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Las creencias

Nuestras creencias, son la parte fundamental de nuestra vida. Lo que creemos, se


manifiesta; nuestros pensamientos son órdenes que serán obedecidas y las veremos
reflejadas en nuestra vida como experiencias. Si piensas en miedo, en carencias, en
desamor y fracaso, actuarás como un imán para ello, atrayéndolo de manera natural,
instantánea, convirtiéndose en tu realidad inmediata.

Exactamente lo mismo pasa cuando pensamos en dinero, amor o éxito, éstos vendrán de
manera fácil, casi sin buscarlos provocando milagros diarios en nuestra vida. Los
pensamientos del presente, crean nuestro futuro. El pensamiento y las palabras van
juntos, ambos contienen vibraciones energéticas que atraen lo que llaman, sucesos de la
misma calidad de sus vibraciones.

Los pensamientos son sólo eso, y pueden cambiarse, nosotros tenemos el poder de
hacerlo, es sólo una programación. Nosotros somos los únicos responsables de la vida
que nos hemos construido, no podemos culpar al destino, a nuestros padres a la suerte o
a Dios; si aceptamos nuestra responsabilidad, nos estaremos dando la oportunidad de
elegir un cambio consciente, que no nos permita volver a nuestras creencias negativas y
desde luego a nuestra vida llena de sacrificio y sufrimiento.

Ejemplos de Creencias Negativas:

“Nadie me quiere”

“Todo el mundo me hace daño”

“No tengo dinero”

“No tengo capacidad para un empleo mejor”

“Soy feo”

Si analizamos las afirmaciones anteriores, nos daremos cuenta que las podríamos
resumir en una sola frase: Baja autoestima. Es el resultado de no valorarnos como
personas, como trabajadores, como seres capaces de inspirar amor, admiración, etc. Es
lo que nosotros creemos y es lo que estamos viviendo.

Nuestro Pasado

Nuestra vida actual, es reflejo de un pasado arraigado a nosotros. Las experiencias que
vivimos, nos hicieron pensar que así era la vida. Lo que vimos en nuestro entorno,
nuestra sociedad y los acontecimientos, fueron la influencia que nos dieron un patrón
determinado de pensamientos.

¿Recuerdas como fue tu infancia? ¿Tu adolescencia? ¿Cómo fueron tus padres? ¿Qué
aprendiste de ellos?

Nuestros Padres
Nuestros padres son la principal fuente de creación en nuestro patrón de creencias. Si
tuvimos la suerte de vivir en un hogar lleno de amor, de unión y felicidad, ¡tenemos
parte del camino ganado! y habrá poco que restaurar. Pero si pertenecemos a una familia
agresiva, que nos repitió incontables veces “Eres un inútil” “Nadie se va a fijar en ti”
“El éxito es para los ricos” “Los hombres no lloran” etc., entonces te darás cuenta, que
una gran lista de estas ideas limitantes están construyendo tu realidad actual y que
aparte tienes que luchar contra una gran dosis de resentimiento, culpa y rencor, no sólo
hacia tu familia, sino también hacia ti mismo y hacia el mundo entero.

La raíz del problema

Cuando sentimos que dentro de nuestra vida algo se detiene, no podemos avanzar o hay
cosas que nos hacen sufrir, es momento de asumir nuestra responsabilidad y saber que la
mayoría de las circunstancias que vivimos, han sido creadas por nosotros mismos, y por
consiguiente somos nosotros los únicos que podemos darle solución.

Cuando se presenta algún problema, creemos que el problema es lo que salta a la vista,
por ejemplo, si sufres de continuos dolores de cabeza, éste es el problema que salta a la
vista, y la manera más común de solucionarlo es tomándote un par de tabletas que te
quiten el dolor. En realidad, no estás solucionando el problema, lo detuviste por un
momento, pero en la primera oportunidad regresará. Es importante buscar el fondo, la
raíz de cada problema, en este caso puede ser el miedo que tengas hacia el futuro, tal
vez tus finanzas o tu trabajo está fallando, eso altera tu sistema nervioso, y se
materializa como dolor de cabeza.

Detectando el Problema Superficial

A continuación haré una pequeña lista de ejemplos, para detectar el problema que sale a
la luz de manera inmediata y visible, y que siempre esconde un problema mayor como
raíz.

Aspecto Problema Superficial


El Cuerpo Dolor, ardor, envejecimiento, no ve, no oye, se pudre, explota, cojea, se
retuerce, etc.
Las Relaciones Ausencia de amigos, falta de apoyo, te asfixian, no te quieren, no
te dejan en paz, te dañan, te critican, etc.
El Dinero No existe, no te rinde, nunca hay suficiente, se te escapa de las manos,
etc.
La Vida No haces lo que te gusta, no puedes definir tus metas, tus necesidades
siempre se omiten, no tienes tiempo para ti, etc.

Autoestima

Los problemas anteriores, se derivan de un problema mayor, que por lo general


permanece arraigado en nosotros desde temprana edad, y fue adquirido como herencia
de nuestra familia y nuestra sociedad: El amor a nosotros mismos.
Cuando decimos que debemos amarnos a nosotros mismos no estamos hablando de
egoísmo, vanidad o arrogancia. Estamos hablando del verdadero amor. No se trata de
decir “yo merezco” y exigir a la gente que está a nuestro alrededor que nos complazca,
o ir arrebatándole a los demás lo que les pertenece.

El amor a nosotros mismos comprende el darnos el derecho de vivir aquellos factores


que nos llevan a la felicidad.

Cuando amamos la vida y vivimos con alegría, nos estamos amando a nosotros mismos,
cuando pedimos respeto a nuestra persona, cuando podemos apreciar la belleza del
cielo, de la naturaleza, de los animales y podemos integrarnos fácilmente a ello, también
nos estamos amando. Cuando cuidamos de nuestra vida, no exponiéndola al peligro
extremo, cuando cuidamos nuestro cuerpo no ingiriendo tóxicos como drogas, cigarro,
alcohol (en exceso) y llevando una alimentación adecuada y un poco de ejercicio,
también nos estamos amando.

A continuación te hago una pequeña lista de algunos factores que indican que no te
amas a ti mismo:

Nos criticamos a nosotros mismos


Maltratamos nuestros cuerpos con alimentos inadecuados, alcohol y drogas
Creemos que no somos dignos de ser amados
Tenemos miedo de no cobrar el precio justo por nuestro trabajo
Creamos enfermedades y dolor en nuestro cuerpo
No nos damos tiempo de hacer lo que nos gusta hacer
Vivimos en el caos y en el desorden
Creamos deudas y cargas
Atraemos amantes, amigos y compañeros que nos menosprecian

Estoy segura que reconoces alguno de estos factores dentro de tu vida.

Cuando podemos liberarnos de estas creencias y nos damos la oportunidad de vivir los
milagros de cada día, en ese momento descubrimos que todo en nuestra vida fluye de
una manera natural, empezarás a notar como brotan las oportunidades en tu vida, el
éxito, el amor, etc., aún sin pedirlo, aún sin buscarlo. El valor que nosotros le demos a
nuestro ser, será el valor real que tengamos en la vida.

Ciclo de las edades

Nuestra estancia en esta Tierra, no es casualidad. Comprende un periodo de aprendizaje


y evolución.

El mundo de la Tercera Dimensión (el que vivimos actualmente en la Tierra) es nuestra


primera etapa, es el primer escalón a muchos que siguen. En la escuela de la vida,
estamos cursando el primer año.

Nuestra vida, la podemos dividir en ciclos, y cada ciclo comprende 7 años. En cada una
de estas etapas tendremos que aprender y desarrollar diferentes niveles de conciencia ya
sean mentales, emocionales o físicos.
Cuadro del Ciclo de las Edades

Edad Acción Predominante Aprendizaje


Esta es la etapa para
aprender a experimentar el
cuerpo. Por eso los chicos
0 – 7 años Cuerpo Físico (Yo Actúo) de esa edad, necesitan estar
en actividad, moverse,
correr, trepar, etc. En esta
etapa los chakras activados
son el básico y el esplénico
Aquí aprenderemos a
relacionarnos con la
familia, los maestros, los
7 – 14 años Emocional (Yo Siento) amigos. También hay
tendencia a lo religioso, a
querer saber y participar.
Los chakras activados son
el plexo solar y el cardíaco
Ciclo de estudio y de
elección con respecto a la
vocación o a lo que le
gustaría desarrollar más
14 – 21 años Mental (Yo Pienso) adelante como profesión o
actividad. Los chakras
activados son el laríngeo y
el tercer ojo.
En esta etapa se consolidan
el matrimonio o la pareja y
al mismo tiempo la
actividad y la forma de
generar bienes materiales.
A los 33 años, sería como
21 – 33 años Unificación haber incorporado todos los
cuerpos y ya, asumir la
plena responsabilidad con
nosotros mismos y con los
demás, tomar conciencia de
que estamos aquí para
hacer algo para nosotros y
para los otros.

.
.
La etapa más importante sería la primera, ya que es ahí donde forma la personalidad del
Ser, dependiendo de lo que haya vivido, de sus experiencias.

Algunas veces, cuando nos acercamos a una nueva etapa, podríamos entrar en una
pequeña crisis como, por ejemplo, a los 40 años donde generalmente nos vemos
obligados a reacomodar o a hacer algunos cambios en nuestra vida.

A partir de los 60 años pueden ocurrirnos dos cosas:

Por un lado podría empezar a producirse una suerte de “cristalización”. Esto ocurre
cuando reiteradamente nos hemos negado a resolver conflictos que se nos presentaron y
que formaban parte de nuestro aprendizaje. Por ejemplo, una persona a la que le costaba
mucho aceptar que no solamente su forma de pensar era válida, sino que podía haber
otras tanto o más justas y efectivas; en la vejez seguramente, no solamente estará
convencida de que es la dueña de la verdad, sino que se negará a escuchar cualquier otra
opinión. Se hace como un acento en los patrones mentales.

Por el contrario, si se ha vivido más abiertamente, animándonos a enfrentar, a veces


situaciones difíciles, entendiendo que cada cosa que nos pasa en nuestra historia es para
ser cada vez mejores, nos convertiremos en viejos sabios y felices y con algo importante
para enseñar a cada ser que esté a nuestro lado.
Aunque nuestra vida esta dividida por ciclos de 7 años cada uno, a su vez, podríamos
dividirla en dos: Tiempo de siembra y Tiempo de cosecha

La energía

Todo cuanto existe en esta Tierra y en el Universo está compuesto de energía. Los
planetas, las personas, los animales, nuestros pensamientos, nuestros cinco sentidos, el
aire, el mar, una computadora, el oro, etc… todo, absolutamente todo.
Todo está compuesto por átomos, el átomo tiene cargas positivas y negativas, ésto
produce en él un movimiento oscilatorio, una vibración. De ahí que la Ley de Vibración
diga que, todo vibra. En la diferencia de cantidad de movimientos por minuto es la
calidad de la energía.

La energía tiene color, sonido y vibración.

La energía más lenta es negativa y oscura, por eso, cuando vemos una persona o un
lugar negativo decimos “Que denso es” o “Que ser de poca luz”.

En cambio la energía positiva es blanca y tiene una elevada frecuencia vibratoria,


cuando nos referimos a ella generalmente la denominamos “Luz”.

La ley de Polaridad dice que los opuestos son iguales, en física veíamos que el frío y el
calor eran lo mismo, sólo tenían diferente graduación.

Sucede lo mismo cuando hablamos de algún sentimiento o alguna emoción, a veces


decimos “Del odio al amor hay un solo paso” ¡y es verdad! el odio y el amor es un
mismo sentimiento, solo que uno es negativo y el otro positivo. Es por eso que también
se habla de “transmutar”, esto quiere decir cambiar, sustituir el odio que siento por
amor, nunca eliminar algún sentimiento, o emoción, porque si yo elimino el odio,
automáticamente también estoy eliminando el amor. Aquí se trata de sustituir.

No sólo las emociones y los sentimientos se deben sustituir, también los pensamientos y
las actitudes son energía. Así que también ellos pueden transmutarse.

A veces nos es difícil ubicar a los pensamientos como energía, o materia, ya que son
procesados en nuestra mente. Si nosotros pudiéramos ver nuestra mente por dentro
cuando se tiene un pensamiento, podríamos observar que se trata de emanaciones de
energía, disparos de determinada frecuencia, que cumplen con su misión: Dar una orden
que será obedecida ¿qué clase de orden? ¡La que tengas en ese momento en mente! Por
ejemplo: soy feo, soy rico, soy inútil, la vida es dura, nadie me quiere, soy feliz, etc…
Cualquier pensamiento se materializará, por eso es importante controlar la calidad de
ellos, es decir, ¡no te permitas los pensamientos negativos! ¡Déjalos pasar y concéntrate
en los positivos!. Tomemos en cuenta que a nivel energía, los átomos se comunican
entre sí y cumplen la orden que se les dé.

Más adelante veremos el uso de los rayos con algunos ejercicios, para ayudarnos a
transmutar nuestras emociones y nuestros pensamientos.

La identidad del ser

A lo largo de nuestra vida desarrollamos diferentes roles: somos hijos, estudiantes,


profesionales, padres, hermanos, amigos… y también a lo largo de nuestra vida vemos
cambiar nuestras ideas, nuestros sueños, nuestras metas… podríamos decir que somos
todo y que ese todo está concentrado en un solo ser. Pero al final… ¿Quien eres en
realidad?.

Existe un centro en nuestro interior, un observador silencioso y eterno. Él reside en


nuestro interior, es nuestra esencia, es la unidad y totalidad. ¿Quién es en realidad?.
Nuestro centro es fuente de sabiduría, fortaleza, curación e inspiración, nos muestra la
transitoriedad e impermanencia inherentes a la vida. Es el contexto de toda experiencia,
un espacio abierto a través del cual puede manifestarse lo permanente y eterno. Va más
allá de todo, de nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestros deseos.
¿Quién es en realidad?

Meditación 1

Contesta tantas respuestas te vengan a la mente a la pregunta ¿Quién soy?, no las


razones, cualquier idea que te venga a la mente escríbela.

Meditación 2

Centra tu atención en todo tu cuerpo, analiza cada parte, una por una, percibiendo
cualquier sensación, observa tu respiración, tu temperatura, detecta si existe alguna zona
que presente algún dolor, malestar o tensión.

Empieza a darte cuenta de que tienes un cuerpo, pero no eres sólo el cuerpo.

Tu cuerpo puede manifestar muchas sensaciones, cansancio, enfermedad, salud, pero


ésto no tiene nada que ver con tu Yo interior, con tu verdadero Yo.

Valora tu cuerpo como un precioso instrumento de experiencia y acción en el mundo


exterior, pero reconoce que es sólo un instrumento. Tienes un cuerpo, pero no eres el
cuerpo.

Ahora céntrate en tus emociones: amor, irritación, celos, ternura, depresión, alegría…
Sin juzgar.

Puedes observarlas y entenderlas, y puedes gradualmente aprender a dirigirlas,


utilizarlas e integrarlas y entenderlas, y puedes gradualmente aprender a dirigirlas,
utilizarlas e integrarlas armoniosamente. Así vas tomando conciencia de que tienes
emociones, pero no eres las emociones. Puedes percibir y sentir las emociones, y lo que
se puede percibir y sentir no es el auténtico Perceptor. Las emociones pasan a través de
ti, pero no afectan a tu Yo interior. Tienes emociones, pero no eres emociones.

Dirige la atención a tus deseos… Con actitud imparcial, sin identificarte, repasa los
deseos más importantes que influyen en tu vida. A menudo puedes sentirte identificado
con cualquiera de ellos, pero ahora los observas solamente

Paulatinamente vas tomando conciencia de que tienes deseos, pero no eres los deseos.
Puedes conocer los deseos, y lo que se puede conocer no es el auténtico Conocedor. Los
deseos van y vienen, flotan en tu conciencia, pero no afectan a tu Yo interior. Tienes
deseos, pero no eres los deseos.

Observa el mundo de tus pensamientos. Tan pronto como surge un pensamiento,


obsérvalo hasta que otro lo reemplace, y así sucesivamente. Si crees que no tienes
ningún pensamiento, date cuenta que esto también es un pensamiento… Observa cómo
fluye la corriente de conciencia: recuerdos, opiniones, argumentos, fantasías, imágenes,
justificaciones… Los pensamientos vienen a ti y luego te abandonan, pero no afectan a
tu Yo interior.

Vas percibiendo que tienes una mente pensante, pero no eres la mente.

Puedes conocer e intuir tus pensamientos, puedes conocer tu mente, y lo que puede ser
conocido no es el auténtico Conocedor. La mente es una valiosa herramienta de
descubrimiento y expresión pero no es la esencia del Ser.

Tienes una mente, pero no eres la mente.

Y ahora observa tus actividades y los variados roles que juegas en la vida: madre o
padre, hijo o hija, esposa o marido, amante, estudiante, profesional, ama de casa,
comerciante, artista, ejecutivo… Puedes darte cuenta que estás firmemente
comprometido con muchos de ellos, que intentas jugarlos lo mejor posible, pero que son
aspectos parciales de lo que realmente eres… eres más que padre, hijo, profesor o
alumno… No sólo eres el actor sino también el director que monta toda la obra…
juegos roles, pero no eres los roles.

Y ahora pregúntate: ¿Quién es el que ha estado observando todos esos mundos y todos
esos cambios?… Toma conciencia de que todo cambia, todo fluye, pero hay un
elemento permanente. Ese “algo” eres tú mismo: eres esa esencia que ha estado
observando todos esos reinos y que es diferente de todos ellos, un puro centro de auto-
conciencia, un testigo inmóvil de todos estos pensamientos, emociones, sensaciones,
deseos y acciones.

La desidentificación de las identidades parciales permite abrirse a la aprehensión de una


identidad más completa, más real, que incluye a las anteriores. Si quieres seguir
profundizando en este estado de desidentificación y posterior auto-identificación con el
Testigo Sagrado, puedes continuar afirmando:

“Reconozco y afirmo mi identidad con mi Yo Interior, que me da un sentido de


equilibrio, permanencia y energía creativa. Me doy cuenta que desde este centro de
verdadera identidad puedo aprender a observar, dirigir y armonizar el proceso
psicológico y el cuerpo físico. Lograr una conciencia constante de este hecho en el seno
de mi cotidianidad dará creciente significado y dirección a mi vida”

Permite que tu Yo Real se disuelva en la conciencia de unidad, en realidad, no hay más


que un solo Ser, Uno.

Proyecciones del negativo y positivo


Proyección de nuestro negativo

Al hombre le cuesta mucho trabajo reconocer sus defectos y sus fallas, incluso aún en el
fondo, no nos enteramos de como somos en realidad. Pero tenemos una sorprendente
facilidad ¡para ver los defectos de los demás!. Acerca de ésto, Cristo, decía ¿Cómo
puedes ver la paja del ojo ajeno y no puedes ver la viga de tu ojo?.

Hay algo maravilloso en la humanidad, y es si no podemos ver nuestros defectos en


nuestra persona, los veremos reflejados en los demás, es decir, esos defectos que tanto te
molestan de tu amiga, de tu vecina y que son tan criticados por ti, son exactamente los
defectos que tú tienes y que no te has dado cuenta de que ahí están. Sorprendente ¿no?.
¿Encuentras ahora el significado del mensaje de Cristo en la cita anterior?.

Ejercicio 3

Haz una lista de los rasgos, características y actitudes de los demás que más aborreces y
desprecias. Luego mira uno por uno esos juicios y críticas inflexibles como reflejo de
actitudes propias no asumidas.

Proyección de nuestro potencial

Hay otro tipo de proyección que consiste en la adjudicación a otros del propio potencial
que todavía no hemos realizado. Hay veces en que admiramos la fortaleza, la decisión,
el carácter de algunas personas, dichas cualidades son justamente opuestas a las que
nosotros poseemos o por lo menos así lo creemos. En realidad esas cualidades están
latentes en nosotros y solamente están esperando el momento en que nosotros tomemos
conciencia de ello y les demos la oportunidad de manifestarse y formar parte activa en
nosotros logrando así, encontrar nuestra verdadera identidad.

El camino del autoconocimiento nos lleva a la integración horizontal, es decir, volver a


reunir en nuestra conciencia los elementos de nuestra constitución psicológica de los
cuales nos hemos separado, y a la integración vertical, el reconocimiento de nuestro
potencial superior y las cualidades espirituales de las que también nos hemos aislado.
Ejercicio 4

Contesta las siguientes preguntas:

¿Quién es tu personaje o modelo ideal, alguien a quien realmente quisieras parecerte?,


¿Cómo es?, ¿Cuáles son sus cualidades?, ¿Recuerdas situaciones de tu vida en que tú
también hayas manifestado alguna de esas cualidades?, ¿Qué tendrías que hacer o dejar
de hacer para convertirte en tu ideal?, ¿Quieres hacerlo?.

Practica durante una semana, en distintos momentos del día, actuar como lo haría ese
personaje. Puedes preguntarte cómo reaccionaría, que pensaría y sentiría él/ella si
estuviera en esa misma situación por la que tú atraviesas. E intenta adoptar esa actitud
observando lo que ocurre en ti al hacerlo.

Ejercicio 5

Trata de escribir una autobiografía espiritual: todo aquello que cambió o marcó tu vida
para llegar a ser quien eres hoy en tu identidad espiritual. ¿Perteneces o has pertenecido
o participado de alguna religión, dirección o comunidad espiritual? ¿Has tenido
experiencias de tipo formal (provocadas por una práctica o disciplina) o informal
(experiencias espontáneas) de tipo místico o unitivo? ¿Cuáles son las metáforas, temas
eventos, crisis, puntos clave en tu camino hacia el Ser o hacia lo Superior? ¿Cuáles las
personas, circunstancias, ideas, enseñanzas que de un modo u otro, modificaron tu vida
o fueron importantes en tu espiritualidad? Relata tu historia por escrito o por medio de
dibujos.

Nuestra sombra es aquella parte de nosotros mismos que está buscando la luz.

La oscuridad del mundo es aquella parte de la Creación que busca la claridad.

Cuando rechazamos una u otra, la ponemos fuera del amor que es la luz. Esta
separación acrecienta la oscuridad.

El camino de transformación comienza por aceptar el mundo y aceptarnos a nosotros


mismos tal como somos, y darle, darnos nuestra luz, que es nuestro amor. Cuando
aprendemos a amar incondicionalmente estamos atrayendo luz hacia nosotros y hacia el
mundo, estamos iluminando las sombras y ayudándonos en su proceso de evolución.

No podemos amar lo que rechazamos o negamos. Por eso tenemos que permitir entrar a
la comprensión donde antes había negación y rechazo. Y para poder comprender
primero tenemos que aceptar abiertamente, sin condiciones. La transformación se
produce en el calor de la aceptación amorosa. El fuego generado en nuestra conciencia
por amar más allá de los condicionamientos, rechazos y apegos es lo que produce la
trasformación.

Los cuatro cuerpos


La vida es fuente de aprendizaje, es nuestra escuela, es nuestra oportunidad de
evolución, oportunidad dada por años y años por medio de la reencarnación. En cada
vida llevamos a cabo una misión que nos es encomendada.

Para poder cumplir nuestra misión en el plano físico, en la Tierra, se ha cubierto nuestro
Yo Real, por 4 vestimentas, 4 cuerpos los cuales cumplen diferentes funciones, y
nuestra tarea será armonizar dichas funciones para lograr la unificación con nuestro Yo
Real.

El Cuerpo Físico: Es el más denso de los cuatro, es el que tiene a su cargo el Actuar, a
través de él, hacemos lo que sentimos y pensamos. Fue creado para que podamos
expresar en este plano todo lo que tenemos como poder.

El Cuerpo Etérico: Es el que da y distribuye vitalidad en el cuerpo físico, posee puntos


energéticos y generadores de energía que son emisores y receptores.

El Cuerpo Emocional: Fue creado para expresar en este plano todo el caudal de amor
que posee nuestro Yo Real. No está capacitado para amar, expresa por sí sólo
sensaciones.

El Cuerpo Mental: Fue creado para expresar en este plano toda la sabiduría que posee
nuestro Yo Real. Se acumulan en él conocimientos, cultura, es decir, un conjunto de
datos pero nunca sabiduría.

Estos cuerpos tienen funciones diferentes, frecuencias diferentes y se comunican con


planos diferentes del planeta, por lo tanto, la armonización de todos ellos nos resulta
muy difícil. Por lo general actuamos dándole prioridad a ciertos sentimientos o
pensamientos sin lograr un justo equilibrio. Cuando aprendemos a utilizar estas
vestimentas como lo que son: vehículos inferiores, entonces actuamos, sentimos y
pensamos armoniosamente.

Cuando vivimos en desequilibrio resulta que empezamos a generar sentimientos y


emociones negativas sin detenernos a pensar y a meditar realmente sobre ello.

Actuamos dirigidos por la razón sin seguir lo que nuestro corazón nos dicta.
Sentimos que tenemos que hacer algo, pensamos que lo tenemos que hacer, pero no lo
podemos realizar.

Entonces cada cuerpo actúa de manera independiente, cuando la finalidad es que actúen
juntos. Esto nos da como resultado acciones de este tipo:

Cuando le damos prioridad al plano emocional, puedo enojarme impulsivamente,


razono las cosas después, quedándome un sentimiento de culpabilidad por el hecho
cometido, esto termina reflejándose en nuestro cuerpo con algún malestar estomacal,
inflamación en el hígado o dolor de cabeza.

Cuando le damos prioridad al cuerpo mental, entonces nos acostumbramos a hacer


juicios y conjeturas anticipadas, suponiendo hechos que en realidad no existen, esto
provoca que surjan emociones tales como enojo, tristeza, etc. Esto se reflejará en
nuestro cuerpo con dolor de cabeza, agotamiento o molestias en la garganta o nuestro
aparato respiratorio.

De igual manera cuando presionamos de más a nuestro cuerpo por tensiones, o cargas
adicionales en el plano emocional o mental. También nuestro cuerpo reclamará
enfermándose.

En estos casos, siempre dejaremos “al aire” algún plano, dejándolo olvidado total o
parcialmente.

El cuerpo mental

Ahora vamos a aventurarnos en el mundo de nuestra mente, ese asombroso lugar que
está lleno de misterios.

La mente es uno de los mayores enigmas de la humanidad, es una cueva de misterios


asombrosos y posibilidades inimaginables.

En ella tenemos guardado el más sofisticado sistema de programación, nuestro


“software” puede programarse y desprogramarse aún inconscientemente. Puede
almacenar todos los recuerdos y todas las sensaciones.

La desventaja de este sistema de programación es que si no somos conscientes de lo que


se programa podemos cargar con ataduras mentales tener miedos y traumas sin saber
cuando se originaron, ¿la ventaja? Que somos nosotros los propietarios de nuestra
mente y como tal, tenemos la capacidad de eliminar lo que no sirva, lo que estorbe, lo
que dañe… pero para ello tenemos que regresar al principio, al origen y analizar si las
creencias e ideas con las que vivimos son verdaderamente nuestras o fueron
“heredadas” por nuestra familia, amigos, etc. En ambos casos es importante saber si
siguen siendo útiles en nuestra vida actual.

Los siguientes ejercicios te servirán para explorar tus creencias, para saber cómo se
formaron y de qué modo afectan tu vida. Por ejemplo, puedes sostener la perspectiva:
“la vida es una lucha constante”. ¿Cómo lo sabes?, ¿Quién te dijo que creyeras eso?,
¿Cuándo comenzaste a pensarlo?, ¿Cómo incide en tu vida esa concepción?, ¿Te hace
feliz o te trae sufrimiento?, ¿Que pasa contigo si alguien desafía esta creencia?, ¿Y qué
si no fuera verdad?

Ejercicio 1

A continuación has una lista de 5 cosas que tienes en tu vida y que te gusta tener.
Haz otra lista de 5 cosas que tienes en tu vida y que no te gusta tener.
¿Qué necesitas para ser feliz?, ¿Cuál es la fuente de placer en tu vida actual?.
¿Necesitas sentir placer para ser feliz o puedes serlo aun sin él?, ¿Puedes ser feliz en un
día nublado y aún en medio del dolor?.

Ejercicio 2

¿Cómo es tu vida en este momento? ¿Cómo ves tu vida en 10 años?, ¿Y en 20?


¿Coincide esa visión con tu deseo, con lo que quisieras para ti en esa edad?, ¿Puedes
diferenciar entre los deseos de tu mente y las intenciones de tu alma?.
¿Qué estás haciendo ahora para llegar allí?, ¿Que estás haciendo ahora que te aleja de
ese lugar?, ¿Que no estás haciendo ahora para alcanzarlo?.

Amor, compasión, aceptación y gratitud

Amor y compasión

Cuando estamos frente a un ser querido que sufre, podemos comprender su dolor, y
reconocer cuanto lo queremos, pero la compasión va más allá del espectador solidario,
la compasión actúa, hace todo lo posible para contribuir a aliviar ese sufrimiento.

El avance en el camino del amor y la compasión suele ir acompañado de la disminución


de emociones tales como la culpa, el miedo y el resentimiento.

Hay personas que se han quedado estancados por su poca disposición a ser compasivos,
por no sentirse queridos y cerrarse al amor, o por aferrarse a la ilusión del amor perfecto
o a una imagen idealizada.

Meditación

Trata de ir a algún momento en el que hayas practicado la compasión y analiza con que
frecuencia lo haces ¿podrías integrar la compasión a tu vida diaria, con la gente que te
rodea y contigo mismo?

La aceptación

La aceptación es la capacidad de ver las cosas tal como ellas son realmente en el
momento presente. Solemos gastar mucha energía negando, forzando, luchando,
resistiéndonos a lo que ya es un hecho, tratando de manipular las situaciones para que
sean del modo que nosotros quisiéramos que fueran, en lugar de ponernos de acuerdo
con lo que es.

Aunque no lleguemos a comprender el sentido de la situación que se nos presenta, aun


así podemos tomar la actitud de aceptarla. Aceptar lo que nos parece absurdo o ilógico
conduce a la rendición más profunda. En su interior encontramos gratitud por la
perfección fundamental de la Creación.

Meditación

Analiza los factores que te impiden aceptarte a ti mismo y a las circunstancias que se te
presentan.
Haz una lista de las inseguridades que no te permiten aceptar la realidad de quien eres.
¿Qué tanto aceptas a la gente que te rodea?

La gratitud

Muy pocas veces les damos su merecido valor a las personas y acontecimientos que se
nos han presentado en la vida, el ego nos llena por completo creyendo que todos
nuestros triunfos han sido por mérito propio en exclusiva. Es verdad que hemos puesto
mucho de nuestra parte para lograrlo, pero la personalidad de cada cual es formada por
medio de sus vivencias, es decir, la manera en que te desenvuelves y le haces frente a la
vida, se la debes a tus experiencias, y estas son dadas por todo tu entorno incluyendo
personas y circunstancias.

Meditación

Analiza cada uno de tus logros y trata de ver a las personas y circunstancias que han
estado detrás.
Observa a tu alrededor y agradece a la vida y al Creador todo cuanto tienes, y todo lo
que te dará.

La felicidad, el enojo y la verguenza

La felicidad

La felicidad es una condición de vida. Es la meta que todo ser humano sigue, debería ser
nuestro gran objetivo. Pero vivimos con la creencia de que no existe.

Si nosotros tomamos a la felicidad como patrón de vida, como nuestro camino, nuestra
meta, como misión y la concientizamos como algo no solamente posible de alcanzar,
sino algo natural de alcanzar, entonces así será.

Científicamente se ha descubierto que los momentos felices de nuestra vida, hacen que
nuestro cuerpo segregue sustancias que se van directamente al cerebro optimizando su
funcionamiento, abriendo canales perfectos para el pensamiento. ¿No vale la pena vivir
una vida feliz?.

Meditación
Analiza los momentos en los que te has sentido feliz, los momentos en los que te has
sentido totalmente integrado a la vida, pleno, con alegría de vivir.
Intenta poner en práctica las cosas que te gusta hacer, y todo lo que te hace feliz.

El enojo

El enojo esconde muchos matices dentro de sí, ¿No te ha pasado que de repente te
enojas en un alto grado y cuando estás más tranquilo y al siguiente día te das cuenta
“que no era para tanto? Es en esos instantes en donde el enojo esconde una razón
“poderosa” que sale a la luz a la menor provocación, pueden ser cosas guardadas,
retenidas por mucho tiempo, llamémosle rencores, resentimientos y algún día tienen que
estallar, la energía no se puede detener eternamente. ¿Vale la pena?, lo mejor es
solucionar los problemas uno a uno y no acumularlos.

A continuación te doy algunos tips “inofensivos” para liberar el enojo sanamente:


Golpear una almohada.
Escribir una carta a la persona con quien estamos enojados expresándole todas nuestras
quejas y nuestra rabia. Luego quemarla sintiendo cómo el fuego consume nuestra ira.
Destrozar un periódico.
Utilizar y agotar la energía agresiva en una actividad que nos guste o consideremos
constructiva, como caminar o practicar algún deporte.
Tomarnos en broma a nosotros mismos.

Meditación

Haz una lista de todas las cosas que te producen enojo, analiza si es necesario enojarse
por dicha causa o tal vez podrías pasarlo por alto y no centrarte en ello.
¿Has pensado de que manera tú provocas el enojo de los demás?

La vergüenza

Este sentimiento debilitante se produce al considerarnos inferiores como personas o


creemos que no somos como deberíamos ser. Denota una falta de aceptación y amor
hacia nosotros mismos por no perdonarnos un solo error y tener el temor al ridículo.

Generalmente este sentimiento nace en la infancia y está relacionado con costumbres


familiares.

Meditación

Describe alguna ocasión en la que hayas sentido vergüenza y analiza lo que aprendiste
acerca de quién eras, acerca de qué era la vida, acerca de cómo es la gente. ¿Qué
aprendiste como estrategia de sobrevivencia, como modo para protegerte del dolor?
¿Puedes liberar y liberarte del pasado?

El cuerpo emocional

Tal vez esta sea la sección más extensa de nuestro curso, aquí vamos a analizar las
diferentes formas de las emociones y los sentimientos.
Ahora es momento para identificarnos con nuestras emociones, reconocer nuestros
sentimientos y asumir la responsabilidad de ellos.

Es importante tener la conciencia de ellos y no fingir o tratar de ocultar lo que sentimos,


es necesario dejar fluir las cosas de manera natural con el fin de tener una vida sana, la
represión de las emociones contribuye a la inestabilidad, desequilibrios, enfermedades y
nos limita a vivir la vida en su total expresión.

El miedo

El miedo es una señal de alarma que nos pone en alerta sobre peligros o pérdidas
potenciales. Cumple una función de protección y defensa ante amenazas de cualquier
índole, por eso, es que debemos convertir al miedo en nuestro aliado y amigo, no
debemos darle el poder de paralizarnos al grado de que nos limite y perdamos la
capacidad de reaccionar de manera adecuada.

El miedo nos indica en que nos falta poner más comprensión y amor.

En ocasiones nuestros miedos no son reales sino imaginarios y es producto de las


creencias y pensamientos limitativos que tenemos acerca de la realidad.

También son pensamientos transmitidos probablemente por nuestra familia o amigos.


En este caso ese miedo debe ser desechado ya que ni siquiera nos pertenece, le
pertenece a otra persona, a otra historia.

Hay miedos que en algún momento de nuestra vida nos fueron útiles, en la niñez o en la
adolescencia, y a partir de ahí se nos queda grabado y vivimos por siempre con ese
miedo ¿Podrías reconocer a alguno en tu caso?

A continuación algunos estados y sensaciones conectados con la emoción de miedo:


Susto, indecisión, ansiedad, desconcierto, preocupación, alarma, impotencia,
inseguridad, turbación, terror, timidez.

Meditación

Céntrate en los miedos que tienes, analiza como se manifiestan físicamente (sudoración,
tensión, alteración del ritmo cardiaco, etc.).
Analiza si tus miedos son reales, objetivos, son imaginarios o son parte del pasado.

¿Te ayudan en algo tus miedos?

El dolor

Cuando vivimos a partir de nuestras emociones, el dolor puede volverse trágico,


cualquier cosa nos hace sufrir. Hay momentos en que la causa de nuestro dolor no
existe, la hemos provocado mentalmente a partir de suposiciones, conjeturas y juicios
hechos a la ligera.
Cuando el dolor es real, entonces la manera en que lo enfrentamos determinará el grado
de sufrimiento. Podemos actuar de manera imparcial, como si fuéramos espectadores,
sin involucrarnos emocionalmente con el dolor, simplemente actuando para solucionar.
Esto disminuye en un muy buen grado nuestro sufrimiento y habrá veces en que lo
elimine totalmente.

A continuación hago una lista de algunas manifestaciones de dolor: Abatimiento,


desilusión, pena, soledad, pesar, infelicidad, nostalgia, melancolía, aflicción, depresión,
desasosiego.

Meditación

Lleva amor y compasión hacia tus áreas de dolor, visualiza a alguien por el cual tú
sientas amor, permite que ese amor se expanda, y ahora, regrésalo a ti… permite que
acaricie tus heridas, que actúe como bálsamo… veras como disminuye el dolor.

LA CONCIENCIA SIN OBJETO

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Hay que admitir en la práctica la posibilidad de una Conciencia sin objeto. Por lo
general, solo conocemos la conciencia en su relación con los objetos. En realidad, es la
conciencia la que ilumina los objetos. En ella aparecen los pensamientos, las emociones,
las sensaciones, como un despliegue de energía; y es en ella también, que desaparecen.

Cuando el objeto desaparece, no tenemos ya más conciencia de él,


pero la Conciencia Pura permanece.

Los intervalos entre los pensamientos y entre las percepciones son habitualmente
considerados como vacíos. El sueño también es contemplado como una relación sujeto-
objeto y al no experimentarse en él conciencia alguna de un objeto, se concluye que
constituye un estado sin conciencia. Sí, por el contrario, se admite la existencia de una
conciencia autónoma, se advertirá que los objetos aparecen de una manera discontinua y
que esta discontinuidad está originada por una continuidad: La Conciencia.

Es entonces cuando es posible experimentar la conciencia sin la presencia del objeto.


En este sentido,debe aceptarse en la Meditación cualquier percepción que se presente,
sea ésta cual fuere. Gracias a esta aceptación sin reservas la percepción se desvanecerá,
antes o después, de forma natural en la conciencia.

Si por otra parte, se hace de la Meditación una disciplina cuyo objeto sea integrar, por
medio de un esfuerzo de la Voluntad, un estado de conciencia sin pensamiento, se podrá
alcanzar ese estado, pero se habrá generado un nuevo dinamismo; el pensamiento
rechazado violentamente permanecerá a la espera, dispuesto a resurgir ; incluso con
mayor energía.
Hay momentos en que estamos efectivamente sin percepción. Pero no estamos
habituados a gustar de ese estado. Creamos constantemente situaciones y objetos, a fin
de poder encontrarnos en algo. Cuando fortuitamente vivimos la experiencia de un
estado de conciencia sin objeto, tenemos la tendencia a vivirlo como una privación,
como si fuera una pantalla sin imágenes.

Si se acepta en la práctica la posibilidad de una conciencia autónoma, se produce un


soltar con respecto a la tendencia a crear continuamente una relación sujeto-objeto; el
sujeto queda completamente reabsorbido, pues su existencia está condicionada por la
existencia de objeto. Se trata en realidad de una Vivencia donde no hay nadie que
contemple ni nada contemplado.

Este no-estado se producirá esporádicamente; más adelante se presentará con mayor


frecuencia, en particular en la Meditación; después lo viviréis también en presencia de
los objetos. La ausencia de objeto es, quizás,menos frecuente que su presencia, pero eso
no tiene importancia.

“Lo importante es vivir lo que hay detrás de la presencia y la ausencia,es decir, la


Conciencia.”

En consecuencia, no hay que hacer ningún esfuerzo para eliminar absolutamente nada
en la Meditación. No hay nada que eliminar. Una actitud de escucha desprovista de
intención basta para que el pensamiento se agote por sí mismo; se desvanece en cuanto
cesa la voluntad de mantenerlo mediante asociaciones de ideas.

Todo esfuerzo generaría tensión.desde un punto de vista en cierta forma experimental,


resulta, pues, fecundo aceptar la posibilidad de un estado donde no existe ni observador
ni cosa observada.

La Meditación puede considerarse como un laboratorio, pero también como un arte,


como redactar un poema o componer música. Son medios de expresar la alegría de ser;
también la Meditación Celebra la alegría de ser.

No es una disciplina, sino un medio de Autoconocimiento y, a la vez,un cántico


silencioso. Más adelante la Meditación se prolongará en la vida cotidiana. Será el plano
a fondo de donde fluye esta alegría, esta plenitud de ser,se revela presente en cada
instante al alcance de nuestra lucidez, permanentemente disponible como un manantial
inagotable.

Esta plenitud puede exrpesarse de múltiples formas,pero permanece idéntica a través de


todas ellas.Dicho en otros términos:todos los objetos que aparecen son expresión de la
conciencia.

En última instancia,no son otra cosa que conciencia.


En la Meditación se reconocerá primero el ir y venir de los pensamientos;después,y
mediante la actitud interior que consiste en no alimentar más el pensamiento,llegará el
día en que percibiréis la pulsión,la vibración que precede al pensamiento.

Esta pulsión es la que percute el cerebro en sus profundidades y desencadena los


procesos de simbolización y formulación.En un momento dado,la complicidad con esta
tendencia a dar continuidad a las pulsaciones mediante el pensamiento y el
lenguaje,desaparecerá de vosotros.

La energía que se manifiesta en estas vibraciones debe absorberse, pero queda, al


principio, como un condicionamiento con el cual no hay que identificarse. Desde el
momento en que las vibraciones son observadas y no hay ya más identificación con
ellas, éstas disminuyen y no originan ninguna expresión por medio del lenguaje.

Por supuesto, no se debe caer en la trampa de mantener estas vibraciones con baja
frecuencia, pues entonces se identificarán con ellas. Todo esto debe quedar en el marco
dentro de una relación entre el observador y la cosa observada. Luego se instalará la
contemplación, toda volición relativa al dinamismo del pensamiento cesará y el
fenómeno de la energía se reabsorberá él mismo en vuestro Ser

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