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MAPA DE LA ANTIGUA ROMA

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Según la leyenda, Roma fue fundada por los hermanos Rómulo y Remo, como bien se sabe, cerca del año 753 a.C., cuando
se integraron las aldeas vecinas que vivían en las colinas cercanas a la metrópoli. Los arqueólogos destacan que hacia el
siglo VIII a.C. hubo un asentamiento de las aldeas neolíticas en tales colinas, pobladas por sabinos y latinos, también se
ha comprobado que los antiguos romanos hablaban latín y eran pastores cuyo desarrollo inicial estuvo influido por los
etruscos y los antiguos griegos.

El desarrollo de la antigua Roma estuvo constituido por tres etapas principales, las cuales fueron:

 La monarquía, 753-509 a.C.

 La República, 509-31/27 a.C.
 El Imperio, 31/27 a.C. – 476 d.C.

La influencia cultural de los etruscos se remonta a los tiempos más antiguos de Roma. Destaca incluso el hecho de que
tres monarcas de origen de etruscos gobernaran Roma entre los años 616 y 509 a.C. A ellos se debe la urbanización de
Roma y la construcción del primer sistema de alcantarillado de la cuidad (cloaca máxima)- que aún se mantiene en pie-, el
circo máximo, murallas, acueductos, casas-habitación, templos, tiendas, mercados y calles como la Vía Sacra.

Los etruscos aportaron a los antiguos romanos su alfabeto, que venía derivado del griego y que fue adaptado
posteriormente para conformar el alfabeto latino; la técnica de fundición de metales; la introducción de innovaciones
arquitectónicas como el arco, la cúpula y la bóveda; el uso de la toga y manto corto, que sólo utilizaban los ciudadanos
romanos.

En lo que concierne a la influencia que tuvo Grecia en Roma, que tuvo que ver mucho por mano de los etruscos y las
actividades comerciales que se llevaron a cabo con los habitantes de la Magna Grecia. Así fue como los griegos
comenzaron a ejercer un papel importante en Lacio, aportando a etruscos y romanos su sistema alfabético, además de los
modelos políticos y artístico-culturales que se proyectarían en algunas instituciones políticas, el pensamiento, la religión, la
ciencia, la escultura y la arquitectura que desarrollaron los romanos.

La dinámica social de la civilización romana estuvo marcada por la actuación de varios grupos que conformaron su
sociedad como los Patricios o jefes de tribus, después le seguían los plebeyo que a diferencia de los patricios no eran de

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origen estrictamente romano y gentilicio, y por último el grupo de los esclavos quienes fueron la principal fuerza de trabajo
para los romanos, estos grupos tuvieron participaciones en ciertos temas políticos, en crisis económicas o en un nuevo
territorio conquistado.

La Monarquía (753-509 a.C.)

Roma fue gobernada durante el periodo de la monarquía por sietes reyes, pero poco se sabe de los primeros cuatro
que ejercieron el poder; respecto a los últimos tres se ha señalado que eran de origen etrusco y fueron los que
impulsaron la urbanización con obras públicas.

Los monarcas gobernaron justificándose con su supuesto mandato divino, actuando como legisladores o jueces
supremos, jefes supremos del ejército y sacerdotes con facultades para interpretar la voluntad de sus dioses. Junto con el
monarca también existía un pequeño grupo minoritario que se conformaba por ancianos, todos patricios, que hacían la
labor de consejeros, aunque mas bien fue un grupo subordinado al monarca.

Del mismo periodo data el impulso a la producción y a las actividades comerciales, la instauración de colegios
sacerdotales y la formación del ejército dividido en centurias.

La República (509-31 a.C.)

Inconformes con la centralización del poder de los monarcas, y luego de expulsar al último de ellos, el senado
estableció un gobierno republicano cuya larga permanencia transcurrió en medio de múltiples transformaciones.

En términos socio-políticos destacan los conflictos entre patricios y plebeyos, los primeros por mantener y acrecentar
su poder y los segundos por obtener derechos de ciudadanía.

En lo que toca al gobierno y a la administración pública, la República paso por diversos momentos de estructuración,
aunque sus bases constitutivas residieron en la ciudadanía, los comicios o asambleas, la magistratura y el senado, este
último era el órgano que detentaba casi todo el poder pues se encargaba de promulgar leyes y tomar decisiones en

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materia de elecciones, reparto de tierras, acuñación de moneda, finanzas, rendición de cuentas y política exterior e
interior. Para ello se auxiliaba de la magistratura, un cuerpo de funcionarios que se encargaba de operar asuntos
relacionados con la guerra, el censo poblacional, las obras públicas, la recaudación fiscal, entre otras funciones.

En lo que concierne a la economía, La República se valió de las grandes extensiones de territorios conquistados para
obtener tierras, esclavos, tributos, soldados y muchos recursos más, con esto se permitió el florecimiento de la actividad
comercial, la consolidación de la propiedad privada y de los latifundios, pero solo a favor de los patricios y los
comerciantes, al ser ellos los beneficiados directos, pero existía el otro lado de la moneda, que era explotación y el
aumento en el número de esclavos, ya que la competencia de los pequeños propietarios era mínima en comparación con
la que tenían los comerciantes privilegiados, en algunos lugares la pobreza aumento a tal grado que el número de pobres
aumento y con ello las insurrecciones ante un gobierno esclavista.

Junto con esa crisis, sobrevino otra de tipo político, que el grupo dirigente capitalizó para concentrar el poder en sus
manos, preparando el camino hacía una nueva monarquía no sin antes haber pasado ellos mismo por momentos de
enconados enfrentamientos, traiciones y asesinatos, como el de Julio César, en el año 44 a.C., hecho que marca el fin de
la República.

El Imperio (31 a.C.- 476 d.C.)

Tras un periodo de inestabilidad política, se impuso un gobierno monárquico o principado, concentrado en las manos de
un primer senador y un emperador asumido este último por Octavio Augusto (63 a.C.- 14 d.C.) en el año 31 a.C., después
de derrotar a Marco Antonio (83-30 a.C.) y su aliada Cleopatra (69-30 a.C.).

Octavio Augusto confirmó la capacidad de los romanos de la etapa republicana tuvieron para constituir un Estado
multinacional y unificar pueblos con culturas diversas mediante el proceso de romanización impulsado en Europa, Medio
Oriente y al norte de África. Logro establecer un relativo periodo de paz que sirvió de marco para impulsar el máximo
esplendor que tuvo a civilización romana en la antigüedad, reflejada en la producción artística y la relación de obras
públicas.

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 En la vastedad del Imperio romano surgieron condiciones que sembraron su gradual declive. En medio de una crisis
generalizada, fue dividido en la parte occidental y oriental. Esta última logró superar la crisis, en tanto la primera, débil
como se hallaba, fue conquistada por los germanos en el año 476 d.C., este hecho marca el fin de la Antigüedad y el
comienzo de la Edad Media.

Cultura, ciencia y artes Romanas.

La cultura romana se enriqueció al contacto con la culturas oriental y griega, en el teatro se destacan Plauto y
Terencio. Como historiadores César, quien escribió: “Los comentarios de las guerras de Galias”; Salustio, quien nos dejó
“La conjuración de Catilina”, y Tito Livio, una “Historia de Roma”.

Cultivaron las matemáticas, la medicina, la geografía, el derecho, la geometría, las ciencias naturales, etc. Se
destacaron en pintura, escultura y arquitectura.

La pintura romana se inspiró en la griega y se realizaba en murales y frescos, mientras que la escultura siguió en el
comienzo de los modelos etruscos, después se fijaron en el estilo griego. En Roma aparecen las primeras estatuas
ecuestres de gran tamaño.

La arquitectura esté representada en los templos, casas, foros, basílicas, termas, circos, anfiteatros, arcos de triunfo

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Análisis de imagen

Fresco hallado en Pompeya. En el 79 d.C. Pompeya quedó sepultada de cenizas tras una erupción
del volcán Vesubio. Este cruel manto de polvo permitió que se conserven sus elementos en un estado
magnífico, como una fotografía gigantesca con 2000 años, gran parte de estas pinturas se encuentran en el
actual museo Arqueológico de Nápoles.

Mapa del territorio ocupado por los primeros

cristianos

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 En el pleno Imperio romano nace una nueva religión: el Cristianismo. Este crece sin apenas ser advertido, absorbiendo
las formas que le rodean, es decir, las que provienen del mundo romano, para evolucionar hacia un estilo propio y crear
una iconografía propia, es por ello que estas nueva religión y las antiguas costumbres romanas chocaban entre sí, ya que
mientras los romanos se regían por una doctrina politeísta, los cristianos se regían por un solo dios “El Mesías”.

Dentro del arte paleocristiano podemos establecer dos momentos diferentes: que tienen como el límite el año 313
d.C., fecha del Edicto de Milán, mediante el cual el emperador Constantino convirtió al Cristianismo en religión oficial del
Imperio Romano. Antes del 313 las prácticas cristianas estaban proscritas y perseguidas. En aquel momento no existían
edificios específicos en que los cristianos pudiesen desarrollar sus cultos. Después de esa etapa tan oscura para el
cristianismo, surgió la luz y con ello llega también la paz a la Iglesia.

Arquitectura anterior al Edicto de Milán

Los primeros creyentes carecían de los medios suficientes para construir edificios en que celebrar sus cultos. Se
reunían en cualquier lugar, en ocasiones en la casa de uno de los fieles denominada domus ecclesiae. La habitación más
importante de esta era el comedor, puesto que el momento principal de la liturgia es la comunión. Por lo tanto, hasta el
año 200 los lugares de reunión de los creyentes eran arquitecturas domésticas.

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 A partir de ahí los espacios debían cumplir dos funciones: servir para el desarrollo de las liturgias y además ser los
lugares en que se enterrasen a los fieles difuntos. Por aquel entonces las liturgias estaban ya perfectamente
normalizadas, ahora el lugar de reunión era más amplio que un comedor, en él, el clero y los fieles estaban separados se
establecía que en primer lugar se sentasen los niños, detrás los hombres y, por último, las mujeres.

En cuanto a las ceremonias funerarias, podemos decir que los cristianos rechazaban la cremación, empleada por los
romanos, ellos preferían enterrar a sus difuntos, además el creyente no debía estar al lado de un pagano, lo cual se hizo
cada vez más difícil. Por ello construyeron grandes cementerios subterráneos –catacumbas- que constan de nichos
excavados en las paredes, denominados loculi, cerrados con lápidas de mármol. Hay que aclarar que las catacumbas no
son lugares en los que se celebraban las liturgias a escondidas en épocas de persecuciones como tradicionalmente se ha
creído.

Arquitectura posterior al Edicto de Milán

A partir del edicto de Milán, el cristianismo se convierte en la religión oficial del imperio. Constantino se considera a sí
mismo como uno más de los apóstoles de Jesucristo. Por otro lado su madre Santa Helena, fue una importante
promotora de la arquitectura, ya que esta nueva religión necesitaba sitios en donde congregarse

Del mundo romano tomaron la basílica, la basílica cristiana tiene tres o cinco naves separadas por columnas sobre las
que aparecen arcos de medio punto. El crucero está claramente marcado en la planta como elemento de separación. La
cubierta es de madera, la nave central a dos aguas y las laterales a una, mientras que el ábside se cubre con bóveda de
horno.

Pero no sólo se construyen edificios de planta basilical, existen algunos de planta central. Normalmente las plantas
centrales se reservan para lugares en que se albergan los restos de algún santo o de un mártir, es decir, tienen un
contenido funerario, o bien en los que se administra el sacramento del bautismo.

La pintura y el mosaico

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 La pintura mural tuvo un gran desarrollo a lo largo de todo el arte paleocristiano. Se utilizó principalmente para decorar
las paredes de las catacumbas. La importancia de estas manifestaciones artísticas radica en que con ellas se sientan las
bases de la iconografía que se va a utilizar lo largo de todo el arte medieval.

Los frescos cubren bóvedas y las paredes, que se organizan dividiendo los espacios con líneas, muestran imágenes
de fuerte contenido simbólico.

El estilo es rápido e impresionista, no existe gran variedad cromática y no se pretende representar la realidad de forma
fidedigna sino transmitir un mensaje religioso, como sucederá a lo largo del arte medieval.

La escultura

La escultura paleocristiana se limita prácticamente a los sarcófagos y alguna que otra escultura del Buen pastor. Los
sarcófagos ya aparecían en época romana, así pues, se puede decir que los paleocristianos son una evolución de estos.

Se decoraba la parte frontal y la cista. Los temas eran de suma representación religiosa, algunos de ellos están
decorados con estrígiles, que derivan de ondulaciones que se conseguían imprimiendo sobre una superficie los objetos
metálicos del mismo nombre que los deportistas griegos empleaban para retirar la arena que se pegaba a su cuerpo.

El arte copto

Con este término se designan las manifestaciones artísticas cristianas que se desarrollaron en Egipto tras las
invasiones árabes y que tienen lugar, por tanto, entre los siglos V y VI. Se caracterizaba por el rigor y la severidad y
adoptarán en muchos sentidos elementos del arte egipcio.

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 La arquitectura está representada por iglesias de reducidas proporciones, de planta rectangular y gruesos muros. En
el interior una o tres naves separadas por columnas, con uno o tres ábsides semicirculares en el interior, mientras que en
el exterior son cuadrados.

La escultura prefiere los temas vegetales y los contrastes acusados entre luces y sombras. En ella perviven muchas
resonancias de lo tardohelenístico.

Uno de los campos en los que más destacó el arte copto fue la producción textil.

Análisis de imagen.

Basílica de San Lorenzo, Milán.

La Basílica de San Lorenzo Maggiore es una iglesia cristiana ubicada en Milán

que fue construida en el periodo romano a finales del siglo IV

Mapa de difusión del arte Gótico

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 Eso que llamamos “arte gótico” aparece por primera vez en L´île de France a finales del siglo XII y pasa a extenderse desde aquí a la
mayor parte de los países europeos. Estamos ante un fenómeno de vital importancia que ha de ser interpretado como l materialización de los
trascendentes cambios, no solo económicos, políticos y sociales, que tuvieron lugar a lo largo de los últimos siglos de la Edad Media, sino
también cambios decisivos en la mentalidad de la época que preparan el camino para la llegada del renacimiento. La secularización de la
sociedad, el desarrollo de las ciudades y los descubrimientos geográficos propiciados por las innovaciones en el campo de navegación, irán
aproximando paulatinamente al hombre al centro de la creación.

El origen del término gótico posee, como muchos otros, una fuerte connotación negativa. La palabra gótico viene a significar “godo” y era
utilizada por los humanistas renacentistas para referirse a un tipo de escritura medieval contrapuesta a la escritura “romana”. Más tarde su
utilización se hizo extensiva a la arquitectura y finalmente, al resto de las manifestaciones artísticas como la pintura, la escultura y las artes
menores. El Romanticismo será el movimiento que se ocupe de revalorizar este estilo que, durante mucho tiempo, fue despreciado por su
alejamiento de la estética clásica.

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