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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRES Estudiante: Miguel Adonay Soria Helguero

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Doc. Lic. Jimena Portugal


CARRERA DE ARQUEOLOGIA Materia: Arqueología del Viejo Mundo I

ACTIVIDAD 3 (Final)

1.- Realizar un mapa con los sitios arqueológicos del Paleolítico Superior, diferenciando con
colores la expansión de cada una de las industrias de éste periodo.
(Elaboración propia en base a HISTORIE (S/d) WIKIPEDIA (S/d), SOCIALIhizo (s/d)1)

2.- Elaborar un cuadro comparativo con las industrias del Paleolítico Superior, mencionar sitios,
tipos de artefactos y otros aspectos culturales como el arte y la vivienda, incluir imágenes.

Duración Sitios Artefactos Arte/vivienda Imágenes


Magdaleniense de 15.240 La estación Artefacto de sílex El hombre busca más
a 9.700 epónima es la gran pesados y mal refugio en las cuevas,
gruta de La retocados, sin y la lucha dura y
Madeleine, ninguna relación difícil por la
municipio de descrita en el alimentación se hace,
Tusac (Dordoña, periodo siempre a base de
Francia) precedente. …son caza y pesca.
Borchevo-Ucrania técnicamente La vida cavernaria
inferiores a los impuso la necesidad
auriñacienses, del alumbrado y de
pero en cambio combustión de
“Pico de loro” (Comas,
adquiere gran materias grasas; es
Op.cit:136)
auge el trabajo en posible que la mecha
hueso, cuerno y haya sido de material
marfil. vegetal. L
Hay un tipo Debieron emplearse
peculiar de buril el arpón para
llamado “pico-de- capturar en los ríos
loro” (Bec-de- grandes peces como
perroquec) el salmón; al huir el
...los útiles animal una vez
conocidos como herido quedaba
“taladros” o atrapado y a veces
perforadores también por la
(dobles o sencillos cuerda vegetal a que
) El instrumento estaba unido. Se
típico es el arpón utilizó, igualmente,
o sea un pequeño para la caza, existen
cilindro en cuerno pinturas … con “Lámpara de piedra
de reno sobre el escenas de caza con calcárea”
Arpones magdaleniense según Breuil (Comas
Ibid.:140) (Comas, Ibid.137)
1
HISTORIAE (s/d) CARACTERÍSTICAS DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR Consultado
enhttps://historiaeweb.com/2014/05/06/caracteristicas-paleolitico-superior/ fecha: 21/11/2019
hrs:16:29
WIKIPEDIA (S/d) SOLUTRENSE Consultado en
https://es.wikipedia.org/wiki/Solutrense#/media/Archivo:Homo_Sapiens_in_Europe_-
_solutrean_distribution_map-fr.svg Consultado 21/11/2019 a hrs 16:15
SOCIALHIZO (s/d) ARTE MUEBLE Y RUPESTRE PALEOLÍTICO Consultado en
https://www.socialhizo.com/entretenimiento/arte-cultura/arte-mueble-y-rupestre-paleolitico
Consultado en 21/11/2019, hrs 16:24
Benazzi S., Slon V., Talamo S., Negrino F., Peresani M., Bailey S. E., Sawyer S., Panetta D., Vicino G.,
Starnini E., Mannino M. A., Salvadori P. A., Meyer M., Pääbo S. y Hublin J.-J. (2015) citado por Fernández
J.M Auriñaciense PALEOANTROPOLOGIA HOY. Viernes, 24 de abril de 2015. Consultado en
http://paleoantropologiahoy.blogspot.com/2014/11/aurinaciense.html
Fecha:22/11/2019, hrs:10:29 a.m
cual se tallaban esta arma. (Op.cit.:
una o dos hileras 137)
de dientes
Solutrense de 18.940 Su nombre -La punta de hoja
a 17.920 procede de la de laurel (ver 1 y
estación Solutré 2 fig. de lado)
(Saone-et- Loire- - La punta de
Francia) muesca (menos
La cultura abundante que la
solutrense es muy anterior) (ver 3
limitada más la figura de lado)
auriñaciense, los raspadores
En el suroeste, en triangulares, los
España y raspadore-buriles,
Portugal, al Este los buriles, los
en estaciones de perforadores,
Ofnet (Baviera), En hueso, 1.era
Bocksein y aguja para coser,
Sirgenstein
(Würtemberg),
Szeleta (Hungría),
Wierzchow
(Polonia), Laminas líticas solutrense, 1 y 2 punta hoja
Kostienki de Laurel, 3 punta muesca (Comas Op.
(Ucrania) entre cit.:134)
otros.
Gravetiense de 26.200 el perigordiense2 El Perigordiense
a 20.830 (de Perigord-la inferior, con
Dordoña puntas de
Francesa) que Chatelperron
incluye tipos contiene bueriles
peculiares de mediocres,
instrumentos raspadores,
líticos conocidos perforadores y
como gravetiense picos (el bec)
(La Gravette-La piezas truncadas,
Dordoña- Francia) así como
y numerosos
chatelperroniense utensilios
(de Chatelperron- musterienses…o
Francia) Levallois.
Además de punta
La Gravette, el
Perigorsiense
superior, contiene
raspadores de
láminas poco
retocadas o de
muy bellas
lascas…

2
Otras autores como lo indica Denise de Sonneville- Bordes (1973:90) no hacen mención del Gravetiense
en cambio una clara distinción entre Perigordiense y Auriñaciense, En palabras de Sonneville-Borda: “La
clasificación del Paleolítico superior se debe a Breuil y a Peyrony para la región clásica. El ciclo de las
industrias auriñaco-perigordienses que ocupa el comienzo es más complejo de lo que se creía …(Ibid)
utensilios
especiales,
puntas de La
Font-Robert,
elementos trunco,
burieles de
Noailles. EL
Perigordiense
inferior no ha
aportado ninguna
obra de arte y
pocos utensilios
en hueso, mientras
el Superior
proceden, en
general la “Venus
auriñacienses”. El
Perigordiense
inferior es
relativamente
raro, tiene una
extensión muy
restringida
limitada al
Sudoeste y al Este
(Chatelperron y
Arcy-sur Cures)
mientras el
Superior es más
abundante y se
extiende más.
(Sonneville &
Borda 1973:91)
Auriñaciense de 32.300 Haute Garonne el raspador Cabeza de caballo
a 28.850 (Francia) aquillado, las base de alimentación
Gagarino – grandes lascas con (Comas 1971:128)
Ucrania. Cuevas fuertes retoques cabañas
de Izturitz (Bajo marginales, las semienterradas
Pirineos-Francia) láminas u hojas
a) el perigordiense con escotadura
(de Perigord-la sencillas o dobles,
Dordoña los buriles de
Francesa) punta arqueada,
(La Gravette-La las puntas
Dordoña- Francia) pedunculadas,
y entre otras.
chatelperroniense Punzones o
(de Chatelperron- utensilios,
Francia) ; b) el estuches y
auriñaciense recipientes
propiamente tubulares (para
dicho ; c) el ocre rojo)
grimaldiense adornos: collares,
(Cuevas de brazaletes, dientes
Grimaldi-Italia) perforados

Hoja estrangulada &


Venablos de base
hendida (Sonneville &
Boas (1973:93)
El Auriñaciense “Flauta
típico auriñaciense” -
ampliamente instrumentos
difundido llega líticos conocidos
hasta en la como
Península, en la Gravetiense
Gruta de
Fossellone del
Monte Circeo. En
el Valle del río
Danubio, se
distingue del resto
de Europa pues la
punta de hueso
base hendida es
acompañada del
lítico.
(Sonneville &
Bordes Op. cit.
No sólo los
numerosísimos
yacimientos de
Francia, sino en
España,
Inglaterra,
Bélgica, Italia,
Alemania,
Austria, Hungría,
Polonia, Ucrania y
Rusia; Siberia y
Asia central
(Comas Op.
cit.133)
Chatelperron De 31.910 Según Comas
a 29.950 (Op.cit.:132) este
se incluye en el
Perigordiense y a
su vez este sería
parte del Puntas tipo Chatelperron “Auriñaciense
auriñaciense. Inferior” (Comas Ibid, 128)
(Elaboración propia en base a Clark 1969 citado Comas 1971:127-135)

3.- Elaborar una línea de tiempo, donde se puedan ver los periodos glaciales e interglaciales
relacionados al Paleolítico Superior y sus industrias líticas.

Una cronología del Paleolítico Según Comas (1971) el Paleolítico Superior de Europa Occidental,
basada en determinaciones de C14 obtenidas de estaciones prehistóricas de Francia, Alemania y
España (J.G Clark, 1969:66). Resumidas así:
Würm 2 Post-glaciar Inicio Würm III (Comas, Op. cit::75)
Interfase 1 Paleolítico
Würm1 Superior 30 a 40.000
40.000 a.C
Interestadio 2 (Comas Ibid
(Movius Würm II
1960:374 citado 75)
por Comas
Op.cit) años(Comas Op.cit.:75)

Magdaleniense
de 15.240 a 9.700 BP
Solutriense

de 18.940 a 17.920 BP
Interestadio I Gravetiense

de 26.200 a 20.830 BP
Auriñaciense

de 32.300a 28.850 BP
Chatelperron o
Perigordiense

De 31.910 a 29.950
Musteriense
final-
Levaloisiense
final
Glaciares Área Alpina Norte-Europa Norteamérica PERIODOS
En años
Glaciación Post-glaciar Poste-glaciar (Wisconsin) Neolitico 25.000 (Comas 1971:45)
Pomerania Mesolitico 10.000 (Op.cit.75)
Paleolítico 30- 40.000 a (Comas,
Supérior Op.cit.;75)

Würm 3 Masuria
Interfase 2 Brandengurgo Paleoítico
Vístula
Würm 2 Rixdorf Medio (20%) 90.000 (Comas, 1971:47)
Interfase 1 Warthe 80.000 a -10.000 (Biogeo.)
Würm1
Paleolítico
medio
(Elaboración propia en base a Soria 2019, Actividad 1, Comas 1971: 45-50,75 Biogeo 3)

3
Fuente: BIOGEOGRAFIA-GLACIACIONES DEL PLEISTOCENO. Consultado en http://sue-
moshiper.blogspot.com/2011/10/glaciaciones-del-pleistoceno.html
, fecha:26/09/2019. hrs:9:44 a.m citado por Soria (2019)
Estas y otras divergencias cronológicas, en cifras absolutas, están sujetas a rectificaciones y
varían además para otras zonas europeas (Movius, Hallan, 1960 y 1961)

4.- Describir los modos técnicos I, II, III y IV. Explicar cómo se relacionan a los periodos del
Paleolítico y cuáles de sus industrias. Se puede complementar con imágenes.

5.- Según el artículo de Martínez y Mendoza “El arte de morir: una aproximación a las
concepciones del deceso humano en el Paleolítico Superior europeo”, explicar y ejemplificar los
dos tipos de tratamiento mortuorio durante el Paleolítico Superior: la dispersión y desaparición
del difunto; y su preservación y retención.

a) Según Martínez & Mendoza (2017: 40)la dispersión sería el alejamiento o fragmentación del
cuerpo del difunto para que se pierda, por ejemplo esto se refleja en lo registrado en pueblos
cazadores-recolectores contemporáneos de muy diferentes partes del globo; pues, “no sólo la
frecuente práctica del depósito o abandono de los cuerpos en el medio natural” ya sea
colgándolos en los árboles, elevándolos en palafitos o dejándolos meramente sobre el suelo; es
decir su dispersión y virtual invisibilización por los medios naturales, sino que también las ideas
que a ello se asocian suelen vincularse con la extinción o alejamiento de los muertos.4 Otros
ejemplos, son que en la India hay lugares donde se abandonan el cuerpo del muerto para que
los buitres devoren sus restos mortales; ya que tiene una espiritualidad que reencarnarían en
animales.

b) En cambio la preservación y retención como su nombre lo indica es la práctica de conservar


el cuerpo del fallecido y/o parte del mismo, e incluso fabricar amuletos, adornos entre otros
para que el difunto “no se aleje” del mundo terrenal.

Según los mencionados autores, “su resguardo intencional de sus restos mortales es la expresión
del deseo de retener a personas caídas” y se preguntan de no haberse pretendido conservar, al
menos una parte de las personas difuntas, es decir, su identidad, una fuerza vital o tan sólo su
memoria…. para qué se habrían de portar como aretes los restos humanos modificados que se
encuentran en sitios como La Combe, la Grotte des Hyènes, Abri Pataud, Dolni Vĕstonice y la
Grotte du Pape?”(Ibid. 41)

O por qué habrían de depositarse los cuerpos de los muertos en los mismos espacios en que se
habitaban sino es para mantenerlos cerca de sus seres queridos, como sucede en los
yacimientos de Abri de Cromagnon, La Crouzade, La Combe, la Grotte du Pape, Peştera Muierii,
Mladeč, Krems-Wachtberg o Pavlov (Ibid.41)

De la misma manera para qué habría de colocárseles eventualmente en espacios tan


significativos como las cavernas ornadas de Caviglione, Cussac, Isturitz, Paglicci, du Placard,
Nerja, Bédeilhac, Veyrier, La Combe, Romanelli o Riparo del Romito (Pettitt 2011:152-153 …)

4
Sin embargo, no se pretende que la práctica de la exposición o abandono de los cadáveres esté
necesariamente vinculada a las ideas del “reciclaje y el alejamiento de los muertos”. Los autores
mencionado ejemplifica esto en los pueblos yumanos de baja California “pretendían alejar a los difuntos
cremando sus cuerpos” (URIARTE 1974); los kwakiutl tenían prácticas parecidas pero su intención era lo
contrario que al menos, “una parte de la persona difunta pudiera regresar” (MACLEOD 1925:122; Mauzé
1994:180-188). Los comanches también buscaban alejar a sus fallecidos pero, en vez de exponer los
cuerpos, preferían depositarlos en cuevas lejos de la vista de las personas y cubrirlos con piedras (Wallace
y Adamson 1995:202-205).(Martínez & Mendoza 2017:40)
De dicha última práctica, se infiere que los difuntos continuaran participando activamente en
los asuntos terrenales. La idea central que lee entre líneas es: “aun cuando los muertos hayan
dejado de ser plenamente humanos, éstos siguen siendo parte del grupo y, como tales,
continúan velando por su bienestar ya sea que les atribuyan funciones regenerativas o les
adjudiquen la capacidad de mantener el orden social.” (Martínez & Mendoza, Op cit.:42)

Por ello, los cadáveres suele seguir una serie de normas de etiqueta como su depósito en
espacios claramente reconocibles a los que, por lo general, se ha de volver para continuar
socializando con ellos, un ejemplo sin ir lejos son las Ñatitas paceñas en el contexto de la Paz-
Bolivia que son las calaveras en general robadas de los cementerios a las que se les rinde culto
o adoración con el objetivo de pedir favores al alma del difunto como ser dinero, amarres de
amores entre otros. Este tipo de fenómenos ha sido registrado tanto en sociedades estatales,
como los merina, los antiguos egipcios o los incas ampliamente (Bloch 1981:138-140 entre
otros). Numerosos pueblos indígenas del mundo realizan estas prácticas… a lo que se denomina
“el culto a los ancestros”, y sólo puede desarrollarse en «sociedades avanzadas» o dotadas de
cierta jerarquía; se puede encontrarlo, sin embargo, en algunos cazadores-recolectores, como
los yaruros de Venezuela o los negritos del sur de Asia, prácticas y creencias semejantes (Edicott
1979:38, entre otros) (Ibid.)

6.- En base a las lecturas propuestas desarrollar dos de los incisos, exceptuando el de la
exposición realizada:

a) En base al artículo de Belén Carmona “La representación de la mujer en el Paleolítico de la


Península Ibérica”, describir la importancia de la representación de la mujer en el Paleolítico
Superior y los cambios en el tipo de representaciones femeninas en relación a la cronología
(Auriñaciense al Magdaleniense).

El estudio de Carmona (2014)5, se basa en los estudios de Delporte (1982), Leroi-Gourhan


(1968), Ripoll (1957), Corchón (1981) o Angulo y García (2005), y cataloga las imágenes de la
mujer prehistórica partir de análisis temático-formales en tres grandes categorías,
representaciones humanas naturalistas, regiones sexuales abreviadas o símbolos, y
antropomorfos, en los que se incluyen los perfiles. La segunda categoría pertenece a la de
imágenes que pueden estar “relacionadas con el acto sexual y el parto”. Estos ejemplos de
imágenes encontradas en el Paleolítico de la Península Ibérica, han sido catalogados, en
ocasiones, bajo el criterio propio de la autora, al no encontrarse en la bibliografía información.
(Ibid. 5)

Los esquemas tipológicos o estilísticos más empleados son los propuestos por Breuil y Leroi-
Gorhan. A pesar de ser estudios antiguos, las cuestiones terminológicas y estilísticas siguen
siendo válidas. No así, la problemática cronológica, en discusión tras el desarrollo de los sistemas
de datación absoluto. (Carmona Op.cit.:7)

Breuil propuso dos ciclos evolutivos para la pintura rupestre; Auriñaco-Perigordiense, se


vinculan las manos negativas, claviformes, formas de discos, figuras de grandes animales rojos
de trazo ancho, dibujos lineales en rojo y amarillo y figuras en tinta plana. El segundo es el
Solutreo-Magdaleniense, con predominio del color negro, aparecen motivos bícromos, los
contornos transmiten el detalle de la anatomía del contorno exterior, el interior se rellena de

5
Carmona González B. LA REPRESENTACIÓN DE LA MUJER EN EL PALEOLÍTICO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
(2013-2014)Trabajo Final de la Carrera de Arqueología de Universidad de Barcelona
líneas que sugieren masa corporal y volumen, la prospectiva es correcta y en general de sentido
naturalista (Breuil en Delporte 1979, 23).(Ibid)

Siguiendo a Leroi-Gorhan citado por Carmona (Op. cit.:8), existe una diversificación pictórica:

El estilo I (32.000-25.000 BP) se compone de trazos simples y muy esquemáticos, comprende


arañazos (griggon nages), representaciones de órganos sexuales, sobretodo vulvas y
raramente falos, y algunas figuraciones animales reducidas a cabezas y partes anteriores muy
mal dibujadas.

El estilo II (25.000-20.000 BP) de figuras desproporcionadas de contorno, con extremidades


apenas esbozadas, la línea cervicodorsal muy torcida, una perspectiva encorvada y sin detalles
anatómicos secundarios. A este estilo pertenecen figuraciones femeninas bajo la forma de
estatuillas o de esculturas en bajo relieve.

El estilo III (20.000-16.000 BP) presenta más detalles anatómicos y mayor grado de proporción.

Finalmente el estilo IV, que divide en antiguo (16.000-13.000 BP) y reciente (13.000-11.000 BP)
que está integrado por animales con proporciones correctas, contornos modulados y detalles
anatómicos y volumen corporal. En este estilo se ven figuraciones humanas variadas, aisladas o
participando en escenas. (Ibid.:8)

Según Leroi-Gourhan (1968, 68-69), ve algunas pautas con respecto a los grabados en las
paredes y plaquetas de Occidente considerándolas como femeninas. Los más antiguos se
corresponden con mujeres enteras o simples figuraciones de pubis o vulvas antes su abstracción
simbólica. Las mujeres vistas de frente se encuentran en el Graveto-solutrense y
Magdalensiense III. Otras femeninas de lado aparecen en Occidente en el Auriñaciense muy
evolucionado. La tipología de perfil predomina en el Magdaleniense.

Mientras, Delporte (1979, 25-26) en función de la naturaleza, técnica y estilo, realiza cuatro
grupos para distinguir las figuraciones humanas del Paleolítico superior. En un primer grupo
incluye a las figuraciones esquemáticas de una parte determinada del cuerpo humano, como
órganos sexuales, vulvas y falos o manos, simbolizadas en su mayoría en el Auriñaciense. (Ibid.8)

En el segundo grupo integra figuraciones pintadas o grabadas de antropomorfos, muy sintéticas


y toscas que por lo general no presentan indicación sexual alguna, representadas
particularmente en el Magdaleniense. Entre estas figuraciones están las llamadas hibridas. En
el tercer grupo incluye las figuraciones masculinas, con sexo claramente representado y el
cuarto figuraciones de carácter femenino que pertenecen a técnicas varias, en especial las
llamadas Venus. (Ibid.:9)

Carmona (Op.cit.:10), desde planteamientos etnográficos, neuropsicológicos, semiológicos y


estructuralistas se han plantean explicaciones acerca del significado del arte paleolítico. Las
principales explicaciones son las denominadas, del arte por el arte, la magia de la caza o magia
simpática, el totemismo, el chamanismo y la simbología sexual.

La teoría del arte por el arte del siglo XIX se basaría en creer que las obras estaban realizadas
bajo un sentimiento de querer satisfacer una necesidad estética, sin trascender más allá. (Ibid)

Reinach fue el primero en concebir la explicación mágica de la caza o simpática, basándose en


datos etnográficos. Consideraba el arte como una expresión de una espiritualidad muy
rudimentaria que se manifestaba a través de las prácticas mágicas. Su esencia pretende
equipara la imagen con lo representado. A través de estas imágenes mujeres y hombres del
Paleolítico trataban de obtener la seguridad en la caza y los dones de la naturaleza como los
animales. La presencia de las Venus paleolíticas y signos sexuales femeninos, sugerían a Breuil
la existencia de “una magia complementaria”, a la que denominó de la fertilidad o fecundidad,
encaminado a ampliar por medio de la magia no solo el número de animales sino también el de
seres humanos (Angulo y García, 2005). (Ibid.10)

Carmona (Op.cit.:11) destaca la “teoría del dualismo sexual o simbología sexual”. En los años
60s, Laming-Emperaire (1962) y Leroi-Gourhan (1968), plantean dicha teoría en la cual “el
significado del arte debe basarse en el análisis del propio arte”, cuestionando el uso de paralelos
etnográficos, es decir no es un estudio evolucionistas, sino “sincrónico”. La decoración de cuevas
y abrigos responde a una elección y asociación intencional de temas, que reproducen un
esquema de organización de las “cavernas-santuario” que las figuraciones y signos que aparecen
en “el arte parietal no han sido realizados aleatoriamente sino que obedecen a unas pautas.”
Comprueba que cierta temática se repite y le hace pensar que pudo dominar en el arte un tema
configurado como “un dualismo de oposición” entre un elemento masculino (bisonte) y un
elemento femenino (Caballo)” (Ibid. 11)

La presencia conjunta en los yacimientos de Laussel, Angles-sur l'Anglin y la Magdelaine, de la


mujer y el bisonte, le hace suponer en una asociación entre la mujer y el bisonte, atribuyéndole
al cuadrúpedo un significado masculino. En este emparejamiento se halla también en otros
yacimientos subterráneos como es el caso de “las mujeres bisonte de Pech-Merle”. (Ibid. 12)

La “asociación mujer-caballo” la observaba en otras representaciones como la de Le Portel. El


caballo reflejaría el principio femenino. Constata el emparejamiento frecuente de ciertos temas,
especialmente el bisonte y el caballo. Estos temas responderían hechos míticos o relatar el
origen y la historia de la humanidad y sus relaciones con los animales, o ser una antigua filosofía
en la que cada especie animal o humana tiene su lugar. Para la autora, la división sexual debió
de ser el elemento primordial. Las figuras parietales no eran el resultado de la adición repetida
sin sentido…de elementos aislados, representaban composiciones.

Los paleolíticos componían grupos de animales y utilizaban la yuxtaposición o la superposición


como composición. (Ibid. 12)

Así, los animales representados en una mayor frecuencia son los caballos o bisontes, por lo que
concluye que tendría que tratarse de dos temas yuxtapuestos, A y B respectivamente. Esta
repetición de temas emparejados reproduciría “un sistema dual” [a la manera andina del
chacha-warmi]. El resto de animales, complementarios, son clasificados según su situación en
el santuario. (Ibid.12) En conjunto se representaría como un sistema metafísico basado en “la
oposición y la naturaleza complementaria” de los dos sexos. (Ibid.13)

La representación femenina en el Paleolítico se representa de varias formas, desde las muy


simples y con carácter abreviado, como las vaginas o los claviformes, que representarían
regiones sexuales, normalmente área pubiana, senos y vagina, hasta otras formas complejas.
Las formas complejas pueden estar representadas por siluetas o contornos que describen
perfiles femeninos en los que destacan las formas de las caderas, las nalgas y en ocasiones los
senos. Otras veces son absolutamente realistas, como las representaciones femeninas
esculpidas o exentas, conocidas popularmente como Venus, o las que se realizan sobre las
paredes de abrigos y cuevas mediante relieve, grabado o pintura. (Ibid.14)

Así, este tipo de figuraciones de lo femenino aparecen en todas las fases del Paleolítico
superior, pero algunos modelos gráficos tienden a repetirse en periodos concretos. Por lo
general, “las diferentes formas de representar a la mujer están muy difundidas, aunque existen
peculiaridades regionales según el tipo de soporte y el tipo de representación” (Angulo y García,
2005). (Ibid.15)

Las figuraciones femeninas abarcan una cronología muy extensa. Las “vaginas auriñacienses”
florecen hacia los 33.000 BP. Por lo que respecta a las figuraciones estilizadas del
Magdaleniense terminal hay que situarlas al menos en el ámbito franco-cantábrico, hacia
11.000 BP. Figuradas en las paredes de las cuevas o en el arte mueble, realistas o estilizadas, las
figuraciones femeninas han ocupado, la casi totalidad de la duración del Paleolítico superior,
aunque en el Solutrense, no se conocen prácticamente figuraciones femeninas, no se sabe si
debido a condiciones técnicas, por el empleo de materiales perecederos o por el resultado de
divergencias culturales o psíquicas (Lacalle 2011, 309) (Ibid.15) Tal vez en este último periódico
se dio los primeros signos de “puritanismos” en el arte solutrense.

Es en el Gravetiense donde se encuentran una mayor concentración de estas representaciones


femeninas, concretamente las llamadas Venus, encontradas en todo el ámbito europeo
occidental, que presentan más o menos un cuerpo completo. No se muestran manos, pies,
rasgos faciales y representan con mucha atención pechos, nalgas, sexo, estómago y tejido
adiposo de la cintura pélvica [obesidad]. Delporte (1979) realizó un inventario de la
representación femenina en el arte prehistórico con su obra “La imagen de la mujer en la
prehistoria”, anteriormente ya se había inventariado este tipo de representaciones femeninas
en los años 40s, (Hançar, Passemard) de manera general de las representaciones conocidas y
catalogadas.

En la Península Ibérica, los motivos observados, se encuentran representados son los esquemas
de representaciones femeninas abreviadas como vaginas, claviformes o laciformes, “frente a
la extraña ausencia de Venus paleolíticas”. (Ibid.15)

También se puede encontrar en menor número siluetas y contornos de perfil simplificados,


principalmente de época Magdaleniense y algunos pocos ejemplos de figuraciones
antropomórficas bestializadas, de perfil y frontales, mayoritariamente de sexo masculino.
(Ibid.16)

Las estatuillas, denominadas comúnmente como Venus, parecen corresponder a las


figuraciones de imágenes femeninas que encuentra la autora del presente documento en el arte
mueble y extendidas uniformemente por toda Europa, desde los Pirineos hasta el área siberiana
entre el Perigordiense y el Magdaleniense medio. Estas Venus exhiben únicamente uno o dos
esquemas figurativos —figuras hipertrofiadas de configuración losángica, y otras de tipo esbelto
menos detalladas, alargadas o rectangulares—, en buena medida explicables por los
condicionamientos impuestos por la forma y cualidades físicas del soporte (Delporte, 1979). Las
primeras corresponderían a mujeres desnudas de formas macizas, con carácter sexual muy
acentuado, destacando los senos, caderas y vaginas y con rostros apenas esbozados. Las
segundas corresponderían a otros criterios de mayor estilización.

Aunque se ha escrito mucho sobre dichas estatuillas. Un hecho que si que concierne
actualmente, es que en la Península Ibérica no se hayan localizado ninguna de estas
representaciones a excepción de dos dudosos casos.

Desde el punto de vista iconográfico se puede encontrar un paralelo de este tipo de


representaciones en la cabeza humana modelada sobre un canto de cuarcita (fig.2), de 124 x
84 x 68 mm. (Ibid.17) en asta de ciervo en la cueva de El Pendo (fig.3), descubierta por el Dr.
Carballo, que le incluye en la calidad de Venus. Se trata de un bastón de mando, trabajado en
asta de ciervo, encontrado en los niveles Solutrenses, que representa una escultura femenina.
(Ibid. 18)

La simbología asociada al sexo femenino, según Carmona (Ibid.21) partiendo de la base de que
algunos símbolos representados en el Paleolítico puedan tener un significado cognoscible, la
autora encuentra que los signos denominados “claviformes y vulvas”, en una más clara
asociación con el sexo femenino en las representaciones de la Península Ibérica: Las claviformes
en perspectiva de Leroi-Gourham (1968, 453-455), las considera “abstracciones reducidas de
significado femenino”, pertenecientes al estilo IV antiguo.(Ibid.21)

En 1970 Jordà propuso una novedosa interpretación para estos signos claviformes de Altamira,
a partir de su paralelismo con objetos de arte mueble, en especial las Venus gravetienses, esta
comparación junto con la situación de los signos en las superposiciones del gran panel de
Altamira, haciendo que el autor datara los claviformes en el Gravetiense o Perigordiense
superior (Jordà en Balbín y Moure, 1985) (Ibid. 21)

Estos claviformes, o perfiles glúteos, según Gourhan (1992), son fácilmente reconocibles como
perfiles femeninos, que considera como un renacer en el Magdaleniense por la “atracción a las
nalgas” ya expresadas en las figuras del Gravetiense. Durhard (1998) señala al respecto, en el
final del Magdaleniense, “las nalgas tienden a simbolizar el carácter sexual femenino principal,
sino único”. (Ibib.22)

Por su parte Balbín & Moure señalan que estos perfiles no sólo se pueden encontrar en el
Paleolítico superior Inicial, ya que se pueden localizar grabados o esculturas con un grado de
estilización parecido al de los claviformes en episodios más modernos de distintos yacimientos
europeos (Balbín y Moure 1985, 26).

En el panel central de la cueva de El Pindal (Asturias) se puede ver la asociación más frecuente,
bisonte-caballo, acompañada de signos diversos. Este es un ejemplo de cueva sencilla. Según
Gourhan son signos de tipo masculino; las serie de signos claviformes serían signos de tipo
femenino (veáse la fig.5). No todas las cuevas tienen el esquema del panel central tan claro
como ésta.(Ibid.22)

Gourhan denomina un Signo acoplado, formado al unificar en un mismo idiomorfo una línea o
bastoncillo (masculino) con un claviforme (femenino). Los motivos de la Galería B donde se
encuentran los claviformes pertenecerían al estilo IV y han sido datados de época
Solutreomagdaleniense (Echegaray y Ripoll, 1953).

La segunda categoría que trata la autora, es decir, las regiones sexuales abreviadas, “vulvas” , la
compone las representaciones parciales, los órganos sexuales femeninos. Estas, suelen surgir
con un elevado grado de abstracción en grupos de arte parietal, aunque también en el arte
mueble, representando al sexo masculino en los bastones de mando o en el centro de
asociaciones temáticas de signos muy elaboradas y repetidas (óvalo-flecha = vagina-falo, con
animales como el oso, el caballo entre otros) (Ibid.25)

Dentro de lo que supondrían los signos o idiomorfos, se encuentran las denominadas vulvas,
que vendrían a representar esquemáticamente el órgano sexual femenino.

Estas se observan de manera continua desde el Auriñaciense (La Ferrassie, Abric Cellier) hasta
el Magdaleniense, continuando su forma durante todo el Paleolítico superior y aunque no
constituyen una tipología abundante, se presentan bajo distintas formas, siempre muy
explícitas, que tienden a agruparse entre sí, como ocurre en Angles-sur-Anglin, La Ferrassie o
Tito Bustillo. Estas representaciones muestran una extensión geográfica extensa, desde la
Península Ibérica hasta Maszycka (Polonia) y Kostenki (Rusia). En la Península Ibérica son
destacables las partes femeninas de Tito Bustillo (Ribadesella, Asturias) que manifiestan
paralelismos con otras análogas del área cantábrica (La Lluera II, Micolón, El Castillo) y del
suroeste francés (Anglessur-Anglin, Abri du Poisson, La Ferrasie) (Angulo y García, 2005).
(Ibid.25)

Existe un consenso al considerar que estas “aberturas” representarían el esquema formal de la


representación femenina más abreviada desde Breuil y tan solo discutida por Bahn (Bahn, 2010).
Si bien, ciertos investigadores como Angulo y García, entenderían que es más correcto hablar de
regiones pubianas con “detalles vulvares” en lugar de “vulvas” (Angulo y García 2005, 79).

Existen otras representaciones vulvares o aberturas femeninas datadas en las primeras fases
del Paleolítico Superior, que relacionan las series de puntos a concavidades naturales que
recuerdan a la vagina. Actualmente investigadores describen estas formas como
representaciones de vulvas en que el hueco representa de manera explícita el carácter de la
vagina (Angulo y García 2002, 87). Esta asociación de líneas de puntos y pequeñas hornacinas
de la pared, está presente en otras cuevas de oriente de Asturias y Occidente de Santander (La
Riera, Mazaculos II, Chufín) y a veces se le ha querido conceder significación vulvar (Balbín y
Moure, 1981).(Ibid.27)

Escoriza y Castro (2011, 112) contemplan estas denominadas vulvas como dudosas y debaten
las cualidades que a ellas se les dan como reproductivas, rituales o eróticas. Piensan que estas
categorías anulan la sexualidad femenina como su forma de expresión al no considerar que
estas imágenes puedan haber sido realizadas por y para las mujeres. (Ibid.27)

En la cueva de Tito Bustillo, Ribadesella, Asturias, se encuentra dentro del denominado conjunto
III, el llamado “Camarín de las Vulvas” que, junto a numerosas puntuaciones rojas, contiene
representaciones abreviadas del sexo femenino (vulvas) de igual color. (Ibid. 28)

Aunque en una primera instancia las representaciones del Camarín de las Vulvas fueron situadas
a momentos magdalenienses, en la actualidad y en función de paralelos formales y estilísticos,
se les atribuye una cronología anterior, en momentos antiguos del Paleolítico Superior (Pascua,
2012). (Ibid.28)

Dichas representaciones vulvares (Beltran y Berenguer) consideradas de carácter para


invocación mágica a la fecundidad que debió tener la ejecución de estas pinturas (Berenguer,
1985) y desde mediados de la década de los 70s Balbín y Moure (1981) trabajaron en la
investigación de las ilustraciones de la cueva.(Ibid.28)

En resumen, se encuentran 24 figuras que se caracterizan por utilizar el mismo tipo de pintura
roja y por la presencia de numerosas representaciones genitales, en mayor o menos grado de
estilización. Se encuentra representaciones de vulvas plenamente realistas (fig.7). Figuraciones
reducidas o esbozadas que se limitan al perfil circular o ligeramente oval y a la hendidura
vulvar. Finalmente también podemos encontrar alienaciones de puntos en torno a una oquedad
natural. Este orificio, está bordeada por un grupo de puntuaciones rojas en el margen
izquierdo que lleva una triple línea de puntos, que se convierte en simple en el derecho. (Ibid.28)
b) En base al artículo “Investigación paleoantropológica de los fósiles neandertales del El Sidrón
(España)” Rosas et. al., describir las líneas de investigación y principales resultados.

Según Rosas et al. (2015)6 el singular estudio en 13 trabajos de campo, en la “Galería del Osario
de la cueva de El Sidrón” (Asturias, España), en el campo de las investigaciones
paleoantropológicas realizadas en la especie homo neandertal, con más de 2550 restos, a los
que hay que aumentar las 400 piezas de industria lítica musteriense y los muy escasos restos de
fauna; asociación que hace de este yacimiento un lugar único. “Análisis sedimentológicos,
tafonómicos y estructurales del karst aclaran que el depósito fosilífero se encuentra en posición
secundaria y procede, por desplazamiento en masa, de una galería/abrigo de un nivel superior”.
Todas las partes del esqueleto están constituidas y se han identificado 13 individuos: 7 adultos
(3 masculinos, 4 femeninos), 3 adolescentes (2 masculinos, 1 femenino), 2 juveniles masculinos
y un infantil. En la actualidad, la colección de El Sidrón constituye de lejos la muestra de
neandertales más cuantiosa y diversa de la Península Ibérica y permite abordar estudios
sistémicos sobre el tempo y modo de aparición de los caracteres derivados en el linaje
neandertal. La investigación interdisciplinar paleobiológica iniciada abarca los diferentes niveles
de organización biológica, desde los anatómicos macroscópicos al molecular. En este último
destaca especialmente, el genético,” la extracción de secuencias de ADN, con participación de
El Sidrón en los proyectos Genoma y Exoma Neandertal”, además de la caracterización de los
“haplotipos de ADN mitocondrial de 12 individuos”. Los resultados genéticos, ratificados por
datos osteológicos, delimitan a los neandertales de El Sidrón como un grupo homogéneo, con
estrechos lazos familiares entre sus individuos. Finalmente, las numerosas evidencias del
tratamiento antrópico de los restos hacen de El Sidrón un ejemplo paradigmático de prácticas
de canibalismo entre los neandertales. (Rosas et al. (2015) 77-78)

Un resultado fundamental alcanzado mediante el análisis de muestras de ADNmt de El Sidrón


ha sido la determinación de nexos familiares estrechos entre los individuos del grupo (Lalueza-
Fox et al., 2011a). En particular, los hombres comparten todos el mismo haplotipo mitocondrial
mientras que todas las mujeres lo tienen distinto. Este hecho permite dos inferencias clave. Por
un lado, que se trata de un grupo neandertal con estrechos lazos familiares, en especial entre
los varones. Y por otro que tales grupos practicarían la estrategia de la patrilocalidad. Es decir,
la permanencia de los hombres en el territorio paterno y el cambio de grupo de algunas mujeres
jóvenes (Lalueza-Fox et al., 2011a y b). (Rosas et al. 2015:84)

Cabe enfatizar la preservación de elementos esqueléticos susceptibles de relacionarse a un


mismo individuo con posible asociación en esqueletos parciales (juveniles 1 y 2). Tal
circunstancia permite abordar estudios conjuntos de crecimiento dental, cerebral y postcraneal
en un mismo individuo, situación muy poco frecuente en otros yacimientos con fósiles
humanos (Ibid.85-86)

Como elemento que engloba dichos aspectos se encuentra la determinación del ritmo de
crecimiento en los individuos neandertales; “vital para esclarecer cómo y cuándo se establece
en la evolución de los homínidos el peculiar y lento desarrollo ontogénico de los humanos
modernos”, el eslabón perdido en el universo adaptativo de nuestra especie.(Ibid. 86) La
determinación de la edad cronológica (o calendárica) de los individuos mediante técnicas de

6
En Cuaternario y Geomorfología (2015) Consultado en www.rediris.es/CuaternarioyGeomorfologia,
fecha 23/11/2019, hrs:7:53 a.m
histología dental, ofrece un estándar contra el que comparar el desarrollo y maduración
biológica de diferentes sistemas anatómicos.

Finalmente, en cuanto a la dieta y Paleoecología, en el estudio tratado, la dieta del grupo


neandertal de El Sidrón, se ha ejecutado mediante el análisis de la microtextura del esmalte
dental en la cara oclusal de los molares, revelando una dieta mixta de carne y vegetales (muy
abundante en este grupo y no necesariamente del estereotipo del “neanderthal caníbal”)
(Estalrrich et al., en prep). Además, se han realizado estudios sobre los microcontenidos
atrapados en el cálculo dental o sarro de estos sujetos. El sarro funciona a modo de una trampa
de partículas de los alimentos o bien que han pasado por la boca del organismo bajo análisis.
“Los estudios de Hardy et al. (2012) han revelado el consumo de vegetales, la inhalación de aire
cargado de humo y el empleo de plantas con fines terapéuticos, como la manzanilla y la aquilea.”
Incluso podría especularse de algún neanderthal “naturista”, “vegetariano” ya que en la India se
cree que había sociedades que sólo comían vegetales hace más de 4.000 años, tal vez herencia
de estos grupos… como la homeopática7 y la medicina herbolaria. También, han identificado
“restos de madera de conífera no comestible en la mujer identificada como Adulto 5” (Radini et
al., en prensa), tal vez consumían plantas toxicas para matar los parásitos intestinales como lo
hacen los pueblos indígenas tsimane’ y mosetén de la amazonia boliviana… y bitumen (sustancia
viscosa frecuentemente empleada como pegamento natural para enmangar herramientas) en
el individuo masculino Adulto 2 (Hardy et al., 2012). (Ibid. 87-88) Sin duda falta como lo señalan
los autores mucho trabajo por hacer ante semejante “yacimiento” de excepcional tamaños y
riqueza Paleoantropología.

Bibliografía
Carmona González B. (2014) LA REPRESENTACIÓN DE LA MUJER EN EL PALEOLÍTICO DE LA PENÍNSULA
IBÉRICA
(2013-2014)Trabajo Final de la Carrera de Arqueología de Universidad de Barcelona

Comas J. (1971) Introducción a la Prehistoria general. Textos Universitarios. Universidad


Nacional Autónoma de México- México D.F

De Sonneville- Bordes (1973) “La Edad de Piedra”. EUDEBA. Editorial Universitaria de Buenos
Aires

Martínez González R. & Mendoza Straffon L (2017) “EL ARTE DE MORIR. Una Aproximación a
las Concepciones del Deceso Humano en el Paleolítico Superior Europeo” Revista: ESPACIO,
TIEMPO Y FORMA SERIE I · PREHISTORIA Y ARQUEOLOGÍA, 10 ·-2017 Disponible en: DOI:
http://dx.doi.org/10.5944/etfi.10.2017.18952

7
Medicina caracteriza por utilizar remedios con sustancias, plantas entre otros en muy poca cantidad y
proporción…[definición propia]
Rosas, A.(1); Estalrrich, A.(1); García-Tabernero, A.(1); Huguet, R.(2); Lalueza-Fox, C.(3); Ríos,
L.(1); Bastir, M.(1); Fernández-Cascón, B.(1; Pérez-Criado, L.(1); Rodríguez-Pérez, F.J.(1);
Ferrando, A.(1); Fernández-Cerezo, S.(1); Sierra, E.(1) y de la Rasilla, M.(4) (2015), Investigación
paleoantropológica de los fósiles neandertales de El Sidrón (Asturias, España) En Cuaternario y
Geomorfología, 29 (3-4), págs. 77-94. Disponible: Cuaternario y Geomorfología
www.rediris.es/CuaternarioyGeomorfologia

Soria M.A. (2029) Actividad 1. Materia. Arqueología de Viejo Mundo I. Carrera de Arqueología.
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS. UMSA. La Paz- Bolivia

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