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POLITICA OBRERA
P.O.
CUADERNOS
G.E.R. l\P3

nrmacilHi Política
la tragedia del
proletariado chileno
■ E l golpe faacista no constituyó un rayo en al golpe se realizó recurriendo a las medidos mó:
c ie lo tarar» da lo lucha da clases. Se ancontra bestiales y feroces. E llo es asi" por la maduración
ba por completo an al marco de la evolución da de la* antagonismos de clase. El asesinato de A
las relaciona! entra la clase obrera, el gob<ero llertde y de miles da obreros,^ estudicntes, m ili-
de la Unidad Popular y lo reacción bwguesa e fon tes de Izquierda y refugiados políticos de to
im perialista; golpe acelerado sin duda por los a da AmÓrica Latina es un punto de no retomo.
contec i miento* que se sucedan a p artir da la c a n
batí va m ovilización de mesa* del 4 de setiembre De allTq u e ya hayan aparecido fracciones bur
pesado que, con motivo del tercer aniversario del guesas que se indepenefizem de la Junta M ilita n
triunfo electoral congregó a más de 500.000 per el ala de la Democracia Cristiana encabezada
sones en Santiago, que desbordaran a la direc­ por Tom e y Leighton y Carlos P i t f i, e x coman
ción da la IIP y que exigían mano dura. La bur d a ite en Jefe del E jercito . Ninguna de estas a
guesTa caminó más rópldo que el proletariado eñ lea se compromete con la resistencia obrara y po
la preparación y disposición de sus fuerzas por­ p olar, porque e l único destino posible de esta re
que fia unificó aceleradamente detrás de las Fuer sistencia es el poder obrero. Estas fracciones pre
zas Amnodai a partir del 29 de junio. La UnJ~ tenden convertirte en variante de recanfcio una
dad Popular, en cambio, fue un obstáculo deci vez que la vm guardia obrera haya sido masacra
sJvo para afirmar y cen tralizar la disposición da d a , el proletariado haya sido aplastado y la Jun
combate de las masas, presente en sus luchas <ja ta M ilita r no pueda e ste riliza rse en un pats en
tidianas, en su fidelidad a las banderas del so­ ruinas. Este es e l destino de las aliados “ demo­
cialismo y del poder obrero y en sus esfuerzos cráticos" en los cuales confió e l Partido Comu­
por dasprendarce de la co nciliació n y e l pacifls nista y Allende para preservar la estdbilidad de
mo de sus direcciones, fundamentalmente a tro* su gobierno.
vés de los Condones industriales. El golpe fascls
to se produce precisamente pora quebrar esta e - ---- Póft GUE'fUÉ N K E S ÍH 'ó UR C O T I —
voiución polntca del proletariado. FA SC IS TA ?

La reacción chilena confió an los posibilida­ El carácter fcscista del golpe no estó en du­
des do un golpe ‘ blanco” , es d ecir legalizado da porque estó dirigido al aplastamiento fTsico
por el propio Allende o , en e l, peor de los ca­ del proletariado, sus organizaciones y su van­
sas, por e l Parlamento, que preservara la e itd ii guardia. Todas las formas de la democracia bur
tídad del orden burguís y evitara un enfrenta­ gue*a,ten caras a la "tra d ició n " histórica de O iT
miento directo entre las c Iir e u En cam bie, el le y sobre la* cuales pretendrá apoyarse su v i?
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propia hacia « I socialism o, han sido dejadas de g a n izacio r¿. tradicionales del movimiento obre­
lado. ro, partido^ sindicatos y C U T , en grandes lu­
chas nacionales reivindicativas.Se incorporan sec
El golpe fascista abra un dbismo entra los c ía tores de las masas tradlcionalmente desorganiza­
« i chilenas, escindiéndolas en das bloques em­ dos, despreciado] por el PS y el PC y al mar­
pacados en una batalla a muerte. La tragedia del gen de los combates p o lítico s, como pobladores
proletariado chileno consiste en que la madura­ y campesinos.Se produce un acentuado vira je de
ción de sus antagonismos de clase con el conjun la pequeña burguesía hacia la izquierda, produ
to de las Fuerzas burguesas e im p erialistas, la a ciéndose.el movimiento de reforma de las univer
niqui loción de todas las ilusiones parlamentarias sidades y la ruptura de la Democracia CristianaT
y legalistas, se hace en las peores condiciones En fin ,s e trata de un ascenso en el cual las ma
posibles, marcadas por la brutalidad da la repre
sas se plantean la necesidad de reorganizar el
sión y por el carácter todavía incipiente de la conjunto de lo sociedad chilena y , por lo mis-
central¡zación p o lítica y organizativa indepen­ no, de alcanzar el poder político.
diente de la vanguardia obrara. El proletariado
no tiene ahora a su cabeza a una dirección que
El gobierno de la UP trata de estab ilizar es­
le permita afrontar la dura tarea de la resisten
te ascenso en el cuadro bi-rgués y se trasnforma
c ia , y deberá reconstituida con los métodos deT
en consecuencia en un factor de desorganización
Frente Unico en un periodo extremadamente du­
y desmoralización de las masas, manifestando de
ro.
esta forma su carácter contrarrevolucionario. En
caramado en las expectativas y combates de las
El desarrollo de los Cordones Industriales, la
masas pretende encontrar un lugar intermedio en
orientación a la actividad independiente y a l e
tre la explotación im perialista y el Estado Obre
je rcicío de sus propios métodos de clase , el a-
ro, expropiando los sectores más parasitarios deT
grupamiento de la vanguardia obrera en ruptura
cap ital y nacionalizando las riquezas básicas. A
con la Unidad Popular, todos estos procesos no
gota a s í sus medidas reformistas y demuestra su !n
dejaron de madurar desde el mismo 4 de noviem
capacidad para e le va r a la sociedad chilena a
bre de 1970 pero todavía estaban lejos de su cifs
un nuevo periodo histórico de desarrollo.
talizo ció n . En realidad , el proletariado y su valí
guardia realizaban intentos desesperados por agru
La lucha por el poder poifrico se realiza en
pone y resistir la ofensiva reaccionaria tenien­
torno a las ilusiones parlamentarias, alimentadas
do a su frente a la dirección p o lítica da la U P,
por el PC y el PS, y al combate por las gran­
soportando la represión de las Fuerzas Armadas,
des reivindicaciones nacionales y democráticas.
la desmoralización y desorganización del stalinis
La UP es el intento de c an a lizar el ascenso re
mo y la confusión del centrisma (M IR , izquierda
volucionarío de las masas en los limites de la de
del PS , MAPU). Esta maduración es la que pre
mocracía parlamentaria y de las transformaciones
tende cortar de raíz el golpe fascista del 11 de estatizantes del régimen ca p ita lista , preservando
setiembre. sus fundamentos.

Las razones últimas del golpe debemos buscar A partir del mismo 4 de noviembre de 1970
las en la imposibilidad del gobierno de Allende ios caminos de la UP y del movimiento obrero co
de imponerle a las masas mediante métodos pacT menzanon a separarse, en forma más bien lenta
fleos, a través del e je rc ic io de su outoridad po pero sin que nadie pudiera llamarse a engaito. Pa
ID ic a , su regimentoción y su sometimiento al par ra_ la U P, y en especial para el stalinismo, eT
lamentorismo y al orden burgués. triunfo electoral era un triunfo parlamentario /nós,
que habla que preservar gracias al acuerdo con
la DC y las Fuerzas Aunadas, y que constituía
El ascenso de Allende al gobierno tiene su an una oportunidad histórica de soldar su alian za in
tocedente en el ascenso de masas que se in icia tem acional con la burguesía y el Imperialismo,
en C h ile a fines de 1967. Este ascenso resulta demostrando como el “ marxismo" podía respetar
de la vigorosa oposición obrero y popular frente desde el poder las reglas del juego de Ja burgue
a los planes de colonización if^perialista lle vo - sla. Pata el proletariado y las masas, en cambio,
dos adelante por el gobierno demócrata c ris tia ­ e l triunfo electo ral constituían una palanca que
no da F re í, que acentúan el desarrollo desigual permitía acelerar su lucha histórica contra la bur
y combinada del país, el carácter semicolonial guesia y el imperialismo a través del eje rcicio
de su economía y el atraso material y cultural de sus propios métodos de clase. En toda una e
de las grandes masas. El vigor de este ascenso re tapa, esta orientación tomó la forma de la pre­
sulta de sus características. Se ra vitalizan las or sión sobre los partidos de la U P, en quienes se
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confiaba.A partir de octubre de 1 77 2 ,y más cía golpe. La salida fascista, unificándose detrás de
ramente en los últimos meses, la vanguardia o~ las Fuerzas Armadas, aparece como una respues
hiera y sectores del conjunto de la clase comlen ta desesperada, impuesta mediante los métodos de
zan a romper con la orientación p o lítica de la la guerra c iv il controrrevolucionaria,cpoyada por
UP.
sectores pequeño burgueses quebrados par el de
Inmediatamente luego que A llende llegó a La terioro económico y favorecida por la falta de
Moneda te lanzó una ola de ocupaciones de fun autoridod del gobierno (incapaz de recurrir a la
dos y fábricas, que obligó a la UP a acelerar su m ovilización de masas) por el parlamentarismo y
programa de estatlzaciones. Mientras Allende le el acuerdo p o lítico .
garantizaba a la oposición el e je rcicio de sus "de
rechos", en esencia el derecho a organizar la La crisis económica, que se convirtió en una
guerra c iv il contrarrevolucionaria, las masas re­
pieza maestra de la estrategia golpista, es el re
plicaban con la lucha c a lle je ra , en Concepción
sultado de la imposibilidad de quebrar el atraso
y Santiago.Frente a la ofensiva declarada de la
de un pai*s semicolonial mediante transformacio­
burguesía, Allende y la UP entregaron el con­
nes puramente democráticos, como la reforma a ­
trol del pars a las Fuerzas Armadas, como en la
g ra ria, las nacionalizaciones y las expropiacio­
crisis de octubre de 1972 y ante la última huel’
nes lim itadas.La renuncia de la UP a a p lica r el
ga de los camioneros. El movimiento obrero, en
control obrero, la lucha de masas contra el mer
cambio, se orientó hacia la formación de los Cor
codo negro, la expropiación económica del con
dones Industriales.
junto de la burguesía, la p lanificació n so cialis­
La UP fracasó en regimentar o las masas y fue ta de la economía y la estatlzación del comer­
incapaz de estabilizar el capitalismo atrasado y cio exterio r, provocan como consecuencia aue la
semicolonial chileno mediante reformas democró economía chilena se usa sumida en un verdode-
ticas y estatizantes. La ruptura de la vanguardia ro caos, donde no imperan ya las leyes de la ga
obrera con la estrategia del stalinismo comenzó nancia cap italista ni tampoco los principios da la
a extenderse. Los preparativos sediciosas de la construcción del socialismo- El ccp ital retrocede
reacción la aceleraron, asr como aceleraron el hacia sus formas más bárbaras y prim itivas: la as
recostamiento de Allende en las Fuerzas Arma­ peculación, el comercio y el mercado negro. ÉT
das. capitalismo de la pequeña producción resurge en
el campo, ligada a las ciudades medíante los ca
Todo esto terminó por manifestarse en un caos nales del mercado negro. La inflación se toma in
generalizado y en la pérdida total de autoridad córtentele. La pequeña burguesía es ganada d i
del gohiemo. La burguesía, obligada en 1970, esta fonra a la . desesperación.
en un momento de intensa desm oralización, dis­
persión y c ris is , a aceptar la llegada de una co A sr como no hay estadio intermedio en la mo
a llció n con partidos obraros al Poder Ejecutivo , vlliz a c ió n de masas, puesto que la lucha por sus
comprobó como la autoridod po lítica de la U P e ra reivindicaciones nacionales y democráticas se u
incapaz de contener el ascenso obrero y popu­ n ifíca con su lucha por «I poder y e l socialismo^
la r. no hay tampoco estadio intermedio entra el atro
so y la sem icolania, entra la p lanificació n socia
Las reformas democráticas y estatizantes de la
lista y el control obrero. La experiencia de la
UP aceleran la escisión de la sociedad chilena
UP lo vuehte a demostrar en forma trágica.
en dos bloques sociales antagónicas, que en for
ma creciente recurren a los enfrentamientos di­
LOS RESPONSABLES P E Í G O LP E DE ESTADO '
rectos. El coos es la manifestación generalizada
de esta escisión, de este enfrentamiento cotidla En la resistencia contra el golpe fascista ocu
no entra clases, en tanto e l proletarlodo no pue pamos nuestro lugar de lucha junto a los compa
de darle una setllda propia a la crisis por la <u ñeros socialistas, comunistas y m iristas, en un lia
sencia de una dirección revolucionarla y en tan modo a l Fíente Unico y al Comando P o lítico M f
to la burguesía es incapaz de recuperarse de su lita r Unificado de toda la izquierda. Esta fue núes
crisis histórica mediante las formas tradicionales tía línea en los meses anteriores al golpe de És
de la democracia buiguesa. H acia mediados de todo. La resistencia debe canalizarse ahora a h a
junio la DC evidencia su fracaso en montar una vós de la huelga general, el sabotaje y la de~
ofensiva c a lle je ra contra el gobierno, ya que es fensa de las barriadas obraras, todo e llo apoya­
barrida por obraras y estudiantes en las calles do en las propias organizaciones de la clase o­
d« Santiago. A partir de al I r el a la fneTita, que brera. El rearme p o lítico y organizativo del pro
controla el partido renuncia en forma creciente ietariado ch ile n o , que deberá darse en las d ifí­
a la negociación con el gobierno y se vuelca a l c ile s condiciones de la clandestinidad y de la
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i y m a rcial, deba partir del batanes acerca del Las e o r n ft e s ubicadas a la izquierda del l i e 1
papel político del stalinismo y del centrismo. lin iim o , cccto ‘-os sectores del P S , el MAPU y e l
M IR , fueron absolutamente incapaces de lle v a r
La crisis del proletariado chileno es la crisis sus diferencias al seno de las organizaciones o -
de su dirección. De otra forma no se puede ex­ b re ras y de luchar por una corriente Independido
p lic a r como se desaprovecharen 3 años para de­ te y por elevarla a la dirección de la clase o­
sarmar el dispositivo golplsta y liquidar a la bur brera. Se lim itaran a las disputas burocráticas y
guasía, en un perfodo en que ésta se encontra­ a la demagogia, mientras renunciaban a la otga
ba aislada y dispersa. La responsabilidad del gol nización efectiva de los cuadros que se despren
pe recae, ante todo, sobre e l stalinismo. dían del stalinismo y buscaban un camino inde­
pendí ante. El castrismo soldó por la ¡zq jierda las
Fue e l stalinismo el que llam ó, hasta pocos maniobras parlamentarias y legalistas del stallais
dl'as antes del golpe del 11 de s e tle n ire , a con mo, apoyando en lo fundjmenfal su estrategia dé
fia r en las Fuerzas Armadas como garantía de la clase.
Constitución y la ley. De esta forma se des mora
Es a*r como se exp lica que la politización era
llzó y desorganizó una vez más a l proletariado.
cíente del movimiento obrero, su reacción com­
Más a ú n ,e l stalinismo se opuso con todas sus fuer
bativa fronte a cada una de las embestidas reac
zas a todas las In iciativas nacidas de las entro­
clon arías, el desprendimiento de sus mejores cua
na* de la clase obrera para enfrentar la ofensiva
dros, no alcanzaran nunca a central izarse y cris
sediciosa, como la formación de Cordones Indus
ta liz a r en un embrión de dirección revoluciona­
tríale s, de brigadas y de dispositivos de defen­
sa. El stalinismo toleró las razzias represivas de ria ,p a ra preparar a nivel nacional la resistencia
los militaros en las fábricas estatizadas, que pre a la sedición y acelerar el combate por su pro­
paraban e l golpe y reprimían a la vanguardia o grama independiente. El centrismo tanrblán demos
brera. A ile n d e , por su lodo, desaproveché todas *n5 en C hile su esterilidad.
!a>'oportunidades que tuvo pora lim piar los Altos
Mandos de los elementos golpistas. Tolerá la sa
lida de Prats de la comandancia en Je fe impues El baKo de sangre del proletariado y del w
ta por un sector de los altos mandos y confió has v?miento revolucionario chileno y latlnoamerica
ta el mismo 10 de setiembre en su famosa "mu­ no es la culm inación de la estrategia mundial déT
ñeca p o lític a ". Es que esta capacidad de manió stalinismo en nuestro continente. El PC más fuer
bra va le para e l parlamentarismo y los acuerdos te y más proletario de Am érica Latina ha sido tam
de com itís pero se toma en una ilusión fatal en bien el que ha condenado a la clase obrera _o su
unía sociedad quebrada en dos y sometida a oem derrota más doloroso y trágica. Nadie dejará pa
bates cotidianos. sor en vano estas lecciones.
Los Cordones
Industriales
H El movimiento sindical chileno se basa en sindicatos por empresa y se encuen­
tra centralizado por la CUT. Con el ascenso de la LiP al ejecutivo la CUT acentúa
sus rasgos burocráticos al convertirse en manos de los dirigentes del PC y del PS
en-una agencia de la política económica del gobierno. L a estatización de la CUT (al
punto que en los últimos meses e l m inistro de trabajo reemplazaba al presidente de
la CUT y viceversa) la coloca de espaldas a las necesidades de las masas y le cede
una cuota fundamental de iniciativa a la oposición demócrata cristiana, que trata de
acaudillar la lucha por aumentos de salarios y contra los p rivilegios de los interven
tores. La huelga de El Teniente lo puso de relieve en su forma más dolorosa.

La formación de los Cordones Industriales - agrupamiento zonal de s in d ic a to s


de em presa - constituye una reacción de la vanguardia obrera a esta burocratíza-
eión de la CUT y un instrumento superior de lucha contra la reacción burguesa e im
perialista ante la pasividad de los partidos y de la misma CUT.

Los Cordones comienzan a gen eralizarse con la huelga reaccionaria de octubre


de 1972 cuando hay que re so lv er problemas de abatitccimiento en.base a los m éto­
dos del control obrero, y en oposición al "trabajo voluntario1' del PC. Toman nue­
vo ímpetu en los prim eros meses de este aflo como instrumento de resistencia ante
el proyecto de devolución de ora pro sus lanzado por el ministro comunista M illas y
apoyado por Allende y se convierten en i^na form a organizativa reconocida por la
clase al gen eralizarse la ofensiva burguesa.

Los Cordones, a pesar de representar una necesidad profunda de las masas y


contar con su simpatía, tienen una vida errática y no llegan a convertirse en o rg a ­
nismos nacionales de d irección de masas. Tampoco alcanzan un grado sign ificati­
vo de centralización y coordinación. E llo es a s í porque su dirección recae sobre to
do en las manos del centrism o (izquierda socialista, MAPU) que es totalmente inca
paz de darle un program a independiente y un curso concreto de acción. E sterilizan
las energías de la vanguardia que abandonan la m ilitanciá activa en los Cordoneg,pe
ro lo siguen reconociendo como su organism o de dirección. Los Cordones se man­
tienen sobre todo en base a los aparatos de los partidos, el PS y el M1R fundamen­
talmente, en un d esarrollo extremadamente desigual. A llí donde las necesidades in
mediatas de las masas requería de un organismo te rrito ria l de lucha, sin ninguna
traba burocrática, el Cordón surgía y resurgía. A llí donde estos motivos inmedia­
tos desaparecían el Cordón se esterilizab a.

Los Cordones ponen de re liev e las energías combativas del proletariado, su dte
posición al combate y la búsqueda per parte de la vanguardia de un camino indepen
diente. La oposición inicial del PC y su posterior intervención para b u rocratizar-
los y las continuas e inevitables vacilaciones del centrism o impiden su d esarrollo
y consolidación. E l golpe fascista se produce para abortarlos, ya-que la burguesía
con justa razón, veía en su surgimiento y en su autoridad, un peligro decisivo para
su dominio de c la s e .#
Chile
y Brezhnev - Nixon

■ La nacionalización del cobre provocó iin enfrentamiento agudo entre el gobierno


de la U P y e l im perialism o norteamericano porque Chile se negó a p agarlas indem
nizac iones exigidas por el capital financiero internacional. L a UP, dentro del país,
le dió a este conflicto una expresión puramente legal y jurídica, disolviendo su c a ­
rácter revolucionario y de masas. Ni duda cabe que los obreros de todo el mundo,
en especial do los países adelantados, debían apoyar al gobierno de la U Pon contra
de las exigencias del im perialism o. A su vez, la tarea de los revolucionarios era
transform ar la form a burguesa que el stalinismo le daba a este combate, ge n era li­
zando la lucha antiim perialista y unificándola con las banderas del poder o b rero .L a
deuda externa tenía en este sentido un carácter decisivo. Los yanquis, principa­
les acreedores de Chile, presionaran con sus exigencias de pago y el g o b ier­
no aceptó el cuadro de negociaciones impuesto por el gran capital financiero in ter­
nacional en el club de P a rís. A l no acceder a las indemnizaciones solicitadas por el
cobre, las negociaciones se estancaron. P ero se mantenían los canales para reanu
darlas y pocos meses antes del golpe se reabrieron las conversaciones. La estrate
gia de la UP era clara: obtener mediante negociaciones un acuerdo favorable con el
im perialism o. Es imposible desvincular esta estrategia de las necesidades mundia
les de la burocracia soviética, que tanto peso tenía en la política chilena a través
del PC y de su propio poder económico.

El último viaje de Allende a Moscú, a fines de 1972, fue un fracaso, porqueta a


yuda acordada por la URSS fue con cuentagotas, precisamente para apurar a la UP
a las negociaciones, bloqueando a su ala izquierda. Chile sufría un déficit b r u ta l
de alimentos y obtuvo de la URSS una mínima parte de lo que necesitaba. Es más,
era vox populi on Santiago que Allende tuvo que re c u rrir prácticamente al c h a n t a
je para arrancar incluso esta ayuda. Pocas semanas después se produce la reanur
dación de las conversaciones bilaterales con Estados Unidos.

Los acuerdos entre Nixon y Brezhnev no le impidieron al im perialism o nortea­


mericano el bloqueo económico y la organización del golpe de Estado fascista. P e ­
ro fueron respetados a la le tra por la burocracia, que empujó a Allende, en la me
dida en que la UP admitía este empujón, a la negociación y a la renuncia a una lu­
cha antiim perialista de m asas.#
S talin ism o y
Revolución Perm anente

■ Los casi 3 aflos de gobierno de Allende de sus principales teóricos, caracterizó


constituyeron una nueva confrontación en­ que la debilidad del gobierno nacía de las
tre las tesis del marxismo revolucionario "tran sgresion es" al program a de la U P .es
.acerca del carácter de la revolución en los d ecir, de las concesiones que se debieron
países atrasados y la línea contrarrevolu re a liza r al movimiento de masas en el pri
cionaria del stalinismo. m er período de tomas y ocupaciones. Hav
cia mayo de este aflo, L . Corvalán. sccre
tariogen eral del Partido, llam a a la conci
£1 programa de la Unidad Popular tenía liación de todos los 'dem A cratas" y sostio
su eie en an conjunto de transformaciones ñeque el eje de la actividad del partido de
nacionales y dem ocráticas - reform a agra ben s e r . . . las elecciones de 1976. Nada
ría. nacionalización de las riquezas bási­ más nefasto en la preparación de las m a­
cas. estatización de la banca y de los prin sas contra el golpe fascista.
cipales monopolios - "con vistas a la con^
fracción dol socialism o1'. A l mismo tiem ­ Laa transform aciones dem ocráticas y es
po, se garantizaba el mantenimiento de las tatizantes llevadas adelante por el gobier
formaB políticas que caracterizaban a la de no profundizaron el curso de la lucha de
m ocracia parlamentaria chilena; osto es, clases. No concitaron la unidad nacional,
que la UP era también una defensora del sino la división do la nación en dos bloques
orden burgués. irrecon ciliab les donde el proletariado era
el caudillo de todas las banderas democrá
ticas y nacionales. Estas transformaciones
En reiteradas oportunidades. Allende se exacerbaron, por un lado, la resistencia
nal ó que su gobierno "no era ni socialista de las clases dominantes en su desespera
ni rr.arxista" y que era en cambio un gobier ción por fren ar el ascenso obrero y popu­
no “ pluralista” destinado a independizar a lar. En segundo lugar, plantearon en un
Chile del im perialism o y de los monopo­ nuevo nivel los males del atraso. La refoi-
lios. L o que en Allende era la fidelidad al ma agraria abrió las compuertas a un nue
sistema político chileno y el despreció al vo d esarrollo combinado del capitalism o en
marxism o, en el PC se convertía en una e el campo. Las estatizaciones fueron anár
la-oración program ática acabada. El sta- quicas, dieron lugar a nuevas form as bas
num o. en efecto, rechazaba la expresión tardas de p rivilegios y terminaron favore
de "v ía chilena hacia el socialism o1' y pre ciendo la acumulación com ercial y especu
feria hablar del curso pacífico de la lucha lativadel capital privado. Era este capital
clases y del carácter dem ocrático del el que ligaba entre sf los distintos frentes
gafaiarno. El PC representó consecuente- de la actividad económica, en ausencia de
BMüt* ai ala da rocha da la alianza de la UP. plan socialista y de control obrero. Final
T a « a jnnio oe 1971. Orlando M illas, uno mente', esas transform aciones eran consi
deradas por las masas como un peldaflo pa dramático de los hechos.no se encarnaron
ra su lucha por el poder y no como un obj£ política y organizativamente.
tivo final.
Las corrien tes trotskistas del pablismo
Podemos d ecir que en Chile la lucha na tienen en ello su propia cuota de responsa
cional y dem ocrática, a cuyo alrededor se bilidad. Desde hace más de 20 aflos que re
organizaban y agrupaban las clases y sus nunciaron a la construcción de un partido
partidos, condujo a la polarización de la so obrero independiente (muy a pesar de que
ciedad y a que el proletariado em ergiera la lucha de Trotsky contra e l stalinismo
com oel gran caudillo nacional, unificando provocó en Chile una'ruptura profunda del
esta lucha por el combate por el poder o ­ PC en la década del 30 y la oposición de iz
b rero y el socialism o. La vanguardia obr£ quierda agrupó a sú alrededor a varios nú
ra era consciente de esta necesidad hlstó les de sus m ejores m ilitantes). Se mimeti
rica, como se ponía de re lie v e en los ma zaron y disolvieron en el PS y en el MIB,
n iíiestos de los Cordones, en las asamble en un cntrism o e stéril donde desempeña­
as y en las concentraciones de la propia ron el triste papel de consejeros ideológl
UP. P o r su lado, el stalinismo taponaba y eos de direcciones aventureras. Es así co
reprim ía esta orientación y e l centrismo mo la vanguardia obrera, en su ruptura
le daba un curso burocrático y demagógi­ con el stalinismo. no encontró a su alcari
co. Las tesis de la revolución permanente, ce los instrumentos para conslruir un par
planteadas en toda su vigencia por el curso tido obrero revolu cion ario.#

8
El papel del MIR

■ Muchas de las expectativas de un sector tidos tradicionales tuvo tantas oportunida­


de la juventud revolucionaria argentina ea des a su favor como el MIR: gran prestigio
tán depositadas en el papel que pueda jugar ante las masas, un aparata organizativo de
el MIR en la resistencia al golpe fascista. enorme magnitud, un conjunto de cuadros
Estas expectativas tienen como base el de prim era línea y una c ris is creciente del
cho de que el MIR se mantuvo al margen de stalinism o y del PS. Todos estos elem en­
la UP, c ritic ó los aspectos más conciliado tos contribuyeron, sin duda alguna, al ere
res de su poética y capitalizó a su fa vor a cimiento del MIR y a su transformación en
un núcleo importante de cuadros obreros y un partido nacional de importancia d e c is i­
estudiantiles desprendidos del stalinism o va. Sin embargo, en lo fundamental el MIR
y del- PS. fracasó en la tentativa de organizar y cen ­
El MIR fue en el último período del go­ tra liza r a la vanguardia obrera y elevarla
bierno de F r e i un grupo foquista, que d es­ a un papel dirigente.
preció la acción del proletariado y combinó
sus acciones armadas de expropiación con E llo fue a s í por su línea política. La e£
e l trabajo en los sectores subproletarios. trategia y el pronóstico político del MIR se
caracterizados como loa únicos auténtica­ basaban por completo en el hecho que la o
mente revolucionarios. L e abandonó a la fensiva burguesa y su fascistización iban a
UP el control de los centros obreros más volcar a la UP, o por lo menos a algunos
significativos. No participó con posiciones de sus sectores significativos, al campo de
propias en la campafla electoral de 1977 por la revolución. P o r lo tanto, su política fue
que caracterizaba que el triunfo de Alessan la de presionar al gobierno para ra d ic a li­
dri era inevitable y que a b riría e l período za r sus medidas, sin denunciar su c a rá c ­
de la lucha armada abierta. A partir del 4 te r de clase.
de noviembre de 1970 se ve obligado a un v i
raje por el curso mismo de los acontecimien Esta orientación program ática lo condu
toa y com ienza a participar en las ocupacio jo a la desorganización del contingente o”
nes y tomas, ganando una influencia aprecia^ b rero que se incorporaba a sus fila s y a u
ble y constituyendo corrien tes sindicales, na renuncia sistem ática a la lucha contra la
bajo el nombre de Frente de Trabajadores U Pen e l seno de los organism os de las ma
Revolucionarlos (F T R ), y campesinas, M£ eas. Cualquier trabajo consecuente en este
vimiento de Campesinos Revolucionarios sentido lo hubiera llevado a una ruptura con
(M C K ). los partidos de la U P que el MIR, por sus
En ningún pafs de A m érica Latina un gru ligazones abiertas con el castrism o, trata
po desprendido del stalinismo y de los par fcr» de evitar a toda costa.
■ ■ A atcom o el MIR levanta la tesis del que es trabado por el aparato burocrático
revoluciona rio ", en decir, que la d_i del MIR q p substituye a los cuadros obre
0 PBC2ÚC revolucionaria surgirá de una alian ro s y u tiliz ¿ s u influencia para sus negocia
con la izquierda de la U P. Esta línea lo ciones burocráticas con el centrism o. No
■ K ta n z a en relación a las bases del PC, ha celebrado congreso en los 2 últimos aflos,
M M i'ión fundamental desde el punto de vte a pesar de que era intensamente reclama
■ftdal frente único, y lo coloca de espaldas do por las bases. Su principal dirigente na
■ las necesidades reales del movimiento o cional y representante ante la CUT rompe
■ r«ro . En efecto. La izquierda de la U P no con el MIR acusándolo de burocrático y p£
constituía ninguna alternativa frente al sta queflo burgués. El MIR, como partido, le
H usm o por su incapacidad de ruptura con otorga una importancia secundaria al tra ­
■■ estrategia. De a llí que los cuadros obre bajo entre las masas destinando sus mej<j
n a ganados por estas corrien tes y por el res cuadros al aparato organizativo. En fin,
MIR se encontraban sin orientación progra es un partido que hacc todo para evitar que
—.Atica y sin linea de acción. ¿Qué exigían se profundice la ruptura entre la vangua£
estos cuadros? La lucha por el control o ­ día obrera y la L'P, a pesar de que sus mi
brero, por la organización combativa de la litantes buscan un camino independiente.
c l a s e , por la m ovilización ca llejera , la de
Todas las condicionas estaban dadas pa
nuncia del sectarism o y de los p rivilegio s ra una rápida centralización de la vanguar
de la burocracia pequeflo burguesa de la UP, dia obrera y para su transform ación en un
la oposición al servilism o del gobierno ante factor dirigento a condición de que no se te
las Fuerzas Armadas y la DC. Cada una de m iera la escisión con la UP. y sus aliados
las crisis, políticas del país provocaba la internacionales, el stalinism o y el castrts
extensión de esta búsqueda y de estas exi mo. y se diera al movimiento obrero un
gencias. El ala izquierda del PS y del MA program a independiente. Con los métodos
PU no podían darles ninguna salida porque del F rente Unico se podía a rra s tra r p er­
avalabantodos los ¿iro s de Allende (e l diá fectamente a sectores d ecisivos de los par
logo con la DC y los sucesivos gabinetes tidos del gobierno, en especial del PC. Se
con las Fuerzas Armadas) y porque defen le debía dar a los Cordones un program a
dían sus propios p rivile gio s al estar en- de acción sobre la base del control obrero
quistados en el .aparato estatal. Es así co y de la organización de la clase, en lugar
mo los Cordones Industriales naufragan de e s te riliz a rlo s en maniobras de com ité.
por ausencia de programa y de objetivos Una vez más, el camino de la revolución
propios al estar fundamentalmente bajo la obrera y de la derrota de la reacción bur
dirección del centrism o (izquierda PS y guesa es el camino de la lucha poi la inde
M APU ). pendencia política de la clase obrera y su
vanguardia. L a experiencia del MIR com ­
El MIR acompaña a esta corriente en t£ prueba que cuando se le tiene miedo a este
dos sus giros. Eleva sus posiciones dema camino independiente, en nombre del aisla
gógicas al papel de programa revoluciona miento, de la progresividad del reform is
rio . Confunde sus disputas burocráticas mo y de la espontaneidad, no se puede cons
con el stalinism o con una lucha de p rin ci­ tru ir una dirección revolucionaria.
pios. Confía una y otra vez en la transfojr Conocemos de cerca a los compañeros
mación de esta corrien te en una dirección del MIR y estamos seguros que ocupan un
revolucionaria y, por esta vía, también en lugar de prim era linca en la heróica resijj
una transform ación pacífica del propio go tencia contra el golpe fascista. Aún en es
bierno de la U P .L o realmente decisivo es tas duras condiciones deben buscar por to
que todo esto lo llova a desorganizar y di dos los medios soldar sus relaciones con
s o lv e r su propia influencia en el movimieri las masas, apoyarse en sus organ izacio­
to obrero. nes y hacer también su balance. Saldrán
de su seno, sin duda, muchos de los contin
El F T R no funciona como corrien te o ­ gentes fundamentales para éste y los próxi
brera ni se eleva a un papel dirigente po£ moa com bates.#
Ejercito y
Revolución

■ L a política ante las Fuerzas Armadas es clave en todo proceso revolucionars-:


ya quo está en cuestión el poder y son ellas la garantía de la estabilidad del orden
burgués. El proceso chileno es muy rico en las experiencias que la vanguardia r e ­
volucionaria debe sacar sobre este tema.

La solidez del ascenso obrero abrió la perspectiva concreta de fraccionar a I¿5


Fuerzas Arm adas y ganar a toda un ala para los fines y la política de la revolucidr.
p roletaria. A s í lo demostró la c ris is de octubre, donde Prats denuncia el caréc:er
de la ofensiva burguesa apoyado por una fracción de los altos mandos ganados a! x-
llendism o. y con más claridad aún el período de los preparativos golpistasabier'.^s.

C erca de dos meses atrás la oficialidad de la Marina inicia un proceso re p r e s i­


vo contra la tropa y algunos suboficiales ya que estos denuncian los aprestos seJ*. -
ciosos. Se recu rre, con el silencio cóm plice del gobierno, a los métodos más bar­
baros de tortura. Este proceso, desarrollado en las bases navales de Valparaíso j
Talcahuano. pone de re liev e la extensión del sentimiento antigolpista. Com prendes
varios centenares de m arineros y, entre ellos, a un conjunto numeroso de subofi­
ciales. L a reacción que se produce ante las torturas aisla completamente a la of:cia
ltdad que, por ejemplo, no se anima a s a lir a la mar por el tem or a represalias. F*
evidente que una de las razones que apresuran el golpe es e l grado peligroso de ro£
tura que se había producido en la disciplina m ilitar, evidenciada también por c! - i -
dal de inform ación que la izquierda lograba en el seno mismo de los cuarteles.

La escisión de las Fuerzas Arm adas no se produce porque Allende p reserva *♦


unidad al ceder una y otra vez a la presión golpista. El PC las considera como g a ­
rantía del orden constitucional y el PS exalta su sentido patriótico. Pocos días a n ­
tes del golpe, el presidente condena una declaración de la U P en la cual se denun­
cian las torturas de los oficiales de la Marina, sin encontrar ninguna respuesta 4a
estos partidos.

Allende y el PC toleran la depuración de los mandos allendistas. que se ene sen


tran sin defensa, con la tesis de que ello podría provocar un estallido subversivo .
No defiende a P rats, jaqueado por los generales golpistas en una maniobra de ope­
reta cuando mandan sus esposas a la casa del entonces Comandante en Jefe para ex^
g irle su renuncia, en un momento decisivo porque hubiera obligado a los sedicioaaa a
levantarse contra el R esid en te y también contra el Alto Mando del E jército. L’na y
otra vez. a partir de octubre, Allonde le cede a los m ilitares el control del país y
los presenta como héroes nacionales.

La ley de control de armaa, sancionada con la complicidad de los partidos de la


UF, le entrega a las Fuerzas Armadas la posibilidad de allanar lo que quieran en
busca de supuesto armamento. L a utilizan para re a liza r verdaderas razzias contra
los cordones industriales, avalados por e l gobierno. Mientras tanto, se suceden va
rías centenas de actos de sabotaje que demuestran un alto grado de preparación pro
fesional y que cuentan con la complicidad de los mandos del E jército. A s íe s como
el cuadro golpista se solidifica porque se le entrega toda la iniciativa.

Con todo, el control de los ¿plpistas sobre suboficiales y tropa tiene bases ende
bles y ello debe m anifestarse en la resistencia que se organiza ante el golpe y no
tardará en producir rupturas importantes en la Junta M ilitar.

Hay que alertar contra cualquier balance do la experiencia chilena que pretenda
afirm ar ahora la validez de la estrategia de los tupamaros. Ante el golpe en U ru ­
guay, que demostró la impotencia de la gu errilla, se dijo que* e l camino chileno era
una alternativa efectiva para la liberación de los pueblos latinoamericanos. Lo que
fracasa en Chile es la política del stalinismo y del centrism o. L o que demuestra
Chile es que la acción de las masas puede quebrar al E jército, como lo evidencia lo
sucedido en la Marina, la división abierta de los Altos Mandos, la deliberación de
los oficiales y e l grado de organización que habían alcanzado los suboficiales y la
tropa de izquierda. El stalinismo quebró este proceso porque hubiera precipitado
un ascenso revolucionario de las masas al poder. El golpe fascista recogió los be­
neficios. 9
LAS LECCIONES
DE CHILE
f l Es necesario situar «I golpe de estado fascls En d e fin itiv a , el ascenso de masas empuja a e
ta del 11 da satiambra an al cuadro ¡ntarnacio sas fuerzas a una ta n a contrarrevolucionaria ció
nal da la lucha da clases. Se trata, da una e - mún, qua toma forma en las acuerdos N ixon-
xiganela inaludihla,para un análisis marxista da Brezhnev.En este cuodro se desenvuelven las ca
la situoción c h ila n a , ya que todos los fenóme­ si 3 anas de gobierno de la Unidad Popular.
no* nocionales constituyen* una expresión especT
fleo y propia da las grandes layas de lo econo Es obvio sefíalar que el PC chileno orientó
mía y p o lítica mundiales. Por asta mismo, todas toda su actividad p o lítica de acuerdo a las ne
la i fuerzas políticas actuantes an C h ila lo ha­ cesidades da ase pacto contrarrevolucionario- Y a
cían an función da una cla ra estrategia mundial hablamos dicho que para «I stalir.lsmo el ejem­
y e s ta b a vinculadas de una u otra manera a lo* plo chileno constituía una pieza maestra en sus
grandes aparatos internacionales. relaciones con la burguesía mundial, porque se
t<at<¿a, nT mós ni meros, que de demostrar co­
LO S A C O N T EC IM IEN T O S DE C H IL E SO N EL mo un partido obrero podía mspetar, desde el e
RESULTADO DE LA C O E X IS T E N C IA P A C IFIC A ¡ereicio mismo del poder, los fundamentos deT
orden burgués, como podía reg!mentor al movi­
A partir de mayo da 1968, con la gran hual miento de matas y e vita r que avance en su lu­
ga general y ocupación da fábricas de la cla w cha contra la explotación cap italista. Hay que
obrera francesa, ta presento un verdodero punto qgiegar qua los otros partidos de la U P , ubica
da vira je an la lucha internacional da el esas, das a la Izquierda del stalinism o, se m antuvie­
con a l ascenso po lítico y de masas del prolata ron por completo en al cuadro de su estrategia
ría do. Este asean » u n ifica a l combata da la cía y qua su ligazón Internacional con al castrismo
sa obrera Internacional, puesto que «j ola com constituyó la correa de transmisión da su sumi­
prende a l coerfeate deí proletariado de los pau­ sión a la estrategia contrarrevolucionaria de la
ses c ^ ita lis ta s adelantados,al da los Estados O burocracia d tl Kremlin. En última instancia esto
braros contra la burocracia usurpadora y al <£ vale tarrfcién para el M IR .
los paisas samicolonlales y atrasadas. Se poner
otra va z a la orden del día los métodos propias El gobierno de la UP hizo un esfuerzo con­
de la clase obrara y su coronación an b s fo r­ cie n y permanente para m aitenar sus ra locio­
mas soviéticas de organización. Finalm ente, las nes con el imperialismo en un nivel p acifica ,
relaciones entre al proletariado y la burguasfo frenó toda orientación a darle a las luchas an ­
t« trasladan a l seno mismo da la clase obrara, tiim perialistas un carócter de masas. Mantuvo la
a l anfmntar al movimiento vigoroso da la c ía » puerta abierta a las negociaciones con los yan
can a l papel contrarrevolucionario da sus criara quli en particular y con e l imperialismo en ge
tos sindicales y políticos soc i a (demócratas, sta- n e ra l, a través de innumercales gestiones, que
lln ifta s, burgueses y pequaAo burgueses. Se abm se h ^ f a i reanudado en el mós alto nivel a fi­
un parlado de crisis de astas aparatos. nes del a fio pasodo y que hcfelan continuado ra
cientemente en Lima y Buenos A ire s , con la eñ
La impuesta del imperialismo y da la buro­ tievista entre Rogers y A llende. Expropió inver
cracia soviética consista en la aceleración da siones yanquis indemnizándolas a través de di­
suc esfuerzos para perfeccionar el pacto contra versas Formas de acuerdo. No cerró dafTnitívo-
Revolucionario y estab ilizar sus relacione? mu­ menta a l caso dal cobre, pues este era uno de
tuas a costa da los intereses del proletariado. los puntos de nagocioción en las reuniones ae
13
•Vtn'iíngton,Lima y Buenos Aires. Abrió las puer PC y el PS, por partidos que, con característi­
fas a les inversiones de capital europea, tratar^ cas diversas, encontrcfcan su fuerza social en
do da convertir a C h ile en una v ía de penetra la clase obrera y en la pequeña burguesía radi
ciÓn a su influencia en el Pacta Andino.Se man calizad a.
tvvo en el club de Paris para renegociar la deu
da externa, aceptando el control Im perialista so El PC chileno es una creación genuino del
tre la economía nacional. proletariado de ese país y era considerado por
sectores 'u'idonentales de su vanguardia como su
El resultado de toda esta fue uno solo: disol instrumento natural y cotidiano de lucha. El PS ,
v e r, desorganizar y desmaralizar la fuerza de en cam bia, resultó de la radicolización de sec
las masas en su combate contra el imperialismo. tores pequeño burgueses en la década del 30 y
Rápidamente, y aún en el misnto caso del co­ su influencia en el movimiento obrero comenzó
bre, reemplazó la m ovilización obrera con las o crecer a partir del fracaso del Frente Popular
artílugios legales. Eduardo N avo a, principal a- -que comprometió abiertamente al P C - y de la
bagoda del gobierno, ocupó la escena y desplo burocratización contrarrevolucionaria del stalinis
zÓ al movimiento obrero. De esta forma, la ÜP mo que se perfecciona en el mismo per?odo.Con
trató de demostrar que era posible un reacomo­ todo, es un partido que nunca organiza a su ira
damiento pacífico de las relaciones entre un litan cia obrera en uña actividad sistemática. Fun
país semicalonlal y el imperialismo, cantando clona en base a cam arillas y tendencias peque­
con la colaboración de las mismas metrópolis im ño burguesas, que se mueven al margen del pro
perfalistas, exceptuando tan sólo a los “ malvo- le ta riado y que se reparten *?l aparato burocráíT
dos" de la IT T , la C IA y la Biaden. co del partido.

Fueron el PC y el PS , gracias a su autori­


La burocracia soviética colc±>on5 consciente­ dad p o lítica sobre la clase obrera y los sectores
mente con esta orientación. Inclusa le negó *j populares, las encargadas de regimentar el mo­
Allende la ayuda económica que en su momen­ vimiento de masas en el cuadro de la coexisten
to le otorgó a Fidel Castro, precisamente para cia p a cífica y del respeto al orden burgués. Se
obligarlo a un cursa rápido y definitivo en sus convirtieron, como no podía ser de otra forma,
negociaciones con los yanquis.No w com al q u r en la correa de transmisión de la p o lítica de la
las reuniones o ficiales en Washington se hcyan burocracia soviética y la expresaron nacional­
restablecido poco después del via je de Allende mente bajo la forma de lo búsqueda sistemática
a Moscú. El presidente volvió de la URSS con de ocuerdos con la Democracia Cristiana y/o las
las manos vacías pero con abundantes consejos Fuerzas Armadas.
de moderación. Los siguió al pié de la letra.
Por un lado, trataron de disolver y desorga­
n izar el ascenso obrero y popular en el cuadro
Es notable observar cómo el gobierno reoeeio
del parlamentarismo. Por el otro, lo burocratíza
ncfea en forma p acífica frente a coda uno de
ron y estatizaron, convirtiendo a la CUT y de
los golpes del imperialismo, que contaban can
más organismos -como las J A P - en simples'agen
la complicidad evidente de la Casa Blanca. To
cías de la p o lítica estatal, colocándose de es­
das las respuesta se limitaban a los discunos de
paldas a los necesidades cotidianas y políticas
A llende en sus giras al exterior y en recursos
de las masas.
legales ante los tribunales. Lo que es mós gra­
v e , se mantuvieron por completo las pactos mi­ Hay que señalar tanfclén que estos partidos,
litares entre las Fuerzas Armadas chilenas y el sobre todo el PS , medraron y lucraron con las
Pentágono. C h ile era d segundo país de Amén tajadas del aparato estatal, implantando un sis­
ea Latina en monto de ayuda m ilitar; las o ficia tema de privilegios y prebendas. Son partidos
les seguían yendo a Panamá a re cib ir entrena­ que tienen una tradición de 30 anos en este sen
miento antlguem llero y e l operativo Un i ta i se tido.
realizaba afio a ano. El golpe de Estado de mués
tra que esta ayuda no fue vano. Estas son las formas específicas a través de
las cuales estos partidos expresaron su naturale­
LA N ATURALEZA DEL PC Y DEL PS ~ za contrarrevolucionaria. Cabalgaron sobre las _i
Iusiones democráticas de las masas en 1970. De
Esta polínica de coexistencia pac (Tica, de na vinieron en tendencias organizadas opuestas o la
turaleza abiertamente contrarrevolucionaria, fue orientación del movimiento obrero, en especial
llevada adelante en nombre del marxismo por el de su vanguardia, cuando comienza a general!-
2 ane la búsqueda y organización de los métodos mocrticie burguesa. Esto sig nifica que la UP opo
de acción directa y la creación de instrumentas rece como una v a lla objetiva y subjetiva al com
superiores de lucha, como los Cordones Industria bate del prolefaríoáo contra la burguesía en un
les; en el PC bajo las características de la re­ periodo de preparación acelerada de este enfren
presión y la oposición d irectas, en el PS como tamiento y del pasaje a formas directas de lu­
demagogia y burocratizaaión. cha.

FRENTE POPULAR Y FRENTE A N TIIM PER IA LISTA Las medidas entiimperia :stc; y democráticas
tomadas por e ‘ x-biemo de la UP son progresi­
Las consignas nacionales, democráticas y An­ vas en ril- :ion a la naturaleza semicolonial del
tiim perialistas motorizaron a partir de 1967 el as país y al programa del conjunto de los partidos
censo de las masas, que constituyó irna reacción burgueses. En manes de la UP devienen en un
a le forma de dominación im perialista encam a­ instrumento contrarrevolucionario por la forma
da por el ala freftta de la Democracia C ris tia ­ que les da, por su instrumentación contra la o­
na. Estas consignas unificaron y ganaron a nue­ rientación profunda del proletariado y por la pre
vos sectores a la lucha,com o el campesinado po paración consciente que realiza de la d eno ta.-
b re , el proletariado ru ra l, el semiproletaiodo y
la pequeRa burguesía pobre. G estaran, de esta LA O R IE N T A C IO N H ACIA LO S SO VIETS
forma, un vasto y vigoroso movimiento antümpe
ría liria d irig id o , en su primer periódo, a atacar
los rasgos más brutales del atraso y del carácter El movimiento obrero y popular chileno se en
semicolonial del país. contraba en un periodo histórico preciso de su
desarrollo: el de la ruptura con sus ilusiones de
La Unidad Popular, cama dirección de este as mocráticas y el pasaje consecuente hacía las for
censo, le da la forma del Frente Popular, esto mas soviéticas, aunque todavfa embrionarias, de
es,d e una alian za electoral con partidos burgue actividod. Es decisivo volver a subrayar que el
ses (y eventualmente las FFAA) subordinada aT golpe de Estada se produce para aniquilar en su
orden burgués, agente político de co n ciliació n de ra íz , y por su carácter todavía in cip ien te, este
clase s, que organiza la represión p acifica -y la desarrollo.
vio le n ta , si fuera necesario- de la orientación
del movimiento obrero hacia su acción y progra Es un salto cualitativo que se acelera en un
ma independientes. periodo de tiempo relativamente breve, ya que
la UP no habla alcanzodo los 3 anos de gobier
E l ascenso social y político que permite el na. Es claro que se lo puede rastrear ya antes
triunfo electoral de la UP abf*5 por su propia de 1970, pero en forma absolutamente espontá­
dinámica la posibilidad de u n ifica r e l combate nea y desorganizada por la ausencia del peso sa
antiim perialista con la lucha contra el orden bur c ia l del proletariado. Eso es lo que sucedió con
gués y planteó el problema del poder. Esta últl e l movimiento de los pobladores de ocupación
ma cuestión est<¿a presente en la conciencia y de terrenos durante «1 gobierno de F re i. La in ­
la actividod de les masas, bajo la forma de las corporación de la clase obrera, a través de sus
ilusiones democráticas primero y en la orienta­ destacamentos de vanguardia, le da una consis­
ción hacia la acción directa y las formas sovíé_ tencia social y p o lítica cualitativam ente distin­
ticas de organización en la medida en que esas ta.
ilusiones calan bajo el peso de la ofensiva bur
I «« ' ♦ Las ocupaciones de fábrica que se suceden po
guesfl y la cn sis económica.
co después del 4 de noviembre de 1970 son eT
A l afirm ar que la UP c a n a liza el oscenso co primer pasa, que comienza a c rista liza r con los
mo Frente Popular estamos afirmando un hecho "sucesos de Concepción“ de mayo de 1972 y la
fundamento!: se trataba, ni más ni menos, que posterior Asamblea Popular del 27 de ju lio y ,e n
de desm oralizar, desorganizar y reprimir a un forma d e fin itiv a , con la formación de Cordones
movimiento de masas organizado y con una e x ­ Industriales a partir de la ofensiva burguesa de
periencia de décadas. El P C , el PS y la UP en octubre.
su conjunto no son fn jto , o «tapas in e v itc tle s,
de un proletariado que recorre los primeros pa­ La consigna de los soviets era la ruptura pro
sas de su lucha nacional. Eran o zo nizaciones gramática fundamental con el Frente Popular de
cristalizad as, al frente de un proletaricdo dts la UP por la sencilla razón de que era un go­
puesto a sostener la lucha por el poder, aún bierno que se ap ó yela electoralmente en el pro
cuando Inicialm ente sea bajo lo forma de la de letariado y los sectores populares pero que se o
15

1
ponfo, sabatecba, butac rapizaba y reprimía cual bieran organizado para sus combates por el poder
q u ltr intento da las menas da darse una organi­ y contra las amenazas reaccionaria].
zación independiente. Era un gobiamo que m a
poyata «n la dominación p acifica de la clase o La lucha por los soviets constituía el eje y la
brera y en su» organizaciones tradicionales buró perspectiva del Frente U nico , esto es del recia
cratizadas. ~ mo permanente a las direcciones dal movimiento
obren- para que rompan con la burguesía, como
Por lo. mismo na se podía concebir ninguna condición misma del combate cotidiano de la cía
transformación p acífica del carácter del gobier­ se obrera y la experiencia acerca del carácter
no. La dirección y e l programa revolucionario! contrarrevolucionario de estas direcciones.
debían ganarse a la mayoría de la clase obrera
y de los explotados en el cueidro de una dinámi Los sectores centristas de la UP y el MIR se
ca que daba lugar, y e x ig ía , el surgimiento de opusieron programáticamente a toda perspectiva
organismos soviéticos que, como tales, a.-nendza soviética por sus ligazones nacionales e interna
ban la misma estabilidad del gobierno, apoyado clónales con el stalinism o, sobre todo a través
en el parlamento burgués. de la dirección castrista. Se apoyaban en los Cor
dones para resolver algunas disputas de aparato
La consigna de los soviets era fundamental y con el stalinismo pero los disolvían y bu roerá t i­
decisiva paca cen tralizar programáticamente a la zaban, transformándolas en una prolongación de
vcnguatdia y a las masas que rompían con sus i sus aparatos, que reemplazaban la actividad del
lusiones parlamentaria&Las tareas inmediatas que proletariado y su vanguardia. Diluían toda su e
la daban vida a los nuevos organismos, como los nergía de clase en poses demagógicas y en cá­
Cordones Industriales, eran las del control obra tedras revolucionarias- A s í sucedió con la Asom
ro, la expropiación p o lítica y económica de la blea Popular de Concepción, que se disolvió en
burguesía, la preparación del enfrentamiento con una sola noche con decenas de discursos, y con
tra la ofensiva burguesa, incluyendo e l entrena los Cordones, que emitían profusos manifiestos pe
miento y armamento del proletariado a travós de ra que no oiganizdian ninguna actividad consfs
brigadas y piquetes. A su v e z , ninguna de estas tente. No se combatió por un Congreso N acio ­
consignas podía cen tralizar efectivamente a la nal de los Cordones, bajo la forma de Congreso
vanguardia obrara sino era presidida por el cota de Bases unificada con la C U T , por su central!
bata por los soviets, esto es, por organismos te zación y su delim itación programática efectiva?
rritoriales de las masas, libres de toda tr^>a bu Se prostituyeron las banderas de la revolución y
ro c rá tie a y d e toda forma d¿ sometimiento al go el marxismo sin que e l proletariado diera un sólo
biem o, sujetos a la voluntad po lítica y organi­ paso afectivo adelante, salvo les que surgían de
zativa del proletariado democráticamente expre­ su propio impulso.
sada.
Todas las corrientes de la UP y el M IR , estu
C la ra estó que la tarea ele derribar el gobíer vieron siempre por detrás de las necesidades pió
no a favor de un gobierno obrero se convertirla fM eas y orgenizativas de la clase obrera, c u a n ,
en una tarea e fe ctiva sólo en el momento en el do no jugaron un rol contrarrevolucionario abier
que los revolucionarios hubieran g a nodo a la ma ta.Grociéis a esto la reacción pudo preparar con
yarfa da la clase obrera y , par lo mismo, la ht7 relativa tranquilidad su golpe de Estado fascista#
la declaración
del PC
chileno

iD e s d e el momento mismo del golpe m ilitar en El pretexto para eludir la discusión es la ne


C h ile la dirección d*Í P .C . argentino hizo cuan cesidad de enfrentar en forma unida a la dicta
to estuvo a ju alcance pora e v ita r, dentro de susdura. El stalinismo escinde la unidad de acción
fila s y en el jeno de las masas, la discusión del contra la Junta M ilita r de la discusión democrá
balance político de la derroto sufrida por el pro tica de la estrategia y tá c tic a que llevaran ó)
letariado y las masas chilenas. —proletariado a la derrota. Las mesas chilenas en
cambio buscan una exp licació n de lo ocurrid*
Durante los tres ates de gobierno de la U ni­ (es lo que el P .C . quiere e vitar) porque sobre e j
dad Popular, la estrategia de los P .C . latinoa­ ta base podrán recomponer sus fuerzas, abatir al
mericanos tomó como bandera la experiencia de fascismo y c ir ir el camino al gobierno obrera y
colaboración de clases que se ensayaba en C h i­ el socialismo. Como parte de esta discusión, a­
le. A hora, cuando esa experiencio ha terminado nalizamos el documento del P .C . chileno.
trágicamente, se quiere recortar el debate por­
que una discusión dem ocrática, a fondo, pondría
------La BU'ftfiUÉélA ¿ h I l é NA V EL Ó Ó LPÉ------
al desnudo las responsabilidades del stalinismo
chileno y mundial en el triunfo del golpe fascis
Durante tres orlos, los partidos de la Unidad
ta.
Popular llamaron a confiar en el Ejército "cons
titu cio n a lista", en los acuerdos con los partidos
A su v e z , un debate da esta naturaleza se ex buigueses ‘'dem ocráticos", y sostuvieron que en
tendería de inmediato a nuestro país donde el sta el marco del respeto a la propiedad privada y a
linismo se acopla detrás del gobierno "popular^ las instituciones burguesas podía avanzarse por la
de Perón y exa lta el "antiim perialismo" del Esta " v ía chilena al socialismo*.
do Mayor.
E l 11 de setiembre, esaj Fuerzas Armadas con
En su número del 24 de octubre, "Nuestra Pa el qsoyo de la burguesía y el imperialismo, con
labroT reproduce una declaración del P .C . chile sumaron el golpe de estado, iniciando una repre
no, emitida al cumplirle un mes del golpe m ili sión salvaje que aún hoy continúa con la misma
tar. El documento adelanta que, intensidad de los primeros días.

“este no es el momento preciso para discutir En 1970, la burguesía se replegó ante el em


lew errores cometidos por el gobierno y la U ­ puje de las masas, cediendo el gobierno a la D
nidad Popular en su conjunto o por coda «ac­ nidod Popular, Frente Popular en la que los par
tor político en particular. Cada cosa a su de tidas obreros se subordinaban a la buiguesía y a i
bido tiempo” . Ejército.
17
La Unidad Popular fue una celosa detentara del "Q ué dice la Democracia C ristia n a ? Dónde es
orden burgués y de la Integridad "profesicnaltoa" tfi su posic'5n de otrora en contra de toda mJT
da las FFA A . Coda acción obrero ara frenada con da antidem ocrática? Qué ha sucedido con su con
• I argumento de « v ita r “ apresuramientos” . Toda cepción favorcble al pluralismo Ideológico y pe-
esto fa c ilité o la burguesía recomponer sus fuer­ II> ico?“
zas y atraerse a las qI gm s medias para el can-
po de la contrarrevolución-. La conducta de un partido no se mide en n
lació n a sus eg resio nes "favorables al p luralis­
El intento de e stab ilizar la lucha de clases a
mo” sino par su conducta real ante el movimien
través de un gobierno de Frente Popular chocó
to democrático de las masas y las tareas históri­
con la in icia tiv a de las matos y con la orienta­
cas de la nación oprimida. Lo que el partido re
ción abierta de la burguesía hacia el gelpnm o,
apoyándose en el Ejército y en el capital impé volucionaria tiene que desnudar ante las masas es
ría lista. ~ que detrás de las frases pomposas de los burgue­
ses en homenaje a la "dem ocracia" se esconde
El papel jugado por la burguesía y sus parti­ el carácter contrarrevolucionario, re a l, de Ib bur
dos pretende ser totalmente ocultado en la de­ guesfb.
claración del P .C . chileno. Seguir el documento,
el golpe fue de neto corte "extranjero" en el que Como todo partido burgués de base pequeto-
la burguesía no tendría absolu terne nte noda que burguesa, la DC tiene su "a la izq u ierd a", cuya
ver: función es le v a ita r de palabra banderas democrá
ticas y progresistas qüe le permitan a le ja r a los
" El plan del golpe, su linea de ejecución y capas medias de la Influencia de los partidos ©-
sus métodos bestiales son de origen extranjero..." breros. Inevitablem ente, las "alas izquierdas" co£
clu y a n , en tanto tales, alineándole detrás de la
" La Junta M ilita r no representa ningún espT p o lítica derechista de las direcciones partidarias,
ritu nocional o patriótico” . “ lanzando, eso si”, alguna tímida protesta en el
más disciplinado de los tonos. Este ha.sM o el ca
so de los dirigentes del a la izquierda democrii-
El P .C . deslinda de todo responsdbilidod a la tia n a , a quienes el PC insiste en presentar como
burguesía en el golpe porque su estrategia nece­ firmes demócratas.
sita defender a toda costa su IIYiea de acuerdo
con el principal partido burgués, la democracia "...Rodomiro Tom ic, Bernardo Leighton, Renán
c d s t ia ia , para preparar la recomposición ém svs Fuentealba y otros que se han mantenido fíeles
acuerdos contrarrevolucionarios. a sus principios y han repudiado en declaración
pública y sus se cu e las..." Como se v e , las repu
EL A CU ERD O C O N LA P .C . ~ dios palcbrescos. ~

La democracia cristiana estuvo cor el golpe. LÁ bÉftftÓ T* P A C IF IC A TERM IN O


DT® antes de la carda del gobierno, la D .C . lar EN TRAG ED IA
gó una ofensivo planteando la "inconstituciona-
lidad" de Allende y exhortando a las F F .A A . a La UP llegó al gobierno en la cresta de la o
totear las rienda; en sus manos. F re í, ya consu­ la de un ascenso de masas sin precedentes, que
mado el g alpe, sostuvo que éste representaba la hobfa alcanzado su desarrollo en oposición a le
"salvación de la p atria41. La “ izquierdo" demo- penetración im perialista, durante el gobierno de
cristiana se acopló a las maniobras golpistas y Fre i. El intento de e stab ilizar ese ascenso en el
fue e lla misma durante el gobierno de la UP un cuodro burgués hizo de la UP un factor crócieri
puente de negociación con la burguesía y el E­ te de desmoralización y desorganización,contra
rrevoluciororio en relación a la impetuosa pof^
jército.
rizació n de clases que v iv ía la sociedad chilena.
La declaración del PC en cambio pretende pro
sentar a Frei como neutral ante el golpe y o Ro Este programa de derrota p a c ific a , fue resistí
domiro Tomic como un ferviente opositor. do por el proletariado. Ante> cada tentativa ie~
diciosa de la burguesía, ante cada retroceso de
"Las que hasta ayer tronchan -viniese o no el las direcciones de la U P, las masas a c e le re s * ,
caso- en defensa del poder legislativo , esta vez su actividad independiente. Este pmeeso demo­
no han dicho esta boca es míe. Es el ceso del crático profundo es el que el PC presenta como
sefior F r e í..." un desatino "ultraizquierdista11.
E l PC Monté a confiar en las fútreos arma­ astará obligado, por c ia rto , a rwtefclocer la si
dos. So opuso a todas las in icia tiva s independian tu ación institucional qua habla hasta oJtora. Dic
tos de las masas (cordones industríalas, taró una nueva constitución, nuavo* códigos, nua
mos d« defonsa, ¡untas de abastecimiento). Tole vas layas, croará nuavas Instituaionas de podar,
r6 allanamientos de fábricas y detención de mí un Estado da dorocho superior a l qua ochó a p l
litantes obraros. A ca lló las denuncias sobre tor qua~a( golpe m ilita r", (subrayado da POJ
t u r a a suboficiales y soldados antigolpistas. Pro
p ició ia devolución de ampiosas ocupodas por Esta "Estado da daracho superior" (burgaé^
los trabajadoras. Trató da. desviar las parspacti- se sostendrá sobre el brazo armado da la burgua
vas del, moví mían to da masas h acía las a leccio s ía , unas fuerzas armadas convenientemente am
nes de *1976. " ba Mac idas, también de "nuavo tipo":
La declaración ra tifica asta p o lítica punto
por punto: "Después da lo o currid o , el pueblo tiene
rocho a plantaana también como objetivo la c m
“ El Partido Comunista astá absolutamente con
clón de fuerzas armadas da nuavo tipo o , al m í
vencido quo... sus empeños dirigidos a buscar eT
no*# allm inar da los institutos m ilitaras, cardbi
entendimiento c o r otros sectores democráticos
satos a investigaciones, a los alóm ente fascis­
-principalm ente en la basa- sus asfuarzos ton- t a s ..."
diantas a dor seguridad a los sectores medios da
la p o blación... tu afón por lograr un aumento da A lo laigo da tras afios, a l PC sostuvo qua
Ifl producción y an la productividad^ al fínan- • i ejército chileno ara "do nuavo tip o ". Con m
ciam ianto propio dt las amprasas del área social ta argumonto sa opuso a la creación de m ilicias
y la máxima disciplina an a l trabajo conforma y a lavantar a l programa del armamento dol pro
latonado; con asta aigumanto defendió a Pino­
una p o lítica general antaramanta justa. No ob*
cha! cuando la prensa burguesa lo acusó da mal
tanto no desaloja debilidades ni errores an su ac
vo nacián de fondos. A hora, promata, “ ai ma­
c iá n " .
nos", dapurar los al amantos fascistas do las fuar
Esta parta da la daclaración es todo un indi zas a imadas.Pera no dica qua, an los meses pro
codor de hacia donda orianta el PC su "batan­ vias al golpe, avaló uno depuración m ilitar en
e a ” . Lo que el stalinismo nos dica que todos sus el sentido exigido por los mandos golpistas.
asfuarzos por d isciplin ar a la cIasa obrera y so
matarla a los acuerdos con la burguesía y el E La promesa da depuración m ilitar as una pie
jé rc ito , no fuorbn contrarrevolucionarios sino que za mós qua lo<permÍto ai PC co loe an a en la f?
fue un acierto para tuvo su debilidad an la a ­ naa da un recambio burgués qua, natura Intento,
p licació n da asa p o lítica . El P C , an d e fin itiv a , desplazará a los mandos mós comprometidos an
concluya qua anta un nuavo ascenso de masasve la represión, consarvando a las fuarzas armadas
a Impulsar más a fondo su p o lítica contrarrevo­ an su conjunto como custodios dal ordan burgués.
lu cio n aria, da derrota de los tr<¿o¡adores.
Con asta planteo, la declaración remata su a
nólisis; prepara e l terreno para una nuava axpo
riancia da colaboración da clcaas y anticipa dos
Ü klA PÉfc^ ÉCTIVA
da ya qua, an prosoncia do un nuavo ascenso
C O N TR A R R EV O LU C IO N A R IA
da masas, sa intarpondrá nuevamente para liquí
dar toda partpoctiva independiante del proleta­
La esencia da la p o lítica actual dal PC cht
riado.
laño consisto an oponena a qua el batanea da
la denota llava al prclatariado a una p o lítica Para P O L IT IC A OBRERA, asta daclaración
independíante, de c la sa , qua lo coloqua a la dal PC chileno daba ser discutida. La apaitura
cabeza da las masas explotadas para reio lvar sus do asta discusión astá íntimamento ligada a un
aspiraciones an a l gobierno obrara y canpotino. c ompromiso m ilita ría pora desarrollar, en (ren­
E l PC propone, en cambio, un astado buigués, to ún ico , lodos las accionas de solidaridad y
da "nuavo tipo". c o n ia le por la clasa obrera ehilona, empezan_
do por la defama da las refugiados ch ila ro s y
'Paro a l pueblo vo lvará o ta r gobierno y no latinoamericanos. •
Reflejando su rol
durante el gobierno de ¿a U.P.

EL MR SACA

uSTJUMSMO
■ Dice M IG U EL EN R IQ U EZ (secretario general del Movi­
miento da Izquierda Revolucionario), an un reportaje publi
codo an nuestro país por el periódica Resistencia N o. 2 ,
que "no not paraca al momento de re v iv ir antiguas diferen
cios en el seno de la i z q u i e r d a . S e suma- a sí a l coro de
quienes rehúsan extraer las conclusiones políticas del froca
so del gobierna de la UP (el stalinismo).

Esta actitud del MIR (ol menos de su secretario general)


es totalmente consecuente con el v ira je o la derecha p » j«
do por la organización luego del triunfa del golpe fascista.
Por un lado, propugna la guerrilla urbana "...q u e se irá ex
tendiendo como una gran mancha da aceite por todo el pa
ft" (así la afirma Eduardo Aquevedo, subsecretario del MAPU)
en su reportaje publicado en el mismo periódico. Como com
plemento de este d elirio que hoce de pantalla, lo que reaT
mente propone es un frente con la burguesía nacional -co ­
mo ya lo posamos a ver.

EL CARACTER DEL G O BI ERNO ~DÉ A LLEN D E

Dice Enríquez: "Esto (la crisis interhurguaic y el aseen


so obrero) generó condiciones que permitían, si se hubie­
ra utilizado el gobierno como instrumento de los luchas de
le» trabajadores, culminar en fa conquista del poder por
loa trabajadores* y en una revolución proletaria" (subrayado
nuestro). A quí se sintetiza la estrategia político del MIR du
20 *
canta «I gobierno de A llende. Esta consistía en la ilusión
de que el gobierno de la UP, por medio da un sector de
izquierda del mismo, rad icalizaría sus posiciones y termino
ría volcándose de lleno a l campo da la revolución -auto-
transforméndose de gobierno burgués en proletario. Se naga
ba, como ahora, o hacer una cara cte rizad fin de clase deT
Allendlsmo: su estrategia era modificarlo cualitativam ente
renovarlo por adentro, por medio de la presión de los "he
clios11 (en la ¡ergo centrista).

En realidad, sin embargo, el ascenso da Allende al go


bierno fue una carta que se jugaron la burguesía y el im­
perialismo para frenar el ascenso de masas iniciado duran­
te el gobierno frefsta. La UP tenia como objetivo canalizar
dicho ascenso por las instituciones democráticas del régi­
men burgués, o lo que es lo mismo, derrotar pacíficamen­
te al proletariado, desmovilizándolo.

El fracaso de esta palftica de rcgímentacián del prole­


tariado, la imposibilidad de frenar el ascenso obrero, cfcre
las puertas a l fascismo. La UP deja el lugar (sin resisten­
cia) al fascismo y no (como estaba ilusionado el MIR) a la
revolución.

El propio subsecretario del MAPU dice en su reportaje:


" ...e l viernes 7 y el sábado 8 de setiembre participé en u
na reunión de las partidas con Allende (es decir, a menos
da tres días del golpe1.) ...M anifestó (Aliando) que habla es^
fado conversando con dirigentes de la Democracia C ristia­
na y habían llegado a un entendimiento directo para diIu
cidar la crisis en la formación de un gabinete m ilita r".
Prueba contundente ésta de que la UP le abrió el camino
al goipe fascista, yo largamente pavimentada por la cesión
a los m ilitares del control de la situación p o lítica.

ÉL O CU LTA M JEN TO DEL MIR

Dice Enríquez " . . . que el proyecto reformista que ensa


y6 la UP se encarceló an el orden burgués, no golpeó óT
conjunto de los clases dominantes, con la esperanza de lo
grar una alian za con un sector burgués, no se apoyó en lo
organización revolucionario de Ios trabajadores, en sus pro
pios órganos de poder." (subrayado nuestro).

Una vez mós la Ilusión del MIR es la marcha a l socialu


mo por lo v ía de la trasformación interna de la UP.EI orden
burgués,el Estado cap italista,e s presentado como exterior o
la U P, como un "chaleco " -al igual qua la JP presento a
Perón, no como el a rtífic e da la palftica burguesa,sino co
mo cercado. La UP hasta e l fascismo era el orden burgués,
el chaleco burgués del proletariado. El M] R y el M APU,en
cambio, esperan que un gobierno que tiene como objetivo
la desm ovilización obrera, la derroto del ascenso proleta­
rio , se opaye en les órganos del pbdér del mitmoPero hay
una cuota de acuitamiento tan grande en lo que dice En­
riq u es, que lo coloca como abierto aliado en la política
contrarrevolucionaria del allendismo. En su reportaje no ha
ce mención alguna de cuáles son esos órganos de poder daT
proletariado,Órganos en lo* que «lio* (junto al MAPU) tenían
destocada p articipació n.A l no hablar eonewhiniÉiit* da hacer
de los'tardones industriales" soviets -lo de los Arganos da
poder da qua habla Enrfquez as pura taorra y palcbrerió.

La vanguardia obrara chilana qua rompía con lo* parti­


dos tradicionales buscaba un comino independiante y orga
iníz6 a sectores importantes del proletariado en los "cordo
nes industriales'. Estas surgen como reacción a las hualgas
da los gremios empresariales (camionero») y,p a ra hacerse car
go del abastecimiento forman las JAP;se perfila todo asto co
mo una organización independiente de los masas hacia su pro
pió poder. Un partido revolucionario tendría que hobarlos
desarrollado como órganos de doble poder, es d e cir, impo­
ner mediante la m ovilización las reivindicaciones de las
masas y su armamento; con una política de frente único ga
nar a las base* del stalinismo (que no participa en los "cor
dones"); y desarrollar una política da organización pora los
soldados y lo suboficialidad en referencia a su ligazón a
los soviets embrionarios. Esto es, mientras la burguesía y el
imperialismo se organizan, apoyándose en al parlamento, los
altos mandos y su poder económico, para garantizar la vie
toria de Pínochet, el proletariado, iniciando un proceso de
ruptura con el que antes creían su propio gobierno, crean
sus organizaciones independientes de poder, para derrotar
al fascismo. Por el contrario el MIR convirtió a los "cordo
nes en aparatos, sin dotarlos de un programa revoluciona­
ria y hacer de ellos organizaciones de frente único para
preparar la lucha por la liquidación del fascismo y por el
derrocamiento (no radicalización) de la UP -cuando hubie
ron ganado a lo mayoría obrero, como los rusos en 1917
(K«rensky era el Allende ruso).

A lle n d e, que prefiere llegar a un acuerdo con lo DC on


tes que m ovilizarse contra el golpe, entregando virtualmen
te el poder a la derecha (gabinete militar) fue, según eT
M IR, víctim a de una supuesta ilusión reformista, por no a
poyarse en los órganos de poder del proletariado, que eT
propio MIR se encargó de e sterilizar. El MIR fue cómplice
de la UP en la victorio del golpe de P1N O CH ET, a l ne­
garse o luchar por la independencia po lítica del proletaria
do, y ahora avala « j actitud por las conclusiones de Enrl-
quez.

EL CEÑ TR ISM O CA PITU LA UNA V EZ MAS FRENTÉ A L


STAUM SM O ___________________

A una pregunta sobre el carácter que ha tenido la ioli_


dar: dad Vnterroc i ana I con el proletariado ch ilena Enríquez
•M pgn^. "E-. a y rin l ho sido importante la solidaridad del
c a s c a saeiaftsio". Antes había dicho, en el mismo reporta
ja: ’ Lai cond'cianei mundiales y latinoamericanas da asta
década na tan erísnas que las de la década patada: Hoy
está fortelecioo e‘ campo so cia lista , el pueblo indochino
ha inflig id a > a « T v i!M derrota» a l im perialism o..." Enrfquez ■
na rtio ao.-l la a< raí jugado por la burocracia soviética en
el oracmma c k íU n a . m i que miente arteramente.
22
Mientras el imperialismo bloqueaba económicamente a
C h ile y organiza ba a l golpe fascista, e l stalinismo ruso,
cumpliendo al p if da la letra al pacto N ixon-Brezhnev, em
pujaba al gobierno de A llenda a la negociación con ios
yanquis, negándole la más elemental ayuda económica. La
solidaridad rpsa con el proletariado despuás del golpe fa s ­
c ista , fue inexistente y la de los partidos comunistas la ti­
noamericanos total mente limitada y nula (caso argentino,
por ejemplo).

A l capitular ante la burocracia so viética, a l MIR enun^


cía una darechización de su p o lítica.

U S PftOEuESTAS b el CEKITftlSMfl

El centrivno, negándose o luchar por la independencia


p o lítica del proletariado, lo que im plicaría romper con el
stalinismo y plantearse durante el gobierno de Allende la
creación de organismos de doble poder de las masas, entien
da al marxismo de una manara peculiar.

El MIR ha hecho una alteración notable del concepto de


que la revolución engendra la contrarrevolución, «s d ecir,
de que el comienzo de un movimiento histórico de las na
sal, lleva a la burguesía a una defensa desesperado del or
den cap italista. Para el centriimo (tanto el MAPU como al
M IR), an cam bio, sería la contrarrevolución la que engerí
dro la revolución. Para e llo s, la "mejor escuela es lo de
la Dictadura de Hierro de la burguesía", es d e cir, cuando
más represión, mayor desarrollo de la conciencio revolucio
naria dal proletariado. Reformistas en al aicanso son ultra­
rrevolucionarios bajo «I terror. Reformistas con la clase en
organización crecie n te , se pasan de revoluciones cuando s í
tá aplastada. A l igual que lo hace el P C , este aventurerís
mo busca ocultar su traición en la etapa anterior.

La negativa o- discutir el balance chileno , que incluye


su propia ral en el proceso y el papel jugado en los "cor
dones", la reivindicación de su p o lítica frente al allendis
mo, lo ligazón con el stalinismo, llevo a Enríquez a plan
toar la siguiente parspactiva: " . . . unir a toda la izquierda
y sector democrático dispuesto a luchar contra lo dictadu­
ra , reorganizar el movimiento da masa: en nuevas formas
y desarrollar la resistencia popular en todas los form as..."

El MIR plantea un frente democrótico-burgués y sin de­


limitarse dal gran traidor chileno e internacional: al sta li­
nismo. No negamos qua sea justo impulsar un acuerdo ant¡_
fascista con sectores democráticos, pero con dos condicio­
nas: a) delimitación p o lítica con los demócratas y el Stali_
nismo; b) el eje debe ser la reorganización del movimien­
to obrero en fábrica.

La tragedia c h ile n a , en vez de obligar al centrismo a


c la rific a r sus ideas los ha derechizado, aunque su verbalú
mo sigue siendo ultraizquierdísta. Los desprendimientos del
d alinitm o , que no rompen con su estrategia p o lític a , sólo
logran una independencia de aparato. En le Argentina, po
ra «I stnliniono, ha comenzado la "reconstrucción" y la “ f í
beración"; poro «I centrisno (PCR-VC) el gobierno de Pe­
rón representa un frente antiyanqui. Sólo la construcción
de un partido revolucionario sobre la base del programa de
ham icí& ri, cuya bandera fundamental es la independencia
polTtica del proletariado, puede conducir victoriosamente
la revolución proletaria. *

De la Resoluciüi M Canute de
Organización por h Reconstruecün
de li IV laternociiMl

LA LECCION
DE CHILE
A finta de noviembre de 1973 te reunió al Buró Internacional
del C o rité de O ig a n iz a ciá r por la Reconstrucción de la IV Interna
c 'M e l. Fuhlicamoi a continuación el extracto de una de 111 p ria o -
ae!«i «n a lu cio n ef, referida a la trágica denota w frida pe* eJ ■v rfi
■ 1) El 11 de setiem bre de 1973, un sangriento golpe de
estado m ilitar derrocó a l gobierno de la Unidad Popu­
la r y llevó al poder una dictadura m ilitar. Esta empren
dió, por los métodos de la guerra c iv il, la represión
más salvaje contra el proletariado, las masas chilenas
y sus organizaciones de clase y adquirió de conjunto
rasgos abiertamente fascistas: ejecuciones sumarias
en masa, uso de la tortura en gran escala, puesta a
precio de la cabeza de dirigentes obreros y miembros
del gobierno de Allende, disolución de los sindicatos y
abrogación de todos los derechos sindicales; disolución
de los partidos obreros, de todos los partidos que la
Junta considera "m a rx ista ", seguida por la del conjun
to de los partidos políticos: amordazamiento de la pren
sa; m ilitarización de la universidad; en fin. prepara­
ción de una Constitución corporativista sobre el modc
lo de la dfe Espafia franquista.

2)E1 Buró Internacional denuncia la acción crim inal


del im perialism o, que ha demostrado una vez más, en
ol caso de Chile, su voluntad de re p rim ir en A m érica
Latina com o en el resto del mundo, la lucha de la cía
se obrera y de las masas por su emancipación, recu­
rriendo a los métodos más brutales y más sangrien­
tos, sin e l menor respeto por los derechos humanos
m is elem entales.

El Buró Internacional constata quo el im perialism o


ha contado en Chile, como en el resto de A m érica La
tina, con el.apoyo del conjunto de las fracciones de la
burguesía, comprendidas aquellas que se reclaman
"p ro gresista s" y ''dem ocráticas". L os acontecim ien­
tos chilenos demuestran una vez más que otorgar, ba
jo cualquier consideración, la menor confianza a una
la de la burguesía es - cualquiera que sean las justifi
cacion esteóricas que se invoquen - sem brar ilusiones
fatales para el combate de la elase obrera y de las ma
sas.

3)EU1 de setiem bre, los trabajadores chilenos han


debido afrontar el golpe de Estado sin dirección, sin
armas, sin el menor elemento de organización centra
Tizada, a excepción de las tentativas hechas por c ie r ­
tos "cordon es" de los barrios industriales, cuya cen­
tralización más desarrollada, que no alcanzó a concre
tarse, había sido combatida por la Unidad Popular. La
clase obrera chilena no ha recibido de la CUT ni de los
partidos obre ros ninguna consigna que le perm itiera re
s is tir a l golpe de Estado de manora centralizada. Las
direcciones de esos partidos se eclipsaron y dejaron a
los militantes y trabajadores solos frente ai enemigo
de clase.
25
Sin embargo, apenas una semana antes del golpe de
Estado, más de 500.000 personas manifestaron en'San
tlago su apoyo a Allende y demandaron que se las m o­
v iliz a ra políticamente, que se las d irig ie ra y se las ar
mará para aplastar la amenaza de golpe de Estado. En
las fábricas y en los b arrios, a pesar de los obstácu­
los puast06 en su camino por las direcciones do los par
tidos obreros y de la CU T, ios trabajadores se organi
z a r o n en e l cuadro de los “ cordones industriales", co­
m ités de coordinación de los com ités fab riles, e x p re ­
sión del movimiento del proletariado chileno hacia la
construcción de órganos de cará cter soviético. Mi el co
raje, ni la voluntad política de acabar con la burguesía,
ni Indisposición al combate faltaron al proletariado clñ
leño.

Militantes y trabajadores del mundo entero se p re­


guntan ¿cóm o pudo o cu rrir lo de Chile?

4) Esta es la razón por la cual, al margen de la lu


cha que debe proseguir por detener la mano de los fas
cistas - por arrancar militantes y trabajadores de las
cárceles y lab cámaras do tortura y los pelotones de e
jecución de la junta m ilitar fascista; por imponer m e­
diante los métodos de la clase obrera el boicot de los
buques 3' otros transportes en dirección a Chile - se
impone una tarea política: extraer el balance de los a
contccimientos chilenos, de manera que la lección de
Chile sea asimilada por el proletariado mundial, que
el proletariado chileno sea el último en v iv ir, hasta la
d errota y la exterminación de sus cuadros, el te rro r
blanco, la funesta política de los frentes populares.

P or esto, corresponde buscar la clave de la derro


La chilena.

5) El origen de la tragedia del 11 de setiem bre de


1973. está en la constitución de la Unidad Popular, en
1969-70. Formada, de una parte, por e l PC y e l PS,y
de la otra por el partido radical y parlam entarios e s ­
cindidos de la democracia cristiana, la coalición de la
Unidad Popular asumió en seguida un sentido polftico
p reciso. P o r débil que fuera el partido Radical, la a-
1tanza del PC y el PS con aquél, uno de los principales
partidos por medio de los cuales la burguesía chilena
ha e j e r c i d o su dominio de clase durante aflos. constitii
ía. desde su formación, la m aterialización de ligazones
traicioneras entre los dirigentes obreros de un lado y
la burguesía y el im perialism o de otro.

6) Deaaa tu constitución, la existencia de la U P tu


vo la ste - lente significación:
26
A) O torgar, ya desde entonces, garantías a la bur­
guesía en cuanto a las intenciones del PC y el PS(no
ac trataba solamente de garantías: el PC mantuvo per
manentemente el ' diálogo" con la dem ocracia c r is tia ­
na y Allende tom¿ contacto en aquella época con diver
sos sectores del ejérc ito .

B) C e rra r el camino a !a constitución, en et marco


de las elecciones presidenciales de 1970, de un acuer
do entre loa partidos obreros sobre el program a antica_
pitalidta y de independencia nacional, que h iciera del
proletariado la fuerza política dirigenio del país o p ri­
mido.

C) Justificar la adopción de un program a político


- el programa de la Unidad Popular - suya línea y con
tenido eran abiertamente burgueses y que podía suscri
b ir toda un ala de la burguesía, particularmente en et
seno de la dem ocracia cristiana (. . . )

8) Ninguna comprensión de lo ocurrido a partir del


4 do setiem bre de 1970 y hasta lo? últimos días del gc>
bíernode Allende es posible fuera de una comprensión
co rrec ta de la naturaleza de la Unidad Popular, como
coalición de los partidos obreros con partidos y hom­
bres políticos de la burguesía.

En la situación abierta el 4 de setiem bre por la v i£


toria electoral de Allende, la aceptación de la U P de
negociar la ratificación de esa elección por el congre^
so dominado por los partidos burgueses y de firm a r el
estatuto de garantías constitucionales propuesto por el
PDC y e l estado mayor m ilitar m aterializó -al mismo
tiempo que acentuaba y agravaba sus alcances y con se
cuencias- el lazo traicion ero entre las direcciones de
los partidos obreros y la burguesía, establecidos en
1969.

9) E l estatuto de garantías constitucionales no fue U


na simple "declaración de principios" sino un texto que
introducía enmiendas a la Constitución del Estado bur_
gués sobre muchos puntos decisivos que parecieron im
portantes a la burguesía chilena y e l im perialism o pa
ra asegurar la defensa de sus posiciones amenazada^
y en.particular para re fo rz a r el dispositivo represivo
del aparato del Estado frente al ascenso de masas. A l
lado de artículos que garantizaban a la burguesía con­
tra todo atentado a la "lib ertad de prensa", es d ecir a
■us m edios de intoxicación ideológica y de propaganda
« □ fa v o r de la contrarrevolución,o a la "lib erta d de en
seflanxa", figuraban artículos que garantizaban la inmo
vilidad de los funcionarios pertenecientes a los parti­
dos burgueses y aseguraban al e jé rc ito y al cuerpo de
carahineros el conjunto de derechos y p rivilegio s cons
r*
r titucionalesque le s perm itieran jugar con tranquilidad
'
su rol.
A l su scribir el estatuto, la coalición de la Unidad
Popular y el gobierno de Allende afirm aron su voluntad
de situarse sin equívocos del lado del orden burgués y
de defenderá e'ate contra el ascenso de las masas. Las
medidas tomadas más tarde por Allende y las direcclo
nes del PC y el PS chilenos, tales como la conserva­
ción del "grupo m óvil” cuya disolución estaba inscrij»
ta en el programa de la U P r la constitución de gabine
tes m ilitares, la promulgación de la ley de control de
arm as, se ubican en el cuadro establecido por el acuer
do firm ado con T om ic y Sehneider en octubre de 1970.

10) El ascenso de Allende y de la U P al gobierno, el


4 de noviembre de 1970, tuvo por efecto impulsar a las
masas a acentuar su m ovilización, a redoblar sus e s ­
fuerzos y a asestar importante a golpea a la burguesía
y al im perialism o. Fue por su acción y por su m ovili
zaciónque tuv te roe lugar las expropiaciones de tierras
y el debilitamiento de la gran propiedad, la nacional^
zactón de loa recursos naturales básicos, la estaliza-
ción ae la banca y de las grandes em presas monopolis
tas.

Las coaaectones hechas por !a UP. a lo largo de


1971 y 1973. a las exigencias del proletariado y de las
masas m ovilisadas. significaron la satisfacción, de ma
ñera parcial y provisoria, de las reivindicaciojies na­
cionales y sociales fundamentales de las masas expío
tadaa. En manos del gobierno de ta UP. estas conse-
ciones se trajnalormaron en un instrumento contrarre
voluciociarioque fue utilizado para salvaguardar de los
ataque» Je tas masas a las instituciones esenciales del
aparato del Estado, el ejército , la policía, el parlamen
to. Fueron utilizadas para canalizar la combatividad
de las masas, dando a la burguesfa y al im perialism o
el tiempo necesario para reagrupar sus fuerzas en vis
tas de la contrarrevolución.

En nombre de la Mievolución en la legalidad" y del


respeto a la Constitución y las leyes burguesas. Alien
de y la L'P aseguraron la defensa, por cuenta de la bur
guesfa. del Eaiado burgués y de sus instituciones, que
debían term inar siendo el arma esencial de la contra­
rrevolución. En nombre del respeto a la propiedad pri
vada.a la "lib ertad de trabajo" y " a l derecho a los fru
tos del trabajo", el gobierno de Allende perm itió a la
burguesía sabotear la economía y,junto con el bloqueo
im perialista, c rea r el caos económico y la inflación de
que se nutrió la contrarrevolución. En nombre de la a
lianza con el "e jé rc ito dem ocrático". Allende y la UP
alimentaron y protegieron a las fuerzas que asestarían
28
al proletariado loa más violentos golpes a partir del 11
de setiem bre.

11 ) ElBuróInternacional declara que después de las


trágicas experiencias francesa y española antea de la
segunda guerra mundial, el desastre chileno confirma
una vex más el fundamento de la afirm ación contenida
en el Program a de Transición, program a de fundación
de la IV Internacional: "L O S FRENTES POPULARES,
DE UNA P A R T E . E L FASCISMO DE O TRA. SON LOS
ULTIM OS RECURSOS PO LITICOS DEL IM P E R IA L IS ­
MO EN L A LUCHA CONTRA L A REVOLUCION P R O ­
LE TA R IA ?

E l Buró Internacional afirm a que la experiencia e l»


lena demuestra que el frentfe popular no tiene jam ás un
ca rá cter "p ro g re s ista ’', cualquiera sea el pafs donde
se d esarrolla. El frente popular representa, junto al
fascism o, e l último recurso del im perialism o contra
ta revolución proletaria.

En los países capitalistas atrasados, tanto como en


los países capitalistas avanzados. " L A P O L ITIC A CON
CILIAD O RA DE LOS FRENTES PO PU LARES SOMETE
A L A CLASE OBRERA A L A IM PO TENCIA Y ABRE
L A V IA A L FASCISMO".

12) La estrategia contrarrevolucionaria seguida por


la U P aporta igualmente una nueva confirmación trági^
ca del contenido de la "te o ría " de la'Vevolución por e -
tapas" defendida por los PC a partir de Sialin. Colocan
do al proletariado a remolque de la burguesía y esta­
bleciendo una separación entre la resolución de las ta
reas dem ocráticas y nacionales y la lucha por el poder
de la clase obrera, la destrucción del Estado burgués
y el establecim iento de la dictadura del proletariado,
la "te o r ía " de la "revolución por etapas" preparó de
manera conciente las condiciones de la derrota de las
masas chilenas.

La política de loa frentes populares y ta "te o ría " de


la "revolución por etapas" representan la línea e stra ­
tégica de la política contrarrevolucionaria impulsada
por la burocracia del Krem lin y por sus agentes a la
cabeza de los PC. Actualmente, el cuadro internacio­
nal de esta estrategia está determinado por la política
llamada de "coexistencia pacífica". Los encuentros
Nixon-Brezhnev han constituido, entre otras cosas, el
preludioa la derrota del proletariado chileno. Chile ha
proporcionado una manifestación más del contenido de
la alianza contrarrevolucionaria que el im perialism o
y la burocracia del Krem lin oponen actualmente al com
bate que el proletariado y las masas libran por su e ­
mancipación en todo el mundo ( . . . )
13) El centrism o. es decir la pretendi­"cordones industriales' que coordinaban co
da ziq u ierd a d éla UP, formada por las frac mités fabriles; la puesta en marcha, en el
ciones del PS, el MAPU y el MIR. han ju ­ cuadro de estos organism os 3 en los m o­
gado el r o l de cobertura de izquierda del mentos cruciales de la lucha de clases, de
Frente Popular. El castrism o a puesto t£ la producción y la distribución, de la lucha
do 3U peso político y todos sus medios ma contra el sabotaje económico de la burgue
teria lea en apoyo áe estas organizaciones . afa; tareas esenciales de la autodefensa o
jugando sus fuerzas para defender a Alien b rera contra los ataques fascistas, e inclu
tle y la Unidad Popular frente a las masas, so en los días que precedieron al golpe de
permitiéndola jugar su ro l con trarrevolu­ Estado contra las requisas y allanamientos
cionario hasta último momento. llevados adelante por el ejército contra las
fábricas ocupadas por los obreros; son to
La estrategia del centrism o consistió das manifestaciones de las rese rv a s de
en sem brar ilusiones contrarrevoluciona­ combatividad y de abnegación en la lucha,
rias en cuanto a la posibilidad e incluso el d éla voluntad de defender lo conquistado y
carácter inevitable de la transformación term inar con la dominación burguesa, que
pacífica del gobierno de la U Pen un gobie£ la clase obrera chilena ha llevado hasta el
no "revo lu cion a rio ". Esta» corrien tes han fmal, a pesar de la traición de las direc
canalizadoel proceso de ruptura de las ma ciones de sus partidos, el PC y el PS.
sas con el stalinismo y lo han conducido a
un callejón sin salida. P o r ello, estas fuejr La aparición, en el cuadro de lo£ jií
zas se constituyeron en obstáculos objeti­ tecimientoa chilenos, de organismos i:*.rac
vos o subjetivos al avance del p ro le ta ria ­ terizados por clam s rasgos soviéticos tra
do y de las masas ( . . . ) duce el carácter revolucionario que revi£
tióia situación durante ol último aflo de go
bierno de Allende. Frente a la burguesfa,
15) Frente al ascenso de la contrarrevo a sus partidos y al aparato del Estado, en
lu c ió r y a sus maniobras a plena luz y fren presencia de la pasividad y traición de sus
te a la traición que comenzaban a percibir, propias direcciones, el proletariado y las
a través de la indulgencia y la pasividad masas chilenas emprendieron la creación
del gobierno frente a las intrigas de la reac de sus organismos de combate, cuya conso
ción y su negativa a m ovilizar a la clase o lidapión hubiera abierto el camino a una si
brera y fas masas, estas emprendieron el tuación de doble poder. A s í lo-comprendie
camino de organizarse en su propio terre_ ron Allende y Corvalán, lo que los lle vó a
no y de construir organismos autónomos de hacer de la lucha contra los com ités de a ­
clase, adaptados a las exigencias del com­ bastecimiento y los cordones industriales
bate. una de las tareas de su lucha por desarm ar
y d islocar políticamente al proletariado
L a utilización por las masas de los c o ­ frente a la ofensiva de la burguesfa y del
mités de abastecimientos y control de pre im perialism o en preparación ( . . .) •
cios, loa grupos de autodefensa constitui­
dos en ciertas fábricas; la constitución de París. 26 de noviembre de 1973

30
RUSIA 1917 CHILE 1973
un método un método
un resultado un resultado
LA VICTORIA LA DERROTA

H A I cumplirse 50 afloi da la G loriosa Revolución de Oc


tubra, la reciente derroto del proletariado chileno pone oí
rojo vivo la necesidad de retomar las tradiciones y ente-
fianzas de los bolcheviques durante 1917. Fue juntamente la
p o lítica de derrota seguida por el PC chile n o , por quienes
pretenden usurpar la tradición revolucionaria d»l octubre ru
so, la que preparó el terreno para el triunfo de la contra
«evolución. Minetro* que para el stalinismo el "homenaje"
a la revolución rusa se reduce a festivales mientras lleva
adelante una p o lítica opuesta a !a bolchevique, el nuestro
consiste en retomar su verdadero signiticodo: la revolución
de octubre comienza la e ra de la revolución proletaria, es
la revolución de los soviets, es el comienzo de la revolu^
ción socialista mundial.

Extraer sus enseñanzas, contrastar la conducta bolchevi


qua con la de quienes en su nombre hunden !a revolución
se transforma para los revolucionarios en una tarea p o líti­
ca da primar orden. El homenaje se transforma as? en una
tarea m ilitante, en un aspecto de nuestra actividad revolu
clonaría por la revolución proletaria, en parte integrante
de nuestra lucha contra el capitalismo y contra el acuerda
mundial contrarrevolucionario entre al imperialismo y la bu
ro eracia s o v ié tic a que h a t e n i d o e n C h ile
una e x p r e s i ó n c o n c r e t a : m i e n t r a s el PC d e ­
sorganizó y desarmó al proletariodo, el imperialismo pronto
vio y alentó las fuerzas internas de le contrarrevolución p«
ra aplastar y derrotar al proletariodo y al pueblo chileno.

ÜÍCTÁDÜRÁ esta d ó
DEL - DE
PRO LETARIAD O NUEVO TI PO

La «sencia de la p o lítica de los bolcheviques durante


1917, en los meses decisivos que van de Febrera a O ctu­
bre consistió en su postura revolucionaria frente al gobíer
no burgués surgido de la revolución de Febrero. Mientras
que mencheviques y socialistas revolucionarios, representan1
te* pequeflo burgueses de obreras y campesinos, reduelan su
p o l í t i c a a ' « ¡ e r c « r p r e s i ó n " so b re la h u r g u e
tTa dirigente, "presión que no saliese del molde del r é ­
gimen democrático burgués, la p o lítica bolchevique, impJT
sada por Lenin y T ro lik y , se dirigía a la conquista del po
der para lo cual "debía romper la envoltura democrática,
imponer a la mayorfa de los campesinas la necesidad de s í
guir a los obreros, permitir que el proletariado realizara
su dictadura de c la se , y por razón id én tica, poner a la
orden def d ía , paralela a la ctamocratizoción radical de las
re loe iones so ciales, la ingerencia socialista del Estado o-
bmn> en los d e r e c h o s de l a s o c i e d a d cap italista"
( L Trotsky, Lecciones de O ctubre). Alrededor de esta lu­
cha decisiva giré toda la p o lítica rusa durante esos 8 me­
ses decisivos.

Tanto en la cuestión de la guerra, cuya continuación e


ra esencial pora la burguesía rusa, como en la cuestión a
groria y la liberación de las nacionalidades oprimidas por
el imperio ruso, cuestiones frente a las cuales la burguesía
liberal no quería ir más alió de ciertas atenuaciones del re
gimen de opresión y vio le n c ia , la p o lítica pequeflo burgue
so de mencheviques y socialistas revolucionarias, de lim i­
tar la revolución a sus marcos "democráticos” como una
contreposición al socialismo -considerado prematuro- se
transformó en el curso mismo de la revolución en una adap
tación servil a la p o lítica contrarrevolucionaria de la bur
guesfa ruso-

La p o lítica bolchevique, por el contraria, desarrolló des


de el primer momento la móxima desconfianza hacia el G a
bíerno Provisional surgido de la revolución de Febrera, plan
teando que la resolución del conjunto de toreas democrótT
ca* sólo podran ser resueltds como un aspecto de la polfti
ca del proletariado en el poder. C riticó despiadadamente
los sucesivos intentos de mencheviques y eseristas por for­
mar gemíneles de co alició n con los partidos burgueses ( la .
y 2a. coaliciones) que buscaban de ese modo darle le g iti­
midad al gobierno burgués a través del apoyo de los so­
viets (con mayoría de los socialistas conciliadores), denun
ció los intentos por lle v a r a los soviets hacia el parlamen
tarismo burgués a través de la Conferencia Democrática y
el P re parlamento (setiembre-octubre).

Sólo de este modo, en lucha permanente can los inten


tos de lea concilíodores por reducir el p^>el del proleta­
riado al simple eje rcicio de la presión sobre el gobierno
burgués, pudieron los bolcheviques aumentar su autoridad
sobre las mesas obreros, agrupar en torno suyo a la enor­
me moyoifo del campesinado y concretar finalmente en «c
tubce la insurrección victoriosa qua entregó e l poder al 2o.
Congreso de las Soviets, reunido el mismo 25 de octubre
(7 de n o vie n b n del nuevo calendario).

Muy otra ha sido la p o lítica seguida por el stalinismo


chileno. Desde el comienzo y en coda oportunidad decisi­
v a , se pronunció claramente contra la dictadura del prole
32
tañado, llamando a las masas a confiar an al parí amorto
burgués y en las Instituciones del Estado buigués. Su prédi
ca insistente en contra del “apresuramiento" iba dirigida a
lim itar las demandas y reivindicaciones de las masas obra­
ras y campesinos que pugnaban por quebrar los lim ites qua
le imponían las inctltuciones burguesas. El freno a las na­
cionalizaciones y expropiaciones en nombre del respeto al
parlamentarismo burgués, los sucesivos gabinetes dé c o a li­
ción con los m ilitares para manifestar su voluntad ¡nequi'vo
ca de no sobrepasar e l marco del estada buigués, son una
prueba irrefutable da que al stalinismo contrarrevoluciona­
rio adopté el ropaje menchevique para mejor estrangular la
revolución.
La cuestión del Estada es la cuestión clave de toda re
voluciÓ n, pues se trata ni más ni menos que de la cues­
tión del poder. Na en vano, durante el mismo fmgor de la
lucha, en pleno setiembre de 1917, Lenin, desde su refu­
gio en Fin lan d ia, escribió e l Estado y la Revolución, que
condensa teóricamente la posición marxista frente*al Esta­
da y fundamenta toda la p o lítica bolchevique durante 1917.
Es en este punto también que el revisionismo stolinista lie
ga a su pu nto m& alta. Su concepción del Estado de nue
vo tipo es una impostura teórica que, como contraposición
a la dictadura del proletariado, ha servido siempre para fun
dementar el respeto a l orden buigués, la negativa a plan­
tearía y resolver prácticamente lo cuestión del poder.

ARMAMÉNrtO PDBEÁTaRmXEa S
DEL - DE
PRO LETARIAD O N U EV O TIP O

La cuestión del armamento de las masas, en especial del


proletariado, es un problema d ecisivo , ¡nsepartble de la
cuestión del poder. Mientras que en Ruiia en 1917, les ma
sai emergen de la Revolución de Febrera a modos -se irau
fraccionó el e jé r c ito - y por lo tanto la cuestión se p lante?
alrededor de los intentos de la burguesía por reconstituir
e l carácter buigués del e jé rc ito , en C h ile , las masas per­
manecieron óesarmadas y el problema consistía en cómo lie
gar a su armamento, cómo disgregar al ejército por medie
de la propaganda y la agitoclón revolucionarias.

En varías oportunidades se planteó en la Rusia de 1917


el problema del armamento. Cuando la sublevación de Kor
n ílo v , los bolcheviques libraron una enérgica batalla con­
tra el golpismo anidado en el Estada Mayor y en defensa
del armamento de las masas, que el golpe de Kornilov p n
tendía liquidar. Un mes después, derrotada la intentona,eT
alto mando vuelve a intentar una nueva treta que consis­
tía en mandar los mejores regimientos de la guarnición de
Petragrado, los mós revolucionarios, los más bolcheviques,
al frente de b a ta lla , para alejarlos del centro de la lucha
p o lítica , de la c ap ital. La importancia decisiva de erfe
cuestión aparece c la ra en estas palabras de Tiotsky: " j *
estaba predeterminado el fin al de la Insurreción del 25 de
octubre, al menos en sus tres cuartas partes, desde el ins
tante en que no* apustmo* a l alejamiento de la guarnición
da Petrogrado, creamos a l Comité M ilita r Revolucionario
(7 da octubre), nombramos comisorios nuestros an todos los
unidodes a instituciones militares y con a lio aíslanos por
completo al Estado Mayor de la circunscripción m ilitar da
lo ccp ital y el gobierno" (Lecciones de Octubre).

E l stalinismo chilena actuó exactamente en un sentido


inverso al de las bolcheviques en 1917. En primer lugar de
fendió y sostuvo plenamente la confianza en las fuerzas- ar
madaj burgueses. “ Hemos tenido, tenemos y tendremos con
fia n za en las fuerzas am adas. El programa de la Unidad
Popular lo e st(¿le ce y yo lo he repetido hasta el cansan-
c íq , que no habrá otras fuerzas armadas que los previstas
por la Constitución y las leyes" (El Sig lo , 6/7/73). Esta
d eclaració n, que resume el punto de vista general da la
p o lítica stalln itfa de defensa de la i fuerzas armadas no que
do en meras declaraciones. El propio PC se encargó de sos­
tener al segundo comandante frente a acusaciones de mal-
ve n ació n de fondas. Se tratc¿w del mismísimo Pinochet.Cuan
do la disgregación comenzó a manifestarse en las fila s de
las fuerzas armadas, en especial en la Marina y las altos
mando* comenzaron una feroz caza de brujas entre la ma­
rinería y la suboficial ¡dad por sus simpatras hacia la Uni­
dad Popular, el gobierno no dijo esta boca es mía. Es más,
cuando poco antes da la contrarrevolución del 11 de se­
tiembre, el ejército comenzó batidas contra fábricas y ba
rrios, e l PC denunciaba a quienes osaran c ritic a r a las
FFAA "constitucional¡*tas y democráticas".
La comparación no resiste la c ritic a . Mientras los bol­
cheviques desarrollaron una p o litíca de desconfianza hocta
el alto mando y de directa insubordinación en los momen­
tos preparatorios de la insurrección, el stalinismo promovió
la confianza en el alto mando y directamente la desorga­
nización y desmoralización en las filas obreras en vísperas
de la contrarrevolución. Q ue no te trata de un "errar11 d -
rto de una p o lítica contrarrevolucionaria concierte lo prue
ba el hecho de qu* después de la propia contrcm voluciói^
el PC insiste en que propugnará Fuerzas Am adas de « m
vo tipo. Nuevamente la impostura teórica para ju stifica rla
entrega de la revolución.

--------T Ó D G EL PóBEfc-------------------- L ia U IT B E
A LO S - LOS
____________ SO V IETS_______________________CO RD O N ES___________
Toda situación revolucionaría lleva los gérmenes de la
revolución. La tendencia de las masas a constituir organi­
zaciones unitarias de combate, por encima de Ids diferen­
cias de oficio y profesión y par tabre las diferencias polT
ticas constituye un signo inequívoco de su voluntad de titira
formar una situación revolucionaria en revolución triunfan
te. El surgimiento de los soviets en Rusia, tanto en 1905,
ctfno en 1917, asT como el turgimiertfo da los Cordones in
dustriales en C h ile en 1972-73 son una expresión de esta
sítuoción.
Pero no es suficiente con la mera constitución de orga
■ilaciones de tipo soviético. Es necesario que el partidora
34
volucionorio, m ilita para Impulsar su surgimiento primara y
luego por darles un carácter revolucionarlo para finalmente
transformarlo! en árganos del estado obrero triunfante.
La experiencia rasa de 1917 es suficientemente clara s i
respecto. Surgidos loi Soviets en febrero como expresión de
las masas obreras y campesinas insurrectas, su dirección con
c ilia d o ra , en manos de mencheviques y socialista! revo lu ­
cionarios, pugnó por transformarlos en meros elementos de
presión sabré el gobierno burgués. El semípoder qua ejer­
cían en Febrero, coma expresión da la dualidad da pode­
res les daba un carácter totalmente inestable. "Les queda­
ba la alternativa da ver disminuir su popel basta la extin
ciÓn o asumir el Poder de veras" (L. Trotsky, ídem .). Los
bolcheviques militaron inca moblemente de Febrero a Octu
bre contra la tendencia a transformar los Soviets en meros
agentes de la colaboración con el gobierno burgués, en de
(arro llar a partir de ellos y sobre su base, el verdadero po
der proletario.
El surgimiento de los Cordones industríales en C h ile du
rente ia ofensiva reaccionaria en octubre de 1972, re fle ­
jaba la voluntad de las majos de agruparse unitariamente
pora el combate contra la burguesía. El stalinismo trató en
todo momento de liquidar este embrión de organización in
dependiente de las masas. Cuando no pudo liquidorlas di­
rectamente, trató de subordinarlos, vías CU T a l marco del
respeto por el cuadro burgués, de las instituciones del Es­
tado burgués.

En síntesis, mientras que el conjunto de la p o lítica bol^


chevlque durante 1917 tendió a socar a las masas de la
charca pequeftoburguesa que la entregaba a la contrarrevo^
lu cló n , desarrollando a través da los soviets, del amnamen
ta del proletariado y de la actitud revolucionaria ante é l
Estado y el Poder, las condiciones para ia revolución pro
letaiia triunfante, «1 italiolsmo ch ilen o , prostituyendo las
tradiciones de octubre, encerró a las masas en los limites
del Estado burgués, promovió la aonfionza en las fuerzas a_r
modas y liquidó los embriones de organización independíen
te de las masas. Para continuar la linea bolchevique de la
Revolución de Octubre hay que romper con sus falsificado
res d a lin is ta i. •

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