Sie sind auf Seite 1von 10

Universidad de Chile

Instituto de Asuntos Públicos

Diploma
Gestión Financiera de Instituciones Públicas

Apunte 4
Módulo Ejecución Presupuestaria (2019)

Dictámenes seleccionados de la Contraloría General de la República

Prof.: Miguel Ángel Cornejo Rallo


Ejecución Presupuestaria – Subtítulo 24 Transferencias Corrientes

Dictamen N° 22.745 Fecha: 12-IX-2018

Materia: Bienes de uso que indica, adquiridos con cargo a las asignaciones presupuestarias que señala, deben ser
restituidos a la DIRECON.

- La Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON) consulta acerca del destino de los
bienes adquiridos por la Corporación Cultural de la Cámara Chilena de la Construcción con cargo a los recursos
transferidos para la ejecución del proyecto "Expo Milán 2015".
En particular, requiere se precise si los activos tales como, computadores, proyectores, impresoras, entre otros,
deben ser devueltos a ese servicio en su calidad de otorgante de los fondos, dado que se encuentra finalizado el
funcionamiento de la oficina a cargo de su desarrollo.
Requeridos sus informes, el Ministerio de Relaciones de Exteriores y la Dirección de Presupuestos manifiestan que
los referidos bienes deben ser restituidos a la DIRECON.
Como cuestión previa, es útil recordar que nuestro país participó en la Exposición Mundial Expo Milán 2015, que
tuvo lugar en esa ciudad, entre el 1° de mayo y el 31 de octubre del año 2015, con el objetivo general de fortalecer
la imagen de Chile como potencia agroalimentaria, y en general, fomentar el intercambio comercial.
Para tal efecto, por decreto N° 71, de 2013, del Ministerio de Relaciones Exteriores, se nombró a un Comisionado
General, para que organizara y llevara adelante la participación de Chile, estableciendo el artículo segundo, inciso
segundo, de dicho acto administrativo que este “podrá efectuar todas las acciones y celebrar todos los actos
jurídicos destinados a lograr la mejor participación del país en el aludido evento, con cargo a los recursos humanos
y financieros que se otorguen al efecto”.
En virtud de la referida facultad, el Comisionado General designó a la Corporación Cultural de la Cámara Chilena
de la Construcción como receptora y administradora de los fondos destinados a la organización de la iniciativa en
comento.
En ese contexto, la DIRECON conjuntamente con la comparecencia del mencionado comisionado, suscribió
convenios de transferencias de recursos con la señalada corporación, los cuales fueron aprobados a través de la
resolución exenta N° J-1.195, de 2013, y las resoluciones N°s. 39, de 2014; 1, de 2015; y 105, de 2016, todas de
ese servicio, con cargo a las asignaciones 24-01-607, del programa 02 de su presupuesto, previstas en las leyes de
presupuestos de los años 2013, 2014, 2015 y 2016, respectivamente.
El considerando 6° del primer acuerdo citado -replicado en similares términos en los instrumentos celebrados en
los años siguientes-, estableció que el indicado comisionado solicitó a la corporación en cuestión su colaboración
en tareas de apoyo y gestión administrativa, aceptando esta última constituirse como entidad receptora y
administradora de los recursos. A su turno, la cláusula tercera de los reseñados convenios, contempló, entre las
líneas de actividades de la iniciativa en comento, la denominada “operación y administración del proyecto”, que
incluía, entre otros egresos, los gastos operacionales necesarios para su ejecución, naturaleza que precisamente
revisten los egresos realizados para la adquisición de los bienes por los que se consulta. consulta.
Establecido lo anterior, cabe señalar que la iniciativa en análisis fue financiada con el subtítulo 24, ítem 01,
transferencias corrientes al sector privado -del presupuesto de DIRECON-, las que, conforme al decreto N° 854,
de 2004, del Ministerio de Hacienda, que determina las clasificaciones presupuestarias, comprenden los gastos
por concepto de transferencias directas a personas, y las transferencias a instituciones del sector privado, con el
fin específico de financiar, en lo que interesa, programas de funcionamiento de dichas instituciones.
Ahora bien, del examen de los convenios de transferencia suscritos y de los demás antecedentes tenidos a la vista,
aparece que la referida corporación asumió la labor de apoyar al Comisionado General en la gestión administrativa
del proyecto, a fin de permitir su ejecución, comprendiendo, entre otras tareas, la implementación de una
secretaría general en nuestro país y en Italia; la contratación de personal, de bienes y servicios; y el desarrollo del
proceso licitatorio para el diseño y construcción del pabellón presentado por Chile.
Luego, en atención a la naturaleza de las funciones encomendadas por la DIRECON al comisionado y a la referida
corporación, es posible concluir que los caudales públicos contemplados en las reseñadas asignaciones
presupuestarias les fueron asignados en administración, para ser aplicados a la implementación del proyecto, y
sujetos a la pertinente rendición de cuentas.
De este modo, y a diferencia de si se tratara de una entidad privada receptora que es destinataria final de haberes
públicos, los recursos en cuestión no les fueron entregados en propiedad, y por ende, tanto dichos fondos como
los bienes adquiridos con cargo a los mismos no se incorporaron al patrimonio de dicha persona jurídica (aplica
criterio contenido en los dictámenes N°s. 47.064, de 2005 y 65.470, de 2010).
Siendo ello así, finalizado el proyecto y una vez concluida la labor asumida por la Corporación Cultural de la Cámara
Chilena de la Construcción -lo que habría ocurrido a fines del año 2017, según indica el servicio recurrente-,
corresponde que los activos adquiridos para la ejecución del programa, sean restituidos a la DIRECON.
Finalmente, procede que ese servicio reconozca contablemente los activos de que se trata, según corresponda,
en las cuentas nivel 1 del subgrupo 141 “Bienes de uso depreciables”, con abono a la cuenta nivel 1, 31102
Resultados Acumulados, conforme al Plan de Cuentas contenido en la resolución N° 16, de 2015, Normativa del
Sistema de Contabilidad General de la Nación NICSP-CGR Chile, de este origen.
Saluda atentamente a Ud.
Jorge Bermúdez Soto
Contralor General de la República

Dictamen N° 13.332 Fecha: 29-V-2018

Materia: Los organismos públicos que celebren un convenio de transferencia pueden acordar que el receptor le
entregue copias de los documentos fundantes del gasto al otorgante como una medida de buena administración.

- La ex Directora General de Relaciones Económicas Internacionales requiere un pronunciamiento sobre la


procedencia de que en los convenios de transferencia suscritos entre organismos del sector público se exija que
los receptores le entreguen a los otorgantes una copia de los documentos contables de egreso como condición
para aceptar los gastos de la rendición de cuentas.
Explica que dicho requisito implica una importante sobrecarga de trabajo para su área administrativa
considerando que esa entidad ha suscrito alrededor de 40 de este tipo de acuerdos con los gobiernos regionales
de todo el país para ejecutar programas o proyectos de fomento y promoción de exportaciones, y estima que no
sería admisible establecer exigencias mayores que las previstas en la resolución N° 30, de 2015, que Fija Normas
de Procedimiento sobre Rendición de Cuentas.
Al respecto, el inciso primero del artículo 26 de la referida resolución N° 30, de 2015, que regula las transferencias
entre servicios públicos, prescribe que “El servicio otorgante rendirá cuenta de la transferencia con el
comprobante de ingreso emitido por el organismo receptor, el que deberá especificar el origen de los recursos”.
Por su parte, el inciso segundo agrega que “El ingreso, egreso y traspaso de los recursos presupuestarios o
extrapresupuestarios, así como su inversión, serán examinados por la Contraloría General en la sede del
organismo receptor o mediante el acceso a los sistemas de tratamiento automatizado de información en donde
se almacene la documentación pertinente”, mientras que su inciso tercero, añade que “el organismo receptor
estará obligado a enviar a la unidad otorgante un comprobante de ingreso por los recursos percibidos y un informe
mensual y final de su inversión, los que servirán de base para la contabilización del devengamiento y del pago que
importa la ejecución presupuestaria del gasto por parte de la unidad otorgante”. Por último, su inciso quinto
señala que “En todo caso, cuando el organismo receptor tenga la calidad de ejecutor, deberá proporcionar
información sobre el avance de las actividades realizadas”.
De este modo, la resolución N° 30 actualmente vigente dispone que las entidades del sector público que
transfieran recursos a organismos del mismo sector deben requerirles a estos últimos que les remitan el
comprobante de ingreso y los informes mensuales y finales de rendición de cuentas, además de los informes de
actividades cuando tengan la calidad de ejecutores de las respectivas actividades. Pues bien, en consonancia con
la jurisprudencia de este origen, contenida en el dictamen N° 42.623, de 2012, las exigencias anteriores
constituyen el marco jurídico básico al cual deben sujetarse los organismos públicos que realizan transferencias
de fondos, lo cual es sin perjuicio de contar con la facultad para adoptar en los respectivos actos administrativos
aquellas medidas que estimen necesarias para velar por su debido empleo y la correcta justificación de los gastos.
Lo anterior incluye la fijación de las condiciones específicas a las que deberá sujetarse la presentación de la
rendición de cuentas, en la medida que no paralicen o entorpezcan la continuidad del servicio público.
Por lo tanto, aun cuando el organismo público receptor es quien debe mantener en su poder la documentación
original fundante del gasto a disposición de esta Contraloría General, resulta jurídicamente procedente que el
otorgante pacte la entrega de fotocopias o digitales de tales instrumentos como una medida adicional de buena
administración que le permita verificar la correcta inversión de los recursos entregados. Refuerza la conclusión
anterior, la circunstancia de que el artículo 20, letra d) de la ley N° 19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno
y Administración Regional, señala que los gobiernos regionales tienen la atribución de “Disponer, supervisar y
fiscalizar las iniciativas que se ejecuten con cargo a su presupuesto”, y que la jurisprudencia contenida en el
dictamen N° 19.109, de 2017, ha reiterado que tales entidades regionales tienen el deber de velar y controlar la
correcta aplicación de las transferencias que realicen con cargo al subtítulo 33 de sus presupuestos.
Por último, la circunstancia de que la medida anterior importe una significativa sobrecarga de trabajo para la
DIRECON deberá ser considerada por los gobiernos regionales otorgantes al momento de acordar los términos de
los convenios de transferencia que a futuro suscriban, o de modificar los actualmente vigentes, de manera de
cuidar que su cumplimiento no entorpezca la continuidad de las operaciones del receptor.
Saluda atentamente a Ud.,
Jorge Bermúdez Soto
Contralor General de la República

Dictamen N° 1.634 Fecha: 17-I-2019

Materia: Rechaza solicitud de autorización para rendir cuentas mediante el sistema electrónico que indica por no
cumplir con los requisitos del artículo 6° de la resolución N° 30, de 2015, de este origen.

- El Director del Servicio de Salud Metropolitano Occidente se ha dirigido a esta Contraloría General requiriendo
autorización para que los municipios que forman parte de su red puedan rendirle las cuentas de los recursos de
los programas de reforzamiento de atención primaria mediante el Sistema de Convenios y Transferencias (SISCOT)
a partir del 1 de enero de 2019.
Funda su solicitud en que dicho sistema informático estaría siendo utilizado por otros servicios de salud con
autorización de esta Contraloría General para monitorear y controlar la ejecución de los programas en las comunas
que forman parte de su territorio, y obtener información sobre las transferencias y los gastos efectuados por los
municipios.
Sobre la materia del presente requerimiento, el artículo 5° de la resolución N° 30, de 11 de marzo de 2015, de
esta Contraloría General, dispone que “Los órganos públicos y toda persona o entidad que esté obligada a rendir
cuentas ante la Contraloría General, podrán hacerlo, previa autorización de este Organismo, con documentación
electrónica o en formato digital”, mientras que el inciso primero de su artículo 6°, preceptúa que dicho permiso
deberá requerirse por escrito, indicando las razones de tal solicitud, y las características del sistema automatizado
de información que se pretende utilizar.
Seguidamente, el inciso segundo de este último artículo establece que, para otorgar dicha autorización, “la
Contraloría General verificará que las técnicas y medios electrónicos del servicio (…) fiscalizado sean compatibles
con los que ella utilice y que los sistemas automatizados de tratamiento de la información en que se almacena la
documentación electrónica o digital pertinente, cuenten con un nivel de resguardo y seguridad que garantice su
autenticidad, integridad y disponibilidad. Además, podrá fijar requerimientos mínimos con el fin de asegurar tales
características”.
Respecto del sistema informático propuesto por el peticionario, cabe hacer presente que tanto el Servicio de Salud
Metropolitano Norte como el Central requirieron a esta Contraloría General la autorización del uso del SISCOT, tal
como dan cuenta los oficios N°s 24.509, y 38.533, ambos de 2016, pero ninguna de dichas solicitudes ha sido
concedida por esta Entidad de Control puesto que no se ha verificado el cumplimiento de las condiciones aludidas
en el párrafo anterior.
Por lo tanto, atendido que el Servicio de Salud Metropolitano Occidente solicita rendir cuentas mediante un
sistema informático que no cuenta con la autorización previa de esta Contraloría General, y que en su
presentación tampoco cumple con especificar las características que exige el artículo 6° antes transcrito,
corresponde rechazar, por ahora, la solicitud de autorización del uso del SISCOT.
Saluda atentamente a Ud.
Jorge Bermúdez Soto
Contralor General de la República

Dictamen N° 9.741 Fecha: 08-IV-2019

Materia: Corresponde el reintegro de los recursos no ejecutados por Carabineros de Chile en el marco del
programa que indica. Aclara procedimiento contable en relación a tales fondos.

- El Director de Finanzas de Carabineros de Chile consulta si resulta procedente restituir los fondos no ejecutados
en el marco del financiamiento del Plan Nacional contra el Narcotráfico, transferidos por la Subsecretaría del
Interior en periodos anteriores al 2018, y en su caso, indicar el procedimiento contable más idóneo para llevar a
cabo la devolución de los saldos no invertidos.
Al respecto, el recurrente señala que atendidas las fechas en que fueron percibidos los recursos, se habría contado
con un tiempo insuficiente para adquirir las especies que se consideraron en los respectivos acuerdos de
voluntades. Agrega, que existirían compromisos con empresas adjudicatarias al haberse emitido órdenes de
compra, por lo que, en caso de corresponder el reintegro, Carabineros de Chile deberá asumir tales desembolsos
con cargo a su presupuesto, en desmedro de la inversión destinada al rodaje institucional.
Requerido su informe, la Subsecretaría del Interior expone que en el marco del “Plan Nacional Contra el
Narcotráfico” se entregaron recursos a la mencionada institución policial, en conformidad a lo aprobado en las
leyes de presupuestos de los años 2015, 2016 y 2017 por un total de $4.828.030.000, de los cuales fueron rendidos
$3.205.932.207, quedando $1.622.097.793 pendientes de ejecución.
Seguidamente, precisa que, de haber saldos no utilizados, estos deben ser reintegrados a rentas generales de la
Nación. Asimismo, indica que dicha restitución se solicitó en reuniones sostenidas con la Dirección de Finanzas de
Carabineros de Chile, el Departamento de Finanzas y la División de Seguridad Pública de esa subsecretaría,
teniendo en consideración la baja ejecución que presentaban tales fondos.
Sobre el particular, cabe señalar que las leyes N°s. 20.882 y 20.981, de presupuestos de los años 2016 y 2017,
contemplaron recursos para ser transferidos a Carabineros de Chile en la Partida 05, Capítulo 10, Programa 01,
Subtítulo 33, Ítem 02, Asignación 031 “Plan Nacional Contra el Narcotráfico-Carabineros de Chile”. En términos
similares, se previó la asignación 33-02-104 para el ejercicio de 2015.
Enseguida, de los antecedentes examinados se aprecia que, si bien no se dictaron actos aprobatorios de las
respectivas transferencias, las entidades otorgante y receptora suscribieron acuerdos denominados “protocolos”
-sancionados a través de los decretos exentos N°s. 4.557, de 2015; 2.258, de 2016 y 1.285, de 2017, a fin de regular
un programa de trabajo para la ejecución de los fondos, previéndose que dichos instrumentos tendrían una
duración hasta el 31 de diciembre de las respectivas anualidades, salvo el del año 2015, que consideró su vigencia
mientras existieran disponibilidades financieras.
Asimismo, los referidos documentos previeron la obligación de sujetarse a la resolución N° 30, de 2015, de este
origen, que Fija Normas de Procedimientos sobre Rendición de Cuentas.
En ese contexto, en lo que concierne a la obligatoriedad de restituir los saldos no ejecutados, es del caso advertir
que las transferencias de recursos públicos suponen que ejecutados, es del caso advertir que las transferencias
de recursos públicos suponen que los fondos están destinados a la ejecución de un programa o proyecto por parte
del organismo receptor, en el marco de sus propios fines u objetivos, cuyos lineamientos se encuentran en la
norma legal o en la asignación presupuestaria que las regula, y con mayor detalle en el convenio a través del cual
se formalizan, de manera tal que si bien dichos recursos pasan a integrar el patrimonio de la institución receptora,
quedan afectos al cumplimiento de la antedicha finalidad (aplica dictámenes N°s. 80.238 de 2011, y 19.326, de
2013, entre otros).
Siendo así, la institución beneficiaria del aporte se encuentra en el imperativo de restituir aquellos caudales que
no hayan sido invertidos en los objetivos prefijados por el programa y los convenios respectivos, dentro del
período establecido para la ejecución del proyecto o programa de que se trate y, de igual manera, el otorgante de
los fondos tiene el deber de requerir su reintegro, lo que es aplicable aun cuando ello no se hubiere contemplado
expresamente en los acuerdos suscritos por las partes (aplica dictamen N° 19.326, de 2013).
Tal conclusión es concordante con el principio de legalidad del gasto público, consagrado en los artículos 6°, 7° y
100 de la Constitución Política de la República; 5° de la ley N° 18.575, y 56 de la ley N° 10.336, conforme al cual
los servicios públicos deben actuar con estricta sujeción a las atribuciones que les confiere la ley y, en el orden
financiero, atenerse a las disposiciones que al efecto regulan el egreso.
No obstante, lo señalado no tiene aplicación en aquellos supuestos en que al término del respectivo ejercicio
presupuestario el plazo para la ejecución de las actividades previstas aún está vigente o este ha sido prorrogado
expresamente por las partes, en cuyo caso no procede la restitución de los remanentes del período, pues se trata
de haberes que continúan empleándose en el fin para el cual fueron otorgados (aplica dictamen N° 43.624, de
2017).
Ahora bien, en la situación en estudio, de los antecedentes tenidos a la vista, se advierte que el protocolo del año
2015 permitía continuar empleando los recursos entregados mientras existiera disponibilidad financiera, de modo
que los haberes pendientes de ejecución podrían seguir siendo utilizados en las actividades previstas, aspecto
que, en todo caso, corresponde ponderar a la Subsecretaría del Interior de acuerdo a los antecedentes de que
disponga en relación al estado de avance en el cumplimiento de los compromisos pactado, pudiendo determinar,
en su caso, el término anticipado del acuerdo celebrado y la correspondiente devolución de los fondos.
Diverso es el caso de los fondos transferidos y no ejecutados en los años 2016 y 2017, pues no habiendo sido
invertidos dentro de la anualidad establecida en los respectivos protocolos, y no constando que se hubieren
prorrogado expresamente los acuerdos suscritos, corresponde que tales remanentes de recursos sean devueltos.
De lo expuesto, es dable concluir que resulta procedente que la Subsecretaría del Interior requiera a la Dirección
de Finanzas de Carabineros de Chile la restitución de los saldos no utilizados o no rendidos al término de los años
2016 y 2017.
No altera lo concluido, el que existan compromisos pendientes de la entidad receptora con terceros, los que en
todo caso no se acreditan, pues conforme a lo expuesto, esa entidad pudo adoptar medidas a fin de solicitar
oportunamente la prórroga de los instrumentos suscritos para concluir con las actividades previstas, lo que no se
aprecia en la especie. Lo anterior, salvo que se trate de obligaciones devengadas al término del respectivo ejercicio
presupuestario, esto es, que sean exigibles, encontrándose pendiente únicamente su pago efectivo.
Por su parte, en cuanto al destino final de los referidos remanentes, cabe consignar que la ley de presupuestos
del año 2017, a diferencia de ejercicios anteriores -en que los saldos debían incorporarse en el presupuesto del
otorgante-, estableció en el párrafo final del inciso primero de su artículo 7°, que “Con todo, los saldos de recursos
transferidos en el ejercicio anterior y no utilizados por los organismos receptores, deberán ser ingresados a Rentas
Generales de la Nación”.
Misma norma se repitió en la ley N° 21.053, de presupuestos para el año 2018, previendo que “los saldos de
recursos transferidos en el ejercicio anterior, no utilizados por los organismos receptores y que deban ser
reintegrados, deberán ser ingresados a Rentas Generales de la Nación”.
Como puede apreciarse, durante los años 2017 y 2018, los saldos de recursos transferidos y no utilizados en los
ejercicios presupuestarios 2016 y 2017, han debido ser ingresados por Carabineros de Chile a rentas generales de
la Nación, por lo que corresponde que esa entidad adopte las providencias necesarias para dar cumplimiento a
dicho imperativo, debiendo informar de ello a la Subsecretaría del Interior y a la Unidad de Coordinación Nacional
de Seguimiento y Apoyo al Cumplimiento de la División de Auditoría de esta Contraloría General, dentro del plazo
de 30 días hábiles, contado desde la recepción del presente dictamen.
Luego, con respecto al procedimiento contable para reflejar los fondos percibidos y proceder a su devolución, se
deberán efectuar los ajustes indicados en anexo adjunto a este oficio. En adelante, esa institución para registrar
operaciones similares a las detalladas, deberá aplicar el procedimiento F-11, contenido en el oficio CGR N° 4.818,
de 2017, por medio del cual se modifica el oficio N° 96.016, de 2015, que aprueba el Manual de Procedimientos
Contables para el Sector Público. Por otra parte, cumple con prevenir que la Subsecretaría del Interior deberá
velar para que, en lo sucesivo, las transferencias de recursos, con o sin convenio, se aprueben por acto
administrativo totalmente tramitado, y sean remitidas al trámite de toma de razón cuando superen las 5.000
unidades tributarias mensuales, acorde con lo dispuesto en el artículo 8°, numeral 8.5, de la resolución N° 1.600,
de 2008, de esta Entidad Fiscalizadora, requisitos que no se cumplieron en la especie.
Igualmente, es del caso recordar que esa secretaría de Estado, en su calidad de otorgante, es responsable de velar
por la correcta ejecución de los caudales que entrega, así como de exigir la rendición de cuentas de conformidad
con las normas previstas en la citada resolución N° 30, de 2015, de este origen, y proceder a su revisión, pudiendo
implementar al efecto medidas de fiscalización adecuadas para controlar el cumplimiento de los objetivos
pactados, evitando situaciones similares a la acontecida.
Finalmente, cabe hacer presente que lo señalado en este pronunciamiento es sin perjuicio de la verificación de la
regularidad de las operaciones, cifras y antecedentes sustentatorios que pueda determinar este Organismo
Contralor en el ámbito de la fiscalización externa que le corresponde realizar.
Saluda atentamente a Ud.
Jorge Bermúdez Soto
Contralor General de la República
Ejecución Presupuestaria - Subtítulo 29 Adquisición de Activos No Financieros

Dictamen N° 18.983 Fecha: 27-VII-2018

Materia: No procedió que municipalidad fragmentara la compra de los bienes que se indica, pues con ello modificó
el procedimiento de contratación que correspondía aplicar.

- Se ha dirigido a esta Contraloría General, la Dirección de Compras y Contratación Pública, solicitando que se
emita un pronunciamiento acerca de si se ajusta a derecho que la Municipalidad de La Cisterna emitiera órdenes
de compra por montos inferiores a 1.000 UTM para la adquisición de equipos computacionales a través del
convenio marco de hardware, licencias de software y recursos educativos digitales, evitando de esta forma
someterse al procedimiento de grandes compras regulado en el artículo 14 bis del decreto N° 250, de 2004, del
Ministerio de Hacienda, reglamento de la ley N° 19.886.
Requerido al efecto, el municipio manifestó, en síntesis, que su proceder se justifica en la circunstancia de que los
productos que dieron origen a las órdenes de compra se adquirieron de manera individual por cada
establecimiento educacional, tomando a cada uno de estos como un centro de costo independiente. Señala,
además, que dadas las fuentes de los recursos comprometidos -Fondo de Apoyo a la Educación Pública, FAEP, y
Subvención Escolar Preferencial, SEP- para su rendición se requeriría establecer claramente el centro de costo al
cual se imputa el gasto, lo que, según sostiene, no podría cumplirse de haberse efectuado en un procedimiento
de gran compra.
Sostiene, también, que, el Departamento a cargo debía contar con la totalidad de los bienes a adquirir de manera
rápida, para cumplir en tiempo y forma con su entrega y que no existió intención de infringir la respectiva
normativa.
Al respecto, se requirió informe al Ministerio de Educación y la Superintendencia de Educación, manifestando
ambas entidades, en síntesis, que la fiscalización que realizan guarda relación con la correcta rendición de los
recursos transferidos, y que el pertinente proceso de adquisiciones debe sujetarse a la normativa que le resulte
aplicable.
Sobre el particular, cabe señalar que tanto el inciso final del artículo 7° de la ley N° 19.886 como el artículo 13 del
citado decreto N° 250, de 2004, disponen que la Administración no podrá fragmentar sus contrataciones con el
propósito de variar el procedimiento de contratación. A su vez, el inciso primero del artículo 14 bis, del aludido
decreto, preceptúa que en las adquisiciones vía convenio marco superiores a 1.000 UTM, denominadas Grandes
Compras, las entidades deberán comunicar, a través del Sistema, la intención de compra a todos los proveedores
adjudicados en la respectiva categoría del Convenio Marco al que adscribe el bien o servicio requerido. Añade el
inciso final de esta norma que la entidad contratante podrá omitir el procedimiento de Grandes Compras en casos
de emergencia, urgencia o imprevisto, calificados mediante resolución fundada del jefe superior de la entidad, sin
perjuicio de las disposiciones especiales para los casos de sismo y catástrofe contenidas en la legislación
pertinente. A su vez, la letra d) del artículo 30 de la citada ley N° 19.886, establece, en lo que importa, que la
suscripción de convenios marco no será obligatoria para las municipalidades, sin perjuicio de que éstas, individual
o colectivamente, puedan adherir voluntariamente a los mismos.
En tal entendido, en el evento que un municipio decida proceder por la vía de un convenio marco -como sucedió
en la especie-, deberá supeditarse para tal efecto a la regulación pertinente, contenida en la referida ley N° 19.886
y en su reglamento (aplica dictamen N° 73.178, de 2011).
Ahora bien, de los antecedentes acompañados se advierte que la Municipalidad de La Cisterna, durante los días 6
y 9 de septiembre de 2016, adquirió a través del convenio marco en comento los productos mencionados, por un
monto total que superó las 1.000 UTM, emitiendo para tal efecto diez órdenes de compra a un mismo proveedor
por valores inferiores a esa cantidad, omitiendo de esta forma recurrir al procedimiento de grandes compras
contemplado en la normativa citada.
Al respecto, es del caso puntualizar que si bien el inciso final del artículo 14 bis del decreto N° 250 permite omitir
el procedimiento de Grandes Compras en los casos que indica, las razones en que la Municipalidad de La Cisterna
fundamenta el proceder cuestionado a través de la presentación del rubro no guardan armonía con alguna de las
causales contempladas en dicho precepto.
De este modo, es menester concluir que con su actuar el singularizado municipio infringió la prohibición contenida
en los artículos 7° de la ley N° 19.886 y 13 del citado decreto N° 250, de 2004, ya que al fragmentar las aludidas
contrataciones varió el procedimiento para llevarlas a cabo.
En consecuencia, la Municipalidad de La Cisterna deberá iniciar un sumario administrativo destinado a investigar
las causas que motivaron la ocurrencia de la irregularidad antes mencionada y, además, a determinar las
eventuales responsabilidades administrativas, remitiendo a la Unidad de Seguimiento de la Fiscalía de esta
Institución Autónoma el acto administrativo que instruya dicho proceso, dentro del plazo de 15 días hábiles
contado desde la recepción del presente dictamen.
Saluda atentamente a Ud.,
Dorothy Pérez Gutiérrez
Contralora General de la República
Subrogante

Dictamen N° 14.236 Fecha: 07-VI-2018

Materia: No procedió que el Instituto de Desarrollo Agropecuario fragmentara la compra de los bienes que se
indica, pues con ello modificó el procedimiento de contratación que correspondía aplicar.

- Se ha dirigido a esta Contraloría General la Dirección de Compras y Contratación Pública, solicitando que se emita
un pronunciamiento acerca de si se ajusta a derecho que el Instituto de Desarrollo Agropecuario -INDAP- emitiera
distintas órdenes de compra por montos inferiores a 1.000 UTM para la adquisición de equipos computacionales
incluidos en el convenio marco de hardware, licencias de software y recursos educativos digitales, evitando de
esta forma someterse al procedimiento de grandes compras regulado en el artículo 14 bis del decreto N° 250, de
2004, del Ministerio de Hacienda, reglamento de la ley N° 19.886.
Requerido al efecto, el INDAP manifestó que el proceder cuestionado se llevó a cabo debido a que el
financiamiento para comprar los bienes mencionados se obtuvo a pocos días de finalizar el año presupuestario,
por lo que se adquirieron del proveedor que podía responder más rápido a las necesidades institucionales.
Sostiene, también, que los productos incluidos en las diversas órdenes de compra tenían características técnicas
distintas, por lo que estima que no se vulneró el principio de no fragmentación.
Sobre el particular, cabe señalar que tanto el inciso final del artículo 7° de la ley N° 19.886 como el artículo 13 del
citado decreto N° 250, de 2004, disponen que la Administración no podrá fragmentar sus contrataciones con el
propósito de variar el procedimiento de contratación. A su vez, el inciso primero del artículo 14 bis, del aludido
decreto, preceptúa que en las adquisiciones vía convenio marco superiores a 1.000 UTM, denominadas Grandes
Compras, las entidades deberán comunicar, a través del Sistema, la intención de compra a todos los proveedores
adjudicados en la respectiva categoría del Convenio Marco al que adscribe el bien o servicio requerido. Añade el
inciso final de esta norma que, con todo, la entidad contratante podrá omitir el procedimiento de Grandes
Compras en casos de emergencia, urgencia o imprevisto, calificados mediante resolución fundada del jefe superior
de la entidad, sin perjuicio de las disposiciones especiales para los casos de sismo y catástrofe contenidas en la
legislación pertinente.
Enseguida, es necesario precisar que las bases de licitación del convenio marco en comento, en su punto 10.8,
indican, en lo pertinente, que en las adquisiciones vía convenio marco superiores a 1.000 UTM, las entidades
deberán comunicar a través del Sistema, la intención de compra de el o los productos requeridos, en los términos
que establece el artículo 14 bis del Reglamento de la Ley de Compras.
Ahora bien, en los antecedentes acompañados se advierte que el INDAP durante los días 23 y 24 de diciembre de
2015 adquirió productos de similares características, dentro del convenio marco en comento, por un monto total
que superó las 1.000 UTM, emitiendo para tal efecto siete órdenes de compra a un mismo proveedor por valores
inferiores a esa cantidad, omitiendo de esta forma recurrir al procedimiento de grandes compras contemplado en
la normativa citada.
Al respecto, es del caso puntualizar que las razones en que INDAP fundamenta el proceder cuestionado no
guardan armonía con alguna de las causales que, según lo previsto en el mencionado inciso final del artículo 14
bis, del decreto N° 250, de 2004, del Ministerio de Hacienda, permiten, excepcionalmente, omitir el procedimiento
de grandes compras.
De este modo, es menester concluir que con su actuar el singularizado Instituto infringió la prohibición de
fragmentar las contrataciones con el propósito de variar el procedimiento para llevarlas a cabo, contenida en el
artículo 7° de la ley N° 19.886 y 13 del citado decreto N° 250, de 2004.
En consecuencia, el INDAP deberá iniciar un sumario administrativo destinado a investigar las causas que
motivaron la ocurrencia de la irregularidad antes mencionada y, además, a determinar las eventuales
responsabilidades administrativas, remitiendo a esta Institución Autónoma el acto administrativo que instruya
dicho proceso, dentro del plazo de 15 días hábiles contado desde la recepción del presente oficio.
Saluda atentamente a Ud.,
Jorge Bermúdez Soto
Contralor General de la República

Das könnte Ihnen auch gefallen