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DE CARTAGENA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
ASIGNATURA : Epistemología de las ciencias sociales
PROFESORES : Raul Puello, Federico Gallego
FECHA : Septiembre de 2019
TALLER
En la Teoría de la Acción Comunicativa, Jürgen Habermas muestra en qué sentido se puede entender
la cultura moderna como resultado de un proceso de racionalización y, además, de qué modo las
formas de saber propias de la cultura moderna tienen un potencial de racionalidad que se puede
usar para efectos de una organización más racional de la sociedad. Surge así un modelo de
“racionalización social estructuralmente posible”, un modelo de sociedad bien ordenada, a partir
del cual podemos hacer un diagnóstico de las sociedades modernas. El diagnóstico muestra que en
las sociedades modernas ha tenido lugar un proceso de materialización desequilibrada o selectiva
de las formas de saber propias de la cultura moderna, que ha tenido lugar una “colonización del
mundo de la vida”, donde la racionalidad cognitiva-instrumental, propia de las ciencias exactas y
naturales, ha permeado esferas de la vida donde también deberían jugar un papel otras formas de
racionalidad.
En lo que sigue se hará referencia a los aspectos básicos de esta propuesta. A final, se harán algunas
preguntas que buscan fomentar una reflexión sobre los niveles de formación básica primaria y
secundaria en el sistema educativo colombiano. En particular, se busca que, sobre la base de este
modelo, se determine si también el sistema educativo colombiano ha sido víctima de esa
colonización del mundo de la vida. En caso de ser así, se busca además una reflexión sobre posibles
correctivos, para que también los procesos educativos hagan justicia a las promesas del proyecto
de la modernidad, esto es, que nos permitan entender que no solo la ciencia y la tecnología
modernas, sino también las ideas jurídicas, morales y políticas, y la diversidad de manifestaciones
artísticas, pueden contribuir a hacer de este mundo, un mundo mejor.
Racionalización social. Es la idea según la cual las diferentes formas de saber propias de la cultura
moderna se pueden materializar en los sistemas sociales de acción y en el sistema de la
personalidad, para dar lugar a un “mundo de la vida racionalizado” o a una forma de organización
más racional de la sociedad. Tanto las instituciones como los individuos deben estar en condiciones
de atender cuestiones de diferente tipo: no solo las relativas a la verdad que se pretende para las
afirmaciones, sino también las relativas a la justicia que se pretende para las acciones y normas de
acción, y las relativas a la sinceridad, veracidad o autenticidad que se pretende para nuestras
manifestaciones expresivas. Un mundo de la vida racionalizado, resultado de un proceso de
racionalización social adecuado, debería ser un espacio en el que se puedan tematizar de manera
racional y equilibrada nuestras aspiraciones fundamentales a la verdad, la justicia y la autenticidad.
Se parte del supuesto de que en la cultura moderna han surgido, como cuestión de hecho, diferentes
formas de saber, cada una de las cuales tiene su propia lógica. La ciencia moderna se especializa en
cuestiones de verdad acerca del mundo objetivo, el derecho y la moral se especializan en cuestiones
de justicia o rectitud normativa en el mundo social, y el arte moderno se especializa en cuestiones
de autenticidad de nuestras vivencias subjetivas.
Una sociedad bien ordenada surgiría cuando estas diferentes formas de saber propias de la cultura
moderna se desarrollan de manera sistemática y equilibrada en los diferentes sistemas culturales
de acción. Una vez desarrolladas, esas formas de saber deben materializarse en los sistemas sociales
de acción y deben ser apropiadas o asimiladas por los diferentes miembros de la sociedad. En tal
caso tendríamos un mundo de la vida racionalizado, un proceso de modernización social que ha
logrado desplegar a plenitud el potencial de racionalidad inscrito en las formas de saber propias de
la cultura moderna.
Esto querría decir, por ejemplo, que en los sistemas culturales de acción no solo se desarrolla el
saber cognitivo-instrumental propia de las ciencias exactas y naturales, sino también el saber
práctico-moral propio de las ideas jurídicas y morales y el saber estético-expresivo propio del arte
moderno. También querría decir que esas formas de saber se materializan de forma equilibrada en
los sistemas sociales de acción, de tal forma que, por ejemplo, el Estado se administre no solo con
criterios de eficacia (propios de la ciencia y la tecnología) sino también con criterios de justicia
(propios del derecho y la moral). También querría decir, finalmente, que los individuos tendrían no
solo la capacidad de elegir medios adecuados para la consecución de sus fines particulares, sino
también la capacidad de determinar que es lo correcto o incorrecto, justo o injusto; o que tendrían
la capacidad para discutir, por ejemplo, si en un caso particular las consideraciones de justicia tienen
o no tienen prioridad sobre las cuestiones de eficacia.
4) Cuestionario