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El estudio fotográfico

Cualquier parte del mundo puede ser fotografiada. Una montaña, una casa,
un lago, el atardecer; en fin, cualquier cosa que podamos ver en el mundo real
puede ser objeto de una fotografía. Para ello, nuestro espacio de trabajo es el
mismo escenario fotografiado. El mundo real se convierte, no sólo en el motivo de
nuestra fotografía, sino el espacio en el cual trabajamos. En estos casos, sin
embargo, el fotógrafo depende generalmente de las condiciones lumínicas que
imponga el día: es decir, el fotógrafo no puede configurar el sol para que, en la
mañana, ilumine como si fuese el atardecer; no puede mover una nube que, justo
antes de tomar una fotografía, se posicionó sobre el sol. El fotógrafo, en definitiva,
no controla las condiciones. Lo mejor que puede hacer es conocerlas y adaptarse
a ellas.

Sin embargo, hay un espacio en el que el fotógrafo sí controla todos los


aspectos que afectan la fotografía: el estudio. En él, el fotógrafo es capaz de
controlar las condiciones lumínicas con las cuales se hará una exposición. No
importa si es de día, tarde o noche. El fotógrafo puede generar una imagen bajo
las mismas condiciones lumínicas en cualquier momento. El estudio es, en cierto
sentido, la oficina de trabajo del fotógrafo, en la que puede controlar las
condiciones bajo las que hace una fotografía.
¿Cómo se conforma un estudio?

Para lograr controlar las condiciones lumínicas y el ambiente en el cual se


hará la fotografía, el fotógrafo requiere de un conjunto de herramientas, accesorios
o instrumentos que, más allá de las marcas o precios, debe tener todo estudio
fotográfico profesional. En primer lugar, y quizá con mayor importancia, lo
preponderante en un estudio son los flashes.

Flash de estudio

El flash de estudio, a diferencia del flash incorporado y el flash electrónico


de zapata, se usa única y exclusivamente montado sobre un trípode. Además,
para alimentarle de energía, es necesario conectarle al circuito eléctrico mediante
un toma corriente.
La unidad de medida más tradicional del flash de estudio es el Watt por
segundo (W/S). Esta medida cuantifica su potencia, es decir, estipula cuánta luz
es capaz de generar el flash durante su disparo.

Aunque la potencia de flash requerida es condicionada por el tamaño del


estudio y la distancia entre el flash y el motivo de la foto, podemos afirmar que las
potencias de flash más comunes, y más producidas por los fabricantes son:

 200 W/S
 300 W/S
 400 W/S
 500 W/S
 600 W/S

Estas medidas corresponden a la potencia de la lámpara del flash; es decir,


la lámpara que emite la luz en el momento de la fotografía. No obstante, la
mayoría de flashes de estudio poseen otra lámpara aparte de la del flash: la
lámpara o luz de modelado. Ésta emite una luz continua que sirve al fotógrafo para
hacer foco y ver la direccionalidad y angulación de la luz; y cuando se toma la
fotografía en sí, la luz de modelado puede configurarse para que se apague
durante el disparo, o permanezca encendida pero sin afectar la iluminación.

Al igual que la potencia de la lámpara del flash, la lámpara o luz de


modelado posee una potencia específica, que generalmente es menor a la
potencia generada por el flash. Generalmente oscilan entre los 150W y los 350W,
lo cual no indica que no existan de mayor o menor potencia.

Accesorios para modificar la luz del flash

Existe un amplio abanico de accesorios que modifican o manipulan la luz


emitida por los flashes con dos búsquedas particulares: accesorios para
concentrar la luz (hacerla más dura); y accesorios para difuminar la luz (hacerla
más suave). Entre los más conocidos tenemos:

Viseras o Bandoor

Es el accesorio más común que se adapta a un flash de estudio. Posee


unas viseras que ayudan a direccionar la luz emitida por la lámpara. A él pueden
adaptarse otros accesorios que, además de direccionar, sirven para difuminar la
luz o cambiar su temperatura de color.
Reflectores

Son accesorios metálicos que, al igual que las viseras, sirven para
direccionar y concentrar el haz de luz emitido por la lámpara. Se llaman reflectores
por estar internamente revestidos con superficie reflectante (satinada o en mate).
Así logran concentrar y direccionar la luz.
Snoot

Accesorio con forma de cono que concentra al máximo del halo de luz; por
ende, genera una luz muy puntual.

Grid o Panel de abeja

Accesorio que debe ser adaptado a alguno de los otros accesorios (sean
viseras, reflectores o snoot). Es una rejilla cuya estructura asemeja la de un panel
de abejas. Sirve para evitar que la luz emitida por la lámpara se proyecte en todas
las direcciones, concentrando el halo de luz en un punto específico.
Paraguas o sombrillas

De esta clase de accesorios podemos encontrarnos de dos tipos: de


reflexión y traslúcidos. Ambos tienen el mismo objetivo: difuminar la luz; sin
embargo, los de reflexión lo hacen “rebotando” el halo de luz hacia el motivo de la
fotografía;

Mientras que el traslúcido la difumina al ser atravesado por el halo de luz.


Softbox (también conocidos como Ventanas o Cajas de luz)

Es un accesorio conformado por una estructura, metálica o plástica, que


está recubierta por una tela sintética. En una de sus caras (la opuesta a la
lámpara), la tela sintética es traslúcida y, al ser atravesada por la luz, se difumina.
Sus caras internas, excepto por la traslúcida, generalmente son reflectantes. Estas
cajas de luz se pueden encontrar en muchos tamaños, así como también en
distintas formas geométricas. Depende del fotógrafo decidir cuál de ellas usar.
Paneles de difusión (Lite Panels)

Son telas traslúcidas que, al ser atravesadas por la luz, terminan


difuminándola. Para ser usadas, generalmente se tienen que apoyar sobre
trípodes.

Sincronización entre cámara y flash de estudio

Para lograr la sincronización entre el disparo de la cámara y el disparo del


flash, se dispondrá de un dispositivo de frecuencia de radio. Éste estará
conformado por un emisor o transmisor, conectado a la cámara; y un receptor,
conectado al flash.
Sin embargo, como normalmente en un estudio se necesita sincronizar la
cámara con más de un flash, éstos poseen un mecanismo que los hace capaces
de sincronizarse automáticamente: la foto célula.

La foto célula es un sensor que poseen algunos flashes de estudio. Cuando


estos sensores captan alguna fuerte variación de luz en el espacio en el que
están, encienden automáticamente su lámpara de flash. Es decir, si para hacer
una fotografía vamos a usar tres flashes, sólo es necesario que el fotógrafo
sincronice su cámara con uno de los flashes, y que en los otros dos active la
opción de fotocélula del flash. Éstos, al percibir la luz emitida por el flash que está
sincronizado a la cámara, encenderán sus respectivas lámparas de flash. Así se
logra encender de forma sincronizada todos los flashes con los que se desea
trabajar.

Pies de iluminación (Trípodes para iluminación)

Son los soportes en los que se sostienen los distintos flashes. Su tamaño y
peso están condicionados por el tamaño y el peso del flash o del accesorio a usar.
Así mismo, sus monturas o encastres no son siempre iguales. Pueden estar
diseñados para un flash o lámpara específica, o pueden ser genéricos para
distintos tipos de flash.
Medición de exposición

Como los flashes no se activan sino en el momento del disparo de la


cámara, para hacer la medición de la exposición con el exposímetro de la cámara,
no vamos a contar con la referencia lumínica que realmente incidirá sobre el
motivo de la fotografía.

Por ello, para medir la exposición en estas situaciones, será necesario


acudir a un fotómetro de mano tradicional (luz incidente).
¿Cómo funciona el fotómetro? El fotógrafo debe indicarle al fotómetro cuál
es la sensibilidad y la velocidad de obturación con la cual está trabajando. En base
a ello, y tras medir la luz que incide sobre el objeto o sujeto fotografiado, el
fotómetro le indica al fotógrafo qué apertura de diafragma debe usar para lograr
una correcta exposición.

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