Hay un gran número de personas inocentes en prisión pero debido a procesos mal elaborados están ahí, y al contrario, hay muchos delincuentes libres por la inefectividad de las autoridades mexicanas para capturarlos o bien para comprobarles algún delito, a lo lago de la historia las cárceles se fueron dando de diferente manera y con el paso de los años fueron evolucionando siendo las culturas azteca y maya las primeras en establecer un régimen de castigos con jaulas y cercados para persona que cometieran algún delito como robo, adulterio u homosexualismo. LAS CÁRCELES AZTECAS. Al ser un grupo completamente guerrero y disciplinado, eran poco tolerantes con la indisciplina y la delincuencia. El destierro o la muerte eran los castigos comunes que imponían a los infractores que ponían en peligro a la comunidad. Como la mayoría de los grupos prehispánicos utilizaban jaulas y espacios con cercas para resguardar a los prisioneros los aztecas también implementaron éste método como castigo a delincuentes de aquella época antes de ser juzgados o sacrificados. LAS CÁRCELES MAYAS. Los mayas usaban jaulas de madera que servían como cárcel, solamente para los prisioneros de guerra, los condenados a muerte, los esclavos prófugos, los ladrones y las personas que cometían adulterio. La cultura maya fue menos violenta que la azteca, de hecho algunos delitos de aquel entonces eran castigados únicamente con la reparación del daño, la vergüenza o la reprobación social y aunque con menor frecuencia también existía la pena de muerte. ETAPA COLONIAL. Es en la etapa colonial, con el decreto de las Leyes de Indias, en donde por primera vez en México se menciona la privación de la libertad como pena por haber cometido un acto ilícito. Dichas leyes principalmente indican que el lugar a donde los presos deberán ser conducidos será la cárcel pública, no autorizándose a particulares a tener puestos de prisión, detención o arresto. Estas leyes contenían algunos principios básicos que subsisten hasta hoy en nuestra legislación como por ejemplo: separación de internos por sexos, necesaria existencia de un libro de registros, prohibición de juegos de azar en el interior de las cárceles y el que las cárceles no deberían de ser privadas. ÉPOCA DE INDEPENDENCIA. Las causas que dieron origen a la lucha de independencia son muchas. Hablando del sistema penitenciario, el gobierno novohispano era muy estricto, principalmente con los indígenas. Se aplicaban castigos muy crueles, haciendo necesarias muchas cárceles, al grado de que algunos historiadores han mencionado que la llamada Ciudad de los Palacios, pudo haberse conocido como la ciudad de las prisiones por el gran número de prisiones que existió en ese lugar. PORFIRIATO Las cárceles en el porfiriato fueron también de gran ayuda al régimen autoritario de Díaz. San Juan de Ulúa por ejemplo fue una prisión a la que continuó dando uso su gobierno. Tantos eran los hombres que se oponían al régimen de Díaz, que sumados a los delincuentes ya no cabían en las prisiones existentes al grado que para el régimen del dictador fue necesario construir más prisiones. Una de ellas fue la cárcel de Lecumberri, inaugurada el 29 de septiembre de 1900, con la presencia del presidente de la República, el general Porfirio Díaz, y su gabinete.