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PUNTOS CLAVE
Tratamiento de las Epidemiología. Las enterobacterias,
TABLA 1
Prevalencia de enterobacterias en infecciones de distintas localizaciones*
TABLA 2
Sensibilidad (%) in vitro de enterobacterias en los 13 centros españoles participantes en 2003 en el estudio SMART
Enterobacterias N.o cepas (n = 981) EPM IPM MEM CRO CAZ FOX FEP TZP AMK TOB CIP LVX
Escherichia coli 571 (58,2%) 99,7 100 100 93,0 93,0 93,7 93,5 95,3 99,5 92,3 78,3 79,7
Klebsiella spp. 153 (15,6%) 99,4 99,4 99,4 92,2 92,2 95,4 92,2 90,2 99,4 94,1 90,9 94,8
Enterobacter spp. 97 (9,9%) 99,0 99,0 99,0 73,2 70,1 9,3 94,9 79,4 100 99,0 93,8 95,9
Proteus spp. 63 (6,4%) 100 100 100 93,7 95,2 100 95,2 98,4 100 96,8 87,3 96,8
Morganella morganii 40 (4,1%) 100 100 100 92,5 77,5 77,5 95,0 95,0 100 97,5 97,5 90,0
Citrobacter spp. 37 (3,8%) 100 97,3 100 78,4 73,0 10,8 94,6 89,2 100 100 94,6 97,3
Providencia spp. 7 (0,7%) 100 100 100 100 100 71,4 100 85,7 100 85,7 57,1 57,1
Serratia spp. 7 (0,7%) 100 100 100 100 100 71,4 100 100 100 100 100 100
Otras 6 (0,6%) 100 100 100 100 100 83,3 100 100 100 100 100 100
AMK: amicacina; CAZ: ceftazidima; CIP: ciprofloxacino; CRO: ceftriaxona; EPM: ertapenem; FEP: cefepima; FOX: cefoxitina; IMP: imipenem; LVX: levofloxacino; MEM: meropenem; TOB: tobramicina; TZP:
piperacilina-tazobactam.
tanto conocidas y previsibles, y una serie de resistencias ad- bombas de achique y la disminución de la permeabilidad por
quiridas, bien sea por mutación cromosómica o por transfe- sí solas sólo confieren resistencia de bajo nivel.
rencia de genes desde otras bacterias, que son evolutivas e Los fenotipos naturales de sensibilidad a betalactámicos
imprevisibles y justifican la realización del antibiograma. El pueden clasificarse en cuatro grupos6:
fenotipo final será la suma de ambos. En la tabla 2 se recogen
las sensibilidades de las enterobacterias más frecuentemente Grupo 1
aisladas en los 13 hospitales españoles participantes en el año Formado por Escherichia coli, Shigella, Salmonella y Proteus mi-
2003 en el estudio SMART. rabilis presenta un fenotipo sensible a todos los betalactámi-
El principal mecanismo de resistencia a betalactámicos cos. Las dos primeras son portadoras de una betalactamasa
en enterobacterias es el enzimático por producción de beta- cromosómica constitutiva de clase C (cefalosporinasa no in-
lactamasas (clasificadas por Ambler en cuatro grupos: A, B, C hibible) que en su forma natural o salvaje se expresa a nivel
y D)5, que debido a su importancia y complejidad desarrolla- muy bajo.
remos con más detenimiento. El mecanismo más importante
de resistencia a los aminoglucósidos es la inactivación enzi- Grupo 2
mática; hay tres tipos de enzimas y cada enzima reconoce un Incluye Klebsiella, Citrobacter koseri y Citrobacter amalonaticus,
número limitado de antibióticos; la resistencia de alto nivel a es productor de una betalactamasa cromosómica constitutiva
todos los aminoglucósidos se debe a la alteración en la per- de clase A (penicilinasa sensible a inhibidores: SHV-1 y LEN
meabilidad de la membrana. La resistencia a las fluorquino- en K. pneumoniae, K1 en K. oxytoca), que confiere resistencia
lonas se debe fundamentalmente a la modificación de la dia- de bajo nivel a aminopenicilinas (amoxicilina) y carboxipeni-
na por mutaciones escalonadas en los genes de la cilinas (ticarcilina) y sensibilidad intermedia a ureidopenici-
ADN-girasa y la topoisomerasa-IV, pues la presencia de linas (piperacilina), manteniéndose sensibles a cefalosporinas,
TABLA 3
Fenotipos y mecanismos de resistencia adquiridos en enterobacterias
Antibiograma
Fenotipo Fr Implicación
AMP AM/C TIC PIP C1a CFOX CFUR C3/AZ C4a CARB
R S R I R S S S S S Betalactamasas plasmídicas clase A +++ S inhibidores, C2a/3a/4a, AZ, CARB
(penicilinasas)
R I R R R S R S S S Hiperproducción de penicilinasa ++ I inhibidores, S CFOX, C3a/C4a, AZ,
(cromosómica en K. pneumoniae) CARB
R R R R S S S S S S Betalactamasas resistentes a – S cefalosporinas y CARB
inhibidores (IRT)
R R R R S S S S S S Oxacilinasas clásicas (clase D) – Indistinguible de las IRT
R S/I R R R S R R/S S/R S Betalactamasa de espectro + S inhibidores, CFOX (riesgo
extendido (BLEE) plasmídica selección) y CARB, I C3a/C4a/AZ
R S/R R R R S R S/I S S Hiperproducción de betalactamasa ++ Similar a una BLEE, pero S a
cromosómica de clase A (K. oxytoca, ceftazidima y RAN a AZ.
C. koseri, Proteus penneri, P. vulgaris)
R R R R R R R I/R S S Cefamicinasas plasmídicas + I C3a/AZT, S C4a y CARB
constitutivas
R R R R R R R I/R S S AmpC hiperproducida (E. coli, ++ I C3a/AZT, S C4a y CARB Æ seguir
Shigella) antibiograma
R R R R R I/R R R S S AmpC desreprimida (grupo 3, excepto ++ I C3a/AZT (riesgo selección), S C4a y
Proteus) CARB (salvo permeab.alt.)
R R R R R R R R R R Carbapenemasas – RAN a CARB y resto de
betalactámicos (excepto AZ clase B)
AMP: aminopenicilinas; AM/C: con inhibidor de penicilinasa; AZ: aztreonam (monobactámicos); CARB: carbapenemes; CFOX: cefoxitina (cefamicinas); CFUR: cefuroxima (C 2a); C1a/C3a/C4a: cefalosporinas
de 1a, 3a o 4a generación; Fr: prevalencia; I: sensibilidad intermedia; PIP: ureidopenicilinas; R: resistente; RAN: resistencia de alto nivel; S: sensible; TIC: carboxipenicilinas.
monobactamas (aztreonam) y carbapenemes, así como tam- 2. Las betalactamasas plasmídicas resistentes a inhibido-
bién a las asociaciones con inhibidores de betalactamasa (áci- res (IRT) que derivan de las betalactamasas clásicas y son
do clavulámico, sulbactam, tazobactam). fenotípicamente indistinguibles de las oxacilinasas (como la
OXA-1), pertenecientes a la clase D de Ambler.
Grupo 3 3. Las enzimas más significativas del grupo son las beta-
Tiene en común la presencia de una betalactamasa cromosó- lactamasas de expectro extendido (BLEE), plasmídicas y que
mica inducible (que se expresa en presencia de determinados inactivan a la práctica totalidad de las cefalosporinas.
antibióticos y pueden llevar al fracaso de un tratamiento ini- 4. La hiperproducción de betalactamasa cromosómica de
cialmente eficaz) con actividad cefalosporinasa, que en gene- clase A, propia del grupo 2 y de algunas especies del grupo 3,
ral confieren resistencia a aminopenicilinas y cefalosporinas puede dar un fenotipo similar a las BLEE.
de primera generación. Dentro de este grupo, Citrobacter fre- 5. La hiperproducción de betalactamasa cromosómica de
undii, Enterobacter, Morganella morganii, Providencia, Serratia clase C (AmpC) se presenta en dos escenarios distintos:
y Hafnia alvei presentan una betalactamasa de clase C que les constitutiva (E. coli y Shigella del grupo 1) e inducible (Ente-
confiere resistencia a las asociaciones con inhibidores y sen- robacter, Serratia, Morganella morganii, Providencia y Citrobac-
sibilidad variable a cefalosporinas de segunda generación: las ter freundi, del grupo 3). Además, todas las enzimas de clase
dos primeras son resistentes a cefamicinas (cefoxitina) y tie- C presentan cierta actividad hidrolítica frente a carbapene-
nen sensibilidad intermedia a cefuroxima, al contrario de lo mes, que no se manifiesta fenotípicamente si no existe una
que sucede con las cuatro últimas. También se incluyen en alteración simultánea de la permeabilidad, fenómeno natural
este tercer grupo Proteus vulgaris y Proteus penneri, portado- en las especies Proteus, Morganella y Providencia.
ras de una betalactamasa de clase A, denominada frecuente- 6. Existen dos clases principales de carbapenemasas: de
mente cefuroximasa, que confiere resistencia a cefuroxima y clase A, que suelen ser sensibles a la acción del ácido clavulá-
mantiene sensibilidad a cefoxitina y a las asociaciones con nico y presentan menor actividad frente a meropenem y de
inhibidores. clase B (metaloenzimas), que no presentan actividad frente al
aztreonam y son inhibidas por el ácido etilendiaminotetra-
Grupo 4 acético (EDTA).
Incluye Yersinia enterocolitica que muestra, en la mayoría de
las cepas, un fenotipo de cefalosporinasa inducible más peni-
cilinasa, resistente a aminopenicilinas y cefalosporinas de Tratamiento de infecciones
primera y segunda generación. Es producto de la síntesis por enterobacterias concretas
de dos betalactamasas, una de clase A y otra de clase C.
A continuación se analizan los cuadros clínicos más frecuen-
La tabla 3 resume los principales fenotipos de resistencia ad- temente producidos por las diferentes enterobacterias y sus
quirida6 que se añadirán a los fenotipos naturales antes descritos: posibilidades terapéuticas actuales. Se hará referencia al tra-
1. Las betalactamasas plasmídicas de clase A, denominadas tamiento de primera línea para cubrir sólo a este grupo de
de amplio espectro o betalactamasas clásicas o penicilinasas. gérmenes.
Los géneros Salmonella, Shigella y Yersinia, agentes cau- mórbidos o alteraciones estructurales de la vía urinaria. To-
santes principalmente de patología infecciosa digestiva se das ellas tienen como agente etiológico en un 70-80% de los
explican en un capítulo aparte. casos a E. coli13. Dada su alta incidencia, en la actualidad plan-
tean un problema de gran relevancia socioeconómica y, sobre
todo, de resistencias antibióticas, tanto en las infecciones ad-
Escherichia coli quiridas en la comunidad como en las hospitalarias.
Ante el diagnóstico de una infección urinaria no complica-
Es la más importante de las enterobacterias y la descrita con da, se aconseja el inicio de antibioterapia empírica vía oral y
más frecuencia como causa de patología en los seres humanos. endovenosa en las formas complicadas. Estas últimas siempre
Está ampliamente difundida, como ya se ha mencionado pre- deben ingresarse, excepto en mujeres sin compromiso del es-
viamente, pudiendo producir diversos tipos de infecciones, tado general; cualquiera de las situaciones restantes deben te-
tanto de adquisición en la comunidad como nosocomial7,8. ner un seguimiento hospitalario las primeras 48 horas.
Una vez iniciado el tratamiento empírico, éste puede con-
Bacteriemias primarias tinuarse con el antibiótico adecuado vía oral14. Según diversos
E. coli es el agente causal más frecuente de bacteriemia por estudios, el pronóstico de la infección va a ser favorable si el
gramnegativos. En las bacteriemias adquiridas en la comuni- tratamiento empírico que se pauta es finalmente adecuado
dad suelen ser secundarias a infecciones de la vía urinaria y para el tratamiento de la bacteria que se aísla a posteriori. Este
menos frecuentemente de vía biliar, en particular cuando hay esquema inicial va a estar dado por la sensibilidad y resistencia
alteración del flujo urinario o cuerpos extraños. Las bacterie- de los gérmenes habituales en esa área geográfica y por la for-
mias intrahospitalarias suelen asociarse a herida quirúrgica o ma de presentación de la infección urinaria.
a dispositivos: catéteres endovenosos, sondas vesicales, tubos Las opciones de tratamiento para infecciones urinarias
de drenaje, tubos endotraqueales. por E. coli se recogen en la tabla 4. Se consideran complicadas
El tratamiento empírico endovenoso debe ser iniciado cuando el proceso infeccioso se presenta en el sexo masculino, con
inmediatamente después de obtener los hemocultivos, pues obstrucción de la vía urinaria, cuerpos extraños o residuo post-mic-
la administración precoz de un antibiótico adecuado dismi- cional, tras procedimientos urológicos recientes o en un trasplantado
nuye la mortalidad9. La elección del antibiótico debe tener renal. Como se desarrolla en el cuadro, el tratamiento inicial
en cuenta: los antecedentes del paciente, las comorbilidades, de las formas complicadas debe ser endovenoso hasta la re-
los síndromes clínicos y los resultados de cultivos previos. misión de la fiebre, pasando luego a un antibiótico vía oral
Ningún estudio aleatorizado reciente ha evaluado cuál es el hasta completar 14 días15. Debemos recordar que no está
tratamiento empírico más adecuado y las recomendaciones aprobado el uso durante el embarazo de trimetropin-sulfa-
actuales se basan en estudios retrospectivos u observaciona- metoxazol (cotrimoxazol) ni de fluoroquinolonas por el ries-
les10. Para las formas comunitarias o asociadas a cuidados go de teratogenicidad.
sanitarios, se aconseja como tratamiento empírico amoxicili- En el caso de las infecciones adquiridas a nivel nosoco-
na-clavulámico o ceftriaxona en pacientes estables y ertape- mial, no tenemos que olvidar la prevalencia, cada vez mayor,
nem (para cubrir BLEE) en pacientes con sepsis grave o de cepas productoras de BLEE, que son clínicamente resis-
shock séptico. La monoterapia con ceftriaxona, ceftazidima tentes a todos los betalactámicos a excepción de los carbape-
o cefepima es adecuada en bacteriemia primaria nosocomial nemes (imipenem, meropenem, ertapenem), y que frecuen-
con baja incidencia local de bacterias multirresistentes; cuan- temente tienen resistencia asociada a fluoroquinolonas.
do esta incidencia es elevada, en pacientes con sepsis grave o Siempre hay que tener en cuenta este tipo de cepas en aque-
shock séptico y también en todos los portadores de sonda llas unidades hospitalarias donde son prevalentes.
vesical permanente, deben cubrirse también Pseudomonas
aeruginosa, Enterococcus spp. y Staphylococcus aureus meticilin- Infecciones respiratorias
resistente: usar piperacilina-tazobactam o imipenem o mero- E. coli produce cuadros de neumonía grave en pacientes hos-
penem, combinados con vancomicina y añadiendo un anti- pitalizados, frecuentemente acompañados de una reacción
fúngico si hay factores de riesgo de candidemia. Con inflamatoria sistémica intensa en forma de sepsis grave o
respecto al tratamiento sinérgico con un aminoglucósido, shock séptico. También hay que tenerla presente como agen-
dos metaanálisis concluyen que la asociación con un amino- te etiológico en pacientes ambulatorios con patología de
glucósido no ofrece ninguna ventaja con respecto a la mono- base que favorece la colonización faríngea: diabetes mellitus,
terapia y aumenta la nefrotoxicidad11. alcoholismo, trasplantados y enfermedad pulmonar obstruc-
Aunque la duración del tratamiento no está bien defini- tiva crónica (EPOC).
da, en general se recomiendan 7-14 días de tratamiento para Con respecto al tratamiento, como en todo proceso gra-
las bacteriemias primarias no complicadas12. ve, tiene que instaurarse en forma precoz con un antibiótico
eficaz16. Teniendo en cuenta el aumento de las cepas de E. coli
Infecciones del tracto urinario productoras de BLEE, el tratamiento empírico inicial podría
Hay diversas clasificaciones de las infecciones urinarias: a) de incluir un carbepenem o tigeciclina, sólo o en asociación con
acuerdo con la localización, en altas y bajas; b) por el lugar un aminoglucósido o ciprofloxacino. Tras 48 a 72 horas de
específico de compromiso, en bacteriuria asintomática, cisti- dosis máximas, éstas pueden disminuirse y se puede valorar
tis, uretritis y pielonefritis y c) complicada o no complicada, la terapia secuencial. La duración del tratamiento debería
de acuerdo a la presencia de síntomas sistémicos, estados co- individualizarse en función de la gravedad de la enfermedad
TABLA 4
Tratamiento de las infecciones urinarias por enterobacterias (especialmente Escherichia coli)
y la respuesta al tratamiento. Aunque las normas de la Ame- (amoxicilina-ácido clavulánico, piperacilina-tazobactam, am-
rican Thoracic Society (ATS) recomiendan una duración de 14 picilina-sulbactam) y los carbapenemes (especialmente erta-
a 21 días para infecciones graves producidas por E. coli, pro- penem); otra alternativa es la asociación de cefalosporinas de
bablemente sea adecuado un curso de 7-10 días17. tercera generación con metronidazol19.
✔
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