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Queríamos evaluar y terminamos contando:

alternativas para la evaluación del trabajo académico


Angélica Buendía* | Susana García Salord** | Rocío Grediaga***
Monique Landesmann**** | Roberto Rodríguez-Gómez*****
Norma Rondero****** | Mario Rueda******* | Héctor Vera********

La inquietud de observar en forma reiterada mejoren; qué aspectos cabría considerar para
las repercusiones de la evaluación del trabajo abrir un mejor horizonte en ellos; y si resulta
académico en las universidades públicas mexi- deseable mantener el vínculo entre evaluación
canas, motivó la reunión de un grupo de ocho del desempeño y estímulos económicos.
académicos que a lo largo de dos décadas han Con el propósito de discernir los princi-
desarrollado estudios y publicado documentos pales aspectos del tema organizamos la discu-
sobre el tema. La convocatoria se hizo con la sión en torno a dos ejes de análisis: el origen
doble intención de intercambiar información y desarrollo de los programas de estímulos y
reciente y puntos de vista sobre la evaluación de las formas de evaluación del trabajo acadé-
del trabajo académico, y producir una publi- mico asociadas a los mismos; y los principales
cación que pudiera compartirse con el mayor efectos, positivos y negativos, generados por
número de colegas posible para alentar la dis- su implementación. A partir de los elemen-
cusión y contribuir a crear iniciativas que pro- tos de diagnóstico formulados, planteamos
picien un cambio favorable en esta actividad. algunas alternativas que pueden contribuir al
Durante el segundo semestre de 2016, los debate sobre su continuidad o, en todo caso,
autores, investigadores educativos de distin- a su posible y, a nuestro juicio, indispensable,
tas disciplinas y especialidades, nos reunimos reformulación.
periódicamente para analizar y discutir la
problemática de los programas de estímulo a Introducción
la productividad. La discusión abordó, entre
otras cuestiones, si los programas sirven de es- Una de las políticas públicas de mayor impacto
tímulo a los propósitos expresados; si son acep- y continuidad —probablemente la principal—
tados por los académicos como parte de la re- para orientar, regular e incentivar el desempe-
gulación de su práctica; si es posible pensar en ño del personal académico de tiempo comple-
alternativas que los reemplacen, o al menos los to en las universidades públicas del país está

* Profesora investigadora del Departamento de Producción Económica de la Universidad Autónoma Metropo-


litana-Xochimilco (México). CE: abuendia0531@gmail.com
** Investigadora del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la Universidad Nacio-
nal Autónoma de México (UNAM). CE: salord@unam.mx
*** Profesora investigadora del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana-Atzca-
potzalco (México). CE: mrgk@correo.azc.uam.mx
**** Profesora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM). CE: segall@unam.mx
***** Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM). CE: roberto@unam.mx
****** Profesora investigadora del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana-Atzca-
potzalco (México). CE: nrl@correo.azc.uam.mx
******* Investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM). CE: mariorb@unam.mx
******** Investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM). CE: hectorvera@unam.mx

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sustentada en los programas de estímulo a la de la subsecretaría encargada, otorgaba el visto
productividad. bueno y los recursos para su puesta en marcha.
Estos programas surgieron al inicio de los Aunque los programas de estímulo uni-
años noventa con el propósito de mejorar la versitarios coinciden en ciertos rasgos, difie-
calidad de la educación superior universita- ren en aspectos como el monto del sobresuel-
ria, ya que se pensaba que un incentivo eco- do asignado a las categorías, los requisitos a
nómico impulsaría al personal académico a cumplir y los procedimientos de evaluación
obtener posgrados, atender las tareas involu- correspondientes. En su origen, estos progra-
cradas en la formación docente y participar mas y sus antecedentes (el Sistema Nacional
en los programas de investigación y difusión de Investigadores –SNI– y los programas de
institucionales. Lo anterior significa que los incentivos a la productividad académica de la
programas de estímulo dan por supuesto un Universidad Autónoma Metropolitana –UAM–
efecto de agregación: si la mayor parte de la y la Universidad Nacional Autónoma de México
planta académica de tiempo completo cum- –UNAM–), cumplían principalmente una fun-
ple con los requisitos establecidos, el resultado ción compensatoria del deterioro salarial ocu-
deberá ser la mejoría en la calidad esperada. rrido en la década de los ochenta, y su intención
En esencia, estos programas están orienta- era retener en las universidades al personal de
dos a premiar, mediante cuotas de sobresuel- mayor calificación. En la actualidad operan
do, la productividad académica, expresada como un segundo régimen y tabulador que
básicamente en el número y la calidad de los gobierna la actividad académica en las institu-
productos de investigación; así como la acti- ciones. Aunque conserva su carácter voluntario
vidad docente, medida por el número de asig- para los profesores e investigadores, es un hecho
naturas, tutorías y tesis dirigidas. En tal sen- que la mayor parte del personal académico de
tido, los programas de estímulos representan tiempo completo acude a su convocatoria.
una fórmula de pago por méritos. Como la asignación de las categorías, pre-
Desde su creación en 1992, los programas via evaluación, es por periodos determinados,
de estímulos de las universidades, original- los aspirantes pueden ascender, conservar la
mente denominados “becas al desempeño categoría o sufrir un cambio negativo. Esta
académico”, han evolucionado en sus reglas y condición se traduce en una presión continua
formas de operación. En la actualidad, la ma- para enfocar la actividad individual en la acu-
yoría contempla el conjunto de funciones que mulación de tareas y productos contemplados
debe cumplir un académico: se otorgan las ca- en los protocolos y reglas operativas. De esta
tegorías más altas a aquellos que demuestran manera, los estímulos se han consolidado e
llevar a cabo, en forma simultánea, tareas de institucionalizado como rutas de la trayecto-
investigación, formación de estudiantes, ex- ria académica y profesional del personal aca-
tensión, divulgación y gestión institucional. démico y han generado, a su vez, un orden de
En sus primeras versiones, los programas prelación en el que se prioriza el trabajo indi-
de estímulo fueron diseñados con un relati- vidual, el enfoque de competitividad de tareas
vo apego a las atribuciones de la autonomía y resultados, la producción documentable y el
universitaria. Cada universidad fijaba los cri- uso del tiempo de trabajo en las actividades
terios y procedimientos para la operación de que acreditan la satisfacción de requisitos.
su programa, generalmente bajo la sanción Se trata de una racionalidad meritocrática
de un órgano colegiado superior, y en oca- que tiende a desplazar, acaso inevitablemen-
siones con la participación de las agrupacio- te, a otras lógicas académicas, principalmen-
nes del personal académico. En todo caso, la te aquellas relacionadas con la simple satis-
Secretaría de Educación Pública (SEP), a través facción de contribuir, desde la vocación, la

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responsabilidad y el compromiso comparti- la trayectoria y la vida cotidiana del personal
do, a los ejes de la misión universitaria: formar académico, los programas de estímulo han
estudiantes, generar bienes de conocimiento y sido objeto de estudio recurrente en diversas
cultura, y participar en su difusión social. áreas de la investigación educativa.
La tensión entre ambas racionalidades, En los estados del conocimiento de la in-
académica e instrumental, explica la aparente vestigación educativa nacional durante el pe-
paradoja entre el éxito de la política asociada riodo de 1992 a 2002, publicados por el Con-
con los programas de estímulo —su perma- sejo Mexicano de Investigación Educativa
nencia, su progresiva extensión en el ámbito (COMIE), las autoras del capítulo correspon-
de la educación superior pública y su amplia diente a la investigación sobre académicos
capacidad de convocatoria— y las críticas que hacen notar que “la producción en nuestro
diversos actores, tales como especialistas, res- campo se concentra de manera preponde-
ponsables de la instrumentación e incluso los rante alrededor de un tema que se reportaba
propios académicos, han planteado práctica- como emergente en el estado de conocimien-
mente desde sus inicios. to anterior: la evaluación de los académicos
Por otro lado, los programas de estímulo en el contexto de los cambios en las políticas
institucionales tienden a dar relieve a las ac- públicas hacia la educación superior” (García
tividades y los productos que favorecen el que Salord et al., 2003: 208).
las universidades puedan ser incluidas en los El trabajo citado sistematiza más de un
programas y fondos centrales que aseguran centenar de publicaciones sobre el tema de los
acceso a recursos extraordinarios. Por ello, estímulos académicos en México, conjunto
la trama burocrática que soporta su opera- que incluye investigaciones, estudios, ensayos
ción es compleja. Por su propia naturaleza, los y tesis de posgrado; e identifica cuatro gran-
programas de estímulo involucran intereses y des dimensiones que articulan la producción
prácticas —las de las comunidades académi- durante el periodo: a) la contextual, localizada
cas realmente existentes— que en no pocos en las políticas públicas en las que se insertan
casos trascienden la neutralidad de las reglas. los programas de estímulos; b) la organizacio-
Por lo general, los académicos son evaluados nal, mediante la que se ubica el escenario par-
por pares pero, a diferencia de otras fórmulas ticular de indagación: el entorno institucional
de calificación académica, quienes evalúan y y la composición del personal académico;
los que son evaluados forman parte de una c) la conceptual, propuesta a través de la defi-
misma comunidad; el dictamen no es anóni- nición básica de aspectos que el investigador
mo ni ciego, lo que da entrada a reglas infor- considera que se relacionan con cada una de
males de distribución de recursos y prestigios las normativas analizadas; y d) la subjetiva,
que operan en cualquier comunidad cerrada. que atiende el registro en distintos grados de
Con el propósito de subsanar este riesgo, se las prácticas o las opiniones y actitudes de los
ha llegado a una notable especificación de los actores relacionados con los programas.
objetos a evaluar, en no pocos casos a la asig- El estado de conocimientos del COMIE
nación de valores y equivalencias numéricas para el periodo 2002-2011, en la sección corres-
y, con gran frecuencia, a la rigidez de los crite- pondiente a los estudios sobre académicos,
rios a seguir en el proceso de evaluación. reitera la importancia del tema, así como su
Por su importancia en la trama de las po- continuidad como objeto de la investiga-
líticas de educación superior desarrollada a ción educativa. Se hace notar, en particular,
partir los años noventa, por sus efectos sobre la consolidación de enfoques metodológicos
la organización del trabajo académico en las (cuantitativos y etnográficos) en el análisis del
universidades, y también por su impacto en tema, así como la preminencia de críticas al

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fenómeno que dan “considerable evidencia de surgieron instituciones que privilegiaron la
que los mecanismos de evaluación han tenido incorporación de académicos de tiempo com-
efectos nocivos en la vida universitaria, como pleto, como la Universidad Autónoma Me-
son los casos de simulación en la dimensión tropolitana. La característica más destacada
personal y el quebranto de las relaciones inter- de este crecimiento es que no fue un proceso
personales de los académicos, su salud y sus regulado.
salarios” (Galaz y Gil Antón, 2013: 472).
A pesar de los avances derivados de la Los años ochenta: de la crisis
investigación educativa para analizar, siste- a la regulación/evaluación
matizar, registrar y reconocer los procesos de El crecimiento no regulado del sistema que
diseño, implementación y promoción de los definió a la década anterior fue la antesala para
programas de estímulo, así como sus princi- que en la década de los ochenta se configurara
pales efectos pedagógicos, organizacionales, un sistema de educación superior complejo y
comunitarios e individuales, el espacio de in- heterogéneo, caracterizado por la diversifica-
terrogación sobre su legitimidad, pertinencia ción de la oferta educativa, la modificación de
y eficacia permanece abierto. la composición y el crecimiento de matrícula
y de la planta académica, así como por la ex-
Antecedentes de los programas de pansión sin precedentes del subsector privado.
evaluación del trabajo académico No es arbitrario que a este periodo se le de-
nomine la “década perdida”, pues los efectos
A mediados de la década de 1980 se implantó de la crisis económica evidenciaron la fragi-
una serie de políticas públicas relacionadas lidad del sistema. Entre los más importantes
con la educación superior, cuyo propósito era respecto al sistema público de educación su-
orientar su conducción a través de diferentes perior, cabe mencionar los siguientes:
programas e instrumentos de evaluación del
trabajo académico que se incorporaron pau- 1. Una disminución real en el presupues-
latinamente a las instituciones. Su origen se to asignado por la federación, cuyo
fundamentó en el pago por mérito asociado a impacto directo fue la reducción del
la evaluación, visto como la única vía posible poder adquisitivo de los salarios de los
para mejorar las condiciones de los académi- trabajadores universitarios (académi-
cos de tiempo completo deterioradas por fac- cos y administrativos). Se implementa-
tores presupuestales, laborales y académicos. ron medidas como topes salariales, se
El antecedente de este esquema de polí- buscó establecer tabuladores salariales
ticas se ubica en el proceso de expansión sin comunes a las instituciones y homo-
precedentes que experimentó el sistema uni- logar los salarios de los académicos
versitario en la década de los setenta. Entre (López Zárate, 1996). Entre 1983 y 1990,
1970 y 1975 la matrícula creció 115 por ciento, el promedio del salario de los acadé-
mientras que entre 1975 y 1980 el incremento micos cayó 8.4 por ciento anualmente
fue de 60.8 por ciento. Entre 1970 y 1980, la tasa (Soto, 1990). Según Fuentes (1989), la
de crecimiento de la planta académica total capacidad adquisitiva, es decir, el sala-
fue de 68.4 por ciento; y la de los académicos rio real promedio de los académicos, se
de carrera (tiempos completos y medios tiem- deterioró 40 por ciento durante la crisis.
pos) fue de 108.7 por ciento. Si bien la mayor 2. La desaceleración del ritmo de cre-
parte de las instituciones de ese entonces con- cimiento que venía experimentan-
taba con una planta académica minoritaria- do el sistema en la década anterior.
mente compuesta por académicos de carrera, Durante la primera mitad de la década

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el crecimiento promedio fue de 37 por los trabajadores académicos. Con ello se dio
ciento, en tanto que la planta académi- fin a la negociación bilateral con los sindica-
ca total creció sólo 19 por ciento. tos universitarios, con excepción del ámbito
3. La necesidad de establecer mecanismos estrictamente laboral que incluyó los salarios,
de regulación y planeación antes inexis- las prestaciones y la jornada. El resultado fue
tentes. Si bien en los años setenta se la implementación de una legislación supra-
creó el Sistema Nacional de Planeación institucional que, además de poner fin a la
Permanente de la Educación Superior bilateralidad, contribuyó al debilitamiento del
(SNAPPES), no se establecieron los me- sindicalismo universitario en México. De esta
canismos de tal planeación; fue en 1986 forma, las universidades públicas autónomas
que, a partir del Programa Integral para contaron desde entonces con la facultad de
el Desarrollo de la Educación Supe- establecer políticas institucionales y adecuar
rior (Proides), creado en el marco de la políticas nacionales de evaluación del trabajo
Asociación Nacional de Universidades académico en el marco de una nueva configu-
e Instituciones de Educación Superior ración de fuerzas institucionales: ganaron peso
(ANUIES), se inició propiamente la ope- y centralidad las autoridades personales y cole-
ración de estos mecanismos, con el fin giadas y, más aún, las comisiones dictamina-
de regular el crecimiento del sistema. doras que, sin contrapesos sindicales, han sido
las responsables de tomar las decisiones en los
Paralelamente a los mecanismos de pla- procesos de evaluación para el ingreso, la pro-
neación y control del sistema universitario moción y la permanencia de los académicos.
para la regulación del crecimiento y la aten- En el contexto de la crisis y de la reforma
ción a los efectos de la crisis, a partir de 1980 laboral, se elaboraron dos programas que han
se puso en marcha un elemento adicional que marcado el rumbo de las transformaciones
operó con la misma lógica de regular el siste- del sistema de educación superior hasta nues-
ma: la modificación legislativa que condujo a la tros días, pues se plantearon como finalidad
creación del apartado de Trabajo Universitario esencial reordenar y conducir la moderniza-
en la Ley Federal del Trabajo estableció, a prin- ción de la educación superior: el primero fue
cipios de la década, una nueva configuración el Programa Nacional de Educación Superior
en las relaciones laborales universitarias. Hasta (Pronaes), aplicado entre 1983 y 1985, que
1980, los sindicatos de las universidades públi- pronto cedió su lugar al Proides, que significó
cas habían luchado por el reconocimiento le- el punto de referencia de los esfuerzos guber-
gal de su representación en un ámbito laboral namentales de intervención y regulación de la
distinto del que prevalecía en el sector privado universidad desde 1985.
y el sector público-gubernamental. Después En este contexto es emblemático el surgi-
de amplios debates se reconoció que el trabajo miento del Sistema Nacional de Investigado-
universitario ameritaba un apartado dentro res (SNI), primer programa que buscaba paliar
del capítulo de “trabajos especiales” en la Ley los efectos de la crisis económica. Si bien está
Federal del Trabajo. Esta adición estableció una dirigido a los investigadores de tiempo com-
diferencia entre “lo académico” y “lo laboral”, pleto y evalúa centralmente la investigación,
y dotó a las universidades de facultades para en sus orígenes se consideró que contribuiría
establecer reglas y mecanismos para los proce- a retener a los académicos en las universida-
sos de ingreso, promoción y permanencia de des públicas y a fortalecer la investigación.

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El Sistema Nacional de Investigadores científica. La propuesta de sistema que consi-
(SNI): inicio de la regulación en el marco guió articularse giraba en torno a cinco ejes
de la crisis básicos: estaba limitado a los investigadores;
Varios de los protagonistas del proceso de era externo a las instituciones, con criterios
instauración del SNI han dado cuenta de una propios de selección; su permanencia era
diversidad de antecedentes y factores que se condicionada; estaba indizado a la inflación,
consideraron al momento de impulsar la crea- y era abierto en número. Malo subraya que el
ción del SNI. Entre ellos destaca, primero, una SNI representó la primera ocasión en que se
coyuntura de oportunidad política. Académi- introdujo un mecanismo de alcance nacio-
cos de la UNAM y miembros de la Academia de nal “de reconocimiento y retribución basado
Investigación Científica (AIC) estaban ubicados en el desempeño” (FCCy T/AMC, 2005: 45). En
en puestos clave desde los que era posible im- el diseño del SNI, un componente clave era
pulsar una idea originalmente deliberada en el la evaluación de la productividad a través del
seno de la AIC. La crisis de las finanzas públicas juicio de pares, que se realizaría en las comi-
de 1982 y la preocupación por el financiamiento siones dictaminadoras de las áreas generales
del sector se convirtieron en temas recurrentes de conocimiento. Esta fórmula de evaluación
en diversos ámbitos del sistema de investiga- académica apenas había comenzado a experi-
ción. Durante 1983, la AIC organizó sesiones mentarse en instituciones como la UNAM y el
para analizar el problema; ahí comenzaron a Centro de Investigación y de Estudios Avan-
tomar forma las características de un sistema zados (CINVESTAV) del IPN, que contaban con
nacional de investigadores. La idea fue transmi- capacidad para registrar y validar la produc-
tida al titular de la SEP y el presidente Miguel de ción académica indizada y las citas a los pro-
la Madrid le encargó a la AIC el diseño del SNI. ductos académicos individuales.
Para convertir el proyecto de la AIC en
un programa gubernamental y negociar las Los años noventa: la institucionalización
condiciones financieras y de operación del de los programas de evaluación
SNI, se integró un secretariado técnico, del Si bien el SNI es el antecedente principal de
cual formaron parte académicos de la UNAM la evaluación de los académicos, la evalua-
y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y ción como política se institucionalizó con el
funcionarios de la Secretaría de Educación Programa para la Modernización Educativa
Pública (SEP) y el Consejo Nacional de Cien- (PME) 1989-1994 del gobierno de Carlos Salinas
cia y Tecnología (CONACyT). Ahí se diseñó el de Gortari, el cual consideró prioritaria la eva-
SNI (aunque algunos aspectos tuvieron que luación interna y externa de las instituciones
ser procesados mediante negociación, como como un mecanismo para mejorar la calidad
la decisión de entregar recursos a los investi- de sus programas educativos y servicios. En los
gadores a través de becas y no por adición al programas posteriores de política —el Progra-
salario nominal, lo cual respondió a la postura ma de Desarrollo Educativo (PDE) 1995-2000,
de la SEP, contra la opinión de las autoridades el Programa Nacional de Educación (Pronae)
hacendarias). Aunque la AIC proponía que la 2001-2006 y el Programa Sectorial de Educa-
Academia gestionara el SNI en todos sus as- ción (PSE) 2007-2012— se observa una conti-
pectos, se impuso la decisión de la SEP de en- nuidad y diversificación de espacios y actores
cargarse de la tarea a través de la Subsecretaría de la evaluación: instituciones, programas aca-
de Educación Superior e Investigación Cientí- démicos, profesores, estudiantes, egresados y
fica y, posteriormente, del CONACyT. gestión, lo que ha intensificado y consolidado
Otro factor importante fue un nuevo dise- el modelo de evaluación para la educación su-
ño institucional para el fomento a la actividad perior. En general, la lógica del discurso que

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argumenta los programas derivados de estas educación superior. En 1992 surgió el Progra-
políticas se sustenta en la relación entre cali- ma de Estímulos al Desempeño del Personal
dad, evaluación y financiamiento, con diferen- Docente (Esdeped), en sustitución de los pro-
tes matices según el objeto de la evaluación. gramas de becas al desempeño, con el propó-
Con el SNI de antesala se configuró un es- sito de estimular, con una compensación eco-
quema distinto de regulación y evaluación del nómica, independiente del contexto salarial, a
trabajo académico. Actualmente, se distin- los docentes con un desempeño sobresaliente.
guen los programas diseñados y operados por Con base en los lineamientos establecidos por
las instituciones universitarias, pero derivados la SEP, cada una de las instituciones de educa-
de lineamientos gubernamentales, y aquellos ción superior que participaba en el programa
implementados y gestionados por organismos establecía los procedimientos, criterios y están-
gubernamentales y no gubernamentales. Los dares requeridos para otorgar los estímulos.
mecanismos de evaluación del trabajo acadé- En 1996 se implementó el Programa de Me-
mico son diversos y heterogéneos, entre otros joramiento del Profesorado (Promep), princi-
aspectos, en cuanto a su ámbito de diseño e pal instrumento político y administrativo de
implementación, a los sujetos cuyo trabajo es ese sexenio. Con este programa se amplió la
evaluado, al énfasis de las funciones univer- cobertura ofrecida por Supera para la forma-
sitarias que se evalúan, a la conformación de ción de los académicos, a partir de un diagnós-
los equipos de evaluadores y a los esquemas de tico de las necesidades de las diferentes áreas
estímulos y recompensas asociados a los resul- del conocimiento en cuanto a la proporción y
tados de la evaluación. el nivel de habilitación del personal académi-
En los programas implementados y ges- co convenientes para atender con solvencia
tionados por organismos gubernamentales y los programas educativos de licenciatura y
no gubernamentales, después del SNI surgió, posgrado. El Promep recibió también la en-
a principios de los noventa, el Programa Na- comienda de autorizar plazas para la incorpo-
cional de Superación del Personal Académico ración de académicos con nivel de posgrado
(Supera), cuyo objetivo se centró en mejorar el como nuevos profesores de tiempo completo
nivel de habilitación de la planta académica. en las instituciones de educación superior.1
Éste fue el primer esfuerzo de alcance nacio- Actualmente la educación superior en
nal orientado a impulsar la formación a nivel México se caracteriza por un sistema dual en el
de posgrado de los profesores universitarios. que operan políticas diferenciadas que no han
Dicho programa se creó en 1994 bajo la con- alcanzado su adecuada articulación: por una
ducción de la ANUIES, con aportaciones del parte se encuentra el sector de la educación su-
gobierno federal, y mantuvo sus convocatorias perior universitaria y tecnológica, que respon-
para becas nacionales y extranjeras hasta el año de a las políticas delineadas por la Subsecretaría
2000. Con su respaldo se formaron en institu- de Educación Superior, dependiente de la SEP;
ciones nacionales y extranjeras cerca de 2 mil y por la otra, se aprecia el sector del posgrado
profesores en activo de las instituciones de y la investigación científico-tecnológica y la

Otros
1 programas gestionados por la SEP y el CONACyT incluyen el de Cuerpos Académicos (2002), el de Fondos
Sectoriales Mixtos (2002) (véase: http://www.conacyt.mx/index.php/fondos-y-apoyos/fondos-mixtos), el de
Apoyo a la Ciencia Básica SEP-CONACyT (2004) y el de Innovación y Desarrollo Tecnológico (2008). Al margen
de sus objetivos específicos, estos programas han reforzado la lógica evaluativa, pues condicionan la entrega de
apoyos y recursos a evaluaciones periódicas, afianzando así la cadena que une a la evaluación con la distribu-
ción de recursos monetarios. No menos importante, en torno a los programas de estímulo se han trenzado otros
elementos de las políticas de educación superior y de ciencia y tecnología; es el caso de la configuración, en su
momento, de los Programas Integrales de Fortalecimiento Institucional (PIFI); las reglas del Programa Nacional
de Posgrados de Calidad a cargo del CONACyT; y los requisitos para la acreditación de programas fijados por
las agencias reconocidas por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (Copaes) y los Comités
Interinstitucionales de la Evaluación de la Educación Superior, entre otras instancias.

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A. Buendía, S. García, R. Grediaga, M. Landesmann, R. Rodríguez, N. Rondero, M. Rueda y H. Vera | Queríamos evaluar…
innovación, cuyas políticas son delineadas y ción académica generó efectos positivos. Por
operadas por el CONACyT. un lado, ha contribuido a legitimar la rendi-
ción de cuentas —además de impulsar la dis-
Efectos y dilemas del actual cusión sobre la necesidad de la evaluación— y
sistema de evaluación se ha ampliado a otros actores, niveles y espa-
cios institucionales. Por otro, ha generado un
En busca de instaurar una cultura de la eva- ámbito de oportunidades para el avance en las
luación, lo que los distintos programas de trayectorias académicas y para el desarrollo
evaluación crearon fue un aparato burocráti- de grupos de investigación en algunas institu-
co dedicado al recuento curricular. Aunque no ciones de educación superior, particularmen-
está exento de algunas virtudes, ese resultado te en aquellas donde lo académico contiende
no instituyó prácticas que les permitieran a con una fuerte injerencia de camarillas políti-
los evaluados contar con guías y retroalimen- cas en la elección de autoridades y sindicatos,
tación para mejorar su quehacer profesional; y cuyos miembros tienen fuertes vínculos con
lejos de ello, los académicos se toparon con los poderes locales.
pesados aparatos administrativos que los En su origen, al vincular los resultados a la
empujaban a producir más, sin que hubiera diferenciación de los ingresos, los programas
modelos que especificaran el sentido y los es- de evaluación del desempeño permitieron, en
tándares de calidad de sus actividades docen- el corto plazo —y en particular para los profe-
tes y de investigación. Se implantó, pues, un sores de tiempo completo— paliar los efectos
sistema de recompensas a quienes entregaran de la crisis salarial. También produjeron una
productos, y no una evaluación que los orien- mayor descentralización de la asignación de
tara para ser mejores académicos. recursos del erario público, que se distribuye-
Otro nudo de problemas es el relacionado ron entre las instituciones para hacer frente al
con las condiciones y consecuencias materia- pago de los estímulos.
les de los sistemas de evaluación. En primera Además, los nuevos programas fractura-
instancia, quedaron fuertemente unidos —con ron las barreras a la diferenciación de ingresos
consecuencias muy desafortunadas— la eva- establecidas en el contrato colectivo de traba-
luación del trabajo académico con la distri- jo, generando un efecto positivo al reconocer
bución de estímulos pecuniarios (becas, estí- las diferencias en el desarrollo del trabajo aca-
mulos, etcétera). Como segundo punto, estos démico; esto se ha traducido en que los ingre-
sobresueldos han sido mayoritariamente sos académicos se establezcan en función del
acaparados por una minoría de académicos desempeño y resultados alcanzados, matizan-
(profesores-investigadores de tiempo com- do la máxima de “a igual puesto, igual salario”,
pleto), dejando desprotegidos a los profesores con independencia de la forma en que se rea-
de asignatura y tiempo parcial. Con ello se ha licen las tareas.
engendrado una suerte de sistema académico La otra cara de la moneda es que esta situa-
de castas que castiga a quienes cargan con el ción ha derivado en la inestabilidad de los in-
peso de la docencia y premia a quienes tienen gresos y el aumento de las tensiones en la vida
condiciones institucionales para dedicarse a la cotidiana de las instituciones de educación su-
investigación. Por último, al separar los suel- perior, dado el peso relativo de los ingresos por
dos base de los estímulos se han creado condi- desempeño frente a los salarios y prestaciones,
ciones que inhiben la jubilación, con el subse- lo cual se agrava por las carencias del sistema
cuente envejecimiento de la planta académica. de pensiones por jubilación. Además de los
No obstante, es necesario reconocer que la efectos en el terreno económico, si bien los es-
puesta en marcha de los programas de evalua- tímulos representan recompensas académicas

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y simbólicas para unos, son sanciones para suponen para los evaluados. Asociado a la
otros, pues se convierten en símbolos de es- burocratización se generan elevados costos
tatus, indicadores que son empleados como de transacción derivados de la cantidad de
elementos de distinción y jerarquización entre recursos humanos que se requiere para movi-
sujetos, colectivos e instituciones que facilitan lizar los mecanismos de evaluación vigentes,
el acceso al financiamiento para la investiga- tanto a nivel del sistema como de las institu-
ción y la difusión de sus avances. ciones de educación superior en particular.
Otro de los efectos negativos es que dichos Dada la multiplicación de programas,
programas, más que hacer una evaluación aca- la frecuencia de los procedimientos de eva-
démica, han institucionalizado el recuento cu- luación, la diversidad de formatos, el tipo de
rricular, en la medida en que no cumplen con requisitos académicos establecidos y el ince-
la función de valorar integralmente el aporte sante incremento del número de institucio-
de los resultados a la acumulación de conoci- nes, programas y académicos a evaluar, estos
mientos, y no aportan a la calidad en la forma- últimos, especialmente los más reconocidos,
ción de recursos humanos ni a la retroalimen- destinan una parte importante de su tiempo,
tación a los evaluados para que los resultados concentración y energía a procesos rutinarios
les permitan mejorar su desempeño. Miden lo de evaluación. Asimismo, quienes solicitan
que se puede medir, no lo que se requiere siste- ser evaluados también emplean una gran
matizar para promover la calidad de las diver- cantidad de esfuerzo y tiempo para cubrir los
sas actividades académicas. Es más fácil con- requisitos solicitados.
tar las publicaciones que evaluar los resultados Los criterios, indicadores y perfiles desea-
de las labores docentes, por lo que éstas se han bles actualmente utilizados tienden a desco-
menospreciado entre los indicadores, minimi- nocer la diversidad del medio académico y
zando el esfuerzo que los académicos destinan expresan el predominio y poder político re-
a ellas. La evaluación actual ha llegado a con- lativo de los miembros de ciertas comunida-
fundir el indicador con el trabajo que “cuen- des disciplinarias; de esta manera se reduce la
ta”, pero no “valora, reconoce o retroalimen- validez de las prácticas y formas organizativas
ta”, más bien segmenta y etiqueta desempeños de otros campos de conocimiento, o de las mi-
individuales, disociándolos de los objetivos de siones y objetivos centrales de distintos tipos
desarrollo institucional. Esta condición gene- de instituciones de educación superior. Como
ra, a su vez, que los programas sobrevaloren señalaba Kant (2003), existe un conflicto entre
ciertas actividades o funciones sobre otras las facultades, y quienes formulan e imponen
—por ejemplo, investigación sobre docencia, los criterios que rigen la evaluación y obtienen
difusión de la cultura y vinculación social— representación o predominio en la composi-
sin analizar los aportes y su calidad en el mar- ción de las comisiones evaluadoras de progra-
co de los campos de conocimiento o institu- mas institucionales y extrainstitucionales.
cionales, el tipo de resultados, las tradiciones En un contexto signado por la “excelencia”,
disciplinarias y las trayectorias de los sujetos el incremento de la competencia entre pares,
evaluados. los conflictos por los escasos recursos y la valo-
En las instituciones coexisten programas ración exclusiva de los resultados individuales
con características y objetivos distintos que —que se consideran por encima de la contri-
actúan de manera paralela o superpuesta a bución de los integrantes de la organización al
las formas de organización y de gestión par- cumplimiento de las funciones sustantivas de
ticulares de cada institución, lo que lleva a un la universidad—, han repercutido en la dismi-
dispendio de recursos y a tensiones debidas a nución del compromiso institucional, afectan-
los distintos requerimientos y formatos que do los principios éticos de la vida académica.

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Los efectos en la concepción y realización La evaluación del trabajo académico que se
de las funciones sustantivas de la universidad aplica en la mayoría de las instituciones de edu-
también merecen ser comentados. Una cons- cación superior públicas —y progresivamente
tante en las instituciones es la desatención a también en las privadas— muestra un dilema
las actividades colegiadas y a la participación de difícil solución: instituir un marco de refe-
en el desarrollo y seguimiento de la docencia, rencia común versus protocolos sensibles a la
principalmente en los cursos curriculares de diversidad de las funciones —investigación,
licenciatura. Como contraparte, hay una lu- docencia, difusión—, disciplinas —ciencias,
cha por la atención y dirección de estudiantes ciencias sociales, humanidades, artes—, eta-
de posgrado —que producen más “puntos”—, pas de la trayectoria académica y diversidad de
lo cual, en ocasiones, impide una adecuada condiciones institucionales. Es más fácil hacer
socialización y seguimiento de sus avances. explícitos criterios homogéneos, lo que produ-
Por otra parte, la periodicidad y diversi- ce una ilusión de transparencia y equidad; sin
dad de los programas desalienta los trabajos embargo, tanto en las evaluaciones internas
de investigación de largo plazo, que frecuen- —en las que no se consideran diferencias dis-
temente son desplazados por proyectos de ciplinarias o de variación según las etapas de
corto alcance. Esto promueve prácticas de la trayectoria de los académicos— como exter-
reproducción que se traducen en la publica- nas —en las que no resulta posible visualizar la
ción de variantes de los resultados de inves- diferencia de condiciones entre las institucio-
tigación —publicación de trabajos poco ma- nes—, la aplicación de los mismos requisitos
duros o de versiones distintas de resultados resulta en una situación poco equitativa. La
ya reportados—, lo cual ha conducido a la solución a este dilema suele ser una combina-
institucionalización de vicios y simulaciones, ción de los dos elementos, aunque no siempre
y ha promovido un productivismo sin impacto se ha logrado una mezcla virtuosa.
organizacional ni disciplinario, que se asocia Aplicar criterios homogéneos sin conside-
directamente con la búsqueda del acceso a re- rar la diversidad de condiciones, tradiciones y
cursos económicos adicionales. etapas de las trayectorias de quienes someten
Por último, los procesos de evaluación han a evaluación su trabajo puede representar un
provocado ritmos excesivos de trabajo, diver- atentado contra el principio básico de equidad;
sificación de las actividades y frustraciones sin embargo, la aplicación de esos criterios
ante el excesivo tiempo empleado en tareas facilita que la evaluación se realice de forma
burocráticas asociadas a las evaluaciones, que transparente, tanto en los procesos como en
terminan por afectar la salud, el bienestar y el los resultados. Resulta así, más fácil y adecuada
disfrute de la vida académica (Urquidi, 2004). la homogeneización de parámetros e indica-
dores, especialmente si el objetivo central es la
Dilemas y disyuntivas clasificación de los sujetos y las instituciones, la
del proceso de evaluación cuantificación de resultados y la distribución
de recursos económicos y simbólicos —pre-
En la búsqueda de nuevas alternativas de mios y castigos—. Por el contrario, aplicar los
procesos de evaluación que repercutan en un mismos parámetros en todos los casos se con-
mejoramiento de la vida académica y de los vierte en un obstáculo si lo que se busca es que
resultados de las distintas funciones, es im- la evaluación contribuya a mejorar al desarro-
portante recuperar y definir lo que, después llo de las actividades, a dar asesoría a los eva-
del análisis de los mecanismos actuales y sus luados para mejorar sus resultados y a poder
consecuencias, parecen ser sus dilemas y ten- compaginar los resultados de los académicos
siones más importantes. con los objetivos de las instituciones.

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Un sector importante de académicos, a programas en curso son inequitativos y estra-
pesar de lo inalcanzable de algunos de los tifican a los académicos, quienes compiten en
parámetros establecidos por el SNI, considera desigualdad de condiciones para alcanzar los
que es un sistema más legítimo y equitativo indicadores; esto debido a las diferencias en
que los programas de becas y estímulos in- términos contractuales, en condiciones for-
ternos de sus instituciones. La distancia de los mativas y en apoyo institucional.
evaluadores respecto a las contiendas y con- Las evaluaciones sólo son posibles con el
flictos locales permite, al menos, una ilusión “aval y participación” de los académicos; es
de mayor objetividad. En cambio, cuando la necesario que éstos las reconozcan como le-
evaluación con efectos económicos directos gítimas aunque la legitimidad no se exprese
sobre los ingresos totales depende de indivi- efectivamente en la participación en dichos
duos que participan en la misma comunidad programas. La participación está mediada
que los sujetos evaluados, aun cuando se ten- por las recompensas materiales asociadas a las
ga mayor conocimiento de las normas institu- mismas y no es tan voluntaria como se pro-
cionales y, por ende, se entiendan las ventajas clama. Por otro lado, los programas actuales,
y desventajas para el desarrollo de las distintas más que instancias que busquen mejorar los
actividades, pueden presentarse problemas de resultados de académicos e instituciones, pa-
parcialidad, prejuicio o subjetividad en las recen ser mecanismos de supervisión y con-
evaluaciones. Se genera tensión porque si bien trol, basados en la desconfianza mutua entre
el que los árbitros conozcan la institución y gobierno e instituciones, y entre las institucio-
a las personas evaluadas puede tener conse- nes y sus académicos.
cuencias positivas —valorar con mayor cono- Resulta pertinente mencionar dos situa-
cimiento los objetivos de la organización, sus ciones económicas vinculadas con el tema de
condiciones, desempeño y logros—, también las evaluaciones: los salarios y la jubilación. En
conlleva riesgos tales como prejuzgar y ex- el primer caso, se ha desatendido la discusión
cluir porque existen conflictos entre enfoques del tema central de los salarios dignos preten-
o disputas entre grupos. diendo que con la incorporación de ingresos
La evaluación del trabajo académico afec- no salariales se resuelve el problema de recu-
ta más directamente a una minoría selecta de perar los ingresos y se logra estabilidad para
instituciones y académicos. Los graves pro- garantizar la autonomía necesaria para pro-
blemas de los profesores de tiempo parcial se ducir conocimiento y formar los recursos
han atendido poco, porque en general se hace que se requieren para el desarrollo social. Al
énfasis en la investigación y en la diversidad no encarar la discusión en los salarios base,
de actividades y funciones que sólo realizan se desvía la atención que debería tener la bús-
los académicos de tiempo completo. En la queda de mejores condiciones de trabajo para
mayoría de las instituciones de educación su- los miembros de la profesión académica. Por
perior, tanto públicas como privadas, la desa- otra parte, este problema ha obstaculizado el
tención a la evaluación del trabajo académico retiro de los académicos que cumplen los re-
de un extenso grupo de profesores de tiempo quisitos para optar por la jubilación. En la me-
parcial que sostienen la docencia en un alto dida en que los estímulos representan un alto
porcentaje —sobre todo a nivel de licenciatu- porcentaje del ingreso y no repercuten en el
ra— ha ampliado la brecha en las condiciones monto de la jubilación, la planta académica ha
laborales y los ingresos entre los profesores envejecido, lo cual, sumado a las restricciones
de tiempo completo y los de tiempo par- presupuestales para la creación de nuevas pla-
cial. Además, las repercusiones de los pre- zas, dificulta la renovación de la planta acadé-
mios, “estrellas o medallitas” de los distintos mica y propicia el desempleo de los egresados

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de los programas de posgrado, cuyo número los resultados sean transparentes; y que exis-
es cada vez mayor. En resumen, los procedi- tan recursos de revisión.
mientos de evaluación en curso han afectado En este escenario, consideramos que hace
la renovación de la planta académica y el rele- falta un cambio profundo en los modelos de
vo generacional. evaluación vigentes, y que la necesidad y posibi-
También cabría reconocer que la tarea lidad del cambio debería constituir un asunto
central de los sindicatos en la representación de prioridad para todos. Hasta el momento, se
laboral y salarial se ha visto afectada. Si bien ha intentado superar las limitaciones de los pro-
es conveniente que los sindicatos no interven- gramas mediante ajustes a los criterios y plazos
gan directamente en los procesos de ingreso, de evaluación o a los formatos, con el propósito
también es cierto que la atomización provo- de lograr procedimientos que informen más y
cada por la negociación individual para el ac- mejor; sin embargo, estas acciones no logran
ceso a los estímulos económicos, propia de la resolver los problemas, entre otras razones por-
lógica de los sistemas de evaluación vigentes, que no alteran el concepto de evaluación acadé-
sumada a la ausencia de participación de los mica como control burocrático del desempeño
académicos en los sindicatos, ha debilitado o individual mediante la cuantificación y ponde-
directamente anulado la intervención gremial ración de productos terminados; ni modifica la
de los académicos en la defensa de sus intere- noción de trabajo académico entendido como
ses laborales. Han desaparecido las demandas una secuencia lineal de productos “previsibles”
por un salario digno y acorde con la diversi- y “cuantificables”. Estos dos conceptos se intro-
dad de nombramientos y desempeños. dujeron en la vida universitaria a través de la
estrategia de gestión empresarial que hoy rige a
Propuesta para transformar la nuestras instituciones.
evaluación del trabajo académico Uno de los asuntos más graves es que en el
orden laboral no se ha atendido el problema
Por todo lo dicho en los apartados anteriores, del deterioro crónico del salario universitario
podemos afirmar que las evaluaciones que a fin de establecer un salario digno para todos.
hoy se realizan en el marco de los diferentes Si este aspecto se solucionara, se facilitaría la
programas de incentivos no cumplen con erradicación de los programas de estímulos
varios de los requisitos que los expertos consi- a la productividad y de becas por desempeño
deran esenciales en cualquier proceso de eva- como mecanismos de compensación salarial.
luación académica, a saber: que la evaluación Mientras se encuentra la manera de estable-
tenga la finalidad de promover el desarrollo cer la diferencia entre evaluación académica y
de los evaluados, y no la de premiar o castigar; recuento curricular con fines de redistribución
que los evaluadores emitan recomendaciones de ingresos económicos adicionales al salario,
que aporten a mejorar los resultados y a pro- proponemos realizar un esfuerzo institucional
piciar la confluencia entre los objetivos de las guiado por el propósito de redefinir la evalua-
trayectorias personales y las metas de las ins- ción del trabajo académico en función de los
tituciones en que se participa; que los criterios objetivos que las instituciones de educación
de evaluación respondan a las particularida- superior tienen asignados como espacios pú-
des de lo que se evalúa, y que consideren las blicos, más que en función de una estrategia
múltiples dimensiones del trabajo académico; de gestión y de regulación laboral y académica.
que las reglas y los procedimientos sean explí- Conforme a esta perspectiva, es necesario forta-
citos y claros para todos los participantes (por lecer la autonomía de las instituciones y revita-
ejemplo, las reglas para subir o bajar de nivel lizarlas como proyectos educativos, científicos y
en un programa de estímulos o escalafón); que culturales; esto tendría el propósito de revertir

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la lógica que subyace en la operación de los siste- instituciones de educación superior para sus
mas actuales de evaluación, tanto instituciona- propios académicos, pero los cuales pueden
les como disciplinarios, en los que predominan llegar a pertenecer a campos disciplinarios
los intereses particulares sobre el interés general distintos—, y un régimen disciplinario, que
de la universidad, entendida como una insti- es el caso particular del SNI, en el cual se eva-
tución social responsable de la formación de lúan académicos que pertenecen a un mismo
recursos humanos, del resguardo y la difusión campo disciplinar, pero que están adscritos a
del conocimiento y de la cultura, generadora de instituciones diferentes.
conocimiento, de innovaciones y desarrollos Nuestra propuesta va en el sentido de pro-
tecnológicos que contribuyan al avance de la mover el tránsito hacia la evaluación diagnós-
ciencia, a la mejora de las condiciones de vida y tica y formativa mediante dos tipos de mo-
de desarrollo del país. dificaciones a la situación vigente, dirigidas
Concretamente nuestra propuesta consiste a introducir nuevos fundamentos y criterios
en establecer a la evaluación como una estrate- en ambos regímenes. Estas modificaciones
gia institucional de valoración sistemática del en los programas de incentivos y de becas no
trabajo global que realiza cada académico —y rompen con la lógica de vincular la evaluación
no sólo de su desempeño—, y abrir el paso a la con la diferenciación de ingresos y prestigio
función diagnóstica y formativa, propia de la en función de la productividad (que es uno de
evaluación académica, cuyos propósitos cen- los problemas de fondo), pero pueden intro-
trales son la mejora sistemática de los procesos ducir cambios significativos. La primera mo-
de trabajo, y la superación continua de las per- dificación consistiría en inscribir el recuento
sonas y de los grupos encargados de llevarlos curricular periódico de los productos en la
a cabo. Esta evaluación diagnóstica propondría evaluación y autoevaluación de los procesos,
identificar los objetos de trabajo y los propó- entendidas estas últimas como apreciaciones
sitos que cada académico se planteó; los retos integrales del trabajo en las que se toma en
y las dificultades que encontró y las formas cuenta el proyecto institucional, las condicio-
de resolverlos; los recursos y el tiempo que in- nes objetivas en las que se realiza el trabajo, el
virtió; los avances y los aportes que logró; los tipo de nombramiento, el momento de la tra-
puntos vulnerables y los pendientes que restan yectoria individual, la edad y el género.
de encarar; los intereses y preocupaciones que La otra modificación que proponemos
surgieron y pretende trabajar, así como sus ne- está orientada a recuperar o instituir, según
cesidades de superación académica. sea el caso, la evaluación anual —o con la fre-
La evaluación diagnóstica será una eva- cuencia que se considere conveniente— del
luación formativa en la medida en que se lleve proceso y de los productos del trabajo de to-
a cabo como un ejercicio de reflexión cole- dos los integrantes de la institución, sin dis-
giada, de retroalimentación y de intercambio tinción de nombramientos y al margen de
fundado e informado entre colegas que asu- que participen o no en los programas vigen-
men el papel de interlocutores, y no de jue- tes o en el SNI. Actualmente la mayoría de los
ces. Y, ciertamente, dicho potencial será una académicos no son evaluados —salvo en for-
realidad en la medida en que el proceso de ma indirecta y como grupo—, y es importante
evaluación cuente con la participación activa que todos tengan la posibilidad de contar con
y comprometida de evaluados y evaluadores. una evaluación diagnóstica formativa, que
Retomando la propuesta de Arenas (1998), contribuya a mejorar su desarrollo académico
reconocemos que existen dos regímenes y, con ello, el de la institución.
de evaluación de los académicos: un régi- Esta evaluación se regiría por los criterios de
men institucional —el que se aplica en las los programas de estímulos y becas que reseña-

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remos a continuación, pero tendría lugar en los instrumentos?, ¿cómo se aplican?, ¿cómo y a
grupos, equipos o unidades de adscripción más quiénes se devuelven los resultados?, ¿cuáles
próximos, donde el académico realiza su tra- son los efectos de la evaluación?, y ¿cómo se
bajo cotidiano; sus instrumentos serían el plan evalúa la evaluación?
de trabajo y el informe de actividades anuales,
y todo el proceso de evaluación estaría a cargo ¿Qué se evalúa? Como ya hemos anotado, en
de los mismos involucrados. Los resultados de los programas de estímulos actuales, el objeto
la evaluación se presentarían en el cuerpo cole- explícito de la evaluación es el académico —el
giado de la institución encargado de dictami- desempeño, según la ponderación de la pro-
nar los planes e informes anuales de todos los ductividad—, lo cual contribuye a asociar los
académicos. resultados de la evaluación con el estatus y la
Más que proponer fórmulas o recetas para identidad individual, más que con el desarro-
desarrollar cada una de estas modificaciones, llo de una función institucional. Para resolver
preferimos proponer un conjunto de criterios esta limitación, proponemos que el objeto de
e instrumentos congruentes con el concepto la evaluación sea el trabajo realizado por cada
de evaluación diagnóstica y formativa, por- académico durante un periodo determinado,
que consideramos que corresponde a cada entendiendo por ello el conjunto de activida-
institución o grupo definir las estrategias de des realizadas como resultado de estar adscri-
evaluación idóneas, en función de sus carac- to a una institución. Estas actividades no se
terísticas propias y sus posibilidades reales. En circunscriben a las clases frente a grupo ni al
este sentido, la adecuación de los programas desarrollo de un proyecto de investigación, y
institucionales de evaluación a los distintos mucho menos a la publicación de resultados.
contextos y condiciones de las instituciones, Y su peso y orden de prioridad varían de una
así como a las distintas historias y tradiciones institución a otra —por ejemplo, hay centros
disciplinarias, se convierte en un asunto prio- de investigación que otorgan más peso a la in-
ritario en virtud de la gran heterogeneidad vestigación y facultades que dan prioridad a la
entre las instituciones de educación superior docencia— y según la edad y el momento de la
del país en cuanto a antigüedad, trayectorias, trayectoria académica.
tamaño, grado de desarrollo, composición,
formas organizativas, recursos, orientación ¿Para qué evaluar? Partimos del supuesto de
principal hacia una actividad, disciplinas y que el mismo proceso de evaluación diagnós-
campos de conocimiento. Esta heterogenei- tica y formativa tiene un gran potencial para
dad puede incluso estar presente al interior de impulsar el desarrollo institucional, mejorar
las instituciones, como sucede en la UNAM, la la calidad del trabajo académico, fortalecer a
UAM o la UDG, entre otras. las comunidades, consolidar las trayectorias
de los académicos y propiciar la convivencia
Transitar del recuento institucional. Cuando los procesos de eva-
curricular a la evaluación luación valoran el trabajo académico en refe-
académica rencia a los proyectos, objetivos y programas
institucionales, o con base en los planes anua-
En un sentido general, evaluar no es otra les de trabajo de los grupos y académicos in-
cosa que indicar el valor de algo. No obstan- dividuales, permiten reconocer las distancias
te, la práctica de la evaluación es compleja y entre lo planeado y los resultados, reflexionar
exige, en cada caso, definiciones precisas: sobre las causas de dichas diferencias y, even-
¿qué se evalúa y con qué propósito?, ¿quiénes tualmente, sugerir los ajustes necesarios para
participan en la evaluación?, ¿cuáles son sus redefinir —en función de los resultados de la

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evaluación— los proyectos, las políticas aca- número de revistas nacionales en el campo
démicas y los programas institucionales, así disciplinar, a quiénes aportan los resultados
como el propio modelo de evaluación. de la investigación, quiénes son sus lectores
potenciales, composición del comité editorial
¿Con qué criterios evaluar el trabajo académico? y tipo de arbitraje, entre otros aspectos.
Los criterios de evaluación del trabajo acadé-
mico deben corresponder a lo que en cada ins- Para la evaluación del conjunto de actividades
titución se considera un desempeño adecua- inherentes al trabajo académico, sugerimos
do, necesario y posible, del conjunto de activi- tomar en cuenta dos conjuntos de actividades
dades que realizan sus académicos. En conse- que, por lo general, no se valoran adecuada-
cuencia, la definición de los criterios no puede mente porque no se reconocen el tiempo y la
regirse por exigencias y parámetros vigentes en energía implícitos, pero que aportan al buen
otras instituciones; ni por definiciones ideales funcionamiento de las instituciones, de la do-
que sólo corresponden a lo que hacen algu- cencia, de la investigación y de la difusión de la
nos grupos en particular, pero que resultan cultura. Un conjunto de actividades se refiere
imposibles de cumplir para la mayoría de los a la organización y participación en eventos
académicos de la institución (Krotz, 1992). A académicos; el impulso y la creación de di-
continuación, como guía general, proponemos ferentes formas de colaboración académica
algunos criterios para orientar la evaluación. entre pares y con distintos grupos sociales; la
creación y gestión de medios de difusión del
Para la evaluación de la docencia sugerimos conocimiento y de la cultura; la participación
recuperar aspectos usualmente ignorados en comités y consejos editoriales; la partici-
como argumentos o referentes para valorar el pación en tareas de evaluación y arbitraje de
trabajo, tales como el tipo de nombramiento; proyectos y textos; la participación en grupos
la antigüedad en la impartición de la materia; voluntarios —que busquen, por ejemplo, apo-
el tiempo de dedicación —preparación, horas yo para estudiantes en desventaja, garantizar
frente a grupo—; las condiciones de enseñan- igualdad de género, etcétera—; y la participa-
za —número de alumnos, número de grupos, ción en actividades culturales.
etcétera—; el momento de la trayectoria —ini- El otro conjunto de actividades está vin-
ciación, consolidación, relevo—; la perte- culado con la condición de los académicos
nencia disciplinaria; las características de las como integrantes de una institución, de un
distintas modalidades de la práctica docente grupo disciplinario o profesional y de redes de
—clases teóricas, asesorías, laboratorio, taller, diversa naturaleza. Esta pertenencia supone el
seminario—, entre otros aspectos relevantes. desarrollo de actividades inherentes a la parti-
cipación en cuerpos colegiados, al ejercicio de
Para la evaluación del trabajo de investigación, la representación y a las funciones de gestión
proponemos considerar las características de académica e institucional.
la disciplina particular en la que se inscribe Cabe aclarar aquí que lejos de proponer
el trabajo —área consolidada o emergente, que los académicos deban realizar todas las
tipo de investigación, ritmo de trabajo y re- actividades enlistadas en forma simultánea
cursos materiales requeridos en dicha área—; y permanente, es necesario reconocer la di-
la complejidad del problema de investigación versidad de modalidades de trabajo y de tra-
y la forma de abordarlo; la relevancia prácti- yectorias que conviven en una institución, las
ca o científica de la línea de investigación; el prioridades inherentes al momento del ciclo
aporte al campo de conocimiento; y el tipo de de vida académica y personal, así como las ap-
publicación en que se difunden los resultados: titudes e intereses de los académicos.

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Los instrumentos de evaluación juicio dé cuenta cabal de sus avances de investi-
gación en el periodo evaluado. Se podrían con-
Los instrumentos derivan de los criterios de siderar también reseñas o comentarios críticos
evaluación previamente establecidos. Hasta publicados sobre algún trabajo del académico.
la fecha, el curriculum vitae es el instrumento
más utilizado, en la medida en que la estrategia Para evaluar las actividades de formación de
de evaluación se centra en el recuento de pro- estudiantes, tanto en el caso del profesor como
ductos terminados; sin embargo, para operar del investigador, es posible solicitarle al acadé-
una estrategia como la evaluación diagnóstica mico que en su autoevaluación incluya un ba-
y formativa, existen otros recursos que permi- lance del proceso de formación de estudiantes
ten analizar la calidad del proceso de trabajo y de diferentes niveles, donde reflexione sobre
de sus productos. Lo ideal es utilizar un con- los objetivos perseguidos, las estrategias uti-
junto de instrumentos que fomenten una va- lizadas, las dificultades registradas en el pro-
loración integral del trabajo realizado. ceso y los logros obtenido en sus experiencias
formativas; que enliste las tesis en las cuales
Para evaluar la docencia, algunos instrumen- ha participado como director o miembro de
tos adecuados son la autoevaluación del aca- comités tutorales, indicando cómo apoyó al
démico, en la que presente una reflexión y un estudiante para mejorar su trabajo final, y que
balance de su práctica docente; el número de haga la valoración de los aportes de las tesis
cursos y de alumnos atendidos en el periodo; dirigidas al desarrollo de su área de conoci-
los programas elaborados para los cursos; las miento o línea de investigación.
formas de evaluación utilizadas; la participa- Para los fines diagnósticos y formativos
ción en el diseño curricular y en los progra- que persigue la evaluación, sería útil que la
mas de la materia; los cursos de formación autoevaluación contuviera un balance general
docente; la participación en la formación de donde el académico explique los propósitos y
otros maestros; y escritos o publicaciones so- las condiciones que justifican la dedicación a
bre algún aspecto de la docencia, entre otros. las actividades que reporta y que le dan senti-
do a su quehacer.
Para evaluar la investigación sugerimos utilizar
también la autoevaluación del investigador, en Para realizar una valoración integral del expe-
la cual exponga su itinerario de investigación diente se propone que, al margen de que se tra-
en el periodo y destaque la relevancia del tema te de un programa de incentivos, de becas, o
trabajado, las dificultades encontradas, sus de una evaluación colegiada del trabajo indi-
principales aportes, y las publicaciones e in- vidual, en el interior de un grupo o de un equi-
formes de investigación; mediante este mismo po, el resultado de la evaluación sea una apre-
instrumento haría un balance entre la cantidad ciación integral del trabajo de cada académico,
y calidad de la producción en cuanto a consis- en la que consten en breve dos cuestiones: un
tencia, originalidad, relevancia, rigurosidad y balance general que valore la calidad del tra-
aportes a problemas nacionales; la participa- bajo realizado en función de su trayectoria y
ción en instancias colectivas de colaboración y de las condiciones institucionales y persona-
organización de eventos, etcétera. Para atender les de trabajo, apoyado en la numeralia de los
la necesidad de valorar cuidadosamente la cali- productos reportados; y que contenga suge-
dad del trabajo de investigación realizado por rencias que, a modo de retroalimentación, le
el académico, se sugiere una lectura atenta de permitan al académico hacer los ajustes nece-
una publicación en la cual haya participado, sarios para reorientar su plan de trabajo hacia
preferentemente como primer autor, y que a su el logro de un mejor desempeño.

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De la misma manera, independientemen- ¿Quiénes y cómo participan
te de la modalidad de evaluación de que se en la evaluación?
trate, siempre deberá garantizarse el derecho
al recurso de revisión y a solicitar, según el Dada la gran cantidad de expedientes que tí-
caso, una nueva evaluación a cargo de evalua- picamente hay que atender, haría falta estimar
dores distintos de los que emitieron el primer con mayor seriedad el número de evaluadores
resultado. que se requerirán en función del tiempo real
que exige la evaluación rigurosa de cada ex-
Para la evaluación de pediente. No es recomendable recargar a los
la evaluación como evaluadores con un número excesivo de expe-
retroalimentación institucional dientes, como sucede en la actualidad.
Para reducir el riesgo de evaluaciones pre-
Una opinión generalizada es que los resulta- juiciadas o superficiales, se propone que cada
dos de la evaluación de los académicos sólo expediente sea evaluado por al menos dos, o
se utilizan para asignar recursos económicos incluso tres evaluadores, y que las comisiones
a las personas y, por ende, no se recuperan ni puedan solicitar la opinión de expertos cuan-
capitalizan para mejorar el funcionamiento do se considere necesario.
de las instituciones. Para atender esta limi- Es deseable que los evaluadores sean elegi-
tación proponemos establecer mecanismos dos por los profesores de las unidades acadé-
de intercambio entre los evaluadores y los micas de una lista de sus pares, y que éstos no
evaluados que fomenten el análisis y la discu- sean las autoridades de la institución. El nivel
sión de los resultados de los procesos de eva- alcanzado en los programas de estímulos —el
luación. Este análisis podría basarse en una SNI o algún otro—, no representa un criterio
síntesis de los resultados de la valoración del que garantice una buena evaluación.
trabajo, atendiendo a sus aportes al desarrollo Lo ideal sería iniciar ejercicios de evalua-
del grupo o unidad académica de adscripción. ción que incorporen las modificaciones plan-
Dicho análisis es el que puede contribuir a re- teadas. Con el tiempo, estos ejercicios apor-
troalimentar los programas de los grupos de tarían a superar el concepto de evaluación,
trabajo y las políticas institucionales. interiorizada en la mayoría de los universita-
La evaluación de la evaluación, ausente en rios como la tarea burocrática de llenar forma-
las modalidades de evaluación vigentes, deberá tos y reunir constancias para la presentación
incluir el trabajo de los evaluadores y el funcio- de cada vez más informes y reportes de pro-
namiento de los programas mismos. Para ello, ductos y actividades. También contribuirían a
sería conveniente generar criterios y procedi- reconstruir la confianza perdida en el otro, la
mientos, por ejemplo, las horas que requiere, capacidad de escuchar y la crítica constructiva,
la cantidad de expedientes a cargo de cada eva- así como el interés fundado en el compromiso
luador, la dinámica de trabajo de las comisio- con uno mismo, con la tarea y con la institu-
nes dictaminadoras, el tipo de dificultades más ción; todas éstas son condiciones indispensa-
frecuente, los índices de aprobación y rechazo, bles para poner en práctica la función diag-
el contenido y el número de las solicitudes de nóstica y formativa en cualquier modalidad de
revisión y las valoraciones de los académicos evaluación académica.
sobre el proceso, entre otras. A partir de lo an-
terior se harían los ajustes que se consideren
necesarios para las siguientes evaluaciones.

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Conclusión la maquinaria burocrática que participa en las
evaluaciones, contribuir a la autonomía de
Cualquier intento por mejorar sustancial- las instituciones y reducir el costo en trabajo
mente los procesos de evaluación del trabajo y dinero de los procesos. Incluye algunas su-
académico tendrá que afrontar el problema gerencias de carácter operativo para avanzar
medular de que hoy la evaluación está unida en la implementación de la propuesta general.
a la administración de los ingresos económi- Reconocemos la limitación principal de
cos de los académicos en forma de estímulos esta propuesta en el actual contexto, en el que
y sobresueldos. Esto hace urgente poner sobre los programas se asocian con los ingresos de
la mesa de discusión la necesidad de un salario los académicos; una lógica que por lo pron-
base digno para todos los académicos, aunque to no está en nuestras manos modificar. Sin
siga existiendo algún tipo de deshomologa- embargo, sí se podrían promover propuestas
ción salarial debida a la diferencia en términos en las cuales se cambie la proporción entre sa-
de compromiso institucional, aportes al cono- lario base y estímulos, con el fin de fortalecer
cimiento y el mejoramiento de la formación de el salario con respecto a los segundos y lograr
recursos humanos que requiere el país. progresivamente que todos los académicos
La presente propuesta representa un tengan un salario digno. Lo anterior supone
acercamiento para atender las limitaciones y una participación activa tanto de éstos como
los efectos de los actuales programas de es- de las autoridades, que implique una discu-
tímulos. Pretende ofrecer a las instituciones sión colectiva del documento y su adecuación
de educación superior un nuevo horizonte a cada institución o campo disciplinario, así
mediante la transformación de la evaluación como socializar dicha discusión y los resul-
de sus académicos. Se trata de transitar del tados de las aplicaciones. Implica aceptar
recuento curricular a la evaluación diagnósti- que será un proceso lento de construcción y
ca y formativa, introduciendo nuevos funda- reflexión cotidiana, a la vez individual y co-
mentos y criterios en los programas vigentes. legiada. Aprovechando todos los resquicios
Las virtudes de nuestra propuesta son la cons- que existen en las instituciones, gracias a su
trucción de un sistema real de evaluación que autonomía relativa, el tránsito a un proceso
respete la heterogeneidad de las instituciones, de evaluación fundamentado en los nuevos
sus posibilidades reales de cambio y la diver- supuestos enunciados permitiría generar cír-
sidad de disciplinas y trayectorias; que sea culos virtuosos en el funcionamiento institu-
equitativo, transparente, que fomente la parti- cional, individual y grupal, y generar una nue-
cipación de los académicos en el proceso, que va vitalidad institucional con un futuro más
esté articulado a un proyecto institucional y esperanzador para nuestras universidades y
que permita mejorar la calidad de las prácti- académicos.
cas académicas. También pretende simplificar

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