Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Tema:
Actividad 2
Fecha:
24-11-2017
¿Qué debe saber un maestro o maestra dispuesto a planificar sus clases
de un trabajo docente?
Podríamos decir que lo que debe saber un maestro por un lado es la cultura
profesional como un conjunto de prácticas, creencias, ideas, expectativas,
rituales, valores, motivaciones y costumbres que definen una profesión en un
contexto y en un tiempo dado. Contexto y tiempo que enmarcan las
coordenadas de la cultura y de las subculturas y que van modificándose de
manera paulatina y, a veces, de forma brusca, dado el trepidante ritmo de los
cambios, el acelerado movimiento de la historia.
Existen, entre muchos otros, tres factores que configuran la cultura profesional
de los docentes: las condiciones sociales en que se desarrolla, la concepción
que se tiene de su función y el contexto organizativo en que tiene lugar.
Si hay baños para el profesorado con papel higiénico, toalla y jabón (y una lleve
en la puerta) y los baños del alumnado no disponen de los mismos
imprescindibles materiales, se aprende que hay personas con diferente
dignidad, aunque se diga otra cosa en las clases de ética.
Si los espacios de las personas que tienen poder son más grandes, bonitos y
cómodos que los de las personas que no tienen poder en la escuela, se
aprende que el poder no está para servir a los demás sino para servirse de
ellos.
Si las mesas están alineadas en el aula, sin que los alumnos y alumnas puedan
verse las caras, se está aprendiendo que unos de otros nada pueden aprender
y que solo es posible hacerlo del que está delante de la clase.
Si los espacios de recreo están ocupados por los chicos para jugar al futbol y
las chicas tienen que entretenerse hablando en corrillos, se aprende que las
mujeres tienen un lugar secundario en la sociedad.
Todo habla en la escuela. Basta prestar atención para escuchar. Y todo lo que
habla en la escuela dice cosas cargadas de significado. Hay que aplicar el
sentido crítico para poder entenderlo.
3. Recuerdo la lectura sugerente de una obra suya con un nombre ilustrativo:
“La escuela que aprende” (Ediciones Morata, 2006). Además de la función
clásica de enseñar, y para que nuestros lectores puedan hacerse una idea:
¿qué significa e implica una escuela que aprende en el s. XXI?
La escuela suele ser estudiada y entendida como una institución que enseña.
Pocas veces se la contempla como una institución que tiene que aprender.
La pieza clave del sistema educativo es el profesorado. Para que haya calidad
en el sistema educativo debemos contar con profesores y profesoras
comprometidos y competentes.
Creo que las competencias que tiene que tener el profesor/a del siglo XXI
tienen que situarse en tres ejes diferentes:
Los profesores tienen que tener dominio de sus disciplinas, tiene que tener
conocimientos psicopedagógicos, dominio de la sociología de los grupos y de
la organización escolar. Hoy en día no puede faltar el dominio de idiomas.
Los profesores tienen que tener integridad moral, tenacidad ante situaciones
adversas, cercanía emocional y actitud optimista.
Esta cuestión conlleva, al menos otras tres que solamente voy a enunciar:
cómo se adquieren esas competencias, cómo, quién y cuándo se adquieres y
cómo se evalúan cuando el profesor o profesora inician el ejercicio profesional.