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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

UAPA

ESCUELA DE NEGOCIOS
CARRERA DE CONTABILIDAD EMPRESARIAL

TEMA:

LOS ACTOS HUMANOS Y SUS COMPONENTES

PRESENTADO POR:

REYLIN MENDOZA SANCHEZ


17-5138

ASIGNATURA:

ETICA PROFESIONAL

FACILITADOR:

WANDY VARGAS

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS


REPÚBLICA DOMINICANA
Tarea IV- Los Actos Humanos y sus Componentes.

Estimad@s participantes:
I-) Para la elaboración de esta actividad puedes consultar las páginas 90- 103
de su libro de texto Manual de Ética Profesional. También puedes consultar,
Internet, libros, diccionarios enciclopédicos, recuerda citar 3 fuentes
bibliográficas)

Actividad

I- Realice un resumen de 2 páginas sobre Los Actos Humanos y


sus Componentes, en dicho resumen debes abarcar los
siguientes criterios:

Son aquellos que proceden de la voluntad deliberada del hombre; es decir, los
que realiza con conocimiento y voluntad. En ellos interviene primero el
entendimiento (que conoce el objeto) y luego la voluntad (que lo busca o lo
rechaza). En estos casos el hombre es dueño y responsable de sus actos. Sólo
en los actos humanos puede darse valoración moral.

No todos los actos que realiza el ser humano implican responsabilidad. Sólo
somos responsables de aquellos actos que realizamos libre y voluntariamente.
Un acto es voluntario cuando lo deseamos o queremos. Por eso, se dice, con
razón, que la voluntad es un apetito de la razón. En donde el ser humano no
actúa libremente, allí no puede darse lo moral o la moralidad. La libertad es
aquella condición del acto humano por virtud de la cual el individuo es dueño
de su hacer o de su dejar de hacer.

El tema de la libertad tiene una decisiva importancia en la ética, ya que sin ella
esta disciplina es prácticamente imposible. La libertad es la fuente de donde
surgen todas las significaciones y todos los valores del ser humano. El
concepto de libertad es inseparable del concepto de responsabilidad. Sólo un
ser dueño al menos parcialmente de sus deseos y de sus actos, puede ser
considerado como responsable, y el grado de su responsabilidad es
estrictamente proporcional al grado de su libertad. La libertad humana es una
exigencia de la naturaleza. Es un hecho natural. No es un derecho que regala
la constitución del país, ni un privilegio de los estados democráticos. Somos
libres, porque somos seres humanos. La libertad es, después de la vida, el más
fundamental de los derechos humanos.

La voluntad es la aptitud de decidir y ordenar la propia conducta. Propiedad


que se expresa de forma consciente en el ser humano y en otros animales para
realizar algo con intención de un resultado. La voluntad es fundamental para el
ser humano, pues le dota de capacidad para llevar a cabo acciones contrarias
a las tendencias inmediatas del momento. Sin voluntad no se pueden lograr
objetivos planeados.

La fuerza de voluntad libera a las personas de las cadenas de su propia


debilidad, como son la pereza, el mal genio, o la inconstancia. Hace a la
persona más libre.

Toda acción humana tiende necesariamente a un fin, porque la razón de


existencia de la voluntad es alcanzar un fin con los actos, y porque la razón de
existencia de un acto es el fin. Toda acción voluntaria tiende, de forma explícita
o implícita a un fin último, pues los Bienes apetecidos guardan todos una
jerarquía en la que siempre hay un Bien que no tiene otro superior. Dado que el
fin último sacia completamente el apetito de Bien, no pueden existir dos fines
últimos que satisfagan dicho requisito, por lo que el fin último es único. El ser
humano, por su doble naturaleza espiritual y material, está llamado a expresar
por su libre voluntad la alabanza a la Gloria divina en representación de todas
las criaturas materiales.

La vida humana en cuanto comportamiento se concibe así como una pirámide;


hay actos que siempre se ejecutan por los otros: son los que están en la base
de la pirámide. Pero estos últimos tampoco se cumplen por sí mismos, sino, a
su vez, por otros, y así sucesivamente. La serie, sin embargo; no es infinita. En
lo alto de la pirámide hay un bien, y sólo uno, que nunca es tomado como
medio, sino que, a la inversa, es aquél por el que todo lo demás es hecho. Este
fin estaría in intentione en el origen de toda nuestra actividad, orientándola y
dirigiéndola.

Que el hombre tenga que hacer su vida significa, dicho negativamente, que
ésta no le es dada hecha. Una descripción, en términos operacionales, del
comportamiento humano, en contraste con el comportamiento animal, nos
aclarará la distinción entre una vida como faciendum y otra como factum. El
comportamiento vital, lo mismo del hombre que del animal, es desencadenado
por un estímulo.

Las situaciones humanas, aunque irrepetibles y únicas, presentan entre sí


semejanzas. Lo que nos importa ahora subrayar es que, paralelamente a la
moral como estructura en el sentido antropológico, hay que hablar también de
una moral como estructura en sentido socio-cultural. Pues es verdad que nos
hacemos a nosotros mismos, pero también lo es que la sociedad en que
vivimos y el mundo histórico-cultural a que pertenecemos condicionan, en
muchos casos decisivamente, nuestro quehacer y en definitiva nuestro ser
moral y, por tanto, en buena medida que no nos exime nunca completamente
de responsabilidad individual nos hacen.

En un curso de la Ética Profesional no podemos prescindir de la teoría de la


imputabilidad jurídica del mismo, de los valores fundamentales conocidas por
todos con el nombre de derecho y de deber, que por necesidad juegan un
papel importantísimo en la relaciones humanas de todo profesional.

La imputabilidad entraña en sí los mismos elementos que hemos visto entrar en


la composición del acto humano: el conocimiento y libertad. O lo que es igual,
la conciencia de lo que se hace y la liberación de todo condicionamiento. La
palabra imputabilidad es sinónimo de “conciencia” o de “responsabilidad”.
Todos tenemos la obligación de rendir cuenta de los propios actos delante del
tribunal competente.

Logre comprender que es necesario el estudio de la moralidad para


comprender la naturaleza de las relaciones posibles entre las acciones
humanas y lo que constituye su fin. Los actos que realizamos es el modo en
que nos movemos respecto del fin de nuestra vida. Cada acto que realizamos
nos acerca o nos aleja de ese fin, estos están dirigidos por normas, que
provienen de antecedentes culturales, costumbres y valores que abarcan todas
sus acciones, normas que no siempre tienen un contenido de valor moral.
En cuanto a la valoración de los actos según los principios o fuentes de la
moralidad, hay que tener en cuenta que el bien consiste en la posesión de
todos los elementos requeridos para la plenitud de un ser; y el mal, en cambio,
en la ausencia de alguno de ellos.

Y pues la determinación de la bondad o malicia de los actos humanos se hace


por los elementos que los integran: El objeto, el fin y las circunstancias. Estos
elementos no intervienen todos de la misma manera, cuando determinan la
moralidad de los actos humanos buenos y la de los actos malos.
Bibliografía

http://cuatrimestral.uapa.edu.do/pluginfile.php/1163284/mod_resource/content/2/E%E2%95
%A0%C3%BCtica%20profesional%20cap%206..pdf

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