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Qué difícil es ser Dios.

El Partido
Comunista del Perú-Sendero
Luminoso y el conflicto armado
interno en el Perú: 1980-1999,
Carlos Iván Degregori
PRESENTACIÓN

Entre 1980 y 1999 Perú vivió el episodio de violencia más intenso, extremo y
prolongado de toda su historia republicana. La destrucción de infraestructura, el
deterioro de la capacidad productiva de la población y el debilitamiento del
sistema democrático fueron algunas de las consecuencias que trajo dicho
episodio.

INTRODUCCIÓN. SENDERO LUMINOSO, UN OBJETO DE


ESTUDIO OPACO Y ELUSIVO

Sendero Luminoso se articuló como una guerrilla maoísta con un carácter


excepcionalmente letal (fueron los responsables del 46% de las víctimas
mortales del conflicto armado interno), surgiendo a su vez como un híbrido
entre la guerrilla clásica la latinoamericana y los nuevos movimientos terroristas
de inicios del siglo XXI.

LA COMUNIDAD ACADÉMICA PERUANA FRENTE AL


CONFLICTO ARMADO INTERNO

Existía una escasez de estudios concretos sobre la violencia política y social


en la comunidad académica peruana, de ahí que la aparición de Sendero
Luminoso supusiera una triple sorpresa para:

1. Estado y servicios de inteligencia. PCP-SL surgió como un grupo pequeño


poco conectado con los grandes movimientos sociales.
2. Partidos políticos y organizaciones sociales- Existía un bajo nivel de
violencia en medio de una gran efervescencia política y social. Los grupos
radicales socialistas y/o comunistas habían optado por la vía parlamentaria.
3. Comunidad académica de CC.SS. La interpretación del velasquismo (1968-
1975) había ocupado la atención y energía de los investigadores desde un
enfoque marxista estructural y con una importante presencia de la teoría de
la dependencia. Para finales de los 70’ y principios de los 80’ el estudios de
las organizaciones y de los movimientos sociales pasaron a un primer plano
gracias a autores como Touraine (<<El regreso del autor>>),Gramsci
(relaciones entre estado y sociedad, política y cultura) o E.P. Thompson
(*La Formación de la Clase Obrera en Inglaterra*). Esto supuso un claro
devenir político (posiciones de izquierda) de la comunidad de las CC.SS. El
eurocomunismo también supuso una influencia muy relevante, sobre toda la
idea de la construcción de un partido de masas, es decir, una visión
sociocéntrica, donde destacara el protagonismo popular. La violencia
impulsada por SL supuso la ruptura total y brutal con estas concepciones.

Así la comunidad académica en los años 80’ estaba altamente politizada, era
muy militante, en la tradición del intelectual político latinoamericano. No se
trataba de una politización limitada a la izquierda, por ejemplo Mario Vargas
Llosa o Hernando de Soto. A pesar de esta politización de la intelectualidad
peruana se produjo una trágica lentitud con la que se asumió la problemática
de la violencia política en el Perú académico.

Indigenismo

Dentro de la antropología ésta estaba concentrada en el estudio del


campesinado y de los pueblos indígenas, fuertemente influenciada por el
movimiento indigenista (alrededor de los años 50’). Se caracterizaba por una
visión urbana (es decir, externa) y por una representación ventrílocua de los
pueblos indígenas, ambas percepciones condensadas en el conocido como
paradigma indigenista (“producto de una sociedad colonial, en tanto que acepta
sus términos aunque los invierta”, Ansión).

Esta visión exorcista y esencia lista de los pueblos indígenas transformaron las
condiciones de su estudios, marcados por la aculturación, las condiciones
económicas y el desarrollo sociopolítico. También existía una fuerte influencia
de la “antropología aplicada” mexicana y el community development
norteamericano (una suerte de culturalismo y funcionalismo). El indigenismo se
alzó como una ideología por encima de una posición teórica. Ni la teoría de la
dependencia ni el marxismo lograron quebrar dicho paradigma. Se produjo una
idealización de los pueblos indígenas, y por consiguiente de la cultura andina y
amazónica.

Algunos sectores de la antropología derivaron en estudios de influencia


campesinista y maoísta que acabaron formando parte del núcleo de grupos
marxistas radicales fuertemente incluidos por la obre de Mariátegui. Entre estos
sectores se encontraba un pequeño grupo de antropólogos huamanguinos
(pertenecientes al PCP-SL) que rompieron de forma brutal con las concesiones
mayoritarias llevando a cabo una interpretación donde se daba la proletización
(voluntaria o forzosa) de los pueblos andinos y amazónicos. No se superaba el
paradigma indigenista, simplemente se negaba, existía la incapacidad para
admitir la posibilidad de agencia campesina independiente motivada por la
ceguera ante la existencia de una organización de la cultura andina.

Una “guerra campesina” en un país fragmentado

La mayoría de víctimas que registró el conflicto armado en el Perú fueron


pobres y rurales (en su mayoría campesinos indígenas sin formación). El 75%
de las víctimas tenían el quechua como idioma materno (CVR). Se definió de
forma clara una geografía de la violencia y la fragmentación física y
sociocultural del Perú.
Entre las décadas de 1950 y 1970 y en la época de la transición a la
democracia (1977-1980) las investigaciones en los centros hegemónicos de
producción de conocimiento (Lima en este caso) se centraron en el estudio de
la relación existente entre el espacio urbano y los movimientos sociales. Para la
década de los 80’ el conflicto armado se encontraba completamente
desplegado, las Ciencias Sociales peruanas comenzaron a trabajar temas
relativos a la transición democrática, la modernidad y la ciudadanía, por lo que
la escena política entraba de lleno en la academia. Estos estudios se
concentraban de forma las exclusiva en los espacios económicos y políticos
más integrados del país, por lo que el estudio de las zonas periféricas quedaba
relegado a un segundo plano.

Las universidades situadas en aquellos lugares que fueron declarados en


Estado de Emergencia quedaron bajo la autoridad de Comandos Político-
Militares, de ahí que las investigaciones escaseasen, produciendo una
“folclorización” de algunas ramas de conocimiento, especialmente la
antropología. El conflicto armado interno supuso una ruina académica. La
comunidad académica de las CC.SS. configurada entre las décadas de 1940 y
1970 quedó terriblemente marcada y desgastada.

A pesar de ello en las décadas de los 70’ y los 80’ se produjo la llegada de una
corriente expansiva, de trasfondo evolucionista, donde se comenzaron a
consolidar temas de estudios referentes a la consolidación de las estructuras
de clases, el cambio revolucionario, el problema nacional, el “protagonismo
popular”, los nuevos movimientos sociales, la modernidad, la democracia o la
ciudadanía. La eclosión de la violencia a su vez provocó un tránsito de
posiciones radicales a posiciones más moderadas (que podríamos encuadrar
dentro de la socialdemocracia) que interpretaron al Perú como un país esencial
y especialmente violento, marcado por el fatalismo estructural que arrastraba
desde los tiempos coloniales dando lugar a una imagen esencializada del país
que trascendió los marcos académicos.

Distancia emocional, estructura pos colonial

La violencia política en el Perú se desató en un principio en zonas alejadas


geográficamente y emocionalmente de Lima. En un principio la subestimación y
la indiferencia respecto a la violencia fueron la tónica habitual en la capital del
Perú (este contexto de subestimación e indiferencia fue recalcado por la CVR
en su Informe Final). Los académicos e intelectuales permanecieron
mayoritariamente dentro de la “ciudad letrada” (Ángel Rama), mientras los
“bárbaros asediaban sus murallas”. Los procesos estudiados en la década de
los 80’ demostraron una preocupación por procesos reales y masivos que
tenían lugar en esos años, no se dieron en el contexto de una vocación
caprichosa por parte de una élite que se perfilaba de espaldas a su país.

La Ciudad Letrada en el Perú estaba sumamente estratificada y fracturada (por


líneas de clase, región, género, generación y cultura). Estas fracturas se
ahondaron con el proceso de urbanización que produjo la centralización de la
población, la riqueza y la producción cultural en Lima. Para 1981 Lima contaba
con el 31% de la población total del Perú, el 80% de la población industrial y
manufacturera y contaba con las principales universidades (tanto públicas
como privadas).

Sendero Luminoso, junto a lo que ellos definieron como guerra popular,


también llevó a cabo una lucha violenta dentro del campo intelectual. El
proyecto senderista se asentaba sobre tres pilares, el militar, el intelectual y el
pedagógico. La importancia del componente intelectual y la condición
intelectual de Abimael Guzmán quedaron plasmadas en los intelectuales
mestizos de las universidades públicas situadas en ciudades medianas que
comenzaron a formar parte de la dirección del PCP-SL. Un poder político
sustentando sobre una supuesta legitimidad intelectual:

“Un sector disidente, letrado en el sentido clásico (literatti), encabezados por un


rey filósofo, busco aliarse con “los bárbaros”, no para destruir la ciudad letrada
sino para tomar el poder dentro de ella con el fin de resaltar todavía más la
distinción entre letrados (científicos) y bárbaros (masas)”

El proyecto ideológico senderista exacerbaba el lado oscuro de la modernidad


peruana, una modernidad caracterizada por los proyectos y políticas
inacabadas, la crisis de las ciudades medianas y pequeñas (precisamente uno
de los lugares donde se produjo el desarrollo y la expansión senderista), la
conflictividad preexistente dentro del propio campesinado y de las comunidades
indígenas, el deterioro del espacio educativo donde germinó SL, el papel de los
intelectuales regionales y locales que conformaron la dirección y los cuadros
intermedios de SL, la juventud, su transformación y sus frustraciones que
sirvieron de semillero senderista y la vinculación entre género y política, el
PCP-SL incorporó un número significativo de mujeres jóvenes y educadas entre
sus cuadros.

Mención a parte como característica oscura de la modernidad peruana merece


el racismo. Manifestado en los actos violentos, el discurso, los silencios y las
primeras planas de los medios de comunicación, las prioridades de los partidos
políticos, las agendas académicas de la época o las estrategias militares de
ambos contendientes. La complejidad de la formación racial peruana estuvo
marcada por el predominio de “una definición cultural de la raza” en la
educación (especialmente en la universitaria), principal legitimadora de
jerarquías y discriminaciones en el país andino.

Dificultades y temores muy concretos

A partir de 1983 el conflicto armado interno se intensificó en zonas rurales de


Ayacucho, por lo que se convirtió en una zona complicada tanto para viajar
como para investigar. En sus primeros años SL era una organización
extremadamente secretaste, por lo que el peso de las informaciones y del
conocimiento sobre el partido recaía principalmente en los periodistas
desplazados a las zonas declaradas en Estado de emergencia.

Senderología. El “subcampo” de estudios sobre el PCP-SL

Las investigaciones académicas sobre el conflicto armado interno fueron


conformando un embrionario “campo”, incluso un subcampo con una clara
posición crítica que luchaba contra la demología del régimen fujimorista.

Violencia en los Andes: ¿Pachakuti o chaqwa?

Se comenzaron a producir las primeras criticas hacia la antropología americana


(y hacia los cientistas sociales peruanos que se adscribían a ella) por no haber
advertido el incubamiento de la violencia senderista en el campo ayacuchano
durante la década de 1970. Los primeros análisis corrieron a cargo de
estudiosos extranjeros, como McClintock o Palmer, insistiendo en la absoluta
diferenciación cultural existente en el Perú, poniendo como ejemplo Uchucaray
como imagen de tradicionalidad extrema y hablando de los límites del
<<paradigma indigenista>>.

La extensión del conflicto armado interno alteró los patrones culturales vigentes
en tiempos de normalidad, el maoísmo (leyes de la historia) del PCP-SL
provocó graves límites de interpretación de la sociedad peruana y el
campesinado. Por otro lado las interpretaciones que ligaban a Sendero
Luminoso con el milenarismo no reposaban sobre sólidas bases empíricas,
para estas interpretaciones SL encarnaba el chaqwa (caos, confusión, pérdida
de identidad y ubicación, desmantelamiento literal del orden de las cosas).

Asediando un objeto de estudio opaco y elusivo

A partir de 1984 aparecen los primeros trabajos centrados en que condiciones


históricas y estructurales hicieron posible el surgimiento de SL, cual era el perfil
sociológico de sus cuadros o como logró construir una base social en el campo.

Algunos autores (como Carlos Iván Degregori) negaban el carácter indio,


milenarista y/o indigenista de Sendero Luminoso. Sendero Luminoso irrumpe
en un escenario marcado por la contradicción comunidades-haciendas, con un
resentimiento hacia el Estado producida por el escaso beneficio que
proporcionó la reforma agraria velasquista. SL rápidamente tuvo las simpatías
del campesinado de la sierra peruana.

Esta oposición histórica contra el Estado y los poderes locales fue utilizada por
parte de SL. Las micro diferencias existentes en las sociedades locales rurales
fueron exacerbadas por el accionar senderista, micro diferencias existentes
tanto en el acceso a los recursos como en la vinculación con mecanismos
locales de poder.

El ajusticiamiento de <<mistis>> por parte de SL buscaba precisamente ocupar


el lugar que anteriormente ocupaban los propios mistis (en otras palabras, se
seguía reproduciendo la antigua relación misti <—> campesinado). Los
senderistas se alzaron en guardianes de la moral pública, caracterizándose en
un paternalismo vertical y violentamente autoritario (Sendero Luminoso
satisfacía necesidades no-económicas en la población, por ejemplo, orden).

A pesar de que ya comenzaba un cierto conocimiento del fenómeno senderista


existían vacíos importantes, ya que no se lograron obras de mayor envergadura
histórica, potencia interpretativa y ambición teórica. Hubo ciertos factores que
motivaron dicho escenario académico:

1. Crisis generalizada —> Hiperinflación, corrupción, violencia, debilidad


política y social.
2. División de IU en 1989 —> Repercusión en los intelectuales vinculados a la
izquierda (por otro lado la punta de lanza de estudios sobre el conflicto
armado interno).
3. Voluntad de olvido impuesta por el gobierno y las élites económicas tras el
Golpe de Estado por parte de Fujimori (1992) y el derrumbe de PCP-SL tras
la detención de su dirección nacional.

Se conforma por lo tanto un nuevo escenario que influye en el viraje de los


intelectuales hacia una mayor profesionalización y un cierto retroceso del
pensamiento crítico. Los trabajos aparecidos durante la década de los 90’.
Stern (en 1999), habla del nacimiento de Sendero Luminoso dentro y contra la
historia, haciendo hincapié en el enraizamiento de aspectos histórico-culturales
peruanos, enfrentándose a las principales tendencias políticas y sociales. La
profundización en los conocimientos de aspectos específicos del conflicto
armado interno y del PCP-SL se vieron gracias a los estudios sobre el papel de
la mujer, el papel de los Comités de Autodefensa Campesina, la memoria o el
discurso de y sobre Sendero Luminoso. Se produjo el fin de la ambigüedad
respecto al proyecto de Sendero Luminoso y el retroceso del “paradigma
indigenista”.

El Informe Final de la CVR supuso un punto de inflexión en los estudios sobre


el conflicto armado interno. Se ubicaron desde un lugar que les permitió
enunciar su “verdad”, el descentramiento de las ideas de fuerza y los sentidos
comunes, buscando construir una historia del Perú en las raíces de la “larga
duración” y el conflicto armado interno como fenómeno clave para entender el
Perú contemporáneo. Se cuestionó de manera pública la Historia del Perú,
confrontando la hegemonía de los discursos basados en el desprecio
institucionalizado y la discriminación de cierta tolerancia. Además marcó los
límites, se convirtió en un enorme repositorio y un nuevo punto de partida para
seguir debatiendo y profundizando el conocimiento sobre los años violentos en
el Perú.
La CVR “entiende por verdad el relato fidedigno, éticamente articulado,
científicamente respaldado, contrastado intersubjetivamente, hilvanando en
términos narrativos, afectivamente concernido y perfectible…”, tanto por la
aparición de nuevas evidencias como por “nuevas perspectivas de análisis o de
crítica que contribuyan a su reescritura continúa”. Hasta el momento no se han
propuesto modelos teóricos relevantes para la comprensión del fenómeno.

Arqueología de un [escaso] saber. El autor y sus (con)textos.

(Carlos Iván Degregori)

En la década de los 70’ se convirtió en profesor en la Universidad de San


Cristóbal de Huamanga (coincidiendo en ella con Abimael Guzmán). Formó
parte de un grupo de izquierdas opositor a Sendero Luminoso. En 1980 se
convirtió en periodistas en el Diario de Marka donde escribe los primeros
artículos sobre SL, realizando trabajo de campo durante los primeros años del
conflicto, fue su conversión en senderólogo, atravesado por diversos
sentimientos y donde en ningún momento no se pretendía una objetividad
positivista (ilusoria por otro lado).

Entre 1986 y 1990 la producción intelectual de Degregori se inscribía dentro de


una comunidad académica parroquial cerrada sobre sí misma onda faltaba una
producción académica canónica, teórica y comparativa. Existía una voluntad de
cerrazón de la comunidad académica. Además las CC.SS. en el Perú se
sostenían sobre una institucionalidad débil y de fronteras porosas. El
posicionamiento dentro de una comunidad académica trascendía en la
participación en debates que se daban en la esfera pública (que trascendía sus
marcos). Se produjo la construcción de un lugar de enunciación que concebían
como intelectual.

El campo de las CC.SS. en el Perú nace, se desarrolla y llega a la década de


1980 alejado de la hegemonía de la academia norteamericana, inscribiéndose
en la tradición del intelectual público latinoamericano, tradición por otra parte
dominada por juristas, historiadores, literatos y humanistas (a los que se
sumaron los cientistas sociales). Se produjo una apertura de nuevas maneras
de conocer la realidad, una aproximación multidisciplinar.

En los artículos escritos por Degregori entre 1986 y 1990 se descubre una voz
militante, el colapso sufrido por la izquierda peruana se produjo una suerte de
ubicación fronteriza, la comunidad académica se encontraba fragmentada,
existía un sector globalizado (universidades y centros de investigación privados
de Lima) frente a un sector marginado (universidades publicas, especialmente
las universidades provinciales). Degregori se encuentra entre el sector
globalizado (y hegemónico) y el sector marginal. Carlos Iván como intelectual
fronterizo (predominio del sur en su trayectoria tanto intelectual como vital que
se puede observar en su posición respecto a los estudios subalternos).
Los temas y los objetivos

1. “Politizar” al PCP-SL. Organización política con una larga genealogía y


objetivos políticos definidos.
2. “Peruanizar” a SL.
3. “Desindianizar” a SL. Movimiento de carácter marxista, estalinista y
maoísta.
4. “Desproletarizar” a SL. Su núcleo fundamental estaba formado por
intelectuales que desarrollaron un culto a la personalidad/caudillismo
mesiánico.
5. Diferenciar al PCP-SL del resto de la izquierda peruana y latinoamericana.
SECCIÓN I. LOS HECHOS

CAPÍTULO 1. LOS AÑOS QUE VIVIMOS EN PELIGRO.


Sobre el conflicto armado interno en el Perú: 1980-1999.

En los inicios de Sendero Luminoso podemos observar como su columna


vertebral estaba formada por profesores, estudiantes universitarios y maestros
rurales. 12 años después se convirtió en el movimiento armado más importante
de la historia peruana contemporánea (y el más singular surgido en toda
América Latina). De 1980 a 1982 se produjo una expansión vertiginosa por las
zonas rurales ayacuchanas, un año después, en 1983 el Estado llevó a cabo su
contraofensiva.

Lucanamarca se alza como un punto de inflexión en el accionar senderista,


para Abimael Guzmán supuso un <<golpe contundente>>, existía (según su
visión) la <<necesidad de que las aguas se desbordaran>>. A partir de 1983
con la contraofensiva estatal SL apareció como un mal menor, era necesario
romper el cerco de Ayacucho, era necesario abrir otros frentes.

Un millón de muertos para conquistar el poder

En las postrimerías del gobierno de Alan García (1985-1990). El 32% del


territorio y el 49% de la población bajo control militar. La hiperinflación, y por
ende, la crisis económica causaron estragos entre la población, lo que se
tradujo en una destrucción del tejido social. Fujimori llevó a cabo un ajuste
neoliberal que exacerbó la extrema pobreza en el país andino.

En este contexto de crisis económica, social y política (1991) Sendero


Luminoso decretó el <<equilibrio estratégico>>. El eje de acción pasó del
campo a la ciudad (aumentó la presión sobre Lima). Se desarrolló una
estrategia de represión selectiva por parte del Estado combinada con una
nueva política de aproximación al campesinado que desembocarían en la
formación de los conocidos como Comités de Autodefensa (CAD), estas
estrategias provocaron la primera derrota estratégica de Sendero Luminoso.

En 1992 la crisis económica y la violencia senderista (con un incremento


excepcional y exponencial con asesinatos tanto en el campo como en la
ciudad) marcaban el devenir de Perú. El PCP-SL pretendía internacionalizar el
conflicto. En este contexto Fujimori dio un golpe de Estado (autogolpe en este
caso), a su vez, los senderistas consolidaban la fase conocida como
<<equilibrio estratégico>> con la intención de <<volver ingobernable el país>>.
5 meses después del autogolpe de Fujimori se produjo la captura de Abimael
Guzmán, para finales de 1992, 19 de los 22 miembros del comité Central de SL
estaban presos.
Defender la vida y la salud del presidente Gonzalo

En 1993 cierto sector de Sendero Luminoso fue reconstruido a pesar de las


conversaciones de paz solicitadas por Abimael Guzmán a Fujimori (rechazadas
por la nueva dirección). Una <<nueva decisión histórica>>, había que luchar
por un acuerdo de paz. En los meses siguientes una nueva realidad se impuso
sobre los cuadros senderistas, Abimael Guzmán propuso una <<nueva decisión
y una nueva definición>>, la <<guerra política>>. Esta nueva proposición causó
un efecto devastador en las filas senderistas.

La fractura más profunda sobre la que se construyó la identidad senderista se


produjo entre los años 1977-1980. Se exacerbó un doble discurso, científico y
religioso al mismo tiempo. Guzmán constituye (en parte) una construcción
intelectual que fue asumida como una identidad religiosa y vivida como un
arrebato místico. La fe actuó como la máquina de guerra senderista.

La última tentación del Presidente Gonzalo, o un regreso


(parcial) al realismo

El lado burocrático de Guzmán se destapó con su entrada en prisión, la


construcción intelectual se convino con una divinización instrumental, Guzmán
se convirtió en un cosmócrata. La cárcel se alzó como una prefiguración de la
futura sociedad que pretendían establecer los senderistas, una realidad
foucoultiana, una situación panóptica.

El nuevo discurso de Guzmán tuvo mayor éxito entre los que eran miembros
del aparato partidario (más ideologizados). Compartían una identidad y un
lenguaje básico común. El viraje dentro de las manos de la ortodoxia más
estricta. A pesar del derrumbamiento de la superestructura religiosa construida
por SL con la detención de Guzmán la permanencia del dogma estalinista se
mantuvo como un basamento geológico.

En busca de la quinta espada

Con la detención de Guzmán y el sector reconstruido del SL se produjo la lucha


entre las dos llenas de la tradición maoísta. Los disidentes (Sendero Rojo
[proseguir]) optaban por la continuación de la guerra, mientras que los aliados
con Guzmán (Sendero Negro) optaban por el diálogo con el Estado. Para 1994
el nivel de las acciones senderistas había regresado al de 1982.
CAPÍTULO 2. LOS ROBIN HOOD YA PASARON A LA
HISTORIA. Abimael Guzmán y la izquierda latinoamericana

El proyecto senderista significó un punto de ruptura con todo el anterior ciclo de


lucha armada en América Latina. SL rompe con el imaginario romántico del
ciclo anterior, el revolucionario burócrata, Sendero Luminoso como <<máquina
de guerra>> asociada a la argamasa burocrática del poder tradicional. Sendero
Luminoso inserto dentro de la década perdida en América Latina, y alimentado
por los <<hijos de la crisis>>. Daba la oportunidad de canalizar la rabia de los
excluidos, luchar por una nueva sociedad. La trayectoria de Guzmán,
sedentaria y claustrofóbica, dio lugar a un proyecto que privilegiaba la teoría, un
proyecto ideológico y pedagógico, existía un <<pensamiento guía>> construido
como un centro ideológico indiscutido. Este pensamiento guía necesitaba del
reconocimiento y la legitimación de intelectuales provincianos mestizos en un
país centralista y racista.

La UNSCH en la década de los 70’ se alza como el lugar de <<acumulación


primitiva de capital simbólico>> por parte de SL. Sendero Luminoso articuló una
“comunidad-discurso” y su militancia como un “pueblo de libro” que canalizara
el dolor para convertirlo en rabia. Guzmán como cosmócrata, capaz de
convertir el mito en un discurso lógico.

SECCIÓN II. LOS DESENCUENTROS

CAPÍTULO 3. SENDERO LUMINOSO. Los hondos y


mortales desencuentros

PARTE I. LOS HONDOS Y MORTALES DESENCUENTROS

El contexto nacional

El predominio capitalista permitió la penetración imperialista traducida en una


modalidad monopólica de acumulación que profundizó las desigualdades
regionales. En el Perú se estaba produciendo un desgarramiento de una nación
en formación, inexistencia de un estado nacional consolidado, en su lugar
existía el desarrollo de un capitalismo centralista y limeño, basado en el
centralismo industrial-financiero, un modelo succionador del valor que se
alimentaba generando pobreza y desigualdad. Era una evolución burguesa
pero sin la existencia de una revolución burguesa.

El proceso de democratización social era incompleto y por ende, ambiguo. La


suerte de democracia autoritaria existente en el Perú estaba enraizada en la
historia y las tradiciones populares. Sendero Luminoso surge en estos
intersticios, como producto de los desfases entre la capital y las provincias,
como reacción defensiva y autoritaria al polo más golpeado y desarticulado. La
irrupción de Sendero Luminoso también viene dada porque nunca cuajó un
movimiento social democrático en la esfera política, existía un claro desfase
entre la democracia social y la democracia política, en esta brecha, se potencia
el accionar senderista. El desgarramiento del país surge como una base
objetiva para la existencia de SL, que profundizará la crisis política,
reproduciendo su base social en la franja juvenil marginal de la periferia rural
peruana.

El contexto regional

Pobreza, atraso general, explotación terrateniente, opresión servil,


discriminación étnica y proceso de descampesinización. Son los factores que
caracterizaba a la región ayacuchana y que sirvieron como motores a la
violencia desatada por Sendero Luminoso. Ayacucho era una región donde
además se daba una expulsión significativa de población, altas tasas de
analfabetismo y una mayor tasa de pobreza que en el resto del país. Dentro del
desarrollo desigual y centralista que se daba en el Perú, Ayacucho
(Huancavelica, Ayacucho y Apurímac) era la región mas deprimida del país.

1. Se trataba de una región compleja y secularmente convulsionada.


Caracterizada por los desplazamientos étnicos, las mitas coloniales y el
arrieraje, y las migraciones masivas.
2. Nudo de conflictos y enfrentamientos bélicos. Región intermitentemente
sacudida por la violencia.
3. Nunca fue una región autárquica ni aislada. La agricultura y las
manufacturas de intercambio eran sus principales actividades económicas.
4. Desarticulación del área tradicional Pokra-Chanka y los efectos que provocó
en el empobrecimiento regional y en el desarrollo senderista. El desarrollo
de capitalismo de la mano de la penetración imperialista dieron lugar al
desmembramiento regional y a la subordinación de Ayacucho a otros polos
regionales.
Una vez que SL desató la ola de violencia esta zona fue declarada en Estado
de emergencia los que se tradujo en que la violencia se extendiera a otros
departamentos a pesar de que las acciones iniciales senderistas tuvieron una
expresión regional.

El marco social e institucional: la UNSCH

La universidad se convirtió en la punta de lanza de la modernidad en la región,


surge como un foco dinamizador integral (tanto desde el punto de vista
económico como desde el punto de vista ideológico). La UNSCH pretende ser
puntera y funcional a la región, en ella se daría la confluencia de profesores y
estudiantes progresistas de todo el país, dos vertientes quedan definidas: una
cosmopolita (inmersión en el <<Perú profundo>> y una provinciana
(universidad vista como proyecto de vida).

La reapertura de la UNSCH en Ayacucho resulta explosiva, Ayacucho


históricamente había sido bastión de la ideología conservadora, la existencia
de la universidad amenaza con trastocar dicho orden. A inicios de la década de
los 60’ las clases dominantes regionales se encontraban profundamente
debilitadas en el ámbito económico y político, la defensa del orden tradicional
(la esfera ideológica) recaía pues en el clero (apoyado por el APRA).

La UNSCH trascendió rápidamente los marcos académicos, convirtiéndose en


un foco de difusión de ideas progresistas, en una institución de gravitación
económica decisiva para la región y en un marco de combinación de factores
ideológicos y económicos. La universidad se acabará convirtiendo en una
fuerza política como demostrará la formación del Frente de Defensa del Pueblo.

El marco político: El PCP “Sendero Luminoso”

Hasta 1959 el PCP se reducía en Ayacucho a un pequeño núcleo de clase


media. La apertura de la UNSCH provocó un suerte de efervescencia
ideológica que revitalizó al partido. En 1961 se crea el Frente Estudiantil
Revolucionario (FER), que apoya a Morote como rector en 1962, el FER
actuará como un puente entre los intelectuales provincianos y cosmopolitas y
consolidará la presencia de elementos progresistas en la universidad.

Es en el mismo 1962 cuando se produce la llegada de Abimael Guzmán a la


UNSCH, que aprovechará la estructura proporcionada por la FER para a su vez
actuar como nexo entre los intelectuales “provincianos” y la juventud regional.
En 1964 el PCP se escindirá en dos facciones: una pro-soviética (PC-Unidad) y
una pro-china (PC-Bandera Roja). La facción pro-china experimentó
rápidamente un desarrollo acelerado en Ayacucho lo que motivó su proyección
fuera de la universidad.

1966 aparece como una fecha decisiva, el Gobierno considera a la UNSCH un


foco subversivo e intenta asfixiarla económicamente. El FER se convierte en un
verdadero poder en Ayacucho (hegemonía social en la región). En 1968 la
facción pro-china del PCP-SL se escindirá, dando lugar a una facción
denominada como PCP-Sendero Luminoso, liderado por Abimael Guzmán, que
nace amputada de su brazo rural, por otro lado clave dentro de las
concepciones maoístas y de la realidad regional y nacional.

En la década de los 70’, el desarrollo capitalista en Ayacucho derivó en un


proceso de modernización en la región, modernización que también se dejó
sentir en la UNSCH con la llegada de una nueva corte de profesores que
alimentaron la heterogeneidad ideológica en la universidad. En este contexto el
PCP-SL llevará a cabo un maximalismo ideológico y un pragmatismo
economista de en la política. Se da el proceso de mayor ideologización del
partido gracias a un estudio exhaustivo de la obra de Mariátegui. La universidad
se alza como último reducto de la lucha antifascista. El Frente de Defensa será
utilizado por Sendero Luminoso como catalizador para la potenciación de la
política universitaria.

Entre 1972 y 1973 surgió una oposición masiva a Sendero Luminoso. Se


produjo el enfrentamiento entre foráneos y ayacuchanos, se había terminado la
hegemonía senderista en la universidad.

En el tercer círculo: muerte y resurrección de Sendero Luminoso

La pérdida en la UNSCH redujo el ámbito central de acción senderista, lo que


provocó la exacerbación de las características tradicionales en un espacio muy
cerrado. A partir de 1975 el PCP-SL quedó atrincherado en su antiguo bastión
(Programa de Educación) preparándose para lo que acontecerá entre 1976 y
1979, su despegue definitivo hacia lo que definieron como <<guerra popular>>.

Conclusiones

1. Sendero Luminoso surge alrededor de 1970 como un producto del


encuentro previo de una élite universitaria provinciana con una base social
juvenil también provinciana en un contexto de un sistema tradicional en
descomposición, impulsado por su determinación jerárquica y un discurso
que ofrece una explicación coherente y simple del mundo físico, biológico y
social que caló en los sectores marginales.

1. Reducción de alianzas que desembocó en un endurecimiento ideológico y


en una fuerte cohesión orgánica.

1. Acumulación de experiencias que dieron forma a Sendero Luminoso, tales


como el FER, el estudio y reivindicación de Mariátegui y el trabajo entre
maestros, mujeres y jóvenes.

1. Evolución a contracorriente respecto al resto de la izquierda peruana


desperdiciando la potencialidad de expandir sus bases entre el
campesinado de la región.

PARTE II. SENDERO LUMINOSO: LUCHA ARMADA Y


UTOPÍA AUTORITARIA

Dos grandes etapas en las acciones armadas senderistas. La primera etapa


(1980-1982), destaca por el apogeo de la “guerra popular” en Ayacucho y el
avance senderista. El retiro de la zona por parte de las FF.AA. produjo un
desgaste para el Estado que unida a la voluntad política senderistas hizo que
estos últimos establecieron que se daban tanto las condiciones objetivas como
subjetivas para el inicio de la <<guerra popular>>. Las zonas con mayor
densidad comunal rápidamente se erigieron como los motores de la guerra, las
zonas de escuela, pobladas con estudiantes y maestros, se convirtieron en los
estratos originarios del senderismo ayacuchano (desarrollando nuevos niveles
de organización democrática).

La llegada de Sendero Luminoso puede ser inscrita en la tradición andina del


terrateniente bueno, una figura que configurará un nuevo orden social,
ajusticiando a los antiguos terratenientes (algo que causará simpatías entre el
campesinado) y llevando a cabo una estrategia de castigo, tanto en el campo
económico, político y moral.

El fin de la utopía

La segunda mitad de 1982 estuvo marcada por el aceleramiento político en la


región, gracias, en parte, a la conformación de comités populares por parte de
SL. Había llegado el momento de “cercar las ciudades desde el campo”. Esta
estrategia contrastaba con la debilidad de SL en el campo, su base social eran
estudiantes y maestros. Un error estratégico clave cometido por los senderistas
fue la de sustituir las organizaciones comunales por los comités populares
(“construir una nueva sociedad desde sus cimientos) anteriormente
mencionados.

La práctica autárquica era necesaria dentro de una estrategia militar, el


aislamiento favorecía la defensa de las “zonas rojas”. La combinación de
autarquía y aislacionismo comenzaron a minar las relaciones entre los
senderistas y el campesinado, dando lugar a rebeliones que favorecieron el
resquebrajamiento del andamiaje económico senderista, que unido a la entrada
de las FF.AA. en el conflicto en 1982 favoreció el desplome militar. El fracaso
senderista vino dado al intentar “comprometer” comunidades enteras, las
FF.AA. desarrollaron estrategias (represivas) que les permitieron una mayor
capacidad de compromiso de las masas campesinas frente a SL.

1983: Una sangrienta Caja de Pandora

A partir de 1983 el campo ayacuchano explota en una serie de conflictos no


previstos (agudizaciones de las rivalidades intracomunales, vuelta de las viejas
coaliciones étnicas y violencia marcada por el replegamiento sobre sí mismas
de las comunidades campesinas que provocó el aumento de la cohesión
interna y con ello la pérdida de la perspectiva regional y nacional).
1984: “Montoneras” y cataclismo regional

La creación de los Comités de Defensa Civil por parte de las FF.AA. dio lugar a
la formación de las conocidas como “aldeas estratégicas”, proceso que
fragmentó y descompuso el campo ayacuchano provocando el enfrentamiento
entre los propios campesinos, dando lugar a la aparición del paramilitarismo. La
respuesta senderista fue brutal (guerra sucia) buscando expandir sus acciones
violentas fuera de la zona declarada como Estado de Emergencia.

Conclusiones

1. Inicio de la lucha armada en 1980. Inviabilidad en el Perú de que una


estrategia basada en la <<guerra popular>> se alzase victoriosa.

1. La derrota en el ámbito de las masas favoreció el fortalecimiento orgánico


de SL, asentado en la cohesión y el endurecimiento ideológico otorgados
por la existencia de una “jefatura única”.

1. El mensaje autoritario unido a la voluntad política reprodujeron cierta base


social a nivel nacional, sobre todo en los sectores juveniles empobrecidos
(del margen).

1. Los límites de la expansión senderistas vinieron marcados por la estrechez


de sus alianzas, el vanguardismo exacerbado del partido y su “estrategia de
asalto frontal al poder”, ya que se dio en un momento en el cual la sociedad
civil peruana estaba llevando a cabo un proceso de fortalecimiento que
desembocaría en el desarrollo masivo de un tejido organizativo que
marcaría el límite central a la estrategia senderista.

SECCIÓN III. LA REVOLUCIÓN DE LOS MANUALES

CAPÍTULO 4. LA REVOLUCIÓN DE LOS MANUALES. La


expansión del marxismo-leninismo en las Ciencias
Sociales y la génesis de Sendero Luminoso

En la década de los 70’ los manuales de materialismo histórico, materialismo


dialéctico y economía política invadieron las universidades nacionales. Este
hecho puso las bases para la expansión del PCP, sobre todo entre los núcleos
de jóvenes universitarios.
El quiebre autoritario

El proceso de modernización del Estado y la sociedad acaecido a partir de los


años 50’ supuso la conversión de las diferentes disciplinas sociales en carreras
universitarias. Para 1969 el Estado aconteció una modernización autoritaria y
apolítica, dejando patente el desconocimiento frente al contexto de
democratización social y politización de la universidad.

En este contexto se sucedieron varios quiebres, en un principio existió la


cerrazón, quiebre y radicalización de la universidad pública frente al aumento
de las universidades privadas (que aumentaron su calidad), esto provocó
escisiones entre los sectores altos y populares, Lima y las provincias, andinos y
criollos.

El gobierno militar frente a los profesionales de las CC.SS., escisiones y


procesos de radicalización ideológica divergentes. Las CC.SS. fueron vistas
como un aparato ideológico más que otras disciplinas con mayor rigor
científico.

La educación: Nuevo mito

Con el avance del siglo XX la importancia de la universidad para las clases


populares, los sectores emergentes y para los migrantes andinos en las
ciudades creció. El “mito del progreso” difundido por sectores burgueses y
mercantiles incidió en el aumento de los estudiantes matriculados. La
educación empezó a ser vista como una inversión a mediano o largo plazo, con
un profundo contenido democratizado. En el ámbito universitario el retraimiento
estatal provocó el crecimiento de la educación privada, hecho que se tradujo en
una mayor segmentación de la sociedad peruana.

La expansión de las Ciencias Sociales

Crecimiento explosivo en la década de los 60’, 1 de cada 6 estudiantes


estudiaba CC.SS. o economía. Los perfiles estudiantiles durante la década de
los 60’ se encuadraban en contextos de democratización social y de
masificación de la universidad que además se veía influido de forma directa por
un proceso de radicalización política en el contexto de la Revolución Cubana, la
juventud mestiza de la pequeña y mediana burguesía provinciana veían la
universidad como una oportunidad de buscar sus raíces, de ahí que
precisamente carreras como la antropología (muy influenciadas por el
indigenismo y por el estudio del Perú rural y andino y de la comunidad
campesina) creciera de forma exponencial.

La facción pro-china del PCP tenía la hegemonía dentro del Frente Estudiantil
Revolucionario (FER) —> <<Revolución algo permanente y juvenil>>. Las
ciencias sociales vistas como un instrumento revolucionario, la universidad
otorgaba las bases teóricas. La oposición juvenil comenzó a posicionarse
contra el reformismo autoritario, castrense y vertical en una suerte de
“radicalismo economicista”.

El radicalismo extremo se expandió en la segunda ola de masificación de los


años 70’, impulsados por los hijos de campesinos ricos o de “mistis” de
pequeños pueblos, donde existía un mayor componente andino, popular y
pobre. No existe, de facto, una ruptura radical entre los años 60’ y 70’, es cierto
de que se acentuaron determinadas características, las CC.SS. tuvieron la
capacidad de satisfacer las necesidades de reconocimiento social y político que
provocó que muchos jóvenes de clase medias e incluso clases altas urbanas
optaran por ellas.

La revolución de los manuales

Con la expansión del FER, el maoísmo se difundió en la universidades al calor


de la Revolución Cultural China, el <<marximo de manual>> aparecía ya en los
textos universitarios. La búsqueda de la reafirmación por parte de la juventud
universitaria impulsaba a su vez la búsqueda de una nueva identidad, el ámbito
universitario dejó un terreno libre y abonado para el marxismo de manual ante
la ausencia de referentes políticos e ideológicos (fuertes y asentados) en el
Perú. Su sistema de <<verdades universales>> permitía el ingreso (ideológico)
en la globalización del pensamiento internacional.

Se trataba de un sistema de verdades de carácter excluyente que se postula


como la única explicación válida, realmente científica. Es un atajo hacia la
modernidad, una ciencia moralmente legitima que provoca un sentimiento de
superioridad. La ciencia social quedaría “condensada” en estos manuales, se
verían como un complemento natural al economicismo, su radicalismo
proporcionaba una seguridad total en la victoria, la satisfacción de los anhelos
de cambio revolucionario de los sectores juveniles afectados por la
discriminación, la pobreza y la injusticia. Se produciría la reconstrucción
ideologizada de sus lazos con el mundo andino, la cultura regresa como
ideología (dentro de una universidad que aparece como un universo cerrado
controlado por el PCP-SL).

La “revolución de los manuales” provocó un aumento significativo del


profesorado joven (con una formación empobrecida y regida por el auge
dogmático). Dichos manuales alcanzaron a sectores de estudiantes
secundarios y a estudiantes que cursaron asignaturas (preeminencia del
materialismo histórico y dialéctico) de introducción a las CC.SS., acabaron
desbordando los marcos de los programas de CC.SS. y expandiéndose a
universidades enteras. A pesar del dogmatismo que rodeaba a la “revolución de
los manuales” se produjeron importantes avances y definiciones, la
masificación de los estudios provocó una democratización dentro de las
CC.SS., que se vieron impulsadas además por la efervescencia social que
eludiendo los extremos más estériles del dogma supieron ver el marxismo
como una forma crítica de ver el Perú (economía, clases sociales,
dependencia, etc.).

SECCIÓN IV. LA REBELIÓN DEL CORO

CAPÍTULO V. JÓVENES Y CAMPESINOS ANTE LA


VIOLENCIA POLÍTICA. Ayacucho, 1980-1983

Entre 1977 y 1978 Sendero Luminoso comenzó a desplazar cuadros a zonas


rurales. Para 1982 en Ayacucho el 80% de las zonas rurales semiliberadas
contaban con presencia senderista. ¿Cómo pudo desarrollarse tanto en 2 años
(1980-1982)?.

Habría que centrarse en los antecedentes:

A. Débiles lazos de Sendero Luminoso con los sectores organizados. Se


produjeron reveses en organizaciones donde había tenido influencia,
influencia y capacidad para lograr presencia en otros lugares. El repliegue
senderista en la universidad vino acompañado de un endurecimiento
ideológico (línea ortodoxa) basado en el proselitismo. SL era un partido
pequeño ideológicamente conexionado, sin interés por el movimiento social,
priorizando los <<organismos generados>> por el propio partido que
vinculaba al partidos con las masas.
B. La base social construida en Ayacucho supuso el principal movimiento
social en los años 60’ y 70’, teniendo como base a los estudiantes.

El nexo: Los jóvenes rurales

Existían límites en la inserción senderista entre el campesinado. Los jóvenes


hijos de los comuneros y los estudiantes de secundaria se articularon como el
nexo entre Sendero Luminoso y las poblaciones rurales.

A. Brecha general significativa (agudizada con la incorporación de jóvenes a


SL).
B. Juventud política y socialmente “disponible” en lo político y en lo social
(bienestar, progreso y superación).
C. Poder <—> Juventud.
D. La base senderista como confluencia entre el marxismo-leninismo-maoísmo
y el contexto rural andino.

Los universitarios se incorporaron a SL a través del estudio de la línea


marxista-leninista —> <<universitarios convertidos en guerrilleros>>
(integración a través del estudio) + estudiantes secundarios seducidos
(integración a través de la acción). SL se transformó en un secta armada con
una base ideológica basada en el marxismo leninismo que se fue transformado
al verse incluida por la utopia campesinista, el objetivo era la conformación de
una Nueva República Rural. Para 1982 el poder senderista buscaba la
construcción de un nuevo Estado a través del monopolio partidario del poder
combinado con las viejas formas andas de poder y su relación con el Estado.

Respuestas campesinas

Las relaciones entre SL y el campesinado distaban mucho de ser armónicas.


Las respuestas campesinas a esta relación se resumen en el término
ADAPTACIÓN-EN-RESISTENCIA, entre la aceptación y la rebeldía, esto
provocó que SL apareciera como una amenaza a las condiciones de
reproducción misma de la comunidad. La adaptación-en-resistencia fijaba la
muerte como límite, las ideas arcaicas propias del campesinado chocaban de
frente con las ideas de superación propias de los senderistas (la utopía de los
cuadros que no logran hacerse de masas).

Las redes campesinas implicaban estrategias complejas de reproducción,


eliminar un nudo de estas redes tenía repercusiones más allá de la familia
nuclear. Para SL el mundo campesino era plano, sin densidad histórica ni
complejidad social (<<Apertura de una Caja de Pandora que no fueron capaces
de controlar>>). Por su parte el campesinado aceptó a SL debido a la
posibilidad de poder obtener ventajas personales, familiares o comunales. La
rebeldía abierta se observó con la formación de las “rondas campesinas” y la
llegada de las FF.AA. que provocaron el repliegue senderista (quedando
patente su decepción representando el papel del patrón andino tradicional).

Los jóvenes entre dos mundos

Los jóvenes rurales eran el eslabón que permitió la expansión senderista en el


campo, estos jóvenes se encontraban tensados entre dos mundos, el mundo
del partido y el mundo andino. Los jóvenes integrados en SL fueron la punta de
lanza de la extensión senderista por diferentes partes del país, en Ayacucho SL
se alzo como un actor armado y poderoso (pero sin la hegemonía de la primera
etapa —> Entrada de las FF.AA. —> Momento decisivo). A partir de 1983 se
produjo el choque entre un ejército colonial contra un ejército feudal.
CAPÍTULO 6. COSECHANDO TEMPESTADES. Las rondas
campesinas y la derrota de Sendero Luminoso en
Ayacucho.

Los jóvenes rurales y el campo

Como ya se ha apuntado el eslabón clave de la expansión vertiginosa


senderista fueron los jóvenes rurales con educación secundaria. Fue el sector
más activo dentro de los conocidos como los “organismos generados”, eran
jóvenes política y socialmente “dispuestos”, la búsqueda de identidad les
motivaba a militar y la posibilidad de ascenso social que ofrecía el nuevo
Estado senderista desafía su extracción marginal. SL fue visto como un canal
de movilidad social que permitía un ejercicio concreto de poder.

Los jóvenes universitarios se convirtieron en el núcleo duro senderista, el


partido como IDENTIDAD TOTAL. Los jóvenes surgieron como cabeceras de
playa a la hora de articular relaciones con el campesinado, la existencia de una
brecha generacional impactó de manera clara en la transformación de los
jóvenes en una generación armada.

La capacidad de coerción (basada en la utilización del terror) convirtió a SL en


un “patrón andino tradicional”, buscando una serie de beneficios concretos para
el campesinado. Ayacucho apareció como un escenario favorable en el cual SL
fue aceptado como “nuevo patrón”. La aceptación táctica surgía como una
posibilidad para la identificación estratégica.

Primer punto de quiebre

Problemas de Sendero Luminoso al intentar construir un nuevo poder, se


abrieron fisuras entre la estrategia partidista y la dinámica regional y
campesina. La organización de la producción y las formas de organización
colectivas produjeron un choque de estrategias, la asfixia económica de las
ciudades frente al mantenimiento de los nexos económicos entre campo y
ciudad.

El nuevo poder buscaba el reemplazo de las autoridades locales por comisarios


(representantes del nuevo poder). Surgieron problemas en las zonas más
pobres (y tradicionales), ya que el accionar senderista supuso un atentado
contra la cosmovisión campesina andina tradicional, imponiendo, reprimiendo,
masacrando al campesinado más pobre. Por lo tanto la base senderista quedó
conformada por jóvenes estratos medios y ricos, viniendo las primeras
rebeliones contra SL motivadas por el desconocimiento de las autoridades
comunales, los representantes del nuevo poder se vieron arrastrados por las
disputas intracomunales.

El nuevo poder se caracterizaba por una ideología que absolutizaba la violencia


(vista como purificadora —> cuota de sangre), la estrategia molecular de
construcción de un contra poder y el establecimiento de un proyecto político
autoritario. Todo ello desarrollado bajo un celo purificador, donde la dinámica
del micro poder entraría de lleno en la vida cotidiana. Para 1992 el objetivo
senderista era “batir el campo”, es decir, limpiar las zonas rurales a través de
“juicios populares”. Este hecho quedó encuadrado de forma clara dentro del
fundamentalismo ideológico senderista que se nutría del desconocimiento y
escaso respeto por los códigos campesinos. Era una utopía de cuadros (no de
masas), la combinación de la violencia estructural con la violencia política
pensionaba los jóvenes rurales que se veían atrapados entre la ideologización
del partido y los lazos familiares.

La seguridad de la población se vio comprometida con la entrada de las


FF.AA., SL retrocede, rompe el rol del patrón tradicional, lo que motivará que se
comienza a quebrar su relación con el campesinado, de ahí que el objetivo de
las FF.AA. a partir de 1983 fue la de “secar el agua al pez senderista”,
aplicando técnicas basadas en el terror sobre el campesinado, inhibiendo el
apoyo a SL.

Bloqueo del primer punto de quiebra

La acción de las FF.AA. bloqueó las contradicciones entre SL y el


campesinado. Los senderistas aparecen como un “mal menos”, continúa la
adaptación-en-resistencia por parte del campesinado, tanto frente a SL como a
las FF.AA. A partir de 1983 la región fue asolada por dos ejércitos
objetivamente externos (reproducción de la violencia). SL pierde masas
campesinas pero gana cuadros juveniles (decantamiento decisivo), el retroceso
social frente a la victoria política.

Segundo punto de quiebre

Sendero Luminoso veía como normal el desarrollo de una guerra prolongada, la


ruptura del cerco buscaba la expansión a otras zonas del país. En 1988 la
guerra prolongada como estrategia estaba basada en 3 fases: defensa,
equilibrio y ofensiva. Para 1989 se pasó de la defensa al equilibrio, era
necesario un consenso activo por parte del campesinado, el principal problema
era el rechazo por parte de estos últimos debido de un incremento de la
violencia por parte de los senderistas. La multiplicación de las rondas
campesinas provocaron la primera victoria estratégica de las FF.AA. y por lo
tanto la perdida de la hegemonía por parte de Sendero Luminoso.

Puntos ciegos y derrota de Sendero Luminoso

Se agudizaron varios puntos ciegos del <<Pensamiento Gonzalo>>.


a) Culto desmedido a la violencia
b) Fatalismo optimista
c) Actores sociales y políticos —> “esencias en acción”
d) Estrategia de guerra prolongada —> construcción de bases
e) Desprecio por la cultura andina

El desarrollo de una violencia de aparato provocó la aparición de fisuras entre


SL y la población (que acabaron apoyándose en las FF.AA.). Las esencias en
acción (actores sociales y políticos) establecían que la historia no avanza de
manera lineal sino en zig zags y retrocesos (así las rondas campesinas eran
vistas como un episodio más de “restablecimiento”). Las concepciones del
tiempo y el espacio de los senderistas y el campesinado chocaban
(cosmovisión senderistas vs. cosmovisión campesina), este choque significó el
fin de la adaptación-en-resistencia campesina y el inicio de rebeliones que se
verán coronadas con la formación de las rondas campesinas. La cultura andina
también significó un choque, el conjunto de instituciones importantes para las
comunidades campesinas indígenas (familia extensa, jerarquización, rituales,
fiestas, dimensión religiosa) actuaron como base teórica para el menosprecio
de las manifestaciones culturales del campesinado indígena (retazos del
pasado). Los senderistas aparecían como los nuevos mistis (influenciados por
las escuelas y el marxismo).

SECCIÓN V. QUÉ DIFÍCIL ES SER DIOS

CAPÍTULO 7. QUÉ DIFÍCIL ES SER DIOS. Ideología y


violencia política en Sendero Luminoso

La vieja guardia intelectual senderista ejerció una influencia decisiva en los


jóvenes universitarios (provincianos mestizos) que se convirtieron en la
columbra vertebral senderista.

Jóvenes: los hijos de los engañados en busca de la espada de la


verdad para vengar el engaño

El surgimiento de una sociedad basada en el engaño, y estructurada en torno al


monopolio que ejercían los dominantes de la lengua castellana, la lectura y la
escritura engendró una resignación que se interiorizó en mitos. La actitud de
rebeldía frente a este monopolio fluctúa entre dos polos ideales: el repliegue de
la cultura andina sobre sí misma y la apropiación de los instrumentos de
dominación de los vencedores. En este sentido el segundo de los dos polos es
el predominante en el siglo XX peruano (en la educación cuenta con el
monopolio del castellano, tanto en lectura como en escritura). Los instrumentos
pragmáticos para la lucha democrática contra los mistis y los poderes locales
<<buscarán la verdad>> a través de la ruptura de los monopolios de producción
y conocimiento.

Sendero Luminoso trasladó el viejo orden jerárquico. Maestro (mestizo/urbano)


frente al alumno (campesino/indígena). Se necesitaba un guía externo, de ahí
la aparición de la figura de un caudillo-maestro de carácter moralizan que fue
acompañada y apoyada en el auge de los manuales marxistas-leninistas en el
ámbito universitario nacional. Se le otorgó a la ideología proletaria atributos
cuasi divinos.

El culto al cargo supuso un elemento modernizado en la región de Ayacucho, la


UNSCH actuó como agente intelectual a través de los cuales los jóvenes
(gracias a un marxismo-leninismo caracterizado por la rigidez) encontraban la
“verdad única”. La configuración de un núcleo intelectual maoísta acabará
cuajando como un partido político, una organización que ofrece identidad
(estructurada en torno a la condición de intelectual total personificada en
Abimael Guzmán).

Intelectuales: El hermano perdido de los Aragón Peralta quiere


modernizar a sus indios por la vía socialista

El núcleo original de Sendero Luminoso estaba formado por una burguesía


intelectual provinciana mestiza, que encarnaba una nueva ideología (marxismo-
leninismo-maoísmo) que profesaba un “culto divino a la razón”. Se acabaron
articulando como una suerte de teólogos. La larga tradición de élites
provincianas confrontadas con el centralismo oligárquico se reconfiguró con la
adopción del marxismo y la revalorización de lo andino (influencia de Mariátegui
e ignorancia absoluta de la dimensión étnica por parte de SL).
El núcleo inicial de SL arrastraba continuidades con la tradición intelectual, pero
sobre todo destacaba por una serie de rupturas entre las que destacaban la
versión afectiva y la identidad fundamentalista. La élite intelectual que da origen
a SL se caracterizaba por proceder de contextos marcados por la decadencia
semifeudal, la debilidad mercantil, la UNSCH y el Movimiento por la Gratuidad
de la Enseñanza.

El grado de violencia senderista se adecuó a la realidad de la idea de


“retroceder el tiempo”, además la exacerbación de las condiciones
socioeconómicas por parte de SL en Ayacucho buscaban el progreso y la
mimetización con el autoritarismo de las viejas élites mistis, SL encarnó una
nueva forma de ser misti, el desconocimiento de la organización popular se
solapó con la creación de los “organismos generados” (el partido lo decidía
todo). El partido se convirtió en el único actor en la relación partido-masas. La
sociedad era vista como arcilla que ha de ser modelada por el partido y la
ideología a su imagen y semejanza.
CAPÍTULO 8. LA MADURACIÓN DE UN COSMÓCRATA Y
LA COSNTRUCCIÓN DE UNA COMUNIDAD-DE-DISCURSO:
el caso de Sendero Luminoso

El discurso, unido a la figura del cosmócrata y la articulación de una


comunidad-de-discurso sufrió una transformación desde un grupúsculo
marginal provinciano hasta una máquina de guerra. No existe violencia política
sin discurso, las raíces estructurales de la violencia hay que buscarlas en el
contexto histórico y sociocultural, aunque hay que establecer una importancia
capital a la voluntad política para el inicio de la violencia.

La violencia del PCP-SL. Desde el análisis del discurso

La violencia política contó con una alquimia lingüística que permitió que los
acontecimientos fueran incorporados a los discursos interpretativos, creando
verduras comunidades discursivas. Al acontecimiento se le otorga una
densidad simbólica, a las historias se les pretende dar pretensiones de
historicidad que dieran lugar a teorías (dentro de un proceso narrativo). El
cosmócrata (consolidación y transformación del poder político) se convertiría en
el narrador que crearía un espacio para la explicación teórica, se articularía un
proyecto individual y colectivo, una suerte de “individualismo colectivo” que
reforzaría la narrativa colectiva.

La maduración de un cosmócrata y la conformación de una


comunidad de discurso

Refugio en la UNSCH, entre 1969 y 1973 se dio un predominio senderistas


indiscutido en la universidad a través de una doctrina coherente y una
organización sobresaliente, Rápidamente cortaron lazos con diferentes
movimientos sociales, esto provocó una cohesión del núcleo de cuadros, un
endurecimiento ideológico y una cohesión orgánica.

Guzmán paso de ser un burócrata a ser un profeta. En 1977, el inicio de la


<<guerra popular>> se produjo dentro de un contexto nacional de compleja
transición democrática (1977-1980). En el contexto regional la Reforma Agraria
borró el escenario semifeudal de señores terratenientes y campesinos siervos,
mientras que en el escenario internacional se había producido el fin de la
Revolución Cultural China (1976).

La violencia se convirtió en la esencia de la revolución, el discurso profético


supuso una ruptura total (1979-1980), el despegue de SL vino acompañado de
la producción teórica de Guzmán. La transformación del discurso, dotándole de
un tono épico, provocó disidencias en el seno del partido por la nueva
estrategia. Guzmán como cosmócrata articuló una comunidad de discurso (su
mundo interior se blindó contra la realidad).

a) La nueva bandera. Ruptura total (colectiva/personal e interna).


b) Tres capítulos de nuestra historia. Nacimiento del Ejército Popular y
lenguaje simbólico (Historia del Perú: “De la oscuridad a la luz”).
c) A derrumbar los muros. Subsistencia de la oposición interna, la violencia
aparece como madre de la Hª con un papel redentor.
d) Somos los iniciadores. Inicio de la lucha armada —> Búsqueda del
equilibrio estratégico, justificación de la rebelión, virulencia del lenguaje
(preludio de la violencia). Comunidad de discurso conformada.

Tras su paso de burócrata a profeta, Guzmán evolucionó hacia la figura de


mesías desarrollando la comunidad de discurso. El culto a la muerta, la
abolición del ego y la exaltación del líder serán características clave en la
comunidad de discurso. La <<guerra popular>> negaba la individualidad
otorgando un escaso valor de la vida individuales. Existencia de la cuota de
sangre.

Epílogo: la violencia, el genio y la botella

Tras la detención de Abimael Guzmán la violencia se encarnó en otras partes


del tejido social y en el gobierno presidido por Alberto Fujimori. El discurso
mediático estuvo controlado por parte del Ejecutivo fujimorista, cuyo objetivo a
través de “castigos ejemplarizantes” buscaba inocular el medios en las
ciudades (estrategia basada en el terror).

Perú era un país secuestrado por la guerra contra la inflación (1988-1990), la


anomia de los partidos tradicionales y la subversión. En este contexto se
desató una intensa lucha por la memoria, el Estado y las FF.AA. se
presentaron como víctimas fundamentales de la violencia senderista/terrorista.
El objetivo era edificar una memoria salvadora, y que gracias a la atomización y
fagocitación de la sociedad por parte del Estado fujimorista permitió ocultar la
violencia y legitimar su lado oscuro.
EPÍLOGO

CAPÍTULO 9. HERIDAS ABIERTAS, DERECHOS


ESQUIVOS. Reflexiones sobre la Comisión de la Verdad y
Reconciliación

La CVR disputa sobre una narrativa hegemónica acerca del conflicto armado
interno.

El surgimiento de la CVR

En 1992 se produjo el autogol de Estado de Fujimori, el colapso de la


capacidad militar y política de las organizaciones subversivas dio lugar a un
contexto político favorable. Los voceros del régimen (intelectuales orgánicos en
terminología gramsciana) hablaron de sentido común para referirse al
terrorismo de estado, que fue visto por parte de estos como un costo necesario
para acabar con la subversión, se impuso el olvido (Ley de Amnistía en 1995).

La narrativa sobre los años de la violencia política enfrentó a dos tipos de


memoria:

- Memoria salvadora (Stern, 1998)


- Memoria(s) cuestionadora(s) —> Memorias silenciadas y arrinconadas.
Estas memorias supusieron la genealogía de la CVR.

La sensibilidad a favor de la verdad y contra la impunidad comenzó a permear


en la sociedad peruana. Las demandas de los movimientos sociales provocó un
repliegue del gobierno militar (entre 1968-1980), dando lugar a un cambio de
escenario donde se empezaron a realizar reclamos por la democracia
representativa o contra las violaciones de DD.HH.

En 1980 comenzaron a configurarse las conocidas como comunidades de


memoria, que sirvieron como cabeceras de playa que unidas a la debilidad de
los partidos políticos durante la transición ayudan a explicar la existencia de la
CVR. Además el papel de las clases populares y de los sectores medios
también fue relevante. Las modificaciones en el contexto internacional también
supuso un factor clave, la consolidación de la democracia representativa y la
conformación de diferentes CVR en diversos países de América Latina. El
esquema cronológico: Conflicto armado interno —> Transición a la democracia
—> CVR.

El reclamo por la transparencia y contra la impunidad en el Perú y un contexto


internacional favorable convergieron. El colapso del régimen autoritario provocó
la retirada de los <<guardianes del olvido>>, las grietas en las historias oficiales
permitieron la irrupción de otras memorias y lecturas del pasado, se abrió un
espacio para la aparición de la CVR.

El uso de la palabra

La persistencia de enclaves autoritarios en medios de comunicación provocaba


que se articularan espacios para llevar a cabo una reelaboración del pasado
donde se adelgazaban y regresaba la tentación del olvido. La coyuntura fluida
anteriormente mencionada y la aparición de la CVR permitieron luchar contra el
olvido y la impunidad. El resquebrajamiento del miedo permitió denunciar su
existencia.

Heridas, derechos

Las voces silenciadas por la lejanía y la indiferencia fueron (sobre todo) las
voces de mujeres pobres, rurales, indígenas, jóvenes. La coexistencia en el
Perú de diferentes tiempos para el acceso (diferenciado) al poder ofrecía una
dicotomía fundamental en el país andino. Élites/mayoría <—>In-significantes
(término acuñado por Gustazo Gutiérrez). El 75% de las víctimas mortales
tenían el quechua como idioma materno.

La CVR llevó a la esfera pública una realidad que quería ser relegada al
pasado. En cierta manera alteró los balances de poder y se convirtió en un
espacio oficial de escucha, permitió la creación de <<tiempos de la memoria>>
que tuvieron la capacidad de escuchar en el proceso de quebrantamiento del
silencio (Jelin, 2002).

Informe Final, voluntad de “olvido”, espacios de diálogo

La campaña de demolición liderada por sectores de la prensa y voceros


políticos contra el Informe Final defendía la parcialización en contra de las
FF.AA. y a favor de los grupos subversivos. El repliegue de la memoria
salvadora chocó de frente con la represión a las memorias subalternas. Esta
campaña de demolición fue un reflejo de la existencia de marcos interpretativos
antiguos dentro de una comunidad que excluye o discrimina (pobres
culturalmente diversos, quechuas y asháninkas). La CVR ha hecho suya una
nueva lectura del pasado, dando lugar a una memoria activa que pretende
elaborar nuevos sentidos del pasado.

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