Sie sind auf Seite 1von 279

RESUMEN DE DERECHO PROCESAL PENAL- SUPERTI

SEMANA II

La historia del procedimiento penal. Los sistemas procesales. La reforma del procedimiento penal en
argentina.

Julio Maier” Sistemas de enjuiciamiento penal”

1.- Sistemas de enjuiciamiento penal.


a) Acusatorio: Es la forma de enjuiciamiento que domino todo el mundo antiguo. No bien la reacción
frente a la ofensa grave del orden jurídico dejo de ser un mero ejercicio del poder autoritario del príncipe
o de la venganza física del ofendido o su tribu. Allí nació el juicio con intervención del ofensor y frente a
un árbitro, al tribunal, el cual, de alguna manera decidirá la cuestión.
Las características fundamentales: división de los poderes (un acusador, el imputado y el tribunal). El
rasgo fundamental es que el tribunal va a decidir condicionado al reclamo de un acusador y al contenido
de ese reclamo. Y por otro lado la posibilidad de resistencia del imputado frente a la imputación.

Notas comunes:
1.- La jurisdicción penal reside en tribunales populares (Asambleas del pueblo o Tribunales por jurados).
En el procedimiento interno el tribunal es un árbitro entre acusado y acusador.
2.- Persecución penal se coloca en manos de una persona física de existencia visible, sin el no existe el
proceso. Caracterizado como der. Privado siendo el ofendido el autorizado a perseguir penalmente y en
otros casos podía perseguir cualquier persona.
3.-El acusado es un sujeto de der. Estaba en igualdad de condiciones con el acusador y su privación de
libertad era excepcional.
4.-Procedimiento: publico, oral, continuo y contradictorio. El tribunal decide la cuestión con las pruebas y
alegatos presentados por las partes.
5.- La valoración de la prueba no estaba sometida a regla alguna.
6.- La sentencia: resultado de un voto mayoritario o en otros casos de una unanimidad. Siendo estos
tribunales asambleas del pueblo o jurados, la cosa juzgada es su efecto normal, desconocidos los
recursos.

b) sistema inquisitivo: responde a la concepción absoluta de poder central, a la centralización del poder
por lo que todos los atributos se concentran en una misma mano. El escaso valor de la persona humana
frente al orden social, redujo a la persona a un mero objeto de investigación. Perdiendo su carácter de
sujeto de der. y también con la autorización de cualquier medio para alcanzar su fin. Las máximas
fundamentales: Persecución penal pública y el procedimiento dirigido a obtener la verdad.
Desde el punto de vista histórico-político, afirmación de la iglesia católica y formación de los estados
nacionales bajo regímenes de monarquía absoluta y sus lucha contra los infieles y contra el poder
feudal condujeron a este procedimiento La fuente jurídica fue el der. Romano imperial de la última
época.
Características principales: concentración del poder procesal penal en una única mano, la del inquisidor.

Notas comunes:
I.- El monarca o el príncipe eran los depositarios de toda la jurisdicción penal. En el reside el poder de
decisión, pero como los casos lo exceden delega en sus funcionarios y lo reasume cuando es
necesario. La administración se organiza en jerarquía.
II.- El poder de perseguir se confunde con el de juzgar, colocado en las manos del inquisidor.
III.- Acusador representa un objeto de persecución, en lugar de un de der. Sin facultad de defenderse,
obligado a auto incriminarse mediante métodos crueles para lograr quebrar su voluntad.
IV.-El procedimiento consiste en una investigación secreta, resultados que constan por escrito. El
secreto responde a una necesidad de una investigación sin debate y la protocolización escrita de los
resultados. En síntesis: discontinua, secreta, escrita, falta de debate y delegación.
V.-El sistema de prueba legal domina la valoración. La ley determinara la serie de condiciones para
tener por acreditado un hecho.
El sistema reducía el poder del juez en la sentencia, después de habérselo dado en demasía durante el
proceso. La prueba era obtenida de manera compulsiva, mediante la tortura y la regulación probatoria
cumple el fin de requerir mínimos recaudos para posibilitar el tormento.
VI.-El fallo era casi por definición impugnable, aparece la apelación y los recursos contra la sentencia,
relacionado con la idea de delegación. El poder que se delegaba en funcionarios inferiores debía
devolverse en sentido inverso.

c) La reforma del poder inquisitivo o el nacimiento de un sistema mixto.


De la inquisición perduran la persecución penal pública de los delitos y la averiguación histórica de la
verdad. A pesar de que en los comienzos de la revolución la idea de república postulo el regreso al
sistema acusatorio. Pero en realidad siguieron ciertas reglas de la inquisición, los anteriormente
nombrados y hicieron irrupción otros. De allí el nombre de sistema mixto.
La persecución penal publica y la averiguación histórica de la verdad, se transformo respecto a la
manera en que se aplicaba en el sistema inquisitivo. Estos cambios se tradujeron en garantías y
derechos individuales, apareció el principio de inocencia hasta que una sentencia fundada diga lo
contrario, por lo que resulto imprescindible el juicio previo, en el cual se garantizo la libertad y eficacia
de la defensa.
La colisión entre estos dos sistemas fue inevitable, la soluciones que se dieron a este conflicto, fueron
dadas por la legislación y se fue creando un nuevo método procesal penal. Consiste en dividir el
procedimiento en distintas etapas:
a) una investigación de manera inquisitiva, reconoce la necesidad del estado de informarse previo
a acusar a alguien penalmente.
b) Busca asegurar la seriedad y pulcritud del requerimiento penal del estado.
c) Es la imitación formal del juicio acusatorio, consiste en un debate público y oral ante el tribunal
de justicia, con las actuaciones del acusado y acusador que culminara con la absolución o
condena del acusado fundada únicamente en los actos llevados a cabo durante ese debate.

Características:
I.- la jurisdicción es ejercida por tribunales con fuerte participación popular.
II.- persecución penal esta en manos de un órgano estatal especifico, el ministerio publico. Existen
excepciones admitiéndose algunos delitos perseguibles solo por el ofendido.
III.-El imputado es un sujeto de derechos. Cuya posición jurídica en el proceso se corresponde con la de
un inocente. Es el ministerio público quien debe mostrar su culpabilidad. Su privación de libertad
durante el procedimiento es excepcional. En cuanto a la defensa es tan importante que la ley, por lo
menos en los casos graves asumió público ese interés. Y tomo como imprescindible la defensa técnica.
IV.- El proceso muestra una de las principales características de la mixtion y del juego alternado del
interés público por sancionar los delitos y del privado, por conservar las libertades ciudadanas.
Comienza por una investigación preliminar a cargo del ministerio público o juez de instrucción con el fin
de recolectar elementos, que den base a la acusación o requerimiento o al contrario la clausura de la
investigación.
Le sigue un procedimiento intermedio, procura servir de control para los actos conclusivos del ministerio
público sobre la instrucción. Por ultimo el juicio o procedimiento principal, cuya misión es obtener la
sentencia de absolución o condena que pone fin al procedimiento. Su eje central es el debate, es oral,
publico, continuo, todas las partes presentes, libre defensa del imputado, de ese debate surgen los
únicos elementos capaces de fundamentar la sentencia.
V.- Según el caso, el tribunal integrado por jueces no profesionales y accidentales o solo jueces
profesionales o por ambos conjuntamente.
VI.- El fallo es recurrible.

En el Siglo XX:
a) La consolidación de los derechos humanos. Este siglo sigue gobernado por los principios que
estructuraron la reforma del sistema inquisitivo. El siglo se ha ocupado, de consolidar cultural y
jurídicamente estos principios a pesar de las transgresiones que ocurrieron.
Se trata de un siglo conservador, sin reformas revolucionarias en nuestra materia. Pero se ha
reconocido una serie de principios fundamentales que superan luchas políticas e ideológicas.
b) política criminal: el fin de la segunda guerra mundial, parece haber marcado el comienzo de un gran
debate político acerca de la función que cumple el derecho penal. Por un lado la critica de los
instrumentos que el derecho penal utiliza para cumplir ciertos fines. Y por otro lado la proposición de
instrumentos más idóneos para cumplir los mismos fines.
I.- En el derecho penal material el movimiento se ha traducido en dos exigencias que parecen
contradictorias. En el centro de la cuestión la pena privativa de libertad, se sostiene que no cumple con
los fines que teóricamente persigue, en particular la prevención especial, y que no todo
comportamiento desviado debe ser alcanzado por el derecho penal, solo debe intervenir cuando otro
método de control social no pueda lograr los fines. Erradicando de los códigos penales todos aquellos
comportamientos que son solo el fruto de intolerancia ideológica.
Por otro lado se reclama el ingreso al derecho penal de otros comportamientos, los llamados derecho
penal económico y derecho penal relativo a la conservación del medio ambiente.
II.- El derecho penal procesal, vinculado a las decisiones políticas que adopta el derecho penal
material, elabora sus propias respuestas para apoyar esas proposiciones. Una serie de problemas han
invadido el ámbito propio de sus decisiones.
El primero se intenta reduciendo el papel que juega el encarcelamiento preventivo que juega en el
derecho penal. Aparte de limitaciones por principios que rigen en un estado de derecho.
La aparición en el sistema penal de las escalas punitivas y de las penas alternativas, y de la verificación
de que la decisión sobre la pena depende exclusivamente de la subjetividad de los jueces. Por la otra
condujo a afirmar racionalizar el juicio sobre la reacción penal y dotar al proceso que lo precede de
todas las garantías que existen para el fallo de culpabilidad.
La política criminal de fines del siglo XX, tiene la preocupación de dos temas principales sobre la
materia procesal penal.
En primer lugar la victima del delito como respuesta a la persecución penal publica, reclama no solo el
acceso al proceso como acusadora, sino también a ser informado de todo lo que acontezca en el
proceso en caso de no constituirse como acusador y ser protegida en el. La definición de victima se ha
ampliado para acceder en su seno a realidades sociales tales como las asociaciones intermedias,
constituidas para defender bienes jurídicos individuales o supraindividuales.
Se postula un regreso a las formas acusatorias del proceso penal, en el cual los papeles de las partes
son definidas de manera mas ortodoxa. Se define el papel del ministerio público quien en lugar de estar
puesto allí para el control de las decisiones judiciales, asume el papel de inquisidor.

Derecho procesal argentino


I) España introdujo el sistema inquisitivo mediante el código de las 7 partidas y siguió aplicándose aun
después de la independencia de la metrópolis.
De ese periodo se rescata únicamente como derecho patrio el ingreso de diversas ideas
republicanas con diversos intentos constitucionales. Así como comienza a esbozarse ciertos principios
liberales, tanto en la organización judicial como en la penal, principalmente, de los reglamentos
provisorios para el funcionamiento del gobierno de las provincias unidas. Aparecen aquí los primeros
intentos de una administración de justicia independiente del poder político, la necesidad de un juicio
previo y de la condena firme para tener como culpable a alguien, eliminación de la tortura, inviolabilidad
de domicilio, etc.
Pero estos nunca eran operativos en la práctica, se seguía aplicando en el juzgamiento las formas
incorporadas por la inquisición española.
II) Prosigue la época de aislamiento y de la guerra civil, en esta época procede el enjuiciamiento por
comisiones especiales. De ella solo se rescata la organización de la provincia de Bs. as, antes del
avenimiento de Rosas y la constitución de 1826.
III) Constitución de 1853-1860: se entra en materia Procesal penal, en el ingreso de la república
argentina al sistema de organización judicial que regia en el mundo. Principios: administración de
justicia separada de los otros poderes, prohibición de jueces especiales y derecho a jueces naturales,
juicio por jurados, reconocimiento de la inocencia del imputado, suspensión de la tortura, etc.
La constitución siguiendo el sistema federal colocando en las provincias la administración judicial,
obligando a interponer la ley penal común, con unos solos casos excepcionales reservados a la nación.
IV) La legislación posterior a la constitución no siguió inmediatamente este curso.
Después de los proyectos para implementar el juicio por jurados, el PE emprende un proyecto que va a
transformarse en el código procesal en materia penal de la nación “el enjuiciamiento criminal en casos
de competencia de los tribunales federales”. Sancionado en 1888.
La obra deja de lado los principales principios de la constitución, su fuente es el derecho inquisitivo
español anterior a su reforma de 1882.
Todos los actos son escritos, el secreto capea durante todo el procedimiento, absolutamente durante la
instrucción, limitadamente durante el plenario, se desconoce la inmediación, investigación previa sirve
para fundar la sentencia y la decisión es recurrible antes un tribunal superior.
V) el primer intento en variar la situación y acomodarlo a la constitución, emerge del esfuerzo de Tomas
Jofre. Proyectando los códigos sancionados en la provincia de santa fe y San Luis en 1915. La
modificación más significativa fue un proceso oral y publico, en caso de ciertos delitos determinados y
bajo la condición de ser solicitado por el imputado. En la práctica fue un fracaso rotundo.
VI) Mediante el código procesal penal de CORDOBA, se introduce una ley de enjuiciamiento moderna,
que respeta los postulados de la constitución. Sus proyectistas fueron Vélez Marimonda y Sebastián
Soler.
El código se decidió por jueces letrados y permanentes, pero los tribunales de juicios como cuerpos
colegiados. La instrucción solo sirve para fundar el requerimiento de juicio público, o la clausura de la
persecución penal. Deja esta etapa el secreto instructorio solo permitido excepcionalmente. Como
innovación principal, un debate oral de los actos, con presencia ininterrumpida del acusado, acusador y
el tribunal. Otras innovaciones, fue el ingreso de las cuestiones civiles que emergen de delito penal. La
sentencia no es recurrible por apelación, pero si vía de la casación.
Esta reforma influyo en las reformas de las demás provincias, pero no alcanzo para imponerse en el
código nacional.
VII) En 1991 se sanciono el nuevo código procesal penal de la nación, establece un juicio público y oral
presidido por tribunales con integración fija de jueces permanentes, deja la instrucción preliminar en
manos de un juez de instrucción, que se desarrolla por actas escritas.

SEMANA III

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES (MAIER)

El poder penal del Estado: Límites y organización.

Evolución de la organización social: 3 períodos:

 Sociedad primitiva: formada sobre la base de “grupos parentales” (tribu), que desconocía la
existencia de un poder político central. El poder penal pertenece al ofendido y a su tribu.
 Sociedad culturalmente evolucionada: que organiza definitivamente un poder político central, el
Estado. A partir del S. XIII comienza a consolidarse la instancia política central, con la creación
de los Estados Nacionales que, en el tema específico de la realización del poder penal, provocan
el nacimiento de la Inquisición.
 Sociedad moderna: que establece cierto orden para las relaciones entre los individuos que la
componen y procura que los conflictos sociales se decidan conforme a acuerdos y formas
racionales que protejan a todos los interesados. En la época actual se procura definir el orden
comunitario a través de compromisos políticos y resguardar formalmente el poder transferido
para realizar el orden establecido, en materia penal es la reforma de la Inquisición.

En un determinado momento del desarrollo social, el poder penal se transfiere del individuo al Estado. A
la venganza privada, le sucede la acción procesal o persecución penal ejercida por el Estado, quien
expropió ese poder de manos del individuo y monopolizó el poder penal. El poder penal representa en
manos del Estado, el medio más poderoso para el control social.
Un programa racional de limitaciones, para que el poder penal no se convierta en instrumento del
sometimiento político, sólo aparece cuando se expresa la sentencia que nos coloca a todos en posición
de igualdad frente a la ley.
Con la creación del Estado de Derecho, se declaran una serie de derechos y garantías que intentan
proteger a los individuos, miembros de una comunidad determinada, contra la utilización arbitraria del
poder penal del Estado; ellos confirman la base política de orientación para la regulación del Derecho
penal de un Estado. Los principios constitucionales, emanan de la ley suprema que otorga fundamento
de validez (vigencia) al orden jurídico.
Distinción entre: declaraciones: encierran la presentación política del tipo de organización estatal que
elegimos, hacia adentro (ciudadanos-habitantes del país) y hacia fuera (otros Estados extranjeros o
residentes fuera de su ámbito de vigencia). Ej.: NC 1 y 2.
Derechos: importan el reconocimiento de los atributos esenciales que poseen las personas integrantes
de la comunidad nacional. Ej.: CN 14
Garantías: representan las seguridades que se otorga para impedir que el goce efectivo de esos
derechos sea conculcado por el ejercicio del poder estatal, ya en forma de limitación de ese poder o de
remedio para repelerlo. Ej.: CN 18.
Los derecho humanos se poseen frente a todos, que deben abstenerse a lesionarlos, mientras las
garantías adquieren significación sólo frente al Estado.
La ley procesal es la ley reglamentaria de los principios, derechos y garantías reconocidos por la ley
suprema y por ende, no puede alterarlos (CN art. 28). Los derechos y garantías aparecen en forma de
orientaciones o principios que informan todo el contenido de las leyes procesales penales a partir del
constitucionalismo.
Esos principios se encuentran unidos indisolublemente entre sí. Junto a esos principios también se
ubican las reglas de orientación fundamentales relativas a la organización judicial: independencia de los
juicios (decisiones) de los órganos de administración de justicia frente a los poderes del Estado e
imparcialidad frente al caso, comprendido aquí el principio tradicional del Juez natural; y organización
del juicio penal por jurados, esto es, de la participación de jueces accidentales, populares, en la fase
definitiva del proceso que brinda fundamento a la sentencia, y federalización de la administración de
justicia.

JUICIO PREVIO
(nulla poena sine iuditio)

1. La sentencia judicial de condena como fundamento de la actuación del poder penal material del
Estado (la pena)

El art. 18 de la CN comienza: “Nadie puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho
del proceso”. La exigencia del juicio previo impone la necesidad de la existencia de una sentencia
judicial de condena firme para poder aplicar una pena a alguien.
Juicio y sentencia son aquí sinónimos, la sentencia de condena es el juicio del tribunal que, declarando
la culpabilidad del imputado, determina la aplicación de la pena. Sólo un juicio, conclusión lógica de un
razonamiento fundado en premisas, representado por el acto llamado sentencia, puede estar fundado
en ley penal previa al hecho que se juzga (principio de legalidad en materia penal).
El juicio fundante de la decisión de aplicar una pena a alguien es tarea que le corresponde al Poder
Judicial dentro del esquema de división de los poderes soberanos de un Estado según el sistema
republicano de gobierno.
Toda sentencia judicial debe ser fundada para ser válida, en este sentido, se entiende por fundar la
sentencia, o por motivarla, a no tan sólo la expresión de premisas del juicio, la circunstancias del hecho
verificadas y las reglas jurídicas aplicables, sino, antes bien, a la exposición de las razones de hecho y
de Derecho que justifican la decisión, esto es, la exteriorización del por qué de las conclusiones de
hecho y de Derecho que el tribunal afirma para arribar a la solución del casos: se reconoce que una
sentencia está fundada cuando menciona los elementos de prueba a través de los cuales arriba
racionalmente a una determinada conclusión fáctica, esos elementos han sido válidamente
incorporados al proceso y son aptos para ser valorados (legitimidad de la valoración), y exterioriza la
valoración probatoria, esto es, contiene la explicación del por qué de la conclusión, siguiendo las leyes
del pensamiento humano, de la experiencia y de la psicología común.
Ello permite evitar en lo posible las decisiones caprichosas o apoyadas sólo en impresiones o intereses
subjetivos. La necesidad de fundar la sentencia es propia de tribunales integrados por jueces
profesionales y permanentes, que aplican en la valoración de la prueba el sistema de pruebas legales y
cuyas sentencias pueden ser controladas por tribunales superiores, según la organización jerárquica de
los órganos de administración de justicia. (primer argumento)
El segundo argumento reside en otorgar la posibilidad al justiciable (imputado) de criticar la sentencia y
lograr un nuevo examen de la cuestión, con lo que aquél adquiere una nueva oportunidad para ejercer
su defensa.
Nuestra CN no presta apoyo a aquellos que pretenden que la reconstrucción de hechos integrante de la
sentencia penal, deba ser motivada en el sentido indicado. No sólo no existe en el texto constitucional
ninguna oración de la que se puede desprender esa exigencia, sino que, por el contrario la ley
fundamental ha estimado consustancial a nuestra forma republicana de gobierno el juicio por jurados
(CN 24 inc.11 y 102) y él, como modelo de tribunal de juicio, representa la inexistencia de tribunales
valoran la prueba por el sistema de íntima convicción, sin necesidad de exteriorizar las razones por las
que arriban a una determinada conclusión aprobatoria o desaprobatoria del comportamiento imputado.
Es hipócrita sostener que la exigencia de motivar los fallos penales constituye una garantía individual,
integrante del juicio previo. Si ello fuera así, no debería proceder la anulación de sentencias favorables
al imputado por este motivo. No sería contraria a nuestra Constitución una ley procesal que, admitiendo
el jurado clásico, permitiera resolver las cuestiones de hecho afirmándolas o negándolas, sin exponer
públicamente los motivos de la decisión.
La sentencia penal pronunciada por el órgano judicial competente para ello es hoy el único fundamento
que admite la aplicación de una pena. Desde ya que la sociedad moderna prohibió la justicia de propia
mano (venganza privada) y erigió al Estado (poder político central) en depositario y monopolizador del
poder penal, constituyendo a la pena como un instituto público, ella sólo puede ser impuesta por un
órgano oficial determinado por la ley. El principio rige aún en los casos que toleran la persecución penal
privada (CP 73 y ss.). El marca una profunda separación entre el Derecho privado y el Derecho penal.
En el Derecho privado, la composición entre los titulares de intereses en conflicto sigue siendo una
forma admitida –y natural- de solución de esos conflictos, sólo repugnante en casos excepcionales, que
interesan a normas de “orden público”; la autonomía de la voluntad rige ampliamente en ese ámbito,
aún para la solución de los conflictos sociales o para la determinación de la sanción. El principio de la
autonomía de la voluntad tiene muy escasa importancia en el Derecho penal, salvo la posibilidad del
ofendido de evitar la persecución penal o de perdonar la pena en casos excepcionales, que la ley prevé,
la pena es siempre pública y su imposición sólo puede provenir de una sentencia penal condenatoria,
aun en aquellos casos en los que se reconoce al ofendido cierto poder de disposición sobre su
aplicación o su ejecución (delitos de instancia y acción privada). El reo no posee ningún poder de
disposición sobre la pena, de manera tal que la composición privada se torna imposible.
Decir que, para someter a alguien a una pena, es necesario el pronunciamiento de una sentencia firme
de condena que declare su culpabilidad en un delito determinado y le aplique la pena, es lo mismo que
sostener que, durante el procedimiento el imputado es considerado y tratado como un inocente por
principio.
El orden jurídico sólo comienza a tratar a una persona como culpable desde el momento en el cual la
sentencia de condena queda firme. Nueva situación jurídica del condenado.

El proceso legal previo


(nulla poena sine processa)
La reacción penal no es inmediata a la perpetración de un delito, sino mediata a ella, a través y después
de un procedimiento regular, ello ha sido traducido afirmando la mediatez de la conminación en al, el
poder penal del Estado no habilita a coacción directa, sino que la pena representa una previsión
abstracta, amenazada al infractor eventual, cuya concreción sólo puede ser el resultado de un
procedimiento regulado por la ley, que culmine en una decisión formalizada autorizando al Estado a
aplicarla. Esta es la razón por la que, en nuestro sistema, el Derecho procesal penal se torna necesario
para el Derecho penal, porque su realización no práctica no se concibe sino a través de aquél.
Salvo el caso excepcional de la legítima defensa (CP 34 incs 6º y 7º), en el que se tolera la reacción
directa contra el injusto, el Estado se ha tomado para sí la función de administrar justicia en materia
penal. Sólo permite por excepción, cuando reconoce la posibilidad de salvar el bien jurídico amenazado
y admite que la protección estatal llegará demasiado tarde.

El procedimiento previo exigido por la CN se debe tratar de un procedimiento jurídico, reglado por ley,
que defina los actos que lo componen y el orden en el que se los debe llevar a cabo.
Pero el procedimiento reglado que exige la CN es uno acorde con las seguridades individuales y formas
que postula la misma ley suprema (juez natural, inviolabilidad de la defensa, tratamiento del imputado
como inocente, incoercibilidad del imputado como órgano de prueba, inviolabilidad del domicilio y de la
correspondencia epistolar, juicio público a decidir por jurados en la misma provincia en la que se
cometió el delito), regulando así las pautas principales a las que deberán ajustarse las leyes de
enjuiciamiento penal.
Desde este punto de vista el proceso penal es un procedimiento de protección jurídica para los
justiciables, y el Derecho procesal penal una ley reglamentaria de la CN.
Los principios rectores constituyen y dan contenido a la garantía del debido proceso legal, se trata de
pautas generales establecidas en la CN que gobiernan la vigencia, y hasta la interpretación de las leyes
procesales comunes.

INOCENCIA
Concepto: la ley fundamental impide que se trate como a un culpable a la persona a quien se le atribuye
un hecho punible, cualquiera que sea el grado de verosimilitud de la imputación, hasta tanto el Estado,
por intermedio de los órganos judiciales establecidos para exteriorizar su voluntad en esta materia, no
pronuncie la sentencia penal firme que declare su culpabilidad y la someta a una pena.
Esta declamación tan drástica es consecuencia de la reacción que se produjo contra la inquisición.
La inocencia o la culpabilidad se mide según lo que el imputado ha hecho o ha dejado de hacer en el
momento del hecho atribuido: es inocente si no desobedeció ningún mandato o no infringió ninguna
prohibición, o si, comportándose de esa manera, lo hizo al amparo de una regla permisiva que
eliminaba la antijuridicidad
De ese comportamiento o bien concurrió alguna causa que eliminaba su culpabilidad, ante la existencia
de una de las causas que excluyen la punibilidad: culpable es, por el contrario quien se comportó
contraviniendo un mandato o una prohibición de manera antijurídica, culpable y punible. La sentencia
penal es la única forma de declarar esa culpabilidad señalando a una persona culpable de un hecho
punible o partícipe en él y la única forma de imponer una pena a alguien. La situación jurídica de un
individuo frente a cualquier imputación es la de un inocente, y por ello, ninguna consecuencia penal le
es aplicable, es lícito afirmar que el imputado goza de misma situación jurídica que un inocente.

Repercusiones
In dubio por reo
Es preferible dejar impune al culpable de un hecho punible que perjudicar a un inocente.
Su contenido para el Derecho procesal penal, es claro: la exigencia de que la sentencia de condena y la
aplicación de una pena, sólo puede estar fundada en la certeza del tribunal que falla acerca de la
existencia de un hecho punible atribuible al acusado. La falta de certeza representa la imposibilidad del
Estado de destruir la situación de inocencia construida por la ley (presunción), que ampara al imputado,
razón por la cual ella conduce a la absolución. Cualquier otra posición del juez respecto de la verdad, la
duda aun la probabilidad, impiden la condena y desembocan en la absolución.
Argumentan sobre la base del intento de conocer la verdad acerca de un hecho que, se afirma, ha
ocurrido realmente. Se trata de averiguar si la acción debida no se llevó a cabo. Quien aprecia los
elementos de prueba puede adoptar posiciones diferentes respecto de la verdad: convencerse de que la
ha alcanzado, tiene la certeza de que su reconstrucción es correcta; se inclina a admitir que ha
alcanzando la verdad, pero en un grado menor al anterior, sin embargo para evitar su convicción total de
haber elaborado un juicio correcto, sin errores, afirma sólo la probabilidad de que su recontracción es
acertada; por último, comprende que no conoce la verdad, pues, los elementos que afirman algo se
balancean con los que niegan la duda es absoluta. (la duda es un estado de incertidumbre y por tanto,
neutro). Sólo la certeza positiva permite condenar y que los demás estados del juzgador respecto de la
verdad remiten a la absolución, como consecuencia del in dubio pro reo ello sucede en la sentencia
pues, durante el transcurso del procedimiento, algunos actos y decisiones intermedias tan sólo exigen
probabilidad positiva acerca de la imputación. El juez que no alcanzado la certeza sobre la imputación
sabe ciertamente que, por imperio de una regla jurídica, no puede condenar y debe absolver: sin
embargo, al apreciar la prueba, él puede alcanzar empíricamente, cualquiera de los grados de
convicción respecto de la verdad. Las expresiones “plena prueba” y “semi prueba” son equivalentes a
certeza y probabilidad, respectivamente.

Según se observa, la sentencia definitiva es el ámbito natural en el que la regla juega su papel. Se
puede admitir que, por excepción se afirme el favor rei en una decisión que no sea la sentencia, según
su denominación técnica, pero siempre deberá estar en relación con los elementos que tornan punible a
un hecho, ante la posibilidad de afirmarlos o negarlos, y de esa decisión dependerá la clausura material
de la persecución penal (sobreseimiento definitivo). Pero sobre la base de estos casos excepcionales,
fundados en el hecho de que la ley procesal permite decidir con anticipación a la sentencia acerca de
ciertas condiciones de la pena, no se puede defender afirmación alguna que, excediendo el ámbito
propio de aplicación del in dubio pro reo, le otorgue vigencia durante todo el transcurso del
procedimiento.
La falta de certeza se puede presentar tanto respecto de la imputación y sus elementos, como en
relación a las causas de diverso orden que excluyen la condena y la pena. La falta de certeza sobre la
existencia del hecho punible conduce a su negación en la sentencia; en cambio, la falta de certeza
sobre inexistencia de los presupuestos de una causa de justificación, de inculpabilidad o de la
impunidad posible según el caso, conduce a su afirmación.
También los presupuestos fácticos que determinan la individualización de la pena (CP 41) deben ser
reconstruidos conforme al principio in dubio pro reo. Si se carece de certeza respecto del punto, la falta
de certeza debe favorecer al imputado, aceptando que conoció la necesidad o la agresión ilegítima y
obró al amparo de la justificante. Hechos son también las meras relaciones temporales, como la fecha
de comienzo de la vigencia de una ley para determinar su aplicación, o la de realización del hecho
punible imputado, para el mismo fin o para la determinación de una segunda condenación condicional
(Cp. 2 y 27), casos en los cuales la falta de certeza siempre favorecerá al acusado, determinando la
aplicación de la consecuencia más benigna.

Onus probandi
En el procedimiento penal, la carga de la prueba de la inocencia no le corresponde al imputado, sino
que le corresponde al acusador (CPP nacional, 468). La regla explica que cada una de las partes debe
demostrar los hechos que invoca (onus probandi), el actor los que fundan su demanda y el demandado
los impeditivos que invoca su defensa, con lo cual, quien no verifica lo que afirma, coloca al juez en
situación de negar la hipótesis en la sentencia, por remisión a la regla.
El imputado no tiene necesidad de construir su inocencia, ya construida de antemano por la presunción
que lo ampara, sino que, quien lo condena debe destruir completamente esa posición, arribando a la
certeza sobre la comisión de un hecho punible.
El Estado divide sólo formalmente sus funciones en el procedimiento, estableciendo un órgano que
requiere (el ministerio público) y otro que decide (el tribunal), para evitar que quien decide afirme antes
la hipótesis sobre la que va a juzgar y limitar exteriormente su decisión a los hechos contenidos en la
imputación deducida, con lo cual torna eficaz la defensa del perseguido y evita la sorpresa en el fallo. A
pesar de esto, materialmente ambos órganos tienen sólo un interés objetivo que es averiguar la verdad.
De allí que el Ministerio público pueda concluir en absolución o sobreseimiento, incluso aplicando la
máxima in dubio pro reo.

El trato de inocente y la coerción procesal


Durante el curso de ese procedimiento, el imputado no puede ser tratado como un culpable (penado).
Sin embargo, la afirmación no se ha podido sostener al punto de eliminar toda posibilidad de utilizar la
coerción estatal durante el procedimiento de persecución penal. Esta coerción estatal es legítima, el
Estado hace uso de su poder, restringiendo ciertas libertades o facultades de las personas, para lograr
un fin determinado.
La “presunción de inocencia” no ha tenido como fin impedir el uso de la coerción estatal durante el
procedimiento de manera absoluta. Nuestra ley fundamental sigue esos pasos: pese a impedir la
aplicación de una medida de coerción del Derecho material (la pena) hasta la sentencia firme de
condena, tolera el arresto por orden escrita de autoridad competente, durante el procedimiento de
persecución penal (art 18 CN). Sin embargo, no significa afirmar que la autorización para utilizar la
fuerza pública durante el procedimiento sea irrestricta o carezca de límites. Al contrario, constituye el
principio rector para expresar los límites de las medidas de coerción procesal contra él. Este principio
rector que preside la razonabilidad de la regulación y aplicación de las medidas de coerción procesales
puede sintetizarse en que repugna al Estado de Derecho, anticipar una pena al imputado durante el
procedimiento de persecución penal.

¿Cuál es la diferencia entre coerción material (pena) y las medidas de coerción procesales?
Los fines que persiguen una y otra. La coerción procesal no aparecerá vinculada a los fines que
persigue el uso de la fuerza pública en el Derecho material, si así fuere, no significaría más que
anticipar la ejecución de una sanción no establecida por una sentencia firme. Al contrario, resulta lícito
pensar que la fuerza pública puede utilizarse durante el proceso para asegurar sus propios fines lo
cuales se resumen en la correcta averiguación de la verdad y en la actuación de la ley penal. Esos fines
pueden ser puestos en peligro por un acto humano (acción u omisión) dirigido a ello u otro que, sin
procurar ese fin, provoque el mismo resultado por el comportamiento del propio imputado. En particular
la fuga del imputado impide tanto a ejecución real de la pena impuesta como la realización del
procedimiento previsto para arribar a la sentencia, pues, nuestro Derecho procesal pena no tolera la
persecución penal de un ausente; esta es la razón principal por la que se autoriza la privación de
libertad del imputado durante el procedimiento (CN, art 18).
Por otra parte, el principal interesado en la persecución penal, el imputado, u otras personas, tienen la
posibilidad de influir en el resultado del procedimiento, entorpeciendo la averiguación de la verdad.
Para que exista una diferencia real entre los dos tipos de coerción y la petición de principio rija, es
preciso que la legislación penal regule las medidas de coerción respetando sus fines, único fundamento
que las legitima, y que los tribunales apliquen esas reglas conforme a ellos. Cualquier medida de
coerción conculca alguno de los derechos fundamentales reconocidos al hombre por la CN.
La coerción procesal afecta:

 El encarcelamiento preventivo, en sus diversas formas (aprehensión, arresto, detención,


detención, prisión preventiva), afecta a la libertad física o locomotiva, esto es, el derecho de
entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino (CN14).
 El allanamiento afecta al derecho a la intimidad hogareña, en tanto el domicilio es inviolable.
 La apertura o inspección de correspondencia y papeles privados afecta a la intimidad de la
correspondencia y documentación personal (CN 18)
 El embargo y secuestro afectan a la libertad de disposición de los bienes, porque la propiedad es
inviolable (CN 18).
 La extracción de muestras sanguíneas y otras inspecciones médicas afectan al derecho a la
integridad física (no enumerado) o en ocasiones, a la intimidad personal (tests psicológicos)

La misma CN las permite, a modo de reglamentación de los propios derechos u garantías que acuerda.
Nos ocuparemos de las medidas privativas de la libertad. Es recio partir del derecho a la libertad física o
ambulatoria que la CN garantiza a todos los habitantes, derecho que en principio, sólo puede ser
alterado por una sentencia firme de condena que imponga al condenado una pena (CN 18).
Luego, la misma CN autoriza la privación de libertad durante el procedimiento de persecución penal (CN
18), bajo ciertas formas y ciertos casos. La fórmula constitucional requiere la orden escrita de autoridad
competente. El encarcelamiento preventivo no depende sólo del cumplimiento de aquel requisito
puramente formal, sino, de su legalidad, como adhesión de la orden a un reglamento legal que fija las
condiciones bajo las cuales se puede privar de la libertad a una persona con fundamento en la
realización de un procedimiento penal.
Tal reglamento menciona taxativamente las condiciones que permiten aplicar el encarcelamiento
preventivo y el de inocencia que ampara al imputado.
Pero, la corrección formal de la orden y su legalidad no bastan. Dos son las exigencia que el derecho a
la libertad ambulatoria y el principio de inocencia platean a la posibilidad de privar de la libertad durante
el procedimiento penal: una se refiere a las condiciones generales que presupuestan la medida,
acentuando su carácter excepcional; la otra alude a la relación de proporcionalidad que debe existir
entre la pena que se espera de una condena eventual y los medios de coerción aplicables durante el
procedimiento.

El carácter excepcional del encarcelamiento preventivo emerge claramente de la combinación entre el


derecho general a la libertad ambulatoria, del que goza todo habitante del país (CN 14) y la prohibición
de aplicar una pena que cercene ese derecho antes de que, con fundamento en un proceso regular
previo, se dicte una sentencia de condena firme que imponga esa pena. El trato inocente impide
adelantarle una pena, por consiguiente, rige como principio, durante el transcurso del procedimiento, el
derecho a la libertad ambulatoria, esta afirmación acota también el fundamento propio del
encarcelamiento preventivo, que sólo puede fincar en la protección de los fines que procura la misma
persecución penal. Sin embargo, la privación de libertad del imputado resulta impensable si no se
cuenta con elementos de prueba que permitan afirmar, al menos en grado de gran probabilidad, que él
es autor del hecho punible atribuido o partícipe en él, resolviendo prematuramente la imputación
deducida.
Las tradicionales cauciones juratoria, personal y real representan, precisamente, la sustitución de la
privación de la libertad por otro medio coercitivo más benigno. De la naturaleza excepcional del
encarcelamiento preventivo emerge que él no puede ser regulado como obligatorio. Pero cuando las
leyes procesales penales recurren a prohibir la libertad caucionada impidiendo la eficacia de los
remedios que las leyes prevén para evitar o hacer cesar el encarcelamiento preventivo y reemplazarlo
por una medida más benigna, no privativa de libertad: es el caso de los llamados delitos no
excarcelables, a cuyo respecto queda previsto el encarcelamiento preventivo obligatorio por todo el
procedimiento y hasta la sentencia.
Se afirma la necesidad de que el encarcelamiento preventivo sea proporcional a la pena que se espera,
en el sentido de que no la pueda superar en gravedad. Y esa proporcionalidad se refiere tanto a la
calidad cuanto a la cantidad de la pena, en caso de ser ellas divisibles. Se trata tan sólo de una
ponderación de valores, según la cual, en un determinado momento, triunfa el interés estatal implicado
en la realización efectiva del poder penal.
La legislación argentina acostumbra a remediar los efectos nocivos del encarcelamiento preventivo por
la vía de la llamada excarcelación, que supone la sustitución del encarcelamiento por un régimen de
libertad caucionada. Los casos de excarcelación representan la aplicación del criterio de
proporcionalidad entre el encarcelamiento preventivo y la pena que se espera.
En el derecho procesal penal moderno se ha ido abriendo paso otro límite de proporcionalidad para el
encarcelamiento preventivo. La proporción ya no se refiere a la pena que se espera sino a la duración
del procedimiento penal. El hecho de que el procedimiento penal se puede prolongar en el tiempo por
dificultades propias de la administración de justicia o de la organización que un Estado dedica a esa
tarea, mientras el imputado permanece privado de su libertad, ha conducido a deliberar acerca del
tiempo máximo tolerable. Como consecuencia, ha emergido la necesidad de fijar límites temporales
absolutos para la duración del encarcelamiento preventivo.
El Derecho positivo argentino, las leyes incorporaron preceptos relativos a la proporcionalidad entre
encarcelamiento preventivo y pena, amenazada en abstracto por la ley penal o estimada para el caso
concreto, intentando que la prisión procesal cese o pueda cesar cuando la condena eventual no pueda
superar de ningún modo el encarcelamiento preventivo sufrido o se estime que, dado el caso concreto,
no se privará de libertad al eventual condenado o no proseguirá la privación de libertad. Son ejemplo de
ello los casos de cesación de la prisión preventiva, cuyas reglas fueron citadas al final de la letra
anterior, y los casos de excarcelación por agotamiento en prisión preventiva de la pena máxima
amenazada (CPP nacional,, 379, inc.2), por cumplimiento en prisión preventiva de la pena requerida por
el ministerio público (CPP nacional, 379, inc.2), por estimarse que la pena requerida permitirá la
condenación condicional (CPP nacional, 379, inc. 3) o porque el tiempo de prisión procesal sufrida
permitirá, en caso de condena acordar la liberación condicional del eventual condenado (CPP nacional,
379, Inc. 4º y 5º). Fundado en la imposibilidad de aceptar que al procedimiento de persecución penal
dure indefinidamente o, al menos, tanto como la pena amenazada por la ley penal.
La legislación argentina terminó por reconocer la justicia del reclamo. La ley 23.050 modificó
recientemente el art. 379 CPP nacional, introduciendo el inc. 6, el cual, en la práctica, prevé un plazo
máximo de duración del encarcelamiento preventivo, esto es, un límite temporal a esa medida de
coerción. El plazo se regula por el art. 701, esto es, dos años sin computar ciertas demoras ajenas a la
diligencia de los órganos que tienen a su cargo la persecución penal. En verdad la regla sólo autoriza al
imputado preso a reclamar la terminación del encarcelamiento preventivo sin aducir otra razón que el
vencimiento del plazo máximo, con lo cual sería teóricamente posible que el imputado, por propia
voluntad, continúe privado de su libertad ambulatoria, si no reclama su libertad caucionada o,
reclamándola, no alcanza a cubrir la caución que le es impuesta. Mejor hubiera sido ubicarla como
causa de cesación del encarcelamiento preventivo.
Es conveniente que las leyes de enjuiciamiento penal desarrollen, lo más minuciosamente posible, el
principio estudiado en esta área específica y la cláusula general determinada inmediatamente antes. En
particular se debe prever:
a) que el tribunal competente controle la ejecución del encarcelamiento preventivo y resuelva toda
situación que pueda implicar una restricción mayor de los derechos del detenido (fuera de las
regulares o rutinarias), concediéndole a él un remedio eficaz para reclamar la resolución del
tribunal, ante hechos concretos que lo perjudiquen;
b) que el imputado que sufre encarcelamiento preventivo sea alojado en establecimientos o lugares
separados del alojamiento de penados;
c) que, en la mayor medida posible, compatible con el fin del encarcelamiento preventivo y con el
orden del establecimiento, le sea permitido al preso procurarse comodidades y ocupaciones por
su cuenta;
d) que el derecho a la información por los medios habituales de comunicación sociales (televisión,
radio, periódicos, libros) sea respetado en toda su extensión, sin censura, salvo situaciones
especiales y por decisión judicial, fundada en reglas específicas de la ley procesal penal;
e) que la correspondencia epistolar y los medios de escritura estén, en principio, permitidos
libremente;
f) que se regule, en forma compatible con la dignidad humana y el interés del detenido, las visitas,
el tiempo y el lugar en que ellas pueden llevarse a cabo, previendo incluso la posibilidad de
visitas de contacto o íntimas, especialmente con sus familiares directos;
g) que se prevean los medios necesarios para que el preso pueda ejercitar sus derechos civiles y
políticos;
h) que no pueda ser obligado a prestaciones especiales, por ejemplo, el trabajo obligatorio, salvo
los servicios necesarios para mantener aseado el lugar en que cumple su encarcelamiento.

DEFENSA
Antecedentes, concepto y alcance.
Según algunos nuestra Constitución fue la primera que con una fórmula declaró, “Es inviolable la
defensa en juicio de la persona y de los derechos”.
Hay que aclarar, que aunque nosotros observemos la garantía desde el ángulo del proceso penal, la
misma no se refiere exclusivamente al poder penal del Estado. Por el contrario, esta fórmula es amplia y
comprende todo tipo de procedimientos, ya que protege todo atributo de la persona o los derechos que
pudieran corresponderle. Sin embargo, de la afirmación del derecho de defensa en el procedimiento
penal y en otro tipo de procedimiento, no se extraen exactamente las mismas consecuencias,
observándose mayores exigencias para en enjuiciamiento penal que para los demás. La razón de esta
diferencia proviene de la mayor importancia política del procedimiento penal, por la supremacía de los
bienes o valores jurídicos que éste pone en juego.
a) En el procedimiento penal se establecen recaudos severos para verificar que el imputado ha
tenido oportunidad suficiente de audiencia: él debe comparecer en persona ante el tribunal,
quien le comunicará con precisión el hecho imputado y le permitirá ejercer con posterioridad su
defensa material; aunque el imputado está facultado a abstenerse de declarar, se verifica
materialmente que conoce lo que se le imputa y se le otorgó la oportunidad de ser oído. Más
aún, durante el juicio, rige el principio de inmediación, por el que se requiere la presencia
ininterrumpida del acusado durante todo el debate y hasta en la lectura de la sentencia, manera
de verificar que él ha tenido oportunidad suficiente para hablar, contradecir a los testigos y
peritos, probar, controlar la prueba del adversario y valorarla, etc.
b) Relativo también a la defensa material, no se extraen tampoco las mismas consecuencias de la
cláusula que impide obligar a otro a “declarar contra sí mismo”, que sólo rige para el
procedimiento penal.
c) En torno a la defensa técnica, ella sólo es obligatoria en el procedimiento penal, tomando a su
cargo el Estado la designación de oficio de un defensor, cuando el imputado no lo puede o no lo
quiere elegir.
Con respecto al derecho de defensa en el procedimiento penal, no se limita a la protección del
imputado, sino que también alcanza a otras personas que pueden intervenir en él (actor civil, al mismo
imputado como demandado civil y al tercero civilmente demandado).
En el procedimiento civil, la garantía no sólo alcanza al demandado, sino también al actor. En efecto, se
trata del derecho de defender un interés legítimo frente a la expectativa de una decisión estatal sobre él.
Por lo tanto, cuando en el proceso penal se introduce la cuestión civil que emerge del delito (acción
reparatoria), le asiste tanto al actor, como al demandado, el derecho de defenderse y todas las
facultades que él implica.
Esta garantía, es como las demás, garantía frente al poder del Estado y representa una limitación al
poder estatal. De allí que se equivoca quien extiende el funcionamiento de la garantía al órgano estatal
en cuyas manos se coloca el poder de persecución penal.

Desde este punto de vista, el derecho de defensa del imputado, comprende la facultad de intervenir en
el procedimiento penal abierto para decidir acerca de una posible reacción penal contra él y la de llevar
a cabo en él todas las actividades necesarias, las que pueden sintetizarse en: la facultad de ser oído, la
de controlar la prueba de cargo, la de probar los hechos que él mismo invoca, la de valorar la prueba
producida y exponer las razones fácticas y jurídicas para obtener del tribunal una sentencia favorable.
A más de la defensa material, la particularidad del procedimiento penal reside en la obligatoriedad de la
defensa técnica. Nuestro Derecho Procesal Penal ha establecido la necesidad de que el imputado, por
regla, sea asistido jurídicamente. Esto se logra sin desconocer el derecho esencial del imputado de
elegir un jurista que lo asesore y defienda, desde el primer momento del procedimiento seguido en su
contra. No obstante, para el caso que el imputado no pueda, por su falta de recursos o por cualquier
otra razón, designar su defensor, el Estado le designa un defensor oficial. La única excepción está dada
por el derecho a defenderse por sí mismo, derecho que todos los Códigos autorizan pero no de manera
absoluta, “Siempre que no perjudique la eficiencia de la defensa y no obste a la normal sustanciación
del proceso”.
Todas estas precisiones sobre la necesidad de la defensa técnica, al punto de considerarla un servicio
público imprescindible, que se presta aún contra la voluntad del imputado, sólo indican que el Derecho
Procesal Penal no considera al imputado suficientemente capaz para resistir la persecución penal por sí
solo, salvo casos excepcionales. El defensor viene así, a completar o complementar la capacidad del
imputado para estar en juicio penal. Se comprende mejor esta misión si se observa que, salvo
excepciones, ambos poseen facultades autónomas.
Derecho a ser oído.
a) Concepto: la base esencial del derecho a defenderse reposa en la posibilidad de expresarme
libremente sobre cada uno de los extremos de la imputación.
De nada valdría que se escuchara al imputado si no se previeran, ciertos presupuestos y ciertas
consecuencias para el ejercicio de este derecho, en miras a su eficiencia. El problema, de esta manera,
se complica bastante pues la ley reglamentaria para el caso, la ley de enjuiciamiento penal, debe prever
necesariamente, actividades previas y consecuencias posteriores en relación al ejercicio de esta
facultad, a fin de que ella se pueda constituir en el núcleo del derecho de defensa en juicio. El desarrollo
de estas necesidades formales es lo que se conoce como principio de contradicción.
b) Imputación necesaria: para que alguien pueda defenderse es imprescindible que exista algo de
que defenderse; algo que se le atribuya haber hecho o haber omitido hacer, lo que en materia
procesal se conoce como imputación.
El núcleo de esa imputación es una hipótesis fáctica atribuida al imputado, la cual, conduce a
consecuencias jurídico- penales, pues contiene todos los elementos de un hecho punible.
Para que la posibilidad de ser oído sea un medio eficiente de ejercitar la defensa, la imputación debe
tener como presupuesto la afirmación clara, precisa y circunstanciada de un hecho concreto. De otro
modo, quien es oído, no podrá realizar una defensa eficiente, pues no podrá negar ni afirmar elementos
concretos.
La imputación no debe comprometer al tribunal, es decir, no debe partir de él: para conservar su
imparcialidad y evitar toda sospecha de parcialidad.
c) Conocimiento de la imputación: nadie puede defenderse de algo que no conoce. El siguiente
paso, a fin de garantizar el derecho del imputado a ser oído, consiste en ponerlo en
conocimiento de la imputación correctamente deducida; darle a conocer lo que se le atribuye es
lo que se conoce como intimación.
Como se trata de hacer conocer la imputación, el acto por el cual se intima deberá reunir las mismas
calidades que ésta, es decir, debe consistir en la noticia íntegra, clara, precisa y circunstanciada del
hecho concreto que se le atribuye al imputado.
Como el derecho a ser oído no sólo se posee en miras a la sentencia definitiva, sino también respecto
de decisiones interlocutorias que puedan perjudicar al imputado, las leyes procesales obligan a cumplir
formalmente el acto de intimación en diferentes oportunidades desde el comienzo del procedimiento.
d) Audiencia: el derecho a ser oído alcanza su máxima expresión real en la audiencia del imputado
ante el tribunal. La facultad del imputado de pronunciarse frente al tribunal sobre la imputación
que se le dirige, no sólo es necesaria durante el juicio, sino también durante el procedimiento
preparatorio o preliminar.
Aparte de estas oportunidades, en las que la concesión de la audiencia significa un presupuesto de
validez de actos posteriores, el imputado está facultado a requerir que lo escuchen en cualquier
momento del procedimiento, bajo las únicas condiciones de referirse a la imputación y no utilizar su
facultad para perturbar o demorar el procedimiento.
Para que las manifestaciones del imputado representen la realización del derecho a ser oído, la CN. ha
prohibido toda forma de coerción que elimine la voluntad del imputado o restrinja la libertad de decidir
acerca de lo que le conviene o quiere expresar. Esta es la verdadera ubicación del “nadie puede ser
obligado a declarar en contra de sí mismo” y suprime para siempre “toda especie de tormento”,
constituyendo al imputado en un sujeto incoercible del procedimiento.
Para asegurar que la declaración del imputado represente su toma de posición frente a la imputación,
las leyes procesales establecen que “las preguntas serán siempre claras y precisas, sin que por ningún
concepto puedan hacérsele de un modo capcioso o sugestivo”.
Completa el sistema la facultad de abstenerse voluntariamente de declarar, sin que su silencio se pueda
interpretar como elemento de prueba en su contra.
e) Correlación entre la imputación y el fallo: la sentencia sólo se deberá expedir sobre el hecho y
las circunstancias que contiene la acusación, y por consiguiente, sobre aquellos elementos de la
imputación acerca de los cuales el imputado ha tenido oportunidad de ser oído, lo que implica
vedar que el fallo se extienda a hechos o circunstancias no contenidas en el proceso, que
implica garantizar el derecho de audiencia. La regla se expresa como el principio de correlación
entre la acusación y la sentencia.
La base de la interpretación está constituida por la relación del principio con la máxima de la
inviolabilidad de la defensa. Todo aquello que, en la sentencia, signifique una sorpresa para quien se
defiende, lesiona el principio estudiado.
La regla no se extiende, como principio, a la subsunción de los hechos bajo conceptos jurídicos. El
tribunal que falla puede otorgar al hecho acusado una calificación jurídica distinta a la expresada en la
acusación.
Por último, para comprender el correcto funcionamiento de la regla que enuncia la correlación entre la
acusación y la sentencia, se torna necesario aclarar que el tribunal puede, en la sentencia y de oficio,
introducir circunstancias que eliminan o aminoran la imputación, esto es, que benefician al imputado.
f) Tradicionalmente se ha incluido en el principio de contradicción al derecho de probar y al de
controlar la prueba del adversario. Es una manifestación imprescindible de la posibilidad de
oponerse a la persecución penal.

Igualdad de posiciones.
a) El poder del Estado: el Estado, por medio de órganos públicos, es quien por regla, persigue
penalmente. Igualar el poder de la organización estatal, resulta imposible. Ello se traduce en una
desigualdad real entre quien acusa y quien soporta la persecución penal. Se trata así de un ideal
el intentar acercarse en la mayor medida posible al proceso de partes, dotando al imputado de
facultades equivalentes a las de los órganos de persecución del Estado.
Siendo la instrucción el período procesal, cuya tarea principal consiste en averiguar los rastros que
existen acerca de un hecho punible que se afirmó como sucedido, resulta que en él, los órganos de
persecución penal del Estado prevalecen sobre el imputado.
Concluida la instrucción, aparece el ideal de otorgar posibilidades parejas al acusado respecto de su
acusador. El juicio o procedimiento principal es el período procesal en que el acusador y el acusado se
enfrentan, en presencia de un equilibrio procesal manifiesto.
En los recursos, período meramente eventual del procedimiento, que sólo se lleva a cabo cuando
alguno de los afectados por la decisión la considera injusta, y por ello, intenta eliminarla, revocarla o
modificarla, la situación es de completa igualdad, idéntica a la del proceso de partes.
b) La defensa técnica: una de las formas de propender a la equiparación de posiciones entre
acusador y acusado es el erigir a la defensa técnica en un presupuesto de la validez del
procedimiento y de la sentencia.
El defensor no es sólo un asistente técnico del imputado, sino un verdadero sujeto del procedimiento
penal, que por lo general, ejerce facultades autónomas, sin depender de la voluntad del imputado, y
cuya actividad responde siempre a un interés parcial: la defensa del imputado.
c) Facultades defensivas: se ha definido al procedimiento judicial como un método para conocer la
verdad. Por eso, para que se pueda hablar de igualdad de posibilidades, es necesario garantizar
al imputado las mismas facultades que se le reconocen al Ministerio Público, es decir, idénticas
posibilidades para influir sobre la recepción y valoración de la prueba.
Para que quien es perseguido penalmente tenga las mismas posibilidades de influir sobre la
reconstrucción histórica de la imputación que su acusador le formula, se le debe reconocer las
siguientes facultades:
 Control de la prueba que valorará el tribunal en la sentencia: esta es la principal razón de ser
del debate oral y público. Este debate se cumple con la presencia ininterrumpida de todos los
sujetos procesales (inmediación), incluso del imputado y de su defensor.
De ello resulta también, que la investigación anterior (instrucción) y los medios de prueba que allí se
llevan a cabo, tienen sólo valor preparatorio, es decir, sirven para decidir si se enjuicia al imputado, más
no para fundar la sentencia. Es por esto que, cuando por peligro de pérdida del elemento probatorio por
la demora o por la naturaleza del acto, se debe recibir anticipadamente al debate un medio de prueba
durante la instrucción, con pretensiones de ser valorado en la sentencia, las leyes prevén la
participación del imputado y su defensor en el acto. Esta participación resulta el único medio de control
efectivo del material que utilizará el tribunal al decidir.
La manifestación concreta del control probatorio durante el debate y de la equiparación de facultades
entre los intervinientes, está representada por la posibilidad que todos los intervinientes tienen de
interrogar y pedir explicaciones a todos los órganos de prueba.

 Producción de prueba de descargo: esta facultad es considerada imprescindible por nuestra


CN. como manifestación del derecho de defensa, está consagrada por las leyes procesales
de diversas maneras. Los Códigos modernos establecen la facultad de ofrecer prueba para
ser recibida en el debate, durante el plazo de citación a juicio, facultad que genera como
consecuencia el deber del tribunal de ordenar su recepción durante la audiencia del debate,
salvo cuando la prueba ofrecida sea evidentemente impertinente o superabundante.
 Valoración de la prueba: recibida la prueba, resta sólo valorarla. Para el acusador y el
imputado ello significa la posibilidad de indicarle al tribunal el sentido que debe tener su
decisión. En el cumplimiento de esta labor puede advertirse también, al paralelismo entre las
facultades acordadas al acusador y al acusado.
 Valoración jurídica: la equiparación de facultades también se refiere al aspecto jurídico del
fallo, es decir, a la valoración jurídica del comportamiento que el debate reconstruye. Es por
ello que al finalizar el debate, la discusión final entre los intervinientes incluye, no sólo la
valoración de la prueba, sino también, el significado jurídico del comportamiento que
eventualmente se considere verificada, e incluso, la individualización de la pena. Con ello, el
defensor y el imputado tienen oportunidad de influir en todos los aspectos que abarcará el
fallo, y también, de contestar los argumentos y afirmaciones con los que concluye el
acusador (contradicción).
Otras derivaciones.
a) Inadmisibilidad de la “reformatio in peius”: esta prohibición es también una garantía
constitucional, cuya inobservancia afecta al debido proceso y lesiona el derecho de defensa del
acusado. La reformatio in peius vive en el ámbito de los recursos contra las resoluciones
jurisdiccionales, y significa prohibir al tribunal que revisa la decisión, por la interposición de un
recurso, la modificación de la resolución en perjuicio del imputado, cuando ella sólo fue recurrida
por él o por otra persona.
Resulta necesario recordar que la garantía expuesta, sólo juega a favor del imputado, pues los recursos
interpuestos por el acusador “permitirán modificar o revocar la decisión aun a favor del imputado”
b) Inadmisibilidad del juicio contra ausentes: la prohibición en materia penal, del procedimiento
contumacial, responde también al principio de defensa. En nuestro Derecho, la regla es
absoluta. La razón de ser de esta prohibición es clara: el procedimiento penal necesita verificar,
de cuerpo presente, que el imputado sea idóneo para intervenir en el procedimiento (capacidad)
y que esté en condiciones para ejercer las facultades que le otorga la ley procesal penal.
c) Incoercibilidad del imputado como órgano de prueba: aunque con diferentes consecuencias,
también se vincula al principio de defensa la prohibición de obligar al imputado a declarar contra
sí mismo. La inadmisibilidad de emplear ciertas formas de coerción, para privar al imputado de
su libertad de decisión como informante en su propio caso, reside, en evitar que una declaración
coacta del imputado pueda ser valorada como elemento de cargo en su contra.

INADMISIBILIDAD DE LA PERSECUCIÓN PENAL MÚLTIPLE (Ne bis in idem).


Antecedentes, concepto y alcance.
Nuestra CN. no previó expresamente esta garantía; sin embargo, con arreglo a su Art. 28, se lo hace
reconocido como una de las garantías no enumeradas, pero que surgen del sistema republicano y del
Estado de Derecho.
Se alude a este principio mediante dos formas. Una de ellas, de alcance más restringido, se refiere sólo
a la reacción penal material, a la consecuencia de la perpetración de un hecho punible. Esta forma de
regular la garantía, por su alcance, se puede denominar como de sentido meramente material. La
consecuencia más importante que de ella se deriva es la carencia de reparos jurídicos para admitir la
revisión de una sentencia firme. En efecto, lo único que ella garantiza, es que una persona no sufra la
reacción penal más de una vez; podría entonces, válidamente, perseguírsela otra vez para condenarla,
cuando fue absuelto, o para imponerle una pena superior a la que resultó del primer procedimiento.
La segunda forma, de alcance más amplio, impide la múltiple persecución penal; se extiende como
garantía de seguridad para el imputado. El principal efecto de esta regla, es impedir absolutamente,
toda posibilidad de establecer el recurso de revisión en disfavor del imputado absuelto o del condenado
por un delito más leve. La fórmula extiende su influencia al mismo trámite procesal, declarando
inadmisible tanto el regreso sobre una persecución penal ya agotada, como la persecución penal
simultánea ante distintas autoridades.
En efecto, las palabras “procesado” y “perseguido judicialmente”, aluden a cierto progreso de la
persecución penal, a un estadio más o menos determinado, de manera que, según el significado que se
les otorgue, podrían fundar la interpretación de que el principio sólo ampara al imputado cuya
persecución penal ha alcanzado cierta importancia procesal. Aplicado este significado a la fórmula, el
imputado perseguido penalmente, que no ha sido “procesado”, queda fuera del amparo de la garantía.
La doctrina nacional ha hecho caso omiso de las palabras diversas utilizadas para definir el principio,
observando que lo que la ley argentina pretende es proteger a cualquier imputado del riesgo de una
nueva persecución penal, simultánea o sucesiva. En efecto carece de sentido, no permitir la aplicación
del principio desde un comienzo de la persecución penal, para permitirlo posteriormente.
Por estas razones se ha concordado en que la fórmula correcta debe impedir la múltiple persecución
penal, simultánea o sucesiva, por un mismo hecho.

¿Cuándo existe persecución penal múltiple?


a) Requisitos generales: los juristas, a fin de responder a los problemas que el principio plantea,
han requerido la conjunción de 3 identidades distintas para dar solución abstracta a la infinidad
de casos posibles. Ellas son: identidad de la persona perseguida, identidad del objeto de
persecución e identidad de la causa de la persecución.
Conviene aclarar que, al menos para el ámbito de la persecución penal, la tercera identidad es
discutible como tal y parece sintetizarse mejor su concepto explicando que aquí sólo se trata de exponer
ciertas excepciones racionales al funcionamiento del principio.
b) Identidad personal: el principio representa una garantía de seguridad individual. Sólo ampara a
la persona que, perseguida penalmente, haya o no recaído sentencia pasada en autoridad de
cosa juzgada, vuelve a ser perseguida en otro procedimiento penal, que tiene como objeto la
imputación del mismo hecho.
La identidad de la persona perseguida penalmente es una condición esencial para el efecto negativo del
principio, es decir, para evitar una persecución nueva. Debe tratarse del mismo imputado en una y otra
persecución penal, comprendiéndose como imputado la persona que es indicada como autor del hecho
o partícipe en él ante cualquiera de las autoridades establecidas por la ley para la persecución penal.
Sin embargo, existen personas que no pueden ser imputadas, por gozar de un privilegio en razón de la
función que desempeñan, sin antes ser separadas del cargo por el procedimiento, la decisión y la
autoridad correspondiente.
Conforme a todo esto, se debe tratar de la misma persona física (o jurídica cuando se permita la
persecución penal); la garantía no se extiende a otra persona que no haya sido perseguida penalmente.
Como garantía personal, el principio rige individualmente, y no posee efecto extensivo.
c) Identidad objetiva: para que la regla funcione, la imputación tiene que ser idéntica, y esto es así
cuando tiene por objeto el mismo comportamiento atribuido a la misma persona.
Se mira al hecho como acontecimiento real, que sucede en un lugar y en un momento determinado, sin
que la posibilidad de subsunción en distintos conceptos jurídicos afecte la regla, permitiendo una nueva
persecución penal, bajo una valoración distinta de la anterior.
La identidad se refiere al comportamiento y, eventualmente, a su resultado, como acontecimiento
histórico. Basta entonces, que ese acontecimiento sea el mismo históricamente, en el proceso anterior y
en el posterior, aunque las circunstancias imputadas o conocidas en el segundo sean más o distintas de
las conocidas en el primero.
Cuando hablamos de un acontecimiento real, nos referimos a un hecho tan sólo atribuido como
existente, esto es hipotéticamente afirmado como real.
La aclaración de que, para la aplicación de esta regla, no ingresan en consideración las valoraciones
jurídicas, posee un significado negativo: sirve para explicar que una valoración jurídica diversa del
mismo comportamiento no habilita una nueva persecución penal, pues, se trataría de la misma
imputación.
De todo ello emerge la importancia de determinar cuándo estamos en presencia de un hecho único y
cuándo en presencia de hechos diversos.
Se ha dicho que la sentencia judicial firme cumple, la función de interrumpir el nexo que conduce a la
unidad delictiva, y por consiguiente, a la unidad de imputación en aquellos hechos punibles constituidos
por varios comportamientos que se prolongan temporalmente. La regla, expresada desde el punto de
vista de los hechos que comprende una decisión judicial, se enuncia afirmando que la condena (firme)
por un delito permanente o continuado comprende todos los comportamientos que suceden hasta su
notificación y que se relacionan con el mismo hecho punible. Desde el punto de vista procesal, el
principio ne bis in idem funda el sentido negativo de esa regla con la simple advertencia de que los
actos futuros no pudieron estar abarcados por el juicio o la decisión; al no existir posibilidad de que el
tribunal los conozca y juzgue, los actos posteriores, continúen el mismo comportamiento delictivo o
signifiquen un hecho punible distinto del anterior, permiten un nuevo enjuiciamiento.

Remedios.
La ley procesal establece las formas de invocar el principio, cuando él es conculcado por la actividad
procesa. Si se intenta perseguir nuevamente a quien ya fue absuelto o condenado por el mismo hecho
punible en otro procedimiento, tal inobservancia debe denunciarse por la vía de una excepción
denominada “de cosa juzgada”. En cambio, si se intenta perseguir a alguien, que ya está siendo
perseguido por el mismo hecho, existe litispendencia y también una excepción para invocarla.

SEMANA IV

La acción procesal penal

Concepto de acción:
Clase del martes: “la acción penal es el mecanismo por el cual el derecho penal estático pasa al Ius
Persecuendi del derecho procesal”

Derecho Penal------ACCION-----Derecho Procesal.


(ius puniendi) (ius persecuendi)

Se decía que la acción procesal era el mismo derecho material puesto en movimiento y armado en pie
de guerra. Por lo tanto, para explicar el fenómeno de la acción procesal partiendo de esta concepción,
se debía concluir en que accionar era simplemente el ejercicio de ese derecho subjetivo violado; sin
embargo se ha demostrado que ello no es así, porque en la practica accionan muchos que, a poco de
poner en marcha el proceso, no puede demostrar la real existencia del derecho subjetivo que se alega
afectado.
Ya nadie va a afirmar que el derecho de accionar nace de la violación de un derecho subjetivo material;
sino que solo cuando se pasa al plano jurídico del proceso, dicha actividad va a recibir el nombre de
acción. La acción procesal es un derecho distinto del derecho subjetivo material violado. Se la va a
considerar como un derecho subjetivo pero de carácter público: la intervención del Estado le brindara
ese carácter. Se le reconoce a los particulares, un derecho para obtener la tutela de otro derecho, el que
se alega materialmente violado.
El nacimiento de la llamada “teoría de la acción abstracta”, según la cual el derecho de acción se
acuerda a todo quien quiera dirigirse a un Tribunal, procurando una sentencia favorable, sin importar el
efecto, si está o no asistido del derecho material que invoca. El derecho de acción adquiere así una
autonomía y se abstrae del fundamento factico y/o jurídico donde fundamenta la legitimidad de la
pretensión que ejerce.
Un tercer momento donde al derecho de acción (autónomo y abstracto), se lo vincula directamente con
un respaldo constitucional. Al derecho de acción se lo va a considerar una especie del genero que lo
conforma el derecho de petición a la autoridad. No se hablara del derecho de acción, sino más bien de
una suerte de potestad, que va a convertir al accionado en sujeto del proceso, aun contra su propia
voluntad.
En efecto, que la acción es un derecho subjetivo, de carácter publico, de naturaleza autónoma, no se
pone en discusión, pero ellos no son caracteres inconfundibles de este derecho, sino que existen otros
tantos que comparten estos adjetivos. Llegamos así a la conveniencia de implementar el “método de la
cuantificación evidencial” que propone el Profesor Humberto Briseño Sierra. A parir del género
instancias, mostrativas de las distintas formas o medios en que la persona se relación con el Estado, y
de ello se ocupa el derecho en lo que denomina “Estatuto Político”, la acción resulta inconfundible por la
proyección que enlaza tres sujetos: actor, juez y demandado. “… la acción procesal es la única instancia
que necesariamente debe presentarse para unir tres sujetos en una relación dinámica” trasladándose
finalmente la pretensión del plano de la realidad social al ámbito jurídico.
La acción es una sola; lo que si es posible distinguir es entre distintos tipos de pretensiones, según sean
los fundamentos jurídicos de los sujetos que pretenden iniciar y desarrollar el proceso.
Ese dinamismo tan particular se presenta en el proceso particularmente en la acción como instancia
proyectiva.
La presencia de la acción no se encuentra exclusivamente al principio sino a lo largo del desarrollo de
todo el proceso. Se acciona no solamente cuado se demanda o se acusa, sino también cuando se
prueba y cuando se alega. Asimismo, también acciona (reacciona) el demandado o imputado, tanto
cuando contradice, como cuando prueba, cuando recurre, cuando contrademanda y finalmente alega
sobre su reconvención.
En la acción procesal se provoca la respuesta del juez y la contestación del demandado: la respuesta
del juez y la reacción del demandado en la prueba, la respuesta de juez y la reacción del demandado en
los alegatos. Ninguna acción va final y definitivamente al juez, quien en rigor funciona trasladándola,
porque la acción se dirige a la contraria.
Desde esta concepción cuantificadota de la acción, se va a construir el concepto del proceso como serie
dinámica de instancias proyectivas, que funcionaran gradual y progresivamente.
Humberto Sierra: “es una instancia proyectiva bilateral”

En el ámbito del procedimiento penal de nuestro país se distinguen perfectamente dos grandes
categorías jurídicas de delitos, cuyo criterio clasificador parte de quienes se encuentran autorizados u
obligados a impulsar su investigación y sentencia: por un lado, la inmensa mayoría de figuras delictivas
que el código penal argentino denomina como acciones publicas en el art. 71 (en realidad de ejercicio
publico, en tanto que el único autorizado a llevar adelante la función de actor es un órgano del Estado:
el Ministerio Publico Fiscal). La otra categoría, mínima, se reduce a cinco figuras en el art. 73,
solamente permiten el ejercicio de la acción al particular ofendido. El Estado solamente se limita a
participar en la función de juzgamiento. La función estatal está presente en el dictado de la sentencia y
a la hora de la ejecución de la pena, que por supuesto seguirá siendo siempre publica.
El código penal clasifica el ejercicio de las acciones en públicas o privadas. Sabemos que la acción,
por ser procesal es siempre pública, ya que el derecho procesal que lo regula es una rama que
pertenece a ese ámbito. Se confunde, por ende, la naturaleza del instituto con el órgano o persona que
se autoriza a utilizarla.
Sea cual fuere el criterio que se utilice para el ejercicio de la acción procesal cuando la pretensión es
penal (legalidad u oportunidad), ello no modifica la naturaleza del fenómeno, ya que en todo caso nos
conecta con la situación preexistente en la regulación de la actividad de los funcionarios públicos a
quienes se le encomendó su titularidad.
Ninguna duda cabe que en los llamados delitos de ejercicio privado, estamos en presencia de una
verdadera acción procesal, y como no existe en la teoría del delito ninguna diferencia sustancial entre
estas figuras y el resto de las que contempla el código penal, no se advierte la razón de ser de su
ausencia cuando la actividad es cumplida por un órgano publico estatal.
Los órganos del Estado que ejercen la acción en materia penal deben ser diferentes de los que ejerzan
la jurisdicción y deben estar legitimados democráticamente para asegurar la representación de la
sociedad, sin menoscabo del derecho de acción de quien alega su condición de victima.

La regulación en la ley 12.734:

ACCION DE OFICIO

Articulo 16 - Acción promovible de oficio. La preparación y el ejercicio de la acción penal pública estarán
a cargo del Ministerio Público Fiscal, quien podrá actuar de oficio siempre que no dependiera de
instancia privada. Podrá sin embargo estar a cargo del querellante, en los términos de este Código.
Las peticiones del querellante habilitarán a los Tribunales a abrir o continuar el juicio, a juzgar y a
condenar con arreglo a las disposiciones de éste Código. La participación de la víctima como
querellante no alterará las facultades concedidas por la ley al Ministerio Público, ni lo eximirá de sus
responsabilidades.
El Ministerio Público estará obligado a promover la acción penal pública de los hechos punibles que
lleguen a su conocimiento, siempre que existan suficientes indicios fácticos de la existencia de los
mismos.
Cuando sea pertinente, se aplicarán los criterios de oportunidad legalmente establecidos.”

La norma comienza por consagrar uno de los cambios más estructurales que estableces este modelo:
la preparación y el ejercicio de la acción penal pública estará a cargo del M.P.F. Con ello se asume el
paso de un sistema inquisitivo a uno acusatorio. Se separan las funciones de investigar y juzgar.
Concretamente podemos afirmar que el código regula el principio de oficialidad de la acción penal
publica , admitiendo también su ejercicio por parte de la victima mediante la querella y prescribiendo
criterios de oportunidad que facultan al titular de la acción pública a no promoverla o desistir de la ya
promovida (art. 19)
De esta manera la nueva legislación procesal se pone a tono con la doctrina sentada por la CSJN que
en dos fallos : “LLERENA” al declarar inconstitucional el fallo condenatorio dictado por el mismo juez
correccional que investigo y juzgo y “DIESER” declarando inconstitucional la revisión de un fallo
condenatorio por la misma cámara de apelaciones que había intervenido como alzada confirmando el
auto de procesamiento en la instrucción.
La primera parte del articulo consagra la obligatoriedad de la preparación y ejercicio de la acción penal
publica, aunque no su exclusividad, al establecer: “…. La preparación y el ejercicio de la acción penal
pública estarán a cargo del Ministerio Público Fiscal, quien podrá actuar de oficio siempre que no
dependiera de instancia privada. Podrá sin embargo estar a cargo del querellante, en los términos de
este Código.”
Nuestro sistema de acciones se encuentra a cargo del Estado con la única excepción de los delitos
perseguibles por los particulares (art. 73 del Codigo Penal) a quienes se les concede autonomía y
discrecionalidad en el ejercicio de la acción penal. Para el resto de los casos, rige el principio de
oficilidad en la promoción de la acción penal, sea en sus variantes del articulo 71 o 72 del C.P.
Este monopolio estatal apunta a evitar la guerra de todos contra todos, la justicia privada.

Reconocimiento del rol de QUERELLANTE:

La ley procesal le concede a la victima la posibilidad de que la acción penal pueda: “estar a cargo del
querellante, en los términos de este Código.”
Ahora la victima ya no va a ser la parte excluida en el tramite sino que va a ubicarse en una posición
igualitaria con el ministerio fiscal, al que podrá coadyuvar constituyéndose como querellante en los
delitos de acción pública e incluso sustituyéndolo en los casos del articulo 22 (caso que el ministerio
fiscal prescinda de la acción penal por adoptar un criterio de oportunidad).

ART. 71 CP.- “Deberán iniciarse de oficio todas las acciones penales, con excepción de las siguientes:
1º. Las que dependieren de instancia privada;
2º. Las acciones privadas.”

ACCION DEPENDIENTE DE INSTANCIA PRIVADA:

Articulo 17 - Acción dependiente de instancia privada. Cuando la acción penal dependiera de instancia
privada, no se podrá ejercitar si las personas autorizadas por la ley penal no formularan manifestación
expresa ante autoridad competente, de su interés en la persecución.

ART. 72 CP.- “Son acciones dependientes de instancia privada las que nacen de los siguientes delitos:
1º) Los previstos en los artículos 119, 120 y 130 del Código Penal cuando no resultare la muerte de la
persona ofendida o lesiones de las mencionadas en el artículo 91.
2º) Lesiones leves, sean dolosas o culposas.
Sin embargo, en los casos de este inciso se procederá de oficio cuando mediaren razones de seguridad
o interés público.
3º) Impedimento de contacto de los hijos menores con sus padres no convivientes.
En los casos de este artículo, no se procederá a formar causa sino por acusación o denuncia del
agraviado, de su tutor, guardador o representantes legales. Sin embargo, se procederá de oficio cuando
el delito fuere cometido contra un menor que no tenga padres, tutor ni guardador, o que lo fuere por uno
de sus ascendientes, tutor o guardador.
Cuando existieren intereses gravemente contrapuestos entre algunos de éstos y el menor, el Fiscal
podrá actuar de oficio cuando así resultare más conveniente para el interés superior de aquél.”

Se trata de una acción publica supeditada al cumplimiento de una condición previa: la habilitación por
parte del sujeto pasivo o su representante.
Fundamento: para evitar la doble victimización y preservar un ámbito personalísimo y de intimidad
(caso de los delitos sexuales) o por la insignificancia del conflicto (caso de las lesiones leves). En
cualquier supuesto se otorga preeminencia al interés personal.

Personas autorizadas para instar: art 72:


 Agraviado o tutor
 Guardador
 Representante legal
No hay un orden preestablecido. Si el incapaz cuenta con mas de un representante legal o guardador y
representante legal la facultad le corresponde al que tenga de hecho sobre el incapaz la dirección de su
gobierno y cuidado.
En caso de pluralidad de victimas bastara con que una de ellas realice la manifestación que a que
refiere el articulo.
Cuando el delito es cometido contra un incapaz en estado de abandono debe procederse del mismo
modo que en los casos en que el probable autor sea alguna de las personas habilitadas para remover la
instancia: la acción debe promoverse de oficio.

Manifestación expresa: ante autoridad competente es un termino mas amplio que el de “denuncia” que
prevén la mayoría de los ordenamientos, por cuanto este ultimo refiere al”…acto de poner en
conocimiento al funcionario competente acerca de la existencia de un hecho punible..” y como tal debe
reunir una serie de requisitos formales para su validez. En tanto la manifestación expresa no necesita
dichos recaudos, pudiendo habilitar la instancia cualquier tipo de manifestación efectuada por la
persona legalmente autorizada ante cualquier autoridad (ejemplo: en una declaración testimonial).
Si la manifestación expresa no existe, ningún acto investigativo puede llevarse a cabo, salvo caso de
flagrancia y la cautela de la prueba, so pena de ser declarado nulo. Lo que corresponde al M.P.F es el
archivo de las actuaciones (art 273); sin embargo, existe una practica extendida según la cual el
temperamento a seguir es la citación del autorizado a remover la instancia a efectos de requerirle una
respuesta concreta sobre el punto. Esto pone en crisis la espontaneidad que debe tener la
manifestación pero la jurisprudencia ha entendido que debe ser libre y no espontánea, sin vicios de
voluntad.

En los casos de acciones publicas dependientes de instancia privada, durante la investigación la


manifestación objetiva o relativamente divisible en tanto la persona autorizada a remover la instancia
puede elegir sobre que hechos hacerlo y subjetivamente o personalmente indivisible desde que no
puede limitar la persecución a uno o varios de los multiples participes del hecho.

La jurisprudencia y parte de la doctrina ha interpretado que si quien realizó la manifestación luego se


arrepiente o perdona al imputado solo tendrá efectos civiles, mas no en la pretensión penal porque una
vez removido el obstáculo legal previsto en el art 72 del C.P la acción se vuelve oficial e irretractable.

ACCION DE EJERCICIO PRIVADO:

Articulo 18 - Acción de ejercicio privado. La acción de ejercicio privado se ejercerá por medio de querella
en la forma en que este Código establece.

ART. 73 CP.- “Son acciones privadas las que nacen de los siguientes delitos:
1. Calumnias e injurias;
2. Violación de secretos, salvo en los casos de los artículos 154 y 157;
3. Concurrencia desleal, prevista en el artículo 159;
4. Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, cuando la víctima fuere el cónyuge.”

La mayoría de los delitos son de acción publica y quedan sometidos a las reglas de la obligatoriedad y
oficialidad-art 71 C.P- en la persecución penal; es decir, que la investigación e impulso procesal son
promovidas de oficio por los órganos estatales predispuestos a teles efectos, con la salvedad de
aquellos delitos que requieran instancia de la parte ofendida como requisito de procedibilidad y de los
que son directamente derivados, en el ejercicio de la acción, a la promoción e impulso de la víctima o
quien pueda representa a la misma y excluidos de las reglas de obligatoriedad y oficialidad.

En estos casos, la persecución y la actuación privada remplazan a la pública y el proceso debe llevarlo
adelante la parte ofendida como si se tratara de un juicio privado.

La norma comentada establece que el modo para ejercer la acción penal vinculada a dichos delitos es
la querella. Dicho instituto no participa de muchos de los principios inherentes a la acción pública, en
virtud de que el querellante puede renunciar a su pretensión y perdonar la pena impuesta a la vez que
no rige el principio de irretractabilidad.

Legitimación activa:
Ofendido: titular del bien afectado
Caso de calumnias e injurias: su conyuge supérstite, hijos, nietos o padres sobrevivientes en caso de
fallecido en sujeto pasivo.
Caso de incapacidad: guardadores o representantes legales del incapaz.

La naturaleza del proceso de querella inhibe las facultades del órgano jurisdiccional ante quien se
interponga la acción, sin posibilitar la disposición de la producción de la prueba ni dictar fallo de alguna
cuestión no introducida por el acusador particular so riesgo de incurrir en vicio nilificante por violación
del principio de congruencia: el objeto del proceso, asi como el sujeto a quien se dirige, quedan
exclusiva y definitivamente fijados por el querellante.

El ejercicio de la acción penal pública. Principios rectores alternativos: entre la legalidad ciega y
la oportunidad discrecional.

La idea de que todos los delitos deben perseguirse y castigarse, cuyo origen está históricamente
vinculado al fuerte proceso de concentración y verticalización de poder generado por la Inquisición y
consecuentemente ligado al llamado modelo de procedimiento inquisitivo, choca con la realidad cuyos
efectos han sido diametralmente opuestos a la pretensión declamada y que se traducen en la falta de
eficacia en la persecución penal, en el dispendio inútil de recursos humanos y presupuestarios y en la
consolidación –paradojal- de criterios subterráneos de selección, tanto en sede policial como judicial.
El art. 18 CN consagra expresamente y por fuente histórica el principio de legalidad procesal como uno
de los más significativos límites al poder penal. Tiene como sentido relevante evitar la justicia privada
imponiendo que el derecho penal solo es realizable judicialmente y que el poder punitivo no es
disponible. Asimismo, doctrinariamente se ha admitido que el mismo dispositivo constitucional reconoce
el principio de legalidad penal. . Sin embargo, en ningún caso señala que cada vez que se cometa una
conducta descripta como delito se deba iniciar un proceso.
La conducta que eventualmente constituirá el objeto de la investigación y de imputación jurídico penal
debe estar penalmente prohibida mediante su descripción, junto a la pena correspondiente, en un tipo
penal anterior al hecho.
En realidad nos estamos refiriendo a la obligación que pesa sobre los funcionarios públicos de ejercer la
acción penal en todos los casos previstos en la ley como delitos, salvo excepciones también
establecidas (acciones privadas o acciones sujetas a autorización particular) y no se refiere al principio
de legalidad en materia penal que tiene otros orígenes y otras funciones.
Se suele referir al principio de legalidad procesal en el ejercicio de la acción penal con expresa
referencia a las reglas de oficialidad y obligatoriedad de persecución penal en los delitos de acción
pública.
Obligatoriedad: obligación de los funcionarios del M.P de iniciar y proseguir todas las acciones públicas.
Oficialidad: interés estatal en la realización del derecho penal, por sobre toda otra razón de los
protagonistas del conflicto, debiendo el fiscal, en este marco, velar por el interés público.
Este principio de legalidad surge a partir del momento en que el Estado se apropio de los conflictos
particulares (victima y victimario) y puso como premisa que la acción delictuosa afecta a toda la
sociedad.
Fuera de la órbita de persecución de oficio del ministerio fiscal, se mantienen los llamados “delitos de
acción privada” o “dependientes de instancia privada”, en los que la voluntad de persecución y el deseo
de mantener en el ámbito de lo privado datos sobre una esfera particularmente sensible, se dejan en
manos de la parte ofendida, quien deberá tomar la determinación de enervar o no la vía judicial.
No debemos olvidar que el principio de legalidad tiene un gran sustento moral. Es bastante fácil
justificarlo diciendo: “bueno, pero en todos los casos donde se haya infringido una ley penal ¿Qué tiene
de malo que exista esta obligación de que el hecho cometido por el presunto infractor sea investigado o
ser ejercida la acción penal publica sin excepciones? Por otra parte, si son funcionarios los que deben
ejercer esa acción ¿Qué principio más sano que el de establecer la obligación de llevar adelante las
investigaciones sin dejar abierta la posibilidad a la manipulación, la corrupción, o el favoritismo? Una de
las razones de la falta de critica al valor del “principio de legalidad” proviene de la aparente sencillez de
su fundamentación y de que parece un límite obvio a la actuación de los funcionarios, mucho mas aun si
se trata de aquellos que deben desencadenar el poder violento del Estado.

Cuando hablamos de principio de oportunidad, admitimos la necesidad de abandonar la persecución de


determinados comportamientos tipidficados como delitos, tal como lo expresa el principio de legalidad.
Ahora bien, abandonar dicha persecución significa diseñar de un modo completo una política de
intervención de la justicia penal en la complejidad social. Es sentar las bases claras de cuales van a ser
los criterios de selección y significa también determinar con claridad la división de tareas entre todas las
formas de intervención de los conflictos vistos de una manera integral.
No es fácil encontrar conceptualizaciones del criterio de oportunidad, ya que usualmente se lo definió
por oposición al de legalidad. La acepción más abierta encuadra dentro del marco del criterio de
oportunidad a cualquier excepción al principio de legalidad y a la correspondiente obligación del
ministerio fiscal referida al ejercicio de la acción penal.
También hay quienes sostienen que no debe entenderse como comprendido, en este principio,
exclusivamente, a los casos en los que se renuncia a la acción penal del fiscal bajo determinadas
condiciones, sino a todo tratamiento penal diferenciado del conflicto social representado por el hecho
delictivo.
Finalmente, y en su acepción más restringida, se entiende por principio de oportunidad a la facultad
que posee el órgano público encargado de la persecución penal, de prescindir de ella por
motivos de unidad social o razones de política criminal.

El sistema de oportunidad reglada en nuestra provincia. Criterios enumerados en nuestro


CPPSFe. Análisis y problemática particular de cada caso. Trámite. La conversión de la acción
pública en privada en el CPP de Santa Fe. Crítica. Supuestos y procedimiento aplicable.
La oportunidad es un modo de confirmar la “selectividad” del sistema procurando que ese defecto
estructural sea controlado, regulado adecuadamente y reorientado a resultados más positivos.

El código santafesino adopta a la oportunidad como excepción. Describe específicamente las


situaciones en las que se autoriza la disponibilidad de la acción, atenuando de ese modo la pura
discrecionalidad y estableciendo además mecanismos de control jurisdiccional o por parte de la víctima
constituida o no como querellante.

Ley 12.734: Capítulo II - Reglas de disponibilidad

Criterios de oportunidad.- El Ministerio Público podrá no promover o prescindir total o parcialmente, de


la acción penal, en los siguientes casos:
1) cuando el Código Penal o las leyes penales especiales lo establezcan o permitan al Tribunal
prescindir de la pena:
la norma efectúa una remisión a los criterios de oportunidad insertos en el Código Penal y leyes
complementarias: art 43 C.P.(desistimiento voluntario en delito tentado), 44(no aplicación de pena en
caso de delito imposible), 185 (no punibilidad en caso de delitos patrimoniales entre parientes), 277 (no
punibilidad en caso de encubrimiento entre parientes o convivientes), 117 (retractación de la injuria o
calumnia)
2) cuando se trate de hechos que por su insignificancia no afecten gravemente el interés público,
salvo que fuesen cometidos por un funcionario público en el ejercicio o en razón de su cargo:
La idea de insignificancia podría enunciarse de modo negativo: todo lo que no es jurídicamente
relevante es insignificante. Por eso se invoca el principio de “in dubio pro libértate” entendiéndose que
mientras no se haya mostrado con claridad que una determinada conducta humana produce efectos
socialmente dañosos, debe quedar libre de amenaza penal.
Es compatible con el artículo 19 de la CN que consagra el principio de lesividad, según este, el
legislador no puede asociar penas a acciones que no lesionan o ponen en peligro un bien jurídico.
Esta regla de oportunidad no alcanza a hechos que hayan sido presuntamente cometidos por
funcionarios públicos en ejercicio o en razón de su cargo. En general, razones de política criminal
vinculadas al especial deber de cumplir la ley por parte de quienes desempeñan funciones públicas y de
no aprovechar o abusar de la posición que da esta función son las que llevan a excluir estos supuestos.
Como requisito de admisibilidad, el acusado debe haber reparado a la víctima, firmando un acuerdo con
la misma o prestado suficiente fianza para garantizar la reparación.
3) cuando las consecuencias del hecho sufridas por el imputado sean de tal gravedad que tornen
innecesaria o desproporcionada la aplicación de una pena, salvo que mediaren razones de
seguridad o interés público:
El criterio se elabora apartir de la llamada “pena natural”, que es aquella que padece el autor de un
delito, cuyas consecuencias –fisicas, psíquicas o anímicas- resultan tan graves que la sanción penal
prevista para dicha conducta resulta innecesaria o desproporcionada, sea porque los fines de
prevención especial y/o general contenidos en la pena ya se cumplieron-en el caso del concepto de
necesidad- o porque el daño causado por el delito resultó infinitamente menor al que padeció el agente
por el mismo.
Según roxin si en un caso delictivo no hay necesidad de pena porque mediante su aplicación no va a
cumplirse ningún fin de prevención , al no haber necesidad de pena no hay culpabilidad.
No solo abarca las consecuencias de un hecho imprudente (conductor que causa la muerte de su
familia), sino también la de los hecho dolosos (autor de robo que cae del tejado y queda paralitico).
La limitación a la regla: salvo que medien razón de seguridad o interés publico: de seguridad se refiere a
casos que generen un peligro potencial que afecte a personas indeterminadas e interés público puede
estar referido al interés comunitario en la investigación u esclarecimiento de determinados hechos.
4) cuando la pena en expectativa carezca de importancia con relación a la pena ya impuesta por
otros hechos:
Uno de los objetivos de los criterios de oportunidad es lograr una mejor administración de justicia, de
modo que resultaría dispendioso los habitualmente escasos recuros del estado en la investigación,
juzgamiento y eventual condena de una persona ya condenada por un hecho anterior, en relación a un
comportamiento conminado en abstracto con una pena ínfimamente menor a la ya emitida.
5) cuando exista conciliación entre los interesados, y el imputado haya reparado los daños y
perjuicios causados en los hechos delictivos con contenido patrimonial cometidos sin violencia
física o intimidación sobre las personas, salvo que existan razones de seguridad, interés público
o se encuentre comprometido el interés de un menor de edad:
La ley propone que victima y victimario resuelvan autónomamente el conflicto, arribando
extrajudicialmente o a través de un proceso de mediación a un acuerdo reparatorio que abarque las
consecuencias patrimoniales que genero el hecho padecido por el sujeto pasivo.
Constituye una de las principales salidas alternativas en el nuevo proceso penal.
Requisitos de admisibilidad: debe tratarse de delitos de contenido patrimonial para cuya comisión el
agente no haya ejecutado actos intimidatorios o con violencia física. Tampoco procederá cuando el
hecho haya comprometido el interés de un menor de edad.
6) cuando exista conciliación entre los interesados y el imputado, en los delitos culposos,
lesiones leves, amenazas y/o violación de domicilio, salvo que existan razones de seguridad,
interés público o se encuentre comprometido el interés de un menor de edad:
Bajo iguales exclusiones que el inciso anterior, se regula este criterio de oportunidad. Incluye todos los
delitos imprudentes o culposos, las amenazas, las lesiones leves incluso dolosas y violación de
domicilio.
7) cuando el imputado se encuentre afectado por una enfermedad incurable en estado terminal,
según dictamen pericial o tenga más de setenta años, y no exista mayor compromiso para el
interés público:
Por enfermedad terminal se entiende aquella que no se puede revertir a través de los medios conocidos
por la ciencia médica que deriva en un desenlace mortal a corto o mediano plazo.
En relación a los mayores de 70 años, no necesariamente debe tener esa edad el imputado antes de los
hechos sino también después porque el fiscal tanto puede no iniciar como dejar de instar la acción.
Respecto del interés público, pareciera que el mismo tiene una entidad superior al de los otros incisos
por lo cual debe ser apreciado por los operadores.

Articulo 20. Mediación.- A los efectos de lograr la conciliación señalada anteriormente, se


establecerán procesos de mediación entre los interesados según la reglamentación respectiva,
asegurando la dignidad de la víctima, del imputado y la igualdad de tratamiento de ambos:
A los fines de una aplicación razonable de los criterios de oportunidad que suponen la conciliación entre
las partes del conflicto se regula como modo instrumental el establecimiento de procesos de mediación,
sujetos a reglamentación.

Articulo 21. Trámite.- Con fundamento, el Fiscal formulará ante el Tribunal su posición .El
imputado, sin recurso alguno, podrá plantear ante el Fiscal la aplicación de un criterio de
oportunidad, fundando su pedido. La solicitud de aplicación de un criterio de oportunidad
deberá ser comunicada por el Tribunal a la víctima, aunque no estuviere constituida como
querellante, quien deberá ser oída, pudiendo formular oposición.
El tramite se origina cuando ministerio fiscal adopta un criterio de oportunidad fundamentando su
posición ante el tribunal. Deberá encuadrar fáctica y jurídicamente el caso en alguno de los supuestos
contemplados en el art 19 a efectos de que el tribunal de la I.P.P realice un control de legalidad.
El juez no podrá cuestionar la decisión adoptada en su contenido-pues no es quien ejerce la acción-
sino que se limitará a verificar que el fiscal haya decidido en base a una pauta legal-cualquiera de los
criterios del art 19-no continuar con la acción penal. Si esta inteligencia no se siguiera estaríamos dentro
de un sistema de legalidad procesal puro, como antes, donde el fiscal solo podía no ejercer la acción
por causas establecidas en la ley.
También el imputado desde el inicio de la investigación preparatoria y en cualquier momento de la
misma podrá plantarle al fiscal la aplicabilidad de un criterio de oportunidad. La ley exige que el pedido
sea fundado.
La limitación de la via impugnativa que establece la norma-sin recurso alguno- es relativa ya que la
defensa puede introducir nuevamente la cuestión en la audiencia preliminar del juicio, conforme a lo
establecido en el art 297 del mismo código.
La norma hace mención al deber de comunicar a la victima la solicitud de aplicar un criterio de
oportunidad. La misma debe ser citada y oida por el juez de la I.P. Esta ultima actividad indica que la
presentación de la victima resulta obligatoria y necesaria para dicho órgano jurisdiccional, en tanto su
citación lo es al efecto de de ejercer la facultad de oponerse a la regla de oportunidad peticionada.
El tribunal debe oí a la victima y esta puede formular oposición. La opinión de la victima tiene un papel
decisivo, en tanto puede llegar a convertirse en la única titular e impulsora de la acción penal mediante
la querella.
ART. 22. Resolución. Conversión. Si el Tribunal admite el criterio de oportunidad, la acción pública se
tramitará conforme lo previsto para el procedimiento de querella, cualquiera fuera el delito de que se
tratase. En tal caso la querella deberá presentarse dentro del término de sesenta (60) días hábiles
desde la notificación de la resolución.
La víctima tendrá el derecho y el Estado el deber de asegurarle el asesoramiento jurídico necesario
cuando no pudiese afrontar los gastos en forma particular.
Vencido el término, la acción penal quedará extinguida para el autor o partícipe a cuyo favor se aceptó
el criterio de oportunidad, salvo el supuesto del inciso 2 del artículo 19 en que los efectos se extenderán
a todos los partícipes.

ART. 23. Oportunidad. La solicitud Fiscal de aplicación de criterios de oportunidad se podrá presentar
hasta el momento de la audiencia preliminar del juicio.

El ejercicio de la acción penal pública como límite a la jurisdicción. El principio de congruencia.

El proceso penal se rige por el principio de congruencia, los hechos por los que fue indagado el
imputado son los que informan el contenido de los hechos que pueden ser objeto del auto de
procesamiento; los comprendidos en este auto constituyen, a su vez, el límite fáctico del requerimiento
de elevación a juicio, y son los hechos comprendidos en ese requerimiento (salvo excepciones
taxativamente previstas por la ley) los que pueden ser objeto del debate y de la sentencia.
Pero el principio de congruencia refiere a los “hechos” no a su calificación jurídica, por eso el “tribunal
podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta a la contenida en el auto de remisión a juicio o en el
requerimiento fiscal, aunque deba aplicar penas más graves o medidas de seguridad.

La suspensión del juicio a prueba:.

ART. 76 bis CP.- “El imputado de un delito de acción pública reprimido con pena de reclusión o prisión
cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba.
En casos de concurso de delitos, el imputado también podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba si
el máximo de la pena de reclusión o prisión aplicable no excediese de tres años.
Al presentar la solicitud, el imputado deberá ofrecer hacerse cargo de la reparación del daño en la
medida de lo posible, sin que ello implique confesión ni reconcimiento de la responsabilidad civil
correspondiente. El juez decidirá sobre la razonabilidad del ofrecimiento en resolución fundada. La parte
damnificada podrá aceptar o no la reparación ofrecida, y en este último caso, si la realización del juicio
se suspendiere, tendrá habilitada la acción civil correspondiente.
Si las circunstancias del caso permitieran dejar en suspenso el cumplimiento de la condena aplicable, y
hubiese consentimiento del fiscal, el Tribunal podrá suspender la realización del juicio.
Si el delito o alguno de los delitos que integran el concurso estuviera reprimido con pena de multa
aplicable en forma conjunta o alternativa con la de prisión, será condición, además, que se pague el
mínimo de la multa correspondiente.
El imputado deberá abandonar en favor del estado, los bienes que presumiblemente resultarían
decomisados en caso que recayera condena.
No procederá la suspensión del juicio cuando un funcionario público, en el ejercicio de sus funciones,
hubiese participado en el delito.
Tampoco procederá la suspensión del juicio a prueba respecto de los delitos reprimidos con pena de
inhabilitación.”

ARTICULO 76 ter CP.- “El tiempo de la suspensión del juicio será fijado por el Tribunal entre uno y tres
años, según la gravedad del delito.
El Tribunal establecerá las reglas de conducta que deberá cumplir el imputado, conforme las previsiones
del artículo 27 Bis.
Durante ese tiempo se suspenderá la prescripción de la acción penal.
La suspensión del juicio será dejada sin efecto si con posterioridad se conocieran circunstancias que
modifiquen el máximo de la pena aplicable o la estimación acerca de la condicionalidad de la ejecución
de la posible condena.
Si durante el tiempo fijado por el Tribunal el imputado no comete un delito, repara los daños en la
medida ofrecida y cumple con las reglas de conducta establecidas, se extinguirá la acción penal. En
caso contrario, se llevará a cabo el juicio y si el imputado fuere absuelto se le devolverán los bienes
abandonados en favor del estado y la multa pagada, pero no podrá pretender el reintegro de las
reparaciones cumplidas.
La suspensión de un juicio a prueba podrá ser concedida por segunda vez si el nuevo delito ha sido
cometido después de haber transcurrido ocho años a partir de la fecha de expiración del plazo por el
cual hubiera sido suspendido el juicio en el proceso anterior.
No se admitirá una nueva suspensión de juicio respecto de quien hubiese incumplido las reglas
impuestas en una suspensión anterior.”

ARTICULO 76 quater CP.- “La suspensión del juicio a prueba hará inaplicables al caso las reglas de
prejudicialidad de los artículos 1101 y 1102 del Código Civil, y no obstará a la aplicación de las
sanciones contravencionales, disciplinarias o administrativas que pudieran corresponder.”

Requisitos: el imputado podrá peticionar la suspensión de juicio a prueba si cumple con los siguientes
requisitos:
a) Delitos de acción pública.
b) Reprimidos con pena privativa de libertad, ya sea reclusión o prisión. Se excluye la multa y la
inhabilitación.
c) Cuyo máximo no exceda de tres años.
d) Ofrecer hacerse cargo de la reparación del daño en lo posible. El juez analizará si el ofrecimiento es
razonable con independencia de que el damnificado lo acepte, quien podrá ocurrir a la vía civil si no
lo hace y el juicio se suspende.
e) Si hay pena de multa ya sea conjunta o alternativa con la de prisión, se deberá pagar el mínimo de
la misma.
f) Abandonar a favor del estado los bienes que presumiblemente resultarían decomisados en caso que
recayera condena.
g) Que no hubiese participado en el delito un funcionario público en ejercicio de sus funciones, es decir
abusando de las facultades concedidas por la ley. Basta con la participación de tal.

Una de las discusiones doctrinarias se basa en el cuarto párrafo del art. 76 bis que dice: si las
circunstancias del caso permitieran dejar en suspenso el cumplimiento de la condena aplicable y
hubiese consentimiento del fiscal, el tribunal podrá suspender la realización del juicio. Existen dos
tesis:
 AMPLIA, que entiende que la probation puede darse en dos hipótesis: cuando el máximo de la
pena en abstracto no exceda los tres años, o cuando pese a no encuadrar en ese límite, las
circunstancias particulares autoricen en concreto a predecir una futura condena condicional. En el
primer supuesto el fiscal interviene como parte, mientras que en la segunda se necesita su
conformidad frente al pedido de la defensa.
 RESTRINGIDA establece que la suspensión del juicio a prueba no resulta aplicable si el máximo
de la pena supera los tres años. Y además se requiere que en concreto sea procedente la condena
condicional. El consentimiento del fiscal es así exigible para todos los casos. Esta postura dejó de
aplicarse desde el fallo “Acosta” de la CSJN que ha receptado la tesis amplia.
La segunda discusión se centra en la cuestión de la pena de inhabilitación. El fallo “Kosuta” estableció
que no procede la suspensión del juicio a prueba cuando el delito tiene prevista pena de inhabilitación
como principal, conjunta o alternativa. A esta postura la doctrina se le opuso sosteniendo que no
procedía la probation cuando la pena de inhabilitación fuese principal (fallos “Barreto y Boudoux”). Y
también se estableció que si el imputado que solicita el beneficio presta conformidad para que se
disponga su propia inhabilitación, la suspensión del proceso debe concederse.

En el régimen penal tributario antes de la acción el evasor se puede postular de manera voluntaria.
Pagando el imputado puede extinguir la acción penal (una sola vez).
En la Ley de estupefacientes, en el caso de la tenencia para consumo, el sometimiento a rehabilitación
extingue la pena.

Obstáculos constitucionales y legales al ejercicio de la acción penal pública. El enjuiciamiento


de los integrantes de distintos poderes del Estado. Regulación.
ART 26 CPPSF.- “Obstáculos legales.- Si el ejercicio de la acción penal dependiera de desafuero, juicio
político o enjuiciamiento, se observarán las condiciones y los límites establecidos por la ley.”

La previsión legal apunta a garantizar la operatividad de las inmunidades de jurisdicción de la que gozan
ciertos funcionarios públicos en razón de sus cargos y sus funciones: legisladores, miembros del poder
ejecutivo e integrantes del poder judicial: jueces de primera y segunda instancia y ministros de la CSJP.
Las inmunidades concedidas a ciertos funcionarios no se fijan en atención a preferencias personales, ni
en razón del individuo mismo, sino en la función de altos fines políticos como son asegurar la
independencia y la existencia misma del órgano al cual pertenece el funcionario.
La indemnidad supone que el acto u opinión del legislador, vertido en el recinto del Congreso o fuera del
mismo, en comisión y hasta en reportajes periodísticos pero que estén directamente vinculados en el
ejercicio de la función, quedan, lisa y llanamente, fuera del derecho penal. Los efectos de la indemnidad
son absolutos: no sólo se excluye la responsabilidad penal sino también la civil y administrativa. Ese
carácter absoluto se proyecta en su alcance: la indemnidad no es renunciable, ni aun cuando el
legislador ha dejado su cargo, ya por expiración del mandato, ya po renuncia u otra circunstancia. Solo
si desea voluntariamente, mediando aceptación de la victima u ofendido, reparar el daño puede hacerlo
al modo del cumplimiento de una obligación natural.
Por su parte las llamadas inmunidades (de jurisdicción, de arresto) no protegen actos sino la persona
del funcionario. Mientras que en la indemnidad los actos del parlamentario quedan fuera del alcance del
poder punitivo, en las inmunidades la persecución penal y el poder punitivo pueden ser habilitados pero
para ello es necesario que previamente se lleve a cabo un procedimiento a cargo de un órgano del
Estado (desafuero, juicio político, jury de enjuiciamiento, destitución).

Art. 69 CN.- “Ningún senador o diputado, desde el día de su elección hasta el de su cese, puede ser
arrestado; excepto el caso de ser sorprendido in fraganti en la ejecución de algún crimen que merezca
pena de muerte, infamante, u otra aflictiva; de lo que se dará cuenta a la Cámara respectiva con la
información sumaria del hecho.”

ART. 27 CPPSF.- “Desafuero.- Cuando hubiera mérito para formular acusación respecto de un
legislador o miembro de una convención constituyente, el Fiscal se abstendrá de hacerlo y así lo
declarará por requerimiento fundado, solicitando a la Cámara o cuerpo respectivo el desafuero
correspondiente.
En la investigación preparatoria que brinde sustento probatorio a la decisión, no se aplicarán las
disposiciones que impliquen una sujeción al proceso, o el ejercicio del poder coercitivo respecto del
afectado, pero podrán recibírsele a éste las explicaciones y pruebas que quiera proporcionar. A tal
efecto podrá llamárselo a prestar declaración, pero, si no concurre, no podrá forzárselo.
Removido que fuera el obstáculo constitucional, se formalizará la audiencia imputativa, cesando las
restricciones al procedimiento común.
Cuando el afectado fuera detenido, en los casos autorizados por la Constitución y la ley, el fiscal pondrá
inmediatamente el hecho en conocimiento de la Cámara o cuerpo al que pertenezca, a fin de que
resuelva sobre el privilegio y la cautela. Se pondrá también en su conocimiento la causa que existiera
pendiente contra quien, estando acusado, hubiera sido elegido legislador o convencional,
suspendiéndose el procedimiento a su respecto hasta que se produzca el desafuero.”

ART. 28 CPPSF.- “Antejuicio.- Respecto de un funcionario sujeto a juicio político o comprendido en la


ley de enjuiciamiento de magistrados por delito que constituya causal de destitución, se procederá
conforme al artículo anterior en lo que fuera aplicable, librando el Fiscal las comunicaciones pertinentes
al Tribunal de enjuiciamiento que corresponda. En caso que la ley autorizara la detención del afectado,
se lo pondrá a disposición del Tribunal de enjuiciamiento.”

ART. 29 CPPSF.-“Imposibilidad de proceder.- Si el desafuero es negado o no se produce la destitución,


el Fiscal declarará que no se puede proceder y dispondrá el archivo de las actuaciones.”

Las relaciones entre la acción civil y la acción penal emergentes del mismo hecho. La regulación
de la legislación civil. Reglas de prioridad de juzgamiento. Efectos. Consecuencias. Casos.
Efectos de las resoluciones de archivo fiscal, archivo jurisdiccional y sobreseimiento en relación
a la sentencia civil. El Art. 29 del CP. Su interpretación. La recepción de la norma en el anterior
régimen procesal. La regulación existente en el CPP de la Nación.
Art. 1.096 CC. “La indemnización del daño causado por delito, sólo puede ser demandada por acción
civil independiente de la acción criminal.”
¿Impide esta disposición el ejercicio de la acción civil en el proceso penal? Puede argumentarse
afirmativamente sobre la base de que al estatuirse la independencia de las acciones, las distintas
pretensiones que conforman su contenido habrán de hacerse valer en los fueros respectivos y con el
procedimiento específico. Sin embargo, cabe replicar que la sede de elucidación del asunto es cuestión
de competencia derivada a las provincias por tratarse de materia procesal, como lo ha hecho notar
Segovia. Por otra parte el pensamiento de Vélez Sarsfield, aflora inequívoco en la nota común de los
arts. 1102 y 1103: “los tribunales criminales, a no ser que la persona perjudicada se haya presentado en
el juicio, no tienen que decidir si el hecho constituye o no delito del derecho civil o cuasi delito.”

ARTICULO 29 CP.- “La sentencia condenatoria podrá ordenar:


1. La reposición al estado anterior a la comisión del delito, en cuanto sea posible, disponiendo a ese fin
las restituciones y demás medidas necesarias.
2. La indemnización del daño material y moral causado a la víctima, a su familia o a un tercero,
fijándose el monto prudencialmente por el juez en defecto de plena prueba.
3. El pago de las costas.”

La cuestión civil influye sobre la penal en los casos de la cuestión prejudicial civil y de las cuestiones
previas. La cuestión prejudicial civil implica que lo resuelto en la acción civil sobre la pretensión de
nulidad o validez del matrimonio hará cosa juzgada en la acción penal donde se pretende el
juzgamiento del imputado por el delito de bigamia. Las cuestiones previas a su vez pueden ser:
imperativas previas a la acción, como el acogimiento de la causal de adulterio en la acción civil por
divorcio para intentar la acción penal por el delito de adulterio, o facultativas precias al juicio como en la
hipótesis de ejercicio de la acción por rendición de cuentas para resolver la pretensión penal por el
supuesto delito de administración fraudulenta.
Por su parte la cuestión penal influye sobre la cuestión civil por via de la prioridad de juzgamiento
reglamentada en el art. 1101 CC: “Si la acción criminal hubiere precedido a la acción civil, o fuere
intentada pendiente ésta, no habrá condenación en el juicio civil antes de la condenación del acusado
en el juicio criminal, con excepción de los casos siguientes:
1° Si hubiere fallecido el acusado antes de ser juzgada la acción criminal, en cuyo caso la acción civil
puede ser intentada o continuada contra los respectivos herederos;
2° En caso de ausencia del acusado, en que la acción criminal no puede ser intentada o continuada.”

Art. 1.102 CC. “Después de la condenación del acusado en el juicio criminal, no se podrá contestar en
el juicio civil la existencia del hecho principal que constituya el delito, ni impugnar la culpa del
condenado.”

Art. 1.103 CC. “Después de la absolución del acusado, no se podrá tampoco alegar en el juicio civil la
existencia del hecho principal sobre el cual hubiese recaído la absolución.”

El procedimiento previsto para la reparación del daño producido por el delito en el CPPSFe.
Casos. Trámite de Reclamo. El régimen de la prescripción de la acción civil nacida de un hecho
sometido a juicio penal y de un delito penal.

ART. 99 CPPSF.- “Eventual reparación del perjuicio.- Mediando sentencia penal condenatoria, quien
hubiera actuado como querellante podrá reclamar la indemnización del daño causado o la restitución de
la cosa obtenida por el delito, en la forma y condiciones establecidas en este Código.”

Jurisprudencia

Fermín Ramírez - Guatemala - Corte Interamericana de Derechos Humanos


Caso: Fermín Ramírez vs. Guatemala
Hechos probados: El 10 de mayo de 1997 el señor Fermín Ramírez fue detenido por un grupo de
vecinos de la aldea Las Morenas, quienes lo entregaron a la Policía Nacional, por haber cometido,
supuestamente, un delito en perjuicio de la menor de edad Grindi Jasmín Franco Torres.
El proceso penal contra el señor Fermín Ramirez se instauró por delito de violación calificada. Sin
embargo, el tribunal a cargo de dicho proceso, en aplicación de la normativa penal guatemalteca, decidó
ampliar la acusación y modificar la calificación jurídica del delito de violación al de asesinato, utilizando
la agravante de “peligrosidad social” del acusado, señalando que éste era culpable, imponiéndole, por
consiguiente, la pena de muerte.
Pese a que la defensa agoto las instancias correspondientes, estas no procedieron. Asimismo, no
procedió el recurso de amparo porque los tribunales guatemaltecos consideraron que dicho proceso, de
naturaleza subsidiaria y extraordinaria, no podía sustituir la tutela jurisdiccional ordinaria.
El Señor Fermín Ramírez permaneció detenido desde el 10 de mayo de 1997 hasta la fecha de la
sentencia, manifestando trastornos psíquicos.

Fundamentos:
Artículos 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) en relación con el artículo 1.1
(Obligación de Respetar los Derechos): La Corte se pronunció sobre el principio de coherencia que
implica que la sentencia puede versar únicamente sobre hechos o circunstancias contemplados en la
acusación, habiéndose vulnerado el derecho de defensa del demandante a quien no se le dio tiempo de
preparar adecuadamente su defensa contra los nuevos hechos que se le atribuyeron. Asimismo, indicó
la importancia de contemplar en la acusación penal las circunstancias que demuestren la peligrosidad
del agente, concepto que no se fundamentó en el fallo. Por último, la Corte no consideró demostrado
que el Estado violó el derecho de acceso a un tribunal, o coartó al imputado la posibilidad de contar con
un recurso efectivo para impugnar la sentencia dictada en su contra, toda vez que el hecho de que las
impugnaciones intentadas no fueran resueltas, en general, de manera favorable a los intereses del
señor Fermín Ramírez, no implica que la víctima no tuviera acceso a un recurso efectivo para proteger
sus derechos.
Artículos 9 (Principio de Legalidad) en relación con el artículo 2 (Deber de adoptar Disposiciones
de derecho Interno): Guatemala violó el artículo 9 de la Convención Americana por cuanto el concepto
de “peligrosidad del agente” -como agravante determinante para que se declare la pena de muerte-
constituye una expresión sobre la base de las características personales del agente y no del hecho
cometido, por lo que es incompatible con el principio de legalidad criminal la introducción en el texto
penal de esta expresión para la calificación típica de los hechos y la aplicación de ciertas sanciones.
Artículo 4 (Derecho a la Vida): No hubo violación del derecho la vida por cuanto la sentencia no fue
ejecutada en virtud de los recursos internos interpuestos y de las medidas cautelares dictadas por la
Comisión y las medidas provisionales ordenadas por la Corte. Sin embargo, la Corte estimó que el
Estado incumplió las obligaciones derivadas del artículo 4.6 de la Convención en relación al derecho de
gracia o indulto del afectado.
Artículos 5 (Derecho a la Integridad Personal) y 17 (Protección a la Familia): Al haber sido el
demandante sometido a graves condiciones carcelarias la Corte concluyó que el Estado incurrió en una
violación a su derecho a la integridad personal. Por otro lado, no se acreditó que los familiares del señor
Fermín Ramírez han sido víctimas de la violación del artículo 5 de la Convención.

Puntos Resolutivos: Se decide admitir el reconocimiento de responsabilidad internacional efectuado


por el Estado, y se confirma la violación del principio de legalidad y de los derechos a la integridad
personal, a las garantías judiciales y a solicitar un indulto o conmutación de pena.

Reparaciones:
1. Que el estado lleve a cabo, en un plazo razonable, un nuevo enjuiciamiento en contra del señor
Fermín Ramírez, que satisfaga las exigencias del debido proceso legal, con plenas garantías de
audiencia y defensa para el inculpado. En caso de que se le impute la comisión del delito de asesinato,
cuya tipificación estaba en vigor al momento de los hechos que se le imputaron, deberá aplicarse la
legislación penal vigente entonces con exclusión de la referencia a la peligrosidad.
2. Abstenerse de aplicar la parte del artículo 132 del Código Penal de Guatemala que se refiere a la
peligrosidad del agente, y modificar dicha disposición dentro de un plazo razonable, adecuándola a la
Convención Americana, conforme a lo estipulado en su artículo 2, de manera que se garantice el
respeto al principio de legalidad, consagrado en el artículo 9 del mismo instrumento internacional.
3. Abstenerse de ejecutar al señor Fermín Ramírez, cualquiera que sea el resultado del juicio al que se
refiere el Punto Resolutivo séptimo.
4. Adoptar, en un plazo razonable, las medidas legislativas y administrativas necesarias para establecer
un procedimiento que garantice que toda persona condenada a muerte tenga derecho a solicitar indulto
o conmutación de la pena, conforme a una regulación que establezca la autoridad facultada para
concederlo, los supuestos de procedencia y el trámite respectivo; en estos casos no debe ejecutarse la
sentencia mientras se encuentre pendiente la decisión sobre el indulto o la conmutación solicitados.
5. Adoptar, dentro de un plazo razonable, las medidas necesarias para que las condiciones de las
cárceles se adecuen a las normas internacionales de derechos humanos.

RESUMEN DEL FALLO LLERENA


En el caso "Llerena" la Corte por primera vez declaró que viola la garantía constitucional de
imparcialidad del juez que el mismo magistrado que investigó sea quien juzgue y sentencie al imputado.
(Resuelto el 17/05/2005)
Hechos:
Según la ley procesal, en los procedimientos correccionales -que son aquellos que investigan y juzgan
delitos cuya pena es menor a la de tres años de prisión- el mismo juez que estuvo a cargo de la
investigación y procesó al imputado es quien debe juzgarlo en el juicio oral. Por otra parte, la ley
procesal penal no establecía expresamente que el juez que investigó no puede juzgar al imputado.
Llerena fue procesado por la justicia correccional por su presunta responsabilidad en delito de abuso de
armas y lesiones. Antes de que comenzara el juicio oral, la defensa de Llerena recusó a la jueza que lo
había procesado argumentando que ella no sería imparcial para juzgar y sentenciar.
Decisión de la Corte:
La Corte afirmó que la garantía de juez imparcial, protegida en la Constitución Nacional y en los pactos
internacionales de derechos humanos que tienen jerarquía constitucional, prohíbe que el juez que
investiga sea el mismo que juzgue y sentencie (Voto de los jueces Petracchi, Maqueda, Zaffaroni,
Highton de Nolasco, Argibay, Belluscio y Boggiano. Lorenzetti y Fayt no votaron).
Para estos jueces, la garantía de imparcialidad estaba afectada por una razón objetiva: el juez que
investigó el hecho y procesó al imputado es el mismo que tiene que juzgarlo. Es la propia organización
del procedimiento correccional y la naturaleza misma de las funciones que tiene que desempeñar el
juez correccional -investigar y juzgar- la que da pie a temer que exista esta parcialidad. No es necesario
entonces probar que en el caso concreto existe parcialidad.
Si bien hubo consenso en esta regla, no hubo acuerdos respecto de qué manera debía implementarse
esta en la práctica.
Zaffaroni, Highton de Nolasco resolvieron que la ley procesal debía interpretarse de conformidad a este
principio y, por más que no estuviera prevista esta circunstancia como causal de excusación, debía
aceptarse la misma. Estos jueces además establecieron de qué manera en la práctica se podía
garantizar el respeto al principio de juez imparcial: deben intervenir dos jueces distintos en
el procedimiento correccional. Uno en la etapa de instrucción y otro en la etapa de juicio. De esta
manera, sin inversión de presupuesto, demora de los procedimientos o creación de nuevos juzgados, se
encuentra una solución sencilla, eficiente y respetuosa de la Constitución. Así, el respeto de esta regla
está a cargo de cada juez correccional que deberá inhibirse de juzgar en juicio oral al imputado que
previamente procesó. Estos jueces también remarcaron que la aplicación de esta nueva regla es para el
futuro.
Por su parte, Petracchi afirmó que esta regla tendrá aplicación en los casos correccionales en que el
juez se excuse o cuando el imputado solicite que el juez que lo procesó no sea el mismo que lo juzgue
en juicio oral.
Boggiano y Maqueda votaron por declarara la inconstitucionalidad de la ley procesal que, reformando la
anterior, había suprimido esta circunstancia como causal de excusación. Es importante señalar que
Boggiano está cambiando su criterio ya que en el caso “Zenzerovich” resuelto el 31/08/1999 junto con
Fayt expresamente había sostenido que esta situación no violaba la garantía del juez imparcial.
Maqueda por su parte, ya había declarado la inconstitucionalidad de esta ley en su voto en disidencia
en el caso “Álvarez” resuelto el 30/09/2003.
Argibay y Belluscio sostuvieron que esta ley era incompatible con las normas constitucionales pero no
declararon expresamente su inconstitucionalidad.

RESUMEN DEL FALLO DIESER


La Corte declaró que viola las garantías constitucionales de imparcialidad y de doble instancia que los
mismos magistrados intervengan en la revisión del auto de procesamiento y posteriormente en la
revisión de la sentencia condenatoria.
(Resuelto el 8/08/06)
Hechos:
La defensa de María Graciela Dieser interpuso un recurso de inconstitucionalidad contra la sentencia de
la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Venado Tuerto que con el voto de dos de los tres jueces que
habían intervenido con anterioridad en el proceso (confirmando el procesamiento y la prisión preventiva)
confirmó la condena dictada por el Juez de primera instancia de Distrito en lo Penal de Sentencia de la
ciudad de Melincué. El recurso fue denegado y la defensa de la imputada interpuso un recurso de queja
que fue rechazada por la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe. La defensa interpuso
un recurso extraordinario, argumentando que se habían afectado las garantías de imparcialidad y de
doble instancia. El recurso fue denegado y motivó la presentación de una queja.
Decisión de la Corte:
La Corte, haciendo suyos los términos y conclusiones del dictamen del señor Procurador Fiscal, hizo
lugar a la queja, declaró procedente el recurso extraordinario y revocó la sentencia apelada.
Manteniendo lo establecido en el precedente “Llerena”, consideró que la revisión de
una sentencia condenatoria por los mismos jueces que habían intervenido en la apelación del
auto de procesamiento violaba la garantía de imparcialidad por que podía haberse afectado la
posibilidad de un reexamen de la condena sin prejuzgamiento del caso. Asimismo, sostuvo que violaba
la garantía de la doble instancia que exige que los magistrados que no conocieron anteriormente el
hecho revisen las decisiones del inferior (voto de los jueces Petracchi, Highton de Nolasco, Fayt,
Maqueda, Zaffaroni y Argibay — ésta última hizo su propio voto. El Dr. Lorenzetti no votó).

SEMANA V

El actor penal

El actor penal público

Existe el género actor, que es quien realiza una actividad (instancia) frente a un tercero (juez) a quien se
lo pretende concebir como imparcial.
En la historia de la persecución penal, es posible encontrar distintos actores penales: el actor privado, el
popular y el público.

Actor privado:

Antes de que aparezca en escena el más remoto actor penal, encontramos a la victima de un delito,
intentando perseguir, para su castigo, a quien ella misma consideraba como el autor del hecho que le
afectaba directamente. No aparecía todavía la posibilidad de un tercero que viniera a intentar asumir el
control de la situación o la resolución del conflicto; solo existía la propia confrontación entre victima y
agresor. Ello, lejos de ser un modo de solución de conflictos, traía aparejado una secuencia interminable
de otros que se encadenaban, a una agresión se sucedía otra y así sucesivamente, hasta que por
alguna razón, desaparecía la figura del ofensor.
Con el origen del derecho se va perfilando la figura del actor penal privado, en la misma medida que va
naciendo la idea de procedimiento, o mejor “proceso”, frente a un tercero.
El nacimiento del actor penal, si bien no con las características que luego adquiere con la triangulación
procesal, precede en muchas civilizaciones a la figura del juez. Así, en el antiguo derecho germánico,
para que comience la persecución penal, era necesario que hubiese ocurrido un daño y que esta
presunta victima designase su adversario. La victima podía ser la persona ofendida o alguien que,
perteneciendo a su familia, asumiese la causa del pariente. No había intervención alguna de autoridad.
El procedimiento era en realidad muy similar a un duelo o combate, con reglas perfectamente definidas:
la función del derecho era la de reglamentar la guerra privada, que hacia las veces de procedimiento
judicial para resolver el conflicto.
Por otra parte, era posible llegar a un acuerdo para interrumpir las hostilidades reglamentadas.
Toda esta idea de actor penal y ofensor que se defiende es obviamente desconocido por el derecho
romano, que coloca por encima de ellos la figura del juez; del tercero que en nombre de la monarquía,
la republica o el imperio, decide si corresponde o no la pena. En casos de delitos privados, se puede ver
nacer la figura del actor penal particular, que bien puede ser la victima o sus herederos, para advertir
que antes de emprenderla con el que considera su ofensor debe concurrir ante el juez o el pretor para
hacer su reclamo o acusación.

Actor popular:

Siendo los delitos de acción pública los que engloban a aquellas ofensas superadoras de un interés
meramente particular era lógico que cualquier miembro de aquella y no solamente la victima, pudiera
ocupar el lugar de actor penal. Este fenómeno se ve como general en el derecho griego y sobre todo en
el romano.
El miembro de la comunidad tiene una manera de participar en la cosa pública en materia judicial, a
través del ejercicio de la acción. El funcionamiento del instituto depende directamente del nivel de
compromiso solidario existente entre los miembros de la comunidad.
Modernamente, se replantea la posibilidad del ejercicio de la acción popular en aquellos casos de
intereses difusos, aunque también se crea la figura del defensor de pueblo para que asuma tales
funciones.

Actor público:

Analizar al actor público implica el estudio del Ministerio Publico Fiscal, o sea: de un órgano
perteneciente a la autoridad estatal, que ejerce la acción penal, sin representar directamente a la
victima, ni tampoco ubicarse en el mismo plano que el resto de la comunidad.
Surge al final de la Edad Media, como un órgano del monarca. La palabra fiscal se vincula con la idea
de fisco en cuanto representa al erario público. La principal función en el nacimiento de este fiscal
medieval era defender los intereses económicos del rey.
Con el advenimiento de los Estados modernos, el Fiscal dejara de defender exclusivamente intereses
patrimoniales para procurar cumplir una función vinculada al ideal de justicia, persiguiendo a quienes se
consideraba autores responsables de delitos y, como tales, merecedores de sufrir una pena pública
estatal.
Tal como hoy se lo conoce, el Fiscal es un producto de la Revolución Francesa, o del Estado de
Derecho que luego se construye en Europa como consecuencia de ella. Hay una directa relación entre
el triunfo de las ideas que defienden el sistema acusatorio con el reconocimiento de la necesidad de
contar con un Ministerio Publico Fiscal lo más democrático y representativo posible, así como eficaz en
su labor.
Se entiende por Ministerio Publico, al conjunto de funcionarios estatales a quienes se les ha confiado
como misión esencial la defensa de los intereses vinculados al orden público y social.
Forman una magistratura especial, distinta y autónoma con respecto a los jueces y Tribunales con
quienes colabora en la función de administrar justicia, pero carecen de los poderes de estos, no tienen
los poderes ordenatorios ni decisorios propios de la función jurisdiccional.
Es así que frente a la función juzgadora que corresponde a los jueces, la del ministerio público es
esencialmente REQUIRENTE.
La doctrina considera que la institución con los caracteres similares a como es en la actualidad, tuvo su
primera expresión en la organización judicial de la Francia medieval.
Inicialmente era representado por procuradores o abogados ordinarios, es decir particulares, a quienes
el rey le confiaba la defensa de sus propios intereses patrimoniales y fiscales, cumpliendo estos sus
tares sin perjuicio de la atención a su clientela privada, es decir eran simples mandatarios del monarca y
a quienes este le abonaba los servicios.
Después estos mandatarios adquieren el carácter de permanentes, como verdaderos funcionarios
fiscales que intervenían en los procesos con carácter exclusivo, dejando sus asuntos particulares y
añadiendo a su primera función de defender los intereses sociales de la sociedad y del estado.
Posteriormente en armonía con la evolución política que condujo al establecimiento del poder central
cada vez más, esta última función se convirtió en la única.
Claria Olmedo nos dice que las monarquías absolutas y el sistema inquisitivo que implementaron en
materia judicial, encuentra en el M.P.F. un poderoso instrumento de gobierno, este órgano se vigoriza en
Francia como brazo de los reyes para tener controlado a los súbditos.
Tan poderosa es la institución ya en esa época que la revolución francesa no pudo eliminar la y
contrariamente terminó por fortificarla con notas de independencia del ejecutivo, lo que después se
elimina.
Los idearios de la revolución entendían que el MPF debía ejercer la acción penal como una forma de
garantizar la independencia del tribunal, es por ello que, como ya lo dijimos la institución se organiza y
fortaleza, a la vez que tiene como función en el proceso penal, la de ejercer la acción penal.
En lo que respecta a la antigua legislación española no contenía una reglamentación específica de la
institución pero hay referencias en las leyes de Partidas y en la de Indias donde se mencionaba la
existencia de un Fiscal del Consejo de Indias, cuya función era la defensa de la jurisdicción, patrimonio
y hacienda real, en la vigilancia del cumplimiento de las leyes y en la protección y amparo de los Indios
y de personas pobres y menesterosas.

En el derecho comparado, el Fiscal aparece ubicado en cuatro posibilidades institucionales:


A. Vinculado al poder ejecutivo: como ocurría en el sistema nacional argentino hasta la reforma de
1994. La crítica que ha merecido esta ubicación es que permitía responder a los intereses políticos
del sistema presidencialista de turno, dejando de lado una posición en defensa de los intereses
sociales.
La principal ventaja que advierten es su directa relación con las policías, sin cuya colaboraron parece
imposible cualquier clase de actuación eficaz.

B. Vinculado al poder legislativo: sucede en los países comunistas. La crítica es que en los sistemas de
partido político único, las influencias político-partidarias, cuando superan el interés general, hacen
estragos en el ejercicio correcto de la función de perseguir penalmente y terminan sufriendo los
avatares de los debates parlamentarios. Sin embargo, lo cierto es que el fiscal que depende de los
legisladores, asegura una mejor representación indirecta del pueblo, que sin necesidad de los
partidos políticos, también puede ejercer su voluntad soberana mediante otros mecanismos de
participación popular.

C. Vinculado al poder judicial: como ocurre en muchas provincias como en Santa Fe. Pierde perfil y se
transforma en alguien con quien resulta difícil entrar en contradicciones, sobre todo si sus
funcionarios participan de la idea de la llamada “carrera judicial”, por lo que, al aspirar ser
“ascendidos” a jueces, difícilmente entiendan y asuman su función partiva. Además, antes de llevar el
caso al tribunal, antes de producir la prueba, ya asume una posición que lo convierte en parcial.
La nueva ley que en Santa Fe organiza al poder publico (13.013), lo denomina Ministerio Publico de la
acusación, y si bien lo mantiene dentro del Poder Judicial, le confiere autonomía funcional separándolo
de la Corte Suprema de Justicia, ya que hasta ahora el Ministerio Publico Fiscal es dirigido por el
Procurador General, que precisamente la integra, con el agravante que también tiene a su cargo
conducir a los defensores públicos.

D. Ocupando una autónoma función, extrapoder, o cuarta función independiente de las tres clásicas: es
la que dispone nuestra CN en su reformado art. 120.
Los partidarios de esta posición afirman que el Fiscal no puede depender de la Corte Suprema de
Justicia, porque entonces no habría una clara distinción con los jueces. Además, tampoco puede
pertenecer al poder ejecutivo, porque recibiría las presiones e influencias políticas de quienes aparecen
en el escenario latinoamericano, muy proclives a la comisión de delitos en el ejercicio de las funciones
publicas.
En el ámbito nacional cuesta asumir la reforma constitucional y el proceso acusatorio, ya que la propia
CSJN, en los fallos contradictorios, ha demostrado no respetar la autonomía del Ministerio Publico
Fiscal.
Hasta la reforma de la Constitución Nacional de 1994, no había una disposición referente al Ministerio
Publico. Así la Constitución Nacional regulaba todo lo referente al Poder Judicial de la nación, pero no
hablaba del Ministerio Publico. Por lo que en materia federal, todo lo referente a este órgano estaba
reglado por ley.

Art. 120 CN.- “El ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía
financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los
intereses generales de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República. Está
integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la Nación y los demás
miembros que la ley establezca. Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de
remuneraciones.”

La Constitución como se ve ha configurado al Ministerio Publico como un órgano extrapoder, al dotarlo


de autonomía funcional y autarquía financiera, dejando fuera de toda discusión sobre la naturaleza del
mismo. Porque puede formar parte del Judicial, del Ejecutivo y también del Legislativo, según el país o
en nuestro las provincias

Lo cierto es que la necesidad de modificar la ubicación política institucional del Ministerio Publico Fiscal,
retirándola del ámbito del Poder Judicial, se hace una necesidad cuando se adopta el modelo acusatorio
y, sobre todo cuando, para el ejercicio de la acción se utilizan criterios de oportunidad.

La estructura del Ministerio Público Fiscal en la Nación.


El Ministerio Público de la Nación argentina es un órgano bicéfalo compuesto por el Ministerio Público
Fiscal (MPF) y por el Ministerio de la Defensa Pública (MPD), estando el primero dirigido por el
Procurador General de la Nación quien coordina la acción de todos los Fiscales, mientras que la Oficina
del Defensor General de la Nación dirige el trabajo de los Defensores Oficiales Públicos.
Estructuralmente, el MPF, encargado de representar y defender el interés público a través de los
fiscales ante los tribunales, está integrado por: Procurador General de la Nación; Procuradores Fiscales
ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación y Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas;
Fiscales Generales ante los tribunales colegiados, de casación, de segunda instancia, de instancia
única, los de la Procuración General de la Nación y los de Investigaciones Administrativas; Fiscales
Generales Adjuntos ante los tribunales y de las dependencias fiscales ya enunciadas; Fiscales ante los
jueces de primera instancia: los Fiscales de la Procuración General de la Nación y los Fiscales de
Investigación Administrativas; Fiscales Auxiliares de las fiscalías de primera instancia y de la
Procuración General de la Nación.
El encargado de dirigir el Ministerio Público Fiscal es el Procurador General de la Nación, destacándose
como sus principales funciones ser: Procurador Fiscal ante la CSJN y desenvolverse como tal en los
asuntos judiciales en los que tiene intervención el organismo, dictaminando en las causas judiciales que
a tal efecto le son remitidas; y es el superior jerárquico de todos los Fiscales, en tal sentido, dirige y
coordina su accionar, estableciendo potestades y deberes, es el encargado de diseñar la política de
persecución penal sobre la base de las necesidades prácticas que la Institución está llamada a
satisfacer aunque ciertos lineamientos básicos perduran y conforman las políticas de persecución penal
del organismo.

La estructura del Ministerio Público Fiscal de la Acusación (Ley. 13.013)


Ley Orgánica del Ministerio Público de la Acusación

El Ministerio Público de la Acusación será ejercido por el Fiscal


General y los demás órganos contemplados

Misión: el ejercicio de la Autonomía funcional y administrativa


persecución penal pública y con autarquía financiera dentro del
procurando la resolución Poder Judicial.
pacífica de los conflictos
penales.

Principios de Actuación
• Objetividad.
• Respeto por los derechos humanos.
• Orientación a las víctimas.
• Gestión de los Conflictos.
• Transparencia.
• Eficiencia y Desformalización.
• Accesibilidad.
• Gratuidad.
• Responsabilidad. (Integrantes estarán sujetos a responsabilidad administrativa,
sin perjuicio de la responsabilidad civil y penal que pudiere corresponderles.)
• Unidad de actuación: único para toda la Provincia

Funciones.

• Establecer y ejecutar los lineamientos de la política de persecución penal en


el ámbito Provincial, fijando las prioridades y criterios.
• Dirigir la investigación de los delitos de acción pública y ejercer
la acción penal ante los tribunales, preparando los casos que serán objeto de
juicio oral y resolviendo los restantes según corresponda.
• Dirigir funcionalmente al Órgano de
Investigación y a cualquier organismo de seguridad en lo concerniente a la
investigación de los delitos. • Orientar a la
víctima de los delitos, en forma coordinada con instituciones públicas o
privadas, procurando asegurar sus derechos.
• Procurar asegurar la protección de víctimas y testigos, en
el marco de la legislación vigente, por sí o en coordinación con otras agencias
del Estado. • Intervenir en la etapa de ejecución de la pena en la forma que
prevean las leyes.
• Requerir cooperación y coordinar con instituciones públicas y
privadas para que coadyuven en la persecución de los delitos.
• Promover la cooperación nacional e internacional ante la
criminalidad organizada o investigaciones complejas.
Conformación del Ministerio Público de la Acusación

Órganos de • El Fiscal General


Dirección • Los Fiscales Regionales

Órganos • Los Fiscales


Fiscales • Los Fiscales Adjuntos

Órganos de • La Secretaría General


Apoyo a la • La Junta de Fiscales
gestión • Los Consejos Asesores Regionales
• La Administración
General • La Auditoría
General de Gestión • La Escuela
de Capacitación • El
Organismo de Investigación

Órganos
Disciplinarios • Tribunal de Disciplina
Órganos de Dirección

• Responsable de la organización y
funcionamiento del Ministerio
Los Fiscales Público de la Acusación.
• Durará seis (6) años en el cargo
• Será designado por el Poder
Ejecutivo con acuerdo de la
Asamblea Legislativa previo
concurso público de oposición y
antecedentes.

Funciones Principales
• Representación legal del MPA
• Determinar la política general de la
institución.
• Fija los criterios generales para el
ejercicio de la persecución penal.
• Propone el
presupuesto
• Da publicidad a la gestión
• Emite reglamentos
• Crea nuevas dependencias
• Resuelve recursos.

• Cinco fiscalías regionales,


ubicadas una en cada una de las
circunscripciones judiciales
existentes. •
Los Fiscales Cada fiscal regional será el jefe del
Regionales Ministerio Público de la Acusación
en la división territorial • Son
designados por el Ejecutivo con
acuerdo del Legislativo, será
removido por mal desempeño o por
cometer un delito doloso, •
Dura 6 años en el cargo

Funciones Principales
• Dirige, coordinar y supervisar la
tarea de los fiscales y órganos de
apoyo. •
Imparte instrucciones generales
para una persecución mas eficaz.
Órganos Fiscales

Los fiscales tendrán a su cargo el


ejercicio de la acción penal pública
El Fiscal de acuerdo a la distribución de
General trabajo dispuesta por los fiscales
regionales, quienes determinarán la
cantidad, el asiento y el área
territorial de incumbencia de las
fiscalías.
Ejercerán la dirección de la
investigación, formularán acusación
o requerimiento de sobreseimiento,
aplicarán criterios de oportunidad
dentro de los márgenes legales,
actuarán en juicio y podrán
formular impugnaciones ante los
tribunales correspondientes,
cualquiera sea su instancia.
• Para ser fiscal se requiere ser
argentino, abogado, tener al menos
25 años, 4 ejerciendo la profesión, y
2 residiendo en la provincia. Son
designados por el ejecutivo con
acuerdo del Legislativo.

Agencias fiscales especiales: Los


fiscales regionales podrán crear
agencias o unidades fiscales
especiales que actuarán en parte o
en todo el territorio de su
competencia.

Los fiscales adjuntos actuarán por


Los Fiscales delegación y bajo la supervisión de
Adjuntos los Fiscales. En el ejercicio de su
cargo podrán intervenir en todos los
actos en los que puede actuar el
fiscal de quien dependan.
Órganos de Apoyo a la
gestión

La Secretaría Encargada de brindar asistencia


General administrativa y operacional al Fiscal
General.
Le corresponde la dirección de las áreas del
despacho de la Fiscalía General, asesoría
jurídica, relaciones interinstitucionales,
comunicación, etc.
El Secretario General,
será designado por el Fiscal General, previo
concurso de oposición y antecedentes.

La Junta de
Fiscales Presidida por el Fiscal General, se integra
con los fiscales regionales.
Funciones: asesorar y colaborar en las
políticas de persecución penal, participar en
la selección de integrantes del MPF, ratificar
o modificar las instrucciones generales,
intervenir como tribunal de alzada en el
procedimiento disciplinario. Deberá reunirse
mínimo 1 vez cada 4 meses.

Los Consejos
Asesores Actuará cada fiscalía regional conformado
Regionales por 3 fiscales, 3 representantes de los
gobiernos municipales y 3 representantes de
organizaciones de la sociedad civil.
gobiernos municipales y 3 de la sociedad
civil. Formulara recomendaciones en relación
a las políticas de persecución penal,
plantearan observaciones o quejas sobre el
servicio, se reúnen al menos 4 veces al año,
el Fiscal General regula su duración.

La Órgano que depende del Fiscal General, y


Administración participa de las actividades de elaboración y
General ejecución presupuestaria, confecciona el
informe anual de gestión. Debe ser un
profesional universitario contador o
licenciado en admin. con no menos de 5 años
de profesión, será designado por el Fiscal
General previo concurso y dura 6 años en la
función.
Órganos de Apoyo a la
gestión

La Auditoría El auditor es el encargado de velar por el


General de correcto funcionamiento de todos los órganos
Gestión fiscales para asegurar su eficacia, posee
autonomía funcional. Dura 6 años en la
función.

Su función es colaborar en la capacitación


Escuela de continua de los integrantes del Ministerio
Capacitación Público de Acusación. Estará a cargo de un
Director elegido por el Fiscal General, debe
ser abogado con experiencia docente.

El Órgano técnico que asiste al


Organismo Ministerio Público de la Acusación
de en la investigación de los hechos
Investigación que se afirman delictivos

Órganos Disciplinarios

Tribunal de El Auditor General de Gestión cumplirá


Disciplina la función de acusador ante el Jurado.
Estará integrado de la
siguiente forma:
• Un representante del Colegio de
Abogados de otra Circunscripción
Judicial en que se desempeñe el acusado.
• Un senador y
un diputado designados anualmente al
efecto por sus Cámaras. • Un fiscal
regional de una circunscripción diferente
a la que corresponde al acusado,
designado por sorteo; y el Fiscal General.
Este último lo preside y vota sólo en caso
de empate.

SEMANA VI
VICTIMA

CONCEPTO:

Se entenderá por victimas las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive
lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, perdida financiera o menoscabo sustancial de sus
derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal
vigente en los Estados miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder.
Además, podrá considerarse victima, independientemente de que se identifique, aprehenda, enjuicie o
condene al perpetrador e independientemente de la relación familiar entre el perpetrador y la victima. Se
incluye, en su caso, a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la victima
directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la victima en peligro o para
prevenir la victimización.

La noción de “víctima” y “ofendido” debe ser diferenciada de “damnificado” y de “interés legítimo”. La


primera calidad la invisten solos quienes son titulares del bien jurídico lesionado o puesto en peligro por
el agente –el sujeto pasivo del delito-.
El carácter de “damnificado” es más amplio y lo tienen aquellos que han sufrido un perjuicio patrimonial
directo del hecho delictivo y pueden o no ser los titulares del bien jurídico –herederos de la víctima o
personas que sufrieron un daño directo del hecho sin ser víctimas, siempre que no se funde el daño en
una relación contractual-. A su turno “interés legítimo” es más amplio aun y comprende a quienes
pudieran haber resultado damnificados indirectos –por vinculación contractual- del hecho o quieran
tener con el mismo relación académica, periodística, investigativa o de otra índole no prohibida o ilícita
e, incluso, en muchos casos fomentada por el propio Estado.

DERECHOS:

Los Derechos de la victima están establecidos en el artículo 80 del Código Procesal Penal de la
Provincia de Santa Fe, y son los siguientes:

ART 80 CPPSF.- “Derechos de la víctima.- Las autoridades intervinientes en un procedimiento penal


garantizarán a quienes aparezcan como víctimas u ofendidos penalmente por el delito los siguientes
derechos:
1) a recibir un trato digno y respetuoso;
2) a la documentación clara, precisa y exhaustiva de las lesiones o daños que se afirman sufridos por
causa del hecho motivante de la investigación;
3) a obtener información sobre la marcha del procedimiento y el resultado de la investigación, debiendo
notificársele la fecha, hora y lugar del juicio, así como la sentencia final cuando no concurriera a la
audiencia del debate;
4) a minimizar las molestias que deban ocasionársele con motivo del procedimiento;
5) a la salvaguarda de su intimidad en la medida compatible con el procedimiento regulado por este
Código;
6) a la protección de su seguridad, la de sus familiares y la de los testigos que depongan a su favor,
preservándolos de la intimidación y represalia, sobre todo si se trata de una investigación referida a
actos de delincuencia organizada;
7) a requerir el inmediato reintegro de los efectos sustraídos y el cese del estado antijurídico producido
por el hecho investigado en las cosas o efectos de su pertenencia, cuando ello corresponda según las
disposiciones de este Código;
8) a obtener la revisión de la desestimación de la denuncia o el archivo, y a reclamar por demora o
ineficiencia en la investigación, ante el superior inmediato del Fiscal de Distrito. Cuando la investigación
se refiera a delitos que afectasen intereses colectivos o difusos, las personas jurídicas cuyo objeto fuera
la protección del bien tutelado en la figura penal, tendrán la legitimación a la que se hace referencia en
el presente inciso;
9) a presentar querella y a ejercer contra el imputado acciones tendientes a perseguir las
responsabilidades civiles provenientes del hecho punible, en los términos de este Código.

Una ley especial establecerá la forma de protección a que alude el inciso 6) de este artículo, la que
podrá hacerse extensiva, si fuere necesaria, a imputados u otros testigos.”
En el inciso 1 se impone una obligación de respeto propia y natural de la dignidad humana, No se trata
de un reconocimiento que, de mas esta decir, no requiere de ninguna prescripción normativa de
naturaleza procesal sino de una expresa obligación que se establece a las autoridades que intervienen
en un procedimiento penal, quienes deben procurar, además de un trato respetuoso, todas las
condiciones materiales que aseguren dicho trato.

En el inciso 2 se hace alusión a las consecuencias que genera el comportamiento delictivo en el


patrimonio o integridad física de la victima, quien posee el derecho de que las mismas – lesiones o
daños – sean debidamente colectadas, preservadas y documentadas, especialmente en los primeros
momentos de la investigación.

En el inciso 3 se regulan especialmente los derechos de información que posee la victima.

En el inciso 4 se apunta a reducir al mínimo posible la revictimizacion – o efecto secundario en la


secuela posdelictual- del damnificado que le genera el mismo procedimiento, en sus diferentes etapas y
a través de sus diferentes órganos.

En el inciso 5 se complementa con el anterior en el sentido de resultar una regla que intenta reducir los
efectos revictimizadores que le provoca el proceso al damnificado.

En el inciso 6 se dispone un régimen de protección especial de testigos. Apuntan a casos de delitos


graves, en los que pueden detectarse presiones o represalias en contra de la victima, sus allegados o
personas que presten testimonio a su favor.

En el inciso 7 resulta tributario de las nuevas tendencias que apuntan a reducir los efectos del delito y
se complementa con lo dispuesto en el art. 207 en cuanto faculta al fiscal a solicitar al tribunal de la IPP,
el cese provisorio del efecto del delito en las cosas o efectos.

En el inciso 8 se alude a los mecanismos de revisión que pueden ponerse en marcha cuando no se le
da curso a la denuncia o se archivan las actuaciones.
Faculta a acudir antes al Fiscal General en caso de considerar lenta o ineficiente la investigación.

En el inciso 9 refiere a la posibilidad de la victima de presentarse como querellante y a procurar la


reparación de las consecuencias civiles que hubiere padecido por el delito. A tales, las opciones que
brinda el ordenamiento para participar como querellante son las siguientes:
- En delitos de acción publica: conjuntamente con el fiscal
- En igual tipo de delitos: sustituyendo al fiscal – como querellante exclusivo- cuando este
adoptara un criterio de oportunidad, desestimara la denuncia o archivar la investigación penal o
decidiera no formular acusación, situaciones todas que habilitan el mecanismo de conversión de
la acción.

Se establecen una serie de derechos cuya operatividad debe ser garantizada a la victima u ofendido
penalmente, por parte de las autoridades intervinientes en un procedimiento penal. La norma refiere a
quienes aparezcan como victima u ofendido penalmente por el delito, por lo que para acceder a tal
carácter basta con su mera afirmación y la liminar acreditación de la calidad invocada ante cualquier
autoridad interviniente en procedimiento penal; esto es: autoridad policial, M. P. F., u órgano
jurisdiccional, en cualquiera de sus instancias.

ART 81 CPPSF.-Asistencia genérica.- Desde los primeros momentos de su intervención, la Policía y el


Ministerio Público Fiscal, suministrarán a quien invoque verosímilmente su calidad de víctima, la
información que posibilite su derecho a ser asistida como tal por el Centro de Asistencia a la Víctima u
organismo pertinente, aún sin asumir el carácter de querellante.

ART 82 CPPSF.-Asistencia técnica.- Para el ejercicio de los derechos que se le acuerdan a quien
invoque su condición de victima, no será obligatoria el patrocinio letrado, salvo lo dispuesto en el
artículo 94.
Si no contara con medios suficientes para contratar abogado a fin de constituirse en querellante, el
Centro de Asistencia a la Victima u organismo pertinente, se lo proveerá gratuitamente.
ART 83 CPPSF.-Consideración especial. Comunicación de acuerdos patrimoniales.- Todo lo atinente a
la situación de la victima o damnificado, y en especial la reparación voluntaria del daño, el
arrepentimiento activo de quien aparezca como autor o participe, la solución o morigeración del conflicto
originario o la conciliación entre sus protagonistas, será tenido en cuenta en oportunidad de:
1) Ejercer la acción el actor penal
2) Seleccionar la coerción personal indispensable
3) Individualizar la pena en la sentencia
4) Modificar en su medida o en su forma de cumplimiento la pena en la etapa de ejecución
Todos los acuerdos dirigidos al más rápido resarcimiento del perjuicio invocado por la victima o
damnificado, podrán ser puestos en conocimiento del fiscal y de los tribunales intervinientes a los fines
que correspondan.
Este articulo es excelente, no solo esta receptando la mediación y la teoría del conflicto que nosotros
propusiéramos desde hace tiempo, sino que además incorpora la posibilidad de modificar la pena una
vez impuesta. También incorpora la participación activa de la victima y el imputado al seleccionarse la
coerción penal al inicio de la investigación, al momento de individualizar la pena y luego de esa
individualización, durante su cumplimiento.
Nótese aquí que el Código vuelve a incluir al damnificado porque presta atención al conflicto en toda su
dimensión y otorga un lugar de privilegio al resarcimiento del daño en la mensuración y determinación
de la modalidad de la pena.

El inciso 1 va dirigido al M. P. F. y se complementa con las facultades de adoptar criterios de


oportunidad en el ejercicio de la acción penal (art 19), con la suspensión del juicio a prueba, etc.
El inciso 2 alude a la actitud del imputado posterior al hecho y el comportamiento respecto de la victima
– arrepentimiento, reparación, disculpa, etc...- como pautas a tener en cuenta cuando se selecciona la
coerción penal necesaria para asegurar los fines del proceso. En este sentido, si bien la pauta principal
resulta, según el Código, el de la peligrosidad procesal, el inciso segundo del artículo 220 señala como
una de las pautas que permiten inferir la presunción de tal riesgo a -la actitud que el imputado
voluntariamente adoptara – ante el daño padecido por la victima.
Finalmente, el inciso también se dirige a los fiscales, al momento del pedido de pena.

El inciso 3 se encuentra dirigido a los jueces de tribunales orales – uní o pluripersonales- o de cámara,
complementándose el precepto con las disposiciones contenidas en los artículos 40 y 41 del Código
Penal, en cuanto también hacen referencia a la victima. El contenido de este inciso refuerza la
necesidad, olvidada por muchos tribunales, de fundamentar la elección de la calidad y cantidad de pena
aplicable al autor de un delito, teniendo en cuenta a esos fines las pautas de individualización previstas
en la ley de fondo y ahora las que surgen de esta norma.

El inciso 4 tiene como receptores a los jueces de ejecución penal y los de Cámara, concordando el
mismo con disposiciones contenidas en la ley 24660 – Ejecución de la Pena Privativa de Libertad- en
cuanto establece diferentes modalidades de cumplimiento de pena: prisión discontinua, diurna,
nocturna, semilibertad, libertad asistida, etc.

El ultimo párrafo hace alusión a los acuerdos reparatorios a los que arriben las partes, resultando
facultativo la puesta en conocimiento de los mismos al Fiscal o Tribunales intervinientes.

EL QUERELLANTE. CLASES

Querellante exclusivo: Es el sujeto particular principal que interviene en el proceso como único
acusador en los delitos perseguibles por acción de ejercicio privado, entablando la correspondiente
querella ante el tribunal penal. El particular ofendido que ejercita la acción a través de esta herramienta
dispone de la pretensión –tiene facultades de renuncia, desistimiento, perdón, retractación posterior,
divisibilidad, etc.- y reviste un carácter esencial dentro del proceso ya que su desistimiento –expreso o
tácito- origina el sobreseimiento del querellado para el primer supuesto o el archivo de las acusaciones
para el segundo supuesto.

Querellante conjunto: Es el sujeto particular y eventual que se introduce en el proceso penal a la par
del Ministerio Publico Fiscal, haciendo valer contra el imputado una pretensión penal y eventualmente
civil, fundada en el mismo hecho imputado por el acusador publico.
Trátese de un sujeto procesal admitido como parte y que cabalga la acción penal a la par del fiscal
teniendo, una vez iniciado el proceso, amplias facultades propositivas y recursivas.

Querellante subsidiario o sustitutivo: fue receptada en la nueva legislación provincial en las


situaciones que el fiscal decida:
a) No ejercer la acción penal por adoptar un criterio de oportunidad.
b) Archivar las actuaciones por desestimación de denuncia.
c) No formular acusación.
d) Archivar la IPP.
Habilitada la conversión de la acción penal pública en privada (caso a), la víctima u ofendido que decide
promover la querella asume el carácter de querellante autónomo y exclusivo.

Querellante adhesivo: Diferente del querellante conjunto, o como una subespecie del mismo, se
encuentra el conocido como adhesivo, que se parece mas a la figura del tercero adherente simple o
coadyuvante del derecho procesal civil que colabora con un sujeto procesal y no puede por ejemplo
acusar o recurrir autónomamente. Se puede considerar una forma de querellante conjunto, en tanto
siempre necesita acompañar al Fiscal que ejerce principalmente la pretensión punitiva publica. Sin
embargo, se acerca más a la figura del particular damnificado, debido a su perfil coadyuvante con el
Ministerio Publico y en la restricción acusatoria y recursiva. Según las actividades que le permiten
cumplir el querellante adhesivo admite dos sub- tipos:
a) Querellante adhesivo puro: no puede provocar la persecución penal sino adherirse a la instancia
fiscal; tampoco puede reunir en forma independiente sino que debe instar al fiscal para que lo haga.
b) Querellante adhesivo impuro: se le permite provocar la persecución penal aunque con limitaciones
recursivas ya que no puede traspasar los agravios incoados por el ministerio público.

QUERELLANTE EN EL CODIGO PROCESAL PENAL DE LA NACION

Toda persona que se considere ofendida por la comisión de un hecho con apariencia de delito cuya
acción sea de ejercicio público, puede por sí -si tiene capacidad civil o, siendo incapaz, mediante su
representante legal-, asumir el rol de querellante. Así lo dispone el art. 82 del C.P.P. de la N.
consignando que como querellante podrá impulsar el proceso (una vez que el Fiscal ha instado la
instrucción, sin perjuicio de que antes de ser querellante sea denunciante), proporcionar elementos de
convicción, es decir ofrecer pruebas (claro que el Juez las aceptará si las considera pertinentes y útiles
art. 199), argumentar sobre ellas (opinando en la etapa intermedia 346 y 347, o en los alegatos del art.
393) e incluso interponer recursos en los casos que ellos estén permitidos. Puede entonces apelar el
sobreseimiento del imputado (art. 337), recurrir la falta de mérito (art. 311), puede -llegado el caso-,
interponer recurso de casación en los límites que se le fija al Fiscal (art. 460). Sin embargo, la posición
que pone en crisis la actividad recursiva del Fiscal, contra resoluciones que favorecen al imputado
intentando cerrar definitivamente la causa a su favor (sobreseimiento y absolución), se traslada con toda
la fuerza argumentativa, a la situación del querellante. También se afecta el non bis in ídem, si se
autoriza al querellante a recurrir procurando una persecución penal que en su primera instancia ha
fracasado. Por ahora, esta posición, se encuentra reconocida por cierta doctrina, a la que adherimos, y
falta aún que la jurisprudencia termine por aceptarla.
El ofendido -por el accionar aparentemente delictivo-, es a quien generalmente se tiene por titular del
bien jurídico que el derecho penal intenta brindar protección al amenazar con la pena. En algunos casos
de los llamados delitos pluriofensivos, es decir que son varios los bienes jurídicos a proteger, puede no
coincidir exactamente el titular del bien enunciado en el capítulo respectivo del código penal con la
persona autorizada a querellar. ello ocurre por ejemplo en el caso del falso testimonio, donde el bien
jurídico es la administración pública, o -más concretamente- el ámbito del poder judicial, y sin embargo
se le reconoce también como ofendido a la persona que se ha visto perjudicada por el falso testimonio
rendido ante los tribunales, generalmente una de las partes. Es que pese a estar ubicado entre los
delitos que afectan en general a la administración pública, se reconoce en doctrina que también a veces
afectan a particulares.

Al particular ofendido se le denomina comúnmente “la víctima” -concepto netamente penal-, que se
diferencia del damnificado, cuyo contenido se relaciona con el perjuicio patrimonial sufrido. La víctima
es el sujeto pasivo del delito y será por ello que el artículo 82 del C.P.P. de la N. que comentamos, se
ocupa de precisar que cuando se trate de un delito cuyo resultado sea la muerte del ofendido, el
derecho de querellar lo tienen el cónyuge supérstite, sus padres, sus hijos o su último representante
legal. Es este un listado que si bien puede considerarse taxativo, de ninguna manera establece un
orden de prelación, por lo que indistinta, conjunta o alternativamente podrá asumir el carácter de
querellante tanto su cónyuge como los parientes que allí se mencionan. Será entonces imprescindible
acompañar la documentación que acredite el vínculo que lo unía con el causante, pero no es necesaria
la declaratoria de herederos, ni menos la apertura de la sucesión. Ello porque aquí el cónyuge supérstite
o el pariente vienen al proceso a ser querellante por derecho propio, no a ejercer un derecho que
reciban por sucesión mortis causa.
Pensamos que es posible admitir que la persona jurídica pueda asumir tal condición, siempre y cuando
haya sufrido directamente el daño en un bien que merece la protección desde el derecho penal; será
entonces necesario que además de analizar su condición de titular del bien afectado, sus estatutos
permitan a sus órganos directivos estar en el proceso penal con tal carácter. Cuando se trata de delitos
que afectan el patrimonio de la sociedad anónima o de responsabilidad limitada, como ocurre con la
estafa o la administración fraudulenta, no es viable que el socio a título personal intente ser querellante,
aunque excepcionalmente la jurisprudencia lo ha admitido.

Forma de la querella y tiempo para su presentación.

Establece el art. 83 del C.P.P. de la N. que la pretensión de quien desea constituirse en parte
querellante se debe formular por escrito, sea personalmente o por un mandatario especial, y siempre
con el requisito de contar con el patrocinio de un profesional letrado, lo que se obvia si el peticionante ya
lo es. El contenido del escrito, para no ser invalidado con la inadmisibilidad, debe reunir determinados
requisitos que enumera el artículo 83 y sirven para identificar al querellante, circunscribir el objeto del
proceso (al exigir una relación sucinta del hecho en que se funda), la individualización de los imputados
y la acreditación de aquellos extremos que hacen a la personería que se invoca (ej. estatutos de la
sociedad, certificado de matrimonio o de nacimiento etc.). Finalmente se exige la firma del peticionante
luego de la solicitud de ser tenido como querellante, lo que es obvio ya que constituye el objeto de la
instancia que se formula.
Presentada la querella, el pedido será resuelto por decreto fundado o auto, en el término de tres días
(art. 84 C.P.P. de la N.). Cuando el Juez desestima la solicitud del querellante, éste puede interponer
apelación. Constituye un tema polémico que pueda ir en casación, porque ese recurso aparentemente
le queda reservado a las partes siendo que éste sujeto no pudo llegar a ser parte al rechazarse su
solicitud in límine.
Para la presentación de la querella en los hechos que dan lugar a delitos de acción de ejercicio público,
el ofendido tiene todo el tiempo que dure la etapa de instrucción, ya que el artículo 84 del C.P.P. de la N.
remite a lo dispuesto para el actor civil en el art. 90. Por lo tanto mientras no se haya dictado la clausura
de la instrucción la solicitud debe ser considerada porque ha sido presentada en tiempo. Si ya se
clausuró la instrucción, el querellante no podrá participar ejerciendo su función de coadyuvar al ejercicio
de la acción penal.

QUERELLANTE EN EL CODIGO PROCESAL PENAL DE SANTA FE (LEY 12734)

Una de las novedades que introduce el nuevo código procesal penal de Santa Fe es la incorporación de
un querellante para actuar en aquellas causas que en principio están reservadas para el Fiscal. Esto es,
la posibilidad que tiene el sujeto considerado “victima” de un obrar ilícito de tener activa participación en
el proceso penal en aras a lograr el castigo de los culpables. En Santa Fe, anteriormente, la figura del
querellante conjunto no había podido ingresar y a lo sumo se podía constituir como actor civil,
reclamando daños y perjuicios que el delito le hubiera ocasionado. En el art. 16 se concede, a quien
alega verosímilmente su condición de victima, la posibilidad de constituirse como querellante, dando
lugar al comienzo del proceso, al juzgamiento e incluso a la condena del acusado.
La participación de la victima como querellante no altera las facultades concedidas por la ley al
Ministerio Público, ni lo exime de sus responsabilidades. Si bien el querellante debe nacer como
conjunto, actuando asociado al Fiscal, la gran diferencia es que el código le reconoce una autonomía
verdaderamente increíble, ya que no tiene porqué adherir a los criterios del Fiscal y no tiene porqué
acompañar ni actuar junto a él.
No existe un derecho a querellar de raigambre constitucional, resultando materia exclusiva del legislador
provincial su regulación o no dentro del sistema de enjuiciamiento penal. Es decir, no se vulnera
derecho constitucional alguno si el codificador decide mantener la persecución penal en manos
exclusivas del Ministerio Público Fiscal y solo le otorga un papel secundario al damnificado por el hecho
ilícito.
La critica a un querellante con estas características proviene desde un marco fundado en una teoría del
proceso donde el actor siempre debe ser uno, o a lo sumo integrando un consorcio activo. No es
concebible un proceso penal constitucional cuando una multiplicidad de actores penales esboza,
respecto de un solo acusado, diversas “teorías del caso” – en un abanico de posibilidades que pueden
resultar hasta contradictorias –, afectándose con ello la inviolabilidad de la defensa, toda vez que no es
posible esgrimir una línea defensista adecuada y eficaz si el asistente técnico del imputado debe
refutarlas simultáneamente en una tarea eventualmente imposible o, cuanto menos, incongruente.

LEGITIMACIÓN

El art. 93 del código sostiene que podrán constituirse como querellante en el proceso penal el “ofendido”
por un delito de acción pública o sus herederos forzosos.
Habrá que prestar especial atención al alcance que la jurisprudencia provincial le otorgue al concepto
“victima” u “ofendido” por el delito.
La norma es mucho más amplia que los antecedentes de la legislación procesal nacional. Mediante ella
se autoriza la intervención como querellante a la persona jurídica “cuyo objeto fuera la protección del
bien jurídico tutelado en la figura penal, cuando se trate de delitos que afecten intereses colectivos o
difusos”.
La referencia efectuada a las personas jurídicas es expresa y limita su actuación como querellante a
delitos que afectaren intereses colectivos y que el estatuto de la persona ideal prevea la protección de
los mismos.
En doctrina y jurisprudencia se alzan dos posturas, una que limita la constitución de la persona jurídica
como querellante al supuesto establecido en la ley, y otra que la extiende más allá admitiéndolo en
cualquier supuesto.

ART 93 CPPSF.- “Querellante.- Sin perjuicio de lo establecido por este Código para el juicio por delito
de acción privada, quien pretendiera ser ofendido penalmente por un delito de acción publica o sus
herederos forzosos, podrán intervenir en el proceso como parte querellante y ejercer todos los derechos
que este Código establece.
También podrá serlo la persona jurídica cuyo objeto fuera la protección del bien jurídico tutelado en la
figura penal cuando se trate de delitos que afecten intereses colectivos o difusos.

CONSTITUCION

Las victimas que podrán ser exclusivamente actores penales se van a clasificar en dos grandes
categorías: las que llegan a tal condición por abandono del ejercicio de la acción penal por parte del
Fiscal, pese a que originariamente decidió hacerlo (generalmente lo será por cuestiones relacionadas
con la valoración probatoria) y las que originariamente se convierten en tales, porque el Fiscal no tiene
decisión de ejercer la acción penal, basándose en algunos de los criterios de oportunidad que se
regulan en el código.
La constitución en parte querellante en el nuevo código resulta sencilla, sin la exigencia de rigurosas
formalidades, lo que le otorga mayor celeridad al proceso y demuestra la intención del legislador de
desburocratizar el trámite.
Se deberá presentar un escrito ante el Fiscal interviniente, quien, de forma expresa, acepta o rechaza el
pedido, lo remitirá sin demora al Tribunal de la IPP. El tribunal convocará a las partes a una audiencia
dentro del plazo de 5 días, y decidirá de inmediato. La resolución es apelable.
El lapso de tiempo para incorporarse como querellante será hasta que tenga lugar la audiencia
preliminar. Pasado ese momento, la instancia se rechazará, sin recurso. En ningún caso paralizará la
tramitación de la causa.

ART 94 CPPSF.- “Requisitos de la instancia.- La instancia deberá formularse personalmente o por


representante con poder especial, y en su caso con patrocinio letrado. El escrito, deberá contener:
1) nombre, apellido, domicilio real y legal del particular;
2) una relación sucinta del hecho en que afirma se funda su pretensión y el carácter que invoca;
3) nombre y apellido del o de los imputados si los conociera;
4) la petición de ser tenido como parte querellante y la firma.”

ART 95 CPPSF.-“Oportunidad.- La instancia de constitución como parte querellante podrá tener lugar
hasta la audiencia preliminar.
Pasado ese momento, la instancia se rechazará, sin recurso.
En ningún caso paralizará la tramitación de la causa.”

ATRIBUCIONES

ART 97 CPPSF.- “Facultades y deberes.- Sin perjuicio de los derechos reconocidos a toda víctima,
quien haya sido admitido como querellante, durante el transcurso de la Investigación Penal Preparatoria
y de todo el proceso, tendrá los siguientes derechos y facultades:
1) proporcionar durante la Investigación Penal Preparatoria elementos de prueba y solicitar diligencias
particulares para el esclarecimiento del hecho objeto de la misma, la responsabilidad penal del
imputado y la cuantificación del daño causado. Estas instancias serán presentadas al Fiscal
interviniente, y su rechazo otorgará la facultad de proceder conforme lo establecido por el artículo 286,
con el propósito de obtener un pronunciamiento definitivo, acerca de la procedencia de la solicitud o
propuesta;
2) pedir medidas cautelares para asegurar el pago de la indemnización civil y costas;
3) asistir a las declaraciones de testigos durante la investigación penal preparatoria, con facultad para
formular preguntas y pedir aclaraciones, pero no deberá necesariamente ser citado con anticipación,
salvo que lo requiriera por escrito;
4) intervenir en el juicio dentro de los límites establecidos por este Código;
5) interponer las medidas que estime adecuadas para activar el procedimiento;
6) requerir pronto despacho;
7) formular acusación;
8) recurrir en los casos, por los medios y en la forma prevista para los representantes del Ministerio
Público.
La intervención como querellante no lo exime del deber de declarar como testigo.
En ningún caso su actividad estará subordinada a directivas o conclusiones del Fiscal.”

La exclusividad del ejercicio de la acción popular en cabeza del Ministerio Público Fiscal ha quedado
superada con la incorporación del querellante. Éste tiene facultades – sin la necesidad de la anuencia o
intervención del Fiscal – para: a) abrir la investigación penal haciendo uso del derecho previsto en el art.
22 de la ley 12.734; b) impulsar a investigación que fuera iniciada por cualquier vía; c) lograr el
enjuiciamiento del imputado; d) propugnar el dictado de una sentencia condenatoria y e) recurrir en los
mismos casos que el actor penal público.
El rechazo de la apertura de la instrucción por el juez es apelable por el fiscal pero no por la victima que
pretende ser tenida como querellante, quien sólo puede hacer uso del derecho a convertir la acción
penal en los términos del art. 22 de la ley 12.734.
El impulso de la investigación penal por parte del querellante, implica principalmente la proposición de
diligencias probatorias durante la subsistente instrucción penal formal. Sobre el particular, el código
prevé que las mismas deben ser peticionadas al fiscal interviniente en la causa. En el caso de que éste
no las quiera practicar, el querellante puede recurrir ante su superior (Fiscal General o Cámara) para
que resuelva en definitiva.
Lo ideal es que el ofendido al momento de presentar su pedido de ser tenido como parte querellante
expresamente manifieste que en el futuro su deseo es asistir a las declaraciones de los testigos durante
la instrucción penal, ya que el artículo prevé que no es necesaria su citación con anticipación a las
mismas, salvo requerimiento expreso.
Es muy importante destacar que la normativa expresa que en ningún caso la actividad del querellante
estará subordinada a directivas o conclusiones del Fiscal.

CONVERSIÓN

El art. 19, que establece los criterios de oportunidad, introduce la posibilidad de que pese a la obligación
de los Fiscales de promover el ejercicio de la acción penal, cuando existan indicios suficientes de la
existencia de un hecho con apariencia de delito, no lo haga fundando su negativa en algunos de los
criterios que se regulan. Se ha adoptado un sistema de oportunidad reglada limitando las posibilidades
de no ejercer la acción penal, a criterios vinculados con el reconocimiento de lo innecesario de la pena
pública estatal.

ART 22 CPPSF.- “Resolución. Conversión.- Si el Tribunal admite el criterio de oportunidad, la acción


pública se tramitará conforme lo previsto para el procedimiento de querella, cualquiera fuera el delito de
que se tratase. En tal caso la querella deberá presentarse dentro del término de sesenta (60) días
hábiles desde la notificación de la resolución.
La víctima tendrá el derecho y el Estado el deber de asegurarle el asesoramiento jurídico necesario
cuando no pudiese afrontar los gastos en forma particular.
Vencido el término, la acción penal quedará extinguida para el autor o partícipe a cuyo favor se aceptó
el criterio de oportunidad, salvo el supuesto del inciso 2 del artículo 19 en que los efectos se extenderán
a todos los partícipes.”

La norma referida a la participación de la victima en el proceso, por la cual se autoriza la conversión de


la acción penal y que está prevista en el art. 22 de la ley 12.734, es la disposición más controvertida.
Mediante ella, se prevé que cuando el fiscal solicite aplicar uno de los criterios de oportunidad
contenidos en la propia ley procesal y el tribunal la admita “la acción pública se tramitará conforme lo
previsto para el procedimiento de la querella, cualquiera fuera el delito de que se tratase”. En ese caso,
la querella debe ser presentada por el interesado dentro del término de sesenta días desde la
notificación de la resolución. Vencido el término, la acción penal quedará extinguida para el autor o los
participes a cuyo favor se aceptó el criterio de oportunidad.
Primero se analiza si los estados locales donde ocurre el hecho pueden, sin una norma nacional, decidir
de modo indirecto qué delitos tendrán lugar a una persecución pública o privada. El problema se vincula
también a la uniformidad del derecho y a la posibilidad de que sea la Nación la que fije los criterios que
permitan poder establecer qué delitos pueden perseguirse en forma privada habilitando a la querella.
Es cuestionable que se autorice a poner en funcionamiento el aparato jurisdiccional a quien invoque el
carácter de damnificado, pese a la voluntad en sentido contrario del fiscal. Con ello, se otorgará piedra
libre para que el proceso penal tienda a ventilar meros conflictos familiares, impulsos vengatorios o
extorsivos de los particulares y hasta ampare a más de un obstinado en perseguir conductas atípicas.
Para impulsar esta conversión la victima tiene el derecho y el Estado el deber de asegurarle el
asesoramiento jurídico necesario cuando no pudiese afrontar los gastos en forma particular.
El hecho de que eventualmente el querellante pueda ser condenado en costas por su inútil actividad
persecutoria no modifica en nada lo anterior, si se tiene en cuenta que ello no constituye óbice para
quienes gozan de importantes ingresos económicos, como así tampoco para quienes adolecen por
completo de ellos, en la medida en que serán asistidos jurídicamente por letrados solventados por el
Estado provincial.
El sistema ha sido criticado por Corvalán y Vico Gimena que proponían una diversa regulación de la
figura del querellante, defendiendo a la necesidad de constituir un litis consorcio activo, que el juicio
comience a instancia del fiscal y que el actor penal siempre deba ser uno solo, porque así se afirma la
posibilidad de una defensa eficaz.

El desistimiento. Efectos.

El querellante puede desistir expresa o tácitamente de la persecución penal. La norma prevé aquellos
supuestos que deben ser tenidos como desistimiento tácito. La excepción a su apartamiento en esos
casos, es que el querellante acredite la existencia de justa causa antes de practicarse la diligencia a las
que se refiere el artículo o dentro de las 48 horas posteriores, las que deben entenderse desde que
cesó el impedimento invocado y no desde el cumplimiento del acto procesal pertinente.
Los efectos del desistimiento impiden “toda persecución por parte del querellante, en virtud del mismo
hecho que constituye el objeto de su querella y con relación a los imputados que participaron en el
procedimiento”. Esto significa que, en lo sucesivo, no podrá participar en ningún otro acto procesal y
solamente ejercer los derechos que le asisten por el hecho de ser “victima”.

ART 98 CPPSF.- “Desistimiento.- El querellante podrá desistir de su participación en cualquier


momento, presentando renuncia expresa, aunque quedará obligado a las costas que su intervención
hubiera causado.
Se considerará que ha desistido tácitamente de su intervención cuando, sin justa causa:
1) no concurra a prestar declaración testimonial o a la realización de cualquier medio de prueba para
cuya práctica sea necesaria su presencia;
2) no asista a la convocatoria formulada por el fiscal según lo dispuesto en el art. 287 de este Código;
3) no asista a la audiencia preliminar, o no acuse válidamente;
4) no concurra a la audiencia de debate, se ausente de ella sin autorización del Tribunal o no formule
conclusiones.
En lo casos de incomparecencia señalados precedentemente, la existencia de justa causa deberá
acreditarse antes del inicio de la audiencia o diligencia, o en su defecto, dentro de las cuarenta y ocho
horas siguientes.
El desistimiento será declarado por el Tribunal de oficio o a pedido de parte, e impedirá toda posterior
persecución por parte del querellante, en virtud del mismo hecho que constituye el objeto de su querella
y con relación a los imputados que participaron en el procedimiento.”

Jurisprudencia

CASO TARIFEÑO (29/12/89)

Este fallo es anterior a la incorporación en el CPPN de la figura del “Querellante conjunto”.


En la instrucción el juez ordena el procesamiento de Tarifeño. Al correrle vista al fiscal este solicita una
serie de medidas probatorias, que fueron concedidas por el juez, y luego formalizar la requisitoria de
elevación a juicio.
En el plenario luego de la producción de una serie de pruebas por parte del abogado defensor, el
ministerio fiscal, convencido de la inocencia de Tarifeño, al momento de emitir sus conclusiones, NO lo
acusa sino que por el contrario pide su absolución.
No obstante el órgano jurisdiccional sentencia a Tarifeño sosteniendo que la actividad del Ministerio
Fiscal quedó firme al formular la Requisitoria de elevación a Juicio.
El defensor recurre la sentencia y llega a la Suprema Corte en queja por vía del recurso extraordinario
federal.
La Corte declara la nulidad de la sentencia condenatoria.
Se fundó en que la acción penal necesita que la acusación que realiza el Fiscal en el acto de
Requisitoria de Elevación a Juicio sea mantenida en el momento de realizar las conclusiones, con lo
que de no sostenerse en esa instancia no se cumple con el objetivo de acusar al imputado solicitando
determinada pena, lo que llevaría a la declaración de deserción de instancia.

CONCLUSIÓN:
La falta de acusación del fiscal invalida un pronunciamiento jurisdiccional condenatorio por afectación
del derecho de defensa del imputado. Se pone de manifiesto la necesidad de rango constitucional, que
para hablar de juicio previo, debido proceso y de la plena garantía de la defensa en juicio, es menester
asegurar el contradictorio, maxime aún en la etapa culminante del proceso (el plenario).

CASO SANTILLÁN (13/8/98)

Este fallo tuvo lugar ya con el nuevo CPPN, que incluye la figura del Querellante conjunto.
El Querellante, si bien tiene facultades recursivas, su función es la de coadyuvar al fiscal en su
actividad de acusador público.
En el plenario el Fiscal adquiere la certeza de que el imputado no es merecedor de la pena, por lo que
pide su absolución.
Pero el Querellante sigue con su postura acusatoria.
El juez de la causa siguiendo lo dicho por la Corte en el caso Tarifeño establece que al no haber
mantenido la acusación el Actor Público, se produce la deserción de la acción penal y debe absolver al
imputado.
El Qte. Recurre la sentencia ante la CNCP, la que confirma el fallo de primera instancia.
El Qte. Vuelve a recurrir la sentencia vía Recurso Extraordinario ante la CSJN.
La CSJN dice que este caso es distinto a Tarifeño por existir el Qte. Conjunto, lo que hacía que si el
Fiscal NO acusaba, existía la posibilidad de que aquel continúe el contradictorio necesario para que se
llegue a una decisión jurisdiccional.
“Ya que todo aquel a quien la ley reconoce personería para actuar en juicio en defensa de sus derechos
está amparado por la garantía del debido proceso legal consagrada en el art. 18 C.N., que asegura el
derecho a una sentencia fundada en juicio previo llevado en forma legal y la posibilidad de ocurrir ante
algún órgano jurisdiccional en procura de justicia….”
En función de esto el tribunal revoca la sentencia de casación y establece que el Qte. en caso que el
Fiscal NO mantenga la acusación en el momento de realizar las conclusiones, puede formular la suya
en forma autónoma.

CONCLUSIÓN:
El Qte. Conjunto se convierte en Qte. Subsidiario (actúa en desmero de la acción penal por parte del
fiscal).
Es un fenómeno por el cual se convertiría la acción penal pública en privada, siendo el carácter del Qte.,
Privado o exclusivo.

CASO MARCILESE

Hasta ahora, el máximo tribunal del país sostenía que si un fiscal no acusaba a un imputado, éste debía
ser absuelto. Ahora determinó lo contrario. Y condenó a un empresario a prisión perpetua.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó un fallo que puede cambiar las reglas de los procesos
penales.
Hasta acá, el máximo órgano judicial del país consideraba que si un fiscal no acusaba a un imputado en
un determinado proceso criminal, el tribunal debía inmediatamente absolverlo.
La nueva doctrina establece desde ahora lo contrario: la falta de acusación ya no limita a los jueces,
que así quedarían habilitados para aplicar la condena que les parezca.
Con esta decisión, la Corte Suprema confirmó una pena de prisión perpetua contra un empresario
salteño acusado de instigar el crimen de un abogado.
Esa sentencia fue dictada por un tribunal de la misma provincia en 1998, a pesar de que el fiscal del
juicio dictaminó en su momento que el imputado —Pedro Luis Marcilese— debía ser absuelto.
La postura que el alto tribunal sostenía hasta ayer se conoce como "Tarifeño", por el apellido del
protagonista del expediente que había sentado jurisprudencia.
La flamante doctrina "Marcilese", que se da a conocer en medio de otra polémica por la inseguridad,
parece dar más poder a los jueces y, al mismo tiempo, recorta las posibilidades de que se dicten
absoluciones.
Francisco Tarifeño era un policía que estaba procesado por los delitos de encubrimiento y abuso de
autoridad; el 28 de diciembre de 1989, cuando su caso llegó a la Corte Suprema, se ganó una
absolución a pesar de que el tribunal que lo había juzgado pretendía condenarlo.
"Corresponde decretar la nulidad de la sentencia condenatoria dictada sin que mediase acusación, si el
fiscal solicitó durante el debate la libre absolución del sujeto pasivo del proceso", dijeron entonces los
ministros Belluscio, Petracchi y Jorge Bacqué.
Al fijar su postura sobre el caso Marcilese, el procurador general, Nicolás Becerra, sostuvo que la Corte
debía seguir fallando como en el expediente Tarifeño.
Aparte de no darle la razón, el alto tribunal, mandó investigar al fiscal que no acusó al empresario
salteño, Ricardo Anuch, por el delito de incumplimiento de sus deberes de funcionario público.
El abogado Miguel De Escalada apareció muerto dentro de su auto, en Salta, el 13 de junio de 1993; lo
habían baleado en la cabeza, en el pecho, en el estómago y en la mano derecha.
Un tribunal salteño determinó que el crimen lo cometieron un hombre y su esposa, con la ayuda de un
cómplice y por encargo de Marcilese, supuestamente por motivos comerciales.
El juicio contra estas cuatro personas se celebró en noviembre de 1998.
El fiscal, pidió, para Anuch la prisión perpetua por homicidio calificado contra el matrimonio y su
cómplice, pero no contra el empresario Marcilese, que por esta razón consiguió que su caso llegara a la
Corte Suprema de la Nación.
Entre los tribunales orales de la Capital Federal, todos venían aplicando la doctrina fijada en "Tarifeño".
El argumento básico era que, si el fiscal de juicio no acusaba, el imputado no tenía de qué defenderse;
por lo tanto, si el tribunal lo terminaba condenando violaba el derecho de defensa consagrado en la
Constitución Nacional.

CASO MOSTACCIO

La Corte Suprema de Justicia de la Nación abandona la tesis reflejada en "Marcilese” y retorna a la


anterior doctrina establecida en “Tarifeño”, “García” y “Cattonar”.
La reciente doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación establecida en el fallo “Mostaccio”
importa el abandono por ese tribunal de la fijada hace poco menos de dos años en “Marcilese” y el
regreso a “Tarifeño”, “García”, “Cattonar” y otros, que consideraban que el juzgador no puede
válidamente condenar al imputado si el acusador requirió la absolución en ocasión de formular sus
conclusiones al finalizar el debate (art. 393, párrafo primero, del Código Procesal Penal de la Nación),
dado que ello implicaría contrariar las formas sustanciales del juicio: acusación, defensa, prueba y
sentencia.
Por su parte, la tesis reflejada en “Marcilese” –voto del juez Fayt, que coincide con su voto disconforme
en “Mostaccio”– consiste en que el pedido absolutorio del fiscal no imposibilita el dictado de una
condena, dado que el fiscal no puede desapoderar al tribunal del ejercicio de la jurisdicción ni forzar al
tribunal a adoptar determinada decisión y que no se ven afectadas ni la imparcialidad ni la defensa,
pues el tribunal ha condicionado su actuación a la formulación de un requerimiento fiscal de elevación a
juicio (art. 347 del CPP), y la defensa ha podido tomar conocimiento de los cargos reflejados en dicho
requerimiento y refutarlos adecuadamente.

SEMANA VII

UNIDAD 7: EL IMPUTADO

Regulación en el Código Procesal Penal de Santa Fe


- Imputado y sus derechos: arts. 100 a 113
- Rebeldía: arts. 124 y 125
- Audiencia imputativa: arts. 274 a 281
Regulación en el Código Procesal de la Nación
- Imputado y sus derechos: arts. 72 a 78
- Rebeldía: arts. 288 a 292
- Declaración indagatoria: arts. 294 a 305

El imputado (también se puede ver la fotocopia de Corvalán en este punto)

El imputado es básicamente un sujeto en crisis. Hay una estructuración sociológica en base al


concepto.
Existen dos posibles actitudes que puede tomar el Estado frente al imputado:
 Aprovechamiento de su debilidad (Inquisición), no tratarlo como un sujeto;
 Exigencia de la asistencia de su defensor (Sistema Acusatorio).

La acción del poder persecutorio estatal produce un ESTADO DE CRISIS, tal estado genera angustia y
debilidad.

¿Desde cuándo se es imputado? Podemos ver esta cuestión desde dos puntos de vista:
- CONCEPTO AMPLIO: cualquier acto de una investigación en la que se acusa al sujeto de autor o
partícipe de un hecho delictivo (aunque no haya imputación formal).
- CONCEPTO RESTRICTIVO: desde el momento de la imputación formal (sea la audiencia imputativa
en Santa Fe, o la declaración indagatoria en la Nación). El problema que genera esto es que anterior a
tal momento no se pueden ejercer los derechos.
¿Cuál es la solución que toma el CPPSF? Toma el concepto restrictivo pero con los alcances del
concepto amplio.

Según Erbetta, imputado es la persona contra la cual se ejerce la persecución penal por haber sido
señalada como autor o partícipe de una conducta penalmente investigable. Conforme al nuevo código,
tal calidad puede adquirirse en cualquier acto inicial del procedimiento hasta la terminación del proceso.
Las notas constitutivas son, entonces:

 IDENTIFICACIÓN DEL PERSEGUIDO. No necesita ser exacta, bastando


características particulares que permitan la individualización personal.
 SEÑALAMIENTO DE QUE TAL PERSONA INTERVINO EN LA COMISIÓN U
OMISIÓN DE UNA CONDUCTA PRESUNTAMENTE DELICTIVA.
 QUE DICHA PARTICIPACIÓN DE CONOCIMIENTO HAYA SIDO RECEPTADA
POR UN FUNCIONARIO PÚBLICO COMPETENTE (autoridad policial o Fiscal de Distrito).
Cuando tal señalamiento fuera realizado ante un ciudadano común o ante una autoridad
inespecífica, todavía no podría hablarse de imputado.
Derechos del imputado (arts. 100 y 101)
Hay que aclarar previamente, que la posibilidad de ejercerlos corresponde cuando ya se es imputado,
pero le corresponden a todos aunque no haya imputación formal.
Según R. Superti, el primer derecho que no está nomenclado es el DERECHO DE ADVERTENCIA que
implica el recuerdo del repertorio de derechos para evitar que el imputado realice acciones que puedan
perjudicarlo.
Erbetta menciona que del bloque de derechos y garantías enumerados en la ley ritual, Constituciones
Nacional y Provincial e instrumentos internacionales surge el siguiente catálogo:
1) GARANTÍA DEL ACCESO A LA JURISDICCIÓN: debido proceso legal (art. 18 CN);
2) ACCIÓN CONSTITUCIONAL DE HÁBEAS DATA Y HÁBEAS CORPUS (art. 43 CN);
3) GARANTÍA NO ENUMERADA CONTRA LA IRRACIONALIDAD DE ACTOS U OMISIONES DE
FUNCIONARIOS A CARGO DE LOS PODERES DEL ESTADO (arts. 1, 28, 33 CN);
4) INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO, DE LA CORRESPONDENCIA Y DE LOS PAPELES PRIVADOS;
5) JUECES NATURALES, PROHIBICIÓN DE COMISIONES ESPECIALES (art. 18);
6) PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN MATERIA PENAL, IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL,
RETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL MÁS BENIGNA;
7) INFORMACIÓN SOBRE EL HECHO IMPUTADO;
8) DERECHO A COMUNICARSE LIBRE Y PRIVADAMENTE CON SU DEFENSOR E INMUNIDAD EN
LA DECLARACIÓN DEL IMPUTADO;
9) INCOERCIBILIDAD DEL IMPUTADO COMO SUJETO DE PRUEBA;
10) ESTADO DE INOCENCIA;
11) DERECHO A RECUPERAR LA LIBERTAD AMBULATORIA CUANDO SE ENCUENTREN
ASEGURADOS LOS FINES DEL PROCESO;
12) GARANTÍA DE SER DETENIDO SÓLO POR ORDEN ESCRITA DE AUTORIDAD JUDICIAL;
13) NON BIS IN IDEM;
14) GARANTÍA DE RAZONABILIDAD EN EL PLAZO DE DURACIÓN DEL JUICIO;
15) GARANTÍAS JURISDICCIONALES PARA LA EJECUCIÓN DE PENAS;
16) GARANTÍA SUPRANACIONAL PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
ESTATUIDOS POR EL DERECHO DE LA CONSTITUCIÓN.

¿Hasta cuándo pueden ejercerse estos derechos? Hasta la terminación del proceso.

Identificación del imputado (arts. 102 y 103)


Según Superti, existen dos tipos de identificaciones:
- NOMINAL. Individualizarlo, distinguirlo del resto.
- FÍSICA. La identidad física en este sentido implica el ubicarlo o no en el lugar de los hechos. Si existe
correspondencia física entre el perseguido penalmente y quien se supone, ha cometido u ocupó algún
rol en el hecho.

Capacidad psíquica del imputado (arts. 106, 107, 108, 109)


Pueden darse dos tipos de incapacidad en el imputado:
- PARA COMPRENDER LA CRIMINALIDAD DEL ACTO. Debe estar presente en el momento del
hecho  INIMPUTABILIDAD (implica la imposibilidad de aplicarle una pena)
- PARA COMPRENDER EL PROCESO. Puede ser sobreviniente. El sujeto no es inimputable, pero
debe tener un curador y además un defensor.  SUSPENSIÓN DE CIERTAS PARTES DEL
PROCEDIMIENTO.

Declaración del imputado (arts 110 a 113)

El cambio rotundo que implica respecto del sistema anterior es que ahora se exige para la validez de la
misma la presencia del defensor. Ya no se trata de una potestad del investigador el formular preguntas
al imputado, sino que es un derecho del mismo.
Los tramos básicos de toda declaración son:
- fecha y lugar, precisando el tipo de acto;
- datos personales del imputado;
- comunicación al mismo de los derechos que lo asisten;
- deberá interrogársele acerca de si va a declarar;
- en caso de respuesta negativa se dará por concluido el acto. Si la respuesta es positiva se lo invitará a
que exprese lo que considere pertinente respecto de los hechos que se le atribuyen.
- finalizada su deposición, y para el caso que manifieste conformidad, éste podrá ser interrogado por:
a) la autoridad policial (art. 268 inc 12);
b) el fiscal en la audiencia imputativa (275 y 277);
c) el fiscal, cuando lo estime conveniente a su pedido en cualquier momento de la IPP y hasta la
acusación;
d) las partes, en el marco de cualquier incidente sustanciado durante la investigación penal preparatoria
o durante el procedimiento intermedio (art. 112);
e) el juez, en el debate, declarando libremente, pudiendo ser luego interrogado por el fiscal, el
querellante y la defensa;
f) a pedido de cualquiera de las partes, a posteriori de la declaración ante el juez o si se ampliara la
acusación.
La forma de interrogar no debe ser capciosa o sugestiva, debe ser clara y precisa.

Momentos en que el imputado puede declarar a lo largo del proceso (este cuadro lo había hecho
para el práctico, si quieren, pueden descartarlo o corregirlo)
MOMENTOS POSIBLES DE DECLARACIÓN DEL IMPUTADO (CPPSF 12.734)

Puede prestar declaración cuando lo estime conveniente.


PRINCIPIOS
Tiene el derecho de abstenerse a declarar sin que ello
GENERALES
implique una presunción en su contra. (101 inc. 4 y 110)

Si no se abstiene y expresa su voluntad de declarar, comienza el interrogatorio (110 y ss)

Se lo invitará a que exprese cuanto tenga por conveniente en


INICIO DEL descargo o aclaración de los hechos que se le atribuyen.
INTERROGATORIO Posteriormente se formularán todas las preguntas que se
consideraran pertinentes. (111)

Luego de la entrevista con su defensor, el imputado puede


AUDIENCIA
peticionar ser oído e incluso, manifestar su conformidad para
IMPUTATIVA
que el Fiscal proceda a interrogarlo. (Art 277 y ss)

Si no hubiera declarado en la audiencia imputativa o quisiera ampliar o modificar su


declaración…
Podrá solicitarlo al Fiscal, en cualquier momento de la
Investigación Penal Preparatoria y hasta la presentación de la
requisitoria de acusación contemplada en el artículo 294. En
INVESTIGACIÓN
esta audiencia el Fiscal podrá formular las preguntas que
PENAL
considerara pertinentes. Cuando el Fiscal no estimara
PREPARATORIA
imprescindible la audiencia para ampliar o modificar anteriores
declaraciones, podrá disponer que las mismas se formulen por
escrito con el patrocinio del defensor. (280)
DEBATE

En cualquier momento del debate a instancias de las partes,


Principio
se le recibirá nueva declaración al imputado, pudiendo las
gral.
partes formular preguntas aclaratorias. (318)

Apertura Después de la apertura del debate y escuchados que fueran el


Fiscal, el querellante, en su caso, y el defensor, el Juez
recibirá declaración al imputado.
En la oportunidad le explicará con palabras claras y sencillas
el hecho que se le atribuye, le advertirá que puede abstenerse
de declarar sin que ello signifique ninguna presunción en su
contra, y que el debate continuará aunque no declare.
Permitirá, en principio, que él manifieste libremente cuanto
tenga por conveniente sobre la acusación, pudiendo ser
interrogado posteriormente.
Preguntará primeramente el Fiscal, luego el querellante y el
defensor, en ese orden. (318)

La declaración será recibida en la oportunidad y forma prevista


especialmente. Luego de declarar, podrá ser interrogado por
Transcurso su propio defensor, y por las demás partes. (113). El imputado
podrá hacer todas las declaraciones que considerara
pertinentes, siempre que se refieran al objeto del juicio. (320)
Ampliación
de
Inmediatamente después de ello, el Juez deberá recibir nueva
acusación o
declaración. (322)
Reanudación
de audiencia

La Audiencia Imputativa* (arts 274 a 281)

*Advertencias previas:
1) lo que está indicado con color verde fue extraído de las clases de prácticos.
2) recordar que los artículos 274, 278, 279 y 281 CPPSF fueron modificados con posterioridad a la
publicación del Código de Erbetta.

Según Erbetta, la audiencia imputativa o audiencia de imposición de cargos, es la que presta el


imputado ante el fiscal interviniente en la investigación penal preparatoria – en la que nace la atribución
delictiva que se le formula-, acto que se debe llevar a cabo respetando determinadas formas y garantías
colocadas en salvaguarda del mismo y del debido proceso.
Los presupuestos que deben reunirse para poder llevar a cabo válidamente una audiencia imputativa
son:

1) debe existir una investigación penal preparatoria abierta y vigente.


2) de la investigación penal preparatoria deben surgir elementos suficientes, en grado de
probabilidad que vinculen a una persona como responsable penal – como autor o partícipe-, en
orden a los hechos investigados.
De esto se desprende que debe contarse con una base abundante que posibilite conformar un juicio de
mérito fino respecto de la materialidad del hecho delictivo objeto de investigación y a la vinculación del
sometido a proceso en el mismo.

Una vez verificados los extremos mencionados, el Fiscal procederá a citar al involucrado a una
audiencia, en la que se le brindará toda la información que se encuentra prescripta en el art. 275. Ahora
bien, a pesar de ser el Fiscal el único autorizado legalmente para esta tarea, es posible que el imputado
haya declarado en sede policial –aunque ese acto no puede considerarse como audiencia imputativa-,
con lo que puedo haber recibido en ese momento, de parte del Fiscal la intimación de los hechos que se
le atribuyen y la prueba existente en su contra. En tal caso, dicha información deberá reiterarse en la
audiencia imputativa.

¿Puede estar presente el querellante? El Código trae dicha posibilidad pero siempre que se configuren
determinados extremos:
- querellante constituido conforme la oportunidad y requisitos constitutivos de la instancia (arts. 94 y
95)
- consentimiento expreso del imputado respecto de la presencia del mismo en la audiencia.
A la vez tampoco es obligatorio que se lo notifique previamente a la realización de la audiencia.
El querellante no va a poder preguntar directamente al imputado, debiendo canalizar todas las
alternativas a través del fiscal.

OPORTUNIDAD PARA RECEPTAR LA AUDIENCIA


Imputado detenido Imputado en libertad

Dentro de las 24 hs del inicio de la


detención. La ley no establece plazos. Hay que tener
en cuenta los lapsos de vigencia de
acción penal contemplados en la
Posibilidad de prórroga por 24 hs más
legislación de fondo.
Con fundamento.

La violación de cualquier aspecto relacionado con la audiencia imputativa podrá originar la ineficacia del
acto con la consecuente nulificación expansiva que ello acarrea.

¿Cuál es la información que se tiene que dar a conocer al imputado?


- el hecho atribuido y su calificación jurídico penal;
- las pruebas fundantes de la intimación;
- todos los derechos que el Código le acuerda al imputado al momento de originarse su condición,
especialmente los de procurar procedimientos abreviados.
En el sistema inquisitivo es el juez el que se encarga de las cuestiones administrativas. Esto no sucede
en el sistema acusatorio.
En nuestro actual sistema es la Oficina de Gestión Judicial la que se encarga de tales cuestiones y de
agendar las audiencias, entre otras cosas.
El Fiscal solicita la audiencia ante dicha Oficina. Técnicamente primero se debería investigar y luego
realizarse la audiencia; contrariamente a lo que sucede en un sistema inquisitivo.
Deben estar presentes en la audiencia: el defensor, el Fiscal y el Juez. Sin ellos no puede llevarse
adelante. En la práctica también está presente el Secretario que es quien realiza el Acta y da fe (lo cual
es un claro resabio inquisitivo).
Aunque el Código no lo diga expresamente, la audiencia es pública y no puede restringirse “porque sí”
tal carácter –salvo que existan circunstancias excepcionales-.
El imputado debe recibir información del Fiscal, inclusive, puede entrevistarse antes de la audiencia con
su defensor.
¿Cuál es el fundamento de esta audiencia? Se realiza a los fines de que el imputado conozca de qué se
lo está acusando y conozca, a la vez, las pruebas en su contra (el Juez debe controlar que eso así sea).
Indirectamente sirve también para controlar en qué estado llega el imputado al proceso –en cuanto a la
privación de la libertad-.
En cuanto a la dinámica misma de la audiencia, el imputado no necesita dirigirse al Juez para decir
algo, puede hacerlo directamente al Fiscal. Éste último puede pedir la prisión preventiva o cualquier otra
medida cautelar que estime necesaria.

La Declaración Indagatoria

Una de las principales notas que distinguen al nuevo modelo marcadamente acusatorio es que no existe
ya la “declaración indagatoria” (Corvalán). Esto no sucede a nivel Nación, ya que la misma continúa
vigente.
Es un acto procesal. No necesariamente para su realización el imputado debe estar detenido. La
audiencia no es pública (art. 295 CPPN).
El imputado puede abstenerse de declarar (art. 296 CPPN).
¿Qué es lo que se le va a informar al imputado? Los hechos que se le atribuyen, sus derechos y las
pruebas en su contra (art. 298).
A diferencia del Código santafesino, no es obligatorio que esté el Fiscal, puede o no estar presente.
El Fiscal y los defensores deben dirigirse al Juez.
Concluida la indagatoria se labra el acta, la cual debe ser suscripta por todos los presentes.

Comparación entre la audiencia imputativa (Sta Fe) y la declaración indagatoria (Nación)


DECLARACIÓN AUDIENCIA IMPUTATIVA
INDAGATORIA (ley 12.734)

Libro II “Instrucción” - Título “Investigación Penal


IV – “Situación del Preparatoria” – Título I
Ubicación en el Código
Imputado” – Capítulo IV (“Procedimiento”) - Capítulo
“Indagatoria” IV – “Actos del Fiscal”
Cuando de los elementos
Cuando hubiere motivo reunidos en la investigación
bastante para sospechar surgiera la probabilidad de
Procedencia que una persona ha que el imputado sea
participado en la comisión acusado como autor o
de un delito (Art. 294). partícipe de un delito (Art.
274).

¿Quién tiene a cargo su


Juez Fiscal
realización?

Si [la persona] estuviere


Si el imputado estuviera
detenida, [se debe realizar]
detenido, deberá realizarse
inmediatamente, o a más
Plazo dentro de las veinticuatro
tardar en el término de
horas del inicio de la
veinticuatro (24) horas
detención.
desde su detención.
Este término podrá
prorrogarse por veinticuatro
horas cuando el
Prorrogable, con
magistrado no hubiere
Prórroga del plazo fundamento, por
podido recibir la
veinticuatro horas.
declaración, o cuando lo
pidiere el imputado para
designar defensor.
1) hecho que se le
atribuye,

2) pruebas existentes en
su 1) El hecho atribuido y su
contra; calificación jurídico penal;

3) derecho de abstenerse 2) las pruebas fundantes


de declarar, sin que su de la intimación;
silencio implique una
Información al imputado presunción de culpabilidad. 3) todos los derechos que
(Art. 298) este Código le acuerda al
imputado al momento de
Antes de terminarse la originarse su condición,
declaración indagatoria, o especialmente los de
después de haberse procurar procedimientos
negado el imputado a abreviados.
prestarla, el juez le
informará las disposiciones
legales sobre libertad
provisional. (Art. 300)
Asistencia técnica A la declaración del Para ser válida la
imputado sólo podrán audiencia, deberá estar
asistir su defensor, y el presente el defensor del
ministerio fiscal. El imputado.
imputado será informado
de este derecho antes de
comenzar con su
declaración.
Cuando el imputado diere
su consentimiento. No
Participación del puede interrogarlo
-
querellante directamente. Puede
sugerirle preguntas al
Fiscal.
Puede abstenerse de
declarar el imputado, pero
El imputado podrá
tal situación debe
peticionar ser oído y
asentarse en el acta.
Declaración manifestar su conformidad
El imputado podrá declarar
para que el Fiscal proceda
cuantas veces quiera,
con el interrogatorio.
siempre que su declaración
sea pertinente.
Terminado el acto, se debe
labrar un Acta suscripta por
todos.
Todo se asienta en un Acta
El Fiscal puede solicitar la
Fin de la audiencia que debe ser suscripta por
libertad o la realización de
todos los presentes.
una audiencia si considera
procedente la prisión
preventiva.

Rebeldía
Dicha situación es un estado de hecho en el que se coloca una persona respecto del proceso en el que
figura como imputado (ausencia física) y que puede originarse durante cualquier momento de su
desarrollo. El ordenamiento penal NO AUTORIZA EL PROCESO EN REBELDÍA.
Por otra parte, tanto H. Superti como Corvalán, han sostenido la legitimidad y conveniencia del juicio en
rebeldía.
H. Superti dice que hay que distinguir dos situaciones:
- la del ausente: puede o no conocer la existencia del proceso. No se puede juzgar si la ausencia es
involuntaria, pues se impide el ejercicio del derecho de defensa.
- la del contumaz o rebelde: quien conociendo el proceso desobedece la intimación judicial de
comparecer o se fuga. Se puede juzgar porque la ausencia es voluntaria, manifestada expresa o
tácitamente (sustracción), pues se está respetando el derecho de defensa.
Según este autor, el imputado sólo debería tener el derecho a tomar conocimiento de que hay un
proceso en su contra, y correlativamente, el tribunal sólo debería asegurarse de esa circunstancia.
Luego, si el imputado no desea comparecer, es su decisión y su problema.

Las causales de rebeldía en el CPPSF son:


- CUANDO NO COMPARECE ANTE UNA CITACIÓN JUDICIAL SIN QUE HUBIERA IMPEDIMENTO
GRAVE PARA ELLO;
- CUANDO SE FUGARA DEL ESTABLECIMIENTO O LUGAR DONDE ESTUVIERE DETENIDO;
- DESOBEDIENCIA A UNA ORDEN DE DETENCIÓN;
- AUSENCIA DEL LUGAR DE RESIDENCIA FIJADO.

En cuanto a los efectos de la rebeldía, encontramos que dicha actitud no suspenderá la sustanciación
de la IPP, ya que la misma podrá continuar hasta la requisitoria de apertura a juicio.
Si la declaración de rebeldía hubiera sido dispuesta después de la primera audiencia de debate en la
que hubiera asistido el enjuiciado, la contumacia posterior del mismo no paralizará el trámite ni el
dictado de la sentencia.

Clasificación de las ausencias (H. Superti)


Superti ve a la ausencia como el género y a la rebeldía como la especie, considerando sólo a esta
última como la ausencia voluntaria.

EXPRESAS. El
imputado manifiesta
esa decisión.
VOLUNTARIAS. El
imputado decide tal
actitud.
TÁCITAS.
CRITERIO Directamente se
SUBJETIVO sustrae al
(de acuerdo a la juzgamiento.
voluntad) DESCONOCIMIENTO
DEL JUICIO.
INVOLUNTARIAS.
No se encuentra
presente por
causas ajenas a él.
POR OTRA
CIRCUNSTANCIA. La
que le impide la
presencia al juicio
pese a su deseo
AUSENCIAS

contrario.
DENTRO DEL
ASIENTO DEL
TRIBUNAL
EN EL PAÍS
FUERA DEL
ASIENTO DEL
TRIBUNAL
CON DOMICILIO
CONOCIDO CON
POSIBILIDAD
DE
EXTRADICIÓN
CRITERIO EN EL
OBJETIVO EXTRANJERO
(considerando SIN
la posibilidad de POSIBILIDAD
informar al DE
imputado). EXTRADICIÓN
SIN DOMICILIO
CONOCIDO

Cesación de la calidad de imputado (Cafferata Nores)

Tal calidad cesa por sentencia condenatoria, o absolutoria, o sobreseimiento firmes.


La obtención de esta última resolución, es un verdadero derecho del imputado respecto del cual se
acreditó su inocencia, o ninguna prueba pudo lograrse sobre su culpabilidad, o se agotó el término
máximo autorizado para la investigación preparatoria (o el plazo razonable de duración del proceso), sin
que se hubieran obtenido pruebas suficientes para fundar en ellas la acusación (situación de duda
insuperable). La condena requiere la convicción de culpabilidad fundada y demostrada; la absolución
corresponde cuando esta no pueda lograrse. Al que resulta condenado se le reconocen, durante la
ejecución de la pena, los mismos derechos.
SEMANA VIII

LA DEFENSA TÉCNICA.

“EL DEFENSOR” (Claria Olmedo TII, Capítulo IV)

• Concepto
Se ha dicho que el imputado debe ser defendido técnicamente en el proceso. Esto nos presenta la
figura del defensor en el proceso penal. En su amplia acepción procesal es el auxiliar letrado o técnico
en derecho de los sujetos privados, que interviene en el proceso para asistirlos profesionalmente en lo
jurídico sustancial y formal.
Los códigos procesales modernos legislan sobre los defensores captando a los abogados patrocinantes
de los sujetos privados y plantean una distinción poco clara con los mandatarios. El defensor no es un
mero patrocinante. En materia penal, la figura del defensor se resuelve en función de la defensa del
imputado. Puede actuar al lado e independientemente de éste cuando la ley no exige la presencia del
defendido en el acto a cumplirse; además es permanente en su actuación. Ambos rasgos no son
propios del simple patrocinio.
Esta especificidad del defensor con respecto al imputado hace que se requiera el nombramiento en el
carácter de tal por el Tribunal, sea de oficio o a elección del imputado.
El CPPN establece que en ningún caso el imputado podrá ser representado por apoderado, aclarando
también que la designación del defensor hecha por el imputado importará, salvo manifestación expresa
en contrario, el otorgamiento de mandato para representarlo en la acción civil, subsistiendo dicho
mandato mientras no sea revocado (VER Art. 104 CPPN)

• Misión en el proceso.
El defensor es un interviniente en el proceso cuya misión se extiende a todos los intereses del imputado
comprometidos por causa de la imputación, sean estos penales, civiles o administrativos. Es el técnico
del derecho que interviene en el proceso penal para aconsejar, asistir y representar al imputado,
integrando de esta forma su defensa.
Su misión más general es a de contribuir a la correcta obtención de los fines del proceso, lo que
también lo perfila como auxiliar del tribunal con la limitación de no traicionar a su cliente. Ejercita una
profesión liberal que el Estado controla, cuya esencia es la defensa técnica del imputado. Éste debe
confiar en él y respetar su criterio, pero el defensor no debe delatarlo cualquiera fuere su convicción
frente al hecho.
El defensor tiene personalidad independiente, aunque siempre ha de actuar orientado en Davor del
interés de su cliente. Éste es su límite subjetivo. La ley es el límite objetivo.
El defensor asiste continuamente al imputado a lo largo de toda su actividad procesal. Lo asiste material
y técnicamente con el consejo, instruyéndolo en la apreciación de los hechos y pruebas, con el
patrocinio jurídico en lo sustancial y formal, controlando la actividad de los otros sujetos e intervinientes,
representándolo en algunos actos, o actuando a su lado o en su interés pero nunca ha de ser consorte,
sustituto o tercero adhesivo o coadyuvante. Esa asistencia puede prestarse por comunicación con el
imputado fuera del proceso o dentro de él cuando la ley lo permite.
La función representativa del defensor se muestra como una de las manifestaciones más importantes
de la asistencia jurídica. No puede confundirse con la procuración judicial, aunque en algunos aspectos
la comprenda.
En realidad, la representación se advierte cuando el defensor actúa en el proceso sin la presencia
efectiva del imputado para hacer valer sus intereses jurídicos en forma efectiva. El origen de esta
representación es el nombramiento del defensor; su fuente y extensión están en la ley. Los efectos de la
actividad recaen sobre el imputado mientras no se excedan los límites de la representación.
Una de las más claras manifestaciones de la función representativa está en que como regla, las
resoluciones se notificarán a los defensores; solamente ellos deben ser citados a la práctica de actos
definitivos e irreproducibles y por lo general las instancias pueden ser practicadas indistintamente por el
imputado o su defensor, excepto las técnicas que corresponderán a este último.

• Intervención en el proceso.
El defensor del imputado se introduce en el proceso de una manera distinta a la que pueden o deben
hacerlo los mandatarios, representantes o patrocinantes de los otros sujetos privados. Debe mediar
formalmente su nombramiento por el juez del proceso y aceptación del cargo (esto último si no se
tratare del asesor oficial que es un funcionario público). Una vez aceptado, el ejercicio del cargo es
obligatorio.
El nombramiento de defensor es acto del juez aunque responda a la propuesta del imputado. Esto no
está muy claro en todos los códigos. En realidad, el imputado elige al defensor de confianza para que el
juez lo nombre si es que reúne todas las condiciones legales. Cuando el imputado no elige, el juez
nombra directamente al defensor oficial.
El defensor nombrado asume la defensa cuando acepta el cargo y constituye domicilio. Si a ese efecto
no comparece espontáneamente debe ser notificado y citado. En adelante para el defensor de
confianza surge la obligación del desempeño como tal, siendo sancionado en caso de abandono
injustificado.
La falta de constitución del defensor viciará a los actos cumplidos cuando a ellos debió asistir o la ley le
daba el derecho de asistir. La nulidad es absoluta porque afecta la intervención de la defensa técnica.
Pero la declaración de nulidad de la indagatoria no afecta el nombramiento y aceptación cumplidos
durante ella por ser una actuación independiente.
En cuanto a la oportunidad de la constitución del defensor en el proceso, debemos comenzar por sentar
principios generales emanados de la inviolabilidad de la defensa. Cuando reúna las condiciones
requeridas el tribunal debe nombrar sin dilación alguna al defensor elegido por el imputado. Cuando
éste no lo elija y se le niegue la autodefensa, el tribunal deberá nombrarle el oficial (en SF el defensor
debe actuar ope legis).
El CPPN regula esta materia en los Arts. 104 a 113 y establece que deben designarse defensor al
imputado en la primera oportunidad no más allá del momento previo a la declaración indagatoria, en
cuyo –si no hubiese nombrado a uno de su confianza- el juez le designará de oficio al defensor oficial.
Las consecuencias del no cumplimiento del trámite para el nombramiento de defensor son evidentes. La
nulidad que la omisión produce es absoluta, porque no se observan normas relativas a la asistencia y
representación del imputado reglamentarias del derecho constitucional de defensa. Quedan excluidos
los actos de investigación.

• Tipos de defensores.
> El verdadero defensor del imputado es el de confianza y electivo. Es el abogado de la matrícula
constituido en el proceso penal para ejercer la defensa técnica, a elección del imputado, previa
aceptación del cargo y constitución de domicilio.
“De confianza” es una idea sustancial que muesta el vínculo entre defensor y defendido. “Electivo” es lo
que lo diferencia del nombrado de oficio, pero a su vez indica el medio apto para obtener la nota
anterior.
Debe tratarse de un técnico en el derecho, con título habilitante para ejercer la profesión y reconocido
oficialmente al ser inscripto en la matrícula respectiva.
Con respecto a la elección, los códigos la prevén para cualquier momento del proceso pero
fundamentalmente provee a ello a los fines de la indagatoria.
La aceptación del cargo es la expresa manifestación escrita del elegido por la que da su conformidad y
se compromete al legal y fiel desempeño. La constitución de domicilio es requisito expreso en los
códigos modernos.

> En el proceso penal pueden tomar intervención con respecto al mismo imputado más de un defensor.
Si lo hacen sucesivamente, se sustituirá uno al otro. Pero esta intervención sucesiva puede darse
también en virtud de un sistema introducido por los códigos modernos que se denomina “defensor
sustituto”.
Sustituto es el abogado de la matrícula designado en el proceso a propuesta del defensor de confianza,
para que asuma el cargo en caso de impedimento legítimo o de abandono de la defensa. Debe reunir
las mismas condiciones exigidas para el defensor de confianza y no puede actuar simultáneamente con
este.
Debe nombrarlo el juez y aceptar el cargo. El nombramiento es a propuesta de defensor de confianza, y
no se requiere conformidad del imputado. Si éste no estuviere de acuerdo, puede proponer otro
defensor de confianza en reemplazo del nombrado.
La intervención del sustituto requiere la existencia de un impedimento legítimo en la actuación del
defensor. Éste ha de seguir en el cargo, cuyo ejercicio reasumirá cuando sea superado el impedimento.
En caso de abandono de la defensa, la sustitución será definitiva.
* Debe anotarse que este instituto se ha puesto en práctica muy escasamente entre nosotros.
En cuanto a la defensa simultánea por más de 1 defensor, el CPPN en su Art. 105 no permite más de 2
defensores simultáneos (en el CPPSF se permite designar a los que el imputado considere
convenientes, pero no podrá ser defendido simultáneamente por más de 2 en audiencias orales o en un
mismo acto).
Cuando intervengan 2 defensores, las notificaciones hechas a uno de ellos valdrán respecto de ambos,
y la sustitución de uno por el otro no alterará plazos ni trámites.
* Esta regla no tiene aplicación respecto de los defensores oficiales.
A la inversa, es posible que varios imputados sean defendidos por un mismo defensor simultáneamente.
El límite a esta posibilidad se encuentra dado por la incompatibilidad entre la defensa de los imputados.
Habrá incompatibilidad cuando la eficacia en la defensa de un imputado haga posible la traición del otro.
El abogado no está obligado a aceptar el cargo, pero una vez aceptado sólo por una causa justificada
deja de desempeñarse en él, es decir, una vez aceptado tendrá el deber de desempeñarse fiel y
legalmente hasta la terminación de la causa, no pudiendo renunciar sino cuando hubiere motivo
suficiente.
Se ha entendido que la sujeción al cargo garantizada con la prohibición de renunciarlo coarta el libre
ejercicio de la abogacía como profesión liberal. En Santa Fe se sancionan la negligencia y el abandono.

> Defensores oficiales o nombrados de oficio son tanto los funcionarios públicos integrantes del PJ que
específicamente deben desempeñarse en ese cargo, como los abogados de la matrícula que el tribunal
nombra en reemplazo o en sustitución de esos funcionarios. A éstos se les impone aceptar el cargo. Su
intervención se impone para que el imputado no quede sin defensor. Solo puede omitirse cuando se
autoriza la autodefensa.
La falta de recursos es la causa que por lo general provoca esta intervención. También procede cuando
simplemente el imputado no elige defensor de confianza y cuando éste abandona el cargo dejando al
imputado sin defensa.
Los defensores oficiales son funcionarios del PJ con formación jurídica (letrados) suficiente para la
defensa penal. Tienen sus oficinas en las mismas dependencias del tribunal e integran lo que se conoce
como Ministerio Pupilar, cuyas funciones son:
- Por aplicación del Art. 59 CC en los procesos de menores debe intervenir por representación
promiscua, no obstante la intervención de un defensor de confianza.
- Deben representar promiscuamente a los actos o demandados civiles que fueren menores de edad.
No pueden excusarse sino por causa legal y carecen de la facultad de designar abogado sustituto.

• DEFENSORES EN EL CODIGO PROCESAL PENAL DE SANTA FE (ART. 114 y ss)

Art. 114: Defensa del imputado.- “El imputado tendrá derecho a elegir como defensor de confianza a un
abogado habilitado legalmente al efecto, o a defenderse personalmente salvo cuando de ello resulte un
perjuicio evidente para la misma.
En caso de no ejercer tales derechos, se le proveerá de oficio un defensor conforme a las normas
aplicables que asegurarán la efectiva disponibilidad de defensa para todos los casos que requieren las
disposiciones de este Código y según sus condiciones.
Si el imputado se encontrara sufriendo una afección mental que excluyera su capacidad de entender o
de querer los actos del procedimiento, el defensor será designado por su curador, si lo hubiere, o en su
defecto se nombrará al defensor de oficio, para que ejercite su derecho de parte y, en su caso, éste
último provea a su representación legal.
En ningún caso el estado de incomunicación constituirá obstáculo alguno.”

> Comentario.
Es dable señalar que el término defensa, según Vázquez Rossi, resulta comprensivo de: “…la actividad
ejercida en las oportunidades procesales debidas, tendientes a la exposición de las razones a favor del
interés y del derecho del imputado y destinada al logro de sus posiciones dentro de la causa.
Dice Maier que razones de equilibrio procesal obligan a exigir la asistencia jurídica del imputado por un
defensor profesional. Sin embargo, la asistencia técnica es una de las más importantes manifestaciones
de la garantía de la defensa en juicio y así lo ha señalado la CSJN en “Schenone”.
Las actividades defensivas pueden separarse en:
1) MATERIALES: Hacen referencia a los actos llevados a cabo personalmente por el imputado, tales
como la declaración que puede prestar en diferentes etapas, careos, etc.
2) TÉCNICAS: Son las contempladas en el artículo bajo comentario y resultan las que se ejecutan
jurídica, técnica y razonadamente por intermedio de un profesional del derecho habilitado legalmente al
efecto.
La defensa técnica no es disponible por el imputado (el juez puede imponerle al imputado un defensor
oficial) y garantiza la legitimidad del derecho penal.
La necesidad de esta defensa se da desde el inicio de la investigación porque desde ese momento se
pone en riesgo la seguridad individual del imputado y se extiende incluso hasta después de la sentencia
firme.
En el presente ordenamiento, la efectiva presencia del profesional se asegura en todas las instancias en
que deba declarar el imputado, como condición ineludible para la eficacia del acto, a la vez que se
asegura la entrevista privada y reservada desde los primeros momentos de la investigación sin que el
estado de incomunicación que pudiere ser ordenado como aislamiento del imputado pueda afectar
dicha estrecha relación asistencial (Art. 216 CPPSF).
“Defensor” es la persona que cumple el rol de asistente técnico del imputado en el marco del proceso en
el que es investigado y eventualmente acusado y juzgado. Según Maier debe reunir 2 requisitos
esenciales: 1) título de abogado: 2) matrículación.
El precepto torna operativa la garantía de la defensa en juicio, consagrada en el Art. 18 CN y en el Art 9
CP y reglamenta 3 posibilidades que puede asumir la defensa técnica:
a) A través de un defensor de confianza: La ley procesal acentúa como un derecho inherente al
imputado el de designar a un profesional de su confianza para que lo asiste jurídicamente, teniendo el
funcionario interviniente un mero contralor sobre los requisitos habilitantes del mismo.
b) Autodefensa: La norma consagra la posibilidad de que el imputado pueda defenderse personalmente
salvo cuando de ello resulte un perjuicio evidente. La negativa en tal sentido, deberá ser fundada, en
atención al derecho comprometido (defensa) y su enmarque (debido proceso). La autodefensa queda
prácticamente limitada como facultad del imputado-abogado.
Aunque no haya consagración legal expresa también puede denegarse dicha posibilidad defensiva si de
la misma resultare o pudieren resultar perturbaciones graves a la normal sustanciación de la causa.
Otras cuestiones que deben ser tenidas en cuenta al momento de definir si se acepta la posibilidad de
autodefensa son las relativas al contexto y estado anímico de quién ejerce dicha opción ya que puede
ocurrir que el abogado que se autodefiende lleve a la causa penal una exacerbada pasión, que puede
ocasionar a la postre grandes perturbaciones. De ahí que el juez o tribunal puede rechazar la pretensión
del imputado letrado para defenderse a sí mismo.
c) Por intermedio de un defensor de oficio, que deberá serle provisto obligatoriamente de modo tal de
asegurar la efectiva disponibilidad de la defensa.

- Derecho de defensa en juicio: garantía efectiva. Presentación in pauperis.


En “Schenone” (VER Jurisprudencia) la CSJN ha dicho que la garantía de defensa en juicio posee como
una de sus manifestaciones principales el aseguramiento de una defensa técnica, pero no basta sólo
con sino que ese asesoramiento debe ser efectivo. La CSJN avanza en la concreción operativa de la
garantía de la defensa en juicio dando eficacia jurídica a la interposición del recurso
extraordinariofederal por parte del imputado, detenido y sin asistencia letrada: “presentación in
pauperis”, al punto que, revocando resolución anterior suya, aparte la defensa técnica que no había
respondido en término al emplazamiento de fundamentación del recurso de queja, y le hace saber al
imputado que deberá designar abogado de su confianza bajo apercibimiento de designar a la defensora
oficial ante ese alto tribunal.

Art. 115: Propuesta de terceros.- “Cuando el imputado estuviera incomunicado, cualquier persona que
tenga con él relación de parentesco o amistad podrá proponer un defensor, lo que se le hará saber a
aquél de inmediato.
La relación con el imputado no necesitará ser probada, bastando la manifestación bajo juramento del
peticionario.”

> Comentario.
Para una mejor comprensión de la norma, vale la pena traer a colación la diferenciación entre:
a) Propuesta: Es la sugerencia que hacen terceros allegados al imputado a fin de que le haga saber tal
extremo antes de su declaración.
b) Designación: Acontece cuando el propio imputado elige el profesional para su defensa, por escrito o
verbalmente.
c) Nombramiento: Es la resolución del órgano jurisdiccional por la cual se decreta que el abogado
designado por el imputado (en su defecto el defensor oficial) será su defensor técnico

- ¿Cómo se introduce al defensor en el proceso?


- Cuando el imputado se encuentra incomunicado:
• Se deberá realizar un escrito de “propuesta de defensor”.
• El escrito deberá ser: a) a máquina, en dos copias, en idioma español; b) contener los datos de la
persona que propone defensor y del defensor propuesto; c) deberá constituirse domicilio a todos los
fines procesales; d) firma del abogado y de quién propone defensor; e) se acompañará boleta de
iniciación de juicio.
• La propuesta debe ser hecha por: cualquier persona que tenga con el imputado relación de
parentesco o amistad, la que no es necesaria ser probada, bastando la manifestación bajo juramento.
• Una vez elaborado el escrito, se presenta ante el Juzgado, a fin de que se le haga saber al imputado la
propuesta, antes de que preste declaración indagatoria.
• Si el imputado está de acuerdo, nombra al defensor.
• El juez designará este defensor, luego de corroborar si se encuentra inscripto en la matrícula.
• El defensor, deberá aceptar el cargo.

CPPN CPPSF

Tiene 3 días para examinar los autos La aceptación puede ser expresa o tácita.
antes de aceptar el cargo, bajo
apercibimiento de que pasados esos 3 Luego de aceptado el cargo, tendrá acceso
días, se tenga por no efectuado el al expediente, salvo secreto de sumario.
nombramiento si no se realizó la
aceptación; salvo el caso de secreto del
sumario.

La aceptación sólo podrá ser expresa.

En el Código federal no está expresamente


legislada la propuesta de terceros, pero en
la práctica se utiliza.

* El derogado Art. 85 establecía que en caso de situación de incomunicación, se impedía al detenido


comunicarse con su propio defensor. Pero el nuevo Art. 114 dispone que en ningún caso el estado de
incomunicación constituirá obstáculo alguno para el nombramiento del defensor por parte del imputado.
Si quién se encuentra detenido e incomunicado no tiene obstáculo alguno en nombrar un defensor de
su confianza, raramente necesitará que lo hagan sus parientes o amigos. Sin embargo, no está de más
la norma porque permite superar cualquier incumplimiento en que puedan incurrir los funcionarios
encargados de hacer cumplir la incomunicación o detención.

- Cuando el imputado se encuentra libre o estuviere detenido:


• Deberé hacer un escrito de “designación de defensor”.
• El escrito deberá ser: a) a máquina, en dos copias, en idioma español; b) contener los datos del
imputado y del defensor propuesto; c) deberá constituirse domicilio a todos los fines procesales; d) firma
del abogado y del imputado; e) deberá acompañarse boleta de iniciación de juicio.
• Una vez elaborado el escrito, se presenta ante el Juzgado.
• El juez nombrará al defensor, luego de corroborar si se encuentra inscripto en la matrícula.
• El defensor deberá aceptar el cargo.
CPPN CPPSF

Tiene 3 días para examinar los autos La aceptación puede ser expresa o tácita.
antes de aceptar el cargo, bajo
apercibimiento de que pasados esos 3 Luego de aceptado el cargo, tendrá acceso
días, se tenga por no efectuado el al expediente, salvo secreto del sumario.
nombramiento si no realizó la aceptación;
salvo el caso de secreto del sumario.

La aceptación sólo podrá ser expresa.

Art. 116: Pluralidad de defensores.-“El imputado podrá designar los defensores que considere
convenientes, pero no será defendido simultáneamente por más de dos en las audiencias orales o en el
mismo acto.
Si el imputado tuviera más de un defensor, la notificación hecha a cualquiera de ellos valdrá para todos,
y la sustitución de uno por otro no alterará trámites ni plazos.
El defensor designado podrá sustituir facultades en un defensor auxiliar, para actuar en aquellas
diligencias a las que no pudiera asistir personalmente. El defensor auxiliar sólo tendrá responsabilidad
en aquellos actos en los que participe, pero ello no exime de responsabilidad al designado.”

> Comentario:
El precepto elimina la regla que limitaba la cantidad de defensores, estableciendo un marco
numéricamente limitativo –no más de 2- para la actuación simultánea y en concreto, sea en el marco de
una audiencia o en la práctica de cualquier acto procesal.
La norma prescribe 2 reglas operativas:
1) Las notificaciones efectuadas a cualquiera de los defensores designados implicará la concreción de
dicho acto para todos ellos, comenzando a correr los plazos a partir de dicha notificación.
2) Las facultades que posee el defensor designado podrá delegarlas al defensor auxiliar siempre que
sea formulada por escrito o en caso de estar presente previo al acto o a la audiencia.
Cabe destacar que a pesar de la pluralidad de defensores, la defensa debe ser única. La pluralidad no
debe ir en detrimento de la unidad representativa y discursiva. El derecho de defensa supone que el
imputado puede estar representado por varios abogados al mismo tiempo en tanto actúen
coordinadamente y no en forma contradictoria e incomparable.
Lo normal es que el imputado haga una sola designación conteniendo a todos los abogados que
pretende lo defiendan; sin embargo, nada impide que las designaciones se hagan de modo sucesivo.
Por último, cabe recordar que vigente una designación, si el tribunal recibe otra del mismo imputado,
deberá presumir que está sumando un nuevo abogado en los términos del Art 116 comentado y NO que
está revocando la anterior.

Art. 118: “Separación del defensor.- El Tribunal, aun de oficio, procederá a separar al defensor de
confianza que abandonara el cargo al imputado sin defensa, incurriera en notorias omisiones o
negligencia, provocara deliberadamente demoras en la sustanciación de la causa, o actuara en la
defensa común incompatible de varios imputados.
En tales casos será de aplicación lo dispuesto por el artículo 114 de este Código.”

> Comentario:
El precepto regula los casos en que se verifican inconductas u omisiones por parte del defensor del
imputado, de modo tal que se afecte el principio de inviolabilidad de la defensa en juicio contemplado,
entre otras normas, en los Art 9 y 18 de CP y CN, respectivamente.
El apartamiento del defensor puede ser impuesto por el tribunal de oficio cuando advirtiera la existencia
de algunos de los supuestos habilitantes de la separación o a pedido del fiscal a cargo de la
investigación.

Las causales que habilitan la separación son las siguientes:


a) Abandono del cargo: Debe dejarse al imputado sin defensa, lo cual debe interpretarse como un
comportamiento desidioso que directamente afecte o pueda afectar al sometido al proceso, como por
ejemplo: reiteradas ausencias a diligencias procesales que requerían su presencia.
b) Notorias omisiones o negligencias: Estamos en presencia de tales casos cuando se detecten
omisiones que generen o puedan generar consecuencias gravosas para el imputado, como el no
ofrecimiento de prueba eficaz, falta de control de la misma, falta de instancia en la producción de prueba
que puede ser determinante.
c) Demoras en el trámite provocadas deliberadamente por el defensor: Puede ser uno de los casos
encuadrables en los supuestos de falta de ética. Debe tratarse de verdaderas artimañas pergeñadas por
el defensor con el único fin dilatorio, lo cual resulta aplicable en cada caso concreto.
d) Actuación en defensa común incompatible: Es el caso de quién defiende a imputados que se
incriminan mutuamente o cuyos intereses se contraponen. Puede suceder que en un principio de la
investigación ello no sucediere o no fuere apreciable, pero cuando se advierte ello debe renunciar
inmediatamente a una de las designaciones, caso contrario podrá configurarse el delito de prevaricato.
e) Inobservancia de los plazos procesales: Hace pasibles a los defensores de las sanciones
disciplinarias que el tribunal puede aplicar aún de oficio.

Por otra parte, la actuación de profesionales que entorpecen maliciosamente el procedimiento


contribuye a construir un sistema de enjuiciamiento lento e ineficaz.
Aplicada oficiosamente o a pedido de parte la designación, debe designársele inmediatamente un
defensor de oficio al imputado, salvo que se encuentren designados más de un defensor, ante lo cual
continuará interviniendo el o los que no hubieren sido apartados, lo cual deberá ser comunicado
fehacientemente al imputado, a los fines que consienta la designación o designe otro defensor de
confianza.
Puede decirse que “la separación no se encuentra conminada con la imposibilidad de volver a ejercer el
cargo”. No es posible retomar el cargo al defensor que fuera separado por las causas enumeradas en el
artículo pues, caso contrario, su separación no habrá sido más que una sinrazón y pérdida de tiempo.
Otra cuestión se vincula con la naturaleza del pronunciamiento jurisdiccional que dispone la separación,
pudiendo el mismo ser dispuesto por intermedio del decreto fundado, lo cual generará su recurribilidad
vía revocatoria, conforme lo dispuesto por los Arts. 392 y 393.

Art. 119: Renuncia del defensor.- “El defensor, en caso de renuncia al cargo, estará obligado a
continuar en su desempeño hasta que el imputado proponga otro o le haya sido designado de oficio.
Los plazos no se suspenderán en ningún caso.
No se podrá renunciar durante las audiencias salvo imposibilidad manifiesta e imprevisible de ejercer
razonablemente la defensa.”

> Comentario:
El precepto establece el principio de continua cobertura la defensa. Es decir que la ley pretende que el
imputado tenga asistencia defensiva en todo momento, razón por la cual le impone al defensor
renunciante la obligación de continuar en su cargo hasta que otro defensor –particular o de oficio- lo
sustituya, evitando la verificación de lagunas al respecto.
Una vez comunicada la intención renunciante, la misma debe serle transmitida en el menor tiempo
posible al imputado, al que se le concederá un plazo para nombrar el nuevo curial, haciéndosele saber
que si así no lo hiciere se le designará uno de oficio.
Todo lo sucedido en torno al acto de renuncia no suspende los plazos, como así tampoco se dará curso
al pedido cuando estuviere en curso de ejecución alguna audiencia en la que intervenga el curial que
pretende apartarse, a excepción de causa grave y sobreviniente.
La previsión legal se asienta en razones de economía procesal.

Art. 120: Designación de oficio.- “Si el imputado no nombrara defensor de confianza o hasta tanto el
designado acepte el cargo o realice actos de defensa, asumirá su defensa un defensor designado de
oficio, debiéndosele hacer saber al imputado el nombre del mismo.
Para el caso de acumulación de causas, cuando así procediera, deberá oficiosamente nombrarse en
todas ellas, al defensor de oficio correspondiente a la causa de atracción, dejándose sin efecto las
designaciones de quienes pudieran haber actuado en las causas acumuladas.”

> Comentario.
Debe asegurarse al imputado una defensa ininterrumpida durante todo el proceso, desde el momento
en que presta declaración o en la audiencia imputativa e incluso desde que el mismo se entera de que
reviste tal carácter (imputado).
En la práctica, sucede que cuando el imputado debe prestar declaración se le hacen saber sus
derechos de nombrar un defensor particular. Hasa tanto sea aceptado el cargo o se realicen los
primeros actos efectivos de defensa, el Estado lo provee un defensor de oficio, cuya designación y
nombre se le debe comunicar al imputado, y su mandato cesará inmediatamente cuando asuma el de
confianza.
En el segundo párrafo se regula la situación de un imputado con varias causas, en las que intervienen
diferentes defensores –sean todos de oficio o también algunos particulares- generándose un fuero
funcional de atracción. Debiéndose oficiosamente designarse, en todas las actuaciones, el defensor de
oficio interviniente en la cusa que atrae a las restantes, ello sin perjuicio de que luego el imputado
nombrare para todas ellas uno de confianza.

Art. 121: Deberes de los defensores de oficio.- “Los defensores de oficio concurrirán a los institutos de
detención y penitenciarios en los que se alojen sus defendidos para informarles sobre el estado de sus
causas.
En todos los casos tomarán conocimiento personal y directo de sus defendidos en el modo más
inmediato posible.”

> Comentario.
En el segundo párrafo, prescribe el conocimiento personal y directo entre el imputado y su defensor en
el menor tiempo posible. En el actual ordenamiento, ello necesariamente debe ocurrir en todas las
ocasiones en que declare el imputado.

Art. 122: Sustitución del defensor de oficio.- “Mediando causal de separación de las previstas en el
Artículo 118 o cualquier otra que pueda perjudicar la eficacia de la defensa, el Tribunal, aún de oficio,
podrá disponer que éste sea sustituido por quien corresponda según la normativa pertinente.”

> Comentario.
El precepto alude a la sustitución del defensor designado de oficio –lo cual puede disponerse
oficiosamente, a pedido del fiscal o del propio defensor así designado- debido a la verificación de
algunas de las causales consignadas en el Art. 118 o cualquier otra que afectare una correcta labor
defensiva. En tales casos, debe darse una nueva designación de defensor de oficio, salvo que el
imputado nombrara uno particular.

Art. 123: Investidura.- “Quien hubiera sido designado como defensor del imputado será tenido como tal
desde el momento en que aceptara el cargo o realizara actos de defensa, pudiendo previamente
examinar las actuaciones, salvo que se encontraran bajo reserva.”

> Comentario.
La norma se asimila al Art. 106 CPPN en tanto prevé un derecho de examen que titulariza el defensor
salvo reserva. Se trata de un derecho del abogado y la norma busca evitar nombramientos fugaces. El
abogado puede tomar conocimiento de las circunstancias y modalidad del hecho así como de las
personas intervinientes a fin de evaluar si existen incompatibilidades de origen legal, moral o ético en
asumir el caso.
El abogado defensor designado no podrá ejercer el derecho de examinar las actuaciones cuando las
mismas se encuentren bajo reserva.
La norma es objetable y carece de razonabilidad. Hubiera sido más coherente que se de una regulación
similar a la del Art. 204 CPPN: “El sumario será público para las partes y sus defensores, que lo podrán
examinar después de la indagatoria, dejando a salvo el derecho establecido en el segundo párrafo del
artículo 106. Pero el juez podrá ordenar el secreto por resolución fundada siempre que la publicidad
ponga en peligro el descubrimiento de la verdad, exceptuándose los actos definitivos e irreproducibles,
que nunca serán secretos para aquéllos.
La reserva no podrá durar más de diez (10) días y será decretada sólo una vez, a menos que la
gravedad del hecho o la dificultad de la investigación exijan que aquélla sea prolongada hasta por otro
tanto. No obstante, podrá decretarse nuevamente si aparecieren otros imputados.
El sumario será siempre secreto para los extraños”. Establece que el derecho de examen es excepción
al secreto del sumario a menos que el juez ordene fundadamente igualmente el secreto porque la
publicidad haga peligrar el descubrimiento de la verdad.

La aceptación del cargo puede revestir 2 modalidades:


- Expresa: Cuando en forma lisa y llana, mediante escrito o verbalmente el defensor designado así lo
hiciera.
- Tácita: cuando ejerciera cualquier acto concreto de defensa –debiendo posee el mismo para reunir tal
carácter cierta entidad- asistiendo o representando al imputado.
La aceptación tácita tiene lugar solamente mdiante la producción de actos de defensa. Para que reúna
esta condición, la actividad del profesional debe contener clara significación de asistir o representar al
imputado. La omisión nunca ha de entenderse como acto de defensa. El acto positivo satisfará dicha
calidad cuando concrete una efectiva intervención destinada a asistir o representar al cliente.

La rebeldía o no comparencia del imputado. Distintos supuestos. Posibilidad del juicio en


rebeldía.

ART. 124: Procedencia y declaración.- “Será declarado rebelde el imputado que, sin grave
impedimento, no compareciera a la citación, o se fugara del establecimiento o lugar donde estuviera
detenido, o no obedeciera a una orden de detención, o se ausentara de la residencia fijada, sin licencia
del Ministerio Público Fiscal o del Tribunal.
La declaración de rebeldía será emitida por el Tribunal competente, a pedido de parte, previa
constatación de la incomparecencia, fuga o ausencia, expidiendo orden de detención, si antes no se
hubiera dictado. La orden se hará conocer también a las autoridades encargadas del control para salir
del país, con mandato expreso de que lo impidan, y se inscribirá en el Registro Único de Antecedentes
Penales que informará al Registro Nacional de Reincidencia, con todos los recaudos de una solicitud de
extradición interna, que valdrá a ese efecto cuando el imputado fuera aprehendido en otro lugar del
país.”

> Comentario.
La nueva ley santafesina prevé efectos restringidos, efectos suspensivos del procedimiento, sin que
surta efecto alguno en caso de que se verifique la rebeldía durante la IPP o luego del comparendo del
imputado a la primera audiencia del juicio.
Un sector de la doctrina, entre nosotros, Superti y Corvalán, han sostenido la legitimidad y conveniencia
del juicio penal en rebeldía, afirmando que el juicio penal contra rebeldes es constitucionalmente válido
y políticamente conveniente.
Desde esta perspectiva, advierte Superti que corresponde distinguir entre ausente (que puede conocer
o no la existencia del proceso) y contumaz o rebelde, quien conociendo el proceso desobedece la
intimación judicial de comparecer o se fuga. En estos casos el derecho de defensa es respetado, al
igual que el ejercicio que de él quiere hacer el imputado. Por otra parte, como corre el curso de la
prescripción, al ausente voluntario se lo termina premiando.
Sin embargo, nuestro derecho penal no autoriza el proceso en rebeldía, en tanto sin perjuicio del
aseguramiento de elementos de pruebas para el proceso posterior, para cuando el imputado pueda ser
hallado, su presencia en el procedimiento constituye un presupuesto procesal, en todo caso subjetivo o
personal, pues su ausencia impide toda decisión material sobre el objeto del procedimiento que
perjudique al imputado.

ART. 125.- Efectos de la rebeldía.- “La declaración de rebeldía no suspenderá la Investigación Penal
Preparatoria, pero no podrá formularse la requisitoria de acusación prevista por el artículo 294,
reservándose las actuaciones y otros efectos, instrumentos o piezas de convicción que fueran
indispensable conservar.
Si la rebeldía se declarara luego de la apertura del juicio habiendo comparecido el imputado a la primera
audiencia, no impedirá su total sustanciación y el dictado de la sentencia. En tal caso el imputado
rebelde será representado por su defensor o se le designará otro de oficio, y se lo considerará presente
para todos los efectos de este Código.
La declaración de rebeldía del imputado lo obligará al pago de las costas provocadas por su
contumacia, originando la reanudación o el nuevo examen de la coerción personal que corresponda.”

> Comentario.
Como primer medida, cabe realizar una aclaración: cuando la norma reza “primera audiencia” hace
referencia a la primera audiencia de juicio y no a la audiencia de debate, regulada por el Art. 288
CPPSF.
Con respecto a los efectos, el primero que se desprende de la norma es que la rebeldía no logrará que
se suspenda la sustanciación de la I.P.P.
Si la declaración de rebeldía hubiera sido dispuesta después de la primera audiencia de debate en la
que hubiera asistido el enjuiciado, la contumacia posterior del mismo no paralizará el trámite ni el
dictado de la sentencia.
Los plazos se contabilizarán a partir de la notificación efectuada al defensor.
La regulación legal resulta adecuada ya que de lo contrario se fomentarán actitudes reticentes como
estrategia del imputado para paralizar el juicio con su sola ausencia.
Amén de lo señalado, la previsión normativa bajo análisis impide cualquier planteo nulificante futuro por
cuanto la actitud dolosa y desobediente de la ley asumida por el sometido a proceso, no puede
generarle un beneficio.

El servicio público de defensa. Su organización (Ley 13.014)


ARTÍCULO 1.- Principios. El Estado Provincial asume que el resguardo efectivo de los derechos de toda
persona sometida a persecución penal sólo es viable en tanto se garantice a las mismas la cobertura
real del derecho a contar con asistencia técnica legal. El ejercicio del derecho de defensa material es
reconocido como una actividad esencialmente personal de resistencia a la pretensión punitiva esgrimida
en contra de quien lo ejerce.
El monitoreo del ejercicio de la defensa técnica penal, orientado a garantizar estándares de calidad en
la prestación de tal servicio es una cuestión de interés público.
Las disposiciones de la presente ley se encuentran prioritariamente orientadas a garantizar efectiva y
eficientemente el derecho de defensa a las personas más vulnerables social y económicamente,
particularmente cuando su libertad se encuentre amenazada o afectada.

ARTÍCULO 4.- Defensor de confianza. La elección de un defensor de confianza por parte de las
personas sometidas a proceso es parte esencial del derecho de defensa material. Los derechos e
intereses individuales de toda persona asistida por un defensor en un caso penal no pueden ser
subordinados por éste a valores o intereses diversos de ningún tipo.
Todo defensor penal debe ejercer su función orientándose a lograr la solución más favorable a la
persona defendida, suministrándole información y respetando su opinión y decisiones como titular del
derecho de defensa material en el marco legal correspondiente, siempre que ello no perjudique la
eficacia de la defensa ni obste a la normal sustanciación del proceso.

TÍTULO II: SERVICIO PÚBLICO PROVINCIAL DE DEFENSA PENAL

CAPÍTULO I: DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO 9.- Autonomía. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal es un órgano con autonomía
funcional y administrativa y con autarquía financiera, dentro del Poder Judicial.
El Servicio Público Provincial de Defensa Penal ejercerá sus funciones sin sujeción a directivas que
emanen de órganos ajenos a su estructura y actuará en coordinación con otros organismos
gubernamentales y no gubernamentales involucrados en la defensa de los derechos individuales de las
personas.

ARTÍCULO 10.- Misión institucional. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal proporciona
servicios de defensa penal técnica a toda persona sometida a un proceso penal, a las personas
condenadas hasta la extinción de la pena y a las personas sometidas a proceso, trato o condición en los
que el Estado ponga en peligro su libertad o su indemnidad física; siempre que se niegue a designar un
defensor de su confianza o que, por carecer de recursos económicos o porque otras circunstancias se
lo impidan, no pueda contratar a un defensor de su confianza o que no haya optado por ejercer su
propia defensa, en los casos y bajo las circunstancias en que la ley así lo dispone.

ARTÍCULO 11.- Gratuidad. Las prestaciones brindadas por el Servicio Público Provincial de Defensa
Penal son gratuitas para todas aquellas personas que no cuentan con medios económicos suficientes
para contratar un defensor de su confianza. El costo de las prestaciones brindadas por el Servicio
integrará las costas del proceso, las que sólo podrán ser cobradas al asistido cuando contare con
medios económicos suficientes, y en el límite de su imposición.

ARTÍCULO 12.- Honorarios. Los honorarios que se devenguen y perciban por la actuación profesional
de los integrantes del Servicio Público Provincial de Defensa Penal ingresarán a una cuenta especial del
órgano, destinada prioritariamente al mejoramiento de la calidad de las prestaciones del Servicio,
conforme se reglamente.

ARTÍCULO 13.- Principios de actuación. Las personas miembros del Servicio Público Provincial de
Defensa Penal ejercerán sus funciones con arreglo a los siguientes principios:
1. Interés predominante de las personas defendidas. Los profesionales asignados a la defensa de
un caso penal se encuentran funcionalmente sujetos al interés y voluntad informada de la persona
destinataria de sus servicios técnicos, dentro de los límites legales.
2. Autonomía funcional. En el ejercicio de sus funciones, los defensores gozan de autonomía
funcional, no pudiendo recibir influencias o presiones externas al Servicio o provenientes de las
autoridades del mismo, en tanto excedan las facultades acordadas por la presente ley.
3. Probidad. En el ejercicio de sus funciones, las personas miembros del Servicio Público Provincial
de Defensa Penal deberán cumplir y procurar hacer cumplir las Constituciones Nacional y Provincial y
las leyes y tratados vigentes, en particular los referidos a la protección y defensa de los Derechos
Humanos.
4. Actuación estratégica. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal, a través de sus órganos
correspondientes, fija estrategias políticas generales, estableciendo los intereses prioritarios que guían
la asignación de sus recursos.
5. Transparencia. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal garantizará la transparencia de
su actividad, informando los criterios que orientan su actuación y los resultados de su gestión. Toda la
información de interés público producida por el Servicio Público Provincial de Defensa Penal deberá ser
accesible a través de una página web oficial u otro medio tecnológico equivalente.
6. Flexibilidad. Los modelos de organización y gestión del Servicio Público Provincial de Defensa
Penal, serán eminentemente flexibles, orientados por objetivos y sujetos a seguimiento y ajustes
permanentes.
7. Eficiencia y Desformalización. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal será pro activo en
evitar trámites innecesarios. Tomará acciones tendientes a hacer público y revertir todo funcionamiento
burocratizado de los órganos del Sistema de Justicia Penal.
8. Especialización y trabajo en equipo. La organización del Servicio Público Provincial de Defensa
Penal garantizará la especialización de sus componentes para el mejor cumplimiento de sus fines y la
conformación de equipos de trabajo que potencien la capacidad de acción de sus órganos, evitando en
todo momento la sectorización por compartimentos estancos.
9. Responsabilidad diferenciada. Las personas miembros del Servicio Público Provincial de
Defensa Penal serán personalmente responsables por su desempeño en el ejercicio de la defensa
técnica de un caso y responsables, según sus funciones y facultades, en relación con los resultados de
la gestión de la oficina o equipo de trabajo al que pertenezcan.
10. Capacitación Continua. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal garantizará . la formación
permanente de sus miembros.
11. Calidad en la atención al público. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal garantizará a las
personas destinatarias de sus servicios, a sus familiares y allegados a las mismas un trato de
excelencia, correspondiente con su dignidad humana y su especial condición de vulnerabilidad evitando
en todo momento someter a las mismas a demoras innecesarias y brindándoles toda la información que
requieran.

CAPÍTULO II: FUNCIONES

ARTÍCULO 16.- Funciones principales. Son funciones principales del Servicio Público Provincial de
Defensa Penal:
1. Garantizar a toda persona sometida a persecución penal estatal una defensa técnica . de calidad,
orientada prioritariamente a aquellas que por carecer de medios económicos no puedan designar a una
defensora o un defensor de su confianza.
2. Promover la vigencia efectiva de los Derechos Humanos, particularmente respecto de todas las
personas cuya libertad se vea amenazada o afectada efectivamente.
3. Construir estrategias generales de política institucional con el objeto de garantizar el resguardo
de la vigencia de las garantías procesales establecidas por las Constituciones Nacional y Provincial y
las leyes dictadas en su consecuencia.
4. Defender la utilización subsidiaria y racional de las penas por parte de los órganos encargados
de la administración de la Política Criminal Estatal.
5. Tomar acciones en el marco de sus fines para potenciar la utilización de medios no adversariales
de solución de conflictos penales, como la conciliación y la mediación.
6. Promover la cooperación local, regional, nacional e internacional para la protección y defensa de
los Derechos Humanos, especialmente aquellos amenazados por la persecución penal.
7. Inspeccionar periódicamente los establecimientos en que se mantengan personas sometidas a
encierro, con el objeto evaluar su estado general y las condiciones de respeto de los derechos de las
personas mantenidas en cautiverio.
8. Dentro del primer trimestre de cada año, informar públicamente sobre la gestión realizada en el
año anterior.
El Servicio Público Provincial de Defensa Penal no intervendrá en asuntos de índole extrapenal, que
quedarán a cargo de los órganos correspondientes conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial N°
10160.

CAPÍTULO III: ORGANIZACIÓN

ARTÍCULO 18.- Integración. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal se integra por:
1. Defensor Provincial.
2. Consejo del Servicio Público Provincial de Defensa Penal.
3. Defensores regionales.
4. Defensores públicos.
5. Defensores públicos adjuntos.
6. La Administración General.
7. Los Órganos Disciplinarios.

CAPÍTULO IV: DEFENSOR PROVINCIAL

ARTÍCULO 19.- Defensor Provincial. El Defensor Provincial dirige y representa al Servicio Público
Provincial de Defensa Penal y es responsable de su organización y buen funcionamiento. El órgano
tiene su sede en la Capital de la Provincia.
El Defensor Provincial deberá reunir las condiciones previstas en la Constitución para ser Fiscal de
Estado. Durará en su cargo seis (6) años y gozará de inamovilidad durante ese período. No podrá ser
designado para el período siguiente y cesará automáticamente en su cargo por el mero vencimiento del
plazo de su designación.
En caso de ausencia o impedimento transitorio será subrogado por el defensor regional que él designe
o el que corresponda según la reglamentación que se dicte al efecto. En caso de ausencia o
impedimento definitivo, será reemplazado por el defensor regional con sede en la Capital de la
Provincia, debiéndose poner en marcha en forma inmediata el mecanismo de designación de un nuevo
Defensor General. .
Tendrá una remuneración equivalente a la del Procurador General.

ARTÍCULO 20.- Designación y remoción. El Defensor Provincial será designado por el Poder Ejecutivo
con acuerdo de la Asamblea Legislativa.
El designado deberá resultar previamente seleccionado por un sistema de terna vinculante obtenida
mediante concurso público de oposición y antecedentes en la forma que reglamentará el Poder
Ejecutivo. Los concursos deberán garantizar transparencia, publicidad, excelencia y celeridad.
Podrá ser removido de su cargo a solicitud del Poder Ejecutivo o de un legislador provincial por las
causales de mal desempeño, o comisión de delito doloso.
La remoción del cargo se decidirá por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara
reunidas en sesión conjunta, previo debate y audiencia del interesado. En este caso entenderá la
Comisión de Acuerdos, la que deberá emitir despacho sobre el particular, designando en su caso a
quien actuará como acusador.
El procedimiento de remoción no podrá extenderse por un plazo mayor a 3 (tres) meses contados desde
su inicio hasta la decisión de la Legislatura sobre el fondo del asunto, en cuyo caso caducará de pleno
derecho, no pudiendo iniciarse nuevamente un procedimiento por el mismo hecho.
Sin perjuicio de todo lo expresado, el Poder Ejecutivo, el legislador provincial, el representante del
Ministerio Público de la Acusación actuante en la causa penal o el acusador designado, podrán solicitar
la suspensión temporal de sus funciones lo que se resolverá por el voto de la mayoría simple de los
miembros de cada Cámara reunidas en sesión conjunta previo dictamen de la Comisión de Acuerdos.
Cuando la única causal sea la presunta comisión de un delito doloso, el trámite podrá suspenderse
hasta la sentencia definitiva en la causa penal correspondiente. Cuando entre otras causales se
encuentre la presunta comisión de un delito doloso, el trámite sólo podrá suspenderse hasta la
sentencia definitiva en la causa penal correspondiente sólo respecto de ella.

ARTÍCULO 21.- Funciones y atribuciones. Son funciones y atribuciones del Defensor Provincial las
siguientes:
1. Supervisar y garantizar el cumplimiento de la misión y de las funciones institucionales del
Servicio Público Provincial de Defensa Penal, fijando las políticas generales que se requieran a tales
efectos.
2. Impartir instrucciones generales que permitan un mejor desenvolvimiento del servicio prestado
por el Servicio Público Provincial de Defensa Penal, siempre que no interfieran con la libertad de
defensa.
3. Resolver las objeciones planteadas por los defensores públicos a las instrucciones impartidas por
los defensores regionales.
4. Procurar optimizar los resultados de la gestión del Servicio Público Provincial de Defensa Penal.
5. Ejercer la superintendencia del Servicio Público Provincial de Defensa Penal con todas las
potestades administrativas, reglamentarias, disciplinarias y de contralor que le son atribuidas por esta
ley, las cuales puede delegar en los defensores regionales o en el administrador general.
6. Dictar y poner en ejecución los reglamentos necesarios para la organización de las diversas
dependencias del Servicio, las condiciones para acceder a formar parte del mismo y en general cuanto
sea menester para hacer operativo el servicio.
7. Enviar al Poder Ejecutivo, a través de la Corte Suprema de Justicia, la propuesta de presupuesto
del Servicio Público Provincial de Defensa Penal.
8. Proponer al Poder Ejecutivo, a través de la Corte Suprema de Justicia, el nombramiento,
remoción y ascensos de los miembros del Servicio Público Provincial de Defensa Penal, bajo las
condiciones que autoriza la ley al momento de la sanción de la presente.
9. Organizar y fijar los programas y protocolos de actuación, conjuntamente con los defensores
regionales y con el administrador general, de los equipos encargados de cubrir las estructuras de apoyo
auxiliar del Servicio Público Provincial de Defensa Penal.
10. Celebrar convenios de cooperación, contratos u otros instrumentos similares destinados a ejecutar
los fines institucionales del Servicio Público Provincial de Defensa Penal.
11. Presentar el informe público anual ante la Legislatura, en el que dé cuenta de la labor realizada, el
grado de cumplimiento de los objetivos propuestos y los resultados obtenidos. En dicha instancia se
dará participación activa a las organizaciones de la sociedad civil que tengan por objeto la defensa de
Derechos Humanos en general y de los derechos de las personas sometidas a encierro en particular.
12. Colaborar activamente en la construcción y fortalecimiento de redes locales y provinciales con el
objeto de fortalecer el Servicio Público Provincial de Defensa Penal.
13. Representar judicial y extrajudicialmente al Servicio Público Provincial de Defensa Penal.
14. Fijar, junto con el Consejo del Servicio Público Provincial de Defensa Penal, con carácter general
los estándares básicos que deben asegurar en el proceso penal quienes presten servicios en el Servicio
Público Provincial de Defensa Penal.
15. Coordinar con los defensores regionales el número y ubicación de las Oficinas del Servicio Público
Provincial de Defensa Penal en cada circunscripción así como la asignación de personal
correspondiente a cada una de ellas. .
16. Organizar la estructura administrativa del Servicio Público Provincial de Defensa Penal de acuerdo
con las necesidades del servicio y las posibilidades presupuestarias.
17. Recibir denuncias por el incumplimiento de sus funciones contra las personas integrantes del
Servicio Público Provincial de Defensa Penal, evaluar la seriedad de las mismas y en su caso, tomar las
medidas disciplinarias pertinentes o contratar y designar al acusador del Tribunal de Disciplina, cuando
corresponda.
18. Emitir los reglamentos necesarios para el funcionamiento de las diversas dependencias del
Servicio Público Provincial de Defensa Penal, fijando las condiciones de trabajo y de atención al público.
19. Reglamentar, en cuanto sea necesario, el Sistema de Carrera dentro del Servicio Público
Provincial de Defensa Penal para los Defensores y Defensores Adjuntos.
20. Determinar, en función de las necesidades y requerimientos funcionales del Servicio Público
Provincial de Defensa Penal, la política institucional de asignación de casos.
21. Celebrar convenios con los Colegios de Abogados de la Provincia con el fin de instrumentar el
Sistema para la Contratación de Defensores previsto en la presente ley.
22. Establecer la política de capacitación de los integrantes del Servicio Público Provincial de Defensa
Penal, en forma conjunta con el Consejo del Servicio Público Provincial de Defensa Penal.
23. Organizar un adecuado sistema de control de gestión de carácter permanente.
24. Resolver los recursos previstos en los artículos 8 y 44 de la presente ley.
Las atribuciones referidas al nombramiento, remoción, ascenso, carga horaria, traslados, licencias,
sanciones, y demás condiciones de trabajo del personal administrativo, de mantenimiento y producción
y servicios generales del Servicio Público Provincial de Defensa Penal, deberán ser ejercidas en el
marco de lo regulado por la ley orgánica del Poder Judicial, sus modificatorias y complementarias, y por
la ley 11196, debiendo interpretarse que todas las facultades y atribuciones que las normas le adjudican
a la Corte Suprema de Justicia le corresponden al Defensor Provincial.

CAPÍTULO V: CONSEJO DEL SERVICIO PÚBLICO DE DEFENSA PENAL

ARTÍCULO 22.- Integración. El Consejo del Servicio Público Provincial de Defensa Penal se integra por:
1. El Defensor Provincial. .
2. Un defensor regional, elegido por sus pares.
3. Un defensor público, elegido por sus pares.
4. Tres representantes de los Colegios de Abogados de la Provincia, sorteados de una lista
integrada por un abogado propuesto por cada Colegio.
5. Un senador y un diputado designados al efecto por sus Cámaras.
6. Dos representantes de organizaciones no gubernamentales cuyo objeto sea la promoción de
Derechos Humanos, designados de acuerdo a la reglamentación respectiva.
7. Un representante de la Asociación Tribunales de Empleados del Poder Judicial de la provincia de
Santa Fe.

Los miembros de los incisos 2, 3, 4, 5, 6 y 7 serán elegidos o designados anualmente.

ARTÍCULO 23.- Funciones. Son funciones del Consejo:


1. Asesorar y evacuar consultas del Defensor Provincial para el mejor desarrollo de su gestión.
2. Efectuar recomendaciones de carácter general de los estándares básicos de desempeño que
deben asegurar en el proceso penal quienes presten servicios en el Servicio Público Provincial de
Defensa Penal.
3. Efectuar recomendaciones generales a otras autoridades estatales cuando lo considere
pertinente.
4. Intervenir en el apartamiento del Defensor Provincial en los términos del artículo 8, en cuyo caso
el mismo no integrará el Consejo.

ARTÍCULO 24.- Sesiones ordinarias. El Consejo se reunirá en sesión ordinaria cuatrimestralmente,


conforme se reglamente.

ARTÍCULO 25.- Sesiones extraordinarias. El Consejo se reunirá en sesión extraordinaria cada vez que
tres de sus miembros acuerden la convocatoria.

CAPÍTULO VI: CUERPO DE DEFENSORES

ARTÍCULO 26.- Integración. El cuerpo de defensores del Servicio Público Provincial de Defensa Penal
estará integrado por defensores regionales, defensores públicos y defensores públicos adjuntos.

ARTÍCULO 27.- Defensorías Regionales. En la Provincia funcionarán cinco defensorías regionales,


ubicadas una en cada una de las circunscripciones judiciales existentes. .
Cada defensor regional es la máxima autoridad institucional del Servicio Público Provincial de Defensa
Penal en su circunscripción y responsable del buen funcionamiento del mismo en dicho ámbito. Ejercerá
las atribuciones que la ley le otorga al Servicio Público Provincial de Defensa Penal por sí mismo o por
intermedio de los órganos que de él dependan.
Los defensores regionales deberán reunir las mismas condiciones que para ser Defensor General y
serán designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo de la Asamblea Legislativa, previo cumplimiento
del mismo procedimiento de selección que el previsto en el artículo 20 de la presente ley.
Será removido de su cargo mediante el mismo procedimiento y las mismas causales previstas en esta
ley para el Defensor General.
Durará seis (6) años en el cargo y gozará de inamovilidad durante ese período. Cumplido el período sin
ser nuevamente designado Defensor Regional y en caso de que anteriormente hubiere pertenecido al
cuerpo de defensores, volverá al cargo que desempeñaba al momento de su designación como
defensor regional.
En caso de ausencia o impedimento temporal, será reemplazado por el Defensor Público de su
circunscripción que él designe o el que corresponda según la reglamentación que se dicte al efecto. En
caso de ausencia o impedimento definitivo o cese del período para el que fue designado sin que se
hubiese designado un nuevo Defensor Regional, será reemplazado por el Defensor Público de la
circunscripción que interinamente designe el Defensor Provincial, hasta tanto se efectúe la
correspondiente designación, debiéndose poner en marcha en forma inmediata el mecanismo de
designación de un nuevo defensor regional.
Tendrá una remuneración equivalente a la de vocal de Cámara de Apelaciones.

ARTÍCULO 28.- Funciones. Tienen, en el ámbito territorial en el cual se desempeñan, las siguientes
funciones:
1. Coordinar y supervisar a los miembros del cuerpo de defensores de su región, distribuyendo las
tareas del modo más equitativo y eficiente para la mejor prestación del servicio.
2. Impartir instrucciones generales a los Defensores, de acuerdo a las directivas emanadas del
Defensor Provincial y a las necesidades de servicio, siempre que no interfieran con la libertad de
defensa.
3. Recibir, por delegación del Defensor Provincial, denuncias por el incumplimiento de sus
funciones en contra de los miembros del Servicio Público Provincial de Defensa Penal de su región y
resolver reclamos respecto a la actuación de cualquier agente vinculado al Servicio en la región en la
cual se desempeña.
4. Intervenir como defensores en aquellos casos en los cuales lo estimen conveniente, sea en
función de su relevancia, interés institucional o social, de manera individual o conjunta con otros
defensores, pertenecientes al Servicio Público Provincial de Defensa Penal o no.

ARTÍCULO 29.- Defensores públicos. Los defensores públicos son los funcionarios del Servicio Público
Provincial de Defensa Penal encargados prioritariamente de brindar defensa penal técnica a las
personas que por su condición de vulnerabilidad no pueden designar a un abogado de su confianza o
que decidan no designar defensor, y subsidiariamente de cubrir el resto de los servicios profesionales
brindados por el Servicio conforme a lo dispuesto por la presente ley.
El defensor público deberá ser ciudadano argentino, poseer título de abogado y tener, por lo menos,
veinticinco años de edad, cuatro de ejercicio de la profesión o de la función judicial como magistrado,
funcionario o empleado y dos años de residencia inmediata en la Provincia si no hubiera nacido en ésta.
Serán designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo de la Asamblea Legislativa, previo cumplimiento
del mismo procedimiento de selección que el previsto en el artículo 20 de la presente ley.
Tienen estabilidad en el cargo y sólo podrán ser removidos por mal desempeño o la comisión de faltas
graves con intervención del Tribunal de Disciplina.

ARTÍCULO 30.- Defensores Públicos Adjuntos. Los defensores públicos adjuntos actuarán por
delegación y bajo la supervisión de los defensores públicos. En el ejercicio de su cargo podrán intervenir
en todos los actos en los que puede actuar el defensor público de quien dependan.
El defensor público adjunto deberá ser ciudadano argentino, poseer título de abogado y tener, por lo
menos, veinticinco años de edad, cuatro de ejercicio de la profesión o de la función judicial como
magistrado, funcionario o empleado y dos años de residencia inmediata en la Provincia si no hubiera
nacido en ésta.
Serán designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo de la Asamblea Legislativa, previo cumplimiento
del mismo procedimiento de selección que el previsto en el artículo 20 de la presente ley.
Tienen estabilidad en el cargo y sólo podrán ser removidos por mal desempeño o la comisión de faltas
graves con intervención del Tribunal de Disciplina.

ARTÍCULO 31.- Funciones y deberes. Los defensores públicos y defensores públicos adjuntos tienen
las siguientes funciones y deberes:
1. Ejercer la defensa técnica en los casos que les fueran asignados, desde el mismo momento en
que les es comunicada su asignación.
2. Tienen obligación de cumplir con los estándares de calidad en la prestación del servicio de
defensa impuestos conforme las disposiciones de la presente ley, actuando en defensa de los derechos
e intereses de las personas a las que defiendan, respetando sus decisiones, siempre que ello no
perjudique la eficacia de la defensa ni obste a la normal sustanciación del proceso, e informándolas de
las consecuencias posibles de las mismas.
3. Brindar completa información a las personas que defiendan o a las personas que en nombre de
aquéllas se la requieran.
4. Responder los pedidos de informes que le formulen la Defensoría Provincial, la Defensoría
Regional o la Administración General.
5. Requerir la colaboración de la policía u otros organismos de investigación cuando sea necesario
para el cumplimiento de su función.
6. Todas aquellas que el defensor regional y la reglamentación le asignen.

ARTÍCULO 32.- Sistema para contratación de defensores. El Servicio Público Provincial de Defensa
Penal establecerá, mediante convenios con los Colegios de Abogados de la Provincia, el Sistema de
Prestadores de Servicios de Defensa Penal Técnica, mediante listas elaboradas por dichas entidades
profesionales, con el fin de allanar la posibilidad de contratar a un abogado de confianza a personas con
capacidad económica limitada.
El sistema estará sujeto a la reglamentación que elaboren el Defensor Provincial y los Colegios
Profesionales, a cuyo cargo estarán las siguientes facultades y deberes:
1. Determinación de requisitos de postulación para el ingreso al Sistema, conforme a criterios de
transparencia, idoneidad técnica y moral para desempeñar la función, igualdad de oportunidades,
convocatoria abierta y pública.
2. Capacitación previa y continua de los postulantes a ingresar al Sistema.
3. Evaluación y selección de los postulantes, conforme a criterios de transparencia, idoneidad
técnica y moral para desempeñar la función, igualdad de oportunidades, convocatoria abierta y pública.
4. Seguimiento de la calidad de las prestaciones brindadas por los profesionales del mismo.
5. Fijación, a propuesta de los Colegios de Abogados, de los honorarios de los profesionales del
Sistema, los que deberán establecerse respetando la escala establecida en la ley de honorarios de
abogados y procuradores de la provincia de Santa Fe. .
6. Determinación de la modalidad de cobro de honorarios de las prestaciones brindadas por los
profesionales pertenecientes al Sistema, la que se ajustará a las pautas establecidas por la Ley Nº
12.851 o la que posteriormente sustituya o modifique.
Los profesionales de dicho sistema, estarán sujetos a las disposiciones de la presente Ley y del párrafo
segundo de este artículo.
El control del funcionamiento del Sistema estará sujeto a la reglamentación que elabore el Defensor
Provincial.

CAPÍTULO VII: ADMINISTRACIÓN GENERAL

ARTÍCULO 33.- Administrador General. Designación. Requisitos. Subordinación funcional. El Servicio


Público Provincial de Defensa Penal tendrá un administrador general que dependerá directamente del
Defensor Provincial. Le corresponde participar en todas aquellas actividades de elaboración,
administración y ejecución presupuestaria, y gerenciamiento de recursos materiales y humanos que le
sean encomendadas por el Defensor Provincial. Confecciona el informe anual de gestión previsto en la
ley, debiendo someterlo a aprobación del Defensor Provincial.
El cargo será desempeñado por un profesional universitario con título de contador público nacional,
licenciatura o equivalente en ciencias de la administración, con no menos de 5 (cinco) años de ejercicio
profesional.
Será designado por el Defensor Provincial, previo concurso de oposición y antecedentes, garantizando
transparencia, excelencia, celeridad, regionalización y participación ciudadana. Durará seis (6) años en
la función, pero podrá ser removido por el Tribunal de Disciplina por la comisión de faltas graves.

CAPÍTULO VIII: ESTRUCTURA AUXILIAR

ARTÍCULO 34.- Personal administrativo. El Servicio Público Provincial de Defensa Penal contará con
una estructura administrativa conformada con el personal administrativo necesario para el cumplimiento
de sus funciones.
El régimen de remuneración de los empleados administrativos, de mantenimiento y producción y
servicios generales del Servicio Público Provincial de Defensa Penal se regirá por la Ley Orgánica del
Poder Judicial y Ley Nº 11.196. El Defensor Provincial dictará las reglamentaciones pertinentes a los
fines de adaptar las estructuras del Servicio Público Provincial de Defensa Penal a las denominaciones
de la legislación vigente, manteniendo las equivalencias entre salario y cargo conforme las previsiones
de la ley 11.196.
La asistencia, licencias, y demás cuestiones relacionadas con el régimen de los empleados
administrativos, de mantenimiento y producción y servicios generales integrantes del Servicio Público
Provincial de Defensa Penal, se regirán por las mismas normas que regulan la materia con relación a
los demás integrantes del Poder Judicial.
Las mismas disposiciones regirán la designación, promoción y régimen disciplinario de sus empleados.

CAPÍTULO IX: ÓRGANOS DISCIPLINARIOS

ARTÍCULO 35.- Tribunal de Disciplina. El Tribunal de Disciplina se integrará de la siguiente manera:


1. Un representante del colegio de abogados de otra Circunscripción Judicial en que se desempeñe
el acusado.
2. Un senador y un diputado designados anualmente al efecto por sus Cámaras.
3. Un defensor regional de una circunscripción diferente a la que corresponde al acusado,
designado por sorteo.
4. El defensor provincial. Este último lo preside y vota sólo en caso de empate.
Un defensor regional de una circunscripción diferente de aquella a la que pertenece el acusado cumplirá
la función de acusador ante el Tribunal.
El procedimiento frente al Tribunal de Disciplina será el que se prevé en la presente ley.

SEMANA IX

LA JUSTICIA PENAL -

 Jurisdicción:

Alsina la define como el poder de aplicar la ley en casos concretos, mientras que Carnelutti , sostiene
que es un poder-deber concedido por la carta magna provincial y nacional a un funcionario; que en este
caso es el Juez- (para que este pueda ejercer dicha facultad debe estar investido de esa calidad por
los modos establecidos en la Constitución Provincial, y no deben existir causales de incompatibilidad)
Dice que es un poder-deber ya que su incumplimiento le puede acarrear un conjunto de sanciones
disciplinarias y administrativas.

 ARTÍCULO 36.-
Carácter y extensión.- La jurisdicción se extenderá al conocimiento de los hechos cometidos en
el territorio de la Provincia y afirmados como delictuosos por el actor penal, con excepción de
aquellos de jurisdicción federal o militar.

Se reafirma el criterio de territorialidad como delimitador de la jurisdicción, la misma es provincial,


salvo en las excepciones que debe ser Federal, o Militar (aunque la jurisdicción militar vendría a ser
“virtual”, solo están reservado a infracciones disciplinarias de quienes revisten la calidad de militar, de
otra manera, los tribunales militares son Inconstitucionales, no están integrados por jueces
independientes ,desconocen el derecho de defensa, son violatorios a nuestra constitución y a los
tratados con jerarquía)

 ARTÍCULO 37.-
Jurisdicciones especiales. Prioridad de juzgamiento.- Cuando se imputara a una misma persona
uno o más delitos cuyo conocimiento correspondiera al fuero federal o militar y otro u otros de
jurisdicción local, será juzgado primero en aquellas jurisdicciones especiales. Del mismo
modo se procederá en casos de delitos conexos.
Sin perjuicio de ello el proceso de jurisdicción local podrá sustanciarse simultáneamente con
el otro, siempre que no se obstaculice el ejercicio de las respectivas jurisdicciones o la defensa
del imputado.
El artículo habla de las imputaciones simultáneas o conexas.
Se le otorga prioridad al Federal, sin embargo se admite la sustanciación simultánea, siempre que el
mismo no genere obstáculos (usualmente se admite si hay proximidad geográfica entre ambas
jurisdicciones, sino de lo contrario podría haber complicaciones logística, por ej.: traslado del imputado)

 ARTÍCULO 38.-
Jurisdicciones comunes. Prioridad de juzgamiento.- Si a una persona se le imputara un delito de
jurisdicción local y otro correspondiente a la jurisdicción nacional de la Capital Federal o de otra
Provincia, primero será juzgada en esta Provincia si la persona se encontrara con prisión
preventiva o el delito aquí imputado fuera de mayor gravedad. Del mismo modo se procederá en
caso de delitos conexos.
Cuando la situación cautelar del imputado en las distintas jurisdicciones sea similar y los delitos
fueran de la misma gravedad tendrá prioridad en el juzgamiento el Tribunal que previno.

El artículo 20 del código nacional, le da prioridad de juzgamiento a la jurisdicción en que el delito


imputado sea de mayor gravedad.
Sin embargo nuestro código otorga la variable de dar prioridad a la jurisdicción santafesina por haberse
dictado prisión preventiva, por lo tanto esto último puede chocar con la regla de Gravedad del delito.
Por lo tanto puede darse:
-Imputado en prisión preventiva solo en Santa Fe  Jurisdicción provincial
-Estado equivalente en ambas jurisdicciones (en las 2 el imputado está en libertad o preventiva) 
Prevalecerá la jurisdicción en la que el delito sea de mayor gravedad
- Caso de equivalencias cautelares y punitivas (en las 2 el imputado esta el libertad o preventiva, y las
penas son iguales) La prioridad la tendrá el tribunal que previno.

 ARTÍCULO 39.-
Unificación de penas.- Cuando corresponda la unificación de pena, se procederá conforme a las
disposiciones del Código Penal, por el Tribunal de juicio o el Juez de ejecución según
corresponda.

Este artículo efectúa una remisión directa al art 58 del código penal.
En el mismo se establecen 2 supuestos:
-Caso de unificación de penas: Una persona que comete un delito mientras está cumpliendo una pena
impuesta por una sentencia condenatoria firme anterior al nuevo hecho el juez que pronuncia la
segunda condena debe unificar la pena con la anteriormente impuesta.
-Caso de unificación de Condenas: todos los delitos se cometen con anterioridad al dictado de una
sentencia condenatoria, caso de concurso real- material, en la que se viola el concurso, y se dictan
diferentes condenas por diferentes jueces, en este caso, el juez que condeno con Pena Mayor, deberá
dictar una única sentencia.

Alcances de la Jurisdicción Nacional:


JURISDICCION
Naturaleza y extensión
 Art. 18.- La competencia penal se ejerce por los jueces y tribunales que la Constitución nacional
y la ley instituyan, y se extenderá a todos los delitos que se cometieren en su territorio, o en alta
mar a bordo de buques nacionales, cuando éstos arriben a un puerto de la Capital, y de los
delitos perpetrados en el extranjero cuando sus efectos se produzcan en nuestro país o fueren
ejecutados por agentes o emplea- dos de autoridades argentinas en el desempeño de su cargo,
siempre con excepción de los delitos que correspondan a la jurisdicción militar. Es improrrogable
y se extiende al conocimiento de las contravenciones cometidas en la misma jurisdicción.

 Competencia.
Concepto: es la aptitud de proceder y decidir en un caso concreto. Es la manera de dividir el trabajo de
los jueces. Si bien todos tienen la misma potestad para resolver conflictos intersubjetivos aplicando la
ley, no todos tienen la misma competencia.
Habrá entonces una primer distinción, entre la materia penal respecto de las restantes, para luego
dentro del fuero volver a subdividir las tareas.
La competencia, debería limitarse a adjudicar los conflictos, partiendo de criterios racionales, como
puede serlo el territorio donde ocurren.
Corresponde señalar una primera característica de las normas de competencia en materia penal, que
rigen más allá de la voluntad de particulares o del propio Fiscal. Son de “orden público”, ya que la civil
por ejemplo no lo es en todos los casos. No existe en consecuencia la mal llamada “prorroga de
jurisdicción”.

 Criterios de competencia federal:


Es la propia Constitución Nacional en su art. 116 la que viene a fijar la competencia del Poder judicial de
la Nación.
Es correcto adoptar el criterio clasificador de la materia, el lugar y la persona, sobre todo cuando ese ha
sido el utilizado por la legislación procesal. Vale destacar que en un caso federal la competencia puede
ser atribuida por varias razones que concurren, es decir, ser al mismo tiempo competente por el lugar y
por la materia, o también por la persona.

 Art. 116.- Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el


conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la
Constitución, y por las leyes de la Nación, con la reserva hecha en el inciso 12 del artículo 75: y
por los tratados con las naciones extranjeras: de las causas concernientes a embajadores,
ministros públicos y cónsules extranjeros: de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima:
de los asuntos en que la Nación sea parte: de las causas que se susciten entre dos o más
provincias; entre una provincia y los vecinos de otra; entre los vecinos de diferentes provincias; y
entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero
 La competencia originaria y exclusiva de la Corte Suprema de Justicia de la Nación: Art. 117
CN.- “En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y
excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a
embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte, la
ejercerá originaria y exclusivamente.”

 En razón de la materia: hay competencia federal cuando el hecho afecta una norma que por su
categoría esta predispuesta para protección de un interés nacional. En la medida en que exista un
interés nacional en juego y que la actividad amenazada sea monopólica del Estado.
Se ha dicho que importa competencia federal todos los hechos que impliquen una ofensa a la soberanía
y seguridad de la Nación, como lo son los delitos que implican atentar contra la democracia. También
todos aquellos hechos que de alguna manera típica encuadren en delitos que terminen afectando las
rentas de la Nación.

 En razón del lugar: cuando el hecho se cometa en un lugar donde la Nación tenga un poder
exclusivo y excluyente. Ese territorio, cuando se encuentra en las provincias, es federalizado, por
compra o cesión que oportunamente se hiciera en favor de la Nación, la que ejercerá un poder pleno y
realmente efectivo.
La CSJN ha querido que el lugar cumpla una función de utilidad nacional. Pero además, el delito debe
vincularse con la directa afectación de ese interés que justificó la adquisición del territorio de la Nación.
Por lo que cualquier hecho cometido en el lugar será motivo de que actúen la justicia federal, tendrá que
surgir con evidencia una afectación a los fines que cumple el edificio o lugar.

 Por la condición de parte: sea el presunto autor del hecho o quien alega ser la víctima, si la
persona al momento del hecho, se encontraba invistiendo una calidad de jerarquía nacional y además,
estaba en ocasión del ejercicio de esa función, se considera afectada la soberanía de la Nación: en
consecuencia, hay competencia federal, aunque no concurran las otras razones (materia o lugar). En el
hecho debe estar siempre presente la posible afectación de un interés nacional, de lo contrario será
competencia provincial.
También adjudica competencia federal, luego de que se produzca el desafuero respectivo o que el
sujeto renuncia al privilegio, cuando se trate de los representantes de otros países (se debe contar con
la autorización del Estado al que pertenecen, quien incluso puede desaforarlos). Distinto es el caso de
que fueren victimas, donde allí se atribuye directamente competencia a la justicia federal sin necesidad
de ningún requisito previo a cumplimentar.

 Competencia Provincial:
Competencia material:
Competencia por grado, estado y materia:
 ARTÍCULO 40.-
Corte Suprema de Justicia.- Sin perjuicio de las funciones otorgadas por otras leyes, la Corte
Suprema de Justicia conoce del recurso extraordinario, y del recurso de revisión de sentencias
condenatorias o que apliquen una medida de seguridad en los procesos penales, en los casos
autorizados por este Código.
Competencia: Artículos de la constitución Provincial:
ART. 93. Compete a la Corte Suprema de Justicia, exclusivamente, el conocimiento y resolución de:
1- Los recursos de inconstitucionalidad que se deduzcan contra las decisiones definitivas de los
tribunales inferiores, sobre materias regidas por esta Constitución;
2- Los recursos contencioso-administrativos sometidos a su decisión en los casos y modos que
establezca la ley;
3- Los juicios de expropiación que promueva la Provincia;
4- Los recursos de revisión de sentencias dictadas en procesos criminales, en los casos autorizados por
la ley;
5- Las contiendas de competencia que se susciten entre tribunales o jueces de la Provincia que no
tengan un superior común;
6- Los conflictos de atribuciones planteados entre funcionarios del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial;
7- Los juicios de responsabilidad civil contra los magistrados judiciales;
8- Los recursos contra las decisiones del Tribunal de Cuentas en los casos y modos que establezca la
ley; y
9- Los incidentes de recusación de sus propios miembros.

 ARTÍCULO 41.-
Cámaras de Apelación en lo Penal.- Cada cámara de apelación, conocerá:
1) de los recursos que se interpongan contra las sentencias y resoluciones de los tribunales de
la investigación penal preparatoria, del juicio penal, de faltas y de ejecución penal
2) de las quejas
3) de los conflictos de competencia y separación;
4) en todo otro caso que disponga la ley.

 ARTÍCULO 42.-
División del trabajo de los jueces penales en razón de la materia.- Los jueces penales
entenderán en causas que involucren como imputados a personas mayores de dieciocho años
de edad y distribuirán su labor conformando Tribunales de la Investigación Penal Preparatoria,
de Juicio y de Ejecución Penal. Tal división de funciones será dispuesta por la reglamentación
respectiva.

Con la reforma, desaparece el fuero de instrucción, que es reemplazado por la investigación penal
preparatoria primer instancia. En la segunda instancia aparecen los tribunales de juicio, que pueden
ser uni o pluripersonales, y finalmente para la etapa ejecutiva los tribunales de ejecución, en la provincia
hay 3: Rosario , Santa fe , y Coronda
Otra de las formas de división de trabajo , es que el imputado haya cumplido 18 años en el momento de
la realización del hecho “el derecho penal es para los mayores de edad”

 ARTÍCULO 43.-
Tribunales de Juicio.- Los Tribunales de Juicio juzgarán todos los hechos afirmados como delitos
dolosos o culposos por el actor penal.
El Tribunal se integrará unipersonalmente, salvo cuando el fiscal o el querellante, en su caso,
hubiesen solicitado la aplicación de una pena privativa de libertad de doce (12) años o más, en
cuyo caso se integrará con tres jueces. La eventual modificación del pedido de pena en el
transcurso del juicio, no alterará la integración del tribunal.
También se integrará pluripersonalmente, cualquiera sea la pena solicitada, cuando la
complejidad del asunto o razones excepcionales así lo aconsejen.

Los tribunales de juicio podrán ser uni personales o plural, según la magnitud del caso, los delitos de
menos de 12 años de prisión son considerados normativamente como “leves” por lo que pueden ser
juzgados por un tribunal unipersonal.
Los momentos procesales que definen la integración del tribunal son: el requerimiento acusatorio del
actor penal, que deberá establecer cuál es el monto punitivo que pretende, el ofrecimiento de pruebas
en la audiencia preliminar donde la parte deberá expresar los motivos de solicitar un tribunal plural- la
decisión sobre la integración de tal tribunal será definido por el Juez de la IPP, o en el auto de apertura a
juicio.

 ARTÍCULO 44.-
Jurados.- Cuando se autorice el Juicio por Jurados, una ley determinará la forma en que se
integrarán en Colegio los Jurados, sus características, requisitos para la convocatoria y la fecha
de entrada en vigencia de esta forma de juzgamiento.

 ARTÍCULO 45.-
Tribunales de la Investigación Penal Preparatoria.- Los Jueces que integren los tribunales de la
Investigación Penal Preparatoria efectuarán un control de legalidad procesal y resguardo de las
garantías constitucionales de acuerdo a las facultades que este Código otorga, resolviendo las
instancias que formulen las partes y los incidentes que se produzcan durante esa etapa.

A consecuencia de la reforma, se extinguieron los jueces de instrucción, ocupando la función


investigativa el MPF, el fiscal entonces, o el querellante son los que deben promover y ejercitar la acción
penal y sustanciar la investigación.
Durante esta etapa(INVESTIGACION), el encargado de controlar , resguardar las garantías, resolver las
instancias e incidencias que se generen, es el juez de la IPP.
Dicho magistrado ejerce un control jurisdiccional, por ej.:
- Control de admisibilidad del criterio de oportunidad solicitado por el fiscal
- Sustanciara y resolverá todo lo relacionado con la suspensión del procedimiento a prueba, o de
las excepciones que pudiera interponer la defensa
- Dara curso y decidirá sobre cuestiones de jurisdicción y competencia que por vía inhibitoria-
declinatoria promuevan las partes
- Control de admisibilidad de constitución en querellante
- Declaración de rebeldía al imputado
- Despachara solicitudes de allanamiento u otras medidas
- Resolverá el pedido de prisión preventiva, decidirá sobre otras alternativas, atenuaciones,
cesaciones de tales medidas, etc.

 ARTÍCULO 46.-
Tribunal de Ejecución.- El Juez de Ejecución Penal tendrá a su cargo el control del cumplimiento
de las penas y medidas de seguridad y demás funciones que este Código les asigne, así como
la resolución de las instancias o incidentes que se formulen.

 ARTÍCULO 47.-
Determinación de la competencia por la edad - Para determinar la competencia por razón de la
edad, se tendrá en cuenta la fecha de comisión del hecho.

 ARTÍCULO 48.-
Jueces Comunales.- Solamente cuando no sea posible lograr la intervención inmediata del juez
penal, los jueces comunales serán competentes para controlar las diligencias de la investigación
penal preparatoria que no admitan demora, según las disposiciones de este Código.

La habilitación para que intervenga la justicia comunal , es solo ante la imposibilidad de intervención
inmediata del juez penal.
La ley establece que solo puede intervenir cuando:
La policía deba realizar: recolección de pruebas cuya naturaleza sea definitiva o irreproducible, el
imputado este individualizado, no resultare posible el control de la defensa por peligro inminente de
frustración de la medida.

 ARTÍCULO 49.-
Oficina de Gestión Judicial.- Los Jueces y Tribunales serán asistidos por una oficina judicial.
Sin perjuicio de las facultades e intervención de los Jueces previstas por este Código,
corresponderá al director o jefe de la oficina judicial, dirigiendo al personal auxiliar, organizar las
audiencias y debates que se fijen, citar y trasladar a las personas cuando fuera necesario,
ordenar las comunicaciones e informes pertinentes, y colaborar en todos los trabajos materiales
que el Juez o Tribunal le indiquen, dictando al efecto las disposiciones de mero trámite del caso;
las partes podrán cuestionarlas ante el juez, quien decidirá sin sustanciación alguna.
La oficina judicial deberá velar muy particularmente para evitar la frustración de audiencias que
fueran fijadas; a tales efectos contará con personal y medios que permitan ejecutar las
diligencias.

Competencia Territorial:

 ARTÍCULO 50
Reglas generales.- Será competente el Tribunal del lugar donde se afirma, con suficiente
fundamento, cometido o tentado el hecho con apariencia delictiva. En caso de delito continuado
o permanente, el del lugar en que cesó la continuación o permanencia. En caso de duda el que
hubiese prevenido.

Esta disposición establece el principio de quien es el juez natural: el del lugar del hecho, esto es lo más
conveniente, para la defensa, para la recolección de pruebas, para la víctima, etc.
El lugar de comisión del delito: cuando el delito es “cometido”?
3 teorías:
-Manifestación de voluntad: donde se exteriorizo la acción, donde es ejecutada , sería el lugar donde
el autor contradijo el derecho.
-El resultado: donde se consuma el hecho, sin embargo es criticada ya que los hechos tentados, no
tienen resultado, o los de mera actividad tampoco
- Ubicuidad o equivalencia: el hecho se considera cometido tanto donde se produjo la manifestación
de voluntad como donde ocurrió su resultado.
Este es el criterio seguido por nuestro código penal art 1, que establece que la ley penal es aplicable a
los hechos cometidos, o cuyos efectos hayan de producirse en el territorio argentino.
Sin embargo el criterio del código procesal y jurisprudencial ha sido el de “el resultado”, aunque la corte
fue cambiando el criterio, acercándose a la teoría de la ubicuidad.

Para el caso de los delitos continuados, el código establece donde hubiesen cesado, y en caso de duda
“el que hubiese prevenido” donde se ordenaron las primeras diligencias de carácter investigativo.
Erbetta dice, que en caso de duda, deberá de estarse a favor de la jurisdicción que promete mayores
resultados para la realización del principio de defensa, para la averiguación de la verdad, por la
proximidad de los elementos de prueba, etc.

 ARTÍCULO 51.-
Competencia del Tribunal de la Investigación Penal Preparatoria.- Las medidas cautelares de
pruebas a producir durante la investigación penal preparatoria, y que requieran intervención
jurisdiccional, deberán solicitarse a los Tribunales con competencia territorial en el lugar donde
deban practicarse.

Esta norma refiere por ejemplo a la recolección de evidencia, o cuando se requiera la intervención
necesaria de un órgano jurisdiccional para la producción de una prueba , en tales casos, se solicitara al
tribunal con competencia territorial en el lugar donde se debe concretar la medida, que mediante
exhortos u oficios ordene la concreción de las mismas . Por lo tanto puede darse la intervención de uno
o más tribunales de IPP, por ejemplo un delito cometido en Rosario , pero que las pruebas se
encuentran en Santa fe, al de Rosario el fiscal deberá solicitarle la detención del imputado, y al de
Santa Fe la orden de allanamiento.

 ARTÍCULO 52.-
Declaración de incompetencia.- El Tribunal que hiciera lugar a una excepción de incompetencia
territorial, deberá remitir la causa al competente, poniendo a su disposición los imputados que
estuvieran bajo prisión preventiva, sin perjuicio de despachar las medidas urgentes de
investigación que le hubieran solicitado.

Solo se habilita a interponer excepción de incompetencia durante la IPP.


Una vez receptado el planteo excepcionante, la perdida de jurisdicción es inmediata, y se debe poner en
disposición del competente a quienes se encuentren en prisión preventiva.
Las medidas urgentes solo podrán ser despachadas A pedido de parte.

 ARTÍCULO 53.-
Efectos de la declaración de incompetencia.- La declaración de incompetencia territorial no
producirá la invalidación de los actos de investigación cumplidos antes de pronunciarse aquella.

Las medidas anteriores son validas, las realizadas posteriormente a la declaración de incompetencia no
SALVO aquellas urgentes que fueron solicitadas por las partes.

 ARTÍCULO 54.-
División del trabajo en función de la competencia territorial.- Los jueces penales ejercerán su
función en los límites territoriales que establezca la reglamentación respectiva.

 Competencia por conexidad y acumulación:

 ARTÍCULO 55.-
Unificación del Tribunal de Juicio.- En caso de pluralidad de causas por hechos de competencia
provincial que den lugar a acción de igual naturaleza, podrán tramitarse ante un mismo Tribunal
de Juicio, a instancias del Ministerio Público Fiscal y del imputado:
1) cuando a una persona se le imputara más de un delito; este inciso es un caso de :
CONEXIDAD SUBJETIVA, se puede unificar ante cualquier tribunal de juicio de la
provincia las causas contra una misma persona.
2) cuando los delitos imputados se afirmaran cometidos simultáneamente por varias personas
reunidas o en distintos lugares y tiempo mediando acuerdo entre ellas CONEXIDAD
OBJETIVA: acumulación por simultaneidad de comportamientos delictivos, llevados a
cabo coordinadamente y previo acuerdo , por varias personas en un mismo lugar (ej.
Lesiones reciprocas), o en distintos lugares (amenazas telefónicas).
3) cuando un delito se afirmara cometido para perpetrar otro, facilitar su comisión o procurar
para sí o para otra persona su provecho o impunidad. CONEXIDAD OBJETIVA: cuando una
conducta delictiva se encuentra vinculada con otro delito, ya sea para su facilitación,
consumación, impunidad, etc.

La tramitación conjunta de las actuaciones ya no resultaría imperativa, sino que su operatividad parece
condicionarse a instancia de parte, y solo rige para la etapa del juicio.
Los supuestos previstos solo deben entenderse referidos a hipótesis cuando los hechos ocurren en
distintos lugares de la provincia, en tanto, es regla general que todos los hechos cometidos por una
misma persona deben ser juzgados en un mismo proceso cuando forman parte de una imputación
jurídico penal plural(concurso material) o una pluralidad de hechos que solo posibilitan una imputación
única (delito continuado), o cuando la unidad delictiva viene dada por el propio factor normativo (ej.:
homicidio criminis causa)
Por lo tanto, las investigaciones que deban hacerse a una misma persona por diferentes delitos, en
puntos distantes de la provincia, serán efectuadas por las respectivas competencias territoriales.
De manera coincidente, solo se acumularan JUICIOS, no investigaciones, si las partes prestan expreso
acuerdo para ello.
La conexidad puede ser:
-Objetiva: los hechos delictivos tienen vinculación entre sí.
-Subjetiva: el vínculo se da entre las personas en investigación.
Como requisito de admisibilidad al pedido unificatorio, las causas ligadas deben originar acciones de
igual naturaleza, (todas privadas, o publicas)

 ARTÍCULO 56.-
Tribunal competente.- En los casos del artículo anterior, entenderá aquel Tribunal de Juicio
competente según la regla general del artículo 50, donde el Ministerio Público Fiscal decidiera
acumular sus pretensiones penales.

Ante casos conexos el fiscal puede decidir si acumula sus pretensiones ante un mismo tribunal y ante
que órgano concreto procede tal acumulación.
Tal norma nos remite al art 50. Se le asignara competencia al órgano territorial donde el delito se
cometió, o tentó, o donde ceso, etc.
La defensa puede no dar su conformidad de unificar.

 ARTÍCULO 57.-
Acumulación de pretensiones.- El Ministerio Público Fiscal procederá a acumular sus
pretensiones penales ante un mismo Tribunal de Juicio siempre que así se atienda a una mejor y
más pronta administración de justicia y no se afecte la inviolabilidad de la defensa en juicio.

Se establecen las condiciones que deben darse para que el fiscal proceda a solicitar unificación
La parte que se sienta afectada por la acumulación, podrá oponerse, debiendo establecer la cuestión en
la audiencia preliminar, lo resolverá el juez de la IPP, cuando disponga la apertura a juicio.

 RELACIONES JURISDICCIONALES
 Cuestiones de Jurisdicción y Competencia:

 ARTÍCULO 58.-
Tribunal competente.- Si dos Tribunales se declarasen simultánea y contradictoriamente
competentes o incompetentes, el conflicto será resuelto por la Corte Suprema de Justicia
cuando no tengan un superior común, y por este último en los demás supuestos.

Pueden darse conflictos positivos o negativos de competencia (según los tribunales se declaren ambos
competentes o incompetentes)
Cuando esto suceda y se trate de tribunales de primer instancia de distintas circunscripciones, lo
resolverá la corte suprema, si están en la misma circunscripción, lo resuelve la cámara de esta.
Si el conflicto se genera en tribunales de segunda instancia, lo resolverá la corte también, ya que este
es el superior de estas últimas.

 ARTÍCULO 59.-
Promoción.- Sin perjuicio de la facultad del Tribunal de examinar de oficio su propia
competencia, las partes podrán promover la cuestión por inhibitoria ante el Tribunal que
consideren competente o por declinatoria ante el que estimen incompetente
El que optara por uno de estos medios no podrá abandonarlo y recurrir al otro, ni emplearlos
simultánea o sucesivamente.
El planteamiento será inadmisible si no expresa que no se ha utilizado el otro medio, y si
resultara lo contrario, será condenado en costas, aunque aquélla se resuelva a su favor o sea
abandonado.

Cualquiera de las partes puede realizar planteos de competencia, tanto el fiscal, querellante, o defensa.
Puede plantearse por vía Inhibitoria: ante el que estimen competente , se pretende una conducta
positiva: que se declare competente y que solicite al tribunal donde se encuentran radicadas las
actuaciones que se le remitan, por razones debidamente explicadas y fundamentadas.
O a través de la vía Declinatoria: se impone ante el tribunal de trámite, para que se declare
incompetente, conducta negativa, y también, remita las actuaciones.
La elección es única, y una vez ejercida es irretractable.
Se debe manifestar que la vía elegida es la única ejercida, bajo sanción de inadmisibilidad (aunque es
solo un requisito formal, por lo que si la circunstancia no es advertida por el tribunal y la cuestión es
admitida, no afectara el procedimiento realizado ); si esta manifestación no se realiza, y la causa
admitida, o si la manifestación fue falaz, ejerciendo también la otra vía , cargara con las costas aunque
triunfe en su petición o la abandone con posterioridad.

Si la parte sancionada en costas, por haber realizado la doble vía, u otro supuesto, el caso que
diferentes sujetos hubiesen hecho uso de diferentes vías (defensa la inhibitoria, fiscal declinatoria),
cualquiera sea el caso, se diese resoluciones contradictorias (ambos se declaran incompetentes), ante
ausencia legal, se establece que el conflicto será resuelto por el superior común, o en su defecto por la
corte.
Código Nacional: dice que no lo resolverá el superior, sino que se estará ante quien hubiese dictado la
resolución primero.
 ARTÍCULO 60.-
Oportunidad.- Las cuestiones de competencia podrán ser promovidas en cualquier estado de la
Investigación Penal Preparatoria.

La ley autoriza a interponer cuestiones de competencia hasta la finalización del procedimiento


intermedio, las partes introducen las cuestiones a debatir en la audiencia preliminar, y habrán de ser
resuelta por el tribunal de la IPP.

 ARTÍCULO 61.-
Declinatoria.- La declinatoria se sustanciará como excepción de previo y especial
pronunciamiento.

Por escrito, con todas las pruebas , se convocara a audiencia oral y pública, en la que luego de
producirse las pruebas y alegar, se dictara resolución que podrá ser apelada.

 ARTÍCULO 62.-
Inhibitoria.- Cuando se promueva la inhibitoria se observarán las siguientes reglas:
1) el Tribunal ante quien se proponga resolverá dentro del tercer día, previa vista al Fiscal por
igual término;
2) cuando se deniegue el requerimiento de inhibición, la resolución será apelable;
3) cuando se resuelva librar oficio inhibitorio, con él se acompañarán las piezas necesarias para
fundar la competencia;
4) el Tribunal requerido, cuando reciba el oficio inhibitorio, resolverá previa vista por tres días a
las partes. Cuando haga lugar a la inhibitoria, su resolución será apelable. Si la resolución
declara su incompetencia, los autos serán remitidos oportunamente al Tribunal que la propuso,
poniendo a su disposición al imputado y a los elementos de convicción que hubiere;
5) si se negara la inhibición, el auto será comunicado al Tribunal que la hubiera propuesto, en la
forma prevista en el inciso 4, y se le pedirá que conteste si reconoce la competencia o, en caso
contrario, que remita los antecedentes al Tribunal competente para dirimir el conflicto;
6) recibido el oficio expresado en el inciso anterior, el Tribunal que propuso la inhibitoria
resolverá en el término de tres días y sin más trámite, si sostiene o no su competencia. En el
primer caso, remitirá los antecedentes al Tribunal competente para resolver el conflicto y se lo
comunicará al Tribunal requerido para que haga lo mismo con las actuaciones; en el segundo,
se lo comunicará al competente remitiéndole todo lo actuado;
7) el conflicto será resuelto dentro de tres días, previa vista por igual término al Ministerio
Público Fiscal, remitiéndose de inmediato la causa al Tribunal competente.

 ARTÍCULO 63.-
Efectos.- Las cuestiones de competencia no suspenderán la Investigación Fiscal Preparatoria,
que será continuada:
1) ante el Tribunal que primero conoció en la causa;
2) si dos Tribunales hubieran tomado conocimiento de la causa en la misma fecha, por ante el
requerido de inhibición.
Las cuestiones propuestas antes de la fijación de la audiencia para el debate suspenderán el
proceso hasta la decisión del incidente, sin perjuicio de que el Tribunal haga lugar al anticipo de
prueba previsto por este Código.

Se establece la regla de la impostergabilidad de los actos de la investigación penal preparatoria, y se


establece ante quienes continuara el proceso.
El último párrafo establece que en las cuestiones de competencia que aun no obtuvieron
pronunciamiento jurisdiccional al momento de la fijación de la audiencia para el debate, generan la
paralización del trámite hasta que se dicte la resolución correspondiente.
Las partes pueden interponer excepciones, hasta cinco días después de notificada la convocatoria para
la celebración de la audiencia preliminar último momento donde pueden objetar la competencia.
La única actividad jurisdiccional que no alcanza la disposición suspensiva del trámite, es la recolección
anticipada de prueba, si se reúnen los requisitos (art 298), esto es así, por que podrían llegar a
frustrarse, posee el mismo espíritu que el art 52 “medidas urgentes”.
 ARTÍCULO 64.-
Validez de los actos.- Al resolver el conflicto, el Tribunal determinará, si correspondiera, qué
actos del declarado incompetente no conservan validez.

Todo lo actuado por el tribunal que es declarado incompetente es válido, salvo que el nuevo tribunal
declarado competente decida invalidar determinados actos, pero esta facultad no es absoluta, los actos
que el incompetente hubiese realizado con urgencia, y la prueba jurisdiccionalmente anticipada(último
párrafo 63) , seguirán siendo validos.
La facultad invalidatoria es temporal, el nuevo tribunal tendrá 5 días después de la resolución del
conflicto que determino su competencia, transcurrido ese plazo sin que este invalide, o sin que la parte
interesada solicite invalidez- todo queda convalidado.

 ARTÍCULO 65.-
Cuestiones de jurisdicción.- Las cuestiones de jurisdicción con jueces nacionales, militares o de
otras provincias se resolverán conforme a lo dispuesto anteriormente para las de competencia,
con arreglo a la ley nacional o tratados interprovinciales que existieran.

Esta norma habla de la hipótesis de colisión de competencia entre tribunales santafesinos, y federales,
o de otras provincias.
Para el caso de estos conflictos, el superior común será la C.S de la nación.

 Extradición:
 ARTÍCULO 66.-
Requerimiento a tribunales del país.- Cuando un Tribunal pidiera a otro del país la
extradición de un imputado o condenado por un delito, se procederá conforme a la ley
respectiva.

Regula la extradición provincial, e internacional pasiva es competencia de los tribunales federales, se


solicita la entrega de un imputado para juzgarlo en otro país.
Extradición interprovincial: es pedido un imputado por otra provincia, para juzgarlo, o para encarcelarlo.
Es una obligación reciproca de las provincias establecida en nuestra CN.
Requisitos del pedido: mención de la denominación del tribunal, nombre del juez y secretario
interviniente, datos de la persona requerida, numero de la causa, carácter de detención (comunicado-
incomunicado)

 ARTÍCULO 67.-
Requerimiento a tribunales extranjeros.- Si el imputado o condenado se encontrara en
territorio extranjero, la extradición se tramitará por vía diplomática con arreglo a los
tratados, las leyes nacionales, al principio de reciprocidad o las costumbres
internacionales, y las disposiciones de este Código.

Extradición activa tribunal argentino requiere a un imputado o condenado que reside temporal o
permanentemente en el extranjero, para someterlo a juicio o aplicar condena.
Juez de la causa, deberá librar una orden de detención con los hechos, la calificación legal, y los
motivos de por qué se sospecha de tal persona lo remitirán al ministerio de relaciones exteriores.
Es posible que la extradición del juez santafesino sea denegada por tener tal estado extranjero, la regla
de la nacionalidad pasiva, y proceder a juzgarlo este (siempre que este sea nacional de aquel país).
El poder ejecutivo decidirá si acepta tal juzgamiento, en cuyo caso se podría solicitar al juez santafesino
que envie copias del expediente y pruebas recolectadas.
El tiempo de privación de libertad que demande el proceso de extradición, deberá ser computado por el
juez.

 Inhibición y recusación:

Inhibición exclusión voluntaria por parte del juez.


Recusación exclusión forzosa
Estos institutos buscan lograr la imparcialidad, e independencia de los jueces.
Los jueces deben estar totalmente ajenos a los intereses de las partes, ante cualquier temor de perder
la neutralidad, procederán estos institutos.
Es una garantía del debido proceso la imparcialidad, y del derecho de la defensa, es una exigencia de la
forma republicana de gobierno, y se haya comprendida en los tratados con jerarquía internacional.

 ARTÍCULO 68.-
Oportunidad y motivos de inhibición.- El Juez deberá inhibirse de conocer en la causa en
cuanto advirtiera la existencia de cualquier circunstancia que, por su objetiva gravedad, pudiera
considerarse que afecta su imparcialidad, aunque hubiera tomado intervención antes.
Podrán invocarse, entre otros, los siguientes motivos de separación:
1) haber pronunciado en el mismo proceso o concurrido a pronunciar sentencia, auto de mérito o
dictado prisión preventiva, o haber intervenido en él como acusador, defensor, mandatario,
letrado, representante legal, perito o asesor técnico, o haber sido denunciante del hecho objeto
del proceso, o haberlo conocido como testigo fallos Llerena, Quiroga, fraticceli, no podrán
formar parte del tribunal quienes hayan intervenido anteriormente de cualquier modo, o
en otra función, o en otra instancia de la misma causa.
Auto de merito debe entenderse cualquier decisorio, ej.: solicitud de suspensión del juicio a
prueba, dictado de prisión preventiva como juez de IPP, haber sido miembro del tribunal en
juicio no podrá luego formar parte de la cámara de apelaciones o corte suprema que luego
revise el asunto.
2) tener interés en el proceso, él, su cónyuge o persona con quien mantenga vida conyugal, o sus
parientes en cualquier grado de la línea recta y hasta el cuarto grado de la línea colateral.- parientes
por afinidad, quedan fuera
3) ser o haber sido cónyuge o pariente en los grados preindicados con alguno de los interesados,
mantener o haber mantenido vida conyugal, o ser o haber sido tutor o curador o haber estado bajo
tutela o curatela de dichas personas;
4) haber dado recomendación sobre el proceso o haber emitido opinión después de conocerlo, aunque
ello haya sido consecuencia de una disposición legal;
5) tener él o las personas indicadas en el inciso segundo, juicio pendiente iniciado con anterioridad
contra alguno de los interesados en el proceso o sociedad o comunidad con ellos, salvo los supuestos
de sociedad anónima y las que por sus características no le impidan conocer el proceso con
imparcialidad;
6) antes de comenzar el proceso haber sido denunciante, querellante o acusador de alguno de los
interesados o denunciados, o querellado o acusado por ellos, salvo que circunstancias posteriores
demostraran armonía entre ambos;
7) haber sido sometido, como Magistrado y con anterioridad al proceso, a enjuiciamiento por denuncia
formulada por alguno de los interesados;
8) tener con el imputado, el querellante, el ofendido, el damnificado o el responsable civil, amistad
íntima que se exteriorice por frecuencia de trato, o enemistad grave y manifiesta con los mismos, salvo
que proviniera de ataques u ofensas que se le hubiesen inferido después de comenzada su
intervención;
9) haber recibido él, su cónyuge o persona con quien mantenga vida conyugal, padres, hijos u otras
personas que vivan a su cargo, beneficios de importancia de algunos de los interesados.

 ARTÍCULO 69.-
Interesados.- A los fines del artículo anterior, se considerarán interesados el representante del
Ministerio Público Fiscal, el imputado, el querellante, el ofendido, el damnificado y el
responsable civil.

El ofendido se identifica con la víctima, el titular del bien jurídico lesionado, debe diferenciarse de
damnificado, que es más amplio

 ARTÍCULO 70.-
Trámite de la inhibición.- Cuando el Juez que se inhiba fuera del Tribunal de la Investigación
Penal Preparatoria, remitirá la causa, por decreto fundado, al que deba reemplazarlo; éste
proseguirá su curso de inmediato, sin perjuicio de remitir los antecedentes pertinentes a la
Cámara de Apelación si estimara que la inhibición no tiene fundamento. La Cámara, en su caso,
averiguará verbalmente el hecho y resolverá la incidencia sin otro trámite.
Cuando el Juez que se inhiba forme parte de un Tribunal colegiado, pedirá se disponga su
apartamiento y se dispondrá la integración del Tribunal, el que resolverá del mismo modo que en
el supuesto anterior.

Quien se auto inhiba enviara las actuaciones al que debe sustituirlo, el receptor deberá continuar con el
trámite de la causa, despachando las medidas urgentes, si cree que no le corresponde intervenir, lo
remitirá al tribunal de alzada que ambos tengan en común (puede ser la cámara de apelaciones, o corte
suprema, depende el caso), este ultimo sumariamente y en modo verbal determinara cual es el tribunal
que debe hacerse cargo
Si fuese tribunal colegiado, el propio órgano resolverá, y quien hubiese sido convocado, no podrá
inhibirse ni recusarse.

 ARTÍCULO 71.-
Recusación.- Las partes y sus representantes, podrán recusar al Juez sólo cuando invoquen la
existencia de alguno de los motivos enumerados en el artículo 68.
En caso de sustitución o nueva designación del abogado defensor, mandatario o letrado con otro
que dé lugar a una causa de separación, no procederá la recusación.

La recusación es un mecanismo entregado a las partes, cuando estas creen que un juez no puede
intervenir, o que no corresponde que prosiga en el trámite.
No permite la norma cuando se nombra un nuevo abogado solicitar recusación, esto es para evitar
maniobras fraudulentas para evitar determinados jueces.
Sin embargo el juez puede excusarse.

 ARTÍCULO 72.-
Oportunidad, forma y prueba de la recusación.- La recusación deberá oponerse, bajo condición
de admisibilidad, por escrito, con indicación precisa de los motivos, y en su caso de las pruebas
ofrecidas ( REQUISITOS FORMALES) la prueba se producirá luego en la cámara de
apelaciones.
dentro del plazo de tres días de la primera intervención en el procedimiento, salvo que en este Código
se establezca un plazo distinto ; En caso de reemplazo del Juez o nueva integración del Tribunal, la
recusación deberá ser propuesta dentro del mismo plazo a contar desde que se haya producido el
reemplazo o notificada la nueva integración.(REQUISITO TEMPORAL).
Sin embargo, la recusación que se fundamentara en una causal producida o conocida después, podrá
deducirse dentro de los tres días a contar desde su producción o conocimiento.

Si no cumple con los requisitos (ya sean formales, o no hay legitimación, o caduco la posibilidad de
interponerlo)  se declara inadmisible .

 ARTÍCULO 73.-
Trámite de la recusación.- Si el Juez admitiera la recusación se observará lo dispuesto en el
artículo 70.
Si no la admitiera formará incidente con el escrito de recusación y la providencia de rechazo,
que remitirá a la Cámara de Apelación.
Previa audiencia en la que se recibirá la prueba e informarán las partes, la Cámara resolverá el
incidente dentro de las cuarenta y ocho horas.

Interpuesta la recusación, el juez la verificara, si considera reunidos los requisitos, remitirá los autos
mediante decreto fundado al reemplazante que corresponda (tramite del art 70).
En caso contrario , el recusado formara incidente lo remitirá a la cámara de apelaciones, que resolverá
dentro de las 48hs.

 ARTÍCULO 74.-
Recusación de Juez de Tribunal colegiado.- Para resolver la recusación admitida por un Juez
que forma parte de un Tribunal colegiado, se observará lo dispuesto en la segunda parte del
artículo 70. Si no la admitiera, integrado que fuera el Tribunal, y previa audiencia en la que se
recibirá la prueba e informarán las partes, en su caso, se resolverá la recusación dentro de las
cuarenta y ocho horas, sin recurso alguno.
Si el recusado acepta el planteo, se apartara, y el tribunal designara un nuevo miembro, este tribunal
con el nuevo miembro observara la recusación, y verbalmente decidirán sobre la desestimación (el
tribunal conservara su conformación original), o aceptación de la misma (genera la definitiva
incorporación del nuevo miembro).
Si no acepta el planteo, se procede de la misma forma.

 ARTÍCULO 75.-
Recusación no admitida durante la Investigación Penal Preparatoria.- Si la recusación se
intentara durante la Investigación Penal Preparatoria y el Juez no la admitiera, continuará su
intervención, pero si se hiciera lugar a la recusación los actos por él ordenados durante el
trámite del incidente, serán invalidados si el recusante lo pidiese dentro del plazo de veinticuatro
horas a contar desde que las actuaciones llegaran al Tribunal que deba actuar.

Si la cámara de apelaciones le da la razón a quien pretende recusación, pueden invalidarse los actos
realizados por el juez de la IPP realizados mientras se tramitaba el incidente de recusación .

 ARTÍCULO 76.-
Límites a la recusación e integración del Tribunal.- No podrán inhibirse ni ser recusados los
jueces que integren el Tribunal para resolver la recusación.
Resuelta la separación de un miembro, el Tribunal seguirá interviniendo en el proceso, sin
perjuicio de la procedencia de causales de inhibición y recusación que correspondieran.

Lo que se pretende es evitar que el tramite se paralice con planteos dilatorios reiterados., a los únicos
fines de resolver el planteo recusa torio, el tribunal quedara integrado por un juez de sorteo, o al que
legalmente le correspondiese.

 ARTÍCULO 77.-
Efectos.- Producida la separación, aunque posteriormente desaparezcan los motivos que la
determinaron, la intervención de los nuevos Magistrados será definitiva.

No puede ser revisada ni cuestionada, aun cuando las circunstancias hubiesen cambiado (enemigos
que se amigan)

 ARTÍCULO 78.-
Separación de los Secretarios.- A pedido de parte o del propio funcionario, si mediara alguna de
las causales previstas en este Capítulo, el Tribunal podrá separar al Secretario previa
averiguación verbal del hecho, sin recurso alguno.
 ARTÍCULO 79.-
Costas y sanción.- Cuando la recusación fuera desestimada, además de la condena al pago de
las costas del incidente, al recusante podrá aplicársele sanción de hasta quince días multa si
aquélla fuera calificada de maliciosa, de la cual responderán solidariamente la parte y su letrado.

Habla de las consecuencias del rechazo de la recusación, además de las costas, se podrá aplicar
sanción de 15 días multa será facultad del juez, es en los casos que los letrados actúan
maliciosamente para dilatar el proceso, aunque también se duda de la constitucionalidad del articulo
la amenaza de la represalia restringe a las partes del derecho del juez imparcial

LOS JURADOS. POPULAR. ESCANDINADOS.

“Juicio por jurados”

Entre los países que conforman “Estados de derecho”, que sus poderes se someten a una ley que los
limita en materia de composición de Tribunales dedicados a aplicar el derecho penal, es posible
encontrar tres sistemas: el primero, es el tribunal del “Jurado popular” compuesto por ciudadanos
comunes que interrumpen sus actividades para asumir inusualmente esa función; luego llegan los
jueces técnicos, que con carácter permanente acceden a la función luego de obtener una capacitación
que se presume a partir del título de abogados. Sin embargo los dos sistemas, si bien para muchos
países son antagónicos, en otros coexisten conformando dos labores perfectamente diferenciadas para
resolver el mismo caso. Un tercer sistema, es el que se puede considerar mixto, donde legos y técnicos
están integrados en un solo tribunal que resuelve tanto las cuestiones de hecho con las de derecho. Se
los denomina jurado escabinado.

La Constitución Argentina prescribe que la justicia penal debe ejercerse por medio de un tribunal de
jurados. Con ello se trata de garantizar la participación del pueblo en la administración de justicia penal.
A través de esta regulación, el legislador constitucional argentino pretende alcanzar el objetivo
perseguido desde la Revolución Francesa, según el cual, y en aplicación del principio de la división de
poderes, la independencia de la administración de justicia con respecto al ejecutivo debe garantizarse y
controlarse especialmente a través de la participación de legos en el proceso penal. La única forma de
participación ciudadana en el Poder judicial sería a través del jurado como forma de administrar justicia.
Resulta una herramienta para evitar los abusos de poder, fundamentado en la soberanía popular y en el
derecho subjetivo de los ciudadanos a ser juzgados por sus pares.
En nuestra provincia, el nuevo código procesal penal hace referencia al juicio por jurados en el art. 4 y
44.

La Constitución Nacional consagra el juicio por jurados en tres artículos:

Art. 24: "El Congreso promoverá la reforma de la actual legislación en todos sus ramos, y el
establecimiento del juicio por jurados";

Art. 75: "Corresponde al Congreso:


Inciso 12: (…) y especialmente leyes generales para toda la Nación (…) y las que requiera el
establecimiento del juicio por jurados";

Art. 118: "Todos los juicio criminales ordinarios, que no se deriven del despacho de acusación
concedido en la Cámara de Diputados se terminarán por jurados, luego de que se establezca en la
República esta institución. La actuación de estos juicio se hará en la misma provincia donde se hubiera
cometido el delito; pero cuando éste se cometa fuera de los límites de la Nación, contra el Derecho de
Gentes, el Congreso determinará por una ley especial el lugar en que haya de seguirse el juicio".

Tipos de Jurado:

Es a partir de la forma en la que los ciudadanos participan en el procedimiento que se establecen las
diferentes categorías.
En el mundo en general y particularmente en Europa, se observan tres sistemas de jurado diferentes: el
modelo anglosajón, el jurado escabinado y el sistema mixto.

Sistema Anglosajón: sistema “puro”, “tradicional”. Un grupo de ciudadanos legos, dirigidos por un
magistrado, conocen los hechos y se pronuncian sobre la totalidad de los mismos, a continuación, un
magistrado técnico determinará qué pena corresponde al veredicto emitido por el jurado.

El escabinado: concurren Legos y magistrados técnicos, constituyendo todos ellos un colegio que
conoce y enjuicia la totalidad del procedimiento: el juicio oral, la culpabilidad o absolución y el
establecimiento de la pena, así como la posible responsabilidad civil. En este sistema el hecho
enjuiciado y el derecho no se encuentran disociados. Las decisiones son adoptadas por mayoría, así
todos los aspectos del juicio quedan en la esfera de competencia del tribunal compuesto por los jueces
técnicos y los legos.

El Jurado mixto: combina características del jurado anglosajón y del escabinado: el procedimiento
sigue la estructura del jurado puro durante todo el proceso hasta la determinación de la sentencia,
momento en el que se toma la estructura del escabinado. Los jueces legos, ellos solos, determinan la
culpabilidad o inocencia, luego, si el veredicto es de culpabilidad, se forma un escabinado, en el que los
jueces legos y los jueces técnicos determinan la pena aplicable al veredicto.

Los argumentos empleados a favor y en contra de la constitución del tribunal del jurado pueden
resumirse de la siguiente manera:

A favor se advierte que el jurado es una muestra representativa de la sociedad, sin discriminación por
razones de raza o cualquier otro motivo arbitrario en su selección, y de una participación no
influenciada, constituyendo un cuerpo heterogéneo llamado a “procesar” todos los discursos que tienen
lugar en el juicio penal, luego de lo cual pronuncian el propio, que tendrá que encuadrarse a las
directivas del juez técnico, el que a su vez se deberá adecuar al de la ley. El jurado constituye un
excelente “receptor” de los discursos de las pruebas: ello porque en general son discursos que
provienen de personas que no necesariamente poseen una preparación universitaria, y entonces son,
precisamente, sus pares quienes están en mejores condiciones de interpretarlos. Para la práctica de la
prueba, instrucciones, preguntas e informes, la materia ha de ser elaborada de forma inteligible, lo cual
contribuye al acercamiento de la justicia al pueblo.
Los tribunales de jurados garantizan el principio de inmediación. Dado que los miembros del jurado no
conocen las actas, el edificio de la prueba ha de construirse desde el comienzo.
Al ser competente para el enjuiciamiento de los hechos que le son atribuidos, el jurado descarga al juez
de trabajo y hace desaparecer su sobrecarga, tanto humana como técnica.

En contra del jurado se argumenta que, debido al derecho que tienen las partes a recusar, la
constitución del órgano decisor tiene lugar según criterios subjetivos.
La ausencia de deber de motivación excluye ampliamente la posibilidad del examen posterior de las
cuestiones de hecho por los tribunales competentes para conocer de los recursos.
Los jurados no se sienten tan estrechamente vinculados por la ley como los jueces. Es cierto que esto
puede ser también una ventaja, ya que así pueden hacerse valer en la sentencia los valores sociales
vigentes. Sin embargo, la labor del órgano decisor no consiste en confrontar su concepción del derecho
con la del legislador.
A pesar del entusiasmo de los medios en favor de esta institución, los cuales, en no pocas ocasiones,
dan demasiada importancia a su valor simbólico a causa de la actualidad palpitante de determinadas
causas penales y de los altos niveles de audiencia que genera; a pesar de ello, no podemos cerrar los
ojos ante el hecho de que nos hallamos ante un órgano de decisión compuesto de una forma irracional,
el cual atiende a motivos externos (por tanto no relacionados con el caso) a la hora de tomar su
decisión, la cual a menudo es meramente casual (es decir, fundada en su sentido de la justicia en vez
de en el derecho vigente). Nos hallamos ante un órgano que, tal vez, garantice la justicia como un ideal,
pero que se identifica menos con la justicia como medio de consecución de la verdad material. Puede
que el jurado haga posible la justicia del proceso, pero no necesariamente la justicia de la sentencia. Un
ordenamiento procesal justo no debería obligar a nadie a someterse a este proceso, sino que ha de dar
también la posibilidad del enjuiciamiento por jueces profesionales. En cualquier caso, la introducción de
esta institución, cuyo valor simbólico prevalece ante su eficiencia práctica, sólo debería tener lugar tras
haber sido objeto de una profunda reflexión.

Conclusión

Teniendo en cuenta que hay tres normas constitucionales vigentes en lo respectivo al juicio por jurados,
y habiendo analizado los efectos producidos por la experiencia jurídica en la sociedad, sin dejar de lado
los cambios científicos, tecnológicos y culturales que han influido en la Argentina se puede arribar a las
siguientes conclusiones:

 Por todo lo expuesto, considero que el imperativo constitucional de que los juicios criminales se
sustancien a través de jurados tiene plena vigencia, la misma de 1853, la cual no se ha perdido a través
de más de un siglo y medio de omisión legislativa. El hecho de que en la reforma de 1994 no se haya
procedido a la eliminación o reforma, implica que el legislador le ha otorgado al jurado una nueva vida
institucional: la ratifica, de modo que no queden dudas en cuanto a su vigencia y necesidad.

 Que según las disposiciones del Art. 126 CN, personalmente interpreto que es una facultad no
prohibida y por ende, permitida para la sanción de las provincias (como lo es la ley 9.182 de la Provincia
de Córdoba)

 A su vez, corresponde al Congreso Nacional la sanción de la ley que lo instaure, ya que tal
facultad corresponde a una delegación expresa hecha por las provincias a la autoridad Federal.

 El sistema de jurados evita la imparcialidad de los jueces al momento de dictar sentencia y


colaboran aportando su visión sobre los hechos.
 Es un medio de participación de miembros de la sociedad en la Administración de Justicia, y
disminuye los más resonantes casos de injusticias cometidas por ciudadanos en el rol judicial, objeto de
críticas en lo respectivo a corrupción, imparcialidad, descreimiento en la justicia, etc.

ORGANIZACIÓN DE LA JUSTICIA PENAL EN SANTA FE.


OFICINA DE GESTIÓN JUDICIAL.

DISTRIBUCION TERRITORIAL.

La ley 13018 en los artículos 13 y 14 distribuye territorialmente a la justicia penal ajustándola a las
circunscripciones, distritos y circuitos de la ley orgánica del poder judicial, salvo disposición legal
expresa en contrario.
En cada una de las circunscripciones se constituirá un colegio de cámaras de apelaciones en lo penal.
(Vera, Rafaela, Santa Fe, Rosario y Venado Tuerto).
En cada uno de los distritos, donde existan 4 o más jueces penales de primera instancia, se
constituirán colegios de primera instancia. Si no se logra ese número, hasta que ocurra ello, los jueces
se desempeñarán de manera permanente en la competencia penal otorgada.

COMPETENCIA MATERIAL.

La actividad jurisdiccional será desempeñada por los magistrados de:


- La corte suprema de justicia
- Los jueces de la cámara de apelaciones
- Los tribunales de primera instancia
En las etapas de investigación, juzgamiento, recursos y ejecución penal, correspondientes a delitos
imputados a personas mayores de 18 años.

Corte Suprema de Justicia. La CSJ conoce del Recurso Extraordinario y del Recurso de revisión de
las sentencias condenatorias o que se apliquen una medida de seguridad en los procesos penales, sin
perjuicios de las demás funciones otorgadas por otras leyes.
A todo esto, cabe agregar la competencia otorgada por el art 58 del CPPSF donde conoce en los casos
de contienda de competencia que se susciten entre tribunales o jueces de la provincia que no tengan un
superior común.

Cámaras de apelación en lo penal. Cada cámara de apelación, conocerá:


1- De los recursos que se interpongan contra las sentencias y resoluciones de los tribunales de la
IPP, del juicio penal, de faltas y de ejecución penal.
2- De las quejas. Este puede ser: a)- Por denegación indebida de un recurso que procediere ante
otro tribunal y a los fines de que sea declarado mal denegado. b)- Por retardo de justicia:
vencido el plazo para resolver y transcurridos los 3 días de interpuesto el pronto despacho al
respecto, el interesado podrá plantear la queja ante el órgano jurisdiccional superior en grado.
3- De los conflictos de competencia y separación. Dirime los conflictos de competencia que se
susciten entre los jueces de primera instancia que pertenezcan a la misma jurisdicción del
tribunal de alzada. También lo hace en los trámites de separación de magistrados.
4- En todo otro caso que disponga la ley. Es una cláusula abierta que demuestra el carácter no
taxativo de los supuestos de conocimiento de cada órgano jurisdiccional en particular.

Tribunales de primera instancia. Tiene competencia en las cuestiones referidas a:


1- La investigación penal preparatoria. Los Jueces que integren los tribunales de la Investigación
Penal Preparatoria efectuarán un control de legalidad procesal y resguardo de las garantías
constitucionales de acuerdo a las facultades que este Código otorga, resolviendo las instancias
que formulen las partes y los incidentes que se produzcan durante esa etapa.
2- El juicio oral. Los Tribunales de Juicio juzgarán todos los hechos afirmados como delitos dolosos
o culposos por el actor penal.

El Tribunal se integrará unipersonalmente, salvo cuando el fiscal o el querellante, en su caso,


hubiesen solicitado la aplicación de una pena privativa de libertad de doce (12) años o más, en
cuyo caso se integrará con tres jueces. La eventual modificación del pedido de pena en el
transcurso del juicio, no alterará la integración del tribunal.
También se integrará pluripersonalmente, cualquiera sea la pena solicitada, cuando la
complejidad del asunto o razones excepcionales así lo aconsejen.
3- La ejecución de la pena. El Juez de Ejecución Penal tendrá a su cargo el control del
cumplimiento de las penas y medidas de seguridad y demás funciones que este Código les
asigne, así como la resolución de las instancias o incidentes que se formulen.
4- En todo otro caso que la ley disponga.

ÓRGANOS JURISDICCIONALES EN PARTICULAR.

COLEGIOS DE CÁMARAS DE APELACIONES EN LO PENAL.

Estos colegios están integrados con 4 jueces como mínimo y se dividirán en salas para la adjudicación
de las cuestiones a resolver.

COLEGIOS DE PRIMERA INSTANCIA.

Los jueces que integran los colegios de primera instancia cumplirán, indistintamente, las tareas de juicio
oral, de IPP, de ejecución y demás competencias adjudicadas por la ley.

El colegio se dividirá en dos secciones, la correspondiente a juicio oral y la que se refiere al resto de las
competencias.

A pedidos del Fiscal, el juez de circuito más próximo será competente para autorizar la realización de
cualquier medida urgente e imprescindible en el marco de una Investigación penal siempre que éste no
pueda acceder en los plazos que establece el CPP al juez penal de primera instancia competente por
razones de distancia o ausencia transitoria.
La medida autorizada deberá ser convalidada [por el juez competente, bajo sanción de invalidez, dentro
de las 48 hs de su despacho.

JUEZ COORDINADOR

ARTÍCULO 26.- Juez coordinador. Funciones. Cada Colegio de Cámara de Apelaciones en lo Penal y
de Primera Instancia elegirá anualmente a uno de sus miembros para cumplir la función de juez
coordinador del mismo.
El juez coordinador de cada Colegio será el encargado de:
1. Ejecutar en lo pertinente las decisiones del Colegio en pleno correspondientes a su Colegio.
2. Aprobar los criterios de gestión y la distribución del personal que le proponga el director de la
oficina de gestión judicial.
3. Unificar los criterios de actuación entre la oficina de gestión judicial y los jueces que integren el
Colegio en que presta funciones y definir las cuestiones que a diario se presenten entre las tareas
administrativas y jurisdiccionales.
4. Aprobar el informe de la oficina de gestión judicial que se elevará al Colegio en pleno, y evaluar
la gestión anual del director.
5. Controlar, y en su caso, corregir, la prestación de servicios comunes por parte de la oficina de
gestión judicial.
6. Elaborar un informe anual sobre el resultado de la gestión y eficacia del servicio para presentar
al Colegio en pleno.
Quiénes cumplan esta función deberán ejercer la judicatura, debiendo considerarse el tiempo que le
insuma el ejercicio de la misma en la distribución del trabajo.

COLEGIO EN PLENO

Integración
En cada circunscripción judicial funcionará un Colegio en pleno que estará integrado por todos los
magistrados penales de Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Primera Instancia.

Funciones del Colegio en pleno.


Sin perjuicio de las facultades que la Constitución de la Provincia otorga a la Corte Suprema de Justicia,
serán funciones del Colegio en pleno las siguientes:
1. Elaborar y ejecutar la política administrativa de la justicia penal de la Provincia conforme los
lineamientos determinados por la Corte Suprema de Justicia.
2. Reglamentar dentro de su circunscripción por iniciativa propia o a propuesta del director de la
oficina de gestión judicial lo atinente al funcionamiento de los Colegios, en base a las pautas y límites
que surgen de la presente ley.
3. Proponer a la Corte Suprema de Justicia la designación y remoción del director de la oficina de
gestión judicial del Colegio de la Circunscripción.
4. Aprobar los informes que se elaboren por parte de los Colegios o sus autoridades dentro de su
circunscripción.
5. Dictar el reglamento interno para el desempeño de las funciones del Colegio en pleno y de las
oficinas de gestión judicial correspondientes a su Circunscripción.
6. Realizar reuniones periódicas con los respectivos órganos del Ministerio Público de la Acusación
y del Servicio Público Provincial de Defensa Penal para coordinar las actividades interinstitucionales a
fin de agilizar la gestión.
7. Elaborar los proyectos de estructura de la Oficina de Gestión Judicial de su circunscripción y
elevarlo a la Corte Suprema de Justicia a sus efectos.
8. Toda otra función que establezca la normativa respectiva.

Deberá reunirse al menos semestralmente.

Juez presidente y vicepresidente. Informe anual.


Dentro de cada Circunscripción, todos los jueces penales elegirán anualmente un juez perteneciente al
Colegio de Cámara de Apelaciones en lo Penal y otro perteneciente a los Tribunales de Primera
Instancia como presidente y vicepresidente, respectivamente.
Los mismos, ejercerán la representación protocolar del fuero penal de la circunscripción ante la Corte
Suprema de Justicia y demás organismos estatales y no estatales.
Asimismo, deberán confeccionar un informe relativo a la gestión, los resultados de la actividad
jurisdiccional, los recursos con los que cuentan, la relación con los demás actores del proceso y la
independencia judicial que será remitido a la Corte Suprema de Justicia, previa aprobación del Colegio
en pleno correspondiente.

OFICINA DE GESTIÓN JUDICIAL.

Es el órgano encargado de desarrollar la actividad administrativa de los colegios de cámara de


apelaciones en lo penal y de primera instancia.
Cada colegio cuenta con una oficina de gestión judicial a la que le está vedado realizar tareas
jurisdiccionales.
Es una organización de carácter instrumental que sirve de soporte y apoyo a la actividad jurisdiccional.
Su estructura se sustenta en los principios de jerarquía , división de funciones, coordinación y control.
Actúa con criterios de agilidad, desformalización, eficacia, eficiencia, racionalidad del trabajo,
responsabilidad por la gestión, coordinación y cooperación entre administraciones, a fin de brindar un
acceso jurisdiccional eficaz.
La OGJ debe estar coordinada y comunicada con las distintas dependencias del estado que intervienen
regularmente en un proceso judicial.
Debe tener un diseño flexible.
Su estructura será establecida por la CSJ en cada circunscripción a propuesta del colegio en pleno.

Personal encargada de la OGJ.

Cada OGJ deberá contar con un director y dos o más secretarios según las necesidades del servicio.

El director debe contar con un título universitario con incumbencias en administración de empresas o
ingeniería industrial.

El director tendrá como funciones:

a. Dirigir la oficina de gestión judicial, siendo responsable de todas sus áreas.


b. Decidir con relación al personal, lo relativo a: permisos, traslados, licencias y todo aquello que sea
inherente al manejo de los recursos humanos de la oficina de gestión judicial de acuerdo a lo
establecido por la ley 10160 y en su caso comunicarlo al juez coordinador.
c. Mantener el suministro de insumos necesarios en los despachos judiciales bajo su órbita.
d. Coordinar con los directores de las otras oficinas de gestión judicial, el buen desempeño de las
funciones en conjunto y proponer al juez coordinador la formación de servicios comunes.
e. Controlar y evaluar la gestión administrativa y financiera.
f. Rendir cuentas, efectuar propuestas al juez coordinador y elaborar el informe anual de gestión
que se elevará al colegio en pleno.
g. Coordinar aquellas acciones que permitan el buen desenvolvimiento de la función jurisdiccional y
gestión del despacho y las relaciones administrativas con las oficinas respectivas del Ministerio Público
de la Acusación, Servicio Público Provincial de Defensa Penal y los abogados particulares.
h. Otras que la reglamentación le asigne.

El o los secretarios, que integran la oficina de gestión judicial tendrán como funciones:
a. Organizar la agenda de la sala de audiencias, registrando las fechas asignadas por el juez para
las audiencias y administrando los tiempos de comparecencia disponibles para las salas.
b. Garantizar la eficacia y autenticidad de las registraciones de audiencias.
c. Planificar y publicar con la periodicidad necesaria la lista con las audiencias que serán tomadas
por el o los jueces respectivos.
d. Garantizar que se provean de todos los materiales necesarios para la realización de audiencias
eficientes.
e. Evaluar y programar audiencias inmediatas en el caso que se solicite y de acuerdo a . La
disponibilidad del juez respectivo.
f. Realizar las gestiones necesarias para garantizar que las audiencias programadas se
desarrollen con normalidad. Para ello, en forma previa al desarrollo de la audiencia, deberá corroborar
que todas las partes intervinientes en la misma se encuentren debidamente notificadas y en caso
contrario, informar al juez respectivo, solicitar al Servicio Penitenciario o Policía o autoridad competente
el traslado de los detenidos si ello es necesario, y asegurarse que la sala de audiencias esté
adecuadamente asignada y preparada.
g. Extender certificaciones y constancias referentes a las actuaciones del despacho.
h. Realizar todas aquellas que les asigne la reglamentación, el director de la oficina de gestión
judicial e intervenir necesariamente cuando por disposición del Código Procesal Penal se requiera su
intervención.

Atribuciones.
La oficina de gestión judicial se encargará de todas las tareas no jurisdiccionales necesarias para la
aplicación del Código Procesal Penal. Para el efectivo cumplimiento de sus funciones se conformarán
unidades internas, las que serán coordinadas por el director.

Sin perjuicio de la distribución interna que se realice, tendrá como funciones:

1. La distribución equitativa del trabajo a los jueces que conforman los colegios.
2. Asistir administrativamente a los jueces.
3. Dar información a todas las personas que legítimamente lo requieran.
4. Apoyar materialmente a los jueces y a las partes durante el desarrollo de las audiencias.
5. Elaborar la agenda semanal y mensual del despacho judicial.
6. Recibir y registrar los requerimientos de audiencias.
7. Custodiar, iniciar o mantener la cadena de custodia sobre los elementos probatorios que se
presenten en la oficina de gestión judicial.
8. Comunicar a los jueces del requerimiento de las audiencias.
9. Convocar a los sujetos procesales y demás personas a la audiencia.
10. Realizar los recordatorios necesarios a los sujetos procesales para garantizar el éxito de la
audiencia, a través de medios idóneos.
11. Realizar las comunicaciones necesarias, tanto internas como externas. .
12. Llevar la agenda de las audiencias.
13. Confeccionar una carpeta judicial, para cada caso, a los efectos de registrar las decisiones
jurisdiccionales que se dicten. Ello bajo criterios de desformalización.
14. Actualizar los registros de abogados litigantes, fiscales y defensores públicos de la circunscripción
territorial para facilitar la comunicación.
15. Actualizar y depurar el registro de comunicaciones a sujetos procesales y demás personas que
comparezcan en el proceso.
16. Registrar audiencias y resoluciones y sentencias, y proceder a su resguardo.
17. Garantizar y asegurar la inalterabilidad de los registros.
18. Controlar oportunamente que los testigos, peritos y demás personas que deban asistir a las
audiencias estén debidamente citados y que la sala de audiencias se encuentre preparada para su
celebración.
19. Efectuar un seguimiento permanente del desarrollo del Colegio de jueces y su funcionamiento
cualitativa y cuantitativamente.

REFLEXION DE CORVALAN SOBRE LA OGJ.

Establece que es un dispositivo largamente elogiado por quien quieren un cambio profundo en el
desempeño de la actividad judicial pero no le parece el ámbito apropiado para introducirlo porque al
CPPSF no le incumbe la organización del trabajo de los jueces.
Además considera necesario que la OGJ sea independiente de los jueces: es imprescindible que el
director de la oficina este por encima de todos los jueces y en todo caso, podría depender de la CSJ.

SEMANA X

Lectura de Víctor Corvalán.


La norma procesal. El acto procesal. Las invalidaciones procesales.
La norma procesal: cuando el legislador pretende normar las interacciones humanas puede producir la
norma, tres tipos de ellas: determinativas, tienen que ver con la definición de lo que pretende regular,
normas estáticas o dinámicas. La norma estática presenta una estructura de juicio disyuntivo, sería
dado A debe ser B, no dado B debe ser C.
Si bien se presenta una alternativa, la misma es excluyente, no ofrece otra. Si el sujeto a quien se dirige
la norma no cumple con la obligación a su cargo, no hay posibilidad de que suceda la sanción. Pero si el
sujeto no cumple, sobreviene la sanción.
La norma dinámica adquiere otra forma. Dinamismo implica movimiento, movilidad, es decir: actividad.
Entonces la norma que llamamos dinámica, debe trasuntar esa idea de movimiento. Es aquella que a
partir de una conducta dada, enlaza una serie de secuencias de conductas, dando lugar a una relación
que se desarrolla gradualmente.
El dinamismo está ínsito en la norma y a cada alternativa se le presenta una posibilidad de actividad o
inactividad, que a la vez serán antecedente de otra actividad o inactividad.
Gráficamente sería:
Dado A puede ser

B o C

Puede ser D o E

Puede ser F o G..., etc.


Ese dinamismo que la norma procesal tiene previsto, no siempre se cumple. La norma establece un
deber ser, que depende de los operadores a quienes va dirigida.
Un ejemplo es el de la delegación de funciones en los empleados. Los códigos adjudican ciertas
funciones que las realice el juez, sin embargo por diversas razones las hacen los empleados. Ej.: la
indagatoria debe ser recibida por el juez y ello rara vez ocurre, ya que la gran mayoría la reciben los
empleados.

El acto procesal.
El acto y el acta: muchas veces, los actos jurídicos que se encuentran ene l procedimiento son
confundidos con actos procesales, como ocurre con las actas testimoniales. Si bien ejercen influencia
en los sujetos que operan en el proceso penal, no por ello participan de las condiciones que luego
veremos permiten considerarlos como actos procesales.
El acta testimonial es un instrumento que refleja un hecho (la actividad del que la confecciona) pero no
son actos procesales porque sólo buscan como objetivo dar fe de una actividad.
Otra confusión muy común, la de no distinguir el acto de la documentación de la actividad procesal.
Las actas se escribe copiando modelos anteriores que vienen generando por la costumbre un uso
discursivo que ni siquiera existe en la norma.
En la práctica judicial, se documenta un acto, por ejemplo una audiencia de visu a los fines del Art. 40 y
41 del código penal. Pero la relación personal entre el imputado y el juez, el acto de hablar para tomar
conocimiento de la persona cuya conducta se juzga, es distinto, es previo a que se labre el acta. De
manera que la formalidad del acta, se encuentra para poder probar que determinada actividad procesal
se ha cumplido. Son las formalidades que en el derecho romano se denominaban “ad probationem”.
La existencia del acto, el cumplimiento de la actividad, podrá ser probada llegado el caso por otros
medios. En cambio hay casos en que sin el documento, el acto no existe, como la sentencia que
constituye ambas cosas (acto y documento), o la exigencia de la firma del juez en la sentencia. Estas
formalidades en la antigua clasificación de los romanos, se llamaban “ad solemnitatem.”
Actos del procedimiento: concepto y elementos: serían las unidades o las células que componen el
procedimiento, ínsito en un proceso. Acto de procedimiento es todo aquel realizado por un sujeto con el
objeto de iniciar, continuar o extinguir el desarrollo de la serie.
Posee tres elementos: sujeto, objeto y actividad cumplida:
 El sujeto: debe ser uno de los autorizados a participar del procedimiento, analizándose la aptitud
de las personas que intervienen en el proceso, en relación a las potencias que le adjudican las
normas, en el momento procedimental en el que se encuentran. Por ejemplo: el fiscal o el
querellante, solamente pueden actuar en el proceso en el que les corresponde la función de
actor, sea porque así lo determina el derecho administrativo desde su designación o por el rol
que el propio juez les adjudico a su pedido.
 El objeto del acto, implica el análisis de idoneidad para producir efectos jurídicos; por ejemplo,
un escrito del fiscal, será la requisitoria de elevación a juicio, no sólo porque lleve ese título, sino
cumple con todos los requisitos que la ley le exige para constituirse como tal.
 El tercero es la actividad cumplida, que tiene que ver con el tiempo, el lugar y la forma en que se
desarrolla el acto. En el ejemplo de la requisitoria ésta debe presentarse dentro del plazo por el
que se le corre traslado, ante el juez, por escrito, y además, bajo pena de nulidad, debe reunir
determinados requisitos.

Clasificación:
1. Por el sujeto de quien emana:
 Actos del juez o del tribunal, en el ejercicio de su actividad propia, y todos los realizados
por todos los funcionarios y empleados organizados en la línea de esa actividad.
 Actos de parte: se distinguen en:
a) Actos propios de las partes (declaración del imputado, acusación) y en actos de los
colaboradores de estas partes (denuncia, escritos del defensor, deducción de
excepciones, pedidos de excarcelación).
b) De acuerdo de la parte de la cual emanan: actos del acusador (requisitoria fiscal), del
imputado (su declaración), del actor civil (instancia, demanda), y actos de parte
incidental (reclamo del objeto, tercería). Los actos del acusador pueden ser: del
querellante, del procurador, del fiscal de cámara.
2. Por el contenido: pudiendo ser órdenes, afirmaciones, manifestaciones.
3. Por su ubicación en el procedimiento: específicamente en el penal: actos iniciales de instrucción,
actos del sumario, de elevación a juicio, del debate.
4. Por el destino específico: se pueden clasificar en actos decisorios, persecutorios, defensivos, de
prueba, de coerción, de impugnación.
5. Por la combinación numérica del sujeto y contenido, hay actos simples o complejos: ejemplo de
los simples el pedido en manifestación hecho por el defensor o la apelación. Ejemplo de
complejos puede ser la declaración del imputado (que se sigue llamando indagatoria), porque
intervienen varios sujetos (juez, secretario, imputado, abogado defensor y eventualmente fiscal),
y persigue varios objetivos (información jurídica, información fáctica, identificación personal,
ejercicio del derecho a ser oído.)

La invalidación procesal.
Para saber si un acto procedimental es regular o no, debemos analizar si el acto ha respetado o no el
patrón que se diseña, en cuanto a sus tres elementos: sujeto, objeto y actividad.
El proceso está constituido por actos que realizan las partes, la autoridad y ciertos terceros, que se
llaman actos procedimentales, en cuanto se diferencian del acto jurídico en general, porque tienen vida
y eficacia sólo dentro del proceso y la única finalidad que tienen, es posibilitar llegar a que se dicte la
sentencia una vez terminado el mismo.
Toda la actividad procesal cumplida con arreglo a lo prescripto en la ley, se denomina regular. En
consecuencia, la contracara es la irregularidad procesal; o sea, actividad al margen de lo normado para
que se cumpla.

Causales de invalidación: toda irregularidad es producto de un vicio, un defecto que se pueden


encontrar en los requisitos intrínsecos o estructurales del acto (en aspecto estático) o en la actividad a
cumplir por el sujeto (en el aspecto dinámico):
 Las causales de invalidación que reconocen un vicio en la deficiencia estructural del acto, hablan
de una mala construcción. Por ejemplo una sentencia sin motivación o errónea motivación, o una
declaración de testigo sin haberle recibido juramento.
 Cuando el vicio se encuentra en la actividad ello puede ocurrir por carencia del poder para
actuar, sea ello por razones objetivas o subjetivas.
Son objetivas cuando se refieren al no cumplimiento de un acto previo que habilita para la realización de
éste o a la prexistencia de una situación procesal determinada. Ej. Para llamar a indagatoria debe estar
ordenada la instrucción del sumario.
Subjetivas son las que implican la carencia de una calidad personal para actuar, ejemplo: la excepción
planteada por un abogado que no es defensor; también la carencia de la facultad puede ser por pérdida
de ella, o sea se tenía la aptitud y no se la utilizó en término perentorio, es lo que se conoce como
caducidad. Ej. Ofrezco prueba fuera del plazo.

Criterios de invalidación: distintos criterios:


 El primer criterio llamado legalista, deja en manos de la ley fijar específicamente qué tipo de
irregularidad acarrea de por sí la ineficacia o sea la misma ley distingue entre formas esenciales
y las que no lo son.
 El segundo criterio, conocido como justicialista, le otorga esa tarea al juez, con lo queda en él la
decisión de si corresponde a esta categoría, para que frente a la irregularidad, proceda la
invalidación.
 El tercero es el privatista, por el que las partes son las que deciden qué forma es esencial y se
exige que haya causado perjuicio a quien la reclama.
Nuestros códigos adoptan el sistema legalista, ya que se fija posición determinando que la única
invalidación proviene de la ley y es ésta la que establece qué actos tienen formas esenciales para
amenazar con la sanción de nulidad, en algunos temas también se receptan los otros dos sistemas.

Tipos de invalidez: la inadmisibilidad y la nulidad.


Inadmisibilidad: es una conminación de invalidación, por la cual no se admite que un acto irregular sea
introducido el proceso. Existe una actividad positiva del juez, que ante el acto viciado evita que se
incorpore a la serie progresiva que constituye el proceso. Dicha actividad del juez, se da después de
realizado el acto, pero antes de que cumpla sus efectos.
Es la inadmisibilidad un filtro que evita los actos viciados ingresen al proceso, para producir efectos
jurídicos.
La inadmisibilidad como regla general se aplica a los actos de parte. Pero tiene su excepción, cuando
existen dos jueces que actúan sucesivamente en un proceso sea en ejercicio de la competencia
funcional o por su competencia material. Si el juez de primera instancia o el juez de instrucción realizan
un acto que está afectado de una irregularidad que la ley conmina con la invalidación, los otros jueces
que les tocará intervenir sucesivamente deben declarar la inadmisibilidad de dicho acto y no la nulidad.
La nulidad: por un lado puede significar el vicio o defecto que posee el acto y por el otro, referirse a una
de las formas de invalidación. La nulidad puede clasificarse en absolutas, cuando afectan el “orden
público” (entendiéndolo como un simple recurso técnico, que se utiliza para justificar porqué
determinada norma tiene una situación diferente del resto.), y relativas cuando el juez estime que no
afecta el orden público.
Nulidades específicas implica que para el caso concreto, la ley conmina el acto o la actividad con
nulidad.
Las nulidades específicas generalmente se reservan para aquellos actos del procedimiento que se
consideran esenciales, para preservar principios fundamentales.
Nulidades genéricas implica que la ley entiende siempre conminando con nulidad los actos viciados que
implique, por ejemplo, una violación a normas constitucionales; se especifica que ley determina una
pauta general. Aquí es más complicado aplicar la invalidación, porque la ley remite genéricamente a
todas las disposiciones esenciales que se refieran al juez, el fiscal, el querellante o el imputado.
Será el juez o tribunal quien deberá determinar si la irregularidad es producto de no haber observado
una norma que se refiere a cuestiones esenciales como el nombramiento del juez o del fiscal. Es obvio
que si se descubre que quien actúa como fiscal no lo era, nunca había sido designado por el poder
ejecutivo, o lo había sido en forma irregular, probados tales extremos se declara la nulidad de toda su
actuación y los procedimientos deberán comenzar de nuevo.
Otro ejemplo lo constituyen todas las declaraciones de imputados, que se presentan sin la presencia y
el asesoramiento previo del defensor. Es en estos temas donde advertimos que los tribunales son
renuentes a aplicar nulidades, cuando en realidad las normas de los códigos procesales penales las
contemplan como genéricas.

Efectos. La capacidad difusiva de la nulidad.


El efecto de la nulidad es que no sólo se invalida el acto viciado sino que además arrastra a todos los
actos que de él dependan. La “capacidad difusiva” de la nulidad, es un efecto que no posee la
inadmisibilidad.
El modo de aplicar una invalidación como la nulidad es oficioso si se trata de una cuestión de orden
público, y cuando se tratan de nulidades relativas, es necesario el pedido de parte. En este caso la
deducción de la nulidad puede introducirse dentro del recurso de revocatoria si el decreto impugnado lo
admite (ha sido dictado sin sustanciación) o en los otros casos mediante un incidente de nulidad. Ellos
sin perjuicio de que se utilice el recurso de nulidad, que en general lo lleva ínsito el de apelación. La
nulidad se plantea así en una instancia distinta del tribunal donde radica la causa cuya invalidación se
persigue.

Función de las invalidaciones.


La principal función que tiene un sistema de invalidación se trata de verlas como las garantías
fundamentales que tenemos para que se respete el programa normativo.
Cuando la norma establece que los actos procesales deben cumplir ciertos requisitos lo está haciendo
por responder a determinada política. La nulidad es la principal herramienta para conseguir garantizar
que las formas se cumplan tal como lo quiere la ley, respondiendo así a los objetivos de política
procesal o criminal que se tuvieron en cuenta al diseñarla.
A ello debemos agregar la necesidad de la responsabilidad concreta del operador que incumple con la
ley y conduce a la invalidación. Los códigos procesales penales en general no contienen dispositivos
claros sobre costas. Sin embargo, partiendo de los principios generales del derecho, deben pagar las
costas los que generaron la invalidación. La imposición de costas debe funcionar para convertir en
responsables a los operadores que tienen a su cargo el cumplimiento de las leyes, sean abogados
particulares, o sean funcionarios del estado. En realidad la condena en costas no se limita ni se puede
limitar el tema de la invalidación procesal, ya que es mucho más amplio y excede el presente capítulo.

La actividad procesal. Código comentado de Erbetta.


ARTÍCULO 126.- Idioma. Designación de intérprete.- “En todos los actos del procedimiento, para
que no sean invalidados, se utilizará el idioma nacional. Cuando éste no fuera conocido por la
persona a quien deba brindársele información o deba requerírsele declaración, se le designará
de oficio un intérprete, sin perjuicio de aceptarse la participación de aquél que la misma
proponga. De igual manera se procederá cuando por imposibilidad física no pudiera oír o
expresarse, aunque en tal caso podrá establecerse la comunicación por escrito.”
El precepto impone la utilización del idioma nacional para todos los actos procesales, encontrando dicha
disposición su justificativo en la necesidad de la comunicación inteligible entre las partes, entre éstas y
el tribunal y entre todas las mencionadas y la comunidad. Este requisito abarca tanto su forma escrita
como oral.
Cuando el imputado, testigo o perito no entendiere el idioma nacional deberá expresarse a través de un
intérprete que será designado de oficio y extraído de la lista respectiva que anualmente confecciona la
C.S.J de Santa Fe, pero también se puede aceptar aquel que la misma parte proponga.
En lo que respecta al imputado, es un derecho inherente a su condición contar con la intervención de un
intérprete, los pactos constitucionales consagran como garantía mínima el derecho del inculpado de ser
asistido gratuitamente por el traductor o interprete.

ARTÍCULO 127.- Audiencias orales.- “Para el desempeño de sus funciones y en paridad de


condiciones, se asegurará a las partes la disponibilidad de elementos mobiliarios adecuados
durante el desarrollo de las audiencias.
En el juicio y en las demás audiencias orales, la parte, al hacer uso de la palabra deberá
permanecer de pie, salvo impedimento físico.”
La alusión a la paridad de condiciones concuerda con lo establecido en el art. 14, en cuanto prescribe,
que debe garantizarse una distribución igualitaria de recursos materiales para cada función a
desempeñar durante el proceso, evitando la afectación de cualquiera de ellas. La regla de la
equiparación se encuentra relacionado con los principios de contradicción e imparcialidad, ya que con
dicho principios se garantiza también la paridad de armas que reclaman el principio de igualdad y el
correcto ejercicio del derecho de defensa en el marco de un proceso acusatorio.

ARTÍCULO 128.- Documentos en idioma extranjero.- “Cuando se presentaran documentos en


idioma extranjero, deberá acompañarse su traducción realizada por traductor público
matriculado o, en su defecto, persona designada por el Tribunal.”
Cuando el documento que presenta alguna de las partes estuviere en idioma extranjero, estará a cargo
de la misma acompañar la correspondiente traducción, efectuada por un traductor oficial. De no ser
posible lo precedente, deberá intervenir una persona idónea que designe el tribunal tomando los
recaudos del caso.
El incumplimiento de la traducción impide la valoración del documento incorporado, conforme a lo
dispuesto en el art. 246.

ARTÍCULO 129.- Día y hora de cumplimiento.- “Los actos procedimentales deberán cumplirse en
días y horas hábiles, salvo los de la Investigación Penal Preparatoria. Sin embargo para el debate
el Tribunal podrá habilitar los días y horas que estimara necesarios.
Se consideran días y horas hábiles los señalados por el Código Procesal Civil y Comercial de
Santa Fe.”
La regla consagrada por la ley procesal es la siguiente: durante la investigación penal preparatoria y sin
necesidad de habilitación alguna, los actos deberán cumplirse tanto en días hábiles como en días
inhábiles. De igual modo, regirá para los actos del debate que el tribunal habilite, cuando ello fuere
necesario.
Los restantes actos de dicha etapa se cumplirán en días hábiles, considerándose tales los señalados en
el código procesal civil y comercial y por la Corte Suprema de Justicia.

ARTÍCULO 130.- Juramento o compromiso de decir verdad.- “Cuando se requiera la prestación


de juramento o compromiso de decir verdad, se recibirá, para que no sea invalidado, por las
creencias religiosas del que jure, o por su honor en caso de no profesarlas, después de instruirlo
de las penas que la ley impone a la falsedad. El declarante jurará o se comprometerá a decir
verdad de todo cuanto supiera y le fuera preguntado, mediante la fórmula: "lo juro" o "me
comprometo".”
El precepto regula como deben ser receptadas las deposiciones de testigos, peritos e intérpretes, a
quienes primeramente se les hará conocer las penalidades previstas por la ley penal para quienes
incurran en falso testimonio. A posteriori y como un modo de solemnizar determinados actos procesales,
se le recepta juramento o compromiso de decir verdad a quien deba prestar declaración, como
condición de validez del acto.
Los mayores de 16 años deben prestar juramento, pero no los que tengan menos de 16.
Respecto de los testimonios brindados por escrito, en el comienzo de dicho acto debe constar el
juramento.

ARTÍCULO 131.- Manifestaciones y su documentación.- “Las manifestaciones personales se


recibirán en la forma y modalidad que asegure la cabal intelección de su contenido y la
publicidad del juicio.
Se documentarán en la medida exigida por la ley, por la reglamentación y atendiendo a la eficacia
de su destino probatorio. El contenido de lo documentado deberá garantizar la fidelidad del acto,
dejándose constancia de los datos necesarios para su individualización y para la salvaguarda de
la defensa en juicio.
Cuando una persona produzca declaraciones en cualquier acto del procedimiento, quien la
reciba deberá preservar la dignidad del declarante así como la eficacia de la comunicación que
se entable.”
El precepto regula el modo de incorporación al proceso de cualquier expresión personal, de tipo verbal o
escrita, vertida por el imputado, testigo, perito o interprete.
Requisitos que deben cumplirse en la documentación de los actos:
 Garantizándose que se entienda el contenido de la manifestación, de modo tal que permita su
inteligibilidad.
 El modo documental escogido debe resultar compatible con la publicidad del juicio.
 Debe asegurarse la aprovechabilidad de la manifestación documentada según el modo
legalmente establecido o que surja de la reglamentación respectiva. Es decir, que sirva para
demostrar la existencia o inexistencia de determinado acontecimiento.
 Fidelidad, normalmente cumplimentado por el secretario judicial, que se desempeña como
fedatario del acto. Dicho funcionario debe asegurar que el documento resulte individualizable,
como así también las personas que intervinieron en el mismo.

ARTÍCULO 132.- Deber de lealtad.- “Es deber de las partes y de sus representantes comportarse
en el curso del procedimiento penal de acuerdo a los principios de lealtad, probidad y buena fe,
evitando incurrir en actitudes sorpresivas o en conductas que impliquen un abuso del derecho
procesal.
Superado el período de reserva, los integrantes del Ministerio Público Fiscal deberán permitir a
las partes y a su solicitud, todos los elementos de convicción, de cargo y de descargo que se
hubieran reunido o conocido a lo largo de todo el procedimiento penal, considerándose falta
grave su ocultamiento.”

En el marco de un proceso penal, cada parte apunta a objetivos distintos, lo cual resulta lógico atento la
contraposición de intereses.
Para arribar dichos fines existe un marco normativo y ético que limita a las partes, cuyas actividades
deben ser desarrolladas en base a la lealtad, probidad y buena fe.
El último párrafo regula la obligación del fiscal a cargo de la investigación penal preparatoria de poner
sobre la mesa todas las evidencias que hubiera recogido contra el imputado una vez cesado el lapso
temporal en el que rige la reserva de las actuaciones, lo cual se integra con lo normado en el inciso 2do.
del art. 275, que establece que, previo a la audiencia imputativa, el fiscal deberá comunicar por escrito
al imputado y su defensor las pruebas fundantes de la intimación de los hechos que se le atribuyen y
por los cuales se va a receptar declaración.

ARTÍCULO 133.- Explicaciones, advertencias y facultad de testar.- “Sin perjuicio de las


facultades disciplinarias y de la remisión en su caso de los antecedentes a los Colegios
Profesionales o al Procurador General de la Corte Suprema de Justicia, quien presida el Tribunal
podrá suspender brevemente la audiencia para requerir la presencia de todas las partes o de sus
profesionales al despacho privado a fin de solicitarles explicaciones por la conducta asumida.
Luego de oírlas, podrá formular advertencias para evitar nuevos incidentes y asegurar el normal
desarrollo del debate.
Del mismo modo, cuando se proceda por escrito, el Tribunal, de oficio o a pedido de parte, podrá
mandar que se teste toda frase injuriosa o redactada en términos indecorosos u ofensivos, e
incluso devolver el escrito cuando fuera manifiestamente impertinente, dejándose constancia.”

El precepto regula las facultades del presidente del tribunal para dirigir y moderar la audiencia.
La norma le confiere facultades sancionatorias y la posibilidad de suspender la audiencia y convocar a
las partes o los profesionales que asisten a las mismas requiriéndoles explicaciones por las conductas
asumidas, advirtiendo acerca de las consecuencias y conminándolos a no reiterarlas. Las facultades de
controlar pueden dividirse en dos:
 Dirección del debate, implicara la realización de todo acto que lleve a buen término la decisión
entre las partes en orden al objeto de la contienda penal.
 Corrección.

ARTÍCULO 134.- Expedición de copias e informes.- “Se autorizará la expedición de copia o


informe de las actuaciones cumplidas, cuando fueran solicitados por quien acredite interés
legítimo en obtenerlos, y siempre que no se perjudique la eficacia de la Investigación Penal
Preparatoria.”

El precepto concuerda con lo dispuesto en el 258, respecto de la reserva de las actuaciones, cuya
divulgación puede afectar la normal sustanciación de la investigación e incluso alterar medidas que aún
deben cumplirse, tales como requisas domiciliarias, recepción de declaraciones testimoniales, etc.
El interés legítimo consignado en la norma puede provenir de las partes o de quienes puedan
constituirse en el mismo. También pueden alegar tal interés las reparticiones públicas o privadas que
estén efectuando tramites o gestiones que puedan verse influidas por los hechos bajo investigación, o
cualquier persona privada individual que alegue y demuestre la incidencia que le generan los hechos
volcados en las actuaciones cuyo informe o fotocopias solicita.

Actos y resoluciones judiciales.

ARTÍCULO 135.- Poder coercitivo.- “En el ejercicio de sus funciones, el Tribunal y el Ministerio
Público Fiscal, podrán disponer la intervención de la fuerza pública y todas las medidas
necesarias para el seguro y regular cumplimiento de los actos que ordenen.”
La coacción pública referida en la norma la ejerce el juez o funcionario del M.P.F., ordenando de modo
directo a las fuerzas de seguridad provinciales (autoridades policiales urbanas, rurales y personal
penitenciario). Estas deben requerir la autorización de órganos jurisdiccionales de otras provincias
cuando las medidas tuvieren que realizarse fuera de los confines santafesinos.
Excepcionalmente y en caso de frustración irreparable del acto, los mencionados en primer término
pueden solicitar la colaboración de fuerzas de seguridad no santafecinas, debiendo ser convalidadas
inmediatamente por las autoridades locales.
A partir del nuevo esquema organizacional, el fiscal se encuentra a cargo de la investigación penal
preparatoria y tiene facultades autónomas para ordenar una medida de detención.

ARTÍCULO 136.- Actos fuera del asiento.- “A pedido de parte, el Tribunal podrá constituirse fuera
de su asiento, en cualquier lugar de la Provincia, cuando estimara indispensable conocer
directamente elementos probatorios decisivos. En tal caso, si correspondiera, avisará al Tribunal
de la respectiva competencia territorial.
Asimismo, podrá ordenar, aún de oficio, la realización de la audiencia del debate fuera de su
asiento pero dentro del ámbito de su competencia territorial, cuando así lo aconsejara una mayor
eficacia en la producción probatoria y la publicidad del juicio.”
Atento a la nueva estructura impuesta por la nueva ley procesal toda iniciativa probatoria se encuentra
en manos del fiscal y en su caso del querellante, en precepto hace alusión a dos supuestos:
1. Referido al encabezamiento del comentario, donde es necesario la constitución del tribunal fuera
de la sala donde se está sustanciando el juicio para la producción de una prueba ofrecida por
alguna de las partes.
2. La segunda hipótesis puede ocurrir cuando la investigación penal preparatoria deba incorporarse
de modo urgente una prueba considerada definitiva e irreproducible, que exige la intervención
del tribunal de la investigación, quien cuenta con facultades para disponer lo que fuere pertinente
para la recepción de la prueba, incluyendo ello la constitución en el lugar donde pueda o deba
recogerse la misma. Ese es el único caso en que dicho órgano jurisdiccional interviene
directamente en la producción de una prueba.
En cualquiera de los casos precedentes y si no fuera posible recabar de otro modo la prueba, el tribunal
directamente se constituirá en el lugar donde pueda tomar conocimiento directo de la misma,
poniéndolo en conocimiento al juez con competencia territorial del lugar donde se practica el acto.
El segundo párrafo regula el desplazamiento del tribunal para todo el debate, no para un acto particular.
Este desplazamiento, que no puede exceder el ámbito territorial en donde tiene asignada su
competencia, puede ser dispuesto aun de oficio.

ARTÍCULO 137.- Resoluciones.- “Las decisiones del Tribunal serán dadas por sentencia, auto,
decreto o providencia y procederá cada una de ellas cuando este Código así lo determine.”
Resoluciones: acción y efecto de resolver o resolverse, cosa que se decide.
Sentencia: acto procesal que pone fin al proceso luego de su completa tramitación y que en lo penal
puede contener una absolución, condenación del acusado, puede disponer también una nulidad con
reenvio.
El presupuesto fundamental de la sentencia es resolver sobre el fondo del asunto ventilado.
Tiene formato y naturaleza de sentencia las siguientes resoluciones:
 La emitida por el tribunal de juicio luego de concluido el debate.
 La aclaratoria de sentencia precedente, consagrada como parte integrativa de la misma.
 La emitida en los juicios por delitos de acción privada, etc.
Autos: son resoluciones de cuestiones planteadas por las partes que poseen trámite propio y en
las que no se resuelve directamente sobre las cuestiones de fondo, como ocurre con las sentencias.
Tienen formato de auto:
 Admisión o rechazo del criterio de oportunidad fiscal.
 Suspensión del procedimiento a prueba.
 Resolución de las excepciones.
 Resolución sobre planteos inhibitorios.
 Constitución del querellante, etc.
Decretos: decisiones comunes adoptadas sobre cuestiones menores vinculadas con los actos
sustanciados durante el proceso y que tienen como principal función la de permitir el avance del mismo
hacia la sentencia. Es una resolución de mero trámite que emite el juez durante el desarrollo del
proceso disponiendo medidas, impartiendo ordenes o impulsando el procedimiento. En su mayoría
deben ser fundados.
Tienen formato de decreto:
 Juez que dispusiera su apartamiento
 Separación de defensor
 Declaración de inadmisibilidad de actos
 Inadmisibilidad genérica de recursos, etc.
Providencias: resolución judicial que tiene por objeto la ordenación material del proceso.

ARTÍCULO 138.- Resoluciones de los Tribunales Colegiados.- “A fin de emitir pronunciamiento


los miembros de Tribunales Colegiados establecerán los puntos sobre los que sea necesaria
decisión. Acordarán un orden lógico de tratamiento de los mismos que permita resolver
paulatinamente aquellos cuya definición resulte presupuesto de los otros; lo que se resuelva al
respecto será tenido como definitivo a los efectos de la apreciación de los demás temas,
debiendo sobre ellos pronunciarse los jueces no obstante la opinión que hubieran podido emitir
anteriormente. Si no se obtiene mayoría respecto al monto de la pena deberá aplicarse el término
medio de todos los votos.”
El precepto regula el modo como deben deliberar y decidir los órganos jurisdiccionales pluripersonales,
para el caso de emitirse la sentencia y sobre cualquier otra cuestión introducida por las partes durante el
debate.
Debe reunirse mayoría en cada tema sometido a votación, salvo el vinculado a la graduación de la
sanción punitiva a aplicar, caso en el que habiendo criterios dispares deberá aplicarse el término medio
de los votos.
La ley procesal establece una obligación para el que hubiese votado en sentido opuesto sobre uno de
los tópicos antecedentes, quien deberá votar en temas posteriores a la cuestión que dejo en minoría.

ARTÍCULO 139.- Plazos.- “Los Tribunales dictarán los decretos dentro de las cuarenta y ocho
horas en que el expediente sea puesto a despacho, los autos dentro de los cinco días, salvo que
se disponga otro plazo menor, y, las sentencias dentro de los plazos especialmente establecidos.
El Ministerio Público Fiscal proveerá dentro del plazo de cuarenta y ocho horas las instancias
que le formulen los habilitados para deducirlas, salvo que se disponga otro plazo.”
El precepto regula, la obligación de los integrantes de cualquier órgano jurisdiccional de pronunciarse,
en el modo indicado, acerca de cualquier planteo introducido por las partes.
Comienzan a computarse desde el expediente sea puesto a despacho, refiriéndose cuando las
actuaciones son puestas en manos del juez.
La extensión de los plazos, la norma hace referencia a uno máximo genérico respecto de los autos de
cinco días.
Algunos de los establecidos son:
 Para resolver recusación de un miembro de un tribunal colegiado: 48hs.
 Prisión preventiva: inmediatamente después de finalizada la audiencia.
 Constitución de la instancia querellante: ídem anterior.
 Habeas Corpus: ídem anterior.
 Apertura juicio: dentro de los 5 días de finalizada la audiencia preliminar, etc.
Los plazos para sentenciar:
1. Del tribunal de juicio: dos días después de finalizado el debate, prorrogables en caso de fuerza
mayos por otros 3. La fundamentación dará a conocer luego del decisorio o dentro de los 5 días
hábiles subsiguientes.
2. Aclaratoria de la anterior: dentro de los 3 días de notificada la primigenia.
3. Querella exclusiva: rigen iguales plazos que para el juicio ordinario.
El segundo párrafo dispone un plazo de 48hs para que el M.P.F. provea las instancias
formuladas por las partes dentro del marco de la investigación penal preparatoria.

ARTÍCULO 140.- Fundamentación.- “Las sentencias y los autos, así como las resoluciones del
Ministerio Público Fiscal, deberán ser motivados para no ser invalidados.
Los decretos y providencias se motivarán cuando la ley expresamente lo imponga para su
validez.”
La valoración, conforme al sistema de la sana critica racional, implica que en los procedimientos se
brinden, de modo claro y preciso, las razones fácticas y jurídicas que se tuvieron en cuenta para emitir
los mismos. Ellos posibilitarán la debida comprensión a las partes y a los letrados intervinientes,
permitiendo sostener las impugnaciones que se dedujeran, a la vez que una correcta explicación de lo
resuelto genera un efecto docente a nivel comunitario.
La doctrina hacer una distinción entre motivar y fundamentar. Motivar implica dar las razones o
explicaciones que se han tenido para hacer algo y fundamentar, importa expresar en que se ha apoyado
ese hacer.
Entre otras actuaciones del M.P.F. que requieren una mayor o menor fundamentación, las siguientes:
 Adopción de un criterio de oportunidad
 Solicitud de apartamiento
 Solicitud de desistimiento de la parte querellante
 Solicitud de allanamiento domiciliario, etc.

ARTICULO 141.- Copia Autentica.- cuando por cualquier causa se destruyera, perdiera o
sustrajera el original de una sentencia o de la documentación de otros actos procesales, la copia
autentica tendrá el valor de aquella.

La norma se refiera a la conservación y preservación de los actos y resoluciones procesales, labor que
recae sobre los secretarios y personal auxiliar.
Dicho articulo hace referencia a la desaparición, por cualquier causa, de dichos registros, ante lo cual le
asigna igual valor a la copia que se hallare en lo protocolos internos del órgano jurisdiccional, cuando
las actuaciones aun se hallaren en el mismo o en el archivo general o dependencia del poder judicial
donde se encontraren las mismas.
Los avances tecnológicos permiten que las resoluciones sean volcadas a soportes informáticos, los que
pueden hallarse en el propio tribunal e incluso en poder de las partes, lo cual aseguraría y facilitaría su
conservación.
La documentación recogida durante la investigación o acompañada por las partes, que son destinadas a
ser objeto de prueba en el juicio, deben ser cuidadosamente preservadas a los fines de evitar su
perdida ya que el carácter único de las mismas no facilita su replica.

ARTÍCULO 142.- Publicidad.- las audiencias serán públicas, a menos que el tribunal, atendiendo
a las circunstancias del caso dispusiera lo contrario, mediante resolución fundada.
Las sentencias y los autos podrán ser dados a publicidad, salvo que la naturaleza del proceso o
razones de decoro aconsejaran su reserva. Si afectaran la intimidad, tranquilidad o seguridad de
la victima o de terceros, sus nombres serán eliminados de las copias para la publicidad.

El nuevo ordenamiento, además de contemplar la oralidad del tramite, activa participación de la victima
y clara distinción entre los roles acusatorios y de juzgamiento, establece la publicidad de la mayoría de
sus actos, especialmente de las audiencias.
La publicidad es la regla general, pero se exceptúa cuando hubiere motivos para restringir o impedir
dicho aspecto, en tal caso el tribunal deberá explicitar las razones que se tuvieron en cuenta para
disponer la limitación de conocimiento mediante una resolución fundada, la misma puede ser dispuesta
a pedido de parte o de oficio por el que tribunal a poder realizarlo de oficio, debemos decir que solo lo
puede realizar por las causas establecidas en el articulo 311 puede limitarse la publicidad, la que debe
ser entendida como una garantía ciudadana.
Causas restringen total o parcialmente la publicidad de las audiencias:
• Potencial afectación de quien alegue su condición de victima, esté o no constituida como
querellante;
• Potencial afectación de terceros: testigos, peritos, interpretes, etc.;
• Potencial afectación a la seguridad del Estado: cuando la divulgación de determinados actos
ventilados en las audiencias altere la paz social o propicie incidentes del orden público.
La determinación que tomara el tribunal será irrecurrible, sin perjuicio que puede atenuar la veda
publicitaria o directamente revocarla en caso de que se consideren superados los motivos que dieron
lugar a la misma.
Para el caso de las resoluciones escritas, sentencias o autos, la norma mantiene como regla general la
publicidad, salvo que por la naturaleza del acto o razones de decoro (como pueden ser las referidas a
aspectos personales muy íntimos) sea aconsejable su no divulgación.
Cuando las resoluciones sean expedidas a los medios, a editoriales jurídicas, a catedras universitarias y
a terceros en general, se eliminaran los nombres de las victimas o terceros, para preservar su
tranquilidad, intimidad o seguridad.
La publicidad y la oralidad se deben verificar en todas las etapas del proceso.

ARTÍCULO 143.- Documentación- La actividad procesal cumplida en las audiencias orales, donde
se desarrollen actos sujetos a impugnación, será documentada por el medio que establezca la
reglamentación y que asegure su autenticidad e inmodificabilidad.
Si se hubiese negado a la defensa la integración pluripersonal del tribunal del juicio, ante su
pedido formulado en la audiencia preliminar, se filmará la audiencia del debate.
Los registros acreditan, en principio, la realidad de lo ocurrido.
En acta se hará constar la forma en que se cumplió la registración, asegurándose la
conservación de la misma.

La norma alude al modo de registro de lo actuado durante las audiencias, pero no dispone el medio a
utilizar, deja librado a lo que establezca la reglamentación respectiva, la cual deberá ir ajironándose.
El soporte de audio o video que se utilice, deberá ser preservado y resguardado e incluso, cuando ello
no fuera improcedente, cada parte podrá tener una copia. Dicha tarea de preservar y resguardar puede
ser encomendada a la Oficina de Gestión Judicial, la misma debe asegurar que los registros respondan
a lo realmente sucedido durante la audiencia (autenticidad) y no puedan ser adulterados o de cualquier
modo manipulados, lo cual hace a su inmodificabilidad.
Si se negó a la defensa la integración pluripersonal (dicha conformación no solo debe implementarse
cuando la pena que se solicite en la acusación sea de ocho o mas años, sino cuando existieren razones
absolutamente excepcionales) la audiencia de debate deberá filmarse. La filmación del juicio es
obligatoria en todos los debates, sin importar si el tribunal es uni o pluripersonal, a partir de que el
esquema recursivo prevé una instancia de apelación ampliada, de lo cual se infiere que para posibilitar
dicha modalidad revisora, necesariamente debe filmarse lo sucedido en las audiencias de debate.

Comunicaciones.

ARTÍCULO 144.- Regla- Cuando un acto procesal se deba ejecutar por intermedio de otra
autoridad se podrá encomendar su cumplimiento por oficio.

Se trata de trámites auxiliares de carácter específico, que aseguran el cumplimiento de los mandatos
del tribunal y garantizan el ejercicio de los poderes procesales.
El precepto dispone que cuando cualquier acto procesal no pueda ser practicado o receptado por el
órgano ante el cual se sustancia la investigación, deba efectuarse el requerimiento pertinente a la
Autoridad, a través de la cual deba ejecutarse el acto mediante un Oficio.
La norma resulta comprensiva de las comunicaciones entre las autoridades jurisdiccionales
santafesinas, infiriéndose ello de lo dispuesto en el artículo 146 que establece las comunicaciones con
jurisdicciones nacionales o del extranjero.

ARTICULO 145.-Comunicación directa- Los órganos judiciales podrán dirigirse directamente a


cualquier autoridad de la Provincia, requiriendo informes o documentos, la que prestara su
cooperación, sin demora alguna y dentro del plazo que, en su caso, se fije.
Este artículo rige también con respecto a los informes y documentos requeridos a las entidades
privadas y a los particulares.
El incumplimiento por parte del requerido dará lugar a la aplicación por el tribunal, de oficio o a
solicitud de parte, de una sanción de hasta quince (15) días multa, sin perjuicio de las
responsabilidades administrativas y penales en que pudiera haber incurrido. Esta norma será
transcripta en la comunicación pertinente.

El precepto debe complementarse con lo dispuesto en la ultima parte del inciso primero del articulo 88
(regulatorio de las prerrogativas y atribuciones del fiscal de distrito) en cuanto dispone la facultad del
órgano ante el cual se esté suscitando un proceso, para dirigirse a cualquier autoridad no jurisdiccional
de la Provincia, requiriéndose informes o documentación, pudiendo establecer un plazo para su
cumplimiento.
Las autoridades oficiadas, junto con los particulares y las entidades privadas, deben evacuar el
requerimiento con diligencia y prontitud.
En cuanto al incumpliendo la norma prevé las sanciones, multa, sin perjuicio de las sanciones
administrativas o penales (como por ejemplo la conducta omisiva puede encuadrar en la figura penal de
Desobediencia, prevista en el artículo 239 del código penal).

ARTICULO 146.-Comunicaciones con otras jurisdicciones- Las comunicaciones con otras


jurisdicciones dentro del país o del extranjero serán diligenciadas sin retardo, de acuerdo con
las leyes vigentes, con la reglamentación que se dicte, y en su caso siguiendo la vía diplomática
en la forma prescripta por los tratados o costumbres internacionales.

Comunicaciones con autoridades de otras provincias reguladas por la ley nacional 22.172.
Comunicaciones con autoridades del extranjero, deben acatarse las leyes foráneas, siguiéndose la vía
diplomática y sustanciándose a través de la Corte Suprema Provincial, en tanto resulta cabeza y órgano
representativo del Poder Judicial (articulo 92 inc. 1 de la Constitución de Santa Fe).

Notificaciones, citaciones y emplazamientos.

ARTICULO 147.-Normas reglamentarias y supletorias. Las notificaciones, citaciones,


emplazamientos, vistas y traslados se practicaran por quien designe el tribunal o por quien
disponga el reglamento. Rigen supletoriamente las normas pertinentes del Código Procesal Civil
y Comercial.

El proceso requiere intercambio de datos entre los diferentes sujetos que interactúan en el, como así
también con terceros que tengan algún tipo de participación.
Se refiere a las comunicaciones internas y externas dentro del proceso, ya que lo actuado y suelto en el
transcurso del mismo debe ser conocido por las partes intervinientes en el, a los fines de que puedan
ejercitarse las facultades de contralor e impugnación. También alude a quienes deben concurrir ante los
estrados o deben cumplir una determinada carga procesal: acompañar un documento, emitir un informe,
realizar una pericia, etc.
Establece cinco modalidades comunicativas:
• Notificación: consiste en comunicar formalmente una determinada noticia del procedimiento a
través de los medios y con los propósitos que la norma respectiva prescriba dentro de los plazos
correspondientes.
• Citación: comunicar una orden judicial a los efectos de que su destinatario comparezca ante la
autoridad que la dicto o la allí indicada.
• Emplazamiento: consiste en el llamamiento realizado con señalamiento del plazo dentro del cual
el destinatario necesitara comparecer en el juicio para ejercitar en el las acciones o excepciones a que
pudieren darse lugar.
• Vista: medio de comunicación que persigue que su destinatario cumpla con ciertas cargas
procesales pero cuyo incumplimiento no implica per se perdida de derecho alguno.
• Traslado: consiste en la acción y efecto de comunicar a la parte contraria un escrito o
documento, para que haga valer contra el las defensas de que se crea asistida.

Respecto a las notificaciones en particular, las mismas deben ser cursadas a quien tenga interés en el
acto o resolución, bastando su efectivizacion a través del representante de la parte, salvo cuando el
código expresamente disponga lo contrario, como sucede con el imputado cuando se trata de
sentencias a penas efectivas o autos que impongan la prisión preventiva o denieguen la libertad,
debiendo ambos casos notificarse en forma personal.
La norma concede al tribunal, la atribución de designar personal auxiliar encargado de efectuar las
comunicaciones, pero estas deben ser practicadas por quien disponga el reglamento, debiendo
acordarse el nuevo organismo contemplado por la ley procesal –Oficina de Gestión Judicial- cuya
función consiste en organizar las audiencias y debates que se fijen, citar y trasladar a las personas
cuando sea necesario, ordenar las comunicaciones e informes pertinentes.

ARTICULO 148.-Domicilio legal- Al comparecer en cualquier acto del procedimiento, las partes
deberán constituir domicilio dentro del radio urbano de la ciudad donde tenga su asiento el
tribunal. Si las partes o sus defensores o representantes no lo hicieran, quedaran notificados en
la Oficina de Gestión Judicial, dejándose constancia escrita de tal circunstancia.
Cuando interviniera otro tribunal con distinto asiento, las partes tendrán que fijar un nuevo
domicilio legal, bajo los mismos apercibimientos.

El precepto concuerda con lo dispuesto en el articulo 104, regulatorio de todo lo referente al domicilio
que debe fijar el imputado, pero en este caso la regla se extiende para todas la partes.
Además establece que si no se cumple con la constitución, la notificación será automática,
produciéndose en el sentido indicado ante la Oficina de Gestión Judicial.

ARTÍCULO 149.- Notificaciones- Al imputado se le notificaran personalmente las sentencias que


impongan pena de cumplimiento efectivo y los autos que resuelvan su prisión preventiva o le
denieguen su libertad.
Las demás sentencias condenatorias y resoluciones del tribunal, se notificaran al imputado
mediante cedula a su domicilio real.
Todas las resoluciones deberán también ser notificadas al defensor del imputado.
Cuando las resoluciones se dictaran en audiencia, tal circunstancia servirá como notificación
personal a los intervinientes.

Este artículo regula excepciones a la regla de la notificación a través del mandatario o representante e
impone la modalidad personal en dos casos:
a)- cuando se emita una condena de cumplimiento efectivo, o
b)- cuando se tenga que notificar una resolución que imponga la prisión preventiva o deniegue la
solicitud excarcelatoria que se hubiere planteado.
En dichos casos se deberá citarse al imputado a los fines de su notificación o bien disponer su traslado
a los estrados, en caso de que estuviera detenido, o concurrir el actuario o personal que pudiera llevar a
cabo la medida al lugar en donde se halle privado de libertad, debiendo labrarse la pertinente acta en
donde deberá dejarse asentada la notificación, con las firmas respectivas o la constancia respectiva de
la negativa en suscribir la misma.
Además establece la notificación de una condena a pena de cumplimiento en suspenso, o cualquier otra
resolución que no disponga el encarcelamiento o deniegue un pedido efectuado para evitar el mismo,
puede ser efectuada por cedula al domicilio real constituido.
También se debe notificar al defensor del imputado, resultando ello una derivación de la inviolabilidad
de la defensa en juicio, debiendo recordarse además que los plazos comienzan a correr a partir de la
última notificación cuando fueren comunes.
La última parte del artículo deriva de la oralidad, lo cual permite que cualquier resolución que se dicte en
la audiencia servirá como notificación personal a los intervinientes, recordándose que ello acontece aun
en ausencia del imputado.

ARTICULO 150.- Apercibimiento- Toda citación se hará bajo apercibimiento de ser traída la
persona citada por la fuerza publica si no diere cumplimiento a la orden judicial, la que que se
hará efectiva sin mas tramite y de inmediato, salvo causas justificadas, sin perjuicio de las
responsabilidad penal que corresponda y de las costas que causara.
Dicha norma alude al poder de imperium, esto es, la posibilidad de utilización de la fuerza publica por
parte de los órganos estatales predispuestos de hacer cumplir coactivamente sus mandatos en caso de
que se verifique su incumplimiento.
El comparendo por la fuerza pública debe llevarse a cabo con la debida moderación y solo se exceptúa
por causas atendibles y debidamente justificadas de modo inmediato, resultando ello compatible con la
agilidad del trámite que pretende imponer la nueva ley.
ARTÍCULO 151.- Plazo de las vistas y traslados- Las vistas y traslados que debieran evacuarse
por escrito y no tuvieran fijado un plazo por este código o por el tribunal, se consideraran
corridas por tres días.

Dicha norma establece un marco temporal, en el que las partes deben cumplir con determinadas cargas
procesales.
Doctrina marco diferencias entre vistas y traslados, señalando que este último es más propio del
sistema escrito, mientras que la vista encuadra mejor en la oralidad.
El plazo contemplado es de tres días, pero debe tenerse en cuenta la prorroga especial contemplada en
el articulo 152, salvo que expresamente el código contemple otro plazo o que éste sea impuesto por el
tribunal.
Además establece que las vistas y traslados enmarcados en un trámite oral deberán ser evacuados en
el mismo momento de la audiencia, sin intervalo temporal alguno. La única hipótesis de breve
diferimiento se encuentra prevista en el artículo 312 inc. 4, que establece una suspensión máxima del
debate de no mas de dos horas, cuando ello fuere pedido por la parte para preparar su actividad
acusatoria o defensiva, siempre que por circunstancias no previstas tuviere necesidad de ello y fuere
consentida la solicitud por el tribunal.

Plazos.
En este capitulo se abandonó la antigua denominación "términos y plazos", que establecía el anterior
ordenamiento, el cual concebía a los primero como los momentos temporalmente fijos del plazo,
mientras que estos son mas genéricos y aludirían a los lapsos de tiempo prestablecidos para la
realización de actos procesales, o actividades de igual tener o bien del proceso mismo. Sin embargo la
ley utiliza ambiguamente ambos vocablos en varias ocasiones.

Clasificación de los plazos:


1) según su origen: a)-legales: son los que se encuentran especialmente establecidos por normas
emanadas del legislativo. b)-judiciales: son los que pueden ser establecidos, en cuanto a su extensión,
por jurisdiccional: ejemplo el plazo fijado por el tribunal en caso de que se argumentara el desistimiento
tácito de la querella, para la evacuación del planteo (art.98), la habilitación de días y horas durante el
debate (art.129, primer párrafo, ultima parte). c)- convencional: acordado por las partes. Al respecto el
art. 13 autoriza a las partes establecer reglas particulares de actuación, las que deben ser autorizadas
por el tribunal, entre las cuales se encuentra el plazo.
2) según su extensión: a)-precisos: según sean cuantificaos exactamente en
horas, días (regla), meses o años. b)-imprecisos: es cuando el código efectúa referencias genéricas,
ejemplo: sin demora.
3) según sus consecuencias: a)- perentorios: aquellos cuyo mero vencimiento produce la caducidad del
derecho no ejercido, sin que pueda ser renovado el mismo, ya que tal caso la pretendida incorporación
tardía del acto será rechazada por inadmisible, es decir que otros de los efectos generados por el
mismo es el de la preclusión. b)- ordenatorios: son los que su vencimiento no genera perdida del
derecho de ejercer, mas allá de las consecuencias que provoquen, el ordenamiento prevé dicho plazo
para los actos indispensables, como la sintonización de la acusación o la defensa, prevista en la ultima
parte del 317.
4) según la posibilidad de cumplimiento después de su vencimiento:
a)- prorrogables: son los que pueden ser alargados temporalmente por el órgano interviniente, cuando
lo autoriza la ley.
b)- improrrogables: aquellos que no se puede trasladar de su vencimiento hacia el futuro, al artículo
154, establece que este es el carácter de todos los actos procesales, salvo casos indispensables,
generando además la perdida del derecho no ejercido en tiempo.
5) según el momento a partir de cuando comienzan a computarse:
a) individuales: es el fijado a un interviniente a una sola de la parte para la realización de determinado
acto, ejemplo: la contestación de una traslado cuyo acto precedente solo le fue notificado al defensor.
b) comunes: es aquel comprensivo de más de un sujeto o parte aunque actúen de modo independiente,
comenzando a contabilizarse a partir de la última notificación.
6) según se extiendan con o sin interrupción:
a) continuos: son los que se extienden sin interrupciones, ejemplo plazos durante la I.I.P. corren aun en
días inhábiles (129).
b) discontinuos: a diferencia de los anteriores, son aquellos que se cuentan únicamente en días hábiles
judiciales (ej.: los del debate, igual art.)
7) según la oportunidad en que pueda realizarse el acto:
a) inicial: aquellos que fijan la oportunidad desde la cual corresponde comenzar a realizar el acto.
b) final: es cuando el vencimiento del plazo fija la oportunidad hasta la cual corresponde realizarlo,
ejemplo: la victima puede manifestar disconformidad ante el Fiscal General, por desestimación de
denuncia o archivo del Fiscal de Distrito de la I.I.P, hasta cinco días después de haber sido notificado de
dichos actos (291).
8) En la relación a la norma destinataria y su objeto:
a) específicos: ordenan el cumplimiento en plazos diarios y horarios precisos, ejemplo. Art 300, plazo de
5 días para ofrecer prueba para la audiencia preliminar.
b) genéricos: plazos supletorios, para todo aquello que no tenga regulación específica.

ARTÍCULO 152.-Reglas generales- Los actos procesales se practicaran en los plazos


establecidos.
El computo de los mismos se contara a partir de cada notificación o, si fueran comunes, desde la
ultima practicada en la forma prevista por el código procesal civil y comercial.
No se contara el día en que tuviera lugar la diligencia ni los inhábiles.
Los plazos de horas se contaran desde la siguiente a la de la notificación y correrán aun durante
las inhábiles.
Establece como deben efectuarse los cómputos de los respectivos plazos, a los fines de poder
determinar si fueron cumplidos temporáneamente.
Regla general: los actos procesales deben cumplirse en los plazos que la ley establece.
Desde cuando comienza a correr el plazo: se diferencia según sea individual o común.
Si la notificación es única, el plazo comenzara a contarse desde el día-u hora- hábil siguiente al de la
notificación; si fueren comunes, de igual modo pero a contar desde la ultima notificación que se hubiere
llevado a cabo y en la forma prevista en el ordenamiento ritual civil y comercial.
Los plazos de horas se computaran aun las inhábiles, los cual compadece con la situación en que corre
dicho plazo, generalmente signada por situaciones que ameritan rápida resolución, tal como sucede en
la denuncia de habeas corpus y en el pronto despacho interpuesto contra la demora en la resolución de
medidas cautelares en las que el imputado este privado de su libertad.

ARTICULO 153.-Prorroga especial- Si el termino fijado venciera después de las horas de oficina,
el acto que deba cumplirse en ella podrá ser realizado durante las dos primeras horas hábiles del
día siguiente.
El precepto alude a la hipótesis de que el lapso temporal ultimo para poder cumplir con el acto venza a
posteriori de las horas de oficina, después de las 13:00hs., la prorroga especial solo es para las partes
y no influye en los plazos en que deben resolver los órganos jurisdiccionales.

ARTÍCULO 154.- Carácter- Los plazos serán improrrogables y perentorios, operando la


caducidad por su solo vencimiento, salvo los establecidos para que las partes cumplan una
actividad indispensables en el proceso.
La improrrogabilidad es relativa, ya que prácticamente todos los plazos admitirán una prorrogas de
horas, conforme lo establecido en el art.153.

ARTICULO 155.-Abreviacion y ampliación-La parte a cuyo favor se hubiera establecido un plazo,


podrá renunciarlo o consentir su abreviación mediante manifestación expresa.
Las partes podrán acordar la modificación de los plazos que este código les fija para cumplir
actividades procesales. El acuerdo deberá ser comunicado al tribunal interviniente.
Destaca el aspecto garantista, en cuanto permiten que las partes puedan renunciarlo o acordar su
modificación, con obligación de comunicarlo al tribunal interviniente. Dicha renuncia, modificación, o
abreviación no deben lesionar el derecho de defensa, ni alterar los alcances del debido proceso y el
juicio previo.

Articulo 156.-Observancia de los plazos- Los tribunales y el Ministerio Publico Fiscal estarán
obligados a cumplir y a hacer cumplir los plazos establecidos durante el procedimiento.
La inobservancia de los plazos, hará pasibles a los jueces, fiscales, y en su caso Defensores
Públicos oficiales, de correcciones disciplinarias a aplicar aun de oficio por la corte suprema de
justicia, sin perjuicio de otras medidas que legalmente correspondieran.
Los profesionales que tuvieran participación en el procedimiento penal, y no cumplieran con los
plazos establecidos, serán sancionados disciplinariamente, aun de oficio por el tribunal, sin
perjuicio de ser separados de la causa y remitirse sus antecedentes al tribunal de Disciplina del
Colegio respectivo o a quien correspondiere.
El precepto destaca el imperativo funcional que rige la actividad de los integrantes de los distintos
órganos jurisdiccionales (jueces de la investigación penal preparatoria, tribunales de juicio, juez de
ejecución penal y cámaras de apelaciones en lo penal) y a los integrantes del M.P.F. (fiscales de
distritos, defensores públicos oficiales, fiscal general, procurador) para que respeten los diferentes
plazos procesales en los que deben cumplimentar con sus respectivos actos y hagan cumplir los
mismos, atento el control de legalidad sobre el procedimiento que establece el ordenamiento ritual y la
L.O.P.J. en diferentes disposiciones.
Si bien la inobservancia no genera efectos invalidatorios hacia el proceso ni hacia el mismo acto, si
provoca eventuales sanciones a los magistrados o funcionarios del M.P.F.
Cuando se trate del defensor, entra en juego la inviolabilidad de la defensa y no pueden ser omitidos
determinados actos, los mismos deben ser cumplidos por ser considerados indispensables. Sin
embargo cuando se detectara mora en el cumplimiento por parte de estos, el tribunal de oficio o a
pedido del fiscal podrá intimar al profesional a que adecue su conducta procesal a los tiempos del
código, separando al defensor de confianza que abandonara el cargo dejando al imputado sin defensa o
incurriera en notorias omisiones, como lo establece el 118.

ARTÍCULO 157.-Retardo de justicia- Vencido el término en que se deba dictar resolución, el


interesado podrá deducir pronto despacho y si dentro de los tres días no la obtuviere, podrá
interponer queja por el retardo ante el superior.
El presidente del tribunal ordenara al denunciado que informe dentro del plazo que le señalara.
Si la queja fuere procedente, el superior fijara un plazo prudencial para que se pronuncie.
Si la demora fuere imputable al Presidente o a un miembro del tribunal la queja deberá
formularse ante la Corte Suprema de Justicia.
Regula el derecho de las partes y sus letrados de obtener un pronunciamiento jurisdiccional en término.
Los interesados pueden ser: el imputado, el querellante (y sus letrados) y el fiscal de distrito o en su
caso, el fiscal general.
Los tres días a que se refiere en la investigación preparatoria son días inhábiles, y durante el debate
son días hábiles.
El superior ante quien se interpone la queja es la cámara de apelaciones de la circunscripción a la cual
pertenece el tribunal que debe resolver, o en caso de tratarse de mora de un órgano de segunda
instancia, la queja deberá interponerse directamente ante la corte suprema provincial.
En cualquiera de los casos, el presidente del órgano jurisdiccional ante el que se interpuso el reclamo
requerirá informe acerca de las causas que originaron el incumplimiento de los plazos, debiendo
evacuar el mismo el requerido en un tiempo acotado y predeterminado, tras lo cual y evaluados todos
los aspectos emergentes del escrito de queja y del descargo efectuado por el inferior fijara un plazo
para que se emita el correspondiente pronunciamiento. De todos modos, si aun en tal caso no se
verificara la emisión de la resolución, el vencimiento del nuevo plazo concedido no genera un efecto de
caducidad inmediato sobre el acto o sobre el proceso, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria o
de otra índole en que incurra el moroso y sin perjuicio de la procedencia del recurso de habeas corpus
cuando el imputado se encontrara privado de libertad o de la interposición del pronto despacho, en los
casos previstos en el artículo 158.
Para el caso del M.P.F. vale recordar que existen tiempos procesales que deben ser cumplidos por el
Fiscal de Distrito, en materia de extensión de la detención y resolución de la situación procesal del
imputado (224, 274 y concordantes), duración de la investigación preparatoria (289/290), tiempo para
formular requerimiento acusador (294), etc., todo lo cual habilita a formular las instancias pertinentes
ante el juez de la investigación preparatoria conforme a su rol de control de la legalidad procesal y
resguardo de las garantías constitucionales, sin perjuicio de las facultades de acudir ante el fiscal
general para que inste al inferior al cumplimiento de los plazos (87inc segundo y cuarto).

ARTICULO 158.-Demora en las medidas cautelares personales-Cuando se haya planteado la


revisión de una medida cautelar privativa de libertad o se haya impugnado la resolución que
deniega la libertad y el juez o tribunal no resuelvan dentro de los plazos establecidos en este
Código, el imputado podrá interponer pronto despacho y, si dentro de las veinticuatro horas no
obtiene resolución se tendrá por concedida la libertad. En este caso, el juez o tribunal que
conforme a la ley sea remplazante, ejecutara la libertad y comunicara la situación a la Corte
Suprema de Justicia.
Precepto se sienta en el respecto irrestricto de los plazos procesales en actuaciones en las que se haya
dispuesto la prisión preventiva del imputado y plantea dos hipótesis:
a)- cuando se haya solicitado ante el juez de la investigación penal preparatoria la revisión de una
medida cautelar que había sido dispuesta con anterioridad, tal como puede suceder cuando se
replantea la misma invocando la existencia de nuevos elementos probatorios sobrevivientes (225),
cuando se solicite la cesación de la prisión preventiva (227).
b)- cuando se recurre ante la Cámara de Apelaciones una resolución denegatoria de libertad.
En tales casos, la ley marca el tramite que debe llevarse a cabo 224/225, 401/402.
La norma impone un término falta de resolución, cuyo vencimiento genera inmediatos efectos sobre la
libertad personal del recurrente. Si aun así no se verificara la misma, podrá interponerse recurso de
habeas corpus (370) sin perjuicio de las responsabilidades penales y disciplinarias que pudieren incurrir
quienes no acaten el imperativo funcional regulado en la norma comentada.

Inadmisibilidad e invalidación por actividad procesal defectuosa C.P.P.S.F., código comentado de


Erbetta.
Consideraciones generales: cuando un acto procedimental no se ajusta al tipo procesal previsto en la
ley, puede afectar los intereses protegidos por dicha actividad, la que resulta inherente a todo estado de
derecho. Los actores procesales, deben amoldar su conducta a los recaudos legalmente exigidos,
evitando y controlando la incorporación de actos que generen nulidades futuras.
El ordenamiento procesal santafecino regula los supuestos de inadmisibilidad y de ineficacia,
estableciendo recaudos que de no ser cumplidos por las partes generan la subsistencia del acto
cuestionado, salvo que se tratare de un defecto considerado absoluto, del que se desprende su
invalidez cuando es advertido oficiosamente o señalado por alguna de las partes.
De la Rúa sostuvo que en orden a las sanciones procesales, todas ellas podían reducirse a una, la
nulidad, podría pensarse que se manifiesta de dos modos: impidiendo la producción de efecto al acto
(llamada inadmisibilidad) con lo que éste no alcanzaría a nacer, o bien evitando que el acto siga
produciendo efectos y eliminando los ya producidos (nulidad) con lo que el acto ha tenido vida procesal
pero se lo mata extirpando sus efectos.

ARTÍCULO 245.- Inadmisibilidad.- La inadmisibilidad de los actos de parte será declarada:


1) cuando estuviese prescripta por la ley;
2) cuando se intentase actuar sin tener facultad o ésta se hubiere extinguido o agotado por
caducidad o preclusión.
Si un acto de parte fuera erróneamente admitido, sus efectos serán invalidados, salvo que la
deficiencia se corrigiera oportunamente o que el acto haya alcanzado su finalidad respecto de
todos los interesados.
Comentario: Atiende a una de las sanciones procesales previstas para los actos que no se ajustan a su
tipo.
La inadmisibilidad es una sanción procesal anticipatoria a que el acto viciado penetre en el trámite y
produzca efectos en el mismo, más allá de que su manifestación fáctica ya haya acaecido.
La diferencia entre acto inadmisible y el nulo es que éste llegó a ingresar al proceso y subsistió hasta
que fue advertido por el tribunal (en caso de defectos absolutos) o por alguna de las partes, y tras su
fulminación deja una estela de nulidad abarcativa de todos aquellos actos causalmente conexos. En
cambio el acto inadmisible fue detectado antes de que ingresara al tracto procesal y neutralizado en sus
efectos impidiendo su valoración.
El efecto de la nulidad consiste en la privación de efectos al acto anulado. El acto conserva vigencia en
el sentido de que no desaparecen algunos efectos a producirse (imposición de costas). El acto no es
eliminado materialmente del proceso, se eliminan sí sus efectos.
La inadmisibilidad comprende dos aspectos: el defecto en la forma exterior (criterio objetivo, deficiencia
estructural del acto por no adecuarse al esquema legal regulado imperativamente) y el defecto en el
poder para cumplir la actividad (criterio subjetivo, ausencia de la atribución para desplazar la actividad
que se pretende cumplir, sea por haberse extinguido ante el vencimiento del término o por haber
agotado por su ejercicio anterior).
Casos que admiten dicha sanción procesal son:
1) Los que en su diseño normativo hayan incorporado de modo expreso la inadmisibilidad como
sanción procesal, alguno de ellos son:
 Planteo de incompetencia sin expresar que no se ha utilizado el otro medio (recusación o
inhibición).
 Presentación incompleta sobre juicio abreviado
 Reclamo inadecuado para la reparación del daño
 Recursos interpuestos sin adecuarse a las condiciones exigibles de tiempo y forma
 Impugnación contra resolución irrecurrible, etc.
2) Cuando se pretendiese incorporar o llevar a cabo un acto sin tener facultad: puede referirse a un
aspecto subjetivo, como por ejemplo la carencia de un requisito legal para desempeñar
determinada función (título de abogado para ser designado defensor) o puede tratarse de una
carencia objetiva, como cuando pretende recurrirse una resolución que expresamente no
contempla la vía impugnativa.
3) Cuando el sujeto que hubiese tenido tal facultad y ésta se hubiere extinguido: ej. Cuando se
solicita el apartamiento de un juez después del plazo legal de tres días estipulado.
4) Por agotamiento de la facultad por caducidad o preclusión: ello podría darse cuando se interpone
extemporáneamente un recurso o cuando se intenta ejercer un derecho propio de una etapa
procesal ya superada.
Operará la nulidad debiendo sus efectos ser declarados inválidos, salvo que hubiere ocurrido lo
siguiente:
a) La deficiencia hubiera sido oportunamente corregida: sólo es posible mientras no haya caducado el
poder jurídico de la parte para actuar, lo que puede pasar ya sea por la preclusión dentro del
proceso o por haberse extinguido el poder de acción procesal penal que en él tendría desenvolverse
(por su prescripción).
b) El acto haya alcanzado la finalidad respecto de todos los interesados: si el acto presentaba algún
defecto que ameritaba su no incorporación, pero por inadvertencia ello no aconteció y luego el vicio
no afecto derecho de las partes o de ningún modo altero el debido proceso, en tales casos no
procederá la declaración invalidante. Sería el caso de una notificación mal hecha o de cualquier
modo inválida, respecto de la realización del acto, el que fue llevado a cabo con la presencia de
todas las partes, quienes pudieron ejercer las actividades de control pertinentes.
El desajuste del acto con el tipo debe impedir que logre la finalidad a que estaba destinado, con lo que
se indica que aquella característica y esta consecuencia tienen que unirse en una relación de
antecedente a consecuente, si el acto dejo de cumplir su finalidad por causas que nada tienen que ver
con ese defecto, éste no podrá fundamentar la declaración de nulidad.

ARTÍCULO 246.- Principio.- No podrá ser valorado para fundar una decisión judicial, ni utilizados
como presupuestos de ella, los actos cumplidos con inobservancia de las formas y condiciones
previstas en este Código, salvo que el defecto haya sido subsanado o no se hubiera protestado
oportunamente por él.
Las partes sólo podrán impugnar las decisiones judiciales que les causaran gravamen, con
fundamento en el defecto, en los casos y formas previstos por este Código, siempre que el
interesado no hubiera contribuido a provocarlo. Se procederá del mismo modo cuando el
defecto consistiera en la omisión de un requisito que la ley prevé para la validez del acto.

Comentario: el precepto establece la ineficacia de todo acto en el que no fueron observadas las formas
y condiciones previstas para su incorporación al proceso.
Requisitos que viabilizan la nulificación de una actuación defectuosa:
a) El acto no debe haber sido inadmitido, puesto que en tal caso la sanción procesal resulta
anticipatoria.
b) Tampoco procederá la nulidad, no obstante haber advertido, cuando el acto defectuoso haya
alcanzado la finalidad para la que fue concebido. En tal caso, se trataría de una nulidad por la nulidad
misma, lo cual no es querida por la ley, imperando el principio de la conservación de los actos
procesales.
c) No resultara procedente la nulidad cuando el acto cuestionado haya sido subsanado, sea porque se
lo practico nuevamente, se lo completo con lo que le faltaba o se suplió su carencia mediante otros
actos posteriores.
d) Temporalidad del planteo nulificante, el mismo para producir efectos debe surtir efectos debe ser
introducido en tiempo oportuno, su denuncia debe ser efectuada durante el trascurso del acto o
inmediatamente después, rigiendo igual brevedad temporal en caso de advertencia posterior de la
irregularidad.
e) En orden a las decisiones judiciales que se hubieren apoyado en actuaciones presuntamente
defectuosas, las mismas sólo resultan impugnables si hubieren causado gravamen (principio de
lesividad o trascendencia) debiendo el mismo tener cierta entidad y vigencia por no haber sido
superado. Este recaudo, además, implica que quien invoca la nulidad, alegue y demuestre que el vicio
le ocasiono un perjuicio cierto e irreparable, que no puede subsanarse sino con el acogimientos de la
sanción.
f) El interesado no debe haber generado o tolerado la introducción del acto defectuoso que le causa
gravamen, consecuencia tributaria de la teoría de los actos propios aplicada en el proceso penal. Nadie
puede sostener racional y eficazmente un planteo nulificante invocando su propia torpeza.

ARTÍCULO 247.- Protesta.- Cuando el defecto fuera subsanable, el interesado deberá formular la
protesta, mientras se cumple el acto o inmediatamente después de cumplido cuando hubiese
estado presente en él; y antes de dictarse la decisión a impugnar, cuando no hubiere estado
presente.
Si, por las circunstancias del caso, fue imposible advertir oportunamente el defecto, el
interesado deberá formular la protesta inmediatamente después de conocerlo.
La protesta implicará el reclamo de subsanación y deberá describir el defecto individualizando el
acto viciado o el requisito omitido, proponiendo la solución que correspondiera. Se sustanciará
según lo previsto para la reposición.

Comentario: esta norma regulatoria de la alternativa subsanatoria de un acto defectuoso y comienza


destacado que para que ello ocurra debe tratarse de un defecto que admita tal vía reparatoria, lo cual
sucederá por ejemplo cuando llevó a cabo un acto procesal mediante el cual se receptó una prueba
definitiva e irreproducible, la cual por su naturaleza no se puede rehacer o recoger nuevamente. En tal
caso la opción subasanatoria no será tal y la ineficacia del acto y todos sus consecuentes resultará
inevitable.
La norma le impone al interesado la obligación de incoar la advertencia del defecto que estuviere
contaminando el acto, durante el transcurso del mismo o inmediatamente después.
Debe formularse la protesta a posteriori de la realización del acto, cuando el interesado no hubiere
estado presente y antes de que se dicte la decisión sujeta a impugnación, o inmediatamente después
de conocido el defecto, si las circunstancias del caso hubieren imposibilitado un anterior conocimiento.
En la protesta (la que deberá realizarse in voice si la misma se introdujera en el transcurso de una
audiencia y por escrito en los demás casos) se deberá describir con claridad en que consiste el defecto,
como asimismo proponer la solución que se estime pertinente.

ARTÍCULO 248.- Defectos absolutos.- Aunque pueda formularse, no será necesaria la protesta
previa y podrán ser invalidados aun de oficio, en cualquier estado y grado de la causa, los
defectos concernientes a la intervención, asistencia y representación del imputado en los casos
y formas que la ley establece o los que implicaran inobservancia de derechos y garantías
previstos por la Constitución Nacional, por los Tratados Internacionales con idéntica jerarquía y
por la Constitución Provincial.
En estos casos el imputado podrá impugnar, aunque tuviera responsabilidad en la provocación
del defecto.

Comentario: defectos considerados absolutos, los que surten efectos sin necesidad de que haya
pedido de parte y en cualquier estado y grado de la causa. Tampoco resulta óbice que el imputado haya
contribuido en el vicio del acto.

La norma incluye en tal categoría a los siguientes defectos:

1) Los vinculados a la intervención del imputado: abarca un campo basto que puede incluir a
los actos que en persona debe realizar el imputado, como aquellos referidos al nombramiento
del defensor y, todo lo ligado a la resistencia de la imputación.

2) Los que se refieren a la asistencia del mismo: se vincula a la actuación plena y libre del
defensor, actuando solo o junto al imputado y que hace a la garantía del derecho de defensa en
juicio, “de aquí que la utilidad conminada surja como una necesidad de asegurar la defensa
técnica del proceso penal, mostrándose como una constante amenaza ante la posible
inobservancia de las normas que la regulan.”

3) Cuando el imputado no fue representado o no lo fue debidamente: es el caso en que


directamente el defensor representa al imputado por ausencia del mismo, la expresión
representación debe entenderse como referida a la legalmente necesaria para el imputado en
casos determinados.

4) Todo aquel defecto que implicara la inobservancia de los derechos y garantías previstos
por la Constitución Nacional, Provincial y por los tratados suscriptos por la Nación: bajo
este parámetro se incluyen, todos aquellos defectos que puedan considerarse que perjudicaron
al debido proceso y que hacen a los principios del juez natural, congruencia, acusación o que de
cualquier modo afectaron el derecho de defensa.

La nulidad es absoluta cuando un interés público indisponible aparece comprometido en la observancia


de la forma, por lo que puede y debe ser declarada de oficio en cualquier estado y grado del
procedimiento y no es subsanable; es declarable de oficio cuando por existir un interés público, pero
disponible, el juez la puede declarar sin necesidad de petición de parte, más el vicio puede subsanarse
por el consentimiento expreso o tácito de los interesados.

Las formas impuestas constitucionalmente deben considerarse consagradas bajo pena de nulidad
absoluta o declarable de oficio atento la jerarquía de la norma.

ARTÍCULO 249.- Renovación o rectificación.- Los defectos deberán ser subsanados, siempre que
fuera posible, renovando el acto, rectificando su error o cumpliendo el requisito omitido, de
oficio o a instancia de parte.
Comentario: En este caso, se regulan las posibilidades subsanatorias del acto viciado siempre que ello
fuera posible. Respecto de la categoría contemplada en el artículo anterior, la que podría ser
considerada como no subsanable, cabe señalar que ellos generaría inseguridad jurídica y fomentaría
intensos recursivos permanentes. Por ellos señala Creus que “… la cosa juzgada subsana cualquier
nulidad, incluso las declarables de oficio y de carácter absoluto; es regla común en la legislación
procesal que la expresa, ya sea indirectamente, haciendo referencia a su insanabilidad durante el
proceso, con lo que afirma su sanabilidad luego de extinción del mismo…, o directamente, disponiendo
de la caducidad de la facultad de declararlas una vez consagrada la cosa juzgada… o simplemente a su
declarabilidad de oficio mientras dure el proceso…, pero no cuando este caducado.”
El acto defectuoso puede ser llevado a cabo nuevamente (renovado) o integrado por el requisito que le
estaba faltando. Dicha alternativa puede ser dispuesta de oficio o a instancia de parte, debiendo
complementarse lo expuesto con las obligaciones impuestas a las partes en el art. 247.

ARTÍCULO 250.- Efectos.- La invalidación de un acto se extiende a todos los consecutivos que
dependan directamente de él.
Sin embargo, no se podrá retrotraer el procedimiento a etapas anteriores, con grave perjuicio
para el imputado, cuando la invalidación se funde en la violación de una garantía prevista en su
favor.
El Juez o Tribunal establecerá a cuales actos anteriores o contemporáneos que por conexidad
alcanza la invalidación.

Comentario: La consecuencia de la sanción procesal de ineficacia: invalidación del acto así


declarado y de todos los que dependen directamente de él. Solo quedaran exceptuados aquellos
que hubiesen sido incorporados a través de una fuente independiente, lo cual se puede verificar
acudiendo al método de la supresión mental hipotética, consistente en eliminar el acto viciado y
comprobar si el posterior igual hubiere existido. Señala Bertolino que “… el efecto expansivo puede
alcanzar a los actos: a) anteriores, (por ejemplo, la nulidad de la citación a juicio produce la nulidad del
debate y de la sentencia….); b) contemporáneos ( la nulidad de la notificación múltiple por haber omitido
una hace caer la validez de la audiencia…); y c) consecutivos ( si cae la requisitoria, caen las
diligencias agregadas…) El juez deberá establecer expresamente de que actos se trata, según su
conexión con el acto anulado.”
El segundo párrafo, inobservancia de la regla de garantía, por el cual una regla de tal tipo establecida a
favor del imputado no podrá ser hecha valer su contra. La norma incluye un plus a dicha garantía, el de
la gravedad del perjuicio que puede sufrir el imputado, con lo cual debe apreciarse en cada caso
concreto si ello ocurre. Resultaría ilógico concederle al imputado la facultad de impugnación, y, al
mismo tiempo exponerlo al riego de que por el ejercicio de esta potestad, su situación procesal se vea
empeorada.

Sanciones en el Código Procesal Penal de Santa Fe


Las mismas se producen por un vicio en el procedimiento penal, ya sea que el mismo se
encuentre en un acto, actividad o acta procesal. Para que sea aplicable la sanción se necesita
además, que el mismo produzca un perjuicio.
Será declarada la INADMISIBILIDAD cuando el acto estuviese prescripto por ley
Cuando se interesa actuar sin tener facultad o ésta se hubiere
extinguido o agotado por caducidad o preclusión.
Se declarara la INVALIDACIÓN cuando un acto fuese erróneamente admitido, salvo que
la deficiencia se hubiese corregido oportunamente o el acto haya alcanzado la finalidad.

El defecto puede ser

SUBSANABLE ABSOLUTO

El interesado deberá formular protesta No será necesario la protesta y


mientras se cumple el acto o inmediata- podrán ser invalidados aún de
mente después de cumplido cuando este oficio, en cualquier estado y grado
hubiese estado presente en él; y antes de la causa.
De dictarse la decisión a impugnar, cuando
no hubiese estado presente.
La protesta implicara un pedido de
subsanación.

Son los defectos concernientes a la


intervención, asistencia y representación
del imputado, en los casos y
formas que la ley establece o que
implicara inobservancia de los
derechos y garantías previstos en
la Constitución, Tratados y Constitución Provincial.
EFECTOS: la invalidación de un acto se extiende a todos los consecutivos que dependan directamente
de él.

Código Procesal Penal de la Nación


Actos procesales Serán nulos cuando no se hubiera observado las disposiciones
expresamente prescriptas bajo pena de nulidad. (Art. 166)

Se entenderá siempre prescripta bajo pena de nulidad (art. 167):


Nombramiento, capacitación y constitución del juez, tribunal o representante del
Ministerio Público Fiscal.
Intervención del juez, Ministerio Público Fiscal y parte querellante en el proceso y a su
participación en los actos en que ella sea obligatoria.
Intervención, asistencia y representación del imputado, en las formas y casos que
La ley establece.

EL tribunal que compruebe una causa de nulidad tratara de eliminarla. Si


no lo hiciere podrá declararla nula a pedido de parte. Deberán declararlas
de oficio, en cualquier grado y estado del proceso, cuando dichas
nulidades impliquen violación de las normas constitucionales, o cuando se
establezca expresamente. (Art. 168)
Pueden oponerla cuando no proceda la declaración de oficio, sólo las
partes que no hayan concurrido a causarlas y tengan
un interés en la observancia de las disposiciones legales.
(Art. 169)

Oportunidad y forma de oposición:


Instrucción: durante esta o en el término de citación a juicio.
Actos preliminares del juicio: hasta inmediatamente después de
abierto el debate.
Debate: al cumplirse el acto o inmediatamente después.
Producidas durante tramitación de un recurso: hasta
inmediatamente después de abierta la audiencia, o en el memorial.
Se tramita por incidente, en la forma para el recurso de reposición. (Art.170)

Subsanación (Art.171): Salvo las declarables de oficio, el resto son subsanables

El Ministerio Público o las cuando los que tengan a pesar de su irregularidad


partes no lo opongan derecho a oponerla el acto hubiese cumplido sus
oportunamente hayan aceptado expresa efectos.
o tácitamente los efectos
del acto.

Efectos (Art.172):
Hará nulo todos los actos consecutivos que dependan del acto anulado.

Cuando fuese necesario, el tribunal que la declare, ordenara la renovación, ratificación o


rectificación de los actos anulados.

Sanciones (Art.173): cuando él tribunal superior declare la nulidad de actos cumplidos por uno inferior,
podrá disponer su apartamiento de la causa o imponerle las medidas disciplinarias que le acuerde la ley.

Sanciones procesales: (Claria Olmedo).


Irregularidad procesal
Cuando no se procede con la regularidad prevista en la ley, el desenvolvimiento del proceso penal es
anormal, corriéndose el riesgo de afectar los intereses tutelados; debe impedirse o excluirse la actividad
irregular evitando que produzca efectos en el proceso o eliminando los efectos que hubiere producido,
pero algunas inobservancias resultan toleradas por la misma ley, especialmente cuando no perjudican el
ejercicio de la defensa o el debido cumplimiento de la labor acusatoria, o no contradicen los
presupuestos o principios básicos del proceso.
Es defectuoso el acto procesal penal que no reúne los requisitos propios de su correspondiente especie
al apartarse de la configuración legal, pero no basta ese apartamiento para llegar a la ineficacia, y
cuando se dan las circunstancias que permiten llegar a ella, el rigor no es siempre el mismo.
El acto procesal puede ser eficaz no obstante su imperfección, pero lo que nos interesa a nosotros es
cuando esa imperfección o irregularidad acarrea ineficacia resuelta en la sanción procesal.

Ineficacia.
La ineficacia del acto surge de su imperfección, siempre que ésta sea captada por la ley como
trascendente para el proceso punto de autorizar o imponer su invalidación de oficio o a instancia de
parte.
La irregularidad debe surgir del acto mismo considerado en su ámbito procesal: presupuestos,
estructura y circunstancia.
La invalides y consecuente ineficacia del acto procesal irregular se reconoce y hace practica mediante
la aplicaron de sanciones también de carácter procesal, estas (sanciones) son conminaciones legales
dirigidas contra determinada actividad irregular, que actúan preventivamente para imponer el orden en
el procedimiento, y para impedir o extirpar efectos no adecuados al proceso legal, lo que se impide o
aniquila con la sanción invalidatoria es el efecto concretamente previsto en la ley, con exclusión de los
que pudieran emanar de otras normas aunque fueren del mismo código procesal penal, quedan
excluidos los vicios de la voluntad y los que se advierten en el contenido sustancial del acto, o sea en la
alegación y en el juicio.
El defecto en el acto mismo `produce su invalidación y la de sus consecuentes y conexos; la
inobservancia del presupuesto produce invalidación de toda actividad que de el dependa.

Criterios de invalidación.
El derecho romano era formalista, es decir que la inobservancia de las formas prescriptas producía
invalidación de la actividad procesal porque se consideraba nulo todo lo hecho en contra de la ley, pero
ese respeto a las formas no condujo a nada y perjudico la finalidad practica del proceso al hacerlo
engorroso, con lo cual las modernas concepciones de la justicia fueron limitando ese sistema, el cual
fue aniquilado con la introducción del constitucionalismo y con la revolución francesa adquirió auge
inmediato en materia procesal penal un criterio totalmente opuesto, es el sistema legalista que permitió
distinguir la imperfección del acto de su invalidación.
Se comienza a distinguir las formas en sustanciales y no sustanciales, y los requisitos del acto en
esenciales y accidentales, haciendo funcionar la sancionabilidad solo frente a los primeros, pero fue
necesario determinar cuando se esta frente a sustancialidad o esencialidad de formas o requisitos, y
antes ellos surgieron tres sistemas:
 privatista: deja al interés de la parte perjudicada la alegación del defecto,
lo que no se aviene con la naturaleza publica de la cuestión penal;
 judicialista: deja la valoración a cargo exclusivo del tribunal sin perjuicio del
reclamo de parte;
 legalista: traslada la determinación de la esencialidad a la ley procesal.
Este es el más avanzado.

Concepto y valor de las sanciones procesales.

Sanciones procesales: conminaciones de admisión e invalidación que la ley prevé con respecto a los
actos procesales, cuando no se observen determinadas exigencias legales.
Solo pueden considerarse sanciones procesales penales la inadmisibilidad y la nulidad (la primera
funciona como medio anticipado de la segunda), estas deben ser distinguidas de otras situaciones que
solo son causa de sancionabilidad como la caducidad y la preclusión, y también de otro tipo de
sanciones que tiene vida en el proceso como las disciplinarias, que recaen sobre el obligado a actuar o
a hacerlo de determinada manera, y no sobre el acto.
La sanción afecta al acto irregular y se proyecta a toda la actividad cumplida en consecuencia de él, es
decir la que desencadeno, por eso la admisión del acto inadmisible produce la nulidad de lo actuado en
virtud del acto mal admitido.
La actividad defectuosa o falta de poder para actuar, conducen a la inadmisibilidad o a la nulidad, se
trata en general de la actividad viciada, resuelta en las causales de sancionabilidad.

Causas de las sanciones procesales penales: Consideraciones generales.


La diferencia entre causas y sanciones invalidatorias es técnica, pero también tiene valor practico.
Los códigos no son sistemáticos ni completos en la determinación de las causales de sancionabilidad,
los antiguos las captaban en una formula genérica y en otros casos surgían de los principios
orientadores del sistema adoptado, en realidad todos los códigos se refieren a la observancia de las
prescripciones legal impuestas imperativamente de manera expresa o implícita, se aparta la estructura
del acto, sea respecto de la inexistencia de poder para actuar por haberse adquirido sin extinguirse o
agotarse. La inobservancia de las normas procesales penales que regulan esos aspectos vician la
actividad, si conforme a la ley ese vicio acarrea una sanción procesal, la actividad será además
inadmisible o nula.
Los medios prácticos para obtener la declaración de ineficacia o invalidez son la inadmisión o anulación.

Clasificación.
El vicio en la actividad procesal penal puede resultar de la defectuosa estructura del acto aspecto
objetivo de lo sancionable manifestado. El vicio que consiste en la ausencia o deficiencia de aptitud para
actuar, impone distinguir las diversas situaciones posibles que lo producen, aspecto subjetivo de lo
sancionable traducido en la imposibilidad de actuar por carencia del poder o facultad que la ley concede
para ello, tanto a los órganos públicos del proceso como a los particulares que interviene en el, esa
carencia de poder o facultad puede mostrarse con respecto a un acto concreto o con respecto a toda
una actividad de variable desarrollo, siendo posible distinguir los motivos provocadores de la
irregularidad: 1)- cuando la ley no atribuye al sujeto el poder para cumplir un concreto acto o una
determinada actividad: se trata de una carencia de poder porque no corresponde al sujeto actuante o
porque falto un requisito para asumirlo; 2)- cuando el poder o facultad que se tuvo para cumplir el acto o
desarrollar la actividad caduca por no haber utilizado oportunamente: se trata de una extinción o pérdida
del poder que se tenía para actuar, el que decae por vencimiento del plazo previsto para ello; 3)- cuando
el poder o facultad concedido para actuar por la ley haya sido ejercitado en un sentido determinado
creando una concreta situación procesal, haciéndose imposible la modificación del acto o el retroceso
del tramite, es un caso de agotamiento del poder o facultad porque su ejercicio objetivamente produce
preclusión procesal.
Deficiencia estructural del acto.
Desde el punto de vista causal, el acto procesal penal es ineficaz porque el vicio que lo caracteriza
como nulo esta en el acto mismo o fuera de él, deficiencia estructural del acto, es deficiencia también
puede ser causal de inadmisibilidad, esto es así porque el acto nulo aun no introducido en el proceso
deber inadmitido.
El acto procesal es estructuralmente deficiente cuando su configuración integral o construcción no
coincide con los elementos externos o circunstancias de modo previsto por la ley para su regularidad
formal, se debe tratar de un acto mal hecho.
Los códigos modernos captan la noción de nulidad en este caso de deficiencia de estructura,
independizando la causal de la sanción.
No adquisición del poder.
La ausencia del poder o facultad para cumplir el acto presenta con primera manifestación la de no haber
sido adquirido por el sujeto actuante, se trata de una causal de sancionabilidad que no siempre esta
prevista en forma expresa por los códigos procesales penales, pero surge del contexto general; se
refiere al juez y a las partes siempre con el mismo efecto de ineficacia respecto del acto.
Cuando el sujeto actuante es un particular, la falta de facultad para actuar en primer lugar hace
inadmisible el acto, y en general ocurre lo mismo cuando se trata del ministerio fiscal, pero si la
inadmisibilidad no se declara, el acto defectuoso ingresado mantendrá su calidad de nulo, quedando
sujeto a sancionabilidad.
Cuando se trate del tribunal la carencia de atribución para cumplir el acto lo caracterizara de nulo o por
ello sujeto a sanción.
La no obtención del poder puede resultar de razones objetivas y subjetivas, las primeras consisten en la
falta de cumplimiento de un acto impuesto como previo o en la ausencia de una situación procesal
determinada anterior, las segundas se refieren a la falta de calidad para actuar. (Ambas encuadran
dentro de las exigencias impuestas para la satisfacción de los presupuestos procesales o individuales
de cada actividad).
Aspectos que comprende.
El incumplimiento de un acto impuesto en forma previa como razón objetiva de la no adquisición del
poder de actuar se refiere a los presupuestos específicos del acto procesal penal. Comprende actos de
parte, del tribunal y de órganos de prueba, y pueden provocar la inadmisibilidad o la nulidad, ejemplo el
procesamiento o prisión preventiva del imputado es nula si no se lo recibió indagatoria.
La necesidad de prexistencia de una situación procesal determinada implica un presupuesto genérico
de la actividad respectos de los sujetos, con lo cual si se actuó sin que prexista esa situación, habrá
ineficacia y lo actuado será nulo, ejemplo son nulos todos los actos del juicio cuando no existió la
acusación.
Los particulares carecen de facultad para actuar cuando no tienen el carácter legalmente exigido o
media un impedimento absoluto respeto de una concreta actividad.
Respecto de los funcionarios públicos, la calidad para actuar en el proceso depende de las
circunstancias generales que legitiman su actividad, ejemplo: sentencia del juez incompetente o
sentencia de un tribunal colegiado incompleto.
Perdida del poder.
La perdida del poder o facultad que se tuvo para realizar los actos procesales penales es problema que
se manifiesta en la decadencia o caducidad generalmente porque transcurrió el plazo perentorio para su
cumplimiento, si el acto se ejecuta no obstante haber vencido el plazo legal, será inadmisible o nulo,
vale decir sancionable por ineficaz.
La caducidad no es sanción procesal sino causa de ella.
Causa de inadmisibilidad cuando se tratara de actos de las partes.
Causa de nulidad cuando se trata de actos del juez.
La sanción se aplica solo cuando el acto se ejecuta por quien perdió la facultad y no cuando lo cumple
el sustituto conforme a la ley, es el caso del juez que omite pronunciar sentencia en término.
Efectos.
Dado que la caducidad es consecuencia del vencimiento del plazo no ordenatorio, resulta que lo
permitido o impuesto hasta el termino, después de el esta prohibido, por lo cual, si se actuó, el acto será
ineficaz: inadmisible o nulo; este vicio se propagara a toda la actividad sucesiva que dependa de ese
acto.
Otras situaciones de perdida del poder que entran en el amplio concepto de decadencia, es el caso de
apartamientos de los jueces el cual puede ser genérico o especifico, en cuanto al primero podemos
mencionar la destitución, suspensión o traslado; en cuanto al segundo podemos mencionar la
excusación o recusación. La actividad que estos jueces cumplan una vez apartados será ineficaz y por
lo tanto nula.
En cuanto a los plazos meramente ordenatorios nos hay caducidad por cuanto el acto previsto es de
cumplimento imperativo, lo que significa que no puede omitirse, sin embargo, habrá perdida del poder
de obrar con respecto a la persona en concreto que tenia el imperativo de cumplir el acto: fiscal o
defensor interviniente que no produce en tiempo útil la acusación o la defensa en el procedimiento
escrito, una vez sustituidos su actuación será inadmisible.
Agotamiento del poder.
El agotamiento de la atribución o carga implica la imposibilidad de actuar como consecuencia de una
situación ya creada. Es uno de los aspectos de la preclusión. Ésta es una causal de sancionabilidad, no
es una sanción. El efecto de la misma (preclusión) consiste en la imposibilidad de asumir en el proceso
una conducta incompatible con otra anterior, con una situación ya consentida o con un estado procesal
íntegramente desarrollado, estas situaciones agotan el poder y precluyen la actividad. La
incompatibilidad de conducta es la base del impedimento para actuar. Si el acto se intenta cumplir o se
cumple no obstante la preclusión, se estará frente a lo sancionable por ser inadmisible o nulo.
Una manifestación especifica del aspecto de la preclusión se muestra en la necesidad de que las partes
hagan reserva o dejen protesta de recurrir, para poder impugnar la sentencia que se dicte con
motivación en el acto irregular, la omisión al respecto precluye la posibilidad a recurrirla.
El interés probatorio es una excepción de la preclusión frente a las sanciones procesales

Inadmisibilidad. Concepto: es la sanción prevista expresa o tácitamente en la ley para declarar la


ineficacia de un acto procesal penal que la ley considera que no debe producir efectos procesales.
La perentoriedad de los términos es una de las fuentes para la vigencia de esta sanción, pero su
manifestación mas característica se advierte frente a la defectuosa estructura de los actos de parte.
La aplicación de la inadmisibilidad impide ab initio (desde el principio) que el acto viciado que realizan
las partes (y a veces los terceros) produzca efectos procesales, cualquiera fuere la razón provocadora
del vicio. Se advierten los dos aspectos de la sanción: su antecedente y su consecuencia. Para que el
acto pueda ser sancionado (inadmitido) ha de estar viciado por cualquier causa (antes mencionadas),
aplicada la sanción (inadmisión) queda impedido el ingreso jurídico del acto en el proceso, y por tanto
privado de eficacia procesal. Con lo cual la inadmisibilidad debe aplicarse antes que el acto produzca
efectos en el proceso.
Extensión
El acto viciado sujeto a inadmisibilidad debe emanar de una de las partes, defensores o mandatarios, y
de terceros que incidentalmente se introduzcan en el proceso. Se excluye en general el acto del
tribunal, y los de parte en que el tribunal deba necesariamente intervenir mientras se cumple, ya que en
dichos casos el acto resulta incorporado jurídicamente al proceso mientras se cumple por ser el juez
sujeto de él, sin embargo el tribunal podría evitar la realización del acto ordenado, previendo así una
futura declaración de nulidad.
Ello presenta dificultad cuando se trata de actos de los funcionarios del ministerio fiscal en cuanto obren
como parte en sentido formal, es común limitarlo a las atribuciones facultativas de estos funcionarios
como por ejemplo a los actos de impugnación, de oposición o de planteamientos incidentales,
excluyendo la inadmisibilidad para las requisitorias impuestas e incompatibles aunque se tratare de un
vicio estructural del acto: acusación. Los códigos modernos, en estos últimos casos, sancionan el vicio
con nulidad, pero nada impediría que el juez ante que el fiscal presenta el requerimiento pueda
devolvérselo (sin admitirlo) para que elimine el vicio corrigiendo el defecto a los fines de su regularidad.
En cuanto a los terceros, debe limitarse la sanción a los actos que estos intenten introducir en el
proceso, quedan excluidos los que actúen en cumplimiento de ordenes impartidas por el tribunal.

Significación
En su significación estrictamente procesal, la inadmisibilidad implica negativa de admisión del acto, pero
desde el punto de vista de esa aplicación (practico) es una actividad positiva del tribunal por la cual
impide que el acto ineficaz se introduzca entre la serie progresiva que integra el proceso penal.
El tribunal aplica la sanción en el mismo momento de serle puesto el acto en su conocimiento (después
de practicado, pero antes de que produzca sus efectos en el proceso), es decir los recibe directamente
cuando es oral y por secretaria cuando es escrito y una vez examinado, en vez de proveer, lo rechaza
formalmente, declarando su inadmisión.
Efectos
La inadmisibilidad se aplica declarando la ineficacia del acto viciado en el momento de decidir sobre su
ingreso jurídico al proceso. Se evita la producción de efectos no queridos por la ley procesal, seria como
un anticipo de la declaración de nulidad de los casos que habrían de suceder al inadmitido y si fue
indebidamente introducido al proceso, no pierde su carácter de ineficaz.
La sanción que se aplique no elimina propiamente el acta, solo impide su ingreso. Materialmente puede
y a veces debe quedar agregado al expediente, ello explica la posibilidad de corregir el defecto
estructural en tiempo útil. Esta corrección no es posible en caso de caducidad o preclusión si una parte
actuó sin tener aun el poder, una vez que lo adquiera podrá repetir admisiblemente el acto. (Si el
damnificado intenta constituirse como actor civil antes de que la acción penal este pendiente, cuando lo
este podrá reproducir el acta, si lo hace con un defecto formal que lo torna inadmisible, podrá corregir el
defecto en el tiempo útil que la ley otorga para constituirse, pero si deja vencer la oportunidad, cualquier
intento de constitución será inadmisible.
Existen excepciones donde las leyes permiten que ciertas instancias puedan reproducirse no obstante
la caducidad o preclusión.
El acto inadmisible indebidamente ingresado al proceso, teóricamente no puede subsanarse, pero en la
práctica se ha permitido convalidar lo actuado cuando a posteriori se corrige el defecto (en la recepción
de pruebas cuyo ofrecimiento era inadmisible, con el incidente por cuestión relevable de oficio).
Vinculación con la nulidad
Los códigos procesales hacen referencia esporádicas a la sanción de inadmisibilidad, expresamente se
la prevé por lo general cuando el vicio consiste en la deficiencia estructural del acto y en raros casos
cuando consiste en la falta de poder, pero sin embargo muchas prohibiciones de la ley determinan la
aplicación de la inadmisibilidad sin necesidad de que se la mencione expresamente y ello ocurre en
todos los casos en que se carece del poder de actuar.
Ellos tienen importancia para establecer el vinculo de la inadmisibilidad y la nulidad si el acto se
introduce no obstante la caducidad o preclusión, todo lo actuado como consecuencia de el será nulo, sin
posibilidad de convalidación, subsanación o preproducción si la nulidad fuere absoluta, ello se debe a
que el poder desapareció definitivamente al perderse o agotarse.
Cuando el acto introducido debió inadmitirse por prematuro desde el punto de vista de la adquisición del
poder o por defecto en su estructura, la situación no es igual a la anterior, ya que mientras no surja otra
causal, el acto es reproducible una vez adquirido el poder, o puede ser integrado o corregido.
Actos del tribunal.
Los actos procesales emanados del tribunal no se pueden someter al régimen de la inadmisibilidad,
pero es necesario analizar dos situaciones:
Las que se vinculan con la inadmisibilidad desde el punto de vista de sus efectos: uno de los casos se
vincula con la competencia funcional: dos tribunales intervienen sucesivamente en el tramite del
proceso, y se concreta en el acto del primero tendiente a privar la intervención del segundo ejemplo: la
elevación del sumario al tribunal de sentencia por el juez de instrucción sin haber pronunciado el auto
de su clausura, o en la elevación a juicio de la causa sin requerimiento fiscal previo o por auto vivido de
nulidad, o por simple decreto cuando corresponde auto, en estos casos se hace imposible abrir la etapa
intermedia (códigos antiguos) o la etapa de juicio (códigos nuevos) porque la irregularidad del acto no
ha producido ni permite producir los efectos procesales que la ley prevé. Los códigos resuelven esta
cuestión por la vía de la nulidad.
El otro acto se vincula con el ingreso de actos al debate y presenta distintas manifestaciones:
1)- algunos códigos modernos autorizan plantear en el debate oral, como cuestión preliminar, la
admisibilidad de órganos de pruebas,(estos pudieron ser ofrecidos por las partes pero también podrían
ordenarse de oficio por el tribunal, cuando esto ultimo ocurre, el planteamiento sobre la inadmisibilidad
va dirigido contra el acto del tribunal que sin ofrecimiento de parte ordeno recibir la prueba, es decir el
ataque no va dirigido contra el acto sino contra el órgano, ya que no puede ingresarlo al proceso porque
existe un impedimento procesal. Lo inadmisible va a ser el acto de recepción de la prueba. Los códigos
más modernos han quitado al tribunal la posibilidad de ordenar de oficio la recepción de la prueba.
2)- el otro aspecto, también se muestra en el juicio oral, cuando se pretende introducir en el debate por
la lectura de las actas, declaración u otros actos de prueba recibidos anteriormente de conformidad con
las normas de instrucción, es decir regularmente, ese ingreso es inadmisible en los casos nos previstos
por la ley, o cuando el acto que se pretende ingresar esta viciado por no haberse observado las normas
que regulan su recepción.
Cuando en estos casos el tribunal ordena la lectura, pareciera que ese acto de ordenar es inadmisible,
lo que provocaría la oposición de unas de las partes para evitar la nulidad y dejar sentada su protesta
de recurrir en casación. Se trata de una orden infundada que ante la oposición de parte debe revocarse
o dejarte sin efecto de oficio, aunque el acto que se introdujera no podría ser valorado en la sentencia
porque se incurriría en nulidad.

Inadmisibilidad en el campo de los recursos.

Presenta características particulares el funcionamiento:


Sobre el particular deben considerarse dos aspectos:* con respecto a los motivos (o causales), los
códigos modernos los enumeran, ejemplo el código de córdoba en su articulo 455 se limita a prevenir
con la sanción la observancia de las condiciones de tiempo, poder impugnativo y resolución recurrible.
El código de salta, impone denegar el recurso interpuesto por quien no tenga derecho o cuando no sea
impugnable la resolución.
El perjudicado con la inadmisión del recurso puede oponerse mediante el llamado recurso de hecho.
 en los recursos devolutivos, en todos los códigos se otorga al tribunal ad quem la facultad de
declarar, sin pronunciarse sobre el fondo, que el a quo ha concedido erróneamente el recurso,
se trataría de una revocatoria de oficio por la que el tribunal de alzada deja sin efecto el proveído
del a quo, y fundándose en la causal que vicia el acto impugnativo, declara la inadmisibilidad de
la instancia de la parte.

Nulidad:

Es una sanción procesal que consiste en la invalidación de los actos cumplidos e ingresados en el
proceso sin observarse las exigencias impuestas por la ley para su realización. imponer la sanción es
declarar la nulidad del acto eliminando los efectos producidos cuando aparece un vicio en el
procedimiento la nulidad viene a ser como un medio practico para el restablecimiento de la normalidad
procesal., para poder aplicarla es indispensable que el vicio sea capaz de producirla.
En el proceso penal la nulidad es actuada de oficio o a pedido de parte por vía incidental, (la cual puede
consistir en el incidente propiamente dicho o en el planteamiento de las excepciones dilatorias) o de
recurso (impugnación). La vía incidental puede consistir en el incidente de nulidad propiamente dicho, o
en el planteamiento de las llamadas “excepciones dilatorias”.
En nuestro sistema legal la nulidad también debe funcionar para sancionar hechos que solo tienen la
apariencia de actos procesales penales por faltarles el elemento básico que los caracterice como tales
(inexistencia). Esto porque solo anulándolos se hace posible extirparlos del proceso con todos los
efectos indebidamente producidos.
También debe funcionar como medio practico para apartar del proceso los actos ingresados
indebidamente por estar viciados en el elemento sustancial de su estructura, por ausencia de un
presupuesto, o por razones de preclusión o decadencia.
La formula de previsión expresa de nulidad para sancionar los actos procesales irregulares capta no
solo los defectos formales, sino también la inobservancia o toda “disposición” expresamente conminada
con nulidad.

Sistema de nulidades:
El llamado sistema formalista ha sido relegado a simple referencia histórica. Confundía nulidad con
irregularidades sin distinción de grados, con lo cual se contradijeron los fines del proceso quedando
relegados los intereses que el proceso penal custodia. Se favorecerían indebidas prolongaciones del
proceso y el encubrimiento de la arbitrariedad, y se descuidarían otras irregularidades tanto o más
fundamentales que las formales.
El sistema declina cuando se mira al destino procesal del acto. Surge la distinción entre formalidad
esencial y accidental, lo que se abre el paso a una moderna concepción de la nulidad procesal
proyectada con singular énfasis en el proceso penal. En el aparece la distinción entre sanabilidad o
insanabilidad de vicio conminado con nulidad.
Los dos sistemas actuales son el judicialista y el legalista o expreso. La llamada nulidad relativa muestra
la influencia en ambos del sistema privatista.
El código no era preciso en lo que respecta al sistema de nulidad adoptado. Para descubrir su
orientación era necesario detenerse en las previsiones específicas sobre el recurso de nulidad,
subordinado a la apelación como un motivo de ella: recurso no autónomo. Esta impugnación procedía
contra las sentencias definitivas o interlocutorias viciadas de nulidad (nulas), sea por vicios formales del
mismo pronunciamiento, sea por irregularidades del tramite cumplido para llegar a él.
Pero entre las disposiciones complementarias aparece una norma genérica que produjo verdadera
confusión. Era el Artículo 696, que contenía dos disposiciones contradictorias:
1. Por un lado expresaba que no habría más nulidades “que las establecidas en este código”, con
lo que se sentaba el sistema legalista o de nulidad expresa.
2. Pero enseguida establecía que solo serian nulidades las “que resultaren de la violación” delas
“disposiciones expresas” de este código, o sea de la inobservancia de las normas reguladoras
de los actos procesales.
Prácticamente, la primera regla quedaba subsumida en la segunda. Servía como guía o consejo para
evitar inútiles declaraciones de nulidad. Pero no se quiso sentar el sistema formalista.
Para este código solo podía declararse la nulidad cuando el vicio era sustancial, entre las que debían
incluirse las nulidades expresas o taxativas, siendo las otras determinables por el juzgador en
consideración a las circunstancias de cada caso.
Tal sistema quedo sin efecto a partir de la vigencia del nuevo Código Procesal Penal de la Nación (ley
23984), el cual se enrolo en el régimen de los códigos del procedimiento penal mixto.

Los códigos modernos de la Argentina receptaron el sistema legalista o de taxatividad normativa.


Conforme a su formulación “será nulos” o “declarados nulos” los actos procesales cuando no se hayan
observado las disposiciones expresamente prescriptas bajo conminación de nulidad. La distinción entre
vicios accidentales y esenciales solo puede surgir de la ley, cuando establezca expresamente la sanción
y, como regla, la nulidad solo podrá ser declarada en estos casos.
Existen algunas excepciones a la taxatividad; esto ocurre cuando se esta frente a situaciones de
evidente perjuicio para la regularidad fundamental del procedimiento. Frente al caso de una
inobservancia a los presupuestos del proceso o de un acto procesal concreto, o en el del indebido
ingreso de un acto por ser legalmente inadmisible. ¿Que hacer cuando en cualquiera de estas
irregularidades la ley no haya previsto expresamente la conminación de nulidad? A pesar de la ausencia
de una previsión literal, debe entendérsela implícita o virtual por surgir del contexto normativo.
Ejemplo: una actuación que esta categóricamente y sin lugar a dudas prohibida por la ley; la omisión de
un acto que indudablemente debe realizarse con prioridad a otro. En ambos casos la nulidad debe
declararse aunque no se la conmine en forma individualizada.

Para la regulación del sistema legalista se sigue un doble criterio; uno es el de la especificidad que se
conoce por nulidad especifica, y el otro el de la generalización o nulidad genérica.
La nulidad específica es un tipo de sancionabilidad procesal que se manifiesta mediante el
establecimiento de la sanción en la misma norma reguladora del acto previsto. Permite la directa
confrontación del acto viciado con el esquema legal cuya estructura se impone al conminarse la nulidad
en la misma formulación constructiva.
Para satisfacer el tipo específico, la nulidad aparece diseminada en distintos textos del respectivo
cuerpo legal: casos de nulidad de la sentencia penal, del procesamiento, de la requisitoria de elevación
a juicio o de la acusación.
Algunas de estas previsiones de nulidad específica adquieren cierto grado de generalidad por referirse a
varias actividades de una misma naturaleza a cumplirse a lo largo de todo el proceso, por ejemplo, con
el régimen de los actos definitivos e irreproductibles.
Las nulidades genéricas, muestran dos modalidades de regulación. En unos casos están sistematizadas
en una norma común para las diversas situaciones y en otras se ubican en distintos lugares del cuerpo
legal.
Se vinculan directamente con los presupuestos procesales, y en su conjunto sancionan la inobservancia
de cualquier norma que pueda ser captada por los esquemas genéricos o comunes.
Los códigos modernos incluyen la previsión de estas nulidades en una norma que se ubica dentro del
titulo de las nulidades y se desarrolla en tres artículos referidos al tribunal, al Ministerio Fiscal y al
imputado.
También tiene aplicación la nulidad cuando la forma esta impuesta por una clausula constitucional o de
derecho común de orden nacional, como ocurre con el pronunciamiento para la sentencia por los
cuerpos colegiados y con la intervención promiscua del defensor de menores. Genéricamente captan la
nulidad los códigos antiguos cuando se refieren al caso en que el pronunciamiento contiene defectos de
los que, por expresa disposición del derecho, anulan las actuaciones.

Nulidades Genéricas:

Comienzan refiriéndose al tribunal y su personificación, comprende el nombramiento de los jueces, la


capacidad de estos (referida siempre a la capacidad en ejercicio) y la objetiva del oficio o tribunal y la
constitución de este. La inobservancia de las normas referida a estos aspectos en el cumplimiento de
los actos procesales penales hace incurrir en nulidad.
En lo que respecta al órgano publico de acusación esta comprendida como nulidad genérica la
inobservancia a las reglas concernientes a la intervención del Ministerio Fiscal en el proceso y a la
participación de los funcionarios que lo integran.
Aunque no este comprendida la intervención del querellante, si a este se le impidiere intervenir cuando
la ley lo autoriza se incurrirá en nulidad-.
En lo que respecta al imputado la nulidad genérica atañe a su defensa. Con mayor o menor
concentración esta captada por todos los códigos Procesales Penales, manifestándose en la
inobservancia de la reglamentación del principio de inviolabilidad de la defensa y de otros aspectos de
interés procesal. Los códigos modernos concentran la nulidad en la inobservancia de normas
concernientes a la intervención, asistencia y representación del imputado, no extensible a los otros
sujetos privados. Habrá nulidad cuando se impide la intervención del representante o se violan las
formalidades impuestas para garantizarla, y también si falta un órgano regular de acusación o este
cumple defectuosamente los actos imputativos.
La intervención comprende la participación efectiva del imputado en los actos para los cuales la ley la
impone o autoriza, impedirla o dificultarla son conductas que dan paso a la sanción de nulidad.
La asistencia del imputado en los casos y formas establecidos por la ley se manifiesta en la regular
participación del defensor sea actuando al lado del imputado o en lugar de él, de aquí conminada surje
como una necesidad de asegurar la defensa técnica en el proceso penal, mostrándose como una
constante amenaza ante la posible inobservancia de las normas que la regulan.

Nulidades Absolutas y Relativas:

La distinción de estas categorías es propia del derecho privado, para adecuarla al proceso penal es
necesario atender a su propia significación, orientándonos por la finalidad del proceso, y teniendo en
cuenta que la defensa del imputado es también de interés social.
Para que la sanción asuma estado en el proceso debe ser declarada jurisdiccionalmente tanto la relativa
como la absoluta y aun cuando se trate de los llamado actos inexistentes. La declaración de nulidad
debe provocarse o producirse en momento oportuno para evitar en lo posible el progreso irregular del
tramite que imponga retrotraerlo con el evidente perjuicio para los intereses tutelados, así debe ocurrir
tanto en la nulidad relativa como en la absoluta, sea q corresponda de oficio o a petición de parte
interesada.

Caracteres comunes de ambas;


1. Ambas protegen el interés social de justicia y el individual de la defensa en juicio;
2. No se hace posible aplicar la sanción de nulidad cuando el acto ya haya cumplido sus fines con
respecto a todos los interesados, esto aunque el vicio afecte el acto de nulidad absoluta, y sin
perjuicio de que por ese vicio sea inhábil para fundamentar en el la decisión sobre el fondo.
Caracteres específicos de la nulidad absoluta:
1. Se muestran mas graves que las nulidades relativas( en cuanto a la calidad e intensidad de la
ineficacia del vicio que las provoca);
2. Legalmente puede determinarse tanto en función del régimen de nulidad genérica como
especifica;
3. Puede denunciarla tanto las partes como ser declarada de oficio; a diferencia de las nulidades
relativas donde su declaración no puede ser de oficio, solo puede obtenerse mediante instancia
de parte o terceros interesados que no la haya causado con su actuación u omisión.
4. El reclamo y la declaración de nulidad procede en cualquier estado y grado del proceso sin tener
en cuenta la circunstancia o acto invalidatorio ni la oportunidad en que se produjo el vicio; En la
nulidad relativa los códigos fijan las diversas oportunidades para declararla en cada momento
procesal;
5. Su denuncialibilidad no tiene limites subjetivos, es decir, que aun sin ser parte en el proceso
podrían denunciarlas el interviniente que cumplió el acto viciado en el proceso: testigo, perito,
etc. aquí no funciona la condición de tener interés o de no haber sido el causante del vicio;
6. La convalidación es imposible, quedando a salvo el caso de la obtención de cosa juzgada con
alcance sustancial. En las nulidades relativas existe la subsanación cuando no obstante la
deficiencia del acto, dadas ciertas circunstancias este puede quedar valido, impidiendo su
declaración de ineficacia. Es una rehabilitación del acto y sus consecuencias, en función de la
cual ya no se puede eliminar ni corresponde reproducirlas o rectificarlo. Atento a su
convalidación no procede aplicar la sanción de nulidad.
Las causas de convalidación deben ser expresas o deducibles de la naturaleza del acto o vicio que lo
afecta
Efectos de la declaración:

En el proceso penal puede ocurrir que la declaración de una nulidad sea atribuida a un tribunal distinto a
aquel que intervino en el momento procesal en que se produjo en razón de su competencia funcional.
No es solo el caso de la alzada o grado sucesivo donde por vía de recurso puede anularse la resolución
impugnada, sino también el que resulta del desdoblamiento del proceso en sede jurisdiccional
instructora y de juicio. Cuando se trata de la alzada, suele darse a la nulidad un efecto sancionatorio de
disciplina, disponiendo el apartamiento del juez o vocales que cometieron la irregularidad, o
imponiéndole o pidiendo a quien corresponda que le imponga una medida disciplinaria.
Pero la declaración de nulidad tiene efecto difusivo con respecto a otras actividades cumplidas en el
proceso. Se extiende a los actos consecutivos que dependan del viciado, y a los actos conexos
cumplidos antes o en el mismo momento que el viciado.
Puede ocurrir que la declaración se relegue al momento de pronunciarse la sentencia como cuestión
previa, puede ser declarada por el tribunal de alzada como consecuencia del recurso de nulidad o
casación. En todos los casos el tribunal debe anular también los actos conexos al viciado. Pero esta
extensión de la ineficacia ha de ser restringida a estrechos límites, dado que las normas sancionatorias
deben ser interpretadas restrictivamente.
El acto nulo necesariamente deber ser tal en su totalidad.
La declaración de nulidad con respecto al concreto acto cumplido en forma irregular produce
directamente su invalidación, que equivale a extirpar el núcleo de una zona viciada del proceso, cuya
capacidad difusiva se ha extendido en toda esa zona integrada por actos dependientes y conexos del
anulado.
Los actos consecutivos deben depender del núcleo anulado; los anteriores y los simultáneos deben
tener conexión con el. Esto implica una vinculación objetiva y especifica que debe apreciarse
restrictivamente.
La dependencia debe ser directa y vinculante, si en el momento de dictar sentencia se anula la
acusación, evidentemente que sin necesidad de declararlo serán nulos todos los actos del juicio. En
cambio si en el proceso oral el tribunal de casación anula la sentencia, se hace necesario declarar
también la nulidad del debate, citaciones y fijación de audiencia a ese fin, por cuanto la nueva sentencia
ya no puede basarse en el.
Los códigos procesales proveen expresamente el medio de enderezar el tramite volviendo a la
regularidad procesal cuando ha sido declarada una nulidad, se trata de la renovación y de la
rectificación de los actos anulados cuando fueren necesarios y posibles.
Se dan casos en que el acto ineficaz estaba de mas en el proceso, por lo cual con su simple exclusión
se restablece la regularidad procesal: sobreseimiento durante el juicio por causal no prevista. En otros
casos, la falta de trascendencia del acto para el futuro del proceso no hace necesaria su repetición: una
recepción de prueba superabundante. En otros, en fin, es imposible restituirlo material o jurídicamente:
pericia irreproductibles y acto inadmisible.
La laguna que la eliminación del acto núcleo y de los captados por el efecto difusivo del vicio deja en el
proceso penal debe ser cubierta. Ese defecto de autoridad se cubre en unos casos con la renovación y
en otros con la rectificación.
La renovación es una construcción total o de la parte anulada del acto pero con todos los elementos
incluidos en la previsión normativa que lo capta o conforme a las directivas proporcionadas por la
resolución anulatoria.
La rectificación tiene lugar a través de la corrección de los defectos advertidos en el acto irregular. Se
mantiene su estructura no viciada, la que se complementara con los elementos faltantes o se sustituirán
los elementos defectuosos.

SEMAMA XI

La prueba

Medios de prueba en general

1) Noción de prueba:

 En sentido amplio es lo que confirma o desvirtúa una hipótesis o afirmación precedente.


Esta noción, llevada al proceso penal, permite conceptualizar a la prueba como todo lo que pueda
servir al descubrimiento de la verdad acerca de los hechos que en él se investigan y respecto de los
que se pretende actuar la ley sustantiva.
 Desde otro punto de vista, prueba es la actividad procesal destinada a crear la convicción del juez
sobre la existencia o inexistencia de un hecho, se trata de arribar a la verdad material o real.
 “Es la actividad procesal que realizan las partes tendientes a crear la convicción en el ánimo del juez
respecto de la existencia o inexistencia de un determinado hecho”.

2) Evolución:
La prueba no ha evolucionado acompañando los adelantos de la civilización, mas bien, superados
ciertos estadios de primitivismo, ha seguido los vaivenes de los sistemas políticos vigentes en los
distintos momentos de la historia.

Hay 2 momentos bien definidos:


a) Primer momento:
Estaba a cargo de la divinidad el señalamiento del culpable y los tribunales se limitaban a practicar los
actos necesarios para que aquélla se manifestara. (Juicios de Dios, ordalías etc.).

b) Segundo momento:
Se impuso a los jueces el deber de formarse por sí mismos el convencimiento sobre la culpabilidad
utilizando su capacidad intelectual: Aquí apareció la prueba.

En nuestros días: la prueba penal puede caracterizarse por la utilización de las novedades técnicas y
científicas (captadas por prueba pericial) para el descubrimiento y la valoración de los datos probatorios,
y la consolidación de las reglas de la sana critica racional en la apreciación de sus resultados.

Por cierto:
La prueba se halla vinculada con el modelo que se acepte.
a) Si está influido por el paradigma inquisitivo:
- La prueba tiene una importancia relativa: ya que el modelo político autoritario que lo sustenta
presupone la culpabilidad del imputado por la apariencia de culpabilidad que funda la imputación o
que esta ocasiona.
- El proceso se legitima como un castigo en sí mismo procurando reconfirmar la culpabilidad que por
ser pre-supuesta va siendo pre-castigada.

b) Si el modelo es constitucional:
- Se parte de un estado de inocencia.
- La prueba cobra relevancia sustancial ya que es la única legalmente autorizada para destruir ese
estado de inocencia; no se admite otro modo de acreditar la culpabilidad.

3) Importancia:
- La prueba, es el medio más confiable para descubrir la verdad real, y a su vez, la mayor garantía
contra la arbitrariedad de las decisiones judiciales.
- La búsqueda de la verdad debe desarrollarse teniendo en cuenta la reconstrucción conceptual de
los hechos contenidos en la hipótesis acusatoria.
- Según el sistema Jurídico vigente, en las resoluciones judiciales solo se podrá admitir como
ocurridos los hechos o circunstancias que hayan sido acreditados mediante pruebas objetivas.
- La convicción de culpabilidad para condenar solo derivará de los datos probatorios legalmente
incorporados al proceso.

4) Estados intelectuales del juez respecto de la verdad:


El juez va formando su convicción acerca del acontecimiento sometido a su investigación. La prueba va
impactando en su conciencia, generando distintos estados de conocimiento, cuya proyección en el
proceso tendrá diferentes alcances.

a) Verdad:
La verdad que se persigue en el proceso penal es la verdad material, verdad correspondencia o verdad
real.
El concepto de verdad (definición clásica), es “la adecuación entre la idea que se tiene de un objeto y lo
que ese objeto es en realidad”.
La verdad como correspondencia entre: el hecho delictivo del pasado y lo que de él se haya podido
conocer en el proceso, es una aspiración ideal, a la cual no se llega en forma sencilla.( no se la puede
percibir por experiencia, sino q se la debe reconstruir conceptualmente, por las huellas q aquel hecho ha
dejado.)
Habrá que extremar los recaudos para que la verdad que se obtenga en el proceso sea lo más
correspondiente posible con la realidad de lo ocurrido, al punto de que las pruebas de cargo en él
obtenidas sean idóneas para provocar en los jueces la firme convicción, demostrable, de que están en
lo cierto sobre la culpabilidad del acusado.
Asimismo, habrá que garantizar que la acusación pueda ser refutada, comprobada o desvirtuada
mediante procedimientos probatorios idóneos a tal fin; y solo se admita como verdadera cuando pueda
fundarse en pruebas de cargo, no enervadas por las de descargo.
La verdad que se procura en el proceso penal es la verdad sobre la culpabilidad. Su inocencia se tiene
por verdadera hasta que se pruebe lo contrario.

b) Certeza:
 la verdad está fuera del intelecto del juez, solo la puede percibir subjetivamente como creencia
de haberla alcanzado.
 Cuando esa percepción es firme se dice que hay certeza.
Certeza: es “la firme convicción de estar en posesión de la verdad”.
Tiene una doble proyección:
- Positiva: Firme creencia de que algo existe.
- Negativa: firme creencia de que algo no existe
Estas posiciones son absolutas, el intelecto humano para llegar a esos extremos, debe recorrer un
camino, debe ir salvando obstáculos en procura de alcanzar esa certeza.
En este tránsito se van produciendo estados intelectuales intermedios: duda, probabilidad e
improbabilidad.

c) Duda:
La duda se ubica entre la certeza positiva y negativa (es la indecisión del intelecto entre elegir la
existencia o inexistencia del objeto sobre el cual se está pensando (hay un equilibrio entre los
elementos que inducen a afirmarla y los que inducen a negarla))

d) Probabilidad:
Habrá probabilidad cuando coexistan elementos positivos y negativos, pero los elementos positivos
serán superiores en fuerza conviccional a los negativos.
Cuando los elementos negativos son superiores a los positivos se dice que hay improbabilidad.
5) Trascendencia de los estados intelectuales en las distintas etapas del proceso:

La ley subordina el dictado de decisiones judiciales a la concurrencia de determinados estados


intelectuales del juez:
a) El inicio del proceso, sólo se requiere la afirmación del Ministerio Fiscal y de la Policía Judicial de
la posible existencia de un delito, para que el juez de instrucción comience a actuar.
Deben existir pautas mínimas de verosimilitud y de racionalidad.
b) Para vincular a una persona en el proceso, como posible responsable del delito; se requieren
motivos bastantes, fundados en pruebas para sospechar de su participación (art. 294 CPPN), esto
impide una imputación arbitraria.
c) En el momento de resolver la situación legal del imputado, (art. 306, 10 días después de la
declaración indagatoria); se pueden dictar las siguientes resoluciones según el estado intelectual
que haya llegado el juez respecto de la verdad de los hechos investigados:
1) Si tiene certeza negativa: ordenará el sobreseimiento del imputado, ya que es evidente que la
pretensión represiva se ha extinguido, o carece de fundamento. (art. 336).
2) Si el juez tiene probabilidad: deberá procesar, ya que hay elementos de convicción suficientes para
estimar que existe un hecho delictuoso y que el imputado es culpable como partícipe del mismo.
(art. 306).
3) Si estuviera en duda: por no haber mérito para procesar ni para sobreseer, dicta un auto que así lo
declare. (art. 309). Auto de falta de mérito.
d) En la clausura de la instrucción y elevación a juicio, la ley sujeta las resoluciones a los siguientes
estados intelectuales.
1) La certeza negativa: determina el sobreseimiento.
2) La elevación a juicio: requiere probabilidad, cuya existencia derivará, si se hace por decreto (art. 349
in fine), del hecho de mantenerse la que dio fundamento al procesamiento, cuyo dictado y
mantenimiento se requieren para elevación a juicio (art. 346), y si se eleva por auto (art. 350), de las
pruebas consideradas suficientes para dictarlas.
e) En el dictado de la sentencia definitiva: Después del debate oral y público, sólo la certeza sobre la
culpabilidad autoriza una condena en contra del imputado (art. 3, a contrario sensu), pues, gozando
éste de un estado de inocencia constitucionalmente reconocido (art. 18 de la CN) y legalmente
reglamentado (art. 1 del CPPN) sólo puede ser declarado culpable cuando las pruebas producen la
más plena convicción del tribunal.
Al convencimiento de que el acusado es verdaderamente culpable se llegará a través de una
consideración racional de las pruebas del proceso, que explique de qué modo pudieron ser disipadas
las dudas y cómo se llegó, a pesar de ellas, a la convicción de culpabilidad.

6) In dubio pro reo:

Las situaciones excluyentes de certeza benefician al imputado.


La duda que al inicio del proceso tiene escasa importancia va cobrándola a medida que se avanza,
aumentando en el ámbito de su beneficio, hasta llegar a la máxima expresión en el dictado de la
sentencia definitiva (donde la improbabilidad, la duda strictu sensu, y aún la probabilidad, impedirán la
condena del imputado).
En esta etapa es cuando se ve con toda su amplitud el principio, porque en el sistema Jurídico vigente
se requiere que el Tribunal, para condenar, logre obtener, de la prueba reunida en el juicio, la certeza
sobre la culpabilidad del acusado.
De ello se sigue que ante la incertidumbre éste deberá ser absuelto: in dubio pro reo.
Este principio deriva del de inocencia (art. 18 y 75 inc 22 CN; “Derecho que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad”, art. 14 ap 2, P.I.D.C.P., y art. 1 CPPN), que lo justifican político y
jurídicamente, pues sólo en virtud de él se puede admitir que la duda beneficia al imputado.
La formulación expresa la encontramos en el art. 3 del CPPN que establece que “en caso de duda
deberá estarse a lo que sea más favorable al imputado”.
Si no se llega a la certeza, corresponde la absolución, frente a la duda en sentido estricto, y también
cuando haya probabilidad sobre la responsabilidad penal.

7) Concepto de prueba: (CPPSF comentado: es la verificación de los extremos facticos sobre los
cuales se asienta la imputación a los fines de que el juez, en base al grado de conocimiento
necesario para cada etapa procesal, emita el pronunciamiento que corresponda.)
El fenómeno de la prueba contiene 4 aspectos:
1) Elemento de prueba.
2) Órgano de prueba.
3) Medio de prueba.
4) El objeto de la prueba.

8) Elemento de prueba:

Es la prueba propiamente dicha, es “todo dato objetivo que se incorpora legalmente al proceso, capaz
de producir un conocimiento cierto o probable acerca de los extremos de la imputación delictiva”.

Estos datos consisten en los rastros o huellas que el hecho pudo haber dejado en las cosas o en el
cuerpo, o en la psiquis de las personas, y el resultado de experimentos u operaciones técnicas sobre
ellos.

De este concepto se desprenden los siguientes caracteres:


 Objetividad: El dato debe provenir del mundo externo al proceso. Y su trayectoria desde afuera
hacia dentro del proceso, debe cumplirse de un modo tal que pueda ser controlada por las partes.
 Legalidad: Será presupuesto indispensable para la utilización de la prueba en abono de un
convencimiento judicial válido.
La posible ilegalidad de la prueba puede obedecer a su irregular obtención o a su irregular incorporación
al proceso.

Obtención ilegal:

a) No hay reglamentación expresa, pero las garantías constitucionales exigen que cualquier dato
probatorio que se obtenga en violación de ellas sea considerado ilegal, y por lo tanto, carezca de
valor para fundar la convicción del juez.
Se ha resuelto, por ejemplo, que la prueba recogida infringiendo la garantía de la inviolabilidad del
domicilio “carece de aptitud probatoria”, y que se debe dejar sin efecto la resolución contraria al
imputado si en ella se “meritúan pruebas recogidas de un allanamiento y secuestro insalvablemente
nulo”.

También se sostuvo la nulidad de una sentencia fundada en la confesión del acusado obtenida
contraviniendo la previsión de obligar a declarar contra sí mismo, por haber sido prestada bajo
juramento o mediante apremios ilegales.
A pesar de todo, muchas veces se ha olvidado que la justicia no puede aprovecharse de ningún acto
contrario a la ley sin incurrir en una contradicción fundamental.
La tacha de ilegalidad debe alcanzar a las pruebas que constituyan en sí mismas la violación de la
garantía constitucional (confesión obligada) y también a las que sean en su consecuencia inmediata
(secuestro del cuerpo del delito del lugar indicado en la confesión forzada), siempre que a éstas no se
las hubiese podido obtener igualmente sin la vulneración de aquellas.
Cierto es que esta solución puede llevar a la impunidad de algún delito.
El orden Jurídico ha optado por la impunidad cuando ella ha sido el precio de la tutela de otros intereses
que ha considerado más valiosos que el castigo del ilícito.

b) El orden Jurídico vigente prohíbe el uso de ciertos métodos para la obtención de pruebas; como
aquellas formas de coacción directa, física o psíquica, sobre las personas.
Por ejemplo: suministrar a un testigo la droga de la verdad en contra de su voluntad. El dicho así
obtenido sería ilegal e ineficaz para formar el convencimiento del juez.

c) La protección de algunos intereses que se consideran más importantes que el descubrimiento de la


verdad que determinan la prevalencia de aquellos sobre ésta, puede derivar en obstáculos
probatorios.
Como cuando en aras de la cohesión familiar se prohíbe a los ascendientes y descendientes del
imputado declarar como testigo en su contra (art. 242 del CPPN). Los datos así obtenidos serán
ilegales y no tendrán validez para la convicción judicial.
d) Por las normas constitucionales y procesales el imputado NO puede ser constreñido a producir
pruebas en contra de su voluntad, pues aquellas le reconocen la condición de sujeto incoercible del
proceso penal.

Se prohíbe obligarlo a declarar (art. 296), imponerle su intervención en un careo (276) o a una
reconstrucción del hecho (221) o a obligarlo a realizar un cuerpo de escritura (265).
La garantía alcanza a su posible intervención como órgano de prueba.
Por lo tanto no se puede usar válidamente como prueba lo dicho o hecho en esa situación.
Tampoco se puede usar como indicio de culpabilidad el hecho de que el imputado se abstenga de
declarar (art. 298), o al hacerlo mienta, o el modo en que ejerza su defensa, etc.

Sólo cuando el imputado actúe como objeto de prueba podrá ser obligado a participar, por ejemplo un
reconocimiento, una inspección.

e) También las fuentes extra-procesales de conocimiento o información (denuncia anónima, “informes


de inteligencia”), que pueden dar lugar a una investigación policial o judicial, deben reunir las
mismas exigencias de legitimidad requeridas para las pruebas que se pretendan utilizar en el
proceso.

Incorporación irregular:
a) El dato probatorio deberá ingresar en el proceso respetando el modo previsto por la ley.
b) Deben respetarse las formalidades especiales requeridas por la ley relacionadas con el derecho
de defensa de las partes (si se tratara de un acto definitivo e irreproducible se deberá notificar
previamente a los defensores).
c) Cuando por los caracteres propios de la etapa del proceso se impone una forma de recepción
determinada o se la condiciona a la observancia de ciertos requisitos, éstas se deben respetar.
d) La inobservancia de cualquiera de estas disposiciones impide usar el dato conviccional en la
fundamentación de toda resolución o en la sentencia.

 Relevancia: El elemento de prueba será tal, cuando produzca certeza sobre la existencia o no del
hecho y también cuando permita fundar sobre éste un juicio de probabilidad (como el que se
requiere para el procesamiento). Es la idoneidad conviccional.
 Pertinencia: La prueba deberá relacionarse con los extremos objetivos (existencia del hecho) y
subjetivo (participación del imputado) de la imputación delictiva, o con cualquier hecho jurídicamente
relevante (agravantes, eximentes etc.).
Relación entre el hecho o circunstancia que se quiere acreditar y el elemento de prueba q se pretende
utilizar para ello es conocida como pertinencia de la prueba.

9) Órgano de prueba:

 Es el sujeto que porta un elemento de prueba y lo trasmite al proceso.


 Su función es la de intermediario entre la prueba y el juez.
 El dato conviccional que trasmite pudo haberlo conocido accidentalmente (testigo) o por encargo
judicial (perito).
 La ley lo regula al tratar los medios de prueba y admite la posibilidad de que intervengan
personas sin interés en el proceso (ej. perito) como las interesadas en el resultado (ej.ofendido
del delito), aunque se debe guardar cuidado al valorar los aportes de éstas últimas.

10) Medio de prueba:

Es el procedimiento establecido por la ley tendiente a lograr el ingreso del elemento de prueba en el
proceso.
La regulación permite que el dato penetre desde fuera del proceso para ser conocido por el tribunal y
las partes, respetando el derecho de defensa de éstas.
La ley establece los distintos medios de prueba que acepta, reglamentándolos en particular, a la vez
que incluye normas de tipo general.

11) Objeto de prueba:


Es aquello que puede ser probado, aquello sobre lo cual debe o puede recaer la prueba.
Puede ser considerado:
En abstracto, es lo que puede ser probado en cualquier proceso penal;

y en concreto, es lo que se debe probar en un proceso determinado.


a) Consideración en abstracto: (agregar ejemplos)
La prueba puede recaer sobre hechos naturales o humanos, físicos o psíquicos.
También sobre la existencia o cualidades de personas, cosas o lugares; normas de la experiencia
común y el derecho no vigente.
No serán objetos de pruebas los hechos notorios ni evidentes, salvo que sean controvertidos
razonablemente; tampoco la existencia del derecho positivo vigente, ni los temas sobre los cuales las
leyes prohíben hacer prueba (la verdad de la injuria).

b) Consideración en concreto:
La prueba deberá versar sobre:
- La existencia del hecho delictuoso,
- Las circunstancias: agravantes, calificantes, atenuantes, justificantes o que influyan en la punibilidad
y la extensión del daño causado (art. 193).
- La individualización de los autores, cómplices o instigadores, verificando su edad, educación,
costumbres, condiciones de vida, medios de subsistencia, y antecedentes; el estado y desarrollo de
sus facultades mentales, las condiciones en que actuó, los motivos que lo hubieran llevado a
delinquir, y demás circunstancias para determinar su mayor o menor peligrosidad.
Estos aspectos necesariamente deberán ser objeto de prueba aunque no haya controversia sobre ellos.
No podrá ser objeto de prueba ningún hecho o circunstancias que no se vincule con estos aspectos
(Prueba impertinente).

12) Libertad probatoria:

Noción:
El principio de libertad probatoria implica que en el proceso penal todo puede ser probado y por
cualquier medio, respetando las regulaciones procesales de los mismos, la dignidad humana u otros
intereses.
Este principio no es absoluto ya que hay distintos tipos de limitaciones:
1- En relación con el objeto de la prueba:
Se puede hacer prueba sobre cualquier hecho o circunstancia interesante para la investigación. El
interés debe derivar de la relación de lo que se quiere probar y los hechos de la causa (pertinencia).
Excepciones a la libertad probatoria en relación con el objeto que se quiere probar:
a) La prueba no podrá recaer sobre algo que no esté relacionado con la hipótesis del proceso, de
lo contrario configurará exceso de poder.
b) No se pueden probar ciertos temas por expresa prohibición de la ley penal o civil.
2- En relación con los medios de prueba:
Significa lo siguiente:
A. No se exige usar un medio determinado para probar un objeto específico; se debe recurrir al que
ofrezca mayores garantías de eficacia, pero si no se hace no hay sanción y no impide el
descubrimiento de la verdad por otros medios.

B. Se puede hacer prueba por cualquier otro medio no reglamentado siempre que sea adecuado.
Pero sobre esto hay discrepancia.
La mayoría de la doctrina sostiene que cabe utilizar otros siempre que sean idóneos.
Pero hay otros que consideran que la regulación legal de los medios de prueba tiene carácter taxativo.
El Código de la Nación no se enrola en el sistema de la taxatividad (art. 193), además de los
medios de prueba específicamente regulados, autoriza la realización de las demás operaciones que
aconseje la policía científica (art. 184 inc 4).
Esta libertad de medios, no implica la arbitrariedad en el procedimiento probatorio.
Cada prueba se ajustará al trámite previsto, y cuando se opte por un medio no previsto, se
utiliza el trámite para el medio regulado que sea analógicamente más aplicable.

C. Se debe garantizar la defensa de las partes, como requisito para la valida utilización del medio de
prueba.
3- El principio de libertad probatoria, en cuanto a los medios, tiene excepciones:
a) No se admiten medios que afecten la moral, los expresamente prohibidos, los incompatibles con
nuestro sistema procesal o con el ordenamiento gral argentino; tampoco aquellos no reconocidos
por la ciencia para generar conocimientos (adivinación).
b) Para acreditar determinado objeto de prueba la ley puede establecer un medio probatorio específico
con carácter obligatorio. (ej: la inimputabilidad por enfermedad metal, requiere un dictamen pericial )
c) Controversia: si tienen aplicación en el proceso penal, las limitaciones a los medios de prueba
impuestas por leyes civiles.
Desde la política legislativa: Según la opinión doctrinaria mayoritaria no rigen las limitaciones a los
medios de pruebas impuestos por las leyes civiles en el proceso penal, se admite como excepción su
vigencia en materia de estado civil.
La posición negativa (contraria) queda circunscripta a la prueba de los contratos.
CPPN dispone que en el proceso penal no rigen las limitaciones civiles en cuanto a la prueba salvo las
relativas al estado civil de las personas.;
Desde la realidad del ordenamiento jco: Esta solución legal no resultara correcta si se la enfrenta
con nuestro sistema jco general.
Según el sistema federal de gobierno que rige en Argentina le corresponde al congreso legislar sobre
contratos (materia propia del dcho civil) y por consiguiente la atribución de establecer reglas de carácter
procesal (referidas a la prueba y sus limitaciones); dado por lo cual son fruto de esto las limitaciones
probatorias del código civil y no pueden ser declaradas inapelables por la legislación procesal de las
provincias (reconocerle facultad de derogar leyes nacionales).
Por ello el artículo 206 del CPP enuncia que no rigen en el proceso penal, las limitaciones establecidas
en el código civil respecto de la prueba, esto plantea un conflicto que solo puede ser resuelto dejándo
de lado al CPP y reconocer que las limitaciones establecidas en cuanto a la prueba de los contratos a la
ley civil deben tener plena vigencia en el proceso penal a pesar de los art. 206 y 382.

13) Actividad probatoria:

Noción:
Es el esfuerzo de todos los sujetos procesales tendiente a la producción, recepción y valorización de los
elementos de prueba.
Los códigos pusieron la mayor parte de esta actividad a cargo de los órganos públicos (Ministerio Fiscal,
policía y Tribunales) los cuales intentaran lograr el descubrimiento de la verdad.
Los sujetos privados (imputado, querellante.) trataran de de introducir los elementos probatorios que
sean útiles para sus intereses particulares, demostrando su aptitud para evidenciar el fundamento de
sus pretensiones o la falta de fundamento de las deducidas por la parte contraria.

Medios coercitivos auxiliares:


Para asegurar los resultados de esta actividad, se autorizan ciertas restricciones de los derechos
personales o reales del imputado, o terceros, cuando sean indispensables para garantizar la
producción o conservación de las pruebas.
Por ejemplo la restricción de la libertad personal del imputado (art. 319).
Estas formas de coerción accesorias se justifican en la medida que sean indispensables para el
descubrimiento de la verdad (art. 280) y deben ser de interpretación restrictiva (art. 2).

Exclusión de la carga de la prueba:

El principio de la carga probatoria no tiene mayor aplicación práctica en materia penal:

1) En relación con el imputado, porque goza del estado jurídico de inocencia, no tiene la obligación
de probar su inculpabilidad.
El Estado es el que debe demostrar su responsabilidad penal; como así tmb tiene el deber de investigar
las circunstancias atenuantes o eximentes de responsabilidad q el imputado invoque a su favor.
Para la mayoría de los códigos estos órganos del Estado deben ser todos, policías, fiscales, jueces.
Esta regla del “todos contra uno” es contrario al principio de la plena igualdad del imputado con el
acusador.
2) El Ministerio Fiscal no tiene la carga de la prueba de la acusación; su interés no es lograr cualquier
condena, sino, una condena arreglada a derecho.
Pero sí tiene la responsabilidad de procurar la prueba sobre los extremos de la imputación delictiva.
No es carga probatoria (si quiere, hace prueba; y si no quiere, no lo hace, pero asume el riesgo de
perder); es responsabilidad probatoria (su deber es intentar probar).

3) En la mayoría de los códigos (incluso Nacional) cualquier inactividad del Ministerio Fiscal o de la
Defensa puede ser suplida por el Tribunal, ya que se parte de la base de que los jueces son co-
responsables del descubrimiento de la verdad, por eso tienen facultades probatorias autónomas.
Esto conspira contra la imparcialidad de los Tribunales.

Investigación judicial autónoma:


Para el CPPN el deber de investigar la verdad mediante la actividad probatoria, es del Tribunal, sin ser
condicionado por la actitud del fiscal o de las partes.
Sus atribuciones son más amplias en la instrucción, pero también las tiene durante el juicio.
La autonomía reside en el hecho de que puede practicar de oficio, durante la instrucción, las diligencias
útiles para el descubrimiento de la verdad, y durante el juicio sólo las taxativamente enumeradas en el
art. 388.
Esta potestad investigadora es independiente del hecho de que haya habido controversia por las partes.
Por ejemplo la aceptación del imputado de su participación culpable en el delito, no obsta a que el
Tribunal busque la prueba.

Momentos:

1) Proposición:
Es la solicitud que el Ministerio Fiscal y las partes formulan al Tribunal para que se disponga la
recepción de un medio de prueba.
Esto tiene diferentes alcances según la etapa del proceso:
a) Durante la instrucción: pueden proponer diligencia tanto el ministerio fiscal como las partes (art.
199N); tmb el imputado puede señalar pruebas que estime oportunas (art. 299N) a lo cual será
invitado al prestar declaración.
El Ministerio Fiscal en la clausura y elevación a juicio, puede indicar diligencias probatorias necesarias;
el juez dispondrá la realización de estas, sólo si las estima pertinentes y útiles (art. 199, 304, 348N).
b) En el juicio: El Ministerio Fiscal y los sujetos privados tienen un verdadero derecho a ofrecer pruebas
(art. 355N), al cual corresponde el deber del Tribunal de recibirlas (si fueron oportunamente
ofrecidas), la única excepción es de que fueren evidentemente impertinentes o superabundantes.
c) Siempre rige el principio de la comunidad de la prueba: La ofrecida por una de las partes deja de
pertenecerle en ese momento y queda adquirida para el proceso.
Por ende carece de eficacia toda renuncia a ella, salvo que medie consentimiento de las otras partes y
del Tribunal.
El asentimiento general sobre la renuncia no impedirá luego la recepción de la prueba renunciada.

2) Recepción:
Ocurre cuando el Tribunal lleva a cabo el medio de prueba, posibilitando el efectivo ingreso en el
proceso del dato probatorio que surja de su realización.
Como actividad complementaria se da la realización de las diligencias tendientes a lograr la recepción
de la prueba admitida y las medidas accesorias de coerción para obtener o asegurar su incorporación al
proceso.
La actividad de las partes y la reglamentación varían según la etapa del proceso:
a) Durante la instrucción: El juez debe realizar de oficio o a proposición del Ministerio Fiscal o de las
partes, las diligencias probatorias conducentes al descubrimiento de la verdad (art. 193 inc 1N), que
se hará constar en actas (art. 208N) y que sólo servirán para dar base a la acusación.
(En Santa Fe las que solicitan las partes y el ministerio fiscal, el juez, puede rechazarlas sin posibilidad
de recurso alguno para los solicitantes).
Las pruebas pueden ser incorporadas sin conocimiento ni intervención de los Defensores cuando la
instrucción sea secreta por disposición legal o por el juez; en caso de actos definitivos e
irreproductibles no hay posibilidad de evitar la intervención de los Defensores, a quienes bajo pena de
nulidad se los debe notificar.
El Ministerio Fiscal, puede participar en todos los actos de la instrucción, para él no hay secretos y debe
ser notificado.
b) Durante el juicio: El Tribunal debe limitarse a recibir sólo las pruebas oportunamente ofrecidas por el
Ministerio Fiscal y las partes.
Dispondrá de oficio cuando no hubo ofrecimiento de pruebas, la recepción de las pertinentes y útiles
producidas en la instrucción (art. 356N), y podrá ordenar las indispensables que se hubieren omitido en
esa etapa (art. 357N).
Puede disponer de oficio una inspección (art. 387N); puede ordenar la recepción de nuevos medios
útiles para establecer la verdad, para lo cual puede suspender la deliberación de la sentencia (art.
397N).
Fuera de los casos de la instrucción suplementaria (art. 375N) donde la asistencia de las partes es
optativa, la recepción de las pruebas durante el juicio no se puede hacerse sin la presencia del
representante del Ministerio Fiscal, el imputado y su Defensor, bajo pena de nulidad (Art 290 y 167 inc
3N).

3) Valoración:
Es la operación intelectual destinada a restablecer la eficacia conviccional de las pruebas.
Tiende a determinar su verdadera utilidad a los fines de la reconstrucción del acontecimiento histórico.
(cuál es el grado de conocimiento que puede aportar sobre aquel)
Es una tarea del órgano jurisdiccional, del querellante, del Ministerio Fiscal y del defensor.
Durante la instrucción:
Estos últimos tendrán la oportunidad de ameritar las pruebas reunidas para demostrar que son
eficientes para la elevación a juicio o para sobreseer.
Durante el juicio:
Todos ellos valorarán las pruebas en el debate, intentando evidenciar su eficacia para provocar la
certeza para condenar o que carecen de tal idoneidad (art. 393) o que las pretensiones civiles tienen o
les falta fundamento.

14) Sistema de valoración de la prueba:

a) Prueba legal o tasada:


Es la ley procesal la que prefija, la eficacia conviccional de cada prueba.
Establece bajo qué condiciones el juez debe darse por convencido de la existencia de un hecho o
circunstancia (ej: la norma establece que el testimonio conteste de 2 personas de buena fama será
plena prueba del hecho sobre el cual recaiga) y los casos en que no debe darse por convencido (ej: se
recuerda la que impedía tener por acreditado un hecho delictuoso si no constaba la existencia del
cuerpo del delito).
Este sistema es propio del proceso inquisitivo; Rigió en épocas de escasa libertad política.
Hoy en día está abandonado, aunq sus reglas deben ser tenidas en cuenta ya que sintetizan, en
muchos casos, criterios indiscutibles de sentido común.

b) Íntima convicción:
 La ley no establece regla alguna para la apreciación de las pruebas. El juez es libre de
convencerse, según su íntimo parecer de la existencia o inexistencia de los hechos de la causa,
valorando aquéllas según su leal saber y entender.
 Otra característica es que no hay obligación de fundamentar las decisiones judiciales.
 Este sistema es propio de los jurados populares;
La ventaja es que no ata a los jueces a formalidades preestablecidas.
El defecto es el de no exigir la motivación del fallo, generando el peligro de
arbitrariedad.

c) Libre convicción o sana crítica racional:


Establece la más plena libertad de convencimiento de los jueces, pero exige que las conclusiones a que
se lleguen sean fruto razonado de las pruebas en que se las apoye.
El límite es el respeto de las normas que gobiernan la corrección del pensamiento humano: La lógica, la
experiencia y los principios incontrastables de las ciencias.
El juez debe motivar las resoluciones en base a las citadas normas. (proporcionar las razones de su
convencimiento)
Esto requiere la concurrencia de 2 operaciones intelectuales:
- La descripción del elemento probatorio (el testigo dijo tal cosa)
- Y su valoración crítica, tendiente a evidenciar su idoneidad para fundar la conclusión que en él se
apoya.

ART. 161 CPPSF. Valoración. La valoración que se haga de las pruebas producidas durante el proceso
será fundamentada con arreglo a la sana crítica racional.

15) Teorías sobre la aprovechabilidad de la prueba:

Estas posturas tratan de dar respuestas al interrogante de qué ocurre cuando una prueba se obtiene de
una manera ilegal.
Son creación jurisprudencial.
 Teoría de la Exclusión:
Es la imposibilidad de valorar cualquier prueba conseguida mediante la violación de una garantía
constitucional o de los modos procesales dispuestos para su producción, con total independencia de la
sanción q corresponda al funcionario q obtuvo la prueba ilícitamente .
La misma se funda en un valor ético en cuanto el Estado no puede emitir, a través de los órganos
jurisdiccionales predispuestos, un pronunciamiento fundado en un hecho ilícito o ilegitimo.
Por Ej. Cuando a una persona se le toma declaraciones en sede judicial mediante apremios ilegales y
como consecuencia del apremio suministra una serie de datos como donde se encuentran las cosas
objeto del delito. Con esos datos se pide la respectiva orden de allanamiento que se realiza y se
secuestran los objetos señalados en la declaración.

Según esta regla aquella prueba obtenida en violación de garantías constitucionales es


inaprovechable en el proceso. (Por violación al art. 18 de la CN)

En este caso, para esta teoría solamente sería ilícita la prueba que se ha obtenido mediante la
confesión y sería nula.
Es por eso que sólo se excluye la confesión con la consiguiente responsabilidad administrativa y penal
de los funcionarios implicados.

O sea: 1° hecho = no vale 2° hecho = vale.

CSJN: utilizo la regla de la exclusión en los casos: “Charles Hnos”; “Montenegro” y “Fiorentino”

 Teoría del Fruto del Árbol Venenoso: efectos expansivos de la ineficacia.


 Esta teoría es más garantizadora y tiene una proyección más amplia.
 Se toma del derecho norteamericano.
 Según ella no sólo va a ser nula la confesión sino todo lo que se ha originado en acto ilegal.
 El vicio (“veneno”) se transmite de la prueba ilegal a las que deriven directa o indirectamente de ella.
 O sea que cae todo y se declara la nulidad de todo lo actuado.
 Esta doctrina fue consagrada por la jurisprudencia de nuestro país.

O sea: 1° hecho + 2° hechos = inaprovechables.

Para esta teoría no solamente va a ser inaprovechable aquella prueba que directamente es
consecuencia del primer acto viciado, sino también aquella que indirectamente depende del mismo.

 Hay otras 2 teorías que funcionan como excepciones o correcciones de las anteriores:

 Teoría del Clearing de Valores:


Enunciada por Néstor Sagües y aplicada por la Sala II de la Cámara de Apelaciones Penales de
Rosario.
Supongamos que se libra una orden de allanamiento para secuestrar estupefacientes y al ingresar al
domicilio la policía comprueba que, además de los estupefacientes, hay un cadáver de una persona que
presuntamente ha sido víctima de un homicidio.
Entonces de acuerdo a las formalidades, la orden de allanamiento fue librada pura y exclusivamente
para el secuestro de estupefacientes y cualquier otro tipo de secuestro puede dar lugar a la nulidad.
Lo que esta teoría expone es una compensación, si éste último valor es superior al que está siendo
violado, se legitimaría la obtención de esa prueba.

Esta teoría dice que no hay que aprovechar la prueba ilegal y si hay pruebas derivadas hay que
aplicar la teoría del fruto, pero en el caso concreto, antes de anular hay que comparar los bienes
jurídicos violados y evaluar cual tiene mayor preeminencia: El bien jurídico violado por el delito o el
bien jurídico violado para obtener la prueba.

 Teoría de la Fuente Alternativa:


Según esta teoría podrá ser aprovechada para el proceso, es decir, podrá ser legítimamente tenida en
cuenta cuando a pesar de haber sido obtenida ilegalmente puede ser conseguida u obtenida a través de
otra vía.
O sea:
 1° hecho: Confesión con apremios
 2° hecho: Dichos llevan a la posibilidad de allanar un domicilio y secuestrar elementos.
 3° hecho: Un testigo, que nada que ver con la confesión, aporta datos, para poder efectuar
el allanamiento y el secuestro.
La teoría dice que en este caso:
Este veneno, que se pasó del 1° momento probatorio al 2°, queda descontaminado por la existencia de
una fuente independiente válida.

ART. 162 CPPSF. Exclusiones probatorias. Carecerá de toda eficacia la actividad probatoria cumplida
vulnerando garantías constitucionales.
La ineficacia se extenderá a todas aquellas pruebas que, con arreglo a las circunstancias del caso, no
hubieran podido ser obtenidas sin su violación y fueran consecuencia necesaria de ella.

Entonces:

Reglas: Regla de la exclusión de la prueba ilegal


Doctrina de árbol venenoso (amplía la anterior).
Excepciones: Clearing de valores
Fuente alternativa

CPPSF – LEY 12734


TITULO II Prueba
Capítulo I Disposiciones generales

ART. 159. Libertad probatoria. Todos los hechos y circunstancias relacionados con el objeto del proceso
podrán ser acreditados por cualquier medio de prueba, salvo las excepciones previstas por las leyes.
Todo medio de prueba, para ser admitido, deberá referir directa o indirectamente al objeto de la
averiguación. Los Tribunales podrán limitar los medios de prueba ofrecidos para demostrar un hecho o
una circunstancia cuando ellos resulten manifiestamente superabundantes o impertinentes.
Cuando se postule un hecho como notorio, el Tribunal, con el acuerdo de las partes, podrá prescindir de
la prueba ofrecida para demostrarlo, declarándolo comprobado. El acuerdo podrá ser provocado de
oficio por el Tribunal.

En el artículo anterior se establece la regla de la libertad probatoria: todo lo verificable en el marco de un


proceso penal puede ser demostrado de cualquier modo y por cualquier medio, siempre q ello no resulte
captado por algunas de las excepciones legalmente consagradas:
 Fueran obtenidas mediante una violación a una garantía constitucional y q este expresamente
prevista en el art. 162
 Aquellas introducidas sin acatar las formas legalmente establecidas y q generen afectación del
derecho de defensa
 Las que alteren el estado civil de las personas, debiendo respetar las modalidades probatorias
reguladas en le ley civil.
El segundo y tercer párrafo establecen los requisitos de admisibilidad de los medios de prueba:
o Cuando sea considerado por el tribunal superabundante: cuando lo q se pretende demostrar ya
esté suficientemente acreditado por prueba anterior o cuando con solo algunos de los medios de
prueba ofrecidos se puede acreditar el extremo. Podrá rechazarse, total o parcialmente la
prueba ofrecida.
o Cuando el medio ofrecido sea catalogado de impertinente: ocurrirá cuando se ofrezca una
prueba que no tiene ningún tipo de vinculación con el objeto del proceso.
Última parte del artículo establece, como derivación de los ppios de simplificación, abreviación y
economía procesal, q el tribunal tiene facultades para prescindir de determinada prueba, cuando la
misma se vincule con hechos considerados notorios y hubiese acuerdo de partes al respecto. Se podrá
declarar como comprobado el hecho, pudiendo el órgano jurisdiccional fomentar oficiosamente dicho
consenso.

ART. 160. Tratamiento especial para menores de edad. Siempre que se considere la intervención en
un acto de un menor de dieciocho años, se atenderá primordialmente a la preservación del interés
superior del mismo.
A tal fin, se evitará toda exposición que fuera prescindible o, si no lo fuera, se procurará impedir que
directa o indirectamente resulten del procedimiento consecuencias potencialmente dañosas para el
pleno y armonioso desarrollo de su personalidad.
Cuando se disponga la intervención en un acto de un menor, y conforme a su edad, se acordará
intervención a un equipo multidisciplinario, que aconsejará acerca de la forma de producción del mismo
y actuará en él, emitiendo opinión acerca de su valoración. En caso de necesidad y urgencia podrá
suplirse la intervención de este equipo por profesionales o personas de manifiesta idoneidad, que se
designen.
La Corte Suprema de Justicia establecerá la conformación del equipo multidisciplinario antes aludido y
proveerá lo necesario para que los actos en que tenga que intervenir un menor se desarrollen en
ambientes adecuados conforme a los conocimientos técnicos disponibles al efecto.

Esta norma es complementaria a disposiciones contenidas en regulaciones específicas. (ordenamiento


provincial de menores; ley nacional 22278 y convención sobre los dchos del niño)
La ley no hace referencia al carácter en q comparece el menor ante el proceso, por lo q no existe
previsión expresa al respecto, a diferencia de lo q ocurría con el código anterior. (Habilitaba al juez de
instrucción a tomarle declaración informativa al menor sospechoso)

Ley procesal alude únicamente al menor de 18 años q tiene q comparecer como víctima o como testigo,
otorgándole un marco en el que debe primar el superior interés del mismo.
Segundo párrafo, establece que debe reducirse al mínimo la exposición q le puede generar el proceso
al menor, resultando muy frecuentes la re victimización provocados por los organismos estatales
encargados de investigar el hecho.
El tramite investigativo puede generar situaciones tan traumáticas como las q dieron lugar a las
actuaciones, por esto la norma dispone la intervención de un gabinete integrado por profesionales
especializados en la problemática de la minoridad, quienes deben dictaminar, en caso de q ello fuera
necesario, acerca de si puede ser llevado a cabo el acto, el modo en que debe practicarse el mismo e
incluso intervenir en su realización. También puede ser consultado dicho equipo a los fines de la
valoración del acto en q intervino el menor.
Ultima parte habilita la intervención de profesionales afines o personas con suficiente idoneidad,
designadas para tal efecto, cuando por razones de urgencia no se pudiere contar con el equipo
interdisciplinario precedentemente señalado y cuya conformación será establecida por la corte
provincial, la que tmb deberá proveer los recursos materiales y edilicios para que los actos en los q
intervenga un menor sean llevados en ambientes adecuados y q permitan la efectiva concreción de los
derechos contemplados en la normativa.

ART. 161. Valoración. (Remitirse al punto 14- sana critica racional)


ART. 162. Exclusiones probatorias. (remitirse al punto 15)

Medios de prueba en particular


Son los actos procesales destinados a introducir en el proceso los elementos de convicción.

El principio de adquisición procesal se proyecta al de comunidad de la prueba, en el sentido de que la


ordenada debe ser recibida, y valorada la decisiva, pudiendo utilizarla en su beneficio aun la parte que
no la ofreció.
Por eso no se puede renunciar a un medio de prueba que el tribunal asumió al ordenar su recepción.
Durante la investigación instructoria, este principio queda subordinado a la facultad autónoma del
tribunal; durante el juicio, vincula a todos los sujetos procesales: la prueba asumida sólo podrá
eliminarse con el consentimiento de todos ellos.

Cuando el sustentador de la prueba es la materia, el elemento de convicción se muestra en su


naturalidad al recibirse la prueba.
El tribunal lo percibe inmediatamente, sin intermediación subjetiva alguna.
A esos fines, el medio más adecuado y amplio es la inspección judicial.

Cuando el transmitente del elemento es la persona en su intelectualidad, los datos llegan al proceso
conforme ella los aprecia y los relata oralmente o por escrito.

La mera transmisión del recuerdo o de lo acontecido constituye la confesión o el testimonio si es oral


y el documento si es escrito; si es resultado de un experimento, constituye la peritación.

Hay casos en que estos medios se combinan, a veces de manera inescindible por la unidad del
elemento que introducen.
Una cosa puede contener un símbolo o seña.
Un testigo puede expresarse como perito o traducir, por gestos, estados de ánimo mientras declara, o
reconocer objetos.
No obstante, es conveniente analizarlos en función del elemento predominante que se tiende a
introducir.

LA INSPECCION JUDICIAL

Recae sobre personas, cosas o lugares y tiene su más amplia eficacia en los primeros momentos de la
investigación.

Es un método de investigación legalmente regulado, que permite el original y directo contacto del
investigador con el mundo físico vinculado al hecho, cuya percepción se introduce documentalmente en
el proceso.

Cuando se requiere colaboración de testigos o peritos, la prueba será compleja o combinada.

CPPSF
Capítulo II Inspección y reconstrucción

ART. 163. Inspección judicial. Mediante la inspección se comprobará el estado de las personas,
lugares y cosas, los rastros y otros efectos materiales que hubiera, de utilidad para la averiguación del
hecho o la individualización de los partícipes en él. De ella se labrará acta que describirá
detalladamente esos elementos y, cuando fuera posible, se recogerán o conservarán los elementos
probatorios útiles.
Las inspecciones que por sus características exijan descripciones especiales u operaciones técnicas,
serán realizadas de tal modo que no se afecte la dignidad o la salud de la persona.

Al desaparecer el juez de instrucción, con el nuevo ordenamiento se crea la asunción MPF como
encargado de la IPP.
En el primer párrafo se regula como tienen que ser preservados los rastros del delito para describirlos
“documentalmente”, recogerlos y conservarlos de manera que sean útiles para la investigación.
Lo que debe ser verificado:
 De personas
 De lugares: la debida documentación, los vestigios que dejo la conducta delictiva en los
diferentes sitios donde se cometió o tuvo sus efectos (manchas de fluidos corporales, impactos
de bala, etc.). La correcta inspección permite que posteriores exámenes como químicos y
bioquímicos arrojen resultados positivos para la investigación, deben realizarse por personal
idóneo y capacitado.
 De cosas, rastros y otros efectos materiales: huellas dactilares en muebles, verificadas y
volcadas en un acta
En el segundo párrafo alude la inspección sobre los cuerpos de la víctima o del imputado y/o terceras
personas.
En la parte final del art. se reguardan la dignidad o salud de la persona (no es taxativa, pueden
colocarse dentro del mismo el pudor, la intimidad y otros aspectos vinculados con el psiquismo o el
cuerpo del afectado)
Casos problemáticos: extracciones de sangre y evacuaciones compulsivas: desde el punto de vista
jurídico solo interesa como y en qué casos y condiciones se realiza la extracción de la muestra con que
luego, se realizara algún estudio, que podrá ser empleado con distintos fines que parten de una premisa
a demostrar.
Las muestras para realizar un examen, por ej ADN, pueden ser tomadas en cualquier etapa que el
proceso lo permita.
Se tomaran distintos tipos de muestra y de ello dependerá el procedimiento a seguir, pueden ser de
pelo, orina, sangre, piel, uñas, etc. siempre y cuando sean compatibles con la CN y tratados.
En cuanto a la extracción compulsiva o la negativa del presunto imputado lleva a una discusión,
doctrinaria en la que por un lado se establece tomando en cuenta la constitución de EEUU donde la
voluntad del sujeto sobre el que recaerá el examen no es relevante, tanto si se niega como si esta
inconsciente, porque el privilegio protege a una persona solo de verse obligada a testificar contra sí
mismo. La interpretación que realiza la corte argentina y lo que se regula aquí es que el procesado es
tomado como objeto de prueba, la prueba se va a buscar a su cuerpo.
La posición minoritaria en contra de lo que dispone la corte, sostiene que nadie puede ser compelido a
proporcionar evidencia contra sí mismo.
Se trata de un tema de alta complejidad, quien ha sido víctima del delito su negativa rotunda conspira
contra el eventual efecto incriminante que puede surgir de la prueba así obtenida, y si se tratara del
imputado, parece claro que el ejercicio de violencia puede lesionar los alcances de la prohibición de
autoincriminación.

Por último debe destacarse, si bien la norma nada dice, que cuando el hecho no hubiere dejado rastros,
o los mismo no hubieren desaparecido la medida probatoria igualmente debe practicarse dejando
constancia y en el último caso (desaparición de rastros), se averiguará el modo tiempo y causa de la
misma.

ART. 164. Levantamiento e identificación de cadáveres. En caso de muerte violenta o sospechosa


de criminalidad, antes de procederse a la inhumación del cadáver, se realizará la inspección corporal
preliminar, la descripción de la situación o posición del cuerpo y de la naturaleza de las lesiones o
heridas, sin perjuicio de otras medidas que se estimen adecuadas. Se procurará su identificación.
Luego de realizadas las operaciones de rigor, se procederá a levantar el cuerpo disponiendo su traslado
a los gabinetes médicos o lugar donde se practicará la autopsia, su identificación final y la entrega a sus
familiares.

El precepto regula las labores criminalísticas a practicar en caso de verificarse una muerte violenta
cuando se sospeche que fue la derivación de una conducta delictiva. En tales caso deberá preservarse
la escena del crimen, ser examinado íntegramente a los fines de comprobar las causas de muerte,
confeccionándose actas (deben utilizarse todos los medios técnicos necesarios (ej: fotografía, videos)
que indiquen con claridad su posición y como fue encontrado.
También se deberá proceder a su identificación cuando no surja con claridad de familiares, vecinos, etc.
en caso de no ser posible deberá identificar por medio de identificaciones odontológicas, genética, etc.
El segundo párrafo establece que practicada todas las operaciones precedentes se procederá al
traslado del cadáver al lugar donde se practicara la autopsia, identificación final y posterior entrega a los
deudos.
Este medio probatorio es complementario al contenido en el siguiente articulo (autopsia)

ART. 165. Autopsia. Cuando de la percepción exterior de la inspección corporal preliminar, no se


conozca de manera manifiesta e inequívoca la causa de la muerte, se procederá, del modo más pronto
posible, a la autopsia del cadáver para establecer la naturaleza de las lesiones, el modo y la causa del
fallecimiento y sus circunstancias.
La autopsia será practicada por médicos forenses, en lo posible con experiencia en tanatología, o, en su
caso, por los peritos que se designen.
Si el Ministerio Público no ha solicitado la realización de la autopsia, las otras partes podrán solicitar al
Tribunal que la ordene, conforme a las reglas de los actos irreproducibles.

El ministerio publico fiscal tiene el imperativo funcional, en su rol de encargado, de practicar la


investigación penal preparatoria, de ordenar la práctica de autópsica de todo cadáver hallado en el
territorio bajo su jurisdicción, del que no se pueda inferir con claridad la causa de muerte ; a los fines de
establecer la misma y las circunstancias que sean necesarias destacar.
La autopsia será considerada una pericia.
Ultima parte del artículo, faculta a las partes a acudir al Tribunal de la IPP para que ordene la autopsia.
La facultad señalada podrá ser ejercida por quienes pueden asumir el carácter de querellantes,
debiendo prescindir el juez del trámite de constitución por la urgencia de la medida solicitada y también
podrá solicitarlo el imputado por un delito en principio culposo, cuando lo estime necesario para evitar
que se agrave su situación en el futuro ante una eventual incriminación.

ART. 166. Reconstrucción del hecho. Se podrá disponer la reconstrucción del hecho, en las
condiciones en que se afirme o se considere haberse producido. Cuando para la reconstrucción del
hecho fuera necesaria la presencia activa del imputado, se requerirá previamente su conformidad y la
asistencia de su defensor, como condición para la validez del acto.
Consiste en una recreación simulada de los hechos bajo investigación.
La medida puede ser requerida de oficio o a pedido de la defensa o el querellante, siempre que se la
considere útil. Se debe prácticar conforme a las indicaciones que formulen las personas que hubieren
participado o presenciado visualmente el hecho a esclarecer.
En caso del imputado, este no puede ser obligado a participar, el mismo debe dar su consentimiento y
debe encontrarse presente su defensor.
Los testigos intervienen en forma juramentada y bajo penalidades de falso testimonio, ya no solo
transmiten oralmente sus recuerdos, sino tmb desplegando una actividad física complementaria, por la
dinámica reproductiva del acto.

ART. 167. Registro. Se podrá ordenar fundadamente el registro de lugares determinados. La orden de
registro establecerá las condiciones de tiempo y modo, así como las medidas precautorias a adoptar,
para evitar molestias innecesarias.

Colisión entre 2 dchos constitucionales: el afianzamiento de la justicia por medio de la investigación y


represión delictiva que faculta a los org. Judiciales a la realización de una serie de medidas y el dcho a
la inviolabilidad de dicho lugar y preservación de la intimidad (expresamente consagrados en el art. 18 y
19 CN)
Ante esta colisión deben primar los segundos, por lo cual es necesario reglamentar requisitos para
habilitar el registro y condiciones de tiempo, modo y lugar.
Registro domiciliario: acto investigativo direccionado al hallazgo de cosas, rastros o personas, de algún
modo vinculados con los hechos con apariencia de delito que origino el inicio del proceso penal, con la
finalidad de lograr su captura o secuestro, debiendo ser debidamente preservados, a los fines de
posibilitar peritajes u otras operaciones técnicas sobre los elementos incautados.
Articulo no menciona los motivos habilitantes del registro, pero dispone que la orden debe ser fundada.
Por lo que no es posible excepcionar la garantía de inviolabilidad del domicilio si no hay motivos
(indicios serios q permitan presumir q en un det. Lugar existan cosas o personas relacionadas con el
delito) en que fundar la orden de registro.

ART. 168. Requisa. La requisa personal deberá justificarse fundadamente cuando hubiera motivos
razonables para presumir que alguien oculta consigo cosas relacionadas con un delito. Antes de
proceder a la requisa se lo invitará a exhibir el objeto cuya ocultación se presume.
Se podrá registrar un vehículo, siempre que haya motivos suficientes para presumir que una persona
oculta en él objetos útiles vinculados a una investigación preexistente o cuando mediare fuerte
presunción de que tales objetos son resultantes de la comisión de un delito o serán empleados para la
inminente perpetración de un delito, lo que deberá hacerse constar así.
Se asegurará el respeto por la dignidad del requisado.
Dos tipos de requisa:
 Requisa personal (llevada a cabo sobre cualquier persona): medida de coerción auxiliar q tiene
por objeto detectar y, en su caso, secuestrar efectos q llevara consigo una persona o que
estuvieran disponibles dentro de su radio de desenvolvimiento (ej: una valija) siempre que se
encuentren vinculados con el objeto procesal.
La ley exige la existencia previa y debidamente justificada de motivos razonables para presumir que
alguien oculta cosas relacionadas con un delito. (ello ocurre en caso de flagrancia o cuasi flagrancia o
cuando circunstancias resulten indicativas del ocultamiento) Jurisprudencia ha rechazado como
motivación suficiente, aquellas situaciones confusas, por ejemplo: el estado de nerviosismo.
Suele ser practicada por la policía, quien se encuentra facultado autónomamente (sin requerir
autorización previa) cuando exista urgencia en llevarla a cabo o peligro en la demora. Debe ser
inmediatamente comunicado al fiscal.
 Registración vehicular: es necesaria la verificación de 3 situaciones preexistentes:
- Motivos suficientes para presumir q una persona oculta en el vehículo cosas vinculadas
con una investigación preexistente.
- Cuando se verificare (con carácter de presunción fuerte) q los objetos que fueren
transportados son los obtenidos en un hecho delictivo o los resultantes de la comisión
del mismo.
- Cuando exista igual presunción respecto a elementos con los que presumiblemente se va
a perpetrar un delito (delito no fue consumado, se encuentra en la etapa de preparación
—resulta complejo determinar cuando ocurre tal situación)

En todos los casos, previo a proceder a la requisa deberán hacerse conocer las características del acto
q se va a llevar a cabo e invitar a la exhibición del objeto cuya clandestinidad se presume; ante la
negativa de este, luego si, se concreta la misma.

En cuanto a las requisas practicadas comúnmente por la policía en rutas, ingreso a espectáculos,
aeropuerto, etc. se discute si es válida como prueba de cargo la obtención de objetos cuando no fue
precedida de motivos suficientes. Debe entenderse que son validas siempre que cumplan con los
requisitos exigidos en la norma y se verifique en el caso preexistencia de sospecha suficiente y se actué
con razonabilidad y respeto.

La ultima parte de la norma, debe entenderse como una consigna para el personal autorizado, quienes
deben actuar procurando la menor molestia posible al sujeto objeto de la medida.

ART. 169. Allanamiento. Cuando el registro deba efectuarse en una morada, casa de negocio, oficina,
en sus dependencias cerradas o en recinto habitado, y siempre que no se contara con la autorización
libre y previamente expresada por quien tenga derecho a oponerse, el Tribunal, a solicitud fundada
ordenará el allanamiento.
La medida podrá ser cumplida personalmente por el Tribunal, o en su defecto éste expedirá orden
escrita en favor del Fiscal de Distrito, o del funcionario judicial o policial a quien se delegue su
cumplimiento. Si la diligencia fuera practicada por la Policía será aplicable en lo pertinente en el artículo
268 inciso 6.
La orden será escrita, expresando el lugar y tiempo en que la medida deberá efectuarse,
individualizando los objetos a secuestrar o las personas a detener. La diligencia sólo podrá comenzar
entre las ocho y las veinte horas. Sin embargo, se podrá autorizar a proceder en cualquier hora cuando
el interesado o su representante lo consientan, o en los casos graves y que no admitan demora por el
riesgo de frustrarse la investigación, o cuando peligre el orden público.
La orden no será necesaria para el registro de los edificios públicos y oficinas administrativas, los
establecimientos de reunión o de recreo, el local de las asociaciones y cualquier otro lugar cerrado que
no esté destinado a habitación o residencia particular. En estos casos deberá darse aviso a las
personas a cuyo cargo estuvieren los locales, salvo que ello fuere perjudicial a la investigación.
La orden de allanamiento será exhibida al que habita o posee el lugar donde deba efectuarse, o cuando
estuviere ausente, a su encargado; a falta de éste, a cualquier persona mayor de edad que se hallare
en el lugar, prefiriendo a los familiares del primero. Al notificado se le invitará a presenciar el registro.
Cuando no se hallare a nadie, se hará constar así en el acta que se elaborará dejando constancia de lo
ocurrido, y que firmarán los concurrentes al acto.
Si en el acto del registro se encontraren elementos probatorios no previstos en la orden judicial o rastros
de otro delito, se deberá requerir la conformidad judicial para su incautación, sin perjuicio de adoptarse
los recaudos pertinentes para preservarlos.
Cuando para el cumplimiento de sus funciones o por razones de higiene, moralidad u orden público,
alguna autoridad nacional, provincial o municipal competente necesite practicar registros domiciliarios,
solicitará al Tribunal orden de allanamiento, expresando los fundamentos del pedido. Para resolver la
solicitud, el Tribunal podrá requerir las informaciones que estime pertinentes.

El domicilio es el ámbito de intimidad de los individuos, de allí su protección al declararlo inviolable. Esta
garantía le permite impedir q otro ingrese o permanezca en su domicilio sin su consentimiento, sea ese
otro un particular o un funcionario público. Por lo tanto no podrán efectuarse registros, inspecciones o
secuestros sin que la ley lo autorice.

Allanamiento: inspección domiciliaria ordenada por un juez practicada personalmente por el o por otra
autoridad a la que delegue la realización de la misma, empleando la fuerza pública cuando fuere
necesario.
Es un acto de coerción de carácter excepcional, ya que a través del mismo cede la garantía de
inviolabilidad del domicilio. Se procura a través del mismo la detención de personas, el secuestro de
elementos vinculados con el hecho investigado, el levantamiento de rastros delictivos, etc.

Requisitos: del allanamiento destinado a registrar una morada, casa de negocio, oficina (o
dependencias cerradas o recintos habitados de la misma)
 Orden escrita, librada por el juez de la investigación penal preparatoria competente: el juez debe
motivar sus decisiones, indicando cuales son los elementos objetivos idóneos para fundar la
sospecha razonable de que en el domicilio podrían encontrarse elementos de cargo para un
proceso penal.
 La solicitud respectiva la debe formular el fiscal a cargo de la investigación, quien debe fundar
su pedido, explicando motivos por los cuales se presumen que en el domicilio existen personas
o cosas relacionadas con el delito.
Excepciones a estos requisitos:
 Autorización prestada por quien pueda oponerse para que se realice sin orden la medida. Este
consentimiento debe ser dado de forma libre y previamente expresado.
La conformidad del afectado debe interpretarse restrictivamente, presumiendo la invalidez del ingreso a
menos que la autoridad pruebe que lo hizo sin coacción.
Tal facultad puede ejercerla únicamente el titular del derecho de exclusión, entendiéndose por tal al
habitante o morador mayor de edad q habite en el lugar donde se practica la medida.
 Cuando se trate de medidas llevadas a cabo en edificios públicos, oficinas administrativas,
establecimientos de reunión o recreo, etc; siempre que el lugar ni este destinado a la habitación
o residencia. En estos casos la garantía no rige y el allanamiento puede ser llevado a cabo sin
orden, de todos modos cuando en el interior de las instalaciones existiera local habitado o en el
que reside una persona (ej: personal de vigilancia) ley impone a quienes lleven adelante la
medida que previamente y cuando ello no perjudicare la investigación, comuniquen la realización
del registro.
Personas habilitadas: pueden llevar a cabo el allanamiento:
 Juez de la investigación penal preparatoria: intervención del mismo solo será posible a instancia
de parte y en caso de que la medida no pueda reproducirse y deba ser practicada de modo
urgente.
 Por el propio fiscal a cargo de la investigación penal preparatoria que solicita la medida.
 Por delegación puede ejecutarla el funcionario judicial o policial que se designe a tal efecto: en
este caso deberá cumplimentar los recaudos formales (art.268 Inc 6)

Contenido y forma de la orden de allanamiento


La orden debe ser:
 Escrita
 Debe contener lugar donde se va a llevar a cabo. No será necesario una precisión exacta, sino
lo suficientemente clara de modo tal que pueda determinarse el lugar a allanar, sin duda alguna.
 Debe precisar los objetos a secuestrar o las personas a detener
 Debe constar el día y la hora de realización. Este estará acotado a un margen de 12 horas (entre
8 y las 20); dicha limitación puede sortearse en caso de que obre consentimiento del interesado,
en caso de que corra riesgo la concreción de la medida o esté en peligro el orden público.

Deber de exhibición: los funcionarios están obligados a mostrar previamente la orden de allanamiento
al poseedor, habitante o encargado. De no ser posible la exhibición será a cualquier mayor que hubiere
en el lugar, invitándose en todos los casos a que presencia la medida. En caso de no hallar a nadie en
el lugar, quien deba llevar a cabo la medida podrá hacer uso de la fuerza pública para poder ingresar,
dejándose debida constancia de ellos.

Último párrafo de la norma faculta a entidades públicas a solicitar allanamientos para el cumplimiento de
sus funciones o por razones de higiene, en q le será concedido por el juez, previa averiguación del
pedido y evaluación de su procedencia, debiendo ponderarse la legalidad necesidad y racionalidad del
riesgo solicitado.

ART. 170. Allanamiento sin orden. No será necesaria la orden de allanamiento cuando la medida se
deba realizar mediando urgencia que se justifique por:
1) incendio, inundación u otra causa semejante que pusiera en peligro la vida o los bienes de los
habitantes;
2) la búsqueda de personas extrañas que hubieran sido vistas mientras se introducían en un local o
casa, con indicios manifiestos de cometer un delito;
3) la persecución de un imputado de delito que se hubiera introducido en un local o casa;
4) indicios de que en el interior de una casa o local se estuviera cometiendo un delito, o desde ella se
solicitara socorro.

La norma permite la violación del domicilio y la intimidad (art.18 y 19 CN) eximiendo del recaudo previo
de orden escrita emitida por autoridad judicial competente.
Casos que permiten la dispensa deben estar enmarcados en una urgencia justificada, de lo contrario la
medida podrá ser invalidada de oficio o a pedido de parte. Comprende únicamente casos establecidos
en la ley. (Taxativo)
- Inc 1: situación alejada de una investigación criminal, pero q de todos modos justifican la
irrupción no autorizada cuando existiere peligro de vida debido a una situación súbita y de fuerza
mayor.
- Inc 2: requiere la conjunción de 2 circunstancias; la observación del ingreso a un local o casa, en
principio no autorizado, de una persona desconocida y el indicio notorio de que dicha persona va
a cometer o puede cometer un delito.( se puede inferir del aspecto del supuesto intruso (ej: entra
a un lugar encapuchado) o de otras circunstancias. (ingresa en horas de la madrugada)
- Inc 3: excluye a toda persona que no revista carácter de imputado.
- Inc 4: se enmarca en la labor de prevención delictiva de la policía, pero también se encuentra
habilitado cualquier particular que advirtiera indicios de que en el interior de una casa o local se
estuviere cometiendo un delito o se emitieran voces o señas de auxilio.

ART. 171. Interceptación de correspondencia e intervención de comunicaciones. El Tribunal a


pedido de las partes podrá ordenar por decreto fundado, la interceptación o el secuestro de la
correspondencia postal, telegráfica o electrónica, o de todo otro efecto remitido o destinado al imputado
o a terceros, aunque sean bajo nombres supuestos.
Del mismo modo se podrá ordenar la intervención de las comunicaciones del imputado o de terceros,
cualquiera sea el medio técnico utilizado, para impedirlas o conocerlas.

Pugna entre derechos consagrados en la Constitución: entre el de afianzar la justicia (averiguar y


sancionar conductas delictivas) y el de la inviolabilidad de determinadas esferas propias del ciudadano e
inherentes a todo individuo: intimidad, domicilio, correspondencia y comunicaciones (surgen del art. 18
y19 CN)
En la actualidad la interceptación de correspondencia postal tiene una significación secundaria, por el
desarrollo de otros medios de comunicación.
La norma habilita a que cualquier parte (fiscal, querellante e imputado) soliciten al juez de IPP la
interceptación o secuestro de correspondencia y la intervención de comunicaciones, pudiendo resultar
sujeto pasivo el propio imputado o terceros.
Para concretar la medida se deberá oficiar al prestador del servicio postal que corresponda, q los fines q
localice y retenga la pieza postal q se requiera y la ponga a disposición del órgano que dispuso la
interceptación.
El tribunal deberá examinar si se justifica la medida y la ordenar a mediante decreto fundado, bajo
sanción de nulidad. Las razones para expedir la autorización se asienta en la utilidad q tenga la medida
para el curso de la investigación y hace a la preservación del dcho de defensa, ya que antes de
disponer la misma debe hacer un juicio de proporcionalidad entre el sacrificio del dcho a vulnerar y la
causa a q obedece.
Respecto a las personas susceptibles de interceptación judicial, norma refiere al imputado o terceros,
siempre que haya razones de urgencia y utilidad; además, la comprobación o existencia de un cierto
grado de sospecha en orden a su participación en un delito grave(caso imputado); en caso de terceros,
debe tratarse de personas respecto de las que existan elementos objetivos para suponer que reciben o
transmiten comunicaciones para el imputado o provenientes de él, o cuya terminal telefónica es utilizada
por el imputado.
Resulta contrario a la CN las intervenciones predelictuales q se encuentren totalmente desligadas de
un curso investigativo.
Esta medida tiene un carácter subsidiario, por lo que no cabe despacharla cuando sea posible descubrir
el hecho por otros medios.
La norma no limita el empleo de estos medios a det. delitos, sino q en principio queda abarcadas todas
las infracciones. De todos modos por via jurisprudencial debe limitarse la utilización a delitos graves.
Duración de la medida: la norma nada dice al respecto, es aconsejable que el decreto fundado
ordenatorio contenga el tiempo y duración de las mimas, el cual no puede exceder los 15 días corrido.
Excepcionalmente podrá disponerse un nuevo periodo de escuchas por otro termino igual de 15 días
(deberá fundarse nuevamente en el auto, con clara y precisa indicación de la finalidad, motivos que
hagan necesaria la prorroga)
Medio técnico pasible de intervención:
 Telegrafía, telefonía o telecomunicaciones que permitan la transmisión y reproducción a
distancia de escritos, impresos, imágenes o sonidos
 Servicios telefónicos públicos o privados
 Servicios telegráficos de cualquier tipo o telex que permitan la comunicación directa o temporal;
incluyendo fax, celulares, telegramas, correo electrónico, etc.
 Servicio limitado o de telecomunicaciones privadas
 Correspondencia electrónica
 Ley no contempla el uso de medios audiovisuales

Última parte del artículo refiere a q la intervención debe ser para:


- Impedir la comunicación: vinculado a hacer cesar el estado antijurídico que sigue produciendo el
hecho delictivo objeto de investigación. Tal puede ser el caso de una denuncia de amenazas o
extorsión que se sigan suscitando durante el curso de la investigación preparatoria, lo cual
habilitaría a que de oficio o a pedido de parte se disponga la orden impeditiva.
- O conocer la comunicación: medio de investigación coercitivo y auxiliar de prueba; apunta a la
obtención de una prueba incriminatoria o que permita el esclarecimiento de los hechos bajo
investigación.

En lo que respecta a las situaciones en las que se producen grabaciones o filmaciones privadas sin
orden judicial previa, las mismas en principio, son hechos ilícitos, tanto si se realizan por parte de uno
de los intervinientes en el acto de intimidad o por parte de un tercero. De todos modos estos casos
deberán ser examinados uno por uno, a los fines de arribar a resultados que tomen en cuenta el interés
individual de las partes (ej: caso en que la victima graba o filma al imputado que se comunica con ella
para amenazarla o extorsionarla; jurisprudencia ha dicho q corresponde rechazar el pedido de nulidad
de la interceptación de la llamada telefónica)

Síntesis: el principio es que las injerencias estatales en la vida privada solo pueden admitirse en los
casos expresamente fijados por la ley, bajo despacho y control judicial, con límite temporal y conforme
los principios de necesidad, intervención mínima y proporcionalidad.

ART. 172. Exclusiones. No podrá secuestrarse válidamente, la documentación o grabación que se


enviara, entregara u obrara en poder de los abogados para el eventual desempeño profesional, ni
intervenirse o interceptarse en los mismos casos, las comunicaciones
La norma establece una prohibición absoluta, derivada del ppio de autoincriminación y la garantía de
defensa en juicio, del secuestro, intervención o interceptación de las comunicaciones o intercambio de
correspondencia entre el imputado y su defensor.
Este precepto abarca todo el trayecto que puede recorrer el intercambio epistolar o comunicacional
(desde el envió, siguiendo su recorrido y finalizando con la recepción por el destinatario). No encuadra
en esta veda el intercambio cuando fuera por actividades directamente delictivas cometidas por el
profesional.
La incorporación de evidencia, contrariando la disposición, torna nula de nulidad absoluta no solo a lo
obtenido en tal sentido, sino toda la prueba conseguida como consecuencia de dicho vicio original.

CPPN
CAPITULO I Inspección judicial y reconstrucción del hecho

Art. 216. Inspección judicial- El juez de instrucción comprobará, mediante la inspección de personas,
lugares y cosas, los rastros y otros efectos materiales que el hecho hubiere dejado; los describirá
detalladamente y, cuando fuere posible, recogerá o conservará los elementos probatorios útiles.

Art. 217. Ausencia de rastros- Si el hecho no dejó rastros o no produjo efectos materiales, o si éstos
desaparecieron o fueron alterados, el juez describirá el estado actual y, en lo posible, verificará el
anterior. En caso de desaparición o alteración averiguará y hará constar el modo, tiempo y causa de
ella.

Art. 218. Inspección corporal y mental - Cuando lo juzgue necesario, el juez podrá proceder a la
inspección corporal y mental del imputado, cuidando que en lo posible se respete su pudor.
Podrá disponer igual medida respecto de otra persona, con la misma limitación, en los casos de grave y
fundada sospecha o de absoluta necesidad.
En caso necesario, la inspección podrá practicarse con el auxilio de peritos.
Al acto sólo podrá asistir el defensor o una persona de confianza del examinado, quien será advertido
previamente de tal derecho.

Art. 218 bis. - Obtención de ácido desoxirribonucleico (ADN). El juez podrá ordenar la obtención de
ácido desoxirribonucleico (ADN), del imputado o de otra persona, cuando ello fuere necesario para su
identificación o para la constatación de circunstancias de importancia para la investigación. La medida
deberá ser dictada por auto fundado donde se expresen, bajo pena de nulidad, los motivos que
justifiquen su necesidad, razonabilidad y proporcionalidad en el caso concreto.
Para tales fines, serán admisibles mínimas extracciones de sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras
biológicas, a efectuarse según las reglas del saber médico, cuando no fuere de temer perjuicio alguno
para la integridad física de la persona sobre la que deba efectuarse la medida, según la experiencia
común y la opinión del experto a cargo de la intervención.
La misma será practicada del modo menos lesivo para la persona y sin afectar su pudor, teniendo
especialmente en consideración su género y otras circunstancias particulares. El uso de las facultades
coercitivas sobre el afectado por la medida en ningún caso podrá exceder el estrictamente necesario
para su realización.
Si el juez lo estimare conveniente, y siempre que sea posible alcanzar igual certeza con el resultado de
la medida, podrá ordenar la obtención de ácido desoxirribonucleico (ADN) por medios distintos a la
inspección corporal, como el secuestro de objetos que contengan células ya desprendidas del cuerpo,
para lo cual podrán ordenarse medidas como el registro domiciliario o la requisa personal.
Asimismo, cuando en un delito de acción pública se deba obtener ácido desoxirribonucleico (ADN) de la
presunta víctima del delito, la medida ordenada se practicará teniendo en cuenta tal condición, a fin de
evitar su revictimización y resguardar los derechos específicos que tiene. A tal efecto, si la víctima se
opusiera a la realización de las medidas indicadas en el segundo párrafo, el juez procederá del modo
indicado en el cuarto párrafo.
En ningún caso regirán las prohibiciones del artículo 242 y la facultad de abstención del artículo 243.

Art. 219. Facultades coercitivas - Para realizar la inspección, el juez podrá ordenar que durante la
diligencia no se ausenten las personas que hubieren sido halladas en el lugar, o que comparezca
inmediatamente cualquier otra. Los que desobedezcan incurrirán en la responsabilidad de los testigos,
sin perjuicio de ser compelidos por la fuerza pública.
Art. 220. Identificación de cadáveres- Si la instrucción se realizare por causa de muerte violenta o
sospechosa de criminalidad y el extinto fuere desconocido, antes de procederse al entierro del cadáver
o después de su exhumación, hecha la descripción correspondiente, se lo identificará por medio de
testigos y se tomarán sus impresiones digitales.
Cuando por los medios indicados no se obtenga la identificación y el estado del cadáver lo permita, éste
será expuesto al público antes de practicarse la autopsia, a fin de que quien tenga datos que puedan
contribuir al reconocimiento los comunique al juez.

Art. 221. Reconstrucción del hecho- El juez podrá ordenar la reconstrucción del hecho para
comprobar si se efectuó o pudo efectuarse de un modo determinado.
No podrá obligarse al imputado a intervenir en la reconstrucción, pero tendrá derecho a solicitarla.

Art. 222. Operaciones técnicas- Para la mayor eficacia de las inspecciones y reconstrucciones, el juez
podrá ordenar todas las operaciones técnicas y científicas convenientes.

Art. 223. Juramento- Los testigos, peritos e intérpretes que intervengan en actos de inspección o
reconstrucción, deberán prestar juramento, bajo pena de nulidad.

Registro domiciliario y requisa personal

CPPN
CAPITULO II Registro domiciliario y requisa personal

Registro
Art. 224. - Si hubiere motivo para presumir que en determinado lugar existen cosas vinculadas a la
investigación del delito, o que allí puede efectuarse la detención del imputado o de alguna persona
evadida o sospechada de criminalidad, el juez ordenará por auto fundado el registro de ese lugar.
El juez podrá proceder personalmente o delegar la diligencia en el fiscal o en los funcionarios de la
policía o de las fuerzas de seguridad. En caso de delegación, expedirá una orden de allanamiento
escrita, que contendrá: la identificación de causa en la que se libra; la indicación concreta del lugar o
lugares que habrán de ser registrados; la finalidad con que se practicará el registro y la autoridad que lo
llevará a cabo. El funcionario actuante labrará un acta conforme lo normado por los artículos 138 y 139
de este Código.
En caso de urgencia, cuando medie delegación de la diligencia, la comunicación de la orden a quien se
le encomiende el allanamiento podrá realizarse por medios electrónicos. El destinatario de la orden
comunicará inmediatamente su recepción al Juez emisor y corroborará que los datos de la orden,
referidos en el párrafo anterior, sean correctos. Podrá usarse la firma digital. La CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA NACION o el órgano en que ésta delegue dicha facultad, reglamentará los recaudos
que deban adoptarse para asegurar la seriedad, certidumbre y autenticidad del procedimiento
Cuando por existir evidente riesgo para la seguridad de los testigos del procedimiento, fuese necesario
que la autoridad preventora ingrese al lugar primeramente, se dejará constancia explicativa de ello en el
acta, bajo pena de nulidad.
Si en estricto cumplimiento de la orden de allanamiento, se encontrare objetos que evidencien la
comisión de un delito distinto al que motivó la orden, se procederá a su secuestro y se le comunicará al
juez o fiscal interviniente.

Allanamiento de morada
Art. 225. - Cuando el registro deba efectuarse en un lugar habitado o en sus dependencias cerradas, la
diligencia sólo podrá realizarse desde que salga hasta que se ponga el sol.
Sin embargo, se podrá proceder a cualquier hora cuando el interesado o su representante lo consienta,
o en los casos sumamente graves y urgentes, o cuando peligre el orden público.

Allanamiento de otros locales


Art. 226. - Lo establecido en el primer párrafo del artículo anterior no regirá para los edificios públicos y
oficinas administrativas, los establecimientos de reunión o de recreo, el local de las asociaciones y
cualquier otro lugar cerrado que no esté destinado a habitación o residencia particular.
En estos casos deberá darse aviso a las personas a cuyo cargo estuvieren los locales, salvo que ello
fuere perjudicial a la investigación.
Para la entrada y registro en el Congreso el juez necesitará la autorización del presidente de la Cámara
respectiva.

Allanamiento sin orden


Art. 227. - No obstante lo dispuesto en los artículos anteriores, la policía podrá proceder al allanamiento
de morada sin previa orden judicial cuando:
1°) Por incendio, explosión, inundación u otro estrago se hallare amenazada la vida de los habitantes o
la propiedad.
2°) Se denunciare que personas extrañas han sido vistas mientras se introducían en una casa o local,
con indicios manifiestos de ir a cometer un delito.
3°) Se introduzca en una casa o local algún imputado de delito a quien se persigue para su
aprehensión.
4°) Voces provenientes de una casa o local anunciaren que allí se está cometiendo un delito o pidan
socorro.
5°) Se tenga sospechas fundadas de que en una casa o local se encuentra la víctima de una privación
ilegal de la libertad y corra peligro inminente su vida o integridad física (artículo 34 inciso 7 del CODIGO
PENAL DE LA NACION). El representante del MINISTERIO PUBLICO FISCAL deberá autorizar la
diligencia y será necesaria su presencia en el lugar.

Formalidades para el allanamiento


Art. 228. - La orden de allanamiento será notificada al que habite o posea el lugar donde deba
efectuarse o, cuando esté ausente, a su encargado o, a falta de éste, a cualquier persona mayor de
edad que se hallare en el lugar, prefiriendo a los familiares del primero. Al notificado se le invitará a
presenciar el registro.
Cuando no se encontrare a nadie, ello se hará constar en el acta.
Practicado el registro, se consignará en el acta su resultado, con expresión de las circunstancias útiles
para la investigación.
El acta será firmada por los concurrentes. Si alguien no lo hiciere se expondrá la razón.

Autorización del registro


Art. 229. - Cuando para el cumplimiento de sus funciones o por razones de higiene, moralidad y orden
público alguna autoridad competente necesite practicar registros domiciliarios, solicitará al juez orden de
allanamiento expresando los fundamentos del pedido. Para resolver la solicitud, el juez podrá requerir
las informaciones que estime pertinentes.

Requisa personal
Art. 230. - El juez ordenará la requisa de una persona, mediante decreto fundado, siempre que haya
motivos suficientes para presumir que oculta en su cuerpo cosas relacionadas con un delito. Antes de
proceder a la medida podrá invitársela a exhibir el objeto de que se trate.
Las requisas se practicarán separadamente, respetando el pudor de las personas. Si se hicieren sobre
una mujer serán efectuadas por otra.
La operación se hará constar en acta que firmará el requisado; si no la suscribiere, se indicará la causa.
La negativa de la persona que haya de ser objeto de la requisa no obstará a ésta, salvo que mediaren
causas justificadas.

Art 230 bis. - Los funcionarios de la policía y fuerza de seguridad, sin orden judicial, podrán requisar a
las personas e inspeccionar los efectos personales que lleven consigo, así como el interior de los
vehículos, aeronaves y buques, de cualquier clase, con la finalidad de hallar la existencia de cosas
probablemente provenientes o constitutivas de un delito o de elementos que pudieran ser utilizados para
la comisión de un hecho delictivo de acuerdo a las circunstancias particulares de su hallazgo siempre
que sean realizadas:
a) con la concurrencia de circunstancias previas o concomitantes que razonable y objetivamente
permitan justificar dichas medidas respecto de persona o vehículo determinado; y,
b) en la vía pública o en lugares de acceso público.
La requisa o inspección se llevará a cabo, de acuerdo a lo establecido por el 2° y 3er. párrafo del
artículo 230, se practicarán los secuestros del artículo 231, y se labrará acta conforme lo dispuesto por
los artículos 138 y 139, debiendo comunicar la medida inmediatamente al juez para que disponga lo que
corresponda en consecuencia.
Tratándose de un operativo público de prevención podrán proceder a la inspección de vehículos.
EL TESTIMONIO

En lo penal se entiende por testimonio toda declaración oral o escrita producida en el proceso por
la que el testigo transmite un conocimiento adquirido por los sentidos y destinado a dar fe sobre
datos que interesan a la investigación.
Su fundamento moral se encuentra en la necesidad de acordar que el testigo por regla no intenta
engañar.
Debe rendirse ante el juez de la causa (judicialidad) y su cumplimiento está impuesto al testigo
(imperatividad).

Queda excluído el testimonio de oídas o indirecto que pasa a ser fuente de comprobación.
También se excluyen las expresiones generalizantes o presuncionales o apreciaciones de tipo subjetivo
como las referidas a condiciones morales o estados psicológicos.
Toda persona es capaz de atestiguar, pero hay impedimentos físicos, morales o mentales que hacen a
la capacidad para decir verdad:
Menores de escasa edad, dementes, procesados y condenados.

Se comprenden también circunstancias de sospechabilidad del dicho que conducen a su tacha como la
enemistad, amistad íntima, interés en la causa, pleito pendiente, etc.

No se puede testimoniar cuando media una razón de incompatibilidad.


Es el caso de los funcionarios del proceso si no se apartan y de particulares que hayan tenido
intervención en el mismo proceso u otro conexo.

En cuanto a los funcionarios intervenientes en la prevención policial y para los actos por ellos
practicados, están incluidos expresamente en la regla pero la incompatibilidad surge cuando puede
violarse el derecho de reserva del imputado, como sería si el funcionario reproduce una confesión
policial que el imputado no ratificó en el proceso.

En cuanto a los defensores y procuradores, la incompatibilidad debe resolverse por el predominio del
testimonio con el límite de la reserva profesional, declinando el cargo si las circunstancias lo impusieran.

La necesidad de mantener la cohesión familiar orienta a la legislación a evitar, absoluta o relativamente,


el testimonio del pariente en contra del imputado.
La inobservancia se conmina con nulidad.
Esta prohibición tiene excepciones que la convierten en facultad de declarar.
Así ocurre cuando con el delito resulta perjudicado el mismo testigo o una persona ligada a él por
cualquiera de esos vínculos; vale decir cuando el imputado y el perjudicado integran el mismo núcleo
familiar.
En estos casos ya está destruida la solidaridad familiar, por lo cual el testigo puede determinarse a
declarar o no.

Las declaraciones recibidas por la policía no constituyen testimonios en sentido propio; son
indagaciones sumarias que para el proceso constituyen fuentes de prueba.
De aquí que no sean juramentadas.
Deben ratificarse en la instrucción para que se incorporen como testimonios.

El acto se estructura con una serie de elementos establecidos por la ley:


1) Juramento: Tiene importancia decisiva en el proceso penal como medio asegurativo de la
obtención de la verdad.
2) Individualización del Testigo: Se hace primero en cuanto a su persona y después en cuanto a su
relación con las partes y el proceso en sí (generales de la ley).
De aquí resultará si el testigo debe o puede abstenerse de declarar.
3) Interrogatorio: Debe responderse a viva voz y, por excepción, pueden consultarse notas y
documentos.
A los fines de la seriedad del testimonio, están prohibidas las preguntas tendientes a engañar
(capciosas) al testigo o a insinuarle la respuesta (sugestivas).
Todos los Códigos de nuestro país sientan como criterio de valoración la regla de la sana crítica para la
prueba testimonial.

CPPSF
Capítulo III Testigos

ART. 173. Obligatoriedad. Toda persona tendrá el deber de concurrir cuando fuera citada a fin de
prestar declaración testimonial, excepción hecha de que se encontrara físicamente impedida en cuyo
caso prestará declaración en su domicilio.
Deberá declarar la verdad de cuanto supiere y le fuere preguntado, salvo las excepciones establecidas
por la ley.
El testigo podrá presentarse en forma espontánea, lo que se hará constar.

El precepto establece la obligación de toda persona física de concurrir personalmente a la convocatoria


efectuada por el encargado de la IPP.(fiscal, Policía, etc) para exponer sobre lo que hubiese conocido a
través de sus sentidos y relacionado con el hecho bajo investigación
La Obligatoriedad es un deber cívico o una carga pública genérica, abarca todos los ciudadanos sin
distinción alguna.
Excepciones: Imposibilidad física de asistir al llamado, supuesto en que se aceptara el testimonio en el
domicilio. Tampoco pueden declarar, el imputado y las personas indicadas en el ART 175, quienes
pueden solicitar de declarar en el lugar donde cumplen funciones o en su domicilio.
No hay excepción para el denunciante, el querellante, y los funcionarios policiales a cargo de la
investigación con respecto a los actos que hubieren practicado.
Variantes según su extinción:
. Prohibición absoluta de testimoniar art 178
. Testimonio de ciertas persona que no puedan hacerlo contra el imputado (no contemplada en el
nuevo ordenamiento, no prohibición de declarar sino facultad de abstenerse)
. Testimonio Facultativos (vinculados a ciertos parientes del imputado) art 177

Incompatibilidad del testimonio de los funcionarios que intervienen en el proceso salvo que se hayan
escusado para intervenir en el mismo.
Ante la no concurrencia injustificada, podrá ser traído por la fuerza pública (moderada) sin perjuicio de
disponerse el arresto en los casos pertinentes (no mayor a 24hs)
Aprovechabiliidad de lo declarado por un testigo
Conforme al principio de adquisición procesal y comunidad de la prueba lo aportado por un testimonio
puede ser utilizado por cualquier parte aun por quien no la ofreció
Capacidad del testigo, nada dice el nuevo ordenamiento.
En cuanto a la cantidad de testigos nada dice, pero se podrán limitar conforme a la reglas de la
pertenencia utilidad y superabundancia lo cual deberá ser analizado en cada caso.
Las inhabilidades por caso concreto, (amistad o enemistad) no rige el sistema de tachas en la
actualidad, ya que la valoración del testigo se realizará conforme a la sana crítica racional, pudiendo no
considerarse los dichos sospechados de parcialidad.
Forma: lugar, hora, órgano interviniente, datos personal y de testigo debidamente corroborados, y su
relación con las partes (generales de la ley)y su sanción para quienes depongan falsamente. Prestara
juramento por creencias religiosas o por su honor. La falta de este anula el acto salvo que la ley lo evite.
Testigo reservado: de identidad secreta, el valor de su declaración es meramente a los fines de la
actividad investigativa, pero no posee valor autónomo de cargo para basar el juicio jurisdiccional.
Contenido interrogatorio: Versa sobre el hecho bajo investigación pudiendo el testigo explayarse sobre
lo que supiere y luego ser preguntado por cualquiera de las partes. El órgano jurisdiccional donde se
lleva a cabo el debate no puede introducir pregunta alguna en la declaración del testigo.
Cuando el imputado fuere interrogado debe ser tratado dignamente y no puede ser sometido a un
interrogatorio engañoso, capcioso o sugestivo.
Puede ser citado de oficio o a pedido de parte, y en caso de concurrir espontáneamente se dejara
debida constancia de ello.

ART. 174. Protección especial. Las partes podrán solicitar al Tribunal la protección de un testigo con el
objeto de preservarlo de la intimidación y represalia. El Tribunal acordará la protección cuando el peligro
invocado, la gravedad de la causa y la importancia del testimonio, lo justificaran, impartiendo
instrucciones precisas para el eficaz cumplimiento de la medida.
El tribunal a pedido de parte, u oficiosamente, debe brindar protección al testigo que pueda ser objeto
de represalias o intimidación a raíz de su comparendo y el tenor de su declaración al proceso al que fue
o es convocado.
Requisitos en CPPSF
a) peligro invocado por las partes; o por el mismo testigo
b)la situación invocada debe tener cierta identidad
c) el testimonio debe revestir importancia

ART. 175. Tratamiento especial. Podrán solicitar que su declaración se lleve a cabo en el lugar donde
cumplieran sus funciones o en su domicilio: El presidente y vicepresidente de la Nación, gobernadores,
vicegobernadores, ministros, legisladores, fiscales de Estado, magistrados judiciales, oficiales
superiores en actividad de las Fuerzas Armadas, integrantes de los ministerios públicos y rectores de
las universidades oficiales del país, los ministros diplomáticos, los cónsules generales y los altos
dignatarios de la Iglesia y los intendentes municipales de la Provincia.

Excepciones a la regla genérica al lugar de la declaración para no entorpecer la actividad de la


investidura de la persona, es una enunciación taxativa, y puede llegar a comprender el caso de
funcionarios equivalentes (Ej: en lugar de Gobernador, interventor federal)

ART. 176. Informe escrito alternativo. Cuando la índole de la información a suministrar así lo
aconsejara, la declaración testimonial podrá ser reemplazada por un pedido de informe que se evacuará
por escrito y bajo juramento. Si el informante fuera un particular, su firma deberá certificarse por
autoridad judicial o escribano público.

Se asumirá dicho medio probatorio en carácter de informe, con los requisitos establecidos en el artículo.
Si es durante la IPP quedara el árbitro del fiscal esta modalidad.
En caso de ser pedido por las partes durante el juicio la prueba deberá revestir la modalidad de
testimonial común y en caso de no ser ello posible, no tendría que ser valorada, sin perjuicio de las
consecuencias nulificantes de los actos subsiguientes y ligados al señalado informe que pudiera
acarrear

ART. 177. Facultad de abstenerse. Podrán abstenerse de declarar y así serán previamente
informados, quienes tengan con el imputado los siguientes vínculos: cónyuge, ascendientes o
descendientes, parientes consanguíneos o por adopción hasta el cuarto grado, y por afinidad hasta el
segundo grado.
También podrán hacerlo los periodistas comprendidos en las leyes que reglamentan su actividad
profesional sobre el secreto de las fuentes de información periodística, salvo que los interesados en su
reserva expresamente los relevaren de guardar secreto.

La norma coloca la preservación del núcleo familiar sobre la investigación y le concede al cónyuge y a
parientes cercanos la posibilidad de no prestar declaración en un proceso penal.
Antes estas personas tenían prohibido declarar, actualmente se les concede el dcho a abstenerse. Se
les debe informar, en un principio, acerca de la posibilidad de no declarar y optada dicha opción deberá
darse por finalizado el acto dejándose constancia sin ser receptada la testimonial.
La segunda parte del articulo, congruente con el nuevo ordenamiento, hace a la abstención de
testimoniar mucho más amplia por cuanto abarca todo tipo de declaración, no solo la que fuere en
contra del imputado (ley anterior) sino tmb encuadra el secreto periodístico en dicha norma.
Entendemos que no regula la opción del periodista en declarar o no, sino que se prioriza el secreto y, en
definitiva, la libertad de prensa por sobre los fines de la investigación.

ART. 178. Testimonio inadmisible. No podrán ser admitidas como testigos las personas que, respecto
del objeto de su declaración, tuvieran el deber de guardar un secreto particular u oficial. En caso de ser
citadas, deberán comparecer, explicar el motivo del cual surge la obligación de guardar secreto y
abstenerse de declarar.

Secreto: todo aquello que un individuo pretende que permanezca fuera del conocimiento de un número
indeterminado de personas, mediando un interés del titular en mantenerlo de ese modo.
El precepto veda la incorporación de declaraciones testimoniales provenientes de ciertas personas que
adquirieron el conocimiento a través de su oficio, estado, profesión, empleo o arte.
El nuevo artículo abandona el “númerus clausus”, pudiendo invocar dicha norma cualquier persona que
considere estar obligada a la referida reserva. De ello deberá dar cuenta al compareciente, explicando
los motivos en los que se funda la postura abstencionista.

ART. 179. Criterio judicial. La parte que considerara errónea la invocación del testigo respecto a la
facultad de abstenerse o la reserva del secreto, podrá solicitar al Tribunal que ordene su declaración.

Complementándose con los artículos anteriores, la parte que considere errónea la abstención del testigo
podrá solicitar al tribunal que ordene la declaración, junto con un análisis de la causal alegada y los
hechos sobre los cuales debe deponer.
Si se plantea en la IPP es aconsejable que el fiscal someta la cuestión al juez para que resuelva.
Debe existir seguridad respecto de que no existe deber de reserva, en caso de duda, no deberá
interrogarse al testigo.

ART. 180. Incomunicación de los testigos. Antes de declarar, los testigos no podrán comunicarse
entre sí ni con otras personas. No podrán presenciar el debate, salvo que se considere imprescindible, y
después de declarar, se podrá disponer su permanencia en la antesala.

El precepto tiene como propósito evitar que quienes deban deponer sean presionados o de algún modo
sugestionados o que acomoden sus declaraciones en uno u otro sentido.
Excepción al principio de publicidad de las audiencias.
El testigo permanecerá en la antesala, quien puede ser convocado nuevamente (oficiosamente o a
instancia de parte) para la ampliación de su declaración, practicar careos...etc.

ART. 181. Citación y gastos. La reglamentación dispondrá los modos de citación de los testigos, el
pago de sus gastos si correspondiera.

Lo relacionado con la coordinación debería ser llevado a cabo por la Oficina de Gestión Judicial.
Respecto a los gastos que se le causaren a los testigos del cumplimiento de su deber cívico, requerirá
de un análisis particular en cada caso y que el Estado afronte dicho tipo de erogaciones. Usualmente
los gastos son afrontados por las partes, sin perjuicio de repetir oportunamente cuando correspondiere y
fuere posible.

CPPN
CAPITULO IV Testigos

Art. 239. Deber de interrogar- El juez interrogará a toda persona que conozca los hechos investigados,
cuando su declaración pueda ser útil para descubrir la verdad.

Art. 240. Obligación de testificar- Toda persona tendrá la obligación de concurrir al llamamiento
judicial y declarar la verdad de cuánto supiere y le fuere preguntado, salvo las excepciones establecidas
por la ley.

Art. 241. Capacidad de atestiguar y apreciación - Toda persona será capaz de atestiguar, sin
perjuicio de la facultad del juez para valorar el testimonio de acuerdo con las reglas de la sana crítica.

Art. 242. Prohibición de declarar - No podrán testificar en contra del imputado, bajo pena de nulidad,
su cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos, a menos que el delito aparezca ejecutado en
perjuicio del testigo o de un pariente suyo de grado igual o más próximo que el que lo liga con el
imputado.

Art. 243. Facultad de abstención - Podrán abstenerse de testificar en contra del imputado sus
parientes colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad; sus tutores,
curadores y pupilos, a menos que el testigo fuere denunciante, querellante o actor civil o que el delito
aparezca ejecutado en su perjuicio o contra un pariente suyo de grado igual o más próximo que el que
lo liga con el imputado.
Antes de iniciarse la declaración, y bajo pena de nulidad, el juez advertirá a dichas personas que gozan
de esa facultad, de lo que se dejará constancia.

Art. 244. Deber de abstención - Deberán abstenerse de declarar sobre los hechos secretos que
hubieren llegado a su conocimiento en razón del propio estado, oficio o profesión, bajo pena de nulidad:
los ministros de un culto admitido; los abogados, procuradores y escribanos; los médicos,
farmacéuticos, parteras y demás auxiliares del arte de curar; los militares y funcionarios públicos sobre
secretos de Estado.
Sin embargo, estas personas no podrán negar su testimonio cuando sean liberadas del deber de
guardar secreto por el interesado, salvo las mencionadas en primer término.
Si el testigo invocare erróneamente ese deber con respecto a un hecho que no puede estar
comprendido en él, el juez procederá, sin más, a interrogarlo.

Art. 245. Citación- Para el examen de testigos, el juez librará orden de citación con arreglo al artículo
154, excepto los casos previstos en los artículos 250 y 251.
Sin embargo, en caso de urgencia, podrán ser citados por cualquier medio, inclusive verbalmente.
El testigo podrá también presentarse espontáneamente, lo que se hará constar.

Art. 246. Declaración por exhorto o mandamiento- Cuando el testigo resida en un lugar distante del
juzgado o sean difíciles los medios de transporte, se comisionará la declaración de aquél, por exhorto o
mandamiento a la autoridad judicial de su residencia, salvo que el juez considere necesario hacerlo
comparecer en razón de la gravedad del hecho investigado y la importancia del testimonio. En este caso
fijará prudencialmente la indemnización que corresponda al citado.

Art. 247. Compulsión - Si el testigo no se presentare a la primera citación, se procederá conforme al


artículo 154, sin perjuicio de su enjuiciamiento cuando corresponda.
Si después de comparecer el testigo, se negare a declarar, se dispondrá su arresto hasta por dos (2)
días, al término de los cuales, cuando persista en la negativa, se iniciará contra él causa criminal.

Art. 248. Arresto inmediato - Podrá ordenarse el inmediato arresto de un testigo cuando carezca de
domicilio o haya temor fundado de que se oculte, fugue o ausente. Esta medida durará el tiempo
indispensable para recibir la declaración, el que nunca excederá de veinticuatro (24) horas.

Art. 249. Forma de la declaración - Antes de comenzar la declaración, el testigo será instruido acerca
de las penas por falso testimonio y prestará juramento de decir verdad, con excepción de los menores
inimputables y de los condenados como partícipes del delito que se investiga o de otro conexo.
El juez interrogará separadamente a cada testigo, requiriendo su nombre, apellido, estado civil, edad,
profesión, domicilio, vínculos de parentesco y de interés con las partes y cualquier otra circunstancia
que sirva para apreciar su veracidad.
Después de ello le interrogará sobre el hecho de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 118.
Para cada declaración se labrará un acta con arreglo a los artículos 138 y 139.

Art. 250. Tratamiento especial- No estarán obligados a comparecer el presidente y vicepresidente de


la Nación; los gobernadores y vicegobernadores de provincias; el jefe y vicejefe de Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los ministros y legisladores nacionales y provinciales; los miembros
del Poder Judicial de la Nación y de las provincias; los ministros diplomáticos y cónsules generales; los
oficiales superiores de las fuerzas armadas desde el grado de coronel o su equivalente, en actividad; los
altos dignatarios de la Iglesia y los rectores de las universidades oficiales.
Según la importancia que el juez atribuya a su testimonio y el lugar en que se encuentren, aquellas
personas declararán en su residencia oficial, donde aquél se trasladará, o por un informe escrito, en el
cual expresarán que atestiguan bajo juramento.
Los testigos enumerados podrán renunciar a este tratamiento especial.

Art. 250 Bis. - Cuando se trate de víctimas de los delitos tipificados en el Código Penal, libro II, título I,
capítulo II, y título III, que a la fecha en que se requiriera su comparecencia no hayan cumplido los 16
años de edad se seguirá el siguiente procedimiento:
a) Los menores aludidos sólo serán entrevistados por un psicólogo especialista en niños y/o
adolescentes designado por el tribunal que ordene la medida, no pudiendo en ningún caso ser
interrogados en forma directa por dicho tribunal o las partes;
b) El acto se llevará a cabo en un gabinete acondicionado con los implementos adecuados a la edad y
etapa evolutiva del menor;
c) En el plazo que el tribunal disponga, el profesional actuante elevará un informe detallado con las
conclusiones a las que arriban;
d) A pedido de parte o si el tribunal lo dispusiera de oficio, las alternativas del acto podrán ser seguidas
desde el exterior del recinto a través de vidrio espejado, micrófono, equipo de video o cualquier otro
medio técnico con que se cuente. En ese caso, previo a la iniciación del acto el tribunal hará saber al
profesional a cargo de la entrevista las inquietudes propuestas por las partes, así como las que
surgieren durante el transcurso del acto, las que serán canalizadas teniendo en cuenta las
características del hecho y el estado emocional del menor.
Cuando se trate de actos de reconocimiento de lugares y/o cosas, el menor será acompañado por el
profesional que designe el tribunal no pudiendo en ningún caso estar presente el imputado.

Art. 250 Ter. - Cuando se trate de víctimas previstas en el artículo 250 bis, que a la fecha de ser
requerida su comparecencia hayan cumplido 16 años de edad y no hubieren cumplido los 18 años, el
tribunal previo a la recepción del testimonio, requerirá informe de especialista acerca de la existencia de
riesgo para la salud psicofísica del menor en caso de comparecer ante los estrados. En caso afirmativo,
se procederá de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 250 bis.

Art. 251. Examen en el domicilio - Las personas que no puedan concurrir al tribunal por estar
físicamente impedidas, serán examinadas en su domicilio o lugar de alojamiento o internación.

Art. 252. Falso testimonio- Si un testigo incurriere presumiblemente en falso testimonio se ordenarán
las copias pertinentes y se las remitirá al juez competente, sin perjuicio de ordenarse su detención.

LA PERITACIÓN

Prueba pericial es el procedimiento regulado legalmente para obtener en el proceso conclusiones


probatorias a través de peritos.
La operación integral se conoce por pericia y tiene fundamental importancia en el proceso penal para la
determinación de diversos hechos o circunstancias.

La peritación es un medio de prueba porque se produce en el proceso y para el proceso, introduciendo


como elemento de convicción el dictamen con el debido contralor de las partes, el que éstas y el tribunal
valorarán para fijar los hechos.

* Órgano de peritación es el perito que al dictaminar introduce sus conclusiones técnicas en el


proceso.
* Adquiere categoría procesal cuando es nombrado para que en un proceso dictamine con fines de
prueba.
* De aquí que deba ser imparcial aun cuando su nombramiento provenga de propuesta de parte.
* Debe ser persona física capaz de asumir responsabilidad por falsedad y debidamente identificada.
* Además es sustituíble.
* La función pericial es imperativa, tanto para acatar el llamamiento cuando se está nombrado como
para expedirse con verdad.

Se llama por perito tercero el nombrado de oficio cuando los nombrados en primer término dictaminan
contrariamente.
Se llama perito oficial al que se desempeña como funcionario nombrado in generi con cargo
permanente para desempeñar cada vez que sea elegido en los casos concretos.

Son causales absolutas de incapacidad del perito las referidas a la insuficiencia intelectual, a la
imposibilidad de razonar y a la conducta reprochable.
También se impide el desempeño como perito por razones de incompatibilidad a quienes cumplen o han
cumplido en el mismo proceso funciones diversas o ya ha peritado sobre el punto (incompatibilidad
funcional) o por tener un interés directo en el resultado del proceso.
Además existen razones fundadas en un interés superior al probatorio que impiden el desempeño como
perito; secreto profesional y solidaridad familiar.

El perito que no se excusa puede ser apartado por recusación fundada en las mismas causales
previstas para los jueces.
No rige la recusación sin expresión de causa.
También el tribunal puede apartar y sustituir al perito por razones disciplinarias.

La pericia puede ser definitiva e irreproducible y debe ser valorada conforme a la sana crítica, por ello
se asegura la intervención de las partes y se rodea de formalidades al dictamen que debe contener los
puntos a peritar y la descripción de sus efectos, las operaciones practicadas y su explicación
(fundamento) y las conclusiones (elemento de convicción).

CPPSF
Capítulo IV Peritos

ART. 182. Procedencia. El Tribunal podrá ordenar el examen pericial a pedido de parte, cuando fuera
pertinente para conocer o valorar algún hecho o circunstancia relativa a la causa, y fuese necesario o
conveniente poseer conocimientos especializados en determinado arte, ciencia o técnica. El Tribunal
determinará, en consecuencia, los puntos sobre los cuales a de versar la pericia.

Pericia: medio probatorio por el cual se intenta obtener para el proceso un dictamen fundado en
especiales conocimientos científicos, técnicos o artísticos, útil para el descubrimiento o valoración de un
elemento de prueba.
Es llevado a cabo por personas ajenas a las partes y a los restantes sujetos del proceso, a raíz de un
encargo judicial y están destinadas a establecer la existencia o el valor de una prueba que no se puede
apreciar con seguridad mediante la observación y conocimientos comunes.
En el nuevo ordenamiento establece que el fiscal podrá disponer per se la realización de la pericia,
(como encargado de sustanciar la IPP); las restantes partes pueden solicitarle que se lleva a cabo
determinado examen pericial y ocurrir ante fiscal general si no fuere practicada.
El juez de la IPP siempre cumple el rol de protector de garantías constitucionales y controlador de la
legalidad del trámite, solo podrá intervenir cuando la pericia requiera la participación conjunta con la
defensa (art 284) o cuando deba realizarse de modo urgente (art 283)
La incorporación de examen pericial es facultativa, pero no siempre es así pueden ser obligatorios como
por Ej: autopsia (art 165) informes psicológicos-psiquiátricos (art 109).
Para que resulte necesaria la pericia deben darse los siguientes requisitos :
1) debe ser utilizado cuando deba dilucidarse o precisarse hechos vinculadas a la causa
2) los hechos deben referirse a puntos centrales o de juzgamiento.
3) La cuestión debe ser abordable desde un ángulo total o parcialmente especializado.
Deberán precisarle los puntos sobre los cuales el perito deberá dictaminar, evitando de esta manera el
desaprovechamiento de la media y la pérdida de tiempo procesal.
El Juez valorara la fuerza probatoria del dictamen pericial basándose en la competencia del perito,
principios científicos y técnicos en que se funda y demás.
No puede ser asimilado una pericia la escucha y la grabación de un mensaje porque las personas que
identifican la voz del imputado no deben tener conocimientos especiales. Tampoco el reconocimiento de
cosas

ART. 183. Calidad habilitante. Los peritos deberán tener título de tales en la materia sobre la que han de
expedirse, siempre que la profesión, arte o técnica, estuvieran reglamentados.
De existir peritos oficiales, la designación recaerá en los que correspondan; en caso contrario, entre los
funcionarios públicos, que en razón de su título profesional o de su competencia se encuentren
habilitados para emitir dictamen acerca del hecho o circunstancia que se quiera establecer. En su
defecto, si no los hubiera, y no mediando acuerdo de partes, deberá designarse a persona de idoneidad
manifiesta.

Los peritos se desempeñan como auxiliares de la justicia.


Diferencias entre el perito y los testigos:
Perito: tiene carácter fungible; puede actuar conjuntamente y delegar funciones, no transmite nada
de lo que percibió, sino q formula conclusiones en base a sus conocimientos especializados.
Testigo: no es fungible y transmite un acto percibido por sus sentidos y depone de modo
personalísimo.
Para ser perito deberán: poseer determinada capacidad, la que se presumen cuando se cuenta con un
título habilitante especifico expedido por autoridad competente; además de la edad, salud mental,
conducta, matriculación y figurar en la lista de profesionales habilitados para realizar determinadas
pericias.
Orden de prioridades para la designación de un perito en el proceso:
 Deben ser designados quienes figuren en las listas oficiales (cuando estas existan)
 En defecto de ellas, pueden designarse profesionales que se desempeñen en el ámbito público.
 De no ser posible ninguna de las anteriores, la designación puede recaer en los habilitados, por
su titulo, que se desempeñen en la actividad privada.
 Si no se puede concretar ninguna de las anteriores, se designara persona de idoneidad
manifiesta elegidas de común acuerdo por las partes o en su defecto por el órgano jurisdiccional.
Profesiones no reglamentadas: no se requiere título alguno, bastando con que el perito demuestre
idoneidad en la realización de la actividad q se le encomienda.

ART. 184. Obligatoriedad del cargo. El designado como perito tendrá el deber de aceptar y desempeñar
fielmente el cargo, salvo que tuviera un grave impedimento. En este caso deberá ponerlo en
conocimiento del Tribunal al ser notificado de la designación.
Los peritos no oficiales aceptarán el cargo bajo juramento.

La norma alude al imperativo del perito designado de aceptar y desempeñar con rectitud el cargo, salvo
impedimento grave (incompatibilidad horarias, enfermedades que no le permitan desempeñar el cargo)
En estos casos el designado deberá ponerlo en conocimiento al fiscal al ser notificado de tal situación.
De resultar plausibles las razones invocadas se procederá a una nueva designación.
Aceptación del cargo: debe ser efectuada en acta pertinente, en la que se dejaran sentados los datos
personales que permitan la individualización y localización del perito, quien deberá prestar juramento
(salvo q sean oficiales). Quienes incumplen tales deberes procesales serán pasibles de sanción.

ART. 185. Incapacidad e incompatibilidad. No podrán ser peritos: los menores de edad, los insanos, los
que puedan abstenerse de declarar como testigos y los inhabilitados.

En cuanto a la insania debe haber sido judicialmente declarada, pero si surgieren dudas respecto del
estado mental de quien fuera designado perito y hubiera recusación de parte, puede efectuarse el
pertinente pedido al fiscal.
Para el caso de aquellos que puedan abstener de declarar como testigos, la norma remite a lo dispuesto
en el art.177 (personas que pueden abstenerse de ser testigos)
Respecto a los inhabilitados, debe tratarse de una sanción judicial y específicamente impuesta para
ejercer tales actividades. (ej: no sería tal la inhabilitación para conducir). La extensión de la prohibición
debe estar limitada al tiempo de la condena o inhabilitación.

ART. 186. Inhibición y recusación. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior son causas legales
de inhibición y recusación de los peritos, las enumeradas en el artículo 68.
La parte que recusara a un perito deberá hacerlo por escrito dentro del plazo de tres días desde la
notificación de la designación, expresando, bajo apercibimiento de inadmisibilidad, la causa de la
recusación y la prueba que ofreciera.
El incidente será resuelto luego de producida la prueba si la hubiera y oído el interesado.

Al igual que los jueces el perito podrá autoapartarse o podrá requerir se su separación, su actividad
requiere imparcialidad y debe trasmitir todos los conocimientos acerca del hecho en cuestión.
Se deberá expresar la causal invocada y presentar las pruebas que sostengan la misma. Será
declarada inadmisible por no cumplir los recaudos legales pudiéndose renovar si no hubiere expirado el
termino establecido.
Producida la prueba y escuchado al pretenso perito se dictará resolución al respecto.

ART. 187. Facultades de las Partes. Asesores Técnicos. Antes de comenzar las operaciones periciales,
se comunicará a las partes la orden de practicar la pericia.
Dentro del plazo de tres días, cualquiera de ellas podrá proponer otro perito para que dictamine
conjuntamente con el ya designado.
Podrán proponer fundadamente puntos de pericia y objetar los admitidos o propuestos por otras.
Cuando alguna de las partes considere necesario ser asistida por un asesor en una ciencia, arte o
técnica podrá designarlo, haciéndolo saber al Juez o Tribunal.
El asesor técnico podrá presenciar las operaciones técnicas o periciales y hacer observaciones durante
su transcurso, de las que se dejará constancia, aunque no emitirá dictamen.
En las audiencias el asesor podrá acompañar a la parte con quien colabora, auxiliarla en los actos
propios de su función e interrogar directamente, pero sólo a los peritos, traductores o intérpretes. Bajo la
dirección de la parte a la que asiste podrá concluir sobre la prueba pericial.

Cuando resulte necesario el fiscal de la IPP dispondrá la realización de un perito y fijara los puntos
sobre los cuales versara la misma. Se designara el perito conforme al art.183; se notificara la
designación a las partes, quienes cuentan con 3 días para oponer la recusación fundada (art.186). En
caso de producirse lo anterior se formara un incidente, si es durante la IPP será resuelto. Sin perjuicio
de ello, la parte podrá solicitar un nuevo peritaje durante el debate debiendo introducir la cuestión
durante el procedimiento intermedio. Puede tomarse en ocasión de audiencia preliminar como tmb
durante el mismo debate.
Quedando firme la designación del perito se notificara a las partes con la orden de realización, los
puntos sobre los que versa y la fecha de la misma, la cual debe ser dispuesta teniendo en cuenta los
términos para formular objeciones y proponer peritos de parte.
Dentro de los 3 días de la notificación las partes pueden:
- Proponer otro perito que dictamine junto con el ya designado; denominados consultores técnicos
quedando su remuneración a cargo de la parte q lo propuso.
- Proponer otros puntos de pericia bajo sanción de inadmisibilidad
- Objetar los puntos admitidos por haber sido propuestos por otra parte
- Designar un asesor técnico para que lo asista en las operaciones técnicas o periciales
haciéndolo saber al fiscal o al órgano jurisdiccional

El fiscal o el org. Jurisdiccional resolverá los pedidos efectuados por las partes (caso 2y3) y se realizara
la pericia conforme a los art.188 y 189.
En caso que el informe sea considerado dudoso el fiscal podrá designar nuevo perito (art.190)
Asesor técnico: No todos los ordenamientos contemplan esta figura el CPCC los denomina consultor
técnico. No es necesario que estos acepten el cargo; no pueden ser recusados ni emitirán dictamen.
Solo podrá acompañar a la parte con quien colabora y auxiliarla en sus actos; solo bajo la autorización
de esta podrá emitir una conclusión sobre la prueba pericial.

ART. 188. Ejecución. El tribunal resolverá todas las cuestiones que se planteen.
Los peritos practicarán juntos el examen, siempre que sea posible; las partes y sus asesores técnicos
podrán asistir a él y solicitar las aclaraciones pertinentes, debiendo retirarse cuando los peritos
comiencen la deliberación.
Si algún perito, por negligencia o causa grave no concurre a realizar las operaciones periciales dentro
del plazo otorgado, se ordenará su sustitución.

Una vez planteadas todas las objeciones relativa a los puntos periciales, el fiscal deberá pronunciarse
sobre las observaciones que se hubieran formulado, pudiendo las partes acudir al mecanismo de
reclamo ministerial (art.286)
Luego de ellos, el peritaje debe ser llevado a cabo de modo conjunto, siempre que fuere posible,
pudiendo concurrir las partes con sus respectivos asesores y solicitar las aclaraciones que fueren
pertinentes, cuando comience la deliberación, únicamente pueden asistir a la misma los peritos,
debiendo retirarse las partes.
Se habilita la sustitución del perito moroso o que no hubiere concurrido a realizar las labores periciales
dentro del plazo otorgado.

ART. 189. Dictamen pericial. El dictamen será fundado y contendrá una relación detallada, clara y
precisa: de las operaciones practicadas y sus resultados, las observaciones de las partes o de sus
asesores técnicos y las conclusiones que se formulen respecto de cada tema estudiado.
Los peritos podrán dictaminar por separado cuando exista disparidad de opiniones entre ellos.
El dictamen se presentará por escrito, firmado y fechado, sin perjuicio del informe oral en las audiencias.
El perito deberá detallar con precisión las actividades realizadas, los resultados obtenidos, etc. volcados
en una opinión final; muchas veces no arriban a conclusiones univocas, la ley admite que se presenten
por separado para que se presenten al proceso como pruebas.
El perito solo actuara bajo encargo judicial, nunca espontáneamente, ni tmp podrá pronunciarse sobre
puntos que no hayan sido previamente autorizados judicialmente.

El dictamen pericial no obliga al juez, quien debe someter dicho elemento de juicio a su consideración,
es así que en la medida que funde debidamente los motivos por los que disiente con el perito, el tribunal
podrá desistir de la medida. Aunque carece de sentido convocar a un experto que emita su parecer
técnico y luego prescindir de esté sin exponer las razones de tal solución.

ART. 190. Peritos nuevos. Cuando los informes sean dudosos, insuficientes o contradictorios, a pedido
de parte el Tribunal podrá nombrar uno o más peritos nuevos, según la importancia del caso, para que
lo examinen y amplíen o, si es factible y necesario, realicen otra vez la pericia.

La norma, establece que en caso de que se considere, el dictamen, como dudoso, insuficiente o
contradictorio pueden darse 3 posibilidades:
- Que se practique una nueva pericia
- Que se amplié la ya realizada
- Que se examine la misma.
Si la pericia se realizo durante la IPP, la parte podrá efectuar el planteo de nuevo peritaje al fiscal.
La ampliación, revisión o nueva pericia quedara librado a la voluntad de quien tenga la facultad
decisoria de hacer lugar o no a lo peticionado según la importancia del caso.
El artículo no es taxativo, por lo que la renovación o ampliación pericial se impondrá siempre que se
entienda que ello aporta al esclarecimiento de los hechos bajo investigación.

ART. 191. Auxilio judicial. Se podrá ordenar la presentación o el secuestro de cosas y documentos, y la
comparecencia de personas, si es necesario para llevar a cabo las operaciones periciales. También se
podrá requerir al imputado y a otras personas que confeccionen un cuerpo de escritura, graben su voz o
lleven a cabo operaciones semejantes.
Cuando la operación sólo pueda ser ejecutada voluntariamente por la persona requerida y ella rehúse
colaborar, se dejará constancia de su negativa y se dispondrá lo necesario para suplir esa falta de
colaboración.

Norma bajo comentario precisa que para poder ejecutar todas las actividades ligadas a la pericia
ordenada puede disponerse la presentación de documentos, objetos o personas e incluso disponer
medidas coactivas (utilizando la fuerza pública)
La segunda parte establece la receptación de cuerpos de escritura, grabaciones, filmaciones, etc., por
parte del imputado o terceros.
En el caso del imputado, por la garantía que prohíbe la autoincriminación, debe prestar consentimiento
para la aplicación de la medida. En caso de negativa, se procurara obtener el material que posibilite el
peritaje por cualquier otro medio.
Caso de terceros, puede intimárselos a que presten la debida colaboración, bajo apercibimiento de
incurrir en el delito de incumplimiento de los deberes procesales.

ART. 192. Traductores e intérpretes. En lo relativo a traductores e intérpretes, regirán analógicamente


las disposiciones precedentes.

Cuando se objete la idoneidad o cualquier otra cuestión relacionada con la labor de un traductor o
interprete, debe ser efectuada antes de la audiencia en la q dichos auxiliares intervengan o en el
transcurso de la misma, a los efectos de poder reiniciar o renovar el acto sin mayores dilaciones.

Debe recordarse además que cuando se presenten documentos en idioma extranjero la parte
acompañara la correspondiente traducción efectuada por traductor publico matriculado y si ello no
hubiere ocurrido y vencieron los plazo legales, dicha labor se llevara a cabo por quien designe el
tribunal o la fiscalía interviniente, a costas del oferente.
ART. 193. Instituciones. Cuando el peritaje se encomiende a una institución científica o técnica y en las
operaciones deban intervenir distintos peritos o equipos de trabajo, se podrá elaborar un único informe
bajo la responsabilidad de quien dirija los trabajos conjuntos, debiendo el mismo ser suscripto por todos
los intervinientes.

El precepto alude a someter la labor pericial a un organismo de investigación. En este caso se aplican
las mismas disposiciones que para los peritos individuales, con la única salvedad de que el dictamen (al
que llegaron los profesionales de manera simultánea o sucesiva como un equipo de trabajo) debe ser
suscripto por todos ellos. Si internamente el grupo esta subordinado por uno de los integrantes, debe
hacerse constar.

CPPN
CAPITULO V Peritos
Art. 253. Facultad de ordenar las pericias - El juez podrá ordenar pericias siempre que para conocer
o apreciar algún hecho o circunstancia pertinente a la causa, sean necesarios o convenientes
conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o técnica.

Art. 254. Calidad habilitante- Los peritos deberán tener título de tales en la materia a que pertenezca
el punto sobre el que han de expedirse y estar inscriptos en las listas formadas por el órgano judicial
competente. Si no estuviere reglamentada la profesión, o no hubiere peritos diplomados o inscriptos,
deberá designarse a persona de conocimiento o práctica reconocidos.

Art. 255. Incapacidad e incompatibilidad - No podrán ser peritos: los incapaces; los que deban o
puedan abstenerse de declarar como testigos o que hayan sido citados como tales en la causa; los que
hubieren sido eliminados del registro respectivo por sanción; los condenados o inhabilitados.

Art. 256. Excusación y recusación- Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, son causas
legales de excusación y recusación de los peritos las establecidas para los jueces.
El incidente será resuelto por el juez, oído el interesado y previa averiguación sumaria, sin recurso
alguno.

Art. 257. Obligatoriedad del cargo- El designado como perito tendrá el deber de aceptar y
desempeñar fielmente el cargo, salvo que tuviere un grave impedimento. En este caso, deberá ponerlo
en conocimiento del juez, al ser notificado de la designación.
Si no acudiere a la citación o no presentare el informe a debido tiempo, sin causa justificada, incurrirá en
las responsabilidades señaladas para los testigos por los artículos 154 y 247.
Los peritos no oficiales aceptarán el cargo bajo juramento.

Art. 258. Nombramiento y notificación - El juez designará de oficio a un perito, salvo que considere
indispensable que sean más. Lo hará entre los que tengan el carácter de peritos oficiales; si no los
hubiere, entre los funcionarios públicos que, en razón de su título profesional o de su competencia, se
encuentren habilitados para emitir dictamen acerca del hecho o circunstancia que se quiere establecer.
Notificará esta resolución al ministerio fiscal, a la parte querellante y a los defensores antes que se
inicien las operaciones periciales, bajo pena de nulidad, a menos que haya suma urgencia o que la
indagación sea extremadamente simple.
En estos casos, bajo la misma sanción, se les notificará que se realizó la pericia, que puedan hacer
examinar sus resultados por medio de otro perito y pedir, si fuere posible, su reproducción.

Art. 259. Facultad de proponer- En el término de tres (3) días, a contar de las respectivas
notificaciones previstas en el artículo anterior, cada parte podrá proponer, a su costa, otro perito
legalmente habilitado, conforme a lo dispuesto en el artículo 254.
Art. 260. Directivas- El juez dirigirá la pericia, formulará concretamente las cuestiones a elucidar, fijará
el plazo en que ha de expedirse el perito y, si lo juzgare conveniente, asistirá a las operaciones.
Podrá igualmente autorizar al perito para examinar las actuaciones o para asistir a determinados actos
procesales.

Art. 261. Conservación de objetos - Tanto el juez como los peritos procurarán que las cosas a
examinar sean en lo posible conservadas, de modo que la pericia pueda repetirse.
Si fuere necesario destruir o alterar los objetos analizados o hubiere discrepancias sobre el modo de
conducir las operaciones, los peritos deberán informar al juez antes de proceder.

Art. 262. Ejecución. Peritos nuevos- Los peritos practicarán unidos el examen, deliberarán en sesión
secreta, a la que sólo podrá asistir el juez, y si estuvieren de acuerdo redactarán su informe en común.
En caso contrario, harán por separado sus respectivos dictámenes.
Si los informes discreparen fundamentalmente, el juez podrá nombrar más peritos, según la importancia
del caso, para que los examinen e informen sobre su mérito o, si fuere factible y necesario, realicen otra
vez la pericia.

Art. 263. Dictamen y apreciación- El dictamen pericial podrá expedirse por informe escrito o hacerse
constar en acta y comprenderá, en cuanto fuere posible:
1°) La descripción de las personas, lugares, cosas o hechos examinados en las condiciones en que
hubieren sido hallados.
2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.
3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su ciencia, arte o técnica.
4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia de acuerdo con las
reglas de la sana crítica.

Art. 264. Autopsia necesaria- En todo caso de muerte violenta o sospechosa de criminalidad se
ordenará la autopsia, salvo que por la inspección exterior resultare evidente la causa de la muerte.

Art. 265. Cotejo de documentos - Cuando se trate de examinar o cotejar algún documento, el juez
ordenará la presentación de las escrituras de comparación, pudiendo utilizarse escritos privados si no
hubiere dudas sobre su autenticidad. Para la obtención de estos escritos podrá disponer el secuestro,
salvo que su tenedor sea una persona hubiere dudas sobre su autenticidad. Para la obtención de estos
escritos podrá disponer el secuestro, salvo que su tenedor sea una persona que deba o pueda
abstenerse de declarar como testigo.
El juez podrá disponer también que alguna de las partes forme cuerpo de la escritura. De la negativa se
dejará constancia.

Art. 266. Reserva y sanciones - El perito deberá guardar reserva de todo cuanto conociere con motivo
de su actuación.
El juez podrá corregir con medidas disciplinarias la negligencia, inconducta o mal desempeño de los
peritos y aún sustituirlos sin perjuicio de las responsabilidades penales que puedan corresponder.

Art. 267. Honorarios - Los peritos nombrados de oficio o a pedido del ministerio público tendrán
derecho a cobrar honorarios, a menos que tengan sueldo por cargos oficiales desempeñados en virtud
de conocimientos específicos en la ciencia, arte o técnica que la pericia requiera.
El perito nombrado a petición de parte podrá cobrarlos siempre, directamente a ésta o al condenado en
costas.
CPPN
CAPITULO VI Intérpretes

Designación
Art. 268. - El juez nombrará un intérprete cuando fuere necesario traducir documentos o declaraciones
que, respectivamente, se encuentren o deban producirse en idioma distinto al nacional, aun cuando
tenga conocimiento personal de aquél.
El declarante podrá escribir su declaración, la que se agregará al acta junto con la traducción.

Normas aplicables
Art. 269. - En cuanto a la capacidad para ser intérprete, incompatibilidad, excusación, recusación,
derechos y deberes, términos, reserva y sanciones disciplinarias, regirán las disposiciones relativas a
los peritos.

EL RECONOCIMIENTO

Por él un concreto órgano de prueba introduce el conocimiento que tiene de una persona o cosa
mediante una manifestación asertiva, identificándola entre otras semejantes.
El juzgador dirige el acto y aprecia directamente su resultado.

Tanto el reconociente como el que ha de ser reconocido pueden serlo un testigo o el imputado.

Es una actividad definitiva e irreproducible.

Como actividad preparatoria, el deponente debe describir la persona o cosa que va a reconocer.

El imputado no puede negarse a integrar la rueda porque en este caso sólo es objeto de comprobación.

Son modalidades especiales el reconocimiento de una persona ausente (se realiza por fotografías), el
de cadáveres y el de cosas.

EL CAREO

Es un medio combinado de prueba.


Consiste en el enfrentamiento de 2 o más testigos, de éstos con el imputado o de imputados, cuando
sus dichos discrepan.

Externamente es prueba personal pero simultáneamente el tribunal obtiene datos directos al clarificar en
la confrontación las divergencias introducidas al proceso, lo que caracteriza al careo como prueba que
es subsidiaria y accesoria.

El careo tiene como presupuesto:


 La existencia en el proceso del dicho de los careados.
 Que esos dichos sean dudosos, salvo que los declarantes pidan o consientan el acto.
 La discrepancia entre los dichos cuya aclaración sea de interés para el proceso.

En cuanto al imputado la medida funciona como medio de defensa por lo cual no le puede ser impuesta
(aquí no es objeto de prueba).

Cuando en el careo interviene un imputado, rigen para él todas las normas de garantías previstas para
la indagatoria.
Los testigos deben prestar juramento y después se leerán en alta voz las partes de las respectivas
declaraciones que se reputen contradictorias; se llamará la atención a los careados sobre las
divergencias advertidas, y se los invitará para que se reconvengan o traten de avenirse.

El resultado de esta invitación pondrá en el proceso el elemento de convicción.

En el acta no podrá hacerse referencia sobre las impresiones que produzcan las actitudes y estados
psíquicos de los careados.

La finalidad es aclarar las dudas que surgen de esa discrepancia.

CPPSF
Capítulo V Reconocimientos y careos

ART. 194. Reconocimiento de personas. Podrá ordenarse que se practique el reconocimiento de una
persona para identificarla o establecer que quien la menciona o alude, efectivamente la conoce o la ha
visto.

Acto mediante el cual se hace posible conocer la identidad de una persona mediante la intervención de
otra quien, al verla entre varias, afirma (o niega) conocerla u haberla visto en determinadas
circunstancias de lugar, tiempo y modo.
Se lleva a cabo en los primeros tramos de la investigación a cargo del fiscal interviniente, si mediare
urgencia lo hará el juez de la IPP.
Procede:
 Para identificar a una persona
 Para establecer que quien menciona o de algún modo alude a determinada persona
efectivamente la conoce o la ha visto con anterioridad.
El imputado no podrá negarse a actuar como objeto de reconocimiento, puesto que más allá de este
tipo de actos procesales, el imputado no es sujeto sino objeto de prueba.

ART. 195. Interrogatorio previo. Antes del reconocimiento, y previo juramento o promesa de decir
verdad, a excepción del imputado, quien haya de practicarlo será interrogado para que describa a la
persona de que se trata, y para que diga si la conoce o si con anterioridad la ha visto personalmente o
en imagen.

El interrogatorio previo versa sobre datos fisonómicos que debe aportar quien va a practicar la medida
en relación a la persona a reconocer. Deberá deponer si ha visto con anterioridad personalmente o en
imágenes a la persona a reconocer.
No solo para este medio probatorio sino para cualquier otro que requiera recuerdos vívidos, existe la
posibilidad del anticipo jurisdiccional de prueba durante el procedimiento intermedio, e incluso, aunque
excepcionalmente en cualquier momento de la IPP.

ART. 196. Forma del reconocimiento. Después del interrogatorio se compondrá una fila de personas con
otras tres o más que tengan semejanzas exteriores con la que debe ser reconocida, y ésta elegirá su
colocación entre aquellas.
Si se procurara individualizar a una persona a la que se indica como perteneciente a un grupo
determinado en cuanto a la identidad de sus componentes, podrán formarse filas de no menos de
cuatro integrantes sólo con los componentes de ese grupo.
En uno u otro caso, quienes fueran objeto de la diligencia, no podrán negarse a su realización y deberán
comparecer, en cuanto fuera posible, en las mismas condiciones en que pudieron ser vistos por quien
practicará el reconocimiento, a cuyo fin se les impedirá que recurran a cualquier alteración en el físico o
la vestimenta.
En presencia de la fila o desde un punto en que no pueda ser visto, según se estimara oportuno, el
deponente manifestará si allí se encuentra la persona a la que haya hecho referencia, invitándoselo a
que en caso afirmativo la designe clara y precisamente.
La diligencia se hará constar en acta, donde se consignarán todas las circunstancias útiles, incluso el
nombre y domicilio de los que hubieran formado la fila, salvo que se practicara durante el debate.

En el primer párrafo alude al número mínimo de integrantes de la rueda, los mismos deberán ser
parecidos a la persona a reconocer.
En el segundo párrafo se contempla la alternativa de que la persona a reconocer pertenezca a un
determinado grupo, ya se étnico, cultural o religioso (ej: tribus urbanas: punks, heavys, darks, goticos…)
con lo cual la rueda deberá ponerse con integrantes cuyos rasgos sean semejantes.
La norma continua refiriendo a la imposibilidad de negarse a integrar la rueda, quienes lo intenten, hay q
diferenciar, si fuere el imputado, se tomara como un indicio en su contra ;y en el caso que sea otro
integrante de la rueda, podría encuadrar dentro del tipo penal de incumplimiento de deberes procesales.
El cuarto párrafo versa sobre la manifestación del reconociente y quien realiza esta medida deberá
transcribir textualmente lo expresado por el prenombrado, sin efectuar estimaciones subjetivas.
Tampoco se admitirán modificaciones por parte del reconociente, mediando cierto intervalo posterior al
acto.
En la parte final establece los componentes que debe reunir el acta: lugar, fecha, identificación de todos
los intervinientes y partes asistentes, resultado de la medida...etc.

ART. 197. Pluralidad de reconocimientos. Cuando varias personas deban reconocer a una, cada
reconocimiento se practicará separadamente sin que aquéllas se comuniquen entre sí, pero en la
Investigación Penal Preparatoria podrá labrarse una sola acta.
Cuando fueran varias las personas a las que una deba identificar, el reconocimiento de todas podrá
efectuarse en un solo acto.

En caso de que una persona deba reconocer varias, pudiendo llevarse a cabo un reconocimiento global
debe respetarse el quantum (3 integrantes x cada persona a reconocer). Es aconsejable prescindir de
está, y realizar tantos reconocimientos como personas deban ser reconocidas.

ART. 198. Reconocimiento por fotografía. Cuando no fuera posible realizar el reconocimiento de una
persona en la forma prevista por los artículos anteriores, podrá exhibirse su fotografía o video-imagen
junto con otras semejantes de distintas personas a quien deba efectuar el reconocimiento,
observándose en lo demás, las reglas precedentes.

El ordenamiento anterior refería que dicha medida procedía cuando la persona a reconocer no estaba
presente o no podía ser habida; la nueva ley menciona que se llevara a cabo cuando no fuere posible el
reconocimiento en la forma prevista por los artículos anteriores, quedando incluidos los supuestos de
los artículos 194 y 196.

ART. 199. Reconocimiento o exhibiciones fotográficas. Prohibición. Las autoridades prevencionales se


abstendrán de practicar reconocimiento o exhibiciones fotográficas respecto a personas sobre las que
existan sospechas; en este caso, si la misma no pudiere ser habida, a través de la oficina técnica
respectiva se elaborará un cuadernillo de fotos que será remitido al Fiscal para que, en su caso,
proceda según el Artículo 194.

ART. 200. Reconocimiento o exhibiciones fotográficas. Procedencia. El preventor podrá mostrar a las
víctimas o testigos álbumes de personas cuando se procure la individualización de personas
desconocidas o sobre las que no existan sospechas, de la siguiente manera:
1) la diligencia deberá cumplimentarse con las formalidades establecidas en este capítulo.
El acta además contendrá lugar, fecha y hora, identificación de la persona que intervenga, la
individualización y conformación de los álbumes mostrados, las precisas palabras de quien practica la
medida y cualquier circunstancia útil;
2) si la exhibición fotográfica brindare resultados positivos se remitirá al Fiscal, junto al acta respectiva,
una copia de la fotografía señalada y, al menos, de otras cuatro inmediatas que compongan el álbum
correspondiente;
3) será considerada falta grave, cualquier señalización de fotografías y exhibición deliberada y en fraude
a la ley por el preventor.

ART. 201. Otras medidas de reconocimiento. Cuando el que haya de practicar la medida manifestara
que desconoce la fisonomía de la persona a reconocerse, por imposibilidad física, visual o cualquier
motivo distinto, pero que posee otros datos útiles, como la voz, marcas, señas u otras circunstancias
particulares para su individualización, se procederá en cada caso a arbitrar la forma de realizarse el
acto, respetándose en lo posible las pautas precedentes.

Después del reconocimiento tradicional (visual) sigue el auditivo, en especial el de voces, el que para
cierta doctrina deberá ser considerado como una verdadera pericia. Pero la eficacia probatoria es
relativa dadas las dificultades en torno a las posibilidades y la necesidad de últimas tecnologías para su
contemplación, por lo tanto se le da un valor indicativo

ART. 202. Reconocimiento de cosas. Antes del reconocimiento de una cosa, se invitará a la persona
que deba verificarlo, a que la describa. En lo demás y en cuanto fuera posible, regirán las reglas que
anteceden.

Cosa: incluye las cosas muebles o inmuebles, animadas (animales), o inanimadas (cosa materiales).
Estas formas de reconocimiento prácticamente desaparecieron como tal

ART. 203. Procedencia del careo. Podrá ordenarse el careo de personas que en sus declaraciones
hubieran discrepado sobre hechos o circunstancias importantes, pero el imputado no será obligado a
carearse.
Para que no sea invalidado, en el careo del imputado deberán observarse los requisitos previstos para
su declaración.

Careo: consiste en la contraposición en una audiencia de dos o mas personas cuyos dichos sobre un
mismo hecho se contradicen abiertamente. Requiere enfrentamiento de quienes van a intervenir en el
acto y un desacuerdo contundente (una contradicción)
Pueden Practicarse careos: a) Victimas; b) Victima y testigos; c) victima e imputado; d) testigos; e)
testigos e imputados; f) Imputados:
El imputado no está obligado a carearse, el careo en cuanto a estos es concebido como una extensión
de su declaración por lo que necesariamente debe estar presente el defensor
El resto de los sujetos deben prestar juramento y ante la incomparencia de un testigo o la negativa a
carearse lo hacen incurrir en delito de falso testimonio o incumplimiento de los deberes procesales.

ART. 204. Forma del careo. El careo se verificará entre dos personas. Para efectuarlo se leerán, en lo
pertinente, las declaraciones que se reputen contradictorias. Se llamará la atención a los careados
sobre las discrepancias a fin de que se reconvengan o traten de ponerse de acuerdo.

Se leen las declaraciones que prestaron las personas intervinientes, aunque por razones de practicidad
pueden extraerse las partes pertinentes de las mismas, o directamente explicar a los careados sus
contradicciones, para que se pongan de acuerdo o aclaren lo que estimen pertinente
Las contradicciones deben tener cierta entidad y vinculadas con los hechos bajo investigación.
Suele practicarse en los primeros momentos del proceso por lo que usualmente lo dispondrá el fiscal de
la IPP o también suele llevarse a cabo a instancia de parte. Primeramente se dejara constancia de los
dichos o acuerdos a que arribaron las partes, se dispondrá el cierre del acto sin que se asentaran
apreciaciones personales, las que serán tenidas como no escritas, pudiendo ordenarse que sean
testadas, si no originan directamente la invalidación de la totalidad del acto.
En los careos está prohibido ampliar la imputación de los hechos.

CPPN
CAPITULO VII Reconocimientos

Art. 270. Casos - El juez podrá ordenar que se practique el reconocimiento de una persona, para
identificarla o establecer que quien la menciona o alude, efectivamente la conoce o la ha visto.
El reconocimiento se efectuará por medios técnicos, por testigos o cualquier otro, inmediatamente de
ser posible, bajo apercibimiento de ser sancionado el órgano judicial que así no lo hiciere.

Art. 271. Interrogatorio previo - Antes del reconocimiento, quien haya de practicarlo será interrogado
para que describa a la persona de que se trata y para que diga si antes de ese acto la ha conocido o
visto personalmente o en imagen.
El declarante prestará juramento, a excepción del imputado.

Art. 272. Forma- La diligencia de reconocimiento se practicará enseguida del interrogatorio poniendo a
la vista del que haya de verificarlo, junto con otras dos o más personas de condiciones exteriores
semejantes, a la que deba ser identificada o reconocida, quien elegirá colocación en la rueda.
En presencia de todas ellas, o desde donde no pueda ser visto, según el juez lo estime oportuno, el que
deba practicar el reconocimiento manifestará si se encuentra en la rueda la persona a la que haya
hecho referencia, invitándoselo a que, en caso afirmativo, la designe clara y precisamente y manifieste
las diferencias y semejanzas que observare entre su estado actual y el que presentaba en la época a
que se refiere su declaración. La diligencia se hará constar en acta, donde se consignarán todas las
circunstancias útiles, inclusive el nombre y el domicilio de los que hubieren formado la rueda.

Art. 273. Pluralidad de reconocimiento - Cuando varias personas deban identificar o reconocer a una,
cada reconocimiento se practicará separadamente sin que aquéllas se comuniquen entre sí, pero podrá
labrarse una sola acta. Cuando sean varias las personas a las que una deba identificar o reconocer,
podrá hacerse el reconocimiento de todas en un solo acto.

Art. 274. Reconocimiento por fotografía - Cuando sea necesario identificar o reconocer a una
persona que no estuviere presente y no pudiere ser habida, y de la que se tuvieren fotografías, se les
presentarán éstas, con otras semejantes de distintas personas, al que debe efectuar el reconocimiento.
En lo demás, se observarán las disposiciones precedentes.

Art. 275. Reconocimiento de cosas - Antes del reconocimiento de una cosa el juez invitará a la
persona que deba efectuarlo a que la describa.
En lo demás y en cuanto fuere posible, regirán las reglas que anteceden.

CAPITULO VIII Careos


Art. 276. Procedencia - El juez podrá ordenar el careo de personas que en sus declaraciones hubieren
discrepado sobre hechos o circunstancias importantes, o cuando lo estime de utilidad. El imputado
podrá también solicitarlo, pero no podrá ser obligado a carearse.

Art. 277. Juramento- Los que hubieren de ser careados prestarán juramento antes del acto, bajo pena
de nulidad, a excepción del imputado.

Art. 278. Forma- El careo se verificará por regla general entre dos personas. Al del imputado podrá
asistir su defensor.
Para efectuarlo se leerán, en lo pertinente, las declaraciones que se reputen contradictorias y se llamará
la atención de los careados sobre las discrepancias, a fin de que se reconvengan o traten de ponerse
de acuerdo. De la ratificación o rectificación que resulte se dejará constancia, así como de las
reconvenciones que se hagan los careados y de cuanto en el acto ocurra; pero no se hará referencia a
las impresiones del juez acerca de la actitud de los careados.

EL DOCUMENTO

Es toda atestación por la que se expresa algo referente a un hecho o actos capaz de producir efectos
jurídicos.

Puede referirse al hecho mismo o a una circunstancia de él, o contener en su materialidad rastros del
delito en cuyo caso actúa como objeto de otro medio, no obstante ser en sí mismo un medio en su
aspecto formal.

Se recibe con la agregación del documento a los autos y noticia a las partes, con su confección cuando
es acta del proceso, o con su lectura en el debate oral.

Pero con respecto a los documentos privados (extra-procesales) si bien se agregan a autos, su
contenido no ingresa como elemento de convicción en el proceso hasta que no sean reconocidos o
tenidos como auténticos; y esto traslada el caso a otro medio de prueba: testimonial, confesión o
peritación, no obstante lo que se introduce al proceso es lo documentado.

EL INFORME PROBATORIO

El órgano es el informante (ente público) y el elemento de convicción, lo informado.

El informante se limita a contestar lo que se le pide (generalmente por oficio) sobre algo que está a su
alcance por la observación de elementos que conserva o custodia en razón de su actividad o funciones.

El informe es una aseveración acerca de la prueba del objeto que se quiere conocer sin que deba
agregarse apreciación personal alguna.

Secuestro

CPPN
CAPITULO III Secuestro

Art. 231. Orden de secuestro - El juez podrá disponer el secuestro de las cosas relacionadas con el
delito, las sujetas a decomiso o aquellas que puedan servir como medios de prueba.
Sin embargo, esta medida será dispuesta y cumplida por los funcionarios de la policía o de las fuerzas
de seguridad, cuando el hallazgo de esas cosas fuera resultado de un allanamiento o de una requisa
personal o inspección en los términos del artículo 230 bis, dejando, constancia de ello en el acta
respectiva y dando cuenta inmediata del procedimiento realizado al juez o al fiscal intervinientes.

Art. 232. Orden de presentación- En lugar de disponer el secuestro el juez podrá ordenar, cuando
fuere oportuno, la presentación de los sujetos o documentos a que se refiere el artículo anterior; pero
esta orden no podrá dirigirse a las personas que puedan o deban abstenerse de declarar como testigos
por razón de parentesco, secreto profesional o de Estado.
Art. 233. Custodia del objeto secuestrado- Los efectos secuestrados serán inventariados y puestos,
bajo segura custodia, a disposición del tribunal. En caso necesario podrá disponerse su depósito.
El juez podrá ordenar la obtención de copias o reproducciones de las cosas secuestradas cuando éstas
puedan desaparecer, alterarse, sean de difícil custodia o convenga así a la instrucción.
Las cosas secuestradas serán aseguradas con el sello del tribunal y con la firma del juez y secretario,
debiéndose firmar los documentos en cada una de sus hojas.
Si fuere necesario remover los sellos, se verificará previamente su identidad e integridad. Concluido el
acto, aquéllos serán repuestos y de todo se dejará constancia.

Art. 234. Intercepción de correspondencia- Siempre que lo considere útil para la comprobación del
delito el juez podrá ordenar, mediante auto fundado, la intercepción y el secuestro de la
correspondencia postal o telegráfica o de todo otro efecto remitido por el imputado o destinado a éste,
aunque sea bajo nombre supuesto.

Art. 235. Apertura y examen de correspondencia. Secuestro - Recibida la correspondencia o los


efectos interceptados, el juez procederá a su apertura en presencia del secretario, haciéndolo constar
en acta. Examinará los objetos y leerá, por sí, el contenido de la correspondencia.
Si tuvieren relación con el proceso, ordenará el secuestro; en caso contrario, mantendrá en reserva su
contenido y dispondrá la entrega al destinatario, a sus representantes o parientes próximos, bajo
constancia.

Art. 236. Intervención de comunicaciones telefónicas - El juez podrá ordenar, mediante auto
fundado, la intervención de comunicaciones telefónicas o cualquier otro medio de comunicación del
imputado, para impedirlas o conocerlas.
Bajo las mismas condiciones, el Juez podrá ordenar también la obtención de los registros que hubiere
de las comunicaciones del imputado o de quienes se comunicaran con él.
En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos en los artículos 142 bis y 170 del
CODIGO PENAL DE LA NACION, o que tramiten en forma conexa con aquéllas, cuando existiese
peligro en la demora, debidamente justificado, dichas facultades podrán ser ejercidas por el
representante del MINISTERIO PUBLICO FISCAL, mediante auto fundado, con inmediata comunicación
al Juez, quien deberá convalidarla en el término improrrogable de veinticuatro horas, bajo pena de
nulidad del acto y consecuente ineficacia de la prueba introducida a partir de él.

Art. 237. Documentos excluidos de secuestro- No podrán secuestrarse las cartas o documentos que
se envíen o entreguen a defensores para el desempeño de su cargo.

Art. 238. Devolución - Los objetos secuestrados que no estén sometidos a la confiscación, restitución,
o embargo, serán devueltos tan pronto como no sean necesarios, a la persona de cuyo poder se
sacaron. Esta devolución podrá ordenarse provisionalmente en calidad de depósito, e imponerse al
poseedor la obligación de exhibirlos cada vez que le sea requerido. Los efectos sustraídos serán
devueltos, en las mismas condiciones, al damnificado, salvo que se oponga a ello el poseedor de buena
fe de cuyo poder hubieran sido secuestrados. Cuando se trate de automotores, se aplicará lo dispuesto
por el artículo 10 ter de la Ley 20.785.

Art. 238 Bis. Reintegro de inmuebles - En las causas por infracción al artículo 181 del Código Penal,
en cualquier estado del proceso y aun sin dictado de auto de procesamiento, el juez, a pedido del
damnificado, podrá disponer provisionalmente el inmediato reintegro de la posesión o tenencia del
inmueble, cuando el derecho invocado por el damnificado fuere verosímil. El juez, podrá fijar una
caución si lo considerare necesario.

SEMANA XII

LA LIBERTAD DEL IMPUTADO


I. INTRODUCCION Y PRESENTACION DEL PROBLEMA
La libertad el imputado es uno de los terrenos más conflictivos, máxime en sistemas como el nuestro,
donde la CN garantiza el estado de inocencia.
Pensar que una persona goza de ese estado, estando privada de su libertad, resulta una insalvable
contradicción. Si bien es cierto que una persona es necesariamente reconocida como inocente por la
ley, hasta que una sentencia firme lo contradiga, también es cierto que los juicios no duran un segundo.
Son tan malos los procesos que se alongan innecesariamente, como los que no se toman su debido
tiempo. Ante el inevitable tiempo de los juicios, dos aspectos se deben defender: el necesario estado de
inocencia, y la realización del proceso como forma respetuosa de la dignidad humana de administrar
justicia, con la demora razonable que éste demanda.

II. SOLUCION DEL PROBLEMA


A) Descartar el adelanto de pena: es absolutamente inconstitucional. No se puede adelantar la
pena para satisfacer legítimas demandas de la sociedad, de ser así, se controvierte el principio
constitucional de inocencia.
CAFFERATA NORES: “la privación de libertad antes de la sentencia condenatoria tiene siempre un
sabor a pena anticipada”.
B) Facultar al Estado para que cumpla sus deberes: el Estado debe contar con todos los elementos
necesarios para cumplir con su tarea fundamental del investigar y juzgar, para afianzar la
justicia. En un sistema como el nuestro, en que se entiende prohibido el juicio penal en rebeldía,
así como el Estado tiene el deber de juzgar, el imputado puede neutralizarlo simplemente
sustrayéndose del juicio en su contra. De aceptarse el juicio en rebeldía, la sustracción o no del
imputado del proceso, traería consecuencias para él y no para la función de juzgar del Estado,
porque la va a poder cumplir igual.
Hay una máxima que establece que cuando alguien tiene un deber, debe contar con todas las
facultades necesarias para su cumplimiento. Por lo tanto, si ese deber puede verse perjudicado,
necesariamente tiene que ir anexa a esa función la facultad de tomar medidas necesarias para que ello
no ocurra, llamado “poder de arresto”.

La detención previa a la condena debe respetar un doble límite:


-negativo: no puede ser pena
-positivo: ser imprescindible para cautelar el desarrollo del proceso.

III. EL CARÁCTER CAUTELAR DE LAS MEDIDAS DE COERCION


Para ser cautelar (no es pena), debe cumplir con los requisitos establecidos por el legislador:
1. Apariencia de responsabilidad: previamente debe haber una valoración probatoria de los
elementos recogidos en la causa. Esta apariencia debe ser proporcional a la gravedad de la
medida.
2. Peligrosidad procesal (peligro en la demora): existir peligro en que se frustre el juicio o la
sentencia, por las conductas del imputado perturbando la investigación, o que paralice el
proceso o el cumplimiento de la condena sustrayéndose a la acción de la justicia.
El imputado en libertad, se convierte en un peligro para su enjuiciamiento.
Desde la óptica constitucional, solo se justifica la perdida de libertad de un imputado por la peligrosidad
procesal, descalificando totalmente la aplicación de medidas de coerción por la peligrosidad social (que
continúe cometiendo delitos), porque en este caso sería un anticipo de pena violándose el principio de
inocencia y de juicio previo de la CN.
Dos formas de saber cuándo el imputado será peligroso procesalmente:
a- Por el legislador: de manera general y abstracta, construyendo una hipótesis a partir del
análisis de la realidad (falta de arraigo, gravedad de la pena en expectativa, antecedentes,
etc.)
b- Por el juez: de manera particular y concreta, analizando las particularidades del caso a
resolver. Tradicionalmente los códigos tenían una combinación de ambas.
Puede ser que la presunción del legislador (a) sea iure et de iure, y por lo tanto el juez no puede
apartarse a pesar de tener pruebas que contradigan esa presunción. Constituye un obstáculo insalvable
la libertad del imputado.
Por el contrario, ha sido frecuentemente consagrada la posibilidad de que el juez de acuerdo al caso, y
a pesar de que según el legislador NO haya peligrosidad, entienda que ella si exista, y por tal motivo
prive de libertad (art. 319 Código Nacional).
En estos modelos la presunción de peligrosidad del legislador es iure et de iure, y la presunción de falta
de peligrosidad es iure tantum.
Esta situación cambia cuando se permite al juez que, en todos los casos, pueda dejar de lado el criterio
establecido por el legislador, convirtiendo la presunción iure et de iure en iure tantum.
3. Proporcionalidad: entre la cautela y lo cautelado. Ante una pena en expectativa que no implique
perdida de libertad (multa, inhabilitación) se aplique una medida de coerción personal, porque
sería más gravosa la cautela que lo cautelado.
Por igual motivo, una detención cautelar, no debe prolongarse más allá de la pena privativa de libertad
realmente aplicable.

4. Indemnización: en materia penal, las medidas de coerción cautelar, son promovidas por el
Estado, y como se lo presume solvente, no se le puede exigir contracautela. Ello no significa
descartar la obligación de indemnizar si fueron aplicadas sin derecho y produjeron daño. Es
innegable la responsabilidad del Estado de indemnizar cuando la privación de libertad resulto
inútil porque el imputado fue sobreseído o absuelto. Algunos sostienen que la base de esa
responsabilidad es la eventual arbitrariedad en la privación de libertad (vicios in procedendo),
quedando marginados de la reparación los casos de absolución o sobreseimiento en un proceso
tramitado regularmente.
Considero que la responsabilidad del Estado debe estar fundamentada en relación a la responsabilidad
que tiene de indemnizar el valor de los bienes que expropia.
La CN reconoce el derecho de propiedad, pero a veces, en aras del interés público hay que sacrificar
ese derecho, siendo indemnizado (a diferencia de la confiscación que está prohibida). Se debe aplicar
igual criterio a la restricción de la libertad, impuesta para el logro del bien común.
En nuestro sistema, si la persona luego resulta condenada, el Estado le reconocerá el tiempo de
encierro sufrido (el encierro durante la vigencia del estado de inocencia resulta indemnizatorio). No
quiere decir que cumplió el fin de la pena, la prisión preventiva, porque son sometidos a régimen distinto
de los condenados, por el estado de inocencia.
Puede resultar un efecto perjudicial para el juez, la existencia de prisión preventiva al momento de fallar,
pudiendo incidir tanto en la decisión como en la determinación de la pena (presión psicológica para el
juez).
Se produce una desigualdad: si la persona no es condenada a prisión efectiva (condena en suspenso,
absuelta o sobreseída) en un proceso sin irregularidades, nada recibe por su encarcelamiento.

IV. LIMITE TEMPORAL DE LA PRISION PREVENTIVA


Hasta no hace muchos años, en los ordenamientos procesales argentinos, no había límite temporal.
Sin embargo, con la incorporación del Pacto de San José de Costa Rica (art. 7. 5) determina que toda
persona detenida tiene derecho a ser juzgada en un plazo razonable, en caso contrario, tiene derecho a
ser puesto en libertad.
Se dicta la ley 24390: Plazo máximo de 2 años  Excepciones:
- Se puede prorrogar por 1 año más, en causas que tengan multiplicidad de hechos o que sean
muy complejas.
- Se pueden extender los plazos, por 6 meses más, cuando se haya dictado sentencia
condenatoria no firme.
- Se pueden descontar de dichos plazos las demoras originadas en articulaciones de la defensa
que sean manifiestamente dilatorias.
- Quedan fuera de los plazos máximos, la presunta violación del art. 7 de la ley de estupefacientes
23737 y aquellas a quienes le resulten aplicables las agravantes previstas en el art. 11 de dicha
norma.
Aun hoy en el país existen casos donde no se aplican los límites objetivos e improrrogables al
encarcelamiento de presos sin condena.
Aparecen las distintas interpretaciones acerca de si el proceso es una garantía o un instrumento de
represión y control social.
Una interpretación en favor de los derechos del imputado es la única que se condice con el Pacto de S J
de C R. y la CN.
Lo ineludible es establecer los plazos máximos, los que por las particularidades de cada caso podrán
ser acotados pero nunca extenderse.
Las provincias pueden mejorar pero no desconocer el margen mínimo que surge de las normas
fundamentales.

V. ALTERNATIVAS Y ATENUANTES DE LAS DETENCIONES CAUTELARES


El Estado solo puede disponer de la utilización de ellas, exclusivamente cuando no disponga otro
recurso para asegurar el enjuiciamiento.
1. Alternativas: permiten eludir inicialmente la privación de libertad total, desplazan el encierro.
Estas medidas también implican restricciones a su libertad, pero que no van a llegar al
extremo de que termine encerrado en la cárcel. Las más importantes:
- Someterse al cuidado de una persona o institución.
- Obligación de imputado de presentarse regularmente ante el organismo que se le indique.
- Prohibición de salir de determinado ámbito, concurrir a determinados lugares, o comunicarse con
ciertas personas.
- Caución patrimonial propia o de terceros.

2. Atenuantes: una vez dictada la prisión preventiva, si es posible, se atenúa su ejecución.


Pueden ser:
- Detención domiciliaria
- Salidas transitorias
- Institución terapéutica o educativa

VI. CONCLUSIONES
No afectan al estado de inocencia, la utilización de las medidas, para cumplir sus fines, siempre y
cuando sean absolutamente innecesarias, que concurran los presupuestos de las medidas y estos se
mantengan durante el tiempo de la medida, duración razonable.
En Argentina, hay una doble variante: la CN (la regla es la libertad) y el sistema inquisitivo español (la
regla es el encarcelamiento).

CÓDIGO PROCESAL PENAL DE LA NACIÓN


TÍTULO IV -SITUACIÓN DEL IMPUTADO

CAPÍTULO I -PRESENTACIÓN Y COMPARECENCIA


Presentación espontánea
ART 279. La persona contra la cual se hubiera iniciado o esté por iniciarse un proceso, podrá
presentarse ante el juez competente a fin de declarar. Si la declaración fuere recibida en la forma
prescripta para la indagatoria, valdrá como tal a cualquier efecto. La presentación espontánea no
impedirá que se ordene la detención, cuando corresponda.
a) Concepto
Aquel a quien se endilga un hecho reputado como delito, aun cuando no hubiere sido llamado a
indagatoria, tiene derecho a presentarse al tribunal personalmente, con su abogado defensor, aclarando
los hechos e indicando las pruebas que, a su juicio, puedan ser útiles.
b) Principios generales
En el proceso penal no se investigan personas sino hechos atribuidos a personas; tal lo que fluye del
texto del art. 18, CN.
De ahí que el giro “...o esté por iniciarse un proceso...” deba entenderse involucrando a las diligencias
de los preventores, del agente fiscal o del juez, cuando se tenga un dato concreto de que la persecución
penal -hipotizado el hecho delictuoso-habrá de encaminarse hacia una persona determinada. En su
defecto, juega el precepto de la primera parte de esta misma oración -“...contra la cual se hubiera
iniciado...”-, lo que descuenta que el tribunal haya resuelto que se le reciba declaración indagatoria. Es
que “No hace falta esperar al procesamiento
para adquirir la condición de parte imputada”.
No hay otra forma de escuchar al imputado como no sea a través de la declaración indagatoria.
No basta con que un sujeto se considere en dicha situación si el tribunal estima que no se encuentra
incurso en este supuesto; la condición de imputado no la depara la mera creencia de quien se tenga por
tal sino la actividad perquisitiva cuando alcanza cierta entidad: persecución encaminada a una
determinada persona, recogida por el tribunal al encarrilarla mediante algún acto suyo durante el
desarrollo del proceso o bien, directamente, orden judicial de recibirle declaración indagatoria. De lo
contrario, la única forma en que puede ser escuchado es como testigo. En modo alguno la solución
cambia al requerirse
que intervenga “...cualquier otro juez de instrucción...” en la eventualidad del art. 184, párrafo tercero,
pues resolver cuándo habrá de escucharse a una persona como imputado es una decisión de
naturaleza jurisdiccional y ningún magistrado actuará sin el prolijo examen de la labor de los
preventores. Ni el criterio de los policías ni el del propio sujeto resulta imperativo para un juez; sólo
después de la compulsa en el legajo determinará si la sospecha alcanza el nivel fijado para el art. 294.
El medio de impedir la privación de la libertad consiste en obtener la exención de prisión (art. 316), que
opera como una suerte de hábeas corpus preventivo (art. 3, inc. 1º de la ley 23098), cuya utilización no
se descarta. De presentarse esa circunstancia, la solicitud puede formularse ante el juez de turno (art.
316, párrafo final) si se ignorase cuál es el tribunal interviniente en el proceso.
Por ello “...el juez competente a fin de declarar...”, no puede ser otro que aquél ante el cual se ha
formulado requerimiento fiscal (arts. 180, 186 y 188).
Quien declaró en los términos de este artículo tiene derecho a un pronunciamiento que defina su
situación.

Restricción de la libertad
ART 280. La libertad personal sólo podrá ser restringida, de acuerdo con las disposiciones de
este Código, en los límites absolutamente indispensables para asegurar el descubrimiento de la
verdad y la aplicación de la ley.
El arresto o la detención se ejecutarán de modo que perjudiquen lo menos posible a la persona y
reputación de los afectados y labrándose un acta que éstos firmarán, si fueren capaces, en la
que se les comunicará la razón del procedimiento, el lugar donde serán conducidos y el juez que
intervendrá.
a) Fundamento
El procesado tiene el deber de someterse a la actividad jurisdiccional desplegada por el órgano judicial,
pues tanto su fuga como su ausencia obturan el desarrollo del proceso (ver art. 290, párrafo primero).
La preservación de la libertad alcanza incluso, en ciertos casos, a los condenados si padecen
enfermedades incurables y no surgen evidencias de que se sustraerá a la jurisdicción
b) Principios generales
En el proceso penal común todas las medidas cautelares se decretan luego de su iniciación; en ciertos
casos, son adoptadas por los preventores y, en otros, se faculta a los particulares (arts. 284 y 287 ).
Aunque el Código denomine a dichos supuestos como detención, la exigencia del art. 18, CN respecto
de la orden escrita de autoridad competente se cumple únicamente cuando el juez ordena, a través de
dicha forma modal, el encarcelamiento (art. 283, párrafo segundo); por tanto aquéllos son tan sólo
supuestos de aprehensión: nada más que el mero asir a una persona.
Cuando se concreta la aprehensión, coetáneamente nace el proceso.
c) Finalidad
La actividad asegurativa evita que el pronunciamiento final se torne inejecutable y comprende las
medidas cautelares que, según recaigan sobre personas o sobre bienes o cosas, son de carácter
personal o real.
Las medidas cautelares de carácter personal tienden a hacer efectiva no sólo la presencia y sujeción del
imputado sino la de algunos auxiliares que operan como órganos de la prueba testigos (arts. 247 y 248)
y peritos (art. 257, párrafo segundo)-.
Cuando son de carácter real garantizan eventuales condenaciones pecuniarias (arts. 518 y 519).
La característica común de todas las medidas precautorias es su provisionalidad y no tienen otro
fundamento que la estricta necesidad de evitar que resulten desvirtuados los fines del proceso. Por
ende es preciso no desnaturalizarlas y disponerlas como si fueran el comienzo anticipado de una pena
aún no impuesta y que el ulterior desarrollo del juicio puede descartar.
d) Clasificación
Las medidas cautelares de carácter personal se traducen en una limitación o privación de la libertad y
se distinguen conforme a dos criterios:
a) según su intensidad, y b) por la persona de sus destinatarios.
Conforme al primer temperamento, abarcan desde una mera restricción, quizá no más que una
incomodidad como ocurre con la citación (art. 282), hasta el encarcelamiento, como sucede con la
detención (art. 283) y la prisión preventiva (art. 312) y, aunque fugaz, el arresto y la aprehensión (arts.
281 y 284). Conforme al segundo criterio, pueden recaer sobre imputados y órganos de la prueba,
según acontece con la citación -testigos (art. 245), peritos (art. 257, párrafo segundo) y sospechosos
(art. 282)-; lo propio sucede con el arresto (arts. 184, incs. 3ºy 6º, 248 y 281; art. 213, inc. b] encuanto al
MP).
Las distintas medidas cautelares de carácter personal y directas respecto del imputado son: 1) la
aprehensión (arts. 284 y 287); 2) el arresto (arts. 184, incs. 3º y 6º, 248 y 281); 3) la detención (art. 283);
y 4) la prisión preventiva (art. 312).
e) Requisitos
Toda medida que restrinja la libertad durante el desarrollo del proceso debe ejecutarse observando lo
prescripto en el párrafo segundo. En el acta (arts. 138 y 139) se debe anoticiar tanto a imputados como
a órganos de la prueba los motivos que respaldan la actividad cautelar; también el lugar en que se
cumplirá la medida y el tribunal interviniente.

Arresto
ART 281. Cuando en el primer momento de la investigación de un hecho en el que hubieran
participado varias personas no sea posible individualizar a los responsables y a los testigos, y
no pueda dejarse de proceder sin peligro para la instrucción, el juez podrá disponer que los
presentes no se alejen del lugar ni se comuniquen entre sí antes de prestar declaración y, aun
ordenar el arresto si fuere indispensable.
Ambas medidas no podrán prolongarse por más tiempo que el estrictamente necesario para
recibir las declaraciones, a lo cual se procederá sin tardanza y no durarán más de 8 horas. Sin
embargo, se podrá prorrogar dicho plazo por 8 horas más, por auto fundado, si circunstancias
extraordinarias así lo exigieran.
Vencido este plazo podrá ordenarse, si fuere el caso, la detención del presunto culpable.
a) Sujetos pasivos.
El arresto se endereza no sólo a los sospechosos sino también a ciertos auxiliares del proceso; más allá
de los testigos señalados en el texto, también pueden resultar sujetos pasivos de esta medida cautelar
los peritos.
También puede recaer sobre el imputado, supuesto caracterizado por tener alcance colectivo al
involucrar a más de una persona.
b) El plazo, en cuanto a los testigos y peritos, se extiende a dos días, obviamente computados
incluyendo los inhábiles (art. 116). En vez, para los imputados, este precepto lo fija en ocho horas, que
pueden ser ampliadas hasta por ocho horas más, resolución que deberá dictarse en forma de auto
fundado (art. 123). Cuando afecta al imputado únicamente el juez puede disponer el arresto con esta
proyección en el tiempo. La diferencia -a primera vista chocante-se explica en razón de que, en el caso
de los testigos y peritos, se trata de hacer efectiva la imposición del carácter obligatorio de tal función
procesal, por ser órganos de la prueba, ya que su aporte -salvo los casos de excepción-debe
necesariamente incorporarse a la pesquisa (art. 240 para los testigos y art. 257 para los peritos).
Aunque, en el artículo que se analiza, todavía no se ha discernido acerca del carácter de las personas
arrestadas pues pueden resultar, a la postre, imputadas. Si esta situación se produce, el arresto se
convierte necesariamente en detención (art. 283); al corresponder entonces la recepción de indagatoria
el plazo es de veinticuatro horas, prorrogable por otro tanto en las condiciones señaladas por el
art. 294, sin perjuicio de la inclusión en el cómputo del correspondiente al cumplido en arresto.
Ahora bien: el fin del plazo para la indagatoria puede no significar la puesta en libertad; si no se decreta
por falta de mérito (art. 309) habrá de acudirse a la excarcelación (art. 317).
El distingo entre los imputados y los testigos a que se refiere el párrafo primero pasa por la entidad de la
sospecha; si existe señalamiento o atribución de responsabilidad, la aplicación de esta norma queda
desplazada por las de los arts. 282 o 283.
c) Sujeto emisor de la orden de arresto puede ser el preventor, en los supuestos del art. 184, incs. 3º y
4º; la privación de libertad no podrá rebasar el plazo señalado para la presentación del detenido en la
hipótesis del art. 286.
d) Características. El arresto es una fugaz medida cautelar de carácter personal, que puede limitarse a
la mera inmovilización y aislamiento del sujeto pasivo, caracterizada por recaer indistintamente sobre
sospechosos u órganos de prueba. Cuando lo soportan testigos, obedece a la necesidad de garantizar
la autenticidad de sus declaraciones y evitar que puedan conciliarlas entre sí, retaceando al tribunal el
acceso a la verdad.
La privación de la libertad de un ciudadano sin que exista flagrancia o indicio de que sea responsable de
delito alguno torna nulo el procedimiento y lo actuado en su consecuencia pues se viola el art. 18, CN;
además, las disposiciones que facultan a la Policía Federal para demorar con fines de identificación no
pueden ser utilizadas para legitimar arrestos cumplidos fuera de los casos de la ley.
Los elementos, aun cuando insuficientes para detener, pueden resultar suficientes para arrestar: la
actitud nerviosa al descender de un automóvil y la ausencia de documentación identificatoria del
vehículo.

Citación
ART 282. Cuando el delito que se investigue no esté reprimido con pena privativa de la libertad o
parezca procedente una condena de ejecución condicional, el juez, salvo los casos de flagrancia,
ordenará la comparecencia del imputado por simple citación.
Si el citado no se presentare en el término que se le fije ni justificare un impedimento legítimo, se
ordenará su detención.
a) Finalidad
Uno de los problemas más graves del proceso penal estriba en la posibilidad de que ciertos actos de
coerción (art. 120) puedan dirigirse sobre personas, todavía amparadas por el principio de inocencia
(art. 1). Como la única fuente legítima que el Estado tiene para privar de la libertad personal a un sujeto
es la condena con que culmina el debido proceso legal (art. 18, CN), resulta claro que, antes de arribar
a ese estadio, toda facultad para cercenar la libertad personal tiene que interpretarse en forma
restrictiva (art. 2) y estar signada por su estricta necesidad: sea porque puedan frustrarse los fines de la
instrucción en orden a la obtención de la prueba o bien existan datos para sustentar la sospecha de que
el imputado puede entorpecer su acceso o, finalmente, porque el juicio se torne imposible al no
sujetarse el imputado a la potestad jurisdiccional (hipótesis de rebeldía cuyos efectos son los del art.
290).
b) Concepto
La citación es la menos intensa de las medidas de cautela personal. Cuando se trata de imputados,
consiste en el requerimiento formulado a una determinada persona, dispuesto por la autoridad del
proceso, para que concurra a los fines de cumplir con el acto acotado en el art. 294. Esto no descarta
que pueda efectuarse respecto de los testigos y los peritos (arts. 245 y 257, párrafos primero y segundo
respectivamente), aunque con muy diferente finalidad.
Sólo restringe la libertad de determinación en cuanto al desplazamiento, pues el día y hora señalados
en la notificación debe acudirse a la audiencia o asumir el riesgo del incumplimiento. Se trata de un
medio de coerción personal indirecta porque sólo implica un estado de libertad vinculada, a los fines del
proceso, como consecuencia de una declaración de voluntad judicial.
c) Modo de realización
Se materializa a través del pertinente acto de comunicación -notificación-, bajo la conminación de que el
incumplimiento aparejará determinadas consecuencias: se utilizará la fuerza pública para hacerlos
comparecer (art. 120). Si el delito está reprimido con pena no privativa de libertad, ningún tribunal podrá
ordenar la detención del imputado que no cumple con la citación; menos aún la medida cautelar
siguiente en intensidad, pues se incurriría en el delito de prisión preventiva ilegal reprimido por el art.
270, Código Penal; cabe advertir que la prisión preventiva no es sino una detención con extensión en el
tiempo y mayores exigencias en cuanto a su fundamentación (art. 312).
La medida cautelar no irá, ante su incumplimiento y bajo admonición, más allá de la simple
comparecencia con el auxilio de la fuerza pública (arts. 120 y 154).

Detención
ART 283. Salvo lo dispuesto en el artículo anterior, el juez librará orden de detención para que el
imputado sea llevado a su presencia, siempre que haya motivo para recibirle indagatoria. La
orden será escrita, contendrá los datos personales del imputado u otros que sirvan para
identificarlo y el hecho que se le atribuye, y será notificada en el momento de ejecutarse o
inmediatamente después, con arreglo al art. 142.
Sin embargo, en caso de suma urgencia, el juez podrá impartir la orden verbal o
telegráficamente, haciéndolo constar.
a) Principios generales
Tanto en este caso como en el de la prisión preventiva (art. 312), el encarcelamiento a título cautelar
puede prolongarse en el tiempo. Por eso es que los extremos a cubrir son mayores que los requeridos
para la citación, el arresto o la mera aprehensión.
Cuando la CN en su art. 18 establece que “...nadie puede ser arrestado sin orden escrita emanada de
autoridad competente...”, desde el punto de vista técnico, delinea lo que hoy se entiende por detención.
Sólo puede expedirla el juez y debe hacerlo por escrito, siempre y cuando estén presentes los extremos
exigidos por el art. 294, aunque alguna vez se ha decidido lo contrario.
Es que no hay ninguna medida cautelar sobre el imputado que no descuente cierto grado de sospecha;
precisamente de éste dependerá su intensidad. En este sentido puede decirse que, a veces, bastarán la
citación o el arresto y, en otras, resultará necesaria la detención. Al lado de estos supuestos, existen
otros en que se convierte en detención una mera aprehensión -denominada por los arts. 284 y 287
como hipótesis de aquélla-. Ello ocurre, explícitamente, cuando el juez lo hace mediante una resolución
asentada en el expediente o, implícitamente, cuando toma conocimiento de la aprehensión y no la hace
cesar de inmediato.
Dispuesta la libertad por un órgano jerárquicamente superior (art. 116, CN), el juez de grado no puede
disponer la detención si se encuentra firme la falta de mérito decretada (art. 309); aquella decisión es
nula.
b) Naturaleza jurídica
Su carácter decididamente cautelar está respaldado por el párrafo final del art. 18, CN al establecer que
“Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos
detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo
que aquélla exija hará responsable al juez que la autorice”. De esta misma disposición fluye que,
cuando exista la “seguridad” de que el proceso se desarrollará normalmente, la detención deberá cesar
pues el imputado adquirirá el derecho a ser excarcelado.
Configura un abuso prolongar la detención a la espera de elementos de juicio que autoricen el dictado
de la prisión preventiva si no se avizora dicha posibilidad como realizable dentro de un razonable lapso.
c) Requisitos
Conforme al párrafo final, sólo una situación acuciante -temor fundado de que la persona a quien se va
a detener no se someta a la jurisdicción-puede suplir la orden escrita del tribunal aunque no de manera
definitiva. Cuando se dé tal extremo, bastará con que se refleje en forma documentada que la orden fue
impartida verbal o telegráficamente. No obstante, una vez lograda la detención, deberá cumplirse con lo
prescripto por el párrafo anterior (art. 147).
Los datos personales del imputado, imprescindibles para librar la orden de detención, están
puntualizados en el art. 74.
El juez tiene un plazo para hacer cesar la detención, que es el fijado en el art. 309. De todas maneras,
quien soporta el encarcelamiento puede provocar antes la soltura recabando su excarcelación (art. 318);
en tal circunstancia, el trámite debe resolverse dentro del plazo señalado por el art. 331, párrafo
segundo.
La detención de un menor se restringe a los supuestos previstos en el art. 411, párrafo primero.
Tanto la detención como la prisión preventiva son excepcionales en los delitos de acción privada (art.
427).
d) Casuística
Sin mediar requerimiento de autoridad judicial conforme lo exige el tratado de extradición suscripto con
Brasil, la detención y entrega del imputado por autoridades policiales extranjeras o argentinas no sólo es
violatoria de leyes procesales sino de normas constitucionales (arts. 18 y 16 , CN); se trata de una
nulidad absoluta, como tal declarable de oficio y que vicia los actos posteriores de adquisición de
pruebas.
Dispuesta la detención por un juez en el ámbito de la competencia ejercida no puede cuestionarse la
privación de la libertad por vía de hábeas corpus.
Si por omisión de las autoridades judiciales se mantuvo indebidamente la solicitud de detención, ello
supone una defectuosa prestación de servicios que comprometen la responsabilidad civil del Estado y
debe indemnizarse el daño moral ocasionado.
Si bien la información reservada puede servir como base del curso de la investigación preventora, no
puede constituir causa probable a los efectos de la detención ni tiene valor como prueba de cargo.
e) Leyes especiales
art. 33, ley 23737, texto conforme ley 24424 .
Por ley 24480 (B.O., 26/IV/1995) se creó el Centro Nacional de Informática sobre Detenidos y Extravíos
de Personas. Su art. 2 establece: “Todo funcionario público del país que hubiese detenido a una
persona, o la hubiese restringido en su libertad, cualquiera fuese la razón deberá inmediatamente de
haber practicado el acto, comunicarlo al registro mencionado en el artículo anterior. “Igualmente
cualquier funcionario público que recibiera denuncias o información de extravío de personas deberá
inmediatamente comunicarlo al registro.
“En la comunicación deberá hacer saber el nombre y apellido de la persona afectada, fecha de
nacimiento, estado civil, nacionalidad, domicilio y demás datos que permitan su identificación. También
el funcionario deberá dar cuenta de la autoridad que dispuso la medida, de aquélla a la cual está a
disposición y del lugar
en donde se encuentra alojada”.
El art. 4 determina: “El registro brindará información a cualquier persona que lo solicite, dejándose
constancia del peticionante”.
Conforme al art. 6: “La autoridad que disponga la libertad de una persona detenida o restringida en su
libertad, inmediatamente deberá dar cuenta de este hecho al registro, con indicación de los datos
necesarios para anotar el nuevo estado de cosas.
“Igualmente deberá comunicar los hallazgos de personas extraviadas”.

Detención sin orden judicial


ART 284. Los funcionarios y auxiliares de la policía tienen el deber de detener, aun sin orden
judicial:
1º) Al que intentare un delito de acción pública reprimido con pena privativa de libertad, en el
momento de disponerse a cometerlo.
2º) Al que fugare, estando legalmente detenido.
3º) Excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehementes de culpabilidad, y
exista peligro inminente de fuga o de serio entorpecimiento de la investigación y al solo efecto
de conducirlo ante el juez competente de inmediato para que resuelva su detención, y
4º) A quien sea sorprendido en flagrancia en la comisión de un delito de acción pública reprimido
con pena privativa de libertad.
Tratándose de un delito cuya acción dependa de instancia privada, inmediatamente será
informado quien pueda promoverla, y si éste no presentare la denuncia en el mismo acto, el
detenido será puesto en libertad.
a) Principios generales.
Antes dijimos (art. 283) que técnicamente esta actividad se denomina aprehensión. La aprehensión
impuesta -aquí desarrollada-o la facultativa (art. 287) no van en desmedro de la orden escrita exigida
por el art. 18, CN, ya que la propia Ley Suprema autoriza la privación de libertad en flagrancia respecto
de los legisladores, quienes gozan del privilegio de no ser detenidos como garantía del normal
funcionamiento del PLN; por ello, debe concluirse que comprende necesariamente a quienes carecen
de tal privilegio. La extensión a los casos de flagrancia presunta o cuasi flagrancia resulta razonable por
su limitadísima duración.
b) El inciso 1º se relaciona con lo establecido en el art. 183 primer párrafo en cuanto impone a los
preventores poner coto a una actividad delictiva una vez que ha comenzado (“...impedir que los hechos
cometidos sean llevados a consecuencias ulteriores...”). “La ley no se coloca en el caso de la tentativa,
sino en un momento anterior a ella. Se trata de quien está dispuesto a iniciar la ejecución de un hecho
penalmente incriminado, aunque todavía no exista principio de ejecución”, conducta involucrada en el
concepto amplio de flagrancia. Pese a la aseveración del maestro cordobés resulta difícil concebir que,
sin vislumbrar los designios de un sujeto, resulte factible concretar este supuesto en la realidad; pudiera
dejarse un margen para los episodios incluidos dentro de los denominados actos preparatorios,
anteriores a la tentativa. Pero aun así se requeriría una total inequivocidad para que no respalde un
desborde. Por eso resulta nula la privación de libertad si no existió flagrancia ni indicios vehementes de
culpabilidad sumado al peligro de fuga.
Por el contrario no se advierte una injustificada invasión a la privacidad de las personas (art. 19, CN) en
la conducta del personal policial que, ante una actitud objetivamente reveladora de un posible peligro
-desoír el llamado a detener la marcha y tomar posición ambos requeridos, separándose uno de otro-
procedió a su detención - aprehensión-y palpado de armas, pues el proceder fue prudente y en
resguardo de un eventual enfrentamiento.
b) El inciso 2º se sustenta en el ineludible cumplimiento por parte de los funcionarios y auxiliares de la
policía -no sólo de la judicial sino también la de seguridad-de las resoluciones adoptadas por el tribunal
(art. 283 en cuanto establece como única autoridad para ordenar la detención al juez y art. 120). Cubre
la situación no sólo de los detenidos sino también de quienes cumplen prisión preventiva o una pena
privativa de la libertad y han eludido el sometimiento a la instrucción o a la ejecución, convirtiéndose en
prófugos.
c) El inciso 3º ensambla con la previsión del art. 285. Aunque deben mediar, por un lado, las dos
condiciones prescritas en primer término -hechos señaladores de la responsabilidad atribuible al
imputado y riesgo de que evite someterse a la jurisdicción-o bien, por otro, el obstáculo para la
pesquisa; ambas situaciones descuentan un sumario en trámite a cargo de las autoridades de
prevención (art. 184 , inc. 8º). Basta que el estado de sospecha no sea meramente subjetivo sino que
obedezca a circunstancias objetivas.
d) El inciso 4º comprende la sorpresa en la comisión del delito.
Aun cuando no hubiese mérito para arrestar (art. 281), configura flagrancia si se advierten, por ejemplo,
en el piso del vehículo armas de guerra. Es que las diferentes medidas de coerción deben interpretarse
con arreglo a su especialidad y tratando de conciliar la rápida y eficiente ejecución de la ley con el
derecho de los ciudadanos a que no resulte menoscabo por método inconstitucional de ejecución de la
ley.
e) La atribución del último párrafo se explica porque, por ejemplo, en algún supuesto de delitos contra la
integridad sexual ocurridos en la vía pública resultaría inaceptable la pasividad policial en limitarse a
presenciar el episodio. Vale como correcta expresión técnica la de “aprehendido” en vez de “detenido”.
El art. 14, párrafo segundo de la ley 24946 -Orgánica del MP-exime del arresto aprehensión-a sus
miembros salvo sorpresa en flagrancia.

Flagrancia
ART 285. Se considera que hay flagrancia cuando el autor del hecho es sorprendido en el
momento de cometerlo o inmediatamente después; o mientras es perseguido por la fuerza
pública, por el ofendido o el clamor público; o mientras tiene objetos o presenta rastros que
hagan presumir vehementemente que acaba de participar en un delito.
a) Este supuesto se ocupa de la flagrancia propiamente dicha. No obstante, la segunda y tercera
oración rebasan ese concepto.
b) Cuando alguien es perseguido por la fuerza pública, por el ofendido o el clamor público, se trata de
un caso de cuasi flagrancia; el margen para la aprehensión es mayor porque no se exige la percepción
directa de la comisión del delito.
c) Lo mismo ocurre en las hipótesis de flagrancia presunta, comprensivas del seguimiento en tanto el
sospechoso presente huellas que permitan inferir su participación en un delito. La utilización del
adverbio de modo “vehementemente” contribuye a restringirla a los casos en que los indicios -hechos
señaladores-que contribuyen a formar la presunción tengan mucha fuerza convictiva.
El acierto de la intuición funcional del preventor, aun confirmado posteriormente, no justifica la orden
policial, pese a resultar razonable la identificación.

Presentación del detenido


286. El funcionario o auxiliar de la policía que haya practicado una detención sin orden judicial,
deberá presentar inmediatamente al detenido en un plazo que no exceda de seis (6) horas, ante
la autoridad judicial competente.
Se refiere a los supuestos de aprehensión. La policía tiene el deber de colocar al detenido a la orden del
juez en el plazo señalado; de lo contrario, incurrirá en la forma de privación ilegítima de libertad (art.
143, inc. 2º, CP) sin perjuicio de las sanciones disciplinarias establecidas en el art. 187.
La urgencia se explica porque no ha mediado previa resolución fundada y por escrito del juez.

Detención por un particular


287. En los casos previstos en los incs. 1º, 2º y 4º del art. 284, los particulares están facultados
para practicar la detención, debiendo entregar inmediatamente el detenido a la autoridad judicial
o policial.
Para los particulares la aprehensión es meramente facultativa y su omisión no acarrea responsabilidad
alguna. Salvo que no cumplan con la colocación del aprehendido ante el juez o la autoridad policial (art.
141 CP).
La exclusión del inc. 3º del art. 284 radica en que éste supone una pesquisa en marcha documentada
en las actuaciones de los preventores.
Se justifica frente al intento de cometer un delito y, en tal caso, el secuestro cumplido resulte eficaz aun
sin acta (CCC, Sala V, JA del 21/XI/2001, pág. 72, “Herrera, M.”). La CCC, Sala IV, considera legítimo el
obrar del personal de seguridad privada de un comercio que detuvo y requisó a las imputadas que
ocultaban prendas sustraídas, cuyos movimientos habían sido detectados a través de una filmación.

CAPÍTULO II -REBELDÍA DEL IMPUTADO


El proceso penal no puede desarrollarse íntegramente -pasar de la instrucción al juicio-sin que el
acusado se encuentre en prisión preventiva o en libertad provisoria.
En la República Argentina no hay proceso penal en contumacia, conforme a la interpretación imperante
sobre la garantía que asegura la inviolabilidad de la defensa en juicio (art. 18 CN).
La prohibición de ser juzgado en ausencia se proyecta incluso para denegar la extradición pasiva -la
solicitada a tribunales de nuestro país (art. 538 párrafo segundo)- al extenderse a quienes han sido
condenados en rebeldía si el proceso no puede reabrirse una vez que se hallen a disposición del Estado
requirente. Por el contrario si se ofrecen garantías suficientes de que el requerido será sometido a un
nuevo juicio en su presencia, corresponde extraditarlo (PIDCP, art. 14.3, ap. d y la CADH, art. 8.1.
aseguran el derecho a hallarse presente en un proceso el primero y a ser oído la segunda, aunque
anotan que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos al interpretar un convenio europeo de texto
similar al último decidió que, aunque no esté mencionado en términos expresos, el derecho a estar
presente en la audiencia es en materia penal un elemento esencial del proceso). La mera invocación de
que la condena se dictó en contumacia no se opone a la entrega cuando la rebeldía se convirtió en un
mero acto declarativo, al haberse cumplido con el extraditado la intimación de los hechos, se le hizo
conocer el contenido de la acusación y tuvo oportunidad de producir su defensa, ofrecer pruebas e
interponer excepciones al contar con asistencia letrada (CS, E.D., t. 173, pág. 621, f. 48.117).
El Estado requirente debe asumir el compromiso concreto de someter al condenado a un nuevo proceso
que satisfaga las exigencias del derecho de defensa; no basta con la representación por un letrado de
confianza, pues para satisfacer las garantías de la defensa en juicio y del debido proceso, el acusado
debe estar presente y tener la posibilidad de comunicarse libre y privadamente con su defensor (arts. 18
CN, 14 inc. 3º, ap. d del PIDCP y 8 inc. 2º, aps. c y d de la CADH; CS, JA del 16/I/2002, “Fabbrocino,
M.” [J 20020185]).

Casos en que procede


288. Será declarado rebelde el imputado que sin grave y legítimo impedimento no compareciere
a la citación judicial, o se fugare del establecimiento o lugar en que se hallare detenido, o se
ausentare, sin licencia del tribunal, del lugar asignado para su residencia.
El emplazamiento para que el imputado comparezca corresponde exclusivamente al tribunal.
La fuga importa ordenar nuevamente la detención (art. 283).
La ausencia tiene como presupuesto la constitución de domicilio a los fines de la libertad provisoria (art.
326) y también en el caso de la falta de mérito (art. 309). Incurre en ella quien no comparece a la
convocatoria judicial, sea en los casos del art. 282 o en los del art. 320 párrafo segundo, siempre que
haya sido notificado como se prevé. La justificación que obstruya la declaración de rebeldía debe
obedecer a una circunstancia de cierta entidad y tornar imposible la asistencia del convocado; el caso
más común será la enfermedad acreditada o verificable (ver art. 292). Si el domicilio del imputado se
conoció a través de datos aportados por el denunciante, la falta de comparecencia puede autorizar su
captura (art. 283), pero no debe ir acompañada de la declaración de rebeldía pues presupone la
violación de deberes procesales legalmente impuestos (CCC, Sala VI, JA 1999-1, síntesis” Pere, A.”).
La fuga exterioriza la incontestable voluntad de soslayar el sometimiento a la jurisdicción.
La libertad provisoria importa una situación restrictiva de la locomoción, para facilitar la comparecencia
dispuesta por el tribunal; todo cambio de residencia se supedita a la anterior venia o ulterior
convalidación por dicho órgano cuando fue anoticiado, después de ocurrido aquél; basta con que se
compruebe que el imputado no vive en el domicilio indicado en la indagatoria (CCC, Fallos, t. I, pág. 62)
para disponer su revocatoria (art. 326).
Aun en el trámite de una extradición pasiva, producida la fuga corresponde paralizar las actuaciones
(CS, Fallos, 323:891 [J 04_323V1T185]).
El planteo de nulidad de la rebeldía y captura debe rechazarse, pues no genera gravamen de imposible
reparación ulterior toda vez que la medida puede subsanarse a través de la presentación del imputado o
la exención de prisión (CCC, Sala I, L.L., del 23/XI/2001, f. 102.940; id., id., L.L., del 12/XI/2001, f.
102.892).

Declaración
289. Transcurrido el término de la citación o comprobada la fuga o la ausencia, el tribunal
declarará la rebeldía por auto y expedirá orden de detención, si antes no se hubiere dictado.
La declaración debe fundarse (art. 123). La detención viene impuesta junto con aquélla, a menos que se
hubiere anticipado al revocarse la libertad provisoria (art. 333); se exceptúan los procesos en que sólo
pueda imponerse multa o inhabilitación (art. 260 CP) pues bastará la orden de comparecencia.

Efectos sobre el proceso


290. La declaración de rebeldía no suspenderá el curso de la instrucción. Si fuere declarada
durante el juicio, éste se suspenderá con respecto al rebelde y continuará para los demás
imputados presentes.
Declarada la rebeldía, se reservarán las actuaciones y los efectos, instrumentos o piezas de
convicción que fuere indispensable conservar.
La acción civil podrá tramitarse en la sede respectiva. Cuando el rebelde comparezca, por propia
voluntad o por fuerza, la causa continuará según su estado.
Consecuencias:
- Si la declaración de rebeldía se produjo antes de la indagatoria, no pueden dictarse las resoluciones
que la tienen como presupuesto (procesamiento, art. 306; prisión preventiva, art. 312) ni las que
anteceden a la clausura de la instrucción (arts. 346 y 347).
- Declarada durante el juicio, el trámite se trunca a partir de entonces. Pero sólo surte efectos
individuales y no alcanza a quienes se han sometido a la jurisdicción.
Por supuesto, la condena posterior a la rebeldía es nula; la defensa no pudo controlar ni intervenir
(CCCFed). Resistencia, JA del 7/XI/2001, pág. 46, “Broda, O.”).
La acción civil queda neutralizada al no poder proseguirse la penal (art. 17). Además, el art. 1101 CC
establece que la ausencia del acusado es una de las excepciones a la prejudicialidad de la condena
penal sobre el juicio civil; de manera que podrá continuarse, en la sede pertinente, con dicho proceso.
b) Casuística: mientras subsista la rebeldía, no puede haber diálogo procesal posible entre el prófugo y
el tribunal. Aun tratándose del recurso extraordinario, la CS ha dicho que no le corresponde el amparo
constitucional mientras se encuentre en esa condición; igual criterio sigue en el caso del recurso
ordinario cuando era admisible en orden a las revisiones decididas por las cámaras federales. Cabe
distinguir “...entre quien es simplemente un fugitivo de la justicia que voluntariamente se excluye de sus
obligaciones de aquél que, con motivo de un abuso funcional enmarcado en la doctrina de la
arbitrariedad, es víctima de una equivocada interpretación de las normas legales que rigen los
beneficios de la exención de prisión y la excarcelación, con un perjuicio irreparable para la libertad
física.
La CNCP, Sala III, ha resuelto que la condición de prófugo obsta también al planteo del recurso de
revisión.
Tampoco puede nombrar defensor, pues para ello tiene que constituirse como imputado (art. 104). No
obstante, y conforme a las circunstancias del caso, se ha admitido la posibilidad de actuación de un
letrado como defensor del prófugo en atención a tratarse de una persona preventivamente detenida en
el extranjero, como consecuencia de una solicitud de la justicia argentina (CF Capital, JA 1963-III-373, f.
6927).
El defensor del prófugo o declarado en rebeldía carece de derecho para dirigir peticiones que no podría
realizar el propio interesado sin constituirse en detención (CCC, Fallos, t. I, pág. 227); por ejemplo, no
puede proponer diligencias (art. 199). La única petición admisible a quien todavía no ha comparecido
consiste en solicitar la exención de prisión (art. 316).
Efecto de la rebeldía es también el trámite previsto por el art. 6 párrafo segundo de la ley 20785
referente a los bienes objeto de secuestro en las causas penales.
El abogado defensor del prófugo puede deducir la prescripción (CCC, Fallos, t. II, pág. 268). En cambio,
carece de atribuciones para impugnar una decisión adversa (CCC, Sala IV, JA 1997IV-589 [J 974659]).
La representación del rebelde en juicio por apoderado es inadmisible, por ende no puede deducir
casación a través de ese arbitrio (CCC, Sala V, L.L., del 26/IX/2000, f. 100.959). Además el imputado
continúa sometido a proceso y la decisión no constituye sentencia definitiva ni equiparable (CNCP, Sala
I, L.L., del 30/X/2000, f. 101.094).

Efectos sobre la excarcelación y las costas


291. La declaración de rebeldía implicará la revocatoria de la excarcelación y obligará al
imputado al pago de las costas causadas por el incidente.
Sobre la revocatoria de la excarcelación ver art. 333.
En cuanto a las costas rige el principio general del art. 531.
Constituye una decisión propia del juez de la causa insusceptible de causar gravamen irreparable y
tampoco se encuentra prevista expresamente su recurribilidad, por eso es improcedente su apelación

Justificación
292. Si el imputado se presentare con posterioridad a la declaración de su rebeldía y justificare
que no concurrió hasta ese momento a la citación judicial debido a un grave y legítimo
impedimento, aquélla será revocada y no producirá los efectos previstos en el artículo anterior.
La CNCP, Sala IV, entiende que no se exige la comparecencia personal del rebelde, considerando
cubierto el recaudo por la presentación de un certificado médico, por parte de la defensa (JA del
8/XII/2004, pág.64)

CAPÍTULO VI -PRISIÓN PREVENTIVA


a) Naturaleza jurídica
Es la medida cautelar de carácter personal más intensa pues, una vez dispuesta y hecha efectiva,
elencarcelamiento perdura durante todo el trámite del proceso. A menos que el encierro pueda hacerse
cesarmediante la excarcelación; sobre todo al cumplirse el plazo de dos años. Generalmente se dicta al
convertir la detención en prisión, lo que significa un progreso en torno a la sospecha inicial que, de
eficaz para promover la instrucción, ha prosperado. Al decidirse, aquella probabilidad se ha convertido
en posibilidad. Pero nada obsta a que, cubiertos los extremos formales del art. 312, se haga efectiva
respecto de una persona que se encuentre en libertad; es posible soportar prisión preventiva sin
transitar previamente por el estado de detención.
b) Requisitos
Tiene los mismos presupuestos que el auto de procesamiento (art. 306). Respecto al de carácter formal
-declaración indagatoria-parece obvio que, en los casos de extradición activa (arts. 52 y 53), su previa
recepción no resultaba necesaria, pues podía tornarse de cumplimiento imposible; tal el supuesto de
que el imputado no haya comparecido en momento alguno ante el tribunal. Ahora basta con la orden de
detención si contiene el relato de los hechos, la calificación legal correspondiente y los motivos para
sospechar que el requerido tomó parte en el delito (art.
63, ley 24767).
Si se trata de cubrir las exigencias para solicitar el cumplimiento de la prisión a un país extranjero
-extradición activa-, su decisión corresponde al juez de la causa tanto nacional como provincial.
No reclama el grado de creencia propio de la certeza sino que debe satisfacerse con la posibilidad o,
mejor aún, con la verosimilitud. Sólo debe valorarse la existencia de la realidad objetiva como
fundamento indispensable de la medida cautelar, encuadrándola en determinada figura criminosa Si los
hechos que la originan son varios, corresponde analizarlos por separado.
Es una medida propia de la instrucción. Sólo hacen excepción a este principio las causas tramitadas
según el procedimiento especial previsto por la Ley de Defensa de la Competencia, cuyo art. 38 autoriza
a dictarla, en esos casos, al tribunal de juicio, dándose una situación similar a la que puede presentarse
en los juicios por delitos de acción privada, en los que también incumbe hacerlo al órgano juzgador (art.
427).
Tanto la simple detención como la prisión preventiva resultan computables a los fines de la eventual
condena (art. 24 CP)
c) Recurribilidad
Por implicar el encierro se descuenta que la prisión preventiva injusta, a criterio de quien deba
soportarla, se hace pasible de recurso de apelación pues, aun dictada de oficio, se trata de una
interlocutoria que decide cuestiones o situaciones importantes para la marcha del proceso. Si bien por
vía de principio las interlocutorias son resoluciones dictadas con previa sustanciación, existe
aquiescencia en materia procesal penal en comprender dentro de aquel género a toda resolución que
fije un hito en el trámite. Fuera de duda que la prisión preventiva así resulta; en consecuencia, la
impugnación es admisible según lo prescripto por el art. 449. Dicho texto posibilita también considerarla
como una resolución causante de gravamen irreparable, lo cual, de cualquier modo, tornaría admisible
el recurso de apelación. Con carácter previo puede solicitarse su revocatoria por vía del recurso de
reposición (art. 446) y dejar planteada en forma subsidiaria la apelación (art. 448). El art. 448 advierte
que la medida cautelar se cumple no obstante la interposición del recurso. Aunque la prisión preventiva
resulte autónomamente apelable con relación al auto de procesamiento (art. 312) dicha impugnación no
tiene efecto suspensivo; si no se cuestionó la revocatoria de excarcelación previamente otorgada, debe
cumplirse el encierro.
Dictada a raíz de disponerse el procesamiento del imputado y en cuanto la calificación del delito no se
ve reemplazada por una figura penal mas gravosa -en cuya virtud ya se encontraba regularizada la
detención del encausado-no torna imperativo un nuevo auto pues el anterior conserva plena eficacia.
La prisión preventiva puede impugnarse en forma separada del procesamiento si tanto el defensor como
el imputado se persuaden de su improcedencia; dicha orden es cuestionable como consecuencia de
que también lo es aquél; salvo casos excepcionales.
Desde luego que esto descuenta, amén del dictado coetáneo de ambas resoluciones, que no se
confirme la libertad provisional decretada antes (art. 312 ).
El agravio, precisamente, radica en que el procesamiento pudo decretarse sin prisión preventiva (art.
310). Esto significa, en los casos en que se dicte el procesamiento encontrándose en libertad el
imputado, que las restricciones a su libertad personal resultarán menos intensas que las previstas para
la excarcelación. En efecto, el art. 310 autoriza la puesta en libertad sin forma alguna de caución; a lo
sumo se faculta al magistrado para imponer ciertos límites.
En vez, la excarcelación debe extenderlas a las fijadas en el art. 326, que son mayores, amén de lo
innecesario de la caución en el caso de procesamiento sin prisión preventiva. Por ende, del cotejo entre
las mínimas limitaciones del art. 312 frente a las exigencias del art. 326 y a las garantías de los arts.
320, 322 y 324, se pone de manifiesto el agravio. La impugnación de la prisión preventiva no cercena el
derecho a recurrir la denegatoria de la excarcelación (art. 332). No hay incompatibilidad en el trámite
simultáneo; a lo sumo, de prosperar la puesta en libertad por cualquiera de las dos vías, resultará
innecesario que el tribunal decida sobre la otra pues ya no hay interés al neutralizarse el agravio y la
cuestión se ha convertido en abstracta. No obstante, se ha hecho prevalecer la falta de previsión
expresa en la ley para considerar erróneamente concedido el recurso de apelación contra el auto de
prisión preventiva; aunque, por haberse deducido también contra la denegatoria de excarcelación, al
prosperar esta impugnación se dejó sin efecto la prisión preventiva resuelta en el principal.
El auto de prisión preventiva no constituye, en principio, sentencia definitiva ni es equiparable a ella en
los términos del art. 14 de la ley 48. Como excepción se ha admitido la procedencia del recurso
extraordinario federal si la frustración del instituto de la excarcelación surge del reenvío que las normas
que lo regulan hacen a la calificación efectuada en aquélla. Por ello procede cuando carece de toda
fundamentación al no hacerse mención alguna a cuál es la conducta punible; se estimó desconocida la
garantía de la defensa en juicio.

Procedencia
ART 312. El juez ordenará la prisión preventiva del imputado al dictar el auto de procesamiento,
salvo que confirmare en su caso la libertad provisional que antes se le hubiere concedido,
cuando:
1º) Al delito o al concurso de delitos que se le atribuye corresponda pena privativa de la libertad
y el juez estime, prima facie, que no procederá condena de ejecución condicional.
2º) Aunque corresponda pena privativa de libertad que permita la condena de ejecución
condicional, si no procede conceder la libertad provisoria, según lo dispuesto en el art. 319.
a) Principios generales
Ninguna medida cautelar puede ser desnaturalizada al encararla como anticipo de pena.
Bien puede ocurrir que la libertad provisional se haya otorgado al resolver una exención de prisión (art.
316) y no resulte estrictamente necesario modificarla, pues no se advierte motivo para hacerlo en razón
de no preverse obstáculo para la pesquisa o que el imputado se sustraiga del sometimiento al juicio.
Queda en claro el distingo que efectuamos entre procesamiento y prisión preventiva, pues aquél no
supone necesariamente el encierro.
A su vez tampoco la prisión preventiva implica el encierro durante todo el desarrollo del proceso de
conocimiento ya que puede cesar mediante la excarcelación (art. 316).
b) Requisitos
En los dos incisos se prevén los únicos casos en que procede la privación de libertad. Por un lado, debe
descartarse que la eventual condena sea de ejecución condicional y, por otro aunque aquel extremo se
presente como viable-, que no operen las restricciones que el art. 319 establece para conceder la
libertad provisoria.
Como medida cautelar, la prisión preventiva depende de que exista una apariencia o verosimilitud del
derecho -la ulterior concreción de la sentencia condenatoria como único título valedero para imponer la
pena-y el temor fundado de que tal derecho se frustre o sufra menoscabo durante la sustanciación del
proceso tendiente a tutelarlo. Dichos presupuestos apariencia del derecho y peligro en la demora-son
comunes a las medidas cautelares en el proceso civil; pero en este último se exige un tercer recaudo
consistente en la prestación de contracautela por parte de quien la reclama: el sujeto activo. Dicha
exigencia no juega, por vía de principio, en el proceso penal, pues la contracautela es sólo presupuesto
de las medidas precautorias que versan sobre bienes -embargo e inhibición-y consisten en las garantías
a suministrar por quienes las solicitan o aquellos a cuyo favor se decretan; su objeto es asegurar la
reparación de los daños que pudiesen ocasionarse a quienes deban soportarlas en el supuesto de
haber sido decretadas indebidamente (art. 519).
c) Casuística
Al fijarse como momento final para el otorgamiento de la exención el dictado de la prisión preventiva
(art.316), se pone de manifiesto que la persona a quien se le ha decretado debe someterse a la
jurisdicción pues, de lo contrario, no cabe aceptarle la apelación.
El hito inicial para computar el tiempo de privación de la libertad lo constituye el día de la detención,
aunque fuese anterior a la fecha en que fue dispuesta la prisión preventiva. Durante el juicio oral, sólo
especiales circunstancias, escrupulosamente fundadas, pueden avalar su sustento. La duración
razonable exige detenerse en límites absolutos -principio de proporcionalidad, pues no puede exceder el
plazo de la pena-y relativos -complejidad e implicancias del caso, actividad del órgano judicial y
conducta procesal del acusado.
d) Duración
La ley 25430 -al sustituir el art. 1 de la ley 24390-estableció que “La prisión preventiva no podrá ser
superior a dos años, sin que se haya dictado sentencia. No obstante, cuando la cantidad de los delitos
atribuidos al procesado o la evidente complejidad de la causa hayan impedido el dictado de la misma en
el plazo indicado, éste podrá prorrogarse por un año más, por resolución fundada, que deberá
comunicarse de inmediato al tribunal superior que correspondiere, para su debido contralor”.
A su vez, el art. 2 impone: “Los plazos previstos en el artículo precedente no se computarán a los
efectos de esta ley, cuando los mismos se cumplieren después de haberse dictado sentencia
condenatoria, aunque la misma no se encontrara firme”. Por su parte, el art. 3 dice: “El Ministerio
Público podrá oponerse a la libertad del imputado por la especial gravedad del delito que le fuere
atribuido, o cuando entendiera que concurre alguna de las circunstancias previstas en el art. 319 del
Código Procesal Penal de la Nación, o que existieron articulaciones manifiestamente dilatorias de parte
de la defensa”.
Además, el art. 4 establece que “Si la oposición fundada en la última circunstancia mencionada en el
artículo anterior fuere aceptada, las demoras causadas por las articulaciones objetadas no serán
computadas.
“No mediando oposición alguna o cuando éstas fueren rechazadas, el tribunal podrá poner en libertad al
procesado, bajo la caución que considere adecuada.
“La cuestión deberá ser resuelta en el plazo de cinco días y los recursos que se interpongan contra la
resolución que acuerde la libertad al detenido, por aplicación de la presente ley, tendrán efecto
suspensivo”.
Cabe hacer excepción al cómputo del plazo si el imputado evadió la jurisdicción nacional, se instaló en
su país de origen sorteando los controles fronterizos y surgió la necesidad de tramitar un pedido de
extradición.

Tratamiento de presos
ART 313. Excepto lo previsto por el artículo siguiente, los que fueren sometidos a prisión
preventiva serán alojados en establecimientos diferentes a los de los penados. Se dispondrá su
separación por razones de sexo, edad, educación, antecedentes y naturaleza del delito que se
les atribuye.
Podrán procurarse, a sus expensas, las comodidades que no afecten al régimen carcelario y la
asistencia médica que necesiten, sin perjuicio de la gratuita que deberá prestarles el
establecimiento donde se alojen, por medio de sus médicos oficiales, recibir visitas íntimas
periódicas sin distinción de sexo, en las condiciones que establezca el reglamento respectivo y
usar los medios de correspondencia, salvo las restricciones impuestas por la ley.
Los jueces podrán autorizarlos, mediante resolución fundada, a salir del establecimiento y ser
trasladados bajo debida custodia, para cumplir sus deberes morales en caso de muerte o de
grave enfermedad de algún pariente próximo, por el tiempo que prudencialmente se determine.
A nuestro modo de ver, las relaciones íntimas contempladas son tan sólo las que se realizan entre
personas heterosexuales. El ámbito de privacidad garantizado por el art. 19, CN no autoriza siquiera a
suponer que el Estado pueda fomentarlas cuando son de carácter homosexual. No obstante la
equivocidad del texto, cabe entender que por resultar una desviación del instinto sexual normal, su
facilitación no se compadece con las exigencias del bien común.
El precepto concreta los derechos a la integridad personal reconocidos por el art.5, inc. 4 de la CADH;
allí se establece la necesidad de separar a los procesados de los condenados y de asignar a aquéllos
un tratamiento adecuado a su condición de personas no condenadas.
Las visitas íntimas comprenden a las relaciones estables posteriores a la detención.
Se acepta que deben acordarse también a quienes padecen el virus
H.I.V.

Prisión domiciliaria
ART 314. El juez ordenará la detención domiciliaria de las personas a las cuales pueda
corresponder, de acuerdo al Código Penal, cumplimiento de la pena de prisión en el domicilio.
Se refiere al art. 10, CP.
Si bien el art. 33 de la ley de ejecución de la Pena Privativa de la Libertad 24660 establece la posibilidad
de la prisión domiciliaria respecto de quien cumple condena, resulta equitativo también se aplique a los
procesados puesto que, respecto de ellos rige el principio de presunción de inocencia y la extensión se
reafirma a través del art. 11 de aquella ley.
La aplicación del art. 11 de la ley 24660, en cuya virtud se extienden a los procesados las normas que la
integran, salvo lo establecido en el 7º, id. referente al tratamiento de los condenados, opera en tanto
resulten más favorables y útiles para resguardar su personalidad. La detención domiciliaria establecida
por la ley prevé por un lado la situación de quien padece enfermedad incurable en período terminal y,
por otro, la de quien tiene más de 70 años, extremos que rigen de manera independiente. Además, la
denegatoria puede pugnar con el art. 7, inc. 2º, CADH que proclama que nadie puede ser sometido a
prisión o encarcelamiento arbitrario. Si se deniega la solicitud se torna procedente la apelación pues se
halla en juego el acceso a la jurisdicción garantizado por el art. 7, inc. 6º.
Quien padece una enfermedad incurable puede obtener la excarcelación bajo las condiciones
generales; en el caso del SIDA se ha otorgado por razones de humanidad y por el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano.

Menores
ART 315. Las disposiciones sobre la prisión preventiva no regirán con respecto a los menores de
18 años, siéndoles aplicables las correspondientes normas de su legislación específica.

CAPÍTULO VII -EXENCIÓN DE PRISIÓN. EXCARCELACIÓN


a) Justificación
El art. 18, CN establece que ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo; la única
fuente legítima de privación de la libertad con carácter permanente, no es otra que la sentencia
definitiva con que culmina el proceso -tal el alcance de la expresión “juicio previo”-regular y legalmente
llevado a cabo ante los “...jueces designados por la ley antes del hecho de la causa...” según reza el
mismo art. 18.
En los Estados modernos, el derecho penal no se aplica de manera inmediata frente a un hecho que
presenta los caracteres del delito, como sucede en tiempos de barbarie, sino que la efectiva vigencia de
las normas que lo integran requiere una ineludible actividad entre el hecho y la eventual imposición de la
pena, tendiente a dilucidar si corresponde el castigo; ésa es la función asignada al proceso penal cuyo
válido desarrollo exige el sometimiento del imputado al juicio.
Entre el hecho y el juicio debe mediar el proceso. Esto significa que, hasta el momento del
pronunciamiento definitivo y para no frustrar la realización del derecho penal material, resultan
procedentes las medidas cautelares de carácter personal.
Además, al reconocerse el principio de inocencia se refuerza la proscripción de la pena antes del juicio,
consagrándose el disfrute de la libertad ambulatoria durante el trámite de la causa.
b) Principios generales
La Corte Suprema ha dicho que, aunque no consignada en términos expresos, la limitación de la prisión
preventiva mediante la fianza de cárcel segura, deriva de la cláusula final del art. 18, CN, añadiendo que
la excarcelación procede como garantía constitucional y no como simple concesión de la ley penal de
forma.
De todos modos el juez debe anoticiar al imputado, en el momento de la indagatoria, acerca de las
disposiciones legales sobre libertad provisional (art. 30). Siempre que se preserve la eventual aplicación
de la pena por otro medio menos gravoso, corresponde la libertad provisoria que se funda en la CN,
nace de la forma republicana de gobierno y el espíritu liberal de nuestras instituciones.
Por ello y pese a que las fórmulas de los arts. 316 y 317 parecen presentarla como una facultad judicial
debe rechazarse esa conclusión que pugna con la jerarquía normativa señalada por el art. 31, CN. Si la
Ley Suprema garantiza en determinadas condiciones (art. 28) la libertad, pendiente el proceso (art. 18),
ninguna ley de rango inferior puede desconocerlo (arts. 31 y 14, incs. 1º y 2º de la ley 48).
Al igual que los demás derechos constitucionales, el tuitivo de la libertad de locomoción (art. 14 CN), si
bien no puede ser alterado, se supedita a las leyes que reglamenten su ejercicio (art. 28). A pesar de su
naturaleza constitucional no existe un derecho irrestricto a la libertad provisoria - exención de prisión y
excarcelación-pues debe adecuarse a las disposiciones procesales siempre que éstas no rebasen el
ámbito de la Ley Suprema y se presenten como su derivación razonada. Al punto que debe tenerse
presente lo dispuesto por el art. 7, inc. 5º de la CADH en cuanto subordina la puesta en libertad, sin
perjuicio de la prosecución del proceso, cuando se exceda un “plazo razonable”; la CS no fija un límite
temporal preciso pues lo subordina al caso concreto.
En síntesis: si bien es dable reconocer raigambre constitucional a los institutos reguladores de la
libertad provisoria, no es menos cierto que también reviste ese origen su necesario presupuesto. Es
preciso conjugar el derecho de la sociedad a defenderse contra el delito, con el de quien soporta la
condición de imputado. Este difícil equilibrio excluye el examen de la conveniencia o acierto del criterio
adoptado por el legislador en el ámbito propio de sus atribuciones.
c) Aplicación temporal de la ley
Si bien las normas procesales, por vía de principio, se aplican a todos los actos cumplidos durante su
vigencia sin atender a las disposiciones existentes en el momento de la comisión del hecho, que como
hipótesis delictual, constituye el objeto del proceso, tal principio sufre excepción en lo referente a la
libertad provisoria. En efecto: es posible aplicar ultractivamente una ley más benigna al resolver.
d) Naturaleza jurídica
En el proceso penal no sólo existen medidas de coerción personal directa -cuyas dos máximas
expresiones son la detención (art. 283) y la prisión preventiva (art. 312) y menor resulta la aprehensión
(arts. 284 y 287)-pues con el mismo propósito de asegurar la presencia del imputado, durante su
desarrollo, existen otras -también cautelares-que se traducen en medios indirectos, coadyuvantes a la
misma finalidad: exención de prisión -para evitar el encierro-, excarcelación - para hacerlo cesar-y
procesamiento sin prisión preventiva según las peculiaridades señaladas al analizar el art. 310.
Tanto unas como otras concretan los diversos grados de la actividad coercitiva que habrá de afectar,
con diferente intensidad, la libertad del imputado o procesado.
También pueden soportar medidas cautelares de carácter personal directas los testigos.
Corresponde advertir sobre la ya apuntada incorrección de calificar al instituto de la libertad provisoria
como un apéndice de la contracautela. Se trata de medidas cautelares que implican sólo un estado de
libertad vinculada a los fines del proceso, como consecuencia de una declaración judicial.

Exención de prisión. Procedencia


Art 316 Toda persona que se considere imputada de un delito, en causa penal determinada,
cualquiera sea el estado en que ésta se encuentre y hasta el momento de dictarse la prisión
preventiva, podrá, por sí o por terceros, solicitar al juez que entienda en aquélla su exención de
prisión.
El juez calificará el o los hechos de que se trate, y cuando pudiere corresponderle al imputado
un máximo no superior a los ocho (8) años de pena privativa de la libertad, podrá eximir de
prisión al imputado. No obstante ello, también podrá hacerlo si estimare prima facie que
procederá condena de ejecución condicional, salvo que se le impute alguno de los delitos
previstos por los arts. 139, 139 bis y 146 del Código Penal.
Si el juez fuere desconocido, el pedido podrá hacerse al juez de turno, quien determinará el juez
interviniente y le remitirá, si correspondiere, la solicitud.
a) Sujeto pasivo
El concepto de imputado se establece en el art. 72 aunque el texto autoriza a extenderlo y cubrir
hipótesis lindantes con las que autorizan el hábeas corpus preventivo (art. 3, inc. 1º de la ley 23098).
A fin de evaluar la procedencia de la exención de prisión en este sentido, la CNCP, Sala IV, considera
que el derecho de defensa está relacionado con la existencia de una imputación y no con el grado de
formalización de ella. Debe ser ejercido desde el primer acto de procedimiento en sentido lato, es decir,
desde el mismo momento en que la imputación existe, por vaga e informal que ésta sea; esto incluye las
etapas “preprocesales” o policiales
b) Tiempo
Procede al tiempo de la radicación judicial (arts. 188, 194 y 195), siempre que no se haya efectivizado la
aprehensión (art. 284, inc. 3º).
Constituye un arbitrio tendiente a preservar la libertad de quien no ha sido aún encarcelado y resulta
admisible hasta el dictado de la prisión preventiva, pues entonces precluye la posibilidad de lograrla. A
partir de allí la solicitud deviene inadmisible, aun cuando no se haya hecho efectivo el encierro. Si por
inadvertencia o de manera aviesa se diera curso favorable a una petición, cuando ha caducado el plazo
para tramitarla, correspondería al agente fiscal anoticiar su nulidad por vía incidental (arts. 166 y 169) o
bien involucrarla al deducir el recurso previsto por el art.332, con miras a la ulterior vía casatoria (art.
456, inc. 2º).
c) Procedencia
La referencia a “causa penal determinada” significa que sin proceso penal abierto el pedido de eximición
es inadmisible. Debe tenerse en cuenta que si la imputación es real y concreta, en algún supuesto
cabría instar la exención aun antes de la existencia material de la causa en tribunal penal alguno; sería
el caso de la detención ordenada por un juez de comercio en los términos del art. 234 de la ley 19551
-ahora derogado por ley 24522 Ver Texto (conf. su art. 233)-, en relación a un delito para cuya
investigación se ha ordenado la remisión de los autos a la justicia penal. De lo contrario se estaría frente
a una situación similar a la que torna admisible el hábeas corpus preventivo.
d) Sujetos facultados a peticionarla
En cuanto a los terceros, guardan una relación con la persona en nombre de quien propician la
exención, que es la de una gestión oficiosa representativa (arts. 1869 y sigs., CC) o un mandato.
También puede solicitarla la persona requerida de extradición o cuyo arresto provisorio por ese motivo
se ha recabado.
La diferencia con la excarcelación consiste en que quien la postula se encuentra en libertad y procura
preservarla.
En cuanto a los menores, una vez que cesó el régimen tutelar de disposición y pueden soportar
encierro, también pueden instarla
e) Juez competente
La competencia para resolver -según el párrafo tercero-otorga a este instituto ciertos matices propios
del hábeas corpus preventivo. Si la solicitud se presenta ante el juez de turno no se afecta el principio
constitucional del juez natural; siempre, desde luego, que no se haya individualizado al tribunal bajo
cuya dirección actúan los preventores (art. 186); en ese caso no resultaría legítimo que un magistrado
distinto del que tiene a su cargo la instrucción conozca lo atinente a la libertad del imputado. A favor del
criterio de que el principio del juez natural no sufre mengua por la intervención del que se halla de turno
surge la exigidad del plazo establecido para la decisión (art. 331). Por otro lado, esa fugaz tarea está
disciplinada para obtener una más pronta protección del imputado. A raíz de la detención del fallido cuya
orden podía disponer el juez de comercio se ha considerado que la eximición de prisión en tal caso no
incumbe al juez de la quiebra sino a la justicia penal
No impide la libertad provisoria registrar rebeldías; en todo caso deberá fijarse una caución en atención
a la capacidad económica.
f) Requisitos
El encuadre jurídico del suceso -calificación penal del hecho-resulta imprescindible porque tanto la
escala penal aplicable en abstracto como la posible modalidad de ejecución condicional de la pena
subordinan su procedencia. El tope constituido por el máximo opera con independencia de la viabilidad
de la suspensión de la pena.
Ante una norma similar del Código anterior, resolvió en idéntica forma la CCC.
Si la resolución no atiende a la necesidad de mantener detenido en prisión al imputado -a quien todavía
no se le ha impuesto de los cargos en su contra-ni tampoco surgen cuáles podrían ser las razones de la
medida cautelar, corresponde conceder la soltura pese a la escala penal fijada para el delito.
En el caso de concurso real debe rechazarse la soltura si la pena mínima prevista, la cantidad y
gravedad de los hechos atribuidos y las pautas fijadas en el art. 41, CP, permiten avizorar que no
correspondería condena de ejecución condicional.
Quien registra una condena a prisión anterior -compurgada con el tiempo de detención-no resulta
excarcelable pues la pena a imponer en el nuevo proceso resultará de cumplimiento efectivo. Pero si la
condena en suspenso dictada en el proceso anterior no se encontraba firme al momento de la eventual
comisión de los hechos, la exención de prisión deviene procedente.
No obsta a la soltura del imputado el hecho de que esté sometido al régimen de suspensión del juicio a
prueba en el marco de otro proceso.
Se ha marcado un sesgo nuevo al decidir que no cabe referirse a la calificación jurídica del hecho
investigado si la que ha sido asignada no obsta a la concesión del derecho pues la procedencia de la
excarcelación sólo se haya supeditada, en principio, al pronóstico de elusión o entorpecimiento de la
justicia por el acusado.
Ziffer considera, con razón, que los impedimentos a la libertad provisoria deben ser tomados con sumo
cuidado y sin atender a la innegable gravitación de la justicia mediática. El argumento para denegar no
debe enderezarse para predecir penas draconianas, sino analizar con cuidado cuáles son las razones
que autorizan a afirmar que existe la posibilidad cierta de que el imputado impedirá la realización del
proceso y por qué razón la detención sería la única alternativa útil y proporcionada.
Por el contrario, se ha dicho que para decidir la excarcelación es menester efectuar la determinación de
la pena aplicable, hipótesis que no es posible cumplir antes del debate, oportunidad en que recién se
contará con los elementos de juicio necesarios para arribar a una decisión justa.
g) Recurribilidad
No puede denegarse el recurso extraordinario contra la decisión desestimatoria de la exención, con
fundamento en la doctrina según la cual la condición de prófugo obsta a su admisión, pues no puede
extenderse a los casos en que la misma ley permite al interesado permanecer en libertad mientras se
discute su otorgamiento.
h) Casos especiales
El agregado introducido por ley 24410 deja afuera la libertad provisoria cuando el hecho objeto del
proceso se adecue al tipo de los arts. 139, 139 bis y 146 del CP. El art. 139 castiga con prisión de dos a
seis años la suposición de parto en su inciso primero y la modificación de la identidad de un menor de
10 años mediante cualquier acto que la haga incierta, la altere o la suprima y a quien lo retuviere u
ocultare en su inciso 2º. El art. 139 bis reprime con reclusión o prisión de tres a diez años, en su párrafo
primero, la facilitación, promoción o intermediación en la perpetración de esos delitos, haya mediado o
no precio o promesa remuneratoria o ejercido amenaza o abuso de autoridad. El art. 146 comprensivo
de los delitos contra la libertad individual y reprime con prisión o reclusión de cinco a quince años, a
quienes sustrajeren a un menor de 10 años del poder de sus padres, tutor o persona encargada de él o
a quien lo retuviere u ocultare. Hemos comprometido opinión en el sentido de que cuando el legislador
estima un encuadre jurídico determinado, como enervante para el sometimiento del imputado al juicio
no aparecen reparos desde el punto de vista constitucional. Así abordamos en su momento la discutida
cuestión referente a los denominados “delitos no excarcelables” que, en el régimen del Código
derogado y hasta la vigencia de las reformas introducidas por ley 20516, bastaba para obstaculizar el
otorgamiento de la libertad provisoria la mera calificación de los hechos. El legislador nacional no está,
pues, limitado constitucionalmente para impedir dicha libertad cuando lo estime necesario. Las leyes
que establecen la permanencia en prisión del imputado durante la sustanciación del proceso por obstar
a su libertad provisoria no afectan ninguno de los derechos consagrados por la CN.
Claro está que hay decisiones y opiniones muy respetables en sentido contrario pues se sostiene que el
encarcelamiento preventivo regulado a priori como necesario, sin atender a las circunstancias del caso
saca la cuestión del mero campo cautelar para convertirse en una forma de coerción contraria a la
garantía fundamental.
El caso de los “delitos no excarcelables” responde a la preocupación del legislador por no facilitar la
impunidad de los imputados en casos graves.Del mismo modo opera la fijación de máximo de la
sanción prevista para el delito o la posibilidad de que la condena a recaer sea de ejecución condicional,
como pautas atendibles para su otorgamiento. En todo caso el reparo consistente en que se trata de
una desnaturalización del encarcelamiento preventivo por considerarse una suerte de pena aún no
impuesta -en abierta colisión con el principio de inocencia también descartaría la viabilidad de la libertad
provisoria en función de la pena previsible. Como en toda cuestión procesal penal pugnan dos
intereses: el individual en preservar la libertad y el social en sancionar, con justicia, a los responsables.
Por ende no parece un despropósito cubrir ambos criterios (arts. 319, y 320, párrafo segundo). Con el
mismo fundamento, no cabe objetar el señalamiento en la ley de la caución real como única vía para la
obtención de la libertad provisoria.
El Alto Tribunal parece haber dado un corte a la cuestión al considerar que la ley 24410 al excluir a
determinadas categorías de personas del régimen general de excarcelación contemplado en el art. 317,
inc. 1º y hacerlo, exclusivamente, sobre la base de la naturaleza del delito imputado y la protección de
los bienes jurídicos sobre los que se vincula, pugna con la CN. Considera que el art. 18 guarece tanto el
principio de inocencia como el derecho a gozar de libertad durante el proceso.
Ambos resultan menoscabados al haber utilizado el legislador la presunción de que el imputado en
estos casos podía eludir la acción de la justicia, más allá del monto máximo de la pena considerada en
abstracto.
El Congreso ha ejercido una prerrogativa similar a la conferida por el art. 75, inc. 12, en cuya virtud
puede declarar la criminalidad de unos actos, desincriminar a otros e imponer penas y, asimismo,
aumentar o disminuir la escala penal en los casos en que lo estime pertinente. También resulta mengua
para la garantía de la igualdad pues, en vez de utilizar las facultades que la CN le confirió para la
protección de bienes jurídicos mediante el aumento o disminución de la escala penal, recurrió a la
prisión preventiva con fines intimidatorios o disuasivos, lo cual significa el establecimiento por esa vía de
agravaciones propias de la ley sustantiva. Añade que la limitación de la libertad personal durante el
proceso motivada en el reproche o la repulsa social de algunas conductas -por más aberrantes que
puedan ser-, como remedio tendiente a combatir el auge de determinada delincuencia, ante la
necesidad de mayor protección de determinados bienes jurídicos, importa alterar arbitrariamente los
ámbitos propios de las distintas esferas constitucionales para el ejercicio de las prerrogativas
legisferantes y desvirtúa la naturaleza cautelar de la prisión preventiva, al convertirla en una verdadera
pena anticipada.

Excarcelación. Procedencia
ART 317 La excarcelación podrá concederse:
1º) En los supuestos que correspondiere la exención de prisión.
2º) Cuando el imputado hubiere cumplido en detención o prisión preventiva el máximo de la pena
prevista por el Código Penal para el o los delitos que se le atribuyan.
3º) Cuando el imputado hubiere cumplido en detención o prisión preventiva la pena solicitada
por el fiscal, que a primera vista resultare adecuada.
4º) Cuando el imputado hubiere cumplido la pena impuesta por la sentencia no firme.
5º) Cuando el imputado hubiere cumplido en detención o prisión preventiva un tiempo que, de
haber existido condena, le habría permitido obtener la libertad condicional, siempre que se
hubieran observado los reglamentos carcelarios.
a) El inciso 1º remite a las previsiones del artículo anterior. Si la eventual condena fuera de
cumplimiento efectivo, la excarcelación debe sujetarse a caución real.
b) La inobservancia de lo prescripto por el inciso 2º haría incurrir al juez en una de las figuras de prisión
preventiva ilegal reprimida por el art. 270, Código Penal. Es que ha desaparecido todo interés en frustrar
el juicio oral mediante la fuga, al par que se neutralizó el propósito de impedir el desarrollo de la
investigación, mira que entonces resultará inocua.
Aquí la excarcelación correspondería a una falta de disposición legal expresa. Es uno de los supuestos
que compelen al tribunal a proceder oficiosamente (art. 318). No proceden las restricciones previstas en
el art. 319, del mismo modo que resultaría inaceptable “...trabar un embargo preventivo por una
cantidad superior al monto de la deuda”.
c) En cuanto a la hipótesis del inciso 3º, recién habrá de existir requerimiento fiscal propiciando una
pena determinada en ocasión de formularse las conclusiones finales por el MP ante la Cámara (art.
393), momento en el cual se completa la acusación comenzada al impeler la elevación a juicio en los
términos del art. 346, párrafo segundo. Por eso, virtualmente, carece de operatividad.
Por eso la demora en elevar la causa a juicio no puede prolongar la privación de libertad del imputado,
pues dicha restricción sólo tiende a asegurar el resultado de la investigación.
El cómputo se efectúa de acuerdo al art. 24, Código Penal; se destaca el acierto de haber incluido a la
detención. En realidad es una causal propia del sistema escrito para evitar la prolongación del encierro
cuando media un pedido fiscal de pena y la decisión final demandará un lapso prolongado. En vez “...en
el sistema de enjuiciamiento mixto, también conocido como de juicio oral...esta hipótesis pierde mucho
de virtualidad a poco que reparemos en el momento procesal establecido para que el Ministerio Fiscal
pida pena, el cual no es otro que el de la discusión final...”
d) Al igual que en el caso del inciso anterior, en el 4º tampoco rigen las restricciones del art. 319,
circunstancia que también lo convierte en un supuesto de excarcelación privilegiada. La sentencia de
mérito impugnada no adquiere firmeza debido al carácter suspensivo del recurso (art. 442). Si el
imputado se encuentra privado de libertad y la casación prospera, resultará aplicable el art. 473
e) El inciso 5º impone realizar la estimación teniendo en cuenta el encuadre jurídico efectuado en el
auto de procesamiento (art. 306) o en la requisitoria de elevación a juicio (art. 347, párrafo segundo),
según el momento en que se solicite. Únicamente procede durante el juicio cuando se integró la
acusación y se encuentre cubierto el recaudo del art. 13, párrafo primero, CP. En efecto: en esa ocasión
recién podrá efectuarse una estimación que haga viable la libertad anticipada conforme a la citada
disposición de la ley sustancial.
Los excarcelados en virtud de este precepto no deben ser sometidos a encierro mientras tramita su
libertad condicional o se completan los recaudos a los mismos fines: las condiciones de contralor
(residencia, inspección y patronato) y las de conducta (abstención de bebidas alcohólicas, medios
legítimos de subsistencia y abstención de delitos) se cumplen mientras permanecen.
Aun cuando la libertad provisoria se hubiese obtenido por otro motivo, dictada la condena y siempre que
pueda obtenerse la libertad condicional, resultaría inícuo encarcelar al imputado al solo efecto de
tramitarla.
Debe considerarse la condena impuesta por un pronunciamiento anterior que fue declarado nulo, toda
vez que la potestad jurisdiccional para realizar el nuevo debate, en virtud del reenvío ordenado, se
encuentra limitada por el monto de la pena impuesta en la sentencia anulada, en función del principio
que prohíbe la reformatio in peius.
El tiempo de excarcelación no puede tomarse como cumplimiento de pena; de lo contrario se
consideraría que la pena comienza a surtir efectos antes del dictado de la sentencia de condena. A los
fines del art. 24, CP sólo deben computarse los tiempos de prisión preventiva en que el imputado estuvo
efectivamente privado de su libertad.
Se ha entendido que si la liberación mediante excarcelación fue concedida con sujeción a las exigencias
del art. 13, CP, o, por lo menos, con aplicación de las restricciones establecidas por el art. 310, no existe
impedimento para que tal período pueda asimilarse al transcurrido en libertad condicional y computarse
como cumplimiento de pena.
f) Conceptos generales.
Más que de excarcelación, los supuestos de los incs. 2º, 3º, 4º y 5º son considerados casos de cese de
prisión preventiva. Se trata de citaciones en que no resulta necesaria la tutela procesal perseguida a
través del encierro preventivo.
Tanto para la excarcelación como respecto de la exención debe estimarse cuantía de la pena la
correspondiente en abstracto a la imputación. Por ello puede ser la del delito consumado o tentado
(arts. 42 y 44, CP). En los casos de concurso real, el máximo de la pena se considera en función de los
arts. 55 y 56, que también permite que el imputado recupere la libertad bajo caución cuando hubiere
cumplido los plazos máximos de duración de la prisión preventiva.

Excarcelación. Oportunidad
ART 318. La excarcelación será acordada en cualquier estado del proceso de oficio o a pedido
del imputado o su defensor o cuando el imputado hubiere comparecido espontáneamente o
fuere citado conforme con lo previsto en los arts. 279 y 282, respectivamente.
Cuando el pedido fuere formulado antes del auto de procesamiento, el juez tendrá en cuenta la
calificación legal del hecho que se atribuya o aparezca cometido, sin perjuicio de revocar o
modificar su decisión al resolver la situación del imputado; si fuere posterior, atenderá a la
calificación contenida en dicho auto.
a) El primer párrafo remarca el carácter provisorio del encierro, que puede cesar al encuadrarse la
situación del imputado en alguno de los supuestos del artículo anterior.
No puede restringirse la excarcelación de oficio a la presentación espontánea o a la citación. De esta
manera se dejaría de lado el sustento constitucional del régimen de la libertad provisoria y, en algún
caso (art. 317, inc. 2º), podría derivar responsabilidad para el juez renuente en afrontar la soltura
(art.270, CP).
b) Párrafo segundo. La libertad provisoria siempre se subordina a la calificación del hecho objeto del
proceso. Si la solicitud se presenta antes del auto de procesamiento debe efectuarla provisoriamente el
órgano judicial, sin supeditarse, como es obvio, a la fijada, aun en forma precaria, por los órganos de
prevención; sin perjuicio de ello, aquella calificación no causa estado.
Es nula la denegatoria de excarcelación si se omitió tener en cuenta la calificación legal del hecho
atribuido.
El juez de instrucción debe expedirse sobre la procedencia de la soltura aunque tenga que anticipar un
pronóstico de la pena a imponer.
Corresponde pronosticar seriamente una conducta elusiva para denegarla, sobre todo si se duda sobre
la calificación asignable al hecho. La calificación efectuada en el auto de procesamiento puede ser
cuestionada por el MP en el incidente de excarcelación si no lo hizo al momento del dictado de aquél a
través del recurso de apelación.
Cabe examinar este extremo cuando el procesamiento se impugnó; por manera que la CCC, Sala V,
considera inaudible efectuarlo durante el trámite del incidente de excarcelación.
Si está en juego el otorgamiento de la libertad personal incurre en un ritualismo estéril quien merite no
pueden examinarse -más allá del lugar en el que se cuestionen-las circunstancias que obstan para
disfrutar de aquélla.

Restricciones
ART 319. Podrá denegarse la exención de prisión o excarcelación, respetándose el principio de
inocencia y el art. 2 de este Código, cuando la objetiva y provisional valoración de las
características del hecho, la posibilidad de la declaración de reincidencia, las condiciones
personales del imputado o si éste hubiere gozado de excarcelaciones anteriores, hicieren
presumir, fundadamente, que el mismo intentará eludir la acción de la justicia o entorpecer las
investigaciones.
a) Supuestos de improcedencia
Las dos pautas determinantes del otorgamiento de la libertad provisional son las indicadas al final:
soslayar el sometimiento a la jurisdicción u obstaculizar la pesquisa.
Parece razonable a tal fin atender a la cuantía de la posible condena según los criterios señalados en
los arts. 316, párrafo segundo y 317. En vez, no resulta aceptable subordinar la libertad provisoria a
“...la objetiva y provisional valoración de las características del hecho...”, pues son datos ya evaluados
en aquellos preceptos.
En cuanto a “...la posibilidad de la declaración de reincidencia...” deviene sensato porque tiene dos
efectos: uno es truncar la posibilidad de una condena de ejecución condicional (art. 27, CP) y el otro
que, como agravante genérica prevista en el art. 41, inc. 2º, exija la imposición de una pena cuyo monto
resulte inescindible del cumplimiento efectivo; de donde no podría concederse ni la exención de prisión
(art. 316, párrafo segundo) ni la excarcelación (art. 317, inc. 1º)
Se exige que no haya transcurrido el plazo fijado por el art. 50, último párrafo, CP. No hace falta que
esté declarada sino que sea factible de manera que, si en el segundo proceso no aparece prescripta la
posibilidad de declararla en orden a la condena recaída en otro anterior, podría servir de fundamento
para denegarla Empero ahora cabe atender a la nueva fórmula establecida por el art. 50, párrafo
primero, CP, texto conforme a la ley 23057; por eso no corresponde tener por reincidente a los fines
excarcelatorios a quien fue condenado pero no cumplió detención en tal carácter.
Otra vez se incurre en una tautología cuando se incluye a “...las condiciones personales del
imputado...”, ya que tienen que haber sido evaluadas, anteriormente, para pronosticar la condena de
ejecución condicional o bien el monto concreto de la pena en cierne. Si el imputado se domicilia en una
nación limítrofe, procede excarcelarlo aunque puede imponérsele la concurrencia periódica al tribunal
hasta la finalización del proceso.
Cuando resulte razonable inferir que el imputado cuenta con medios para eludir la acción de la justicia,
corresponde denegar la soltura.
Por último, es atendible ponderar el otorgamiento “...de excarcelaciones anteriores...” como dato
estimable a los fines de considerar tanto el monto como la modalidad de ejecución de la pena,
circunstancias que exteriorizarán un interés por generar cualquiera de las situaciones impeditivas.
b) Casuística
Los supuestos analizados constituyen referencias a meritar por el tribunal para desatender su
otorgamiento.
Como debe adoptar la forma de auto (art. 332) necesita encontrarse motivado, bajo pena de nulidad
(art. 123).
La fundamentación es muy importante porque sus premisas no deben aparecer como meras
afirmaciones irrazonadas y, necesariamente, precisan remitirse a circunstancias acreditadas en la
causa; si así no ocurre, la negativa podría dar lugar al recurso extraordinario federal del art. 14 de la ley
48.
Pese a no tratarse de sentencias definitivas, resultan equiparables pues pueden originar agravios de
imposible reparación ulterior.
Al hallarse en juego una garantía constitucional estrechamente eslabonada con la libertad personal, se
configura un supuesto de nulidad absoluta.
El fundamento de este precepto radica en que los derechos y garantías consagrados por la CN no son
absolutos y su ejercicio está sometido a las leyes que los reglamentan, las que, si son razonables, no
pueden impugnarse como inconstitucionales; su razonabilidad depende de que se adecuen al fin
perseguido por la reglamentación que no ha de adolecer de iniquidad manifiesta.

Cauciones
ART 320. La exención de prisión o la excarcelación se concederá, según el caso, bajo caución
juratoria, personal o real.
La caución tendrá por exclusivo objeto asegurar que el imputado cumplirá las obligaciones que
se le impongan y las órdenes del tribunal, y en su caso, que se someterá a la ejecución de la
sentencia condenatoria.
El juez determinará la caución de modo que constituya un motivo para que el imputado se
abstenga de infringir sus obligaciones.
Queda absolutamente prohibido fijar una caución de imposible cumplimiento para el imputado,
teniendo en cuenta su situación personal, las características del hecho atribuido y su
personalidad moral.
a) Caución juratoria es sólo la promesa juramentada, por quien evita el encierro u obtiene la libertad,
con la mera aserción formal, de que se someterá a las condiciones que regularán, en el futuro, su
situación.
Consiste en el compromiso liso y llano de observar el comportamiento procesal impuesto.
Como las cauciones procesales son seguridades o cautelas otorgadas en resguardo y garantía de una
obligación derivada del proceso, la denominada juratoria carece de toda significación cautelar pues sólo
es una simple libertad bajo palabra.
b) La personal es la obligación asumida por el imputado con uno o más fiadores solidarios de pagar, en
caso de incomparecencia, la suma que fije el juez al conceder la excarcelación. Aunque no se la
denomine así, siempre que se autorice la constitución de una prenda o hipoteca (art. 324), la caución
seguirá siendo personal pues lo único real serán las últimas.
c) La real podrá constituirse en la suma que el juez determine, cubierta a través de las modalidades
previstas en el art. 324 y destinada -al igual que en los dos supuestos anteriores-a cumplimentar las
exigencias del párrafo segundo.
d) Casuística. En principio, la fianza real no debe establecerse atendiendo al monto del posible perjuicio
ocasionado.
La ley 23771, denominada Ley Penal Tributaria, en su art. 17 establecía que en los delitos por ella
previstos “...la excarcelación o la eximición de prisión...se concederán bajo caución real, la que, cuando
existiera perjuicio, deberá guardar correlación con el monto en que, en principio, aparecieran
damnificadas las rentas fiscales o previsionales nacionales”. Se ha considerado que este precepto no
tolera una interpretación puramente literal; entre otras cosas porque la libertad provisional durante el
juicio criminal no puede quedar sólo y siempre inexorablemente condicionada ni vinculada a la
capacidad económica.
Debe evitarse que el monto excesivo la torne ilusoria, supuesto en el que debe reajustarse a una cifra
inferior.
Cabe disminuir el monto pues el lapso transcurrido sin que fuese satisfecha demuestra la incapacidad
económica o, según el caso, imponer caución juratoria. Si el imputado carece de actividad remunerada
y de domicilio, no cabe duda de que corresponde transformarla en juratoria.
Además, no debe olvidarse que la libertad bajo caución se halla respaldada por pactos internacionales
suscriptos por nuestro país. Por eso ahora resulta viable autorizar un viaje al exterior del imputado bajo
caución.
El cuarto párrafo subraya que las garantías no deben fijarse desnaturalizando el carácter cautelar del
encierro.

Regla: caución juratoria


ART 321. La caución juratoria consistirá en la promesa jurada del imputado de cumplir fielmente
las condiciones impuestas por el juez, quien le podrá imponer las obligaciones establecidas en
el art. 310.
Si el imputado resulta indigente y la condena puede ser en suspenso, resulta adecuado revocar la
caución real y transformarla en juratoria, imponiéndole la obligación de concurrir al tribunal de manera
periódica

Caución personal
ART 322. La caución personal consistirá en la obligación que el imputado asuma junto con uno o
más fiadores solidarios de pagar, en caso de incomparecencia, la suma que el juez fije al
conceder la excarcelación.
Ver comentario al art. 320
La fianza procesal tiene cierta independencia frente a los principios reguladores de la fianza contractual
propios de la ley civil. Existe prelación de lo establecido en este cuerpo normativo ante lo dispuesto en
el Código Civil.

Capacidad y solvencia del fiador


323. Podrá ser fiador el que tenga capacidad para contratar, acredite solvencia suficiente y no
tenga otorgadas más de cinco (5) fianzas subsistentes.
Capacidad de contratar (ar. 1160 CC).
Acreditar solvencia es verificar una aptitud económica que cubra el monto de la caución, lo que supone
efectuar una indicación de los bienes o de la renta, incluso de la de su trabajo personal, para que el
tribunal los constate.
La alternativa de que se revoque la excarcelación no hace variar la situación del tercero fiador
constituido, cuya exigibilidad dependerá del momento en que se le intime a la presentación del
encausado por el juez.

Caución real
324. La caución real se constituirá depositando dinero, efectos públicos o valores cotizables, u
otorgando prendas o hipotecas por la cantidad que el juez determine.
Los fondos o valores depositados quedarán sometidos a privilegio especial para el cumplimiento
de las obligaciones procedentes de la caución.
Esta caución sólo será procedente cuando de las circunstancias del caso surgiera la ineficacia
de las modalidades de las dos cauciones precedentemente establecidas y que, por la naturaleza
económica del delito atribuido, se conforme como la más adecuada.
El depósito se efectúa a la orden del tribunal -sea por el propio imputado o por un tercero-y, cuando se
cumpla en dinero en efectivo, habrá de adoptarse un temperamento -por ejemplo depósito a plazo fijo-
para evitar el deterioro del valor real de la moneda; también es posible disponer su hipotético
mejoramiento en dinero cuando la suma fijada deje de responder a su finalidad por efecto de su
depreciación.
El depósito no implica transferir la propiedad; el Estado no ostenta título alguno para obtener un
provecho propio de la inmovilización del dinero; por eso corresponde restituir al fiador los intereses
generados por el depósito a plazo fijo cuando se ha dispuesto hacer efectiva dicha caución. Empero el
retiro periódico de intereses desnaturalizaría el instituto, por lo que deberá estarse a las oportunidades
previstas en el art. 327.
El privilegio especial para los depósitos se sustenta en razones de interés público y, como tal, recae
exclusivamente sobre los bienes dados en caución consiste en la posibilidad de desplazar en el cobro a
otros acreedores.
El tercer párrafo advierte que tan sólo habrá de imponerse la caución real cuando, a través de la
juratoria o personal, no pueda obtenerse la sujeción del imputado al proceso. Con la caución real se
procura preservar que la rebeldía del imputado (art. 290) impida la realización del debate. Pese a “...la
naturaleza económica del delito atribuido...”, el monto del perjuicio no puede incidir en la fijación de la
cuantía.
Cuando se registran varios procesos en trámite respecto del mismo imputado, parece oportuno que la
caución sea real (CCC, Sala VI, del 10/XI/1992, c. 57).
No pueden ofrecerse bienes de la sociedad como caución real para obtener la libertad provisoria de su
presidente (CF Rosario, L.L., del 16/II/1995, f. 92.876).
Si el monto de la caución frustra su otorgamiento, la decisión debe considerarse sentencia definitiva a
los fines casatorios. Se conculca el derecho a permanecer en libertad, agravio que resulta de imposible
reparación ulterior (CNCP, Sala I, D.J., 1998-2, pág. 898, f. 13.151; conf. Desimoni, “Razonabilidad de la
caución en la eximición de prisión y en la excarcelación”, L.L., Actualidad, del 24/VII/1997, pág. 1).
Desde luego la suma debe regularse en forma prudente, teniendo en cuenta la necesidad de
aseguramiento procesal y la situación económica del imputado, sin que resulte imprescindible el
depósito de dinero, pues puede cubrirse en la amplia forma aquí establecida. Si la ley exige caución real
no cabe atacar su constitucionalidad (CNPE, Sala B, L.L., del 30/VI/1998, f. 97.416; id. id., JA 1998-III-
504 [J 983277]; id. id. - decidiéndose por la caución real-, L.L., del 31/VII/1998, f. 97.584 o D.J., 1998-3,
pág. 641, f. 13.506, con disidencia del doctor Hornos quien limita este tipo de caución sólo a los casos
que provocan perjuicio patrimonial).

Forma de la caución
325. Las cauciones se otorgarán antes de ordenarse la libertad, en actas que serán suscriptas
ante el secretario. En caso de gravamen hipotecario, además se agregará al proceso el título de
propiedad y previo informe de ley, el juez ordenará por auto la inscripción de aquél en el Registro
de Hipotecas.
La inscripción de la hipoteca se ordena mediante oficio (art. 132).
La escritura puede ser labrada por escribano o por el propio secretario del tribunal (CCC, Sala V, D.J.
del 4/VI/2003, f. 19.741).

Forma, domicilio y notificaciones


326. El imputado y su fiador deberán fijar domicilio en el acto de prestar la caución, denunciando
el real y las circunstancias de trabajo que pudieren imponerle al imputado su ausencia de éste
por más de veinticuatro (24) horas, lo que no podrá ser alterado sin autorización del magistrado
interviniente. El fiador será notificado de las resoluciones que se refieran a las obligaciones del
excarcelado, y deberá comunicar inmediatamente al juez si temiere fundadamente la fuga del
imputado.
El domicilio procesal responde a la exigencia del art. 145. La autorización por el juez, para ser tal, debe
anteceder al alejamiento del domicilio real. Con la finalidad de preservar la ejecución de la fianza se
exige que las decisiones atinentes a la libertad provisoria se comuniquen al tercero fiador.
La falta de residencia no debe confundirse con la residencia en otra provincia ya que, en este caso, la
persona tiene su asiento en ese lugar y podrá ser localizada allí a los fines del proceso; de lo contrario
se concedería un privilegio para los lugareños y resultaría vulnerado el principio de igualdad ante la ley.

Cancelación de las cauciones


327. La caución se cancelará y las garantías serán restituidas:
1º) Cuando el imputado, revocada la excarcelación, fuere constituido en prisión dentro del
término que se le acordó.
2º) Cuando se revoque el auto de prisión preventiva, se sobresea en la causa, se absuelva al
acusado o se lo condene en forma condicional.
3º) Cuando el condenado se presente a cumplir la pena impuesta o sea detenido dentro del
término fijado.
Los tres supuestos comprenden situaciones en que el mantenimiento de la garantía resulta superfluo.
La fianza es una obligación accesoria y desaparece cuando se extingue la principal (asegurar la
comparecencia).
Si el cese de la prisión preventiva determina la libertad, debe considerarse cancelada la fianza real
(CCC Mar del Plata, Sala II, D.J., 1998-1, pág. 599, f. 12.564).
Debe dejarse sin efecto la providencia que intimó al imputado a sustituir la caución real prestada si no
se encontró mérito para dictar la prisión preventiva (CNPE, Sala A, L.L., del 22/VIII/2001, J. Agrup. Caso
16.021).

Sustitución
328. Si el fiador no pudiere continuar como tal por motivos fundados, podrá pedir al juez que lo
sustituya por otra persona. También podrá sustituirse la caución real.
Cuando el fiador manifestó su decisión de abandonar dicha función, debe separársele y reintegrarle el
dinero. En tal caso corresponde intimar al imputado a satisfacer la garantía bajo apercibimiento de
revocar el beneficio. No es posible obligar a alguien a permanecer en un cargo que no quiere detentar ni
a mantener un compromiso como es el de la fianza.

Emplazamiento
329. Si el imputado no compareciera al ser citado o se sustrajere a la ejecución de la pena
privativa de libertad, el tribunal fijará un término no mayor de diez (10) días para que
comparezca, sin perjuicio de ordenar la captura. La resolución será notificada al fiador y al
imputado apercibiéndolos de que la caución se hará efectiva al vencimiento del plazo, si el
segundo no compareciere o no justificare un caso de fuerza mayor que lo impida.
La caución garantiza el sometimiento a la jurisdicción; si el tribunal emplaza y aquél no se presenta –sin
mengua de ordenarse su detención-, debe comunicarse al fiador -también al imputado-la posibilidad de
que la caución se pierda al vencer el tiempo para la presentación.

Efectividad
330. Al vencimiento del plazo previsto por el artículo anterior, el tribunal dispondrá, según el
caso y teniendo en cuenta lo previsto en el art. 326, segundo párrafo, la ejecución del fiador, la
transferencia de los bienes que se depositaron en caución, al Poder Judicial de la Nación según
lo dispuesto por el art. 3 inc. d) de la ley 23853, o la venta en remate público de los bienes
hipotecados o prendados. Para la liquidación de las cauciones se procederá con arreglo al art.
516.
Se preserva el patrimonio del fiador (art. 326), ya que se impone la previa comunicación para
demandarle ante la incomparecencia del imputado.
Si no se apersona el imputado durante el plazo establecido en el art. 329, se procederá a la ejecución
de la fianza si ha sido otorgada por un tercero, trámite que es innecesario cuando el depósito se efectuó
en efectivo pues, lo único que corresponde entonces es destinarlo al patrimonio que estatuye la ley de
autarquía judicial 23853.
La ejecución que culmina con la venta en remate se cumple ante el fuero civil (art. 516)

Trámite
331. Los incidentes de exención de prisión y de excarcelación se tramitarán por cuerda
separada.
La solicitud se pasará en vista al ministerio fiscal, el que deberá expedirse inmediatamente,
salvo que el juez por las dificultades del caso, le conceda un término que nunca podrá ser mayor
de veinticuatro (24) horas. El juez resolverá de inmediato.
Con el escrito que contiene el pedido de eximición o de excarcelación se forma incidente. Aunque no
pueda descartarse la posibilidad de que si el detenido, en los casos de excarcelación, se encuentra en
la secretaría del tribunal, pueda levantarse acta de lo requerido verbalmente por aquél para lograr su
soltura. Recuérdese que es posible otorgarla de oficio (art. 318).
La formación de incidente obedece a la necesidad de oír al MP y también a que la cuestión sobre la cual
versa la solicitud, si bien difiere del objeto del proceso, tiene que resolverse en él. Omitir la vista el MP
configura una nulidad absoluta.
“Inmediatamente” equivale a sin solución de continuidad.
Todo el trámite no puede exceder de veinticuatro horas.
Art. 317 incs. 3º, 4º y 5º señalan 2 posibilidades para la excarcelación:
1. durante la etapa instructoria.
2. el momento del juicio. Será resuelta por el tribunal oral pertinente como incidencia del proceso y
el alcance fijado en el art. 365 inc. 1º.
La diferencia importa para determinar la vía impugnativa:
1. el recurso correspondiente es el de apelación (art. 332) y será resuelto por la
Cámara (arts. 24, inc. 1º y 31, inc. 1º)
2. corresponde pedir la reposición (art. 440) y si ha mediado arbitrariedad o gravedad institucional podrá
acudirse a la Cámara Nacional de Casación Penal a fin no sólo de preservar la doble instancia (ahora
garantía constitucional, art. 75, inc. 22, CN) sino también de lograr el pronunciamiento del superior
tribunal de la causa de acuerdo a lo decidido por la CS en el caso “Giroldi, Horacio David” y así utilizar
el recurso extraordinario federal.

Recursos
332. El auto que conceda o niegue la exención de prisión o la excarcelación será apelable por el
ministerio fiscal, el defensor o el imputado, sin efecto suspensivo, dentro del término de
veinticuatro (24) horas.
a) La legitimación del fiscal: persigue obtener que se revoque una libertad provisoria improcedente,
conforme a su criterio, y también la situación inversa que es cuestionar la desestimación (ver art. 433).
b) La privación de efecto suspensivo excepciona al principio sentado en el art. 442 y permite cumplir la
soltura a pesar de la apelación.
c) Procedencia del Recurso Extraordinario: la libertad provisoria no constituye sentencia definitiva en
los términos del art. 14 de la ley 48, pues resulta reformable y revocable al no causar estado; la
admisión de la instancia extraordinaria contra decisiones que deniegan la excarcelación debe basarse
en circunstancias excepcionales, como sería la existencia de vicios sumamente graves del
procedimiento denegatorio. Sin embargo, puede equipararse a definitiva cuando ocasione perjuicio de
imposible reparación posterior, siempre que se halle involucrada en el caso alguna cuestión federal,
pues la excarcelación procede como garantía constitucional y no como simple concesión de la ley penal
de forma. El derecho a gozar de libertad hasta el momento en que se dicte la sentencia de condena, no
constituye una salvaguarda contra el arresto, detención o prisión preventiva, medidas cautelares éstas
que cuentan con respaldo constitucional
Decidió “declarar la suspensión de los efectos de las sentencias apeladas, sin perjuicio de las secuelas
de los recursos ordinarios en trámite”.
Carrió destruye los argumentos de la Corte: la gravedad institucional se configura si un sujeto lleva
largos años detenido sin sentencia; el pronunciamiento abstracto parece utilizado para intervenir aun sin
jurisdicción, transgrediendo leyes. El CPP determina la carencia de efectos suspensivos a las
decisiones excarcelatorias.
Pese a haberse introducido la solicitud de excarcelación luego de que el juez dio por concluida la
instrucción y el MP había requerido la elevación a juicio, corresponde que la Cámara se pronuncie en el
recurso de apelación interpuesto contra la denegatoria, pues éste se planteó contra una resolución
dictada por el juez de instrucción.
Si la alzada concede la excarcelación denegada por el a quo y fija caución personal o real, carece de
competencia positiva para establecer sus condiciones pues corresponde al juez de grado a fin de no
privar de instancia. Cuando ante igualdad de situaciones de los imputados se ha otorgado tratamiento
disímil la CSJ Santa Fe abrió el recurso de inconstitucionalidad (E.D., t. 160, pág. 463, f. 46.128). En
consecuencia resulta excesivo aseverar que por su índole las decisiones sobre excarcelación y
exención de prisión son ajenas a la casación (CNCP, Sala I, B.J., nro. 5, págs. 15/16). Se advierte otro
criterio al considerar susceptible de casación fijar el monto de caución real si puede ocasionar la
frustración del beneficio otorgado.
En los casos de prórroga de la detención, conforme a la ley 24390, adoptado por un tribunal de juicio, el
órgano competente para efectuar el control es la CNCP, aunque no por vía de impugnación, sino a
través de la consulta. Este control -en cuanto implica la posibilidad de mantener la privación de la
libertad-no puede ser formal ni acotado a los términos de un recurso de carácter excepcional ni es
posible convalidar prórrogas carentes de fundamentación; si media exceso debiera disponerse la
inmediata libertad del preso, para no incurrir en una eventual privación ilegal de la libertad.
d) Superior tribunal: la CS se inclinaba por considerar superior tribunal de la causa a la Cámara de
Apelaciones cuando se violaban los principios de legalidad y defensa en juicio y la decisión era
insusceptible de ser revisada por otro órgano dentro del ordenamiento procesal. Sin embargo, la
disidencia subrayaba la improcedencia del recurso por no haberse utilizado el tribunal intermedio que es
la CNCP y que resulta el superior de la causa.
Luego de varios pronunciamientos contradictorios, la CS puso fin a la incertidumbre existente a través
del fallo “Di Nunzio”: siempre que se invoquen agravios de naturaleza federal que habiliten la
competencia de esta Corte, por vía extraordinaria en el ámbito de la justicia penal nacional conforme el
ordenamiento procesal vigente, éstos deben ser tratados previamente por la Cámara Nacional de
Casación Penal, en su carácter de tribunal intermedio, constituyéndose de esta manera en tribunal
superior de la causa para la justicia nacional en materia penal, a los efectos del art. 14 de la ley 48”. En
definitiva, y a partir de este pronunciamiento, el tránsito previo por la CNCP es imperativo.
e) Plazo. Las veinticuatro (24) horas rigen para deducir recurso respecto del auto que otorga o deniega
la excarcelación. En vez, cuando se desestimó la sustitución de la caución juratoria debe acudirse a la
regla general del art. 161; de lo contrario se efectúa una interpretación extensiva en contra del
impugnante.

Revocación
333. El auto de exención de prisión o de excarcelación será revocable de oficio o a petición del
ministerio fiscal. Deberá revocarse cuando el imputado no cumpla las obligaciones impuestas o
no comparezca al llamado del juez sin excusa bastante o realice preparativos de fuga o cuando
nuevas circunstancias exijan su detención.
Es una resolución que no causa estado y puede volver a debatirse en cualquier momento.
La revocatoria implica dejar sin efecto tanto la originaria desestimación como su acogimiento.
También hace posible evaluar, con anticipación, actos inequívocos que impliquen impedir la sujeción a
la potestad jurisdiccional.
Por último, pueden aparecer nuevos elementos probatorios que involucren una calificación fuera de los
límites estimados en los arts. 316 y 317, inc. 1º.
De estas tres circunstancias deberán expresarse los motivos por tratarse de un auto (art. 123); en modo
alguno puede dejarse librado al arbitrio absoluto del tribunal. Si se trata de una omisión atribuible al juez
que se halla al frente de la actividad instructoria (art. 194) al desentenderse de dictar la revocación
podrá cuestionarse por vía del recurso de apelación (art. 449).

TÍTULO III
Medidas cautelares

Capítulo I
Reglas generales

Introducción
Cuando se habla de medidas cautelares –también denominadas precautorias o asegurativas- se hace
referencia a aquellas adoptadas provisoriamente y que tienen como objetivo que la actuación del
derecho no se frustre tornándose ilusoria.
Por nuestra parte, advertimos que resulta insostenible y no podemos menos que calificar como embuste
de etiqueta la regulación de la prisión preventiva como si fuera una inhibición general, un embargo o
secuestro de un bien mueble, cuando en realidad y a diferencia de lo que ocurre con las cautelares
civiles, el cumplimiento de la coerción personal (encierro) es la satisfacción misma de la pretensión.
En igual sentido, sostiene Zaffaroni, Alagia, Slokar que esto implica un formalismo que pasa por alto la
diferencia entre limitación patrimonial y pérdida de libertad, olvidando que la primera es recuperable o
reparable en la misma especie, en tanto que la devolución del tiempo es imposible.

¿Coerción personal o anticipo de pena?


Tradicionalmente y desde una posición sustantivista, se sostuvo que la prisión preventiva era un anticipo
de pena y que ello debí admitirse frente a la necesidad de tranquilizar a la opinión pública, de controlar
la alarma pública, intimidar a potenciales delincuentes y hasta disuadir y transmitir un mensaje
ejemplificador. Según estas posiciones, la prisión preventiva se impondría como una pena, quedando la
presunción de inocencia subordinada a las razones de necesidad antes señaladas.
La posición ideológica, como dicen Zaffaroni, Alagia, Skolar es clara y no deja margen para la duda. En
el fondo, se vislumbra una concepción bélica; luego, en la guerra contra el crimen la prisión preventiva
es un arma indispensable. Desde esta postura el encarcelamiento preventivo es una pena legítima y
necesaria que se anticipa por razones de necesidad.
Aun cuando no compartimos esta tesis y menos aún los insostenibles criterios de pretendido
legitimación, no podemos dejar de señalar que da cuenta del funcionamiento real del instituto.
Desde el procesalismo se cuestionó la posición precedente y se procuró legitimar la privación de
libertad durante el proceso mediante su consideración como medida de naturaleza procesal.
De este modo, se formula una suerte de remisión al proceso civil y se identifica la prisión preventiva con
las medidas cautelares de ese proceso.
Finalmente, frente al sustantivismo autoritario que legitima la prisión preventiva como pena, hay un
sustantivismo liberal cuyo origen, según Zaffaroni, Alagia, Skolar se remonta a Beccaria y que en la
actualidad tiene como exponente a Ferrajoli. El sustantivismo liberal reconoce la esencia penosa del
instituto y lo deslegitima para proponer su reducción o abolición.
De este modo, surge en la actualidad y en la moderna doctrina penal la discusión entre abolicionistas y
reduccionistas. Unos aspiran a un proceso prácticamente preventivo, reivindicando en todos sus
alcances al principio de inocencia; otros, proponen una reducción que limite la aplicación de la prisión
preventiva de libertad a supuestos excepcionales en los que se acredite el peligro de fuga o la
destrucción de pruebas y solo mientras dure ese periodo.

¿Es constitucional?
De una parte, el plexo constitucional garantiza la libertad ambulatoria en el art 18 (nadie poder ser…
arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente), art 14, preámbulo (asegurar los
beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo
que quieran habitar el suelo argentino) y tratados de derechos humanos: art 7 CADH (toda persona
tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal; nadie puede ser privado de su libertad física, nadie
puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios) y en igual sentido el art 9 DUDH (nadie
podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni arrestado) y art 93 PIDCP (Toda persona detenida o presa
a causa de una infracción penal puede ser llevada sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado
por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable
o a ser puesta en libertad. La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser
la regla, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparencia del acusado
en el acto del juicio, o en cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la
ejecución del fallo).
Se suma a ello el principio de inocencia, implica permanecer en libertad durante el proceso, no ser
considerado culpable ni tratado como tal hasta que no haya sentencia.
Sin embargo, la prisión preventiva parecería tener aval constitucional en dos argumentaciones:
-Los propios tratados de derechos humanos fijan límites para el derecho de la libertad ambulatoria. El
art 7 de la CADH admite el encarcelamiento preventivo sin una ley acorde a la CN fijó previo a la
comisión del delito las causas y condiciones que la harían procedente, siempre que no sean arbitrarias.
Luego en el inc 5 del art 11 se condiciona la libertad del imputado a las medidas que fueren menester
para asegurar su comparencia al juicio.
-Los derechos establecidos en la Carta Magna no son de carácter absoluto y pueden ser
razonablemente limitados. A ello se le agrega el preámbulo de la CN cuando exige asegurar los
beneficios de la libertad pero también afianzar la justicia y que el art 18 admite la restricción de la
libertad mediando orden escrita de autoridad competente.
De este modo, se afirma que la prisión preventiva no es inconstitucional y el problema pasa a ser cómo
reglamentar razonablemente a la libertad ambulatoria en el trámite del proceso penal.
Al respecto, la CSJN ha entendido que el encarcelamiento preventivo no es inconstitucional con
respaldo en el art 18 parte 2 CN si es temporaria; tiene por objeto garantizar que los fines perseguidos
por el proceso penal sean inmediatos o mediatos y se aplique e interprete restrictivamente.

Nuestra posición
Adscribimos a la posición de Ferrajoli. No se afianza la justicia encarcelando a quien todavía no ha sido
declarado culpable pues, en caso de determinarse su inocencia, se habrá cometido una gran injusticia.
La justicia se afianza con el juicio y la sentencia, no con la apariencia y la sospecha.
Ningún tratado de derechos humanos recorta, restringe o limita el principio de inocencia.
Es decir que, desde nuestra óptica, sólo admitirían justificación constitucional las neutralizaciones de
peligros concretos para la investigación o el cumplimiento de la pena, que deben ser probados y no
pueden ser presumidos de modo alguno, con vigencia temporal.
El nuevo ordenamiento procesal santafesino es permeable a la interpretación que propugnamos en
tanto su art 10 marca que la libertad personal sólo podrá ser restringida en los límites absolutamente
indispensables para evitar el entorpecimiento probatorio en el investigación o el juicio y asegurar la
actuación de la pretensión punitiva y el art 208 que las medidas de coerción se despacharán con la
finalidad de evitar el riesgo de que se frustre la actividad probatoria o las pretensiones de las partes;
luego, las coerciones, restricciones o injerencias en los derechos del imputado que excedan ese marco,
no son constitucionales. Queda claro que la prisión preventiva, y mucho menos del modo que se la
regula en nuestro país, no encuadra en la categoría de límite constitucionalmente válido al derecho de
transitar en libertad el curso de un proceso penal.

La peligrosidad procesal
Es una construcción puramente normativista que prescindiendo del significado de la situación termina
mágicamente validando una funcionalidad latente: evitar la alarma social y castigar so pretexto de
aseguramiento del proceso.
La peligrosidad es ante todo, peligrosidad y como tal nunca refiere al hecho sino al autor. Luego, aquello
se proscribe como fundamento de una pena se valida como cautela, para encerrar a un inocente. Desde
esta perspectiva, no sólo se altera el principio de inocencia sino que, desde su naturaleza cautelar, no
se puede explicar la grosera violación al principio de culpabilidad, ya que su lesión no se neutraliza con
el criterio normativo que le asigna el carácter cautelar.

La coerción real
Son medidas tendientes a garantizar al pago de la pena pecuniaria y las costas del juicio. Se permite,
sólo al querellante, cautelar del mismo modo el pago de la indemnización por responsabilidad civil.

ARTÍCULO 205.-
Presupuestos.- El Tribunal a pedido de parte podrá ordenar medidas de coerción real o personal
cuando se cumplieran todos los siguientes presupuestos:
1) apariencia de responsabilidad en el titular del derecho a afectar por la medida cautelar;
2) existencia de peligro frente a la demora en despachar la medida cautelar;
3) proporcionalidad entre la medida cautelar y el objeto de la cautela;
4) contracautela en los casos de medidas cautelares reales solicitadas por el querellante.

Comentario
De inicio, cabe dividir que le presupuesto de la medida es la verificación de la concurrencia de todos los
requisitos en el caso. Dicho de otro modo, la ausencia de uno solo impide su viabilidad.
La imposición de cualquier medida de coerción real o personal no podrá ser impuesta de oficio por parte
del juez de la IPP o el tribunal de juicio sino a pedido de parte; por tales se entiende especialmente el
fiscal y el querellante. En caso de tratarse de querellante exclusivo, también podrá solicitar la imposición
de medidas coercitivas al imputado, conforme lo establece el art 358.
Dicha medida deberá limitarse a 24 hs, siendo prorrogable por otro tanto, aunque por lo dispuesto en el
art 223 se puede extender otras 48 hs, hasta tanto el juez de la investigación penal preparatoria
resuelva el pedido de prisión preventiva. Es decir que el lapso temporal de detención se puede
prolongar hasta 96 hs, sin perjuicio de que en casos excepcionales el tribunal pueda disponer la
duplicación de términos, conforme a lo dispuesto por el art 346.

1. Apariencia de responsabilidad en el titular del derecho a afectar: la apariencia de


responsabilidad delictiva debe ser entendida como una suerte de presupuesto negativo, esto es,
si no hubo acopio de un mínimo de prueba de culpabilidad, entendido como un mínimo de
elementos que hagan presumir la probabilidad de condena, ninguna restricción a la libertad
personal o al patrimonio podrá implementarse.
2. El peligro en la demora: en el despacho de la cautelar debe tener cierta entidad para frustrar la
investigación o el cumplimiento de la pena en expectativa. El peligro debe ser concreto, esto es,
no puede ser abstracto, una especulación, un temor.
3. La proporcionalidad entre la medida cautelar y el objeto de la cautela: su correcta
interpretación implica evaluar si la injerencia en los intereses individuales guarda una relación
razonable o proporcionada con la importancia del interés estatal que se trata de salvaguardar.
Debe atenderse a la temporalidad en delitos con pena privativa de libertad o de derechos, sino también
a la calidad de la injerencia en los derechos del imputado.
Este requisito será diferente si estamos ante una restricción que pretende evitar peligro concreto, no
presumible de afectación a la investigación, que si el peligro concreto no presumible se cierne sobre la
actuación de la ley penal que, en ambos casos, la proporcionalidad debe buscarse entre el peligro
concreto y la injerencia o restricción, lo que determina que es esencialmente temporal.
En el primer caso, la injerencia o restricción que se adopte debe guardar relación con la evitación de
frustración del proceso, aclarando que ninguna restricción deberá aplicarse por falta de correspondencia
válida cuando se pueda proteger la investigación sin afectar al que goza del estado de inocencia.
4. La contracautela: se circunscribe a casos en que el querellante solicita medidas cautelares
reales, sea en delitos de acción pública actuando como querellante conjunto para asegurar el
pago de la indemnización civil y las costas, o en delitos de acción privada actuando como
querellante exclusivo, conforme a lo establecido en el art 358.
La contracautela implica la constitución de una caución, por parte de quien requiere la medida,
entendiendo a aquella como todo resguardo o seguridad relacionados con el cumplimiento de una
obligación vinculada con el proceso.

ARTÍCULO 206.-
Cesación de la coerción.- En caso que se advirtiera la posterior ausencia de uno o más de los
presupuestos a que alude el artículo anterior, el Tribunal podrá, a pedido de parte, hacer cesar de
inmediato la cautela ordenada.

Comentario
Establece que ante la caída o modificación de cualquiera de los pilares sobre los que se apoya la
imposición de una medida cautelar, la misma debe ceder.
En tal caso, el órgano jurisdiccional – sea el juez de la IPP, la cámara de apelaciones o el tribunal de
juicio- podrá, a pedido de parte dejar sin efecto la medida, toda vez que la misma per se resulta
provisoria y su esencia temporal requiere un control permanente, atento la aflicción que genera. Así, se
habilita al tribunal a un permanente reexamen de la cuestión cada vez que se incorporan elementos que
modifiquen el panorama probatorio: si la apariencia de responsabilidad ya no está, si el peligro concreto
sobre determinada prueba dejó de existir, etc.

ARTÍCULO 207.-
Cesación provisoria del estado antijurídico producido.- El Fiscal, la víctima, el damnificado o el
querellante, así como el imputado, podrán solicitar al Tribunal de la Investigación Penal
Preparatoria que disponga provisionalmente las medidas del caso para que cese el estado
antijurídico producido por el hecho investigado en las cosas o efectos.
La incidencia será sustanciada en audiencia oral y resuelta sin recurso alguno.

Comentario
El precepto regula la facultad asignada a cualquiera de las partes sin que se autorice la actuación
oficiosa del juez, a solicitar al tribunal de la IPP, el cese provisorio, disponiendo las medidas que
resulten pertinentes, del estado antijurídico producido por el presunto delito en cosas o efectos.
El instituto en cuestión puede ser enmarcado dentro de las cautelares innovativas, resultando su
despacho interno y supeditado a las alternativas que se susciten en el proceso y a lo que en definitiva
se resuelva de fondo.

ARTÍCULO 208.-
Finalidad y alcance.- Las medidas de coerción se despacharán con la finalidad de evitar el riesgo
de que se frustre la actividad probatoria o las pretensiones de las partes.

Comentario
El precepto destaca el carácter meramente instrumental y asegurativo que deben poseer las medidas
coercitivas. La instrumentalidad surge a partir de la verificación de que la medida cautelar no es un fin
en sí mismo, sino que resulta un medio que permite que el proceso transcurra normalmente y que se
utiliza para la consecución de otro fin; es decir, que se frustre la actividad probatoria o las pretensiones
de las partes.
El carácter asegurativo se da porque mediante las mismas se procura evitar la variación, sino pérdida,
de las condiciones fácticas que entorpezcan el proceso o se torne ilusorio lo que en definitiva se
resuelva.

CAPITULO II
Coerción personal

Comentario
Por coerción personal puede entenderse como aquella que recae sobre las personas, afectando de
algún modo su ámbito de libre movilidad, lo cual puede circunscribirse a un acto concreto o al tiempo
que insuma una situación concreta.
Deben amoldarse a las siguientes pautas:
 Adecuación: que tiene relación con cuál medida debe ser concretada la coerción
 Proporcionalidad: que debe guardar la medida, sobre todo, con la pena que se debe aplicar
 Subsidiariedad: que se refiere a usar siempre la medida menos gravosa
 Excepcionalidad: que vincula medio a fin
(Compartimos todo menos la proporcionalidad, en tanto que la correspondencia debe medirse entre la
medida y peligro concreto que se quiere evitar).

ARTÍCULO 209.-
Presentación espontánea.- Quien considerara que como imputado corre riesgo de ser detenido
en relación a una Investigación Penal Preparatoria, podrá presentarse ante el Ministerio Público
Fiscal, para dejar constancia de que se ha presentado espontáneamente y solicita ser convocado
si correspondiera, por medio de una citación.

Comentario
El precepto contempla una modalidad de comparendo al proceso, que parte de una estimación
efectuada por un particular –quien considerara- consistente en una ponderación de riesgo de detención,
por figurar como imputado en cualquier acto inicial del procedimiento.
Si bien la norma no lo alude expresamente, en caso de que resulte pertinente la detención, la misma
podrá disponerse en cualquier momento, incluso en el mismo acto, más la hipótesis parecería de difícil
ocurrencia o de inmediata solución pues la sola circunstancia de comparecer espontáneamente puede
aventar cualquier intento de racionalizar la existencia de un peligro concreto para la investigación o la
actuación de la pretensión punitiva.

ARTÍCULO 210.-
Citación.- Cuando fuera necesaria la presencia del imputado para su identificación policial o para
celebrar la audiencia imputativa a que refiere el artículo 274, y siempre que no fuera procedente
ordenar su detención, se dispondrá su citación.

Comentario
La misma resulta la modalidad más habitual y menos molesta en que una persona es convocada ante
una autoridad, a la vez que se ajusta perfectamente a las pautas constitucionales que tutelan la libertad
ambulatoria y se adecua a las recomendaciones que propenden a minimizar las afectaciones inherentes
a todo curso investigativo ejecutado por el Estado a través de sus órganos predispuestos.
Mediante dicho modo de comparendo, se procura que le imputado comparezca en persona ante los
estrados convocantes, sin posibilidad de presentarse a través de mandatario o representante, salvo que
hubiere motivo suficiente y justificado que impida el cumplimiento del citado mandato legal.
Los motivos –taxativamente enumerados- por los cuales se efectúa tal convocatoria son dos:
 Para que se practique su identificación policial: la que deberá ser llevada a cabo por la
dependencia policial correspondiente o por el organismo de investigaciones creado a tales
efectos y del modo en que fuere pertinente: la identificación de marras será la dactiloscópica –en
su mayoría-, fotográfica, etc.
 Para celebrar la audiencia imputativa: ello ocurrirá cuando concurran los siguientes extremos:
estar abierta una investigación penal preparatoria en la que se encuentre individualizada la
persona sospechada de tener responsabilidad penal en los hechos bajo investigación y haber
efectuado el fiscal una estimación de la que surja, en grado de probabilidad, que el implicado
pueda resultar autor, partícipe o encubridor de los hechos subsumibles penalmente y bajo
investigación.
La citación tiende a evitar el comparendo coactivo pero no deja de ser un primer escalón coercitivo.

ARTÍCULO 211.-
Arresto.- Cuando en el primer momento de la Investigación Penal Preparatoria no fuere posible
individualizar a los presuntos responsables y a los testigos, se podrá disponer que los presentes
no se alejen del lugar, ni se comuniquen entre sí antes de declarar, y aún ordenar el arresto si
fuera necesario por un plazo no mayor de veinticuatro horas.

Comentario
Esta norma regula una de las herramientas que poseen los investigadores y que suele ser aplicada
durante los primeros momentos posteriores al hecho.
La hipótesis fáctica es la que se verifica el arresto no puede exceder las 24 hs, resultando dicho marco
temporal preciso e improrrogable y procede cuando no existe claridad acerca del rol que le cupo a
determinada persona. Lo señalado también incluye aquellos casos en que en el lugar del hecho
existiere más de una persona, de modo tal que no se pueda establecer claramente el rol que le cupo a
cada una en el mismo.
La medida tiene como objetivo evitar la pérdida de elementos útiles que sirvan para el esclarecimiento
de lo investigado o que las declaraciones que puedan proporcionar especialmente los testigos no sean
desvirtuadas, sea porque los mimos resulten presionados o intimidados o de algún modo sus dichos
pierdan espontaneidad y frescura probatoria.
El arresto, si bien suele concretarse mediante el traslado a la dependencia policial, también puede ser
llevado a cabo mediante la retención del afectado en el lugar donde se encontraba al momento en que
se dispuso la medida coercitiva o en sitios cercanos.
Las autoridades que pueden disponer el arresto son: el fiscal a cargo de la IPP y las autoridades
policiales quienes tienen facultades para actuar por iniciativa propia o recibiendo órdenes del fiscal,
pudiendo impedir, si ello fuera necesario que ninguna persona se parte del lugar del hecho o sus
adyacencias, antes de concluir las diligencias más urgentes de investigación, lo cual ya implica el
comienzo de la coerción que se traduce en una mera situación de retención o demora, la que, en caso
de ser necesario, puede extenderse y agravarse mediante las limitaciones comunicativas y de movilidad
anteriormente señaladas.

ARTÍCULO 212.-
Aprehensión.- La policía podrá aprehender a quien sorprenda en flagrancia en la 1comisión de
un delito de acción pública.
En la misma situación, cualquier persona puede practicar la aprehensión entregando
inmediatamente al aprehendido a la Policía.
En ambos casos, la Policía dará aviso sin dilación alguna al Ministerio Público Fiscal quien
decidirá el cese de la aprehensión o la detención si fuere procedente.
Si se tratare de un delito dependiente de instancia privada, será informado de inmediato el titular
del poder de instar.

Comentario
Aprehensión es el acto de atrapar, asir o prender a alguien. Regula una medida coercitiva caracterizada
por la urgencia en que es llevada a cabo y por la sospecha vehemente de que una persona está
cometiendo o acaba de cometer un hecho presuntamente delictivo.
Hechos que habilitan la medida coercitiva de la aprehensión
La ley hace referencia a los delitos de acción pública ejercitable de oficio (art 71) o dependiente de
instancia privada (art 72), con lo cual quedan afuera los de acción privada (art 73 CP), como las
calumnias e injurias, etc.
Legitimados legalmente para llevar a cabo la medida
La policía es el órgano estatal encargado mayoritariamente de llevar a cabo la misma. En el art 268 inc
4 la mencionada autoridad tiene obligaciones de concretar la aprehensión, cuando se dieren las
circunstancias para ello, debiendo poner en inmediato conocimiento al fiscal, a los fines de que imparta
instrucciones acerca de los pasos a seguir. En caso de que se prolongue la medida y se disponga la
detención, dentro de las 24 hs debe efectuarse la pertinente comunicación al juez de la IPP (art 217).
Los particulares también se encuentran autorizados a practicar la aprehensión, cuando ante su
presencia sea llevada a cabo la acción presuntamente delictiva, o la misma fue perpetrada
inmediatamente antes, o el autor fuere perseguido sin intervalo del hecho, o transportara efectos o
tuviera rastros de la anterior e inmediata comisión. (art 213)

ARTÍCULO 213.-
Flagrancia.- Se considerará que hay flagrancia cuando el presunto autor fuera sorprendido en el
momento de intentar o de cometer el hecho, o fuera perseguido inmediatamente después de su
comisión, o tuviera objetos o exhibiera rastros que hicieran presumir que acaba de participar en
el mismo.

Comentario
Del texto legal se desprenden los siguientes subtipos de flagrancia:
1. Flagrancia propia: se entiende por tal cuando a) el infractor es pescado con las manos en la
masa, es decir, que se advierte su presencia cuando está llevando a cabo actos ejecutivos
propiamente dichos sobre la víctima o sobre las cosas o efectos de la misma; b) cuando el autor
se está aprestando a ejecutar los hechos precedentes, en los instantes inmediatamente
anteriores a los mismos.
2. Flagrancia impropia o cuasi flagrancia: se entiende por tal cuando a) el autor es perseguido
inmediatamente después de cometido el hecho; b) el autor tuviere o trasladare objetos que
permitan inferir que acaba de cometer un delito; c) el autor exhibe rastros que posibilitaran igual
presunción. Los dos últimos supuestos son denominados doctrinariamente como flagrancia ficta
o presunta.

ARTÍCULO 214.-
Detención.- La detención será ordenada por el Fiscal contra aquel imputado a quien los
elementos reunidos en la Investigación Penal Preparatoria, le autorizaran a recibirle declaración
como tal y fuera procedente solicitar su prisión preventiva.

Comentario
Dicha coerción personal implica una privación de libertad de carácter funcional, fundamentalmente
asegurativa, temporaria y dirigida a lograr la presencia del imputado a los fines de la investigación.
La detención debe ser emitida por autoridad competente, puede ordenar la detención de una persona el
Fiscal de Distrito encargado de la IPP. También se encuentra habilitado a disponer de tal medida el
órgano jurisdiccional que estuviere interviniendo (juez de la IPP o tribunal de juicio) en caso de que se
verifique la rebeldía del imputado, durante el procedimiento intermedio o en el transcurso del debate,
respectivamente (art 214)
Si en la investigación previene la autoridad policial –o el organismo de investigación- y fuera procedente
disponer la detención, la misma igualmente debe ser dispuesta por el fiscal actuante, cumplimentándose
todos los requisitos especificados en el art 217.
Respecto del juez de la IPP, cuyo rol principal es el de controlar la legalidad del proceso y resguardar
las garantías constitucionales (art 45), el detenido deberá quedar a disposición de dicho órgano
jurisdiccional dentro de las 24 hs de haberse efectivizado la medida (art 217 y 268 inc 4), resultando el
encargado de resolver toda petición formulada por el imputado –personalmente o a través de su
defensor- y pronunciarse sobre el eventual pedido de prisión preventiva requerida por el fiscal, como
asimismo disponer su cese, atenuación o modificación (arts 219 a 227). ante dicho tribunal, también
podrá acudirse en caso de mantenimiento manifiestamente ilegítimo de una privación de libertad
inicialmente dispuesta por orden escrita de autoridad competente o cuando se invoque una agravación
ilegítima de las formas y condiciones en que se cumple la privación de libertad (art 370 inc 2 y 3). Ante
tales supuestos, el afectado puede interponer denuncia de habeas corpus ante el magistrado de anterior
mención, resultando también competente cualquier juez del lugar en donde se registró indebidamente la
libertad.
La posibilidad de ordenar una detención por parte del fiscal constituye una excepción en la sistemática
del código que confiere al juez de la IPP el control de legalidad del proceso y resguardo de las garantías
constitucionales (art 45). La excepción pretende fundarse en las necesidades de cumplimiento acabado
y sin mayores dilaciones con los fines que se le asignan en su nuevo rol de encargado de la IPP.
Requisitos habilitantes de la detención:
a) Existencia de una investigación penal preparatoria en trámite –la misma debe encontrarse
abierta y vigente- o de una aprehensión previa que habilite la apertura de la misma (art 212)
b) Individualización de la persona que fuere detenida, aprehendida o indicada, en cualquier acto
inicial del procedimiento, como autor o partícipe de un hecho presuntamente delictivo (art 100)
c) Existencia de elementos incorporados en la investigación de los que surjan, en grado de
probabilidad, que la persona sobre la cual se dispuso una orden de detención pueda ser
acusada como penalmente responsable del hecho presuntamente delictivo bajo investigación,
por lo que resulta pertinente que preste declaración en calidad de imputado (art 274)
d) Tratarse de un delito acerca del cual resulte procedente solicitar la prisión preventiva, medio
coercitivo objeto de regulación en los art 219 y 220.
Plazos máximos de duración de la detención
Hasta 96 hs como máximo (24+ otras 24 hs + prórroga de otras 48 hs).
Una vez efectivizada la detención, dentro de las 24 hs –prorrogables fundadamente por el fiscal por otro
tanto- debe receptarse la audiencia imputativa y al finalizar la misma el fiscal podrá disponer la libertad o
solicitar la prisión preventiva al juez de la IPP quien, dentro de las 48 hs convocará a las partes a
audiencia oral (art 223) y finalizada la misma resolverá la procedencia del petitorio u ordenará la
libertad. En el primer supuesto, la privación de libertad persistir pero ya no como detención sino como
prisión preventiva.

ARTÍCULO 215.-
Incomunicación.- Con motivación suficiente, y hasta la celebración de la audiencia imputativa el
Fiscal podrá ordenar la incomunicación del detenido. La medida cesará automáticamente luego
de finalizada dicha audiencia o al vencimiento del plazo máximo previsto para la celebración de
la misma.

Comentario
El precepto resulta regulatorio de una medida de coerción personal, consistente en la interdicción del
imputado a quien prácticamente se lo aísla del mundo exterior –sólo se exceptúa de dicha situación al
defensor, con quien se le permite contacto antes de prestar declaración o previo a intervenir
personalmente en cualquier acto procesal- impidiéndole todo contacto verbal, escrito o visual con
terceras personas, todo ello se supone que está orientado a evitar la frustración de pruebas y al
entorpecimiento de la investigación.
El despacho de la medida debe preservarse para situaciones extremadamente excepcionales y graves
que no puedan evitarse de otro modo y así deberá ser fundamentada por el fiscal.
Órgano autorizado en disponer la medida:
a) El fiscal resulta autoridad competente para ordenar la incomunicación, siendo ello compatible
con las facultades de detención que también posee dicho funcionario, en el marco de una IPP
con imputado identificado
b) La policía también puede disponer la incomunicación del imputado que hubiere aprehendido y/o
detenido, debiendo comunicar de inmediato dicha situación al fiscal, pudiendo suscitarse en ese
momento tres situaciones:
c) El fiscal confirma la detención e incomunicación dispuesta por la policía y de inmediato ordena
por escrito la primera (art 217) y emite la motivación suficiente establecida en el art 215, en la
misma orden; y respecto de la segunda
d) El fiscal dispone la libertad del imputado, sin perjuicio de la continuación de la investigación, lo
cual lógicamente origina automáticamente el cese de la incomunicación
e) El fiscal confirma la detención (art 217) pero ordena el levantamiento del estado de
incomunicación.
Requisitos para disponer la incomunicación
Debe estar suficientemente motivada.
Duración de la incomunicación
La medida puede ser dispuesta desde el mismo momento en que se efectiviza la detención del
imputado y hasta que se cumplimente la audiencia imputativa. Al finalizar la misma cesa la
incomunicación, como también ello ocurre cuando transcurre el plazo máximo para que la audiencia
precedente se lleve a cabo: 48 hs conforme a los plazos ordinarios establecidos en el art 274, salvo que
se apliquen los términos de excepción conforme a lo establecido en el art 346.
En caso de que se prolongue la incomunicación, además de las consecuencias disciplinarias, civiles y
penales que le pueda originar dicha situación abusiva a los responsables, habilitará la presentación de
una denuncia de habeas corpus, encuadrando el supuesto en la hipótesis contemplada en el inc 3 del
art 370.
La incomunicación también puede cesar en cualquier momento desde que fuera impuesta –y hasta que
se cumplan los actos procesales o venzan los términos precedentemente indicados- si se extinguieran
las razones que la motivaron y el fiscal así lo dispusiera.

ARTÍCULO 216.-
Comunicación con el defensor.- En ningún caso la incomunicación del detenido impedirá que
éste se comunique con su defensor, en forma privada, inmediatamente antes de comenzar su
declaración o antes de cualquier acto que requiera su intervención personal.

Comentario
Sólo procederá en dos momentos puntualmente establecidos en la parte final de la norma:
a) Antes de comenzar la audiencia imputativa (art 274) o la declaración prestada en sede policial
(art 268 inc 12 sub inc c)
b) Antes de ser llevado a cualquier acto que requiera su intervención personal.

ARTÍCULO 217.-
Orden.- La orden de detención que emanara del Fiscal será escrita y contendrá los datos
indispensables para una correcta individualización del imputado y una descripción sucinta del
hecho que la motiva, debiendo especificar si debe o no hacerse efectiva la incomunicación.
Además se dejará constancia del Juez a cuya disposición deberá ponerse al imputado una vez
detenido, lo que deberá ocurrir dentro de las veinticuatro horas de operada la medida.
En caso de urgencia, la orden escrita podrá ser trasmitida por el medio técnico de comunicación
que establecerá la reglamentación.

Comentario
La orden de detención es el mandato librado por una autoridad con facultades para ello, mediante el
cual comunica la decisión de detener a una persona a otra autoridad encargada para ejecutar la
medida, la que además se encuentra habilitada para hacer uso de la fuerza pública a los fines de lograr
su efectivización. El contenido legalmente exigido para toda orden de detención es el siguiente:
1- Debe ser librada por escrito
2- Debe estar suficientemente individualizada la persona que se va a detener
3- Debe describirse brevemente el hecho que la motiva, bastando a tales efectos hacer una
acotada mención al hecho puntual por el que se dispone la medida
4- Debe constar en la orden si el detenido debe permanecer privado de libertad incomunicado
5- También debe dejarse constancia de a cuál juez de la IPP deberá quedar a disposición el
detenido, lo que deberá ocurrir dentro de las 24 hs. El detenido debe ser informado de ello.

ARTÍCULO 218.-
Libertad por orden Fiscal.- El Fiscal podrá disponer la libertad del aprehendido o detenido hasta
el momento en que fueran presentado el mismo ante un juez.

Comentario
La autoridad competente para disponer una detención o transformar la misma en una aprehensión, es el
Fiscal de Distrito, quien a partir de efectivizarse la privación de libertad cuenta con 24 hs prorrogables
fundadamente por otro tanto, para convocar al imputado a la audiencia imputativa.
Finalizada la misma y en caso de entender procedente la prisión preventiva, asó debe requerírselo al
juez de la IPP, quien debe convocar a una audiencia oral dentro de las 48 hs subsiguientes.
Dentro de dicho lapso máximo de 48 hs, contabilizados a partir de la efectivización de la detención, el
fiscal puede disponer la libertad del detenido, sea por considerar que no subsisten los motivos por los
cuales se dispuso originariamente la misma o por cualquier otra razón. La decisión la podrá disponer el
fiscal por simple decreto u orden verbal, pudiendo la autoridad policial que se encuentre a cargo de la
IPP dejar constancia escrita en las actuaciones.
Dicha facultad del fiscal puede ser ejercitada hasta el momento en que el detenido fuera presentado
ante un juez, de lo cual puede diferenciarse las siguientes hipótesis:
a) Antes de practicarse la audiencia imputativa el fiscal decide que no habrá de llevarla adelante y
ordena la libertad del detenido.
b) El imputado concurrió a la audiencia imputativa y al finalizar la misma el fiscal dispone su
libertad.
c) Luego de la audiencia imputativa el fiscal le solicita al juez de la IPP la prisión preventiva, pero
antes de que el detenido sea presentado ante dicho magistrado el fiscal decide que resulta
pertinente hacer cesar la detención, ordenando su libertad o disponiendo alguna medida
alternativa o atenuada de la prisión preventiva (art 221 y 222), las que podrán ser impugnadas
por el afectado, o su defensor, en caso de que éste considere que no resultan procedentes o que
agravan innecesariamente su situación.
d) En la misma audiencia oral prevista en el art 223 el fiscal desiste de su pretensión de prisión
preventiva, ante lo cual el juez de la IPP deberá convalidar dicha postura fiscal o sustituir la
misma por alguna de las variantes emergentes de los art 221 y 222.
Lo mismo rige para las actuaciones en las que haya operado la conversión de la acción penal (arts 22 y
291) y el querellante haya requerido la imposición de medidas coercitivas personales, las que no podrán
ser impuestas por el órgano jurisdiccional en caso de desistimiento de las mismas por parte del
acusador principal.

ARTÍCULO 219.-
Procedencia de la prisión preventiva.- A pedido de parte podrá imponerse prisión preventiva al
detenido, cuando se estimaran reunidas las siguientes condiciones:
1) existencia de elementos de convicción suficientes para sostener su probable autoría o
participación punible en el hecho investigado;
2) la pena privativa de libertad, que razonablemente pudiera corresponder en caso de condena,
sea de efectiva ejecución;
3) las circunstancias del caso autorizaran a presumir el peligro de fuga o de entorpecimiento de
la investigación.
Presupuesto de validez de la medida es la celebración previa de la audiencia imputativa prevista
por los artículos 274 y siguientes.

Comentario
La prisión preventiva no tendrá carácter de pena anticipada y podrá ser acordada únicamente como
ultima ratio. Sólo podrá ser decretada cuando se comprueba peligro concreto de fuga del imputado o de
destrucción, desaparición o alteración de las pruebas.
Toda coerción, restricción o injerencia en los derechos del imputado que excedan este marco, no tienen
respaldo en la CN así, la prisión preventiva, tal como se la regula sería inconstitucional.
Requisitos de procedencia de la imposición de la prisión preventiva en el nuevo ordenamiento
procesal penal santafesino
1) La prisión preventiva sólo podrá imponérsele al imputado a pedido de parte, necesariamente
debe existir un pedido del fiscal.
2) Debe existir una IPP abierta y vigente
3) En el marco de la IPP debe haber podido individualizarse al imputado quien debe haber
concurrido a la audiencia imputativa
4) Deben verificarse la existencia de elementos de convicción que permitan sostener, en grado de
probabilidad, la responsabilidad penal del imputado, a título de autor, partícipe o encubridor. Esto
es el recaudo de apariencia de responsabilidad en el titular del derecho a afectar por la medida
cautelar.
El recaudo precedente implica que para imponerse la prisión preventiva deben existir suficientes
elementos probatorios, superadores del grado cognoscitivo de la duda, que permitan inferir que el
imputado pudo haber tenido responsabilidad penal en los hechos por los cuales se encuentra bajo
investigación.
5) Debe efectuarse un pronóstico de sanción punitiva en expectativa, conforme a la que se
desprende de la plataforma fáctica objeto de investigación y del encuadramiento tipológico de los
hechos atribuidos al imputado, de modo tal que se pueda inferir razonablemente que la condena
puede resultar de ejecución efectiva.
Pautas objetivas
a) Calificación legal del delito o los delitos que se le atribuyen al imputado: en caso de que el
mínimo en abstracto resulte superior a los 3 años, la pena a imponer será efectiva, en razón de
lo dispuesto en el art 26 CP
b) Clase de pena
c) Deben tenerse en cuenta las circunstancias calificantes o atenuantes que ´puedan resultar
aplicables a los fines de efectuar la ponderación del monto punitivo a imponer.
d) Deben verificarse los antecedentes computables
e) Deberá verificarse si corresponde la unificación de condenas o penas
f) Deberá verificarse si desde la condena computable anterior transcurrió el placo de 8 a 10 años,
en relación al hecho bajo investigación, conforma a lo establecido en el art 72 CP.
Pautas subjetivas
Se asientan fundamentalmente en las condiciones personales del investigado y los parámetros
mensuradores de la sanción punitiva aplicable.
La autorización el encierro sólo debe admitirse cuando el entorpecimiento probatorio o el peligro de la
fuga es real, concreto, comprobable: de este modo no se viola el principio de inocencia porque la
medida no se adopta como adelanto de la pena sino para cumplir tal o cual acto procesal o para impedir
un intento de fuga.

ARTÍCULO 220.-
Presunción de peligrosidad procesal.- La existencia de peligro de fuga o de entorpecimiento de
la investigación podrá elaborarse a partir del análisis de las siguientes circunstancias: 1) la
magnitud de la pena en expectativa; 2) la importancia del daño a resarcir y la actitud que el
imputado adoptara voluntariamente frente a él; 3) la ausencia de residencia fija; 4) el
comportamiento del imputado durante el desarrollo del procedimiento o de otro procedimiento
anterior, en la medida en que indicara su voluntad de perturbar o no someterse a la persecución
penal.
Comentario
La existencia de peligro de fuga o de entorpecimiento de la investigación no es “presumible”, sino que
debe existir realmente (sino sería inconstitucional).
El término “presunción” (diccionario: aquellos hechos que la ley tiene por ciertos sin necesidad de que
sean probados) aplicado al tema de la peligrosidad procesal, se advierte que se da trato de culpable a
quien constitucionalmente se debe tratar como inocente. La posibilidad de que el imputado pueda
asumir una conducta procesalmente peligrosa no puede inferirse sin más, sino que debe resultar de una
apreciación basada en hechos reales y no en meras conjeturas, de lo contrario se otorga al juzgador un
gran marco discrecional.
Resulta inconstitucional cualquier interpretación de las pautas de este art. como presunciones iure et de
iure.
“PODRÁ”: significa que no es obligación del juez de la IPP considerarlas, de modo que se salva su
constitucionalidad.
La noción de peligrosidad procesal, es superadora del sistema derogado que contenía pautas objetivas
intrínsecamente injustas.
Para determinar la peligrosidad, se deben considerar los siguientes extremos:
-peligro de fuga  fuga: la sustracción voluntaria del proceso, en cualquiera de sus etapas, por parte
del imputado.
Debe ponderarse, tanto las pautas objetivas como las circunstancias del caso concreto y del imputado.
-entorpecimiento de la investigacióndebe considerarse: la modificación del lugar en donde ocurrieron
los hechos investigados; alteración de rastros o huellas; inducción, intimidación o presión a testigos;
producción de pruebas falsa; comunicación con imputados prófugos; etc.
Las pautas no pueden ser ampliadas por fuera de las expresamente previstas.
Pautas reguladas:
1- la magnitud de la pena en expectativa: si lo que está en juego es una eventual aplicación de una
pena grave, no es descabellado suponer que nazca la idea de sustraerse del proceso. No puede
realizarse un análisis aislado (sino volveríamos al viejo sistema de parámetros rígidos y objetivos).
Según una doctrina española “el peligro de fuga, debe ser apreciado por la gravedad de la imputación,
el monto de la pena esperada, peso de las pruebas de cargo conocidas por el imputado, su
personalidad y su situación particular”.
El código propone un criterio normativo para orientar la interpretación de la peligrosidad: la pena en
expectativa. Y ésta, es la que corresponde a un delito grave. Las “reglas de Mallorca” prescriben que: el
juzgamiento, en caso de delitos graves, deberá ser competencia de tribunales colegiados, y si se trata
de delitos leves o faltas, de tribunales unipersonales…” originariamente el proyecto preveía la
integración colegiada para penas de prisión de 8 años. Sin embargo el tratamiento legislativo modificó la
norma y se elevó la pena a 12 años de prisión.
Queda claro que, cuando la pena que eventualmente se solicite sea inferior a la de 12 años, o cuando el
delito imputado tenga una pena inferior, en ningún caso podrá fundamentarse la existencia de
peligrosidad procesal en base a la magnitud de la pena en expectativa, en los términos del art. 220,
dado que una pena inferior a la de 12 años ha sido considerada (normativamente) como un delito leve
(reglas de Mallorca).
2- la importancia del daño a resarcir y la actitud que el imputado adoptara voluntariamente frente a
él: daño que sufrió la víctima como parámetro a considerarse, no es el consentimiento de la víctima el
que debe obtenerse, su voluntad la que debe consultarse. De todos los parámetros del art. Es el más
improponible, porque juega como medida extorsiva que compele al imputado a resarcir el daño para que
se presuma que no eludirá el juicio.
Erróneamente se piensa que el quantum del monto resarcible puede brindar una pauta vinculada a la
conducta futura esperable del imputado. Se trate de un insolvente que no cumplió o de un solvente que
si lo hizo, siempre habrá de considerarse si se cumplieron con las cauciones reales del art. 237/8/40 del
Código.
Respecto de la conducta, no se advierte qué potencialidad tiene para determinar la peligrosidad
procesal.
3- la ausencia de residencia fija: residencia: lugar donde la persona se ha establecido (art. 91 y 92
del C. Civil). El razonamiento es el siguiente: la falta de arraigo, la ausencia de vínculos afectivos o
laborales, puede hacer presumir la Pel.Proc. permitiendo inferir que el no acatamiento de los mandatos
judiciales y a la actuación de la ley penal, resulta una opción favorable a quien no tiene demasiado que
perder ante una situación de clandestinidad o lejanía. Este deberá ser un dato de la realidad que el
Fiscal deberá probabilizar suficientemente ante el juez de la IPP.
4- el comportamiento del imputado durante el desarrollo del procedimiento o de otro procedimiento
anterior: quizás sea la más seria de todas las pautas, la que considera la conducta en el mismo
proceso, si bien los hechos pasados no autorizan a presumir el futuro y el único que legitima la privación
de libertad es la existencia de peligros concretos actuales. No es un dato menor si el imputado
incumplió reglas de conducta, si fue declarado rebelde, si suprimió o intento suprimir evidencias, fugas
anteriores, intentos de evadirse, etc.
La conducta en otros procesos anteriores o concomitantes, tienen menor importancia.
El nuevo ordenamiento abandono el criterio objetivo, rígido y formalista del inc. 3 del art 338, según el
cual la excarcelación debía denegarse al imputado que registraba 2 o más excarcelaciones concedidas.

ARTÍCULO 221.-
Alternativas a la prisión preventiva.- Siempre que el peligro de fuga o de entorpecimiento
probatorio, pudiera razonablemente evitarse con otra medida menos gravosa para el imputado,
el Tribunal impondrá ésta en lugar de la prisión. Entre otras alternativas aún de oficio y con
fundamento suficiente, podrá disponerse la libertad del imputado sujeta a una o a varias de las
condiciones siguientes de acuerdo a las circunstancias del caso: 1) la obligación de someterse
al cuidado de una persona o institución, quien informará periódicamente a la autoridad; 2) la
obligación de presentarse periódicamente ante la autoridad que se designe; 3) la prohibición de
salir de un ámbito territorial determinado, de concurrir a determinados lugares, o de
comunicarse con ciertas personas; 4) la prestación de una caución patrimonial por el propio
imputado o por otra persona; 5) la simple promesa jurada de someterse al procedimiento penal,
cuando con ésta bastara como alternativa o fuera imposible el cumplimiento de otra.

Comentario
Consagra el principio de “ultima ratio” de las medidas cautelares. Hubiera sido preferible que esta norma
precediera al art. 219 y 220, a modo de regla general, dejando al encarcelamiento como última opción.
No es consecuencia de la presunción de inocencia, sino de uno de los subprincipios del principio de
proporcionalidad, cual es el de necesidad de la medida.
-derecho a la medida cautelar menor gravosa: esta regulación torna operativa la regla del art. 9.3 del
Pacto Internac. De der. Civiles y Políticos (ley 23313) “la prisión preventiva (PP) no debe ser la regla
general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren su comparecencia del
acusado al juicio o cualquier otra diligencia procesal, y en su caso la ejecución del fallo”.
“impondrá”: no las regula como una facultad del Tribunal, sino como un auténtico imperativo funcional.
Si bien deben efectuar la ponderación pertinente para cada caso en particular, tendrán que restringir la
aplicación de la PP a los supuestos que indefectiblemente no puede ser sustituida, sin que ellos
impliquen un riesgo procesal tangible. Las alternativas son prioritarias legalmente al encierro.
-las alternativas pueden ser dispuestas de oficio (mayoritariamente las va a establecer el juez de la IPP,
pero también puede hacerlo el tribunal del juicio) o a instancia de parte.
-la sustitución debe ser con motivación suficiente y con forma de auto (suficientemente fundado,
bastarse a sí mismo en cuanto a razones jurídicas y fácticas). La resolución es apelable por el fiscal, o
querellante en su caso.
-“entre otras”: no es taxativo, pero tiene rango superior el otorgamiento de la libertad.
-“una o varias”: no quiere decir que deben concurrir todas las alternativas.
Condiciones disponibles:
1- someterse al cuidado de una persona o institución, quien informará periódicamente a la
autoridad: el cuidador debe ser mayor de edad y capaz, ya que asume un compromiso de control e
información, que rige durante el tiempo del trámite. Este compromiso debe ser plasmado en el acta
respectiva y el incumplimiento por el imputado SOLO genera consecuencias a él, sin perjuicio de la
separación de la persona o institución de control y anoticiamiento, o de la eventual responsabilidad
penal (encubrimiento). La periodicidad de la carga informativa será establecida discrecionalmente por el
tribunal, pudiendo ir variando por disminución del riesgo procesal, por el transcurso del tiempo,
comportamiento del liberado, etc.
2- la obligación de presentarse periódicamente ante la autoridad que se designe: es un deber
personal e indelegable del imputado, durante el lapso y periodo fijado en el auto. En caso de
incumplimiento injustificado, a pedido del fiscal o querellante, podrá revocarse la alternativa por otra. El
deber de presentación puede estar determinado por el hecho que origino el proceso y en los cuales
estuvo involucrado.
3- la prohibición de salir de un ámbito territorial determinado, de concurrir a determinados lugares, o
de comunicarse con ciertas personas: puede complementarse con la n°2. La prohibición abarca un
cierto ámbito geográfico (no es la prohibición de salir del domicilio). La prohibición de comunicación o
acercamiento con determinadas personas apunta a descomprimir el conflicto o que se generen nuevos
enfrentamientos.
4- la prestación de una caución patrimonial por el propio imputado o por otra persona: tienen por
objetivo el cumplimiento del deber de comparecer u otro impuesto en el auto de soltura del imputado. El
monto es determinado por el tribunal, en base a los hechos, perfil personal y antecedentes del
imputado, daño a resarcir, etc. La caución debe constituirse en acta formal, previa acreditación de
solvencia. Cuando es otorgada por un 3ro, debe suscribir el acta, asumiendo la responsabilidad de
afrontar el monto en caso de incumplimiento de las obligaciones del imputado, además de acarrear para
éste la revocación de la libertad, en caso de que ello fuere peticionado y procedente.
5- la simple promesa jurada de someterse al procedimiento penal, cuando con ésta bastara como
alternativa o fuera imposible el cumplimiento de otra: compromiso de cumplimento de las obligaciones
impuestas, efectuado verbalmente por el imputado ante el tribunal, la que debe figurar en el acta
respectiva. Puede ser escogida por el tribunal en razón de los antecedentes del imputado, naturaleza
del hecho, etc. La situación de imposibilidad de afianzamiento debe ser verificada por el tribunal a través
de informes socio-económicos-ambientales, o por cualquier medio.

ARTÍCULO 222.-
Atenuación de la coerción.- El Tribunal, aún de oficio, morigerará los efectos del medio
coercitivo en la medida que cumplimente el aseguramiento perseguido. Con suficiente
fundamento y consentimiento del imputado, podrá imponerle: 1) su prisión domiciliaria con el
control o la vigilancia que se especifique; 2) su encarcelamiento con salida diaria laboral y/o
salida periódica para afianzar vínculos familiares, bajo la responsabilidad y cuidado de una
persona o institución que se comprometa formalmente ante la autoridad y suministre periódicos
informes; 3) su ingreso en una institución educadora o terapéutica, pública o privada, que sirva a
la personalización del internado en ella.

Comentario
“Morigerar”: moderar los excesos de los sentimientos y acciones.
El art. Establece la morigeración de la coerción, siendo complementario del art. Anterior. No son
utilizables discrecionalmente por el órgano jurisdiccional, sino que son un auténtico imperativo funcional,
incluso aplicable de oficio.
Requisitos para disponer la morigeración coercitiva:
1. las pautas a considerar (por el juez de IPP, y también por el tribunal de juicio) se encuentran
asentadas en el aseguramiento de los fines del proceso, se verifica que no existe peligrosidad procesal
o cuando ésta se neutralizó por medios menos gravosos.
2. Debe hacerse en auto fundado (extremos facticos y legales), debe describir con precisión las
nuevas obligaciones impuestas al imputado. La resolución es apelable por el fiscal o querellante.
3. Es necesario contar con la anuencia del imputado, previa consulta a él o su defensor. A pesar de
ser concebida para alivianarle la carga al imputado, si no la consiente no puede serle impuesta y se
mantendrá la anterior.
Las 3 alternativas, pueden interpretarse como taxativas, pero de acuerdo a la naturaleza del instituto
(beneficio de la morigeración) y sus principios, se puede aplicar otro medio no establecido en la ley.
1. prisión domiciliaria: art. 10 del Cód. Penal (“Podrán, a criterio del juez competente, cumplir la
pena de reclusión o prisión en detención domiciliaria: a) El interno enfermo cuando la privación de la
libertad en el establecimiento carcelario le impide recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia y no
correspondiere su alojamiento en un establecimiento hospitalario; b) El interno que padezca una
enfermedad incurable en período terminal; c) El interno discapacitado cuando la privación de la libertad
en el establecimiento carcelario es inadecuada por su condición implicándole un trato indigno, inhumano
o cruel; d) El interno mayor de 70 años; e) La mujer embarazada; f) La madre de un niño menor de
cinco (5) años o de una persona con discapacidad a su cargo”).
El CPPSF es superador del CP porque no establece limitaciones de edad ni monto de pena en
expectativa. Loable porque la prisión domiciliaria tiene en miras razones humanitarias.
En los supuestos de edad avanzada o enfermedad terminal, es constitucional el cumplimiento de la
pena privativa de libertad extramuros, además no tiene sentido considerar que esa persona está en
condiciones de representar un peligro concreto para el proceso o para la actuación de la ley penal.
El seguimiento y control de esta medida, debe ser establecido por el juez y puede consistir en la
asunción de la responsabilidad por parte de un particular o de una institución, o por medios tecnológicos
apropiados (pulsera, tobillera, chip, etc.)
2. salidas laborales o periódicas: para mantener vínculos afectivos y laborales. El seguimiento y
control puede estar a cargo de particulares o instituciones.
3. Internación voluntaria del imputado: capta especialmente las conductas adictivas. Puede resultar
en detrimento de quienes no tienen medios económicos para afrontarlos, a quienes el servicio público
de salud no les ofrece una alternativa válida (mayoría de los casos).
Una prisión preventiva atenuada, también debe computarse conforme al art 24 del Cód. Penal (“La
prisión preventiva se computará así: por dos días de prisión preventiva, uno de reclusión; por un día de
prisión preventiva, uno de prisión o dos de inhabilitación o la cantidad de multa que el tribunal fijase
entre pesos treinta y cinco y pesos ciento setenta y cinco”)

ARTÍCULO 223.-
Oportunidad.- En la oportunidad prevista en el artículo 274, el Fiscal solicitará al Tribunal de la
Investigación Penal Preparatoria audiencia para resolver acerca de la prisión preventiva, por
escrito, haciendo mención sucinta de los hechos que se le atribuyen al imputado y su
calificación jurídico-penal. Vencido el término sin deducirse la instancia, la defensa podrá
plantear una denuncia de hábeas corpus, sin perjuicio de procederse de oficio.

Comentario
Implica que se haya receptado la audiencia imputativa, pudiendo presentarse las sigs. alternativas:
1. Imputado comparece en estado de libertad, luego de ser citado. El fiscal decide que corresponde
mantener la libertad, confirmándola al finalizar la audiencia e incluso pudiendo imponerle condiciones
(art. 221).
2. Comparece libre, pero el fiscal por considerar que cambiaron las circunstancias tenidas en
cuenta al citarlo para la audiencia imputativa, ordena la detención, al finalizar la audiencia (cumpliendo
con art. 217, excepto la incomunicación). El fiscal deberá solicitar al juez de la IPP la fijación de la
audiencia oral (art. 224) dentro de las hs. Hábiles.
3. Imputado concurre, habiendo sido impuesta su detención (conforme art. 212, 214, 217). El juez
dispone la libertad (218), pudiendo sujetarla a condiciones.
Requisitos de la pretensión coercitiva del fiscal (luego de audiencia imputativa)
1. Por escrito.
2. Breve reseña de los hechos imputados y de las pruebas incorporadas o a incorporar, y la
responsabilidad penal del imputado.
3. Encuadrar hechos en el tipo penal, de modo liminar y con la mención del nomen juris delictivo y
el art. sustancial correspondiente.
4. Ante el juez de la IPP  tramite incidental. Como primera medida, el juez, deberá corroborar la
presencia de los requisitos legales (puede instar a que se corrija) bajo apercibimiento de considerar
decaída la instancia (caduca).
-Defensa podrá plantear habeas corpus, sin perjuicio de que el tribunal de la IPP proceda de oficio, si el
fiscal no solicita la prisión preventiva oportunamente.

ARTÍCULO 224.-
Audiencia oral.- El Tribunal convocará en un plazo que no excederá de cuarenta y ocho horas al
Ministerio Público Fiscal, en su caso al querellante, al imputado y su defensa, a la audiencia a
que refiere el artículo anterior. Abierto el acto, se concederá la palabra en primer término al actor
penal, quien deberá fundamentar su pretensión cautelar. Seguidamente se oirá al querellante si
lo hubiera, al defensor y en caso de contradicción, las partes ofrecerán aquella prueba que estén
en condiciones de producir en la misma audiencia. Producida la prueba las partes alegarán
oralmente sobre su mérito. Finalizada la audiencia el Tribunal hará conocer su decisión en el
acto, y dentro de las veinticuatro horas dictará por escrito la resolución fundada.

Comentario
Impone un contradictorio oral para resolver el pedido, imperando los principios de concentración,
celeridad e inmediatez.
Tramite:
1. Fiscal o querellante, deberá sostener y fundamentar los motivos facticos y jurídicos por los
cuales solicita la cautelar. El punto central que debe acreditar es la peligrosidad procesal, demostrando
y convenciendo al juez de la IPP los peligros concretos no presumibles.
El querellante conjunto, solo está facultado para solicitar medidas cautelares patrimoniales vinculadas a
la indemnización civil y costas.
2. Se concede la palabra a la defensa. El onus probandi está en manos del actor penal, no se
presume la calidad de peligroso procesal.
El imputado puede declarar a su pedido o a solicitud de cualquiera de las partes o del juez de la IPP.
3. Si hay acuerdo de partes sobre determinado régimen coercitivo, el juez de la IPP podrá
homologar el acuerdo, salvo que lo encuentre improcedente (infundado, innecesario o
desproporcionado). Siempre conserva las facultades para morigerar o atenuar el mismo, pero tiene
prohibido imponer coerción mayor a la solicitada por el Fiscal.
4. En caso de contradicción: deberán ofrecer prueba.
5. Producción de la prueba ofrecida.
6. Alegato de las partes: respetando el mismo orden (fiscal-defensor). Puede volver a ser
escuchado el imputado.
7. Terminada la audiencia, sin intervalo temporal, el tribunal de la IPP hará conocer su decisión. No
causa estado, admitiendo revisión en cualquier momento.
8. Dentro de las 24hs, fundamentara por escrito lo resuelto. Sin perjuicio de hacerlo oral al finalizar
la audiencia, pudiendo ser impugnada por las partes (alternativa que surge del art. 3 respecto de la
celeridad y concentración de actos, siempre que sea fundando de acuerdo al art. 240)

ARTÍCULO 225.-
Nueva audiencia.- Mediando una solicitud por escrito donde cualquiera de las partes invocaran
elementos probatorios sobrevinientes, el Tribunal convocará a una nueva audiencia con la
finalidad de analizar la eventual modificación o revocación de la resolución que impusiera o
rechazara medidas de coerción personal. Cuando se alegara como única motivación del examen,
el transcurso del tiempo que sobrelleva en prisión el imputado, bajo condición de admisibilidad,
deberá mediar un lapso no menor de sesenta días entre las sucesivas audiencias.
Se observará el trámite previsto en los artículos precedentes, adecuando el orden de las
intervenciones en la audiencia al carácter de promotor o contradictor en el incidente que asuman
cada una de las partes.

Comentario
Establece la posibilidad de revisarse lo resuelto en la audiencia anterior, teniendo en cuenta que todo
pronunciamiento sobre cuestiones preventivas no causa estado, pudiendo reexaminarse, de oficio o a
pedido de parte, en cualquier momento, según se entienda que hayan variado las circunstancias.
Requisitos de procedencia:
1. a pedido de parte
2. por escrito
3. existencia de nuevos elementos probatorios (desconocidos anteriormente o que no se pudieron
producir, o cualquier otra circunstancia)
4. cuando lo único que se invocara, fuera el paso del tiempo, debe haber transcurrido 60 días, al menos,
entre ambas audiencias. Sino, se declarara inadmisible el pedido, pudiendo ser reformulado cuando se
cumpla el recaudo.

Objetivo: impedir abusos de la defensa, reiterando el pedido excarcelatorio ya resuelto aprovechando la


provisoriedad de la medida de coerción. No hay limitación al querellante.
El impedimento está condicionado a que no opere, antes de los 60 días, alguna causal del 227 o de otra
índole.
Tramite: contradictorio oral (igual al art. 224).

ARTÍCULO 226.-
Recursos.- La resolución que imponga, modifique o rechace medidas coercitivas personales,
será apelable.

Comentario
Rige la regla del interés directo (art. 380), porque permite recurrir al expresamente autorizado y también,
a quien le interese la eliminación, revocación o reforma de lo recurrido.
El querellante conjunto carece de facultad impugnativa.
Rige lo establecido por art. 398: la apelación debe ser presentada ante el tribunal que dictó la resolución
dentro de los 3 días en que se produjo la última notificación, en el caso del imputado y la defensa.
(Art. 149)Cuando se disponga la prisión preventiva o denegación de libertad, debe notificarse
personalmente al imputado, quien puede apelar autónomamente, debiendo su defensor fundar
técnicamente el recurso, dentro del plazo de 5 días (art. 400).

ARTÍCULO 227.-
Cesación de la prisión preventiva.- El Tribunal dispondrá, aún de oficio, la cesación de la prisión
preventiva cuando: 1) por el tiempo de duración de la misma, no guardara proporcionalidad con
el encarcelamiento efectivo que razonablemente pudiera corresponder en caso de condena; 2)
su duración excediera de dos años. En este último caso, antes de que se cumpliera tal plazo el
Ministerio Público Fiscal podrá solicitar a la Cámara de Apelación la prórroga del
encarcelamiento preventivo. Dicha prórroga será otorgada excepcionalmente por un plazo
máximo de un año. Vencido dicho plazo, si no hubiera comenzado la audiencia de debate, la
prisión preventiva cesará definitivamente. Dictada la sentencia condenatoria, si se concedieran
recursos contra ella, la prisión preventiva no tendrá término máximo de duración, sin perjuicio
de su cese por el inciso primero.

Comentario
Debe compatibilizarse con el art. 206.
Específicamente se pone límite máximo a la prisión preventiva, por prolongación indebida. Este límite
sobrevendrá, incluso contra la existencia de peligro concreto, y se vincula al derecho a ser juzgado en
un plazo razonable o a obtener una decisión sobre la situación del sometido al proceso.
Duración de la prisión preventiva:
1. Tribunal advierta desproporción (proporcionalidad en el art. 205 inc. 2) entre tiempo de encierro
preventivo y causa que lo motivo (peligro procesal concreto) debe cesar.
2. Encarcelamiento preventivo prolongado, por tener vigencia y actualidad el peligro concreto, en
confrontación con la racionalidad republicana y el derecho del imputado a obtener una sentencia
en tiempo razonable  debe cesar.
3. Duración del encarcelamiento preventivo (no se da 1: no es desproporcionado. No se da 2:
peligro actual y vigente) por 2 años  debe cesar. El lapso debe ser computado a partir de que
el imputado fue privado de su libertad ambulatoria. Es fatal, salvo que el fiscal, antes del
vencimiento, solicite prórroga de la prisión a la Cámara de Apelación.
Problema: prolongación de procedimientos judiciales, sin que se dicte pronunciamiento de fondo que
defina la situación del imputado ante la ley penal y ante la sociedad, sea condena o absolución.
Es un imperativo funcional del órgano jurisdiccional, hacer cesar la prisión preventiva, aun oficiosamente
(o a pedido del afectado o del MPF en su rol de control de legalidad procesal y constitucional) cuando
se den los supuestos (1, 2 o 3).
La prórroga: por la materia en juego y la vigencia de normas constitucionales (duración razonable del
proceso y derecho a obtener un rápido pronunciamiento), tiene carácter excepcionalísimo y los sujetos
habilitados no pueden extenderse a otros que no sean los normativamente habilitados. Es una objetable
situación excepcional, cuya petición se reserva exclusivamente al actor penal público.
Requisitos:
1-interpuesto antes de los 2 años, introducido el pedido, dicho vencimiento se suspende hasta tanto se
dicte la resolución.
2- por escrito ante la Cámara de turno o que corresponda por la regla de competencia.
3- fundamentado: motivos del peligro procesal.
Solo la actualidad y vigencia de un peligro concreto para la actuación de la ley penal o para la
materialización del juicio podrían autorizar, excepcionalmente, un plazo de encierro preventivo adicional.
Formulado el pedido, la Cámara verificara su admisibilidad formal y cumplimiento de recaudos legales,
intimando al impugnante a su subsanación, por el término de 5 días (art. 400).
Si no se cumple, la Cámara dará por decaído el pedido, sin perjuicio de que pueda ser renovado,
cuando no se encuentren vencidos los plazos legales.
Luego convoca en un plazo breve a las partes a una audiencia, donde se aplica el trámite contradictorio.
La Cámara accede o deniega el pedido de prórroga, en función de las postulaciones de las partes y
constancias de las actuaciones.
En caso de concederla: el tribunal establecerá un plazo de hasta 1 año, debiendo comenzar antes de su
vencimiento, la audiencia de debate. Si deniega, cesa la prisión preventiva, pudiendo efectuar una
denuncia de habeas corpus (art. 370 inc2).
El plazo extra, puede ser otorgado, UNA SOLA VEZ, aun cuando la extensión hubiera sido dispuesta
por menos de un año (pidiendo otra prorroga por el resto, hasta llegar al año máximo).
Si transcurre el nuevo plazo, y no se realiza: efecto extintivo de la prisión preventiva ipso iure. El
legislador admitió la posibilidad de que se extienda la prisión preventiva unos días más allá del
vencimiento de la prorroga: los necesarios para la realización de la audiencia de debate.
Luego de dictada la sentencia condenatoria, estando el imputado en prisión preventiva:
-si la condena queda firme (por no ser recurrida o declarados inadmisibles los recursos interpuestos):
seguirá privado de su libertad, en calidad de condenado.
-interpuestos los recursos y concedidos en tiempo y forma: podrán sustanciarse sin que exista tiempo
máximo de duración de prisión preventiva.
No podemos dejar de objetar, que ya el plazo de 2 años es injustificado para mantener una privación de
libertad sin pronunciamiento judicial sobre el fondo, mucho más la prorroga extraordinaria establecida.
No se desvincula con el derecho a ser juzgado en plazo razonable o ser puesta en libertad sin perjuicio
de que continúe el proceso.

ARTÍCULO 228.-
Cesación de las medidas alternativas a la prisión preventiva.- Las medidas que se dictaran como
alternativas a la prisión preventiva, o las que la atenuaran, cesarán automáticamente y de pleno
derecho al cumplirse los plazos y condiciones previstas en el artículo anterior.

Comentario
Busca introducir los principios de proporcionalidad y necesariedad en el mantenimiento de las reglas,
cualquier fuere la naturaleza de las mismas.

ARTÍCULO 229.-
Caducidad.- Las libertades provisionales que sean alternativas o las morigeraciones dispuestas
respecto de una prisión preventiva, caducarán de pleno derecho cuando el imputado fuera
detenido en relación a otro procedimiento penal. El imputado será puesto a disposición de todos
los Tribunales intervinientes y la viabilidad de la prisión preventiva o sus alternativas, será
nuevamente analizada, a instancia de parte, teniendo en cuenta todas las persecuciones penales
en trámite. Será competente para entender en este análisis, el Juez de la Investigación Penal
Preparatoria del lugar donde tenga su asiento el Tribunal ante quien correspondiera acumular las
pretensiones punitivas. Se observará el trámite de la audiencia oral prevista en el artículo 224.

Comentario
Se parte de un concepto realista: es imposible materialmente que el imputado cumpla con las
alternativas o atenuaciones a la prisión preventiva, cuando en otra causa de dispuso su
encarcelamiento (visible en el sistema viejo).
Caída ipso iure del régimen benéfico.
En caso de imposibilidad de acumulación (por estar tramitando diferentes estadios procesales) se
deberá llevar a cabo el debate, oral contradictorio, en casa proceso.
Si se considera que el cumplimiento de la medida alternativa no resulta computable de acuerdo al art.
24 del código penal, el sistema de unificación de coerciones coloca al imputado en una situación
favorable, porque si resulta condenado en la causa que cumplía las alternativas, ahora podrá
computarse válidamente el tiempo de encierro preventivo que ordeno el mismo tribunal u otro en una
causa penal diferente, por aplicación del art. 58 del CPenal. (Este cómputo no regía en el sistema
anterior).
Si se trata de prisión preventiva atenuada, sí debe computarse de acuerdo al art. 24 del CP, porque es
prisión preventiva al fin.
A nuestro juicio, hubiera sido preferible que el legislador regulara expresamente un sistema integral de
unificación de coerciones.
No se regula la situación del imputado, que estando en prisión preventiva por robo agravado, mientras
se le tramita una causa por robo simple (en libertad), si al dictarse sentencia resulta absuelto por el robo
agravado y condenado por el robo simple, podría suponerse que no se computara el tiempo que estuvo
preso sin condena. Pensamos que se debe admitir el computo (surge del art. 229)

ARTÍCULO 230.- Internación provisional.- El Tribunal, a pedido de parte, podrá ordenar la


internación del imputado en un establecimiento asistencial cuando, a los requisitos para la
prisión preventiva, se agregare la comprobación por dictamen de dos peritos de que el mismo
sufre una grave alteración o insuficiencia de sus facultades mentales, que lo tornan peligroso
para sí o para los demás. Regirán, análogamente los artículos que regulan el trámite de la prisión
preventiva. Cuando no concurrieran los presupuestos para despachar la prisión preventiva, y sí
las demás circunstancias a que se alude precedentemente, el Tribunal informará al órgano
jurisdiccional competente para resolver sobre su incapacidad de internación y pondrá a su
disposición a quien estuviera detenido, de conformidad a lo dispuesto por el Código Procesal
Civil y Comercial en la materia.

Comentario
Trata de resolver la situación de los ININPUTABLES, pero incurre en un error: confunde peligrosidad
procesal con peligrosidad penal, y viola el principio de inocencia del art. 1.
El art. dice peligroso para sí o para los demás, no para el proceso, por lo tanto, nunca concurrirán los
requisitos para la prisión preventiva. Entonces, ordenar la internación provisional, de acuerdo al peligro
penal, se considera lisa y llanamente, adelanto de medida de seguridad (equiparable a pena).
Para evitar la inconstitucionalidad de la norma, debe procederse conforme al último párrafo en todos los
casos, dando intervención a la justicia civil.

ARTÍCULO 231.-
Tratamiento del encarcelado.- A quien se le dictara la prisión preventiva se lo alojará en
establecimientos especiales diferentes de los que se utilizan para los condenados a pena
privativa de la libertad, o, al menos en lugares absolutamente separados de los dispuestos para
estos últimos, y en todo momento será tratado como inocente. La reglamentación garantizará
todo lo atinente al lugar de alojamiento, servicios que se le brinden, utilización del tiempo,
condiciones laborales, actividades deportivas o recreativas, estudio e información general,
comunicación con familiares y amigos, visitas íntimas, salud física y psíquica, asistencia
religiosa y todo otro aspecto que le asegure el menor deterioro en su personalidad.

Comentario
Es reglamentario del art. 18 de la CN, en cuanto al estado y finalidad de los institutos carcelario.
Del 8vo párrafo del art. 9 de la Constitución de Santa Fe “No se alojará a encausados juntamente con
penados y los procesados o condenados menores de diez y ocho años y las mujeres lo serán en
establecimientos especiales”.
Pacto de San José de Costa Rica art. 5.4: separación, salvo casos excepcionales, de los procesados y
condenados.
No es objetivo de la prisión preventiva que se cause una aflicción innecesaria al imputado, quien
continúa gozando de la presunción de inocencia.
Es una mera expresión de deseos, porque solo se cumple parcialmente la separación.

ARTÍCULO 232.-
Cauciones.- Las cauciones a las que se refiere este capítulo serán personales o reales. En las
primeras el imputado asumirá solidariamente con uno o más fiadores la obligación de pagar la
suma que el tribunal fije cuando corresponda hacerse efectiva. El fiador deberá ser persona
capaz, acreditando solvencia suficiente y no podrá tener otorgadas y subsistentes más de dos
fianzas. En las segundas, se constituirá otorgando prendas, hipotecas, dando bienes a embargo
o depósito de dinero, efectos públicos o valores cotizables, también por la cantidad que se fije.

Comentario
Generalmente las cauciones son requeridas al imputado antes del otorgamiento de la libertad o cuando
se sustituya o se atenúa el régimen cautelar.
El objetivo: asegurar que el imputado cumpla con las obligaciones procesales. Su no acatamiento
genera la revocación de la libertad y la ejecución de la fianza, sea real o personal.
Tipos:
1. Juratoria: no regulada de modo expreso, se puede incluir en el art. 221 inc 2
Consiste en el compromiso asumido por el imputado, de cumplir con las obligaciones procesales, al
serle otorgada o confirmada la libertad, por parte del órgano jurisdiccional o MPF (art. 218). Suele
asentarse en un acta suscripta por el imputado y personal judicial fedatario. Pudiendo utilizarse cuando
por el estado de pobreza, no puede ofrecer otro tipo de caución.
2. Personal: obligación que asumen una o más personas, conjuntamente con el imputado, de
abonar al tribunal la suma dineraria, previamente establecida, en caso de incumplimiento por parte del
imputado.
Requisitos del fiador: persona capaz (civil para contratar y contraer obligaciones); acreditar solvencia
suficiente; no puede otorgar más de 2 fianzas vigentes (informe al registro de fianzas carcelarias).
3. Real: es la más gravosa y suele asegurar el cumplimiento de las obligaciones procesales.
Consiste en el otorgamiento de prendas o hipotecas o depósito de sumas de dinero, títulos valores o
cotizables en bolsa por parte del imputado o de terceros.
Diferencias:
1. Prestada por imputado, no genera consecuencias en 3ros.
2. prestada solidariamente por imputado y fiador/es, generando consecuencias económicas para
ambos.
3. prestada por imputado, por terceros o por ambos.

2. es virtual: solo fiador debe acreditar solvencia.


3. es concreta: a la fijación del monto, le sigue el deposito del dinero, divisas o la efectiva constitución
de prenda o hipoteca (por eso debe ser considerado como última opción, cuando sea el único medio
que permita asegurar los fines del proceso).
A los fines de seleccionar el tipo y monto, se debe efectuar un análisis de la peligrosidad procesal (art.
220).

ARTÍCULO 233.-
Forma.- Las cauciones se otorgarán antes de ordenarse la libertad, en acta suscripta a la que se
agregarán los documentos que acrediten la solvencia, si correspondiere, donde el imputado y el
tercero fijarán domicilio a dichos efectos.

Comentario
Requisitos del acta:
1. Lugar y fecha de otorgamiento de caución.
2. Tipo de caución y monto de la misma.
3. Datos completos del fiador o fiadores (con domicilio) y el compromiso, las consecuencias que
asume, en caso de incumplimiento del imputado.
4. Incorporación de toda la documentación demostrativa de la solvencia del fiador.
5. Incorporación de la boleta acreditante del depósito dinerario del fiador, o del comprobante
correspondiente al depósito de efectos públicos o valores cotizables.
6. Acompañarse informes de libre gravamen de los bienes que se ofrezcan a embargo o sobre los
cuales se constituyan las prendas o hipotecas.
7. Deberán acompañarse, a los fines de la evaluación los bienes sobre los cuales se constituirá
caución.
8. En caso de tratarse de hipotecas, deberá acompañarse el testimonio notarial correspondiente,
debiendo aceptarse la misma y disponerse la pertinente anotación registral.
9. Deberá constar en acta la renuncia del fiador del derecho de excusión(conferido al fiador simple
de no respondes al pago de la obligación afianzada, hasta tanto no se haya seguido infructuosamente la
ejecución contra los bienes del deudor principal
10. Firma de todos los intervinientes.

ARTÍCULO 234.-
Sustitución.- El fiador podrá pedir al Tribunal que lo sustituya por otra persona que él presente,
quien deberá reunir las condiciones de aquél. El imputado podrá reemplazar el bien sujeto a
cautela por otro u otros de igual valor en cualquier momento.

Comentario
En caso de caución personal o real: el fiador podrá solicitar al tribunal su sustitución, presentando a su
sustituto en el mismo acto. Evaluado el pedido y examinado el nuevo fiador, el tribunal resolverá, y
ordenara las anotaciones y registraciones correspondientes.
Si el tribunal entiende que no es más necesaria la caución (personal o real), el fiador quedará liberado,
puede reemplazarse por una de tipo juratorio.
También puede reemplazarse una de tipo real por otra de valor equivalente (reemplazo del bien
cautelado).
Todos los pedidos, deberán ser evaluados por el tribunal.
El trámite es el del art. 393: recurso de reposición (por escrito, previa vista fiscal, el tribunal resuelve
acogiendo o rechazando la solicitud).
ARTÍCULO 235.-
Incomparecencia. Sanciones.- Si el imputado no comparece al ser citado o se sustrae a la
ejecución de la pena privativa de libertad, se librará orden de captura y se fijará un término no
mayor de diez días para que comparezca. De ello se notificará al fiador y al imputado, bajo
apercibimiento de que si éste no compareciere o no justificare estar impedido por fuerza mayor,
la caución se hará efectiva al vencimiento de ese término, se dispondrá la ejecución de
conformidad con las normas correspondientes del Código Procesal Civil y Comercial quedando
legitimado, a dichos efectos, el Ministerio Público.

Comentario
Regula las consecuencias del incumplimiento, luego de serle otorgada la libertad bajo caución (persona
o real).
Las inconductas son 2:
1- Imputado no comparece, al ser citado debidamente
2- Se sustrae al cumplimento de la pena ejecutiva de libertad: debe ser una condena firme,
mediante la cual se impone una sanción de efectivo cumplimiento.
Diligencias procesales:
1- Se declara la rebeldía del imputado (art.124) y se ordena su captura, oficiándose a la autoridad
policial y fuerzas de seguridad si es necesario.
2- Se fija término, no mayor a 10 días, para que comparezca a derecho, sin perjuicio de lo anterior.
3- Dicho plazo debe notificarse, al domicilio real, al imputado y al fiador, haciéndose saber que en
caso de persistir el incomparendo injustificado se hará efectiva la fianza.

ARTÍCULO 236.-
Cancelación de cauciones. Trámite.- La caución se cancelará y las garantías serán restituidas: 1)
cuando el imputado fuere constituido en prisión dentro del plazo que se le acordó al revocarse la
libertad; 2) cuando se revoque la orden de detención, se sobresea o absuelva al imputado, o se
lo condene en forma condicional; 3) cuando dentro del plazo fijado el condenado se presentare a
cumplir la condena o fuera detenido. Todas las cuestiones referidas a cauciones se tramitará
conforme lo dispuesto para el recurso de reposición.

Comentario
Si bien no prevé el caso de fallecimiento del imputado: la muerte deja sin efecto la fianza dado su
carácter accesorio a la acción principal extinguida.
Otras consecuencias de la cancelación de la fianza (en ordenamientos comparados)
-devolución de sumas depositadas.
-cancelación de hipotecas.
-levantamiento de embargos.

Capítulo III
Coerción real
Medidas cautelares reales, entendidas todas como: toda restricción a la libre disposición de una parte
del patrimonio del imputado o de terceros, con el propósito de garantizar la consecución de los fines del
proceso.
No existen reparos constitucionales en transpolar los requisitos de procedencia y regulación de las
cautelares del proceso civil, a diferencia de las medidas de coerción personal.
Estas, no afectan de modo directo al imputado, lo hacen indirectamente porque implican restricciones
que recaen sobre sus bienes, disminuyendo sus derechos, por no poder disponer de ellos durante la
vigencia de la medida.
Son medidas tendientes a garantizar el pago de la pena pecuniaria y las costas del juicio. También se
permite al querellante (antes, no) cautelar el pago de la indemnización civil.
La regulación de la coerción real, es superadora de la derogada, en cuanto permitía al juez de
instrucción ordenar de oficio y sin contracautela algunas medidas de interdicción del patrimonio. Ahora
en consonancia con el modelo acusatorio, solo corresponde al juez de la IPP o tribunal de juicio
disponer de tales medidas a pedido de parte, y en caso de reparación de daños civiles, solo a petición
del querellante y con la debida contracautela.
Se deben observar los extremos para evitar un verdadero abuso del proceso, utilizándola como medio
de presión para forzar reparaciones económicas.
ARTÍCULO 237.-
Embargo.- El Tribunal dispondrá a pedido de parte, embargo en bienes del imputado en medida
suficiente para garantizar la pena pecuniaria y las costas del juicio. También podrá solicitar la
medida el querellante, para garantizar la reparación del daño causado por el delito atribuido.

Comentario
El órgano jurisdiccional (IPP) dispondrá el embargo, a pedido de parte interesada.
Esta medida (también la inhibición) previene la futura insolvencia del futuro condenado
pecuniariamente.
Si lo que se quiere es garantizar la reparación del daño causado: solo la puede solicitar el querellante
(con contracautela), no puede el MPF.

ARTÍCULO 238.-
Inhibición.- De no conocerse bienes libres o en caso de insolvencia o de insuficiencia de los
bienes embargados, el Tribunal podrá disponer a pedido de parte o del querellante, la inhibición
general del imputado, la que podrá sustituirse si ofreciera bienes o diera caución suficiente.

Comentario
Medida residual, subsidiaria y excepcional (cuando no tiene bienes a embargar).
Impide la disposición genérica de los bienes registrables (gravarlos o enajenarlos).
A pedido de parte: MPF, o querellante (contracautela es requisito sine qua non)
Si el querellante solicita inhibición (medida más gravosa) conociendo bienes a embargar, cargara con
las costas del incidente de sustitución de la cautelar.
Debe tenerse en cuenta la gravedad que puede generar para quien ejerce el comercio o una actividad
profesional, incluso en relación de dependencia.
Existe una responsabilidad, por los daños y perjuicios, que recae directamente sobre el Estado
Provincial, juez o funcionario que lo causó.

ARTÍCULO 239.-
Sustanciación.- Las solicitudes de embargo o inhibición, serán sustanciadas en instancia única y
en la misma audiencia prevista para la prisión preventiva o sus alternativas, o si fuera el caso, en
una que se solicite al sólo efecto, donde se arbitrará el mismo trámite.

Comentario
Tramite contradictorio oral (igual 224).
Mismo trámite para modificación por medios alternativos o morigerados (art. 221, 222, 225).
“En instancia única”: no impide el recurso de revocatoria u otras impugnaciones.

ARTÍCULO 240.-
Secuestro.- El Fiscal de Distrito podrá disponer en caso de urgencia, el secuestro de aquellas
cosas relacionadas con el delito, las sujetas a decomiso o las que puedan servir como prueba. Si
mediare peligro en la demora, la medida podrá ser cumplida por la policía. Se elaborará un acta
de la diligencia, de acuerdo a las normas generales. Las cosas recogidas serán identificadas y
conservadas bajo sello, debiéndose adoptar, en todo momento, las medidas necesarias para
evitar alteración. Todo aquél que tenga en su poder objetos o documentos que puedan servir
como medio de prueba, estará obligado a presentarlos y entregarlos cuando le sean requeridos,
siendo de aplicación las medidas de coacción permitidas para el testigo que rehúsa declarar. Si
los objetos requeridos no son entregados, se dispondrá su secuestro. Quedan exceptuadas de
ésta disposición las personas que deban abstenerse de declarar como testigo. Con autorización
del Fiscal o en su caso, del Tribunal, las partes podrán tener acceso a las cosas secuestradas, a
fin de reconocerlas o someterlas a pericia. Se llevará un registro en que conste la identificación
de las personas autorizadas. Serán de aplicación para el secuestro las normas previstas para la
requisa y el registro.

Comentario
Finalidad: adquisición material de material probatorio, consistente en la aprehensión y retención de la
cosa o efectos relacionados con los hechos bajo investigación, limitando el derecho de uso y goce sobre
ellos, con los fines de prueba.
La “urgencia”: existe riesgo de que la cosa de pierda o altere, perjudicando la investigación.
Fiscal debe requerir autorización al juez de la IPP para secuestro de correspondencia, papeles privados,
material informático o grabaciones (art. 285).
Cuando no exista peligro en la demora o urgencia, para efectivizar el secuestro, es necesaria la orden
de allanamiento (art. 169).
En el acta, deberá constar lugar, fecha y hora del secuestro, individualización de los intervinientes,
identificación de cosas secuestradas (y de su estado), debiendo señalarse las medidas de señalamiento
y preservación necesarias para evitar su modificación.

Invitación a la persona (art. 168) a presentarlos y entregarlos. En caso contrario, podrá llevarse a cabo
la medida utilizando racionalmente el poder coercitivo estatal, y se procederá al secuestro, sin perjuicio
de caer en encubrimiento (art. 277 CP) o incumplimiento de deberes procesales (art. 243 CP).
Están exentas las personas que la ley autoriza a no ser testigo (art. 177).
“Con autorización del Fiscal o en su caso, del Tribunal” es el de la IPP, cuando exista urgencia y se trate
de actos definitivos e irreproducibles (art. 283). El fiscal deberá autorizar lo solicitado, aun cuando no se
haya realizado la audiencia imputativa, subsistiendo el periodo de reserva de las actuaciones (art. 259).

ARTÍCULO 241.-
Objetos no sometidos a secuestro.- Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 169, no podrán
ser objeto de secuestro: 1) las comunicaciones entre el imputado y las personas que deban
abstenerse de declarar como testigo; 2) las notas que hubieran tomado los nombrados
anteriormente sobre comunicaciones confiadas por el imputado, o sobre cualquier circunstancia
a la cual se extienda el derecho o el deber de abstenerse de declarar; 3) los resultados de
exámenes o diagnósticos relativos a las ciencias médicas realizadas al imputado bajo secreto
profesional.

Comentario
Rige la regla del art. 162: ineficacia de toda prueba que viole las garantías constitucionales.
1) Las comunicaciones entre el imputado y las personas que deban abstenerse de declarar como
testigo: deber de guardar un secreto oficial o particular (art. 178). Las razones están ligadas a la
preservación del ámbito de privacidad del imputado y del derecho de defensa (testimoniar el defensor o
secuestrar efectos vinculados con su actuación). Abarca comunicaciones emitidas y receptadas.
2) Las notas entre las personas del inciso anterior, sobre comunicaciones o cualquiera otra
circunstancia vinculada a la abstención de testimoniar: extensión lógica del anterior (comunicaciones),
ahora abarca las notas.
3) Resultados de exámenes o diagnósticos relativos a las ciencias médicas realizadas al imputado
bajo secreto profesional: debido a la estigmatización patológica y aflicciones que genera a quien las
padece. Si se autorizara, no se sometería al tratamiento médico.

ARTÍCULO 242.-
Efectos secuestrados.- El régimen de los bienes secuestrados se ajustará a la ley aplicable y su
reglamentación. Los automotores o motocicletas que durante el lapso de seis meses
permanecieran secuestrados a disposición de la autoridad judicial, y sobre los cuales no se
hubiera efectuado reclamo por su propietario o persona con legítimo derecho sobre el vehículo,
o en caso de que efectuado el mismo no se hubiera agotado el procedimiento, podrán ser
entregados en calidad de depósito renovable anualmente al Poder Ejecutivo Provincial, para que
el mismo lo utilice en funciones específicas de la policía o de los institutos penitenciarios,
educativos o asistenciales del Estado Provincial.

Comentario
“Depósito renovable anualmente al Poder Ejecutivo Provincial”: permite verificar el estado del vehículo.
El Estado Provincial debe contratar previamente el seguro obligatorio del vehículo, si no es asegurable,
no podrá serle entregado.
“Utilización específica”: exclusivamente para funciones públicas, y NO particular.

ARTÍCULO 243.-
Devolución.- Tan pronto como fuera posible, el Fiscal ordenará la devolución de los objetos
secuestrados que no estén sometidos a decomiso, restitución o embargo, a la persona de cuyo
poder se sacaron. Esta devolución podrá ordenarse provisionalmente en calidad de depósito, e
imponerse al poseedor la obligación de exhibirlos. Los efectos sustraídos serán devueltos, en
las mismas condiciones y según corresponda al damnificado o al poseedor de buena fe de cuyo
poder hubieran sido secuestrados. Si se suscitare controversia sobre la restitución o la forma de
ella, se dispondrá que los interesados ocurran a la jurisdicción civil.

Comentario
Es un imperativo funcional al encargado de la IPP, quien además de resguardarlo, debe disponer
rápidamente a su devolución, SALVO:
1- Objetos decomisables: pueden haber sido utilizados para cometer el delito bajo investigación o
fueron obtenidos como producto o provecho del mismo (art. 23 CP).
2- Sujetos a restitución o embargo por parte de la víctima, quien puede satisfacer su pretensión
preparatoria disponiendo de la cosa secuestrada al imputado: (art. 23 cuarto parr. CP).

Las devoluciones sean de modo no definitivo, a título de depósito judicial, con obligación de exhibir el
objeto cuando fuere judicialmente requerido.
En caso de incumplimiento: depositario infiel (art. 261 y 263 CP).
Devolución a la víctima o poseedor de buena fe (art. 2412CC), la recibirán en igual carácter y condición
que detentaban antes de la desposesión o secuestro. Si hay controversia, pueden recurrir a la
jurisdicción civil.

ARTÍCULO 244.-
Normas supletorias.- Con respecto a la sustitución del embargo y la inhibición, orden de los
bienes embargables, forma y ejecución del embargo, conservación, seguridad y custodia de los
bienes embargados, su administración, variaciones del embargo, tercerías y contracautela
exigible al querellante, regirán las disposiciones del Código Procesal Civil y Comercial en todo
cuanto no esté modificado por lo dispuesto en el presente Capítulo.

Comentario
Remite al CC, cuando no fuere incompatible o este modificado.

SEMANA XIII

LIBRO III

INVESTIGACION PENAL PREPARATORIA.

Consideraciones generales.

Uno de los grandes cambios que introduce la nueva ley procesal es la eliminación de la vieja instrucción
formal en manos del todopoderoso Juez de instrucción para dar lugar a la nueva investigación penal
preparatoria, a cargo del M.P.F.
El MPF asume un rol central, como responsable del ejercicio de la acción penal y como encargado de la
secuela investigativa (IPP) que genera la conducta penalmente investigable, pudiendo y debiendo
actuar conforme a las pautas de política criminal establecidas desde la cabeza ministerial.
El nuevo esquema realizativo marca una clara y ostensible diferencia entre los poderes de acción y
jurisdicción, apreciable en los roles que le otorga a cada sujeto en el proceso.
Con esto, se da un cambio de paradigma, ya que la conducta penalmente investigable ya no va a ser
enfocada exclusivamente desde un punto de viste delictual, sino que se va a tener que considerar
especialmente el conflicto subyacente detrás de cada investigación, con lo cual también adquiere suma
importancia la victima, quien puede constituirse como querellante y aun sustituir en el ejercicio de la
acción penal al acusador publico.
También modifico el concepto de verdad, el que no siempre estará direccionado a clarificar los hechos y
a conseguir la verdad material, real e histórica, sino que esta puede construirse consensualmente por
las partes, con el objetivo de la superación o morigeración del conflicto.
Cabe advertir que el proceso penal no podrá considerarse renovado si se lo enfoca desde lo teórico y
desde la modificación legislativa, el cambio requiere de un compromiso real y la necesidad de
despojarnos de las viejas ataduras, así la desburocratización y desformalización debe convertirse en
dato estructural de la IPP, dado el carácter meramente preparatorio de la acusación.
Procedimiento.
La ley procesal divide el nuevo proceso penal básicamente en tres etapas, las que deben transcurrir
regularmente para que se pueda dictar, con validez, una sentencia penal:
La primera, y la que nos interesa en esta unidad, es la IPP, es la que tiene por finalidad la colecta de los
elementos que servirán para ejercer correctamente la acción penal publica, es decir, que se trata de
recoger toda la evidencia posible para que el órgano acusador pueda sostener su pretensión o disponer
el archivo de las actuaciones.
Esta etapa inicial se encuentra regulada desde el art. 251 al 293 y normativiza todas las facultades,
deberes y atribuciones conferidas a las autoridades encargadas de dicha actividad (MPF y autoridad
policial) apareciendo también como aspectos centrales las normas relacionadas al modo de cómo
ingresa el imputado al proceso y los derechos que se le asignan en tal carácter (Art. 274 al 281).

 ARTÍCULO 251.-
Competencia.- La Investigación Penal Preparatoria corresponderá al Ministerio Público Fiscal,
según las disposiciones de la ley y la reglamentación que se dicte. Podrá sin embargo quedar la
misma a cargo del querellante, en los términos de este Código.

Esta primera etapa posterior a la comisión u omisión penalmente investigable se caracteriza por su
dinamismo y celeridad en la colecta de los elementos probatorios y la que suele resultar decisiva para el
esclarecimiento de los hechos objeto de investigación y la suerte procesal del imputado.
El MPF promoverá y ejercerá la acción penal en la forma establecida por la ley, dirigiendo al Organismo
de investigación y a la Policía en función judicial, siendo responsable de la iniciativa probatoria tendiente
a demostrar la verosimilitud de la imputación delictiva.
La segunda y ultima parte del articulo parece un exceso involuntario de los redactores de la norma ya
que resultará problemático que el querellante pueda asumir o reemplazar al fiscal en la persecución
publica o que asuma todas las facultades y funciones propias de un representante del estado.

 ARTÍCULO 252.-
Competencia delegada.- Por iniciativa propia o cumpliendo órdenes del Ministerio Público Fiscal,
podrán prevenir en la Investigación Penal Preparatoria, el Organismo de Investigaciones y los
funcionarios de policía.

El precepto demarca el ámbito funcional de la autoridad policial o del citado organismo, estableciendo
de modo expreso que su competencia es delegada, quedando subordinada a las directivas e
instrucciones impartidas por el fiscal de distrito, sin perjuicio de concedérsele facultades para iniciar
oficiosamente y por iniciativa propia cursos investigativos.
Con relación al rol conferido a la autoridad policial, el de intervenir por requerimiento o por iniciativa
propia es, a la vez, una facultad, pues concede el poder de realizar actos legítimos y con valor, en el
procedimiento de investigación penal, y un deber, pues el funcionario policial, conforme al principio de
legalidad, no puede omitir realizarlos a voluntad, según su propio criterio.
Una de las claves para un eficiente funcionamiento del sistema es la relación entre el MPF y la policía y
el organismo de investigación, esta debe estar aceitada para la concretizacion del nuevo esquema
procesal.

 ARTÍCULO 253.-
Objeto de la investigación.- La Investigación Penal Preparatoria tendrá por objeto:
1) averiguar los hechos que con apariencia de delito fueran denunciados o conocidos, con la
finalidad de preparar la eventual acusación que permita la apertura del juicio penal;
2) reunir los elementos que permitan probar:
a) la individualización de los presuntos autores, cómplices o instigadores;
b) las circunstancias que califiquen o atenúen el hecho;
c) las circunstancias que permitan determinar causales de justificación, inculpabilidad,
inimputabilidad o excusas absolutorias;
d) la extensión del daño causado por el hecho;
e) la edad, educación, costumbres, condiciones de vida, medios de subsistencia y antecedentes
del imputado, el estado y desarrollo de sus facultades mentales, las condiciones en que actuó,
los motivos que hubieran podido determinar su conducta, y las demás circunstancias personales
que tengan vinculación con la ley penal.
El precepto resulta regulatorio del ámbito cognoscitivo que debe abarcar la investigación penal
preparatoria.
El carácter preparatorio de la investigación penal señala que las pruebas que se reúnen sirven solo para
la formación del convencimiento del MPF para poder acusar o no sobre la base de su “opinión delincti” y
no tiene valor probatorio alguno en el debate, a no ser que se trate de actos definitivos e irreproducibles
o que las partes acuerden otorgárselo.
Del diseño y regulación del nuevo sistema se desprenden diferentes estados intelectuales y de
conocimiento por parte del fiscal a cargo de la IPP, por ejemplo:
- Para la apertura de la investigación: deberá realizar una evaluación de la plataforma fáctica
investigable, tras la cual efectuara una primera estimación que admite un desdoblamiento: una
valoración fáctica si cuenta o no con suficientes indicios que permitan inferir en la existencia de
los hechos a averiguar y superada esta, deberá estimar si la tal conducta es típica o no.
- Para imputar los hechos investigados a una persona: de la investigación debe surgir en grado de
probabilidad que alguien puede tener responsabilidad penal en orden a tales hechos
investigados.
- Para solicitar la prisión preventiva: además de los dos puntos anteriores deben cumplirse los
requisitos de peligrosidad procesal y de razonabilidad de la medida.
- Formular acusación: contar con los suficientes elementos incriminatorios como para obtener una
sentencia condenatoria.

En el segundo inciso deben recolectarse los elementos que permitan la individualización de los autores,
que califiquen o atenúen el hecho, que permitan determinar causales de las cuales se desprenda la no
punibilidad del hecho, que permitan determinar la extensión del daño causado por el hecho y averiguar
las circunstancias personales que tengan vinculación con la ley penal.
La norma permite advertir que la verificación de circunstancias que fundamenten categorías que
permiten descartar el delito como presupuesto de la pena deben ponderarse en esta etapa a los fines
de evitar un juicio que irremediablemente puede anticiparse que culminara en una absolución.

 ARTÍCULO 254.-
Iniciación.- La Investigación Penal Preparatoria podrá iniciarse por decisión del Ministerio
Público Fiscal o por acción de la Policía.
Cuando la decisión fuera del Ministerio Público Fiscal contará con la colaboración de la Policía
quien cumplirá las órdenes que se le impartan.
Cuando la investigación fuera iniciada por la Policía, de inmediato será comunicada tal
circunstancia al Fiscal competente, a fin de que éste pueda controlar la misma e impartir
instrucciones genéricas o específicas.

 ARTÍCULO 255.-
Comunicación inmediata.- En todos los casos en que se iniciara una Investigación Penal
Preparatoria y se hubiera individualizado fehacientemente al imputado, deberán comunicarse al
Registro Único de Antecedentes Penales de la provincia las siguientes circunstancias:
1) nombre, apellido y demás elementos identifica torios del imputado;
2) si se encuentra detenido el imputado y en su caso, fecha, hora de detención y Juez a
disposición de quien se encuentra;
3) nombre, apellido y demás elementos identifica torios del denunciante, de la víctima y del
damnificado, si los hubiera;
4) fecha del hecho atribuido y de la iniciación de la investigación, así como la calificación
provisional del mismo;
5) repartición policial, Fiscalía interviniente y defensor designado si lo hubiera.

La norma bajo comentario, junto con las disposiciones contenidas en los siguientes dos artículos,
conforman un sistema informativo y comunicativo a tener en cuenta por los operadores y a desarrollar
por los gabinetes informáticos y criminalísticas, de modo tal que al requerirse una respuesta la misma
sea rápida y actualizada.
En las denominadas causas NN no rige el deber de comunicación, sin perjuicio de que se disponga una
base de datos para dichos casos que puede funcionar particularizadamente en cada distrito en el ámbito
del MPF.
 ARTÍCULO 256.-
Información al Fiscal.- Recibida la comunicación a que refiere el artículo anterior, el Registro
Único de Antecedentes Penales procederá de inmediato a informar al Fiscal interviniente las
siguientes circunstancias:
1) si el imputado cuenta con otras investigaciones penales en trámite, haciendo saber en su
caso, Fiscalía y repartición policial interviniente;
2) medidas de coerción que se hubieran dictado en su contra;
3) suspensiones del procedimiento a prueba acordadas a la misma persona;
4) declaraciones de rebeldía;
5) juicios penales en trámite;
6) condenas anteriores, libertades condicionales, reincidencias en que hubiera incurrido y toda
otra referencia de utilidad respecto del imputado.
En caso de que el imputado registrara pluralidad de causas, la información pertinente será
remitida a todos los Fiscales intervinientes.

El precepto resulta regulatorio del caudal de información con el que debe contar el fiscal al iniciar una
IPP y que puede tener incidencia en el tipo de medidas coercitivas aplicables al imputado, acumulación
de actuaciones, unificación de condenas, eventuales declaración de reincidencia, etc.
La información sobre el imputado cuenta con otras investigaciones penales en tramite des apartado
primero u otros juicios penales del apartado quinto, deberán ser especialmente tenidas en cuenta por el
MPF para evitar perseguir mas de una vez al sujeto por el mismo hecho.

 ARTÍCULO 257.-
Reserva de la información.- La información que obrara en poder del Registro Único de
Antecedentes Penales será reservada y sólo podrá ser conocida y utilizada por el Ministerio
Público Fiscal, la Policía, el imputado, la defensa y los Jueces.

 ARTÍCULO 258.-
Reserva de las actuaciones.- Los actos de la investigación y su documentación serán secretos
para quienes no sean parte en el procedimiento o no tuvieran expresa autorización para
conocerlos.

En este articulo el secreto esta referido a las circunstancias obrantes en la IPP.


La calidad de secreto permite tipificar en las previsiones del art 157 del CP la conducta de aquellos
funcionarios y empleados públicos que intervienen en el proceso y ventilan los actos de la investigación.
Por ello, si ahora la información quiere ser suministrada a quienes no son parte en el proceso, podrá
hacerse pero extendiendo una autorización expresa que, como no puede ser de otra manera, tiene que
llevar un fundamento y nombre y apellido.

 ARTÍCULO 259.-
Conocimiento a la defensa.- Las actuaciones que documentan la Investigación Penal
Preparatoria podrán ser conocidas por el imputado, su defensa y el querellante, después de
realizada la audiencia imputativa regulada por el artículo 274.
Sin embargo, podrán imponerse de las mismas quince días después de haber peticionado al
Fiscal la realización de dicha audiencia, si por cualquier motivo ésta no se hubiera celebrado.

 ARTÍCULO 260.-
Formalidades para actos irreproducibles o definitivos.- Deberán constar en actas debidamente
formalizadas, con expresa mención de la fecha, hora, intervinientes, firmas de los funcionarios
actuantes y mención de cualquier otro dato útil a la eficiencia y acreditación de la autenticidad
del documento, los operativos dirigidos a la búsqueda e incorporación de pruebas, inspecciones,
constataciones, registros, requisas, secuestros, aprehensiones, detenciones, reconocimientos y
toda otra diligencia que se considerara irreproducible o definitiva.
Las restantes diligencias de la investigación no guardarán otras formalidades que las exigidas
por la reglamentación y por las instrucciones generales y especiales expedidas por el Ministerio
Público Fiscal, salvo las que tuvieran una formalidad expresamente prevista en este Código.

Las formas que deben revestir las actas en que se asienten los actos que puedan considerarse
definitivos o irreproducibles.
Los únicos actos de la IPP que deben guardar ciertas formalidades son éstos, atento que, por su
condición de tales, habrán de ser considerados elementos de prueba en el debate.
Principales requisitos:
Es el control de parte a efectos de no vulnerar el derecho de defensa.
Tanto la defensa como la querella deberán ser notificados de la realización de la medida para ser valida
y en caso de no se ello posible por mediar suma urgencia, se requerirá la intervención del tribunal de la
IPP.
También cabe aquí traer a colación la posibilidad excepcional de la que puede hacer uso la defensa de
solicitar ante el juez de la IPP el anticipo jurisdiccional de prueba (art 298).

 ARTÍCULO 261.-
Instancia privada y antejuicio.- Mediando un obstáculo legal, sólo se realizarán los actos
urgentes que interrumpan la comisión del hecho punible o preserven la prueba que corriera el
riesgo de perderse por la demora, tales como tomar nombres y domicilios de los testigos,
constatar la existencia del hecho por medio de croquis, relevamientos fotográficos, e informes
médicos, siempre que no se afectare el interés protegido por el impedimento.

Denuncia
 ARTÍCULO 262.-
Facultad de denunciar.- Toda persona que tuviera noticia de un delito perseguible de oficio,
podrá denunciarlo ante el Ministerio Público Fiscal o a las autoridades policiales. Cuando la
acción penal dependiera de instancia privada, sólo podrá denunciar el titular del poder de instar.
Cualquier persona puede denunciar, el propio damnificado, un tercero y hasta el mismo imputado.
Denunciar es una Facultad cívica, es una legítima apelación a la autoridad para que esta actuara en
defensa del orden legal, y en protección del ciudadano.
Debe de realizarse: en la fiscalía de turno, o autoridad policial, quedando así eliminada la posibilidad de
denunciar en la Instrucción.
Excepciones a denunciar:
 Cuando sea un delito de acción privada: Solo queda en manos del ofendido , y en ciertos casos
de los herederos o representantes (querella exclusiva art 347)
 Cuando sea delito de acción pública dependiente de instancia privada; Requieren el impulso
inicial del afectado o representantes, tornándose después, oficioso el tramite.
 ARTÍCULO 263.-
Denuncia obligatoria.- Siempre que no existiera obligación de guardar secreto, tendrán el deber
de denunciar los delitos perseguidles de oficio:
1) los funcionarios o empleados públicos que los conocieran en el ejercicio de sus funciones;
2) los profesionales de la salud, cuando se tratara de delitos contra la vida o la integridad
corporal de las personas.
Existe una obligación legal de los nombrados de realizar denuncia, sobre los ilícitos que hubiesen
conocido en razón de su cargo, (siempre y cuando estos no deban de guardar secreto profesional) Si
no la realizan serán pasibles de una sanción, de tipo administrativa, en el caso de funcionarios públicos,
o de tipo civil, en el caso de profesionales de la salud.
Solo los funcionarios públicos podrían tener una responsabilidad de tipo penal Por incumplimiento de
los deberes de funcionario público, o encubrimiento.
Dilema de los Funcionarios o Profesionales de la salud  ¿Deben de denunciar, o guardar el secreto
profesional?
El funcionario o profesional de la salud, que entra en conocimiento de un hecho delictivo en el ejercicio
de su cargo por el cual debe de guardar secreto profesional ,no tiene obligación de denunciar  Si lo
hace incurre en el delito de violación de secretos y ningún valor podrá asignarse a su denuncia.
En estos casos se presenta un conflicto entre el interés público de persecución y represión penal, y el
derecho a la intimidad a través del secreto profesional, por lo que se le otorga prioridad al segundo.
Los aportes a un proceso penal originados en la violación injustificada del secreto profesional, jamás
pueden ser utilizados.
 ARTÍCULO 264.-
Forma.- La denuncia podrá hacerse en forma escrita o verbal, personalmente o por mandatario
especial. En este último caso, se deberá acompañar el poder respectivo.
La denuncia escrita será ratificada por el denunciante ante quien la reciba, salvo que lleve
patrocinio letrado. Cuando fuere verbal se consignará en acta por el funcionario interviniente.
Formas de denunciar
Por escrito debe ser firmada y ratificada por el funcionario que la recibe, salvo que sea por patrocinio
letrado donde no será necesario
Verbalmente en tal caso quien la reciba deberá consignar el acta respectiva, deberá firmar el
denunciante y el funcionario, no se requieren testigos, en idioma nacional.
Personalmente comparendo del mismo interesado.
Por mandatario especial debiendo acompañarse el poder especial o general.

 ARTÍCULO 265.-
Contenido.- La denuncia deberá contener, en cuanto fuera posible:

1) una relación circunstanciada del hecho con indicación de los autores, cómplices e instigadores: Una
narración de la plataforma fáctica sobre la cual se asientan los hechos, debe ser clara, y también los
datos de las personas que podrían llegar a ser imputadas, en caso de desconocerlos, se pueden otorgar
cualquier tipo de datos (apodos, lugares que frecuentan, etc.)
2) la individualización del daño y la identidad del damnificado; Daño: Acreditar la materialidad del
hecho, para ver si estamos ante la presencia de una conducta penalmente investigable, y la
individualización de quien formula la denuncia, para que este se haga cargo de de las consecuencias
inherentes de poner en marcha al aparato de investigación estatal.
Denuncias anónimas no están contempladas en nuestro ordenamiento, debe ser tenida en cuenta
como una noticia no calificada del delito, y de admisión excepcional.
3) los elementos probatorios que ofreciera para su ulterior producción: acompañar los elementos que
podrían servir como prueba de cargo , o indicar el lugar donde se encuentren los mismos o donde
podrían ser recogidos
4) la calificación legal que a criterio del denunciante merece el hecho si se formulara por abogado o con
patrocinio letrado: Solamente servirá a los fines orientativos, no a los fines de la congruencia de la
sentencia que haya de dictarse , el que recién empezara a jugar en la audiencia imputativa.
5) Cuando la denuncia escrita fuera ratificada por el denunciante, se tratará de completar el contenido
faltante: Una disposición subsanatoria de las carencias que podrían verificarse, por lo que cuando el
interesado concurre a ratificar una denuncia escrita podrá completar los extremos faltantes

Otras cuestiones:
o El hecho dado a conocer debe de encuadrar en un delito perseguible de oficio si es privado,
deberá desestimarse, invitando al interesado a que ejercite sus derechos a través de la querella.
o Denuncia de un hecho padecido por una tercera persona que requiera de instancia privada
deberá de invitársele a que manifieste si habilita la instancia, en caso contrario deberá
desestimarse.
o Denunciante que revela síntomas que tornen dudoso su estado mental podrá disponerse su
revisación por un especialista, sin perjuicio de disponerse todas las medidas que sean
necesarias y urgentes.

 ARTÍCULO 266.-
Denuncia repetida.- Cuando se formulara una denuncia, deberá interrogarse a su autor para que
exprese si con anterioridad denunció el mismo hecho.
Esta norma no solo se refiere a la prohibición de la persecución penal múltiple y a la cosa juzgada, sino
también a la practicidad, a evitar trámites repetidos originados en denuncias reiteradas sobre los
mismos hechos.
 ARTÍCULO 267.-
Copia o certificación.- Hecha la denuncia se expedirá al denunciante, si lo solicitara, copia de la
misma o certificación en que conste: fecha de su presentación, el hecho denunciado, el nombre del
denunciante y denunciado, los comprobantes que se hubieran presentado y las circunstancias que
se consideraran de utilidad.
Esta norma tiende a dotar de transparencia al accionar investigativo del estado, permitiéndole a quien
denuncia a requerir copia de todas las actuaciones realizadas

Actos de la Policía
Policía: Institución dedicada a mantener el orden público y la tranquilidad social proveyendo a la
estabilidad de las instituciones y a la seguridad de los ciudadanos que integran la población,
resguardando su integridad moral y física, sus bienes y derechos. Se encuentra integrada por un
conjunto de funcionarios y empleados debidamente jerarquizados que cumplen las funciones que
determina la ley.
La policía posee amplias facultades, y competencia delegada (art 252), sin embargo, debe siempre ser
controlada y supervisada por el fiscal Este tiene la obligación de hacerlo, en caso contrario será
responsable por falta de control.
 ARTÍCULO 268.-
Deberes y atribuciones.- La Policía tendrá los siguientes deberes y atribuciones:

1) recibir denuncias Carece de facultades desestimatorias, solo puede desestimar el fiscal.

2) requerir la inmediata intervención del Organismo de investigaciones o, en defecto de la actuación


operante del mismo, practicar sin demora las diligencias necesarias para hacer constar las huellas o
rastros del delito, cuando hubiera peligro de que desaparezcan o se borren por retardo de estas
diligencias; Inmediatamente debe darle intervención a tal organismo, pudiendo adoptar medidas
urgentes.

3) realizar los actos que le encomendara el Fiscal; esto denota la subordinación de la policía al fiscal.

4) aprehender, detener e incomunicar a las personas, en los casos que este Código autoriza,
informándolo de inmediato al Fiscal. En todos los casos deberá poner a las mismas a disposición del
Juez competente dentro de las veinticuatro horas de efectuada la medida;

Obligación de comunicar al fiscal cuando el imputado ingresa al proceso privado de libertad.


Aprehensión/ Detención / Incomunicación  Verlo de medidas cautelares.
La policía solo Aprehende en flagrancia, la detención es del fiscal.

5) recoger las pruebas y demás antecedentes que pudiera adquirir en el lugar de la ejecución del hecho
punible y practicar las diligencias urgentes que se consideraran necesarias para establecer su
existencia y determinar los responsables, debiéndose recopilar por separado, en lo posible y de acuerdo
a los distintos hechos que se investiguen, las respectivas actuaciones;
Obligación de preservar el lugar donde se cometieron o generaron las consecuencias de la conducta
penalmente investigable. Y por cuestión de practicidad, realizar tantas actas como hechos se
investigues, para evitar confusiones y amontonamientos.

6) poner en conocimiento del Fiscal las informaciones y diligencias practicadas, requiriendo su


autorización para realizar aquellas medidas probatorias que por su naturaleza sean definitivas e
irreproducibles, y que deberán colectarse con control de la defensa, si el imputado estuviera
individualizado. Si fuera imposible cumplir con estas exigencias ante el inminente peligro de frustración
de la medida, la misma, excepcionalmente se realizará con intervención del Juez Comunal o
certificándose su fidelidad con dos testigos mayores de dieciocho años, hábiles y que no pertenezcan a
la repartición, fotografías u otros elementos corroborantes. Si por las especiales circunstancias del caso
no fuera posible la presencia de dos testigos, la diligencia tendrá valor con la intervención de uno solo y
si ello fuera absolutamente imposible, de cuyas causales deberá dejarse constancia, con dos
funcionarios actuantes;

Deber de comunicar al fiscal sobre todo lo actuado.


Medidas probatorias irreproducibles con imputado individualizado  previa autorización del fiscal, y
contralor de la defensa si esto no se cumple, puede tornarse ineficaz el acto (art 247/248)
Si hubiese peligro inminente de frustración de la colecta probatoria, se puede prescindir de la
autorización, excepcionalmente, y proseguir de la forma mencionada en el artículo:
Dándole intervención al juez comunal, o alternativamente acudiendo a 2 testigos (mayores de 18,
hábiles, no deben pertenecer a la repartición policial), Si no es posible por 2, puede ser por 1 testigo, o
en su defecto por 2 funcionarios policiales, dejando constancia de ello.
Este procedimiento esta dado así ya que se pretende evitar actos de corrupción y garantizar los
derechos del imputado.
7) disponer que antes de practicarse las averiguaciones y exámenes a que debe procederse, no hubiera
alteración alguna en todo lo relativo al hecho y estado del lugar en que fue cometido; evitar modificar
el escenario del hecho.

8) proceder a todos los exámenes, indagaciones y pesquisas que juzgara indispensables recabando los
informes y noticias que pudieran servir de utilidad al Fiscal o a la defensa, documentando las
declaraciones sólo cuando se estime necesario;

9) secuestrar los instrumentos del delito o cualquier otro elemento que pudiera servir para el objeto de la
investigación en caso de urgencia o peligro en la demora. Sin embargo no podrá imponerse de la
correspondencia, papeles privados, material informático y grabaciones que secuestrara, sino que los
remitirá intactos al Fiscal competente para que éste requiera autorización al Tribunal;
Secuestrar los elementos relacionados con el delito
En caso de secuestro de material de comunicación del imputado debe mantenerse intacto y puesto a
disposición del fiscal, quien deberá solicitar autorización al juez de la IPP.

10) impedir, si lo juzgara conveniente, que ninguna persona se aparte del lugar del hecho o sus
adyacencias, antes de concluir las diligencias más urgentes de investigación;
Posibilidad de “cuasi-arresto” impedir transitoriamente la libre movilidad de determinadas personas
hasta que concluyan las diligencias más urgentes.

11) identificar al imputado; ver artículos 102.103.

12) informar al imputado inmediatamente de que fuera citado, aprehendido o detenido, que cuenta con
los siguientes derechos:
a) nombrar abogado para que lo asista y represente;
b) conferenciar en forma privada y libre con su defensor, antes de prestar declaración o realizar un acto
que requiera su presencia;
c) abstenerse de declarar sin que ello signifique una presunción en su contra, o solicitar ser escuchado
por el Fiscal;
d) solicitar del Fiscal la intimación de los hechos que se le atribuyen, la calificación jurídica penal que
provisionalmente merezcan y la prueba que existe en su contra;
e) solicitar se practique la prueba que estimara de utilidad.
La información precedente le será entregada al imputado por escrito, dejando constancia fehaciente de
su entrega.
Rige lo dispuesto por el artículo 110.

El articulo habla de la Obligación de información al imputado


Cuestión sobre si la policía está autorizada a recibirle declaración al imputado:
El código federal lo prohíbe terminantemente,
El ordenamiento santafesino mantiene dicha facultad, si es llevado a cabo con el consentimiento del
imputado y, a presencia de su defensor como condición de validez.

13) cumplimentar lo necesario para que el imputado sea revisado por el médico, bioquímico o psicólogo,
en los casos en que así correspondiera.
Correlativo con los artículos 108-109, para determinar si el imputado podía conocer la criminalidad del
acto.

14) cumplimentar con la información a enviar al Registro Único de Antecedentes Penales.

 ARTÍCULO 269.-
Requerimiento de auxilio médico.- Los funcionarios a quienes correspondieran las diligencias
iníciales de investigación podrán ordenar que los acompañe el primer médico que fuera habido,
para prestar los auxilios de su profesión. El requerimiento será formulado bajo el apercibimiento
de sancionarse al renuente hasta con quince días multa, sanción que aplicará el Tribunal a
solicitud del Fiscal, sin perjuicio de la responsabilidad penal en que se incurriera.
El artículo habla sobre la posibilidad de la policía de solicitar la pronta asistencia médica, en el caso que
en el lugar de los hechos resulten personas lesionadas, o fallecidas, ya sea para brindarles asistencia o
para dejar constancia de las mismas, como rastros o huellas del delito.
El médico solicitado tendrá una carga pública, por lo que se lo apercibirá que en caso de no comparecer
justificadamente será pasible de sanciones.

 ARTÍCULO 270.-
Subordinación.- Los funcionarios policiales a cargo de la Investigación Penal Preparatoria
estarán bajo la autoridad del Ministerio Público Fiscal, en lo que se refiere a dicha función.
Deberán también cumplir las órdenes que para la tramitación del procedimiento les dirijan los
Jueces, en el ámbito de su competencia.

Se establece en forma expresa el rol auxiliar de la policía y el vínculo de obediencia tanto a los fiscales
como a los jueces
Si bien la policía posee facultades para sustanciar la IPP, incluso por propia iniciativa (art 252
competencia delegada), siempre debe tenerse en cuenta la competencia originaria del M.P.F y el
vínculo de subordinación

 ARTÍCULO 271.-
Poder disciplinario.- Cuando los funcionarios policiales violaran disposiciones legales o
reglamentarias, omitieran o retardaran la ejecución de un acto propio de sus funciones, o lo
cumplieran negligentemente, el Ministerio Público Fiscal solicitará al Ministerio de Gobierno,
imponga la sanción disciplinaria que corresponda, sin perjuicio de la responsabilidad civil y penal
de aquellos.
Los Tribunales tendrán las mismas atribuciones cuando los funcionarios policiales actúen por su
orden o bajo su supervisión.

Posibilidades de los fiscales de acudir al gobierno a solicitar sanciones a los funcionarios policiales que
no cumplan con sus deberes.

Actos del fiscal.

 ARTÍCULO 272.-
Fiscalización de la Investigación Penal Preparatoria.- El Fiscal de Distrito deberá fiscalizar todas
las actuaciones que cumpliera la Policía en función judicial en el ámbito de su competencia
territorial, con la finalidad de decidir sobre su mérito conforme a las disposiciones de este
Capítulo.

El rol asignado al fiscal de distrito, como original y principal responsable del curso que asuma la IPP,
aun cuando la misma este a cargo de la policía, debiendo éste, en el ámbito donde ejerza su
competencia territorial, controlar y supervisar todos los actos que cumplieran los policías que
intervinieran en la IPP, con el objetivo de decidir sobre el merito de las actuaciones, estableciendo el
curso de las mismas, sea ordenando su archivos o formulando la pertinente acusación.

 ARTÍCULO 273.-
Desestimación de la denuncia y archivo.- El Fiscal ordenará la desestimación de la denuncia
cuando no se pudiera proceder, se hubiera extinguido la acción penal, el hecho no fuera punible
o no existieran elementos serios o verosímiles para iniciar fundadamente una investigación. En
caso que mediara un obstáculo legal, se procederá conforme a lo establecido en los artículos 26
y concordantes de este Código.

Una vez recepcionada la denuncia, la misma es objeto de un primer análisis tendiente a determinar si es
necesario y posible promover una investigación en torno a los hechos anoticiados por el denunciante.
Si la participación de conocimiento fue efectuada ante el fiscal, este, tras verificar liminarmente las
circunstancias fácticas, jurídicas y temporales de los hechos anoticiados y practicar, en su caso, las
diligencias preliminares que fueran pertinentes, podrá ordenar el archivo de lo actuado por haber sido
desestimada la denuncia. Dicha decisión del fiscal, en algunos casos no causa estado pudiendo ser
revocada en caso de que varíen las circunstancias que se tuvieron en cuenta al momento de su dictado
y además debe ser notificada la victima, quien puede agotar la vía ministerial procurando rever la
medida y si no consiguiera ello cuenta con facultades para convertir la acción penal y ejercerla
exclusivamente a través de la herramienta de querella.
En caso de que la denuncia fuera fuera formulada ante la autoridad policial, esta carece de facultades
desestimatorias, debiendo siempre consultar al fiscal de distrito interviniente, a los fines de recibir
instrucciones acerca de los pasos a seguir.

Causales que pueden originar la desestimación:

1- Cuando no se pudiera proceder: son los casos en que la acción penal se encuentra
obstaculizada por las siguientes razones:
- Los que hacen a la función que desempeña el imputado y que requieren un procedimiento de
remoción de fueros previo, que se cumple mediante desafuero, juicio político o enjuiciamiento.
Debe quedar en claro que el archivo procederá solo en los caos en que el desafuero es
denegado o no se produce la destitución, correspondiendo al fiscal declarar que no se puede
proceder y disponer el archivo. Los casos de cuestiones previas penales, cuestiones previas no
penales y cuestión prejudicial solo habilitan la suspensión del procedimiento.
- Falta de instancia privada en los delitos que generan una acción de tal tipo y que no fueran
denunciados por el ofendido o su representante legal.
2- Cuando se hubiere extinguido la acción penal: las causales extintivas de la acción son las
previstas en el art 59 del CP (muerte del imputado, amnistía, prescripción y renuncia del
agraviado en los delitos de acción privada)
3- Cuando el hecho no fuera punible: Se trata en el supuesto en que el hecho es penalmente
irrelevante o atípico o pudiera liminarmente comprobarse que no será punible, salvo que la
causal de no punibilidad corresponda a un supuesto de inculpabilidad por inimputabilidad. Que el
hecho no fuera punible incluye también los casos de excusas absolutorias.
4- Cuando no existieren elementos serios o verosímiles para iniciar fundadamente una
investigación: el precepto debe concordarse y complementarse con los dispuesto en el tercer
párrafo del art 16, en cuanto le concede facultades al fiscal para decidir si promueve la acción
penal luego de verificar si existen suficientes indicios facticos acerca de la materialidad de los
hechos presuntamente delictivos que lleguen a su conocimiento. En tal caso, el fiscal deberá
efectuar un análisis de la denuncia verificando si su consistencia y credibilidad y a partir de allí,
si la participación de conocimiento paso dicho test, se abrirá la IPP.
5- Para evitar la múltiple persecución por igual hecho
Los artículos 274 al 281 verlos de la unidad de imputado.

 ARTÍCULO 282.-
Validez de actos irreproducibles.- Adjudicada la calidad de imputado, toda medida probatoria que
por su naturaleza o características debiera considerarse definitiva o irreproducible, para ser
válida, será ordenada por el Fiscal y notificada a la defensa y al querellante si lo hubiera, a fin de
que ejerciten sus facultades.
En caso de divergencia respecto al modo de realización del acto, se requerirá verbalmente la
intervención del Tribunal de la Investigación, el que adoptará las medidas que considere
pertinente para la realización garantizadora del mismo.

Dado que la investigación penal es preparatoria, las pruebas colectadas en su transcurso solo sirven
para formar la convicción del acusador público respecto de la conveniencia de llevar el caso a juicio o
no.
Irreproducible: es aquel acto que por su esencia impide su recreación futura. Ello va a originar que la
prueba no se pueda realizar mas adelante o al menos no se pueda concretar del mismo modo.
Definitivita: se encuentra estrechamente vinculado con la característica anterior resultando su
consecuencia jurídica y originando que la prueba pueda ser recogida solo una vez, sin posibilidad de
ingresarla en una etapa procesal más avanzada. Son “actos definitivos” aquellos cuya práctica podrá
verificarse solo una vez, sin posibilidad de repetirse y que además no pueden ser postergadas para el
juicio.
En cada caso en concreto habrá de analizarse si el acto encuadra en el supuesto legal, resultando
recomendable, en caso de duda, el cumplimiento de las particulares formas y condiciones de
recigimiento de la prueba.
 ARTÍCULO 283.-
Actos urgentes.- Cuando alguna de las medidas a que refiere el artículo anterior requiera suma
urgencia, deberá solicitarse la intervención del Tribunal de la Investigación que prescindirá de las
notificaciones previstas en el artículo anterior y dispondrá lo pertinente para garantizar la
realización del acto.
Si fuera imposible ocurrir al Tribunal de la Investigación, de lo que se dará cuenta fundamente en
acta, se observará lo previsto por el artículo 268 inciso 6) de este Código.

 ARTÍCULO 284.-
Discrepancias.- Cuando existieran discrepancias entre el Fiscal y la defensa respecto de la
realización de cualquiera de los actos que requieren la participación necesaria de ambos,
estarán legitimados para ocurrir ante el Juez de la Investigación Penal Preparatoria que se
impondrá oral y sumariamente de la situación y resolverá sin recurso alguno.

Se trata de desacuerdos que pueden tener implicancias constitucionales por tratarse de de actos que
deben ser controlados por la defensa o que de cualquier modo poseen relevancia constitucional.
La ley procesal habilita la intervención del juez encargado de tutelar y salvaguardar tales garantías, ante
quien cualquiera de las partes puede acudir a los fines de que disponga lo necesario para la realización
de la medida, en forma regular.

 ARTÍCULO 285.-
Garantías constitucionales.- El Fiscal requerirá al Juez de la Investigación Penal Preparatoria
la correspondiente orden, cuando para practicar la medida de investigación sea
imprescindible el allanamiento de domicilio, la interceptación de correspondencia, la
intervención de las comunicaciones o cualquier otra medida que pudiera afectar derechos y
garantías amparados constitucionalmente.

Cuando la medida que pretende llevar a cabo el fiscal afecte derechos constitucionales deberá
solicitarle al juez de la IPP la respectiva orden. Las medidas que requieren tal habilitación jurisdiccional
y que de modo no taxativo enuncia la norma son las siguientes:
A- Allanamiento de domicilio.
B- Interceptación de correspondencia.
C- Intervención de las comunicaciones.
D- Cualquier otra medida que pudiera afectar derechos y garantías constitucionales: lo cual habilita
a la defensa a acudir cuando lo entienda necesario para impedir o restringir las medidas
ordenadas y aun no practicadas por el fiscal, o procurar la ineficacia de las mismas cuando
fueron llevadas a cabo sin contar con la autorización jurisdiccional correspondiente.

 ARTÍCULO 286.-
Proposición de diligencias probatorias.- El imputado, su defensor y el querellante podrán
proponer diligencias probatorias en el curso de la investigación y ocurrir ante el superior en
grado del Fiscal interviniente, si este no las practicase. El Fiscal superior resolverá lo que
corresponda tras breve averiguación sumaria, sin recurso alguno.

La norma termina de regular las incidencias que pudieren suscitarse entre los protagonistas de la IPP.
En caso de que cualquiera de ellos o el propio imputado propongan diligencias probatorias y el fiscal se
rehúse practicarlas o las lleve a cabo de un modo diferente al propuesto por los oferentes, estos podrán
ocurrir ante el superior en grado, quien se impondrá verbal y sumariamente de la cuestión y adoptara la
decisión que estime necesaria, sin recurso alguno.
La disidencia contemplada en el presente artículo se refiere exclusivamente a la práctica o no de
determinada diligencia probatoria.

 ARTÍCULO 287.-
Participación del querellante.- Cuando el Fiscal estimara agotada la investigación, y se hubiera
celebrado la audiencia del artículo 274 y concordantes, citará al querellante interviniente en el
procedimiento, si lo hubiera, proporcionándole las copias y las explicaciones necesarias para
que se imponga del procedimiento, de su decisión de abrir o no el juicio y de los extremos que
habrá de contener su acusación.
En esta oportunidad, le acordará un plazo de cinco días para que señale por escrito y
puntualmente sus eventuales diferencias.
Si no hubiera disenso, el querellante formulará su acusación en el plazo establecido en el
artículo 294.

 ARTÍCULO 288.-
Disenso entre el Fiscal y el querellante. Sustitución en el ejercicio de la acción.- Si hubiera
disenso sobre los temas señalados en el artículo anterior, las cuestiones controvertidas, serán
resueltas por el Fiscal superior en grado, sin recurso alguno, después de una entrevista informal
donde los discrepantes fundamentarán sus pretensiones. Cuando la disidencia hubiera referido
a pruebas faltantes, y el Fiscal superior hubiese aceptado la pretensión del querellante, fijará un
plazo no mayor de treinta (30) días para su producción; si no le hiciere lugar, el querellante
podrá postular su producción en el debate.
Satisfecho el trámite y producida en su caso la prueba, el querellante formulará su acusación en
el plazo establecido en el artículo 294 y solicitará las cautelas pertinentes dentro de los primeros
cinco (5) días.

Los temas sobre los que recae la controversia es si se abre o no el juicio y los extremos que habrá de
contener la acusación.
Si la decisión del fiscal de distrito es favorable a la realización del juicio, en el plazo de 60 días, el
querellante y el fiscal de distrito deberán presentar la requisitoria de acusación ante el juez de la IPP.
Si la decisión es que el juicio no se realice, el fiscal de distrito procederá por el archivo y el querellante
contara con un plazo de cinco días para manifestar su disconformidad y llevas el tema ante el fiscal
general para que haga cambiar su posición al fiscal de distrito o bien se designe uno nuevo, si no lo
logra, dispondrá de un plazo de 60 días para iniciar la persecución conforme el procedimiento de
querella.
Cuando las diferencias se refieren a pruebas que el querellante estima que aun deben practicarse, en el
procedimiento a seguir pueden darse dos situaciones:
A- El fiscal general considera acertada la postura del querellante y ordena al fiscal a cargo de la IPP
que practique las pruebas señaladas por el acusador particular.
B- El fiscal general considera, de igual modo que el fiscal de distrito, que la investigación se
encuentra agotada por que no acoge la solicitud formulada por el querellante. En este caso, éste
podrá practicarlas a su cargo y en el plazo que el MPF lo estime, sin perjuicio de que pueda
postular su producción durante el debate.

 ARTÍCULO 289.-
Archivo Fiscal.- Cuando se estimara que no hay más medidas a practicar, realizada la audiencia
del artículo 274 y cumplimentado el trámite con el querellante si lo hubiera, el Fiscal dispondrá el
archivo de las actuaciones en los siguientes casos:
1) cuando fuera evidente:
a) que media una causal extintiva del ejercicio de la acción penal u otra de carácter también
perentorio;
b) que el hecho investigado no se cometió o no encuadra en una figura penal;
c) que el delito no ha sido cometido por el imputado o media una causa de justificación,
inimputabilidad, inculpabilidad o excusa absolutoria;
2) cuando no hubiera suficientes elementos de prueba para fundar la requisitoria de apertura del
juicio y no fuera razonable, objetivamente, prever la incorporación de nuevas pruebas.

Se regulan las alternativas que se pueden generar al estimarse agotada la IPP. En tales casos, el fiscal
deberá adoptar algunas de las siguientes opciones:
A- Formular requerimiento acusatorio
B- Disponer el archivo de las actuaciones.
Las causales de archivo requieren un grado cognoscitivo que se asienta en la evidencia,
considerándose tal a la certeza negativa respecto de la viabilidad del progreso de la acción penal.

 ARTÍCULO 290.-
Archivo jurisdiccional.- Transcurridos seis meses desde la realización de la audiencia del artículo
274, la defensa podrá solicitar al Fiscal el archivo a que refiere el artículo precedente.
La solicitud se hará por escrito y el Fiscal resolverá en el término de cinco días. Denegada la
solicitud o transcurrido dicho plazo sin que el Fiscal se expida, la defensa podrá instar ante el
Juez de la Investigación Penal Preparatoria el archivo denegado ofreciendo la prueba que
fundamente su pretensión.
El Tribunal convocará a una audiencia oral y pública donde escuchadas las partes y producida la
prueba pertinente, resolverá en el acto el archivo por las causales del artículo anterior o lo
denegará.
La solicitud con el procedimiento previsto en el presente artículo podrá reiterarse cada seis
meses.

El precepto regula la posibilidad que tiene la defensa de solicitar el archivo fiscal transcurridos 6 meses
desde que se llevo a cabo la audiencia imputativa.
Si el fiscal de distrito no formula su requerimiento a juicio antes de los 6 meses de la audiencia
imputativa, deberá dar trámite a los pedidos de archivos fiscal que efectúe la defensa ante él mismo o
ante el juez de la IPP en busca de un archivo jurisdiccional,
Presentado el petitorio por escrito y verificado el limite temporal mínimo, el fiscal deberá expedirse
dentro del termino de 5 días. Las alternativas que se presentan son las siguientes:
- el fiscal de distrito coincide con la postura defensista y archiva las actuaciones.
- El petitorio no obtiene respuesta o es denegado por cualquier motivo, en cuyo caso, la defensa
podrá instar antes el juez de la IPP el archivo jurisdiccional.
El único limite temporal para que la defensa presente su pedido de archivo al juez de la IPP luego del
silencio o rechazo por parte del fiscal de distrito, estaría dado por la iniciación de la etapa intermedia.
Si el juez acoge el pedido, dictara el archivo jurisdiccional con los mismos alcances y efectos que el
archivo fiscal y si lo rechaza, la defensa podrá renovar la solicitud dentro de 6 meses.
La decisión del archivo debe ser notificada a la victima, este o no constituida como querellante, a los
fines de que pueda ejercer la opción de conversión de la acción penal.

 ARTÍCULO 291.-
Notificación y disconformidad.- La desestimación y el archivo dispuesto por el Fiscal, serán
notificados a la víctima y en su caso al querellante, quienes en un plazo de cinco días podrán
manifestar su disconformidad ante el Fiscal superior en grado. Este realizará, cuando
corresponda, una sumaria averiguación y convalidará o revocará la decisión del inferior. En este
último caso podrá impartir instrucciones y aun designar nuevo Fiscal como encargado de la
investigación.

Cuando el Fiscal General convalidara la decisión del inferior, dentro del mismo plazo, se podrá ocurrir
ante el Procurador General, quien luego de cumplir idéntico procedimiento, resolverá definitivamente.
En caso de mantenerse el rechazo de la pretensión de la víctima, ésta podrá iniciar la persecución
conforme el procedimiento de querella, cualquiera fuera el delito de que se trate, dentro del plazo de
sesenta (60) días hábiles de notificada la resolución del Procurador General.

El rechazo de la petición de revisión de archivo deberá emitirse, en cualquiera de las instancias


ministeriales, a través de una resolución fundada, conforme a lo dispuesto en la última parte de la
norma bajo comentario y lo normado en el art 140. Por ello, la decisión del MPF deberá revestir el
formato y requisitos inherentes a toda resolución judicial.
En caso de multiplicidad de victimas o querellantes, los plazos correrán paralelamente y la
disconformidad de cualquiera de ellos será suficiente para general la intervención del superior
jerárquico.
El art 139, según el cual el fiscal general, así como el procurador general, cuentan con un plazo de 48
hs para proveer las instancias que le formulen los habilitados a deducirlas, pero si guardan silencio,
serán pasibles de sanciones disciplinarias – art 156 – y el plazo de 60 días hábiles para iniciar la
querella comenzara a contar a partir de vencidas las 48 hs referenci

 ARTÍCULO 292.-
Efectos.- Sin perjuicio de lo establecido en los artículos 291 y 293, las resoluciones que
dispongan desestimar la denuncia o archivar la Investigación Penal Preparatoria, impedirán una
nueva actividad persecutoria por los mismos hechos.
Si el imputado se encontrara detenido o en prisión preventiva, apenas se dicte el archivo, el
Fiscal solicitará al Juez que disponga su libertad.
 ARTÍCULO 293.-
Reapertura de la Investigación Penal Preparatoria.- No obstante lo dispuesto en el artículo
anterior, si se modificara la situación probatoria preexistente, el Fiscal de Distrito deberá elevar
al Fiscal General un detalle de los elementos probatorios sobrevinientes a fin de requerir
autorización expresa para la reapertura de la investigación.
La ausencia de dicha autorización invalidará lo actuado y hará viable la excepción de archivo.
La reapertura de la Investigación Penal Preparatoria no procederá en el supuesto en que el
damnificado directo o víctima hubiese deducido querella conforme a lo dispuesto en el artículo
291.

Las condiciones de procedibilidad de la reapertura están dadas por:


a) Modificación de la situación probatoria preexistente
b) Autorización del fiscal general para reabrir la investigación.
La eventual reapertura de la investigación por parte del fiscal quedara definitivamente vedada,
independientemente de la suerte procesal que tenga la acción autónomamente ejercida por la victima.
Es decir, que si opera el desistimiento del querellante en cualquiera de sus variantes, expreso o tácito,
deberá estarse a los efectos previstos por el art 353.

SEMANA XIV

CÓDIGO PROCESAL PENAL DE LA PROV DE SANTA FE

TITULO II
Procedimiento intermedio

El nuevo ordenamiento prevé 3 etapas procesales. La primera es la IPP, cuya naturaleza es


eminentemente cognoscitiva y comienza desde que la noticia criminis es recepcionada por los órganos
predispuestos, quienes tienen por principal objetivo obtener mayor cantidad de elementos posibles
tendientes a viabilizar un correcto ejercicio de la acción penal pública.
Dicha etapa consiste en preparar la acusación y permitir que las actuaciones sigan avanzando hacia el
juicio oral; o bien, cuando de lo actuado se desprende que ello no es posible, resolver la situación
procesal del sometido a proceso, ya sea mediante el dictado de un archivo y posterior sobreseimiento o
a través de la emisión directa de éste.

ARTÍCULO 294.- Procedencia de la acusación.- Realizada la audiencia imputativa prevista en el


artículo 274, si el Fiscal estimara contar con elementos para obtener una sentencia condenatoria,
procederá a formular por escrito su requisitoria de acusación ante el Juez de la Investigación Penal
Preparatoria.
Si hubiera querellante, una vez cumplimentados los trámites previstos en los artículos 287 y 288, las
requisitorias de acusación deberán formularse en el término común de sesenta (60) días a contar desde
la notificación del rechazo definitivo de las propuestas del querellante por el Ministerio Público Fiscal, o
del vencimiento del plazo fijado para la producción de la prueba según el artículo 288. Si no hubiera
disenso, las requisitorias deberán presentarse en el término de sesenta (60) días a contar desde el
vencimiento del plazo establecido en el segundo párrafo del artículo 287.

Comentario
Se regula la actuación del fiscal encargado de la IPP, quien debe efectuar una ponderación de la prueba
colectada hasta el momento y que racionalmente debió haber orientado el curso de la investigación, a
los fines de determinar si existen elementos que le permitan obtener una sentencia condenatoria en
juicio o, en caso contrario, disponer un archivo de las actuaciones conforme a lo normado en el art 289,
si es que no resulta directamente aplicable lo establecido en el art 306, respecto del dictado de un
sobreseimiento, decisorio que puede ser solicitado al órgano jurisdiccional interviniente por cualquiera
de las partes.
Es una derivación directa del derecho a una rápida definición.

Se verifica que el fiscal encargado de la IPP, luego de efectuada la ponderación positiva de elementos
incorporados que fuera precedentemente señalada, deberá formular por escrito su requerimiento
acusatorio ante el juez de la IPP, iniciándose a partir de dicho momento el procedimiento intermedio
propiamente dicho.
Respecto del grado cognoscitivo y convictivo que deberá poseer el fiscal es la probabilidad. Lo que el
fiscal debe evaluar es, en primer lugar, si la investigación a su cargo, se ha cumplido en cuanto haber
realizado exhaustivamente todas las diligencias necesarias para verificar si el hecho se encuentra
acreditado y existen elementos de convicción suficientes para estimar como probable la participación de
quien se encuentre imputado, o bien cumplida en sentido de haberse comprobado con certeza alguna
causal de sobreseimiento, o que habiendo vencido los plazos legales de la instrucción, y sus prórrogas,
no hubiese fundamento suficiente para elevar la causa a juicio.

No se trata de ponderar la existencia de elementos de convicción suficientes para probabilizar la


existencia del hecho como delito y la autoría y responsabilidad penal del imputado, sino de la existencia
de elementos probatorios que posibiliten seriamente respaldar una acusación para obtener una
sentencia condenatoria, circunstancia que demanda un grado mayor de mérito incriminante y que debe
entenderse en el sentido de que la acusación debe tener un respaldo probatorio serio.

Oportunidad: dentro de los 60 días posteriores a cumplir el trámite con la parte querellante, en caso de
no registrarse disenso entre los acusadores, dicho lapso se comenzará a contar desde que venció el
plazo establecido conforme la última parte del art 287, debiendo presentarse ambas acusaciones dentro
de los 60 días señalados.

ARTÍCULO 295.- Contenido de la acusación.- El requerimiento acusatorio, para ser válido, deberá
contener:
1) los datos personales del imputado y su domicilio legal;
2) una relación clara, precisa, circunstanciada y específica del hecho, con detalle de la extensión del
daño causado; en caso de contener varios hechos punibles independientes, la separación y el detalle
de cada uno de ellos;
3) los fundamentos de la acusación, con la expresión de los elementos de convicción que la motivan;
4) la calificación legal de los hechos, con expresión precisa de los preceptos jurídicos aplicables;
5) la pena que se solicita para el o los imputados o, en su caso, la medida de seguridad, indicando las
circunstancias de interés para la determinación de ellas;
6) la solicitud de apertura del juicio.
Con la acusación se acompañarán los documentos y medios de prueba materiales que se tuvieran.
Podrán indicarse y servirán como acusación alternativa, aquellas circunstancias del hecho que
permitirían encuadrar el comportamiento del imputado en una figura distinta de la ley penal, que se
precisará, para el caso que no resultaren demostrados en el debate los elementos que componen su
calificación jurídica principal.

Comentario
El precepto determina la forma y requisitos que deben contener el o los requerimientos acusatorios,
resultando ello sumamente importante porque va a condicionar las restantes etapas del proceso,
teniendo además influencia directa en garantías constitucionales asignadas al imputado, más
concretamente a su derecho de defensa en juicio, consistente en tener conocimiento, en todo momento,
de los hechos que se le atribuyen.

El incumplimiento de lo expuesto puede generar indefensión a causa de la sorpresa, y su consecuente


desconocimiento por violar la congruencia que debe existir entre imputación, acusación y sentencia.
1) los datos personales del imputado y su domicilio legal: la identificación clara, correcta y completa del
imputado, se vincula con el principio de non bis in ídem. La acusación fija la persona que debe ser
juzgada y el hecho por el cual ha de juzgársela. En consecuencia, queda con ella determinado el sujeto
pasivo del juicio y el objeto del debate.
2) una relación clara, precisa, circunstanciada y específica del hecho, con detalle de la extensión del
daño causado; en caso de contener varios hechos punibles independientes, la separación y el detalle de
cada uno de ellos: alude a la plataforma fáctica sobre la cual se asienta el requerimiento acusatorio. Es
importante por cuanto el mismo puede inferirse la congruencia posterior con la eventual condena,
constituyendo los límites objetivos del juicio. No debe alterar los hechos imputados en la audiencia
imputativa para no generar el factor sorpresa.
Clara: que el suceso se distinga suficientemente.
Precisa: el hecho debe quedar puntualmente determinado.
Circunstanciada: el acontecimiento debe estar detallado en tiempo, modo y lugar
Específica: que lo fáctico esté diferenciadamente caracterizado.
La segunda parte es de carácter práctico, regula la obligación de detallar separadamente cada hecho
punible, en caso de pluralidad de los mismos.
3) los fundamentos de la acusación, con la expresión de los elementos de convicción que la motivan: el
precepto alude al aspecto persuasivo del requerimiento acusatorio. Lo que la ley procesal establece es
que el actor penal debe brindar las suficientes explicaciones que lo llevan a peticionar del modo en que
lo realiza, dando cuenta de las razones que tornan sustentable la acusación, permitiendo la
correspondiente réplica defensiva, quien direccionará su estrategia en función de tal fundamento.
4) la calificación legal de los hechos, con expresión precisa de los preceptos jurídicos aplicables: del
precepto se desprende el deber funcional del actor penal de mencionar por su nomen juris el hecho o
los hechos atribuidos, facultad que necesariamente resultará enmarcada en las disposiciones
contenidas en la legislación sustancial. Debe necesariamente versar sobre una figura penal actual y
vigente.
También deberá precisarse, en caso de pluralidad de delitos, si los mismos concurren ideal o realmente,
si se verifica alguna atenuante o agravante, si se trata de un delito tentado o consumado, la calidad de
autor o partícipe, aspectos que incidirán en la pretensión punitiva.
Debe precisar con exactitud las normas penales aplicables, lo cual permitirá un correcto ejercicio del
derecho defensivo, aunque cabe recordar que dicho encuadramiento normativo no vincula al órgano
jurisdiccional, quien puede variar el mismo, siempre que dicha modificación no viole el principio de
congruencia.
5) la pena que se solicita para el o los imputados o, en su caso, la medida de seguridad, indicando las
circunstancias de interés para la determinación de ellas: el monto punitivo debe ser explicitado
- porque se relaciona con la integración singular o pluripersonal del tribunal de juicio: si la pena es de 12
años o más intervendrá un tribunal de 3 jueces. En caso de que fuera menor actuará 1 solo magistrado,
salvo razones excepcionales o por la complejidad del asunto indiquen la necesidad de la integración
ampliada, solicitado por la parte interesada y será resuelto por el juez de la IPP, al disponer la apertura
del juicio.
- porque permite un mejor ejercicio del derecho de defensa, puede atacar en el debate el monto de la
pena solicitada por el actor penal, ofreciendo la prueba atinente a ello y no esperar hasta los alegatos.
6) la solicitud de apertura del juicio: la norma prevé expresamente que el peticionante concrete su
requerimiento.

El segundo párrafo del art dispone que el fiscal debe acompañar la documentación y medios de prueba
materiales que tuvieran, lo cual resulta compatible y viabiliza los actos procesales posteriores, como el
período de examen de las actuaciones por parte de la defensa y demás partes.
Acusación alternativa: la misma no afecta el derecho de defensa si supera el test fáctico. Es decir, que
acusar de este modo resulta adecuado porque disminuye los riesgos que en muchos casos genera la
aplicación del principio iura novit curia, mediante el cual muchos tribunales se pronuncian variando la
calificación jurídica, situación que en la mayoría de los casos no sucedería con una acusación
alternativa, ya que la misma cronológicamente se antepondría al pronunciamiento jurisdiccional
tributario del principio señalado.
Suele regularse la posibilidad de las acusaciones alternativas, las mismas deben ser suficientemente
descriptivas y no apartarse de la plataforma fáctica contenida en la investigación para no generar
sorpresa en la defensa y salvaguardar el principio de congruencia.

ARTÍCULO 296.- Audiencia preliminar.- Presentada la acusación del Fiscal y del querellante, en su
caso, el Juez de la Investigación Penal Preparatoria notificará de inmediato a las partes y pondrá a su
disposición los documentos y medios de pruebas materiales, para que puedan examinarlas en el plazo
común de cinco (5) días.
En el mismo acto se convocará a las partes a una audiencia oral y pública que deberá realizarse dentro
de un plazo no menor de diez (10) días ni mayor de veinte (20).
El Juez de la Investigación no permitirá que en la audiencia preliminar se pretendan resolver cuestiones
que sean propias del juicio.

Comentario
El art se refiere al epicentro del procedimiento intermedio, tiene una naturaleza saneadora, quedando en
manos del juez de la IPP habilitar el avance de las actuaciones hacia el juicio oral.
Presentada la acusación, el juez de la IPP, previa verificación de la admisibilidad formal del
requerimiento, procederá a efectuar lo siguiente:
- Fijará una fecha de audiencia, dentro de un plazo no menos a los 10 días, ni mayor de los 20 de
recepcionadas las actuaciones con los respectivos requerimientos acusatorios.
- Notificará a todas las partes para examinar las actuaciones.

El plazo concedido a la defensa es exiguo en comparación con el que se ha otorgado a los actores
penales.
El fiscal de Distrito cuenta con todo el plazo que le da la prescripción de la acción penal para concluir la
investigación; cuando él mismo considera que le ha concluido, convoca al querellante y tiene un plazo
de 60 días para requerir el juicio. A su turno, el querellante tiene un plazo de 60 días desde que es
convocado por el fiscal de Distrito, para formular su acusación.
Sin embargo, la defensa tiene un plazo de 5 días desde la notificación que le hace el juez de la IPP para
tomar conocimiento de los documentos y medios de prueba materiales, realizar cualquiera de los
señalamientos previstos en el art 297 y ofrecer la prueba de la que pretender valerse para tales
señalamientos; dentro de las 48 hs siguientes tomará conocimiento de las presentaciones del fiscal de
Distrito o del querellante y dispondrá de 48 hs más para ofrecer pruebas relativas a las presentaciones
de los acusadores- un total de 4 días.
Finalmente, la audiencia preliminar se realizará en un plazo no inferior de 10 días ni superior a los 20
días a contar de la notificación realizada por el juez de la IPP, es decir que la audiencia podría tener
lugar al día siguiente de agotarse el plazo de 5 días para formular planteos, más los 4 para ofrecer
pruebas sobre los planteos del acusador.

El juez de la IPP no debe permitir que en dicha audiencia se ventilen cuestiones propias del juicio.

Carácter optativo de la audiencia preliminar: se considera recomendable que, en la notificación referida


en el comienzo del art, el juez de la IPP, amén de poner a disposición las actuaciones y fijar fecha de
audiencia preliminar, debe hacer conocer a las partes el carácter optativo de tal instancia y la posibilidad
de ir de modo directo a juicio.
Del mismo modo, las partes pueden acordar algunos puntos y limitar la celebración de la audiencia
preliminar a los restantes, por ejemplo, acordar sólo el anticipo jurisdiccional de prueba o que no habrá
conciliación, etc.

ARTÍCULO 297.- Facultades de las partes.- Dentro de los cinco (5) días de notificada la audiencia
prevista en el artículo anterior, las partes, por escrito, podrán:
1) señalar los vicios formales o el incumplimiento de aspectos formales de la acusación;
2) objetar las solicitudes de sobreseimiento, sobre la base de defectos formales o sustanciales;
3) oponer las excepciones previstas en este Código, cuando no hubieran sido planteadas con
anterioridad, salvo que se funden en hechos nuevos;
4) solicitar el sobreseimiento;
5) proponer la aplicación de un principio de oportunidad;
6) solicitar la suspensión de juicio a prueba;
7) solicitar la imposición o revocación de una medida cautelar;
8) solicitar el anticipo jurisdiccional de prueba, conforme a lo establecido en el siguiente artículo de este
Código;
9) proponer la aplicación de un procedimiento abreviado;
10) proponer la conciliación;
11) plantear cualquier otra cuestión incidental que permita una mejor preparación del juicio.
La presentación que se efectúe será puesta en conocimiento de las demás partes, en un plazo no
mayor de cuarenta y ocho horas.

Comentario
1) señalar los vicios formales o el incumplimiento de aspectos formales de la acusación: está enfocado
a la defensa. La cuestión apunta a ajustar y corregir el postulado acusatorio sobre extremos formales y
secundarios.
2) objetar las solicitudes de sobreseimiento, sobre la base de defectos formales o sustanciales: está
dirigida especialmente al fiscal o al querellante.
3) oponer las excepciones previstas en este Código, cuando no hubieran sido planteadas con
anterioridad, salvo que se funden en hechos nuevos: la ley procesal habilita a que puedan ser
introducidas durante la audiencia preliminar.
4) solicitar el sobreseimiento: cualquiera de las partes puede formular tal pedido, aunque habitualmente
la más interesada en hacerlo será la defensa.
5) proponer la aplicación de un principio de oportunidad: el art 23 establece hasta la audiencia
preliminar del juicio. Si bien el órgano facultado para adoptar tal decisión de política criminal es el fiscal,
el imputado tiene la facultad de plantear ante el mismo fiscal la aplicación de un criterio de oportunidad.
6) solicitar la suspensión de juicio a prueba: para resultar viable el pedido debe contarse con el
consentimiento del fiscal y escucharse a la víctima, todo lo cual transcurrirá durante el desarrollo de la
audiencia preliminar.
Igualmente, es de esperar que este tipo de solicitudes se desarrollen con anterioridad.
7) solicitar la imposición o revocación de una medida cautelar: el fiscal puede solicitar la modificación de
la situación del imputado, en cualquiera de sus aspectos aunque mayoritariamente será para agravar su
condición. Asimismo, la defensa podrá solicitar la revocación de la prisión preventiva impuesta o su
atenuación.
8) solicitar el anticipo jurisdiccional de prueba, conforme a lo establecido en el siguiente artículo de este
Código: cuando exista riesgo de que las mismas puedan perderse –o disminuir su valor- y/o no resulte
factible su incorporación durante el debate.
9) proponer la aplicación de un procedimiento abreviado: para resultar viable la abreviación deben
arribar a un acuerdo consensuado el fiscal y la defensa.
10) proponer la conciliación: resulta aplicable lo dispuesto en los incisos 6 y 7 del art 19,
desprendiéndose de los mismo el marco delictual que admite a vía conciliatoria: delitos patrimoniales,
en los que no se haya empleado la fuerza o intimidación y en caso de violación domiciliaria, lesiones
leves o amenazas; en ambos casos, no deben haber estado comprometidos menores de edad ni
verificarse razones de seguridad o interés público.
11) plantear cualquier otra cuestión incidental que permita una mejor preparación del juicio: surge la no
taxatividad de la norma.

El párrafo final alude a que dicha presentación deberá ser puesta en conocimiento de las demás partes
en un plazo no mayor de las 48 hs, debiendo ello concordarse con la segunda parte del art 300, que
establece otro plazo igual- 48 hs- lapso en que pueden ofrecerse pruebas vinculadas a algunas
cuestiones contempladas en el presente art 297. La suma de las fracciones temporales establecidas en
la primera y en la última parte de la norma y en el párrafo final del art 300- 5 días, 48 hs más otras 48
has, respectivamente- suman 9 días, explicando ello el plazo de mínima regulado en el art 296 – 10
días- para que el juez de la IPP fije la fecha de la audiencia preliminar.

ARTÍCULO 298.-
Anticipo jurisdiccional de prueba.-
En la oportunidad señalada en el inciso 8 del artículo precedente, las partes podrán solicitar,
fundadamente, el anticipo jurisdiccional de prueba en los siguientes casos:
1) cuando se tratare de una declaración que por un obstáculo difícil de superar fuere probable que no
pudiera recibirse durante el juicio;
2) cuando por la excepcional complejidad del asunto existiere la probabilidad de que el testigo olvidara
circunstancias esenciales sobre lo que ha conocido;
3) cuando el imputado estuviere prófugo o fuere incapaz y se temiera que el transcurso del tiempo
dificultara la conservación de la prueba.
La diligencia será documentada según las previsiones establecidas en este Código para los actos
irreproducibles.
Excepcionalmente, también podrá solicitarse el anticipo jurisdiccional de prueba en cualquier momento
de la Investigación Penal Preparatoria.

COMENTARIO
 Es una regla excepcional respecto de la producción de pruebas durante el debate.
 Justificación: posibilidad de que se pierda o disminuya sensiblemente la prueba, en razón del
tiempo aproximado en que va a comenzar el juicio.
 Debe ser solicitado, por escrito y fundadamente, por alguna de las partes al juez de IPP.
 Las hipótesis son taxativas, y su viabilidad debe ser objeto de una visión fina por parte del juez
que las autorice o el órgano jurisdiccional ante el cual se efectúe un planteo de renovación de la
prueba.

INC 1: es el caso en el cual un testigo, perito o cualquier otra persona que tenga que deponer en el
debate presente una dificultad, actual o futura, para comparecer al juicio. La ley exige que esa
circunstancia sea probable y no meramente conjetural, este aspecto podrá ser valorado por el juez de la
IPP en la misma audiencia en la que comparece la persona, a quien se la interrogará sobre los motivos
que impiden su concurrencia al futuro juicio (por ejemplo, radicación en el extranjero), y si se considera
que los mismos no existen o no son suficientes, el juez puede rechazar el adelanto probatorio
ordenando la finalización de la audiencia.
INC 2: doctrinariamente se conoce como “testimonios para futura memoria”. No se refiere solamente a
las cualidades y condiciones del testigo, sino a las particularidades del proceso en que deberá deponer.
La parte que lo solicita deberá invocar y explicar la necesidad de recepcionarse anticipadamente la
declaración.
A diferencia del INC 1, se requerirá un análisis valorativo tendiente a verificar si se cumplen las
condiciones (excepcional complejidad del asunto), y no se requiere una actividad acreditante (por ej.
Acompañar certificado medico de enfermedad del testigo).
INC 3: cuando no se pueda establecer una estimación acerca del comienzo del juicio, a causa de la
contumacia o incapacidad del imputado, se podrá efectuar el reconocimiento de algún objeto
secuestrado o que se encuentra en poder de terceros, que resulte degradable o de algún modo
modificado por el transcurso del tiempo (para no se pierda la prueba).

 FORMALIDADES DE LA DOCUMENTACION DE LA PRUEBA JURISDICCIONAL ANTICIPADA:


se aplica las disposiciones de los actos irreproducibles (art. 282 y 283), en cuanto dispone la
intervención del juez de IPP para que adopte las medidas garantizadoras del acto.

 Se habilita excepcionalmente a cualquiera de las partes a solicitar el anticipo en cualquier


momento de la IPP.

ARTÍCULO 299.-
Ofrecimiento de prueba. Indicación del Tribunal.-
En oportunidad del desarrollo de la audiencia fijada anteriormente, todas las partes presentarán la lista
de testigos, peritos e intérpretes que pretendan sean convocados al debate, con indicación del nombre,
profesión y domicilio.
Acompañarán igualmente, los documentos de que piensan servirse o indicarán donde se encuentran.
Los medios de pruebas serán ofrecidos con mención de los hechos o circunstancias que se pretendan
probar, o de lo contrario no serán admitidos.
Deberán las partes indicar si conforme a las disposiciones legales corresponde la intervención de un
Tribunal conformado uni o pluripersonalmente, o si, razones absolutamente excepcionales, que se
explicitarán, aconsejan la intervención de un Tribunal de juicio pluripersonal.

COMENTARIO
 las partes deberán presentar la lista de testigos, peritos e intérpretes, con indicación del nombre,
profesión y domicilio. La OGJ (con el objetivo de evitar la frustración de la audiencia) podrá exigir
otros datos para localizar al que tiene que comparecer (actualización del domicilio, teléfono,
correo electrónico, etc.).
 el juez de IPP examinara la pertinencia de los documentos y de los motivos, hechos o
circunstancias que se pretenden probar con ese documento. En caso contrario, no se admitirá la
prueba.
 conforme al art. 43, los juicios orales de realizaran ante tribunales unipersonales cuando la pena
solicitada por el fiscal o el querellante no alcance los 12 años, en caso contrario el tribunal será
pluripersonal. Aunque las partes no digan nada, por ser una norma operativa y encontrarse en
juego el debido proceso, el juez de IPP, al disponer la apertura del juicio deberá precisar si
corresponde el tribunal uni o pluri.
En el supuesto de que el pedido de pena sea inferior a los 12 años, la parte tendrá que solicitar la
integración pluri y explicar suficientemente los motivos excepcionales (art. 43 “complejidad del asunto”:
pluralidad de imputados o victimas, juicio renovado por anulación del anterior, etc.). Respecto al análisis
que debe guiar la decisión del juez ante la solicitud, debe tenerse en cuenta que resulta mas garantista
el juzgamiento por mas de una persona. Y conforme al art. 11, respecto de la interpretación restrictiva
de toda disposición que limite el ejercicio de un poder conferido a las partes, debe entenderse que ante
la mínima duda respecto de si se verifican o no los extremos del pedido, debe acogerse al pedido.
Conforme al art. 143, ante la negativa de la integración pluri, ante el pedido en la audiencia preliminar,
se filmara la audiencia de debate.

ARTÍCULO 300.-
Ofrecimiento de prueba para la audiencia preliminar.-
Dentro del plazo de cinco (5) días de notificada la audiencia prevista en el artículo 296, las partes
deberán ofrecer los medios de prueba necesarios para resolver las cuestiones propias de la audiencia
preliminar y el juez admitirá las que fueren pertinentes.
Dentro del plazo de cuarenta y ocho horas siguientes de la puesta en conocimiento prevista en la última
parte del artículo 297, las demás partes podrán ofrecer los medios de pruebas necesarios para resolver
las cuestiones vinculadas al artículo nombrado.

COMENTARIO
 el plazo de 5 días que tienen las partes para ofrecer las pruebas que van a usarse en la
audiencia preliminar, son los mismos 5 días del art. 297 (presentar los pedidos u objeciones) y
del 296 (defensa: tomar conocimiento de los documentos y medios probatorios presentados por
el fiscal y querellante).
 Procedimiento intermedio puede subdividirse en:
-actor penal presenta requerimiento acusatorio (art. 294 y 295). Tiene 60 días, desde que se
solucionaron las eventuales discrepancias con el querellante (pueden surgir ante la comunicación del
Fiscal de Distrito diciéndole que da por concluida la investigación).
-juez de IPP fija fecha para realización de la audiencia preliminar, entre 10 y 20 días (posteriores a la
recepción de requerimiento acusatorio y documentación y pruebas). Y pone a disposición de las partes
todo lo recibido para su examen, por el término de 5 días.
-en esos 5 días, las partes pueden introducir cualquiera de las cuestiones no taxativas del art 297, y
ofrecer la prueba necesaria para resolverlas en la audiencia preliminar. El juez las admitirá si son
pertinentes (art. 300)
-el juez pondrá en conocimiento de la otra parte, la presentación precedente, en un plazo no mayor a
48hs (desde su presentación) (art. 297 in fine)
-efectuada la notificación precedente, las partes tendrán otras 48hs para ofrecer prueba ampliatoria
vinculada con las cuestiones que deban ser resueltas en la audiencia preliminar.

La suma de los plazos (5 días +48hs + 48hs = 9 días) explica que la audiencia no pueda ser solicitada
antes de los 10 días (art. 296).
Aunque parece afectar la igualdad de partes y el derecho de defensa, los exiguos plazos que tiene la
defensa, en comparación con los que tiene el acusador público y querellante.

ARTÍCULO 301.-
Intervinientes.-
La audiencia preliminar se desarrollará conforme a las reglas del debate, con la presencia
ininterrumpida del juez, del imputado y su defensor y del fiscal, y de los demás intervinientes
constituidos en el procedimiento.
La presencia del fiscal y del defensor del imputado, constituye requisito de validez de la misma.
La falta de comparecencia del querellante, debidamente notificado, implica abandono de la persecución
penal por su parte.

COMENTARIO
 Presencia ininterrumpida del juez y todas las partes
 Requisito de validez: presencia del juez, defensor y fiscal. Por lo tanto, si no comparecen
imputado y querellante, la audiencia tendrá lugar igual. Si el imputado comparece, deberá
permanecer ininterrumpidamente en el debate.
El art. 125 indica cómo debe procederse si la declaración de rebeldía se produce en la IPP (impide la
formulación del requerimiento acusatorio), o cuando tiene lugar después de la apertura del juicio (no se
suspende cuando compareció a la primer audiencia), nada dice sobre la rebeldía en la etapa intermedia.
Asumimos que la rebeldía podría ser declarada en esta etapa si el juez de la IPP convoco
especialmente al imputado porque lo solicitaron las partes, por ej. Para la aplicación de un criterio de
oportunidad o probation y es necesaria su presencia. Pero parecería que no seria procedente la
declaración de rebeldía en hipótesis ordinarias de audiencias preliminares, cuando la presencia del
imputado no fue requerida especialmente por el tribunal.
 Jueces y fiscales: si frustran la audiencia por su inasistencia corresponde sanción disciplinaria.
 Defensores: si frustran la audiencia por su inasistencia, corresponde su apartamiento.
 Querellante: si estaba debidamente notificado, su inasistencia implica abandono de la
persecución penal por su parte (concordante con art. 98 inc. 3). Si acredita antes de la
audiencia, o dentro de las 48hs siguientes, la imposibilidad de concurrir por causas de fuerza
mayor, evita el desistimiento tácito. En tal caso, y a su pedido, podrá renovarse la audiencia
preliminar, ya que su ausencia pudo afectar sus derechos de contralor, ofrecimiento y producción
de pruebas, postulación de pretensiones y replica de las formuladas por la defensa. en caso
contrario, la omisión traerá aparejadas consecuencias nulificantes (art. 246 a 250).

ARTÍCULO 302.-
Desarrollo.-
La audiencia preliminar se llevará a cabo oralmente y durante su realización no se admitirá la
presentación de escritos.
Se producirá la prueba ofrecida y admitida, incorporándose la que, en su caso, se hubiese diligenciado,
dándose oportunidad para que cada parte fundamente sus pretensiones.
Luego de ello, y de corresponder según la ley, el Juez intentará la conciliación de las partes, formulando
proposiciones para la reparación integral del daño social o particular causado. Asimismo el Juez podrá
provocar acuerdo de las partes respecto de hechos que considere comprobados con notoriedad.
Cada parte podrá formular las solicitudes, observaciones y planteamientos que estimare relevantes con
relación a las pruebas ofrecidas por las demás.

COMENTARIO
 El trámite será íntegramente oral y las partes no podrán presentar escritos. Aunque se autorice
utilización de esquemas, bosquejos o ayudas-memoria, sin leer (art. 311)
 Se producirá la prueba ofrecida y admitida, incorporándose la que hubiere sido diligenciada
luego del ofrecimiento.
 Cada parte fundamentara sus pretensiones (conforme al art. 297).
 El juez de IPP procurará acercar a las partes, para que lleguen a una conciliación cuando fuere
posible, asumiendo un rol asimilable al amigable componedor, tomando una posición activa
(formula proposiciones referidas a la reparación del daño social o particular). También puede
proponer alternativas: procedimiento abreviado, probation, etc.
Creemos que este rol activo, a favor o en contra de las proposiciones, afecta necesariamente su
imparcialidad.
Aunque una de las funciones del juez es evitar juicios innecesarios o reducir al máximo cuestiones que
se habrán de llevar el debate oral y público, pudiendo servirse de las técnicas de negociación,
mediación y conciliación, también admitimos que esta tarea puede llevarla a cabo en la investigación.
Sin embargo hubiera sido preferible que esta misión sea cumplida por una tercera persona, capacitada,
en la audiencia preliminar para salvaguardar la imparcialidad del juzgador.
 Si no resulta exitoso lo anterior, podrá solicitar que las partes acuerden sobre hechos notorios.
 Hay libertad de postulación y argumentación de pruebas para cada parte. El juez de IPP podrá
resolver sobre la procedencia o pertinencia de determinadas pruebas, cumpliendo el rol de filtro
limitante que evita producción de prueba ilegal, impertinente o sobreabundante en el debate.

ARTÍCULO 303.-
Resolución.-
Dentro de los cinco (5) días de finalizado el debate, el Juez, fundadamente y dejándose constancia en
acta, resolverá todas las cuestiones planteadas y, en su caso:
1) admitirá o rechazará, total o parcialmente la acusación del Fiscal y del querellante si fuera el caso, y
ordenará, en su caso, la apertura del juicio;
2) ordenará la corrección de los vicios formales de la acusación;
3) resolverá las excepciones planteadas;
4) sobreseerá, si se presentan los presupuestos necesarios;
5) suspenderá el procedimiento o aplicará criterios de oportunidad, resolviendo lo que corresponda;
6) ratificará, revocará, sustituirá, morigerará o impondrá medidas cautelares;
7) ordenará, si correspondiere, el anticipo jurisdiccional de prueba solicitado;
8) aprobará los acuerdos a los que hubieren llegado las partes respecto a la reparación civil y ordenará
todo lo necesario para ejecutar lo acordado;
9) admitirá o rechazará la prueba ofrecida para el juicio;
10) ordenará la separación o la acumulación de los juicios.

COMENTARIO
 Resolución fundada del juez de IPP acerca de todas las cuestiones introducidas y debatidas.
 INC 1: el juez de IPP va a avalar o reprobar, total o parcialmente, el requerimiento acusatorio.
Otorga al juez, por primera y única vez, el control de la acción en punto a su contenido y
oportunidad; puesto que tiene el control de legalidad durante todo el trámite de la misma, la ley
le concede la facultad de fijar los hechos que van a ventilarse durante el debate, pudiendo
recortar en todo o en parte, las pretensiones del o de los actores penales, pero no puede
introducir hecho o transformarlos en otros.
Esta función de filtro no puede ser discrecional, sino que debe fundar fáctica y jurídicamente su
pronunciamiento.
También tiene el control de la congruencia entre los hechos atribuidos en la audiencia imputativa y en
sus eventuales ampliaciones, y los que fueron objeto del requerimiento acusatorio. En caso que existir
un desajuste (situación que debería haber sido resuelta por el Fiscal General mediante el procedimiento
del art 288) podrá limitar la acusación a la plataforma realmente intimada, teniendo presente la
posibilidad de acusar alternativamente (art. 295).
Juicio de mérito: supone ponderación de elementos probatorios y jurídicos que permitan seriamente
respaldar la acusación y eventualmente obtener una sentencia condenatoria.
 INC 2: errores u omisiones no esenciales, pueden ser salvados por el juez ordenando su
corrección (ej.: de foliatura)
 INC 3: excepciones de la defensa, generando efectos dilatorios o perentorios.
 INC 4: por sobreseimiento se entiende al pronunciamiento jurisdiccional que pone fin al proceso
y que desencrimina definitivamente a quien se viere favorecido por dicho decisorio, impidiendo
que el mismo pueda ser perseguido o juzgado a futuro en relación a los mismos hechos.
El sobreseimiento puede ser total o parcial.
 INC 5: se vincula con la posibilidad de la probation (art. 24). En cuanto al criterio de oportunidad,
se puede aplicar cuando la defensa acredite la existencia de un precedente fiscal en un caso
similar (pues, la disponibilidad de la acción está en manos del Fiscal).
 INC 6: ante el pedido de parte, el juez podrá imponer una medida cautelar o modificar la ya
ordenada (atenuación: puede de oficio)
 INC 7: previo deberá verificar los supuestos del 298, disponiendo en caso necesario el modo de
hacerlo.
 INC 8: en este caso, deberá homologar los acuerdos y disponer lo pertinente para que la victima
pueda ejecutar lo acordado.
 INC 9: es importante esta admisión o rechazo, pues la sentencia emitida por el tribunal de juicio
solo puede basarse en las pruebas incorporadas al debate, aunque dicho efecto es relativo
porque el art. 305 establece que la admisión o rechazo sobre la prueba ofrecida en la audiencia
preliminar no vincula al tribunal de juicio.
Los parámetros a tener en cuenta para admitir o rechazar son: impertinencia (art. 159),
superabundancia (art. 159), por no haberse explicitado los hechos o circunstancias que se pretenden
probar (art. 299), por haber llegado las partes a un acuerdo sobre hechos notorios (art. 159).
 INC 10: casos en que el mismo delito atribuido a varios imputados hubiere motivado diversos
requerimientos acusatorios, o cuando existan varias causas sustanciadas contra el mismo
imputado por hechos de competencia provincial que den lugar a acción de igual naturaleza (art.
55). El juez decidirá según produzca o no un grave retroceso en el trámite teniendo en cuenta
los principios de concentración y celeridad (art 3), sin afectar el debido proceso y el derecho de
defensa en juicio.
Esta resolución es apelable en Cámara de Apelaciones (art. 41) en los casos y condiciones de los art.
394, 396 y 397.

ARTÍCULO 304.-
Auto de apertura a juicio.-
Habiendo adquirido firmeza la resolución prevista en el artículo anterior, el Juez deberá, expresamente
disponer la apertura del juicio. En tal caso la resolución deberá contar con las siguientes precisiones:
1) si el juicio se llevara a cabo ante un Tribunal conformado uni o pluripersonalmente;
2) cual es el o los hechos por los cuales se autoriza la apertura del juicio, describiéndolos con
precisión, como así también indicándose su calificación jurídica;
3) la identificación de los acusados y las partes admitidas;
4) la decisión sobre la admisibilidad o inadmisibilidad de la prueba ofrecida para el debate y, en su
caso, las convenciones probatorias a las que hubieren arribado las partes;
5) la individualización de quienes deben ser citados a la audiencia del juicio oral;
6) cuando el acusado soporte una medida de coerción, su subsistencia o consideración;
7) en caso de pluralidad de querellantes, la orden de unificar personería cuando fuere necesario;
8) la orden de remitir las actuaciones, la documentación y cosas secuestradas a la Oficina de gestión
judicial.

COMENTARIO
* Regula la clausura formal del procedimiento intermedio, a través del auto de apertura a juicio, que
debe disponer expresamente el juez. Por lo tanto, se requieren, en el procedimiento intermedio 2
resoluciones fundadas (art. 304 y 303), perjudicando la dinámica y celeridad de la etapa intermedia.
* Auto: implica que el acto jurisdiccional debe estar suficientemente motivado (requisito de validez)
(art.140).
* Contenido del auto:
-INC 1: pluri: pena solicitada superior a los 12 años (aunque no lo pida la parte). Uni: pena inferior a 12
años (salvo complejidad o excepcionalidad, que el juez considere)
-INC 2: fijación de los hechos, suficientemente descriptos en el auto, junto con el encuadramiento
normativo (puede sufrir variación en la medida que se respete la plataforma fáctica por la cual se
autorizo el juicio).
-INC 3: individualización del o los enjuiciados, con todos sus datos. De las otras partes, solo basta su
identificación simple, señalándose los lazos de representación legal que los une profesionalmente.
-INC 4: rechazo o admisión, total o parcial de la prueba de cada parte (la sentencia se basara en ellas),
a pesar del no carácter vinculante de lo resuelto en materia de pruebas.
-INC 5: individualización de los citados al juicio, para evitar la frustración de la audiencia.
-INC 6: todo lo resuelto en materia coercitiva no causa estado, por lo tanto pueden modificarse si
cambiaron las condiciones, y el juez resolverá sobre el mantenimiento o morigeración (puede agravarla
a pedido del actor penal, nunca de oficio).
-INC 7: 2 supuestos en los que el juez puede unificar personería, de considerarlo necesario:
* Varias victimas y todas se constituyeron en querellante, asistidas por distintos profesionales.
* Victima fallecida y los herederos forzosos se presentan por separado.
Deberá tener en cuenta las características del proceso y la dificultad para ejercer la defensa.
-INC 8: el ultimo paso es la remisión de todo lo actuado, documentación y efectos secuestrados a la
OGJ, quien comenzara con la etapa de preparación del juicio notificando a las partes inmediatamente
de recepcionadas las actuaciones, de que en un termino de 48hs a integrar el tribunal de juicio
(conforme al art. 307)
* Ante la falta de normativa, se estima que el primer acto interactivo de la prescripción de la acción se
concreta con la apertura a juicio.

ARTÍCULO 305.-
Efectos.-
El auto de apertura a juicio es irrecurrible, sin perjuicio, en su caso, de la impugnación de la sentencia
definitiva, que se dictare en el juicio. No obstante la defensa en esta oportunidad podrá hacer uso de las
facultades previstas en el artículo 143.
La decisión del Juez que admite o rechaza un medio de prueba no vincula al tribunal de debate.

COMENTARIO
* Auto de apertura: irrecurrible. Deja a salvo las impugnaciones contra la sentencia definitiva, y las vías
impugnativas extraordinarias que se pudieran fundar en vicios, con entidad constitucional, contenidos en
el auto.
* La defensa queda habilitada a que se filme el debate, ante el rechazo de la integración pluri del
tribunal.
* Carácter no vinculante de lo resuelto en el procedimiento intermedio en materia de pruebas ofrecidas.
ARTÍCULO 306.-
Sobreseimiento.-
A pedido de parte el sobreseimiento se pronunciará, en los supuestos previstos en el artículo 289 inciso
primero. El Juez de la Investigación Penal Preparatoria convocará a una audiencia oral y pública donde
escuchadas las partes y producida la prueba pertinente resolverá. Si su dictado implicara la imposición
de una medida de seguridad se abstendrá de hacerlo remitiendo la causa al Tribunal de Juicio.
El sobreseimiento cerrará definitiva e irrevocablemente el procedimiento con relación al imputado para
quien se dicte. Tendrá valor de cosa juzgada con respecto a la cuestión penal sobre la que se
pronuncie, pero no favorecerá a otros posibles copartícipes.
Dictado el sobreseimiento el Juez de la Investigación Penal Preparatoria dispondrá la libertad del
imputado, si correspondiere.
El sobreseimiento procederá en cualquier estado y grado del proceso en los casos previstos en el inciso
1º a) del artículo 289. Cuando por nuevas pruebas producidas durante el juicio, resulte evidente la
concurrencia de alguno de los casos contemplados en el inciso 1º b) y c) del artículo 289, el Fiscal
fundadamente, podrá solicitar el sobreseimiento del acusado.

COMENTARIO
 Sobreseimiento: pronunciamiento jurisdiccional cuyo efecto fundamental es producir la cosa juzgada
sustancial respecto del imputado sobre cual se dicta, con los alcances del ne bis en ídem en
relación al hecho que se le atribuía.
 Es irrevocable (una vez firme no se puede modificar). Cierra el desarrollo de la IPP e impide al fiscal
llevar al imputado a juicio o bien aborta el debate oral y público ya indicado, si es que se funda en
una causal extintiva de la acción o una excepción perentoria.
 Naturaleza jurídica:
-Vélez Mariconde y Levene: sentencia en sentido sustancial pero no formal porque no resuelve el fondo
del asunto, sin cumplir con la exigencia del juicio previo.
-Claria Olmedo: es un auto que resuelve lo que fue materia de incidente, pronunciado a pedido de parte
o de oficio.
-Torres Bas: es un pronunciamiento jurisdiccional favorable al imputado que puede ser considerado una
sentencia en el sentido sustancial cuando se funda en causales que hacen al fondo del asunto (que el
hecho no existió o que no hay responsabilidad penal) pero cuando se funda en causales que no son
tales (prescripción, etc.) debe ser considerado auto.
-Nuestra opinión: modo anormal de finalizar el proceso, porque lo normal es la sentencia. En nuestra
legislación se dicta siempre por auto, presupone un trámite contradictorio entre las partes (aunque haya
acuerdo en su dictado) y tiene la fuerza de una sentencia absolutoria cuando queda firme (art. 306).
 El sobreseimiento puede ser total o parcial subjetivamente, en tanto abarque a todos los imputados
o no. Y objetivamente si incluye a todos los hecho o no.
Este art. Regula el sobreseimiento relativo: no puede favorecer a los posibles coparticipes (en oposición
al sobreseimiento absoluto que sí aprovecha a todos en tanto verse sobre la existencia del hecho).
 No puede ser dictado de oficio (a diferencia del régimen anterior), requiere petición de parte
(defensa, fiscal o querellante).
 Razones que lo pueden originar (art. 289):
 Que hacen imposible el juicio: causales de extinción (prescripción de la acción, amnistía, renuncia
en acción privada, pago voluntario de la multa, probation y muerte del imputado. Con respecto al
indulto consideramos que es una causal de extinción de la pena y no de la acción). Causales
perentorias (cosa juzgada, conciliación después de promovida la querella)
 Que hacen al juicio innecesario: no hay delito porque el hecho no existió, no encuadra en ningún
tipo penal, no fue cometido por el imputado, esta justificado, no se verifica la suficiente capacidad
psíquica en el imputado para que se imputable, media error de prohibición, estado de necesidad
disculpante, etc.
 No puede ser dictado por insuficiencia de pruebas (art. 289 inc. 2), en cuyo caso solo cabe que el
fiscal de distrito disponga el archivo fiscal y sino la defensa puede instar y obtener del juez el archivo
jurisdiccional.
 Habitualmente será dictado por el juez de IPP. También puede ser dictado por las mismas causales
por el tribunal de juicio, aunque en el caso de innecesariedad del juicio (no hay delito) dependen de
la incorporación de nuevas pruebas durante el debate si verifica causales que imposibilitan el juicio.
También puede ser dictado por la Cámara de Apelaciones si se verifica la extinción de la acción o
una causal perentoria.
 Oportunidad: la doctrina señalo que lo que se pretende evitar es el desgaste jurisdiccional del
debate, cuando hay una ley sustantiva que impone exención de pena.
 Cuando deba adosarse a una medida de seguridad, el juez de IPP debe remitir las actuaciones al
tribunal de juicio (pues resulta equiparable con la pena). Es coherente con la imparcialidad del juez
que sea impuesta por otro órgano jurisdiccional.
 Una vez firme: comunicación al Registro Único de Antecedentes Penales de la Provincia, al Registro
Nacional de Reincidencias, y disponerse lo pertinente respecto de la destrucción o restitución de los
efectos que estuvieren secuestrados.
 Hace cesar las medidas coercitivas, aunque no este firme: si estaba en prisión preventiva quedara
libre, deberán levantarse las cauciones, embargos o inhibiciones.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO

CONSIDERACIONES GENERALES
 Surgió (junto con los criterios de oportunidad) como alternativa para solucionar la problemática de la
alta tasa delictiva que género el colapso de la justicia, permitiendo acuerdos entre el acusador
público y el imputado, cuando éste reconoce su responsabilidad penal, otorgándose un trato menos
gravoso que si afrontara un juicio ordinario.

 Consiste en la posibilidad concedida al acusador público y a la defensa, de abreviar el trámite a


través de un acuerdo, que lógicamente requiere la conformidad del imputado, acerca de cómo
ocurrieron los hechos y la responsabilidad penal del justiciable en los mismos. El pacto, además
incluirá la pena y debe ser admitido, en cuando al cumplimento de los requisitos formales, por parte
del juez de IPP y homologado por el tribunal de juicio, órgano jurisdiccional que deberá dictar la
correspondiente sentencia.

 En Santa Fe fue introducido por la ley 12162:


-procedía para cualquier delito
-irrelevante la oposición de la victima o damnificado
-se aceptaba el acuerdo en un plenario escrito
-la admisión correspondía al juez de instrucción. El tramite era en audiencia ante el juez de sentencia,
que si rechazaba la solicitud seguía interviniendo en el juicio estableciéndose que la fiscalía no quedaba
vinculada por su pedido ni el imputado por su conformidad.

 Naturaleza: homologación jurisdiccional de una confesión condicionada, con alcances de


transacción para el supuesto de abarcar intereses particulares que, como pretensión accesoria a la
penal, hubiere introducido el actor civil. La condición es que la pretensión de abreviación sea
convalidada jurisdiccionalmente, en caso contrario no podrá hacerse valer en contra del imputado.

 Denominación: parece un acierto el vocablo procedimiento (y no juicio o proceso) porque


desaparece la contradicción discursiva entre las partes.

 Ventajas:
- Para el sistema de justicia penal representa un ahorro de trámites y pasos procesales, a través de un
mecanismo ágil, rápido, sencillo y que permite descongestionar de causas los estrados tribunalicios.
Se pueden utilizar los recursos humanos y materiales para otros objetivos.
- Asegura la realización de la ley penal y satisface el poder punitivo del Estado, de la sociedad, de la
ley y de las victimas, evitando que no se logre este objetivo, por los riesgos del juicio oral, sin
menoscabar los derechos del imputado.
- Se concreta el derecho a ser juzgado en un plazo razonable.
- Más pronta y menos costosa administración de justicia.
- Reduce la cantidad de presos sin condena.
- El imputado consigue o puede conseguir un trato más beneficioso, en comparación con el que
puede obtener al afrontar un juicio común (pena mas benigna).
- Es un derecho (y no una obligación constitucional) del imputado a concretar un acuerdo de monto
de pena con el Fiscal, que no puede ser aumentada por el Tribunal oral (solo potestades de control).
La ley le da la posibilidad de evitar el riesgo del juicio. Este derecho prevalece sobre el derecho del
Estado de averiguar una parte de la verdad y al de la victima constituida en querellante. Es
facultativo para el imputado, no obligatorio. Rige su consentimiento, garantizado por su abogado de
confianza y la intervención del Fiscal que debe velar también por sus derechos. Y todo este acuerdo,
esta sometido al control jurisdiccional.
- Es propio del poder acusatorio que sean las partes quienes retienen un considerable poder de
decisión, es natural que sean ellas quienes acuerden si el juicio tendrá lugar o no.
- Se satisfacen todas las etapas mínimas constitucionalmente exigidas, ya que hay acusación, una
defensa que se ejercita por medio de un reconocimiento de participación en el delito libremente
formulada y estimada conveniente a su interés por el imputado (debidamente asesorado por su
defensor); prueba que fue recibida en la investigación preparatoria y fue estimada idónea por las
partes y el tribunal; sentencia que decidirá el caso, fundada en dichas pruebas y en el
reconocimiento corroborante del imputado; finalmente, recursos que procederán por las causales
comunes.
- Las garantías constitucionales están al servicio o disponibilidad de la persona, si las quiere utilizar
allí están, pero también puede renunciarlas. Por lo tanto, puede defenderse contradiciendo la
pretensión penal que ejerce el actor, o puede allanarse aceptando tanto los hechos como el derecho
aplicable y su consecuencia o sea, la pena. Si quiere el juicio como debate, allí lo tiene con una
defensa que no puede ser violada, pero si no lo quiere tiene la posibilidad de reconocer su
responsabilidad penal y aceptar la pena.

 Cuestionamiento en contra de su validez constitucional:


- Alto poder inquisitivo, pues utiliza una verdadera coacción sobre el acusado, colocándolo en un
dilema de aceptar o no el trámite acelerado o afrontar el riesgo de una condena mayor.
- Se utiliza para canjear la confesión por una pena sin juicio.
- Se afecta la garantía constitucional del juicio previo. Es la negación del juicio, del debate, y la CN
(art. 18) obliga, como presupuesto de la aplicación de una pena, que haya juicio previo, un debido
proceso.
- Tiene un carácter discriminatorio su aplicación, porque posibilita ventajas para aquellos imputados
que pueden pagar los mejores y mas caros defensores, para obtener un resultado mas favorecido,
hasta legar a la impunidad.
- Se aplica una pena sin juicio. Por lo tanto, podría hablarse de una condena anticipada y retroceso
injustificado al sistema inquisitivo.
- Según el art 341 bis del CPPN la aplicación del juicio abreviado depende, exclusivamente, de la
decisión del ministerio público, pues es este órgano quien solicita la vía abreviada cuando estimare
suficiente la imposición de una pena privativa de la libertad inferior a 6 años, o de una no privativa
de la libertad aun procedente en forma conjunta con aquella.
- Tremendo poder para el fiscal, pues, puede solicitar la vía abreviada y seleccionar la pena que
estima suficiente, obligando al tribunal a imponer esa pea o, en todo caso, una pena menor.
- La conformidad del imputado, manifestación presentada por escrito, es valorada como una
confesión. El Comité de Derecho Humanos ha dicho, respecto de toda persona acusada de un delito
“A no ser obligada a declarar en contra de sí misma ni a confesarse culpable”.
- El Principio de inocencia parece exigir la realización del juicio previo para TODOS loa procesos
penales ordinarios, que además, deben ser por jurados (art. 118 CN). La exigencia del juicio previo
no es solo una garantía individual contenida en el art. 18, sino que además, es un imperativo de
orden institucional (art. 118).
- El texto constitucional no admite ninguna excepción al principio de legalidad sustantivo, ni tampoco
al principio de inocencia, que autorice a la aplicación de pena sin juicio previo.
- Una persona, por culpable que sea, no puede por su propia voluntad dirigirse a la cárcel a cumplir
su pena sin que su culpabilidad sea declarada en una sentencia firme dictada como consecuencia
de la realización de un juicio. La exigencia no puede eludirse ilegítimamente denominando juicio a
algo que no lo es, es decir, que no cumple con las exigencias mínimas del juicio previo.
- La CN prevé dos mecanismos que permiten el control popular de las decisiones de los jueces
penales; el juicio por jurados y la publicidad del juicio. Ambos son vulnerados por el juicio abreviado.
Éste, permite al Estado, con la conformidad del imputado, que eluda la exigencia de publicidad y de
participación ciudadana, sin motivo legítimo alguno.
- La sentencia se debe fundar exclusivamente, en las pruebas de la instrucción y en la confesión
escrita del imputado. El carácter inquisitivo del juicio abreviado pone de manifiesto la intención de
condenar sobre la base de la confesión extraída coercitivamente, y de pruebas recolectadas sin
control de la defensa.

 Nuestra opinión: es necesario racionalizar prudentemente su utilización, tratando de garantizar al


extremo el libre consentimiento y la iniciática del imputado y su defensa, evitar una practica
distorsiva y abusiva y asumir el compromiso de que, en caso de frustración, en el juicio el fiscal
mantenga el mismo pedido de pena (salvo que las circunstancias hayan cambiado).
Es cierto que es imposible que un sistema de justicia pueda abordar el nivel de conflictividad que tiene
la sociedad, hay que buscar alternativas lo menos lesivas posibles a los principios.
Si se frustra, habrá que evaluar cada caso particular, y ninguna consecuencia negativa debe acarrear
para el imputado y mucho menos en orden al reconocimiento de la autoría o responsabilidad penal.
Pero sí limitará la pretensión del fiscal, pues, la pena reconoce como fundamento el injusto y la
culpabilidad del autor y se supone que ello ha sido ponderado en las pautas de cuantificación para
arribar al acuerdo. El fundamento de la pretensión no puede variar en función del fracaso.

PROCEDIMIENTO ABREVIADO
ARTÍCULO 339.- Instancia común.- En cualquier momento de la Investigación Penal Preparatoria, el
Fiscal y el defensor del imputado, en forma conjunta, podrán solicitar al Tribunal de la Investigación
Preparatoria, la apertura del procedimiento abreviado en escrito que para ser válido contendrá:
1) los datos personales del Fiscal, del defensor y del imputado;
2) el hecho por el que se acusa y su calificación legal;
3) la pena solicitada por el Fiscal;
4) la conformidad del imputado y su defensa respecto de los requisitos precedentes y del procedimiento
escogido;
5) en su caso, la firma del querellante o en su defecto, la constancia de que el Fiscal de Distrito lo ha
notificado del acuerdo y no ha manifestado en término su disconformidad. En caso de disconformidad
será necesaria la firma del Fiscal General;
6) cuando el acuerdo versara sobre la aplicación de una pena que excediera los ocho (8) años de
prisión, se requerirá además la firma en el mismo del Fiscal General

Comentario
Oportunidad: el procedimiento abreviado puede ser presentado, conjuntamente por el fiscal y defensor,
en cualquier momento de la IPP, desde que se llevó a cabo la audiencia imputativa y hasta antes de
iniciarse en el debate los alegatos finales, surgiendo ello de la primera parte del art bajo comentario y de
lo establecido en el art 344.
La audiencia imputativa resulta una condición natural y previa a toda posibilidad de abreviación.
Órgano jurisdiccional receptor: podrá intervenir el juez de la IPP o el tribunal de juicio.

Requisitos:
1) los datos personales del Fiscal, del defensor y del imputado: de ese modo deben introducir el pedido
el fiscal y el defensor ante el juez de la IPP y en el deben figurar los datos de ambos y del imputado,
resultando éstos últimos los de mayor importancia –y por lo tanto los que deben ser precisos y
detallados- por encontrarse en juego garantías constitucionales como la que prohíbe la múltiple
persecución penal contra la misma persona y por los mismos hechos.
Para los defensores del instituto, hubiera sido más razonable establecer que el abreviado sólo puede
iniciarse a petición del imputado y su defensa.
2) el hecho por el que se acusa y su calificación legal: la base fáctica sobre la cual se apoya el acuerdo
debe estar suficientemente descripta, resultando ello importante por las mismas razones garantistas.
Deberá constar además el nomen juris que capta la conducta endilgada al imputado y el articulado legal
respectivo.
3) la pena solicitada por el Fiscal: debe figurar la misma en cuanto a su especie y monto. Deben
brindarse las razones que se tuvieron en cuenta para fijar el monto punitivo, máxime que el tribunal de
juicio tiene facultades para disminuir la pena, en determinados casos, conforme a lo establecido en el
art 343 ultima parte.
No se establece tope alguno de pena.
4) la conformidad del imputado y su defensa respecto de los requisitos precedentes y del procedimiento
escogido: la conformidad de ambas partes, por lo que si no se arribó a la misma o luego de ello el
imputado se arrepintiera, el acuerdo no podrá prosperar desde sus inicios. La conformidad debe ser
plena y no sujeta a condición alguna. La conformidad debe ser sobre: hecho, calificación legal y pena.
5) Cuando hubiere querellante constituido como tal pueden generarse 3 situaciones:
A) Conformidad expresa del querellante: en el acuerdo figurará el asentimiento de este con su
respectiva firma.
B) Conformidad tácita del querellante: así se considerará cuando estuviere debidamente notificado –
deberá acompañarse la constancia de que el fiscal le notificó el acuerdo- y no manifestara
disconformidad.
C) Disconformidad del querellante: en caso de que el mismo expresamente se opusiera al acuerdo, la
ley prevé la intervención del Superior jerárquico del Fiscal de Distrito –fiscal general- quien deberá
convalidar con su firma el acuerdo, previa cumplimentación de lo dispuesto en la segunda parte del
siguiente art.
6) Intervención del Fiscal General: también deberá contarse con el aval de dicho funcionario cuando la
pena acordada supere los 8 años.

ARTÍCULO 340.-Notificación al querellante.- Producido el acuerdo y antes de la presentación a que


alude el artículo precedente, el Fiscal de Distrito notificará y entregará una copia certificada del
contenido del mismo al querellante. Este podrá en el término de tres días manifestar fundadamente ante
el Fiscal de Distrito su disconformidad con el acuerdo. En tal caso se dará intervención al Fiscal General
quien luego de averiguar sumariamente resolverá, sin recurso alguno, suscribiendo el acuerdo u
ordenando lo que corresponda al Fiscal de Distrito.

Comentario
La norma reglamenta la debida participación que le cabe al querellante en el acuerdo. Se ubica en un
lapso intermedio, posterior al acuerdo a que hubieren arribado el fiscal con la defensa, pero antes de la
presentación referida en la norma precedente. En tal interín, el fiscal deberá notificar al querellante del
acuerdo y entregar una copia del mismo para su análisis.
Plazo y forma para manifestar disconformidad: dentro de los 3 días posteriores a la notificación, el
querellante podrá presentar disconformidad ante el Fiscal de Distrito, debiendo hacerlo fundadamente
como condición de admisibilidad. Si ambos extremos, temporalidad y fundamentación, fueron cumplidos
por el querellante, deberá darse intervención al Fiscal General, quien tras averiguar sumariamente el
contenido del acuerdo y la disconformidad del querellante resolverá lo que estime pertinente, pudiendo
presentarse las siguientes alternativas:
- El Fiscal General avala y suscribe el acuerdo, con lo cual el trámite continúa normalmente.
- El FG rechaza el acuerdo e instruye al Fiscal de Distrito a que agote la IPP si ello correspondiere
o continuare con el trámite de la causa según su estado.
- El FG instruye al de distrito a que complete algún requisito faltante o defectuosamente cumplido,
o realice cualquier otro trámite, pudiendo ser nuevamente practicado el acuerdo.
La resolución debe estar motivada.

ARTÍCULO 341.- Admisibilidad.- El Juez de la Investigación Penal Preparatoria declarará inadmisible la


presentación que no cumplimentara los recaudos enunciados en el artículo 339. Si la admitiera, remitirá
la causa sin más trámite al Tribunal de Juicio.

Comentario
Regula el control de admisibilidad formal. Debe quedar claro que el filtro legalmente establecido
respecto de la viabilidad del acuerdo no va mas allá de la verificación del cumplimiento de los requisitos
del art 339.
Dos etapas:
1- Apertura del procedimiento: la que es solicitada por las partes al juez de la IPP.
2- Sentencia homologatoria del acuerdo: llevada a cabo ante el tribunal de juicio, luego de que
fuera admitida la solicitud de abreviación en la instancia señalada, conforme a las condiciones y
alternativas contempladas en los art 342 y 343.
En nuestro esquema realizativo, el test queda en manos del tribunal de juicio, lo cual clarifica aún más el
rol asignado al juez de la IPP, en materia de control de admisibilidad, cuya actividad resulta meramente
supervisora, en razón de lo cual la admisión puede ser dispuesta por simple decreto, en tanto el rechazo
debe revestir la forma de auto.
El tribunal de juicio carece de facultades desestimatorias o de rechazo del acuerdo, debiendo acatar, en
la sentencia que dicte, lo acordado por las partes o introducir modificaciones siempre a favor del
imputado.
En caso de admitirse la apertura de dicho procedimiento abreviado, dicha presentación debe ser
remitida al tribunal de juicio que le corresponda intervenir. Por último, cabe agregar que el rechazo del
acuerdo por incumplimiento o cumplimiento defectuoso de algún requisito formal, no impide que el
mismo sea nuevamente presentado una vez subsanada la omisión o completado el recaudo faltante.

ARTÍCULO 342.- Declaración del imputado.- El Tribunal de Juicio, convocará a las partes a una
audiencia pública donde se le recibirá declaración al imputado. Si éste reconociera el acuerdo, el
Presidente leerá los tres primeros puntos de la presentación conjunta, explicará clara y sencillamente al
imputado el procedimiento escogido y sus consecuencias requiriéndole nuevamente su expresa
conformidad.
La presencia del Fiscal, el imputado y su defensa son condiciones de validez de la audiencia.

Comentario
La intención del legislador es reproducir del mayor modo posible las características de un juicio
ordinario: oralidad, publicidad e inmediatez.

ARTÍCULO 343.- Resolución.- El Tribunal dictará sentencia de estricta conformidad con la pena
aceptada por las partes, sin perjuicio de definir la calificación legal que corresponda.
No obstante, si a partir del hecho descripto en el acuerdo y reconocido por el imputado, estimara que el
mismo carece de tipicidad penal o resulta manifiesta la concurrencia de cualquier circunstancia
legalmente determinante de la exención de pena o de su atenuación, dictará sentencia absolviendo o
disminuyendo la pena en los términos en que proceda.

Comentario
Se contempla una suerte de homologación jurisdiccional del acuerdo.
- Puede modificarse la calificación legal escogida cuando el tribunal estimare que ello
correspondiere: sin alterar la conformidad con la pena aceptada por las partes. Está vedado
agravar la pena aceptada por las partes.
- Puede absolverse al imputado o disminuirse la pena, si el tribunal considera que la conducta
atribuida al mismo resulta atípica o concurre alguna causal de inimputabilidad, inculpabilidad,
justificación o excusa absolutoria que resulte atenuante o eximente del monto punitivo que obra
en el acuerdo.
La homologación judicial del acuerdo sin juicio, es una condición propia del control de legalidad penal ya
que jamás podría habilitarse una pena consensuada en función de hechos atípicos o no punibles o en
los que la sanción no guarde adecuada proporcionalidad con el hecho.

ARTÍCULO 344.- Acuerdo en el juicio.- El procedimiento abreviado podrá ser acordado por las partes
en los casos de querella por delito de acción privada, o en los juicios comunes, en cualquier momento y
antes de iniciarse los alegatos propios de la discusión final.

Comentario
Se habilita a las partes en juicios por delitos de acción privada a acordar la abreviación del trámite.
También durante el juicio común, estableciendo un límite: los alegatos finales.

ARTÍCULO 345.- Pluralidad de imputados.- La existencia de varios imputados en un mismo


procedimiento no impedirá la aplicación de estas reglas a alguno de ellos.

Comentario
Se permite la adhesión al régimen consensuado de cualquier imputado, aunque otros consortes de
actuaciones adoptaran un criterio opuesto, lo cual resulta de plena justicia ya que una regulación
contraria supeditaría la suerte del acuerdo a posturas, a veces antojadizas, de otros justiciables.

Jurisprudencia

“Acosta Alejandro Esteban s/infracción art. 14, 1º párr. Ley 23.737”


Tribunal: CSJN (tesis amplia)

Fecha: 23/04/2008.

Criterio que limita el alcance del beneficio del art. 76 bis CP a los delitos que tienen una pena de
reclusion o prision cuyo maximo no supere los 3 años se funda en una exegesis irrazonable de la norma
que no armoniza con los principios pro homine y ultima ratio. Otorga indebida preeminencia a sus dos
primeros parrafos por sobre el cuarto (consentimiento del fiscal).

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe no hizo lugar a la suspensión del juicio a prueba,
sosteniendo que la conformidad fiscal no era vinculante, y que “…al prever dicha figura en abstracto y
en su máximo una pena de 6 años de prisión, el beneficio se torna improcedente, pues supera el límite
de 3 años de prisión que impone el art. 76 bis, 1º y 2º párrafos del Código Penal. En idéntico sentido la
Cámara Nacional de Casación Penal en fallo plenario de aplicación obligatoria “Kosuta, Teresa”
(17/08/99), ha expresado que la pena sobre la que debe examinarse la procedencia del instituto previsto
en el art. 76 bis y sgtes. del C.P. es la de reclusión o prisión cuyo máximo en abstracto no exceda de 3
años.

Para el apelante, por el contrario, el art. 76 bis comprende dos grupos de delitos, un primero que
encierra a aquellos que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supera los 3
años (párr. 1º y 2º), y un segundo que comprende a delitos (no incluidos en el primer grupo) que,
previendo la ley penal un máximo de pena superior a los 3 años de privación de libertad, permiten el
dictado de una condena cuyo cumplimiento puede dejarse en suspenso de acuerdo al art. 26 del Cód.
Penal (párr. 4).

Doctrina: El principio de legalidad (art. 18 CN) exige priorizar una exégesis restrictiva dentro del límite
semántico del texto legal, en consonancia con el principio político criminal que caracteriza al derecho
penal como la última ratio del ordenamiento jurídico, y con el principio pro homine que impone privilegiar
la interpretación legal que más derechos acuerde al ser humano frente al poder estatal.

Concluye la CSJN que el criterio que limita el alcance del beneficio previsto en el art. 76 bis a los delitos
que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supere los 3 años, consagra una
interpretación extensiva de la punibilidad que niega un derecho que la propia ley reconoce, otorgando
una indebida preeminencia a sus dos primeros párrafos sobre el cuarto al que deja totalmente
inoperante.

“Zalazar, Eduardo Ramón s/Estafa”

Plenario 15 de las Cámaras de Apelaciones de las 5 circunscripciones judiciales de la

Prov. de Santa Fe.

Fecha: 22/12/98.

Se estableció por mayoría lo siguiente (tesis de aplicación restringida de la probation):


a) el instituto de la suspensión del juicio a prueba, incorporado al Código Penal por la ley
24.316 como arts. 76 bis, 76 ter y 76 quáter, no resulta aplicable a los imputados por delito o delitos
cuya escala penal en abstracto exceda los 3 años de reclusión o prisión, y
b) el consentimiento del fiscal, previsto en el art. 76 bis, cuarto párrafo del Código Penal, es exigible
para todos los casos de concesión de tal beneficio.
Esta doctrina es la que se aplica hoy día en todos los tribunales de la provincia (Nota del
Cód. comentado: ya no debería aplicarse, porque independientemente de la cuestionada
constitucionalidad de los fallos plenarios, éste fue dictado hace más de 5 años, y además ha sido
contrariado por el fallo “Acosta” de la CSJN).

“Norverto”
Resolvio revocar sentencia apelada, que habia desestimado la suspensión del juicio a prueba por haber
sido requerida extemporáneamente ya que fue articulada con posterioridad al plazo de citación a juicio
previsto por el articulo 354 del CPPN.

Sobreseimiento pedido por el fiscal:

“Quiroga, Edgardo Oscar s/causa Nº 4302”:

Tribunal: CSJN

Fecha: 23/12/2004.

Inconstitucionalidad del art. 348, 2º parr., en cuanto autoriza a la Camara de Apelaciones, en los casos
en que el juez no esta de acuerdo con el pedido de sobreseimiento del fiscal, a apartarlo e instruir al que
designe el fiscal de camara, a fin de producir elevación a juicio.

Jurisdicción se mete en la accion.

Violación independencia del Ministerio Publico Fiscal según art. 120 CN.

En este caso se plantea la cuestión de compatibilidad de la facultad de la Cámara de Apelaciones de


obligar al Ministerio Público a producir el requerimiento de elevación a juicio (art. 348, CPPN), con la
independencia funcional de que goza dicho organismo (art. 120 CN, y art. 1 Ley 24.946), la cual veda
toda posibilidad de que su accionar sea condicionado por indicaciones, instrucciones o directivas de
otros organismos, incluyendo al Poder Judicial. La Corte interpreta que la introducción del art. 120
señala una modificación del paradigma procesal penal vigente hasta el momento.

El máximo tribunal declara la inconstitucionalidad del art. 348, 2º párrafo, primera alternativa, del CPPN,
en cuanto autoriza a la Cámara de Apelaciones, en los casos en que el juez no está de acuerdo con el
pedido de sobreseimiento del fiscal, a apartarlo e instruir al que designe el Fiscal de Cámara, a fin de
producir la elevación a juicio.

La separación del juez y acusación es el más importante de todos los elementos constitutivos del
modelo teórico acusatorio. Pero la exigencia de que ambas funciones estén, al menos formalmente, en
cabeza de funcionarios distintos queda completamente diluida si también el tribunal de alzada puede, en
contra del Ministerio Público, decidir, por sí solo, que se produzca la acusación y la apertura del debate
(Nota: en todo caso, no debiera ser la Cámara la que intervenga, sino el Fiscal de Cámara, para
conservar la acusación en cabeza del Ministerio Público).

Destaca que la colisión entre la regla que impone a todos los funcionarios estatales el deber de
provocar la persecución penal y la necesidad de garantizar un proceso imparcial, que facilite el ejercicio
de la defensa, ya ha sido resuelto por esta Corte a favor de la vigencia de ésta.

Para finalizar, aclara que lo dicho precedentemente no resulta aplicable a los supuestos en los que la
discrepancia se plantea entre el fiscal (que se manifiesta a favor del sobreseimiento) y el querellante
(que pretende que la causa sea elevada a juicio). En estos casos, en principio no es posible suponer
una afectación genérica de la imparcialidad del tribunal, en la medida en que su intervención quede
limitada a asegurar que el querellante pueda ejercer el derecho que la ley le concede a ser oído en
juicio oral y público (conf. “Santillán”).

SEMANA XV

El juicio oral y público.-

Principios generales que lo regulan.

Es un punto de partida en función de lo que se pretende lograr o hallar, si se desea regular un medio
pacífico de debate entre dos antagonistas en pie de igualdad ante un 3ro que heterocompondrá el litigio
se deben formular los principios necesarios para lograrlo implica trazar las líneas directivas
fundamentales que deben ser imprescindiblemente respetados para lograr la coherencia en el sistema.

 Los principios:

1- Igualdad de las partes: todo proceso supone la presencia de dos partes antagónicas, si la razón de
ser del proceso es erradicar la fuerza ilegítima y con ello las diferencias, se requiere la perfecta
igualdad. Aquí, la igualdad significa paridad de oportunidades y de audiencias, las normas que
regulen la actividad de una parte no pueden constituir ventajas sobre la otra. Igualdad de ocasiones
de instancias de las partes. Cada parte tiene el irrestricto derecho de ser oída respecto de lo
afirmado y confirmado por la otra.
2- Imparcialidad del juzgador: indica que el 3ro que actúa en calidad de autoridad para procesar y
sentenciar el litigio no debe estar colocado en la posición de parte (impartial) debe carecer de
interés subjetivo (imparcial) y debe actuar sin subordinación jerárquica respecto de las dos partes
(independencia).
3- Transitoriedad del proceso: este es un remedio para solucionar conflictos que ponen en peligro la
convivencia armónica de quienes integran una sociedad. Su duración debe estar adecuadamente
equilibrada para lograr que no se ocasionen nuevos conflictos. Alguna vez ha de terminar sin que se
pueda reabrir la discusión. Esta puede ser más o menos dilatada en el tiempo, puede suceder varios
grados de conocimiento, pero es imprescindible que en algún momento se le pongan punto final que
sea definitivo para todos (partes y juzgador).
4- Eficacia de la serie procedimental: debe ser apta para lograr el diálogo armónico querido por el
legislador, deben estar constituidos los pasos afirmación, negación confirmación y evaluación.
5- Moralidad procesal: no se concibe que el legislador norme un debate en el que pueda ser utilizada la
fuerza ilegítima, la regla “moral” debe presidir el debate.

Reglas técnicas de debate procesal: son líneas directrices que se presentan siempre en binaria o como
pares antinómicos. Cuando se opta por una se desplaza automáticamente a la otra, no pueden coexistir.

1- Oralidad y escritura: varía según se utilice la palabra oral o escrita para efectuar cada uno de las
actuaciones que requiere el desarrollo de la serie procedimental.
2- Libertad o legalidad de formas: es la mayor o menor potestad que tienen las partes para establecer
por sí mismas como ha de desarrollarse el curso de la serie. Por lo general, opera la legalidad, es
decir, que deben atenerse necesariamente a las normas de trámite preestablecidas por el legislador.
3- Economía procesal: no implica sólo la reducción del costo del proceso sino también la solución de la
alongación del trámite, suprimiendo tareas inútiles, reducciones de esfuerzos. Todo proceso insume
gastos. Se trata de decidir de manera equitativa quien se hace cargo de ellos. Puede ser los propios
litigantes o el conjunto de la comunidad.
4- Celeridad: el proceso debe tramitar y lograr su objeto en el menor tiempo posible, el tiempo es algo
más que oro, es justicia. En la actualidad existe una gran crisis de justicia, que origina una excesiva
duración de la tramitación del pleito, es impensable en el mundo se propugne y procure vigencia
plena de ésta regla.
5- Publicidad: es un ideal propio de todo sistema republicano de gobierno. Los jueces sólo pueden
hacer secreta su actuación en casos excepcionales, debe hacerse públicamente en presencia de
quien esté interesado.
6- Preclusión: implica el necesario desarrollo de una serie cuyos componentes deben ser cumplidos en
un cierto orden establecido por ley o convención. Orden consecutivo, de cada elemento se deriva
que cada elemento de la serie debe preceder imprescindiblemente al que le sigue. Las rige un plazo
para efectuar cada uno de los pasos necesarios.
En contraposición con la regla del libre desenvolvimiento en que las partes insten cuando lo desean, por
lo que, la preclusión no sólo debe operar por vencimiento del plazo sino también por el ejercicio de un
derecho o facultad incompatible con el que está pendiente o por el ejercicio válido de la facultad antes
del vencimiento del plazo.
7- Perentoriedad: un plazo acordado para cumplir una carga procesal puede vencer automáticamente
por el transcurso del tiempo sin que ella se cumplida o por el contrario, precisar una nueva
instancia. Se toma esta regla por que concuerda con la economía y celeridad.
8- Concentración: la serie debe desarrollarse íntegramente en un mismo acto o en el menor número
posible, que deben estar temporalmente próximas entre sí. Es compatible con la oralidad, la
dispersión. Se adecua con la escritura. Pero la gran mayoría de los ordenamientos escrituristas
norman también que la producción de los medios debe efectuarse lo más concentrada posible.
9- Eventualidad: establece un orden consecutivo con carácter preclusivo para la presentación de las
instancias. Todas las defensas que debe esgrimir una parte procesal han de ser propuestas en
forma simultánea. Si la 1ra es regularizada por el juez, puede este entrar de inmediato a considerar
la siguiente.
10- Inmediación: indica la exigencia de que el juzgador se halle permanentemente y personalmente en
contacto con las demás personas que actúan en el proceso sin que existan intermediarios.
11- Adquisición: indica que el resultado de la actividad confirmatoria desarrollada por las partes se
adquiere definitivamente para el proceso y para todos sus intervinientes. La parte procesal que
confirma un resultado que le es adverso no puede desistirlo.
12- Saneamiento: esta regla es compatible con la que indica que la dirección del proceso es ejercida
por el juzgador y no por las partes. Cabe otorgar al juez facultades suficientes para decidir los
lineamientos para excluir cuestiones que carezcan de respaldo.

Reglas técnicas de la actividad de sentenciar

1- Calidad de los juzgadores: ¿quién debe sentenciar? Juez técnico o lego. Pueden actuar combinados
(escabinos).
2- Cantidad de juzgadores: puede ser unipersonal o varios, tribunal colegiado.
3- Cantidad de grados de conocimiento: la gran mayoría de ordenamientos vigentes consagran doble
grado de conocimiento.
4- Evaluación de los medios de confirmación: existen 3: prueba tasada (hay una serie de reglas), libre
convicción (juega según su conciencia) y sana crítica (apreciación del juzgador junto con la lógica
formal, la experiencia)
5- Correspondencia entre lo pretendido y lo juzgado: congruencia procesal. Para que una sentencia no
lesione garantías constitucionales debe cumplir siempre con esta regla (vicios: citra petita, extra
petita, ultra petita, interna)
6- Aplicación de la norma jurídica: está vinculado a lo que las partes han argumentado, ya que éstas
proporcionan los hechos porque el juez conoce el derecho y debe aplicar al caso el que corresponda
según la naturaleza del litigio (no invocado por las partes el derecho correcto cuando no lo fuere,
etc)

Marco Constitucional.
Art. 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al
hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley
antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en
virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los
derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y
una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y
ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de
tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para
castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a
mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.

EL JUICIO EN EL CPPSF.

TITULO I
Juicio Común

Capítulo I
Preparación del juicio e Integración del Tribunal

ARTÍCULO 307.-
Preparación del juicio.- Con noticia de las partes, dentro de las cuarenta y ocho horas de recibidas las
actuaciones, la Oficina de Gestión Judicial, por sorteo o sistema similar que se llevará a cabo según
reglamentación a dictar, integrará el Tribunal que intervendrá en el juicio, determinando el o los Jueces
permanentes que deben asistir a él. La integración será notificada a las partes y al o los designados a
los efectos de las recusaciones o excusaciones a las que hubiere lugar.
Integrado definitivamente el Tribunal, se procederá a fijar lugar, día y hora de inicio del juicio, que no se
realizará antes de diez (10) días, citando al debate a los testigos o peritos asegurándose su
comparecencia, pondrá a su disposición a los detenidos que hubiere y dispondrá las medidas
necesarias para la organización y desarrollo del juicio, conservando para su eventual utilización en el
mismo la documentación y cosas secuestradas.
En casos complejos o cuando se lo solicite, la oficina judicial podrá convocar a las partes para resolver
cuestiones prácticas que hagan a la organización del debate.
Las partes deberán cooperar en la localización y comparecencia de los testigos que hubieren
propuestos.

COMENTARIO.-
La norma se refiere a todo lo relacionado a la preparación del debate. Puede trazarse el siguiente
esquema:
> Preparación del debate: Se establece como debe integrarse el Tribunal, las personas que deben ser
convocadas al juicio, lo que es necesario procurar en materia de logística a los fines de que pueda
sustanciarse normalmente el trámite y pueda fijarse día y hora de inicio del debate
> Debate propiamente dicho: Es aquel período en donde se produce la confrontación oral entre las
partes y la producción de la prueba oportunamente ofrecida por las mismas.
> Sentencia: Acto jurisdiccional que da respuesta a las pretensiones introducidas por las partes,
disponiendo la condena o absolución del imputado.

ARTÍCULO 308.-
Integración del Tribunal - Conocimiento de las actuaciones.- El Tribunal se integrará conforme lo
dispuesto en el artículo 43 de este Código.
En caso de integración pluripersonal el Tribunal será presidido por uno de los Jueces designados al
efecto.
En ningún caso podrán tomar conocimiento previo de los elementos probatorios que puedan valorarse
en el juicio.

COMENTARIO.-
La conformación del tribunal deberá quedar definida durante el procedimiento intermedio, cuando se
disponga la apertura del juicio: cuando la pena del actor penal sea de 8 ó más años, el tribunal será de
3 jueces. También tendrá igual conformación cuando se alegue complejidad del asunto que a va a hacer
objeto de debate o circunstancias excepciones que aconsejen la necesariedad de la pluri integración.
El segundo párrafo alude a que el debate será presidido por uno de los jueces en caso de integración
pluripersonal. Dicha designación será efectuada por la O.G.J mediante el sistema que establezca la
reglamentación respectiva, lo cual debe ser notificado oportunamente a las partes.
La última parte dispone la obligación por parte de los jueces que conforman el tribunal de juicio, de no
tomar conocimiento previo de los elementos probatorios que puede llegar a ser objeto de valoración
durante el debate. Por dicha razón, si alguno de los magistrados intervino en etapas anteriores debe
pedir su separación. El precepto contiene la aspiración de que el juzgador no llegue contaminado re
preconceptos que pueda influir en la rectitud que siempre debe guiar su análisis y decisión final que
adopte al respecto.

Capítulo II

Debate
El debate resulta la parte medular del juicio, resultando inevitable para el eventual dictado de una
condena conforme a derecho. Constituye una garantía para el imputado porque podrá ejercer su
defensa en pleno contradictorio y un instrumento de mejor justicia en salvaguarda del interés social ante
la efectividad de la inmediación y de la publicidad. Bajo la dirección del tribunal, las partes exhiben sus
pretensiones, se controlan recíprocamente la producción de las pruebas y discuten para poner sus
conclusiones a consideración del juzgador.

El orden lógico en que está interesado y su respectiva regulación es el siguiente:


1.- Un acto de apertura en el que el tribunal se constituye en la Sala de Audiencias y verifica la
asistencia de las partes esenciales que no pueden faltar: fiscal, imputado y defensor.
2.- Se practicará el interrogatorio de identificación del imputado.
3.- Se le concederá la palabra a las partes, sucesivamente: al fiscal, al querellante si lo hubiere y luego
a la defensa para que sinteticen sus lineamientos acusatorios y defensivos, respectivamente.
4.- El tribunal le explicará al imputado en palabras claras y sencillas los hechos que se le atribuyen y se
le concederá la palabra, pudiendo expresarse libremente y luego interrogado por cualquiera de las
partes. También podrá abstenerse de declarar sin que ello genere presunción alguna en su contra.
5.- Se autorizará la producción de la prueba que hubiere sido ofrecida y admitida previamente. La
secuencia de dichos actos es la siguiente: fiscal, querellante (en su caso) y defensa.
6.- Alegatos finales: En igual orden, cada parte emitirá sus conclusiones finales pudiendo haber réplica,
debiendo ser referida la misma a los argumentos del adversario que antes no hubieren sido discutidos.
Correspondiéndole en último término hacerlo a la defensa.
7.- Se dará por concluido el debate, tras lo cual pasará el tribunal a deliberar, citando a las partes para
la lectura de la decisión en un plazo no mayor a los 2 días.

Sección Primera
Audiencias

ARTÍCULO 309.-
Inmediación.- El debate se realizará con la presencia ininterrumpida de las personas que componen el
Tribunal acompañados por un secretario, del Ministerio Público Fiscal, del querellante en su caso, del
imputado y su defensa.
Si el defensor no compareciera al debate o se retirara de la audiencia, se procederá de inmediato a su
reemplazo conforme a las disposiciones de este Código.
Si el querellante no concurriera al debate o se retirara de la audiencia sin autorización, cesará en su
intervención, sin perjuicio de que pueda ser compelido a comparecer como testigo.

COMENTARIO.-
El precepto alude a una de las consecuencias lógicas de la oralidad: la inmediatez entre los
participantes entre sí y en relación a los sentenciantes y la prueba rendida, de modo tal que todo ocurra
ante éstos, quienes son los únicos habilitados a dictar una conclusión jurisdiccional en relación a lo
sucedido en el debate.
Las personas que necesariamente deben estar presentes durante todo su transcurso son:
- Jueces que integran el tribunal, sea que su conformación sea unipersonal o pluripersonal.
- Secretario del Tribunal
- Acusador público (MPF). La reglamentación respectiva o las resoluciones internas que dicte el
procurador general establecerán si interviene el mismo fiscal que lo hizo durante la IPP o si lo hace uno
diferente. También debe señalarse que durante el juicio pueden ser afectados mas de un fiscal.
- Acusador particular. Este sujeto es eventual ya que puede no estar constituido el querellante o
estándolo puede no asistir al juicio, el que continuará sin alteración alguna. Dicha ausencia, definitiva o
transitoria, generará que opere el desistimiento tácito, de oficio o a pedido de parte, de la querella,
cesando la intervención del mismo (salvo que acredite justa causa), sin perjuicio de que el querellante
pueda ser obligado a asistir como testigo.
- Imputado. El mismo debe estar presente durante la primera audiencia, en la que se le explicará con
sencillez los hechos que se le atribuyen, la posibilidad que tiene de declarar y la prosecución del debate
en caso de que no declare. También se le podrá informar que en caso de que se ausente de las
audiencias posteriores, dicha circunstancia, sin perjuicio de su declaración en rebeldía, no impedirá la
total sustanciación del trámite y el dictado de la sentencia, quedando representado por su defensor –en
su defecto se le nombrará uno de oficio- y se lo considerará presente para todos los efectos del CPPSF.
- Defensa: El imputado puede haber designado más de un defensor, pero a la audiencia de debate no
podrán asistir más que 2 de ellos. En caso de que el defensor no compareciera al debate, o se retirara
de la audiencia o cuando se diera alguno de los supuestos de Art. 118 (“El Tribunal, aun de oficio,
procederá a separar al defensor de confianza que abandonara el cargo al imputado sin defensa,
incurriera en notorias omisiones o negligencia, provocara deliberadamente demoras en la sustanciación
de la causa, o actuara en la defensa común incompatible de varios imputados…”) de oficio o a pedido
del fiscal, el tribunal separará al defensor y se designará uno de oficio, sin perjuicio de la facultad de
nombrar el imputado a otro de su confianza.

ARTÍCULO 310.-
Asistencia del imputado.- El imputado asistirá a la audiencia, libre en su persona, sin perjuicio de la
vigilancia y cautelas necesarias que se dispongan para impedir su fuga o violencia.
Excepcionalmente se podrá autorizar que el imputado se retire de la audiencia cuando causas
justificadas así lo determinen.

COMENTARIO.-
El precepto establece como regla general la asistencia libre –incoercibilidad- del imputado. Ello sin
perjuicio de que se adopten las medidas necesarias para impedir la fuga del mismo o actos de violencia
que pongan en riesgo a los asistentes al juicio o perturben el normal desarrollo del trámite.
El segundo párrafo establece que podrá autorizarse a que se ausente de la audiencia cuando se
verifiquen causas que así lo justifiquen. La ausencia podrá ser transitoria y a pedido de la defensa o del
propio imputado, quien deberá permanecer en un lugar cercado, pudiendo nuevamente ser convocado
en cualquier momento posterior al trámite.

ARTÍCULO 311.-
Oralidad y publicidad.- Para ser válido el debate será oral y público. Las partes podrán consultar
esquemas o ayuda memorias escritos, pero no leerlos. Podrán solicitar autorización para la lectura de
material solamente en aquellos casos que este Código así lo disponga o cuando, por la naturaleza del
mismo, resulte ello imprescindible.
La publicidad implica el desarrollo del debate a puertas abiertas, pero el Tribunal podrá
excepcionalmente resolver aun de oficio, que total o parcialmente se realice a puertas cerradas cuando
la publicidad pudiera afectar a quien alegue su condición de víctima, a terceros o a la seguridad del
Estado. La resolución será fundada, se hará constar en el acta y será irrecurrible. Desaparecida la
causa de la clausura, se deberá permitir el acceso al público.
La reglamentación que se dicte podrá determinar prohibiciones genéricas para el acceso a la sala de
audiencia, así como facultar al Tribunal a adoptar medidas que atiendan a garantizar el orden y la
seguridad en la sala.
Durante el debate las resoluciones se dictarán verbalmente, pero se dejará constancia en el acta.

COMENTARIO.-
Una de las características del debate es su publicidad y dicho principio tiende, por un lado, al resultad
un mandato constitucional que emana de un régimen republicano de gobierno, a hacer efectiva la
responsabilidad de los jueces que se logra cuando los ciudadanos pueden asistir al debate y a la lectura
de la sentencia. Por el otro, todo acusado tiene derecho a tener un juicio público, lo que está
contemplado en forma expresa en los TTII del Art. 75.22 CN.
Sin embargo, la regla de la publicidad admite excepciones: cuando la publicidad pueda perjudicar los
intereses de la justicia o esté en juego el interés de menores de edad el debate se desarrollará a
puertas cerradas.
Respecto de las ventajas de este tipo de trámite, Bertolino dice que la oralidad plena es el método que
mejor se compadece con la máxima aproximación a la verdad procesal, determinada por la inmediación
del juzgador.
Otro de los vértices sobre los que se apoya la reforma es el carácter público que debe tener la
sustanciación del debate. El derecho a que los debates sean realizados en público es un derecho que
constituye una premisa básica para que puede hablarse de un juicio equitativo, dado que es una eficaz
forma de evitar la arbitrariedad en la aplicación de la ley, o al menos, de controlarla. El debate debe ser
efectuado en un recinto con las puertas abiertas al público salvo las contadas y justificadas excepciones
que se pudieran establecer.
La publicidad junto con la oralidad son “rasgos estructurales y constitutivos del método acusatorio” del
proceso penal, por contraposición al sistema inquisitivo donde primaba el secreto y la escritura.
Si bien la CN en el Art. 18 expresamente NO impone la publicidad en el modelo de enjuiciamiento, dicha
característica puede inferirse de la forma republicana de gobierno consagrada en el Art. 1 CN.
La nota de la publicidad muestra 2 facetas: por un lado, la personal dirigida a la posibilidad de asistencia
a las audiencias de terceros, en la medidad de que las dimensiones de la sala lo permitan y no se altere
el orden del debate. Y por otro lado la publicidad implica resolver las cuestiones atinentes a la cobertura
mediática del juicio. Con respecto a este último punto, existen ciertos riesgos de eventual distorsión de
las finalidades que implica la publicidad del juicio cuando los medios de comunicación manipulan la
información de modo que se dé lugar a la llamada “media publicidad”. Permite verificar si el sistema
judicial funciona bien o mal, siendo que funciona bien cuanto más procesamientos con prisiones
preventivas y condenas haya. Las consecuencias inmediatas son la estigmatización y difamación de los
sujetos a proceso y del proceso mismo.
* Sería recomendable la televisación de las audiencias acríticamente, de modo de evitar efectos
desafortunados mencionados precedentemente.
Por otra parte cabe señalar que existen excepciones o limitaciones a la oralidad:
a) Las partes pueden valerse de piezas escritas en las que estén volcados esquemas, gráficos,
bosquejos o ayuda memorias: podrán consultarlos pero no leerlos.
b) Aquellos documentos e informes que por su carácter escrito se leen o exhiben en audiencia.
c) Aquellos que sin tener dicha característica constan en un acta y que fueron previamente ofrecidas y
admitidas.
Respecto de las limitaciones inherentes al carácter público que debe poseer el debate, el Tribunal podrá
excepcionalmente resolver aun de oficio, que total o parcialmente se realice a puertas cerradas cuando
la publicidad pudiera afectar a quien alegue su condición de víctima, a terceros o a la seguridad del
Estado. La resolución al respecto que tome el tribunal será irrecurrible.

ARTÍCULO 312.-
Continuidad, receso y suspensión.- El debate continuará durante todas las audiencias consecutivas que
fueran necesarias hasta su terminación. Sin perjuicio de ello, las partes podrán solicitar recesos por un
plazo máximo de dos horas por motivos fundados. El Juez, a su vez, dispondrá los recesos necesarios
para asegurar la eficacia del desarrollo de la audiencia.
El debate podrá suspenderse a pedido de parte o aun de oficio, por un plazo que en cada oportunidad
no superará el término de quince días, cuando:
1) así lo exigiera la resolución de un incidente que no pudiera decidirse inmediatamente: el vocablo
empleado parece aludir a cuestiones incidentales, es decir, a toda aquella que impide la prosecución de
la audiencia por falta de algún antecedente o información.
2) fuera necesario practicar algún acto fuera del lugar de la audiencia y no pudiera cumplirse durante un
receso: Un ej. de estos actos sería una inspección, la reconstrucción del hecho, etc. En tales casos,
cuando el acto pudiera receptarse durante un recerso corto no procederá la suspensión debiendo
aprovecharse dichos huecos temporales para practicar el acto, de modo que predomine siempre el
principio de continuidad del debate.
3) fuera imprescindible para poder lograr la producción de alguna prueba: debe ser invocado por la
parte interesada en su producción y deberá ser debidamente evaluado por el tribunal.
4) fuera imposible su realización o continuación por enfermedad del Juez o de las partes que
imprescindiblemente deben estar presentes: la entidad de la enfermedad debe ser tal de modo que
impida la asistencia. Tal circunstancia debe estar debidamente acreditada mediante el pertinente
informe médico.
5) lo solicitara la parte, cuando por circunstancias no previstas, tuviera necesidad de contar con tiempo
para preparar su actividad acusatoria o defensista: la suspensión deberá ser solicitada por la parte
interesada y sólo procederá cuando aparecieren circunstancias imprevistas que requieren de un
determinado tiempo para replicar o evaluar la estrategia a seguir. Ejemplo de ello puede ser la
ampliación de la acusación, lo cual habilita el pedido de suspensión.
En caso de suspensión, el Juez anunciará el día y hora de la nueva audiencia, y ello valdrá como
citación para las partes.
El vencimiento del plazo máximo de suspensión importará la invalidación del debate, que deberá
iniciarse nuevamente, dentro de los sesenta días.
Durante el tiempo de suspensión, el Juez y Fiscales podrán intervenir en otros juicios, de conformidad a
lo que se disponga en la reglamentación respectiva.

COMENTARIO.-
Otras causales de suspensión: incomparendo de algún testigo, perito o intérprete cuya deposición se
considere importante; abandono del defensor.
Cuando se dispusiere la suspensión el tribunal deberá fijar en el mismo acto fecha y hora de
reanudación, lo cual servirá como debida notificación de las partes.
Respecto del vencimiento del plazo máximo de suspensión que la ley procesal fijó en 60 días, no resulta
acumulativa rigiendo enteramente para cada suspensión.
De no reanudarse en el término de 60 días se perderá todo lo actuado, debiendo reanudarse desde sus
comienzos el debate. Lógicamente no podrán intervenir los mismos jueces por haber tomado
conocimiento de elementos probatorios. Lo que sí la ley permite es la intervención de los jueces y
fiscales durante los períodos de suspensión.

ARTÍCULO 313.-
Postergación extraordinaria.- Si el imputado no compareciera al comienzo de la primera audiencia del
debate, se ordenará la postergación del mismo hasta tanto aquel sea traído por la fuerza pública o fuera
detenido, salvo que justificara debidamente su inasistencia. En tales casos se fijará de inmediato nueva
audiencia.

ARTÍCULO 314.-
Poder de policía y disciplina.- El Juez ejercerá el poder de policía y disciplina en la audiencia y podrá
sancionar en el acto, con hasta diez días multa o arresto hasta de ocho días, las infracciones al orden y
seguridad, sin perjuicio de expulsar al infractor de la sala.

ARTÍCULO 315.-
Obligación de los asistentes.- Los que asistieran a la audiencia deberán permanecer en silencio, no
podrán llevar armas u otras cosas aptas para molestar u ofender, ni adoptar una conducta intimidatoria,
provocativa o contraria al decoro, ni producir disturbios o exteriorizar de cualquier modo, opiniones o
sentimientos.

Sección Segunda
Actos del debate

ARTÍCULO 316.-
Dirección del debate.- El Juez dirigirá el debate, aceptando o rechazando las peticiones de las partes,
hará las advertencias que correspondieran, recibirá los juramentos y moderará la discusión impidiendo
derivaciones impertinentes, sin coartar el ejercicio de la acusación y la libertad de la defensa.
Para el ejercicio de sus facultades podrá llamar a todas las partes a su despacho privado o conferenciar
con éstas reservadamente sin suspender el debate.

COMENTARIO.-
Queda claro que las atribuciones-deberes inherentes a la dirección del debate deben ser asumidas por
uno de los integrantes del órgano jurisdiccional interviniente, ya que, en caso contrario, en muchas
ocasiones se dispersaría la función e incluso podrían generarse contradicciones lógicas sobre
cuestiones puntuales que no harían más que enturbiar el juicio. Sentado lo precedente queda claro que
las facultades de dirección recaen sobre el presidente del tribunal de juicio.
Las cuestiones sobre las cuales pueden y deben aplicarse tales facultades directivas y de modo no
taxativo enumeradas por la norma son las siguientes:
• Aceptación o rechazo de las peticiones formuladas por las partes sobre cuestiones concretas.
• Formulación de advertencias
• Recepción de juramentos a testigos, peritos, intérpretes o a cualquier persona que deba declarar
durante el debate y deba prestar el mismo.
• Moderar la discusión focalizando la misma en torneo al objeto del juicio.
Contra las decisiones que se dicten en el sentido directivo, cabe el recurso de reposición ante el tribunal
en pleno o ante el mismo juez que impartió la directiva. Contra dicha decisión no existe recurso alguno,
aunque si puede dar lugar a apelación si se invoca gravamen irreparable.

ARTÍCULO 317.-
Apertura.- El día y hora fijado, el Juez, se constituirá en la sala de audiencias.
Después de verificar la presencia del Ministerio Público Fiscal y del imputado y su defensor, el Juez
declarará abierto el debate, advirtiendo al imputado que esté atento a lo que va a oír.
Inmediatamente después practicará el interrogatorio de identificación del imputado. Acto seguido el Juez
concederá la palabra sucesivamente y por el tiempo que fije, al Fiscal, al querellante, en su caso, y al
defensor para que sinteticen la acusación y la línea de defensa respectivamente.

COMENTARIO.-
Los pasos procesales a los que se refiere el precepto pueden subdividirse en los siguientes segmentos:
1.- Constitución del tribunal en el recinto donde va a llevarse a cabo el debate, en el día y hora
señalados por la OGJ y conforme a la oportuna notificación efectuada a las partes.
2.- Verificación de las partes esenciales, sin las cuales no puede darse inicio válido al juicio: fiscal;
imputado; defensor.
3.- Se practicará el interrogatorio de identificación de imputado, quien podrá corregir alguno de los datos
que se mencionaren de lo cual también deberá dejarse constancia en el acta.
4.- Se le concederá primeramente la palabra al fiscal, al querellante y a la defensa –en ese orden- para
que sinteticen sus respectivas líneas acusatorias o defensivas, respectivamente.

ARTÍCULO 318.-
Declaración del imputado.- Después de la apertura del debate y escuchados que fueran el Fiscal, el
querellante, en su caso, y el defensor, el Juez recibirá declaración al imputado.
En la oportunidad le explicará con palabras claras y sencillas el hecho que se le atribuye, le advertirá
que puede abstenerse de declarar sin que ello signifique ninguna presunción en su contra, y que el
debate continuará aunque no declare.
Permitirá, en principio, que él manifieste libremente cuanto tenga por conveniente sobre la acusación,
pudiendo ser interrogado posteriormente.
Preguntará primeramente el Fiscal, luego el querellante y el defensor, en ese orden.
Posteriormente, y en cualquier momento del debate a instancias de las partes, se le recibirá nueva
declaración al imputado, pudiendo las partes formular preguntas aclaratorias.

COMENTARIO.-
Luego de de los alegatos de apertura, el juez deberá explicarle al imputado, con palabras de uso
corriente, procurando siempre su comprensión, los hechos que se le atribuyen, la posibilidad de
abstenerse a declarar y la continuidad del debate en caso de que ello ocurra, pudiendo informarle
también, aunque la ley no diga nada al respecto, de la continuidad del debate en caso de ausencia
voluntaria.
Cabe recordar que la garantía de la inviolabilidad de la defensa en juicio tiene su base en el Art. 18 CN
que establece que: “nadie puede ser condenado sin ser oído”; “nadie puede ser obligado a declarar
contra sí mismo”. Igual reconocimiento de la garantía otorgan los TTII del Art. 75.22 CN.
Con respecto a las manifestaciones voluntarias del imputado en el marco del proceso y sin presencia de
su defensor, ha dicho el TSJ de Córdoba: “la espontaneidad de su manifestación carece de relevancia
puesto que la garantía constitucional ampara al asistencia del encartado, no la libertad en su prestación”

ARTÍCULO 319.-
Declaración de varios imputados.- Si los imputados fueran varios, el Juez podrá alejar de la sala de
audiencias a los que no se encontraran declarando, pero después de todos los interrogatorios, deberá
informarles sumariamente de lo ocurrido durante su ausencia.

ARTÍCULO 320.-
Facultades del imputado.- En el curso del debate, el imputado podrá hacer todas las declaraciones que
considerara pertinentes, siempre que se refieran al objeto del juicio. El Juez impedirá cualquier
divagación y si persistiera, podrá alejarlo de la audiencia.
El imputado podrá hablar con su defensor sin que por ello la audiencia se suspenda, pero no durante su
declaración o antes de responder a preguntas que se le formulen.
En estas oportunidades nadie le podrá hacer sugerencia alguna.

COMENTARIO.-
El precepto regula las facultades que posee el imputado durante el debate y que pueden reseñarse en
las siguientes:
> Declarar todas las veces que considere pertinente: Limitaciones:
- Lo declarado debe poseer pertinencia –actual o futura- con las cuestiones ventiladas en el juicio.
- Se evitarán las divagaciones (divagar: hablar o escribir sin concierto ni propósito fijo y determinado)
que generen dispendio o perturben el normal desarrollo del proceso. Cuando ello ocurra el juez tendrá
facultades para alejar al imputado de la audiencia.
> El imputado no podrá entablar comunicación alguna con su defensor durante la declaración o antes
de responder las preguntas que se le formulen. Tampoco podría intercambiar miradas con el defensor.
Sí podrá hacerlo durante el resto del debate.
Las puntuales prohibiciones de hablar con el defensor se fundamentan en que la declaración es un acto
personalísimo del imputado: cabe aclarar que esta prohibición juega sólo para el acto de la declaración.

ARTÍCULO 321.-
Ampliación de la acusación.- Durante el debate, el Ministerio Público Fiscal, y el querellante en su caso,
podrán ampliar la acusación por inclusión de un hecho nuevo o circunstancia que modifica la calificación
legal o la pena del mismo hecho objeto del debate, o que integra la continuación delictiva, que no
hubieran sido mencionados originariamente.

COMENTARIO.-
La facultad del fiscal de ampliar la acusación puede ser ejercida durante el debate y hasta los alegatos
de clausura.
Examinando la norma bajo comentario, la acusación puede ser objeto de ampliación en los siguientes
casos:
- Cuando se modificare la calificación legal del delito por el cual se formuló acusación: ello es posible si
en el transcurso del juicio aparecen nuevas circunstancias o un hecho puntual –nuevo- anteriormente
desconocido, que implique un cambio de encuadramiento normativo en relación a la conducta atribuida
primero en la audiencia imputativa y luego en la acusación del imputado.
- Cuando por circunstancias recién conocidas durante el debate pueda ser modificada la pena, en
relación al mismo hecho objeto de debate.
- Cuando se dieren nuevas circunstancias durante el juicio que integren la continuidad delictiva
mencionada originariamente en la acusación.
La ley, mediante la regulación normativa bajo análisis, pretende evitar nuevos enjuiciamientos por
hechos conocidos durante el debate, permitiendo la ampliación objetiva de la imputación del actor penal.
La ampliación de la acusación no puede ser ordenada de oficio, sino que debe ser solicitada y/o por el
querellante.
El parámetro que permite establecer la procedencia de tales institutos pasa por verificar si los mismos
generan sorpresa a la defensa, ya que cuando la misma puede replicar o elaborar su estrategia
conforme a la ampliada acusación, no se advierte afectación de derechos alguna.
El tribunal debe acoger sin más la introduccón de la ampliación, a los fines de no involucrarse con la
pretensión partiva. Sin embargo, podrá convocar a las partes a conferenciar reservadamente o
suspender la ampliación acusatoria cuando la pretensión ampliatoria no encuadre en las hipótesis
mencionadas anteriormente. Asimismo, la ampliación debe consistir en la noticia íntegra, clara, precisa y
circunstanciada del hecho concreto.

ARTÍCULO 322.-
Nueva declaración del imputado.- Si se ampliara la acusación, el Juez deberá recibir nueva declaración
al imputado, lo que ocurrirá inmediatamente de producida la ampliación o cuando se reanudara la
audiencia si la defensa solicitara su suspensión para ofrecer nuevas pruebas o preparar su intervención.

COMENTARIO.-
El precepto regula una de las consecuencias que genera la ampliación de la acusación durante el
debate, tras lo cual el imputado contará nuevamente con el derecho a ser oído, debiéndose receptar la
respectiva declaración.
De la ampliación acusatoria surgen los siguientes derechos para el imputado:
- Derecho a prestar nueva declaración
- Derecho a una explicación sencilla de en qué consiste la ampliación de la acusación: Si bien no consta
explícitamente deriva del principio de que “nadie puede defenderse de algo que no conoce”.
- Derecho a pedir la suspensión del debate: La defensa puede solicitar ello para ofrecer nuevas pruebas
o readecuar su estrategia defensiva. Cabe recordar que dicha suspensión también puede ser solicitada
por los actores penales.

ARTÍCULO 323.

Recepción de pruebas. Después de la declaración del imputado, el Juez autorizará la producción de la


prueba que las partes hubieran ofrecido oportunamente y hubiera sido admitida. En primer término se
producirá la prueba del Fiscal, luego la del querellante, y finalmente la de la defensa.
El orden en que se irá produciendo la prueba será decidido por la parte que la ofreció.

COMENTARIO:
El precepto regula el paso procesal que continua a la declaración que pudiere prestar el imputado.
Cuando ello ocurriera, se procederá a la producción, previa autorización del juez, de la prueba que
oportunamente hubiera sido ofrecida y admitida, ocurriendo ambas circunstancias en ocasión de la
audiencia preliminar.
La secuencia de producción probatoria será la misma que fuera fijada para hacer uso de la palabra:
fiscal, querellante y defensa. Los oferentes tendrán facultades para establecer la secuencia en que se
ira produciendo la prueba.
Cabe destacar que aquí rige el principio de libertad probatoria. Este principio implica que todos los
hechos y circunstancias relacionados con el objeto del proceso pueden ser acreditadas por cualquiera
medio de prueba. Ello es así, pues el proceso probatorio se concibe como una forma de asegurar y
controlar la autenticidad, la seriedad y la eficacia de la prueba y el respeto a los derechos de las partes.
Cada prueba se debe asegurar al trámite asignado y cuando se quiera optar por un medio probatorio no
previsto, se debe utilizar el procedimiento señalado para el expresamente regulado que sea
analógicamente más aplicable, según la naturaleza y las modalidades de aquel.
También se ha sostenido que la prueba no pertenece a quien la aporta y que es improcedente
pretender que solo a este beneficie, puesto que, una vez introducida legalmente al proceso, debe
tenérsela en cuenta para determinar la existencia del hecho a que se refiera, sea que resulte en
beneficio de quien la adujo o de la parte contraria, que bien puede invocarla, nada importa quien las
haya pedido o aportado; desde el momento que ellas producen la convicción o certeza necesaria, la
función del juez se limita a aplicar la norma reguladora de esa situación de hecho.

ARTÍCULO 324.
Nuevas pruebas. Las partes podrán solicitar la producción de nuevas pruebas las que, en caso de
oposición, serán admitidas cuando se alegara fundadamente que antes se las desconocía.

COMENTARIO:
El precepto regular a posibilidad de que se produzcan durante el plenario nuevas pruebas no ofrecidas
con anterioridad. Las situaciones en que resulta posible ello son las siguientes:
Cuando no hubiere oposición: en tal caso la prueba se producirá sin necesidad de demostrar su
desconocimiento.
Cuando se alegara fundadamente que antes se la desconocía: en este caso, al oponerse la contraparte,
el oferente deberá explicitar los motivos por los cuales no pudo conocer con anterioridad la prueba que
ahora ofrece.
Prohibición de actividad oficiosa del tribunal en materia de pruebas: uno de los rasgos distintivos del
nuevo ordenamiento, radica en la imposibilidad del tribunal de adoptar posturas activas en relación a la
prueba, sea disponiendo la incorporación de las mismas o formulando preguntas aclaratorias a quienes
declaren en el juicio.
La nota de imparcialidad o de neutralidad, que caracteriza el concepto “juez”, no es un elemento
inmanente a cualquier organización judicial, sino un predicado que necesita ser construido, para lo cual
operan tanto las reglas referidas a esa organización como las reglas del procedimiento.
Por tanto, el tribunal de juicio incurrirá en un rechazo arbitrario cuando irrazonablemente desconozca
que se trate de una prueba nueva o de una prueba relevante, porque solo esta por su decisividad en la
solución de las cuestiones tendrá aptitud para afectar la garantía de la defensa en juicio.

ARTÍCULO 325.
Interrogatorio. El perito, asesor técnico, testigo o intérprete previo prestar juramento, será interrogado
por el Juez sobre su identidad personal y por las generales de la ley.
Inmediatamente después será interrogado directamente por la parte que lo hubiera ofrecido y luego por
las demás.
Formulada la pregunta y antes de que fuera contestada, las partes podrán oponerse y el Juez decidirá
luego de oír a las demás.

COMENTARIO:
Aquí la norma resulta regulatoria del modo como debe ser receptado el testimonio de las personas que
deben declarar en el juicio.
La secuencia legalmente establecida es la siguiente:
1 Interrogatorio de identificación: lo llevara a cabo el juez y deberá versar sobre la identidad personal del
compareciente y las circunstancias vinculadas a la valoración de su testimonio
2 Interrogatorio por el oferente: trascurrida la actividad precedente, por parte del tribunal, la parte que
ofreció la prueba podrá efectuarle las preguntas que estime pertinente.
La última parte de la norma bajo comentario alude a la posibilidad de oposición de las partes que no
formularon la pregunta, antes de que se produzca la respuesta. Tal oposición puede estar fundada en
que la pregunta resulta capciosa, impertinente o inadmisible. En relación a las preguntas susceptibles
de rechazo se indico lo siguiente: a)- inadmisibles, es decir, que sean, por ejemplo, irrespetuosas; b)-
capciosas, es decir, engañosas y c)- impertinentes, es decir, que no vienen al caso.
Finalmente cabe señalar, no obstante igual imprevisión normativa, que las partes pueden formular
nuevas preguntas, luego del interrogatorio formado por los restantes, cuando ello fuere necesario y
autorizado por el tribunal. Dicha regla operativa hace a la dinámica y aprovechabilidad del debate,
rigiendo las mismas reglas y principios que fueron anteriormente señalados.

ARTÍCULO 326.
Lectura de actas y documentos probatorios. El Juez ordenará la lectura de documentos y dictámenes
periciales, así como de las actas que contengan las pruebas producidas en la Investigación Penal
Preparatoria siempre que hubieran sido ofrecidas por las partes y oportunamente admitidas.
También podrá ordenarse la lectura de las actas que documentan las pruebas practicadas antes de la
audiencia del debate.

COMENTARIO:
Considera la norma aquellos elementos probatorios que pueden ser incorporados por lectura; es decir,
excepcionalmente la regla general de la oralidad del debate. Cabe recordar que la sentencia debe
fundarse exclusivamente en la prueba producida durante el juicio, quedando excluidas todas aquellas
acciones incorporadas durante la investigación penal preparatoria que no hubieran sido ofrecidas por la
parte e introducidos por lectura al debate.
Conforme a lo expuesto y a lo regulado en la norma bajo comentario, el juez ordenara la lectura de la
prueba oportunamente ofrecida y admitida durante el procedimiento intermedio: documentos,
dictámenes periciales y toda aquella acta con entidad probatoria que hubiera sido producida durante la
IPP o de toda otra prueba incorporada antes de la audiencia del debate.
Posibilidad de omitir la lectura: ello resulta factible si las partes acuerdan tal alternativa, pudiendo
alcanzar dicho consenso la totalidad de la IPP o parte de ella.
La característica central del debate es la oralidad en tanto ella posibilita en forma óptima las virtudes
individuales y combinadas de la publicidad, la inmediación, el contradictorio y la identidad física del
juzgador, integrándolas en una unidad de funcionamiento en la realidad, que solo puede separarse
conceptualmente. Excepcionalmente, cuando se trata de la prueba testimonial, se autoriza la lectura de
las declaraciones prestadas en la investigación en los casos y situaciones previstas legalmente, bajo
sanción de nulidad. Una de esas situaciones es cuando no concurren los testigos o hubiese acuerdo
entre el tribunal y las partes.
La jurisprudencia ha rechazado la denuncia del impugnante por la incorporación por lectura de varios
testimonios, cuando ello fue producto al acuerdo entre tribunal, fiscal y defensa durante la audiencia de
debate o fue a instancia de la propia defensa.
Sin embargo, debe –en principio- reprobarse esta practica que, además, pone en discusión el alcance
del derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la
comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que pueden arrojar luz sobre los hechos.
Es que lo decisivo no es la legitimidad del procedimiento de incorporación por lectura, el cual, bajo
ciertas condiciones, bien puede resultar admisible, sino que lo que se debe garantizar es que al utilizar
tales declaraciones como prueba se respete el derecho de defensa del acusado que le derecho de
exanimación exige que el imputado haya tenido una oportunidad adecuada y apropiada para desafiar y
cuestionar a un testigo o cualquiera que hubiera hecho declaraciones en su contra.
Respecto de la incorporación por lectura de declaraciones testificales prestadas durante la IPP por
imposibilidad del testigo para declarar, la doctrina es coincidente en señalar que se trata del testigo que
física o mentalmente esta incapacitado para prestar declaración, de una incapacidad real del testigo que
física o psíquicamente lo inhibe de prestar declaración.

ARTÍCULO 327.
Comparendo. Las partes deberán colaborar para el comparendo de los peritos, asesores técnicos,
intérpretes o testigos que ofrecieran.
El Juez a pedido de parte, dispondrá lo necesario para hacer comparecer por la fuerza pública a quien
estando oportunamente citado no hubiera asistido.

COMENTARIO:
Este artículo regula el deber de colaboración de las partes respecto del comparendo de las personas
cuya declaración ofrecieron y les interesa.
ARTÍCULO 328.
Inspección judicial. El Juez, a pedido de parte, podrá disponer, se practiquen inspecciones oculares de
lugares o de cosas. En tales casos el acta labrada será leída luego en la audiencia.

COMENTARIO:
El precepto resulta regulatorio de uno de los medios probatorios contemplados en el articulo 163, a cuyo
comentario nos remitimos, aunque en este caso su producción se produce o se renueva durante el
plenario, con la finalidad de que el tribunal compruebe, en el lugar de los hechos, aspectos que pueden
llegar a ser importantes a los fines de valorar la declaración de alguna de las partes o cualquier otra
prueba introducida al juicio. La medida, a los mismos efectos, puede ser practicada respecto de las
cosas vinculadas con los hechos bajo juzgamiento.
La prueba señalada no puede ser dispuesta de oficio a los efectos de no contaminar la imparcialidad del
juzgador, debiendo ser requerida por alguna de las partes, sea en el momento oportuno – durante el
procedimiento intermedio- o en la ocasión establecida en el articulo 324, cundo no hubiere oposición o
se alegue fundadamente que se la desconocía
Todo lo actuado se volcara en un acta, la que será luego leída en la audiencia, la que pudo haberse
suspendido si la inspección no fue posible realizarla durante un receso.

ARTÍCULO 329.
Discusión final. Terminada la recepción de las pruebas, el Juez preguntará a las partes si están en
condiciones de producir sus alegatos finales. Si así fuera, concederá sucesivamente la palabra al Fiscal,
al querellante y a la defensa del imputado para que en ese orden emitan sus conclusiones verbalmente.
Podrán hablar dividiéndose sus tareas, dos Fiscales o hasta dos defensores del imputado.
Finalizados los alegatos podrá haber réplica, correspondiendo a la defensa hablar en último término.
La réplica deberá limitarse a la refutación de los argumentos adversarios que antes no hubieran sido
discutidos.

En caso de manifiesto abuso de la palabra, el Juez podrá llamar la atención al orador, y si éste
persistiera, podrá limitar prudencialmente el tiempo para que concluya su alegato.
Concluida la discusión final se dará por cerrado el debate.

COMENTARIO:
Como consecuencia de los principios de inmediación, concentración y continuidad, una vez terminada la
recepción de prueba, sea las oportunamente ofrecidas y admitidas o las pruebas nuevas que conforme
al artículo 324 pudieren incorporarse durante dicha etapa, el juicio continúa su derrotero hacia la
decisión final. Conforme a ello, receptada la prueba, el juez, unipersonal o el encargado de presidir el
debate, le preguntara a las partes si están en condiciones de producir sus alegatos finales por lo que el
debate ingresa en su fase critica y en las que las partes alegaran oralmente sobre el merito de la prueba
ofrecida y sobre la sustentabilidad – o no, como veremos mas adelante- de su pretensión.
El titulado del acápite – discusión final- recibe esa denominación para distinguirlo de las eventuales
discusiones preliminares o incidentales; mientras es estas últimas se discute las específicas cuestiones
planteadas, en la decisión final se discute todo el contenido de la causa según las pruebas
recepcionadas en el debate.

ALEGATO: es el argumento, discurso, etc., a favor de alguien o algo. En


sentido jurídico es el escrito en el cual expone el abogado las razones que
sirvan de fundamento al derecho de su cliente e impugna las del adversario y
desde el punto de vista jurídico-procesal se lo definió como la acción y efecto
de exponer los argumentos, motivos o razones a favor de la tesis que se
sostiene en juicio.

La secuencia expositiva es la señalada en el cuarto párrafo del articulo 318: primero el fiscal, luego el
querellante y finalmente el defensor, a los que se le concederá la palabra sucesivamente. Dicho orden
debe ser respetado, ya que su alteración afectaría el derecho de defensa con eventuales consecuencias
nulificantes. De todos modos, ello resultaría relativo cuando la alteración se produce entre los actores
penales – primero el querellante y luego el fiscal- ha pedido de estos, no advirtiéndose agravios para la
defensa en tal hipótesis.
La actuación conjunta, para el caso de la acusación publica y de la defensa, esta contemplada en el
segundo párrafo, admitiendo la ley procesal que en tales casos – no así en lo que respecta al
querellante- exista una división de tareas entre dos representantes de cada parte. Conforme lo
señalado, dicha intervención múltiple no puede consistir en una mera reiteración de postulaciones,
debiendo tratarse de un autentico fraccionamiento del alegato, pudiendo el juez a cargo efectuar las
advertencias, conforme a lo dispuesto en el penúltimo párrafo de la norma bajo comentario, e incluso
limitar temporalmente la extensión del alegato, en caso de persistencia de la actuación sobre la cual se
formulo el llamado de atención jurisdiccional.
A propósito de lo indicado y en orden a la extensión de los alegatos, la norma no cuantifica dicho
aspecto, pudiendo señalarse que el tiempo insumido por la parte siempre estará vinculado a la
complejidad de los hechos ventilados en el juicio
En cada caso concreto el juez que efectué un llamado de atención deberá tener en cuenta el perfil
profesional que presente el orador; en caso de abuso manifiesto de la palabra podrá establecer un
término máximo de alocución, debiendo aplicar restringidamente dicha facultad por encontrarse en
juego el derecho de defensa en juicio.
Por otra parte, cabe señalar que en relación a la replica concedida a las partes, la defensa cuenta con la
pauta prefijada de hacerlo en ultimo termino, mas esto solo resulta procedente en lo que se refiere a
nuevos argumentos introducidos por el adversario en ocasión de sus propios alegatos y a los fines de
refutar los mismos.
Debemos reparar que la replica aparece limitada: a) subjetivamente, pues solo pueden replica el MPF y
el defensor del imputado; y b) objetivamente pues solo cabe respecto de argumentos adversos que
antes no hubiesen sido disentidos.
Respecto de la actuación del fiscal, debe recordarse que dicho funcionario debe formular motivada y
específicamente sus requerimientos y conclusiones de manera que se basten a si mismos, por lo que
una conducta incumplidora en tal sentido lo hará pasible de sanciones por parte de su superior
jerárquico, sin perjuicio de las consecuencias de otra índole que tal actitud omisiva o irregular le podría
acarrear.
Conforme a lo expuesto, la omisión del alegato por parte del fiscal o el incumplimiento ostensiblemente
defectuoso del mismo impedirán la emisión de un fallo condenatorio por parte del tribunal, por violación
del principio de congruencia, salvo que la pretensión punitiva la haya mantenido, en su caso, el
querellante.
Cuando la omisión de formular alegatos sea por parte del querellante, generara la operatividad del
desistimiento tácito. Igual consecuencia puede generar el cumplimiento notoriamente defectuoso de tal
acto por parte del acusador particular. De todos modos, dicha consecuencia solo resultara aplicable a
casos puntuales, debiendo interpretarse restrictivamente todo lo relacionado al ejercicio de los derechos
y garantías asignados a los sujetos procesales.
En orden a la actuación, durante los alegatos finales, del defensor, la situación varia sustancialmente
atento encontrarse constitucionalmente garantizada la integridad de la defensa en juicio. Es decir, que
tales actividades necesariamente deben ser cumplidas.
En el caso de la defensa ello no sucede ya que, conforme a lo señalado en el artículo 118, el tribunal, de
oficio o ha pedido del propio fiscal, puede disponer la separación del letrado que abandonare la defensa
o incurriere en notorias omisiones o negligencia. De todos modos, debe recordarse que durante la
audiencia no podrá renunciar, salvo imposibilidad manifiesta e imprevisible. De no ocurrir ello, el tribunal
deberá intimarlo a que reasuma el cargo y/o lo ejerza correctamente.
Un caso particular y no tratado por la doctrina, resulta el del defensor que deliberadamente abandona la
defensa al concluir la etapa probatoria, es decir, al momento de alegar. En tal caso, pareciera que
irremediablemente ello ocasionaría la caída del juicio en su totalidad. Sin embargo y lejos de intentar dar
por agotado un tema complejo consideramos que dicho tipo de actitud desleal y/o negligente no puede
generar los efectos antes indicados, ya que en esta puntual y concreta hipótesis, el requisito defensa en
juicio podría tenerse por cumplido con lo actuado hasta ese momento por quien ejerciera dicha función,
con la posibilidad, para el nuevo defensor, de acudir a los registros fílmicos del debate a los fines de
poder cumplir adecuadamente con su rol.
El ultimo párrafo del articulo examinado señala que concluida la discusión final se dará por cerrado el
debate, debiendo el secretario del tribunal confeccionar el acta regulada en el siguiente articulo. Como
característica de remarcar del nuevo ordenamiento, se advierte que el mismo no impone al tribunal la
formulación de la pregunta al imputado acerca de si tiene algo que decir antes de dar por concluido el
debate.
Capítulo III

Acta del debate

ARTÍCULO 330.
Contenido. El Secretario labrará un acta del debate que para ser válida deberá contener:
1) el lugar y fecha de la audiencia, con mención de la hora en que comenzó y terminó, los recesos y
suspensiones dispuestos;
2) el nombre y apellido del Juez, Fiscales, querellantes y defensores;
3) los datos personales del imputado;
4) el nombre y apellido de los testigos, peritos, asesores técnicos e intérpretes, con mención del
juramento o compromiso y la enunciación de los otros elementos probatorios incorporados al debate;
5) las instancias y síntesis de las pretensiones de las partes;
6) otras menciones prescriptas por la ley, o las que el Juez ordenara hacer y aquellas que
expresamente solicitaran las partes;
7) la firma del Juez, de los Fiscales, querellantes en su caso, defensores y Secretario, previa lectura.

COMENTARIO:
El precepto resulta regulatorio del contenido en el que se materializa lo sucedido durante el debato.
INC. 1: la configuración del lugar en que se llevo a cabo el juicio hace a la competencia territorial del
tribunal y puede estar relacionado con eventuales planteos que formulen las partes en tal sentido.
En lo que respecta a la fecha, permite establecer si se cumplieron los plazos procesales, cuando
adquiera firmeza el pronunciamiento, hasta que momento puede recurrirse el mismo, si los eventuales
plazos de suspensión excedieron las autorizaciones normativas, etc.…
INC. 2: la correcta identificación de jueces y partes intervinientes hacen a la identificación en general de
las actuaciones y permitirá, en el eventual de que alguno de ellos posteriormente asuma como juez de
un tribunal de alzada y deba revisar el decisorio, interponer los planteos de separación
correspondientes.
INC. 3: la identificación del sometido a proceso se llevara a cabo con los datos que el mismo imputado
proporcionare, a los que provinieran de las Unidades Regionales de policía. La correcta
individualización del imputado tiene importancia porque a partir de la misma adquieren concreta
operatividad alguna de las garantías constitucionales como la que impide la múltiple persecución penal
o juzgamiento por los mismos hechos y en relación a la misma persona.
INC. 4: la mención especialmente a los datos de las personas que declararon durante el debate
permitirá eventualmente a los mismos formular solicitudes tutelares o indemnizatorias.
INC. 5: la síntesis de las pretensiones introducidas por las partes debe tratarse de un resumen breve y
conciso de cada postulación.
INC. 6: deberán hacerse constar todas aquellas menciones que expresamente el tribunal indico y las
que en igual sentido fueron peticionadas por las partes.
INC 7 : la rubrica del decisorio por parte de los integrantes del tribunal y demás partes atañe a la
materialidad y autenticidad del mismo, pudiendo acarrear su omisión consecuencias nulificantes, las
que se pueden sortear en caso de que resulte subsanable el defecto.

Capítulo IV

Sentencia

ARTÍCULO 331.
Deliberación. Inmediatamente después de terminado el debate, el Juez o Tribunal pasará a deliberar
citando a las partes para la lectura de la decisión en un plazo no mayor de dos (2) días.
La deliberación será secreta y únicamente podrá asistir el Secretario.
El acto para ser válido no podrá suspenderse, salvo fuerza mayor, en cuyo caso lo será por un plazo
que no podrá superar los tres (3) días. La causa de suspensión se hará constar y se informará a la
Cámara de Apelación.
En la oportunidad fijada y constituido nuevamente el Tribunal, se procederá a dar lectura a la decisión,
ante quienes se encuentren presentes.
La fundamentación de la sentencia será dada a conocer en dicho acto, valiendo como suficiente
notificación para los presentes, o podrá diferirse su redacción hasta por un plazo no mayor de cinco (5)
días más.
En este último caso, se notificará por cédula que los fundamentos se encuentran a disposición de las
partes y el plazo para impugnar la decisión comenzará a correr desde dicha notificación.

COMENTARIO:
El precepto regula el paso inmediato posterior en el que ingresa el tribunal luego de la clausura del
debate, que consiste en el periodo de reflexión acerca del análisis de los postulados de las partes y del
merito de la prueba rendida durante el juicio – incorporada por lectura o directamente producida en el
mismo- y que precede a la emisión del fallo.
Como derivación de los principios de inmediatez, continuidad e identidad física del juzgador, surge que
los mismos jueces que presenciaron ininterrumpidamente el debate son los que deben deliberar a
posteriori de finalizada dicha etapa procesal. Es decir que la deliberación sucede sin solución de
continuidad, debiendo citarse a las partes, en un plazo no mayor a dos días hábiles, para dar lectura al
decisorio.
El segundo párrafo de la norma bajo comentario establece el carácter secreto de debe poseer la
deliberación, a la cual solo pueden asistir obviamente los jueces y el secretario. Seguidamente, la
norma establece como regla general la no suspensión del acto deliberativo, salvo causas de fuerza
mayor.
Las razones por las cuales se imponen el secreto y la continuidad apuntan a proteger la imparcialidad
del tribunal y a dotarlo de una mayor concentración como garantía de justicia.
El incumplimiento de tales recaudos puede acarrear, de haber sido planteado, la invalidez del
pronunciamiento. En tal sentido, se indico que lo que causa la nulidad del juicio es la violación del
secreto de la deliberación. El secreto se viola si otra persona distinta del secretario asiste a la sesión,
aunque sea momentáneamente.
El quinto párrafo otorga la posibilidad al tribunal de juicio de dar a conocer la fundamentación del fallo
en el mismo acto en que fueron citadas las partes, mediante la pertinente lectura, o bien postergar el
conocimiento de su redacción hasta un plazo de 5 días mas, ocasión en la que se comunicara por
cedula a las partes, de que los fundamentos se encuentran a su disposición, comenzando a
computarse los plazos impugnativos a partir de tal notificación.

ARTÍCULO 332
Orden de tratamiento. El Juez resolverá todas las cuestiones que hubieran sido objeto del juicio,
apreciando únicamente la prueba recepcionada durante el debate. Seguirá en lo posible el siguiente
orden:
1) las cuestiones incidentales que hubieran sido diferidas;
2) las cuestiones relativas a la existencia del hecho delictuoso, con discriminación de las circunstancias
jurídicamente relevantes;
3) la participación del imputado;
4) la calificación legal;
5) la sanción aplicable en cuanto a la especie;
6) la sanción aplicable en cuanto al monto;
7) el destino de las cosas o efectos puestos a disposición del proceso;
8) las costas.

COMENTARIO:
La norma comienza estableciendo dos reglas: a) la primera consiste en que todas las cuestiones
introducidas durante el juicio deben ser resueltas; b)la segunda apuntala la importancia del debate y
establece que el decisorio provendrá únicamente de la valoración de la prueba recepcionada durante
dicha etapa, surgiendo una vez mas el carácter meramente preparatorio de la investigación, cuyo
objetivo, como se dijo en mas de una oportunidad, consiste en dotar al fiscal de los elementos
suficientes para disponer el archivo de las actuaciones, solicitar eventualmente el sobreseimiento del
imputado o formular el requerimiento acusatorio solicitando la apertura del juicio.
El precepto además regula, de un modo lógico, el orden en que deben ser resueltas las cuestiones
introducidas por las partes durante el debate. Dicha prelación temática permite una mejor intelección del
decisorio, posibilitando que se ejercite debidamente el derecho al recurso y facilitando no solo a las
partes y eventualmente al tribunal de alzada, sino a la sociedad en general, la comprensión acerca de lo
actuado y decidido.
INC. 1: si bien todo lo relacionado al planteo de excepciones debe ser introducido por las partes durante
el procedimiento intermedio, también puede ocurrir que tales planteos se formulen fundados en hechos
nuevos – o simplemente por cuestiones de estrategias- durante el plenario. En tales casos y ante el
diferimiento de la cuestión, tal como reza la norma, resulta lógico y elemental que la misma sea resuelta
en primer término.
INC. 2: si fueren rechazadas las cuestiones señaladas en el inciso anterior, el tribunal deberá centrar el
análisis en la acreditación – o no- de la materialidad del hecho presuntamente delictivo por el cual se
enjuicio a determinada persona, debiendo brindarse las razones por las cuales se considera verificada
la existencia de la conducta – comisiva u omisiva- atribuida al enjuiciado, proporcionándose las
circunstancias que se tuvieran en cuenta para arribar a tal conclusión.
INC. 3: examinar lo vinculado con la incriminación realizada al imputado en orden al delito cuya
materialidad se tuviera previamente constatada y la participación criminal – en sentido amplio- que
hubiere tenido el mismo, estableciendo la modalidad de la intervención y rol desempeñado.
INC. 4: el precepto se refiere al análisis vinculado a si la conducta activa o negativa, ejecutada u omitida
por el enjuiciado, encuentra adecuación en alguno de los tipos penales previstos en el Código Penal o
en las leyes complementarias.
En este sentido, la doctrina señala que la comparación entre el hecho especifico real y el hecho
especifico legal, entre lo concreto sucedido en la realidad y lo abstracto descripto en la ley, es un
requisito esencial. Si resulta que el hecho no constituye delito, el acusado será absuelto; pero si el
suceso es delictuoso, debe calificarse legalmente la conducta del procesado.
INC. 5: el punto a tratar versa sobre algunos de los tipos de pena previstos en el artículo 5 del C. Penal:
reclusión, prisión, multa o inhabilitación, debiendo además señalarse, en el caso de la segunda de ellas,
si resulta de ejecución efectiva o en suspenso.
INC. 6: en este caso, deberá establecerse la cantidad o medida de punición aplicable; es decir, la
cantidad de pena temporal que debe cumplir, inhabilitado o en prisión, el condenado, o el monto
dinerario que debe efectivizar en concepto de multa.
Por otra parte cabe destacar, en orden a lo señalado respecto del tipo y monto, que dichos aspectos del
decisorio deben ser debidamente examinados y motivados, atento la trascendencia que tienen los
mismos.
INC. 7: la sentencia deberá pronunciarse acerca de si los efectos secuestrados a disposición del
tribunal deben ser decomisados o restituidos, definitiva o provisoriamente a sus propietarios, siempre y
cuando no existiere controversia al respecto.
INC. 8: es una de las cuestiones accesorias que de todos modos debe estar contenida en el decisorio.
“Toda decisión que pusiera fin a la causa o a un incidente, deberá resolver sobre el pago de las costas
procesales y a cargo de quien corresponde”. Asimismo, en caso de resultar varios los condenados
deberá el pronunciamiento establecer la parte proporcional que le corresponda a cada uno de ellos.

ARTÍCULO 333.
Requisitos de la sentencia. La sentencia deberá contener:
1) lugar y fecha en que se dicta, el nombre y apellido del Juez, Fiscales, querellantes y defensores, las
condiciones personales del imputado, y la enunciación del hecho que haya sido objeto de la acusación
respetando la regla de la congruencia;
2) decisión sobre cada una de las cuestiones planteadas en la deliberación, con los fundamentos en
que se basa y la motivación en elementos probatorios incorporados legalmente al debate;
3) la parte resolutiva, con mención de las disposiciones legales aplicadas;
4) el cómputo de la pena impuesta, si se estimara conveniente practicarlo sin aguardar la intervención
del Juez de la Ejecución;
5) si el imputado estuviere privado de su libertad y la sentencia fuera absolutoria dispondrá la libertad,
salvo que el mismo estuviere a disposición de otra autoridad competente. En igual forma se procederá
en caso de sentencia condenatoria a pena privativa de libertad de ejecución condicional o que diere por
compurgada la pena con la preventiva sufrida;
6) la firma del Juez.

COMENTARIO:
Hallamos aquí el ultimo eslabón de una secuela de actuaciones que comenzaron con una hipótesis a
investigar, introducida por una denuncia o una notitia criminis, continuaron con una investigación
preparatoria que le permitió al fiscal acusar y requerir la apertura del juicio, lo cual debió ser convalidado
por el juez de la IPP en la audiencia preliminar, durante el procedimiento intermedio, derivando ello en
un plenario oral donde las partes confrontan ejerciendo en plenitud sus derechos de acusación y
defensa, para desembocar finalmente en la sentencia que es el acto jurisdiccional donde se manifiesta
cabalmente la potestad jurisdiccional del tribunal y que pone fin al proceso después de que el mismo se
desarrollo íntegramente, tras examinar la prueba producida o incorporada por lectura al juicio y las
argumentaciones vertidas en torno a sus pretensiones por las partes.
La sentencia resulta así el acto culminante en el que el tribunal interviniente en el juicio decide la suerte
procesal del sometido a proceso acogiendo o rechazando, total o parcialmente, la pretensión del actor
penal. Requisitos:
a) Formales: la sentencia reviste la calidad de instrumento público y como tal debe cumplimentar y
respetar una serie de recaudos de tal índole, de los cuales depende su validez. Son los siguientes:
- Debe ser redactada por escrito y en idioma nacional.
- Debe incorporarse en las mismas actuaciones en las que consta la IPP, el procedimiento intermedio y
el acta de debate.
- Debe contener claramente la individualización del proceso: numero de legajo, numero de
reglamentación en los protocolos o archivos y todo aquel dato que permita una rápida y certera
búsqueda de la misma.
- Deberá constar fecha en que se emitió, nombres de los integrantes del tribunal, partes e imputado.
- Firma del juez o jueces que integraron el tribunal de juicio.
b) Descriptivos: es la parte de la sentencia que debe hacer alusión al contenido de las actuaciones,
describiendo particularmente y con precisión los hechos que hubieran sido objeto de la acusación. El
respeto por la regla de la congruencia.
Objeto de descripción:
- Breve resumen del desarrollo de las actuaciones, diligencias practicadas con sus respectivos
resultados, reseñas de las declaraciones incorporadas, etc.
- Presentaciones y argumentaciones relevantes presentas por las partes: requerimiento
acusatorio, lineamientos esbozados al comenzar el plenario, etc.
c) Valorativas: su cumplimiento le otorga status constitucional al pronunciamiento y permite un pleno
ejercicio de las vías recursivas, posibilitando que las partes e instancias jurisdiccionales eventualmente
intervinientes comprendan cabalmente las razones por las cuales se emitió el decisorio y que aquellas
puedan formular cabalmente sus respectivos agravios cuando así lo consideren.
Deben decidirse cada una de las cuestiones planteadas en la deliberación, brindándose los
fundamentos en los que se sustentan las conclusiones, debiendo nutrirse las respectivas motivaciones
de elementos probatorios introducidos regularmente al debate. La determinación del hecho que se
estima acreditado debe ser precisa y circunstanciada, de manera que quede bien establecida la base
fáctica de la condena o absolución. Se exige precisión en la valoración de las pruebas, y un
razonamiento no contradictorio que muestre una derivación lógica del pensamiento orientado las
conclusiones. También debe fundamentarse la calidad y cantidad de la pena aplicada.
Por otra parte, pueden mencionarse como pautas valorativas, que deben estar contenidas en todo
pronunciamiento jurisdiccional para que el mismo resulte correctamente fundado; a las siguientes:
- Motivación, la sentencia debe explicitar en forma objetiva los razonamientos que conducen a la
decisión. Las conclusiones a que arriba tienen que surgir como derivación razonada de los
elementos de hecho y de derecho presentes en el caso y acordes con los respectivos planteos
de las partes.
- Autosuficiencia, el pronunciamiento debe bastarse así mismo, debiendo estar presentes en su
contenido todas las cuestiones de hecho y derecho que tuvo en cuenta la sentencia para arribar
a determinada decisión.
Cabe señalar que, en suma, las referidas exigencias hacen a la necesidad de fundamentación de la
sentencia. Es que la fundamentación que debe exhibir la sentencia es la única forma a través de la cual
las partes intervinientes en el proceso pueden efectuar, de manera eficaz, al contralor del razonamiento
del sentenciante, garantizando el derecho de defensa en juicio. La fundamentación de las resoluciones
judiciales, para ser tal, requiere la concurrencia de dos condiciones. Por un lado, debe consignarse
expresamente al material probatorio en el que se fundan las conclusiones a que se arriba, describiendo
el contenido de cada elemento de prueba. Por otro, es preciso que estos sean merituados tratando de
demostrar su ligazón racional con las afirmaciones o negaciones que se admitan en el fallo. Ambos
aspectos deben concurrir simultáneamente para que pueda considerarse que la sentencia se encuentra
motivada.
Dicho control exigirá que en la sentencia se precise el contenido de la prueba, enunciando, describiendo
o reproduciendo, concretamente, el dato probatorio, pues solo así será posible verificar si la conclusión
a la que se arriba deriva racionalmente de esas probanzas, invocadas en su sustento.
d) Dispositivos: toda sentencia debe finalizar explicitando la decisión final en la que se dispondrá a
absolución o condena del enjuiciado, mencionándose en este ultimo caso el o los delitos que se
consideraron acreditados, la participación criminal que le cupo al imputado y la sanción punitiva que se
le impone al mismo, con sus respectivas unificaciones o declaraciones de reincidencia en caso de que
correspondan y las normas legales vinculadas a todo lo resuelto.
Los requisitos que normalmente debe contener la parte dispositiva son los siguientes:
- Declaración de condena o absolución de la persona sometida a enjuiciamiento, la que al menos
debe mencionarse por su nombre y apellido o los datos mínimos que permitieren su
individualización. En caso de condena; el o los delitos que se consideraron acreditados, la
participación criminal que tuvo el condenado, el modo como concurren cada uno de los hechos.
- El tipo de medida de seguridad o sanción punitiva que hubiera sido impuesta
- Computo de la pena impuesta.
- Decisión sobre todo lo relacionado con las costas y horarios del juicio y el destino de los efectos
secuestrados o puestos a disposición del tribunal.

ARTÍCULO 334.
Pronunciamiento. La sentencia se pronunciará siempre en nombre del Poder Judicial de la Provincia de
Santa Fe, protocolizándose el original y agregándose copia a las actuaciones.

COMENTARIO:
El precepto establece un requisito formal que debe contener toda sentencia emanada de un tribunal de
juicio de la Provincia de Santa Fe, debiendo insertarse en el pronunciamiento la formula señalada en la
norma, la que además establece la obligatoriedad de introducir a los registros pertinentes el original del
fallo, incorporándose a las actuaciones.
Dichas disposiciones, a la luz de los adelantos tecnológicos hacen mas al ritualismo tradicionalista que
a garantías formales que necesariamente deben cumplirse, ya que con la utilización de impresoras
perdió entidad la diferencia entre original y copia.

ARTÍCULO 335.
Congruencia. Al dictar sentencia el Tribunal nunca podrá apartarse del hecho contenido en la acusación
o de sus ampliaciones ni aplicar sanciones más graves que las peticionadas.

COMENTARIO:
El precepto regula una de las consecuencias emergentes del derecho de defensa en juicio, como
resulta la congruencia que debe existir entre imputación inicial, acusación y fallo.
Para hacer efectiva la garantía constitucional de la inviolabilidad de la defensa en juicio reconocida
constitucionalmente, se hace necesario que entre la acusación por uno diverso del que fuera objeto de
la imputación formulada.
La norma que impone la correlación entre acusación y sentencia constituye una de tantas reglas que
tutelan al principio procesal de la inviolabilidad de la defensa en juicio.
La correlación que debe verificarse durante el transcurso de todo el proceso entre los hechos que se le
atribuyeron primariamente al imputado en la audiencia imputativa, los nuevos o modificados hechos que
pudieren originar otra audiencia de tal tipo, al requerimiento acusatorio, la descripción fáctica efectuada
al ordenarse la apertura del juicio al finalizar la audiencia preliminar, la sintetizacion de los lineamientos
acusatorios al iniciarse el debate, la ampliación la acusación que podría producirse en tal etapa, los
alegatos acusatorios finales y la sentencia.
La regla garantista en cuestión tiende a proteger la posición del imputado del efecto sorpresa que podría
generar la emisión de una condena por hechos o circunstancias sobre las que el sometido no se pudo
explayar y/o la defensa refutar, producir y controlar pruebas conforme a tales sucesos y formular los
alegatos finales bajo dicha plataforma fáctica.
Un aspecto no exento de complejidad resulta el ámbito en que se expande la señalada regla de
congruencia, más concretamente si la misma abarca solamente la plataforma fáctica sobre la cual se
formulo la acusación o también queda debajo del paraguas de la misma cuestión jurídica, vinculada al
encuadramiento típico de la conducta atribuida al enjuiciado.
Lo expuesto, enfocado desde otro ángulo, también demuestra una estrecha relación con el principio
iuria novit curia y los alcances del mismo, esto es hasta donde el juez puede variar o modificar la
calificación legal.
La congruencia consiste en aquella exigencia que obliga a establecer una correlación entre los dos
elementos definidores del esquema contencioso: la pretensión y la decisión. De tal suerte que lo que no
pudo ser materia de contradictorio, no puede ser materia de decisión jurisdiccional.
Respecto de la parte final del articulo bajo comentario que establece que el tribunal nunca podrá aplicar
sanciones mas graves que los peticionados, la redacción del nuevo ordenamiento resulta tributaria de
una lógica acusatoria pura, por la cual el órgano jurisdiccional encargado de sentenciar no puede ir mas
allá de la petición del actor penal ni condenar por un hecho distinto del descripto en la acusación.
El efecto mordaza para el tribunal no se aplica de modo inverso, esto es cuando el tribunal advierte la
existencia de una calificación legal o circunstancia que mejora la situación del imputado si puede
apartarse de la pretensión acusatoria. Al respecto, enseña Maier que para comprender el correcto
funcionamiento de la regla que enuncia la correlación entre la acusación y la sentencia, se torna ahora
necesario aclarar que el tribunal puede, en la sentencia y de oficio, introducir circunstancias que
eliminen o aminoren la imputación, esto es, que benefician al imputado.

ARTÍCULO 336.
Absolución. En todos los casos la sentencia absolutoria ordenará la cesación de las restricciones
impuestas provisionalmente y dispondrá sobre la aplicación de medidas de seguridad que se hubieran
solicitado.

COMENTARIO:
El precepto regula las consecuencias que inmediatamente derivan de una sentencia absolutoria:
1) Debe ordenarse la liberta del imputado: si bien no se encuentra expresamente señalada dicha
consecuencia resulta implícita por resultar la más severa de las restricciones que se le pudieren
haber impuesto al imputado durante el transcurso del proceso.
2) Asimismo cesan ab initio todas las restricciones a medidas coercitivas – personales o reales- que
hubieren sido dispuestas. A los fines de que se concrete efectivamente tales efectos, el tribunal
deberá efectuar las comunicaciones pertinentes a los organismos que correspondan.
3) No rige la obligación de constitución de caución que contenía el C. P. P. anterior.
4) En caso de absolución por haber sido declarado inimputable el sometido a proceso, se impondrán,
si ello correspondiere, las medidas de seguridad que hubieren sido solicitadas por el actor penal.

ARTÍCULO 337.
Aclaratoria. El Tribunal no podrá variar la sentencia pero sí aclarar algún concepto dudoso u obscuro o
suplir una omisión material, de oficio o a instancia de parte, dentro de los tres (3) días de la notificación
del acto.
El error puramente numérico no perjudica; puede ser corregido por el Tribunal en cualquier tiempo.
También podrá hacerse uso de esa facultad para resolver algún punto accesorio o secundario de la
cuestión principal y que hubiera sido omitido al decidir sobre ésta última.
El pedido de aclaratoria suspenderá el plazo que hubiere empezado a correr para la deducción del
recurso que fuera procedente.
La decisión formará parte de la sentencia a que se refiere.

COMENTARIO:
El precepto permite que el tribunal, oficiosamente o a instancia de parte, subsane algún aspecto no
esencial del pronunciamiento que acaba de dictar. Tal posibilidad correctora se encuentra prevista para
los siguientes casos:
- Para despejar puntos dudosos u oscuros.
- Para subsanar un error u omisión material.
- Para resolver alguna cuestión accesoria o secundaria.
En orden al requisito temporal que debe cumplirse para poder ejercer la posibilidad aclaratoria del
decisorio, tanto el órgano jurisdiccional como las partes cuentan con un plazo perentorio de 3 días
hábiles para hacerlo. Estas ultimas, para introducir el pedido y aquel, para efectuar oficiosamente la
corrección, plazo que para el tribunal se prolongara por un lapso igual una vez introducido en términos
el pedido de aclaración.
Otra consecuencia emergente de tal petitorio, es la suspensión de los plazos de impugnación que
hubiesen empezado a correr.
La aclaratoria debe poseer forma de sentencia, es decir que no podrá efectuarse mediante un decreto,
considerándose parte integrativa de la misma, por lo que también deberá ser protocolizada, archivada y
notificada como aquella.

ARTÍCULO 338.
Comunicación. Las sentencias serán comunicadas una vez firmes, a través de la Oficina de Gestión
Judicial al Registro Único de Antecedentes Penales, salvo las que tuviera a cargo comunicar el Tribunal
de Ejecución.

COMENTARIO:
El precepto establece la obligación de comunicar las sentencias que no hubieran sido recurridas o en la
que se agotare la vía recursiva. En tales casos, las actuaciones deberán ser remitidas por el tribunal de
juicio a la Oficina de Gestión Judicial, quien será la encargada de efectuar las comunicaciones
pertinentes al Registro Único de Antecedentes Penales. También, deberá cumplirse igual actividad
respecto del Registro Nacional de Reincidencias.
La parte final del artículo alude a las derivaciones de sentencias condenatorias que impongan pena
efectiva, lo cual generara la intervención del Juzgado de ejecución penal competente. En tal caso, será
este el encargado de efectuar las comunicaciones.

El juicio en el CPPN

TITULO I Juicio común

CAPITULO I Actos preliminares

Citación a juicio
Art. 354. - Recibido el proceso, luego de que se verifique el cumplimiento de las prescripciones de la
instrucción el presidente del tribunal citará al ministerio fiscal y a las otras partes a fin de que en el
término de diez (10) días, comparezcan a juicio, examinen las actuaciones, los documentos y las cosas
secuestradas, ofrezcan las pruebas e interpongan las recusaciones que estimen pertinentes.
En las causas procedentes de juzgados con sede distinta a la del tribunal, el término será de quince (15)
días.

Ofrecimiento de prueba
Art. 355. - El ministerio fiscal y las otras partes, al ofrecer prueba, presentarán la lista de testigos,
peritos e intérpretes, con indicación de los datos personales de cada uno, limitándola, en lo posible, a
los más útiles y que mejor conocen el hecho que se investiga.
También podrán manifestar que se conforman con la lectura de las declaraciones testificales y pericias
de la instrucción. En caso de conformidad de las partes a este respecto, y siempre que el tribunal lo
acepte, no se citarán esos testigos o peritos.
Sólo podrá requerirse la designación de nuevos peritos para que dictaminen sobre puntos que
anteriormente no fueron objeto de examen pericial. Cuando se ofrezcan nuevos testigos, deberán
expresarse, bajo pena de inadmisibilidad, los hechos sobre los cuales serán examinados.

Admisión y rechazo de la prueba


Art. 356. - El presidente del tribunal ordenará la recepción oportuna de las pruebas ofrecidas y
aceptadas.
El tribunal podrá rechazar, por auto, la prueba ofrecida que evidentemente sea impertinente o
superabundante. Si nadie ofreciere prueba, el presidente dispondrá la recepción de aquella pertinente y
útil que se hubiere producido en la instrucción.

Instrucción suplementaria
Art. 357. - Antes del debate, con noticia de las partes, el presidente, de oficio o a pedido de parte, podrá
ordenar los actos de instrucción indispensables que se hubieren omitido o denegado o fuere imposible
cumplir en la audiencia o recibir declaración a las personas que presumiblemente no concurrirán al
debate por enfermedad u otro impedimento.
A tal efecto, podrá actuar uno de los jueces del tribunal o librarse las providencias necesarias.

Excepciones
Art. 358. - Antes de fijada la audiencia para el debate, las partes podrán deducir las excepciones que no
hayan planteado con anterioridad; pero el tribunal podrá rechazar sin más trámite las que fueren
manifiestamente improcedentes.

Designación de audiencia
Art. 359. - Vencido el término de citación a juicio fijado por el artículo 354 y, en su caso, cumplida la
instrucción suplementaria o tramitadas las excepciones, el presidente fijará día y hora para el debate
con intervalo no menor de diez (10) días, ordenando la citación de las partes y la de los testigos, peritos
e intérpretes que deban intervenir. Ese término podrá ser abreviado en el caso de que medie
conformidad del presidente y las partes.
El imputado que estuviere en libertad y las demás personas cuya presencia sea necesaria, serán
citadas bajo apercibimiento conforme al artículo 154.
Cuando de la preparación del juicio y su característica se infiera que la audiencia de debate se
prolongará por más de diez (10) días, el tribunal requerirá la designación de un juez sustituto, quien
tendrá las mismas obligaciones de asistencia que los miembros del tribunal y la facultad de interrogar,
pero no de participar en deliberaciones para la resolución de incidencias ni en la prevista en el artículo
396. A tal efecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación deberá conformar una lista de conjueces
para el supuesto de sobrecarga de tareas por parte de los jueces de cámara del fuero penal. Su
designación deberá ser notificada a las partes bajo pena de nulidad a efectos de que se interpongan las
recusaciones que se estime pertinentes.

Art. 359 bis. - En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos en los artículos 142
bis y 170 del CODIGO PENAL DE LA NACION, o que tramiten en forma conexa con aquéllas, los
términos que fija el artículo 354 se reducirán a CINCO (5) y OCHO (8) días, respectivamente, y el
término que establece el artículo 359 se reducirá a CINCO (5) días.

Unión y separación de juicios


Art. 360. - Si por el mismo delito atribuido a varios imputados se hubieren formulado diversas
acusaciones, el tribunal podrá ordenar la acumulación, de oficio o a pedido de parte, siempre que ella
no determine un grave retardo.
Si la acusación tuviere por objeto varios delitos atribuidos a uno o más imputados, el tribunal podrá
disponer, de oficio o a pedido de parte, que los juicios se realicen separadamente, pero, en lo posible,
uno después del otro.

Sobreseimiento
Art. 361. - Cuando por nuevas pruebas resulte evidente que el imputado obró en estado de
inimputabilidad o exista o sobrevenga una causa extintiva de la acción penal y para comprobarla no sea
necesario el debate, o el imputado quedare exento de pena en virtud de una ley penal más benigna o
del artículo 132 ó 185 inciso 1 del Código Penal, el tribunal dictará, de oficio o a pedido de parte, el
sobreseimiento.

Indemnización de testigos y anticipación de gastos


Art. 362. - El tribunal fijará prudencialmente la indemnización que corresponda a los testigos, peritos e
intérpretes que deban comparecer, cuando éstos la soliciten, así como también los gastos necesarios
para el viaje y la estadía cuando aquéllos no residan en la ciudad donde actúa el tribunal ni en sus
proximidades.
La parte querellante, el actor civil y el civilmente demandado deberán anticipar los gastos necesarios
para el traslado e indemnización de sus respectivos testigos, peritos e intérpretes, ofrecidos y admitidos,
salvo que también hubieren sido propuestos por el ministerio fiscal o el imputado, en cuyo caso, así
como en el de que fueren propuestos únicamente por el ministerio público o por el imputado, serán
costeados por el Estado con cargo al último de ellos de reintegro en caso de condena.

CAPITULO II
Debate
Sección I Audiencias

Oralidad y publicidad
Art. 363. - El debate será oral y público, bajo pena de nulidad; pero el tribunal podrá resolver, aún de
oficio, que total o parcialmente se realice a puertas cerradas cuando la publicidad afecte la moral, el
orden público o la seguridad.
La resolución será fundada, se hará constar en el acta y será irrecurrible. Desaparecida la causa de la
clausura, se deberá permitir el acceso al público.

Prohibiciones para el acceso


Art. 364. - No tendrán acceso a la sala de audiencias los menores de dieciocho (18) años, los
condenados y procesados por delitos reprimidos con pena corporal, los dementes y los ebrios.
Por razones de orden, higiene, moralidad o decoro el tribunal podrá ordenar también el alejamiento de
toda persona cuya presencia no sea necesaria o limitar la admisión a un determinado número.

Continuidad y suspensión
Art. 365. - El debate continuará durante todas las audiencias consecutivas que sean necesarias hasta
su terminación; pero podrá suspenderse, por un término máximo de diez (10) días, en los siguientes
casos:
1°) Cuando se deba resolver alguna cuestión incidental que por su naturaleza no pueda decidirse
inmediatamente.
2°) Cuando sea necesario practicar algún acto fuera del lugar de la audiencia, y no pueda verificarse en
el intervalo entre una y otra sesión.
3°) Cuando no comparezcan testigos, peritos o intérpretes cuya intervención el tribunal considere
indispensable, salvo que pueda continuarse con la recepción de otras pruebas hasta que el ausente sea
conducido por la fuerza pública o declare conforme con el artículo 357.
4°) Si algún juez, fiscal o defensor se enfermare hasta el punto de no poder continuar su actuación en el
juicio, a menos que los dos últimos puedan ser reemplazados.
5°) Si el imputado se encontrare en la situación prevista por el inciso anterior, caso en que deberá
comprobarse su enfermedad por médicos forenses, sin perjuicio de que se ordene la separación de
causa que dispone el artículo 360. Asimismo, si fueren dos o más los imputados y no todos se
encontraren impedidos por cualquier otra causa de asistir a la audiencia, el juicio se suspenderá tan
solo respecto de los impedidos y continuará para los demás, a menos que el tribunal considere que es
necesario suspenderlo para todos.
6°) Si alguna revelación o retractación inesperada produjere alteraciones sustanciales en la causa,
haciendo necesaria una instrucción suplementaria.
7°) Cuando el defensor lo solicite conforme al artículo 381.
En caso de suspensión el presidente anunciará el día y hora de la nueva audiencia, y ello valdrá como
citación para los comparecientes. El debate continuará desde el último acto cumplido en la audiencia en
que se dispuso la suspensión. Siempre que ésta exceda el término de diez (10) días, todo el debate
deberá realizarse de nuevo, bajo pena de nulidad.
Cuando el debate se hubiere prolongado por más de diez (10) días efectivos de audiencia y se diera el
supuesto del inciso 4° respecto del juez, o cuando el fiscal o el defensor no tengan posibilidad de
reemplazo, la audiencia podrá suspenderse hasta treinta (30) días hábiles. Podrá disponerse idéntica
suspensión en el caso de verificarse las mismas circunstancias.
Cuando se hubiere efectuado la previsión de convocar al juez sustituto y se esté por cumplir el plazo de
suspensión extraordinaria prevista en el párrafo anterior o la reincorporación del juez fuere imposible, el
sustituto pasará a integrar el tribunal con facultades plenas hasta la conclusión del debate y los trámites
posteriores. No se admitirá la reiteración de incidencias ya resueltas. En los supuestos de suspensión o
aplazamiento de una audiencia de debate los jueces podrán intervenir en otras, salvo que
expresamente se disponga lo contrario.

Asistencia y representación del imputado


Art. 366. - El imputado asistirá a la audiencia libre en su persona, pero el presidente dispondrá la
vigilancia y cautela necesarias para impedir su fuga o violencias.
Si no quisiere asistir o continuar en la audiencia, será custodiado en una sala próxima; se procederá en
lo sucesivo como si estuviere presente, y para todos los efectos será representado por el defensor.
Si fuere necesario practicar su reconocimiento podrá ser compelido a la audiencia por la fuerza pública.
Cuando el imputado se encuentre en libertad, el tribunal podrá ordenar su detención, aunque esté en
libertad provisional, para asegurar la realización del juicio.

Postergación extraordinaria
Art. 367. - En caso de fuga del imputado, el tribunal ordenará la postergación del debate, y en cuanto
sea detenido fijará nueva audiencia.

Asistencia del fiscal y defensor


Art. 368. - La asistencia a la audiencia del fiscal y del defensor o defensores es obligatoria. Su
inasistencia, no justificada, es pasible de sanción disciplinaria.
En este caso el tribunal podrá reemplazarlos en el orden y forma que corresponda, en el mismo día de
la audiencia, cuando no sea posible obtener su comparecencia.

Obligación de los asistentes


Art. 369. - Las personas que asistan a la audiencia deberán permanecer respetuosamente y en silencio;
no podrán llevar armas u otras cosas aptas para molestar u ofender, ni adoptar una conducta
intimidatoria, provocativa o contraria al orden y decoro debidos, ni producir disturbios o manifestar de
cualquier modo opiniones o sentimientos.

Poder de policía y disciplina


Art. 370. - El presidente ejercerá el poder de policía y disciplina de la audiencia, y podrá corregir en el
acto, con llamados de atención, apercibimiento, multas de acuerdo con el artículo 159, segunda parte, o
arresto hasta de ocho (8) días, las infracciones a lo dispuesto en el artículo anterior, sin perjuicio de
expulsar al infractor de la sala de audiencias.
La medida será dictada por el tribunal cuando afecte al fiscal, a las otras partes o a los defensores.
Si se expulsare al imputado, su defensor lo representará para todos los efectos.

Delito cometido en la audiencia


Art. 371. - Si en la audiencia se cometiere un delito de acción pública, el tribunal ordenará levantar un
acta y la inmediata detención del presunto culpable; éste será puesto a disposición del juez competente
a quien se le remitirá aquélla y las copias o los antecedentes necesarios para la investigación.

Forma de las resoluciones


Art. 372. - Durante el debate las resoluciones se dictarán verbalmente, dejándose constancia de ellas
en el acta.

Lugar de la audiencia
Art. 373. - El tribunal podrá disponer que la audiencia se lleve a cabo en otro lugar que aquel en que
tiene su sede, pero dentro de su circunscripción judicial, cuando lo considere conveniente y beneficioso
para una más eficaz investigación o pronta solución de la causa.

Sección II Actos del debate

Apertura
Art. 374. - El día fijado y en el momento oportuno se constituirá el tribunal en la sala de audiencias y
comprobará la presencia de las partes, defensores y testigos, peritos e intérpretes que deban intervenir.
El presidente advertirá al imputado que esté atento a lo que va a oir y ordenará la lectura del
requerimiento fiscal y, en su caso, del auto de remisión a juicio, después de lo cual declarará abierto el
debate.

Dirección
Art. 375. - El presidente dirigirá el debate, ordenará las lecturas necesarias, hará las advertencias
legales, recibirá los juramentos y declaraciones y moderará la discusión, impidiendo preguntas o
derivaciones impertinentes o que no conduzcan al esclarecimiento de la verdad, sin coartar por esto el
ejercicio de la acusación ni la libertad de defensa.

Cuestiones preliminares
Art. 376. - Inmediatamente después de abierto por primera vez el debate, serán planteadas y resueltas,
bajo pena de caducidad, las nulidades a que se refiere el inciso 2 del artículo 170 y las cuestiones
atinentes a la constitución del tribunal.
En la misma oportunidad y con igual sanción, se plantearán las cuestiones referentes a la
incompetencia por razón del territorio, a la unión o separación de juicios, a la admisibilidad o
incomparecencia de testigos, peritos o intérpretes y a la presentación o requerimiento de documentos,
salvo que la posibilidad de proponerlas surja en el curso del debate.

Trámite del incidente


Art. 377. - Todas las cuestiones preliminares serán tratadas en un solo acto, a menos que el tribunal
resuelva considerarlas sucesivamente o diferir alguna, según convenga al orden del proceso.
En la discusión de las cuestiones incidentales el fiscal y el defensor de cada parte hablarán solamente
una vez, por el tiempo que establezca el presidente.

Declaraciones del imputado


Art. 378. - Después de la apertura del debate o de resueltas las cuestiones incidentales en el sentido de
la prosecución del juicio, el presidente procederá, bajo pena de nulidad, a recibir la declaración al
imputado, conforme a los artículos 296 y siguientes, advirtiéndole que el debate continuará aunque no
declare.
Si el imputado se negare a declarar o incurriere en contradicciones, las que se le harán notar, el
presidente ordenará la lectura de las declaraciones prestadas por aquél en la instrucción.
Posteriormente, y en cualquier momento del debate, se le podrán formular preguntas aclaratorias.

Declaración de varios imputados


Art. 379. - Si los imputados fueren varios, el presidente podrá alejar de la sala de audiencias a los que
no declaren, pero después de todas las indagatorias deberá informarles sumariamente de lo ocurrido
durante su ausencia.

Facultades del imputado


Art. 380. - En el curso del debate el imputado podrá efectuar todas las declaraciones que considere
oportunas, siempre que se refieran a su defensa. El presidente le impedirá toda divagación y podrá aún
alejarlo de la audiencia si persistiere.
El imputado tendrá también la facultad de hablar con su defensor, sin que por esto la audiencia se
suspenda; pero no lo podrá hacer durante su declaración o antes de responder a preguntas que se le
formulen. En estas oportunidades nadie le podrá hacer sugerencia alguna.

Ampliación del requerimiento fiscal


Art. 381. - Si de las declaraciones del imputado o del debate surgieren hechos que integren el delito
continuado atribuido, o circunstancias agravantes de calificación no contenidas en el requerimiento
fiscal o en el auto de remisión, pero vinculadas al delito que las motiva, el fiscal podrá ampliar la
acusación.
En tal caso, bajo pena de nulidad, el presidente le explicará al imputado los nuevos hechos o
circunstancias que se le atribuyen, conforme a lo dispuesto en los artículos 298 y 299, e informará a su
defensor que tiene derecho a pedir la suspensión del debate para ofrecer nuevas pruebas o preparar la
defensa.
Cuando este derecho sea ejercido, el tribunal suspenderá el debate por un término que fijará
prudencialmente, según la naturaleza de los hechos y la necesidad de la defensa.
El nuevo hecho que integre el delito o la circunstancia agravante sobre la que verse la ampliación,
quedarán comprendidos en la imputación y en el juicio.

Recepción de pruebas
Art. 382. - Después de la indagatoria el tribunal procederá a recibir la prueba en el orden indicado en los
artículos siguientes, salvo que considere conveniente alterarlo.
En cuanto sean aplicables y no se disponga lo contrario, se observarán en el debate las reglas
establecidas en el libro II sobre los medios de prueba y lo dispuesto en el artículo 206.

Peritos e intérpretes
Art. 383. - El presidente hará leer la parte sustancial del dictamen presentado por los peritos y éstos,
cuando hubieren sido citados, responderán bajo juramento a las preguntas que les sean formuladas,
compareciendo según el orden en que sean llamados y por el tiempo que sea necesaria su presencia.
El tribunal podrá disponer que los peritos presencien determinados actos del debate; también los podrá
citar nuevamente, siempre que sus dictámenes resultaren poco claros o insuficientes y, si fuere posible,
hará efectuar las operaciones periciales en la misma audiencia.
Estas disposiciones regirán, en lo pertinente, para los intérpretes.

Examen de los testigos


Art. 384. - De inmediato, el presidente procederá al examen de los testigos en el orden que estime
conveniente, pero comenzando con el orden que estime conveniente, pero comenzando con el
ofendido.
Antes de declarar, los testigos no podrán comunicarse entre sí ni con otras personas, ni ver, oir o ser
informados de los que ocurre en la sala de audiencias.
Después de declarar, el presidente resolverá si deben permanecer incomunicados en antesala.

Elementos de convicción
Art. 385. - Los elementos de convicción que hayan sido secuestrados se presentarán, según el caso, a
las partes y a los testigos, a quienes se invitará a reconocerlos y a declarar lo que fuere pertinente.

Examen en el domicilio
Art. 386. - El testigo, perito o intérprete que no compareciere a causa de un impedimento legítimo,
podrá ser examinado en el lugar donde se encuentre por un juez del tribunal, con asistencia de las
partes.

Inspección judicial
Art. 387. - Cuando fuere necesario el tribunal podrá resolver, aún de oficio, que se practique la
inspección de un lugar, lo que podrá ser realizado por un juez del tribunal, con asistencia de las partes.
Asimismo, podrá disponer el reconocimiento de personas y la realización de careos.

Nuevas pruebas
Art. 388. - Si en el curso del debate se tuviera conocimiento de nuevos medios de prueba
manifiestamente útiles, o se hicieren indispensables otros ya conocidos, el tribunal podrá ordenar, aún
de oficio, la recepción de ellos.

Interrogatorios
Art. 389. - Los jueces, y con la venia del presidente y en el momento en que éste considere oportuno, el
fiscal, las otras partes y los defensores podrán formular preguntas a las partes, testigos, peritos e
intérpretes.
El presidente rechazará toda pregunta inadmisible; su resolución podrá ser recurrida de inmediato ante
el tribunal.

Falsedades
Art. 390. - Si un testigo, perito o intérprete incurriera presumiblemente en falso testimonio, se procederá
conforme a lo dispuesto por el artículo 371.

Lectura de declaraciones testificales


Art. 391. - Las declaraciones testimoniales no podrán ser suplidas, bajo pena de nulidad, por la lectura
de las recibidas durante la instrucción, salvo en los siguientes casos y siempre que se hayan observado
las formalidades de la instrucción:
1°) Cuando el ministerio fiscal y las partes hubieren prestado su conformidad o la presten cuando no
comparezca el testigo cuya citación se ordenó.
2°) Cuando se trate de demostrar contradicciones o variaciones entre ellas y las prestadas en el debate,
o fuere necesario ayudar la memoria del testigo.
3°) Cuando el testigo hubiere fallecido, estuviere ausente del país, se ignorare su residencia o se hallare
inhabilitado por cualquier causa para declarar.
4°) Cuando el testigo hubiere declarado por medio de exhorto o informe, siempre que se hubiese
ofrecido su testimonio de conformidad a lo dispuesto en los artículos 357 ó 386.

Lectura de documentos y actas


Art. 392. - El tribunal podrá ordenar la lectura de las denuncias y otros documentos de las declaraciones
prestadas por coimputados, ya sobreseídos o absueltos, condenados o prófugos, como partícipes del
delito que se investiga o de otro conexo, de las actas judiciales y de las de otro proceso agregado a la
causa.
También se podrán leer las actas de inspección, registro domiciliario, requisa personal o de vehículos y
secuestro que hubieren practicado las autoridades de prevención, con arreglo a dichas normas; pero si
éstas hubieran sido citadas como testigos, la lectura sólo podrá efectuarse, bajo pena de nulidad, en los
casos previstos por los incisos 2 y 3 del artículo anterior, a menos que el fiscal y las partes lo
consientan.

Discusión final
Art. 393. - Terminada la recepción de las pruebas, el presidente concederá sucesivamente la palabra al
actor civil, a la parte querellante, al ministerio fiscal y a los defensores del imputado y del civilmente
demandado, para que en ese orden aleguen sobre aquéllas y formulen sus acusaciones y defensas. No
podrán leerse memoriales, excepto el presentado por el actor civil que estuviere ausente.
El actor civil limitará su alegato a los puntos concernientes a la responsabilidad civil, conforme con el
artículo 91. Su representante letrado, como el del civilmente demandado, podrá efectuar la exposición.
Si intervinieren dos (2) fiscales o dos (2) defensores del mismo imputado, todos podrán hablar
dividiéndose sus tareas.
Sólo el ministerio fiscal, la parte querellante y el defensor del imputado podrán replicar, correspondiendo
al tercero la última palabra.
La réplica deberá limitarse a la refutación de los argumentos adversos que antes no hubieran sido
discutidos.
El presidente podrá fijar prudencialmente un término para las exposiciones de las partes, teniendo en
cuenta la naturaleza de los hechos, los puntos debatidos y las pruebas recibidas.
En último término el presidente preguntará al imputado si tiene algo que manifestar, convocará a las
partes a audiencia para la lectura de la sentencia y cerrará el debate.

CAPITULO III Acta del debate


Contenido
Art. 394. - El secretario levantará un acta del debate, bajo pena de nulidad.
El acta contendrá:
1°) El lugar y fecha de la audiencia con mención de las suspensiones ordenadas.
2°) El nombre y apellido de los jueces, fiscales, defensores y mandatarios.
3°) Las condiciones personales del imputado y de las otras partes.
4°) El nombre y apellido de los testigos, peritos e intérpretes, con mención del juramento y la
enunciación de los otros elementos probatorios incorporados al debate.
5°) Las instancias y conclusiones del ministerio fiscal y de las otras partes.
6°) Otras menciones prescriptas por la ley o las que el presidente ordenare hacer, o aquellas que
solicitaren las partes y fueren aceptadas.
7°) Las firmas de los miembros del tribunal, del fiscal, defensores, mandatarios y secretario, el cual
previamente la leerá a los interesados.
La falta o insuficiencia de estas enunciaciones no causa nulidad, salvo que ésta sea expresamente
establecida por la ley.

Resumen, grabación y versión taquigráfica


Art. 395. - Cuando en las causas de prueba compleja el tribunal lo estimare conveniente, el secretario
resumirá al fina de cada declaración o dictamen la parte sustancial que deba tenerse en cuenta.
También podrá ordenarse la grabación o la versión taquigráfica, total o parcial, del debate.

CAPITULO IV Sentencia
Deliberación
Art. 396. - Terminado el debate, los jueces que hayan intervenido en él pasarán inmediatamente a
deliberar en sesión secreta, a la que sólo podrá asistir el secretario, bajo pena de nulidad.

Reapertura del debate


Art. 397. - Si el tribunal estimare de absoluta necesidad la recepción de nuevas pruebas o la ampliación
de las recibidas, podrá ordenar la reapertura del debate a ese fin, y la discusión quedará limitada al
examen de aquéllas.

Normas para la deliberación


Art. 398. - El tribunal resolverá todas las cuestiones que hubieran sido objeto del juicio, fijándolas, en lo
posible, dentro del siguiente orden: las incidentales que hubieren sido diferidas, las relativas a la
existencia del hecho delictuoso, participación del imputado, calificación legal que corresponda, sanción
aplicable, restitución, reparación o indemnización más demandas y costas.
Los jueces emitirán su voto motivado sobre cada una de ellas en forma conjunta o en el orden que
resulte de un sorteo que se hará en cada caso. El tribunal dictará sentencia por mayoría de votos,
valorando las pruebas recibidas y los actos del debate conforme a las reglas de la sana crítica,
haciéndose mención de las disidencias producidas.
Cuando en la votación se emitan más de dos opiniones sobre las sanciones que correspondan, se
aplicará el término medio.

Requisitos de la sentencia
Art. 399. - La sentencia contendrá: la fecha y el lugar en que se dicta; la mención del tribunal que la
pronuncia; el nombre y apellido del fiscal y de las otras partes; las condiciones personales del imputado
o los datos que sirvan para identificarlo; la enunciación del hecho y las circunstancias que hayan sido
materia de acusación; la exposición sucinta de los motivos de hecho y de derecho en que se
fundamente; las disposiciones legales que se apliquen; la parte dispositiva y la firma de los jueces y del
secretario.
Pero si uno de los jueces no pudiere suscribir la sentencia por impedimento ulterior a la deliberación,
esto se hará constar y aquélla valdrá sin esa firma.

Lectura de la sentencia
Art. 400. - Redactada la sentencia, cuyo original se agregará al expediente, el tribunal se constituirá
nuevamente en sala de audiencias, luego de ser convocadas las partes y los defensores. El presidente
la leerá, bajo pena de nulidad, ante los que comparezcan.
Si la complejidad del asunto a lo avanzado de la hora hicieran necesario diferir la redacción de la
sentencia, en dicha oportunidad se leerá tan solo su parte dispositiva, fijándose audiencia para la lectura
integral. Esta se efectuará, bajo pena de nulidad, en las condiciones previstas en el párrafo anterior y en
el plazo máximo de cinco (5) días a contar del cierre del debate.
La lectura valdrá en todo caso como notificación para los que hubieran intervenido en el debate.
Cuando se hubiere verificado la suspensión extraordinaria prevista en el artículo 365, el plazo
establecido en el párrafo anterior será de diez (10) días y se podrá extender hasta veinte (20) días
cuando la audiencia se hubiere prolongado por más de tres meses y hasta cuarenta (40) días cuando
hubiere sido de más de seis meses.

Sentencia y acusación
Art. 401. - En la sentencia, el tribunal podrá dar al hecho una calificación jurídica distinta a la contenida
en el auto de remisión a juicio o en el requerimiento fiscal, aunque deba aplicar penas más graves o
medidas de seguridad.
Si resultare del debate que el hecho es distinto del enunciado en tales actos, el tribunal dispondrá la
remisión del proceso al juez competente.

Absolución
Art. 402. - La sentencia absolutoria ordenará, cuando fuere el caso, la libertad del imputado y la
cesación de las restricciones impuestas provisionalmente, o la aplicación de medidas de seguridad, o la
restitución o indemnización demandadas.

Condena
Art. 403. - La sentencia condenatoria fijará las penas y medidas de seguridad que correspondan y
resolverá sobre el pago de las costas.
Dispondrá también, cuando la acción civil hubiere sido ejercida, la restitución del objeto materia del
delito, la indemnización del daño causado y la forma en que deberán ser atendidas las respectivas
obligaciones.
Sin embargo, podrá ordenarse la restitución aunque la acción no hubiese sido intentada.

Nulidades
Art. 404. - La sentencia será nula si:
1°) El imputado no estuviere suficientemente individualizado.
2°) Faltare o fuere contradictoria la fundamentación.
3°) Faltare la enunciación de los hechos imputados.
4°) Faltare o fuere incompleta en sus elementos esenciales la parte resolutiva.
5°) Faltare la fecha o la firma de los jueces o del secretario.

SEMANA XVII

El juicio por acción de ejercicio privado.


Los procedimientos especiales: Hábeas Corpus, Procedimiento reparación del daño, Querella.
Hábeas Corpus.
 Desde el punto de vista constitucional:
Está tutelando una manifestación o una modalidad de la libertad que es la libertad ambulatoria corporal,
ya que otro tipo de libertad y otro tipo de derechos son tutelados a través de otras acciones
sumarísimas, de creación pretoriana como es el caso del Amparo, para otro tipo de libertades, como por
ejemplo la libertad de culto, libertad comercial. En cambio acá está siendo tutelada la libertad corporal,
ambulatoria, de movimiento.
 Antes de la reforma de 1994:
Se decía que el hábeas corpus tenía un fundamento en la Constitución no en forma explícito pero sí en
forma subyacente en el art. 18, cuando dice que nadie puede ser arrestado sino en virtud de orden
escrita de autoridad competente.
Coincidía toda la doctrina, en el fundamento constitucional del habeas corpus.

 Desde la reforma de 1994:


Ahora tiene una consagración expresa, a través del artículo 43, que menciona en forma expresa el tema
del hábeas corpus, incluso mencionando las distintas clases de hábeas corpus con los que nos
podemos llegar a encontrar.

Distintos tipos de Hábeas Corpus.

A) Por actos que emanan de una autoridad pública.


Vamos a ver que todos estos hábeas corpus, provienen de actos atentatorios o lesivos que provienen
de parte de una autoridad pública.
A continuación vamos a ver la clasificación clásica que hacen los autores respecto a los distintos tipos
de hábeas corpus que encontramos tanto:
- En la ley
- Como en los Códigos Procesales.

1) HÁBEAS CORPUS REPARADOR.


Es el más clásico, y se da cuando se priva de la libertad a una persona, en forma arbitraria, en forma
ilegal, justamente para que a través de un procedimiento sumarísimo se logre la inmediata recuperación
del mismo.
Que es ante la restricción de una libertad, en forma ilegal por parte de una autoridad pública, la
interposición del mismo, para recuperarla.

2) HÁBEAS CORPUS PREVENTIVO.


Es aquel que juega cuando hay una amenaza inminente y cierta que compromete la libertad física del
sujeto, del amparado. Una amenaza concreta, por ejemplo se libra una orden de detención, nos
encontramos que hay una amenaza concreta de que la misma se va a cumplir, a ejecutar. O si una
autoridad pública está buscando a una persona, y obviamente se piensa que la misma puede ser ilegal,
de allí que se puede interponer.
Es decir, que no solamente se trata de amparar cuando ya está la privación ilegal en acto, sino, también
en potencia.

3) HÁBEAS CORPUS RESTRICTIVO.


Es aquel que se da, cuando hay algún tipo de molestias sobre la libertad de la persona y de ahí un tipo
de interferencia o molestia ilegal de una autoridad pública, por ej: el seguimiento de la policía en un
patrullero, o personal policial vestidos de civil, se puede considerar que se está amenazando la libertad,
ahí se interpone el hábeas corpus por lo menos para saber si está actuando en forma ilegal o no.
Siempre estamos hablando de actos ilegales, de privación ilegal, de amenazas.

4) HÁBEAS CORPUS CORRECTIVO.


Aquí partimos del presupuesto, que hay una privación legal de la libertad, sin embargo, lo que se
agrava son las formas de detención que está sufriendo una persona, y de ahí que juega el hábeas
corpus, que es muy común en las personas que se encuentran privadas de la libertad.

5) HÁBEAS CORPUS POR MORA EN EL TRASLADO.


Acá juega cuando se da la extradición a nivel interprovincial. (Ley 20711)
Es decir, que pasa si detienen a una persona hoy acá, cuando está haciendo un trámite, y le surgen en
los antecedentes un pedido de captura del juez de Salta, la ley justamente establece el procedimiento a
seguir. El juez de turno en lo penal en Rosario, tiene que notificar inmediatamente al juez penal de Salta
de esta detención, el juez penal de Salta tiene que contestar si le interesa o no la detención, si sigue o
no subsistente, y luego que tiene que mandar una comisión policial para que venga a buscar a esa
persona detenida y para eso hay determinados plazos que establece la ley. Si vencidos esos plazos no
viene la comisión policial, de acuerdo a la ley, se lo tiene que dejar inmediatamente en libertad a la
persona que está detenida. Y si vencidos los plazos, el juez de Rosario no lo deja en libertad, ahí puede
se puede operar el hábeas corpus por mora en el traslado.

6) HÁBEAS CORPUS DE PRONTO DESPACHO.


Acá tenemos que ver que este hábeas corpus va a jugar contra la morosidad de una autoridad de
naturaleza administrativa.
NO DE MOROSIDAD JUDICIAL:
Porque obviamente si hay morosidad judicial, tenemos en los Códigos Procesales la posibilidad de
interponer un pronto despacho y después recurso de queja.
ESTO SE DARÍA EN EL CASO DEL “INCIDENTE DE LIBERTAD CONDICIONAL”: Nos encontramos
que de acuerdo al Código Procesal, en la Provincia y en la Nación se interpone a través de un
“incidente” ante el juez de ejecución penal.
Y uno de los requisitos para que opere la libertad condicional es que, amén de darse los requisitos
cuantitativos que fija el artículo 13, hay un requisito subjetivo que es el haber observado el interno, los
reglamentos carcelarios.
Y la autoridad penitenciaria es la que informa si se cumplieron o no:
Y puede ser moroso en contestar esos informes, de ahí que se puede interponer este hábeas corpus de
pronto despacho, para que se expida, y el juez disponga o no la libertad condicional.

7) HÁBEAS CORPUS POR DESAPARICIÓN FORZADA DE PERSONAS.

A nivel constitucional, o sea modernamente, se ha incorporado este hábeas corpus en el 94, por una
situación que se ha dado en nuestro país y también por la Convención de desaparición forzada de
personas incorporada al texto constitucional.

B) Por actos que emanan de particulares.

¿Pueden o no motivar la interposición de un hábeas corpus?


Por ejemplo: Se da el clásico supuesto de aquél que va a un Sanatorio y no lo dejan salir porque no
pagó la cuenta, al no dejarlo salir hay una privación ilegal de la libertad por parte de un particular,
entonces se puede interponer un hábeas corpus.
Hoy hay un ejemplo más actual que sería la privación de la libertad por la fuerza de la seguridad
privada.
Sin embargo hay posiciones a favor y posiciones en contra:
Los detractores de la procedencia de los actos contra particulares
Algunos dicen que en realidad el hábeas corpus solamente tiene que proceder pura y exclusivamente
de una autoridad pública y que para ello tenemos que el art. 141 del Código Penal, cuando habla de
privación ilegítima de la libertad, entonces no tendría sentido establecer esta acción sumarísima de
hábeas corpus contra actos de particulares.
Los partidarios de la otra posición:
Contestan con los mismos argumentos, es decir, en el Código Penal también nos encontramos con la
privación abusiva de la libertad que tiene como sujeto activo a los funcionarios públicos y sin embargo
existe el hábeas corpus contra actos de la autoridad pública. Y de ahí se interpreta que puede llegar a
ser concretado por actos de particulares.

C) Hábeas Corpus contra actos del juez.


Después nos encontramos con otro tipo de hábeas corpus, que si bien emana de una autoridad pública,
tiene una calidad especial, que es cuando la autoridad pública es un juez.
Qué pasa cuando un juez priva ilegalmente de la libertad ¿procede el hábeas corpus?
Nos encontramos que acá las posiciones están divididas.
Unos dicen:
Que no procede, porque si emana de un juez, tendría competencia para detener.
Otros dicen:
Que igualmente, así como el juez tiene facultad para detener, la puede utilizar arbitrariamente y también
motivar un hábeas corpus. Entonces podría existir el hábeas corpus contra la autoridad judicial por
actos que sean lesivos de la libertad física.

CÓDIGO PROCESAL PENAL DE SANTA FE.


Junto con el derecho a la vida, el de la libertad resulta uno de los que hacen a la esencia de la persona
humana y que no siempre fue respetado, sea porque lisa y llanamente se sostenía la existencia de
diferentes tipos y categorías de individuos; o bien porque se reconocía el derecho a la libertad pero no
estaban regulados (o al menos no eran eficaces las herramientas existentes), los mecanismos que
permitían que tales derechos abandonaran su virtualidad y comenzaran a ser reales y tangibles.
En dicho marco, debe ser examinado el hábeas corpus, cuya traducción latina puede ser la de “tienes tu
cuerpo”, y que históricamente tuvo como norte la protección de la libertad personal y la oposición al
abuso de poder, sea cuando el mismo era ejercido arbitrariamente o a los fines de que cesaran
privaciones de libertad ilegítimas, como uno de los institutos de más antiguo linaje.
Más cercanas a nuestro tiempo, la mayoría de las constituciones europeas lo consagran, apareciendo
también dentro de los instrumentos internacionales.
En nuestro ordenamiento interno, la Constitución Nacional de 1853 no lo consagró expresamente
aunque sí lo contenía indirectamente en varias disposiciones, razón por la cual los constituyentes de
1994 lo introdujeron de tal manera en la última parte del Artículo 43: “Cuando el derecho lesionado,
restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la
forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas
corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de
inmediato aún durante la vigencia del estado de sitio”.
Cabe señalar que la CSJN ha sostenido que, en principio, los recursos de hábeas corpus son extraños
a la competencia originaria del tribunal, reglada en el Artículo 117 de la C.N.; sin embargo también ha
dicho “la acción de hábeas corpus exige el agotamiento de las diligencias necesarias para hacer
efectiva su finalidad, que no puede ser otra que la cesación del acto lesivo. Si bien el alcance que deba
tener en cada caso la investigación conduce a cuestión en principio ajena a la instancia extraordinaria,
corresponde que la Corte intervenga para resguardar la vigencia del instituto cuando la adopción de un
criterio determinado puede llegar a frustrar su esencia…”

Artículo 370. Procedencia.


“Corresponderá la denuncia de hábeas corpus ante un acto u omisión de autoridad pública que
arbitrariamente y en violación de normas constitucionales implique:
1) Una limitación o amenaza actual de la libertad ambulatoria, sin orden escrita de autoridad
competente;
2) El mantenimiento manifiestamente ilegítimo de una privación de la libertad inicialmente
dispuesta por orden escrita de autoridad competente;
3) Una agravación ilegítima de las formas y condiciones en que se cumple la privación de la
libertad, sin perjuicio de las facultades propias del juez del proceso si lo hubiera.”

Comentario:
El artículo regula el ámbito en donde resulta aplicable el instituto del hábeas corpus, siéndolo respecto
de situaciones lesivas, activas u omisivas, provenientes de cualquier autoridad pública, cuyo
comportamiento resulte carente de racionalidad (arbitrario) y violatorio de normas y derechos contenidas
en la Constitución Nacional, y que particularmente implique las siguientes afectaciones:
 INC. 1 “Una limitación o amenaza actual de la libertad ambulatoria, sin orden escrita de
autoridad competente”; este tipo de hábeas corpus alude a dos tiempos cronológicos distintos:
uno presente y que resulta de la limitación que ya sufre una persona en su libertad ambulatoria y
otro futuro, consistente en la inminencia de ataque a dicha esfera subjetiva de libertad, en ambos
casos no existiendo orden escrita de autoridad competente, aspecto negativo del que aflora
nítidamente el desajuste constitucional (artículo 18 C.N.) de la situación lesiva contemplada en
este inciso.

Cabe destacar la clasificación del instituto efectuada por la doctrina, donde se hallan las siguientes
clases de hábeas corpus:

1) REPARADOR: atacando una lesión ya consumada, o


2) PREVENTIVO: si se pretende evitar o impedir la lesión no consumada aún.
A su vez pueden ser:
a) PRINCIPALES: cuestionando una detención o prisión ilegítima, y aquí pueden dividirse en
hábeas corpus:
 Tradicional o clásico: cuando ya están producidas;
 Amenaza de arresto (por producirse)

b) RESTRINGIDOS, ACCESORIOS O LIMITADOS: según sea la finalidad evitar perturbaciones


o molestias menores a la libertad individual que no lleguen a configurar una detención o
prisión, ya sea por la vía reparatoria o preventiva.

c) CORRECTIVOS: para impedir, por alguna de las vías ya mencionadas, tratos o traslados
indebidos a personas detenidas legalmente.

d) DE PRONTO DESPACHO: para impulsar los trámites en procura de obtener la libertad. Es


reparador.

e) POR MORA EN EL TRASLADO DEL DETENIDO: también de naturaleza reparadora, para


obtener la libertad de un detenido requerido por una autoridad diferente a la de la detención
que no manifiesta interés en mantener la detención o no dispone los medios necesarios para
el traslado.

Enfocados los supuestos insertos en el primer inciso, a la luz de la clasificación precedente, se


desprende que el primero de ellos (limitación a la libertad) encuadra en el reparador principal, mientras
que el segundo (amenaza a la libertad) resulta preventivo restringido, toda vez que tiende a que cese la
restricción ambulatoria o no se perturbe dicho derecho, respectivamente.
Escriturismo de la orden: en lo que atañe a este requisito de la orden de autoridad competente, cabe
señalar que tal mandato puede revestir otro tipo de formato, conforme a los adelantos tecnológicos y a
la reglamentación respectiva, alternativa que se prevé cuando se permite que “en caso de urgencia, la
orden escrita podrá ser transmitida por el medio técnico que establecerá la reglamentación”.
Juez competente: por tal, se entenderá a aquel magistrado, designado en legal forma, que dentro de su
jurisdicción (material, territorial, etc.) de oficio o a pedido del actor penal (fiscal), esté facultado en
ordenar la restricción o privación de la libertad ambulatoria, respecto de una persona sobre la cual
existan razones para ordenar tal medida.

 INC. 2 “El mantenimiento manifiestamente ilegítimo de una privación de la libertad inicialmente


dispuesta por orden escrita de autoridad competente”; este segundo grupo de hipótesis que
habilitan la denuncia de hábeas corpus, pueden clasificarse como reparadores principales y se
configuran mediante una inicial legitimidad de la privación de libertad, la que fue ordenada
mediante la pertinente orden escrita de autoridad competente, pero por desaparecer o caducar
algunos de los presupuestos que habilitaron la medida, la misma se torna manifiestamente
ilegítima.

En este sentido, cabe señalar que existe un criterio jurisprudencial restrictivo en lo que se refiere a la
utilización del instituto del hábeas corpus cuando provino de una actividad jurisdiccional, señalando
sobre ello la C.S.J.N. que “esta vía no procede si la privación de libertad se originó en una causa
seguida ante un juez competente; que, en principio el hábeas corpus y las demandas de amparo no
autorizan a sustituir a los jueces propios de la causa en las decisiones que les incumban, respecto de
las cuales, en caso de existir agravio constitucional, cabe la interposición de los recursos de ley y,
asimismo, que este proceso no está para reemplazar las instituciones procesales vigentes”.

Supuestos de hábeas corpus derivados de actividad jurisdiccional morosa o deficiente:


El anterior digesto santafesino en su original redacción admitía el hábeas corpus contra actos
jurisdiccionales de modo expreso y como recurso, ya que establecía que el mismo debía interponerse
ante el tribunal superior en grado, respecto del órgano jurisdiccional que emitió el acto atacado.
Sin embargo, luego de la reforma introducida por ley 8774, se eliminó dicha disposición del
ordenamiento.
Respecto del texto primigenio fue calificado como “francamente original el dispositivo en cuestión,
señalando que pese a inspirarse en el proyecto de Clariá Olmedo y en el art. 416 del Código de Bs. As.,
tiene ribetes propios… en el Código de Santa Fe, “la vía de hábeas corpus contra esas acciones u
omisiones (restrictivas al derecho de libertad), sólo se da cuando la impugnación ordinaria es
improcedente o cuando su reglamentación convertiría en ilusoria la garantía de la libertad, lo cual puede
ocurrir sobre todo en materia de omisiones”… Creus observó que el Código Bonaerense limitó la
procedencia del hábeas corpus a medidas arbitrarias de jueces de primera instancia, “restricción que no
se da en el Código de Santa Fe, en el cual también sería atacable por el medio extraordinario del
hábeas corpus, toda vulneración de la libertad, concretada o amenazada, por la actividad o inactividad
de los tribunales de alzada, en cuyo caso el tribunal competente sería la Corte Suprema”.
Por su parte, del nuevo ordenamiento santafesino se desprenden supuestos en que puede acudirse al
instituto del hábeas corpus, resultando algunos consagrados de modo expreso y otros tácitamente:
 El art. 223 in fine, expresamente establece que la denuncia de hábeas corpus podrá ser
planteado por la defensa del imputado que estuviere detenido, cuando el fiscal, luego de
producida la audiencia imputativa, no ordenara la libertad del mismo, ni requiriera al juez de la
I.P.P. la audiencia para resolver el pedido de prisión preventiva, petitorio que debe formular
inmediatamente.
 Cuando no se concediere la libertad después de transcurrido el plazo legal (24 hs.) posterior a la
interposición del pedido de pronto despacho por parte del imputado detenido, previo a verificar si
se cumplimentaron las condiciones que debieron preceder a dicho petitorio.
 Por vencimiento del plazo máximo de prisión ordinario de prisión preventiva (2 años), sin pedido
de prórroga del fiscal o cuando dicha solicitud sea rechazada o vencido el término máximo de 3
años y no obstante ello, la libertad no se concediere por los órganos jurisdiccionales
intervinientes.
 Cualquier otro supuesto en que el mantenimiento de la privación de libertad resulte
manifiestamente ilegítimo, tales como la prolongación de la misma después de un archivo fiscal,
archivo jurisdiccional, sobreseimiento, absolución, o pena compurgable y siempre que el
imputado no estuviere a disposición de otra autoridad competente.

 INC. 3 “Una agravación ilegítima de las formas y condiciones en que se cumple la privación de
la libertad, sin perjuicio de las facultades propias del Juez del proceso si lo hubiera.”; el precepto
alude al hábeas corpus correctivo, señalando la doctrina respecto del mismo que del texto legal
surge “la intención del legislador de poner coto al trato inapropiado, a veces infrahumano, del
individuo detenido se compadece con el criterio sostenido por la Corte Suprema en tal sentido,
cuando ha dicho que el ingreso a prisión en calidad de condenado no despoja al hombre de la
protección de las leyes, y en primer lugar, de la C.N.”

Artículo 371. Titularidad.


“Podrá denunciar tanto el afectado como cualquier otra persona a su favor, sin necesidad de poder, ni
patrocinio letrado.”

Comentario:
El precepto establece una legitimación activa amplísima, permitiendo que pueda efectuar la denuncia no
sólo el propio afectado, sino cualquier persona en su favor, sin necesidad de mandato o patrocinio
letrado, lo cual representa un caso de acción popular.
Respecto de la capacidad de la víctima, se generan dudas en relación a la entidad que debe poseer la
misma en razón de las características particulares del instituto, ya que la garantía constitucional del
hábeas corpus constituye un instrumento en cuya concreción están interesados, además del sujeto en
cuyo favor se interpone el petitorio, toda la sociedad.

Artículo 372. Juez competente.


“Será competente para conocer del hábeas corpus cualquier Juez letrado que tuviera jurisdicción en el
lugar donde se hubiera efectuado o se presuma que está por efectuarse la privación o restricción de la
libertad personal.”

Comentario:
Se adecua a lo establecido en la C.N. en cuanto otorga competencia, para entender en el hábeas
corpus, a cualquier juez letrado sin efectuar otra referencia. Sin embargo, el artículo procesal bajo
examen, limita la misma en razón del territorio, al establecer que podrá conocer el magistrado con
jurisdicción en el lugar donde se produjo o pueda producirse la afectación a la libertad ambulatoria.
De lo expuesto se puede inferir, que en un caso donde no se conozca o no exista precisión respecto del
lugar en donde se produce la actividad u omisión lesiva, la competencia se extenderá a toda la
geografía provincial.

Artículo 373. Denuncia.


“La denuncia podrá ser deducida en forma verbal, escrita o telegráfica, en cualquier día y hora, y deberá
contener:
1) nombre y domicilio real del denunciante;
2) nombre, domicilio real y demás datos personales conocidos de la persona en cuyo favor se denuncia;
3) autoridad de quien emana el acto que se afirma como lesivo;
4) causa o pretexto del acto que se afirma como lesivo en la medida del conocimiento del denunciante;
5) expresará además en qué consiste la ilegitimidad del acto.
Si el denunciante ignorara alguno de los requisitos contenidos en los números 2), 3) y 4), proporcionará
los datos que mejor condujeran a su averiguación.”

Comentario:
El precepto establece el contenido que debe reunir la denuncia de hábeas corpus, la que puede ser
formulada en cualquier momento y de modo verbal, escrito o telegráfico.
 INC. 1: si bien la ausencia de identificación por parte del denunciante no impide que igualmente
se le dé curso al hábeas corpus, cierto es que el requisito de la individualización deberá ser
requerido por el órgano jurisdiccional receptor, vinculándose ello con la eventual carga de costas
que pueda recaer sobre el peticionante, en caso de que sea rechazada la instancia.
 INC. 2: el requisito de la individualización hace a la efectiva operatividad del instituto, resultando
ello a veces fácilmente superable cuando el hábeas corpus sea correctivo o morigerador, ya que
la localización del afectado posiblemente resulte factible, mientras que si la denuncia la formula
un tercero y resulta preventivo, la escasa o nula identificación del presunto afectado tornará poco
fructífera la vía intentada.
 INC.3: deberán brindarse todos los datos posibles que permitan identificar a la Autoridad del que
se trate, pudiendo también mencionarse el lugar donde se presume que va a concretarse la
privación de libertad, si es que la misma ya no se encuentra restringida.
 INC. 4: el motivo por el cual se ordenó llevó a cabo el acto lesivo, es un dato importante que
orientará al órgano jurisdiccional receptor de la denuncia de hábeas corpus.
 INC. 5: deberá explicarse de modo claro y sencillo, los motivos por los cuales estimativamente
tornan ilegítimo al acto, ya que existen antecedentes jurisprudenciales que han negado el
carácter de hábeas corpus a escritos que no contenían tal previsión.

Artículo 374. Deber de recepción del juez e intervención del fiscal.


“El Juez ante quien se formulara la denuncia deberá recibirla y darle trámite de inmediato.
Presentada la denuncia se notificará al Ministerio Público Fiscal, quien será parte necesaria en el
procedimiento.”

Comentario:
El precepto comienza a regular el trámite sumarísimo que debe adoptarse para sustanciar la denuncia
de hábeas corpus, resultando todo ello tributario de los principios de concentración, simplicidad,
inmediatez y celeridad.
En tal sentido, el juez ante quien se introduzca la instancia, deberá recepcionarla y darle curso de
inmediato, lo cual demuestra claramente la nota de urgencia que aflora de la dinámica del proceso.
La segunda mitad del artículo, establece la participación necesaria del M.P.F., al que deberá notificarse
luego de que fuera recibida la denuncia. Dicha intervención resulta compatible con el rol designado a
dicho ministerio: control de la legalidad.

Artículo 375. Desestimación e incompetencia.


“El Juez rechazará la denuncia que no fuera procedente en virtud del artículo 370, si se declarara
incompetente remitirá las actuaciones al Tribunal que considere competente.
La resolución será apelable.
El Juez no podrá rechazar la denuncia por defectos formales, proveyendo de inmediato las medidas
necesarias para su subsanación, sin perjuicio de las sanciones que correspondan.”

Comentario:
El precepto establece 2 excepciones al imperativo funcional de pronto trámite por parte del órgano
jurisdiccional receptor de la denuncia de hábeas corpus:
1- Rechazo de la denuncia de hábeas corpus por improcedencia: puede suceder cuando el
magistrado considere que la hipótesis planteada en la participación de conocimiento no resulta
encuadrable en ninguna de las alternativas reguladas en el artículo 370. Cuando así sucediera,
el juez podrá disponer el rechazo in limine de la vía intentada.
En lo que refiere a la oportunidad para ejercer la facultad desestimatoria liminar, se sostiene que sólo
puede rechazarse por improcedente la denuncia de hábeas corpus en el momento establecido en la
norma bajo comentario, ya que cuando se hubiere dado curso a la misma, corresponde que el
procedimiento continúe hasta su regular epílogo.
2- Declaración de incompetencia: la regla jurisdiccional permite que la denuncia de hábeas corpus
pueda ser presentada ante cualquier juez letrado; sólo admite como limitación la pauta de
territorialidad, correspondiéndole entender a un magistrado del lugar donde se produjo o va a
producir el acto u omisión lesivos.
Cuando esto ocurriere, el juez deberá así declararlo por auto y remitirá de inmediato las actuaciones al
tribunal que considere competente, sin perjuicio de despachar las medidas urgentes.
El segundo párrafo establece la apelabilidad de la decisión jurisdiccional de rechazo o declinatoria de
competencia, de lo cual también se desprende el formato de auto que debe revestir la misma y la
necesidad de debida fundamentación. Los legitimados para recurrir resultan lógicamente el denunciante
y también el fiscal, conforme su rol de contralor de la legalidad del proceso y de la observancia de las
reglas de competencia.
La parte final del artículo impone la improcedencia del rechazo de la denuncia de hábeas corpus,
cuando la misma adolezca de defectos formales, debiendo incluso arbitrar las medidas que resulten
pertinentes para su subsanación.

Artículo 376. Auto de hábeas corpus.


“Cuando se tratara de la privación de la libertad de una persona, formulada la denuncia el Juez
ordenará inmediatamente o en un plazo que no excederá de diez horas, que la autoridad requerida,
presente ante él al detenido.
Solicitará además un informe circunstanciado del motivo que funda la medida, la forma y condiciones
que se cumple, si ha obrado por orden escrita de autoridad competente, caso en el cual deberá
acompañarla, y si el detenido hubiera sido puesto a disposición de otra autoridad: a quién, por qué
causa, y en qué oportunidad se efectuó la transferencia. Este informe podrá efectuarse verbalmente en
oportunidad de la audiencia donde se presenta al detenido, dejando constancia en acta.
Cuando se tratara de amenaza actual de privación de libertad de una persona, el Juez ordenará que la
autoridad requerida presente el informe a que se refiere el párrafo anterior.
Si se ignorara la autoridad que detenta la persona privada de su libertad o de la cual emana el acto
lesivo que sirve de base a la denuncia, el Juez librará la orden a los superiores jerárquicos de la
dependencia que se indique.
La orden se emitirá por escrito con expresión de fecha y hora salvo que el Juez considerara necesario
constituirse personalmente en el lugar donde se encuentre el detenido, en tal caso podrá emitirla
oralmente, pero dejará constancia en acta.
Cuando se tratara del mantenimiento manifiestamente ilegítimo de una privación de la libertad
inicialmente dispuesta por orden escrita de autoridad competente, se requerirá información sobre el
tiempo de detención y de toda otra circunstancia útil para el esclarecimiento de la causal invocada.”

Comentario:
a) Conocimiento personal del detenido: se le ordenará a la autoridad encargada de custodiar al
privado de libertad para que presente al mismo, en un lapso no superior a las 10 hs. Dicho
conocimiento de visu resulta una obligación del magistrado.
b) Pedido de informe a la autoridad bajo la cual se cumple la detención: además del comparendo
del detenido, se le solicitará a la autoridad requerida un informe, lo cual deberá constar en acta,
cuando se lo haga comparecer ante el juez.
c) Informe requerido a la Superioridad jerárquica: dicho informe está previsto para casos en que no
se conociera la Autoridad bajo la cual se encuentre la persona privada de libertad.
d) Forma del auto de hábeas corpus: * por escrito (la misma deberá precisar día y hora en que es
expedida y recepcionada, e implicará para la Autoridad requerida la citación para la audiencia
oral), * oralmente (puede ocurrir cuando el juez estime necesario constituirse personalmente en
el lugar donde esté ocurriendo la detención debiendo dejarse constancia en acta.)
e) Informe de la autoridad que hubiere ordenado inicialmente la privación de libertad: tiene lugar
cuando se invoque una prolongación manifiestamente ilegítima de una privación de libertad
dispuesta originariamente por orden de autoridad competente.

Artículo 377. Audiencia y resolución.


“La orden implicará para la autoridad requerida citación a la audiencia oral donde se dará lectura a la
denuncia y al informe. Luego, se interrogará al amparado y se proveerá, en su caso, a los exámenes
que correspondan, concediéndose la palabra a la autoridad requerida y al amparado, personalmente o
por intermedio de su defensor.
En el procedimiento de hábeas corpus no será admitida ninguna recusación, pero si el Juez se
considerara comprendido en una causal de excusación, así lo declarará, mandando cumplir la audiencia
ante el Juez que corresponda.
Si se estimara necesaria la realización de diligencias probatorias, el Juez las incorporará en el mismo
acto u ordenará que se produzcan a la mayor brevedad posible.
Finalizada la recepción de la prueba, se oirá a los intervinientes y se dictará inmediata resolución,
procediéndose a su lectura completa.
Podrá prescindirse de la audiencia cuando esta resultara innecesaria para el acogimiento de la
denuncia.”

Comentario:
El precepto regula la denominada audiencia de vista de causa, en la cual la autoridad que
oportunamente y según lo dispuesto en el artículo precedente, fue requerida para que en su caso
presente al detenido ante el magistrado y/o suministre el respectivo informe y también fuera citada en
dicha oportunidad a la audiencia oral.
Intervinientes en la audiencia: convocada la autoridad a la audiencia deberá concurrir a la misma, al
igual que el amparado y el fiscal, cuya participación es necesaria. El que también podrá asistir, aunque
su presencia no resulta obligatoria, es el promotor de la instancia, cuando el denunciante no hubiere
sido el propio amparado.
Respecto del defensor, si bien el mismo es mencionado, su presencia no se encuentra expresamente
prevista en la regulación local del hábeas corpus.
Obligatoriedad de la audiencia: la misma debe ser necesariamente convocada por el órgano
jurisdiccional ante el cual se formulara la denuncia de hábeas corpus, salvo que el magistrado
considerara que por lo invocado o por los elementos incorporados, haya evidencia suficiente como para
acceder a la instancia, supuesto en que podrá prescindirse de la referida audiencia.
Trámite de la audiencia: la sustanciación de la misma resulta análoga a la prevista para el juicio común,
aplicándose iguales criterios y directrices, en cuanto se trata de un juicio netamente adversarial y oral,
aunque por la materia objeto de debate se produce una mayor concentración de actos.
La nota de publicidad también se encuentra presente en el trámite, por lo que a la audiencia podrán
asistir terceras personas.
Requisitos y contenido de la audiencia: terminada la audiencia el juez dictará inmediatamente la
decisión, que deberá contener: día y hora de su emisión; mención del acto denunciado como lesivo, de
la autoridad que emitió y de la persona que lo sufre; motivación de la decisión; la parte resolutiva que
deberá versar sobre el rechazo de la denuncia o su acogimiento, caso en el cual se ordenará la
inmediata libertad del detenido o la cesación del acto lesivo; costas y sanciones; firma del juez.

Artículo 378. Sanciones y costas.


“El Juez podrá imponer hasta treinta días multa o arresto hasta diez días al funcionario responsable de
dilaciones o entorpecimiento en el trámite o al culpable del acto lesivo, sin perjuicio de la
responsabilidad penal que le corresponda. Las costas podrán imponerse al funcionario responsable de
dicho acto y en caso de ser rechazado el hábeas corpus, serán a cargo del peticionario.”

Comentario:
El precepto establece un régimen de sanciones aplicables facultativamente al funcionario que hubiere
sido considerado responsable, por parte del tribunal que hubiere intervenido en el hábeas corpus.

Artículo 379. Recurso.


“Podrá interponerse recurso de apelación contra la decisión del Juez que acoja o rechace la denuncia
de hábeas corpus.”
Comentario:
El precepto establece un régimen recursivo amplio, permitiendo la vía de la apelación en cualquiera de
los supuestos. Dicha amplitud resulta coherente con la bilateralidad inherente a todo proceso
adversarial, tanto en la sustanciación del debate como en la posibilidad de recurrir el pronunciamiento
dictado.

QUERELLA.

Artículo 347. Derecho de querella.


“Toda persona con capacidad civil que se pretenda ofendida por un delito de acción privada tendrá
derecho a presentar querella ante el Tribunal de Juicio.
Igual derecho tendrá el representante legal del incapaz, por los delitos cometidos en perjuicio de éste.
En todos los casos el querellante deberá actuar con patrocinio letrado salvo que él o su representante
fueran abogados.”

Comentario:
El precepto regula la legitimación activa del instituto, estableciendo que el derecho de querella puede
ser ejercido por el ofendido por un delito de acción privada.
El carácter señalado lo posee el portador del bien jurídico lesionado por la prohibición o mandato legal;
es decir, el titular del interés de tal índole que la conducta penalmente investigable ofende. De todos
modos cabe señalar, que el ofendido no es quien sufre un daño cualquiera a raíz del delito, sino, tan
sólo, quien porta en el contexto concreto el bien jurídico protegido por la norma penal de prohibición o
de mandato presuntamente infringida, por tanto el bien jurídico dañado o puesto en peligro, situación
que muchas veces se ha descrito con la fórmula adjetiva: directamente perjudicado por el delito.
La capacidad civil a la que alude la norma es la capacidad procesal para estar en juicio.
Respecto de la legitimación activa vinculada concretamente a la calumnia e injuria, la ley penal faculta la
acción al cónyuge, hijos, nietos o padres sobrevivientes, cuando la ofensa ocurrió en vida del titular del
bien jurídico protegido.
El último párrafo del artículo impone el patrocinio letrado, salvo que el propio ofendido o su
representante posean título de abogados, explicándose dicho recaudo en virtud de las particulares
características del juicio de querella, que necesariamente requiere para quien lo ejerza determinados
conocimientos técnicos.

Artículo 348. Unidad de representación.


“Cuando los querellantes fueran varios, deberán actuar bajo una sola representación si acumularan sus
pretensiones en un mismo juicio.”

Comentario:
El precepto impone la unificación de personería cuando todas las querellas se acumularan en un mismo
juicio. El fundamento de este imperativo legal radica en evitar dispendios jurisdiccionales si se
permitieran tramitaciones paralelas respecto de la misma cuestión, lo cual no sólo genera actividad
dispendiosa sino que puede derivar en pronunciamientos contradictorios.
Si bien la ley omite mención expresa, cabe señalar que la representación puede recaer en uno o todos
los letrados intervinientes. Cuando no hubiere acuerdo al respecto, el órgano jurisdiccional interviniente
de oficio, podrá ordenar la unificación.

Artículo 349. Acumulación de pretensiones.


“Cuando se tratara de calumnias o injurias recíprocas procederá la acumulación de las pretensiones en
un solo juicio.
Nunca se acumularán con las pretensiones que nacieran de delitos de acción pública.”

Comentario:
El precepto establece la obligación de acumular pretensiones cuando se entablen querellas por
calumnias o injurias recíprocas, lo cual apunta a la concentración, practicidad, seguridad jurídica, etc.
En orden a la parte final de la norma, la misma contiene la regla de inviabilidad de la acumulación de
pretensiones por hechos que originen acciones de distinta naturaleza, lo cual resulta lógico, atento la
diferente estructura y principios que gobiernan cada una de ellas, tales como la necesidad de una
investigación penal preparatoria para la primera de ellas y la ausencia o acotamiento de tal etapa para
la segunda.
Artículo 350. Forma y contenido de la querella.
“La querella será presentada por escrito con una copia para cada querellado, personalmente o por
mandatario especial, y deberá expresar para ser válida:
1) el nombre, apellido y domicilio del querellante y en su caso, también los del mandatario;
2) el nombre, apellido y domicilio del querellado, o si se ignorasen, cualquier descripción que sirva para
identificarlo;
3) una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho, con indicación del lugar, fecha y hora en que
se ejecutó, si se supiera;
4) la calificación legal del mismo;
5) las pruebas que se ofrezcan, acompañándose la nómina de los testigos con indicación del nombre,
apellido, profesión, domicilio y hechos sobre los que deberán ser examinados; los puntos a evacuar por
los peritos y documentos que obren en su poder; cuando la querella versara sobre calumnias o injurias,
el documento que a criterio del accionante las contenga, si fuera posible presentarlo;
6) la firma del querellante, cuando se presentara personalmente, o si no supiera firmar, la de otra
persona a su ruego, quien deberá hacerlo ante el Secretario.
Si del texto de la querella surgieran hechos que encuadraran en un delito de acción pública, se remitirá
copia de la misma al Fiscal a los fines que correspondieran.”

Comentario:
Se regula el modo que debe revestir el escrito de querella, destacándose aún más la importancia de
dicho acto a partir de que al faltar en dicho procedimiento, o estar muy acotada, la etapa de
investigación penal preparatoria, del mismo surge el objeto procesal y su respectiva delimitación,
quedan establecidos los límites objetivos y subjetivos del tribunal, las partes intervinientes, el derecho
invocado, etc.
Los requisitos que deberá contener la instancia introducida por quien pretende constituirse como
querellante y que expresamente exige la ley, son:
1- La querella debe ser presentada por escrito: debe ser utilizado el idioma nacional como requisito
de validez de la presentación.
2- Se deben acompañar tantas copias como querellados existan.
3- La presentación podrá ser efectuada por el propio legitimado (cuando el mismo fuera abogado) o
por mandatario especial, debiendo por lo tanto acompañarse el respectivo poder acreditando
dicho mandato.
4- Debe contener los datos personales del querellante, y en su caso, también del mandatario. Del
mismo modo, deben consignarse los datos personales del querellado o, si se ignorasen, las
circunstancias o elementos indicativos que sirvan para su identificación.
5- La descripción clara, precisa y circunstanciada del hecho y la respectiva calificación legal.
6- El ofrecimiento de todas las pruebas vinculadas con el mismo y que permitan sostener la
pretensión.
7- La firma del querellante o si no supiera firmar la de otra persona a ruego.

a) “Nombre, apellido y domicilio del querellante, y en su caso, también los del mandatario”; los datos
del querellante no pueden estar incompletos; en orden al domicilio deben indicarse tanto el real
como el legal cuando los mismos difieran.
La correcta individualización del actor penal hace al correcto ejercicio del derecho de defensa, pudiendo
surgir oposiciones relacionadas con la legitimación activa del mismo, especialmente si la acción se
vincula con calumnias e injurias.
b) “Nombre, apellido y domicilio del querellado, o si se ignorasen, cualquier descripción que sirva para
identificarlo”; este tipo de datos no requieren la precisión de los anteriores, aunque el querellado
deberá brindarlos del mejor modo posible si quiere que su pretensión prospere.
c) “Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho, con indicación del lugar, fecha y hora en
que se ejecutó, si se supiera”; este requisito es fundamental ya que delimita el objeto procesal,
permite demarcar los límites fácticos de la acusación y tiene además, estrecha relación con el
principio de congruencia, ya que condicionará el alegato final que llegado el caso deberá introducir
el actor en el debate y consecuentemente la sentencia que dicte al respecto el tribunal de juicio
interviniente.
La descripción fáctica deberá ser clara y precisa a los fines de permitir el correcto ejercicio del derecho
de defensa, pudiendo ser rechazado por inválido el escrito que no cumplimente suficientemente tal
recaudo.
d) “La calificación legal del mismo”; el querellante deberá subsumir en el tipo penal que capta la
conducta descripta y asignada al querellado. La omisión de tal requisito implica la invalidez de la
instancia, correspondiendo su rechazo.
e) “Las pruebas que se ofrezcan, acompañándose la nómina de los testigos con indicación del nombre,
apellido, profesión, domicilio y hechos sobre los que deberán ser examinados; los puntos a evacuar por
los peritos y documentos que obren en su poder; cuando la querella versara sobre calumnias o injurias,
el documento que a criterio del accionante las contenga, si fuera posible presentarlo”; resulta decisivo
para la suerte de la pretensión introducida por el actor penal, que el mismo ofrezca toda la prueba que
la sustente, siendo ésta la única oportunidad para hacerlo, ya que la investigación preliminar se limita
solamente a la individualización del querellado y la obtención de documentos utilizables en el juicio y
que el querellante no tuviere en su poder.
f) “La firma del querellante, cuando se presentara personalmente, o si no supiera firmar, la de otra
persona a su ruego, quien deberá hacerlo ante el secretario”; la suscripción de la querella debe estar
debidamente certificada o bien debe ser inserta la misma por el querellante enfrente del personal judicial
autorizado a tales efectos.

Aprovechabilidad subsidiaria del escrito de querella: dicha característica surge del último párrafo de la
norma, que establece la supervivencia del escrito de querella, en caso de que de su contenido surja la
presunta comisión de delitos de acción pública. Ante tal supuesto, el órgano jurisdiccional interviniente
deberá remitir copia al fiscal competente, a los fines que pudieren corresponder.

Artículo 351. Desestimiento expreso.


“El querellante podrá desistir en cualquier estado del juicio, sin perjuicio de su responsabilidad por sus
actos anteriores.”

Comentario:
En orden al desistimiento previsto, cabe señalar que una de las tantas derivaciones del carácter
dispositivo inherente al procedimiento de querella, además de permitir al actor penal la divisibilidad de la
acción penal, la que puede direccionar hacia todos o algunos de los eventuales querellados y en orden
al mismo hecho, resulta la posibilidad de renunciar a la pretensión penal en el momento que quiera,
facultad que puede ejercer hasta que adquiera firmeza la condena que hubiere sido dictada.
Cuando la renuncia se produjere de modo expreso durante el curso de un proceso ya iniciado, lo que se
extingue no es la pena sino la acción penal. En el ámbito civil, iguales efectos produce la renuncia a la
acción civil para la reparación del daño o cualquier convenio sobre su pago.
La parte final del artículo establece que tal renuncia no exime al querellante por sus actos anteriores.

Artículo 352. Desistimiento tácito.


“Se tendrá por desistida la acción privada:
1) cuando el procedimiento se paralizara durante un mes y el querellante no lo instara dentro del tercer
día de notificado del decreto por el cual se lo intima a impulsarlo;
2) cuando el querellante o su mandatario no concurrieran a la audiencia de conciliación o del debate sin
justa causa, la que deberá ser acreditada antes de su iniciación o en las horas hábiles del día siguiente;
3) cuando muerto o incapacitado el querellante, no compareciera ninguno de sus herederos o
representantes legales a proseguir la acción, después de tres meses de ocurrida la muerte o
incapacidad.”

Comentario:
El precepto regula el desistimiento presunto, también conocido como abandono de la querella, de la
acción penal por parte del querellante, ante determinadas conductas negativas de su parte.
Las causales que habilitan a tener por desistida tácitamente a la querella deben ser interpretadas
restrictivamente, conforme a la regla valorativa vinculada a toda disposición legal que limite el ejercicio
de un derecho conferido a un sujeto procesal.
a) INC. 1 Cuando el procedimiento se paraliza durante 1 mes y el querellante no lo instara dentro
del tercer día de notificado del decreto por el cual se lo intima a impulsarlo: esta hipótesis
requiere que la parte querellada inste el trámite y notifique debidamente el decreto ordenatorio.
b) INC. 2 Cuando el querellante o su mandatario no concurrieran a la audiencia de conciliación o
del debate sin justa causa, la que deberá ser acreditada antes de su iniciación o en las horas
hábiles del día siguiente: la justa causa podrá referirse a un impedimento físico; la ausencia o
insuficiencia de notificación para asistir a la audiencia o cualquier otro motivo que haya
imposibilitado el cumplimiento del acto. La carga probatoria incumbe al querellante.
c) INC. 3 Cuando muerto o incapacitado el querellante, no compareciera ninguno de sus herederos
o representantes legales a proseguir la acción, después de 3 meses de ocurrida la muerte o
incapacidad: el último supuesto alude a la no prosecución del trámite, por parte de ninguno de
los herederos o representantes legales del querellante, dentro de los 90 días posteriores a que el
mismo hubiere fallecido o hubiera quedado incapacitado.

Artículo 353. Efectos del desistimiento.


“Cuando el Tribunal declarara extinguida la pretensión penal por desistimiento expreso del querellante,
se dictará el sobreseimiento del querellado y se le impondrán las costas, salvo acuerdo de partes al
respecto. Cuando el desistimiento fuera tácito, el Tribunal dispondrá el archivo de las actuaciones, con
costas a cargo del querellante.”

Comentario:
El precepto regula las consecuencias del abandono de la querella, previendo el sobreseimiento (en caso
de que aquél fuera expreso) y el archivo (cuando fuera tácitamente).
Producido el desistimiento expreso del querellante, debe dictarse el sobreseimiento. Por su parte, a la
hora de decidir el modo de resolver los supuestos de desistimiento tácito en el juicio por delito de acción
privada, se adopta el criterio según el cual corresponde dictar un archivo.
Respecto de las costas, el último párrafo establece que en el caso del desistimiento expreso del
querellante, se dictará el sobreseimiento del querellado y se le impondrán las costas, salvo acuerdo de
partes al respecto, mientras que en el caso de desistimiento tácito, se dictará archivo con costas a cargo
del querellante.

Artículo 354. Tribunal interviniente.


“Durante el procedimiento previo a la apertura del juicio y en el debate, intervendrán distintos jueces.”

Comentario:
El precepto establece que el juez que deba intervenir en la etapa del juicio no puede conocer de
antemano los elementos probatorios que se ventilarán en el mismo y con la regla que impide la múltiple
intervención de un mismo magistrado en diferentes estadios del proceso.
Como se puede apreciar, la norma bajo comentario resulta de vital importancia en el nuevo
ordenamiento, en cuanto establece para los juicios ordinarios la intervención de dos ámbitos
jurisdiccionales diferentes: durante la I.P.P., interviene el juez de la I.P.P., mientras que el plenario se
lleva adelante ante el tribunal de juicio uni o pluripersonal. Dicha división jurisdiccional, hace al debido
proceso constitucionalmente consagrado, evitando la intervención de magistrados que participaron en
etapas anteriores y recepta la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a través de los
precedentes Llerena, Fraticcelli, etc.

Artículo 355. Investigación preliminar.


“Cuando el querellante ignorara el nombre, apellido o domicilio del autor del hecho, o debieran
agregarse al procedimiento documentos que no estuvieran en su poder, podrá solicitar al Tribunal las
medidas de investigación preliminar para individualizar al querellado o conseguir la documentación.”

Comentario:
Regula un limitado y acotado período de investigación preliminar, que tiene por finalidad completar los
datos faltantes en el escrito de querella, tendientes a individualizar y permitir la localización del
querellado.
Respecto de la naturaleza de la investigación preliminar, la doctrina ha señalado que “este
procedimiento no tiene el alcance de la I.P.P., sino el de una mera información sumaria”.

Artículo 356. Audiencia de conciliación.


“Presentada la querella, se convocará a las partes a una audiencia de conciliación, remitiendo al
querellado una copia de aquella. A la audiencia deberán asistir los defensores. Cuando no concurriera
el querellado, se declarará la apertura del juicio.”

Comentario:
Establece la obligación del juez ante quien se presentó la querella, de convocar a las partes a una
audiencia a los fines conciliatorios.
El artículo establece los recaudos que deben cumplirse para el trámite de conciliación, debiendo
acompañar a la notificación copia de la querella y de la documentación respectiva que fuera presentada
por el actor penal, imponiéndose la obligación de asistencia de los letrados representantes de las
partes.
Cabe señalar las consecuencias que origina la ausencia de las partes a la audiencia conciliatoria. Si el
que faltare es el querellante, opera la causal de desistimiento tácito; en caso de que falte el querellado,
el juez deberá hacerlo constar de tal modo en el acta y disponer en la misma la apertura del juicio.

Artículo 357. Conciliación y retractación.


“Cuando las partes se conciliaran en la audiencia o en cualquier estado del juicio, se dictará
sobreseimiento y las costas serán en el orden causado, salvo acuerdo de partes al respecto. Si el
querellado se retractara en la audiencia o en la apertura del juicio, se le dictará sobreseimiento y las
costas quedarán a su cargo.”

Comentario:
 Conciliación: acuerdo a que arriban dos partes enfrentadas sobre una cuestión que resultaba
controvertida, para evitar un pleito o desistir del ya iniciado. Puede suceder esto en un juicio de
querella, en la misma audiencia para la cual fueron convocadas o durante cualquier estado del
juicio, pudiendo ocurrir hasta que adquiera firmeza la sentencia que al respecto se dicte. Las
consecuencias que genera la conciliación en materia de costas consiste en que cada una de las
partes afronta las que hubiere causado.
 Retractación del querellado: revocar expresamente lo que se ha dicho; se prevé la retractación para
casos de calumnias e injurias, señalando la doctrina que la retractación no es una pena, sino que es
una forma de evitar ésta, ya que se trata de una excusa absolutoria que se fundamenta en el
arrepentimiento del autor que busca reparar el delito. La misma puede ser válidamente efectuada
durante la audiencia de conciliación o en la primera audiencia del juicio. En caso de suceder ello, el
querellado deberá ser sobreseído y afrontara las costas que hubiere generado el juicio.

Artículo 358. Medidas de coerción.


“El querellante podrá solicitar, antes de la apertura del juicio, medidas de coerción personal o real contra
el querellado, las que procederán conforme a las disposiciones de este Código.”

Comentario:
La norma bajo comentario habilita al querellante a solicitar, desde la presentación de la querella, y hasta
la apertura del juicio, las medidas coercitivas que estime necesarias y que al respecto se encuentran
previstas.
Se desprende la excepcionalidad de la prisión preventiva en este tipo de procesos, en virtud de que la
misma procede no sólo cuando existan elementos que vinculan al querellado con los hechos que se le
endilgan, sino también cuando se estime que la pena que razonablemente pudiera corresponder en
caso de condena sea de ejecución efectiva.

Artículo 359. Citación a juicio.


“Si el querellado no concurriera a la audiencia de conciliación o no se produjera ésta o la retractación,
será citado para que comparezca a juicio en el día y hora que se fije para el comienzo del debate.”

Comentario:
El precepto regula las posibilidades que pueden suscitarse luego de que el querellado sea convocado a
la audiencia de conciliación.
1) El querellado no concurre a la audiencia: si bien no existe disposición expresa, en caso de que
justifique su inasistencia, la audiencia podrá ser convocada nuevamente.
2) Habiendo concurrido a la audiencia, no se produce la conciliación entre las partes: verificado el
no acuerdo, el trámite prosigue automáticamente.
3) No hubiere retractación por parte del querellado: tal alternativa puede suceder solo en el caso de
calumnias e injurias y debe ser suficientemente explícita para ser considerada tal.
4) La retractación formulada por el querellado es rechazada por el querellante: la retractación
puede ser rechazada por el querellante y no obstante ello ser considerada admisible por el
órgano jurisdiccional interviniente, lo cual generará el sobreseimiento de quien se retractara,
afrontando además las costas del proceso.

Artículo 360. Normas del debate.


“Se aplicarán las normas del debate común y del procedimiento abreviado con las modificaciones del
presente Capítulo.
En la sentencia que se dicte para los casos de calumnias e injurias cometidas por medio de la prensa,
el Tribunal ordenará si lo pidiere el ofendido la publicación del pronunciamiento a cargo del condenado,
si es posible, en el mismo medio, en el mismo lugar y con los mismos caracteres del artículo injurioso o
calumnioso.
Esta disposición será también aplicable en caso de retractación.”

Artículo 361. Presencia del imputado.


“Si el querellado no concurriera a la apertura del debate, a pedido del querellante se ordenará sea
traído por la fuerza pública, suspendiéndose el comienzo del debate hasta tanto se lograra su
comparendo.”

Artículo 362. Excepciones.


“Abierto el juicio, el querellado podrá plantear excepciones verbalmente, las que serán resueltas en la
audiencia.”

Artículo 363. Facultades del querellante.


“El querellante tendrá similares facultades y obligaciones que correspondientes al Ministerio Público
Fiscal respecto de los delitos de acción pública, y podrá ser interrogado como testigo.”
Comentario:
Si bien la norma alude a obligaciones, debe destacarse una diferencia entre los acusadores, ya que
mientras el fiscal ejerce la acción penal y sustancia la I.P.P. con cierta discrecionalidad, pero estando
enmarcada su actuación por el respeto a la ley; en tanto el querellante no se encuentra compelido a
actuar de ese modo, ya que su accionar se encuentre subjetivamente orientado.

Das könnte Ihnen auch gefallen