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MONOGRAFÍA
“EDGAR ALLAN POE:
una vida pendular entre Eros y Tánatos”
1
Este trabajo está dedicado a quienes conformamos esta materia,
Teoría Literaria III en este 3er. año del profesorado de Lengua y
Literatura para el Nivel Secundario, a los compañeros, por toda la
predisposición y la pasión puesta en cada una de las instancias de
cursada, y a nuestra docente, la profesora Leticia Costantino, quien
nos ha guiado en este recorrido que nos instrumenta para el abordaje
consciente, sistematizado y profundo de las obras estudiadas.
2
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………5
1. CONTEXTO HISTÓRICO:
a. La época, el territorio y sus habitantes…………………….6
2. CORRIENTES ARTÍSTICAS
2.1. El siglo del Romanticismo en Europa………………………….7
2.1.1 El artista como héroe rebelde…………………………………...8
2.1.2. El Romanticismo en Estados Unidos…………………………..9
2.1.3. El Romanticismo oscuro……………………………………………9
2.1.4. Influencia y superación de la novela gótica…………11
2.1.5. El terror moderno, terror blanco o psicológico…….12
3. BIOGRAFÍA
3.1 Vida, dolor y muerte de Edgar Allan Poe……….14
3.1.1. La mujer en la vida de Poe………………………….19
4. OBRA
4.1. El relato corto…………………………………………..20
4.4. Clasificación posible de los relatos………………23
4.3. Personajes………………………………………………..26
4.4. Temas recurrentes de la estética de Poe………27
4.5. Ambientes…………………………………………………28
3
CONCLUSIÓN………………………………………………………………….52
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………..52
ANEXO……………………………………………………………………………54
4
INTRODUCCIÓN:
Es sumamente comprometido asumir un estudio de la vida y las
obras de Edgar Allan Poe, sea cual sea el enfoque desde el que se lo
aborde. En realidad, el estudio de cualquier autor exige seriedad, es
cierto, pero cuando se habla del compromiso que implica el trabajo
sobre este autor, lo que se está señalando es la complejidad y riqueza
de la persona y el personaje, la profundidad de sus vivencias, la
trascendencia de sus obras, la inagotabilidad de enseñanzas que nos
deja su legado, y la infinitud de lecturas que se ha hecho de él.
Darse a esta tarea implica un verdadero desafío sino una audacia,
dada la inmensidad de esta figura de la que no se ha dicho todo, de la
que no se puede comprender todo y que escapa a muchos de nuestros
aparatos de medición y análisis.
El psicoanálisis ofrece un marco teórico y vivencial lo
suficientemente rico como para acercarse a Poe de una forma lo más
abarcativa, pero también humanamente posible. Porque en este autor
convergen con una fuerza y contundencia inusitadas las dimensiones
de lo psicológico, lo espiritual, lo corporal, lo económico, lo social, lo
artístico, lo académico, y otras que lamentablemente, se nos escapan.
Lo que se intentará, entonces, es acceder a una comprensión y
claridad sobre la psicología del autor reflejada en sus obras. Para ello,
ubicaremos y describiremos las coordenadas temporo espaciales del
autor, el contexto histórico, su nacionalidad y la cultura a la que
accede, que lo atraviesa y desde la que habla, para pasar luego a su
biografía personal, una instancia que pretendemos como salto de lo
general a lo más particular, un recorrido por sus vivencias más
significativas, lo que consideramos que, junto al contexto en el que se
forma como sujeto, determina la personalidad y la conducta del
escritor que nos convoca.
Por último, abordaremos algunas de sus obras en clave
psicoanalítica, lo que nos permitirá sintetizar tanto los elementos
5
contextuales, como las vivencias biográficas, como la propia estructura
mental del autor reflejadas en su creación literaria.
Para llevar a cabo este trabajo se utilizará como base la obra de
Jean Le Galliot, los aportes de Terry Eagleton, Sigmund Freud, y otros
autores solidarios a la temática.
1. CONTEXTO HISTÓRICO:
Todo hombre es hijo de una época específica que determina sus
modos de pensar, de sentir y de hacer. El hombre no es un ser
aislado, independiente de las coordenadas espaciotemporales que lo
constituyen. Es por esto que antes de abordar la obra de la que se
propone este análisis, es recomendable hacer un breve recuento de las
características de la época en la que nacen el autor y su obra.
6
y dedicación sobre la educación, la edificación de fábricas, caminos
transitables, vías de ferrocarril, la constituciòn de ciudades, los
espacios de deportes, y un gran espíritu de trabajo, y el Sur, territorio
bastante rezagado respecto de sus vecinos del Norte, en el que la
actividad predominante implicaba la producción de algodón, caña de
azúcar y tabaco cuya base principal de producción era la mano de obra
esclava, específicamente de esclavos traídos del África.
Esta población, en su conjunto, ostentaba una forma de
convivencia a base de códigos que rozaban lo caballeresco, lo
medieval, lo que implicaba un trato determinado con las mujeres y con
un sentido del honor que no debía ser cuestionado so pena de batirse
a duelo.
Pero, pese a las divisiones, el país avanzó conquistando metas
comunes, lo que a su vez, en el mismo espíritu común, produciría sus
propios mitos, su propia literatura.
2. CORRIENTES ARTÍSTICAS
7
de las personas comunes. De este modo, tanto los sentimientos de
gozo, de amor o de padecimiento (en el caso de las clases pobres en el
Realismo, por ejemplo), adquirieron un carácter trascendente.
El Romanticismo se difundió por casi toda Europa, aunque su lugar
privilegiado de desarrollo se dio en Inglaterra y Alemania. El
movimiento Sturm und Drang (“Tormenta e ímpetu”) nucleó a los
jóvenes románticos de diferentes regiones de Alemania en torno a la
figura de Johann Wolfgang Goethe. Estos jóvenes defendían los
derechos del corazón y del sentimiento en contra de los rígidos
imperativos de la razón y alertaron contra uno de los peligros del
hombre moderno: la deshumanización a que puede llevarlo la técnica
que lo aleja de la naturaleza.
Inglaterra, entonces, se distinguió por el surgimiento de seis
grandes poetas: W. Blake, W. Wordsworth, S. T. Coleridge, Lord Byron
(de quien sería un gran lector Edgar Allan Poe), P. Shelley, y J. Keats.
8
2.1.2. El Romanticismo en Estados Unidos
Estados Unidos, país incipiente en materia económica, educativa,
juirídica, industrial y artística, comienza a hacerse su propio lugar en el
ámbito de la literatura. Ya en las diferentes artes, pero también así en
la escritura, y específicamente en la literatura, se encuentran rasgos
del Romanticismo. Los escritores demuestran inclinación por el
misterio, por la exageración de los sentimientos, por la incursión en el
terreno de las ambigüedades, por la atención hacia la naturaleza, pero
también con características propias de su propio contexto social que no
era Europa.
Uno de los poetas prototípicos de dicho tiempo fue William C.
Bryant, quien recibió mucha influencia de los poetas ingleses: Shelley,
Byron, Wordsworth, entre otros, y es este tipo de literatura es la que
tiene auge en la época del autor que nos convoca.
9
puede relativizarse, dado que a la luz del trascendentalismo surgió un
subgénero literario que invierte los postulados del trascendentalismo,
no en su esencia sino en su visión positiva y esperanzadora. La
naturaleza seguiría siendo un ente vivo y casi divino, pero oscuro.
Divinidad, Naturaleza y Humanidad no se reflejarán en esta literatura
con un cariz benévolo sino con una visión pesimista alimentada por
algunos de los presupuestos del Romanticismo. Se contó entre los
escritores de esta corriente a Edgar Allan Poe junto a Nathaniel
Hawthorne y Herman Melville.
Los poetas y escritores del Romanticismo oscuro desdeñan de las
ideas corrientes de perfección, por lo que los personajes que se ven
reflejados en sus obras se sumen en conductas de autodestrucción y
oscuridad pecaminosa. La naturaleza, así, aunque es una fuerza
espiritual, lo es en un modo siniestro, En lo que casi setenta años
después, Sigmund Freud llamaría «Das Unheimliche»I, Lo Siniestro,
o lo que el mismo Arthur Schopenhauer postularía como un principio
metafísico al que denominó «voluntad» o «voluntad de vivir» (Wille
zum Leben), una entidad oscura omnipresente que determina la vida
infeliz y desdichada de los hombres. Esto marca la diferencia con el
trascendentalismo, que ve en la naturaleza a un mediador vivo con lo
divino. Se destaca en estos escritores tanto la decadencia del mundo,
como el misterio o su aspecto sombrío, que le deparan al ser humano
epifanías del mal. Otra característica de esta corriente es que los
personajes que crean en sus obras son propensos al fracaso. En esto
también se manifiesta una descontinuidad respecto del
Trascendentalismo, dado que mientras que este último aboga por un
cambio social, el Romanticismo oscuro sostiene su visión pesimista.
G. R. Thompson, en su libro "Introduction: Romanticism and the
Gothic Tradition”, refiriéndose a este subgénero, afirma que
La incapacidad del hombre caído por comprender
plenamente los inquietantes guiños de un reino sobrenatural
I
Sigmund Freud, Lo siniestro. Ed. Homo Sapiens, Argentina, 1987.
10
que aún parecía no haber llegado; la constante perplejidad ante
los fenómenos metafísicos e inexplicables; la propensión a una
conducta perversa o inmoral, sin regla ni medida, y un sentido
de culpa sin nombre combinado con la sospecha de que el
mundo externo no es más que una ilusión de la mente: tales
son los elementos principales que opusieron los románticos
oscuros a la corriente principal del romanticismo.II
II
Thompson, G.R., ed. "Introduction: Romanticism and the Gothic Tradition." Gothic Imagination: Essays
in Dark Romanticism. Pullman, WA: Washington State University Press, 1974: p. 6
11
Es que este género se constituyó como contestación al
pensamiento dominante de la Ilustración que preconizaba a la diosa
razón como medio de alcanzar el saber total, el progreso, la autoridad
científica y moral, y el dominio de la naturaleza. El Romanticismo,
como respuesta a esta corriente racional, plantea un irracionalismo
que genera una literatura que también desemboca en lo angustiante,
en los juegos oscuros del inconsciente, textos en los que se refleja un
gusto por lo decadente, por los paisajes de ruinas, o las vidas en ruina,
la soledad, lo oculto y sobrenatural, lo enfermizo, etc.
En Allan Poe se verá una influencia de este género, pero también
una superación en el sentido de que sus obras no cumplen con las
características citadas anteriormente. Una prueba de ello es el paso de
la novela al cuento corto, lo mismo que el paso de un uso de
elementos explícitos del terror gótico como los monstruos y demonios,
o los escenarios excéntricos de los castillos y abadías, para pasar a
escenarios más cotidianos, aunque teñidos, por supuesto, del aura
siniestra propia de su estética.
III
Juan y Constantino Bértolo Cadenas, “Introducción a la novela de intriga” Estudio preliminar a la obra de
Edgar Allan Poe, Ed. Hyspamérica, Madrid, 1983.
12
al terror psicológico, a una atmósfera de opresión que no explicita y
que se instala más bien en lo implícito amenazante.
En oposición a este tipo de terror se encuentra el ya mencionado
Terror frontal o emocional, que a diferencia del anterior, incorpora
personajes u objetos terroríficos como los que abundan en la novela
gótica: sangre, monstruos, vampiros, etc. El terror entonces se
provoca por la descripción del mismo, por el mostrarse de cara al
lector, lo que lo hace emotivo y visceral.
El terror psicológico viene a darse entonces como un subgénero de
la narrativa de terror que centra su atención en lo sugerido, en la
forma oblicua del terror que implica no mostrar sino insinuar con
sutileza desde lo implícito.
Edgar Allan Poe, pionero en este tipo de narrativa, encontró la
forma, una nueva forma, de superar la novela gótica instalando
ambientes de suspenso y expectación terrorífica, lo que implica un
trabajo desde lo psicológico, desde el acecho de lo Unheimlich, de la
transformación de los escenarios cotidianos, aunque nunca totalmente
luminosos, en terroríficos.
Este tipo de terror, aunque no prescinde de la presencia del
elemento sangre, recurre con más frecuencia a la sombra, al silencio,
al pulso, lo que provoca un estremecimiento del lector que se
encuentra con las partes más oscuras de la psique humana. Esto no
implica que en este tipo de terror no se indague en el terreno de lo
corporal. Todo lo contrario, el terror psicológico tiene como finalidad
provocar además un sentimiento de malestar jugando con los miedos
del lector al sufrimiento físico, a la degradación del cuerpo, al
parasitismo y a la decadencia física.
En Poe se pueden identificar textos que responden tanto al terror
negro como al terror blanco. Berenice pertenecería a la primera
categoría, y El pozo y el péndulo, por ejemplo, a la segunda.
Su salto cuántico respecto de la literatura gótica responde a lo que
él mismo refirió una vez:
13
La historia de todas las revistas demuestra claramente que
quienes han conquistado la celebridad se lo deben a artículos
de naturaleza similar a Berenice, quiero decir, similares en su
naturaleza. ¿Me pregunta en qué consiste tal naturaleza? En lo
burlesco elevado a lo grotesco; lo temible transformado en lo
horrible, lo singular elaborado en lo extraño y lo místico. IV
3. BIOGRAFÍA
3.1 Vida, dolor y muerte de Edgar Allan Poe
IV
Juan y Constantino Bértolo Cadenas, Introducción a la novela de intriga, Estudio preliminar a la obra de
Edgar Allan Poe, Ed. Hyspamérica, Madrid, 1983.
14
Bertolo Cadenas refiere que David Poe, padre de Edgar, fue el hijo
de un irlandés migrado a temprana edad a los Estados Unidos que
participó de la guerra de la Independencia del poderío inglés, quien fue
nombrado General por sus hazañas de armas y por su carácter. David
Poe fue abogado, pero huyó para formar su destino en el mundo
artístico, en un teatro ambulante, donde conoce a Elizabeth Arnold.
David era dado a la bebida, factor que hacía destacar su mal carácter,
agresividad y carácter algo desquiciado.
Edgar no tendría la edad de tres años todavía, que David abandona
a su familia. Esta decisión, se presume, habría sido a causa de la
infidelidad de Elizabeth.
Elizabeth Arnold, por su parte, era hija de padres también actores,
por lo que el teatro se le tornó un lugar común. El vínculo de Edgar
con su madre, quien moriría de tuberculosis en plena pobreza hasta el
punto de sostenerse en la caridad de algunos de sus colegas y del
público, fue interpretado de muy diversas formas. Durante el breve
tiempo que Poe vivió con ella, tuvo que presenciar la enfermedad que
poco a poco la consumía, la tuberculosis. Es muy posible que Edgar
cobrase algún tipo de afecto por la enfermedad.
Fue desde el momento del fallecimiento de Elizabeth que el niño
fue adoptado por John Allan, un padrastro con un carácter duro y
exigente, y su esposa, Frances Allan, quien le prodigó admiración y
cariño, de quien afirma el escritor Julio Cortázar: “Frances Allan,
primera influencia femenina benéfica en la vida de Poe, amó desde el
comienzo a Edgar, cuya figura, bellísima y vivaz, había sido el encanto
de las admiradoras de la desdichada Mrs. Poe.”V
No así de John Allan, de quien da la siguiente descripción:
“Era un hombre seco y duro, a quien los años, los reveses y finalmente
una gran fortuna volvieron más y más tiránico”VI
V
Julio Cortázar, Estudio preliminar, prólogo, traducción y notas a las Obras Completas, Ed. Aguilar,
España, 2007. p. 10.
VI
Op. Cit. p. 11.
15
John Allan era un hombre dedicado a los negocios, pero a la vez
esperaba una herencia que refundaría su posición en la sociedad. De
alguna forma se negaba, desde el principio de la adopción, a constituir
a Edgar como heredero. Las relaciones entre ambos, John y Edgar,
fueron conflictivas.
Bertolo Cadenas afirma que este vínculo determinaría fuertemente
algunos rasgos de personalidad de Poe. Una figura paterna
desapegada afectivamente (aunque al principio le prodigó algo de
cariño) y una marcada tendencia a la tacañería, aceptaría a Poe de
niño, pero lo rechazaría cuando éste creciera dada la independencia de
personalidad que mostraba el muchacho. A su vez, John Allan fue infiel
con su esposa, Frances, lo que a Poe le provocó un terrible rechazo.
Estudió en colegios privados, fue a la Universidad de Virginia, una
institución incipiente con espíritu democrático en la cual los alumnos
tenían algunas costumbres disolutas, o de derroche de dinero, e
incluso de duelos, pero que Edgar no pudo transitar con total dignidad
por los escasos montos de dinero que John le enviaba mensualmente.
Dice al respecto Julio Cortázar:
De la vida estudiantil de Poe hay numerosos documentos
que prueban el clima de libertinaje y anarquía de la flamante
Universidad fundada con tantas esperanzas por Thomas
Jefferson (…) los estudiantes, hijos de familias adineradas,
jugaban por dinero, bebían, disputaban y se batían en duelo
endeudándose con la mayor extravagancia (…).VII
A pesar de esto, fue un alumno brillante, aunque hay otras
versiones menos felices. Estudió griego, latín y francés. Leyó filosofía,
y era asiduo lector de Defoe y de los poetas Wordsworth, Shelley,
Byron y Coleridge, poetas del romanticismo que lo influirían
notablemente. Tuvo a su vez una inclinación por el conocimiento del
mesmerismo, la teosofía y el espiritismo.
VII
Op. Cit. p. 14.
16
En 1827, Poe fue expulsado de la universidad dado que en ese
espacio y tiempo había tomado contacto con el alcohol, un encuentro
poco recomendable para él, dada la intolerancia que tenía a cualquier
tipo de bebida embriagante: con tomar un solo vaso, Edgar caía en un
estado de ebriedad muy serio. Sería allí donde también se generó su
afición al juego.
De nada sirvió un puesto laboral que John había tramitado para él.
Al breve tiempo Edgar abandona ese trabajo y se retira a Boston, lugar
en el que su primera obra, Tamerlán, se edita en carácter anónimo,
junto a otros poemas de su autoría.
Sufre la carencia y se ve obligado a anotarse en el ejército, al que
logra ingresar permaneciendo allí por dos años. No ingresa con su
propio nombre sino como Edgar A. Perry. Para este entonces, Frances
Allan está gravemente enferma para luego, fallecer antes de que Poe
pudiese verla siquiera, ya que al llegar se encontró con su segunda
madre enterrada en camposanto.
Vuelve a publicar, esta vez, Aaraaf, un libro de poemas de
cuatrocientas veintidós líneas basado en historias del libro del Corán
que se sitúa en un tiempo futuro en un espacio que el autor denominó
Aaraaf, en el año 1929. Luego de esto, retoma la vida militar en un
puesto en West Point, una academia a la que logra ingresar por
influencia de John Allan, pero nuevamente, como en la anterior
instancia militar, es expulsado de allí, no por impericia sino a
propósito, eligiendo la parte disciplinaria para ponerse en falta y no
faltar a su juramento.
Viaja a Baltimore en el año 1832, y publica su tercer libro. En esta
época fallece John Allan sin dejarle herencia alguna. Toma en nupcias
a Virginia Clemm, su prima de trece años de edad, mientras que él
tiene veinticinco, hecho que en aquella época no era llamativo, a no
ser por el escaso desarrollo mental de Virginia. Ya podríamos adelantar
una de las hipótesis que direccionan este trabajo. Cortázar afirma,
respecto de esta unión, que
17
Aquí es donde se abren las compuertas y empieza a correr
la tinta. No hagamos nosotros de afluente. Lo único verosímil
es suponer una inhibición sexual de carácter psíquico, que
obligaba a Poe a sublimar sus pasiones en un plano de
ensueño e ideal, pero que a la vez lo atormentaba al punto de
exigirle por lo menos una fachada de normalidad, provista en
este caso por su casamiento con Virginia. Se ha hablado de
sadismo, de atractivo malsano hacia una mujer impúber o
apenas núbil. El tema da para infinitas variaciones.VIII
VIII
Op. Cit. p. 22-23.
18
de una manera contundente. La asistencia del Poe al periódico se ve
afectada. Al morir Virginia, en 1847, la conducta desordenada de Poe
se vio en aumento, a lo que se sumaba ahora el problema del dinero.
Se lo halló el 03 de octubre de 1849 tirado en estado de
inconsciencia en Baltimore, en la calle. Poe fallece al poco tiempo de
ingresar al hospital a la edad de cuarenta años.
19
Por último, la pequeña Virginia, su prima y esposa, con quien se
casó teniendo él veinticinco años de edad, y ella apenas trece. Virginia
morirá luego de tuberculosis.
4. OBRA
4.1. El relato corto
Se ha referenciado más arriba, en la sección de la novela gótica y
el terror moderno, el aporte de Edgar allan Poe a la literatura, y la
novedad que trae con el trabajo sobre el relato corto.
En su carrera literaria, no desdeñó tampoco la poesía por la que
hasta recibió importantes reconocimientos, lo mismo que la narrativa
de ciencia ficción, e inclusive de la narrativa extensa, específicamente
del policial, del que sería un gran precursor.
Respecto de estas últimas, Poe encontró gran eco popular con el
género detectivesco, especialmente con el personaje de Auguste
Dupin. Contamos en esta línea con Los crímenes de la calle Morgue, La
carta robada y El misterio de Marie Roget.
El escritor demuestra poseer una pericia asombrosa en cuanto a la
técnica del tiempo narrativo, adecuada esta al género detectivesco, lo
mismo que al de terror, al que dedicó muchos de sus escritos. De
alguna forma, el autor llegó a la comprensión y explicitación clara de la
necesidad de una cierta intensidad y de una cierta economía para
presentar el hecho central. En este proceso, la atención sobre la
atmósfera debe manejarse desde lo implícito, debe sugerir, no
describir.
Su narrativa está cargada de referencias al mundo grecolatino,
nota característica del Romanticismo reflejado en su escritura literaria.
En cuanto a la narrativa extensa, cuenta con Arthur Gordon Pym,
que abunda en un conjunto de detalles lóbregos y que cuenta con un
desenlace problemático.
20
Jesús Ortega, basándose en el ensayo de Poe Filosofía de la
composición (traducción de Julio Cortázar) y de notas dispersas
reunidas como Marginalia, extrae diez pautas para la elaboración de un
relato corto según el autor que nos convoca, a saber:
1. [Saber hacia dónde se va: empezar por el final]
“En la manera habitual de estructurar un relato se comete
un error radical… El autor se pone a combinar
acontecimientos sorprendentes que constituyen la base de
su narración, y se promete llenar con descripciones,
diálogos o comentarios personales todos los huecos que a
cada página puedan aparecer en los hechos… Por mi
parte, prefiero comenzar con el análisis de un efecto. Me
digo en primer lugar: de entre los innumerables efectos
de que son susceptibles el corazón, el intelecto o el alma,
¿cuál elegiré en esta ocasión?”
2. [Un solo efecto, una sola impresión] “El punto de
mayor importancia es la unidad de efecto o impresión”
3. [Concebir todos los elementos del cuento en
función del efecto final] “Luego de escoger un efecto
novedoso y penetrante, me pregunto si podré lograrlo
mediante los incidentes o por el tono general… entonces
miro en torno de mí, en procura de la combinación de
sucesos o de tono que mejor me ayuden en la producción
del efecto. Si el artista literario es prudente… después de
concebir cuidadosamente cierto efecto único y singular,
inventará los incidentes, combinándolos de la manera que
mejor lo ayude a lograr el efecto preconcebido”.
4. [La extensión del cuento: breve] “Lo primero a
considerar es la extensión. Si es demasiado larga para ser
leída de una sola vez, preciso es resignarse a perder el
importantísimo efecto que se deriva de la unidad de
impresión… Y sin unidad de impresión no se pueden lograr
21
los efectos más profundos… Si la lectura se hace en dos
veces, las actividades mundanas interfieren destruyendo
toda totalidad”.
5. [Pero no demasiado, nada de microrrelatos]
“Cierto grado de duración es indispensable para conseguir
un efecto cualquiera… Aludo a la breve narración cuya
lectura insume entre media hora y dos… La brevedad
extremada degenera en lo epigramático; el pecado de la
longitud excesiva es aún más imperdonable… El cuento
breve permite al autor desarrollar plenamente su
propósito, sea cual fuere. Durante la hora de lectura, el
alma del lector está sometida a la voluntad de aquél. Y no
actúan influencias externas o intrínsecas, resultantes del
cansancio o la interrupción”.
6. [Estructura compacta: construcción,
condensación, precisión] “En el cuento, donde no hay
espacio para desarrollar caracteres o para una gran
profusión y variedad incidental, la mera construcción se
requiere mucho más imperiosamente que en la novela. En
esta última, una trama defectuosa puede escapar a la
observación, cosa que jamás ocurrirá en un cuento”.
7. [Importancia del principio] “Si su primera frase no
tiende ya a la producción de dicho efecto, quiere decir que
ha fracasado en el primer paso”.
8. [Importancia del final] “La mayoría de nuestros
cuentistas parecen empezar sus relatos sin saber cómo
van a terminar; y, por lo general, sus finales parecen
haber olvidado sus comienzos”.
9. [Funcionalidad de todos los elementos] “No
debería haber una sola palabra en toda la composición
cuya tendencia, directa o indirecta, no se aplicara al
designio prestablecido”.
22
10. [El poema (el ritmo) de ocupa de lo Bello; el
cuento (la prosa), de todo lo demás] “El autor que en
un cuento en prosa apunta a lo puramente bello, se verá
en manifiesta desventaja, pues la Belleza puede ser mejor
tratada en el poema. No ocurre esto con el terror, la
pasión o multitud de otros elementos…”IX
a) cuentos de terror
b) cuentos analíticos/policiales
c) cuentos de anticipación de ciencia ficción
d) cuentos de humor.
IX
http://lacomunidad.elpais.com/jesusortega/2008/8/7/decalogo-edgar-allan-poe
23
la de la muerte que lleva a la angustia, al rechazo de la misma como
total, ya que los muertos no están realmente muertos, y derivado de
este tema, el de la necrofilia al que hacen honor los cuentos Morella,
Ligeia, Berenice, La caída de la casa Usher, Silencio, La caja oblonga,
Eleonora, El entierro prematuro, El coloquio de Monos y Una, La
verdad sobre el caso del señor Valdemar y Revelación mesmérica. Las
tendencias necrofílicas se ven acentuadas por rasgos sádicos que se
pueden encontrar en El corazón delator, El gato negro, en ciertos
episodios de La Narración de Arthur Vum y El aliento perdido.
Otras de las vertientes corresponden a estudios muy en boga en la
época: el de la teoría del magnetismo animal (mesmerismo) —
expuesta en La verdad sobre el caso del señor Valdemar—; la de la
trasmigración de las almas; o la de la pérdida de la identidad:
Metzengerstein y William Wihon; y por último, la de la recurrencia,
como sucede en el caso de Un cuento de las Montañas Escabrosas.
Estos cuentan además con un gran contenido onírico y simbólico,
que no es difícil de deducir de sus propias pesadillas, aquellas que
tanto padeció en su adolescencia. Es posible que Poe las recreara,
además, como aspectos de las novelas góticas, agregándoles una
visión del mundo que deja en sospecha el origen de ciertos
fenómenos.
24
lector fascinado, la estricta lógica de sus razonamientos, que llevan al
descubrimiento final), inauguran el género policial con indudable
jerarquía.
25
que colaboró Poe, de acuerdo con las pautas proporcionadas por el
gusto del público. El elemento que predomina en casi todos ellos es el
humor, pero "un humor profundamente desvalorizador, no tanto crítico
como capaz de hallar una especial delectación en destacar lo grotesco,
una mueca un tanto siniestra. Así, Conversación con una momia, El
hombre que se gastó, Bon-bon, Los anteojos, Los leones, etc.
Edgar Allan Poe elaboró un buen número de textos humorísticos,
satíricos o irónicos. En ellos utilizaba el recurso de la ironía, pero
también de la extravagancia absurda.
4.3. Personajes:
Una de las características de los personajes que aparecen en las
obras de Poe es que estos viven en una nocturnidad melancólica que
los convierte en marginales, determinados, con escasa libertad de
decisión, estos son arrastrados por una fatalidad que los conduce al
derrumbe psicológico, moral, espiritual y físico.
Una segunda característica que podríamos señalar es la recurrencia
en el autor de idealizar a sus personajes, y sobre todo a los personajes
femeninos. La presencia de la mujer es muy fuerte en su narrativa, y
la mayor de las veces mujer y muerte se entrelazan conformando una
unidad.
A nivel enunciativo, los personajes se suelen manifestar en primera
persona, como protagonista o como testigo, lo que limita el saber del
personaje a lo que este ve y sabe. El narrador suele coincidir con la
víctima de los hechos y situaciones, lo que permite al lector un acceso
fácil a los estados de ánimo frente a lo Unheimlich. De esta forma es
efectiva la transferencia de la ansiedad del personaje al lector.
26
que no mueren en realidad, la no muerte de la muerte, un tema
recurrente que pueden tener anclaje en la propia biografía del autor.
No es casual, entonces, que aparezca en ellos o en El entierro
prematuro el asunto de la catalepsia, alusiones al opio, o a los efectos
de esta sustancia.
La no muerte de los muertos, su regreso, sea por el motivo que
sea (venganza, por ejemplo), es un asunto que se ve en El corazón
delator, El gato negro y Ligeia. Pero este regreso no se da como se
daba en la novela épica. El retorno está sugerido, es indirecto,
aparente.
Otro tema que se destaca en su narrativa es el mesmerismo, la
doctrina de Mesmer sobre el magnetismo en la vida animal o en las
cosas.
La muerte, por lo tanto, sea en forma física, psicológica, moral o
espiritual, es uno de los temas que atraviesa casi toda la obra de Poe.
Así es que adquiere coherencia la presencia de cadáveres, entierros,
reanimaciones, derivando en la necrofilia y el sadismo en distintos
tonos y niveles.
Las fuerzas del Eros y las del Tánatos se entrecruzan y amalgaman,
haciendo que la amada muerta sea más amada, o que se libidinice la
muerte en sus aspectos más mórbidos, horroríficos, macabros.
Por sus propias tendencias autodestructivas sublimadas, aparecen
en su escritura los temas de la venganza, la dualidad deseo/culpa, el
alcohol, el opio, el poder de la voluntad y la claustrofobia, entre otros.
4.5. Ambientes
Las historias que propone el autor ocurren generalmente en
espacios cerrados, y hasta encerrados. Esto podría reflejar su propio
mundo mental, o podría también interpretarse, desde la teoría
psicoanalítica, que todavía no hemos abordado, como un anhelo de
27
regreso al vientre materno, por eso la elección de espacios opresivos y
decadentes.
5.1. Introducción
28
análisis. El autor entiende que hay una similitud u homología funcional
entre el trabajo del sueño y de la literatura, entre el trabajo del sueño
y el trabajo de elaboración de una obra de arte. Es aquí donde se
juega el psicoanálisis como crítica literaria, como una variante del
método interpretativo. El psicoanálisis toma el habla de paciente y de
manera homóloga, el crítico toma la obra de arte y apela al
conocimiento del psicoanálisis enfocando ese conocimiento hacia la
obra. El origen es el inconsciente. El inconsciente del autor, el
inconsciente de la obra, el inconsciente del corpus y el inconsciente del
lector.
Le Galliot relaciona el trabajo del sueño con la creación literaria
dando una importancia fundamental al concepto de censura. Se
considera desde esta perspectiva que el sueño es análogo a la creación
artística, que así como hay un contenido latente en los sueños que
puede ser interpretado, análogamente la elaboración de la obra
literatura implica deslizamientos que escapan a la censura.
Desde esta perspectiva es dable afirmar que el inconsciente del
autor se va a manifestar siempre en sus obras, aun cuando esas obras
parecieran no tener conexión alguna con algo real. Junto a Le Galliot
comprendemos que el método crítico psicoanalítico nos permite ver
qué hay en el inconsciente del autor fuera de toda censura.
¿Cómo puede ser esto así? Aunque el autor no se dé cuenta, ya en la
misma elección de temas en el acto hay algo que tiene que ver con el
inconsciente. No serán los mismos temas los que elija un autor como
el que nos convoca, que aquellos que elija y trabaje García Márquez,
por ejemplo.
En este trabajo se asume, y se llevará a verificación, que los
temas, escenarios, y elementos conforman la estética de Allan Poe
están íntimamente relacionados con su biografía y con sus
determinaciones inconscientes, las que afloran en los textos a través
de las recurrencias, las elipsis, los desplazamientos, etc. Se
comprobará así el inconsciente del autor hace catarsis a través de los
29
personajes. El análisis del personaje de ficción, con sus síntomas
neuropáticos coincide así de manera natural con los síntomas del
autor. El deseo se desliza en los personajes.
Es inevitable que si un personaje tiene mucha similitud con la vida
del autor, esté relacionado, por esa catarsis que hace el autor, con los
síntomas neuropáticos que él tiene.
30
sobre su esposa Ligeia describiendo sus cualidades, en principio, su
posterior casamiento, y la muerte posterior de esta mujer idealizada.
Luego de esto, el personaje principal se muda a Inglaterra, lugar
en el que adquiere una abadía que reforma a su gusto. Conoce a Lady
Rowena Trevanion de Tremaine, y se casa con ella.
Lady Rowena comienza misteriosamente a tener fiebre, y luego de
tomar un vaso de vino con unas gotas que el narrador dice ver que
caen misteriosamente en la copa, y finalmente muere. El narrador está
bajo los efectos del opio, por lo que no está seguro de dar crédito a
todo lo que ve. El cuerpo de su esposa es envuelto para ser enterrado,
pero visualiza de a ratos algunos signos de vida en el cuerpo inerte.
Finalmente, al amanecer, el cuerpo se levanta, él se postra, y
reconoce en el cuerpo ambulante a su primera esposa.
X
Julio Cortázar, Estudio preliminar, prólogo, traducción y notas a las Obras Completas, Ed. Aguilar,
España, 2007.
31
casa Usher. Esta ambientación es sin duda una reminiscencia de la
infancia de Poe en su estancia en Inglaterra, cuando paseaba por los
parques antiguos en medio de los grandes árboles, o caminando bajo
los arcos góticos.
El narrador ignora el apellido de su primera esposa, el “nombre
paterno” de esta mujer única y superior.
(…) ahora, mientras escribo, ese recuerdo centellea,
sobre mi, que no he sabido nunca el apellido paterno de
la que fue mi amiga y mi prometida, que llagó a ser mi
compañera de estudios y al fin, la esposa de mi
corazón.XI
Es decir, en clave psicoanalítica, su origen es un secreto para él,
algo perdido y olvidado en el tiempo, algo primario, lo mismo que el
nombre de esa mujer universal, magnífica, su primer amor. En este
sentido, el primer amor es efectivamente la madre, primer objeto de
amor del recién nacido. Como una madre, ella aparece desde los
tiempos inmemoriales, es decir, desde antes que él tuviese existencia,
y reina sobre su vida.
XI
Op. Cit.
32
las fantasías que revuelan alrededor de las almas dormidas
de las hijas de Delos.XII
En este párrafo se puede ver cómo el narrador retrata lo que Poe
haya visto en su muy temprana infancia, una bailarina elegante y
esbelta como lo fue y testimonia la biografía del autor, Elizabeth
Arnold, lo mismo que la voz profunda y dulce, la mano de mármol que
Poe retrató en Morella, una mano helada que extrae de la experiencia
de la muerte de su madre, visión que lo atacará en sus noches de
pesadilla en la adolescencia.
Como en la mayoría de sus obras, la mujer está idealizada, su
belleza es extranatural, inalcanzable.
33
facciones, su cabello y su piel. Características que remiten al recuerdo
del retrato que él poseía al que habrá dedicado mucho tiempo de
observación:
XV
Op. Cit.
34
fantasma en este símbolo de los ojos. Estos ojos lo perseguían a
veces desde lo sublime de la fantasía consciente, pero también en las
pesadillas de su adolescencia. Este cuento fue creado luego de que Poe
tuviese un sueño (aquí podemos mencionar un proceso de revisión
secundaria del sueño que deriva en el relato) en el que vio estos ojos
que habían quedado enterrados en su amnesia infantil:
No existe hecho, entre las muchas incomprensibles anomalías
de la ciencia psicológica, que sea más sobrecogedoramente
emocionante que el hecho -nunca señalado, según creo, en
las escuelas- de que, en nuestros esfuerzos por traer a la
memoria una cosa olvidada desde hace largo tiempo,
nos encontremos con frecuencia al borde mismo del
recuerdo, sin ser al fin capaces de recordar. Y así, ¡cuántas
veces, en mi ardiente análisis de los ojos de Ligeia, he
sentido acercarse el conocimiento pleno de su expresión!XVI
XVI
Op. Cit.
35
Se evidencia además una difusión de la imagen bella de la madre
que se derrama en toda la naturaleza. La naturaleza refleja a esa
imagen materna omnipresente de la que la naturaleza se vuelve
metáfora.
Se puede verificar además que los estándares estéticos de Poe que
eran altamente particulares, responden efectivamente a la belleza de
su madre: una actriz frágil. Este es su prototipo de belleza. El hombre
Poe homologa la idea de belleza a la de su madre moribunda, por lo
que se entiende así en su poética el tema de la muerte de una mujer
hermosa que siempre remite a la muerte de la mujer más importante
en su vida.
Se debe agregar respecto de este tema de la muerte que el
epígrafe del cuento Ligeia cita a Joseth Glanvill, quien escribió varias
obras y entre ellas una en la que se defendía la posibilidad de volver
de la muerte por medio de la brujería:
Y allí se encuentra la voluntad, que no fenece. ¿Quién
conoce los misterios de la voluntad y su vigor? Pues Dios es
una gran voluntad que penetra todas las cosas por la
naturaleza de su atención. El hombre no se rinde a los
ángeles, ni por entero a la muerte, salvo únicamente por la
flaqueza de su débil voluntad.XVII
XVII
Op. Cit.
36
encontrado a su novia como el niño encuentra a su madre sin esfuerzo
alguno.
Pero no hemos aclarado todavía a lo que pueda referirse con el
desconocimiento del nombre paterno de Ligeia, que se puede
interpretar como un trabajo metonímico en el que se fantasea con
reprimir al rival envidiado, el padre.
Él ignora, pero ella sabe. Ligeia posee belleza, pero también
sabiduría. La ignorancia del narrador/niño se contrapone a la
omnisciencia de Ligeia/madre. Esto puede tener un eco inconsciente
en esa actriz madre que cantaba, recitaba, y bailaba y a quien su
pequeño hijo habrá observado desde un escenario. La madre que
recita y canta, que enseña poemas, es la madre que sabe todo, como
Ligeia, lo que podría ser, simbólicamente, la omnisciencia de la madre
en materia sexual. Poe perdió a su madre a la edad de tres años,
cuando se empieza a elaborar la curiosidad infantil.
Ligeia/madre se enferma antes de poder iniciar por completo en él
su ciencia, su saber, de la misma forma en la que Elizabeth enfermó y
murió antes de poder iniciar a su hijo en los saberes fantaseados por el
mismo y sin que se produzca el corte natural del padre, de la ley. A
partir de allí se puede justificar el dato no menor sobre la muy posible
impotencia sexual de Poe, quien ya no pudo ser iniciado sexualmente
por ninguna mujer, es decir, asumir su rol paterno, masculino,
permaneciendo en el rol del niño. De hecho, así lo refiere en este
cuento “Sin Ligeia, era yo nada más que un niño a tientas en la
noche.”
Otro dato a tener en cuenta respecto de este vínculo desigual entre
Ligeia y el narrador es que el mismo ha heredado una gran fortuna de
su esposa:
No carecía yo de eso que el mundo llama riqueza. Ligeia me
había aportado más; mucho más de lo que corresponde
comúnmente a la suerte de los mortales. Por eso, después de
unos meses perdidos en vagabundeos sin objeto, adquirí y me
37
encerré en una especie de retiro, una abadía cuyo nombre no
diré, en una de las regiones más selváticas y menos
frecuentadas de la bella Inglaterra.XVIII
XVIII
Op. Cit.
38
hombre. Mi memoria se volvía (¡oh, con que intensidad de
dolor!) hacia Ligeia, la amada, la augusta, la bella, la
sepultada.XIX
El deslizamiento del deseo edípico en la obra va cobrando más
cuerpo al simbolizar el milagro de que la mujer muerta venga la
infidelidad de su marido atacando a Rowena, quien sucumbe a la
misma languidez misteriosa que afligió a Frances Allan y que también
atacó a Virginia.
Es esa presencia que, en el relato de Ligeia se presenta por medio
de sombras, movimientos y sonidos, o por el manejo de un veneno
con manos invisibles y de los que son testigos tanto él como Rowena.
Esto da cuenta de los rasgos persecutorios por la retaliación de la
madre:
La fiebre que la consumía hacia sus noches penosas, y en
la inquietud de un semisopor, hablaba de ruidos y de
movimientos que se producían con un lado y en otro de la
torre, y que atribuía yo al trastorno de su imaginación o
acaso a las influencias fantasmagóricas de la propia
estancia. (…)Volvió ella a hablar, y ahora, con mayor
frecuencia e insistencia, de ruidos -de ligeros ruidos- y de
movimientos insólitos en los tapices (…) Había yo sentido
algo palpable, aunque invisible, que pasaba cerca de mi
persona, y vi sobre el tapiz de oro, en el centro mismo de
la viva luz que proyectaba el incensario, una sombra, una
débil e indefinida sombra de angelical aspecto, tal como
se puede imaginar la sombra de una forma. (…) vi o pude
haber soñado que veía caer dentro del vaso, como de
alguna fuente invisible que estuviera en el aire de la
estancia, tres o cuatro anchas gotas de un líquido brillante
color rubí. Si yo lo vi, Rowena no lo vio.
XIX
Op. Cit.
39
Bebió el vino sin vacilar, y me guarde bien de hablarle de
aquel incidente que tenía yo que considerar, después de
todo, como sugerido por una imaginación sobreexcitada a
la que hacían morbosamente activa el terror de mi mujer,
el opio y la hora.XX
Si Ligeia es el fantasma del autor que se presenta como
fantasma ontológico del narrador, y este narrador visualiza las
gotas color rubí, podemos retrotraernos a las hemorragias que
seguramente experimentó Elizabeth a efectos de la tuberculosis, de
modo que en la narración Rowena padezca de la misma forma, a la
vez que Frances y Virginia, o que la señora Stanard.
Los dientes que refiere el relato pueden referir a los que Edgar vio
bajo los labios agonizantes de su madre, lo mismo que las manos frías,
la mano de mármol, la mano que ella le habría extendido antes y
después de morir.
Entonces hemos ingresado a uno de los temas obsesivos del
autor, recurrencia simbólica que cumple el deseo incestuoso al
realizarse el fantasma del autor de la forma que lo hemos expuesto
y que articularemos con otras obras a mencionar. La mujer, cada amor
posterior a la madre de Poe ha muerto o se ha alejado y nunca serían
otra cosa sino la reencarnación de su madre. De hecho, en su estética
está muy presente el tema de la reencarnación o de la vuelta desde la
muerte.
También puede leerse una condensación de amor y muerte en el
que toda persona a la que el autor ame, tiene que llevar las marcas de
la enfermedad y la muerte.
En Ligeia, Rowena es amada solo después de muerta al actualizar a
su amada única: Ligeia-Elizabeth.
Muerte, deseo, belleza, y un último componente mencionaremos
antes de pasar a la articulación con otras obras: el opio. Como en la
vida real del autor, el opio en el narrador implica otra manera de
XX
Op. Cit.
40
burlar las barreras de la censura, la actividad superyoica que relaja
el control del censor moral para habilitar el material infantil enterrado
en el inconsciente.
41
Como en Ligeia, la mirada de “esos ojos”, los de Elizabeth se
deslizan en este relato de humor:
(…) los afectos humanos más naturales, y en consecuencia
más auténticos e intensos, son los que surgen en el corazón
como por
simpatía eléctrica; en una palabra, que los grilletes
psíquicos más radiantes y duraderos son los impuestos
por una mirada.XXI
XXI
Op. Cit.
XXII
Op. Cit.
42
Tengo ojos grandes y grises, y aunque son débiles en un
grado muy inconveniente, nadie sospecharía algún defecto
en ellos por su apariencia. Esa debilidad, sin embargo, siempre
me molestó, y he recurrido a todos los remedios, excepto los
anteojos.XXIII
43
A su vez, puede referirse en estos episodios a la pulsión, de la
que Le Galliot afirma que
XXVI
“psicoanálisis y lenguajes literarios” de Jean Le Galliot. Ed. Hachete. Argentina, 1977.
XXVII
Op. Cit.
XXVIII
“psicoanálisis y lenguajes literarios” de Jean Le Galliot. Ed. Hachete. Argentina, 1977.
44
El desvío, el retardo de la satisfacción del narrador se evidencia
en el rodeo, en el disimulo, en las estrategias que utiliza para lograr
alcanzar su objeto pero por medio de disfraces para no transgredir la
norma social.
XXIX
Julio Cortázar, Estudio preliminar, prólogo, traducción y notas a las Obras Completas, Ed. Aguilar,
España, 2007.
45
- Consérvelo -me dijo con una de sus sonrisas del todo
encantadoras-. Consérvelo en mi honor, en honor de aquella
a quien representa demasiado halagadoramente.XXX
En este último sentido, Napoleón está ciego, como Edipo, solo que
en el caso del segundo, la ceguera es simbólica, mientras que en el
primero la ceguera es física, pero como síntoma que refiere a otra
ceguera: la ceguera ante el propio deseo del personaje, y la del autor.
XXX
Julio Cortázar, Estudio preliminar, prólogo, traducción y notas a las Obras Completas, Ed. Aguilar,
España, 2007.
46
5.2.3. La conversación de Eiros y Charmion como pulsión de
muerte
En este relato que se ubica entre las obras de ciencia ficción del
autor, no por eso se constituirá como una obra aparte de las demás,
una obra en la que no se produzca el deslizamiento del deseo del
autor, sino todo lo contrario, otra vez nos encontramos con dos
personajes principales: una mujer y un hombre, al parecer familiares,
que se encuentran en una dimensión sideral después de la muerte
tanto de ella diez años atrás, como de él por un evento apocalíptico: el
choque de un asteroide ígneo sobre la tierra.
47
Un detalle llama la atención del lector a primera vista: los
personajes cambian sus nombres, lo desechan al terreno del olvido.
Charmion ha esperado a su hijo, ahora llamado Eiros (nombre que
remite sin mucho esfuerzo al nombre del dios Eros, y a la fuerza del
Eros que postula Sigmund Freud). Hablan de asuntos familiares con
toda conciencia y recuerdo.
48
departamento del Ministro, pero no encuentra la carta, por la que hay
una gran recompensa.
XXXI
Julio Cortázar, Estudio preliminar, prólogo, traducción y notas a las Obras Completas, Ed. Aguilar,
España, 2007.
49
contenido de palabras no dichas, de lo que no debe decirse, de lo
prohibido, que aquello que atenta contra la díada madre-hijo. No hay
que olvidar a este respecto que en Ligeia, la mujer bella era además
una sede de sabiduría que simbolizaba, según dijimos, ese saber que
Elizabeth no pudo referir a su hijo, según las propias fantasías de este,
por su temprana muerte.
XXXII
Julio Cortázar, Estudio preliminar, prólogo, traducción y notas a las Obras Completas, Ed. Aguilar,
España, 2007.
50
naturaleza amorosa entre el mismo ministro y la reina. Da qué pensar,
además, el paralelismo entre el nombre de Dupin, y el nombre de
D***, además del hecho de que uno roba la carta y el otro la
restituye, lo que en términos psicoanalíticos puede ser leído como un
mismo sujeto que inconscientemente roba la carta, la palabra, lo no
dicho, lo íntimo y vergonzoso o peligroso, y a la vez conscientemente
la restituya pero no de la misma forma, no como un cumplimiento del
deseo tal como lo hizo D*** desde el Ello no reprimido sino desde el
rodeo simbólico, tal como Dupin efectúa rodeos y tretas en la casa de
D***, al tiempo que muy significativamente, lo mismo que en “Los
anteojos” o en Sófocles, utilice unas gafas oscuras para enfrentar la
realidad del deseo, para asumir su deseo y pasar al plano
simbólico. Dupín es el único capaz de ponerse en el lugar del ladrón
¿y en qué lo convierte esto sino en el mismo ladrón, a propósito de
esta trama edípica? Acaso no habría que olvidar que en la tragedia de
Sófocles, Edipo es a la vez el que indaga y busca al culpable de la
muerte de Layo, su padre, y el criminal al que Tiresias, el astrólogo, le
advierte que busca una verdad de la que quizá no quiera enterarse.
Dupin se entera, accede a la carta por medio de rodeos y protege sus
ojos con unas gafas oscuras. Edipo, a su vez, se perfora los ojos.
Esta lectura del cuento se justifica por algo que el mismo Dupin
refiere en su diálogo con el ayudante, a lo dicho por el prefecto,
representante de la ley:
XXXIII
Julio Cortázar, Estudio preliminar, prólogo, traducción y notas a las Obras Completas, Ed. Aguilar,
España, 2007. p. 474.
51
CONCLUSIÓN
BIOBLIOGRAFÍA
52
Marie Bonaparte, The Life ande Works of Edgar Allan Poe, A Psycho-
Analytic Interpretation. IMAGO PUBLISHING CO. LTD. London, 1949.
Links:
http://lacomunidad.elpais.com/jesusortega/2008/8/7/decalogo-edgar-
allan-poe
ANEXO:
53
Retrato de Elizabeth Arnold Poe
54