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All content following this page was uploaded by Adalberto Noyola on 23 December 2013.
Jorge E. López Hernández**, Juan Manuel Morgan Sagastume* y Adalberto Noyola Robles*
**IBTech, S.A. de C.V. Pasadena 18, Col. Del Valle. México 03100, D.F. Fax (5) 682-31-99
*Instituto de Ingeniería, Universidad Nacional Autónoma de México, Apdo. Postal 70-472; 04510,
Ciudad Universitaria, Coyoacán, México D.F., México. Fax (5) 616-21-64
RESUMEN
Este procedimiento hace factible arrancar el reactor UASB en menos de cuatro meses aún con
disponibilidad limitada de lodo de inóculo, obteniéndose eficiencias de remoción de DQO
superiores al 90%. Por otra parte, demuestra que es factible prescindir totalmente de lodo
anaerobio de inóculo aclimatando la purga de un proceso de lodos activados en condiciones
desfavorables por inhibición debida a sustrato, como es el caso de la laguna anaerobia,
obteniéndose remociones de DQO superiores al 60% en un periodo de seis meses.
INTRODUCCIÓN
Para lograr un proyecto exitoso de cualquier proceso biológico no basta con un diseño adecuado.
Si bien el diseño básico de un reactor anaerobio del tipo UASB es sencillo, siempre y cuando se
respeten los aspectos hidráulicos y cinéticos, su inoculación y arranque puede requerir un alto
grado de experiencia y conocimiento. Lo anterior es particularmente cierto cuando no se cuenta
con inóculos adecuados o adaptados, caso muy común aún en México.
En el caso de dos empresas productivas en las cuales se construyó una planta de tratamiento
basada en un proceso anaerobio, existía cierta presión por parte de las autoridades para dar
cumplimiento a la normatividad ambiental en un plazo perentorio, presión materializada en forma
de recargos y multas por descarga de aguas residuales que excedían los máximos límites
permisibles para DBO 5 y SST, lo que demandaba celeridad en el arranque de la planta de
tratamiento y concretamente del proceso anaerobio. Como es conocido, en el caso de los
reactores UASB, puede lograrse un arranque rápido al inocular los reactores con lodo granular
adecuado. Bajo este contexto, la estrategia de arranque del proceso anaerobio adquirió mayor
importancia ya que no se disponía de suficiente lodo de inóculo. A continuación se muestran los
resultados de la aplicación de esta estrategia desarrollada por los autores para minimizar el tiempo
de puesta en marcha.
La empresa Ricolino, S.A. de C.V., ubicada en la ciudad de San Luis Potosí, S.L.P., fabrica
dulces y chocolates confitados. El proceso productivo genera actualmente un caudal promedio de
aguas residuales de 110 m3 /d y la descarga llega finalmente al Río Españita.
El corazón del proceso es el reactor anaerobio UASB con un volumen de 400 m3 (2 módulos de 200
m3 cada uno). El parámetro de diseño utilizado fue el de carga orgánica volumétrica, expresada en
kgDQO/m3 /d.
El primer arranque de cualquier reactor anaerobio es lento y requiere de largos periodos de tiempo,
debido a las bajas tasas de crecimiento de los microorganismos (Y= 0.03 a 0.08 kgSSV-
DQO/kgDQOconvertida para bacterias metanogénicas), por lo que siempre es conveniente la
inoculación. De hecho, esta es una de las principales desventajas del proceso. Sin embargo, una vez
que el sistema ha sido arrancado y se opera adecuadamente es posible considerar que el problema se
resuelve en definitiva.
En términos generales, es necesario que el volumen de lodo de inóculo sea lo más grande posible en
relación con el volumen del reactor y que tenga suficiente actividad y adaptación a las propiedades
específicas del agua residual. No hay reglas claras para estimar el volumen conveniente para
inocular reactores anaerobios. Un intervalo entre un 10 y un 30% del volumen del reactor puede
considerarse aceptable. En general, mientras más inóculo se utilice, mayor será la carga orgánica de
arranque.
Pero la consideración anterior dependerá sobre todo de la actividad del lodo, entendida como la
capacidad del lodo de degradar la materia orgánica a metano por unidad de masa de lodo. Un buen
lodo granular presenta actividades superiores a 0.5 kgCH4-DQO/kgSSV/d a 35ºC. La actividad del
lodo de inóculo seleccionado para el reactor de Ricolino fue de 0.66 kgCH4-DQO/kgSSV/d a 35ºC.
Con esto en mente, se procedió a la compra de 20 m3 de lodo anaerobio de inóculo para acelerar la
puesta en operación del reactor UASB. El inóculo procedía de otro reactor UASB operando en una
cervecería y estuvo disponible un mes antes del inicio formal de la puesta en marcha (julio de
1997).
Desde el momento de la inoculación hasta que el reactor se considera arrancado, lo más importante
es la retención de biomasa viable dentro del reactor y su posterior acumulación, aspecto que tiene
mucho que ver con la agregación del lodo en gránulos o pelets con tamaños idealmente entre 1 y 3
mm.
Como estrategia, el lodo se alimentó con la misma agua residual a tratar, pero diluida o por lotes, es
decir a bajas cargas orgánicas, las que se incrementaron hasta la carga de diseño conforme el lodo
mostró señales de incremento de actividad. Los puntos de muestreo y la periodicidad de los mismos
se establecieron con base en experiencias previas de los autores.
El criterio general para decidir si se aumenta el flujo másico al reactor (kgDQO/d) es su capacidad
de generar alcalinidad, ya que uno de los problemas más comunes durante la etapa de arranque es la
acumulación de ácidos grasos volátiles (AGV), lo cual puede llevar a una total acidificación si no se
procede con cuidado. Los AGV son productos intermediarios del proceso de digestión anaerobia y
su concentración en el efluente puede ayudar a determinar la extensión de dicha digestión. Si
durante las primeras semanas del arranque, la concentración de AGV en el efluente es mayor a la
del influente, indica que la fermentación se efectúa a una tasa mayor que la metanogénesis y el
desarrollo bacteriano procede adecuadamente. Sin embargo, después de que se acumule bastante
lodo, deberá registrarse una disminución de la concentración de AGV, hasta llegar a ser ésta
menor a la del influente. Esto último es consecuencia de la realización completa de la digestión
anaerobia hasta el paso de la metanogénesis.
Tal y como establecen Jenkins et al. (1983), el seguimiento de la evolución de la operación del
reactor (Figura 1) se efectuó por medio de la relación de alcalinidades alfa (α), definida como:
Alcalinidad a pH 5.75
α=
Alcalinidad a pH 4.3
Jenkins propone simplemente determinar la alcalinidad titulando hasta un valor de pH 5.75 aparte
del valor 4.3, ya que en este valor se mide la capacidad amortiguadora de los bicarbonatos del
sistema respecto a la disociación de todos los ácidos débiles involucrados, precisamente los
AGV. Cuanto más cercano a la unidad es el valor de α, el sistema es más estable y se puede
proceder al incremento de carga.
0.8
0.7
0.6
Alfa
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200 210 220 230 240 250
Días de operación
Figura 2: Evolución del parámetro alfa en el arranque del reactor UASB de Ricolino.
En la Figura 2 es posible observar que en el arranque del reactor UASB los datos parten de valores
cercanos a 1 ya que en un inicio se agregó una base débil para neutralizar la formación de los AGV
dentro del reactor, adición que se suspendió al cabo de 30 días de operación y se esperó la
estabilización del mismo (α alrededor de 0.5).
Durante esta etapa se determinó la fracción de SSV en los sólidos totales, ya que de esta forma se
evalúa directamente el crecimiento bacteriano: mayores fracciones de SSV sugerirán mayor
cantidad de bacterias. Cuando los lodos aumentan apreciablemente su actividad biológica, hay
mayor producción de biogás, lo que ayuda a expandir más la cama de lodos y también al lavado
de lodo floculento de la parte superior de la cama en formación, lo cual se conoce como la
presión de selección del proceso.
El reactor entró en operación estable después de 70 días, momento en que se procedió a alimentar
en continuo con eficacias de remoción de DQO total siempre por encima del 90%. Sin embargo,
hay que señalar que el flujo descargado por la planta productiva desde ese momento hasta el día
de hoy nunca ha sobrepasado los 120 m3 /d (70% del flujo de diseño del reactor anaerobio). En la
Figura 3 se muestra la variación de DQOtotal a la entrada y salida del reactor.
60000
50000
DQOt influente
DQOt efluente
40000
DQO (mg/L)
30000
20000
10000
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Días
Todas las observaciones realizadas acerca de los parámetros descritos líneas arriba, sirven de
igual forma para evaluar el funcionamiento del reactor UASB durante su arranque que durante su
operación en estado estacionario o permanente. Este último comportamiento es el resultado de un
arranque exitoso.
Los análisis más recientes (octubre 1999) de la operación de la planta de Ricolino, incluida la
fase aerobia, son los siguientes (TABLA 2):
TABLA 2. EFICIENCIAS DE TRATAMIENTO ACTUALES DE LA PLANTA DE RICOLINO .
Con este fin, a principios de 1997 se diseñó un proceso consistente en la modificación de una
laguna existente para convertirla a una laguna anaerobia mejorada con flujo ascendente y cubierta
parcialmente con una membrana flexible para la colección del biogás (TABLA 3). La laguna
anaerobia se dividió en tres secciones, todas dotadas con un sistema de distribución de tuberías en
el fondo conduciendo el agua a gravedad de una sección a la otra (ver Figura 4).
Figura 4. Vista de la segunda sección (derecha) y reactor UASB (izquierda) del reactor anaerobio de Temex.
Dado que el agua cruda es una mezcla compleja de ácidos orgánicos con diferentes cinéticas de
degradación, el diseño multietapas tomó en cuenta esta consideración al incorporar un patrón de
flujo pistón. En las dos primeras secciones, donde la parte superior está cubierta con una
membrana flexible de confección italiana, se degradan parcialmente los ácidos acético y
tereftálico (volúmenes de sección de 5,813 y 8,719 m3 respectivamente). Por su parte, la tercera
sección (6,276 m3 ) tiene la configuración de un reactor UASB convencional en el cual el biogás
se colecta por un sistema de campanas superpuestas. Esta última sección funciona realmente
como sedimentador y tiene la intención de eliminar parcialmente los últimos dos componentes
del agua cruda, el ácido p-toluíco y tereftálico, cuya degradación es inhibida por la presencia de
los dos primeros.
Como inóculo se utilizó el lodo de purga del proceso aerobio ya existente y que se había
acumulado durante largo tiempo en otra laguna. Este lodo fue seleccionado previamente mediante
pruebas de laboratorio y posteriormente acondicionando en batch 10 meses antes del término de
la construcción de la laguna anaerobia, la cual quedó finalmente construida y probada a mediados
de 1998 (Noyola et al, 1999).
Debido a la elevada concentración de ácidos orgánicos débiles, en este caso resultó inútil utilizar
la medición de alcalinidades y el factor α como parámetro de control del arranque. En vez de
ello, se hizo seguimiento a la degradación de DQO total que se obtenía en la laguna anaerobia, la
cual se alimentó inicialmente en continuo con sólo el 10% del flujo de diseño y recirculación del
efluente para retornar alcalinidad al sistema. El progreso se muestra en la Figura 5.
Desde el inicio del arranque ha sido necesaria la neutralización del agua cruda con sosa cáustica,
la cual también ayuda a solubilizar las sales presentes en el agua, relativamente insolubles a
valores de pH en el intervalo ácido.
3500
3000
2500
m3 2000
/da
y
1500
1000
500
0
N- D- E- F- M- A- M- J- J- A- S-
98 98 99 99 99 99 99 99 99 99 99
Actualmente, la laguna anaerobia trata 3,120 m3 /d (57% del flujo volumétrico de diseño) pero
sólo el 30% del flujo másico de diseño, con una eficacia de remoción de DQO total del 63%, lo
cual se encuentra dentro de lo esperado conforme con la dificultad de degradación de este
sustrato.
CONCLUSIONES
Para lograr un arranque exitoso es imprescindible que la biomasa viable se retenga en el reactor y
que su actividad se incremente con el tiempo, lo cual se logra estableciendo una estrategia de
alimentación adecuada de acuerdo con el tipo de sustrato, su concentración y el volumen y
características del lodo de inóculo disponible.
El arranque de un reactor anaerobio para aguas residuales industriales con alta concentración de
materia orgánica es un proceso delicado que exige amplio conocimiento de los involucrados si se
espera que sea exitoso en poco tiempo. Para ello, el uso de un lodo de inóculo adecuado en cantidad
razonable es imprescindible, ya que permite reducir sensiblemente el tiempo en el cual el proceso
entra en régimen, además de asegurar en todo momento el control de la acidificación del reactor.
En ese mismo tenor se enfatiza el hecho de que los criterios para el control analítico del arranque en
términos de periodicidad, número y parámetros de referencia se establecen en función a la
experiencia y dominio de la especialidad por parte de quien diseña y arranca los procesos de
tratamiento.
REFERENCIAS
Field R.J. (1986). Start-up and operation of UASB reactors, in Reactor Start-up course notes, Cali,
Colombia, pp. 1-15 (in Spanish).
Jenkins S.R., Morgan J.M. y Sawyer C.L. (1983). Measuring anaerobic sludge digestion and growth by
a simple alkalimetric titration, J. Wat. Pollut. Control Fed., 55, (5), 448-453.
Speece, R.E. (1996). Anaerobic Biotechnology for Industrial Wastewaters. Archae Press.