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Queremos dejar claro -en primer lugar- nuestro rechazo absoluto al modelo de gobierno tirano
y neo marxista del presidente Nicolás Maduro, un maduro que ha sido un mal discípulo de
Chávez (un comandante Chávez que, a su vez, resultó ser un mal discípulo del inolvidable
general argentino Juan Perón). A la muerte de Chávez -en marzo de 2013- su vicepresidente y
sucesor (lo mismo que en España fue sucesor de Franco -a título de Rey- Juan Carlos I, en
noviembre de 1975), Maduro venía de una Revolución Bolivariana que ya tenía muy poco -o
nada- que ver con esa una Tercera Posición iberoamericanista -que desde Canal TLV1 de
Argentina y desde el GRUPO Tribuna de España defendemos- y, por el contrario, había abrazado
con fuerza el ideologismo marxista aggiornado de Fidel Castro (otro pésimo discípulo del cada
día más vigente pensador español José Antonio Primo de Rivera, cuyas Obras Completas tenía
por libro de cabecera mientras duró la guerrilla para derrocar a Batista).
Por otra parte, el imperialismo de los EE.UU. jamás toleró al comandante Chávez por su política
exterior independiente, enfrentada y no subordinada a EEUU y al Nuevo Orden Mundial (como
demuestran sus posturas en cuestiones geopolíticas a lo largo de 20 años en Irán, Iraq, Palestina,
Libia y Siria y, más recientemente, respecto a Rusia y China).
Por eso EEUU ya probó con su fallido “Golpe de Estado” contra el presidente Hugo Chávez de
abril 2002 (que contó con el apoyo del gobierno derechista español de José María Aznar, tal y
como reconoció, dos años después, el canciller español Miguel Ángel Moratinos).
Pero ya ni eso sabe hacer bien el Establishment decadente yanqui (hasta los golpes de estado -
en lo que llegaron a convertirse en excelentes maestros- les salen mal; y eso contando con que
en 2002, EE.UU. -en el “Golpe de Estado” contra Chávez- contaba con un pacto tácito de los
gobiernos de Argentina, España, Francia, México y Brasil para emitir una declaración conjunta
reconociendo al presidente golpista.
Tanta exaltación comunista del Régimen Bolivariano olvidó lo más importante: cuidar la
esencia nacional, el espíritu patriótico: y eso en economía se llama velar, defender y
engrandecer tu propia moneda. Ya desde la era del comandante Chávez, Venezuela debiera
haber acordado la venta de su petróleo en BOLIVARES. No a EEUU (principal comprador) sino a
la Unión Europea, a China, a India... Si así hubiera actuado, el Bolivar estaría ejerciendo como
DIVISA. La defensa de la propia moneda (algo tan ideológico, tan difícil de comprender para
un marxista -como los dos presidentes que ha tenido la Venezuela Bolivariana- tan prioritario
en esa Tercera Posición iberoamericanista -que desde Canal TLV1 de Argentina y desde el
GRUPO Tribuna de España defendemos- es un tema sumamente importante: absolutamente
prioritario. El no saber hacerlo es lo que les costó la cabeza -en 2003 y 2011, respectivamente-
a Saddam y a Muamar: ninguno de los dos entendió que para hacer esto resultaba
imprescindible tener sólida alianza MILITAR PREVIA con Rusia y/o China, las únicas
superpotencias interesadas en hacer de contrapeso de EE.UU.)
Y ¡qué decir de una España!, no sólo una nación sin moneda propia y obligada al euro, sino que
–además- vendió su soberanía económica al Banco Central Europeo con la reforma
constitucional del año 2011 (pactada entre los dos grandes partidos del putrefacto Régimen del
78, PP y PSOE), una reforma, para mayor descaro, en la que, los dos grandes partidos del
sistema, entregaban a la Unión Europea la Soberanía Económica de España, ¡sin consultar al
pueblo en referéndum!, como establece y obliga la propia e inservible Constitución Española.
El presidente Maduro tampoco supo entender que en Iberoamérica, los globalizadores -que
tienen como "arma política" a la socialdemocracia (la que fuera aggiornada en 2001 por la
London School of Economics de Anthony Giddens para el Partido Laborista de Tony Blair, a la
que bautizaron como "Third Way")- cuando se cansan de “pedalear” por la izquierda (Felipe
González, Zapatero, los Kirchner, Lula y Dilma, Pepe Mújica, Bachelet), comienzan a “pedalear”
por la derecha (Aznar, Rajoy, Macri-Temer, Bolsonaro-Piñera...).
Y mientras tanto, creyéndose inmune a todo, cada vez más distanciado de un pueblo
venezolano al que ya no es posible exprimir más, un Nicolás Maduro ¡disfrutando de las
prebendas en el Palacio Miraflores!
Mientras pensaba que seguía teniendo el amplísimo soporte popular que tuvo su predecesor,
Hugo Chávez y al mismo tiempo que el pueblo venezolano comenzaba, no sólo a padecer
restricciones sino -incluso- a pasar hambre, la realidad le pasó por encima al presidente Maduro:
la llegada al poder de Trump, el BREXIT, el ocaso de los Kirchner, la caída en Brasil del Partido de
los Trabajadores, los continuos y absurdos enfrentamientos diplomáticos con una España
imprescindible intermediaria entre Venezuela y la Unión Europea (tanto con gobiernos de la
derecha del PP, como de la izquierda del PSOE) el auge de Soros, los tejes y manejes de sus
traicioneros "socios" de la OPEP ¡y de manera muy especial, a una implacable Arabia Saudí que
jamás perdona), y la tremenda influencia de los lobbies sionistas.
Y, por si no tuviera suficientes enemigos en el mundo, la intromisión del Régimen Bolivariano en
la política española, con la financiación ilegal de Podemos, perdiendo -para siempre- cualquier
alianza, no sólo con el PSOE sino con toda la socialdemocracia europea (más allá de los intentos
del protagonismo personal en política internacional del inútil expresidente español Rodríguez
Zapatero).
Tanto el presidente Macri en Argentina, como el presidente ¡no elegido por el pueblo español!
Pedro Sánchez (lo mismo que hiciera su antecesor, por la derecha, Mariano Rajoy), sus políticas
no obedecen más que al estricto cumplimiento de la agenda globalista del Nuevo Orden Mundial
(en Argentina: la AMIA, la seguridad interior, el ARA San Juan, Patagonia, Mar Argentino,
Antártida… y compartiendo con España Deuda Pública, Aborto, LGTBI, Ideología de Género,
inmunidad de la Pederastia, Narcotráfico, Mafia Judicial, Poder Bancario…)
Así las cosas y desde un planteamiento ideológico de Tercera Posición iberoamericanista –que
desde ambos lados del Atlántico Canal TLV1 de Argentina y el GRUPO Tribuna de España
compartimos- queremos mostrar nuestro enérgico rechazo a la situación de extrema necesidad
a la que ha llevado al pueblo venezolano el presidente Nicolás Maduro.
Pero, igualmente, condenamos de manera inequívoca el nuevo “Golpe de Estado” que EE.UU.,
la masonería internacional y el sionismo pretenden ejecutar en Venezuela con el
autonombramiento presidencial de Juan Guaidó, un esbirro al servicio exclusivo de la agenda
globalista del Nuevo Orden Mundial y a las órdenes directas de los intereses internacionales de
EE.UU. e Israel.
Tanto Canal TLV1 de Argentina, como el GRUPO Tribuna de España, somos conscientes de
nuestra tremenda limitación de recursos y nuestra nula posibilidad de intervenir -como
desearíamos- en defensa del pueblo venezolano, nuestros hermanos que padecen una situación
límite.
A falta de medios materiales y humanos para “librar otras batallas”, somos conscientes de que
tenemos en nuestras manos “una Bala de Plata”: la capacidad de incidir en el pensamiento de
millones de personas de todas las naciones hispanohablantes, que hartos de soportar la
injusticia diaria, comienzan a despertar buscando “algo” diferente al neoliberalismo y al
marxismo.
Por eso vamos a seguir ahí, manteniendo la bandera de la independencia y el rigor periodístico,
sin arrodillarnos ante nadie que no sea Dios nuestro Señor, plantando cara a “los amos del
mundo” y defendiendo esa imprescindible Tercera Posición iberoamericanista -que desde Canal
TLV1 de Argentina y desde el GRUPO Tribuna de España mantendremos hasta el último de
nuestros suspiros-.
Estamos con el pueblo venezolano, nuestros hermanos, para quienes deseamos -lo mismo que
en nuestras propias naciones- un futuro de paz, libertad, dignidad y soberanía, basado en una
profunda justicia social.