando

-sabe.. cuando él se fue de la aldea para entrenar por tres años.. no había día en que no recordara
el tono de su voz o su sonrisa..- ella sonrió-.. esa sonrisa llena de vida..pero.. pero en las últimas
semanas ya casi no lo recuerdo... no recuerdo el tono de su voz.. tampoco como era su rostro.. me
he preguntado.. ¿Porque?-

-tsk.. Naruto es un imbécil.... Es fácil de olvidar-

-No lo creo..pero.. me parece que he vivido en este viaje más de lo que he vivido en toda mi vida...
he ido a una guerra, he visto morir a tanta gente pero..- cerro los ojos visualizando toda la tristeza
y desolación que había visto-.. ahora en mi mente esta la lucha constante de las personas que he
conocido.. al parecer no he vivido nada.. ¿verdad?..- ladeo su cabeza para mirarlo

-la verdad si..- dijo muy ebrio

-he sido una tonta..- se regaño


-si..-respondió-. Eres de un clan sumamente conservador.. ellos tienen gran parte de la culpa que
no te hayan mostrado la desesperación de este mundo.. y tú también tienes la culpa por no tener
curiosidad de conocerlo..-

Tales palabras de reflexión eran tan ciertas. Toda su vida, vivió para su clan y por su clan, pero,
ella; ¿Qué era lo que realmente quería?.

-sabes.. tu me recuerdas ha alguien..- bebió hasta la última gota de la botella de alcohol –Eres la
futura líder de un clan poderoso... conozco como tratan a los futuros líderes en los uchihas pero en
tu clan... bueno.. No eres tan buena kunoichi... ¡mírate!…. eres jodidamente refinada y delicada,
pareces una frívola princesa que una kunoichi..- dijo con frialdad sin importarle si esas palabras
iban a herir los sentimientos de ella

-bueno.. yo.. yo también recibí la educación de una princesa...-aclaró

-¿Qué tipo de educación?-

Él nunca hubiera preguntado ese tipo de cosas, pero el sake ya había hecho sus efectos.

-Me enseñaron ha tocar el koto, escribir, como comer, beber hasta como caminar.. En toda mi
niñez se me inculco ese tipo de educación.-

-Mhp.. entonces para qué ser una kunoichi..-

-En mi clan no solo cuenta la fuerza, la educación es un factor esencial para nosotros desde la
manera de hablar hasta lo que trasmitimos a los demás..

-es estúpido sabes.. en mi clan solo importa el poder.. la fuerza y las técnicas inteligentes para
vender al contrincante.-

Un recuerdo vino a su mente y sin pensar en como dañaría a su protector lo dijo:

-una vez escuche que hablaron del futuro líder del clan uchiha..- dijo viendo

Tal comentario hizo que Sasuke se tensara, si Hinata iba a decir algo malo de Itachi lo pagaría muy
caro.

-Mi padre resalto al futuro líder del clan Uchiha como una persona honorable y muy poderosa. Yo
era muy pequeña.. ignoraba muchas cosas.. No sabia a quien se refería.. pero tiempo después
supe de quien.. ¿era su hermano.. verdad?- dijo mientras lo miraba directamente a los ojos

-eso no te interesa..- respondió con frialdad

-no tuve el placer de conocerlo.. pero estoy segura que era un hombre muy fuerte..-

Las sinceras palabras de ella disipo la molestia que empezaban a anidarse, la vio directamente a
los ojos buscando la mentira o que lo dijo solo para agradarle, pero no encontró más que
sinceridad.

-yo quiero ser un ejemplo para Hanabi-chan.. ser un hermano mayor no nos deja muchas opciones
sabe..-
No había duda, ella e Itachi no tuvieron que elegir, nacieron con un destino trazado y obligados a
tomarlos aunque para este último desviándose de los deseos de su clan lo llevaron a
consecuencias catastróficas.

-Hyuga.. ¿Qué camino hubieras elegido tu si no hubieras pertenecido a la rama principal.?-

Ella sonrió antes sus palabras, estaban teniendo una conversación bastante amena. Buscando
entre sus memorias, encontró un hermoso recuerdo.

-yo solía escapar de mi casa..la presión de mi familia era demasiado para mí..-

-¿Era?- dijo con ironía

-yo.. no se cuánto corrí pero termine en un teatro.. sabía que estaba mal.. pero no me importo,
entre a un espectáculo de una geisha..-

-¿geisha?.. supuestamente personas como tú no deberían conocer ese tipo de cosas..-

-lo sé pero aun no olvido como bailaba- cerro los ojos y comenzó a sonreír- nunca en mi vida había
visto una mujer tan hermosa.. la manera como bailaba, como se movía la seda de su kimono.. el
polvo en su rostro.. el carbón en sus cejas.. Sasuke-san.. aún recuerdo como bailaba..-

La sonrisa burlona se escuchó en la habitación pero lejos de que la timidez se hiciera presente,
Hinata hizo algo que en sus cinco sentidos no haría.

-observe..-

Sasuke miro como ella se ponía de pie. Su protegida tomo una posición extraña mientras cerraba
los ojos tratando de visualizar aquel hermoso baile.

Si que esta ebria..-pensó al ver la seriedad en el rostro de ella.

Visualizando el hermoso baile y escuchando el sonido tradicional comenzó a danzar. Ella estaba
perdida en sus recuerdos, podía ver a esa hermosa geisha extendiendo sus brazos con una
hermosa sombrilla, bailando al compás de una música que sonó suave para luego empezar a tocar
más rápido. Sasuke admiraba el peculiar baile de ella, casi podía escuchar la música que estaba en
la cabeza de ella al escucharla en forma de susurro. Los cabellos azulinos bailaban conforme a sus
giros, la manera tan elegante y metódica en como bailaba hizo que sus burlas sean olvidadas. Sus
ojos palpitaban al verla de esa forma, su rostro lucia tan feliz y lleno de paz. Ella podría estar ebria
pero eso ya no importaba, Hinata Hyuga estaba dejando que su corazón se expresara. Hinata giro,
giro,giro de una manera tan hermosa pero los estragos del alcohol se hicieron presentes
haciéndola trastabillar cayendo enfrente de un sorprendido Sasuke.

-lo.. lo siento..-

El sonrojado rostro de ella se encontró con el rostro indescifrable de Sasuke Uchiha. Nunca le
pareció más hermosa que en ese momento delante de el.

-¿Qué le pareció?-pregunto

-no estuvo mal..-


Ella le sonrió a centímetros de su rostro.

-sabe.. una vez conocí a una maiko.. su nombre era kumiko..-

Pudo palpar la tristeza, Hinata escondía un secreto y parecía que este viaje había actuado lo
suficiente para desahogarse de sus penas.

-una de las tantas veces que escape de mi casa.. llegue a un templo.. kumiko oraba... nos hicimos
buenas amigas.. pero.. pero.. yo..-

Las lágrimas se asomaron al bello rostro de ella delineando sus mejillas.

-Yo soy una persona horrible.. ella era mi amiga.. y yo la negué.. delante de otosama.. la negué
como si no fuera nada..- dijo entre sollozos

Hinata no pudo más se aferró al pecho del Uchiha desahogando una de sus más grandes
frustraciones. Sasuke se quedó inmóvil ante la tristeza de Hinata solo sentía como su camisa
empezaba a empaparse por las lágrimas.

-ese.. ese dia.. ella. Ella necesitaba de mi.. y cuando pidió mi ayuda..yo.. yo negué conocerla. Por
miedo a decepcionar a otosama..aun recuerdo.. aun recuerdo su rostro lleno de lagrimas pidiendo
mi ayuda.. fui una cobarde.. yo la deje... la deje.. igual como naruto-kun... el me defendió.. y yo lo
deje... soy una mala persona... no hay día que no me arrepienta de no haberlos ayudado.. –

Él nunca fue bueno consolando a las personas, pero verla así le provoco una sensación muy
extraña; con su única mano la atrajo más hacia su pecho. Ninguno supo cuánto tiempo paso,
Hinata había llorado hasta quedarse dormida en los brazos de Sasuke y él también había
sucumbido ante el sueño contagiante de ella. Hinata despertó aun con los estragos del sake, se
apartó del cuerpo caliente de Sasuke y salió de la cabaña.

La noche estaba en su máximo esplendor, solo iluminado por una gran luna. Ella llevo sus torpes
pasos hasta la orilla y se sentó dejando que el agua de la olas la toque; estiro su cuerpo hacia atrás
apoyándose con sus brazos y cerró los ojos. Las olas acariciando su cuerpo eran como una caricia
humana, ella tenía tantas ganas de ser tocada; cerro los ojos tratando de sentir las olas como unas
manos que tocaban sus piernas. Sasuke salió buscándola y pudo ver la silueta de Hinata tendida en
la orilla. Su hermosa silueta se arqueaba al contacto con el agua, comenzó a acariciar sus pechos
sutilmente y deslizar sus manos hasta sus piernas; un espectáculo nocturno con toques sutiles de
erotismo hizo que su respiración de agitara y su virilidad se hiciera presente; verla allí bajo la luz
de la luna con el efecto iluminado de la sal en sus aguas, las olas tocando a Hinata Hyuga hizo que
aceptara por fin que deseaba a esa hermosa joven, ya no podía negarse que le era indiferente, sus
pasos involuntarios llegaron hasta donde estaba ella, sus miradas se conectaron en la oscuridad de
la noche, él no se dio cuenta pero ella estaba entre sus brazos, acurrucada en su pecho rumbo
hacia donde se había convertido en su hogar sintió el aroma a flores y sal de sus cabellos azulinos,
bajo la mirada encontrándose con una tierna y ebria sonrisa de su parte.

Hacía ya casi 3 horas que habían salido de la cabaña, no hablaron de lo se habían contado, ni de lo
que había pasado. Al parecer Hinata no recordaba ciertas cosas, eso fue un alivio para Sasuke ya
que se sentía patético de haber compartido un momento tan íntimo con ella. A la mañana después
de aquella noche Hinata se despertó echada en el futon correctamente cubierta por la sabana,
pero luego sintió los estragos para salir a vomitar.

Comenzaron a entrar a un pequeño pueblo lleno de luces y personas que lucían bastante
ocupadas. Hinata solo atinaba a seguirle el ritmo a Sasuke, por alguna extraña razón tenía una
sensación que no comprendía, después de aquella noche sintió por fin que algo cambio en ellos.

-Hyuga-

La voz fuerte y demandante la saco de sus cavilaciones.

-h..hai.- respondió

-compraremos artículos para nuestro siguiente destino, procura invertir bien tu dinero porque
hasta que lleguemos allá, serán 3 días..-

Ella asintió y entraron a una tienda de artículos para un clima invernal. Era curioso el cambio de
biotopo, de estar en un caluroso desierto, a una hermosa playa para luego terminar en futuras
montañas cubiertas de nieve.

-en que puedo ayudarlos.-

Saludo un hombre de avanzada edad que estaba en el mostrador de la tienda. Hinata saludo
amablemente, pero Sasuke ignoro su saludo concentrándose en buscar lo que necesitaban. Ella
entendió porque estaban allí, él era una persona de pocas palabras y ella tendría que entender la
referencia, se dirigió al sector de ropa donde encontró pantalones con un forro bastante grueso,
una capa más abrigadora de la que tenía, una blusa manga larga polar y unas botas; también vio
una cuerda y un gancho tipo grappling.

-¿tienes todo?-

Sasuke no le dejo de verla, quería avanzar y apresurarla un poco no estaría mal. Ella asintió, se
dirigió hasta el mostrador para pagar todo lo que había adquirido.

-puede cambiarse en aquella habitación señorita- dijo el amable señor

-vamos... - ordeno Sasuke

Luego de cambiarse de vestuario, Hinata lucia bastante diferente, pero cómoda ya que las prendas
holgadas eran sus favoritas, después fueron a comprar más víveres, para terminar comiendo en un
humilde lugar, ella noto el gusto por los tomates de parte del Uchiha y él noto el gusto por los
rollos de canela de ella, internamente resalto la ropa de ella ya que no le ocasionaban deseos
impuros.

Día 65

Hinata luchaba para respirar al subir la empinada colina, admiraba el hecho que su protector no
mostraba una lucha para subirla. El frio y la nieve ya se habían hecho presentes a un día de su
viaje. El inclemente clima los había obligado a dormir bastante juntos, al principio fue vergonzoso,
pero no tuvo elección, sin embargo, la compañía de Sasuke fue agradable para ella; sentir su calor,
ese calor de su espalda, cada vez que ella temblaba por el frio le hacía sentir tan protegida;
también podía sentir su aroma, uno muy particular pero le agradaba . Mientras que Sasuke sentía
que poco a poco ella se le metía en los más hondo de su ser, ver sus mejillas siempre rojas, ver sus
ojos perlas que se hacían uno con el invernal paisaje solo avivaba lo que se seguía negando ha
sentir.

-Sasuke-san..- dijo su dulce voz

El volteo a verla.

-Este lugar es muy hermoso..- dijo con dulzura y timidez-... nunca en mi vida había disfrutado tanta
la nieve...-

Sus ojos llenos de esperanza se posaron con la oscura mirada de Sasuke.

-tsk..-

Ella no perdió la sonrisa y continuo a su lado caminando. Se detuvieron para cazar y recolectar
leña. Sasuke esperaba algo impaciente a su protegida ya había pasado cerca de 30 minutos.

-¿Dónde demonios estas?- su voz sonó con molestia

No pudo esperar más, su cuerpo se movió en búsqueda de la bella joven. A 30 metros de un


hermoso árbol invernal se encontraba ella recogiendo lo que parecía leña.

-¡Sasuke-san!- dijo evidentemente asustada ya que él se apareció detrás de ella sin hacer ruido.

-¿Qué demonios haces?- le recrimino

Sasuke se dio cuenta que ella ocultaba algo en su espalda, quiso mirar, pero ella se interpuso.

-na..nada.. ya iba..- dijo muy nerviosa-.. ya..ya nos vamos..-

-¿Qué pasa?.. ¿Qué ocultas?-

-na..nada.- dijo sonrojada

Él ignoro sus palabras, la aparto para ver lo que ocultaba. Dirigió su mirada a una avergonzada
Hinata quien evito mirarlo.

-lo.. lo lamento- dijo avergonzada y salió rápidamente del lugar

Un muñeco de nieve era la causa de ese sonrojo; Hinata cayo ante la tentación de hacer aquel
inocente juego, no quería parecer una tonta ante Sasuke, pero bueno, no era una chica con suerte.

-tonta..-

Ni siquiera él se dio cuenta, pero una sonrisa diferente se dibujó en su rostro con una tenue
oscuridad.

Ambos encendieron una fogata, Hinata evitaba mirarlo, la vergüenza no dejaba su rostro. Sasuke
había cazado unos animales y los había puesto ha azar, comieron en el acostumbrado silencio, él le
daba miradas furtivas pero disimuladas para luego seguir comiendo.
A pesar de estar bastante abrigados, el frío de la nieve le calaba los huesos, su aliento salía en
forma de vapor. El cansancio se hacía presente y la falta de oxígeno empeoraba la situación, la
cima o quizá parte de ella se encontraba muy cerca aunque el camino era realmente para morir en
el intento.

Dos siluetas se posaron al costado de una gran montaña cubierta de nieve, Hinata se llevó sus
manos al pecho sintiéndose tan pequeña, más que nunca, darse cuenta del punto tan
insignificante que era en un mundo del cual estaba aprendiendo; tenía miedo, si, tenía ganas
seguir, también, sin embargo, muy ajeno a sus inseguridades y temores miraba aquellas blancas
montañas con la certeza que cuando regresara a su hogar sería una persona diferente, una
persona desde su propia identidad. Sasuke la miro disimuladamente notando una mirada
diferente en el bello rostro de ella, sus ojos perlas denotaban una tristeza y un vacío pero con la
luz de la esperanza en sus pupilas.

-Andando- ordeno

Aquella voz ronca el saco de sus cavilaciones lleno sus pulmones con aire y siguió el andar de
Sasuke. Él podía sentir su presencia más cerca que nunca «¿Qué escondía Hinata Hyuga?».
Durante toda su visa siempre supo las intenciones de las mujeres que la rodeaban, pero sin
embargo no podía ver más allá de su extrema timidez y su tristeza. Bajaron la falda de la montaña
con cautela, él sabía que ella no era tan estúpida para realizar movimientos bruscos, resaltaba el
hecho que no tenía que explicarle demasiado, que no tenía que advertirle del terreno que estaban
tentando y era cierto Hinata conocía que hasta el más mínimo ruido podría ocasionar una
avalancha y mientras iba avanzando ese miedo crecía ya que alzaba la mirada y observaba como
los grandes picos se erigían haciendo notar el respeto que debían tener por ese lugar.

-Sa..sasuke san..- llamo suavemente

El la observo de reojo

-es..escucho eso..- dijo muy preocupada, esto ocasiono que se detuvieran

Un deslizamiento casi imperceptible llegó a los oídos de Hinata sin embargo Sasuke ignoro la
advertencia de ella y continuo su camino. El terreno era realmente difícil, el frio paso a segundo
plano al sentir que sus pisadas se hundían por el espesor que la nieve cubría; el traje ayudaba
bastante, aunque era difícil sacar las botas de la nieve, ella trataba de no mostrar lo mucho que le
costaba, mientras que él tenía un rostro indescifrable. La nieve era hermosa pero muy engañosa,
no solo por su falsa superficie sino también por lo que podía ocultar, grandes forados que eran
difíciles de detectar sin antes caer.

El camino se hacía cada vez más angosto, Hinata sentía que las montañas iban a aplastarla, se
sintió extraña ya que las montañas se cerraban el paso y por un momento pensó que tenían que
reunir chakra para escalarlas.

-A partir de aquí yo estaré detrás de ti..-

Era evidente que el camino era lo suficientemente angosto, la cueva que estaba delante de ella se
miraba minúscula ante la gran montaña. Ella termino por asentir y obedeció, entro primero a
aquel lugar que estaba bastante oscuro. Sasuke pudo intuir lo que iba hacer.
-Ni lo intentes Hyuga- ella se tensó- solo guíate de las paredes, no me creerás lo bastante estúpido
para traerte a este lugar solo para esconderte..- recrimino

La cueva era bastante oscura y Sasuke no pudo notar lo que provocaba en ella.

-Este lugar por alguna razón que desconozco, distorsiona el chakra..- ella frunció el ceño- ni
siquiera yo puedo usar bien un gentjutsu.. he estado en muchos lugares sin embargo al recorrer
por debajo de las montañas el chakra se vuelve inservible y hacia donde vamos pasa lo mismo...
allí no existen los ninjas capaces de usarlo…. solo pueden usar taijutsu, es un buen lugar para que
no te detecten y evites problemas- explico

Ella bajo la mirada apenada por el ultimo comentario, si embargo aún no salía de su asombro de
que en el mundo exista un lugar así.

El lugar era una pesadilla para una persona que sufra de claustrofobia, la primera parte era recta,
luego se volvió empinada, para seguir recto y luego bajar, la cual parecía adentrarse de tal forma
que el calor era insoportable. Sasuke la escuchaba jadear, estaba seguro que estaba más que
cansada pero eso poco le importaba, solo quería salir de ese maldito lugar. Luego de bajar tanto el
camino seguía recto pero como la entrada era más angosta, asi que tuvieron que ir de costado
guiados siempre por la pedregosa pared. Una sensación electrizante los hizo detenerse por un
momento, fueron segundos, pero así fue, sus dedos se rozaron y ambos no supieron porque, pero
un estruendoso sonido los atrajo a la realidad

-¡mierda!..- bufó

El miedo pudo sentirse en el estrecho lugar, una parte de la montaña se estaba desprendiendo
tapando el lugar por donde caminaban, si no salían lo más rápido posible lo más seguro era que
morirían. Hinata apresuro su paso casi podía sentir la nieve, sentía el cuerpo de Sasuke demasiado
cerca de ella impulsándola a avanzar.

-¡Maldicion deprisa!- le grito

El camino dejo de ser tan estrecho, lo suficiente para que puedan correr pero en columna.

-¡Mueve Hyuga!- gritó

Sus raudos pasos se escuchaban como eco seguido por la avalancha que amenazaba con cubrirlos.
Una luz de esperanza se podía ver al final de túnel, apresuraron el paso, cuando ya estaban a
metros de salir Hinata sintió que el piso se hundía. El suelo cedió llevándose a ambos a una
horrible oscuridad, el cuerpo de ambos giraba en la horrible pendiente en picada; una roca iba a
aplastarla, pero en un impulso Sasuke la empujo, pudo esquivarla pero recibiendo otro impacto de
menor escala. Lo que pasaba era realmente desesperante, fueron milésimas de segundo que
Hinata miro que un Sasuke inconsciente iba ha caer en un abismo recién formado, no lo pensó dos
veces, el suelo donde estaba había dejado de ceder, pero él de el no, así que su reacción oportuna
pudo cogerle la muñeca a su protector.

-sa..sasuke-san..- lo llamo mientras luchaba por sacarlo de ese agujero

Las cejas de ella no dejaban temblar, era la reacción del peso de él, su estado inconsciente no
ayudaba en nada ya que creaba un peso muerto imposible de cargar por su frágil cuerpo. Se
sostuvo con su otra mano para no caer, el cuerpo de Sasuke se mecía en aire, entonces comprobó
que lo que le dijo era verdad, trato de reunir chakra en sus pies y manos pero no podía,
simplemente no funcionaba.

-re..resista Sasuke-san..- trato de subirlo pero se asustó más cuando parte de su sostén se
desmoronada tenía que reaccionar rápido.

En su lucha por tratar de subirlo un objeto conocido llamo su atención, su mochila, su preciado
tesoro estaba colgado a pocos centímetros de donde se mecía sasuke, en un tonto impulso quiso
tomar su mochila pero el suelo cedió. En ese instante Sasuke comenzó ha abrir los ojos, aun
aturdido pudo ver a una desesperada Hinata tratar de tomar su preciada mochila, sintió que su
cuerpo se hundió mas pero ella no lo soltó.

-re..resista Sasuke-san..- las lágrimas de impotencia de no ser más fuerte comenzaron a brotar
cayendo algunas en el rostro aturdido de Sasuke

Una de ellas llego hasta sus labios, pudo ser su tristeza en el sabor salado de esta. Sasuke sintió el
esfuerzo en el brazo de ella y lo mucho que le costaba subirlo, también vio la tristeza de perder
aquel tesoro que aguardaba en su mochila. El suelo volvió a ceder amenazando con enterrarlos
vivos a los dos pero ella nunca lo soltó, sin embargo pudo ver su tristeza al ver como esa mochila
se desprendía y caía al vacío. Hinata comenzó a subir a Sasuke el cual pudo sostenerse un poco de
la pared, cuando logro estar ha salvo, ellano se dio tiempo de descansar; sin meditarlo se acercó lo
ayudo a ponerse de pie sosteniéndose de ella y salieron lo más rápido de ese lugar.

Hinata no podía sentir más alivio al dejar ese oscuro y peligroso lugar, estaba a punto de hablar
pero Sasuke trastabillo hasta caer.

-¡sasuke san..!- grito desesperada

Él no le contesto, cerró los ojos dejándose llevar por el estado de aquel golpe al intentar salvarla,
pudo notar antes de quedar inconciente a una Hinata llorando desconsoladamente. Su
desesperación llego a otra escala cuando vio que la sangre de él teñía la nieve blanca y lo que era
peor salía de su cabeza y luego recordó lo que paso.

-pe..perdóneme sasuke-san... todo es mi culpa- dijo muy acongojada

Un amarillento fuego y el cálido calor de este; fue lo primero que se encontró cuando abrió los
ojos. Le dolía demasiado la cabeza, trato de sentarse pero una rasposa voz lo detuvo.

-tranquilo muchacho, tienes que descansar..- dijo una anciana

El apretó la mandíbula-don.. donde esta..-

-ella está bien- lo interrumpió- estaba demasiado acongojada por ti, le importas mucho muchacho-

El volvió a cerrar los ojos, su cuerpo estaba bastante herido que concibió el sueño
inmediatamente.
¿Amar?, eso fue lo que notaron al ver el grado de preocupación de ella. Todo trascurría normal en
la aldea de ese paso, la líder pudo vislumbrar a una joven que luchaba por no caer por el peso de
un gran cuerpo que sostenía a duras penas. La ayuda se dio inmediatamente, La anciana vio como
ella no dejaba de llorar por un mal herido Joven de cabellos negros, sonrió al sentir los fuertes
sentimientos de la joven.

La noche cayo, los pobladores encendieron un abrazador fuego en diferentes partes de la pequeña
aldea. Hinata se encontraba conversando con la líder, ella le conto que se dirigían más allá de las
montañas y que habían perdido todas sus cosas en el accidente, la anciana resalto la valentía y la
fuerza de ambos jóvenes ya que eran pocos los que se atrevían a pasar por ese lugar y muy pocos
lo sobrevivían. La anciana no dudo en brindarle la ayuda necesaria entre ropas, alimento y
cuidados médicos para Sasuke y también le propuso que se quedarán allí porque la temporada
ocasionaba muchos desprendimientos a los alrededores; ella acepto quedarse hasta que Sasuke
estuviera mejor.

Unas niñas vieron muy emocionada a la peliazul, al principio ella no entendió porque llamaba la
atención hasta que una de ellas le pidió hacerle unas trenzas a su largo cabello, se sonrojo y
acepto con gusto.

Sasuke salía de la vivienda improvisada de paja y pieles, comenzó a ver su alrededor buscando a su
protegida; aun sentía el dolor punzante en su cabeza pero no le impidió avanzar. Una tierna voz lo
detuvo.

-¡Itachi... porfavor!-

¿Itachi?, acaso había escuchado bien. Un pequeño niño hacia un puchero para que su hermano
jugara con él.

-No puedo Tahomaru.. tengo que cocinar- la responsabilidad en su voz pudo ser palpable

Sasuke no podía dejar de ver al niño mayor.

-entonces.. me puedes cargar- dijo con un sonrojo

-sube...-el se puso de cunclillas y su hermanito se trepo

-arigato, Niisan..- dijo con un claro sonrojo en sus mejillas

El corazón se le acongojo, ver esa tierna escena lo saco de sus casillas, quería llorar, gritar, destruir
todo. Se maldecía, también maldecía ese viaje, solo iba ser para cuidar a la prometida de su
estúpido amigo sin embargo no estaba en sus planes que sus más escondidos recuerdos los
pudiera visualizar más allá de un sueño o pesadilla.

Los niños ignoraron el estado que estaba el hombre a pocos metros de ellos, pasaron por su
costado ignorando lo que habían provocado en él. Primero Hinata ahora esos niños, «¿Qué
demonios estaba pasando?».

Un iracundo Sasuke se propuso a largarse de ese lugar, comenzó a buscar a Hinata.

-esta muy bella Hinata-san- una dulce voz sonó


Ella le sonrió- arigato.. tienes mucho talento-

Los ojos negros se posaron en una hermosa Hinata, tenía una vestimenta distinta, las cuales tenían
piel de animales, pero eso paso a segundo plano al ver una trenza que se formaba en la parte
izquierda de su cabeza dejando suelto la parte derecha dándole un estilo diferente, pero se
contrastaba con la inocencia de su rostro. No hizo más que contemplarla, sin que él se diera
cuenta parte de sus sentimientos negativos se disiparon cuando ella noto su presencia y le sonrió.

-Sasuke-san, que bueno que está bien- dijo mientras se acercaba

La felicidad era palpable para él, verla tan cerca con esa trenza, su rostro sonrojado y sus
hermosos ojos perlas que se contrastaban con la blancura le lugar lo molestaron.

-Te estaba buscando-recrimino desviando la mirada muy molesto

Era jodidamente bella.

-lo lamento,.. bueno yo solo..-

-deja de perder el tiempo. Odio pedir ayuda en cada lugar que pasamos..- una sombra se posó en
el rostro de ella- además yo..-

-¡ya basta!..-

¿Acaso Hinata le había levantado la voz? A él, a Sasuke Uchiha. No realmente no era propio de una
dama de su categoría pero verlo a punto de morir una vez, verlo recriminarle un acto del cual no
se arrepentía hasta para la más educada persona la hacía flaquear

-debería valorar el hecho que casi muere en ese lugar, estas personas fueron muy amables
conmigo, no me iba a rendir, no iba dejar que muera solo por su orgullo de no pedir ayuda; sé que
no le agrado, sé que lo último que quería era venir aquí conmigo pero ya no hay marcha atrás,
usted está aquí y yo también, sinceramente ya me canse de escuchar solo recriminaciones hacia
mi persona....- un silencio incomodo se formó- no me arrepiento de nada.. lo haría las veces que
sea necesaria para salvarle la vida, no pido que me agradezca pero sí que respete mis decisiones.-

-Un momento Hyuga, aquí la que deci..-

-Estoy consciente de la persona que lo hace, pero tampoco tengo planeado someterlo a mi
presencia, ni a cuidar de mi, no lo necesito sabe.... No necesito que cuide de mi... tampoco lo
deseo... será mejor que regresemos a konoha..- sentencio

Las sinceras palabra de Hinata fueron más frías que el clima del lugar, estaba muy enojada podía
notarlo en la mirada seria sin perder la compostura. No hubo más que decir ella se retiró dejando
a un Uchiha bastante sorprendido.

Recostado en la improvisada cama se encontraba Sasuke, Aun no podía sacar el rostro tenso de
ella, sus sinceras palabras sin ningún ápice de inseguridad.

¡Mierda!- pensó
Dia 69

Habían pasado unos días desde que se hablaron. Hinata supuso que seguirían con su viaje porque
él aun no le pedía que volvieran a konoha, pero la situación empeoro entre ambos, no se habían
dirigido la palabra, Sasuke seguía herido, era lo único que le preocupaba así que siempre le
preguntaba a la persona que lo atendía de cómo había evolucionado su lesión en la cabeza y torso.

Él estaba molesto, con ella, si, porque había osado en recriminarle las cosas. Solo hubo una vez
que se disculpó con una mujer, era con Sakura porque le hizo daño y por el amor que le tenía le
provocaba que tenía una deuda con ella. No sabía que quería, pero tampoco iba ha averiguarlo.

Los días pasaron sorprendiéndolo por la manera en la que ella actuaba, tan lejana que al principio;
además de verla, otro pasatiempo era observar a esos dos hermanitos que le recordaban parte de
su infancia; indirectamente entero que eran huérfanos y que el mayor cuidaba mucho del más
pequeño. Observo las heridas de su cuerpo, estaban sanando, pronto tenía que tomar una
decisión.

Hinata se encontraba ayudando a dar de comer a los demás ancianos cuando sintieron un
temblor. Ella mantuvo la calma pero su cara perdió el color cuando vio a niños llorando llamando a
sus padres.

-no.. no puede ser.. no otra vez- dijo destrozada

Ella pudo escuchar el llanto de la anciana, pero un sonido peligroso se escuchaba


estrepitosamente. Era una avalancha, según lo que se oía era muy grande, amenazaba con destruir
esa pequeña aldea.

-¿Que pasa?.. - dijo ayudando a ponerse de pie

La anciana siguió llorando en los brazos de Hinata, la desesperación de que su mundo se


destruyera otra vez, su viejo corazón ya no podría soportarlo.

-sé que viene.. hace 50 años... paso lo mismo.. no pensamos que pasaría de nuevo..- dijo negando

No hizo falta escuchar mas, ella parecio entender lo que pasaba.

-tenemos que irnos.. hay que sacar a todos..¡Itachi-san!...- el niño se acercó- llévala a un lugar
seguro.. tenemos que sacar a todos, no tenemos tiempo-

-pero.. pero Hinata-san, tengo que buscar a tahomaru..-

-lo buscare, lleva a todos a detrás de esa montaña..¡Vamos!- le gritó

Ellos habían sido tan amables con ella, no dejaría que le pase nada; ya había perdido a muchas
personas que le importaban no de nuevo, no otra vez.

Hinata comenzó a sacar a todas las personas de las tiendas, era una aldea pequeña eso era una
ventaja. La desesperación de las personas, su pánico era algo que empezaba a repercutir en su ser
pero no podía sucumbir ante ellos, esas personas eran humildes y muy trabajadores; eran
personas olvidadas por las grandes aldeas, personas que solo querían sobrevivir y ser felices; tal
reflexión le hizo recordar las risas de los niñas, las anécdotas con los ancianos; una traicionera
lagrima se asomó a sus ojos perlas y se la limpio, tomando quizá una de las decisiones más
importantes de su vida.

Sasuke había salido de su tienda ante el temblor y el bullicio de la gente, se maldijo internamente
ya que en lo primero que pensó fue en buscar a la mujer que le había dicho que su presencia le
molestaba, grande fue su sorpresa al verla caminar decidida ante una visible avalancha.

-¡¿Que demonios haces?!.. ¡hay que largarnos!- la tomo del brazo con intenciones de llevársela

Ella se soltó, sin dejar de ver hacia donde se avecinaba. Sasuke estaba más que furioso, el
rogándole a una mujer que fuera con el ¡jamas!, iba a replicar, pero la expresión de Hinata lo
detuvo.

-sasuke-san, retírese, yo tengo que hacerlo...-

Su mirada indescifrable, mirando al vacío; una mirada muy diferente a cuando peleo con pain, una
mirada diferente.

-¡Que demonios dices... acaso quieres morir!-

Ella lo miro, esbozando un ligera sonrisa. Sasuke se estremeció al ver esa expresión en su rostro,
esa maldita sonrisa, esa sonrisa que le vio a Itachi cuando murió; esa sonrisa que anunciaba lo
evidente.

-muchos pueden catalogarme de débil, pero sabe... ahora sé.. que nunca le tuve miedo a morir..-

Era algo que nadie conocía, sin embargo ahora la persona que poco o nada sabía de ella conocía
uno de sus más grandes fortalezas. No le temió la muerte cuando Neji casi la mata, no le temió a la
muerte cuando se enfrentó a pain, no le temió a la muerte cuando estaba dispuesta a dar su vida
ante esas estacas, si bien antes era por Naruto, ahora era por ella; deseaba ser lo suficiente útil y
fuerte para proteger a seres que necesitaban ayuda.

-¿morir?..¡Que demonios dices!.. ¿acaso no piensas en Naruto?..- gritó

La avalancha se acercaba cada vez más. Ella volvió a sonreír «¿Acaso había enloquecido?».

- tengo que intentarlo, usted no podrá detenerme y Naruto-kun.. - cerro los ojos evocando el
rostro de su prometido, él cual había sido su motor para ayudarla ha avanzar- estoy segura que él
no le recriminara nada si sabe que su prometida murió salvando a otros..-

-ellos no tienen nada que ver contigo.. porq..-

-¡vayase...! No sé si funcionara pero tengo que intentarlo-la resignación en su voz fue palpable-..
sasuke-san.. gracias por todo-

No había duda, ella estaba dispuesta a morir por esas personas. Sasuke quería llevarla a la fuerza
pero verla así de determinada por una extraña razón lo hizo obedecer.

Hinata hizo una posición de manos, recordando lo que había podido ver en la luna y lo que había
desarrollado secretamente en sus entrenamientos. Cerro los y concentro parte de su chakra en sus
manos.
Las personas habían llegado a un lugar seguro, sasuke aún no comprendía las palabras de Hinata,
se sintió un imbécil a obedecer a tal débil ser. Estuvo a punto de acercase, pero en ese momento
Hinata puso sus manos en el suelo y lo que paso después ni él se lo esperaba.

-¡Que mierda!-

Su voz sorprendida era la reacción obvia de lo que estaba delante de él, una pared gruesa y
enorme de hielo comenzaba a levantarse causando el retumbar de la tierra, él miraba la gran
muralla y a la vez a una Hinata cabizbaja sin dejar de tocar el suelo 《¿Que tipo de jutsu es?》,
pensó; a la búsqueda de la pregunta por lo que pasaba.

-¡Tahomaru.!..¡¿Dónde estas?!-

Aquel grito desesperado lo atrajo a lo realidad encontrándose con el niño Itachi buscando
desesperadamente a su hermanito menor.

-¡ITACHI!- grito desesperadamente

Aquel infante estaba aterrorizado por lo que estaba pasando, se escondió debajo de la cama
pensando que nada pasaría, pero al sentir la fuerza de la pared erigiéndose lo obligo a salir de su
escondite.

-¡mierda!- bufo Sasuke al darse cuenta de lo que pasaría

Itachi llego con su hermanito, pero una de sus improvisadas casas se le abalanzaba encima; el
mayor protegió a su hermano con su cuerpo esperando la muerte.

Los pobladores miraban atónitos como la pequeña chica terminaba de levantar aquella pared
nacida de la nada, se asustaron aun más cuando esta parecía quebrarse al ser contacto con aquella
avalancha que amenazaba con quitarle todo lo que conocían.

-¿ehm?..-

Itachi levanto la mirada y con su hermanito aun abrazado con el, vislumbro una silueta negra que
estaba enfrente de el con la espada desvainada.

-¡lárguense.. de aquí..!- dijo Sasuke

Itachi asintió-Gra.. gracias señor..- alzo a su hermano entre sus brazos y salió raudamente.

Sasuke poso su mirada gélida en aquellos hermanitos, recordando dolorosamente su infancia


pérdida. El temblor cesó y cuando volteó se encontró con una inquebrantable pared de Hielo tan
alta como una montaña; su mirada se dirigió hacia la pequeña joven quien aún estaba de cuclillas,
se acercó lentamente, lucia viva y eso era lo único que le importaba, pero apresuro sus pasos al
ver temblar su frágil cuerpo amenazando caer pero llego antes de que pasara.

Ella lucia jodidamente débil, tan frágil, tan pequeña; ¿Que demonios había pasado?; abrió los ojos
con dificultad; sasuke se alejó por ver un resplandor misterioso en los ojos perlas de ella; sin
embargo sus ojos volvieron a ser los mismos en cuestión de segundos.

-lo.. logre Sasuke-san.. no pensé que lo lograría- dijo con dificultad


Aquellas palabras le hicieron fruncir el ceño; 《¿Acaso Hinata desconocía el alcance de sus
poderes?, ¿Acaso era cierto que lo descubrió en el momento?, ¿Era verdad que quería morir?》.

-tonta Hyuga, ¿Que mierda paso?- dijo sin ocultar su molestia

Si Hinata moría estaría en un gran problema; muy al margen de Naruto.

Ella le dedico un débil sonrisa.

-e..el tenseigan..el.. tenseigan.. fue.. fue capaz.. de.. mover la.. la luna- él se tensó, jamás imagino
que un poder ocular fuera capaz de hacer ese tipo de cosas-.. yo.. yo.. pude.. cuando.. estuve.. yo..
yo pude.. leer.. algo.. estuve.. estuve entrenando.. cuando logre.. mover.. un objeto.. estaba.. muy
satisfecha.. pensé.. que.. no lo lograría- dijo con sinceridad

-¿ de verdad querías morir?- dijo molesto

Ella asintió débilmente- no.. no podía permitir.. que estas buenas personas murieran... no.. no
podía ver morir a más gente buena delante de mío- cerro los ojos recordando a la persona que
influyo mucho después de su muerte

-eres una tonta-

-quizá lo soy, pero.. hay algo que he descubierto..- el guardo silencio y ella comprendió que el
esperaba su respuesta- que nunca le tuve miedo a morir.. soy débil.. pero no te tengo miedo a
morir... Ahora sé.. que hay personas que merecen ser protegidas.. personas más allá de los muros
de mi casa.. de los muros de konoha.. personas que no merecen ser discriminadas por no tener
algún tipo de asociación conmigo..-él sonrió con ironía-.. es la primera vez.. que me siento útil.. no
pude salvar a Neji Niisan.. no sabe lo que hubiera dado por haberlo protegido.. siento que no he
llorado lo suficiente por él...-

Sus ojos perlas se cerraron, parte del peso de la muerte de su primo se fue con la confesión.
Sasuke la cubrió con su capa ya que comenzó a temblar.

Los pobladores de acercaron hasta donde estaba la pareja, en el rostro de ellos no había más que
agradecimiento.

Lo que vino después de aquel fenómeno natural fue un trabajo arduo, los pobladores comenzaron
a levantar sus casas. La única casa que quedo en pie, sirvió para que Sasuke llevara a Hinata a
dentro ya que sintió que su temperatura corporal comenzaba a descender.

-ella esta muy mal..- dijo la anciana-.. solo tu calor corporal podrá ayudarla- indico

Sasuke pareció entender lo que indicó, la anciana se retiró de la tienda y entonces supo que tenía
que hacer.

La desnudes de su cuerpo no se compraba al calor que podía entregarle una gruesa tela. Una
Hinata completamente desnuda entre los brazos y cuerpo desnudo de Sasuke Uchiha. Él los había
cubierto a ambos en un abrigo de piel de algún animal que desconocía, aunque olía raro poco le
importó ya que el calor debajo de esta era bastante reconfortante; podía sentir cada una de las
curvas de la bella y durmiente joven, tan cerca pero prohibidas para él, no pudo contener la
tentación y comenzó a acariciar cada una de ella, desde el nacimiento de sus senos hasta la curvas
de sus largas pierna. Sasuke sentía la piel de Hinata que se erizaba a su contacto, esto ocasiono
que su erección fuera más dura; luego sintió a ella acurrucarse a su pecho sintiendo los pezones
erectos de ella, no se contuvo y los acarició; con la punta de sus dedos acaricio la piel de su pezón
rosado, llevo su mirada hasta el rostro de ella viendo un sonrojo hermoso en sus mejillas.

-¡Que mierda haces Sasuke!- se regaño

-espero que les vaya bien- dijo la anciana

Todos los pobladores le habían dado las gracias por haberlos ayudado, ya habían pasado 2 días
desde aquel suceso. Hinata había despertado un día después de lo que paso, quería continuar
pero los innumerables mareos y dolores de cabeza se lo impidieron.

-Gracias por salvar la aldea Hinata- san, siempre será bienvenida-

-muchas gracias..- una sonrisa se dibujó en su rostro

-tengan cuidado- advirtió- hace mucho que no se presentaba este tipo de acontecimientos, si van
hacia las montañas del este lo más seguro es que se encuentren con muchos peligros similares ..
¡porfavor cuídense mucho!- le tomo la mano a Hinata

Ya estaban listos para salir, pero dos tímidos niños se acercaron hasta un imponente Sasuke.

-¿Que quieren?- dijo fastidiado al ver que estaban en su camino sin decir nada

-Gracias por habernos salvado- dijeron en una sola voz

Hinata sonrió al ver la tierna escena, el Uchiha parecía inmutable pero implícitamente entendió
que le agrado el gesto de los hermanos. El mayor se acercó a sasuke dejándole algo en su mano y
los dos se fueron corriendo. El abrió la mano encontrándose con un collar hecho de colmillos y
huesitos de algún animal.

-es muy bonito- enfatizó

-tsk... ¡andando!- dijo tomando la delantera.

.
El camino había estado lleno de estrepitosos desprendimientos pero fueron sobrellevados con
cierta facilidad.

-Hyuga-

-¿si?- dijo con extrañeza

La relación entre ambos se había mejorado. Había pasado un día desde que dejaron la pequeña
aldea; el equipo y suministro dados por los aldeanos habían sido de gran ayuda.

-Hay algo que tengo que...-

El suelo comenzó a temblar, sasuke apretó los dientes cansado de no tener un día en paz.
-¡mierda.. muevete!-

Él pudo observar que el suelo detrás de Hinata comenzaba a ceder, dejando ver un piso aparente
encima de una caída horriblemente profunda. Ambos corrieron, Hinata aún estaba convaleciente
pero para sus ojos fueron visibles que la dirección hacia donde iban no era la correcta, tenía que
reaccionar rápido ya que era muy tarde para decirle a Sasuke.

Sintió que jalaron de su capa de tal forma que lo lanzaron hacia un costado de su camino. Lo que
paso sucedió en segundos pero para el, esos segundos pasaron tan lentos, fue la primera vez que
el tiempo paso tan lentamente ante sus ojos. Hinata le dio un empujón lanzándolo a un lugar
seguro. Sus torpes pasos alcanzaron rosarle la yema de unos de sus dedos, él quiso tomarle de la
mano pero no la alcanzo, sus ojos negros miraban con horror como Hinata desaparecía entre las
penumbras del aquel forado.

Sus manos se apoyaron del borde aquel gran forado, su rostro tenso y su mente recordaba una y
otra vez como Hinata desaparecía en el vacío, su cuerpo cayendo, sus cabellos volando, aquella
hermosa trenza se su cabellera azul volaba hasta desaparecerse; su corazón después de tanto
tiempo se estrujo, habían pasado pocos segundos desde que la vio desaparecer y sin que el diera
cuenta comenzó a negar y sus sentimientos necesitaban salir al verla perdido.

-¡HINATAAAA!- grito tan desesperado.

Su ronco voz se escuchó estruendosamente en el horrible vacío. Su puño se estrelló una y otra y
otra vez otra el piso, impotente de no haber podido haber hecho nada por ayudarla.

-¡Maldicion!.. ¡Maldicion!..¡Madicion!.. - se regaño-.. ¡Mierda.. Hinata.. no debiste.!

Cabizbajo derrotado, sin poder saber que más hacer; levanto su triste y negra mirada; su orgulloso
corazón se detuvo al ver el tambaleante cuerpo de Hinata salir de las penumbras.

Sus miradas se encontraron, Hinata se dejó caer ante el esfuerzo físico que había hecho.

-lo.. lo siento..- dijo jadeante- le dije que me serviría de ayuda- enfatizó

Sasuke poso su mirada en la cuerda que tenía entre sus manos, no se había acordado que aun la
tenía. Hinata era precavida, siempre tenía la cuerda amarrada a su cintura, cuando cayó y no le dio
tiempo de colocar chakra entre sus manos o pies para apoyarse, utilizo el gancho para obtener un
punto de apoyo y funciono.

El color sangre le hizo fruncir el ceño, Hinata se quejó disimuladamente.

-¡Dejame ver!-ordenó muy molesto

El tomo su adolorida mano, tenía una horrible herida profunda entonces entendió que la cuerda
debió haberle ocasionado cuando se apoyó, alzo su mirada dándose cuenta que también tenía
laceraciones en el rostro y parte de sus piernas.

El solo tenía ganas de golpearla, se maldijo así mismo por haberse preocupado por ella.

-.. tsk..¡Eres una imbécil Hinata...!- su molestia era tan palpable que la hizo estremecer
Sasuke seguía hablándole sin embargo ella solo podía sonreír de felicidad por lo que se acaba de
dar cuenta, el dolor de su cuerpo paso a segundo plano con la alegría desbordante de su pecho.

-Gracias por la preocupacion.. Sasuke-kun..- dijo suave

Sasuke arranco un pedazo de tela de su ropa y la coloco sobre la herida de ella, por casi instinto
busco la mirada de ella encontrándose con una sonrisa amable de su parte.

-será mejor que avancemos-

-¡hai!.-

Ella quiso apararse, pero no pudo, los golpes recibido por el impacto aun le dolían.

-¡sube!- le ordeno colocándose de cuclillas para llevarla en su espalda

-no.. no se preocupe.. yo.. aun..-

-¡Quieres cerrar boca.. sube por un demonio.. no puedes caminar!- ordenó muy incómodo

Ella obedeció y Sasuke la sacó de aquel horrible lugar en su espalda.

Su viaje estaba a punto de llegar a su fin, sasuke la había cargado cerca de dos horas, podía sentir
los enormes senos de ella. Era difícil llevarla con un solo brazo pero lo único que le importaba era
sacarla de allí, habia sido un viaje más difícil de lo que el había esperado, pero lo que ahora no
cabía en su cabeza era lo que empezaba a sentir.

Hinata abría los ojos con dificultad, se había quedado dormida, cuando los abrió vio un ave
volando y vislumbro la vista de las montañas rocosas de las que Sasuke le había hablado. Eran
hermosas esas montañas, los picos, la flora que adornaba; le trajeron tristes recuerdos que ahora
quería sacarlos.

-¡¿Que demonios haces?!- se quejó Sasuke al sentir que ella se bajaba de su espalda.

Hinata con torpes pasos se acercó hasta donde se asomaba la vista de aquellas hermosas
montañas, viendo aquella ave volar solo pudo recordar a esa persona que había amado y perdido.

-¡NIISAN... TE QUIERO... SIEMPRE LO HARE... ME HARE FUERTE POR MI.. SIEMPRE FUISTE EL
MEJOR.. GRACIAS POR TODO!- grito desesperadamente entre lágrimas-¡NIISAN... NEJI.. !- dijo
quebrada mientras observaba el ave volando con libertad recordando el rostro de su primo el día
que murió-.. ¡NIISAN...ESPERO ALGUN DIA VOLVER A VERTE..NIISAN!....¡ALGUN DIA SERE LIBRE
COMO TU NIISAN!- grito

Hay palabras que nunca se olvidan igual que las personas; ella nunca le dijo lo que realmente
significa para ella; sabía que no la escucharía, pero tenía que decir lo que nunca le dijo, Te quiero
Neji, eres el mejor.

Sasuke entendió un poco lo que significaba seR hinata Hyuga, sabía que guardaba secretos, pero
ella estaba tan o más atrapada que él. Ella volteó con lágrimas en los ojos, con un hermoso sonrojo
en sus mejillas y le sonrió de una manera tan sincera mostrándole sus hermosos dientes. Él se
quedó absorto de ver lo hermosa que era esa sonrisa simpática y sin protocolos, una sonrisa que
se le dedica a alguien cuando le tienes confianza.
-Sasuke kun.. nos vamos-

El cerro los ojos sonriendo, negando lo evidente y maldiciendo que ahora sería más difícil dejar de
negar lo que pasaba entre ellos.

Continuara.....

Fue tan dificil... :/

Disculpen la demora y lo largo del capitulo

No dejen de comentar que le pareció el capítulo, sus opiniones siempre las tomare en cuenta

Saludos :3

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