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EL MOTOR INMOVIL DE ARISTÓTELES1.

La existencia del movimiento solo es posible explicarla si hay, al mismo tiempo, una
sustancia eterna que lo garantice. Y ante este tentativo, las formas platónicas son
insuficientes, ya que estas implican la multiplicidad y el motor de Aristóteles reclama la
unidad. Dicha sustancia eterna, tiene que ser, necesariamente, primera, pero no en sentido
temporal, ya que el movimiento también lo es, sino que tiene que ser eterna, por necesidad,
en sentido supremo, ya que ella viene a ser la garantía de la existencia del movimiento. Al
mismo tiempo, dicha sustancia no puede estar en potencia, y tiene que ser necesariamente
acto puro, y por consiguiente debe ser inmaterial, ya que la potencia le restaría eternidad. Los
astros tienen un movimiento circular uniforme, este es eterno, pero es material, lo cual, por
la lógica, reclama algo que los mueva sin ser movido, ya que la explicación del movimiento
no puede desplazarse al infinito, esto repugna a la razón. Dicha sustancia es el motor inmóvil,
el único que puede garantizar el movimiento eterno, carente de potencia y caracterizado por
ser acto puro. Este motor inmóvil viene a ser la única explicación posible de todos los
movimientos del universo, pero la causalidad caracteriza a dichos movimientos no puede ser
física ya que esto implicaría alguna clase de contacto y por consiguiente movimiento, lo cual
implicaría una clase de cambio lo cual es imposible porque él es puro acto, y el movimiento
solo existe cuando hay potencialidad, y por consiguiente materia, y el primer motor
aristotélico es acto puro, sin potencialidad alguna.

Resulta bastante interesante que para Aristóteles el primer motor no es solo acto, perfección
y forma, también es vida y pensamiento. Pero ¿cuál vendría a ser el objeto de su pensamiento?
Por ser el primer motor algo completamente inmaterial, se deduce que su actividad no puede
ser física, sino que debe tener una actividad netamente intelectual, su actividad es pensar.
Pero debe ser un pensar que no implique ningún proceso, ya que esto implicaría pasar de la
potencia al acto, por lo que su pensar es de tipo directo e intuitivo, se piensa a sí mismo. Debe
ser el mejor de los pensamientos posibles, es decir, él mismo. Vendría a ser “pensamiento
del pensamiento”, se piensa eternamente. No puede pensar otra cosa que no sea él mismo, ya
que si así fuera vendría a tener un valor mucho mayor que él, lo cual es imposible. Este
pensamiento es intuitivo, hay contacto directo con el objeto, que vendría a ser él mismo. Este
motor es Dios. Pero tenemos que alejarnos de la idea que sea un Dios personal, según el
pensamiento judeo-cristiano. Aunque sea fuente de vida, la mantiene para sí, le pertenece a
él, no la comunica, es un Dios que se mantiene alejado de lo que ha movido, no le interesa
entrar en contacto con ello. Es un Dios trascendente que no conoce el mundo. El Dios
aristotélico tiene el ser para sí, no tiene nada que ver con los hombres, por lo que es imposible
entablar con él alguna clase de comunicación. Es imposible pretender poner en el Dios
aristotélico la capacidad de amar, esto sería imposible, ya que esto implicaría movimiento y

1
LEWIS JOSÉ GÓMEZ MEDINA (Seminario de lectura en metafísica).
por lo tanto potencialidad. El Dios aristotélico es impersonal, solo vendría a ser la garantía
del movimiento de los astros.

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