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2. Aspectos Esenciales
Ahora bien, hemos visto el matrimonio desde el contexto jurídico, pero como bien
mencionábamos el matrimonio se puede ver en múltiples contextos, es por eso que tratamos
los aspectos esenciales de todo matrimonio y las características que celebra el sacramento
en cualquier parte del mundo, es por eso que el matrimonio derivado de la religión católica,
es homogéneo en cualquier parte del mundo, esto entendiendo a que se profesa hacia un
solo Dios, y se alaba este sacramento de forma única y uniforme; dejando así características
fundamentales que logren identificar el matrimonio desde el aspecto religioso y jurídico las
cuales detallaremos a continuación:
La primera característica esencial que maneja el matrimonio es la unión entre un hombre y
una mujer, este aspecto se ha fundamentado debido a que el Dios supremo menciona que la
unión es esencial debido a que el hombre y la mujer están hechos el uno para el otro
comprendiendo en si la unión de dos fuerzas que ayude a prosperar y superar dificultades
que se presenten en el camino, es por eso que ante la religión el matrimonio es la unión del
Dios supremo de dos personas que logren conformar una sola; todo lo mencionado lo
podemos fundamentar en “la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer
constituyen entre sí un consorcio de toda la vida” (San Juan Pablo II, 1997, pág. 523).
La segunda característica es la indisolubilidad esto quiere decir que la unión la cual fue
adjudicada ante el Dios supremo debe ser permanente, esto se debe a que el vínculo que se
conforma con el matrimonio es algo sagrado que según los sacerdotes, o profésanos de la
palabra de Dios no hay poder en la tierra que logre desleír el vínculo contraído, de igual
forma y según los profésanos religiosos la única forma de hacer que este vínculo se termine
es la muerte de alguno de los dos, debido a que cuando se está celebrando el matrimonio en
la iglesia, el sacerdote usa la palabra de Dios que dice “Hasta que la muerte los separe”; es
por eso que la única forma de romper ese laso divino que se ha formado es la partida
presencial del hombre o de la mujer.
La tercera y última característica del matrimonio es, la apertura a la fecundidad, se dice que
aparte de todas las obligaciones que se adquieren al momento de contraer matrimonio, es de
vil necesidad de que esta unión se vea fortalecida por descendientes es decir esta
característica da la intención a procrear, esto entendiendo que el Dios supremo de la
religión católica manifestaba a sus profetas que no es bueno que el hombre este solo es por
esto que nos apoyamos en la siguiente frase “los hijos son el don más excelente del
matrimonio y contribuyen mucho al bien de sus mismos padres.” (San Juan Pablo II, 1997,
pág. 537).
Ahora bien, al momento de traer hijos al mundo son los padres, quienes están encargados
de infundir la mejor educación, atribuyéndoles, vida espiritual, moral y de más servicios de
la educación, que forjen personas de bien para el pueblo, es por eso que una de las
obligaciones fundamentales del matrimonio y de la familia que se forma al momento de
contraer el sacramento religioso, es estar al servicio de la vida de sus descendientes, ahora
bien es necesario aclarar que las personas que no puedan procrear, no quedaran invalidas
ante el matrimonio, esto se debe a que “Su matrimonio puede irradiar una fecundidad de
caridad, de acogida y de sacrificio” (San Juan Pablo II, 1997).
Bibliografía
Arrellano Palafox, S. (2018). Matrimonio. Mexico: Universidad Nacional Autonoma de Mexico.
San Juan Pablo II. (1997). Catesismo de la Iglesia Catalica. Libreria Editrice Vaticana.